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Los alumnos de sexto de la escuela primaria 265 de Plottier, participaron a finales del año pasado del Parlamento Infantil organizado por la Legislatura provincial. Lo hicieron con el proyecto “Pintando de colores nuestro barrio”, basado en el cuidado del medioambiente, que se centró en un objetivo concreto: la recuperación de la plaza “Blanca Povlov” del barrio Unión de Mayo. Estos niños y niñas, que hoy cursan séptimo grado, defendieron la instancia local de la contienda y resultaron ganadores de un premio de 30 mil pesos para llevar a cabo su propuesta.

La vicedirectora de la institución, Mariela Pedrero explicó que la plaza, ubicada en cercanías de la escuela, estaba abandonada porque no había luz ni señalización. Cuando dispusieron de los fondos para poner en marcha el proyecto, toda la comunidad educativa puso manos a la obra para recuperar ese espacio público. Pintaron los juegos, agregaron mesas y bancos de material reciclable y también incorporaron juegos integradores, como hamacas para niños con discapacidad y para bebés.

“En la actividad participó la comunidad educativa. Por ejemplo, los maestros y profesores de plástica junto a los alumnos pintaron los juegos e hicieron rayuelas. Fue un trabajo en conjunto en el que se organizó todo para que la plaza tuviera vida”, comentó Pedrero.

Los 26 estudiantes de séptimo grado que el año pasado integraron el Parlamento trabajaron en la ejecución de su proyecto desde el inicio del ciclo lectivo hasta el 28 de mayo, cuando inauguraron la remodelación de la plaza.

“Desde la dirección del colegio nos sentimos totalmente satisfechos por el trabajo que se pudo hacer. Estamos en una escuela donde pasan muchas cosas y pudimos trabajar en este proyecto gracias a la participación que hubo y la suerte que tenemos de contar con maestros que colaboran y papás que nos acompañan. Estamos felices, porque a pesar de los percances pudimos concretar este compromiso y eso es lo más importante”, enfatizó Mariela.

Por otro lado, destacó que el trabajo realizado despertó en los alumnos un fuerte sentido de pertenencia. Diariamente los chicos recorren la plaza para verificar que se mantenga en buen estado. “Está muy cuidada hasta el momento. Hoy vas a la plaza y está todo igual que cuando se hizo. Los chicos tienen ahora un sentido de pertenencia con el lugar y con lo que hicieron, por eso lo cuidan como si fuera de ellos. “La plaza es para jugar, no para que la destruyan”, opinan los chicos, contó orgullosa la directora.

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