Revista Ágora núm. 5

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Revista de los alumnos del Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de México

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HERDER O LA CONQUISTA DE LABERINTOS

María Fernanda López Portillo Alcocer*

Herder pensaba casi exclusivamente por reacción encontra de adversarios, y como éstos eran muy

diferentes entre sí, le fue necesario contradecirse para contradecirlos a todos.1

Rouché

LAS CONSIDERACIONES FILOSÓFICAS de Johann Gottfried Herder tuvieron difusión e influencia

inmediatas. No obstante, es un autor contradictorio. Los estudiosos se maravillan -y desesperan-

ante la intrincada sucesión de argumentos, aparentemente opuestos, que teje en sus

razonamientos. Herder personifica las contradicciones intelectuales del siglo dieciocho, siglo

activo y creador. El filósofo y poeta sintetiza debates sobre la razón, la meta universal de la

humanidad, el valor de las culturas, el Estado. De ahí que sus teorías puedan parecer

contradictorias, e incluso incoherentes; de ahí que su trabajo haya tenido tantas interpretaciones

erróneas; de ahí que muchas corrientes se hayan asentado en el retazo que les conviene de su

filosofía.

Procuro trazar un esbozo del complicado mapa teórico de Herder, al preguntarme por qué

se le puede calificar de “hijo rebelde de la Ilustración”.2 Analizaré la influencia de Kant y otros

filósofos ilustrados en el pensamiento herderiano. Luego, estudiaré puntos de discordia entre este

movimiento y Herder, al analizar su doctrina del lenguaje y su teoría sobre la nación. Finalmente,

comentaré su aporte historicista, en donde se unen parte de sus críticas -y deudas- a la Ilustración.

5

* Estudiante de cuarto semestre de la licenciatura en Política y Administración Pública de El Colegio de México.1 Cit. por Goncal Mayos Solana, Ilustración y Romanticismo, Barcelona, Herder, 2004, p. 83.2 Dejo de lado la filosofía de la mente y la aestética herderiana, aportaciones vitales del filósofo. Para un análisis de estas

cuestiones, véase Robert E. Norton, Herder’s Aesthetics and the European Enlightenment, Ithaca, 1991.

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INFLUENCIA DE LA ILUSTRACION

Herder fue hijo rebelde de la Ilustración pues la criticó y defendió con idéntico fervor. Esto se

explica porque sus mayores influencias fueron filósofos con ideales opuestos. Cuando era

estudiante en Könisberg fue discípulo de Kant, el mayor difusor de la Ilustración en Prusia, y el

teólogo Hamann. Pero los trabajos de Herder no son la síntesis de las teorías de sus mentores,

sino sus reflexiones sobre los temas estudiados.

La relación entre Kant y Herder, tanto personal como académica, es una historia

complicada y fascinante. Trata de rivalidades entre un discípulo brillante y su maestro; de la

influencia inmediata de los escritos de Herder y la incomprensión general hacia la filosofía

kantiana; del olvido del primero y la relevancia inconmensurable del segundo en la época moderna;

en fin, del surgimiento del Romanticismo y la decadencia de la Ilustración.

La influencia de Kant sobre Herder fue la del Kant pre-crítico, entre 1760 y 1770. Este

elemento es esencial para comprender la separación entre profesor y alumno y, finalmente, su

ruptura cuando Herder se opuso al Kant crítico. Kant, en esa época, fue escéptico hacia lo

metafísico y puso en duda la existencia de lo supramundano. Para él, cada hecho o fenómeno en

el universo podía ser explicado por leyes regulares. Lo que aparentemente es creado por fuerzas

metafísicas es en realidad el resultado de cambios y procesos históricos.

“Fue Kant quien enseñó a Herder no la filosofía, sino a filosofar.” 3 Kant aplicó en su

estudiante preferido lo que para él era la meta del filósofo, que no debe limitarse a difundir sus

dogmas, sino a enseñar a cada individuo a pensar por sí mismo. La educación de la humanidad

(Bildung), y la manera en que ésta debe llevarse a cabo, fue el mayor aporte de Kant a las teorías

herderianas.

Además de la evidente influencia de Kant, Herder se apoyó en el trabajo de varios

“philosophes des Lumières”, en especial Montesquieu y Rousseau. De Montesquieu extrajo la idea

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6

3 “It was Kant who taught Herder not philosophy but philosophizing”, John Zammito, Kant, Herder and the Birth ofAnthropology, Chicago, University Press, 2002, p. 148.

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de la importancia de las condiciones geográficas y del espíritu en general para determinar las

características de una nación. Por otro lado, Rousseau desafió el etnocentrismo de la Ilustración

al denunciar la arrogancia de los filósofos. La proclama rousseauriana que reivindicó al hombre

natural – primitivo – como verdadero hombre perfecto tuvo gran impacto sobre Herder, y es la

base de su apreciación de culturas antiguas. Además, Rousseau criticó la racionalidad excesiva de

sus contemporáneos; defendió “las fuerzas irracionales del alma, del hombre completo, contra la

frigidez de la Ilustración y la civilización mecanizada”.4

Voltaire es considerado el mayor enemigo de Herder. El discípulo de Kant critica su

etnocentrismo, y su visión global y comparatista de la historia. Sin embargo, Herder debe al

filósofo francés, entre otras cosas, haber acuñado el término “filosofía de la historia”.

DOCTRINA DEL LENGUAJE

Herder desarrolló una de las primeras doctrinas del lenguaje; fue su precursor al afirmar que

palabra e idea son la misma cosa. El lenguaje es el órgano vital, la voz de cualquier nación.

Entender una cultura es adentrarse en sus formas de expresión, puesto que el arte es espejo de

sus tradiciones y creencias. Hay tantas culturas como lenguas y creaciones comunicativas.

Herder tomó los esbozos de esta idea de Hamann y los desarrolló. Para el expresionismo, uno

de sus grandes aportes, las actividades de los hombres son “voces hablando, no objetos

desvinculados de sus creadores”.5 La belleza e importancia de lo irracional, antes defendida por

Hamann, cobró fuerza en las ideas de Herder, en oposición a la estricta racionalidad elogiada por

los filósofos franceses.

El movimiento Sturm und Drang (tempestad e impulso) resultó de estas consideraciones

expresionistas. Esta corriente que, muy a su pesar, nunca logró cruzar el umbral de lo literario y

pasar a lo político, defendía lo irracional y la preeminencia de la pasión sobre la razón. Para los

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4 Friedrich Meinecke, El historicismo y su génesis, México, FCE, 1943, p. 331.5 Isaiah Berlin, Vico y Herder, Madrid, Cátedra, 2000, p. 200.

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seguidores de este movimiento, el hombre expresa la totalidad de su ser a través de lo que hace.

Una sociedad activa y creadora refleja un alto nivel de autorrealización intelectual de los

individuos que viven en ella.6

El punto de discordia entre mentor y

discípulo fue la visión de Hamann sobre la

omnipresencia de lo metafísico en los

fenómenos mundanos. El teólogo justificaba

la presencia de Dios en la naturaleza por

fuerzas espirituales y misteriosas.7 Herder

racionalizó esta idea, al decir que la presencia

de Dios en la naturaleza se justifica por

fenómenos históricos y biológicos

perceptibles, empíricos. El filósofo expresó que la Biblia debía ser estudiada como cualquier otro

documento con validez histórica, enfoque historicista que causó la condena de parte de Hamann.8

Sin embargo, esta aproximación racional a los textos bíblicos no debe considerarse muestra de

rechazo hacia la religión. Herder era profundamente religioso y quería, gracias a un riguroso

análisis hermenéutico, comprobar la validez de los textos sagrados, no refutarla.

El trato de Herder hacia la religión es intrincado. Por la influencia de Hamann, Herder

practicaba el pietismo, movimiento protestante en contra de la fría intelectualidad dominante en

la religión, que abogaba por apreciar los sentidos y exaltar las pulsiones. Creía firmemente en la

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6 Goethe y, después, Schelling fueron las figuras más prominentes de este movimiento. Herder fue para Goethe (alque conoció en 1777) lo que Hamann fue para él: como mentor y amigo, lo introdujo a sus ideas reivindicadoras de culturas antes despreciadas, y le enseñó a valorar lo irracional tanto como lo empírico.

7 Frederick C. Beiser, Enlightenment, Revolution, and Romanticism, Massachusetts, Harvard University Press, 1992, p. 196.8 En los años 1764-1765, Herder confirmó su agrado por la poesía folklórica al decir que la Biblia era el reflejo de las

cualidades literarias del antiguo pueblo judío (ibid., p. 207). La importancia de Herder para el desarrollo de la filosofía dela religión reside en su aproximación hermenéutica a los textos bíblicos. Fue el primer historiador en determinar fechasaproximadas para la escritura de los cuatro evangelios.

La aproximación racional a los textos bíblicos no debe considerarse muestra de rechazo hacia la religión. Herder era

profundamente religioso y quería, gracias aun riguroso análisis hermenéutico,

comprobar la validez de los textos sagrados,no refutarla.

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Providencia, pero consideraba que su fuerza y representación debían ser comprobadas

empíricamente, puesto que se encontraban en la naturaleza. El enfoque religioso de Herder era

muy progresista y “racional”.

LA NACIÓN

La fuerte separación entre Estado y nación fue un objeto de estudio recurrente para Herder, así

como para Montesquieu y otros filósofos franceses. El fundamento de la política debe ser la

nación, lazo de fraternidad forjado por historia y tradiciones comunes. Cualquier Estado debe

subyugarse a la nación porque “la naturaleza crea naciones, no Estados”.9 Así, las diferencias

culturales de cada pueblo deben ser respetadas por los gobiernos, por lo que Herder repudiaba

los sistemas centralistas y, sobre todo, los imperialistas.

Además, la autoconciencia nacional, auspiciada por la educación, llevaría a fortificar de tal

manera los lazos solidarios entre individuos que el Estado, en tanto maquinaria, se volvería

obsoleto. De aquí derivan las aproximaciones entre la filosofía herderiana y el anarquismo. La

nación reemplazaría al Estado. El autogobierno sería mejor que la burocracia centralista. Herder

tenía una visión paternalista y estrictamente igualitaria del poder. El gobierno tiene la obligación

de brindar educación y bienestar a todos sus súbditos. Herder llevó el concepto de educación

hasta sus últimas consecuencias al calificarlo de meta del desarrollo histórico y vía hacia la

autonomía e independencia de las naciones.

La mayoría de los filósofos del siglo XVIII exaltaron valores abstractos -libertad, razón,

Estado- en detrimento de la formación de nacionalidades, en general, y el desarrollo del

individuo, en particular. Herder creyó en los ideales de la Ilustración, sobre todo en el concepto

de educación, pero creyó que los filósofos de su época -Voltaire, Hume, Robertson- los

traicionaron al adular a “déspotas ilustrados”10 y perderse en el etnocentrismo.

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9 I. Berlin, op.cit., p. 205.10 Voltaire tuvo una amplia correspondencia con Catalina la Grande y estuvo en la corte de Federico II, en Berlín.

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HISTORICISMO Y PROGRESO

Hamann defendió la irreductibilidad de las diferencias culturales. Más aún, abogó por la

comprensión interna de las culturas, gracias al estudio de sus tradiciones (esta idea sería vital para

el enfoque pluralista de la filosofía herderiana), y esbozó una crítica al cosmopolitismo por reducir

los valores a preceptos universales. De esta forma, incitó a Herder -y también a Kant, del cual era

amigo- a tomar en cuenta la importancia de la historia. Herder desarrolló dos ideas

fundamentales para el historicismo: la individualidad y la evolución.11

La individualidad es un concepto emanado,

en parte, de la oposición hacia el

cosmopolitismo de la Ilustración. Cada

civilización merece ser valorada según su

propia escala normativa. Sin duda, hay rasgos

de acción comunes a todas las culturas -y

podemos establecer patrones abstractos de

conducta que las abarquen a todas- pero,

arguye Herder, son sobre todo sus diferencias las que merecen ser estudiadas. Se interesaba por

la excepción dentro de la uniformidad; exaltaba la relevancia de estudios sobre nacionalidades

(regionales, tribales y otras), destacando la cultura y, sobre todo, la literatura.

Respecto a su propia nación, Herder le reprochaba someterse a la hegemonía cultural

francesa, al decir: “¡Alemanes, hablad alemán!, escupid el asqueroso lodo del Sena.”12 Ésta y otras

afirmaciones han sido consideradas como una prueba del pangermanismo herderiano. Pero

Herder, a diferencia de otros filósofos como Fichte, apoyaba la exaltación de todas las

nacionalidades, no sólo de la alemana.

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10

11 F. Meinecke, op.cit., p. 317.12 Cit. por I. Berlin, op.cit., p. 233.

Se interesaba por la excepción dentro

de la uniformidad; exaltaba la

relevancia de estudios sobre

nacionaliddes (regionales, tribales

y otras), destacando la cultura y,

sobretodo, la literatura.

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Es comprensible que Herder criticara con fervor toda voluntad de imposición cultural. La

arrogancia de los filósofos ilustrados, que pretendieron “iluminar” sociedades primitivas desde su

enfoque europeo, es altamente condenable. Herder fue de los primeros filósofos en reivindicar,

junto con el prerromanticismo inglés, la Edad Media. Esta época fue desdeñada por los

philosophes, que la catalogaban de momento oscuro y menospreciable en la historia. A los

filósofos que calificaban la Edad Media como un “mal necesario”, un paso obligado y despreciable

entre civilizaciones, Herder respondió que “ninguna cosa en todo el reino de Dios (…) es

solamente medio, todo es medio y fin a la vez, y con toda seguridad también estos siglos”.13

Herder rechazaba el análisis histórico centrado en descripciones épicas de grandes proezas y

batallas. No sólo porque repudiaba de manera tajante la armada y la guerra; para él, el Todo

histórico está hecho de “infinitas fuerzas individuales”. Los hombres hacen la historia; los

individuos configuran el desarrollo de la humanidad de manera cotidiana.

La “penetración simpática” o endopatía (Einfühlen) -palabra creada por Herder- va más allá

de la valoración de la cultura estudiada: resume las aptitudes psicológicas e interpretativas que debe

tener el historiador o antropólogo para comprender internamente una nación. La interiorización

de los textos estudiados, base de la hermenéutica, permite al historiador moderno alejarse de

juicios de valor, y comparar su cultura con otra. Por otro lado, reconoció la enorme dificultad de

comprender las individualidades de manera endopática, sobre todo si se trata de naciones lejanas.

Pero cuando el historiador encuentra una pieza del enorme jarrón de una cultura, debe imaginar

el jarrón en su totalidad, para poder captar el verdadero significado de la pieza. Así, Herder

justificó la necesidad de una apreciación a la vez particular y global del hombre y su cultura.

Aunque el enfoque de Herder parece depender tan sólo de la imaginación y lo sensitivo, es

en realidad una aproximación empírica, que se asemeja con el trato a las ciencias naturales

(influencia racionalista de la Ilustración). Primero, el historiador debe tratar a los textos

históricos con una objetividad tan sólo posible cuando se estudian fenómenos físicos o

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13 Johann Gottfried Herder, Filosofía de la historia para la educación de la humanidad, Buenos Aires, Nova, 1950, p. 80.

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naturales. La “penetración simpática” no implica proyección psicológica de los propios valores,

sino internalización de modos de vida ajenos a los del historiador. Por la dificultad de la

interpretación hermenéutica, el observador debe hacer un estudio exhaustivo y metodológico de

la totalidad contextual del objeto estudiado. Finalmente, la necesidad imperiosa de formular

hipótesis sobre formas de vida ajenas a la propia, que luego pueden ser refutadas, acerca aún más

el estudio histórico a las ciencias naturales.

Herder fue escéptico ante la universalidad. Su deseo de apreciación individual venció toda

concepción evolutiva del desarrollo humano, según la cual una época es mejor que la anterior. No

obstante, no puede abstraerse de la idea iluminista del progreso. Así, desarrolló dos conceptos

universales, que se pueden aplicar a toda época y nación: la felicidad y la Humanität. Estos

ideales llegarán cuando los hombres, por medio de la educación, exploten al máximo sus

potenciales creativos. Herder reconoció que la creencia en estos ideales es utópica, pero son

necesarios para establecer un plano supraindividual que dé coherencia al desarrollo histórico.

CONCLUSIÓN

Herder fue un hijo rebelde de la Aufklärung porque tomó ideas esenciales del movimiento y las

usó para desarrollar sus teorías. Heredó la idea del progreso, la educación, el racionalismo

metodológico de los filósofos de la Ilustración y sus antecedentes. El aporte de este teórico a los

movimientos contra-ilustrado y romántico radica en que consideró a la Verdad como un

elemento particular de cada pueblo, contrario al conjunto de preceptos universales que

enarboló la Ilustración. Además, defendió las creaciones artísticas impulsivas contra la

racionalidad de su época. Sería fructífero hacer una comparación entre Herder y miembros de la

llamada “Ilustración olvidada” quienes, insertos en el movimiento general de la época,

subrayaron el carácter irresoluto del hombre.14

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14 Julio Seoane Pinilla (comp.), La Ilustración olvidada: Vauvenarges, Morelly, Meslier, Sade y otros ilustrados heterodoxos, México, FCE, 1999.

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Las teorías de Herder se bifurcan, retuercen y contradicen. Los analistas de su obra

deciden escoger un pedazo de su filosofía, porque pretender abarcar el conjunto lleva, las más de

las veces, a callejones sin salida. “La notoria frescura y riqueza de sus ideas se debe, como mínimo,

tanto a su percepción de la complejidad de los hechos mismos, como a que su mente era

entusiasta y túrbida por naturaleza.”15 Así, Berlin, Meinecke, Beiser y otros tejieron retazos del hilo

que conduce al centro del laberinto intelectual de Herder. �

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15 I. Berlin, op.cit., p. 202.

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* Estudiante de octavo semestre de la licenciatura en Relaciones Internacionales de El Colegio de México.1 Although the concept of “tribe” might involve ideological pretensions related to the colonial anthropology, I

am using Gulliver’s concept: “any group of people which is distinguished, by its members and by others, on the basis ofcultural-regional criteria”. This word is particularly restricted by the epoch and its circumstances, even though theethnocentric nature of the concept. Archie Mafeje, “The ideology of ‘tribalism’”, The Journal of Modern African Studies, 9 (1971), pp. 253-261.

THE EXCEPTIONALITY OF THE STATE

OF BOTSWANA

Luis Pablo Muñoz Sánchez*

BOTSWANA IS ONE OF THE FEW EXAMPLES of success in the formation of a state in the post-

colonial era. Dominated by a single party, and without the maladies suffered by most African

states (such as corruption, famine or dictatorship), the state of Botswana was seen as a good

example of the indirect domination of colonial rule -like the states in India or Nigeria. More

important than colonial domination, there were a series of factors that favored the construction

of this state in the southern part of Africa. In this essay I will try to find the conditions that

allowed Botswana to enjoy stability in the process of state formation, focusing on the two

predominant explanations of this phenomenon in Africa: the economic explanation and power

centered in the elite.

In comparison with most other African countries, Botswana is ethnically homogeneous.

Somewhere between 80 and 90 per cent of its 1.2 million people belong to one of the eight

major Tswana tribes.1 An even higher percentage speaks the same basic language and has

similar cultural norms. British colonialism had minimal impact by African standards. London

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2 Patrick Molutsi and John Holm, “Developing Democracy When Civil Society is Weak: The case of Botswana”,African Affairs, 89(1990), p. 324.

3 The common definition of nation is “an extensive aggregate of persons, so closely associated with each otherby common descent, language, or history, as to form a distinct race or people, usually organized as a separate political stateand occupying a definite territory” (Clifford Geertz, “What is a State if it is not a Sovereign?: Reflections on Politics inComplicated Places”, Current Anthropology, 45(2004), p. 578).

4 Ibid., p. 579.

established a protectorate in 1895, but the Tswana chiefs ruled almost unrestrained into the

mid-1950s. The only major economic change during this time was increasing labor migration to

South Africa. At the time of independence in 1966 the new government could tap so few

economic resources that over 40 per cent of its funds came from foreign governments.2

For Clifford Geertz, the state is one of the totalizing “Western” concepts that do not

deal with the specific conditions that are present in domination relations outside the westernized

world. The particular concept of state, which is intrinsically related to the nation (imagined or

real),3 in particular the postcolonial state -Kinshasa, Abuja, Rabat, New Delhi, Islamabad,

Yangon, Jakarta, Manila- has recently been the subject of a great deal of rather uncertain

discussion as the enormous variety of its forms and expressions, the multiplicity of the regimes

it houses, and the politics it supports have become apparent.

The standard characterization of a “state” as (in Max Weber’s formulation) a vested

authority possessing a monopoly of legitimate violence in a territory and that of a

“nation” as (in Ernest Renan’s) the spiritual fusion of a collection of particulate ethne into a grande

solidarité, a common and transcending conscience morale, seem increasingly difficult of application

to such tangled conglomerations as these, where not only is legitimacy dispersed and contested

but an enormous catalogue of hybridized and shape-shifting parochial groups -ethnic, religious,

linguistic, racial, regional, ideo-primordial- rub up against one another in almost continuous

friction and “the narcissism of small differences” seems the major driving force of political

struggle. 4

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5 Kenneth Good, “Interpreting the Exceptionality of Botswana”, The Journal of Modern African Studies, 30 (1992),p. 69. Botswana has had competitive elections regularly for 25 years. The ruling Botswana Democratic Party (BDP) haswon every time, but opposition parties are becoming stronger. They now control four local councils and are close to a majority in others. P. Molutsi, art. cit., p. 323.

6 Since independence its bureaucratic and political elites have pursued a series of policies calculated to promoteeconomic growth and development. In the process both elites acquired a developmental orientation. Balefi Tsie, “The Political Context of Botswana’s Development Performance”, Journal of Southern African Studies, 22 (1996), p. 601.

During the nineteenth century, highly stratified, sharply hierarchical societies came into

being in Botswana. The Chiefs were the controllers of economic resources -over the long term,

mainly land, labor, and cattle- and became individual accumulators of wealth.5 That the Botswana

state is a capitalist state embodying important interests of the dominant classes or fractions

thereof is beyond dispute.

It is also indisputable that the Botswana

state presides over a dependent capitalist

society. Furthermore, the Botswana state is one

of the few African states that has the

characteristics of a developmental state.6 The

bureaucratic elite in Botswana are powerful

and generally effective in formulating and

executing a policy of development. As a result,

much of the development that has occurred in Botswana has been state-sponsored and directed.

It is in this sense that one can speak of a developmental state in Botswana.

At independence, the Botswana government committed itself to assisting the private

sector in every conceivable way consistent with the attainment of its national development goals

of rapid economic growth, social justice, economic independence and sustained development. By

so doing, the government has, to a considerable extent, concretized its political philosophy of

fostering individual initiative, free enterprise and self-reliance within the framework of political

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Botswana is one of the few African states

that has the characteristics of a

developmental state. Much of the

development that has ocurred has been

state-sponsored and directed. It is in this

sense that one can speak of a

developmental state in Botswana.

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7 Ibid., p. 606. Part of the explanation of this outstanding performance is Botswana’s relatively better record ofgood governance. Generally, corruption, authoritarian rule, patronage and mismanagement have not been part and parcelof the political landscape in Botswana as has been the case for example in Kenya, Malawi, Nigeria, Zaire and Zambia.

8 Ibid., p. 602.9 Ibid., p. 612.

stability.7 In fact, the colonial state promoted a specific form of capitalist development which

favored the growth of a class of cattle accumulators in various parts of Bechuanaland. Most of

these cattle accumulators were drawn from the traditional aristocracy (i.e, chiefs, sub-chiefs and

headmen) and the new intelligentsia consisted of teachers, senior civil servants and so on. The

former occupied strategic positions within the colonial state which enabled them to exercise

control over borehole allocation and/or ownership, to acquire large herds from stray cattle

(matimela) and to exert considerable control over large grazing areas and the labor power of

dominated classes.

The dominance of the Botswana Democratic Party (BDP) in post-colonial politics is

largely a result of its ability to build a political alliance consisting of the most powerful members

of the capitalist class of cattle accumulators who, for most of the post-colonial period, have

shared common values regarding domestic economic policy and foreign policy. It also managed

to enlist the support of the peasantry for this alliance. Botswana’s liberal democratic state is a

derivative of this constellation of class forces.8

Botswana has been fortunate to be one of the highest recipients of foreign aid in per

capita terms since the mid-1970s. This was largely a function of Botswana’s ability to portray

itself, and rightly so up to a point, as a bastion of liberal democracy in an otherwise politically

unstable region dominated by apartheid. But fortune and luck do not tell the full story. Botswana’s

pragmatic stance in the wars of national liberation in Southern Africa also contributed

significantly to its development performance.9

A more convincing explanation of the popularity of the BDP can be found within the

dominant relations of production built on the pre-capitalist social formation and perpetuated by

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10 There is general agreement in the literature that the absence of a large colonial bureaucracy and commercialclass enabled the Botswana elite (with the help of their expatriate advisers and practitioners) to fashion the competent and corruption-free public institutions which dominate the economy, and which goes a long way to explain the continuing legitimacy of the BDP Government in the eyes of the majority of the population. Abdi Ismail Samatar and Sophie Oldfield, “Class and Effective State Institutions: The Botswana Meat Comisión”, The Journal of Modern African Studies, 33 (1995), p. 652.

11 Pre-capitalist society was characterized by the existence of a tribute-paying peasantry producing its own subsistence as well as a surplus rendered as tribute (in labor and kind) to a tribute-receiving ruling class. Ibid., p. 656.

12 The British moderately reformed this order by partially turning the chiefs into vassals of the colonial administration, thereby creating a higher authority within the morafe. In spite of this change the dominant class retained asignificant amount of its wealth and power. Ibid., p. 657.

cattle accumulators in the countryside. The

growth of civil society requires organizational

development to the point where group leaders

are able to exercise influence over government

on behalf of their members. Then, sustained

accumulation and development anywhere has

been the product of either a capitalist class, conscious of its interest, pushing the state to foster

capitalist development, or a state leading the way where such a conscious class did not exist. That

said, Botswana’s cattle-based bourgeoisie has, since independence, pursued policies promoting

broad capitalist interests rather than its narrow sectarian interests. In this way, it has been able to

secure legitimacy for Botswana’s pattern of capitalist development. The governing section of

this class allowed top civil servants, who are better educated than politicians, a relatively free hand

in policy formulation for the consideration of the Cabinet. 10

Why have the Botswana elite, almost alone in Africa, been conscious of their collective

interest? First, the traditional Botswana elite retained a significant degree of autonomy by resisting

British colonial rule and attempts by Pretoria to incorporate Bechuanaland into South Africa.11

Second, they maintained their hegemony over the masses during this period of transformation.12

Third, the destruction of their fellow chiefs in South Africa, where so many of the inhabitants

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Botswana´s cattle-based bourgeoisie has,

since independence, persued policies

promoting broad capitalists interests

rather than its narrow sectarian interests.

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13 Ibid., p. 654.14 Perhaps the most important of these measures was the Chieftainship Act of 1966 which subjected the chief

to the authority of the state, as well as adumbrating his functions in the tribe. Of particular significance was the authoritywhich it vested in the President to recognize the designation of the chief by the tribe, and to suspend and depose him following a judicial commission of enquiry. David Jones, “Traditional Authority and State Administration in Botswana”,The Journal of Modern African Studies, 21 (1983), p. 133.

were enslaved and dispossessed ingrained a strong sense of themselves and their role as the

guardians of their society. Fourth, the traditional political and economic elites were almost one

and the same, unlike most other African countries. Fifth, their long-term independent association

with, and support from, a number of Europeans in order to fight against South African

incorporation, meant that the leaders of the regime in power did not suspect the intentions of

those expatriates whom they ‘freely’ choose to associate with, and who performed the tasks for

which they were hired. Sixth, the absence of large numbers of civil servants and major

commercial/settler interests, as well as a mobilized peasantry inherited from the colonial era,

meant that the dominant class was unchallenged by any other indigenous group. As a result of

these historical conditions, those who took over the reins of the post-colonial state in 1966 were

in a position to go about building public institutions which were significantly free from the

pressures of mobilized popular classes, and which therefore could pursue what they perceived as

the common interest.13

The traditional leaders were allowed by the colonial authorities to retain a considerable

measure of autonomy and were able to regulate nearly all aspects of tribal 1ife. Since

independence in 1966, the chiefs have experienced an erosion of their traditional powers, all the

more noticeable in the light of their previous hegemonic position. The Government of Botswana,

concerned about establishing its legitimacy and forging a common national allegiance, as well as

building an effective administration, implemented a series of legislative and executive measures

attenuating the powers of the tribal leaders.14 Thus the hegemonic position of the chiefs was

undermined in two senses soon after the end of colonial rule: they forfeited their independence

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15 The assimilation of the chiefs into the state administration could be ascribed to four factors. Firstly, it was necessary for them to be subjected to the hierarchical controls of the public service in the same way as all other members.The conversion of chiefs into civil servants required that they be appointed to their office, and conversely liable to dismissal, even though chieftainship was customarily based upon hereditary title and tribal sanction. Ibid., p. 135.

16 B. Tsie, art. cit., p. 610.

as regards the central Government, and they were impelled to concede many of their

long-established responsibilities to the District Councils, the District Administrations, the local

agencies of Government Departments, and the Land Boards.15

Another potentially fruitful way of explaining Botswana’s outstanding performance is to

explore further the relationship between class, state and good governance. The class that took

control of state power at independence in Botswana was already engaged in cattle production

before its ascendance to political power. The role of both the colonial and post-colonial states

was crucial for accumulation based on cattle ownership. The post-colonial state in Botswana did

not and has not become the sole means of accumulation.16

The usual pattern of local government

development in British Africa meant that

councils were established shortly after World

War II, because of the ‘value of local

authorities in educating the people in the ideas

and workings of democracy’. British

administrators saw this as a way to ensure a

gradual devolution of power, beginning at the

local level. But the emerging political leaders

disliked ‘indirect rule’, and tended to perceive local government reform as a delaying tactic which

obfuscated the real issue, namely the need to democratize the central government apparatus.

ÁG O R A

20

The cognition of the partial ‘mutuality’ of

the interests of the dominant and the

dominated classes enabled Botswana to

adopt a more liberal democratic political

system rather than the usual one-party

dictatorship that has characterized other

states in the continent.

Page 20: Revista Ágora núm. 5

Thus elected district councils were given a low priority by most political parties, mainly because

the system was closely identified with colonial rule, and so tended to be eclipsed shortly after

their establishment by the rise of nationalism and the rapid achievement of independence.17

The cognition of the partial ‘mutuality’ of the interests of the dominant and the

dominated classes enabled Botswana to adopt a more liberal democratic political system rather

than the usual one-party dictatorship that has characterized other states in the continent. Hence,

the emergence of a possible confluence of a capitalist economic development program and an

‘open’ political process. Botswana shows that African elite, if conscious and organized, can

manage and protect their common interest to a degree that is unknown in most other African

societies. �

TH E E XC E P T I O N A L I T Y O F BO T S WA N A

21

17Louis Picard, “District Councils in Botswana: A Remnant of Local Autonomy”, The Journal of Modern AfricanStudies, 2 (1979), p. 287.

Page 21: Revista Ágora núm. 5

LA ADMINISTRACIÓN BUSH,LOS INTERESES PETROLEROS Y LA GUERRA DE IRAK

Jorge Ignacio Frechero*

ANTE LA AUSENCIA DE EVIDENCIAS que avalen el argumento oficial que la Casa Blanca empleó para

justificar su invasión a Irak el 19 de marzo del 2003, la supuesta inminente capacidad del régimen de

Saddam Hussein de producir armas de destrucción masiva, el presente artículo tiene por objeto brindar

elementos que confirmarían la controvertida y quizás opuesta hipótesis de “sangre por petróleo”: la idea

de que la nueva guerra fue ejecutada por el gobierno estadounidense, bajo la influencia del denominado

cabildeo energético, para obtener el control de las segundas reservas mundiales de este recurso

estratégico, hasta entonces en poder del régimen baazista de Bagdad.

El catedrático Robert Keohane ha señalado, en relación con el comportamiento de la gran

industria petrolera norteamericana en la década de los años cuarenta, que “en Estados Unidos la

influencia de los poderosos intereses corporativos a menudo impide la formulación y ejecución de

políticas estatales fuertes y coherentes”.1 En efecto, durante la totalidad del siglo XX, compañías privadas

como la Standard Oil Company of California, la Arabian American Oil Company, Texaco, Mobil, Exxon, Chevron

o Halliburton, han sabido moldear la política energética estadounidense con el objeto de maximizar sus

utilidades, o bien de defender o conquistar el control de diversos mercados en el mundo.

Durante el primer mandato de George W. Bush esta realidad no pareció alterarse. Incluso, es

posible argüir que la influencia del sector petrolero ha determinado no sólo la política energética de la

22

* Investigador del Centro de Estudios e Investigaciones en Problemáticas Internacionales y Locales (CEIPIL) de la UniversidadNacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires.

1 Robert O. Keohane, Instituciones Internacionales y Poder Estatal. Ensayos sobre teoría de las relaciones internacionales, Buenos Aires,Grupo Editor Latinoamericano, 1993, p. 293.

Page 22: Revista Ágora núm. 5

administración, sino también la totalidad de su política exterior, su activismo militar en Medio Oriente y

Asia Central y, en definitiva, toda la arquitectura política concebida por la Casa Blanca. Destacadas voces,

como la de Alan Greenspan, ex director de la Reserva Federal, confirman el trasfondo energético de la

“Guerra contra el Terrorismo” y, en particular, de la invasión a Irak.2

Para la periodista Katty Kay de la BBC, el gobierno de Bush se ha diferenciado de sus

predecesores “por el importante número de funcionarios de alto rango con vínculos en un mismo sector

industrial: el petrolero. [...] La concentración de conexiones con grandes empresas energéticas ha sido tal

que algunos críticos le han denominado la ‘administración del gas y del petróleo’”.3

Cuatro figuras de primera plana provienen del ramo. George W. Bush transitó desde su empresa

familiar fundada en 1979, Arbusto Energy (desde 1982, Bush Exploration Oil Co.), a la que condujo en poco

tiempo al borde de la quiebra, hasta su importante participación accionaria y como asesor en Harken a

fines de los años ochenta.4 El vicepresidente Dick Cheney, director ejecutivo de Halliburton de 1995 al

2000 y miembro del National Petroleum Council (NPC), período durante el cual acumuló ganancias

personales estimadas en 60 millones de dólares.5 El secretario de Comercio, Donald Evans, quien como

director de Tom Brown Inc., una compañía especializada en la exploración de gas y petróleo, amasó una

fortuna estimada entre 5 y 25 millones de dólares.6 Y finalmente, Condolezza Rice, quien integró la junta

directiva de Chevron y condujo su Comité de Política Pública, encargado de supervisar las regiones

potencialmente conflictivas para la compañía. Rice, no obstante, renunció en enero del 2001 al ser

designada como Consejera de Seguridad Nacional.7 A este cuadro, se sumó la designación de Ray Hunt

en octubre de 2001, director ejecutivo de Hunt Oil, miembro de la junta ejecutiva de Halliburton e

integrante también del NPC, como presidente de la Junta Asesora en Inteligencia Extranjera

de la Casa Blanca.8

LA ADMINISTRACIÓN BUSH

23

2 Ver Alan Greenspan, The Age of Turbulence: Adventures in a New World, Nueva York, The Penguin Press, 2007; y “Greenspanclarifies Iraq war, oil link”, MSNBC News Services, 17 de septiembre de 2007.

3 Katty Kay, “Analysis: Oil and the Bush Cabinet”, BBC News, 29 de enero de 2001, disponible enhttp://news.bbc.co.uk/2/hi/americas/1138009.stm.

4 Eric Laurent, El mundo secreto de Bush, Barcelona, Ediciones B, 2004, pp. 33-43.5 K. Kay, art. cit.6 Loc. cit.7 Claudio Gatti y Jad Mouawad, “Chevron Seen Settling Case on Iraq Oil”, New York Times, 8 de mayo de 2007.8 “99% of Halliburton’s Political Donations Go Straight to the GOP to Buy International Influence”, CommonDreams.org, 4 de

agosto de 2004, disponible en http://www.commondreams. org/news2004/0803-02.htm.

Page 23: Revista Ágora núm. 5

Este perfil y la consecuente sensibilidad por la industria petrolera de parte de los políticos en

Washington se ha expresado en la intención de la administración de desregularizar el sector tanto en el

ámbito local como en el internacional.9 Por esto, Bush ha autorizado tareas de exploración y perforación

en la Reserva Silvestre Nacional del Ártico,10 ubicada en Alaska, y se ha negado a ratificar el Protocolo de

Kyoto, a pesar de la manifiesta oposición de numerosos grupos ambientalistas. En este último caso, fue

particularmente Exxon-Mobile, la petrolera más grande del mundo, quien ejerció la mayor influencia sobre

el gobierno.11 El nivel de diálogo ha sido tal que en el 2002 le propuso a la Casa Blanca mediante un

memorando secreto, realizar una campaña conjunta para remover al director del Panel Internacional sobre

Cambio Climático y tenaz promotor de la reducción de gases de efecto invernadero a nivel mundial,

Dr. Robert Watson, misiva que incluía el pedido de reemplazo del delegado estadounidense —puesto por

Clinton— por un funcionario más acorde a sus intereses.12

El alto grado de imbricación empresarial-estatal fue además patente desde el comienzo de la

administración Bush. En su segunda semana en el poder, el presidente ordenó la creación del National

Energy Policy Development Group (NEPDG), cuya función era delinear los postulados principales de la

política energética gubernamental. Dirigido por Cheney, y desde entonces conocido como el Cheney Energy

Task Force, este grupo congregó en su seno, confidencial y esporádicamente, a los más altos ejecutivos de

las grandes empresas y consorcios energéticos de Estados Unidos, destacándose James J. Rouse,

vicepresidente de Exxon-Mobile; Kenneth L. Lay, director de la desaparecida Enron y amigo personal de

Bush; Jack N. Gerard de la National Mining Association; y Red Cavaney, presidente del American Petroleum

Institute. El Cheney Energy Task Force también mantuvo reuniones con ejecutivos de compañías extranjeras

como Royal Dutch Shell Oil Corp. y British Petroleum, aunque fueron desmentidas por sus

aparatos de prensa.13

ÁGORA

24

9 Godfrey Hodgson, “Oil and American Politics”, Open Democracy, 3 de octubre de 2005.10 El Congreso se ha negado a convalidar la iniciativa, congelando las expectativas creadas del American Petroleum Institute. Ver

Yereth Rosen, “Bush Plans Drilling in Untapped Alaska Oil Reserve”, Reuters, 13 de diciembre de 2003; y “Bush renews call forAlaskan oil drilling as oil prices spike”, CNN.com, 9 de marzo de 2005.

11 “Oil Giants Get Slick with Bid for New Image”, Guardian, 2 de febrero de 2003.12 Julian Borger, “US and Oil Lobby Oust Climate Change Scientist”, Guardian, 20 de abril de 2002, disponible en

http://www.guardian.co.uk/bush/story/0,7369,687650,00.html.13 Michael Abramowitz y Steven Mufson, “Papers Detail Industry’s Role in Cheney’s Energy Report”, The Washington Post, 18 de

julio de 2007, p. A01.

Page 24: Revista Ágora núm. 5

Lo trascendente de su accionar, con más de 40 reuniones celebradas, fue su recomendación de que

el gobierno de Estados Unidos apoyase iniciativas hacia los países de Medio Oriente “para abrir sus

sectores energéticos a la inversión extranjera”.14 Gracias a la presión judicial ejercida por las

organizaciones Judicial Watch y Serra Club, la administración debió hacer pública la documentación de

trabajo del NEPDG de marzo de 2001 que llamativamente incluyó un mapa de los pozos petroleros,

oleoductos, refinerías y terminales de Irak, dos cartillas detallando los proyectos gasíferos y petroleros del

país, y un listado de “negociantes extranjeros para los contratos de pozos petroleros iraquíes”.15 En este

último figuraban 33 compañías de 15 países, pero ninguna de origen estadounidense.

LA ADMINISTRACIÓN BUSH

25

14 Antonia Juhasz, “Whose Oil Is It, Anyway?”, New York Times, 13 de marzo de 2007.15 “Cheney Energy Task Force Documents Feature Map of Iraqi Oilfields”, Judicial Watch, 17 de julio de 2003, disponible en

http://www.judicialwatch.org/iraqi-oilfield-pr.shtml. La documentación liberada incluyó la misma información para los casos deArabia Saudita y los Emiratos Árabes.

Fuente: http://www.judicialwatch.org/iraqi-oilfield-pr.shtml, consultado el 18 de septiembre de 2007.

PARTE DE LA DOCUMENTACIÓN REVELADA DEL NEPDG

Page 25: Revista Ágora núm. 5

Casi al mismo tiempo que el Cheney Energy Task Force, el Departamento de Estado creó el Oil and

Energy Working Group, integrado también por expertos en el sector energético iraquí, consultores

internacionales y diplomáticos norteamericanos. Como conclusión de sus actividades, recomendó que el

petróleo de Irak “debía abrirse a las compañías internacionales lo más rápido posible después de la guerra”.16

De acuerdo con Joshua Holland, estos

eventos permiten clarificar el interés de las

“cuatro grandes” —Exxon-Mobile, Chevron-

Texaco, BP-Amoco y Royal Dutch-Shell— por

controlar las reservas iraquíes, las segundas en

importancia mundial (entre 112,000 y 115,000

millones de barriles), luego de doce años de

sanciones de la ONU en las que “fueron

forzadas a mantenerse al margen mientras el

gobierno de Saddam Hussein celebraba negocios con empresas chinas, francesas, rusas, entre otras”.17 En

ocasiones, esta ambición fue pública; en 1998, Kenneth Derr, por entonces jefe ejecutivo de Chevron le

comentó a una audiencia en San Francisco: “Irak posee unas enormes reservas de petróleo y gas, a las que

a Chevron le encantaría tener acceso.”18 Mientras Hussein siguiese gobernando, continuarían las

sanciones impuestas y, por ende, el acceso hacia las reservas estaría vedado. Así fue que las grandes

cabildearon en el decenio de 1990 a favor del cambio de régimen.19

Debe tenerse en consideración que actualmente tres cuartas partes del petróleo disponible a nivel

mundial están bajo control directo de gobiernos. Esto no siempre fue así. Aproximadamente 35 años atrás,

siete grandes compañías estadounidenses y europeas controlaban el grueso de las reservas mundiales.

Fusionadas luego en las “cuatro grandes”, han intentado recuperar el terreno perdido.20

ÁGORA

26

Además de los poderosos intereses corporativos, la

política petrolera ha estado determinada

por la cada vez más crítica condición energética

de Estados Unidos. El país se ha transformado

de productor a importador neto debido al creci-

miento de su demanda interna en el transcurso de

algunas décadas.

16 Joshua Holland, “Bush’s Petro-Cartel Almost Has Iraq’s Oil”, AlterNet, 16 de octubre de 2006.17 Loc. cit. Las sanciones económicas contra Irak fueron impuestas en marzo de 1991, principalmente con la resolución 687.18 Antonia Juhasz, art. cit.19 Loc. cit. Una comisión independiente que investigó el programa “Petróleo por Comida” y su relación con Estados Unidos,

detectó que a pesar de las sanciones, el 37% del petróleo iraquí comercializado internacionalmente en el período arribó aNorteamérica, casi en su totalidad importado por firmas no estadounidenses.

20 Loc. cit.

Page 26: Revista Ágora núm. 5

Pero además de los poderosos intereses corporativos, la política nacional en la materia ha estado

determinada por la cada vez más crítica condición energética de Estados Unidos. El país se ha

transformado de productor a importador neto debido al crecimiento de su demanda interna en el

transcurso de algunas décadas. En 1940, Estados Unidos era el principal productor mundial de petróleo y

gas con más del 65%, pero hacia fines de la década comenzó a importar petróleo. Mientras que en los años

cincuenta importó 10% de su consumo de crudo, para finales del primer mandato de George W. Bush esta

cifra había alcanzado el 57%, y se proyecta que para el 2025 Estados Unidos comprará en el exterior más

de dos tercios de su consumo energético.21

Esta condición se ha traducido en una forma particular de dependencia por parte de la primera

potencia mundial. El sustento temporal de su economía y de su sociedad se ha visto amenazado, como lo

demostraron los shocks petroleros de los años setenta. En palabras de Henry Kissinger: “desde la primera

explosión de precios hemos aprendido que la crisis energética no es sólo un problema de adaptación

transitoria, sino un grave desafío a la estructura política y económica del mundo libre.”22 A esta debilidad

interna deben sumarse los pronósticos que advierten sobre la inminente escasez de petróleo.23

Para enfrentar tan complejo desafío, Estados Unidos se ha visto urgido estratégicamente a

garantizar su acceso preferencial a las principales regiones productoras de hidrocarburos del planeta,

fundamentalmente Medio Oriente -con el 65% de las reservas petroleras estimadas a nivel mundial. Allí,

como diferentes administraciones estadounidenses dejaron en claro, Washington no permitirá que ningún

Estado hostil obstaculice la libre circulación del crudo hacia los principales mercados consumidores de

Occidente.24

Resulta casi una obviedad señalar que los funcionarios de la administración Bush estuvieron

conscientes y compartieron este diagnóstico, más aún aquellos venidos de la industria. Basta citar el caso

de Cheney, quien en el 2000 manifestó durante una conferencia con ejecutivos de compañías petroleras

en Londres: “para el 2010 requeriremos de un adicional de 50 millones de barriles diarios. [...] Mientras

muchas regiones del mundo ofrecen grandes oportunidades en cuanto a petróleo, Medio Oriente,

LA ADMINISTRACIÓN BUSH

27

21 G. Hodgson, art. cit.22 “La Geopolítica del Petróleo”, en Afirmaciones Públicas, Buenos Aires, Emecé Editores, 1981, p. 278.23 David Robinson, “A new era for oil”, Buffalo News, 8 de octubre de 2002.24 Michael T. Klare, Guerra por los Recursos, Barcelona, Ediciones Urano, 2003, p. 77.

Page 27: Revista Ágora núm. 5

con dos tercios de las reservas mundiales y con los más bajos costos de producción, es donde

verdaderamente está el premio.”25

Es altamente probable que todos los cálculos empresariales y gubernamentales hasta aquí

abordados hayan sido argumentos principales en la racionalidad que condujo a Washington a la invasión

de Irak el 19 de marzo de 2003, en virtud del estrecho diálogo mantenido entre la administración y las

grandes empresas. Así fue interpretado por algunos observadores internacionales como es el caso del ex

primer ministro indio Inder Gujral, quien señaló: “El lobby del petróleo en Estados Unidos está

determinado a tener su guerra.”26 Esto pareciera confirmarse si se adopta cómo axioma que las grandes

compañías han perseguido exclusivamente la maximización de sus beneficios y si se acepta, como hasta

aquí se ha propuesto, que han ejercido una gran influencia sobre la administración Bush.

Falta analizar los medios que utilizaron las “cuatro grandes” para efectivamente controlar las

reservas del país árabe. De haber podido, habrían adquirido a fines de marzo de 2003 los derechos

legítimos de explotación de las reservas por décadas, pero sus propios planes políticos y la emergente

realidad se los impidió. Por un lado, el panorama petrolero en Irak una vez acontecida la invasión no fue

tan exitoso como la Casa Blanca esperaba en el corto plazo. La inestabilidad y violencia crecientes

afectaron los planes originales de restituir velozmente los niveles de producción de crudo de preguerra

(2.5 millones de barriles diarios). Esto resintió a corto plazo las expectativas de rentabilidad de muchas

empresas interesadas en invertir en petróleo iraquí. También volvió políticamente inviable una

privatización directa de la industria del petróleo, lo que quedó demostrado con las manifestaciones en

contra de la privatización de trabajadores iraquíes del ramo y los ataques cotidianos a la red de

infraestructura.

ÁGORA

28

25 Citado en Greg Muttitt, “Of Oil, War and Power – Learning From History”, Niqash, 10 de Julio de 2006.26Cit. por Haroon Siddiqui, “‘Oil Lobby Determined to Have Its War’ in Iraq”, CommonDreams.org, 19 de enero de 2003,

disponible en http://www.commondreams.org/views03/0119-05.htm. Existen analistas que han negado la participación de estasempresas en las deliberaciones de la Casa Blanca sobre el estado del petróleo en Medio Oriente, quizás desconociendo las evidenciasaquí mencionadas. Un caso es el de Yahya Sadowski para quien la guerra de Irak buscó “perpetuar la hegemonía de los Estados Unidos[antes] que acrecentar las ganancias de Exxon”, en “Las Causas de la Guerra”, Le Monde Diplomatique, 46 (2003). También están lasinterpretaciones que rechazan la idea de “una guerra por el petróleo” bajo el supuesto de representar un mal negocio tanto para lascompañías, dados los altos niveles de inversión que requeriría rehabilitar el proceso productivo, como para el gobierno norteamericano por el enorme costo general de la ocupación y la imposibilidad de ser cubierto con los ingresos del petróleo iraquí.Ver Charles A. Kohlhaas, “War in Iraq: Not a ‘War for Oil’”, In the National Interest, 5 de marzo de 2003; y Roger Burbach, “BushIdeologues vs. Big Oil: the Iraq Game Gets Even Stranger”, Counterpunch.org, 10 de marzo de 2003. Evidentemente, estas perspectivas no han considerado ni el abrumador ascenso del precio del petróleo ni el enorme gasto que ha realizado la administración Bush en Irak, calculado en más de 3,000,000,000,000 de dólares a mediados de 2008.

Page 28: Revista Ágora núm. 5

La privatización no fue la primera opción de la administración ni de las compañías. “No se

privatizarán los recursos hidrocarburíferos de Irak ni las instalaciones mientras me encuentre aquí”,

señaló Philip Carroll, ex director ejecutivo de Royal Dutch Shell para Estados Unidos y hombre designado

por Bremer como asesor en jefe del Ministerio de Petróleo del 2003 al 2005.27 En efecto, en septiembre

de 2003 la orden 39, por la que se privatizaron 200 compañías estatales, no incluyó a la industria

petrolera. En aras de evitar la crítica internacional, se optó por respetar la propiedad estatal sobre la

misma, conservando a la Compañía Nacional de Petróleo Iraquí. Como en los tiempos de Hussein, el

sector también seguiría abierto a la inversión y participación extranjera. Así fue propuesto por Amy Myers

Jaffe del James A. Baker III Institute for Public Policy en enero del 2003 con apoyo del Departamento de

Estado y de corporativos de las “cuatro grandes”.28

De no privatizar el sector, ¿con qué opción contaban? Básicamente, con los Production-Sharing

Agreements (Acuerdos de Producción Conjunta, en adelante PSA). Los PSA son un tipo de contrato que le

garantiza a una empresa la explotación de un yacimiento por un plazo de hasta 40 años, en condiciones

de seguridad jurídica y con un bajísimo margen de retención de ganancias por parte del gobierno, que

virtualmente es el propietario de los recursos. Los PSA fueron moneda corriente en los años cincuenta y

sesenta, y también en la Rusia poscomunista. Pero no en el mundo árabe, donde los gobiernos han man-

tenido desde la década de 1970 un control férreo y un alto margen de retenciones sobre la industria del

petróleo.29 Esta es la llave del éxito que las “cuatro grandes” han planeado utilizar y que les evita una

impopular privatización.

En este sentido, AlJazeera reveló que en el 2004 el gobierno británico, a través del Ministerio de

Relaciones Exteriores, le hizo llegar al ministro de Finanzas de Irak una “hoja de ruta” donde se

recomendaba la firma de PSA con compañías multinacionales norteamericanas y británicas. Se trataba de

un estudio realizado por el International Tax and Investment Center (ITIC), un think tank financiado por Shell

y BP entre otros. A su vez, el Ministerio británico facilitó la celebración de un encuentro entre el ITIC y

LA ADMINISTRACIÓN BUSH

29

27 Dilip Hiro, “How the Bush Administration’s Iraqi Oil Grab Went Awry. Greenspan’s Oil Claim in Context”, TomDispatch, 25de septiembre de 2007.

28 Loc. cit.29 El grupo consultor británico Platform ha indicado que un PSA le asegura a la empresa ingresos trece veces mayores a los míni-

mos esperados. En J. Holland, art.

Page 29: Revista Ágora núm. 5

funcionarios del Ministerio de Petróleo iraquí para discutir esta propuesta en Beirut en enero de 2005.30

Esto demuestra varias caras de un mismo fenómeno: la intensa actividad de cabildeo, el respaldo de los

gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña a sus empresas energéticas y el diálogo directo de estas

últimas con el Ministerio del Petróleo iraquí sobre la repartición de los derechos de explotación. Todo

indicaba que el proceso de adjudicación efectivamente tomaría lugar en el segundo mandato de Bush, con

un gobierno soberano en Irak y una Ley de Hidrocarburos aprobada.31

La publicación de documentos diplomáticos

confidenciales australianos ha revelado la

percepción, incluso preocupación, compartida

por Canberra y por empresas petroleras de ese

país de que el acceso al petróleo ha quedado

garantizado y restringido primordialmente a los

exclusivos y poderosos intereses de las “cuatro

grandes”.32

En el 2002, el ex director de la CIA y promotor de la invasión a Irak, James Woolsey, lanzó una

advertencia clara en una declaración polémica:

Francia y Rusia poseen compañías petroleras en Irak. Deberían saber que si colaboran en la

transformación de Irak hacia un gobierno decente, haremos nuestro mayor esfuerzo para

asegurar que ese nuevo gobierno y las compañías estadounidenses trabajen estrechamente

ÁGORA

30

Las pruebas sobre el interés de las “cuatro

grandes” en el petróleo iraquí son contundentes,

así como su nivel de coordinación e imbricación

con la administración Bush. Por lo tanto, la

hipótesis de “sangre por petróleo” da cuenta de

una concreta y poderosa explicación sobre la

lógica de la guerra iniciada en 2003.

30 Tim Webb, “Foreign Office Helped Set Up Iraqi Oil Deals. Ambassador Passed ‘Roadmap’ Report to Baghdad”, TheIndependent, 11 de marzo de 2007.

31 Sobre la Ley de Hidrocarburos iraquí véase “Cabinet Readies Iraqi Oil for Privatization”, Platform, 27 de febrero de 2007,disponible en http://www.carbonweb.org; y Edward Wong, “Iraqis Reach an Accord on Oil Revenues”, New York Times, 27 de febrerode 2007. Debe aclararse que el primer borrador de la Ley (2005) incluía explícitamente la referencia a PSA, pero fue cambiada en el2007 por Exploration and Risk Contracts (Contratos de Exploración y Riesgo), sin alterar su esencia.

32 James Paul, “Confidential Document on Iraq Oil Lobbying”, Global Policy Forum, 14 de julio de 2006. En junio de 2007 elministro de Defensa australiano, Brendan Nelson, admitió que la razón principal de la participación y presencia de 1,500 soldadosnacionales en la ocupación de Irak fue la de asegurar las reservas petroleras, comentario que rápidamente fue desmentido por el primer ministro John Howard y que inició un caluroso debate en Canberra sobre la relación con Estados Unidos. “Australia ‘Has IraqOil Interest’”, BBC, 5 de julio de 2007. En relación con esto, se ha sugerido que el apoyo a la invasión fue una forma de fortalecer laposición de BHP Billinton a la hora de reclamar por sus derechos contractuales sobre el mega-pozo de Halfaya.

Page 30: Revista Ágora núm. 5

con las suyas. […] Si en cambio apuestan a Saddam, será muy difícil, casi imposible

persuadir al nuevo gobierno iraquí de que trabaje con ellas.33

En efecto, es sabido que compañías de segundo orden internacional, como es el caso de la francesa Total

Elf, la australiana BHP Billinton o la rusa Lukoil, se limitaron a ejercer presión diplomática en Washington

y Londres en 2004 para asegurar su participación en los proyectos que habían negociado con Hussein.34

Las pruebas sobre el interés de las “cuatro grandes” en el petróleo iraquí son contundentes, así

como su nivel de coordinación e imbricación con la administración Bush. Por lo tanto, la hipótesis de

“sangre por petróleo” da cuenta de una concreta y poderosa explicación sobre la lógica de la guerra

iniciada en 2003. Y consecuentemente, echa sombras sobre la naturaleza democrática y centrada en el

interés nacional de una política exterior republicana que ha conducido a rebarajar las cartas energéticas en

Medio Oriente en los inicios del siglo XXI. �

LA ADMINISTRACIÓN BUSH

31

33 Citado en Charles Peña, “It’s Not About Oil?”, Chicago Tribune, 20 de septiembre de 2002. Recuérdese que los gobiernos deFrancia y Rusia fueron los principales opositores y críticos de la invasión de marzo de 2003, junto con Alemania.

34 En 2007 finalmente el gobierno iraquí canceló un controversial contrato con Lukoil que le otorgaba derechos de explotacióndel mega-pozo de Qurma Occidental. Se estima que el pozo tendría 11,000 millones de barriles de crudo -equivalente a las reservastotales en poder de Exxon-Mobile- por lo que, de ser explotado, agregaría un “elefante” más, como se denomina en la jerga empresarial a los mega-pozos, a la docena ya existente. El contrato de Lukoil fue negociado en 1997 con Hussein, quien posteriormente lo canceló en lo que se cree fue un intento por inducir al gobierno ruso a que se opusiera primero a las sanciones dela ONU y luego a la invasión de Estados Unidos. Desde entonces, el contrato se mantuvo en un “limbo legal”. Algunas fuentes indicaron que habrían sido funcionarios del Pentágono quienes recomendaron al Ministerio de Petróleo iraquí revocarlo definitivamente y llamar a una nueva licitación para comienzos del 2008. Esto motivó comentarios como el de Vladimir I. Tikhomirov,economista en jefe del banco ruso UralSib: “los rusos entendemos la cancelación del contrato en Irak como parte del esfuerzo estadounidense por mantener el control sobre los principales pozos petroleros del país”. El gobierno de Putin declaró que comorepresalia no aprobará en el marco del Club de París la condonación de deuda de Irak calculada en 10,000 millones de dólares. AndrewE. Kramer, “Iraq, With US Support, Voids a Russian Oil Contract”, New York Times, 4 de noviembre de 2007. Recientemente (juniode 2008) el Ministerio del Petróleo ha otorgado derechos sobre este mismo pozo a un consorcio integrado por Chevron y Total Elf demanera directa y por tres años. Ver Andrew E. Kramer, “Deals With Iraq Are Set to Bring Oil Giants Back”, New York Times, 19 dejunio de 2008.

Page 31: Revista Ágora núm. 5

¿HACIA LA ESTABILIZACIÓN DE IRAK?

Ramón I. Centeno Miranda*

NO HAY CLICHÉ MÁS EXTENDIDO acerca de la situación política internacional que el que afirma que Irak

es simplemente “otro Vietnam”. Pero esta comparación, sostenida principalmente por la izquierda, es

inexacta. El régimen iraquí no es títere de Washington (ni de Irán). El norte kurdo es en los hechos otro

país, con una dinámica propia. La resistencia iraquí no se compara al Vietcong. La oposición a la guerra

en Estados Unidos y el despliegue militar de este país en Medio Oriente es mínimo comparado con lo

alcanzado en la guerra de Vietnam. De Vietnam, Estados Unidos tuvo que salir humillado, en Irak sería

precipitado pronosticar algo semejante.

EL RÉGIMEN IRAQUÍ

El cliché dice que el actual gobierno iraquí es un simple gobierno títere de la Casa Blanca. Nuri Kamal

Al-Maliki, actual primer ministro de Irak, sería, bajo este razonamiento, “el hombre” de Estados Unidos.

La realidad es menos simple. Maliki pertenece al Dawa, un partido chiíta1 fundado en 1950, con vínculos

muy fuertes con Irán. Fue propuesto por las seis agrupaciones de la lista más votada en las elecciones de

enero y diciembre de 2006, la Alianza Unida Iraquí. El vínculo del régimen iraquí con el némesis regional

de Estados Unidos le otorga capacidad de juego propio, un cierto grado de independencia. Sabe que

Washington necesita de él y también que su estabilidad depende de la ocupación. No es posible decir que

Teherán controle a los partidos chiítas de Irak, pero sí es una influencia a tener en cuenta.

32

* Estudiante de primer semestre del programa de maestría en Ciencias Sociales de FLACSO, México. 1 En Irak, los árabes chiítas forman 60-65% de la población; los árabes sunnitas 32-37%; kurdos 15-20%;

turcomanos y asirios 5%. Población total: 28, 221,181. CIA World Factbook 2008. Disponible enhttps://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/geos/iz.html, consultado el 11 de julio de 2008.

Page 32: Revista Ágora núm. 5

Irán desea ser reconocido como una poderosa fuerza regional y nada mejor para ello que salir de

su aislamiento produciendo en Irak un régimen aliado de hegemonía confesional chiíta, igual que el suyo.

Este papel de Irán en la guerra de Irak ha provocado el aumento de las voces en Washington que

sugieren entrar en negociaciones directas con Teherán, lo cual rompería la estrategia diplomática

mantenida desde que surgió el régimen islámico en ese país.

La llamada “violencia sectaria” que sacude el suelo iraquí tiene a Irán como uno de sus

principales promotores a través de los llamados escuadrones de la muerte (chiítas), que cometen atentados

contra la población sunnita. Irán busca crear un abismo entre sunnitas y chiítas para alimentar los

sentimientos nacionalistas de estos últimos que, como mayoría de la población, serían la principal base

social de un régimen afín a Teherán. Para ello, busca controlar la región que se extiende del centro al sur

del país.

Caso aparte es el norte de Irak, hoy llamado por el resto de la población iraquí como “Kurdistán”.

Esta zona, como resultado de la Guerra del Golfo Pérsico de 1991, se lanzó a la insurrección contra un

Saddam Hussein derrotado y conquistó la independencia de facto. Desde entonces ha desarrollado un

gobierno autónomo, el cual goza de un enorme margen de maniobra y es considerado una conquista

descomunal entre el resto de la población kurda; es decir, la que vive (como minoría oprimida) en Turquía,

Siria e Irán.

Sunnitas y chiítas han aceptado ya esta separación de facto, al igual que el gobierno del presidente

George W. Bush. Los kurdos de Irak son los únicos que recibieron a las tropas de ocupación como

héroes. Los pershmerga, la milicia kurda, son la principal fuerza armada en la zona y han combatido

lealmente al lado de las tropas estadounidenses desde el inicio de la invasión. Aquí, la bandera oficial de

Irak está prohibida y no hay oficinas del gobierno central. Los kurdos tienen su propia bandera e himno.

La población kurda votó, casi unánimemente, por la independencia en un referéndum informal realizado

en enero de 2005.

Pero Washington no respalda la separación del norte kurdo, porque alentaría desmembramientos

similares en Siria, Turquía e Irán, provocando aún mayor inestabilidad en una región de por sí explosiva.

El PUK y el KDP2 tienen muy clara la postura estadounidense, por lo que orientan los deseos

¿HAC IA LA ESTABILIZACIÓN DE IRAK?

33

2 La Unión Patriota del Kurdistán y el Partido Kurdo Democrático son los principales partidos políticos en el Kurdistán iraquí.

Page 33: Revista Ágora núm. 5

independentistas de la población kurda hacia el terreno no-independentista de una mayor autonomía

dentro de un estado “federal”.3

El norte de Irak no es Irak. Cuenta con un régimen político estable y una economía próspera,

sostenida por la industria petrolera y las inversiones turcas. No hay ocupación en esta zona; por lo mismo,

no hay resistencia armada (en la figura 1 se observa que prácticamente no hay bajas estadounidenses en el

norte). Aquí se cumplió el objetivo de la Casa Blanca: un régimen afín. Así hay que decirlo, así hay que

entenderlo.

ÁGORA

34

Figura 1. BAJAS TOTALES DE LA COALICIÓN POR PROVINCIA IRAQUÍ

Fuente: Iraqi Coalition Casualty Count

Disponible en: http://icasualties.org/oif/Province.aspx, consultado el 11 de julio de 2008.

3 Ver la entrevista con el primer ministro del Gobierno Regional de Kurdistán, Nechirvan Barzani, en Foreign Affairs, 6 (2007).

Page 34: Revista Ágora núm. 5

RESISTENCIA A LA OCUPACIÓN

Hay dos alas actualmente activas en la resistencia armada iraquí: ambas de composición sunnita. Una de

ellas, la menor y más impopular, es la encabezada por Al-Qaeda en Mesopotamia. Es el sector taqfirista, o

anatemizador, que considera que la población en conjunto es infiel por no seguir estrictamente los

preceptos islámicos. Visualiza la invasión estadounidense a Irak como el principal terreno de batalla

actualmente en Oriente Medio por parte de “Occidente” en contra del Islam. Busca establecer en Irak un

estado islámico ultra-ortodoxo y, para tal fin, le es igualmente válido atacar a la población o a los invasores.

Si atacan a los estadounidenses, golpean directamente a Occidente. Si atacan a la población, inhiben el

desarrollo de expresiones occidentales dado que estarían educando a los iraquíes para ser musulmanes

ejemplares.

La otra ala es un frente dominado por expresiones políticas provenientes del Partido Baaz Árabe

Socialista, el mismo al que pertenecía Saddam Hussein. Actualmente, estas dos alas están profundamente

enfrentadas y ya ha habido intercambio de fuego entre ellas.4 La resistencia armada se vio

enormemente alimentada por el desmantelamiento del ejército iraquí en 2003 y de todo el régimen del

Baaz, justo después del derrocamiento de Hussein. El propósito de Paul Bremer III, enviado de

Washington a gobernar provisionalmente Irak, era “des-baazificar” el país. Hoy esa decisión es considerada

de las más estúpidas en tiempos de la ocupación. Cuatrocientos mil efectivos, mayormente sunnitas,

quedaron desempleados y se incorporaron pronto a la beligerancia armada.

Así, desde su génesis, esta ala de la resistencia armada ha sido dirigida principalmente por una

constelación de cuadros militares y políticos provenientes del partido de Saddam Hussein con el objetivo

de regresar a sus antiguos empleos.5 Estos objetivos restauracionistas del Baaz explican que la mayoría de

la población chiíta (y más aún la kurda) no se identifique con una resistencia que busca reinstalar el

antiguo ejército de preeminencia sunnita.

Para revertir, aunque fuera en parte, los efectos de la des-baazificación, Washington comenzó a

presionar a Maliki desde 2006 para permitir la inclusión de la corriente baazista en las instituciones del

¿HAC IA LA ESTABILIZACIÓN DE IRAK?

35

4 Carlos Varea, “Combates en Bagdad y Baquba entre la resistencia iraquí y Al-Qaeda”, Rebelión, 4 de junio de 2007.Disponible en http://www.rebelion.org/autores.php?id=53, consultado el 11 de julio de 2008.

5 Ver el “Programa del Partido Baaz: El Programa de la Resistencia y la Independencia”, elaborado en octubre de 2006.Disponible en http://www.iraqsolidaridad.org/2006/docs/ocup_31-10-06_baaz.html, consultado el 11 de julio de 2008.

Page 35: Revista Ágora núm. 5

régimen, lo cual se logró en gran medida en enero pasado cuando el parlamento iraquí (luego de difíciles

jaloneos) votó la ley de Responsabilidad y Justicia que “permitirá a miles de ex miembros del partido

[Baaz] solicitar su reinstalación en el servicio público y el ejército”.6

LA OPOSICIÓN A LA GUERRA EN IRAK DENTRO DE ESTADOS UNIDOS

El cliché también afirma que Bush está contra la pared en casa, sostenido por hilos. Sugiere que hay, o que

en cualquier momento se pueden dar, enormes movilizaciones de una población estadounidense furiosa,

que estarían orillando a una rápida y dolorosa retirada de Irak, tal como pasó en Vietnam.

En las figuras 2 y 3 podemos ver las bajas sufridas por el ejército estadounidense en la guerra de

Vietnam e Irak, respectivamente. Las bajas en Irak son sólo una pequeña fracción de aquéllas y no se

vislumbra que lleguen a alcanzar esos niveles. No cabe la comparación. Apuntemos que los años en que

Washington mantuvo operaciones a gran escala en Vietnam fueron de 1965 a 1971.

Figura 2. BAJAS ESTADOUNIDENSES EN LA GUERRA EN IRAK AL 31/12/2007

PERÍODO TOTAL ANUAL

2003 486

2004 849

2005 846

2006 822

2007 902

TOTAL 3,905

Fuente: Iraqi Coalition Casualty Count.

Disponible en: http://icasualties.org/oif/USbyYear.aspx, consultado el 11 de julio de 2008.

ÁGORA

36

6 “Iraq Eases Restrictions on Baath Party Members”, New York Times, 12 de enero de 2008.

Page 36: Revista Ágora núm. 5

Figura 3. BAJAS DEL EJÉRCITO ESTADOUNIDENSE EN EL SURESTE ASIÁTICO

PERÍODO TOTAL ANUAL

1957-1964 401

1965 1,863

1966 6,144

1967 11,153

1968 16,589

1969 11,614

1970 6,083

1971 2,357

1972 640

1973 168

1974 178

1975 160

1976 77

1977 96

1978 447

1979 148

TOTAL 58,112

Fuente: The Vietnam Veterans Memorial

Disponible en: http://www.thewall-usa.com/summary.asp, consultado el 11 de julio de 2008.

¿HAC IA LA ESTABILIZACIÓN DE IRAK?

37

Page 37: Revista Ágora núm. 5

Además, como podemos ver en las figuras 4 y 5, el despliegue militar en Irak es mínimo comparado con

el de Vietnam.

Figura 4. TROPAS ESTADOUNIDENSES EN IRAK Figura 5. TROPAS ESTADOUNIDENSES EN VIETNAM

AÑO PROMEDIO ANUAL DE EFECTIVOS FECHA TOTAL DE EFECTIVOS

2003 (abril) 132,444 31/12/ 60 900

2004 133,917 31/12/61 3,200

2005 145,292 31/12/62 11,500

2006 138,500 31/12/63 16,300

2007 156,000 31/12/64 23,300

2008 (julio) 145,286 31/12/65 184,300

31/12/66 425,300

31/12/67 485,600

31/12/68 536,100

31/12/69 474,400

31/12/70 335,800

09/06/71 250,900

Fuente: GlobalSecurity

Disponible en: http://www.globalsecurity.org/military/ops/iraq_orbat_es.htm, consultado el 11de julio de 2008.

http://www.globalsecurity.org/military/ops/vietnam2.htm, consultado el 11 de julio de 2008.

Más aún, en la guerra de Vietnam había, afuera de Vietnam (en la costa, en Laos y Camboya), 1.2 millones

de efectivos militares de Estados Unidos.7 En Irak sólo hay 30,000 efectivos fuera del país.8 La

diferencia es igualmente elocuente en el costo de la guerra, cuya magnitud se puede medir por el

ÁGORA

38

7 Melvin R. Laird, “Iraq: Learning the Lessons of Vietnam”, Foreign Affairs, 6 (2005).8 Dato obtenido de Global Security, disponible en http://www.globalsecurity.org/military/ops/iraq_orbat_es.htm,

consultado el 11 de julio de 2008.

Page 38: Revista Ágora núm. 5

porcentaje del PIB de Estados Unidos destinado al Departamento de Defensa. En la guerra de Vietnam

era el 10%, hoy representa sólo el 3.74%.9 Incluso la cantidad de civiles locales muertos (los verdaderos

afectados) no se compara. En Vietnam murieron unos 5.1 millones de vietnamitas.10 En Irak han muer-

to, hasta el 2006, unos 600,000 iraquíes.11

Todo lo anterior explica que las

movilizaciones en contra de la actual guerra no

se comparen en profundidad, amplitud y

frecuencia a las de hace cuarenta años. Las

protestas en contra de la guerra en Vietnam eran

atizadas por la enorme cantidad de muertos que

había. Los estudiantes universitarios eran el

principal motor de las movilizaciones y su

participación masiva había sido disparada por un

factor que hoy ya no existe: el reclutamiento forzoso (the draft). De hecho, las movilizaciones estudiantiles

de aquella época no iniciaron en contra de la guerra, sino en contra del draft, y conforme aumentaba el

reclutamiento se agudizaron las movilizaciones. En 1973 fue abolido el draft y desde entonces opera el

enrolamiento voluntario en el ejército estadounidense.

Es cierto que hubo fuertes movilizaciones en el mundo contra la guerra en Irak antes de que ésta

iniciara, alcanzando niveles francamente titánicos. El 15 de febrero de 2003, se movilizaron millones

(literalmente) en el mundo. Entre uno y dos millones se movilizaron en Londres, más de 600,000 en

Madrid, 300,000 en Berlín. En total, hubo protestas en 600 ciudades alrededor del mundo. Pero una vez

iniciada la invasión, en marzo del mismo año, no volvieron a alcanzar esos niveles. La movilización de la

población estadounidense no es aún un factor determinante en el desarrollo de la guerra en Irak, como sí

lo fue con creces en la de Vietnam.

Estas diferencias entre una y otra guerra permiten ubicar la situación actual de la ofensiva

estadounidense en Irak en su justa dimensión. Es posible incluso vislumbrar que no habrá mayores

¿HAC IA LA ESTABILIZACIÓN DE IRAK?

39

9 M. R. Laird, art. cit.10 French Press Agency. 4 de abril de 1995, disponible en http://www.rjsmith.com/kia_tbl.html, consultado el 11 de julio de 2008.11 Sabrina Tavernise, “Iraqi Dead May Total 600,000, Study Says”, New York Times, 11 de octubre de 2006.

Las diferencias entre la guerra de Irak y lade Vietnam permiten ubicar la situación

actual de la ofensiva estadounidense en Iraken su justa dimensión. Es posible incluso

vislumbrar que no habrá mayores ajustes ala estrategia bélica independientemente dequién releve a Bush en la Casa Blanca

Page 39: Revista Ágora núm. 5

ajustes a la estrategia bélica independientemente de quién releve a Bush en la Casa Blanca. Aún cuando el

debate sobre Irak en la precampaña presidencial estaba más encendido, los aspirantes demócratas,

cuando se les presionaba, distaban mucho de afirmar que retirarían pronto las tropas.12 Las diferencias

entre demócratas y republicanos (a pesar de las apariencias) son fundamentalmente sobre el balance de la

guerra, no tanto sobre el camino a seguir de ahora en adelante.

LA OCUPACIÓN CONTRA LA RESISTENCIA

La ocupación ha logrado ajustar una política que promete atenuar el fracaso. Desde finales del 2006 vino

desarrollándose un interesante fenómeno en la provincia de Anbar. Líderes tribales comenzaron a hacer

frente común con la ocupación para combatir a Al-Qaeda en Mesopotamia, organización repudiada por

sus asesinatos indiscriminados de civiles. Los ocupantes llegaron incluso a suministrarles armamento y a

crear, con base en miembros de esas tribus, fuerzas policiales locales. La gran mayoría de esas tribus

habían sido en un pasado no muy remoto parte de la resistencia armada contra las tropas

estadounidenses. Éste es el origen de los Consejos del Despertar.

Lo que parecía ser un fenómeno aislado fue tomado como modelo para aplicarse en otras áreas

de mayoría sunnita. Tal desarrollo, complementado con la ley de Responsabilidad y Justicia que vimos

arriba, está en el origen de la reducción de la violencia sectaria desde la mitad de 2007. Ésta ha sido la gran

estrategia del jefe militar de la ocupación, el General David H. Petreaus, para pacificar la zona, lo cual ha

logrado generar sentimientos encontrados hacia la ocupación entre la población sunnita. Si bien la

enorme mayoría rechaza la presencia de tropas extranjeras, también son muchos los que estarían en

contra de que esas tropas se retiraran inmediatamente. En este contexto, sectores de la resistencia

armada sunnita hoy colaboran y se coordinan con los ocupantes para combatir a Al-Qaeda. Es el caso de

las Brigadas de la Revolución de 1920 y el Ejército Islámico (ambos de orgen baazista).13

ÁGORA

40

12 “John Edwards […] mantendría tropas en la región [...]. La senadora Hillary Rodham Clinton […] dejaría fuerzas residuales [...]. Y el senador Barack Obama […] dejaría una presencia militar de un tamaño aún no especificado [...].”

”Los candidatos [demócratas] no están únicamente tratando de garantizarse flexibilidad para sí mismos en caso de conver-tirse en presidente, dicen sus asesores, sino que también esperan impedir que se genere cualquier expectativa de que la guerra termi-naría abruptamente si fueran electos. La mayoría no ha propuesto un nivel específico de tropas o lineamientos particulares para una presencia continuada en Irak”, Jeff Zeleny y Marc Santora, “Democrats Say Leaving Iraq May Take Years”, New York Times, 12 deagosto de 2007.

13 “Roadside Bombs Across Iraq Kill Seven”, New York Times, 10 de noviembre de 2007.

Page 40: Revista Ágora núm. 5

Tal política ha dado frutos. Al-Qaeda se ha visto fuertemente golpeado. Sus combatientes

huyeron de las provincias de Bagdad y Anbar y se concentraron en Diyala donde sufrieron enormes

estragos en enero de este año. Después se concentraron en Nínive, donde también fueron derrotados este

marzo. Los Consejos del Despertar han sido protagonistas de este proceso, con lo que ganaron solidez y se

han dado lo que pueden ser importantes pasos en la estabilización del país. Ahora se busca reproducir el

modelo en el sur chiíta. El general Petraeus señaló atinadamente el pasado 9 de abril ante el Senado que

este progreso es “frágil y reversible”, pero progreso al fin.

Ahora bien, en el sur se ha puesto en marcha una política que tiene como fin último

desmantelar a la milicia dirigida por el clérigo chiíta Moktada al-Sadr. Su ejército del Mahdi, con sus 60,000

efectivos, es hoy por hoy la principal formación sectaria de Irak.

Casi inmediatamente después de la entrada de las tropas invasoras a Bagdad (ciudad sunnita y

chiíta) en abril de 2003, Moktada comenzó a formar una milicia chiíta en Ciudad Sadr (suburbio de

Bagdad). La existencia del Ejército del Mahdi fue formalizada en junio de ese año y comenzó a llenar el

vacío de poder surgido en esa ciudad y una franja de ciudades sureñas. El Mahdi fue derrotado

militarmente en el 2004. Moktada declaró una tregua, entró en negociaciones con los ocupantes, fue

cooptado por el régimen de colaboración y participó en las elecciones de 2005. Moktada dejó de ser una

fuerza resistente; sin embargo, cuenta con juego propio y su agenda no es la de Estados Unidos, lo que le

permitió recoger y administrar el sentimiento anti-ocupación entre las masas chiítas y, en algún

momento, en sectores de las sunnitas.

Pero su milicia se ha vuelto crecientemente impopular debido a numerosos abusos cometidos en

contra de la población, tanto sunnita como chiíta, perdiendo así su base social. Gracias a esto, Maliki tuvo

el espacio político para lanzar a finales de marzo anterior una ofensiva militar en su contra, centrada en la

ciudad sureña de Basora, cuya fuerza militar le había dado al Mahdi acceso a grandes porciones de

control político en el sur chiíta, compitiendo así con el poder del gobierno central y sus milicias. Petraeus

complementó la pinza, cercando Ciudad Sadr, base de operaciones del Mahdi. Moktada evitó al máximo

el enfrentamiento armado y declaró pronto la tregua unilateralmente, aceptando así una derrota que le

permitiera mantener intactas sus fuerzas, aunque eso resultara en una drástica reducción de su influencia

política.

¿HAC IA LA ESTABILIZACIÓN DE IRAK?

41

Page 41: Revista Ágora núm. 5

Esta ofensiva militar de Maliki, aunque calificada de desordenada, le ha otorgado en los últimos

meses una credibilidad inédita ante las fuerzas políticas kurdas y sunnitas. Todos se han plegado en torno

a él, y si bien su ofensiva no logró destruir al Mahdi, prefigura su posible disolución. Y si junto con esto

se confirma la absorción de la resistencia baazista, ciertamente se habrían superado dos enormes

obstáculos hacia la estabilización de Irak.

EL FRACASO DE WASHINGTON EN IRAK

El gran golpe que esta guerra le inflige a Washington tiene que ver con que revela su declive ante las masas

del mundo. El presidente Bush esperaba que sus tropas fueran recibidas como héroes, instalando en lugar

de Saddam Hussein un régimen estable y democrático, afín a Washington, para extraer el petróleo iraquí

sin complicaciones. Pero fracasó y con esto se genera en la población mundial una nueva percepción del

papel que representa Estados Unidos en el actual orden global. Este factor subjetivo se transforma en un

elemento objetivo del análisis político que permite entender la pérdida de margen de maniobra de actores

como Washington y Tel Aviv, que vienen sufriendo una peligrosa parálisis en Medio Oriente, evidenciada

por el ascenso de Hamas en Palestina, de Hezbollah en Líbano y de Irán en toda la región.

Los objetivos que se perseguían con esta guerra se mostraron desproporcionados con el actual

peso específico de Estados Unidos en el devenir de la situación política mundial. Esto ha estado

últimamente en el centro del debate de los teóricos de la política exterior estadounidense.14 Pero este

fracaso no ha significado hasta hoy una derrota aplastante y aún puede ser atenuado en gran medida.

Estabilizar Irak no sería un logro menor de Washington en medio de una situación tan volátil; aunque

obviamente ya no se convertirá en un triunfo.

En resumen, Washington y sus aliados aún no están acorralados y sin salida. Irak no es Vietnam

y estamos obligados a entender las contradicciones de la actual situación sin caer en los clichés. La

izquierda mundial debe aprender a hacer análisis políticos que superen tanto las comparaciones sencillas

como las primeras imágenes que construye el sentido común. �

ÁGORA

42

14 Para Charles A. Kupchan, del Council on Foreign Relations, hay que formular “una estrategia políticamente solvente”. ComoEstados Unidos ha perdido “solvencia” en política exterior, restaurarla “significa colocar los compromisos de Estados Unidos en líneacon sus medios políticos”. Son curiosos los eufemismos utilizados para no referirse directamente al declive de Washington. Véase suartículo: “Grand Strategy for a Divided America”, Foreign Affairs, 4 (2007).

Page 42: Revista Ágora núm. 5

LA CALIGRAFÍA ÁRABE

José Luis López Habib*

La caligrafía arábiga es, por definición, la más

árabe de todas las artes plásticas islámicas.

Titus Burkhardt

LA CALIGRAFÍA ÁRABE es la síntesis de las artes de esta cultura. A lo largo de su historia y desde

la revelación coránica, la palabra ha sido cultivada con amoroso cuidado; así, la caligrafía es un

arte que nació bello. En árabe se denomina el arte de la línea, fan el khat, porque los trazos

caligráficos juegan con el ojo y embellecen su espacio, exaltando la gloria de Dios, el creador de

todas las cosas, por medio de la palabra. La realidad verbal siempre eclipsó a la visión estática.

Nada ejemplifica tanto el sentido estético de los pueblos musulmanes como su caligrafía. Lo que

más sorprende de la caligrafía árabe es la vigencia de sus múltiples estilos, nacidos en diferentes

periodos, a los que se recurre dependiendo de la naturaleza y entorno de los textos.

Este carácter multiforme de la caligrafía árabe tienta a compararla con la caligrafía china,

otra manifestación del arte de la escritura. Podemos, en principio, observar dos cosas evidentes.

Una se dibuja con pincel, la otra con el cálamo. La escritura china es pictográfica, cada signo es

una idea diferenciada, mientras la escritura árabe es puramente fonética; así, la estilización de las

letras árabes es abstracta, sin ninguna raíz figurativa. En la caligrafía árabe no se tiende a apartar

cada signo, sino que se integran en un ritmo continuo; su encanto radica en combinar los rasgos

distintivos de los caracteres con la fluidez del todo.

43

* Investigador de proyecto del Centro de Estudios de Asia y África de El Colegio de México.

Page 43: Revista Ágora núm. 5

Los caracteres chinos se desdoblan verticalmente, de arriba hacia abajo, como si

descendieran del cielo. La caligrafía árabe procede horizontalmente, en el plano del devenir,

empezando de la derecha, por donde va el Señor, y dirigiéndose a la izquierda, el lugar del

corazón; conduce de la acción a la reflexión, aprehender el mundo del exterior al interior.

El trazo de la caligrafía es ondulante,

variable como la vida misma; mientras que el

plano vertical representa lo inamovible, lo

inaplazable, el propio devenir del tiempo,

siempre uno, constante, el mismo. El trazo vertical une al afirmar la esencia y el horizontal

divide al expandirse a la multiplicidad. La escritura es creación y recreación. La palabra árabe es

una palabra viva, en movimiento, en consonancia con el universo que enuncia. El arte de la línea

no es embellecer la letra, sino hacer de la línea un arte. Ese hilo que recorre el mundo entero, como

una madeja interminable, el calígrafo lo toma con su cálamo y plasma en el papel la más insólita

belleza. Es un hilo fino, de múltiples colores y texturas, que el calígrafo toma con el cuidado de

un artesano y va, amorosamente, jalando una y otra vez, arriba y abajo. De esa línea se sugieren

formas: aparecen montañas y ciudades, árboles, ríos, pájaros, y más tarde, el ser humano. Es una

guía que divide lo que está arriba de lo que está abajo, lo oculto de lo evidente.

Los estilos caligráficos tienen dos

referentes primarios. El kúfico, llamado así

porque procede de la ciudad de Kufa, en Iraq,

un importante centro cultural en la época

abbasí, se caracteriza por sus gruesos trazos geométricos. Este estilo, empleado fundamentalmente para la

caligrafía del Corán, combina una gran exactitud de trazos con un verdadero amor por la síntesis

geométrica, por lo que es un poco difícil de leer. El estilo naskhi, en contraste, es ligero y esbelto, con

formas variadas de fluidez. Al trazo grueso de la línea lo cortan sobre el renglón dientes, picos, elevaciones

y rizos lo que le da una cualidad plástica evidente.

ÁG O R A

44

Kufi ornamental

Dwani djeli

Page 44: Revista Ágora núm. 5

La vida del musulmán está llena de formulas religiosas, desde su nacimiento hasta su

muerte. Cuando un musulmán nace, su padre le musita al oído la formula de profesión de fe, y

cuando está en trance de muerte también lo dicen por él. Resulta fácil reconocer estas fórmulas,

como parte de la cotidianidad, por más adornada que sea la caligrafía. El trabajo es reconocer la

fórmula, la letanía, y desgranar de ahí toda la sentencia, como quien anda un camino conocido

en la oscuridad. No se trata de leer, se trata de reconocer.

Existe para la caligrafía un canon, una

medida, basado en el instrumento de escritura,

el cálamo, hecho de caña con una punta en

diagonal. El ancho del extremo marca la

unidad. El alif, letra de trazo recto, primera del

alfabeto, se traza de arriba hacia abajo, con una

longitud de siete veces la punta del cálamo. De

ahí sale el patrón para las otras letras. Horizontalmente, el referente es la yim, que mide también siete

puntos, trazados dentro de un círculo. Este patrón fue propuesto por Ibn Muqlaq en el siglo IX.

A diferencia de los alfabetos chino y latino, también de origen muy antiguo, este alfabeto

es muy usado en todos los países árabes y otros pueblos musulmanes, porque es en esta lengua

y con esta grafía que el musulmán debe hacer su oración cinco veces al día. En consecuencia,

existen muchos estilos caligráficos; más de 60. Todos conviven simultáneamente y ninguno cae

en desuso, aunque unos son más populares que otros. Está, por ejemplo, el estilo thuluthi, un trazo

elegante y delicado, común en la vida cotidiana para cartas y apuntes; también el diwani, un bello

estilo caligráfico que surgió en la corte otomana, empleado para títulos y

portadas de libros y como elemento decorativo en la arquitectura islámica.

La escritura árabe es más que sólo embellecer la letra; es transformar el vacío, recrear la

forma. Su figura conmueve por igual a toda alma humana, pues su plástica contiene la

elocuencia de una lengua milenaria. �

LA C A L I G R A F Í A Á R A B E

45

alif yim

Page 45: Revista Ágora núm. 5

ASTRONÁUTICA MUSULMANA…

¿EXISTE BID’AH FUERA DE LA TIERRA?

José Rafael Martínez García*

AL REVISAR LA FORMA COMO LA ORACIÓN (salat) ha sido adaptada a una situación contemporánea,

este ensayo repasa un antiguo dilema musulmán: ¿puede el Islam enfrentar al presente y futuro

sin necesidad de incurrir en innovación (bid’ah)?

Como musulmanes, los fieles están obligados a cumplir con cinco principios

fundamentales, entre los que se cuenta la práctica del salat u oración ritual.1 Durante cinco

momentos diferentes del día, además de realizar una serie de rituales que incluyen la recitación

de fórmulas de invocación así como movimientos corporales dirigidos a La Meca, para el

musulmán, la práctica del salat implica también el refrendo de su sumisión a Allah y su

compromiso con la ummah (comunidad musulmana).

Además de obligaciones, sin embargo, los musulmanes enfrentan también ciertas

prohibiciones, entre las que destaca la bid’ah. “Hoy he perfeccionado su religión para ustedes (…)

y he elegido al Islam como su religión.”2 Innovar o bid’ah, en efecto, significa que “un

46

* Estudiante de segundo semestre de la maestría en Estudios de Asia y África con especialidad en el sureste deAsia de El Colegio de México.

1 Los otros principios son: la Shahada (profesión de fe); el Zakah (impuesto); El Sawm (ayuno) y el Hadj(peregrinación a La Meca).

2 El Sagrado Corán / Texto árabe, versión castellana y comentario, Lahore, Ahmadiyyah Anjuman, 1986, 3:5.

Page 46: Revista Ágora núm. 5

musulmán pretendería mejorar lo que Allah transmitió a Muhammad. En el Islam, bid’ah incluye

tanto la modificación como la invención en el ritual y la práctica”.3

En abril de 2006, un grupo de especialistas en temas islámicos se reunió en Malasia para

discutir sobre la forma como un astronauta musulmán puede cumplir con la práctica de su fe en

gravedad cero.4 Entre otras cosas, se dictaminó que, estando en el espacio, los astronautas

musulmanes no están obligados a realizar las genuflexiones ni a dirigir su oración a La Meca

durante la práctica del salat como el resto de la ummah. En caso necesario, agregaron los

especialistas islámicos, los astronautas musulmanes pueden sustituir el salat con una simple

oración silenciosa.5

Según Parkin, en la práctica del salat, los

musulmanes pueden ser “ortodoxos” o “místicos”

(heterodoxos). Los primeros son “aquellos devotos

que perciben la existencia de una brecha

ontológica infranqueable entre ellos como humanos

y Allah”.6 Los “heterodoxos”, por su parte, “son quienes suponen que la divinidad se encuentra

dentro de ellos mismos y que al practicar el salat expresan y refuerzan la unicidad ontológica con

el Absoluto que es Allah”.7

Tanto “ortodoxos” como “heterodoxo” coinciden en que, mediante la práctica del salat,

ambos refrendan su adhesión al Islam. La diferencia se encuentra en la forma como

conciben su relación ritual, mediante la práctica del salat, no con Allah, sino con la ummah.8 Según

AS T RO N Á U T I C A M U S U L M A N A

47

3 John Esposito, The Oxford History of Islam, Nueva York, Oxford University Press, 1999, p. 215.4 Véase: “Malaysia to issue rules for astronauts”, 4 de mayo de 2007.

Disponible en http://www.space.com/news/ap_070504_malaysia_astrorules.html5 Véase: “Malaysian astronaut won’t ignore faith during spaceflight”, 20 de septiembre de 2007.

Disponible en http://www.space.com/missionlaunches/ap_070920_exp16_malaysiafaith.html6 David Parkin y Headley Stephen, C. Islamic Prayer Across The Indian Ocean. Inside and Outside the Mosque, Richmond,

Curzon, 2000, p. 12.7 Loc. cit.8 Es importante apuntar que el Islam ortodoxo e inflexible no aceptaría ninguna excepción a la práctica

obligatoria del ritual prescrito y establecido [Nota del editor].

De ser originalmente comunal, la práctica contemporánea del salat ha pasado a un plano

privado, incluso individualizado...

Page 47: Revista Ágora núm. 5

Hocart “el ritual es una plegaria para pedir la vida; pero se trata (también) de una plegaria

colectiva”.9 En el espacio, los astronautas musulmanes establecen un vínculo “desritualizado” con

Allah. Es decir, al estar exentos del cumplimiento ritual convencional, los astronautas

musulmanes “personalizan” el culto al establecer “un medio (propio) de comunicación y

revelación de lo que está oculto”.10

El origen de la “divergencia” ritual en el

islam contemporáneo, ejemplificada con los

astronautas musulmanes, encuentra su origen en

el otorgamiento de supremacía al individuo

sobre la comunidad. De ser originalmente

comunal, la práctica contemporánea del salat ha

pasado a un plano privado, incluso

individualizado; con base en esto, los ritos comunales tienden a ser realizados lejos de las

mezquitas. La práctica contemporánea del salat implica una adaptación de tradición ritual, por

tanto, bid’ah.

De ser una hazaña tecnológica, la astronáutica musulmana se ha convertido en un

espacio de cuestionamiento de la cosmogonía islámica: en gravedad cero, ¿es la religión

autónoma del rito? De acuerdo a lo aquí expuesto, sí. Con esta decisión el Islam

irremediablemente está innovando. Esta innovación no altera ontológicamente la relación del

musulmán con Allah, pero sí con la ummah. Con base en lo anterior podemos concluir que, si bien

la ejecución no ortodoxa de los rituales no atenta contra el carácter individual del musulmán, en

el Islam, cualquier “particularismo” ritual, además de alterar la relación del fiel con el resto de la

comunidad musulmana, implica bid’ah. �

ÁG O R A

48

9 Lluís Duch, Antropología de la religión, Barcelona, Herder, 2000, p. 187.10 Fortes en L. Duch, op. cit.

De ser una hazaña tecnológica, la

astronáutica musulmana se ha convertido

en un espacio de cuestionamiento de la

cosmogonía islámica: en gravedad cero,

¿es la religión autónoma del rito?

Page 48: Revista Ágora núm. 5

LA CIVILIZACIÓN SÍNICA:UNA COMUNIDAD IMAGINADA EN DESARROLLO

Francisco Antonio Alfonso*

DURANTE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX, los proyectos de clasificación de los pueblos dentro de las

fronteras de Vietnam, Tailandia y China mostraron cómo algunos grupos de estos países no se sentían

del todo identificados con sus respectivas naciones. Así, “los estudios hicieron patente algo con

importancia histórica en la región: la existencia de un sentimiento de pertenencia transfronterizo”.1 En la

actualidad, las coincidencias en las costumbres, la lengua y la raza, aunadas a los históricos

desplazamientos humanos en la región, subrayan la peculiaridad en las definiciones de nación china,

coreana, tailandesa y vietnamita. No obstante, con el despliegue económico de China, la identificación

tradicional con un Estado central poderoso por parte de los Estados más débiles de esta zona

geográfica está resurgiendo. En este ensayo argumentaré cómo el actual crecimiento económico chino

patrocinará la tendencia a un sentimiento de pertenencia entre los Estados de China, Corea, Vietnam y

Tailandia; analizaré la idea de una civilización sínica con China como el Estado central.

EL CRECIMIENTO ECONÓMICO CHINO Y SU RELACIÓN CON LOS PAÍSES DE INFLUENCIA SÍNICA

Las secuelas de las reformas económicas chinas realizadas por Deng Xiaoping en 1979 han sorprendido

a todo el mundo: a más de treinta años de su aplicación, China ha pasado de ser un estado pobre y

dependiente a uno con importancia política regional e influyente en la economía mundial. Sin duda, el

49

* Estudiante de segundo semestre de la maestría en Estudios de Asia y África con especialidad en China de El Colegio de México.

1 Charles F. Keyes, “The Peoples of Asia: Science and Politics in the Classification of Ethnic Groups in Thailand, Chinaand Vietnam”, Journal of Asian Studies, 61 (2002), pp. 1164-1165.

Page 49: Revista Ágora núm. 5

desarrollo de China se vincula con los designios de la economía mundial, pero el éxito del país, en buena

medida, se ha logrado a partir de la interacción comercial en la región.

Año con año el nivel de intercambio comercial entre China y los países de la Asociación de

Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) ha aumentado. La dinámica regional, derivada de este proceso de

intercambios,2 se caracteriza por la gran cantidad de acuerdos establecidos entre los gobiernos de la zona,

como el tratado de libre comercio y el acuerdo de cooperación regional entre China y la ASEAN.

El beneficio comercial mutuo entre China y los países de la región está dado por una relación de

complementariedad. China ofrece un importante mercado para los productos de los países de la ASEAN

y estos, a su vez, constituyen una fuente de recursos humanos y naturales sustancial para la promoción de

su desarrollo económico. “El comercio regional alcanzó en el año 2006 un valor de 120,000 millones de

dólares, igualando el comercio de China con los Estados Unidos.” 3

A raíz del crecimiento económico sostenido de los últimos años, la demanda y la oferta de

productos y servicios por parte de China han dinamizado a la zona del sureste asiático. La interacción ha

sido más fuerte conforme la cercanía cultural entre los países es más estrecha. Espacialmente, China,

Corea, Tailandia y Vietnam han fomentado proyectos conjuntos importantes, dejando atrás algunas

diferencias políticas, como la intervención china en la partición de Vietnam y Corea en el siglo pasado.

En Tailandia, por ejemplo, la construcción de un oleoducto en la parte sur del país con dirección

a China ha acercado a los gobiernos y permitido un intercambio de tecnología y recursos entre ambos

países. Con Corea del Sur la permuta de inversiones se ha incrementado de manera vertiginosa. Muchas

empresas coreanas han entendido muy bien cómo operar en el ingente mercado chino y cómo utilizar los

baratos insumos de sus homólogas para interactuar en el mercado global. Por su parte, Corea del Norte

ha permitido la inversión extranjera china, ha sufragado grandes cantidades de petróleo y ha cooperado

con China en materia de energía nuclear, lo cual ha fortalecido la amistad entre las dos naciones y ha

reducido el distanciamiento entre las dos Coreas mediante la interlocución china.

En Vietnam, las diferencias ideológicas comunistas han dado paso a inmensas fuentes de

triangulación comercial entre los dos países a nivel internacional. También el flujo migratorio chino

50

ÁGORA

2 Véase el anexo con los cuadros comparativos de intercambio comercial chino por regiones durante la

primera mitad de 2007.3 Ted C. Fishman (ed.), China S.A.: cómo la nueva potencia idustrial desafía al mundo, México, Arena Abierta, 2006, p. 399.

Page 50: Revista Ágora núm. 5

hacia Vietnam durante el siglo pasado ha incrementado la cercanía entre los grupos étnicos de ambos

países. Los chinos de Vietnam se han consolidado como grupo en el país y constituyen una fuente de

inversiones en diversas ciudades de la costa sur china.

LOS ELEMENTOS DE IDENTIFICACIÓN CULTURAL Y LA COOPERACIÓN ECONÓMICA

La interacción económica de estos países puede ser entendida simplemente como resultado de la cercanía

geográfica. No obstante, los aspectos culturales e históricos subyacentes en esta relación impiden afirmar

tal reduccionismo sobre el auge económico chino y su interacción con los países de la zona sínica. “Para

los asiáticos orientales, el éxito económico de la región es de forma particular el resultado de la

insistencia cultural asiático-oriental en la colectividad más que en el individuo.” 4 Según esta afirmación,

se puede inferir la presencia de una huella histórica de pertenencia, que facilita la negociación comercial.

Los valores del sistema de pensamiento confuciano son un resabio milenario en toda la región.

El respeto a la familia jerárquica y a las entidades sociales mayores como el Estado no es, de ningún modo,

una conformación espontánea (las empresas coreanas afrontan con gran facilidad las carencias legales de

las empresas chinas mediante arreglos de confianza, a diferencia de los conglomerados europeos y

estadounidenses).

La cercanía lingüística en los idiomas de

estos países constituye otro elemento para explicar

la cooperación económica. Las lenguas de

Tailandia, Vietnam y Corea tienen una raíz

primaria en el chino y las migraciones han

enriquecido los idiomas con muchas palabras

inteligibles entre ellos. Esto refleja una expresión

sintáctica semejante entre los hablantes de esos

idiomas y una interpretación del discurso muy

cercana.

51

LA CIVILIZACIÓN SÍNICA

4 Samuel P. Huntington, El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial, México, Paidós, 1997, p. 128.

La interacción económica de estos países puede

ser entendida simplemente como resultado de

la cercanía geográfica. No obstante, los

aspectos culturales e históricos subyacentes en

esta relación impiden afirmar tal

reduccionismo sobre el auge económico chino y

su interacción con los países de la zona sínica.

Page 51: Revista Ágora núm. 5

Finalmente, los innumerables acuerdos entre empresarios y gobernantes de los cuatro países son

fruto de la comodidad de tratar con personas parecidas físicamente. La identificación racial dentro la zona

geográfica deriva del siguiente hecho: la variedad de grupos étnicos en la región no significa una

pluralidad física real en los pueblos y tan sólo es una escueta determinación política de reciente creación.

Las facilidades de negociación emanan de “la descripción de los emigrantes chinos en la zona como

pertenecientes a la Zhong’hua (comunidad cultural china),5 que recalca cierta identificación racial más allá

de la nación.

EL DESARROLLO DE LA IDEA DE UNA CIVILIZACIÓN SÍNICA

Al respecto de la idea de una civilización sínica resalta el siguiente supuesto: “todas las comunidades

mayores que las aldeas primordiales de contacto directo (y quizás incluso éstas) son imaginadas; las

comunidades no deben distinguirse por su falsedad o legitimidad, sino por el estilo con el que son

imaginadas.” 6 Se trata de un ente social que tomará la forma de comunidad en tanto sus integrantes

tengan una imagen mental de su comunión.

Gradualmente, el creciente intercambio económico ha concretizado esta efigie en la zona sínica.

Las migraciones, la información mediática y el intercambio de productos, sumados a la expansión

mercantil china, son el medio adecuado para magnificar las construcciones imaginarias de pertenencia en

una comunidad que va más allá de las entidades nacionales.

Como el término comunidad lo refiere, es innecesario pensar en un cuerpo político para la

concepción de una civilización sínica. Sin embargo, como agente promotor de tal creación imaginaria,

China podría ser considerada como Estado central de esta civilización. La historia, cultura, tradiciones,

tamaño y dinamismo económico son factores que impulsan el liderazgo chino de la comunidad en

formación.

52

ÁGORA

5 Stephan Feuchtwang, "The Chinese Race-Nation", Anthropology Today, 1993, núm.1, p. 15.

6 Benedict Anderson, Comunidades imaginadas: Reflexiones sobre el origen y la difusión del nacionalismo, México, FCE, 2007, p. 24.

Page 52: Revista Ágora núm. 5

CONCLUSIÓN

Varios siglos de preponderancia china sobre gran parte del sudeste asiático dejaron una influencia

importante en las costumbres, la lengua y las razas de diversas sociedades. La separación arbitraria en

naciones vietnamita, china, coreana y tailandesa no ha podido limitar el sentido de pertenencia de los

individuos de esos Estados a una comunidad más grande.

Con el auge económico de China, la cooperación regional revivió ese sentido de identidad

comunal. Además, su apogeo funge como catalizador para la exaltación de los valores comunes dentro de

los cuatro países: prueba contundente de esto es el gran intercambio comercial en la zona, producto de

un entendimiento similar de la realidad.

Día con día la idea de una civilización sínica cobra mayor importancia. La identificación en los

cuatro países recuerda como “la cosmovisión china tradicional era un reflejo de la visión confuciana de

una sociedad jerárquica cuidadosamente articulada” y “se daba por sentado que los monarcas y Estados

extranjeros eran tributarios del reino medio: no hay dos soles en el cielo, no puede haber dos

emperadores en la tierra”.7

La idea de una civilización sínica promovida y liderada por China es una premisa con gran

importancia en la región. Tan rápido como se desarrolle el poderío económico chino esto se hará más

patente. En suma, la cooperación e identificación expuestas pueden ser respaldadas con el siguiente

corolario, aplicable a la civilización sínica:

La nación antes que la colectividad [étnica], y la sociedad por encima del yo.

La familia como la célula básica de la sociedad.

Atención y apoyo de la colectividad al individuo.

Consenso en lugar de contienda.

Armonía racial y religiosa. �

53

LA CIVILIZACIÓN SÍNICA

7 S. Huntington, op. cit., p. 280.

Page 53: Revista Ágora núm. 5

ANEXO

FUENTES IMPORTADORAS POR CONTNENTES Y REGIONES (ENERO A MAYO DE 2007)

UNIDAD: US$100,000,000

CONTINENTES (REGIONES) ENERO - MAYO INCREMENTO ±% GANANCIAS ±% CAMBIO EN LA GANANCIA ±%

Valor total 3578.1 19.1 100.0 0.0

Asia 2,313.9 16.3 64.7 -1.6

ASEAN 411.1 23.5 11.5 0.4

Europa 528.0 20.8 14.8 0.2

EEUU 416.7 22.5 11.6 0.3

Zona europea 356.6 22.7 10.0 0.3

América del norte 318.2 20.0 8.9 0.1

América Latina 178.2 54.6 5.0 1.1

Oceanía 108.7 38.2 3.0 0.4

Fuente: Ministerio de comercio de la República Popular China.

Disponible en: http://zhs2.mofcom.gov.cn/aarticle/ie/statistic/200707/20070704886599.html,

consultado el 13 de julio de 2007.

54

ÁGORA

Page 54: Revista Ágora núm. 5

MERCADOS EXPORTADORES POR CONTNENTES Y REGIONES (ENERO A MAYO DE 2007)

UNIDAD: US$100,000,000

CONTINENTES (REGIONES) ENERO - MAYO INCREMENTO ±% GANANCIAS ±% CAMBIO EN LA GANANCIA ±%

Valor total 4,435.3 27.8 100.0 0.0

Asia 2,105.0 27.0 47.5 -0.3

ASEAN 341.8 32.7 7.7 0.3

Europa 1,010.2 34.7 22.8 1.2

EEUU 882.0 32.3 19.9 0.7

Zona europea 651.6 32.0 14.7 0.5

América del norte 946.6 19.2 21.3 -1.5

América Latina 171.3 38.2 3.9 0.3

Oceanía 73.5 30.0 1.7 0.0

Fuente: Ministerio de comercio de la República Popular China.

Disponible en: http://zhs2.mofcom.gov.cn/aarticle/ie/statistic/200707/20070704886591.html,

consultado el 13 de julio de 2007.

55

LA CIVILIZACIÓN SÍNICA

Page 55: Revista Ágora núm. 5

PROBLEMAS Y SOLUCIONES

DE LA VIVIENDA EN MÉXICO*

La utilidad de diagnosticar un problema reside en utilizar las conclusiones para remediar las deficiencias identificadas.

Amartya Sen1

PENSAR LA SOLUCIÓN A LOS PROBLEMAS de vivienda en México no es sencillo. Las fallas del Estado son

evidentes: no hay servicios públicos en todo el territorio, proliferan los asentamientos irregulares y la

desigualdad social no parece reducirse, llevando a gran parte de la población a vivir en lugares indignos.

En los programas nacionales de vivienda se construyen casas con materiales caros, que suelen ser

inadecuados para las particularidades geográficas y ecológicas de la localidad y no forman parte de una

planeación urbana funcional donde educación, trabajo, casa y salud rimen armoniosamente. Muchos

atribuyen estos fracasos del Estado a la poca participación que tiene la sociedad civil en la construcción

de sus propias casas, sin darse cuenta de que las raíces del problema son más profundas. No podemos

esperar del Estado la solución de todos los problemas de vivienda cuando éste no recauda suficientes

recursos para financiar sus programas y la población seguirá creciendo a ritmos sostenidos, por lo menos,

hasta el 2030.2 Además, ideologías en boga, como la neoliberal, justifican la poca responsabilidad del

Estado ante los problemas de vivienda, pues ven en el mercado el remedio de todos los males. La poca

56

* Los autores de este artículo son Rodrigo Martínez, Diego Macias, Velia Suárez y Stalin Muñoz, Luis Pablo Muñoz, yMarianne Goudry, estudiantes de cuarto y octavo semestre de la licenciatura en Relaciones Internacionales de El Colegio de México.Queremos agradecer los valiosos comentarios de la profesora Martha Elena Venier.

1 The Argumentative Indian, Nueva York, Farrar, Straus and Giroux, 2005, p. 264. 2 Dadas las tendencias demográficas, de 2005 a 2030 la demanda de vivienda aumentará 3.9 millones; unidades que,

sumadas a las 2.1 millones de familias que hoy requieren habitación, representan la necesidad de construir 6 millones de viviendas enlos próximos veinticinco años (“Plan Nacional de Desarrollo. 2001-2006”, Diario Oficial de la Federación, México, 30 de Mayo del 2001).

Page 56: Revista Ágora núm. 5

ayuda internacional que recibe el Estado mexicano para sus programas de vivienda agrega otra mancha a

la mirada que podemos tener sobre la situación de la vivienda en este país.

El propósito de este artículo no es desalentar al lector ante la crudeza de la realidad, sino

diagnosticar los problemas de la vivienda en México para pensar soluciones alternativas. El Estado tiene

(y debe tener) un papel importante en estos menesteres, pero se desenvuelve en condiciones hostiles.

Nuestra primera pregunta desmenuza esta situación: ¿Qué retos enfrenta el Estado mexicano al intentar

solucionar los problemas de vivienda? En un segundo tiempo, nos preguntamos ¿En qué medida la

autoconstrucción es una solución viable para problemas de vivienda en los sectores populares?3 La

información que usamos para responder ambas preguntas, siguiendo el espíritu de Pensar el Desarrollo, fue

extraída tanto de publicaciones académicas, como de experiencias personales que algunos de los autores

obtuvimos al colaborar con la ONG Hábitat en el Valle del Mezquital (Hidalgo) y al visitar un

asentamiento irregular en San Nicolás Ajusco, en el sur del Distrito Federal.

En la primera parte de este artículo se explican con más detalle algunos obstáculos que están

debilitando al Estado mexicano en su labor de ofrecer vivienda digna a todos sus ciudadanos, desde las

premisas teóricas de la ideología neoliberal hasta los límites de sus planes de desarrollo, pasando por los

dilemas que plantean los asentamientos irregulares. En la segunda parte del artículo, se evalúa la

autoconstrucción como otra solución a los problemas de vivienda exponiendo, por un lado, los motivos

por los cuales podría ser una solución viable y, por otro, señalando por qué no debe idealizarse.

CONDICIONES ADVERSAS DEL ESTADO MEXICANO

Antes de los años ochenta el Estado mexicano era prácticamente el único responsable de construir y

financiar las viviendas de los sectores populares. Prueba de esa tarea histórica es una prolífica creación

institucional: el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en 1943, el Fondo de Operación y

Financiamiento Bancario a la Vivienda (FOVI) en 1963, el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda

para los Trabajadores (INFONAVIT) en 1972 y, en el mismo año, el Fondo de Vivienda del Instituto de

Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio del Estado (FOVISSSTE). Otra prueba de

57

PENSAR EL DESARROLLO

3 Por autoconstrucción, en este artículo, entendemos una forma de construir vivienda apoyada por el Estado o la sociedadcivil en la que una familia, ya sea sola o en coordinación con sus vecinos, edifica su casa a medida que va teniendo recursos. En estadefinición no se incluye al individuo que decide construir por su cuenta, pues nuestro objetivo es vincular la autoconstrucción conla participación del Estado y la sociedad civil.

Page 57: Revista Ágora núm. 5

la responsabilidad histórica del Estado mexicano en materia de vivienda es la obligación constitucional que

tienen los patrones de ofrecer a sus empleados “viviendas cómodas e higiénicas”, según el artículo 123

fracción XII. Proveer vivienda es tarea del Estado por ciertas ideas que, aún en nuestros días, siguen

guiando la acción pública.

UNA IDEOLOGÍA QUE “LIBERA” DE RESPONSABILIDADES AL ESTADO

Durante la segunda mitad de la década de 1980, el Estado mexicano experimentó una transformación

neoliberal, mediante la cual renunció a la posesión de varias de las empresas públicas, impulsó la

liberalización comercial y redujo el aparato estatal en pos de la eficiencia administrativa.4 En la actualidad,

sin embargo, no es posible afirmar la consolidación del modelo, de la misma forma que sería difícil

sostener que las élites gubernamentales hayan renunciado a él.

El Estado neoliberal surge a finales de la década de 1970 de un nuevo paradigma en la relación

entre política y economía, según el cual el Estado debe utilizar su monopolio sobre los medios violentos

exclusivamente para asegurar las libertades del individuo –de propiedad, de expresión, de acción y

decisión.5 Con estos presupuestos, la mejor manera de preservar el bien común es dejar que los

individuos asuman la responsabilidad de su bienestar. El mercado, por su parte, tiene la capacidad latente

de generar crecimiento, por lo que el Estado debe procurar su libre funcionamiento. Algunas de las

máximas o premisas6 que estructuran el modelo neoliberal son las siguientes:

Privatización. En la medida en que el Estado brinde certeza sobre el derecho de propiedad, los actores

económicos podrán generar crecimiento.

Competencia. La competencia perfecta genera, por sí misma, una mayor eficiencia en la producción y

ventajas a los demandantes.

Desregulación. El Estado no debiera intervenir ni en el comercio exterior ni en los mercados financieros

internos si se desea mantener la eficiencia económica.

58

ÁGORA

4 José Luis Ávila, La era neoliberal, México, Océano, 2006, pp. 136-137. 5 David Harvey, A Brief History of Neoliberalism, Oxford, University Press, 2005, p. 64. 6 Máxima, si se considera al neoliberalismo como un conjunto normativo de políticas públicas que solucionan el

problema del subdesarrollo. Premisa, si se hace alusión a una teoría científica que puede ser falseada.

Page 58: Revista Ágora núm. 5

Estado Mínimo. Un Estado oneroso es un lastre para la economía. El déficit en el presupuesto estatal es

intrínsecamente negativo, por lo que los gobiernos deben controlar sus gastos, mediante la reducción

generalizada del aparato estatal.

El modelo neoliberal dota de grandes libertades a los individuos, pero al mismo tiempo crea en ellos

nuevas incertidumbres; esto es más evidente en la seguridad social, pues el neoliberalismo rechaza el “[…]

concepto de los derechos sociales y la obligación de la sociedad de garantizarlos a través de la acción

estatal, [y] se opone radicalmente a la universalidad, igualdad y gratuidad de los servicios sociales.”7 La

pobreza se ve como consecuencia lógica del equilibrio entre oferta y demanda, por lo que la mejor forma

de combatirla es mediante el crecimiento económico.

Un Estado neoliberal, en consecuencia, tiene herramientas limitadas para hacer frente a los

problemas de vivienda: a las personas que ya cuentan con una vivienda les brinda servicios básicos

(electricidad, drenaje, recolección de basura, etc.) y les provee de certeza jurídica sobre su propiedad,

mientras que para apoyar a las personas sin vivienda su única posibilidad sería establecer las condiciones

para que el mercado cubra esa demanda. En cualquier caso, un Estado neoliberal está imposibilitado para

influir en el destino tanto de las personas que por su nivel de pobreza quedan relegadas del mercado, como

de las que, aun siendo propietarios, deben sobrevivir en precarias condiciones habitacionales. La teoría en

México no siempre se ajustó a la práctica, pues documentos, como los Planes Nacionales de Desarrollo

(PND), recomiendan intervenciones del Estado en distintos ámbitos socioeconómicos.

PROGRAMAS IMPRECISOS: EL PLAN NACIONAL DE DESARROLLO.

En los Planes Nacionales de Desarrollo (PND) de Fox y de Calderón se concibe a la vivienda como medio

para reducir las desigualdades sociales y como motor del crecimiento económico. La coordinación entre

distintos actores para construir viviendas es otra idea rectora de los PND cristalizada en la creación del

Consejo Nacional de Vivienda.8 El Estado, en esta nueva situación, coordina actividades financieras, razón

59

PENSAR EL DESARROLLO

7 Asa Cristina Laurel, “Avanzar al pasado: la política social del neoliberalismo”, en A. C. Laurel (coord.), Estado y PolíticasSociales en el Neoliberalismo, México, Fundación Friedrich Ebert, 1992, p. 135.

8 En la ley general de vivienda, este organismo es el instrumento rector de la regularización de la propiedad, la coordinación entre los niveles de gobierno y las instituciones privadas y la mejora en la oferta de servicios públicos. El PND tambiénle asigna tareas financieras (ibíd., p. 147).

Page 59: Revista Ágora núm. 5

por la cual Fox promovió especialmente la banca de desarrollo. Para Felipe Calderón, los objetivos del

PND son construir más viviendas para las familias con menores recursos y dar más seguridad jurídica a

los proyectos de construcción para que todos tengan mayor acceso a fuentes de financiamiento

formales.9

A pesar de lo que proponen, ambos

PND han sido incapaces de reactivar el sector de

la vivienda ante el estancamiento de la industria

de la construcción resultante de la crisis de 1995.

Eso se debe, principalmente, a dos problemas: la

falta de coordinación de los actores involucrados

en el proceso de construcción y la discontinuidad

de las políticas entre los diferentes periodos de

gobierno. Es difícil que los programas de vivienda tengan éxito sin la coordinación entre los organismos

nacionales y estatales de vivienda, que se manifiesta en una falta de corresponsabilidad al otorgar

subsidios federales, estatales y municipales a las familias de menores ingresos. El Consejo Nacional de

Vivienda, en este sentido, ha sido ineficaz en formular un Plan Nacional de Vivienda que establezca

tareas específicas para cada actor. Otro límite es que, aunque los planes reconozcan “las imperfecciones

del mercado”, ninguno busca convertir a los beneficiarios del programa en sujetos de crédito que tengan

acceso a los intermediarios financieros privados y públicos, pues el apoyo se reduce a una mera

transferencia monetaria. Por lo tanto, parece que nos encontramos nuevamente con una práctica -o

límite- tradicional de la política social mexicana: el cambio de rumbo en cada sexenio. Las dos

administraciones panistas de principios de siglo, en suma, han sido incapaces de articular una estrategia

coordinada para hacer más eficiente la participación de los actores privados y estatales en la construcción

y remodelación de la vivienda.

60

ÁGORA

9 Las estrategias para cumplir esos objetivos son regularizar el mercado de arrendamientos, fortalecer el mercado de vivienda seminueva, aumentar el suelo disponible para la construcción y aprovechar la infraestructura urbana que ya existe.

Las dos administraciones panistas de principios

de siglo, en suma, han sido incapaces de

articular una estrategia coordinada para hacer

más eficiente la participación de los actores

privados y estatales en la construcción y

remodelación de la vivienda.

Page 60: Revista Ágora núm. 5

DILEMAS IRRESOLUBLES: LA FORMACIÓN DE UN ASENTAMIENTO IRREGULAR.

El gobierno, como demuestra el caso de San Nicolás Ajusco, enfrenta varios dilemas cuando decide si

reconoce o no a un asentamiento irregular. El primer dilema de un funcionario público cuando apenas se

forma un asentamiento irregular es si interviene de manera coercitiva para evitarlo o ignora esta situación. El

asentamiento, en nuestro caso de estudio, se instaló en un terreno de propiedad ejidal anteriormente

dedicado al cultivo de maíz y avena. Aprovechando que este terreno estaba desocupado, algunos líderes

decidieron introducir a un grupo de gente para que viviera ahí. A pesar de que el gobierno prohibía la

instalación de los asentamientos, no actuó de manera coercitiva, porque hacerlo significaba entrar en

conflicto tanto con líderes como con miembros del asentamiento, pero dejar de actuar es también un

aliciente para que nuevos asentamientos se formen y una garantía de que éstos se regularizarán en el

futuro.

Aun cuando la decisión del gobierno en San Nicolás Ajusco, como en muchos otros casos, fue

no intervenir, esa omisión trae complicaciones, ya que en los asentamientos irregulares se presenta un

fenómeno de politización hacia fuera (entre los miembros del asentamiento y las autoridades) y hacia

adentro. En ausencia de toda autoridad formal, control político e intervención policíaca, los líderes se

vuelven figuras casi patriarcales que obligan a los colonos a trabajos no remunerados denominados

“faenas”10, que disfrazados de trabajo para la comunidad, se vuelven un instrumento de control y un

pretexto para expulsar a los miembros “indeseables”. Segundo dilema del gobierno es o actuar frente a los

líderes por cometer actos de ilegalidad o hacer caso omiso. La primera opción significa asumir la responsabilidad

legal del asentamiento y enfrentar a líderes poderosos, y la segunda supondría mantener una situación

ilegal y permitir abusos contra los habitantes del asentamiento que no tienen muchos recursos.

El tercer dilema identificado tiene que ver con la decisión de dotar o no de infraestructura básica a los

asentamientos irregulares. Hacerlo significa reconocer el asentamiento y no hacerlo significa permitir que la

gente viva en condiciones lamentables, porque es común que no se provean servicios de electricidad, agua,

drenaje, limpieza y recolección de basura.11 En San Nicolás no hay oportunidades de trabajo en la

61

PENSAR EL DESARROLLO

10 La faena consiste en trabajo para la mejora de la microcomunidad, consiste en cavar zanjas para la construcción decimientos, recubrir de calles con cemento, transporte de agua, etcétera; en general, es trabajo de obra pública.

11 Hay además problemas en el abastecimiento de alimentos, pues las pequeñas tiendas de la comunidad suben el precioa los productos en porcentajes altos sin ser regulados por la PROFECO.

Page 61: Revista Ágora núm. 5

comunidad ni en lugares cercanos. Los servicios básicos son escasos o nulos: la energía eléctrica se toma

de fuentes de poblados vecinos y el sistema de pipas suministra el agua; los medios de transporte son

camionetas privadas y no hay escuelas cercanas al poblado. Aquí, el dilema para el gobierno es si dota o

no de infraestructura a estos grupos, pues hacerlo significa reconocer el asentamiento y no hacerlo

significa permitir que la gente viva en malas condiciones. En realidad, el conflicto no es tan profundo,

porque hay soluciones alternativas al Estado que, sin ser ilegales, pueden mejorar las condiciones de

vivienda de la población más desprovista.

SOLUCIÓN ALTERNATIVA: LA AUTOCONSTRUCCIÓN.

UNA BUENA SOLUCIÓN...

En esta sección, con el apoyo del trabajo de Bernard Granotier, sociólogo francés que analiza el hábitat,12

se presentarán los beneficios de la autoconstrucción. En un mundo en el que la desigualdad en el reparto

de las riquezas es cada vez mayor, la autoconstrucción puede disminuir las desigualdades socioeconómicas

porque puede proveer de vivienda a la gran mayoría de la población, permitiendo así la adquisición de un

mejor hábitat que reduzca las inequidades sociales. La participación de ONG’s, de la comunidad e

incluso de organismos internacionales ayudará a que la autoconstrucción logre esta meta. En los países de

mediano ingreso13 la autoconstrucción podría ser fundamental, porque ahí está la mayor desigualdad en

el reparto de la riqueza.

La autoconstrucción también puede conservar e incluso rescatar técnicas y conocimientos

locales, ya que uno de sus objetivos es emplear materiales tradicionales y de calidad en cada región.

Además, la autoconstrucción es provechosa, porque reduce los costos de mano de obra y de ciertos

materiales, más baratos porque son de uso cotidiano en alguna región particular. En términos más

amplios, también podría ser utilizada como herramienta por el Estado cuando su capacidad haya sido

62

ÁGORA

12 Hábitat para Granotier es “mucho más que el hogar familiar, puesto que incluye la infraestructura y los servicios que lafamilia necesita para su pleno desarrollo” (Bernard Granotier, La Planète des bidonvilles, Paris, Seuil, 1979, p. 21). Por ello, antes de planificar el hábitat deben conocerse las principales condiciones particulares del tipo ambiental y geográfico, así como los aspectossociales y económicos de la vida de la población. Desde este enfoque, una buena planificación del hábitat supone un mínimo desarrollo de los aspectos antes mencionados.

13 El Banco Mundial, en sus datos y cifras sobre países de ingreso mediano (parte de los proyectos y programas para países deingreso mediano), clasifica en este rango a 86 países cuyos PIB per capita, en el 2004, se encontraban entre los dos mil y los doce mil dólares. La mayoría de estos países se encuentran en América, en el sureste asiático o son países árabes (por ejemplo, México,Venezuela, Argelia, Vietnam, Siria, India e Indonesia).

Page 62: Revista Ágora núm. 5

rebasada por las exigencias de la población. El Estado promueve entonces la participación de nuevos

actores sociales, los programas de ahorro y de financiamiento, la asistencia técnica, la planeación y

organización urbana. La autoconstrucción permite reforzar los lazos sociales porque el trabajo se hace en

un ambiente de cooperación y permite que los beneficios alcancen a todos. El individuo, con la

autoconstrucción, valora más su entorno y su patrimonio, ya que es totalmente responsable de su

edificación y organización. La autoconstrucción, en ese sentido, se perfila como una alternativa a los

modos de producción en serie de la vivienda y como herramienta para el Estado cuando éste no logra

proveer vivienda a todos sus habitantes.

QUE NO DEBE IDEALIZARSE

Como Bernard Granotier, Sergio Azevedo opina que la autoconstrucción (AC) puede contribuir a

solucionar problemas de vivienda de los sectores populares.14 Su postura, sin embargo, es moderada, pues

considera que no debemos caer ni en una fe ciega que idealice sus beneficios ni en un radicalismo

ideológico que condene su existencia.

Hay seis mitos sobre la AC que conviene

desmentir. El primero es que libera el potencial creativo

del pueblo cuando, en realidad, las condiciones de la

autoconstrucción, caracterizadas por grandes

limitaciones temporales, financieras y técnicas,

suelen inhibirlo. El segundo mito es que siempre

cohesiona a la comunidad cuando la mayoría de las veces

sólo suele participar la familia nuclear y, en el mejor de los casos, algunos (no todos) miembros de la

comunidad, siempre y cuando haya buenos incentivos financieros para la construcción de su propia casa.

Un tercer mito de la AC es que permite un aprovechamiento productivo del tiempo libre cuando éste, en realidad,

es casi inexistente para las familias desfavorecidas, pues, aún teniendo un trabajo remunerado, las

personas están ocupadas en labores domésticas o en la búsqueda de otro empleo (formal o informal). Un

cuarto mito es que crea empleo cuando éste es francamente marginal, pues la construcción necesita pocas

63

PENSAR EL DESARROLLO

14 “Housing Policies in Latin America: The Myths of Self-Help Construction”, American Political Science Association, 20(1987), pp. 895-901.

En los tiempso actuales, el Estado debería

desempeñar un papel de coordinación entre

los distintos actores soiales y económicos

para apoyar a los sectores más

desfavorecidos de la sociedad.

Page 63: Revista Ágora núm. 5

tareas especializadas (carpinteros, plomeros y albañiles) y las constricciones financieras son muy grandes.

Otro mito es que deben replicarse las experiencias exitosas de AC, porque, si bien el procedimiento puede

llevarse a cabo en distintos lugares, los materiales usados deben adecuarse a las particularidades

climáticas de cada lugar. Un último mito es que la AC es un procedimiento técnico desvinculado de la política

cuando muchos gobiernos lo utilizan para aumentar su legitimidad popular o apropiarse de los recursos

asignados, aprovechando la falta de mecanismos eficientes de rendición de cuentas.

No hay que idealizar los beneficios de la AC, según Azevedo, pero sí hay que defender sus

posibilidades ante quienes la condenan, porque muchas de sus críticas no son válidas. El objetivo

principal de un programa de AC impulsado desde el Estado no es cooptar los movimientos populares para

manipularlos y desarticular los proyectos revolucionarios. Y, aunque no haya organización inmune a la

cooptación política, la reticencia a formar parte del sistema suele debilitar a los movimientos populares,

pues los priva de fuentes importantes de recursos que, en última instancia, pueden contribuir a mejorar su

calidad de vida. Para muchos, el Estado debería construir viviendas dignas para todos, pero su falta de

recursos hace de la AC una solución viable a la falta de vivienda popular, pues se basa en formas de

financiamiento alternativas que sí incluyen la participación de los beneficiados. Y, a pesar de lo que muchos

opinan, la evidencia empírica demuestra que los programas de AC reducen el tiempo promedio de

construcción y el costo de la vivienda. Para evaluar la capacidad de la AC como medio para solucionar los

problemas de la vivienda, Azevedo parece indicar que hay que evitar las respuestas generales y favorecer

el análisis de cada caso, resaltando sus particularidades.

CONCLUSIONES

En junio de 1996, durante la segunda conferencia de las Naciones Unidas sobre asentamientos humanos,

el derecho a la vivienda se convirtió en un derecho humano básico. Fue un paso importante, pero

todavía falta mucho para hacerlo realidad y, con esa preocupación en mente, nos hicimos en este artículo

un par de preguntas relacionadas con la capacidad actual del Estado mexicano para resolver los

problemas de vivienda y con la evaluación de la autoconstrucción como solución alternativa a la falta de

vivienda de los sectores populares.

En relación a la primera pregunta, los autores de este artículo estuvimos de acuerdo en que, dadas

las condiciones actuales, no podemos esperar mucho del Estado mexicano para resolver los problemas de

64

ÁGORA

Page 64: Revista Ágora núm. 5

vivienda. Es necesario hacer ciertos cambios. El primero es crear un consenso conceptual. No podremos

avanzar sin un mínimo acuerdo sobre la definición del Estado y sus responsabilidades sociales,

económicas y políticas. Hay actualmente una crisis de identidad del Estado mexicano que se debe a la

coexistencia de paradigmas ideológicos (neoliberalismo, populismo, corporativismo, autoritarismo y

democracia) concretados en políticas que se anulan entre sí. México, en ese sentido, no ha renunciado a

algunas practicas del antiguo sistema político corporativo ni llevado a fondo las reformas neoliberales que

inició hace más de veinticinco años. Nuestra propuesta es que, en los tiempos actuales, el Estado debería

desempeñar un papel de coordinación entre los distintos actores sociales y económicos para apoyar a los

sectores más desfavorecidos de la sociedad. Es un papel más intervencionista que un simple regulador,

pero menos activo que un Estado asistencialista. Desde esta perspectiva, el Estado lleva la batuta en el

diseño de políticas, en la gestión de los recursos y en la resolución de controversias.

El segundo cambio, que nos parece crucial para solucionar los problemas de vivienda en México,

es la formación de capacidades del Estado, pero no para que se concentre todo el poder de decisión en el

sector público, sino para que se garantice un uso eficiente y justo de los recursos. La reforma fiscal -como

adelantamos en la introducción- es imprescindible, pero también es necesario crear incentivos para evitar

el mal uso de los recursos con fines político-electorales que se caracterizan por una estrechez de miras que

obstaculiza los procesos de desarrollo. Y es que ¿de qué sirven más ingresos si éstos producen dádivas?

Para evitarlo es necesario un cambio en la cultura política de la población para que no ovacione cualquier

obra pública del gobierno como si fuera una limosna, sino que sepa exigirla como su derecho. Mucho del

futuro de México está en el fortalecimiento de su sociedad civil, capaz de imaginar nuevas soluciones a

viejos problemas.

Eso exploramos en la segunda pregunta y concordamos que la autoconstrucción sí es una

solución viable, pero no hay que idealizarla, porque sólo funciona en ciertas condiciones: 1) uso de

materiales de construcción que sean adecuados a las singularidades geográficas y ecológicas de la

localidad; 2) construcción de mecanismos de financiamiento eficientes y adaptados a las capacidades

económicas de la comunidad; 3) preexistencia de una mínima cohesión y solidaridad entre los miembros

de la comunidad; 4) mínimo desarrollo local pues ¿qué caso tiene construir una casa en un lugar sin agua

ni electricidad, lejos de escuelas, trabajo, hospitales, alimentos y centros recreativos?; 5) buena voluntad,

pues -aunque parezca irrelevante- sin ella no se logra nada. La buena voluntad tiene que venir de las

65

PENSAR EL DESARROLLO

Page 65: Revista Ágora núm. 5

autoridades, pero también de los beneficiarios del sistema; 6) respeto y tolerancia hacia las técnicas y los

conocimientos de la región. Supone no llegar con una actitud prepotente y altanera que desdeña

idiosincrasias locales y que busca imponer modelos de fuera que han sido “exitosos”.�

66

ÁGORA

Page 66: Revista Ágora núm. 5

HASTA EL ÚLTIMO RINCÓN: GÉNEROS Y FICCIÓN EN

LA LITERATURA DE JUAN VILLORO*

JUAN VILLORO ES ESCRITOR MEXICANO, autor de las novelas El disparo de argón, Materia dispuesta y El Testigo

(Premio Herralde de Novela 2004). Ha publicado libros de cuentos y ensayos como La casa pierde (Premio

Xavier Villaurrutia) y Efectos Personales (Premio Mazatlán de Literatura). También recibió el Premio

Vázquez Montalbán por su libro Dios es redondo y el Premio del International Board on Books for the Young

(IBBY) con El Profesor Zíper y la fabulosa guitarra eléctrica.

Villoro se ha desempeñado en otros oficios más allá de su propia escritura. Como traductor con,

Memorias de un antisemita de Gregor von Rezzori, Un árbol de la noche de Truman Capote y los Aforismos de

Georg Christoph Lichtenberg; además, en la dirección de La Jornada Semanal y como profesor en la

UNAM, en la Universidad de Yale y en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.

La tarde del sábado 26 de mayo de 2007, Villoro se encontró con Sara Daniela Hidalgo y Raudel

Ávila, estudiantes de la Licenciatura en Relaciones Internacionales y miembros del consejo

editorial de Ágora, revista del Centro de Estudios Internacionales, quienes le realizaron una

entrevista. A continuación se presenta una versión estenográfica del encuentro entre los estudiantes y el

escritor.

ÁGORA: Su obra resalta por la gran cantidad de géneros literarios que trabaja. Además de los “clásicos”,

como la novela y el cuento, ha escrito crónica, cuentos infantiles, guión de cine, artículos periodísticos y

ha hecho traducciones del alemán y el inglés. Borges decía que cada época tenía uno o dos géneros

67

* ÁGORA reconoce y agradece el esfuerzo de su consejo editorial anterior, que hizo posible la inclusión de estasección de entrevistas. El ciudado editorial de este texto estuvo a cargo de Héctor Flores Ramírez.

Page 67: Revista Ágora núm. 5

privilegiados que dejaban a los demás en la sombra, y decía, además, que el de nuestro tiempo era la

novela. ¿A grandes rasgos, cuál cree usted que sea el lugar de estos otros géneros que trabaja en el

panorama general de la literatura? ¿Cree que ocupen un lugar menor frente a los grandes géneros

literarios?

JUAN VILLORO: En términos de lectura y de importancia editorial, la novela es el género preponderante,

es el género que manda, por así decirlo. Esto no quiere decir que sea el más exigente para los escritores.

Yo estuve en el taller de cuento de Augusto Monterroso, y cada vez que un alumno llegaba diciendo que

había escrito una novela de trescientas páginas y estaba muy satisfecho de haber concluido esta tarea

titánica, Monterroso le comentaba: “Ah, entonces te estás preparando para escribir cuento”, porque a él

le parecía que el cuento era mucho más exigente. Y en efecto, las reglas del cuento son muy severas y es

mucho más difícil decir algo significativo en pocas páginas. Quienes hemos escrito cuento y novela

sabemos que un libro de cuento lo tienes que iniciar y concluir diez veces si consta de diez cuentos, que

no puedes dejar nada al azar, que es más lo que debes sugerir que lo que debes decir. De modo que se

trata de un género fascinante y estricto, pero no es un género tan promovido en la industria editorial ni

que cuente con tantos lectores, o que tenga salida comercial. Aunque en México la mayoría de las novelas

tampoco se leen, se supone que son más importantes.

En términos de recepción social de la escritura, el género rey es la novela. Pero en términos de la

exigencia, creo que es más complejo el género del cuento. Esto en lo que toca a la prosa. La poesía es un

caso aparte. Para mí es el género más profundo y difícil de lograr. Alguna vez Octavio Paz dijo que, en el

fondo, todas las artes son poesía. Esto significa que todas las artes quieren producir el efecto poético, pero

la poesía logra sintetizarlo. No tienes que pasar por más trámites, llegas directamente a la esencia. Los

novelistas necesitamos quinientas páginas para tener un efecto poético, pero en el fondo, a eso aspiramos.

Yo no podría escribir poesía, me encanta pero no lo he intentado nunca.

Dentro de la prosa creo que el cuento tiene un nivel de exigencia mayor. Respecto a los otros

géneros, depende de las valoraciones, no hay que creer mucho en la popularidad de librerías o en el

mercado. Obviamente, si nos atenemos a eso, los libros que le interesarían más a la humanidad, hoy en

día, serían libros de autoayuda, novelas comerciales, fácilmente legibles, y libros de escándalos políticos.

Son los libros que se venden. La mayoría de estos libros tienen un consumo amplio durante poco tiempo

ÁGORA

68

Page 68: Revista Ágora núm. 5

y luego se olvidan. Hay una circulación más lenta de los libros verdaderamente literarios, y ahí los

distintos géneros luchan por su suerte.

En México tenemos poca tradición de dramaturgia y, sin embargo, es un género muy

importante. La crónica ha sido decisiva, si pensamos en algunos escritores mexicanos que la han

cultivado y que realmente son muy significativos: Carlos Monsiváis, Vicente Leñero, Ricardo Garibay,

Jorge Ibargüengoitia, Elena Poniatowska. Sus principales libros son de crónica. Aunque las ventas

apunten a la novela, me parece que géneros un poco más laterales, como la crónica, la literatura infantil o

los cuentos, son igualmente importantes. A la larga, todos ellos definen la trayectoria de un escritor, desde

el punto de vista literario, tanto como la novela.

ÁGORA: Hablando de su libro El profesor Zíper y la fabulosa guitarra eléctrica, que ganó el premio IBBY en

1994, ¿podría identificar algunas de las diferencias entre escribir para un público infantil y escribir para

otro tipo de lectores? ¿Cree que se puede llegar a la misma profundidad en contenido, que se puede

escribir de la misma forma?

JUAN VILLORO: Cada escritor tiene una

trayectoria particular. En mi caso, los libros que

más han circulado son los libros para niños.

Tengo, digamos, cien lectores infantiles por cada

lector adulto, lo cual a lo mejor quiere decir que

mi verdadero horizonte intelectual es como de

doce años, que es donde conecto bien y donde tal

vez debería concentrarme. Realmente escribo

con mucho gusto para los niños.

Creo que hay características específicas de la literatura infantil. Una de ellas es que la imaginación

de los niños es muy desaforada, muy barroca, muy rica y, al mismo tiempo, muy lógica. Los niños suelen

orientarse hacia historias que les demandan mucho en imaginación, pero que tienen una lógica muy firme

que la respalda. Cuando uno le cuenta una historia a un niño, y uno olvida algún detalle el niño de

inmediato lo recuerda.

ENTREVISTA CON JUAN VILLORO

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Los niños tienen un deseo muy profundo de acercarse a grandes temas que el

lector adulto más bien quiere evitar... Para losniños es mucho más importante el origen de las

cosas, el sentido trascendente de la vida, laexplicación última de los sucesos.

Page 69: Revista Ágora núm. 5

Por otra parte, creo que los niños tienen un deseo muy profundo de acercarse a grandes temas

que el lector adulto más bien quiere evitar. Los niños están mucho más cerca de la filosofía y la religión

que los adultos. Para los niños es mucho más importante el origen de las cosas, el sentido trascendente de

la vida, la explicación última de los sucesos. El lector adulto más bien quiere una evasión elegante, quiere

distraerse con calidad, de una manera rica, del mundo que lo está agobiando. El adulto tiene una

constatación de que el mundo es complejo, insatisfactorio y él desea trascender esto a través del arte. En

cambio, el niño no quiere ahorrarse las grandes preguntas. Por eso los grandes cuentos para niños tienen

que ver con la vida, la muerte, el más allá, la magia, los deseos, cosas muy determinantes. Digamos que la

literatura infantil es una rama de la filosofía, lo que pasa es que es una rama juguetona de la filosofía. Es

como un juguete religioso o metafísico para ahondar en esos temas.

Otra cosa muy importante dentro de esta línea es por supuesto la disputa del bien contra el mal.

Una de las experiencias de la vida adulta es que nada es simple: el bien y el mal no llegan en categorías

separadas, sino que todos los hombres pueden contener algo del bien y algo del mal. En el mundo

adulto no es tan convincente que haya héroes y villanos absolutos. En cambio los niños quieren

enfrentar ese dilema ético, distinguir claramente dónde está el bien y dónde está el mal. Por eso, hay una

tendencia al final feliz. En el “colorín colorado” todo se arregla. Hay otros refranes para terminar los

cuentos infantiles, como “y vivieron muy felices como perdices” o “y si no han muerto es que viven

todavía”.

Sin embargo, una de las grandes enseñanzas de la literatura infantil es que conquistar la

felicidad cuesta mucho trabajo. No basta decir: “todo se arregló y colorín colorado”. Los

personajes deben merecer esa felicidad, pasar por pruebas para conquistarla. Debe ser una felicidad

ganada. Y eso es una de las cosas más difíciles de la literatura infantil. En ese sentido tiene un

compromiso ético más franco. Uno, como adulto, puede dejar un final abierto, puede dejar un final

ambiguo, trabajar con un personaje que no sabemos muy bien si ubicar como un héroe o un

villano. Hamlet, por ejemplo, es un gran héroe de la inteligencia y es un villano; ocasiona una

cantidad de muertes terribles, algunas las cométe él mismo, y es, digamos, el primer intelectual

contemporáneo. La literatura para adultos está hecha de estas contradicciones. En cambio, la

literatura para niños debe resolver esos dilemas de manera mucho más franca.

ÁGORA

70

Page 70: Revista Ágora núm. 5

Otra diferencia es el gusto por la repetición. Para los adultos, la reiteración es aburrida. El

adulto tiene un sentido del estilo que requiere de variaciones. No quiere ver lo mismo otra vez. En

cambio, el niño tiene un sentido ritual de las historias. Quiere leer veinte veces la misma historia y se

divierte veinte veces con el momento en que un personaje dice el mismo chiste. Las historias para niños

pueden usufructuar este sentido de la repetición.

Finalmente, creo que el lector infantil es enormemente exigente. La gente puede leer un libro para

adultos por moda o porque un amigo se los recomendó, o para quedar bien con un profesor que dijo que

era un libro interesante, o porque piensa que ese tema es significativo, pero los niños no. Los niños leen

por gusto o no leen. Son muy hedonistas y muy exigentes. En ese sentido, el desafío de capturar su

imaginación es mayor.

ÁGORA: El cronista es un personaje importantísimo en la historia de la literatura mexicana. Ha fungido

simultáneamente como literato y como custodio del recuerdo, de la historia. Desde Bernal Díaz del

Castillo hasta don Luis González Obregón, y, ya en el siglo XX, don Artemio del Valle Arispe, Salvador

Novo o Carlos Monsiváis. ¿Se identifica usted de algún modo con esta familia de cronistas? ¿Cree que la

crónica que se escribe en la actualidad todavía tiene que ver con lo que hacían estos personajes?

JUAN VILLORO: Bernal Díaz del Castillo trata de ganar con la palabra una guerra que perdió con la

espada. Él no fue un conquistador exitoso, no se enriqueció como otros “soldados de fortuna”; su

compensación es contar la historia. El tipo de crónica que él hace tiene mucho que ver con una

antropología accidental porque describe un mundo que desconoce. Es admirable que, sin palabras, sin

vocabulario adecuado, logre transmitir lo que representa para él una civilización ajena. En ese sentido se

trata de un proceso de conocimiento de “lo otro”. Yo más bien escribo crónicas de asuntos que no

siempre conozco a fondo pero que me son próximos. En este sentido estoy mucho más cerca de un

horizonte cotidiano.

Hay una larga tendencia a escribir crónica en América Latina y podemos pensar en cronistas

como José Martí, que ya suenan muy modernos para nuestros oídos. En México, Martín Luís Guzmán es

un antecedente inescapable. Y más cerca de nosotros, escritores como Gabriel García Márquez, que fue

un magnífico cronista, nos han dejado enseñanzas. Hay una sólida tradición de la crónica en América

ENTREVISTA CON JUAN VILLORO

71

Page 71: Revista Ágora núm. 5

Latina. En mi caso, por intereses generacionales, también me influyó mucho la crónica norteamericana, el

gran periodismo norteamericano de los años cincuenta para acá, o quizá de un poco antes, de Hemingway

para acá. Me marcó mucho, de manera directa o indirecta porque, por ejemplo, Hemingway influyó mucho

en Vargas Llosa, en García Márquez. A través de ellos llega filtrado Hemingway. Otras influencias

importantes para mí han sido escritores norteamericanos como Norman Mailer y Tom Wolfe, y de la

literatura inglesa, Martin Amis.

ÁGORA: También nos interesan las relaciones

entre la edición y la literatura. El prestigiado

editor y escritor español Jorge Herralde, de la

editorial Anagrama, ha escrito textos en los que se

ocupa de su relación con algunos de los escritores

con los que ha trabajado. Entre estos autores, no

pasa inadvertido el nombre de Juan Villoro. ¿Cuál es la importancia de una buena relación entre escritor

y editor para la creación de obras literarias de calidad y no meros “productos editoriales” como los llama

Juan Goytisolo? ¿Cree que la edición es otra manera de hacer literatura, otro género literario?

JUAN VILLORO: Es una relación necesaria y peligrosa, por muchas razones. Primero que nada, es

importantísima la lectura de los otros. El escritor nunca está totalmente seguro de sus efectos, trabaja

en soledad y necesita que alguien, de pronto, le diga: “A ver, esto no se entiende, ¿por qué pasa esto si

antes había pasado lo otro?”. Muchas veces conocemos tan bien a nuestros personajes que damos por

sentado que se comporten de determinada manera. A veces suprimimos alguna escena que justificaba

que estuvieran enojados, resentidos, despechados, y de repente, cuando reaccionan de ese modo, el

lector no sabe por qué lo hacen. La lectura de los demás es decisiva. Yo lo aprendí en los talleres

literarios, donde los compañeros y los coordinadores de los talleres ponen a prueba la claridad y el

sentido de lo que dices. También me parece peligroso acostumbrarse demasiado a eso. O sea, no

confiar en ti sino en los demás para que tenga sentido tu texto. En ocasiones puede ocurrir con la

lectura de los otros como con las muletas: te acostumbras a caminar con ellas, luego no las necesitas,

pero ya no puedes caminar sin ellas. El equilibrio ideal, muy difícil de encontrar, es el de tener

ÁGORA

72

La percepción que tenemos al vivir

en la ciudad de México es que la situación está

muy mal pero que nosotros ya la libramos.

Nos vemos como supervivientes, del otro

lado de la tragedia.

Page 72: Revista Ágora núm. 5

exigencia personal y al mismo tiempo saber que alguien te puede decir algo. Ahí es donde entra la

figura del editor, en el mejor de los sentidos: no pienso en alguien que sólo imprime tu libro, sino que

lo analiza y puede mejorarlo.

En otras tradiciones, principalmente la norteamericana y la inglesa, es muy importante el papel de

alguien que recibe un manuscrito y comenta y corrige. Muchas veces sugieren cambios de títulos,

inclusión de subtítulos, suprimir un personaje, alterar el final, quitar capítulos enteros. Son correcciones

bastante fuertes. Esto es muy común en la literatura inglesa y hay escritores que solamente han publicado

los cuentos que les corrigieron determinados editores. Es el caso de Raymond Carver, por ejemplo. Hay

escritores que han sentido que una segunda mano escribe por ellos, que es la del editor. Esto en México

no es tan común, y a veces hace falta. Pero dicho esto, también está el problema de los editores

demasiado protagónicos, que creen que pueden mejorar cualquier texto. En ocasiones sugieren cambios

inaceptables. Hay una maravillosa carta, que en realidad es un ensayo como de cuarenta páginas, que le

manda Malcolm Lowry al editor de la editorial Jonathan Cape, al momento en que le presenta el

manuscrito de Bajo el volcán. Le hacen mil correcciones y mil sugerencias para simplificar la novela, y

Malcolm Lowry defiende su texto. Es tan inteligente su argumentación y el editor Jonathan Cape fue tan

hospitalario con las ideas ajenas que el libro salió publicado tal cual.

En ocasiones, los editores tienen tendencia a pensar por el público y a decidir por él. Debemos

agradecer a los editores que aceptan la complejidad, el riesgo, que aceptan lectores que todavía no existen

pero que podrían existir en el futuro. Y bueno, esto cambia mucho de acuerdo con las necesidades de los

textos, porque una cosa es editar el Ulises de James Joyce para una edición minoritaria y otra trabajar en

un periódico, donde eso se tiene que entender hoy y entonces las exigencias de los editores son distintas.

Es un trabajo en el que se puede pecar por exceso o por omisión de ambas partes, pero evidentemente

los escritores nos podemos quejar tanto como queramos de los editores, pero no podemos existir sin

ellos… y ellos menos sin nosotros, claro.

ÁGORA: Macondo en García Márquez, Comala en Juan Rulfo, París en Cortázar; todos estos lugares se

han vuelto personajes literarios con vida propia. Desde luego, la Ciudad de México no es la excepción.

Tanto en la crónica como en novelas de Carlos Fuentes, Rafael Solana y Luis Spota, la Ciudad de México

se ha situado como personaje propio. También existe en su obra todo un postulado sobre la vida de la

ENTREVISTA CON JUAN VILLORO

73

Page 73: Revista Ágora núm. 5

ciudad; Tiempo Transcurrido y su novela El Testigo son algunos ejemplos. ¿Se siente usted parte de esta

tradición o es su “reinvención territorial” del DF -como la llama editorial Alfaguara- un trabajo diferente,

un esfuerzo de distinto orden?

JUAN VILLORO: A mí me toca escribir de la Ciudad de México en una etapa muy diferente a la de Carlos

Fuentes. Cuando nací, él publica La región más transparente; somos casi contemporáneos esta novela y yo.

La novela se publica en 1958 y yo nací en 1956. La ciudad tenía entonces cuatro millones de habitantes.

Desde el punto de vista de la experiencia urbana, todavía era abarcable como un todo. Se le ocurrió a

Carlos Fuentes hacer una novela donde la ciudad fuera el protagonista absoluto, siguiendo un poco el

modelo de Manhattan Transfer de John Dos Passos y algunas otras novelas sobre ciudades. Los personajes

son un coro múltiple que abarca prácticamente todos los estratos sociales, todas las características de la

ciudad de aquel tiempo.

Hoy en día esto sería totalmente imposible, por la sencilla razón de que la ciudad es una

asamblea de ciudades; es una macrópolis que ni siquiera es conocida por los taxistas. Cuando uno se sube

a un taxi, el taxista te pregunta por dónde debe ir porque él no se sabe las direcciones. Sería

demencial suponer que conoce todas las calles. En la macrópolis que habitamos hoy en día, de unos

dieciocho o veinte millones de habitantes, el desafío narrativo es muy distinto. Ya resulta inverosímil

describir un D.F. total en una novela, captarlo por entero. Eso ya no nos lo creería ningún lector. Lo que

hemos tratado de hacer los escritores de las últimas décadas es tratar de inventarle un sentido a esta

ciudad, explorar por qué todavía es habitable, si desafía todos los criterios de urbanismo. ¿Por qué

todavía podemos vivir aquí, si desde un punto de vista técnico deberíamos estar al borde del colapso?

Lo que me interesa en la novela urbana es captar el misterioso sentido de la ciudad. Muchas veces

esto ocurre de manera regional. En mi novela El disparo de argón, sitúo la trama en un barrio imaginario

que se llama San Lorenzo y en donde los personajes prácticamente desarrollan todas sus acciones. Es

como una isla encapsulada dentro de la ciudad. A través de ese barrio trato de capturar simbólicamente

cómo funciona la ciudad, dar un retrato de la ciudad por una pequeña parte, un barrio. En la novela Materia

dispuesta, trato de entender la ciudad a partir de su orilla. A pesar de que la ciudad es enorme, llega un

momento en que se acaba, en que colinda con el campo, en que ya no existe más como ciudad. Y ésta es

una parte en que ubico mi segunda novela, en una colonia también inventada, que se llama “Terminal

ÁGORA

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Page 74: Revista Ágora núm. 5

Progreso”, donde están los canales de Xochimilco y donde la ciudad colinda con el campo y también con

restos urbanos; es una ciudad de deshechos, ahí se trata de entender el todo por sus sobras, por sus

restos.

Creo que una de las cosas que más nos define son las cosas que tiramos y que aparentemente no

tienen que ver con nosotros, nuestra basura. En Materia dispuesta la ciudad es captada de ese modo. Y luego,

en El testigo, no hay un propósito tan declaradamente urbanístico, ahí hay algunas escenas urbanas, pero

no veo una reflexión fuerte sobre la ciudad sino más bien, sobre el sentido de pertenencia al país en su

conjunto; es más una novela panorámica sobre el país y no tanto sobre la ciudad de México. En fin, son

algunas de las estrategias de entender la ciudad de manera parcial, de tratar de entender el discurso que

nos quiere contar, inventándole un sentido, imaginando cómo quiere ser, explorando por qué razón

enigmática seguimos aquí.

ÁGORA: Así las cosas, ¿usted compartiría la noción de Carlos Monsiváis de que es una ciudad

“postapocalíptica”?

JUAN VILLORO: Sí. Yo creo que es una de las grandes ideas de Carlos Monsiváis. Octavio Paz se

equivocó al decir que era un hombre de ocurrencias y no de ideas. Hay muchas ideas en Carlos Monsiváis,

lo que pasa es que a veces las paradojas, las ocurrencias, los golpes de humor en su prosa hacen que no

nos detengamos tanto en ellas. Él mismo tampoco pone mucho el acento en ello. Un autor como Paul

Virilio hubiera escrito todo un libro con la noción de “Postapocalipsis”, y Jean Baudrillard hubiera

escrito cinco libros con esa noción. A los franceses les gusta mucho usar un nuevo término para crear una

nueva teoría. Monsiváis menciona esto casi de pasada, pero me parece esencial para entender la ciudad.

Es una de las razones por las que estamos aquí. Creo que la percepción que tenemos al vivir en la Ciudad

de México es que la situación está muy mal pero que nosotros ya la libramos. No nos vemos como el

anuncio de algo terrible que va a pasar, sino como el resultado de algo espantoso que ya sucedió, sin saber

muy bien qué fue, y pensamos que nos salvamos de milagro. Nos vemos como supervivientes, del otro

lado de la tragedia. Éste es un engaño colectivo muy eficiente para seguir viviendo aquí. Si no

recurriéramos a eso, no podríamos aceptar la ciudad, nos preocuparíamos demasiado con la inseguridad,

la contaminación del aire, el tráfico que vivimos a diario. Por eso más bien decimos: “estuvo durísimo,

ENTREVISTA CON JUAN VILLORO

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Page 75: Revista Ágora núm. 5

pero ya la libramos.” Creo que es una idea muy interesante para entender la cultura de supervivencia y de

resistencia que tenemos. No es que nos sintamos superhombres, sería una gran vanidad de nuestra parte;

Pero sí nos sentimos sobrevivientes, gente quizá lastimada por la situación en la que vivimos, pero que

logró salir adelante.

SARA: Las referencias a López Velarde abundan en su novela El Testigo. Ya desde hace tiempo, críticos

como Octavio Paz y Jorge Cuesta han criticado la imagen de López Velarde como un escritor de

provincia. En su novela encontramos al poeta en medio de escenas urbanas, en plena Ciudad de México.

¿Es éste un intento, alineado con los ya mencionados, de desmentir a López Velarde como poeta

provinciano? Y ¿cuál cree entonces que sería el papel de la provincia en la poesía de López Velarde?

JUAN VILLORO: Bueno, López Velarde fue las dos cosas. Fue un escritor hondamente provinciano en el

sentido de que logró captar las esencias del México pueblerino y de Zacatecas. Él mismo se refirió muchas

veces a la “tristeza reaccionaria” de sus versos; versos melancólicos, de un mundo que se estaba

acabando, un mundo de solteronas que se dedicaban a tejer a la luz de un quinqué, donde las muchachas

caminaban en la plaza en un sentido y los muchachos en otro sentido para verlas; donde había una

impronta rural muy fuerte, los postres eran caseros, casi todos anteriores a las marcas, donde las alacenas

guardaban compotas, la cocina decidía su suerte gracias a la picadura del ajonjolí, el gran medio de

locomoción era el ferrocarril y “el tren iba por la vía como aguinaldo de juguetería”. Todas estas cosas nos

legó López Velarde; la recuperación de un entorno a punto de desaparecer con la modernidad y que

remite incluso al lector contemporáneo a un México que a veces logramos atisbar y sigue siendo nuestro.

Al mismo tiempo, López Velarde fue un escritor profundamente moderno, un trasgresor en las

metáforas, con complejidades morales muy ricas, con imágenes novedosas. Por ejemplo, “Yo tuve,

en tierra adentro, una novia muy pobre” es un alejandrino muy normal, muy conversacional, asociable con

la forma de hablar de algún tío nuestro, y sin embargo, el siguiente alejandrino, “ojos inusitados de

sulfato de cobre”, es totalmente novedoso, y además químicamente exacto, porque los ríos sulfatados de

cobre tienen este color azul verdoso que pueden tener ciertos ojos. Todo eso está en López Velarde. Es

un poeta de dualidades, un poeta católico y trasgresor, un pecador arrepentido, un libertino y al mismo

tiempo un hombre que ama la tradición, muchas veces pintoresquista. Por eso fascina tanto.

ÁGORA

76

Page 76: Revista Ágora núm. 5

Yo quería hacer una novela no sólo sobre su poesía, sino sobre la lectura de su

poesía, la manera en que nos apropiamos los versos, los necesitamos, los sobreinterpretamos, los

tergiversamos. Muchas veces al leer hacemos que Shakespeare o Cervantes digan cosas que nunca

quisieron decir, pero que creemos entender en ellos. Son como oráculos lejanos que llegan a

nosotros y nos hacen pensar en cosas que no teníamos presentes pero forman parte de nuestra vida. Esta

manera de leer a López Velarde suscita, en la novela El testigo, una interpretación casi

sagrada de sus textos, una interpretación devota, y una interpretación revolucionaria, trasgresora. Son dos

lecturas extremas posibles de López Velarde. Quería jugar con eso, puesto que es el poeta nacional en el

sentido de que ha permitido gran multiplicidad de interpretaciones.

Aún existe la provincia de López

Velarde. Quien vaya a Jerez podrá tener una

experiencia curiosísima. Al caminar por ahí uno

siente que camina por la poesía de López Velarde,

una sensación sólo comparable con la de Pessoa

en Portugal. Hace poco, Hugo Gutiérrez Vega, que ha llamado a López Velarde “el padre soltero de la

poesía mexicana”, me decía que él sintió lo mismo en Alejandría con Cavafis. No conozco Alejandría, pero

en Lisboa sentí que la poesía de Pessoa está en las calles, en los cafés, en los tranvías. Lo mismo percibes

en el Jerez de López Velarde. Es una ciudad impregnada por el poeta, no sólo por la devoción que se le

tiene sino porque lo que él contó está ahí. Hay una identidad muy fuerte entre esa ciudad y su poesía. A

pesar de que hoy en día la mitad de la gente trabaja del otro lado y son rancheros que llegan con pickups y

productos de Estados Unidos, de todas maneras se mantiene eso.

ÁGORA: En su novela Si una noche de invierno un viajero, Italo Calvino propone diez categorías para clasificar una

novela. La segunda de ellas, que viene “de la búsqueda de la plenitud en las sensaciones”, se caracteriza por

presentar un mundo denso y minucioso, en el que la descripción de las sensaciones corpóreas y sanguíneas

entretejen la narración. Su novela El Testigo también presenta un espeso, lleno de detalles y sensaciones: la

música de Supertramp, la cocaína, los encuentros sexuales, etc. ¿Qué opinaría de clasificar su novela bajo esta

categoría de las “sensaciones corpóreas”? Y, por otro lado, ¿qué opina de la afirmación de Calvino de que en

estas novelas, tan densamente entretejidas de sensaciones, el deseo de expresar esta plenitud vital “revela el

vacío que hay debajo”?

ENTREVISTA CON JUAN VILLORO

77

La novela debe lograr una ilusión de vida.Cuando leemos, nos dejamos llevar por los

sentidos que activa la novela.

Page 77: Revista Ágora núm. 5

JUAN VILLORO: La novela debe lograr una ilusión de vida. Cuando leemos, nos dejamos llevar por los

sentidos que activa la novela. Evidentemente, el más obvio es el de la vista. Al leer no vemos las letras sino

las imágenes que convoca la novela. Vemos una escena de amor o un naufragio, una batalla, distintas cosas.

Pero los demás sentidos también están presentes. La lengua tiene musicalidad, de modo que “oímos”

cosas, y hay “melodías” que aparecen en lo escrito. Lo mismo ocurre con otros sentidos que trabajan en

proximidad, como el tacto o el olfato. Es muy importante que en una novela haya estos tejidos de

sensaciones, atmósferas que nos hagan ver, por ejemplo, una persona primero de lejos, y no distinguirla

muy bien, luego irla conociendo, acercarnos a ella. No es casual que Proust haya escrito En busca del

tiempo perdido después de que remojó un panquecito en té; el olor del panquecito lo remitió a su infancia.

Hay olores que nos hacen pensar: “Ay, así olía la casa de mi abuela”, o “así olía mi escuela primaria”. Este

tipo de sensaciones activan cosas muy primarias en nosotros.

Los personajes literarios, que son seres vivos, necesitan estar estimulados por estas cosas. Ellos

tienen recuerdos, asociaciones, instintos y en ocasiones, asociaciones equivocadas. Por ejemplo, la de

Supertramp es una asociación equivocada de mi personaje porque no es que él odie propiamente a

Supertramp sino que odia lo que hizo (plagiar una tesis) y la música de Supertramp se lo recuerda. En un

mecanismo de desplazamiento, en vez de odiarse a sí mismo; odia a Supertramp porque Supertramp le

recuerda eso. Además, le parece un grupo fácilmente odiable porque no le gusta particularmente su

música, una música sin estilo muy definido, con voces gangosas. Muchas veces de manera caprichosa

creamos sistemas defensivos para nosotros mismos. Era lo que quería expresar en la novela a partir del

supuesto odio a ese grupo de rock. Todas estas redes sensoriales y asociativas serían difíciles de expresar

en una crónica, entre otras cosas porque cuando escribes de gente real no llegas a averiguar tanto. Dice

García Márquez que todo mundo tiene una vida pública, una vida privada y una vida secreta. En la

crónica, generalmente te quedas en la vida pública y, en el mejor de los casos, en la vida privada. Ahí te

detienes. A la vida secreta no llegas. Como escritor de ficción, te puedes dar el lujo de conocer hasta el

último rincón de la cocina donde viven tus personajes. �

ÁGORA

78

Page 78: Revista Ágora núm. 5

AN APPROACH TO IAN SHAPIRO

After a series of lectures given by Professor Shapiro1 at El Colegio de Mexico, Pablo R. Barriga, Tatiana

Brofft and Héctor C. Flores -members of Agora’s Editorial Council- had the opportunity to interview him.

ÁGORA: Professor, we would like to know how your passion for the comprehensive study of politics

began. Nowadays scholars are increasingly identified with Isaiah Berlin’s hedgehog analogy —to devote

their academic work to only one field of specialization— but your work does not follow this trend, and

rather resembles a fox — it expands through many areas of the social sciences. How did a Law student

become interested in such broad fields?

IAN SHAPIRO: I think that most people who become political theorists are people for whom political

identities are problematic. They are often people who had to leave their country at an early age or

something similar. In my case I grew up in South Africa in the Apartheid system, in the 1960s, and I think

that for that reason two things, which I call legitimacy and identity, have concerned me from the

beginning. Why legitimacy and why identity?

79

1 Ian Shapiro is Sterling Professor of Political Science at Yale University, where he also serves as Henry R. Luce Directorof the MacMillan Center for International and Area Studies. He has written widely and influentially on democracy, justice, and themethods of social inquiry. A native of South Africa, he received his J.D. from the Yale Law School and his Ph.D. from the YalePolitical Science Department where he has taught since 1984 and served as chair from 1999 to 2004. Shapiro is a fellow of theAmerican Philosophical Society and the American Academy of Arts and Sciences, and a past fellow of the Carnegie Corporation, theGuggenheim Foundation, and the Center for Advanced Studies in the Behavioral Sciences. He has held visiting appointments at theUniversity of Cape Town and Nuffield College, Oxford. His most recent books are Containment: Rebuilding a Strategy against GlobalTerror, The Flight From Reality in the Human Sciences, and Death by a Thousand Cuts: The Fight Over Taxing Inherited Wealth (with MichaelGraetz). His new book, Containment: Rebuilding a Strategy against Global Terror is forthcoming from Princeton University Press. His current research concerns the relations between democracy and the distribution of income and wealth.http://www.yale.edu/polisci/people/ishapiro.html.

Page 79: Revista Ágora núm. 5

Legitimacy because I grew up in a country where it seemed obvious to me, from a very young

age, that the state was not legitimate. Identity, because I grew up in a country to which I felt I didn’t

really belong. I couldn’t see a way in which I could feel part of the world I was born in or in which I could

feel comfortable. So, I think that in all of the work I have done, in one way or another, I’ve been

responding to issues having to do with legitimacy and identity.

ÁGORA: After so many years researching these issues do you feel more comfortable with identity and

legitimacy issues?

IAN SHAPIRO: I think that I have developed a theory of political legitimacy that is spelled out in my book

Democratic Justice and the book The Moral Foundations of Politics that I do feel comfortable with. I think it is

more complicated with identity, I think you respond on a personal level and on a philosophical level.

On the personal level I’ve come to feel comfortable with not having an identity. I don’t feel like

I’m South African; I don’t feel like I’m an American; I’ve lived in England for six years and I don’t feel

like I’m English. I don’t feel the need to belong to any particular society or national entity. I don’t think

there’s any perfect country, and I don’t feel the need to identify with anyone on that basis. This is on a

personal level. On a philosophical level I don’t think I have a complete theory of identity. I have bits and

pieces of such a theory but I don’t have a comprehensive view.

ÁGORA: What is the current role of political philosophy? Which is the relation of political philosophy with

political science and with reality in general?

IAN SHAPIRO: I am a pragmatist about means, but not ends. I would say that the link is that you want

pragmatism only to be the means, not to be the goal. If pragmatism becomes the goal you lose sense of

what it is that you are trying to achieve and where you are trying to get to. So I’m all in favor of

pragmatism as a means; I think we have to be realistic, we always have to start from where we are but we

need to have an idea of where it is we are trying to get to. The trouble with pragmatism is that it tends to

turn into the goal. My normative political ideal is non-domination.

ÁGORA

80

Page 80: Revista Ágora núm. 5

ÁGORA: Could you explain to us your theory of

justice and why you consider it more

appropriate?

IAN SHAPIRO: The view of democratic justice

that I defend in my book called Democratic Justice

comes actually from this idea of non-domina-

tion. That non-domination is the thing that knits

democracy and justice together. That any plausible theory of justice is committed to the idea of non

-domination and any plausible theory of democracy is committed to the idea of non-domination. So this

doesn’t mean that democracy can’t lead to domination but when it does we need to redirect it. Most of

that book is concerned with what types of democracy are likely to reduce domination and how it can

advance pragmatically toward that goal.

I have two principal ways of pursuing that. One has to do with government and the other has to

do with opposition. On the government side, I think that the most basic political principle is the

principle of affected interest, not the principle of membership. Most people say we should settle the

question of who the citizen is and who the non-citizen is, because only citizens can vote on all questions

and the non-citizens can vote on no questions. I think that’s the wrong way to think about decision-

making. I think we should go decision by decision, we should ask who the most affected are by that

decision, and who has vital interest stakes in that decision; and they should be the ones being consulted

on that decision. On the opposition side, I argue that hierarchies should be limited. Hierarchies are not

necessarily bad; they are often good and efficient. Hierarchies can be efficient, but hierarchies can also

atrophy into systems of domination, and that’s what you want to avoid.

ÁGORA: We are very concerned about your idea of domination. You say that domination is not legitimate

because it is the result of illegitimate exercise of power whether it is impersonal or structural. However,

you think that hierarchies are “often legitimate”. When are hierarchies legitimate and when are they not?

ENTREVISTA CON IAN SHAPIRO

81

Non-domination is the thing that knits

democracy and justice together. Any plausible

theory of justice is committed to the idea of

non-domination and any plausible theory of

democracy is committed to the idea of

non-domination.

Page 81: Revista Ágora núm. 5

IAN SHAPIRO: Hierarchies are legitimate when they get to achieve a legitimate purpose. They are

illegitimate when they are used to achieve an illegitimate purpose. So, what you want is a system which

prevents the latter but not the former. In my book on Democratic Justice I have a chapter on the workplace,

where I talk about all the different mechanisms for managing workplaces so that the hierarchies that are

indeed necessary for efficiency are not interfered with, but the hierarchies that are used for domination

can be controlled. I see that as a kind of institutional design challenge.

ÁGORA: From your previous answer it can be inferred that you believe in a consequentialist ethic, an ethic

that responds not to principles but to the results of your actions. Am I right?

IAN SHAPIRO: I believe that all political theories are consequentialist in the end. I think you can be a

consequentialist or non-consequentialist in your personal ethics, but in the design of political institutions

you have to be a consequentialist. Even if you look at political philosophers who call themselves

anticonsequentialists, such as John Rawls, if you analyze their theories you will find that all of them are

consequentialist. My research is geared toward organizing incentives and power relations to minimize

domination in society. This is consequentialist. Does this mean I should be a consequentialist in my

personal life? That’s another matter.

ÁGORA: Professor, in The Moral Foundations of Politics, you sustain that democracy is superior to other

theories of the sources of political legitimacy in Western political thought from Enlightenment to

anti-Enlightenment. We would like you to introduce us briefly to the topic.

IAN SHAPIRO: Enlightenment political theories were guided by two principles. One is commitment to the

truth as discovered through science and the second is commitment to individual freedom as realized

through respecting people’s rights.

In The Moral Foundations of Politics I examine different theories: utilitarianism, Marxism and social

contract theory. They are all Enlightenment theories, and they are all trying to do those two things: to base

politics on science and to respect individual freedom through rights. What I argued was that democracy

actually does a better job than any of the going alternatives. If you want the truth to come out in politics

ÁGORA

82

Page 82: Revista Ágora núm. 5

and people not to be blinded by ideology, religion or mysticism, democracy, when it’s operating well, is the

best system. And if you want to respect individual rights and freedom, democracy makes them prevail

more time than any other system. So that’s the argument. Democracy is not perfect. I think Churchill was

right when he said “Democracy is the worst system of government, except for the others that have been

tried from time to time.”

ÁGORA: Do you think the analog of the

academic world as being the “ivory tower” is

true?

IAN SHAPIRO: I think it has become increasingly

true, especially in the last half century in the US

and in West European universities. Some of the

reasons for that are legitimate and some are not. I think the legitimate reasons are that we are having

improvements in technical knowledge, and technical knowledge has entry costs. You have to learn the

means for acquiring it, so that the entry costs of participating in scholarly work go up. The danger in

technical social science is that the technique becomes the end of the exercise and that once people think

technically sophisticated work is important the end of the exercise becomes me showing that my work is

more sophisticated than yours, regardless of what it illuminates outside. This is the subject of my book

The Flight from Reality in the Human Sciences.

ÁGORA: George Steiner, in an article entitled “What is needed here is passion”, talks about how

humanities and social science students seem to be less and less passionate about their disciplines. They

choose to study literature or politics to avoid mathematics or chemistry courses, but not for a deep

understanding of culture and what makes us human. What do you think about this?

IAN SHAPIRO: Compared with answers in physics, biology or chemistry, the social sciences are not very

impressive. But why is that? The reason they are not very impressive is the complexity of what social

sciences try to study. Social Sciences are concerned with problems that we have to study, because they

ENTREVISTA CON IAN SHAPIRO

83

Social Sciences are concerned with problems that

we have to study, because they concern our

survival and our thriving in the world. So no

matter how difficult it is there is a practical

imperative that we study it and try to make

sense of it.

Page 83: Revista Ágora núm. 5

concern our survival and our thriving in the world. So no matter how difficult it is there is a practical

imperative that we study it and try to make sense of it. The social sciences haven’t delivered very much

in the way of reliable knowledge but they are concerned with problems that humanity has to confront.

So, the answer is just to try to do it better. It is not that we should give up and go do physics.

ÁGORA:: After such an interesting talk we have reached our last question. Having seen some of the

characteristics of American democracy, what kind of political market does it have? How democratic is the

United States?

IAN SHAPIRO: I think it is less democratic than it was ten years ago, I think that limiting the capacity of

the state to use the war on terror as a way of increasing domination is really important. I think that

democracy does not function well without robust opposition, and we do not have robust opposition in

the US right now, we have triangulating, chasing after who ever seems to be winning, and I don’t think

this is healthy for democracy. �

ÁGORA

84

Page 84: Revista Ágora núm. 5

ENCOMIENDAS

Santiago Zegada Escobar*

85

* Estudiante de octavo semestre de la lcenciatura de Ingeniería de producción de la Universidad Privada Boliviana.

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Page 85: Revista Ágora núm. 5

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Caminos,soledades.

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Page 86: Revista Ágora núm. 5

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Page 87: Revista Ágora núm. 5

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Page 89: Revista Ágora núm. 5

ÁG O R A

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Tráslamáscara.

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