Resena 10 Razones Para Ser Cientifico

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  • 303Nueva poca, nm. 24, julio-diciembre, 2015, pp. 303-309. issn 0188-252x

    Diez razones para ser cientfico

    silvia Domnguez gutirrez1

    En un breve, sencillo e hilarante libro, ilustrado con imgenes de renombrados cientficos y sem-blanzas de algunos de ellos, el Doctor Ruy Prez Tamayo, re-conocido investigador mexicano, autor de numerosos libros y ar- tculos, Doctor Honoris Causa por diversas universidades y con dife-rentes tipos de reconocimientos, nos muestra parte de su vida en relacin con las consideraciones que lo convirtieron en un cient-fico, y en gran medida, en un pro-motor de la ciencia. De all que el presente libro resume las princi-pales razones por las que Prez Tamayo juzga que se puede llegar a ser un cientfico, y no cualquier cientfico, sino uno convencido de su labor.

    El autor narra sus experiencias y reflexiones bsicamente en dos secciones, la primera referida a Cmo me hice cientfico, y la se-gunda resumida en 10 apartados o Diez razones para ser cientfico; ambos puntos lo han llevado a concluir por qu ser cientfico tiene ms

    1 Universidad de Guadalajara, Mxico. Correo electrnico: [email protected]

    Prez Tamayo, R. (2013). Diez razo-nes para ser cientfico. Mxico, D.f.: Fondo de Cultura Econmi-ca, 147 pp.

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    virtudes que asperezas. En la primera seccin rememora su vida fami-liar y cmo su primera pasin fue la msica, gusto que no fructific precisamente porque sus padres no se lo permitieron; su mam quera que todos sus hijos fueran mdicos, carrera que estudi tambin por la influencia de su hermano mayor y del mdico que atenda a la fa-milia. Mas ser mdico no implicaba ser investigador cientfico, gusto que adquiri a travs de un compaero, con quien estudiaba de da y haca experimentos por las noches y fines de semana, todo por curiosi-dad y por el enorme gusto que les generaban sus investigaciones. Esto se complement con la gua de un profesor investigador en medicina, quien lo incluy como asistente de investigacin a finales del tercer ao de la carrera. Fue as como Prez Tamayo se inici en la investigacin cientfica.

    En la segunda seccin, el autor desmenuza, entre otras cosas, sus cavilaciones recogidas y reconocidas a lo largo de su trayectoria como cientfico, mismas que pondera como 10 buenas razones para dedicarse a dicha profesin:

    1. Para hacer siempre lo que me gusta: Dice el doctor Prez Tama-yo que nosotros no hacemos bien lo que nos gusta, sino todo lo contrario, a nosotros nos gusta lo que hacemos bien (p. 25). Esta frase la desarrolla para acotar que el cientfico tiene la libertad para hacer lo que le gusta, puesto que es lo que sabe hacer bien, y ade-ms le pagan por hacer lo que le gusta. Pero tambin hay episodios no muy agradables en este andar, existe la ansiedad, la angustia ante lo incierto. Puede ser que en otras profesiones no siempre se guste de hacer lo mismo, pero esto no cabe en el trabajo cientfico, puesto que dada la complejidad y curiosidad de la actividad hu-mana, siempre habrn preguntas nuevas por responder, o ahondar en aquellas que no han tenido respuestas satisfactorias. Y por otro lado, se comparte este gusto en la docencia, particularmente con los alumnos novicios en la investigacin.

    2. Para no tener jefe en el trabajo: A lo que se refiere el autor es a la independencia intelectual, no tanto a la laboral a la que el inves-tigador est sujeto. La independencia intelectual, indispensable en la vida del cientfico, se refiere a la autonoma y creatividad en

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    el hacer de la investigacin cientfica; el cientfico decide en qu problemas trabajar, qu preguntas desea contestar y cmo lograrlo. Esto es muy diferente a cuando al investigador se le impone qu hacer y cmo hacerlo, lo que en ocasiones proviene del tutor o jefe con quien se trabaja: generoso que permite la libertad y creati-vidad en el quehacer investigativo, o arbitrario que impone y limita la produccin de conocimientos cientficos.

    3. Para no tener horario de trabajo: De acuerdo con Prez Tamayo, el investigador cientfico trabaja sin un horario establecido como el de una oficina, ya que para cavilar sobre el tema de investigacin, el cientfico lo hace en muchos momentos del da, adems de que las actividades cientficas requieren de tiempo extra (asistencia a con-gresos y socializacin de las investigaciones con colegas).

    A qu horas empieza a trabajar el cientfico? La pregunta ms bien debera

    ser: a qu horas no trabaja el cientfico? ... una parte muy importante de la

    ciencia es pensar, darle vueltas al asunto, imaginarse cmo podra ser la so-lucin al problema que quiere resolverse, pensar y pensar. Y para eso no hay

    horario, no hay reloj checador, no se empieza a las 08:00 a.m. y se termina a

    las 17:00 p.m. (p. 50).

    Sin embargo, dadas las peculiaridades del subdesarrollo cien-tfico de ciertos pases Mxico incluido, lo anterior no en todos los casos es palpable, ya que han emergido algunos personajes in-tegrados a la comunidad cientfica que se han alejado del quehacer sustantivo de la investigacin cientfica que es la generacin de co-nocimientos. Para que el cientfico lleve a cabo su funcin realmen-te necesita serlo no solo de tiempo completo o de tiempo exclusivo, sino de tiempo absolutamente exclusivo.

    4. Para no aburrirme en el trabajo: Este es uno de los motivos ms im-portantes para ser cientfico, puesto que la actividad cientfica est llena de sorpresas: cuando se alcanza una o varias repuestas surgen nuevas preguntas y as sucesivamente, de tal manera que no hay aburrimiento. Se podr estar cansado, frustrado, preocupado, o bien inquieto, curioso, estimulado, o hasta asombrado y feliz, pero nunca aburrido. Prez Tamayo considera a la ciencia como lo ms diverti-

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    do del mundo, por lo que resulta ser el mejor antdoto para el aburri-miento. Por otra parte, como no hay un nico mtodo cientfico, sino que hay diversidad en las maneras en que se hace la investigacin por la heterogeneidad de las ciencias, esto permite una mayor liber-tad en el quehacer cientfico; no obstante, acorde al autor, existen seis reglas simples o reglas del juego de la ciencia que siguen la mayora de los investigadores en su trabajo la mayor parte del tiempo: no decir mentiras, no ocultar verdades, no apartarse de la realidad, cultivar la consistencia interna, no rebasar el conocimiento y aprender de los errores.

    5. Para usar mejor mi cerebro: Al parecer, hay consenso entre los cien-tficos y los filsofos de la ciencia que para que haya creatividad cientfica es indispensable y fundamental el buen uso del cerebro (no es concebible que un investigador sea dbil mental); tener ideas y ponerlas a prueba es una forma de describir el trabajo del cientfi-co y no hay frmula mgica para tener buenas ideas. Pero para tener buenas ideas sobre un problema en particular, es recomendable tra-bajar en l, conocer la informacin relevante y manejar las tcnicas que permitan su exploracin, ya que frente a una pregunta cientfica el cerebro tiene la capacidad para combinar la informacin existente en el campo de manera original y novedosa, construyendo con ella y con otros elementos imaginados o intuitivos, un esquema de posible respuesta o hiptesis. Dice el autor:

    Estamos convencidos de que el desarrollo y el mantenimiento de nuestras

    capacidades fsicas pueden reforzarse con el ejercicio frecuente, y tambin

    es cierto que nuestras funciones cerebrales se mejoran, se hacen ms agudas

    y ms discriminatorias mientras ms las ejercemos (p. 86).

    6. Para que no me tomen el pelo: Una parte importante del espritu de la ciencia es el escepticismo, esto es, cuando no hay una demostra-cin clara, objetiva y cuando es posible, reproducible, entonces no es creble la informacin, nota o publicidad. La actitud crtica es otro aspecto indispensable, ya que no es solamente pedir razones y pruebas antes de aceptar una afirmacin como real, sino anali-zarla y evaluarla crticamente. Entonces, el espritu de la ciencia,

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    escptico y crtico, no es simplemente un mecanismo de defensa en contra de la tergiversacin de la realidad por intereses ideolgicos, polticos o comerciales, sino que sirve tambin para ordenar nuestra vida cotidiana en forma racional y objetiva. Esto implica incluso el cuestionamiento a la autoridad por ms eminente o dogmtica que sea. Prez Tamayo pregunta qu se puede hacer para difundir el espritu cientfico en la sociedad, y una de sus sugerencias apunta a que se debera incluir el espritu de la ciencia, esto es, lo escptico y lo crtico en todos los niveles educativos (desde preescolar hasta postgrado).

    7. Para hablar con otros cientficos: Existen diferentes maneras de en-tablar comunicacin con colegas que se dedican a la investigacin cientfica, la mayora de ellas regidas por el escepticismo y el esp-ritu de la crtica, lo que las convierten en conversaciones fructferas. Una forma poco conocida para el pblico en general es la entablada en los dilogos virtuales, cuando un investigador enva a una re-vista cientfica un artculo en el que expone sus ideas, sus datos y conclusiones sobre un problema en particular. A su vez, la revista cientfica cuenta con un equipo de expertos en diferentes disciplinas que fungen como revisores de los trabajos enviados para su posible publicacin; la regla es que el trabajo sea revisado de manera in-dependiente por ms de un revisor: si el trabajo tiene demasiados problemas es devuelto con comentarios al autor, y si tiene menores o no los hay, el artculo se acepta para su publicacin. Es as como se entabla un dilogo entre cientficos, basados en el espritu de la ciencia. Otra forma de dilogo es la que se da en los congresos y en las reuniones acadmicas en las que se presentan los trabajos que los investigadores estn llevando a cabo y en las que se espera una retroalimentacin basada precisamente en el sentido escptico y crtico.

    8. Para aumentar el nmero de cientficos en Mxico: Refiere el autor que existe un acuerdo generalizado en que la causa principal de la transformacin del mundo medieval en moderno fue el desarrollo de la ciencia; as mismo, la diferencia entre las naciones desarro-lladas, en desarrollo y subdesarrolladas se debe, en gran parte, al impulso y calidad en ciencia y tecnologa. Una forma de apreciar la

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    capacidad cientfica y tecnolgica de un pas adems de ver cunto se destina del Producto Interno Bruto (pib) al desarrollo de la cien-cia y la tecnologa, que en Mxico no alcanza ni el 1% es a travs del nmero de cientficos y tecnlogos en relacin con su poblacin. Por ejemplo, suele contarse el nmero de cientficos que tiene un pas por cada 10 mil habitantes. As, se sabe que para el ao 2000 Japn tena 42 cientficos por cada 10 mil habitantes, Alemania 39, Estados Unidos 35, Cuba 4, y Mxico no tena ni 1 (0.65).

    Es obvio que los cientficos de Mxico somos muy pocos, pero la situacin es

    todava ms grave, porque la poblacin general del pas est creciendo ms rpidamente que la comunidad cientfica, por lo que los cientficos mexica-nos se estn convirtiendo en una especie en extincin (p. 102).

    Esto, aunado con: a) el poco monto que se destina al gasto en ciencia en sus diferentes disciplinas, as como al desarrollo tecno-lgico a pesar de que se hayan incrementado los centros de inves-tigacin y algunas universidades, los nombramientos de profesores investigadores, as como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnolo-ga (conacyt) y el Sistema Nacional de Investigadores (sni), entre otros, y b) el escaso reconocimiento que tiene la figura del cientfi-co entre la poblacin en general (que se refleja en su salario restrin-gido), evidencia la necesidad y prioridad en el aumento del nmero de cientficos en nuestra nacin para transitar a una sociedad del conocimiento que permita el acceso a los avances en ciencia y tec-nologa de que gozan los pases ms desarrollados.

    9. Para estar siempre bien contento: Refiere el autor que esta es una cuestin muy personal; narra sus vivencias y los motivos por los que l siempre ha estado muy contento desde que inici su vida como investigador cientfico, lo que se sintetiza en el extracto siguiente:

    Yo he vivido siempre bien contento como investigador cientfico porque

    nunca me interes hacer mucho dinero ... Siendo muy joven me encontr con

    la investigacin cientfica, me encant y he trabajado en ella toda mi larga

    vida. Mi trabajo es estimulante, divertido, muy variable, siempre hago lo que

    me gusta, no tengo jefe ni horario de trabajo, nunca he estado aburrido en

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    mi laboratorio, hago el mejor uso que puedo de mi cerebro, no de dejo que me tomen el pelo ni los comerciantes ni los polticos, casi todos mis amigos son cientficos y hablo con ellos en su mismo lenguaje, y he sido profesor de

    muchos cientficos, no slo mexicanos sino de otros pases. Y por eso es por

    lo que siempre estoy bien contento (pp. 127-128).

    10. Para no envejecer: Confiesa el doctor Ruy Prez Tamayo que esta idea la tom de un libro que public su hijo mayor en 1994, del que cita un prrafo bastante interesante, donde se aprecia que la investigacin cientfica es una actividad a travs de la cual se puede conservar la eterna juventud, puesto que a cualquier edad se pue-den hacer descubrimientos significativos. Comenta que sus amigos cientficos mayores (l, al terminar este libro tena 88 aos de edad) muestran muchos signos de envejecimiento fsicos y fisiolgicos, mas mentalmente se conservan como jvenes estudiantes o investi-gadores recin incorporados a su comunidad cientfica, pero llenos de experiencia en la investigacin: expertos en distintas tcnicas, listos para examinar y criticar resultados de las investigaciones, para funcionar como revisores de artculos en revistas cientficas nacio-nales e internacionales, etc., adems de disear nuevos proyectos de investigacin y seducir a estudiantes a seguirlos y acompaarlos en ese andar. En otras palabras, para la comunidad cientfica y pblico en general, los cientficos de edad mayor que siguen participando en sus investigaciones no han envejecido, sino que su dedicacin a la ciencia les ha permitido no envejecer.