¿Qué es la lumbalgia y como afecta a mis colaboradores?

El dolor de espalda representa un importante problema de salud pública en las

sociedades por su alta prevalencia y repercusión socioeconómica, genera un alto

número de consultas a diferentes profesionales, una elevada utilización de los servicios

sanitarios y una considerable pérdida de días de trabajo.

La lumbalgia es el dolor localizado en la parte inferior o baja de la espalda, cuyo origen

tiene que ver con la estructura músculo-esquelética de la columna vertebral.

Según el tiempo de duración del dolor, la lumbalgia se clasifica en:

- Aguda: Dolor de menos de 6 semanas.

- Subaguda: Dolor de 6-12 semanas.

- Crónica: Más de 12 semanas con dolor.

El reto más importante en el diagnóstico de la lumbalgia es diferenciar al 95% cuyo

origen son procesos musculo-esqueléticos benignos, del 5% cuya lumbalgia es producida

por enfermedades específicas que precisan un rápido y adecuado tratamiento.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

- Historia previa de dolor lumbar.

- Edad: El dolor lumbar suele iniciarse a partir de la tercera década de la vida,

coincidiendo con una reducción del ejercicio físico.

- Talla: Existe asociación de personas de talla alta (más de 1,80 m en el hombre, y

de 1,70 m en la mujer) con las lumbalgias y la hernia discal.

- La obesidad: Causa de deterioro articular por exceso de presiones mecánicas o

consecuencia de reducción de la actividad física que acompaña a los dolores.

- Alteraciones de la estática raquídea: Algunos trastornos de la estática pueden

contribuir al desarrollo del dolor de espalda como ciertas alteraciones en la

curvatura de la columna, originado en muchas ocasiones por las malas posturas.

- Osteoporosis:

En la mujer, después de los

60 años, la osteoporosis

vertebral constituye un

factor de riesgo real de

lumbalgias.

Los pacientes

osteoporóticos son

susceptibles de presentar

dolores raquídeos crónicos

ligados a la aparición de nuevas fracturas, a la agravación de aplastamientos

preexistentes, a la reducción de la talla, a la aparición de trastornos estáticos

raquídeos, particularmente a la cifosis torácica y de forma general a un aumento

de las presiones intervertebrales.

- Tabaquismo: Las lumbalgias son más frecuentes en los fumadores, pero la

relación de causalidad todavía no ha sido demostrada formalmente.

- Conducción del automóvil: Parece que las vibraciones que se producen figuran

como el factor de riesgo. La sedestación prolongada en el automóvil constituye

de por sí un factor de riesgo.

- El modo de vida sedentario: la posición sedentaria prolongada es irritante para

la zona baja de la espalda; provoca una presión constante en los discos.

- Actividades deportivas y de ocio: La lumbalgia en los deportistas de élite o de

alto nivel es dos veces más frecuente que en la población general. Las lesiones

son más severas en los que practican halterofilia y futbolistas. Los deportes

donde se ha comprobado su responsabilidad son la gimnasia, la halterofilia, el

fútbol y el tenis.

Factores de riesgo laboral

o Sexo: Una clara predominancia masculina caracterizan las lumbalgias

relacionadas con las actividades profesionales.

o Edad: La edad puede intervenir de dos maneras diferentes. Los principiantes y

personas jóvenes tiene un mayor riesgo de lesiones en el mundo laboral, pero

generalmente regresan antes al trabajo.

o Factores de riesgo profesionales de origen biomecánico y fisiológico: Los

trabajos físicos pesados, las posturas de trabajo estáticas prolongadas y no

neutras (tronco flexionado, tronco en inclinación lateral, tronco girado o rotado),

las flexiones y torsiones frecuentes, los trabajos que obligan a levantar pesos y a

hacer movimientos forzados, los trabajos repetitivos (cadena de montaje). Las

principales causas de los dolores raquídeos están ligadas a la fatiga de los

músculos que mantienen la postura en el trabajo, a lesiones musculares

secundarias a esfuerzos demasiado importantes o prolongados.

Estos dependen:

Frecuencia de movimientos

Realizar continuamente movimientos de alguna parte del cuerpo hasta una

posición forzada incrementa el nivel de riesgo. A mayor frecuencia, el riesgo

puede aumentar debido a la exigencia física que requiere el movimiento a cierta

velocidad.

Duración de la postura

El mantener la misma postura durante un tiempo prolongado es un factor de

riesgo a minimizar. Si además la postura que se adopta es valorada como

forzada, el tiempo de estatismo postural de forma continua debe ser mucho

menor.

Posturas de tronco

La flexión de tronco, la rotación axial y la inclinación lateral son posturas que

deben ser identificadas conjuntamente con el ángulo de inclinación. Adoptar

estas posturas este tipo de posturas por encima de los límites aceptables de

articulación, puede comportar un nivel importante de riesgo.

o Vibraciones: La O.I.T. ha definido las vibraciones como todo movimiento

transmitido al cuerpo humano por estructuras sólidas capaz de producir un

efecto nocivo o cualquier tipo de molestia. Las vibraciones se transmiten por el

interior de un objeto y también a través de los puntos de contacto, entre

diferentes objetos. Las vibraciones se caracterizan por su frecuencia y su

amplitud; la frecuencia es el número de veces por segundo que se realiza el ciclo

completo de oscilación y se mide en Hertzios (Hz) o ciclos por segundo.

La creciente utilización de máquinas y herramientas capaces de transmitir

vibraciones a los trabajadores generalmente relacionados con frecuencias

comprendidas entre 4 y 50 Hz, representa un riesgo inminente en la salud de

nuestros colaboradores.

Estas oscilaciones pueden clasificarse según:

a) La parte del cuerpo a la que afecten:

Vibraciones de cuerpo entero o globales que afectan al cuerpo en todas

sus partes.

Vibraciones locales que se transmiten a partes del cuerpo, siendo las más

importantes las vibraciones mano-brazo.

b) Sus características físicas:

Vibraciones libres o periódicas, si no existen fuerzas externas que

modifiquen la amplitud del movimiento o la longitud de las sucesivas

ondas, repitiéndose el suceso una y otra vez al cabo de un cierto período

de tiempo. Podemos clasificarlas en sinusoidales o complejas.

Vibraciones no periódicas, los choques o aquellas que son consecuencia

de impactos extemporáneos.

Vibraciones aleatorias, donde sí actúan las fuerzas externas,

experimentándose en las partículas un movimiento irregular que nunca

se repite exactamente. Es la más habitual en la naturaleza y consta de

muchas frecuencias dentro de un intervalo amplio, dividiéndose en

estacionarias y no estacionarias.

c) Su origen:

Vibraciones generadas en procesos productivos de transformación. Las

interacciones originadas entre las piezas de la maquinaria y los elementos

que van a ser conformados, producen choques repetidos que se

materializan en vibraciones de materiales y estructuras, cuya

propagación se efectuará directamente, o a través de medios de

transmisión adecuados. Como ejemplos más frecuentes, pueden citarse

las desarrolladas en prensas, tronzadoras, martillos neumáticos, y

algunas herramientas manuales.

Vibraciones originadas por el funcionamiento de la maquinaria y equipos

de trabajo o los materiales y herramientas , y dentro de este conjunto, las

generadas por fuerzas alternativas no equilibradas (motores,

alternadores, útiles percutores, u otras herramientas) y las que se derivan

de irregularidades del terreno sobre el que circulan vehículos.

Vibraciones causadas por el deterioro o desgaste de la maquinaria,

pudiendo discernirse: fallos de concepción, fallos de utilización, fallos de

funcionamiento, o fallos de mantenimiento; en cualquier caso, genera-

dores de fuerzas dinámicas, susceptibles de provocar vibraciones. Los

más frecuentes se producen por tolerancias de fabricación, desgaste de

superficies, excentricidades, desequilibrio de elementos giratorios,

cojinetes defectuosos, etc.

Vibraciones debidas a fenómenos naturales , que se generan de forma

aleatoria, ya que dependen de fenómenos naturales, de complicada

predicción (viento, tormentas, movimientos sísmicos), y de difícil

valoración, respecto a su efecto sobre el organismo. A su vez, su acción

se reduce a los puestos de trabajo que se desenvuelvan al aire libre.

d) Su frecuencia:

De muy baja frecuencia, menos de 1 Hz.

De baja frecuencia, entre 1 Hz y 20 Hz.

De alta frecuencia, entre 20 Hz y 1000 Hz.

o Factores de riesgo profesionales psicosociales: Las presiones psicosociales en el

trabajo son susceptibles de favorecer patologías osteoarticulares por un efecto

directo sobre la intensidad de las presiones mecánicas y por un aumento de la

tensión en los músculos generadora de fatiga muscular. En varios estudios

parece existir una asociación significativa entre la lumbalgia y la monotonía del

trabajo.

¿Cómo puedo prevenir la lumbalgia?

- La prevención del dolor lumbar se basa en 3 pilares fundamentales:

1. Mantenerse física y mentalmente activo, evitando la obesidad.

2. Higiene postural y ergonomía:

Evitar posturas y gestos forzados, evitar levantar pesos y realizar

esfuerzos con la columna lumbar.

Aplique la mecánica corporal al realizar manipulación de cargas.

Mantenga en todo momento la espalda recta, al sentarse o estar de pie,

evite malas posturas.

Evite llevar objetos no equilibrados, como el uso de carteras con mucho

peso, en estos casos es mejor distribuir el peso mediante el uso de

mochilas.

Nunca se doble sólo por la cintura, doble las caderas y las rodillas.

Use zapatos de tacones moderados y siempre de la misma altura.

3. Mantener en buena situación la musculatura abdominal y lumbar.

Realice ejercicios de fortalecimiento de los músculos de la espalda.

¿Cómo puedo realizar una adecuada prevención en mis colaboradores?

En NATCLAR contamos con un programa

prevención músculo-esquelético para todos

tus trabajadores con un nivel de riesgo

disergonómico medio o alto, con el fin de

disminuir el impacto de estas patologías

lumbares, el ausentismo laboral y el

rendimiento de tu empresa.

Con un adecuado control de estas

enfermedades, tus colaboradores podrán

desenvolverse con tranquilidad en sus

ambientes de trabajo, mejorar su

rendimiento y por ende la productividad de

tu empresa.