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24 NIÑOS DE LA CALLE: El cambio pasa primero por la posibilidad de imaginarlo, después, por ser nombrado, para finalmente, actuarlo. Psicóloga y Maestra en Sociología de la Educación. Trabajó en MAMA AC como Maestra, Edu- cadora, Coordinadora del programa para niñas de la calle y más tarde como Responsable de planea- ción y evaluación. Coordinó el Diplomado de derechos de los niños del ITESO. Actualmente es Res- ponsable del área de investigación y evaluación educativa en el Trompo Mágico Museo Interactivo. 1 Esta perspectiva actúa a través de una la lógica de la satisfacción de necesidades atendiendo las cir- cunstancias inmediatas de los niños de la calle, ignorando que tiene una cultura propia que implica una manera particular de ver y entender el mundo, de la cual se desprenden deseos, necesidades y motivaciones que no siempre coinciden con las de la institución que pretende imponer su visión y su lógica esperando que la realidad se adapte a ella. Sabine Cárdenas Boudey ¿C ómo es que el niño logra desarraigarse de la calle? ¿Qué es lo que le per- mite afiliarse a un programa o institución? ¿Qué es lo que facilita su permanencia en ella? ¿Cuál es el papel de la institución en este proceso? Estas peguntas, surgidas de la práctica educativa, fueron llevadas al terreno de la investigación con el propósito de explicar cómo ocurre el cambio de vida en los niños que han vivido en la calle y que a través de su afiliación a una institución construyen un nuevo proyecto de vida. Para tal propósito fueron analizadas las trayectorias de vida de tres jóvenes egresados del Movimiento de Apoyo a Menores Abandonados MAMA AC quienes en su infancia dejaron la casa materna, vivieron en la calle a principios de la dé- cada de los noventas y posteriormente se vincularon a MAMA AC construyendo desde ahí un proyecto de vida distinto al que les esperaba en la calle. Detrás de este planteamiento estaba el interés por mostrar la complejidad del proceso de cambio que estos niños experimentan a lo largo de su vida, para inci- dir en aquellas mentalidades de corte asistencialista 1 —voluntarista—, aún muy difundidas en nuestro país. La investigación se definió en el campo de la microsociología, justo en el vérti- ce psicosocial, de donde surgen las dinámicas resultantes de la interacción entre el individuo y su entrono. Para el diseño de la estrategia metodológica se recurrió a tres coordenadas: el enfoque cualitativo, el estudio de caso y el método biográfico, de manera que fuese posible tanto recuperar el fenómeno desde su complejidad, como trabajar desde la perspectiva de los protagonistas de estas historias. El análisis de las trayectorias permitió profundizar en la comprensión del cam- bio de vida en los niños de la calle, aportando elementos para la toma de decisio- nes racionales y eficientes en los campos de las políticas públicas y el diseño de estrategias, modelos y programas destinados a esta infancia. Los resultados se reunieron en un trabajo titulado “Niños de la calle rompien- do círculos: trayectorias de un proyecto educativo liberador”. A continuación se presenta un extracto del capítulo titulado: “Coordenadas para trazar un modelo explicativo del cambio de vida en los niños de la calle”, en el que se exponen las etapas a lo largo de las cuales se despliega el cambio de vida. el itinerario del cambio

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NIÑOS DE LA CALLE:

El cambio pasa primero por la posibilidad de imaginarlo, después, por ser nombrado, para finalmente, actuarlo.

Psicóloga y Maestra en Sociología de la Educación. Trabajó en MAMA AC como Maestra, Edu-cadora, Coordinadora del programa para niñas de la calle y más tarde como Responsable de planea-ción y evaluación. Coordinó el Diplomado de derechos de los niños del ITESO. Actualmente es Res-ponsable del área de investigación y evaluación educativa en el Trompo Mágico Museo Interactivo.

1 Esta perspectiva actúa a través de una la lógica de la satisfacción de necesidades atendiendo las cir-cunstancias inmediatas de los niños de la calle, ignorando que tiene una cultura propia que implica una manera particular de ver y entender el mundo, de la cual se desprenden deseos, necesidades y motivaciones que no siempre coinciden con las de la institución que pretende imponer su visión y su lógica esperando que la realidad se adapte a ella.

Sabine Cárdenas Boudey

¿Cómo es que el niño logra desarraigarse de la calle? ¿Qué es lo que le per-mite afiliarse a un programa o institución? ¿Qué es lo que facilita su permanencia en ella? ¿Cuál es el papel de la institución en este proceso?

Estas peguntas, surgidas de la práctica educativa, fueron llevadas al terreno de la investigación con el propósito de explicar cómo ocurre el cambio de vida en los niños que han vivido en la calle y que a través de su afiliación a una institución construyen un nuevo proyecto de vida.

Para tal propósito fueron analizadas las trayectorias de vida de tres jóvenes egresados del Movimiento de Apoyo a Menores Abandonados MAMA AC quienes en su infancia dejaron la casa materna, vivieron en la calle a principios de la dé-cada de los noventas y posteriormente se vincularon a MAMA AC construyendo desde ahí un proyecto de vida distinto al que les esperaba en la calle.

Detrás de este planteamiento estaba el interés por mostrar la complejidad del proceso de cambio que estos niños experimentan a lo largo de su vida, para inci-dir en aquellas mentalidades de corte asistencialista1 —voluntarista—, aún muy difundidas en nuestro país.

La investigación se definió en el campo de la microsociología, justo en el vérti-ce psicosocial, de donde surgen las dinámicas resultantes de la interacción entre el individuo y su entrono.

Para el diseño de la estrategia metodológica se recurrió a tres coordenadas: el enfoque cualitativo, el estudio de caso y el método biográfico, de manera que fuese posible tanto recuperar el fenómeno desde su complejidad, como trabajar desde la perspectiva de los protagonistas de estas historias.

El análisis de las trayectorias permitió profundizar en la comprensión del cam-bio de vida en los niños de la calle, aportando elementos para la toma de decisio-nes racionales y eficientes en los campos de las políticas públicas y el diseño de estrategias, modelos y programas destinados a esta infancia.

Los resultados se reunieron en un trabajo titulado “Niños de la calle rompien-do círculos: trayectorias de un proyecto educativo liberador”.

A continuación se presenta un extracto del capítulo titulado: “Coordenadas para trazar un modelo explicativo del cambio de vida en los niños de la calle”, en el que se exponen las etapas a lo largo de las cuales se despliega el cambio de vida.

el itinerario del cambio

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El cambio de vida: elementos para su comprensión

El cambio en términos teóricos se entiende como un proceso de resocialización.2

Uno de sus rasgos principales es la ruptura —paulatina— que hace el niño de su mundo anterior —la calle— incorporándose a una nueva realidad, la de la vida en la institución. A lo largo de este proceso el niño reinterpreta su historia, resigi-nifica su presente y construye un horizonte de futuro.

El proceso de cambio trastoca en un primer momento la realidad objetiva del niño y posteriormente permea su realidad subjetiva.3 Las primeras etapas del pro-ceso muestran esto con claridad: la presencia del educador en la calle desencade-na un cambio en las prácticas cotidianas del niño, quien se reúne junto con otros pares en torno a las actividades que el educador facilita. Paralelamente en estos encuentros el niño comienza a desarrollar un lazo afectivo con el educador y a reconstruir la confianza perdida en los adultos. Más tarde y gracias a los logros que va alcanzando, reconstruye la confianza en sí mismo incorporando nuevos refe-rentes del mundo, que transforman su realidad subjetiva. El cambio ocurre enton-ces en una lógica que va de afuera hacia adentro y de los otros hacia sí mismo.

Estas son las bases sobre las cuales se gesta el proceso de cambio cuyos ingre-dientes esenciales son: los pares del niño, los educadores, la vinculación afectiva con ambos y la pertenencia desarrollada hacia el espacio educativo.

Variables implicadas en el proceso de cambio

El cambio se gesta dentro de una red de relaciones que se teje a lo largo de tres dimensiones: la social, la institucional y la individual.

Cada dimensión se constituye de una serie de variables que facilitan u obstacu-lizan el cambio de vida. En la siguiente tabla se muestra estas variables.

Dimensión social Dimensión institucional Dimensión individual

• Situación histórica que se vincula al desarrollo de nuevos modelos de intervención.• Cambio del entorno: disminución de recursos para la sobrevivencia en la calle.• Grado de flexibilidad de los espacios sociales a los cuales el niño se va incorporando.• Recursos y oportunidades para la vida productiva.

• Espacio educativo de puertas abiertas.4

• Pedagogía participativa.• El estilo de relación dialógica, horizontal y democrática entre el niño y los educadores.• El discurso pedagógico cuya función es construir el contorno del nuevo mundo.• El juego.• Recuperación de los valores de la cultura callejera.• El fortalecimiento de la vida colectiva.• La atención de necesidades básicas (servicios).• La crisis Institucional que fortaleció la organización y la identidad colectiva.

• Tipo de vínculo parental.• Tiempo de vida al interior de la familia.• Intereses vinculados a la permanencia en el hogar.• Edad del niño en la que experimenta el proceso de salida.• Grado de satisfacción experimentado en la calle.• Tiempo de vida en la calle.• Arraigo a las drogas.• Vinculación afectiva con los educadores.• Vinculación afectiva con los pares.• Pertenencia al espacio educativo.• Conquista de metas en el espacio educativo.• Construcción de una visión de futuro.

2 Berger L. Peter, Thomas Luckmann. La construcción social de la realidad. Amorrortu. Argentina. 2003.3 De acuerdo a Berger y Luckmann la realidad objetiva está socialmente definida y se cristaliza en las instituciones y las prácticas cotidianas que son desarrolladas en su interior. Por otra parte, la realidad subjetiva se define como los significantes con los cuales el individuo construye una idea determinada de sí mismo y su mundo. La realidad subjetiva se mantiene en cuanto encuentra una confirmación en la realidad objetiva. (P.l. Berger y T. Luckmann. La construcción social de la realidad. Amorrortu. Buenos Aires. 1968., pp. 185-216.)4 Refiere a un modelo en el cual los niños circulan libremente, no son retenidos a la fuerza dentro del espacio educativo.

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5 Hay que aclarar que el foco del estudio se centró en estas dos dimensiones por lo que la profundi-zación en la dimensión del entorno social excede las posibilidades de este análisis.

A lo largo del proceso de construcción del proyecto de vida alternativo a la calle, la participación de las variables correspondientes a las dimensiones institu-cional e individual5 se mantienen más o menos constantes, sin embargo el peso o importancia de cada una varía de acuerdo a cada etapa del proceso.

Las etapas del cambio

A partir del análisis fueron definidas cuatro etapas a partir de las cuales se desplie-ga el proceso de cambio: Activación, Anclaje, Evolución y Consolidación.

El criterio para definir donde inicia cada etapa se estableció a partir de los avances que los informantes presentaron en la construcción de un nuevo PV y que inician con la salida de la calle.

Sin embargo tales avances van de la mano con el paso de un espacio social a otro es decir, las etapas que marca el propio programa educativo.

A. Activación

Refiere a la activación de la voluntad de cambio. En términos estrictos habría que decir que el cambio de vida se activa al momento que el niño busca transformar sus condiciones de vida saliendo de la familia, pero para los fines del trabajo, el inicio del cambio sé situó en el momento en que la búsqueda del niño encuentra un espacio propicio, digamos un terreno fértil.

Es la etapa en que el niño se encuentra con el educador de calle, participa en las actividades que éste organiza y toma la decisión de asistir al espacio educativo, comenzando un ir y venir de la calle al albergue.

B. Anclaje

Es el momento en que el niño fija su intención de cambiar de vida. Se caracte-riza por la concentración de las actividades al interior del espacio educativo, la intensificación de las relaciones entre los pares y educadores mediados por el despliegue del discurso pedagógico y el reconocimiento de los logros que cada niño va alcanzando.

Todo ello contribuye a disminuir la identificación del niño con la vida de la calle y a fijar la pertenencia al espacio educativo.

Esta etapa, de acuerdo a la estructura institucional de fases, incluye la segunda mitad de la fase de albergue y el tránsito a una comunidad de vida de 24 horas.

C. Evolución

El niño ha logrado la salida de la calle y la desactivación de algunos aspectos de la cultura callejera. La actividad se enfoca en la construcción de un nuevo PV: in-cursiona en nuevos espacios sociales, empezando por la escuela y finalizando con el centro de trabajo. En esta etapa la comunidad de pares tiene una importante función ya que actúa como una red que sostiene y mantiene al niño dentro de ella, permitiéndole continuar su avance hacia la conquista de nuevos logros.

D. Consolidación

La etapa de consolidación implica el anclaje del niño en nuevos espacios sociales, siendo los más importantes el trabajo y otros grupos de referencia importantes como los grupos de amistades, equipos deportivos, etcétera.

Esta es una etapa tan importante y delicada como la del anclaje ya que las contradicciones en las que se ve envuelto el muchacho pueden llegar a ser tan fuertes que lo hagan regresar a la vida anterior en la calle.

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En el caso de los informantes se presentó una crisis, que más allá de las difi-cultades inherentes a la adolescencia, se vio intensificada por múltiples contra-dicciones vinculadas a la relación con los educadores y la institución, sus pares y el espacio laboral.

En dos de los tres casos esta crisis desencadenó un dramático pero temporal, regreso a la vida de la calle.

Para que ocurra una consolidación exitosa del nuevo PV es condición previa necesaria redireccionar el intenso vínculo que tiene el niño con su comunidad y sus pares hacia nuevos espacios sociales, a través de los cuales diversifique y enri-quezca su identidad y pertenencia.

Categorías a partir de las cuales se manifiesta el cambio

Cada una de las etapas anteriores está cruzadas por cinco categorías a través de las cuales es posible hacer explícitos los avances que los niños tuvieron a largo del proceso. El orden en que se presentan estas categorías sigue un patrón manifiesto en las trayectorias analizadas.

En la tabla siguiente se describe cada una.

A. Vínculos

Transita lo largo de un continuo que va de un vínculo inestable, ambivalente, poco gratificante, hacia una vinculación cada vez más estable, gratificante, a partir de la cual el niño se reconoce como una persona merecedora de la aceptación y el afecto de los demás. Pasa por la vinculación con los pares, con el educador, con el espacio educativo, con los otros y con nuevos espacios sociales.

B. Confianza

Sigue un proceso que va de afuera hacia adentro, se reconstruye en la relación con el otro, en este caso con el adulto educador y los pares, posteriormente, se introyecta en la relación consigo mismo.

En la medida en que sus experiencias se tornan más gratificantes la relación con su mundo y consigo mismo se transforma. Este concepto se nutre de las teorías psicoa-nalíticas del apego, que explican cómo las experiencias con el cuidador desarrollan un modelo determinado de funcionamiento, así como ciertos patrones de recuerdos tanto racionales como emocionales.

C. Pertenencia

Se despliega a lo largo de un continuo que va de la baja pertenencia, pasa por la alta pertenencia y termina en la diversificación de la pertenencia.

La pertenencia a un grupo se define en términos del desempeño de un rol y la participación del individuo dentro de la estructura grupal6.

D. Futuro La visión de futuro en los niños tiene la función de crear un nuevo horizonte de posibilidad, de motivarlos y facilitarles la definición de metas mediante las cuales pueden alcanzar lo que se proponen y ayudarles a mantener el esfuerzo y esperar una gratificación que entre más avanzan más tarda en llegar.

6 Giménez Gilberto. Materiales para una teoría de las identidades sociales. Extraído de la World Wide Wife el día 17 de mayo del 2007: http://www.lie.upn.mx/docs/Diplomados/LineaInter/Bloque1/Identidad/Lec1.pdf.

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E. Logro

Su función es reforzar en el niño la imagen de ser capaz de alcanzar lo que se propone y mantenerlo participando dentro del espacio educativo. Es la prueba concreta de que vale la pena su participación en el espacio educativo. Pasa por tres fases: la salida de la calle, la incorporación al espacio educativo y la posterior incorporación a nuevos espacios sociales.

Para los fines de avanzar en la construcción de un modelo explicativo del cam-bio, fue necesario fijar las categorías bajo una lógica cronológica. Sin embargo en la realidad se presentan de manera diferente, más flexible, se traslapan, se sobre-pone, se influencian mutuamente, etc.

Por ejemplo, entre el vínculo y la confianza existe una relación de recipro-cidad: el vínculo se establece a partir de la confianza y ésta se construye en la vinculación con el otro. En el caso de la pertenencia, es más claro que para esta-blecerse requiere de un vínculo previo y una base de confianza; sin embargo, en lo que respecta a la visión de futuro, parece constituirse sobre la base de las categorías anteriores más otros elementos tales como el logro y el discurso pedagógico.

Recorrido del proceso de cambio en cada etapa y al interior de cada categoría

En este apartado se presenta la integración de las etapas y categorías en cuatro tablas que describen la evolución experimentada por los informantes desde su encuentro con el educador hasta la vida adulta e independiente. Paralelamente se presentan los factores facilitadores de dicho proceso, los cuales se mantienen en su mayoría constantes a lo largo de las etapas.

A. Etapa de Activación

Ejes Descripción Factores facilitadores del cambio

Vinculación (A)

El niño inicia la desvinculación de la calle en la medida en que pasa tiempo en el espacio educativo. Se teje un intenso vínculo que puede depositarse tanto en la figura del educador como en los pares que participan en el espacio educativo.

• Situación histórica que se vincula al desarrollo de nuevos modelos de intervención.• Cambio del entorno: disminución de los recursos para la sobrevivencia en la calle.• Grado de flexibilidad de los espacios sociales a los cuales el niño se va incorporando. • Espacio educativo de puertas abiertas.• Pedagogía participativa. • El estilo de relación dialógica, horizontal y democrática entre el niño y los educadores.• El juego. • Recuperación de los valores de la cultura callejera. • La atención de necesidades básicas (servicios).• Edad del niño en la que experimenta el proceso de salida. • Grado de satisfacción experimentado en la calle.• Tiempo de vida en la calle.• Arraigo a las drogas. • Vinculación afectiva con los educadores. • Vinculación afectiva con los pares.

Confianza(A)

Inicia la reconstrucción de la confianza en el otro fundamentalmente en las figuras adultas representadas por el educador.

Pertenencia (A) Se concentra en el grupo de

pares.

Logro (A)

Desvincularse de la calle, incorporándose al espacio educativo y desactivar progresivamente los hábitos negativos adquiridos en la calle.

Visión de Futuro (A)

Aparece en el horizonte del niño la posibilidad de cambiar su vida: el deseo de ser más.

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B. Etapa de Anclaje

Ejes Descripción Factores facilitadores del cambio

Vinculación (B)

Se mantiene con aquel edu-cador que permanezca a lo largo del proceso, pero se dirige e intensifica hacia la comunidad de pares.

• Cambio del entorno: disminución de los recursos para la sobrevivencia en la calle.• Pedagogía participativa. • El estilo de relación dialógica, horizontal y democrática entre el niño y los educadores.• El discurso pedagógico cuya función es construirle contorno del nuevo mundo.• El juego. • Recuperación de los valores de la cultura callejera. • El fortalecimiento de la vida colectiva. • La atención de necesidades básicas (servicios).• La crisis Institucional que fortaleció la organización y la identidad colectiva. • Grado de satisfacción experimentado en la calle.• Tiempo de vida en la calle.• Arraigo a las drogas. • Vinculación afectiva con los educadores. • Vinculación afectiva con los pares.• Pertenencia al espacio educativo. • Conquista de metas en el espacio educativo. • Construcción de una visión de futuro.

Confianza(B)

Da los primeros pasos para la reconstrucción de la confianza en sí mismo a partir de los logros que comienza obtener: asistir al espacio educativo, disminuir el consumo de droga, la violencia en sus relaciones, colaborar activamente en las actividades, etcétera.

Pertenencia (B)

Concentración de la pertenencia al espacio educativo.

Visión de Futuro (B)

Se definen los términos que plantea el programa educativo: vida comunitaria, estudio, deporte, trabajo y solidaridad.

Logro (B)Incorporación, adaptación y participación productiva en la comunidad.

C. Etapa de Evolución

Ejes Descripción Factores facilitadores del cambio

Vinculación (C)

El vínculo se intensifica hacia los pares y educadores, se debilita paulatinamente en relación a los educadores y se diversifica hacia otros pares de nuevos espacios sociales.

• Grado de flexibilidad de los espacios sociales a los cuales el niño se va incorporando.• Recursos y oportunidades para la vida productiva. • Espacio educativo de puertas abiertas. • Pedagogía participativa. • El estilo de relación dialógica, horizontal y democrática entre el niño y los educadores. • El discurso pedagógico cuya función es construirle contorno del nuevo mundo.• El juego. • Recuperación de los valores de la cultura callejera. • El fortalecimiento de la vida colectiva. • La atención de necesidades básicas (servicios).• Tiempo de vida en la calle. • Arraigo a las drogas. • Vinculación afectiva con los educadores. • Vinculación afectiva con los pares.• Pertenencia al espacio educativo.• Conquista de metas en el espacio educativo. • Construcción de una visión de futuro.

Confianza(C)

Reconstrucción de la confianza en sí mismos a partir de que el niño comienza a obtener logros en nuevos espacios sociales.

Pertenencia (C) Diversificación a nuevos

espacios sociales.

Visión de Futuro

(C)

El horizonte de futuro enmarca las acciones y los esfuerzos cotidianos, definiendo un “para que” en la conciencia del niño.

Logro (C)

Incorporación, adaptación y participación productiva en nuevos espacios sociales.

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D. Etapa de Consolidación

Ejes Descripción Factores facilitadores del cambio

Vinculación (D)

Redistribución del peso específico de los vínculos afectivos del niño, de manera que la relación que tiene con la comunidad pasa de la independencia a la interdependencia.

• Grado de flexibilidad de los espacios sociales a los cuales el niño se va incorporando.• Recursos y oportunidades para la vida productiva. • Espacio educativo de puertas abiertas. • El estilo de relación dialógica, horizontal y democrática entre el niño y los educadores. • El discurso pedagógico cuya función es construirle contorno del nuevo mundo.• Arraigo a las drogas. • Vinculación afectiva con los educadores. • Vinculación afectiva con los pares.• Pertenencia al espacio educativo.• Conquista de metas en el espacio educativo. • Construcción de una visión de futuro.

Confianza(D)

Reconstrucción de la confianza en el mundo que le rodea, en el futuro que le espera y en sí mismo, en su capacidad para la vida independiente.

Pertenencia (D)

Redistribución del peso de la pertenencia entre los espacios sociales que ahora constituyen su vida.

Logro (D)

Incorporación, adaptación y participación activa y productiva en el ámbito laboral.

Visión de Futuro

(D)

El horizonte de futuro imaginado en la etapa dos aporta las pautas para ponderar sus logros y construir nuevas metas.

El itinerario que sigue el proceso de cambio a lo largo de cada una de estas etapas muestra que la cuestión de cambiar no consiste únicamente en optar por salir de la calle, aprovechar las oportunidades que las instituciones les ofrecen y construir un nuevo proyecto de vida. Por el contrario, da cuenta de una com-pleja y fina trama que se teje entre la realidad intrapsíquica y la realidad social del niño, cruzada por fuerzas y tensiones entre estos niveles de realidad, mismos que posibilitan o dificultan el tránsito de los niños que viven en la calle hacia una vida digna y gratificante.

Comentarios finales

Desde una perspectiva sociológica es posible entender el cambio de vida como un pro-ceso de resocialización, el cual implica una alternancia, es decir una fuerte transforma-ción en la que se desmantela y reconstruye la realidad subjetiva de la persona.7

Sin embargo al tratarse, en este caso, de niños que aún se encuentran en la etapa de socialización primaria y dada su condición de “callejeros”, el proceso de sociali-zación se despliega bajo una lógica cronológica distinta que no implican necesaria-mente romper con la realidad anterior,8 de manera que, sobre la base del mundo internalizado en la socialización primaria, se construye “una nueva realidad subjeti-va”, donde el pasado es reinterpretado a partir de los referentes del presente.

El cambio de vida implica entonces el desarraigo de un mundo anterior y la adapta-ción a un nuevo mundo, para lo cual se requiere de las siguientes condiciones:9

• Una estructura facilitadora del cambio.• Nuevos referentes del mundo.

7 Idem., p. 195.8 Idem., p. 2009 Berger L. Peter, Thomas Luckmann. La construcción social de la realidad, Amorrortu. Argentina. 2003., p. 195.

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• Desplazamiento físico de un contexto a otro.• Figuras socializantes transmisoras de los nuevos referentes.• Identificación y apego hacia estas figuras.

Para Berger y Luckmann la condición social más importante consiste en disponer de una estructura de plausibilidad eficaz, una base social que sirva como “labora-torio” de transformación. Este es justamente el rol de la institución y su programa educativo mediatizado por nuevos significantes, en este caso los educadores. En este proceso el niño establece una fuerte identificación hacia su educador la cual se caracterizada por reproducir las experiencias infantiles de dependencia emocional y por lo tanto facilita la apertura para la adopción de nuevos significados.10

La multiplicidad de factores asociados al cambio nos muestra que éste no es una ecuación simple de explicar y que depende de la conjunción de una diversi-dad de circunstancias en un tiempo específico. Lo cual contribuye a desmantelar las ideas simplistas basadas en la relación causa efecto que aún permean amplios sectores de la sociedad.

La idea de cambio implica una ruptura biográfica “subjetiva”, una nueva interpre-tación de la historia personal. Lo que estos jóvenes nos muestran a fin de cuentas es el arte de rescribir la propia historia reorientándola hacia un mundo más amable.

La idea de cambio implica una ruptura biográfica “subjetiva”, una nueva in-terpretación de la historia personal. Lo que estos jóvenes nos muestran a fin de cuentas es el arte de recrear su propia historia.

10 Idem., p. 195.