Proceso a Job

28
JOSE ANTONIO ALVAREZ CAPEROCHIPI. EL LIBRO DEL PROCESO DE JOB. UNA NUEVA CRÍTICA A KIERKEGAARD. Pamplona 2010

description

Continuación de mi crítica a Kierkegaard. Si en el ensayo anterior hice una crítica al Abraham de Kierkegaard por no corresponder a su perfil escriturario, ahora hago esa misma crítica al Job de Kierkegaard.

Transcript of Proceso a Job

Page 1: Proceso a Job

JOSE ANTONIO ALVAREZ CAPEROCHIPI. EL LIBRO DEL PROCESO DE JOB. UNA NUEVA CRÍTICA A KIERKEGAARD.

Pamplona 2010

Page 2: Proceso a Job

El libro del proceso de Job

2

I. EL LIBRO DE JOB COMO UN LIBRO DE DERECHO.

Introducción. Hace algunos años, cuando escribí mi crítica a la obra de Kierkegaard, me comprometí a escribir un comentario al libro de Job. Era un reto. Abraham no da la razón a Kierkegaard, pero Job parece que sí. El sufriente sin sentido, el más desesperado, el más Kierkegardiano de todos los tiempos era Job.¿Y acaso pueden tener sentido el sufrimiento y la muerte sin angustia y desesperación? Criticar la concepción de Kierkegaard sobre Abraham en temor y temblor no me bastaba para criticar a Kierkegaard y defender el derecho, necesitaba un argumento más sólido, más profundo, más radical, más “original”; tenía que dar respuesta coherente a Job como modelo sufriente, esencia de la fe, que seduce a Kierkegaard. ¿Es legítimo, como hace Kierkegaard, presentar a Job como el paradigma del varón virtuoso?1. Miles de años antes de escribirse temor y temblor, la desesperación y el pecado y el concepto de la angustia, parecen estar presentes en el libro de Job. Job, como Abraham, fue, es y será ya siempre un desesperado. Su rehabilitación no libra a Job, como a Abraham, de la desesperación. La angustia ante la acusación de Satán no puede borrarse. Su terror le persigue. Quizás Satán este preparando una tercera prueba y un fuego del desierto vaya a matar a sus nuevos hijos, hagan o no hagan fiestas con sus hermanas. El Creador arbitrario ¿se dejará engañar de nuevo por Satán? Job, el perseguido, callara entonces o maldecirá de nuevo al Señor a la cara.

1 A través de Job explica Kierkegaard la superación de la repetición estética y ética, y encuentra la repetición religiosa. Kierkegaard ve en Job el prototipo del cristiano, se ve a sí mismo en Job. Su libro sobre La Repetición es una continuación de Temor y Temblor. Kierkegaard proclama que la fe supera la filosofía griega, basada en Sócrates y Platón, que debe ser superada por la repetición, que sólo acontece en el ámbito religioso, en lo absurdo, mas allá de la razón. Job, igual que Abraham, personifica la fe, su acto supremo el arrepentimiento, la conversión, es tomar sufrimiento de la desesperación como ser de su vida; y por la virtud de lo absurdo le ha sido devuelto a Job la totalidad duplicada de sus bienes; aunque no recupera sus hijos primeros, porque en el tiempo la repetición no puede ser tan perfecta como en la eternidad. A mi parecer la idea es la misma que en ejercitación del Cristianismo, donde presenta el cristiano como repetición de un ejemplo de sufrimiento, de la desesperación ante el pecado, como una repetición del sacrificio de Cristo. Dios me lo dio, Dios me lo quito, es el texto de Job sobre el que Kierkegaard escribe los discursos edificantes, publicados en 1843, el mismo año de La Repetición. Los textos de Job son la mano de Dios sobre su corazón oprimido, y Kierkegaard afirma haber leído y entendido el libro de Job con el corazón. La personalidad de Job explica el sentido de la rebelión de Kierkegaard frente a HEGEL: CHESTOV, L.; Kierkegaard y la filosofía existencial, Bs. Aires, 1965, Pág. 56, 53. A mi juicio la concepción de Job de Kierkegaard es literaria pero no resiste a la crítica desde la propia Escritura. Abraham y Job recuperan hijos y riquezas por el absurdo, pero ninguno de los dos recupera su mejer, porque, como explico en mi ensayo anterior, no supieron defender la estructura social, porque no supieron valorar la grandeza de Hegel, y es que recibir a la mujer es también integrarse en la estructura social, lo que no es una virtud del pensamiento de Kierkegaard.

Page 3: Proceso a Job

El libro del proceso de Job

3

Yo, frente a Kierkegaard, creo que el mundo se rige y se explica por el amor, la justicia y la sabiduría, no por el pecado; el pecado es un concepto ontologicamente limitado, necesariamente efímero, un suceso circunstancial; un ayer y hoy puntual, localizado, un sí mismo ya terminado, estéril y sin sentido. Y el hombre, que no nace infinita, eternamente condenado, no tiene justificación para estar desesperado; tiene obligación positiva de luchar por la justicia. Y de eso, entiendo, habla el libro de Job. Mi reto ante el Job de Kierkegaard es explicar lo que ya se de antemano, lo que es mi a priori dogmático: la vida, la religión, la razón, el derecho no se explican en la lejanía infinita de un Dios contrariado, inescrutable, vengativo, absurdo; no se explican asumiendo la desesperación de Job como paradigma de la virtud más excelsa. Este es el tema de este ensayo. Creo que la única alternativa real al mundo regido por la noción de pecado, es la de un mundo fundado en la justicia. Una justicia fundada y defendida por el Altísimo. Si no se cree en la justicia del Señor se da protagonismo ontológico al mal en el mundo; se duda de la rectitud y significado de la providencia. Creo que este es el auténtico tema del libro de Job: Si el Señor no se comportase con justicia en sus relaciones con el hombre quizás no se podría decir que el hombre ha sido hecho a imagen y semejanza de su Creador. Un Dios absurdo, inescrutable, hace del hombre semejante a un animal. Y creo que Kierkegaard merece la misma condena que los tres amigos de Job, porque repite sus mismos argumentos. Muy por el contrario, yo pienso que el hombre, el mundo la razón y la historia se basan en un acto de amor, en una invitación al banquete de la Creación, en un Dios presente en la historia, a nuestro lado, que respeta la obra creadora del hombre en la tierra, y que le pone los medios y le exige que luche por la justicia. Yo pienso que es verosímil concluir que los tres amigos y Job mismo son considerados idólatras. No sigamos a Kierkegaard, seamos osados, seamos optimistas, creamos en la justicia, y ¿Por qué no? acusemos al Creador, puesto que el mismo se somete gustoso a la justicia. 1.1. Significado de la acusación de Job: el pecado original. Considero el libro del proceso de Job como el mayor reto que la divinidad plantea al hombre. El punto de inflexión y de ruptura entre una justicia humana, represiva del delito y retributiva del merito, y una justicia divina supuestamente inescrutable. La difícil respuesta al enigma de la justicia divina: sobrellevar la terrible experiencia de vivir ante un Dios caprichoso que nos castiga y nos premia sin que podamos comprender el sentido. La arbitrariedad del Creador parece evidente y parece solo puede compensarse con el recurso a “otro” mundo, y a una “misteriosa” justicia celestial. Inescrutable es análogo a inexistente. Desde la resignada postura de Kierkegaard, entiendo que sería verosímil deducir que el Señor no está presente en este mundo; aquí se añora su sabiduría y su justicia. Frente a la resignación también cabe la rebelión y sostener que la divinidad o no existe o es injusta; y si es injusta es como si no existiera, porque si es injusta (o si su justicia es incomprensible) debe dejar la tierra al hombre como indemnización de daños2. 2 Desde este planteamiento Jung sostiene que el equilibrio moral del proceso entre el hombre y Dios, para poder estar el Creador a la misma altura de la dignidad moral de Job, o para cumplir una función redentora que justifique la creación, solo se puede reestablecer por la encarnación y la

Page 4: Proceso a Job

El libro del proceso de Job

4

Para criticar a Kierkegaard voy a leer el libro de Job, como un proceso penal pendiente de sentencia. El merito de Job no es su resignación, como piensa Kierkegaard, sino su rebelión. Y la divinidad se presenta para dar explicaciones porque su justicia no es inescrutable. Seamos coherentes…, tomemos en serio la denuncia de Job, acusemos al Creador ante la justicia humana, pudieran existir indicios verosímiles de culpabilidad: “me ha creado para que muera, y me hace sufrir en vano”, y esto constituye el tipo de un delito de lesiones o daños, o al menos el presupuesto de una culpabilidad (¿por que lo consientes sin hacer nada para evitarlo?). El sufrimiento y la muerte no tienen sentido; Job se siente un animal: mi padre no es el Señor, sino la tierra; y mi madre no es la tierra, sino el gusano (17,11). Continuemos la acusación de Job. El proceso tiene interés. El debate procesal se centra en la damnatio memoriae del Creador, y su consecuencia es determinar quien es el dueño efectivo de la tierra en nombre de la justicia “humana”3. Así que el tema que voy a plantear en este comentario es si desde un punto de vista exclusivamente centrado en la justicia humana, el Creador puede ser absuelto de las imputaciones de Job, esto es de ser arbitrario, de habernos creado para sufrir y morir, si hay otra respuesta coherente al libro de Job distinta de la repetición que exige Kierkegaard, de la desesperación y angustia ante el pecado. La acusación del Creador, ante la justicia humana, parece especialmente factible porque Job ha sido reconocido como recto por el Creador mismo (especialmente en el prólogo y el epílogo), y entonces es difícil de entender porque se le hace nacer para sufrir y morir.

muerte en la Cruz. Es corriente considerar el libro de Job como un proceso: S. H. SCHOLNICK, Lawsuit Drama in the Book of Job, 1975; The Structure and Purpose of the Book of Job; Bibliotheca Sacra (April-June 1981), Págs. 139-57; G. W. PARSONS, Literary Features of the Book of Job, Bibliotheca Sacra (July, 1981) Págs 213-29. N. C. HABEL, The book of Job, the Old Testament Library, Philadelphia, 1985, Pág 31. VON RAD, Wisdom in Israel, Pág 221. S. BAKON, God and Man on Trial, Jewish Bible Quarterly, 21 (1993): 22. El libro de Job es quizás la constancia fehaciente del debate de un proceso en el que el Señor quiere convencernos de su inocencia; el Señor quiere poner de manifiesto que su justicia rige en los cielos y también en la historia; y que esa justicia debiera ser reconocida por el hombre en todo tiempo como evidente. Y es que el libro de Job quizás no es una explicación del sentido purificador del sufrimiento y de la muerte, no es un paradigma de resignación, no es una exaltación de la Providencia, no se plantea el conflicto entre providencia y libertad, no nos explica un camino de progreso espiritual, tampoco es la proclamación de un Dios infinitamente alejado e inescrutable del que nunca podremos comprender las razones, el libro de Job es el relato de un proceso, pendiente de sentencia. 3 Creo que en su respuesta a Job Jung cuestiona la presencia del Creador en el mundo como rector y responsable de la historia. El mismo argumento se vierte en el proceso de Kafka, en el que el detenido intenta llegar sin éxito hasta el juez que le ha condenado, y que finalmente es ejecutado sin saber por qué; una expresión literaria del Dios injusto que priva al hombre de todo consuelo. ¿Condenaras a la vez a Justos y pecadores? Abraham y Job plantean el mismo alegato procesal. El Señor contestó a Abraham que no había diez justos en Sodoma y Gomorra, y que por eso su destrucción era justa, y Abraham no continúo el proceso contra el Señor, seguramente porque no se consideró justo para defender Sodoma, ni después para defender la vida de su hijo en el monte Moria. Job, muy al contrario, sí se considera justo, se rebela ante el Señor por la muerte de sus hijos, por su sufrimiento, por su destino. Se siente legitimado para interpelar al Señor a un proceso ante la Justicia humana. Acusa al Señor de la injusticia y le reta a comparecer a Juicio. ¿Condenaras a la vez a justos y pecadores?

Page 5: Proceso a Job

El libro del proceso de Job

5

1.2. El libro de Job como testimonio fehaciente de un debate procesal solo pendiente de sentencia. Frente a lo que opina Kierkegaard, la acusación al Creador es una justa alternativa a la resignación, angustia y desesperación por el pecado. El libro de Job, quizás el libro mas importante de la Escritura, contiene las dos teofanías mas extensas y prolijas de la Escritura. En medio de una tempestad, el Creador denunciado comparece. El Señor sabe que está en entredicho, Job hecho a imagen y semejanza de su Creador puede acusarlo, y puede tratarlo de igual a igual ante la justicia humana, de hecho el Creador alaba expresamente la rebelión de Job. En su intervención el Señor no niega los hechos que se le imputan: es Responsable de la muerte y el sufrimiento del hombre ¿Y como puede ser justa tanta muerte y desolación? Y es llamativo que si la Escritura normalmente refiere la palabra del Señor por medio de intermediarios, o a lo sumo en sencillos monólogos o en breves diálogos, en el libro de Job el Señor se extiende largamente sobre sus excusas o razones. Pretender encontrar nuevas razones sería minusvalorar la capacidad del Señor de defenderse a Sí mismo, aducir nuevas razones en Su defensa merecería la misma condena que han recibido sus tres primeros abogados: Elifaz, Bilad y Sofar. Es cierto que Job después de escuchar al Señor se humilla públicamente y renuncia a continuar el proceso como acusación, pero sabemos que Job ha obtenido una jugosa satisfacción (le ha dado el doble de lo que le quitó) y este desistimiento de Job es por tanto es una conducta irrelevante. El Señor es acusado de un delito perseguible de oficio y que además se comete por imprudencia. El ministerio fiscal debe continuar la acusación al menos para determinar la responsabilidad civil derivada del delito: si es injusto (o si no se pueden conocer las razones de su justicia) el Creador debe dejar el mundo en nuestras manos4.

4 Es una opinión generalizada que la sorpresiva e intempestiva aparición del Acusado ha sido imprudente, impetuosa y decepcionante. Muchos autores han puesto el acento en que el juicio previo en los cielos no parece tener coherencia con el tema central del libro; y que el desenlace tampoco parece corresponder a un desarrollo coherente del problema del sufrimiento y de la providencia, y mucho menos a una resolución del mismo. Y su defensa es decepcionante, tras desautorizar a sus abogados parece pretende defenderse a sí mismo con dos discursos incoherentes; un primer discurso sobre planetas, animales y tal, y un segundo discurso, repetitivo del anterior, sobre un elefante y una ballena y sobre mirar a los ojos, que presagian una inexperta defensa basada quizás en su incapacidad transitoria en el momento de la Creación. Una intervención final que parece más la moraleja de una fotonovela, que una respuesta seria al problema del mal. Un añadido moralizante innecesario (GIRARD, Job Parler de Dieu a partir de la souffrance de l´innocent, Paris 1987). Muchos autores piensan que el discurso entero del Señor es un añadido (en detalle L.A. SCHOKEL- J.L. SICRE, Job comentario teológico literario, 2 ED. Madrid 2002, Pág. 67), explican que según la critica de textos de fines del XIX la postura mayoritaria es considerar que, aparte las diferencias estilísticas, no aportan nada nuevo y que no responden a los argumentos de Job y Eliahu, aquí terminan los discursos de Job (31,40), seria el fin originario del libro. Tal postura continúa hasta la actualidad: Son añadidos posteriores (W. B. STEVENSON, The poem of Job: a literary study, with a new translation, Oxford 1947, Pág., 54; M. POPE, Job, The Anchor Bible, Nueva York, 1973) aunque pudieran ser del mismo autor (STEINMANN, Le livre de Job, 1955). Otros opinan que el segundo discurso es un añadido cruel. Aunque la crítica mas moderna parece recuperar la idea de la unidad del libro de Job y de la autenticidad y sentido de los discursos del Creador. (KEEL, GORDIS, KUBINA Y BRENNER), sitúan el primer discurso en el dominio de la naturaleza, y el segundo en el dominio de la historia y la lucha contra el mal.

Page 6: Proceso a Job

El libro del proceso de Job

6

Y este es ni más ni menos el objeto de este comentario ¿condenaremos al Creador? Voy a intentar justificar una defensa del Creador intentando acusar a Job; ello me exige sostener que la condena previa a Job en los cielos ha sido justa, e intentar entender la coherencia del desenlace final. ¿Y que relación tiene con la crítica a Kierkegaard? Por una parte de Job se alaba su rebelión, no su resignación; por otra parte condenar a Job es rechazar el sufrimiento, la angustia y la desesperación ante el pecado como modelo de virtud. Yo voy a intentar justificar aquí que el libro de Job si se analiza como el desarrollo y conclusión de una doble condena a Job tiene coherencia doctrinal y literaria.

Page 7: Proceso a Job

El libro del proceso de Job

7

II. EL JUICIO PREVIO EN LOS CIELOS Y SU

SIGNIFICADO. 2.1 El proceso de Job en los cielos como parte esencial de la trama del libro

de Job. Yo, al contrario que Kierkegaard, no veo en Job el paradigma del varón virtuoso, la exaltación del valor del sufrimiento, la exigencia de sumisión a una providencia inescrutable. Al contrario lo que yo leo en la Escritura es la condena de Job, una condena severa y rigurosa, y perfectamente explicada en sus razones. La asamblea preliminar en los cielos aprueba un castigo severo contra Job. La audiencia preliminar parece a primera vista un relato independiente del debate central del libro5. A primera vista, el Creador parece salir malparado de la audiencia preliminar: se deja engañar por Satán, y aun insiste dos veces en la tortura y sufrimiento caprichoso de Job. Job ha sido condenado sin acusación formal, sin 5 Y en la bibliografía sobre Job es una apreciación reiterada que el juicio preliminar pudiera ser una antigua leyenda, sobre la que después se escribiría el texto central de la trama del libro. La critica a la unidad del libro se iniciaría a finales del XVII, cuando R. SIMON destaca las importantes diferencias de estilo (prosa y poesía) y de contenido teológico entre el texto del libro y su prologo y epilogo. Y así la tesis de la elaboración progresiva de la obra seria casi unánime hasta época reciente. Véase J. LAMB, The Rhetoric of suffering, Reading the book of Job in he eighteen century, Oxford 1995, se supone que el principio y el final son añadidos para dar sentido a los inconclusos diálogos centrales. Por ejemplo J. STRAHAN, The book of Job, Edinburgh, 1913, Pág. 23 y sigs. Relata que en el prologo se utiliza preferentemente el nombre de Yahweh, y la redacción es sencilla y no alambicada y poética como es la del texto principal. Satán que no está en el prologo no vuelve a aparecer en el texto. En los diálogos no muestra la misma compostura que en el prologo, y en el epilogo se muestra confortado y abandona su rebelión sin razón aparente. No se entiende la condena de los amigos en el epilogo. Los sacrificios no son mencionados en los diálogos. Ver un examen detallado de autores y argumentos en F. H. POLAK On Prose and Poetry in the Book of Job, Journal of the Ancient Near Eastern Society 24 (1996), pp. 61-97. Muchos tratadistas plantean la hipótesis de varios autores para el libro de Job que van añadiendo estratos progresivos a la obra (G. FOHRER refiere una evolución en cuatro pasos, ver Studies in the Book of Job, AUFRECHT, W. Editor, Pág. 14); GORDIS, The Book of God and Man, Chicago 1965, plantea la hipótesis de un solo autor pero que escribiría la intervención del Señor y el epilogo con posterioridad a los diálogos. (ver en detalle, L. J. WATERS, The Authenticity of the Elihu Speeches in Job 32—37, Bibliotheca Sacra 156:621 (January-March 1999). Pág. 28-41. El libro de Job sería, según estas hipótesis, la reelaboración de un estilo dramático corriente en el cercano oriente en la antigüedad. A mi juicio esto significa no tener en cuenta la coherencia del prologo como presentación de una acusación formal y condena de Job, que luego es ratificada en la intervención divina. Y en este sentido hoy en día muchos autores mantienen la unidad del libro de Job, reforzada por los descubrimientos de Qmram, que parecen acreditar la antigüedad y unidad del libro. El argumento literario y teológico es puesto en duda, por N.M SARNA (ver Studies in the Book of Job, Aufrecht, Walter (Editor), 1985. N. C. HABEL, refiere que lo importante no es el estilo o el contenido teológico sino la puesta en escena de un drama, que tiene una “paradójica totalidad”, The book of Job, Philadelphia, 1985. W.L. MICHEL, Job in the light of north west Semitic, I, Roma 1987; NEWSOM, C.A., (The Book of Job “The New Interpreter's Bible” Vol. 4, Nashville, 1996 p. 325, The Book of Job. A Contest of Moral Imaginations, Oxford 2003), refiere la agria polémica en detalle y habla de un único autor que habría utilizado un estilo arcaizante, refiere que el intento de mostrar una elaboración progresiva del libro de Job se explica para quitarle impacto teológico, solo su concepción unitaria, permite comprender el sentido del mensaje del libro; también en ese sentido, R. SUTHERLAND, Putting God on Trial: The Biblical Book of Job, Trafford, Victoria, 2004. T.L. CONSTABLE, Notes on Job, 2009.

Page 8: Proceso a Job

El libro del proceso de Job

8

pruebas y sin ser oído; solo “para probarlo”; y resulta que el creador se equivoca al probarlo y castigarlo. Y lo que es más estremecedor es que el castigo de Job se extiende a sus hijos y siervos, sin culpa aparente de estos. ¿Puede ser justa la justicia divina en la tierra con estos presupuestos? ¿Porque fue juzgado Job? ¿Porque en los cielos? ¿Como no se le cae la cara de vergüenza al Creador de haber condenado a Job sin motivo? Yo, por el contrario quiero subrayar la muy especial relevancia de este juicio previo en los cielos, porque sin este juicio previo la condena del Señor ante la justicia humana sería inevitable. En mi opinión para entender el libro de Job debemos discernir los motivos del proceso y de la condena de Job en la asamblea de los cielos, y situar el debate posterior del libro de Job en la justificación de esta condena. Entiendo que la trama del libro de Job no es sino el desarrollo y la explicación del juicio previo habido en los cielos, en el que Job ha sido juzgado y es castigado justamente. La escritura nos relata que el juicio de Job es un juicio de la tierra. Satán viene de dar vueltas a la tierra. Satán, que representa la tierra, acusa a Job; creo que es verosímil partir del presupuesto de que la causa del castigo de Job se encuentra en la tierra, no en los cielos6. Voy a desarrollar la hipótesis de que Job es condenado por abuso de poder. El ejemplo del II libro de los reyes o el inicio del libro de Isaías parecen poner de manifiesto que la constitución del jurado celestial precede a una condena por abuso de poder del Señor de la tierra, si al acusado no le es imputable delito de sangre7. Además hay una posible segunda razón para la constitución de un jurado público: el Señor antes de resolver su castigo pretende salvar a Job; y teniendo presentes el representante de los perjudicados, les da traslado de la acusación de Satán por si aceptan asumir el daño8. ¿Porque Satán asciende hasta al Señor para poder castigar a Job? Creo que aunque Job merece ser castigado por la tierra, y existen pruebas fehacientes, Satán no se ha atrevido a castigarle esta vez directamente, porque Job actuaba de buena fe en nombre del Señor (hacía sacrificios), y Satán no podía saber si el Señor había encomendado a Job o tenía para Job algún designio particular. Me baso en que 6 No es mi intención comentar principios generales de derecho procesal celestial, pero quiero subrayar aquí con carácter preliminar que como la tierra o los cielos castigan la mayoría de los delitos por procedimientos directos, muy pocos delitos llegan a la audiencia pública de ese especialísimo Tribunal. En efecto, de todos es sabido que la tierra es testimonio de la justicia, es decir la tierra es llamada ordinariamente a cumplimentar una justicia hegeliana, inmanente, destruyendo al injusto; y cuando el hombre (la tierra) sufre un mal ilícito es el hombre mismo (la tierra) quien es llamado a juzgar y castigar. Yo creo que si Job fuese culpable de un crimen doloso de sangre habría sido juzgado en su día por la tierra o por los cielos de modo directo o por procedimiento abreviado, es su buena fe la que explica la constitución del jurado celestial (de humanos) como veremos después. 7 En ocasiones el Señor convoca una asamblea para tomar las decisiones y no ejerce la providencia de modo directo. (Salmos 29,1; 82, 89, 6/9). Y es que la tierra está en la presencia del Señor, y participa en la creación (hagamos al hombre) 8 ¿Y porque se constituye un juicio público? Lo fundamental del juicio de Job es su publicidad, es decir tiene una misión de enseñar públicamente el bien y repudiar públicamente el mal. El proceso público representa el triunfo del principio de verdad, sobre el que se funda la justicia; el fin del juicio no es el castigo, que siempre es una limitación. El Señor dirige el debate de las pruebas para que la tierra o los cielos ejerzan su justicia severa, eso es el principio de la providencia, el desvelo de la verdad. La sabiduría divina pretende triunfar sobre el impío con el juicio mismo, sin castigo divino directo.

Page 9: Proceso a Job

El libro del proceso de Job

9

Satán de las cualidades de Job solo destaca el temor del Señor, y parece se está justificando de que no ha acusado antes. Y es que cuando se ejerce de buena fe la autoridad en nombre del Señor (como en Sodoma, o por el Faraón o Nabucodonosor), el juicio de la tierra debe hacerse en la presencia del Señor, pues el Señor debe consentir que se prive a su representante de autoridad. ¿Y quien constituye el jurado? En el jurado voy a plantear la hipótesis que intervienen cuatro sujetos que han sido salvados previamente de la condena de la tierra, y que instauran los fundamentos de la institucionalización religiosa de la asamblea de los cielos. Si existiese una unidad entre el juicio preliminar y el debate de fondo, no sería descabellado el concluir que Elifaz, Bildad, Sofar, Eliahu, son miembros del comité de expertos, tribunal o jurado, que han votado en favor de la condena de Job en los cielos, y que vienen ahora a notificarle a Job la sentencia y las razones por las que han votado en su contra en la asamblea celestial9. 2. 2 Las acusaciones contra Job. El libro de Job empieza el relato diciendo que un hombre había en una tierra de Uz. Un hombre, es una expresión de orgullo: “No es bueno que el hombre este solo”. Job es el hombre que quiere conseguirlo todo por sí mismo y por su merito, el que hace de su mujer sierva. La tierra de Uz también es un elemento de limitación, no proviene de una tierra santa, de la tierra de Israel, proviene de una tierra sometida a la idolatría; Job como hombre antepone la tierra a las demás cosas, proviene de la tierra. Cuando la escritura nos describa las bendiciones de Job nos dirá que tiene hijos, riquezas y siervos, pero no que tenga mujer; y la descripción de sus riquezas parece poner de manifiesto que apreciaba mas sus riquezas que sus hijos, porque los hijos le habían nacido, mientras que de sus riquezas la escritura hace recuento una a una. Cuando la escritura defina a Job dirá que es un hombre rico, el más rico entre los de antaño. Su alma, su esencia, es la riqueza. La mujer es un don de Dios, no nos dice que Dios le diera una mujer, ni siquiera que tuviera una mujer. Vamos a examinar primero la acusación y sus fundamentos en el libro del proceso de Job. El relato parece poner de manifiesto que hay dos acusaciones diferentes contra Job, una seguida de la siguiente; en dos procesos en los cielos aparentemente distintos, y claramente diferenciados. Creo que la primera acusación es una acusación de la tierra, y es planteada exclusivamente por Satán; la segunda acusación es de la asamblea entera, en la que Satán forma parte como uno más. Las dos acusaciones representan las dos naturalezas de Job, participe de un mundo material, pero a la vez imagen espiritual de su Creador.

9 Me llama mucho la atención que en los diálogos posteriores con los tres (cuatro) amigos tanto Job como Elifaz, Bildad, Sofar y Eliahu dan por sentados de que Job es castigado por la justicia divina. ¿Porque imputar a Dios el fuego del cielo, el viento del desierto y la espada de sabeos y caldeos? Es la razón que me hace pensar que los tres amigos han estado en la asamblea divina previa y vienen a explicar a Job las razones de su condena, conminarle a su acatamiento y pedirle su arrepentimiento. En los diálogos de Job hay siempre una doble respuesta a los amigos y al Señor, de donde deduzco también que considera a sus amigos como enviados por el Señor.

Page 10: Proceso a Job

El libro del proceso de Job

10

La primera acusación por abuso de poder por que Job tiene siervos, y la servidumbre corrompe la tierra. No promueve la liberación de los siervos, y basa sus riquezas en el trabajo de siervos. La servidumbre nunca puede ser un fin en sí mismo, sino solo un medio de liberar al hombre10. Job tiene siervos innumerables, cuenta sus ovejas, camellos, bueyes y asnos uno a uno, pero no cuenta sus siervos. Job ha construido una casa con su trabajo y sacrificio, pero no ha reconstruido antes la tierra: el orden de la tierra debe ser la libertad del hombre. Job ha endurecido su corazón en la presencia del siervo, y ha antepuesto sus hijos al siervo fiel. Job ha sido pacifico y recto, pero no ha buscado la Sabiduría. No ha sabido construir un orden social fundado en el hombre como imagen del Señor. Aquel día el Señor incita a Satán contra Job. El Señor, que detesta la servidumbre, decide juzgar a Job y convoca la Asamblea o jurado celestial por abuso de poder. El día representa el juicio a la persona, la persona como juicio, y también la razón del juicio11. Hay dos referencias al día del juicio de Job (1:6; 2:1)12. Satán es el primero en contestar a la convocatoria. No hay ningún reto de Satán contra el Señor, al contrario Satán cumple su función de acusador a desgana, y azuzado por el Creador. Satán no se hubiese atrevido a acusar a Job cuya autoridad provenía del Señor, pero el Señor convoca la Asamblea para acusar a Job al que llama siervo: un signo de desprecio y humillación. Y Satán sabe que el Señor detesta la servidumbre, porque el Señor ha creado al hombre a su imagen para que sea su semejante, no su siervo. ¿De dónde vienes? La frase es ya en sí misma un reproche contra Satán; esto es Satán estaba despistado por ahí, hace mal su trabajo. Satán se justifica diciendo que viene de la tierra, de defender la tierra, esto es su competencia es limitada a la tierra, pero siempre respetuoso de los designios del Señor. Pero el Señor insiste ¿Has visto a mi siervo Job? ¿Pretende defender la tierra y no acusa al indigno, al siervo Job? Si el Señor hubiese dicho Job mi siervo, habría podido dudar y tomar la frase como una señal de aprecio, pero mi siervo Job, Job es ante todo un siervo, su nombre viene después. Es cierto que hay cuatro alabanzas a Job: pacifico13, recto, temeroso de Dios y huye del mal. La alabanza va a salvar a Job la vida, es testimonio de buena fe, pero no le va a librar del castigo severo. La alabanza es a la vez una acusación: Job es pacifico, pero es siervo; es recto, pero no es justo; teme al Señor, pero no ama al Señor; huye del mal, pero no busca el bien. Y Satán comprende que solo la justicia bendeciría las riquezas de Job y le salvaría del castigo14. El que te critica te 10 En Job (30,1), nos relata que hace del trabajador un esclavo, al que trata como un perro. Job. Y cuando Job haga el canto de sus propias virtudes (Cáp. XXXI) empieza valorando el no mirar a las mujeres y en respetar a los esclavos y siervas (31,13). 11 En este sentido se emplea día en el libro de Job (21,30), el día del desastre el perverso es salvado; el día también es una metáfora de la vida de una persona: en este sentido maldice el día en que nació (3,3). 12 Yo creo que aquí hay una analogía con Abraham. Los dos primeros días son los días del juicio severo, en que Abraham camina hacia el monte Moria. El tercer día será el día de la salvación del hijo, del sacrificio del cordero, es el día en que se restituyen a Job sus riquezas. 13 Tam, se suele traducir como íntegro pero yo entiendo que hace referencia a pacífico. Así se emplea la expresión en el propio libro de Job (21,23): El perverso en ocasiones muere en perfecta paz. 14 Las cuatro alabanzas, que son acusaciones tomadas a contrario sensu, se podrían corresponder también por su limitación con las cuatro plagas (sabeos, fuego del cielo, caldeos, viento del desierto) que va a sufrir Job el primer día del castigo, y ante las que salva su vida. Las cuatro alabanzas, veremos después, podrían ser el anuncio de la respuesta a los cuatro miembros de la

Page 11: Proceso a Job

El libro del proceso de Job

11

exalta, el que te alaba te humilla. La alabanza no es retórica, es real y relevante; pero las cualidades de Job no son suficientes para evitar la intervención de Satán, y luego la condena unánime de la asamblea; es una alabanza limitada, sobrecogedora; lo importante es lo que oculta: no dice que Job sea Justo. La segunda acusación es la idolatría. Job favorece con sus sacrificios la perpetuación de la servidumbre, el comportamiento indigno de sus hijos, y por ello se dirige contra él de nuevo el acusador. Job no solo abusa de la tierra por la servidumbre, abusa de la tierra en nombre del Señor. El Señor no puede favorecer que en su nombre se corrompa la carne, se escancie el vino de la perdición espiritual. Job cree que su fe en Dios le debe traer riquezas y siervos. La idolatría de Job se pone de manifiesto cuando, abrumado por el dolor, maldice el día de su nacimiento (capitulo III). Maldice la autoridad (Reyes y consejeros, 3,14); y comprende la perversión de la servidumbre y se maldice a sí mismo como siervo (solo la muerte libera al esclavo 3,19). Cree en la autoridad de Dios que le da riquezas y no en la autoridad humana. El banquete de los hijos de Job es el rito pagano de la idolatría; una religión que sirve para perpetuar los privilegios de unos hijos indignos, que justifica que los hombres sean esclavos. El vino es la borrachera de sentirse elegidos de Dios. Están bebiendo en los vasos del templo. El sacrificio indigno pervierte su intención, corrompe la carne, y justifica el segundo castigo15. 2. 3. Los dos castigos Y Job por sus dos pecados será castigado dos veces. El primer castigo es un castigo contra Job “terrenal”. Es un castigo progresivo que se da en cuatro fases. La progresión del castigo siempre es una invitación al arrepentimiento, como en el castigo de Egipto. La progresión del castigo, como veremos, esta en relación con la progresión del debate con los amigos. La progresión del castigo es una explicación detallada de porque la servidumbre del hombre corrompe la tierra16. asamblea que quisieron condenarle. A mi parecer los tres primeros (Elifaz, Bilad y Sofar) sostienen desde distintas perspectivas el principio de autoridad; mientras que Eliahu plantea la cuestión de los orígenes (el significado colectivo del mal). 15 E invitan a sus hermanas a comer y beber. Comer quizás representa la riqueza, beber la sexualidad. El vino es el incesto con sus hermanas en sus fiestas, como Lot que se acuesta con sus hijas tras emborracharse; el incesto es el pecado de la codicia; una religión que justifica la acumulación de riquezas, y la humillación de los siervos; y son castigados en casa del primogénito, que sin duda representa a Job, pues el primogénito es el mas cercano al padre; el responsable de haber edificado la religión de la idolatría. Job es el sacerdote de una religión de hijos holgazanes. 16 Hagamos una hipótesis de explicación del texto bíblico desde esta perspectiva. Los bueyes estaban arando y las asnas pastaban. En la sociedad de Job los siervos no tienen libertad para escoger pareja, no hay libertad sexual. Bueyes y asnos representan trabajo y sumisión, sin sexualidad. Irrumpieron los sabeos y se los llevaron; la reina de Saba había dejado las riquezas a Salomón y no lo había amado, ahora vienen los sabeos a llevarse sus riquezas. Y, pasan a los servidores al filo de la espada, porque de la servidumbre es tan responsable el siervo como su señor, se condena a los idolatras y a sus ídolos; primero a los siervos y luego a sus señores; primero a los siervos porque son mas culpables. Cayó del cielo fuego del cielo e hizo arder a las ovejas y a los servidores. El castigo del cielo, también empieza por los servidores, primero al filo de la espada, luego son asimilados a las ovejas y animales de Job. Los servidores son especialmente despreciados; su castigo empieza por la tierra y sigue también desde el cielo, porque el Señor desprecia al siervo, que corrompe la tierra y la imagen del Señor en la tierra. Los siervos son culpables y se someten a Job para tener una vida fácil (pecado material), son como las ovejas porque no tienen fe en su

Page 12: Proceso a Job

El libro del proceso de Job

12

Y el siervo que escapa de cada castigo para comunicar a Job la mala noticia simboliza al propio Job que escapa de la muerte por su buena fe, y rectitud de intenciones. El castigo no se ha producido en la presencia de Job, porque Job solo ha sido condenado materialmente no espiritualmente; y ha salvado su vida. El segundo castigo viene después; se inicia una segunda Asamblea para una nueva condena de Job. Ahora es un castigo espiritual por la idolatría. Los hijos de Dios fueron a presentarse delante del Señor, y Satán en medio de ellos. Y es que ahora toda la asamblea reclama el segundo castigo. Satán representa ahora a la Asamblea o jurado de los cielos, no actúa en nombre propio. La asamblea participa de la indignación contra el mundo de Job, y añade ahora contra Job la más terrible de las acusaciones: su culpa en la pretensión de haber construido su casa en nombre del Señor, de haber hecho una religión de la idolatría. Nuevamente es el Señor el que incita a Satán. ¿De donde vienes? Satán sigue despistado sin hacer bien su trabajo. En vano me has instigado contra él para perderlo. El Señor se dirige contra Satán indignado de su ineficacia: “has destruido su casa pero no has desarraigado la idolatría de la faz de la tierra”. De nada va a servir el castigo, y cuando vuelva a tener riquezas Job volverá a ofrecer sacrificios idolatras, y a corromper la tierra. Pero Satán sabe como tratar a un petimetre como Job. Job es responsable de la maldición al Señor de sus hijos, porque con sus sacrificios antepone a sus hijos a la imagen que el Señor tiene del hombre; y por eso Satán le acusa con razón de que maldecirá al Señor cuando pierda la esperanza de reconstruir la tierra. Tócalo en sus huesos y en su carne. Si le das fuerzas volverá a tener riquezas y ha volver a hacer sacrificios idólatras. La idolatría es un pecado contra la imagen divina del hombre y merece un castigo en las entrañas profundas del hombre, la carne manifiesta, más que la riqueza, la imagen del Señor en el hombre. Job es un idólatra porque abusa de su imagen divina, con su esfuerzo construye una religión de siervos, y por lo tanto, en cuanto comprenda que con sus huesos y su carne maltrechos no va a conquistar el mundo maldecirá al Señor. ¡Seguro que te maldecirá en la cara! Maldecir en la Cara del Señor es la esencia de la idolatría17. En todo esto, Job no pecó con sus labios. La escritura acusa a Job Creador y en su justicia (pecado contra el cielo). Los caldeos, divididos en tres grupos, se lanzaron sobre los camellos y se los llevaron. El castigo de Satán es un castigo de la tierra pero iniciado en los cielos, y ejecutado en la tierra y los cielos, por espada y fuego; y luego viene el castigo desarrollado en la tierra por 3 bandas. Los camellos de Job simbolizan un Job viajero y hospitalario, su desprendimiento personal de las riquezas materiales, pero que no es suficiente para salvarle del castigo severo. Los caldeos causaron la cautividad de Babilonia, y se llevan ahora los camellos ¿Y porque tres grupos? Podría ser verosímil relacionarlos con los 3 capitanes de los 3 amigos que han autorizado el saqueo material de Job en la asamblea celestial. De pronto sopló un fuerte viento del lado del desierto, que sacudió los cuatro ángulos de la casa, que se desplomó sobre los jóvenes, y ellos murieron. El viento del desierto es la pobreza y miseria que clama desde el fondo del desierto. La servidumbre abusa de la tierra, los siervos se someten a sus señores para tener una vida fácil gracias a su sumisión. Y se ha desplomado sobre los hijos de Job la casa de la idolatría. Los hijos de Job tienen su propio día del juicio, distinto del juicio de Job (1:13), es el día que estaban comiendo y bebiendo. Los hijos no han muerto por los pecados de Job, han muerto por sus propios pecados, se han aprovechado de las riquezas y la servidumbre, han comido las riquezas y bebido la idolatría. 17 Lo tienes en tu poder, pero respétale la vida Y es que Job aunque era idólatra y maldecirá al Señor, la muerte espiritual exige demostrar un pecado de sangre o de voluntad idólatra. Su mujer le dijo: ¿Todavía vas a mantenerte firme en tu integridad? Maldice a Dios y muere de una vez. La mujer representa la carne; el pecado de la carne, el castigo de la carne, mas amarga aun que la

Page 13: Proceso a Job

El libro del proceso de Job

13

de palabrería, o en el mejor de los casos que a pesar de que tenía pecado espiritual no lo conocía.

muerte. Su mujer lo desprecia porque siempre fue sierva, solo sirvió para parir hijos y limpiar la casa. En el mundo espiritual se condena lo que no se ama. El amor hace libre al siervo; la servidumbre es contraria al amor. La realidad de una sociedad de siervos se manifiesta en una esposa sierva, que no es amada y que no ama. Ahora la sierva se rebela contra su señor, y prefigura la rebelión de Job contra su Señor.

Page 14: Proceso a Job

El libro del proceso de Job

14

III. LAS INTERVENCION DE LOS AMIGOS. EL DEBATE SOBRE PROVIDENCIA Y JUSTICIA.

3.1 Los tres ciclos de diálogos con los tres primeros amigos. Tras la condena y castigo de Job, tres amigos bajan a consolarle. Se abren entonces tres ciclos de diálogos entre los amigos y Job, que voy a intentar resumir brevemente. Me da la impresión de que dentro de cada uno de los tres ciclos las intervenciones de Eliphaz, Bildad y Sophar responden al mismo argumento básico, que se desarrolla con matices distintos. Cada ciclo representa también una escalada desde el consuelo a la reprobación Job, cuya protesta es interpretada por sus amigos como rebelión contra la providencia divina (23,2). Yo creo que la condena de los amigos es también una condena de Kierkegaard, una condena de la aceptación sumisa del mal como esencia ontológica del hombre, anterior aún al castigo del pecado. El primer ciclo creo es el mas Kikergardiano, con un llamamiento de los amigos a la humildad oración y fe, como sumisión incondicional a la voluntad divina. Dentro del primer ciclo la intervención de Bildad y de Sophar anuncian los ciclos siguientes. Eliphaz aconseja a Job que exponga su causa ante el Señor (5,8), el Señor le reprende para enseñar (5,17). Bildad predica la humildad; la bondad de Dios se manifiesta al inocente (8,6); el Señor que no rechaza al integro (8,20). Sophar le aconseja alejarse del pecado y la injusticia (11,14); y escrutar los designios del Señor, que si le hablase comprendería (11,5). Lejos de manifestar desesperación y angustia, la respuesta central de Job a estos argumentos es que le expliquen cuales son sus faltas y sus errores (6,24; 7,20; 10,2; 13,23). Job se dirige a Dios pero el Señor no escucha, está infinitamente alejado; someterse al Señor no sirve para nada porque virtuoso y perverso los hace perecer a la vez (9,22). El primer ciclo se cierra con un terrible afirmación de Job: “Sólo en la carne se siente el sufrimiento, sólo por sí mismo está el hombre en duelo” (14,22). La traducción y el sentido de esta frase no es fácil de entender, pero creo que su explicación mas verosímil es que el Job afirma que el Señor no oye las plegarias, y que el hombre esta abandonado a su propia suerte en un mundo impío. Expresa la soledad e indefensión del hombre ante la omnipotencia divina que consiente el mal y castiga sin sentido también a los justos. En el segundo ciclo los amigos perfilan una visión mucho mas institucional, de la justicia divina, como fundamento de la autoridad, arraigo y tradición. Los amigos ya no confortan a Job, le reprenden; pues creen escuchar en la respuesta de Job que la sumisión incondicional a la voluntad de Dios es necedad. En la intervención de los amigos del segundo ciclo se abandona el tono consolador y se vivencia una consideración de Job como blasfemo. Eliphaz subraya que el nacido de mujer es impuro e injusto (15,14), la tradición es sabiduría (15,18); el Señor destruye al tirano (15,20), el impío es estéril (15,34). Bildad insiste en que el perverso no se arraiga (18,19), y Sophar en que el triunfo de los perversos es efímero (20,5), los cielos revelan su iniquidad y la tierra se levanta contra él (20,27).

Page 15: Proceso a Job

El libro del proceso de Job

15

Job afirma por el contrario que la iniquidad esta firmemente asentada en la tierra, y que él ha sido entregado a la injusticia (16,11); la autoridad encubre mentira y engaño (17,12). Job subraya que los perversos progresan y se afianzan (21,7), y su descendencia les hereda (21,8). Para Job la sumisión incondicional a la autoridad, aunque sea la divina, hace a los amigos cómplices de la injusticia y reos de espada (19,29). El segundo ciclo se cierra con una conclusión también terrible: los amigos son estúpidos por no reconocer la evidencia de la institucionalización de la injusticia: Necio es su consuelo. Sus respuestas son falacias (21,34). El tercer ciclo se limita prácticamente a la intervención de Elifaz. Aquí la justicia de Dios es presentada como la providencia con el débil, el extranjero, el pobre, la viuda y el huérfano. Job es ahora calificado como perverso y condenado (22,5), porque abusa del débil al creer que Dios no le ve (22,13). Job le contesta que el Señor no ve su virtud (Cáp. 23), y que efectivamente los poderosos abusan del pobre, extranjero huérfano y viuda sin que se haga justicia; se asesina y adultera a escondidas, sin que el Señor lo vea (Cáp. 24). El dialogo se cierra abruptamente con la breve y desencajada intervención de Bildad, que resume el protagonismo del pecado original: ¿Puede un hombre ser justo ante Dios, puede ser puro el hijo de mujer? (25,4)18. 3.2. El significado de la intervención de los amigos: defensa de la ortodoxia. La condena de los amigos es a mi parecer la paradoja mayor del libro de Job. Los amigos hablan sabiamente y con sentido; partes de su dialogo parecen tomadas o inspiradas en los proverbios, los salmos y los profetas19. En mi opinión los argumentos de los amigos de Job son lugares comunes en toda religión para la explicación y acatamiento de la providencia inescrutable de un Dios incomprensible20.

18 Es muy corriente considerar el tercer ciclo en desorden, e intentar reconstruirlo con la intervención posterior de Job o de Eliahu. Pero a mi me parece que la escritura pretende subrayar que la discusión de Job con los amigos llega abruptamente a su fin con dos posturas irreconciliables: la afirmación de Job de que el mal instituido socialmente es consentido por Dios que esta infinitamente alejado, lo que asimila al hombre a un animal, frente a la fe incondicional de los amigos en la providencia divina como esencia misma de la justicia. 19 Es un punto común que las intervenciones de los amigos copian la literatura sapiencial: El Señor condena el mal y retribuye el bien; el hombre es pecador; la virtud es la sumisión al Señor (también a la autoridad religiosa). Ver STEVENSON, Pág 54; HABEL, cit., Pág. 119 y sigs.; WASTERMANN C., The Structure of the Book of Job: A Form-Critical Analysis, Trans. C.A.Meunchow, Philadelphia, 1977 Pág. 81 y sigs. 20 Quizás los argumentos de los amigos de Job, se repiten de cierta manera en nuestros días intentando justificar al Señor. ¿Son los mismos argumentos? ¿son distintos argumentos? El libro de Job en la tradición cristiana occidental, marcada por Orígenes, constituye el fundamento de la dogmática del pecado original (DOIGNON, Versets de Job sur le peche de notre origine, en “Le livre de Job dans les peres” Strasbourg, 1996). San Agustín en el contexto de la herejía pelagiana ve en el libro la prueba del justo que dado el pecado no puede pedir retribución por sus buenas obras (C.A. NEWTON- S.A. SCHREINER, en “dictionary of biblical interpretation” Tomo I, Nashville 1999, Pág 587). Gregorio el Grande que escribía para una Audiencia monástica ve en el libro de Job la importancia del sufrimiento como camino de progreso moral y de purificación, el difícil ascenso interior del electo hacia el Señor; mientras que Tomas de Aquino pone el acento en la providencia como superación de una religión retributiva. Calvino influido por la escolástica hace de la predestinación el eje de su teología (SCHREIER, Where Shall Wisdom be found, Chicago

Page 16: Proceso a Job

El libro del proceso de Job

16

A mi parecer, la clave dogmática de esta parte del libro de Job está en la primera intervención de Eliphaz, que se va a repetir incesantemente en los diálogos de los tres primeros amigos, y también en la de Eliahu: El hombre no puede ser justo ante Dios (4,17), y que se contiene también en el epitafio de Bildad ¿Puede un hombre ser justo ante Dios, puede ser puro el hijo de mujer? (25,4). Según los amigos, la justicia de Dios existe pero es un a priori dogmático; es parte de la fe; no es un valor en sí mismo que se pueda constatar en la inmanencia humana, solo es comprensible para Dios. El hombre pecador no puede ser justo; y cualquier injusticia y sufrimiento del hombre es legítima en razón del pecado21. Los amigos de Job identifican justicia con fe. Según los amigos el Señor condena al perverso, el Señor destrona al tirano, el Señor reprueba a quien no recibe al necesitado (el pobre, la viuda, el huérfano), pero todo esto según un ritmo divino, por razones y en tiempos más allá de nuestra comprensión. Y según ese mismo ritmo divino inescrutable se retribuye también la virtud. Los amigos subrayan que el hombre que reza, cumple los mandamientos y recibe al necesitado es bendecido por el Señor, pero no sabemos ni como, ni cuando22. Job también tiene reconocidas por el relator de la causa, desde el principio, las tres grandes virtudes que califican a un hombre de religioso (fe, moralidad, caridad), y luego esas virtudes las subraya el Señor mismo en su intervención. Por eso, por ser virtuoso acreditado, Job afirma entonces que el castigo del Señor no se deriva de su pecado; y que si el Señor tuviera razones para castigarle debería explicarlas. Job, el virtuoso, entiende que ha sido castigado sin culpa o al menos sin conocer su culpa, y concluye que la honestidad del hombre no le libra del sufrimiento y de la muerte; y que el hombre vive en este mundo despreciado por Dios, abandonado a su propia suerte.

1994). Según Calvino debemos callar y reconocer la majestad de un Dios incomprensible e inescrutable (H. DEKKER, Calvin´s Sermons on Job, Gran Rapids 1979). Una evolución similar se encuentra en el pensamiento medieval judío (EISEN. R. The Book of Job in Medieval Jewish Philosophy, New York 2004). Sadia Gaon, considera que el castigo de los justos permite que sean retribuidos en el mundo futuro, y presupone que el Señor solo prueba a los que van a salir victoriosos de la prueba, sin explicar las razones para no estropear la prueba misma: El sufrimiento es castigo o prueba pero en todo caso por nuestro bien (Pág., 33 y sigs), mientras que a partir de Maimonides predomina considerar el sufrimiento del justo como un designio de la providencia de una voluntad inescrutable del Creador (Pág. 63 y sigs.). Un Dios mas allá del bien y del mal, es también una interpretación moderna del libro de Job, que a mi parecer reescribe con otras palabras el dogma protestante de la predestinación; HEINE decía que Job es el cantar de los cantares del escepticismo: K.J. DELL, The Book of Job as Sceptical Literature, Berlin, 1991. Un Dios estético o ilógico, es a mi parecer lo mismo que un Dios que predestina, esta explicación por ejemplo: HABEL, N.C., The Book of Job, Philadelphia, 1985; MITCHELL, The Book of Job, San Francisco, 1987, xxiv; E.M. GOOD, In Turns of Tempest: A Reading of Job, with a Translation, Stanford 1990 21 Para sostener que lo más relevante es la intervención de Elifaz, y que los tres diálogos son distintas perspectivas de un argumento fundamental, me baso en que el Señor es al único al que refiere por su nombre (42,7). 22 Así, a mi parecer, los tres ciclos de intervenciones prefiguran los tres grandes fundamentos de toda religión: oración y fe (tam), integridad y moralidad (iashar), caridad y hospitalidad (temor de Dios). Los tres amigos son dignos paladines de toda religión ortodoxa; y quizás su virtud contrastada explica porque los tres primeros amigos han sido llamados a participar la asamblea divina juzgadora del hombre, que abre el libro de Job.

Page 17: Proceso a Job

El libro del proceso de Job

17

Repito que, a mi parecer, la acusación de Job no condena por sí misma a los amigos. Los amigos de Job han hablado con sabiduría. La crítica indiscriminada de los amigos que se encuentra en muchos comentarios al libro de Job23 me parece exagerada; y me parece obvio que si no existiese en el epílogo la condena expresa de los amigos de Job nadie encontraría reproche alguno a sus argumentos. Job había sido acusado en la Asamblea divina por abuso de poder, pero no había tenido conciencia del mal, no se encuentra pecado en sus labios; Job había sido castigado por la Asamblea en razón de su injusticia en la tierra, no en razón de su perversidad ante Dios. Es cierto, el planteamiento de los amigos es desautorizado por el Señor, pero creo que los amigos son reprobados por extralimitarse en la condena a Job, no por sus afirmaciones religiosas (42,8). El sufrimiento de Job no era castigo del pecado, eso no lo comprenden los amigos; los amigos tampoco comprenden que la justicia es parte esencial de la providencia. Los amigos se excedieron en su condena a Job. Y hay algo más. Si leemos el texto con atención veremos que hay dos condenas de los amigos, una condena frente a Job y otra condena ante el Señor. La segunda condena de los amigos es la mas grave, y entiendo se debe a que ellos, asimilando fe y justicia, no creen en realidad en la justicia divina en el mundo, y son responsables del descrédito del Señor en la tierra. Los amigos no dicen la verdad sobre el Señor (42,7), y Job va a ser alabado solo relativamente frente a los amigos, porque da al Señor la ocasión de reivindicar su justicia. No decir la verdad sobre Dios entiendo es la definición de idolatría. Los amigos, como antes Job, creo son justamente acusados de idolatría. 3.3. El himno de Job a la providencia divina a la Sabiduría; lamento por su virtud. Tras la intervención de Bildad entiendo termina el dialogo. El discurso de Job cambia ahora de trazo. Job ahora exalta la omnipotencia y providencia divina, y proclama su amor a la sabiduría. Pero… ¿Porque hablar ahora de omnipotencia y Sabiduría, que parece que no tiene encaje en el contexto? ¿Se contradice Job? ¿Acaso no ha negado antes Job eso mismo al afirmar la injusticia del Creador?24 A mi parecer la coherencia de esta doxología se tiene que explicar como justo complemento de los diálogos, y antecedente necesario de la intervención de Eliahu y del Señor. A mi parecer la omnipotencia y providencia divina que predica Job lejos de ser incoherentes con el contexto complementan la descripción de un Dios arbitrario e inconsecuente, que se desentienden del hombre; y del mismo modo, la exaltación posterior de la sabiduría, tiene el sentido de subrayarnos, antes de la intervención de Eliahu y del Señor, lo lejano que esta Job de una concepción coherente y auténtica de la Providencia y Sabiduría divina. La sabiduría que predica Job se limita a temer al Señor y a huir del mal (28,28; virtudes ya reconocidas a 23 Ver por ejemplo, E. WEISEL- J. EISEMBERG, Job Ou Dieu Dans La Tempete, Paris 2000. 24 Muchos interpretan el canto a la omnipotencia y providencia divina de los capítulos 26 y 27 como desencajados de su contexto, inconsecuentes con su argumentación, y lo ponen en boca de Sophar, cuya intervención se hecha de menos en el tercer ciclo, atribuyendo el desorden a un defecto del copista. Del mismo modo muchos tampoco entienden el significado de una llamada a la Sabiduría en este contexto (Cáp. 28) y lo concederán como un añadido posterior, inconsecuente también con el debate de los diálogos.

Page 18: Proceso a Job

El libro del proceso de Job

18

Job), pero no busca la verdad, no libera al hombre, ni se enfrenta al mal. Es la sabiduría de un mundo de siervos (31, 13/15). La descripción de su propia virtud por Job, propia de una moral sexual torturada, reprimida y puritana (31, 1/12), paternalista de poderosos, de pobres y ricos, de ciudadanos y extranjeros (31, 16/40) tiene el sentido de dramatizar la impiedad de la divinidad y su Creación (Cáp. 31). Su virtud es el contrapunto de la creación impía y envilecida, que se describe en los capítulos 29 y 30, y que Job considera un resultado directo de la providencia y sabiduría divinas (30, 16/31). Yo creo que las palabras finales del capitulo 31: aquí se termina el discurso de Job, no muestran el fin del libro originario, sino que, muy por el contrario, son una condena expresa y rotunda del Job virtuoso y su palabrería. Subrayan que su lamento es injustificado, que su virtud no es la moralidad, que su sabiduría es codicia y orgullo. Job es condenado por su idolatría, aunque el Señor le rehabilita al final por su fe; pero solo es rehabilitado en la tierra, no ante el Señor. La declaración ¿Quién es ese que oscurece mi designio con palabras desprovistas de sentido? (38,2) ¿Va a replicar el que reprueba a Dios? (40,2) ¿Me condenaras a Mi para justificarte? (40,8) Es una condena expresa de los argumentos de Job, de sus respuestas a los amigos en el dialogo. En conclusión, a mi entender el final de los diálogos se cierra con la condena expresa de Job, que el Señor va a ratificar en su discurso. La alabanzas de Kierkegaard a Job son por ello totalmente injustificadas. Y es razonable suponer que Job es alabado solo relativamente por su virtud, y en todo caso es repudiado por su imagen distorsionada de la divinidad arbitraria.

Page 19: Proceso a Job

El libro del proceso de Job

19

IV. ELIAHU Y EL PECADO DE LA TIERRA.

4.1.Eliahu y el pecado original. Eliahu no discute con Job, sino que lo conmina a escuchar (33,1), cállate y te enseñaré (33,33). Y Eliahu es presentado como joven y espontáneo, rompiendo la continuidad de los diálogos. Los monólogos de Eliahu no me parece que sean, como se pretende habitualmente, una respuesta a Job; sino nuevamente una defensa de la ortodoxia25.

Eliahu también concibe una creación maldita por el pecado, y sostiene que el hombre no puede ser justo ante Dios. El hombre debe expiar su culpa (34,31), y esta es la explicación del castigo de Job, pues en ningún caso Job puede pretenderse puro (33,9). Pero Eliahu parece tener una concepción mas ponderada del pecado y de la justicia divina que los tres primeros amigos. Afirma Eliahu que el Señor juzga comúnmente en la noche, discretamente, en sueños y visiones (33,3); y en la noche juzga también los pueblos (36,20); destruye en la noche (34,20) o a la vista de todos (34,26), cuando el grito del débil sube hasta Él (34,28); pero el Señor no siempre castiga el pecado con carácter inmediato, evidente y público, sino que comúnmente antes de castigar habla al hombre (en la noche, Cáp. 36), y antes de castigar enseña (35,11) y advierte (36,9). Y la prudencia divina oculta o rescata también el hombre si aparece el ángel, uno entre mil, que defiende al hombre (33,15); que intercede por el hombre (33,23)26. Todo el discurso sobre el pecado de Eliahu tiene así un contrapunto en la esperanza del rescate del pecado y la prevención de su castigo. Eliahu no parece 25 Muchos dudaban de su autenticidad. Se duda también de la autenticidad de la intervención de Eliahu que según algunos no formaría parte del texto originario del libro de Job; Eliahu no es mencionado en el epilogo y el Señor responde directamente a Job; supuestamente el texto tiene menos calidad literaria sin imágenes ni metáforas, y se dice estropea la composición simétrica del libro de Job (STEINMANN, Le livre de Job, 1955; TERRIEN, Job: Poet of existence, New York, 1957; J. LEVEQUE, Job et son Dieu, Paris 1970; trad. esp. 2 ED. Estella 1987, Pág. 5) L. J. WATERS, The Authenticity of the Elihu Speeches in Job 32-37, Bibliotheca Sacra 156 (January-March 1999) 28-41. En España L.A. SCHOKEL- J.L. SICRE, Job comentario teológico literario, 2 ED. Madrid 2002, Pág. 61 y sigs exponen las distintas teorías críticas sobre la intervención de Eliahu y como en la moderna literatura se le tiende a dar un sentido a su intervención; relatan muy en particular la opinión de Gordis, que lo sitúa en el contexto de no saberse el memento de la retribución divina, y el de justificar el porque de la dilación del castigo de los perversos, destacando que Eliahu es el único que tiene un nombre hebreo. En particular L.A. SCHOKEL- J.L. SICRE consideran a Eliahu el mediador o árbitro que Job ha reclamado en sus díalogos, el juez entre El Señor y Job, aunque afirman que muchos cabos quedan sueltos, y consideran el libro de Job una obra inconclusa. Desde el punto de visita literario Eliahu es presentado como un contrapunto cómico para aliviar la tensión de los diálogos: HABEL le otorga una función literaria y dramática para romper la directa relación del Señor con los diálogos. Una transición entre el dialogo y la presencia del Señor; es la visión también de D. K. BERRY (An Introduction to Wisdom and Poetry of the Old Testament [Nashville: Broadman and Holman, 1995], p. 152; M. DUBARLE, les sages de Israel, Paris 1947, Pág 87, por su parte lo considera el personaje mas significativo de la obra por ser su relator. 26 Este ángel cumple la función de una religión ortodoxa y por eso creo que el discurso de Eliahu es una defensa de la ortodoxia.

Page 20: Proceso a Job

El libro del proceso de Job

20

presentar, como los tres primeros amigos, una noción ontológica del pecado, como propósito voluntario del hombre contrario a Dios, como una oposición formal del hombre al designio divino para la Creación; como una perversión radical de la naturaleza, que hace a la mujer perversa (y Eliahu no habla del pecado del nacido de mujer). Para Eliahu la justicia divina es resultado final y extremo de un proceso de rescate que ha resultado imposible, en una justicia divina que comúnmente no es evidente de manera visible e inmediata, y que tampoco se ejerce de modo directo. Parece verosímil presuponer que, según Eliahu, el mal del hombre es guardado u ocultado por la tierra, y así escondido el pecado del hombre se toma su tiempo en espera de ser rehabilitado, rescatado o castigado. La tierra presta un sentido colectivo al pecado en el que todos participan, unos por acción otros por omisión, no solo las personas (Cáp.37), también los pueblos (36, 31). Y el pecado puede ser castigado en su día de variadas formas: en los sentimientos, alegría e inteligencia (35,10), y con el sufrimiento que abre el entendimiento (36,15). El pecado desarraiga el poderoso (36,7; 36,17); y desata el desorden de las fuerzas de la naturaleza (36,27). La tierra representa una continuidad colectiva, un subconsciente individual y social, una venganza retenida en el orbe de un pecado pretérito escondido. La tierra aparece entonces como el marco de una perfecta justicia que no se ejerce directa e inmediatamente por la divinidad pero que a la larga se cobra, si no es rescatada, el desorden causado por el hombre con sus pecados. Un sentido mucho más colectivo, histórico, “subconsciente” o natural de la noción de pecado, que por no tener absolutividad relativiza, en el tiempo, en la vida social o en las fuerzas naturales desatadas, el castigo divino. Esta visión del pecado, que creo que presenta Eliahu, es extremadamente interesante y refinada; significa una crítica directa y profunda a la concepción materialista e individualista de la justicia divina que sostiene Job en sus diálogos, y también del Dios arbitrario y justiciero que han perfilado los tres amigos. Y la intervención de Eliahu, que es esencial al desarrollo del debate sobre el pecado, cerraría con broche de oro el libro de Job si no fuera por la sorprendente y sorpresiva intervención divina.

4.2. Indiferencia divina ante Eliahu. La crítica a la refinada exposición de Eliahu se puede deducir a contrario, del doble monologo del Creador, que sigue a continuación. Llama la atención que Eliahu no es enaltecido. La indiferencia y el silencio es el trato que Eliahu merece de la Sabiduría divina. No es fácil explicar esta falta de replica. ¡Que divinidad más rara! … El Señor no le condena, pero tampoco le bendice. Esta claro que al Señor no le gusta que le alaben; alabar a la divinidad es limitarla, traicionarla. Pero entiendo que hay una razón más: yo creo que la justificación de este desaire ante la sabiduría de Eliahu se desvelará después, en los dos largos monólogos divinos.

Los cuatro abogados de Dios solo piensan en el pecado, la sumisión y el castigo del hombre; una concepción, como la de Job, de un hombre creado para ser siervo, que si no obedece las reglas (reglas muchas, a veces ocultas, a veces incomprensibles) es castigado. Por más que Eliahu pondere los términos del castigo, su concepción es propia de un siervo: la obediencia ciega, incluso ante lo desconocido y funda la creación (la naturaleza, la vida y la historia) en una

Page 21: Proceso a Job

El libro del proceso de Job

21

venganza justiciera. Pero el Señor en sus dos monólogos posteriores parece concebir la justicia desde otra perspectiva. El Señor no es el Señor del Castigo del pecado, pretérito u ontologico; y el hombre en la tierra es situado en la exigencia ineludible de una positiva búsqueda de la verdad (aventura individual) y de lucha contra la limitación del egoísmo (aventura social y política). La Justicia divina es la realidad misma de la aventura de la Creación, y en esa aventura la justicia exige al hombre ser partícipe de la naturaleza y de la vida social como sujeto creador, no como objeto creado. Una justicia divina aquí y ahora que excepcionalmente castiga al hombre, pero el Señor construye en la tierra una casa, enciende un fuego, pone la mesa e invita al hombre al manjar del amor humano. La creación es la invitación a un convite: la participación del hombre en la mesa del Señor. Y este fin justifica por si mismo la muerte y el sufrimiento.

Page 22: Proceso a Job

El libro del proceso de Job

22

V. LA INTERVENCION DIVINA.

5.1 Se ratifica la condena de Job. Es evidente que la doble intervención divina que cierra el libro de Job contiene una doble condena de Job por pronunciar palabras desprovistas de sentido (38,2) y por condenar al Señor para justificarse (40,8). El acusado divino se transforma en acusador. Esta doble acusación y condena del epilogo, permite concebir el libro de Job mas como el proceso de Job que como el proceso del Creador. Y la afirmación final de que Job murió (42,17) es bien terrible, aunque fuera anciano y colmado de días27. Las palabras del Señor no son una excusa divina por los sufrimientos indebidos de Job. La condena de Job es algo más que una condena incidental. Creo que el epilogo significa la ratificación de las dos acusaciones del prologo: por abuso de poder y por idolatría. Es una palabra sin sentido imputar el mal al Señor, a los orígenes, a la creación misma, concebir una creación fundada en el pecado. En el segundo monólogo también se ratifica la condena de Job por idolatría. Job condena al Señor para justificarse. Creo que el sentido de esta segunda condena es que negar la justicia divina en el mundo es negar la semejanza entre el hombre y su creador, condenar al Señor para justificar la servidumbre. Al contrario la tierra es testimonio de la justicia, el lugar donde se vivencia la libertad del hombre, y el Señor se convierte en garante de la justicia en la tierra. La divinidad no se identifica ni con los tres amigos, ni con Eliahu, ni con Job. Los tres amigos creen que la sumisión a la autoridad (la repetición de los dogmas morales de la ortodoxia) les salva; pero no es así, la naturaleza y la vida están en continuas evolución creadora, el proceso creativo destruirá también la autoridad, que no existe por sí misma. Eliahu cree en la retribución del mal, pero la creación tampoco se explica por el mal, sino que testimonia un proceso inconcluso y renovado cada día. Job acusa al Señor de injusticia porque no le retribuye su virtud, pero tampoco es así, pues la virtud no es la sumisión sino que la justicia también retribuye la creación, y la tierra es un bien entregado al ejercicio de la libertad del hombre; Job no ha buscado la verdad, y su virtud no es creadora. Job y los amigos tienen una visión interesada del pecado, es la gran excusa que justifica la servidumbre; el hombre pecador es el hombre siervo, Job cree que por su virtud tiene derecho a hacer al hombre esclavo en razón del mal. La condena de Job abre los dos monólogos divinos, pero sin embargo no es absoluta. Job ha dado ocasión al Señor de justificar el sentido de la Creación, como un canto a la libertad del hombre y como justificación y explicación de su justicia, por eso la rebelión de Job ha resultado positiva. En ambas ocasiones el Señor contesta a Job desde la tempestad (38,1; 40,6). La tempestad es una limitación de la 27 Y es que Job no tenía ni mujer, ni religión, ni Estado, era un justo egoísta; al amante de lo absurdo y la repetición kierkegardiana: le gustaba tener siervos, provenía de la tierra de Uz, no iba a ningún sitio.

Page 23: Proceso a Job

El libro del proceso de Job

23

Condena a Job. Job se enfrento al Señor en la tempestad de su sufrimiento, y su rebelión es pasajera como la tempestad. La rehabilitación posterior de Job, por más que sea una rehabilitación parcial, es un mensaje de esperanza. De hecho una vez manifestado el desencanto divino ante Job, que habla sin sentido y que le condena para justificarse, el Señor le conmina en los dos discursos a que se apriete el cinturón (38,3; 40,7); esto es la virtud le dio riquezas que le engordaron indebidamente, tanto en el ámbito material como en el espiritual. 5.2. La analogía con el relato de la Creación. La división de la intervención divina en dos partes, parece se corresponde con las dos acusaciones y los dos castigos de Job relatados en el prologo, y de hecho Job recibe dos condenas y dos explicaciones de su condena. Pero, como digo, entiendo que el cuerpo y sentido de ambos discursos divinos no es la condena de Job, antes al contrario lo principal de su contenido es explicar el sentido de la Creación y la participación de la justicia divina en la historia del hombre. En efecto, el relato que hace el génesis de la Creación es doble, un primer proceso evolutivo culmina en el hombre desde el mundo inanimado y animal; el segundo proceso creativo, resulta mucho más complejo y misterioso, relata la creación de la mujer y la historia del pecado. En el relato del Génesis hay como un doble encargo o componente en la creación del hombre, primero en la naturaleza a la que hay que darle un alma; y segundo y, quizás principal, en el orden social, recibir una mujer, no una sierva; enfrentarse al pecado; no es bueno que el hombre este solo, pero es muy complicado que este acompañado. A mi parecer los dos largos monólogos divinos del libro de Job tienen claras analogías con el doble relato de la creación: un primer monologo divino lineal, evolutivo, progresivo, en tránsito de lo inanimado a lo vivo, muy similar al relato de los siete días de la creación. Y después un segundo discurso mucho más misterioso, donde aparecen Behemot y Leviatán, y el designio del triunfo contra el mal y la condena del orgullo (40, 8/14). Es verosímil concluir que el sentido de esta analogía es justificar el sufrimiento y la muerte del hombre no como consecuencia del pecado y su purificación, sino en el contexto del proceso creativo. El Señor no es la divinidad que condena sino la que salva, el pecado y su castigo no tiene sentido fundamental porque el pecado se destruye a sí mismo; y la tierra es testigo de la creación y la libertad: un principio nuevo en cada hombre, una tierra nueva cada día. La Creación no como proceso terminado desde el principio (una repetición como cree Kierkegaard), sino la Creación como resultado de la libertad; pues el hombre no es objeto sino sujeto de la Creación. 5.3 El primer monologo. El Señor al utilizar argumentos distintos de Eliahu para condenar a Job desautoriza a Eliahu en el primer discurso sin nombrarlo. El sentido de la primera

Page 24: Proceso a Job

El libro del proceso de Job

24

intervención es poner un límite al hombre. El hombre, la naturaleza, la vida social, la historia, tiene algo más de sentido que el mero destierro por el pago del pecado; es una obra inconclusa que el hombre tiene que crear; la tierra y su orden son fruto de la libertad. El pecado no es el principio, no tiene principio, solo tiene fin, se destruye a si mismo cuando se desvela. El pecado existe, esta escrito en la tierra y hay que pagarlo, en eso Eliahu tiene razón; pero ese pecado no justifica la servidumbre perpetua del hombre, y por eso Eliahu no es bendecido. El primer proceso de la creación es totalmente rectilíneo. La tierra fue fundada con unos límites (38,4/13), la creación esta hecha con límites, y la luz de la aurora desvelan los malvados (38,12), porque los limites desvelan y condenan el perverso que queda sometido a las fuerzas desconocidas de la naturaleza (38, 14/38). Los límites significan competencia, para el alimento (38, 39/40), y para recibir la bendición de unos hijos (39, 1/3); y de hecho el desarrollo de la vida es un canto a la libertad (39/5), en las que se van desarrollando y evolucionando distintas formas de vida (39,6/30), contempladas por una providencia pastoral que las bendice en sus cualidades. El Señor les da el alimento (38, 39/41), el Señor les arraiga y les da el hijo (Cáp. 39). Una Creación meramente repetitiva, a priori, sería aburrida e innecesaria. La repetición que concibe Kierkegaard es el sometimiento y la alabanza a un Dios necio y tirano, y el hombre obediente y sumiso es poco más que un animal. Al contrario, la competencia justifica el sufrimiento; el hombre que pasivamente se someta al orden creado, con su limitación esencial, será destruido por el propio cambio del orden creado en el proceso creativo. Y el hombre tendrá que defender, oír y juzgar lo creado para poderle poner un nombre apropiado, para no alejarse del camino y ruta creadora, que de modo inexorable acerca el hombre a su Creador. El sufrimiento y la muerte son entonces necesarios para poder hacer al hombre participe de la obra de la Creación. Morimos porque creamos, si no muriésemos no podríamos tener hijos, en una creación ontologicamente fundada en la limitación. Y así el hombre es situado esencialmente en un contexto de conflicto. El desorden de los orígenes no estriba solo en el pecado, sino en que la tierra esta abierta a un proceso creativo, solo desvelado en el momento de la creación y al creador mismo. La tierra es testimonio de una doble creación material y espiritual, de la superación de la limitación física y moral del hombre. Y la tierra es un ser objetivo, existente por sí, el relator del libro de Job, que es testimonio de la justicia; y es la justicia misma. En ese primer discurso se anuncia ya el tema del segundo: el hombre como ser social. Y es que el hombre no solo crea la tierra como naturaleza y vida animal, crea también la vida social. Hay un canto a la libertad del animal en el desierto, pero allí en el desierto el hombre libre no tiene hijos, no cuida de sus hijos; el hombre también se encuentra en la vida social, recibiendo a la mujer, al hijo, al extranjero. El animal como ser individual no sabe cuidar sus hijos (39,4; 39,14). El águila inteligente vive en la roca se alimenta de animales muertos. La identidad misma del hombre esta en la vida social (39,30). 5.4. El segundo monologo.

Page 25: Proceso a Job

El libro del proceso de Job

25

Sin duda Job no se ha quedado convencido del todo tras esta primera intervención divina. Para Job si al Señor no le gustaban sus siervos o riquezas que se los quitase, él habría renunciado gustoso. Y Job ante los argumentos divinos se muestra humillado, pero no convencido. Me tapare la boca con la mano (40,4), significa tengo que hacer esfuerzos para callarme. Una vez he hablado dos veces no hablare (40,5), significa me gustaría contestarte, pero no me atrevo. Y es que Job vislumbra ensañamiento en la muerte de sus hijos y plagas. Se hace entonces necesaria una segunda respuesta del Señor. Creo que la respuesta repite que si Job no tiene tierra tampoco tiene hijos. El Señor le explica que no es el Señor el que le ha condenado, sino la tierra misma. El Señor salva a Behemot y Leviathan de la destrucción de la tierra y de las aguas, de la espada y del fuego. Es la tierra, y la vida social dentro de ella (la mujer) la que le da los hijos al hombre (el ángel anuncia un hijo a Sara), y es la mujer la que le trae la peste (el desprecio y destrucción de Job). Son los siervos y las riquezas las que han destruido los fundamentos sociales de la hacienda de Job. Es la propia tierra la que destruye al perverso materialmente y en su carne. El hijo y la mujer, son la realidad de la vida social del hombre. Job se enfrenta en esta segunda respuesta a una condena aun mas radical que la primera, por no escuchar la primera explicación, y sobre todo por negar la justicia divina. Job continua exigiendo un pago material de su virtud, y eso es la idolatría; el orgullo del virtuoso. El Señor le explica que la virtud no da la riqueza, sino que el que triunfa sobre un mal material, se enfrente a un mal mayor, a un mal espiritual. Y es un pecado de orgullo el creerse merecedor de la riqueza y los siervos. Al contrario el que recibe riquezas se enfrenta al problema de fructificarlas, el que recibe siervos se enfrenta al problema de tener que liberarlos. El virtuoso es tentado por la codicia y el orgullo. Y es que el Señor participa en la historia contemplando desde su asamblea como la tierra condena al perverso, y también testimoniando la condena de la idolatría. Manifiesta entonces su majestad (40,10) y mira al idólatra a los ojos (40,12). Y Job después de este segundo discurso ha vivenciado la condena divina de la idolatría. Ahora te han visto mis ojos (42,5), y además ha comprendido su doble condena material y espiritual. Ahora se retracta, y arrepiente; se retracta materialmente y se arrepiente espiritualmente, en polvo y ceniza (42,6), el polvo del exilio (perdida de riquezas e hijos), la ceniza de la muerte espiritual. El fundamento de la vida social no es la virtud tal como la concibe Job, sino que es de una parte la humildad (Behemot, se alimenta de hierba, se salva de las aguas, 40,23, como Noe), y de otra la condena de la idolatría (Leviathan, la condena del orgullo por el fuego, es el señor del mar). Behemot, parece tener un sentido masculino y Leviathan un sentido más femenino, por sus tiernas palabras (40,27) y sus adornos (Cáp. 41). Behemot y Leviathan son testigos y artífices de la condena del codicioso y del idolatra. Leviathan domina el fuego y el mar, y ha hecho una alianza con el Señor (40,29). De hecho el segundo discurso esta mucho mas centrado en la condena del mal. La providencia dirige la historia con la justicia, donde también tiene una parte esencial el castigo del mal, pero según dos ordenes distintos de juicios, un juicio

Page 26: Proceso a Job

El libro del proceso de Job

26

condenatorio, que desvela y destruye el mal, y un juicio de bendición que recibe al hombre y su obra creadora, lo que también necesariamente significa condenar lo pretérito, lo limitado, lo desvelado. Los dos juicios están perfectamente reflejados en el segundo monologo, son el brazo y la voz (40,9), la cólera y la mirada (40,11), el polvo y la tumba (40,13). Y la condena moral no solo se basa en hacer el mal, sino también en no buscar el bien y en no luchar contra el mal, una victoria recta con la justicia (40,14). Una creación que esta así ligada a la virtud, pero no a la virtud de obedecer, de ser siervo, sino a la virtud de huir del mal (lo que se reconoce a Job) y de buscar la realidad, la sabiduría y la verdad (lo que no se reconoce a Job). Una Creación puesta en manos del hombre que se renueva cada día; una exigencia de Creación que es el contrapunto de la superación de la limitación con la que ha sido creado.

Page 27: Proceso a Job

El libro del proceso de Job

27

VI. LA MORALEJA DEL CUENTO. Y si es difícil de comprender el sentido de los diálogos y de la intervención del Señor, aun más difícil la moraleja final28. En mi opinión Job no es rehabilitado por su virtud sino que es rehabilitado para darle ocasión de pagar el pecado espiritual; es el menos malo de los condenados por idolatría29. La sabiduría del Señor triunfa así sobre el mal sin destruir el perverso, el mal debe situarse, igual que el bien, en el contexto de sus orígenes; la perversión de Job lo era espiritualmente, no materialmente; y por su rehabilitación material se le pone a pagar el pecado espiritual y material del hombre. Y es que la justicia divina condena pero no destruye a los idolatras cuando actúan de buena fe, se les da la oportunidad de pagar el pecado espiritual en la tierra. El Señor, como hemos dicho, escribe con renglones torcidos, tiene que construir la justicia en medio de la idolatría, superando la idolatría. Y aunque Job recibe el doble tras su rehabilitación, esta claro que ahora ya no va a disfrutar de la riqueza, sino que las ha de destinar al pago de su pecado espiritual. Ahora Job es llamado a rezar por sus amigos. Y es que su pecado es el mismo que el de los tres amigos: anteponer la autoridad a la justicia. Ni sus amigos, ni Job han aceptado la realidad de la justicia divina, solo su autoridad. Job creía que con su virtud, concebida como aceptación del orden moral establecido, merecía ser bendecido y tener siervos. Rezar por sus amigos significa pagar por la idolatría, y el Señor le da el doble para que rece por sí mismo y por sus amigos30. Y Job se condena espiritualmente, pero por su buena intención se le concede una segunda oportunidad material: la de pagar el pecado en la tierra31.

28 ¿Donde se ha ido Satán? Satán no vuelve a ser mencionado en los diálogos o en el epilogo. A mi me parece que es el triunfador del cuento. Job condenó al Señor en su cara (13,15; 23,4) como la mujer (2,9) y Satán (1,11; 2,5) habían previsto. Satán no aparece porque la condena de Job se da por sobreentendida. 29 El codicioso y el idolatra son condenados pero el Señor les salva por su virtud (oración), y además les enseña; y tras la condena podría ser verosímil que fueran llamados a redimirse participando con su sacrificio en el proceso creativo, en la construcción de la tierra pro el hombre. Cuando el codicioso y el idolatra temen al señor, como Job, parece que no son muertos materialmente; y aunque vivencian su muerte espiritual, el Señor los salva para fundar la vida social, puede ser este el sentido de Behemot y Leviathan, formaran parte de la asamblea divina que juzga la tierra, resolviendo así el atávico conflicto doctrinal entre providencia y libertad. El Señor construye la vida con materiales viejos y raídos, escribe con renglones torcidos. La providencia es un dialogo del hombre con la divinidad en la asamblea divina que juzga al hombre cada día. Es aquel ángel entre mil que libra al hombre de su condena pagando el pecado de la tierra. Y como dice el Rey David cuando el ángel le pone en la tesitura de escoger un castigo, entreguémonos en manos del Señor, porque el Señor salva y enseña. 30 Yo creo que es verosímil presuponer que ha habido un cambio en la asamblea que rige la historia, y Job, en vez de los tres amigos, ha sido llamado a formar parte de dicha asamblea. Los hijos de Dios son los que forman parte de la asamblea esto es los que han sido escogidos para pagar el pecado espiritual de la idolatría: son hijos de Dios no hijos de la tierra. 31El epílogo se refiere finalmente a los hijos e hijas de Job. Creo que hijos e hijas repiten el paradigma del doble relato creación. Los siete hijos representan los 7 días de una creación traicionada. Job acusa al Señor de injusticia porque es injusto. Es la Creación (los 7 días de la

Page 28: Proceso a Job

El libro del proceso de Job

28

Y así queda plantado el autentico dilema del libro de Job: Juzgamos a Job porque hemos sido hechos libres a imagen y semejanza del Creador, o juzgamos al Creador porque nos ha hecho como animales, y nos rige por unas reglas que somos incapaces de comprender. Yo creo que desde la doctrina de Kierkegaard habría que declarar al Creador culpable, dictador arbitrario, por que nos ha creado como animales para sufrir y morir, y por que por su trascendencia e inescrutabilidad esta infinitamente alejado de nosotros. Ese es el fundamento de esta segunda crítica a Kierkegaard.

creación) negada por no haber sido basada en la justicia, y que ahora se reconstruye artificialmente en el designio de pago del pecado espiritual de Job. Los 7 sacrificios se corresponden a los 7 personajes principales que aparecen en la historia: El Señor, Satán, Job, Eliahu y los 3 amigos. Las tres hijas son los tres días de triunfos de Job contra los tres amigos, los tres argumentos salvadores, los tres días de la virtud, en que caminó Abraham hacia el monte Moria, los tres condenados al destierro por el pecado. A las hijas se les da un nombre, y son bendecidas como las más bonitas. Se reconoce que Job ha triunfado sobre el pecado de la tierra, no sobre el pecado espiritual. Los hijos solo aparecen en la nebulosa de la generalidad. ¿Porque es tan importante que las hijas reciban una parte de la herencia? Por que ya no son siervas, porque ya la estructura social no esta basada en la servidumbre.