Pragma 10 low

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Revista Pragma No.10 Espacio y Comunicación Visual

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  • DISEO

  • 2Proceso de diseo decartel con temticaambiental.

    Obed Meza-RomeroBenemrita Universidad Autnoma de [email protected]

    Paul Valera-TejedaBenemrita Universidad Autnoma de [email protected]

    Mara Cristina Valerdi-Nochebuena Benemrita Universidad Autnoma de [email protected]

    Poster design process with environmental issues.

    PRAGMA, ESPACIO Y COMUNICACIN VISUAL 10: 2-13 (2013)

    DISEO

  • 3ResumenLa preocupacin de diferentes personas, instituciones, colectivos y movimientos a favor del cuidado del medio ambiente han generado proyectos y convocado a la sociedad a sumarse y colaborar a favor de esta accin. En el caso del diseo grfico asociaciones como JAGDA (Asociacin de Diseadores Japoneses) en Japn, 4block en Ucrania y Segunda Llamada1 en Mxico convocan a diseadores grficos a participar con sus ideas a travs de carteles con el propsito de crear un mensaje visual para hacer reflexionar a la sociedad de la problemtica ambiental mundial en la que vivimos y al mismo tiempo demostrar la vanguardia de la grfica mundial.

    En estas convocatorias participan diseadores grficos de varios continentes donde representan la irona, el sarcasmo, la reflexin y la concientizacin de las causas del deterioro del planeta tierra, aplicando de manera particular el uso de diversas tcnicas de representacin y composicin grfica a travs del cartel para comuni-car mensajes en un lenguaje universal.

    El cartel, adems de ser una de las manifestaciones ms antiguas del diseo grfico, es ante todo una forma de creacin

    artstica; un medio de difusin de la cultura y de promocin de acciones polticas, sociales y ambientales (Chapela, G.

    1990:10).

    Este artculo tiene el propsito de mostrar el proceso de diseo para la realizacin de los carteles NO CON-SUMIR y EL DEPREDADOR los que participaron en la convocatoria que emiti Segunda Llamada2 en colabo-racin con la Universidad Autnoma Metropolitana (UAM) y Natura de Mxico con el tema manejo responsa-ble de residuos plsticos3.

    Palabras clave: Cartel, Medio ambiente, Proceso de diseo, Unicel.

    AbstractThe concern of different people, institutions, groups and movements for environmental protection pro-

    jects have generated and called on society to join and work together for this. In the case of graphic design to name a few associations like JAGDA (Japanese Designers Association) in Japan, 4BLOCK in Ukraine and Mexico to Call Second call for graphic designers to participate with their ideas through posters in order to create a message visual to reflect the society of global environmental problems in which we live and at the same time demonstrate the forefront of global graph.

    Involved graphic designers representing various continents where irony, sarcasm, reflexion and aware-ness of the causes of the deterioration of the planet earth, applying a unique way using various techniques of representation and graphic composition to communicate a message universally.

    The poster, besides being one of the oldest forms of graphic design, is primarily a form of artistic creation, a means of dissemination of culture and policy advocacy, social and environmental actions (Chapela, G. 1990:10).This article focuses on the call issued Second Call, Metropolitan Autonomous University of Mexico and

    Natura item responsible handling of plastic waste primarily in the design process applied in making pos-ters. In the same way it shows the design process for doing DONT COSUME and THE PREDATOR posters.

    Keywords: Poster, Environment, Design process, Styrofoam.

    Meza, O.; Valerdi,M. C.; Valera, P.: Proceso de diseo de cartel con temtica ambiental.DISEO

    1 Segunda Llamada, organismo non-profit. Diseo grfico para crear conciencia social y ambiental. / Graphic design to raise aware-ness on social and environmental issues.2 Es un proyecto en pro del desarrollo sustentable en el cual participan varias personas con deseos de mejorar nuestro planeta. Surge de la inquietud ante la actual situacin ambiental y de la necesidad de crear conciencia al respecto. TODOS Y CADA UNO DE NOSOTROS, de forma individual, debemos adoptar medidas y acciones sustentables para cuidar el medio ambiente.3 Para este concurso se recibieron 728 carteles de 41 pases de los 5 continentes, el cartel NO CONSUMIR fue galardonado con una mencin honorfica y el cartel EL DEPREDADOR fue finalista, cuya autora es del Mtro. Obed Meza Romero.

  • 4IntroduccinPara la realizacin del cartel, inicialmente se investig acerca de Segunda Llamada, organismo sin fines de lucro (non-profit) su fundador es Gustavo Morainslie4 (2013) quien define a Segunda Llamada como aquella que utiliza al Diseo grfico para crear concien-cia social y ambiental es un movimiento donde participa mucha gente con deseos de mejorar el medio ambiente.

    Esta definicin se complementa con lo que publica su pgina web:

    Surge de la inquietud ante la actual situacin ambien-tal y de la necesidad de crear conciencia al respecto. TODOS Y CADA UNO DE NOSOTROS, de forma indi-vidual, debemos adoptar medidas y acciones susten-tables para cuidar el medio ambiente. Y cuanto antes

    mejor (http://segundallamada.com/)

    PROCESO DE DISEO DE CARTEL Una vez entendida la definicin habra que apegarse al tema principal de la convocatoria que era manejo responsable de residuos pls-ticos donde se explicaba de manera general este asunto a travs de un brief 5 y conceptua-lizando el uso del plstico y del poliestireno expandido (unicel) como materiales sobre los cuales pensaba soportar la propuesta: El plstico est en todos lados, nos rodea en nuestra

    vida cotidiana y lo usamos para un sinfn de productos y empaques que nos hacen la vida ms fcil, econmica y ms segura. Pero todo eso conlleva un grave incon-veniente: los plsticos representan una grave amenaza para el medio ambiente.Te has preguntado dnde termina todo el plstico que

    usas a diario? Todas esas bolsas de supermercado que te dan, incluso cuando compras un artculo pequeo; to-das esas botellas ecolgicas de agua, jugos y refrescos;

    todos los empaques de productos que compras; y peor an, todos los envases de comida para llevar de polies-tireno expandido (unicel), los cuales desgraciadamente estn presentes desde el puesto ms pequeo hasta las cadenas de restaurantes y hoteles ms grandes.Bueno, pues el problema es que los plsticos son deri-vados del petrleo, y no se biodegradan, sino que se fo-todegradan; la accin de los rayos UV los descompone

    en piezas pequeas que pueden durar de 500 a 1,000

    aos en una u otra forma fsica. Prcticamente todo

    el plstico que se ha fabricado existe todava, con ex-cepcin del que ha sido incinerado, liberando an ms toxinas al medio ambiente.Es as como el mal uso de los productos de

    plstico crece da a da, se ha vuelto comn alma-cenar y transportar cualquier cosa en una bolsa de plstico y luego tirarla como si no pasara nada. El uso del poliestireno expandido (unicel) como contenedor de alimentos se ha convertido en un serio problema ambiental por lo que es necesario crear conciencia a la sociedad para su nejor manejo y reducir la problemtica.SOBRE EL POLIESTIRENO EXPANDIDO (UNICEL)

    ...En el mundo se producen anualmente ms de 14 mi-llones de toneladas de este material. La gran mayora de estos envases, usados para empacar comidas y be-bidas, terminan en rellenos y en el medio ambiente. A pesar de que este material puede ser reciclado, la difi-cultad para separar el material de los residuos de co-mida hacen que slo el 1% de todo el mundo se recicle, y en Mxico la cifra es an menor.El UNICEL es prcticamente eterno.

    4 Gustavo Morainslie(Mxico, D.F., 1979). Estudi diseo de la comunicacin grfica en la UAM de Azcapotzalco, fotografa profesio-nal en la Escuela Activa de Fotografa Echegaray, y la maestra en diseo e ilustracin en el CUMP. Trabaja de manera independiente en su estudio El museo del Gusgus y como docente en diversas escuelas. Su trabajo de cartel y fotografa ha sido expuesto en diversos pases; siendo seleccionado en eventos como: Poster for tomorrow, Graphic Advocacy, Bienal del Cartel de Mxico, Bienal del Cartel de Bolivia, Eco-Trienal de Ucrania y Good Poster Hong Kong entre otros.5 Un brief de diseo es un documento integral que rene los parmetros con los que un diseador o un departamento de diseo em-pieza a elaborar una pieza grfica. Este documento es esencial en todo el proceso de la cadena y garantiza al diseador una idea cla-ra de lo que debe hacer y le permite planear su trabajo desde conceptos concretos (http://redgrafica.com http://redgrafica.com).

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    DISEO

  • 5No te gusta la basura en tu casa, cierto? entonces piensa un poco en el destino de tus residuos

    la prxima vez que puedas elegir. Los recolectores de tu comunidad no hacen magia, y mucho

    menos con materiales que no se biodegradan fcilmente. (Texto recopilado de: Rise Above Plas-tics, Story of Stuff, Ecologa en tus manos, Sustenta.com, Smartkleanblog y Segunda Llamada.)

    Por lo que despus de leer informacin acerca del brief se hizo una lista de ar-tculos de unicel utilizados comnmente en servicios de alimentos ya sea para co-merse o almacenarlos empezando con los vasos en sus diferentes medidas (gran-de, chico, mediano); platos con divisin, sin divisin, pastelero (chico, mediano, grande), cucharas, cuchillos, tenedores y contenedores con divisin y sin divisin. La lista era cada vez ms larga, lo cual denotaba la existencia de un problema gra-ve al tener un sin fin de utensilios de este tipo que generan basura.

    Antes de realizar bocetos, se tomaron fotografas de algunos objetos de unicel para analizarlos, era pertinente sentir el material, observarlo de diferentes mane-ras y posiciones, tomas de frente, desde arriba o algn otro lado y con diferentes fondos y proyecciones, eso me dara algunos parmetros para capturar los art-culos y as poder establecer un juicio del material y posteriormente valorar las imgenes para ir materializando el diseo del cartel (fig. 1).

    Figura 1. Diversas tomas fotogrficas para primeras ideas (OMR).

    DISEOMeza, O.; Valerdi,M. C.; Valera, P.: Proceso de diseo de cartel con temtica ambiental.

  • 6El diseador puede tener una idea de algn objeto porque cree conocerlo de-bido al uso cotidiano sin embargo al hacer las tomas fotogrficas y analizarlas en relacin al tema, van surgiendo ideas, y en este caso fueron dos las ideas prin-cipales para el diseo y materializacin de los carteles que participaran en la convocatoria.

    Primera idea: comida- materia prima- cadena alimenticiaLa primera idea fue la del contenedor de comida, con lo que se imagin una boca enorme, un depredador, un monstruo maligno, un demoledor peligroso. La idea tena que ver directamente con alimentos y al mismo tiempo como contene-dores de la misma (fig. 2).

    Figura 2. Primera idea (OMR)

    Posteriormente se les di un tratamiento a las fotos para decidir cual era la que mejor se asociaba con una boca enorme como si pareciera ese monstruo pe-ligroso, mencionado en lneas anteriores, el parmetro de color fue blanco-negro y escala de grises (fig. 3).

    Figura 3. Tratamiento de las fotografas (OMR)

    Una vez tratada la fotografa surgi otra idea, relacionando comida y materia prima, llevando esto a la cadena alimenticia, materializndola a travs de un ser marino (fig. 4).

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  • 7Figura 4. Relacin del utensilio con la cadena alimenticia (OMR)

    Sin embargo esta propuesta solo se asociaba con el mar, que si bien tambin es un problema la solucin estaba segmentada y deba ser universal. A partir de este concepto de universalidad se ampli la idea con base a seleccionar imgenes del mundo animal, vegetal y por supuesto del ser humano (fig. 5).

    Figura 5. Imgenes del mundo de la naturaleza (OMR).

    DISEOMeza, O.; Valerdi,M. C.; Valera, P.: Proceso de diseo de cartel con temtica ambiental.

  • 8Con estos elementos se dise una nueva composicin utilizando una retcula para determinar el orden de las imgenes (fig. 6).

    Con base a este resultado el objeto de unicel (representado coceptualmente a la boca enorme) se coloc en la parte de arriba pero se interpretaba el inicio hacia el problema de la utilizacin de estos artculos (generadores de basura no de-gradable) por parte del ser humano, adems de que las imgenes de las especies animales ocupaban la mayor parte del espacio provocando una sensacin que no era la deseada debido a su orden y la repeticin de cada imagen, entonces surgi otra alternativa que cubra las expectativas de la idea generadora, el concepto de extincin de la naturaleza al colocar los elementos a la mitad del espacio y al final la figura del ser humano (depredador del medio ambiente)(fig. 7).

    Despus de esta prueba de composicin y visuales (fig. 7, ) se decidi colocar los elementos a tres cuartos del espacio y se anex el texto El consumo de este producto es un peligro para el planeta, lo que llev a la consecucin de la idea a travs del concepto comida-materia prima-cadena alimenticia (fig. 8).

    Figura 6. Uso de retcula para ordenar las imgenes (OMR). Figura 7. Composicin 1. La extincin de la naturaleza (OMR).

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  • 9Figura 8 . Cartel 1 EL DEPREDADOR (OMR). Premio: CARTEL FINALISTA, Concurso Internacional de Cartel Segunda Llamada

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    Segunda idea: tierra-globo terrqueo, sol-cabezaLa segunda idea surgi de acuerdo a la forma redonda del plato lo que se asocia por su forma con el planeta tierra, con el globo terrqueo, con un sol, con una ca-beza y en lo que exista mayor contraste de color con fondo negro en relacin con el blanco. El cartel en blanco y negro o escala de grises fue el parmetro, as que estas fotos lo cubran y se enfocaban perfectamente con el tema (fig. 9).

    Figura 9. Parmetro de color para el diseo del cartel (OMR)El proceso fue el mismo: tratamiento a las fotos del plato, descubriendo des-pus del anlisis fotogrfico la posible relacin con una seal universal asociada al signo de prohibicin y con base a la similitud del objeto con este pictograma surgio otra idea (fig. 10).

    Como siguiente paso del proceso se cort el plato (fig. 11) generando un nuevo significado al sustituir el crculo por este objeto que era el prposito del tema no utilizar ms productos de este material, en la foto se cortaba tajantemente al unicel, logrando con ello la idea de la prohibicin usada de manera global en la sealtica mostrada en la figura 10.

    Figura 10. Relacin concepto-pictograma (OMR).

    La solucin, en esta segunda idea estaba dada desde la fotografa, permitiendo esto que no se trabajara digitalmente la imagen, ya que esta se di de manera espontnea y aparentemente rpida la propuesta, como ltimo paso se le agreg solamente el texto NO CONSUMIR y el cartel 2 estaba listo (fig. 12).

    Figura 11. Idea de prohibicin (OMR)

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    Figura 12. Cartel 2. NO COSUMIR (OMR) Premio: MENCIN HONORFICA, Concurso Internacional de Cartel Segunda Llamada

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    Un proceso de diseo es una tarea de reflexin con base a una idea genera-dora, es resultado de varios intentos que reflejan conocimientos de la disciplina, experiencias y corazonadas al crear una idea con pocos elementos expresados en la composicin que generar un impacto visual.

    La tarea de los artistas, en palabras de M. Kamal (1990) hace posible posible llegar a los sentimientos ms profundos del hombre, y colaborar en la detencin del dao ecolgico [] no solo es involucrar a los gobiernos y a los cientficos, sino a diferentes sectores de la sociedad. Los artistas y los diseadores grficos con sus trabajos y sus carteles, tienen las herramientas para transmitir el mensa-je y procurar la accin (Kamal, M. 1990: 14)

    A manera de conclusinPareciera que los objetos son solo para usarlos y que no se pueden encontrar soluciones diferentes, pero eso depende muchas veces de la imaginacin y la creatividad del autor, el diseador no puede tener una visin inmediata de los objetos, no debe de ser indiferente de la forma y el color ya que son elementos que pueden cambiar el significado del objeto. En este trabajo se mostr el proceso de diseo para la elaboracin de dos carteles denominados NO CONSUMIR y DEPREDADOR los que reflejaron la creatividad durante ese proceso que incluy un anlisis para tener los carteles como materializacin de las ideas descritas y como menciona Nygaard, F. (2013) El cartel elimina todas las fronteras, puede ser interpretado y comprendido por todos. Este hecho nos permite reaccionar cuando algo sucede en el mundo posibilita que diseemos carteles cuando tene-mos algo en nuestros corazones.

    Figura 13. Socializacin de los carteles (GM. Segunda Llamada)

    PRAGMA, ESPACIO Y COMUNICACIN VISUAL 10: 2-13 (2013)

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  • 13Referencias bibliogrficas BIENAL DEL CARTEL BOLIVIA, (2013), Diseadores grficos, La Paz Bolivia. PRIMERA BIENAL INTERNACIONAL DEL CARTEL EN MXICO, (1990), Uni-

    versidad Autnoma Metropolitana, Mxico: Trama Visual A.C.

    Sitiografa http://segundallamada.com/ (25/09/2013)

    Obed Meza RomeroDiseador Grfico, Maestro en Mercadotecnia y Publicidad, estudiante de Doc-torado en Administracin y Gestin Estratgica, Profesor-investigador FA-BUAP.

    Mara Cristina Valerdi Nochebuena Arquitecta, Maestra en Docencia Universitaria, Doctora en Arquitectura, Pro-fesora-investigadora FA-BUAP (1972-2013), Lder del BUAP-CA-116 Diseo y Tecnologa, Miembro del Padrn de Investigadores Institucional, Evaluado-ra y Miembro del Comit Tcnico de la Acreditadora Nacional de Programas de Arquitectura y Disciplinas del Espacio Habitable, A.C. (ANPADEH), LGAC: Diseo, Sustentabilidad y Patrimonio.

    Paul Valera TejedaEstudiante de sexto semestre del Colegio de Diseo Grfico de la FABUAP

    La composicin final materializada en los carteles mostrados denota que la utilizacin de los productos de unicel para consumo de alimentos por parte del hombre, junto con otros factores que atentan contra el medio ambiente, estn acabando de manera acelerada con la naturaleza hacindose necesaria la pro-mocin hacia su preservacin a travs de crear conciencia hacia el cuidado del medio ambiente, con la intencin proteger los recursos naturales no renovables como parte del enfoque sostenible, por lo que el mensaje expresado en los carte-les cumpli con el propsito de la convocatoria.

    Figura 14. Socializacin de los carteles (GM. Segunda Llamada)

    DISEOMeza, O.; Valerdi,M. C.; Valera, P.: Proceso de diseo de cartel con temtica ambiental.

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    El patrimonio cultural y natural en la regin de San Pedro Atlixco, San Baltazar Atlimeyaya y San Diego Metepec, Puebla.

    Andrs Armando Snchez-HernndezBenemrita Universidad Autnoma de [email protected]

    Rosala Reyes-MendiolaBenemrita Universidad Autnoma de [email protected]

    San Pedro Atlixco, San Baltazar Atlimeyaya and San Diego Metepec, Puebla Cultural & Natural Heritage

    Snchez, A. A.; Reyes, R.: El patrimonio cultural y natural en la regin de San Pedro Atlixco, San Baltazar Atlimeyaya y San Diego Metepec, Puebla.

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    ResumenEste trabajo permite plasmar la investigacin que involucra diversas disciplinas, que anali-zan los valores del patrimonio natural y edificado que se encuentra en diversas condiciones y permite reconocer los procesos histricos y culturales de asentamientos aledaos al Vol-cn Popocatpetl: San Pedro Atlixco, San Baltazar Atlimeyaya y San Diego Metepec inscritos dentro de una serie de entramados urbansticos, los que permiten reconocer esas fases de asentamientos y artefactos en relacin al paisaje cultural y natural de la regin; y, con ello la posibilidad de reconocer las condiciones de evolucin y procesos de adaptacin a las condi-ciones geogrficas y sociales para convivir armnicamente.Palabras clave: Patrimonio natural, Patrimonio industrial, modos de produccin, paisaje.Abstract

    This work allows translating research involving diverse disciplines that examine the values of natural and built heritage found in various conditions and can recognize the historical and cultural processes surrounding settlements Popocatepetl Volcano: San Pe-dro Atlixco, San Baltazar Atlimeyaya and San Diego Metepec enrolled in a series of urban frameworks, which can recognize these phases of settlements and artifacts relating to the cultural and natural landscape of the region, and thus the possibility of recognizing the conditions of evolution and adaptation processes to geographical and social condi-tions to coexist harmoniously.

    Key words: Natural heritage, Industrial heritage, Production activity, Landscape.

    IntroduccinEn diversas latitudes de Mxico, como en otros pases, existen paisajes que son una clara conjugacin de lo natural y lo cultural. Adems, reflejan los aspectos vinculados a las mltiples sociedades que los han habitado. Por lo tanto, son parte insoslayable de los procesos sociales, histricos y ambientales. Dentro de ellos, uno de los elementos que lo definen, como consecuencia de la adaptacin al entorno de las sociedades, se encuentra en la produccin arqui-tectnica para resolver sus necesidades de espacios; adems de mostrar cier-tos significados y condiciones culturales que reflejan el contexto en que fueron realizados. Este legado es tambin conocido hoy como patrimonio edificado, definicin que refleja, no slo los valores artsticosexquisitos, monumentales, sino tambin, los que podemos encontrar aun en lo modesto, pero que tiene un significado en general, un valor histricocultural.

    Por lo tanto, el patrimonio edificado de la regin en cuestin muestra una serie de condiciones dentro de un fabuloso territorio, consecuencia de una serie de usos y destinos, entre ellos: los habitacionales (viviendas), religiosos (templos), administrativos (palacios de presidencias auxiliares), educacin (escuelas), espa-cios utilitarios vinculados a territorios y sitios como haciendas o ranchos (caba-llerizas, bodegas, etctera). Espacios dedicados a la produccin agroindustrial, en localidades rurales, es el caso de industria textil como parte de la colonia obrera, se instal en la regin desde finales del siglo XIX y fueron cerradas en la dcada de

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    1960: como el caso de Metepec; pero adems, se puede observar que forman parte de una serie de pocas y, formas de apropiacin del territorio, el espacio y aun los materiales, para expresar con ellos, los modelos arquitecturales.En ese sentido, podemos comprender en la ac-tualidad, que muchos de estos inmuebles forman parte de sitios o conjuntos que tiene cierta rela-cin entre unos y otros y se pueden comprender dentro de artefactos urbanos, como arquitectni-cos. As como permiten reconocer la presencia de diversas generaciones de habitantes.

    Por ello, es necesario un repaso historiogrfico en la zona de estudio, que permite, reconocer la presencia humana desde la poca prehispnica, a pesar de las pocas evidencias, hasta ahora des-cubiertas. Otro periodo histrico que correspon-de al periodo del virreinato, as se encontraron edificaciones religiosas catlicas, algunas de ellas son viviendas. Adems de las evidencias de una fase importante de finales del siglo XIX: la indus-trializacin, hoy de inters para la arqueologa in-dustrial, cuyas evidencias son significativas, pero, an as, algunas de ellas estn siendo destruidas. Asimismo, podemos identificar la presencia de adaptaciones sociales para resolver sus necesida-des espaciales mediante el uso de materiales loca-les como la piedra braza (volcnica) que se puede aun obtener de canteras cercanas, como parte del material volcnico de alguna erupcin del Popo-catpetl. Material usado en arquitectura reconoci-ble como verncula en el uso de viviendas, barbas o muros divisorios, caballerizas, etctera. Por otra parte, se puede ver el uso del adobe en edificacio-nes modestas o como complemento en las edifi-caciones con piedra, hacindose mixtas.

    Dentro de este repaso historiogrfico no pue-de excluirse otra fase de insercin de nuevas arquitecturas correspondientes al siglo XX. A principios de este siglo en la zona de estudio se reconocen dos aspectos importantes: las edifica-ciones planificadas mediante proyectos exprofe-so, como las que reflejan otro fenmeno social: la

    autoconstruccin. En ambos casos se muestran condiciones diversas analizables desde varias aspectos relativos a los factores de la arquitec-tura (uso, expresivo, constructivo estructural).Todos estos periodos muestran un comn: efectos en el paisaje, exponiendo adaptaciones armoniosas, como las que atentan contra la visual, puntos importantes que identifican si-tios en la imagen del territorio etctera. Lo que permite reconocer que el paisaje es el punto de partida de la lectura interdisciplinar, elocuente forma de interactuar entre lo natural y cultural.Por lo que este documento muestra los an-tecedentes de la conformacin urbano-arqui-tectnica de la zona. Adems, el desarrollo de la investigacin que se divide en secciones donde se tratan los antecedentes, las conclu-siones y finalmente la bibliografa con que se sustent el trabajo.AntecedentesLas tres poblaciones analizadas se encuentran dentro de un territorio que forma parte de un mismo ecosistema: San Baltazar Atlimeyaya se encuentra dentro del municipio de Tianguis-manalco; San Pedro Atlixco y Metepec, forman parte del municipio de Atlixco (Lugar junto al agua) (fig. 1). Pero, sin duda, comparten las mismas condiciones paisajsticas, as como el patrimonio histricocultural, definido por diversas formas del uso, que responden a las necesidades de los habitantes en poblaciones y ciudades para complementar sus servicios b-sicos para la dotacin del preciado lquido: el agua (H20). Con ello, a diversas culturas han de-mostrado sus habilidades tanto tcnicas como constructivas para edificar la infraestructura para llevar, en muchas ocasiones, desde regio-nes muy lejanas el lquido a sus asentamientos. En otros casos, las sociedades han aprovecha-do los lugares donde su presencia es rica en abundancia y calidad para utilizarla en su vida cotidiana, como en diversas actividades.

    Snchez, A. A.; Reyes, R.: El patrimonio cultural y natural en la regin de San Pedro Atlixco, San Baltazar Atlimeyaya y San Diego Metepec, Puebla.

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    Figura 1. Plano de siglo XVI de la regin de Atlixco(MEADE de Angulo, Mercedes. Cartografa de Atlixco 1578-1854. INAH, 1988)

    Figura 2. Plano del siglo XVI de la regin de Atlixco(MEADE de Angulo, M. 1988)

    Es importante hacer notar que la ubicacin de los tres asentamientos antes expuestos, en la regin de Atlimeyaya estn favorecidos por la sierra nevada, donde se ubican los volcanes Iztachuatl y Popocatpetl como hitos eco-lgicos, que son parteaguas que separan las cuencas de Mxico y el alto Balsas, de ella des-cienden arroyos que irrigan tanto los valles de Mxico, Puebla y Morelos. Estos afluentes sus-tentan el uso domstico y la agricultura desde los tiempos prehispnicos, as el valle de Atlix-co se ha favorecido a lo largo de la historia, en este territorio se encuentran las localidades de San Baltazar Atlimeyaya, San Pedro Atlixco y Metepec, entonces podemos afirmar que el agua como recurso favoreci las condiciones para la produccin agrcola y la formacin de los asentamientos desde la poca colonial. Sus vestigios en la actualidad, se encuentran en diversas condiciones, desde los que estn en condiciones ruinsticas, con pocas posibilidades de ser restaurados, los que han sido restaurados y con actividades contemporneas, los que se encuentran dentro de etapas de destruccin y los que lamentablemente se han destruido.

    Una de las etapas de mayor influencia en las poblaciones de San Pedro Atlixco y San Bal-tazar Atlimeyaya fue la poca virreinal y, con

    ello, el replanteamiento de los territorios por las condiciones de propiedad, adems de los usos (habitaciones, como de produccin) da-das una vez oficializada la conquista. Esto se puede apreciar en la figura 2 aqu podemos estimar las condiciones del territorio y las edi-ficaciones de ese momento. El nombre del pla-no, segn Meade (1988) es scriptum in codex.

    En el mapa se observa: El pueblo de San Pedro Atlixco y el de San Baltasar; el Rancho de Fran-cisco Romero y su Gaana, la hacienda de Jilute-peque, etc. Lado izquierdo: Norte, Malpas, San Pedro Atlixco, Rancho de Francisco Romero, Ro de San Baltasar. En medio: Oriente, Cerro, Po-niente. Lado derecho: Gaana Rancho de Fran-cisco Romero, Camino Real, Cerca, Hacienda de Jilotepeque Sur (Meade, 1988, s/p).

    Posteriormente, en el siglo XIX, con la llegada a Mxico de los efectos de la Revolucin indus-trial europea, muchos fueron los cambios de

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    trimonio de cierta sociedad o cultura industrial, que debe de difundirse por ser conocidos por generaciones futuras, y como parte de los poten-ciales patrimoniales y de identidad de un sitio. La regin donde se ubic el tema en cuestin, conocido como el Valle de Atlixco, es desde hace mucho tiempo una regin agrcola, se habita y cultivan diversos productos para el consumo. Esto gracias a las condiciones del suelo favore-cidas por el agua (fig. 3). La interaccin entre el componente fsico-geogrfico y el componen-te bitico han favorecido las condiciones de la agricultura. Sumndose la temperatura media anual de 18.7C, una mnima de 10.9C y una mxima de 26.6C, considerando una regin de clima agradable. As entonces se identifica a la regin como una zona habitable, calurosa, atractiva para visitar. Estas condiciones de sue-lo y clima sustentan la produccin de vegeta-les, flores y granos, entre otros.Esta regin en la poca virreinal era consi-derada como el granero de Amrica y tena como condiciones especiales una diversidad de haciendas agroindustriales. Con todo ello, la presencia del agua, es elocuente elementos que ha ayudado en el desarrollo de la regin, como sucede en todos los lugares donde su existencia es inherente a la vida cotidiana como a las di-versas actividades para producir, por ejemplo.

    la produccin en serie. Adems, de los modos de vida de los obreros, la arquitectura y el ur-banismo. En general, en el uso de la tecnologa para mover sus complicados procesos, entre ellos el hierro, dejando de usarse en las edifi-caciones como en herrajes, barandales, o cierta ornamentacin; para usarse en elementos ma-yores y en la construccin, en la arquitectura para alojar las zonas productivas y habitables, creadas con la oficialidad y materializacin de las utopas. Adems, de su uso en la creacin en serie de los componentes de los sistemas de equipamiento que conformaban los sistemas motrices de los complicados procesos de la produccin, comnmente identificados en las fbricas textiles (y su uso en la creacin de te-lares, anteriormente de madera) o mediante el uso del vapor en los ferrocarriles, etc.

    En ello, adems de la generacin de energa mediante el uso del preciado lquido: el agua. Elemento, no slo dador de vida, sino que des-de la historia del hombre ha servido, ms bien motivado, la seleccin de lugares para crear asentamientos humanos. Con base en ello, la ubicacin de poblaciones en las riberas de los ros ha sido una y otra vez, a lo largo de la his-toria del hombre, una constante en diversas latitudes, pocas y condiciones.El uso del agua en la poca de la Revolucin Industrial, no fue un caso aislado, sirvi me-diante sus diversas formas fsicas (mediante su aspecto de vapor, o a presin) para mover los complicados procesos mecnicos, iniciados desde su captacin, conduccin, canalizacin y su vnculo con turbinas o formas de conduccin referidos a los sistemas de produccin, como para la transformacin y generacin de energa.

    Por lo que analizar las condiciones de estas etapas, se puede ver como parte de lo que hoy se considera como un estudio arqueolgico, ante su evidencia en restos de cierta sociedad desapare-cida. Por lo tanto, por su relacin con el sistema industrial hoy visto de manera integral como pa-

    Figura 3. Plano hidrogrfico de la regin del Valle de Atlixco, Pue.(www.inegi.org /2012)

    Snchez, A. A.; Reyes, R.: El patrimonio cultural y natural en la regin de San Pedro Atlixco, San Baltazar Atlimeyaya y San Diego Metepec, Puebla.

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    La traza o forma urbana, permite reconocer esos procesos histrico-culturales y el contexto que les dio origen. Adems, de permitir com-prender las condiciones en que fue ideado el artefacto urbanoarquitectnico prstino, para asumir, despus las condiciones de las nuevas generaciones de arquitectura, como parte de las generaciones posteriores.

    El siglo XX, en el mbito general de las edifi-caciones en todo el mundo, fue muy compleja y diversa. En la regin, aunque la produccin no fue muy amplia, si se vieron algunos aspectos y condiciones particulares, muchas de ellas de ex-plicacin fenomenolgica en la apropiacin del territorio y el espacio. Adems, de las condiciones diversas en el uso de los materiales como elemen-tos urbano-arquitectnicos. Pero un efecto parti-cular aun entrado el siglo XX se pudo ver la continuacin en la forma de edificar con la misma forma de las edificaciones del siglo XIX. Por ejem-plo, la Compaa Industrial de Metepec, construy una serie de edificios siguiendo la tipologa ya ini-ciada a finales del periodo decimonnico, como se pudo ver diversos edificios con fecha de 1907 (Casa de Mquinas de la planta hidroelctrica en San Pedro Atlixco) En 1923 (Templo de Nuestra Seora de la Concepcin). Igualmente sucede con la Presidencia Auxiliar de San Baltazar Atlimeyaya y la Escuela Primaria de San Pedro Atlixco.

    Como parte de una segunda etapa en la pobla-cin de Metepec (apogeo del sindicalismo), hubo otra serie de edificios que reflejaron la vanguar-dia. Mostrada como parte de la llegada de un nuevo movimiento que fusionaba al art dec, as como los ideales de un nacionalismo mexicano, en especfico en el llamado movimiento neo in-digenista y neocolonial, que motiv a una se-rie de edificaciones para equipamiento (campos deportivos, cines, escuelas, etc.) y que mostraron una identidad obrera-nacionalista.

    Las diversas condiciones de la edificacin del siglo XX, permiten reconocer varios aspectos en la regin: 1) Las edificaciones planificadas median-

    te proyectos ex profeso, 2) Las que reflejan otro fenmeno social: la autoconstruccin, 3) Las que destruyeron-alteraron al hoy considerado patri-monio, y 4) Las que restauraron-mantuvieron a los edificios antiguos. En todos casos, muestran condiciones diversas analizables desde varias as-pectos relativos a los factores de la arquitectura (uso, expresivo, constructivo-estructural) y que pueden explicar sus efectos en el paisaje.

    Por todo ello, las poblaciones analizadas son las siguientes: a) San Pedro Atlixco, b) San Baltazar Atlimeyaya, c) Metepec.

    a) San Pedro Atlixco

    Figura 4. Vista de San Pedro Atlixco e). n el siglo XVI. (MEADE, dem)

    En la figura 4 (seccin del plano de la Car-tografa de Atlixco del siglo XVI) se puede ver que el paisaje natural, desde entonces, era abundante; pero an ms exuberante en las riberas del ro. As, rboles frondosos (Ahue-huetes milenarios), otros floridos de diversas especies endmicas, adems de arbustos defi-nieron un paisaje muy singular. Asimismo, ve-mos mltiples edificaciones, muchas de ellas casitas-chozas de materiales sencillos, hasta algunas que muestran la influencia de las edi-ficaciones con tipologa vista como parte de la espaolizacin durante el virreinato.

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    En la figura 5 se observa el templo de San Pe-dro Atlixco, as como el atrio donde se encuentran actualmente tumbas, que despus con las Leyes de Reforma en el siglo XIX, este uso queda pro-hibido, por la peligrosidad y riesgo ambientales para los habitantes. Motivo por el cual se constru-yen cementerios en las periferias de las localida-des. Otro aspecto que podemos reconocer es que las tumbas an tienen generaciones de familias cercanas, lo que no habla de gran antigedad.El templo muestra claramente una diver-sidad de etapas edilicias. La primera de ellas, la podemos reconocer perteneciente al siglo XVI, como claramente lo muestran elementos como perlas isabelinas (fig. 6), muy usadas en edificios religiosos (Templos, claustros de mo-nasterios o conventos) originarios de la etapa medieval espaola y en especfico del gtico isabelino. Elemento muy empleado como parte de la ornamentacin de los primeros edificios para evangelizar en la entonces, Nueva Espaa y reconocibles en la regin de Puebla, Morelos, Tlaxcala. Entre ellos, en los llamados catorce conjuntos religiosos (templos fortalezas y con-ventos) del Volcn, inscritos como patrimonio cultural de la UNESCO y la segunda del siglo XVIII, como lo muestra la escultura de San Pe-dro en la hornacina de la fachada (fig. 7).

    Figura 5. Vista del Templo de San Pedro Atlixco(ASH/2012)

    Figura 6. Detalle de elementos del siglo XVI.(ASH/2012)

    Figura 7. Escultura de San Pedro en la hornacina (AHS/2012)

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    Tambin se aprecia la presencia de patrimonio de otras pocas, en especfico del siglo XX (fig. 8), todo ello implcito dentro de un paisaje natural singular (fig. 8).

    b) San Baltazar AtlimeyayaEsta poblacin es producto de la refundacin de poblaciones, que una vez con-solidadas con la conquista y las pacificaciones permitieron restablecerse a los habitantes en nuevo espacios, una vez acogida la religin catlica. Poblado con un trazo dentro de un emplazamiento con ciertas condiciones de reticulares, pero tambin de plato roto como parte de adaptacin a la topografa (fig. 9).

    Figura 8. Escuela primaria de San Pedro Atlixco(ASH/2012)

    Figura 9. Vista general de la poblacin de San Baltazar Atlimeyaya(Google earth/2012)

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    Factor que tuvo gran resonancia y fue el hilo conductor de manifestaciones culturales y, con ello, motivo de inspiracin para realizar mlti-ples e inesperadas formas y condiciones de sin-cretismo tanto en lo tangible o intangible para demostrar su fe y devocin a Jess o Mara, y las mltiples advocaciones, como personajes, san-tos o beatos y personajes relacionados al Anti-guo como al Nuevo Testamento. Como suce-de en el templo de la Poblacin de San Baltazar que en la actualidad tiene diversas Festividades religiosas, en especfico, la ms representativa, la del 14 de enero. Por su cercana al da 6, re-lacionado con los festejos de los Reyes Magos, recordemos que Baltazar era uno de ellos.

    Segn el plano del siglo XVI (fig. 10), el templo original dedicado a esta poblacin se vio defini-do segn se muestra en el dibujo. Otro detalle es la presencia de un crculo, a manera de culo o espacio para alojar un rosetn, muy usado en los templos del siglo XVI, cuyo origen se remonta al periodo gtico. (Meade, 2012 op. cit).En el templo se puede apreciar la planta de una nave cubierta por una bveda de can corrido, aunque, posiblemente, tambin tena capillas anexas. La fachada principal tena un acceso rematado con un fronton semicircular,

    adems, de la torre adosada, donde se aloj el campanario rematada por un elemento simi-lar al chapitel medieval(fig. 11).

    Sin embargo, este inmueble como lo apre-ciamos en la actualidad- permite reconocer que es el resultado de varias etapas. Por lo cual, no se puede ubicar dentro de los horizontes de un solo estilo o movimiento cultural. Por ejemplo, la planta crucial recuerda a los templos de fina-les del siglo XVII y XVIII en Mxico, en la fbrica de las naves se observa el uso de piedra braza volcnica, usada por la cercana de la regin a las canteras con el material procedente de la erupcin en algn momento. Otro aspecto es la portada, la que rene una serie de elementos de diversos estilos y movimientos arquitectnicos. Entre estos, la estereotoma o uso de la piedra en la construccin de la torre con un marcado estilo herreriano (atribuido en Espaa a Juan de Herrera), muy comn en la ciudad de Puebla y sus alrededores durante el siglo XVII, que haba llegado de Espaa como parte de un movimien-to que defini a toda una generacin de edificios religiosos como Catedrales y Monasterios. Estilo que pudo haber constituido al resto de la por-tada que presenta posible ornamentacin pos-terior en la parte superior rematada en medio

    Figura 10. Vista de San Baltazar en el siglo XVI. (MEADE, 2012: dem) Figura 11. Fachada del templo de San Baltazar Atlimeyaya (ASH/2012)

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    punto y que muestra claramente elementos del estilo barroco posiblemente de finales del siglo XVIII. Asimismo, podemos ver como parte de los elementos diversos, un pinculo, cuyo origen se remonta a los templos gticos, pero sin orna-mentacin, muy usados en el siglo XIX, que pue-den considerarse como neos (fig. 12).

    Figura 12. Interior del templo dedicado(FA /2012)La ornamentacin de los interiores mues-

    tran otra etapa, una tercera quiz, en orden de realizacin, pues muestra una conjugacin de elementos que han sido muy caractersticos de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Por lo que esta manifestacin cultural se puede ubicar dentro de un claro eclecticismo, dnde se percibe como mayor influencia al neoclsico, pero que mantiene algunos elementos, que lo ubican dentro de esa conjugacin de estilos. Del estilo neoclsico, podemos reconocer el uso de ornamentaciones que recuerdan a los artesona-dos romanos, presentes en ste caso, en la bve-da de pauelo del altar mayor. En los intrads de los arcos: triunfal, formeros y torales, podemos ver ornamentacin floral que recuerda, igual-mente, a los artesonados mencionados.

    Otro inmueble emblemtico de la poblacin es el destinado a la Presencia Auxiliar (planta alta) y Escuela Federal Benito Jurez (planta baja); igualmente se puede caracterizar tipol-gicamente dentro de un eclecticismo, pues pre-senta una serie de elementos de diversas pocas

    Figura 13. Fachada eclctica de la Presidencia Auxiliar de Atlimeyaya (ASH/2012)

    Figura 14. Placa de inauguracin de edificio de 1943(ASH/2012)

    (figs.13-14). Por ejemplo, tiene tres arcos depri-midos centrales sobre la terraza que sirve para los eventos cvicos como el Grito de Indepen-dencia. Adems, presenta una serie de elemen-tos como el remate superior con roleos enfati-zando al emblema nacional: el escudo, ya en una posicin posrevolucionaria, olvidando aquella guila con las alas extendidas muy difundida en el siglo XIX y que caracteriz al Porfiriato. Adems, de observar elementos ornamentales florares sobre las platabandas de las puertas de la parte superior.

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    b) MetepecLa regin de Atlixco se remonta a un asenta-miento prehispnico y luego como refunda-cin virreinal. En tiempos del virreinato el lugar fue llamado granero de la Nueva Espaa, lugar en el que el agua ha sido abundante y de excelente calidad, lo que benefici la pro-duccin agrcola y que adems sirvi para el buen funcionamiento de la industria por su llegada como efectos de la Revolucin Industrial europea, as por la presencia del agua se ins-talaron diversas fbricas, entre ellas, La Con-cepcin, la Carolina y el Len.

    La instalacin de zonas industriales den-tro de la ciudad de Atlixco, como en el mu-nicipio, principalmente para molinos (como san Mateo), haciendas (La Alfonsina, San Diego Metepec y el Len Cabrera). As como, la industria textil, creando fbricas urbanas como La Concha (la Concepcin), o La Caro-lina, entre otras, en Atlixco. As como con-juntos construidos exprofeso, como el de la Compaa el Len Hnos., en los terrenos de la hacienda de Cabrera, hoy, colonia Len Cabrera y el Conjunto Industrial de la Com-paa Industrial de Atlixco (CIASA), en una antigua hacienda agroindustrial llamada San Diego, Metepec (figs. 15-16).

    Figura 15. Estado actual de la Hacienda de Diego Metepec (SDM) en el siglo XX (ASH, 1988)

    Figura 16. Vista actual SDM( Foto ASH/2012)

    Esta actual poblacin cuyo nombre es Metepec, que significa en nhuatl: Cerro de Magueyes. El Maguey es de la familia de la Agavaceae, cuyo nombre hace alusin a la posible existencia desde tiempos inmemo-rables a la presencia de plantas endmicas, que en consecuencia han definido las con-diciones paisajsticas de esta poblacin, las que en diversos momentos han ido siendo adaptadas o modificadas por las socieda-desculturas de diferentes pocas, por ello, las condiciones en el uso del territorio han variado como consecuencia de la expansin de las plantas endmicas, y la forma en que se distribuye de manera natural por manan-tiales, arroyos y ros el agua.En ese sentido, el agua, elemento cuya con-diciones en la regin fue decisivo para la elec-cin de los terrenos de la antigua hacienda de origen virreinal para produccin agrcola y estaban cercanos a las faldas del volcn, cuyos deshielos hacan que el agua llegara purificada y en condiciones ptimas para su uso, cubrien-do no slo las necesidades bsicas de los habi-tantes de la regin, sino tambin utilizada para mover la maquinaria (traida de Inglaterra) y generar energa elctrica para la empresa textil.

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    La Compaa Industrial de Atlixco, S.A. (CIASA)(fig. 17)se fund el 5 de febrero de 1898 en la ciudad de Mxico, construy todo un complejo urbanstico, a mane-ra de pueblo industrialobrero1 a finales del siglo XIX y principios del XX (fig. 18). Fue en 1902, cuando se inauguraron sus primeras actividades siendo la poca de mayor riqueza de su funcionamiento en pleno siglo XX, hasta su triste cierre en 1969, iniciando aos ms tarde la degradacin del conjunto (fig. 19).

    Figura 17. Forma urbana del asentamiento industrial y colonia obrera de la CIASA (ASH,1988)

    Figura 18. Perfil original del conjunto (s/a, s/f, Michaca)

    Figura 19. Perfil SDM actual (alterado)(ASH/2012)

    1 Modelo Company town: Definido como un asentamiento donde la industria y habitacin compartan un territorio y condiciones de traza, conformacin espacial y aun tipolgica, que defini a toda una generacin de sitios, hoy patrimoniales.

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    Su construccin fue con base a los modelos decimonnicos influenciados por la Revolucin industrial. Entre ellos, el uso de materiales como el ladrillo y la piedra natural o vista (fig. 20), como lo expres Servier (1960), as mismo la estructu-ra metlica. En ese sentido, la estructura instala-da para alojar las salas de hilados y tejidos, eran y son parte del paisaje. Adems de su chimenea o chacuaco que avisa sobre la presencia del lugar.

    A finales del siglo decimonnico, y en los albores del siglo XX, se fund como una plan-ta industrial muy avanzada, considerndose la ms tecnificada de esos aos, enfocada a ser de hilados, tejidos y estampados. Otras fbricas de origen textil se haban ubicado en lugares aleja-dos de las ciudades y algunas de ellas dentro de las poblaciones existentes.Es importante para comprensin del tema la relacin de los espacios arquitectnicos con va-lor histricotecnolgico a los diversos usos del agua, ya que la forma de produccin era movida por la fuerza hidrulica. El recorrido del agua se iniciaba desde su captacin y canalizacin, aun-que la cada de agua era y es abundante se cana-liz y control mediante compuertas, que eran usadas para su insercin a la planta generadora de luz, ubicada en la zona de San Pedro y la con-duccin del agua a las turbinas y, luego, a los pro-cesos de la produccin para mover los telares.

    Figura 20. Tipologa de la vivienda obrera construida por la CIASA (AHS, 1988)

    Otro aspecto fundamental del uso del agua en la regin fue para satisfacer necesidades de la poblacin obrera, como se ha mencionado anteriormente, en particular, en los lavaderos y letrinas colectivas ubicadas en el centro de las manzanas donde se ubicaron las viviendas, en los caseros obreros como el del Len y Metepec. Adems, en los jageyes como centro de recrea-cin de los pobladores.En ese contexto histrico y tecnolgico, se pue-den comprender los elementos del Sitio: Condi-ciones urbansticas (traza, componentes urbanos, legado arquitectnico, mobiliario urbano en los espacios pblicos), lo ambiental (Zonas de ve-getacin o deforestacin), patrimonio edificado (monumentos), los que deben estar vinculados a la historia del sitio, infraestructura (puentes, ca-minos, senderos urbanos) adems de la infraes-tructura para el uso del agua: canalizaciones, com-puertas, diques, tubera, edificaciones, etc.(fig. 21).

    La nocin de monumento histrico com-prende tanto la creacin arquitectnica aisla-da como el sitio urbano o rural que ofrece el testimonio de una civilizacin particular, de una fase significativa de la evolucin, o de un suceso histrico. Se refiere no solamente a las grandes creaciones sino a las obras modestas que han adquirido con el tiempo un significado cultural. Carta de Venecia (1964)

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    Lo anterior, como pauta para entender lo relacionado con las diversas pocas que se han mostrado, modernizacin, ampliacin, modificacin y otros aspectos ms reali-zados dentro del lugar. Adems de consi-derar dentro de sus esquemas valorativos la presencia de los valores desde la nocin de sitio mixto, segn lo planteado por la UNESCO, como parte de la conjugacin de elementos, en general simbiosis entre lo natural y cultural (fig. 22).

    Figura 21. Vista general del conjunto industrial(s/a, s/f, obtenida de un exobrero)

    Figura 23. Cine Nacional(ASH/2012)

    Figura 24. Reloj nacionalista(ASH/2012)

    Figura 22. Ubicacin de zona de sitio industrial SDM(Elaboracin autores con base en imagen de googlearth) (3/10/2010)

    La segunda etapa edificada en la poblacin de Metepec, mencionada con antelacin, muestra esa vanguardia en la forma de concebir nuevos espa-cios para usos complementarios a los habitantes de la poblacin y que muestran los ideales de una nacin posrevolucionaria. Periodo que vino mostrndose en diversas reas de las artes como la msica, la pintura, escultura y, por obvias razo-nes, la arquitectura, como la que se ejemplifica en el cine Nacional con algunos detalles Dec de los aos 50s y el Reloj nacionalista (figs. 23-24).

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    Figura 25. Vista reciente (S. XXI) del estado fsico del Casero obrero en proceso de degradacin(ASH/2012)

    la arquitectura con estilos, como el plateres-co, el barroco; posteriormente en el siglo XIX la presencia de la industria decimonnica, as tambin la arquitectura del siglo XX que se encuentra en la regin y que debe de ser valorada, siendo un potencial cultural que re-quiere proteger y conservar por ser parte de la historia del lugar.Por otro lado, el paisaje y su vinculacin a lo natural, permite reconocer las condiciones en que se han ido adaptando las sociedades hist-ricamente determinadas, muchas veces en sin-tona armnica y otras, mostrndose como de-predacin y degradacin. Por lo que promover la conservacin de esos valores es insoslayable en la vida actual para mantener en condiciones adecuadas a la regin.Por ello, podemos comprender que el legado edificado descrito con base en los sitios de San Pedro Atlixco, San Baltazar Atlimeyaya y San Die-go Metepec inscritos dentro de una serie de en-tramados urbansticos y con diferentes modos de produccin, permiten reconocer esas fases de asentamientos y artefactos vinculados a los pro-cesos histrico-culturales, en relacin al paisaje cultural y natural de la regin.

    Pese a que algunos de los obreros perma-necieron luego del cierre de la fbrica la ma-yora de ellos emigraron, pero la llegada de la modernidad (no planificada) en una segun-da etapa, provoc una alteracin del conjunto (fig. 25), dando como resultado un paisaje des-ordenado, y poco sensible con las condiciones y potenciales patrimoniales del conjunto.

    Segn el Catlogo Nacional de Monumentos Histricos de Atlixco, Pue. de 1988 (INAH), se registraron 6 fichas de los siguientes inmuebles en Metepec: Fbrica textil, Capilla de la Pursima Concepcin, Campo deportivo, Casa de bombas, Habitacin y Hacienda Metepec-viejo. Sin em-bargo, el trabajo de campo permite reconocer ms edificaciones cuyos valores son inherentes dentro del amplio panorama de lo patrimonial y que ser motivo de otro estudio.ConclusionesLa lectura e interpretacin de los diversos componentes del paisaje, permiten adentrar-se dentro de los valores de la arquitectura, que en la regin estuvo definida por periodos muy claros: el virreinato con la influencia de movimientos culturales, principalmente en

    Snchez, A. A.; Reyes, R.: El patrimonio cultural y natural en la regin de San Pedro Atlixco, San Baltazar Atlimeyaya y San Diego Metepec, Puebla.

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    Bibliografa INAH, (1988). Catlogo Nacional de Bienes Inmuebles, Atlixco, Pue. MEADE de A. M. (1988). Cartografa de Atlixco 1578-1854. Centro Regional

    de Puebla, INAH. Pas Mxico. SNCHEZ H. A. A., SNCHEZ C. R., et al. (1988). Recuperacin del Casero

    Obrero-Histrico de Metepec, Atlixco, Pue. Tesis de licenciatura en Arqui-tectura, Escuela de Arquitectura Universidad Autnoma de Puebla (UAP), 1988.

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    _________________________(2012). Los ideales de los obreros posrevolucionarios mexicanos. Edit. Acadmica Espaola. Saarbrcken, Alemania, 2012.

    __________________________(2012). Vivienda obrera y de los trabajadores en Mxico. Mitos y realidades desde finales del siglo XIX hasta entrado el XX. Edit. Acadmica Espaola, Saarbrcken, Alemania.

    UAP, (1987). VII Symposium Internacional de Conservacin del Patrimonio Monumental. UAP ICOMOS, Puebla, Pue.

    Sitiografa www.googlearth.com

    Andrs Armando Snchez HernndezArquitecto y Maestro en Arquitectura con Especialidad en Conservacin del Patrimonio Edificado, por la BUAP. Profesor-investigador en el Colegio de Diseo Urbano ambiental/ Urbanismo de la Facultad de Arquitectura de la BUAP. Miembro del Cuerpo Acadmico Estudios Territoriales (CA-117) Perfil SEP-PROMEP.

    Rosala Reyes MendiolaArquitecta, Maestra en Ordenamiento del Territorio. Doctora en Arquitectura con Especialidad en Restauracin de Sitios y Monumentos. Profesora- inves-tigadora de la Facultad de Arquitectura de la BUAP, Lder de C. A. Estudios Territoriales (CA-117) Perfil SEP-PROMEP. Coordinadora del rea de Vincu-lacin Urbana, Consultora especializada a organismos externos en materia de ordenamiento del territorio.

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    Evangelina Avils-QuevedoUniversidad Autnoma de [email protected]

    El espacio comunitario de Islas Maras; de la readaptacin a la reinsercin social.Community area of Islands Marias; Rehabilitation of Social Reinsertion

    TEORA-HISTORIA-PATRIMONIO EDIFICADOviles, E.: Red El espacio comunitario de Islas Maras; de la readaptacin a la reinsercin social.

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    ResumenEl objetivo del tema es analizar el espacio comunitario de la Colonia Penal Federal Islas Maras (hoy Complejo Penitenciario), a partir de la transicin del sistema penitenciario en la Readaptacin Social (2006-2008) al sistema penitenciario de la Reinsercin Social (18 de junio del 2008), para reunir elementos de juicio que permitan valorar la efectivi-dad de este nuevo paradigma en la transformacin de conductas delictivas.En esta investigacin se aplica el mtodo descriptivo en el anlisis de la relacin del espacio comunitario con el tratamiento penitenciario de la readaptacin social. Este tipo de tema es de carcter interdisciplinario donde se incorporan los resultados de diversas disciplinas, tales como urbanismo, sociologa, derecho penal, entre otras, to-mando de ellas, diversos esquemas conceptuales de anlisis del espacio penitenciario, tales como: institucin total, comunidad, sistemas disciplinarios, entre otros.Palabras clave: espacio, sistema penitenciario, institucin total.AbstractThe aim of the subject is to analyze the community space of the Federal Penal Marias Islands Cologne (Today, prison complex), from the transition from the prison system in the Social reha-bilitation (2006-2008) to the prison system of Social reintegration (June 18, 2008), to gather evidence permitting to assess the effectiveness of this new paradigm in the transformation of criminal offences.

    This research applies the descriptive method in the analysis of the relationship of the commu-nity space with the prison treatment of the social rehabilitation. This type of topic is interdisci-plinary where incorporated the results of various disciplines, such as urban planning, sociology, criminal law, among others, taking of them, different conceptual schemes of the analysis of pri-son space, such as: total institution, community, disciplinary systems, etc.

    Key words: space, prison system, total institution.

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    IntroduccinLa gran trayectoria de Islas Maras como colonia penal federal desde su fun-dacin (12 de mayo de 1905) a la fecha, ha transitado por diversos sistemas penitenciarios, tales como la Pena de Relegacin (1905-1917), Regeneracin (1917-1965), Readaptacin Social (1965-2008), y el actual sistema penitencia-rio en la Reinsercin Social (18 de junio del 2008). Estos sistemas penitencia-rios aplicados en la Colonia Penal Federal Islas Maras (hoy Complejo Peniten-ciario), se han desarrollado en espacios fsicos construidos y espacios sociales tipo comunitario, agrupados en pequeos poblados denominados campamen-tos, mismo que a la fecha del 2006 eran Balleto, Rehilete, Nayarit, Aserradero (deshabilitado), Bugambilias, Papelillo, Camarn, Laguna del toro, Morelos, Hos-pital y Zacatal (deshabilitado). Estos campamentos se comunican entre s, por una carretera perimetral de 60 kms de longitud. Estos asentamientos, tanto f-sicos como sociales, se manifiestan en su tejido social urbano con usos diversos y propios de acuerdo a los lineamientos penitenciarios del lugar, cuyo objetivo central sigue siendo la transformacin de conductas.

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    Sin embargo, la actualidad de Islas Maras est en procesos de cambios, tanto en las nue-vas reformas penitenciarias y lineamientos le-gales, como en la denominacin social y nuevos usos espaciales. Respecto a las nuevas reformas penitenciarias, es el cambio del sistema peni-tenciario de la Readaptacin Social (segn 1ra Reforma al artculo 18 Constitucional; Diario Oficial de la Federacin, 23 de febrero de 1965) al sistema penitenciario de la Reinsercin So-cial (segn a la 5ta Reforma del artculo 18 Constitucional; Diario Oficial de la Federacin, 18 de junio del 2008). Este nuevo lineamien-to legal en materia penitenciaria, ha generado un nuevo Reglamento Interno y Estatuto para su propio funcionamiento. Y por la otra, estos cambios legales han generado entre otras, la nueva denominacin de Colonia Penal a Com-plejo Penitenciario (DOF, 1 de abril del 2010), con las atribuciones que confiere de la misma, los cambios de uso de los campamentos a cen-tros federales, un ejemplo de ello, es el cambio del campamento Rehilete a Centro Federal Femenil de Readaptacin Social Rehilete.Lo anterior amerita seguir estudiando Islas Maras, por lo que este estudio, tiene como ob-jetivo el de analizar los espacios construidos y formas de organizacin social en el sistema penitenciario de la readaptacin social. Este, como el antecedente inmediato del actual sis-tema penitenciario de la reinsercin social.

    Cabe aclarar, que este tipo de tema, ha sido poco tratado desde las diferentes perspectivas cientficas, ya que existen limitaciones restrin-gidas para su estudio por ser un espacio de tratamiento penitenciario a los sentenciados. Sin embargo, gracias a los trabajo de investiga-cin realizados por Hctor Madrid Mulia, Mar-tn Gabriel Barrn Cruz (2002) y Evangelina Avils Quevedo (2009), se ha logrado en parte, y lo ms posible, exhibir su naturaleza tanto en su historia penitenciaria como en su diseo de sus espacios fsicos y sociales. Los prime-

    ros, realizaron un estudio iconogrfico desde su fundacin hasta el ao 2000; mientras que la segunda; en su tesis doctoral, realiz un estudio de la arquitectura y urbanismo en la prctica del diseo en la readaptacin social de los internos en el lugar.Estos trabajos comentados, representan es-fuerzos importantes por recentrar el anlisis y abrir espacios de estudios antes los nuevos escenarios en materia penal y nuevas formas de organizacin socio-espacial en Islas Maras a favor de la transformacin de conductas de-lictivas a conductas socialmente aceptadas; por lo que este estudio es producto del proyecto en proceso de investigacin, titulado Islas Maras: los espacios de la readaptacin a la reinsercin social, apoyado por la convocatoria 2011 del Programa de Fortalecimiento y Apoyo a Pro-yectos de Investigacin de la Universidad Au-tnoma de Sinaloa, clave PROFAPI2011/019, en el rea de conocimiento de Humanidades y Arte, con fecha de inicio de 2 de septiembre de 2011 y finalizacin 2 de septiembre del 2012.Al respecto, la investigacin tiene un ca-rcter interdisciplinario, por la que se incor-poran los resultados de diversas disciplinas, tales como, sociolgicas, psicolgicas, derecho penal, arquitectura, urbanismo, entre otras; tomando de ellas sus diversos conceptos de anlisis de institucin total, comunidad, y estructura urbana; sometindolas a compa-racin y enjuiciamiento y, que finalmente, se incorporaron al estudio para comprender el espacio comunitario en el sistema peniten-ciario de la readaptacin social. Asimismo, en la investigacin se utiliz el mtodo analtico descriptivo, utilizando la tcnica de investi-gacin documental y de campo. En la investi-gacin de campo, se han aplicado entrevistas directas al personal que trabaja en las oficinas administrativas anexas de Islas Maras, en la ciudad de Mazatln, Sinaloa, y ex internos de Islas Maras que habitan actualmente en Ma-

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    zatln, Sinaloa, y conocer as, el sentir de los cambios de las nuevas formas de organizacin socio-espacial del Complejo Penitenciario Is-las Maras. Faltara por realizar entrevistas di-rectas a los internos e internas de este centro penitenciario, pero la reglamentacin estricta para realizar esta accin, retrasa su termina-cin; a la fecha se busca relaciones institucio-nales para ingresar al Complejo Penitenciario y cumplir esta tarea.Antecedentes del problemaEs importante aclarar que gran parte de los es-tudios de los espacios carcelarios; desde su ori-gen (a mediados del siglo XVIII) a la actualidad, ha sido tratado principalmente por la sociologa del castigo; sin embargo, como indica Garland (1999, p. 26), que la sociologa del castigo no es todava un rea bien desarrollada del pen-samiento social. Agregando Garland, que los derechos soberanos de la ley, otorgan al castigo legal una naturaleza obligatoria, imperativa y fundamental, que no se encuentra en otra parte. Asimismo, las formas de la ley, sus categoras y principios son importantes para establecer los tratados y procedimientos penales.

    En este sentido, aunque la sociologa del castigo no es un campo bien definido en el anlisis social, sus aportaciones han sido va-liosas para las sociedades que desarrollan el castigo, a quienes infligen la ley, que dentro de sus procedimientos legales y de acuerdo al de-lito cometido se le haya atribuido la pena pri-vativa de libertad. Esto ltimo, se desarrolla cuantitativa y cualitativamente en la crcel o colonia penal, en su caso. Y, como podr notar-se, existe una relacin delito y pena, entonces, valdra la pena preguntarse, cmo se da esta relacin?, y qu fin tiene la pena?Al respecto, el delito tiene una resonancia de acuerdo con los patrones socio-culturales de una sociedad, por lo que el Estado del Dere-cho penal de cada pas tiene sus propias con-

    sideraciones del delito. Tal como lo destaca Jorge Ojeda Velsquez (1988), el delito es un hecho y como tal es un concepto particular, con-creto y temporal, que se integra con elementos fcticos adecuados a un tipo o norma penal y a un especfico grado de culpabilidad de un suje-to. Y, por la otra, la pena se refiere al castigo impuesto conforme a la ley, los jueces o tribu-nales a los responsables de un delito o falta, es un medio de corresponder a una conducta so-cialmente no aprobada. Pero en s, y retoman-do la pregunta, qu fin tiene la penalidad. Se-gn, la actualidad de la ley penal, su finalidad es la reinsercin social, es decir, que mediante el trabajo, la capacitacin para el mismo, edu-cacin, salud y deporte, sern los medios para reinsertar (a quienes hayan sido privados de la libertad) a la sociedad.Lo anterior, ha sido un caso polmico en to-dos los tiempos en la modernidad de la pena privativa de libertad y sus fines penitencia-rios; sin embargo, dentro de las aportaciones de la sociologa del castigo, como es el caso de Michel Foucault (1987), indica que los obje-tivos penitenciarios en la transformacin de conductas delictivas obedecen a principios estructurales de sistemas disciplinarios. Estos principios se basan en sus conceptos de poder, conocimiento y cuerpo, el cual los relaciona como cualquier sistema social de dominacin. Estos principios (poder, conocimiento y cuer-po), han sido las aportaciones valiosas para compensar el anlisis social del espacio carce-lario. Empero, lo anterior, es un tema amplio por lo que se centrara solamente la atencin al segundo elemento, el conocimiento; donde el sujeto a la pena privativa de libertad (deno-minado preso, interno, recluso, entre otros), se volvi sujeto a estudio y control. En este sentido, el conocimiento para Mi-chel Foucault (1987) depende de las tcnicas y estrategias, as como para sealar los aspec-tos cognitivos inherentes a todas las polticas

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    y programas de accin. Cualquier ejercicio del poder depende, en cierta medida, del cono-cimiento a quien va dirigido o del mbito de operacin al que se dirigir. En este sentido, controlar a un sujeto se requiere cierto grado de conocimiento de sus fuerzas, reacciones, sus puntos fuertes y dbiles, sus posibilidades de cambio. En consecuencia, mientras ms se conozca, ms controlable se vuelve. As, este proceso de conocimiento viene acompaado de distintas tcnicas y sistemas penitenciarios que han sido operados y aplicados desde el nacimiento de la prisin hasta nuestros das. Estas tcnicas y sistemas penitenciarios han evolucionado de acuerdo a los patrones polti-cos-penales de cada pas; pero en s, los diver-sos sistemas penitenciarios, segn Foucault, comenta que la operacin de estos; el apara-to carcelario, ha recurrido a tres grandes es-quemas: el esquema poltico-moral del aisla-miento individual y de la jerarqua; el modelo econmico de la fuerza aplicada a un trabajo obligatorio; el modelo tcnico-mdico de la curacin y de la normalizacin; es decir, la cel-da, el taller, el hospital. El margen por el cual la prisin es un espacio operado por unas tc-nicas de tipo disciplinario. Y este suplemento disciplinario en relacin con lo jurdico es, en suma, lo que se ha llamado lo penitenciario.

    Como podr notarse, los estudios realiza-dos por Michel Foucault han sido en los espa-cios penitenciarios de una crcel; sin embargo, sus aportaciones no escapan para analizar la colonia penal de estudio, cuyas formas espa-ciales se delimitan en un tejido social comuni-tario; mismos que en el campo de la sociolo-ga, abordan teoras sociales que clasifican los espacios penitenciarios de una colonia penal, como una Institucin Total; por lo que Erving Goffman (2001, p. 13); la define, como un lugar de residencia y trabajo, donde un gran nmero de individuos en igual situacin, aislados de la sociedad por un perodo apreciable de tiempo,

    comparten en su encierro una rutina diaria, administrada formalmente. En este sentido, Goffman (Op. cit, p. 26), aduce que

    la institucin total es un hibrido social, en parte comunidad residencial y en parte orga-nizacin formal; de ah su particular inters sociolgico. En nuestra sociedad son los inver-naderos donde se transforma a las personas; cada una es un experimento natural sobre lo que puede hacrsele al yo. Partiendo que una institucin total es un hi-brido social, en parte comunidad residencial y

    en parte organizacin formal, mismos que en las atribuciones de la sociologa, Agnes Heller (1998, p. 77), la define tal como, un grupo o unidad del estrato social estructurada, orga-nizada, con un orden de valores relativamente homogneos, a la que el particular pertenece. Y, agregando Agnes Heller (Op. Cit, p. 78-79) que Organizacin y unidad no son crite-rios formales. La primera significa que la comu-nidad proporciona un espacio organizado para la actividad del particular. La amplitud y la cua-lidad de este espacio dependen en gran parte del tipo y del contenido de la organizacin de la comunidad (algunas conceden lmites res-tringidos al particular, otras estn construidas sobre una amplia iniciativa individual), todas establecen el espacio total de actividad del par-ticular, es decir, el espacio de la vida en su tota-lidad, de la actividad total del particular.En este sentido, la comunidad proporcio-na un espacio organizado para la actividad de los individuos; y por la otra, depende en gran parte del tipo y del contenido de la organiza-cin de la comunidad, por lo que es necesario identificar entonces, el espacio comunitario en relacin con el sistema penitenciario, dis-tinguiendo sus componentes y constituyen-tes para el tratamiento penitenciario. En este sentido, empezando que toda comunidad sea grande, pequea, tradicional o moderna, cuenta con los siguientes componentes que la

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    distinguen; un espacio territorial delimitado, un grupo de individuos que conforman la po-blacin, una diversidad de instituciones que dirigen el comportamiento social de los indi-viduos, instalaciones o artefactos para satisfa-cer las necesidades primarias, secundarias, o en todo caso, terciarias; como penltimo caso, la cultura, y por ltimo, la estructura social.Estos componentes o constituyentes b-sicos de una comunidad, son parte ineludi-ble de elementos que la integran, y en cierta medida, lo hacer ser un espacio social mani-festada por su poblacin e instituciones or-ganizadas colectivamente; mismas, que estas instituciones (familia, iglesia, escuela, traba-jo, penitenciara, etc.) en su conjunto, confor-man la estructura social de la comunidad; es decir, la estructura social est compuesta por instituciones, stas forman el armazn de las relaciones sociales y representan cada una de ellas, de acuerdo a su clasificacin, los tipos de agrupacin, y por la funcin que desempe-a dentro de la estructura social.

    Dentro de las diversas funciones de las ins-tituciones pueden agruparse en rdenes, por lo que Rosendo Escalante (1979) seala que estn dirigida a fines similares y pueden va-riar en tamao o en formas de reclutamiento, y se pueden distinguir cinco rdenes institu-cionales fundamentales: poder, bienes y ser-vicios, violencia, religin y procreacin. Por ejemplo, las instituciones que tratan con el culto recurrente y colectivo de Dios, se pue-de llamar instituciones religiosas; que en su conjunto constituyen el orden religioso. Del mismo modo, las instituciones polticas a las que tienen que ver con el poder, militares con la violencia, familia con la procreacin y, de orden econmico a las que se refiere a bienes y servicios, entre otras. En s, cualquier es-tructura social con estas ideas generales, est compuesta por cierta combinacin o pauta de estos rdenes institucionales.

    Ahora bien, cmo se da la relacin del es-pacio comunitario y el tratamiento peniten-ciario?; que es el caso de estudio. El espacio comunitario a estudiar, esta formado por un espacio o territorio definido, y se caracteri-za entre otros, por contar con una poblacin, instituciones diversas que organizan colecti-vamente a los miembros de la comunidad, un conjunto de normas y leyes, etc., mismas que en su conjunto e interrelacin social influyen preponderantemente en el cambio de conduc-tas. Este es el tema central a estudiar, donde la comunidad como espacio social organizado y estructurado, ya sea en grupos o instituciones organizadas colectivamente, encauzan la con-ducta o comportamiento de los individuos en sociedad; mientras que la operacin del siste-ma penitenciario, apoyado con los lineamien-tos de tratamiento penal (tcnicas y sistemas penitenciarios), estudian individualmente a los internos (denominacin moderna de los presos o reclusos), tanto fsico, emocional como psico-social, tomando en cuenta su com-portamiento en el espacio social comunitario. Estos elementos tericos son suficientes para describir y analizar el estudio en la lgica fun-cional de la comunidad al servicio de transfor-mar conductas o comportamientos, desde lo social-colectivo a lo social-individual de quie-nes estn en tratamiento penitenciario, y de quienes dirigen y controlan los procedimien-tos del sistema penitenciario de la readapta-cin social (en sus ltimos tiempos de aplica-cin) en la colonia penal federal Islas Maras.

    La operatividad funcional del espacio comunitario y la readaptacin social de Islas Maras; 2006-2008.Unas de grandes aportaciones del penitencia-rio mexicano han sido los espacios comunita-rios de Islas Maras para la transformacin de conductas delictivas a conductas socialmente aceptadas de los internos, durante su proceso

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    1 Segn la primera Reforma al artculo 18 Constitucional, Diario Oficial de la Federacin, 23 de febrero de 1965; establece que,Los Gobiernos de la Federacin y de los Estados, organizarn el sistema penal, en sus respectivas jurisdicciones, sobre la base del trabajo, la capacitacin para el mismo y la educacin, como medio para readaptacin social del delincuente

    de la readaptacin social1. Esto se ha logrado en gran parte, por el mismo tejido social comunitario, que involucra una gama de instituciones que se articulan a los diversos usos de los espacios desde lo social-colectivo a lo social-individual, como plataforma del proceso de la readaptacin social de los internos, y como plataforma de estudio que a los internos se le practican, de quienes dirigen, controlan y planifi-can el sistema penitenciario de la readaptacin social en Islas Maras. En este senti-do; para su estudio, se vertern los componentes o constituyentes de la comunidad y su operacin funcional en el tratamiento penitenciario de la readaptacin social. a) Los componentes o constituyentes de la comunidadUna comunidad sea grande o pequea, rural o urbana, moderna o tradicionalista, esta constituida por los siguientes componentes: un espacio o territorio ms o menos definido; un grupo humano que es la poblacin; un cuerpo de normas que regulan la conducta de los miembros del grupo social; un conjunto de institucio-nes que facilitan la organizacin colectiva de la poblacin. Otro de sus componen-tes es la cultura; y por ltimo de estos, la estructura social.

    En este sentido, para estudiar la comunidad de Islas Maras, se recurrir al anlisis de los siguientes componentes: el espacio territorial, poblacin y estructura social. Y, se empezar por las caractersticas del espacio territorial y el espacio fsico construido. La colonia penal se ubica en el rea natural protegida, con carcter de reser-va de la biosfera del archipilago Islas Maras (segn Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federacin, 27 de noviembre del 2000); estas se localizan en el Ocano Pacfico y estn situadas frente a las costas de Nayarit. Este ar-chipilago est compuesto por las Islas: Mara Madre (nica habitada), Mara Magdalena, Mara Cleofs y el Islote de San Juanito, (fig. 1).

    Figura 1. Localizacin y ubicacin geogrfica de Islas Maras (hhtp//imgenes/full-Nayarit_1-gif)

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    La colonia penal federal de Islas Maras, se localiza en la isla Mara Madre; y se compone por once campamentos situados alrededor de sta, estos campamentos son: Balleto, Rehi-lete, Nayarit, Aserradero (deshabilitado en el 2006), Bugambilias, Camarn (deshabilitado en el 2006), Papelillos, Laguna del toro, Mo-relos, Hospital, y Zacatal (deshabilitado en el 2006). Estos campamentos se caracterizan por ser unidades urbanas separadas y se comuni-can por medio de una carretera perimetral de terracera con 60 km. de longitud (fig 2), a ex-cepcin del campamento Zacatal, comunicado este por una camino tipo brecha que entronca con la carretera perimetral.

    La figura muestra la ubicacin de los campa-mentos, el cual cada uno de stos, tienen una organizacin fsica y social de sus espacios de manera diferente (ms adelante se detallarn) de acuerdo a los propsitos funcionales de este centro penitenciario; sin embargo, para estudiar el componente espacial de los cam-pamentos, que por su amplitud de contenidos espaciales socio-fsicos, solo se analizarn dos de stos: el campamento Balleto y Morelos.

    Figura 2. Localizacin y ubicacin de los campamentos (Avils, 2009, p. 155)

    De este modo, el campamento Balleto, es el centro poblacional y principal de esta comu-nidad, desde los orgenes de Islas Maras como centro penitenciario (12 de mayo de 1905) hasta la actualidad. En este campamento se concentran las principales actividades de este lugar (administrativas, portuaria, habitacio-nal, comercial, educativas, militar, laborales, entre otros). La figura 3, muestra sus carac-tersticas espaciales, as como sus respectivas zonas de usos del suelo. Se anexa su simbologa.

    La imagen de la figura 3, muestra la forma de la estructura urbana del campamento Balleto; la cual esta formada por los siguientes elemen-tos constitutivos: a) sistema de vialidad, b) pa-trones de desarrollo, y c) espacios abiertos. El sistema de vialidad se identifica por las diferen-tes formas en que se organiza su estructura a partir de sus diversas ramificaciones, por ejem-plo; partiendo de la vialidad principal; que atra-viesa a este campamento (la primera calle pa-ralela a la costa), se ramifica a sus lados en vas secundarias, dando por resultado un esquema lineal de desarrollo urbano. Y por estas carac-tersticas fsicas, permite entre otros, facilitar y

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  • 39SIMBOLOGA DEL USO DEL SUELO

    HABITACIONAL1 Habitacin paramiltar2 Habitaciones para internos en convivencia familiar3 Habitaciones para visita conyugal4 Habitaciones para interno soltero5 Habitaciones para internas solteras6 Habitaciones para empleado7 Habitaciones para empleado

    COMERCIO1 Centro de artesanas2 Centro comercial3 Restaurant

    ADMINISTRATIVA1 Direccin jurdica2 Direccin tcnica3 Jefatura de custodia4 Direccin de custodia y seguridad5 Almacn general6 Departamento de servicios generales7 Departamento de programas productivos8 Aduana9 Direccin General (obra

    inconclusa)10 Direccin General11 Direccin Administrativa12 Bodega de programa productivo

    RELIGIN1 Catlica2 ProtestanteEDUCACION1 Primaria2 Preescolar3 Telesecundaria4 INEA5 ICATSIN6 Informtica

    COMEDORESCOMUNITARIOS1 Infantil2 InternosCOMUNICACIONES1 Telgrafos2 Telfonos3 Correos

    CENTRO DE TRABAJO1 Taller de torno2 Taller de costura3 Panadera4 Pesquera5 Fbrica de henequn6 Taller de soldadura7 Secado de henequn

    CULTURAL1 Saln de usos mltiples2 Gimnasio3 Discoteque4 Biblioteca5 Sala audiovisual

    REAS ABIERTAS1 Malecn2 Plaza Canchas deportivas

    Figura 3. Forma urbana y usos del suelo del campamento Balleto (Avils, 2009, p. 240)

    controlar el crecimiento y desarrollo de este campamento, as como, facilitar la orientacin espacial de sus habitantes, cmo tambin la introduccin de infraes-tructura (agua, drenaje, electricidad, etc.). En cuanto a la forma de su trazo, se ca-racteriza por manzanas cuadradas o rectangulares, segn las variantes al cambiar de ngulo el cruce de la vialidad, o al tomar formas curvas por la lnea costera.

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    Respecto a su patrn de desarrollo, se refiere a las diferentes maneras de su estructuracin urbana a partir de la forma en que se alojan las actividades de la poblacin, identificadas stas por la ocupacin del uso del suelo (habitacional, comercio, administrativa, religin, educacin, servicios de comunicacin, mili-tar, trabajo, entre otros).

    Y por ltimo, el componente espacial que estructura urbanamente al campa-mento Balleto, son sus espacios abiertos, es decir: la plaza, malecn, andado-res y jardines pblicos. La totalidad espacial de este sector urbano de Balleto, se muestra en la figura 4.

    La imagen de la figura 4, muestra el conjunto o unidad del asentamiento ur-bano de Balleto, situada en el contexto de la colonia penal federal de Islas Ma-ras; y en ella, se concentra las actividades secundarias, tales como la industria henequera, pesquera, y comercial; as como las actividades terciarias, ejemplo; la prestacin de servicios de telfono, correo, telgrafo, educacin, capacita-cin, entre otro. Por otra parte, y continuando con el estudio del componente espacial de la comunidad, toca ahora analizar el campamento Morelos. La figura 5, muestra la unidad urbana de Morelos y sus respectivos usos del suelo.

    Figura 4. Vista area de la mancha urbana del campamento Balleto (Archivo de la colonia penal, 2006)

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    Esta imagen muestra la forma urbana del campamento Morelos, identificada por la vialidad principal que es la carretera peri-metral, y sta se conecta al acceso principal de este asentamiento urbano, ramificndose esta, en otras vialidades secundarias. Respec-to a su patrn de desarrollo, se identifica por las zonas de usos del suelo (habitacional, ser-vicios comunitarios, administrativa, y equipa-miento). La figura 6, ilustra un pasaje urbano de este campamento.

    Cabe sealar que los campamentos cuentan con lneas de agua potable, drenaje, y elec-tricidad; as como los servicios de telfono, telgrafos, etc. Tambin, con vialidades (carre-tera perimetral, acceso controlado a los cam-pamentos, y vialidades internas), y viviendas (clasificadas para uso de los internos, emplea-

    Figura 5. Forma urbana y usos del suelo del campamento Morelos (Avils, 2009, p. 192)

    dos, y directivos), equipamiento (comercio, salud, educacin, administrativas, recreacin, crcel, etc.), y por ltimo, espacios abiertos, tales como plazas y jardines. Estas caracte-rsticas espaciales conforman lo que es una estructura urbana donde se desarrolla la po-blacin de Islas Maras. Todos estos detalles, entran en el componente fsico espacial del asentamiento de la comunidad.Respecto al componente de la poblacin en la comunidad de Islas Maras, se clasifican de la siguiente manera: autoridades, empleados, internos y familias. Estas agrupaciones deno-minadas poblacin, tienen ciertas caracters-ticas en comn; comparten un mismo espacio social y fsico, y se apegan a las mismas nor-mas (reglamento interno de Islas Maras). La poblacin o grupo de personas que la forman,

    TEORA-HISTORIA-PATRIMONIO EDIFICADOviles, E.: Red El espacio comunitario de Islas Maras; de la readaptacin a la reinsercin social.

    Carr

    eter

    a pe

    rm

    etra

    l

    Carretera permetral al campamento Laguna de toro

    al campamento Hospital

    SIMBOLOGA DE PROTOTIPOS DE DISEO ARQUITECTNICO EN VIVIENDAA. Modulos habitacionales duplexB. Modulos habitacionales duplex

    C. Modulo prototipo de comedor comunitario

    SIMBOLOGA DE ZONIFICACIN Y USOS DEL SUELO HABITACIONAL1. Vivienda para internos2. Vivienda para internas3. Vivienda de custodio SERVICIOS COMUNITARIOS1. Comedor2. Lavaderos

    ADMINISTRATIVA1. Oficinas del cuerpo tcnico interdisciplinario2. Comandancia del custodio EQUIPAMIENTO ESPECIAL1. Iglesia2. Caseta de vigilancia

    ESPACIOS ABIERTOS URBANOS

    1. Cancha de ftbol2. Cancha de basketbol3. Plazuerla y jardines

  • 42 realizan sus actividades de acuerdo a su jerar-qua, ocupacin y grado de estratificacin social, permitiendo con ello, la relacin cara a cara. Por lo que se refiere a la poblacin total que habita la colonia penal son 1 141 habitantes (dato: 1ro. de marzo del 2006), de los cuales, 948 son internos, mientras el numero de empleados son 193. En el cuadro 1, se muestra los 948 internos en su clasificacin por el tipo de delito.

    Figura 6. Pasaje urbano del campamento Balleto (Avils Quevedo, investigacin de campo, 2006)

    Cuadro 1. Clasificacin de internos segn el delito(Investigacin de campo, 2006)

    DELITO DE ORDEN FEDERAL

    DELITO DEL ORDEN COMN

    Hombres Mujeres Hombres Mujeres586 63 293 6

    Mientras que en el cuadro 2, se muestra la poblacin de internos distribuidos en los dife-rentes campamentos de la colonia penal. Cuadro 2. Distribucin de internos en los diferentes campamentos (Investigacin de campo, 2006)

    UNIDAD HABITACIONAL

    NO. DE PERSONASBalleto 295Rehilete 38

    Nayarit 34Bugambilias 267Papelillo 38Laguna del toro 156Morelos 44Hospital 49

    Infantera de marina* 18TOTAL 948* Poblacin de internos que estn en la crcel

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    Y, por ltimo de los componentes a estudiarse de la comunidad de Islas Ma-ras, es su estructura social; compuesta sta por el orden de las jerarquas que dirigen, planean y controlan el proceso de la readaptacin social de los inter-nos, tal como se muestran en las grficas de las figuras 7 y 8 respectivamente.

    Respecto al Consejo Tcnico Interdisciplinario y el Consejo de Planeacin y Coordinacin Interinstitucional, concentra la observancia absoluta y recomenda-ciones dirigidas al Director de la Colonia Penal Federal de Islas Maras del pro-ceso de la readaptacin social de los internos, desde su ingreso hasta obtener sus libertad. Otro factor ineludible de la observancia es la seguridad y vigilancia, la cual es una caracterstica comn de estos tipos de instituciones, y cumplen el ordenamiento del control social. Esta accin es ejercida por el personal de la Se-cretara de Marina y el cuerpo de custodios de la Secretaria de Seguridad Pblica. El personal militar de la marina son los encargados de vigilar la periferia de la isla en destacamentos militares ubicados alrededor de sta, as como la vigilancia y seguridad de los accesos y salidas de la colonia penal, ya sea martima o area. La colonia cuenta con un muelle ubicado en Balleto y aeropuerto localizado en el campamento Nayarit. Mientras que el personal de cust