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El medio ambiente y la salud!

La Permacultura es un sistema que aplica éticas y principios ecológicos a la organización de los espacios de cara al futuro. Uno de sus referentes en la Argentina cuenta cuáles son algunos de los métodos que utilizan y explica cómo se puede adoptar esta particular forma de vida en plena ciudad.

Un fenómeno en expansión

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El concepto original, creado en Australia en los años 70, estu-vo dedicado a la elaboración de

métodos alternativos de cultivo para el modelo de producción de alimentos.

Cuarenta años después, la Permacultu-ra se ha expandido ya a gran parte del mundo y cuenta con distintas definicio-nes basadas en tres éticas fundamen-tales: el cuidado de la tierra, el cuidado de las personas y el límite a la pobla-ción y el consumo.

ESTADO DE SITUACIÓN

“En muchos lugares del sur de la Pro-vincia de Buenos Aires hemos alcanza-do un punto crítico de degradación de ambientes”, explica Martín Santiago Schmull, uno de los referentes de la Permacultura en la Argentina.

“Lamentablemente hoy muchos de los pastizales que contenían el ecosistema ya no están, y una gran cantidad de cam-pos de cultivo se están convirtiendo en arena”, dice. El viento arrasa con la tierra hasta llegar a las capas más duras y menos fértiles, y la situación puede replicarse también en otros lugares más al norte.

“Si seguimos en esta loca idea del de-rroche y el crecimiento infinito en un planeta finito, los recursos no van a alcanzar mucho tiempo más”, avisa. Schmull carga contra aquellas planta-ciones que “dejan la tierra devastada sin regenerar el entorno” y habla de las consecuencias de priorizar el uso de petróleo en máquinas y agroquímicos en detrimento del trabajo manual de las personas. Algo que, sostiene, se ve reflejado en un sistema de producción de alimentos como el actual que está pensado básicamente en la producción de dinero. “El problema ético es muy grande y atenta contra la calidad de la comida que ingerimos”, afirma.

OBSERVAR Y PLANIFICAR

“La Permacultura es un sistema de di-seño para crear medios ambientes hu-manos sostenibles”, define Schmull. En contrapartida a los tiempos de hoy en los que todo tiene que ser rápido, lo que propone este sistema es observar. “Buscar información, investigar para qué sirve cada elemento y luego ver cómo se pueden interconectar entre sí para lograr un mejor rendimiento. La Permacultura es interdisciplinaria y tiene visión de águila”.

Schmull expresa una y otra vez que lo importante es el diseño, y agrega a modo de ejemplo que si no se hace la planifi-cación adecuada, una casa de barro pue-de contaminar diez veces más que una tradicional. “Si está mal construida,

Martín Santiago Schmull.

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mal orientada o sin las proporciones adecuadas quizás en invierno necesite muchísima más leña que una casa de cemento bien hecha”.

“Si está mal hecha, una casa de barro puede conta-minar diez veces más que una tradicional”

Todo tiene que estar donde tiene que estar y el diseño de la Permacultura permite prestar atención a muchas cosas en las que lo que importa tan-to no es el elemento en sí, sino la in-terconexión. “En la escuela vemos materias aisladas y no nos enseñan a relacionarlas o vincularlas”, reflexio-na Schmull. “Estamos acostumbrados

a ver un árbol y una gallina, pero no sabemos cómo se pueden alimentar mutuamente”, grafica.

EL CONOCIMIENTO ANCESTRAL

Lo que propone la Permacultura a ni-vel diseño no es nuevo sino que nume-rosas personas lo han hecho ya unos cuantos años atrás. “Muchas cosas se dejaron de hacer simplemente porque pasaron de moda o porque aparecie-ron otras opciones más modernas y tentadoras”, explica Schmull. En este sentido habla por ejemplo de las bon-dades del vinagre para distintos tipos de uso como puede ser el reemplazo de la crema de enjuague, o de la utili-zación del limón para las tareas de

Las "bombas" de semillas suelen tirarse en lugares públicos abandonados o baldíos. El objetivo es que donde caigan crezca después

lechuga, tomate, zapallo, maíz, porotos, etc.

LA PROFECÍA DE LOS MAYAS

“Hay personas que vienen muy místicas a Permacultura y no hay problema con eso ¡está fantás-tico! El tema es que sea un mo-vimiento inclusivo y que ello no signifique que uno solo se junte con las personas que piensan pa-recido a uno como pasa a veces con los grupos muy espirituales. A mí personalmente más que el calendario me gusta usar la cal-culadora, que es la que te dice como estamos: cuántos de los bosques originales nos quedan, cuánto petróleo nos queda, etc.”

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limpieza. “Lo que hacemos nosotros es recuperar eso y valorarlo”, agrega.

“Muchas cosas se dejaron de hacer simplemente porque pasaron de moda”

Lo que le interesa aclarar a quien es uno de los fundadores de El Camino de la Permacultura es que no reniegan de las herramientas tecnológicas. “Todo lo contrario, las usamos para llegar a más personas”, revela.

EL CAMBIO EMPIEZA POR CASA

Schmull cuenta que en su caso parti-cular busca concentrarse en el “diseño micro” y “no tanto en lo grande”. Afir-ma que no reniega haber nacido y cre-cido en una gran ciudad de la cual ha recibido toda su cultura, y explica que lo que hace, en consecuencia, es “un diseño urbano de transición”.

“Mi permacultura es básicamente te-ner mi tiempo y estar con mi familia”, describe. Si bien se sigue dedicando a la informática ya no lo hace en la zona del microcentro y elige comúnmente la bicicleta como medio de transporte

para trasladarse a los dos colegios en los que trabaja cerca de su casa en Par-que Chas. Produce en su pequeño jar-dín algunos de los alimentos que con-sume junto a su mujer y sus dos hijos; y emplea también la técnica del compost con los desperdicios, algo que después de un tiempo continua enseñando a muchos de sus amigos.

“Mi permacultura es básica-mente tener mi tiempo y estar con mi familia”

El medio ambiente y la salud!

LAS CONVERGENCIAS

En 2013 Martín Schmull orga-nizó dos eventos gratuitos en lugares públicos sobre Perma-cultura a los que concurrieron cerca de 3.000 personas. “Lo que nosotros proponemos es que sea totalmente descentralizado. Que la gente arme sus propios círculos de estudio y la difusión llegue cada vez a más personas”.

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Más información www.elcaminodelapermacultura.com

“Argentina unida por la permacultura”

Schmull deja en claro que no es ne-cesario irse de la ciudad para hacer Permacultura y relata lo que le pasa a muchos que deciden dejar todo y se lanzan apresuradamente a la vida en comunidad en un lugar aislado.

“Muchas veces se van y vuelven a los seis meses porque se dan cuenta que no es lo que querían. El campo no es tan fácil. Vivi-mos en un paradigma de dependencia en el que todas las mañanas giramos la ca-nilla del baño y sale el agua. Pero allá no

SUPERHÉROES

“La Permacultura esta ganando adeptos porque los gobernantes en muchos países se están dan-do cuenta que hay que empezar a trabajar la soberanía alimen-ticia: producir alimentos local-mente y dejar de transportarlos tantos kilómetros. Está el pro-blema y la solución. Los seres humanos somos parte y de no-sotros depende. Todos tenemos que ser líderes y todos tenemos que ser superhéroes”.

es tan así. Tenés que volver a los procesos más básicos y ahí es donde muchas perso-nas chocan con la realidad”, dice.

Por otra parte Schmull sostiene también que cuando somos chicos o adolescen-tes no nos enseñan herramientas para aprender a comunicarnos mejor y esta es otra de las razones por las cuales cree que el 90% de las comunidades de todo tipo que se han creado han fracasado o se han disuelto. “No se trata solo de crear medios ambientes humanos sostenibles, sino también de habitarlos”, dice.

“Nuestra propuesta por eso siempre es de una transición paulatina. Si querés seguir haciendo tu trabajo por que sos feliz está fantástico. No es una obliga-ción de pertenecer a un club. Si querés hacer compost está buenísimo y sino también. Podés hacer una comunidad en tu barrio o incluso en tu edificio”. El máximo desafío, concluye, es “cómo po-demos crear un ser colectivo mejor”