Numero 32

ENTRAMADOExpresión y Análisis

Director: Orlando Arias Solís Año III Morelia, Mich., Octubre 2014 Num. 32Subdirector: Jaime Buenaventura Murillo Fernández Visitanos:http://www.ocupen_su_localidad.mipropia.com

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LOS RECUERDOS

Eréndira Bravo Reyes

Los policías siempre me han dado miedo. Verlos junto a mí me hace sudar las manos : Cuando mi padre decidió quitarse la vida, lo hizo frente a mi, su impaciencia era inaguantable; como lo era la declaración ministerial.

¡Dí todo lo que vistes!- Esa pregunta se repitió tres veces, y tres veces volví a ver a mi padre con la pistola en la boca, jugando a la “ruleta rusa”, yo me cubrí con el escritorio,

tratatando de no ver y atenta a sus movimientos.

-¿Sabes por qué lo hizo?- Me preguntaban

¡Por amor! –Respondo, -¡Por amor!-Repito-¡Por amor!-

¡Ellos habían pactado eso!-

Dejé de llorar y con mis hermanos empezamos a cantar:

-¡Mucha, mucha policía!- ¡Mucha, mucha policía!-


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DOS POEMAS

Orlando Arias Solís

MEDIA LUNA

Luna yerta, luna mutilada, desespero

centellante de mi brazo suspendido

en el tiempo,

luna afilada, hoja de cuchillo clavada

en el corazón de la nube de algodón de azúcar

que escurre gotas de acerbea miel sobre

la tierra magra e infecunda.

luna rostro de mujer, mirada inquisitiva

penetrando el fondo oscuro de las cosas:

luna pedazo de vidrio, luna reflejo de agua,

espejo interior donde se contempla

el alma desorbitada.

luna menguante , luna guadaña que corta

de tajo las venas del cielo;

luna escueta, luna esbelta, línea de la

mano donde se lee todo el infortunio.

luna sonrisa embozada, luna llanto

un rocío cristalizado;

luna pájaro, luna búhuo meditando

en la brumosa niebra del final del sueño,

más allá, lejos, al otro lado del mundo.

luna, luna, luna…


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MARITIMA

Sonríe el rostro claro de la mañana

y la luz boreal avanza tamborileando

el continente desbordado del cielo gris

que derrama doradas lágrimas de alegría

Por pervivir en el iridiscente naranja

del mediodía ingenuo del mundo.

Tanta luz acaricia los ojos

que casi nos enceguece del golpe:

Mordeduras de amarillo óxido sobre

la bruñida piel de la finísima arena

donde se fija la huella salobre

del oceáno turquesa metalico,

su multicolor reflejo

detona la cromática fiesta diurna.

las gaviotas estampan su blancura turbia

en los trazos de de su vuelo

sobre la levedad del celeste aire

que lanza una humeda mirada

a la luminosa lejania del

horizonte sin fin.

Y con el transfondo suntuoso del

cielo flotante, el peso del mundo

se aligera en el torso rutilante

del día y su gozo feraz;

en el esplendor azulado del flujo marino

y su acompasado vaivén ;

en el regocijo espumeante de las olas devolviéndonos el estertor salvaje de la vida en la bullente apoteosis de

la postrera estación del fuego .




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EDGAR GÓMEZ CASTELLANOS

Becario del Centro Mexicano de Escritores en 1985. Publicaciones en periódicos y revistas. Autor de Bosquejos, de la cual se presentan algunos textos; cuentista y dramaturgo.STILL LIFEHer she is reside me,Suffering in silence Draining my existence.Peter Handke

The part of your body I love most, the unknown, unnamed piece of flesh, is filled with strange sound. Making animals, and as you lie still quiet, unfolded to the night I pace the room…back and forth… back and forth.. as though Idid not know what to do next…

El gato de mi amiga, un animal de movimientos lánguidos y mirada casi humana, ronronea distante al verme llegar. Entonces me siento como un intruso.

AMBOS BAJO EL SILENCIO

Bajo el silencio de otoño, sobre todo ahora otoño, el silencio de la cobija cubriendo nuestros cuerpos olvidados por el mismo silencio de nosotros, por sus pliegues infinitos en que olvidamos y somos olvidados, en que nos perdernos y somos perdidos, bajo el tibio palpitar de nuestros cuerpos arrugados por la vida, siempre la vida.

Arrugados de silencio, bajo el cómodo silencio del sueño, bajo el silencio de todo lo que hemos vivido juntos ¿te parece? De todo lo que hemos vivido juntos pero también de todo lo que vivimos cada quien viviendo su propia vida, uno al lado del otro como perfectos desconocidos, sin vernos, sin sentirnos, sin escuchar nada que no fuera el murmullo de la vida, bajo el silencio de la ignorancia, bajo el silencio de vivir antes de habernos conocido, ambos, bajo el recuerdo de veranos en inviernos y otras estaciones, siempre bajo un temblor que no podemos identificar,

bajo tu silencio que ahora contemplo y vivo y respiro, ahogando una duda, bajo tu respiración dificultosa, bajo tantas noches por qué no , de insomnio; bajo mañanas de pereza, de café apenas caliente y periódicos y que tengas un buen día , bajo soledad matutina, bajo el silencio de mi propia sombra divagando por la casa en espera de tu llegada, bajo el silencio del abrazo al rededor y la comida sin prisas, bajo el silencio de llanto, de los gritos, de aquellos paseos por el parque, tomados de la mano, tal vez deteniéndose a comprarme unas flores o un helado de vainilla y ahora, bajo el silencio de todo lo que dijimos, de lo que callamos; bajo el silencio de nuestros hijos ya grandes cuesta trabajo hablar… bajo el silencio de nuestra soledad compartida, de los sueños que vemos adelgazarse cada vez más, con la vista que ya no alcanza, bajo el silencio de todo lo que ya no podrá ser, no hay tiempo, nunca más ,. Y me encojo, me hundo con angustia.

Junto a ti y tu olor a cigarro añejo, a ternura siempre, a llantos, a tardes de lluvia pálida, no espero y me pego a ti lo más que puedo y cierro los ojos, porque el silencio me ahoga la noche me ahoga tu sueño, me ahoga poco a poco dejándonos de vivir cada vez ,más, ambos, bajo el silencio pero sobre todo bajo el silencio, del temor , del temor a no despertar, o peor :a despertar y encontrarme sola, pero acompañada para siempre de nuestra única imagen maravillosa tenue: ambos … bajo el silencio…




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UN COCODRILO QUE ESCRIBE POEMAS

(CENTENARIO DE EFRAÍN HUERTA)

Antonio Mediola Mejía

Hablar de Efraín Huerta a quien se le conmemora en este año la fecha de su nacimiento. Silao, Guanajuato, 1914, es la de una lucha a favor de las causas populares y una actividad política cercana a la conciencia social, que no estuvo lejos de su actividad literaria y periodística. Fecundo promotor cultural que se inicia con la creación y edición de la revista Taller, que agrupó a un singular grupo de escritores que le dio vida a una parte importante de uno de los periodos más turbulentos en la historia de México que va de 1938 a 1941; Rafael Solana, Octavio Paz, Salvador Toscano y Alberto Quintero Álvarez: gran animador de los cuadernos del cocodrilo. Actuó en la película A la busca en 1969. Su primera obra publicada fue Poema del Bajío, en 1932. Póstumamente aparecieron Efraín Huerta, poemas, antologías; y prologados por Calos Montemayor, 1986; y Poesía completa, compilada por Martí Soler 1992. Autor del ensayo: Maiakovski, poeta del futuro. De entre los premios que recibió en vida: Palmas académicas , del gobierno de Francia, el Xavier Villaurrutia, el Nacional de las Artes y el Nacional de Periodismo, Leamos sus poemas.

LA INVITADA

RECUERDO DE ANNE STEN

Sueño por entre las tinieblas; sueño amarillo

en el que los cabellos dibujan el camino,

canino recto. Blanco, sin abismos.

mi palabra y mi sombra en el vacío

de muerte; mis pasos rompen lisas

figuras de recuerdos. Una desnuda roca frente al cielo

se muere de no ser automóvil.

La sangre de los pájaros decapitados ayer mismo

rueda y llora extrañando las rodillas lunares

y mi voz sin objeto bajo los seños oscuros de las nubes

calladamente la camisa boreal de la mañana

se clava en las ventanas y en el marco plateado de los insomnios;

se sacuden los muslos las mujeres

cuando piensan que volverán a ser estatuas sin motivo

Se quedaron sin ojos la madrugada

y las hojas del jardín

Pero aquel frio vestido de manzano nunca lo sabrá

como lo ignoran las hiedras que abrazan los capiteles

así como yo mismo estoy por olvidarlo

en el quicio de la primera puerta sin suspiros ni despedidas




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en absoluto adolescente,

a la mañana se recoge la falda

en el momento de mi voz despierta

sueño sin máscara, amanece sin oídos:

el muerto y la invitada se reconocen en mis manos,

me golpean en la espalda con cilicios desnudos,

asesinan la fiebre en mi garganta.

desmenuzan bajo los pies un sobrante de vida

la danza vuela en mi cerebro como mariposa de estaño

recién llegadas a una playa. Eco de sus pasos

vuelve la vida a una camelia , madura mi presente,

agota lo que posiblemente sea dentro de quinientos años

La invitada se desgarra los senos.

con las uñas de una venus de mármol.

sin violencia, mi pasado me ahoga, como si ya fuese un cadáver

o un cuerpo abandonado en la más negra galería de una mina.

DESPLIEGUE DE ASOMBROS ANTE UN DIOS

A Margarita Peña

A Salvador Amelio

Lo primero es el cielo. Después viene

el espléndido dios que todo lo atruena

con su nariz agujereada y sus miembros comidos

por el hambre de los siglos

el dios vivo y marcado y unido

Con cenizas y lágrimas en cada poro

El dios traído a una templo a través de otros templos y otras catedrales y oros misterios

El dios puesto de pie, venerado,

Herido de dolor y de miseria

Oh dios de cielos y caminos , dios

de agua y furor, dios maldito de misericordia,

devoramos con tu boca sin labios

y tu dura palabra de serpientes heladas

Oh sordo ciego y luminoso dios,

enciende alguna vez el rostro del pueblo,

de este bosque sin dueño, propiedad

de todos y de nadie, Patria de espejos

y mediodias, patria embriagada de muerte.

Húndela, inúndala, o dios sacado

del secreto, dios que miro abrirse

vientres mestizos y padeció la primera herradura.




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¡AHORA SÍ! BUNBURY Y CALAMARO EN MORELIA

Jaime Buenaventura Murillo Fernández

Estábamos dudándolo, pues tenemos que recordar que en la gira anterior de Enrique Bunbury, éste se iba a presentar en Morelia, pero por razones de logística (eso dijeron) no se llevó a cabo. Y para darle más emoción a esta historia, el español invitó al cantautor argentino Andrés Calamaro. Esto causaría una gran controversia entre los fans, ya que los seguidores de ambos artistas afirmaban que su ídolo era el mejor. Los más jóvenes contaban que Enrique Ortiz de Landázuri Izarduy (nacido en Zaragoza en 1967 y de apellido artístico Bunbury, que proviene de un personaje de la obra “La importancia de llamarse Ernesto” de Oscar Wilde) tenía más seguidores en nuestro país, pues ya se había presentado en México desde los años 90 con el grupo Los Héroes del Silencio, además decían que Calamaro ya estaba un poco viejo. En cambio los seguidores de Andrés Calamaro Masel nacido en Buenos Aires en 1961, dijeron que aunque “El Salmón” (porque su música siempre va a contracorriente) hizo su primera presentación en México hasta 2008, este ya había demostrado su calidad, desarrollando su carrera primero en Argentina con los Abuelos de la nada y posteriormente en España con Los Rodríguez. Como sea, ambos aprovecharon esta gira para promocionar sus últimos trabajos: “El aragonés errante” su disco “Palosanto” y el argentino su compacto “Bohemio”. La gira mexicana “Bunbury & Calamaro en Directo” comenzó el día 16 de octubre en León, el 18 llegó al Foro Sol de la ciudad de México, después pasó por Villahermosa el 23 y el 25 en

Mérida. No hubo muchos contratiempos, ni discusiones (salvo lluvia en León y México) . Con esto, regresó la confianza y nos dispusimos a ir al concierto.

La cita en nuestra ciudad fue el día 29 de octubre, a las 8:30 P.M. en la Plaza de Toros Monumental de Morelia. Sin visos de lluvia comenzó el concierto. El primero en presentarse fue Andrés Calamaro: vestido de negro, lentes oscuros, camisa vaquera y un paliacate. “El salmón” entonó con micrófono en mano la canción “Alta Suciedad”, esto puso de pie a los asistentes, que corearon el estribillo de la pieza (mientras en la pantalla se veía una pelea de box). Después tomó la guitarra electroacústica para cantar “A los ojos”, una pieza de la época de Los Rodríguez, continuó con las canciones “Te quiero igual” y “Crímenes perfectos”, recordando sus tiempos de tecladista. Para calentar más los ánimos y con un público ovacionando, Andrés comentó: “Muchas gracias Morelia, arropado por estos aplausos, hoy voy a cumplir con este ritual que es chupar, chupar y chupar” (algunos pensaron que iba a tomar una bebida embriagante) brindando con mate con la gente, desde el ruedo hasta los tendidos. Después, le siguieron tres canciones de su último disco: “Cuando no estás”, Rehenes” y “Bohemio”. En esos momentos los coros bajaron de intensidad, pues algunos no habían escuchado ese compacto. Pero todo volvería a la normalidad cuando Calamaro cantó algunas de las clásicas “Loco”, “All you need is pop”, “Tuyo siempre” y “Mil horas”. De esta última, el ex Abuelo de la nada agradeció a los grupos que la han hecho popular en varios ritmos, como La Sonora Dinamita. Siguió con los éxitos “Out-put in-put”, “El Salmón”, y en la canción “Paloma” agradeció a los morelianos su presencia, se quitó los lentes oscuros y besando el suelo dedicó su show al torero José Mari recién fallecido.

Esto, una plaza de toros y sus fans coreando el clásico “Olé, olé, olé, Andrés, Andrés” inspiró al argentino quien gritó, “Que vivan los toros en México”, lo que le ganó algunos aplausos, pero también abucheos. No hubo tiempo de comentarios, El Salmón interpretó el tango “Volver” y una de sus canciones más conocidas, “Flaca” que se escuchó al unísono con el público en el coso moreliano. Para despedirse cantó “Los chicos”,


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una pieza que habla de los amigos que se fueron antes, mientras en las pantallas se proyectaban rostros de difuntos argentinos y mexicanos como: el “Che”, Gardel, Piazzolla, Espineta, Zamora, Zapata, Villa, José Alfredo, para cerrar con la imagen de Gustavo Cerati, a quién el argentino hizo un pequeño homenaje con la canción “De Música ligera”.

Como en un intermedio teatral, antes del segundo acto se hizo el cambio de instrumentos y músicos. Después, en la pantalla se veían naves intergalácticas de donde bajaron Enrique Bunbury (vestido todo de negro con pantalón entallado estilo mariachi, playera y chamarra) y su grupo Santos Inocentes. Comenzaron con la canción “Despierta”, del primer sencillo de su nuevo álbum. “Michoacanos y michoacanas es un enorme placer estar con todos ustedes esta noche, ¡Por fin nos vimos la cara de nuevo! Después de un tiempo, venimos con nuevo material, “Palosanto” y también con éxitos no tan inmediatos”, dijo el cantante. Así el español hizo un recorrido musical por su trayectoria con temas como “El club de los imposibles”, “Los inmortales”, “Ódiame”, “Porque las cosas cambian” y “El rescate”, que fue una de las canciones más cantadas por los asistentes, quienes acompañaron la rola con sus celulares encendidos. Enrique mostró su flexibilidad dancística, al contorsionarse en sus bailes ante sus fans morelianos que le son fieles y que cantaron con él las canciones: “Los habitantes”, “El hombre delgado que no flaqueará jamás”, ”Hay muy poca gente”, “Frente a frente”, “Que tengas suertecita”, “Sí”, “De todo el mundo”, “El extranjero”. Antes de finalizar cantó “Infinito”, con un público volcado, coreando “Enrique, Enrique, Enrique”, el español se despidió con el tema “Lady blue”, con la pantalla mostrando imágenes del espacio, estrellas y planetas.

El climax llegó, cuando estas dos leyendas del rock iberoamericano salieron juntos al escenario y recordando viejos tiempos comenzaron con dos temas del siglo pasado: “Sin documentos”, de Los Rodríguez y “Maldito duende”, de Los Héroes del silencio. Ambos mostraron sus mejores pasos. Calamaro (de nuevo con sus lentes oscuros) un poco más gordo y más viejo, trato de bailar

un poco, mientras que un Bunbury más delgado y joven (ya sin chamarra) mostró mejores dotes de bailarín. El momento más emotivo fue cuando los artistas hicieron otro homenaje a Gustavo Cerati interpretando su canción “Crimen”. Continuaron con “Estadio Azteca” de Calamaro (que había sido muy ovacionado en el D.F.), siguiendo con “Apuesta por el rocanrol”, uno de los temas que más coreó el público (canción que promocionó la gira “Bunbury & Calamaro en Directo” y que en la radio ya es un éxito). “Me calaste hondo” de Bunbury se escuchó antes de que los roqueros considerados abiertamente admiradores del compositor mexicano José Alfredo Jiménez, cerraran el concierto con un acento mexicano entonando “El hijo del pueblo”. Al final de la presentación y luego de varios minutos de aplausos de pie, los artistas se dieron un fuerte abrazo, reafirmando así su amistad y agradeciendo a los morelianos, quienes los despidieron aplaudiendo y coreando sus nombres.

Con lo visto y escuchado sería Inútil inclinar la balanza. Ambos Andrés y Enrique, demostraron por qué son pilares del rock en español. Con estilos similares en algunos puntos pero también tan encontrados en otros, los dos cantautores habían llegado a su cita con el público moreliano con la confianza de saber que ninguno tenía nada que probar. Para finalizar esta historia, les comentaremos que después de Morelia la gira mexicana “Bunbury & Calamaro en Directo” siguió el 31 en Monterrey, el Día de Muertos en Guadalajara, el 6 de noviembre en Puebla, para finalizar en Tijuana el día 8.

Numero 32

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