Nueva Constitucion

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cción A F amilia Por un Chile autético, cristiano y fuerte Año XVII Número 64 Junio 2015 I ndependientemente de lo que se pue- da pensar de los nuevos ministros y de sus comportamientos en el cum- plimiento de sus responsabilidades, hay un aspecto bastante más importante y que no ha sido suficientemente destaca- do: la “Nueva Mayoría” pasó a ser decididamente la “Vieja Mayoría”. Sin embargo, pese a las eviden- cias de las arrugas en el respaldo de la opinión pública dadas a conocer recientemente, los personeros de la “Nueva Mayoría”, tanto del Go- bierno como del Parlamento, toman similar actitud a la de una joven va- nidosa que envejece prematuramente, pero que no quiere reconocerlo. La Presidenta finge que ella es tan querida y que su conglomerado político cuenta con tanta comprensión cuanto el que ella imagina haber tenido al inicio de su gobierno. Su actitud le sirve para continuar con su programa; por eso, al mismo tiempo que defenestró a todos sus ministros, anunció la nueva Consti- tución de su proyecto de gobierno. Nada podría ser menos propicio para el Gobierno y para el bien del País que llamar a realizar una Nueva Constitu- ción o convocar a una Asamblea Cons- tituyente. Varios constitucionalistas se han pronunciado al respecto indicando que, para justificarla, se necesitaría un sólido respaldo público, un serio cono- cimiento de lo que es una Constitución por parte del mismo público y presentar pruebas sólidas de que con ella se so- lucionarían los actuales problemas de convivencia política y de corrupción, bien difundida entre sus personeros. Nada de esto ha sido ni siquiera esbo- zado por la Presidenta. La Nueva Cons- titución es presentada por ella como una panacea que vendrá a resolver los problemas que cada uno considera necesa- rio solucionar. Sobre todo, va a acabar con la “Constitución de la Dictadura” que, pese a haber sido plebiscitada, haber ordenado al País y ser de inspiración cristiana -o quizá precisamente por estas razones- re- presenta el mal por excelencia. Tales ánimos refundacionales de la vida institucional del País, suenan a las quimeras propias de las sectas ideológicas que piensan que, mien- tras más leyes hagan y el Estado controle más la vida de los parti- culares, más felices serán las per- sonas. Para entender cuáles podrán ser los efectos sobre la institución de la Familia de una eventual reforma constitucional, es importante des- tacar qué entiende por familia la actual Constitución, y qué entienden los que proponen estas reformas. Al respecto, con relación a la ins- piración cristiana de la actual Cons- titución plasmada en las bases de la institucionalidad, no existe discusión sobre la materia. El conocido Doc- tor en Derecho, Prof. Eduardo Soto Kloss, lo afirma categóricamente: “es forzoso deducir del cúmulo de ante- cedentes de la Constitución y de su formulación referente a la familia, es que toda la estructura institucional se inspira en la concepción humanis- La “vieja Mayoría”, la Nueva Constitución y la Familia El Proyecto de Gobierno establece: “La Nueva Constitución (…) deberá reconocer también el derecho a la identidad sexual, la orientación sexual y los derechos sexuales y reproductivos de las personas(entre los cuales está comprendido el aborto).

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  • ccinAFamilia

    Por un Chile auttico, cristiano y fuerte

    Ao XVII Nmero 64 Junio 2015

    Independientemente de lo que se pue-da pensar de los nuevos ministros y de sus comportamientos en el cum-plimiento de sus responsabilidades, hay un aspecto bastante ms importante y que no ha sido suficientemente destaca-do: la Nueva Mayora pas a ser decididamente la Vieja Mayora.

    Sin embargo, pese a las eviden-cias de las arrugas en el respaldo de la opinin pblica dadas a conocer recientemente, los personeros de la Nueva Mayora, tanto del Go-bierno como del Parlamento, toman similar actitud a la de una joven va-nidosa que envejece prematuramente, pero que no quiere reconocerlo.

    La Presidenta finge que ella es tan querida y que su conglomerado poltico cuenta con tanta comprensin cuanto el que ella imagina haber tenido al inicio de su gobierno. Su actitud le sirve para continuar con su programa; por eso, al mismo tiempo que defenestr a todos sus ministros, anunci la nueva Consti-tucin de su proyecto de gobierno.

    Nada podra ser menos propicio para el Gobierno y para el bien del Pas que llamar a realizar una Nueva Constitu-

    cin o convocar a una Asamblea Cons-tituyente. Varios constitucionalistas se han pronunciado al respecto indicando que, para justificarla, se necesitara un slido respaldo pblico, un serio cono-cimiento de lo que es una Constitucin

    por parte del mismo pblico y presentar pruebas slidas de que con ella se so-lucionaran los actuales problemas de convivencia poltica y de corrupcin, bien difundida entre sus personeros.

    Nada de esto ha sido ni siquiera esbo-zado por la Presidenta. La Nueva Cons-titucin es presentada por ella como una panacea que vendr a resolver los problemas que cada uno considera necesa-rio solucionar. Sobre todo, va a acabar con la Constitucin de la Dictadura que, pese a haber sido plebiscitada, haber ordenado al Pas y ser de inspiracin cristiana -o quiz

    precisamente por estas razones- re-presenta el mal por excelencia.

    Tales nimos refundacionales de la vida institucional del Pas, suenan a las quimeras propias de las sectas ideolgicas que piensan que, mien-

    tras ms leyes hagan y el Estado controle ms la vida de los parti-culares, ms felices sern las per-sonas.

    Para entender cules podrn ser los efectos sobre la institucin de la Familia de una eventual reforma constitucional, es importante des-tacar qu entiende por familia la

    actual Constitucin, y qu entienden los que proponen estas reformas.

    Al respecto, con relacin a la ins-piracin cristiana de la actual Cons-titucin plasmada en las bases de la institucionalidad, no existe discusin sobre la materia. El conocido Doc-tor en Derecho, Prof. Eduardo Soto Kloss, lo afirma categricamente: es forzoso deducir del cmulo de ante-cedentes de la Constitucin y de su formulacin referente a la familia, es que toda la estructura institucional se inspira en la concepcin humanis-

    La vieja Mayora, la Nueva Constitucin y la Familia

    El Proyecto de Gobierno establece: La Nueva Constitucin () deber reconocer tambin el derecho a la identidad sexual, la orientacin sexual y los derechos sexuales y reproductivos de las personas (entre los cuales est comprendido el aborto).

  • 2 Informativo 64 - Junio 2015 Accin Familia

    ta-cristiana del hombre y de la so-ciedad (1).

    Por su parte, la concepcin de familia que los idelogos del Gobierno quieren ver plasmada en una nueva Constitu-cin, difiere diametralmente de la con-cepcin cristiana. Es difcil encontrar una definicin ms clara de lo que ellos en-tienden por familia, que la expresada por la Sra. Clarisa Hardy, siendo Ministra de Mideplan, en el pri-mer gobierno Bache-let; para ella familia es un ncleo de rela-ciones de afecto que comparten espacio y presupuesto (2). En esta definicin de familia de la ex Mi-nistra, cualquier cosa vale, lo que equivale a decir que la familia no es nada, pues una institucin que puede significar cualquier tipo de relaciones, ipso facto deja de ser algo especfico.

    Todas las polticas pblicas impuestas por los sucesivos gobiernos de la Con-certacin y ahora por la Nueva Mayora, demuestran que la definicin de la Sra. Hardy no es una mera frase improvi-sada, sino la explicitacin de una pro-funda concepcin filosfica, de carcter perfectamente ateo y completamente materialista.

    Quiz algn lector nos objete que la nueva Constitucin no necesariamente deber incluir una definicin de lo que entiende por familia, y por eso sera exagerado pensar que la definicin de la ex Ministra sea tan importante. Al respecto respondemos con el renombra-do Profesor Plinio Correa de Oliveira en estudio realizado para la una nueva Constitucin de su pas: De hecho, una vez que la familia no sea definida en su esencia y en sus caractersticas por la Constitucin, queda creado un margen para que comentadores pretendan que ella deba ser interpretada en el texto constitucional segn el concepto que le da el lenguaje corriente. () En esto bien podrn ser acompaados por jue-

    ces que acepten los sucesivos matices de esta palabra (familia), que el derrumbe moral habr tornado elstica. As, () se podr llegar hasta la equiparacin de la sociedad brasilea a la legislacin comunista sobre familia. (3)

    Es decir, o la familia es defini-da desde el punto de vista concep-tual cristiano, o es dejada a los vaivenes de la interpretacin antojadiza de la moda del mo-mento, lo cual en cierto sentido, puede ser an peor que una ma-la definicin.

    Para compren-der que, en la eventualidad de una nueva Cons-titucin, no es-taremos lejos de lo que el citado pensador prevea para la nacin brasilea, en ca-so de que no se

    enmiende la redaccin del texto consti-tucional en discusin, baste ver lo que establece el Proyecto de Gobierno de la Nueva Mayora en su captulo Nueva Constitucin: La Nueva Constitucin () deber reconocer tambin el dere-cho a la identidad sexual, la orientacin sexual y los derechos sexuales y repro-ductivos de las personas (entre los cua-les est comprendido el aborto). (4)

    Como se puede apreciar, poco se distingue esta forma de entender la familia y sus derechos, de lo que fue la legislacin sovitica. Quiz la nica diferencia sea que sta no lle-v el amor libre (por falta de tiempo o por temor a reacciones de la po-blacin) a los extremos de la actual corriente post comunista del actual gobierno Bachelet.

    Por otra parte, el derecho de pro-piedad, que es, junto con la familia, la principal garanta de la libertad jurdica de las personas frente a la omnipotencia del Estado, es cla-ramente relativizado: La Nueva Constitucin junto con reconocer el

    derecho a la propiedad privada, debie-ra contemplar la idea de que la propie-dad obliga y que su uso debe servir al mismo tiempo al bien comn. En esa lnea, se requiere reconocer que la fun-cin social del derecho a la propiedad privada y a la herencia, delimitar su contenido, de conformidad a la ley. Es decir, se pone en pie de igualdad el derecho con su funcin, lo que prepara las expropiaciones masivas, como las que impuls la UP.

    Inclusive la libre iniciativa, condi-cin propia de los hombres libres en la vida econmica, es limitada: Se debe garantizar la libre iniciativa eco-nmica privada, con las limitaciones establecidas en la ley. Esto, adems de ser una evidencia, pues todo tiene las limitaciones establecidas en la ley, constituye una incerteza ms sobre qu limitaciones se establecern.

    No queremos cansar al lector anali-zando los artculos de lo que la misma Presidenta llam en cierto momento de mamotreto que nadie lee y que despus pas a considerar casi como un libro sagrado.

    Basten estos trechos y el ejemplo totalitario de los pases bolivarianos, que han aprobado Constituciones de acuerdo a este mismo modelo, para ver hacia dnde nos quieren llevar la Sra. Bachelet y sus flamantes ministros.

    Esperemos que esta ex Nueva Ma-yora, ahora transformada en Vieja Mayora o Nueva Minora, cansada prematuramente, desacreditada popu-larmente y dividida internamente, no pueda llevarnos donde pretenden por-que eso significara la ruina del Pas.

    Juan Antonio Montes Varas

    Notas1 Cfr. Eduardo Soto Kloss, La Familia en la Constitucin Poltica, Revista chilena de Derecho, vol. 21, n 2, pgs. 217-225, ao 1994.w

    2 Cf. La Metamorfosis del concepto de familia, El Mercurio, 1 de octubre, 2006.

    3 Plinio Correa de Oliveira, in Projeto de Constituio angustia o Pas, Parte IV, pg. 134. Editora Veracruz, Noviembre de 1987.

    4 PROGRAMA DE GOBIERNO 2014-2018 MICHELLE BACHELET, http://michellebachelet.cl/programa/

    El derecho de propiedad, que es, con la familia, la principal garanta de la libertad jurdica frente al Estado, es relativizado

  • 3Informativo 64 - Junio 2015 Accin Familia

    El simple enunciado del Nom-bre Santsimo de Jess re-cuerda la idea del amor. El amor insondable e infinito que llev a la Segunda Persona de la Santsi-ma Trinidad a encarnarse! El amor expresado a travs de esa humilla-cin incomprensible de un Dios que se manifiesta a los hombres como un nio pobre, que acaba de nacer en una gruta.

    El amor que se manifiesta a tra-vs de aquellos treinta aos de vida recogida, en la humildad de la ms estricta pobreza, y en las fatigas in-cesantes de aquellos tres aos de evangelizacin, en que el Hijo del Hombre recorri caminos y atajos, transpuso montes, ros y lagos, vi-sit ciudades y aldeas, atraves desiertos y poblados, habl a ricos y pobres, esparciendo amor y reco-giendo en la mayor parte del tiempo principalmente ingratitud.

    El amor de-mostrado en aquella Cena s u p r e m a , p r eced i -da por la g e n e r o -sidad del lavado de los pies y coronada por la ins-titucin de la Eucarista! El amor de aquel ultimo beso dado a Judas, de aquella mirada suprema dirigida a San Pedro, de aquellas afrentas sufridas en la paciencia y en la mansedumbre, de aquellos su-frimientos soportados hasta la total consumacin de las ltimas fuerzas,

    de aquel perdn mediante el cual el Buen Ladrn rob el Cielo, de aquel don extremo de una Madre celestial a la humanidad misera-ble.

    Cada uno de estos episodios fue meticulosamente estudiado por los sabios, piadosamente me-ditado por los Santos, maravillo-samente reproducido por los ar-tistas, y sobre todo inigualable-mente celebrado por la liturgia de la Iglesia. Para hablar sobre el Sagrado Corazn de Jess, slo hay un medio: es recapitu-lar debidamente sobre cada uno de ellos.

    Realmente, venerando al Sa-grado Corazn, la Santa Iglesia no quiere otra cosa sino prestar una especial alabanza al amor infinito que Nuestro Seor Je-sucristo dispens a los hombres.

    El corazn simboliza el amor, y dando culto al Corazn, la

    Iglesia celebra el Amor

    La fiesta del Sagra-do Corazn de Jess es por excelencia, la fiesta del amor de Dios. En ella, la Iglesia nos propone como tema de medi-tacin y como blanco

    de nuestras plegarias el amor tiernsimo e inva-

    riable de Dios, que hecho hombre, muri por nosotros.

    Mostrndonos el Corazn de Je-ss ardiendo de amor a despecho de las espinas con que lo circundamos por nuestras ofensas, la Iglesia abre para nosotros la perspectiva de un perdn misericordioso y amplio, de un amor infinito y perfecto, de una

    alegra completa e inmaculada, que deben constituir el encanto peren-ne de la vida espiritual de todos los verdaderos catlicos.

    Amemos al Sagrado Corazn de Jess. Esforcmonos porque esa devocin triunfe autnticamente (no apenas a travs de algunos sim-bolismos) en todos los hogares, en todos los ambientes y sobre todo en todos los corazones. Slo as conse-guiremos reformar al hombre con-temporneo.

    Extractos de artculos de Plinio Corra de Oliveira en O Legiona-rio 21 de Julio de 1940 y 22 de Ju-nio de 1941

    La Iglesia nos abre la perspectiva de un perdn misericordioso y amplio

    Consideraciones para el Mes del Sagrado Corazn de Jess

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    Muchas personas se sienten inseguras ante la avalan-cha de slogans de los abortistas dicho sea de pa-so, los peores son los de tipo sentimental y esto les hace dudar de la legitimidad de su posicin, recelando ser tenidos como poco comprensivos con el sufrimiento ajeno. En realidad esta es una estrategia muy bien montada, con el objetivo de paralizar al adversario. Otra estrategia consiste en desviar la discusin al terreno cientfico o jurdico, cuando lo que est en juego es fundamentalmente una cuestin neta-mente moral, y por lo tanto religiosa.

    Cuestiones como las siguientes:

    * Si la mujer tiene derecho sobre su propio cuerpo, inte-rrumpir el embarazo no es un problema personal?

    * Por qu la ley obliga a dar a luz a un hijo no deseado?* No es absurdo forzar a una mujer a llevar a trmino su

    embarazo en el caso de una violacin o incesto?* Cuando se encuentra en peligro la vida de la madre, no

    conviene interrumpir el embarazo?* No es mucho ms brutal dejar que nazca una criatura de-

    formada o infectada por un virus como el SIDA que abortarla?* No es sumamente cruel

    condenar a nios gravemen-te enfermos o discapacitados a una vida desgraciada, con las consiguientes complica-ciones de todo tipo para sus padres?

    * Por qu se han de impo-ner a una mujer que no es ca-tlica los principios morales y religiosos enseados por la Iglesia? Acaso no tiene de-recho a elegir lo que es mejor para ella, en un tema absolu-tamente privado?

    * Por qu al legislar, en una materia en la cual estn

    concernidos todos los habitantes de una nacin, ser necesa-rio tomar en consideracin lo que ensea la Iglesia sobre el aborto?

    * Si vivimos en un pas democrtico y pluralista, no es arbitrario imponer el modo de actuar de los catlicos a toda la poblacin?

    Ante sofismas como estos algunos se quedan paralizados e inseguros, temiendo parecer impositivos y antipticos. A esas

    personas queremos ayudarlas para que, de manera sen-cilla y clara, puedan argumentar contra esas consignas de la propaganda abortista.

    En el libro de Accin Familia 55 Preguntas y res-puestas contra el aborto, que todo chileno debe co-nocer, se responde a las argucias de los abortistas de modo sinttico, a manera de preguntas y respuestas. Adems, presenta una visin de conjunto del operar del lobby abortista a nivel internacional y de la doctrina ca-tlica sobre el aborto.

    Por eso, queremos ofrecerle gratuitamente el libro, es-perando que sea de su agrado y que nos ayude a darle la mayor difusin entre sus amistades.

    Podr utilizar el formulario (http://www.accionfami-lia.org/?p=4759) para bajarlo en su versin PDF. Reci-bir en su correo electrnico un mensaje con el vnculo para descargarlo.

    Aborto: Los argumentos que quiz est necesitando

    Accin Familiapor un Chile autntico, cristiano y fuertePgina Web: http://www.accionfamilia.orgArmando Jaramillo 1358Vitacura - Santiago - ChileTel/fax: 2206 9639E-Mail: [email protected]: Comisin de Estudios de Accin FamiliaResponsable legal: Juan A. Montes VarasImpreso en: Grafimpres, Ltda.

  • 5Informativo 64 - Junio 2015 Accin Familia

    El ideal de la familia numerosa ha ido desapareciendo de nuestra sociedad, hasta el punto de generar un rechazo social contra quienes an lo siguen. La mentalidad abortista ha cons-tituido un monstruoso paso adelante en la creciente bsqueda del bienestar y de los placeres puramente materiales. Veamos la alegra y plenitud de vida que genera la familia numerosa en las palabras del Papa Po XII.

    Reproducimos un extracto del discurso pronunciado por el Papa Po XII a los Directores de las Asociaciones de Familias Numerosas de Roma e Italia el 20 enero de 1958, el dcimo noveno (y ltimo) ao de su papado. A lo largo del discurso, el Santo Padre habla elocuentemente de la alegra, del sacrificio y de la generosidad tan frecuente entre aquellas familias que Dios ha bendecido abundantemente con el don de los hijos.

    Las familias numerosas son los ms esplndidos macizos de flores en el jardn de la Iglesia; flores de felicidad en ellos y santidad madura en un suelo favora-ble. Cada grupo familiar, incluso el ms pequeo, est destinado por Dios a ser un oasis de paz espiritual. Pero hay una gran diferencia: donde el nmero de nios no es mucho ms que uno, aquella intimidad serena que da valor a la vida, tiene un toque de melancola o de palidez; no dura tanto tiempo; puede ser ms precaria; y a menudo se ve empaada por temores secretos y re-mordimientos.

    La felicidad en una familia numerosaEs muy diferente la serenidad de espritu que se en-

    cuentra en los padres que estn rodeados por una gran abundancia de vidas jvenes. La alegra que viene de las bendiciones abundantes de Dios aparece de mil ma-neras diferentes y no hay temor de que vaya a terminar. El ceo de estos padres y madres puede estar cargado

    por las preocupaciones, pero nunca hay un rastro de aquella sombra interior, que revela la ansiedad de con-ciencia o el miedo irreparable a la soledad. Su juventud nunca parece desvanecerse, mientras la dulce fragancia de una cuna permanezca en el hogar, siempre y cuando

    las paredes de la casa hacen eco a las voces argentinas de hijos y nietos.

    Muchas veces sus pesados trabajos se multiplican, sus sacrificios redoblados, pero su renuncia a las di-versiones costosas son generosamente recompensados, incluso aqu abajo, por el tesoro inagotable del afecto y de las tiernas esperanzas que residen en sus corazones, sin siquiera cansarlos o molestarlos.

    Y las esperanzas pronto se convierten en realidad cuando la hija mayor comienza a ayudar a su madre a cuidar al beb o el da en que el hijo mayor llega a casa con el rostro radiante, con su primer sueldo que ha ganado. Ese da ser particularmente feliz para los pa-dres, ya que har que el fantasma de una vejez gastada en la miseria desaparecer, y se sentirn seguros de una recompensa por sus sacrificios.

    Cuando hay muchos nios, los ms jvenes no experimentan el aburrimiento de la soledad y la inco-modidad de tener que vivir todo el tiempo en medio de los adultos. Es cierto que a veces pueden llegar a ser tan vivaces que consigan alterar sus nervios y sus desacuerdos pueden parecer pequeos motines; pero incluso sus discusiones desempean un papel eficaz en la formacin del carcter, siempre y cuando sean bre-ves y superficiales. Los nios de familias numerosas aprenden casi automticamente a tener cuidado con lo

    El Papa Po XII y las familias catlicas numerosas

  • 6 Informativo 64 - Junio 2015 Accin Familia

    que hacen y a asumir la respon-sabilidad por ello; a tener respeto por los dems y ayudarse unos a otros, siendo de corazn abierto y generoso. Para ellos, la familia es un lugar de prueba, antes de que ingresen al mundo exterior, que ser ms difcil para ellos y ms exigente.Vocaciones

    Todos estos preciosos be-neficios sern ms slidos y permanentes, ms intensos y ms fructferos, si la gran familia toma como su propia regla de gua particular y ba-se el espritu sobrenatural del Evangelio, que espiritualiza todo y hace que sea eterno. La experiencia demuestra que en estos casos, Dios a menudo va ms all de los dones ordina-rios de la Providencia, como la alegra y la paz, para confe-

    rirle un llamado especial una vocacin al sacerdocio, a la vida religiosa, a la ms alta santidad.

    Con mucha razn, a menudo se ha sealado que las familias numerosas han estado a la van-guardia como cunas de santos. Podramos citar, entre otros, la familia de San Luis, rey de Fran-cia, compuesta por diez hijos; la de Santa Catalina de Siena que vena de una familia de doce; San Roberto Bellarmino de una fami-lia de doce, y San Po X de una familia de diez.

    Toda vocacin es un secreto de la Providencia. Pero estos casos demuestran que un gran nmero de nios no impide que los padres les den una educacin excelente y perfecta; y muestra que el nmero no va en detrimento de su calidad, con respecto a cualquiera de los valores fsicos o espirituales.

    La lectura es algo ms que un placer

    Los libros ellos depositan en nosotros riquezas que nin-guna maldad humana podr arrebatarnos, y que nosotros mis-mos hacemos fructificar a modo de hbiles banqueros hasta nuestra ltima hora.

    Y ms que esto, puesto que dejando nuestro oro, nuestras casas, nuestros jardines, nosotros les decimos adis, mientras que yo creo que jams van a tener fin los pensamientos o los versos que me encantan.

    (Ren Boylesve 1924)

    Aquellos tesoros que ninguna maldad humana

    podr arrebatarnos

    Estatua de San Luis, Rey de Francia

  • 7Informativo 64 - Junio 2015 Accin Familia

    Es importante recordar que lo que se busca mediante la lucha contra la pobreza, la injusticia y la explotacin, es la creacin de un hombre nuevo. As escriba en 1971 Gustavo Gutirrez, uno de los mximos exponentes de la Teologa de la Liberacin. Esta corrien-te teolgica, es famosa por la mezcla que ha hecho de en Amrica Latina en-tre catolicismo y marxismo. Son cono-cidas por el pblico en general por su supuesta preocupacin por los pobres y su apoyo a la prctica revoluciona-ria. Tal vez no mucha gente conoce sus ltimos desarrollos. La Teologa de la liberacin, de hecho, no est muerta y no permaneci en absoluto confinada a Amrica del Sur. Hoy en da, de hecho, parece de nuevo en boga y en diferentes entornos sigue siendo un punto de refe-rencia, aunque de manera velada. Pero lo ms importante es su evolucin, que nos concierne a todos, de una manera u otra, ya que se refiere a la revolu-cin cultural y antropolgica que es-tamos presenciando.

    De hecho, tras el colapso de la Unin Sovitica y el fracaso general del co-munismo, los telogos de la liberacin, que siempre han abrazado las categoras filosficas, polticas y econmicas del marxismo, se han visto obligados a rein-ventarse. En la prctica, han ampliado los conceptos de pobres y de pobre-za. Si en los aos setenta y ochenta los pobres eran los proletarios explotados y

    alienados por un sistema econmico que inclua la propiedad privada de los me-dios de produccin, ahora son tambin otras categoras de personas, siempre oprimidas, pero de modo y razones di-ferentes. He aqu que ahora, los nuevos pobres son los homosexuales, los tran-sexuales, las mujeres e incluso la natu-raleza. Tal cambio entre los telogos de la liberacin ha sido sin contradiccio-nes. Leonardo Boff, otra figura destaca-da de este mundo, ya en 1985 escribi que la Teologa de la Liberacin estaba estrechamente vinculada a los diversos procesos de liberacin caractersticos de la historia moderna, tales como el pen-samiento de Freud y de Nietzsche sobre la liberacin psicolgica y los instintos. Estos telogos pues han recurrido sin problemas a la ideologa de gnero para luchar contra la discriminacin sexual; el feminismo para contrarres-

    tar el dominio masculino y el ecologis-mo extremo para defender el planeta Tierra.

    Los actuales ataques contra la vida, la familia y la educacin de nuestros hijos, por lo tanto, de alguna manera estn tambin apoyados por ciertos cr-

    culos que se refieren precisamente a la Teologa de la Liberacin, aunque con una amplia variedad de tonos. El ob-jetivo fue declarado por Gutirrez y otros: crear un hombre nuevo, com-pletamente liberado de todo tipo de opresin, incluso de la moral y de las leyes de la naturaleza. Un hombre muy diferente, pues, del renovado y recreado por la gracia de Dios.

    Cualquier persona que desee explorar estos temas, puede leer el documentado libro de Julio Loredo, Teologa de la Liberacin. Un salvavidas de plomo pa-ra los pobres (Cantagalli, Siena 2014), en el que el autor analiza en detalle el ncleo de la doctrina de la Teologa de la Liberacin, poniendo bien en evi-dencia todos los errores que la alejan de la verdad enseada por la Iglesia: el inmanentismo, el historicismo, la mani-pulacin de la Escritura, la distorsin de

    la imagen de Dios, del concepto de Re-dencin y del pecado; una nueva visin revolucionaria de la Iglesia; la primaca de la praxis , etc. El concepto funda-mental de la teologa de la liberacin, que la impregna totalmente, es el de liberacin escribe Loredo es decir,

    Los nuevos caminos de la Teologa de la Liberacin

    El colapso del socialismo real arrastr en su desprestigio a la Teologa de la Liberacin. Esta y el comunismo deban reinventarse. Fue el lan-zamiento de la lucha de clases entre el nuevo proletariado (la mujer, las minoras sexuales, los nios y la misma naturaleza) contra las instituciones bsicas de la sociedad, especialmente la familia. Sus instrumentos: la ideo-loga de gnero para luchar contra la discriminacin sexual; el feminismo para contrarrestar el dominio masculino y el ecologismo extremo para pro-teger al planeta Tierra.

  • 8 Informativo 64 - Junio 2015 Accin Familia

    un movimiento, interno y externo, que tiende a emancipar los individuos y la sociedad de ciertas situaciones conside-radas opresivas o discriminatorias.

    Pero, de hecho, no siempre lo que parece opresivo lo es en realidad. Tomemos por ejemplo el caso de la homosexuali-dad. Olvidando que la Iglesia siempre ha enseado a amar al pecador y a condenar el pecado, la Teologa de la Libe-racin homosexual, lsbica y queer habla de la opresin secular hacia el mundo homosexual. De esta manera de hecho legitima la rebelin no contra una autoridad humana in-justa, sino contra la ley moral natural, querida por Dios. Es el propio orden de la Creacin que se considera como una estructura opresiva y, por tanto, contestada.

    El mismo discurso vale para la llamada teologa feminis-ta. Con el pretexto de la igual dignidad del hombre y de la mujer, en la realidad se promueve el choque entre los sexos, se distorsiona el concepto de maternidad y legitima todos los horrores en nombre de la autodeterminacin de las mujeres. El aborto es el ejemplo ms notable. No slo. El ataque al patriarcalismo pone en discusin incluso la ima-gen de Dios en el que los cristianos siempre han credo y que siempre han aceptado. Y as como es necesario liberarse de toda forma de opresin entre los seres humanos, tambin debemos liberar la naturaleza del dominio del hombre. De ah el mito del planeta Tierra visto como un organismo vivo llamado Gaia. Leonardo Boff escribe: Al grito de los pobres debemos aadir el grito de la Tierra. Una vez ms, se subvierte el orden del cosmos, ya que la flora y la fauna tienen prioridad sobre el hombre, el nico ser creado a imagen y semejanza de Dios.

    Bajo la apariencia de buenos principios la Teologa de la Li-beracin esconde, por tanto, la aberracin real. Como escribe Loredo, proclamndose en favor de los pobres, ella de-fiende los sistemas que generan pobreza. Casi parece que la Teologa de la Liberacin no hizo tanto una opcin pre-ferencial por los pobres, sino por la pobreza en s misma. Una pobreza, lo decimos para evitar malentendidos, ideol-gica, que no tiene nada que ver con la recomendada por el

    Evangelio y vi-vida por Jess y los santos, ni con la justa sobriedad de vida. Los te-logos de la libe-racin, de hecho, han colocado en el centro de su pensamiento la praxis revolu-cionaria, respal-dando regme-nes comunistas criminales, en los que los po-bres solamente fueron instru-mentalizados. Uno se acuerda de las palabras que don Camilo que deca al pe-queo sacerdote progresista Don

    Chichi: La pobreza es una desgracia, no un mrito. No basta ser pobre para ser justo. Y no es verdad que todos los pobres slo tienen derechos y los ricos slo deberes: delante de Dios todos los hombres tienen slo deberes. Lo mismo ocurre con las llamadas nuevas categoras de pobres, igualmente instru-mentalizados para construir una nueva humanidad, fluida, desprendida de toda referencia determinada. Por otra parte, es muy difcil considerar oprimidos a los miembros de los poderosos grupos de presin, ricos e influyentes, que bus-can imponer la dictadura del pensamiento nico, al ritmo de la tolerancia y de la libertad.

    Federico Catani, in Quotidiano La Croce

    El objetivo declarado: crear un hombre nuevo, completamente liberado de todo tipo de opresin, incluso de la moral y de las leyes de la naturaleza.

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    * Depositando su colaboracin en la Cta.Cte. de Fundacin Roma del Banco de Chile 01-62-017256

    * Enviando cheque nominativo y cruzado a nombre de Fundacin Roma, a Armando Jaramillo 1358 - Vitacura Santiago

    Nota: Las personas interesadas en los nuevos desarrollos de la Teologia de la Liberacin, pueden solicitar el libro gratuito De la Teologa de la Liberacin a la Teologa eco-feminista - Coleccin Accin Familia, a travs de [email protected]