Monoteísmo versus Politeísmo

7/4/2014 Monotesmo versus Politesmo

http://www.bibliotecapleyades.net/mistic/religionsplanetearth82.htm 1/12

por Alain de BenoistAbril 1996

del Sitio Web TheAlainDeBenoistCollection

traduccin de Editorial-Streicher21 Marzo 2014

del Sitio Web Editorial-Streicher

De los dos textos del escritor Alain deBenoist que presentamos en castellanoahora, el primero apareci en ingls enChronicles (A Magazine of AmericanCulture), en su edicin de Abril de 1996(home.alphalink.com.au).

Alain de Benoist (1943), reconocidoacadmico francs, es el editor del peridicoNouvelle Ecole, una publicacin investigativade Paris.

El doctor Tomislav Sunic (1953), queintroduce el texto con reflexiones propias yde quien publicamos la entrada anterior,trabajaba entonces en el ministerio croatade Asuntos Exteriores.

El segundo brevsimo texto, por su ttulo casiidntico (Polythisme/Monothisme) es quelo hemos traducido, esta vez del francs enque aparece publicado(honneuretfidelite.hautetfort.com).

La fecha de composicin de este ltimopuede ser 1979.

Ambos escritos del influyente pensadorpaganista de Derecha francs se refierenclaramente a lo enunciado en el ttulo, lapermanente y fastidiosa contraposicin deUno versus Varios.



Monotesmo versus Politesmopor Alain de Benoist

Abril 1996Versin original en ingles

Introduccinpor Tomislav Suni

Podemos todava concebir el renacimiento de la sensibilidad pagana en una poca tanprofundamente saturada por el monotesmo judeo-cristiano y tan apasionadamenteadherida a los principios de la democracia liberal?

En el lenguaje popular la misma palabra "paganismo" puede incitar a algunos a escarnio yrisa.

Quin, despus de todo, quiere que lo asocien con brujas y brujera, con hechicera ymagia negra? Adorar animales o plantas, o cantar himnos a Wotan o Zeus, en una poca



de televisin va cable y "armas inteligentes", no augura nada bueno para la investigacinintelectual y acadmica seria.

Pero antes de que comencemos a amontonar el desprecio sobre el paganismo,deberamos hacer una pausa durante un momento.

El paganismo no es slo brujas y pociones de las brujas; el paganismo tambin significauna mezcla de teoras altamente especulativas y filosofas. Paganismo es Sneca yTcito; es un movimiento artstico y cultural que se expandi sobre Italia bajo la banderadel Renacimiento.

El paganismo tambin significa Friedrich Nietzsche, Martin Heidegger, CharlesDarwin y un ejrcito de otros pensadores asociados con la herencia cultural occidental.

Dos mil aos de judeo-cristianismo no han obscurecido el hecho de que el pensamientopagano no ha desaparecido todava, aunque a menudo fuera enturbiado, sofocado operseguido por las religiones monotestas y sus vstagos seculares.

Indudablemente, muchos admitiran que en el reino de la tica todos los hombres y lasmujeres del mundo son hijos de Abraham.

En efecto, hasta los ms audaces quienes algo hipcritamente afirman haber rechazadolas teologa cristiana o la juda, y que afirman haberlas sustituido por el "humanismosecular", con frecuencia ignoran que sus creencias autodenominadas seculares estnfirmemente basadas en la tica judeo-cristiana.

Abraham y Moiss pueden estar destronados hoy, pero sus edictos morales y ordenanzasespirituales estn muy vivas.

El mundo global y desilusionado, acompaado por la letana de los derechos humanos, lasociedad ecumnica y el imperio de la ley, no son stos principios que pueden serremontados directamente al mesianismo judeo-cristiano que emerge de nuevo hoy en suversin secular bajo el elegante traje de las modernas ideologas "progresivas"?

Y, sin embargo, no deberamos olvidar que el mundo occidental no comenz con elnacimiento de Cristo. Ni tampoco las religiones de los antiguos europeos vieron la primeraluz del da con Moiss, en el desierto.

Tampoco nuestra tan cacareada democracia comenz con el perodo de la Ilustracin ocon la proclamacin de la Independencia estadounidense.

Democracia e independencia, todo eso exista en la antigua Grecia, aunque en su propio ysingular contexto social y religioso. Nuestros antepasados greco-romanos, nuestrosprecursores que recorrieron los bosques de Europa Central y del Norte, tambin crean enel honor, la justicia y la virtud, aunque ellos adjuntaran a estas nociones un sentidoradicalmente diferente.

Intentar juzgar, por lo tanto, las antiguas manifestaciones polticas y religiosas europeascon nuestros lentes etnocntricos y reduccionistas podra significar perder de vista cuntonos hemos apartado de nuestra herencia antigua, as como olvidar que la epistemologa yla metodologa intelectuales modernas han sido enormemente influidas por la Biblia.

Slo porque profesemos el optimismo histrico - o creamos en el progreso del moderno"Estado teraputico" - no significa necesariamente que nuestra sociedad sea en efecto el"mejor de todos los mundos".

Quin sabe si, con la muerte del comunismo, con el agotamiento del liberalismo, con lareduccin visible de los fieles en iglesias y sinagogas, podamos presenciar el alba del neo-



paganismo, un nuevo florecimiento de viejas culturas, una vuelta a las races que estndirectamente ligadas a nuestros antiguos precursores europeos.

Quin puede disputar el hecho de que Atenas era la patria de los europeos antes de queJerusaln se convirtiera en su edificio frecuentemente doloroso?

Grandes lamentos se oyen desde todos los sectores de nuestro desilusionado y estrilmundo de hoy. Los dioses parecen haberse marchado, como Nietzsche lo predijo hace unsiglo; las ideologas estn muertas, y el liberalismo apenas parece capaz de proporcionaral hombre un apoyo espiritual duradero.

Tal vez ha llegado el tiempo de buscar otros paradigmas?

Quizs el momento est maduro, como Alain de Benoist argumentara, para prever otrarevolucin cultural y espiritual, una revolucin que bien podra encarnar nuestra herenciapagana europea pre-cristiana.

Tomislav Suni

MONOTESMO contra POLITESMO Nietzsche comprendi bien el sentido de "Atenas contra Jerusaln".

Respecto al paganismo antiguo, al que llam "la mayor utilidad del politesmo", l escribi en La GayaCiencia:

"Slo haba en aquellos tiempos una norma: 'el hombre'; y cada pueblo crea poseer laforma nica y definitiva de esta norma.

Pero una persona, por sobre ella misma, y fuera de ella misma, en un distante supra-mundo, poda ver una multitud de normas: el dios nico no era la negacin o la blasfemiade los otros dioses!. Fue aqu que el derecho de los individuos fue respetado primero.

La invencin de dioses, de hroes, de superhombres de toda clase, as como la existenciaigualmente importante de hombres e infrahombres - enanos, hadas, centauros, stiros,demonios y diablos - constituy el preludio inestimable a la justificacin del egosmo y dela soberana del individuo:

la libertad que se reconoca a un dios determinado con respecto a otrosdioses acab por serle concedida al individuo mismo en relacin a las leyes,las costumbres y su prjimo.

Por el contrario, el monotesmo, esa consecuencia rgida de la doctrina de un ser humanonormal - en consecuencia, la creencia en un dios normal, junto al cual slo existendivinidades falsas y engaosas - ha sido tal vez el mayor peligro de la Humanidad en elpasado".

Yahv no es slo un dios "celoso", sino que l tambin puede mostrar odio:

"Am a Jacob, y odi a Esa".(Malaquas 1:3)

l recomienda el odio a todos aquellos que invocan su nombre:

"Acaso no aborrezco, oh Seor, a los que te aborrecen? Y acaso no me disgustanaquellos que se alzan contra ti? Los odio con odio perfecto: los cuento como enemigos



mos".(Salmo 139:21-22)

"Ciertamente t matars al malvado, oh Dios".(Salmo 139:19).

Jeremas clama:

"Dales, oh Yahv, una recompensa segn el trabajo de sus manos... Persguelos ydestryelos con ira bajo el cielo del Seor".(Lamentaciones 3:64-66)

El libro de Jeremas es una larga serie de maldiciones y expresiones obscenas lanzadas contra pueblosy naciones.

Su contemplacin de futuros castigos lo llena de un placer sombro.

"Sean confundidos los que me persiguen, pero no permitas que yo sea confundido: ...llevasobre ellos el da del mal, y destryelos con doble destruccin".(Lam. 17:18)

"Por lo tanto entrega a sus hijos al hambre, y derrama su sangre por la fuerza de laespada; y que sus mujeres sean privadas de sus hijos, y queden viudas; y que sushombres sean puestos a la muerte".(Lam. 18:21)

Posteriormente, Yahv promete a los hebreos que l los apoyar en sus esfuerzos de guerra:

"Cuando el Seor tu dios haya exterminado a las naciones delante tuyo, las cuales vas aposeer, y los hayas despojado, y habites en su tierra".(Deuteronomio 12:29)

"Pero de las ciudades de estos pueblos, que el Seor tu dios te da por herencia, nodejars vivo nada que respire".(Deut. 20:16)

Yahv mismo dio un ejemplo de un genocidio provocando el Diluvio contra la Humanidad que pec contral.

Mientras David residi con el rey filisteo Aquis, l tambin practic el genocidio (1 Samuel 27:9). Moissorganiz el exterminio del pueblo de Madin (Nmeros 31:7).

Josu masacr a los habitantes de Hazor y Anakim.

"Y Josu entonces se devolvi, y tom Hazor, e hiri al rey de all con la espada: puesHazor antes haba sido la cabeza de todos aquellos reinos.

Y ellos hirieron a todas las almas que estaban all con el filo de la espada, destruyndoloscompletamente: no qued nada que respirara: y l quem Hazor con fuego".(Josu 11:10-11, 20-21)

El rey mesinico ensalzado por Salomn tambin era conocido por su rgimen de terror:

"Pueda l purificar Jerusaln de todos los gentiles que la pisotean miserablemente; puedal exterminar por su sabidura y justicia a los pecadores de este pas... Pueda l destruirlas naciones impas con las palabras de su boca".

El odio contra los paganos es tambin visible en los libros de Esther, Judith, etc.

"Ninguna religin antigua, salvo la del pueblo hebreo, ha conocido tal grado deintolerancia", dice Emile Gillabert en Moise et le Phnomne Judo-Chrtien (1976).



Renan haba escrito en trminos similares:

"La intolerancia de los pueblos semticos es la consecuencia inevitable de su monotesmo.Los pueblos indoeuropeos, antes de que ellos se convirtieran a las ideas semticas, nuncahaban considerado su religin como una verdad absoluta.

Ms bien ellos la conceban como una herencia de la familia, o de la casta, y de estamanera ellos permanecieron extraos a la intolerancia y el proselitismo.

Por eso encontramos entre estos pueblos la libertad de pensamiento, el espritu deinvestigacin y la bsqueda individual".

Por supuesto, no habra que mirar este problema slo en blanco y negro, o por ejemplo comparar ycontrastar un tpico con otro tpico.

Siempre ha habido, en todo tiempo y en todas partes, masacres y exterminios; pero sera difcilencontrar en los textos paganos, sean ellos de naturaleza sagrada o profana, el equivalente de lo queuno con tanta frecuencia encuentra en la Biblia: la idea de que estas masacres podran ser moralmentejustificadas, y que ellas podran estar deliberadamente autorizadas y ordenadas por un dios,

"como Moiss el siervo del Seor lo orden".(Josu 11:12)

As, para los perpetradores de estos crmenes la buena conciencia sigue gobernando, no a pesar deestas masacres, sino completamente por causa de las masacres.

Mucha tinta ha corrido sobre esta tradicin de intolerancia.

Particularmente discutibles son las palabras de Jess como lo ha registrado Lucas:

"Si algn hombre viene a m, y no odia a su padre y su madre, y esposa e hijos, yhermanos y hermanas, s, y su propia vida tambin, l no puede ser mi discpulo".(Lucas 14:26)

Algunos afirman percibir en la palabra "odia" una cierta forma de hebrasmo; aparentemente, estaspalabras sugieren que Jess tena que ser absolutamente preferido a todos los otros seres humanos.

Algunos afirman ver en ello rastros de la contaminacin gnstica que sugiere el renunciamiento, eldespojarse de los bienes y el rechazo a la procreacin. En este contexto, la obligacin de "odiar" a lospadres de uno es para ser vista como un corolario de no desear tener hijos.

Estas interpretaciones permanecen como pura conjetura. Lo que es cierto es que la intolerancia cristianacomenz a manifestarse muy temprano. En el curso de la Historia esta intolerancia fue dirigida contralos "infieles" as como contra paganos, judos y herejes.

Esto acompa al exterminio de todos los aspectos de la cultura antigua:

el asesinato de Hypatia

la prohibicin de los cultos paganos

la destruccin de templos y estatuas

la supresin de los Juegos Olmpicos

el incendio provocado, por instigacin del obispo Tefilo, de la ciudad de Serapeum

en Alejandra en 389 d.C., cuya inmensa biblioteca de 700.000 volmenes habasido coleccionada por los Ptolomeos

Luego vinieron las conversiones forzadas, la extincin de la ciencia positiva, la persecucin y las piras.

Amiano Marcelino dijo:



"Las bestias salvajes son menos hostiles frente a la gente que los cristianos lo son entreellos mismos".

Sulpicio Severo escribi:

"Ahora todo se ha perdido como resultado de las discordias entre obispos. En todas partesuno puede ver odio, favores, miedo, celos, ambicin, libertinaje, avaricia, arrogancia,pereza: hay una corrupcin general en todas partes".

El pueblo judo fue el primero en sufrir por causa del monotesmo cristiano.

Las causas del anti-judasmo cristiano, que encontr su primera "justificacin" en el Evangelio de Juan(probablemente escrito bajo la influencia del gnosticismo, y al cual muchos estudios han sido dedicados)radican en la proximidad entre la fe juda y la cristiana.

Como Jacques Sol seala:

"Uno persigue slo a sus vecinos".

Slo "una pequea brecha" separa a los judos de los cristianos, pero como Nietzsche dice,

"la brecha ms pequea es tambin la menos salvable".

Durante los primeros siglos de la era cristiana el anti-judasmo creci a partir de la pretensin delcristianismo de ser el sucesor del judasmo, y de ofrecer su "verdadero" significado.

Para los cristianos, "la salvacin viene de los judos" (Juan 4:22), pero es slo el cristianismo el quepuede ser el verdadero Israel.

De ah la expresin "perfidi" aplicada a los judos hasta hace poco por la Iglesia en sus oracionesdurante el Viernes Santo, una expresin que significa "sin fe" y cuyo sentido es diferente de la modernapalabra "prfido".

Pablo fue el primero en formular esta distincin.

Con su reemplazo de la Ley por la Gracia, Pablo distingui entre el "Israel de Dios" y el "Israel segn lacarne" (1 Corintios 10:18), lo que tambin lo llev a oponerse [al menos nominalmente] a la circuncisin:

"Porque no es judo el que lo es exteriormente; ni es circuncisin la externa de la carne,sino que es judo el que lo es interiormente; y la circuncisin es la del corazn, en elespritu, y no en la letra".(Romanos 2:28-29)

Conclusin:

"Porque nosotros somos la circuncisin".(Filipenses 3:3)

Este argumento tiene, desde el punto de vista cristiano, una cierta coherencia.

Como Claude Tretmontant dice, si el ltimo de los profetas de Israel, el rabino Jess de Nazaret, esrealmente un Mesas, entonces la vocacin de Israel para llegar a ser el "faro de las naciones" debe sertotalmente cumplida, y el universalismo implicado en esta vocacin debe ser puesto completamente enprctica.

Tal como la Ley que ha llegado a un fin con Cristo (en un doble sentido de la palabra) ya no esnecesaria, as la distincin entre Israel y las otras naciones se convierte en ftil tambin:

"No hay ni judo ni griego".(Glatas 3:28)



Por consiguiente, el cristianismo universal debe convertirse en el verdadero Israel.

Este proceso, que se origin en la reforma paulina, ha tenido una doble consecuencia. Por una parte, hacausado la persecucin de los judos que, en virtud de su proximidad "genealgica", son representadoscomo los peores enemigos del cristianismo.

Ellos son los adversarios que rechazan "convertirse", que rechazan reconocer al cristianismo como el"verdadero Israel".

Como Shmuel Trigano indica,

"proyectndose a s mismo como el nuevo Israel, el Occidente ha dado al judasmo unajurisdiccin de facto, aunque no el derecho a ser l mismo".

Esto significa que el Occidente puede llegar a ser "israelita" hasta el grado en que niega a los judos elderecho a ser israelitas.

De aqu en adelante, la nocin misma del "judeo-cristianismo" puede ser definida como un dobleencarcelamiento. Aprisiona al "Occidente cristiano", que por su propio acto deliberado se ha subordinadoa una "jurisdiccin" ajena, y al hacer eso niega esta misma jurisdiccin a sus dueos legtimos (losjudos).

Adems, encarcela a los judos que, en virtud de una religin diferente de la propia, estn ahorainmerecidamente atrapados en el supuesto lugar de su "logro" por medio de una religin que no es lapropia.

Trigano ms adelante aade:

"Si el judeo-cristianismo puso los fundamentos del Occidente, entonces el lugar mismo deIsrael es tambin el Occidente".

Posteriormente, los requisitos de la "occidentalizacin" deben tambin llegar a ser los requisitos de laasimilacin y la "normalizacin", y la negacin de la identidad.

"La crisis de la normalidad juda es la crisis de la occidentalizacin del judasmo. Por lotanto, salir del Occidente significa para los judos volver la espalda a su 'normalidad', esdecir, abrirse hacia su otredad".

Esta parece ser la razn de por qu las comunidades judas hoy critican el "modelo occidental", slodespus de que ellos primero adoptan su propia historia especfica con una actitud semi-amnsica ysemi-crtica.

En vista de esto, el anti-judasmo cristiano puede ser correctamente descrito como una neurosis. ComoJean Blot escribe, es debido a su "predisposicin hacia la alienacin" que el Occidente es incapaz de"realizarse o re-descubrirse".

Y de esta fuente surge la neurosis anti-judaica.

"El anti-judasmo permite que el anti-judo proyecte en el judo su propia neurosis.

l lo llama un forastero, porque l mismo es un forastero, un ladrn, un hombre poderoso,un advenedizo; l lo llama un judo, porque l mismo es este judo en la profundidad msinterna de su alma, siempre en movimiento, permanentemente alienada, siendo un extraoante su propia religin y ante el dios que lo encarna".

Sustituyendo su mito original por el mito del monotesmo bblico, el Occidente ha convertido alhebrasmo en su propio super-ego.

Como una consecuencia inevitable, el Occidente tuvo que volverse contra el pueblo judo, acusndolos



de no perseguir la "conversin" en trminos de la evolucin "lgica" que deriva del Sina al cristianismo.

Adems, el Occidente tambin acus al pueblo judo de intentar, en un aparente "deicidio", obstruir estaevolucin.

Muchos, incluso hoy, asumen que si los judos debieran renunciar a su identidad definida, el "problemajudo" desaparecera. En el mejor de los casos, sta es una proposicin ingenua, y en el peor, estoenmascara una forma consciente o inconsciente de anti-judasmo. Adems, esta proposicin, que esinherente en el racismo de asimilacin y en la negacin de la identidad, representa el revs del racismode exclusin y persecucin.

En el Occidente, seala Shmuel Trigano, cuando los judos no eran perseguidos, ellos,

"fueron reconocidos como judos slo a condicin de que primero dejaran de ser judos".

Dicho de otra forma, a fin de ser aceptados, ellos tenan que rechazarse a s mismos; ellos tenan querenunciar a su propio Otro a fin de ser reducidos al Mismo.

En otro tipo de racismo, los judos son aceptados, pero negados; en el primero, ellos son aceptados,pero no reconocidos.

La Iglesia orden que los judos eligieran entre la exclusin (o la muerte fsica) o la auto-negacin(muerte espiritual e histrica). Slo por medio de la conversin podran ellos llegar a ser "cristianos,como los otros".

La Revolucin francesa emancip a los judos como individuos, pero los conden a desaparecer como"nacin"; en este sentido, ellos fueron obligados a convertirse en "ciudadanos como los dems". Elmarxismo, tambin, intent asegurar la "liberacin" del pueblo judo imponiendo sobre ellos una divisinde clase, de la cual inevitablemente result su dispersin.

Los orgenes del totalitarismo moderno no son difciles de rastrear.

En una forma secularizada, ellos estn vinculados a las mismas variedades radicales de intoleranciacuyas causas religiosas acabamos de examinar. La organizacin del totalitarismo est modelada a partirde la organizacin de la Iglesia cristiana, y en una manera similar los totalitarismos explotan los temasde las "masas", los temas intrnsecos en la democracia de masas contempornea.

Esta secularizacin del sistema ha hecho, en efecto, al totalitarismo ms peligroso, independientementedel hecho de que la intolerancia religiosa a menudo provoca, a cambio, una intolerancia revolucionariaigualmente destructiva.

"El totalitarismo", escribe Gilbert Durand, "es reforzado posteriormente, en la medida enque los poderes de la teologa monotesta (que al menos dej intacto el juego de latranscendencia) han sido transferidos a una institucin humana, al Gran Inquisidor".

Es un serio error asumir que el totalitarismo manifiesta su verdadero carcter slo cuando emplea lacoaccin aplastante.

La experiencia histrica ha demostrado - y contina demostrando - que puede existir un totalitarismo"limpio", que, en una manera "suave", produce las mismas consecuencias que los clsicos tipos detotalitarismo.

Los "robots felices" de 1984 o de Un Mundo Feliz no tienen una condicin ms envidiable que losprisioneros de los campos de concentracin. En esencia, el totalitarismo no se origin con Saint-Just,Stalin, Hegel o Fichte.

Ms bien, como Michel Maffesoli dice, el totalitarismo surge,

"cuando una forma sutil de totalidad plural, politesta y contradictoria, que es inherente en



la interdependencia orgnica" es reemplazada por una monotesta.

El totalitarismo se origina en un deseo de establecer la unidad social y humana mediante la reduccin dela diversidad de individuos y pueblos a un solo modelo.

En este sentido, l argumenta, es legtimo hablar de una,

"arena social politesta, refirindose a dioses mltiples y complementarios" porcontraposicin a una "arena poltica monotesta fundada en la ilusin de unidad".

Una vez que el politesmo de los valores "desaparece, afrontamos el totalitarismo".

El pensamiento pagano, por otra parte, que fundamentalmente permanece atado a las races y al lugar, yque es un centro preferente de la cristalizacin de la identidad humana, rechaza todas las formasreligiosas y filosficas de universalismo.

Politesmo / Monotesmopor Alain de Benoist

28 Mayo 2011Versin original en frances

He aqu nos remontamos a la poca en la que los sacerdotes monotestas derribaban las columnas delos templos, mutilaban las estatuas, martirizaban a Hypatia, se negaban a servir al Emperador y leabran las puertas de Roma a los brbaros...

En el "paganismo", los dioses son hechos a imagen de los hombres. La diversidad de los dioses es laproyeccin, idealizada y armoniosa, de la diversidad de los hombres, el reconocimiento y laconsagracin de esta diversidad.

Los pueblos son diferentes, los dioses son diferentes. Ellos no se excluyen unos a otros. Incluso huboen Roma un "altar al dios desconocido".

El politesmo exalta la forma, la belleza. l da origen al arte, a la libre reflexin, a la tolerancia. La mismanocin de libertad es una invencin europea. En Roma, la forma jurdica es hermana gemela de lalibertad. Los griegos se definen primero como hombres libres.

Y el patriotismo nace de esta nueva idea: al defender la ciudad, defendemos un bien comn, una libertadcomn.

"Libres en nuestra vida pblica, no escudriamos con una curiosidad suspicaz la conductaprivada de nuestros conciudadanos - dice Tucdides en el discurso que le atribuye aPericles - no le reprochamos vivir a su modo; pero somos respetuosos del orden pblico;obedecemos a nuestros magistrados y a nuestras leyes, sobre todo a aquellas que, por noestar escritas, tienen por objeto la proteccin de los dbiles..."

El monotesmo es completamente diferente.

l implica la devaluacin del Otro a favor de Todo Otro... Es a causa de su "audacia" que la Humanidaddecay, que entr en la Historia. En la Biblia, esta "audacia" es condenada sin cesar, en la medida en



que le hace sombra a Yahv. All donde el politesmo instituye una diversidad funcional de las relaciones,el monotesmo consagra la relacin nica de amo y esclavo.

El Antiguo Testamento est colocado totalmente bajo el signo de lo nico, de la reduccin de ladiversidad.

El monotesmo pone en principio la exclusividad de un dios en relacin a otros, de una verdad querechaza todas las dems opiniones como tantos otros errores con respecto a lo absoluto. La negacinde la "idolatra", la tradicin del desierto, la tradicin del templo vaco, no es otra cosa que estadevaluacin de la diversidad.

El monotesmo justifica moralmente la eliminacin del Otro.

"Destruirs todos los lugares donde las naciones a quienes vas a echar sirven a susdioses. Demolers sus altares, quebrars sus estelas, derribars las estatuas de susdioses".(Deuteronomio 12:2-3)

Es que,

"Yahv es un dios celoso que castiga el crimen de los padres sobre los hijos hasta latercera y la cuarta generacin".(xodo, 20:5)

El adversario es por lo tanto,

"pasado a filo de espada" (Josu, 5:21), y "exterminado" (Isaas 14:30).

"El que no quiera obedecer a la autoridad del sacerdote que sirve a Yahv, morir".(Deuteronomio 17:12)

Abramos los Salmos:

"Oh Yahv, ciertamente hars morir al impo".(139:19)

"No odio acaso, oh Yahv, a los que te aborrecen? Los odio con un odio total; ellos sonenemigos para m".(139:21-22)

Jeremas implora:

"Dales lo que se merecen... Extermnalos de debajo de los cielos, oh Yahv".(Lamentaciones 3:64-66)

l describe a los paganos como animales de matadero:

"Llvatelos, oh Yahv, como corderos conducidos a la carnicera, y prepralos para el dade la matanza".(Jeremas 12:3)

Afortunadamente no es slo esto lo que hay en la Biblia.

Encontramos all tambin pginas admirables. Empero, no hay que negar la evidencia.

Ningn texto del "paganismo" contiene pasajes que den a entender que la matanza pueda sermoralmente justificada, y que creen al mismo tiempo las condiciones apropiadas para el desarrollo deesta buena conciencia que, puesta al servicio de la represin, la hace ms despiadada todava.

"La intolerancia y el fanatismo caracterstico de los profetas y de los misioneros de los trestipos de monotesmo - escribe Mircea Eliade - tienen su modelo y su justificacin en el



ejemplo de Yahv".(Historia de las Creencias y de las Ideas Religiosas, v olumen 1)

"La sociedad pagana - explica Luis Rougier - ignoraba la intolerancia religiosa, porque lasreligiones antiguas, con exclusin del judasmo, y luego del cristianismo, eran politestas.

Por principio, toda religin politesta es tolerante, ya que, postulando la existencia de ungran nmero de dioses, admite por esto mismo la legitimidad de diversos cultos (...)

La intolerancia religiosa fue sobre todo el hecho de las sociedades monotestas, que noadmiten a otros dioses aparte del suyo, y que tienden a hacer fusionar el poder civil ypoltico con el poder religioso en las manos de una casta sacerdotal".(Le Gnie de l'Occident, 1969)

Que los totalitarismos modernos representan otras tantas transposiciones polticas del monotesmoreligioso, ha sido por otra parte demostrado no una sino ciento de veces.

El propio Karl Marx escribe que el comunismo est llamado a,

"realizar de un modo profano el fondo humano del cristianismo".

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