Los Bosques en Permacultura - Bill Mollison

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Hay dos aspectos de los bosques: uno es la composición del bosque y el otro es las razones intrínsecas para la existencia del bosque. Sólo cuando mostramos interés por ambos aspectos, podemos empezar a encontrar cómo gestionar el bosque. Y hay diferentes estrategias de manejo, para obtener maderas, recortes (un área de sotobosque y árboles pequeños, que se desarro­llan para cortarse periódicamente) o frutos, es­trategias totalmente diferentes. Y a su vez, po­dríamos encontrar hasta una docena de maneras diferentes de hacer cada una de estas cosas.

De los bosques que hoy podemos definir como tales, hay probablemente estos tipos:

Hay el bosque que tiene derecho a existir. Quizás son los bosques de las cumbres de las sierras y de las fuertes pendientes, bosques que debido a su intrínseco valor no debiéramos pen­sar en manipularlos. La función que realizan es enorme. Están haciendo mucho por todo el país.

Cuando llegas a la cima de una colina y empie­zas a bajar hasta donde los castores hacen sus estanques estás en un bosque sagrado. Todo lo que puedes hacer es enterrar tus muertos en él, nada más. Entierra tus despojos al pie de los árboles y los árboles harán su trabajo. A esta clase de bosque, ¿debemos llamarle bosque esen­cial?.

Luego encontramos los bosques que producen alimentos, alimentos para el hombre. Podemos llamarles árboles frutales, pero también hay otros tipos:

Existe el bosque para la producción de combus­tibles. Aquí es donde te puedes lucir, porque el combustible no es necesariamente madera.

Y por último, están los bosques forrajeros, los elementos de este tipo de bosque son convertidos en otros que son almacenables para su uso posterior. Los bosques forrajeros son utilizados por otras especies además del hombre.

No es necesario pensar en estos bosques como si fuesen bloques separados.

Todos estos elementos pueden mezclarse en un tipo de emplazamiento donde se trabaje por zonas. Pero parece que algunos, como los forra­jes melíferos, necesitan agruparse por razones de polinización cruzada, etc.

Y luego distinguimos toda una categoría de bosques estructurales, que no son bosques para la producción de combustible. El bambú es un buen ejemplo. Lo importante es su uso estructu­ral.

Nuestras estrategias de gestión serán diferentes según los elementos del bosque. El bosque se divide en asociaciones funcionales, y a la vez se divide en términos de elementos individuales del bosque. El bosque es el conjunto de las copas de los árboles. Quizás debiéramos considerarlo como un complejo organismo, más que como una co­lección de árboles y animales. Es un organismo grande y poderoso. Tú no ves a tu vejiga como algo separado de tu cuerpo. ¿ Cómo podrías sacar los arrendajos del bosque y decir que no son bosque, y en cambio este árbol si es bosque ?. Aquí abajo y allí arriba hay interconexiones físicas y funcionales, donde los elementos están totalmente unidos.

Una vez me enviaron a uno de estos bosques para mirar un arbusto llamado wallaby, y me fue imposible observarlo sin sus 38 o 40 especies críticamente relacionadas, entre plantas y anima­les. El arbusto wallaby tenía depredadores, com­petidores, parásitos, alimentos, venenos,... Uno no puede sacar este arbusto de esa maraña. Sólo necesitas abrir bien tus ojos y tu entendimiento.

Hay especies que tienen su función alrededor de los espacios abiertos del bosque, son especies de los márgenes del bosque, que son elementos aislados, pioneras. Tenemos pues especies de los márgenes del bosque, especies de interior y espe­cies del centro del bosque.

Los bosques siempre están en evolución, nunca están parados. Incluso el mismo bosque no está quieto. Está moviéndose por todos lados, arriba y abajo. Siempre está en una dinámica cambian­te.

Reconocemos algunos estados, estados de su­cesión y de posición en el bosque. Nosotros utilizamos muchas especies de los márgenes del bosque y especies pioneras. Cuando formamos un bosque deberíamos poner atención a las re­glas, a los elementos que están mejor

situados en esos lugares.

Tenemos pues divisiones funcionales y divisio-

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nes de movimiento dentro del bosque. Cuando observas un bosque suceden muchas cosas en todo él.

Bosques de alimentos

Es muy interesante mirar la estructura de un idioma. Coge el diccionario y haz un lisiado de las palabras de uso común que se refieran a un paisaje. Encontramos que hay cientos de pala­bras, acaso miles, para calificar al mar ...costas, promontorios, bahías, estuarios, mareas,..., tie­nes una razonable serie de palabras relacionadas con espacios abiertos llanos, pero sin embargo existe un vocabulario muy reducido para califi­car un bosque.

Ahora bien, echa un vistazo al vocabulario de los esquimales y podrás constatar que existe una gran cantidad de palabras para describir condi­ciones de la nieve y hielo, mar y glaciares, pero prácticamente ninguna palabra referente al bos­que.

Esto me lleva a la conclusión de que nunca prestamos mucha atención a los bosques. Y no tenemos, de hecho, un vocabulario fácil y senci­llo para explicar algunas cosas que suceden en un bosque.

Parece pues que no somos gente de bosque. Mala suerte para los bosques. Pero sí somos gente de costa, de mar y de río.

Vamos a hablar de los bosques de alimentos. Nos interesan dos cosas de ellos, una es la producción, la otra las equivalencias.

Una característica interesante del bosque es que sus elementos nutricionales no fluctúan mu­cho. Una vez que has medido la proporción de azúcar en un árbol, puedes propagar ese árbol y es muy probable que tenga parecidas proporcio­nes de azúcar. Esto no suele ocurrir con los cultivos. Tu abuelo estuvo comiendo trigo con un 17% de valor proteínico y tú te lo comes con un 4% de valor proteínico. Para que esto suceda solo tienes que echar un poco más de nitratos al suelo y habrás eliminado la lisina, o la poca que aún quedaba, y el trigo baja a un 2% de valor proteínico. Esos cultivos anuales de corta dura­

ción son muy variables en su producción nutricional.

Y si echas fertilizantes ricos en nitratos en tus cultivos de cereales, lo cual te ves obligado a hacer una vez que tu suelo está deteriorado, entonces uno o dos de los aminoácidos no se forman. No sé cual es la razón. Ciertamente debe haber algo que se bloquea en algún sitio.

Ahora bien, ¿qué podemos decir sobre ello?. Podríamos decir que hay muchas especies de árboles que pueden cubrir nuestras necesidades alimenticias de forma equivalente a los alimentos anuales que cultivamos. Esto se da particular­mente en los trópicos. Y cualquier grupo de personas que trata de autoabastecerse en los trópicos tiene que continuar el cultivo de árboles, que son sistemas perennes de raíces profundas. Allí se da el ciclo de nutrientes. Esto ocurre en menor grado cuanto más nos acercamos a tierras frías, templadas o húmedas, donde el propio suelo retiene gran cantidad de nutrientes.

Sin embargo, si observamos con detalle el total de alimentos disponibles en los árboles, por ejemplo, constatamos que es posible comer di­rectamente las flores y las hojas del árbol. Tene­mos así un árbol ensalada. Cuanto más te acercas a los trópicos más proliferan este tipo de árboles. Con lo que la necesidad de cultivos verdes es mucho menor allí.

Otros árboles son cultivos de forraje verde de alto valor para el consumo humano. La morera alimenta muchos insectos, así como también gusanos de seda y peces. El estiércol del gusano de seda es muy bueno. Muchas conversiones se pueden hacer en agricultura partiendo de la mo­rera. Los peces se alimentan de las moreras situadas cerca de un estanque. Deberíamos mirar entre los árboles y ver cuáles de los de hoja verde serían apropiados para la producción de hojas, en climas nórdicos encontraremos pocos, sin em­bargo, en climas más calientes la cantidad se dispara.

El “drumstick tree”, el viejo Moringa oleífera constituye un seto vivo muy común alrededor de los jardines anuales de todo el trópico. Se comen las flores, las hojas y los frutos. Tan ciegos estamos que no vemos la importancia de estos árboles en los jardines de nuestras casas. Los vemos como setos antes que como una parte

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integral de nuestros jardines.

¿Por qué despreciamos plantas que producen todas nuestras necesidades alimenticias básicas - los árboles - en favor del aclareo?. ¿Por qué empezamos en alguna época a cultivar trigo en tales cantidades cuando teníamos bosques que habrían superado en producción equivalente cual­quier cultivo de trigo, y dando comida tan buena, sino mejor que el trigo ?.

Te diré el por qué. Han habido dos factores principales del asalto cometido a los árboles. Una importante pérdida de bosques se ha debido a la guerra, particularmente en la era de los buques hechos de madera, los cuales, creedme, no se acabaron hasta la 2a Guerra Mundial, durante la cual un inmenso número de buques fueron ataca­dos y hundidos. Y también tuvimos un precursor de avión hecho de madera, el llamado bombarde­ro mosquito. Muchos de los bosques más selec­tos de Europa desaparecieron por su uso en la armada antes de la Revolución Industrial. Fue en la primera parte de la Revolución Industrial cuando los árboles se talaron para carbón. Eso conllevó una gran pérdida de bosques allí donde llegó la Revolución Industrial. El árbol, cual­quiera que fuera su producción, fue completa­mente ignorado, por el hecho que era utilizado para producir carbón. Fue sólo cuando el sumi­nistro de árboles se hundió que la gente empezó una transición hacía el carbón mineral. Más tarde apareció el petróleo. El petróleo apareció a causa de la necesidad urgente de encontrar un combustible para continuar la Revolución Indus­trial.

La gente que entró en este país (América) procedía de una sociedad bien introducida en la Edad del Hierro. Hoy en día puedes ver la fron­tera de la Edad de Hierro, dirigiendo tu mirada hacia donde se encuentran los bosques en el tercer mundo. Y allí están, los quemadores de carbón y las fundiciones de hierro. Cuando em­pezaron a hacer minas usaron una enorme canti­dad de madera para las operaciones de fundición, y enormes cantidades bajo tierra.

¿Quién está transportando en barcos la madera de los bosques?. ¿Quién la usa?. La madera de la gente que posee bosques está siendo transportada en barcos a otra gente que acostumbraba a

tenerlos y perdieron los bosques.

Los viejos irlandeses están siempre lamentán­dose por la muerte de los árboles. Los irlandeses pequeños y morenos eran gente de bosque. Sus robles se fueron con los británicos. El gran “Ginger” irlandés se localizaba arriba en las pendientes de las colinas. Eran carnívoros, más próximos al hielo, y menos a los bosques; de grandes rodillas y grandes cejas, con gruesos dedos y cabello rojo. Tienen cortos conductos intestinales y no pueden asimilar muchos vegeta­les.

El problema está en que, una vez has hecho el daño, creces en un paisaje desnudo, y crees que perteneces a estos campos. Una vez el daño se ha hecho, crecemos acostumbrados al daño. Nues­tros niños de hoy crecen acostumbrándose a destrucciones extremas. Lo normal es perpetuar la destrucción.

Hoy estamos en el tercer período de derroche, el período del papel. Cada hippy que cunoces quie­re empezar una hoja informativa periódicamen­te. Antes cada hippy quería construir un barco, navegar a través del mar, tener algo de ganado y establecerse en algún sitio. Hoy en día, quiere editar un periódico.

La cultura del bosque es la que predominaba en las llamadas “Edades Oscuras”. Los restos de información que tenemos indican que era un mundo en que los árboles eran de gran valor, muy selectos, muy productivos y consideraban el rendimiento de una tierra por su riqueza en cultivos de árboles. De los bosques derivaba todo su pan, toda su mantequilla. La mantequilla se hacía de hayucos, muy selectos. Hay aún tonela­das y toneladas de mantequilla de hayuco en Europa, enterradas en la turba, aún en buenas condiciones. Todo el pan y los pasteles en Toscana, Cerdeña y otros lugares se hacen aún con castañas. Los muffins de Córcega (una espe­cie de pan dulce) se hacen de castañas, no de harina de trigo. Todo el pan y toda la mantequilla se hacía de los árboles y con todos los elementos nutritivos básicos.

En el sudoeste de América, el fruto del Pino Piñonero es el alimento básico de los Indios. En un solo día una familia de seis personas puede

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juntar unos 30 bushels (medida de áridos U.S. de 35’24 litros) de piñones y ésta es la provisión para un año. En América del Sur seis árboles Araucaria mantienen una familia de indios. Estos grandes pinos son una fuente de alimentación primaria. Un Roble Blanco, en su mejor año, suministra alimento básico para unas seis fami­lias. De un buen y viejo castaño americano, ¿cuántas castañas sacarías de estos árboles?, por lo menos 400 o 500 libras. Es la cantidad nece­saria para alimentar un par de familias en un año, sin necesidad de talar, cavar, segar o trillar. Sales a recolectar los frutos en otoño y los guardas. Hay aún acumulamientos de bellotas en el suelo en América. Ocasionalmente la gente los encuen­tra. Son reservas que fueron colocadas en los tiempos antiguos pero nunca se llegaron a nece­sitar. Quizás alguien puso 5 libras de bellotas en una zona pantanosa y cuando la secamos y empezamos a arar, ¡boom!. ¡Bellotas brotando por todas partes!. Aún germinan.

Hay toda una lista de árboles que crecen desde los Trópicos hasta por aquí, que pueden suminis­tramos alimentos básicos. Ahora bien, no creas que no quiero que comas arroz y trigo. Puedes tener un pequeño espacio con estos cultivos, si realmente estás viciado con los cereales.

Cuando los bosques eran manejados para obte­ner alimentos, eran muy apreciados. Ahora sólo quedan unos pocos restos de ellos en el mundo, en Portugal y en el sur de Francia. En Portugal puedes encontrar encinas altamente selecciona­das, a menudo están injertadas, y olivos. Los cerdos, las cabras y la gente viven agrupadas en un área pequeña de 4.000 yardas, donde nadie destruye con arados. En esa clase de situación económica no hay necesidad de empezar una Revolución Industrial.

Unas pocas de esas ecologías de árboles quedan aún en las escarpadas pendientes montañosas donde ha sido imposible subirse a talar árboles para su uso en la industria o en la construcción de barcos. En Europa entera, Polonia y las áreas nórdicas se recogía la cosecha de los árboles, y los bosques suministraban todas las necesidades de la gente.

Cuando las poblaciones eran razonablemente pequeñas los bosques de alimentos de los aborí­

genes representaban un recurso tal, que una escasez de alimentos era una situación imposible de imaginar. Los bosques eran estables y autoperpetuables. Y estos bosques tenían otras funciones aparte de alimentar a la gente. No eran pequeños árboles rechonchos y podados como los actuales árboles entrelazados. Eran árboles enormes. Los perales habrán sido árboles de 200 y 300 pies. Los manzanos habrán sido enormes árboles de las márgenes del bosque, y árboles semiaislados. Y los robles eran muy grandes.

Puedes ver algunos árboles de esta naturaleza en el mundo, pero no muchos. En Australia tenemos bosques primitivos. Puedes entrar en algunos de ellos y permanecer allí, y no puedes creer lo que ves. Podrías estar bajo un árbol de nuez moscada con 5 quintales de nueces. Te subes colina arriba por esos bosques húmedos y empiezas a encontrarte pinos bunya. Esos árbo­les producen piñas de unas 40 libras de peso. El bunya es un árbol alto. Crecen unos 200 pies. Sus piñas aplastarían una vaca. Y caen a golpazos, audibles por todas partes. Sólo tienes que aga­charte, ponerte al lado de tu piña y recolectar las semillas del bunya -muy sabrosas por cierto-. También hay batatas, todo cuanto ven tus ojos son alimentos. No hay razón para ir buscando alimentos. Hay grandes cantidades de hojas co­mestibles y ciruelas. Estos bosques poseen cirue­las que no están relacionadas con Prunus. y las encontramos por todas partes. Esa es en la clase de condiciones que podemos imaginar la vida de nuestros antecesores.

Ciertamente, bajo esas condiciones no existe peligro de pérdida de suelos, ni de agua, ni de todas las otras consecuencias derivadas. Y no hay peligro de perder bosques, porque la gente que recoge su alimento del bosque está en el negocio de propagar los bosques. Hay una enor­me gama de estos árboles de alimento que la tecnología de procesamiento ha olvidado durante mucho tiempo. Muchos alimentos que para noso­tros no lo son lo fueron para la gente de los tiempos antiguos.

Ahora, sin embargo, podemos practicar nuevos juegos y podemos hacer nuevas asociaciones de bosques de alimentos. Ninguno de estos bosques que tenemos ahora carece de las características secundarias de un bosque: se mantienen el suelo

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y la humedad; producen buena madera y la madera del manzano es buena. Y el bosque produce muchas otras especies, plantas y anima­les que forman parte del ciclo de alimentos.

En una economía y una ecología basadas en la madera, las casas eran estupendas. Estuve en una casa de Gales que tenía casi 900 años, una buena casa sólida y antigua. Clavé mi navaja en el roble y era igual que el hierro, negro. Fue construida en un antiguo enclave irlandés en Gales, cuando entonces era bosque. La casa se construyó con vigas de roble y un relleno de piedras. Así que cualquier material que se usó para construirla proviene directamente del bosque. Cuando tu roble no está produciendo mucho, o es muy viejo, o el relámpago lo raja, allí hay una posible casa. Con algunos de los árboles de Tasmania se construían seis casas corrientes, y suministraban leña para éstas durante doce años - todo eso con un solo árbol -. Las casas duraban para siempre o hasta que el fuego las destruía.

En los trópicos es posible ser autosufidente a base de alimentos procedentes de los árboles en unos dos o tres años. Empiezas con plátanos y papayas, y continúas con una enorme variedad de irutos y nueces. Hay muchos alimentos bási­cos como el coco. En 1940 el coco se usaba totalmente. El libro del año de las islas del Pacífico nos ofrece unos 467 productos deriva­dos del coco. Podrías construir una ecología total en tomo a este árbol. Y el árbol del pan produce tanto alimento que se convierte en desperdicio. Y éste esm árbol de crecimiento rápido y de fácil propagación.

Voy a contaros una pequeña historia. Hay un hombre llamado Cliff Adam viviendo en un grupo de islas con 40.000 personas. Cliff obtuvo una subvención de las Naciones Unidas para recolectar algunas plantas alimentarias que po­drían adecuarse al área. Le dieron 136.000 dóla­res. Así que despegó con su avión y se dedicó a enviar paquetes a casa. Dejó dos o tres amigos allí, que iban plantando todas esas semillas de árboles. Envió unas 600 clases de mango, unas 30 o 40 clases de árbol del pan, toda clase de guayabas, etc. Cuando volvió a casa las transplantó en hileras en unos 68 acres de super­ficie cerca del mar. Después cogió otros 135 acres del gobierno arriba en las colinas y plantó

todos los que quedaban. Unos 3 o 4 años más tarde, tenía toda la clase de mandioca y patatas y taros que puedas imaginar. El me dijo: “Estoy en una posición vergonzosa”; yo le dije: “¿Qué es lo que está mal?”; y dijo: “Bien, traje aquí todos estos cultivos que no son originarios del lugar”. Esta era una economía de cocos. El problema es que yo iba a dar a los granjeros diferentes clases de mangos, árbol del pan, ... Y todo esto, lo he estado haciendo, pero ya la producción de mis 200 acres alimentaría a estas islas, y eso que es producción experimental. Estoy en la vergonzo­sa posición donde, como Oficial de Investigación Agrícola y Nutricional soy el único responsa­ble”. Y me preguntó: “Qué puedo hacer?”. Yo le contesté: “No lo sé”.

Esto representa una dificultad dondequiera que la gente lleve a cabo esta clase de asociaciones. No pasará mucho tiempo, quizás de 4 a 7 años, hasta obtener suficientes alimentos, y todo se vuelve vergonzoso; y si tú eres el oficial de agricultura de un pequeño país, podrías proba­blemente alimentar el país... con las parcelas experimentales; lo que es vergonzoso es que hay una docena de pequeños granjeros. Los valores fallan. Estos no van a tener dinero nunca más.

Así que este es el problema en las áreas tropi­cales. Sucede en la India. Y nuestros datos de la India es que hay unos seis mil millones de acres sin plantar. Puedes constatarlo por todo el país. No hay nada en las tierras. Y los indios se mueren de hambre con esas pequeñas parcelas de arroz en los valles, haciendo de ellas una virtud. El problema es que cuando plantamos la tierra, rápidamente la gente se vuelve autosufíciente. Si tú plantas en grandes extensiones entonces toda la estructura económica se ve afectada. ¿Qué pasa si nadie está interesado en vender o comprar comida?. ¿Qué pasa si nadie se molesta por eso nunca más?. Pues que hay problemas. Son pro­blemas de diferente orden que los que creemos que tenemos. Eso les ha pasado a varias personas que se lo han tomado en serio en los últimos cinco años. El mismo problema.

Hay otro hombre que está llevando su jungla de alimentos fuera de lo habitual. Tiene algo de dinero y no tiene que hacer dinero. Unos cuantos años atrás, empezó a construir en los márgenes de una selva, desplazándose hacia las praderas

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unas 30 yardas haciendo asociación de árboles. Tenía unas 600 especies de árboles tropicales. Tan pronto como tuvo sus árboles en marcha, empezó a introducir parras y epífitas. Al segundo o tercer año, cuando lo vi, estaba hasta arriba de alimentos. En tomo suyo se oía el ruido de los alimentos al caer. Y se había acabado de poner manos a la obra! Había hecho sus asociaciones, tenía sus especies agrupadas, y estaba ya en la vergonzosa posición de poder alimentar toda la línea costera. Pero él continuó adelante.

Desarrolló algunas técnicas interesantes. Usa­ba los cocos como granadas de mano. Y corría de las sierras a las praderas lanzando cocos por los riachuelos. !Boom! !Boom!. Y de cada 100 que lanzaba unos 4 enraizaban y crecían. Los lanzó a cientos. Así pues, una persona puede recorrer un paisaje lanzando bombas de alimentos.

Había establecido sus pioneros de alimentos, y después plantaba café, cacao, té, pomelos, man­go y cualquier cosa que puedas nombrar.

Muchos de estos frutos nunca antes habían crecido en Australia. Y todos se desarrollaron muy bien, incluyendo un paquete de nueces bra­sileñas que compró y sembró. Todas salieron; así que compró 4.000 y las plantó, y todas están saliendo. Las dispuso todas a lo largo junto con tantos cocoteros como pudo lanzar.

Podría suceder lo mismo en la India. Podrías recorrer toda la India y extender una alfombra de alimentos a través de todo el continente. La India es básicamente un continente sin plantar, el espa­cio más grande del mundo. Y la gente se está muriendo de hambre. El problema es la economía y la propiedad de la tierra.

No existe un problema de alimentación. No creo que tengas nunca un problema de alimenta­ción. Si empezaras seriamente a extender todo este material por toda la India no pasaría mucho tiempo para tener cantidades asombrosas de alimentos. En una economía monetaria cualquier cosa está bien si nadie más lo está haciendo. Pero, ¿qué pasaría si todo el mundo empezara a hacer­lo?. ¡Terrible pensamiento!.

Ahora bien, esta situación está siendo afronta­da por algunas comunidades pequeñas, donde existe tanto exceso de alimentos que no hay en absoluto una economía alimentaria.

Coge, por ejemplo, el gran continente de Norteamérica, y simplemente introduce cocos en terrenos sin cultivar, pero en un lugar donde los cocoteros puedan desarrollarse - si pudiéramos establecer unos 3 o 4 millones de cocoteros, los cuales producirían al cabo de 4 años, no podrías vender cocos nunca más -. ¿Dices que en Florida los cocos están siendo actualmente arrasados por una enfermedad?. Hmmmmm.

Echemos un vistazo a un emplazamiento típica­mente indio - unas cuantas millas de la carretera india -. Los taxis van a toda velocidad, burros y gente; miles de personas caminando a los lados de la carretera. Las principales autopistas de las ciudades diría que tienen, por lo menos, unas 150 yardas de anchura. Y se extienden por cientos de millas. Estaba dejando atrás Bombay, condu­ciendo por la carretera. Todo a lo largo de la carretera había gente hambrienta y pidiendo li­mosna. Y ambos lados de la carretera son un área realmente rica, con hierbas donde a veces ellos llevan sus búfalos a pastar. Pero si tú plantas cocoteros a lo largo de la carretera, apartada de ella, para que no perjudiquen al tráfico, y intro­duces papayas debajo de los cocoteros - las papayas son un buen sotobosque y puedes cultivar otros cultivos comerciales entremedio, entonces lo que tendrás son franjas de alimentos, quizás de 300 o 400 millas de largo, saliendo de Bombay en todas las direcciones, con suficiente alimento creciendo para cubrir todas las necesi­dades de la ciudad de Bombay, donde la gente está muriendo de hambre. Y podrías hacerlo en 18 meses. Podría acabarse en ese corto espacio de tiempo. Podrías introducir plátanos. Podría hacerse ya que la India es la granja más esterco­lada y menos plantada del mundo. El estiércol humano lo encuentras en la India hasta 6 pulga­das de profundidad a cualquier hora del día - sangre y huesos, pero la mayor parte es sólo estiércol corriente Un bosque se desarrollaría en un instante. Pasados unos 12 meses la gente no tendría que ir carretera arriba y carretera abajo para dirigirse al trabajo. ¿Crees que tendrían que hacerlo?. Tendrían suficiente con sentarse en casa y tejer cosas y charlar entre ellos.

Y estos son alimentos sin cocción. Así pues, soluciona otro problema gigantesco en la India. La necesidad de talar sus bosques para cocer sus granos. La causa de sus problemas viene por su preferencia por el cultivo de granos y legumbres,

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lo cual es una ecología terminal. Es el último juego que se juega. Los tiempos de la cocción son horrendos. Para hacer que algunas legumbres sean comestibles tienes que cocinarlas durante seis horas, particularmente las habas de soja. El consumo de combustibles necesario para su coc­ción es absolutamente horrendo, excesivo en relación al valor alimenticio que obtienes de estas habas. Y podemos decir lo mismo del arroz. Para sostener una economía basada en las habas de soja, arroz o trigo necesitas una vasta cantidad de combustible, sólo para acondicionarlo como ali­mento humano. En la India escasea, cada vez más, el combustible para cocinar su comida, porque ha escogido los alimentos que necesitan cocción.

Ahora bien, están la guayaba, el mango y los limeros. Podríamos establecer una isla llena de productos nutritivos a lo largo de esas autopistas con sólo 5 o 6 especies, y no faltaría de nada. Con los cocoteros, plataneros y papayas se consigue una dieta completa. La India fue una vez jungla, la gente era gente de jungla, y según la memoria histórica el valle del Ganges era una jungla. Por entonces, ellos no comían todas esas legumbres ni arroz. Estos alimentos se introdujeron a medi­da que la jungla era aclarada. Y cuanto más se extendieron este tipo de alimentos más se utilizó la jungla como base de combustible para cocinar alimentos. Se empujaron a si mismos a esa situación donde se necesitaba esa enorme reserva natural de combustible. En Kabul, por ejemplo, el bosque se ha retirado unos 85 kilómetros en los último^ 6 años. Sólo quedan los últimos restos de jungla, y no hay una sola parte de la misma que no esté amenazada para conseguir combustible.

Ahora bien, éste es el último acto. El 98% de los alimentos son actualmente cocidos con estiércol. Por lo tanto, los campos no están siendo esterco­lados. Esto es lo último, pero a ellos les compla­ce. Y en las áreas donde han adoptado este sistema durante largo tiempo no existe ya ningu­na producción de alimentos. El dilema, pues, está enfrente de ti.

El gran error fue decantarse por el cultivo de granos en vez del cultivo del árbol. Aunque dentro de la India existe el mejor instituto de investigación del mundo en el cultivo del árbol. Ese instituto cubre unos cuantos acres. Allí hay

gente que conoce más sobre la palmera, la palma de cocotero, su cultivo y usos, que quizás en ningún otro sitio del mundo. Muchas áreas del mundo están ahora desarrollando cocoteros, re­cibidos a través de esta estación de investigación. Y lo mismo sucede con la guayaba. La India tiene las mejores guayabas, cuidadosamente elegidas y cultivadas. Lo mismo pasa con el limero y la papaya.

Ellos también están muy frustrados. El proble­ma con esa clase de juego es el mismo - la propiedad de la tierra Problemas. Amenaza demasiado la otra economía. La pregunta que todos se hacen es: “Si plantamos esos árboles frutales aquí - y nosotros podemos hacerlo maña­na y todo el mundo come, ¿de qué vivimos?. ¿Cómo lo hacemos para pagar la renta?. ¿Cómo hacemos eso?”.

Un caballero llamado Barry Slowgrove, que tuvo la buena fortuna de no haber tenido ninguna experiencia en nutrición o en agricultura, un hombre de electrónica y de negocios, enfermó en Sudáffica unos 10 años atrás. Su doctor le acon­sejó que comiera frutas y nueces, y sólo esos que eran producidos biológicamente. Fué a buscarlos y no los pudo hallar en ningún sitio. Así que empezó a leer libros que hacían una descripción del valor alimenticio de esos productos. Escogió una serie de frutas y nueces, las cuales le ofrecían un alimento completo para cada mes del año. Entonces vendió su negocio de electrónica - tenía sucursales por todas partes Le dieron por ello un par de millones de dólares. Después instaló todos esos árboles, las variedades que él conocía, y otras que fueron analizadas. Empezó un pro­grama de unos 12 meses con árboles de valor nutritivo en un vivero. Leyó sobre temas que nunca hubiera imaginado leer, como las tempera­turas de las raíces para los aguacates. Continuó con análisis nutricional, haciendo el ciclo anual. Halló cosas asombrosas en el ciclo anual de nutrientes del aguacate - el aceite va de 6% al 40%, y todo depende del estadio en que lo comas

Los plantó todos y luego los clasificó.

Tenía 6 asistentes africanos. Y al cuarto año, éstos, sus familias y él mismo estaban comiendo 12 meses al año una alimentación básica sin cocción. Después de esto estableció una organi­zación llamada “Arboles Ilimitados”, y vendía

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la nutrición completa, plantones del vivero con un año, más su puesta en marcha, a cualquiera que estuviera interesado, y cualquiera que lo compraba tenía garantizado un suministro de alimentos sin cocinar de alto valor nutritivo durante todo el año.

Se dirigió a Australia y dijo: “Quiero hacerlo aquí, voy a establecer ese vivero aquí, y a vender estos plantones a cualquiera en Australia”. El decía: “He conseguido que funcione desde los climas templados hasta los climas tropicales frescos”.

Entregó este sistema de viveros a un Instituto. No tiene ya ninguna responsabilidad sobre ello, tan sólo se dedica a recorrer mundo, tratando que la gente adopte este sistema. Dice: “¡Eso es!. ¡Eso es!. Esa es la solución para todo - no más problemas de combustibles, no más problemas de cocción, nadie con mala alimentación, y fácil de hacer

Sus técnicas son absolutamente fantásticas. Usa diferentes colores de plástico para marcar las temperaturas de la raíz. Tiene diferentes sistemas de sombreado según las diferentes eda­des de los árboles. Sale a vender su programa. Entonces dice: “OK, yo haré que funcione”. Cava en la propiedad todos los agujeros donde van a ir los árboles, y transfiere la tierra de los agujeros a los tiestos. Tapa los agujeros con latas numeradas que se corresponden con los números de los tiestos. Trata esa tierra de una infinidad de formas muy interesantes. Usa, por ejemplo, sales de sodio dónde escasea el agua. Lo echa al suelo porque las plantas lo necesitan. Utiliza mucho gel de algas en suelos arenosos, y muy poco, o nada, en arcilla. Y hace que las plantas se desa­rrollen en la misma tierra en que van a ser transplantadas, tratando esa tierra. Mientras las plantas responden al tratamiento, vuelve al agu­jero y trata el área alrededor de él. Cuando tiene el agujero y la planta funcionando instala, en un solo día, los árboles frutales en la propiedad. Las plantas ya son altas, y te aconseja regarlas una vez, en el momento de introducirlas, y nunca más.

Creo que el enfoque de Slowgrove es muy interesante. Se metió de lleno como cualquier hombre de negocios, pero con un enfoque muy

diferente de lo habitual. Hizo que fuera un éxito. Todo fue sistematizado, e hizo mucho dinero. Quiero decir que hizo otros pocos millones de dólares mientras lo hacía. Deberías ver su catá­logo de árboles. Es algo que hay que ver.

Slowgrave utilizó un sistema muy interesante. Cogió la tierra del área donde los árboles iban a ser plantados en vez de tierra especial para viveros. Crió los árboles en su propia tierra. A través de sucesivas secuencias de tratamientos, tenía las sub-especies y las variedades adapta­das, de algún modo, al clima. Trató la tierra mínimamente, y después trató el área donde el árbol se instalaría. Utiliza sales de sodio y con­centrados de algas con la idea de reducir la necesidad de irrigación al mínimo.

Lo que él no hizo, sin embargo, fue introducir plantas asociadas con esos árboles. Sólo los dispuso en hileras. Quedó realmente sorprendido con el libro Permacultura II. que otro hombre de negocios había comprado en un aeropuerto de Australia. (Estos libros viajan por todo el mun­do). Y ese otro hombre de negocios se dirigió rápidamente a Slowgrove, ya que le había com­prado árboles a éste. Y le dijo: “¡Mira esto!”. Y Slowgrove se dió cuenta que se había olvidado del sotobosque, y que no había usado ninguno de los principios de diseño del sistema.

Sin embargo, lo que ya había hecho filé de una gran utilidad. Su propósito era la nutrición hu­mana. Recorrió el mundo comiendo frutas y nueces; y su apariencia me parece perfecta y bastante feliz.

Aunque él abarcó un amplio abanico de entornos naturales, no lo puso en práctica en climas como Nueva Inglaterra o Canadá. Pero, obviamente, había gente viviendo aquí, en un país con densos bosques, y con muy buena salud. Y lo mismo pasa en Canadá. Sin embargo, estas gentes no se alimentaban enteramente de la cosecha de los árboles. Comían mucha came y, cuanto más al norte, menos gente dependía de la vegetación.

Pero, sin embargo, el total de provisión de alimentos era enorme, por encima de las necesi­dades de la población. Era superior al de hoy. Si comparas el ganado americano del primer perío­do de invasión con el ganado americano domes-

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ticado de hoy, es evidente que en esos tiempos poseían una cantidad superior de biomasa de ganado, y del mismo modo existía una mayor biomasa de árboles. Así que había muchos más alimentos sobre la tierra en los días de los indios que hoy en los días de los blancos. Hoy día tienes una mayor proporción de blancos en la tierra.

Si vives como un europeo no puedes cultivar un huerto como un indio. De ninguna forma. Ten­drías problemas. La gente que simplemente en­tierra los árboles nativos debajo de un arado, y luego pavimenta el área con autopistas y ciuda­des, está bloqueando su capacidad para producir alimentos.

Los bosques de alimentos, dondequiera que estén, funcionan extraordinariamente bien. Hay un retraso razonablemente corto entre introducir árboles y recoger sus frutos, pero ese retraso no es crítico porque tú los plantas en un campo de cultivo, tal como es ahora. Y vas cultivando entre eilos hasta que intercambias lo que es ahora un cultivo anual y bienal por el cultivo del árbol, e incluso entonces puedes seguir cultivando du­rante un período bastante largo y beneficiarte de ambos. Pero tu transición es hacia el cultivo del árbol.

En India, la estación gubernamental de explo­tación porcina -sólo un pequeño grupo de hindús no comen came, casi todos la comen, no mucha, pero comen- está llevada por hindús para hindús, y ellos crían cerdos. Estos los crían tal como sus consejerçs les han dicho, y algunos de éstos eran australianos. Los crían con grano aplastado. Tienen unos 68 acres alrededor de la porqueriza. Pero nadie les dijo qué hacer con el estiércol. Tienen, pues, un montón de hombrecillos carreteando y amontonado estiércol por todos esos 68 acres.

A un cuarto de milla hay algunos árboles hermosos como el árbol del pan, liberando frutas de pan - más frutas de las que nadie necesitaría para alimentar a todos sus cerdos

Así que les sugerí que combinaran este empla­zamiento de frutas de pan con papayas. No puedes introducir plataneros porque no puedes llevar los cerdos hasta éstos, pero allí había suficiente gente, si querían, para recoger todos

los plátanos y llevarlos a los cerdos.

Así que estudiamos lo quehacer, y, que yo sepa, empezaron a hacerlo. Ahora pueden llevara cabo todas las operaciones necesarias con los cerdos, y mucho más, en esos 68 acres. Y les dije: “Y el próximo paso es coger los cerdos, cerdos peque­ños, y empezar a darlos como regalo a muchos otros granjeros. Y luego vosotros hacéis la ma­tanza y su procesamiento, o lo que sea...”. Y según mis noticias, ya lo están haciendo. Pueden fácilmente abastecer a todo el distrito desde el Centro mismo - no sólo con sus frutos sino también con su base de came -. Y no se les había ocurrido. Primeramente porque llamaron a los expertos de las porquerizas de occidente, y en segundo lugar, porque ninguno de los componen­tes del personal era un entendido en bosques, frutas o nueces, o un biólogo. Todos eran técni­cos.

Pero estaban realmente complacidos. Y ahora, uno de los responsables, es una persona experi­mentada en bosques y le gusta este sistema. Hay muy buenos ingenieros de bosques en la India.

Los granos con los que antes alimentaban a los cerdos procedían de los huertos de la India, lo que equivale a una reducción a una décima parte de su valor alimenticio. Sin embargo, dentro de 18 meses serán exportadores de frutas y cerdos lo cual es un cambio resonante y rápido.

Pasa exactamente lo mismo con el cuarto de ordeñar y el corral de los búfalos. Disponen de mucha gente que carretea hierba para alimentar a todos esos búfalos.

Cliff Adam ha emprendido este sistema a pesar de sus temores. Cliff introdujo en un acre algo llamado hierba de elefante, material de desarrollo rápido, que crece unos 4 pies de altura. Es parecido a la caña de azúcar y no está muy alejado de ésta. Y entre las hileras de hierba de elefante cultivó un árbol llamado leucaena, del cual muchos habréis oído hablar. Y debajo de esos árboles cultivó plantas. Plantó una exten­sión de un acre. Tenía vacas en una vaquería moderna, parecida a cualquier establo, excepto que en vez de almacenar alimentos, él cortaba el alimento, alimentaba y ordeñaba las vacas en el mismo establo. Tenía 10 vacas por acre. Dijo: “Estuve a punto de extenderlo a 10 acres, pero

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no resultaría. Suministraría toda la leche de estas islas, ¿y de qué sirviría?. Estoy realmente aquí para decirles a los granjeros cómo hacerlo”. Yo le dije: “Voy a decirte algo que puedes hacer. Hay mucho espacio para la consuelda aquí, y a la consuelda no le importa si te paseas por encima de ella. Y tendrás 5 cosechas de consuelda al año”.

El utiliza agua para arrastrar todo el estiércol de la vaquería y a través de un sistema de conductos la lleva a los cultivos. Ha creado un ciclo con las diez vacas en el acre y los dos cultivos. Hace dos años que empezó a funcionar con este sistema, y ha conseguido eliminar todos los fertilizantes. Lo que tiene pues es una vaque­ría con un sistema de alta producción en los trópicos. No lleva las vacas a los pastos, lleva los pastos a las vacas. Si observas los campos hay leucaena pequeña por todas partes, y está bor­deado por cocoteros, los cuales son muy adecua­dos en esta zona. Dan mucho refugio y suficien­tes cocos.

Sólo necesitas un poco de capital y tierras para desarrollar estos sistemas de alta productividad.

La mejor mantequilla de los trópicos es el aguacate. Es mucho mejor que la mantequilla. En cuanto a los bosques comestibles, existen mu­chas soluciones - soluciones asombrosamente rápidas y sencillas -; y también para los bosques forrajeros.

Ahora bien, la aplicación de estos sistemas no está reservada exclusivamente a las áreas tropi­cales. Usando las técnicas de los viveros moder­nos puedes criar árboles en ellos durante uno o dos años, mientras preparas la tierra de los campos. En ese tiempo, en el vivero podemos obtener, para las especies comunes de climas templados y fríos, crecimientos que no tendría­mos en ocho años en el campo directamente. Y las especies criadas en contenedores podemos sacar­las fuera justo un año antes de entrar en produc­ción. Así que por medio de la aplicación de una buena técnica viverista, acelerando el crecimien­to en el vivero, y preparando simultáneamente el campo, puedes tener producciones rápidamente.

El establecimiento y utilización de un bosque de alimentos crudos es muy simple de hacer. El hecho de cocinar (a propósito) representa el

mayor gasto de combustible en el Tercer Mundo.Si te encuentras, pues, en la situación de tener

que aconsejar sobre ello, nunca deberías ir a una isla y aconsejarles introducir una parcela de arroz - ¡nunca! -. Eso sería el final de la isla. Talar más árboles para cocer arroz, para extender el arroz, talar más árboles.

No creo que encuentres un grupo más conser­vador que el australiano en cuanto a hábitos alimenticios. Es un país de came y patatas, con el más alto porcentaje de consumo cárnico per cápita del mundo, excepto Argentina. Pero esto está cambiando rápidamente,ya que lo que ves en las tiendas hoy día son grandes cantidades de aguacates y otras frutas, y también nueces, que antes nunca se producían, ni tan sólo se vendían en la zona. Y la gente los está adoptando rápida­mente. No creo que haya ningún problema en cambiar los hábitos alimenticios de la gente. No he estado en ningún lugar donde un hortelano no se haya lanzado sobre un paquete de semillas cuando se las ofreces.

Sólo tienes que decir: “Mira, tengo algo para ti aquí, es un tipo de planta nueva.”

“Parece bueno. ¿Qué tengo que hacer?“Plantarlo y dejarle crecer, ¿ya sabes?.”“¡Vale!.”

Creo que una cosa muy interesante en el enfo­que de Permacultura es que predica la reducción del consumo de combustibles para cocinar. No veo la lógica de usar combustibles para cualquier cosa.

Aunque no pretendo ser un viverista, ya que estamos tan solo empezando en este área, estoy muy interesado en el enfoque de Slowgrove y utilizamos algunas de sus técnicas. Tengo ami­gos que son viveristas, que controlan con cuidado la marcha de los árboles, y verifican que regulan­do la sombra y los nutrientes, probablemente puedan obtener un crecimiento de 4 a 5 veces mayor de los usuales en un vivero antiguo con cama abierta. Así es como ellos venden árboles grandes en un tiempo corto. Se han introducido otras cosas en los viveros que son bastante revolucionarias, como clonación por medio de una punta de raíz y todo este tipo de cosas, generación de plantas unicelulares...

Si descubrimos una semilla rara, nos llevamos

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LOS BOSQUES EN PERMACULTURA

una a Australia y la enviamos a un amigo en Adelaide. El empieza a germinar las semillas. Coge la punta de la raíz y puede hacer que un montón de plantas se desarrollen. Es, realmente, la técnica doméstica más gratificante. Cuidas tus plantas y las desarrollas en un entorno resguar­dado, y al mismo tiempo estás trabajando el lugar donde vas a trasplantarlas para conseguir que el entorno natural sea óptimo para las condiciones de crecimiento. Y mientras tanto puedes cultivar el área con el propósito de fertilizar la tierra. No es una teoría de gran escala, sino una técnica doméstica, para el consumo familiar. Es una técnica muy buena.

Slowgrove nos explicaba que si quieres aplicar esta técnica a una escala de unos 4.000 acres para una comunidad, la primera cosa que has de hacer es poner en marcha un vivero mientras trabajas el terreno de la localización definitiva. El ha creado una especie de kit de vivero. Y nosotros hicimos lo mismo en Australia con los aboríge­nes. Creamos un pequeño kit de vivero, que cabe en la parte posterior del camión. Así que cuando un grupo de aborígenes van a un nuevo asentamiento, llevan su propio viverista, el cual hizo un curso de formación y conoce el tema del vivero. El vivero tiene de todo, tubos de riego, aspersores de lluvia artificial, y umbráculo. Es­tablecen el vivero en el campamento, y luego plantan el área alrededor tanto como quieren. Es bastante sencillo, ya que les ofreces un fardo de tallos de tamarisco en agua, y antes de que te des cuenta ya los han plantado en la arena, y los tamariscos empiezan a desarrollarse. Luego les ofreces un fardo de esquejes de uva adecuados a su zona - y puedes encontrar unas 20 variedades de esos esquejes de uva -, y ellos lo ponen en marcha y después los dejan a su aire.

Ese viverista sólo necesita una formación de un par de meses. Es el viverista de la tribu, mientras se le necesita. El vivero está construido con mallas reforzadas, hay muchas uvas, naranjas y todas esas golosinas. A ellos les gustan sus propios alimentos pero también les gustan otros alimentos adicionales. No tienen ningún reparo en comérselos.

Por toda la India ves muchos anuncios oficiales que llevan el nombre de Gandhi. Esos anuncios nos citan una de las viejas instrucciones del

Mahatma. Dicen que si cada indio plantase un árbol cada año, el continente entero estaría en buen estado.

Los anuncios están allí, eso es lo que dicen, lo dicen en hindú y en inglés. El problema es que puedes caminar penosamente durante miles de millas y no encontrar ningún vivero ni tan solo una semilla de árbol asequible. No hay ninguno. Si estableces un vivero te haráas rico rápidamen­te, porque toda la población de la India vendría a buscar árboles. Ellos quieren árboles pero no hay viveros. No hay ningún vivero en las páginas amarillas de Bombay (no puedes comunicarte con nadie por teléfono pero existen las páginas amarillas). La India, teniendo la ocasión de reverdecerse, no cuenta con ningún tipo de árbol para vender, ni con nadie que lo haga.

Un grupo de gente interesante en Bombay hizo un estudio sobre empresas con éxito y sin éxito. Estimaron que la tentativa más efectiva para la mejora de las condiciones locales la llevó a cabo un granjero que utilizó una combinación de con­trol duro y sentido común. Primeramente el pro­blema era que había una serie de enfermedades en el pueblo y afectaban a sus trabajadores. Así que prohibió a los trabajadores lavar sus ropas en el manantial de agua de su granja. Ellos, pues, tuvieron que cambiar sus costumbres rápida­mente. Bajaban colina abajo a lavar su ropa, en vez de beber el agua del lavado. Así fue cómo acabaron con la enfermedad en la granja. Enton­ces el granjero pensó en cultivar limeros porque había una gran demanda, y nadie que los cultiva­se. Así estableció un pequeño vivero para criar limeros. Se hizo rico vendiendo plantas y se convirtió en viverista extendiendo su superficie. Lo que él llevó a cabo fue algo sencillo y a nivel local, nada grandioso. Y éste fue el cambio más exitoso del pueblo. En cambio, por allí han pasado millones de dólares y miles de europeos entrando y saliendo con toda clase de cosas gratis, la mayoría sin tener ningún efecto.

Pero el problema real de la India es la propiedad de la tierra. Así que quizás tendrás que convertir­te en propietario de tierras para cambiar las cosas.

Para crear un bosque de alimentos se han de estructurar las cosas. Debes prestar atención a los márgenes del bosque y a las especies.

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Muchos árboles se desarrollan en forma de copa, pero no todos los árboles aguantan agrupa­dos. Algunos están mejor en los márgenes del bosque. Así, debes distinguir entre los árboles con copa que forman las especies de los márgenes del bosque, y los árboles con copa que permane­cen agrupados. Estos incluyen los árboles de frutos secos. Probablemente, lo más sensato es empezar el bosque con árboles productores de corteza e ir plantando en su interior. Luego, aclara el bosque teniendo en cuenta los árboles que agrupan sus copas y los que pertenecen a los márgenes del bosque. De esta manera obtienes un bosque estructural dentro del bosque de alimen­tos. Es aconsejable situar tu bosque de madera dentro del de alimentos, como núcleo. Cuando estamos ocupando un diámetro de más de 100 pies empezamos a pensar en el centro como bosque estructural, y en romper la unidad de las copas y poner algo que haga de márgen o “ecotono”, como un lago o algo parecido, y luego empezar otra vez. Eso es un diseño.

Sin embargo, en los trópicos no tenemos que preocupamos, porque tenemos árboles como el cacao, y muchos otros tipos de árboles de tallo. Pero en los bosques templados esto no se da normalmente. Los robles fructifican bastante bien dentro de la copa. Asi que puedes tratar los robles como forrajeros a la vez que como produc­tores de madera estructural dentro de la copa. La manera para conseguir un bosque con una buena mezcla - y lo que la mayoría no hace - es plantar las especies a muy pequeñas distancias, - con algunas puede ser a tan solo 3x3 pies, aunque para la mayoría de especies lo normal serían 9x9 pies -, y ponerlas como plantones. Eso les fuerza a un rápido crecimiento vertical con un buen tronco. Haces una ligera selección de troncos y esperas que empiece la producción, y empezará con árboles pequeños.

Luego podrías seleccionarlos en base a produc­ción temprana, frutos de cáscara fácil de romper, bajo contenido en tanino, o lo que sea. Y empie­zas a sacar los árboles que no se adecúan a tus expectativas, pero que ya poseen una buena longitud de tronco. Y continúas aclarando hasta que acabas con unos buenos árboles de excelente potencial productor en diferentes aspectos. Y luego dejas que se desarrolle la copa. La forma ideal de hacerlo es de manera gradual. Tampoco se tarda tanto.

No hace más de 10 años que algunas personas compraron una isla - una isla sobrepoblada - y establecieron nogal negro, porque representaba una inversión. Iban a continuar con el mercado del chapado. Bien, los nogales negros empezaron a dejar caer nueces, y algunas de ellas eran excelentes. Así que empezaron a seleccionar las nueces más buenas. Hoy día hacen paquetes de nueces y no saben si molestarse en el negocio del chapado. Están metidos en el negocio de cascar nueces.

Cuando empiezas atener tus árboles estableci­dos entonces puedes introducir especies como el arce rayado y otras plantas útiles. Quizás advier­tas que sería buena idea poner parras o quizás alguna otra trepadora útil en algunos de ellos. Por cierto, en un país de higos, tan pronto como las higueras produzcan, pon una viña sujeta a un enrejado. Cuando la higuera es lo bastante gran­de dirige tu viña hacia ella y entonces para de podar porque la viña alcanza la copa de la higuera y es podada por el viento. Por lo tanto, olvídate de podar por completo. Haz exactamen­te lo mismo con el olmo, el nogal negro y la acacia melanoxylon. Todos ellos soportan viñas y las viñas producen tanto como si las podaras, por­que, en efecto, están podadas. Ninguna viña puede salirse de la copa del árbol. Y es interesan­te ver esos árboles. Permanecí al pie de uno al oeste de Australia, era una higuera. Estaban cosechando higo, uvas, higo, uvas, ... Para las uvas obviamente necesitas un árbol de una altura limitada, para que se dé una buena combinación.

Bosques estructurales

La madera estructural más robusta son los troncos redondos, sin escuadrar. Tienes especies que son pioneras o de los márgenes del bosque. La Falsa acacia es un buen ejemplo de esto en América. Es un árbol pionero, y es un buen mejorante del suelo. Como postes de valla es una madera muy duradera, y tiene el más alto grado de resistencia a cargas de impacto de los árboles conocidos. La falsa acacia es la tradicional cabe­za de mazo. Así, lo que tienes es probablemente algo como los mejores postes estructurales dise­ñados existentes. Encontramos postes de falsa acacia qué se establecieron hace unos 90 o 100

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LOS BOSQUES EN PERMACULTURA 13

años y aún conservan toda su resistencia. No sé lo que pagas por postes de vallas pero rondan entre los 5 y los 8 $ en Australia para postes de 6 pies.

Puedes colocar entre 4.000 y 5.000 plantones por acre, y no tardarás mucho en tener una valla de postes. Sólo unos 4 o 5 años y lo talas para producir más. Esa es otra cosa buena del algarro­bo negro. Cuanto más cortas, más recoges. Tam­bién suministra forraje bastante sabroso para las gallinas. Si introduces al mismo tiempo un grupo de gallinas, aumentarás el nivel de nutrientes en ese bosque.

Otra madera que tiene numerosos usos domés­ticos es el bambú. Pero el bambú tarda bastante en ser productivo, a menos que puedas persuadir a alguien para que te deje seccionar una mata y enterrar la masa de raíces. De otra manera, tendrás que esperar a que se desarrollen tus matas de bambú y, en general, transcurren 10 años hasta poder aprovecharlas. Pero el bambú es muy fácil de propagar. En general se propaga vegetativamente. Existen de 2 a 4 bambús apro­piados para el clima del norte de América, que son potentes productores de semillas. Son útiles para alimentar la vida salvaje, pero éstos no son específicamente bambús estructurales adecua­dos. No conozco ningún bambú estructural que sea productor de semillas anuales. Incluso el bambú pequeño es útil en jardines. Pero hay un bambú grande que creo que aquí podría desarro­llarse fácilmente. Se desarrolla unos 60 pies con un diámetro de 4 pulgadas. Puedes buscarlo probablemente en Boston.

Podrías utilizar muchos miles de estas matas por toda Nueva Inglaterra. Es un buen material para hacer tazas, cuchillos, tenedores y platos; canalones y desagües; y como refuerzo del hor­migón. Tienes que seguir unas reglas, debes talarlo entre los 2 y los 4 años, secarlo durante 8 meses, y así cuando se utiliza como refuerzo del hormigón tiene 2/3 de la resistencia del acero. No necesitas preocuparte más de ello. Tienes una ventaja sobre el acero y es que no se oxida con el hormigón. Y es un refuerzo mejor, muchísimo mejor, si lo tratas con cuidado, pues se une mejor con el hormigón. Tiene también un montón de usos adicionales. Y desde luego, es un alimento excelente. Este es uno de los mejores bambús comestibles. Los brotes de bambú son muy nutri­tivos y pueden comerse crudos. Así pues, el

bambú es un árbol estructural excelente, como también una fuente de alimento.

Vamos a otro árbol - el cedro vuestro cedro rojo del este y del oeste. Es un buen árbol estructural, un buen árbol pionero. De forma natural va desapareciendo a medida que el bos­que se consolida, y ése es el mejor momento de cogerlo, tan pronto como empieza a ser eclipsado por la próxima sucesión vegetativa.

El tamarisco es otro buen árbol estructural - excelente -. Hay una corta lista en Permacultura II de los árboles que realmente vale la pena disponer a miles por su función estructural. Me refiero particularmente a maderas para hacer palos y estacas. El arbor vitae está en la lista, creo, si no lo estuviera podríamos incluirlo. Y también podríamos ampliar la lista. Muchos de estos árboles de larga duración no estaban apun­tados

en el libro. Así que cuando realizas un diseño para un cliente, y dispone de suficiente espacio, ofrécele un considerable número de maderas estructurales para un ñituro de miles de años. Mucho mejor si esas maderas son especies pione­ras.

Podrías crear una zona intermedia entre los grandes árboles productores de nueces y los árboles de frutas redondas. Introduce quizás plantaciones de árboles como acacias u otros en unos 20 o 30 pies. Estos árboles que deben estar controlados, exudan por la raíz una mezcla de creosotas, que aniquila las especies pioneras. Así es como se propagan y penetran contra los már­genes del bosque. Hay algo en el bosque que también mata a los cedros rojos una vez han sido sobrepasados. Todo el grupo -Juglandacea- , nogales americanos, pecanas, nueces (juglans, significa los toros de Jove), expulsan esa excreción. Entre los grandes árboles de nueces situados en los márgenes y los que están situados en el centro del bosque debe haber un bosque intermedio a modo de amortiguador. La morera es un buen árbol intermedio porque permanece entre esos árboles grandes de frutos secos sin señales aparentes de pérdida productiva, y tam­bién junto a los árboles frutales sin perjudicar la producción de éstos. Por tanto, tienen un efecto moderador. El saúco es otro árbol intermedio excelente. Se arriman perfectamente a ambos grupos. La falsa acacia es otro buen árbol amor-

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tiguador.

Hay dos clases de bosques estructurales. Pue­des destinarlo a la obtención de troncos, y eso es lo que todo el mundo te insta a hacer, a causa de los enormes beneficios económicos para otra gente que se producen en el aserrado de troncos. Y también porque urge obtener pulpa de madera. Pero, en verdad, un palo redondo es de mayor utilidad, para ti y tu cliente, que un tronco aserrado. Sólo se necesita una pequeña cantidad de troncos aserrados, para reconstruir tu casa, a menos que quieras construir un montón de casas para otra gente. Tendríamos que comparar la importancia del árbol en sus diversos usos y luego sopesar.

Tenemos pues maderas para hacer palos y tablones. Su manipulación es diferente. Sabes como manipular la madera para obtener tablo­nes, sino cualquier guarda forestal puede decír­telo, o hay libros que te lo explican. Escoges un buen árbol con un tronco despejado, lo liberas un poco y lo tratas con cuidado.

Hay dos maneras de talar un bosque. Una es talar los árboles más grandes continuamente. Cuando llegan a cierto diámetro los talas. Esto te ofrece una continua producción de troncos. La otra forma es talar los árboles débiles y peque­ños. Con el primer método tienes un bosque con una continua producción de postes. Con el se­gundo se transforma en un bosque forrajero. Ahora bien, ¿por qué no hacer un poco de ambos, si dispones de más de 3 o 4 Has. de bosque?. Si tienes madera para hacer postes, y son todos postes de larga duración, resulta mucho más beneficioso económicamente que si esperases unos 40 años para hacer tablones.

Hoy en día se usan más postes en la construc­ción que en el pasado, particularmente como accesorios de construcción. Los australianos hoy día construyen un montón de casas usando unos 9 postes para construir la estructura entera - éstos son postes de 12 pulgadas -, luego los rellenan. Se están construyendo muchas casas de este tipo. La estructura está hecha de postes, y después rellenada con barro, ladrillo, piedra, o lo que sea. Toda la estructura de la casa cuesta unos 800$. El edificio se sostiene sobre sus postes y se rellena con barro, enzarzado, tablas, o alambre

de gallinero y cemento. El alambre de gallinero y cemento es un buen material de construcción. Algunas casas preciosas están hechas de alambre de gallinero y cemento.

Vamos a hablar de áreas con árboles pequeños que se cortan periódicamente, por su función estructural. Hay un buen número de plantas que se utilizan para cortar y que vuelven a brotar. Hemos mencionado la falsa acacia. Los sauces, fresnos, y chopos son árboles que se utilizan de esta manera. Son útiles para muebles, asas, cestas,... El clásico árbol de este tipo,por exce­lencia es el sauce.

Hay diferentes razones para practicar este sis­tema. Lo harías por la corteza, por la madera o por el forraje. Si lo cortas como forraje empieza por encima del nivel de la vaca, pero para hacer cestos puedes empezar por debajo del nivel del suelo. Lo que utilizas es el sauce rayado. Entie­rras en un sitio húmedo los esquejes en hileras, y brota de nuevo y lo vuelves a cortar para que vuelva a salir. Pero no cosecharías nada si tuvie­ras tu vaca pastando por ahí. Los artesanos de cestas tasmanos, -llevan cinco generaciones en la cestería-, utilizan este método. Normalmente poseen una pequeña parcela, como de medio acre, justo al lado de su casa, que abonan y cuidan.

Creo que también debería utilizarse más como forraje. Considera un cuarto de acre aplicado a este sistema, algo que las vacas arrasarían con mucho gusto. Lo tienes allí, y puedes meter tu ganado o sacarlo, en función del daño que pro­duzcan. En zonas extensivas de ganado, si tienes 5 o 6 acres de este tipo de forraje vallado, te permitirá aguantar las sequías. Y puedes o bien cortarlo y echarlo a los animales, o dejar entrar al ganado, dependiendo cuánto daño observes que hagan allí.

Si estás cambiando el forraje por el bosque y quieres que deje de brotar un tocón, lo más sencillo es echarle algo por encima, como un trozo de alfombra. Excluye la luz del tocón. O bien, haz un agujero en éste y pon un poco de sal en su interior.

Para hacer vallas trenzadas utiliza avellano, roble o fresno.

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¿Cómo se aprovecha un chopo?. Es un buen forraje, bueno para astillar y bueno para hacer muebles de interior. No es muy bueno para el exterior porque no es muy resistente a largo plazo. Puedes hacer sillas o cualquier otra cosa con él.

Hay otro buen árbol que no es americano, el árbol del té. Crece muy espeso. Apenas puedes meter tus manos entre sus ramas. Se teje muy bien con él. Nosotros lo utilizamos para hacer nuestras cestas y nuestras trampas de langostas. El aceite de las hojas es de alto valor, así que, cuando tales tus árboles de té también destila sus cabezuelas. Estos árboles de té son resistentes y duraderos formando vallas. Duran entre 30 y 40 años como vallas o emparrados. Actualmente se vende a 30c cada palo. No introduzcas los extre­mos en la tierra. Utiliza los palos para rellenar entre los postes de algarrobo negro. Lo que yo hago es poner una fila de rocas y sostenerlos sobre ellas. Y son árboles que se desarrollan muy rápido. En unos 5 años ya están listos para ser talados. Pero es el aceite que destilas de las cabezuelas lo que les da un doble valor.

Querría comentar extensivamente tal como veo el bosque americano, y su potencial para ser administrado. Creo que, si lo hacemos cuidado­samente, es un sistema permanente de alto valor. Creo que hay 2 o 3 maneras de gestionarlo.

Ya tenemos troncos verticales de bastante va­lor, y unos pocos árboles grandes. Puedes empe­zar a pensar cómo utilizarlos. Hay grandes áreas de postes de abedul. Utilizaría plantaciones de abedules blancos como especies reflectoras en el diseño de la zona. También les aplicaría el siste­ma de cortar-brotar-cortar.

Vamos a fijamos en lo que hallamos en el bosque. Vemos que hay un montón de árboles jóvenes muriéndose. Estos son los cedros rojos del este y las plantas de sotobosque que han sido sobrepasadas en altura, y para lo único que sirven es para leña.

Si introducimos un tanque de destilación en seco, que consiste en un sistema sencillo de obra - hay unos cuantos modelos ya que los franceses los utilizan mucho obtendríamos carbón, metano, creosota y metanol - todo esto -. Y aún

dispondríamos de un combustible vendible como el carbón vegetal. Hay muchos bosques en este lugar que no sirven más que como fajos de leña. Después de la destilación aún te queda carbón, que es excelente como combustible para cocinar. Sería muy beneficioso hacer destilaciones en seco.

Una de las primeras ilustraciones en el libro Permacultura I es un diagrama de cómo utilizar esa madera para obtener toda una serie de pro­ductos. El sistema en su totalidad utiliza una tecnología muy simple. Y además, puedes liberar los gases a través del agua del estanque, y se obtiene carbonato de calcio. Precipítalo fuera del estanque y extiéndelo en tus campos. Si lo de­vuelves otra vez al lago, libera un gas muy limpio al ambiente, y puedes obtener mucho metano. Esta sería una buena manera de utilizar esos árboles muertos o moribundos del bosque.

Tus prioridades en el bosque son, en todo momento, cortar los troncos caídos en el suelo y alejarlos de los árboles vivos. Estos son los que en un incendio dejan señales en los árboles vivos. El primer árbol que debemos talar es el que se apoya contra otros árboles. Esto les sucede a muchos castaños. Los viejos troncos del castaño a menudo se apoyan en los árboles derechos. Estos no parecen descomponerse muy rápido. Ahora en Carolina del Norte hay mucha madera de castaño por el suelo y en posición derecha. Y todo ese material combustible representa un gran peligro de incendio. Creo que en muchos bosques esta es una situación inquietante para la existen­cia del bosque como tal. Actualmente, sin cono­cer mucho más, creo que sería mucho mejor aprovechar esas maderas como combustible. Pero son algo más que leña. La destilación en seco podría combinarse con la producción de calor en las casas, ya que es un proceso que libera calor.

Estoy buscando árboles que ya hayan perdido su corteza. Por todo el bosque hay muchos árboles viejos en pie, aún vivos. Ahora bien, podemos dejar esos árboles si encontramos que están ocupados por vida salvaje y pájaros. Pero además, cada vez que talamos árboles vamos a tener un montón de ramas huecas. Creo que deberían venderse como cajas para anidar. Y también deberíamos introducirlas en el bosque para aumentar el número nidos para ardillas y

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otros animales, pero particularmente para pája­ros. Probablemente el hecho de que hayan tan pocos pájaros en el bosque se debe a la falta de lugares para anidar. Si analizáramos los pájaros que hay nos daríamos cuenta que están desapare­ciendo muchos pájaros que anidan en agujeros. Lo mínimo que podríamos hacer es probar de plantar esos postes huecos como nidos. Y no presentan muchos problemas para repararlos. Hay muy buenos libros sobre cajas de anidación para pájaros, y medidas de la entrada.

Si pones tus cajas de anidación en espacios abiertos entrarán los gorriones. A nosotros nos interesan los que anidan dentro del bosque. Los gorriones no lo hacen. Siempre me entristece ver troncos huecos quemados. Puedes dejar algunos en el bosque, bien derechos o echados, de todas formas serán ocupados por la fauna salvaje.

Deberíamos fijamos en 3 o 4 estrategias de manejo del bosque. Primeramente vamos a tratar de decidir de estos bosques cuales son los pro­ductos que vamos a utilizar. Tenemos toda una serie de productos derivados de la corteza, la hoja, aceite y productos medicinales dentro de estos bosques. Debería hacerse un análisis eco­nómico del valor de los productos finales. Senti­ríamos mucho reducir a carbón algo de ese valioso material. Sin embargo, actualmente de­bemos calentamos con madera. Y la mejor mane­ra de hacerlo, así lo creo, sería estableciendo un sistema básico de destilación en seco. Cargas un contenedor revestido con ladrillos y lo cierras. Enciendes un fuego debajo del contenedor. La madera en su interior no puede incendiarse y el fuego es aún pequeños. Sacas los vapores de todo, todos los jugos, y se cuece. Cueces esa madera para convertirla en carbón. Y las emana­ciones de gas suben, sale el metano. Puedes usar el 4% del metano para bombear el resto en botellas, o conducirlo hacia el gasómetro. Enton­ces también vacías el resto de los gases. El agua calcárea absorbe el CO?, así que conduces esos gases a través de un estanque o bien al aire libre, eso los enfría y aparece tu creosota... Y a partir de aquí continúas con otra clase de juegos. Obtie­nes metano y metanol, y esos se enfrían muy rápido en agua. Y los encierras en un bidón de acero.

En el método antiguo de hacer carbón lo cu­

brían con barro, y no recogían ningún gas. De hecho, lo que se desperdiciaba era mucha biomasa. Todos los gases se iban al aire. Los franceses acostumbraban a construir un área doble, una era para hacer fuego y la otra para cocer madera.

Este sistema suministraría todo el gas para cocinar, y una masa caliente por debajo de la casa que calienta todas las estancias de ésta. Podemos tener toda el agua caliente que necesitemos. Tendremos creosota para pintare impermeabilizar los tablones, y podremos convertir un abedul negro o plateado en un producto a prueba de podredumbre por la absorción de creosota. Y tenemos metanol como combustible para el trac­tor. Me gustaría que alguien lo instalara.

Las zonas más cercanas necesitan ser mucho más productivas en alimentos para personas y animales. Así que decidimos qué elementos in­troduciremos en el sistema de forraje animal. Eso determinará los elementos del bosque que favo­receremos, y los que debilitaremos, y en qué dirección conducimos el bosque. Deberíamos fijamos detalladamente en los bosques que nos rodean aquí, por su altopotencial para incrementar la producción de alimentos humanos y animales. También son muy importantes como cortavien­tos. Si aclaramos los bosques sin replantarlos, reducimos su productividad debido al paso libre del viento. Así que primero debemos procuramos cortavientos, y luego ya podemos dedicamos a gestionar la producción de alimentos humanos y de animales.

Hablemos del pino blanco. Si cerramos un área con abedul blanco y ponemos detrás de éste pino blanco, podría crearse un microhábitat de pro­ducción de alimentos, porque obtendríamos un sistema de reflexión. Podríamos abrigar con abedul blanco cerca de los huertos.

Podríamos manejar este bosque cercano, con vistas a aumentar la productividad en un lugar. Nuestra atención se dirige hacia esas especies de alta producción y de fruto caedizo como robles, cerezos y manzanos. Quitamos, replantamos y estimulamos selectivamente. Si manipulamos esa área para obtener el fruto que cae del roble, también podemos esperar como previsión a largo plazo el corte ocasional del roble.

En un diseño extenso podrías seleccionar 4 o 5

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emplazamientos de casas. Algunos pueden estar en espacios abiertos, otros en el bosque. ¿Dónde queremos al forestal?. Lo queremos en el bosque. La persona que cuida el ganado necesita estar cerca del establo. Divide los solares de acuerdo con las funciones que realizan la media docena de personas que vive y trabaja en el lugar. El administrador necesita estar cerca. También ha­brá jardineros, viveristas, guardas,... Una gran área forestal podría acoger 5 familias que se encargarían de recoger los productos del bosque. No significa necesariamente que deberían haber 5 casas en el bosque. Algunos podrían venir para formarse como guardas, o podrían estar viviendo en una comunidad.

En una zona más adentrada en el bosque empe­zamos a dividirlos usos secundarios y terciarios. Podrías intentar acotar algunos bosques estruc­turales, o introducir algunas matas de bambú. Y quizás funcionen como esos abedules, con una función secundaria de abrigo. Por allí podríamos encontrar algún lugar prometedor de futuras maderas para hacer tablones. Pero todas esas áreas deben administrarse de diferentes formas. Algunas ya están siendo lo que nosotros espera­mos. Los usos que hagamos del bosque no deben entrar en conflicto con el alimento de la vida salvaje.

Y quizás en cada área encontremos un trozo de bosque que debería seguir su propio destino. Deberíamos intentar mantener esos lugares in­tactos, poique éstos nos enseñarán a manipular mejor los bosques, y podrían evitamos posibles estupideces. En vez de explotar árboles para leña podríamos percatamos que lo que los árboles caídos y podridos están haciendo es algo esen­cial. De este modo paramos de hacer lo que estábamos haciendo y empezamos a hacer otra cosa. Estas áreas sin perturbar pueden actuar como un control. Algunas zonas podrían perjudi­carse mucho sometidas a una manipulación cons­tante. Te darás cuenta que esos son lugares muy bonitos. ¿Para qué vamos a querer fastidiarlos?. No tenemos por qué. Disponemos de un gran exceso de este recurso. Nos podemos permitir dejar algunos a su suerte.

Esto es para el personal forestal. Lo que tene­mos que hacer es decidir lo que podemos sacar de los bosques americanos, cuáles son los produc­

tos realmente valiosos. Y nuestras propuestas deberían dejar tanta biomasa en su sitio como fuera posible, y sacar los productos más peque­ños y de más alto valor. Las semillas son un buen ejemplo. El guarda forestal en su área debería estar muy atareado.

También vamos a establecer prioridades entre las especies. Ciertas especies son más promete­doras que otras. En mi opinión, los pinos blancos tienen mejor aspecto que muchos otros árboles, pero parece que tienen el menor potencial de uso. Probablemente su principal uso sea como com­bustible, porque el pino blanco puede damos más alquitrán, más metanol, más metano y más pro­ductos de brea que muchos otros árboles. El abedul y los arces son probablemente mejores como carbón. Los sauces producen fantásticos palitos de carbón que los artistas utilizan. Yo los hice en una lata de cacao y los cocí en el fuego. Se venden a buen precio.

Primeramente es esencial saber cuáles son los productos del bosque, luego mirar lo que ocurre en el mercado. ¿Cuál es el precio de la acetona?. Conocemos el valor de algunas cosas como el metano. No tenemos que preocupamos sobre quién lo comprará. Todo nuestro gas de cocina está en ese bosque. Y hay dos técnicas para extraerlo. Una consiste en compostar la maleza, y la otra es la técnica de la destilación. Las dos nos dan un gran volumen de metano.

No debemos olvidar que tenemos que podar nuestro roble blanco para maximizar su valor, y por ello vamos a obtener recortes. Por tanto, de algún modo vamos a tener que utilizarlos. Lo que no queremos es un lío de recortes de leña espar­cidos entre los árboles o por el suelo. Esto es una situación que favorece los incendios. Podemos apilar la maleza en montoneros. Las pilas de maleza son un buen abrigo para toda una serie de animales del bosque. También lo es tu pila de leña si la dejas en el bosque y no te la llevas. Estará llena de lagartijas y salamandras. Todos esos animales viven allí dentro este año y al siguiente tendrás otra pila lista para ellos.

Aunque hay otras potencialidades en los bos­ques, creo que determinar lo que éstos son es un trabajo que debería abordarse en el propio lugar. Hay mucho por hacer aquí. El mayor problema

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de diseño en estas áreas forestales es el de su manejo.

Una estrategia para la administración de un bosque que me parece buena se está haciendo ahora en Carolina del Norte. Lo que están hacien­do es reunir a mucha gente que está relacionada con el bosque. Y ellos dicen: “OK; yo solo no puedo suministrar suficientes hayas para este encargo, pero sí que podemos como grupo’ ’. Y lo que también hacen es compartir herramientas y equipo.

Lo que todo el mundo les insta a hacer - y nosotros sabemos que es verdad, sino ¿por qué están haciendo todas esas estufas de leña ? -, es explotar el bosque como combustible para que­mar.

Los bosques y la atmósfera

Brevemente voy a explicar cómo el bosque se relaciona con la atmósfera. Empezaré manifes­tando que, sea lo que sea lo que el bosque hace con la atmósfera, es muy complicado. No es sencillo.

Escojamos el viento. La relación del bosque con el viento. El viento desaparece en un bosque efectivo en unos 1.000 metros. El bosque lo engulle. Absorbe toda la fuerza de incluso un vendaval en unos 1.000 metros, excepto en las copas, donde los vientos continúan teniendo efec­to. No estoy seguro de que tengamos una adecua­da explicación en lo que esa energía se convierte en el bosque. Pero creo que podría muy bien ser convertido en madera. Porque si sujetamos un árbol al suelo el diámetro del tronco permanece constante, mientras que si lo desplazamos el diámetro del tronco rápidamente aumenta. Así que podría ser que ese viento ayude a la transpi­ración, a bombear, al crecimiento celular, a la producción de celulosa, o a algo.

Ciertamente, la energía es transformada dentro del bosque. No estoy bastante seguro en qué. El bosque utiliza el viento y yo nunca he hallado una explicación adecuada sobre cómo ocurre, ni he visto nada escrito sobre ello.

Luego, el bosque fuerza un 60% del viento a

ascender. Eso empieza un proceso. Ahora bien, cuando el viento asciende se provoca una presión alta del lado de barlovento y desciende la evapo­ración, y al mismo tiempo, esa cara del bosque que da al viento capta mucha más lluvia que el otro lado. Se puede observar que allí es mucho más húmedo. Cuando el viento asciende causa un aumento de lluvia. La lluvia aumenta entre un 15% y un 20%. Estas medidas se han comproba­do en Holanda y en Grecia. Cuando talamos el bosque la actual pluviometría de la región des­ciende entre un 10% y un 30%. Queda así comprobado que el bosque ocasiona una mayor cantidad de precipitaciones.

Luego hay otro efecto secundario. Cuando el viento es forzado a ascender por el bosque va en espiral del lado del viento, y esto provoca cintu­rones de lluvia a través de la dirección del viento. Pequeñas ráfagas de lluvia continúan cayendo en una distancia de varias alturas del árbol pasados los árboles, así que cada cinco longitudes del árbol se incrementa la lluvia en un cinturón transversal al viento. Tenemos estados de hume­dad, sequedad, humedad, sequedad pasados los cinturones de árboles. Los vientos descendentes una vez pasado el bosque son más templados, menos húmedos y turbulentos, y a menudo pro­vocan sequedad. Y en opinión de algunas perso­nas son los cambios de presión del aire los que tienen más grandes efectos en la humedad del suelo. Es un hecho que la variabilidad de la presión, el cinturón depresión baja y alta, produ­ce una mayor evaporación y, ocasionalmente, una ráfaga de lluvia en el lado de sotavento. Es un lugar realmente seco el lado del bosque que da a sotavento. El bosque tiene otros efectos sobre el viento que no voy a detallar, como la reducción o el calentamiento del viento.

Dudo que encontrándote a 1.000 pies dentro del bosque experimentes algún viento. En un cintu­rón de árboles, para que sea efectivo, necesitas tener unos cinco árboles de amplitud, aunque un simple cinturón con un 40% de penetrabilidad tiene el mismo efecto que un cortavientos. Cuan­do sólo un 40% del viento pasa a través del cinturón de árboles, disminuye muy rápidamente en unos 100 o 200 metros, y desciende hasta una proporción insignificante de viento. Si tenemos un cinturón de árboles, yo no los podaría en su parte baja sobre todo en la dirección del viento. Si podaras podrías provocar la formación de un

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túnel de viento por debajo de los árboles, lo cual es un poco triste para los animales. La idea de una hilera de árboles es que se erija desde el suelo, o empiece por encima de una pared de piedra o algo.

El viento transporta polvo y humedad. Sin llover, una noche con niebla y aire moviéndose por el bosque reducirá la humedad del aire un 50% a unos 100 metros bosque adentro. A esto se le llama intercepción positiva. Creo que éste es el principal factor en los bosques de la costa y en las sierras a unas 50 millas de la costa. Si penetra aire marino, que es húmedo, y particularmente el aire nocturno, en esos bosques, puedes observar el constante degoteo que la humedad forma en el bosque, aunque no haya nubes en el cielo.

Esto también ocurre en un jardín individual. Una señora llamada Marjorie Spear tiene un jardín en el cual cada noche llueve constantemen­te durante toda la noche, y no llueve en ninguna otra parte del distrito, donde no hay árboles para interceptar la humedad del aire. Creo que lo que pasa es que el aire es relativamente caliente y las hojas relativamente frías. Cuando los vientos nocturnos golpean los árboles las hojas so en­frian, y la humedad se precipita en las superficies de miríadas de hojas. Un solo árbol posee muchos acres de hojas. La humedad no se precipita sobre praderas excepto como rocío. Pero dentro de un bosque hay millones de galones de gotas de humedad que caen. En Tasmania un 60% de nuestra precipitación total se atribuye a este efecto. Y un 14% de esa agua cae como lluvia. Los árboles captan el 86%. Nosotros estamos en una isla, una isla pequeña con solo unas 200 millas de longitud. Pero si levantamos pantallas para imitar árboles se aumenta la precipitación.

Cuando tales los árboles no notarás que el indicador de lluvia descienda más o menos el 15%, pero sólo quedará un 14% de humedad. Creo que es un factor crítico en todas las cadenas montañosas de la costa. Eso es lo que el bosque hace con el viento y con la humedad del viento.

Las partículas transportadas por el viento - y de nuevo estoy hablando de los 100 primeros metros de un bosque - se reducen, a veces, a la cuarta parte. Nos referimos a polvo y a otras partículas. Ahora bien, esto puede representar toneladas de

partículas, particularmente si los vientos han estado viajando por los suelos y por encima de áreas industrialmente polucionadas. Esto signi­fica que los bosques atrapan montones de mate­rial, y me lleva a sospechar, y a mucha gente a manifestar, que no hay escasez de ningún mineral o cualquier otro elemento en ningún sitio, porque, en efecto, todo está en movimiento, especialmen­te en las costas marinas, y esto es recogido por los bosques. Este podría ser un proceso lento o todo lo contrario, pero así funciona.

Cuando llegan partículas orgánicas - me refiero a polen, bacterias y algunas gotitas de aceite liberadas por el bosque - se produce el efecto inverso. Lo que ocurre es que los bosques absor­ben toneladas de material inorgánico y liberan toneladas de material orgánico. Estaba leyendo cómo los primeros viajeros llegaron a este conti­nente en primavera - aquí habían gigantescos bosques de pino blanco -; a unas 80 millas dentro del Atlántico las superficies de los barcos se cubrían con polen, y ellos creían que era azufre. Hablaban de gigantescas lluvias sulfurosas, y todo el mar era amarillo de polen. Creyeron que había erupciones volcánicas enfrente de ellos. Avanzaban nerviosos hacia esas tierras entre los cielos amarillos, Imagínate cómo era dicha biomasa en movimiento.

Ahora bien, las partículas orgánicas son nú­cleos de precipitación mucho más efectivos que las partículas inorgánicas. Eso lo sabemos. Y sospechamos que son los factores más importan­tes en precipitación atmosférica. Este es pues otro efecto de los bosques. Estos despiden nú­cleos sobre los cuales se condensan las gotas de lluvia. Así que mientras los bosques captan partículas inorgánicas de las corrientes del aire y las fijan dentro del sistema del bosque, a la vez liberan partículas orgánicas que avanzan por las corrientes de aire, y tierra adentro se condensan en forma de lluvia. Un 60% de la lluvia que cae tierra adentro es originada por las nubes del bosque, no por las nubes del mar.

El aire limpio contiene una enorme cantidad de material. Con unos buenos binoculares podrás constatar que hay un montón de materia en movimiento. Y unas redes atadas atravesando el bosque, y unas pequeñas trampas, te demostra­rán aún más toda su capacidad de movimiento.

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Los bosques son un gran factor.

¿Qué más hace un bosque?. Hablemos sobre la lluvia. La lluvia cae en el mar, la tierra y el bosque. En el mar simplemente vuelve al ciclo otra vez. No sé cuáles son sus efectos. Probable­mente tiene algún efecto sobre la producción de plancton de superficie. En tierra, donde la lluvia cae en los bosques, casi toda la energía es absor­bida por la cubierta forestal. La energía mecáni­ca es prácticamente absorbida. Dentro de un bosque con hojas incluso una tormenta violenta se convierte en una ligera neblina. Estoy hablan­do de toneladas de agua y de miles de libras de energía cinética. Esta se disipa en la copa de los árboles. Esto tiene un par de efectos obvios. Esta agua nunca golpea el suelo, así que no se produce en el suelo del bosque ningún tipo de erosión. La copa del árbol absorbe esa energía. Es totalmente factible que en una lluvia ligera la cubierta forestal absorba toda la lluvia, y por lo tanto el agua de lluvia no llega al suelo. Eso se puede observar fácilmente en las carreteras. En una lluvia ligera, debajo de los árboles las carreteras están secas. Esa agua nunca llega al suelo y se evapora en la copa. Eso provoca un profundo efecto de enfriamiento. Todo tipo de transaccio­nes de energía se dan en las copas de los árboles. Hay una ralentización por fricción, hay una absorción de impacto, los vientos se arremolinan y paran, y esa lluvia se evapora. Así pues, en las copas de los árboles se producen muchas tran­sacciones energéticas.

Estas transacciones no se producen en los niveles inferiores a la copa, de manera que la cantidad de energía absorbida y disipada en la superficie del suelo es mucho menor en los bosques. Si llueve ligeramente o mucho la copa de los árboles se va saturando, y el agua descien­de de diversas formas. Algunos árboles canali­zan el agua que desciende por medio de conduc­tos en el interior de su corteza. Otros árboles lo pasan por su misma copa como una lluvia circu­lar. En un bosque variado la lluvia desciende de diferentes formas, una parte cae al exterior, otra desciende por debajo de las ramas, otra se cana­liza por las grietas de los árboles. Me adentré en vuestro bosque el otro día. Cuando estaba nevan­do cada árbol interceptaba nieve de diferentes maneras. Existe una interacción entre la estruc­tura cristalina de la nieve y las formas que encontramos. Pasa lo mismo con la lluvia. Pero

la lluvia cae y penetra en el suelo.

Sin embargo, pensemos por un minuto en otra cosa. El 86% de la masa de ese bosque es agua. El 96% de sus hojas y ramitas son agua. Esto constituye un peso enorme para la tierra. Eso es mucha agua. Lo que tienes delante de ti cuando miras el bosque es todo un lote de tanques verticales y algunos son grandes y potentes. Creo pues que nosotros podemos cargar y descargar la superficie de la tierra de tal manera que se provoquen movimientos de tierra. Sabemos que unas sencillas presas pueden provocar terremo­tos locales. Pero no hemos sabido ver al bosque como la enorme masa de agua que de hecho es. Si quieres que los continentes suban y caigan, y se fracturen y se fastidien, entonces puedes hacerlo con sólo descargar la tierra de sus bosques. Juega lo suficiente con la masa de agua y conseguirás que ocurra. Creo que descargamos un enorme peso en nuestros continentes cuando eliminamos nuestros bosques. Creo que estamos tratando con más peso aquí que el que nunca nadie ha conocido o intentado medir.

Las ramas se rompen, o bien durante vendava­les violentos o, en los tiempos antiguos, en no­ches muy calmadas y húmedas. Y cuando los árboles no pueden transpirar el enorme peso del agua de las hojas, se parten las ramas. Es mejor no estar allí en noches quietas y de neblina. Sin avisar, ¡bang! ¡crash!. Ramas grandes caen en esas noches. Los árboles no pueden sostener el peso de su propia agua, no más que el que puedan soportar de fruto. El fruto es 96% agua.

Hay una tremenda absorción directa de hume­dad y de sustancias en disolución a través de las hojas. No sólo las raíces tienen la función de absorber nutrientes, también lo hacen las hojas. Y a la vez las hojas utilizan estos nutrientes cuando pasan al interior del árbol. Los árboles, pues, almacenan mucha agua en su propia masa.

El resto del agua no absorbida por los árboles llega a la tierra. Aquí el mantillo y el humus del suelo la esperan, y hasta que no está plenamente saturado de agua no penetra hacia abajo. Y eso representa otra masa de agua. Puede haber de 6 pulgadas a un pie de agua contenida en un suelo húmico, que no se escurre hasta que no está totalmente saturado. Luego el agua desciende

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hasta los suelos minerales, por debajo del suelo húmico. Incluso allí abajo cada pie de suelo contiene una pulgada de lluvia.

Entre intercepciones, absorciones, absorción húmica y 3 pies de tierra, el agua no se mueve. Nada fluye. Algunas veces hasta 60 pulgadas de lluvia podrán almacenarse porque habrá una buena y profunda tierra. La causa de su fácil filtración es que una gran cantidad de agua sigue los antiguos rastros de las raíces. Los suelos del bosque están totalmente excavados por antiguas raíces que se pudrieron. Estas forman todo tipo de conductos en los niveles más profundos del suelo.

Dentro de los bosques no existe una evapora­ción importante del agua que se filtra. No se pierde mucha de esta agua por evaporación.

Fijémonos en el suelo del bosque. Primero las partículas absorben todo lo que pueden. Luego el agua se une a cada pequeña partícula. La arcilla especialmente absorbe mucha agua. El efecto de tensión superficial entra en funcionamiento. Cuando eso ya se ha dado, los espacios entre partículas en los cuales ese efecto no se da también se llenarán con agua, y esa agua empe­zará a infiltrarse hacia abajo. Dos destinos le esperan. La tierra transpira y los árboles empie­zan a sacar agua de la reserva y devolverla al aire de nuevo, de esa manera se recarga el aire con humedad y ese aire se desplaza. Este efecto va muy rápido. Incluso una modesta línea de árboles en un desierto provoca algo de lluvia a sotavento. Eso es porque el agua del suelo asciende en días calurosos, y una intensa evaporación por trans­piración aumenta la humedad en la región. Cuan­do la noche cae la humedad puede reprecipitarse con el viento descendente. Se produce mucha acción. El agua se mueve por todas partes, se intercepta y se almacena.

Si el suelo está saturado de agua y hay alguna corriente - siempre hay alguna corriente - parte del agua puede empezar a escurrirse. Pero en el suelo del bosquenohay un sistema de escorrentías de forma ordenada y recta. Existen inmensas cantidades de ramitas, hojas y mantillo. Por lo tanto, el agua permanece más tiempo en el lugar. Las escorrentías son muy lentas en el bosque. Si sigues un chorrito de agua éste realiza raras circunvalaciones al correr a través del bosque. Se

encuentra con troncos caídos, troncos, hojas, hojas que se amontonan y que vuelven a cambiar la dirección del agua... Esos obstáculos conti­nuamente paran el agua, y su permanencia es mayor a través del bosque en comparación con un paisaje de espacios abiertos, donde el agua corre mansa sin obstáculos. En el bosque el agua salta obstáculos una y otra vez. En espacios abiertos el agua se escurre y los ríos aumentan su caudal.

Si quieres aumentar las escorrentías en zonas de captación tala el bosque, y en muy poco tiempo tu reserva de agua se llenará más rápido en cada lluvia. Esa es la principal motivación de los ingenieros. “Vamos a cortar el bosque para aumentar la escorrentía’ ’. Lo que ellos realmente hacen es disminuir la lluvia, reducir el total de agua caída en un área, un 70% menos del prome­dio normal.

La evaporación no se produce en la superficie del suelo del bosque, porque son las raíces pro­fundas las que introducen el agua y la llevan de vuelta hacia arriba. La dirección del agua entran­do en el bosque es siempre hacia abajo. Y sólo lo hace hacia arriba como agua pura liberada a la atmósfera. En un bosque el agua nunca sube a la superficie del suelo por evaporación. Por lo tanto, no se produce salinización, no hay migra­ción de sales hacia arriba en el suelo del bosque. Entonces, el agua que estaba intersticial, sin límites, penetra a mucha más profundidad, a través de rocas rotas hacia lo que nosotros llama­mos conductos subterráneos, quizás antiguas camas de río enterradas, y encuentra su camino hacia las corrientes de los ríos.

Ahora bien, otra cosa que ocurre en este punto, es que esas sales que sólo suben por los árboles, como nutrientes esenciales, están fijadas en el bosque. Después de talar el bosque lo que ocurre es que, aunque las corrientes de los ríos conti­núan corriendo claras, contendrán enormes can­tidades de sales en disolución. Podríamos obte­ner más toneladas de sales en disolución en la escorrentía de una tierra deforestada que de los mismos sedimentos. Nosotros lo hemos medido en Tasmania. Cuando un bosque es talado tone­ladas de material esencial, especialmente calcio, son arrastradas por el agua. Los bosques sujetan todos esos minerales. Los recogieron, guardaron

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y transformaron cientos de veces. Cuando talas el bosque y no hay nada que los mantenga,

estos minerales son lavados por escorrentía. Van a parar a los ríos y fluyen al mar. Un montón de trabajo se desperdicia allí, porque parte de ese calcio fue lentamente acumulado en el bosque.

Otra cosa que el bosque hace con la precipita­ción es captar nieve y depositarla en el bosque. La diferencia entre el período de derretimiento de la nieve de dentro y de fuera del bosque es abismal. Un bosque retrasa el derretimiento de la nieve por lo menos un mes. Lo que realmente hace un bosque es retener todas las precipitacio­nes de invierno en forma de nieve y hielo, y liberarlo en forma mucho más lenta y en un período más largo que si no hubiera bosque. Si tenemos pastos y espacios abiertos la nieve de invierno se derretirá muy rápidamente, y provo­cará inundaciones súbitas.

¿Qué hace el bosque con la luz solar?. El bosque origina transacciones de energía con la luz. No podemos tratar ningún árbol o bosque como una masa. Es una colección de individuos que se relacionan individualmente con la luz. Una interacción resultante de los intercambios libres de energía ocurre en los zumaques (cual­quier arbusto o árbol del género Rhus). Observa un zumaque. Un ligero viento sopla en un día soleado. El zumaque pasa de ser absorbedor a reflector. De repente su total equilibrio energéti- co-solar cambia. Utiliza una energía para cam­biar su efecto sobre otra energía. Está en cons­tante balance energético.

Creo que los árboles tienen dos o tres métodos para gobernar sus tomas de energía. Uno lo utiliza el álamo (con hojas temblorosas). El álamo interacciona con el viento de forma ener­gética, y cuando no lo hace con el viento posee una base interactiva que lo hace con el sol. Pero la hiedra ciertamente interacciona con la luz solar en todo momento, con la base orientativa de la superficie de sus hojas. Estas gobiernan su absorción de energía de forma constante. Otros árboles poseen enveses brillantes y cubiertas mates en la parte superior de las hojas, que les permite hacer un intercambio, un intercambio de viento y luz.

En algunos bosques de Tasmania no podemos

medir la luz en las profundidades del bosque. La luz está totalmente interceptada. Estos bosques no los encuentras aquí. Cuando desciendes a estos bosques puedes entrar en la noche más oscura. Tienes que llevarte antorchas allí abajo en un día con luz brillante. En Tasmania bajas unos 200 pies en algunos de esos valles y no hay posibilidad de medir la luz allí abajo. El bosque pues intercepta totalmente la radiación ultravioleta, y deja pasar mejor la inffaroja, así que se obtiene una calidad diferente de luz dentro del bosque. Los árboles negros se convierten en radiantes. Los abedules son reflectores. En espe­cies reflectoras el propio árbol no recoge mucho calor. Pero en algunas especies los árboles son almacenes de calor. ¡Vaya sistema de almacenaje de calor!. Incluso en noches realmente frías en Tasmania, un bosque espeso encima de nosotros, nos proporciona una templada corriente descendente. Lo que ocurre es que el aire frío penetra por las partes altas del bosque y hay un lento movimiento de aire descendente a través de enormes almacenes de agua, los cuales han esta­do absorbiendo calor todo el día.

Algunos de estos mecanismos son tan efectivos que una planta relativamente pequeña en una oficina se ocupa de todos los problemas de dióxido de carbono, y de un montón de los de monóxido de carbono también. Nosotros sólo necesitamos saber mucho más sobre ello. Porque estoy seguro que si supiésemos más, podríamos cambiar de forma completa y favorable la atmós­fera de algunos edificios en cuanto a equilibrio energético, y especialmente en la salud de sus ocupantes. Y sospecho que necesitamos investi­gar mucho más sobre lo que ocurre dentro de los invernaderos solares, y esa información nos será beneficiosa.

La calidad del aire que se mueve a través de los bosques cambia. La cantidad de iones negativos aumenta bruscamente en las corrientes de aire, y la mayoría de los gases que nos son nocivos son absorbidos muy eficazmente. Los iones negati­vos son también precipitadores excelentes, lo cual puede justificarse por el hecho que en el bosque el polvo desaparece. No hay nada como un entorno ambiental con iones negativos para provocar agrupaciones de nubes y precipitacio­nes . Los iones negativos absorben el humo de los cigarrillos muy eficientemente en una habitación

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bastante grande. Y lo hará una pequeña cantidad de árboles.

De nuevo es un error suponer que el bosque acaba en la superficie del suelo. No lo hace. Por lo menos un 40% de su masa se sitúa por debajo de la superficie. Así que probablemente muchas cifras que se han dado son erróneas, ya que ninguna de ellas ha tomado en cuenta las raíces. Cuando un guarda forestal habla sobre el peso de un bosque en la tierra probablemente no nos da el peso de un árbol más sus raíces. Ellos dicen 5.000 pies cúbicos de madera en este árbol, por lo tanto 4.600 pier cúbicos de agua. Y yo creo que se olvidan de las raíces. Estas raíces son enormes órganos de almacenaje y realizan un enorme trabajo en el suelo. Nosotros necesita­mos saber mucho más cómo trabajan estas raí­ces. Sabemos que están en movimiento, y que mueven enormes masas arriba y abajo. Y lo hacen todo según las estaciones. Lo que realmen­te hacen es vivir y morir dentro del suelo, dejando toda clase de canales y caminos abiertos, lo que permitirá que el agua se cuele fácilmente. ¿Qué ocurre en las raíces?. Una vez nos dirigimos por debajo de la superficie de la tierra entramos en una zona misteriosa. Las raíces de los árboles ciertamente destrozan el material primario de la roca.

Ahora bien, por todas estas razones y muchas otras que no he mencionado, porque las conside­ro demasiado complejas, los bosques son real­mente valiosos. Y la humanidad nunca los ha estudiado. No fue hasta 1950 que alguien empe­zó a recopilar los registros de pluviometría den­tro y fuera de los bosques, y empezó a hacer algunas sumas.

Voy a decir algo de lo que estoy seguro. Con sólo eliminar los bosques de las montañas y sierras, podemos crear desiertos en cualquier clima. Y con su eliminación provocar la erosión de los suelos. Ahora estoy seguro que la elimina­ción de los bosques ha sido la principal causa del colapso de naciones. Porque cuando los bosques desaparecen los hombres pierden la calidad del agua, del suelo y del clima para sustentar la vida humana. Así pues, quizás sería mejor que empe­záramos a apreciar un poco más los bosques, y descubrir no cómo vivir sin ellos, sino con ellos.

Antes de dejar el tema de los bosques quiero hablaros sobre el establecimiento del árbol. Ya hemos hablado un poco sobre los viveros.

Podría ser necesario, especialmente en suelos arenosos, añadir nutrientes básicos. Esto tam­bién puede ser necesario en suelos ácidos y alcalinos. Algunas veces es beneficioso usar un poco de superfosfato en suelos arenosos y en dunas. Minerales como el zinc, hierro y otros están bloqueados por una alta proporción de calcio, y no conseguirás que sobrevivan especies de árboles a menos que las ayudes.

Creo que el tema del abonado de los árboles se ha tomado muy en serio en las comisiones de guardas forestales. Están consiguiendo que el crecimiento de los árboles sea de 3 a 4 veces superior al promedio, con sólo un puñado de superfosfato en la arena. Pero el añadir superfosfatos de forma habitual no les hará ningún bien.

Dos señoras ancianas del norte de Sidney desa­rrollaron un sistema para restablecer los bosques nativos en un parque nacional, en una área totalmente invadida por hierbas exóticas y otras cosas. El método que siguieron fie éste: Dada una área muy grande en la cual quieres cambiar la naturaleza del bosque, empieza a hacerlo en una serie de núcleos que estén densamente plan­tados. No lo hagas con plantas individuales y esparcidas. Esto es extremadamente importante. Planta una área pequeña, quizás la mitad de esta habitación, densamente, y cierra el paso; arranca cualquier cosa que no quieras y deja las raíces boca arriba. Arregla la tierra que has revuelto de algún modo con un acolchado, y establece nú­cleos muy apretados en unas áreas. La coloca­ción de elementos individuales no te lleva a ninguna parte o te lleva muy lentamente. Pero cuando introduces núcleos y trabajas desde el perímetro de los núcleos es asombroso cómo de rápido puede cambiar esa zona. Lo que ocurre es que tu ecología, o sea lo que sea, se ayuda a si misma, porque la asociación que has hecho es completa. Creo que es más importante hacer esto que otra cosa. Eso es algo que si fallamos al hacerlo fracasamos totalmente.

Hay una clase de árboles que necesitamos

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24 LOS BOSQUES EN PERMACULTURA

recopilar en una lista. Son los árboles que de hecho pueden permanecer solitarios en pastos y áreas hostiles. Son árboles pioneros. Y te será provechoso parar y observar las especies pione­ras dondequiera que estés. Y ponlos en tu lista, porque todos tienen una serie de características en común. A éstos no les perjudica la competen­cia de la hierba. Son muy robustos. Son muy resistentes a la sequía. Y cambian la naturaleza del suelo hacia suelos forestales. Estos árboles van desde las acacias - de las cuales hay cientos y son fijadoras de nitrógeno - hasta los cedros rojos del oeste y del este.

Si tienes buenas especies pioneras adecuadas a una zona que quieres con el tiempo convertir en bosque, invádelo con pioneras mientras la gente se lo piensa. Entonces la gente puede hacer lo que quieran a partir de ahí, cortando las especies pioneras como un abono verde para su bosque.

También es aconsejable el cultivo del cedro rojo del este y del oeste. Son ambos útiles como pioneros, y por sus frutos, y mientras son culti­vados reducen otros competidores y preparan el establecimiento del bosque.

Debes utilizar este sistema si quieres vencer a los pastos. Después puedes empezar a introducir los multinúcleos. En una tierra que ha estado invadida, para devolverla a su situación anterior, haz exactamente lo mismo. Empieza con un pequeño grupo de nativas que hayan quedado y las dejas allí, desechando las exóticas. Cubre los agujeros con acolchado o con otra planta nativa, y trabaja hacia fuera a partir de ahí.

Esas dos señoras ancianas, usando sólo cucha­ras - dos cucharas y un par de cuchillos de cocina despuntados - reestablecieron unos 1.500 acres de bosque australiano nativo, en un bosque muy deteriorado. Cuando empezaron tenían unos 68 años, y acabaron cuando tenían unos 75. Escri­bieron un pequeño panfleto sobre lo que habían hecho. Decía: “Empieza donde hay más de las plantas que quieres, luego con cuchillos y cucha­ras saca todas las exóticas. Refuerza las nativas y arregla el daño producido”. Ellas hicieron el mínimo daño y continuaron plantando, traspa­sando los márgenes del bosque. Y me han dicho que ahora es un área remarcable, una vez libre de exóticas, con bosquecillos altos. Está en el norte

de Sidney, en uno de sus parques.

Esta es también el enfoque utilizado por Maijorie Spear, otra mujer de más de 80 años, aunque ella hizo justamente lo inverso. Ella escogió un bos­que nativo degradado y destrozado, y extendió dentro de éste un bosque de alimentos totalmente exótico, precisamente de la misma forma. Esta­bleciendo una serie de núcleos pequeños y densa­mente plantados, y extendiéndolo más allá de los límites del bosque.

Si olvidas este punto en particular dispersarás tus recursos, y muchas de tus especies perecerán porque no se beneficiarán de sus asociaciones.

En zonas degradadas arenosas hemos utilizado la técnica de enterrar todos los desperdicios metálicos domésticos, acolchando, y luego plan­tando en su perímetro. Parece funcionar muy bien. Obtienes una gradual liberación de hierro y zinc de todas las latas oxidadas. Llena los aguje­ros en la arena con desperdicios, acólchalo con humus, porque los elementos no se liberarán a menos que haya ácido húmico, y luego planta en sus alrededores. Tengo muchas plantas en este tipo de emplazamiento, pero últimamente no he estado allí. En los suelos, a menudo es el ajuste del pH lo que es erróneo, y no la falta absoluta de un elemento, excepto en arenas, donde muy bien puedes tener una falta de elementos.

Y ¡Bien!. Hemos acabado con los bosques.

Los Bosques en PermaculturaE s el décimo de una serie de 15 panfletos basados en un

curso de diseño dado por Bill Mollison en el Centro de Educación Rural, Wilton New Hampshire, USA. La trans­cripción de las grabaciones del curso, y la organización en 15 temas, la hizo Elizabeth Beyor, desinteresadamente. Thelma Snell lo pasó todo a máquina e hizo los arreglos.

Ha sido editado en inglés por Yankee Permaculture.PERMACULTURA MONTSANT, ha realizado la tra­

ducción y edición castellana.(colaboradores: Mireia Virgili, Emil Tost, Richard Wade

y Inés Sánchez.)