Tema II: CONTEXTO GEOGRÁFICO E HISTÓRICO DE LA BIBLIA4. Geografía, historia y arqueología bíblica

Todo libro tiene su "contexto" literario; pero también su "contexto histórico" y así mismo "geográfico", pues nace en el tiempo y en este mundo.

De ahí los motivos que nos mueven a tener en cuenta la Historia al acercarnos a la Biblia; y por ende, también el marco geográfico de la misma. El primero es que la Biblia es la Historia de la Salvación escrita, en la que Dios ha ido revelándose "progresivamente" a "través del tiempo": De una manera fragmentaria y de muchos modos habló Dios en "el pasado" a nuestros Padres por medio de los Profetas; en estos " últimos tiempos" nos ha hablado por medio de su Hijo. (Hebr 1,1-2).

Muchos libros de la Biblia nos hablan de Historia: historia de los Patriarcas, de los Jueces, de los Reinos de Israel y Judá, de los Profetas, etc..

En la Historia de la Salvación hay un "antes" - un tiempo de las Promesas - y un "después", el tiempo de su cumplimiento. El lenguaje mismo de la Biblia es el de un pueblo en momentos históricos determinados: un lenguaje con frecuencia distinto del nuestro.

En general todo libro humano tiene, amén de su contexto literario, su contexto histórico, que es el del momento y lugar en que ha nacido.

De ahí la importancia primordial de atender a la “Historia" de la Biblia y sus libros. Con ello está dicho que habremos de atender también a la Geografía y a la Cronología, esas dos coordenadas del tiempo y del espacio que son "los ojos de la Historia".

Y es que la Biblia misma ha tenido su sucesión en el tiempo: es una revelación progresiva en el tiempo por hechos y palabras. De ahí que sea conveniente para entenderla colocar sus partes en una sucesión cronológica. Así se resolverán cosas que sino serían contradictorias, vgr. Las atrocidades de la conquista de Josué y el Sermón de la Montaña; la poligamia de los antiguos y la prohibición del divorcio en el N. Testamento, etc. Hay que tener en cuenta el progreso de la revelación y las condiciones históricas del Pueblo de Dios; como hay que tener en cuenta lo que pretendía el autor del libro y no las cuestiones que hoy nos planteamos nosotros, vgr. en el relato de la creación. El método crítico es un justo medio entre ver sólo el esquema tradicional y las arbitrariedades al leer la Biblia.

Tampoco habrá que olvidar que la Biblia es un libro inspirado, escrito en, por y para la Iglesia, a cuya tradición en cosas de fe y costumbres habrá que atender: eso también en nombre de la crítica histórica.

El "espacio" de esa Historia es el "marco geográfico" o escenario de la Palestina, donde ha vivido el Pueblo de Dios.

4.1. El marco geográfico de la BibliaUn punto importante para un buen acercamiento a la Biblia es también, como acabamos de decir, su

marco geográfico. ¿Entendería uno del trópico lo que dice Dios de dar a los hebreos la lluvia "temprana" y la "tardía”. También por su relación con los pueblos limítrofes.

4.1.1. La salvación nos viene de Jesucristo, que nació en Belén y murió en Jerusalén, viviendo y predicando en Palestina con imágenes de su tierra, etc... Él es el descendiente de Abrahán, en quien se cumple una promesa, que se realiza en el pueblo de Israel a través de su historia.

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Esa Historia es Sagrada para nosotros; y la Palestina, la Tierra Santa, su escenario. Ha sido así porque Dios lo ha querido: Dios eligió a Abrahán y sus descendientes y escogió ese país para su Pueblo, con el fin de bendecir a todos en Cristo Jesús.

En la Tierra Santa se preparó y se realizó nuestra salvación a través de la historia con los Patriarcas, los Reyes, los Profetas y tantos otros creyentes desconocidos. La Tierra Santa es también nuestra tierra, y la Historia Sagrada es también la nuestra.

4.1.2. La Tierra Santaa) Su relación de los diversos continentes.

Notemos ante todo el lugar céntrico que Palestina, el país del Pueblo elegido, ocupa en el mapa del mundo. Es el punto de reunión de los tres continentes (Asia, África y Europa), que han representado hasta ahora el papel más decisivo en la historia de la humanidad. Está en el centro del "fértil creciente", de donde brotó pujante, a partir de hace poco mas de 6.000 años, nuestra civilización. Es un paso obligado de Europa y Asia hacia Egipto y viceversa. Egipcios, asirios y babilónicos; persas, griegos y romanos en los tiempos bíblicos; y mas tarde los bizantinos, árabes y turcos, franceses e ingleses han ido dejando vestigios de su dominación o paso por allí.

b) Nombres.El centro del "fértil

creciente" lo ocupan Siria al norte y el país que nos ocupa, al sur: el país que sus antiguos pobladores llamaron "Tierra de Canaán"; Los hebreos, la "Tierra prometida o de Israel"; los asirios y los babilónicos, primero "país de los amorreos" u occidentales y más tarde país de los filisteos. Los griegos, por los filisteos, la denominaron Palestina, nombre con el que la designamos también hoy nosotros, así como también con el de Tierra Santa.

c) Situación y límites de Palestina. Ya hemos dicho que con Siria es el centro del “Fértil creciente", cuyos extremos son Mesopotamia y

Egipto. Esta banda de tierra cultivable, tierra hospitalaria entre el desierto arábigo y el mar Mediterráneo, era el paso obligado y el eslabón entre los grandes imperios de la antigüedad: un intermedio necesario entre el este y el oeste; entre el norte y el sur. Se lo disputaron egipcios e hititas, asirios, babilónicos, persas, griegos y romanos. Una tierra destinada a ser presa de combates incesantes. Y lo fue más Siria que Palestina por sus vías más fáciles de acceso al mar Mediterráneo. Palestina, más quebrada también que Siria, podía gozar de un relativo aislamiento, sobre todo Jerusalén, su capital.

4.1.3. La arqueología bíblica y los textosLa inmensa multitud de los textos encontrados por los arqueólogos en el Medio Oriente nos permite

colocar la Sagrada Escritura en un contexto literario real. Ya no nos parece la Biblia desde el punto de vista literario como algo único, una pieza caída del cielo o venida de otro mundo. Es evidente que los hebreos tomaron no poco directa o indirectamente de sus vecinos. El Pueblo de Dios estuvo en la encrucijada de varias civilizaciones y bebió de las tradiciones de Egipto, de Mesopotamia y de Canaán. Innumerables textos

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sumerios, hititas, egipcios, mesopotámicos y cananeos pueden ser hoy relacionados con las páginas del Antiguo Testamento. Así como los de Qunrán con los del Nuevo Testamento.

Las leyes mosaicas tienen sus paralelos con los códigos sumerios, asirios, hititas y babilonios; las lamentaciones o salmos de súplica nos recuerdan piezas parecidas de Mesopotamia; el salmo 104 tiene sus analogías con el himno al dios Atón (el Sol) de Akenatón; el 29 (28 de la Vulg.) Parece copiado de un salmo de Ugarit a Baal para aplicárselo a Yahvé; no pocos proverbios de la Biblia tienen su paralelo en proverbios egipcios o sumerios; se habla de un Job sumerio y otro babilonio; los oráculos de los profetas de Israel tienen su parecido externo con los inspirados de Mari.

Esto no quiere decir que Israel no tenga su originalidad, aun en cosas tomadas de sus vecinos: lo tomado, generalmente está profundamente transformado al integrarlo en su propia tradición. La diferencia entre el relato bíblico de la creación y el babilónico es enorme: según este último el dios Marduk fabricó el mundo con el monstruoso cuerpo de Tiamat, a la que con dificultad pudo dominar. El diluvio mesopotámico es el fruto de la rivalidad de los dioses, mientras que en el Génesis es el castigo de los pecados de la humanidad.

Los textos encontrados en el Medio Oriente nos ayudan a entender expresiones bíblicas concretas que en otro caso pudieran ser difíciles o menos claras: "el que cabalga por los cielo? (Salmo 68,33) en Ugarit se refiere a Baal, dios Cananeo de la vegetación; la alusión de Is. 27 a Leviatán, la serpiente huidiza y tortuosa, aparece en Ugarit; En un texto de Mari un embajador se queja de que a él no le han dado “traje de banquete” (cf. lo del vestido nupcial de la palabra evangélica, Mt. 22,11ss).

La arqueología bíblica ha favorecido sobre todo el conocimiento de los géneros literarios: de sus estructuras, su medio primitivo, su evolución. Cada texto pertenece a un género literario distinto. Hoy, como antiguamente, los documentos literarios tienen su manera diversa y su razón de ser: para comprender el pensamiento de su autor hay que colocarse en su punto de vista, tener en cuenta el género literario que usa en su obra (¿es una fábula, un cuento, una novela, un hecho histórico que relata serenamente, etc.?). El estudio de los géneros literarios, ha hecho progresos importantísimos desde hace unos decenios. Las principales investigaciones bíblicas se orientan hoy partiendo de aquí. De ahí que hayamos de volver luego sobre ellos.

Valiéndose de la literatura egipcia, mesopotámica, fenicia y otras se ha intentado definir los diversos géneros literarios empleados en el Pentateuco (la narración, el mito, la leyenda etiológica, los textos jurídicos, el género épico, las listas oficiales, etc.), en los profetas (el oráculo, la amenaza, la exhortación el relato autobiográfico, etc.) y en las demás partes del Antiguo Testamento su género correspondiente. Por los Apocalipsis judíos se han definido y valorado mejor los Apocalipsis que encontramos en la Biblia.

Las diversas clases de Salmos del Salterio (de alabanza, de súplica, de acción de gracias, los salmos reales, los cantos de Sión, los sapienciales, etc.) se han descubierto que tienen lugar generalmente en el culto del templo durante la monarquía y que no son, como muchos creyeron, un fruto tardío de la piedad judía. El estudio de la himnología del Oriente Medio nos permite así comprender mejor las plegarias del Pueblo de Dios.

En general podemos decir que la arqueología, o mejor dicho, por ella, tenemos acceso, no sólo a los textos, sino a la vida misma de los pueblos de la antigüedad: nos lo revelan sus mitos, sus cantos y sus códigos; e igualmente con respecto a los textos y vida del Pueblo de Dios.

4.1.4 La arqueología bíblica y la religiónPor la arqueología bíblica podemos ubicar el contexto religioso de la Biblia, pues nos informa

de las preocupaciones espirituales del Oriente Medio en los tiempos bíblicos, de los ritos y tradiciones religiosas que Israel asimiló o rechazó; del culto y sectas religiosas dentro de Israel.

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Las fiestas de Israel vemos que tienen una larga historia y que algunas se remontan a un período anterior al Pueblo de Dios

Los santuarios semíticos sirvieron de modelo al Templo de Yahvé en Jerusalén. El culto de Jerusalén fue organizado partiendo de tradiciones extrabíblicas adaptadas más de una vez a la fe de Israel. Así et sábado, observado ya antes por los babilonios, los cananeos y los quenitas, adquiere una tradición peculiar o mejor dicho una significación popular en la tradición judía: el Deuteronomio lo ha relacionado con la emancipación de los hebreos realizada por Yahvé; el Código Sacerdotal lo ha insertado en el relato de la creación, dándole a la vez un carácter litúrgico y escatológico.

La Pascua tiene también una larga historia. Su origen se remonta a la época en que los antepasados de Israel eran pastores; más tarde la tradición la vincula estrechamente al éxodo. Al iniciarse el Nuevo Testamento es la fiesta principal de los judíos, que evoca y anuncia la obra salvadora de Dios.

La arqueología nos revela también cuáles han sido las tentaciones del Pueblo de Dios por su contacto con las religiones del Medio Oriente. En Egipto, dominado por las preocupaciones de ultratumba, los ritos funerarios jugaban un papel muy importante; Babilonia se presentaba como la ciudad de los adivinos, de los magos y de los astrólogos, siendo además la ciudad de Marduk, cuyas solemnes fiestas congregaban cada año millares de peregrinos el día de año nuevo. Canaán se caracterizaba por el culto a las fuerzas de la naturaleza y su apetito de placer, que se expresaba en ritos orgiásticos con la prostitución sagrada. El Antiguo Testamento denuncia la adoración de los Baales y Astartés y condena la inmoralidad de los cananeos. Pero los textos fenicios de Ugarit nos permiten comprender mejor la razón de estas tradiciones y el atractivo que ejercían en el Pueblo de Dios. Y es que Baal, la divinidad suprema de la vida, era la que aseguraba la fertilidad de los campos, la fecundidad de los rebaños y de los hombres; pero se encuentra con Mot, el dios del grano maduro, que evoca la sequía y la muerte. La lucha entre Baal y Mot ocurre todos los años. Baal, vencido, desciende a la morada de los muertos durante la estación seca; pero luego asciende triunfante cuando la lluvia empieza a caer sobre el país de Canaán. Los ritos cananeos tienen por objeto asegurar la victoria de Baal, necesaria para la humanidad. El canaaneísmo es la religión de la vida, el culto de su fuerza vital en su forma más elemental. Cuando Israel, procedente del desierto, penetra en Palestina se enfrenta con esta religión: el amo de aquella tierra es Baal. ¿Por qué no se puede dar culto a Baal sin abandonar las tradiciones de los padres, el culto a Yahvé? Elías (siglo IX) protesta contra estas componendas y un siglo mas tarde Oseas: ¡Sólo Yahvé es el dueño de toda la tierra; El que da el pan y la vida!

Yahvé, Dios de Israel, se apodera del dominio de Baal sin convertirse por eso en una fuerza cualquiera de la Naturaleza y tener que descender cada año vencido al mundo infernal. La lucha de Elías y de Oseas cobra todo su sentido cuando medimos la importancia del culto de Baal en Canaán.

Así la arqueología bíblica, al revelarnos el ambiente religioso que rodea al pueblo escogido, nos asegura con ello una mejor comprensión del mensaje de la S. Escritura.

Un hallazgo importante para una mejor comprensión del N. T. ha sido el de 1945, en el monasterio copto del Chenoboskion, en Nag Hammadi (alto Egipto) de una colección de 13 códices gnósticos (unos mil folios), escritos en los ss. II y III. Nuestro conocimiento del gnosticismo de fines del s. 1 y del s. II se basaba únicamente en las referencias de los Padres Apostólicos: ahora tenemos abundante documentación de las mismas fuentes del gnosticismo 15.

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MONTE CARMELO

MONTE TABORCIUDAD DE JERUSALÉN

Apéndice: LA BIBLIA: GEOGRAFÍA DE ISRAELComo vimos anteriormente la comunicación con Dios tiene lugar en un espacio y un tiempo determinado. Se revela al hombre que pertenece a una raza y un pueblo bien definidos.

El Medio Oriente, sin ser un área muy extensa en territorio, tiene el privilegio de que en ella se desarrollaron las culturas más antiguas que conocemos.

Es un territorio donde podemos decir que convergen las civilizaciones provenientes de África, Europa y el lejano Oriente. Sirios, Cananeos, pueblos de la Mesopotamia, Egipcios, Fenicios, fueron pueblos que en paz y guerra tuvieron su protagonismo en el transcurrir del tiempo y espacio. Los ríos, las montañas, no sólo son lugares en los que se narran las historias sino que se convierten en lugares teológicos de gran importancia.

Medio Oriente es la cuna de tres grandes culturas y religiones actuales: Judaísmo, Islamismo y Cristianismo. En cada una de ellas se hace mención de lugares físicos los cuales en ocasiones son parte de la teología de cada una de las religiones, la geografía deja de ser mero espacio para convertirse en un lugar sagrado.

Así tenemos, por ejemplo, el caso de Egipto. Lo encontramos en los libros en que se mencionan a Abraham, José, Jacob, Moisés y los profetas refiriéndose al Nilo. También podemos mencionar el caso de Mesopotamia y su relación con Canaán en los mitos presentes en el Génesis (diluvio, Babel, Creación, etc)

1. TIERRA SANTA (PALESTINA, CANAÁN, ISRAEL, TIERRA PROMETIDA)Conocer la geografía de la Tierra Santa, nos permite entender muchas de las narraciones, costumbres y formas de vida de los protagonistas que sin duda se ven influenciados por las características regionales del territorio y climas imperantes.

Palestina es un territorio que se extiende desde el norte en la ciudad de Dan hasta Berseba, en el sur (unos 270 Km.) y con la península de Sinaí unos 380 Km. Su ancho desde la costa hasta el Jordán, en el norte, es de 50 Km. y de 80Km desde el Mediterráneo hasta el Mar Negro. La Transjordania no supera un ancho mayor de 30km. La superficie total es de aproximadamente 26,000 km2. A modo de comparación pensemos que nuestro país tiene 48,000km2, poco menos del doble del territorio de Tierra Santa.

2- ZONA COSTERA. Es una franja formada por varias llanuras que tienen como límites al norte Tiro y Sidón, y al sur el desierto de Negueb. Es un terreno apto para la agricultura con excepciones a causa de las dunas ente Jope y Escalón. Es una zona que por su condición geográfica es un corredor natural de comunicaciones y migraciones. Se destaca el monte Carmelo, la llanura Filistea, Fenicia, etc.

3- LAS MONTAÑAS DE EFRAÍN Y DE JUDÁ.Es la columna vertebral del territorio de Israel, va de Norte a Sur. Es un grupo de montañas no muy elevadas, el monte Garizín de 880 mt

y el monte Tabor de 588 mts. al norte.

Esta región fue base del asentamiento del pueblo de Israel con las capitales del reino del norte, Samaría y del reino del Sur, Jerusalén, así como un asentamiento de los pueblos y santuarios.

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ZONA COSTER

AMONTAÑAS DE EFRAÍN Y

JUDÁ

MONTAÑAS DE LA TRANSJORDANIA

DESIERTO DE ARABIA

DESIERTO DEL SINAÍ

MONTE HERMÓN

MAR DE GALILEA

RÍO JORDÁN

MAR MUERTO

ALTURAS DEL GOLÁN

DESIERTO DEL NEGUEB

4. LA DEPRESIÓN DEL JORDÁNEl nacimiento del río tiene lugar en el monte Hermón al norte en Libia. Desde su nacimiento el río pasa por el lago de Hulé hasta su destino final, el mar muerto, con una longitud de 105 km.

Desde el lago Hulé hasta el Lago de Genesaret (mar de Galilea) situado a unos 16 Km., desciende unos 200 m. Esto produce que el río baje

a gran velocidad por lo que de ahí su nombre “Jordán = el que desciende con fuerza”.

El mar de Galilea tiene un área de 20km por 12km y con una profundidad máxima de 40m. En el sur continúa el Jordán al que se le unen afluentes procedentes de la

Transjordania, los ríos Yarmuk, Yabboq y Arnón en la unión con el Mar Muerto.

El Jordán desemboca en el Mar Muerto, que es un área de 15km por 85km y 400m de profundidad, éste carece de vida orgánica debido a su alta concentración de sal, llamado el mar del AT.

5. LAS MONTAÑAS DE LA TRANSJORDANIASon una serie de colinas, situadas al norte, que forman una meseta fértil que conocemos con el nombre de “Altos del Golán”, un poco más al norte se encuentra la ciudad de Damasco, centro de las caravanas que atravesaban de norte a sur la tierra de Israel. Un poco más al sur encontramos la región de Basan, tierras de gran riqueza agrícola. Más al sur se encuentran la tierra de Galaad y el territorio de Moab.

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DESIERTO DE JUDEA CAMPOS DE GALILEA

CIUDAD DE JERICÓ

6. EL DESIERTO DEL NEGUEBEste desierto se encuentra en el sur siendo una región de transición entre las montañas de Judá y el Desierto de Arabá y la península del Sinaí. (Am 1,11-12; Is 34; Jer 49,7-22). Tuvo su importancia pues en estos territorios se controlaban y protegían las caravanas.

Otras vistas de Tierra Santa…

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