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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 1 Rev. William Marriom Branham

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 1

Rev. William Marriom Branham

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 2

50-0227 (e) Dios En Su Pueblo

53 - Cuando la mujer en el pozo de Samaria, la

mujer Samaritana. El estaba teniendo una

conversación con ella, le dijo: "Ve y trae a tu

esposo." Ella le respondió: "No tengo esposo." El le

dijo: "Dices bién, porque cinco has tenido y con el

que ahora vives, no es tu marido." Ella le dijo: "Me

parece que Tú eres profeta."

54 - Los discípulos vinieron rápidamente y ella

se fue a la ciudad diciendo: "Venid y ved a Un

Hombre que me ha dicho todas las cosas que he

hecho." ¿No es Este el Cristo?

En Tu Palabra

17 Él habló con la mujer samaritana en el pozo.

Despidió a los discípulos. Él sabía que ella iba venir y

comenzó a hablar con ella. Y entonces fue

directamente. Después que entró en contacto, al

hablar con ella...

18 Si Uds. notan muchas veces en la noche, yo

llamo la atención de alguien y comienzo a hablarles,

especialmente en la plataforma. Eso les habla a

ellos. Primero, yo tengo que entrar en contacto con

sus almas. Y entonces cuando eso comienza a vibrar

en contra suya, el poder del Espíritu Santo les

discierne claramente a través de su vida, y Ud. ve

ese cuadro ante Ud.

Aguas de separación

60.- Ahora aquí se encuentra una mujer, yo soy

Americano y ella es de origen Etíope, es una escena

similar a Jesús y la mujer en el pozo; El era Judío y

ella Samaritana. Señora, no la conozco, ¿verdad?

Nunca la he visto en mi vida y no sé nada de Ud., es

la primera vez que nos encontramos o sabemos

algo el uno del otro. ¿Qué podría hacer yo? Somos

de la misma sangre, ella es Etíope y yo Americano,

aún el Chino de raza amarilla, todos somos de una

misma sangre ya que a todos se nos puede dar

sangre de otro ser humano. Pero de un animal no se

puede hacer ninguna transfusión, tiene que ser de

un ser humano.

Contendiendo Ardientemente Por La Fe

38 Muy bien. Venga aquí, señora. Ahora, yo

quiero preguntarles a Uds.; aquí parada está una

mujer, parada aquí otra vez en esta noche, creo que

ocurrió hace unas cuantas noches, la misma cosa. La

señora es una–una mujer de color. Y ella, desde su

principio, su origen, es una etíope, y yo soy un anglo

sajón, o de la raza blanca. La misma cosa aconteció

en Samaria cuando Jesús encontró a la mujer

samaritana. Y ella dijo: "No es costumbre que Tú

tengas algún trato con nosotros". Porque ellos

tenían un asunto racial en aquel día. Pero Jesús

claramente le dio a saber que no había diferencia

entre la gente. Correcto.

"Porque los hombres ni adoran en este monte o en

Jerusalén", El dijo: "Pero los hombres adoran a Dios

en Espíritu y en verdad, y el Padre busca que le

adoren tales adoradores". ¿Ven? En Espíritu y en

verdad.

Ahora, pero sólo como un ejemplo. Aquí está la

mujer, yo me supongo que somos desconocidos el

uno del otro, no nos conocemos el uno al otro. Pero

Dios nos conoce a ambos. Y El la conoce a ella como

etíope; El me conoce a mí como anglo sajón. Y

ambos somos de la misma sangre. Dios hizo de una

nación, un hombre, sangre... Cada ser humano tiene

la misma clase de sangre. Puede dar trans–... El

chino, el japonés, el amarillo, el cobrizo, el negro, el

blanco: todos ellos son de la misma sangre, es sólo

el color de su piel. Porque Jesucristo murió por

nosotros dos.

Nos paramos aquí en esta noche; ella es Cristiana;

yo sé que ella es una Cristiana, porque... ¿Cómo

supe eso? De la misma manera que Jesús sabía que

Felipe [el Hermano Branham quiso decir: Natanael–

Trad.] era un–un creyente. ¿Ven? El dijo: "He aquí

un Israelita en quien no hay engaño (honesto y

verdadero)". Yo nunca la vi a ella antes, ¿cómo supe

entonces que ella es una Cristiana? Porque se está

moviendo aquí un espíritu de bienvenida. ¿Ven? Ella

es una Cristiana. Ella cree.

Ahora, ella está aquí por algún propósito. Dios sabe

eso, yo no. Pero si El lo revela, entonces el

Cristianismo del año 33 después de Cristo, está en

operación en 1955. ¿Es verdad eso? Entonces,

Jesucristo sí es el mismo ayer, hoy, y por los siglos,

¿no es así?, así como con los apóstoles.

57-0925 (v) Preguntas Y Respuestas Hebreos (Parte

I)

208 Mire a Jesús. Ellos dijeron: “No queremos a

ese hombre. Sabemos que El es un Samaritano. Está

loco. ¿Tú nos vas a enseñar? Tú que naciste en

adulterio. Tú que no eres nada más que un hijo

ilegitimo. ¿Quién es tu padre? ¡Tú dices que Dios es

tu padre, tú eres un blasfemo! ¿Tú quieres decirnos

a nosotros? Nosotros hemos sido predicadores,

hemos sido obispos; nuestros bisabuelos y los

tatarabuelos de nuestros tatarabuelos eran

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 3

predicadores y obispos. Nosotros nacimos y fuimos

criados en la iglesia. Nosotros hemos ido a los

seminarios de más renombre. Sabemos cada

Palabra a la letra. ¿Y tú tratas de enseñarnos? ¿A

qué escuela fuiste? ¿De dónde tomaste esta

enseñanza?”

209 El les dijo: “Uds. son de...vuestro padre el

Diablo”, Jesús les dijo.

210 Y ellos no tenían señales y maravillas entre

ellos. Ellos no tenían sanidades Divinas y esas cosas

entre ellos. Ellos no tenían bendiciones entre ellos.

Pero Jesús era absolutamente una revelación

espiritual de las Escrituras.

211 Ellos decían: “Esta escrito esto y eso”.

212 Y Jesús les decía: “Sí, pero también está

escrito”. Y Dios vindicaba a Su hombre por sus

señales.

57-1002 (v) Preguntas Y Respuestas Hebreos (Parte

2)

448 Ahora fíjese en Jesús en la fiesta en ese día.

Ellos le dijeron: “Sabemos que estás loco”. Las

palabras correctas son: “Tú has perdido la mente”.

(Perder la mente es estar “loco”.) “Sabemos que tú

estás loco. Tú eres Samaritano, tú tienes demonio”.

(San Juan, el capítulo 6). Y le dijeron: “¿Tú dices que

has...visto a Abraham y no eres un hombre mayor

de cincuenta años de edad?” (Tal vez se haya visto

un poco mayor que Su edad, pero solamente tenía

treinta años, pero Su obra)...Y le dijeron: “¿Nos

quieres decir que tú un hombre no mayor de

cincuenta años de edad, ‘has visto a Abraham’?

Ahora sabemos que tú estás loco”. ¿Ve?

Y les contestó: “Antes que Abraham fuera, YO SOY”.

El ojo de Dios

57 Ahora, si el Señor Dios me revelara aquello por lo

que Ud. está parada aquí, así como lo hizo con la

mujer samaritana junto al pozo…Él descubrió su

problema. Y tan pronto como le dijo en dónde

estaba su problema, ella dijo:

“Señor, me parece que eres profeta. Nosotros

sabemos que cuando el Mesías venga, Él hará estas

cosas, nos mostrará estas cosas”.

58 Y ella creyó que Él era un profeta, pero Jesús le

dijo: “Yo soy el que habla contigo”. Y ella corrió a la

ciudad y dijo: “Venid, ved a un hombre que me ha

dicho todo lo que yo he hecho. ¿No será este el

Mesías?”. Si esa fue la señal del Mesías entonces, es

la señal del Mesías hoy, si Él sigue siendo el mismo

de ayer, hoy y por los siglos.

¿Se irá la iglesia antes de la tribulación?

105 Cuando El vino a los samaritanos, la mujer

estaba junto al pozo, una hermosa mujer

samaritana.

106 Recuerden, sólo hay tres naciones de gente.

Son los judíos, los gentiles y los samaritanos: los

descendientes de Cam, Sem y Jafet. Y los

samaritanos eran medio judío y medio gentil. Y Uds.

recuerdan cuándo eso comenzó, cuando ellos se

casaron con sus mujeres, etc.

107 Y esta mujercita joven llegó allí, la que creemos

en nuestro país que sería una mujer de mala fama,

pero no era así. Este muchacho aquí de la India

podría decirles eso. Este es un libro oriental, y Uds.

están tratando de leerlo con una educación

occidental.

108 Cuando yo fui a la India, y bajé del avión, en

Bombay, allí estaba el obispo de la iglesia metodista

y los demás parados allí. Dijeron, “No nos diga que

Ud. es un misionero, Señor Branham. Nosotros

sabemos más de la Biblia que lo que Uds. yankees

jamás podrán conocer”. Y esa es la verdad. El dijo,

“Nosotros tuvimos la Biblia dos mil años antes de

que Uds. fueran una nación”. Eso es correcto. La

iglesia de Santo Tomás está allí todavía, a donde

Santo Tomás fue y predicó. “Pero,” dijo él,

“entendemos que Dios le ha visitado a Ud., para

hacer que esta Biblia viva nuevamente”. Dijo, “Eso

es lo que deseamos saber”. Eso es. El mundo está

hambriento por el pan viviente.

109 Esta mujer samaritana, parada allí junto al

pozo, Jesús le dijo: “Mujer, dame de beber”.

110 Pues, ella le dijo que allí ellos tenían

segregación. Pero El le dio a entender que no existía

ninguna diferencia. Dios hizo todas las gentes de

una sola sangre.

111 Y El dijo: “Si supieras con Quién estás hablando,

tú me pedirías a Mí de beber”.

112 Y la conversación siguió hasta que El pudo

captar su espíritu. Entonces El encontró cuál era su

problema. Le dijo, “Ve trae tu marido y ven aquí”.

113 ¿Qué pasó cuando al judío le fue dicho eso? El

judío dijo, “Tú eres el Hijo de Dios”. Eso es correcto.

114 ¿Qué le sucedió a la samaritana cuando le fue

dicho: “Anda trae tu marido y ven aquí”?

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 4

115 Ella dijo, “Señor, me parece que Tú eres

profeta. Ahora, sabemos que cuando venga el

Mesías, el cual es llamado el Cristo, cuando El

venga, El nos dirá estas cosas. Pero ¿quién eres Tú?”

El dijo, “Yo soy, el que habla contigo”.

116 Ella corrió a la ciudad, y dijo, “Vengan y vean a

un Hombre que me ha dicho las cosas que he

hecho. ¿No es éste el Mesías”?

117 Y El nunca hizo eso ni una sola vez con algún

gentil. ¿Por qué? Es que lo dejó para el día

presente. Eso es lo que El dijo aquí, “En los días

cuando El Hijo del Hombre se revele a Sí mismo

desde el Cielo”. El se está revelando ahora mismo a

la Iglesia, para misericordia. La próxima vez que El

se revele será en destrucción, para aquellos que han

rechazado el Mensaje.

El Poderoso Conquistador

68.- Ahora, aquí está una dama como de la edad de

mi mamá, supongo yo; y hasta donde sé, nunca en

mi vida he visto a esta dama. ¿Somos desconocidos

el uno para el otro, señora? Si, somos desconocidos.

Ahora, de nuevo esto es un cuadro de San Juan 4:

un hombre y una mujer que se encuentran por

primera vez. Si esta Biblia es la Palabra de Dios que

dice: "Jesucristo es el mismo de ayer, hoy y por

siempre". Él dijo: "Las obras que yo hago, vosotros

también las haréis". Y lo declaró a los judíos cuando

le dijo a Felipe donde estaba Natanael… o a

Natanael, que estaba debajo de un árbol cuando

Felipe lo llamó. Él se lo declaró a Pedro al saber

quién era, cuál era su nombre y cuál era el nombre

de su padre. Se lo declaró a la mujer junto al pozo al

decirle… ella era samaritana, al decirle que había

tenido cinco maridos; y ella fue a la ciudad y dijo:

"¿No será este el Mesías, el Cristo?" Pero nunca

hizo eso con un gentil, ni siquiera una vez, ¿por

qué? La copa de iniquidad de los gentiles todavía no

estaba llena. Ahora es el tiempo de los gentiles.

69.- Si Él se dio a conocer tanto a judíos como a

samaritanos de esa manera, tendrá que hacer lo

mismo con los gentiles o no es el mismo. Recuerden

ahora, entonces es en presencia de Cristo. Sean

reverentes, oren y Dios los bendiga ahora.

58-1005 (v) Hombre Llamado Por Dios

127 Ahora, nos damos cuenta que sólo hay tres

nacionalidades de gente en el mundo, eso es: Judío,

Gentil, y Samaritano; lo cual es Cam, Sem, y la gente

de Jafet. ¡Judío, Gentil, y Samaria!

¿Cuáles son las obras de Dios?

57.- Ahora, esta gente de Samaria, que era mitad

judía y mitad gentil, tenía suficiente sangre judía y

suficiente religión como para esperar al Mesías. Un

día Jesús fue y se sentó… el pozo era algo así como

esta vista panorámica aquí. Todos los discípulos

habían ido a buscar comida y mientras ellos iban,

una agradable joven fue al pozo a buscar agua, tal

vez no se dio cuenta que Él estaba allí. Él le dijo:

"Mujer, dame de beber". Ella buscó y vio a un

hombre de mediana edad.

58.- Él tenía solo treinta años, pero lo habían

estimado de cincuenta, cuando le dijeron: "¿No

tienes cincuenta años y has visto a Abraham?

Ahora sabemos que tienes demonio". Jesús

respondió: "Antes que Abraham fuese Yo soy". Pero

ella dijo: "No es costumbre que Uds. los judíos le

pidan así a una mujer de Samaria. Nosotros no

tenemos trato, hay segregación, no nos tratamos

unos con otros". Él le dijo: "Si tú supieras quien

habla contigo". Fíjense, está haciendo contacto con

el espíritu de la mujer. "Si tú supieras quien habla

contigo, me pedirías de beber".

59.- Fíjense, la conversación continuó por un rato,

¿qué estaba haciendo Él? Noten ahora, ese fue

Jesús ayer. Está haciendo contacto con el espíritu de

ella, encontrando cual era su problema. La

conversación continuó sobre la adoración en

Jerusalén o en el otro monte y al rato Jesús dijo…

Encontró cual era el problema de ella y le dijo: "Ve,

busca a tu marido y ven acá". Ella le respondió: "No

tengo marido". Él le dijo: "Bien has dicho, porque

cinco has tenido y con el que ahora estás viviendo

no es tuyo. Bien he dicho". Fíjense ahora en ella,

ella no dijo: "Tú eres un demonio o un beelzebub".

Rápidamente se levantó y puedo ver sus grandes

ojos oscuros brillando, le dio vuelta al velo

alrededor de su cabeza, lo miró y dijo: "Señor,

paréceme que eres profeta". Oh Dios, ella sabía más

de Dios que muchos ministros hoy. Cierto. No me

gusta decir eso pero es la verdad. Ella sabía más de

Dios y dijo: "Señor, paréceme que eres profeta".

60.- ¿Cuántos están de acuerdo con ella? Todos

nosotros. Él es el profeta-Dios que Moisés

habló que vendría. Ella lo supo, fíjense en sus

palabras: "Paréceme que eres profeta". No

Beelzebub como decían los maestros, sino: "Tú eres

un profeta, nosotros sabemos, nosotros los

samaritanos sabemos que cuando venga el Mesías

nos declarará todas las cosas". Entiendan, esa sería

la señal del Mesías: "El Mesías nos declararía todas

las cosas cuando viniere". En otras palabras: "Tú

debes ser Su profeta porque supiste eso, eso era

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 5

algo… mi problema, allí es donde yo estoy en

problemas, por ser una mujer de mala fama y Tú

no me conoces. Tú eres un judío y yo una

samaritana, pero he sido enseñada y creo que el

Mesías hará esto. Pero, ¿Tú, quién eres?" Jesús le

respondió: "Yo soy el que habla contigo". Oh, ¡qué

respuesta! En eso ella dejó caer el cántaro, corrió a

la ciudad diciendo: "Vengan, vean a un Hombre que

me ha dicho las cosas que he hecho, ¿no será ese el

Mesías?"

59-0525 (e) Imágenes De Cristo

134 - Hubo una mujer, en una ocasión, en la

Biblia, San Juan capítulo 4. Jesús vino a un pozo y

había una mujer Samaritana. Ella era una mujer de

una raza diferente, y Jesús habló con ella por unos

momentos hasta que conoció cual era su problema.

Y cuando El le dijo cual era su problema, ella le dijo:

"Señor, me parece que Tú eres un Profeta. Sabemos

que cuando el Mesías venga, El nos dirá estas

cosas." Pero ellos no entendían quien era El. ¿Por

qué?, ella le dijo: "¿Quien eres Tú?". Y Jesús le

respondió: "Yo soy, El que habla contigo."

135 - Ella corrió a la ciudad de donde había

venido, diciendo: "Venid y ved a un Hombre que me

ha dicho todas las cosas que he hecho, me ha dicho

lo que es errado. ¿No es El el Mesías?."

136 - ¿Han leído eso ustedes damas?. Seguro

que sí. San Juan el capítulo 4. Bueno, si... Jesús es el

mismo ayer, hoy y por siempre; y ustedes están

paradas a dieciocho metros, o sentadas mejor

dicho. ¿Creen ustedes que Ese mismo Jesús,

hablando entre nosotros, puede revelarme lo que

ustedes desean desde aquí?. Si les he dicho la

verdad, y esta Biblia es la verdad, El puede hacerlo,

¿verdad?. Si El lo hace, ¿lo creerán?.

Plantando la Vid y como hacerlo

42.- Fue bien expresado por la mujer junto al pozo

(para terminar diremos esto) cuando ella lo vio… Él

parecía un hombre ordinario y no había nada

especial en Él, las Escrituras dicen que no había

hermosura en Él para desearlo y como que

escondimos de Él el rostro. Hoy hacen lo mismo, si

no viven de los frutos del Espíritu, si no están

viviendo de las cosas que pertenecen a Dios, Cristo

es algo poco atractivo para ellos, sólo unos

fanáticos o unos locos que no andan bien de la

mente. Pero el creyente abraza esto, esto es Vida

Eterna. Nada nos podrá apartar del amor de Dios, ni

la muerte, ni el dolor, ni el hambre ni nada nos

podrá apartar. En Su Gracia estamos seguros

eternamente, allí estamos cuando abrazamos esa

cruz.

43.- Cuando Él preguntó: "¿Me puedes dar de

beber?" Ella le respondió: "Pero no es costumbre

que Tú siendo Judío, le pidas a una Samaritana

como yo, algo así". Pero Él le dijo: "Si tu supieras…"

En otras palabras: "Si supieras cuan cerca estás de la

Fuente de Vida, Yo te daría agua que no tendrías

que venir a sacar aquí, te haría un trasplante,

Samaritana". Él dice: "Te traeré a ti pecador,

incrédulo que no crees en esto, si tan sólo me

permitieras arrancarte en esta mañana, Yo te

plantaré junto a ríos de agua y te pondré en

posición por medio del bautismo del Espíritu Santo,

para que creas que cada Palabra que Yo digo es la

Verdad. Si tan sólo me permitieras arrancarte esta

mañana, serías un buen pámpano. Tú no eres parte

de ese huerto silvestre; tú perteneces acá, así que

déjame arrancarte y plantarte en Mi Nombre, junto

a las corrientes, junto a cada tributario de la Palabra

de Dios, donde toda Palabra de Dios es Verdad y

toda Promesa Divina es la Verdad. Te plantaré junto

a corrientes de una sola agua y un Dios, darás fruto

en tu tiempo, tus hojas no caerán y lo que hagas

prosperarás, te pararás aún cuando no haya otro

lugar dónde pararse, tú lo harás de todas formas

sabiendo que Dios hizo la promesa. Déjame

arrancarte".

44.- Él dijo: "Y te plantaré acá junto a esta agua que

tú… ya no tendrás que recurrir a esos lugares de

credos y denominaciones para hallarlo, de todas

formas allí no lo puedes hallar. Déjame

desarraigarte de ese viejo pozo de donde tienes que

llevar baldes de hojalatas y haces ruido, luchas y

demás para beber un poco, luego vuelves y bebes

otro poco. Yo te daré Vida Eterna y gozo, como un

pozo que burbujea para Vida Eterna, permíteme

hacerlo por ti. Cristo le dijo eso a la mujer pecadora

y esta mañana le dice lo mismo a la iglesia.

¿Por qué clamas? Dí.

55.- La samaritana, cuando Él le dijo: "Dame de

beber". Aquella mujer de la nación de samaria dijo:

"Oh, eso…". Él le dijo: "Dame de beber". Y ella le

dijo: "No es costumbre que Uds. los judíos le pidan

tales cosas a los samaritanos, yo soy una mujer de

Samaria". Él le dijo: "Pero si tú supieras con quién

estás hablando, me pedirías y Yo te daría de un

agua que no tendrías que venir aquí a sacarla". La

conversación continuó por un momento hasta que

Él descubrió cuál era su problema y le dijo: "Ve,

busca a tu marido y ven acá". Ella le respondió: "No

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tengo marido". Él entonces le dijo: "Cierto, porque

cinco has tenido y el que ahora tienes no es tu

marido, bien has dicho". Ella le dijo: "Señor…". Oh

hermano, de inmediato el Espíritu de Dios en

aquella mujer… "Señor, paréceme que eres profeta,

sabemos que el Mesías vendrá y nos dirá estas

cosas; pero, ¿Tú quién eres?" Él le respondió: "Yo

soy Él". Ella dejó caer el cántaro del agua y se fue.

Bebió de un pozo que manaba en su alma. Corrió a

la ciudad y dijo: "Venid y ved a un Hombre que me

ha dicho lo que yo he hecho, ¿no será ese el

Mesías?"

Poseyendo Las Puertas DelEnemigo

91 Observen a la mujer samaritana cuando vino.

Ella era una samaritana, (no una judía), una

samaritana. Y El dijo: "Tráeme de beber". Y la

conversación continuó.

Ahora esto es para los nuevos.

92 Y la conversación continuó. Ahora, ella no sabía

nada de que El fuera un Mesías. El sólo era un—un

Hombre, un judío. ¿Ven cómo ella habló primero?

Ella dijo: "Pues, no se acostumbra que ustedes

judíos hablen así con una mujer samaritana". Ella

dijo: "No tratamos el uno con el otro".

93 El dijo: "Pero si tú supieras con Quien estás

hablando, tú me pedirías a Mí de beber. Y Yo te

traería o te daría agua que no vienes a sacar de

aquí".

94 Pues, ella dijo: "Ahora un momento". Ella dijo:

"Nosotros adoramos en este monte, y—y ustedes

judíos adoran en Jerusalén".

95 Jesús dijo: "Pero la hora viene cuando—cuando

ustedes no adorarán ni en Jerusalén ni en este

monte, sino en el Espíritu. Porque Dios es Espíritu, y

los que le adoran a El deben adorarlo en Espíritu y

en Verdad". ¿Ven? Pues, El continuó, llevando la

conversación hasta que encontró dónde estaba su

problema. ¿Saben ustedes adónde estaba su

problema? ¿Alguien sabe lo que pasaba con la

mujer junto al pozo? Ella tenía demasiados maridos,

¿no fue así? Así que El le dijo: "Ve trae a tu marido y

ven aquí".

Ella dijo: "No tengo marido".

96 Dijo: "Eso es correcto. Tú tienes cinco, y con el

que ahora vives no es tuyo".

97 Ella dijo: "¡Señor!" Ahora obsérvenla. "Señor,

percibo que Tú eres un Profeta".

Si estudian la referencia en el margen, se darán

cuenta que en el original dice, "Señor, Tú eres,

percibo que Tú eres aquel Profeta". Recuerden en la

Biblia, continuamente dice: "Aquél Profeta, ¿eres Tú

'aquél Profeta'?" ¿Qué Profeta era? El que Moisés

dijo que se levantaría.

"Percibo que Tú eres un Profeta. Ahora, nos ha sido

enseñado, y sabemos, que cuando venga el Mesías,

El hará estas cosas". Esa era la señal del Mesías.

¿Correcto? El saber cuál era su problema. Dijo:

"Sabemos que cuando venga el Mesías, El nos dirá

estas cosas. Pero ¿quién eres Tú?"

El dijo: "Yo soy, el que habla contigo".

98 Ella dejó su cántaro. Corrió a la ciudad, me

imagino, sosteniendo su corazón. Y diciendo -

manteniendo sus manos sobre su seno,

simplemente saltando - diciendo: "Vengan, vean un

Hombre Quien me dijo las cosas que he hecho. ¿No

será éste el propio Mesías? ¿No es aquel mismo que

la Biblia dice que vendría? Es un judío sentado allí,

un Hombre ordinario, parecía ser carpintero. Pero El

me dijo que yo tenía cinco maridos, y todos ustedes

saben que esa es la verdad. Este tiene que ser el

Mesías". ¿Es correcto eso?

99 Ahora, Jesús dijo: "Un poquito, un corto tiempo,

y el mundo no me verá más. Sin embargo, vosotros

me veréis, porque Yo estaré con vosotros, aun en

vosotros. Y las obras que Yo hago vosotros también

haréis. Aun más que las que Yo he hecho aquí,

vosotros haréis, porque Yo voy al Padre, y regreso

otra vez en la forma del Espíritu".

El sacrificio estaba pagado. La Simiente Real murió;

la Simiente Real resucitó de nuevo. Ahora la Iglesia

está justificada, por creer eso, y la Simiente Real

puede entrar a estas personas y aun hacerlos

coherederos, hijos e hijas de Dios.

Mas Al Principio No Fue Así

45 La samaritana es la siguiente raza. El le

apareció al pueblo samaritano, a una mujer en el

pozo. Y El conversó con ella por un rato. Y El le dijo

a ella: "Ve, llama a tu marido y ven aquí".

Ella dijo: "Yo no tengo marido".

El dijo: "Tú has tenido cinco; y con el que tú estás

viviendo, no es tu marido".

Escuchen a esa mujer; ella dijo: "Señor, yo percibo

que Tú eres un profeta. Sabemos que cuando venga

el Mesías, quien es llamado el Cristo, cuando El

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 7

venga, El nos declarará todas estas cosas. Pero,

¿quién eres Tú?"

Jesús dijo: "Yo soy el que habla contigo".

Y ella entró a la ciudad corriendo, y dijo: "Venid, ved

a un Hombre que me dijo todas las cosas que he

hecho; ¿no es éste el Mesías?" ¿Ven? Ellos estaban

esperando que viniera un Dios-Profeta. Y ellos le

conocieron porque El era el Profeta. Ahora, de esa

manera El mismo se vindicó a los judíos y a los

samaritanos. Y solamente hay tres razas de gente

en el mundo: Cam, Sem y Jafet, el pueblo de Jafet.

46 Ahora, El nunca hizo eso delante de un

gentil. Ni una sola vez cita la Escritura que El lo hizo

a un gentil. ¿Por qué? Fue dejado para otro día. El

judío incrédulo se paró allí y dijo: "El es Beelzebú, el

adivino".

Jesús dijo: "Yo los perdono por eso, pero cuando

venga el Espíritu Santo, hablen una palabra en

contra de eso, nunca les será perdonado". Ahora,

eso era para la edad gentil, porque íbamos a tener

dos mil años de predicación antes que fuera

confirmado. Y si Dios es Infinito, si Dios mismo se

dio a conocer a través de Jesucristo al obrar esa

señal (para que el pueblo supiera que El era el

verdadero Mesías), a los judíos y a los samaritanos,

El nunca pudiera permitirle a la iglesia gentil ser

juzgada por una religión intelectual. El... La misma

señal tendrá que ser hecha al gentil.

59-1126 (t) Jehova De Los Milagros

61 Ahora, nos damos cuenta que muchas

cosas... El subió a Samaria... y esa es otra nacionali-

... otra raza de gente, como el pueblo de Cam, Sem,

y Jafet. Ahora, El fue al samaritano, lo cual es mitad

judío y gentil. Y una mujer estaba en el pozo, y El

habló con ella por unos minutos, El dijo: "Dame de

beber".

Ella dijo: "El pozo es hondo; no es costumbre que

Uds.–Uds. llamen a un judío a... un judío le pida a un

samaritano algo como eso". Dijo: "Nosotros no

tenemos tratos el uno con el otro".

Y a medida que continuaba, la conversación

continuaba, finalmente El dijo: "Ve, trae a tu

marido".

Y ella fue a traer... Ella dijo: "Bueno, no tengo

marido, y...."

59-1128 (t) La Puerta Al Corazón

50 La mujer dijo que... La samaritana dijo:

"Sabemos que el Mesías, cuando El venga, El nos

declarará estas cosas. ¿Quién eres Tú?"

El dijo: "Yo soy El, quien habla contigo".

Ella corrió rápidamente y les dijo a los hombres:

"Vengan y vean a un Hombre quien me dijo mis

problemas. ¿No es Este el Mesías?"

Bueno, eso es correcto, ¿no es así? Bueno, si eso es

así, ¿por qué no pueden abrirse ahora nuestros

ojos? Si pudiéramos ver, y saber, y... Si la Presencia

de Cristo está aquí con nosotros, no debería haber

una persona débil en nuestros medios en los dos

minutos que siguen. ¿Creen Uds. eso?

08 El fue allá a los samaritanos. El tenía

necesidad de pasar por allí. ¿Por qué? El fue allá a

los samaritanos. Y allí estaba una mujer samaritana.

Y así que El pensó que le daría a ella la señal del

Mesías. Y El dijo: "Ve, trae a tu marido, y ven acá".

Ella dijo: "Yo no tengo marido".

El dijo: "Tú has dicho bien; porque tú has tenido

cinco".

59-1220 (t) Conferencia Con Dios

209 Ella dijo: "Señor..." En otras palabras, algo

como esto: "Nosotros hemos estado esperando que

venga un Mesías. Y El va a ser un Dios-Profeta. Y

nosotros sabemos que cuando El venga, El nos dirá

estas cosas. Así que Tú debes ser alguna clase de

profeta".

El dijo: "Yo soy el Mesías. Yo soy El, de quién tú

estás hablando".

210 Ella dejó ese cántaro de agua (una

prostituta y desesperada; como era la condición en

la que ella estaba), y corrió a la ciudad y les dijo a

esos hombres: "Venid, ved a un Hombre quien me

dijo lo que estaba en mi corazón. ¿No es ese el

Mesías? ¿No es ese el Mesías?"

211 En ninguna ocasión le fue hecho a los

gentiles. No, señor. Este es el día de ellos, cuando

las luces del atardecer....

212 Los judíos están ahora en una nación para

controlar el mundo. (Y en un tiempo ellos lo

hicieron). Están regresando. Observen a esa higuera

echando sus brotes allá. Uds. vigilen al judío; en

dondequiera que él esté, el calendario de Dios, Uds.

se darán cuenta. El nunca desamparará a Israel.

Pero Israel tuvo que ser cegado. Yo no estoy

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 8

diciendo esto en favor de esta judía sentada aquí.

Pero Israel tuvo que ser cegado con el fin de darnos

a nosotros una oportunidad. Los amamos. No se

preocupen, ellos florecerán otra vez. "Lo que quedó

de la oruga, comió la langosta; lo que quedó de la

langosta comió el saltón; pero Yo restauraré, dice el

Señor". Eso sólo fue comida por una temporada

para que nosotros pudiéramos ser traídos. Nuestros

ojos están abiertos.

Quisieramos Ver A Jesus Señores

27 Ahora, cuando Jesús tomó Su ministerio

terrenal... Sigámoslo unos cuantos momentos, y

observemos qué clase de cosa El hizo para probar

que El era el Mesías; y observen las actitudes de la

gente. Ahora, no para ser duro, pero permítanme

repetir eso otra vez, para que así Uds. estén seguros

de saber que es una doble declaración la que yo

estoy haciendo, la misma declaración dos veces:

veamos lo que El hizo en ese día para probar que El

era el Mesías. Y lo que El hizo en ese entonces para

demostrar que El era el Mesías, si El es el mismo

hoy, El hará lo mismo hoy. ¿Ven?

Y recuerden, El no visitó a los gentiles, y prohibió

que Su Iglesia los visitara; únicamente a los judíos y

a los samaritanos. Y los samaritanos eran mitad

judío y mitad gentil. Y únicamente hay tres clases de

pueblos sobre la tierra, de cualquier manera que

Uds. quieran tomarlo; esos son los pueblos de: Sem,

Jafet, y Cam; esto es, judío, samaritano, y gentil.

Esas son las tribus de la tierra después de la

destrucción antediluviana. Los hijos de Noé; todos

nosotros surgimos de ellos. Los lugares en los que

vivimos cambian nuestro color: blanco, negro,

cobrizo, amarillo, sea lo que fuere; pero todos

juntos, una sola raza humana. Uno puede darle al

otro una transfusión sanguínea, y vivir.

36 Por supuesto, de esa manera El mismo se

declaró entre Su pueblo judío. Pudiéramos seguir y

seguir hasta Betesda y muchos lugares diferentes en

donde El... las cosas que El hizo, mostrando a los

judíos que El era el Hijo de Dios.

Pero había un pueblo samaritano. Ahora, El tenía

necesidad de pasar por Samaria. Me pregunto por

qué. Jesús tenía que dar testimonio de Su Mesiazgo.

Así que El... Sin duda el Padre le había dicho a El.

Así que El dijo en San Juan 5:19: "De cierto, de

cierto os digo: el Hijo (el hombre, la carne, el bebé,

el muchacho, el hombre, Cristo Jesús), no puede el

Hijo hacer nada por Sí mismo, sino lo que ve hacer

al Padre... también lo hace el Hijo igualmente". En

otras palabras: "El Padre me muestra qué hacer por

medio de una visión, y Yo hago solamente eso y

nada más". ¿Ven?

Ahora, las palabras de... Todos nosotros sabemos

que eso está inspirado. Ahora, si Jesús hizo algo

fuera de eso, esa Escritura está incorrecta. "De

cierto, de cierto (eso es absolutamente,

absolutamente), os digo, el Hijo (ese es Jesús, el

cuerpo, el hombre, el hijo de María), no puede El

Hijo hacer nada de Sí mismo, sino lo que ve (no lo

que oye), lo que ve hacer al Padre... también lo hace

el Hijo igualmente". La señal del Mesías. "Yo

siempre hago aquello que es agradable al Padre".

¿Ven?

37 Ahora, El tenía necesidad de pasar por

Samaria. (Nos apresuraremos). Y El mandó a Sus

discípulos a comprar algunos víveres, y ellos

entraron a la ciudad, y–y estaban tratando de

comprar alimento. Y mientras El estaba sentado

allí... Un hombre judío no más de treinta y algo años

de edad, como unos treinta y dos, pero El debió

haberse visto de más edad. Como Uds. saben, los

fariseos y ellos, calcularon que El tenía cincuenta.

Tal vez Su obra lo había... en Su cuerpo físico, lo

había puesto un poco canoso, o–o le había vencido

Sus hombros.

Dijo: "Tú dices que Tú eres... vistes a Abraham

cuando Tú todavía no tienes más de cincuenta años

de edad. Ahora sabemos que tienes demonio".

El dijo: "Antes que Abraham fuera, YO SOY". Y "YO

SOY" estaba en la zarza ardiendo. Moisés; como

hablamos anoche....

38 Pero El estaba sentado en un pequeño

panorama, si Uds. alguna vez han visto los pozos

orientales, en donde... los pozos públicos, en donde

toda la gente viene a coger agua. El estaba sentado

allí, tal vez descansando, porque la Biblia dice que

"El estaba cansado en Su viaje", esperando que

llegaran Sus discípulos.

Ahora, yo voy a dar una pequeña ilustración aquí.

(Esto pudiera cambiar un poquito, si Uds. alguna vez

van al oriente). Pero, digamos que una hermosa

mujer joven, digamos que ella tiene veinticinco

años. Y es como al medio día, quizás entre las once

y las doce. Ellos se habían ido para conseguir algo

de comer. Y esta hermosa mujer joven tenía un–un

cántaro sobre su cabeza. Esa es la manera oriental;

yo las he observado ponerse un cántaro de cinco

galones sobre su cabeza [18.925 L.–Trad.] y uno en

cada brazo así, apoyándolos sobre sus caderas, y

seguir caminando platicando como sólo las mujeres

pueden, y nunca derraman una gota. Sólo siguen

caminando, platicando acerca de cosas, y platicando

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 9

y volteando sus cabezas una a la otra; es

asombroso. Y ella... Porque están instruidas. Ud.

habla acerca de... En Hollywood, ellos les ponen

libros en su cabeza para hacerlas caminar rectas. Lo

que nosotros necesitamos en la cabeza, es el poder

del Espíritu Santo; eso las hará a Uds. caminar

rectas. No un libro; este Libro hecho manifiesto, eso

cambia completamente su caminar.

39 Y allí estaba ella caminando hacia el pozo

con el cántaro. Ella se lo quita y lo pone allí, le pone

el pequeño gancho para bajarlo con la polea y coger

agua. Y cuando ella limpió un poquito la cubeta, o

el... No es... Es una olla de barro; no era metal. Era

una... era como una clase de barro, tenía

agarraderas al igual que un jarro. Y cuando ella hizo

eso, ella miró hacia allá. Y ella vio a un Hombre

quien le había hablado y dicho: "Mujer, dame de

beber".

Observen la... El está ahora en Samaria. ¿Qué va a

hacer El en Samaria, para que ellos vean la señal

Mesiánica? Porque El no puede dar esa señal a una

nación y no dársela a otra, porque Dios es infinito.

El tiene que ser el mismo.

Así que El dijo: "Mujer, dame de beber".

Y ella dijo: "Señor, no es costumbre que Tú me

pidas eso". (Ellos tenían segregación). Dijo: "No es

correcto que Tú me pidas tal cosa. Yo soy una mujer

de Samaria, y Tú eres un judío; y nosotros no

tenemos tratos uno con el otro". Ellos habían sido

expulsados. Uds. ministros recuerdan cuándo fue,

cuando Balaam los enseñó y demás. Y eso trajo esa

clase de gente, y ellos eran desechados. Ellos

querían que quedara limpio el torrente sanguíneo

Santo, y ellos no querían ningunas asociaciones con

ninguna otra nación; sea que fuera mestiza o lo que

fuera, ellos no tenían nada que ver con ellos.

Y cuando ella dijo: "Dame..." El dijo: "Dame de

beber".

Ella dijo: "No es costumbre que Tú me pidas esto".

El dijo: "Si tú únicamente conocieras quién te está

hablando a ti, tú me pedirías a Mí de beber, y Yo te

daría aguas que tú no vendrías aquí a sacarlas: Vida

Eterna, gozo indecible, borboteando dentro del

alma".

40 "Oh", ella dijo: "El pozo es hondo, Tú no

tienes con qué sacarla. ¿De dónde vas Tú a obtener

esta agua?"

Y El empezó a hablarle a ella. ¿Qué estaba haciendo

El? Ahora, Uds. tienen que tomar mi palabra en

esto: El estaba tratando de encontrar su espíritu. Ve

lo que... El Padre le dijo que fuera a Samaria, pero

ahora El tenía que esperar la visión. Permítanme

decirlo de esta manera: Dios nos envió aquí en esta

noche; esperamos ahora la visión para ver lo que

dirá el Padre. El esperó; El entabló una conversación

con ella; empezó a hablarle a ella.

Y ella dijo: "Bueno, vosotros decís que se adore en

Jerusalén, y–y nosotros decimos que en este

monte".

Y El le dijo a ella, dijo: "No es ni en este monte o en

Jerusalén, sino que Dios es Espíritu; y los que lo

adoran, en Espíritu y en Verdad es necesario que

adoren".

¿Qué estaba haciendo El? Contactando su espíritu

para ver en dónde estaba el problema de ella. Y

cuando El lo encontró (todos nosotros sabemos lo

que era), El nunca dijo nada que digamos, acerca

del problema de ella.

El dijo: "Ve, llama a tu marido, y ven acá".

"Bueno", ella dijo: "No tengo marido".

El dijo: "Tú has dicho bien, porque cinco maridos

has tenido, y con el que tú ahora estás viviendo, no

es tu marido. Así que tú has dicho bien".

41 Fíjense, miren a esa prostituta. Ella sabía

más acerca de la Biblia que lo que saben muchos

ministros hoy día; sí sabía. Ella dijo... Ella nunca lo

llamó a El un demonio; ella le dio a El una buena

respuesta. Ella dijo: "Señor, nosotros (los

samaritanos), nosotros sabemos que viene Uno. Tú

debes ser un profeta". Observen... "Tú debes ser un

profeta". Si Uds. siguen eso en el margen de lectura,

los llevará directamente de regreso a la misma cosa:

el–el Profeta.

Pero El dijo....

"Tú debes ser un profeta". No un Beel-... Beelzebú

como la iglesia le dijo a ella... le dijo a El; no un

demonio, una persona poseída de demonio, sino,

"Tú eres... debes ser un profeta, y nosotros

sabemos que cuando venga el Mesías, El nos

declarará estas cosas, el Mesías quien es llamado el

Cristo".

Escuchen estas palabras: El dijo: "Yo soy, el que

habla contigo". Ella reconoció rápidamente la señal

del Mesías, que esa era la señal Mesiánica. Si esa

era la señal Mesiánica en ese entonces, es la misma

hoy, si es que El es el mismo ayer, hoy, y por los

siglos.

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 10

42 Dijo: "Todavía un poco, y el mundo no me

verá más; pero vosotros me veréis; porque Yo...

(Miren, no un pensamiento; el Espíritu Santo es una

Persona), Yo estaré con vosotros, aun en vosotros,

hasta el fin del mundo. Y las obras que Yo hago (San

Juan 14:12), vosotros haréis también". Piénsenlo.

Los judíos, los samaritanos.

Y ella entró corriendo a la ciudad, después de que

vinieron los discípulos, y fue y les dijo a los hombres

de la ciudad. Ella dijo: "Venid, ved a un hombre que

me ha dicho las cosas que he hecho. ¿No será este

el mismísimo Mesías?"

¡Oh, hermanos!, me siento religioso en estos

momentos. ¿Por qué el mundo no puede ver eso

hoy? Porque ellos están cegados. El diablo nunca se

lleva a su espíritu de la tierra; él se lleva a su

persona, a su hombre. Dios nunca se lleva a Su

Espíritu; El se lleva a Su hombre. Dios se llevó a

Elías, y el Espíritu de Elías vino sobre Eliseo.

Entonces siguió; descendió ochocientos años

después sobre Juan el Bautista; predicho otra vez en

los últimos días. Dios se llevó a Su Hijo, Jesús, pero

el Espíritu regresó. Tenemos a los críticos; tenemos

a los fariseos; tenemos a los creyentes. Depende de

Uds. hacer la decisión. "Quisiéramos ver a Jesús".

60-0302 (t) Desde.Ese.Entonces

37 Así que El únicamente tenía treinta o treinta

y dos años de edad, y una hermosa mujer joven

llegó un día al pozo en donde El estaba sentado,

cansado. Y El le dijo a ella: "Mujer, dame de beber".

Y ella dijo: "No es costumbre que Tú me pidas a mí

tales cosas como esas. Yo soy samaritana; Tú eres

judío". Segregación.

El dijo: "Pero si tú supieras a quién tú le estás

hablando..." ¿Qué estaba haciendo esa mujer? Ella

se estaba encontrando con Dios. Ella se encontró

con un Hombre, pero no era un Hombre con el que

ella se estaba encontrando, era Dios en el Hombre

con el que ella se estaba encontrando. Dios permite

que eso penetre.

La Escritura dice: "Uds. han hospedado Angeles, sin

saber lo que Uds. estaban haciendo, inconscientes

de ello".

Al igual que Abraham hospedó Angeles, e

inmediatamente después de que se fue el Angel y

había hecho un milagro delante de él, él llamó al

Hombre "Dios, Elohim". El Dios Todopoderoso

sentado allí comiendo emparedados de bistec,

bebiendo leche de la vaca, comiendo panes. Y El era

Dios Todopoderoso.

La mujer no tenía la menor idea. Miren lo que hizo

en ese entonces por Abraham. Lo cambió a él de un

hombre anciano de cien años de edad, y a Sara de

una mujer anciana, de nuevo a un hombre y a una

mujer joven, que trajeron a Isaac. Ellos se

encontraron con Dios. Eso es lo que hizo la

diferencia.

38 Esta mujer inmoral, ella se encontró con

Jesús, y ella le habló a El. Observen cómo El mismo

se dio a conocer. El dijo: "Mujer, ve, llama a tu

marido, y ven acá".

Ella dijo: "No tengo marido".

El dijo: "Bien has dicho, porque cinco maridos has

tenido, y con el que ahora estás viviendo no es tu

marido. Bien has dicho". Y desde ese entonces, ella

fue cambiada.

¡Oh, qué diferencia! Ese Jesús, cuando ella se

encontró con El allá, se miraba como un hombre, y

cuando... Yo me puedo imaginar viendo esos

hermosos ojos grandes, lágrimas saliéndole de ellos,

ella dijo: "Señor, yo percibo que Tú eres un profeta.

[Porción no grabada en la cinta–Ed.]. Pero, ¿quién

eres Tú?"

Jesús dijo: "Yo soy el que habla contigo". Y desde

ese entonces, desde ese entonces, ella tuvo un

mensaje que decirle al mundo: "Venid, ved a un

Hombre que me ha dicho las cosas que yo he hecho.

El Mesías está en la tierra". Ella alborotó su ciudad.

Unas cuantas horas antes de eso, la ciudad se

hubiera reído de ella. Ella ni aun podía ir al pozo con

el resto de las mujeres. ¿Qué sucedió? ¿Qué hizo

que los hombres la escucharan? Si es que Uds.

alguna vez han estado en el oriente, ellos no

escucharán a una mujer como ésa. Un hermano

oriental estaba tratando de decirme, dijo: "La mujer

no era una prostituta, porque los hombre no la

hubieran escu-... escuchado a ella".

Yo dije: "Pero hermano, Ud. falla en ver que ella se

había encontrado con Cristo. Eso es lo que hizo la

diferencia".

39 A mí no me importa, Ud. pudiera haber sido

un borracho; Ud. pudiera haber sido una prostituta;

Ud. pudiera haber sido cualquier cosa que Ud. quiso

ser; pero cuando se encuentra con Cristo, desde allí

en adelante es diferente. "Dios puede levantar hijos

a Abraham aun de estas piedras".

Desde ese entonces en adelante, ella tuvo un

mensaje de que se había encontrado con el Mesías,

porque ella vio la señal del Mesías. Ella sabía que

Ese era El, pues ella misma dijo: "Sabemos que

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 11

cuando el Mesías venga, El nos declarará estas

cosas. Pero, ¿quién eres Tú?"

Jesús dijo: "Yo soy El".

Y ella dejó el cántaro y se fue. Si ella pudiera pararse

en la plataforma en esta noche, ella diría: "Yo era

vil, e inmoral, pero yo había leído en la Biblia que El

debía ser un Dios-Profeta. Cuando este Hombre me

dijo... El se miraba como un... sólo un hombre. Pero

cuando El me dijo de mi vida, yo sabía que esa era la

señal del Mesías, así que un Profeta tiene una

porción del Espíritu del Mesías, así que yo dije:

‘Señor, Tú debes ser un profeta. Nosotros sabemos

que cuando el Mesías venga, El nos declarará todas

las cosas'".

Jesús dijo: "Yo soy el que habla contigo".

Ella sabía que si un Hombre que podía hacer eso,

dijera lo que El era, estaba correcto porque Dios lo

estaba respaldando. ¡Gloria! ¡Oh!, ¿pueden

captarlo? ¿Saben Uds. de lo que yo estoy hablando?

Cuando Dios prometió enviar el Espíritu Santo en

los últimos días, entonces El lo ha hecho, nosotros

lo sabemos; El ha respaldado Su Palabra. Esto que

nosotros tenemos en esta noche, de la bendición

del Espíritu Santo, se prueba en la vida de un

hombre, si es que él no está imitando algo, si es que

él no está tratando de actuar como algo, tratando

de actuar como algo que él no es; si él realmente es,

Dios respalda Su Palabra con la persona.

40 Para la mujer que una vez fue de mala fama,

fumaba cigarrillos, bebía, prostituta, si esa mujer

reclama que ella se encontró con Dios, y todavía

está en las mismas cosas, yo dudo su palabra. Si un

hombre me dice que él se encontró con Dios, y: "Yo

no creo que hay tal cosa como sanidad Divina", yo

dudo su experiencia, porque Dios no puede mentir

acerca de Su propia Palabra. Si el Espíritu Santo

escribió la Palabra, cuando El entra, dirá: "Amén", a

toda Palabra que Dios escribió. Si un hombre dice

que él no cree en el Bautismo del Espíritu Santo, yo

dudo que él alguna vez se encontró con Dios. El

pudiera ser llamado, él pudiera ser intelectual, él

pudiera ser un gran hombre, él pudiera ser un

orador, un intelectual, o–o un orador de alguna

clase, pero él nunca se ha encontrado con Dios. El

Espíritu Santo de Dios en un hombre dirá: "Amén", a

toda Palabra que Dios dice. El puede decir: "Yo una

vez no creía en sanidad Divina, pero un día, me

encontré con Dios, y desde entonces, desde ese

entonces, me cambió. Hubo Algo que entró en mí

que me transformó y me dio una experiencia. Yo

nunca he sido capaz de olvidarlo".

Nada puede encontrarse con Dios sin que sea

cambiado de alguna manera.

60-0302 (t) Desde.Ese.Entonces

55 Observen a esa mujer en el pozo cuando El

dijo... Observen a Pedro, ignorante, ni aun podía

firmar su propio nombre; "sin letras y del vulgo",

dice la Biblia. Y cuando Jesús lo vio a él, El dijo: "Tu

nombre es Simón. Tú eres el hijo de Jonás". El cayó

a Sus pies; llegó a ser la cabeza de la Iglesia en

Jerusalén, un hombre sin letras y del vulgo, porque

él reconoció la hora en la que él estaba viviendo.

La mujer samaritana, cuando El dijo: "Ve, trae a tu

marido".

Ella dijo: "Bueno, no tengo marido".

Dijo, le dijo a ella tocante a su condición. Y ella dijo:

"Señor, me parece que Tú eres profeta". Ella lo

honró; no al hombre, al Mensaje. Ella dijo: "Me

parece que Tú eres profeta. Nosotros sabemos que

la señal del Mesías será ésa". Ahora, ¿cuántos saben

que eso es verdad? "Cuando el Mesías venga, El

hará estas cosas, quien es llamado el Cristo. Cuando

El venga, El hará estas cosas, pero ¿quién eres Tú?"

El dijo: "Yo soy el que habla contigo". Y ella fue

cambiada.

60-0305 (t) ¡No Temais Yo Soy!

18 Dijo: "¿Recuerdan Uds. cómo le estaban

doliendo Sus preciosos pies? Y El se dirigió a

Samaria, y era medio día, y habíamos estado fuera

la mayor parte de la noche. El había orado por

tantos enfermos, y El estaba rendido de cansancio,

y caminando por el camino. Y El se sentó, tan

cansado, que El casi no podía dar paso en la ciudad.

Y El nos envió a comprar algo de comida. Y los

samaritanos no nos permitían comprarla. Así que al

regresar, nosotros estábamos asombrados de verlo

a El, a nuestro Maestro, hablando con una mujer

marcada con mala fama. Pero cuando vimos eso,

estábamos asombrados, y nosotros... ¿no nos

metimos todos sigilosamente en el arbusto, y nos

quedamos quietos para ver lo que El diría? Y El dijo:

‘Mujer, dame de beber'. ¿Recuerdan, hermanos, lo

que ella dijo?"

"Ella dijo: ‘No es costumbre que Uds. judíos le pidan

tal cosa a los samaritanos. Nosotros no tenemos

tratos unos con los otros'. Pero escuchen ahora,

hermanos", ellos... Andrés pudo haber dicho,

"escuchen lo que El le dijo a ella".

"El dijo: ‘Mujer, si tú supieras con quién tú estás

hablando, tú me pedirías a Mí de beber. Y Yo te

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 12

daría aguas las cuales tú no vendrías aquí para

sacarlas'".

"Y la mujer, toda emocionada, dijo: ‘Bueno, ¿de

dónde–de dónde puedes Tú obtener esta agua? El

pozo es hondo y Tú no tienes con qué sacarla'".

"¿Y recuerdan Uds., hermanos, lo que El dijo? ‘El

agua que Yo te doy es Vida Eterna saltando'. Y la

mujer quiso esa agua. Y El le dijo a ella: ‘Ve, llama

primero a tu marido, y ven aquí'".

"¿Y recuerdan Uds. que pensamos que El debió

haber estado atrapado o algo, cuando la mujer lo

miró atrevidamente en el rostro y dijo: ‘No tengo

marido'? Pensamos: ‘¿Cómo pudiera ser Ese

nuestro Señor, y hacer tal error como ése, cuando el

Mesías es perfecto? ¿Cómo pudiera ser? Esta mujer

está negando que ella tiene un marido'".

"Pero entonces, ¿se fijaron Uds. la expresión en Su

rostro? Tranquilamente, quietamente, dijo: ‘Mujer,

tú has dicho la verdad. Tú has tenido cinco maridos,

y con el que Tú ahora estás viviendo no es tuyo'".

"Cómo conmovió eso a esa mujer. Ella pensó que

podía escaparse mintiendo. Pero la expresión de su

rostro, y con lágrimas en sus ojos, ella dijo: ‘Señor,

me parece que Tú eres Profeta'. Ahora, hermanos,

escuchen a lo que El dijo. Ella dijo: ‘Tú has de ser

Profeta. Nosotros sabemos que cuando venga el

Mesías, El nos declarará estas cosas. Pero, ¿quién

eres Tú?'"

"Y El le dijo a ella: ‘Yo soy, el que habla contigo'".

"Hermanos, cuando nosotros sabemos que nuestra

enseñanza es que este Profeta sería un Dios-

Profeta, y cuando esa mujer samaritana testificó en

contra de nuestro sacerdote que ella sabía que

cuando viniera el Mesías, El sería un... daría la señal

Mesiánica, El sería un Dios-Profeta. Y aún nuestro

sacerdote lo llamó a El ‘Beelzebú', un adivinador".

"Pero esta mujer de mala fama parecía tener un

mejor entendimiento de las Escrituras que lo que

tenía nuestro sacerdote". Dijo: "Ella dijo: ‘Tú has de

ser Profeta, pero nosotros sabemos que cuando

venga el Mesías, El nos declarará todas estas cosas.

Pero, ¿quién eres Tú?'"

"El dijo: ‘Yo soy, el que habla contigo'".

"Y basado en eso, cuando ella se dio cuenta que ella

había tenido un contacto con el verdadero Mesías,

ella entró corriendo en la ciudad y les gritó a los

hombres: ‘Venid, ved a un Hombre que me ha dicho

todo cuanto he hecho. ¿No es este el Mesías? ¿No

es esta la señal del Mesías?'"

"Y cuántas muchas cosas más", Pedro ha de haber

hablado y dicho, "pudiéramos decir tocante a El, lo

cual ha probado que El es el Mesías de Dios".

60-0306 (t) Mas Al Principio No Fue Asi

40 Hubo multitudes quienes pasaron por ahí,

quienes nunca recibieron sanidad porque ellas no lo

creyeron. Pero aquellos... Cuando Tú fuiste a Tu

propia ciudad, no pudiste hacer muchos milagros, a

causa de la incredulidad de ellos. Así es en esta

noche. De esa manera fue en el principio; de esa

manera lo es en esta noche.

Pero Tú caminaste entre el pueblo y le mostraste

que Tú eras el Mesías. Cuando Tú le dijiste a Pedro

quién era él, cuál era su nombre, él supo

inmediatamente que Tú eras el Hijo de Dios.

Cuando Tú le dijiste a Felipe, y a Natanael (y por

toda la Biblia), a la mujer samaritana, y a muchos

otros....

Y la Biblia nos dice que la Palabra de Dios, la cual es

Jesús... "En el principio era la Palabra [Verbo, Biblia

en español–Trad.], y la Palabra era con Dios, y la

Palabra era Dios. Y la Palabra fue hecha carne y

habitó entre nosotros. La Palabra (Jesús) es más

cortante que toda espada de dos filos; y penetra

hasta partir... y los tuétanos, y discierne los

pensamientos del corazón. Jesucristo el mismo ayer,

hoy, y por los siglos".

60-0313 (t) A El Oid

66 Entonces cuando El fue a los samaritanos, El

tenía necesidad de pasar por allí. Los discípulos

fueron a comprar algo para comer; El se sentó en

el... sobre el pequeño barandal alrededor del pozo,

allí en el pozo público. Una mujer (sabemos que ella

era una ramera), salió. Ella empezó a sacar agua, y

Jesús la miró y dijo: "Mujer, dame de beber".

Ella dijo: "No es costumbre; tenemos segregación.

Uds. judíos, y nosotros, no tenemos tratos uno con

el otro. No es correcto que Tú, siendo un hombre

judío, me pidas tal cosa a mí, una mujer

samaritana".

El dijo: "Pero si conocieras con quién estás

hablando, tú me pedirías a Mí de beber". Y la

conversación continuó hasta que Jesús encontró en

dónde estaba su problema. ¿Sabe alguien cuál era

su problema? Ella estaba viviendo en adulterio. Y

Jesús le dijo a ella, dijo: "Ve, llama a tu marido y ven

acá".

Ella dijo: "Yo no tengo marido".

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 13

Dijo: "Correcto. Tú has vivido con cinco, y con el que

ahora tú estás viviendo, no es tu marido. Tú has

dicho bien".

¿Qué dijo ella? Ella dijo: "Señor, me parece que Tú

eres profeta. (Ahora, escuchen; eso no es todo).

Nosotros sabemos que cuando el Mesías venga, ésa

será Su señal. (¿Cuántos saben que la Escritura dice

eso?) Nosotros sabemos que cuando el Mesías

venga nos declarará todas las cosas. Pero, ¿quién

eres Tú?"

El dijo: "Yo soy, el que habla contigo".

Ahora, ¿cuál era el mensaje de ella? Entró corriendo

a la ciudad, y dijo: "Venid, ved a un Hombre que me

ha dicho las cosas que yo he hecho. ¿No será éste el

mismísimo Mesías?"

60-0329 (t) Yo Soy No Temáis

48 Uds. personas que nunca antes han estado

en una reunión, levanten su mano si eso–eso estaría

correcto, Uds. piensan que eso estaría correcto.

Ahora, aquí está mi mano levantada. La señora no

me conoce; yo no la conozco a ella. Nosotros sólo

estamos parados aquí. Esto es exactamente el

cuadro de San Juan 4. Cuando Uds. se vayan a

casa... Jesús y una... encontró a una mujer en el

pozo, una mujer samaritana, y le dijo a ella lo que

estaba mal en ella. ¿Todos recuerdan eso? Lo

dijimos en el mensaje de esta noche. Aquí está otra

vez, aquí mismo en esta noche, igual aquí mismo.

El Espíritu Santo... La mujer, yo no sé, pudiera ser

que ella no fuera una Cristiana; pudiera ser que esté

enferma; pudiera ser que ella tenga un problema

financiero. Yo no la conozco. Yo nunca la he visto a

ella en mi vida. Pero si Algo le habla a ella, Uds.

entonces sabrán que es algún Poder. Ahora,

depende de Uds. el creer qué es. Depende de Uds.

Recuerden: si Uds. lo dudan, entonces guárdenselo

para Uds. mismos, porque: "Alguna palabra en

contra de Ello nunca les será perdonado", dijo Jesús,

"en este siglo ni en el venidero". Yo no sé si El dirá

algo. Pero si el Señor lo dice....

Ud. sabrá si eso es la verdad o no. Ud. sabrá. Ahora,

Ud. es una Cristiana. Y yo no estoy diciendo eso

porque Ud. está parada aquí diciendo algo con sus

labios, orando. Yo no lo estoy diciendo por esa

razón, porque si... Ud. pudiera estar diciendo eso y

todavía estar fingiendo. Pero Ud. es una Cristiana.

Correcto. Yo sé eso porque su espíritu se siente

bienvenido. Y Ud. está consciente de que algo está

sucediendo ahorita, un sentir muy dulce y humilde.

Entre Ud. y yo está esa Luz moviéndose.

Ahora, Ud. quiere que yo ore por Ud., por un

crecimiento. Y ese crecimiento está debajo de su

brazo derecho. [La hermana dice: "Amén"–Ed.]. Es

como una "nudosidad". ["Amén"]. Eso es correcto.

¿Cree Ud. que Dios me puede decir quién es Ud.?

Srita. Lindsey, Ud. puede irse a casa y ser saludable.

["Alabado el Señor"]. Jesucristo...?....

Como el águila que excita su nidada

86 Ahora, fíjense: cuando El fue al pozo ese día y se

sentó allí, y los discípulos entraron a la ciudad a

comprar alimento, mientras ellos no estaban, una

mujer de apariencia hermosa venía caminando con

un cántaro en su cabeza. Y ella dejó caer la polea

para coger agua, y oyó a alguien decir: "Dame de

beber". Entonces ella miró y vio a un judío. El no

tenía sino unos treinta años, pero la Escritura dice

que El se miraba como de cincuenta años. ¿Cuántos

saben eso? "Tú eres un hombre que no tienes más

de cincuenta años de edad y ¿dices que Tú has visto

a Abraham?" El dijo: "Antes que Abraham fuese, YO

SOY". Correcto. Así que dijeron: "Tú no tienes más

de cincuenta años de edad".

87 Y allí estaba ella sentada en el pozo. Allí estaba

Jesús sentado en una escena algo como ésta, y El

dijo: "Dame de beber". (Ellos tenían segregación en

ese entonces, lo mismo que la solían tener allá en el

sur, los negros y los blancos). Ella dijo: "No es

costumbre que Tú siendo un judío me pidas a mí tal

cosa, una mujer de Samaria". El dijo: "Mujer..."

(Escuchen ahora lo que yo les estoy diciendo a Uds.,

o . se lo perderán). "Mujer, si tú conocieras con

quién estás hablando, si tú conocieras, tú me

pedirías a Mí de beber. Y Yo te daría agua que tú no

vendrías aquí a sacarla". Ella dijo:"El pozo es hondo,

y Tú no tienes con qué sacarla". Y entonces a

conversación siguió. ¿Qué estaba haciendo El?

Contactando su espíritu. Esa es la misma cosa que

yo estoy haciendo ahorita con Uds.: tratando de

retener su atención.

88 El dijo: "Dame de beber". La conversación siguió

hasta que El encontró cuál era su problema.

¿Cuántos saben qué era? Ella estaba viviendo en

adulterio. Así que El dijo: "Mujer, ve, llama a tu

marido, y ven acá". Ella dijo: "No tengo marido". El

dijo: "Bien has dicho. Has tenido cinco, y con el que

estás viviendo no es tu marido". Ahora, esa mujer,

en su condición (siendo, como pensamos nosotros

de ella, una prostituta, una mujer de mala fama),

escuchen lo que ella sabía tocante a la Escritura. Ella

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 14

nunca lo llamó a El como los predicadores lo

llamaron: "Beelzebú, un adivinador, un diablo". Y

cualquiera sabe que el adivinar es del diablo. Así

que, ¿qué es un adivinador? Es un hombre

pervertido.

89 El diablo no puede crear nada. El es... Si él es un

creador, él se pudiera hacer un mundo. Pero él

puede pervertir lo que Dios ha creado. ¿Entienden

eso? Miren. Miren, suena descortés en una

audiencia mixta. Un hombre puede casarse una vi-...

una esposa y vivir con ella como una esposa, y la

cama es honrosa. El mismo acto con otra mujer, él

está perdido. ¿Ven?, es la perversión e la cosa que

está correcta. Uds. entienden lo que quiero decir.

Satanás pervierte. Un adivinador, es la perversión

de un vidente de Dios; pervertido dentro del

dominio del diablo.

90 Y entonces, fíjense. Ella no lo llamó a El eso. Ella

dijo: "Señor, me parece que Tú eres Profeta".

¿Cuántos saben que ella dijo eso? Qué gran

diferencia a lo que dijeron esos predicadores. Dijo:

"Me parece-me parece que Tú eres Profeta". Ahora,

observen, escuchen. "Nosotros sabemos (nosotros

samaritanos, nosotros somos enseñados), nosotros

sabemos que cuando venga el Mesías, El hará estas

cosas". ¿Fue ésa la señal del Mesías? ¿Lo fue?

"Nosotros sabemos que cuando el Mesías venga, El

hará estas cosas. Pero, quién eres Tú?" Jesús dijo:

"Yo soy, el que habla contigo". Ella entró a la ciudad

corriendo, y le dijo a los hombres: "Venid, ved a un

Hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho.

¿No será éste el mismísimo Mesías?" Pero nunca la

hizo El a los gentiles. Pero, ¿la prometió El a los

gentiles? ¿Por qué? Hemos tenido dos mil años de

instrucción, igual que la tuvieron los judíos y

samaritanos, de instrucción, esperando un Mesías.

No temaís

19 Como para ese tiempo, Andrés, ha de haber sido

él el que dijo: "Hermanos, qué tocante a todos

nosotros, ese día cuando veníamos de un viaje, y

nos acercamos a Samaria. Y estábamos desviados

de nuestro curso acostumbrado del lugar adonde

íbamos, pero Él dijo que Él tenía necesidad de pasar

por Samaria. Y la cosa extraña fue que, ¿por qué

quisiera Él (siendo un judío) ir a una raza mezclada,

a la samaritana, la cual es odiada por nuestro

pueblo, despreciada, y no tenemos compañerismo

con ellos en lo absoluto? Pero sin embargo, Él

quería pasar por Samaria. Y Él nos había dicho antes

que Él no hacía nada a menos que el Padre se lo

mostrara primero". "Y entonces cuando llegamos

allí", dijo Andrés: "¿recuerdan, hermanos, de la

manera rara que Él actuó entonces? Él ni siquiera

entró a la ciudad con nosotros, sino que se sentó al

lado del pozo público fuera de la puerta, y dijo:

'Entren Uds. y compren alimentos'. Y cuando fuimos

y conseguimos alimentos, al regresar (¿recuerdan

Uds.?), Él le estaba hablando a una-una mujer que

nosotros sabíamos que en la ciudad tenía un mal

nombre". "Y Él le había dicho a ella: 'Dame de

beber'". "Y ella dijo: 'No es costumbre que Uds.

judíos le pidan a los samaritanos ningunos favores.

No tenemos ningunos tratos unos con los otros,

pues hay una segregación'". "Y Él dijo: 'Pero si tú

supieras con quién tú estás hablando....'"

20 "¿Recuerdan, hermanos? Todos nosotros nos

agachamos en los arbustos allí para ver qué

sucedería, para oír lo que Él le diría a esta prostituta

desechada, una mujer de mala fama. ¿Qué le diría

Éste, que creemos que es el Hijo de Dios, a una

mujer como ésa? Y Él había dicho que había sido

enviado a las ovejas perdidas de Israel. ¿Cómo va a

hacer Él algo por ella? Y, ¿por qué un hombre joven,

de Su edad, le hablaría a una prostituta allá afuera a

solas? Así que nos agachamos en los arbustos

(¿recuerdan Uds.?), para oír lo que se diría". Y dijo:

"Él dijo: 'Si conocieras a quién le estás hablando, tú

me pedirías a Mí de beber, y Yo te traería agua,

mejor dicho, te daría agua que tú no vienes aquí

para sacarla'". "Y la conversación continuó. Y

después de un rato, Él le dijo a ella: 'Ve, llama a tu

marido, y ven acá'". "Bueno, mientras nos

mirábamos uno al otro... Su... Una mujer de mala

fama así, no tendría un marido". "Y ella dijo: 'No

tengo marido'". "El dijo: 'Eso es verdad; tú has

tenido cinco, y con el que tú estás viviendo ahora,

no es tu marido'".

21 "Y, ¿se fijaron en la expresión de su rostro,

cuando ella se volteó rápidamente? Sus grandes

ojos oscuros brillaron al decir ella: 'Señor, me

parece que Tú eres Profeta. Nosotros sabemos que

cuando venga el Mesías, llamado el Cristo, Él nos

declarará estas cosas. Él será el Dios Profeta; Él será

el que conocerá los secretos de nuestros corazones.

Pero, ¿quién eres Tú?'" "Jesús dijo: 'Yo soy, el que

habla contigo'".

Las realidades infalibles del Dios vivo

21 El resucitó a Lázaro de la tumba; pareciera que

eso hubiera sacudido a toda la nación. La Biblia dice

que El lo haría. Esas eran las señales que le iban a

seguir. Cuando El estuvo allí delante de la mujer

samaritana, y dijo: "Tú tienes cinco esposos", eso

debería haber sacudido a todo el mundo.

22 "¿Recuerdan Uds. que no podíamos hacer que Él

comiera? Ella dejó su cántaro, y entró corriendo a la

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 15

ciudad. Y no pudimos hacer que Él comiera". "Y Él

dijo: 'Yo tengo una comida que comer, que vosotros

no sabéis'". "Su comida era hacer la voluntad de Su

Padre que lo había enviado. Y entramos a la ciudad

con Él. Y, ¿recuerdan Uds.?: todos los hombres de

esa ciudad, todos los que estaban en Samaria (en

esa ciudad, Sicar), creyeron en Él, porque Él le dijo a

esa mujer cuál era su problema".

23 Ellos se levantarán en el Día del Juicio con esta

generación aquí, y la condenarán. Porque Jesús no

está muerto; Él está vivo por los siglos de los siglos,

el mismo ayer, hoy, y por los siglos. Él dijo que la

reina del Sur se pararía en el Juicio en los últimos

días, y condenaría esa generación, porque ella vino

de los fines del mundo para oír el discernimiento de

Salomón. Y Él dijo: "De cierto Yo os digo a vosotros

que Uno más grande que Salomón está aquí". Y en

esta noche, en nuestros medios, hay Uno más

grande que Salomón, pues es el Espíritu Santo, el

mismísimo Espíritu de Jesucristo, tratando de

encontrar la manera de entrar al corazón de una

persona, y en una vida. La gente de la ciudad, dice la

Escritura, que ellos creyeron en Él debido al dicho

de la mujer.

Quisiéramos ver a Jesús

52 Ahora, El tenía necesidad de pasar por Samaria.

Samaria era el... Uds. saben, Uds. ministros y

lectores de la Biblia, cómo surgió la raza samaritana.

Ahora, nosotros nos damos cuenta que ellos

también estaban esperando un Mesías. Y Jesús llegó

al pozo allí, en Sicar, como a mediodía, y El envió

Sus discípulos a traer comida. Y allí estaba una

mujer. Pensemos que ella era una mujer de mala

fama. Y ella estaba viviendo con su sexto marido. Y

llegó al pozo para sacar agua. Sin duda el pastor de

Uds. les ha predicado sobre ello, muchas veces.

Pero yo estoy tratando de decir lo que El era ayer,

para que Uds. puedan ver lo que El será hoy. Ahora,

El mismo se dio a conocer a los judíos. (Hay muchos

otros lugares, a los que llegaremos después, pero

sólo para tocar el punto, y llamar la fila de oración

en unos cuantos minutos).

53 Ahora, El va a esa mujer. Mejor dicho, esa mujer

va a sacar agua, quise decir. Y era como a mediodía.

Y yo la puedo ver venir con su-su cabello

colgándole, sin peinar. Y ella tenía el-el cántaro

sobre su hombro, como las mujeres orientales

generalmente lo cargan. Y ellas pueden poner cinco

galones [22.73 litros-Trad.] de agua encima de su

cabeza, cinco galones sobre su cadera, y cinco

galones aquí, y caminar hablando una con la otra y

nunca derramar una sola gota, perfectamente

balanceados. Y esa mujer quizás traía ese cántaro.

Veamos, ella pudiera haber estado... Pues ella no

había estado en casa toda la noche y acababa de

llegar, quizás era la razón que ella estaba... o

Quisiéramos Ver A Jesús se había quedado

dormida. Pudiera haber sido porque ella no podía

venir al pozo con las mujeres decentes. Había una

gran segregación sobre ese respecto en aquellos

días: una mujer inmunda no se podía mezclar con

las-con las mujeres limpias.

54 Así que de todas maneras, ella estaba en el pozo.

Y Jesús... Es una vista panorámica. El pozo allá en

Sicar es algo así: las vides crecidas sobre el muro, y

el pozo de la ciudad allí en donde la gente venía a

sacar su agua. Yo puedo ver a la mujer venir, tomar

el cántaro de las dos grandes agarraderas y poner

los ganchos en ellas, y bajarlo por medio de la

polea, para sacar agua. Y ella oyó una Voz que dijo:

"Mujer, dame de beber". Y ella volteó, y vio a un

Hombre judío de mediana edad, sentado, reclinado

sobre el pozo. Quizás El se miraba un poco más

viejo de lo que El realmente estaba. Yo creo que

cuando Él tenía como unos treinta, ellos le dijeron

que El se miraba de cincuenta. Ellos dijeron: "Tú

eres un hombre que aún no tienes más de

cincuenta años de edad, y ¿Tú dices que has visto a

Abraham?" El dijo: "Antes que Abraham fuese, YO

SOY". Así que ellos-ellos... Pero El se miraba de

cincuenta cuando únicamente tenía treinta. Y así

que El se pudiera haber mirado un poco avejentado

sentado allí. Quizás había un poco cabello cano en

Su cabello o en Su barba, debido a la gran carga, los

pecados del mundo, estaban colocados sobre Sus

hombros. Y allí estaba El sentado.

55 Ella vio a ese judío. Y ellos tenían una

segregación en esos días, igual a la que solían tener

el norte y el sur, entre la gente blanca y la negra.

Pero.... Entonces ella dijo: "No es costumbre que

Uds. judíos le pidan a una mujer samaritana una

cosa como esa". Dijo: "Nosotros no tenemos-no

tenemos tratos unos con los otros". Escuchen a la

Voz responder: "Mujer, si conocieras quién es el

que habla contigo, tú me pedirías a Mí de beber. Yo

te daría agua que tú no vendrías aquí a sacarla". Y

ella dijo: "El pozo es hondo, y Tú no tienes nada con

qué sacarla".

56 La conversación continuó tocante a adorar en

"este monte y en Jerusalén" y demás. Después de

un rato, Jesús parado allí... El tenía necesidad de

pasar por allí; el Padre lo envió allí. Y entonces El no

sabía lo que sucedería. ¿Qué estaba haciendo El? El

estaba tratando de encontrar cuál era el problema

de la mujer. Cuando El encontró el problema de

ella... ¿Cuántos saben cuál era? Seguro. Ella estaba

viviendo en pecado. Y El... ¿qué dijo El? "Ve, llama a

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 16

tu marido, y ven acá". Ella dijo: "No tengo marido".

El dijo: "Bien has dicho, porque tú has tenido cinco

maridos. Y por lo tanto, con el que tú estás viviendo

ahora, no es tu marido". Ahora, ¿dijo ella: "Ese

hombre es Beelzebú"? No, señor. ¿Dijo ella: "El es...

El debe ser un... algo mal en El, El debe tener un-un

caso horrible de telepatía mental"? No, señor. Ella

sabía más tocante a Dios que la mitad de los

ministros hoy en día. Correcto.

57 Ella dijo: "Señor, me parece que Tú eres

profeta". ¡Amén! "Me parece que Tú eres profeta.

Nosotros (los samaritanos), nosotros sabemos que

cuando venga el Mesías, El nos declarará estas

cosas. ¿Pero quién eres Tú?" El dijo: "Yo soy, el que

habla contigo". Qué lástima que nosotros no

sabemos la misma cosa, ¿no es así? Correcto. Ella

dijo: "Nosotros sabemos, nosotros los samaritanos

sabemos, que cuando ese Mesías venga, El será un

Dios-Profeta. El nos declarará estas cosas". Ella fue

enseñada. Aun en sus pecados, ella sabía qué

esperar cuando ella lo viera. Y ella dijo: "Señor, me

parece que Tú eres profeta. Y yo sé que cuando el

Mesías venga, El nos declarará estas cosas". El dijo:

"Yo soy, el que habla contigo". Y ella dejó su cántaro

y entró corriendo a la ciudad. Escúchenla: "Venid,

ved a un Hombre que me ha dicho todo cuanto yo

he hecho. ¿No será éste el mero Mesías?" Y la Biblia

dice que los hombres de esa ciudad creyeron en El

por la palabra de la mujer. ¡Oh, hermanos!

No temaís, Yo Soy

29 Entonces, ha de haber sido después que él

terminó, que fue el buenazo de Andrés, sentado al

lado del apóstol Pedro, a quien le tocaba testificar.

Ha de haber sido él que dijo: "Bueno, hermanos,

permítanme hablar por todos. ¿No estábamos

todos nosotros completamente convencidos

cuando El iba rumbo a Jericó desde Jerusalén? Y ese

es un camino directo bajando la montaña a Jericó.

Pero esa mañana El dijo: 'Yo tengo necesidad de

pasar por Samaria'. Eso está arriba en la montaña.

¿Por qué tendría El que ir, yendo a Jericó, pasar por

Samaria? ¿Recuerdan Uds. cuán extraños nos

sentimos todos ese día? Pero estábamos... Cada

uno de nosotros teníamos temor de decirle algo a

Él, porque sabíamos que Dios estaba en El, y Dios lo

estaba guiando, y nosotros no... nosotros-nosotros

sencillamente no quisimos decir nada al respecto,

porque era Dios que lo estaba guiando". El dijo: "El

fue... Nosotros llegamos con El a los alrededores de

Samaria, y Uds. recuerdan cómo esas viejas

piedras... Y El se cansó tanto yendo allá, que se

sentó al lado del pozo y nos envió allá a la ciudad a

comprar alimento. El se sentó al lado del pozo

público. No había ni siquiera algo allí con lo cual

sacarle a El agua para beber. Hubiéramos querido

que se refrescara, dándole de beber, y lavándole

Sus pies. Pero El dijo: 'Hermanos, vayan allá y

compren algunos alimentos, y Yo esperaré aquí'";

era como un pequeño panorama en donde estaba

el pozo. Era un-un pozo público para la ciudad.

30 "Y mientras estábamos ausentes... Ellos no nos

vendieron alimento, así que nos regresamos al

pozo. Y Uds. recuerdan que oímos que algo estaba

sucediendo cuando regresamos. Y nos agachamos

en los matorrales allí para escuchar, oír lo que se

estaba diciendo. Y allí estaba una-una mujer

hermosa, que nosotros pensamos que sería una

mujer de apariencia muy piadosa. Ella era bonita, su

cabello, su cara, y era muy joven. Y ella estaba

hablando con El. "Y nosotros lo oímos decirle a ella:

'Mujer, dame de beber'". "Y ella dijo: 'Señor, no es

costumbre que Tú siendo judío le pidas a una

samaritana tal cosa. Yo soy una mujer de Samaria;

por lo tanto, no tenemos tratos uno con el otro.

(Una gran segregación). Nosotros no tenemos

tratos'". "Y escuchen lo que El dijo: 'Si tú supieras

quién es el que está hablando contigo, tú me

pedirías a Mí de beber. Y Yo te daría agua, que tú no

tendrías que venir aquí para sacarla'". "Ella dijo: 'El

pozo es hondo; Tú no tienes con qué sacarla'". "Y a

medida que ellos continuaban con su conversación

tocante a la adoración en el monte y demás,

entonces oímos a nuestro Señor decir: 'Ve, llama a

tu marido y ven acá'". "Y ella volteó y dijo: 'No

tengo marido'".

31 "Entonces pensamos: '¿Qué es esto? ¿Ha

cometido nuestro Maestro un error? Cuando esa

mujer dijo que-que ella no tenía marido. Tantas

veces que lo hemos visto a El hacer esa señal

Mesiánica, y luego lo vemos a El aquí pararse con

una nueva clase de gente, los samaritanos, y sin

embargo, aquí, en la primera ocasión, El falló'". "Ella

dijo: 'No tengo marido'". "Y entonces El dijo:

'Verdaderamente, has dicho la verdad, porque tú

has tenido cinco maridos, y con el que ahora estás

viviendo, no es tu marido'". El no comete errores.

"Entonces ella le dijo a El: 'Señor, me parece que Tú

eres profeta'". ¡Lo que sabía esa mujer!, cuando allá

sólo unos cuantos días antes, cuando El había hecho

la misma cosa, la gente de la iglesia lo llamó a Él un

demonio, un espiritista, un Beelzebú, dijo que El

estaba leyendo los pensamientos de la mente de la

gente, que era telepatía o algo de esa índole. Dijo:

"El es Beelzebú haciendo eso". Jesús dijo: "Tú hablas

eso contra Mí, y Yo te perdono. Pero (en otras

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 17

palabras), un día el Espíritu Santo va a venir para

dar testimonio de Mí. Y cuando El venga y haga la

misma cosa, el hablar una palabra contra El, nunca

te será perdonado en este siglo ni en el venidero".

Así tan serio sería.

32 Y ella dijo: "Señor, me parece que Tú eres

profeta". Ahora, escuchen a esta mujer. "Nosotros

sabemos (nosotros los samaritanos), nosotros

sabemos que el Mesías viene. Y cuando el Mesías

venga, El hará estas cosas. El nos declarará estas

cosas. Esa será la señal del Mesías, cuando El venga.

Así que Tú has de ser Su profeta". En otras palabras,

ella dijo la misma cosa que el resto de ellos dijeron.

"Cuando venga el Mesías, el Mesías será un profeta,

un Dios-Profeta. El será más que un profeta, pero El

mostrará la señal Mesiánica como profeta". Ellos no

habían tenido profetas por cuatrocientos y algo de

años desde Malaquías, uno de los profetas

menores. Y dijo: "Pero cuando venga el Mesías, El

será un profeta como Moisés, un gran profeta, que

sabrá cosas de antemano y dirá cosas y nos dirá lo

que somos y lo que hemos hecho. El será esa clase

de hombre. Yo sé que cuando el Mesías venga, El

nos declarará estas cosas. Pero, ¿quién eres Tú?"

Jesús dijo: "Yo soy, el que habla contigo".

33 Ahora, algunas veces yo he oído... Un infiel dijo

no hace mucho: "En ningún lugar en la Escritura dijo

Jesús alguna vez que El era el Cristo". ¿Qué de ésa, y

también de las otras? El dijo: "Yo soy, el que habla

contigo". Y en esto, ella bajó su cántaro... lo bajó,

dejó su cántaro de agua y entró corriendo en la

ciudad, y dijo: "Venid, ved un Hombre que me ha

dicho lo que he hecho. ¿No es éste el mismísimo

Mesías?" Y la Biblia dice que esa ciudad creyó que El

era el Mesías debido al testimonio de la mujer.

Ahora, si esa fue la señal del Mesías ayer, y El es el

mismo ayer, hoy, y por los siglos, esa será la señal

del Mesías hoy (¿es correcto eso?), si El es el

mismo. Ahora, detengámonos sólo un momento.

34 Miren: hay tres clases de gente en la tierra, si la

Biblia está correcta. Y Dios me perdone por esa

palabra sacrílega de: "si". La Biblia está correcta. Y

todos nosotros provenimos de los hijos de Cam,

Sem, y Jafet. Esos eran los tres hijos de Noé,

después del diluvio cuando el mundo fue destruido.

Nosotros-nosotros provenimos de esas tres clases

de gente. Miren, esos eran el judío, el gentil, y el

samaritano. ¿Se fijaron que a Pedro le fueron dadas

en Mateo (creo que el capítulo 16), las llaves del

Reino del Cielo? Y en el Día de Pentecostés él lo

abrió al judío. Felipe fue allá y predicó a esos

samaritanos, y sin embargo el Espíritu Santo no

cayó sobre ninguno de ellos, no obstante que él

tenía el Espíritu Santo. Ellos enviaron a Juan y a

Pedro para que fueran allá; pusieron manos sobre

ellos, y ellos recibieron el Espíritu Santo. Correcto.

¿Ven? Aunque el hombre estaba lleno con el

Espíritu Santo, sin embargo Pedro era el que tenía

las llaves. Y esa era otra nacionalidad de gente, los

samaritanos.

El Pariente Redentor

238 La mujer en el pozo. Esa era gente de otra

nación. Ahora, únicamente los judíos y samaritanos

lo recibieron a El. Los gentiles... Nosotros no

habíamos entrado todavía, el grupo de Rut. Ahora,

la mujer en el pozo, la cual era samaritana, ella vino

a sacar agua. Jesús dijo: "Dame de beber". ¿Qué

hizo El? Habló con ella, así como yo hablaría con

alguien allá en la audiencia; dijo: "Dame de beber".

Ellos nunca se habían encontrado antes.

239 Y ella dijo: "Pues, no acostumbramos; nosotros

tenemos segregación aquí". Como Uds.

acostumbraban segregar en el sur a nuestros

amigos de color y cosas. Pero ya no la tenemos.

Gracias sean dadas a Dios por eso. Así que ella dijo:

"Nosotros tenemos segregación aquí; pues, no es

costumbre para Ti; Tú eres un judío". Jesús era un

judío. Ella era una samaritana. Dijo: "No se

acostumbra que-que Tú me pidas a mí, una mujer

samaritana, tal cosa".

240 El dijo: "Pero mujer, si tú supieras con quién

estás hablando, tú me pedirías a Mí de beber".

241 Eso detuvo a esa hermosa mujer. Y ella miró

hacia arriba y dijo: "Pues, Tú no tienes nada con qué

sacarla. El pozo es profundo".

242 El dijo: "Las aguas que Yo doy es Vida Eterna".

243 Y finalmente El encontró cuál era su problema.

¿Cuántos saben, desconocidos, saben cuál era su

problema? Ella tenía cinco maridos. Así que ¿qué le

dijo El a ella? El dijo: "Ve, llama a tu marido, y ven

acá".

244 Ella lo miró; ella dijo: "No tengo marido".

245 El dijo: "Bien has dicho, porque cinco maridos

has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido".

246 Ella dijo: "Señor, me parece que Tú eres

profeta. Ahora, sabemos que cuando el Mesías

venga (quien es Jesús), cuando el Mesías venga, El

nos declarará estas cosas, porque sabemos que El

será ese Profeta. Sabemos que cuando el Mesías

venga, El hará esto. Pero ¿quién eres Tú? El dijo: "Yo

soy El".

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 18

247 Y basada en eso, ella corrió a la ciudad y dijo:

"Vengan y vean a un Hombre que me ha dicho lo

que he hecho. ¿No es Este el Mesías?

248 Si esa fue la señal del Mesías ayer, y El es el

mismo hoy, es la misma cosa hoy. Ahora, ¿creen eso

Uds. desconocidos? Ahora, eso es para Uds. en la

fila aquí.

Yo soy

17 Así que, el siguiente ha de haber sido Andrés. El

sencillamente ya no se podía contener más. Ellos ya

habían metido los remos en la barca, y

probablemente estaban flotando entonces. La

oscuridad se estaba asentando, y él dijo:

"Hermanos: ¿qué pudiéramos decir todos nosotros

a esto? ¿Recuerdan el día que íbamos a Jericó, y El

dijo que le era necesario pasar por Samaria? Y nos

preguntábamos por qué querría El ir con esos

samaritanos. Pero cuando El llegó a la ciudad, El se

sentó al lado del pozo, y nos envió a la ciudad a

comprar de comer. Y cuando regresamos,

¿recuerdan Uds.? (todos nosotros somos testigos de

esto), nos acercamos, y lo oímos a El hablando, y

estábamos todos maravillados de esto, que nuestro

Señor le estuviera hablando a una mujer como la

cual le estaba hablando a El. Pero oímos la

conversación cuando... nosotros la empezábamos a

escuchar detrás de un matorral, mejor dicho, detrás

de la pared, cuando El le dijo, dijo: 'Mujer, dame de

beber'". "Y ella dijo: 'No es costumbre para Uds.,

judíos, pedirle a un samaritano, a una mujer de

Samaria un favor. Tenemos segregación. No

tenemos trato uno con el otro'".

"Pero El le dijo a ella: 'Pero si conocieras quién es el

que te está hablando'".

18 ¡Oh, ahí está el asunto! "Si conocieras quién es

el que te está hablando". Yo estoy seguro que si

todo pecador aquí, sintiendo la Presencia y la

atmósfera de estar sentados juntos en esta noche

en lugares Celestiales en Cristo Jesús, y ese

pequeño sentir que le está diciendo a Ud., si

conocieras quién es el que te está hablando,

diciéndote: "Tú deberías tener esta experiencia.

Quizás esas personas estén correctas; es..." Ud. está

pensando en su corazón. Ese es Dios hablando, si

sólo conocieras quién es. "Si conocieras quién es el

que te habla, tú me pedirías a Mí de beber, y Yo te

daría agua para que tú no vinieras a sacarla de

aquí".

Y ella dijo: "El pozo es hondo, y no tienes con qué

sacarla", y demás.

Pero El dijo: "El agua que Yo doy es Vida, saltando

para Vida Eterna".

Y luego surgió la cuestión tocante al debate

religioso, adónde Ud. debería ir a la iglesia.

Dijo: "Uds. dicen que todos nosotros deberíamos ir

a Jerusalén, y nuestro padre, Jacob, abrió este pozo

y dio de beber a su ganado y a su familia, y-y

nosotros adoramos en este monte, y Uds. dicen

que 'en Jerusalén'".

Y rápidamente El dijo: "Ni en este monte, ni en

Jerusalén. Sino que Dios es Espíritu; y los que le

adoren, en Espíritu y en verdad es necesario que

adoren, en Espíritu y verdad".

Y El dijo entonces, cuando El contactó el espíritu de

ella y encontró cuál era su problema, El dijo: "Ve,

llama a tu marido, y ven acá". [Porción sin grabar en

la cinta-Ed.].

"¿Quién eres Tú?"

Y El dijo: "Yo soy, el que habla contigo".

No hubo necesidad de decir más; ella estaba

convencida de que Ese era el Mesías que fue

prometido por el Antiguo Testamento. [Porción sin

grabar en la cinta-Ed.]. Ella olvidó todas las cosas del

mundo, aun dejó su cántaro de agua allí, y entró

corriendo a la ciudad, y dijo: "Venid, ved a un

Hombre que me ha dicho cuanto he hecho. ¿No

será éste el mismísimo Mesías?" Y los hombres de la

ciudad creyeron en El, debido al testimonio de la

mujer.

La Reina del Sur.

95 Pero esta es una señal como la de San Juan 4,

para hacerla Escritural a Uds.: una mujer y un

hombre encontrándose por primera vez en la tierra.

Jesús le habló a la mujer sólo unos cuántos

momentos para darse cuenta, para captar el

espíritu de ella. ¿Cuántos saben eso? El le empezó a

hablar a ella tocante a la segregación.

Y ella dijo: "No está bien que Tú me pidas a

mí, una samaritana, pues no tenemos tratos uno

con el otro". Pero cuando El encontró su problema,

El dijo: "Ve, llama a tu marido y ven aquí".

Y El se lo dijo a ella.

Y ella dijo: "Yo... Señor, me parece que Tú eres

profeta. Ahora, nosotros sabemos que cuando

venga el Mesías, llamado el Cristo, cuando El...

Nosotros sabemos que El viene, y cuando El venga

esa será Su señal". ¿Cuántos saben eso, que la Biblia

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 19

enseña eso? Bueno, si esa fue la señal del Mesías

ayer, y El es el mismo ayer, hoy, y por los siglos, ¿no

sería esa la misma señal hoy en día? Aquí estamos,

dos juntos, nunca nos hemos encontrado antes.

96 Ahora, si El le dice a ella lo que ha sido... Ahora,

ella sabrá si es verdad o no, lo que está mal en ella,

o por lo que ella está aquí. Algo, yo no sé, lo que

sea, entonces ella sabrá si es verdad o no. Entonces

de seguro ella lo sabría. Todos tendrían que saber

que proviene de algún poder espiritual. ¿Es correcto

eso? Porque no hay manera que yo conozca a la

mujer; yo nunca la he visto; ella no me conoce. Y

aquí estamos parados. Y Uds. allá en la audiencia,

yo no los conozco a Uds.; pero Dios los conoce, y El

prometió hacer esto. El no está haciendo esto

porque El-El le quiere mostrar a Uds. Su bondad; El

lo está haciendo para cumplir Su Palabra. Jesús sanó

a los enfermos, no porque El lo tenía que hacer,

sino porque El quería cumplir la Palabra. Eso es

exactamente correcto. Esa es la razón que El lo hizo,

para que pudiera ser cumplido lo que fue hablado

por el profeta. Y esto es para que pudiera ser

cumplido lo que fue hablado por Jesús, que El lo

haría en estos últimos días.

Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos

61 Ahora recuerden que El también dijo que le era

necesario pasar por Samaria (San Juan 4). El iba

rumbo a Jericó. El tenía que rodear la montaña para

ir a Samaria. Y cuando El llegó a Samaria, El envió a

Sus discípulos a la ciudad para que compraran

alimentos. Era como-como alrededor de mediodía.

El se sentó al lado del pozo, un panorama algo como

este. Y allí estaba, yo diría, una hermosa mujer

joven que salió. Nosotros la conocemos aquí en

América como una prostituta. Ella tenía un montón

de esposos con los que vivió. Y ella salió a coger

agua. Quizás fue porque ella había estado fuera

toda la noche y durmió hasta mediodía.

Generalmente las vírgenes iban al pozo temprano

en la mañana. Uds. deberían observarlas cómo ellas

sacan esa agua con una polea, y se ponen un

cántaro de 5 galones [18.9 L.-Trad.] arriba de su

cabeza, y uno en cada cadera; y caminan y hablan

como las damas pueden hablar, y nunca derraman

una gota de ella. Pero... Ahora, pero quizás ella no

podía ir con la gente decente; ella tenía que ir

cuando todo el resto de ellas ya habían cogido su

agua.

62 Así que la encontramos en el pozo. Y ella empezó

a bajar su-su pequeño... Puso los ganchos pequeños

en las agarraderas de los lados del-del cántaro y lo

bajó con la polea para sacar agua, y ella oyó una voz

diciendo: "Mujer, dame de beber". Y ella miró hacia

allá y vio a un judío sentado allí, un Hombre joven.

El parecía... Bueno, El sólo tenía treinta, pero la

Biblia dice que El parecía de cincuenta. Uds. saben

eso. Me imagino que Su obra le hizo eso a Él.

Bueno, ellos dijeron en San Juan el capítulo 8: "¿Tú

dices que has visto a Abraham, y Tú aún no tienes

cincuenta años?" El dijo: "Antes que Abraham

fuese, YO SOY". YO SOY estaba en la zarza ardiendo,

Uds. saben. Así que dijo: "Tú aún no tienes

cincuenta años".

63 Así que El estaba reclinado contra la pared y

pidiéndole a esta mujer de beber. Ahora, ellos

tenían segregación allá, como la que solían tener en

el sur. Ella dijo: "No es costumbre que Uds. judíos

pidan a una samaritana, a mí, siendo yo una mujer

samaritana. Eso no es costumbre en estos días".

(Escuchen la conversación. ¡No se les pase por alto!)

El dijo: "Si tú supieras a quién le estás hablando (

me pregunto esta noche, si la iglesia realmente

supiera que la Presencia del Señor estaba aquí...), si

tú únicamente supieras a quién le estás hablando,

tú le pedirías de beber, y Yo te daría agua que tú no

tienes que venir aquí para sacarla". Ella dijo: "El

pozo es hondo, y Tú no tienes nada con qué

sacarla". Y la conversación... ¿Qué estaba tratando

de hacer El? Contactar su espíritu. El Padre lo había

enviado a El allá. El no sabía por qué, pero esta

mujer salió. El estaba tratando de contactar su

espíritu. El dijo-El dijo....

64 Ella dijo: "Tú dices que se debe adorar en

Jerusalén. Nuestros padres adoraron en este monte,

y Tú dices en Jerusalén". Jesús dijo: "Dios es

Espíritu; y los que le adoran, en Espíritu y en verdad

es necesario que le adoren". La conversación

continuó por unos cuantos minutos hasta que El

encontró cuál era su problema. Ahora, escuchen.

Les hará bien en unos cuantos minutos. ¿Ven? El

habló con ella hasta que encontró su problema. Y El

dijo: "Ve, llama a tu marido, y ven acá". Ella dijo:

"No tengo marido". Fíjense. El se la está haciendo a

los samaritanos ahora. El ya se la había hecho a los

judíos. Dijo: "Ve, llama a tu marido, y ven acá". Ella

dijo: "Yo no tengo marido". El dijo: "Bien has dicho.

Tú has tenido cinco; por lo tanto con el que ahora

vives no es tu marido. Tú has dicho la verdad".

65 ¿Qué hizo ella? Ella sabía más tocante a Dios que

lo que saben la mitad de los predicadores, y ella en

esa condición; más que lo que ellos sabían en ese

entonces, de todas maneras. Ella dijo: "Señor..." Ella

no lo llamó Beelzebú, un adivinador. Dijo: "Señor,

me parece que Tú eres profeta". Ahora, escuchen.

"Nosotros sabemos que cuando venga el Mesías,

llamado el Cristo, El nos declarará estas cosas": la

señal del Mesías. "Nosotros, los samaritanos

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 20

sabemos que el Mesías hará esta señal. Así que Tú

has de ser Su profeta". Jesús dijo: "Yo soy, el que

habla contigo". ¡Oh, hermanos! ¿Ven?, ella fue

enseñada para saber lo que el Mesías haría. No

cómo El se vestiría, sino lo que El haría; no qué clase

de enseñanza El tendría, sino.... El dijo: "Si no hago

las obras de Mi Padre, no me creáis". Ellos sabían

que El sería un Dios-Profeta. Ella dijo: "Tú debes ser

un profeta. Ahora, nosotros sabemos que cuando el

Mesías venga, llamado el Cristo, El nos declarará

todas las cosas (¿ven?, esa es la señal que El haría).

Pero, ¿quién eres-quién eres Tú?" El dijo: "Yo soy

El". ¿Qué hizo ella? Ella dejó el cántaro de agua, y

fue a la ciudad corriendo, y dijo: "Venid, ved a un

Hombre que me ha dicho las cosas que yo he hecho.

¿No será éste el mismísimo Mesías?" Y la Biblia dice

que los hombres de la ciudad creyeron en El por el

testimonio de la mujer, que El le dijo a ella cuál era

su problema. Si ésa fue Su señal ayer, es Su señal

hoy.

¡Yo soy, no temaís!

36 "Y, ¿recuerdan Uds.? Oh, ellos... Cuando

terminamos e íbamos de regreso, cuando

regresamos sucedió que oímos algo en el pozo, y

nos acercamos escondiéndonos detrás de los

matorrales. Y miramos para ver lo que era. Y venía

allí una mujer de mala fama acercándose al pozo, y

escuchamos a hurtadillas". "Ahora, yo lo voy a citar,

hermanos, y todos Uds. recuerdan esto", yo puedo

oír a Andrés decir. "¿Recuerdan Uds. que la mujer

bajó su cántaro por medio de la polea para coger

agua? Y cuando ella sacó el agua, oímos... miramos,

y queríamos ver lo que El iba a decir tocante a esta

mujer de mala fama. Ella fue echada fuera de las

iglesias. Ella era una que no estaba afiliada. (A

propósito, ella era una samaritana. Había una gran

segregación: los samaritanos y los judíos no tenían

tratos uno con el otro). Y vimos a esta mujer, una

mujer de apariencia hermosa, pero sabíamos que

ella era de mala fama por la manera que ella estaba

vestida. Y sacó el agua y oímos que El dijo: 'Dame de

beber, mujer. Dame de beber'".

37 "Y ¿recuerdan Uds. cuán asombrados nosotros

estábamos que nuestro Señor tuviera alguna clase

de tratos con una mujer como esa? Y así que, la

mujer dijo: 'Señor, no es costumbre que Tú me

pidas a mí, una mujer samaritana, algún favor,

porque eres un judío'". "Y, ¿recuerdan Uds. lo que El

dijo? 'Si tú sólo supieras quién es el que te está

hablando, tú me pedirías a Mí de beber, y Yo te

daría Agua que tú no tendrías que venir aquí a

sacarla'". "Y ella dijo: 'El pozo es hondo, y Tú no

tienes con qué sacarla'. Y ¿recuerdan Uds.,

hermanos, cómo la conversación siguió tocante al

judío y al samaritano?" Ahora, yo creo... Y diré esto:

yo creo que Jesús estaba tratando de contactar su

espíritu, hablándole a ella. El Padre lo había enviado

allá. Déjenme aclarar eso en su mente. Guarden

todo lo que he dicho en sus mentes ahora. Yo

quiero aclarar esto. El Padre... El dijo: "Yo no hago

nada hasta que el Padre me muestra". Y el Padre lo

ha de haber enviado allá, y le dijo: "Ve allá hasta

que encuentres ese pozo (El nunca había estado allí

antes), siéntate allí, y espera. Yo te estoy enviando

allá, y el resto de ello se llevará a cabo cuando Tú

llegues allí".

38 Bueno, El vio a esa mujer, y ésa ha de haber sido

la que era. Así que El empezó a hablar con ella para

captar su espíritu. Ahora, recuerden que Jesús podía

percibir los pensamientos y los intentos del corazón.

Y, ¿qué no nos dice nuestra Biblia (Hebreos el

capítulo 4) que "la Palabra de Dios es más cortante

que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir

el alma, y los tuétanos, y discierne los pensamientos

y las intenciones del corazón y la mente"? La

Palabra de Dios. Jesús era esa Palabra. "En el

principio era la Palabra, y la Palabra era con Dios y

la Palabra era Dios. Y la Palabra fue hecha carne y

habitó entre nosotros". Allí estaba la Palabra de

Dios penetrando el alma de esa mujer, encontrando

en dónde estaba su problema. ¿Cuántos aquí esta

noche saben cuál era su problema?, levanten su

mano. Seguro. Ella tenía cinco maridos". Así que El

dijo: "Ve, llama a tu marido, y ven acá". "'Bueno',

ella dijo: 'Yo no tengo marido'". Y Andrés dijo:

"Hermanos: ¿recuerdan Uds. lo que pensamos?

¡Oh, oh! ¡Oh, oh! El cometió un error esta vez. El de

seguro está incorrecto allí con esta samaritana.

Pudiera obrar en los judíos, pero yo no sé tocante a

los samaritanos. De seguro cometió un error ahora,

porque ella misma dice que no tiene marido".

61-0217 (e) La Marca De La Bestia

Esos fueron los judíos, luego les tocó a los

samaritanos. No hubo nada para los gentiles.

Nosotros no estábamos buscando ningún Mesías,

andábamos con garrote sobre el hombro, aún

éramos paganos, adorando ídolos. El no obró nada

ante los gentiles.

Pero al hacerlo ante los judíos y los

samaritanos, solamente hay tres razones: los

descendientes de Sem, Cam, y Jafet. Entonces

llegando con la mujer samaritana, dijo, "Tráeme de

beber."

Ella dijo, "Como judío, no se acostumbra

que me pidas de beber, yo siendo samaritana."

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 21

Dijo, "Pero si supieras con quién estás

hablando... Ve y trae a tu marido."

Ella respondió, "No tengo marido."

El dijo, "Bien has dicho. Has tenido cinco."

Ella dijo, "Señor, me parece que eres

profeta. Nosotros sabemos, tenemos buenos

maestros acá donde vivimos, acá en Samaria.

Sabemos que cuando venga el Mesías, El hará estas

cosas. Pero ¿tú quién eres?"

Dijo, "Yo soy."

Ella corrió por toda la ciudad, clamando

"Vengan y vean un Hombre que me ha dicho todas

las cosas que he hecho. ¿No es este el mismo

Mesías?"

Y la Biblia dice que ellos creyeron que El era

el Mesías, basado en lo que El le dijo a la mujer. Ella

sabía más con respecto a Dios que la mitad de los

predicadores acá en Hollywood. Y ella en su

condición, pero era porque había sido entrenada

por el Espíritu Santo. allí lo tienen. El es Dios, y

todavía es Dios. Ciertamente.

¡No temaís!

30 Luego pudo haber sido entonces que

inmediatamente después de eso, Andrés ha de

haber dicho esto: "Pero hermanos, ¿recuerdan la

ocasión cuando El nos envió a la ciudad? El nos dijo

esa mañana que El iba rumbo a Jericó, pero que le

era necesario pasar por Jerusalén, o mejor dicho,

por Samaria; de Jerusalén, pasar por Samaria y

luego ir a Jericó. ¿Recuerdan cuán cansado estaba

El? Y todo el día dijimos: "Bueno, ¿por qué no

comes? ¿Por qué no lo haces?" "El dijo: 'Yo esperaré

aquí, y vayan y consigan comida para Uds.' Miren,

cuando nos fuimos y conseguimos la comida, y al

regresarnos, recuerdan que llegamos, y nos dimos

cuenta cuando llegamos allí, que allí llegaba una

mujer, y El estaba solo con la... una mujer de mala-

mala fama". Ella era una mujer inmunda, una mujer

que hoy la llamaríamos "de la calle, una mujer de la

luz roja". Ella tenía... Sus matrimonios estaban

todos mezclados, y ella estaba viviendo con

hombres sin estar casada con ellos, una persona

muy inmunda. En aquellos días ellas usaban un

vestuario que tenía que probar eso. "Así que

cuando vimos... llegamos allí, ¿recuerdan Uds. que

nos escondimos detrás de aquel matorral y ese

pequeño muro, y veíamos lo que El iba a decir? Eso

es lo que lo concluyó para todos nosotros".

31 "El le pidió a la mujer que le diera de beber, y

ella dijo: 'Nosotros tenemos segregación aquí.

Nosotros-nosotros no... No es costumbre que Uds.

judíos nos pidan a nosotras mujeres samaritanas tal

cosa como esa'". "El dijo: 'Si tú supieras quién es el

que habla contigo, tú me pedirías de beber, y Yo te

daría agua que tú no tendrías que venir aquí a

sacarla'". ¿Recuerdan cómo continuó la

conversación? ¿Qué estaba haciendo El? El Padre, El

dijo, en San Juan 5:19... Y escuchen esto, hermanos,

hermanas: Jesucristo, el Hijo de Dios, nunca tomó

crédito por sanar a alguien. El dijo: "No soy Yo el

que hace las obras. Es Mi Padre que mora en Mí, El

hace las obras". Entonces fíjense lo que sucedió. El

dijo esto en San Juan 5:19. El fue al estanque de

Betesda. Allí yacían grandes multitudes (mucha más

gente que la que hay aquí en este lugar esta noche)

de cojos, ciegos, rengos, paralíticos, inválidos.

Ahora, la Escritura dice eso: cojos, rengos, ciegos,

paralíticos. Y ahí venía El.

43 "Uds. recuerdan cómo todos nosotros estuvimos

con nuestras orejas paradas y-y escalofríos pasando

sobre nosotros. ¿Qué sucede? Nos preguntamos.

¿Había caído nuestro Maestro en una trampa?

Ahora, El le dice a la mujer que ella tiene marido, y

ella dice: 'No tengo marido'". "¿Recuerdan cómo lo

pensamos? ¿Entonces qué hizo...? Tan calmado

como podía estar, dijo: 'Bien has dicho; porque

cinco has tenido, y con el que ahora estás viviendo

no es tu marido'. La escena cambió rápidamente".

"¿Y qué le dijo esa mujer a Él? 'Señor, yo soy una

mujer samaritana. Pudiera ser que esté viviendo en

pecado, yo hice... (Ella dijo algo así) pero yo sé las

Escrituras. Yo salí de un hogar que enseñaba la

Biblia. Yo... Tú has de ser profeta. Yo sé, somos

enseñados, todos los samaritanos son enseñados ha

de venir un Mesías, cuyo Nombre... que será el

Cristo (significa el Ungido), y cuando El venga, El

declarará estas cosas. Esa será la señal del Mesías.

Tú has de ser Su profeta'". Jesús dijo: "Yo soy El".

Nunca hubo un Hombre que pudiera decir eso sino

El. Correcto. Nunca habrá. "Yo soy El". "Y ella dejó

su cántaro de agua, y fue a la ciudad, y dijo: 'Venid,

ved a un Hombre'. Les dijo a los hombres en la calle:

'Venid, ved a un Hombre que me ha dicho todo

cuanto he hecho. ¿No será éste el mismísimo

Mesías?'"

La Bienaventuranza olvidada

53.- La mujer Samaritana fue testigo de lo mismo al

decir: "Sabemos que cuando el Mesías venga, El nos

declarará todas las cosas, pero ¿Tú quién eres?" El

dijo: "Yo soy El". Ella dejó su cántaro y se fue

corriendo a la ciudad y dijo a todos: "¿No será este

el Mesías? (Juan 4:25,29) Ese hombre me dijo lo que

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 22

está mal en mí y lo que estoy haciendo, ¿no será

ese el Mesías?" Y la gente lo creyó. Eso lo hizo El

entre Samaritanos y Judíos, pero no a los Gentiles,

porque cuando el Evangelio llegó a los Gentiles ya El

estaba glorificado, estaba en gloria. "Pero en el

tiempo de la tarde habrá luz" ¿Qué fue lo que hizo

la iglesia? Cayó en el Catolicismo y organizó una

iglesia; entonces salió Lutero con Justificación para

la simiente, después de Lutero vino Wesley con

Santificación, más tarde vinieron los Pentecostales y

entraron también en organización, así han seguido

con sus sistemas y así llegamos a los últimos días.

¿Qué es esto?

69.- Por esa guianza sucede que en esta noche aquí

está una dama de color y yo un hombre blanco.

¿Soy desconocido para Ud.? no nos conocemos y

esta es la primera vez que nos encontramos. Ahora,

si el Espíritu Santo sigue siendo el Espíritu Santo que

estuvo en Cristo, si el que está en nosotros esta

noche, es ese mismo Espíritu, hará las mismas

obras; si es cierto, el Espíritu Santo, entonces hará

la obra del Espíritu Santo, hará la obra de Jesús.

Sabiendo lo que El es ahora Ud. puede estar seguro

de lo que El fue allá; tomemos San Juan capítulo 4,

cuando El siendo judío se encuentra con una mujer

Samaritana y para captar su espíritu habla con ella

por un momento, El le dijo cuál era su problema y

ella le dijo: "Señor; paréceme que eres profeta.

Sabemos que cuando venga el Mesías El nos declara

estas cosas'.

70.- Ella le dijo eso y El le dijo: "Yo soy el que habla

contigo". Luego ella fue corriendo a la ciudad y les

dijo: "Venid y ved a un hombre que me ha dicho las

cosas que he hecho, ¿no será este el Mesías?" Y

todos creyeron. Jesús nunca hizo eso con otra

persona, pero toda aquella ciudad creyó por eso; El

no sanó a nadie, simplemente llegó allí y se

manifestó y dice la Biblia que toda la ciudad creyó

en El por el testimonio de la mujer. Si ese fue Jesús

ayer y puede venir hoy a hacer lo mismo cuando

hay una joven Africana y un hombre Anglosajón

parados aquí, si El puede revelarme algo por lo que

Ud. está aquí, algo que Ud. haya hecho o algo así,

Ud. sabrá si es verdad o no, seguro que sí.

61-0827 (v) El Mensaje De Gracia

Ahora la otra, la otra nación fue Samaritanos, la cual

fue mitad judío y mitad gentil, causado por el

matrimonio del pecado de Coré y ellos se

descarriaron. Y ellos creían en Dios y estaban

buscando y esperando un Mesías. Y Jesús se mostró

ante ellos. Vino a los judíos, los Suyos, pero tuvo

necesidad de pasar por Samaria, en San Juan 4, si lo

han leído. Tuvo necesidad de pasar por Samaria.

Vino a la ciudad de Sicar y mandó a los discípulos a

comprar comida. Y mientras que se fueron, si Ud. ha

estado allí, es una panorámica, un pozo, donde toda

la ciudad venía a sacar agua. Ud. sabe, venían las

mujeres y con la devanadera bajaban la cubeta para

sacar el agua y la cargaban sobre la cabeza. Y luego

las mujeres malas no podían venir con las virtuosas.

No tenían compañerismo en aquellos días. Una

mujer de mala fama en aquellos días se mantenía

con su especie. No es así hoy; están todas juntas,

pero ellas, es como picándole a la yema del huevo,

se vuelve a todo rojo.

Entonces esta mujer de mala fama salió como a las

once y media o doce, por allí, del día; era de mala

fama y salió para sacar agua para su casa. Y le puso

así la cubeta en la devanadera y le bajó al pozo. Y

estaba sacando el agua y en el momento cuando

comenzaba a subir el agua, ella oyó alguien decir, "

¡Mujer, dame de beber!" Ella miró y allí estaba un

judío. Ahora ellos no tenían relaciones uno con el

otro.

Era un hombre mediano de edad, como de treinta,

pero la Biblia dice que aparentaba cincuenta, Ud.

sabe eso. Dijeron, "Tú dices que viste a Abraham y

eres un hombre que no pasas de cincuenta años."

Apenas tenía treinta. ¿Ve? Me supongo que Su

ministerio le haya envejecido algo. Dijeron, "Tú

dices que has visto a Abraham, ahora sí sabemos

que Tú tienes un demonio."

Pero El dijo, "Antes que fue Abraham, fui Yo." El fue

el Dios de Abraham. Seguro. El dijo, "Antes de

Abraham, fui Yo, YO SOY." Seguro.

Ahora El está sentado junto al pozo y dijo, "Mujer,

dame de beber."

Ella dijo, "No es costumbre. Aquí existe la

segregación." (Como tenían antes en el sur, con los

negros y los blancos ¿Ve?) Ella dijo, "Aquí tenemos

segregación. No es costumbre que tú me pidas, tú

siendo un judío, pedirme a mí, una mujer de

Samaria, algún favor en nada. No tenemos

relaciones con Uds." Ella era una prostituta, Uds.

saben. Quizás una mujer muy bella. Y allí estaba

parada, quizás despeinada con el cabello todo en la

cara, Ud. sabe, y no había estado, en casa toda la

noche. Y entonces dijo, "No es costumbre que tú

me pides eso, yo siendo una mujer de Samaria."

El dijo, "Mujer, si conocieras Quien te habla y con

Quien hablas, Me pedirías de tomar." Ese fue

Mesías ayer, ¿ve? "Me pedirías de tomar, y te daría

agua que no se saca de aquí." Ella dijo, "Pero mira,

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 23

el pozo es profundo y no tienes con qué sacar el

agua. ¿Cómo me vas a dar de beber?" Ella dijo,

"Nuestro padre, Jacob. . ." ¿Ve? Ella era Samaritana,

pero también llamó a Jacob su padre. "Nuestro

padre Jacob bebió de este pozo, su ganado, su

familia. Y ¿tú dices que tienes agua superior a

este?" Dijo, "Tú dices `adorar'. Tú, siendo judío

dices, `Jerusalén.' Nosotros decimos, `que en este

monte'." El dijo, "Mujer, el tiempo viene, y aun

ahora es, cuando el verdadero adorador adorará a

Dios en Espíritu, porque Dios es un Espíritu. El Padre

busca tales."

¿Qué estaba haciendo El? Estaba hablando con ella

tratan-do de hacer contacto con su espíritu. Ahora

recuerde, El tiene que ser el Mesías ante ellos, los

Samaritanos. Entonces El halló su problema.

¿Cuántos saben qué era? Seguro, estaba viviendo

con su sexto marido. ¿Ve Ud.? Es pecado cuando

uno tiene un esposo o esposa viva, y sale y por

cualquier razón le despide y se casa de nuevo, y de

nuevo, y de nuevo y de nuevo. No se debe hacer

eso. Entonces El dijo, y parece que ella vivía con

este sin haberse casa-do. Quizás no estaba casada.

Quizás nunca se había casado. Ella con todas las

cosas inmundas, y Ud. sabe, había hecho tantas

cosas inmundas mientras El la miraba así.

El dijo, "Mira, tráeme de beber." El le dijo, "Si

supieras con Quien hablas, de Mí pedirías agua y Yo

te daría agua que no se saca de aquí."

Luego le dijo, "Ve, trae tu marido y ven acá." Ella

respondió, "Señor, no tengo marido."

"Oh," El dijo, "bien has dicho. Has tenido cinco

maridos y el que ahora tienes no es tu marido. Bien

has dicho."

Si esa mujer. . .Ahora cuando. . .¿Qué le llamaron

los judíos cuando lo vieron, cuando lo vieron hacer

eso? ¿Lo reconocieron ser el Mesías? No. ¿Qué

dijeron que era? Beelzebú, un adivino. Dijeron que

ese poder era de Beelzebú. Llamaron inmundo al

Espíritu de Dios que discernía.

62-0123 (e) Abandonándolo.Todo

101.- Un día una pobre mujer sucia e inmunda

que vivía con seis hombres, se había casado con

cinco y con el que ahora vivía no era de ella, fue a

un pozo a buscar agua; cuando bajó el cántaro para

sacar agua y comenzaba a levantarlo, vio a un

hombre de mediana edad sentado ahí, un Judío que

le dijo: "Mujer, dame de beber" Ella le dijo: "Aquí

hacemos discriminación, no es costumbre que Tú

siendo Judío me pidas a mí de beber, que soy una

mujer Samaritana, no nos tratamos". Pero El le dijo:

"Si supieras quién es el que habla contigo tú me

pedirías de beber" (Juan 4:5-42) Así continuaron

hablando por un rato y ¿qué estaba haciendo El?

Tratando de encontrar dónde estaba su problema.

102.- Ahora, Jesús tenía necesidad de pasar por

Samaria y recuerden que El sólo se dio a conocer a

Judíos y Gentiles, que eran los descendientes de

Cam y de Sem, los de Jafet estaban apartados.

Nosotros los Anglosajones éramos entonces

paganos y adoradores de ídolos. Recuerde, ¿por

qué Jesús cuando estuvo en la tierra no se

manifestó con las mismas señales a los Gentiles?

Porque los Gentiles no estaban esperando un

Mesías pero los Judíos y Samaritanos sí lo

esperaban; El se dio a conocer como Mesías a los

Judíos al hablar con Pedro, al que le dio las llaves

del Reino, a Natanael y al ciego Bartimeo cuando su

fe lo detuvo, a la mujer con el flujo de sangre y a

otros.

103.- Pero ahora está aquí delante de una

Samaritana, se da a conocer como el verdadero

Mesías. Durante muchísimos años tanto Judíos

como Samaritanos habían creído que vendría un

Mesías y si el Mesías estaba sobre la tierra, le

tocaba darse a conocer. Fíjense en el anciano

Simeón en el templo con aquel testimonio: "No veré

muerte hasta que vea al Cristo". En el mismo

instante que María trajo al niño, el Espíritu Santo

habló a Simeón y él se acercó hasta donde estaba,

lo levantó en sus brazos y dijo: "Despide a tu siervo

en paz de acuerdo a Tu Palabra, porque mis ojos

han visto Tu salvación". (Lucas 2:29-3o) Simeón no

vivió para ver las obras Mesiánicas que El haría,

pero tenía testimonio de que Ese era.

104.- El se dio a conocer al pueblo como El

Mesías, como ese Dios Profeta. Cuando habló con

aquella mujer le dijo: "Ve, busca a tu marido y ven

acá. Ella le dijo: No tengo marido. El entonces le

dijo: Bien has dicho, porque cinco has tenido y el

que ahora tienes no es tu marido. Ella dijo: Señor,

percibo que Tú eres profeta... sabemos que cuando

el Mesías viniere nos declarará todas las cosas". Esa

será la señal del Mesías cuando venga, El nos

revelará todas las cosas. "Jesús le dice: Yo soy el que

habla contigo". Rápidamente ella dejó el cántaro,

corrió a la ciudad y le dijo a los hombres de aquella

ciudad: "Vengan y vean a un hombre que me ha

dicho todo lo que hecho, ¿no será este el Mesías?

¿No es esa la señal que el Mesías deberá

mostrarnos?" El no volvió a hacerlo una vez más

delante de ellos, pero dicen que los hombres de

aquella ciudad creyeron en El por el testimonio de

la mujer que dijo que El era el Mesías. Amén.

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 24

62-0422 (t) La Restauracion Del Arbol Novia

181 La mujercita Samaritana....Ahora, recuerden,

El nunca fue a los Gentiles de esa manera. No,

señor. El aún les dijo a Sus discípulos que no fueran

a ellos. Esos somos nosotros; éste es nuestro día. El

vino en la forma del Espíritu Santo a nosotros, como

El dijo que sería. Pero cuando El fue a la-ellos ¿qué

sucedió? Cuando El fue a la mujer Samaritana, la

mujer dijo-El le dijo a ella: "Dame de beber". Y ella

dijo: "No es costumbre de nosotros, siendo Tú un

Judío, que me pidas a mí una Samaritana. Tenían

segregación por sus colores y demás. El les dejó

saber allí mismo que no había diferencia, todos

venían del mismo árbol. Todos somos hijos e hijas

de Dios; todos somos....¿Ven? Y El dijo-ella dijo:

"Nosotros adoramos a nuestro padre, Jacob. (¿Ven?

Y ése era el padre de los Judíos también. ¿Ven?)

¿Nuestro padre, Jacob, cavó este pozo, y Tú dices

que eres más grande que él? Y El dijo: "Las aguas

que Yo te doy son de Vida Eterna". ¿Ven? El dijo....

182 "Bueno, nosotros adoramos en esta montaña y

Uds. en Jerusalén". El dijo: "Ve, y trae a tu marido

aquí. Esto lo confirmará". Ella dijo: "Yo no tengo

marido". Dijo. Tú has hablado bien". Dijo: "Tú has

tenido cinco, y el que ahora tienes, no es tu

marido". Ella dijo: "Señor, Tú sabes, han pasado

cuatrocientos años desde que tuvimos un profeta;

pero Tú debes de ser un profeta. ¿Cómo sabías Tú

que yo he tenido cinco maridos?" Ella dijo: "Ahora,

nosotros sabemos que es el tiempo para que el

Mesías esté aquí, el cual es llamado el Cristo. Y

cuando El venga, El nos dirá estas clases de cosas".

Oh, esos son Sus frutos. El dijo: "Yo soy El". Ella dejó

el cántaro, el cántaro de agua vieja de la

organización. Ella corrió a la ciudad no importó

elpozo que Jacob tenía, ella había encontrado un

nuevo manantial. Ella corrió a la ciudad y dijo:

"Venid y ver a un Hombre Quien me dijo lo que yo

hice. ¿No es Este el mismo Mesías? ¿No es Este el

fruto? ¿No es Esta la evidencia de que Este es el

Mesías?"

183 Los Judíos no podían entender. Ellos dijeron:

"El es un adivino, Beelzebú". Jesús dijo: "Yo los

perdono a Uds. Pero el Espíritu Santo vendrá y hará

la misma cosa, y Uds. hablan en contra de Eso,

nunca les será perdonado a Uds." Ahora: "Si yo no

hago las obras de Mi Padre, cre-no Me crean"; pero

ese Arbol de fruto estaba dando los frutos. Ahora,

observen. ¿Qué dijo El;....Qué-qué clase de iglesia

estableció El? Ahora Uds. Católicos que quieren

decir que Jesús estableció una iglesia, ¿qué clase de

iglesia estableció El? ¿El mencionó alguna vez una

denominación, un credo? El siempre estaba en

contra de eso. El dijo: "Paredes blanqueadas,

huesos de hombres muertos".

Por eso fue que aquella mujer de mala fama, en

oposición directa a todos los ministros, ella creyó el

Mensaje. Cuando Jesús estaba hablando con aquella

mujer allá en Samaria, El le dijo: "Dáme de beber." Y

ella le respondió: "No tienes con qué sacar el agua.

Además no es nuestra costumbre que me pidas a

mí, yo siendo samaritana." Y así continuó la

conversación y por fin El le dijo: "Vé, llama a tu

marido y ven acá."

Ella le respondió: "No tengo marido."

El le dijo, "Bien has dicho por cuanto has tenido

cinco y aquel con quien ahora estás no es tu

marido."

Ella le respondió: "SEÑOR, me parece que tú eres

profeta. Ahora nosotros sabemos que viene en

camino un cambio de dispensación. Viene Uno

Quien será ungido y será llamado El Messías, el

Cristo de Dios. Y cuando El venga, EL SERÁ ESE

PROFETA." ¡Cuánto más conocía esa mujer que

todos los predicadores de aquel día! Sí señor, y ella

en esa condición. Es que ella entendía las Escrituras,

sin embargo era una mujercita tan pobre, casada

con cinco esposos, y viviendo con el sexto. Sin

embargo, ella conocía más acerca de las Escrituras

porque ella tomaba las Escrituras solamente por Su

significado literal.

Ella dijo: "Cuando El venga, será un profeta." Y ¿qué

le dijo Jesús? "Yo soy." Entonces ella abandonó su

cántaro de agua y corrió a la ciudad clamando,

"Vengan y vean un hombre Quien me ha dicho todo

lo que he hecho. ¿No es este el mismo Mesías?" Ese

es.

62-0603 El Evangelismo En El Tiempo Del Fin

Ahora, ella sabía que El venía por cuanto todos los

profetas y las Escrituras desde los días de Moisés, y

en cada una de aquellas dispensaciones, habían

dicho: "El vendrá y así es como sería.

¡Oh qué cosa, con tal que la gente de hoy pudiera

ver eso! Entonces conocerían el día en que estamos

viviendo; podrían ver que esto es la promesa de

Dios para hoy. ¡Dios mismo dijo que así sería! No

hay nada errado. El gran reloj de Dios está

marcando el tiempo perfectamente bien. Y aun

según la ciencia solamente faltan tres minutos para

la media noche. Así que bien pueden ver que el reloj

puede dar en la media noche a cualquier momento;

y ya hace como tres años que dijeron eso. Estamos

en el fin.

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 25

62-0706 (t) Jehovah Proveerá (Parte 2)

9 Cuando esa mujercita prostituta, allí en el

pozo, esa noche, la mujer samaritana… Había

sacerdotes y rabíes parados allí, mirando a Jesús

obrando, dando Su Señal Mesiánica a ellos, una

Señal Escritural, y ellos dijeron: "El es Belsebú, es un

demonio, un adivinador."

10 Pero tan pronto como esa Luz alumbró a

esa mujercita, cuando El le dijo a ella, lo que ella

había hecho, dijo así: "Señor, me parece que Tú eres

un Profeta. Nosotros sabemos que cuando el

Mesías venga, cuando El venga, El nos dirá estas

cosas." ¿Vé?. rápidamente esa simiente

predestinada lo aceptó, porque verdaderamente

ella era una Simiente de Abraham. Y ella vió la luz.

Era la Palabra. Ella sabía que la Palabra había

prometido éso, que cuando El Mesías viniera, El

haría esas cosas, y ella lo reconoció. Jesús le

contestó: "Yo soy el que te habla."

11 Ella corrió a la ciudad y trató de

convencer a otros. Ella les dijo: "Venid y ver a un

Hombre que me ha dicho las cosas que he hecho.

¿No es éste el mismo Mesías?" ¿Vé?

12 Ahora, sólo unas palabras para nuestras

hermanas. Yo siempre he sido considerado como un

odiador de mujeres, pero no lo soy ¿vé? Cuando yo

era un muchachito, tuve una experiencia amarga,

pero yo siempre he tenido un gran respeto por una

mujer que es una mujer, una dama. Pero no tengo

respeto por aquellas que profesan serlo y no lo son.

A mí me gusta ver una dama, una real y genuina

dama, ella es una joya.

62-0707 (t) Jehovah Proveerá (Parte 3)

196 Por éso Jesús podía pararse delante de

las gentes y discernir sus corazones. Los fariseos

decian, "El es Belzebú." Y Jesús volteado de

espaldas. Ellos no lo decian en voz alta, pero El les

decia, así es somo le pudo decir a la mujer acerca de

su flujo de sangre. Le dijo a la Samaritana los

esposos que habia tenido. ¿Porqué? Porque éso era

la señal del Mesias.

62-0909 (e) En Su Presencia

43.- Fijense en Abraham. fíjense en Moisés, en

Pedro y en Pablo, en el momento que llegaron a la

Presencia de Dios reconocieron que eran pecadores

y sellaron sus testimonios con sus vidas. Fíjense en

la mujer Samaritana, ella no pudo aguantar más. fue

a la ciudad y dijo a los hombres: "Vengan y vean a

un hombre que me ha dicho lo que he hecho, ¿no

será ese el Mesías?" [Juan 4]. Ellos no podían

negarlo porque era Escritural. Cierto. Sí. Tienen que

hacerlo, tenemos una responsabilidad de decirle a

otros como lo hizo Moisés, Pedro y Pablo. Después

de las cosas que Ud. ha visto y de que ha llegado a

Su Presencia, es responsable de que el Mensaje

llegue a alguien más: no puede sentarse tranquilo

con él. debe llevarlo a alguien más.

El Tercer Sello

229 Un día El pasó por Samaria, bajando por allí

juntamente con un grupo de judíos. El se apartó

de ellos. Y esta mujer de mala fama salió, quizás

era muy bella, Uds. saben. Y es que desde niña

había sido echada a la calle. Y ella estaba pasando

por allí. Quizás estaba pensando en algo. Llegó allí

y colocó el balde. Y comenzó a bajar la cuerda, Uds.

Saben, para sacar el agua. Y entonces oyó a un

Hombre decir: "Dame de beber". Se volteó para

ver, y allí estaba sentado un judío de edad

mediana.

230 Ella dijo: "¿No eres judío? No debes hacer

eso. No es propio que me hables a mí. Yo soy

samaritana".

231 El le dijo: "Pero si supieras con quién estás

hablando, me traerías...Me pedirías a Mí que te

diera de beber".

232 Le preguntó: "¿Pero dónde está Tu balde"?

¿Ven? "¿Dónde está Tu cuerda"?

"Pues", le dijo, "el agua que yo doy es Vida".

233 "¿Es qué"? ¿Ven? "Lo que pasa es que Uds.

quieren adorar en Jerusalén y nuestros padres

adoraron..."

234 El dijo: "Oh, tienes razón, pero nosotros los

judíos sabemos lo que adoramos. Pero sabes, el

tiempo viene cuando los hombres no adorarán en

Jerusalén ni tampoco en este monte. Pero

adorarán a Dios en el Espíritu, porque El es

Espíritu, Espíritu y Verdad". Ella comenzó a

asimilar las cosas, Uds. saben. Y El le dijo: "Ve, trae

tu marido y regresa acá". Ella exclamó: "¿Mi

marido? Yo no tengo marido".

235 "Pues", le dijo, "esa es la verdad". Dijo, "Tú

has vivido con cinco y ahora estás con el sexto". Y

le dijo, "Has tenido cinco. Y-y, sabes. Has dicho la

verdad".

236 ¡Fíjense! ¿Qué fue? Esa Luz hizo contacto

con esa simiente. Había estado allí, eso fue

hablado por Dios. Sí señor.

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 26

237 La simiente ya estaba sobre la tierra. Cuando

Dios apartó las aguas y le brilló el sol, tuvo que

salir. Correcto. ¿Ven? Todo lo que necesitaba era

el sol. Sólo necesitaba la Luz. Sí señor.

238 Y cuando el Espíritu Santo, en El, apartó su

vida pasada, y se la mostró, la Luz hizo

contacto. Ella exclamó: "¡Señor, paréceme que tú

eres profeta"! Dijo, "Ahora, sabemos, yo sé que

cuando el Mesías venga, eso es lo que El será. Y no

hemos tenido profeta por centenares de años. No

hemos tenido un verdadero profeta por centenares

de años". Y dijo, "¿Cómo es que me hablas de mis

maridos y cuántos fueron y demás cosas? Yo no

entiendo. Cuando el Mesías venga, pues El hará

esas cosas. Pero ¿quién eres tú"?

Dijo: "Yo soy".

No hubo más que decir. ¿Ven? ¡Una ramera!

239 Y los sacerdotes miraron alrededor y

dijeron...Pues, tenían que dar respuesta a sus

congregaciones. Decían: "No tengan nada que ver

con ese individuo. El-El está poseído de un

demonio. Eso es todo". Esa fue la diferencia. Y es

lo mismo hoy. ¿Ven? Lo mismo hoy, exactamente.

Sí señor.

240 Ella lo reconoció porque la Luz hizo

contacto. Aquellos pescadores, obreros,

agricultores, cobradores de impuestos, rameras,

ellos vieron en El lo que las Escrituras tan

sencillas dijeron que El haría. Y los fariseos no

pudieron ver por causa de sus tradiciones. Ellos

no pudieron ver por causa de sus tradiciones. Sin

embargo, las rameras, los agricultores y los demás

lo vieron, todos los que estaban predestinados.

Cuando salieron las dudas, entonces la simiente

comenzó a crecer. Correcto.

241 ¿Qué hizo ella? ¿Acaso dijo: "Ha sido

para mí un gran placer haber conocido al

Mesías"? Oh no, hermano. Corrió rápidamente a

la ciudad. Se olvidó del agua. Dijo: "¡Vengan y

vean a un hombre que me ha dicho todas las

cosas que he hecho! ¿No es esto mismo lo que

declaran las Escrituras que hará el Mesías? ¿No es

exactamente eso"? Y la gente podía ver esa misma

cosa.

El Séptimo Sello

115 Aun la mujer samaritana, parada allá junto al

pozo. El no había estado antes en Samaria.

Simplemente fue, porque dijo que tenía necesidad

de ir por allí, y fue. Y allí estaba esa mujer. Y ella,

no obstante su condición, estaba en mejores

condiciones para recibir el Evangelio que los

sacerdotes tan religiosos y demás de aquel día. Ella

lo aceptó. Cierto. ¿Ahora pueden ver?

116 Pero a la luz de tal rechazamiento, aún uno

de sus propios hombres más instruidos manifestó

que ellos sabían que El era un maestro enviado de

Dios.

63-1130 (b) Influencia.

Ahora fijense en esta Palabra inmutable. El miró

directamente a aquella mujer. Y allí estaba ella,

como diríamos hoy, "Una mujer de mala fama, una

prostituta de la calle." Quizás desde niña había sido

dejada en la calle, sus padres la habían echado del

hogar, lo mismo que sucede con demasiada

frecuencia hoy en día. Pero allí estaba aquella

amable y bella joven, quizás tenía 18 años, ya

debiera haber salido del colegio, y había tomado un

rumbo equivocado. La moral de su vida estaba en

decadencia. No tenía nada de donde afirmarse, sin

embargo era una joven hermosa. Salió a buscar

agua y se encontró con un hombre que le habló. Y

ella le dijo: "Aquí tenemos segregación; no deberías

hablar conmigo. Tú eres hebreo y yo soy

samaritana, y además, mira quien soy. ¿Porqué

hablas conmigo? ¿Qué quieres?" ¿Pueden ver? Su

motivo estaba equivocado. Y muchas veces...

¿Qué si aquella mujer hubiera tirado el cántaro al

suelo y se hubiera ido, como hacen algunos que se

levantan y salen de estos servicios, antes de

averiguar? Entonces no hubiera sucedido de esa

manera.

Pero había algo respecto a aquella simiente

predestinada, que, "Hay algo interesante en esta

persona." Entonces ella comenzó a hablar con El.

¿Qué sucedió? Le reveló las cosas que había hecho.

Y cuando hizo eso, cuando le declaró las cosas que

había hecho, entonces ella dijo: "Señor, me parece

que eres un profeta. ¿De dónde me conoces?"

¿Cómo llegó ella a saber que El era un profeta?

Porque la Palabra había llegado a El.

La Biblia dice: "Si hay uno entre vosotros que es

espiritual, o profeta, Yo el Señor, me daré a conocer

a él. Y si lo que dice es la verdad, entonces oídio,

porque es Mi representante, él es Mi Palabra

manifestada."

Y siguió diciendo: "Señor, no hemos tenido profetas

por cuatrocientos años. Y yo entiendo que Tú eres

un profeta. No tenemos Escritura que nos diga que

nos toca un profeta ahora, aparte del Mesías.

Sabemos que el Mesías está por venir. Y esto que

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 27

(esa es señal de un profeta). Sabemos que El viene y

que hará estás cosas."

Y entonces Jesús, la Gran Suficiencia vino y dijo: "Yo

soy" Amén.

¿Qué? Inmediatamente, no se escandalizó, ni se fue

corriendo, ni dijo, "No lo quiero escuchar." Sino que

más bien se cubrió el rostro, y dijo: "Reconozco que

estoy errada." Humildemente pidió: "Dame de esa

agua, Señor, la cual no tengo que venir aquí a

buscar." ¿Pueden ver cómo Dios prepara a Su

pueblo?

¿Y ahora qué? Ahora estaba lista. Entonces le fue

revelado, "Ese es el Mesías." E inmediatamente

entró en acción. ¿Detenerla? Imposible. Ella se fue

corriendo a la ciudad y dijo: "Vengan y vean a un

hombre quien me ha dicho todas las cosas que he

hecho. liemos estado esperando al Mesías y allí

está." Y la Biblia dice que la gente de esa ciudad

creyó por el testimonio de esa mujer. Ella tenía algo

tan real que podía desplegar. Después del

encuentro con Jesús y trayendo consigo los

resultados directos que había aprendido de su

estudio Bíblico, que le instruyeron en lo que debía

hacer el Mesías, con su influencia pudo convencer a

los hombres que aquel era el Mesías. Por

cuatrocientos años no habían tenido alto ni

semejante, y ahora: "He aquí el Hombre." Su

testimonio, aunque era (le una prostituta, trajo

convencimiento.

¡Oh jovencita! Quizás tú no estés viviendo esa clase

de vida, pero tan sólo pudieras encontrarte con

Aquel del cual te estoy hablando ido, qué influencia

tendrías entre tus compañeros de escuela.

Joven, al igual que Saulo, educado e inteligente; qué

tremenda influencia fue para todo el mundo

Cristiano. Fue enviado como apóstol a los gentiles

cuando tuvo el encuentro con Jesús en la forma de

la Columna de Fuego, sabiendo que era el mismo

Dios que había sacado a su pueblo de Egipto, a

Israel de Egipto. ¡Puedes encontrarte con este

mismo Dios! Esa es la Biblia manifestada, probando

que El es Dios, Su vindicación aquí en la tierra ahora

mismo, que Su Palabra se ha dado a conocer,

porque, "El es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.

Qué gran influencia serás para tu iglesia, para tu

comunidad, para todos aquellos que están en

contacto contigo. Serás una persona cambiada. Sí

señor.

Miren hacia Jesús

381 Eso es algo en Ud., una vida, o Ud. no

estuviera parada allí; Ud. sería sólo una forma, que

yacería muerta, y Ud. no tendría vida en Ud. Pero,

siendo que hay una vida en esa carne, eso la

controla. ¿Ve? Y ahora aún sus pensamientos y lo

que Ud. piensa, las palabras que Ud. habla, y todo,

es por lo cual Ud. vive. ¿Ve? Eso es lo que Ud. es,

son sus palabras, sus pensamientos, y todo lo que

Ud. es.

Ahora, nosotros estamos, nosotros estamos aquí,

creyendo. Ahora, el Espíritu Santo…

Como Jesús le dijo a la mujer: "Dame de beber".

382 Y cuando ella trajo, ella dijo: "Pues, Tú, Tú no

deberías pedirme eso. Yo soy una-soy una

Samaritana. Tú eres… Tú eres un judío. Nosotros no

tenemos costumbres los unos con los otros, de-de

ninguna manera, tratos los unos con los otros".

142 Pero los Samaritanos lo estaban buscando, así

que El tuvo que pasar por ahí, por Samaria. El se

sentó junto al pozo. Salió una jovencita,

probablemente como de su edad. Ella era una

mujer de mala fama. Yo creo que Ud. ya ha leído la

historia. Y El dijo: "Mujer, dame de beber".

64-0207 (v) El Patriarca Abraham

143 Ella dijo: "Oh, no es costumbre que Tú, siendo

Judío, le pidas a una Samaritana tal cosa".

144 El dijo: "Pero si tú supieras con Quién estás

hablando, tú me pedirías a Mí de beber".

145 La conversación siguió. Finalmente, El encontró

cuál era su problema. ¿Se acuerda Ud. cuál era? Ella

tenía demasiados maridos. Y El dijo: "Ve, llama a tu

marido, y ven acá".

Ella dijo: "No tengo".

146 Le dijo: "Bien has dicho", le dijo, "porque cinco

has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido".

147 Ella dijo: "Señor, paréceme que Tú eres profeta.

Nosotros sabemos que cuando el Mesías venga, nos

declarará estas cosas".

Y El dijo: "Yo soy El".

148 Entonces ella dejó su cántaro de agua, corrió

hacia la ciudad, y dijo: "Vengan a ver a un Hombre

que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No es Este

el Mesías?" Ellos no habían tenido un profeta por

centenares de años. Y aquí estaba un Hombre que

reclamaba ser el Mesías, y probaba ser un — un

profeta, y mostraba la señal del Mesías.

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 28

Las inversiones

122 Pero esta jovencita, tal como la conocemos, ella

era una Samaritana. Jesús iba camino a Jericó, la

cual está situada debajo de Jerusalén. Pero Él fue a

Samaria y llegó a una ciudad llamada Sicar, y mandó

a los discípulos a comprar víveres, comida. Y

mientras ellos fueron, esta jovencita llegó a buscar

agua, y Él-Él le dijo: "Tráeme de beber".

123 Ella miró alrededor, y viendo que Él era judío, le

dijo: "No es costumbre que Tú me pidas eso". Dijo:

"Tú eres judío".

124 Él dijo: "Pero si supieras con Quien estás

hablando, tú me pedirías a Mí de beber y Yo te daría

agua que no tienes que venir a sacarla aquí".

125 Entonces la conversación continuó, con

respecto a la religión, y finalmente Él hizo contacto

con su vida. Él dijo: "Ve, busca a tu marido, y ven

acá".

Ella dijo: "No tengo marido".

126 Dijo: "Has dicho la verdad; porque has tenido

cinco, y con el que ahora estás viviendo no es tu

marido".

127 Ahora, unos días antes de eso, los maestros y

rabinos de aquel día, los hombres que debieron

haber tenido mejor conocimiento, dijeron: "Él es

belcebú. Él hace eso por medio de un espíritu

maligno". Ellos tenían que darles razón a sus

congregaciones. Así que ellos inventaron y dijeron:

"Es un espíritu maligno".

128 Y Jesús dijo: "Yo les perdono por eso", (la

expiación no había sido hecha). "Pero cuando venga

el Espíritu Santo y haga la misma cosa, hablar en

contra de Eso jamás será perdonado", y nosotros

sabemos que eso sucedió cuando Tito, después de

que ellos habían rechazado el Espíritu Santo, Tito

quemó el templo y esparció a los judíos por todo el

mundo. Y ahora ellos se están reuniendo

nuevamente, está cumpliendo la Escritura. Fíjense

ahora en esta jovencita.

129 Cuando, esos judíos vieron eso acontecer, y lo

llamaron: "un espíritu maligno, un espíritu

inmundo", dice la Biblia: "llamando el Espíritu de

Dios, haciendo la obra, un Espíritu inmundo, un

demonio", como un adivino o alguna persona

maligna.

130 Y entonces, rápidamente, esta mujer supo que

no era así. Cuando Él dijo: "Ve y llama a tu marido".

Ella dijo: "No tengo ninguno".

131 Él dijo: "Has dicho la verdad, porque cinco has

tenido, y con el que vives no es tu marido".

132 Fíjense en esto. Rápidamente ella dijo: "Señor,

me parece que Tú eres profeta". Recuerden, ellos

no habían tenido profetas por casi quinientos años.

Malaquías había sido el último profeta hebreo.

"Nosotros sabemos que el Mesías viene, y ésta será

la identificación del Mesías. Sabemos que cuando Él

venga, esto es lo que Él hará". Jesús le dijo: "Yo soy,

el que habla contigo".

133 Ella aceptó una póliza. Ajá. Y entró a la ciudad,

para esparcir las buenas Nuevas, que ella había

encontrado al Mesías. Ella tenía Vida Eterna por

cuanto había creído en Él. ¿Cómo lo sabía ella? Ella

vio la identificación de la Escritura manifestada por

Él. 134 "Sabemos que cuando venga el Mesías… Por

cuatrocientos años no hemos tenido un profeta, y,

cuando Él venga, ese será el próximo hombre en la

escena. Cuando Él venga, nosotros le

reconoceremos, porque ÉL hará esa misma cosa".

135 Dijo: "Yo soy Él". Ella aceptó una póliza. Ella

estaba interesada en ella.

120. Ahora, ellos tenían segregación estricta, los

judíos y los samaritanos. Y ella Le hizo saber, muy

rápidamente, que-que no era la costumbre que un

Hombre de Su tipo le pidiera un favor de ella, una

samaritana, porque los judíos y los samaritanos no

tenían sentimientos el uno por el otro, no tenían

nada en común. Él dijo, "Pero si supieras con Quien

hablabas, pedirías a Mí de beber, y te daría agua

que no vienes a sacar aquí."

121. ¿Qué estaba haciendo Él? Contactando al

espíritu de la mujer. Él era un profeta. Y la

discusión era si deberían adorar en Jerusalén o en la

montaña. Él dijo, "El Padre busca a los que adoran

en Espíritu y en Verdad."

122. Y Él siguió hasta que encontró lo que era el

verdadero problema de la mujer. Él siguió

hasta que encontró su problema. Todos sabemos lo

que era, los que leemos la Biblia, San Juan 4.

¿Qué encontramos? Ella tenía demasiados

esposos. Él dijo, "Ve a traer a tu esposo y vengan."

"Ella dijo, "Yo no tengo ningún esposo."

Él dijo, "Has dicho la verdad, porque has tenido

cinco."

123. Miren la diferencia de aquella

mujercita y los sacerdotes de aquel día. Ella

dijo, "Señor, percibo que eres un profeta. Ahora,

nosotros no hemos tenido ninguno por

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 29

cuatrocientos años. Yo percibo que Tú eres un

profeta. Nosotros sabemos que cuando venga el

Mesías, esto es lo que hará." ¿No es así? "Él nos

mostrará estas cosas. Él nos dirá esto."

Él dijo, "Yo soy, Él que habla contigo."

124. Solamente un Hombre ordinario sentado

allí, solamente de treinta años de edad; a lo mejor

parecía de cincuenta, porque ellos acababan de

decir en San Juan seis, "Eres un Hombre con ni

siquiera cincuenta años y dices que viste a

Abraham, ahora sabemos que tienes un diablo."

Pero Él dijo, "Antes de que fuese Abraham, Yo Soy."

125. Y sí, allí estaba Él, solamente un Joven,

probablemente un poco canoso en la barba, Su

obra; Su cuerpo humano era frágil, "sin atractivo

para que Le deseemos." Solamente una piel de

tejón otra vez; pero lo que estaba adentro era

Shekinah, lo que estaba adentro era Dios. ¡Dios!

¿Qué era? Allí estaba Él, identificado, la

Palabra de Dios, sabiendo el secreto de su corazón.

Ven, era la Palabra de Dios. Él era la Palabra de

Dios.

126. Y la Palabra de Dios sigue haciendo esto,

porque Él es el mismo ayer, y hoy y por los siglos.

Lo encuentra, ¿lo encuentra en su pensamiento

ahora? Noten, "el mismo ayer, y hoy, y por los

siglos."

127. Ella corrió a la ciudad y dijo, "Vengan a

ver un Hombre quien me dijo que hice. ¿No es Este

el Mesías?"

128. Si esto era la señal del Mesías, al judío y

al…y al-al samaritano; y Él no tiene respeto de

personas, el mismo ayer, hoy y por los siglos, y esto

era el final, cuando Dios dejó de tratar con judíos y

samaritanos. Y este es el fin de la dispensación de

los gentiles, cuando Él ha subido por los

reformadores y así, hasta el fin, y prometió, "Como

era en los días de Abraham, así será cuando el Hijo

del hombre está siendo revelado a los gentiles en el

último día." Él volvería.

65-0118 (v) La Simiente De Discrepancia

117 Pero aquí fue a un Gentil. . . No un Gentil, pero

a una Samaritana.

118 Ahora es el tiempo de los Gentiles. El nunca

hizo esto ni una sola vez con los Gentiles.

Escudriñen las Escrituras. Nunca. Pero El prometió

en Lucas 22, que lo haría antes de la Venida.

119 Pero se sentó ahí, y allí venía una media Judía y

media Gentil, una mujer. Y le dijo: "Mujer, tráeme

de beber".

120 Y ella dijo: "Tú no debes pedir eso. Aquí hay

segregación. Tú eres Judío, y yo soy Samaritana".

121 El dijo: "Pero si supieras con Quién estás

hablando, Me pedirías a Mí de beber". ¿Qué estaba

haciendo? Estaba haciendo contacto con su espíritu.

Y tan pronto como halló su problema, le dijo que

fuera a traer a su esposo. Y ella le dijo que no tenía.

El dijo: "Has dicho bien, has tenido cinco".

122 Ahora, vean, cuando los fariseos Le vieron

hacer eso, sí, esa discrepancia allí mismo entre la

Palabra, ¿qué dijeron ellos? Dijeron: "Este hombre

es Beelzebú, es un adivino". ¿Ven?

123 Y Jesús dijo: "El que hablare eso contra el

Espíritu Santo cuando El venga a hacer lo mismo,

nunca le será perdonado". Allí está la discrepancia.

¿Ven? Pero El dijo que El los perdonaría a ellos, por

cuanto el Espíritu Santo aún no había venido, el

Sacrificio, el Cordero, no había muerto.

124 Pero luego la mujer no pensó así. La mujer dijo:

"Señor, me parece que eres profeta. No hemos

tenido profeta por centenares de años." Pero dijo,

"Me parece que eres profeta. Ahora, sabemos que

el Mesías, quien es llamado el Cristo, cuando El

viniere, eso hará".

125 Bueno, si eso es lo que El hizo, luego es el

mismo ayer, hoy. Así se dio conocer entonces, ¿es lo

mismo hoy? ¡Tiene que ser! Ahora, aquí está una

mujer y un hombre que se encuentran otra vez. Ella

no es aquella mujer, y yo no soy aquel Hombre.

Pero sin embargo, el mismo Espíritu Santo está

aquí. Y El hizo la promesa que las obras que El hizo,

nosotros haríamos las mismas obras en los días

cuando el Hijo del hombre sería revelado.

? (e) Contendiendo Por La Fe

33 Los discípulos se habían ido a la ciudad para

comprar de comer, y Jesús se sentó allí solo. Una

mujer venía saliendo fuera de la ciudad. Ella era

samaritana. Un samaritano es uno de raza cruzada,

entre judío y gentil. Había muy malos y fuertes

sentimientos entre samaritanos y judíos. Mientras

Jesús estaba sentado allí, esta mujer, samaritana,

vino a sacar agua.

54 El le dice a ella: -Por favor, dame de beber.

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 30

55 Ella le replicó: -¿Cómo tú, siendo judío, me

pides a mí de beber siendo yo samaritana? -¿Ve

Ud.? Los judíos no querían tener nada que ver con

los samaritanos.

56 Respondió Jesús, y díjole: -Si conocieses el don

de Dios, y quien es el que te dice: 'dame de beber'.

Yo pienso que tú le pedirías a él, y él te daría agua

viva.

57 Dísele la mujer: -Señor, no tienes con qué

sacarla y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes

el agua viva? ¿Eres tú mayor que nuestro padre

Jacob, quien nos dio este pozo, del cual él bebió, y

sus hijos y sus ganados?

58 Y la conversación continuó. Les explicaré por

qué razón le habló El a ella. El estaba tratando de

hacer contacto con su espíritu. Después de haber

hablado con ella lo suficiente para hacerlo, y

entendió en dónde estaba el mal, le dijo a ella que

fuera y buscara a su marido.

59 Respondió la mujer y dijo: -No tengo marido.

60 Dísele Jesús: -Bien has dicho: 'no tengo marido'

-replicó Jesús- porque cinco maridos has tenido, y el

que ahora tienes no es tu marido. Sí, esto has dicho

con verdad.

61 Respondió ella: -Señor, paréceme que tú eres

profeta.

62 Note lo que la Palabra dice. Todavía estamos

en Juan capítulo cuatro. Dísele la mujer: -Señor,

paréceme que tú . eres profeta. Sé que el Mesías ha

de venir, el cual se dice el Cristo. Cuando él venga,

nos declarará todas las cosas (Vrs. 19,25). -Pero ella

no sabía Quién era El.

63 Ahora, ¿qué es, entonces, la señal del Mesías?

Son esas obras. Ella dijo que tenía que ser un

profeta. Ella había sido enseñada que debía buscar

al Mesías, porque estas señales estarían en El como

ella lo dijo: -Cuando él venga, nos declarará todas

las cosas. Pero ella no podía entender Quién era

Jesús. Dísele Jesús: -Yo soy, que hablo contigo. Y en

esto dejó su cántaro y se fue a la ciudad, y decía: -

Venid y ved un hombre que me ha dicho todo lo

que he hecho; si quizás es éste el Cristo (V. 29).

Ahora, si en aquel día esa era la señal del Mesías, y

El ha resucitado de entre los muertos, esa tiene que

ser la señal del Mesías ahora. ¿No es eso claro?

Cisternas Rotas

168 Tomemos a la mujer junto a la cisterna de

Jacob, un pozo cavado. Allí estaba ella sentada. Eso

era todo lo que ella sabía, venir a esta cisterna a

buscar agua. Y al otro lado frente al pozo ella

encontró, ahí en ese pequeño panorama, a un

Hombre sentado allí, un judío. Y ella era samaritana,

que era una ciudad de Sicar. Y vemos que este

Hombre (este judío), le dijo una Palabra poco

común a esta mujer, dijo: “Tráeme de beber”.

169 Ella dijo: “Mire, nosotros tenemos segregación.

No es—no es correcto que Ud. me haga una

pregunta como esa; siendo Ud. judío, y yo

samaritana”.

170 Él dijo: “Pero si supieras con Quién hablas, tú

me pedirías a Mí de beber, y Yo te daría aguas que

tú no tendrías que venir a este pozo a beber; sería

un pozo de agua borboteando en ti”. ¡Fíjense

cuando ella halló que esto probó ser la Verdad!

171 Ahora, primero, cualquier hombre pudiera

haber dicho eso. Pero ella dijo: “Uds. dicen que se

adore en Jerusalén, pero nosotros adoramos en

este monte”.

172 Él dijo: “La salvación viene de los judíos.

Nosotros sabemos lo que creemos. Pero”, dijo:

“Permíteme decirte una cosa”, en palabras como

esta: “ni en este monte, ni en Jerusalén. La hora

viene cuando el hombre adorará a Dios en Espíritu y

en Verdad, pues a los tales busca el Padre”. Él dijo:

“Ve, trae a tu marido, y ven acá”. Observen, aquí se

probó. Aquí se ve en qué fuente estaba ella. Dijo:

“Ve, trae a tu marido, y ven acá”.Ella dijo: “Yo no

tengo marido”.

173 Él dijo: “Has dicho la verdad”. Vean, parecía que

era una clara contradicción a lo que Él le había

pedido, y dijo: “Ve, trae a tu marido”. Dijo: “Yo no

tengo marido”.

174 Dijo: “Tú has dicho la verdad”. Dijo: “Porque

has tenido cinco, y con el que estás viviendo ahora

no es tuyo”.

175 Observen a esa mujer, ¡qué distinto a los

sacerdotes de aquel día! Los sacerdotes de aquel

día vieron esa misma cosa suceder, y dijeron: “Eso

es un demonio, una telepatía, o—o un Belcebú”.

¿Ven? Ellos fallaron en reconocer que la Palabra

había prometido eso.

176 Pero esa mujercita estaba más versada en la

Escritura que cualquiera de los sacerdotes. Ella dijo:

“Señor, percibo que eres profeta. No hemos tenido

uno en cuatrocientos años, desde Malaquías. Pero”,

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 31

dijo: “hemos esperado por uno, y sabemos que hay

uno que vendrá, el Mesías. Y cuando Él venga, ésto

será lo que Él hará”. Jesús dijo: “Yo soy Él”. Amén.

177 ¿Se fijaron Uds.? Ella dejó su balde en la

cisterna de Jacob, y corrió a la ciudad; ¡llena de un

pozo artesiano! Ella lo había visto plenamente

vindicado, y Él era la Fuente de Vida. Permítanme

presentársela a Uds. Ella dejó aquello; cuando se

probó que Él era la Palabra de Vida. Ella lo dejó; y

había descubierto que la misma Roca, que fue

herida en el desierto, se había probado que estaba

presente allí.

178 Permítanme decir que ese mismo Dios que

estuvo allá en los días pasados, del cual hablamos

tanto, está presente aquí mismo ahora; no por

medio de algún entendimiento teológico, sino

mediante un conocimiento personal de Su

vindicación que en los últimos días Él derramaría el

Espíritu Santo sobre Su Iglesia. Él no es un “Yo fui”.

Él todavía es el “YO SOY”, tiempo presente,

siempre.

179 Entonces la cisterna perdió su sabor. Y así

también todo hombre que alguna vez entra en el

poder de Dios, por medio del bautismo del Espíritu

Santo, los sistemas denominacionales pierden su

sabor. Ud. ya no quiere de esas ranas estancadas, y

lagartijas, insectos y demás. Ud. está bebiendo de

una Fuente que es fresca y pura: la Palabra de Dios

fresca a toda hora en su alma. Lo mismo que hoy,

cuando la Palabra ha sido probada ser la Verdad,

prueben y vean si no es correcto.

180 Aunque la cisterna había servido bien, servido

bien su tiempo; pero, vean, la Fuente de Vida

estaba allí, no más el pozo de Jacob, para beber

espiritualmente. Ellos pensaron que si bebían de

ese pozo, pues, que todo estaría bien; pero ahora la

Misma Fuente de Vida estaba allí.

181 Ya no necesitamos los sistemas y

organizaciones que teníamos. Estamos en el tiempo

del fin. Y Dios prometió, en este tiempo del fin, las

cosas que Él haría. Y lo vemos cumplirse

exactamente conforme a la Palabra. Oímos a los

hombres de poder militar pararse temblando, y

diciendo: “Algo está a punto de suceder”. Sentimos

al Espíritu Santo advirtiéndonos de que algo está

por suceder. Vemos todo puesto en orden.

Entonces, dejen ese sistema y vengan a la Fuente. Sí

señor.

182 Sirvió su propósito, pero ahora ella estaba cara

a cara con la Fuente Misma.

183 En Juan 7:37-38, Jesús dijo en los últimos días

de la fiesta de los tabernáculos (¿qué dijo Él?): “Si

alguno tiene sed, venga a Mí y beba”. ¡Allí mismo en

medio de un montón de teólogos! “Si alguno

tuviere sed, venga a Mí y beba. Como dice la

Escritura, de su interior correrán ríos de Agua viva”.

65-0221 (v) ¿Quién Es Este Melquisedec?

148 Había una mujer la cual era de mala fama.

Nosotros la llamaríamos, hoy, una mujer de luz roja,

o prostituta. Ella tenía demasiados maridos. Así que

mientras Jesús estaba sentado allí, esta mujer vino

como a las once. ¿Ven?, ella no podía venir con las

vírgenes cuando ellas venían en la mañana para

obtener su agua para lavar; ella tenía que esperar

hasta que todas ellas...Ellas no se mezclaban como

lo hacen ahora. Ella estaba marcada. Así que

entonces, ella llegó para conseguir un poco de agua,

así que ella simplemente cogió el malacate, y puso

los ganchos sobre el cántaro y lo comenzó a bajar.

Ella escuchó a Alguien decir: “Mujer, dame de

beber”. Ahora, recuerden, este es Melquisedec.

Este es Jesús, ayer, el Hijo del Hombre.

149 Y ella volteó a ver, y ella vio un Judío. Así

que ella dijo: “Señor, no es propio que un Judío le

pida a una Samaritana algo. Yo soy una mujer de

Samaria, así que Tú has hablado fuera de lugar. Tú

no deberías de haberme pedido una cosa como ésa.

Nosotros no tenemos tratos el uno con el otro”.

150 El dijo: “Pero si tú supieras Quién está

hablando contigo, tú me pedirías a Mí de beber”.

Ella dijo: “¿Cómo vas a sacarla? El pozo es hondo, y

no tienes con qué sacarla”.

151 El dijo: “El agua que Yo doy es Agua de Vida,

saltando a Vida Eterna”.

El habló con ella hasta que El averiguó cuál era su

condición. Y luego es...Observen qué le dijo El a ella

ahora: “Ve, trae a tu marido, y ven acá”.

Y ella dijo: “No tengo marido”.

152 El dijo: “Has dicho la verdad, porque cinco

has tenido, y con el que ahora estás viviendo no es

tuyo. Así que, en esto, has dicho la verdad”.

Observen la diferencia entre esa mujer y ese

montón de sacerdotes. Ella sabía más acerca de

Dios que todo ese montón de sacerdotes, juntos.

153 Ella dijo: “Señor, me parece que Tú eres

Profeta”. Ella dijo: “No hemos tenido uno por

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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 32

cuatrocientos años. Ahora, sabemos que el Mesías

viene. Y cuando el Mesías venga, eso es lo que El va

a hacer”. Esa era la señal del Mesías, porque El era

el Hijo del Hombre. Dijo: “Eso es lo que El va a hacer

cuando El venga. Tú debes de ser Su profeta”.

154 El dijo: “Yo soy El”. Nadie más podía decir

eso.

155 Ella dejó caer ese cántaro y corrió a la

ciudad, y dijo: “Venid, ved a un Hombre que me ha

dicho lo que he hecho. ¿No es éste el mismo

Mesías?”

Ahora recuerden, El prometió hacer esa misma cosa

al final de la raza Gentil.

Los Judíos habían tenido cuatro mil años para

esperar a ese Mesías, cuatro mil años de enseñar

que El venía, y qué iba hacer El cuando llegara allí, y

ellos fallaron en verlo a El, o fallaron en

reconocerlo. Y cuando El se dio a conocer en las

mismas condiciones de la Biblia en que El dijo que lo

haría, cuando El había sido una teofanía y luego

llegó a ser carne y habitó entre ellos, ellos fallaron

en verlo, y llamaron Sus obras las obras del diablo.

Probando Su Palabra

163 La mujer junto al pozo, cuando ella

había...Pues, El le pidió que le diera de beber

agua del cántaro con el que ella sacaba agua del

pozo, y ella dijo: "No tenemos costumbre que Uds.

los judíos nos pidan a nosotras las mujeres

samaritanas tales cosas, porque no nos tratamos".

164 El dijo: "Pero si conocieras con quién estás

hablando, me pedirías a Mí de beber".

Ella dijo: "El pozo es profundo".

165 Y la conversación, así se fue desenvolviendo,

y por fin El encontró cuál era su problema. Y le

dijo: "Ve y llama a tu marido y ven acá".

Ella respondió: "No tengo marido".

166 El dijo: "Has dicho la verdad, porque cinco has

tenido, y el que con ahora estás viviendo no es tu

marido".

167 "Pues", dijo ella, "Señor, me parece que Tú

eres profeta. No hemos tenido uno por

cuatrocientos años". Dijo: "Me parece que Tú

eres profeta. Ahora, sabemos que cuando venga el

Mesías, que es llamado el Cristo, cuando El venga,

El nos dirá esta clase de cosas. Esa será Su señal".

168 Cuando El dijo: "Yo soy, el que habla

contigo". El probó Su Palabra. El comprobó lo

que reclamaba ser. El era el Mesías, el Hijo de

Dios.