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    CUADERNOS  DEL CLAEH  n.° 88

    Montevideo.

      1.'.

     serie,

     ano 29,

     2004-1

    ISSN 0797-6062  Pp. 41-55

    La valoracion

      el

     patrimonio cultural

    desde una perspectiva economica

    Bruno Frey

    * Agradezco a Isabelle

    Vautravers-Busenhart

      y a

    F^lix O berholzr-Gee sus utiles

    comentarios. Recibi apoyo

    financiero del Fondo Nacional

    Suizo Proyecto n° 12-

    4248 0.94). Este trabajo fue

    publicado en  primera versi6n

    en el  International Journal o

    Cultural Property,  vol. 6

     1997), n°. 2, pp. 231-246.

    L

    a conservaci6n del patrim onio cultural

     es

     cos-

    tosa y hay que decidir que partes vale la pena

    conservar. Se necesita pues un m etodo para va-

    lorar ese patrimonio cultural. Vamos a estudiar diver-

    sos procedim ientos de evaluacion propuestos

     por los

    econom istas, tales como los estudios de impacto o la

    disposici6n

      a

     pagar. Tambien

      se

     utilizan

      a

      menudo

    sondeos de opinion para conocer

     la

     valoracion publi-

    ca

     de

     casos especiales.

     No

     debe despreciarse tampo-

    co la expresion demo cratica de la opinion de los ciu-

    dadanos

     por

     medio del referendum, que tiene

     la

     ven-

    taja

     de

     integrar

     la

     evaluacion

     y la

     decision.

    La economia

     y

    el patrimonio cultural

    El gobierno

     y

     la Administracion publica toman

     con-

    tinuamente decisiones concernientes  al  patrimonio

    cultural. La conservaci6n de los edificios y su repa-

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    42  cuadernos del claeh

    adm inistrativas, si bien deberian tomarse en cuenta en toda decision socialmente equi-

    librada. Por otra parte, la conservacion del patrimonio cu ltural publico requiere gastos

    corrientes para reparar y preservar los objetos.

    Para toda decision racional en estas cuestiones es indispensable una previa esti-

    macion del valor del patrimon io cultural com parado con las alternativas pertin entes.

    Y para estimar ese valor debe tomarse en cuenta que hay valores del arte que no se

    reflejan en el mercado. Las dimensiones publicas del arte incluyen al menos las si-

    guientes variables:

      un «valor de existencia» (la poblacion se beneficia del hecho de que la cultu -

    ra exista, incluso si algunos de sus individuos no toman parte en ninguna

    actividad artistica);

    • un «valor de prestigio» (porque determinadas instituciones contribuyen a un

    sentimiento de identidad regional o nacion al);

      un «valor de opcion o elecci6n » (la gente se beneficia de la pos ibilidad d e

    asistir a estos acontecimientos culturales incluso si no Megan a hacerlo

    realmente);

    • un «valor de educacion* (el arte contribuy e al refinamiento de los individuos

    y al desarrollo del pensamiento creador de una sociedad); y

    • un «valor de legado» (las personas se benefician de la posibilidad de legar la

    cultura a generaciones futuras, au nque ellas mismas no hayan tomado parte

    en ningun acontecimiento artistico).

    Modos de realizar la valoracion

    Estudios de impacto economico

    La forma mas conocida de medir el «valor» de una propiedad cultural es examinar los

    ingresos monetarios que genera; asi, por ejemplo, se examinan los gastos en que incu -

    rren los asistentes a un teatro o a una sala de opera (precio de entrada, comidas en el

    restaurante, transporte, peluqueria, trajes nuevos) y se calcula el efecto multiplicador

    causado por estos gastos (asi, el restaurante tiene que adquirir materia prima y servi-

    cios y pagar a sus em pleados).

    Pero la forma en la que estos estudios de «impacto econ6mico» miden el ingreso

    mo netario no es correcta porque no calculan el excedente social neto, es decir, no de-

    ducen los costos del total de la produccion (los pagos de salarios no son un beneficio

    sino un costo). La industria cultural es muy aficionada a pedir este tipo de estudio,

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    L A   VALORA CI6N DEL PATRIMONIO CULTURAL 43

    Sin embargo, no tiene en cuenta los valores que   no se reflejan en el mercado.

    Como acabamos de decir, el patrimonio cultural y la actividad artistica, en general,

    tienen valores de «existencia», «prestigio», «opci6n», «educaci6n» y «legado», cuy o

    monto hay que calcular con la mayor precision posible.

    La investigacion empirica ha m ostrado que, segun el sector cultural que se con-

    sidere, estos valores que no son de mercado, tienen a menudo un im porte significati-

    vo.

     Debem os tenerlos en cuenta cuando realizamos estos calculos de costo-beneficio

    para dilucidar si una actividad cultural deb e recibir apoyo pu blico. Estos estudios de

    impacto economico, que no tienen en cuenta estos valores, son muy peligrosos. Po-

    dri a ocurrir que una actividad o un edificio no artistico generase mas ingresos mone-

    tarios directos e indirectos que una actividad artistica o un edificio historico. Con la

    sola logica de estos estudios de impacto econom ico podriamo s vernos U evados a de-

    moler un edificio histdrico y sustituirlo por un estadio deportivo o un centro com er-

    cial, cuando un estudio m as completo daria un resultado contrario. Los buenos eco no-

    mistas tienen mucho cuidado en no caer en esta trampa, aunque a veces se les ofrecen

    grandes c antidades d e dinero para llevar a cabo tales estudios.

    Disposicion-a-pagar

    Hay una forma bien conocida de valorar bienes

     que est n

     fuera del m ercado: la «dispo-

    sici6n-a-pagar» mide el precio m aximo que alguien pagaria por el objeto o proyecto

    en cuestion. Se han aplicado varios m etodos en l practica^^  y  los dos m s utilizados son :

    1. El «enfoque hedonico de mercado», que deriva los valores atribuidos a un

    objeto cultural examinando los mercados privados que reflejan indirectamente la uti-

    lidad de que disfrutan las perso nas. Consideremo s un palacio historico situado en un

    maravilloso parque en el centro de una ciudad.  Coeteris paribus un individuo que

    atribuye un valor al palacio y al parque estaria dispuesto a aceptar un trabajo equiva-

    lente cerca del palacio por menos  dinero del que le ofrecen en otro lugar. La diferencia

    entre este salario mas bajo y el que le ofrecen en otro lugar constituye una medida

    mo netaria indirecta de la valoracion que ese individuo hace del palacio y del parqu e.

    El valor atribuido a estos tambien se puede derivar de los alquileres mds altos y   del

    aum ento de los precios de casas y solares que la gente este dispuesta a pagar porque

    disfrutan del palacio y del parque . De nuevo, la diferencia de precio com parada con

    un piso equivalente, una casa o un terreno en otro lugar constituye una valoracion

    mo netaria del palacio y del parque. Aunq ue es ingeniosa, esta forma de m edir indirec-

    tamente el valor de la cultura no capta todos los valores o efectos externos ya m enc io-

    nado s. No se hallan incluidos en los precios de Ia tierra y de las casas ni el valor edu -

    cativo ni el de legado ni tampoco los valores de prestigio, existencia u op cion.

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    L A V A L 0 R A C 1 6 N D E L   P A T R I M ON t O C UL T UR A L

    gran imp ortancia poli tica ha sido el recien ted e C arson e/a /. (1 992 ), sobre la valora-

    cion contin gen te del dafio que al medio ambiente pudo causar el superpetrolero E xxon

    V aldez que, encallando en marzo de 1 989 en el estrecho de Prince W illiam, en A laska,

    vertio 11 millones de galones de petroleo al mar. L as enormes sumas involucradas en

    los juicios asociados con este desastre han atraido la atenci6n de toda la profesion

    econom ica sobre este metodo de investigacion. C omo con secuencia, el metodo de

    valoracion con tingen te se ha visto sometido a un intenso an alisis. L a oficina d e la

    N ational O ceanic and A tmospheric A dministration en los E stados Unidos (N OAA )

    contrato a dos premios N obel (Kenneth A rrow y R obert Solow) para presidir conjun-

    tamente un tribunal que se ocupara de calibrar el metodo de valoraci6n contingente.

    E l resultado del informe de este tribuna l conclu ye «que los estudio s de valor con-

    tingente pueden suministrar calculos lo suficientemente fiables para que se puedan

    utilizar como puntos d e partida en un proeeso judicial para tasar los dafios, incluidos

    los valores de la perdida de uso pasivo». L a expresion «perdida del uso pasivo» se

    refiere al valor potencial del medio ambiente por existencia, opcion y legado. Sin

    em bargo , el informe enum eraba una larga serie de requisitos para que esa conclusion

    fuera valida. L os mas importantes eran:

    1.

      E ntrevistas personales mas que estudios telefonicos, que a su vez son prefe-

    ribles a los realizados por correo.

    2.  E l medio en el que se encu entra el objeto a valorar debe ser desc rito con de-

    talle y claridad.

    3 .

      Hay que decir elaramen te a que uso alternativo se dedica ria el dinero si el

    proy ecto o la poli tica v alorados co ntingen tem ente no se Uevaran a cabo (o

    sea, que hay que especificar cuales son las limitaciones presupuestarias).

    4.  D ebe advertirse a los interrogados de los posibles sustitutos del bien que se

    intenta valorar (o sea, hay que aclarar que otros castillos o palacios se pue-

    den visitar si se destruyera el palacio en cuestion).

    5.

      Hay que asegurarse de que el entrevistado comprende la cuestion y la elee-

    cion subyacente.

    A plicaciones de los estudios de

    valoracion contingente a las artes

    1 . E studios existentes

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    46  cuadernos del claeh

     

    Sin emba rgo, son continuas las decisiones sobre poli tiea cultural, sobre si con-

    viene mas

     la

     conservacion

     de un

     objeto

     del

     patrimonio cultural,

     su

     destrucci6n

     o

    por lo menos,  su abandono  sin  remedio. Tenemos buenos ejemplos  en caso  de  cas-

    tillos o palac ios. O tro caso son

     las

     villas o casas del estilo   Fin-de-siecle o Jugends-

    til que valdrfa la pena p reservar, pero que estdn situadas

     en

     lugares que serian muy

    rentables

     si se

     utilizaran para otros propo sitos y que

     a

     menudo son muy costosas

     de

    restaurar y darles una utilidad. Otro buen ejem plo son las «galert as com erciales»

     de

    ultimos del siglo XIX y principios del  en Parfs

     y

     otros lugares que se en cuentran

    en m al estado pero que aun podri an restaurarse.

    Sen a m enos sensato conside rar las ventajas

     y

     los costos de preserva r el C oli-

    seo o la Torre Eiffel, porque no podem os im aginar que a nadie se le ocurriera d erruir-

    los.

     Si por alguna razon se planteara el caso de  la dem olicion, un estudio  de valora-

    cion del contingente sobrarfa.

      roblemas que plantean los sondeos sobre las artes

    Elecciones marginales frente  a  elecciones totales

    Los sondeos

     de

     opinion presentan

     a

      los interrogados una eleccion

     de

     «todo

     o

     nada»

    o

     con un

      bien indivisible.

     O se

     conserva

      la

     villa

     o la

     galen a

     en su

     totalidad

     o no se

    conserva en abso luto. Bille Hansen, por ejemplo, explfcitamente declara que debe m an-

    tenerse

     el

     Teatro Real Danes

     con el

     grado

     de

     actividad   presente.^   Muy

     al

     contrario,

    siempre

     se

     puede variar

     la

     magnitud

     de un

     bien

     o

      servicio, aunque esta posibilidad

    siempre la rechazan los proveedores de arte, y con m ucho ardor. Podrfa p ropo nerse  la

    renuncia a la parte de ballet o  a la parte de opera, para lo que entonces se interrogarfa

    a

     los

     entrevistados sobre

     su

     disposicion-a-pagar por cada uno

     de

      estos grados dile-

    rentes de actividad. Incluso una villa o galen a de arte podn a conservarse parcialm ente

    sin destruir completamente su valor hist6rico. El dibujar esta curva de demanda para

    distintos «tamafios»

     o

     «calidades»

     de un

      bien cultural es,

     en

     principio, posib le, pero

    significan a mucho trabajo adicional, porqu e el estudio debe especificar exactam ente

    los distintos «tamanos»

     y

     hacerlo de forma comprensible para los interrogados.

    Elecciones  no  optimizantes

    El segundo tema esta muy l ntimamente Iigado con el primero p ero no es iden tico.

     El

    sondeo

     no

     incluye

     un

     algoritmo

     de

     optimizacion,

     una

      formula para calcular posi-

    bles mejoras parciales del bien patrimo nial investiga do.

     Asf el

     objeto h istorico

     se

    presenta

     a

     los interrogados tal com o es. Se supone , impli citamente, que

     la

     oferta

     es

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    LA   VALORA CI6N DEL PATRIMONIO CULTURAL 47

    1. Las aetividades del objeto se llevan a cabo con tal perfeccion que no se pue -

    den mejorar sin renunciar a algtln otro objetivo. Esta suposieion es, cuando menos,

    hero ica. Se sabe , tras amplias investigaciones en el cam po de la eeonomi a del arte,

    que existen numerosas posibilidades de mejora de la eficiencia tecnica.

    2.

      Los estudios de valoracion contingente tambien suponen eficiencia en el

    sentido de que se colman las preferencias del consumidor. Los economistas del

    arte presentan pruebas abrumadoras en el sentido contrario. En especial, no solo

    los directores de teatros y museos sino tambien los responsables de ciudades his-

    toricas, tienden a seguir sus propias preferencias, que pueden desviarse sistema-

    tica y ampliamente de las del ciudadano medio, que son las que importan en los

    estudios sobre la disposicion-a-pagar.

    Escasas sugerencias

    Los estudios de m edicion no tienen en cuenta gran parte del conocitniento acum ulado

    por la economt a de la cultura. Por lo tanto, suelen pasar po r alto buenisim as opo rtuni-

    dades de mejora en la presentacion y la conservacion del arte. Una aportacion muy

    util de los econom istas a la preservac ion del patrimonio cultural seri a presentar for-

    mu las ya conocidas o innovadoras para su mejor utilizacion. Tomem os el ejempio de

    un circo rom ano que pued e utilizarse para toda clase de representaciones arti sticas o

    deportes y festejos, de tal m anera que los interrogados puedan mostrar un m ayor de-

    seo-de-pagar porque el eireo ha vuelto a tomar vida.

    iQue valores

    No esta del todo claro que preferencias haya que tener en cuenta en los estudios so bre

    valoracion de contingente en las artes y otros campo s. Hay dos aspectos que revisten

    particular importancia:

    1. Las anomah as psicologicas^ desempefian un papel muy im portante, sobre todo,

    la disparidad de valoracion entre perdidas y ganancias. Este «efeeto dotaci6n» nos lle-

    va a una gran diferencia entre la disposicion a pagar por conseguir algo y la disposi-

    cion a aceptar una privacion de lo que se tiene, y estas, de acuerdo con la teon a econo -

    mica basica, deberfan ser aprox imadam ente iguales. En un estudio sobre la valoracion

    del medio am biente, determinado s cazadores de patos, por ejempio, estaban dispue s-

    tos a pagar una media de 47 dolares por cazador para proteger las marismas que utili-

    zan los patos, pero los cazadores exigiri an por term ino m edio 1.044 dola res, o sea 22

    veces m as, para aceptar una perdida q ue les dejart a sin m arismas.^ El efecto dotacion

    ha sido asociado con la idea de un «patrimonio nacional»  del arte. Las perdidas tie-

    nen un valor m uy alto. Imaginem os que Francia pierde la M ona Lisa, Roma el Coliseo

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      cuadernos del claeh

    tesoros hist6ricos bubiera existido nunca. ^Necesita Francia realmente la Mona Lisa?

    Tiene cientos de otras obras de arte en sus museos. ^Necesita Rotna realm ente el C o-

    liseo? Tiene m uy cerca el espectacular Foro Rom ano con grandiosos arcos de triunio.

    ^Necesita Floreneia realmente la galen'a de los Uffizi? Tiene otros museos importan-

    tes ademas de la Ca tedral. Visto asf, los ciudadanos deberfan mostrarse poco disp ues-

    tos a pagar para adquirir estos objetos culturales, si no los tuvieran en su pafs. La cues-

    tion es cual de las dos valoraciones es la que hay que tener en cuenta o que punto de

    partida se elige para la encuesta. Partir del

     statu quo y

     averiguar cual sen'a la valora-

    cion de una perdida tiene su sentido. Sin embargo, con una perspectiva a largo plazo,

    la situacion cambia. U na vez que hayamos partido de la hipotesis de que el objeto no

    ha existido nunca o que se ha perdido hace mucho tiempo, el efecto dotacion se desva-

    nece y la valoracion de dicho objeto de arte desciende drasticamente.

    2. El arte es internacional, y no es raro que la cultura de un pafs la valoren mas

    los extranjeros que los habitantes del propio pafs. Sin embargo, los estudios de valora-

    cion contingente normalm ente examinan solo a Ios habitantes de dicho pafs. Por ejem-

    plo,  Bille Hans en' solo interrogo a los residentes de Dinam arca para su estudio del

    Teatro Real. Aunque en este caso particular fuese admisible, este enfoque en otros casos

    supondrfa un grave error. Las ruinas de los mayas, en lasjunglas de America C entral,

    por ejetnplo, con toda probabilidad, son menos valoradas por los habitantes que por

    los norteamericanos y europeos, que probablemen te se mostrarfan muy dispuestos a

    pagar por conservar esas ruinas.

    Podrfa objetarse que los interrogados locales mostrarfan alguna disposicion a

    pagar por la valoraci6n de la perspectiva de atraer turistas. Dicba valoracion no ten-

    drfa en cuenta , sin em bargo, el «valor de opci6n» , que nada tiene que ver con las visi-

    tas reales. Incluso en condiciones ideales, los residentes locales no podran consegu ir

    mas que una pequefia parte del valor de opcion si cobran «royalties» por las fotogra-

    ffas y pelfculas del objeto artfstico para su difusion en el resto del tnundo.

    Una dificultad semejante se plantea con las generaciones futuras, a las que no se

    puede interrogar. Parte de este valor queda incluido en el «valor de legado» de los

    encuestad os, mas para ello el cuestionario tiene que ser disefiado muy cuida dosam en-

    te . En el caso de los objetos del patrimonio artfstico, la gran dificultad estriba en cap-

    tar el deseo de pagar de las generaciones futuras, porque las cuestiones que aquf se

    tratan suelen ser a muy largo plazo y se sabe que las preferencias sobre arte varfan

    sistematicamente de una generacion a otra. Las personas de mas edad tienden a dar

    menos valor al arte contemporaneo que el que le dan las generaciones sub sigu iente s.''

    Valores especificos frente a valores estadisticos

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    LA VALORACI6N DEL PATRIMONIO CULTURAL

    paridad aparecio por primera vez en el caso de las vidas humanas. ^ La gente se en-

    cuentra dispuesta a gastar enormes sumas para salvar la vida de una persona deter-

    minad a, por e jem pio, la de un nifio qu e se ha cai do a un po zo. Sin em barg o, estan

    dispuestos a esforzarse mucho menos para salvar la vida de alguien aun sin identi-

    ficar, por ejempio, a utilizar recursos para reducir el numero de accidentes mortales

    en la carrete ra. De forma analog a, los encue stados se mostrari an d ispuesto s a paga r

    mucho mas por el Teatro Real Danes y el museo de la Civilizaci6n de Que bec, que por

    la financiacion pubiica de las artes en general.

    3 .

     Aspectos positivos de la valoracion contingente

    Lo mism o que cualquier otro sistema de valoracion, los estudios de valoracion co ntin-

    gente se eneuentran con problemas y dificultades. Sin embargo, es importante hacer

    hincapie en que tambien revelan nuevos aspectos dignos de consideracion.

    Grancles esfuerzos de investigacion

    Los estudios de valoracion contingente prometen dar resultados muy positivos

    porq ue fuerzan a los investigadores a realizar un analisis amplio y decidido del obje-

    to arti stico en cuestion . El cuestionario tiene que cum plir uno s requisitos muy e s-

    trictos para que sea util y, aun mas, el sondeo tiene que inciuir visitantes y no visi-

    tantes. La utilidad de un estudio de valoracion contingente aumenta si los supues-

    tos que se hacen a lo largo del analisis se discuten y se vari an de forma sistem atica

    para evaluar la solidez de los resultados.

    Ventajas indirectas

    Los estudios de valoracion contingente tienen la gran ventaja de captar los valores de

    existencia, opcion y legado: «el metodo de valoracion contingente parece ser el tjnico

    capaz de arrojar luz sobre valores que podrt an tener mucha imp ortancia». ^ Ya se ha

    senalado q ue estos «valores de no uso» tienen p articular impo rtancia en las artes.

      alidad y no solo cantidad

    Un reproche muy frecuente que suelen hacer los «expertos en arte» es que los enfo-

    ques economicos miden solo la cantidad de arte pero no la calidad. La valoracion

    contingente prueba la falsedad de estas acusaciones. El ntimero de visitas que se

    hacen a un teatro, museo o mo num ento no importa tanto como la valoraci6n que de

    estas visitas hagan los individuos invo lucrados. Ad em as, se eneuentran integrados

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      cuadernos del claeh 88

    Como combinar la valoracion y la decision

    por medio de referendos

    Las decisiones ptiblicas sobre asuntos culturales se toman a traves de un proceso po-

    litico-economico en el que los politicos, los funcionarios pilblicos, los grupos intere-

    sados y los ciudadanos contribuyentes se influyen mutuamente dentro de un marco

    constitucional. Algunas decisiones culturales se toman a escala local, otras a escala

    regional, cantonal, provincial, autonom ica e incluso

      veces

     nacional. Estas decisiones

    son norm almente m uy complejas, debido a las muchas y distintas interacciones.

    Sin emb argo, la situacion presupu estaria

     y

     las limitaciones adm inistrativas tie-

    nen siempre mucha importancia, y determinan en gran medida cuanto dinero se gas-

    ta en arte. Por el con trario, los estudios de disposicion-a-pagar, co mo investigan cues-

    tiones de biene star social y no las restricciones p oli'ticas, suelen tener poco peso en

    la decision final. Algunos de los implicados pueden, en algunas circunstaneias, uti-

    lizar los resultados de estos estudios para reforzar sus argumentos, siempre y cuan-

    do redunden en su propio Interes.

    El principal problema con los estudios de disposicion-a-pagar es que se cen-

    tran en cuestiones de bienestar social pero se hallan   divorciados de las decisiones

    politicas

    Por lo tanto, proponem os aqui que el deseo de pagar se m uestre y la deci-

    sion se tome a traves de un referendum popular. Esta propuesta tiene gran fuerza

    logica. De h echo , el tribunal de NOAA, presidido por Arrow y Solow, pidio q ue «la

    valoracion de continge nte tom ara la forma de referendum*.' * Un estudio de valora-

    cion conting ente bien disefiado imita un referendum popu lar. Ento nces , ^por que no

    utilizarlo? Los referendos com o meca nismo de toma de decision tienen mu chas ven -

    tajas sobre las decisiones democraticas tomadas por la vt'a de la representacion. En

    particular, los referendos soslayan el «problema del mandante» y constituye una

    barrera muy efectiva co ntra una abusiva au tonom ia de la clase polt'tica, com o he ex-

    plicado en el capftulo anterior.'^ Am bos asp ectos son de particular imp ortancia en el

    caso de las decisiones culturales, porque los politicos y burocratas tienden a gozar

    de mayor libertad en este terreno que en cualquier otro.

    Se ha mo strado en la practica'^ qu e los ciudadanos, individualmente, no solo tie-

    nen en cuenta los valores-usuario, sino tambien los valores de existencia, opcion y

    legado a la hora de votar. Pese a ello, se suelen esgrimir cinco argu mentos diferentes

    contra el uso de referendos populares a la hora de estabieeer la polt'tica cultural.

    1.

      Ciudadanos incapaces

  • 8/17/2019 La valoracion del patrimonio desde una perspectiva economica.pdf

    11/16

    LA

      VALORACI6N DEL PATRIMONIO CULTURAL

    critica referente a la falta de informaci6n es dudosa porque cuando se da a los ciudada-

    nos la capacidad de decidir, dstos se ocupan de informarse y, si no lo hacen en la actua-

    lidad es porque no tienen nada sobre lo que decidir. El proceso de discusi6n

      indu ido

    por

      l

     referendum produce la informacion necesaria para poder decidir un servicio que el

    investigador tiene que producir artificialmente cuando em prende un sondeo sistematico.

    En cuan to a la falta de inteligencia de los ciudadanos respecto al arte, los referendos se

    encuentran, claro esta, en la misma situacion que todos los metodos de disposicion-a-

    pagar y hay que repetir que las preferencias individuales son lo importante y no los co-

    nocimientos mas o m enos superiores que pueda tener una elite cultural o politica.

    2.

     Ciudadanos superficiales

    Tambien se ha dicho que los votantes no toman las decisiones de referendum con

    seriedad. Es cierto que son «de costo bajo» vease Kliemt, 1986; Kirchgassner

     y

     Pom-

    m erehn e, 1983), pero esto es tamb ien ap licable a las contestaciones a los cuestion a-

    rios de los sonde os de valoracion con tingente aunqu e no al me todo de costos de

    viaje que examina un comportamiento ya revelado). Podria decirse que los indivi-

    duos toman la respuesta de un sondeo incluso mas a la ligera porque la situacion es,

    en este caso, hipotetica. La votaci6n en un referendum esta, ademas, asociada a un

    costo social de cierta magnitud cuando la discusion del prerreferendum es intensa.

    En este caso, quien adopte una posicion definida y no pueda defenderla se ve san-

    cionado por la opinion de sus vecinos y congeneres. Las diseusiones intensas no

    son atipicas en los referendos sobre cultura.

    3.

     La influencia de la propag anda

    Se critica que, en los referenda, los grupos interesados y los distintos partidos buscan

    influir sobre el voto a traves de los periodicos, la radio, y la television con intensas

    campafias. Sin embarg o, la sociedad abierta se define por la aceptacion de prop agan da

    de todos los participes. No esta claro a priori cual es el efeeto de la propaganda sobre

    un referendum . No rmalm ente, los intereses culturales estan bien organizados y m oti-

    vados; nacen de instituciones culturales muy subvencionadas como son los museos,

    teatros, orquestas y otras organizaciones artisticas. Los individuos carentes de interes

    en estos temas u opuestos a las artes suelen tener generalmente un nivel educativo

    inferior, unos ingresos inferiores y tambien una menor participaeion politica. Muy a

    men udo estan muy poco o rganizados, asi que la influencia que puedan ejercer a traves

    de la publicidad es pequeiia. Los amantes del arte no deben temer, por tanto, la activi-

    dad propaga ndistica asociada a los referendos.

  • 8/17/2019 La valoracion del patrimonio desde una perspectiva economica.pdf

    12/16

    52  cuadernos del claeh

    cida. La razon mas importante para esta falta de partieipaeion es la ausencia de inte-

    res por los temas eulturales, por lo que podria decirse que no hace tanto dafio que

    esa gente no vote o no responda.

    2. Hay gen te, sohre todo los extranjeros y las generaeiones del futuro, que, como

    hemos visto, estan formalmente excluidos en una votaeion, pero esto es aplicable a los

    sondeos. En todo caso, los votantes toman tambien en cuenta algunos de estos intere-

    ses. En la medida en que estos intereses esten relacionados eon el turismo, la propa-

    ganda lo utilizara para inducir a los votantes a deeidir a su favor.

    5.

     Adquisicion de conocimientos

    En uri referendum popular, los votan tes no pueden deeid ir mas que entre un «si » y

    un «no». Mientras que en los sondeos se puede recoger mas informacion. Esta es

    una clara ventaja de este tipo de estudio. Sin embargo, los resultados de los refe-

    rendos se pueden analizar eomparandolos unos con otros (aigunas veces con se-

    ries temporales), metodos que proporcionan informacion adicional. Ha sido posi-

    hle,

      por ejempio, aislar asf varios «efectos de no u su ar io » . A dem as, aunq ue la

    deeisi6n de un referendum en sf misma se halle limitada al sf o al no, la intensidad

    de la preferencia se refleja pareialm ente en la participacion. El hecho de que el ejer-

    cieio de esa preferencia sea una decision democratica vinculante tiende a aumen-

    tar la seriedad eon la que se toma la decisi6n.

    Estos cinco argumentos que a menudo se esgrimen contra el uso de referendos

    en las artes no son, por

     tanto,

     convincen tes. La principal ventaja de los referendos sobre

    los demas m etodos, incluido el de valoraeion eontingente, es que combinan la valora-

    cion y la toma de decision.

    Conclusiones

    Nuestra diseusion ha mostrado que los procedimientos de disposieion-a-pagar y,

    espeeialmente, la valoracion contingente, son tJtiles, pero adolecen de una des-

    ventaja fundamental y es que no estan vinculados a las decisiones polfticas. Los

    referendos pop ulares eom binan la valoracion de las alternativas o eostos de opor-

    tunidad con la deeision d emo cratica. Esta combinacion es espeeialm ente pertinen-

    te y beneficiosa en el caso de las decisiones eu lturales. Los intelectuales que qu ie-

    ren eontribuir a la conservaci(3n del patrim onio cultural no deberfan limitarse a rea-

    lizar estudios de disposicio n-a-pag ar, sino que deberfan a portar nuev as ideas para

    realizar cambios constitucionales que permitan la utilizaei6n de referendos popu-

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    L A   VA L ORA CI6N DEL PATRIMONIO CULTURAL 53

    De hec ho, tienden a mostrarse mas favorables a aprobar gastos que apoyen la cultu-

    ra que otro tipo de gastos. L o que nos revela el ejemplo de S uiza es que las vo tacio-

    nes populares sobre temas de patrimonio cultural pueden   llevarse a eabo y que  pue-

    de

      contarse con la justeza del voto popular.

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    Resumen

    La conservacion del patrimonio cultural es costosa y hay que decidir que es lo

    que vale la pena conservar. Se necesita un metodo para valorar ese patrimonio

    cultural. Se examinan aqui diversos procedimientos de evaluacion propuestos

    por los economistas tales como los estudios de impacto o la disposicion a pagar

    generalmente sustraidos de las decisiones politicas de los ciudadanos. Tambien

    se presentan los sondeos de opinion para conocer la valoracion pubiica de ca-

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    L A

      VALORACI6N DEL PATRIMONIO CULTURAL

    Abstract

    The conservation of th cultural heritage is expensive and it is necessary to decide

    what is worth to preserve. A method is needed to value that cultural heritage. This

    article examines diverse evaluation procedures proposed by the economists such as

    studies of impact or willingness to pay, generally based on the citizens political

    decisions. Opinion polls to know the public valuation in special cases are also pre-

    sented here. The democratic expression of the citizens opinion, by means of referen-

    dum,

      should not be despised because it has the advantage of integrating evaluation

    and decision. Intellectuals, who want to contribute to the conservation of cultural

    heritage, should not limit themselves to make studies on willingness to pay but they

    should give ideas to improve the cultural decision m aking.

    Descriptores

    [patrimonio cultural] [valoracion de bienes culturales]

    Key words

    [heritage] [cultural goods valuation]

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