“La burocracia como sinónimo de ineficacia. Verdad o falacia”.

Materia: Pensamiento político-administrativo e ideologías políticas contemporáneas

Dentro de la asignatura a cargo del profesor José J Sanmartín, “Pensamiento político-administrativo e ideologías políticas contemporáneas”, uno de los primeros aspectos que se tratan son los relativos a los de la Administración Público desde la parte conceptual y su relación con la finalidad objetiva política que busca.

De esta manera se mira desde la estructura hasta las corrientes del pensamientos que han sabido sustentar estas teorías sobre la Administración Pública, pese a ello es necesario contextualizarlo a la actualidad y hacer un examen si verdaderamente dichos conceptos y presupuestos se cumplen en los actuales regímenes, sobre todo iberoamericanos, y como en algunos países del continente sudamericano el mismo concepto de burocracia a terminado siendo, falsamente por cierto, un sinónimo de ineficacia (lentitud, corrupción, etc).

Para podernos adentrar adecuadamente en el tema me permitiré hacer una breve reseña de las clases, en la que se puede explicar ¿Qué es la Administración Pública?, a la cual debemos entenderla como lo dice el profesor Sanmartín como el conjunto de organismos dispuestos a servir al interés general, la cual guarda una propia idiosincrasia determinada que le es propia, y que guarda sus distancias con el sector privado. Por lo que es necesario hacer la reflexión de que no es dable adoptar ni acoplar las formas o usos de la administración privada a la esfera pública, pues no le pertenece1.

Como sabemos, uno de los grandes referentes para el manejo y que conjuga de la mejor manera este tema, es Max Weber, el cual se encuentra correctamente definido y estudiado a través de la obra de Alejandro Nieto.

El servidor ideal, vendrá dado por unas características que a criterio de Weber deberían ser:

a. Moralidad intachable (24 horas al día al servicio de la administración pública.b. Una clara distinción entre (administración pública y burocracia pública)c. Enemigo de la irregularidad, corrupción.

Recordemos que Weber dice que el funcionario en todo momento debe ser el “titular de un honor social”, pues a él, la sociedad le entrega esta posibilidad de servir, pero será ésta misma la facultada para quitarle su posición.

1 SANMARTÍN, José, Apuntes de clases virtuales, asignatura PENSAMIENTO POLÍTICO-ADMINISTRATIVO E IDEOLOGÍAS POLÍTICAS CONTEMPORÁNEAS, Máster MASTER ONLINE EN LIDERAZGO POLÍTICO Y DIRECCIÓN DE INSTITUCIONES POLÍTICO-ADMINISTRATIVAS, 2012.

Para que todo lo anterior sea posible sin duda será necesario que la Administración Pública se someta a la valoración y manejo de la misma a través de criterios técnicos, solvencia administrativa y claro está, total independencia de cualquier Función del Estado (Ejecutivo, Legislativo o Judicial).

Sin embargo, es común que en las Administraciones Latinoamericanas encontrarse con que la mayor parte de funcionarios que colaboran han ingresado por el peso de la fuerza política, más que por meritocracia.

Se ha llegado incluso a afirmar que “…los países que mejor funcionan es dónde existen menos cargos nombrados a dedo…”, respecto de lo cual comparto pues el criterio técnico y los méritos para el cargo determinado deben primar.

Pero frente a ello es importante preguntarnos, si efectivamente un proyecto político que acompaña a todo candidato, ya sea desde una pequeña administración como un ayuntamiento (alcalde), comunidad autónoma o gobernación en América Latina, hasta el cargo máximo de un Presidente puede plasmarse y ser efectivo tan solo con aquellos funcionarios de carrera.

Al respecto, no solo basándonos en la teoría sino en la práctica diaria para bien o para mal las personas que han ingresado en las administraciones, no siempre lo hicieron a través de un concurso, sino cumpliendo favores de campaña ingresaron sin ningún conocimiento, y en la actualidad no por méritos sino simplemente por mantenerse en el cargo apelan al concepto de la carrera administrativa y experiencia sobre el puesto que ocupan. Pese a ello, como normalmente son opositores al nuevo Alcalde o Gobernardor que llega, se encargan de boicotear todos los proyectos o se oponen y ponen de nuevo como pretexto su experiencia.

Ante lo cual el propio Weber diría, que es básico la neutralidad que debería primar en todo funcionario, así como su responsabilidad y manejo técnico; pero lo que realmente sucede es el nuevo “administrador” frente a la oposición que encuentra al interior se encarga de buscar una serie de artilugios para despedir a los funcionarios, pese a que los mismos tengan estabilidad.

Para lo cual me permito explicar el siguiente ejemplo:

La República del Ecuador, es un Estado Constitucional de Derechos y Justicia, que en su Constitución reconoce en su Art. 227 que la administración pública “…constituye un servicio a la colectividad que se rige por los principios de eficacia, eficiencia, calidad, jerarquía, desconcentración, descentralización, coordinación, participación, planificación, transparencia y evaluación.”, en ese contexto señala en el siguiente artículo que el “…l ingreso al servicio público, el ascenso y la promoción en la carrera administrativa se realizarán mediante concurso de méritos y oposición, en la forma que determine la ley…”,

ya en la norma específica que encarga de regularlos, esto es la Ley Orgánica de Servicio Público, se dice en el Art. 23 que son “…derechos de las servidoras y los servidores públicos.- Son derechos irrenunciables de las servidoras y servidores públicos:

a) Gozar de estabilidad en su puesto”.

Hasta aquí la mayor parte de sistemas normativos a nivel iberoamericano, y que se precian de tener verdaderos Estados de Derecho mantienen una regulación similar; sin embargo, el Ejecutivo, luego de diagnosticar que existían un sin número de funcionario que no se “alineaban” al proyecto político, en otros casos que estaban inmersos en casos de corrupción o que necesitaban renovación, a través de un Decreto Ejecutivo (capacidad legisladora que tiene el Presidente en el sistema ecuatoriano), expidió un Reglamento que en su parte sustancial indica lo siguiente:

Cesación de funciones por compra de renuncias con indemnización.- Las instituciones del Estado podrán establecer planes de compras de renuncias obligatorias con indemnización conforme a lo determinado en la letra k) del artículo 47 de la LOSEP, debidamente presupuestados, en virtud de procesos de reestructuración, optimización o racionalización de las mismas…

Es decir, como todos conocemos, la renuncia como bien señala la Real Academia de la Lengua Española, es “…Dimisión o dejación voluntaria de algo que se posee, o del derecho a ello.” Es decir, es fundamental que la acción sea de carácter voluntario, pese a que como se señala en la norma ecuatoriana anterior, se dice que le renuncia es obligatoria (donde queda el carácter voluntario), sin duda un tema contradictorio.

El ejemplo narrado nos permite contextualizar que a veces la política quiere resolver problemas de carácter técnico. La Administración deja de ser neutral y adquiere una ideología, y como bien sabemos los funcionarios no deberían tener una ideología, al contrario deberían atender a todos por igual, sin ningún perjuicio.

Dos criterios serán básicos para toda administración:

1. Objetiva.- examen técnico de los hechos.2. Neutral.- al ámbito de la ideología.

En la reseña que se hace del libro de Paul du Gay, “ELOGIO DE LA BUROCRACIA Weber, organización, Ética”, se señala:

La burocracia, mal entendida, presenta la gestión como ineficaz, fría, deshumanizada, en ocasiones arbitraria, etc. La literatura está plagada de caricaturas, chistes, comedias y tragedias en torno a este concepto, pero no es el concepto sociológico.

… el autor, considera que los atributos éticos del buen burócrata son: adhesión a los procedimientos, aceptación de la obediencia y de la autoridad, compromiso con los bienes de la función pública, etc.2

Para concluir el presente trabajo, que más constituye una reflexión de algunos temas que ha interesado en todo el curso, es necesario como bien lo señala el profesor Alejandro Nieto, que la burocracia debe ser entendida en una contexto histórico de la cual no podemos desentendernos ni ser ajenos del mismo. Pasando por una etapa del liberalismo decimonónico, en el cual se veía a la burocracia simplemente como aquel medio de defensa contra esa virtual amenaza del Estado frente a los intereses de los privados, situación que a criterio de Saint Simon la administración pública no podía ir de la mano de la administración privada, llegando al extremo de decir que “…han de ser los industriales quienes, sustituyendo a los burócratas dirijan la administración…”3. Con lo que cualquier intervención de la burocracia en la industria, generaba problemas y tenía que calificarse como peligroso.

Frente a esto encontramos el concepto de burocracia marxista que la pone como instrumento de dominación manejada por el órgano opresor (Estado), pero que posterior a ello se darán cuenta que el mismo es necesario no solo para controlar la correcta administración de un país, sino que se constituye como la mejor forma para que el pueblo participe y administre.

Mientras que dentro del pensamiento burocrático prusiano, si bien es cierto la administración la manejaba el máximo gobernante, de manera vertical, era necesario un cuerpo técnico preparado para hacer cumplir esas órdenes, sin embargo, con la evolución del modelo de estado, siempre fue vista como una forma mediante la cual se controlaba el ejercicio del poder.

Y llegando al final como habíamos dicho con el concepto de que plantea Weber a través de una postura del todo neutral, en la cual la burocracia se constituye en el “…aparato de dominación más perfecto imaginable.”

Solo nos queda decir que en el presente siglo la brecha que existe entre las administraciones públicas y la doctrina planteada por Weber por ejemplo, dista mucho y el panorama no es el mejor como para tecnificar y hacer de los funcionarios verdaderos servidores de la ciudadanía. Sin embargo, ahí radica el reto para que desde la cátedra, la academia, la propia política de fundamento, y la participación de los ciudadanos de a pie podamos exigir un cambio de paradigma y reconducir la administración por el bien de todos.

2 Paul du Gay, Siglo XXI ediciones, 2012. ELOGIO DE LA BUROCRACIA; Weber, organización, Ética. http://www.sociologossinfronteras.org/elogio-de-la-burocracia-weber-organizacion-etica/3 NIETO, Alejandro, El pensamiento burocrático, Granada, Editorial Comares, 2003, p 89..

Bibliografía:

Paul du Gay, Siglo XXI ediciones, 2012. ELOGIO DE LA BUROCRACIA; Weber, organización, Ética. http://www.sociologossinfronteras.org/elogio-de-la-burocracia-weber-organizacion-etica/, último acceso 29 de octubre de 2012.

NIETO, Alejandro, El pensamiento burocrático, disponible en http://www.march.es/Recursos_Web/Culturales/Documentos/conferencias/ResumenesBIF/231.pdf último acceso 30 octubre de 2012.

NIETO, Alejandro, El pensamiento burocrático, Granada, Editorial Comares, 2003.

SANMARTÍN, José, Apuntes de clases virtuales, asignatura PENSAMIENTO POLÍTICO-ADMINISTRATIVO E IDEOLOGÍAS POLÍTICAS CONTEMPORÁNEAS, Máster MASTER ONLINE EN LIDERAZGO POLÍTICO Y DIRECCIÓN DE INSTITUCIONES POLÍTICO-ADMINISTRATIVAS, 2012.