Juego y Desarrollo Infantil

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JUEGO Y DESARROLLO INFANTIL Un canto a la libertad

Transcript of Juego y Desarrollo Infantil

  • JUEGO YDESARROLLO INFANTIL

    Un canto a la libertad

  • NDICE

    PRESENTACIN Teresa AlbnezCOMPARTIENDO PERSPECTIVAS Martha Llanos

    EN BUSCA DEL DESARROLLO HUMANO:REFLEXIONES EN TORNO A LO LDICO Martha Llanos.

    LA LUDOTECA Y EL CIRCO DEL PUEBLO:PREAFIRMACIN CULTURAL A TRAVS DE LO LDICORaimundo Dinello

    EL OFICIO DE INVESTIGADOR: BREVE RECUENTO DE UNAEXPERIENCIA DE INVESTIGACIN SOBRE EL JUEGORosa Mercedes Reyes

    LOS CENTROS RECREATIVOS "ARCO IRIS":UN CAMINO HACIA LA PAZEstrella Celedn de Carazo - Giuliana Vicarioli

    JUEGOS MUSICALES EN COLOMBIAPilar Posada

    EL PENSAMIENTO EN LOS MRGENES Psicologa y PensamientoCreativo Germn Rey

    CONSIDERACIONES FINALES

  • PRESENTACIN

    La bsqueda de la realizacin integral del nio es una de las prioridades del trabajo deUNICEF y para sta el goce, el placer del juego y lo ldico constituyen un aspectofundamental.

    En este documento se han querido plasmar reflexiones e inquietudes en torno al valor de loldico como medio para el desarrollo del nio. Es necesario continuar el rescate del juegocomo elemento esencial en el desarrollo integral del nio, en su actividad, en suaprendizaje, y en su socializacin. Por consiguiente, en todos los ambientes ycircunstancias de la vida del nio: en el hogar, en el vecindario, en la escuela, en la comuni-dad, cualquier persona que establezca contacto con el nio debe introducir el juego comoelemento vital para su desarrollo integral.

    Esperamos poder contribuir a ampliar perspectivas en este campo y a comprender suimportancia dentro del desarrollo del nio.

    Teresa Albnez BarnolaDirectora Regional

    UNICEF

  • COMPARTIENDOPERSPECTIVAS...

    os recuerdos ms vvidos en la infancia estn ligados a nuestra sensacin al dar forma ala arcilla o plastilina, al asistir a una funcin de circo, a la comunicacin con la mueca

    de trapo, al olor de la mandarina o la naranja, un domingo de paseo, el campanilleo de uncarro de helados o la sensacin de grandeza y fuerza cuando sentamos las canicas en losbolsillos y el trompo girando en la tierra.

    Es verdad que las imgenes y recuerdos no son los mismos para todos; quedan las cometas,un ro bajando de la montaa, un potro, un rbol o un zagun, un perro mordiendo nuestrostalones, un columpio en un parque, una barca en un lago o en el mar, un amanecer en elcampo, un baln de colores, un arco iris y en fin, todos aquellos objetos y .situaciones quecada uno de nosotros recuerda con la emocin y el respeto con que se miran las cosasvaliosas que se van esfumando en el recuerdo.

    En los juegos de la infancia nos encontramos como una identidad particular, aprendimos elrespeto hacia los dems, entendimos que nuestra imaginacin y nuestros sueos eranposibles con slo cerrar los ojos y aprendimos a amar a los otros, a apreciar nuestras callesy parques y es as como interpretamos nuestra realidad y comprendemos el valor de nuestraexistencia.

    El cuerpo y la imaginacin se entregan al poder, la fantasa y el abandono en la creacin.La alegra y la risa florecen a pesar de las heridas, los golpes y la ropa sucia y rasgada quedeja, por ejemplo, una excursin a las estrellas lanzndose desde un rbol. Toda la energavital de la niez se encamina a romper obstculos, a saltar barreras y a crear mundosposibles e imposibles.

    Ahora, cuando tiempos inciertos de crisis agobiante se ciernen sobre el continentelatinoamericano, empezamos a comprender que la libertad y la esperanza identificadas en eljuego, pueden ser un camino para lograr el perfil de hombres que nuestros pases proponen.Restituir el espacio y el tiempo para que nuestra niez juegue, es una de las tareas que nosproponemos. Es a travs de lo ldico que podemos mirar el desarrollo infantil con otraperspectiva ms creativa, ms libre, ms comprometida con los dems; ella nos une a lameta de transformacin de nuestra realidad. El juego es algo muy serio, no solamente parael futuro de nuestra infancia sino tambin para aquellos adultos, jvenes y ancianos que antienen esperanza.

    L

  • En casi todas las culturas antiguas, el anciano tent la ms alta consideracin de parte de susociedad, era el gua espiritual y poltico. Cuntos de nosotros no gozamos con los cuentosque contaban nuestros abuelos y con nuestros padres cuando, en las tardes de domingo,salamos juntos a jugar la pelota, a elevar una cometa o simplemente a recorrer un parque oun bosque?

    La familia en nuestra cultura juega un rol bsico en la socializacin. Al jugar con el nio, altransmitir los ms importantes valores a travs del juego, todos los miembros de unafamilia restablecen sus vnculos, fortalecen sus relaciones y permiten a la vez, que losvalores socioculturales se recuperen, dinamizndolos, fortaleciendo su identidad y proyec-tndolos al futuro.

    La cultura de nuestro continente es mltiple, conflictiva y dinmica. Se hunde en las msdiversas races y se nutre de las ms dismiles fuentes. Convivimos con el indgena, elnegro, el cholo, el mestizo, el campesino, el blanco, el amarillo; todas las razas y colores,todas las culturas e idiosincracias. La recuperacin y decantacin de lo mejor de todas ellases lo que nos permite el crecimiento de cada una de nuestras sociedades. El juego nosinvolucra en esta vivencia ardiente y contradictoria de diferentes culturas. Nos sumerge enlas races de nuestra propia cultura y nos permite compartirla con los dems.

    UNICEF est apoyando mltiples esfuerzos en el campo del desarrollo integral del nio yla recopilacin de trabajos que les presentemos, relacionados con el juego, son un reflejodel inters en pro de la reivindicacin de lo ldico, de la creatividad y de la interaccin delnio y el adulto. Se presentan aqu valiosas posiciones terico-vivenciales en torno al temay algunas de las experiencias que se estn desarrollando en la Regin.

    Haciendo un recorrido por el documento, inicialmente comparto reflexiones en torno a loldico y sus perspectivas dentro del campo del Desarrollo Infantil, luego Raimundo Dinellonos muestra la experiencia "El Circo del Pueblo" que se lleva a cabo en Brasil, la cual nossita ,frente a una novedosa alternativa de accin comunitaria, para brindar mayoresposibilidades de desarrollo social a las comunidades que sufren de diversas "carencias" yque generan soluciones a sus problemas a partir del juego.

    En el trabajo de investigacin desarrollado por Rosa Mercedes Reyes, se establecenavances tericos en torno al juego desde diversas ciencias. As mismo, la experiencia que selleva a cabo en Costa Rica, busca la construccin de la paz por medio del restablecimientode espacios ldicos, dndose especial nfasis a una nueva concepcin del espacio urbano,con el fin de que las comunidades marginales se encuentren y compartan en torno al juego.

    El trabajo realizado en Colombia por Pilar Posada, nos presenta otra faceta, tal es larecuperacin de los juegos musicales infantiles como una forma de bsqueda yreafirmacin de los valores culturales. Finalmente, Germn Rey, nos ilustra acerca de laconstruccin del pensamiento creativo en el nio, aportndonos elementos para el anlisis yconocimiento sobre el tipo de hombre que estamos formando en nuestras sociedades.

  • Es necesario aclarar que restan muchas experiencias que sabemos se llevan a cabo en variospases del continente, tal es el caro del Proyecto de "Ludotecas ", que se desarrolla enBucaramanga (Colombia), y otros, pero no se recibieron los aportes documentales.

    Debemos insistir que an quedan muchos interrogantes por resolver y que se requieren demayores y ms amplios esfuerzos por parte de los Gobiernos, las instituciones y losinvestigadores, para darle una mayor perspectiva de accin a este tema que es uno de losms relevantes para el desarrollo de estrategias de mayor cobertura en favor de la infancia.

    Quiero expresar un profundo reconocimiento a los colegas que nos brindaron sus artculosy permitieron compartir logros, expectativas, dudas, certezas, temores y sobre todoesperanzas. En este documento, participamos una "ronda" de personas grandes cantndole ala libertad del nio.

    Agradezco especialmente el apoyo de Ana Rodrguez Solano y William Garca Bautista,junto con ellos logramos darle forma y sentido a este primer esfuerzos de reflexin conjuntaque consideramos ineludible para la constitucin de una sociedad ms justa, basada en lalibertad creadora de nuestra infancia.

    MARTHA LLANOSAsesora Regional deDesarrollo InfantilUNICEF

  • EN BUSCADEL DESARROLLO HUMANO:REFLEXIONES EN TORNOA LO LDICO

    Martha Llanos

    1. EL JUEGO EN NUESTRA SOCIEDAD

    Desde hace algunos aos, entre los investigadores y cientficos que centran suquehacer en el estudio del nio, se ha venido abriendo paso la certeza que el desarrollohumano y social se hace posible cuando la sociedad reconoce que el desarrollo infantil esten la base de este proceso.

    El ser humano es una integralidad biopsicosocial, actuando en diversos sistemas. Esun organismo biolgico inmerso en un mbito social con el cual interacta y al cualtransforma constantemente. Es pues, ante todo, un ser integral que se desarrollagradualmente en medio de un sistema cultural determinado.

    El desarrollo de cualquier sociedad depender entonces, de las posibilidades quetengan los individuos que la componen para crecer en condiciones propicias, para actuarplena y concientemente sobre su entorno y para desarrollar todo su potencial fsico,emocional e intelectual. En esta nueva visin, el nio es considerado como persona, con unconjunto de necesidades que abarcan todos y cada uno de los subsistemas que loconforman: biolgico, psicolgico y social; pero no como elementos aislados sino enpermanente interaccin.

    La socializacin y la interaccin con los dems cobra una importanciapreponderante dentro de esta concepcin y es all que el juego es considerado como uno delos factores que posibilita mejor la consecucin de este hombre integral. Sin embargo,socialmente, el juego tiene otras connotaciones que hacen que su prctica por parte de lainfancia sea bastante difcil; sobre todo para los nios de las clases sociales marginadas.

  • Es por ello que debemos iniciar una primera reflexin plantendonos qu significa oqu papel cumple el juego en la vida del adulto o cmo lo percibe. Generalmente el juegoes visto, como un fenmeno marginal a su vida, como una pausa de recuperacin del pesode los deberes cotidianos. Es evidente que los grandes eventos de nuestra existencia caen enotras dimensiones.

    En la moderna sociedad occidental, plagada de mecanismos electrnicos, de velocessistemas de transporte y comunicaciones, existe una tendencia generalizada a considerar aljuego como la anttesis natural del trabajo; como su contrapartida a la vez deseada ydetestada.

    Esta tendencia se manifiesta con suma claridad cuando los adultos hacemosreferencia a la vida cotidiana de los nios. Afirmamos a regaadientes que "juegademasiado", "no aprende a ser serio", etc. As el juego es limitado frente a la seriedad de lavida, frente al trabajo, frente al sentido de la realidad.

    Sin embargo, esta dicotoma entre trabajo y juego, al parecer solo es posible queexista al interior de un sistema de produccin basado en la eficiencia y el lucro. En efecto,en las sociedades tradicionales, es decir, en las sociedades pre-industriales, el juego siempreestuvo incorporado a los rituales y a las relaciones intragrupales.

    Una explicacin a este fenmeno puede encontrarse en las investigacionesefectuadas por Mircea Eliade acerca del pensamiento mtico de las culturas tradicionales.En ellas, se ha podido identificar un rasgo caracterstico: "su rebelin contra el tiempoconcreto, histrico; su nostalgia de un retorno peridico al tiempo mtico de los orgenes, alTiempo Magno" (1).

    Eliade seala que solamente para el hombre occidental que vive en culturasindustriales, el tiempo es un problema para ser estudiado y por lo tanto interiorizado. Asmismo anota que la memoria es caracterstica del hombre histrico mas no del hombre delas sociedades tradicionales, ya que, la memoria permite registrar el paso irreversible deltiempo, sus altibajos, los acontecimientos que lo componen y que le dan sentido.

    Para comprender este punto diremos que, las sociedades tradicionales secaracterizan por considerar que los sucesos cotidianos siempre tienen una razn de ser yuna explicacin en los tiempos en que sus respectivas culturas fueron creadas por susdioses. Todos los rituales y costumbres sociales tienen pues un origen en el "tiempoprimero" y por tanto, el tiempo presente slo tiene sentido en la medida en que permitaretornar a ese origen, a ese "Tiempo Magno" en el que todo era felicidad.

    Para el hombre de las culturas industriales, en cambio, el sentido del tiempo y de loque se haga con l es diferente al que tiene el hombre de las sociedades tradicionales. Losconceptos del "tiempo es oro", "perder el tiempo es un crimen", etc., slo es posible queaparezcan cuando el tiempo es considerado como un bien para producir ganancia.

    Mientras que el hombre histrico vive sumergido en sus recuerdos de tiempospasados, evaluando cada instante y angustiado por los que le quedan por vivir, el hombre de

  • las sociedades tradicionales se preocupa que su espritu, su alma, est lo suficientementepreparada, para el retorno al paraso de la creacin primera.

    Vemos pues, que la dicotoma trabajo - juego puede encontrarse ligada a latransformacin paulatina de la conciencia del hombre moderno. Un ejemplo de estatransformacin se encuentra en el proceso de conquista del continente americano. "Cuandollegaron los primeros cronistas a estas tierras de la Nueva Granada, en 1516, comenzaron aver en los indgenas, una concepcin del tiempo distinta de la que empezaban a manejarloseuropeos con el advenimiento del capitalismo. Las crnicas nos dicen cmo, en lassociedades indgenas, exista una actitud existencial ante la vida; no existancompartimentaciones ni mediciones del tiempo como la que ellos ya tenan para lapoca"(2).

    En las culturas pre-industriales, el juego estaba destinado a ritualizar diversassituaciones de la vida cotidiana. Con l, se permita efectuar desplazamientos simblicos deacciones que ejecutadas en la realidad hubieran significado la muerte de los participantes.Los duelos y las guerras eran representados por medio de danzas y cantos que simbolizabanla accin y la hacan comprensible a toda la comunidad sin que. sta tuviera que sufrirninguna consecuencia desagradable.

    El desarrollo cientfico y tecnolgico, no solamente trajo consigo la variacin de losprocedimientos productivos, sino tambin, el establecimiento de nuevos rituales socialesque excluan a la actividad ldica. Como seala Weber, slo en la cultura occidental pudocimentarse un sistema econmico basado en una "ciencia racional y una tica racional",condiciones que eran inexistente& en las antiguas culturas orientales ya que, en ellaspredominaba ms que el afn de racionalizacin un sentido de bsqueda metafsica quesupona que los problemas humanos deban ser trasladados a la esfera de lo religioso y lomtico y no a la sistematizacin y organizacin que supone la ciencia y la filosofaoccidental.

    Al respecto Weber anota: "En todas partes encontramos la magia y la religin, peroslo es peculiar de occidente el fundamento religioso del rgimen de vida, cuyaconsecuencia haba de ser el racionalismo especfico" (3). Este racionalismo hunde susraces en la tica protestante y sta a -su vez se nutre de la visin asctica de la vida.Recordemos que durante la poca Victoriana, con sus restricciones morales, con su durezaen las costumbres y su prevencin frente a la alegra y la risa, el capitalismo ingls tieneuno de sus tiempos dorados.

    Como seala Mc Luhan, "El mundo del juego es necesariamente un mundo deincertidumbre y descubrimiento a cada instante, mientras que la ambicin del burcrata ydel constructor de sistemas es tratar solamente de las conclusiones determinadas", (4). Parael sistema capitalista el juego simboliza todas aquellas cosas que deben ser evitadas: Laincertidumbre, el descubrimiento y la gratuidad de los actos.

    Las consecuencias ms evidentes de este proceso de racionalizacin de la vida delhombre contemporneo pueden sintetizarse as:

  • 1. La configuracin de una conciencia filosfica, tica y moral que propugna por elestablecimiento de barreras entre lo productivo y lo ldico, condenando a esta caractersticaatvica en el hombre a un plano vergonzoso y hasta delictivo.

    2. La ruptura de las antiguas culturas que basaban toda su estructura social en lastradiciones orales y el establecimiento de una sociedad en la que prima la fragmentacin yla cultura alfabtica.

    3. La instauracin de las ciudades como fundamentos espaciales del nuevo sistemade produccin mecanizado y racionalista, hecho que produjo, en un corto perodo detiempo, la transformacin total del hbitat humano que pas de comunidades aisladas yrelativamente tribales, a conglomerados densamente poblados.

    Lo importante para resaltar es que, la moderna sociedad contempornea genera en elhombre una ruptura intensa entre sus caractersticas atvicas y las nuevas leyes sociales que]o rigen. Los procesos de creacin artstica o la actividad ldica que son quiz las nicasformas de re-encuentro espiritual, son marginadas o estigmatizadas por no fundarse, (en lamayora de los casos), en los principios del lucro y la produccin. Es as que los canalescomunes para dirigir el instinto de creacin o de juego, son los que ha establecido lasociedad de consumo: la moda, la masificacin del deporte y la televisin.

    Porque es necesario reconocer que los mximos esfuerzos que realiza nuestrasociedad estn dirigidos a coartar las posibilidades de la infancia en estos aspectos. Es alnio a quien se le. somete con ms persistencia a la ideologa de la competencia y ]aganancia como nicas posibilidades de sobrevivir en una sociedad que valora los conceptosde triunfo y xito.

    Es por ello que, infortunadamente, ni los padres ni los maestros se detienen areflexionar acerca de los valores y principios que inculcan a sus hijos. Esta situacin seagrava por e] hecho de que el nio no encuentra ni en la escuela ni en el hogar, lasoportunidades, los recursos y la motivacin para desarrollar todo su potencial enactividades creativas, reflexivas y ldicas (ya sean individuales o colectivas) por medio delas cuales pueda expresar libremente su yo y comunicarse ms fcilmente y de manera msenriquecedora con otros.

    Estamos creando "islas solitarias" y "desiertos ridos" con la formacin queotorgamos a nuestros hijos, fundada en la competencia y la supremaca del ms fuerte, sinposibilidad de crecimiento con los dems, desintegrado de espacios vitales como la familiay la comunidad.

    La historia de la literatura trae constantes ejemplos de resultados de una desacertadaconcepcin educativa impartida a la infancia. Desde Charles Dickens, pasando por MarkTwain, Lewis Carrol, Gustave Flaubert, Herman Hesse y llegando a Michael Ende (pormencionar solo algunos), vemos que sus libros se encuentran repletos de nios frustrados yguiados por e] miedo y la impotencia, por los anhelos reprimidos fruto de una educacinautoritaria y verticalista, alejada de sus intereses y expectativas.

  • Sin embargo, tambin en ellos encontramos gratificantes ejemplos de seres comoMomo, Huckleberry Finn, Tom Sawyer o Alicia. Nios que abandonaron los lmites de estasociedad gris y sera y se transportaron a mundos nuevos y brillantes, plenos deposibilidades y libertad, alejados de la sordidez del consumo y la ganancia, de laespeculacin y de la guerra, del fraude y la opresin. Quiz lo nico malo de estosejemplos, es que tales personajes solo viven en la literatura y en nuestro mundo actual esmuy difcil encontrarlos.

    Porque es evidente que, a pesar del desarrollo progresivo de diversas ciencias queestudian esta etapa vital del ser humano, an persisten innumerables interrogantes y vacos.Esta ignorancia explcita en muchas de las actitudes del adulto hacia el mundo infantil nopuede, sin embargo, ser achacada del todo a la ciencia. Tambin los esquemas y prejuiciossociales condicionan esta visin equvoca del nio.

    La actitud de superioridad que siente el adulto respecto de la actividad ldica delnio, puede ser explicada con estas palabras de Hesse: "Sin mucha comprensin, pero congran conciencia de su superioridad, suele enfrentarse el adulto con el nio. Hasta que sedemuestra que este sentimiento de superioridad no tiene otra base que una profunda igno-rancia" (5).

    Siempre se ha considerado al nio como un ser pasivo, receptculo de nuestrosdeseos y temores, sometido a nuestros condicionamientos, sin posibilidad de expresinautnoma y definicin de sus necesidades y particularidades. La "profunda ignorancia" quemanifiesta el adulto es fruto de su formacin y de ese hecho, se genera un crculo vicioso enextremo peligroso para el desarrollo social. Educamos como fuimos educados o, en otraspalabras, educamos partiendo de la ignorancia y de los prejuicios.

    En el mundo actual, y sobre todo en nuestras sociedades, el nio de zonasmarginadas est sometido a mltiples carencias que hacen an ms difcil su posibilidad decrecimiento y desarrollo armnico. En general, estos nios no tienen la opcin de practicarun deporte, desarrollar sus habilidades musicales, participar en actividades como la danza,el teatro o la pintura y no tienen acceso a obras literarias o didcticas, para no mencionarque raramente tienen posibilidades de educacin, salud, vivienda adecuada y en muchoscasos, ni siquiera de afecto, comprensin o seguridad familiar.

    Estas carencias son acentuadas si analizamos someramente los espacios sociales enlos que se desarrolla. Por lo general, son nios que viven en comunidades campesinastransportadas a los cinturones de miseria de las grandes urbes o en comunidadescampesinas e indgenas que soportan duramente las presiones efectuadas sobre sus tierras ysus bienes; alejados de los ms mnimos servicios y expuestos continuamente a laexplotacin y la violencia ejercida desde diferentes ngulos y por diferentes grupos.

    Si reconocemos que en la tica general de nuestra sociedad predomina el conceptodel juego como anttesis del trabajo, debemos suponer que para esta inmensa multitud deinfantes la vida slo se reduce al trabajo, lo que para nosotros no solamente representa unatentado contra su dignidad sino tambin una situacin en extremo injustificable einsostenible.

  • Como seala Westland: "Vivimos en un mundo en que la desocupacin y elsub-empleo son comn denominador, decamos que esta gente tiene mucho tiempo en susmanos pero realmente no tienen "tiempo libre", pues la libertad significa tener opciones,cuantas ms opciones se tienen ms libre se es y estos grupos cuyas necesidades bsicas desupervivencia no estn satisfechas y estn con hambre y preocupados por su vivienda,salud, etc., no tienen. opciones, por lo tanto no tienen tiempo libre en el sentido, queestamos hablando. Para ellos que son los que ms sufren los problemas de la sociedadmoderna, la recreacin no es una alternativa, ya que es un concepto desconocido e irreal"(6).

    Una de las grandes tareas a la que nos enfrentamos, es la creacin de una concienciasocial que recupere el juego y la actividad creadora en el nio de nuestras sociedades.Debemos crear alternativas para aquellos seres humanos que estn condenados a vivir sinellas y creemos que la revaluacin, recuperacin e implementacin de las actividadesldicas, artsticas y en fin, de todas aquellas formas de expresin gratuitas y atvicas que seencuentran en todo ser humano, es una de las posibilidades ms interesantes que podemosofrecer a la niez.

    Si pensamos en un nio sensible, creativo y crtico, quien a travs de actividadesplacenteras conseguir expresarse de mltiples y ricas maneras segn la situacin,estaremos estableciendo vnculos ms humanos con el ncleo social y familiar con el cualtrabajamos. El que partamos del nio, el acercarnos a su realidad y descubrir conjuntamentesus potencialidades, la bsqueda de materiales del medio, el valorar el aporte de la familia yla comunidad, el desarrollar las actividades en el contexto social del nio paratransformarlo, sern las directrices que marcarn el rumbo del trabajo encaminado afavorecer el desarrollo infantil.

    Quiz con esta visin, logremos romper el circulo vicioso que se presenta en lacrianza de los nios. Buscamos entonces:

    - Posibilitar la creatividad y la responsabilidad social en la infancia.

    - Facilitar el dilogo y las dems formas de expresin para fomentar lasocializacin.

    - Promover el compaerismo, la cooperacin y la solidaridad en el trabajo grupal.

    - Aportar elementos que le permitan al nio apropiarse de sus problemas, losrecursos y las soluciones.

    Sin embargo, estos objetivos deben estar conectados con la creacin de un espritude respeto a la autodeterminacin del nio, a sus posibilidades y a su valor como serhumano. Es por ello que se requiere una voluntad poltica que se exprese en la legislacin yen las normas institucionales. Como dice Gonzlez: "Los nios son el gran indicador. Elservidor del pueblo cuando no gobierna para los nios perdi el rumbo de su goleta" (7).

  • A continuacin expondremos el cuerpo filosfico en el cual estar ubicada nuestrabsqueda.

    2. DE LA SOCIEDAD GRIS AL DESARROLLO INTEGRAL .

    as presiones que la sociedad ejerce sobre la familia se extienden necesariamente alnio. Tambin l debe colaborar en la produccin familiar y debe asignar gran parte de

    su tiempo al cumplimiento de deberes y labores que repercuten en beneficio de todo elgrupo familiar. Las condiciones son tan dramticas que el nio es quien muchas veces debenegarse a s mismo pues debe hacerse adulto responsable mucho antes de que suscondiciones biopsicosociales se lo permiten (recordemos al "nio yuntero" de Machado).

    Esta dura realidad no es producto del rechazo de los padres y dems adultos de lafamilia. Es el producto de una sociedad que limita tanto a los adultos como a los nios laposibilidad de crear, fantasear, soar e imaginar. El peso de tal situacin hace que cadafamilia se asle y viva el problema de manera individual. As, el camino se va haciendocada da ms oscuro y tortuoso y se torna difcil ubicar acompaantes que permitan un altoen el camino y la identificacin de nuevos rumbos.

    Este acompaante del cual hablamos, debe parecerse a aquellos viajeros cargados demltiples cajas de sorpresas que siempre tienen algo para ofrecer al nio, al joven, al adultoy al anciano. Estos viajeros tambin se parecen a los vendedores de feria que ofrecen losobjetos ms variados y llamativos y que, adems, siempre aseguran compradores pues,tanto los objetos como el discurso les resulta familiar, reconfortante y necesario.

    Este viajero-vendedor, conoce a sus clientes potenciales. Sabe de sus anhelos yexpectativas; de sus dificultades y limitaciones; de sus costumbres y creencias; de susvalores y afectos y, muy especialmente, de lo que es el ser humano en su totalidad.

    A este tipo de hombre nos debemos parecer si es que realmente nos interesa generarnuevos ambientes propicios para que el nio se desarrolle en su aspecto fsico, social eintelectual, ahora como nio y ms tarde como joven o adulto.

    Concientes que el desarrollo es continuo y que debemos abordarlo desde diferentesperspectivas, pero en forma integral, podremos superar las diversas dificultades que se nospresenten para alcanzar un hombre creativo,, autnomo, capaz de hallar solucin a susdiferentes problemas y de producir colectivamente nuevos conocimientos.

    La obtencin de este tipo de hombre se logra si desde nio y a lo largo de toda suexistencia creamos las condiciones necesarias para que crezca sano, se manifieste a travsde diferentes medios, conozca su entorno, transforme y reconstruya su realidad familiar ysocial, manifieste sus sentimientos, descubra respuestas a los diferentes fenmenos que lerodean y disfrute de la interaccin con los de su edad y con otros adultos de su ambiente.

    L

  • Todos los aspectos enunciados corresponden a necesidades bsicas del ser humanoy como tales deben ser desarrolladas tanto en el nio como en el joven y el adulto. Nopodemos concebirlas como caractersticas de un grupo etreo en particular. Tampocopodemos pensar que si slo algunas de ellas se alcanzan, estamos desarrollando al hombre.Esto significara darle importancia a algunas caractersticas negando o desconociendo lasotras, lo cual necesariamente genera un desequilibrio que atenta contra el desarrollo integraldel hombre.

    Al hablar de desarrollo humano tambin estamos hablando de desarrollo social, puesno tendra sentido generar el tipo de hombre sealado anteriormente si no fuese parareafirmar su sentido de pertenencia social y para compartir los valores, creencias,situaciones, experiencias y anhelos que conforman y nutren su cultura y que lo distinguencomo ser humano y social.

    Este hombre creativo, autnomo y productor de conocimiento se forja en el trabajo,pero fundamentalmente con el juego. Es a travs del juego como el nio se apropia yconoce el mundo para despus transformarlo y recrearlo. La relacin que establece conobjetos y personas no es slo perceptual y cognoscente; es ante todo una relacin afectivaen la que el nio genera cambios en su medio y al mismo tiempo recibe su influencia. En eljuego hay una comunicacin de doble va, del nio hacia su medio familiar y comunal yviceversa.

    Es frecuente encontrar nios que aplican castigos a sus muecos, nios queprohben a los otros expresarse, nios que ordenan el silencio a los compaeros, perotambin encontramos infantes que expresan una gran admiracin y afecto por los modelosque le plantea el mercado del juguete o la pantalla del televisor.

    Todos ellos estn reflejando en sus juegos el mundo que les rodea y la concepcinque tienen acerca de los objetos; como tambin, las actitudes de las personas con las cualesconviven. Esto significa que el nio identifica y discrimina y que comienza a emitir juicios(quiz no muy explcitos ni elaborados), sobre la realidad que lo circunda y frente a la cualasume un papel activo.

    Estas experiencias ldicas cobran mayor complejidad en la medida que el nio tengala oportunidad de ver, sentir y tocar mltiples y novedosos objetos. Pero tambin esnecesario que el nio sea acompaado en dichos descubrimientos a travs del dilogo y lainteraccin con otras personas (recordemos cuando en "Cien aos de soledad" el CoronelAureliano Buenda siendo nio, va a conocer el hielo en compaa de su padre y de suhermano).

    Cuando todos estos elementos intervienen, el nio supera la experiencia puramentefsica para acercarse a un conocimiento ms elaborado. Esto nos lleva a pensar que la solaexistencia de objetos cerca del nio, no asegura su sano desarrollo. Es necesario que losotros favorezcan tanto su lenguaje y expresin, como su capacidad de explorar, analizar yrelacionar. Con este tipo de interacciones el nio estar adquiriendo un desarrollo integralms apropiado.

  • En estas condiciones el juego no solo compete y beneficia al nio, tambin el adultoenriquece su visin del mundo y encuentra nuevas formas de expresar sus opiniones ysentimientos. Es el rescate de tonalidades cromticas que abren nuevas perspectivas a esemundo gris que limita las posibilidades de realizacin de ambos.

    La prdida o negacin de nuestra capacidad ldica nos frena o retrasa la interacciny crecimiento personal.

    No resulta fcil jugar con un nio si nos negamos la posibilidad de crear, fantasear,imaginar, sustituir y sentir. Puede ser un proceso lento pero vale la pena que lo iniciemospronto. Para ello, resulta necesario recuperar nuestro propio cuerpo, tener conciencia de susposibilidades y dejar que nuestros sentidos descubran ese mundo aparentemente conocidopor nosotros como adultos.

    Qu podramos decir de nuestro cuerpo? Qu pensaran nuestros hijos si en lugar dehablarles nos comunicamos con gestos? Qu pasara en casa si dedicramos media hora,todos los das, a crear diferentes situaciones acorde con la msica que escuchamos?Podramos enumerar muchas situaciones ms, pero, dnde, quedara nuestra creatividad enla exploracin de nuestro cuerpo como medio de expresin ldica? La recuperacin denuestro cuerpo nos introduce en un mundo en el que los objetos y las personas puedentransformarse y verse con nuevos ojos cada vez que nos aproximemos a ellos.

    Para obtener xito en esta empresa debemos dejarnos guiar por un gran experto: Elnio. Solo l es capaz de darle tantos usos y funciones a un palo o a una rueda, creandonovedosas situaciones. El puede fantasear e imaginar sin sentirse censurado por la razn olas opiniones de los dems. Por el contrario, nuestro mundo es tan lgico y racional quedarnos ese tipo de libertades nos ocasiona angustia y sonrojo, pues sentimos que estamoscruzando los lmites de la cordura y de la seriedad y que nos estamos "pareciendo a unnio", como si tal expresin fuera un insulto. . .!

    La exploracin de nuevas formas de expresin y comunicacin nos permite recrearla concepcin del mundo y transformar nuestra relacin con el nio y con la sociedad. Sinembargo, no es algo que se consigue de una vez, sino que exige un cambio de actitud y unaejercitacin permanente.

    Es posible que las ideas expuestas anteriormente, nos hayan despertado inters porobservar al nio que juega y nos hayan motivado a reconocernos a nosotros mismos y almundo que nos rodea. En parte esa era nuestra intencin, pero no podemos detenernos aqu.

    Es necesario que todo el proceso personal generado con la lectura se refleje en unanueva concepcin del nio, de la educacin y del ser humano. Ello implica quereflexionemos un poco ms sobre el proceso de formacin, socializacin y desarrollohumano que estamos llevando a cabo con nuestros nios.

    Hablamos de un sano desarrollo y al momento lo relacionamos con ausencia deenfermedad. En parte esto es cierto, pero no lo es del todo. Hablar de sano desarrolloimplica la creacin de espacios apropiados para el crecimiento armnico de lo fsico,

  • intelectual, afectivo y social del ser humano. Significa concebir al hombre como unatotalidad con cuerpo, anhelos, sentimientos, inquietudes, interrogantes, deseos, temores,esperanzas y muchas cosas ms.

    Si cuidamos solo el cuerpo del nio, entendiendo que rganos y sistemas funcionenbien, significara que lo concebimos como una mquina cuya estructura debemos manteneren buen estado. Por el contrario, si cuidamos su cuerpo es porque nos interesa que a travsde sus sentidos y de la relacin que establezca con los otros, pueda identificar, discriminar,explorar, crear, relacionar, producir, contemplar, conocer, crecer y transformar.

    Todas estas acciones comprometen tanto su cuerpo como sus sentimientos, susconocimientos, sus ideas, su imaginacin y sus valores. En otras palabras, lo comprometenen su totalidad.

    Si pensamos en alguno de los actos que realiza un hombre, como puede ser porejemplo, ese acto aparentemente nimio de reposar su cuerpo sobre la hierba, encontramosque en esa accin tan simple, intervienen mltiples hechos de la memoria y de lassensaciones. Es posible que aquel hombre sienta alivio del cansancio producido por unarduo da de trabajo y que relacione esta sensacin placentera con momentos semejantesvividos en la ya lejana infancia. Tambin puede suceder que al oler la hierba sienta deseosde regresar al campo o que se lleve una brizna a la boca y piense en la necesidad dealimento. En fin, un acto tan sencillo puede suscitar mltiples consecuencias que nosindican la complejidad del hombre y de su vida.

    Querer reducir al ser humano a lo puramente fsico es negar su esencia y pretendersalvaguardar nicamente su "empaque", que es importante pero que no es lo nico queimporta. Algo semejante ocurre cuando hablamos de un desarrollo humano integral y slonos preocupamos por un tipo de necesidades o por un grupo etreo en particular, olvidandoque el joven de hoy es el nio de ayer y el anciano de maana, con necesidades yexpectativas que requieren ser satisfechas y cumplidas.

    En esta labor est comprometida la familia, la escuela y la comunidad, comoagentes y espacios de socializacin ntra e interrelacionados, que propicien y velen por esedesarrollo humano integral.

    Pensar en cada uno de estos espacios como entes separados e inconexos, resulta tannefasto como pensar al hombre como ser cognoscente nicamente. Se requiere unavoluntad y unas condiciones propicias (creadas o por crear) en cada una de las partes paraque el trabajo resulte coordinado. El fin: La creacin de hombres crticos, creativos ycomprometidos con la transformacin social.

    No podemos pensar que debemos esperar a que el nio sea adulto para desarrollaren l las facultades necesarias para que se convierta en un ciudadano partcipe de lasdecisiones que afectan a la sociedad en la cual vive.

    Tampoco podemos pretender que sea creativo hasta el da anterior al ingreso a laescuela y que una vez est all, se contente con repetir y aceptar. Negar los diferentes

  • espacios de socializacin y su participacin en el proceso de formacin y desarrollohumano, significa negar la posibilidad de construccin paulatina de una nueva sociedad ypor ende de un nuevo hombre.

    Frente a los valores y procedimientos que emplea cada uno de los espacios desocializacin del ser humano, ste reacciona estableciendo una relacin dinmica. Este tipode interaccin permite que el proceso sea verdaderamente de formacin.

    A travs del juego, el nio expresa su inconformidad o satisfaccin con el mundoque percibe y recrea las condiciones para que sus necesidades sean colmadas. Es unaposibilidad para superar sus carencias y construir un mundo mejor. Por medio del juego elnio establece una comunicacin directa y emotiva tanto con los objetos y las personascomo con todo lo que ellas representan. Esta es una forma de asumir su vida y la de lasociedad en la cual est inmerso, retomando para s un papel activo de sujeto que construyey transforma.

    Esta actitud crtica y creadora del nio no siempre es bien recibida por los adultospues generalmente se le considera como una insubordinacin, una resistencia y por lo tanto,una prdida de control sobre proceso.

    Es por ello, que se tratan de anular, o por lo menos restringir, todas las posibilidadestempo-espaciales para que el nio juegue y goce. Esta situacin es especialmenteobservable en la institucin escolar; all lo creativo, artstico y ldico no concuerdan con losvalores que sustentan sus actividades formativas: capacidades para repetir, memorizar,acatar y contemplar pasivamente son muchas veces las caractersticas que distinguen a losbuenos alumnos y por supuesto a los buenos maestros.

    Es de suponer que no tendremos maestros ms creativos y crticos si no estamosformando alumnos con estas caractersticas; pues los alumnos de hoy sern los maestrosque formarn a las generaciones que vienen.

    Todo esto nos lleva de nuevo a pensar en la necesidad de cuestionar los valores yprocedimientos que cada uno de los espacios de socializacin transmite y perpeta.Tambin nos mueve a asumir la formacin y el desarrollo humano como un procesoinacabado y dinmico que exige la participacin decidida de todos y cada uno de nosotros.

    Las condiciones actuales de nuestros pases no permiten postergaciones, es unadecisin que debemos tomar ya. No podemos seguir soando con una sociedad mejor,debemos empezar a darle vida real a ese mundo que imaginamos y que no consideramosuna utopa. Nosotros lo merecemos.

    Creemos en el juego como fuente de inspiracin, de ensoacin y liberacinespiritual; como una posibilidad de re-creacin y construccin de nuevas formas de vivir;como un camino para restituir al hombre los espacios borrados por su propio desarrollohistrico; como una posibilidad, en fin, de vivir una vida ms humana.

  • 3. JUEGO Y DESARROLLO HUMANO: POSIBILIDAD DE LIBERTAD

    ombrar objetos", "dejar correr la arena por entre los dedos de la enano", "observar elcielo"... qu significan estas actividades para el nio? Qu significan para un adulto?

    La respuesta a primera vista parece sencilla, pero si nos detenemos a reflexionarlaencontraremos mltiples respuestas. Henriot ha insistido en la necesidad de comprender laactividad ldica del nio. Para l, es necesario que el adulto comprenda "lo que hace el niodel cual se dice que juega. No basta hablar como lo hacen los tericos de una actividadglobal del organismo. No es el organismo el que dice que juega. Lo sabemos bien. Cuandoel nio juega con sus manos, con sus pies, con su cuerpo, no es el cuerpo el que juega, nisus pies ni sus manos:-es l. Pero podemos comprender lo que hace?" (8).

    Es evidente que la "profunda ignorancia" que sealaba Hesse, est ligada a lasuperioridad con que nos enfrentamos al mundo de la infancia. Es claro que rara vez eladulto logra "jugar ingenuamente". En cambio, en el nio, el juego parece ser el centrointacto de su existencia. El juego se considera como un elemento de la vida infantil.

    El juego es un hecho familiar y habitual del mundo social. A veces, se vive en eljuego, se lo produce, se lo realiza, se lo conoce como una posibilidad de nuestro propiohacer. Y en el juego, el individuo no se encuentra encerrado en su individualidad, sino queal contraro se tiene conciencia del contacto colectivo con el prjimo. Todo juego, an eljuego obstinado del nio solitario, tiene un horizonte comunitario y es por ello que susposibilidades son infinitas cuando pretendemos crear un hombre diferente y mscomprometido con su desarrollo y con el de su sociedad.

    El juego aparece como un medio de adaptacin del nio a la sociedad en que lecorresponde vivir. En la medida en que el juego es una situacin social que implica elcontacto con otros, el nio enfrenta conflictos y se le permite colaborar, y compartir.

    En la seriedad del juego infantil se apoya toda la satisfaccin vital del nio. "Serserio" o "tomar en serio" en este sentido, significa estar convencido que tiene queesforzarse, creerse capaz de algo y lanzarse a realizarlo. En el juego del nio se dansimultneamente responsabilidad y emocin profunda, y, ambas, en toda su seriedad.

    El juego es pues un acto que liga al adulto y al nio en un universo para unosperdido y para los otros permanente. La seriedad del nio y la memoria del adulto cuandole ve jugar, los colocan en un punto de encuentro del desarrollo histrico del hombre, esuna atadura con el pasado y una forma de asumir el presente. La actividad ldica est en-marcada en el conjunto de la vida y del comportamiento, en el conjunto de la vida cultural yde los sentidos.

    As, la esencia del juego no consiste en la actividad ni en el fin, ni en el significadoque emane de l y que lo desborde: Su esencia est cerrada completamente en l mismo. Sebasta as mismo, tiene sentido por s mismo y su sentido no es de la ndole de una finalidad.Es por ello que el juego infantil se parece tanto a algunas de las actuaciones de los hombres

    N

  • que pertenecen a las sociedades pre-industriales. En ellos pervive lo a-histrico, el notiempo.

    La accin ldica solo tiene fines internos, "no trascendentales". Esta notrascendencia sin embargo, ha permitido durante toda la historia de la humanidad que losnios que comparten la accin ldica, estn inmiscuidos espiritual y fsicamente en un actoaparentemente vanal.

    O como dice Henriot: ". . . no puede a priori desechar la sorprendente convivenciaque parece establecerse, ms all de las palabras entre dos seres que parecen descubrir ycomprender al mismo tiempo y de la misma manera que "juegan". Aqu la complicidad seinstaura entre el adulto y el nio, o de un nio a otro. . ." (9).

    Esta complicidad no solo ha permitido la supervivencia del juego sino que tambinha posibilitado su comprensin. Quiz nunca logremos aproximarnos por completo a losmecanismos que rigen la mente del nio, pero tenemos en nuestro acervo cientfico algunoselementos que nos ayudan a comprenderla. Y es a partir de all de donde podemos empezara actuar para aprovechar e integrar los procesos ldicos al desarrollo integral del hombre.

    Como seala Dinello: "Las estructuras cognitivas, sean ellas una elaboracinconsecuente de la informacin fsico-espacial, sean ellas comprendidas como resultante deuna abstraccin simblica, o sean an la instrumentalizacin de un procesolgico-reflexivo, ellas se construyen a partir de un descubrimiento creativo comoconsecuencia de la curiosidad del ser humano" (10).

    El desarrollo del ser humano se liga de manera fundamental a los procesos deconocimiento que se dan en los primeros aos de la infancia. En ellos, adems de lacomunicacin, el mbito de la curiosidad representa un factor importante.

    La creatividad es un comportamiento de naturaleza social, constructivo yproductivo, manifestado por el individuo en una ntima relacin con el medio que le rodea.Afirmamos que se trata de un comportamiento de naturaleza social porque es natural en elindividuo manifestarse y comunicarse dentro de un contexto social.

    Es un comportamiento constructivo, pues, gracias a su creatividad la personareconstruye el mundo en el cual est inmerso y, hablamos de comportamiento productivoya que con su creatividad el hombre realiza algo tendiendo a un producto final, el cualpuede ser intelectual, emocional, manual o fsico. La creatividad necesariamente implicauna inquietud, una actitud de apertura frente a la realidad.

    Las actividades ldicas, por comprometer elementos altamente creativos, hacen queel nio encuentre en ellas "lo que necesita para crecer, para estimular su organismo que esten pleno proceso de desarrollo. Incluyendo aqu, en los mismos juegos, tanto lasactividades motoras que lo estimulan fisiolgicamente, como las novedades intelectualesque los despiertan mentalmente, como las relaciones interpersonales que lo motivansocio-afectivamente" (11).

  • Sin embargo, la mxima posibilidad que ofrece la actividad ldica en cuanto aldesarrollo integral del hombre, se encuentra en la configuracin de intercambios plenosentre los mismos hombres. Hemos insistido a lo largo de estas pginas que el juegocontiene elementos de comunicacin de doble va que lo hacen muy til para el desarrollode los procesos de integracin y crecimiento de la familia y la sociedad.

    Pudimos apreciar que en las sociedades tradicionales, este elemento integradorestuvo presente en todas sus actuaciones sociales. Es pues en el enriquecimiento personal ysocial del nio en donde el juego es ms valioso.

    Las actividades ldicas "son las bases de aprendizaje comportamentales y de laconstruccin de la inteligencia, ellas son la va de la afirmacin de su personalidad. Todoello inserto en un contexto socio-cultural que est dando las pautas de una manera concretade existir unos con otros. Sobre todo en juegos donde participan varios nios de diversasedades, porque la visin diferente y hasta conflictiva que cada uno presenta para los otros,enriquece el universo de comprensin" (12).

    Esta convivencia en la diversidad y el conflicto hace que la experiencia ldica paraun nio est repleta no solamente de posibilidades de crecimiento fsico e intelectual sinotambin, y sobre todo, de formas de acercamiento a los dems dentro de marcos de respetoy autonoma, configurando a escala micro, pequeas sociedades democrticas en las queprima el respeto a la diversidad, en las que subsiste una intensa actividad creativa y seria,en las que florecen la inteligencia y la fuerza y en las que la complicidad es la norma.

    En palabras de Dinello: "En los anlisis socio-filosficos vamos a encontrar frasesrepitiendo la idea que del nmero de ciudadanos con posiciones autnomas y de gran fuerzade produccin participativa, depende en gran parte la organizacin socio poltica de ungrupo humano; pero debemos insistir que ello comienza en los aprendizajes realizados atravs de las mltiples formas de expresin ldica y creativa, durante el proceso educativoinfantil, lo cual permite afirmar al sujeto en su identidad. Es por el despliegue de estasexperiencias ldico-creativas, altamente participativas, que podemos salir del impase de losesquemas bipolares del nio "lder" y del nio "amorfo" que estn justificando los modelosautocrticos de organizacin social" (13).

    Por todo lo expuesto pensamos que las actividades ldicas, creativas y en generaltodo aquello que permita el desarrollo pleno de los seres humanos, debe ser el principiobsico para el desarrollo infantil.

    BIBLIOGRAFIA

    1. Eliade, Mircea "El mito del eterno retorno'; Barcelona; Planeta Ed, 1984, p. 7.

    2. Rodriguez, Juan Camilo `Historia- del tiempo libre y del ocio en Colombia ". Ponenciapresentada en el "III Congreso de Recreacin y Tiempo Libre'; Cali, 1987.

    3. Weber, Max historia econmica general" Madrid; Fondo de Cultura Econmica, 1976,p. 266.

  • 4. McLuhan, Marshall y otros "Guerra y paz en la aldea global" Barcelona; edicionesMartnez Roca, 1971, p. 75.

    5. Hesse, Hermann "Lectura para minutos" Madrid; Alianza Editorial, 1983, p. 54.

    6. Westland Cor Estado de la recreacin a nivel mundial" . Ponencia presentada en el IIICongreso de recreacin y tiempo libre. Cali, 1987.

    7 Gonzlez, Simn "Recreacin y entorno ecolgico: Estrategias y directrices". Ponenciapresentada en el III congreso de recreacin y tiempo libre. Cali. 1987.

    8. Henriot, Jacques `L'Education par le jeu el l nvironnement" Revista trimestral, tercertrimestre de 1986 No. 23.

    9. Idem.

    10. Dinello, Raimundo. Documento indito.

    11. Idem.

    12. Idem.

    13. Idem.

  • LA LUDOTECAY EL CIRCO DEL PUEBLO:REAFIRMACIN CULTURALA TRAVS DE LO LDICO

    Raimundo DinelloBrasil

    SOCIEDAD

    ctualmente nuestra sociedad, sacudida globalmente por los reajustes del sistemaeconmico y localmente movilizada por el cambio de estructuras polticas, deja poco

    margen para enfocar la organizacin del sistema de educacin con otras perspectivas queaquellas definidas a fines del siglo pasado, cuando ocurri la sistematizacin de la escolari-zacin en ciclos que preparan, principalmente, para un empleo profesional, respondiendo auna situacin creada por el auge de la industrializacin. En consecuencia, pocos son losproyectos socio-educativos donde aparece el valor de los juegos en su real magnitud.

    Los hombres en el ejercicio del poder, siendo tan dependientes de los asuntosfinancieros, disponen de poco tiempo para pensar en los problemas de la educacin y losadministradores de sistemas de enseanza, generalmente, siguen las mismas directrices delos polticos. Por lo tanto, rara vez toman iniciativas para introducir valores nuevos.

    El juego estando an fuertemente clasificado como "gratuito", en cuanto inverso derentable, difcilmente entra en las propuestas de proyectos socio-educativos de gran escala.Solamente aquellos educadores que estn muy cerca de lo cotidiano de la niez, tienen lasensibilidad para apreciar esta problemtica de los valores educativos de la expresinldica.

    Incluso llegamos a la situacin aberrante de privar de juego a los nios que ms loprecisan. Se da frecuentemente el caso que, en proyectos para zonas o barrios de poblacin"carente" (carentes de urbanizacin, carentes de trabajo bien remunerado, carentes dealimentacin, carentes de instruccin,. . .), se estipulan una serie de ejercicios psico-pedaggicos para compensar las carencias socio-culturales.

    Estos ejercicios no tienen las cualidades mltiples de los juegos y solamenteconsiguen habituar al nio en ciertas "formas" de realizar operaciones mentales simples,pero no crean estructuras de inteligencia ni instrumentalizacin para una mejorcomprensin cognitiva.

    Es la situacin global de libertad de expresin creativa; tanto en las relacionessociales como en las posibilidades de explorar, manipular, desarmar y re-organizar diversosobjetos y hasta en la misma posibilidad de olvidarlos porque hay otros juguetes diferentes

    A

  • para maana (situacin "normal" para el nio de la clase social media aventajada en laactual sociedad moderna); que crea las estructuras de inteligencia y no los ejerciciospreparados en la lgica de adultos que tratan de colocara los nios en problemticas desimulacin, esperando que el nio asimile un conocimiento que debera ser undescubrimiento del propio aprendiz. Por eso es que tales programas nunca llegaron acompensar ni siquiera, el abandono escolar.

    La clase media favorecida comprendi intuitivamente esta situacin, al punto que sepreocupa de disponer de tiempo y organizar un espacio para sus nios y as poder jugar.Tienen un perodo de vacaciones juntos y tambin son miembros de clubes para recrearse,tanto los nios como los adultos.

    Mientras tanto, en las condiciones de vida de la poblacin "pobre" no hay niespacio, ni tiempo para jugar y menos an de dinero para comprar juguetes. Los padresestn preocupados por el poco rendimiento del trabajo y presionan a los nios para sertiles y ganar dinero lo ms pronto posible. De manera que los nios dejan de ser niosrpidamente Y tienen, de hecho, poco tiempo de infancia para estructurar su inteligenciaque, en realidad, se organiza durante el precioso periodo de flexibilidad ldica.

    Luego, frente a la consecuencia inmediata de encontrarlas dificultades escolares, sele aplican los ejercicios que favorecen los mecanismos operacionales pero que no danelementos para que el nio haga suya la comprensin de los fenmenos subyacentes,cerrando as el crculo vicioso de la aberracin. Todo esto es justificado con el discurso deque el joven tiene que asimilar la ciencia escolar para salir del atolladero y poderdefenderse en la vida.

    Se est negando entonces, una vez ms, el valor de las actividades ldicas para eldesarrollo infantil en su integridad y colocando a los nios en la frustrante situacin detener que reproducir un extrao saber sin haber tenido tiempo para experimentarcreativamente el proceso de aprendizaje. Con el tiempo se ver que, el contenido delconocimiento elaborado en otras realidades, conflicta la presencia de ese alumnado en lasaulas de clase.

    Consecuentemente, los nios "carentes" siguen saliendo anticipadamente de laescolarizacin para ir a trabajar en lo que puedan conseguir. En cambio, los nios quetuvieron tiempo para jugar siguen jugando (ya grandecitos como jvenes deportistas), hastaterminar sus estudios universitarios. En la realidad, quienes tienen ms tiempo de jugar enla vida infantil y juvenil, son quienes -por consecuencia- tienen ms xito escolar y mslargos estudios.

    El problema est en el tiempo para jugar y en la cualidad de los juegos. El nio quejuega siempre con el mismo juguete es un nio que entr en la rutina ya que, ese juego, yano le ofrece perspectivas ldicas creativas.

    Las actividades ldicas tienen su inestimable valor para el desarrollo infantil en lainteraccin de comunicacin, de expresin y creatividad y, por lo tanto, de situacionesnuevas y estimulantes que desarrollan al sujeto.

  • DESARROLLO

    arece entonces necesario re-explicar algunos aspectos de la Funcin Hermenutica delos juegos, altamente incentivadora para el desarrollo infantil. continuacin

    explicaremos globalmente esa funcin.

    Los juegos despliegan, en su mayora, un gran movimiento psicomotor y sonpropulsores del crecimiento orgnico; los juegos de/con personajes y de contactoscorporales son, sobre todo, los principales estimuladores de la regulacin afectiva. En losensayos juguetones de "tocar y sentir" a los otros, el nio, el adolescente luego, vaorganizando su estabilidad emocional, incluyendo lo afectivo en un contexto de cnonessociales.

    JUEGOS IMAGINATIVOS

    a imaginacin es una cualidad rara en estos tiempos de rentabilidad mecanizada. Sinembargo, los juegos de adivinanza y los juguetes que tienen varias formas de

    compaginacin como los rompecabezas, son aquellos que ms interpelan nuestraimaginacin. El teatro de nios es el delirio imaginativo ms realista que podamospresenciar.

    La imaginacin es el instrumento principal que cada individuo puede tener paraintegrarse en el movimiento de una civilizacin que progresa permanentemente. Estacualidad permite al joven-adulto situarse ms all de un cierto pre-determinismo de lasestructuras sociales que todo sistema econmico hace pesar sobre los ciudadanos.

    JUEGOS DE CONTACTOS

    anto los contactos fsicos con otros nios o adultos, como con juguetes simblicos(andar a caballito de pap, hamacarse en las faldas de mam, mimar al oso o vestir la

    mueca, estrujar la pelota de trapo. . .) son una manera de organizar la identidad afectiva enarmona con su corporeidad.

    El cuerpo representa nuestra zona de intimidad y, sobre todo, contribuyedecididamente en la formacin de la auto-imagen de afirmacin, negacin e indefinicinque cada uno vive, concomitantemente con las experiencias de "poner" o "sacar el cuerpo",porque l est dando el soporte a nuestros personajes sociales.

    JUEGOS DE CONSTRUCCIN

    os nios descubren el placer de las formas, de alinear volmenes, de texturas,resistencias y densidades, colores, de hacer pilas, puentes, torres. . ., es decir,

    descubrirlas partes y con ellas construir un conjunto; utilizando muchos elementosprximos de la realidad material del ambiente urbano cotidiano. Con ellos, se consigue unainiciacin a los principios bsicos de las ciencias aplicadas.

    P

    L

    T

    L

  • JUEGOS ELECTRNICOS

    epresentan una manera recreativa de introducirnos a la nueva era espacial. Lamanipulacin de objetos aparentemente sofisticados, inician una adaptacin a la

    informtica y a la telemtica tan expandida actualmente.

    Desafo de robots, submarinos atmicos, carreras de autos. . ., fabrican las penas ydelicias de nios de toda edad, como antes los trenes elctricos. Estos juguetes puedentornarse en perniciosos cuando "paralizan" durante muchas horas a los nios en el borde dela mesa, alejndolos del movimiento recreativo al aire libre, siendo ste indispensable parael crecimiento total.

    JUEGOS DIDCTICOS

    tilizados como la solucin mgica para el desarrollo precoz de la inteligencia, enrealidad son "circuitos" de aprendizajes que adaptan los nios a la tarea escolar, pero

    que no los divierte. No olvidemos que el nio aprende jugando pero no juega para aprender.Se desvirta la naturaleza del objeto ldico sobreponindole un objetivo de enseanza. Ladidctica podra resolver el problema de los aprendizajes sistematizados en su propiocampo.

    JUGUETES Y LUDOTECAS

    os juguetes son objetos elaborados industrialmente, en su mayora, aunque an existenaquellos que representan una tradicin artesanal. Tambin tenemos la experiencia

    actual de trabajar con material de "recuperacin", combinando los principios de las artesplsticas con la expresin ldica y creativa.

    Todos ellos adquieren un valor de instrumentos pedaggicos en un contextoeducativo; tanto los nios como los jvenes y los adultos son entusiasmados por desarrollarun proceso heurstico en la interaccin de las representaciones de objetos-sujeto-otroscompaeros jugando juntos.

    El valor principal est en esa relacin entre adultos, nios y juguetes; todos envueltosen una dinmica epistmica. Cada uno comprometido en la afirmacin personal, en sucreatividad, y todos vinculados en la identidad cultural comunitaria que los rene.

    La ludoteca es un espacio ldico, un mundo real transformado cada da por laimaginacin de nios y adultos jugando. La ludoteca ofrece todo tipo de juguetes, peroprincipalmente, es un ambiente de libertad ldica creativa. Las ludotecas son un espaciopara favorecer la expresin de cada participante, donde a travs de actividades mltiples,tanto los nios como los adultos que los acompaan, se divierten con toda espontaneidad, altiempo que se descubren y se estructuran como personas, son un espacio de socializacincreativa.

    Funcionan con animadores socio-culturales o con educadores que gustan deacompaar al nio en la fantasa del mundo ldico y que, saben tanto contar historias como

    R

    U

    L

  • saltar o cantar en una rueda-rueda folclrica; gustan de hacer castillos de arena y tambinorganizar una pieza de tteres, hacer una banda de msica, decorar un mural...

    Una ludoteca tiene su funcin educacional tanto dentro de un proyecto de educacininfantil para-escolar, como siendo parte de un centro socio-cultural para el barrio. Tambinpuede estructurarse en un centro de atencin en salud; como en el conglomerado de unparque recreativo o en la estacin de omnibus, en el centro de la ciudad. Mltiples y diver-sos son los proyectos que estn funcionando actualmente en varias regiones de nuestrapatria grande: Latinoamrica.

    Tanto los juguetes como las ludotecas son un instrumento ldico de accineducativa, funcionando como objetos intermediarios de un profesor en la escuela, de unaasistente social en el servicio comunitario, como de una enfermera de la policlnica. Loesencial est en la atencin afectiva con incitaciones ldcas de manera que los niospuedan expresarse en las ms diversas formas.

    El repertorio de la ludoteca es un conjunto de actividades, incluyendo las artesplsticas con dibujos y colados, dramatizaciones y narrativa folclrica, una incitacinmusical con creacin de instrumentos simples, muchas actividades de recreacin y juegospsicomotrices con pelotas y globos, haciendo teatro y tteres, sin olvidar el descubrimientode la naturaleza y del medio ambiente social, que inician al nio en la educacin ecolgicay de convivencia comunitaria.

    La ludoteca es un mundo imaginario de actividades ldicas as como la lmpara dealadino es una fantasa de profundos deseos. Mucho puede ser realizado a condicin desaber despertar al genio. De ah, la construccin del sustantivo INGENIOSIDAD:Funcionar con genialidad.

    Cada ludoteca tiene su forma particular de funcionamiento, con un programa deactividades, algunas organizadas peridicamente, otras respondiendo al humor yentusiasmo de los participantes presentes pero siempre asegurando un sin fin de novedadesen un ambiente de confianza. Algunos nios van a la ludo teca para sentirse seguros en'su" lugar, otros para intercambiar juguetes, otros para divertirse con sus amigos.

    La urbanizacin moderna previ el estacionamiento de automviles, pero son loseducadores quienes tienen que inventar el espacio ldico infantil. De estas experienciassurgen las esperanzas de encontrarnos con personas ms creativas y autnomas para unaconvivencia social gratificante.

    LA LUDOTECA EN EL CIRCO DEL PUEBLO: CULTURA ITINERANTE

    na experiencia original tiene el valor de estimularnos para ver y tal vez comprendercon otra percepcin un problema conocido de manera que, nuevas ideas pueden aflorar

    a nuestra imaginacin. Con estas perspectivas y a ttulo tambin de ilustracin prctica detodo lo anotado anteriormente, nos parece oportuno relatar suscintamente la propuesta deeducacin alternativa que se viene realizando en el CIRCO DO POVO de Uberaba, en elcentro-este de Brasil.

    U

  • El circo del pueblo naci con el cometido de llevar la cultura al pueblo. Esta granpreocupacin de todos los polticos que estn buscando congraciarse con las poblacionesvotantes, se fue concretizando ms como una promesa que deba ser cumplida que como unproyecto definido. La idea misma fue muy controvertida y disentida, tanto por losilustrados en problemas de educacin como por los representantes de diversas tendenciaspolticas.

    Unos criticaban la dosis de ilusin que existe en la proposicin de "llevar cultura ala comunidad, barrio por barrio", otros por el posible desvo de millonarios fondos de lamunicipalidad para fines demaggicos de ciertos lderes polticos locales.

    Lo cierto es que, controvertido, ora mistificado, ora vilipendiado, el circo del pueblocomenz a erigirse con sus dos mstiles primero, con cuatro luego, una vez que lasprimeras funciones mostraron que resultaba pequeo para tanto mundo vido deespectculo en los barrios suburbanos.

    As una primera etapa se fue cumpliendo, llevando un espacio de cultura a losbarrios perifricos, igual s esta cultura es apenas representada con espectculos de msicafolclrica, canto, malabarismo, charadas, danzas modernas, ballet clsico, predigitacin,recital de guitarra, doblaje de canciones internacionales, show de payasos... en fin, espec-tculo de tablado que de una manera o de otra puede divertir y entusiasmar, sbados ydomingos de noche, a un pblico de toda edad del barrio honrado por la presencia del circodel pueblo.

    Luego surgi la idea de "hacer" cultura, es decir, organizar el espectculoincluyendo tambin a aquellas personas del barrio que se sienten con inclinaciones deartistas y que, preparndose un poco, son capaces de subir en la escena para completar elespectculo.

    De cierta manera, all se fue buscando concretizar otra idea clave del a-b-c- de lacultura popular: "Revalorizarlos valores culturales autctonos", buscando horizontesnuevos y propios tanto para la afirmacin de la comunidad como para la confirmacin de laexpresin de los individuos.

    Ese circo de "cultura itinerante", va descubriendo artistas, pero tambin vaevidenciando carencias: El circo, un espacio musical; desbordando risas y aplausos en lasnoches de sbados y domingos, aparece como un monumento colorido pero enmudecidodurante los otros das dela semana, para curiosidad de cientos de nios que lo rodean. Uncirco es un foco de atraccin para chicos y grandes. Esos nios apuntados en las cifras de laexplosin demogrfica estn ah, queriendo entrar en accin en el recinto circense.

    Como el mundo es pequeo, aunque el Brasil sea grande casi como un continente,Beethoven Luiz, el creador responsable de este circo, al trmino del seminario de"EPISTEMOLOGA DE JOGOS E BRINQUEDOS" (Sao Paulo, 1983), plante esasituacin crucial. Nuestra respuesta origin el proyecto educativo, considerando unapropuesta de educacin alternativa: La ludoteca del circo del pueblo.

  • La ludoteca, un espacio de crecimiento donde cada nio jugando se estdesarrollando en todos sus potenciales y aspectos. Ella abre un espacio donde los adultos,revalorizando un espritu ldico, facilitan un encuentro de expresin creativa de varasgeneraciones, favoreciendo as, el crecimiento de cada persona. Las ludotecas tienen muchoque ofrecer a las numerosas poblaciones de las barriadas perifricas.

    La ludoteca en el circo del pueblo es, ante todo, un complemento al espectculocultural. Durante el espectculo unos son actores, otros son espectadores y todos se estndivirtiendo, estn funcionando en papeles complementarios no equivalentes, en cuanto unoes el sujeto que activa, decenas son los que aplauden de manera que, la ludoteca permite acada uno ser un sujeto actuante. Manteniendo el espritu de recreacin general, cada unodescubre, inventa, crea, fantasea con muchos objetos y puede dialogar con otros sujetos.

    La ludoteca presenta, en cuatro perodos de la semana, un sinnmero de juguetes,tanto de fabricacin industrial como artesanal y/o un sin fin de material de desecho, contodo lo cual, los participantes pueden experimentar la creatividad, manera de reabrir o deacelerar el proceso de construir su inteligencia.

    ANIMACIN LDICA

    n la espontaneidad de la actividad ldica, hay una invitacin a expresarse en mltiplesformas: juegos de movimiento corporal, juegos de convivencia social, juegos de

    msica, canto y danzas, juegos de dramatizacin teatral, composicin de obras para tteres,historias fantsticas e imitacin de animales, dilogos que naturalmente, aumentan elvocabulario de cada uno, una mayor nter-comunicacin que lleva a elaborar frases ydescubrir expresiones de lenguaje nuevo. El interactuar con los juguetes y los mltiplesobjetos, concretiza una experiencia de funcionamiento del individuo frente a los objetosque conduce a la representacin del yo y del nosotros en un espacio de convivencia muydinmico. En esta rea de creatividad, se prefiguran reglas de respeto nter-individual y segeneran momentos para compartir los bienes sociales.

    Es una base de cultura; de aquel cultivarse en co-educacin. Aquella integracin dela persona que se descubre jugando, igualmente que cuando se descubren las formas ydimensiones de las cajas que encajan bien o que se rompen cuando forzamos los tamaos.Es una cultura que el sujeto elabora, diferente de la disciplina que nos llega por el discursoy diferente del conocimiento que nos llega a travs de un curso, ambos quedandosobre-puestos al entendimiento del sujeto que rara vez los integra.

    As este espacio de la ludoteca del circo, es comprendido como un centro de cultura;los jvenes llegan por curiosidad y, luego de recrearse, terminan queriendo hacer cursosprofesionales (pintura, manicure, artesana de madera, msica, mecanografa. . .); losadultos traen a los pequeos y quieren experimentar la arcilla que no pudieron amasarcuando nios, buscando luego organizar un taller de cermica o un curso de alfabetizacinpara madres ya muy adultas. Los padres, generalmente, solicitan espacio para hacer unareunin de la Comisin Pro-Mejoras del Barrio, porque, ciertamente, hay que resolveralgn problema de transporte nter-urbano, o del agua potable o de alumbrado.

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  • Ya aqu, el concepto de cultura est ms confundido con las condiciones de vida quecon un espectculo, sin olvidar, la dinmica engendrada por ste mismo, porque ahora, encada barrio, despus de dos o tres semanas aproximadamente, cada uno es un poco actorcreativo en alguna de las actividades y ciertamente, espectador asiduo del "show" conprograma renovado cada sbado y domingo. El circo tiene ya tantos "artistas" locales queno repite nunca la programacin, nos coment recientemente el actual director AntonioCarlos. Solamente, ciertos artistas con mucho xito popular son representados con tres ocuatro semanas de intervalo

    La ludoteca es una oportunidad para reactivar el proceso epistmico de confrontarsecon otro universo de expectativas en la expresin personal (del sujeto que realiza), de lacomunicacin social (un ambiente ldico que entusiasma a todos), del descubrimientocognitivo (en la creatividad el objeto se transforma en otra "cosa") movilizando as nuestroentender.

    Todo el espacio del circo es ocupado con cinco o seis actividades diferentes demanera que, cada uno puede elegir su lugar en la mesa de artes plsticas, en la mesa dearcilla y modelado en papel, en el rincn de guitarra y cantos, en la mesa para hacermuecos que luego van a representar en una pieza teatral, o en el espacio abierto derecreacin. . . para cada actividad hay un educador que anima el proceso y acompaa elinters del nio. Cada participante puede pasar de una para otra actividad cuando siente lanecesidad de ensayar otro campo de creatividad o de juego. Utilizando los juguetes demadera para hacer castillos y puentes fabulosos, o ensayando una coral, o una nueva msicacon ritmo de samba, el nio, los nios van hilvanando sus trayectorias de recreacin yaprendizajes.

    Pedaggicamente, es muy importante que cada nio tenga la libertad de buscar suespacio creativo y tambin que los animadores sugieran a cada nio concluir un trabajo, envas de realizacin, antes de "pasar a otra cosa". Fue tambin muy importante, lapreparacin del equipo de animadores, que aunque teniendo diplomas en pedagoga, o enartes plsticas, o en educacin fsica... sintieron la necesidad de vislumbrar esta otrametodologa que llamamos de expresin ldica creativa, sobre todo cuando se encara comoun proyecto de educacin no formal. Tambin son de suma importancia, en este sentido deorientacin pedaggica, las reuniones que el equipo realiza semanalmente para adecuar lasformas de trabajo, especialmente, para asegurar una coordinacin en el planeamiento deactividades mltiples.

    Ciertamente que los conflictos y desatinos no faltan, desde los menos graves cuandodos nios se disputan un juguete: asunto fcil de resolver cuando hay varios centros demotivacin instalados en funcionamiento simultneo y cuando los nios comprenden que laludoteca est abierta varios das por semana para disponer de rea ldica; hasta el reflejo dequerer "llevarse" algn juguete muy llamativo, situacin que se modifica a medida que losadolescentes sienten como propio el material ldico del circo y en la medida que los niosse familiarizan con los objetos juguetes. Sin olvidar, entre los problemas, el desgaste y can-sancio de los educadores que quieren re-educar los familiares, cuando la sociedad global enque estamos insertos, contina marginando y tambin maltratando, a la mayora de los queviven en los "cinturones" industriales.

  • LA PLAZA PUBLICA

    a arena, el recinto del circo del pueblo con su ludoteca, representa un espacio centralque se transforma en una riqueza cultural. Es un foco de instruccin y de educacin

    para esa poblacin que es el producto ms subestimado en esta poca de industrializacinendeudada de los pases del Tercer Mundo.

    En los perodos de guerra, de regmenes autoritarios, o de crisis econmica, quienms sufre es la poblacin denominada "carente", porque, ciertamente, le falta alimentacin,cultura y un horizonte de futuro. La ludoteca le ofrece al menos, la riqueza de instruccin yde recreacin creativa que le permite a cada uno, continuar desarrollndose como serhumano hasta, tal vez, encontrar mejores perspectivas de alimentacin y de integracinsocial.

    Esta ludoteca en el Circo do Poyo, da una idea del valor educativo de una plazapblica, cuando en ella se puede asegurar un espacio ldico para que los niosexperimenten durante su infancia y para que los adultos mantengan vivo su "locusnascente", es decir, tengan su espritu de imaginacin despierto.

    De hecho, se est dando que las comunidades suburbanas, con motivo del paso delcirco, aprenden a reunirse, estructuran mejor la Comisin Pro Mejoras del Barrio y solicitanque la actividad cultural contine cuando el circo se desplaza a otro barrio. Desean que elproyecto educativo se extienda creando una escuela y parques de recreacin con ludotecas.

    Esto conduce, inevitablemente, a que las autoridades municipales se enfrenten conotro problema serio como es el de administrar los fondos econmicos pblicos, facilitandoestas estructuras de proyeccin socio-educativa o, en el caso contrario, sdicamentesimularse sordomudos, levantar el campamento y llevar el circo para otros lugares, ase-gurando la diversin pero ignorando el valor de la educacin permanente.

    Las plazas, los centros geogrficos de ciudades y barrios, siempre fueron un lugarde encuentro creativo, se articularon como un espacio de comunicacin, una forma dediscusin o asiento de una asamblea de deliberacin. Algunas veces fueron incluso, puntosde encuentro que quedaron marcados en la historia heroica de los pueblos. Actualmente, lasplazas en los centros urbanos son el lugar predilecto para colocar super-monumentos;incluso son grandes zonas de estacionamiento para automviles. La industrializacin noshizo tan prcticos que hasta los urbanistas olvidaron el sentido social y cultural de un centrogeogrfico.

    El Circo del Pueblo y su ludoteca, renueva la finalidad humanstica de la plazacomo centro educativo, como espacio para los nios crecer jugando y los adultosreafirmarse en su expresin cultural autctona, funcionando como matriz de la vida socialcomunitaria. El desarrollo infantil est concebido en el contexto de una integracinsocio-cultural de la comunidad.

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  • BIBLIOGRAFA

    CAILLOIS, Roger `Les Jeux et les hommes" Ed. Gallimard - Paris 1967

    DINELLO, Raimundo "Droit au Jeu " Ed. Omep - Bruselles 1982 - T`ondements SocioPedagogiques" Bruselles 1982 "A Expressao Ldica na Educacao de Infancia" Santa Cruzdo Sul 1984

    HUIZINGA, Johan "Homo Ludens" Ed. Gallimard - Paris 1951

    JAULIN, Robert `Jeux et Jonets" Ed. Audier - Paris 1979

    MILLAR, Susanne "The Psychology of Play " Ed. Cox and Syman - London 1968

    WINNICOT, Donald `Jeu et Realit" Ed. Gallimard - Paris 1975.

  • EL OFICIO DE INVESTIGADOR:BREVE RECUENTODE UNA EXPERIENCIADE INVESTIGACINSOBRE EL JUEGO

    Rosa Mercedes ReyesColombia

    INTRODUCCIN

    ste texto se referir al proyecto de investigacin: "Juego, cultura y crecimiento", que seconcibi entre 1985 y 1986 y que puso en marcha el Centro de Investigaciones de la

    Universidad Pedaggica Nacional, con el apoyo de Colciencias, a fines de 1986.

    La primera parte se consagra a presentar una sntesis del proyecto, sus fundamentostericos y los elementos operativos indispensables para su correcta comprensin. En lasegunda parte se describirn y analizarn, los aspectos ms sobresalientes de la experienciainvestigativa y se la comparar con el proyecto que la origin; esto facilitar unacercamiento al proceso investigativo y permitir extraer algunas consecuenciasrelacionadas con el oficio de investigador.

    ANTECEDENTES Y JUSTIFICACIN DEL PROYECTO

    ara la elaboracin del proyecto se cont, tanto con las experiencias de los miembros delequipo investigador, como con los eventos acadmicos, relacionados con la temtica

    del juego, que se llevaron a cabo en el pas.

    En primer lugar la investigacin terica que realiz Rosa Mercedes Reyes -directoradel proyecto- en la Universidad Catlica de Lovaina, durante los aos 1981-1982. Estetrabajo1 tuvo por objeto el estudio del juego en relacin con el desarrollo social del nio, yse centr principalmente, en los juegos simblicos y en los juegos de reglas.

    En segundo lugar, durante el perodo de 1983-1986 se efectu un intercambiocontinuado y crtico entre la directora del proyecto y la psicloga Gloria Alvarado, quienhaba elaborado en Pars un anteproyecto sobre el juego y estaba interesada tambin enrealizar una investigacin sobre el tema.

    1 Reyes-Navia, R.M., 1982, Prolegmenos para una pedagoga del desarrollo social del nio por medio deljuego. Memoria presentada en la Universidad Catlica de Lovaina. Director: J.M. Jasparol.

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  • Por otra parte, los seminarios sobre el juego y el desarrollo social del nio, queorganiz el CIRDI y que contaron con la presencia de psiclogos, socilogos, educadores ytrabajadores sociales, tambin aportaron elementos importantes para la definicin delproyecto. Otro evento que merece ser resaltado es el Seminario-Taller sobre "Mito, ritual,juego, fiesta" que realizaron la Universidad Nacional y el Banco de la Repblica en formaconjunta, entre septiembre y noviembre de 1984.

    Las numerosas ponencias que all se expusieron y que consideraron el juego desdengulos tan diversos como los representados por la Antropologa, la Filosofa, el Arte y laPsicologa, as como los talleres realizados, demostraron el inters que acadmicos y"prcticos" comienzan a manifestar por el juego dentro del terreno especifico en que cadauno trabaja.

    Estas experiencias mostraron que, tanto a nivel de ciertos medios acadmicos, comode algunas instituciones dedicadas a promover prcticas especficas en el terreno de lapsicopedagoga y la recreacin, surga un inters creciente por estudiar el juego y porexplorar y aprovechar sus mltiples posibilidades. Surgi as la inquietud de saber en qutradicin acadmica, tanto investigativa como docente, podran apoyarse esos estudios yesas aplicaciones.

    Se lleg a la conclusin de que tal tradicin no existe en el pas y ms bien lo quepredomina en los centros acadmicos y en instituciones que promueven trabajoscomunitarios, es el uso del juego como un facilitador de sus procesos, sean stos de tipoteraputico, pedaggico o recreativo.

    Se decidi entonces proponer la, realizacin de una investigacin que sintetice yevale trabajos significativos sobre el juego, en el campo de la Antropologa, la Sociologay la Psicologa (Primera Parte); que presente una sntesis y apreciacin crtica de lautilizacin que hacen del juego la Pedagoga, la Terapia y la Recreacin (Segunda Parte), yfinalmente que compile, resee y evale trabajos realizados en Colombia sobre estostpicos (Tercera Parte).

    Teniendo en cuenta que esas prcticas con el juego necesitan un mayoresclarecimiento de los aspectos funcionales de ste, hemos dado preferencia a los camposantropolgico, sociolgico y psicolgico, que son los que ms los han explorado.

    Esta opcin se ha tomado despus de considerar otras alternativas como la queofrece la etologa, la filosofa y el arte, cuyas contribuciones se refieren a otros aspectos dela capacidad ldica del hombre.

    Por otra parte, la revisin que se realiz de la literatura2 mostr, que no existe enespaol, ingls o francs, una publicacin comparable a la propuesta.

    2 Los trabajos que ms se acercan son los siguientes: La sntesis de S. Millar (1968); la compilacin de J.S.Brunner, A. Jolli y K. Silva (1976); el libro de D.B. Elkonin (1978) sobre los estudios psicolgicos del juegoen la Unin Sovitica.

  • La incidencia social de este trabajo y su proyeccin en los medios investigativosestarn garantizados, primero, por la publicacin de la investigacin; segundo, por larealizacin de un Seminario-Taller; tercero, por la creacin de una Seccin deDocumentacin e Informacin sobre el juego y cuarto, por la participacin en el proyectode educacin familiar para el desarrollo integral del nio menor de siete aos en zonasrurales, que adelantan la Universidad Pedaggica y el Ministerio de Educacin.

    Aunque esta investigacin no se consagrar exclusivamente a estudiar el juego enrelacin con la pedagoga, su aporte, en este campo, nos parece fundamental. Esperamosofrecer al pedagogo un material que haga ms comprensiva y rica su visin del juego, quele muestre utilizaciones distintas de las habituales, a partir de las cuales pueda innovar en sutrabajo pedaggico.

    CUADRO GENERAL DE LOS ESTUDIOS ANTROPOLGICOS,SOCIOLGICOS Y PSICOLGICOS SOBRE EL JUEGO Y ESBOZO DE SUUTILIZACIN EN TERAPIA, RECREACIN Y EDUCACIN.

    EL CONCEPTO DE JUEGO

    as definiciones del juego, dentro del campo de la Antropologa y la Sociologa, seesfuerzan por mostrar que la actividad ldica escapa, por su misma naturaleza, a las

    normas de la vida social, y que se nos presenta como si constituyera un mundo separado dela vida corriente. Pero al mismo tiempo, se ven forzados a reconocer, que el juego mantienerelaciones con la vida de la sociedad, las cuales se reflejan, tanto en su contenido, como enlas reglas que lo acompaan.

    Las definiciones de los psiclogos insisten sobre todo en la relacin del juego conlos procesos del desarrollo del nio y se preocupan por destacar el carcter autotlico deljuego. Pero al mismo tiempo afirman que el juego prepara al trabajo del hombre y quepermite al nio realizar su yo.

    En los tres campos pues, la definicin del juego tropieza con un impase, cuyaformulacin ms adecuada parece ser la siguiente: aunque se reconozca el juego como unaactividad esencialmente autotlica, antroplogos, socilogos y psiclogos se esfuerzan pordestacar sus poderes en los procesos culturales, sociales y psicolgicos. No parece exage-rado afirmar, que el inters mayor de las investigaciones sobre el juego en estos campos,consiste en mostrar el papel desempeado por el juego en la formacin de expresionesculturales particulares, en la activacin de determinados procesos sociales, as como en lafuncin que cumple el juego en la formacin de ciertos comportamientos y en el desarrollode determinadas capacidades. Evidentemente la Antropologa y la Sociologa ponen nfasisen los procesos colectivos y la Psicologa se entra principalmente en los procesosindividuales.

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  • ESTUDIOS DEL JUEGO EN EL CAMPO ANTROPOLGICO, SOCIOLGICO YPSICOLGICO

    anto la Antropologa como la Sociologa abordan el juego como creacin humana, esdecir como fenmeno cultural y no natural y se detienen a analizar sus particularidades

    en una perspectiva tnica y social, relacionando el juego con otros aspectos de la vidacolectiva.

    Si bien la Antropologa y la Sociologa se interesan por las relaciones entre el juegoy los procesos colectivos, el problema general que plantea la relacin Juego-Cultura,Juego-Sociedad, constituye uno de los aspectos tericos centrales de estos campos. Lasrespuestas a estas cuestiones han tomado dos direcciones principales. Una de ellas presentael juego como un subproducto de la cultura, mientras la otra considera la actividad ldicacomo centro generador de sta.

    Los estudios antropolgicos del juego parten del principio de la correlacin cultural.Este puede expresarse as: un juego hace siempre parte de un complejo ms amplio y noexiste nunca como fenmeno aislado. Las mismas caractersticas de las sociedadestradicionales (llamadas tambin pre-industriales y primitivas) han conducido a que seaborde el juego de esta manera, pues en tales sociedades es imposible distinguir losfenmenos puramente ldicos de las manifestaciones rituales, sociales ytcnico-econmicas.

    Estos trabajos se pueden agrupar alrededor de tres perspectivas tericas principales:

    La que representan dos escuelas etnolgicas del siglo XIX y que se atienen alprincipio metodolgico de que el juego debe ser estudiado de modo diacrnico. W.Mannhardt y E.B. Tylor son los fundadores de estas escuelas.

    La segunda est ligada al nombre de L. Frobenius cuyo trabajo se ha continuado enlas obras de J. Huizinga y R. Caillos. Frobenius (1921) no realiz estudios comparativos otipolgcos sobre juegos determinados, sino que esboz, en sus grandes lneas, unareflexin sobre el juego que retomarn sus continuadores. Su planteamiento puedesintetizarse en dos ideas centrales. La primera afirma que el juego cumple una funcinesencial en la cultura, la cual consiste en que los individuos "jueguen" personajes. Lasegunda, ligada a la anterior, muestra que el juego aparece asociado a los grandes sistemassimblicos de la cultura. Huizinga dio continuidad a estas ideas y escribi Homo Ludenspara mostrar que la cultura nace del juego, que la cultura en sus manifestaciones msarcaicas y primitivas es un juego. El trabajo de Caillois (1967) guarda una ciertacontinuidad con el de Huizinga. Como ya lo indicamos, su estudio tiene como ejefundamental una clasificacin del juego. Caillois muestra como ciertos juegos de simulacroy las competiciones reglamentadas se han transformado en expresiones culturales como elteatro y el deporte. Al contraro, en los juegos en que predomina el azar o el vrtigo, por sucarcter paralizante, no se constatan transformaciones comparables.

    La tercera perspectiva est marcada por el espritu descriptivo que predomina en losestudios antropolgicos y buena parte de estos estudios sobre el juego, se atienen

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  • simplemente, a las exigencias de la observacin y de la descripcin propias de estasdisciplina.

    En trminos generales puede afirmarse que los trabajos sociolgicos estudian eljuego en funcin de la integracin del individuo a la sociedad. Los conceptos esencialespara caracterizar los estudios sociolgicos del juego son: el de proceso de socializacin, eljuego como principio social y la nocin de compromiso social.

    La integracin del individuo a su sociedad, constituye el punto central de buenaparte de los estudios sociolgicos sobre el juego. G.H. Mead (1934) estudia el proceso desocializacin, con base en el aprendizaje de roles que el nio realiza a travs del juego.

    Frente al problema que la relacin juego-cultura plantea a antroplogos ysocilogos, el juego aparece a stos como un principio permanente de la vida social, capaz,tanto de recuperar tradiciones desuetas, como de imprimir vida nueva a los usos yfunciones que la sociedad impone a los individuos a travs de sus instituciones.

    El carcter figurativo y ficticio que separa el juego de la vida corriente, podra llevaral socilogo a considerarlo como una actividad al margen de cualquier nivel decompromiso social. Pero el juego permite comprometer al ser humano, en una experienciasimulada de la indeterminacin, an en los juegos reglamentados. En ltimas, como ya loanotamos, el juego es a la vez social y separado de lo social. Expresa lo que en la existenciahumana y en el devenir de las sociedades, contiene un elemento de arbitrariedad. El juegoes ese lugar donde el riesgo y la incertidumbre encuentran su expresin ms autntica.

    La idea terica principal que gua al socilogo en la consideracin de los grupos dejuego, es que stos constituyen una institucin educativa, que prepara al nio para la vidaadulta. Por eso el juego es considerado como un medio de formacin cultural, sobre todomoral, y como un medio particularmente til para iniciar a los jvenes en la vida de susociedad.

    Los trabajos psicolgicos han estudiado el juego dentro de tres direccionesprincipales. Unos lo estudian como una actividad que permite abordar aspectos dinmicosdel crecimiento infantil, como una oportunidad que facilita el estudio de un aspectoespecfico del comportamiento. Por ejemplo, los trabajos de J. Piaget sobre el desarrollomoral y sobre la formacin del smbolo.

    Otros consideran el juego como una actividad que contribuye a estimular eldesarrollo del nio. El juego es visto como agente del desarrollo y como ocasin de nuevasadquisiciones en determinados sectores del comportamiento.

    Para algunos el juego aparece como una ocasin que facilita al nio la "exploracinde los posibles", en la medida en que constituye un espacio liberado de las presiones de larealidad. La utilizacin teraputica del juego se atiene a este