Isquemia cerebral aguda - UNAM · 2018. 5. 5. · Isquemia cerebral aguda: una amenaza creciente...

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Viernes 4 de mayo de 2018 EL UNIVERSAL E16 CULTURA PROYECTO UNAM Texto: Roberto Gutiérrez Alcalá [email protected] Los universitarios en el 68 El Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM invita, dentro del ciclo de conferencias “Los sesentas, más que una década. En memoria del 2 de octubre de 1968”, a la titulada “Los universitarios en el 68”, que dictará Carlos Martínez Assad el miércoles 9 de mayo, de 12:00 a 14:00 horas, en el Salón de Actos del citado instituto, en Ciudad Universitaria. Se transmitirá por w e bs c a t. ESPECIAL Más de 20% de los niños padece hipermetropía De acuerdo con Lizbeth Uribe Campos, académica de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) unidad León de la UNAM, la hipermetropía afecta a más de 20% de los niños de todo el mun- do. De no ser tratado con oportu- nidad, este defecto ocular, que ha- ce que a la persona se le dificulte enfocar objetos de cerca, podría ocasionar serios problemas en el aprendizaje escolar. Cabe añadir que la hipermetropía se puede acompañar de astigmatismo, y se considera que 67% de la población que padece la primera también presenta la segunda condición. Equipo de programación, entre los mejores El equipo PU++ (PUMAS en len- guaje de programación), integrado por estudiantes y un profesor de la Facultad de Ciencias de la UNAM, obtuvo el lugar 36 entre 140 repre- sentativos de 51 países, en las Fi- nales Mundiales del Concurso In- ternacional de Programación Uni- versitaria, realizado en la Univer- sidad de Pekín, China. El equipo PU++ se ubicó entre los mejores del mundo en esta competencia, la más importante y de mayor prestigio en el ámbito de la progra- mación, al ocupar el tercer lugar de Latinoamérica y el primero en- tre los tres equipos de México. ESPECIAL Isquemia cerebral aguda: una amenaza creciente Esta enfermedad se ubica entre la tercera y quinta causa de muerte de las personas que tienen 60 años o más El señor M., de 67 años, y su esposa, de 62, están sentados a la mesa de un restaurante, en compañía de una pareja de amigos. Hace un rato, los cua- tro terminaron de cenar y ahora se encuentran tomando una taza de café mientras continúan su amena plática. De pronto, el habla del señor M. comienza a tornarse un tanto torpe y confusa, como si la lengua le hubiera crecido súbitamente y no lo dejara pronunciar bien las palabras. Alguien po- dría pensar que al señor M. se le pasaron las co- pas, pero no ha bebido una sola durante esa ve- lada nocturna. Su esposa se percata de su extraño compor- tamiento y le pregunta si se siente bien. El señor M. se muestra desorientado... Entonces, sin per- der un segundo más, impulsada por un omi- noso presentimiento, su esposa lo ayuda a le- vantarse y, al tiempo que le pide a la otra pareja que se haga cargo de la cuenta, lo sube en la parte trasera de su automóvil, se instala frente al volante y arranca a toda velocidad. Durante el trayecto al hospital, el señor M. ex- perimenta un ligero temblor, como si tuviera fie- bre y, en un momento dado, vomita en forma violenta (el vómito sale disparado de su boca co- mo si fuera un proyectil). Cuando el auto conducido por su esposa se detiene frente a la puerta de Urgencias, el señor M. ya ha perdido el conocimiento. Un par de camilleros lo tienden en una camilla y lo llevan hasta uno de los cubículos desocupados, donde uno de los médicos de guardia le desanuda la corbata y le afloja el cinturón. Al cabo de una hora de estudios y análisis, el médico va en busca de la esposa del señor M. a la sala de espera y le informa que éste ha sufrido un ataque isquémico cerebral agudo o, lo que es lo mismo, un evento vascular cerebral... Disminución del flujo sanguíneo La isquemia cerebral aguda es la disminución to- tal o parcial del flujo sanguíneo en una zona de- terminada del cerebro, como resultado de un trombo (coágulo de sangre que se forma en el in- terior de una arteria o vena) o un émbolo (masa sólida, líquida o gaseosa —cúmulo de bacterias, células tumorales, gota de grasa, burbuja de ai- r e…— que, arrastrada por la corriente sanguínea, puede enclavarse en una arteria o vena de menor diámetro e impedir la circulación de la sangre). “Esta disminución del flujo sanguíneo ocasio- na que ya no llegue el oxígeno y la glucosa a las neuronas, y éstas corran un peligro muy grande de morir”, indica Claudia Gómez Acevedo, in- vestigadora de la Facultad de Medicina de la UNAM que se dedica a identificar y caracterizar las alteraciones cognitivas y conductuales indu- cidas por la isquemia cerebral aguda. Los factores de riesgo de esta enfermedad son, sobre todo, estar en la sexta década de vida y tener hiperlipidemia (niveles elevados de grasa en la sangre) e hipertensión (nivel elevado de la presión arterial). “También se ha visto que el consumo frecuen- te de alcohol y tabaco, el abuso de fármacos en general y el uso de anticonceptivos pueden pro- mover la formación de trombos y, por consi- guiente, causar un ataque isquémico cerebral a g u d o”, agrega la investigadora universitaria. Asimismo, cuando una persona sufre un in- farto cardiaco, el corazón deja de bombear su- ficiente sangre al cerebro, lo cual da lugar a un proceso isquémico que puede desembocar en un evento vascular cerebral. Como ya se dijo, esta enfermedad se mani- fiesta, por lo regular, a partir de los 60 años y, aunque es poco frecuente en personas jóvenes, individuos obesos, con hiperlipidemia e hiper- tensión, sí son propensos a padecerla. Signos o síntomas Varios signos o síntomas anuncian la llegada in- minente de un ataque isquémico cerebral agu- do. El principal es que la persona empieza a te- ner problemas con el habla, pues pierde el con- trol sobre su lengua, que se remueve sin con- cierto en el interior de su boca. También puede resentir la presencia súbita de un tic nervioso en uno de los párpados, mos- trarse desorientada, temblar y vomitar con fuer- za (este vómito es conocido por los médicos co- mo “de proyectil”). Y cuando al fin ocurre el evento vascular cerebral, eventualmente pierde el conocimiento. “El lapso de tratamiento para mitigar los da- ños de un ataque isquémico cerebral agudo es muy corto: tres horas. De hecho, el único fár- maco que se usa hoy en día en la clínica está indicado únicamente para esas tres horas con- tadas desde que se presenta el evento, porque, pasando esas tres horas, dicho fármaco, en lugar de ayudar, puede perjudicar a la persona”, in- forma la investigadora. Sólo tres minutos La isquemia cerebral aguda se ubica entre la ter- cera y quinta causa de muerte de los hombres y mujeres de 60 años o más. De acuerdo con estudios epidemiológicos mundiales, del total de las personas que llegan a padecerla, se calcula que más o menos la mitad fallece y que la ma- yoría de las que sobreviven queda con proble- mas de marcha, de habla, auditivos y cognitivos (esto es, de atención, pensamiento y memoria), según la zona del cerebro que haya dejado de recibir la irrigación de la sangre. “Una vez que la irrigación de la sangre al ce- rebro se interrumpe, las neuronas sobreviven sólo tres minutos, nada más. Si esta irrigación no se restablece, las neuronas empiezan a morir. Se pueden morir pocas o muchas neuronas; de ello dependerá qué tan graves sean las conse- cuencias de un evento de esta naturaleza”, se- ñala Gómez Acevedo. Dieta sana y ejercicio físico Después de un ataque isquémico cerebral agu- do, algunas personas entran en un estado ve- getativo; otras quedan imposibilitadas para ca- minar y moverse por sí solas, o para hablar o escribir, o con dislexia, o con alteraciones de la memoria y de la personalidad; pero otras más sí se recuperan de manera extraordinaria, con arduas sesiones de terapia. “Esto demuestra que la respuesta del cuerpo a un evento vascular cerebral es muy variable y está relacionada con la zona del cerebro afec- tada y con las condiciones del individuo.” Gómez Acevedo, quien continúa la investiga- ción que hace años echó a andar el doctor Ro- dolfo Rodríguez Carranza, del Departamento de Farmacología de la misma Facultad de Medi- cina de la UNAM, a partir de dos modelos mu- rinos (el primero con ratas y el segundo con ra- tones), ha realizado pruebas con algunos fárma- cos y algunas combinaciones de moléculas para ver si tienen la capacidad de proteger a las neu- ronas, pero hasta la fecha no ha obtenido nin- gún resultado concluyente. “Lo que sí está comprobado plenamente es que la severidad de un ataque isquémico ce- rebral agudo es menor en una persona que a lo largo de su vida ha llevado una dieta sana, baja en grasa, y ha practicado ejercicio físico, que en otra que tiene sobrepeso u obesidad, es hipertensa y nunca ha practicado ejercicio fí- sico”, finaliza. b “Una vez que la irrigación de la sangre al cerebro se interrumpe, las neuronas sobreviven sólo tres minutos, nada más. Si esta irrigación no se restablece, las neuronas empiezan a morir. Se pueden morir pocas o muchas neuronas; de ello dependerá qué tan graves sean las consecuencias de un evento de esta naturaleza” CLAUDIA GÓMEZ ACEVEDO Investigadora de la Facultad de Medicina de la UNAM ESPECIAL Una vez que la irrigación de la sangre al cerebro se interrumpe, las neuronas sobreviven únicamente tres minutos. JUSTO SUÁREZ

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  • Viernes 4 de mayo de 2018 EL UNIVERSALE16 CU LT U R A

    PROYECTO UNAM Texto: Roberto Gutiérrez Alcaláro [email protected]

    Los universitarios en el 68El Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM invita, dentro delciclo de conferencias “Los sesentas, más que una década. En memoria del2 de octubre de 1968”, a la titulada “Los universitarios en el 68”, que dictaráCarlos Martínez Assad el miércoles 9 de mayo, de 12:00 a 14:00 horas, enel Salón de Actos del citado instituto, en Ciudad Universitaria. Se transmitirápor w e bs c a t.

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    C I A L Más de 20% de

    los niños padeceh i p e r m et ro p í aDe acuerdo con Lizbeth UribeCampos, académica de la EscuelaNacional de Estudios Superiores(ENES) unidad León de la UNAM,la hipermetropía afecta a más de20% de los niños de todo el mun-do. De no ser tratado con oportu-nidad, este defecto ocular, que ha-ce que a la persona se le dificulteenfocar objetos de cerca, podríaocasionar serios problemas en elaprendizaje escolar. Cabe añadirque la hipermetropía se puedeacompañar de astigmatismo, y seconsidera que 67% de la poblaciónque padece la primera tambiénpresenta la segunda condición.

    Equipo dep ro g ra ma c i ó n ,entre los mejoresEl equipo PU++ (PUMAS en len-guaje de programación), integradopor estudiantes y un profesor de laFacultad de Ciencias de la UNAM,obtuvo el lugar 36 entre 140 repre-sentativos de 51 países, en las Fi-nales Mundiales del Concurso In-ternacional de Programación Uni-versitaria, realizado en la Univer-sidad de Pekín, China. El equipoPU++ se ubicó entre los mejoresdel mundo en esta competencia,la más importante y de mayorprestigio en el ámbito de la progra-mación, al ocupar el tercer lugarde Latinoamérica y el primero en-tre los tres equipos de México.

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    Isquemia cerebral aguda:una amenaza crecienteEsta enfermedadse ubica entre la terceray quinta causa de muertede las personas quetienen 60 años o más

    El señor M., de 67 años, y suesposa, de 62, están sentados ala mesa de un restaurante, encompañía de una pareja deamigos. Hace un rato, los cua-

    tro terminaron de cenar y ahora se encuentrantomando una taza de café mientras continúansu amena plática.

    De pronto, el habla del señor M. comienza atornarse un tanto torpe y confusa, como si lalengua le hubiera crecido súbitamente y no lodejara pronunciar bien las palabras. Alguien po-dría pensar que al señor M. se le pasaron las co-pas, pero no ha bebido una sola durante esa ve-lada nocturna.

    Su esposa se percata de su extraño compor-tamiento y le pregunta si se siente bien. El señorM. se muestra desorientado... Entonces, sin per-der un segundo más, impulsada por un omi-noso presentimiento, su esposa lo ayuda a le-vantarse y, al tiempo que le pide a la otra parejaque se haga cargo de la cuenta, lo sube en laparte trasera de su automóvil, se instala frenteal volante y arranca a toda velocidad.

    Durante el trayecto al hospital, el señor M. ex-perimenta un ligero temblor, como si tuviera fie-bre y, en un momento dado, vomita en formaviolenta (el vómito sale disparado de su boca co-mo si fuera un proyectil).

    Cuando el auto conducido por su esposa sedetiene frente a la puerta de Urgencias, el señorM. ya ha perdido el conocimiento. Un par decamilleros lo tienden en una camilla y lo llevanhasta uno de los cubículos desocupados, dondeuno de los médicos de guardia le desanuda lacorbata y le afloja el cinturón.

    Al cabo de una hora de estudios y análisis, elmédico va en busca de la esposa del señor M. ala sala de espera y le informa que éste ha sufridoun ataque isquémico cerebral agudo o, lo que eslo mismo, un evento vascular cerebral...

    Disminución del flujo sanguíneoLa isquemia cerebral aguda es la disminución to-tal o parcial del flujo sanguíneo en una zona de-terminada del cerebro, como resultado de untrombo (coágulo de sangre que se forma en el in-terior de una arteria o vena) o un émbolo (masa

    sólida, líquida o gaseosa —cúmulo de bacterias,células tumorales, gota de grasa, burbuja de ai-r e…— que, arrastrada por la corriente sanguínea,puede enclavarse en una arteria o vena de menordiámetro e impedir la circulación de la sangre).

    “Esta disminución del flujo sanguíneo ocasio-na que ya no llegue el oxígeno y la glucosa a lasneuronas, y éstas corran un peligro muy grandede morir”, indica Claudia Gómez Acevedo, in-vestigadora de la Facultad de Medicina de laUNAM que se dedica a identificar y caracterizarlas alteraciones cognitivas y conductuales indu-cidas por la isquemia cerebral aguda.

    Los factores de riesgo de esta enfermedad son,sobre todo, estar en la sexta década de vida ytener hiperlipidemia (niveles elevados de grasaen la sangre) e hipertensión (nivel elevado de lapresión arterial).

    “También se ha visto que el consumo frecuen-te de alcohol y tabaco, el abuso de fármacos engeneral y el uso de anticonceptivos pueden pro-mover la formación de trombos y, por consi-guiente, causar un ataque isquémico cerebrala g u d o”, agrega la investigadora universitaria.

    Asimismo, cuando una persona sufre un in-farto cardiaco, el corazón deja de bombear su-ficiente sangre al cerebro, lo cual da lugar a unproceso isquémico que puede desembocar enun evento vascular cerebral.

    Como ya se dijo, esta enfermedad se mani-fiesta, por lo regular, a partir de los 60 años y,aunque es poco frecuente en personas jóvenes,individuos obesos, con hiperlipidemia e hiper-tensión, sí son propensos a padecerla.

    Signos o síntomasVarios signos o síntomas anuncian la llegada in-minente de un ataque isquémico cerebral agu-do. El principal es que la persona empieza a te-ner problemas con el habla, pues pierde el con-trol sobre su lengua, que se remueve sin con-cierto en el interior de su boca.

    También puede resentir la presencia súbita deun tic nervioso en uno de los párpados, mos-trarse desorientada, temblar y vomitar con fuer-za (este vómito es conocido por los médicos co-mo “de proyectil”). Y cuando al fin ocurre elevento vascular cerebral, eventualmente pierdeel conocimiento.

    “El lapso de tratamiento para mitigar los da-ños de un ataque isquémico cerebral agudo esmuy corto: tres horas. De hecho, el único fár-maco que se usa hoy en día en la clínica estáindicado únicamente para esas tres horas con-tadas desde que se presenta el evento, porque,pasando esas tres horas, dicho fármaco, en lugar

    de ayudar, puede perjudicar a la persona”, in-forma la investigadora.

    Sólo tres minutosLa isquemia cerebral aguda se ubica entre la ter-cera y quinta causa de muerte de los hombresy mujeres de 60 años o más. De acuerdo conestudios epidemiológicos mundiales, del totalde las personas que llegan a padecerla, se calculaque más o menos la mitad fallece y que la ma-yoría de las que sobreviven queda con proble-mas de marcha, de habla, auditivos y cognitivos(esto es, de atención, pensamiento y memoria),según la zona del cerebro que haya dejado derecibir la irrigación de la sangre.

    “Una vez que la irrigación de la sangre al ce-rebro se interrumpe, las neuronas sobrevivensólo tres minutos, nada más. Si esta irrigaciónno se restablece, las neuronas empiezan a morir.Se pueden morir pocas o muchas neuronas; deello dependerá qué tan graves sean las conse-cuencias de un evento de esta naturaleza”, se-ñala Gómez Acevedo.

    Dieta sana y ejercicio físicoDespués de un ataque isquémico cerebral agu-do, algunas personas entran en un estado ve-getativo; otras quedan imposibilitadas para ca-minar y moverse por sí solas, o para hablar oescribir, o con dislexia, o con alteraciones de lamemoria y de la personalidad; pero otras mássí se recuperan de manera extraordinaria, conarduas sesiones de terapia.

    “Esto demuestra que la respuesta del cuerpoa un evento vascular cerebral es muy variable yestá relacionada con la zona del cerebro afec-tada y con las condiciones del individuo.”

    Gómez Acevedo, quien continúa la investiga-ción que hace años echó a andar el doctor Ro-dolfo Rodríguez Carranza, del Departamento deFarmacología de la misma Facultad de Medi-cina de la UNAM, a partir de dos modelos mu-rinos (el primero con ratas y el segundo con ra-tones), ha realizado pruebas con algunos fárma-cos y algunas combinaciones de moléculas paraver si tienen la capacidad de proteger a las neu-ronas, pero hasta la fecha no ha obtenido nin-gún resultado concluyente.

    “Lo que sí está comprobado plenamente esque la severidad de un ataque isquémico ce-rebral agudo es menor en una persona que alo largo de su vida ha llevado una dieta sana,baja en grasa, y ha practicado ejercicio físico,que en otra que tiene sobrepeso u obesidad, eshipertensa y nunca ha practicado ejercicio fí-s i c o”, finaliza. b

    “Una vez que la irrigación de lasangre al cerebro se interrumpe,las neuronas sobreviven sólo tresminutos, nada más. Si estairrigación no se restablece, lasneuronas empiezan a morir. Sepueden morir pocas o muchasneuronas; de ello dependerá quétan graves sean las consecuenciasde un evento de esta naturaleza”

    CLAUDIA GÓMEZ ACEVEDOInvestigadora de la Facultadde Medicina de la UNAM

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    Una vez que la irrigación de la sangre al cerebro se interrumpe, las neuronas sobreviven únicamente tres minutos.

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    E16 (CULTURA PAR) - 04/05/2018 EU040518