Hacia las alturas de la mística paulina

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“¡Dios mío! Tú estás con nosotros; le has dicho al Primer Maestro: no teman. No temo, a pesar de mis miserias, pecados y defectos, yo quiero estar siempre contigo. Tú, oh Dios mío, piensas siempre en mí, estás dentro de mí… fuera de mí. Estoy escrita en tus manos…”. Hacia las alturas de la mística paulina

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Page 1: Hacia las alturas de la mística paulina

“¡Dios mío! Tú estás con nosotros; le has dicho al

Primer Maestro: no teman. No temo, a pesar de mis miserias,

pecados y defectos, yo quiero estar siempre contigo.

Tú, oh Dios mío, piensas siempre en mí, estás dentro de mí… fuera de mí.

Estoy escrita en tus manos…”.

Hacia las alturas de la mística paulina

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“Dejarse atraer por el Señor... Amemos al Señor con sencillez y caminemos cada vez más hacia la Divina unión…”.“Vivir en Jesucristo”. “Gustar su continua presencia en el alma: que habla, que conforta, que santifica”. “Permanecer en él con serenidad en la luz” y también “en las galerías oscuras” y en la oscuridad”.

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“Vivir la intimidad con el Maestro Divino: mente, voluntad, corazón y obras, sentidos, manos, pies, ojos, oídos, todo por él y con él. Llegar al 'no soy yo quien vive, es Jesús quien vive en mí'”.

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“Estar ante el Señor con confianza y serenidad, pensando que él me ama y que yo lo amo”.

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“Oh mi Jesús, te quiero a ti y nada más”.

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“Abandono… llegar al despojo completo de mí misma….”.

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Año Santo 1933: Ejercicios de progreso

“Este año santo para ti debe ser el año del progreso, quiero decir, el año en te harás santa. Ya has entrado en los 40 años de edad; ¡cuántos llamados del Señor a una vida más perfecta!; y tú ¿quieres seguir adelante así? ¿Tienes el coraje de presentarte así ante el tribunal de Dios? Ahora que el Señor te hace sentir una vez más su invitación, que te ofrece su gracia, no decirle que no. El Señor te quiere santa, te dará también las gracias y, ¡ay de ti, si no correspondes!. Con la ayuda del Señor, con su gracia, quiero hacerme santa, pronto y grande santa”.

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Año Santo 1950-1951

- Este año comenzado ¿lo terminaré? No lo sé.- Todos los minutos, las horas, los días, los meses de este año quiero que sean todos de Dios, sólo por ÉL.- Renuncio a mi voluntad para tener sólo la de Dios.- Renuncio a mis gustos y a mis modos de ser para tener sólo los gustos de Dios.- Quiero hacer cada cosa por Él y sólo para Él.- Que mi vida sea un continuo "Magnificat" por las muchas gracias recibidas y adoración continua.

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Las escenas evangélicas que más atraen y conquistan su espíritu son: la Visitación en la que contempla cómo “la Virgen, apenas recibió a Jesús en su seno purísimo, fue de prisa a llevarlo a su prima”; Belén, donde se siente atraída por la humildad y la pobreza del pesebre y por el amor del Padre que nos ha donado a Jesús; Nazaret, donde Jesús, en su vida oculta, estaba unido al Padre, y donde María estaba siempre pendiente para meditar la palabras de Jesús que las conservaba siempre en su corazón”.

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Una tensión fuerte y constanteUna tensión fuerte y constante

“Que llegue a la plena

transformación en Cristo”

(1963)

“Que pueda llegar al ya no soy yo quien vive,

es Cristo quien vive en mí”

Page 11: Hacia las alturas de la mística paulina

“Quiero hacerme santa haciendo la voluntad de Dios

en todo y siempre. ¿Me

quiere enferma? FIAT.

¿Tentada? FIAT. ¿Contradicciones

? Fiat.Siempre: no lo que me agrada,

sino lo que agrada a ti, Dios

mío”.

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“Que mis pensamientos y mis afectos sean cada vez más humildes y unidos a los de Jesús. Unirme a Él: transformarme en Él”.

“Que mis pensamientos y mis afectos sean cada vez más humildes y unidos a los de Jesús. Unirme a Él: transformarme en Él”.