Fuerzalos a Entrar - Charles H. Spurgeon

7/23/2019 Fuerzalos a Entrar - Charles H. Spurgeon

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Plpito de la Capilla New Park Street

Furzalos a Entrar

N 227

Sermn predicado la maana del Domingo 5 de Diciembre de 1858 por Charles HaddoSpurgeon, en el Music Hall, Royal Surrey Gardens.

"Furzalos a entrar." Lucas 14: 23

Tengo tanta prisa de ir y obedecer hoy mismo esta orden de forzar a entrar a los que se detora en los caminos y en los vallados, que no me puedo quedar en la introduccin sino que debcio a mi presentacin de inmediato.

Oigan pues, oh ustedes que desconocen por completo la verdad que es en Jess, oigan punsaje que tengo que entregarles. Ustedes han cado, cado en su padre Adn; tambin han cad

edes mismos, por el pecado que cometen diariamente y por su constante iniquidad. Han provoira del Altsimo. Y tan ciertamente como han pecado, as de seguro los deber castigar Dirseveran en sus iniquidades, pues el Seor es un Dios de justicia, y de ninguna manera pasaro al culpable.

Acaso no lo han odo ustedes?, no se les ha dicho desde hace mucho tiempo al odo que, su infinita misericordia, ha establecido una forma por la que, sin ninguna violacin en contra nor, puede tener misericordia de ustedes, los culpables e indignos? A ustedes les hablo. Y mdirige a ustedes, oh hijos de los hombres. Jesucristo, Dios verdadero de Dios verda

scendi del cielo, y fue hecho a semejanza de carne de pecado. Engendrado por el Espritu Snaci de la Virgen Mara. Vivi en este mundo una vida de santidad ejemplar y del ms proffrimiento, hasta que se entreg para morir por nuestros pecados, "el justo por los injustos,varnos a Dios."

Y ahora el plan de salvacin es declarado con sencillez a ustedes: "Todo aquel que cree or Jesucristo ser salvo." Para ustedes que han violado todos los preceptos de Dios, yspreciado su misericordia y desafiado su venganza, hay todava para ustedes una misericoclamada: "todo aquel que invocare el nombre del Seor, ser salvo." Porque es "Palabra

gna de ser recibida por todos: que Cristo Jess vino al mundo para salvar a los pecadores, dales yo soy el primero;" "Y al que a l viene, jams lo echar fuera. Porque l puede tamvar perpetuamente a los que por l se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por e

Ahora todo lo que les pide Dios, y esto l se los da a ustedes, es que tan slo miren a Sungrante y moribundo, y confen sus almas en las manos de l cuyo nombre es lo nico que pvarlos de la muerte y del infierno. No es de asombrar que la proclamacin de este evangeliba la aceptacin unnime de los hombres? Uno pensara que tan pronto como fuera predi

ara que todo aquel que en l cree, no se pierda," cada uno de ustedes, "arrojando sus peca

quidades," se aferraran a Jesucristo, y miraran solamente a Su Cruz. Pero ay! tal


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sesperada maldad de nuestra naturaleza, tal la perniciosa depravacin de nuestro carcter, qunsaje es despreciado, la invitacin al banquete del Evangelio es rechazada, y hay muchas pere en este da son enemigos de Dios por sus obras perversas. Ustedes son enemigos del Diopredica a Cristo hoy, enemigos de l que envi a su Hijo para dar su vida como rescate

uchos. Digo que es extrao que sea as, y sin embargo es un hecho, y por ello la necesidandato del texto: "Furzalos a entrar."

Hijos de Dios, para ustedes que han credo, tengo poco o nada que decirles esta maana;

ecto a cumplir mi propsito: busco a aquellos que no quieren venir, a los que estn pominos y por los callejones. Y si Dios va conmigo, es mi deber cumplir ahora con esta ourzalos a entrar."

Primero, debo encontrarlos. Despus, me debo de poner a trabajar para forzarlos a entrar.

I. Primero, debo ENCONTRARLOS A USTEDES. Si leen los versculos que preceden al tcontrarn una ampliacin de este mandato: "V pronto por las plazas y las calles de la ciude ac a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos." Y luego, ms adelante, "V po

minos" y trae a los vagabundos y bandidos; "y por los vallados" y trae a aquellos que no tnde descansar su cabeza, y estn acostados junto a los vallados descansando, trelos tambiurzalos a entrar." S, los estoy viendo esta maana, a ustedes los pobres. Mi misin es forzarrar. Ustedes no tienen recursos, pero esto no es una barrera para el reino de los Cielos, pues ha excluido de Su gracia al hombre que tiene fro y est cubierto de harapos y necesitado dehecho, si hubiera alguna distincin, estara del lado de ustedes, y sera en su benefici

sotros es enviada la palabra de esta salvacin." "Y a los pobres es anunciado el evangelio."

Pero especialmente debo hablarles a quienes son pobres espiritualmente. Ustedes no tien

tienen virtud, no tienen buenas obras, no tienen gracia, y lo que es peor an, no tienen ninperanza. Ah, mi Seor les ha enviado una invitacin inmerecida. Vengan y sean bienvenidossta de matrimonio de Su amor. "El que quiera, tome del agua de vida gratuitamente." Vengan, ercarme a ustedes, aunque estn manchados con la peor suciedad, y aunque no tengan nadarapos sobre sus espaldas. Aunque sus obras justas son como trapo de inmundicia, an as me ercar a ustedes para invitarlos, primero, y si es necesario, forzarlos a entrar.

Y ahora los veo otra vez. No slo son pobres, sino tambin mancos. Hubo un tiempo cuan que podran lograr su propia salvacin sin la ayuda de Dios, cuando podan hacer bu

ras, participar en las ceremonias, y entrar al cielo por ustedes mismos. Pero ahora estn mancpada de la Ley les ha amputado sus manos, y ahora ya no pueden trabajar ms; dicen, con amteza:

La mejor realizacin de mis manos,No se atreve a presentarse ante Tu Trono.

Han perdido ahora todo el poder para obedecer la Ley. Sienten que cuando quieren hacn, el mal est presente en ustedes. Ustedes estn mancos. Han renunciado, como a una espe

andonada, a todo intento de salvarse por sus propios medios, debido a que estn mancos azos. Pero estn peor que eso, porque si no pudieran hallar su camino al Cielo, podran enco


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camino por el sendero de la fe. Pero estn lisiados de los pies al igual que de las manos. Sie no pueden creer, que no pueden arrepentirse, que no pueden obedecer las estipulacioneangelio. Se sienten absolutamente arruinados, sin ningn poder en todos los sentidos para o que pueda agradar a Dios. En efecto, ustedes claman:

Oh, si tan slo creyera,Entonces todo sera muy fcil,Quiero, pero no puedo, socrreme Seor,

Mi ayuda debe venir de Ti.Para ti soy enviado tambin. Ante ti debo levantar en alto el estandarte manchado de sang

Cruz, a ti debo predicar este evangelio: "Porque todo aquel que invocare el nombre del S salvo." Y a ti debo proclamar: "El que quiera, tome del agua de vida gratuitamente."

Hay todava otra clase. Ustedes estn indecisos. Estn dudando entre dos opiniones. Algces estn inclinados seriamente, y otras veces la alegra del mundo los desva. El poco proe hacen en la religin es muy dbil. Tienen un poco de fuerza, pero es tan poca que ava

nosamente. Ah, hermano que caminas cojeando, a ti tambin se ha enviado esta palabrvacin. Aunque te quedes paralizado entre dos opiniones, el Seor me enva a ti con este menHasta cundo vacilaris entre dos opiniones? Si Jehovah es Dios, seguidle! Y si Baal, seguinsidera tus caminos; pon en orden tu casa, porque vas a morir y no vivirs. Preprate para encuentro de tu Dios, oh Israel! Ya no titubeen, decdanse por Dios y Su Verdad.

Y todava veo a otra clase, la de los ciegos. S, a ustedes que no pueden verse ni a s mise se creen buenos cuando est llenos de maldad, que toman por amargo lo dulce y lo dulcargo, la oscuridad por la luz y la luz por oscuridad. A ustedes he sido enviado. Ustedes, a

gas que no pueden ver su herencia perdida, que no creen que el pecado sea tan excesivamlo como lo es, y que no quieren ser persuadidos que Dios es un Dios justo y recto, a ustedo enviado. A ustedes, tambin, que no pueden ver al Salvador, que no ven belleza en l searlo; que no ven la excelencia en la virtud, ni gloria en la religin, ni felicidad en el servos, ni se deleitan por ser sus hijos; a ustedes, tambin, he sido enviado.

Si, a quin no he sido enviado si me apego a mi texto? Porque va ms lejos an: no slo dscripcin particular, de manera que pueda encontrarse cada caso individual, sino que ms adece un recorrido general, y dice: "V por los caminos y por los callejones." Aqu hacemos en

dos los rangos y condiciones de hombres: al gran seor en su caballo por el camino, y a la mminando con todo el peso de sus preocupaciones. Al ladrn emboscando al que va por el camdos ellos estn en los caminos, y todos ellos son forzados a entrar, y all en los callejscansan las pobres almas cuyos refugios construidos de mentiras han sido destruidos, y bora un pequeo albergue para sus cansadas cabezas. A ustedes, tambin, hemos sido enviadosana. Este es el mandato universal: furzalos a entrar.

Ahora, hago una pausa despus de haber descrito el carcter. Hago una pausa para mirar tarea parecida a la de Hrcules que est frente m. Bien dijo Melanchton: "El viejo Ad

masiado fuerte para el joven Melanchton." Como si un nio quisiera doblegar a un Sansnsco yo conducir a un pecador hacia la Cruz de Cristo. Y, sin embargo, el Seor me enva con


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cargo. All, veo ante m la gran montaa de la depravacin humana y de la torpe indiferencia,r la fe exclamo, "Quin eres t, oh gran montaa? Delante de Zorobabel sers aplanada!"

Mi seor me dice: furzalos a entrar? Entonces, aunque el pecador sea como un Sansnmo un nio, lo conducir con un hilo. Si Dios me dijo que lo hiciera, y yo lo intento con fe, sei con un corazn que gime, lucha y llora, busco este da forzar a los pecadores a venir a Cristlces exigencias del Espritu Santo irn con cada palabra, y algunos sern forzados a entrarda certeza.

II. Y ahora manos a la obra, directo a la tarea. Hombres y mujeres inconversos, todavonciliacin y sin regeneracin, a ustedes debo FORZARLOS A ENTRAR. Permtanme abordlos caminos del pecado y repetirles otra vez mi encargo. El Rey del Cielo les enva esta maa inmerecida invitacin. l dice: "Vivo yo, que no quiero la muerte del impo, sino que el iaparte de su camino y viva!"

"Venid, pues, dice Jehovah; y razonemos juntos: Aunque vuestros pecados sean como la gmo la nieve sern emblanquecidos. Aunque sean rojos como el carmes, vendrn a ser como b

a." Queridos hermanos, mi corazn se regocija al pensar que tengo tan buena nueva que decirembargo confieso que mi alma tambin est triste porque veo que ustedes no la consideraena nueva, sino que se alejan de ella, y no le dan su debida consideracin.

Permteme decirte lo que el Rey ha hecho por ti: l conoca tu culpa, l saba anticipadame ustedes se iran a la ruina. Saba que su justicia exigira la sangre de ustedes, y para resolveicultad, y que su justicia fuera debidamente cumplida, y que an as ustedes pudieran ser saucristo ha muerto. Contemplen por un momento este cuadro. Ven a ese hombre all de rodillardn de Getseman, sudando gotas de sangre? Ven despus esto: ven a ese Ser que sufre ata

pilar y que es azotado con terribles latigazos, hasta que los huesos de sus hombros se vuibles como blancas islas en medio de un mar de sangre? Otra vez, vean este tercer cuadro. smo Hombre que cuelga en la Cruz con las manos extendidas, y con los pies firmemente clavonizante, gimiendo y sangrando; es como si el cuadro hablara y dijera, "Consumado es."

Todo esto ha hecho Jesucristo de Nazaret para que Dios pudiera, de manera consistente cticia, perdonar el pecado. Y el mensaje para ustedes esta maana es este: "Cree en el Seor Jers salvo." Es decir, confen en l, renuncien a sus obras y a sus caminos, y pongan su coramente en este Hombre, quien se entreg, l mismo, por los pecadores.

Bien hermanos, les he dicho el mensaje, qu dicen al respecto? lo rechazan? Me dicenra ustedes no es nada. No pueden escucharlo; que me escucharn muy pronto. Pero quntinuar en su camino en este da y cuidar sus propiedades y sus bienes. Detnganse hermanoamente me fue dicho que les dijera el mensaje y continuara con mis asuntos. No. Se me pidfuerce a entrar. Y permtanme hacerles esta observacin antes que siga adelante, que hay una

e puedo decir, y de la que Dios es testigo esta maana, que es en serio mi deseo que obede mandato de Dios. Puedes despreciar tu propia salvacin, pero yo no la desprecio. Te puede

vidar lo que vas a or, pero recuerda por favor que las cosas que ahora te digo me costaron mu

frimientos antes que viniera aqu para expresarlas. Te hablo desde la parte ms ntima de mi apobre hermano, cuando te suplico por quien vive y estuvo muerto, y est vivo para siem


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nsidera el mensaje de mi Seor que me pide que te lo presente ahora.

Pero acaso lo desprecias? Todava lo rechazas? Entonces debo cambiar mi tono ponuto. No solamente te dir el mensaje y te invitar como lo hago con toda seriedad y acero, sino que ir ms lejos. Pecador, en el nombre de Dios te ordeno que te arrepientas y c

Me preguntas de dnde viene mi autoridad? Soy un embajador del Cielo. Mis credenciales, algellas secretas y en mi propio corazn. Y otras estn abiertas ante ustedes y tienen los sellos dnisterio que son las muchas personas algunas sentadas y otras de pie en esta iglesia, donde

ha dado muchas almas por mis servicios. Como el Dios eterno me ha dado una comisinedicar Su evangelio, les ordeno que crean en el Seor Jesucristo. No por mi propia autoridadr la autoridad de quien dijo, "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criaturgo aadi esta solemne sancin, "El que cree y es bautizado ser salvo; pero el que no cree

ndenado." Rechacen mi mensaje, y recuerden "El que ha desechado la ley de Moiss ha de compasin por el testimonio de dos o tres testigos." Cunto mayor castigo pensis que mer

que ha pisoteado al Hijo de Dios? Un embajador no tiene menor rango que el hombre con ta, puesto que est colocado en alto. Si el ministro escoge asumir la dignidad adecuada, ido con la omnipotencia de Dios, y es consagrado con su santa uncin, debe mandar

mbres, y hablar con toda autoridad para forzarlos a entrar: "convence, reprende y exhorta conciencia y enseanza."

Pero te alejas y dices que no aceptars rdenes? Entonces otra vez cambiar mi nota. erior no ayuda, todos los otros medios a mi alcance sern intentados. Queridos hermanos, veedes con mi lenguaje sencillo, para exhortales que corran hacia Cristo. Oh, hermanos mos

ben que es un Cristo lleno de amor? Djenme decirles desde mi propia alma lo que s de lmbin, alguna vez lo despreci. l tocaba a la puerta de mi corazn y yo rehusaba abrirla. Ve, innumerables veces, maana tras maana, y noche tras noche. Me reconvena en mi concien

hablaba por medio de su Espritu, y cuando, por fin, los truenos de la Ley prevalecieron enciencia, crea que Cristo era cruel y sin amor.

Oh, no me puedo perdonar nunca a m mismo por haber pensado tan mal de l. Peroepcin tan llena de amor tuve cuando fui hacia l. Yo pensaba que me castigara, pero su manaba cerrada por la ira sino completamente abierta en misericordia. Yo pensaba, completam

guro, que sus ojos lanzaran relmpagos de ira hacia m; pero, en lugar de ello, estaban llenrimas. Cay sobre mi cuello y me bes. Me quit mis harapos y me visti con Su justicia, ee mi alma cantara en alto de alegra; al tiempo en la casa de mi corazn y en la casa de Su ig

ba msica y danza, porque el hijo que haba perdido fue encontrado, y el que estaba mibi de nuevo la vida.

Te exhorto, pues, a que mires a Jesucristo para que tu carga sea aligerada. Pecador, nunmentars, ser un testimonio por mi Seor que no lo lamentars nunca, no suspirars para regu estado de condenacin. Saldrs de Egipto e irs a la Tierra Prometida y la encontrars fluyn leche y miel. Encontrars pesadas las pruebas de la vida cristiana, pero recibirs Graciae se vuelvan livianas. En cuanto a los goces y deleites de ser un hijo de Dios, si hoy te mientcargars en los das venideros. Si saboreas y ves que el Seor es bueno, no tengo la menor

e descubrirs que no slo es bueno, sino mejor de lo que lo pueden describir los labios d


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mbres.

No s qu argumentos utilizar contigo. Apelo a tus propios intereses. Oh, mi pobre amigoa mejor para ti reconciliarte con el Dios del Cielo, que ser su enemigo? Qu ganas con opo

l? Acaso eres ms feliz siendo su enemigo? Responde, buscador de placeres: has haeites en esa copa? Respndeme, fariseo: has hallado descanso para las plantas de tus pi

dos tus trabajos? Oh t, que te empeas en establecer tu propia justicia, te mando que dejes hu conciencia. Has encontrado que es una senda feliz? Ah, mi amigo, "Por qu gastis el dine

que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no satisface? Odme atentamente y comed del biestra alma se deleitar con manjares."

Te exhorto por todo lo que es sagrado y solemne, todo lo que es importante y eterno, huyevar tu vida! No mires hacia atrs, no te quedes en la llanura, no te detengas hasta que h

obado, y encontrado un inters en la sangre de Jesucristo, esa sangre que nos lava de todo peodava permaneces fro e indiferente? Acaso no me permitir el ciego que lo gue a la fiesta?err mi amigo lisiado poner su mano en mi hombro y permitirme que lo lleve al banquete?nsentir el pobre que camine junto a l? Acaso debo usar palabras ms fuertes? Debo ej

una otra presin para forzarlos a entrar? Pecadores, a esto estoy resuelto esta maana, y si nvos ustedes no tendrn excusa. Ustedes, desde el que peina canas hasta el que est en su infano se aferran a Cristo hoy, la sangre de ustedes ser sobre sus propias cabezas.

Si hay poder en el hombre para traer a su compaero, (como lo hay cuando el hombudado por el Espritu Santo) ese poder ser ejercido esta maana, con la ayuda de Dios. Vamo

voy a desanimar por sus rechazos. Si falla mi exhortacin, intentar otra cosa. Hermanos suplico, les suplico que se detengan y consideren. Saben qu es lo que estn rechazando

ana? Estn rechazando a Cristo, su nico Salvador. "Porque nadie puede poner otro fundam

e el que est puesto." " Y en ningn otro hay salvacin, porque no hay otro nombre debajlo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos." Hermanos mos, no puedo soportaedes hagan esto, pues yo s recuerdo lo que ustedes estn olvidando: el da vendr en eedes van a necesitar un Salvador. No falta mucho para que pasen los cansados meses, taleza comience a declinar. El pulso les fallar, su fuerza los va a abandonar, y ustedes rrendo monstruo, LA MUERTE, se enfrentarn entre s. Qu van a hacer en las crecidas corriJordn sin un Salvador? Los lechos de muerte son cosas fras sin el Seor Jesucristo.

De cualquier manera morir es algo horrible. El que tiene la mejor esperanza, y la fe ms triu

cuentra que la muerte no es un asunto de risa. Es algo terrible pasar de lo visible a lo invisibmortal a lo inmortal, del tiempo a la eternidad. Y van a encontrar que es difcil pasar poertas de hierro de la muerte sin las dulces alas de los ngeles conducindoles a los portales dlos. Ser una cosa muy dura morir sin Cristo.

No puedo evitar pensar en ustedes. Los veo actuar como suicidas esta maana, y me imagmismo parado al lado de sus camas escuchando sus gritos, y sabiendo que se estn muriend

peranza. No puedo soportar eso. Me parece estar junto a su fretro ahora, viendo sus roidos y fros, y yo digo: "Este hombre despreci a Cristo y descuid la gran salvacin." P

n amargas lgrimas voy a derramar en ese momento, si pienso que no les he sido fiel; y cmos cerrados permanentemente en la muerte, pareciera que me reprochan y dicen: "Ministro, a


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predicaciones en el famoso Music Hall, pero no te preocupaste seriamente por m; me divepredicaste, pero no me rogaste. No supiste lo que Pablo quiso decir cuando dijo, "y como Di

horta por medio nuestro, rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios!"

Les suplico que permitan que este mensaje entre en su corazn, por otra razn. Me imaginosmo de pie en el tribunal de Dios. Como es cierto que el Seor vive, el da del juicio vreen en eso ustedes? Ustedes no son infieles. Su conciencia no les permitira dudar de la Escrl vez han pretendido hacerlo, pero no pueden.

Sientes que debe haber un da que Dios va a juzgar al mundo en justicia. Te veo en medio ultitud y el ojo de Dios est fijo en ti. Te parece a ti que l no est mirando hacia ningn otro o slo a ti, y te llama ante l. Y l lee tus pecados y exclama, "Apartaos de m, malditos, al frno del infierno."

Mi querido lector, no puedo soportar pensarte en esa situacin; me parece que todobellos de mi cabeza se ponen de punta al pensar en la condenacin de cualquiera de mis lece imaginan ustedes en esa situacin? La palabra ha sido pronunciada: "Apartaos de m, mald

es el abismo cuando se abre para tragarte? Oyes los gritos y alaridos de los que te han preceese eterno lago de tormento? En vez de imaginar esa escena, me vuelvo hacia ti con las palProfeta inspirado, y te digo: "Quin de nosotros podr habitar con el fuego consumidor? Q

nosotros podr habitar con las llamas eternas?" Oh! Mi hermano, no te puedo permitir que hlado de esa manera la religin. No, yo pienso en lo que va a venir despus de la muerte. Evado de toda humanidad si viera a una persona a punto de envenenarse y no le arrancara la si viera a alguien a punto de lanzarse desde el Puente de Londres, y no lo asistiera para impesera peor que un demonio si ahora con todo amor, y amabilidad y verdad, no te implora

char mano de la vida eterna," y: "Trabajar, no por la comida que perece, sino por la comida

rmanece para vida eterna."Algn hiper-calvinista me dira que estoy equivocado al hacer esto. No puedo evitarlo.

cerlo. Y puesto que al final debo estar ante mi Juez, siento que no tendr una prueba compleministerio a menos que suplique con muchas lgrimas que ustedes quieran ser salvados

edes quieran mirar a Jesucristo y recibir Su gloriosa salvacin.

Pero acaso sirve de algo? Acaso todas mis splicas se han desperdiciado ya que ustedhan prestado ninguna atencin? Entonces, otra vez cambio mi nota. Pecador, te he suplicado c

hombre le suplica a su amigo, y si fuera por mi propia vida no podra hablar con ms ferva maana como lo hago por la tuya. Me preocup en serio por mi alma, pero ni un cachito mque me preocupan las almas de mi congregacin esta maana. Y por tanto, si hacen de lado plicas, tengo algo ms: Debo amenazarlos. No siempre tendrn advertencias como estas:

Viene el da, cuando ser apagada la voz de todo ministro del Evangelio, al menos parque tu odo estar congelado en la muerte. Ya no habr ninguna amenaza. Ser ms bimplimiento de la amenaza. No habr promesa, ni proclamaciones de perdn y misericordngre que hable de paz. Sino que estars en la tierra donde el da del Seor es tragado enteram

noches eternas de desdicha, y donde la predicacin del Evangelio est prohibida porque aan infructuosos. Te pido entonces que escuches esta voz que se dirige ahora a tu conciencia.


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o, Dios te hablar en Su ira, y te dir con sumo disgusto: "Pero, por cuanto llam, y os resistend mis manos, y no hubo quien escuchara (ms bien, desechasteis todo consejo mo isisteis mi reprensin), yo tambin me reir en vuestra calamidad. Me burlar cuando os llege temis, cuando llegue como destruccin lo que temis cuando vuestra calamidad llegue combellino y vengan sobre vosotros tribulacin y angustia." Pecador, te vuelvo a amenazar. Recuede ser que tengas muy poco tiempo para or estas advertencias. T imaginas que tu vidaga, pero acaso no sabes qu corta es? Alguna vez has intentado medir cun frgil eres? to el cuerpo de un muerto cuando ha sido cortado en pedazos por los estudiantes de anato

as visto algo tan maravilloso como la estructura humana?

Qu extrao, que una arpa de mil cuerdas,Se conserve afinada por tanto tiempo.

Pero deja que tan slo una cuerda se tuerza, que un bocado de comida se vaya por la direuivocada, y te puedes morir. Por el ms insignificante incidente, te puedes morir en cualomento, cuando Dios lo quiera. Hombres muy fuertes han perecido en pequeos y licidentes, y eso te puede pasar a ti. En la capilla, en la casa de Dios, han cado muertos alg

mbres. Muy a menudo nos enteramos de personas que caen en nuestras calles, rodando del tia eternidad, por algn sbito ataque. Ests seguro que ese corazn tuyo est perfectamente ircula tu sangre con toda precisin? Ests completamente seguro de eso? Y si as es, cumpo te va a durar?

Oh, tal vez hay aqu quienes nunca vern el da de Navidad. puede ser que el mandato yaido: "Pon en orden tu casa, porque vas a morir y no vivirs." De toda esta gran congregacidra decir con precisin cuntos estarn muertos en un ao; pero s es cierto que el ngregado ahora nunca se volver a reunir completo otra vez en otra asamblea. Algunos de

sta multitud, tal vez dos o tres, partirn antes de que recibamos al nuevo ao. Les recuerdo, eridos hermanos , que la puerta de la salvacin puede cerrarse, o muy bien pudieras estar lejnde est la puerta de la misericordia. Vamos, pues, deja que la amenaza tenga poder sobre ti. Ndigo para amenazarte sin motivo, sino con la esperanza de que la amenaza de un hermano pnducirte al lugar en donde Dios ha preparado el banquete del Evangelio.

Y ahora, me debo ir sin ninguna esperanza? Ya se agot todo lo que puedo decir? No, regevamente contigo. Dime, hermano, qu es lo que te mantiene alejado de Cristo? Escuchouien dice: "Oh, seor, es porque me siento demasiado culpable." Eso no puede ser, mi amig

ede ser. "Pero, seor, soy el primero de los pecadores." Amigo mo, no lo eres. El primero dcadores muri y fue al cielo hace muchos aos. Su nombre era Saulo de Tarso, despus llamastol Pablo. l fue el primero de los pecadores, y yo s que dijo la verdad de Dios. "No"es, "soy demasiado vil." No puedes ser ms vil que el primero de los pecadores. Cuando ms el segundo entre los peores. Pero aun suponiendo que eres el peor que vive hoy da, sndo el segundo, porque Pablo fue el primero. Pero supongamos que eres el primero, no e

ecisamente la razn para que vengas a Cristo? Entre peor sea la condicin de un hombreyor razn debera ir al hospital o con un mdico. Entre ms pobre seas, mayor razn tienes

eptar la caridad que te ofrece otro.

Ahora bien, Cristo no busca ningn mrito tuyo. l da gratuitamente. Entre peor seas,


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nvenido eres. Pero djame preguntarte: Crees que te volvers mejor mantenindote alejadisto? Si es as, todava sabes muy poco acerca del camino de la salvacin. No, seor, entre mengas, te volvers peor. Tu esperanza se debilitar, tu desesperacin se har ms fuerte. El

n el que Satans te ha sujetado estar ms firmemente clavado, y tendrs menos esperanzanca. Mira, te lo suplico, recuerda que no ganas nada con la demora, pero por ella puedes perdo. "Pero," exclama otro: "siento que no puedo creer." No, amigo mo, y nunca vas a cremero miras a la fe. Recuerda, que no he venido para invitarte a la fe, sino que he venido

vitarte a Cristo. Pero dices, cul es la diferencia? Pues simplemente sta: si primero que

es, "yo quiero creer en algo," nunca creers. Tu primera pregunta debe ser, qu es esta cosa e debo creer?" As la fe vendr como consecuencia de esa bsqueda.

Nuestro primer negocio no tiene que ver con la fe, sino con Cristo. Ven, te lo suplico, al mCalvario, y mira la Cruz. Contempla al Hijo de Dios, quien hizo los cielos y la tierra, que m

r tus pecados. Mralo a l, no hay poder en l para salvar? Mira Su rostro tan lleno de picaso no hay amor en Su corazn que demuestra que est deseando salvarnos? Con toda cecador, mirar a Cristo te ayudar a creer. No creas primero, para despus ir a Cristo, pues dnera tu fe ser una cosa sin ningn valor. Ve a Cristo sin ninguna fe, y arrjate sobre l,

ndes o nadas. Pero oigo otro exclamacin: "Oh, seor, no te imaginas cuntas veces hevitado, durante cunto tiempo he rechazado al Seor." No lo s, y no lo quiero saber. Todo loes que mi Seor me ha enviado para forzarte a entrar, as que ven ahora. Puedes haber rechal invitaciones, no conviertas esta en la mil una.

Has estado en la casa de Dios, y slo te has endurecido para recibir el evangelio. Pero veo una lgrima en tu ojo? Vamos, hermano mo, no te endurezcas por el sermn de esta mah, Espritu del Dios viviente, ven y derrite este corazn porque nunca ha sido derretido, y fuentrar! No te puedo dejar ir con excusas tan vanas como esas; si has vivido tantos

nospreciando a Cristo, hay muchsimas razones por las que no debes menospreciarlo ahora.

Pero no te o decir en voz baja que este no es el momento oportuno? Entonces qu cirte? Cundo va a llegar ese momento oportuno? Vendr cuando ests en el infierno? Veando te ests muriendo, y las tenazas de la muerte se cierren sobre tu garganta; ser entoncesando el sudor que quema est abrasando tu frente; y entonces otra vez, cuando el fro gajoso est all, sern esos los tiempos adecuados?

Cuando los dolores estn torturndote, y ests al borde de la tumba? No, seor, esta maa

momento conveniente. Que Dios lo haga as. Recuerda, no tengo autoridad de pedirte que venisto maana. El Seor no te ha invitado para venir a l el prximo martes. La invitacin eereis hoy su voz, no endurezcis vuestros corazones, como en la provocacin," porque el Ese "hoy." "Venid, pues, dice Jehovah; y razonemos juntos" por qu lo pospondras? Podra sima advertencia que puedas tener alguna vez. Posponlo, y puede ser que nunca ms vuelvrar en la iglesia. Podras no tener nunca ms la posibilidad de or un sermn tan apasioigido a ti. Puede ser que ya nunca te supliquen como yo te estoy suplicando ahora. Puedeora y Dios puede decir, "l es dado a dolos; djalo." l arrojar las riendas sobre tu cueonces, pon atencin, tu camino es seguro, es el camino de la segura condenacin y r

struccin.


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Y ahora de nuevo, todo esto es en vano? No quieres venir a Cristo ahora? Entonces, quedo hacer? No tengo sino un ltimo recurso, y lo voy a utilizar ahora. Se me permite que llorse me autoriza a orar por ti. Puedes despreciar mi predicacin; puedes rerte del predic

edes llamarlo fantico si quieres; no te va a regaar, no traer ninguna acusacin en tu contragran Juez. Tu ofensa, en lo que a el concierne, est perdonada antes de que sea cometida;bes recordar que el mensaje que ests rechazando esta maana es un mensaje de Alguien qa, y tambin se te da por los labios de alguien que te ama. Debes recordar que t puedes jug

ma con el diablo, que puedes pensar con ligereza que es un asunto sin mayor importancia; per

uien que est preocupado por tu alma, y uno que antes de venir aqu luch con su Dios piditaleza para predicarte, y quien cuando se haya ido de este lugar no olvidar a su audiencia dana.

Vuelvo a repetirlo, cuando las palabras nos fallan podemos derramar lgrimas; pueabras y las lgrimas son las armas con las que los ministros del evangelio fuerzan a los hombrar. T no sabes, y supongo que no lo puedes creer, qu ansias siente un hombre a quien Diomado al ministerio por su congregacin, y especialmente por algunos de los miembros. O e

de un joven que asisti a esta iglesia durante mucho tiempo, y que la esperanza de su padr

e fuera trado a Cristo. Sin embargo, ese joven se hizo amigo de un incrdulo; y ahora descuidberes, y vive cada da en el camino del pecado. Vi el rostro plido de su padre. No le ped quera lo que le pasaba, pues sent que sera remover la pena y abrir de nuevo la herida. Temces, que los cabellos grises de ese buen hombre se irn a la tumba llenos de pena.

Jvenes, ustedes no oran por ustedes mismos, pero sus madres luchan por ustedes. Ustednsan en sus propias almas, pero la preocupacin de sus padres es ejercitada por ustedeado en reuniones de oracin, y he odo a los hijos de Dios orar all, y no hubieran podido oras celo y ms intensidad de angustia si cada uno de ellos hubiera estado buscando la salvaci

propia alma. Y no es extrao que nosotros estemos listos para mover cielo y tierra pvacin de ustedes, y que ni an as ustedes no piensen en ustedes mismos y no tengan npeto para las cosas eternas?

Ahora me dirijo por un momento a algunos de ustedes en particular. Hay algunos aqu quembros de iglesias cristianas, y que hacen una profesin de religin. Pero, a menos quuivoque, y me dara mucho gusto estarlo, su profesin es una mentira. No viven de acuerdo adeshonran. Viven en la prctica perpetua de no asistir a la casa de Dios, si no es que viven pecados aun. Ahora yo les pregunto a esos que no son el adorno de la doctrina de Dios su Salv

e imaginan que me pueden llamar su pastor, y que mi alma no pueda temblar por ustedes y qreto no derrame lgrimas por ustedes? Repito y digo que puede ser asunto de poca importra ustedes cmo manchan su ropa cristiana, pero es un asunto de gran preocupacin para qupiran y lloran y se lamentan por las iniquidades de los que profesan en Sin.

No le queda al ministro ninguna otra cosa, adems de llorar y de orar? S, hay algo ms.les ha dado a sus siervos el poder para dar la regeneracin, pero les ha dado algo relacionadposible que un hombre pueda regenerar a su vecino. Y, sin embargo cmo nacen los hombrevo a Dios? No habla el apstol de alguien (Onsimo) a quien haba engendrado en sus prisio

ora pues, el ministro tiene un poder que le es dado por Dios, para ser considerado padre y m


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aquellos nacidos de Dios, pues el apstol dijo que sufri dolores de parto por las almas hastisto fue formado en ellas. Qu podemos hacer entonces? Podemos ahora apelar al Espritu. Spredicado el Evangelio, y que lo he predicado con mucho celo. Le recuerdo a mi Seor que hpropia promesa. l ha dicho que Su palabra no volver a l vaca, y no volver. Est ennos, no en las mas. No puedo forzarlos, pero T Oh Espritu de Dios, que tienes la llav

razn, T puedes forzarlos.

Alguna vez notaron en ese captulo del Apocalipsis, donde dice, "He aqu, yo estoy a la p

lamo," que unos cuantos versculos antes, la misma Persona es descrita como el que tiene la David? De manera que, si tocar a la puerta no funciona, l tiene la llave y puede y quiere eora, si el llamado a la puerta de un ministro lleno de celo no prevalece contigo esta maana, q

dava ese secreto abrir del corazn que lleva a cabo el Espritu, de manera que sern forzarar. Consider mi deber trabajar con ustedes como si yo pudiera forzarlos. Pero ahora lo

do en las manos de mi Seor. No puede ser Su voluntad que despus de haber trabajado tanto rto, no demos a luz hijos espirituales. Todo depende de l. l es Seor del corazn y el da clarar: que algunos de ustedes llevados por la Gracia Soberana, se han convertido en prisioluntarios de Jess, que todo lo conquista y han sometido sus corazones a l por medio del se

esta maana.


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rzalos a EntrarI. Primero: EncontrarlosII. Despus: Forzarlos a entrar

Fuerzalos a Entrar - Charles H. Spurgeon

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