FRANCESC RAMIS - QUÉ SE SABE DE LOS PROFETAS

download FRANCESC RAMIS - QUÉ SE SABE DE LOS PROFETAS

If you can't read please download the document

Transcript of FRANCESC RAMIS - QUÉ SE SABE DE LOS PROFETAS

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    1/265

    Francesc RamisFrancesc Ramis

    Losprofetas

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    2/265

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    3/265

    Los profetas

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    4/265

    Qu se sabe de...Coleccin dirigida y coordinada por:

    CARLOSJ. GILARBIOL

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    5/265

    Francesc Ramis

    Darder

    Los profetas

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    6/265

    Editorial Verbo DivinoAvenida de Pamplona, 4131200 Estella (Navarra), EspaaTelfono: 948 55 65 05Fax: 948 55 45 06

    www.verbodivino.es

    [email protected]

    Diseo de coleccin y cubierta: Francesc Sala

    Francesc Ramis Darder Editorial Verbo Divino, 2010

    Fotocomposicin: NovaText, Mutilva Baja (Navarra)Impresin: I.G. Castuera, S.A. (Navarra)

    Impreso en Espaa -Printed in Spain

    Depsito legal: NA 3.131-2010

    ISBN: 978-84-9945-134-3

    Cualquier forma de reproduccin, distribucin, comunicacin pblica o transformacin de esta obra solo puede

    ser realizada con la autorizacin de sus titulares, salvo excepcin prevista por la ley. Dirjase a CEDRO (Centro Es-paol de Derechos Reprogrficos:www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algn fragmento de esta obra.

    http://www.verbodivino.es/http://localhost/var/www/apps/conversion/tmp/scratch_3/[email protected]://www.cedro.org%29/http://www.cedro.org%29/http://localhost/var/www/apps/conversion/tmp/scratch_3/[email protected]://www.verbodivino.es/
  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    7/265

    A Angelines,con afecto

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    8/265

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    9/265

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    10/265

    El estudio del fenmeno de la profeca constituye un centro deinters privilegiado en el campo de los estudios bblicos. Lasrazones son diversas, pero sealamos las dos motivaciones

    principales.

    Por una parte, la arqueologa y el estudio de la literatura del Prximo

    Oriente antiguo han sacado a la luz muchos documentos que pue-den compararse, en buena medida, con el contenido literario y teo-lgico de los libros profticos que compila la Escritura. De ese mo-do, el fenmeno proftico traspasa las fronteras de Israel parainsertarse en el seno, amplio y sugerente, de la cultura oriental.

    Por otra, el hombre y la mujer que quieran conservar el espritu cr-tico y deseen adoptar una actitud militante en el seno de la sociedadcontempornea, podrn encontrar en la personalidad y en el men-saje de los profetas el buen ejemplo de un planteamiento solidario ycomprometido con la justicia.

    Ambas cuestiones, el planteamiento acadmico y la motivacin ti-ca, justifican la presentacin de esta obra sobre los profetas. Comoel resto de volmenes que conforman la coleccin Qu se sabe

    de..., el libro se divide en cuatro apartados.9

    Introduccin

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    11/265

    La primera parte, Cmo hemos llegado hasta aqu?, plantea,desde una perspectiva acadmica, la naturaleza del profetismo; rese-a la historia de la investigacin sobre el fenmeno proftico, a la

    vez que establece los parmetros, literarios e histricos, con que po-demos adentrarnos en la identidad y la misin de los profetas.

    El segundo apartado, Cules son los aspectos centrales del te-ma?, ahonda en la identidad de los profetas que dan nombre a loslibros bblicos: Isaas, Jeremas, Ezequiel, etc. La intencin del estu-dio radica en la decisin de presentar a los profetas en el marco de

    las coordenadas histricas y sociales en que desarrollaron su minis-terio. Deseamos que el lector capte el calado social de la misin delos profetas, a la vez que pueda intuir las adversidades que soporta-ron y los desafos que afrontaron.

    La tercera seccin, Cuestiones abiertas en el debate actual,afronta algunos temas que actualmente requieren la atencin de los

    eruditos. El estudio se detiene en tres: la militancia poltica de los pri-meros profetas, la dimensin simblica del lenguaje proftico, y laimportancia, oculta y eficaz, de las profetisas.

    La cuarta parte, Para profundizar, aborda la relevancia actual delmensaje proftico. A grandes pinceladas, sugiere la validez del caris-ma proftico en el seno de la sociedad actual, agitada y abierta a la

    esperanza. A modo de colofn, el apartado presenta un elenco bi-bliogrfico para que el lector interesado pueda profundizar en elmundo, atrayente y desafiante, del profetismo.

    Esperamos que el libro ayude al lector a comprender los grandestrazos del profetismo, y deseamos que aliente su vida hacia el com-promiso decidido por la humanidad justa y solidaria.

    Francesc Ramis Darder10

    Qusesabede...Losprofetas

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    12/265

    PRIMERA PARTE

    Cmo hemos

    llegado hasta aqu?

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    13/265

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    14/265

    El estudio del fenmeno proftico es uno de los vectores porlos que se orienta la investigacin bblica actual. A lo largo delas pginas que siguen sondearemos la actualidad de la profe-ca, analizaremos la historia de la investigacin sobre el profetismo,

    y delinearemos los parmetros que hacen posible discernir la iden-tidad de los profetas y el calado de su misin.

    13

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    15/265

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    16/265

    1. El inters actual por la identidad y la misinde los profetas

    Cuando abrimos las pginas de los peridicos, constatamos

    como les acontecimientos polticos, los procesos sociales ylos azares de la naturaleza sacuden nuestra conciencia.

    Las inquietantes imgenes del terremoto de Hait laceraron la con-ciencia de muchas personas. Como pudimos constatar, las organi-zaciones internacionales, la Iglesia, algunos gobiernos y numerosasasociaciones se afanaron por atemperar las consecuencias de la ca-tstrofe. La televisin recogi el testimonio de mdicos, bomberos,ingenieros y un sinfn de voluntarios que acudieron a la isla caribe-a para socorrer a la poblacin necesitada.

    Junto al eco de las desgracias que enlutan el mundo, tambin escu-chamos noticias que endulzan el acbar que tantas veces agrietanuestra alma: los acuerdos de paz que parecen lograrse en algunasregiones del mundo, los avances cientficos que tienden a alargar la

    esperanza de vida del ser humano, la instauracin de la democracia15

    La personalidad de los profetasy su mensaje liberador: historia

    de la investigacin y su importanciaCAPTULO 1

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    17/265

    en algunos pases o la desaparicin de la pena de muerte en variasnaciones.

    Ahora bien, las conquistas sociales no llegan solas. Bajo un avance

    mdico, palpita la identidad de un equipo que ha comprometido lavida en la investigacin, siempre incierta en cuanto a resultados tan-gibles. A menudo, la implantacin de la democracia nace de la opcinpoltica de ciudadanos annimos y de algunos personajes relevantesque comprometen su vida en el proceso democrtico, muchas vecesdesde la clandestinidad y sufriendo la prueba del presidio.

    Desde lo ms profundo de cada conquista social o desde las entre-telas de la lucha por la justicia y la solidaridad, emerge el rostro de al-guna persona o de alguna comunidad que auspicia el desarrollo hu-mano de la sociedad.

    Casi al azar, fijmonos en un ejemplo concreto: Jody Williams, laactivista por la paz que logr la prohibicin del uso de las minas an-

    tipersona. Como sabemos, la guerra siempre es una tragedia, pero eluso de las minas antipersona ensombrece la mirada del herido, amenudo inocente, con la imagen ms cruel de la violencia. A modode contrapartida, la huella lacerante de las minas satisface las exigen-cias de la estrategia militar: quien sufre la explosin queda inhabili-tado para el combate, la invalidez sirve de escarmiento a quienespretendieran rebelarse, y, por si fuera poco, la sociedad se ve obliga-da a la asistencia del lisiado con lo que merman los recursos que po-dran destinarse a otros fines.

    La fiereza de las minas antipersona desdibuja para siempre el cuer-po del herido. Acabada la contienda y celebrados los acuerdos depaz, cada mutilado contina llevando sobre sus hombros las cicatri-ces de la explosin y quienes contemplan su rostro no pueden dejar

    de recordar los tristes sucesos que empaaron sus vidas.16

    Qusesabede...Losprofetas

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    18/265

    A pesar de que la Historia parezca sentenciar la pervivencia de laguerra, Jody Williams, como tantos otros, crey que la existenciahumana poda discurrir por la senda de la armona. Aunque la lucha

    por la paz nazca siempre del afn por la justicia, las trincheras dondese libra la batalla son numerosas: la no violencia, el comercio justo,el foro mundial por la paz, etc. No obstante, Jody Williams eligiuna senda especfica: el tesn por conseguir la eliminacin de lasminas antipersona.

    Cmo lo consigui? Aunque no delineemos su biografa, esboza-remos las caractersticas de su militancia por la paz. Supo ofrecer a lasociedad un proyecto capaz de atemperar los desastres de la gue-rra: la eliminacin de las minas antipersona. Muchos haban recla-mado, con tesn y acierto, el fin de la violencia y el ocaso de la gue-rra, pero nadie haba puesto el acento en una cuestin tan concreta;evidentemente, la prohibicin de las minas no borra de un plumazolos desmanes de la guerra, pero constituye un paso significativo ha-

    cia la concordia universal.Jody Williams apareci ante las instancias internacionales comouna mujer conocedora de la realidad mundial y acreditadamoralmente para exigir la inutilizacin de las minas; su probada mi-litancia en el movimiento pacifista la convirti en una activista aten-ta al desarrollo de la situacin social y comprometida en la lucha porla justicia. Ahora bien, la actitud de Jody Williams no se agota en lasupresin de las minas. Ella aboga, como tantos colegas, por ofrecera la sociedad una forma de vida capaz de borrar del corazn hu-mano el recuerdo de la guerra: la sociedad basada sobre la solidari-dad y la justicia, pilares de la paz autntica.

    No cabe duda de que las entraas de Jody Williams se conmovanante las imgenes televisivas de tantos mutilados, pero su vida no se

    agot en la congoja de los sentimientos, decidi entretelar su exis-17LAPERSONALIDADDELOSPROFETASYSUMENSAJELIBER

    ADOR:HISTORIADELAINVESTIGACINYSUIMPORTANCIA

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    19/265

    tencia en el proyecto pacifista. Jody Williams es la mujer que co-noce la realidad humana y que est acreditada ticamente paraofrecer un proyecto capaz de vertebrar la forma de vida que

    desembocar en la eclosin de la paz y la justicia entre los pueblos.La credibilidad de Jody Williams ha arrastrado a muchas personasa implicarse en el empeo pacifista que ofrece a la sociedad unaforma de vida que apunta hacia el horizonte de la justicia y la soli-daridad.

    Junto al testimonio de Jody Williams, podramos resear la tarea

    de tantos voluntarios que paliaron el desastre de Hait, o la labor delas organizaciones que pelean contra la pobreza, o la decisinde las mujeres que batallan por la dignidad femenina en tantas re-giones. Aunque procedan de horizontes ideolgicos distintos, to-dos persiguen un objetivo comn: la edificacin de un mundoms humano para todos. Si nos atuviramos al lenguaje bblico,tendramos que encasillar a estos personajes en la categora de los

    profetas.Con que trazos dibuja la Escritura la identidad y la misin de losprofetas? Aunque la Biblia no delinee la biografa de cada profeta,podemos esbozar las pautas que determinan la hondura de su tarea.El profeta es el hombre o la mujer que conoce el entramado so-cial de su poca y que goza, entre la minora que le sustenta, de cre-

    dibilidad moral para ofrecer un proyecto capaz de instaurar enel conjunto social una forma de vida que propicie un mundo jus-to y solidario, un mundo ms humano.

    Acerqumonos, a modo de ejemplo, a la figura del profeta Oded, unpersonaje entraable que vivi en Israel a mediados del siglo VIII a.C.

    Como era frecuente, Israel y Jud se enzarzaron en una contienda

    cruel. Tras una batalla sangrienta, los israelitas apresaron a doscien-18

    Qusesabede...Losprofetas

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    20/265

    tos mil judatas con la intencin de convertirlos en esclavos. Mien-tras los llevaban a Samara, sali a su encuentro Oded, el profeta ve-raz, diciendo a los vencedores: devolved a los prisioneros. Algu-

    nos jefes, impresionados por la invectiva, dijeron a los soldados:no encerris a los prisioneros en Samara.

    Cuando los soldados soltaron a los cautivos, un grupo de hombres,designados expresamente para ello, se hicieron cargo de los cautivos

    y con la ropa y el calzado del botn de guerra vistieron a los desnu-dos y calzaron a los descalzos; les dieron a todos comida y bebida,

    les curaron las heridas con aceite y, montando en asnos a todos losdesfallecidos, los llevaron a Jeric, la ciudad de las palmeras, junto asus hermanos judatas (2 Cr 28,5-15).

    Como es evidente, Oded conoce la situacin social y poltica,est enterado de la batalla y sabe del amargo destino que aguarda alos vencidos. Ahora bien, Oded goza de credibilidad entre sus

    convecinos, pues la Escritura le denomina profeta del Seor, ex-presin que certifica su solvencia moral. El conocimiento de la rea-lidad y la credibilidad tica facultan a Oded para proponer a los

    vencedores un proyecto inaudito en la estrategia militar: la mi-sericordia con los cautivos y su inmediata liberacin. No obstante,cabe pensar que el horizonte de Oded no se agotara en la reden-cin de los presos de una sola batalla. Sin duda, su corazn suspira-

    ba por el da feliz en que las naciones enfrentadas, Israel y Jud, asu-miesen una forma de vida capaz de sembrar en la regin la paz yla prosperidad.

    Aunque distantes en el tiempo, las opciones de Jody Williams y deOded presentan concomitancias innegables. Desde las caractersti-cas concretas de su poca, los dos apuntan al mismo horizonte: el

    alba de un mundo armnico, justo y solidario.19LAPERSONALIDADDELOSPROFETASYSUMENSAJELIBER

    ADOR:HISTORIADELAINVESTIGACINYSUIMPORTANCIA

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    21/265

    La analoga entre ambos personajes suscita el inters por conocer laidentidad y la misin de los profetas bblicos en las coordenadas his-tricas en que desarrollaron su tarea. A tenor del testimonio del pro-

    feta del Seor y de la militante pacifista, la misin proftica no se cir-cunscribe a la actividad de quienes llenan tantas pginas del AntiguoTestamento. El profetismo palpita y palpitar entre las luces y som-

    bras de la historia hasta que la humanidad vea despuntar el alba delos cielos nuevos y la tierra nueva, metfora del gozo de la sociedadhenchida de humanidad y solidaridad.

    El estudio del profetismo en general y del profetismo bblico en par-ticular puede constituir el acicate que encauce la militancia de loshombres y mujeres de nuestro tiempo hacia la construccin de unmundo mejor.

    2. A la bsqueda de la identidad y la misinhistrica de los profetas bblicos:jalones de la historia de la investigacindel movimiento proftico

    Cada uno de los libros profticos describe, con mayor o menor ex-

    tensin, la identidad de un personaje que comprometi su vida en-tre los avatares histricos que conformaron la sociedad de su poca.El extenso libro de Isaas enfatiza, entre otros temas, el compromisodel profeta con los avatares que trenzaron los reinados de Ozas, Jo-rn, Ajaz y Ezequas, reyes de Jud (781-687 a.C.). El libro de Ab-das refiere en un solo captulo la visin del profeta sobre la ruina delpas de Edom, a la vez que ensalza el alba del nuevo Israel, triunfan-

    te sobre las insidias de los enemigos.20

    Qusesabede...Losprofetas

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    22/265

    Cuando ahondamos entre las pginas de cada libro proftico apre-ciamos la identidad de un personaje que conoca la realidad so-cial de su tiempo y que, dotado de credibilidad entre sus contem-

    porneos, ofreca a la sociedad de su poca el proyecto capaz dehilvanar la forma de vida que instaurara la paz y la justicia. Ahorabien, esta forma de adentrarse en el contenido de los libros profti-cos es muy importante, pero, evidentemente, no es la nica posible.

    A lo largo de la historia han aflorado diferentes estilos con que im-buirse en el estudio de la profeca. Sin embargo, dos mtodos han al-canzado la mayor fortuna. El primero apuesta por descubrir el cala-do de la actuacin de los profetas en la coyuntura histrica de sutiempo; el mtodo analiza, sobre todo, el combate proftico en posde la justicia o de la armona social. El segundo mtodo contemplacmo la conducta de los profetas del Antiguo Testamento ha prefi-gurado el compromiso de Jess y los apstoles a lo largo del NuevoTestamento; de ese modo y a guisa de ejemplo, discierne entre los

    versos de la profeca de Miqueas el anuncio del nacimiento de Jessen Beln.

    Aunque ambos mtodos son esenciales para el estudio de la profe-ca, durante mucho tiempo gan la partida la tendencia a entenderque la funcin determinante de los profetas estribaba en prefigurarel advenimiento de Cristo y la eclosin de la Iglesia. Detengmonosen dos ejemplos, tomados de la profeca de Zacaras y Joel, para ilus-trar el planteamiento que acabamos de mentar.

    La profeca de Zacaras proclama: Salta de alegra, lanza gritos dejbilo, Jerusaln, porque se acerca tu rey, justo y victorioso, humildey montado en un asno, en un joven borriquillo! (Zac 9,9). Cuan-do el evangelista Mateo redactaba los captulos de la pasin, recor-d que Jess haba entrado en Jerusaln a lomos de un pollino, as

    escribi: Los discpulos [...] trajeron la borrica y el pollino; pusie-21LAPERSONALIDADDELOSPROFETASYSUMENSAJELIBER

    ADOR:HISTORIADELAINVESTIGACINYSUIMPORTANCIA

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    23/265

    ron sobre ellos los mantos, y l (Jess) mont encima; de ese mo-do, sentado sobre un borrico, certifica Mateo, Jess entr en la Ciu-dad Santa (Mt 21,6).

    A tenor del planteamiento teolgico, Mateo intuy que la entradade Jess en Jerusaln a lomos de un pollino no era casual, constituael cumplimiento de la profeca de Zacaras. De esta manera, escri-

    bi: Esto sucedi para que se cumpliera lo que dice el profeta: seacerca tu rey, humilde y sentado en un asno, en un pollino, cra deun animal de carga (Mt 21,4-5). Desde esta perspectiva, la entra-da de Jess en Jerusaln, sentado sobre un pollino, constituye, segnel evangelio de Mateo, el cumplimiento de las palabras de Zacaras,pues el rey anunciado por la profeca de Zacaras, elegido para libe-rar Jerusaln, prefiguraba el advenimiento de Jess, el rey definitivo,destinado a salvar Sin y el mundo entero.

    La profeca de Joel seala los acontecimientos que advendrn en losltimos das: Yo [Dios] derramar mi espritu sobre todo hombre.

    Vuestros hijos y vuestras hijas profetizarn [...] todo el que invoqueel nombre del Seor se salvar (Jl 3,1-5). Cuando el autor del librode los Hechos de los Apstoles tuvo que explicar el significado teo-lgico del prodigio de Pentecosts, escribi: Lo que ocurre es quese ha cumplido lo que dijo el profeta Joel: en los ltimos das, diceDios, derramar mi espritu sobre todo hombre [...] y todo el que in-

    voque el nombre del Seor se salvar (Hch 2,16-21). De ese mo-do, a tenor de la ptica del autor del libro de los Hechos, el clamorde Joel prefigura el nacimiento de la Iglesia entre las lenguas de fue-go de Pentecosts.

    Desde la perspectiva que acabamos de citar, la voz de Zacaras y elclamor de Joel preludiaban los avatares del ministerio de Jess y lamisin de la Iglesia, tal como los describe el Nuevo Testamento. No

    obstante, y por importante que sea, esta percepcin de la profeca22

    Qusesabede...Losprofetas

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    24/265

    no ha sido la nica, pues la perspectiva cristiana tambin ha profun-dizado en la identidad de los profetas y en el calado del mensaje queproclamaron en la sociedad de su tiempo. Ahora bien, la primera

    forma, el Antiguo Testamento que prefigura el Nuevo Testamento,prevaleci hasta bien entrada la edad moderna, desde entonces haido ganando terreno la segunda, el estudio de la personalidad y la ta-rea de cada profeta en las coordenadas de su tiempo.

    A qu se debe el cambio de perspectiva? Sin duda, a partir de lairrupcin de la modernidad, la cultura ensalz sobremanera el valorde la persona humana, concedi enorme relevancia a los estudioshistricos y favoreci el mejor conocimiento de las dinmicas socia-les. Todo eso impuls el estudio de los libros profticos por el cau-ce de los derroteros histricos en que vivi cada uno de de sus pro-tagonistas. Sin dejar de analizar la manera en que Zacaras y Joelpreludiaban el advenimiento de Cristo y de la Iglesia, comenz a in-

    vestigarse el modo en que ambos profetas comprometieron su vida

    en la construccin de la sociedad israelita, justa y solidaria.Muchos estudiosos calibraron, desde la informacin que aporta laEscritura, la actividad de los profetas. De esa manera, qued paten-te la fiereza con que fustigaban la conducta perversa de la nacin he-

    brea: la injusticia (Miq 2,1-5), la idolatra (Is 1,29-31), la corrupcinreligiosa (Jr 7,1-15) o el desgobierno de la nacin (Am 2,6-16).

    Los investigadores tambin apreciaron el papel insigne de los profe-tas en los avatares polticos y religiosos de su poca; a modo de ejem-plo, subrayaron la relevancia de Jeremas en la corte de Jerusaln (Jr21,1-10), en el templo de Sin (Jr 7,1-8,9) o hacia los deportados enBabilonia (Jr 27,1-22). Igualmente, apreciaron los momentos esen-ciales que jalonan la vida de los profetas: la vocacin (Is 6,1-13), eldolor de la persecucin (Jr 26,1-24), el contenido de la predicacin

    (Jl 1,2-12) o la esperanza de un futuro mejor (Am 9,11-15).23LAPERSONALIDADDELOSPROFETASYSUMENSAJELIBER

    ADOR:HISTORIADELAINVESTIGACINYSUIMPORTANCIA

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    25/265

    Los estudiosos comenzaron a esbozar lo que podramos llamar labiografa de los profetas bblicos; intentaban delinear la identi-dad del profeta y la hondura de su misin. La precisin del estudio

    requera cada vez ms el conocimiento de la estructura econmica,poltica y religiosa que sostena el entramado social israelita. De mo-do anlogo, exiga el conocimiento de la situacin social de las gran-des potencias y de los pequeos estados que rodeaban los reinos deIsrael y Jud: Egipto, Mesopotamia, Moab, Amn, Filistea, etc. Aun-que la Biblia aporta informacin sobre la estructura social de la an-tigedad, no pareca suficiente para enmarcar la tarea de los profe-

    tas; as pues, adquiri enorme relevancia el conocimiento de laHistoria antigua y de las aportaciones especficas de la Arqueologa.

    El conocimiento de la historia y de la estructura social del mundoantiguo permiti afinar el calado de la misin de los profetas, perotambin aport elementos decisivos para el conocimiento de la pro-feca. Durante mucho tiempo, los estudiosos pensaban que la

    profeca era una institucin exclusiva de la comunidad israelita;al decir de los primeros estudiosos, las otras culturas podan teneradivinos o magos, pero solo en Israel nacan los profetas. Doshallazgos arqueolgicos, entre otros, cambiaron de raz el plantea-miento clsico: el descubrimiento del Cilindro de Ciro y la Es-tela de Zakir.

    Hormuzd Rassam (1826-1910) descubri, en la biblioteca deAsurbanipal en Nnive, un cilindro en el que estaba escrito un De-creto de Ciro II, rey de Persia (557-529 a.C.); el llamado Cilindrode Ciro que se conserva en el Museo Britnico. El cilindro sealaque Marduk, dios soberano de la asamblea divina, escuch el cla-mor del pueblo babilnico, hastiado de la poltica opresiva de Na-

    bnido, emperador caldeo. Marduk, atento al clamor popular, deci-

    di sentar un nuevo rey en el trono babilnico.24

    Qusesabede...Losprofetas

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    26/265

    Como seala el Cilindro, Marduk escogi a Ciro, rey de Anshan,y lo ungi como soberano de toda la tierra [...] le orden marcharcontra Babilonia [...] que conquist sin una sola batalla. El Cilin-

    dro fue redactado por los sacerdotes de Marduk, unos aos despusde la conquista de Babilonia (539 a.C.), para magnificar la persona-lidad de Ciro. Ahora bien, debemos fijarnos en un detalle esencial:los sacerdotes percibieron en la persona de Ciro al elegido de Mar-duk para devolver la libertad a los babilonios, ninguneados por Na-

    bnido.

    Volvamos la mirada, por un instante, a la profeca de Isaas. Co-mo sabemos, los hebreos sufrieron el exilio de Babilonia (597-538 a.C.), pero, durante los ltimos aos del destierro padecie-ron, junto al pueblo caldeo, la tirana de Nabnido. En analogacon el Cilindro de Ciro, la profeca de Isaas relata como Yahv,atento al luto de la asamblea deportada, suscit a Ciro y le conce-di el triunfo (Is 41,1-5.25). La victoria del monarca, a quien la

    profeca denomina Mesas (Is 45,1), determin la cada deBabilonia y propici el retorno a Sin de los hebreos exiliados(Esd 1,1-4).

    A pesar de las diferencias entre ambos escritos, los investigadoresapreciaron la analoga entre el mensaje del Cilindro de Ciro y la pro-feca de Isaas. Los sacerdotes babilnicos intuyeron bajo el auge de

    Ciro la intervencin salvadora de Marduk a favor de la nacin babi-lnica, mientras la profeca de Isaas discierne bajo la irrupcin deCiro la intervencin decisiva de Yahv para liberar a la comunidaddesterrada. La conclusin investigativa no poda ser ms clara, el ta-lante proftico se extenda ms all de las fronteras de Israel, pues elcariz que presenta la profeca de Isaas tambin figura, en buena me-dida, en el Cilindro de Ciro; ambos textos asignaban la ascensin de

    Ciro al designio divino, Yahv o Marduk.25LAPERSONALIDADDELOSPROFETASYSUMENSAJELIBER

    ADOR:HISTORIADELAINVESTIGACINYSUIMPORTANCIA

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    27/265

    H. Pognon encontr en Afis, a cuarenta kilmetros de Alepo, la es-tela de Zakir (1908). La estela expone como el rey Zakir, amenaza-do por una coalicin de siete reyes vecinos (h. 805 a.C.), invoc por

    medio de sus videntes el auxilio de su Dios Baal-Samaim. Comoenfatiza la estela, Dios escuch la splica del rey; as lo atestigua elmonarca, entre las lneas de la estela: Elev mis manos a Baal-Samaim, y Baal-Samaim me escuch. Me habl a travs de videntes

    y adivinos y me dijo: No temas; yo te hice rey y estar junto a ti pa-ra librarte de todos estos reyes que te asedian.

    El contenido de la estela recuerda el mensaje de algunos orculosprofticos. Cuando los jefes de Jud intentaban huir a Egipto, espo-leados por el acoso babilnico, suplicaron a Jeremas que consulta-ra al Seor sobre la viabilidad del viaje. Tras implorar el auxilio divi-no, respondi Jeremas, en nombre de Dios; No temis al reyde Babilonia, que tanto os asusta: no temis nada de l orculo de

    Yahv que con vosotros estoy yo [Dios] para salvaros y libraros de

    su mano (Jr 42,11). Tambin podemos mencionar, entre los ver-sos de Isaas, el consuelo que Dios ofrece a su pueblo: No temas,que contigo estoy yo; no receles, que yo soy tu Dios (Is 41,10).

    Sin duda, las analogas entre la estela de Zakir, la exhortacin de Je-remas y el texto isaiano son palmarias; de nuevo, los estudiososconstataban como el modelo de los profetas bblicos tambin aflo-raba, con ciertos matices, en otras culturas orientales.

    Alentada por la ampliacin del horizonte proftico, la investigacinbblica ahond en la identidad y la tarea de los diversos personajesque articulaban la comunicacin entre Dios y los hombres. Los es-tudiosos rastrearon la funcin y la naturaleza de los mediadores dela revelacin que presenta la Escritura: el ngel del Seor (Gn 16,7-12), el sacerdote (Jue 18,5-6), los videntes (2 Sm 15,27), los visio-

    narios (1 Cr 25,5) y los hombres de Dios (1 Re 20,28).26

    Qusesabede...Losprofetas

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    28/265

    No obstante, cuando situaron estas figuras en sus coordenadashistricas y compararon su actividad con el ministerio de los per-sonajes que dan nombre a los libros profticos (Isaas, Ezequiel,

    etc.), los estudiosos apreciaron una evolucin en el contenido y lafuncin de la profeca. Evidentemente, no tena el mismo caladola respuesta del joven levita sobre la oportunidad de un viaje (Jue18,5-6) que la invectiva de Jeremas contra los desmanes del rey

    Jeconas (Jr 22,20-30).

    En definitiva, los eruditos precisaron, por una parte, que la coyun-

    tura social y el entramado histrico determinaban el contendidodel mensaje proftico y, por otra, establecieron que la profeca b-blica experimentaba una evolucin, tanto en sus temas como enla identidad de sus protagonistas. Adems, discernieron que elcontenido de la profeca apareca entrelazado con las corrientesde pensamiento que palpitaban en la sociedad israelita: la refle-

    xin sapiencial, el lenguaje forense o la solemnidad cultual, entre

    otros.La investigacin tambin sonde la personalidad y la tarea de losmediadores religiosos ms populares en el mbito de las culturasorientales: Egipto, Mesopotamia, Ugarit, Ebla, Mari, etc. Los estu-diosos analizaron el significado de los fenmenos adivinatorios (as-trologa, aeromancia, ornitomancia, oniromancia, etc.), el sentido

    de la magia y el valor de los orculos antiguos (Pitia, Apolo, Delfos).Ahondaron tambin en la personalidad de sus protagonistas: pito-nisas, magos, astrlogos, entre un sinfn de personajes. Convieneprecisar que la investigacin tambin determin que la culturaisraelita antigua comparta, en buena medida, los planteamientosadivinatorios de la tradicin oriental: belomancia, lanzamiento deflechas (2 Re 13,14-19), cleronomancia, echar suertes (Jos 7,17-

    18), etc.27LAPERSONALIDADDELOSPROFETASYSUMENSAJELIBER

    ADOR:HISTORIADELAINVESTIGACINYSUIMPORTANCIA

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    29/265

    No obstante y a pesar de algunas coincidencias, la investigacin,atenta a la evolucin del contenido del mensaje proftico, precis elabismo que mediaba entre la tarea de los personajes que dan nom-

    bre a los libros profticos (Joel, Malaquas, etc.), y la labor de los au-gures populares, ya fueran israelitas o de otras culturas orientales.

    Al decir de los estudiosos, mientras los adivinos se conformabancon desvelar enigmas, los profetas comprometan la vida en la cons-truccin de la sociedad solidaria; cuando los sabios babilnicos es-cudriaban el secreto de las estrellas (Is 43,7), los profetas alenta-

    ban la liberacin de los israelitas deportados (Is 48,20-22). Altiempo que los hechiceros ofrecan al ser humano la falsa seguridadque anhelaba, los profetas asuman el compromiso de orientar elrumbo de la historia hacia el puerto de la justicia; as, mientras los is-raelitas, desencaminados por el clero mendaz, se agarran a la falsaseguridad de los rituales pomposos (Jr 7,10), Jeremas se convertaen vocero de la justicia, ante el pueblo adormilado por el incienso de

    los falsos augures (Jr 1,4-19).A pesar de las confrontaciones que acabamos de citar, la tradicinbblica tambin presenta, como hemos mencionado, analogas conel proceder de los augures populares (Jos 7,17-18: suertes; 2 Re13,14-18: flechas). Desde esta perspectiva, los estudiosos analiza-ron la evolucin histrica del profetismo hebreo, desde que nacientre los parmetros propios de las culturas orientales hasta que al-canz las cotas caractersticas de la religiosidad israelita.

    Como sugiri la investigacin, al clarear de la historia, los hebreoscompartan la mentalidad oriental por cuanto concierne a la presen-cia de hechiceros, magos y adivinos. No obstante, cuando comen-zaron a redactarse los textos bblicos, la Escritura tendi a encasillaren el marco de la idolatra a los personajes relacionados con el mun-

    do circundante (hechiceros, magos), y otorg toda la relevancia a28

    Qusesabede...Losprofetas

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    30/265

    los mediadores que antes hemos sealado: ngel, sacerdote, viden-te, visionario y hombre de Dios.

    A medida que los libros bblicos brotaban de la pluma de sus autores,

    la tradicin hebrea, como percibieron los investigadores, tendi a pre-cisar la diferencia entre el calado teolgico de las figuras mencionadas(ngel, sacerdote, vidente, visionario, hombre de Dios) y la personali-dad de los personajes que dan nombre a los libros profticos (Isaas,

    Ams, etc.). No podemos obviar, al decir de la investigacin, que laevolucin del pensamiento oriental adopt, en cierta medida, una tra-

    yectoria anloga a la del profetismo hebreo. As, hemos constatadoque la mentalidad oriental determin que los sacerdotes de Mardukgrabaran el Cilindro de Ciro y los videntes de Afis plasmaran laEstela de Zakir; textos tan prximos al profetismo bblico.

    Cindose a la profeca bblica, la investigacin comenz a pregun-tase la razn por la que la tradicin hebrea redact los libros que lle-

    van el nombre de un profeta (Isaas, Miqueas, etc.). Al principio, losestudiosos crean que era el mismo profeta el autor del libro que lle-

    vaba su nombre. Sin embargo, los estudios literarios y la aproxima-cin histrica determinaron que mediaba un lapso de tiempo im-portante entre la predicacin del profeta y el momento en queapareci el libro que lleva su nombre.

    Sin duda, el mensaje de los profetas pervivi en la memoria del pue-blo, pero fueron las comunidades reunidas entorno a cada profetalas que mantuvieron y desarrollaron el mensaje de su maestro. Amodo de ejemplo, volvamos de nuevo a la profeca de Isaas.

    El profeta Isaas predic en Jud durante el siglo VIII a.C., donde ungrupo de discpulos conserv el mensaje del maestro. Cuando loshebreos sufrieron la deportacin en Babilonia (597-539 a.C.), los he-

    rederos de la memoria de Isaas aplicaron el mensaje de su mentor29LAPERSONALIDADDELOSPROFETASYSUMENSAJELIBER

    ADOR:HISTORIADELAINVESTIGACINYSUIMPORTANCIA

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    31/265

    a la situacin del exilio, con lo que acrecieron el contenido de la pre-dicacin del profeta del siglo VIII a.C.

    Al pisar de nuevo los umbrales de Sin (539-522 a.C.), los custo-

    dios de la profeca isaiana aplicaron el contenido proftico al nuevoentramado social, con lo que ahondaron en el calado del mensajeproftico. En definitiva, los sucesores de los primeros discpulos de-sarrollaban el contenido de la profeca a medida que afrontaban lasnuevas situaciones que les deparaba la historia, hasta que a media-dos del siglo III a.C. el libro de Isaas adquiri la forma en que figuraen la Biblia.

    La investigacin contina esforzndose por entrever el proceso teo-lgico y literario que cristaliz en la redaccin de los libros profti-cos. No obstante, la pregunta decisiva radica en descubrir la raznque impuls a los sabios hebreos a componer los libros profticos.Por qu razn los custodios de la profeca isaiana decidieron redac-tar el libro de Isaas? Los estudiosos no se conforman apelando a

    una intencin nostlgica, como si el inters radicara en conservar elcuerpo literario que, anclado en el testimonio de Isaas, hubiera idoconformndose a lo largo de la historia. Los motivos apuntan a unhorizonte ms elevado.

    El ecuador del siglo IV a.C. fue un tiempo de zozobra para la socie-dad israelita, tanto en el aspecto social como en la vertiente religio-

    sa. Adoptando una perspectiva pedaggica, diramos que los guar-dianes de la profeca isaiana, caudalosa y profunda, decidieroncomponer una obra donde plasmar tanto el mensaje del profeta co-mo las sucesivas interpretaciones que haba tenido su predicacin.Su inters estribaba en ofrecer a la sociedad israelita un modelo decomportamiento tico y un ejemplo de militancia poltica. En defi-nitiva, presentaron la personalidad y la predicacin de Isaas como

    pauta de conducta para la comunidad hebrea, sometida a la adversi-30

    Qusesabede...Losprofetas

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    32/265

    dad y atenazada por las desigualdades sociales que jalonaron su his-toria; as comenz a tejerse el libro de Isaas que vio la luz definitivaa mediados del siglo III a.C.

    Evidentemente, la decisin de componer un libro no se constri ala comunidad reunida entorno a la memoria de Isaas, se atuvo tam-

    bin al resto de comunidades convocadas al abrigo del recuerdo deotros profetas (Ezequiel, Nahum, etc.).

    Los libros profticos recogen, entre otros temas, el recuerdo de unpersonaje relevante de la historia israelita como acicate para la cohe-

    rencia tica y el compromiso social de la comunidad hebrea. Porqu razn? Volvamos una vez ms a la figura de Isaas.

    Con toda evidencia, el profeta Isaas conoca la situacin socialde su tiempo; a modo de ejemplo, el libro relata la atencin con quesegua el desarrollo de los acontecimientos polticos que envolvie-ron el reinado de Ajaz (Is 7-9). Adems, el profeta gozaba de cre-

    dibilidad moral entre sus vecinos; pues, en momentos acuciantes,mantuvo la valenta para fustigar con fiereza la poltica del rey Ajaz(Is 7,4).

    El conocimiento de la realidad junto a la credibilidad moraldeterminaba que Isaas tuviera solvencia para implicarse de ma-nera efectiva en la realidad social; as, desaconsej al rey Ajaz la re-

    belin contra Asiria (Is 7,7-9). Ahora bien, la implicacin polti-ca de Isaas no se agotaba en las relaciones que pudiera mantenercon Ajaz; la opcin del profeta estribaba en ofrecer, tanto a los diri-gentes como al pueblo, un proyecto de vida capaz de trenzar lasociedad sobre el telar de la paz y la justicia (Is 9,1-6).

    Actualmente, la investigacin bblica entiende que los redactores delos libros profticos plasmaron, a travs del recuerdo de los profetas,

    diversos modelos ticos para motivar el renacimiento de la comuni-31LAPERSONALIDADDELOSPROFETASYSUMENSAJELIBER

    ADOR:HISTORIADELAINVESTIGACINYSUIMPORTANCIA

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    33/265

    dad hebrea, tronchada tan a menudo por el desaliento y la contra-riedad. El profeta revestido por el conocimiento de la realidad, lacredibilidad moral, la solvencia para implicarse en el entra-

    mado social, y decidido a ofrecer un proyecto de vida capaz deguiar a la sociedad hacia la meta de la justicia constituye, en verdad,un buen modelo para incentivar la regeneracin tica y el compro-miso social. En ese sentido, los libros profticos no constituyen labiografa de los diferentes profetas; son escritos que ofrecen allector un modelo tico y religioso para que pueda comprometer su

    vida en la regeneracin humana de la sociedad.

    Con el paso del tiempo, la tradicin hebrea denomin profetas ante-riores (nebiim) a los escritos que conforman al arco literario constitui-do por los libros de Josu, Jueces, Samuel y Reyes. El judasmo primiti-

    vo consideraba que la historiografa formaba parte de la actividadproftica. Al decir de Flavio Josefo: solo los profetas tenan el privilegiode escribir libros de historia, pues la inspiracin divina les facultaba para

    conocer los sucesos ms remotos (Contra Apin, 1,37-38). Como sa-bemos, la tradicin cristiana, encuadra estas obras entre los libros his-tricos (Josu, Jueces, 1 y 2 Samuel, 1 y 2 Reyes). El autor de la Histo-ria Cronista (1 y 2 Cr) menciona tantas veces a los profetas que cabepensar que compartiera la opinin del redactor del judasmo primitivo:solo los profetas gozaban del privilegio de escribir libros de historia.

    Adems de los profetas anteriores, la tradicin hebrea tambin pre-senta los profetas posteriores, reunidos en dos grupos. Profetas ma-yores: Isaas, Jeremas y Ezequiel. Profetas menores: Oseas, Joel, Ams,Abdas, Jons, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonas, Ageo, Zacaras yMalaquas. La tradicin cristiana, en general, incluye la figura de Danielentre los profetas mayores; mientras la tradicin especfica de las anti-guas iglesias orientales, la iglesia ortodoxa y la iglesia catlica sitan el

    libro de Baruc, trasmitido en griego, entre los profetas menores.32

    Qusesabede...Losprofetas

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    34/265

    La investigacin de los fenmenos que envuelven el profetismopuede enfocarse de muchas maneras. No obstante, a lo largo de es-te libro vamos a ceirnos al estudio de los profetas posteriores y

    a los personajes ms relevantes que aparecen en los profetas ante-riores; pues, el anlisis del profetismo oriental y la descripcin dela globalidad de la profeca superan las caractersticas de esta obra.

    Adems, el estudio de los profetas posteriores y los ms relevan-tes entre los posteriores facilita que podamos adentrarnos por elsendero de la investigacin actual, centrada en el anlisis de la iden-

    tidad y la tarea de cada profeta en el contexto social donde vivi. Deese modo, percibiremos como los profetas forman parte de los mo-delos ticos con que la Escritura fomenta el compromiso del ser hu-mano en la construccin de un mundo mejor.

    3. Criterios para abordar la identidad

    y la misin histrica de los profetas

    La decisin de ahondar en la personalidad y en la tarea de los prota-gonistas de los libros profticos posteriores y de los ms insignesentre los profetas anteriores topa con varias dificultades.

    Primera. Desde la vertiente semntica, conviene sealar que la pala-bra castellana profeta procede de la voz griegaprofetes que deno-ta la identidad de la persona que habla en nombre de otra, general-mente una divinidad.

    Ahora bien, la raz hebrea nabi que traducimos mediante la palabraprofeta, adquiere distintos significados a lo largo de la Escritura.Incluso algunos personajes relevantes rechazan la adscripcin a los

    grupos profticos, as Ams desde el calificativo de profeta33LAPERSONALIDADDELOSPROFETASYSUMENSAJELIBER

    ADOR:HISTORIADELAINVESTIGACINYSUIMPORTANCIA

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    35/265

    con que le reconoci el sacerdote Amasas (Am 7,13-14). A qu sedebe la ambigedad del trmino nabi (profeta) y la reticencia que a

    veces suscitaba? Adoptando un tono pedaggico, diramos que la

    Escritura refleja mediante el trmino hebreo nab (profeta) la iden-tidad de varias agrupaciones sociales distintas. Vemoslas.

    El rey estaba rodeado de un grupo de consejeros, llamados profetasde la Corte, que le asesoraban en los asuntos de estado. No obstante

    y al decir de la Escritura, tendan a comunicar al soberano lo quems favoreca los intereses de la corona, sin advertirle de la penuria

    que tan a menudo padeca el pueblo. As Jananas, profeta de la cor-te de Sedecas, ridiculiza las advertencias de Jeremas sobre la inmi-nente ruina de Jerusaln y oculta al monarca la penuria social y po-ltica en que se encontraba Jud (Jr 28,1-17).

    Tambin descollaban losprofetas cultuales, vinculados a los santuarios,que aconsejaban al alto clero sobre los asuntos referentes a la admi-nistracin del templo. Como suceda con los profetas de la corte, confrecuencia tendan a satisfacer las expectativas del clero de alcurnia ydesoan los requerimientos de la comunidad ms popular. Cuando

    Amasas respondi furioso a las invectivas de Ams contra la corrup-cin del santuario de Betel, tapaba los odos del clero dirigente al ecoangustiado del pueblo sumido en la miseria (Am 7,10-17).

    Exista, adems, un grupo depersonajes relevantes cuya misin estriba-ba en encauzar al pueblo por la senda de la justicia o en consolarlo du-rante la adversidad; entre estas figuras, la Escritura menciona tambinalgunos profetas (Is 3,2). Al decir de la profeca isaiana, estos dirigen-tes descuidaban a menudo su funcin y precipitaban la comunidadpor el barranco de la idolatra y la sima del desenfreno (Is 28,7-13).

    Conocedores de la conducta de los grupos anteriores, algunos per-

    sonajes que dan nombre a los libros profticos desdean el ttulo34

    Qusesabede...Losprofetas

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    36/265

    de profeta (Ams), otros no lo reciben (Miqueas ben Yiml),otros lo portan con el mayor orgullo (Ag 1,12), mientras otros loobtienen de la pluma del redactor del libro que lleva su nombre (Is

    1,1; Hab 1,1).Conscientes de la dificultad semntica, adscribiremos al grupo delos profetas las figuras que dan nombre a los libros profticosposteriores y a los personajes ms emblemticos entre los profe-tas anteriores; en definitiva, quienes se caracterizaron por el co-nocimiento de la realidad de su poca, su credibilidad tica, suimplicacin en los avatares histricos y su empeo en proponeruna forma de vida que abriera las puertas de la sociedad a la vi-

    vencia de la justicia y al gozo de la paz.

    Segunda. Desde el horizonte literario, conviene apreciar la extensintan diversa que presentan los libros profticos: mientras la profecade Isaas abarca sesenta y seis captulos, el libro de Abdas se reducea un solo captulo de veintin versculos. Los libros extensos (Isaas,

    Jeremas, Ezequiel) aportan abundante informacin para deslindaracontecimientos histricos y vicisitudes sociales que pudieron de-terminar el calado de la predicacin proftica, mientras los escritos

    breves, parcos en detalles, dificultan la comprensin del entramadosocial donde acontece la misin del profeta.

    Tercera. El tiempo que media entre la misin del profeta y la redac-

    cin definitiva del libro que lleva su nombre es muy largo. Comohemos sealado, el profeta Isaas predic en el siglo VIII a.C., mien-tras el libro que lleva su nombre vio la luz definitiva a mediados delsiglo III a.C. Si adems consideramos el nfasis con que los herede-ros del profeta fueron adaptando el mensaje de su maestro a las si-tuaciones cambiantes de la historia israelita, cabe pensar que el con-tenido de la predicacin fuera modulndose al comps de los

    acontecimientos que tejan la historia hebrea.35LAPERSONALIDADDELOSPROFETASYSUMENSAJELIBER

    ADOR:HISTORIADELAINVESTIGACINYSUIMPORTANCIA

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    37/265

    Cuarta. La lectura de los libros profticos desvela la existencia de va-rios gneros literarios: narraciones con sabor histrico (Jr 52), visio-nes (Ez 2,1-10), relatos de vocacin (Jr 1,4-19), literatura epistolar

    (Jr 29), denuncia de la injusticia (Is 3,1-15), orculos contra las na-ciones extranjeras (Am 1,1-2,16), relatos alegricos (Jons), guiosa la apocalptica (Is 24-27), entre otros.

    Los gneros mencionados responden al paradigma de la literaturaoriental antigua. Sin duda, la voluntad de comprender el significadorequiere su interpretacin, no siempre fcil. Un ejemplo de la difi-cultad que entraa la interpretacin pueden constituirlo la visindel Carro de Yahv que abre el libro de Ezequiel (Ez 1,4-28) o la

    visin de los Huesos secos (Ez 37); bajo la mencin del Carrode Yahv palpita la solvencia militante del profeta, y tras la visin delos Huesos secos aflora el compromiso del profeta por transfor-mar al pueblo ajado, representado por los huesos secos, en la comu-nidad solidaria, oculta tras la mencin del hombre renacido.

    Las dificultades mencionadas cuestionan la posibilidad de conocer lapersonalidad y el mensaje de los profetas posteriores y de los mseminentes entre los anteriores. Surge, pues, una pregunta: pode-mos conocer la personalidad real y el contenido preciso de lapredicacin de los profetas? Antes de adentrarnos en la cuestin,conviene que diferenciemos dos conceptos relativos al conocimien-to de los profetas, y de cualquier personaje de la antigedad: el cono-cimiento real y el histrico. Vamos a deslindarlos tomando co-mo ejemplo un personaje ya mencionado: el profeta Isaas.

    El conocimiento de la personalidad real y el contenido preci-so de las palabras que pronunci Isaas en su tiempo es imposible,pues nadie puede adentrarse en el intelecto del profeta para discer-nir cul fue su pensamiento, ni puede escuchar ya el eco de sus pa-

    labras para calibrar el tono de su mensaje.36

    Qusesabede...Losprofetas

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    38/265

    Eso sucede tambin con personajes relevantes de la historia con-tempornea, quin puede conocer, clara y distintamente, lasideas precisas que resonaban, en todos sus tonos, en el corazn

    de Jody Williams?, la activista por la paz, ya citada. Los bigrafospueden acercarnos a la personalidad de un personaje del pasado,pero la visin del bigrafo depende de la perspectiva ideolgica conque contempla la realidad; la biografa de Jody Williams no sera lamisma salida de la pluma de un fabricante de armas que de un mili-tante pacifista.

    Aunque no podamos adentrarnos en la personalidad de Isaas, po-demos establecer las coordenadas histricas en que desarroll suministerio y algunas peculiaridades de su vida personal. Las fuentesde informacin disponibles son dos: la Escritura y el conocimiento dela historia del Prximo Oriente antiguo.

    La Escritura ofrece algunos datos relevantes de la vida del profeta. Elnombre de su padre: Ams. Los lugares donde predic: Jud y Jeru-

    saln. El perodo en que desarroll su ministerio: en el tiempo deOzas, Jotn, Ajaz y Ezequas, reyes de Jud. Su relevancia social: es-taba familiarizado con el culto y conoca el ambiente palaciego. Suprestancia poltica: consejero de Ajaz y de Ezequas. Retazos desu vida familiar: estaba casado y tena hijos; entre otros aspectos. LaEscritura tambin relata acontecimientos histricos relevantes quetuvieron lugar en tiempo de Isaas: la intervencin Asiria en la gue-rra entre Israel y Jud, el ataque de Senaquerib contra el territorio ju-data, o la conquista de Asdod, entre otros.

    La historia antigua tambin alude a los acontecimientos histricosque entretejen el libro de Isaas: recuerda el asedio de Jerusaln por losasirios, la angustia de Ezequas, la conquista de Lakis, el asesinato deSenaquerib y la entronizacin de Asaradn, entre otras cuestiones. La

    arqueologa ayuda a comprender, en cierta medida, la situacin de Je-37LAPERSONALIDADDELOSPROFETASYSUMENSAJELIBER

    ADOR:HISTORIADELAINVESTIGACINYSUIMPORTANCIA

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    39/265

    rusaln durante la poca de Isaas; los arquelogos ha sacado a la luz lamuralla que levant el rey Ezequas y la va de agua que perfeccion elmismo rey para abastecer la ciudad, el llamado tnel de Ezequas.

    Relacionando la informacin histrico-arqueolgica con los datosque ofrece la Escritura, podemos establecer la coyuntura socialen que Isaas desarroll su ministerio. Establecido el marco histri-co, podemos situar en su contexto el contenido de la predicacindel profeta para perfilar, de ese modo, la repercusin que tuvo Isaasen el marco social donde desarroll su tarea.

    En definitiva, el estudio de los profetas en sus coordenadas histricasimplica la necesidad de adoptar el criterio deplausibilidad histrica; esdecir, para calibrar la historicidad del mensaje proftico debemosenmarcar el contenido de las narraciones bblicas en el marco hist-rico que ofrece la Arqueologa y la Historia antigua. Como es evi-dente, el conocimiento de los avatares histricos determina la inte-leccin del mensaje y la personalidad de los profetas en el contextosocial en que desarrollaron su ministerio, siempre fiel a la expectati-

    va humana de paz y justicia.

    38

    Qusesabede...Losprofetas

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    40/265

    SEGUNDA PARTE

    Cules son

    los aspectoscentrales del tema?

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    41/265

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    42/265

    El objetivo de la segunda parte estriba en analizar la identidady la misin de los personajes que dan nombre a los libros pro-fticos: Isaas, Jeremas, Ezequiel, Daniel, Oseas, Joel, Ams,Abdas, Jons, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonas, Ageo, Zaca-

    ras, Malaquas, Baruc y la Carta de Jeremas. No obstante, al abor-dar la profeca de Isaas, nos atendremos a las tres secciones en quelos comentaristas suelen estructurar los sesenta y seis captulos dellibro: Primer Isaas (Is 1-39), Segundo Isaas (Is 40-55), Tercer Isaas(Is 56-66).

    Con la intencin de subrayar el papel de los profetas en la socie-dad de su tiempo, los situaremos en las coordenadas histricas enque desarrollaron su ministerio; de ese modo, apreciaremos la hon-dura de su palabra y el calado de su tarea. As pues, no describiremosla labor de los profetas segn la secuencia en que la Escritura presen-ta los libros profticos, sino en funcin del momento histrico enque cada uno inici su tarea.

    41

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    43/265

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    44/265

    Salomn cea la corona de dos reinos hermanos: Jud e Israel.Cuando muri, le sucedi su hijo, Robon (931-913 a.C.).No obstante, la entronizacin del monarca coincidi con la

    secesin de Israel, sometido a la tutela de Jud. Desde entonces, am-

    bos estados recuperaron la mutua independencia. Jud, al sur de Pa-lestina, era un estado pobre, asolado por el desierto y alejado de lasrutas comerciales. Su capital, Jerusaln, descollaba por la magnifi-cencia del templo, erigido por Salomn, mientras el palacio con-templaba la estabilidad de la dinasta de David.

    El reino de Israel, situado al norte de Palestina, irrigado por el caudaldel Jordn y por las aguas del mar de Galilea, era un pas relativamen-te prspero y bien situado entre las rutas comerciales. Su capital, le-

    vantada primero en Siqun, despus en Tirs y finalmente en Sama-ra, fue testigo de la inestabilidad dinstica que caracteriz el reino; demodo anlogo, la pluralidad de santuarios (Dan, Guilgal, Betel, Sama-ra) desvelaba la inestabilidad ideolgica que imperaba en el pas.

    A lo largo de este captulo, vamos a detenernos en la situacin social

    de Israel para apreciar la misin de dos grandes profetas: Ams y43

    Ams y OseasCAPTULO 2

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    45/265

    Oseas, los voceros que comenzaron a clamar por la justicia socialdurante el reinado de Jerobon II, rey de Israel (783-743 a.C.).

    1. Ams

    Como seala la Escritura, Ams predic en Israel durante el reina-do de Ozas, rey de Jud (781-740 a.C.), y en tiempos de JerobonII, rey de Israel (783-743 a.C.); por si fuera poco, el texto precisa lapoca con exactitud: dos aos antes del terremoto (Am 1,1). Elsesmo parece atestiguado por las excavaciones emprendidas en Ja-sor, en la Alta Galilea (Zac 14,5).

    Al mentar el temblor, el redactor del libro de Ams persigue doscuestiones importantes. Por una parte, ancla la profeca entre lasrendijas de la historia, as evita que el lector asocie la profeca conetreas visones, ajenas al entramado social, propias de los falsos pro-fetas, ya sean cultuales o de la corte. Por otra, insina la penu-ria que amarg la existencia de las clases populares, pues la sacudi-da, como suele suceder, arruin el adobe de las casas humildes sinresquebrajar el mrmol de los palacios.

    Jerobon II ocup durante cuarenta aos el trono de Samara (783-743 a.C.). Cabe pensar que al comienzo de su reinado gozara de

    prestancia entre la nobleza y el pueblo, pues, segn parece, duranteel reinado de Joacaz (814-798 a.C.), su abuelo, fue Jeronbon elcaudillo que liber el pas de la tirana aramea (2 Re 13,5; cf. 14,27).

    Seguramente cont con la aquiescencia del profeta Jons, hijo deAmitay, en el empeo por restaurar la prestancia del estado, agrieta-do por la injerencia aramea (2 Re 14,25). Llev la frontera del reino

    hasta las puertas de Jamat y Damasco, en el norte, y hasta el mar de44

    Qusesabede...Losprofetas

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    46/265

    la Arab, en el sur (2 Re 14,25.28), tambin se impuso militarmen-te en Transjordania (Am 6,13).

    La victoria propici la pujanza econmica, activ la industria, desa-

    rroll la agricultura y favoreci el comercio con los pases meridio-nales, a travs del mar Rojo. El intenso desarrollo requiri la presen-cia de abundante mano de obra. La avaricia de la nobleza determinla explotacin laboral de los cananeos; los antiguos moradores delpas, antes de la entrada de los israelitas en Palestina. Tambin alen-t la inmigracin obrera desde las regiones vecinas, entre el contin-

    gente de emigrantes destacaba el elevado nmero de quienes pro-cedan de Jud.

    La ingente riqueza que inund Israel no estaba, como sucede a me-nudo, bien repartida. Mientras las clases dirigentes, arrastradas porla ostentosidad, se alojaban en residencias adornadas con incrusta-ciones de marfil, las clases populares, especialmente los inmigrantes,se hacinaban en chabolas (Am 3,15). Los agricultores se vean so-metidos a la especulacin de los propietarios de las tierras, y los pe-queos aparceros y artesanos sufran el ahogo de los prestamistas.

    El libro de Ams detalla las arbitrariedades de las clases opulentascontra las clases subalternas: el embargo, la falsificacin de pesos ymedidas o el salario injusto. De modo anlogo, seala la corrupcinde los jueces y el desarrollo de una lite dirigente, ajena al dolor delos pobres: pisan contra el polvo de la tierra la cabeza de los dbi-les y desvan el camino de los humildes (Am 2,6; 4,6-9; 5,10-12;8,4-6).

    Un archivo importante, los straca de Samara, sacado a la luzpor los arquelogos, desvela que Jerobon II instaur un sistemaadministrativo gravoso. La obligacin impuesta al pueblo sencillo

    de trabajar gratuitamente durante unos meses al ao en las obras45

    A

    MSYOSEAS

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    47/265

    del estado, junto al progresivo aumento de los impuestos, socava-ban la endeble situacin de obreros y emigrantes.

    El sistema poltico del Reino del Norte estaba condicionado tradi-

    cionalmente por la relacin entre las tribus israelitas. Sin embargo, laemersin de la lite directiva cercen la influencia de las diversas tri-

    bus para concentrar el poder, cada vez con mayor virulencia, en ma-nos de la nobleza, reunida entorno al rey. La profeca de Ams fus-tiga sin cesar el proceder de la corte: Ay de los [...] opresores del

    justo, que aceptis soborno y atropellis a los pobres! (Am 5,12).

    Los cambios sociales, econmicos y polticos, alteraron el culto ofi-cial de la religin israelita, celebrado en los grandes santuarios, pro-piedad de la corona y custodiados por la nobleza dirigente; desco-llaban los templos de Betel y Guilgal. El culto que deba implorar la

    bonanza de las clases humildes se troc en las ceremonias pompo-sas que justificaban y alentaban el despotismo de los pudientes (Am4,3; 5,21-24); tambin incorpor ritos de origen pagano que certifi-

    caban la progresiva prdida de la identidad nacional israelita: lasimgenes de astros divinizados (Am 5,26).

    Sin duda, el optimismo con que el profeta Jons, hijo de Amitay,contempl el balbuceo del reinado de Jerobon II, se troc en la-

    bios de Ams en la ms severa de las crticas. En ese sentido, la Es-critura censura con dureza la conducta del rey: Hizo lo malo a los

    ojos de Yahv, y no se apart de todos los pecados que Jerobon,hijo de Nebat, hizo cometer a Israel (2 Re 14,24). La mencin deJerobon, hijo de Nebat, se refiere a Jerobon I, el primer rey de Is-rael, quien, al decir del profeta Ajas de Sil, actu con el mayor des-potismo posible (1 Re 14,9a). La decisin de equiparar la conduc-ta de Jerobon II con la de Jerobon I certifica la perversidad conque el rey diriga el Estado y el desprecio que senta hacia el dolor

    de los pobres.46

    Qusesabede...Losprofetas

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    48/265

    Golpeado por el dolor de los humildes, Ams alz la voz contra lainjusticia imperante en Israel. El profeta naci en la aldea de Tcoa,situada en el reino de Jud, a nueve kilmetros al sudeste de Beln,

    donde cuidaba bueyes y cultivaba sicomoros (Am 1,1; 7,14).Viaj a Israel para denunciar la arbitrariedad de los prepotentes quevenden al justo por dinero y al pobre por un par de sandalias(Am 2,6-7). Censur la hipocresa del culto: se acuestan sobre ro-pas empeadas junto a cualquier altar (Am 2,8). Arremeti contrala doblez de las damas nobles, devotas de santuarios y mudas ante el

    penar de los mseros: oprims a los dbiles, maltratis a los pobres(Am 4,1-3). Embisti contra el lujo de los sibaritas, ajenos a la incu-ria social: se ungen con los mejores aceites, pero no se afligen porla ruina de Jos (por la injusticia que impera en Israel) (Am 6,6).

    El arrojo del profeta lo llev a presentarse en Betel, el santuario realy el templo del reino, para denunciar la injusticia social ante el sacer-dote Amasas, regente del santuario. Sorprendido por la invectiva, elsacerdote denunci ante Jerobon II la fiereza de profeta: Amsconspira contra ti [el rey] en medio de la casa de Israel (Am 7,10).Bajo el trmino conspiracin podemos intuir que la predicacinde Ams no se reduca al discurso piadoso, alentaba entre las masasel deseo de la revolucin social que implicaba, necesariamente, ladeposicin de la monarqua corrupta y del clero mendaz.

    No debe extraarnos que el sacerdote, consciente de la veracidadde la palabra del profeta, le expulsara del santuario: Vete vidente[...] huye al pas de Jud; come all tu pan y profetiza all (Am 7,12).

    Los improperios del sacerdote encienden la respuesta del profeta:Yo no soy un profeta, ni soy hijo de profetas; soy ganadero y culti-

    vador de sicomoros (Am 7,14). Ams rechaza el ttulo de profe-

    ta que le confiere Amasas. Como dijimos, el rey contaba con un47

    A

    MSYOSEAS

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    49/265

    grupo de consultores, los profetas de la corte, y los templos disponande un conjunto de asesores, los profetas cultuales. Ambos gruposaconsejaban a la autoridad sobre el modo de orientar la poltica y el

    quehacer del santuario. Sin embargo, en lugar de trasmitir las exi-gencias del pueblo solan dar el beneplcito a los caprichos de los di-rigentes; de ese modo, favorecan la pervivencia de la desigualdad yla injusticia que campaban en Israel.

    No es extrao que Ams, ajeno a los tejemanejes de la nobleza y delalto clero, rechazara con dureza el calificativo de profeta que le

    adjudicara Amasas. La prdica de Ams no constituye un halagopara la pompa del santuario, sino un rugido contra la injusticia y elculto que la consiente.

    Surge ahora una pregunta: por qu un hombre de Jud acudi a Is-rael para poner en jaque el entramado injusto? No podemos saberel motivo, pero, desde el venero de la imaginacin, nos atrevemos aconjeturar una respuesta. Como hemos dicho, Ams viva en T-coa, una localidad que linda con el desierto de Jud, zona pobre yrida; y, como tambin hemos mencionado, la pujanza de Israel re-quiri la concurrencia de inmigrantes para conformar el tejido pro-ductivo.

    No cabe duda de que un contingente de moradores del desierto co-lindante con Tcoa emigr a Israel para encontrar mejor fortuna. Sifuera as, Ams, dolido por el penar de sus hermanos, habra acudi-do a Israel para confortar al emigrante, pero al encontrarse con la in-

    justicia institucionalizada habra hecho de su vida un compromiso afavor de la justicia social.

    Ahora bien, durante la confrontacin que mantiene con Amasas,Ams expone la razn religiosa de su tarea: El Seor me agarr y

    me hizo dejar el rebao diciendo: Ve a profetizar a mi pueblo Is-48

    Qusesabede...Losprofetas

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    50/265

    rael (Am 7,15). Desde esta perspectiva, captamos que Ams no esun simple activista, en su alma anidan razones profundas para exigirla justicia, pues, la prctica de la religin implica la vivencia de la so-

    lidaridad y la lucha por la justicia. Solo es sincero en la fe quienprocede con rectitud y se comporta honradamente (Sal 15,2).La coherencia religiosa amasada con el llanto de los pobres deter-mina la opcin de Ams por el compromiso social.

    El clamor del profeta no se contentaba con denunciar la perversi-dad de los pudientes, tambin ofreca la senda para logar la armona

    social: Haced que el derecho fluya como agua y la justicia comoro caudaloso (Am 5,24). La justicia no se implanta con las limos-nas, nace con la construccin de estructuras sociales que alienten lasolidaridad, zanjen la desigualdad y permitan la participacin delpueblo entero en las decisiones polticas y en el quehacer de la eco-noma.

    El estamento dirigente desoy la propuesta de Ams y se refugi,con la mayor hipocresa, en un subterfugio religioso: el da de Yah-

    v (Am 5,18-20). En qu consiste?

    Con certeza, la clase dirigente conoca la penuria que azotaba elpas; pero, ablica para poner remedio, asignaba el origen de la mi-seria a causas etreas: la crisis internacional, la influencia de los pa-ses extranjeros, la coyuntura econmica, etc. Desentendindose desu responsabilidad, los poderosos asignaban la solucin a la inter-

    vencin divina. Llegar un da, el da de Yahv, decan ellos, enque Dios acabar con las naciones que subyugan Israel y ahogarlos emporios comerciales que controlan la economa israelita; en-tonces, proseguan, nacer la paz y brotar en Israel la justicia.

    Apelando al da de Yahv, los pudientes, con el mayor sarcasmo,

    justificaban su indolencia para instaurar la solidaridad y la justicia.49

    A

    MSYOSEAS

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    51/265

    Fiaban la solucin a la intervencin divina que, segn pensaban, noira contra ellos, sino contra los poderes fcticos que generan la po-

    breza.

    La respuesta de Ams no puede ser ms contundente: el da deYahv vendr, pero caer sobre los potentados de Israel, responsa-bles del oprobio del pueblo. El profeta exige de los nobles el cambiosocial: Aborreced el mal, amad el bien, restableced el derecho(Am 5,15). De lo contrario, vocifera Ams, advendr el exterminode la clase dirigente; el profeta pone la sentencia en labios de Dios:

    el enemigo cercar tu pas (Israel) [...] y sern saqueados tus pala-cios (Samara) (Am 2,13).

    El sentido de justicia predicado por Ams reposa sobre la exigen-cia tica y religiosa, pero tambin sobre el sentido comn; pues,como es obvio, la injusticia que mella la vida de los pobres acabardeshaciendo el poder dirigente. Pocas manos amasaban la riqueza,mientras la pobreza era el patrimonio de muchos. Como insina elprofeta, llegar el da en que los pobres, hartos de dolores, se levan-tarn contra los ricos y, asociados con cualquier invasor, reducirn acenizas la sociedad opulenta.

    As lo proclam Ams en presencia de Amasas: A espada morirJerobon, e Israel ser deportado de su tierra (Am 7,11). El profe-ta exige la justicia desde el ms puro sentido comn: si no se im-planta la justicia, estallar la revolucin popular que acabar con lamonarqua y pondr fin al reino de Israel; quiz nazca despus otrasociedad donde los pobres puedan gozar de la vida bajo su parra ysu higuera. Sin duda, la justicia y el derecho son el requisito indis-pensable para vertebrar la sana estructura social.

    Amasas, ciego ante la evidencia, expuls de la tierra de Israel al pro-

    feta veraz. Aunque desconozcamos la decisin de Ams e ignore-50

    Qusesabede...Losprofetas

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    52/265

    mos que fue de su vida, la historia certifica la fiereza con que secumpli su vaticinio. A pesar de las advertencias de Ams, la no-

    bleza persisti en desdear el derecho y la justicia. Como veremos

    en el captulo siguiente, sucedi lo evidente: cuando los asiriosarremetieron contra Israel, los humildes, hartos de afrentas, se alia-ron con el invasor y acabaron con la lite dominante, Israel perdisu independencia para quedar subyugado al poder asirio (722a.C.). Como sentencia la historia, la profeca de Ams se cumplisin tardanza.

    2. Oseas

    Ams no contempl el ocaso de Israel; seguramente el profeta Oseastampoco, aunque si pudo otear el inminente final del reino del Nor-te. Oseas, como Ams, comenz a predicar en Israel durante el rei-

    nado de Jerobon II (783-743 a.C.), pero su ministerio se prolon-g un poco ms. Mientras la misin de Ams abarc el reinado deOzas (781-740 a.C.), rey de Jud, la tarea de Oseas se extendi alreinado de Ozas, Jotn, Ajaz y Ezequas (716-687), reyes de Ju-d (Os 1,1).

    La muerte de Jorobon II abri la puerta de la desintegracin social

    de Israel, como lo haba aventurado Ams. A la muerte del rey, cila corona su hijo Zacaras (743 a.C.), pero, tras seis meses de reina-do, Saln, hijo de Yabs, lo asesin y rein en su lugar (743 a.C). Unmes despus, Menajn, hijo de Gad, vino a Samara desde Tirs yderrot a Saln; le dio muerte y le sucedi en el trono (743-738a.C.). Probablemente, la conjura de Menajn responda a una guerracivil en el pas; la antigua capital, Tirs, alentada por Menajn, se ha-

    bra levantado en armas contra la nueva capital, Samara. La Escritu-51

    A

    MSYOSEAS

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    53/265

    ra describe la vesania de Menajn: partiendo de Tirs arras Tifsajy sus alrededores, porque no le haban abierto las puertas, y abri encanal a todas las embarazadas (2 Re 15,16).

    Mientras Israel se desangraba, Asiria emerga en la historia. El empe-rador Teglatfalasar III (745-727 a.C.), llamado Pul en la Escritura(2 Re 15,19), despus de rehacer el reino del ufrates embisti con-tra Israel. Con intencin de conservar el trono, Menajn entreg aPul treinta y cuatro mil kilos de plata. Menajn consigui el dineroimponiendo tributos a los pudientes de Israel; que duda cabe deque el tributo de los ricos proceda del sudor de los pobres. Cuandomuri, le sucedi su hijo Pacajas (738-737 a.C.), pero un oficial, P-caj, hijo de Romelas, apoyado por los gaaladitas, lo asesin y reinoen su lugar (737-732 a.C.).

    El golpe de estado alter el curso de la poltica israelita. Pecajas, aligual que su padre, permaneci fiel al vasallaje asirio. Sin embargo,Pcaj, con el concurso de Rasn, rey de Damasco y quiz con el apo-

    yo egipcio, encabez una coalicin de pequeos estados que desea-ban liberarse de la tutela asiria. Ahora bien, el reino de Jud se nega integrase en la coalicin. La negativa determin que Pcaj y Rasnplanearan atacar Jud para doblegar la voluntad del monarca juda-ta. A lo largo del siguiente captulo, expondremos el curso de la gue-rra; por ahora, basta recordar que Asiria aniquil a los insurrectos(Siria e Israel), conquist Samara y deport a los israelitas a las re-giones ms lejanas del imperio (722 a.C.), a la vez que someti alreino de Jud al pago de tributos.

    La militancia de Oseas, hijo de Beer, trascurri durante los aos tur-bulentos que anunciaban el ocaso definitivo de Israel. El redactordel libro, devoto del profeta, revisti la vida de Oseas con el ropajede la metfora teolgica (Os 1-3); en la tercera parte del libro deli-

    nearemos la interpretacin simblica de la vida del profeta.52

    Qusesabede...Losprofetas

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    54/265

    La predicacin de Oseas trascurre en el seno de una sociedad muycorrompida. La palabra de Oseas condena el perjurio y la mentira,el asesinato y el robo que imperan en la sociedad israelita (Os 4,1).

    Denuncia al clero mendaz y arremete contra la perversin de lossantuarios (Os 4,4). En tiempo de Ams, el estamento religioso anpoda esconder la descomposicin social bajo el falso manto de lallegada del da de Yahv; ahora, el estamento clerical ha entona-do el slvese quien pueda, la clereca depreda los bienes de lossantuarios para huir antes de que advenga la desgracia definitiva, laconquista asiria (Os 4,4-16).

    Con entereza, Oseas denuncia la infamia de la casa real (Os 5,1), losconflictos entre Jud e Israel (Os 5,8-12), el tributo pagado por Me-najn (Os 5,13) y la insensatez de la poltica internacional (Os7,11); evidentemente, es el pueblo quien sufre el despotismo de losgobernantes. Censura la estupidez de los falsos profetas y lamenta latibieza de quienes se tienen por espirituales (Os 9,7); pues, no hay

    nada que favorezca ms el imperio de la maldad que la pasividad delos buenos, ya sean profetas o espirituales.

    El profeta atiza contra la idolatra: Queman incienso en las colinas,bajo la encina, el chopo o el terebinto (Os 4,13). El ataque contrala idolatra no se reduce a la crtica contra las formas cultuales. Bajoel manto de la idolatra, la Escritura denuncia el plpito de la injusti-

    cia y la prdida de la identidad nacional.

    Como sabemos, los antiguos santuarios eran el mbito donde tenalugar el intercambio de mercancas, realizado bajo el auspicio de undios, que bendeca la redistribucin de los bienes; la corrupcin delsantuario implicaba la alteracin fraudulenta en el reparto de los

    bienes, eso es una forma de injusticia. Como tambin sabemos, la

    religin antigua caracterizaba la identidad de cada pueblo por su ta-53

    A

    MSYOSEAS

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    55/265

    lante religioso, por eso el cambio de religin alteraba la idiosincrasianacional.

    La lectura creyente de la realidad capacita al profeta para detectar la

    profundidad del mal que deshace Israel. Como sentencia Oseas, elocaso de Israel no es fruto del desgobierno de un solo monarca o laconsecuencia de un tiempo de infortunio.

    La maldad tiene profundas races. Con entereza denuncia el profe-ta el origen de la sociedad corrupta: Todo tu mal apareci en Guil-gal [...] desde el da de Guibe has pecado (Os 9,15; 10,9). La

    mencin de Guilgal evoca, seguramente, la desobediencia de Sal(1 Sm 13,7-14); es evidente que la conducta perversa de los sobe-ranos israelitas, coetneos de Oseas, empequeeca los desmanesde Sal. La referencia a Guibe trae a la memoria un execrable cri-men cometido en tiempo de los Jueces; al decir de Oseas, la injusti-cia de Samara era tan grande que superaba los desmanes de Guibe(Jue 19; Os 4-5).

    La sentencia del profeta contra la sociedad opulenta no puede serms dura ni ms realista: Comern (los israelitas) en Asiria ali-mentos impuros (Os 9,3); como hemos dicho, el veredicto delprofeta se cumpli, Asiria conquist Samara y deport la poblacina las ms lejanas regiones del imperio (722 a.C.).

    Oseas no se limit a constatar la trgica situacin del reino, tambinaport soluciones; proclam ante el pueblo perplejo: Convirtetea Dios (Os 12,7a). La senda de la conversin constituye un cami-no en que afloran cuatro cimas seeras que el libro de Oseas pone enlabios de Dios. En primer lugar, supone una trasformacin tica:practica el amor y la justicia (Os 12,7b). En segundo trmino, im-plica un cambio radical en la vivencia de la religin: Quiero amor,

    no sacrificios, conocimiento de Dios y no holocaustos (Os 6,6).54

    Qusesabede...Losprofetas

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    56/265

    La tercera cima requiere la decisin de volver a descubrir el rostrodel Dios verdadero; dice el Seor de su pueblo: Cuando Israel eraun nio lo am, y desde Egipto llam a mi hijo (Os 11,1). Israel ha-

    ba olvidado al Seor que le liber de Egipto para lanzarse en brazosde los fetiches, smbolo de la injusticia, que aplastaban al pueblo. Elprofeta reclama el redescubrimiento del Dios liberador, pues solo lafidelidad a la pauta liberadora hace posible el nacimiento de la socie-dad justa y solidaria.

    En cuarto lugar, el profeta rememora la peregrinacin del pueblo atravs del desierto, hacia la Tierra Prometida; desde esa perspectiva,el libro pone en labios del Seor la memoria del desierto: Comouvas en desierto encontr a Israel (Os 9,10). En opinin del pro-feta, la estancia en el desierto constituy la etapa ideal de la historiade Israel. El tiempo del desierto se caracteriz por una vida sencilla,alejada del boato, donde brill la solidaridad entre las tribus. La de-cisin de volver al desierto alude a la necesidad de recuperar los

    pilares de la tica: la solidaridad, la austeridad, la justicia, entre otros.Ahora bien, Israel desoy el clamor de Ams y la predicacin deOseas; como hemos dicho, las consecuencias fueron funestas: Asi-ria conquist Samara e Israel desapareci de la historia (722 a.C.).

    Surge una pregunta: Cay en saco roto el mensaje de Ams y Oseas?La respuesta es clara: No. Antes de que Samara cayera, algunos fu-

    gitivos alcanzaron Jud. All divulgaron el mensaje proftico y alen-taron la conversin de Jerusaln. Lentamente, fueron convocandoun grupo de discpulos; y, con el paso del tiempo, confeccionaronlos libros de Ams y Oseas para ofrecer a la comunidad hebrea dosmodelos eminentes de solvencia tica, militancia poltica y convic-cin religiosa.

    55

    A

    MSYOSEAS

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    57/265

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    58/265

    Como dijimos en el captulo anterior, Pcaj, rey de Israel, jun-to a Rasn, soberano de Damasco, dirigieron la liga de lospequeos estados que pretendan zafarse de la tutela asiria.

    Mientras tanto Ozas (781-740 a.C.), rey de Jud, enfermo de lepra,

    traspas el gobierno del pas a su hijo Jotn, como regente. Cuandomuri Ozas, Jotn empu el cetro (740-736 a.C.). Jotn rehusadherirse a la coalicin contra Asiria, por eso Pcaj y Rasn comen-zaron a maquinar contra la corona judata (2 Re 15,37).

    Muerto Jotn, asumi el trono su hijo, Ajaz. Entonces, Pcaj y Rasninvadieron Jud por el norte y cercaron Jerusaln para deponer a

    Ajaz y entronizar a Tabel, un arameo afn a los intereses de los reyesde Israel y Damasco (2 Re 16,5; Is 7,6). La coyuntura blica convir-ti Jud en un estado vulnerable: los edomitas atacaron por el sur yreconquistaron Elat, mientras los filisteos penetraron en el pas des-de el oeste para tomar posesin de algunas ciudades del Negueb y laSefel (2 Re 16,6; 2 Cr 28,18). Incapaz de contener la invasin des-de tres frentes, Ajaz decidi solicitar el auxilio de Teglatfalasar III,

    emperador asirio. Aqu entra en liza el ministerio del profeta Isaas.57

    Isaas y MiqueasCAPTULO 3

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    59/265

    1. Isaas, primera etapa

    Isaas predic en Jud y Jerusaln en tiempo de Ozas, Jotn, Ajaz y

    Ezequas, reyes de Jud (Is 1,1). La cronologa delata que coincidicon el ministerio de Ams y Oseas en Israel: Ams predic en tiem-po de Ozas, mientras Oseas lo hizo en tiempo de Ozas, Jotn, Ajaz

    y Ezequas (Os 1,1; Am 1,1).

    La Escritura recalca que Isaas era hijo de Ams (Is 1,1). Los es-tudiosos remarcan que el padre de Isaas, Ams, es un personaje dis-

    tinto del profeta Ams. Evidentemente estamos de acuerdo con esaposicin, pero permtanos el lector una sugerencia, apelando a la si-nonimia entre el nombre del padre de Isaas y el profeta Ams. Co-mo dijimos, el profeta Ams, naci en la localidad judata de Tcoa;despus predic en Israel hasta que el sacerdote Amasas le expulsde Betel y le conmin a regresar a Jud. As pues, Ams predic enIsrael, mientras Isaas iniciaba su ministerio en Jud, durante el rei-

    nado de Ozas.

    Desde esta perspectiva, cabe una pregunta: No podra haber influi-do la predicacin de Ams en la experiencia personal de Isaas?Quiz as podramos entender, sin abandonar el horizonte de laconjetura, que el talante proftico de Isaas hubiera brotado del ecoque tuviera en Jud la profeca de Ams. Si fuera as, una vez ms

    constataramos que nada ahoga el clamor por la justicia; el rugidode Ams, amordazado en Betel, habra resonado en Jud entre loslabios de Isaas.

    Isaas es un personaje de alcurnia, familiarizado con la corte y eltemplo: con suma facilidad obtiene audiencia del monarca (Is 7,3-10; 38,1-8), y con holgura deambula por el santuario (Is 6). Ambas

    situaciones sugieren que Isaas desempeara el cargo de profeta58

    Qusesabede...Losprofetas

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    60/265

    de la corte y profeta cultual, un miembro insigne del consejoque asesoraba al soberano y dirima los asuntos del templo. Vol-

    viendo a la conjetura anterior; cabe suponer que tal vez la influencia

    de Ams hubiera convertido al profeta del templo y de la corte,acostumbrado a contentar los deseos del rey, en el profeta verda-dero que exige del trono y del altar el respeto por el pueblo y laprctica del derecho y la justicia.

    Cuando Pcaj y Rasn se disponan a cercar Jerusaln y Ajaz suspi-raba por el auxilio de Teglatfalasar, Isaas dio al monarca judata unconsejo sorprendente: Alerta, pero [...] no temas, ni te acobardes[...] cierto que Siria (Rasn) y Efran (Pcaj) han tramado tu ruina [...]Pero dice el Seor: Eso no pasar (Is 7,3-9). En definitiva, Isaasconmina a Ajaz a resistir el envite enemigo sin solicitar el socorro de

    Asiria. Emerge, ahora una cuestin poda zafarse Jud del ataquede Rasn y Pcaj, sin contar con el auxilio de Asiria? Analicemos lacuestin.

    Cuando Teglatfalasar asumi el trono, Asiria atraves una pocaturbulenta. El nuevo emperador tuvo que restaurar el orden en Ba-

    bilonia y someter el reino de Urartu. La sangra alent la subleva-cin de Pcaj y Rasn que, confiados en la debacle, aspiraban a rom-per la dependencia asiria. Sin embargo, la historia reitera unacerteza: cuando mora un soberano asirio, estallaban disturbios queel nuevo rey deba sofocar. La perspicacia de Isaas entendi que eloprobio de Asiria se reduca a una cuestin momentnea. Cuandoel emperador restableciera el orden, acabara con la villana de Pcaj

    y Rasn; por tanto, pensara Isaas, la rebelin estaba condenada alfracaso.

    Adems, como hemos visto, la situacin interna de Israel era cati-ca y la de Damasco, como seala la historia, desesperada. La inten-

    tona de ambos caudillos se reduca, en buena medida, a la estrategia59

    ISAASYMIQUEAS

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    61/265

    con que desviar el inters de la poblacin sobre la corrupcin inter-na de sus estados. En ltimo trmino, conviene destacar una dife-rencia entre la estrategia militar antigua y la moderna; las armas ms

    potentes de la antigedad eran defensivas (murallas, fosos), hoy enda, son ofensivas (bombas, misiles). Sin duda, las murallas de Jeru-saln podan resistir el asalto; seguramente, solo un asedio prolon-gado rendira la Ciudad Santa por hambre (cf. 2 Re 19,35-37).

    A tenor de lo dicho, el consejo de Isaas no poda ser ms sensato:Pcaj y Rasn no podran tomar Jerusaln, fcilmente. Si Ajaz resis-

    ta el envite, cuando llegara Teglatfalasar, no tomara represaliascontra Jud, el estado fiel, sino que acabara con los reinos rebeldes,Israel y Damasco, y la nacin se salvara. En cambio, entenda el pro-feta, si Ajaz recababa el auxilio asirio para mantener la corona, laGran Potencia exigira una compensacin econmica que daaraan ms el desamparo de las clases populares. En definitiva, la in-tencin de Isaas estriba en salvaguardar el derecho del pueblo sen-

    cillo contra el despotismo de la corona.

    Isaas acudi a la audiencia real en compaa de uno de sus hijosSear Yasub, el nombre significa: Un resto volver (Is 7,3). Lapresencia del hijo aluda, desde la perspectiva metafrica, a la certe-za que abrigaba el profeta en la salvacin de Jerusaln, pues por du-ro que fuera el asedio de los partidarios de Tabel, Jerusaln resistira,

    siempre quedara un resto. Como podemos entender, bajo la men-cin de Sear Yasub tambin se oculta la intensa negociacin queel profeta entabl con el rey, sin resultado alguno; pues, el monarcaaspiraba a conservar el cetro, a despecho del penar de su pueblo.

    Con el nimo de doblar el nimo de Ajaz, Isaas llev a cabo otrosigno. Engendr un hijo en las entraas de su esposa, la profetisa, al

    que llam Maher Salal Jas Baz, que significa: Pronto el saqueo,60

    Qusesabede...Losprofetas

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    62/265

    rpido el botn. En nombre de Dios, el profeta explic al rey el va-lor simblico del nombre: antes de que el nio sepa decir pap ymam, la riqueza de Damasco y el botn de Samara sern llevados

    ante el rey de Asiria (Is 8,3-4). El profeta perciba el desenlace delconflicto: Pcaj y Rasn caeran bajo la espada asiria y Jud saldra in-demne; por tanto, conclua el profeta, no haba motivo para solicitarel auxilio asirio, siempre gravoso sobre la espalda del pueblo.

    El temor del rey por perder la corona acreci an ms la militanciapoltica de Isaas, pues, como saba el profeta, el pago del tributo acambio del auxilio asirio acarreara la miseria del pueblo. Bajo el ro-paje metafrico de la Escritura, palpita el tercer signo de Isaas con-tra el titubeo del monarca: Mirad, la joven est encinta y va a da aluz un hijo a quien pone el nombre de Emmanuel [...] antes de queel nio sepa rechazar el mal y elegir el bien, el pas de estos dos reyesque te infunden miedo [Pcaj y Rasn] habr sido devastado (Is7,14-17).

    La simbologa del relato es profunda. La locucin la joven aludea la princesa con que Ajaz concibe un hijo. El apelativo Emma-nuel esconde la identidad del prncipe Ezequas, el futuro rey de

    Jud. El balbuceo del nio refleja la rapidez con que Asiria zanjar laperfidia de Rasn y Pcaj. El clamor del profeta no puede ser ms su-gerente: Asiria acabar con Israel y Damasco, antes de que el infan-te sepa discernir el bien del mal. De nuevo, Isaas defiende el intersdel pueblo frente a la pretensin del rey; pues el precio del socorroasirio ahogara al pueblo en la desdicha.

    Tanto la prdica como los signos de Isaas reiteraban que Ajaz po-da aguantar tras las almenas de Sin el asedio de Pcaj y Rasn. Elrey judata deba resistir; pues, como intua el profeta, el socorro asi-rio supondra un tributo tan grande que desecara las arcas del pas

    hasta hundir al pueblo en la miseria ms extrema.61

    ISAASYMIQUEAS

  • 7/27/2019 FRANCESC RAMIS - QU SE SABE DE LOS PROFETAS

    63/265

    No obstante, Ajaz, aterrado ante la posibilidad de poner el cetro enmanos de Tabel, desoy el consejo: a cambio de una fuerte suma so-licit el socorro y se declar vasallo de Asiria (2 Re 16,7-8). Taglatfa-

    lasar atendi la demanda: conquist Damasco, deport la poblacina Quir y mat a Rasn. Despus atac Israel: saque Galilea y Trans-jordania, deport parte de la poblacin y tom numerosas ciudades.Solo el asesinato de Pcaj por la espada de Oseas, hijo de El, impi-di que el asirio borrara Israel de la historia; el nuevo rey, Oseas(732-724 a.C.), se someti y pag tributo (2 Re 15,27-31). Comoexpusimos en el captulo anterior, los augurios de Ams y Oseas co-

    menzaban a cumplirse, Israel entrevea la sombra del ocaso.La expedicin asiria haba salvado el trono de Ajaz a cambio de untributo mortal, el vasallaje ms servil y la obligacin de acomodar eltemplo a los intereses de Taglatfalasar, expresin externa de sumi-sin al capricho asirio (2 Re 16,16-20). Cuando el peso del tributo

    y la cruz del vasallaje recayeron sobre las espaldas del pueblo, reso-

    n el clamor del profeta en defensa de la comunidad oprimida.Isaas arremeti contra la miseria que asolaba Jerusaln (Is 3,25-4,2), contra el despotismo de sus dirigentes (Is 3,1-15) y contra lamendacidad del culto (Is 1,29-31), smbolo externo de la prdidade la identidad nacional a favor de la ideologa asiria.

    2. Miqueas

    Al comps de Isaas, reson la voz de otro profeta: Miqueas, de Mo-rset, aldea situada al oeste de Hebrn; de origen campesino, predi-c en tiempos de Jotn, Ajaz y Ezequas acerca de Samara y Jerusa-ln (Miq 1,1). Tras constatar la corrupcin poltica del Reino del

    Norte, sentenci la ruina de Israel y arremeti contra la falsedad de62

    Qusesabede...Losprofetas