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1en el Bicentenario de su Independencia2Aproximacin crtica a la Historia de Colombia3en el Bicentenario de su IndependenciaTEXTOS Y CONTEXTOSAproximacincrticaalaHistoriadeColombiaenelBicentenariodesuIndependenciaSeleccin de TextosCompiladoresVera X. Samudiolvaro Botero CadavidAlfredo Holgun MarriagaPrlogoSergio De Zubira SamperPresidente FWBISFundacin Walter Benjamin para la Investigacin SocialEDICIONES IZQUIERDA VIVA4Aproximacin crtica a la Historia de Colombia5en el Bicentenario de su IndependenciaTABLA DE CONTENIDOPg.PRESENTACINLos Compiladores..................................................................................22PRLOGOELBICENTENARIOYELCONCEPTODEHISTORIADEW.BENJAMINSergioDeZubiraSamper................................................................................................IroCONQUISTAYCOLONIA.....................................................................................1. BREVSIMARELACINDELADESTRUCCINDELASINDIASFrayBartolomDeLasCasas.......................................................................2. LAS RUINAS DE LAS INDIAS, La Edad de OroJ o s Mart......................................................................................................3. EL PROBLEMA DEL INDIOJosCarlosMaritegui..................................................................................4. ACERCA DE LA ESCLAVITUDAlexander Von Humboldt5. LOS INCONFORMESIgnacioTorresGiraldo..................................................................................6. LOSCOMUNEROS:LASCAPITULACIONESDEZIPAQUIR...........IICONSTITUCIONALISMOENLAFORMACINDELASREPBLICAS6Aproximacin crtica a la Historia de ColombiaAMERICANAS...................................................................................................1. DECLARACINDEINDEPENDENCIADELOSEEUU1776............2. CARTA DE DERECHOS (BILL OF RIGHTS), Enmiendas a laConstitucinde los EE UU.....................................................................................................3. DECLARACIONDELOSDERECHOSDELHOMBREYELCIUDADANO(1789).................................................................................................................4. PROCLAMACINDELAINDEPENDENCIADEHAIT...................... CONSTITUCIN DE HAIT (1805)...................................................5. PROCLAMA DE COROFrancisco De Miranda (1806)...............................6. MEMORIALDEAGRAVIOS(1809).........................................................7. ACTADEINDEPENDENCIADECOLOMBIA(1810)..........................8. CONTITUCIN LIBERAL DE CDIZ (1812),Opinin pblica yLibertad de Expresin en el constitucionalismo espaolIgnacioFernndezSarasola..........................................................................9. CARTA DE JAMAICASimnBolvar(1815)....................................................................................10. CARTA AL SEOR CORONEL PATRICIO CAMPBELL (1829)S i m nBolvar....................................................................................................IIILASNUEVASREPBLICASYSUSDESAFOS..............................................1. EL ARCANO DE LA QUINAJosCelestinoMutis.......................................................................................2. BOLVAR,SANTANDERYLAEDUCACIN..........................................3. FRANCISCO A.MORENOYESCANDNUNBURCRATA7en el Bicentenario de su IndependenciaILUSTRADOP a u l aDaza........................................................................................................4. EL BICENTENBARIO DE JUAN GARCA DEL RORubn Jaramillo Vlez5. LA ILUSTRACIN EN LA NUEVA GRANADAGabriel Meja Ahumada6. UTOPA DE AMRICA, PresentacinPedroHenrquezUrea.....................................................................................7. LOS CONDENADOS DE LA TIERRA, PrlogoJeanPaulSartre......................................................................8. LA TOLERANCIA REPRESIVA DEL MULTICULTURALISMOS l a v oZizek.................................................................................................APNDICETESIS SOBRE FILOSOFA DE LA HISTORIAW A L T E RBENJAMIN......................................................................................................8Aproximacin crtica a la Historia de Colombia9en el Bicentenario de su IndependenciaPRESENTACINExistelacostumbreoficialdecelebrarsucesosnotables,quesedenominan efemrides, o, simplemente hechos histricos, muchasvecesadornadosconcomplacientesdiscursosrefinadosqueconfunden en un mismo nudo el significado y la carga bblica, por unlado, y los acontecimientos atrapados en hroes y fechas, por otro.Pordoquiernossalenalencuentroritoymitojudeocristiano,quearrastran hechos e historicismo moderno, contando el cuento de losvencedores, y ahogando y justificando el grito de los vencidos, de lasvctimas.Casi siempre, los rituales atrapados en las prcticas de dominacinevocan hechos rgidos y, borrosamente, nos traen al presente contingentealgo de la Historia. Frecuentemente, tambin, a diferencia de los pueblosoriginarios o de aquellos que han comenzado a entrar en la Historia,terminamosatrapadosenlavidadiaria,signadaporeltiempo-mercanca; por ello, nos imponen celebraciones que invisibilizan lasconmemoraciones. A menudo, pues, terminamos exhaustos ante unmundo evanescente totalmente enajenado, e inermes ante la avalanchaprefiguradora de los media masivos, que no son ms que nuevos plpitosde nuestra decadente sociedad de consumo.LaconmemoracindelosdoscientosaosdeunaEmancipacinInconclusa,senosconvierte,as,enunescenarioparacolocarlecontrapesosalasmanecillasdeltiempodeestasociedady,eventualmente, poder convertirnos de nuevo en hacedores de Mundo.Tenemos el reto de saltar la moda, y convertiresta oportunidad en unpresente extenso, que nos permita descongelar nuestros anhelos y des-monumentalizar los relatos y los lazos de dependencia. La invitacin esa alterar los rgidos calendarios de este modelo de desarrollo suicida, ya que hagamos un alto en esta carrera vaciada de esttica y de placercreativo para que dotemos de alas anuestros sueos colectivos. Lapropuestaesengrosarelcaminodequienesaspiranasuperarlosporosos constructos histricos oficiales, que nos cuentan un pasadocolmado de drama y un futuro trazado a punta de ilusiones.10Aproximacin crtica a la Historia de ColombiaAl evocar la memoria de los vencidos, estamos erigiendo los anhelosde aquellosqueentregaronsuvidaporlalibertad,peroque,sinfortuna, araron en el mar y slo recibieron el fruto de la traicin y laignominia. Consideramos que no se trata de engrosar el ritual oficial,sino de hacer un ejercicio poltico-acadmico que nos permita, enpalabras de W. Benjamin, pasar la mano a contrapelo por el lomo dela Historia, para que le rindamos homenaje a los vencidos y la palabrasiga caminando.Tenemos el convencimientode que el pensamiento crtico es capazde levantar la hojarasca e indagar por los captulos inconclusos queyacen entre las dos orillas del ocano. Es por ello que en Textos yContextosdelBicentenario,laFundacinWalterBenjaminylaEditorial Izquierda Viva ofrecemos a los lectores un importante nmerode documentos, agrupados en tres partes: La Conquista y la Colonia,Periodo del Constitucionalismo/Formacin de las Repblicas y LasNuevas Repblicas y sus desafos.Rindamos homenaje, con la crtica impregnada de lucha cotidiana, aesosmillonesdeaborgenes,negros,mestizosycriollosqueconsangre, sudor, sueos y esperanzas abrieron caminos a la dignidad,que hoy las gentesde Nuestra Amrica comienzan a cosechar.ACERCA DE LA SELECCIN DE TEXTOSCon motivo del Bicentenario del Grito de Independencia de Colombiael 20 de julio de 1810, mltiples publicaciones han abordado el temadesdediferentesngulos.LaFundacinWalterBenjaminparalaInvestigacinSocial,ylaEditorialIzquierdaVivaseproponeconestevolumenparticipardeestaefemrides,proporcionandoaestudiantes, docentes, trabajadores e investigadores del rea de lasCiencias Sociales y Humanas, y a lectores curiosos, un importantematerial de consulta que abarque todo el proceso emancipador, desdesu inicio incipiente en la Insurreccin de los Comuneros, hasta lasconsideraciones finales frente a la formacin de las jvenes RepblicasLatinoamericanas.Escoger los textos adecuados no ha sido una tarea fcil. El materialdeconsultadispersopordiversasbasesdedatos,Bibliotecas,Hemerotecas y colecciones particulares es prcticamente infinito; sera11en el Bicentenario de su Independenciaabsurdo pretender abarcarlo todo, as que la seleccin se impone.sta, como es de suponer, resulta un tanto arbitraria,por ms que sehallesustentadaenprincipioscrticosytericosfirmes,pues,inevitablemente, siempre se escaparn textos que no se pudieronencontrar, otrosque estando a mano no se consideraron a tiempo; ysiempre, a juicio de cada quin, se echar de menos alguno. Diversasopiniones y debates alrededor de lo que se considerara pertinentepueden establecerse para comentar esta publicacin; pero, lo ciertodel caso es que, hasta la fecha, no existe una obra que rena de lamanera en que lo hacemos aqu, suficiente material para cubrir loscasi cincuenta aos en los que se enmarca la Gesta Libertadora.Sin embargo, la arbitrariedad es slo aparente. En la seleccin de lostextossehatenidoencuentalarelevanciatantoparalahistoriacolombiana,comoparalahistoriageneraldeOccidentedeLaDeclaracindelosDerechosdelHombreydelCiudadanoylasrepercusiones en el Constitucionalismo de las Repblicas Liberalesque este hito histrico engendr. Lugar aparte, especial, merecanlas Tesis sobre Filosofa de la Historia, de Walter Benjamin, dada sunotablesingularidad,dentrodelosdocumentosqueexplicanyesclarecen las causas y el desarrollo de los sucesos que nos ocupan.Por ello no forma parte de la integridad de la obra, sino que se ubicacomo un Apndice, a manera, incluso, de Corolario.Nuestro propsito, el de la Fundacin y la Editorial, ha sido intentardotardeelementosdejuicio,casitodosdeprimeramano,queilustrasen los momentos clave dentro de la causa que formara enAmrica, aunque fuera a medias, lo que posteriormente seran lasNaciones iberoamericanas. Y creemos que lo hemos logrado. Hemospretendido, pues, proveer en un solo volumen, varios documentos quede otra manera, implicaran un engorroso esfuerzo de investigacinbibliogrfica, pensando sobre todo en los estudiantes universitarios,losdesecundariaylostrabajadores,quienesestamosseguros,agradecern y valorarn nuestro proyecto, para de paso, sembrar enellos la semilla de la investigacin rigurosa y con apego a fuentesdirectas y confiables.La divisin en periodos que se encuentra en la obra responde a lanecesidad de establecer momentos diferenciados de una dinmicahistrica particular. Se trata de una esquematizacin imprescindible -12Aproximacin crtica a la Historia de Colombianosimplistanisimplificadora-,queayudaracomprendertodoelprocesocomounasumadefases,cadaunaconcaractersticaspropias,peroqueseentrelazanysucedenparadesencadenarlatransformacin histrica que, incompleta o no, establece un punto deno-retorno dentro de la historia del hemisferio occidental.Enlaprimeraparte,reproducimosdocumentosquepermitenrememorarlamanerabrbaracomolosespaolesdominaronelNuevo Mundo, con la construccin demicroempresas de Conquistay Colonia, y los mtodos que culminaron en la construccin de unImperio de ultramar sobre la base de la destruccin y el sometimiento.Enlasegunda,lostextosconstitucionalesdelasprincipalesrevoluciones burguesas que incidieron en Nuestra Amrica; EstadosUnidosyFrancia,ylaDeclaracindeIndependenciaHaitcomoprecursoradelasindependenciasde AmricaLatinayelCaribe.Finalmente, en la tercera, combinamos textos del primer y el segundoperiodo con artculos contemporneos, que contribuyen de manerasignificativa a esclarecer la comprensin de nuestra historia comoproceso. El prlogo, escrito por Sergio De Zubira, sobre las Tesis deWalterBenjamin,permitiralostrabajadoresyalasjvenesgeneraciones tener una mejor asimilacin crtica de la compilacinque aqu presentamos.Esperamos que este volumen tenga buena acogida dentro del pblicoengeneralydentrodelacomunidadacadmicaenparticular.Agradecemos muy especialmente a todas las entidades que nos hanotorgadoelpermisonecesarioparalaedicineimpresindelmaterial, as como a todos los participantes directos en la elaboracindel cuerpo central de la obra, miembros de la Fundacin, quienes,desinteresadamente, han aportado su trabajo, invaluable para lograrla meta de sacar adelante este esfuerzo colectivo.LosCompiladores13en el Bicentenario de su IndependenciaPRLOGOELBICENTENARIOYELCONCEPTODEHISTORIADEW.BENJAMINSergio De Zubira S.1En lo que no puede convertirse el Bicentenario es en unaprocesin de simposios, de intercambio de medallas, deedificacionesconmemorativasyderemodelacindeedificiosneoclsicos. Habr ms bien que evitar las versiones sanitariasde la historia, habr que dar cuenta de nuestra desigualdad y delos procesos de secularizacin, porque si no muy probablementese habr perdido la oportunidad de analizarlas realidadesorgnicasde Amrica Latina o por lo menos de negar su existencia.Carlos MonsivisEn los movimientos sociales y discusiones acadmicas empieza adebatirse con fuerza el sentido de la conmemoracin del Bicentenario.La coincidencia de un conjunto significativo de sucesos histricos enAmrica Latina y el Caribe ha agudizado los interrogantes sobre losmotivos y naturaleza de los eventos de la Historia. Los cinco siglos depresencia espaola y portuguesa, en 1992, del periodo denominadoLa Conquista; el proceso de la Revolucin Haitiana entre 1791 y1804; los Bicentenarios de varias repblicas latinoamericanas en 2010;el Centenario de la Revolucin Mexicana; constituyen hitos recientesde cuestionamiento del significado y proyecto de Nuestra Amrica.Las preguntas que rondan esta vorgine de conmemoraciones sonmltiples,peroquisiramosconcentrarnosentres:Quvalorysignificadopuedecontenerlaconmemoracindelprocesodela1 Profesor Depto de Filosofa U de los Andes, Bogot. Presidente Fundacin Walter Benjamin parala Investigacin Social.14Aproximacin crtica a la Historia de ColombiaIndependencia de Amrica? Cul debe ser la actitud del pensamientocrtico latinoamericano frente a este suceso? Qu aportes hace laconcepcin de la Historia de Walter Benjamin para comprender nuestraHistoria latinoamericana?Sobre el Quinto centenario escriba, en 1992, el intelectual NormanPalma algunas duras palabras de una discusin que an sigue abierta:Cinco siglos despus de la llegada de Coln al nuevo continente,continuamos interrogndonos sobre la incidencia concreta, en eseMundo, de lo que se ha llamado La Conquista y de sus consecuencias.Esta interrogacin lacerante no es el producto de una voluntad dequedarnosprisionerosenlahistoricidaddeeseevento.Es,precisamente, lo contrario, pues condiciona el repensar la naturalezade ese proceso histrico. La causa fundamental de esta interrogacinexcesiva parece estar determinada por dos fenmenos muy precisos.Elprimeroes,sinduda,laenormidaddeesecataclismoysusconsecuencias desastrosas para la humanidad, que fue el objeto dedicha tragedia.El segundo, es la consecuencia de la mentira histricaque ha tratado, hasta hace no muy poco, de esconder la dimensinefectiva de ese evento2.Es decir que, para este autor nicaragense,la voluntad de legitimacin encuentra los instrumentos necesarios parasu realizacin y la normalizacin de un proceso histrico, hasta talpunto que ese fenmeno se le sigue llamando el encuentro de dosmundos y no el exterminio de los vencidos.AunquelapolmicasobreelBicentenarioapenasseinicia,yescomplejo sistematizar su riqueza, ya empiezan a vislumbrarse distintasposiciones en el seno de las Organizaciones populares, los Institutosde investigacin y los Partidos polticos. Desde nuestra perspectivapodemos ubicar, por lo menos, tres perspectivas diferentes de anlisisparaabordarlastresinquietantespreguntasanteriores.Paraelinvestigador boliviano Hugo Moldiz3, son claramente diferenciales doslecturasdelBicentenarioodosmanerasdeinterpretarsuconmemoracin. La primera, llama a celebrar sin ninguna visin crticay a legitimar la historia oficial con la invasin de Abya Yala, el nombre2 Palma, Norman. Reflexiones sobre la destruccin de las Indias. Bogot: TercerMundo Editores,1992. p. 7.3 Moldiz Mercado, Hugo. Amrica Latina: entre la emancipacin y la dominacin; en Revista Cepa,Nmero 11, Julio/Diciembre 2010, Bogot, Colombia.15en el Bicentenario de su IndependenciaoriginariodeNuestraAmrica.Lasegundalecturaadquiereunaproyeccin revolucionaria y rinde homenaje a las rebeliones indgenasdeTupacKatariyTupacAmaruqueinicianlosesfuerzosporlaexpulsin de los invasores.La primera postura sostiene que es necesario rechazar cualquier tipode conmemoracin, porque la denominada Independencia, significsimplemente el establecimiento de una nueva forma de dominacin.La elite criolla privilegiada se estableci como clase dominante. Paraesta posicin, no puede denominarse independencia a los procesoshistricos continentales de 1809 a 1815. Esta perspectiva de anlisisenfatiza, que ni todas las clases sociales ni las etnias colombianasdeben celebrar. Por tanto, para quienes sostienen esta tesis, no existenada que conmemorar, desde una posicin crtica.LasegundaperspectivaqueplanteaqueladivulgadanocindeSegunda independencia es una estrategia para la desvalorizacindel fenmeno -que sera la Primera Independencia, constituye unciertorasgonihilistaquehacaracterizadoalaizquierdayelpensamiento crtico latinoamericanos, desde el Sesquicentenario, alleer los trascendentales hechos de inicios del siglo XIX. Para estavisin, existe una posicin terica y poltica a favor de desconocercualquier aporte substantivo de la Independencia en los rdenes de lavida econmica, social y cultural.En el fondo, estas dos posiciones interpretativas expresan actitudespolarizantes.Laprimera,desvalorizaplenamenteelfenmenoeidentifica la nocin de conmemoracin con festividad o celebracinacrtica.Lasegunda,sobredimensionalastransformacionessucedidasydestacasloloselementospositivos.Tenemosqueencontrar un camino ms sereno y equilibrado para juzgar los sucesosde nuestra historia; que no pacte con una lectura maniquea del procesoindependentista.HACIA UN EQUILIBRIO REFLEXIVOEn las conclusiones de su obra Los Inconformes, el luchador socialcolombiano Ignacio Torres Giraldo, formula unas tesis que puedenorientar ese sendero reflexivo de apropiacin de la historia. Connimo enumerativo, la llamaremos la tercera perspectiva o hacia16Aproximacin crtica a la Historia de Colombiaun equilibrio reflexivo con la Historia. Su primera tesis es reconocerque:Unadelgadacapadistinguida,vinculadaalseorofeudal,alosaltosncleosmercantilespro-ingleses,alaviejaculturateolgica y al bizarro militarismo bonapartista, sea en realidadlaquecomandaeltriunfodelaextraordinariaguerradeliberacinnacional. La segunda,Sin embargo, nadie con razn podra negar la importancia delas mnimas reformas consumadas a raz de la Independencia,porque el hecho mismo de la emancipacin de Espaa es detal magnitud que imprime sello y grandeza a los actos4.Portanto,esinnegableelcarcterdeclasedelfenmenodelaindependencia, pero al mismo tiempo, nadie con razn puede negarlaimportanciadeciertasreformasrealizadasenlaPrimeraindependencia. Son de indudable importancia las transformacionespoltico-administrativas, la preocupacin por la enseanza pblica, lacreacindeprocesosintelectualesilustrados,laintroduccindemtodosexperimentalesenlainvestigacindelanaturaleza,laobsesin por la creacin de un nuevo constitucionalismo, las disputaspor la construccin de la Nacin, las reformas econmicas, la victoriade los ejrcitos republicanos, entre muchas otras.Subrayar el establecimiento de un nuevo bloque de clases en el poder,no comporta desconocer las transformaciones desencadenadas poresa nueva correlacin de fuerzas sociales. Ubicar las relaciones ygrados de dominacin establecidas, remite a una nueva fase de lalucha de clases en la historia social de Amrica Latina y el Caribe.En uno de sus ltimos trabajos, el intelectual ecuatoriano-mexicanoBolvar Echavarra, sostiene una visin bastante crtica del Bicentenario,denominando los ltimos doscientos aos como la experiencia de lafatalidad. Este profundo investigador de la realidad latinoamericanaestablece ciertos matices de anlisis que pueden aportar tambin alo que hemos llamado una Tercera perspectiva. La primera distincin4 Torres Giraldo, I. Los Inconformes. Bogot: Editorial Latina, 1978. Tomo I. p. 229.17en el Bicentenario de su Independenciasubraya la existencia de cierta irona en el hecho de que las repblicasnacionalesqueseerigieronenelsigloXIXenAmricaLatina,terminaran por comportarse, muy a pesar suyo, de acuerdo con unmodelo que declaraban detestar, ya que las capas poderosas de esassociedadeslatinoamericanassevieroncompelidasaconstruirEstados nacionales que no eran ms que copias o imitaciones desus correspondientes capitalistas europeos. La segunda, destaca queaquellas revoluciones de independencia han culminado en repblicasdependientesdeotrosestadosmayores,ensituacionesquehanimplicadounadisminucinsubstancialdesupoderrealydesusoberana.Latercera,analizalaperseveranciadeidentidadesdefinidas en torno a la exclusin, heredada de los criollos ilustradosensoberbecidosensuobsesin,pormomentosexclusiva,porlaseguridad. En esta lectura crtica, para Echavarra, las fiestas delbicentenario,msquedeconmemoracin,parecenfiestasdeautoproteccin contra el arrepentimiento.La inmensa paradoja de las nuevas repblicas que emergieron en losinicios del siglo XIX es que estuvieron ante una gran oportunidad, lade romper con el pasado desptico ilustrado y recomponer el cuerposocialqueestehabaescindido,peroenlugardeello,heahlafatalidad, prefirieron exacerbar esa escisin. En un graffiti de un muroen el Quito de entonces se lea con fuerza anticipatoria: ltimo da dedespotismo y primero de lo mismo5.EL SENTIDO PROFUNDO DE LA MEMORIAEl sentido de una conmemoracin histrica para el pensamiento crtico,no tiene nada que ver con lecturas higinicas o tranquilizantes de laHistoria. El recorrido histrico de occidente est colmado de barbarie,explotacin, sujecin, dominacin y sufrimiento. Tal vez, por ello, Marxy Engels, preferan hablar de la Prehistoria de la humanidad. Paraestos pensadores, an no hemos ingresado en la verdadera historianatural y humana. La conmemoracin, en sentido crtico, remite anociones como anammesis y catarsis, que nunca remiten a celebracinacrtica. Estos trminos de raz griega, se acercan ms a memoriacolectiva, purificacin liberadora, dilogo con lo suprimido, retornode lo reprimido, prestar la voz al sufrimiento.5 Echavarra, Bolvar. Amrica Latina: 200 aos de fatalidad En: Revista Cepa, No. 11, julio-diciembre 2010, Bogot, Colombia.18Aproximacin crtica a la Historia de ColombiaEnlasTesissobreelconceptodehistoria,testamentofilosfico-poltico de Walter Benjamin antes de su suicidio en 1940, encontramoselementosinspiradoresparacomprenderelsentidoradicaldelahistoria.Precisamenteporquesellconsumuerteelpapelquesehabadado de avisador del fuego es por lo que los textos fragmentariosde Benjamin se han revestido de una autoridad singular. No decaacaso Franz Rosenzweig el autor de La estrella de la redencin, ellibro que siempre acompaaba a su ngelus Novus, el cuadro dePalKlee,quetantoleinspirenlaparticularcruzadacontralabarbarie que no hay mayor verdad que las que se defienden conlapropiavida?Deentretodossusescritossonestosfragmentospstumos, que l mismo haba bautizado como Tesis, los que mssehancargadodeesaautoridad.Sihoysiguenconmoviendoydando qu pensar es porque adems de hablar de aquel fascismo,desvelan una lgica histrica que sigue en activo6.Las respuestas sobre el sentido del recordar y el conmemorar sonverdaderamente sintomticas de nuestra represin y olvido. Algunasrespuestas son reveladoras; por ejemplo, afirmamos que recordamospara conocer el pasado o para que la Historia no se repita o paraentender el presente. Ninguna de stas podra soportar un anlisisrigurosamente crtico. Las dos ltimas seran simplemente la expresinde rasgos egostas y presentistas, porque daran al recordar un sentidoexclusivo en beneficio de los vivos, de nosotros. No reparan ni en lasvctimas ni en los vencidos. Mientras que la primera, insina el pasado,pero no elabora la distincin benjaminiana entre historia y memoria.En la Tesis VI, el pensador alemn postula:Articularhistricamentelopasadonosignificaconocerlocomoverdaderamente ha sido. Consiste, ms bien, en aduearse de unrecuerdo tal y como brilla en el instante de un peligro. Al Materialismohistricoleincumbefijarunaimagendelpasado,imagenquesepresentasinavisaralsujetohistricoenelinstantedepeligro.Elpeligro amenaza tanto a la existencia de la tradicin como a quienesla reciben. Para ella y para ellos el peligro es el mismo: prestarse aser instrumentos de la clase dominante7.6 Reyes Mate, Manuel. Medianoche en la historia. Madrid: Editorial Trotta, 2006. p. 12.7 Ibid. p. 113.19en el Bicentenario de su IndependenciaLa tarea del historiador positivista se limita sencillamente a representarelpasadotalcomorealmentefueysearropaenunaposedeneutralidad. Ese presunto historiador no hace ms que legitimar lavisin de los vencedores en su esfuerzo de narrar cientficamente loshechos reales. La memoria profunda se rebela contra esa concepcincientifista de la historia y destaca el momento del peligro. El instantedel peligro es iluminado por la memoria en mltiples dimensiones,algunas de las cuales son: la dificultad del surgimiento de una imagenautntica del pasado; transformar, tanto la historia del pasado comoalsujetohistricoactualenherramientasenmanosdelasclasesdominantes; y, la suposicin de que existe un nico pasado. En cadapoca hay que esforzarse por arrancar de nuevo la tradicin a eseconformismo que pretende avasallarla. La memoria moral cuestionaradicalmente ese avasallamiento porque cuestiona nuestro presente,que est generalmente construido sobre el olvido, porque denunciatoda construccin de presente que ignora la vigencia de una injusticiapasada.El pensador Walter Benjamin, utiliz la metfora de Cepillar la Historiaa contrapelo, porque reconoca que la memoria histrica profunda noes cualquier memoria. La fuerza de la memoria moral, para el filsofoReyes Mate, heredero de Benjamin, consiste en abrir expedientesque la Historia oficial o el Derecho daban por definitivamente cerrados.La memoria no se arruga ante trminos como prescripcin, amnistao insolvencia, pues tiene la mirada puesta en las vctimas, las injusticiasy los oprimidos. Si hubo una injusticia pasada y no ha sido saldada, lamemoria profunda proclama la vigencia de esa injusticia.En la Tesis VII, el filsofo del holocausto sostiene:Landoledeesatristezaresultamsevidentecuandonospreguntamosconquinentraefectivamenteenempataelhistoriador historicista. La repuesta es inevitable: con el vencedor.Ahorabien,quiendominaessiempreherederodetodoslosvencedores.Porconsiguiente,elestablecimientodeunaempatacon el vencedor beneficia siempre a quien domina. Para quien profesael materialismo histrico, no hay ms que decir. Todos los que hastaaqu obtuvieron la victoria participan de ese cortejo triunfal en el quelos amos de hoy marchan sobre los cuerpos de los vencidos de hoy.Aesecortejotriunfal,comofuesiemprelacostumbre,pertenecetambinelbotn.Loquesedefinecomobienesculturales.Quienprofeseelmaterialismohistriconopuedesinocontemplarloscon20Aproximacin crtica a la Historia de Colombiauna mirada llena de distancia. Pues, al pensar en su origen como untodo,cmonosestremecedeespanto?Nohannacidodelmeroesfuerzo de los grandes genios que los crearon sino, al mismo tiempo,de la annima faena impuesta a los contemporneos de esos genios.No hay ningn documento de cultura que no sea a la vez documentode barbarie. Y la misma barbarie que los afecta, afecta igualmente elprocesodetransmisindemanoenmano.Poresoeltericodelmaterialismohistricoseapartadeelloscomoleseaposible.Sutarea, cree, es cepillar la historia a contrapelo8.Elimperativodecepillarlahistoriaacontrapelocontiene,porlomenos, tres significados. El primero, un contenido claramente histrico,para intentar ir, en todo momento, a contracorriente de la versin oficialdelahistoriadelosvencedores,oponindolelatradicindelosoprimidos. En nuestro caso, acentuar e investigar el papel de las masaspopulares y las vctimas invisibilizadas en el proceso histrico de lasindependencias de la regin. El segundo, una concepcin poltica dela revolucin que se opone al simple curso natural de los sucesos yunavisiningenuadeprogreso.Unaluchadenodadacontralanecesariedadprogresivadelahistoria.Larevolucinnoesunalocomotora, sino un freno de emergencia ante el abismo. El tercero,una transformacin radical en la concepcin de la cultura y los bienesculturales. Todo documento de cultura, hasta ahora, contiene la barbariede los vencedores, que aspiran a imponer solo su tradicin cultural yel silenciamiento de otras voces culturales.La dialctica entre cultura y barbarie es vlida para muchas obrasprestigiosasproducidasporlaannimafaenadelosoprimidos,desdelaspirmidesdeEgiptoerigidasporlosesclavoshebreoshastaelpalaciodelapera,levantado,duranteelrgimendeNapolen III, por los obreros vencidos en junio de 18489.La necesidad de cepillar la historia a contrapelo y la urgencia ticade un imperativo moral que site en el centro la memoria y las vctimas,se intensifica en los siglos XX y XXI. Como lo subraya el historiadoringls Eric Hobsbawn10, a partir de 1914 empezamos otro tiempo en8 Lowy, Michael. Walter Benjamin. Aviso de incendio. Mxico: Fondo de Cultura Econmica, 2002.p. 81.9 Ibd., p. 88.10 Hobsbawn, Eric. La era del Imperio: 1875 1914. Barcelona: Editorial Crtica, 2003.21en el Bicentenario de su Independenciala historia occidental, porque las vctimas se enumeran en millones.Slo basta rememorar: cerca de 80 millones en los cinco siglos decolonizacin de Amrica (Norman Palma); 40 millones en la SegundaGuerraMundial;aproximadamente8millonesenloscampodeconcentracin nazi; 4 millones de desplazados en Colombia; y, hacealgunos das las tropas norteamericanas anunciaban su supuesto retirode Irak, con 1 milln de muertos a sus espaldas.FOCOS DE TENSIN Y AMBIGEDADESLadistanciadedossiglosnospermitecomprenderlasmayoresambigedades y dificultades interpretativas para el pensamiento crticocontemporneo. Compartimos con Jos Luis Romero11 la tesis de que elproceso de transformaciones que denominamos la Independencia nopuede explicarse por las simples transformaciones que sufre Europa afinales del siglo XVIII; se desata en tierra americana a partir de situacioneslocales y contiene una dinmica propia. Desencadena corrientes de ideasquenosonmerascopiasdelpensamientoeuropeoygeneraideasautnticasquelogranplasmarseeninstituciones,constitucionesyprcticas sociales. El pensamiento escrito y formal europeo, inspir a losprecursores y prceres, pero slo en su forma. El contenido concreto deese pensamiento lo fij la realidad misma y la ola revolucionaria.Reconocer la originalidad e importancia de esas teoras y prcticasemancipatorias,nosignificadesconocersuscontradiccionesyambigedades. Esos pensamientos no siempre tuvieron autntica yprofundavigenciareal.Cargamos,desdenuestrosorgenesrepublicanos, una profunda tensin entre lo formal y lo real. Dos sonlas causas relevantes de esta tensin: la importacin inadecuada demodelosextranjerosasituacioneslocales,yladiversidadycomplejidad de la realidad latinoamericana.El grado de decisin que tenan los diversos sectores de las coloniaspara adoptar una poltica independentista, estuvo cargado de intensasambigedades. Estos grados se plasmaron en sentimientos y modelos11 Romero, Jos Luis. El obstinado rigor. Hacia una historia cultural de Amrica Latina. Mxico:Universidad Nacional Autnoma de Mxico, 2002.22Aproximacin crtica a la Historia de Colombiadistintos. AlgunosmirabanconnostalgialamscaraprotectoradeFernando VII, otros, el modelo poltico ingls, tambin el republicanismofrancs o el modelo norteamericano. Con la intensificacin de la olarevolucionaria de 1809, los hechos empezaron a confrontarse con lasideaspreconcebidasyalaetapadelasideologassiguilapreocupacin por las estrategias. Pero son, tal vez, el retorno de Espaaal rgimen absolutista y el inicio de la Santa Alianza, los fenmenos queradicalizaron a los sectores independentistas. En este contexto, se afirmla decisin de separarse de Espaa y se dieron los primeros pasosfirmes en un contenido independentista claro y profundo.Sin embargo, las nuevas sociedades polticas, es ineludible anotarlo,conservaron sus viejos prejuicios y la gente criolla decente siguidespreciandoalindgenayalesclavo.Tomardistanciadelaservidumbre indgena y la esclavitud negra significaba un problemaconcretorespectoalamanodeobrabarata.Ensentidogeneral,predominesavisineconomicistaencontradelasideologasindependentistas.Salvorarasexcepciones,lamayoradelospromotores de la Independencia se esforz en mantener su adhesinalareligincatlicaypromoverlacomoreligindelEstado.Laobsesin constitucionalista llev a los prceres a declarar la religincatlica como religin constitucional.Este cuadro de incertidumbres y ambigedades se mantuvo tambinenlaactitudconelpasado,quesefueconvirtiendoenunagrandificultad emotiva y poltica. Muchos queran pactar con el pasado;algunos, declararlo como inexistente; otros, en cambio, destruirlo, otambin construir a sangre y fuego el nuevo orden poltico.Enuncaminotanfrtilparalaincertidumbre,senosplanteanactualmente las mayores dificultades interpretativas para valorar elfenmeno de la Independencia. Tal vez son seis las ms notorias: suscausas estructurales; el carcter de guerra o de revolucin; los sentidosotorgadosalaIndependencia;elinterrogantesobreelfindelcolonialismo;elverdaderopapeldelasmasaspopulares,ylapertinencia de la nocin de segunda Independencia.En cuanto a las causas estructurales de la Independencia de la GranColombia, el historiador colombiano Ignacio Torres Giraldo,destacacinco fundamentales. La primera, las fuerzas de produccin estn23en el Bicentenario de su Independenciaestancadas y de ello resulta la miseria y el hambre que mata a lasgentes pobres. Segunda, el rgimen de extorsin de los tributos tieneasolada a la poblacin y esto conlleva el odio acumulado contra elImperioespaol.Tercera,losprivilegiosdelosbenemritos,losmonopolios con sus estancos y sus guardas, tienen profundamenteherido el sentimiento popular que clama, otra vez, venganza, como enlos cercanos tiempos de los Comuneros. Cuarta, la esclavitud y laservidumbre, que pesan como estigma inhumano sobre multitudesque anhelan su liberacin. Quinta, la insolencia y brutalidad de lasautoridades espaolas, que tienen a las gentes indignadas.Existen, por lo menos, tres caracterizaciones divergentes sobre lanaturalezadelprocesodelaIndependencia.Algunosautoreslocaracterizancomounmovimientorevolucionario(GermnArciniegas), que oper una transformacin radical del rgimen colonial,puso las bases del Estado-Nacin, produjo cambios estructurales delpoder poltico y barri la esclavitud hacia una verdadera soberananacional.Otros investigadores prefieren denominarla una guerra deindependencia (Gerardo Molina), que no cumple, en sentido estricto,las condiciones para llamarla una revolucin. Otros historiadores lacaracterizan como una oposicin entre una guerra de independenciaentre realistas y patriotas, frente auna guerra internacional entrepeninsulares y continentales.El sentido de Independencia tambin contiene diversos significados,queestnendisputaenlaluchaideolgicadeesteproceso.Elhistoriador colombiano Javier Ocampo Lpez12, expone por lo menoscincosignificadosdiferentesdelsentidodelaIndependencia.Elprimero,laIndependenciacomorompimientoconeltutelajedelametrpoli.Elsegundo,comoreasuncindelosderechosdelaspoblaciones originales y negacin de los ttulos de la conquista. Tercero,como reasuncin de la soberana popular. Cuarto, como la obtencinde la libertad y vigencia efectiva de los derechos del hombre. Quinto,la Independencia como reafirmacin de la nacionalidad.La polmica sobre el fin del Colonialismo ha sido seriamente criticadaporlosdenominadosestudiosposcoloniales.Paraestatradicin12 Ocampo Lpez, Javier. El proceso ideolgico de la emancipacin en Colombia. Bogot: EditorialPlaneta, 1999.24Aproximacin crtica a la Historia de Colombiaintelectual, no se lo puede reducir a una relacin de subordinacinpoltico-administrativa con Espaa y Portugal. Es necesario examinarotras relaciones que fueron mantenidas y hasta reforzadas. Es el casodeloselementosquecontieneeleurocentrismo,elhumanismoantropocntrico y la racializacin e inferiorizacin de las poblacionessubalternas. Es contundente que, para los negros, los indgenas y lasmujeres la independencia no signific la supresin del pensamientoracializante y patriarcal.El verdadero papel de las masas populares y su participacin decididaen la lucha independentista en todava un programa de investigacinhistrica. La insistencia en el papel de los individuos, las ideas y losprceres ha invisibilizado el papel de otros sectores sociales. En elcaso colombiano el ciclo histrico de movilizacin popular, entre 1781y 1830, presenta tres etapas bastante diferenciadas. En el movimientoinsurreccional de los Comuneros y la reaccin popular al rgimen delterror impuesto por el denominado pacificador Pablo Morillo, tuvieronmayorparticipacinlossectorespopularesqueenelperiododerevuelta criolla de 1810. La investigacin social nos ha ido mostrando,tambin,diferenciasdeparticipacinregionalydiversidaddelasciudades.Tambinexistendiferenciasenlaluchademestizos,mujeres,negros,mulatoseindgenas.Adems,porquelaIndependencia no era para todos, como lo sugiere en su obra cumbreEduardo Galeano:No asistimos en estas tierras a la infancia salvaje del capitalismo,sino a su cruenta decrepitud. El subdesarrollo no es una etapa deldesarrollo: Es su consecuencia. El subdesarrollo de Amrica Latinaproviene del desarrollo ajeno, y contina alimentndolo. Impotentepor su funcin de servidumbre internacional; moribundo desde quenaci, el sistema tiene pies de barro. Se postula a s mismo comodestinoyquiereconfundirseconlaeternidad.Todamemoriaessubversiva, porque es diferente, y,tambin todo proyecto de futuro13.EplogoSostenemos que la categora de Segunda independencia contienetres movimientos necesarios para evaluar adecuadamente nuestra13 Galeano, Eduardo. Las venas abiertas de Amrica Latina. Bogot: Tercer mundo editores, 1995. p.388.25en el Bicentenario de su IndependenciaHistoria social. El primero, logra ante la historia no sobrevalorar nidesvalorizar el movimiento de la Independencia. Es necesaria unaSegundaindependenciadebidoaloslmites,ambigedadesycontradicciones de la desencadenada en el siglo XIX. Al mismo tiempo,reconoceque,laPrimeracontienealgunoselementosdeIndependencia,alotorgarleelestatutodeprimera.Elsegundomovimiento, posibilita retomar ciertas promesas incumplidas de esefenmeno;alnocaracterizarelfenmenocomoalgocompletoyconcluido, nos permite rememorar los proyectos an no realizados. Eltercero, nos impele a abrir horizontes de otros sueos y sociedadesposibles. La Historia no termin con las luchas independentistas, yotras tareas ms all de las consignas del XIX, son necesarias paraconstruir el presente y el futuro.Sonmltipleslasambigedadesycontradiccionesdeprocesoindependentista.HansidotrabajadascongranprofundidadporelpensadorehistoriadorargentinoJosLuisRomero14.Unaenumeracin incompleta puede aludir a aspectos como: no es fcilestablecer el grado de decisin que posean los diversos sectores delas colonias para adoptar una poltica independentista; las ideas ypensamientos no siempre tuvieron una autntica y profunda vigenciareal; existe una tensin entre la importacin inadecuada de modelosextranjerosylassituacionesconcretaslocales;larelacinconelinmediatopasadosiemprefueunagrandificultad;salvorarasexcepciones los promotores de la independencia se esforzaron endeclarar su adhesin a la religin catlica; en algunos sectores seconservaron viejos prejuicios contra la indgena y lo negro; el dilemasobreelcentralismoofederalismoexpresyperpetugrandesproblemas regionales; entre muchas otras.El Bicentenario, desde una perspectiva de Segunda independencianosinterpelaconrigorarememorarsusmayorespromesasincumplidas. Tal vez, cuatro de ellas son devastadoras en nuestrapoca.Laimposibilidadderealizarlaintegracinlatinoamericanadesde la perspectiva de Mart y Bolvar; la construccin de verdaderas14 Romero, Jos Luis. El Obstinado rigor. Hacia una historia cultural de Amrica Latina. Mxico:Universidad Nacional Autnoma de Mxico, 2002.26Aproximacin crtica a la Historia de ColombiaysoberanasRepblicasentodalaregindeNuestra Amrica;laconsolidacin prctica de Estados-nacin de naturaleza no excluyente,multitnicos y multiculturales. La cuarta, por ltimo, la configuracinde una democracia efectiva con igualdad material.Lapromesaanincumplidadelaconsolidacindelrgimenrepublicanoenlaregin,esconcebidaporSimnBolvarenelDiscurso ante el Congreso de Angostura (1819):Ungobiernorepublicanohasido,esydebesereldeVenezuela;susbasesdebenserlasoberanadelpueblo,ladivisindelospoderes, la libertad civil, la proscripcin de la esclavitud, la abolicindelamonarquaydelosprivilegios.Necesitamosdelaigualdad,para refundir, digmoslo as, en un todo, la especie de los hombres,las opiniones polticas y las costumbres pblicas15.La esperanza en la unin latinoamericana, que incluye desde MxicoalaPatagonia,esdiscutidayanalizadaconrigorenlaCartadeJamaica (1815), donde afirma categricamente:Yo deseo ms queotro alguno ver formar en Amrica la ms grande nacin del mundo,menos por su extensin y riquezas que por su libertad y gloria16.Unaperspectivacrtico-emancipatorianosobligaaelevarlaprofundidaddenuestrossueosyutopas.Treshorizontesdeexpectativas se ubican en esa agenda crtica de Amrica Latina y elCaribe. El primero, es la emergencia de una nueva generacin dederechos ecolgico-polticos. La responsabilidad latinoamericana deamar nuestra biodiversidad y la soberana sobre esa incomparableriquezanatural.LospueblosamericanossealzanenladefensasoberanadelosderechosdelaMadreTierra.Porotrolado,larecreacin del proyecto socialista latinoamericano para derrumbar elcapitalismo. La posibilidad concreta de reformas no-reformistas queconduzcan a revoluciones anti-capitalistas. El tercer horizonte, en fin,larefundacindeunateoradelaJusticiasocialmsalldelliberalismo. Una que atienda la redistribucin de la tierra, el ingreso yla riqueza, pero tambin que escuche las peticiones del reconocimientode la diversidad a travs del poder poltico.15Bolvar,Simn.DiscursoanteelCongresodeAngostura;enBolvar,Jurez,Mart,Zapata,Sandino y otros. Pensamiento bolivariano: origen, desarrollo, vigencia. Bogot: Ediciones DesdeAbajo, 2005. p. 55.16 Bolvar, Simn. Carta de Jamica; en Op. Cit., p. 34.27en el Bicentenario de su IndependenciaBIBLIOGRAFABolvar, Simn. Carta de Jamaica. En: Jurez, Mart, Zapata, Sandinoy otros.Pensamientobolivariano:origen,desarrollo,vigencia.Bogot:Ediciones Desde Abajo, 2005.Bolvar, Simn. Discurso ante el Congreso de Angostura. En: Jurez,Mart, Zapata,Sandinoyotros.Pensamientobolivariano:origen,desarrollo,vigencia. Bogot: Ediciones Desde Abajo, 2005.Echavarra, Bolvar. Amrica Latina: 200 aos de fatalidad En: RevistaCepa, No. 11, julio-diciembre 2010, Bogot, Colombia.Galeano, Eduardo. Las venas abiertas de Amrica Latina. Bogot:Tercer mundo editores, 1995.Hobsbawn, Eric. La era del Imperio: 1875 1914. Barcelona: EditorialCrtica, 2003.Lowy, Michael. Walter Benjamin. Aviso de incendio. Mxico: Fondode Cultura Econmica, 2002.Ocampo Lpez, Javier. El proceso ideolgico de la emancipacin enColombia. Bogot: Editorial Planeta, 1999.Palma,Norman.ReflexionessobreladestruccindelasIndias.Bogot: TercerMundo Editores, 1992.Romero, Jos Luis. El obstinado rigor. Hacia una historia cultural deAmrica Latina. Mxico: Universidad Nacional Autnoma de Mxico,2002.ReyesMate,Manuel.Medianocheenlahistoria.Madrid:EditorialTrotta, 2006.Torres Giraldo, I. Los Inconformes. Tomo I. Bogot: Editorial Latina,1978.28Aproximacin crtica a la Historia de Colombia29en el Bicentenario de su IndependenciaIo CONQUISTA Y COLONIA30Aproximacin crtica a la Historia de Colombia31en el Bicentenario de su IndependenciaBREVSIMARELACINDELADESTRUCCINDELASINDIAS17Fray Bartolom de las Casas1 Brevsima relacin de la destruccin18 de las Indias, colegidapor el obispo don Fray Bartolom de Las Casas o Casaus, dela orden de Santo Domingo, ao 1552.Argumento del presente eptomeTodas las cosas que han acaecido en las Indias, desde su maravillosodescubrimiento y del principio que a ellas fueron espaoles para estartiempo alguno, y despus, en el proceso adelante hasta los das deahora19, han sido tan admirables y tan no crebles en todo gnero aquiennolasvio20,queparecehaberaubladoypuestosilencioybastantes a poner olvido a todas cuantas por hazaosas que fuesenen los siglos pasados se vieron y oyeron en el mundo. Entre estas sonlas matanzas y estragos de gentes inocentes y despoblaciones depueblos, provincias y reinos que en ella se han perpetrado, y que todaslasotrasnodemenorespanto.Lasunasylasotrasrefiriendoadiversas personas que no las saban, y el obispo don Fray Bartolomde las Casas o Casaus, la vez que vino a la corte despus de fraile ainformar al Emperador nuestro seor (como quien todas bien vistohaba), y causando a los oyentes con la relacin de ellas una manerade xtasis y suspensin de nimos, fue rogado e importunado que de17 Crnicas de Indias: Texto completo. http://www.ciudadseva.com/textos/otros/brevisi.htm#1- Conel fin de agilizar el entendimiento y fluidez para la lectura, y su comprensin, hemos actualizado elvocabulario, de manera que algunos trminos se han modificado por su versin actual. (Nota de loseditores)18destruicin19 agora20 vido32Aproximacin crtica a la Historia de Colombia21 escripto22 cobdicia23facinorosas24auctoridad25 ponellaestas postreras pusiese algunas con brevedad por escrito21. l lo hizo,y viendo algunos aos despus muchos insensibles hombres que lacodicia22yambicinhahechodegenerardelserhombres,ysusfacinerosas23obras trado en reprobado sentido, que no contentos conlastraicionesymaldadesquehancometido,despoblandoconexquisitas especies de crueldad aquel orbe, importunaban al Rey porlicencia y autoridad24 para tornarlas a cometer y otras peores (si peorespudiesen ser), acord presentar esta suma, de lo que cerca de estoescribi, al Prncipe nuestro seor, para que Su Alteza fuese en quese les denegase; y parecile cosa conveniente ponerla25 en molde,porque Su Alteza la leyese con ms facilidad. Y esta es la razn delsiguiente eptome, o brevsima relacin.FINDELARGUMENTO33en el Bicentenario de su IndependenciaPRLOGODel obispo Fray Bartolom de las Casas o Casaus para el muyalto y muy poderoso seor el Prncipe de las Espaas, don Felipe,nuestroseorMuy alto y26 muy poderoso seor:Como la Providencia Divina tenga ordenado en su mundo que paradireccin y comn utilidad del linaje humano se constituyesen, en losReinos y pueblos, Reyes, como padres y pastores (segn los nombraHomero),y,porconsiguiente,seanlosmsnoblesygenerososmiembros de las Repblicas, ninguna duda de la rectitud de sus nimosrealessetiene,oconrectaraznsedebetener,quesialgunosdefectos, nocumentos y males se padecen en ellas, no ser otra lacausa sino carecer los reyes de la noticia de ellos. Los cuales, si lesconstasen,consumoestudioyvigilantesolerciaextirparan.Estoparece haber dado a entender la divina Escritura27 de los proverbiosdeSalomn.Rexquisedetinsolioiudicit,dissipatomnemalumintuitu suo. Porque de la innata y natural virtud del rey, as se supone,convieneasaber,quelanoticiasoladelmaldesureinoesbastantsima, para que lo disipe, y que ni por un momento solo, encuanto en s fuere, lo pueda sufrir.Considerando, pues, yo (muy poderoso seor), los males e daos,perdicin e jacturas (de los cuales nunca otros iguales ni semejantesse imaginaron poderse por hombres hacer) de aquellos tantos y tangrandes e tales reinos, y, por mejor decir, de aquel vastsimo e nuevomundo de las Indias, concedidos y encomendados por Dios y por suIglesia a los reyes de Castilla para que se los rigiesen e gobernasen,convirtiesen e prosperasen temporal y espiritualmente, como hombreque por cincuenta aos y ms de experiencia, siendo en aquellastierras presente los he visto cometer; que, constndole a Vuestra Alteza26 e27 Escriptura34Aproximacin crtica a la Historia de Colombiaalgunas particulares hazaas de ellos, no podra contenerse de suplicara Su Majestad con instancia importuna que no conceda ni permita lasque los tiranos inventaron, prosiguieron y han cometido [que] llamanConquistas, en las cuales, si se permitiesen, han de tornarse a hacer,pues de s mismas (hechas contra aquellas indianas gentes, pacficas,humildes y mansas que a nadie ofenden), son inicuas, tirnicas y portoda ley natural, divina y humana, condenadas, detestadas e malditas;deliber, por no ser reo, callando, de las perdiciones de nimas ecuerpos infinitas que los tales perpetraran, poner en molde algunas emuy pocas que los das pasados coleg de innumerables, que converdad podra referir, para que con ms facilidad Vuestra Alteza laspueda leer.Y puesto que el arzobispo de Toledo, maestro de Vuestra Alteza, siendoobispo de Cartagena me las pidi e present a Vuestra Alteza, peroporloslargoscaminosdemarydetierraqueVuestraAltezahaemprendido, y ocupaciones frecuentes reales que ha tenido, puedehaber sido que, o Vuestra Alteza no las ley o que ya olvidadas lastiene,yelansiatemerariaeirracionaldelosquetienenpornadaindebidamentederramartaninmensacopiadehumanasangreedespoblar de sus naturales moradores y poseedores, matando milcuentosdegentes,aquellastierrasgrandsimas,erobarincomparables tesoros, crece cada hora importunando por diversasvas e varios fingidos colores, que se les concedan o permitan lasdichas Conquistas (las cuales no se les podran conceder sin violacinde la ley natural e divina, y, por consiguiente, gravsimos pecadosmortales, dignos de terribles y eternos suplicios), tuve por convenienteservir a Vuestra Alteza con este sumario brevsimo, de muy difusahistoria,quedelosestragoseperdicionesacaecidassepodraydebera componer.SuplicoaVuestra Altezaloreciba28eleaconlaclemenciaerealbenignidadquesuelelasobrasdesuscriadosyservidoresquepuramente, por slo el bien pblico e prosperidad del estado real,servir desean. Lo cual visto, y entendida la deformidad de la injusticiaqueaaquellasgentesinocentessehace,destruyndolasydespedazndolas sin haber causa ni razn justa para ello, sino por28resciba35en el Bicentenario de su Independenciasolalacodiciaeambicindelosquehacertannefariasobraspretenden, Vuestra Alteza tenga por bien de con eficacia suplicar epersuadir a Su Majestad que deniegue a quien las pidiere tan nocivasydetestablesempresas,antespongaenestademandainfernalperpetuosilencio,contantoterror,queningunoseaosadodesdeadelante ni aun solamente se las nombrar.Cosa es esta (Muy Alto Seor) convenientsima e necesaria para quetodo el estado de la corona real de Castilla, espiritual y temporalmente,Dios lo prospere e conserve y haga bienaventurado. Amn.BrevsimarelacindeladestruccindelasIndiasDescubrironse las Indias en el ao de mil y cuatrocientos y noventa ydos. Furonse a poblar el ao siguiente de cristianos espaoles, pormanera que ha cuarenta e nueve aos que fueron a ellas cantidad deespaoles; e la primera tierra donde entraron para hecho de poblarfue la grande y felicsima isla Espaola, que tiene seiscientas leguasen torno. Hay otras muy grandes e infinitas islas alrededor, por todaslas partes della, que todas estaban e las vimos las ms pobladas ellenas de naturales gentes, indios dellas, que puede ser tierra pobladaen el mundo. La tierra firme, que est de esta isla por lo ms cercanodoscientas e cincuenta leguas, pocas ms, tiene de costa de marms de diez mil leguas descubiertas, e cada da se descubren ms,todas llenas como una colmena de gentes en lo que hasta el ao decuarentaeunosehadescubierto,queparecequepusoDiosenaquellas tierras todo el golpe o la mayor cantidad de todo el linajehumano.Todas estas universas e infinitas gentes a todo gnero cri Dios losms simples, sin maldades ni dobleces, obedientsimas y fidelsimasa sus seores naturales e a los cristianos a quien sirven; ms humildes,ms pacientes, ms pacficas e quietas, sin rencillas ni bullicios, norijosos, no querulosos, sin rencores, sin odios, sin desear venganzas,que hay en el mundo. Son asimismo las gentes ms delicadas, flacasy tiernas en complisin e que menos pueden sufrir trabajos y que msfcilmente mueren de cualquiera enfermedad, que ni hijos de prncipese seores entre nosotros, criados en regalos e delicada vida, no sonms delicados que ellos, aunque sean de los que entre ellos son delinaje de labradores.36Aproximacin crtica a la Historia de ColombiaSontambingentespauprrimasyquemenosposeenniquierenposeer de bienes temporales; e por esto no soberbias, no ambiciosas,no codiciosas. Su comida es tal, que la de los sanctos padres en eldesierto no parece haber sido ms estrecha ni menos deleitosa nipobre.Susvestidos,comnmente,sonencueros,cubiertassusvergenzas, e cuando mucho cbrense con una manta de algodn,que ser como vara y media o dos varas de lienzo en cuadra. Suscamas son encima de una estera, e cuando mucho, duermen en unascomo redes colgadas, que en lengua de la isla Espaola llamabanhamacas.Son eso mesmo de limpios e desocupados e vivos entendimientos,muycapacesedcilesparatodabuenadoctrina;aptsimospararecebirnuestrasanctafecatlicaeserdotadosdevirtuosascostumbres, e las que menos impedimentos tienen para esto, queDios cri en el mundo. Y son tan importunas desque una vez comienzana tener noticia de las cosas de la fe, para saberlas, y en ejercitar lossacramentos de la Iglesia y el culto divino, que digo verdad que hanmenester los religiosos, para sucrillos, ser dotados por Dios de donmuy sealado de paciencia; e, finalmente, yo he odo decir a muchosseglares espaoles de muchos aos ac e muchas veces, no pudiendonegar la bondad que en ellos ven: Cierto estas gentes eran las msbienaventuradas del mundo si solamente conocieran a Dios.37en el Bicentenario de su IndependenciaLASRUINASDEINDIAS29LaEdaddeOro Jos MartNo habra poema ms triste y hermoso que el que se puede sacar dela historia americana. No se puede leer sin ternura, y sin ver comoflores y plumas por el aire, uno de esos buenos libros viejos forradosde pergamino, que hablan de la Amrica de los indios, de sus ciudadesydesusfiestas,delmritodesusartesydelagraciadesuscostumbres.Unosvivanaisladosysencillos,sinvestidosysinnecesidades, como pueblos acabados de nacer; y empezaban a pintarsus figuras extraas en las rocas de la orilla de los ros, donde es mssolo el bosque, y el hombre piensa ms en las maravillas del mundo.Otros eran pueblos de ms edad, y vivan en tribus, en aldeas de caaso de adobes, comiendo lo que cazaban y pescaban, y peleando consus vecinos. Otros eran ya pueblos hechos, con ciudades de cientocuarenta mil casas, y palacios adornados de pinturas de oro, y grancomercioenlascallesyenlasplazas,ytemplosdemrmolconestatuas gigantescas de sus dioses. Sus obras no se parecen a lasde los dems pueblos, sino como se parece un hombre a otro. Ellosfueroninocentes,supersticiososyterribles.Ellosimaginaronsugobierno, su religin, su arte, su guerra, su arquitectura, su industria,su poesa. Todo lo suyo es interesante, atrevido, nuevo. Fue una razaartstica, inteligente y limpia. Se leen como una novela las historias delos nhuatles y mayas de Mxico, de los chibchas de Colombia, delos cumanagotos de Venezuela, de los quechuas del Per, de losaimaraes de Bolivia, de los charras del Uruguay, de los araucanosde Chile.El quetzal es el pjaro hermoso de Guatemala, el pjaro de verdebrillante con la larga pluma, que se muere de dolor cuando cae cautivo,o cuando se le rompe o lastima la pluma de la cola. Es un pjaro que29 Tomado de: http://www.josemarti.cu/files/EOII5.pdf38Aproximacin crtica a la Historia de Colombiabrilla a la luz, como las cabezas de los colibres, que parecen piedraspreciosas, o joyas de tornasol, que de un lado fueran topacio, y deotro palo, y de otra amatista. Y cuando se lee en los viajes de LePlongeon los cuentos de los amores de la princesa maya Ara, que noquiso querer al prncipe Aak porque por el amor de Ara mat a suhermano Chaak; cuando en la historia del indio Ixtlilxochitl se ve vivir,elegantes y ricas, a las ciudades reales de Mxico, a Tenochtitln y aTexcoco; cuando en la Recordacin Florida del capitn Fuentes, o enlas Crnicas de Juarros, o en la Historia del conquistador Bernal Dazdel Castillo, o en los Viajes del ingls Toms Gage, andan como si lostuvisemos delante, en sus vestidos blancos y con sus hijos de la mano,recitandoversosylevantandoedificios,aquellosgentosdelasciudadesdeentonces,aquellossabiosdeChichn,aquellospotentadosdeUxmal,aquelloscomerciantesdeTuln,aquellosartfices de Tenochtitln, aquellos sacerdotes de Cholula, aquellosmaestros amorosos y nios mansos de Utatln, aquella raza fina queviva al sol y no cerraba sus casas de piedra, no parece que se lee unlibro de hojas amarillas, donde las eses son como efes y se usan conmucha ceremonia las palabras, sino que se ve morir a un quetzal, quelanza el ltimo grito al ver su cola rota. Con la imaginacin se vencosas que no se pueden ver con los ojos.Se hace uno de amigos leyendo aquellos libros viejos. All hay hroes,ysantos,yenamorados,ypoetas,yapstoles.AllsedescribenpirmidesmsgrandesquelasdeEgipto;yhazaasdeaquellosgigantes que vencieron a las fieras; y batallas de gigantes y hombres;y dioses que pasan por el viento echando semillas de pueblos sobreel mundo; y robos de princesas que pusieron a los pueblos a pelearhasta morir; y peleas de pecho a pecho, con bravura que no parecede hombres; y la defensa de las ciudades viciosas contra los hombresfuertes que venan de las tierras del Norte; y la vida variada, simpticay trabajadora de sus circos y templos, de sus canales y talleres, desustribunalesymercados.HayreyescomoelchichimecaNetzahualpilli, que matan a sus hijos porque faltaron a la ley, lo mismoque dej matar al suyo el romano Bruto; hay oradores que se levantanllorando, como el tlascalteca Xicotencatl, a rogar a su pueblo que nodejen entrar al espaol, como se levant Demstenes a rogar a losgriegos que no dejasen entrar a Filipo; hay monarcas justos comoNetzahualcoyotl, el gran poetarey de los chichimecas, que sabe, comoel hebreo Salomn, levantar templos magnficos al Creador del mundo,39en el Bicentenario de su Independenciay hacer con alma de padre justicia entre los hombres. Hay sacrificiosde jvenes hermosas a los dioses invisibles del cielo, lo mismo quelos hubo en Grecia, donde eran tantos a veces los sacrificios que nofue necesario hacer altar para la nueva ceremonia, porque el montnde cenizas de la ltima quema era tan alto que podan tender all a lasvctimas los sacrificadores; hubo sacrificios de hombres, como el delhebreo Abraham, que at sobre los leos a Isaac su hijo, para matarloconsusmismasmanos,porquecreyorvocesdelcieloquelemandaban clavar el cuchillo al hijo, cosa de tener satisfecho con estasangre a su Dios; hubo sacrificios en masa, como los haba en laPlaza Mayor, delante de los obispos y del rey, cuando la Inquisicin deEspaa quemaba a los hombres vivos, con mucho lujo de lea y deprocesin,yveanlaquemalasseorasmadrileasdesdelosbalcones.Lasupersticinylaignoranciahacenbrbarosaloshombres en todos los pueblos. Y de los indios han dicho ms de lojusto en estas cosas los espaoles vencedores, que exageraban oinventaban los defectos de la raza vencida, para que la crueldad conque la trataron pareciese justa y conveniente al mundo. Hay que leer ala vez lo que dice de los sacrificios de los indios el soldado espaolBernal Daz, y lo que dice el sacerdote Bartolom de las Casas. Eseesunnombrequesehadellevarenelcorazn,comoeldeunhermano. Bartolom de las Casas era feo y flaco, de hablar confuso yprecipitado, y de mucha nariz; pero se le vea en el fuego limpio de losojos el alma sublime.De Mxico trataremos hoy, porque las lminas son de Mxico. A Mxicolo poblaron primero los toltecas bravos, que seguan, con los escudosde caas en alto, al capitn que llevaba el escudo con rondelas de oro.Luego los toltecas se dieron al lujo; y vinieron del Norte con fuerza terrible,vestidos de pieles, los chichimecas brbaros, que se quedaron en elpas,ytuvieronreyesdegransabidura.Lospuebloslibresdelosalrededores se juntaron despus, con los aztecas astutos a la cabeza,y les ganaron el gobierno a los chichimecas, que vivan ya descuidadosyviciosos.Losaztecasgobernaroncomocomerciantes,juntandoriquezas y oprimiendo al pas; y cuando lleg Corts con sus espaoles,venci a los aztecas con la ayuda de los cien mil guerreros indios quese le fueron uniendo, a su paso por entre los pueblos oprimidos.Las armas de fuego y las armaduras de hierro de los espaoles noamedrentaron a los hroes indios; pero ya no quera obedecer a sus40Aproximacin crtica a la Historia de Colombiahroes el pueblo fantico, que crey que aquellos eran los soldadosdel dios Quetzalcoatl que los sacerdotes les anunciaban que volveradel cielo a libertarlos de la tirana. Corts conoci las rivalidades delos indios, puso en mal a los que se tenan celos, fue separando desus pueblos acobardados a los jefes, se gan con regalos o aterrcon amenazas a los dbiles, encarcel o asesin a los juiciosos y alos bravos; y los sacerdotes que vinieron de Espaa despus de lossoldados echaron abajo el templo del dios indio, y pusieron encima eltemplo de su dios. Y qu hermosa era Tenochtitln, la ciudad capital de los aztecas,cuando lleg a Mxico Corts! Era como una maana todo el da, y laciudad pareca siempre como en feria. Las calles eran de agua unas,y de tierra otras; y las plazas espaciosas y muchas; y los alrededoressembradosdeunagranarboleda.Porloscanalesandabanlascanoas, tan veloces y diestras como si tuviesen entendimiento; y habatantas a veces que se poda andar sobre ellas como sobre la tierrafirme. En unas venan frutas, y en otras flores, y en otras jarros y tazas,ydemscosasdelaalfarera.Enlosmercadoshervalagente,saludndose con amor, yendo de puesto en puesto, celebrando al reyo diciendo mal de l, curioseando y vendiendo. Las casas eran deadobe, que es el ladrillo sin cocer, o de calicanto, si el dueo era rico.Y en su pirmide de cinco terrazas se levantaba por sobre toda laciudad, con sus cuarenta templos menores a los pies, el templo magnode Huitzilopochtli, de bano y jaspes, con mrmol como nubes y concedros de olor, sin apagar jams, all en el tope, las llamas sagradasde sus seiscientos braseros. En las calles, abajo, la gente iba y vena,en sus tnicas cortas y sin mangas, blancas o de colores, o blancas ybordadas, y unos zapatos flojos, que eran como sandalias de botn.Por una esquina sala un grupo de nios disparando con la cerbatanasemillas de fruta, o tocando a comps en sus pitos de barro, de caminopara la escuela, donde aprendan oficios de mano, baile y canto, consus lecciones de lanza y flecha, y sus horas para la siembra y el cultivo:porque todo hombre ha de aprender a trabajar en el campo, a hacerlas cosas con sus propias manos, y a defenderse. Pasaba un seorncon un manto largo adornado de plumas, y su secretario al lado, quele iba desdoblando el libro acabado de pintar, con todas las figuras ysignos del lado de adentro, para que al cerrarse no quedara lo escritode la parte de los dobleces. Detrs del seorn venan tres guerreroscon cascos de madera, uno con forma de cabeza de serpiente, y otro41en el Bicentenario de su Independenciade lobo, y otro de tigre, y por afuera la piel, pero con el casco de modoque se les viese encima de la oreja las tres rayas que eran entoncesla seal del valor. Un criado llevaba en un jauln de carrizos un pjarode amarillo de oro, para la pajarera del rey, que tena muchas aves, ymuchos peces de plata y carmn en peceras de mrmol, escondidosen los laberintos de sus jardines. Otro vena calle arriba dando voces,para que abrieran paso a los embajadores que salan con el escudoatado al brazo izquierdo, y la flecha de punta a la tierra a pedir cautivosa los pueblos tributarios. En el quicio de su casa cantaba un carpintero,remendando con mucha habilidad una silla en figura de guila, quetena cada la guarnicin de oro y seda de la piel de venado del asiento.Iban otros cargados de pieles pintadas, parndose a cada puerta,por si les queran comprar la colorada o la azul, que ponan entoncescomo los cuadros de ahora, de adorno en las salas. Vena la viuda devuelta del mercado con el sirviente detrs, sin manos para sujetar todala compra de jarros de Cholula y de Guatemala; de un cuchillo deobsidiana verde, fino como una hoja de papel; de un espejo de piedrabruida, donde se vea la cara con ms suavidad que en el cristal; deuna tela de grano muy junto, que no perda nunca el color; de un pez deescamas de plata y de oro que estaban como sueltas; de una cotorrade cobre esmaltado, a la que se le iban moviendo el pico y las alas. Ose paraban en la calle las gentes, a ver pasar a los dos recin casados,con la tnica del novio cosida a la de la novia, como para pregonarque estaban juntos en el mundo hasta la muerte; y detrs les corra unchiquitn, arrastrando su carro de juguete. Otros hacan grupos paraor al viajero que contaba lo que vena de ver en la tierra brava de loszapotecas, donde haba otro rey que mandaba en los templos y en elmismo palacio real, y no sala nunca a pie, sino en hombros de lossacerdotes, oyendo las splicas del pueblo, que peda por su mediolos favores al que manda al mundo desde el cielo, y a los reyes en elpalacio, y a los otros reyes que andan en hombros de los sacerdotes.Otros, en el grupo de al lado, decan que era bueno el discurso en quecont el sacerdote la historia del guerrero que se enterr ayer, y quefue rico el funeral, con la bandera que deca las batallas que gan, ylos criados que llevaban en bandejas de ocho metales diferentes lascosas de comer que eran del gusto del guerrero muerto. Se oa entrelas conversaciones de la calle el rumor de los rboles de los patios yel ruido de las limas y el martillo. De toda aquella grandeza apenasquedan en el museo unos cuantos vasos de oro, unas piedras comoyugo, de obsidiana pulida, y uno que otro anillo labrado! Tenochtitln42Aproximacin crtica a la Historia de Colombiano existe. No existe Tuln, la ciudad de la gran feria. No existe Texcoco,el pueblo de los palacios. Los indios de ahora, al pasar por delantede las ruinas, bajan la cabeza, mueven los labios como si dijesen algo,y mientras las ruinas no les quedan atrs, no se ponen el sombrero.De ese lado de Mxico, donde vivieron todos esos pueblos de unamisma lengua y familia que se fueron ganando el poder por todo elcentro de la costa del Pacfico en que estaban los nhuatles, no queddespus de la Conquista una ciudad entera, ni un templo entero.De Cholula, de aquella Cholula de los templos, que dej asombrado aCorts,noquedanmsquelosrestosdelapirmidedecuatroterrazas, dos veces ms grande que la famosa pirmide de Cheops.En Xochicalco slo est en pie, en la cumbre de su eminencia llenadetnelesyarcos,eltemplodegranitocincelado,conlaspiezasenormes tan juntas que no se ve la unin, y la piedra tan dura que nose sabe ni con qu instrumento la pudieron cortar, ni con qu mquinala subieron tan arriba. EnCentla, revueltas por la tierra, se ven lasantiguas fortificaciones. El francs Charnay acaba de desenterrar enTula una casa de veinticuatro cuartos, con quince escaleras tan bellasy caprichosas, que dice que son obra de arrebatador inters. En laQuemada cubren el Cerro de los Edificios las ruinas de los bastimentosy cortinas de la fortaleza, los pedazos de las colosales columnas deprfido. Mitla era la ciudad de los zapotecas: en Mitla estn an entodasubeldadlasparedesdelpalaciodondeelprncipequeibasiempre en hombros vena a decir al rey lo que mandaba hacer desdeel cielo el dios que se cre a s mismo, el Pitao-Cozaana. Sostenanel techo las columnas de vigas talladas, sin base ni capitel, que no sehan cado todava, y que parecen en aquella soledad ms imponentesque las montaas que rodean el valle frondoso en que se levanta Mitla.De entre la maleza, alta como los rboles, salen aquellas paredes tanhermosas, todas cubiertas de las ms finas grecas y dibujos, sin curvaninguna, sino con rectas y ngulos compuestos con mucha gracia ymajestad.Pero las ruinas ms bellas de Mxico no estn por all, sino por dondevivieron los mayas, que eran gente guerrera y de mucho poder, y recibande los pueblos del mar visitas y embajadores. De los mayas de Oaxacaes la ciudad clebre de Palenque, con su palacio de muros fuertescubiertos de piedras talladas, que figuran hombres de cabeza de picocon la boca muy hacia afuera, vestidos de trajes de gran ornamento, y43en el Bicentenario de su Independencialacabezaconpenachosdeplumas.Esgrandiosalaentradadelpalacio, con las catorce puertas, y aquellos gigantes de piedra quehay entre una puerta y otra. Por dentro y fuera est el estuco que cubrela pared lleno de pinturas rojas, azules, negras y blancas. En el interiorest el patio, rodeado de columnas. Y hay un templo de la Cruz, quese llama as, porque en una de las piedras estn dos que parecensacerdotes a los lados de una como cruz, tan alta como ellos; sloque no es cruz cristiana, sino como la de los que creen en la religinde Buda, que tambin tiene su cruz. Pero ni el Palenque se puedecomparar a las ruinas de los mayas yucatecos, que son ms extraasy hermosas.Por Yucatn estuvo el imperio de aquellos prncipes mayas, que erande pmulos anchos, y frente como la del hombre blanco de ahora. EnYucatn estn las ruinas de Sayil, con su Casa Grande, de tres pisos,y con su escalera de diez varas de ancho. Est Labn, con aqueledificio curioso que tiene por cerca del techo una hilera de crneosde piedra, y aquella otra ruina donde cargan dos hombres una granesfera, de pie uno, y el otro arrodillado. En Yucatn est Izamal, dondese encontr aquella Cara Gigantesca, una cara de piedra de dos varasy ms. Y Kabah est all tambin, la Kabah que conserva un arco, rotopor arriba, que no se puede ver sin sentirse como lleno de gracia ynobleza.PerolasciudadesquecelebranloslibrosdelamericanoStephens, de Brasseur de Bourbourg y de Charnay, de Le Plongeon ysu atrevida mujer, del francs Nadaillac, son Uxmal y Chichn Itz, lasciudades de los palacios pintados, de las casas trabajadas lo mismoque el encaje, de los pozos profundos y los magnficos conventos.Uxmal est como a dos leguas de Mrida, que es la ciudad de ahora,celebrada por su lindo campo de henequn, y porque su gente es tanbuena que recibe a los extranjeros como hermanos. En Uxmal sonmuchas las ruinas notables, y todas, como por todo Mxico estn enlas cumbres de las pirmides, como si fueran los edificios de msvalor, que quedaron en pie cuando cayeron por tierra las habitacionesde fbrica ms ligera. La casa ms notable es la que llaman en loslibros del Gobernador, que es toda de piedra ruda, con ms de cienvaras de frente y trece de ancho, y con las puertas ceidas de un marcode madera trabajada con muy rica labor. A otra casa le dicen de lasTortugas, y es muy curiosa por cierto, porque la piedra imita una comoempalizada, con una tortuga en relieve de trecho en trecho. La Casade las Monjas s es bella de veras: no es una casa sola, sino cuatro,44Aproximacin crtica a la Historia de Colombiaque estn en lo alto de la pirmide. A una de las casas le dicen de laCulebra, porque por fuera tiene cortada en la piedra viva una serpienteenorme, que le da vuelta sobre vuelta a la casa entera: otra tiene cercadel tope de la pared una corona hecha de cabezas de dolos, perotodas diferentes y de mucha expresin, y arregladas en grupos queson de arte verdadero, por lo mismo que parecen como puestas allpor la casualidad; y otro de los edificios tiene todava cuatro de lasdiecisietetorresqueenotrotiempotuvo,ydelasquesevenlosarranques junto al techo, como la cscara de una muela cariada. Ytodava tiene Uxmal la Casa del Adivino, pintada de colores diferentes,y la Casa del Enano, tan pequea y bien tallada que es como una cajade China, de esas que tienen labradas en la madera centenares defiguras, y tan graciosa que un viajero la llama obra maestra de arte yelegancia, y otro dice que la Casa del Enano es bonita como unajoya.La ciudad de Chichn Itz es toda como la Casa del Enano. Es comoun libro de piedra. Un libro roto, con las hojas por el suelo hundidas enla maraa del monte, manchadas de fango, despedazadas. Estn portierra las quinientas columnas; las estatuas sin cabeza, al pie de lasparedes a medio caer; las calles, de la yerba que ha ido creciendo entantos siglos, estn tapiadas. Pero de lo que queda en pie, de cuantose ve o se toca, nada hay que no tenga una pintura finsima de curvasbellas, o una escultura noble, de nariz recta y barba larga. En las pinturasde los muros est el cuento famoso de la guerra de los dos hermanoslocos, que se pelearon por ver quin se quedaba con la princesa Ara:hay procesiones de sacerdotes, de guerreros, de animales que pareceque miran y conocen, de barcos con dos proas, de hombres de barbanegra, de negros de pelo rizado; y todo con el perfil firme, y el color tanfresco y brillante como si an corriera sangre por las venas de losartistas que dejaron escritas en jeroglficos y en pinturas la historia delpuebloqueechsusbarcosporlascostasyrosdetodoCentroamrica,ysupodeAsiaporelPacficoydefricaporelAtlntico. Hay piedra en que un hombre en pie enva un rayo desdesus labios entreabiertos a otro hombre sentado. Hay grupos y smbolosque parecen contar, en una lengua que no se puede leer con el alfabetoincompleto del obispo Landa, los secretos del pueblo que construyel Circo, el Castillo, el Palacio de las Monjas, el Caracol, el pozo delos sacrificios, lleno en lo hondo de una como piedra blanca, que acasoes la ceniza endurecida de los cuerpos de las vrgenes hermosas,45en el Bicentenario de su Independenciaque moran en ofrenda a su dios, sonriendo y cantando, como moranpor el dios hebreo en el circo de Roma las vrgenes cristianas, comomora por el dios egipcio, coronada de flores y seguida del pueblo, lavirgen ms bella, sacrificada al agua del ro Nilo. Quin trabaj comoel encaje las estatuas de Chichn Itz? Adnde ha ido, adnde, elpueblofuerteygraciosoqueidelacasaredondadelCaracol;lacasita tallada del Enano, la culebra grandiosa de la Casa de las Monjasen Uxmal? Qu novela tan linda la historia de Amrica!46Aproximacin crtica a la Historia de Colombia47en el Bicentenario de su IndependenciaELPROBLEMADELINDIO30Jos Carlos MariteguiLima 1928SUNUEVOPLANTEAMIENTOTodas las tesis sobre el problema indgena, que ignoran o eluden astecomoproblemaeconmicosocial,sonotrostantosestrilesejerciciosteorticos-yavecessloverbales-condenadosaunabsoluto descrdito. No las salva a algunas su buena fe. Prcticamente,todas no han servido sino para ocultar o desfigurar la realidad delproblema. La crtica socialista lo descubre y esclarece, porque buscasuscausasenlaeconomadelpasynoensumecanismoadministrativo, jurdico o eclesistico, ni en su dualidad o pluralidadderazas,niensuscondicionesculturalesymorales.Lacuestinindgena arranca de nuestra economa. Tiene sus races en el rgimende propiedad de la tierra. Cualquier intento de resolverla con medidasde administracin o polica, con mtodos de enseanza o con obrasdevialidad,constituyeuntrabajosuperficialoadjetivo,mientrassubsista la feudalidad de los gamonales3130 Tomado de: Maritegui, Jos Carlos: Siete ensayos de interpretacin de la realidad peruana, CasadelasAmricas,LaHabana,1963.http://www.patriagrande.net/peru/jose.carlos.mariategui/el.problema.del.indio.htm31 En el prlogo de Tempestad en los Andes de Valcrcel, vehemente y beligerante evangelio indigenista,he explicado as mi punto de vista. La fe en el resurgimiento indgena no proviene de un procesode occidentalizacin material de la tierra quechua. No es la civilizacin, no es el alfabeto delblanco,loquelevantaelalmadelindio.Eselmito,eslaideadelarevolucinsocialista.Laesperanza indgena es absolutamente revolucionaria. El mismo mito, la misma idea, son agentesdecisivos del despertar de otros viejos pueblos, de otras viejas razas en colapso: hindes, chinos,etc. La historia universal tiende hoy como nunca a regirse por el mismo cuadrante. Por qu ha deser el pueblo incaico, que construy el ms desarrollado y armnico sistema comunista, el nicoinsensible a la emocin mundial? La consanguinidad del movimiento indigenista con las corrientesrevolucionarias mundiales es demasiado evidente para que precise documentarla. Yo he dicho yaque he llegado al entendimiento y a la valorizacin justa de lo indgena por la va del socialismo. Elcaso de Valcrcel demuestra lo exacto de mi experiencia personal. Hombre de diversa formacinintelectual, influido por sus gustos tradicionalistas, orientado por distinto gnero de sugestiones yestudios, Valcrcel resuelve polticamente su indigenismo en socialismo. En este libro nos dice,entre otras cosas, que el proletariado indgena espera su Lenin. No sera diferente el lenguaje deun marxista.48Aproximacin crtica a la Historia de ColombiaEl gamonalismo invalida inevitablemente toda ley u ordenanza deproteccin indgena. El hacendado, el latifundista, es un seor feudal.Contrasuautoridad,sufragadaporelambienteyelhbito,esimpotente la ley escrita. El trabajo gratuito est prohibido por la ley,La reivindicacin indgena carece de concrecin histrica mientras se mantiene en un plano filosficoo cultural. Para adquirirla -esto es, para adquirir realidad, corporeidad-, necesita convertirse enreivindicacin econmica y poltica. El socialismo nos ha enseado a plantear el problema indgenaen nuevos trminos. Hemos dejado de considerarlo abstractamente como problema tnico o moralpara reconocerlo concretamente como problema social, econmico y poltico. Y entonces lo hemossentido, por primera vez, esclarecido y demarcado.Losquenohanrototodavaelcercodesueducacinliberalburguesay,colocndoseenunaposicin abstractista y literaria, se entretienen en barajar los aspectos raciales del problema, olvidanque la poltica y, por tanto la economa, lo dominan fundamentalmente. Emplean un lenguajepseudoidealista para escamotear la realidad disimulndola bajo sus atributos y porque a los efectosinmediatosdesteescaparaunacomplejamultituddecostumbresyviciosqueslopuedentransformarse a travs de una evolucin lenta y normal.Lahistoria,afortunadamente,resuelvetodaslasdudasydesvanecetodoslosequvocos.LaConquistafueunhechopoltico.Interrumpibruscamenteelprocesoautnomodelanacinquechua, pero no implic una repentina sustitucin de las leyes y costumbres de los nativos por losConquistadores. Sin embargo, ese hecho poltico abri, en todos los rdenes de cosas, as espiritualescomo materiales, un nuevo perodo. El cambio de rgimen bast para mudar desde sus cimientosla vida del pueblo quechua. La Independencia fue otro hecho poltico. Tampoco correspondi a unaradical transformacin de la estructura econmica y social del Per; pero inaugur, no obstante,otro perodo de nuestra historia, y si no mejor prcticamente la condicin del indgena, por nohaber tocado casi la infraestructura econmica colonial, cambi su situacin jurdica, y franque elcamino de su emancipacin poltica y social. Si la Repblica no sigui este camino, la responsabilidadde la omisin corresponde exclusivamente a la clase que usufructu la obra de los libertadores tanrica potencialmente en valores y principios creadores.El problema indgena no admite ya la mistificacin a que perpetuamente lo ha sometido una turbade abogados y literatos, consciente o inconscientemente mancomunados con los intereses de lacasta latifundista. La miseria moral y material de la raza indgena aparece demasiado netamentecomo una simple consecuencia del rgimen econmico y social que sobre ella pesa desde hacesiglos. Este rgimen sucesor de la feudalidad colonial, es el gamonalismo. Bajo su imperio, no sepuede hablar seriamente de redencin del indio.El trmino gamonalismo no designa slo una categora social y econmica: la de los latifundistaso grandes propietarios agrarios. Designa todo un fenmeno. El gamonalismo no est representadosloporlosgamonalespropiamentedichos.Comprendeunalargajerarquadefuncionarios,intermediarios, agentes, parsitos, etc. El indio analfabeto se transforma en un explotador de supropiarazaporqueseponealserviciodelgamonalismo.ElfactorcentraldelfenmenoeslahegemonadelagranpropiedadsemifeudalenlapolticayelmecanismodelEstado.Porconsiguiente, es sobre este factor sobre el que se debe actuar si se quiere atacar en su raz un maldel cual algunos se empean en no contemplar sino las expresiones episdicas o subsidiarias.Esa liquidacin del gamonalismo, o de la feudalidad, poda haber sido realizada por la repblicadentro de los principios liberales y capitalistas. Pero por las razones que llevo ya sealadas estosprincipios no han dirigido efectiva y plenamente nuestro proceso histrico. Saboteados por lapropia clase encargada de aplicarlos, durante ms de un siglo, han sido impotentes para redimir alindio de una servidumbre que constitua un hecho absolutamente solidario con el de la feudalidad.No es el caso de esperar que hoy, que estos principios estn en crisis en el mundo, adquieranrepentinamente en el Per una inslita vitalidad creadora.49en el Bicentenario de su Independenciasin embargo, el trabajo gratuito, y aun el trabajo forzado, sobrevivenen el latifundio. El juez, el subprefecto, el comisario, el maestro, elrecaudador, estn enfeudados a la gran propiedad. La ley no puedeprevalecer contra los gamonales. El funcionario que se obstinase enimponerla, sera abandonado y sacrificado por el poder central cercadel cual son siempre omnipotentes las influencias del gamonalismo,que actan directamente o a travs del parlamento, por una y otra vacon la misma eficacia.El nuevo examen del problema indgena, por esto, se preocupa muchomenosdeloslineamientosdeunalegislacintutelarquedelasconsecuencias del rgimen de propiedad agraria. El estudio del Dr.Jos A. Encinas (Contribucin a una legislacin tutelar indgena) iniciaen1918estatendencia,quedeentoncesahoynohacesadodeacentuarse32. Pero, por el carcter mismo de su trabajo, el Dr. Encinasnopodaformularenlunprogramaeconmicosocial.Susproposiciones, dirigidas a la tutela de la propiedad indgena, tenanquelimitarseaesteobjetivojurdico.Esbozandolasbasesdelhomesteadindgena,elDr.EncinasrecomiendaladistribucindetierrasdelEstadoydelaIglesia.NomencionaabsolutamentelaEl pensamiento revolucionario, y aun el reformista, no puede ser ya liberal sino socialista. Elsocialismo aparece en nuestra historia no por una razn de azar, de imitacin o de moda, comoespritus superficiales suponen, sino como una fatalidad histrica. Y sucede que mientras, de unlado,losqueprofesamoselsocialismopropugnamoslgicamenteycoherentementelareorganizacindelpassobrebasessocialistasy-constatandoqueelrgimeneconmicoypoltico que combatimos se ha convertido gradualmente en una fuerza de colonizacin del paspor los capitalismos imperialistas extranjeros-, proclamamos que ste es un instante de nuestrahistoria que no es posible ser efectivamente nacionalista y revolucionario sin ser socialista, deotro lado, no existe en el Per, como no ha existido nunca, una burguesa progresista, con sentidonacional, que se profese liberal y democrtica y que inspire su poltica en los postulados de sudoctrina.consecuencias.Oponenaladialcticarevolucionariaunconfusogalimatascrtico,conforme al cual la solucin del problema indgena no puede partir de una reforma o hechopoltico32 Gonzlez Prada, que ya en uno de sus primeros discursos de agitador intelectual, haba dicho queformaban el verdadero Per los millones de indios en los valles andinos, en el captulo Nuestrosindios incluido en la ltima edicin de Horas de Lucha, tiene juicios que lo sealan como elprecursor de una nueva conciencia social: Nada cambia ms pronto ni ms radicalmente lapsicologa del hombre que la propiedad: al sacudir la esclavitud del vientre, crece en cien palmos.Con slo adquirir algo el individuo asciende algunos peldaos en la escala social, porque lasclases se reducen a los grupos clasificados por el monto de la riqueza. A la inversa del globoaerosttico, sube ms el que ms pesa. Al que diga: la escuela, respndasele: la escuela y el pan.La cuestin del indio, ms que pedaggica, es econmica, es social.50Aproximacin crtica a la Historia de Colombiaexpropiacin de los gamonales latifundistas. Pero su tesis se distinguepor una reiterada acusacin de los efectos del latifundismo, que saleinapelablemente condenado de esta requisitoria33, que en cierto modopreludia la actual crtica econmica social de la cuestin del indio.Esta crtica repudia y descalifica las diversas tesis que consideran lacuestincomounouotrodelossiguientescriteriosunilateralesyexclusivos:administrativo,jurdico,tnico,moral,educacional,eclesistico.La derrota ms antigua y evidente es, sin duda, la de los que reducenla proteccin de los indgenas a un asunto de ordinaria administracin.Desde los tiempos de la legislacin colonial espaola, las ordenanzassabias y prolijas, elaboradas despus de concienzudas encuestas,se revelan totalmente infructuosas. La fecundidad de la Repblica,desdelasjornadasdelaIndependencia,endecretos,leyesyprovidencias encaminados a amparar a los indios contra la exacciny el abuso, no es de las menos considerables. El gamonal de hoy,como el encomendero de ayer, tiene sin embargo muy poco quetemer de la teora administrativa. Sabe que la prctica es distinta.ElcarcterindividualistadelalegislacindelaRepblicahafavorecido,incuestionablemente,laabsorcindelapropiedadindgena por el latifundismo. La situacin del indio, a este respecto,estaba contemplada con mayor realismo por la legislacin espaola.Pero la reforma jurdica no tiene ms valor prctico que la reformaadministrativa,frenteaunfeudalismointactoensuestructuraeconmica. La apropiacin de la mayor parte de la propiedad comunale individual indgena esta ya cumplida. La experiencia de todos los33SostenerlacondicineconmicadelindioescribeEncinas-eselmejormododeelevarsucondicin social. Su fuerza econmica se encuentra en la tierra, all se encuentra toda su actividad.Retirarlo de la tierra es variar, profunda y peligrosamente, ancestrales tendencias de la raza. No haycomo el trabajo de la tierra para mejorar sus condiciones econmicas. En ninguna otra parte, ni enninguna otra forma puede encontrar mayor fuente de riqueza como en la tierra. (Contribucin auna legislacin tutelar indgena, p. 39). Encinas, en otra parte dice: Las instituciones jurdicasrelativas a la propiedad tienen su origen en las necesidades econmicas. Nuestro cdigo civil noest en armona con los principios econmicos, porque es individualista en lo que se refiere a lapropiedad. La ilimitacin del derecho de propiedad ha creado el latifundio con detrimento de lapropiedad indgena. La propiedad del suelo improductivo ha creado la enfeudacin de la raza y sumiseria (p. 13).51en el Bicentenario de su Independenciapases que han salido de su evo-feudal, nos demuestra, por otra parte,que sin la disolucin del feudo no ha podido funcionar, en ningunaparte, un derecho liberal.La suposicin de que el problema indgena es un problema tnico, senutre del ms envejecido repertorio de ideas imperialistas. El conceptodelasrazasinferioressirvialOccidenteblancoparasuobradeexpansin y Conquista. Esperar la emancipacin indgena de un activocruzamientodelarazaaborigenconinmigrantesblancos,esunaingenuidad antisociolgica, concebible slo en la mente rudimentariade un importador de carneros merinos. Los pueblos asiticos, a loscualesnoesinferiorenunpiceelpuebloindio,hanasimiladoadmirablemente la cultura occidental, en lo que tiene de ms dinmicoy creador, sin transfusiones de sangre europea. La degeneracin delindio peruano es una barata invencin de los leguleyos de la masafeudal.La tendencia a considerar el problema indgena como un problemamoral, encarna una concepcin liberal, humanitaria, ochocentista34,iluminista, que en el orden poltico de Occidente anima y motiva lasligas de los Derechos del Hombre. Las conferencias y sociedadesantiesclavistas,queenEuropahandenunciadomsomenosinfructuosamente los crmenes de los colonizadores, nacen de estatendencia, que ha confiado siempre con exceso en sus llamamientosal sentido moral de la civilizacin. Gonzlez Prada no se encontrabaexento de su esperanza cuando escriba que la condicin del indgenapuede mejorar de dos maneras: o el corazn de los opresores seconduele al extremo de reconocer el derecho de los oprimidos, o elnimodelosoprimidosadquierelavirilidadsuficienteparaescarmentar a los opresores35. La Asociacin Pro-Indgena (1909-1917) represent, ante todo, la misma esperanza, aunque su verdaderaeficacia estuviera en los fines concretos e inmediatos de defensa delindio que le asignaron sus directores, orientacin que debe mucho,seguramente,alidealismoprctico,caractersticamentesajn,de34 Dieciochesca? (N del compilador)35 Gonzlez Prada, Horas de Lucha, 2da. Edicin. Nuestros indios.52Aproximacin crtica a la Historia de ColombiaDora Mayer36. El experimento est ampliamente cumplido, en el Pery en el Mundo. La prdica humanitaria no ha detenido ni embarazadoen Europa el imperialismo ni ha bonificado sus mtodos. La luchacontra el imperialismo, no confa ya sino en la solidaridad y en la fuerzade los movimientos de emancipacin de las masas coloniales. EsteconceptopresideenlaEuropacontemporneaunaaccinantiimperialista, a la cual se adhieren espritus liberales como AlbertEinstein y Romain Rolland, y que por tanto no puede ser consideradade exclusivo carcter socialista.En el terreno de la razn y la moral, se situaba hace siglos, con mayorenerga, o al menos mayor autoridad, la accin religiosa. Esta cruzadano obtuvo, sin embargo, sino leyes y providencias muy sabiamenteinspiradas. La suerte de los indios no vari sustancialmente. GonzlezPrada, que como sabemos no consideraba estas cosas con criteriopropiaosectariamentesocialistas,buscalaexplicacindeestefracaso en la entraa econmica de la cuestin: No poda sucederde otro modo: oficialmente se ordenaba la explotacin; se pretendaque humanamente se cometieran iniquidades o equitativamente seconsumaran injusticias. Para extirpar los abusos, habra sido necesarioabolir los repartimientos y las mitas, en dos palabras, cambiar todo elrgimenColonial.Sinlasfaenasdelindioamericanosehabranvaciado las arcas del tesoro espaol37. Ms evidentes posibilidadesde xito que la prdica liberal tena, con todo, la prdica religiosa.Esta apelaba al exaltado y operante catolicismo espaol mientras que36 Dora Mayer de Zulen resume as el carcter del experimento