Recuperación sendero mlt ok final 2

Extracto del Proyecto: «Entre dos orillas, Guayadeque»

Página 1 Manuel J. Sancho

º

La «Ruta de los Lagares»©

Inmersión Etnográfica en el Barranco de Guayadeque



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Salvo las fotografías que se indican con su autoría, la TOTALIDAD de este documento es propiedad intelectual de Manuel J. Sancho,

fruto de la investigación documental, oral y de campo llevada a cabo por el autor, conjuntamente con Vicente Espino Guedes y otros

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Como «Senderismo de Investigación» en el Barranco de Guayadeque, esta información es exclusivamente de carácter documental. El

autor declina cualquier responsabilidad en el seguimiento de esta ruta, así como de sus consecuencias. Entiende el autor que el lector, como

senderista potencial, acepta y asume con «consentimiento informado» TODA su responsabilidad en la realización de este recorrido.

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Introducción – Ruta Temática

Un reducido grupo de personas, durante cuatro años (y aún continuamos en esta tarea) hemos estado recorriendo el interior del

Barranco de Guayadeque para recuperar sus vías de comunicación: caminos, sendas, pasos y veredas, así como su denominación popular.

Antiguo Sendero a El Surco

Una ingente tarea de investigación en el terreno con el respaldo de las escasas fuentes orales que quedan en el interior de Guayadeque.

Fruto de esta labor, encontramos «otro» patrimonio etnográfico que pretendemos dar a conocer «parcialmente» como una pieza

independiente del proyecto principal: «Entre dos orillas, Guayadeque».

Lo que inicialmente era una simple ruta de senderismo, se convirtió en un desarrollo de otro nivel, al que se le incorporaron eras,

fuentes, lagares, molinos,… que nos han sugerido esta Ruta Temática para poner en valor el sector superior de Montaña de las Tierras.



El recorrido en cuestión, asequible al gran público, le hemos denominado: «La Ruta de los Lagares»© para recordar el aislamiento de los

núcleos de su población, revivir la dureza de la vida en Guayadeque y la nostalgia de otra época.

Montaña de las Tierras desde el Cuchillón de los Marteles. Foto: Moisés Miguel González (2012)



Antecedentes y Testimonios Orales

No es fácil encontrar referencias escritas sobre el vino en el Barranco de Guayadeque, alguna cita suelta, como la de Antonio de la Nuez

Caballero (1948):

Y la del «Pregón de las Fiestas de Guayadeque», de Fernando Díaz Cutillas, publicada en el Eco de Canarias, el 22 de Agosto de 1976,

Pag. 20, que dice,…

Esta referencia testimonial de Nanino es de gran valor y la hemos verificado con el siguiente resultado:

1 Sepultado en el derrumbe de 1987. Identificado.

2 Desaparecido por reformas en el Restaurante «El Centro».

3 Desconocido. La Fedac identifica una Bodega en esta zona.

4 Desconocido.

5 Localizado, en ruinas.

6 Localizado junto al Peñón de la Ventana, cerca del camino de Las Haciendas.

7 Este es el del Sendero del Cauce, ampliamente conocido.

La obra «Trapera – Aportación a la Historia de Ingenio» de José Sánchez Sánchez (1987) también incluye algunos datos sobre el vino en

Guayadeque y La Toponimia del Ingenio de Rafael Sánchez Valerón (2007) también tiene múltiples referencias a la cultura del vino.

«Y mas apergominado el recuerdo de aquel Guayadeque que tiene, para nosotros, memoria

de generosos vinos y de euforbias verdes-grises entre cráneos de primitivos canarios».

« En las fiestas de 1976 no podrán degustarse los antaño exquisitos vinos de los lagares de Cueva Bermeja1 ,

Puntón del Escribano2, Cuevas Muchas3, Las Parras4, Hoyas Quemadas5, La Hacienda6 o Las Cabezadas7.»



Cauce Medio del Barranco de Guayadeque – Cueva Labrada



De los escasos testimonios orales que hemos obtenido, muchos de ellos son de transmisión familiar como el de Jacinto Estupiñán Díaz

(fallecido en 2010 a los 94 años), que en los años veinte del pasado siglo, recuerda el tránsito de «mulas y burros con barricas» que vio bajar,

siendo muy joven, por el Barranco de Guayadeque,… (recopilado por Juan Espino Guedes)

También el de José Cazorla López (de 85 años) que rememora estos transportes de barricas barranco abajo cuando aún no existía la

carretera. Su hijo, Rafael conserva la vivienda familiar junto al Camino Real de Cueva Bermeja a Temisas, y también nos acredita la existencia

de un lagar con tres pocetas (la tercera para residuos) que fue sepultada en el último desprendimiento de 1987 en Cueva Bermeja,

afortunadamente sin víctimas.

Sobre él fue diseñado el actual camino real (de cemento) a Temisas, ignorando su entidad que permanece bajo tierra hasta que algún

organismo oficial quiera rescatarlo. Esperamos que este dato y sus coordenadas GPS: 28R 3089768 N 452656 E, permitan en un futuro,

desenterrar este BIC que es parte de la cultura del vino en el Barranco de Guayadeque.

Nuestro cometido ha sido identificar estos bienes de valor etnográfico y geoposicionarlos mediante GPS, obtener información oral,

contrastarla y recuperar parte de la toponimia asociada a los mismos.

Colaboración Especial para «La «Ruta de los Lagares»© – Turcón – Ecologistas en Acción



Aprovechando la infraestructura existente generamos la Ruta de los Lagares partiendo de una de las cabeceras del Barranco de

Guayadeque en la Caldera de los Marteles, punto de comienzo de este recorrido.

Se desciende por el Camino de la Caldera hasta Los Morrillos, roques de formación volcánica que resaltan en el paisaje junto a una

finca privada vallada, y probablemente «reloj solar» en esta zona. El camino nos conduce por el margen izquierdo del Barranquillo de la

Caldera a una pista de tierra, que enlaza con el «tradicional» Camino del Cauce. Existe una alternativa de este mismo sendero, algo más

confusa, que nos permite visitar las dos eras de Los Morrillos, que de nuevo, se incorpora a la pista citada.

Los Morrillos, en la cabecera del Bco. de Guayadeque con sus dos Eras



Disfrutamos del descenso prolongado por el cauce hasta Las Cabezadas, y una vez superado el Caidero, donde nombran Los Pinos, en

su margen derecha, encontramos el primer lagar tallado en la roca.

Primer lagar en Las Cabezadas, tallado en roca.

Casa Alpendre en Los Pinos

La mimetación de este lagar en la naturaleza, impide su localización cuando se recorre el Camino del Cauce, si no prestamos atención a

las referencias facilitadas.

Este lagar es una de las «joyas» del Barranco de Guayadeque que aprovecha la formación rocosa existente para adaptarla a este fin.



No se puede precisar su origen pero podría remontarse a la época de expansión de los «caldos» en la isla, a finales del XVI o durante el

siglo posterior cuando el cultivo de la vid releva a la caña de azúcar.

Tampoco debemos olvidarnos de la importancia de las aguas del Barranco de Guayadeque que por una Cédula Real de 1480, otorgada

por los Reyes Católicos permite la creación en 1505 de la «Heredad de la Acequia Real de Aguatona» y es «la vida» de este asentamiento

poblacional en el Barranco de Guayadeque.

Podemos observar que ambas pocetas están invadidas por la vegetación y su caño o biquera aún es perceptible.

Además, en el interior del Lagar las Cabezadas se aprecian ligeros retoques recientes en su estructura.

Detalle de la Lagareta y su «biquera»

Estado actual del interior del Lagar

La Hacienda de Las Cabezadas fue propiedad de Francisco Suárez Romero, presbítero, conocido como el «Cura Macho», que pertenecía a la

orden de los dominicos. Fue párroco de Santa Lucía de Tirajana entre 1861 y 1870.



También era propietario del Lagar del Mondragón (aún existen estas dependencias) donde trasladaba parte de los caldos de los altos de

Guayadeque e incluso la toponimia conserva muy cerca de Los Pinos, la denominación de Umbría del Cura en alusión a su propietario, aunque la

ubicación de Grafcan para este topónimo nos ofrece bastantes dudas.

Lagar de las Cabezadas muy cerca de Los Pinos

Se le recuerda también, por su litigio con la Heredad de la Acequia Real de Aguatona en 1862, tras «desviar» aguas comunales de la fuente

de Risco Taladrado (bajo la Mesa de la Gaviota, próxima a la Degollada del Junquillo) hacia un estanque de su propiedad, en las proximidades de

Cañada Honda. Perdió el pleito, y en consecuencia fue condenado a costas y a la reposición de las obras efectuadas.



Muy cerca del alpendre de Los Pinos, encontraremos otros dos

elementos relacionados con la cultura del vino, muy próximos al Lagar

de las Cabezadas.

Casa-Alpendre frente a Los Pinos

Uno de ellos, es La Bodega, adosada a una de las

paredes laterales del Barranco de Guayadeque, banda de El

Ingenio, junto a las cadenas de cultivo.

La Cueva - Bodega



Sendero del Cauce con La Piedra cónica, antes de aproximarnos a Lereta

El otro, es un misterio: La Piedra del Lagar, en el mismo

Sendero del Cauce, justo donde se inicia la vereda de acceso

al alpendre.

Piedra del Lagar (?)

Al retomar el sendero del Cauce, unos metros más

abajo, en el margen izquierdo, pasaremos junto a la Piedra

que supuestamente formaba parte del lagar (?). Aunque su

uso fuera comunal como citan algunas fuentes orales, no se

entiende su relación con este lagar, por su excesivo peso y la

consiguiente dificultad de traslado al otro lado del barranco,

salvo su traslado mediante bueyes.

Presenta un orificio excéntrico que, al parecer, es

posterior a su uso, realizado por un vecino para amarrar al

burro.

Aunque sea algo aventurado, no debemos descartar su

pertenencia a otro lagar (desaparecido).



Continuamos por el mismo sendero y antes de llegar al desvío de Las Vueltecillas, las Vueltitas o las Vueltillas (conocido popularmente

como camino de Paso Bermejo, con sus 15 vueltitas) encontramos dos vides solitarias que «sobreviven» en una terraza colindante a la senda

que llevamos.

El autor junto a las vides del Cauce. Foto: Ramon Otero (2012) - Canarias 3D

En el Plan Especial de Protección, Conservación y Protección del Espacio Natural del Barranco de Guayadeque (1989) se especifica:

Diferentes personas nos han confirmado la existencia de gran cantidad de vides o «parras del país» en Las Cabezadas y otras zonas del

Barranco de Guayadeque, sobre todo en la solana del mismo.

«También habría que destacar la presencia en diversas zonas del Barranco de vides, hoy con presencia escasa y asilvestradas,

que nos son más que los testigos de la implantación que este cultivo tuvo durante siglos pasados en Guayadeque, hecho que se

corrobora con los restos de más de diez lagares (?) que se encuentran en diversos puntos del P. N. de Guayadeque»



En la cartografía de Grafcan aún se conserva algún topónimo relacionado con la «cultura del vino»: «La Malvasía». El resto, solamente

se transmiten a nivel oral y en textos aislados para identificar algunas «suertes»1, como El Parral, La Bodega, El Lagar. De la misma forma, que

algunas cuevas aisladas y al menos un lagar, conservan su denominación «genérica»: La Bodega.

Otros lugares, sin identificar, también se refieren a La Hoya del Parral o El Parral y el Parral de Cho Matías.

Foto: Pilar Baci (2013)

Escasos ejemplares de «parras del país» (vides) en el Camino del Cauce, cerca de Los Pinos

1 Parte de tierra de labor, separada de otra u otras por sus lindes. (DRAE)



Continuaremos por el Camino del Cauce hasta su incorporación a la pista de tierra, GC-600, en las proximidades de Lereta. Más abajo, al otro

lado del cauce aún existe una de las cuevas que utilizó Juan García Suárez «el Corredera» para esconderse de la justicia. Desgraciadamente, fue una de

las últimas víctimas ejecutadas en España (1959) tras la finalización de la guerra civil, a pesar del indulto solicitado por Monseñor Antonio Pildain y

Zapiain.

Seguimos por la citada pista dejando atrás los accesos a Las Colmenas y Los Perniles, hasta alcanzar El Surco. A nuestra izquierda, en el sentido

de la marcha, encontramos el inicio del camino del Linderillo y el segundo lagar, el más extraño de esta ruta por encontrarse en el interior de una

cueva.

Caserío disperso de cuevas y viviendas: El Surco, frente a Los Perniles



Lagar de El Surco, en el interior de la cueva-bodega, propiedad particular.



La vivienda al borde del camino, antigua tienda, en la actualidad es una partición familiar. A Basilia Bordón Naranjo le corresponden las cuevas-

establo con tres estancias en su parte baja y la Fuente del Chorrito. La parte de la tienda, y su cueva interior, así como el horno adosado (antiguo) es

propiedad de Francisco Bordón Naranjo, y alberga en su interior una cueva-bodega donde se encuentra el lagar.

Probablemente sea de comienzos del siglo XX, estuvo en uso hasta los años sesenta,… y sus dimensiones aproximadas son: 1,5 m x 1,5 m. La

lagareta formaba parte de un hueco natural en la roca que fue aprovechado para la recogida del mosto. En la actualidad, las barricas utilizadas en la

bodega ya no existen. Algunos orificios en las paredes de la cueva se corresponden con el soporte de una báscula que se utilizó en la tienda, ubicada en

la estancia del lagar.

Para descubrir este lagar «escarbamos» en casi todas las casas-cueva de El Surco, en base a testimonios orales de antiguos propietarios y

vecinos. El resultado fue el hallazgo de este «original» lagar en el interior de una cueva. En su búsqueda estuvimos bregando Paco Casado y el autor de

este texto con algo de fortuna y la colaboración desinteresada de la familia Bordón.

Exterior de la Cueva- Bodega, antigua vivienda (y tienda) en El Surco

Lagar y Lagareta (reducida) en el interior de la Cueva-Bodega



Las dos premisas fundamentales que justifican la existencia de lagares próximos a las parras son: evitar el daño de la uva en su transporte y

no demorar su prensado desde su recogida.

Detalle de la Lagareta, excavada en la roca, aprovechando el hueco existente. Interior de la cueva-bodega con su Lagar en El Surco. Foto: Paco Casado (2013)

Retrocedemos unos metros, para retomar el sendero del antiguo Camino a El Surco que nos lleva a la Montaña de las Tierras o también

podemos continuar por la pista de tierra (GC-600), en dirección a la Huerta de las Flores (topónimo que ha degenerado a «Vuelta de las Flores»),

hasta su confluencia con el sendero citado, una vez superada la Fuente de los Helechillos.

Durante el sendero anterior, dejamos atrás, los dos ramales de subida a Paso Bermejo en la margen derecha; y la continuidad de uno de ellos

hacia el Camino de la Huerta de las Flores que también enlaza con el del Linderillo, en su margen izquierda.



Ortofoto parcial del Barranco de Guayadeque – Sector de Montaña Las Tierras

Ruta circular en Montaña Las Tierras con retorno por la pista de tierra, GC-600.

Tomando como referencia la pista de tierra GC-600 (en rojo) se desciende desde El Surco por la pista citada pasando por la Fuente de los

Helechillos, o por el antiguo sendero (en azul) hasta la carretera asfaltada GC-130 de Montaña de Las Tierras

Los dos tramos de sendero azul y uno de los verdes (solo uno de ellos) corresponden al antiguo sendero a El Surco.



Referencias locales y naturales, no registradas en la cartografía de la zona.



El Peñón Rodado (en la curva de la pista de tierra)

El recorrido continúa, de nuevo, por la pista de tierra hasta

superar el Peñón Rodado, (topónimo que se refiere al

fraccionamiento y desplazamiento de este roque) aunque a nivel

popular se le conoce como Peñón Robado (supuestamente

identificaba la apropiación de las tierras por un vecino, en el lugar

donde se encuentra este peñasco).

Continuamos por esta pista hasta encontrar, a la derecha otro

tramo habitual o atajo del «antiguo» camino a El Surco. (el sendero

antiguo comienza antes pero no está habilitado, solamente se

conserva la variante citada), que hacia arriba, se prolonga a las

Cuevas del Toscón, inicio del camino del Puntón de la Huerta, más

conocido como el Paso de la Salvia, de acceso restringido, al ser

propiedad privada con perros sueltos.

El Peñón de la Ventana (en el sendero de El Surco)

Este desvío es clásico y habitual, nos conduce a una cueva-

establo, la que se conoce como Peñón de la Ventana (se identifica

por un orificio característico en el propio roque), mientras que su

techo es casi plano y accesible mediante pasos tallados en la roca,

que era utilizado para el secado de los higos.

A ambos lados del camino encontramos cadenas de cultivo y

justo enfrente de la cueva-establo que forma este peñón, en

dirección al cauce, siguiendo una de las terrazas abandonadas,

encontramos el tercer lagar, el de La Hacienda, «entullido» pero en

perfecto estado aunque la vegetación y las piedras han invadido el

recinto.



Lagar de La Hacienda frente al Peñón de la Ventana



Con alguna reserva, este lagar se corresponde con el antiguo Lagar de La Hacienda. Este topónimo ha desaparecido e identifica la zona orientada

hacia la Cañada de Sánchez, por donde sube el antiguo sendero de Las Haciendas que solamente se conserva de forma oral.

Otro lagar, tallado en la roca: un hallazgo casual.

Su poceta superior (lagar) presenta una planta de estructura

rectangular, y su caño o biquera, integrado en el conjunto, destaca

ostensiblemente, tanto como la tina o lagareta que se identifica con

facilidad. Este conjunto, prácticamente desconocido, se conserva en

buen estado y lo hemos rescatado para su catalogación, tras su

búsqueda en el terreno por Paco Casado y el autor del texto, a partir

de la información oral facilitada por Juan Martel.

Caño y Lagareta (Tina)

También está tallado en piedra como el de Las Cabezadas,

pero con mayor perfección.

Este lagar es prácticamente desconocido, y pone en valor la

antigua cultura del vino en el Barranco de Guayadeque. Su

recuperación y catalogación debe constituir un legado histórico de la

«inédita» parte alta de Guayadeque.



Detalle superior del Lagar tallado en la roca y «entullido»

El sendero finaliza, de nuevo, en la pista de tierra, que

solamente podremos evitar cuando el Ayuntamiento de Ingenio

recupere el primer tramo, en desuso, del antiguo camino a El Surco.

Al término de la pista de tierra, muy cerca de la Cruz de

Antonio Araña Perdomo, (http://crucesgc.blogspot.com), donde se

inicia el asfalto, encontramos el comienzo a la circunvalación

«peatonal» a la Montaña de las Tierras.

Cruz de Antonio Araña Perdomo

Avanzamos por ella y nos desviamos a la izquierda por el

sendero que desciende en la Cañada de los Nogales, dejando a uno

de los lados, en la solana, unas tierras identificadas como Malvasía

(identificativo de una variedad de uva).

Esta vía es transitable, en gran parte, pero requiere

acondicionamiento para evitar su pérdida, sobre todo en los tramos

inferiores que han sido invadidos por la vegetación.

http://crucesgc.blogspot.com/



Continuaremos por ella hasta alcanzar nuevamente la

carretera asfaltada GC-103, muy cerca del acceso a Cueva Domingo.

Su traza es perfecta, acorta el «meandro» del barranco que

rodea la Montaña de las Tierras.

Desde el asfalto, avanzamos unos doscientos metros, a la

derecha, y encontramos en la Hoya Quemada o de Los Quemadillos,

los restos (muy deteriorados) del cuarto lagar conocido como La

Bodega, prácticamente en ruinas, del que solamente queda la poceta

(lagar) semioculta y los escasos restos de la cueva (desplomada) que

se utilizaba como bodega.

Lagar de La Bodega

Piedra del Lagar de La Bodega

La piedra de este lagar, de tonalidad «rosada», se conserva en

la entrada del Restaurante Guayadeque en Cueva Bermeja,

recuperada por Pepe López entre los restos de La Bodega de Hoya

Los Quemadillos.



Este lagar es el de menor entidad de todo el itinerario por

su estado de conservación, pero nos permite hacernos una

«composición» de la importancia del cultivo de la vid en el

Barranco de Guayadeque.

Finaliza «La Ruta de los Lagares»© en el Area Recreativa,

próxima a la Hoya de los Quemados, merendero bajo la Montaña

de las Tierras, frente al inicio del Camino al Canalizo, también

conocido como el de Pino Casado, donde podremos descansar y

disfrutar de nuestro pic-nic o retornar a la zona de restauración de

Montaña de las Tierras, si lo consideramos oportuno.

Lagareta, con la cueva al fondo, invadida por la vegetación

Restos de la pared de La Bodega: Cueva derruida dedicada al vino



La presencia del vino en el Barranco de Guayadeque,… no termina en Montaña de Las Tierras

Cueva de La Bodega frente a El Surquillo

Si nos hubiésemos desplazamos hacia la izquierda, del punto

de confluencia anterior con la GC-103 (asfalto), tras superar el

enlace a Cueva , Domingo, en dirección a El Surquillo o «la curvita»

como se le denomina popularmente encontraremos un sendero

abandonado, al otro lado del cauce, fácilmente identificable, con

sus muretes de protección y suave desnivel en zig-zag para el

tránsito de bestias que remonta a cueva de La Bodega, oculta tras

una majestuosa higuera que nos traslada al pasado. Esta cueva,

según algunos testimonios, transmite sensaciones extrañas a los

que pernoctan en ella por el oscuro pasado de La Bodega, motivado

por la presencia del vino unido a conductas intimidatorias de

alguno de los concurrentes.

Con el declive del vino, fue reutilizada.

Esta estancia no es visible desde la carretera. Tampoco es

perceptible cuando nos aproximamos a ella por la abundante

vegetación de vinagreras, tuneras y la higuera citada, sin embargo

cuando llegamos a ella podemos observar la perfección de su

dintel y la reutilización de su interior, tallado en la roca, para otros

usos posteriores. La tradición oral, ampliamente contrastada,

conserva este topónimo de La Bodega para referirse a ella como

vestigio de su uso como tal.

Estabulación posterior



Ruta de los Lagares en el sector de Montaña de las Tierras: sendero de la Cañada de los Nogales

El Lagar de «La Bodega» en la Hoya de los Quemados. Algo más abajo, la cueva de «La Bodega», frente las cuevas de El Surquillo.



Accesos al inicio del sendero y retorno:

Parece evidente que esta ruta, por no ser circular requiere de

un respaldo de transporte, ya sea hasta el punto de inicio

(Caldera de Los Marteles) o al término de la misma (en

Montaña de Las Tierras).

Para ello hemos establecido un primer punto de encuentro o

arranque en la villa de El Ingenio mediante transporte de

Global.

A partir de la villa, y siempre que exista un compromiso de

Tarifa ÚNICA para promocionar esta ruta, se podría completar

mediante un servicio DOBLE:

1) Taxis desde Ingenio a la Caldera de los Marteles (Punto de

Partida), subiendo por La Pasadilla con recogida en Montaña

de las Tierras (Punto Final de «La Ruta de los Lagares»©).

2) La escasa cobertura de móvil en Montaña de las Tierras,

obliga a llegar a un acuerdo con ambos Restaurantes,

beneficiarios también de esta «Ruta de los Lagares»© para

concertar el servicio de Taxi en el retorno.

La combinación de esfuerzos entre la corporación de la Villa

de Ingenio, la Asociación de Taxis y el Sector de Restauración

de Montaña de las Tierras debe ser el IMPULSO para esta

Ruta.

La Bodega, excavada bajo el morro rocoso, frente a El Surquillo



Bibliografía y Cartografía:

Ingenio - Red de Senderos. Cabecera y Tramo Superior. Barranco de Guayadeque (1997). Manolo Cardona Sosa.

Plan Especial de Protección de Guayadeque (1989). VV.AA.

Trapera. Aportación a la Historia de Ingenio (1987). José Sánchez Sánchez.

Toponimia del Ingenio. Localización y Justificación Histórica. (2007) Rafael Sánchez Valerón.

Grafcan. Extractos de la Cartografía en PDF de Gran Canaria (2009). Escala: 1: 5.000

Trabajo de campo, con fuentes orales recogidas por el autor en el Barranco de Guayadeque, con la colaboración de Vicente Espino

Guedes, Juan Espino Guedes, José Valido Hernández, Francisco Casado García, la fuente documental del Cronista Oficial de la Villa de

Ingenio, Rafael Sánchez Valerón, las aportaciones de la Heredad de la Acequia Real de Aguatona y otros particulares.

Informantes:

Juan Martel Rodríguez (Cueva Domingo)

Miguel Bordón López (Las Colmenas, fallecido a finales de 2012)

Andrés Bordón López (Lereta)

Miguel Cazorla (Cuevas Muchas)

José Santiago López López (Restaurante Guayadeque de Cueva Bermeja)

Bartolomé Rodríguez López (Restaurante Tagoror – Montaña Las Tierras)

Isidoro (Montaña Las Tierras)

Emeterio López López (Cueva Labrada)



Colaboradores:

Excmo. Ayuntamiento de la Villa de El Ingenio.

Grupo de Montaña El Calvario

Colectivo Turcón-Ecologistas en Acción

Grupo Neophron

Particulares:

Rafael Sánchez Valerón (Cronista Oficial de la Villa de Ingenio)

Manuel Cardona Sosa (montañero/escritor medioambiental)

Álvaro Monzón Santana (montañero/escritor medioambiental)

Juan Carlos Quintana Domínguez (montañero/médico)

Vicente Espino Guedes (montañero/vecino de Ingenio)

Juan Espino Guedes (montañero/vecino de Ingenio)

José Valido Hernández (montañero/vecino de Ingenio)

Francisco Casado García (montañero/vecino de Ingenio)

Moisés Miguel González Pérez (montañero/biólogo)

Ramón Otero Fernández ( Experto en Planificación Informática Aplicada/Canarias 3D)



Terminología propia de Guayadeque:

Aparte de los topónimos «olvidados» que citamos en este texto, existen algunos términos utilizados frecuentemente en el entorno de

Guayadeque que resultan muy originales y específicos de esta zona:

Los Setos

El Plan Especial de Protección de Guayadeque en referencia a «Los Setos» indica:

Las Orillas son los márgenes, generalmente transitables, de ambos lados del Barranco de Guayadeque que delimitan el mismo en su

parte superior. De ahí, hemos tomado la referencia para este trabajo.

Solamente para los que desconocen esta zona, les recuerdo que la linde de separación municipal entre Agüimes e Ingenio es el cauce

del Barranco de Guayadeque, tras la separación de ambos municipios.

La (s) Hacienda (s), según La Toponimia del Ingenio de Rafael Sánchez Valerón, designa una propiedad rústica de cierta importancia.

No se asocia a una finca con caserón familiar como podría ser habitual.

Las Higueras Sajarillas, quizás sea el término donde menos consenso podemos encontrar. Unos se refieren a ellas como higueras

«salvajes», otros que han sido injertadas con tabaiba y sus frutos queman en la boca. La comparación con los higos «cagones» también es

frecuente. Algunos las identifican como Higueras Canarias pero no hay criterio definido,… aunque su fruto tampoco es apetecible.

Las Palmas de Gran Canaria, a 1 de Enero de 2014

Así, los mejores terrenos se sitúan en las márgenes del Barranco, en las «orillas» y en las laderas de menor

pendiente, en los denominados «setos».

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