Especial Internacional 29-11-14

4
ESTADO ISLÁMICO CONTRA LOS KURDOS SÁBADO 29 de noviembre de 2014 / Año 2 / N° 88 Wikipedia Los kurdos se encuentran repartidos principalmente entre Turquía, Irán, Irak y Siria.

description

 

Transcript of Especial Internacional 29-11-14

Page 1: Especial Internacional 29-11-14

ESTADO ISLÁMICO CONTRA LOS KURDOS

SÁBADO 29 de noviembre de 2014 / Año 2 / N° 88

Wik

iped

ia

Los kurdos se encuentran repartidos principalmente entre Turquía, Irán, Irak y Siria.

Page 2: Especial Internacional 29-11-14

Estado Islámico contra los kurdosINTRODUCCIÓNLa imagen que difun-dieron los monopolios de la información so-bre el Ejército Islámi-

co en Irak y Siria (EI) fue la de una fuerza fundamentalista que surge e irrumpe con fuerza incontenible re-pentinamente, sin arrojar luz sobre el complejo y largo proceso de su for-mación, entrenamiento, financiación y fuentes de armamento.

Es una continuidad de la ficticia imagen de un mundo árabe y musul-mán compacto, homogéneo y sin fisuras, en el cual todos o casi todos son fundamentalistas que ven como enemigo al occidente judeo-cristiano civilizado y humanista (aunque ambos monoteísmos, al igual que el Islam, na-cieron en Oriente Medio).

En este contexto y sin perderse en muchos detalles cabe señalar dos he-chos. El primero se refiere a que este Oriente Medio (donde se ubican los kurdos entre otros pueblos) está con-formado por un tejido muy variado y rico de pueblos, etnias y religiones que han llevado una convivencia a lo largo de siglos por no decir mile-nios. Cabe destacar que el occidente cristiano considera que el arameo, el idioma de Jesús, es un idioma muerto, ignorando que son varios los millones de cristianos de Oriente Medio que lo siguen hablando.

Precisamente, la ofensiva imperial actual, con sus instrumentos fundamen-talistas (Al Qaeda, Ejército Islámico, Al Nusra, Hermandad Musulmana, etc.), lo que pretende es romper este tejido, atomizarlo y convertir la convivencia en enfrentamientos sectarios y étnicos.

El otro hecho se refiere a que los procesos fundamentalistas principa-les: Hermandad Musulmana y Waha-bismo, fueron creados o patrocinados por el colonialismo británico en la

Redacción internacional

2 29 de noviembrede 2014 329 de noviembre

de 2014

EL PKK Y LA CONFEDERACIÓN DEMOCRÁTICA

El PKK inicia su actividad bajo el signo ideológico del marxismo leninismo. Desde sus inicios obtiene el respaldo del presidente sirio de entonces, Hafiz Al Asad, padre del actual presidente, Bashar Al Asad. Su mismo presidente Abdullah Öcalan residía en-tonces entre Siria y El Líbano, dominado en aquel tiempo por el movimiento progresista libanés y la Organización para la Liberación de Palestina. De este modo el PKK obtiene también el respaldo de ambos movimientos, el libanés y el palestino. En la década de los noventa, Turquía en varias oca-siones concentra su ejército en la frontera con Siria y amenaza con una invasión territorial del país ára-be exigiendo el fin del apoyo sirio al PKK y la salida de Öcalan del país. Damasco accede a las condicio-nes turcas. Öcalan abandona Siria después de pedir asilo político a Italia, que en su primer momento acepta y luego rechaza, obligando a Öcalan a un complicado periplo de escape que al final, con la ayuda del Mosad israelí y otros servicios de inteli-gencia, cae en manos turcas. Es juzgado y sentenciado a muerte. La reacción de la opinión pública internacional obliga a Anqara a conmutar esta sentencia por la de cadena perpetua. El PKK y Öcalan, a lo largo de estos años de lucha, van evolucionando hacia un nuevo enfoque de su combate sin abandonar su concepción clasista. La liberación kurda ya no es la creación de un Estado-Nación kurdo, sino la autonomía vía las asambleas populares, donde además de los kurdos partici-

pan los demás elementos étnicos o religiosos en la toma y ejecución de las decisiones tomadas por el ejercicio de la democracia participativa y directa. Este proceso no tiene que romper con las actuales fronteras, más bien puede desarrollarse dentro del respeto a estas fronteras.Aunque aparentemente el concepto es sencillo, aplicarlo en la realidad de Turquía, Siria, Irak e Irán no lo es en absoluto. Su simple concepción, sin en-trar aún en su aplicación, implica cambios funda-mentales en todos estos regímenes, como en los otros de Oriente Medio, donde cada país en sí es un mosaico de una rica diversidad de todo tipo y la Confederación Democrática (léase Estado Plurina-cional) es una salida no sólo practica sino ideal para una convivencia armónica que conserva los dere-chos de cada elemento de esta pluralidad.Dentro de este nuevo enfoque, Öcalan, desde su prisión y en nombre del pueblo kurdo y del PKK, sostiene un largo proceso de negociación con el ré-gimen islámico de Turquía, logrando acuerdos tran-sitorios y parciales, pero todos violados nada más firmados por parte de Anqara. En este marco de referencia la actuación del Partido de la Unión Democrática (PYD) en Siria, como de las Unidades de Protección Popular (YPG), y las de las mujeres, que forman las Unidades de Protección Po-pular (YPJ) en el norte sirio, en especial en Kobane, conforman un serio freno a los proyectos de Turquía, de Estados Unidos y del Ejército Islámico.

Mapa de la distribución de fuerzas entre el Ejército Islámico y los resistentes kurdos en Kobane, a mediados de octubre. El avance posterior de los combatientes kurdos ha modificado el mapa a su favor.

La bandera de los kurdos autonomistas.

Imag

e G

alle

ry

Wik

iped

ia

década de los treinta del siglo pasado. En lo referente a lo contemporáneo, Al Qaeda ya se sabe que fue creada por la estadounidense CIA, la inteligencia saudí y la inteligencia militar pakista-ní, que implicó una continuidad del fundamentalismo wahabí. El EI no es más que una derivación de Al Qaeda.

El reparto colonial de los despojos del Imperio Otomano, basado en los acuerdos Sykes-Picot a principios del pasado siglo, efectuado entre Inglate-rra y Francia, condujo a que tres pue-blos de la región sean tres pueblos “sobrantes” y llamados a desaparecer como tales entidades: el pueblo ar-menio, el kurdo y el palestino. Desde entonces y hasta el momento éstos fueron y siguen siendo tres focos principales de conflicto.

El hecho colonial, como es lógico, suscitó el nacimiento y desarrollo de va-rias corrientes nacionalistas y antiimpe-rialista en la región, paradójicamente, todas actuando dentro del concepto co-lonial del Estado-Nación. Paralelamente a sus triunfos en Egipto, Argelia, Yemen, Irak, Siria, etcétera, esta concepción del Estado fue el talón de Aquiles que pro-dujo su fracaso en afrontar y solucionar la problemática del rico mosaico étnico y religioso. Con todo, cabe señalar que el mayor grado de autonomía logrado por los kurdos, independientemente de sus marcadas deficiencias, fue precisa-mente dentro del proyecto de Nación–Estado de Sadam Husein en Irak, el ac-tual Kurdistán.

Finalmente y dentro de este cuadro introductivo, cabe señalar a las nuevas fuerzas políticas como el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y su rama siria el Partido de la Unión De-mocrática (PYD), que, con su concepto de confederación democrática, rom-pen con el concepto de Estado-Nación, y pugnan por una liberación con el conjunto de los componentes de la so-

ciedad en donde viven, es decir que la liberación de los kurdos no se encarna en la creación de un Estado dentro de límites territoriales, esta liberación se tiene que conseguir por la vía de la lu-cha conjunta, plural y mancomunada entre kurdos, árabes, turcomanos, ara-meos, asirios, etc.

Independientemente de la termino-logía política, el concepto no es dife-rente al del Estado Plurinacional, este aporte fundamental de Bolivia al baga-je de la lucha de los pueblos por una verdadera liberación.

El hecho apunta a la necesaria uni-versalización de este concepto y sus herramientas de lucha, que lamenta-blemente, aunque Bolivia sea su en-carnación viva, aún no se le ha dado la importancia que merece.

Por último, habrá que señalar que en los medios alternativos de carácter antiimperialista abunda el tono triun-falista de los reiterados fracasos de la política agresiva de EEUU, señalando su fracaso en Afganistán e Irak como ejemplos determinantes.

En este contexto, se debe señalar que esto es cierto, no en Irak y Afganis-tán sino en América Latina, donde el empuje revolucionario y transforma-dor es el sello predominante.

Pero en Oriente Medio el fracaso o el éxito de la política imperial está en función de lo que se entiende de sus objetivos políticos ya anunciados por los tanques pensantes de los neocon-servadores de EEUU desde la última década del siglo pasado. Se trata de la reconfiguración de un nuevo Oriente Medio o, en otros términos, se trata del Caos Creativo, de dividir, atomi-zar a los países de la región sobre bases étnicas y sectarias. En otros tér-minos se trata de un nuevo reparto colonial, de un nuevo Sykes-Picot. En este contexto hablar de un fracaso imperial es demasiado peligroso.

CONTEXTO DEL PROBLEMA KURDOLos kurdos son un pueblo indoeuropeo de milenaria civilización y con una población actual, que a falta de estadísticas, se calcu-la que oscila entre 50 a 60 millones de ha-bitantes repartidos entre Turquía (el 45% de la población kurda), Irán (el 25%), Irak (el 25%) y Siria (el 5%). No obstante hay menorías kurdas en Armenia y Azerbai-yán. Es decir que es la menoría mayor en Oriente Medio. La mayoría aplastante de los kurdos profesa la religión musulmana y una minoría mantiene la religión milenaria y originaria de los kurdos: el yazidismo.

La persecución que sufrieron los kurdos a lo largo del siglo XX especialmente de parte de la Turquía laica como la actual islámica produjo una fuerte corriente migratoria hacia Europa, que permite afirmar que gran parte de los migrantes turcos en Alemania, Inglaterra y Suecia, entre otros países, son kurdos.La pugna entre el colonialismo inglés y francés permitió la supervivencia del Imperio Otomano por más de un siglo, pero la proximidad y el inicio de la Pri-mera Guerra Mundial condujo al en-

tendimiento entre ambas y la firma del acuerdo Sykes-Picot, que fundamenta el reparto colonial de los dominios otoma-nos, reparto consagrado en posteriores tratados como el de Sèvres y, lamenta-blemente por la primera organización mundial, la Sociedad de Naciones, ante-cesora de la actual Naciones Unidas. Si bien durante las negociaciones de es-tos tratados se contempló la posibilidad de crear tanto un Estado armenio como kurdo, siempre en parte de los territorios de estos pueblos, los intereses coloniales

impusieron el olvido de estos proyectos. En cambio en el caso palestino, el repar-to colonial desde sus inicios proyectaba la enajenación del territorio palestino para la creación del Estado de Israel en este espacio geográfico. Desde entonces se apunta a la existencia de tres pueblos sobrantes en Oriente Medio: el armenio, el kurdo y el palestino, conformando tres focos principales de conflicto.En el caso kurdo que nos ocupa, su lucha a lo largo del siglo XX fue enca-bezada por una oligarquía feudal en-

carnada en el clan de los Barzani en el norte de Irak. Esta dirección derechista entabló, según la coyuntura, alianzas contradictorias: con el Irán monárquico, con Stalin, con Estados Unidos y con Is-rael, entre otros. Las dos alianzas que se mantuvieron estables fueron la de Esta-dos Unidos e Israel. En este contexto, se tiene que señalar que la preparación de la invasión de Irak en 2003 implicó el estacionamien-to de fuerzas militares de EEUU en el Kurdistán iraquí, junto con esta presen-

cia, Musàab Al Zarqaui, quién inició la presencia de Al Qaeda en Irak, se hace presente en este territorio del Kurdis-tán. Paralelamente a la expansión del ejército de EEUU en Irak, Al Zarqaui ex-pande la presencia del Al Qaeda en el territorio.El surgimiento en las décadas de los setenta y ochenta del siglo pasado del Partido de los Trabajadores del Kurdis-tán (PKK) marca un cambio radical en la lucha del pueblo kurdo, éste es nuestro siguiente punto.

Page 3: Especial Internacional 29-11-14

Estado Islámico contra los kurdosINTRODUCCIÓNLa imagen que difun-dieron los monopolios de la información so-bre el Ejército Islámi-

co en Irak y Siria (EI) fue la de una fuerza fundamentalista que surge e irrumpe con fuerza incontenible re-pentinamente, sin arrojar luz sobre el complejo y largo proceso de su for-mación, entrenamiento, financiación y fuentes de armamento.

Es una continuidad de la ficticia imagen de un mundo árabe y musul-mán compacto, homogéneo y sin fisuras, en el cual todos o casi todos son fundamentalistas que ven como enemigo al occidente judeo-cristiano civilizado y humanista (aunque ambos monoteísmos, al igual que el Islam, na-cieron en Oriente Medio).

En este contexto y sin perderse en muchos detalles cabe señalar dos he-chos. El primero se refiere a que este Oriente Medio (donde se ubican los kurdos entre otros pueblos) está con-formado por un tejido muy variado y rico de pueblos, etnias y religiones que han llevado una convivencia a lo largo de siglos por no decir mile-nios. Cabe destacar que el occidente cristiano considera que el arameo, el idioma de Jesús, es un idioma muerto, ignorando que son varios los millones de cristianos de Oriente Medio que lo siguen hablando.

Precisamente, la ofensiva imperial actual, con sus instrumentos fundamen-talistas (Al Qaeda, Ejército Islámico, Al Nusra, Hermandad Musulmana, etc.), lo que pretende es romper este tejido, atomizarlo y convertir la convivencia en enfrentamientos sectarios y étnicos.

El otro hecho se refiere a que los procesos fundamentalistas principa-les: Hermandad Musulmana y Waha-bismo, fueron creados o patrocinados por el colonialismo británico en la

Redacción internacional

2 29 de noviembrede 2014 329 de noviembre

de 2014

EL PKK Y LA CONFEDERACIÓN DEMOCRÁTICA

El PKK inicia su actividad bajo el signo ideológico del marxismo leninismo. Desde sus inicios obtiene el respaldo del presidente sirio de entonces, Hafiz Al Asad, padre del actual presidente, Bashar Al Asad. Su mismo presidente Abdullah Öcalan residía en-tonces entre Siria y El Líbano, dominado en aquel tiempo por el movimiento progresista libanés y la Organización para la Liberación de Palestina. De este modo el PKK obtiene también el respaldo de ambos movimientos, el libanés y el palestino. En la década de los noventa, Turquía en varias oca-siones concentra su ejército en la frontera con Siria y amenaza con una invasión territorial del país ára-be exigiendo el fin del apoyo sirio al PKK y la salida de Öcalan del país. Damasco accede a las condicio-nes turcas. Öcalan abandona Siria después de pedir asilo político a Italia, que en su primer momento acepta y luego rechaza, obligando a Öcalan a un complicado periplo de escape que al final, con la ayuda del Mosad israelí y otros servicios de inteli-gencia, cae en manos turcas. Es juzgado y sentenciado a muerte. La reacción de la opinión pública internacional obliga a Anqara a conmutar esta sentencia por la de cadena perpetua. El PKK y Öcalan, a lo largo de estos años de lucha, van evolucionando hacia un nuevo enfoque de su combate sin abandonar su concepción clasista. La liberación kurda ya no es la creación de un Estado-Nación kurdo, sino la autonomía vía las asambleas populares, donde además de los kurdos partici-

pan los demás elementos étnicos o religiosos en la toma y ejecución de las decisiones tomadas por el ejercicio de la democracia participativa y directa. Este proceso no tiene que romper con las actuales fronteras, más bien puede desarrollarse dentro del respeto a estas fronteras.Aunque aparentemente el concepto es sencillo, aplicarlo en la realidad de Turquía, Siria, Irak e Irán no lo es en absoluto. Su simple concepción, sin en-trar aún en su aplicación, implica cambios funda-mentales en todos estos regímenes, como en los otros de Oriente Medio, donde cada país en sí es un mosaico de una rica diversidad de todo tipo y la Confederación Democrática (léase Estado Plurina-cional) es una salida no sólo practica sino ideal para una convivencia armónica que conserva los dere-chos de cada elemento de esta pluralidad.Dentro de este nuevo enfoque, Öcalan, desde su prisión y en nombre del pueblo kurdo y del PKK, sostiene un largo proceso de negociación con el ré-gimen islámico de Turquía, logrando acuerdos tran-sitorios y parciales, pero todos violados nada más firmados por parte de Anqara. En este marco de referencia la actuación del Partido de la Unión Democrática (PYD) en Siria, como de las Unidades de Protección Popular (YPG), y las de las mujeres, que forman las Unidades de Protección Po-pular (YPJ) en el norte sirio, en especial en Kobane, conforman un serio freno a los proyectos de Turquía, de Estados Unidos y del Ejército Islámico.

Mapa de la distribución de fuerzas entre el Ejército Islámico y los resistentes kurdos en Kobane, a mediados de octubre. El avance posterior de los combatientes kurdos ha modificado el mapa a su favor.

La bandera de los kurdos autonomistas.

Imag

e G

alle

ry

Wik

iped

ia

década de los treinta del siglo pasado. En lo referente a lo contemporáneo, Al Qaeda ya se sabe que fue creada por la estadounidense CIA, la inteligencia saudí y la inteligencia militar pakista-ní, que implicó una continuidad del fundamentalismo wahabí. El EI no es más que una derivación de Al Qaeda.

El reparto colonial de los despojos del Imperio Otomano, basado en los acuerdos Sykes-Picot a principios del pasado siglo, efectuado entre Inglate-rra y Francia, condujo a que tres pue-blos de la región sean tres pueblos “sobrantes” y llamados a desaparecer como tales entidades: el pueblo ar-menio, el kurdo y el palestino. Desde entonces y hasta el momento éstos fueron y siguen siendo tres focos principales de conflicto.

El hecho colonial, como es lógico, suscitó el nacimiento y desarrollo de va-rias corrientes nacionalistas y antiimpe-rialista en la región, paradójicamente, todas actuando dentro del concepto co-lonial del Estado-Nación. Paralelamente a sus triunfos en Egipto, Argelia, Yemen, Irak, Siria, etcétera, esta concepción del Estado fue el talón de Aquiles que pro-dujo su fracaso en afrontar y solucionar la problemática del rico mosaico étnico y religioso. Con todo, cabe señalar que el mayor grado de autonomía logrado por los kurdos, independientemente de sus marcadas deficiencias, fue precisa-mente dentro del proyecto de Nación–Estado de Sadam Husein en Irak, el ac-tual Kurdistán.

Finalmente y dentro de este cuadro introductivo, cabe señalar a las nuevas fuerzas políticas como el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y su rama siria el Partido de la Unión De-mocrática (PYD), que, con su concepto de confederación democrática, rom-pen con el concepto de Estado-Nación, y pugnan por una liberación con el conjunto de los componentes de la so-

ciedad en donde viven, es decir que la liberación de los kurdos no se encarna en la creación de un Estado dentro de límites territoriales, esta liberación se tiene que conseguir por la vía de la lu-cha conjunta, plural y mancomunada entre kurdos, árabes, turcomanos, ara-meos, asirios, etc.

Independientemente de la termino-logía política, el concepto no es dife-rente al del Estado Plurinacional, este aporte fundamental de Bolivia al baga-je de la lucha de los pueblos por una verdadera liberación.

El hecho apunta a la necesaria uni-versalización de este concepto y sus herramientas de lucha, que lamenta-blemente, aunque Bolivia sea su en-carnación viva, aún no se le ha dado la importancia que merece.

Por último, habrá que señalar que en los medios alternativos de carácter antiimperialista abunda el tono triun-falista de los reiterados fracasos de la política agresiva de EEUU, señalando su fracaso en Afganistán e Irak como ejemplos determinantes.

En este contexto, se debe señalar que esto es cierto, no en Irak y Afganis-tán sino en América Latina, donde el empuje revolucionario y transforma-dor es el sello predominante.

Pero en Oriente Medio el fracaso o el éxito de la política imperial está en función de lo que se entiende de sus objetivos políticos ya anunciados por los tanques pensantes de los neocon-servadores de EEUU desde la última década del siglo pasado. Se trata de la reconfiguración de un nuevo Oriente Medio o, en otros términos, se trata del Caos Creativo, de dividir, atomi-zar a los países de la región sobre bases étnicas y sectarias. En otros tér-minos se trata de un nuevo reparto colonial, de un nuevo Sykes-Picot. En este contexto hablar de un fracaso imperial es demasiado peligroso.

CONTEXTO DEL PROBLEMA KURDOLos kurdos son un pueblo indoeuropeo de milenaria civilización y con una población actual, que a falta de estadísticas, se calcu-la que oscila entre 50 a 60 millones de ha-bitantes repartidos entre Turquía (el 45% de la población kurda), Irán (el 25%), Irak (el 25%) y Siria (el 5%). No obstante hay menorías kurdas en Armenia y Azerbai-yán. Es decir que es la menoría mayor en Oriente Medio. La mayoría aplastante de los kurdos profesa la religión musulmana y una minoría mantiene la religión milenaria y originaria de los kurdos: el yazidismo.

La persecución que sufrieron los kurdos a lo largo del siglo XX especialmente de parte de la Turquía laica como la actual islámica produjo una fuerte corriente migratoria hacia Europa, que permite afirmar que gran parte de los migrantes turcos en Alemania, Inglaterra y Suecia, entre otros países, son kurdos.La pugna entre el colonialismo inglés y francés permitió la supervivencia del Imperio Otomano por más de un siglo, pero la proximidad y el inicio de la Pri-mera Guerra Mundial condujo al en-

tendimiento entre ambas y la firma del acuerdo Sykes-Picot, que fundamenta el reparto colonial de los dominios otoma-nos, reparto consagrado en posteriores tratados como el de Sèvres y, lamenta-blemente por la primera organización mundial, la Sociedad de Naciones, ante-cesora de la actual Naciones Unidas. Si bien durante las negociaciones de es-tos tratados se contempló la posibilidad de crear tanto un Estado armenio como kurdo, siempre en parte de los territorios de estos pueblos, los intereses coloniales

impusieron el olvido de estos proyectos. En cambio en el caso palestino, el repar-to colonial desde sus inicios proyectaba la enajenación del territorio palestino para la creación del Estado de Israel en este espacio geográfico. Desde entonces se apunta a la existencia de tres pueblos sobrantes en Oriente Medio: el armenio, el kurdo y el palestino, conformando tres focos principales de conflicto.En el caso kurdo que nos ocupa, su lucha a lo largo del siglo XX fue enca-bezada por una oligarquía feudal en-

carnada en el clan de los Barzani en el norte de Irak. Esta dirección derechista entabló, según la coyuntura, alianzas contradictorias: con el Irán monárquico, con Stalin, con Estados Unidos y con Is-rael, entre otros. Las dos alianzas que se mantuvieron estables fueron la de Esta-dos Unidos e Israel. En este contexto, se tiene que señalar que la preparación de la invasión de Irak en 2003 implicó el estacionamien-to de fuerzas militares de EEUU en el Kurdistán iraquí, junto con esta presen-

cia, Musàab Al Zarqaui, quién inició la presencia de Al Qaeda en Irak, se hace presente en este territorio del Kurdis-tán. Paralelamente a la expansión del ejército de EEUU en Irak, Al Zarqaui ex-pande la presencia del Al Qaeda en el territorio.El surgimiento en las décadas de los setenta y ochenta del siglo pasado del Partido de los Trabajadores del Kurdis-tán (PKK) marca un cambio radical en la lucha del pueblo kurdo, éste es nuestro siguiente punto.

Page 4: Especial Internacional 29-11-14

4 29 de noviembrede 2014

EL PAPEL DE LOS INSTRUMENTOS LOCALES DEL IMPERIO

La agresión del EI provocó la huida de la población civil de Kobane a la cercana Turquía. En la imagen se muestra cómo los soldados turcos recibieron a los refugiados.

La solidaridad internacional en contra del EI fue tremenda y global. En la imagen una de estas expresiones en Europa.

La lucha pluralista del pueblo kurdo en Siria ha dado pie a una notable participación de la mujer en todos los aspectos, incluido el militar.

YPG

YPG

YPG

Al inicio de la agresión e intervención foránea en Siria, el grueso de la oposición estaba dominado por la Herman-dad Musulmana. A estos supuestos ‘combatientes por la libertad’ se encauzaron enormes cantidades de dinero, armas y entrenamiento por parte de Estados Unidos, la Unión Europea, Arabia Saudita, Qatar, Turquía, etc. Con el paso de un par de años, los ‘combatientes por la libertad’ se transformaron en un abanico de organizacio-nes fundamentalistas casi todas con un ligazón u otro con Al Qaeda. Pero tratándose del caso kurdo, el papel de Turquía ad-quiere mayor relevancia. Con dificultades, Anqara accedió no sólo a aceptar al Kurdistán iraquí del clan de los Barzani, sino a establecer una cierta alianza donde Turquía aceptó el tránsito del petróleo del Kurdistán por su territorio en contraposi-ción al gobierno central de Bagdad. El petróleo robado por el EI en Siria e Irak, que conforma una principal fuen-te de financiación, tiene una sola salida de su contraban-do que es Turquía. El trasiego de los miles de combatien-tes del EI, procedentes de EEUU, Canadá, Unión Europea, países árabes, países islámicos, etc., tiene una sola vía de entrada: Turquía. Para Turquía fue imperdonable el hecho de que Siria albergara a Öcalan, en el mismo sentido el relativo en-tendimiento entre Damasco y las fuerzas kurdas del PYD, también es imperdonable. En este contexto se entien-den las reiteradas afirmaciones de Anqara de que el ene-migo principal no es el EI sino el régimen de Damasco. En este marco se puede entender la política de Anqara de no permitir la entrada a Kobane de kurdos sirios o turcos para su defensa frente a los ataques criminales del EI, sino permitir la entrada sólo de los Peshmerga del clan de los Barzani para que sea la fuerza contrin-cante de los demócratas autonomistas del YPG en el norte de Siria.

CONCLUSIÓNLa ofensiva imperialista está en pleno desarrollo, al igual que la lucha contraria del pueblo kurdo y los demás pue-blos de la región. Pronosticar o adelantar un desenlace aún es prematuro, pero lo que está claro es que el concep-to del Estado Plurinacional no es sólo el marco apropiado de estas luchas, sino el marco de referencias para las sali-das y soluciones a las problemáticas del mosaico tan va-riado que es Oriente Medio, incluido no sólo el problema kurdo o el armenio, sino también el palestino. De nuevo hay que insistir en la naturaleza universal de este concepto.