Especial Internacional 29-08-15

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LA OFENSIVA DEL IMPERIO EN NUESTRA AMÉRICA Wikimedia Este continente es el primer frente de la ofensiva imperial. La solidez de las fuerzas revolucionarias de nuestros pueblos les capacita para hacerle frente al imperio.

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LA OFENSIVA DEL IMPERIO EN NUESTRA AMÉRICA

Wikim

edia

Este continente es el primer frente de la ofensiva imperial. La solidez de las fuerzas

revolucionarias de nuestros pueblos les capacita para hacerle frente al imperio.

Page 2: Especial Internacional 29-08-15

La ofensiva del imperio en nuestra AméricaINTRODUCCIÓNLa ofensiva imperial se centra en nuestro continente, pero no es exclusiva de nues-tra región, sino que

tiene alcance global que abarca el conjunto de nuestro planeta (incluso el espacio extraterres-tre tiene presencia militar y de espionaje del imperio).

La segunda ofensiva abarca la masa euro asiática (Eurasia), que abarca el continente euro-peo, Rusia, China, Oriente Me-dio y la India, entre otras par-tes. Los dos frentes más álgidos de esta ofensiva se centran en Ucrania y Oriente Medio.

El continente africano tampo-co escapa de esta ofensiva, pero la ofensiva imperial se traduce en varios métodos de intervención y desestabilización más enfocadas en zonas concretas, pero no por ello sean menos graves. En este contexto habrá que señalar el no-table componente africano en la grave crisis migratoria hacia el continente europeo sea por mar (Mediterráneo) o por tierra.

En contexto regional de nuestro continente que desde la última dé-cada del siglo pasado está viviendo un auge de los movimientos so-ciales, pueblos originarios y, por tanto, de gobiernos nacionalista, antiimperialista con planes y rea-lizaciones concretas favorables al uso de los recursos naturales a favor de políticas inclusivas en los planes de la economía, la presta-ción de servicios, de inversión y de infraestructuras que en conjunto favorecen a las mayorías que histó-ricamente fueron excluidas, ha ido viviendo una amalgama amplia de intentos de desestabilización y de restauración oligárquica en el con-tinente que largo tiempo Washing-ton consideró como su “patio tra-sero” y que dejó de serlo.

En una reciente entrevista concedida al rotativo argenti-no Página 12 el hermano pre-sidente Evo Morales describe esta situación:

“Hay una ofensiva contra los países con gobiernos antiimpe-rialistas. Ahora no pueden hacer golpes de Estado militares y civi-les, tampoco conspiraciones des-de el imperio, pero siento que hay otras formas de agresión po-lítica, como los chantajes y los

condicionamientos a Venezuela. En Argentina, los fondos buitre, esa es una agresión económica. Cuando un gobierno antiimpe-rialista es sólido, quieren des-trozarlo por el lado económico. Pero el trabajo conjunto de la re-gión es importante. Y cuando no pueden ni militar ni económica-mente, hacen un golpe político como contra Lugo en Paraguay. Siento que la agresión a Dilma es política, un golpe a través del Congreso. Y mucho también de-pende de nuestros movimientos sociales, y claro, siento que el imperio quiere quitar el patri-monio político del PT. Ya no es sólo contra Dilma, también con-tra Lula. Usan el tema de la co-rrupción.”

La ofensiva imperial en nues-tro continente es bien amplia y abarca el conjunto de países con gobiernos antiimperialistas y con políticas progresistas favorables a las mayorías de sus poblaciones. Esta ofensiva abarca a Venezuela, Ecuador, Brasil, Argentina, El Sal-vador, Cuba, Bolivia y Nicaragua.

En este contexto cabe señalar que los últimos dos países: Boli-via y Nicaragua, son los dos don-de la ofensiva imperial ha tenido los menores efectos debido a la solidez de sus fuerzas políticas; El Frente Sandinista de Libera-ción Nacional y el Movimiento al Socialismo (MAS-IPSP) respecti-vamente, como al notable avan-ce de las políticas socioeconómi-cas logradas en ambos países.

En el caso especial de Cuba, Barack Obama anunció el fraca-so de los métodos criminales de su boicot contra la isla caribeña, pero no anuncio el cambio de los objetivos del imperio de acabar con el régimen revolucionario de los cubanos. En este contex-to cabe concluir que la reanuda-ción de relaciones EEUU con La Habana es un triunfo del pueblo cubano y los pueblos latinoame-ricanos, al tiempo que es una continuidad de la política del im-perio, pero con nuevos métodos.

En el espacio de nuestro Su-plemento no vamos a exponer esta problemática de la ofen-siva imperial en sus pormeno-res, sino las líneas generales de esta ofensiva y las respuestas de nuestros gobiernos, pueblos y fuerzas políticas.

Redacción internacional

2 29 de agostode 2015 329 de agosto

de 2015

VENEZUELA

BRASIL

La ofensiva imperial en este caso no es novedosa, ya lleva desarro-llándose desde la asunción al po-der del comandante Hugo Chávez. Se recurrió a los métodos, tácticas y estrategias imaginadas y por ima-ginar, incluido el tradicional golpe de Estado militar.

En este contexto y teniendo los centenares intentos de parte de Washington de asesinar al coman-dante Fidel Castro, aún prevalece la creencia de que el cáncer que sufrió el comandante Hugo Chávez haya sido provocado e inoculado

de parte de la CIA. El hecho de que en este mismo tiempo varios diri-gentes políticos sufrieron cáncer, como el caso de Fernando Lugo, Inacio Lula, Dilma Rousseff, entre otros, refuerza esta creencia.

En la actualidad, la ofensiva imperial en Venezuela ha adquiri-do mayor ferocidad. Por un lado se pretende suscitar viejos conflictos fronterizos que se habían manteni-do dentro los cauces diplomáticos de solución, pero ahora se intenta llevarlos a un nivel de enfrenta-miento violento como es el caso

del diferendo del Esequibo (ver el suplemento internacional Nº 120 ‘Esequibo: La Herencia de un con-flicto Colonial’).

El hecho viene a culminar una ofensiva de guerra económica, fi-nanciera, monetaria y mediática, junto con el intento de extender la modalidad del paramilitarismo y las mafias de la droga, desde Colombia al país bolivariano.

En este contexto, el rol de la derecha venezolana y colombiana es importante para articular esta ofensiva dado el poder económico,

financiero y mediático que tienen, pero sobre todo su dependencia total al poder del imperio.

La ofensiva lanzada contó con el apoyo mediático de los grandes monopolio internacionales y se recurrió a métodos paramilitares, parapolíticos, contrabando, crimen organizado, etc.

Los últimos acontecimientos surgidos por las medidas de Ca-racas de poner fin a esta red de contrabando, lavado de dinero, delincuencia organizada en su fron-teras común con Colombia, puso en

evidencia varios hechos ignorados en términos mediáticos. Son miles y miles de colombianos y venezola-nos, a un lado y otro de la frontera común que, no viven, sino sobre-viven gracias a este negocio ilegal. Pero son millones de venezolanos que padecen las consecuencias de esta guerra económica.

Lo que pone claridad a la natura-leza de esta combinación de varios métodos de agresión es que a partir de las medidas tomadas por Caracas de cerrar la frontera con Colombia se arrancó un proceso de normalización

en cuanto a abastecimiento tanto de artículos de primera necesidad como en cuanto a abastecimiento de gasolina en lado venezolano de la frontera. Las tradicionales colas de espera han ido desapareciendo, mientras empezaron a formarse en el otro lado de la frontera.

No se puede negar la grave crisis económica, financiera que sufre el país como consecuencia de esta guerra sin cuartel, pero tampoco se pueden ne-gar los tremendos avances logrados.

En primer lugar hay que contar con el avance promovido por el

Estado bolivariano en promocionar la vivienda popular, los servicios de salud y educación gratuitas y las subvenciones estatales a los pro-ductos de primera necesidad, entre otras medidas y políticas del gobier-no actual de Nicolás Maduro como heredero de Hugo Chávez.

Quizás esto sea el factor de la capacidad de resistencia del Esta-do bolivariano y sea la base de su continuidad futura en el continente como factor de aglutinamiento e integración regional frente a la ofensiva imperial.

Un hecho que no se suele contar para el análisis y la comprensión del proceso brasileño se re-fiere a que la derecha más poderosa de nuestro continente es precisamente la de Brasil.

En este contexto cabe señalar que durante el período neoliberal, Brasil, en las décadas seten-ta y ochenta del siglo pasado, estableció líneas regulares de transporte marítimo con África y Oriente medio y fue el primero de nuestro conti-nente que lo haga. También en este mismo con-texto hay que recordar que por encima del apo-yo popular, Inacio Lula Da Silva tuvo que pasar por tres elecciones generales para poder al final ganar la presidencia del país. También hay que recordar que varias transnacionales son, precisa-mente, brasileñas.

Lo que es obvio es que por encima de las debilidades, las dos presidencias de Lula como la de Dilma, éstas se han traducido en políticas sociales bien favorables a la mayoría poblacio-nal tradicionalmente marginada, especialmente en los rubros de salud, educación, vivienda, etc., se han traducido en consolidar una base social del nuevo régimen.

Pero el dominio derechista ha podido man-tenerse por encima de las políticas que los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT). Esto ha implicado que estos gobiernos tuvieron que mantener relaciones con gobernadores locales de la derecha. Lo mismo referente al poder legislativo que aún mantiene una marca-da influencia de la oligarquía empresarial. Esto mismo podemos señalarlo respecto al poder judicial, pero mucho más en lo referente al po-der mediático.

Con estas líneas bien generales estamos señalando los puntos fuertes como las debili-dades de los gobiernos de PT. Sólo queda seña-lar que los resultados del enfrentamiento con el Imperio tanto en Venezuela como en Brasil son decisivos para la definición del futuro de nuestro continente.A

porrea

eju.tv

En la etapa actual, la revolución cubana inició el proceso revolucionario en el continente. Se tardó varias décadas para que se iniciaran las revoluciones en Venezuela, Bolivia, Ecuador... El proceso democrático revolucionario en Bolivia se consolidó en Estado Plurinacional para todos, sin excluir a nadie.

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La ofensiva del imperio en nuestra AméricaINTRODUCCIÓNLa ofensiva imperial se centra en nuestro continente, pero no es exclusiva de nues-tra región, sino que

tiene alcance global que abarca el conjunto de nuestro planeta (incluso el espacio extraterres-tre tiene presencia militar y de espionaje del imperio).

La segunda ofensiva abarca la masa euro asiática (Eurasia), que abarca el continente euro-peo, Rusia, China, Oriente Me-dio y la India, entre otras par-tes. Los dos frentes más álgidos de esta ofensiva se centran en Ucrania y Oriente Medio.

El continente africano tampo-co escapa de esta ofensiva, pero la ofensiva imperial se traduce en varios métodos de intervención y desestabilización más enfocadas en zonas concretas, pero no por ello sean menos graves. En este contexto habrá que señalar el no-table componente africano en la grave crisis migratoria hacia el continente europeo sea por mar (Mediterráneo) o por tierra.

En contexto regional de nuestro continente que desde la última dé-cada del siglo pasado está viviendo un auge de los movimientos so-ciales, pueblos originarios y, por tanto, de gobiernos nacionalista, antiimperialista con planes y rea-lizaciones concretas favorables al uso de los recursos naturales a favor de políticas inclusivas en los planes de la economía, la presta-ción de servicios, de inversión y de infraestructuras que en conjunto favorecen a las mayorías que histó-ricamente fueron excluidas, ha ido viviendo una amalgama amplia de intentos de desestabilización y de restauración oligárquica en el con-tinente que largo tiempo Washing-ton consideró como su “patio tra-sero” y que dejó de serlo.

En una reciente entrevista concedida al rotativo argenti-no Página 12 el hermano pre-sidente Evo Morales describe esta situación:

“Hay una ofensiva contra los países con gobiernos antiimpe-rialistas. Ahora no pueden hacer golpes de Estado militares y civi-les, tampoco conspiraciones des-de el imperio, pero siento que hay otras formas de agresión po-lítica, como los chantajes y los

condicionamientos a Venezuela. En Argentina, los fondos buitre, esa es una agresión económica. Cuando un gobierno antiimpe-rialista es sólido, quieren des-trozarlo por el lado económico. Pero el trabajo conjunto de la re-gión es importante. Y cuando no pueden ni militar ni económica-mente, hacen un golpe político como contra Lugo en Paraguay. Siento que la agresión a Dilma es política, un golpe a través del Congreso. Y mucho también de-pende de nuestros movimientos sociales, y claro, siento que el imperio quiere quitar el patri-monio político del PT. Ya no es sólo contra Dilma, también con-tra Lula. Usan el tema de la co-rrupción.”

La ofensiva imperial en nues-tro continente es bien amplia y abarca el conjunto de países con gobiernos antiimperialistas y con políticas progresistas favorables a las mayorías de sus poblaciones. Esta ofensiva abarca a Venezuela, Ecuador, Brasil, Argentina, El Sal-vador, Cuba, Bolivia y Nicaragua.

En este contexto cabe señalar que los últimos dos países: Boli-via y Nicaragua, son los dos don-de la ofensiva imperial ha tenido los menores efectos debido a la solidez de sus fuerzas políticas; El Frente Sandinista de Libera-ción Nacional y el Movimiento al Socialismo (MAS-IPSP) respecti-vamente, como al notable avan-ce de las políticas socioeconómi-cas logradas en ambos países.

En el caso especial de Cuba, Barack Obama anunció el fraca-so de los métodos criminales de su boicot contra la isla caribeña, pero no anuncio el cambio de los objetivos del imperio de acabar con el régimen revolucionario de los cubanos. En este contex-to cabe concluir que la reanuda-ción de relaciones EEUU con La Habana es un triunfo del pueblo cubano y los pueblos latinoame-ricanos, al tiempo que es una continuidad de la política del im-perio, pero con nuevos métodos.

En el espacio de nuestro Su-plemento no vamos a exponer esta problemática de la ofen-siva imperial en sus pormeno-res, sino las líneas generales de esta ofensiva y las respuestas de nuestros gobiernos, pueblos y fuerzas políticas.

Redacción internacional

2 29 de agostode 2015 329 de agosto

de 2015

VENEZUELA

BRASIL

La ofensiva imperial en este caso no es novedosa, ya lleva desarro-llándose desde la asunción al po-der del comandante Hugo Chávez. Se recurrió a los métodos, tácticas y estrategias imaginadas y por ima-ginar, incluido el tradicional golpe de Estado militar.

En este contexto y teniendo los centenares intentos de parte de Washington de asesinar al coman-dante Fidel Castro, aún prevalece la creencia de que el cáncer que sufrió el comandante Hugo Chávez haya sido provocado e inoculado

de parte de la CIA. El hecho de que en este mismo tiempo varios diri-gentes políticos sufrieron cáncer, como el caso de Fernando Lugo, Inacio Lula, Dilma Rousseff, entre otros, refuerza esta creencia.

En la actualidad, la ofensiva imperial en Venezuela ha adquiri-do mayor ferocidad. Por un lado se pretende suscitar viejos conflictos fronterizos que se habían manteni-do dentro los cauces diplomáticos de solución, pero ahora se intenta llevarlos a un nivel de enfrenta-miento violento como es el caso

del diferendo del Esequibo (ver el suplemento internacional Nº 120 ‘Esequibo: La Herencia de un con-flicto Colonial’).

El hecho viene a culminar una ofensiva de guerra económica, fi-nanciera, monetaria y mediática, junto con el intento de extender la modalidad del paramilitarismo y las mafias de la droga, desde Colombia al país bolivariano.

En este contexto, el rol de la derecha venezolana y colombiana es importante para articular esta ofensiva dado el poder económico,

financiero y mediático que tienen, pero sobre todo su dependencia total al poder del imperio.

La ofensiva lanzada contó con el apoyo mediático de los grandes monopolio internacionales y se recurrió a métodos paramilitares, parapolíticos, contrabando, crimen organizado, etc.

Los últimos acontecimientos surgidos por las medidas de Ca-racas de poner fin a esta red de contrabando, lavado de dinero, delincuencia organizada en su fron-teras común con Colombia, puso en

evidencia varios hechos ignorados en términos mediáticos. Son miles y miles de colombianos y venezola-nos, a un lado y otro de la frontera común que, no viven, sino sobre-viven gracias a este negocio ilegal. Pero son millones de venezolanos que padecen las consecuencias de esta guerra económica.

Lo que pone claridad a la natura-leza de esta combinación de varios métodos de agresión es que a partir de las medidas tomadas por Caracas de cerrar la frontera con Colombia se arrancó un proceso de normalización

en cuanto a abastecimiento tanto de artículos de primera necesidad como en cuanto a abastecimiento de gasolina en lado venezolano de la frontera. Las tradicionales colas de espera han ido desapareciendo, mientras empezaron a formarse en el otro lado de la frontera.

No se puede negar la grave crisis económica, financiera que sufre el país como consecuencia de esta guerra sin cuartel, pero tampoco se pueden ne-gar los tremendos avances logrados.

En primer lugar hay que contar con el avance promovido por el

Estado bolivariano en promocionar la vivienda popular, los servicios de salud y educación gratuitas y las subvenciones estatales a los pro-ductos de primera necesidad, entre otras medidas y políticas del gobier-no actual de Nicolás Maduro como heredero de Hugo Chávez.

Quizás esto sea el factor de la capacidad de resistencia del Esta-do bolivariano y sea la base de su continuidad futura en el continente como factor de aglutinamiento e integración regional frente a la ofensiva imperial.

Un hecho que no se suele contar para el análisis y la comprensión del proceso brasileño se re-fiere a que la derecha más poderosa de nuestro continente es precisamente la de Brasil.

En este contexto cabe señalar que durante el período neoliberal, Brasil, en las décadas seten-ta y ochenta del siglo pasado, estableció líneas regulares de transporte marítimo con África y Oriente medio y fue el primero de nuestro conti-nente que lo haga. También en este mismo con-texto hay que recordar que por encima del apo-yo popular, Inacio Lula Da Silva tuvo que pasar por tres elecciones generales para poder al final ganar la presidencia del país. También hay que recordar que varias transnacionales son, precisa-mente, brasileñas.

Lo que es obvio es que por encima de las debilidades, las dos presidencias de Lula como la de Dilma, éstas se han traducido en políticas sociales bien favorables a la mayoría poblacio-nal tradicionalmente marginada, especialmente en los rubros de salud, educación, vivienda, etc., se han traducido en consolidar una base social del nuevo régimen.

Pero el dominio derechista ha podido man-tenerse por encima de las políticas que los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT). Esto ha implicado que estos gobiernos tuvieron que mantener relaciones con gobernadores locales de la derecha. Lo mismo referente al poder legislativo que aún mantiene una marca-da influencia de la oligarquía empresarial. Esto mismo podemos señalarlo respecto al poder judicial, pero mucho más en lo referente al po-der mediático.

Con estas líneas bien generales estamos señalando los puntos fuertes como las debili-dades de los gobiernos de PT. Sólo queda seña-lar que los resultados del enfrentamiento con el Imperio tanto en Venezuela como en Brasil son decisivos para la definición del futuro de nuestro continente.A

porrea

eju.tv

En la etapa actual, la revolución cubana inició el proceso revolucionario en el continente. Se tardó varias décadas para que se iniciaran las revoluciones en Venezuela, Bolivia, Ecuador... El proceso democrático revolucionario en Bolivia se consolidó en Estado Plurinacional para todos, sin excluir a nadie.

Page 4: Especial Internacional 29-08-15

4 29 de agostode 2015

Los tres dirigentes revolucionarios, el fallecido comandante Hugo Chávez, el comandante Fidel Castro y el presidente Evo Morales, hermanados en la lucha revolucionaria.

Son muy frecuentes las reuniones de trabajo de Evo Morales con los sindicatos y movimientos sociales.

El Esequibo es un conflicto de herencia colonial. En el mapa se puede apreciar en varias líneas el desarrollo de la ambición colonial británica.

Tarin

ga.net

ABI

Wikim

edia

ECUADOR

Con toda la diferencia en extensión y po-der económico, la derecha ecuatoriana es bien vigorosa como la brasileña y con muchos recursos y fuertes relaciones de dependencia con Washington.

En este contexto, cabe señalar que Pana-má, que fue descuajada de Colombia de par-te de EEUU con el fin de que Washington sea la potencia que abriera el Canal de Panamá, y con todo el peso asfixiante del dominio yan-qui en todos los niveles, el balboa, la moneda nacional, aún tiene un margen, aunque sea nominal, de existencia en el sistema financie-ro panameño. Éste no es el caso de Ecuador. Su derecha logró anular la moneda nacional y adoptó en su lugar el dólar.

Esta derecha ecuatoriana logró lo que ninguna otra derecha de nuestro conti-nente consiguió: convertir, a través del clientelismo, a un sector de los pueblos originarios del país en un instrumento de su política de desestabilización.

El presidente Rafael Correa no alcanzó el poder por la vía de un partido político concreto. El mismo pertenece a una familia acomodada que le permitió estudiar en una de las primeras universidades del im-perio, como del sistema neoliberal, la Uni-versidad de Harvard. Aquí se puede afirmar que desde el corazón del imperio arranca el rechazo como la resistencia y lucha con-tra este ignominioso dominio.

Pero con todo el poder de la oligarquía ecuatoriana, el poder de la revolución ciu-dadana que promovió Rafael Correa tiene mayor solidez que en el caso de Brasil. Cabe señalar en este sentido las múltiples eleccio-nes que el régimen ganó a la derecha.

CONCLUSIÓN

Aunque merece la pena seguir exponiendo los otros casos de la ofensiva imperial en Argentina, Bolivia, Nicaragua, etc., el espacio no nos lo permite.

Frente a esta ofensiva, cabe apuntar a la urgen-te necesidad de ampliar el debate sobre el tema a nivel nacional de nuestros países, con el fin de aportar y aplicar ideas e innovaciones para resistir mejor la embestida imperial y para acelerar los procesos de integración regional para el mismo fin.

En este contexto, cabe señalar que una institu-ción vital para esta integración regional, como es el Banco del Sur, aún está paralizada, aunque tenga la aprobación formal de todas las partes.

Con todo, hay que compartir el optimismo y el coraje combativo del hermano presidente Evo

Morales cuando afirma en la mencionada entre-vista que concedió a Pagina 12: “Especialmente en Sudamérica los países son antiimperialistas. El imperio divide para tratar de derrotar a los gobiernos progresistas, la historia se repite, pero el pueblo siempre va a apoyar y a ratificar al go-bierno que los respaldó y liberó. Ésa es nuestra experiencia. Nos preocupa el caso de Venezuela, sobre todo por los problemas económicos. La posición bolivariana y revolucionaria está firme pese a las agresiones políticas y económicas, o las agresiones parlamentarias como en Brasil. No son tiempos de imperios, sino de pueblos; no estamos en tiempos de oligarquía, sino de los movimientos sociales”.