El Personaje Olvidado

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El personaje olvidado El hombre que cambió la historia de la humanidad. De la gama inmensa que existe de seres humanos que han impactado a la sociedad podemos mencionar varios nombres. Vienen a mi mente personajes destacados intelectualmente, tales como Aristóteles, Sócrates, Platón, etc. Todos ellos nacidos en Grecia y sobresalientes por sus aportaciones al estudio de la filosofía y otras áreas del conocimiento. Pero, además de ellos, la historia nos señala a otros hombres revolucionarios como Leonardo Da Vinci, Isaac Newton, Albert Einstein, Gregorio Mendel, entre otros. Estos últimos destacaron en otras áreas diferentes a los primero mencionados. Y no son todos, evidentemente faltan muchos más. Sin embargo, ninguno de esos hombre ha impactado tanto al mundo como lo hizo y lo sigue haciendo la persona de la que hablaré en este tema, al cual considero un personaje olvidado, razón del título de este escrito. Fue un ser humano como lo han sido todos y como muchos lo somos hoy en día; sin embargo, a pesar de tener todas las características de una persona común y corriente, contaba con una mente que sobresalía de entre todos los demás, incluso podría decir que no ha existido personaje semejante a él. Estoy refiriéndome al hombre que cambió la historia humana y hoy en día, como sucediera en el tiempo que vivió, sigue cambiando vidas. Aclaro, antes de continuar, que la elaboración de este texto no es con fines religiosos ni proselitistas; más bien considérese como un texto de información para aquellos que deseen conocer un poco acerca del hombre que ha impactado de manera impresionante a una sociedad y a una humanidad por casi dos mil años. Este hombre, como ya ha de suponerse, se llama Jesús, también conocido como Jesús el Cristo o Jesucristo. Es importante señalar que se evite relacionar a Jesús con la religión, pues él en sí no es una religión, sino un hombre al que siguen muchas personas. Esto lo digo porque estrictamente hablando, citando las palabras de un experto en teología: “El cristianismo no es una religión. La religión es el intento del ser humano por abrirse camino hasta Dios a través de buenas obras. El cristianismo es Dios que va a los hombres y a las mujeres por medio de Jesucristo”. 1 En otras palabras, en una religión el hombre pone las reglas para llegar a Dios, en el cristianismo es Dios quien determina cómo podemos llegar a él. Incluso en una de las enseñanzas de Jesús él asegura lo siguiente: “Yo soy el camino, y yo soy la verdad, y yo soy la vida. Nadie viene al Padre sino por mí. 2 Esto es solo para aclarar que Jesús no es ninguna religión; que el hombre lo haya convertido en eso es diferente. 1 Josh McDowell, Más que un carpintero. Página 14. 2 San Juan, capítulo 14:6

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Texto sobre el personaje histórico más importante y al parecer ha sido olvidado por la sociedad.

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El personaje olvidadoEl hombre que cambió la historia de la humanidad.

De la gama inmensa que existe de seres humanos que han impactado a la sociedad podemos mencionar varios nombres. Vienen a mi mente personajes destacados intelectualmente, tales como Aristóteles, Sócrates, Platón, etc. Todos ellos nacidos en Grecia y sobresalientes por sus aportaciones al estudio de la filosofía y otras áreas del conocimiento. Pero, además de ellos, la historia nos señala a otros hombres revolucionarios como Leonardo Da Vinci, Isaac Newton, Albert Einstein, Gregorio Mendel, entre otros. Estos últimos destacaron en otras áreas diferentes a los primero mencionados. Y no son todos, evidentemente faltan muchos más. Sin embargo, ninguno de esos hombre ha impactado tanto al mundo como lo hizo y lo sigue haciendo la persona de la que hablaré en este tema, al cual considero un personaje olvidado, razón del título de este escrito.

Fue un ser humano como lo han sido todos y como muchos lo somos hoy en día; sin embargo, a pesar de tener todas las características de una persona común y corriente, contaba con una mente que sobresalía de entre todos los demás, incluso podría decir que no ha existido personaje semejante a él. Estoy refiriéndome al hombre que cambió la historia humana y hoy en día, como sucediera en el tiempo que vivió, sigue cambiando vidas.

Aclaro, antes de continuar, que la elaboración de este texto no es con fines religiosos ni proselitistas; más bien considérese como un texto de información para aquellos que deseen conocer un poco acerca del hombre que ha impactado de manera impresionante a una sociedad y a una humanidad por casi dos mil años. Este hombre, como ya ha de suponerse, se llama Jesús, también conocido como Jesús el Cristo o Jesucristo.

Es importante señalar que se evite relacionar a Jesús con la religión, pues él en sí no es una religión, sino un hombre al que siguen muchas personas. Esto lo digo porque estrictamente hablando, citando las palabras de un experto en teología: “El cristianismo no es una religión. La religión es el intento del ser humano por abrirse camino hasta Dios a través de buenas obras. El cristianismo es Dios que va a los hombres y a las mujeres por medio de Jesucristo”.1 En otras palabras, en una religión el hombre pone las reglas para llegar a Dios, en el cristianismo es Dios quien determina cómo podemos llegar a él. Incluso en una de las enseñanzas de Jesús él asegura lo siguiente: “Yo soy el camino, y yo soy la verdad, y yo soy la vida. Nadie viene al Padre sino por mí.2

Esto es solo para aclarar que Jesús no es ninguna religión; que el hombre lo haya convertido en eso es diferente.

Una vez claro lo anterior me gustaría comentar el por qué Jesús es un hombre sin igual y cómo su vida ha sido un ejemplo para millones de personas y por qué ha impactado tanto su nombre al mundo en que vivimos.

Las etapas de la vida de Jesús fueron lo que hizo que él impactara al mundo entero, estas etapas son: Su nacimiento, su vida, su muerte y su resurrección. Se hablará solo de los primero tres, ya que no hay espacio para el cuarto aspecto.

Para dejarlo más claro nos introduciremos en los primero tres puntos y hablaremos un poco más acerca de lo que fue su vida y enseñanzas. Lo primero en analizar será el contexto histórico donde sucedieron todas estas cosas.

Nacimiento : Tiempo en que nació Jesús

Como todos (o la gran mayoría) sabemos, el conteo de los años hasta el día de hoy comienza a partir del nacimiento de Jesús; es decir, en el momento en que nació, la historia se dividió en dos partes: antes de Cristo (a. C.) y después de Cristo (d. C.). Esto no significa que en cuanto nació, en todo el mundo ya se había hecho la división de la historia, sino que con el paso de los años así se estableció. Esto sucedió debido al impacto que tuvo el nacimiento de aquel niño, el cual era considerado el enviado de Dios, el Mesías, el rey de los judíos y

1 Josh McDowell, Más que un carpintero. Página 14.2 San Juan, capítulo 14:6

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el Salvador del mundo, como es conocido hoy en día. Es curioso encontrar que el nombre Jesús se deriva de la forma griega Yeshua o Josué, que significa «Jehová es salvación» o «el Señor salva»3, lo cual nos indica que en aquel entonces se esperaba el nacimiento del Mesías como lo indicaba el libro de los judíos, lo cual se señala en la biblia, diciendo que iba a nacer un niño y que sería el príncipe y que salvaría a su pueblo del pecado. “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro…” “Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre”.4 “Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”.5

Entonces, tomando en cuenta la situación en la que surgía el nacimiento del niño, el cual además nacía de manera sobrenatural, pues se había concebido en una virgen por medio del Espíritu Santo; esto lo podemos afirmar por lo dicho en la Biblia a José: “…he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es”. 6 Esto sucedió porque José quería dejar a María, abandonarla, pues ella estaba embarazada y José sabía que él no era el padre, por eso sucedió lo del ángel.

Además de la situación en cuestión de creencia que había en ese entonces, también encontramos al imperio romano en sus primeros años hegemónicos, pues se considera que el imperio comenzó a partir del año 27 a. C. con Cayo Julio César Augusto, quien fue el primer emperador romano. Cabe señalar que estos hechos registrados históricamente coinciden con los hechos narrados en el evangelio de Lucas. Esta es la cita: “Aconteció en aquellos días que se promulgó un edicto de parte de Augusto César…”7

Otro aspecto curioso es que en Judea, tierra de judíos, cuando el rey era Herodes, llegaron unos reyes de otras ciudades, asegurando que una estrella los había guiado, los cuales le preguntaron a Herodes, de acuerdo al evangelio de Mateo lo siguiente: “¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle”.8 Era evidente que Herodes se preocupara, pues se suponía que él era el rey de los judíos y resultaba que había nacido un niño en el cual se cumplía una profecía escrita en el libro de un profeta llamado Miqueas. Por lo cual el actual rey fue a preguntar a los principales sacerdotes y religiosos dónde decían las escrituras que iba a nacer el Cristo, a lo cual respondieron que en Belén de Judea, pues así estaba escrito: “Y tú, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; porque de ti saldrá un guiador, que apacentará a mi pueblo Israel”. 9

Claro que, como ya es conocido, Herodes mandó matar a todos los niños de Belén por temor a que la profecía se cumpliera, y así fue; todos los niños fueron asesinados, pero José y María habían huido a Egipto advertidos por un ángel de lo que Herodes pretendía. Y cuando Herodes murió, José regresó con su familia y habitaron en la región de galilea en una ciudad llamada Nazaret.

Esas fueron las condiciones sociales donde se llevó a cabo del nacimiento de Jesús.

SU VIDA y enseñanzas

No se pretende contar toda la vida de Jesús detalladamente, sino de manera general, destacando ejemplos y enseñanzas que él daba.

Antes de comenzar me gustaría explicar un poco el motivo por el cual elegí hablar de Jesús en lugar de otro tema. Como dije en un principio, es un personaje controversial y polémico, que así como muchos otros merece ser estudiado más a fondo y no solo como un personaje religioso, sino como un ejemplo de humanidad y de vida.

A menudo en la escuela nos dejan tareas de investigar sobre alguien que vivió o sigue viviendo. Por lo general es alguien reconocido con alguna trayectoria artística o que dejó alguna huella en la historia. Y suele suceder que en la investigación el investigador se emociona con lo que investiga y con lo que ha investigado e incluso comienza a ser seguidor o admirador del personaje investiga y también a adquirir algunos hábitos o costumbres que el personaje tiene. Ante esto podemos pensar que el personaje ha causado un impacto o un

3 Josh McDowell, Más que un carpintero, p. 21.4 La Biblia, Isaías 9:6-75 La Biblia, Mateo 1:216 La Biblia, Mateo 1:207 La Biblia, Lucas 2:18 La Biblia, Mateo 2:29 La Biblia, Miqueas 5:2

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cambio en la vida de quien lo investigó, que su ejemplo como persona ha transformado la manera de ver el mundo de quien lo está investigando.

Sin embargo, Jesús no solo cambió una vida y muchas más, sino que también cambió una historia, la única que hay. Pero hablando de ejemplos de vida, no hay ni existe uno más destacado que el ejemplo de Jesús de Nazaret.

Y si atendiéramos a la siguiente pregunta: ¿Qué hombre en la historia de la humanidad ha hecho más bien a la sociedad? Yo creo que la respuesta ya la sabríamos.

También hay otra pregunta muy interesante: ¿Quién es el más grande maestro de la historia?Podríamos pensar en personajes como Platón, Confucio, Aristóteles, etc., y son candidatos como

respuesta a la pregunta planteada, pero cuando una persona conoce la vida de Jesús y sus enseñanzas escritas en la Biblia (cabe señalar que las enseñanzas de cualquier otro personaje de la historia también nos ha llegado de manera escrita y no tenemos duda que ellos dieron esa enseñanza), descubre que el candidato correcto e ideal para esa pregunta es –y por mucho- Jesús.

En un libro llamado “Un hombre sin igual: Jesús, el hombre que cambió al mundo”, descubrí la siguiente pregunta: “¿Quién en toda la historia de la humanidad, ha vivido la vida más santa? La respuesta hallada es “Jesús”.

Muchas personas podrían diferir de la respuesta a esa pregunta, pero muchas otras seguramente estarían de acuerdo. La razón por la cual algunos no lo estarían es porque nunca han estudiado la vida de Jesús. Aclaro, cuando me refiero a estudiar su vida, hablo de “su vida real”, escrita por fuentes confiables, no textos cuyos autores tienen una mala reputación, y claro, tratan de manchar el nombre y la vida de aquellos de quien se ha dado ejemplo de perfección, sin tener pruebas que respalden sus declaraciones.

Yo pienso que si existe alguna vida más ejemplar que la del personaje que expongo, me gustaría saberlo.

Pero hablar de Jesús no es suficiente, sería bueno escuchar lo que opinaban otras personas acerca de él, veamos el caso de Napoleón Bonaparte, dijo: “Conozco muchos hombres, y puedo decirles que Jesucristo no es un simple hombre. Todo lo de Cristo me asombra. Su temple me infunde respeto, y su voluntad me confunde. Él es verdaderamente un ser único. Sus ideas y sentimientos, la verdad que predica, su manera de convencer no pueden ser explicadas por organizaciones humanas, ni por ninguna otra cosa. Alejandro, César, Carlomagno y yo fundamos imperios. Pero, ¿sobre qué se apoyó la creación de nuestro genio? Sobre la fuerza. Jesucristo fundó un imperio sobre el amor, y en esta hora millones de hombres morirían por él”.10

Para que Napoleón haya dicho esas palabras, creo cien por ciento que leyó la biblia, pues hasta el día de hoy es el único libro que nos abre la puerta para conocer la vida y las enseñanzas de Jesucristo, el personaje más importante de la historia y al parecer el menos interesante para muchas personas, pues casi a nadie le interesa conocerlo o estudiarlo hoy en día.

La vida y enseñanzas de Jesús han estado presentes durante estos casi dos mil años transcurridos después de su nacimientos, y naturalmente, a pesar del tiempo ha alcanzado también a nuestra generación.

Durante su vida, Jesús demostró la calidad de persona que era, dando ejemplo él mismo y enseñando verdades profundas que ningún ser humano puede negar. Jesús era una persona compasiva: “Tenía profundo amor por el afligido y por el necesitado. Él sanó enfermedades y resucitó a los muertos. Visitó a los pecadores y animó a los marginados. De hecho sus enseñanzas y sus actos de amor fueron inseparables”.11 Usaba parábolas para ilustrar a los oyentes verdades espirituales. Se auxiliaba con objetos de uso común para ayudar a sus oyentes a comprender verdades abstractas.

Uno de los actos más humildes que hizo fue cuando con una toalla se arrodilló ante cada uno de sus discípulos y les lavó los pies de uno en uno. “Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis”.12

10 Bill Bright, Un hombre sin igual, pp. 21 y 22.11 Bill Bright, Un hombre sin igual, p. 3112 La Biblia, Juan 13:12-15.

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Era un hombre muy valiente, pues hablaba contra la hipocresía de los fariseos, escribas y principales sacerdotes de ese entonces, quienes iban albergando odio contra él. Pero Jesús no dejó de ser como era, no cambió su manera de hablar, nunca modificó su mensaje para evitar alguna desagradable situación.

Es admirable la sabiduría que en él había, así como la autoridad con la que hablaba. Y ante esto, el mismo Jesús declaraba que las palabras que decía no eran suyas, sino de su Padre, de Dios. Sin duda alguna las personas que lo escuchaban quedaban admiradas y todos los días lo seguían para escucharlo hablar.

Y la más grande enseñanza que dio fue que la salvación de Dios para con los hombres no era por lo que el hombre hacía para llegar a Dios, sino lo que Dios hacia para llegar al hombre. Ante esto Jesús declaró: “Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado”,13 esto es, en Jesús. Yo creo que por estas palabras era juzgado, pues él como hombre se estaba otorgando una prerrogativa muy elevada, lo cual los fariseos y escépticos no querían aceptar, mas la vida que él llevaba, sus enseñanzas y la calidad de persona, no indicaba que fuera un mentiroso.

“Entonces, si era un mentiroso, era también un hipócrita porque enseñaba a los demás a ser sinceros a cualquier precio. Peor que eso, si estaba mintiendo, era un demonio, porque les decía a los demás que pusieran en sus manos su destino eterno. Si no podía respaldar sus afirmaciones y lo sabía, era malvado hasta el extremo, por engañar a sus seguidores con semejante esperanza falsa. Por último, también sería un tonto porque sus afirmaciones de ser Dios lo conducirían a su crucifixión… afirmaciones de las que se habría podido retractar a fin de salvarse incluso en el último minuto.

La conclusión de que Jesús fuera un hombre deliberadamente mentiroso no coincide con lo que sabemos de él ni con los resultados de su vida y enseñanzas. Siempre que se proclama a Jesús, vemos vidas cambiadas para bien, naciones mejoradas, ladrones convertidos en personas honradas, alcohólicos que se vuelven sobrios, personas llenas de odios que se convierten en canales de amor y personas injustas que se vuelven justas… Al cristianismo se le reservó el presentar al mundo un ideal que a través de todos los cambios de dieciocho siglos ha inspirado a los corazones de los hombres con un apasionado amor; se ha mostrado capaz de actuar en todas las edades, las naciones, los temperamentos y las condiciones; no solo ha sido el más alto modelo de virtud, sino el mayor incentivo para su práctica. La simple evidencia de estos tres breves años de vida activa ha hecho más para regenerar y suavizar a la humanidad que todos los deberes de los filósofos y todas las exhortaciones de los moralistas”14 “El historiador Philip Schaff dice: «Si este testimonio (que Jesús era Dios) no es cierto, debe ser una categórica blasfemia o locura… El autoengaño es un asunto tan transcendental, y con un intelecto tan claro y tan acertado en todos los sentidos, está asimismo fuera de toda duda. ¿Cómo podría ser un exaltado o un lunático quien nunca perdió siquiera la estabilidad de su mente, quien navegó con serenidad por encima de todos los problemas y persecuciones, como el sol sobre las nubes, quien siempre daba las respuestas más sabias a las preguntas tentadoras, quien con calma y a propósito predijo su muerte en la cruz, su resurrección al tercer día, el derramamiento del Espíritu Santo, la fundación de su Iglesia, la destrucción de Jerusalén, predicciones que se cumplieron de manera literal? Un carácter tan original, tan completo, tan coherente y sin variación, tan perfecto, tan humano y tan alto por encima de toda la grandeza humana, tampoco puede ser un fraude ni una ficción. El poeta, como bien se ha dicho, sería en este caso mayor que el héroe. Se necesitaría más de un Jesús para inventar un Jesús». En otra parte, Schaff da un convincente argumento en contra de que Cristo fuera un mentiroso. «¿Cómo en el nombre de la lógica, el sentido común y la experiencia, podría un impostor, que es un hombre engañoso, egoísta y depravado, haber inventado y mantenido de manera coherente, desde el principio al fin, el más puro y noble carácter conocido en la historia con la más perfecta apariencia de verdad y de realidad? ¿Cómo podía haber concebido y realizado un plan incomparable de benevolencia, de magnitud moral y sublimidad, y sacrificado su propia vida por esto, ante los más fuertes prejuicios de su pueblo y época?». Si Jesús quería lograr que la gente lo siguiera y creyera en él como Dios, ¿por qué fue a la nación judía? ¿Por qué fue como carpintero común y corriente de una mediocre aldea en un país tan pequeño en tamaño y población? ¿Por qué fue a un país tan identificado por completo con el concepto de un solo Dios? ¿Por qué no fue a Egipto, o incluso a Grecia, donde ya creían en varios dioses y sus diversas manifestaciones? Alguien que vivió como vivió Jesús, enseñó como enseñó Jesús y murió como murió Jesús no podía haber sido un mentiroso”. 15

Yo considero que con las palabras anteriores es imposible decir que Jesús era un mentiroso. Y si no lo era, entonces lo que enseñaba tiene que ser verdad, no hay más opciones.

13 La Biblia, Juan 6:28-29.14 Josh McDowell, Más que un carpintero, pp. 40 y 41.15 Josh McDowell, Más que un carpintero, pp. 41, 42 y 43.

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Sin duda alguna su vida ha cambiado la de muchas personas alrededor del mundo y a través de la historia. No solo han sido personas desconocidas, sino también personajes históricos del mundo intelectual, de la ciencia y la física. A todos ha llegado el conocimiento de un hombre que hace casi dos mil años fue crucificado y él aseguraba que era por el perdón de pecados de su pueblo. Muchos estudiosos miraban a Jesús de la siguiente manera:

«Jesucristo es el centro de todo, y la meta hacia la cual todo se dirige». Blas Pascal, matemático, científico y filósofo francés del siglo diecisiete.16

Otro importante y reconocido personaje llamado Lew Wallace, abogado, general estadounidense y autor del siglo diecinueve dice: «Después de seis años dedicado a la imparcial investigación del cristianismo, en cuanto a su verdad o falsedad, he llegado a la conclusión de que Jesucristo fue el Mesías de los judíos, el Salvador del mundo y mi Salvador personal.”17

Cuando se investiga arduamente a Jesús de Nazaret, el personaje olvidado, o bien, ignorado por el mundo, uno descubre que él verdaderamente con sus palabras es capaz de cambiar todas las cosas. No hablo de esta manera por el hecho de que yo sea cristiano, sino porque verdaderamente una persona que desea cambiar su vida y dejar de sentir preocupación, malestar emocional o estrés, al conocer quién es Jesús, algo pasa en su vida y adquiere una nueva visión del mundo y de las personas. Cuando Jesús enseñaba, él decía que las palabras no eran suyas, sino de su Padre, o sea, de Dios. Y hablaba también de una comunión con el Padre, misma que todo ser humano podía tener al creerle a Jesús.

Evidentemente han sido muchas las personas que le han creído a Jesucristo. Millones han aceptado sus enseñanzas y transformado sus vidas; sin embargo, millones de personas también lo han rechazado y regularmente la vida que llevan sigue siendo sin sentido ni propósito aunque digan o crean que sí.

Conocer al personaje olvidado es, como dice el autor de un libro: “Una aventura de encuentro con Aquel que ha cambiado al mundo, que ha enseñado a los más eminentes eruditos, que ha dirigido el curso del poder de las naciones, e inspirado a miles de millones de hombres y mujeres a seguirlo. Es adentrarnos en la vida y la mente de la persona más revolucionaria de la historia”.18

Y se puede ahondar en el tema y no se terminaría de estudiarlo, más bien uno se cansaría y diría que hay que seguir otro día. El propósito de este tema no es agotarlo, aunque no sería posible tal cosa por más que se deseara, ya que habría mucho qué decir y no se terminaría de hacerlo.

Ya por último, lo concerniente a la vida de Jesús, es que el conocimiento al respecto de su ejemplo está cada día creciendo, pero así como crece también es rechazado. Actualmente la sociedad prefiere vivir una vida de problemas, de dolor, angustia, preocupaciones, etc., siguiendo ejemplos viles y admirando personajes absurdos y baratos que la televisión y el mundo artístico nos vende en sus novelas y publicidades. Mas depende de cada persona elegir qué clase de vida llevar. Ejemplo hay.

La muerte de Jesús

Otro de los grandes aspectos de la vida de Jesús fue su muerte, pues mundialmente la manera de morir de un ser humano no ha impactado tanto como lo fue la de Jesús.

Como muchos sabemos, él fue crucificado en una cruz sobre un monte llamado “el Calvario” en Jerusalén. Su muerte fue de las más crueles y despiadadas. En un libro, una cita de otro autor explica esto: “El soldado usaba un látigo con tiras de cuero trenzado con bolas de metal entretejidas en él. Cuando el látigo golpeaba la carne, esas bolas provocaban moretones o contusiones, las cuales se abrían con los demás golpes. Y el látigo también tenía pedazos de hueso afilados, los cuales cortaban profundamente la carne. La espalda quedaba tan desgarrada que la espina dorsal a veces quedaba expuesta debido a los cortes tan profundos. Los latigazos iban desde los hombros pasando por la espalda, los glúteos y las piernas. Era terrible…”19

Si observamos la descripción de esos métodos de castigo impuestos por el imperio romano, nos damos cuenta que era el método más cruel y perverso. La pregunta es: ¿por qué Jesús fue tratado de esa manera y sentenciado a muerte si era bueno y su vida era un ejemplo? La respuesta a la que se ha llegado es a que los fariseos (grupo religioso de esa época) lo condenaron porque Jesús aseguraba ser el Hijo de Dios, con lo cual se hacía semejante a Dios. “Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle. Jesús les respondió: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis? Le

16 Bill Bright, Un hombre sin igual, p. 35

17 Bill Bright, Un hombre sin igual, p. 3618 Bill Bright, Un hombre sin igual, p. 3919 Josh McDowell, Más que un carpintero, pp. 120-121.

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respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios”.20

En otras palabras, lo mataron porque Jesús decía –sin decirlo- que él era Dios y que salvaría a su pueblo del pecado. Y al ser crucificado se cumplió su propósito.

Sin embargo, la muerte de Jesús era un hecho que debía suceder para que se cumplieran varias profecías escritas en el libro de los judíos. Su muerte sería el sacrificio vivo que Jesús hacía voluntariamente, pues era la exigencia para el perdón de pecados, el derramamiento de sangre de un cordero puro y sin mancha, y Jesús era el único hombre en toda la tierra que cumplía con esos requisitos, por lo cual es también conocido como el cordero de Dios.

La biblia refleja que la condición de Dios para perdonar pecados es el derramamiento de sangre y al ser Jesús el sacrificio, el perdón alcanza a todo aquel que se considere humano y acepte ese sacrificio de amor de Dios en la cruz.

Y al parecer esa era la misión de Jesús aquí en la tierra, pues a pesar de tener la posibilidad de retractarse de decir que él era el rey de los judíos, no lo hizo, al contrario, llegó hasta las últimas consecuencias: su muerte.

Su resurrección

Se dice que el cristianismo sin la resurrección se desplomaría. Lo curioso han sido las investigaciones y las conclusiones a las que se han llegado. Estas han sido las siguientes: Jesús verdaderamente resucitó de entre los muertos. Y de acuerdo a la biblia y a la fe cristiana, Jesucristo está sentado a la diestra del poder de Dios en el cielo, mas su Espíritu Santo, el cual proviene de Jesús, se encuentra en la tierra con todo aquel que decide aceptar a Jesús como Señor y Salvador.

Esta información está planteada en la biblia, así como toda la vida e historia de Jesús.En el caso de la resurrección surgen preguntas acerca de que si verdaderamente resucitó o no. Todos sus

apóstoles dan testimonio de haber visto a Jesús después de su muerte, de pie y resucitado, como lo había prometido en declaraciones que hizo antes de morir.

Seis de los apóstoles de Jesús murieron crucificados porque predicaban a Jesús resucitado sin retractarse de ello, otros cinco murieron a espada y solo Juan, quien escribió apocalipsis, murió de muerte natural. Lo curioso es que todos ellos estuvieron dispuestos a morir antes de negar a Jesús resucitado. «Fue la convicción que cambió a los descorazonados seguidores de un rabí crucificado en los valerosos testigos y mártires de la iglesia antigua. Esta fue la única creencia que separó a los seguidores de Jesús de los judíos y los transformó en la comunidad de la resurrección. Se les podía encarcelar, flagelar y hasta matar, pero no se podía lograr que negaran su convicción de “que resucitó al tercer día”.21

Todos estos hechos acaecidos en el pasado han llegado hasta nuestros oídos. Y todo ello hace que Jesús de Nazaret se convierta en el personaje más polémico a través de la historia, pues muchos no entienden su vida ni su manera de actuar; otros más han aceptado y decidido seguirlo, pues han creído todo lo que él dijo.

Para concluir, quiero decir que de acuerdo a los textos bíblicos y a miles de investigaciones que se han realizado, se ha llegado a la conclusión de que los datos contenidos en la biblia son verídicos. Esto significa que la vida de Jesús, muerte y resurrección, es una verdad que sigue imperando en nuestros días. Ya depende de cada ser humano creerlo o no.

20 La Biblia, Juan 10:31-33.21 Josh McDowell, Más que un carpintero, p. 89.