Efectividad de la escuela de columna en el tratamiento de la lumbalgia crónica: revisión...

11

Click here to load reader

Transcript of Efectividad de la escuela de columna en el tratamiento de la lumbalgia crónica: revisión...

Page 1: Efectividad de la escuela de columna en el tratamiento de la lumbalgia crónica: revisión bibliográfica

6

Fisioterapia 2001;23(2):66-76

Artículo

I. Miralles Rull1

M.a M. Inglès Novell2Efectividad de la escuela de columna en el tratamiento de la lumbalgia crónica:revisión bibliográfica

Effectivity of the backschool in the treatment of chronic back pain: a bibliographic review

Correspondencia:Iris Miralles RullUnitat de FisioterapiaFacultat de Medicina i Ciènciesde la SalutUniversitat Rovira i VirgiliSant Llorenç, s/n43201 Reus (Tarragona)E-mail: [email protected]

1 Fisioterapeuta. Unidad de Fisioterapia DAP Reus-Alterbrat. Profesora Asociada.Unidad de Fisioterapia.Universitat de Rovira i Virgili.Reus (Tarragona)

2 Fisioterapeuta. Coordinadora de la Unidad de Fisioterapia DAPReus-Alterbrat. ProfesoraAsociada. Unidad de Fisioterapia.Universitat de Rovira i Virgili.Reus (Tarragona).

RESUMEN

La prevención del dolor lumbar es uno de los pilaresfundamentales de su tratamiento con el fin dedisminuir sus graves repercusiones socioeconómicas.Dentro de los programas de prevención del dolorlumbar, el más extensamente utilizado, con todas susvariantes, es la escuela de columna, iniciada enSuecia en 1969. Aunque su uso es relativamentereciente, la gran preocupación ha sido siempre suefectividad real para cambiar los hábitos posturales yde vida de los individuos. En este artículo, después de determinar la necesidadde la escuela de columna y ver cual ha sido suevolución en la historia, se expone su efectividadsegún los últimos estudios publicados.

PALABRAS CLAVE

Prevención; Dolor lumbar; Escuela de columna;Eficacia.

ABSTRACT

Prevention of low back pain is one of the fundamentalevents in its treatment in order to decrease its socio-economical repercussions. Within the most widely usedlow back pain prevention programs, with all itsvariations, it that of the back school initiated in Swedenin 1969. Although its use is relatively recent, the greatconcern has always been its renal effectiveness to changethe individual’s posture and life habits.In this article, its effectiveness is explained according tothe recent studies published, after the need for the backshool is determined and its evolution in history isconsidered.

KEY WORDS

Prevention; Low back pain; Back school; Efficacy.

G. Rodríguez FuentesA. González RepresasJ. M. Pazos RosalesL. González Dopazo

Page 2: Efectividad de la escuela de columna en el tratamiento de la lumbalgia crónica: revisión bibliográfica

INTRODUCCIÓN

La patología de raquis es actualmente la enferme-dad industrial más cara y la principal causa de disca-pacidad en individuos por debajo de los 45 años (1).El gasto médico directo total en los Países Bajos en1991 fue estimado en 367,6 millones de dólares y elcoste total por absentismo y discapacidad ascendió a3,1 y 1,5 billones de dólares, respectivamente (2). Elnúmero de trabajadores afectos va en aumento.

En Estado Unidos el dolor lumbar es la primeracausa de incapacidad antes de los 45 años y la terceradespués de los 45. Más de 5 millones de personas es-tán incapacitadas por dolor lumbar, de los cuales el50% son incapacidades permanentes (3). Los costesdirectos e indirectos suponen más de 50 billones dedólares al año (4). El crecimiento de la incapacidadlumbar (5) fue de un 168% entre los años 1971 y1986 y los estudios actuales siguen mostrando incre-mento (6).

Si lo analizamos con datos recientes, en España eldolor de espalda es el motivo del 54,8% de las jorna-das laborales pérdidas; da lugar a un 6-12% de inca-pacidad laboral y supuso en el 1994 un saldo por indem-nizaciones de más de 10.569 millones de pesetas (7). Lamedia de días de baja por lumbalgia aguda en nuestropaís es de 41 días (8).

El dolor lumbar afecta por igual a hombres y a mu-jeres a partir de los 20-30 años, pero no es hasta los40-50 años que se vuelve incapacitante (3). En cual-quier caso se trata siempre del período laboral de la vi-da. La inmensa mayoría de los episodios de lumbalgiano incapacitan de forma importante; el 90-95% de losindividuos que acuden a atención primaria por dolorlumbar mejoran en menos de un mes y sólo en un 5-7% de los pacientes el dolor persiste después de losseis meses. Es este 5% el que condiciona por sí solo el85% del gasto total por dolor lumbar (9, 10). Asípues, la mayor parte de los individuos se recuperan rá-pidamente de los episodios agudos de dolor lumbar,pero los pocos que no lo hacen son los que provocanla mayor parte de los gastos (10). Muchos (el 90%) sereincorporan al trabajo antes de los tres meses, pero lamayoría sufren limitación funcional y recaídas (11).

El dolor lumbar es también una de las causas másfrecuentes de consulta médica y de Fisioterapia. En losPaíses Bajos el 22% de los pacientes remitidos desdeel médico de familia al Servicio de Fisioterapia padecíande dolor lumbar y en Estados Unidos los pacientescon dolor lumbar representan el 25% de toda la acti-vidad fisioterapéutica (12). En España se estima quemás del 30% de las consultas en un Servicio de Reha-bilitación son para tratamiento de dolor vertebral me-cánico crónico (13).

Este hecho que ya es por todos conocido lleva con-sigo un gran número de factores asociados, como fac-tores socioeconómicos, familiares y psicológicos, en-tre otros.

A pesar que la patología raquídea es la más comúnen todos los ámbitos, no existe un método efectivo yseguro de tratamiento. El enfoque patoanatómico deldiagnóstico y tratamiento han tenido un débil impac-to en la incidencia del dolor lumbar y la disminuciónde la discapacidad (10).

Entre las medidas terapéuticas más extendidas en-contramos el reposo. Actualmente se sabe que el re-poso prolongado no disminuye la clínica y ademásempeora otros aspectos del cuadro clínico, entre ellosel psicológico, adquiriendo el papel de persona enfer-ma por parte del paciente (11,14,15). Actualmente seopta por la actividad física modificada (aquella queno aumenta el dolor lumbar) o como máximo tres días de reposo en cama en aquellos pacientes con ra-diculopatía.

Las diferentes medidas de tratamiento fisioterapéu-tico del dolor lumbar han demostrado ya su eficacia,especialmente los tratamientos de analgesia y relaja-ción muscular, así como los ejercicios terapéuticoscontrolados por el propio fisioterapeuta y la manipu-lación (11, 16, 17), aunque no existe consenso con elnúmero máximo y mínimo de sesiones. Técnicas co-mo la tracción lumbar continua y el TENS no se hademostrado su eficacia a largo plazo para disminuir lasintomatología y aumentar la funcionalidad (18-20).

El ejercicio físico controlado tiene un efecto bene-ficioso sobre el paciente a cualquier nivel, no sólo físi-co, sino también psicológico (11). Debemos destacarque el papel de los ejercicios terapéuticos es beneficio-

I. Miralles RullM.a M. Inglès Novell

Efectividad de la escuela de columna en el tratamientode la lumbalgia crónica: revisión bibliográfica

67

Fisioterapia 2001;23(2):66-76

Page 3: Efectividad de la escuela de columna en el tratamiento de la lumbalgia crónica: revisión bibliográfica

so en el tratamiento del dolor lumbar subagudo ycrónico, pero no en su prevención, y sus efectos no semantienen a largo plazo si no se continúan ejecutan-do a lo largo del tiempo (15, 21).

Cuando se habla de ejercicio terapéutico controla-do no nos referimos a la potenciación muscular in-tensiva únicamente, pues ésta se ha demostrado queno es efectiva en el tratamiento del dolor lumbar (22).Cuando se realiza ejercicios con la intención de dismi-nuir el dolor lumbar lo que se busca ante todo es unacorrección postural, para lo que es preciso la interven-ción de un profesional cualificado. Partiendo de unabuena corrección postural realizaremos potenciaciónmuscular analítica de aquellos músculos debilitados yelastificación de aquellos que lo precisen, mantenien-do en todo momento una buena alineación de la co-lumna, disminuyendo las presiones excesivas. Se buscael aumento de la resistencia muscular más que su po-tencia, pues se ha demostrado que la mayor parte de le-siones de columna se producen por fuerzas submáxi-mas o mínimas debidas a falta de resistencia por partede los músculos estabilizadores de la columna. Seránejercicios aeróbicos de poca demanda, pero con el nú-mero máximo de repeticiones. Antes de empezar con lapotenciación será imprescindible la elastificación (23).

En cualquier caso sí se ha podido demostrar laefectividad del tratamiento de Fisioterapia del dolorlumbar con sus diferentes técnicas físicas de trata-miento del dolor y ejercicios terapéuticos controla-dos, tanto en términos de nivel de dolor como enfuncionalidad, nivel de calidad de vida, satisfacciónsubjetiva y en costes del tratamiento —el promediode coste por paciente por 10 sesiones fue de aproxi-madamente 165 dólares (24, 25)—. Con todo y ellono se ha encontrado evidencia científica de disminu-ción del tiempo de reincorporación al trabajo. Estopuede ser debido a otros conceptos como las compen-saciones económicas, factores psicológicos y de adap-tación al lugar de trabajo.

La probabilidad de reincorporación laboral despuésde seis meses de baja es del 50% y después de un añoes del 30% (15).

Uno de los principales enfoques será, pues, la pre-vención y el tratamiento de la discapacidad, pues evi-

tando su aparición podemos disminuir la incidenciadel problema. La prevención no sólo debe intentarevitar la aparición de la patología lumbar (prevenciónprimaria), sino que una vez ha aparecido debemosevitar su reagudización, evitando así la cronificacióndel problema (prevención secundaria). Todavía sedesconoce la efectividad de la prevención primaria,pues es realmente difícil de medir a largo plazo, perodebido a la magnitud del problema el objetivo másurgente será la prevención secundaria y terciaria (10)

¿QUÉ ES LA ESCUELA DE COLUMNA?

Como consecuencia de la elevada incidencia de lapatología lumbar se han introducido programas deprevención en el ámbito laboral como una tentativade disminuir su incidencia y a la vez disminuir el ab-sentismo y los costes económicos subsecuentes. Ade-más de la adaptación ergonómica del puesto de traba-jo, estos programas de prevención incluyen la edu-cación del individuo para ayudarle a conocer suproblema, manejarlo y evitarlo. Estos programas deprevención son muy diversos, e incluyen desde clasesteóricas y prácticas, instrucciones de manejo y trans-porte de cargas, ejercicios, soporte psicológico y unamuy variada combinación de todos ellos.

A menudo por falta de medios o tiempo la educa-ción se realiza de forma implícita junto con el trata-miento. Por ejemplo se ha observado que en muchosservicios de Fisioterapia durante el tratamiento fisio-terapéutico del dolor lumbar se dan instrucciones yrecomendaciones para la prevención del mismo. Enun estudio reciente (12) se ha evaluado la efectividadde estas instrucciones dadas durante el tratamiento ysu orden lógico. Para aumentar la efectividad el or-den lógico de las instrucciones y consejos debería ser,según el autor, comenzar por consejos para disminuirel dolor (aplicación de calor local, reposo, etc.), segui-do de recomendaciones para aumentar la movilidadlumbar y la potenciación muscular a través de ejerci-cios, instrucciones sobre higiene postural en las activi-dades de la vida cotidiana (que se deberían ir propor-cionando durante el decurso de todo el tratamiento)y finalmente las recomendaciones sobre el buen esta-

I. Miralles RullM.a M. Inglès Novell

Efectividad de la escuela de columna en el tratamientode la lumbalgia crónica: revisión bibliográfica

8

Fisioterapia 2001;23(2):66-76

Page 4: Efectividad de la escuela de columna en el tratamiento de la lumbalgia crónica: revisión bibliográfica

do general y comportamientos de salud (para respon-sabilizar al paciente de su autocuidado).

Aunque ésta es una solución viable en muchos cen-tros no es el método más efectivo. Lo más recomen-dable serán, pues, las clases propias de prevención: lallamada escuela de columna (EC).

La EC es, pues, un programa de prevención de lapatología raquídea que consiste en clases teórico-prác-ticas que tienen como objetivo dar información ade-cuada sobre el uso correcto de la columna, concien-ciando al individuo de la importancia de mantener lacolumna sana, evitando la aparición de dicha patolo-gía o ayudar a manejarla.

El objetivo de la EC abarca dos niveles: la preven-ción primaria y secundaria. La prevención primariava dirigida a sujetos sanos (26) donde los ámbitos deactuación más significativos son el escolar, deportivo,laboral y actividades cotidianas. La prevención secun-daria va dirigida a pacientes con patología raquídeacon finalidad terapéutica y de reinserción laboral pre-coz, evitando además las recaídas.

Se sabe que los profesionales sanitarios pueden in-fluenciar en el estado de salud del paciente no sólo rea-lizando un tratamiento eficaz de la disfunción musculo-esquelética, sino también proporcionando recomenda-ciones específicas (como la realización de ejercicio físicoregular) para promover su estado de salud. Pero debe-ríamos tener en cuenta cómo se da esta educación,cuando y a quién va dirigida, pues un mal enfoque dedicha educación puede disminuir su eficacia, quedandomeramente en una simple información que satisface alpaciente, pero no logra cambiar sus hábitos diarios (12).

Cabe destacar que la EC es de carácter docente y noasistencial. No sustituye a los tratamientos médicos o fi-sioterapéuticos habituales, sino que los complementacon un objetivo preventivo y rehabilitador (13).

Tipos y características

Los componentes de los programas de prevenciónson diversos. En general están formados por personalespecializado en el tratamiento del dolor lumbar, y en-tre otros acostumbran a incluir traumatólogos, médicosde medicina del dolor, fisioterapeutas, psicólogos, etc.

La primera fue la escuela sueca. La EC se inició enSuecia en 1969 por la fisioterapeuta Marianne Zach-risson Forsell en el Hospital Dandryd, cerca de Esto-colmo (27, 28). Basada en las teorías biomecánicas deNachemsson, enseña la fisiología del raquis a fin deque el paciente pueda controlar las incidencias mecáni-cas a las que se debe enfrentar cada día. Introduce con-ceptos de ergonomía. Las clases se desarrollan durantecuatro sesiones en dos semanas. Van dirigidas a gruposde seis-ocho pacientes. La formación impartida consi-guió disminuir el absentismo laboral y fue percibidacomo satisfactoria por quienes la recibieron (27).

Posteriormente encontramos la escuela canadiense.Introducida en 1974 por Hall, está dirigida esencial-mente a pacientes crónicos e introduce el abordajepsicológico del problema (29, 30). Las clases se orga-nizan en cinco sesiones de 30 minutos cada una. Sedan a grupos de 15-20 pacientes e intervienen, ade-más del fisioterapeuta, un cirujano ortopédico un psi-quiatra y un psicólogo. Se explica la repercusión deldolor crónico en el plano afectivo y de relación intro-duciendo técnicas de relajación en la última sesión.Tiene como objetivo cambiar la actitud del pacienteenseñándole a hacer frente a su problema. A los seismeses se organiza una sesión de evaluación. Esteplanteo tuvo mucho éxito, calculándose en 1.600 pa-cientes/año la participación.

Sólo dos años más tarde se inicia la escuela califor-niana. Introducida en Estados Unidos en 1976 porWhite y Mattmiller (31). La novedad de esta escuelaes la introducción de una serie de pruebas para eva-luar el nivel de incapacidad del paciente, hacer undiagnóstico y planificar un programa terapéutico. Elnúmero de pacientes se reduce a cuatro, agrupadossegún criterios clínicos. Las clases se organizan en tressesiones semanales de 90 minutos cada una, con unacuarta clase un mes más tarde. Empieza por el estudiodel paciente y su actuación frente a situaciones deconflicto en relación con el raquis. En la segunda ytercera clase se dan enseñanzas teóricas y prácticascon ejercicios de coordinación, ejercicios para prote-ger la espalda en el trabajo, deportes, etc.

Y en Europa encontramos las escuelas europeas. Ini-ciadas en los países escandinavos como hemos co-

I. Miralles RullM.a M. Inglès Novell

Efectividad de la escuela de columna en el tratamientode la lumbalgia crónica: revisión bibliográfica

69

Fisioterapia 2001;23(2):66-76

Page 5: Efectividad de la escuela de columna en el tratamiento de la lumbalgia crónica: revisión bibliográfica

mentado anteriormente, pronto se divulgaron enGran Bretaña y Francia. En Gran Bretaña la más co-nocida es la del Nuffield Orthopaedic Center (Oxford).Insisten en los conceptos ergonómicos ya que su ob-jetivo es mejorar la calidad de vida del paciente. EnFrancia la primera EC se creó en 1980 en el HospitalHenri-Mondor. En Bélgica en la clínica UniversitariaSaint-Luc de Bruselas.

En España se ha introducido el concepto de ECsurgiendo programas formativos en el ámbito de pre-vención primaria, programas con finalidad terapéuti-ca en grupos laborales determinados y programas deformación y divulgación (32).

Los objetivos marcados por la Escuela Española dela Espalda (EEDE) son los de impartir conocimientossobre anatomía y fisiología raquídea a los alumnos, asícomo conseguir que apliquen las normas de higienepostural a sus actividades cotidianas y conozcan los cri-terios de fortalecimiento de la musculatura abdominaly paravertebral. Además se intenta prevenir la aparicióndel dolor de espalda en los individuos sanos, incremen-tar la autonomía y actividad de los enfermos y mejorarla capacidad de trabajo de sanos y enfermos, disminu-yendo a la vez el riesgo de padecer problemas de la columna vertebral (7, 13). Va dirigida a pacientes sin-tomáticos y asintomáticos a través de tres clases de 45 minutos prácticas con un máximo de 10 alumnos.

Escuelas de columna hay varias, pero todas ellastienen como metas la disminución del dolor, la dis-minución de la actitud negativa ante el dolor lumbary un aumento de la funcionalidad a través de la mo-dificación de la percepción y la actitud para que lospacientes se vean como el principal agente para retor-nar a su actividad normal. Las diferencias son el mé-todo utilizado en cada escuela (33, 34).

METODOLOGÍA

La metodología varía según el centro y las posibili-dades, pero la que está más generalmente aceptadapor haberse demostrado su utilidad es la que consisteen cuatro sesiones donde se desarrolla el contenidoteórico-práctico. La primera sesión es de anatomía ybiomecánica, después se aborda la etiología del dolor,

la higiene postural y finaliza con una sesión prácticade ejercicios. La descripción se hace en términos ge-nerales, con lenguaje coloquial adaptado al auditorio.

Teniendo en cuenta que las situaciones más fre-cuentes en que se puede dar una lesión de la columnason las cargas excesivas, movimientos inesperados ycargas asimétricas, son hacia estos tres factores sobrelos que se incide principalmente en estas clases deprevención (34, 35).

La estructura más común es la siguiente:

— Primera sesión. Anatomía y biomecánica: se tratade dar la información correcta y personalizadade cómo funciona nuestra columna, el porquése produce el desgaste y el dolor y cómo sepuede evitar.

— Se explican las funciones de la columna ver-tebral, se dan nociones de anatomía y nocionesde biomecánica como la función de la presiónintrabdominal y la relación que existe entre lacolumna y los músculos abdominales.

— Segunda sesión. Etiología del dolor: se incidenuevamente en el origen del dolor y se estable-cen las bases para poder entender la higienepostural. Se enseñan y ensayan los mecanismoscorporales de protección de la columna.

— Tercera sesión. Higiene postural: se enseñan y en-sayan las medidas ergonómicas que están basa-das en tres principios fundamentales: mantenerla espalda en reposo el mayor tiempo posible,evitar posiciones extremas de la columna y re-ducir las cargas.

— Se analizan y comentan las posturas incorrec-tas tanto en bipedestación, en sedestación comoen reposo y se enseñan las posturas neutras (lasque menos comprometen el disco ya degeneradocuando estamos en una determinada postura).

— De la postura de pie se incide sobre todo enla forma estática y prolongada que se adquieredurante el trabajo y en otras funciones cotidia-nas y se proponen soluciones fácilmente asumi-bles, como elevar ligeramente una pierna yapoyarla encima de algún objeto, para descan-sar la zona lumbar.

I. Miralles RullM.a M. Inglès Novell

Efectividad de la escuela de columna en el tratamientode la lumbalgia crónica: revisión bibliográfica

0

Fisioterapia 2001;23(2):66-76

Page 6: Efectividad de la escuela de columna en el tratamiento de la lumbalgia crónica: revisión bibliográfica

— En sedestación se comenta la postura másadecuada durante el trabajo y las sillas más re-comendables. También se comenta la postura aadoptar al conducir y en reposo.

— Se analizan tareas cotidianas, comparandosiempre lo que se hace normalmente y cómo sedebería hacer para perjudicar menos la colum-na. Como agacharnos y levantarnos y tambiénel correcto manejo y transporte de las cargas.

— También se incide en los cambios a realizaren nuestro entorno que estén en nuestras ma-nos, como los que se pueden realizar en casa.Aquí sugerimos, por ejemplo, el uso de mangoslargos para escobas y fregonas, el tipo de col-chón y almohada a utilizar, el tipo de silla quedeberían utilizar los miembros de la familiaque estudian o leen muchas horas seguidas, ladistribución de espacios de uso habitual, el usode fajas u otros soportes, etc.

— Se trata de lograr que cada individuo empie-ce a tomar conciencia de su propia actitud.

— Al final de estos tres bloques el individuodebe haber asumido que el «cuidado de su es-palda es su responsabilidad».

— Cuarta sesión. Ejercicios: son clases teórico-prácticas que buscan la concienciación de lapostura y su corrección. Además se explicanuna serie de ejercicios adaptados a las necesida-des específicas.

Si se trata de un grupo puramente con fines pre-ventivos los ejercicios serán generales, e incluirán ejer-cicios de potenciación de la musculatura abdominal,de las EEII, ejercicios de recolocación del raquis y res-piratorios, así como estiramientos. En muchos casosse enseñan ejercicios de corta realización y muy sim-ples para ser realizados durante la actividad laboral enlas pausas pautadas de cinco minutos cada determina-do tiempo.

También se señalan unos cuantos ejercicios que serealizan generalmente y son incorrectos.

Se remarca el hecho que es más eficaz un solo ejerci-cio bien hecho que 20 incorrectos, lo que refuerza lanecesidad de un buen entrenamiento supervisado.

En otros casos la pauta de ejercicios será más tera-péutica, cuando se trate de grupos de pacientes conuna determinada patología, con lo que dichos ejerci-cios se adaptarán a cada situación y a cada individuo.Por este motivo este tipo de sesiones debería ser másreducidas en cuanto a número de asistentes y éstos es-tar completamente motivados.

En la EC se precisa que el paciente entienda elmensaje que se le transmite y esté motivado paracambiar sus hábitos posturales. Ello nos llevará a unamejora en la percepción afectiva y sensorial del dolor,no sólo debido a una mejora física, sino también de-bido a otras razones como el hecho de encontrarsecon un grupo con la misma problemática, a la partici-pación activa en su tratamiento mediante cambios en loshábitos posturales y a la concienciación postural (36).Para ello será fundamental que el educador sea capazde hacer llegar sus conocimientos al auditorio, adap-tándose al máximo a sus necesidades.

Los pacientes que acuden a los grupos de EC yatienen unos ciertos conocimientos previos sobre elcuidado de su salud, pero todos tienen conceptos mal,entendidos o desconocimiento de determinados con-ceptos muy importantes. Es, por tanto, aquí donde elequipo debe mostrarse más insistivo y asequible (37) .

EFECTIVIDAD DE LA EC

Valorar la efectividad de los programas de preven-ción de la patología raquídea o EC es una tarea difí-cil, incluso hoy día. Expondremos a continuaciónuna serie de datos que nos pueden ayudar a valorardicha efectividad, pero ante todo debemos tener encuenta que la EC, de forma aislada, sin todos losotros factores ergonómicos, no será eficaz.

Estudios hechos en Suecia afirman que es más efec-tiva como prevención y tratamiento en los casos agu-dos que en los crónicos, en los que se aprecia un efec-to beneficioso inmediato, pero que disminuye a largoplazo. La EC tendría una repercusión más importantea largo plazo en la actitud del paciente que sobre lamanifestación del dolor, mejorando su satisfacciónpersonal (38). Se consigue aumentar los conocimien-tos de los individuos respecto a la manipulación y

I. Miralles RullM.a M. Inglès Novell

Efectividad de la escuela de columna en el tratamientode la lumbalgia crónica: revisión bibliográfica

71

Fisioterapia 2001;23(2):66-76

Page 7: Efectividad de la escuela de columna en el tratamiento de la lumbalgia crónica: revisión bibliográfica

transporte seguro de las cargas, pero no se disminuyeel porcentaje de enfermos, los costes o el tiempo debaja y el porcentaje de recidiva (39).

La detección precoz del cuadro agudo ayuda a ladisminución de la cronicidad del problema (1, 40).Por este motivo se intenta promover los programas deprevención desde el inicio de la patología, siendo el me-jor ámbito de aplicación atención primaria (41, 42).

Desde este punto de vista es fundamental el análi-sis de los factores de riesgo. Según estudios realizadosen Estados Unidos en 1994 (43) el 32% de los díasde baja solicitados son debidos a movimientos repeti-tivos, de los cuales un 75% se asocian a manipulaciónmanual de cargas (elevación, empuje, arrastre y trans-porte en general). Ello dio lugar a dolor lumbar en un60% de los casos frente a otras patologías menos fre-cuentes como afectación de la cintura escapular (13%).

Existe evidencia científica de la relación entre so-bresfuerzos en el lugar de trabajo, repetición de losmovimientos y la postura con alteraciones musculoes-queléticas de columna cervical, extremidades superio-res y dolor lumbar. Y una gran evidencia de la rela-ción existente entre el dolor lumbar y la exposición avibraciones de todo el cuerpo (43). El estudio de losfactores de riesgo es en cualquier caso muy extenso ycomplejo, siendo un tema a tratar a parte.

Se llega, pues, a la necesidad de analizar los factoresde riesgo del dolor lumbar. Estudios recientes (44, 45) de-muestran que no se asocia tanto a la elevación diariade objetos, al índice de masa corporal, al nivel de ac-tividad y el tiempo que pasa el individuo de pie osentado como se había creído anteriormente (aunqueno se descarta), sino que existe una mayor asociacióncon el nivel de tabaquismo, mujeres con uno o máspartos vaginales, pacientes expuestos a vibraciones in-dustriales importantes y pacientes que pasan una horadiaria o más tiempo en un coche. También son fun-damentales los factores psicológicos como el nivel deestrés y de insatisfacción laboral, así como la propiapercepción sobre el estado de salud.

Una vez identificados los factores de riesgo de do-lor lumbar se puede prevenir para disminuirlos o evi-tarlos a través de la adaptación ambiental o educa-ción. Los que no se pueden evitar nos pueden permi-

tir definir la población de riesgo y realizar programasespecíficos (44).

Versloot et al (46) demuestra que la EC disminuyela duración del absentismo laboral, pero no su inci-dencia. La educación de los trabajadores permite ladisminución de la cronicidad del dolor lumbar, dis-minución del número de quejas y mejora de las técni-cas de transporte y manejo de cargas, disminuyendoasí la discapacidad a largo plazo (47).

Otros autores como McElligot (48) demuestran losbeneficios de un programa de recuperación que inclu-ya educación y tratamiento fisioterapéutico inmedia-to, lo que disminuye el número de días de baja y ladiscapacidad (48).

Los trabajos de Bendix et al (49) en los que com-para los resultados de diferentes tipos de abordajes deldolor lumbar crónico demuestran que existe un im-portante beneficio (tanto humano como económico)de un tratamiento funcional multidisciplinar compa-rado con programas más breves de entrenamiento fí-sico activo únicamente. Los beneficios de este progra-ma se valoraron en términos de reinserción laboral,uso del sistema sanitario, grado de dolor lumbar, ni-vel de discapacidad, actividad física y disminución deluso de analgésicos. El autor argumenta que todo pro-grama debe incluir elementos físicos, psicológicos ysociales para poder restablecer la situación total delindividuo. Un programa intensivo multidisciplinar esmás caro, pero el coste de tener a los pacientes largosperíodos de tiempo enfermos es muy superior. Asípues, se demuestra que el 46-48% de los pacientes es-tán antes preparados para la reinserción.

Resultados de la implantación de este tipo de pro-gramas fueron descritos por primera vez por Mayer etal (50) en 1987 seguido después de algunos años porHazard (51). Ambos obtuvieron resultados satisfacto-rios en términos de reincorporación laboral, funcio-nalidad global, disminución del dolor y otros pará-metros en pacientes con dolor lumbar crónico (52).En cambio otros estudios no mostraron beneficios deeste tipo de programas (53-55). El miedo al dolor y ala reincidencia son los mayores obstáculos en el trata-miento de este tipo de pacientes, pues piensan que eldolor será mayor si aumentan la actividad física o rei-

I. Miralles RullM.a M. Inglès Novell

Efectividad de la escuela de columna en el tratamientode la lumbalgia crónica: revisión bibliográfica

2

Fisioterapia 2001;23(2):66-76

Page 8: Efectividad de la escuela de columna en el tratamiento de la lumbalgia crónica: revisión bibliográfica

nician la actividad laboral, pero se ha demostrado queno existe relación directa entre el aumento de la acti-vidad física y el aumento del dolor (55).

Según otros autores los programas educacionalestienen un papel importante, pero no se pueden reali-zar de forma aislada, pues no son efectivos, sino quese deben realizar dentro de un programa más comple-jo (22, 56-59). Dichos autores afirman que los pro-gramas educacionales por sí solos no disminuyen laincidencia del dolor lumbar, ni el coste medio por le-sión, ni el tiempo de baja laboral, ni la incidencia delesiones musculoesqueléticas o las recaídas, y que sóloaumentan el conocimiento del autocuidado y auto-rresponsabilidad. Por tanto, no son beneficiosos a lar-go plazo, pues es difícil el cambio de comportamientodebido a otros factores más complejos como puedenser la satisfacción laboral y una visión negativa de losque sus superiores o compañeros están haciendo paramejorar la situación laboran en términos de seguri-dad. Se apunta, pues, hacia la necesidad de una visiónmucho más amplia, demostrando la necesidad de unenfoque ergonómico (60).

Está claro, pues, que se deben conocer los factoresde riesgo para poder actuar sobre los problemas rea-les. Desde hace tiempo se apunta a la idea que existeuna relación directa entre la satisfacción laboral y eldolor lumbar, por lo que se asegura (39) que mejo-rando las condiciones laborales de infraestructura ypersonales se conseguirá disminuir la incidencia deldolor lumbar más eficazmente que únicamente con laescuela de columna.

La ergonomía ayuda a la diminución de la inciden-cia de la lesión de la columna ayudando a entendercual es el mecanismo lesional, por qué se ha produci-do la lesión y junto con los datos de la capacidad per-sonal utiliza esta información para modificar el lugarde trabajo (35).

La EC puede ser un método efectivo de tratamien-to de las personas con dolor de espalda cuando secombina con el análisis del lugar de trabajo, acondi-cionamiento del trabajador, tratamiento en grupo pa-ra el entrenamiento postural y físico. O sea, el objeti-vo es un programa de rehabilitación completo, con elpleno significado de la palabra rehabilitación, no

equivalente a fisioterapia, pues si no el programa puedeser tan efectivo como cualquier grupo control (61).

Otros autores (62, 63) también están de acuerdocon esta opinión, afirmando que la EC por sí sola noes efectiva para disminuir el dolor, aumentar las capa-cidades funcionales y mejorar la autoestima, sino queademás será necesario un programa de recuperaciónfísica individualizado. Se observan mejores beneficioscuando la EC incluye clases prácticas con pauta fisio-terapéutica (33, 46) ya que así se facilita el aprendiza-je psicomotor por feedback con su educador (64). Es,pues, una educación a través del ejercicio (65). Loscambios de hábitos posturales necesitan de tiempo,práctica y repetición, por lo que unas simple clasesteóricas sobre higiene postural nunca serán suficientespara cambiar hábitos posturales arraigados desde lainfancia (59). Esto apunta nuevamente al enfoque er-gonómico y multidiciplinar del tratamiento del dolorlumbar.

Dentro de la ergonomía también existe un enfoquepsicológico-comportamental. Las diferencias existen-tes en el impacto que tienen los programas de ense-ñanza sobre los individuos indican que la representa-ción inicial del dolor que el paciente tiene juega unpapel importante en los resultados de la EC. Las re-presentaciones más frecuentes del dolor lumbar son laenfermedad por un lado y como signo de fatiga o en-vejecimiento por el otro. La representación que elpropio paciente hace sobre su dolor tiene una graninfluencia sobre lo que será capaz de asimilar poste-riormente y por tanto en la efectividad de la EC (66).Así pues, la representación inicial del dolor lumbar delos participantes en el programa se debe tomar enconsideración cuando diseñemos las clases y los crite-rios de inclusión y exclusión a dichos programas.

Puede ser útil incorporar las técnicas de tratamien-to cognitivo y comportamental en las EC, aunque aúnhay que evaluar su eficacia real. Se ha visto que losfactores psicosociales son valores predictivos de futurodolor lumbar y de empeoramiento del mismo. Laaplicación de medidas congnitivas-comportamentalesofrece, pues, la esperanza en la prevención de los pro-blemas de dolor lumbar agudo para evitar su croni-ficación y el exceso de uso del sistema sanitario (in-

I. Miralles RullM.a M. Inglès Novell

Efectividad de la escuela de columna en el tratamientode la lumbalgia crónica: revisión bibliográfica

73

Fisioterapia 2001;23(2):66-76

Page 9: Efectividad de la escuela de columna en el tratamiento de la lumbalgia crónica: revisión bibliográfica

cluido la cirugía) y para mejorar las funciones físicas y psicológicas en pacientes con dolor lumbar cróni-co (67, 68), pero nunca como tratamiento aislado, si-no como parte de todo el tratamiento rehabilitadordel individuo (69). Según el autor son candidatos aeste tipo de enfoque en el tratamiento aquellos pa-cientes con dolor severo, discapacidad funcional im-portante y con un alto uso del sistema sanitario.

Estudios más recientes que han utilizado este tipode enfoque en su planteamiento son, por ejemplo, eldescrito por Hazard en 2000 (10). Aunque se partedel hecho que para disminuir la discapacidad secun-daria se debe actuar sobre los conceptos comporta-mentales y actitudinales del paciente, este estudio de-muestra que tras enviar un folleto informativo para laprevención del dolor lumbar basado en estos concep-tos distribuido a trabajadores de una industria quehabían sufrido dolor lumbar con baja laboral no sepreviene ni la recaída ni la ausencia laboral. Se de-mostró que este tipo de abordaje no tiene un impactoestadísticamente significativo en el dolor, nivel de dis-capacidad o días de baja laboral ni a los tres meses nia los seis (10). Personalmente creemos que es debidomás a la técnica utilizada para transmitir la informa-ción (un simple folleto) que no al enfoque del conte-nido, pues para conseguir un cambio del comporta-miento se debe realizar una actuación más directa ycontinuada.

De todas formas el gran problema de la efectividadde la EC reside en que existen muy pocos estudios real-mente fiables debido a errores metodológicos y estadís-ticos como son tamaños de la muestra pequeños y elmal análisis de las variables estadísticas (70, 71).

Son muchos los proyectos de prevención implanta-dos en el mundo de la industria y los servicios, perosólo unos pocos evalúan realmente la eficacia del pro-grama. Estos estudios son en general metodológica-mente pobres. Por lo que más estudios de alta calidadse deberían realizar para poder determinar realmentela eficacia de los programas de prevención. Paraaumentar la calidad metodológica hace falta que seaun proceso randomizado, se describa cuidadosamentedicho proceso, los estudios se realicen a ciego y doble-ciego y esté consensuado. Actualmente, debido al re-ducido números de estudios fiables existe una limita-da evidencia de la efectividad de la educación. Noexisten, pues, conclusiones evidentes en contra o a fa-vor de la efectividad de la prevención del dolor lum-bar (2). Por tanto este apartado seguirá abierto anuestras dudas.

La conclusión sería que, aunque es sólo un puntomás dentro de todo un programa ergonómico inte-gral, la EC debe ser precoz en su instauración y revi-sada con el tiempo.

Y recordemos que la alternativa a la educación es laignorancia. ¿Vale la pena?

I. Miralles RullM.a M. Inglès Novell

Efectividad de la escuela de columna en el tratamientode la lumbalgia crónica: revisión bibliográfica

4

Fisioterapia 2001;23(2):66-76

1. Ryan WE, Krishna MK, Swanson CE. A prospective studyevaluating early rehabilitation in preventing back pain chroni-city in mine workers. Spine 1995;20(4):489-91.

2. Van Poppel MNM, Koes BW, Smid T, Bouter LM. A syste-maic review of controlled clinical trials on the prevention ofback pain in industry. Occupatinal and Environmental Medi-cine 1997;54:841-7.

3. Martín Lascuevas P, Ballina García FJ, Hernández Mejía R,Cueto Espinar A. Lumbalgia e incapacidad laboral. Epidemio-logía y prevención. Atención primaria 1995;16(10):97-102.

4. Frymoyer JW, Cats-Baril WL. An overview of the incidencesand costs of low back pain. Orthopedic clinics of North Ame-rica 1991;22(2):263-71.

5. Haldeman S. Presidential address, North American Spine So-ciety: failure of the pathology model to predict back pain. Spine1990;15:718-23.

6. Deyo RA, Cherkin D, Conrad D, Volinn E. Cost, contro-versy, crisis: low back pain and the health of the public. AnnuRev Publ Health 1991;12:141-56.

7. Hueso R. Escuela de Espalda. Mapfre Medicina 1997; 8:263-8.

8. Paéz Camino M, Millán J, Serna A. Incapacidad laboral atri-buida a enfermedades reumáticas. Rev Esp Reumatol 1992;19:9-11.

9. Frymoyer JW. Back pain and sciatica. N Eng J Med 1988;318:291-300.

BIBLIOGRAFÍA

Page 10: Efectividad de la escuela de columna en el tratamiento de la lumbalgia crónica: revisión bibliográfica

10. Hazard RG, Reid S, Haugh LD, McFarlane G. A controlledtrial of an educational pamphlet to prevent disability after occu-pational low back injury. Spine 2000; 25(11):1419-23.

11. Patel AT, Ogle AA. Diagnosis and management of acute lowback pain. American family Physician 2000;61(6):1779-86.

12. Kerssens JJ, Sluijs EM, Verhaak P, Knibbe H, Hermans I.Back care instructions in physical therapy: a trend analysis ofindividualized back care programs. Phys Ther 1999;79(3):286-95.

13. Peña A, Gestoso M, Kovacs FM, Mufraggi N. Escuela Espa-ñola de la Espalda: prevención y rehabilitación de las patologíasmecánicas del raquis. Rheuma 1997;5:16-22.

14. Borenstein DG. Epidemiology, etiology, diagnostic evaluationand treatment of low back pain. Current opinion in orthope-dics 2000;11:225-31.

15. Abenhaim L, Rossignol M, Valat JP, Nordin M, Avouac B,Blotman F, et al. The role of activity in the therapeutic mana-gement of back pain. Spine 2000;25(suppl)(4):1-33.

16. Nelson BW, Carpenter DM, Dreisinger TE, Mitchell M,Kelly CE, Wegner JA. Can spinal surgery be prevented by ag-gresive strengthening exercises? A prospective study of cervicaland lumbar patinets. Arch Phys Med Rehabil 1999;80:20-5.

17. Preyde M. Effectiveness of massage therapy for subacute low-back pain: a randomized controlled trial. CMAJ 2000; 162(13):1815-20.

18. Van Tulder MW, Koes BW, Bouter LM. Conservative treat-ment of acute and chronic nonspecific low back pain. Spine1997;22(18):2128-56.

19. Beurskens AJ, De Vet MC, Koke AJ, Regtop W, Van der Heij-den GJ, Lindeman E. Efficacy of traction for nonspecific lowback pain. 12-week and 6-month results of a randomized cli-nical trial. Spine 1997;22:2756-62.

20. Herman A, Williams R, Stratford P, Fargas-Babjak A, Trott M.A randomized controlled trial of transcutaneous electrical ner-ve stimulation to determine its benefits in a rehabilitation pro-gram for acute occupational low back pain. Spine 1994;19:561-8.

21. Kuukanen T, Malkia E. Effects of a three-month therapeuticexercise programme on flexibility in subjects with low backpain. Physiotherpy Research International 2000;5(1):46-61.

22. Helewa A, Goldsmith CH, Lee P, Smythe HA, Forwell L. Does strengthening the abdominal muscles prevent low backpain? A randomized controlled trial. J Rheum 1999;26:1808-15.

23. McGill SM. Low back exercises: evidence for improving exer-cise regimens. Physical therapy 1998;78(7):754-65.

24. Bendix AF, Bendix T, Labriola M, Boekgaard P. Functional res-toration for chronic low back pain. Spine 1998;23(6): 717-25.

25. Torstensen TA, Ljunggren AE, Meen HD, Odland E, Mo-winckel P, Geijerstam S. Efficiency and costs of medical wxer-cise therapy, conventional physiotherapy and self-exercise in

patients with chronic low back pain. Spine 1998;23(23):2616-24.

26. Phelip X. Les écoles du dos: vers une diversité des program-mes. La presse médicales 1991;20(17):781-3.

27. Zachrisson Forsell M. The Swedish back school. Physiothe-rapy 1980;66:112-4.

28. Zachrisson Forsell M. The back school. Spine 1981;6:104-6.

29. Hall H. The canadian back education units. Physiotherapy1980;66:115-7.

30. Hall H, Iceton JA. Back school. An overview with specific re-ference to the canadian back educations units. Clin Orthop1983;179:10-7.

31. Mattmiller AW. The californian Back School. Physiotherapy1980;66:118-22.

32. Rull M, Miralles I. Dolor lumbar. Escuela de columna. RevSoc Esp del Dolor 1996;3(1):162-5.

33. Fisck JR, Dimonte P, Courington SM. Back schools. Past pre-sent and future. Clin Orthop relat research 1983;179:18-23.

34. White LA. The evolution of back school. Spine 1991;5(3):325-32.

35. Stobbe TJ. Occupational ergonomics and injury prevention.Occupational medicine 1996;11(3):531-43.

36. Bonaiuti D, Fontanella G. The affective dimension of low-back pain: its influence on the outcome of back school. ArchPhys Med Rehabil 1996;77:1239-42.

37. Cedraschi Ch, Perrin E, Fischer W. Evaluating a primary pre-vention program in a multicultural population: the importan-ce of representations of back pain. Arthritis care and research1997;10(2):111-20.

38. Cherkin DC, Deyo RA, Battié M, Street J, Barlow W. A com-parison of physical therapy, chriopractic manipulation, andprovision of an educational booklet for the treatment of pa-tients with low back pain. N Engl J Med 1998;339:1021-9.

39. Winslow EH. Back school controversy. AJN 1998;98(2):22.

40. Ryan WE, Krishna MK, Swanson CE. A prospective studyevaluating early rehabilitation in preventing back pain chroni-city in mine workers. Spine 1995;20(4):489-91.

41. Torre Beldorrain ML, Domínguez Oliván MP, Franco SierraMA, García Rivas B. Escuela de espalda en atención primaria.Fisioterapia 1998;20(1):17-23.

42. Klein BJ, Radecki RT, Foris MP, Feil EI, Hickey ME. Brid-ging the gap between science and practice in managing lowback pain. Spine 2000;25(6):738-40.

43. Keyserling WM. Workplace risk factors and occupationalmusculoskeletal disorders, Part I: a review of biomechanicaland psychophysical research on risk factors associated withlow back pain. AIHAJ 2000;61:39-50.

I. Miralles RullM.a M. Inglès Novell

Efectividad de la escuela de columna en el tratamientode la lumbalgia crónica: revisión bibliográfica

75

Fisioterapia 2001;23(2):66-76

Page 11: Efectividad de la escuela de columna en el tratamiento de la lumbalgia crónica: revisión bibliográfica

44. Levangie PK. Association of low back pain with self-reportedrisk factors among patinets seeking physical therapy services.Physical therapy 1999;79(8):757-66.

45. Oleske DM, Andersson GBJ, Lavender SA, Hahn JJ. Associa-tion between recovery outcomes for work-related low-back di-sorders and personal family, and work factors. Spine 2000;25(10):1259-65.

46. Versloot JM, Rozeman A, Van Son AM, van Akkerveeken PF.The cost-effectiveness of a back school program in industry. Alongitudinal controlled field study. Spine 1992;17(1):22-7.

47. Indahl A, Haldorsen EH, Holm S, Reikeras O, Ursin H. Fiveyear follow-up study of a controlled clinical trial using lightmobilization and informative approach to low back pain. Spi-ne 1998;23(23):2625-30.

48. McElligot J, Hiswvich SJ, Fielding PL. Low back pain in in-dustry. The value of a recovery program. Connecticut Medici-ne 1989;53:711-15.

49. Bendix AF, Bendix T, Lund C, Kirkbak S, Otenfeld S. Com-parison of three intensive programs for chronic low back painpatients: a prospective, randomized, observer-blinded studywith one-year follow-up. Scand J Rehab Med 1997;29:81-9.

50. Mayer TG, Gatchel RJ, Mayer H, Kiskino N, Keeley J, Moo-ney V. A prospective two-year study of functional restorationin industrial low back injury: an objective assessment prode-cure. JAMA 1987;258(13):1763-7.

51. Hazard R, Fenwick J, Kalisch S, Redmond J, Reeves V, ReidS, Frymóyer J. Functional restoration with behavioral support.A one-year prospecive study of patients with chronic low-backpain. Spine 1989;14(2):157-61.

52. Klaber Moffett JA, Chase SM, Portek I, Ennis JR. A control-led, prospective study to evaluate the effectiveness of a backschool in the relief of chronic low back pain. Spine 1986;11(2):120-2.

53. Alaranta H, Rytökioski U, Rissanen A. Intensive physical andpsychosocial training program for patients with chronic low backpain. A controlled clinical trial. Spine 1994;19(12):1339-49.

54. Estlander AM, Mellin G, Vanharanta H, Hupli M. Effectsand follow-up of a multi-model tratment program includingintensive physical training for low back pain patients. Scand JRehab Med 1991;23(2):97-102.

55. Mitchell R, Carmen G. The functional restoration approachto the treatment of chronic pain in patients with soft tissueand back injuries. Spine 1994;19:633-42.

56. Daltroy LH, Iversen MD, Larson MG, Lew R, Wright E,Ryan J, Zwerling C, Fossel AH, Liang MH. A controlled trialof an educational program to prevent low back injuries. NEng J Med 1997;337:322-8.

57. Weber M, Cedraschi C, Roux E, Kissling RO, Von Känels S,Dalvits G. A prospective controlled study of low back schoolin the general population. British journal of Rheumatology1996;35:178-83.

58. Cherkin DC, Deyo RA, Street JH, Hunt M, Barlow W. Pit-falls of patients education. Pine 1996;21(3):345-55.

59. Lonn JH, Glomsrod B, Soukup MG, Bo K, Larsen S. Activeback school: phrophylactic management for low back pain.Spine 1999;24(9):865-71.

60. Stubbs DA, Buckle PW, Hudson MP, rivers PM. Back pain innursing profession II the effectiveness of training. Ergonomics1983;26(8):767-79.

61. Di Fabio RP. Efficacy of comprehensive rehabilitarion pro-grams and back school for patients with low back pain: a me-ta-analysis. Phy Ther 1995;75:865-78.

62. Frost H, Klaber Moffett JA, Moser JS, Fairbank JC. Rando-mised controlled trial for evaluation of fitness programme forpatients with chronic low back pain. BMJ 1995;310:151-4.

63. Leclaire R, Esdaile JM, Suissa S, Rossignol M, Proulx R, Du-puis M. Back school in a first espisode of compensated acutelow back pain: a clinical trial to assess efficacy and prevent re-lapse. Arch Phys Med Rehabil 1996;77:673-9.

64. Schenk RJ, Doran RL, Stachura JJ. Learning effects of a backeducation program. Spine 1996;21(19):2183-9.

65. Hall H, Hadler NM. Controversy low back school, educationor exercise? Spine 1995;20(9):1097-8.

66. Cedraschi C, Reust P, Lorenzi-Cioldi F, Vischer TL. The gapbetween back pain patients’ prior knowledge and scientificknowledge and its evolution after a back school teaching pro-gramme: a quantitative evaluation. Patient Education andcounseling 1996;27:235-46.

67. Turner JA. Educational and behavioral interventions for backpain in primary care. Spine 1996;21(24):2851-9.

68. Moffet JK, Torgerson D, Bell-syer S, jackson D, et al. Rando-mised controlled trial of exercise for low back pain: clinicaloutcomes, costs and preferences. BMJ 1999;319(3):279-83.

69. Rose MJ, Reilly JP, Pennie B, Bowen-Jones K, Stanley IM,Slade PD. Chronic low back pain rehabilitation programs.Spine 1997;22(19):2246-53.

70. Karas BE, Conrad KM. Back injury prevention interventionsin the workplace. An integrative review. AAOHN J 1996;44(4):189-96.

71. Violinn E. Do workplace interventions prevent low-back di-sorders? If so, why?: a methodologic commentary. Ergonomics1999;42(1):248-72.

I. Miralles RullM.a M. Inglès Novell

Efectividad de la escuela de columna en el tratamientode la lumbalgia crónica: revisión bibliográfica

6

Fisioterapia 2001;23(2):66-76