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La escuela como experiencia: sentidos de la docencia y la

Educacin en Contexto de Encierro Ctedra: Psicologa del Adolescente

Debora Mara Gutierrez Prof.: Susana Fraga

2 Ao Prof. Economa ISFDyT N 114 Tucap Amar II

La escuela como experiencia: sentidos de la docencia y la

Educacin en el encierro.Introduccin

El presente trabajo fue realizado en el marco de la Psicologa del adolescente, bajo la consigna Problemticas de los sujetos en el seno educativo. Este trabajo permiti revisar el campo desde una nueva ptica: la emocin y la corporalidad como instancias constructoras de cuerpos, identidades y relaciones sociales. De esta manera, en este trabajo se considera a la emocin y la corporalidad como dimensiones de accin simblica constructoras de la identidad docente en el encierro, al tiempo que configuran las prcticas y relaciones sociales que constituyen la cotidianidad de la experiencia educativa con jvenes privados de la libertad.

Se toma como caso la gestin del Programa de Educacin Secundaria en Contextos de Encierro, dependiente del Ministerio de Educacin de la Nacin. Este Programa se crea a fines del ao 2003 en base a acuerdos entre organismos nacionales y municipales, con el objetivo de brindar educacin de nivel secundario a los/as jvenes que se encuentren privados/as de la libertad en institutos de rgimen cerrado en el pas. En este punto es necesario reparar en dos cuestiones. La primera se refiere a la distancia entre el escenario normativo actual y el vigente en la creacin de dicho Programa, fundamentalmente la sancin de dos leyes: la Ley de Proteccin Integral de los Derechos de Nias, Nios y Adolescentes en el ao 2005, que promovi cambios en la administracin y orientacin de los institutos de rgimen cerrado, y gener un nuevo frente discursivo en el campo de la Niez. Asimismo, la sancin de la Ley Nacional de Educacin en el ao 2006, que estableci la obligatoriedad de la educacin secundaria y cre la Modalidad de Educacin en Contextos de Encierro. La segunda cuestin, tambin focaliza en el tiempo pero en un sentido procesal, es decir, el grupo de docentes entrevistados particip de la etapa fundacional del Programa y contina trabajando en la actualidad, condicin que los posiciona como testigos, pero tambin como artfices de los cambios promovidos por las reformas legislativas mencionadas. As, para los docentes la instancia de entrevistas constituye un momento de reflexividad, donde la emocin permite hacer comunicable un saber no-discursivo.

El escenario cotidiano en que los/as docentes en cuestin desarrollan su trabajo, supone la articulacin de dos jurisdicciones, sumada a la articulacin de dos instituciones, una dentro de la otra: la escuela en la crcel. En este marco, el presente trabajo se propone analizar y describir de qu manera las narrativas docentes devienen en narrativas de emocin, mediante las cuales los/as docentes redefinen la funcin de la escuela y el sentido de la educacin en la modalidad educacin en contextos de encierro. En otras palabras, no es el objetivo de este trabajo realizar un anlisis de las instituciones escuela y crcel.

Entonces, este trabajo centra la atencin en los/as docentes por un lado, en el plano de la significacin que stos/as dan a su trabajo y en los estudiantes en este contexto de encierro que se convierten en protagonistas dejando ver su costado ms sensible. Las entrevistas fueron realizadas entre junio y septiembre de 2011, fuera del mbito y horario escolar, en el marco de un proyecto interno del Programa que tena por objetivo reconstruir la historia del Programa, est iniciativa no prosper. Los nombres de los/as docentes no son ficticios homenajeando de este modo los labores realizados que la gran mayora de las veces descansan en el anonimato.

El reconocimiento la relevancia de su distincin en el da a da escolar, se debe a la insercin laboral en las diferentes unidades penitenciarias que funcionan en nuestro pas. En este sentido, la entrada al campo es anterior a la construccin del problema de investigacin. Si bien esta situacin implic un cuidado metodolgico especial, permiti entablar un dialogo entre las entrevistas y las situaciones de campo.

Asimismo, se considerarn las narrativas docentes como narrativas de emocin, esto es, como relatos que transforman acontecimientos en mensajes, hechos en ejemplos, afirmando no slo el estado interno de los sujetos, sino tambin, las relaciones que vinculan sujetos y eventos, interpelando, de este modo, la emotividad del lector.

De este modo, abordar el anlisis de las narrativas docentes desde las dimensiones de la emocin y la corporalidad, permite indagar en los sentidos que los/as docentes construyen respecto de la institucin escuela, de la educacin en general, y, en particular, con jvenes detenidos.

Interrogantes que apuntan, a su vez, a los procesos de construccin del sujeto alumno, y, por lo tanto, del sujeto docente. En este punto, los sentidos de la relacin docente-alumno son, tambin, un foco de especial inters.

La escuela en la crcel: ser docente afuera y ser docente adentro

La historia de la educacin secundaria en los Institutos de Seguridad o Penitenciaras o Unidades Penitenciarias, es reciente. A fines del ao 2003 se firma un convenio entre el Consejo Nacional de Niez, Adolescencia y Familia, y el Ministerio de Educacin de la Ciudad de Buenos Aires, en el cual se le asigna a la Direccin del rea de Educacin del Adulto y del Adolescente, la implementacin del Programa de Educacin Media en Contextos de Encierro (de ahora en ms el Programa) en dichos Institutos, dependientes. Hoy por hoy el 45% de los reclusos del pas constituye la matrcula de nivel secundario.

El proceso de instalar la escuela es narrado por los/as docentes como complejo, dificultoso, cargado de angustia y de desgaste. La participacin en la etapa inicial del Programa convierte a los/as docentes en artfices primeros del proceso de instalar la escuela, en protagonistas y (nicos) testigos de la experiencia de educacin secundaria en contextos de encierro. Adems, su tarea adquiere un plus de importancia, ya que, con anterioridad a tal Programa, no haba educacin secundaria en los Institutos, histricamente se brindaba educacin primaria, cuyo plantel docente dependa de la institucin de seguridad, no del Ministerio de Educacin.

Los primeros tiempos del Programa son recordados por Ricardo Lus Caio Mendoza, docente que tambin es miembro del Programa Educacin en Contexto de Encierro del Ministerio de Educacin de la Nacina partir de la siguiente situacin: - Los pibes te decan, no quiero estar ac, y te amenazaban, cuando yo te vea en la calle un da me hincharon tanto que me fui del aula, todos los empleados vindome, y bueno, indirectamente, no era mi intensin para nada, pero se arm un despiole brbaro, intervinieron las autoridades, llamaron a los pibes, se los castig, y despus los pibes me echaban la culpa a m de haber hecho eso, me decan que pate las rejas, como dicen ellos, y yo siempre les deca que las rejas las haban pateado ellos, que, los que llamaron la atencin fueron ellos, que yo simplemente reaccion como alguien que se sinti sobrepasado por una conducta de 6 o 7 personas

Conversando con otro docente sobre el inicio del Programa, pasado y presente de la escuela en los Institutos aparece en trminos de dos mundos diferentes, en tanto implican diferentes grados de desafo al ejercicio docente. As, el docente afirma hoy entrar al programa es sencillo, refirindose principalmente a la poca dificultad en el dar clases.

Explica, que en el comienzo los jvenes se resistan a asistir a la escuela, se portaban mal, no se quedaban sentados, escupan en el piso del aula, se agredan, no lograban mantener la atencin ms de veinte minutos. Con estas imgenes el docente revive el escenario fundacional. La ansiedad sentida en las primeras clases y el temor que le inspiraron los jvenes en los primeros encuentros, poco tiene que ver con la satisfaccin actual de ver a los jvenes demandando por ir a la escuela, comportndose como los alumnos que todo profesor anhela: ya no escupen en el piso, tampoco se golpean, o lo hacen con menor frecuencia. El docente marca el pasaje de la resistencia total a la demanda efectiva: el pasaje de preso a alumno.

Participar, y resistir, en la etapa inicial del Programa implic para estos docentes conocer y comprender los cdigos de los jvenes y de la institucin, este aprendizaje es, en si, la experiencia del precursor, dificultosa y angustiante: el temor, la ansiedad y la impotencia son algunos de los campos semnticos a partir de los cuales los docentes reconocen y definen las situaciones vividas en los comienzos del programa. Las situaciones relatadas por los docentes constituyen experiencias emocionales, en donde emocin implica conjuntamente significado y sensacin, pensamiento y sentimiento, cuerpo y mente. En palabras de una docente, (empleados de seguridad) stas personas son los dueos de casanosotros vivimos con ellos, pero ellos deciden cuando hay clases o no hay clases, o por ejemplo algo que altera mucho el funcionamiento de la escuela es cuando hay requisa, yo la primera vez que estuve en una requisa, hay!!! Sent un escalofro en el cuerpo porque fue entrar al instituto y sentir un silencio, hay Dios mo, horrible te juro se cortaba con cuchilloY claro ese da no hubo clases, y ves como nosotros nos vemos afectados por cosas que son totalmente ajenas a nosotros como escuela.

Al tiempo que los/as jvenes aprendieron a socializarse en lo escolar, los/as docentes aprendieron a socializarse en el encierro. El caso del docente que se siente sobrepasado por las actitudes de los jvenes, tanto, que abandona el aula, luego debe enfrentar las consecuencias que, su accin en el mbito de la escuela origin en los otros mbitos de la institucin, da cuenta de cmo la experiencia emocional involucra conjuntamente pensamiento y sentimiento, mente y cuerpo: el docente comprendi que todo lo que sucede en el mbito de la escuela repercute en otros espacios del instituto, y viceversa. En la etapa inicial del Programa, junto a la resistencia de los jvenes, los/as docentes sealan la resistencia de la institucin. La figura de la guardia / empleado de seguridad, deviene cuerpo institucional. Para los/as docentes aquellos, los dueos de casa, son el encierro.

La expresin patear rejas se refiere a llamar negativamente la atencin de la guardia, lo cual puede implicar una represalia, ya sea, castigo fsico, aislamiento, traslado, o una serie de restricciones como, por ejemplo el uso del telfono. Adems, el hecho por el cual se llam la atencin de la guardia consta en los informes que stos, junto al equipo tcnico (psiclogos/as, psiquiatras, asistentes sociales), elevan al Juez. Tratndose de jvenes judicializados, se comprende la relevancia que cobr la accin del docente, que, sobrepasado por la (mala) conducta de los jvenes abandona el aula. En los relatos de las docentes el proceso de instalar la escuela implic experimentar el encierro. Esta vivencia es, justamente, la que las legitima como portadoras de un saber especial, y las constituye en autnticas docentes de contextos de encierro. Una de ellas narra la situacin de requisa, tambin, en las entrevistas sealan la quema de colchones, los das de visita, los das posteriores a la visita, las salidas a comparendo (audiencia en el juzgado), como situaciones particulares del contexto de encierro, que originan en los jvenes un vaivn anmico especial, y en la institucin un movimiento de personal especial, con todo esto los/as docentes deben lidiar para llevar adelante la jornada escolar. En este sentido, siguiendo los postulados de la perspectiva fenomenolgica de la percepcin, la corporalidad resulta clave de dicho proceso, en tanto cuerpo y ego constituyen una unidad de presencia. Para referirse al trabajo en el Instituto otra docente utiliza el trmino doble desgaste, por un lado seala las competencias escolares de los jvenes, insuficientes, por otro lado, insiste en las caractersticas del entorno, describiendo la densidad del Instituto: el golpeteo del candado en la reja que se cierra tras de ella, en cada una de las cuatro rejas que debe cruzar para llegar a la escuela, y el olor a carona que la acompaa el resto del da.

Afirmar que el cuerpo es condicin permanente de existencia, implica reconocer al cuerpo no como un mero medio de expresin del mundo, un objeto de ste, por el contrario, el cuerpo es un medio de comunicacin con el mundo.

La superacin de la escisin entre el ego y el cuerpo restituye al sujeto la capacidad de agencia en la constitucin de su subjetividad, de acuerdo con Jackson (1983) la experiencia corporal es un medio de conocimiento en si misma y no meramente una forma de expresar algo que est por fuera de la experiencia corporal. De esta manera, el proceso de instalar la escuela es la experiencia incorporada en la cual los/as docentes construyen ese saber respecto de la institucin de encierro, sus ruidos, sus olores y del tono de los (sus) trabajadores, estableciendo la diferencia entre la escuela - y - la crcel en trminos de afuera-adentro: nosotros ellos. Desde esta oposicin los/as docentes construyen su ser docente: nosotros somos el afuera.

Por ejemplo, los docentes sealan que: los das de visita los jvenes estn ansiosos por recibir visita lo que dificulta el dictado de clases. Los das posteriores a la visita algunos jvenes estn tristes o enojados por lo que les sucedi en la visita, otros estn bajo el efecto de alguna droga que entr con la vista, por lo tanto se complica el dictado de clases. Tambin, cuando hay muchos jvenes citados a comparendo el personal de seguridad se ve afectado a dicha tarea y se suspenden las clases, o solo se dictan para un pabelln.

Lgicas encontradas: transformar al interno en alumno

Entrevista telefnica a Marcos Gorostiaga, miembro del Programa Educacin en Contexto de Encierro del Ministerio de Educacin de la Nacin.- Yo creo que los pibes lo valorizan ms que la institucin, que se dan cuenta que una cosa es la escuela y otra el instituto, yo creo que ellos se dan cuenta. Nosotros tenemos que tener bien en claro que molestamos, que jodemos en los institutos somos una piedra en el zapato de ellos (empleados de seguridad), eso est muy claro!

- Por qu?

- Porque rompemos la lgica de ellos. A ver, un empleado qu es lo que quiere? que el pibe este metido adentro porque es la mejor manera de llevar el adelante, desde su ptica, su lgica de trabajo, para qu tengo que llevar y traer a los pibes? Adems, ellos ven, con su lnea de pensamiento, que estos pibes, para qu la escuela?! Yo he visto cosas de los empleados bastante jodidas, por ejemplo cuando los pibes van en hojotas al colegio, yo he visto empleados hacindose los sotas tirndoles cigarrillos encendidos a los pies de los pibes. - Cmo fue? - Y bueno, porque los tipos manejan esto, la lgica del carcelero, es esa La situacin extrema que el docente relata, el maltrato cotidiano que reciben los jvenes, es suficiente para que l seale dos posicionamientos morales opuestos y enfrentados. El relato de otra docente seala otro nivel de la lgica institucional, si se quiere ms sutil: la negativa injustificada cuando quiso proyectar una pelcula y convidar bizcochuelo a los jvenes, es experimentada por la docente como fuente de angustias, tambin, como otra forma de privacin/castigo a los jvenes. Los relatos dan cuenta de la diferenciacin entre la escuela y el instituto, a su vez, sealan el carcter que, para estos docentes, asume la articulacin entre las dos instituciones. Esta situacin se expresa a partir de la relacin entre los docentes-la guardia, ambos percibidos como cuerpos institucionales, esto es, representantes de los atributos morales y polticos de cada institucin. Esta articulacin es leda-vivida en trminos de choque de lgicas. El ingreso de la escuela a los institutos representa, entonces, una situacin de conflicto y confrontacin. Si bien esta situacin fue ms intensa al inicio de la experiencia, constituye, todava, el escenario cotidiano de la prctica docente en contextos de encierro. No obstante, como indica una docente con el pasar del tiempo algo cambi, dando cuenta de la capacidad de negociacin entre los/as docentes y el personal de seguridad. Mientras que en el caso del docente, el choque de lgicas da cuenta de dos proyectos dismiles, casi irreconciliables.

En esta situacin, representada como choque de dos lgicas, los/as docentes ejercen la docencia y construyen su identidad profesional, dando sentido particular al ser docente adentro, es decir, en contextos de encierro. En palabras del docente, (Marcos Gorostiaga)- Los mismos pibes te lo dicen: vos no tens que trabajar ac, vos te tens que buscar un lugar mejor. Esa cuestin de decir, no se por qu ests ac?. Y vos le decs que ests ac porque crees en ellos, porque te interesa trabajar junto a ellos, no solamente porque te interesa que tengan clases, sino porque crees que pueden hacer de su vida otra cosa. Que a m no me interesa lo que haban hecho, que lo que hiciste no me importa. Para ellos era muy loco que alguien tuviera ganas de ir a trabajar con ellos, a compartir cosas con ellos. Vos ac no podes estar si no tens convicciones respecto de los chicos. Hay gente que te dice: estos pibes van a estar siempre en la misma, si vos crees eso no tens que estar trabajando ac

Tal como aparece en el relato, las lgicas, la ptica, la lnea de pensamiento, que distinguen la lgica de la escuela y la lgica del instituto son las diferentes maneras de concebir a los jvenes: son alumnos, o, son presos. Estas concepciones se expresan en las actitudes, los valores y las conductas que distinguen los modos de relacionarse con los jvenes, y los objetivos de dichas relaciones. De esta manera, es posible pensar el grupo docente como una comunidad emotiva. Es decir, los/as docentes comparten una serie de emociones que establecen modelos de sentimiento y de comportamiento, a partir de los cuales stos/as se relacionan con los/as jvenes y con la guardia. En este sentido, la emocin se constituye como ideologa. Ejercer la docencia en un instituto de rgimen cerrado es, para los/as docentes, una experiencia emocional que implica relaciones y posiciones morales: el trato humanizado que brindan a los jvenes representa una accin que busca restituirle, a los jvenes, su condicin de persona. La experiencia emocional es una experiencia pblica, social e histrica, es un fenmeno social en el cual los/as docentes conciben el pasaje de interno a alumno, en trminos de no- persona a persona. En este sentido, en la prctica docente tiene lugar el pasaje de lo moral a lo poltico.

Cuando la profesin es vocacin: el perfil docente de contextos de encierro

(Marcos Gorostiaga)

- Yo trabaj siempre en una escuela con el 7 grado en Ciudad Oculta, si? Haba pibes que eran repetidores, pibes que eran bravos. Y conoca el barrio, conoca el pao, a qu voy? a que muchos de los pibes de los institutos vienen de ah. Y me pas de encontrarme pibes () conoca el pao por el barrio, me he metido varias veces en Ciudad Oculta a alquilar una canchita, otra vez al velorio de una nenitapor lo tanto, ms o menos el tema del miedo no lo tena, las dudas tampoco. Siempre el tema de mirar con respeto y un poco con distancia. Ahora no, ahora para mi es como cualquier colegio, a veces no me doy cuenta de donde estoy, y tendra que darme cuenta de donde estoy. Para m son pibes como de cualquier colegio. No me pongo a pensar en lo que hicieron, si me lo pongo a pensar es desde la reflexin de decir, cmo este pibe est ac??? Si es macanudo, simptico, inteligente, amable, qu pas??? Desde la reflexin, si no, ni me pregunto que hicieron

La docencia dentro de un Instituto de jvenes en conflicto con la ley penal aparece como la continuacin de la docencia en la villa, porque los alumnos son los mismos. La condicin social marginal explica, de alguna manera, la situacin de encierro: por ms amable e inteligente que sea el chico, en un contexto como la villa tiene probabilidades de incursionar en algn asunto ilegal y o delictivo.

En los relatos de los/as docentes, la relacin entre lo individual y lo social, como causante del encierro, es compleja y confusa. Si bien desarrollar esta cuestin en el anlisis de la construccin del sujeto alumno, cabe sealar cmo la complejidad de esa dimensin, responsabilidad social-individual, cobra sentido dentro del sistema de valores con que cada docente explica, para si mismo, su profesin en trminos de su persona. Es el caso del docente, que al hablar de la decisin de incorporarse al Programa describe a su familia, explica que pertenece a una familia muy catlica, su hermano es cura, y una familia de docentes su hermana y su padre son docentes. Luego, dice que en su familia l es el cuestionador, en el sentido de que trabajar en los Institutos es mi lado cristiano. Entrevista telefnica a Alcira Victoria Daroqui, Investigadora del Instituto Gino Germani- Facultad de Ciencias Sociales Universidad de Buenos. Profesora del programa UBA XXI en la Unidad penal Crcel de Devoto.- Yo me di cuenta de que a estos chicos hay que tratarlos bien que en la medida en que vos lo tratas bien el pibe responde bien. l nota que no hay agresin por parte tuya. Las veces que un pibe me ha dicho, Por qu usted est ac? Pero si usted sabe tantas cosas por qu no se va a una empresa usted ganara mucha ms plata, pero sabes una cosa, les digo, a mi no me interesa ganar ms plata, a mi me interesa la docencia, me hace feliz lo que estoy haciendo. Esas cosas tambin te van demostrando que ellos valorizan lo que vos haces. Cundo pasa el tiempo yo me doy cuenta de que senta felicidad de ir a los institutos cosa que nunca me pas en los colegios, yo voy a trabajar contenta. Entonces, yo pens lo que me estaba pasando e s que yo notaba que stos pibes sacaban de mi lo mejor, no se cmo! Por eso te digo, yo soy la agradecida, yo agradezco lo que estos chicos hacen con migo, yo ya te digo, yo reafirm un momento de cosas mas, yo soy creyente, no? Y realmente creo que Dios me puso en el camino de estos pibes, y por algo ser, yo soy feliz de estar ah, de estar con estos chicos

Este ltimo relato sita a la profesin en trminos de vocacin, la docencia aparece como realizacin personal en tanto implica una entrega incondicional y desinteresada. Para los/as docentes la experiencia docente en contextos de encierro significa revalorizar y o reafirmar su profesin, pero, tambin su persona. Conceptos de Autor ISegn Lutz (1986) el concepto emocin es una categora cultural occidental que se basa en el sistema de significados propio de occidente, por lo tanto, involucra una serie de valores que slo se explican en relacin con el contexto histrico-social-cultural en el cual suceden. Sien embargo, seala la autora, dentro de las ciencias sociales los usos del concepto emocin refuerzan la separacin hechos-valores, situando a los ltimos en el plano de lo estrictamente personal, negando de esta forma, el potencial analtico del concepto de emocin. En los relatos de los/as docentes esta escisin no es tal, hechos y valores se implican uno a otro.

Adems, sostiene Lutz, la emocin es pensada a partir de una relacin de contraste con dos nociones: respecto del pensamiento, la emocin resulta negativa, mientras que, respecto de la alienacin, la emocin resulta positiva. Estas valoraciones, afirma Lutz, inscriben al concepto de emocin dentro del sistema de relaciones de poder, siendo su funcin principal el mantenimiento de dicho sistema. En la experiencia docente en contextos de encierro la experiencia emocional es valorada positivamente, pues los/as docentes reivindican la sensibilidad afectiva, social y poltica como condicin de idoneidad docente. De esta manera, la emocin es opuesta a la enajenacin o al extraamiento que caracteriza, para los/as docentes, la accin de la guardia: el trato deshumanizado para con los jvenes, la negacin de su condicin de persona. As, los/as docentes legitiman su desempeo y valorizan su presencia dentro de la institucin de encierro, disputando, en algn grado, el espacio autoridad del personal de seguridad: los dueos de casa.La escuela redentora. Los alumnos, una historia de mltiples abandonos: familia, escuela, sociedad, crcel y estado.

(Alcira Victoria Daroqui)

-Yo doy Cvica y la primer parte por ejemplo que habla de los derechos, los deberes y obligaciones, yo trato de marcar mucho los deberes y las obligaciones que a ellos mucho no les gusta. A ellos les encanta hablar de los derechos, del habeas corpus del amparo trabajan un montn sobre eso. Ahora, cuando empezamos a hablar de las obligaciones y deberes mucho no les gusta. Pero lo que yo noto les afecta mucho cuando hablamos de los deberes y los derechos que tienen los paps para con sus hijos y los hijos para con sus padres. Entonces, tengo que explicarles que lo que estaban haciendo estaba mal, porque yo se lo explicaba, en realidad vos no tens que darle plata a tu mam porque el menor sos vos.

Cuando trabajamos abandono hay veces que algunos chicos no quieren estar y se van de la clase, pero bueno es parte del aprendizaje y yo lo trabajo eso, lo trabajo bastante, y ms sabiendo que tengo chicos que son paps

En los relatos de los/as docentes sobre las caractersticas de los/as jvenes, el sujeto alumno es construido bsicamente desde la carencia material y afectiva. El fracaso familiar que implica abandono, separaciones, nuevas parejas, inversin de roles entre padres e hijos, etc. no slo explica su situacin presente, el ser jvenes judicializados, tambin pronostica su futuro: repetir la historia, es, como mnimo, fracasar como padre. En este punto, la comprensin de los/as docentes sobre las historias de los jvenes se empantana en la relacin individuo-sociedad. Como en el caso antes expuesto, el sector social marginal aparece como factor de causa: un chico de la villa ser un alumno del Instituto, un chico de la villa ser un padre abandonado porque fue un hijo abandonado. Ante esta situacin, los/as docentes slo pueden intervenir sobre el individuo: explicarle al alumno que est equivocado, que su madre debe ocuparse de l en vez de demandarle proteccin. La experiencia familiar de los jvenes es, para los/as docentes, un tema central, es, de alguna manera, la explicacin de quines son estos jvenes y de porque estn en donde estn.

El pasaje por el espacio escolar aparece como una dolorosa pero necesaria re-educacin. La escuela, en palabras de un docente, es encontrarse con gente que les hace bien es una puesta en relacin con un modelo de adultos diferente, al que, se supone, conocen los jvenes. Las experiencias de los/as docentes respecto de la familia, la pareja, el trabajo, el consumo de sustancias ilegales, de alcohol, las formas de divertirse, los posicionan en un lugar autorizado para escuchar y aconsejar a los jvenes respecto de dichas cuestiones. En este sentido, los/as docentes son los adultos comprensivos que los jvenes nunca encontraron.

Conceptos de Autor II

Retomando a Lutz (1986), en la construccin del sujeto alumno la emocin es central, para los/as docentes la carencia y el desorden afectivo es lo que define a los jvenes. As, la emocin es valorada negativamente en relacin a la razn: los jvenes aparecen como vulnerables pero tambin como peligrosos, sus actos catalogados como impulsivos se confunden y contradicen cuando los/as docentes intentan pensar la relacin individuo-sociedad, esto es, encontrar alguna explicacin de quines son estos jvenes y de por qu estn donde estn. Si bien el anlisis de estas percepciones exceden al presente trabajo, se puede sugerir que los jvenes son considerados como incapaces de manejar sus emociones, debido a sus historias de vida caticas, pero tambin por los cdigos de la institucin de encierro: el abanderado de la escuela es quien pilotea (domina) el pabelln. Los alumnos aparecen como sujetos inferiores y necesitados, lo cual otorga a los/as docentes cierta superioridad que legitima el carcter de sus intervenciones respecto de aquellos.

En las entrevistas a los/as docentes, la enseanza, y el aprendizaje, involucran necesariamente a docentes y alumnos. Tal como lo cuenta Caio Mendoza hay grupos que se resisten mucho:

-Despus te das cuenta que ests empezando a tener el afecto por parte de ellos. Pero hay chicos que les cuesta muchsimo demostrar, porque capaz que no demostraron nunca en su vida y bueno qu te va a demostrar a vos. Pero bueno, ac he tenido experiencia, por ejemplo con un chico que el primer cuatrimestre era inmanejable, y ahora vos lo ves en este cuatrimestre, y eso que conmigo no la aprob, y es otra relacin te llama, te busca, busca afecto por todas partes. Esos cambios tambin son importantes, adems de los contenidos de la materia, pero los contenidos entran a partir de eso, del vnculo. Es as. Viste, vos les tocas la espalda les decs que estn trabajando bien y saltan, el afecto es muy importante en estos lugares y vos se lo tens que trasmitir. El afecto y la confianza, el tenerles confianza, yo creo que ese es el elemento ms importante para ellos. En esta misma lnea, Alcira Deroqu afirma que:

-En la escuela de afuera si el alumno estudia aprueba, mientras que en la escuela de adentro si no se logra el vinculo afectivo el alumno no aprende nada.

La relacin docente-alumno es resignificada en el encierro, es decir, acerca del carcter que dicha relacin posee en la escuela de afuera. La relacin docente-alumno pone en juego el conjunto de atributos morales que definen al perfil docente de contextos de encierro. El trato humanizado con que los/as docentes se comunican con los jvenes, la escucha comprensiva, el dar concejos, son expresiones de sta relacin. En otras palabras, la relacin docente-alumno se basa en la construccin del vnculo afectivo, que, a su vez, se apoya en la situacin de confianza mutua: para que el alumno logre confianza en sus capacidades de alumno, debe confiar primero en el /la docente, cuando esto sucede los/as docentes logran confianza en su rol de docente.

Por ltimo, es interesante sealar que, si bien, los/as docentes se refieren al vnculo afectivo y a los contenidos/ el conocimiento como dos entidades distintivas, fcilmente ubicables en los polos emocin-razn, no las conciben de una manera excluyente, tampoco una como condicin de la otra: la construccin del vnculo es en s un aprendizaje, el de ser alumno y el de ser docente, es la realizacin de lo que los/as docentes consideran como la tarea docente en contextos de encierro: una mezcla de servicio, deber, misin, desafo, que intenta restituir a los/as jvenes su condicin de persona. La educacin redefinida en el contexto de encierro por los/as docentes, constituye, de acuerdo con Leavitt (1996), una serie de experiencias que involucran sentimiento y pensamiento conjuntamente, que intentan ser comunicables mediante el uso de los trminos y conceptos de emocin. En las narrativas docentes la emocin deviene en modalidad de accin simblica, que forma e informa la manera de ser docente y de ejercer la docencia en contextos de encierro.Cuando la propia experiencia se hace presente Para muchos quizs no se entienda a qu se refiere la frase educacin en la crcel, as que la decisin fue ir directamente a la fuente, y que mejor fuente que un interno que asisti a la EEM N7 para introducir sus experiencias en el inters por saber sobre el mundo de la educacin carcelaria (prefiere no dar el nombre).

Primero, la pregunta es, por qu es necesario estudiar en la crcel?- yo creo que un detenido ha quedado detenido en el tiempo y est muy bueno estudiar. Para poder mantenernos informados acerca de lo que pasa a nuestro alrededor ya que estamos privados de nuestra libertad y un poco aislados de la sociedad.Tambin para darle un ejemplo a nuestros hijos, demostrarles que no todo est perdido. Y para que cuando nos toque dejar este lugar podamos conseguir un trabajo digno y decir nunca ms a lo pasado. Hay muchas trabas, obstculos y dificultades pero con voluntad de avanzar en el aprendizaje se puede superar.

A qu te refers con dificultades?Se toma un tiempo y responde:-En las distintas unidades carcelarias no tenemos el espacio suficiente para concentrarnos ya que convivimos con varios compaeros en cada celda, donde el espacio es muy chico. Uno mira televisin, el otro escucha msica, cada uno tiene su rutina. No podemos estudiar en la celda.

Tampoco tenemos un espacio para la lectura ya que slo se puede ir a la biblioteca en el horario de la escuela.

Cul es la importancia de que se hayan implementado escuelas en las crceles?-Yo soy un preso, lamentablemente, con la mayor parte de mi vida en cana, con lo cual nunca me imagin que estando detenido iba a tener la posibilidad de estudiar el secundario. Porque, que yo recuerde, en los 90 no estaba implementado el estudio secundario en la mayora de las unidades de la provincia de Buenos Aires.Fue muy importante, no slo para estudiar sino para tener un contacto con otras personas, y adems, la escuela te despeja del encierro.Quizs hay gente en la sociedad que piensa:- No estudiaste afuera y te haces el estudiante ahora! Yo mismo me respondo que nunca es tarde para poderme superar.

Sabs cundo comenz a funcionar la secundaria en las crceles? -Es obligatorio estudiar el secundario desde 2007 por Ley Nacional y Provincial, pero a pesar de eso, hay en algunas unidades penales como las de San Martn y Gonzlez Catn en las que no existen escuelas secundarias. Esto es injusto porque hay internos que no tienen la posibilidad de estudiar y en la actualidad para conseguir un trabajo te exigen tener el secundario completo.

Y cmo es la EEM N 7 de Ituzaingo?-Esta escuela me sorprendi. La comunicacin con los profesores es genial, y te digo esto porque no te tratan como delincuentes pero a la vez tienen una gran exigencia que nos sirve para cuando dejemos este lugar.Nos llevamos muy bien porque los alumnos tambin valoramos el esfuerzo de venir a este lugar.De parte de los compaeros se trata de hacer las cosas lo mejor posible y aprender para que el da que volvamos a la sociedad no cueste tanto adaptarnos. Porque muchos somos padres y para que si nuestros hijos tienen una duda podamos responderla

Cmo te imaginas cuando terminen los estudios?-Nos daremos cuenta que por fin concluimos con algo que haba quedado suspendido en el tiempo, que me sirvi para mi forma de pensar y luchar la vida.Generacin de la Hiptesis

Es difcil no convertir un razonamiento objetivo en pura subjetividad y sentirse en una controversia de sentimientos. Claro est que, por un lado, estn cumpliendo una condena por un delito cometido, pero por otro, la fuerza de todas aquellas palabras en las que se transforma el encierro.

Estas palabras modifican, en cierta parte las diferentes apreciaciones que surgen del conciente colectivo y comienzan a transformarse en un interrogante.

Queda claro que este interrogante nada tiene que ver con el cumplimiento de su condena. La incgnita recae en la falta de conocimiento de la sociedad en que este tipo de planes pueden generar la incentivacin para la reinsercin social de aquellos que cumplen condena.La educacin en contexto de encierro ha generado en el interno anterior una conciencia de cambio, pero esto: Ser el comn de los detenidos en crceles argentinas? O Nos topamos con un sujeto que pec de ingenuo y esa es la condena que est pagando?Para esclarecer este informe sin sensiblera dominante se realiz una misma entrevista a diferentes alumnos de la Unidad N 6 de Rawson a fin de aclarar si los discursos anteriores son un denominador comn entre los reclusos. Para ello fue necesaria la colaboracin de la Sra. Mara Cristina Alvite, bibliotecaria de dicho nosocomio.

Dado que la distancia no hizo posible la personalizacin, las respuestas fueron llegando con dificultad por mail.A continuacin se observarn las respuestas enviadas desde Rawson de la misma forma en que se recibieron:(Aqu van todas las entrevistas que me envi Cristina tal cual me las envi, las imprim y las anex directamente)Confirmacin de Hiptesis

El sujeto es un ser de necesidades que se satisface socialmente en relaciones sociales que lo determinan. Nada hay en l que no sea resultante de las interacciones entre individuos, grupos o clases.

Desde el nacimiento el nio establece con su medio social una relacin recproca que sienta las bases de una educacin mutua.

Durante el curso de su vida el ser humano est constantemente recibiendo influencias del medio ambiente, pero son las experiencias tempranas de los primeros aos las que juegan el rol ms importante.

La familia es el escenario inmediato de nuestras primeras experiencias, all se fundan nuestros modelos de aprender, de pensar y actuar entre otros. Es un mbito vincular donde las experiencias tienen una enorme carga emocional ya que ah encuentra su destino de gratificacin o frustracin de las necesidades vitales.

El sujeto inmerso en las familias va elaborando determinadas interpretaciones del mundo segn el lugar que esta ocupa en el contexto social.

La sociedad actual est fragmentada, es decir, existe una estratificacin social por la cual se reconocen diferentes clases, cada uno de ellas con caractersticas particulares que hacen alusin a factores culturales, econmicos y socio-familiares .Estos aspectos determinan las condiciones de vida cotidiana

Centrndonos en el trabajo las condiciones concretas de existencia de los internos estn marcadas por una carencia econmica, estableciendo cierta precariedad en su forma de vida, es decir, lleva a la frustracin y a la mala satisfaccin de las necesidades bsicas: vivienda, alimentacin, educacin, salud.

Con los Planes de Educacin en Contexto de Encierro se habilitaron nuevos espacios, tiempos y formas de ensear y aprender. Espacios de encuentro que eran la nica alternativa de reconstruccin de vnculos diferente a la escuela. Constituy el nico mbito que los convocara a participar, a dem andar, a decidir, a disfrutar y producir con otros. Los internos descubrieron sus aptitudes y cualidades Tendiendo de alguna manera a promover o contribuir a que el sujeto posea ciertas herramientas, y voz que les permitan incluirse en el mundo

Los jvenes marginados son vctimas de la sociedad y muchas veces se convierten en delincuentes. Delincuentes a menudo reincidentes. Pero ellos no son los verdaderos culpables. Ellos son el resultado de una sociedad en decadencia, de polticas sociales inexistentes, de los altos niveles de corrupcin.

El adolescente problemtico, agresivo, violento y peligroso vive da a da con la certeza de que para l no existe la esperanza ni la justicia. Su nmero va en aumento, producto de familias desintegradas, ahogados en la miseria y rodeado de modelos antisociales, lucha de clases, infelicidad, desequilibrio, sin opciones para conseguir sus aspiraciones.

Estas condiciones de extrema pobreza influyen en la construccin del mundo interno (reconstruccin de la trama relacional del sistema vincular en la que el sujeto emerge y donde sus necesidades se cumplen o no) del joven.

El conglomerado de las caractersticas que constituyen la vida cotidiana determina de manera significativa el modo en la que el sujeto se va a insertar en la sociedad y la forma de relacionarse con los miembros de la misma.

Partiendo de este nter juego que se pone de manifiesto cuando se presenta la subjetividad y la historicidad del interno junto con los talleres, se produce el descubrimiento de sus potencialidades y capacidades, donde se rehabilita su autoestima y aprendizaje de normas, valores y aptitudes.

En relacin al trmino autoestima, es necesario subrayar que debido a que estos jvenes estn estigmatizados por la familia y sobre todos disminuidos por la sociedad, es necesario dedicar gran parte del tiempo a comprenderlos y entenderlos de modo que se incremente la confianza en s mismo.

Se concluye que la sociedad entera tambin es culpable. Es la que los excluye y la que los margina por su condicin social, es la que es incapaz de resolver la profunda crisis que rodea a los menores de edad en situacin de riesgo.

Veamos Cifras

Las crceles

52.457 jvenes y adultos en unidades penitenciarias200 nios y nias menores de 4 aos que viven con sus madres detenidas29% sin estudios o con primario incompleto47% con primario completo14% con secundario incompleto5% con secundario completo80% desocupados o con situacin laboral precaria al ser detenidos64% sin oficio ni profesin al ser detenidosFuente: Informe SNEEP.Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nacin, ao 2007.

Los institutos de menores

1.799 adolescentes y jvenes en institutos de rgimen cerrado8% son mujeresFuente: Adolescentes en el Sistema Penal. Ministerio de Desarrollo Social de la Nacin, UNICEF, Universidad Nacional de 3 de Febrero, 2008.Conclusin

Sin subjetividades de por medio, es evidente que es importante tener en cuenta que debido a que estos jvenes estn estigmatizados por la familia y sobre todo disminuidos por la sociedad, es necesario dedicar gran parte del tiempo a comprenderlos y entenderlos a fin de que incrementen la confianza en s mismo para elevar su autoestima; y de proporcionarles una nueva visin de la sociedad, que en realidad los excluye y los margina por su condicin social.

Se considera que es necesario mejorar las condiciones educativas durante el tiempo que dura la privacin de la libertad para que estos sujetos sociales puedan construir un proyecto de vida que favorezca su inclusin social.

Los educadores, luego de la reforma de la Ley 26.606, deben asumir el compromiso y la responsabilidad de reconocer y ejercitar los derechos fundamentales de las personas, sin importar el motivo por el cual se encuentran recluidas.

Este cambio radica en comprender que hemos construido como sociedad en estas ltimas dcadas un sector social excluido, un otro al que es necesario y urgente restituirle la palabra y la identidad como sujeto de derecho y como sujeto de aprendizaje.

La educacin en establecimientos penitenciarios constituye un escenario altamente complejo de la educacin de Jvenes y Adultos. En este sentido la tarea que se realice con la finalidad de mejorar las condiciones educativas durante el trayecto de condena ser un aporte significativo en varios sentidos:

* Como Derecho Pblico, en tanto es el Estado el garante y responsable de resguardar, hacer cumplir y construir las estrategias para que se promuevan y efectivicen los derechos humanos en todos los mbitos.

* Como atencin y fortalecimiento del tratamiento de los derechos humanos dado que el encarcelamiento no debe llevar consigo una privacin adicional de derechos civiles, entre los que figura el derecho a la educacin.

* En tanto estos procesos aporten a mejorar las condiciones para la reinsercin y la disminucin de la reincidencia, ser una contribucin decisiva al mantenimiento de la seguridad pblica.

* Como aporte a la reconfiguracin posible de las instituciones penales en tanto instituciones re- socializadora y educadora.

Al mismo tiempo es necesario tener presente el campo de tensiones inherente a esta problemtica, dado por el entorno restrictivo de la prisin y su lgica de disciplinamiento y la finalidad educativa que se propone, en tanto proceso de construccin y parafraseando a Freire como Prctica de la libertad.Palabras Finales

A lo largo de las narrativas los docentes definen la particularidad de ser docente adentro, transformando los eventos y las situaciones acaecidos en la etapa fundacional del Programa, en ejemplos moralizantes, tanto en relacin a los otros docentes los nuevos, como en relacin a la guardia (Sirimarco, 2006). Se busca comunicar, a partir de estos relatos, una serie de valores y actitudes que deben ser imitados, pues constituyen la singularidad de la prctica docente en contextos de encierro. As, al mismo tiempo que stos/as docentes instruyen a los otros actores de la institucin en una forma de experimentar la realidad social, reclaman y legitiman para si mismos/as cierta jerarqua respecto de aquellos. Se trata, principalmente, de la autopercepcin de los/as docentes, antes que del reconocimiento institucional o material. Es decir, de cmo stos/as significan su trabajo y su persona, para decidir, entonces, continuar con su tarea en un contexto que definen como desgastante.

El inters que los/as docentes sienten por los/as jvenes detenidos es considerado legtimo y autntico, en tanto se apoya en una serie de valores ticos, asociados a la figura del docente y a la de la institucin escuela, que, a su vez, accionan una sensibilidad colectiva respecto de los derechos, la justicia y el cambio social. Las narrativas docentes sugieren que, si bien, la accin de la escuela no va a solucionar la desigualdad social, tampoco la carencia afectiva de los/as jvenes, su accin constituye una intervencin en el proceso de institucionalizacin, la nica capaz de restituir a stos/as su condicin de persona. As, en la situacin lmite que representa la institucin de encierro, alumno significa lo ms prximo a persona.

Por otro lado, en las narrativas docentes el proceso de instalar la escuela resulta crucial, esta experiencia incorporada posiciona a los/as docentes en un lugar jerrquico. Ahora bien, cabe preguntarse en que medida, la incorporacin de la escuela a la rutina de la institucin de encierro, que se caracteriza justamente por la administracin de los tiempos y espacios de los actores de la institucin, no representa, junto a la institucionalizacin de los/as jvenes, tambin, una institucionalizacin de los/as docentes, y de la institucin escuela. Es decir, cuando el grupo docente los histricos dice: hoy entrar al Programa es sencillo, ahora es casi como cualquier colegio qu se est sugiriendo respecto de la prctica docente en contextos de encierro? Qu implica el casi como cualquier colegio? Si bien, en el presente trabajo estas cuestiones no fueron acabadamente contestadas, se han desarrollado algunos ejes que pretenden aportar a su anlisis. En este sentido, enfatizar en las dimensiones de la emotividad y la corporalidad como enclaves de la experiencia docente en contextos de encierro, ha permitido reflexionar sobre la intrincada red de relaciones sociales que constituye la cotidianeidad de esta experiencia educativa.

Bibliografa utilizada

- Lutz, C. (1986): La emocin, el pensamiento y el distanciamiento: la emocin como categora cultural. En: Cultural Anthropology, vol.1, n.3. www.books.google.com.ar / tradiducido al espaol.

- Lutz, C. y G. White (1986): La antropologa de las emociones. En: Annual Review of Anthropology, vol.15. . www.books.google.com.ar / traducido al espaol.-Jackson, Don D. (1983): Teora de la comunicacin humana: interacciones, patologas y paradojas. . www.books.google.com.ar / traducido al espaol.-Sirimarco, Mariana (2006): De Civil a Polica. www.books.google.com.ar / traducido al espaol.

- Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nacin Prensa http://www.prensa.argentina.ar- Fotos: Google Imgenes - http://www.google.com.ar/imagenes- Fotos: Blog de la Red Girasoles- http://bibliotecasabiertas.wordpress.com- Fotos: Ministerio de Educacin Educacin en Contexto de Encierro - http://portal.educacion.gov.ar/inicial/modalidades/educacion-en-contextos-de-encierroAgradecimientos

* Eduardo Sai Ministerio de Educacin de la Nacin por facilitar los contactos.* Marcos Gorostiaga - Profesor entrevistado y Membro del Programa de Educacin en Contexto de Encierro de l Ministerio de Educacin de la Nacin* Beatriz Daz - Ministerio de Educacin de la Nacin - DiNIECE- rea Metodologa

*Ricardo Lus Caio Mendoza Miembro del Programa de Educacin en Contexto de Encierro de l Ministerio de Educacin de la Nacin que fue entrevistado.

* Alcira Victoria Daroqui, Investigadora del Instituto Gino Germani- Facultad de Ciencias Sociales Universidad de Buenos. Profesora del programa UBA XXI en la Unidad penal Crcel de Devoto.* Mara Cristina Alvite Bibliotecaria de la Unidad N 6 de Rawson quien realiz las entrevistas a los reclusos de dicha unidad.

* Al Interno egresado del EEM N 7, quien prefiri no dar su nombre.