Ecos del centenario 3

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Animal Dañero 3/10 LA CUOTA SINDICAL PAGAR O NO PAGAR Por fin se logró concretar lo de las pensiones vitalicias. Fue hace poco tiempo, y en esos días se comentaba el tema entre los jubilados de antes del decreto, los pensionados vitalicios y los trabajadores en resistencia. “Estoy contento más no estoy feliz” le decía a mis compañeros; y un jubilado que me miraba asombrado, se acerco a la “bolita” de trabajadores que comentábamos los acontecimientos en el lobby del 45 y delante de todos me dijo: “¿Cómo que no estás feliz? ¡No la chingues!” Tronó con desdén. Incluso lo sentí molesto. Entonces le aclaré: “Mi felicidad será completa cuando logremos recuperar el trabajo, esta lucha debe rendir frutos para todos ¿o no? Nada de que ya logré lo mío y ahora ¡hay nos vemos! debemos seguir en la resistencia y SOBRE TODO pagar la cuota sindical... Mis compañeros de la “bolita” asintieron con la cabeza, y sintiéndome con su apoyo, de plano que le suelto la pregunta: “Y tú… ¿pagas el 3% de cuota? ”Ahora sí que le reviré. Silencio. No contestó. Se fue haciendo “chiquito”, “chiquito”… y se alejó. “¡Ya la cagó!” dijo un trabajador en resistencia. Y ahora yo fui el que pronunció: “¡No la chingues!” Le alcancé a decir al jubilado mientras se iba rumbo a los baños que están al lado del Auditorio Breña Alvirez. “¡y hay la va seguir cagando!” dijo otro compa. Ja-Ja-Ja, se escucharon risas. Él, con una jubilación anterior al decreto, no paga. Viene todos los miércoles, ocupa una butaca en el Auditorio, compra cacahuates, pepitas, avienta al suelo la basura, de vez en cuando deposita una moneda en algún bote, aplaude, grita, ¡aquí se ve la fuerza del SME!, canta el himno “por nuestras manos pasa la fuerzaaa…” levanta el puño, y luego se va. Cree que ya cumplió. Pero no paga. Un compañero de la resistencia, que lo tiene por vecino, me comentó: “Ese pinche viejo es un marro, piensa que como el SME ha logrado sobrevivir sin su cuota, entonces no se necesita. Es más – me dijo pelando unos ojotes- dice que el sindicato se va a “hinchar” con el 3% de los pensionados vitalicios, y ahora… ¡pu´s que menos va a pagar!” “¿Cómo la ves?” “Mal, muy mal.” Le contesté. 1

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¡HAY VICTORIAS QUE NO SE MIDEN CON DINERO Y ESTA ES UNA DE ELLAS! CONMEMOREMOS EL CENTENARIO EN NUESTROS PUESTOS DE TRABAJO. POR UN CENTENARIO VIVO Y COMBATIVO MUERA EL MAL GOBIERNO.

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Animal Dañero 3/10

LA CUOTA SINDICALPAGAR O NO PAGAR

Por fin se logró concretar lo de las pensiones vitalicias.Fue hace poco tiempo, y en esos días se comentaba eltema entre los jubilados de antes del decreto, lospensionados vitalicios y los trabajadores en resistencia.

“Estoy contento más no estoy feliz” le decía a miscompañeros; y un jubilado queme miraba asombrado, seacerco a la “bolita” detrabajadores quecomentábamos losacontecimientos en el lobby del45 y delante de todos me dijo:

“¿Cómo que no estás feliz? ¡Nola chingues!” Tronó condesdén. Incluso lo sentímolesto. Entonces le aclaré:

“Mi felicidad será completacuando logremos recuperar eltrabajo, esta lucha debe rendirfrutos para todos ¿o no? Nadade que ya logré lo mío y ahora¡hay nos vemos! debemosseguir en la resistencia y SOBRETODO pagar la cuota sindical...

Mis compañeros de la “bolita” asintieron con la cabeza, ysintiéndome con su apoyo, de plano que le suelto lapregunta:

“Y tú… ¿pagas el 3% de cuota?”Ahora sí que le reviré.

Silencio. No contestó. Se fue haciendo “chiquito”,“chiquito”… y se alejó.

“¡Ya la cagó!” dijo un trabajador en resistencia.

Y ahora yo fui el que pronunció: “¡No la chingues!” Lealcancé a decir al jubilado mientras se iba rumbo a losbaños que están al lado del Auditorio Breña Alvirez.

“¡y hay la va seguir cagando!” dijo otro compa. Ja-Ja-Ja,se escucharon risas.

Él, con una jubilación anterioral decreto, no paga.

Viene todos los miércoles,ocupa una butaca en elAuditorio, compra cacahuates,pepitas, avienta al suelo labasura, de vez en cuandodeposita una moneda en algúnbote, aplaude, grita, ¡aquí seve la fuerza del SME!, canta elhimno “por nuestras manospasa la fuerzaaa…” levanta elpuño, y luego se va. Cree queya cumplió. Pero no paga.

Un compañero de laresistencia, que lo tiene porvecino, me comentó:

“Ese pinche viejo es un marro,piensa que como el SME ha logrado sobrevivir sin sucuota, entonces no se necesita. Es más – me dijo pelandounos ojotes- dice que el sindicato se va a “hinchar” con el3% de los pensionados vitalicios, y ahora… ¡pu´s quemenos va a pagar!” “¿Cómo la ves?”

“Mal, muy mal.” Le contesté.

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Él se jubiló a los 29 años, 6 meses 1 día, con el 100% de susalario; yo en cambio, me pensiono con 23 años y unporcentaje apenas superior al 80% de mi salario; él tuvo laoportunidad de aplicar a un puesto más alto para podersejubilar en las mejores condiciones salariales, y ¡québueno!; pero yo en cambio, me voy con el último salarioen planta; pero de… ¡hace 4 años y medio!

Sí, así como se lee. Me voy con un salario congeladodesde el decreto de extinción. Por lo menos perdí 4% depoder de compra por año. Él no tuvo esa pérdida depoder adquisitivo, ya que le incrementaron el porcentajede la inflación en cada año, de los casi 5 que llevamosresistiendo; pero a mí no, mi salario es el mismo desde el11 de octubre de 2009.

Y hablando de poder adquisitivo, como sabemos, elsalario del trabajador se queda fijo todo el año, pero losprecios no. La inflación cotidiana va pulverizando alsalario. Ahora; por ejemplo, con aumentos mensuales engasolina, gas y electricidad, se provoca una espiralinflacionaria que altera todos los precios, principalmentelos de la canasta básica.

Antes, 3 veces al año, podíamos enfrentar esta situacióncon lo que llamábamos “el ahorro.” Esta prestación nospermitía capitalizarnos los meses de abril, agosto ydiciembre para fondear nuestra lucha contra la inflación ypoder pagar deudas. El jubilado antes del decretoconserva –por fortuna- esta prestación; pero lospensionados vitalicios ya no, el ahorro se acabó. Él tieneesa ventaja económica, yo ya no.

Él recibió el 100% de su compensación por antigüedad;yo, en cambio, el 50%. Él recibe una catorcena y yo unaquincena, y no es lo mismo.

Se pagan más días por catorcena al año, que por quincenaal año.

Su aguinaldo es conforme al Contrato Colectivo deTrabajo, y el mío, está indefinido, lo sabré cuando locobre. Y aun hay más diferencias que con el tiemposaldrán.

Por donde se le mire, ¡no hay comparación! Pero él nopaga… ¡y eso que tiene muchos más recursos que lospensionados vitalicios! ¡Económicamente, es un tacañomiserable! Y ¡Sindicalmente es un ingrato!

Yo si estoy dispuesto a dar el 3%, con todo y lo precario demi pensión vitalicia, y… ¡con mucho gusto!

Sí, CON MUCHO GUSTO; porque si bien mi pensión, entérminos cuantitativos, es muy precaria; en términoscualitativos, es millonaria.

El triunfo, más que económico, es político. No gané sóloun ingreso vitalicio (que en sí mismo, es muy importanteen toda lucha obrera); sino, y sobre todo, gané que elsindicato siga vivo. EL SIN-DI-CATO, el mismo instrumentode lucha y organización, que el neoliberalismo ha puestoen peligro de extinción en el mundo entero; pero que ennuestro caso, sigue vivo. Ganamos este round en la batallade clases, de los capitalistas contra los trabajadores;porque si fuera por ellos, ¡nada nos daban! con tal de quemuriera el SME de inanición. Pero NO PUDIERON.

Les arrancamos la pensión vitalicia. A pesar del aberrantefallo de la Suprema Corte el 30 de enero de 2013, quedaba por liquidada nuestra causa, ¡ganamos!; a pesar delos medios de comunicación, que en todo momentovociferaban que ya no había nada por hacer, ¡ganamos!; apesar de la clase patronal y su perro de presa JavierLozano, que sigue ladrando rabiosamente a la voz deorden de su nuevo amo Peña Nieto, ¡ganamos!; contratodos los pronósticos de traidores, esquiroles yliquidados, ¡ganamos!; para berrinche y mohína de JorgeSánchez, Rosendo Flores, Alejandro Muñoz y dráculas porel estilo, ¡¡GANAMOS!! Incluso, ante la incredulidad defamiliares y amigos, que ya daban por perdida nuestracausa, ¡ganamos!

Sí, ¡GA-NA-MOS! El triunfo es político, es de clase, es dedignidad, de orgullo obrero. No es un triunfo de monedas.El triunfo consiste en mirar a todos de frente, a los ojos,con orgullo, y poder soltarles, desde la profundidad denuestra conciencia de clase, la siguiente frase:

“¿No que no? ¡Y AHORA VAMOS POR EL TRABAJO!”

Hay victorias que no se miden con dinero, y esta es una deellas.

Un compañero me platicó, lo que a su vez le dijo un reciénpensionado: “hoy le volví a dar el gasto a mi esposa tal ycomo se lo daba hace 4 años y medio, y volvimos a comerfruta como en aquellos tiempos…”

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¡Comieron dignidad! ¡Qué gran manjar!Desafortunadamente hay pensionados vitalicios que sólovaloran las cosas desde el economicismo.

“Lo recibido no cumple con las expectativas generadas”,dicen. Esto es cierto, pues se dijo hasta el cansancio quesería conforme al Contrato Colectivo de Trabajo, y no fueasí. Y todavía falta por concretarse el tema del aguinaldo,energía eléctrica, los préstamos personales, ProgramaHabitacional y el pago quincenal hasta completar el 50%de la compensación por antigüedad. Tienen razón. No eslo que esperábamos. ¡Y lo que falta por descubrirse! Perono podemos limitarnos a ver sólo los centavos. Quienesasí ven las cosas, ya no quieren venir a luchar, algunoshasta piensan en cambiarse de Banco para no pagar lacuota sindical. ¡Grave error! Eso es justamente lo que hayque superar, la visión economicista, “centavera” deltrabajador.

El SME del siglo XX, no puede ser el mismo en el sigloXXI.

Hace un siglo, el viejo Lenin llamaba a luchar, pero no sólopara aminorar la explotación del trabajador, conconquistas económicas y mejoras salariales; sino, lucharpor abolir el régimen de explotación asalariada. En lapolémica contra los que sólo les importaban lasconquistas económicas, él sostenía que las huelgas yluchas obreras debían ser verdaderas escuelas de guerra,donde el trabajador aprenda no sólo a luchar por mejorarsu salario, sino luchar para abolir la esclavitud asalariada.Esa es la misión histórica de la clase obrera, decía. Y esose enseña y se aprende en la escuela de la lucha obrera.

Pero el pensionado-centavero, que por fortuna son losmenos, sólo mira los pesos. No asistió a la escuela de lalucha de clases. No puso atención o se fue de ”pinta”. Nomira a quién hemos estado enfrentando, ni contra quiénhemos dirigido tantas y variadas formas de lucha; noobserva el tamaño del enemigo, no mira que no queríandar nada; ni que obtuvimos lo que obtuvimos, pormodesto que sea, en contra de su decisión de no darnada. El pensionado-centavero no se ha dado cuenta quequieren matar, asesinar al SME, y que en esta lucha, nosólo ganamos dinero, sino la VIDA del SME, nuestroinstrumento de lucha para continuar en la arena de lalucha de clases, por mejoras económicas, y PORMODIFICAR EL SISTEMA DE EXPLOTACION CAPITALISTA.

El enemigo no dejará de actuar hasta lograr la extincióndel SME. Y en tanto eso, es crucial que NADIE deserte dela lucha; y es vital que TODOS paguemos la cuota sindical.Esa es otra lección que se obtiene en la escuela de laresistencia.

Compañero pensionado vitalicio:

Al no pagar la cuota sindical, tu bolsillo tendrá unasmonedas más, pero a cambio vas a exponer la vida delSindicato. ¿O qué? ¿Cómo piensas que seguiremosluchando por el regreso al trabajo? ¿Cómo le seguimospara que no nos mate el neoliberalismo? ¿Cómosostenemos a nuestro instrumento de lucha por otros100 años? Debemos seguir luchando y no sólo por dinero,sino por cambiar el sistema económico, aunque tenganque pasar otros 100 años. ¿Sin recursos humanos? ¿Sinrecursos financieros? ¿Cómo le hacemos?

Debemos ser conscientes que estamos enfrentando, yseguiremos enfrentando por años, la guerra de exterminioen contra de nuestro sindicato. Que aun recuperando eltrabajo, la guerra continuará por otros medios, y serápermanente y prolongada. De modo que, compañeropensionado, NO DESANGRES AL SME EVADIENDO LACUOTA SINDICAL, NO LO DEBILITES.

No olvides que tenemos una deuda moral con todos losque han hecho posible la pensión vitalicia, muy enespecial con los compañeros que esperan la reinserciónlaboral.

NO HAY JUSTIFICACIÓN PARA NO PAGAR LA CUOTASINDICAL.

Y si el pensionado vitalicio debe cumplir con cotizar el 3%de cuota sindical; más aun y con mayor razón, los queestán jubilados desde antes del decreto. TODOS ELLOSDEBEN CUMPLIR CON SU PAGO.

¿Cuál es la razón por la que se ha tolerado por años queesos jubilados, y entre ellos varios miembros de laComisión de Trabajo del Grupo de Jubilados, NO PAGUENLA CUOTA SINDICAL? ¡Sería un sinvergüenza quienpretextara no hacerlo por razones económicas! Si lospensionados vitalicios lo van hacer, ¿qué justifica que losotros no lo hagan? Y lo peor, ¿Por qué se permite quehaya Representantes Sindicales evasores de la cuota?

Unos, de plano no pagan nada desde que empezó laguerra de exterminio; otros, pagan lo que se les da la gana

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y cuando se les da la gana, debiendo ser el 3%; los deaquel grupo, que no pagan porque “su cuota sindical se ladan a sus hijos”; los del otro grupo, que por que “nosaben qué se hace con el dinero”… ¡PRETEXTOS! Todoshay que pagar, y luego exigir cuentas claras. Con esasfalsas excusas no se reconstruye el SME, ni lo preparamospara las batallas del siglo XXI.

Hay “repres” del Grupo de Jubilados que no pagan, peroasisten a las reuniones de la Comisión de Trabajo; ahí,donde se decide el rumbo del movimiento, ellos votan,hablan, participan, y algunos hasta chiflan y abuchean alas pocas voces críticas que se expresan en las Plenarias yAsambleas, pero…NO PAGAN. ¿Ese es el SME quequeremos y necesitamos?

Sería bueno que en lugar de andar persiguiendo yhostigando a los que piensan diferente, se persiguiera y sehostigara a los evasores de la cuota sindical, trátese dequien se trate. Y para seguir recuperando de la historia loque en el presenta se necesita, a continuación sereproduce el texto de Agustín López, publicado el 14 deabril de 1916, en el periódico Rojo y Negro, No. 4 y diceasí:

“EL AGRADECIMIENTO DE ALGUNOS SINDICALISTAS”

“Es verdaderamente triste y vergonzoso relatar laconducta que ha seguido cierto número de compañerosde este sindicato. No parece sino que, guiados únicamentepor sentimientos lucrativos, muy propios de mercenarios,se mezclaron en el seno de la agrupación…

Ahora que el triunfo nos empieza a sonreír, ahora quehemos conseguido ya algo de lo mucho que anhelamos,descubrimos que entre el numeroso grupo de sindicalistashonrados y trabajadores, hay algunos que, cubiertos conla careta de hipocresía, y aún gozando del bienestareconómico que les ha proporcionado la agrupación, ladesconocen y quizás la vituperen.

¿Qué más prueba de odioso servilismo?

El tesorero en carta muy atenta les interrogó a esos que nidebemos llamar compañeros que si estaban dispuestos apagar las cuotas que adeudan desde que se fundó elsindicato, y no se dignaron dar contestación alguna. Por laconducta observada se comprende que ni la educaciónconocen.

El compañero cobrador les hizo una visita y con tono depetulancia suma contestaron que no pagaban. ¡Quédescaro! Ya que apenas se han beneficiado con unpequeño aumento de salario tratan de huir olvidando elimprescindible deber de luchar por la colectividad y noúnicamente por el bienestar personal.

Compañeros, ha llegado la hora de extirpar a loszánganos del sindicalismo. Ha llegado la hora de limpiarla escoria de nuestra agrupación. Uníos a mi protestapara expulsar a los abyectos.”

(Tomado de Cuadernos de Formación Sindical 1, editadopor el SME, p.p. 170-172.)

UNÁMONOS A LA PROCLAMA DE AGUSTÍN LÓPEZ ¡QUETODOS PAGUEN LA CUOTA SINDICAL!

Sería muy bueno que se diera a conocer quiénes de laComisión de Trabajo del Grupo de Jubilados, no pagan sucuota sindical. Sería estupendo que se supiera quiénes sípagan, cuánto y desde cuándo.

En la construcción del SME del siglo XXI, sería muy buenoponer como requisito ético y moral, que para serRepresentante del Grupo de Jubilados, se exhiban lospagos con los que se demuestre estar al corriente en lacuota sindical.

CONMEMOREMOS EL CENTENARIO EN NUESTROSPUESTOS DE TRABAJO.

CONMEMOREMOS EL CENTENARIO CON TODOS LOSREPRESENTANTES DE JUBILADOS PAGANDO EL 3% DE LA

CUOTA SINDICAL.

POR UN CENTENARIO VIVO Y COMBATIVO.

MUERA EL MAL GOBIERNO.

VIVA POR SIEMPRE EL SINDICATO MEXICANO DEELECTRICISTAS.

Atentamente: El Animal Dañero.Responsable de la publicación: Mario Benítez. 75327

En el siguiente número: Los mitos de la nacionalización.

Sumemos a nuestra historia otra victoria. No habrá mejorgesta que contar de estos 100 años, que el haber logrado

recuperar nuestro trabajo. 2014: AÑO DEL REGRESO AL TRABAJO.

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