Dos mundos hacen historia

Historia7mo GradoSrta. Jusino

Dos mundos hacen historiaEn el siglo XV, la cartografía o disciplina de hacer mapas había ampliado la imagen de los territorios del Viejo Mundo (Europa, Asia y África). Un marino cuyo lugar de origen desconocemos encontró, en 1492, unas islas a las que creyó parte de Asia.

Ese año, los que acompañaban a Cristóbal Colón —unos hombres barbudos, vestidos con telas de colores y armaduras— se encontraron con otros —lampiños, con la piel pintada y desnudos—.

¿Qué pensaban unos de otros? Sabemos más de los europeos porque conocían la escritura, pero muchos aspectos de la vida de los indígenas quedaron para investigarse siglos des- pués. En esta unidad, veremos algunos de los hechos relacionados con el encuentro de la gente de Europa, África y América.

Las mujeres que gritaron “taíno”

Durante el viaje del descubrimiento de América, en 1492, Cristóbal Colón navegá por las Bahamas y por la costa norte de Cuba y de La Española. Encontró en estas islas a unos amables habitantes a quienes llamó indios, pues estaba convencido de que había llegado a las cercanías del Imperio chino del Gran Khan y a India.

Aquellos indios le dieron a entender a Colón que un grupo de gente belicosa, los carib o caribes, atacaba sus poblados, asesinaba a los hombres y raptaba a las mujeres y a ciertos guerreros. Los indios aseguraban que los caribes habitaban unas islas localizadas hacia el este, adonde también señalaban cuando Colón les preguntaba por oro.

Las mujeres que gritaron “taíno”

En busca del anhelado oro, la flota colombina del segundo viaje (1493) llegó a las Antillas por el este. Al llegar a la isla de Guadalupe (Caloucaera, según la llamaban los aborígenes), un grupo de personas, en su mayoría mujeres, salió´ a la playa mientras gritaba: ¡taíno, taíno!, como quien pide auxilio. Luego, se echaron al mar y nadaron hasta los navíos. Los españoles creyeron que el vocablo taino significaba bueno y que los que huían se identificaban así´ para que no los confundieran con los caribes. Al recordar lo que los indios le habían comunicado en el primer viaje, Colon no puso en duda que aquellas islas fueran de los belicosos caribes. Así´ fue como nació´ la doble percepción europea acerca de los habitantes de las Antillas. Para los españoles, taíno terminó por significar ‘pacífico’ y ‘bueno’, mientras Caribe significaba ‘guerrero malo’."

Las mujeres que gritaron “taíno”

"Días después, algunas de las indias rescatadas en Guadalupe volvieron a lanzarse al mar al ver las costas de una isla a la que llamaban Burunquen (‘tierra óptima para el cultivo de la yuca’). Este acto no es tan extraño como parece, si pensamos que nadar hacia su isla natal, lo que hoy llamamos patria, significaba volver a estar entre los suyos.Sin embargo, ni Colón ni los cronistas que escribieron sobre las costumbres y las formas de vida de los aborígenes taínos y caribes imaginaron su historia o la de tantas otras culturas que poblaban América desde hacía miles de años.

Las mujeres que gritaron “taíno”

Fue necesario que transcurrieran varios siglos para que la arqueología, ayudada por otras disciplinas como la antropología y la etnografía, lograra rescatar la historia cultural de los grupos humanos que precedieron a los barbudos europeos y articular la cronología.

La arqueología: el pasado en el presente

Debes recordar que los arqueólogos excavan los estratos o capas bajo la superficie terrestre, donde se encuentran los fósiles, los utensilios y las herramientas del pasado, con el propósito de estudiarlos. En una excavación arqueológica, los restos de los asentamientos humanos más antiguos ocupan el lugar más profundo bajo la superficie, debido a los procesos de sedimentación del terreno. Así los arqueólogos establecen la cronología de las culturas que han habitado el área.

La arqueología: el pasado en el presente

Para precisar la edad de los restos arqueológicos, se utiliza la cronometría por radiocarbono, mejor conocida como el método de carbono 14. Cuando un organismo muere, los isótopos de carbono 14, presentes en todos los seres vivos, se desintegran como parte del proceso de descomposición. El cálculo de la pérdida de carbono 14 da a los científicos una idea aproximada del momento en que el organismo murió´.

La arqueología: el pasado en el presente

En el caso de las culturas antillanas, se ha aplicado esta prueba a restos humanos y animales (los que constituían la dieta aborigen, como el cangrejo), a objetos de madera, y a residuos animales y vegetales adheridos a la cerámica. También el estudio de los estilos de la cerámica encontrados en excavaciones ha ayudado a los arqueólogos a diferenciar las culturas que habitaron las Antillas, especialmente Puerto Rico.