Chiquian Cultura N12 - 2012

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La última semana de cada año, está directamente relacionada con la NAVI- DAD, esta fiesta no solo está centrada en el hogar, ahora se extiende hasta el trabajo. Eso parece funda- mental, pues sin hablar de religión, los trabajadores se dan un momento para converger en amistad, compañerismo y compartir los objetivos instituciona- les. Pero lo deslumbrante de la navidad, está en el comercio, calles y tiendas son adornadas con los colores rojo, dorado y blan- co, todos los espacios, utilizan la tecnología al máximo, como son la redes sociales, tarjetas electróni- cas, robots, celulares sofis- ticados. Cada persona desea comprar algo para sí o para sus familiares. La cultura de la navidad ha rebasado la religión católi- ca, ahora los ateos también lo comparten, porque sim- plemente el amor y la infan- cia están juntas y para eso no se requiere ser creyen- te. Agrada sobremanera escuchar los villancicos en las voces de grupos históri- cos como los niños de Vie- na, o los Toribianitos, o los niños de Huaraz, todos entonando canciones que nos devuelven a nuestra niñez. Caminar por las grandes avenidas comer- ciales de Lima, La Unión o Larco es reconocer que la navidad es fiesta. Pero como la vida para ser real la felicidad va unida a la pena, igualmente la Navi- dad, nos traen noticias tristes, incendios, o cho- ques, o huaycos, o niños desamparados trabajando a media noche, sin saber a donde dormirán. Eso nos lleva a que también la navi- dad tiene que ser reflexión, mesura, comprensión y solidaridad. El mensaje principal es que en la vida no estamos solos, y que el dolor y la alegría no nace ni termina con nosotros, sino se extiende a todos los que nos rodean, y eso rebasa nuestra familia, nuestro país, incluye a la tierra, por eso cuidémosla para que las futuras navidades sean mas placenteras. AÑO 1 VOLUMEN 12 Nº2 Editorial Marzo de 2012 ASOCIACIÓN CHIQUIAN CULTURA ASOCIACIÓN CHIQUIAN CULTURA ASOCIACIÓN CHIQUIAN CULTURA ASOCIACIÓN CHIQUIAN CULTURA CHIQUIÁN CULTURA Puntos de interés especial: un momento para converger en amistad, compañerismo y com- partir los objetivos institucionales. en la vida no estamos solos, y que el dolor y la alegría no nace ni termina con nosotros, sino se extiende a todos los que nos rodean, La Navidad Renovación de Niñez y Amor 1 Murphy Siempre Presente aún Cuando no lo Invites 3 La Navidad una Semana Especial 4 El Niñito Perdido en la Noche Buena 6 Planificación Desde el Inicio del Año 8 CONTENIDO: más queridos. Para muchos la navidad ha trascendido la religión católica, se ha con- vertido en una manifesta- ción cultural de gran parte del occidente. Nosotros nacemos cantando villanci- A mis queridos amigos que mediante el blog y las redes sociales nos "vemos", deseo abrazarlos y desearles mucha paz en primer lugar consigo mis- mos, y luego con sus seres cos, mirando nuestros naci- mientos en pastos naturales en la sierra, o artificiales en las ciudades modernas. La navidad en el Perú es una fiesta nacional, su núcleo está en e l hogar, la familia La Navidad Renovación de Niñez y Amor

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La última semana de cada año, está directamente relacionada con la NAVI-DAD, esta fiesta no solo está centrada en el hogar, ahora se extiende hasta el trabajo. Eso parece funda-mental, pues sin hablar de religión, los trabajadores se dan un momento para converger en amistad, compañerismo y compartir los objetivos instituciona-les. Pero lo deslumbrante de la navidad, está en el comercio, calles y tiendas son adornadas con los colores rojo, dorado y blan-co, todos los espacios, utilizan la tecnología al máximo, como son la redes sociales, tarjetas electróni-cas, robots, celulares sofis-ticados. Cada persona desea comprar algo para sí o para sus familiares. La cultura de la navidad ha rebasado la religión católi-ca, ahora los ateos también lo comparten, porque sim-plemente el amor y la infan-cia están juntas y para eso no se requiere ser creyen-te. Agrada sobremanera escuchar los villancicos en las voces de grupos históri-

cos como los niños de Vie-na, o los Toribianitos, o los niños de Huaraz, todos entonando canciones que nos devuelven a nuestra niñez. Caminar por las grandes avenidas comer-ciales de Lima, La Unión o Larco es reconocer que la navidad es fiesta. Pero como la vida para ser real la felicidad va unida a la pena, igualmente la Navi-dad, nos traen noticias tristes, incendios, o cho-ques, o huaycos, o niños desamparados trabajando a media noche, sin saber a

donde dormirán. Eso nos lleva a que también la navi-dad tiene que ser reflexión, mesura, comprensión y solidaridad. El mensaje principal es que en la vida no estamos solos, y que el dolor y la alegría no nace ni termina con nosotros, sino se extiende a todos los que nos rodean, y eso rebasa nuestra familia, nuestro país, incluye a la tierra, por eso cuidémosla para que las futuras navidades sean mas placenteras.

AÑO 1 VOLUMEN 12 Nº2

Editorial

Marzo de 2012 A S O C I A C I Ó N C H I Q U I A N C U L T U R AA S O C I A C I Ó N C H I Q U I A N C U L T U R AA S O C I A C I Ó N C H I Q U I A N C U L T U R AA S O C I A C I Ó N C H I Q U I A N C U L T U R A

CHIQUIÁN CULTURA

Puntos de interés especial:

• un momento para converger en amistad, compañerismo y com-partir los objetivos institucionales.

• en la vida no estamos solos, y que el dolor y la alegría no nace ni termina con nosotros, sino se extiende a todos los que nos rodean,

La Navidad Renovación de Niñez y Amor

1

Murphy Siempre Presente aún Cuando no lo Invites

3

La Navidad una Semana Especial

4

El Niñito Perdido en la Noche Buena

6

Planificación Desde el Inicio del Año

8

CONTENIDO:

más queridos. Para muchos la navidad ha trascendido la religión católica, se ha con-vertido en una manifesta-ción cultural de gran parte del occidente. Nosotros nacemos cantando villanci-

A mis queridos amigos que mediante el blog y

las redes sociales nos "vemos", deseo abrazarlos y desearles mucha paz en primer lugar consigo mis-mos, y luego con sus seres

cos, mirando nuestros naci-mientos en pastos naturales en la sierra, o artificiales en las ciudades modernas. La navidad en el Perú es una fiesta nacional, su núcleo está en e l hogar, la familia

La Navidad Renovación de Niñez y Amor

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y la niñez, sin embargo hoy se extiende también al tra-bajo, allí dejamos por unos minutos nuestras labores, para compartir paz, alegría, palabras de reflexión, desta-cando la amistad, la convi-vencia pacífica, deseándo-nos mejores oportunidades y éxitos. Por ello querida fami-lia y amigos de Chiquián, del Perú y del extranjero, reci-ban mis abrazos, mis salu-dos, mis deseos de un año mejor, de un mundo mejor, de un día mejor. Que no nos desesperemos por alcanzar la felicidad, o el éxito de

manera ciega y urgente. Porque la búsqueda aloca-da, obnubila, somete, acep-ta, no da tiempo a la refle-xión, a la solidaridad, a la libertad, a la democracia, en fin, colisiona con lo que la semana navideña nos propo-ne. La navidad, nos devuelve a la niñez, a la edad más sublime, más inocente, pero más alegre. Si morábamos en la puna, en la sierra, en el lugar más olvidado, encon-trábamos regocijo, alegría, cogiendo alguna lajita, lan-zándola lo más rasante a las aguas de la laguna para contar los rebotes que daba, o armábamos caminitos de carretera, con puentes y ríos, y con carritos hechos de barro, manejábamos al esti-lo del gran “Chuqui”. Las pelotas, los tambores, las trompetas, los revólveres, tenían sus equivalentes en las piedritas, ramitas o arci-llas. La alegría, surgía de la mamapacha. Nuestras ma-dres nunca tenían vacacio-nes, ellas seguían trabajan-do en las chacras, desde el amanecer trayendo leña, o leche, o pasto, ellas no tran-sitaban los jirones de la Unión, o avenidas Larco, o supermercados, Vea, Wong, Saga, para encontrar un

regalo. Ellas nos preparaban con sus endurecidas manos, chompitas, gorritos, medieci-tas, suaves y cálidas. Sus mayores regalos en navidad eran alimentarnos bien, los chanchitos habían crecido para proveernos en diciem-bre chicharrones, rellenos, “gash gash”, yanán o jamón; las vaquitas siempre prestas seguían nutriéndonos de leche, queso, cachizada, manjar blanco; la abuelita enviaba sacos de granos de maíz, cebada y frutas. La navidad era amor de familia, cantos de villancicos y ani-malitos en nuestras manos en las misas de gallo. Hoy la navidad a pesar de todos los avances tecnológicos sigue siendo amor.Y, nuestra ma-dre sigue dándonos amor, la diferencia que hoy ella muestra cabellos canos, manos y salud debilitada, pero siempre alegre, volvién-donos a acariciar a todos: hijos, nietos y bisnietos, se ríe y bromea viéndonos abrir los regalos que se arremoli-nan al pie del arbolito artifi-cial y nacimiento de grama artificial; le gusta las luces multicolores y muñequitas cantoras con las que juega alegre su bisnieta; para ella y para nosotros la navidad nunca pasa, solo se renue-va. Y con eso todos nos re-novamos en niñez y amor. Por eso en navidad nuestros saludos y abrazos son since-ros exentos de cálculos e intereses.

¡Qué viva la navidad!.

¡Que viva la amistad!.

¡Que viva la paz!.

Feliz navidad queridos ami-gos.

La Pluma del Viento

Lima, 23 de diciembre de 2012

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La Navidad ………….

“no nos

desesperemos por

alcanzar la

felicidad, o el éxito

de manera ciega y

urgente. Porque la

búsqueda alocada,

obnubila, somete,

acepta, no da

tiempo a la

reflexión, a la

solidaridad, a la

libertad, a la

democracia”

C H IQ U IÁN C U L TU R A

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AÑ O 1 V O L U MEN 12 N º 2

S on las 3 de la tarde, sentado en la mesita de

un restaurante de pescados y comida norteña, de mi barrio, espero mi pedido, un “ceviche de pescado”, acom-pañado de una cuzqueña.

Mientras discurren los se-gundos, me pregunto: ¿Qué hago aquí solo?, ¿Acaso no podía quedarme en casa?. No se debe al hecho que sea soltero, consecuentemente no tenga a nadie que pre-gunte por mí, ni soliciten puntualidad a la hora del almuerzo. Sino que al salir de casa con una agenda determinada la varié en el camino, producto que mi primer objetivo de lavar el carro no se cumplió, no tomé las providencias de asegu-rarme si habían lavadores de carro, un domingo a la 1 de la tarde, luego de lavar el carro continuaría a otro lugar y volvería como a las 7 de la noche. Así que no habiendo lavadores en diversos luga-res, decidí volver a casa. Estaba completamente se-guro que habría alguien, mi madre, hermana o sobrino. La realidad fue otra, no ha-bía nadie a las 2 de la tarde.

“cómo puede ser esto, ahora que no cargo la llave no hay nadie, mientras todos los días que los llevaba en el maletín, nunca las usé, pues siempre había alguien en casa, para abrirme tan pron-to sonaba el claxon”.

Esta vez había tocado una, dos, hasta tres veces. Como nadie se apersonó a abrir la puerta para chequear quién tocaba el claxon, decidí bajar del auto y tocar el timbre y la puerta. Lo hice y nadie res-pondió.

“Es un hecho, no hay duda. Ahora que estoy sin llave, justo han salido todos. Ellos creyeron que llevaría conmi-go la llave, por eso se fue-ron”. Rápidamente me pasó por la mente, “Murphy tenía razón: “Aunque exista una

sola probabilidad de que algo falle, entonces , fallará”.

Sigo escribiendo en esta mesa, el ceviche ya vino, lo consumo lentamente. “si las palabras derramaran aro-mas, sentirían el típico am-biente de cevichería una mezcla exótica de ajíes, cebolla, limón, perejil y cer-veza”.

El plato del ceviche es espe-cial para los que escribimos en cualquier lugar porque “no hay cuidado de si se enfría”. Por el contrario frío es más rico.

El bolígrafo rueda imparable, de rato en rato ingiero una cucharada de ceviche el ambiente es perfecto, no extraño nada, estoy en otro mundo viajo por los cim-breantes surcos de tinta. Hago un alto solo para be-ber, el vaso de cerveza, que no debe calentarse. ¡Salud Acucho! Me grito yo mismo.

Por la ventana que da al parque del barrio de Ingenie-ría a una cuadra del hospi-tal del Rímac, veo pasar a jóvenes enamorados que miran hacia adentro dando la sensación que anhelarían entrar a comer algo, pero siguen de largo porque no podrían pagar, a ellos les falta dinero pero les sobra amor. Los miro ni me cono-cen ni yo tampoco. Entonces me vuelve a la mente mis años de forastero en el ex-tranjero, donde era comple-tamente desconocido y po-dría sentarme en cualquier restaurante y no encontrar a alguien conocido. Allá lo comprendía, pero aquí a unas dos cuadras de casa, ocurría lo mismo. Cómo cambian los tiempos o mejor cómo se renueva la gente, los mayores pasamos a ser desconocido de los jóvenes. Son los ciclos de la vida.

El fuerte sonido de cumbias peruanas, norteñas y amazó-nicas, mezcladas con el eco de los diversos diálogos de

los comensales, no permite recibir con nitidez algunas palabras, ni siquiera de los vecinos más próximos que están a no más de 2 me-tros. Estoy en una isla, o en una celda, igual da estar en ingeniería o en Buenos Aires o Sao Paulo. En cualquier caso el almuerzo en casa solo, es triste, así que prefie-ro estar aquí en medio del bullicio que volver a casa y no hallar a nadie.

“Al mal tiempo buena cara”, me digo mientras doy las últimas cucharadas al cevi-chito. Al menos esta soledad me permitió escribir algo.

Antes de poner fin a la histo-ria, les digo que cuando Murphy se hace presente, no queda más que llevarle la corriente y vencerlo con calma. Esta nota la estoy escribiendo en hojas de papel bond, y no en mis cuadernos, que porto en mi cartera, porque tampoco los tenía allí, sí estaban la cá-mara fotográfica, la grabado-ra de voz, lentes y lapiceros. Eso me di cuenta apoco de ingresar al restaurante y ubicarme en esta mesa cer-ca a la venta e ingreso de luz natural, mi lugar preferido. La moza me dejó la carta para elegir el plato, luego se retiró, pero como demoraba busqué mi cuaderno en la cartera y no estaba. Enton-ces para corregir esta coinci-dencia de hechos fallidos que denotaban con certeza la presencia de Murphy (“Cualquier cosa que pueda ir mal, ... irá mal”), dejé el restaurante y fui a buscar alguna librería a Habich. Compré 6 hojas y volví, así creo que ya doblegué a Murphy o en todo caso estoy llevándome bien con él.

Ahora siendo las 4:03 de la tarde, dejo en el plato solo la mitad del camote, y una rodajita de ají limo, el sabor fue increíble, terminé un plato de ceviche sólo, nunca lo había hecho, sin embargo

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Murphy Siempre Te Acompaña Aún Cuando No Lo Invites

ese improbable ocurrió. Por eso concluyo diciendo que hoy toda la tarde estuve acompa-ñado de Murphy, y lo supe tratar bien, tanto que me acompañó a escribir esta nota.

Salud, Murphy!, Salud Acucho!.

La Pluma del Viento

Lima, 16 de diciembre de 2012

NOTA.

Llamé por teléfono a casa, antes de dejar el restaurante y me contestó mi madre, enton-ces salgo seguro que habrá alguien.

“cuando Murphy se

hace presente, no

queda más que

llevarle la corriente

y vencerlo con

calma”

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E s 24 de diciembre las 6 de la tarde, camino

entre la multitud a través del jirón de la unión, de Lima, esquivando sudores y largas lenguas que devoran hela-dos. Parece que soy el único que mira a la gente, la mayo-ría divisa las tiendas que lucen adornos diversos con colores navideños: rojo, verde y dorado. En uno y otro lado las lucecitas brillan apagándose y prendiéndose en entretenidos compases. Algunos vendedores gritan, ¡Este es con led, con led, ahorrador. Compre. Compre. Se agota!. Desde otros alma-cenes salen las añoradas notas de los villancicos, que los había escuchado, en mi infancia en Chiquián, cuando asistía a las misas de gallo rodeados de gallitos, ovejitas y muchos niños. En las casas siempre tene-mos un espacio para levan-tar un arbolito, pinos artifi-ciales, se repletan de cam-panitas, estrellas, muñequi-tos que penden de sus ra-mas, algunos entrelazamos más lucecitas, que titilan al compás de canciones. En su base se ponen los regalos. Cerca al arbolito, está el nacimiento, siempre rústico, el niño reposa en su lecho, sus padres y los reyes ma-gos los acompañan. Tam-bién suelen ser infaltables el burrito y la vaquita, luego se copan los espacios con oveji-tas, patitos que flotan en lagunitas. Cada tarde al llegar a casa mientras la oscuridad cae sobresalen, las luces, los niños, siempre inquietos, esperan con ansias los rega-los. En Chiquián, en mi épo-ca no teníamos arbolitos, los nacimientos los arreglába-mos sobre pedazos de kiku-yo, que los traíamos de una chacra vecina a la ciudad. Pero sí habían regalos, los solicitábamos con dos o tres

día de anticipación, los pa-pelitos con los deseos, los depositábamos junto a las imágenes de Santa Rosita o San Martin, que se hallaban en un empotrado de la sala de la casa vieja que hereda-mos de mi abuelo. En la mañana del 25 abríamos presurosos los regalos. Mi padre sabía que me con-tentaría con una buena pelo-ta de futbol y carritos. Nunca tuve la necesidad de hacer colas en el mercado o la municipalidad para recibir algún regalo. Mis padres hacían lo posible para pro-veernos, no los sofisticados que se veían colgados en los basares, ni tampoco le pe-díamos eso. Diría hoy que no éramos pobres, pero tampo-co ricos. Sin embargo eso nunca lo noté, ni que me incomodara, me bastaba jugar, comer chicharrones en diciembre, y tomar la rica leche fresca calientita de nuestras vaquitas. La pobre-za la descubrí viniendo a Lima.

Durante la semana de navi-dad, en el trabajo, las ofici-nas cambian de apariencia, las secretarias, aparecen en las puertas ayudados por el conserje, a pegar pequeños símbolos navideños. Sensibi-lizado, por la escasez y es-fuerzos de ella, el siguiente día me aparezco con más cositas navideñas para ter-minar de arreglar las puertas del laboratorio que habían quedado sin nada, hago lo propio con el panel de noti-cias, donde ya pegué la tar-jeta dirigida a mis colegas. El 99% en el trabajo somos hombres, algunos dan mues-tra espontánea de alistarse para la navidad, la mayoría pareciera tener vergüenza en descubrir su lado infantil. Otros no tenemos reparo en hacerlo. Pero el 1% es mujer, es la secretaria, pieza funda-mental en las fiestas navide-ña. Sin ella no estaría listo el

desayuno que ha preparado para toda la División, cuando nos aproximarnos al ambien-te preparado, vemos fuentes con panetones, chocolate preparado por la concesio-naria, vinos, bolsas de rega-los para los trabajadores de limpieza. Nunca le pregunté cómo hacía para replicar el milagro de la multiplicación de los panes. Si solo di mi cuota de 10 soles.

La ceremonia del desayuno navideño va a comenzar, es el último día laborable de la semana, la secretaria llama por teléfono una y otra vez para solicitar la presencia del que falta. Cuando por fin ya estamos todos, la secre-taria y moderadora de la reunión, invita al jefe, o al de mayor edad a dirigirnos algu-nas palabras, para iniciar el brindis. Pasada la parte seria, comienzan las bro-mas, y la ingesta. La mode-radora, no olvida su papel, a pesar que las copitas de vino se secan rapidísimas en sus manos, ella va señalan-do uno a uno para que tam-bién nos dirija algunas pala-bras, entre aplausos y risas, todos opinan algo. Nos deseamos, paz y felicidad en la familia, solidaridad y dedi-cación en el trabajo, y tam-bién algunos piden prosperi-dad con la llegada del nuevo

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La Navidad Una Semana Especial

“siempre tenemos

un espacio para

levantar un

arbolito, pinos

artificiales, se

repletan de

campanitas,

estrellas,

muñequitos que

penden de sus

ramas, algunos

entrelazamos más

lucecitas, que

titilan al compás de

canciones”

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El jirón de la Unión, una de las mas concurridas calles del centro de Lima.

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año. Hasta los más callados hablan.

De sus bellos y sabios men-sajes, uno se pregunta, qué diferente sería el trabajo si repitiéramos, más veces oportunidades como la navi-dad. Pues, posponemos los roces que suelen ocurrir en el trabajo, y terminamos en abrazos.

Esta semana que, hoy 24 se cierra es especial, no solo abre los corazones de amor hacia los niños y ancianos. Sino que también nos pro-mueve visitar a los familia-res, escribir alguna tarjeta, expresándoles con nuestras palabras, la estima que se les tiene, cosa que no se los dijimos ni siquiera por telé-fono. Mañana será el al-muerzo entre todos los hijos y familias respectivas junto a la madre y abuelita. Los preparativos alegra, ya com-pré vinitos, pisco, mañana estaremos juntos, tal vez sea la última oportunidad de vernos hasta el próximo año. O ni pensar en desgracias mayores. Los regalos no habrán como antes, porque no hay niños, y la economía no está muy buena. O por-

que la salud de algún fami-liar impide estar muy alegre o derrochador.

Aguardo con ansiedad, abra-zarlos, a mis hermanos, sobrinos y todos juntos reir, beber, olvidar el trabajo, hoy, recordaremos nuestra niñez y anécdotas de las navida-des pasadas en Lima o en Chiquián.

También, recordaremos a nuestro padre, ya fallecido. Comeremos la voluntad de todos, esta vez no cocinare-mos en casa porque la her-mana que solía hacerlo no está bien de salud. Prepara-remos pisco souer, y reire-mos mientras vemos las fotos, y villancicos vía inter-net.

Y, cuando caiga la tarde y venga la noche nos despedi-remos con tristeza, pero reconfortados por ver que hay familia, que aún nos queremos, y que renovamos esa alianza junto a nuestra madre. Que los años la han hecho más calmada, pero muy sensible con la partida de alguna nieta, que decidió trabajar lejos de la capital, pero alegre también porque

le comunicaron que pronto tendrá un nuevo nietecito.

Estas partidas y llegadas son parte de la vida, la alegría y la tristeza comparten nues-tra existencia. Lo agradable de esta navidad fue que este año nos dimos la oportuni-dad de pasar todos juntos, en la casa donde nos cria-mos, no importa si vinimos desde barrios lejanos, car-gando a los hijitos en taxis estrechos y caros, bajo el incomodo sol de verano. Esos inconvenientes no son nada, el regalo fue nuestra presencia, vernos de cerca, compartir nuestras vidas, aun cuando sea en pocos minutos, en adelante cada saludo, cada abrazo nos servirá para tomar fuerzas y enfrentar la vida con seguri-dad y alegría. Y también para decirnos que ojalá la repita-mos el próximo año. Que la navidad nos depare alegría, paz y mucha solidari-dad.

La Pluma del Viento. Lima 25 de diciembre de 2011

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La Navidad ………..

“ esta semana es

especial, no solo

abre los corazones

de amor hacia los

niños y ancianos.

Sino que también

nos promueve

visitar a los

familiares, escribir

alguna tarjeta,

expresándoles con

nuestras palabras,

el cariño que se les

tiene”

En el centro comercial de Larco Mar se vive la navidad a todo dar

La municipalidad de Lima metropolitana siempre presenta un inmenso árbol.

En la plaza San Martín la esquina de HSB, se viste de navidad de manera muy original.

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L a casa está arreglada con diversos adornos

de navidad, en la puerta de entrada cuelga una gran botas de papá Noel, en las paredes del pasadizo pen-den cadenas doradas con campanitas, estrellas y trom-petas, el mantel de la mesa del comedor también tiene los colores de la navidad, el nacimiento está en la esqui-na de la sala repleto de ani-malitos, rodeando la cuna del niño con José, María y los reyes magos, al costado del nacimiento está como siempre el hermoso arbolito plagado de pendientes mu-chos traídos de viajes al extranjero, son inacabables, en la parte baja reposan algunos regalos, que se abrirán cuando la familia vuelva y los nietos irrumpan con su bullicio de hordas atilienses.

Son las 10 horas de la no-che, se fueron todos a misa, estoy viendo TV, durante la propaganda me aproximé al nacimiento, vi que no estaba el niño Jesús, ¡Ah, es mi madre que a sus 85 años, sigue con su costumbre de llevar el niñito a la misa para su bendición!, ella camina unas 6 a 7 cuadras ayudada de su bastón, mantiene una puntualidad admirable, ella siempre está a la hora en cualquier actividad que la iglesia o su grupo parroquial realizan. Ahora va acompa-

ñada de mi hermana.

Mientras recorro los adornos del nacimiento me vuelve a la mente una anécdota que ocurrió, hace unos 25 años en una noche similar a la de hoy del 24 al 25, la Noche Buena, mi padre, como de costumbre muy puntual, se adelantó a la iglesia, quería sentarse en las primeras bancas, en un lugar prefe-rencial para asistir a esta ceremonia especial, él se había convertido en un cre-yente ejemplar, el parroco lo reconocía así.

Ese día mi madre se demoró un poco, pues debía asegu-rarse de la comida, y los otros preparativos, se había adelantado mi hermana, seguramente le separaría un lugar en la iglesia. Salió con preocupación por la hora, pero cuidándose de llevar a su niñito sobre una pequeña colchita bordada con hilos dorados, sobre la que repo-saría en su cunita en el naci-miento después de las 12. En la iglesia se sentó cerca de mi tía Sholly, su hermana, que vivía y vive a unas pocas cuadras de la casa. El am-biente de la misa era espe-cial, todos seguían la solem-ne ceremonia con mucha devoción y atención a las palabras del padre y acom-pañaban con emoción los cantos del bien afinado coro, nadie quería perderse un solo momento. En ese am-biente, el padre invita a los fieles a llevar a sus niñitos hacia el altar para darles la bendición. Era uno de los momentos más esperados, por mi madre, pues llevaría en su niñito la bendición de la navidad a su casa.

Cuando mi madre decidió salir de la banca hacia el pasadizo para recibir la ben-dición se dio cuenta que su colchita estaba vacía no

estaba su hermoso niño, era el regalo de su hijo mayor médico, que lo trajo de Aya-baca—Piura al finalizar su SECIGRA, también le había comprado los misterios del nacimiento, diríamos unos 5 años atrás. Casi al borde del llanto y desesperación excla-mó, ¡Já, a donde está mi niñito Sholly”, su hermana atónita no tuvo tiempo para darle alguna respuesta, mi madre había estado tan concentrada en la misa que no notó la falencia, sin em-bargo recordó con certeza que sí lo había puesto sobre la colcha a la salida de la casa.

Sin mayor duda, con total decisión, se abrió paso por la banca y salió fuera de la iglesia a buscar a su niñito. Pero, a dónde podría estar, el recorrido era extenso, las calles, el parque, el pasaje, eran demasiados lugares donde podría haberse caído, y tal vez alguien lo encontró y se lo llevó, o al caerse se habría hecho pedazos. To-das esas interrogantes pasa-ron por su mente, pero su decisión de buscarlo era mayor. Al darse cuenta de la salida repentina, mi herma-na, también le siguió, iba a unos diez metros atrás, tra-tando de asegurarse no le pasara nada, mi madre se encaminó hacia el parque, que estaba a una cuadra de la iglesia, su mirada no tenía rumbo definido simple-mente seguía lo que sus pies la llevaban. Tal vez su plan era reconstruir la caminata desde la salida de la casa.

El parque que debía atrave-sar era un recorrido de unos 70 metros, las veredas que la cruzaban, estaban ador-nadas de cercos de plantas de granada podadas y flores rojas de geranio, estas ro-deaban los múltiples triángu-los de grama. La ilumina-ción del parque no era alta,

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El Niñito Jesús Perdido en Noche Buena

“vi que no estaba

el niño Jesús,

¡Ah, es mi madre

que a sus 85

años, sigue con

su costumbre de

llevar el niñito a

la misa para su

bendición!, ella

camina unas 6 a

7 cuadras

ayudada de su

bastón, mantiene

una puntualidad

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los focos dejaban suficiente luz para transitar, pero no para ver debajo de las plan-tas, allí todo era obscuro, se requeriría de una linterna para hallar algo. Mi hermana murmuraba mientras le acompañaba a la distancia, “que acabe la misa luego volvemos con más calma a buscarlo”. Mi madre contra-riamente se desesperaba, no podía perder a su amado niñito, era un recuerdo muy valioso, y no podría dejarlo abandonado, lo sentía como a un hijito, pensaba que cuando la misa concluyera, la multitud de feligreses retornando a sus casas, de seguro que lo destrozarían si estaba caído en el piso.

Con todo eso en mente, cruzaba el parque con mira-das caóticas, la desespera-ción aceleraba la respira-ción, obstaculizaba el racio-cinio y las lágrimas que bro-taban de los ojos obscure-cían la mirada, en esas con-diciones la búsqueda era cada vez más complicada. Cuando ya llegaba al final de la vereda diagonal del par-que, se encaminaría hacia el pasaje, su ojos de manera fortuita se orientaron hacia la derecha, allí a unos ocho

metros por la vereda lateral sobre el surco de granada de unos 80 centímetros de alto, observó a pesar de la obscuridad un objeto que le llamó la atención, se aproxi-mó, cuando estaba a un metro reconoció a su niñito, que yacía echado tranquilo con los brazos abiertos, casi esperando el abrazo de su madre.

Casi ahogándose de emo-ción, levantó al niñito lo abrazó, y enjugando sus lágrimas de alegría, exclamó, “Chole, está aquí, lo hallé, bendito sea dios, gracias Jesús”. Mi hermana se acer-có, la emoción también la desbordó, la abrazó a su madre y besándola le dijo, “vamos a bendecirlo, todavía hay tiempo, cálmate, toma el pañuelo límpiate las lágri-mas”. “Si hijita, vamos, mi niñito nos ha dado el mejor regalo, vamos”. Sonriendo y rezando por su niñito, se dirigieron a la iglesia.

Ingresó mi madre con su niñito en la mano, el padre acababa de bendecir al últi-mo niño, cuando ya retroce-día para dirigirse al altar y continuar la ceremonia, un

murmullo se escuchó en la iglesia, los fieles habían notado la presencia de una señora que caminaba presu-rosa con su niñito en sus manos, por el pasadizo cen-tral.

El padre preocupado volteó la cabeza y vio que era la señora Luzmila esposa de don Antonio, que caminaba presurosa hacia la bendición de su niño. “Claro es la seño-ra Luzmila, siempre traía a su niñito, ya me extrañaba porqué no había estado”, reflexionó el padre mientras volvía con el agua bendita. Terminado de bendecir al niño el padre le murmuró, “después me cuenta porqué llegó tan tarde”. “si padre es una historia muy linda”, dijo mi madre agradeciendo la bendición de su niñito.

Seguramente hoy, después de 25 años, mi madre volve-rá con el mismo niñito de esta historia que me vino a la memoria mientras veía el nacimiento, hecho con mu-cha ternura por mi hermana.

La Pluma del Viento

Lima, 24 de diciembre de

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El Niñito Jesús ……..

“con todo eso en

mente, cruzaba el

parque con miradas

caóticas, la

desesperación

aceleraba la

respiración,

obstaculizaba el

raciocinio y las

lágrimas que

brotaban de los

ojos obscurecían

su mirada”

La iglesia Santísimo Redentor de la urbanización Ingeniería, era solo una pequeña capilla, ahora es una gran iglesia. Parque del barrio de Cayetano en Ingeniería, tal como se ve hoy.

Page 8: Chiquian Cultura N12 - 2012

E n esta última semana del mes de diciembre y

en los primeros días de enero del próximo año, se unen dos grandes fiestas la navidad (que ya fue) y el año nuevo (que ya viene). Son varios días de fiesta, por ejemplo, los empleados públicos volverán a trabajar recién el próximo miércoles. Al sábado y domingo se han unido el lunes y martes. Para la navidad, también, hubie-ron igual número de días de fiesta. Nuestra costumbre hace que estas dos fiestas sean las más esperadas, tendemos a derrochar lujuria, gula, so-berbia y sobre todo tiempo. Nuestra cultura nos señala ese modo de proceder, estas son fiestas de exagerado CONSUMISMO. Nos vanaglo-riamos de asistir a las fies-tas donde nos permitan libar hasta el amanecer y termi-namos descansando gran parte del día 1 de enero. Casi somnolientos con sonri-sas mecanizadas de robots insensibles volvemos al trabajo nuevamente los 365 días siguientes Así han sido todos los años. El sistema nos ha convertido en piezas de una maquinaria calculadora que nos deja “pseudolibres” los fines de semana. Donde no hay tiem-po para pensar, conversar, compartir ideas, reflexiones, no nos dejan ser “seres humanos”, el poco tiempo

en casa lo consumimos anestesiados por la TV, so-mos zombis en nuestra pro-pia familia. Si rechazamos todo eso, ¿qué hacer? , esa es la pregunta que les pro-pongo resolver. En primer lugar debemos reconocer que nuestra cultu-ra, nos ha moldeado para mirar solo el corto plazo, “la siguiente fiesta”, la palabra PLANIFICACIÓN DEL FUTURO no existe, está ha sido mo-nopolizada por las grandes empresas y los países desa-rrollados. Los obreros, los empleados, los asalariados no fuimos “programados” para eso, así nos enseñaron, así vivimos. No tenemos la CULTURA DE LA PLANIFICA-CIÓN, no estamos acostum-brados a mirar a largo plazo, a construir el futuro, solo lo esperamos deseándonos buena suerte, o recurriendo al horóscopo o al astrologo charlatán mas pintón de la TV. Por ello la solución para ser más humanos y más autores de nuestra vida. Es practicar la PLANIFICACIÓN, utilizar estos días de fiesta, para construir nuestro PLAN ES-TRATÉGICO PERSONAL O FAMILIAR, utilicemos parte de las horas libres de esta fiesta de fin de año en PLA-NIFICAR, cuyo significado único es IDENTIFICAR OBJE-TIVOS y diseñar el CÓMO ALCANZARLOS.

La metodología nos enseña a comenzar por el DIAGNOS-TICO (evaluar el entorno interno y externo, identificar las oportunidades, amena-zas, hacernos un examen de nuestras habilidades y debili-dades) . Luego le sigue el planteamiento de OBJETI-VOS ESTRATÉGICOS. Aquello que debemos hacer y cuan-do, estas se convertirán en nuestras METAS. Les asegu-ro amigos que si volvemos al trabajo con este ejercicio realizado, vamos a retornar alegres, animados, con nue-vos bríos, porque cada día lo tendremos planificado, y sabremos a donde ir, de lo contrario volveremos al tra-bajo, con desgano, cansa-dos, como si fuéramos a llevar un carga indeseable. Para finalizar queridos ami-gos les agradezco habernos permitido compartir alguno minutos, algunas ideas, en nuestro espacio el Zaguán de Oro Puquio, y que comen-cemos el siguiente año, construyendo nuestro futuro. Pensando que no estamos solos y que sin la familia y sin la tierra, la vida sucumbi-rá, evitemos eso planifican-do, cuidándolos. Feliz año 2013. La Pluma del Viento Lima, 30 de diciembre de 2012

PÁGIN A 8

Planificación Desde el Inicio del Año

“no estamos “no estamos “no estamos “no estamos acostumbrados a acostumbrados a acostumbrados a acostumbrados a

mirar a largo mirar a largo mirar a largo mirar a largo plazo, a construir plazo, a construir plazo, a construir plazo, a construir el futuro, solo lo el futuro, solo lo el futuro, solo lo el futuro, solo lo

esperamos esperamos esperamos esperamos deseándonos deseándonos deseándonos deseándonos

buena suerte, o buena suerte, o buena suerte, o buena suerte, o recurriendo al recurriendo al recurriendo al recurriendo al horóscopo o al horóscopo o al horóscopo o al horóscopo o al

astrólogo astrólogo astrólogo astrólogo charlatán mas charlatán mas charlatán mas charlatán mas

pintón de la TV” pintón de la TV” pintón de la TV” pintón de la TV”

C H IQ U IÁN C U L TU R A

Para alcanzar el objetivo hay que mantener el paso, sin apresurarse.

Las razones se exponen no se impo-nen, compartiendo todos ganamos

Si se planifica, no hay imposibles , el futuro es posible.

Incorporemos el habito de la planificación desde el 1 de enero.

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CHIQUIAN CULTURA

LOS ESPERA CON LOS BRAZOS ABIERTOS

Hemos finalizado el año 2012, Chiquián Cultura, es el nombre del blog personal que

construí hace unos 5 años, el propósito era y es compartir nuestras notas con todas

las personas que tienen a bien ingresar al blog y que en la práctica mayoritariamente

son chiquianos residentes en Lima, algunos en Chiquián y otros en el extranjero. He-

mos tratado de mantener una regularidad de cuatro artículos mensuales, porque estos

los escribo durante los fines de semana, sea en casa o en algún lugar donde el tiempo

me lo permita. Los blogs han sido una opción antes inexistente para aquellos que nos

gusta compartir ideas, conversar, de todo desde temas cotidianos a temas mas comple-

jos de la política, economía o ciencias. A falta de espacios de comunicación oral, que

antes lo hacíamos durante los encuentros deportivos de fines de semana, o en la

fiestas del Club Chiquián, y siendo fácil construir blogs, decidimos crear nuestro blog

CHIQUIAN CULTURA. Ciertamente es una alternativa de comunicación, pero no acce-

den a él personas mayores de 60 años, a pesar que muchos de los temas que allí se

escriben tienen que ver con ellos o con sus historias, por ello sería de mucho interés

conocer sus puntos de vista. Consecuentemente, se hace indispensable llegar a ellos

vía los medios clásicos, de boletines, revistas, o libros. Es así que nos vimos en la

obligación de pasar al formato de revista nuestros artículos que se publicaron en el

blog. Esa es la razón de la publicación de la revista CHIQUIÁN CULTURA, y lo he

iniciado publicando el último número del primer año, en los días posteriores tratare-

mos de ir sacando los números previos. Estamos seguros que viendo la publicación al

menos electrónica surgirán amigos que ayudarán a su impresión, si fuera así recién

cumpliríamos con el propósito de llegar a esa gran colectividad de chiquianos residen-

tes en la capital y el extranjero. La revista la he construido sin ayuda, o asesora-

miento de profesionales, por eso deben haber muchos errores, sin embargo, da para

mostrar que el objetivo es utilizar imágenes de calidad de forma que las revistas se

conviertan en textos de colección y no en coyunturales y pasajeras noticias. A fin de

consolidar la revista y publicarla de manera regular, nos gustaría que se integraran al

equipo amigos que gustan de las manifestaciones culturales, a fin de realizar entrevis-

tas, tomar fotos, escribir artículos y finalmente realizar el trabajo mas difícil de la

edición. Por ahora estoy usando el software que viene con el microsoft office, seguro

que algunos sonreirán y dirán que estos trabajos se hacen con tal o cual software

especializado. Seguro que sí, por eso necesitamos voluntarios que estamos seguros este

año 2013 lo lograremos.

Chiquián Cultura

DIRECTOR: AGUSTIN ZÚÑIGA GAMARRA Av. Honorio Delgado 467. Lima 31. Lima—Perú

ASOCIACIÓN CHIQUIAN CULTURA

Teléfono: 0511-4827211 Correo: [email protected]

Mas explicación menos aceptación Mas conocimiento menos armamento Mas tecnología menos ideología

http://chiquianyerupaja.blogspot.com/

AÑ O 1 V O L U MEN 12 N º 2

La cordillera del Huayhuash y su símbolo Yerupa-já representan inspiración a la cultura chiquiana

Hay una riqueza cultural chiquiana poco explota-da en la industria cultural.