Boletín Internacional Pasionista - PASSIOCHRISTI...Boletín Internacional Pasionista No. 7:...

NNoo..77 EEddiicciióónn EEssppeecciiaall -- FFeebbrreerroo 22000055

BoletínInternacionalPasionista

XII SÍNODO GENERAL“Padre... no se haga mi voluntad, sino la tuya.” (Lc. 22,42)

Boletín Internacional Pasionista

No. 7: Edición Especial

Nueva Serie – Febrero 2005

Editor

Curia General de la

Congregación de la Pasión

Consultor General para la Información

Luis Alberto Cano, C.P.

Redacción y traducción de textos

Floriano De Fabiis, C.P.

Marco Albarella, C.P.

Luis Enrique Bernal, C.P. (Español)

Ramiro Ruiz Betancourt, C.P.

Lawrence Rywalt, C.P. (English)

Fotografías

Jefferies Foale, C.P.

Marco Albarella, C.P.

Manuel Caridade Pires, C.P.

Dirección

Ufficio Comunicazioni

Curia Generalizia

P.zza Ss. Giovanni e Paolo, 13

00184 Roma - ITALIA

Tel. 06.77.27.11

Fax: 06.700.84.54

Pagina Web: http://passiochristi.org

E-mail: [email protected]

Proyecto Gráfico

Marco Animobono

Logotipo de la Portada

Loretta Lynch

Impresión

Grafica Animobono s.a.s.

Via dell’Imbrecciato, 71a

00149 Roma

CONTENIDOXII Sínodo General

Editor

Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .p. 3

El Olivo,

un Símbolo para la Reestructuración . . . . . . . . . . . . . . . . . . .p. 5

P. Vital Otshudialokoka, C.P.

Informe al Sínodo: “Reestructuración” . . . . . . . . . . . . .p. 7

P. Ottaviano D’Egidio, C.P.

Reflexiones sobre la Reestructuración

de la Congregación Pasionista . . . . . . . . . . . . . . . . . . .p. 13


Meditación acerca de la Reestructuración,

durante el Sínodo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .p. 20

Reflexiones de los Provinciales . . . . . . . . . . . . . . . . . .p. 24

P. Kevin Dance, C.P.

Informe al Sínodo:

Las Naciones Unidas y Passionists International . . . .p. 28

Elevación del Vicariato SALV a Viceprovincia . . . . . .p. 30

P. Luis Enrique Bernal, C. P.

Entrevista con el Hno. Luis García Sobrado, F.M.S. .p. 33

Liturgia Sinodal: Textos Bíblicos . . . . . . . . . . . . . . . . .p. 38

Consejo General e-mail

Superior General

P. Ottaviano D’Egidio, CP [email protected]

Luis Alberto Cano, CP [email protected]

Augusto Canali, CP [email protected]

Jefferies Foale, CP [email protected]

Luigi Vaninetti, CP [email protected]

Robert Joerger, CP [email protected]

Vital Otshudialokoka, CP [email protected]

Procurador General

Umberto Palmerini, CP [email protected]

Secretario General

Floriano De Fabiis, CP [email protected]

3

NÚMERO ESPECIAL DEL XII SÍNODO GENERAL

Del 28 de noviembre al 6 de diciembre de2004, tuvo lugar el XII° Sínodo General de laCongregación en la Casa General de los SantosJuan y Pablo en Roma, Italia. Estaba programa-do originalmente para realizarse en Cuernavaca,México, a finales del mes de septiembre delmismo año, pero a causa de la enfermedadimprevista del P. General y su posterior interven-ción quirúrgica, fue postergado y trasladado aRoma.

De esta manera, el P. Ottaviano D´Egidio ysesenta y un religiosos pasionistas más de todo elmundo se reunieron sobre el Monte Celio, en elCentro Histórico de la Ciudad Eterna para orar,escuchar, estudiar, discutir y planear el futuro dela Congregación, todo ello centrado en el temade la “Reestructuración de la Congregación”.

Con la muy competente asistencia del

Moderador, Hermano Luis García Sobrado,Marista, y un personal de secretaría igualmenteapto, dirigido por el Hermano Lawrence Finn,

C.P., los sinodales intentaron abrir nuevos cami-nos hacia un futuro más luminoso y alentadorpara la Congregación.

Este número especial del BoletínInternacional Pasionista quiere resaltar algunosde los aspectos de este Sínodo. Hemos escogidolas principales relaciones presentadas para publi-carlas en este número, así como una entrevistaque nos ha concedido el Moderador del Sínodo.Los textos oficiales pueden encontrarse en suintegridad en la publicación de los Actas del XIISínodo General.

También decidimos incluir la informaciónacerca del tema litúrgico del Olivo y los corres-pondientes temas bíblicos, que constituyeron labase de la oración común y de la meditación delos sinodales. También os compartimos un amplioálbum fotográfico que ilustra las actividades de

esos días, con la espe-ranza de que las imá-genes completen loque las palabras noalcanzan a expresar.

Además de lassesiones oficiales detrabajo del Sínodo,hubo varias oportuni-dades para recrearse ycompartir. Entre ellasrecordamos los con-ciertos en la “Sala deiPapi” y la excursión ala Ciudad de Nápoles,así como otrosencuentros informa-les.

El Sínodo conclu-yó con la gozosa cele-bración de la Ele-

vación del Vicariato de Cristo Salvador, de laRepública Democrática del Congo, aViceprovincia.

PRESENTACIÓN

Editor

Hno. Lawrence Finn, (CRUC) Secretario General del Sínodo

4

El Equipo Editorial delBIP espera sinceramente queesta publicación ayude a laCongregación a comprender yabrazar el tema de la Re-estructuración de la Congre-gación en camino hacia lacelebración del CapítuloGeneral de 2006.

El próximo número delBIP retomará su formatoacostumbrado. Una vez más,aprovechamos esta oportuni-dad para pedir a todos losreligiosos de la Congre-gación, de manera particulara quienes ejercen funcionesde secretaría en las provin-cias, viceprovincias y vicariatos, que nos brindenmaterial informativo actualizado y oportuno parael BIP, de manera que podamos continuar cre-ciendo en la solidaridad mutua.


La Basílica de los Santos Juan y Pablo, Roma

P. Giuliano Bonelli (PRAES) y su grupo musical

5


EL OLIVO,UN SÍMBOLO PARA LA REESTRUCTURACIÓN

En el Jardín de los Olivos Hemos querido celebrar la primera liturgia

del Sínodo en el jardín de los Santos Juan yPablo. Entre los diferentes tipos de árboles queaquí se encuentran también hay olivos. Duranteestos días, a lo largo de la región mediterránea,incluida Italia, los olivos están siendo cultiva-dos. En algunos de los primeros conventos fun-

dados por San Pablo de la Cruz, como Ceccanoy Paliano, los olivos están siendo cultivados taly como se hacía en la época del Fundador.

El olivo es nativo del Asia Menor y se exten-dió hace 6000 años desde Irán, Siria y Palestinahacia el resto de la cuenca mediterránea. Es unode los árboles cultivados conocidos más viejos

del mundo, siendo usado antes de que el idiomaescrito fuera inventado. El cultivo del olivo seextendió a los primeros griegos y después a losromanos. Cuando los Romanos extendieron sudominio político, trajeron con ellos el olivo.

El uso del aceite de oliva se encuentra enmuchas religiones y culturas. Se ha usadodurante ceremonias especiales y como una

Gruta del jardín de la Casa General

Liturgia de inicio, procesión

6


medida general desalud. Durante elbautismo, el aceitede los Catecúmenosasí como el Crisma,que usualmente esaceite de oliva, seusa para ungir. Elaceite de oliva seusó para ungir a losprimeros reyes delos griegos y de losjudíos. Los griegosungían también alos atletas vencedo-res. Y en muchasculturas se ha usadoademás para ungir alos muertos.

El olivo tiene a menudo una larga vida. Seconsidera que los árboles del Monte de losOlivos en Jerusalén tienen más de 2000 años.Son talados periódicamente para aumentar sucrecimiento, mantenerlos en buena salud y pre-pararlos para la cosecha. Durante el proceso depoda se cortan las ramas enfermas o secas. Searreglan las ramas horizontales para renovar laproducción de madera. Se reducen las ramasverticales para darle más luz al árbol y conser-var así las ramas reverdecidas y vigorosas. Unabuena combinación de las dos cosas es necesa-

ria para garantizar laproducción presente yfutura del árbol. Losolivos tienen una cier-ta “conciencia” de símismos y a veces seresistirán a los esfuer-zos por modelar suforma. Sin embargo,la perseverancia haráposible que un árbolque no crezca demanera correcta enuna estación lo hagaen la siguiente.

Esta gruta donde estamos ahora orando nosrecuerda la oración de Jesús en el Jardín de losOlivos, el Jardín de Getsemaní, la noche ante-rior a su muerte.

Así como se cosechan y se presionan las oli-vas para extraer su aceite, la vida y el magiste-rio de Jesús fueron cosechados y presionados,según la voluntad del Padre. Ahora nosotros,juntos como hermanos en nuestro bautismocomún y en nuestra profesión religiosa, inicia-mos este Sínodo para que la nueva vida siga flu-yendo desde nuestra Congregación, en unióncon la Pasión de Jesús, para la vida del mundo.

Los miembros del Sínodo en procesión hacia el aula

7


INFORME AL XII SÍNODO GENERAL

LA REESTRUCTURACIÓN EN LA CONGREGACIÓNP. Vital Otshuadialokoka, C.P.

Queridos Hermanos,

No pienso que esperéis una presentacióncientífica y técnica del tema de la reestruc-turación. Esbozaré algunos argumentosdurante mi intervención, pero pienso quedurante estos días todos deberíamos llegar acomprender este tema más o menos concor-demente. Mi contribución a este sínodo sereferirá a la situación actual de laCongregación y a la explicación de por quéhoy hablamos de reestructuración en ella.

Durante el sínodo celebrado en el 2002en Corea, os decía en mi informe sobre lareestructuración que no se podían estudiarsolamente las realidades de los vicariatos sintener en cuenta la realidad global de laCongregación. Por tanto, hacía falta iniciarun discurso que comprendiera a toda laCongregación y esto a causa del desequili-brio de fuerzas vitales que está surgiendo alinterior de la misma. También mencionéentonces la exhortación que el ConcilioVaticano II ha hecho a los institutos religio-sos para que busquen modos más adecuadosde estar presentes y ser eficaces en estemundo de hoy que cambia. El decretoPerfectae Caritatis (1965) expresaba conmucha claridad: “La adecuada renovaciónde la vida religiosa comprende, a la vez, unretorno constante a las fuentes de toda vidacristiana y a la primigenia inspiración delos institutos y una adaptación de éstos alas cambiadas condiciones de los tiempos”(PC 2). Pero con igual claridad advertía:“Las mejores adaptaciones a las necesida-des de nuestro tiempo no surtirán efecto sino están animadas de una renovación espi-ritual, a la que hay siempre que conceder elprimer lugar en la promoción de las obrasexternas”. De ahí que una eficaz renovación

y adaptación sólo puede ser lograda con lacolaboración de todos los miembros del ins-tituto y el modo de vivir, de orar y de actuartiene que ser adecuado convenientemente alas actuales condiciones físicas y psíquicasde sus miembros, como también - en cuantoes requerido por la peculiaridad de cada ins-tituto - a las necesidades del apostolado, alas exigencias culturales y a las situacionessociales y económicas, especialmente en loslugares de misión. También la manera degobernar debe ser examinada según los mis-mos criterios. Queremos actuar hoy en nues-tra Congregación este impulso dado por elVaticano II. Antes de enumerar los factoresdirectos que nos empujan a actuar hoy sinretardar ulteriormente este proceso de rees-tructuración, quiero presentar las estadísti-cas de la Congregación de estos últimosveinte años, es decir, de 1983 al 2003, demanera que tengamos una visión global deella:

Ante todo para tener una panorámicageográfica de cómo está difundida laCongregación hoy en el mundo.

Luego, para conocer cuál es actualmenteel número de religiosos en cada provincia,viceprovincia y vicariato. El número estáseñalado sobre el mapa.

P. Vital Otshuadialokoka Consultor General

8


En fin, para ver si la Congregación hacrecido o no en estos últimos veinte años enlas diferentes conferencias.

En mi opinión estos datos geográficos yestadísticos nos dan una idea de la implanta-tio de la Congregación en el mundo y nosaclaran cuántos somos ahora y las potencia-lidades que tenemos para afrontar la misiónque nos ha sido confiada a los pasionistas,además de nuestro deber de recuperar lasfuerzas fatigadas por el trabajo desarrolladodurante años. La reestructuración es una res-puesta carismática, vital y estructural ade-cuada a la misión que nos ha sido confiada,según las exigencias y necesidades en lasque vivimos. En otras palabras, entendemosla reestructuración como un proceso, unadinámica de transformación personal ycomunitaria, que examina la realidad actual,evalúa las estructuras que tenemos, y sedispone a cambiarlas, si es necesario,para que podamos ser fieles al carisma yal servicio de la misión. Por tanto, lareestructuración consiste fundamental-mente en encontrar nuevas maneras deorganizarnos, estableciendo, si es nece-sario, nuevas estructuras para poder res-ponder con mayor fidelidad al carismade la Congregación. Esto implica unanueva sensibilidad frente a los desafíosactuales, una nueva mentalidad, unnuevo modo de testimoniar y de anun-ciar el Evangelio. Por ello necesitamosredescubrir una nueva base antropológi-ca para nuestras estructuras, que están siem-pre al servicio de la persona y de su deseo devida. La reestructuración no puede ser sólouna reacción a situaciones contingentes quenecesitan una posición precisa y una acciónconsecuente. La reestructuración tiene quenacer ante todo de una actitud positiva; sijunto a ella no hubiera también el deseo devitalidad y de viabilidad, y encontráramossólo una solución a nivel administrativo o laseguridad del futuro, podríamos, incluso,hacer de la reestructuración una urgencia enrazón del número reducido de las vocacio-nes, por ejemplo; sin embargo, todos esosesfuerzos serían, de todas maneras, un pro-

ceso incompleto y puntual, si afrontáramoslas dificultades sin ir a las raíces con la men-talidad adecuada: la reestructuración es parala vida.

No podemos decir que nada ha cambiadodesde cuando nació nuestra Congregación.De vez en cuando evaluamos nuestro cami-no recorrido, cambiamos nuestrosReglamentos si es necesario, pedimos a laSanta Sede que cambie nuestrasConstituciones cuando notamos que loscambios del mundo o su visión ya no permi-ten su observancia. Hay provincias que bus-can de vez en cuando adaptar sus propiasestructuras con base en sus exigencias y lasfuerzas disponibles, con la única preocupa-ción de cumplir nuestra misión. Esto paraafirmar que no partimos de cero en la rees-tructuración. Algunos esfuerzos ya se han

realizado en el ámbito local y esta es unaseñal positiva del dinamismo de laCongregación, atenta a los signos de lostiempos. Quizás el elemento nuevo quenos lleva a afrontar este argumento eneste momento es el deseo de toda laCongregación de encaminar el proceso yde hacerlo sólo como Congregación.Nuestro Superior General, en sus nume-rosas intervenciones sobre la reestructu-ración, ha promovido siempre la idea deabrazar la reflexión sobre el proceso de lareestructuración ya no como provinciasino como Congregación.

P. Vital Otshudialokoka inicia su presentación

9


El P. Luigi Vaninetti, en el n° 4 del BIP,en armonía con esta idea fundamental delPadre General, nos presenta la reestruc-turación como una recalificación de lavida religiosa, una apertura al horizontede la Congregación, verdadero cuerpo alque pertenecemos, más que a las provin-cias en particular, y a promover una diná-mica de escucha, de confrontación y decorresponsabilidad ajena a cualquier tipode autosuficiencia y de autonomía territo-rial e institucional. No debemos encerrar-nos en la propia provincia, sino tratar departicipar en el proceso congregacional.Ya no debemos reflexionar como simplesprovincias, sino como Congregación. Éstaes la novedad. Y sobre este argumento laresponsabilidad de todos los pasionistas esconsiderable, porque queremos dar a nuestraCongregación una nueva dirección, unanueva orientación, una nueva presencia en elmundo, conformando nuestro carisma yespiritualidad a los signos de los tiempos.

Factores positivos y negativos que ani-man hoy a la reestructuración

El mundo como lugar de realización denuestra misión: Secularización y Globa-lización

¿Quién de nosotros puede decir que elmundo de hoy no nos interpela, cuándo seconsideran algunos signos de los tiempos yalgunos medios usados hace 50 años?¿Quién puede pretender que estos medios ymétodos estén todavía de moda en nuestrosdías? ¿Quién puede asegurar que aún seaválido el modo de acercarse a los jóvenes dehoy con los métodos de hace 50 años?

Muchos de nosotros nos hemos pregunta-do si nuestra misión todavía tiene un sentidoque la legitime profundamente en un mundoque cambia con tanta rapidez y, sobre todo,si tiene perspectivas futuras. A veces nospreguntamos si la intuición espiritual ymisionera de San Pablo de la Cruz, con todala tradición que de ella deriva, tiene todavíaderecho de ciudadanía en este mundo. Elfenómeno de la secularización ya se insinúaen todos los ambientes; la globalización, que

se ha convertido casi en una moda en elmundo de hoy y ante la que, por otra parte,nadie puede ser indiferente, continúa su inte-gración sometiendo toda la humanidad a sudisciplina y a su lógica. Y muchos otros fac-tores que caracterizan este mundo hacen queya no podamos llevar adelante nuestramisión sin preguntarnos con frecuenciasobre su validez y eficacia.

La disminución general de las vocacio-nes en la CongregaciónLas estadísticas nos han mostrado que laCongregación está atravesando en su con-junto un proceso de disminución vocacional.El número de los jóvenes que hace 50 añosse consagraron en el primer mundo seencuentra hoy bajo cero. El nuevo mundo daalgunas señales de crecimiento, pero tam-bién allí se constata un decrecimiento de lasvocaciones. Naturalmente, las causas de estedescenso no son las mismas en todas partes.

Edad de los religiosos en el primermundo

En el primer mundo la mayor parte de losreligiosos tiene una edad muy avanzada; estosignifica que las fuerzas están en constantedisminución y que es necesario reflexionaracerca de una nueva presencia en el mundo.Significa, además, que la Congregacióntiene que tratar de organizarse para crearnuevas estructuras viables para los religiososque tienen una edad avanzada. Quizás sedeba empezar desde aquellas provinciasdónde más del 70% de religiosos son muyancianos y los menos ancianos corren el ries-go de no ser capaces de llevar adelante tanto

P. Vital y P. Wilfred Mzee Kwayu (GEMM)

10


el apostolado como el cuida-do de los religiosos en losconventos. ¿Cómo llegar auna solución adecuada en unasituación tan compleja? Y porlo tanto está bien cuestionar-se, en diálogo sincero con losreligiosos interesados en labúsqueda de una solución.¿Quizás se podría pensar enla restauración de una partedel convento para nuestros cohermanos o,también, en realizar convenciones sanitariascon las organizaciones ya existentes en estecampo? ¿U otra solución? De todos modos,debe buscarse una respuesta a esta cuestiónexistencial en las áreas donde no ha sidoencontrada aún una solución satisfactoria.

El desarrollo de la Congregación en elnuevo mundo

Por nuevo mundo entiendo las partesdonde la Congregación ha sido fundadarecientemente, o sea África, una parte deAsia y una parte de América Latina. Aquí laCongregación se ha hecho presente en tiem-pos recientes y está en fase de crecimiento;pero, en mi opinión, es un crecimiento fre-nado, porque también allí se ha comenzadoa experimentar una falta de vocaciones, o talvez se encuentran en dificultades económi-cas que no permiten continuar una recepciónnumerosa de candidatos.

El deseo de apertura a las realidades delmundo actual: la interculturalidad

La gente del mundo de hoy tiene en gene-ral una mentalidad cosmopolita, o sea, tienedeseos de conocer el mundo, conocer lo quese hace y como se vive en otros lugares, etc.Ya no hay naciones donde se pueda aúndecir: “Esta cultura es típica de esta parte”,y eso precisamente a causa de los cambiosque hoy conocemos. Hay un choque culturalque no se puede ignorar, sino que tiene queser tenido muy presente. Por desgracia, ennuestra Congregación cada vez menos jóve-nes expresan el deseo de ir a la misión - cosaque, por tanto, no confirma esta mentalidad-, más bien cada uno prefiere quedarse en su

casa, en su provincia, vicepro-vincia o vicariato. Pero quizásesto se debe a la concepciónque hoy tenemos de que nues-tra realidad es cada vez máslocalizada; sin embargo, tam-bién se debe afirmar que ladisminución de jóvenes en lasprovincias incide de maneradecisiva.

La migración de los pueblos Las etnias procedentes del Sur o del Este

del mundo cada vez más a menudo se esta-blecen en países del Norte y Occidente,generalmente privados de la necesaria asis-tencia pastoral. El anuncio del evangelio notiene confines y junto a toda la Iglesia tene-mos que sentirnos interpelados por estasnuevas presencias y encontrar el modo ade-cuado de alcanzarlos y llevarles el evange-lio. Es natural que estas presencias creenciertas dificultades psicológicas de acepta-ción de parte de algunas personas pertene-cientes a las culturas locales (indudable-mente, de modo equivocado); pero esta acti-tud se puede superar introduciéndose en lacultura cristiana en la que el amor, que notiene confines, nos impulsa a llevar el evan-gelio al mundo entero y a todos los pueblos.

El movimiento laical pasionistaNuestros hermanos y hermanas que

hacen parte del movimiento laical y queamorosamente comparten con nosotros elcarisma de San Pablo de la Cruz, ya no pue-den quedar fuera de nuestro proceso de rees-tructuración; al contrario, tienen que serimplicados justamente en este camino.Varias provincias llevan a cabo experienciaspositivas con nuestros hermanos y hermanasdel movimiento laical, una realidad que enel hoy de nuestra Congregación ya no puedeser ignorada sino que debe ser integrada eincorporada en el dinamismo de nuestroproceso de reestructuración. La presenciaactual del movimiento laical pasionista esun signo interpretado positivamente y quelleva mucha vida y muchas esperanzas a laCongregación.

P. William Lebba

11


Inadecuación de las formas y estructu-ras de vida

Nuestras formas y maneras de vivir cau-san a los jóvenes de hoy, indudablemente,serias dificultades o barreras. No sólo lasformas de vida, como la observancia, loshorarios etc., sino también las estructuras:probablemente, las casas religiosas o con-ventos en los que se desarrollan estas formasde vida ya no atraen a los jóvenes.

¿QUÉ SE HA DICHO EN LAS CONFE-RENCIAS ACERCA DE LA REESTRUC-TURACIÓN?

He participado en algunas asambleas delas conferencias que tuvieron como tema lareestructuración. Las visiones de reestructu-ración en las conferencias son diferenciadassegún las regiones y, sobre todo, según lasnecesidades que suscitan este cambio.

Según la Conferencia Pasionista de AsiaPacífico (PASPAC), reestructurar significaencontrar otro modo de ser pasionista en suregión; también significa reforzar las unida-des pobres en personal en su conferencia.Tener otra visión del ser pasionista.

En África la reestructuración es vistacomo una nueva manera de colaborar entrelos vicariatos. Esta conferencia, siendoconstituida sólo por vicariatos, ve esta reali-dad como un dinamismo que debe ayudar alos vicariatos en su desarrollo hacia unamayor autonomía, dado que son realidadesde la Congregación en crecimiento.Además, colaboración y desarrollo.

Norte de Europa (NEC): Discurso muycomplejo. Volvemos a abordar dos aspectos:1. La problemática del cuidado de los reli-giosos ancianos en nuestras comunidades;es necesario encontrar soluciones adecuadaspara mejorar la vida de nuestros ancianos.Pero, ¿de qué manera? La búsqueda de lassoluciones adecuadas será afrontada en diá-logo con los mismos religiosos ancianos. 2.Nuestra presencia pastoral en este mundosecularizado y globalizado. ¿Dejar lasestructuras como están ahora o crear otrasnuevas con fuerzas más jóvenes? No se sabecómo proyectar ni cómo afrontar este proce-so.

Conferencia de la Península Ibérica (CII).No se puede pensar en la reestructuración enesta región sólo en lo geográfico, hace faltair más allá. Además las provincias deEspaña no pueden abrazar esta realidad sinintegrarla con la realidad de su presenciaactiva y numerosa en el Centro y Sur deAmérica. Pero se siente la urgencia deempezar este proceso, aunque no es expre-sado abiertamente por las dificultades quehay para encontrar direcciones adecuadas.

En América del Norte (IPCM) la rees-tructuración es sentida como una necesidadque se ha de satisfacer dando respuestasadecuadas, según un proceso que debemadurar y ser impulsado con ánimo, convic-ción y esmero. El P. Robert Joerger, consul-tor general, escribía que en el ámbito denuestro carisma, de nuestra misión y de laconstrucción de un camino de colaboracióninterprovincial, los religiosos han sugeridola posibilidad de una ulterior cooperaciónentre las provincias, en particular en elámbito pastoral, administrativo y de lacomunicación (cf. artículo del P. Robert,BIP, n° 4). Pero la Congregación no puedesola llevar adelante este proceso. Tiene quehacerlo con toda la gran Familia Pasionistade Norteamérica. Por tanto, una respuestapuede venir desde el interior de toda la fami-lia pasionista.

La Conferencia Italiana (CIPI). LaAsamblea CIPI ha llegado a un acuerdosobre el objetivo general de la reestructura-ción como testimonio de una comunión de

Los estudiantes esperan el inicio de la liturgia

12


vida y de la memoria passionis y la urgenciade implicar a todos los religiosos de maneraque haya una mentalización acerca de lacuestión de la reestructuración como opor-tunidad que los invita a ser protagonistas.Además, activar un proceso de mentaliza-ción a través de una programación unitaria,es decir, interprovincial (cf. artículo del P.Luigi, BIP n° 4).

La Conferencia Latinoamericana (CLAP).Los hermanos de América Latina han consi-derado desde el principio la reestructuracióncomo una nueva manera de ser pasio-nistas en aquella parte del mundo,aunque el proceso se ha blo-queado a causa de la veloci-dad de los cambios ocurri-dos. Sin embargo, su ideaha sido no seguir multi-plicando las entidades(estructuras) pasionis-tas sino tratar de redu-cirlas y constituir uni-dades o estructuras másfuertes. Este era elimpulso positivo de lospasionistas del Brasil.

Estas son algunas ideassurgidas durante los encuentrosde las conferencias en los que heparticipado. Naturalmente hay muchasideas, pero tenemos que reconocer quetodos nosotros estamos todavía en la fasedel cuestionamiento. Quiero retomar algu-nas de esas ideas a grandes rasgos:

La reestructuración es un proceso quedebe ser impulsado en la Congregación paraque pueda responder mejor a los desafíosdel mundo actual. Para entrar en este proce-so es necesario preguntarse seriamente:¿Nuestras actuales estructuras están efectivay eficazmente al servicio de la misión pasio-nista? ¿Cómo funcionan estas estructuras?¿Realmente nos ayudan a cumplir con lasexigencias del carisma y a responder a lasurgencias pastorales del mundo de hoy? ¿Acuáles urgencias pastorales está llamada aresponder la Congregación hoy? ¿Cuálesestructuras nos sirven para que podamos

responder mejor a estas urgencias? ¿Quécriterios tenemos para identificar nuestrocompromiso con los más pobres y abando-nados? ¿Qué nos ayuda a discernir las ver-daderas urgencias pastorales? Estas pregun-tas pueden parecer abstractas y lejanas denuestras normales preocupaciones y ocupa-ciones, pero son preguntas aplicables a losdiferentes factores que hemos enumerado yque nos impulsan a abrazar el proceso de lareestructuración.

CONVERSIÓN Estamos llamados a la

conversión. Estamos lla-mados a reexaminar elcamino recorrido hastaaquí, a discutir nuestrarespuesta a las exigen-cias actuales de lamisión querida por SanPablo de la Cruz, a vol-ver a ver nuestro estilo

de vida, nuestra mentali-dad y nuestro modo de

organizarnos. Estamosinvitados a responder con

fidelidad creativa a los desafíosde la misión en el mundo de hoy.

Estamos llamados a ser fieles al carisma dela Congregación y al espíritu del Fundador.Estamos llamados a profundizar las nuevasmaneras de responder a las exigencias delanuncio del evangelio, del anuncio de lamemoria passionis, con un testimonio devida renovada, también en las estructuras.

Una sesión de trabajo del Sínodo

13


REFLEXIONES SOBRE LA REESTRUCTURACIÓNDE LA CONGREGACIÓN PASIONISTAINFORME AL SÍNODO GENERAL


Hemos abierto el Sínodo con la liturgia en nues-tro jardín de los Santos Juan y Pablo, con la lectu-ra del pasaje del Evangelio según San Marcos quese refiere a la institución de la Eucaristía en laÚltima Cena de Jesús con los discípulos y la narra-ción del Getsemaní.

“Tomad”, se entrega, “Tomad, éste es mi cuer-po”, dona en totalidad su vida. “Tomó luego unacopa... se la dio... Ésta es mi sangre, la sangre dela alianza, derramada por muchos...”, derrama ydona su sangre con la certeza de una novedad devida, “no beberé... hasta el día aquel en que lobeba nuevo en el Reino de Dios” (Cfr. Mc 14, 22-26).

De frente al hecho inminente de la Pasión, Jesúsmanifiesta una absoluta confianza en Dios. Hayuna gran armonía y continuidad entre la ÚltimaCena, el Getsemaní y el Calvario, tres actos de unmismo drama de amor: “he deseado tanto comeresta Pascua con vosotros...”, “Tomad, éste es micuerpo entregado... ésta es mi sangre derramadapor muchos...”. Luego, en el Getsemaní: “Padre,aleja de mí este cáliz... pero no se haga mi volun-tad sino la tuya”. Y, finalmente, sobre el Calvario:“Padre, ¿ por qué me has abandonado?... Padre,en tus manos entrego mi espíritu”.

La tristeza y la angustia del Hombre Jesús ydespués la obediencia del Hijo. Será la muerte, unadura muerte, ensombrecida aún más por la soledady el rechazo, “vino entre los suyos y los suyos no loacogieron” (Jn 1, 11), pero producirá vida nueva enabundancia. Jesús sabe quesu muerte es un proyecto devida.

La vida nueva, fruto de sumuerte, será como una bebi-da en el Reino de Dios. Peroesto no quita que Jesús, sobreel Monte de los Olivos, en elGetsemaní, en arameo “gatse mane”, lagar para el aceite,esté angustiado y como divi-

dido en el alma por la proximidad del sufrimientoy de la Pasión: Jesús es la oliva aplastada en ellagar. Él ha conocido, como sucede al hombre, lagenerosidad del don y el deseo de apartarse, laserenidad del abandono y el miedo de perderse.Pero no se sustraerá, en su corazón ocurre la acep-tación incondicional: “Pero no se haga lo que yoquiero, sino lo que quieres tú”. Jesús sabe que suPasión es un designio de Dios. Es procesado yrechazado por los hombres, pero el cáliz viene delas manos del Padre.

Nuestra tarea en este Sínodo es discernir “eldesignio y la voluntad divina” hoy, con relación anuestra Congregación y a sus estructuras; es refle-xionar sobre nuestra vida como Congregación den-tro del actual mundo globalizado y sobre el sentidoy la eficacia de nuestra misión en él.

Todos somos conscientes que el desafío interpe-la nuestra consagración a la Pasión de Jesús hastasus raíces y que en muchos países es un desafío quellega incluso a la supervivencia misma de laCongregación. Con la Iglesia del Concilio y delpost-Concilio hemos dado grandes pasos en larenovación, pero es necesario ir más allá. No pode-mos cerrar la mente y el corazón y encerrarnos enel seno de las viejas estructuras jurídicas, creyendoque nos estamos preservando. Es necesario ir másallá con coraje para ser levadura en un mundo quecambia. La eficacia de nuestra Misión es nuestramisma vida. Vivimos si realizamos nuestra Misión,así como la levadura está viva solamente al fermen-

tar la masa. Si la levaduradecide preservarse, estádecidiendo la muerte de susgérmenes vitales. Juntos, tendremos que

vencer las resistencias y losmiedos de nuestro propiocorazón y de los corazonesde los religiosos que hansido confiados al serviciode nuestra autoridad. Nos

Hno. Laurence Finn, P. General y el Hno. Luis

14


parecerá morir, pero será una opción de vida.Conservar granos de trigo en un recipiente de ala-bastro o terracota no es elegir la vida y conservar-la, sino dejar secar la semilla, que perderá su capa-cidad de vivir y de engendrar vida. En cambio, elgrano de trigo echado en tierra y como perdido,brotará en espiga y será vida nueva; así como lasolivas en el lagar, pisadas y aparentemente destrui-das, producen el aceite perfumado que servía paraungir profetas y reyes en el Antiguo Testamento ysirve para consagrarnos como hijos de Dios y paraformar ungüentos y aliviar las heridas de los hom-bres; así como para Jesús en su Pasión, la tarde delviernes más oscuro de la tierra, parecerá que todoha terminado, “nosotros esperábamos...”, dirán losdiscípulos de Emaús, pero luego reconocerán queel Crucificado ha resucitado y ha caminado conellos. Tendremos que afrontar el tema de laReestructuración en la óptica del Misterio Pascualy es con este espíritu que saludo fraternalmente atodos los presentes. Venimos de diversas partes delmundo, con diferencias culturales y en la interna-cionalidad, con la presencia de los cinco continen-tes, pero unidos en la Pasión de Jesús y en la espe-ranza que nace de la Cruz.

Es hermoso estar de nuevo juntos. Pero esteSínodo que celebramos ha sido atravesado por laCruz: Su realización, que debía haberse llevado acabo en México, en septiembre pasado, se vio obs-taculizada por mi imprevista intervención quirúrgi-ca; y, ya en la proximidad de esta celebración, lagrave enfermedad del P. Umberto Palmerini,Secretario y Procurador General, además de aque-lla, gracias a Dios menos grave, del relator P.Liberti, S.J., operado de urgencia la semana pasa-da. Los místicos leen estos impedimentos como

obstáculos puestos por el “enemigo” paracontrastar las cosas que favorecen el Reino deDios. Nosotros los vivimos con fe en lavoluntad de Dios.

Ha sido una decisión difícil modificar ellugar y la fecha del Sínodo. El ConsejoGeneral, valoradas todas las cosas, ha opta-do por su celebración en Roma, en este finalde noviembre de 2004.

Quiero agradecer en esta sede a laProvincia de Cristo Rey y a todos sus reli-giosos, especialmente al P. FranciscoValadez, Superior Provincial con la actualCuria y al P. Alfonso Iberri, anterior

Superior Provincial y a su Consejo, así comoagradezco también a las religiosas pasionistas y alos laicos de la Familia Pasionista de México quehan colaborado con la Provincia REG en la prepa-ración de este acontecimiento. En el pasado mesde julio, con ocasión de la celebración delCapítulo Provincial y de la visita a las comunida-des, que recuerdo con alegría, he apreciado elempeño y la realización de las obras que serviránpara las actividades pastorales y culturales de laProvincia y estarán ya listas y probadas para unpróximo Sínodo de la Congregación, Diosmediante. La desilusión ha sido grande, tambiénpara nosotros, y ello nos entristece. Pero dice unrefrán latino, Quod differtur non aufertur: lo quese pospone no se cancela, por tanto los participan-tes en el próximo Capítulo General podrán esco-ger de nuevo a México como sede del Sínodo dela Congregación del 2008, con libertad de espíri-tu.

Queridos Cohermanos, el Sínodo que estamoscelebrando no es un sínodo cualquiera, un sínodoque se suma a los otros del pasado, aunque hayansido importantes y hayan orientado y respaldadonuestra vida y formación permanente. Consideroeste Sínodo como un acontecimiento vital para laCongregación. Por este convencimiento, dada laposibilidad de mi ausencia, más que por observarcuanto está prescrito por las Constituciones en eln. 144: “una asamblea con función consultiva yde ayuda al Superior General”, nació la decisiónde posponer el Sínodo de finales de septiembre afinales de noviembre: es un tema que necesaria-mente debemos afrontar todos juntos, como unasola fuerza; era necesario que estuviéramos todospresentes, tanto el Consejo General como los

P. General dirigiéndose a los miembros del Sínodo

15


Superiores Mayores, para tomar conciencia deello y para indicar decisiones.

Es un tema al que le doy mucha importancia yestoy convencido de que somos parte de un desig-nio de Dios para la Congregación en el momentohistórico actual, y esto lo afirmo no con orgullosino con ansiedad y sentido de responsabilidad, ala cual es difícil sustraerse, ¡como no se sustrajoJesús en el Getsemaní! Y no podemos huir de laPalabra de Dios como Jonás o, como él, estar eno-jados y descontentos si los planes de Dios sondiferentes a nuestros proyectos (Cfr. Gn 1,3; 4,1). Todos nosotros, con los diálogos y con nuestrasexperiencias acumuladas en las Comunidades,Provincias, Vicariatos y en los pueblos entre losque vivimos, somos el gran recurso de esteSínodo. Tenemos una tarea de responsabilidad alidentificar dónde y de qué manera el EspírituSanto quiere dirigir el camino de la vida de laCongregación y tomar decisiones adecuadas parasu presente y su futuro. Podemos favorecer la vidau obstaculizarla, ser vencidos por las dificultadeso vencerlas. Todavía hay posibilidad deRenacimiento y Revitalización, pero para quepuedan realizarse concretamente tendrán quebasarse en la innovación, en el salto creativo y enla conciencia de la fuerza que deriva de nuestrocarisma y de la presencia viva de Dios en la histo-ria. Es necesario tener confianza y superar el MarRojo del miedo y de la indecisión. El Espíritu nosinterpela y nos empuja a no detenernos en lassituaciones actuales. ¡Dejémonos animar por lafuerza de nuestro Carisma! San Pablo de la Cruzno fundó la Congregación para seguir adminis-trando lo que ya existía, sino que engendró unafuerza nueva, un viento del Espíritu que inundó laIglesia y el mundo, tanto que se cuenta que elPapa Benedicto XIV habría dicho: “EstaCongregación que ha sido la última en nacer, ten-dría que haber sido la primera” “Engendrar unanueva fuerza, un viento del Espíritu”, es cuantonos piden la situación del mundo actual y el esta-do de la Congregación, las religiosas y los laicosde la Familia Pasionista en los cincuenta y ochopaíses en los que vivimos y trabajamos.

Durante los cuatro años anteriores, después delCapítulo General de agosto-septiembre del año2000 en Brasil, he tenido la oportunidad de visitartodas las Provincias, Viceprovincias y muchos delos Vicariatos de la Congregación. He participado

en las celebraciones de varios Capítulos yCongresos y he visitado las comunidades y confrecuencia he encontrado a laicos y religiosas dela Familia Pasionista. Hay vitalidad, compromiso,trabajo y realizaciones en el campo apostólico ysocial; no raramente en muchas situaciones, encomunidades y en religiosos, hay santidad y hero-ísmo: elementos positivos que no podemos desco-nocer o renegar y por los cuales agradecemos aDios. Aspectos positivos, unidos a muchos pro-blemas, carencias y dificultades, como es normalentre seres humanos. Pero si nos imaginamosliberar y unificar en nuestra acción en el ámbitomundial la multietnicidad de la Congregación consus riquezas, haciendo brotar y compartiendo laspotencialidades que las Provincias más antiguastienen en cuanto a historia, patrimonio cultural,

formación, tradición y capacidad de organización,incluso económica, y, al mismo tiempo, liberamosla vitalidad, la juventud y la necesidad y sed defuturo de las áreas más jóvenes de laCongregación, creo que podríamos volar muchomás alto. Es el tesoro del Evangelio del que hablaMateo: “Así, todo escriba que se ha hecho discí-pulo del Reino de los Cielos es semejante aldueño de una casa que saca de sus arcas lo nuevoy lo antiguo” (Mt 13, 52), sangre nueva y sangreantigua que se fortalecen mutuamente, unidas yrealizadas dentro del único y mismo carisma.

Recuerdos del XII Sínodo

16


Actualmente somos una Congregación inter-nacional que, sin embargo, vive y realiza la inter-nacionalidad y la mundialidad solamente en losmomentos institucionales, como CapítulosGenerales y Sínodos, encuentros culturales ycelebraciones, que son acontecimientos importan-tes y fuertes, pero limitados en el tiempo y en lacapacidad de incidir en la vida concreta.

Estamos llamados, reconociendo los signos delos tiempos ya maduros, a pensar y programar,con un proceso a mediano plazo, unaCongregación nueva en la internacionalidad de lavida experimentada juntos. No se desconoce lopositivo de la localización y de la territorialidad,pero siempre y cuando sean vividas comoCongregación más que como Provincias oVicariatos, es decir, con movilidad, flexibilidad yen el ámbito de un proyecto general.

La Reestructuración, por tanto, se refiere a lasestructuras jurídicas que rigen la Congregación,incluidas las que regulan el servicio de animacióny de gobierno del Consejo General y de losConsejos Provinciales; comprendido el modo deentender y realizar los diversos sectores de su vidacomo la formación, la vida comunitaria y espiri-tual, el compromiso cultural y social, la gestión yla solidaridad económica con referencia a laMisión y a las pobrezas. Actualmente, con nuestraorganización de Provincias, Viceprovincias,Vicariatos y Estaciones Misioneras, inclusohabiendo nacido en el mismo carisma somos unamultitud de islas. Tenemospuentes y calles de una islaa la otra, como la solidari-dad, las visitas canónicas ypastorales, los Sínodos ylos Capítulos Generales, lalegislación, la informacióny el intercambio de religio-sos, en estos últimos tiem-pos un poco más acentua-do, pero no hacemos y nopodemos hacer proyectos yprogramaciones unitariasde amplio alcance que res-pondan a las diversas situa-ciones del mundo y de lasdistintas áreas.

Cada Provincia estáocupada en solucionar sus

propios problemas. Estamos enfrascados en laadministración de lo cotidiano y trabajamos a ladefensiva, como si creyéramos que estamos desti-nados inevitablemente a la muerte. Nos lo nega-mos incluso a nosotros mismos, hablamos deesperanza, pero en muchas situaciones reacciona-mos como si en el fondo del corazón tuviéramosla sensación de que vamos al agotamiento y a lamuerte. ¡No! El Dios de la vida nos invita a rom-per el círculo de aislamiento, a “by-pasar” la vida,a realizar el principio físico de los vasos comuni-cantes hasta convertirnos en un único mar de viday de apostolado en el mundo globalizado.Creemos en el Dios de la vida, nuestra presenciaaquí en el Sínodo es un acto de fe en Él y de amora la Congregación.

Pienso que es útil en este punto, hacer referen-cia también a algunas reflexiones de la Carta deconvocación de este mismo Sínodo.

La reducción del número de los religiosos y lasvocaciones en las Provincias del mundo occiden-tal, el desarrollo de la Congregación en Asia,Oceanía, África y también en parte en AméricaLatina, y las cambiantes situaciones del mundo,con el fenómeno de la globalización, nos imponenhistóricamente afrontar de la mejor manera elargumento de la Reestructuración. Esa es, ade-más, una de las tareas que nos ha confiado el últi-mo Capítulo General.

En efecto, la renovación nacida por el ConcilioVaticano II ha modificado mucho la vida religio-

sa tanto en la vivencia perso-nal como en la comunitaria,pero ha dejado casi intactaslas estructuras de lasCongregaciones. En unmundo cada vez más globali-zado e intercultural, con flu-jos migratorios de Sur aNorte y de Este a Oeste,todavía estamos apegados aestructuras consolidadas aprincipios del siglo pasado.

En los últimos decenios,el rostro de la sociedad y dela Iglesia ha cambiado pro-fundamente al igual que elrostro de la Vida Religiosa.

El mundo occidental escada vez más multiétnico,Vista de los Santos Juan y Pablo desde el Monte Aventino

17


multirracial y multirreligioso. El último CapítuloGeneral trató proféticamente el tema de la globa-lización. El Documento Capitular afirma:“‘Solidaridad’ es la palabra escogida para des-cribir una nueva manera de estar juntos comopasionistas en misión por la vida del mundo. Las‘nuevas’ realidades requieren ‘nuevas’ respuestasen la fe. La solidaridad exige de cada uno unaconversión profunda de la mente y del corazón. Setrata de un crecimiento en la comprensión de quela vida es un don para compartir” (DC 4.6).

Ha llegado ya el momento de crear “una nuevamanera de estar juntos”, de “dar respuestas nuevasa realidades nuevas” no sólo en el ámbito comu-nitario o provincial, sino en toda la Congregación.

Reestructurar para revitalizar, reestructurarpara permitir un mejor flujo de vida de una partede la Congregación hacia la otra “en un sólo cuer-po y un sólo espíritu”. Ha llegado el tiempo deabrirse al don de la vida para que todos en laCongregación tengamos la posibilidad de unanueva vida. Donándonos permanecemos; preser-vándonos y rechazando la posibilidad de abrirnosnos engañamos, al creer que permanecemos ysobrevivimos, cerrando de esta manera el hori-zonte de futuro: “quien quiera salvar la propiavida, la perderá; pero quien la pierda por mí ypor el evangelio, la salvará” (Mc 8, 35).

Es tiempo de pensar más como Congregaciónque como Provincia, recuperando la frescuraevangélica y la capacidad de diálogo entre todaslas partes de la Congregación, con intercambio dedones entre las diversas culturas y naciones.Donde hay una auténtica y sincera comunicación,allí se realiza la verdadera comunión. Es necesa-rio entrar en la “cultura del otro” para comprendersus ideas, compartir sus emociones, compartir sus

sueños. Uno de estos sueños consiste en que laCongregación se transforme de tal manera queparezca una sola provincia y en cuanto tal viva ysea enviada a todas las razas del mundo paraanunciar la Buena Noticia. Jesús nos quiere mul-ticulturales y multiétnicos: “Id y haced discípulosa todas las naciones” (Mt 28, 19).

Pero, más allá de preguntarse el por qué deuna Reestructuración y de llegar a la convicciónde que ya es inevitable realizarla, es necesariopreguntarse y discernir cuál Reestructuración senecesita hoy para revitalizar la Congregación ypara ser, por tanto, eficaces en la Misión. ¿Quétipo de Congregación queremos para el mundode hoy con su secularización, su violencia y suterrorismo, su agresividad en el ámbito global yfamiliar, difundida incluso en las pequeñas cosascotidianas? Mucho nace del olvido de la Pasiónde Jesús y de los grandes “valores” humanos ycristianos y de la incapacidad de amar y de recon-ciliarse.

¿Qué Congregación fundaría hoy San Pablode la Cruz para los males de nuestro tiempo ypara la vitalidad misma de la Congregación? Y,por ende, nosotros, ¿qué tipo de Congregaciónpodemos establecer como hipótesis para nues-tros días? ¿Y dentro de diez años? ¿Cuál vidacomunitaria? ¿Cuál misión? ¿Qué futuro, cómorealizarlo y con cuáles estructuras? Debemosrechazar una respuesta preconcebida y unaReestructuración ya pensada como solución.La indicación del tipo de Reestructuración ten-drá que nacer de un discernimiento llevado acabo mediante un proceso en toda laCongregación. Además, se nos preguntará cómoimplicar a las Conferencias, a las Provincias, a lasViceprovincias, a los Vicariatos, a lasComunidades, a los Religiosos y hasta a laFamilia Pasionista. ¿Qué criterios se deben teneren cuenta en el discernimiento? ¿Cuál ha de ser elcamino y las etapas del Proceso tanto en elConsejo General como en las Conferencias y enlos Consejos Provinciales? Será necesaria la for-mación de “grupos de reflexión”, estudios de“viabilidad” y consensos para acciones concretasde Reestructuración. La profundización de estasreflexiones y de otras más, nos ayudará a indivi-duar el camino.

Seremos ayudados en el proceso de profundi-zación del tema de la Reestructuración por Luis

La Gruta del Getsemaní en el jardín de los Santos Juan y Pablo

18


García Sobrado, VicarioGeneral de los HermanosMaristas, que nos guia-rá como Moderador.En la preparacióndel Sínodo quehemos realizadocon él, hemosllevado a cabovarios encuen-tros de ConsejoGeneral y desecretaría. Le agra-decemos por la dispo-nibilidad y la competen-cia. Su Congregación ya haefectuado un proceso deReestructuración, aunque no total, que hadurado unos ocho años, y por tanto nos transmiti-rá su experiencia y la de otras Congregaciones.Nos ayudará a reflexionar y a discernir; a saberpresentar el proyecto de la Reestructuración a losreligiosos; a saber encaminar el proceso y a rela-cionarnos con los que ofrecerán resistencia almismo.

Traigo a colación cuánto escribió el P. AnnibaleDivizia, Sch. P., en su informe a la Unión deSuperiores Generales en noviembre del 2002,acerca de la Reestructuración.

“Una dificultad más nace de la historia de lasProvincias que están implicadas en el proceso deReestructuración. Mientras este proceso parecefácilmente practicable con Provincias religiosasde reciente formación, ¿podemos seguir los mis-mos criterios con las que tienen una larga tradi-ción histórica? Las resistencias se multiplican alinfinito, porque entran en juego otras resistencias:la tradición, el localismo, la presencia de institu-tos y obras con gloriosa tradición histórica. A ellose suma el hecho de que no pocos religiosos iden-tifican la incardinación a la propia provinciacomo algo prioritario respecto a su misma perte-nencia a la Congregación religiosa. La provinciaes considerada más como una Congregación peri-férica que como una porción de la Congregación.En estos casos es fundamental saber fijar los tiem-pos y las modalidades de la mismaReestructuración”..

Pero continúa confiado cuando afirma que: “unanálisis objetivo de la situación convence a los

religiosos sobre la necesi-dad de superar las viejas y

ya inadecuadas estruc-turas jurídicas del

pasado: el númerosiempre menor dereligiosos, suedad avanzada,las nuevas exi-gencias organi-zativas de nues-

tras obras, la faltade vocaciones, etc.,

son motivos más quesuficientes para conven-

cernos de la oportunidad detal operación”.

Somos conscientes que tendremos queafrontar también otras dificultades y desafíos,como aumentar la capacidad de inculturación, deapertura, y acoger las diferencias, el conocimientode las lenguas para facilitar la comunicación inter-na de la Congregación y para la disponibilidad aser enviados (y creo que ya es oportuno decidir eneste Sínodo que nuestros jóvenes tengan la obliga-ción de aprender al menos tres lenguas, incluida lapropia); otro desafío es tomar conciencia del otro,quienquiera que él sea y a qué religión pertenezca;sentirse a sí mismo como otro. Pero de esto nues-tro maestro es el Crucificado. Dichas dificultadesy otras que tendremos que afrontar no nos atemo-rizan y no deberían detenernos si buscamos consinceridad el Reino de Dios: doce apóstoles depoca cultura, asustadizos y contradictorios, refor-zados por el Espíritu Santo, han transformado elmundo dominado por el potente imperio romano,pagano y hostil.

Será tarea principal del Consejo General y delos Superiores Mayores, con instrumentos ade-cuados, y con procesos y etapas oportunas quenos serán propuestas y que discutiremos, favore-cer e incentivar la mentalización de los religiososy los laicos de la Familia Pasionista.

Los acontecimientos, nosotros decimos laDivina Providencia, ha empujado a laCongregación a celebrar el Sínodo en tiempo deAdviento, iniciando el primer domingo. ElAdviento es el tiempo de la vigilancia y de laespera de Aquél que está a punto de venir, deAquél que ciertamente vendrá. Él es sin principio

Crucifijo de la Profesión y Símbolos

19


y sin fin, sin embargo es engendrado en el tiempoy si tuviéramos un corazón simple podríamosreconocerlo en el Niño en brazos de su madreMaría. Es una gran Misión de luz y de sangre lade Jesús, el Emmanuel, el Príncipe de la paz, elHijo de Dios Altísimo y Dios, Él mismo.

Manifestado en la simplicidad y fragilidad de unniño, será una gran esperanza para todo el pueblo.

La celebración del Sínodo en el tiempo deAdviento, en proximidad de la Navidad, no la leocomo una simple coincidencia sino como unaapremiante invitación a renacer de lo alto. Es unaoportunidad que nos es ofrecida por el EspírituSanto y por la historia del mundo con sus proble-mas de paz, de justicia y de pérdida del sentido dela vida. Estamos invitados a ir hacia adelante, adejar las retaguardias de la vida y de la historia ya sembrar esperanza.

Especialmente los jóvenes de la Congregaciónnutren grandes esperanzas en este Sínodo. Sin ungran cambio, ellos temen un futuro cada vez másreductivo y difícil. Los jóvenes, sin grandes pers-pectivas o sueños, con el impacto de una vidacomunitaria y apostólica ni fácil ni motivada,pierden rápidamente el entusiasmo y no pocasveces dejan la Congregación. Éstas son las preo-cupaciones y las heridas más abiertas y dolorosasde varias Provincias.

Es indispensable volver a motivar el sentido dela vida religiosa y de la vocación: ¿Por qué debohacerme pasionista? ¿Por qué seguir siéndolo?Rediseñar y descubrir nuevas visuales de nuestravida religiosa y abrir nuevos horizontes con gran-des valores de referencia, permitirá superar másfácilmente la división al interno de las Provinciasy la estratificación de problemas que a largo tér-mino se vuelven insolubles y ahogan la mismaconvivencia en las comunidades, desanimando alos jóvenes.

Somos vigilantes, pero no pesimistas. Si traba-jamos bien y no perdemos tiempo, nuestro futuroserá menos incierto y más iluminado y con unamayor y significativa visibilidad. El testimonio yel anuncio más radicales, más claros y comparti-dos en favor del hombre, especialmente si “estácrucificado”, aumentarán, además, la capacidad deanimar a los jóvenes y de atraerlos a nuestra vida.

Antes de terminar quiero agradecer a los reli-giosos y a todos vosotros, junto con los monaste-rios y muchos laicos de la Familia Pasionista por

la oración y la cercanía humana y fraterna conocasión de mi operación quirúrgica en el pasadomes de septiembre. Casi ha sido unaReestructuración experimentada y realizada en lacarne: tres “by-pass” para superar dificultades ytaponamientos en el recorrido de la sangre. Laintervención ha permitido irrigar de manera máscompleta el corazón y le ha dado mayor posibili-dad de vida y por lo tanto de eficiencia y de traba-jo. Es cuanto queremos lograr para laCongregación con el proceso de laReestructuración.

Confiamos el Sínodo que celebramos a nuestraSeñora de Guadalupe, patrona de México, unidacon un arco iris de devoción a la Salus PopuliRomani de Santa María Mayor, donde el 24 o 25de septiembre de 1721 San Paolo de la Cruz,Nuestro Padre, emitió el voto de vivir y promoverla Memoria de la Pasión de Jesús: el voto que noscalifica y nos identifica en la Iglesia y en elmundo.

Este Sínodo es tiempo de gracia para nosotrosy para la Congregación porque estamos reunidosen el nombre del Señor y para discernir su volun-tad, como Jesús en el Huerto de los Olivos. ComoÉl, vigilamos y oramos: el tiempo entregado alSeñor da a luz cosas nuevas. Para la Reestruc-turación y el momento histórico actual no permi-tamos que nos encuentre dormidos o con los ojoscansados, porque Él vendrá y como a los discípu-los en el Getsemaní, para implicarlos en su cami-no, dirá: “La hora ha llegado... ¡Levantaos!¡Vámonos!”, (Mc 14, 41-42). En el camino de esteSínodo no estaremos solos porque Él caminarácon nosotros en la voluntad del Padre: “¡Vamos!”.Amén.

Roma, Santos Juan y Pablo28 de noviembre de 2004

Primer Domingo de Adviento

P. Ottaviano D´Egidio, Superior General

20


MEDITACIÓNACERCA DE LA REESTRUCTURACIÓN, DURANTE EL SÍNODO


Estas reflexiones nacen del corazón, tras losprimeros tres días del Sínodo, sin un texto orga-nizado previamente, sino sólo con breves apuntescomo referencia. Sobre ellas abriremos despuésel diálogo y compartiremos.

Estar juntos es un gran don del Señor. Es untiempo de gracia en el que el Señor puede hablaren secreto a nuestro interior y puede hacerlo acada uno de nosotros mediante el hermano, por-que “donde dos o tres están reunidos en mi nom-bre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18, 20).

Estamos reunidos en los Santos Juan y Pabloen el nombre del Señor. ¡Sí! Estamos aquí en elnombre de Dios. Y no por nosotros mismos, aun-que formamos parte de ello, sino para vivir juntosalgunos días como servicio, para confrontarnos,¿por qué no? Incluso para sonreír juntos. Peronosotros estamos aquí porque también tenemosotros interlocutores, interlocutores importantesque dan razón y fundamento a nuestro mismoestar aquí.

Nuestro primer interlocutor es Dios. Él nos hallamado a una misión precisa y debemos serconscientes de ello para no desvirtuar el don reci-bido y subvalorarlo. Es necesario tener concien-cia de él, sin orgullo, quizás con preocupación,porque se trata de mirarse dentro de frente a Diosmismo y a la vocación. El Señor nos ha llamadoporque ha visto el mundo y lo ha amado y asícomo ha enviado al Hijo, nos envía también anosotros. “Porque tanto amó Dios al mundo queenvió a su Hijo único” (Jn 3, 16), tanto amó almundo que inspiró la vocación en personas con-cretas como nosotros y como tantas otras. Nos hallamado como su respuesta de amor al mundo y,por tanto, nuestra opción de vida consagrada esuna opción de amor con relación al mundo y unsigno de amor para la eternidad. Hemos sido lla-mados para el mundo, y ciertamente también para

nuestra propia santidad, pero siempre comoJesús, en función de la salvación. Somos parte delproyecto de Jesús de manera muy específica.

De hecho, nuestro amor no puede ser genéricoo una manera genérica de amar el mundo. Hasido llamado cada uno por su nombre, con unavocación específica y se nos ha dicho: “Estássiendo enviado a una misión y tendrás un trabajocon un corte muy preciso; no con la espirituali-dad de un dominico, de un marista o de un carme-lita, aunque esas espiritualidades sean aprecia-bles. ¡No! Tu debes unirte al instrumento de laPasión de Jesús y hacerlo propio, debes recono-cer la Pasión de Jesús en el mundo y actuar paraaliviar sus penas en orden al mandato preciso quete doy. No debes hacer otras cosas o con otrasópticas; tu óptica, tu carisma, es decir, el don quete doy es ese”. San Pablo de la Cruz decía: “hetenido mi escuela a los pies del Crucificado; elcrucificado ha sido mi gran maestro”.

Nuestra vocación y nuestra acción deben ser yvivirse en esta dimensión. No podremos colabo-rar en la salvación del mundo con generalidadessino realizando la especificidad de la vocaciónque nos mueve a reconocer especialmente a aque-llos que sufren, los “crucificados” del mundo dehoy. Estamos llamados a ser el Samaritano (cf. Lc10, 30-37) que se detiene y “se compadece” y no

Preparación de un primer documento de la Congregación

21


el sacerdote que pasa de largo o el levita; ser elSamaritano que se detiene, “echa aceite y vinosobre las heridas, las venda y cuida de él”, y estolo hacemos por el mandato específico que nos hadado el Señor. Y si esto es verdad, y estamos con-vencidos de que lo es, y que Dios nos ha llamadoy enviado con este fin y miramos el mundo dehoy y a nosotros mismos, no podemos no pregun-tarnos si la Congregación está respondiendo a sumisión, si está viva, si está comprometida en sutrabajo, si las lámparas de cada uno de nosotrosestán encendidas (cf. Mt 25, 1-13). ¿Y cuántoaceite tenemos aún en las lámparas? ¿Somos,quizás, como las vírgenes necias que no se preo-cupan de un futuro que será más amplio de lo quenos podemos imaginar y que debemos hacer másluminoso si queremos ser fieles a nuestra voca-ción, a nuestro envío? Nosotros tenemos esta res-ponsabilidad y el Sínodo la ha asumido cuandoha comprendido los signos de los tiempos, cuan-do ha comprendido que el aceite comenzaba aescasear en las lámparas.

El mundo está atravesando un momento histó-rico particular con las diversas problemáticas dela pobreza, de la guerra, del terrorismo y demáslacras y debemos preguntarnos: ¿Nuestro aceitees suficiente? ¿Nuestra manera de vivir es unarespuesta adecuada? ¿Somos levadura en la masao estamos fuera de ella (cf. Mt 13, 33)?”. Esto eslo que nos cuestionamos hoy con seriedad. Setrata de un examen de conciencia para concluir:Sí, no puedo esperar más; es tiempo de modificarnuestra manera de estar juntos para adecuarla alas situaciones históricas actuales y a las dificul-tades del mundo; quiero ser una levadura que estédentro de la masa en una sociedad multiétnica,multinacional, transna-cional, con flujos depersonas que se mue-ven de un continente aotro. ¿Estamos prepa-rados para responder aeste desafío comoCongregación? Másallá del espíritu, másallá del carisma que essiempre el mismo delos orígenes y del pasa-do, en nuestra vida, en

nuestra organización y en la capacidad de vidainterior, ¿nos hemos adecuado? Con frecuencia,las estructuras impiden o frenan o, al menos,hacen difícil, más aún que el actuar, la mismavida espiritual. Sin embargo, tengo la impresiónde que hemos advertido esta necesidad. ElSínodo está viviendo con una actitud fuertemen-te positiva el tema de la Reestructuración.

No escondemos las dificultades de laReestructuración y es justo que sea así porque noserá un paseo entre margaritas o a los foros roma-nos para admirar las bellezas antiguas. Nos fati-garemos y habrá obstáculos; se requerirá claridady no siempre al inicio todo será claro; al contra-rio, al comenzar sucederá que todo aparecerámuy oscuro. Nos ocurrirá como al ciego deBetsaida (cf. Mc 8, 22-26) que después fue cura-do por Jesús. Normalmente Jesús sanaba demanera inmediata y completa, incluso con su solapalabra y a distancia. En cambio, en el episodiodel ciego de Betsaida narrado por el evangelistaMarcos hay una novedad: “Llegados a Betsaida,le trajeron un ciego y le suplicaron que lo tocase.Jesús cogió de la mano al ciego, lo sacó fuera dela aldea, le echó saliva en los ojos, le impuso lasmanos y le preguntó: ‘¿Ves algo?’. Empezó a ver,y dijo: ‘Veo hombres, y los veo andar como si fue-ran árboles’...”, es decir, no lograba distinguirhombres y árboles. Es un milagro gradual.Después Jesús le impuso nuevamente las manossobre los ojos y él vio claramente y fue curado detal manera que veía todas las cosas desde lejos.Creo que este milagro puede ayudarnos a enten-der nuestro estado: aunque vemos y estamos con-vencidos claramente de que este es un caminoque debemos emprender, no sabemos cómo

hacerlo, no sabemos lasdificultades que enfren-taremos, quizá veremoslas dificultades comoárboles más que comohombres; pero segura-mente Jesús vendrádespués en nuestraayuda y nos guiará enel camino. Serán lasmismas opciones devida, si optamos por lavida, las que nos impul-

P. Ottaviano presenta sus reflexiones sobre la Reestructuración

22


sarán hacia delante. Las respuestas y las indica-ciones sobre la Reestructuración no están pre-constituidas, surgirán del proceso de discerni-miento realizado en toda la Congregación. Porello quiero agradecer al Señor por la actitud posi-tiva que estamos experimentando durante esteSínodo, no obstante tener que enfrentar la verdad,las dificultades y el no poder comprenderse siem-pre con facilidad.

Otro interlocutor, además de Dios y el mundo,son nuestros hermanos, con los que vivimos coti-dianamente y a quienes conocemos en su unici-dad y especificidad. Conocemos sus puntos fuer-tes y débiles, y ellos conocen los nuestros y sonellos quienes, junto con nosotros, tendrán queponerse en marcha, a pesar de las diversas moda-lidades por la variedad de culturas y realidades.Nadie estará obligado. Será necesario tener ungran respeto hacia todos, especialmente hacia los

ancianos, quienes podrán expresar sus temores ysus preocupaciones por los cambios que se irándando. Tendrá que haber hacia ellos cuidado yatención. La Reestructuración no es una obliga-ción sino una posibilidad, se trata de abrir laspuertas y será experimentada como una riqueza yno como un empobrecimiento o como una encar-celación del corazón; debe ser vivida en un climade caridad recíproca, sobre todo hacia los herma-nos enfermos. He visto, visitando las Provincias,la atención, la caridad y también lo que se gastajustamente para la asistencia de los religiososenfermos. Es un gasto que debe ser primariocomo opción, motivado por un gran amor y poruna gran sensibilidad humana.

Y, por otra parte, están los jóvenes. Ellos espe-

ran y desean una situación nueva y diversa. Ellosanhelan verdad de vida y de futuro.

Nosotros, con las actuales estructuras jurídi-cas, no logramos liberarnos de esas mismasestructuras, aunque lo decidamos en losCapítulos. Considero que realizando unaReestructuración global de la Congregación serámás fácil intervenir para modificar las estructurasdonde ello se considera necesario y oportuno.Hoy en día, con la situación de las Provincias yde los Vicariatos, muy localizados y con frecuen-cia pequeños como fuerzas y potencialidades,somos prisioneros del corazón y del sentimiento.Incluso, en las Asambleas o en los Capítulospodemos decidir intervenir para revitalizar, peroal ir a lo concreto estamos como paralizados. Enun proceso general de Reestructuración esto serámás fácil porque el ámbito de las opciones seráamplio. No estarán presentes las ataduras delcorazón, que a veces en vez de ser una riqueza seconvierten en un freno, en un límite. Creo quedebemos ir adelante con confianza y con esperan-za porque, no obstante las dificultades, tenemoslas potencialidades para actuar bien.

El carisma es fuerte, está presente. Es alto elsentido de identidad, pero debemos liberarnoscon coraje de las cosas que nos frenan y nos tra-ban. El Señor de la vida está con nosotros y nopodemos perder este momento histórico. Es eltiempo final, la última llamada, “antes de que lle-gue el esposo” y cierre la puerta. En la parábolade las vírgenes prudentes y necias, el esposo dice:“No os conozco”, y, sin embargo, lo estaban espe-rando y él sabía que ellas estarían allí esperándo-lo. No obstante, él dirá “no os conozco”. Es unafrase que siempre me ha impresionado muchoporque coincide con cuanto dice el pasaje delEvangelio de Mateo: “No todo el que me dice‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los Cielos,sino aquél que hace la voluntad de mi Padre queestá en los cielos” (Mt 7, 21-27). Y prosigue conpalabras muy fuertes: “... y en aquel día muchosme dirán ‘Señor, Señor, Nosotros hemos profeti-zado en tu nombre y expulsado demonios en tunombre y realizado milagros en tu nombre”. ¡Yohe sido pasionista durante treinta, cuarenta años,entré en el seminario a los doce o quince; he vivi-do en el convento toda la vida!: “Yo, sin embar-

P. General toma apuntes para sus presentaciones

23


go, les diré: ‘no os reconozco’”Le insistiremos: “¿Pero, cómo?¡He profetizado, he enseñado,he predicado misiones, heexpulsado demonios, he hechohasta milagros en tu nombre!No os conozco, dirá Él. Esimpresionante y terrible. Estarcon Él, en comunidad durantetoda la vida, vivir para Él y conÉl por la profesión religiosa ydespués tener que escucharle;“jamás os he conocido, no osconozco”. Pero, ¿por qué?¿Dónde nos hemos equivocado?¿Dónde nos estamos equivocandoahora?

La respuesta a estas preguntas está en las mis-mas palabras de Jesús. Él reconocerá solamente“A aquél que hace la voluntad de mi Padre”. Y¿qué le pide Dios hoy a la Congregación? ¿Quéopciones ponemos por obra para hacer la volun-tad del Padre? El momento histórico, los signosde los tiempos, la situación del mundo y la nues-tra nos invitan apremiantemente a vivir el carismade la Pasión de manera más incisiva y radical,más fuerte. Estoy convencido de que nuestracapacidad de atraer jóvenes a nuestra vocación ya la vida pasionista es débil porque somos pocoradicales. Nuestro mensaje de vida y de apostola-do no es tan tajante y fuerte como el mismo caris-ma nos daría la capacidad de hacer. La debilidadpuede brotar de opciones y posiciones acomoda-das y de un cierto tipo de habituación a la vidareligiosa y en el apostolado. Es verdad, tenemostambién opciones valientes, pero no son muchas;tenemos presencias misioneras y opciones devanguardia, pero no son tan fuertes como para servisibles y, por tanto, no atraen. Pero, a pesar deello, si seguimos adelante con coraje en laReestructuración, incluso en medio de las dificul-tades, evaluando los tiempos, evitando en lo posi-ble tensiones y buscando el Reino de Dios, dare-mos una mayor capacidad a nuestraCongregación para realizar la vocación para laque ha sido llamada en la Iglesia.

No debemos tener miedo de cambiar nuestrasestructuras, incluso en el aspecto jurídico. La

constitución de las Provincias,en cuanto sujeto jurídico, seremonta a 1769: ¡desde hacemás de dos siglos tenemos estaestructura! No olvidemos, ade-más, que San Pablo de la Cruzcambió sus Reglas inclusocuando faltaban pocos mesespara su muerte. Las primerasReglas aprobadas se remontan a1741; en 1746 hubo añadidos ymodificaciones; en 1769 seaprobó la nueva Regla e inclusoen 1775, no obstante la edadavanzada, Pablo tuvo la valentía

de cambiar o modificar las situa-ciones precedentes. Entonces ¿por qué miedo otemor? Nosotros somos hijos de esos cambios.Luego vinieron otros. En el capítulo General de1982 fueron escritas las nuevas Constituciones,después aprobadas por la Santa Sede el 2 demarzo de 1984, día de la Conmemoración de laPasión de Jesucristo. Nosotros podemos dar unnuevo ímpetu a la Congregación. Por ello, os digoy me digo a mí mismo: Vamos adelante, aunqueno veamos todo claro, porque el Señor nos quie-re en esta dirección. El Señor lo quiere, quiere alpasionista en camino de renovación. Los temoresque tenemos debemos colocarlos a los pies delCrucificado, como hacía San Pablo de la Cruz.No dudemos: el Señor está con nosotros en labarca para pasar a la otra orilla.

Roguemos al Señor que nos ayude en el cami-no de la Reestructuración, que nos ilumine y nosdé una actitud positiva a nosotros, a nuestros her-manos y además a los laicos de la FamiliaPasionista que también formarán parte de esteproceso. Hoy en día, su participación es no sóloimportante sino esencial para nuestra vida y paranuestro futuro. No podemos eludir el realizar uncamino con ellos porque también ellos son partede nuestra vocación.

San Pablo de la Cruz, nuestro padre, nos ben-diga y el Señor nos acompañe en el camino haciaEmaús (cf. Lc 24, 13-35). Amén.

Santos Juan y Pablo1° de diciembre de 2005

Traducción al Italiano de las Reglas de 1746

24


REFLEXIONES

DE LOS SINODALES

Después de la Meditación del P. General, y trasunos minutos de silencio, algunos padres sinodalesexpresaron su propia meditación, con base en laspalabras del P. Ottaviano. Aquí recogemos algunasde esas reflexiones espontáneas:

• • •“Este comienzo es estimulante y prometedor.

Estoy contento por formar parte de este proceso queilumina el futuro y le permite a la Congregación libe-rarse en favor del servicio de Dios y de los pobres.”

• • •“Doy las gracias a Ottaviano por el espíritu que ha

compartido con nosotros. Él sigue los pasos de SanPablo de la Cruz. Le agradezco por el liderazgo y lasensibilidad que demuestra hacia todos los religiosos;no pretende ignorar el pasado sino tener en cuentanuestro patrimonio y usarlo como luz para la Iglesia.Le doy las gracias, además, por ayudarnos a servir lavoluntad de Dios y por el apoyo que nos ofrece a losprovinciales para hacer lo mismo.”

• • •“Esta reflexión del Padre General nos ha puesto

cara a cara con nuestro carisma. Le agradezco por elloporque da plenitud a nuestra vida. El carisma pasio-nista es nuestro mayor tesoro; hay riqueza en él y ennuestras provincias. Recuerda el encuentro de Jesúscon Nicodemo y nos convoca a la renovación. Ennosotros se da la tentación de volver al regazo denuestra Congregación; pero el viento del espíritu nosestá animando a usar la fuerza del carisma de unamanera nueva. Creo que este Sínodo sea en verdadhistórico, entendido en el sentido de que estamos a

punto de renacer. Estoy agradecido por formar partede la familia y del carisma que nos llevarán haciadelante.”

• • •“Gracias Señor por permitirme escuchar la profe-

sión de fe del P. Ottaviano. Me suscita la convicción deque Tú eres el Dios de mi vida, de mi vocación, de estaCongregación. El P. Ottaviano nos invita a este estilode vida, a esta Congregación. Gracias por ayudarnos aencontrar las sendas de renovación de nuestra congre-gación, junto a los pobres, con los más desamparadosen la sociedad, de manera que podamos ser testigos detu amor en este mundo. ¡Gracias Señor!”

• • •“Somos con frecuencia hijos de nuestro tiempo y

queremos que los resultados sean según nuestros tiem-pos. Cuando queremos ponernos en camino, quizáestamos en busca de seguridades y dejamos de ladonuestra fe. A pesar de todas las bendiciones recibidasde Dios, aún lo abandonamos con facilidad. La auto-suficiencia no nos permite ver más allá de nosotrosmismos. Debemos tener en cuenta a aquellas personasque no están aquí presentes y que han puesto su con-fianza en nosotros. Ellos se han confiado y tienen unagran esperanza. Seguramente no volveremos a casacon muchas respuestas, pero podemos emprender estecamino de diálogo y hacer más fuerte y presente la lla-mada que cada uno de nosotros ha recibido de Dios.Deseo añadir que todos nosotros deberíamos pedirle aDios, en el que creemos tan fuertemente, que aumentenuestra fe.”

• • •“Estamos agradecidos por esta oportunidad de

cambio y de reflexión común acerca de la reestructu-ración de nuestra Congregación. Los intercambios hansido ricos y nos han llevado a alcanzar un cierto con-senso acerca de la reestructuración. Algunos aspectosde las estructuras no pueden ser removidos fácilmente.En Congo nos parece que tenemos estructuras dema-siado estrechas. Para nosotros en Congo este es unmomento de gracia; estamos preparándonos para con-vertirnos en Viceprovincia. La oración del General nos

Estudio en grupo durante el Sínodo

25


da ánimo. Este acontecimiento llega en un buenmomento para la Viceprovincia congoleña que está apunto de nacer. Agradezco a todos por compartir estareflexión.”

• • •“En este momento me siento particularmente emo-

cionado, especialmente tras la participación en tantosencuentros internacionales. Aquí, pocos han partici-pado en tantos como yo lo he podido hacer. MientrasOttaviano hablaba, yo sentía el eco de la historia.Cuando ha hablado me ha recordado el trabajo hechoen 1982 sobre las Constituciones; fueun trabajo inmenso, con el temor deperdernos en el aspecto formal. Elmoderador de entonces preguntó cuálera el símbolo o la palabra que mejorreflejaba la vida que estaCongregación se proponía vivir.Alguien contestó: éste es un momentode Pascua, el momento del éxodo.Este momento de ahora es lo mismo.Esta Congregación no ha renunciadoa la vida y sabe que la vida está encontinuo movimiento. Si una cosadeja de avanzar, deja también de vivir.La respuesta en cada lugar y situaciónserá diferente; será importante escu-char. Alguien ha hecho referencia al credo de losPasionistas; nosotros debemos recitar aquel credo yañadir ‘y ahora yo’. Creo que el significado de esteSínodo está en esa convicción del ‘yo, ahora’ y enencontrar la vida para todos.”

• • •“Considero que el tema de este Sínodo no sea sólo

un tema sino El Tema. Este, en efecto, nos ha tocadoprofundamente. Es un tema que hace brotar unapasión por nuestra vida, que nos invita a crear unanueva vida. El Olivo es nuestro símbolo; hasta ahorahemos acumulado muchos frutos; pero ha llegado elmomento de fertilizar de nuevo el terreno y sembrarnuevas semillas, de manera que podamos seguir reco-giendo jugosos y sabrosos frutos por el bien delmundo. Me vienen a la mente las palabras del Señorque dicen que si Él no construye la casa, en vano secansan los albañiles. Creo en Dios, que es Dios de laPascua y de la resurrección.”

• • •“Dejemos que algo de Nazaret entre en nuestros

corazones y nos ayude a dejar de lado el deseo devivir para nosotros mismos.”

• • •“Quiero dar las gracias a Dios por la gratitud que

siento. La exhortación a caminar con Cristo nos invitaa buscar nuevas estructuras, y esto es lo que estamoshaciendo. Sentimos el impulso de llevar este mensaje acasa porque sólo si estamos convencidos podemos con-vencer a los otros. El miedo no debería limitar nuncanuestros pasos o nuestra perspectiva. San Ignacio dice:en los momentos difíciles es necesario cambiar.También nosotros tenemos que movernos y cambiar.Nuestro carisma, Cristo Crucificado, es el objetivo. Los

medios deberían estar siempre al servicio del fin. Noencontraremos ningún obstáculo que Dios no hayasuperado ya. Entonces, busquemos vivir este momentocon espíritu nuevo, con novedad evangélica. Este es unmomento de cambio de las estructuras, no sólo ennuestras comunidades, sino en la economía, en nuestrasrelaciones y en tantas otras cosas. No debemos tenermiedo, nuestra fortaleza está en aquél que nos haamado tanto. Este camino no depende de nosotros.Nuestra responsabilidad está en agradecer; debemosagradecer y compartir de tal manera que predisponga alas personas a hacerse conducir por Dios.”

• • •“He estado reflexionando sobre la imagen del olivo.

Probablemente un símbolo maravilloso de reestructura-ción que encierra en sí la siembra, el cultivo, la cose-cha, el continuo exprimir y prensar el fruto. Todo estoes necesario para producir el aceite. El aceite es usadopor el Samaritano, para las lámparas, para alimentar laluz, para la proclamación. No podemos ser Pasionistaseficaces en nuestro mundo si no alimentamos el surti-dor de aceite. En estos próximos dos años tendremosesta maravillosa oportunidad: empezar el diálogo como

El Aula Sinodal

26


preparación al Capítulo, pero tam-bién como modelo de reestructura-ción en sí mismo. El modo en quenos encontremos y hablemos puedeser símbolo de lo que queremos rea-lizar.”

• • •“Soy pasionista desde los 14

años, pero éste es mi primerencuentro internacional. Al princi-pio estaba nervioso, pero lentamen-te me he dado cuenta de qué mane-ra se mueve el Espíritu Santo eneste grupo. Estoy empezando aentender el sentido de la reestructu-ración. Soy nuevo en este aspectode la vida pasionista y espero vermuchos cambios y frutos. Tengo sí algunos temores,pero aguardo el resultado de lo que ahora está inician-do de manera que me declaro entusiasta de estar entrelos que aprovecharán la experiencia de este Sínodo.Pido continuamente al Señor para que siga colmándo-nos con su Espíritu y ruego también por el ConsejoGeneral, que tendrá sobre sí gran parte de la responsa-bilidad, toda una cruz.”

• • •“Durante la oración de la mañana esperaba que nos

dirigiéramos hacia una montaña de ricos manjares yvinos selectos. Y así ha sido. Estamos haciendo unviaje de esperanza y mucho tiene que ser hecho conconfianza. Durante cierto encuentro, compartí con los

participantes que en el ámbito de mi vida espiritual mipozo se estaba secando y que tenía necesidad de diri-girme hacia otro pozo o encontrar un nuevo manantialde inspiración. En la administración uno soluciona losproblemas y consigue las respuestas; a veces es buenoencontrarse en un sitio dónde tenemos preguntas ysomos capaces de formularlas y confiarnos en nuestraintegridad y en la de los demás. Y siempre el Espírituopta por manifestarse. Yo estoy confiado. Es posibleque nos conduzca hacia un cierto tipo de pobreza, a

vivir junto a lospobres y siendopobres nosotros mis-mos. Quizás hagafalta una nueva clasede libertad que noscuestione acerca dequé es realmente lavida comunitaria,quiénes son lospobres, quiénes loscrucificados. El tiem-po de Adviento estálleno de esperanza yrico en promesas. Mesiento privilegiado deestar aquí y sentarmecerca a un nuevopozo.”

• • •“Un profesor nos decía que los seres humanos son

las únicas criaturas que dicen que están cansadas oagotadas. Esto se puede discutir. Pero, ciertamente, la

Los Superiores Mayores de MAIAP (Japón), REG (México) y DOL (Italia)

Miembros del Sínodo en pequeños grupos de trabajo

27


naturaleza no conoce este aspecto; las cosas continú-an sin parar. Nosotros fabricamos tantas ideas com-plejas; nos cansamos mentalmente, pero el punto estáen saber quiénes somos; todos en esta aula tenemosun propósito: vivir la vocación que nos ha sido dada.Esto es de veras una cosa simple y no debemos preo-cuparnos por ello.”

• • •“Escuchando todo esto y considerando mi corazón

y mis sentimientos, me ha venido a la mente unafrase, de todos conocida: ‘ahora que conozco todas lasrespuestas, han cambiado todas las preguntas’.Viniendo de una fundación joven de la Congregación,puedo valorar a las provincias más ancianas y apreciarcuán duramente han trabajado y entiendo que puedanparecer diferentes con respecto al fin para el que fue-ron formadas. Las realidades han cambiado. La comu-nidad filipina es joven y está llena de esperanza; meanimo a creer y seguir creyendo en la ProvidenciaDivina que nos conducirá siempre. He venido antesaquí para conocer otros aspectos de nuestra vida y heenriquecido mi conocimiento sobre cómo actúan lospasionistas en el mundo. Esta vez vine a este Sínodocon problemas y pensando en muchas cosas; en lasFilipinas hay muchas dificultades y preocupaciones,pero estoy notando un cambio dentro de mí, en miactitud y en mi mentalidad. Al principio me sentía unextraño, ahora en cambio me siento en mi casa, en unclima de profunda amistad con los demás religiosos.Ahora que los conozco y que escucho la profundidadde sus convicciones y su fe, extrañaré a este grupo,puesto que ya no soy reelegible para el próximo perí-odo. Mis experiencias en Irlanda (era el único prove-niente del Tercer Mundo), luego en Brasil, en Corea yahora aquí, me han hecho acumular un maravillosoconocimiento de la Congregación. La distancia de lasFilipinas ha hecho que como pasionistas nos desarro-lláramos de un modo particular, pero en todo casotenemos las mismas preocupaciones: por los pobres,el ambiente, el respeto por la Iglesia y la jerarquía ynaturalmente el amor por San Paolo de la Cruz.Compartir es una experiencia personal y teológica.Espero hacer lo mejor que pueda para compartir estaexperiencia con los hermanos de mi provincia e infla-mar su espíritu cuando oigan lo que ha sucedido aquí.Gracias a todos vosotros por ello.”

• • •“Muchas veces me he sentido feliz de ser

Pasionista. Éste ha sido un Sínodo muy bueno, un her-moso símbolo de la historia de Dios en nuestra

Congregación. Mi mente está rica de esperanza. Estoyagradecido al Señor por el don de profecía que hadado a mis hermanos: no tienen miedo de ser felices.Doy gracias al Señor por la acción del ConsejoGeneral. Estoy agradecido asimismo por la presenciadel Hermano Luis, que está ayudándonos en encontrarun acuerdo y a entrar en el dinamismo de la vida queDios quiere de nosotros. Llenos de fe en el Señor dela historia, seremos capaces de continuar nuestrocamino en la profecía, día tras día, conducidos por lajusticia y por la gran misericordia de Dios.

• • •“En este momento me siento un poco como los

discípulos de Emaús: los sueños de la infancia no hansido realizados aunque, por otra parte, estoy seguro deque el Señor está entre nosotros. La presencia delSeñor es fundamental: Lo que Él nos ha revelado porlas Escrituras, abrirse a los signos de los tiempos.¿Qué quiere el Señor de nosotros? ¿Qué quiere quehagamos? Ruego a Jesús que esté siempre junto anosotros para dar mayor vitalidad a nuestraCongregación y a nuestras Provincias. Le suplico quelogremos ver lo que Él vio desde lo alto de la cruz. Ypido a Dios que nos acompañe en esta reestructura-ción para ayudarnos a comprender su designio para lahumanidad.”

• • •“El lenguaje es difícil. Siendo japonés me siento

como un extraño; nosotros no estamos bien informa-dos acerca de los acontecimientos de laCongregación. Somos un número exiguo y los religio-sos son jóvenes y no están formados del mismo modoen la vida pasionista. Este Sínodo nos da la oportuni-dad de abrirnos a la Congregación, de aprender yexperimentar el espíritu comunitario. Me siento unpoco aislado, pero todos habéis sido muy gentiles.¡Gracias!.”

Un momento de descanso y diálogo

28


En el espíritu de nuestro Capítulo General quenos invitó a encontrar nuevos ámbitos para procla-mar nuestra “pasión por la vida”, puedo informarlesque se está progresando de manera positiva en lapromoción de los intereses de la CongregaciónPasionista acerca de la justicia, la paz y la integridadde creación (JPIC) ante las Naciones Unidas.

Para ayudarles a entender mi trabajo como repre-sentante de la Familia Pasionista ante la ONU, deseoofrecerles este resumen de las actividades que estoydesarrollando en la actualidad.

La Congregación de la Pasión fue acreditada anteel Departamento de Información Pública (DPI) de laONU en el mes de diciembre de 2003. Esto me hapermitido asistir a las Sesiones de información,beneficiarme de los recursos de información de laONU y compartir esta información con nuestrosmiembros alrededor del mundo. Para integrarnostotalmente a la ONU debemos conseguir el StatusConsultivo a través del Consejo Económico y Social(ECOSOC). Nuestro Capítulo de Brasil proyectónuestra presencia dentro del foro internacional de losNaciones Unidas como representación de toda laFamilia Pasionista.

Asistí a la Comisión de Derechos Humanos enGinebra en marzo del presente año 2004 y alParlamento Mundial de Religiones en Barcelona, enmayo pasado.

Formé parte del Comité de Planeación de laConferencia de la ONU para el apoyo del PuebloPalestino en septiembre de este mismo año.

También he realizado diversas presentaciones deJPIC a muchos grupos religiosos que visitan laONU.

La mayor parte de mi tiempo está dedicado a tra-bajar con diversas Comisiones de ONGs que realizanencuentros regularmente y continúan el trabajo delos gobiernos en la ONU: La Comisión para elDesarrollo Social, la Comisión de DerechosHumanos, la Comisión para los Problemas de losIndígenas (como Vice-Director), la financiación deGrupos de Trabajo para el Desarrollo, la Comisión

para el SIDA, el Grupo de trabajo sobre el conflictoentre Israel y Palestina.

La creación de Passionist InternationalEn abril de 2004 fue incorporado un nuevo ente

“sin ánimo de lucro”. Espera representar a toda laFamilia Pasionista, no sólo a nuestra Congregación,ante la ONU. Se llama Passionist International y pre-tende ofrecer nuestra perspectiva pasionista acerca delos problemas críticos de justicia para todos, paz en elmundo y cuidado y protección de la creación. Paraconseguir el status consultivo con ECOSOC, un orga-nismo debe haber funcionado por lo menos durantedos años. De manera que durante el 2005 ya podrésolicitar nuestro reconocimiento a ECOSOC.

La primera reunión del Consejo de Dirección dePassionist International tuvo lugar en Jamaica, NuevaYork, en la última semana de noviembre de 2004. Esmuy satisfactorio que el Equipo esté formado porhombres y mujeres, laicos y religiosos pasionistas.

Los Provinciales observan una presentación

INFORME AL SÍNODO: LAS NACIONES UNIDAS Y PASSIONISTSINTERNATIONAL

P. Kevin Dance, C.P.

29


Página Web para Passionist InternationalUn Página Web Pasionista trilingüe (en inglés,

español e italiano) ha sido lanzada para promover elflujo de comunicación a través de la FamiliaPasionista. Esperamos ofrecer algunas imágenes dehombres y mujeres pasionistas que están trabajandoen situaciones límites de JPIC alrededor del mundo.¡Necesitamos encontrarnos los unos con los otros!La Página será usada para compartir informaciónacerca de los esfuerzos de la ONU por mejorar losniveles de vida en el mundo. Asimismo, necesita-mos información sobre las preocupaciones de losPasionistas que trabajan “en el campo” para ali-mentar la interacción con la ONU. Esperamos queos familiaricéis con el sitio www.passionistworld.org.Nuestro carisma pasionista, que recuerda al mundoel amor totalizante y curativo de Dios, necesita seroído en la ONU.

Una red de trabajoConsidero que el camino por hacer en nuestro

mundo interconectado consiste en un diálogo máseficaz a través de la red internacional de comunica-ciones. Acepto gustosamente todas las invitacionesque se me hagan para encontrar a los Superiores

Pasionistas a nivel Regional. Hasta ahora he toma-do parte en las reuniones de la Región PASPAC, dela Región del Norte de Europa y de los Superioresde Norteamérica (México y EE.UU.). Igualmentesoy parte de nuestra Comisión para la Misión, laSolidaridad y la JPIC. Esto me ayuda a tener unaperspectiva global en mi ministerio ante la ONU.

Busco oportunidades para compartir mi trabajocon otros Religiosos que trabajan ante la ONU, conpersonas de otros credos que comparten una visióncomún por la justicia y paz y con los representantesgubernamentales abiertos a nuestras preocupacio-nes y esperanzas.

Agradezco a todos los que me han expresado suapoyo en esta nueva empresa. Si algunos de voso-tros tenéis preguntas o sugerencias, me encantaríaescucharos. Pido vuestras oraciones para que esteministerio pueda unirse a la misma Pasión de Jesúsen orden a trabajar por la Vida en un mundo herido.

Passionists International777 UN Plaza, Suite 6 H

New York, NY 10017E-mail: [email protected]

P. Kevin Dance, (SPIR)

30


ELEVACIÓN DEL

VICARIATO SALV A VICEPROVINCIA

El Capítulo General de 1920, durante elsegundo centenario de la Congregación, reco-mendó a las provincias entonces existentes queextendieran la Congregación, incluso entrenaciones no cristianas1. El capítulo general de1925, respondiendo al impulso misionero delPapa Pío XI, renovó la exhortación de que seprestase mucha atención a las misiones entre nocatólicos2.

La provincia de San Gabriel, en Bélgica, sehizo eco de estas exhortaciones y hubiera que-rido comenzar una misión en el Congo ya en1924, pero como el 22 de marzo del mismo añofue erigida la provincia de la Madre de la SantaEsperanza, en Holanda, los superiores creyeronque habría que fortalecer a la provincia, que sequedaba solamente con los conventos situadosen Bélgica.

Los superiores de la provincia GABR habla-ron del proyecto de la misión en el capítulo pro-vincial de 1929, que lo aprobó y dio al provin-cial el mandato de buscar la posibilidad de unamisión. Los contactos con los misioneros deScheut, que trabajaban en una gran zona delCongo, hizo ver la posibilidad de encargarse deuna parte de su territorio y desarrollar allí eltrabajo apostólico. Viendo esta posibilidad, elprovincial pidió licencia al superior general. Laconsulta general del 29-30 de octubre de 1930“dio su voto favorable para que se iniciasen lostrámites ante la S. C. de Propaganda Fide. y conel obispo vicario apostólico de la misión pro-puesta”3

El 13 de octubre de 1930 la S. C. dePropaganda FIDE aprobó las condiciones pro-puestas por Mons. Augusto De Clerk, vicarioapostólico del Kasai superior, para la cesión de

El P. Ottaviano y el P. Elie Muakasa, primer Viceprovincial, durante la liturgia de erección

31


un territorio a los pasionistas en el distrito de laregión de la tribu de los Betetelas, con la posi-bilidad, al cabo de seis años, de que la zonaseparada pudiera entregarse a los pasionistas yquedara erigida canónicamente. El prefecto dePropaganda Fide, el 7 de noviembre de 1930,no sólo aprobó la decisión, sino la alabó yaplaudió.

El 18 de diciembre de 1930 los dos primerosmisioneros, PP. Jorge Joyce y BenedictoWeetjens, partieron para el Congo; permanecie-ron tres meses con los religiosos de laCongregación del Corazón Inmaculado deMaría en Tsumb para conocer las costumbres,la praxis pastoral y la lengua. El 4 de julio de1931 Mons. De Clerk envió a los dos pasionis-tas a Ifuta para abrir la nueva estación misione-ra. Allí los pasionistas iniciaron ya solos su tra-bajo. Mientras tanto en Bélgica, el 20 de octu-bre de 1931, salieron para la misión otros dosreligiosos, y en adelante, casi cada año, otrosmisioneros llegaron a reforzar la misión. El 28de octubre de 1934 emprendió viaje también elP. Eusebio Hagendorens en calidad de superiorde la misión.

Mientras tanto los Padres del Scheut pasarona los pasionistas las estaciones misioneras deLodja, Katabo Kombe, Tsumbe Lubefu. Lazona encargada a los pasionistas fue declaradapor la Santa Sede Prefectura Apostólica, y el P.Eusebio Hagendorens fue nombrado primerPrefecto Apostólico. Los misioneros fueron eri-giendo nuevas estaciones en Bena Dibele,Okolo, Oemjadi, Kiomi, Yenga.

El 13 de marzo de 1947 la Prefectura fueelevada a Vicariato Apostólico y Mons.Hagendorens consagrado obispo como primerVicario Apostólico.

Durante los primeros 30 años la presenciapasionista quedó reducida al VicariatoApostólico de Tshumbe, convertido en diócesisel 10 de noviembre de 19594. En esta fecha lamisión contaba con 11 estaciones misionerasprimarias y 45 filiales en donde trabajaban conMons. Hagendorens 36 sacerdotes y 11 herma-nos pasionistas, y además algunos hermanos de

la congregación que el obispo había fundado y8 sacerdotes indígenas diocesanos. En elmomento de independizarse de Bélgica huboalgunos problemas, que llegaron a ser difícilesy trágicos después de la muerte de Lumumba5.En 1964 continuó la lucha de los grupos rebel-des contra el gobierno central y la misión pade-ció inmensos daños en sus estructuras, corrie-ron muchos peligros los misioneros y las reli-giosas, y los PP. Raimundo Halkett y LambertoJanssen fueron asesinados el 23 de octubre de1964.

La congregación comenzó a expandirse fuerade la demarcación misionera inicial y en 1964entró en Kinshasa y en 1983 en Lumbi. Desde1970 se comenzó la promoción vocacionalpasionista, a la vez que el obispo de Tshumbetrataba de formar el clero indígena y religiososindígenas creando una congregación diocesana.

En 1980 se admitió a los primeros candida-tos, y en 1982 fue erigido el vicariato regionalde Cristo Salvador. El vicariato se preocupó deser autosuficiente económicamente, al menospara los gastos ordinarios. En 1986 el capítuloprovincial creó un fondo para la formación enel vicariato, y en 1989 la provincia y el vicaria-to se incorporaron al proyecto del TeologadoAfricano de Kisima en Nairobi.

1 Decretos y Recomendaciones de los capítulos gene-rales..., Roma 1960, decr. N. 619.

2 Decretos y Recomendaciones Cit., decr. N. 650. 3 ACGP, Consulta General 1925-1946, f. 77. 4 Acta XXII, 1961-1963, p. 29. 5 Noticiario Pasionista en Acta XXII, 196 1b 1963, p.

[37-38].

P. Elie Muakasa y otros miembros del Sínodo

32


Desde 1998 la provincia, junto con el vica-riato, han trabajado en preparar la erección dela viceprovincia mediante encuentros y comi-siones “ad hoc”. De estos encuentros ha nacidoel compromiso de la provincia de continuardando ciertas ayudas económicas, y del vicaria-to de mantenerse fiel al carisma y a la misiónpasionista. El vicariato puede contar con 52religiosos más 2 novicios en 10 comunidades:Kinshasa Limete, Kinshasa Kisangani,Kinshasa Binza, Kinshasa St. Christophe,Kinshasa Makanza, Lumbi Paroisse, LumbiNoviciat, Lodja, Ototo y Lovo.

Por todo lo cual, visto el desarrollo del vica-riato, doy el decreto de elevación a viceprovin-cia.

DECRETOCon la autoridad que me otorgan las

Constituciones (n. 104), oído el parecer de lossuperiores mayores, P. Frans Damen, superior

provincial de la provincia de San Gabriel de laDolorosa, y del P. Elie Muakasa, vicario regio-nal del vicariato del Santísimo Salvador, y desus respectivos consejos; con el consentimientounánime de mi consejo, elevo y constituyo elvicariato del Santísimo Salvador, de laRepública Democrática del Congo, enViceprovincia del Santísimo Salvador; almismo tiempo, con el consentimiento de miconsejo, confirmo hasta la conclusión del pre-sente mandato al P. Elie Muakasa en el oficiode viceprovincial, y a los PP. Czeslaw Duda,Martin Fripont, Prosper Kuakasa y RichardMonsemvula, en el respectivo oficio de consul-tores de la viceprovincia.

El Señor, por intercesión de María Santísimapatrona de nuestra Congregación, de San Pablode la Cruz, nuestro Padre y Fundador, de losBeatos Mártires Congoleños, Isidoro Bakandjay María Clementina Annuarite, de los Santos yBeatos de la Familia Pasionista, bendiga a estaparcela de la Congregación, a fin de que, en fra-terna comunión con la Conferencia PasionistaAsia Pacífico, crezca y dé testimonio con la viday con la palabra de la más grande y estupendaobra del Divino Amor, Cristo Crucificado yResucitado.

Tengo plena confianza de que los actualesreligiosos que forman la nueva viceprovinciacontinuarán el compromiso apostólico de lospasionistas que sudaron y se fatigaron para esta-blecer la Iglesia Católica, hacer florecer laCongregación y preparar este día tan luminoso.

Los religiosos que han venido sucediéndosedesde 1930 dejaron con generosa fidelidad aCristo sus familias y su patria para cooperarabnegadamente a la acción salvadora de Cristo yservir al pueblo. Dos de ellos sacrificaron suvida. Todos han soportado inmensos sacrificiosen viajes, a menudo a pie, en los primeros añosen la selva ayudando a la gente a conocer a JesúsSalvador. Con la austeridad de su vida y con lasayudas que les llegaban de los católicos belgas,a pesar de las estrecheces de su nación, hanconstruido escuelas, dispensarios médicos yotras obras en beneficio de la gente, así como laspropias casas e iglesias. Pido a los religiososactuales y futuros que pongan a Cristo Salvadoren el primer puesto de sus vidas. Que sepan conamor mantenerse libres de cuanto pueda impe-dirles la vida comunitaria y apostólica, parapoder dedicarse totalmente a la misión evangeli-zadora. Siguiendo el ejemplo de la primeracomunidad apostólica, vivan con sobriedad,pobreza y espíritu de vida común, poniendo adisposición de la comunidad los propios talentosy cuanto producen con su trabajo para tener lonecesario para la vida, para el apostolado, parael mantenimiento de los bienes y propiedades,así como para ayudar a los pobres.

Roma, 6 de diciembre de 2004Retiro de los Ss. Juan y Pablo

P. Muakasa, Vice- Provincial (SALV)

33


ENTREVISTA CON EL HNO. LUIS GARCIA SOBRADOMODERADOR DEL XII° SÍNODO GENERAL

P. Luis Enrique Bernal, C.P.

El Hno. Luis García Sobrado, Vicario Generalde la Congregación de los Hermanos Maristas,orientó los trabajos de nuestro XII° SínodoGeneral en torno al tema de la Reestructuraciónde la Congregación. El Hno. Luis fue llamado aprestar este servicio al Sínodo dada su muyamplia experiencia en el tema en suCongregación.

Después de la experiencia de nuestro SínodoGeneral el BIP ha querido dirigirle algunas pre-guntas respecto al proceso que se está iniciandoen nuestra Familia Religiosa y que él está acom-pañando.

Gracias Hno. Luis por acceder a resumir enestas páginas tu experiencia y tu opinión perso-nal respecto al proceso que iniciamos los pasio-nistas. ¿Nos podrías hacer un breve resumen detu trabajo de estos años en el campo de laReestructuración?

Mi experiencia de reestructuración se puededecir que comienza ya en mis años de seminaris-ta con los hermanos maristas en 1959. Aquel año,la provincia marista a la que yo pertenecía se divi-dió en dos y en consecuencia los seminaristas fui-mos asignados a una de las dos nuevas provincias.Aquella reestructuración creó todo un impacto ytuvo consecuencias muy concretas tanto en la

vida como en la misión detodos esos seminaristas.Por ejemplo, el hecho deque me haya pasado vein-titrés años en África, vistodesde la perspectiva dehoy, se puede decir que sedebe al hecho de que per-tenecía a una de las dosprovincias y no a la otra.

Más recientemente, en1993, el XIX CapítuloGeneral de los HermanosMaristas pidió al nuevoConsejo General quehiciera un estudio de laviabilidad de las estructu-ras de gobierno en el

Instituto y que, a partir deese estudio, decidiera la reestructuración delInstituto según los criterios más apropiados parafavorecer la vitalidad de la misión y la vida maris-ta al servicio de la evangelización de los jóvenesen la sociedad contemporánea. Yo fui elegidocomo miembro del Consejo General y, fue, enton-ces cuando las circunstancias y la mano de Diosme llevaron a ocuparme en la reflexión que se nospedía para estudiar la viabilidad de las estructurasde gobierno y en el diseñar y acompañar los pro-cesos necesarios hasta llegar a acciones concretasde reestructuración.

Como consecuencia de ello, he formado partede equipos que acompañaron la reflexión de

Hno. Luis García Sobrado, FMS, Moderador del Sínodo

34


fondo y en los procesos de lanzamiento de losestudios de viabilidad y de reestructuración en lasdiferentes regiones del Instituto Marista. Miacompañamiento más concreto de los procesos yacciones de reestructuración se centró en la regiónde África y ahora en las regiones de Asia y delPacífico.

Hermano, la Reestructuración es un procesoque ya han asumido diversas Órdenes yCongregaciones en la Iglesia. Podríamos decirque es todo un movimiento en el seno mismo de lavida religiosa, que cada vez va tomando más cuer-po. Según tu opinión, ¿a qué se debe todo ello?

Pienso que todo este movimiento de reestruc-turación se debe a las transformaciones profundasque se están dando en los Institutos religiosos yque tiene mucho en común con las transformacio-nes que están cambiando el mismo modo de serhombre y mujer hoy, la forma de relacionarse, eltalante de ser religioso, cristiano e iglesia. Losmaristas pensamos durante un tiempo que concambiar nuestros modos de vivir comunitario, elestilo de las oraciones y aplicando a nuestrosapostolados las técnicas más avanzadas que conello ya todo se iría poniendo en su puesto y volve-ríamos a “vivir y a funcionar tranquilamente ybien renovados”. Después de cuarenta años deensayo nos encontramos con que todos esos cam-bios son solamente la punta del iceberg de lastransformaciones profundas que nos está pidiendo

Dios en este momento de nuestra historia. Yo creoque de un modo u otro todos los Institutos religio-sos estamos pasando por este proceso de concien-ciación de “darnos cuenta”. La conclusión es lapercepción creciente y común a muchos de estosInstitutos de que, para poder acompañar la vitali-dad de nuestro don, de nuestra vida y misión, noes suficiente “ser buenos”, tenemos que transfor-mar también nuestras estructuras, nuestra imagen,nuestra forma de ser presencia de Jesús en elmundo de hoy. En una palabra, necesitamos pasarde un modo de funcionar y de hacernos presentesque tiene todavía mucho que ver con el siglo XIXpara llegar a funcionar como un Instituto religio-so del siglo XXI.

Permíteme señalar algunas de esas transforma-ciones, a modo de ejemplo:

* Estamos pasando de un Instituto con unamayoría de miembros del “Norte”, a un Institutocon una mayoría de miembros del “Sur”, contodas las consecuencias prácticas que esta reali-dad tiene para la misma visión y vivencia de nues-tros carismas, de nuestra misión y nuestro talantede ser comunidad y de relacionarnos, para nohablar de las implicaciones a nivel de funciona-miento económico.

* Estamos pasando de Institutos con una per-cepción de misión “ad gentes” hacia el “Sur” aInstitutos con una percepción creciente de “nueva

evangelización” global: a todosy a todas partes desde todos ydesde todas las partes. Creo quela Redemptoris Missio asícomo los mismos análisis de laantropología cultural nos estánhaciendo cada vez más cons-cientes de la necesidad de lamulticulturalidad y la interna-cionalidad en la evangelizaciónde todas las culturas emergen-tes y culturas que evolucionancomo en convulsiones masivas,sacudidas por el maremoto delas globalizaciones.

* Estamos pasando deInstitutos organizados para ani-

Provinciales participando en la Liturgia de Apertura

35


mar y acompañar a religiosos consagrados, conuna tradición cultural y familiar estables, haciaInstitutos cuyos carismas se convierten cada vezmás en fuente de vida para seglares y generacio-nes sin raíces culturalmente cristianas o católicasy, sin embargo, profunda y urgentemente necesi-tadas de nuestras místicas y de nuestras espiritua-lidades. Y estoy seguro que Ustedes pueden aña-dir un largo etcétera.

Un momento histórico como el que vivimosestá ofreciendo espacios cargados de oportunida-des para recrear y potenciar tanto la vida como lamisión de nuestros Institutos. Sin embargo, creoque esto no sucederá espontáneamente. Necesitareflexión lúcida y discernimiento humilde yvaliente para tomar las decisiones institucionalesque puedan facilitar este nuevo modo de serpasionista, marista o jesuita en el siglo XXI.

Hermano, llevas varios años vinculado al proce-

so de la Reestructuración en tu Congregación.¿Qué lecciones has recibido de esta experiencia?

Pienso que la experiencia de fondo de todosestos años de reestructuraciones es la de la fuerzade la espiritualidad de un Instituto religioso: laconvicción creciente de que el carisma congrega-cional es un precioso don para el mundo de hoy.

Una segunda experiencia es la de la fuerza de

la fraternidad. Muchos de nuestros hermanosmayores sentían que era mejor para ellos “nometerse en todos estos líos de la reestructura-ción”. Pero reflexionando y orando, mirandohacia el futuro, muchos también decidieron cola-borar de corazón con el proceso para ofrecer a loshermanos jóvenes y a las futuras generaciones unInstituto donde puedan vivir mejor la misión y elcarisma que se les ha confiado. Finalmente, elamor de los hermanos fue más fuerte que la pru-dencia humana. Y esa misma fraternidad está ayu-dando de un modo decisivo a superar las dificul-tades de hacer madurar las nuevas formas yestructuras.

Una tercera lección que he aprendido en estosaños ha consistido en darme cuenta de la impor-tancia de envolver a todos los hermanos y a unbuen número de seglares en el proceso mismo: laimportancia que tiene el hecho de que cada uno sehaya sentido escuchado y consultado. Idealmente,

el proceso de reestructura-ción debería abrir espacios deoportunidad para el ejerciciode la comunión fraterna.

En fin, una cuarta conclu-sión que yo sacaría de estaexperiencia es la importanciadel apoyo y de la colabora-ción de los responsablestanto en las Provincias comoen las Viceprovincias yVicariatos. Y al decir esto merefiero no solamente a lossuperiores provinciales sinotambién a sus Consejos. Sinel apoyo de todos ellos serámuy difícil que funcionesatisfactoriamente un proce-

so de reestructuración.

Vayamos a los Pasionistas. Fuiste llamadopor nuestra Curia General para acompañar esteproceso en sus primeros pasos. Nos gustaríasaber tu opinión acerca de lo que ha sido estaexperiencia con nuestra Congregación, en parti-cular cómo has percibido este Sínodo apenasterminado en torno al tema de la Reestructura-ción.

Algunos Estudiantes de los Santos Juan y Pablo

36


En primer lugar, permíteme aclarar que laCuria General Pasionista invitó a nuestroSuperior General, Hno. Seán Sammon. Y sinduda que él hubiera sido la persona ideal paraayudarles en su reflexión y lanzamiento del pro-ceso en el Sínodo. Sin embargo y comprensible-mente, como Superior General, se dio cuenta queno podría dedicarles todo el tiempo y energía queimplica tal acompañamiento. Entonces me pidióa mí que les ayudara. Lo he hecho con muchogusto, pero muy consciente de mis limitaciones.Y esto lo digo sin ñoñerías. Ojalá, mis pobresayudas sirvan de algo a San Pablo de la Cruz parahacerles no solamente ver con amor y compasiónal Crucificado y a los crucificados de hoy, sinoque ellos también les puedan ver y reconocer congozo y esperanza.

Mi experiencia básica en el acompañamientode este XII Sínodo Pasionista ha sido ante todo lade encuentro con una espiritualidad rica y pro-funda: su espiritualidad. La había encontrado, sindarme cuenta, en mis veranos de infancia en un

pueblo de Galicia, llamado Melide donde vivíanmis abuelos maternos. Los domingos y días defiesta mis abuelos nos llevaban a Pastoriza, alconvento de los Pasionistas. Mi abuela se sentíacercana a su espiritualidad. Ella me enseñó unaoración que llamaba pasionista: “Señor Jesús queme falte todo, pero que no me faltes tú”. Despuésya sólo volví a encontrarme con Pasionistas enNairobi en los años ochenta. Pero nunca olvidéesa oración.

En segundo lugar, sentí una serie de diferen-cias entre los Pasionistas y los Maristas: me hedado cuenta que su Instituto tiene una larga tradi-ción, más larga que la de los maristas; su Institutoes un Instituto clerical mientras que los maristassomos lo que antes se llamaba un Instituto laical;su carisma tiene raíces fundacionales italianas,mientras que el nuestro hunde sus raíces en sen-sibilidades y culturas francesas; la misión maris-ta está fuertemente centrada en la educación delos jóvenes; los Pasionistas tienen una misión

Hno. Luis orientando el Sínodo

37


más diversificada. Todo ello colorea una forma deser y de hacer y me ha hecho ver todavía más cla-ramente la importancia de que todo proceso dereestructuración se inculture en el carisma y en elser profundo de cada Instituto. Los sinodalesobservaron en diferentes ocasiones que el proce-so de reestructuración pasionista no puede nidebe ser simplemente una adaptación de un pro-ceso Marista. Y estoy completamente de acuerdo.

Y en tercer lugar, siento unprofundo agradecimiento porhabérseme dado este privilegiode poder acercarme a la vida desu Instituto a través de la convi-vencia cercana y sencilla de suslíderes.

En fin, Hermano, ¿podríashablarnos de las cosas concre-tas que se han conseguido en elámbito organizativo, apostólicoo carismático tras el proceso deReestructuración que se ha rea-lizado o se está llevando a cabotanto en tu Congregación comoen otras?

Los que han acompañado procesos de rees-tructuración están en su mayoría de acuerdo endecir que es difícil analizar resultados antes de, almenos, seis años de experiencia, después dehaber comenzado a funcionar dentro de unaProvincia, Viceprovincia o Vicariato reestructura-dos.

Aunque el proceso marista de reestructuracióncomenzó en el año 1993, sin embargo las prime-ras provincias reestructuradas comenzaron a fun-cionar solamente hace ahora cinco años. Lamayoría de ellas llevan ahora dos o tres años. Detodas maneras, creo que se puede hablar de algu-nos signos positivos.

El mismo proceso de reestructuración ha yacreado como una nueva visión más amplia, másmulticultural, más internacional tanto entre her-manos como entre seglares. Y esta visión comien-za a manifestarse en una actividad creciente parafuncionar cada vez más en red: en comunicación

y colaboración interprovincial, interregional eintercontinental. Por ejemplo, el número de per-sonas que se están ofreciendo o interesando por laposibilidad de dar unos años de su vida al servi-cio de la misión y de la vida en otros Continenteso naciones, ha crecido de un modo perceptible.Incluso, dentro de un mismo territorio provincialse ve mayor disponibilidad, más ganas, de movi-lidad.

En el ámbito de la organización de las finan-zas, las Provincias con mayores posibilidadesestán dando pasos muy significativos en la crea-ción de fondos para permitir a Provincias del“Sur” que funcionen con autonomía y aseguren lacalidad de la formación de un número crecientede aspirantes, seminaristas y hermanos jóvenes.

En mis encuentros con los ConsejosProvinciales de las dos Provincias que llevan másaños reestructuradas, Europa Centro Oeste yÁfrica Austral, los dos Consejos no dudaron enafirmar que el proceso y las acciones consecuen-tes de reestructuración han traído aire fresco a lascomunidades y los proyectos educativos y demisión, han permitido iniciativas que no se dabandesde hacía tiempo y que no haberse reestructu-rado hubiera sido un error.

Hoy estoy convencido de que el proceso dereestructuración ha sido una gracia de Dios paralos hermanos maristas.

Presentaciones concernientes a los modelos de Reestructuración

38

NÚMERO ESPECIAL DEL XII SÍNODO GENERAL - TEXTOS BÍBLICOS

A continuación colocamos los textos bíblicos que han inspirado y acompañado la oración litúrgica del Sínodo.

(Mc. 14:32-42)35 Adelantándose un poco cayó en tierra y orando decía, que si

fuese posible no tuviese que pasar por aquella hora. 36 Y decía: Abbá, Padre, todas las cosas son posibles

para ti; aparta de mí esta copa; pero no, no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.

(Mc. 14:22-26)22: Mientras comían tomó el pan y pronuncióla bendición, lo partió y lo dio a sus discípu-los diciendo: “tomad, esto es mi cuerpo”.

Luego tomó el cáliz dio gracias se laentregó y todos bebieron. 24: y dijo: “

Esta es mi sangre, sangre de la alianzaque será derramada por muchos. 25:En verdad os digo que yo no beberé

más del fruto de la vid hasta el día enque lo beberé nuevo

en el Reino de Dios”.26: y después de haber cantado

himnos salieron hacia el monte de los Olivos.

(Ag. 1:1-11)2: Así dice el Señor de los ejércitos:

este pueblo dice: “Todavía no havenido el tiempo de reconstruir la

casa del Señor”.

(Rm. 11: 11-24)16: Si las primicias son santas, lo será

también toda la pasta; si es santa la raíz,lo serán también las ramas.

(2Re. 4: 1-7)Tu sierva no tiene en casa más que un poco

de aceite. 3: Le dijo: “ Ve y pide prestado a tusvecinos vasijas vacías, en el mayor número posi-

ble. 4: Luego entra en casa con tus hijos y cierra lapuerta; echa el aceite en todas aquellas vasijas, las lle-nas ponlas aparte” 5: La mujer se fue y se encerró en sucasa con sus hijos; ellos le pasaban las vasijas y ella las lle-

naba. 6: Cuando las vasijas estaban llenas, dijo a su hijo:“Tráeme ahora otra vasija”.

Le respondió: “Ya no hay más”. Y se detuvo el aceite.

39

NÚMERO ESPECIAL DEL XII SÍNODO GENERAL - TEXTOS BÍBLICOS

(Lc. 21: 29-37)29: Y les dijo a ellos una parábola: “ Fíjense en la higuera y en todas las plantas;

30: cuando comienzan a brotar ustedes se dan cuenta que está cerca el vera-no. 31: Así también, ustedes cuando vean que suceden estas cosas,

sabrán que el Reino de Dios está cerca.

(Is. 61: 1-4)4: Reconstruirán las viejas ruinas,

levantarán los antiguos edificios,restaurarán las ciudades desoladas,

devastadas de muchas generaciones.

(Mt. 25: 1-13)1: El reino de los cielos es similar a diez don-

cellas que, tomaron sus lámparas y salieronal encuentro del esposo. 2: Cinco de ellasfueron necias y cinco prudentes.

(1Re. 17: 7-16)14: Esto dice el Señor: la harina de latinaja no se agotará y el cántaro delaceite no se vaciará hasta el día enque el Señor haga llover sobre la tie-rra. 15: Ella se fue e hizo lo queElías le había dicho y tuvieron comi-da ella y su hijo por varios días. 16:La harina de la tinaja no se agotó y elaceite del cántaro no disminuyó,según la palabra que el Señor habíapronunciado por medio de Elías.

(Gen. 8: 6-12)Esperó otros siete días y de nuevo soltó

a la paloma fuera del arca. 11: Y la palo-ma volvió al atardecer, trayendo en su pico

un ramo de olivo. Noé comprendió que lasaguas se habían retirado de la tierra.

(Hch. 1: 12-14)12: Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte

de los Olivos, que es vecino a Jerusalén en cuanto alcamino permitido en sábado. 13: Cuando llegaron

subieron al piso superior donde vivían… 14: Todos elloseran asiduos y concordes en la oración, junto con algunas

mujeres y con María, la madre de Jesús y de sus hermanos.

(1Sam. 16: 1-13)13: Samuel tomó el cuerno del aceite y lo consagró con la unción en medio

de sus hermanos, y el Espíritu del Señor se posó sobre David.

40


“Ceremonia de Apertura del Sínodo”

41


“Sesiones de trabajo del Sínodo”

42


“Descanso y Recreación”

43


“Liturgia del Sínodo”

Boletín Internacional Pasionista - PASSIOCHRISTI...Boletín Internacional Pasionista No. 7:...

Documents

Transcript of Boletín Internacional Pasionista - PASSIOCHRISTI...Boletín Internacional Pasionista No. 7:...