Benítez Rubio, Fco. Javier - 37-77

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    Amanece el 28 de abril de 2012. Ha llovido a cantaros toda la noche, pero

    el amanecer es claro y fro. Marius von Metz ha pasado mala noche. Durmi

    poco y mal, dndole vueltas a los datos que ha venido sacando el sismgrafo en

    los ltimos das. Hoy ha sido el primero en despertar en Martin des Vivis, en

    la Isla de msterdam. Aquello es un trozo de roca en medio del Ocano ndico,

    a medio camino de Madagascar y Australia, con poco ms de 50 km 2. Una

    veintena de cientficos viven e investigan all gran parte del ao. Ese pedacito

    de Humanidad pertenece a los Territorios Australes Franceses. Ya queda poco

    para volver a casa.Otras maanas, para cuando Marius sale de su cuarto, Monique Caada,

    una biloga marina que lleg esta misma campaa con l, ya est fuera

    observando leones marinos y otros bichos acuticos. Aquel da le haba ganado

    por la mano. Al poco de deambular por la Base, apareci su biloga favorita y

    su cara de eterna felicidad. Bajaron hasta la cala. Monique cogi con fuerza su

    nuevo y reluciente Newcon LRB 7x50 con telmetro laser. Era buena hora para

    buscar familias de delfines deambulando de aqu para all. Mientras, Marius

    con sus ruidosas y hambrientas tripas, pateaba algunos chinos que encontraba

    por el suelo. Cuando levant la cabeza vio algo nuevo, algo que no haba visto

    hasta entonces. Pidi a Monique que le dejara sus prismticos ltimo modelo,

    para ver qu era esa mancha que se oteaba al norte.

    Marius se qued boquiabierto. Monique acostumbrada al histrionismo

    bromista de su compaero sismlogo no prest demasiada atencin. Perocuando llevaba un par de minutos sin mover un msculo, se volvi hacia l

    golpendolo en el hombro. Marius apart los binoculares de sus ojos y la

    expresin de su rostro intranquiliz mucho a Monique. Tienes que ver esto, le

    dijo. Monique tom su preciada propiedad y mir,y pens,y entendi que

    no entenda cmo aquel inmenso artefacto de color negro poda estar

    suspendido en el aire en medio del Ocano ndico. Y para colmo, el telmetro

    laser dejaba de funcionar cuando apuntaba hacia el objeto.

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    Vivimos en la era digital, de los ordenadores y los satlites, el GPS,

    internet y el todo los gadget que pari la privilegiada mente del difunto Esteve

    Jobs. Para cuando Marius y Monique estaban sentados para desayunar, poco

    ms de una hora despus del primer avistamiento, el mundo que est detrs delmundo, ya est cavilando sobre qu narices era aquello. La cadena de mando

    haba funcionado a la perfeccin. El director de la Base haba informado a sus

    superiores en Pars del avistamiento. A partir de ah y en cuestin de segundos,

    la informacin fue escalando y escalando por las jerarquas de la informacin

    hasta llegar a las grandes cimas del mundo. Para cuando Marius y Monique

    vuelven a estar sentados para almorzar el rancho de cada da, la base

    norteamericana de Diego Garca, en las Maldivas, es un autntico hervidero de

    actividad frentica. La Quinta Flota ya se ha puesto manos a la obra. Y s, de

    nuevo, para cuando Marius y Monique comparten la frugal cena, como de

    costumbre, el mundo ya es otro. Todo el mundo es otro. La cuestin que se

    plantea ahora es qu hacer con l?

    El piloto del Grumman E-2 Hawkeye Advance no da crdito a lo que est

    viendo. No se cree lo que su mirar le dice a su cerebro. La mquina no falla. La

    mquina no ha fallado nunca. Est pilotando una de las joyas de la corona. La

    cabeza s, sus sentidos tambin. Lo est viendo, se acerca, cada vez parece ms y

    ms grande. Un muro negro en medio del cielo. El piloto mira al copiloto y ste

    le devuelve la misma cara de palo de siempre. Ya casi lo tienen encima. Ahora

    piensa cmo le va a explicar eso a sus superiores sin que estos crean que la

    tripulacin entera se ha vuelto loca. Pero est ah. Y en la mquina no sale nada.

    La mquina dice que ah delante no hay nada. Bueno, nada no. Hay lo de

    siempre, agua, aire, nubes, viento, o sea, nada. Aquella nada no tena pinta de

    ser nada, ms bien todo lo contrario. Una inmensa mole cilndrica, de color

    negro, ms ancha que alta, girando lentamente. El piloto decide rodear al

    artefacto, antes de comunicarse con el Mando. Vuela alrededor, por encima, por

    debajo. A esa distancia pareca completamente lisa, sin protuberancias ni

    aristas. Al piloto, fan impenitente de los Boston Bruins, le pareca el puck de

    hockey ms grande del mundo.

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    Aquello ya estaba pasando de castao oscuro. El Mando haba informado

    a su Mando de que la mquina deca que no haba nada, pero los cinco

    tripulantes del AEW juraban sobre cualquier versin de la Biblia que haban

    visto un artefacto suspendido en el aire. La cosa puede desbocarse, piensan enel Mando, si algn buque en ruta martima hacia el Antrtico se topa con el

    artefacto. O peor, incluso, si algn vuelo comercial termina avistando el puck,

    aunque sea de lejos.

    Es hora de poner a trabajar a la flor y nata de nuestra tecnologa, los

    satlites. Pero no cualquiera. Esos que no existen, esos que slo salen en las

    pelculas de espas. Esos que orbitando a miles de pies pueden mostrarte la casa

    donde vives, pero con todo lo que hay dentro. Si la versin comercial del

    Google Earth es una pasada, imagina el nivel de detalle que tienen nuestros

    juguetitos. En el Mando ya se olfatea la victoria. Solo hay que pulsar las teclas

    adecuadas. Esperar un poco, y En el Mando, un minuto despus, se masca la

    tragedia. All, o ah, no hay nada. Nada no. Hay lo de siempre, agua, aire,

    nubes, viento, o sea, nada. La mquina, la sper mquina que todo lo ve, que

    todo lo oye, que todo lo detecta, que nada se le pasa, la que cuenta la verdad de

    lo que existe, dice que all no hay nada ms que lo de siempre.

    Ahora s que s, ahora las alarmas empiezan a encadenarse. Ahora los

    Mandos tcnicos y militares comienzan a levantar sus telfonos para ponerse en

    comunicacin con sus Mandos. Con los dueos del mundo que est detrs del

    mundo. Ese mundo que no se ve, ni se oye, del que solo se conocen susurros y

    cuchicheos. El estupor de los dueos del mundo es mximo. Cmo no? Cmo

    es posible que no detecte nada si lleva la tecnologa ms avanzada que existe en la faz de

    la Tierra, les espetan a los tcnicos y cientficos. Claro, su juguete, el juguete que

    ha costado un dineral, no es capaz de detectar un descomunal artefacto slido a

    menos de 1.500 metros sobre el mar. Ni una foto de las de toda la vida, ni

    siquiera medio minuto de simple video. Nada. Eso hay que verlo, dicen. Hay que

    mandar a alguien sano y cuerdo que vaya hasta all abajo y vea con sus ojos,

    con nuestros ojos, que aquel maldito puck negro est all de verdad. Aquella

    noche de 28 de abril ms de uno tuvo pesadillas. Y con razn.

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    Y en medio de la mar ndigo y ocana, a mitad de camino a ningn sitio,

    comenzaron a juntarse buques de guerra de diferentes banderas. Las noticias

    vuelan en el mundo que est detrs del mundo. Un mundo secreto, lleno de

    secretos donde no se puede guardar un secreto. Arremolinados a la sombra delartefacto que no exista porque las mquinas pluscuamperfectas decan que all

    no haba nada. Y sin embargo, a uno tras otro, iban desencajndose las

    mandbulas por el asombro ante semejante nada. Desde el ms humilde

    marinero hasta el ms condecorado de los comandantes. All estaba, sobre sus

    cabezas, y no haba narices de sacarle una foto, no haba un dios que lo cogiera

    en video. Ni pantalla que lo mostrase, ni rayo ni onda ni barrido electrnico que

    lo denunciase. Nada, all no haba nada y sin embargo todos lo vean.

    Si las mquinas tuvieran corazn, las pobres se hubieran sentido

    profundamente dolidas, a la vista de los maltratos e improperios que sufrieron

    durante los meses siguientes. Fueron insultadas en varios idiomas y golpeadas

    con distintos niveles de contundencia. No qued un tcnico, civil o militar, con

    el suficiente permiso de seguridad que no intentara hacer su alquimia tcnica

    con su aparataje particular. Y todos ellos salieron como entraron, con cara de

    haber visto la nada. Un poema. Y nos encajamos en agosto, invierno austral,

    para el que no lo sepa. A uno de los comandantes, el fro le hizo recuperar la

    compostura, y tras encajarse los maxilares, tuvo la feliz ocurrencia de mandar

    un equipo tctico a que se posara sobre el artefacto. Aquello haba que tocarlo.

    Como fuera, pero haba que tocarlo y zanjar de una vez por todas la duda que

    atenazaba a tantos. O las mquinas no valan para aquello, o estaban todos

    zumbados. Y all fueron, montados en un reluciente Chinook CH-47. Pocasveces, a lo largo de la honorable historia de los cuerpos de lite

    norteamericanos, el costalazo que se pegaron aquellos Navy Seals fue ms

    vitoreado y aplaudido. La cordura de la humanidad bien vale un buen porrazo.

    Y aqu estamos, arriba. Y ya que andamos por aqu, qu tal si ejercitamos una

    especialidad genuinamente humana. Intentado cortar, romper, abrir, separar,

    traspasar, dividir, quebrar, desbaratar, partir, aquella coraza negra pulimentada

    hasta el paroxismo. Y tampoco, nada de nada.

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    El tiempo pasa. La paciencia se agota. Los barcos empiezan a marcharse.

    Ya slo se hacen compaa los norteamericanos y los chinos. Tampoco sube

    nadie all arriba. Ya no traen ms cientficos con sus mquinas. Por no poder no

    se puede ni grabar un video con el telfono mvil. Los servicios de informacinpocas veces han tenido menos trabajo para controlar las filtraciones. Nadie tiene

    nada. Hay que bajar all abajo, al ombligo del mundo para poder verlo con tus

    propios ojos. Y ya est. El puck gira y gira. El Mundo tambin gira y gira, con

    su Crisis, su tensin con Irn, la Eurocopa de ftbol de Polonia y Ucrania.

    Como los amores de verano, tras la efervescencia y el acaloramiento de la

    accin continua, llega el otoo y las ganas de reposar y pensar con ms

    tranquilidad. Ahora la ebullicin llega a los despachos de los tericos, los

    expertos en plantear hiptesis, en establecer aprioris, en fabricar suposiciones.

    La frentica actividad neuronal de ese puado de prohombres iba dejando

    montaas de informes sobre los despachos de los dueos del mundo. A los dos

    das, estaban empachados de tanta letra times new roman del 12, interlineado

    doble y formato de citacin de Ottawa.

    Y pas la fase de la conmocin por el descubrimiento. Y pas la fase de lafrustracin por no poder meterle mano al artefacto. Y llega la fase de la rabia

    que produce observar cmo lo que consideramos lo mejor de nosotros mismos

    se nos va al garete. Aqu estamos, con todos nuestros avances tecnolgicos

    multimillonarios, y no somos capaces ni de hacerle una foto. Y luego, la

    desconfianza y del miedo. Porque piensan, qu hara yo si tuviera una

    tecnologa tan tremenda que ninguna otra tecnologa le hace sombra. Se asustan

    de ser ellos mismos, se angustian de pensar del modo que lo hacen. Si todos losseres racionales y estratgicos capaces de construir una cosa as tienen que

    pensar como yo, que soy tambin racional y estratgico, tenemos un problema

    de los gordos. Es definitivo, la decisin est tomada, el puck ya no es una

    incgnita, ya no es un misterio. Es una amenaza. En el punto exacto de la

    cruceta que forman el paralelo 37S y el meridiano 77E, se encuentra la nada que

    cambiar el mundo.

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    2 de enero de 2013. Sin avisar. Sin anestesia, ni analgesia. Todava hay

    gente celebrando el ao nuevo. El mundo se mueve, pero est parado. Al

    unsono, aparece en la bandeja de entrada de millones de cuentas de correo

    electrnico un extenso e-mail con un archivo pdf en su interior. El sistema no loaloj en la bandeja de correo no deseado, ni lo marc como Spam. El texto es un

    escueto mensaje, repetido en un largo nmero de idiomas. El mundo entero, de

    golpe y porrazo, se despierta del sueo. El mensaje no slo ha sido enviado a

    los dueos del mundo, o a los que viven en el mundo que hay detrs de este

    mundo. Ha llegado a todos los organismos oficiales y pblicos de todos los

    Estados del Mundo. Ha llegado a todas las Organizaciones Internacionales,

    cualesquiera que fuera su mbito de actuacin. Ha llegado a las redacciones de

    todos los medios de comunicacin del Mundo. Ha llegado a todo el mundo que

    tenga una cuenta en facebook, tuenti o cualquier otra red social Alguien nos ha

    dado un ultimtum.

    Exigimos que se nos entregue de manera inmediata la porcin del globo terrestre

    comprendidas entre el paralelo 10N al 25S, y los meridianos 20W al 55E. Tienen de

    plazo 14 das a contar desde hoy.

    37S-77E

    Y como ya no nos creemos nada de nadie, casi la misma cantidad de

    millones de personas que recibieron aquel correo electrnico lo mand a la

    basura. Fuera. Pero, a los dueos del mundo aquel 37-77 les sonaba, saban que

    exista aunque fuera una nada negra y cilndrica. Y callaron. Guardaron

    silencio. No era siquiera una cuestin de conveniencia para mantener

    apaciguada a la ciudadana. La cuestin era que los tomaran por locos porque

    no podran demostrar con nada tangible que en medio del Ocano ndico haba

    un artefacto flotando sobre las aguas. Y ahora, el artefacto mastuerzo se

    comunicaba con ellos a travs de su propia tecnologa. Aquella superioridad era

    demasiado para la soberbia y la arrogancia de los dueos del mundo y sus

    inventores de mquinas.

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    15 de enero de 2013. Haban sido das de tormenta y vientos fuertes como

    el demonio. Pero el amanecer de aquel martes trajo una calma extraa, que

    levant cierto resquemor en los marineros ms avezados que languidecan bajo

    el puck. Al medioda el status quo cambi radicalmente. La base del disco negrocomenz a abrirse por el centro. Un punto azul fue abrindose ms y ms. En

    los navos que estaban abajo ya sonaba la voz de alarma y se preparaban para lo

    peor. Lo que pas es que lo peor no se lo llevaron ellos. De la abertura parti un

    haz de luz que se clav en el mar a una velocidad endiablada. Ningn aparato

    registr algo, ni onda, ni campo magntico, ni fuerza, absolutamente nada.

    Ninguna cmara de vdeo vio lo que observaban los soldados y marinos.

    Ningn dispositivo de audio capt el ligero zumbido de la luz azul bajando

    hasta el oleaje. Durante 30 segundos interminables el haz estuvo horadando la

    dcil superficie marina. Y ces. Y se cerr la abertura. Y el artefacto volvi a

    girar.

    Pero una de las muchas mquinas que durante meses estuvieron ciegas y

    mudas, comenz a dar seales de vida. El sismgrafo rasgaba el papel con

    violencia, como cuando el corazn es atacado por una fibrilacin ventricular.

    Un terremoto comenzaba a cobrar vida. Ahora s que fue ensordecedor el

    estruendo de sali de la Tierra. Y toda mquina, aparato, mecanismo y

    tostadora empezaron a zumbar como locas. Como si hubieran recordado de

    repente cul era su papel en este juego. A partir de ah el agua fue la que

    comenz a moverse. Y el horror cay sobre el Mundo.

    Un tsunami comenz a recorrer miles millas hacia el norte, devorando

    todo lo que tena a su paso, fuera buque, atoln, islote, isla, archipilago ocontinente. Al agua le daba lo mismo, no hizo distingos ni discriminaciones. Se

    llev por delante a los ricos que veraneaban tranquilamente en las Maldivas y

    las Seychelles. Tambin a cientos de miles de pobres hindes de Tamil Nadu y

    Sri Lanka. La tragedia de 2004 se qued pequea.

    Los dueos del mundo callaron, siguieron guardando silencio. Como si

    no supieran nada. Como si no supieran nada de la nada.

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    16 de enero de 2013. La crisis econmica estremece los cimientos de casi

    todo Occidente. Oriente Medio es un autntico polvorn en busca de una mecha

    que lo haga saltar por las nubes y ahora los cientos de miles de muertos en el

    ndico. Parece que las plagas de Egipto estn ms de moda que nunca. As quecuando millones de personas volvieron a recibir un extrao e-mail hablando de

    tonteras y coordenadas, hicieron lo mismo de antes, tirarlo a la basura. No se

    puede decir que no avisaron con tiempo. Misma misiva, escueta, minimalista,

    centenares de idiomas, patibularia.

    Exigimos que se nos entregue de manera inmediata la porcin del globo terrestre

    comprendidas entre el paralelo 10N al 25S, y los meridianos 20W al 55E. Tienen de

    plazo 7 das a contar desde hoy.

    37S-77E

    El ciclo se repite. El silencio de unos, la ignorancia de casi todos. El da

    21, a medioda. Ahora un puado de buques ms bajo el disco, pero armados

    hasta los dientes. Esta vez no hubo abertura, ni haz de luz, ni terremoto ni

    tsunami. Esta vez, nos mandaron a la Edad Media durante 5 eternos minutos.

    Por toda la superficie negra del puck comenz un destello ambarino queaumentaba y aumentaba hasta convertir el negro tizn del disco en un naranja

    clementina. Fueron apenas 15 segundos de destello anaranjado. Y entonces el

    mundo de apag. dej de funcionar se par, se cal nadie baj a empujar.

    Un pulso electromagntico de caractersticas desconocidas apag sbitamente

    todos los aparatos electrnicos y digitales del orbe. El Caos cabalgaba de nuevo

    por las ridas estepas del mundo moderno, que entreg la llave de su alma a los

    ordenadores y el mundo virtual. No quiso la Fortuna que cuando pasaron esos300 segundos todo comenzara a funcionar del mismo modo en que se apag, y

    que ningn dato, ningn byte se perdiera. Los Banqueros salieron ganando,

    para la aviacin fue el apocalipsis. No fue ella, fue el artefacto el que par el

    tiempo y el espacio. Y mand continuar el mundo como si nada. Pero eso no

    consol a los miles de muertos en accidentes areos. Y como pozo sin fondo, a

    alguno de los dueos del mundo, en su aviesa existencia, se le ocurri un

    pensamiento envidioso: Hay de m, si tuviera yo ese poder.

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    22 de enero de 2013. Durante los combates de boxeo, hay un momento en

    el que el contrincante que est recibiendo una somanta de palos, entra en un

    estado de consciencia tal que no sabe nada de s mismo y del mundo que le

    rodea. Un trance en el que dolor ya no duele, la mirada no mira, ni el odoescucha, la razn no piensa. En el que el cerebro no puede manejar esos

    estmulos y parece desconectar al sujeto del objeto. Nadie abri el correo

    electrnico ese da.

    Exigimos que se nos entregue de manera inmediata la porcin del globo terrestre

    comprendidas entre el paralelo 10N al 25S, y los meridianos 20W al 55E. Tienen de

    plazo 6 meses a contar desde hoy.

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    Y por si fuera poco, sbitamente, un punto negro comenz a parpadear

    en todos los radares de barcos y aviones. Los aparatos, mquinas, mecanismos

    y batidoras comenzaron a lanzar rayos y centellas por todo el mundo. Las lucen

    tintineaban, las bocinas cotorreaban. Teras y teras de datos comenzaron a

    engordar los ordenadores de los cientficos que acechaban al puck flotante. Yfotos, y videos, y termografas, y escneres, y pitos, y flautas. Los dueos del

    mundo no pudieron parar la tromba. El tsunami que los coloc a ellos en la

    picota.

    Fue una televisin australiana la que primero conect en directo con el

    37-77. Mostr al mundo como un artefacto cilndrico y negro, similar a una

    pastilla de hockey sobre hielo, flotaba ah arriba movindose a su aire. Y eran

    cientos de canales en todo el mundo los que retransmitieron el ataque con

    misiles que una coalicin de pases lanzaron sobre la negra nada, convertida

    ahora en el todo omnmodo. No explotaron, ninguno. Los proyectiles se

    limitaron a golpear la superficie del disco y caer a plomo sobre el mar. Ms de

    uno se suicid aquel da. La omnipotencia era demasiado grande para razonarla

    y digerirla.

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    El mundo se dio la vuelta como un calcetn. El creyente se hizo ateo, el

    ateo comenz a rezar, el de derechas se hizo de izquierdas y el de izquierdas de

    derechas, lo mismo pas con los demcratas y republicanos. Hay una leyenda

    urbana que afirma que uno del Barcelona se hizo del Real Madrid. El sentido dela vida subvertido, el orden trastocado, el concierto perdido, la proporcin

    ejecutada, las categoras anuladas. Los aparatos, mquinas, mecanismos y

    cafeteras ya funcionan, hacen bit, bit, bit. El dinero sigue movindose

    escurridizo por los fantasmales canales virtuales. Los dueos del mundo siguen

    mandando, pero ahora tienen que tomar la decisin ms importante de la

    historia: si entregan frica al artefacto o inmolan al resto de la Humanidad a

    otras catstrofes ms terribles todava.

    El mundo est hecho unos zorros, con pocas ganas de meterse en

    fregados sobre tica y moral, y si es digno salvarse uno mismo a cambio de la

    vida de otro. Jodido mundo este de decisiones complicadas. Mquinas para

    todo y para esto no hay una maldita tecla con la que poder tener consuelo. Ya lo

    dijo la Reina Borg, de los Borg de toda la vida: Toda resistencia es ftil. Aunque es

    posible, muy probable incluso, que alguna maana de estas, alguien tenga un

    barrunto inesperado y surja una pequea llama contagiosa y se la transmita a

    otros, y estos otros a otros muchos:Mientras hay vida hay esperanza.

    22 de julio de 2013. Lleg el da.

    Fco. Javier Bentez Rubio

    Uno ciego y poco lcido que aora al Maestro

    La gran maravilla del ser humano es exactamente sa, que se hizo a s mismo

    Jos Saramago [Jos Saramago en sus palabras. Alfaguara, 2010 Madrid, pp. 180]