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ave MaríaREVISTA MARIANA DEL PUEBLO DE DIOS

NÚMERO 769 - Diciembre 2010

AVE MONTADA:Maquetación 1 12/11/10 18:41 Página 1

«LA FAMILIA, ESPERANZADE LA HUMANIDAD»

Edita: Asociación de Sacerdotes y Religiosos de San Antonio María Claret

Consiliario: P. Manuel Martínez Cano, MCR

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AVE MARÍAREVISTA MARIANA MENSUAL

DEL PUEBLO DE DIOS. FUNDADA EN 1924,APROBADA Y BENDECIDA POR EL PAPA

En portada: Templo de la Sagrada Familia.Detalle central de la fachada del Nacimiento.

El pasado 7 de diciembre, Benedicto XVI,en Barcelona, consagró el templo expiatoriode la Sagrada Familia y le dio el título deBasílica. «Hoy –dijo–, he tenido el enormegozo de dedicar este templo a quien siendoHijo del Altísimo, se anonadó haciéndosehombre y, al amparo de José y María, en elsilencio del hogar de Nazaret, nos ha ense-ñado sin palabras, la dignidad y el valor pri-mordial del matrimonio y la familia».

Desde la puerta de la Natividad del hermo-sísimo templo ideado por Antoni Gaudí, antemiles de personas, el Papa Benedicto XVIintrodujo, en latín, el rezo del Ángelus afir-mando la importancia de la familia, como yalo había hecho unos momentos antes en lahomilía.

La familia –afirmó– es la «esperanza de lahumanidad», pues en ella «la vida encuentraacogida, desde su concepción a su declivenatural».

Y Jesucristo «nos ha enseñado tambiénque toda la Iglesia, escuchando y cumplien-do su Palabra, se convierte en su Familia. Ymás aún, nos ha encomendado ser semillade fraternidad que sembrada en todos loscorazones aliente la esperanza».

Gaudí, gran devoto de la Sagrada Familiae «inspirado por el ardor de su fe cristiana,logró convertir este templo en una alabanzaa Dios hecha en piedra. Una alabanza a Diosque, como en el nacimiento de Cristo, tuvie-ra como protagonistas a las personas máshumildes y sencillas».

El, «con su obra, pretendía llevar el Evan-gelio a todo el pueblo. Por eso, concibió lostres pórticos del exterior del templo comouna catequesis sobre Jesucristo, como ungran rosario, que es la oración de los senci-llos, en el que se pueden contemplar los mis-terios gozosos, dolorosos y gloriosos deNuestro Señor».

Pero también lo hizo con su vida, pues«diseñó y financió con sus propios ahorros lacreación de una escuela para los hijos de losalbañiles y para los niños de las familias máshumildes del barrio, entonces un suburbiomarginado de Barcelona».

«Hacía así realidad la convicción queexpresaba con estas palabras: “Los pobressiempre han de encontrar acogida en el tem-plo, que es la caridad cristiana”».

Después, el Papa mostró su deseo de que«hombres y mujeres de todos los continentesadmiren la fachada del Nacimiento».


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Una joven, buena y piadosa, no entendíaque chicas como ella se encerraran en unconvento para siempre. Lo de ser misionerasí le parecía normal pero la vida contemplati-va no la veía lógica. Por supuesto, que ella nosabía nada de nada de la vida monástica.Sentía mucho cariño por Juan Pablo II, quefue quien la sacó de la tibieza y mediocridaden que vivía. Aprovechando la ocasión, le dijeque el Papa polaco había dicho a los contem-plativos: «Amad vuestra separación delmundo, comparable en todo al desierto bíbli-co. Paradójicamente, este desierto no es elvacío. Allí habla el Señor a vuestro corazón yos asocia estrechamente a su obra de salva-ción». La patrona de los misioneros es preci-samente una monja contemplativa jovencísi-ma, santa Teresa del Niño Jesús.

Quienes sienten la vocación contemplativase van a los monasterios y conventos paraestar más unidos a Dios y tratar con Él amo-rosamente de las cosas divinas y humanas.En ese ambiente de silencio y soledad hablancon Dios y piden para sus hermanos –quesomos todos– las cosas que necesitamos.Dios les va comunicando un conocimientonuevo de los misterios divinos. La contempla-ción no es una actividad meramente espiri-tual y platónica. El monje se llama monje por-que es aquella persona que habla con Diosamorosamente día y noche. Antes de entraren el Carmelo de Lisieux santa Teresita mani-festó: «Ya había contemplado bastante lasbellezas de la tierra, ¡las del cielo eran elobjeto de mis deseos! y para hacerlas gozara las almas, ¡deseaba convertirme en prisio-nera!».

Además de la vida propiamente contempla-tiva, en los conventos hay mucha actividad.El «Dios anda entre los pucheros», de santaTeresa de Jesús, se puede aplicar a Diosestá en la fábrica de dulces, de bordados yescapularios, de la huerta… Pero estasalmas no se dejan absorber por las cosasterrenas ni por las premuras del tiempo.Dirigen todas sus actividades hacia el cieloporque saben perfectamente «que no tene-mos aquí ciudad permanente» (Hb 13,14).

El contemplativo está en el mundo, pero no

es del mundo. Así los que vivimos en elmundo podemos ser contemplativos si supe-ditamos todas nuestras actividades terrenasa la vida eterna. En medio de una sociedaddesacralizada que se olvida de Dios, la vida delos cristianos contemplativos proclama her-mosamente la existencia de Dios. Oración,sacrificio, apostolado...¡el mundo necesitasantos! El famoso teólogo L. Boyer afirmaque «los contemplativos son la vanguardia dela Iglesia». Y Pablo VI decía a las monjascamaldulenses: «La Iglesia ve en vosotras laexpresión más allá de sí misma, estáis cierta-mente en la cumbre». El Concilio Vaticano IIenseña que «la vida contemplativa pertenecea la plenitud de la presencia de la Iglesia. Porello es necesario establecerla en todas lasiglesias nuevas».

El autor contemplativo René Voillaumedice: «La vida consagrada a mirar y contem-plar con amor a Cristo es el anticipo de lavisión beatífica, es una afirmación de la voca-ción sobrenatural de la humanidad. El mundonecesita ver, necesita palpar estas realida-des, no sólo afirmadas en la predicación, sinoanticipadas en unas vidas humanas». QueMaría santísima, la mujer contemplativa porexcelencia nos ayude a conservar estascosas meditándolas y amándolas en nuestroscorazones.

P. Manuel Martínez Cano, mCR

AVE MARÍA • Núm. 769 • Diciembre 2010

CARTA A LOS LECTORES

LA VIDA CONTEMPLATIVA


4 AVE MARÍA • Núm. 769 • Diciembre 2010

Texto:

«Madre Inmaculada, que yo viva cre-

yendo y que yo crea viviendo la vida

que, en silencio, comunica Jesús en el

Sagrario».

Comentario:

Todos sabemos quién obra con rectitudsiendo consecuente en todos sus actoscon su modo de pensar. Profesar la fe cris-tiana implica un serio compromiso decoherencia o de fidelidad. La petición dedon Manuel a la Virgen se resume en esto:vivir creyendo y creer viviendo, sin separajamás la vida de la fe, ni la fe de la vida.Cuando ocurre una ruptura entre ambasrealidades, el cristiano se sale fuera de laruta, se desconcentra y acaba por conver-tirse en sal insípida o en una burda carica-tura de su condición de creyente. Por otrolado, la desconexión con Cristo Sacra-mentado priva de fuerzas sobrenaturalesal cristiano peregrino, en su difícil andadu-ra por este mundo.

Si un católico se entibia en la fe, o prác-ticamente la abandona, aunque no lleguea negarla de modo explícito, se produceen él una dramática situación que nopodrá superar sino volviendo como el hijopródigo a la Casa paterna, es decir recon-ciliándose con Dios.

Necesitamos vivir creyendo, haciendode la fe la savia vital de nuestra existencia.Y necesitamos al mismo tiempo creerviviendo, o sea actuando de manera testi-monial en el propio ambiente. El autor denuestra jaculatoria ha meditado muchosobre la relación entre fe, vida y Eucaris-tía. Y nos dice que Jesús desde el sagra-rio no sólo nos comunica la vida divina

mediante la comunión sacramental, sinoen virtud de la oración contemplativa en lasilenciosa adoración de su presenciaeucarística. Un cristiano que dialoga, conrecogimiento y fervor, con Jesucristo en elsagrario se fortalece en las virtudes teolo-gales, aumenta su fe, esperanza y cari-dad.

Es doctrina cierta que sin la caridad nin-guna virtud puede ser perfecta, pero tam-bién enseña la Iglesia que la fe es elcomienzo, el fundamento y la raíz de lajustificación, y que sin ella es imposibleagradar a Dios formando parte del númerode sus hijos.

La fe vivida por la caridad purifica elcorazón y nos libera de afectos desorde-nados. En la escuela del sagrario, dondeel Maestro está y nos llama (Lc 11,28),recibimos constantes lecciones que nosayudan a ser testigos del Evangelio aquí yahora.

Tiene el beato Manuel González otrajaculatoria que completa el sentido de laque estamos comentando y que dice así:«Corazón de Jesús Sacramentado, por

tu Madre Inmaculada te pido dejar

sabor y olor de Ti en pos de mí» . Que la copiosa gracia de Cristo Mise-

ricordioso, nos ayude a ser tan fielmenteeucarísticos como filialmente marianos.

Andrés Molina Prieto, Pbro.

JACULATORIAS MARIANAS DEL BEATO MANUEL GONZÁLEZ

COHERENCIA CRISTIANA


5AVE MARÍA • Núm. 769 • Diciembre 2010

Benedicto XVI, en la primera sesión del Sínodode los Obispos de Oriente Medio (11-X-2010),ofreció una impresionante meditación sobre lahistoria a la luz del capítulo 12 del Apocalipsis,que reproducimos en su mayor parte.

El 11 de octubre de 1962, hace treinta y ochoaños, el Papa Juan XXIII inauguraba el Con-cilio Vaticano II. Se celebraba entonces el 11de octubre la fiesta de la Maternidad divina deMaría y, con este gesto, con esta fecha, elPapa Juan quería confiar todo el Concilio a lasmanos maternales, al corazón maternal deNuestra Señora. También nosotros comenza-mos el 11 de octubre, también nosotros quere-mos confiar este Sínodo, con todos sus proble-mas, con todos sus desafíos, con todas susesperanzas, al corazón maternal de NuestraSeñora, de la Madre de Dios.

Pío XI, en 1930, había introducido esta fiesta,mil seiscientos años después del Concilio deÉfeso, el cual había legitimado, para María, eltítulo de Theotókos, Dei Genitrix. En esta granpalabra Dei Genitrix, Theotókos, el Concilio deÉfeso había resumido toda la doctrina de Cristo,de María, toda la doctrina de la redención.

[...] El Concilio comenzó con el icono de laTheotókos. Al final el Papa Pablo VI reconocióa la propia Virgen el título Mater Ecclesiae. Yestos dos iconos, que inician y concluyen elConcilio, están intrínsecamente unidos, son, alfinal, un solo icono. [...] La Madre de Theós, laMadre de Dios, es Madre de la Iglesia, porquees Madre de Aquel que vino para reunirnos atodos en su Cuerpo resucitado.

[...] Teniendo en cuenta este nexo entreTheotókos y Mater Ecclesiae, nuestra mirada vahacia el último libro de la Sagrada Escritura, elApocalipsis, donde, en el capítulo 12, apareceprecisamente esta síntesis. La mujer vestida desol, con doce estrellas sobre la cabeza y la lunabajo sus pies, da a luz. Y da a luz con un grito dedolor, da a luz con gran dolor. Aquí el misteriomariano es el misterio de Belén extendido al mis-terio cósmico. Cristo nace siempre de nuevo entodas las generaciones y así asume, recoge a lahumanidad en sí mismo. Y este nacimiento cós-mico se realiza en el grito de la Cruz, en el dolorde la Pasión. Y a este grito de la Cruz pertenecela sangre de los mártires.

[En el Salmo 81] se ve una parte de este pro-ceso. Dios está entre los dioses –aún se consi-deraban en Israel como dioses. En este Salmo,en una gran concentración, en una visión pro-fética, se ve la pérdida de poder de esos dio-ses. Los que parecían dioses no son dioses ypierden el carácter divino, caen a tierra. Diiestis et moriemini sicut nomine (cfr Sal 81, 6-7):la pérdida de poder, la caída de las divinidades.

La sangre de los mártires transforma el mundo

Este proceso que se realiza en el largo cami-no de la fe de Israel, y que se resume aquí enuna visión única, es un verdadero proceso de lahistoria de las religiones: la caída de los dioses.Y así la transformación del mundo, el conoci-

CAERÁN LAS FALSASDIVINIDADES

PARA SENTIR CON LA IGLESIA

«Levántate, Señor, en este momento, toma la tierraentre tus manos, protege a tu Iglesia, protege a lahumanidad, protege a la tierra».



miento del verdadero Dios, la pérdida de poderde las fuerzas que dominan la tierra, es un pro-ceso de dolor. En la historia de Israel vemoscómo esta liberación del politeísmo, este reco-nocimiento – “sólo Él es Dios”– se realiza conmuchos dolores, comenzando por el camino deAbraham, el exilio, los Macabeos, hasta Cristo.Y en la historia continua este proceso de pérdi-da de poder, del que habla el capítulo 12. Hablade la caída de los ángeles, que no son ángeles,no son divinidades sobre la tierra. Y se realizarealmente, precisamente en el tiempo de laIglesia naciente, donde vemos cómo con la san-gre de los mártires pierden el poder las divinida-des, comenzando por el emperador divino, detodas estas divinidades. Es la sangre de losmártires, el dolor, el grito de la Madre Iglesiaque las hace caer y transforma así el mundo.

Esta caída no es sólo el conocimiento de queéstas no son Dios. Es el proceso de transfor-mación del mundo, que cuesta la sangre, cues-ta el sufrimiento de los testigos de Cristo. Y, simiramos bien, vemos que este proceso nuncaha terminado. Se realiza en los diversos perio-dos de la historia de formas siempre nuevas;también hoy, en este momento, en el queCristo, el único Hijo de Dios, debe nacer para elmundo con la caída de los dioses, con el dolor,el martirio de los testigos. Pensemos en lasgrandes potencias de la historia de hoy, pense-mos en los capitales anónimos que esclavizanal hombre, que ya no son cosa del hombre,sino un poder anónimo al que sirven los hom-bres, por el que los hombres son atormentadose incluso asesinados. Son un poder destructi-vo, que amenaza al mundo. Y después el poderde las ideologías terroristas. Aparentemente ennombre de Dios se hace violencia, pero no esDios: son divinidades falsas que deben ser des-enmascaradas, que no son Dios. Y después ladroga, este poder que como una bestia vorazextiende las manos sobre todos los lugares dela tierra y destruye: es una divinidad, pero unadivinidad falsa, que debe caer. O también laforma de vivir propagada por la opinión pública:hoy se hace así, el matrimonio ya no cuenta, lacastidad ya no es una virtud, etc.

La fe de los sencillos: fuerza de la Iglesia

Estas ideologías que dominan que se impo-nen con fuerza, son divinidades. Y en el dolorde los santos, en el dolor de los creyentes, dela Madre Iglesia de la cual somos parte, debencaer estas divinidades, debe realizarse cuantodicen las Cartas a los Colosenses y a losEfesios: las dominaciones, los poderes, caen y

se convierten en súbditos del único SeñorJesucristo. De esta lucha en la que estamos, deesta pérdida de poder de los dioses, de estacaída de los falsos dioses, que caen porque noson divinidades, sino poderes que destruyen elmundo, habla el Apocalipsis en el capítulo 12,también con una imagen misteriosa, para lacual, me parece, hay con todo distintas inter-pretaciones bellas. Se dice que el dragón poneun gran río de agua contra la mujer que huye,para arrastrarla. Y parece inevitable que lamujer sea ahogada en este río. Pero la buenatierra absorbe este río y éste no puede hacerdaño. Yo creo que el río es fácilmente interpre-table: son estas corrientes que dominan atodos y que quieren hacer desaparecer la fe dela Iglesia, la cual ya no parece tener sitio antela fuerza de estas corrientes que se imponencomo la única racionalidad, como la únicaforma de vivir. Y la tierra que absorbe estascorrientes es la fe de los sencillos, que no sedeja arrastrar por estos ríos y salva a la Madrey al Hijo. Por ello el Salmo dice que la fe de lossencillos es la verdadera sabiduría (cfr Sal118,130). Esta sabiduría verdadera de la fesencilla, que no se deja devorar por las aguas,es la fuerza de la Iglesia. Y volvemos otra vezal misterio mariano.

Y hay también una última palabra en el Salmo81, “movebuntur omnia fundamenta terrae” (Sal81,5), vacilan los fundamentos de la tierra. Lovemos hoy, con los problemas climáticos, cómoson amenazados los fundamentos de la tierra,pero son amenazados por nuestro comporta-miento. Vacilan los fundamentos externos por-que vacilan los fundamentos interiores, los fun-damentos morales y religiosos, la fe de la quesigue el modo recto de vivir. Y sabemos que lafe es el fundamento, y, en definitiva, los funda-mentos de la tierra no pueden vacilar si perma-nece firme la fe, la verdadera sabiduría.

“Toma, Señor, la tierra entre tus manos”

Y también el Salmo dice: “Levántate, Señor, yjuzga la tierra” (Sal 81,8). Así decimos tambiénnosotros al Señor: “Levántate en estemomento, toma la tierra entre tus manos,protege a tu Iglesia, protege a la humanidad,protege a la tierra”. Y confiándonos de nuevoa la Madre de Dios, a María, y oremos: “Tú, lagran creyente, Tú que has abierto la tierra alcielo, ayúdanos, abre hoy también las puer-tas, para que sea vencedora la Verdad, lavoluntad de Dios, que es el verdadero bien,la verdadera salvación del mundo”. Amén.

Benedicto XVI



¡Cuánto se pierde por no confiarse a losbrazos amorosos de Dios en la confesión!¡Cuántos males en la Iglesia se derivan delabandono de la confesión sacramental! Estaes la síntesis de la meditación que pronunció elcardenal Joachim Meisner, arzobispo deColonia, con el título “Conversión y misión”,durante el encuentro internacional de sacerdo-tes en la conclusión del Año Sacerdotal (19-VI-2010). He aquí unos párrafos:

Si no hubiese pecadores, que tuvieran másnecesidad del perdón que del pan cotidiano, nopodríamos conocer la profundidad del Corazóndivino. El Señor lo subraya de modo explícito:“Yo os digo que en el cielo será mayor la alegríapor un pecador que se convierta que por noven-ta y nueve justos que no necesitan convertirse”(Lc 15,7) ¿Cómo es posible –preguntémonosuna vez más– que un sacramento, que evocatan gran alegría en el Cielo, suscite tanta antipa-tía sobre la tierra? Esto se debe a nuestrasoberbia, a la constante tendencia de nuestrocorazón a atrincherarse, a satisfacerse a símismo, a aislarse, a cerrarse sobre sí. En reali-dad, ¿qué preferimos?: ¿ser pecadores, a losque Dios perdona, o aparentar estar sin pecado,viviendo en la ilusión de presumirnos justos,dejando de lado la manifestación del amor deDios? ¿Basta realmente con estar satisfechosde nosotros mismos? ¿Pero qué somos sinDios? Sólo la humildad de un niño, como la hanvivido los santos, nos deja soportar con alegríala diferencia entre nuestra indignidad y la mag-nificencia de Dios. (6)

Fuente de alegría y gratitud

El fin de la confesión no es que nosotros, olvi-dando los pecados, no pensemos más en Dios.La confesión nos permite el acceso a una vidadonde no se puede pensar en nada más que enDios. Dios nos dice en el interior: “La únicarazón por la que has pecado es porque no pue-des creer que yo te amo lo suficiente, que estásrealmente en mi corazón, que encuentras en míla ternura de la que tienes necesidad, que mealegro por el mínimo gesto que me ofreces,como testimonio de tu consentimiento, para per-donarte todo aquello que me traes en la confe-sión”. Sabiendo de tal perdón, de tal amor,entonces seremos inundados de alegría y degratitud. De este modo, perderemos progresiva-

mente el deseo delpecado, y el sacra-mento de la Recon-ciliación se convertiráen una cita fija de laalegría en nuestra vi-da. Ir a confesarsesignifica hacer un po-co más cordial elamor a Dios, sentir,decir y experimentareficazmente, una vezmás –porque la confesión no es estímulo sólodesde el exterior–, que Dios nos ama; confesar-se significa recomenzar a creer –y, al mismotiempo, a descubrir– que hasta ahora nuncahemos confiado de modo suficientemente pro-fundo y que, por eso, debemos pedir perdón.Frente a Jesús, nos sentimos pecadores, nosdescubrimos pecadores, que hemos dejado delado las expectativas del Señor. Confesarse sig-nifica dejarse elevar por el Señor a su nivel divi-no. (7)

El abrazo amoroso del Padre

El hijo pródigo abandona la casa paterna por-que se ha vuelto incrédulo. Ya no tiene confianzaen el amor del Padre, que lo satisface, y exige suparte de herencia para resolver por sí sólo todo loque a él concierne. Cuando se decide a volver ypedir perdón, su corazón está aún muerto. Creeque ya no será amado, que ya no será considera-do hijo. Vuelve sólo para no morir de hambre.¡Esto es lo que llamamos contrición imperfecta!Pero hacía tiempo que el padre lo esperaba.Hacía tiempo que no tenía pensamiento que lediera más alegría que el de creer que el hijopodría volver un día a casa. Tan pronto lo ve,corre al encuentro, lo abraza, no le da tiempo nisiquiera para terminar su confesión, y llama a lossirvientes para hacerle vestir, alimentar y curar.Dado que se le muestra un amor tan grande, elhijo, en ese momento, comienza también a sentir-lo nuevamente, dejándose colmar. Un arrepenti-miento inesperado le sobreviene. Ésta es la con-trición perfecta. Sólo cuando el padre lo abraza, élmide toda su ingratitud, su insolencia y su injusti-cia. Sólo entonces retorna verdaderamente, sevuelve a convertir en hijo, abierto y confidente conel padre, reencuentra la vida: “Es justo que hayafiesta y alegría, porque tu hermano estaba muer-to y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sidoencontrado” (Lc 15,32), dice el padre, al respecto,al hijo que había permanecido en la casa. (8)

LA CONFESIÓN: REVELACIÓN DEL AMOR DE DIOS

ORIENTACIONES EPISCOPALES



Barcelona vivió con emoción, el pasado 7de noviembre, el gran acontecimiento: la visi-ta apostólica del Santo Padre para consagrarel templo expiatorio de la Sagrada Familia, laobra magna del siervo de Dios Antonio Gaudí.España entera vibró de entusiasmo. Con elcorazón henchido de estas vivencias, encan-tará a nuestros lectores, extendidos por tantoslugares del mundo, una peregrinación real ovirtual, espiritual a la ya basílica de la SagradaFamilia. Lo haremos con un guía experto: elarquitecto José Manuel Almuzara, presiden-te de la Asociación pro beatificación de AntoniGaudí y secretario de la Asociación Amigosde Gaudí. Nos ha dado encantado su permisopara reproducir una trilogía publicada recien-temente en Catalunya Cristiana, como tam-bién la Redacción del semanario. Gracias,señor Almuzara, por este estupendo trabajo ypor todos los aspectos de su valiosa labor.

A. M.

Catalunya Cristiana me ha solicitado escri-bir unos artículos sobre el simbolismo en eltemplo expiatorio de la Sagrada Familia.Conocedor de mis limitaciones y de que soysólo un instrumento, quiero agradecer aGaudí su vida de entrega, su amor al trabajobien hecho, a la familia, a los demás, y, espe-cialmente, su amor a Dios, manifestado en suarquitectura, en sus múltiples detalles de fe,de esperanza y de caridad, a través de pala-bras y especialmente de obras y de símbolos,y me pongo en sus manos para que me dirijaen esta tarea encomendada.

Desde hace algunos años, acompaño a per-sonas de distinta procedencia, edad e intere-ses, en su visita al templo expiatorio de laSagrada Familia, y para realizar los artículoshe optado por describir el recorrido que efec-túo con ellas por el templo, parándome enalgunos lugares que creo que nos puedenmostrar al siervo de Dios Antoni Gaudí iCornet en su dimensión espiritual y humana através de su simbología.

Catecismo de piedra

Accedemos al templo por la fachada de laPasión (calle Sardenya) y nos dirigimos almuseo, lugar de inicio de mi explicación. Anteun gran panel podemos conocer las fechasmás importantes en relación al templo. Porejemplo: año 1866, Josep M. Bocabella fundala Asociación Espiritual de Devotos de SanJosé; año 1882, colocación de la primera pie-dra, etc.

Están expuestos los planos del proyecto ini-cial del templo, realizado por el arquitectoFrancesc de Paula del Villar, que poco tiempodespués renunciaría y se encomienda aGaudí la continuación de las obras. A partir deeste momento, el museo recoge fotografías,en orden cronológico, de las obras del temploen su parte inferior y de otras obras de Gaudíen su parte superior.

Más adelante, destaca la reproducción delretablo de la Sagrada Familia, realizado por elescultor Josep Llimona en colaboración conGaudí. Es una escena que me conmueve;comento a mis acompañantes que la contem-plen. Es una escena de vida cotidiana: Jesúsbesa la mano de su padre, que lleva su herra-mienta de trabajo en la otra mano, y Maríaobserva, sentada con las manos ocupadascon su costura. El marco, obra de Gaudí, nosresalta la escena con Amén, Amén, Amén.

Dice el arquitecto Isidre Puig Boada en sulibro El templo de la Sagrada Familia, página76, publicado por Ediciones de Nuevo ArteThor, cuarta edición, año 1982: «Gaudí quisodar un mensaje concreto y comprensible entodos y cada uno de los elementos del templo,conduciéndolos hacia su función didáctica,recordando en todo momento el texto evangé-lico: “Os aseguro que si éstos –los discípulos–callaran, gritarían las piedras” (Lc 19,40).»

SIMBOLOGÍA EN EL TEMPLO EXPIATORIODE LA SAGRADA FAMILIA (I)

RelievedelaSagradaFamilia,enelaltarprincipaldelacripta,deJosepLlimona.



Dieciocho torres

Proseguimos nuestro recorrido por elmuseo... Una parada interesante tiene lugarante la reproducción de la planta del templo,edificio basilical de cinco naves con crucerode tres, formando una cruz latina, envuelta porel claustro. Los brazos del crucero se corres-ponden con la fachada del Nacimiento y con lafachada de la Pasión, y en el extremo de lanave principal la fachada de la Gloria.Resaltan las dos sacristías y la capilla de laAsunción.

Doce torres que representan a los apósto-les, cuatro torres que simbolizan a los evange-listas, una dedicada a la Virgen y otra aJesucristo. En total, dieciocho torres de lasque vemos actualmente ocho terminadas.Gaudí tuvo en cuenta la duplicidad en unmismo personaje de ser apóstol y evangelista,por tanto, no le dedica dos torres. Además, unapóstol fue traidor, por tanto, no merecedor detorre, y tuvo en cuenta a san Pablo, como unode los pilares de la Iglesia instituida porJesucristo.

La solución la podemos ver en la reproduc-ción del plano de la planta del templo.

Oro, incienso y mirra

Seguimos, nos encontramos ante la maque-ta, me paro ante un plano que representa undetalle del muro exterior de las naves, un ven-

tanal entre dos pilares cuyas argollas tienenlas siguientes inscripciones: un frasco y laspalabras myrra y sacrifici; un incensario y laspalabras thus y oració; y un cofre y las pala-bras aurum y almoina.

Recordamos la adoración de los ReyesMagos a Jesús en Belén y la entrega de susdones: oro, incienso y mirra. Gaudí los rela-ciona respectivamente con la limosna, la ora-ción y el sacrificio, necesarios para la cons-trucción del templo –y creo que necesariospara nuestra propia construcción–.

En la parte inferior de estos muros que sus-tentan los ventanales, en la clave del arco,Gaudí quiso homenajear a los artesanos quecolaboran en la construcción del templo,representando en cada clave uno de ellos,con sus herramientas más características ycon las iniciales JMJ (Jesús, María y José).

Un homenaje a los operarios, de los quedecía Gaudí lo siguiente: «El trabajo es frutode la colaboración y ésta sólo puedebasarse en el amor. El arquitecto debesaber aprovecharse de lo que saben hacery de lo que pueden hacer los operarios.Debe aprovechar la cualidad preeminentede cada uno. Esto es: integrar, sumartodos los esfuerzos y tenderles la manocuando se encallen; así trabajan a gusto ycon la seguridad que da la plena confianzaen el organizador. Además, hay que recor-dar que no hay nadie inútil, todos sirven–aunque no todos con la misma capaci-dad–; la cuestión es encontrar para quésirve cada uno.»

José Manual Almuzara

Adoración de los Reyes Magos.

Detalle de la escultura de Jesús Obrero.


Se han puesto de moda unos negocios quetienen de todo, que lo tienen de regular cali-dad, que está mal distribuido, pero que todo elmundo acaba encontrando allí lo que necesita.Desde una sierra pequeña, para que la puertadel pequeño aseo pueda abrirse con normali-dad, hasta el color de una pintura extraña queno esperabas que existiese… Además, proba-blemente te encuentres una cosa al lado de laque menos esperabas, pero que también tellevas. Son los famosos “chinos”. Después noslamentaremos de que no hay trabajo, de que sila crisis..., pero por cada negocio español quese cierra se abren dos chinos.

Sin embargo, no les escribo para hablar depolítica empresarial, sino de que, en uno de losvarios negocios chinos de Tarancón, uno delos encargados-empleados que sabía pocoespañol, porque, la verdad, no lo dominan, mepreguntó, al verme con la sotana –hay quedecir que se ven pocas por la zona–, si era dealgún grupo religioso. Le dije que era sacerdo-te católico, pero como si le hubiera dicho quejugaba en el equipo campeón de la liga de fút-bol escocesa.

Entonces empecé a explicarle los Sacra-mentos por gestos. Fue una explicación her-mosa, que nunca pensé que aceptara con eserostro de admiración. Es un campo de pastoralgrande. No en vano, en Barcelona, se organi-zan rosarios en chino en alguna parroquia.Sigamos con los gestos. Le representé a unniño bautizándose y el chino dijo: Agua en lacabeza y óleo en el pecho. Mientras tarareabala Marcha nupcial de Wagner y gesticulaba laentrada en la Iglesia, le conté que tambiéncasaba a los jóvenes, que visitaba a los enfer-mos, que atendía a bien morir a las perso-nas… Fue una pena que debía marcharmepara acompañar a los muchachos delSeminario Menor en su estudio de la tarde, ypredicarles una mini catequesis de quinceminutos sobre el Apostolado de la Oración,para que puedan, en esta semana delDomund, ofrecer el difícil estudio de cada díapor las misiones. En realidad –les decía antesde la Santa Misa– no deberíamos vivir ni unsolo minuto sin ofrecerlo todo por nuestro

Señor. No deberíamos vivir –en este Semi-nario, ni en ninguno– sin que el entusiasmomisionero se trasluzca en cada uno de nues-tros actos, de nuestra vida, por todos aquellosque no conocen a Cristo, por todos los que loolvidan…

La verdad es que soy inmensamente feliz decompartir el entusiasmo de mi sacerdocio conestos chicos del Seminario Menor de Uclés.De poder contarles tantas cosas como vive unsacerdote todos los días... Les explico cómotenemos que ser todos “sacerdotes, profetas yreyes”, para hablar de los hombres a Dios ennuestra oración, como sacerdotes, para des-pués hablar de Dios a los hombres, como pro-fetas. Les cuento cómo si no vives como pien-sas, acabas pensando como vives. Cómo elapostolado de nuestro campo, si no lo hacestú, se queda sin hacer, porque Dios lo hareservado para ti. Quizás parecen frases he-chas, pero en la medida en que las vivamos,tendremos media tarea hecha, en el ofreci-miento de nuestra vida a la evangelización denuestros próximos, también chinos, si estáncerca.

Ese entusiasmo es el que permite a unsacerdote de nuestra diócesis, haber sidooperado por tercera vez de diversos tumoresmalignos y seguir al pie del cañón, en su pas-toral diaria, con sus misas, sus visitas a enfer-mos... Desde el Hospital Virgen de la Luz, mehan llegado muchas veces saludos de compa-ñeros de quimioterapia. Se trata del párrocode El Pedernoso, don Jesús Navalón, que conmás de dos mil quinientos habitantes a sucargo, nos da a todos un ejemplo de constan-cia y coraje. Quisiera devolverle el saludo queenvió a nuestros muchachos hace unos días,y darle las gracias por este tiempo de ofreci-miento generoso, por todos sus años de traba-jo junto a la Hospitalidad de la Virgen deLourdes, por todo lo que me ha ido enseñan-do desde que lo conocí, siendo un niño, en laresidencia de ancianos de Landete, cuandoera vicario de Pastoral. Gracias, Jesús. Rezapor la labor espiritual en el Seminario, reza pormi perseverancia, reza por los sacerdotes, lospreferidos del Señor, entre los cuales teencuentras, que hacen de su sacrificio unaoración diaria. Jesús, Dios te lo pagará.

P. Antonio María


MISCELÁNEA

PASTORAL DE BOLSILLO



Contesta el sacerdote Rdo. Dr. Juan Antonio Mateo García.Envíen las consultas a la dirección de la revista poniendo enel sobre Consultorio Popular, o bien, al correo electró[email protected]. Si necesitausted una contestación personal y rápida, debe mandar unsobre con su dirección y el sello correspondiente.

–Me han regalado un libro de espiritua-lidad donde leo lo siguiente: «Dios per-dona siempre. Dios ama incondicional-mente. Todos somos total y absoluta-mente amados por Dios. Dios nos aceptapecadores. Ya no hay nada ni nadie queme condene. Soy amado incondicional-mente por Dios.» ¿Significa esto queDios perdona incondicionalmente alblasfemo y al criminal? Un asesino deniños, ¿es amado incondicionalmentepor Dios? ¿Dios le quiere y acepta talcomo es? Todo esto me parece muy con-fuso... ¿Dónde queda el sacramento dela penitencia?

–Dios es amor y por tanto, voluntad debien para sus criaturas. Esto es indiscutible.Nos ama con locura. Tanto, que envió suHijo al mundo y éste, murió por nosotroscuando éramos pecadores. Estas afirmacio-nes son incontestables en la SagradaEscritura que es expresión privilegiada de larevelación de Dios. Ahora bien, no bastacon que Dios nos ame. Hace falta que nos-otros recibamos su amor y su perdón. Laexpresión según la cual Dios perdona incon-dicionalmente es confusa y susceptible deser malentendida. Amor y perdón sólo pue-den ser entendidos como categorías perso-nales que son significativas en el contextode una relación interpersonal. Por tanto, el

perdón debe ser aceptado con todo lo queesto comporta. El perdón, expresión mag-nánima del amor divino, se acepta desde laconversión, cuya verdadera raíz es el amor.La teología de la penitencia nos enseña queun acto de perfecta contrición es suficientepara la recepción del perdón que Dios nosofrece. Pero esta contrición nace de unasincera conversión y de un deseo de repa-ración. Por tanto, para que el perdón divinoalcance la persona concreta y la transforme,son necesarios unos actos por parte delpenitente. Para entenderlo podemos ponerun ejemplo: la luz del sol tiene un podercurativo y regenerador, pero para que estose produzca uno debe exponerse a susrayos benéficos. Si uno se esconde, sequeda en la oscuridad, se resiste a abrir laventana de su casa, el poder del rayo solarnunca le alcanzará.

Dios quiere que toda persona se salve yllegue al conocimiento de la verdad, peronos ha creado con una constitución tal quedesea que la persona coopere activamenteen su salvación. Dios ama incondicional-mente, a nadie deniega sus auxilios, pero alque cierre su corazón al amor le dirá: «Idmalditos al fuego eterno, porque tuve ham-bre y no me disteis de comer... » Además, yesto debe quedar claro, Dios nos ama perodetesta el mal que cometemos, que es abo-minable a sus ojos y a su inmensa santidad.Realmente el texto que cita induce a confu-sión.

AMOR Y PERDÓN DE DIOS

CONSULTORIO POPULAR

En la noche, en el momento de acostarse, pregúntense: ¿Qué he hecho yo hoy porJesús? ¿Qué he hecho yo hoy a Jesús? ¿Qué he hecho yo hoy con Jesús? Les bastarásimplemente mirar sus manos. Este es el mejor examen de conciencia.

Beata Teresa de Calcuta



En 1948 el régimen comunista en Ru-manía liquidó la Iglesia greco-católica, for-zándola a unirse con la Iglesia ortodoxa. Lossiete obispos, muchos sacerdotes y segla-res, que no quisieron renunciar a la unidadcon Roma, fueron arrestados. Hacia el soles un documental, promovido por Ayuda a laIglesia necesitada, que cuenta la historia deuno de ellos, Tertulian Langa, un joven abo-gado de 26 años, que fue arrestado enRumania, en 1948, por pertenecer a la Igle-sia greco-latina y cruelmente torturado paraque confesara su fe y renegara de ella. Per-maneció encarcelado durante 17 años enlos gulags rumanos.

Tertulián Langa encontró en su fe el con-suelo y la esperanza ante tanto sufrimiento ycontribuyó, a pesar de las terribles circuns-tancias, a que prisioneros compañerossuyos se acercaran a Dios. Y es que, comoél dijo: “Cuando te alejas de Dios, la som-bra está en tu espalda, pero cuando teacercas a Dios, la luz está en tu cara”. Lastorturas que sufrió durante su estancia en laprisión rumana de Jilava, en lugar de alejar-le de Dios, lo acercaron a Él, hasta tal puntoque descubrió su vocación sacerdotal.

Según el director de Catholic Radio andTelevision Network (CRTN), productora de lacinta original, en inglés –29 minutos–, «laidea de la película es contar la historia de lapersecución en ese tiempo. Su historia yaterminó, pero hay muchos cristianos en elmundo de hoy, que están sufriendo unapersecución similar».

Recientemente, a sus 82 años, el P. Langadio también su testimonio –entre otrossupervivientes– en la presentación de ladocumentada obra vaticana Fe y martirio:las Iglesias orientales católicas en la Europadel siglo XX, y describió los «ritos diabóli-cos» usados por los comunistas contra loscatólicos.

Benedicto XVI, en su impresionante medi-tación en la primera sesión de trabajo delSínodo de Oriente Medio (11-X-2010), com-paró la escalofriante lucha entre la «Mujer

revestida del sol», contra el «enorme Dragónrojo como el fuego», narrada en el Apocalip-sis, a la batalla que hoy se libra contra lasideologías y poderes... «Estas ideologíasque dominan, que se imponen con fuerzason divinidades. Y en el dolor de los santos,en el dolor de los creyentes, de la MadreIglesia de la cual somos parte, deben caerestas divinidades...»

«La Mujer tuvo un hijo varón que debíaregir a todas las naciones con un cetro dehierro. Pero el hijo fue elevado hasta Dios yhasta su trono, dice la Escritura. Aquí el mis-terio mariano es el misterio de Belén exten-dido al misterio cósmico. Cristo nace siem-pre de nuevo en todas las generaciones yasí asume, reúne a la humanidad en símismo. Y este nacimiento cósmico se reali-za en el grito de la Cruz, en el dolor de laPasión. Y a este grito de la Cruz pertenecela sangre de los mártires».

A este grito de la Cruz pertenece SzilárdBogdánffy, obispo y mártir del comunismorumano, beatificado el pasado 31 de octu-bre, a quien Benedicto XVI presentó «comoconsuelo para los que hoy son perseguidosa causa del Evangelio». Nacido en Kálmánd,Hungría, el 29 de octubre de 1911, murió enla cárcel rumana de Nagyenyed, por las tor-turas sufridas, el 2 de octubre 1953.

TERTULIAN IOAN LANGA

VIDAS PARA DIOS



Y a este grito de la Cruz pertenece tam-bién el silencio martirial del P. Langa, hijoespiritual de Mons. Vladimir Ghika: «Cuandomis torturadores me gritaban: ¡Habla!, siem-pre me decía: No hablaré».

Mons. Ghika (1873-1954), mártir por sufidelidad a Roma, en proceso de beatifica-ción, había escrito: «Se sufre en proporciónal propio amor. El poder de sufrir es en nos-otros el mismo que el poder de amar. PeroDios vela por sus hijos durante la noche. Éles el gran vigilante de todas las noches,noches de la carne, de la inteligencia, delcorazón, noches del mal en que las tinieblasdescienden a todas horas sobre la doloridahumanidad. ¿Quién puede saber con quéamor vela por nosotros? Ese amor posee unnombre y una cualidad. Es un amor infinito».

Leamos con veneración el testimonio delP. Tertulian Ioan Langa:

«La cárcel no fue un lugar infernal,fue el lugar de mi consagración»

«Tenía estrechas relaciones con elEpiscopado y tenía contactos regulares conlos obispos. Fui requerido por la Securitatepara obtener información sobre la Iglesia ysu actitud hacia el régimen comunista. Megolpearon sin que me hicieran una sola pre-gunta. Como no conseguían nada, cogieronun saco de arena del tamaño de una botellade un litro y comenzaron a golpearme en lacabeza: ¡Habla!, 50, 80, 1.000 veces, sinque me hicieran ni una sola pregunta. Sólo¡Habla! ¡Habla! Era la noche de JuevesSanto. Oí sonar las campanas en una iglesiacercana, y de repente recordé que Jesústambién había sido golpeado, y empecé arepetir: ¡Jesús, Jesús! Gritaba a Jesús parasufrir juntos. Me miré las heridas e, incons-ciente por los golpes, seguía diciéndome:Jesús está conmigo.

Empezaron a amenazarme con hacerdaño a mi esposa. Sabían que sólo había-mos estado juntos durante tres meses des-pués de nuestra boda, y que ella estabaembarazada. Decían: “La traeremos aquí yla golpearemos hasta que dé a luz ante tusojos”. No me rendí a sus amenazas, pero fuelo más difícil que he tenido que soportar enla vida.

Tras dos años de interrogatorios, me con-

denaron a 20 años de trabajos forzados. Mellevaron a una prisión, con celdas individua-les, en completo aislamiento. Era una celdasin nada, sin cama, silla o mesa alguna, sólobarrotes y una ventana con rejas. Está-bamos desnudos, el tiempo empeoraba,hacía viento y nevaba. De repente oí quealguien tocaba en la pared: “Nos han traídoaquí para morir de frío. Recuerde esto: elque no camina, muere”. Seguí su consejo ycaminaba durante 23 horas al día. A las doceen punto, cuando el sol entraba en las cel-das, nos parábamos y nos arrodillábamos,luego el sol se iba y nos helábamos de frío,y volvíamos a caminar. Así, durante cuatromeses. Quien se paraba, moría.

Yo no era sacerdote cuando me enviaron aprisión. Fue allí cuando fui consciente de mivocación. Todos los días rezaba el Rosariocon un grupo de compañeros. Durante todoese tiempo en prisión, en que viví sin laEucaristía, la oración fue mi único medio decomunión espiritual.

Me llevaron a otro sitio. Mi esposa y mihija, que tenía seis años, vinieron a visitar-me. Yo no la conocía porque había nacidoestando yo en prisión. Ella me reconoció,aunque nunca me había visto, y exclamó:“¡Papá!” El oficial se conmovió y la levantósobre la reja para que pudiera tocarla. La



besé, y nunca olvidaré aquel sentimiento, unbeso cortado por los alambres comunistas.

Se me concedió el derecho a recibircorreo. Entre las medicinas que recibí habíauna botella. Un oficial la probó y despuésescupió lo que había bebido a tierra. Eravino, dulce y nada amargo, pero Dios hizo elmilagro de hacerle parecer a ese oficial queera un líquido amargo para escupirlo.Pudimos celebrar la Eucaristía con estevino, a escondidas, gracias a uno de lossacerdotes presos. Vertíamos ocho gotas deeste vino con una gota de agua en una bote-lla de penicilina. Guardábamos el Pan sagra-do, sin saber quién podía necesitarlo en losdías siguientes, y lo escondíamos en nues-tra celda.

Un día, tras volver del trabajo, uno de losoficiales más crueles de la prisión me estabaesperando: “¿Qué es esto? ¿Pan consagra-do?” Contesté que sí, y entonces lo tiró todoal suelo. Me arrodillé y comencé a succionartodos los lugares donde yacía la SantaEucaristía. Recogí todo lo que se podíarecoger y me levanté. Entonces aquella bes-tia me preguntó: “¿Crees realmente?” Meeché a llorar y dije: “Sí, señor comandante,creo”. Él se conmovió y, saliendo de la celda,me dijo: “Reza entonces por mi mujer, por-que está enferma, tiene cáncer”.

Cuando estaba al borde de mi resistencia,a fin de tomar fuerzas, me decía: Contigo,Cristo. No fue un lugar infernal, fue ellugar de mi consagración, fue el lugardonde muchas personas encontraron la fe,donde expiaron sus pecados. Por tanto, eldiablo, si había querido hacernos sufrir, enrealidad sirvió al designio santificante deDios. El diablo estaba allí, pero estaba sen-tado a un lado, rechinando de dientes, vien-do cómo había servido para aumentar nues-tro amor a Jesús.»

Con el Papa, con toda la Iglesia que sufredolores de parto, elevemos al Señor nuestrasúplica esperanzada: «Levántate, Señor, yjuzga la tierra (Sal 81,8)... Levántate eneste momento, toma la tierra entre tusmanos, protege a tu Iglesia, protege a lahumanidad, protege a la tierra. Y confián-donos de nuevo a la Madre de Dios, a María,oremos: Tú, la gran creyente, Tú que hasabierto la tierra al cielo, ayúdanos, abrehoy también las puertas, para que seavencedora la Verdad, la voluntad de Dios,que es el verdadero bien, la verdaderasalvación del mundo. Amén».

¡Ven, Señor Jesús!

Ave María

DECÍA EL P. ALBA...

LA VERDAD POR DELANTELa verdad exige intransigencia, necesaria-

mente. Si uno está en una verdad no puede par-tirla en pedazos o decir que se trata de verdad amedias.

La intransigencia es a la virtud lo que el instin-to es a la conservación de la vida. Sin ese instin-to de conservación, la vida, la vida que es tanvaliosa se perdería por una nonada. La virtud,para conservarse, ha de estar defendida por laintransigencia. El que transige en una virtud laperderá necesariamente, pronto o tarde. Unavirtud sin intransigencia, o que odia la intransi-gencia, no es más que exterioridad. Una fe sinintransigencia, o está muerta o sólo vive exte-riormente, porque perdió el espíritu. Siendo la feel fundamento de toda la vida cristiana, la tole-rancia en materia de fe es el punto de partidapara todos los males y herejías. La historia lo

demuestra abundantemente. La verdad es comoun líquido precioso que si no está guardado porun vaso se derrama y se pierde. El vaso queencierra el líquido de la verdad, que puede cal-mar la sed de verdad que tienen los hombres, sellama intransigencia.

La vedad ha de estar guardada por la intransi-gencia. El amor ha de estar defendido por laintransigencia. No se puede partir la verdad,como no se puede partir la luz. No se puede par-tir el amor, porque deja de ser amor. “Corazonespartidos yo no los quiero, que cuando doy el míolo doy entero”, dice la copla. Ésa es la ley delamor y de la verdad.

¿Qué nos llaman intransigentes? Eso nos lodirán los que no saben ni de verdades ni deamores. Pero no quienes quieran y tengan la ilu-sión de convertir su vida en un servicio a laVerdad y a un gran Amor.

P. José María Alba Cereceda, SJ



TESTIMONIO

UN HIJO SIEMPRE ES UN DON DE DIOS

Este magnífico testimonio, nos lo envíaMaría Lourdes Palau, de Benicarló, madre defamilia y matrona de profesión, suscriptora deAve María. Lo leyó en su ciudad, en laManifestación por la Vida, el día 7 de marzo deeste año. ¡Gracias, María Lourdes!

Soy madre de 4 hijos y trabajo como matro-na, desde hace más de 26 años.

Una de las satisfacciones más grandes demi vida ha sido cuando las madres –y han sidomuchas– ya con sus hijos en brazos y con unasonrisa de gran felicidad en sus labios, hanvenido a darme las gracias por haberlas ani-mado a seguir adelante en su gestación en unmomento de duda y sufrimiento.

Comparto lo que afirman los psicólogos: Nohay que hablar más de hijos deseados o nodeseados, sino de hijos aceptados. Pues enrealidad es lo que importa. Para que los hijossean felices no es imprescindible que seandeseados, ¡ni mucho menos!, sino aceptados.

A lo largo de estos 26 años yo no he vistoninguna diferencia entre embarazos desea-dos o no deseados, si el embarazo es acepta-do en un determinado momento. Cuando lamadre ya acepta su situación se la ve muyfeliz, siempre, siempre, y llega a querer a suhijo de la misma manera que la mujer que loha buscado durante largo tiempo.

Por mi experiencia sé que una madre conuna gestación-sorpresa, muchas veces sólonecesita unas palabras de ánimo. Muchasveces es lo único que necesita. Otras veces,quizás, más apoyo, pero lo más importante esdarles tiempo porque, hacia la mitad delembarazo, o casi siempre mucho antes –entrela semana 12 y la semana 20– surge su instin-to maternal y ya no consentirán que nadiemate a su bebé...

Cuando se les da la ocasión de que lamadre escuche el latido del corazón de su hijo–late a las 6 semanas, cuando la madre acabade sospechar o confirmar su embarazo–, prác-ticamente todas las madres que oyen estecorazoncito comienzan a aceptar y amar a suhijo y a desear protegerlo. Pero hay que dar-les la ocasión de oírlo...

¡A cuántas mujeres he visto entrar angustia-das en la consulta, y con dudas de seguir ade-lante el embarazo y, pocas semanas después,ser una madre sonriente, feliz y entusiasmadacon los movimientos de su bebé y que esperacontenta e impaciente el nacimiento de su hijo!

¡Démosles una oportunidad, a ellas, y a sushijos!

Nunca una mujer será objetiva en una ley deplazos. Muchas veces la mujer no está psico-lógicamente en condiciones de tomar estadecisión tan grave, en ese breve tiempo y que,además, la afectará toda la vida, ya que, entremuchas otras secuelas, será extremadamentedifícil que pueda quitarse el sentimiento deculpa…

Hay un consejo muy sabio y sensato:“Nunca hay que tomar decisiones graves,serias, vitales, cuando se está en desola-ción...”, porque probablemente nos equivoca-remos. Y en los primeros meses del embarazotodos sabemos que es muy frecuente –debidoa las hormonas de la maternidad– que lamujer se encuentre mal, tanto física como psi-cológicamente –nauseas, vómitos, malestar,cansancio–. Y eso, añadido a circunstanciasagravantes –personales, familiares, sociales,etc.– hacen que ella no esté, en absoluto, encondiciones de tomar una decisión objetiva yacertada, sobre todo si está sometida a fuertepresión en contra, del tipo que sea.

Si el vientre materno fuera de cristal, ¡podrí-amos contemplar este milagro de la vida!¡Cómo se va formando este nuevo ser huma-no él solito, sin que su madre haga nada espe-cial: simplemente protegerlo, acogerlo! ¡Quémaravilla!

Me doy cuenta de que, después de tantosaños al lado de tantísimas madres, mi amor yrespeto por la vida y por este misterio tangrande de ser madre ha ido, y sigue, aumen-tando.

Recuerdo al principio de ser matrona –yoera joven, tenía 25 años–, asistiendo a unaborto involuntario, cómo sostuve en mi manotemblorosa, un pequeñín de unas 10 sema-nas. Mediría unos 4-5 cm y cabía de sobra enla palma de mi mano... Era un pequeño varón,y lo contemplé largo rato, llena de admiración:nunca había visto algo tan pequeño y tan per-fecto. Estaba con los párpados cerraditos ytodo su cuerpecito ya completamente forma-



do; parecía dormir en mi mano, pero estabamuerto. Se distinguían perfectamente losminúsculos bracitos, piernecitas, deditos, uñi-tas, orejitas… Las manitas y pies del tamañode una pipa de girasol... ¡Nunca había vistoalgo tan pequeño y tan perfecto! Y yo no mecansaba de contemplarlo, llena de admira-ción…

Recuerdo también, aún impresionada,cómo lloré la vez que asistí a otro abortoespontáneo, involuntario e imprevisto: Erandos gemelitos, de 20-22 semanas –la Ley ennuestro país permitirá el aborto hasta esasemana–. Los pequeños estaban perfecta-mente formados. Aunque su tamaño era eldoble de grande que el otro pequeño queacabo de comentar, seguían siendo tanpequeños que cabían en mis dos manos.Nacieron vivos y agonizaron largo tiempodelante de mí. Abrían sus pequeñas boquitasbuscando un aire que sus pequeños pulmo-nes, tan pequeños e inmaduros, aún no podí-an asimilar. Yo lloré desconsolada, llena deimpotencia, y sin poder hacer nada por ellos,por su inmadurez y por ser tan pequeñitos.

Pensé: si da tanta compasión verlos morirsin remedio, tan pequeños e indefensos, ¿quéserá un aborto provocado en el que se lesdestroza sin compasión? ¿Qué ser humanoes capaz de hacerlo? Me parecía, y me pare-ce, casi inconcebible…

¡Qué compasión y horror sentimos cuandovemos a un bebé maltratado y sufriendo! Osaseguro que la compasión es mayor si elbebé es aún más pequeño y, dentro de sumadre, no tiene quién lo defienda y ni siquie-ra puede, con su dolor, su llanto desgarradory su desvalimiento, enternecer un corazónendurecido…

Después de todo aborto hay un duelo, undolor, un vacío por ese ser humano, por estehijo, que ha desaparecido, pero cuando elaborto es involuntario y espontáneo la madrelo supera muy bien, sin secuelas, y aún máspronto si se queda embarazada de nuevo.Esto es porque no hay sentimiento de culpa.

Pero es muy distinto si el aborto ha sidovoluntario, provocado. He comprobado ysabemos que una madre nunca, nunca, olvidaal hijo que ella ha permitido que se le mate.Aunque pasen muchos años… Están los ani-versarios que ella no olvidará: aniversario delaborto, o la fecha en la que hubiera nacido elbebé…

Con la triste experiencia de millones deabortos en España y en el mundo, sabemos

que quedan secuelas de diversos tipos: físi-cas, psíquicas y morales. Sabemos qué difíciles tratar y quitar el “síndrome post-aborto”, yqué difícil es que se perdonen las mujeres aellas mismas, y que perdonen a los que no lasayudaron a seguir adelante su maternidad ycómo es su resentimiento hacia quienes lasimpulsaron a abortar sin informarlas antesadecuadamente de todo esto. Sólo Diospodrá, si ella se lo pide, aliviarla y sanar estaprofunda herida.

Si alguna está en esta situación de embara-zo difícil, o ya con el trauma de un aborto, lepido que no se quede sola con su dolor, quepida ayuda. Hay asociaciones que ayudan asuperarlo: Pro vida, AVA –Asociación Víctimasdel Aborto–. Sobre todo, ¡no os quedéis solas!

Con la Ley, ya tristemente aprobada, ya nopodremos salvar “en general”, a muchos niñossino, de uno en uno, a todos los que poda-mos…

Personalmente estoy convencida de esto:Un hijo es siempre, siempre, siempre, unaBendición, tanto para la madre como para lafamilia que lo acoge, venga como venga yvenga cuando venga, por adversas que seanlas circunstancias o las condiciones en esemomento. Las circunstancias pueden cam-

Templodela

SagradaFamilia.Detalle

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matanzadelos

Inocentes,enla

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Nacimiento.



biar, mejorar, pero un hijo cruelmente asesina-do ya nunca se recupera.

También hay algunas personas que piensanque se puede hacer pasar a los bebés un con-trol de calidad y, según éste, decidir su vida osu muerte antes de nacer. ¿Qué madre loharía con su hijo ya nacido? ¡Seguro que nodudará en cuidarlo lo mejor posible! Vemosque hay hijos con muy poca salud pero quehacen inmensamente felices a sus padres y asu familia. Los enriquecen, absolutamente, yestos hijos, debidamente atendidos, puedenser muy felices igualmente. Hay infinidad detestimonios de esto que digo.

Pido que ninguna mujer aborte sin serinformada de todo esto y, también, que seainformada de lo que va a sufrir su pequeño,antes de morir destrozado, descuartizado.Que ninguna madre pueda decir: ¡Yo no losabía!

Como mujer, como madre y como matrona,estoy convencida y quiero afirmar, de nuevo,que un hijo siempre, siempre, es un Don deDios, un regalo, una Bendición para lafamilia que lo acoge.

María Lourdes Palau Fuster

mis pecados e imperfecciones con un acto decontrición. Reconozco mis debilidades parahacer oración e invoco la ayuda del EspírituSanto.

Adoración: Jesús ante mis ojos. Leo orecuerdo el texto escogido, penetro en él.Considero las palabras de Jesús, sus accio-nes, sus afectos. Lo vivo con la voluntad y lossentimientos: de amor, gratitud, alegría, dolor,compasión... según el paso que medito.

Comunión: Jesús en mi corazón. Trato conÉl las virtudes que he de practicar, de lamuerte…, del pasado con contrición, y de losplanes futuros. Pido por las necesidades dela Iglesia, de los familiares, amigos y las pro-pias. Intento participar de los sentimientos deJesús, sus anhelos, dolores... Le pido quevenga a mí y me configure con Él. Que ya noviva yo, sino Tú en mí...

Cooperación: Jesús en mis manos, en miactuación. Cuanto he reflexionado y vividocon Jesús ha de dar fruto. Las palabras medi-tadas se han de encarnar en mí. Tomaréresoluciones concretas. Trataré de un propó-sito eficaz, humilde, para cumplir el mismodía, con la ayuda de la gracia de Dios. Y repa-saré el propósito de mi examen particular.

Terminaré la oración dando gracias a Diospor los bienes recibidos y le pediré perdónpor las distracciones y faltas durante la ora-ción. Y que no me deje de su mano durante lavida y en la hora de mi muerte. Confiaré a laVirgen María los frutos y propósitos de la ora-ción, para que los proteja y los haga eficacescon su intercesión.

Julián Jarabo Ruiz

En la Iglesia católica hay muchos métodosde oración. Cada cristiano elige el que más leayuda para vivir la intimidad con Dios nuestroSeñor. Conviene que un santo y sabio direc-tor vaya indicando a cada alma el camino queconduce a la amistad con Dios. El método delSeminario de San Sulpicio apareció en laIglesia después de otros muchos, de los queel cardenal Bérulle, el P. Condren y Oliersacaron los elementos esenciales de sumétodo. La idea fundamental es la unión delalma con el Verbo encarnado, para adquirirlas virtudes de Jesucristo.

No se trata de darle vueltas al Dios abstrac-to filosófico, sino de tratar íntimamente con elDios concreto y vivo del Evangelio, con laSantísima Trinidad que vive en nuestrasalmas, con el fin de hacer brotar en nuestroscorazones actos de fe en la verdades sobre-naturales, actos de esperanza en la divinamisericordia y actos de amor en la bondadinfinita de nuestro Padre del cielo.

Tras la preparación, los tres actos esen-ciales del método sulpiciano son la adora-ción, la comunión y la cooperación.

Escojo previamente la materia de la medita-ción... Si tomo puntos por la noche, procurarédormirme pensando en la materia de la ora-ción. En la preparación inmediata, me pongoen la presencia de Dios: acto de fe, conside-ro que me penetra con su amor: Tú me son-deas y me conoces... Me humillo ante Él por

VIDA SOBRENATURAL

LA ORACIÓN:MÉTODO DE SAN SULPICIO



María no fue liberada, antes bien preser-vada del pecado original. La verdad vividapor todos los hijos, proclamada dogma de fepor la infalibilidad augusta de Pío IX: «Porsingular gracia y privilegio de Dios, María fuepreservada inmune de toda mancha depecado original en atención a los méritos deJesucristo Salvador del género humano».Sin ser la Santidad de Dios, es la imagenmás perfecta y acabada de la Santidad infi-nita de su Divino Hijo Jesucristo.

Dios da el premio eterno en proporción alos méritos personales conseguidos con lagracia. María era libre en el obrar. De lo con-trario su vida hubiera sido una sucesión deactos necesarios, una santidad fija, un hero-ísmo sin ningún valor. Los méritos de la san-tísima Virgen son fruto de una bien ordena-da libertad. «He aquí la esclavita del Señor,hágase en mí tu voluntad».

La meta de santidad exige negación ysacrificio. Esto fue María. Cada día, con lasminucias propias de su edad y estado, dabaocasión a nuevos grados de virtud. Se pier-de la imaginación y se esfuma la vista antelos horizontes perdidos del océano. Cuandoconsideramos que la santidad de la santísi-ma Virgen ha alcanzado unas dimensionescasi infinitas, como las del mar, María serefugia en su humildad abriendo insondablesabismos de gracia.

En ella Dios derramó a torrentes todos losdones del Espíritu Santo: don de sabiduría,de ciencia, de inteligencia, de consejo, depiedad y de temor de Dios. Ella reunió en síla plenitud de todas las virtudes. En el trans-curso de su vida subió con ágil paso la esca-la ascendente hasta llegar a los umbrales dela divinidad. Los atributos de Dios y la santi-dad de María no caben en la estrechez denuestro entendimiento. En dignidad, laMadre de Dios es la criatura más inmediata aJesucristo. La persona más excelente des-pués de las tres divinas de la SantísimaTrinidad.

La grandeza y el valor del mérito de susobras tiene su raíz en el amor de Dios. Y

como el amor es la más activa de las pasio-nes del corazón, el de María actuaba comoun incendio de caridad, consumiendo susenergías en servicio del Señor, y en un afánmaternal de redención.

María fue causa de la venida del Mesías ypor consiguiente de todos los frutos de sal-vación. Cristo es la causa universal, María elmedio. ¿Quién podrá ponderar el mérito desus actos?

Eminentes teólogos y santos, entre otrosSuárez, Salazar, san Bernardino de Sena,san Alfonso María de Ligorio, etc., afirmanque la santísima Virgen disfrutó del uso de larazón «permanentemente y sin interrupción»desde el primer instante de su concepción.

Así podía merecer nuevos aumentos degracia desde el seno materno, contribuyen-do a esta plenitud en la forma más noble:con la libertad ilustrada por el entendimiento.Cristo gozó de este privilegio por derechopropio; María gratuitamente, en atención alos méritos de Jesús. Ciertamente, en lascosas concernientes al conocimiento y amorde Dios.

Sin embargo, no hemos de pensar queMaría fue un prodigio de niña precoz. Desdeque nació, su alma excelentísima tuvo queadaptarse a las circunstancias naturales deldesarrollo del cuerpo, de modo que su clarainteligencia, dotada del uso de la razón,estaba sometida y como velada por las vici-situdes de la edad.

En esta carrera ascensional de santidad ygracia, el cuerpo de la santísima Virgensecundaba el vuelo raudo de su actividad aní-mica, de tal modo que, según san Sofronio:«María estuvo exenta de toda enfermedadcorporal, por su excelente complexión unida auna perfectísima moderación de ánimo».

No quiere decir esto que le faltara la posi-bilidad física de enfermar, envejecer y aunmorir. Se puede aplicar a la Virgen lo quesan Agustín dice de Cristo: «En Él habíasemejanza de carne pecadora, quiso sufrirlos cambios propios de edad desde sumisma infancia, de tal modo que parecía queaquella su carne podía llegar a la muerteenvejeciendo, de no haber sido muerto sien-do joven».

Emilio Itúrbide

EVANGELIO DE MARÍA

MARÍA INMACULADA:MADRE DEL MESÍAS



Sor María Luisa Roca es una Hija de MaríaAuxiliadora española a la que –como dice ellamisma– Dios le ha hecho la inmensa gracia deser misionera en África, donde lleva ya veinticin-co años. En efecto, llegó a Togo en 1985 paraluego pasar sucesivamente a Gabón, GuineaEcuatorial, Costa de Marfil y Congo-Brazaville.Ahora se encuentra en Pointe Noire, la segundaciudad del Congo, y primera en lo que al comer-cio y la industria se refiere, con más de sete-cientos mil habitantes. También allí se lee y sedifunde Ave María.

–Háblenos de la Misión: ¿En qué consistela labor de esa comunidad salesiana dePointe Noire?

–Tenemos una Escuela profesional y a travésde ella llegamos a muchos jóvenes que vienena estudiar en las distintas secciones de corte yconfección, repostería y secretariado-contabili-dad, así como en la de alfabetización, que llevaincluido el aprendizaje de bordado y peluquería.Todas estas secciones están avaladas pordiplomas oficiales. Damos prioridad a las jóve-nes, con un 80% de plazas, ya que en África lapromoción de la mujer es algo vital y primor-dial.

También tenemos en la misma Misión unHogar con 17 chicas difíciles, de alto riesgo, quetienen problemas morales o familiares. Lasrodeamos de todo el cariño que necesitan–¡que es mucho!– y les proporcionamos connuestros propios medios –no hay ninguna sub-vención–, todo lo necesario para que puedanestudiar y salir adelante en la vida. Nuestroobjetivo es reinsertarlas en la familia y en lasociedad. Este Hogar forma un solo bloque connuestra Casa y muchos días comemos juntas.

Como ves, la evangelización la hacemos através de la educación y, aunque la mayoría delos alumnos no son católicos, acogen de muybuen grado cuanto se les presenta de la religióny se sienten muy a gusto en este clima defamilia salesiana.

–¿Cuántas hermanas son en la Comuni-dad?

–Somos cuatro Hijas de Maria Auxiliadora yprocedemos de 4 naciones y continentes distin-tos: sor Teresita Muñoz, de Chile (América del

Sur), sor Pris-cila Panadés, deGuinea Ecuato-rial (África), sorCecilia Chong,de Corea (Asia)y una servidora,de España (Eu-ropa).

–¡Eso sí quees integraciónétnica! Sin duda debe ser de gran ayuda.

–En efecto, esta pluralidad la ven y la acogenmuy bien la gente del lugar, que se maravillande cómo personas tan distintas en raza y edadviven felices y unidas como la mejor familia delmundo. Esto nos facilita mucho la evangeliza-ción, el transmitir a Dios, a quien acogen comoel “secreto” de esta armonía y felicidad que venen nuestras vidas.

Además, como nos movemos en el campo dela Educación tenemos la oportunidad no sólo deevangelizar a los jóvenes, sino de llegar tambiéna los padres y a los profesores. ¡Esto nos ofre-ce un gran abanico de posibilidades! Y vemos,o mejor dicho, “tocamos”, cómo el Señor prepa-ra el corazón de nuestros destinatarios, puesencontramos en ellos una tierra muy fértil yabierta para recibir el don de Dios...

–Desde luego, el ejemplo y la entrega sonlas mejores vías de evangelización. ¿Cómoes recibida la Palabra de Dios entre esasgentes?

–Yo creo que para anunciar a Jesucristo esimportante escuchar, estar muy cerca de lagente, alegrarse y sufrir con ellos, ayudarles entodo lo que podamos, compartir todo, inclusonuestro tiempo, y tener las puertas de casaabiertas de par en par. Ellos, por su parte, cap-tan enseguida que ese calor humano es verda-dero, que no tiene detrás ningún interés perso-nal y que sólo busca su propio bien en el cuer-po y en el alma... ¡Y se vuelcan...! ¡Nos senti-mos muy queridas por la gente!

–A los no cristianos, ¿cómo se les hablade Jesús?

–En la zona donde estamos no hay práctica-mente musulmanes, sino una infinidad de sec-tas y algunas iglesias protestantes. La mayoríade nuestros chicos y chicas pertenecen a ellas.Sin embargo, acogen con corazón abierto los“Buenos días”, la oración que se hace todas las

ENTREVISTA

SOR MARÍA LUISA ROCA,MISIONERA EN ÁFRICA



Madre querida, que no haya más España que la que te tiene por Patrona, ni haya hijos deEspaña que no sean hijos tuyos, ni haya bocas españolas que no sepan rezarte, ni corazo-nes españoles que no guarden tu cariño en lo más hondo de sus cariños, ni niños españo-les que no aprendan a balbucear tu Nombre en el pecho de sus madres, ni moribundos espa-ñoles que no lo invoquen como resignada despedida del tiempo y esperanzador saludo dela eternidad...

Madre Inmaculada, Patrona excelsa de España y de los españoles todos, aun de los queno rezan, que tu manto azul sea siempre nuestro cielo, tu Hijo nuestro Padre y Señor, Túnuestra Madre y que todos nos queramos como hermanos...

Beato Manuel González

A LA INMACULADA CONCEPCIÓN, PATRONA DE ESPAÑA

mañanas, las fiestas salesianas y eclesiales,incluso con la Eucaristía, en la que todos partici-pan con entusiasmo y fervor... El africano es unapersona intrínsicamente religiosa. Hablar deJesús, como Hijo de Dios, como modelo y amigopara nosotros, no es solamente fácil, sino entu-siasmante, ya que puedes compartir con ellos,quizás mucho mejor, a veces, que con nuestrospropios chicos de España.

África es una tierra fértil donde Dios se haceparticularmente presente. Nuestros chicos y chi-cas leen con interés y entusiasmo las revistascatólicas que ponemos a la entrada de laEscuela –entre ellas Ave María– y unos peque-ños folletos de formación popular, hechos pornosotras en colaboración con los Salesianos,que ayudan también a crecer en la fe. Muchosvienen al Oratorio y al Centro de jóvenes, asícomo al Grupo vocacional.

–Hablando de jóvenes, muchos son lecto-

res de nuestra revista, ¿podría dirigirles unaspalabras, especialmente para ellos?

–Por supuesto. Desde estas páginas yo qui-siera lanzar un grito de llamada a tantos jóvenesque, a lo mejor, no saben qué hacer con susvidas: ¡hacen falta brazos y corazones entusias-mados por Jesús que contagien a los otros yque se pongan al servicio de los más pobres, encualquier sentido. Yo os aseguro que Dios osdará el doscientos por uno!

Y ahora una confidencia personal: ¡Si yonaciera de nuevo, volvería a ser lo que soy!

Una misionera incansable en el servicio delAmor. Eso es sor María Luisa Roca. Toda entrega,toda servicio, toda celo por las almas, toda amor,en definitiva. Desde Ave María nos unimos decorazón a su labor apostólica entre nuestros her-manos del querido continente africano. ¡Adelantepor nuestro Señor y su Iglesia! Sursum corda!

D. M. A. / A. S.

FONDO MISIONERO DE VOCACIONES

OBISPO JOSÉ GUERRA CAMPOS

«¡Por qué, Dios mío, no te conocerán y te amarán todas las criatu-ras...!», exclamaba santa M. Maravillas de Jesús. Este deseo la movióa renunciar a una posición social privilegiada y a seguir a Jesús por elcamino seguro de la oración, la penitencia y el sacrificio. Y a nuestrosmisioneros a desvivirse por el Reino de Cristo, aquí y en tierras lejanas.Pongamos cada uno nuestro grano de arena para que el mensajeanunciado por los ángeles hace veinte siglos llene y transforme toda latierra. Y, en la medida que podamos, colaboremos económicamente aesta gran aventura de amor. ¡Feliz y misionera Navidad! Beca San Juan M. Vianney

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El 8 de diciembre de 1854, el beato Pío IX enla Carta Apostólica Ineffabilis Deus proclamabael dogma de la Inmaculada Concepción deSanta María Virgen.

Cuatro años después, el 25 de marzo de1858, la misma Virgen en una de sus aparicio-nes en Lourdes a Bernardette Soubirous, sepresentó Ella misma como la InmaculadaConcepción.

España, pionera

Los cristianos intuyeron muy pronto que laque había sido elegida para ser la Madre delRedentor tenía que haber sido adornada congracias singulares. España se distinguió siem-pre por su fervor a María como Purísima y llenade gracia.

Tras un largo recorrido inmaculista a través dela historia, a propuesta unánime de las CortesGenerales Españolas, el Rey Carlos III solicita-ba a la Santa Sede que la Inmaculada Concep-ción de María fuera proclamada Patrona deEspaña. A esta petición, el 8 de noviembre de1760 el Papa Clemente XIII firmó un Decretoproclamando a la Inmaculada como Patrona deEspaña. En la Navidad siguiente, mediante labula Quantum Ornamenti , ratificaba de manerasolemne esta proclamación.

Pocos días después, el 16 de enero de 1761,el Rey Carlos III firmaba un Decreto-Ley por elque proclamaba patrona de todos sus Reinos «anuestra Señora en el misterio de su InmaculadaConcepción». Esta disposición lleva por título«Universal Patronato de Nuestra Señora en laInmaculada Concepción en todos los Reinos deEspaña e Indias».

Anteriormente los obispos de las diócesisespañolas y los teólogos de las viejas universi-dades de Salamanca, Alcalá de Henares,Granada, Zaragoza, Valladolid y Valencia defen-dieron y festejaron la Concepción Inmaculadade María como dogma de la fe cristiana.

También, a instancias de Carlos III, concedióSu Santidad que en las letanías de la Virgen seañadiese a continuación de la invocación Materintemerata la de Mater immaculata (14-III-1767).

Cuando, el 19 de septiembre de 1771, se ins-tituyó la Real y distinguida Orden de Carlos III,se puso bajo la protección y patronazgo deMaría Santísima en su misterio de la InmaculadaConcepción. Y conociendo que los graduados enTeología por la Universidad de Ávila no hacíande forma explícita el juramento inmaculista altiempo de conferirles los grados académicos,ordenó «que todos los que recibieren grados enlas Universidades literarias de estos mis reinos,o los incorporasen, hagan juramento de defen-der el Misterio de la Inmaculada Concepción, enla misma forma que se hace en las universida-des de Salamanca, Valladolid y Alcalá».

Como dijo Juan Pablo II, en su primer viajeapostólico a España en 1982, en Zaragoza: «Elamor mariano ha sido en vuestra historia fer-mento de catolicidad. Impulsó a las gentes deEspaña a una devoción firme y a la defensaintrépida de las grandezas de María, sobre todoen su Inmaculada Concepción. En ello porfiabanel pueblo, los gremios, cofradías y claustros uni-versitarios».

Benedicto XVI, al final de su visita a Santiagoy Barcelona, el pasado 7 de noviembre, puso atodos los pueblos de España bajo el amparomaterno de María Santísima «tan venerada einvocada en Galicia, en Cataluña y en losdemás pueblos de España. A Ella le pido que osalcance del Altísimo copiosos dones celestiales,que os ayuden a vivir como una sola familia,guiados por la luz de la fe... Os bendigo en elnombre del Señor». ¡Gracias, Santo Padre!

A.M.

LA VIRGEN MARÍA EN LA HISTORIA

LA INMACULADA,PATRONA DE ESPAÑADESDE HACE 250 AÑOS

Monumentoa laInmaculadaen la Plaza deEspaña,en Roma.Cada año, el 8 de diciembre,los bomberosde Roma la honrancon su ofrenda de flores.



La contaminación ideológica de laHistoria. Estanislao Cantero. La manipula-ción de la Historia obedece a la ambiciónpolítica. Pretende controlar la forma depensar y de sentir de las personas median-te una interpretación del pasado a conve-niencia del poder. Esa manipulación resul-taría imposible sin el concurso de algunoshistoriadores de extraordinaria influenciaque, no siempre conscientemente, defor-man unos hechos y ocultan otros para lle-gar a una conclusión preconcebida.

Estanislao Cantero expone cómo ha teni-do lugar esa “contaminación ideológica” enla explicación más difundida de aconteci-mientos como la Guerra Civil española, laSegunda República, la unificación de Italia,la Revolución Francesa o incluso la mismavida de Jesucristo. En algunos casos elalcance de la tergiversación es asombroso.Deshacerla requiere una investigación eru-dita, rigurosa y honesta que ponga la ver-dad a salvo de clichés gastados e interesesespurios. Editorial LibrosLibres Tel. 915 9409 02.

Síntesis histórica del trienio 1936-1939y La heroica mujer catalana son dos mag-níficos libritos que también contribuyen adesvelar la historial. Escritos en catalánpor el prestigioso autor Francesc A. Picas.Apartado 21, 17700 La Jonquera

Para ti, mujer. Ángeles Linares Lores.En los últimos años no han parado dedivulgarse estudios, estadísticas, escritos,hasta chistes sobre la mujer, en el intentode abarcar su naturaleza, por ver de supe-rar los problemas que vienen produciéndo-se desde que se la intenta equiparar alhombre, incorporar al mercado laboral, ocon la peor intención de desvirtuar así lafamilia. Esfuerzos que, en el fondo, vienena ratificar y ordenar lo que con un poco deexperiencia, sentido común, o conocimien-to profundo de la naturaleza femenina tam-bién se podría abordar. La autora hace unrepaso incisivo de situaciones en las que

una podría verse envuelta, poniendo enguardia de cómo salir airosas cuando lafalta de perspectiva, típica de la proximidaddel problema, impide divisar con objetivi-dad la salida. Noticias Cristianas.

Noticias Cristianas, que tiene como finla difusión gratuita de libros católicos, nosha enviado varios libros en poco tiempo.Tel. 934342600.

Castigos de Dios. Jaime Solá Grané. Elautor nos recuerda la infinita Misericordiade Dios. Pero Dios es también infinitamen-te justo. De ahí su llamada de atención aluchar contra los siete pecados capitalesque en muchas ocasiones pueden hacer-nos caer en pecado mortal. NoticiasCristianas.

El invitado imprevisto. Joaquín RomeroSalort, afectado por ELA (esclerosis lateralamiotrófica), sin habla y apenas movilidad,nos da un testimonio formidable de su vidahumana y cristiana en su silla de ruedas.Narra en este libro, de 123 páginas, unaaventura grande y hermosa: cómo sepuede ser feliz en el dolor, cómo se puedeayudar a otros desde la propia necesidad.A la pregunta: ¿De dónde sacas la fuerzapara llevar tu enfermedad?, responde:“Llevo la enfermedad acompañado en todomomento. En este sentido la herencia másgrande que me han dejado mis padres,además de la vida, ha sido la fe. Con fre-cuencia me dirijo a mi Madre la VirgenMaría”. Editorial Escua. Tel. 932411025.

Breve síntesis académica de teología yEl orden de las verdades católicas sondos obras del joven profesor de teología yconsultor de la Conferencia EpiscopalEspañola, Eduardo Vadillo Romero quepone el alcance de todos la teología desanto Tomás de Aquino y el Magisterio dela Iglesia. Instituto Teológico San Ildefonso.Servicio de publicaciones. Plaza SanAndrés, 3 - 45002 Toledo.

LIBROS RECIBIDOS



RAÍCES CRISTIANAS DE EUROPA.Cuando Europa escucha la historia del cris-tianismo, se escucha a sí misma. Sus con-ceptos de la justicia, de la libertad y de laresponsabilidad social, junto con las institu-ciones culturales y legales establecidaspara preservar estas ideas y transmitirlas alas futuras generaciones, están determina-das por su herencia cristiana.

S.S. Benedicto XVI

NECESIDAD DE UN GUÍA ESPIRITUAL.Los que traten de santificarse, por lo mismoque tratan de seguir un camino poco fre-cuentado, están más expuestos a extra-viarse, y por eso necesitan más que losotros un doctor y guía. Y esta manera deproceder siempre se vio en la Iglesia; estadoctrina fue profesada unánimemente portodos los que, en el transcurso de lossiglos, florecieron por su sabiduría y santi-dad; y los que la rechacen no podránhacerlo sin temeridad y peligro.

León XIII

LIBERTAD SIN TRABAS PARA LA VER-DAD. Es de justicia que pueda la Iglesia entodo momento y en todas partes predicar lafe con auténtica libertad, enseñar su doctri-na social, ejercer su misión entre los hom-bres sin traba alguna y dar su juicio moral,incluso sobre materias referentes al ordenpolítico, cuando lo exijan los derechos fun-damentales de la persona o la salvación delas almas, utilizando todos y solos aquellosmedios que sean conformes al Evangelio ypara bien de todos según la diversidad detiempos y de situaciones.

Vaticano II (GS. 76)

TESTIGOS DE CRISTO. Una de las pri-meras cosas que hago es afirmar el granbien que hacen tantas de nuestras organi-zaciones caritativas católicas, que llevan eltestimonio de la presencia de Cristo en elmundo. Quienes lo llevan a cabo suelenser algunas de las personas más delicadasy llenas de fe de entre los creyentes. Son

irreemplazables en términos de misión ymensaje de la Iglesia

Cardenal Paul Josef Cordes

MARXISMO. El Estado socialista marxis-ta es totalitario, pues copa todas los espa-cios, tal como sucedió en los países some-tidos al régimen socialista o comunista,como los de Europa Central, la UniónSoviética en el pasado, y Cuba todavía enel presente.

Cardenal Jorge Lerosa

DIOS GUÍA LA HISTORIA. La crisisdebiera hacernos valientes; se nos ofreceuna gran oportunidad para buscar juntossoluciones. Tener, sobre todo, fe y confian-za en Dios: Dios guía la historia.

Cardenal Claudio Humnes

MISIONEROS. Quiero dar las gracias atantos sacerdotes que están dedicandotoda su vida a las misiones, a los paísesmás pobres y al servicio de los más pobres,de los que nadie se preocupa, los numero-sos sacerdotes que trabajan en el anoni-mato de las ciudades, que tienen queafrontar dificultades generadas por unacorriente de secularización fortísima, ycambios de mentalidad debidos a una nue-va cultura.

Cardenal Antonio Cañizares

CONVERSIÓN. En todas partes encon-tramos que el misterio de la iniquidad semantiene activo, es una de las cosas endonde debemos estar siempre vigilantes,poder identificar ese espíritu maligno paraderrotarlo a fuerza de bien. Creo que entodas partes del mundo se puede encontrara aquellos que desean hacer el bien y a losque se gozan en el mal. De tal manera quela llamada de la conversión es a todos, nopodemos señalar a nadie, debemos tomarlo que nos toca de esa llamada a la conver-sión.

Cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga

LA BRÚJULA



HORA PUNTA

Bellísimo texto de un obispo cordimaria-no por el que rogamos fervientemente

Te ha nacido el Hijo. Has llegado ya, don-cella, a esta maravillosa realidad de ser vir-gen y madre. ¡Es Navidad porque Tú hasdado a luz la Luz! ¡Porque ha entrado en elmundo, nacido de tu carne, el Hijo de Diosvivo!

Quisiera tener las más altas palabras delos hombres, las más puras palabras de losángeles, para hablarte hoy y bendecir latierra fértil de tu seno y alabar la hermosu-ra del fruto bendito que ha caído de Tisobre el heno del pesebre...

Quisiera mirarte de cerca, a los ojos,como te mira José. Y sorprender en tumirada la primera sonrisa del Niño, la pri-mera mirada humana de Dios. Y saber pormis manos, por mi aliento, por la cienciainsobornable de las lágrimas, que Dios esya realmente uno más de nosotros..., preci-samente por Ti.

Santa María de Navidad, dichosa, pura,altísima. ¡Qué marejada inunda tu corazón!¡Qué imposible se ha vuelto la gracia de tuvoz, alondra, y cómo es explicable tu silen-cio delante del Verbo hecho vagido!

Dios tiene la medida de tus castas entra-ñas y cabe en tu regazo, como un puñadoapenas, y vive de tu leche, adormecido, ytoda la potencia de su gloria se acuestaentre las palmas de tus manos...

Señora de Belén, razón de las estrellas yjúbilo de la noche: atráenos a Ti, comoatrajiste a los pastores y a los Magos; entraen mitad de nuestras vidas, con Jesús,como lo entraste en la noche y en el frío poraquella hondanada de David...

Es Navidad. Te ha nacido el Hijo. Diostiene un cuerpo mínimo que late aún alritmo de tu sangre, y en torno a Él y de Ti,su Madre, Virgen María, todos los hombresdel mundo, de todos los siglos, nos senti-mos cálidamente hermanos, dichosamentevivos, inviolablemente eternos, hijos tuyoscomo Él, hijos de Dios por Ti. ¡Santa María

de Navidad! ¡Nuestra Señora de Belén!¡Madre! ¡Madre! ¡Madre!

¡ALELUYA!¡GLORIA A DIOS...!

¡Cristo nace en Belén! ¡Cristo nace cadadía en la Eucaristía! Y anida en los cora-zones de buena voluntad... Ave Maríadesea a todos sus lectores, efusivamentey de todo corazón, una Navidad muyllena de alegrías y santa. Que en Belénnos encontremos todos, con la tea delcorazón bien encendida... ¡Que no la apa-guen los vientos del temporal!... ¡Quenadie se pierda por el camino! ¡Que atodos llegue, Señor, tu Luz y tu Paz!

SANTA MARÍA DE LA NAVIDAD


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