Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

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iNDlCE

I

Agradecimiento ... . .......•.•...•....•....•..•••.•• , . . ... .

t. Hablar de cultur:l .................•....•.....•......••.

El diJlogo y /o5/lelit:6pteros ............................. . Este libro .................... . ........ . ... . •....•.... Navegación . .•.•..•.••.•.••...••.•..•................. lA)zobrJs ............................................. . Formas de hiJbfar ............ • .. . .••.•..•.•.. • . • •.•.• • . Que 5UCllell los t'ioJincs .••...

2. Formas vivas ...... . ...•.. .. ..• . ••• • •.••................

Mlr"dllS robre el concepto de wltura . ...........•. . ......... Jllego' Raúl Br¡IL'O eOIl HelgllerJ. el/I/IIT,¡ e/l acción • ............ Cuffllm y reg/<l: fJroh¡bido escllpir en el slIelo. f'rolnbido fumJf (}

l/eI'ar el cigarro encelldido. ror fUlJOr, espere /ms /a II/Iea rola. OCJI/lell el arcén. Es obligatorio fumar . ................. .

Con Im/iador, desmldos. f-spaáo público, cormmicaci611 )' aprendiza-le social . .••.•.••.••...• • .•.••....•.... . .... '.' .... .

Palabras muer/as )' pJllJbr<ls l'II'as. Le'lglI.l,e y prJctlca ... : ..... . La lIid.1 es bl,mda. Matices en el concepto de reJ:la •. , . , .... • ••. • Cllerpo )' "Ima. Reglas en estlldo práctIco . .................. . Una I'I/ella de luercil. Cultllfll COIIIO descripci611 ......... ' ..•..• El abismo de la cllltura .•............•................... Etic,. Emic,. Etic" Emic. ... •..... , ...........•......... ,. ¿Para qué sirlle /a 'dlstlllciólI etidemid •.. • ....•..•. . ..•..•.. U" mali::. sobre la t'xpresiólI .. conj/l/llo de TeR/as .. .............. .

J. Seis llaves •. • . • .... ...• .. . . . .......•....•........•....

Pnmera dificllltad. U//¡¡'erSdI es concreto es .mwersal ........... . Mg.md.l di{icllllad. Acció// es relaCIón es acciólI ...........•.... Tercer.1 ditiC/dlad. Las inslituciones '10 estall $0/<1$ .•.•.... el/arta di{in/ltad. Estructura es proce$() es t'strl/ctur.1 . . . •. . ....

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Il

15 16 18 12 25 2.

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4'< 49 51 55 .'6 58 62 74

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Qlllllfol dificultolJ. ';l)óuJt' r'st.i I.l CIIltllrl1~ . SrxtoJ JificultoJd. Rr/Jó(m es mJlI"idUfI es re[olcú¡II .. . ..

4. Vamos a usar las 11:1\1:5. Una critica de algunos USO\ comunt~ dt 1.t palabra «cultura* ............. . ....................... .

I:.sa cosa ta" ~'011P . , ................................... . F.sa cos.; tl111 espintl(,¡I. ... '. .. . ......... , , F.s.J cOSJ tan Wriol . . ..• • . . . . • . . . . . . . . . . . . .. . ..•... F.s../ cos.; tl1n I'ie¡ol . . .• . bJ eoSJ tan mútil . .... 1-:.su eos.; tull pert't.'rs./

5. Ni ·culturali"ita· ni ~idealiua· ......... ,." ..... ,., ...... .

~C,¡/tllr.lfist<l", 'lile eres 11/1 ~fIIltl/rulist<l~ • ...... '8'II't'fflrg.¡'/lCO" lA Cl/ltl/r.1 qllc /lota en el vacío. , , .......... , , r/t'ioli/lista .••.•.••.•..•.••. , .• •.• • , •.••.•• ' •. , .• , • , • Fxcesos wff/lmltíglC<ls, , , . ,. . ........... , ... ,.', ........ . 1..3 clIllllrJ qUE' p.m'cl! flotJr ('/1 el !'.Jefo uo nel/e JeI !·Jdfl ..••.... SlIpemr¡;,illieos .. , . .. ,

(<1) Meme) cultura (b) Cultura ,"In titmpo (e) Conliguración ..• (.1) Ambiem(' o tmorno cultural. (e) Forma, pone, Jl,ptN,;ión ......•. (j) Lo) r('$to~ de un n;lUfr.l~lo o 1.1 im.1~en dd (kpó~lW

,\MtC/I{'r fu lIfifid.l<l <Id CCl/lul'to de (tI/tura 1/0 es ser ~id(,J/iS{ol'

6. ¡Que \'iene el espíritu! Una crítica de la simplifiC'dción del concepto de causa ..•..... , ... , ..... , ... , . , .... , ... , , . , . , ... , ..

~Qlllbl hJbl.:1 sólo J(, calls.w' . , ......... , . WIIS>l eficiellte y regid. .. •• •• •• ••.•.••.• •• • 1 ol~OS cJIISdles ............ ,. . ........... . \'uxtJpruiCiÓll, olSOÓolUri/l, reprt:~lItolcir>l/, SIlStltUUÓI/ . •• 1-:1 r<'fomo del leJi. . . .. . .•.• , ........... .

7. La cultura COIIIO reconocimiento) como discurso

(.'II/fl/ra y eXc/lIslól/. .. .. • . ,. .•..... . . .• ' .. Los t.lpoltOS de lodie 1-051('1'. I.a cullllra como rcc01l0ÓmiI'I,to .. , .. Regla y tiempo. L.J (,'/tllra WII/j) discurso . .........•.. , .. l,a cll/lllra 110 es 1111 ugl'lIlt', ..........• , •.•.•• ,...... .. l.1l cultura no es 1111 pro.ll(fO • " •• , .. , ¿f..xcepoó" C/llturJI? ..•.•.•.•.•..• , , .••••..• "., • • . •. f'lIellft'5. 1...1 cultllr.:1 como (omll1llcJ(/6n. .., , .••.

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105 107 10' 110 11\ 116

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115 1.14 1.17 140 141 143 144 14. I·P 14'

14' 153 l.~S

15'

1."9 161 160 174 178

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1H4 186 192 195 107 lOO 204

INOICE

8. Algunas preguntas con respue~1,1 . , . , . , . , , . , . , ... , . , ... , ...

iPul'cÜ "dkr gente Sin cullllril~ . .................. , .•. , •.. ¿H.:ue faltd 10.1 eSClldJ f'.:JrJ ~tlml'r .. wlfllra? ...... , . . . . . .. . .. . ; ,w m/'''e 10.1 dil'fflidud cullllrdl d 1.1 Jn'fflldo1d lI/1glllsticJ? , .•.•.• U·:s la cultllrd 1111.:1 (oml3 p.:1rtlwlar de acci6,,? , . , . , .. , . , ..... . ¿Cómo se .. tiene_ la Cllltlfru y qllléll la tlelle, SI es que algll/ell 101

t/elll'? .. , .....................•............ , • ' • , (.1) ¿Qué signili.:a ··(ener· en la t'xpresi6n ·tener cultura,,? (b) ¿Puede und socled.JJ o un pueblo _rt'ner' cultura).. .. (c) ¿Put'de algUIen ·tt'ner~ una '\.01.1 culmr.1? ......•.

¿.\jml .Ios Chlll05" ¡mol n,{lIIrdr ;.\)<m .Ios espiuioles .. /11/.:1 clIlWrolr ;~" ~//)s heJnes- unJ '!lltllro1~. . . , • .• ••..• • ••

¿PueJe 1101''" cl/lturo1 si" gt'lltd . .. . .............. ,.,.,.. .

9. Ll idea de ~d iversidad " no es suficiente

.. ¡Jefielll/o mi Clllturol' ......... , . . . .. . ... , .•...... ", .••. Di(en'lIC101 }' (O/mmicaclón , . , .. , . , . , .. , ...•....... , . , . , , . tAlultiCllltllro1/?, ..... , .. , .. ... ., ........ ,., .....•.. ,. ¿QII/~ es fo .. JfIlerso_ t'II d concepto de wltura? • • . • . .• •• , .••

10, La cuhura como proceso político. , . , ......... , ..... , .. , , .

Cultura)' democrac.i.l . •. .".,.,., ...... , .........•.... "(.'/llllIr<1- es un CO/lcepto IguJ/,tJTlo, Mro 110 IguJ/.:uior. • .... ,.

fa) Emoc.:emnsmo,.,... ... . . . . . . . .. ,. (b) Lo" politiws no quieren trabajar.. . ..... . (e) Narci~j~mo intel~tual . .•. ••. , .••.

11. Rdati \'ismos ....•. , .. , .. , •. , .••..• • , ..••...... ,', .... .

GmseriJ5 u1lfirrf'lo1ti~·ist.z5 .. ,.,.,., .. , ................. . &/Jtll'/SIIIO mnodológico, II11fmf'<'llORi.z so<iJ/}' emogr,¡fi.1, ... '. U COl/creto antropológico . ........ , ........ , ...... ' .....•

8ibliogrillfía .. , ..... , .... , . , . , .. , .... , .... . ..•. , . , •...•..

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107 lOO lJ1 216

11<J 221 21'" H4

Hí 2.l7

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243 144 146 251

H5

156 160 26.3 164 166

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I l

AGRADECIMIENTO

En el origen de este libro hay dos personas. Pensé en escribirlo después de conversar con Honarío Velaseo sobre las diJicultades que encontrá­bamos Jos antropólogos para comunicar el concepto de cultura a quie­nes, fuera de nuestra profesión (y a veces también dentro de ella), 10 usan de maneras incompatibles con nuestros pdncip31es supuestos. Me dije entonces que podría ser útil tomarse en serio la rarea de acl,mlr los USOS} sentidos de la palabra «cultura,. en antropología, en un libro que pudiera ser digerible para una audiencia más amplia. Daniela Fejcrman me sugirió que éste debra ser un libro divulgativo y me animÓ;1 escri­birlo. Durante años he trabajado en él pensando que estaba escribiendo divulg:lción, pero, a juzgar por los comenrarios de muchas de las perso­n3~ que ciraré a cominuación, creo que no lo be consegu.jdo del todo. Para leer este libro -me han ac1arado- es preciso tener alguna clase de mquierud previa sobre la palabra "cultura». Esto cuadra bien, me parece a mí, COIl los mori vos de los estudiantes de anrropología. En todo caso, h:lber mantenido durante todos esros anos la ilusión de la divulgación me ha ayudado a alcanzar un grado de franqueza exposiriva y claridad conceprual qUe! difícilmenre hubiera alcanzado de OtrO modo.

Los lecTores de este libro tienen mucho que agradecer,a las siguien­tes personas; Monrserrar Cañedo, Marta Crespo Garcimartín, Begorm Enguix Grau, Nuria Fernández Moreno, Alfredo Francesch Díaz, Nane}' Konvalinka, Asunción Merino, Fernando Monge, Carlos PcI:íez Paz, Pepe Pereiro, Eugenia Ramírez Goicoechea, José María Romero, Sara Sama y Txema Uribe. Sus comentarios han sido decisivos. Algunos de es­tos comemarios han sido pequeñas sugerencias enormememe influyen­tes}' Otros exrensas consideraciones derivad3S de ulla profund3 lecttlr:l del borrador. Si es que este libro llega a reflejar de alguna manera mi ilu· sión divulgativa, ello se debe a sus inteligentes aportaciones.

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CUlTURA ANTROPOLOGIII y OTRAS TONTERIAS

Alfredo Francesch leyó este texto en dos de sus fases y en [as dos ocasiones me aponó valiosas ideas, por lo que le estoy doblemente agradecido. Begofl:l Enguix Grau leyó el borrador con más detalle que el que yo mismo empleé en escribirlo. La forma fin:ll de este reXlO es en gran medida consecuencia de su paciencia y pr~cisi6n. A Carlos Pe­láez Paz!e debo también un con)umo de sugerencias fund:ll11cm:lles de contenido y estrucrur:l. Eu~eni:l Ramírcz Goicoech~:l me devolvió el borrador lleno de correcciones de esrilo y comentariOS de fondo. Con ella comp:lrto muchas obsesiones teóricas. Soy consciente de que, en su forma final este texto no recoge determinadas remáticas sobre las que Eugenia m~ llamó la atención; entre otras: la relación entre etologb y cultllra, la culnlra en d proceso de hominización, o el problema de l:l objetivación de las formas culrurales. Afortunadamente, ella las ha desarrollado}' las sigue desarrollando en sus propios escritos. .

A Francisco Cruces me une una larga e intensa biografía de trabajO en común. Difícilmente un libro sobre el concepto de cultura. tan bá­sico en nuestra disciplina, podría quedar desconectado de su persona. Parte de las ideas comenidas en los tres últimos capírulos, sobre probl~­mas políticos y éticos, se han inspirado en las discus~ones de U~l semI­nario sobre antropología y derechos humanOS orgalllzado gracIas a su iniciativa.

La autoría final del libro es mía, pero, haciendo uso de una de las ideas centrales que aquí se comienen, sólo lo es en relación con todos ellos. Tal vez el precedente sentado en este trabajo sirv~ para q~e ?I­guien se anime en el futuro a alcanzar. con mucho más éXIto, el objetivo de la divulgación.

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HABLAR DE CULTURA

El diálogo)' los helicópteros

Aquella noche del 8 de mayo de 2004, el locutor designado para n:lrrar ~n La Primera de Televisión Española la inauguración del Forum de Barcelona debía de estar algo confuso. Una y otra vez, ante la obstinada imagen que mostraba en la pantalld a los príncipes de Asturias, se refirió a Lctizia tratándola de esposa, cuando aún faltaban unas semanas para la boda_ Y es que se trataba de llenar de contenido un evento que toma­ría por objeto a la culnlra, .. el Forum de las culturas,.. Nada debemos achacar al locutor. Seguramente, ante tan singular empeño cunlquiera habría experimentado una desorientación similar o [adal/ía ¡nayor. Las autoridades lllvitadas en el puerto de Barcelona y los espectadores sen­tados ante sus televisores celebraban la apertura de un evento. dedicado .11 ~diálogo de civilizaciones», con el ruido de fondo de las lar;chas cos­teras de vigilancia y de los helicópteros que velarían por la seguridad. En la tele se oía sobre todo ese ruido de fondo. El locutor apenas podia romper su propio silencio llenándolo de vez en cuando con )a pompa de las grandes palabras: ",Vnt! cerellloni.:l cargada de significado y de simbolismo. Una apuesta a favor de la solidaridad y de la paz». En el exterior del recinto, unos manifestantes se quejaban cacerola en mano del patrocinio dd evento por parte de empresas al parecer complicadas en el Comercio de armas. Las autoridades celebraban el triunfo de la paz y la palabra, los mamfestantes denunciaban la devastación de la guerra, el hambre y la miseria. Pero todos se encontraban reunidos en torno a esa insignia misteriosa: la culnlra. Noventa y cinco ailOS ames, en 1909, el filósofo alemin Georg Simme! hab¡a publicado un pequeño em.ayo

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CULTURA ANTRO PO LOGIA y OTRAS TONTERIAS

titulado PI/elite y puerta l, un tratado incidental sobre la capacidad del

ser humano para unir y sepamr. Hansel Cereza y Albert Flores creu­ron el especdculo inaugurnl del Fórum de Barcelon:J., citulado Mover el mundo. tl.luchos años después del fin de la Guerra Fría sigue intacto el fantasma de la aniquilación del mundo y el sueño de la paz emre los hombres. y por detrás, la cultura.

Durante los meses previos al acontecimiento celebrado en Barcelo· na, los medios de comunic:lción h:lbbn intentado definir su consisten· cia, y en el esfuerzo habían sucumbido. El día despu6, el redactor de El País Agusrí Fancelli escribía: "!la habfa precedemes de una convocarona similar y hada falta entornar mucho los ojos para vislumbrar en qué podía consistir». Efectivamente, la inauguración del Fórum recordaba en algo a un:1 ctlmbre internacional de mandatarios, pero no era eso; remedaba la ceremonin inaugural de unos juegos olímpicos, pero tamo poco era eso. Ouranre meses los medios intentaron revela.r el misterio del Fllrulll de bs culturas, sin percatarse acaso de que tamatia confusión no podía deberse al propio Forum, sino al concepto en cuyo nombre se había promovido: la Clilturtl.

Este libro

Este libro hablad de 1::t cultura. Es decir que seré yo, Ángel, quien ha­blará de b cultura a rr:lYés de este libro. Los libros no hablan, ni si­quiera lo hacen las voces grabadas en las cintas magnerofónicas o en las imágenes de:: la televisión. Son las personas las que hablan para orras personas. Hablaré de la cultura porque la cultura me interesa, como a muchos otro!.. Como soy antropólogo, mi interés en el concepto de cultura es radical. En muchas ocasiones se ha dicho que la antropología es la ciencia de la cultura. Sin embargo, no será In amropología como disciplina profesional o académica la que hable a través de este libro. Seré yo quien lo haga, y al hacerlo puede que orros antropólogos, pero no rodas, hablen en mis p3labras. Lo que voy a hacer en este libro es ac!o.r:Jr con todo mi empeño el concepto de culrura. Muchos de mis colegas estarán de acuerdo con bs ideas de esre libro. pero con toda seguridad muchos estar:'Ín también en des:1cuetdo. En lo que espero que todos coincidamos es en la daridnd de 10 que aquí se dice.

Los periódicos suelen inc1llir lUla sección timlada «culrura», pero a nndie se le escapa que en nuestro mWH!o comempor:'Íneo los usos de esta pa1::tbra van mucho más allá del horlzonte de esas secciunes perio·

1. :'immel, 191:16 [19091.

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HABLAR DE CULTURA

dísticas. Si hubiera que atenerse a ese horizonte quedarf:m fuera de la culrura la política internacional, los depones, la dencia y la tecnología, y hasta la .. sociedad» misma, a la que algunos medios dedican también una sección aparte. Con los múltiples usos que hoy regisrra este con· cepto,la cuJrura se presenrn a nuestros ojos como un amorfo mercadillo de objetos dispares, melodías y trajes regionales, pactos políticos y or­g:mizaciones empresariales, clases de griego y mararones populares. No hay un género de cosas que sirva de referente al concepto de culmra, y de ahí el desconcierto dellocuror del Fórum: ¿de qué hay que hablar al hablar de culrura?, ¿qué es la cultura?

Ninguna colección de objeros podría aspirar a responder a tal pre­gunta. La lista sería caótica y el intento exrravagante. Oe ahí que la pf1lf1bra misma, "cultura», tenga ese aromo ocioso relativo a las cosas de los que tienen tiempo que perder: esas tome rías que hace o colecciOIl3 I!l gente cuando puede perder su tiempo, y a las que selieramcnte se dedican algunos (no todos) los antropólogos. Sin emb3rgo, hay quien llega a dislocar su columna vertebral o a cegar sus ojos pnr:1 dedicarse a los suplicios de la culrur:J.; y también quien llega a matar en S1l nombre. La culmra, pues, no va en broma,)' en rnuch:1S ocasiones nada hay más serio que la culrura. El tírulo de este libro intenta recoger esa ironía. Cuando me planteo aclarar el concepto de culrura espero ayudane a recorrer el camino que va desde su aparente inutilidad a su utilidad, desde su apariencia de ornamento a su cadcter fundamental pnra la comprensión de b vida social humana. CI/ltllra, ,mtropología y otras tal/ferias designa pues, en la portada de este libro, la apariencia banal de un concepto y de una disciplina que deberíamos tOlTlar muy en serio.

Adam Kuper ha escrito un libro ti rulado Cultura. La versión de los al/tropó/ogost. Es evidente que a Adam, que creció en Sudáfrica, no le gUSta este concepto. En la página 19 de su libro hace suyo este lamento de Raymond Williams: «no sé cuántas veces he deseado no haber oído nunca la maldita palabra». No le falta razón. "Culmra~ es una palabra cargada de sangre, la sangre de las vícrill1:J.S del apartheid, la sangre ver­tida por el nazismo. Ríos de sangre de la historia. Para la sensibilidad de los científicos "cultura" es además una p3bbra llena de ~1/11bigüedades. Yen los usos potiticos y mediáticos un afma de confusión. Como todas las ideas importantes que nos hacen personas, la idea de culrura puede llegar a ser monstruosa.

En este libro presentaré esas deformidades, pero lo haré desde ulla COnvicción. Si mantenemos limpia la transparencia del concepto tal y

2. Kupcr, 100 l.

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CULTURA ANTROPOLOGIA y OTRAS TONTERIAS

como aquí lo voy :l definir, veo improbable que pueda h:lber otro mejor para enrender 1:1 condición humana. Es necesario reconocer los usos que h:1cen de 1:1 p:tlabra «culrura» un medio de exclusión social y de muerre, pero en la rravesía hacia ese reconocimiento podemos hallar también el caudal que encierra para hacer inteligible nuesrra vida.

Navegación

He señalado ya mi intención principal al escribir este libro: :1clarar al máximo el concepto de culrura desde mi perspectiva de :mrropólogo. Con est:l aclaración quiero dar respuesta a una situación doble que hoy pocos pondrán en duda. En primer lugar, el concepto de cultura se utiliza constante y crecientemente en todas las vari:lnres de las huma­nidades y las ciencias soci:lles de formas extremadamente imprecisas. En segundo lugar, este concepto circul;¡ constante y crecientemente ell los medios públicos eDil poderosas cargas políticas y valorativ:lS. Esta doble situación es el punto de partida de quien hoy se imeres;¡ por la amropologí;¡ sociol y cultural C01110 disciplina científica, sea porque quiere dedicar o ella una parte de su formación académica, porque le interesa como complemento de sus tareas más habituales, o por puro placer. Conscieme de esta doble situación, con este libro prerendo Ine­ásar todo lo posible el concepto antropológico de cultura. Al precisar este concepto espero poder mOStrar también en qué consisten las cargas valoratlv3s y políticas que el concepto adquiere en los medios públicos (y también, naturalmente, en la disciplina antropológica).

A lo brgo de este fibro pretendo romper tres gruesas amarras que paralizan el concepto de cultura. Estas rres amarras son t:lI1 gruesas y están atadas con tanta fuerza <1 nuestro sentido común inmediato, que pueden llegar a bloquear por completo la comprensión de lo que aquí pretendo explicar. Creo que no importa la claridad con la que yo me exprese, si estas tres amarras no reciben un primer hachazo ahora mIs­mo todo mi intento será vano. Con este primer hachazo iniciamos b navegación.

Corto así b primera amarra: la cultura 110 es un saber espiritual. Una parte fund:1menral de este libro se dedicará a mosrrar, con ell11ayor detalle posible, que el concepro antropológico de cultura exige dejar de contemplar la realidad desde la perspe<.'t.iva del dualismo de la materia y el espírim.

y ahora la segunda: la culmra 110 es lo que hace sobmente el rcduci~ do número de personas que, reconocidamente, pintan cuadros, produ~ cen arre, escriben libros, dirigen películas, diseñan moda, y orras cosas

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HA9L ... R DE CULTURA

por el estilo. El COncepto antropológico de cultura exige igualmente comprender que cualquier ser humano, se dedique :1 lo que se dedique, es agente de cultura_

y ahora va el hachazo a la tercera amarra: b cultura l/O es un gru­po de personas, la cultura 110 es una nación, /la es un cuerpo sodal. El concepto anrropológico de cultura exige, finalmente, el reconocimiento de que la cultura se predica de la acción socbl, es una propiedad de la :lcción social, y no de quienes [a pOnen en práctica.

Ya en lento movimiento, ru barco se dirige hacia diez capíndos en los que encontrarás la argumentación necesaria para entender a qué vienen los hachazos que acabo de dar a estas tres amarras. A lo largo del libro encontrarás rnmbi~~ seis definiciol/es del concepto de c:ulturo, que se presentan en progreSlon.

El capítulo 2 lleva el título de Formas vivas. En este c:Jpftulo te ofrezco las cuatro primeras definiciones del concepto de cultura.

Sl. Cultura es una forma de vida social.

S2. Culrura es el conjunto de reglas con cuyo uso las personas da.n forma a la relación que bs personas

mantienen entre sí, en su vid:1 socia.l.

S3. Cultura es el conjunto de reglas con cuyo uso las personas dan forma a su acdón sodaL

§~. Cultura es una descripción, hecha por alguien, del conjunto de reglas con cuyo uso las personaS dan forma a

su acción social.

Este capítulo 2 hace énfasis en la idea de forma y en el dina~ismo de la~ formas culrurales. Además, ofrezco en él un conjunto de ejemplos para dustrar la importancia del concepro de regla cama integran~e del co~cept~ de cultura. Finalmente, este capítulo 2 muestra dos planos de eXlste.ncta de I~ cultura: la culmra puesta en práctica por las personas que VIven su VIda, y la cultura como descripción de quienes, como los antropólogos, la representan con una finalidad analítica o científica

El '1 ' ' capltu o 3, Se/s IImles, presenta seis dificultades implicadas en el concepto antro 1-' d 1 S d fi . po OgICO e cu tura. on i culrades porque nos obligan a. Inco~porar un estiJo de pensamiento capaz de tolerar la conviven-CIa de Ideas:l d' , parentemente Contra tcranas u opuestas. Por ejemplo e[ COll:epto antropológico de Cultura nos obliga :1 comparibiJizar el p~n-5a?l1ellto de lo universal con el pensamiento de lo concreto o el pensa-mIento acerca de d '6 I ' • procesos e aCCI D con e pensamiento acerca de los productos de la acciÓn. El título no es, sin embargo, Seis dificultades,

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porque e~d escrito con la promesa de ofrecer al final del capitulo las lIave~ conceptuale~ para segUir n;l\-egando.

El caprtulo 4, Vamos a IISJr las llaves. Una crítica de algm10s liSOS co­munes de la palabra «cllltura», es fundamentalmente liustrativo. Toma por ohJeto algunos usos comunes del concepto de cultura recogidos principalmente en medios de comunicación, para adarar en qué se dls­tlnguen (y se distancian) del concepto antropológICa de cultura que r~ propongo. Hahiendo presentado previamente las sel~ llaves, este C3pl­rulo ejemplifica lo que sucede cada ,·ez que utilizamos el concepto de culmra olvidando alg110a llave del llavero.

El capitulo 5. Ni .. wlturulista .. ni .. idealista~, )" el ¡,;apírulo 6, ¡Que I,iene e! espíriw! UI/a crítica de la simplificación de! concepto de callsa, ~on los má~ densos en términos conceptu3les. En ello~ ,e ahorda la crítica del dualismo entre materia y e~pírim. El capítulo 5 tiene im­portancia, sobre todo en el seno de la discusión disciplinar ent~e 10\

antropólogos. El capitulo 6 se centra en la MgUlenre preguntJ: ~es la cultura Cal/Su del comportamienro humano? :\1 explicar con detalle los dlferenres conceptos de cauS;J. )" su relación con el concepto de 'ultura. este capitulo ofre..:e una base técnica par3 el con [unto de la argumenta· ción dellihro.

El capitulo 7, ta Cl/ltllru como recollocimielltu y como discurso. retorna J defimr aún con mayor preÓ!lolÓI1 el concepto de cuhura ofre· Gendo dos definicione~ adicionales. En la pnmera de ellas!>C <,eilala que el concepto de cultura se refiere mcvitablemente J pr.íctica~ \"alorativa~ )" en definitiva políticas. En la segunda !loe subraya que la cultura se da en una dinámica de accione~, un curso de acción social, un discurso. Esa., dos defimciones .son:

S5. Partiendo de la denmción SJ, cultura es el conjunto de reglas para relacionarse ,on las reglas de S3 en cada

.,iruaciÓn concreta.

S6. 1-1 cultura es el di5curso, el decur!loo, de un COI1JUnlO de reglas cOll\'encionale~ puestas en práctica en el tiempo

de las situac\One., sociale!lo.

El capítulo 8, Algrmas pregrmtus COfI respuesta, se prescnla I:.omu unJ breve detención en la tra\"e~¡a. Una ,ez estahlecidas las seh dehl1lclones del w nccpto de ,uhura (capítulos 2 y 7), identificadas su,> dlficultade,> básicas (I:apitulos 3 }" -1), Y cortada definitiv.lmentc .la pnmera amarra (capitulo,> 5 )" 6), te invilo a un refrese.uue chapuzon en aguas dara,>.

Las do,> definiciones del concepto de cultura elaboradas en el capI­tulo 7 orientan el rumbo hal:l.l el tratamiento de- los conceptos de di'·er-

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sidad, producción de [erarquías, )' rel:ninsmo. 8.tos últimos conceptos, que tienen una notable carga política, 'te abordan sucesi'·amente en los apirulos 9 (La idea de .. dit/ersidad~ 110 es sufiCIente), 10 (l.a crtituru ,o,m) proceso político) y I I (Relatrt'ismos).

Una po.sible navegación es la lectura consecuriva de los capítulos, dode el primero hasta el último. Pero hay otras posibilidades (en reali­dad, C0l110 es natural, ha)· tanta.s como lectores). Una navegación alter­na"va para qLUene~ no estén mn mteres;¡dos en el debate interno de lo~ .1ntropólogo,> es leer desde el capínllo 1 hast:l el capitulo 8. saltándo~e el C.1pítulo 5 (Ni -cllfturalista .. 111 «idealista.). Esta n3\'egación te permitirá leer en secuencia todo el desarrollo de las seis definiciones del concepto de culmra r terminar con el capírulo 8, que es -5cgún la mayor parte de l.l~ personas que he nombrado en el agr.ldecimiento- el más daro y melor con.srruido.

tos capítulos 9 (La idea di! ~dil)ersidadv 110 t>S sllficrellle), 10 (La wl­tura como proceso polftico) y 11 (Relatwismos) forman en cieno modo una unid.ld, por lo que pueden ser leídos IOdependienrememe por quie­nes t: ~tén más interesados en los prohlema~ éticos y políticos b .. isicos implicado,> en el concepto de cultura. Ignoro hasr:l qué punto leer <;ólo C$to, tres último~ I,:apítulos sin haber leído previamente el 2 (Formas /li­vas) '1 e-specialmeme el 7 (La wltura como recollocmriemo y como dis­ctl1"So), puede dlfil:ultar su cabal comprensión. Alguien me sugirió que tal vez empezar por esos últimos c.1pírulos. de carácter más ético)" po­lineo, podría ser un buen modo de sentir la necesidad de dlTigirse hacia el capítulo 2. r así hacia todos los demás consecutivamente.

Este libro está escrito para lectores que necesitan concep[o~ formu­ladOli con claridad ), cercanos a su conO~:lmlentO I:oridiano. Sin embar­~,elargumenro central-la defilllción de la noción de ,ultura-·es el nudeo de ,muchos debates producidos por los antropólogos de..de hace dégdas. Esos deb:ltes han tenido ~. tienen un contenido especializado y una. gran complejidad. Rcnuncl;Jf a esm complejidad serfa desvirrunr la noción misma de cultura que pretendo transmitir. Para solucionar este Problema este libro ofrece dos planos de lectura.

El primer plano. de futura se encuentra en el texto principal, que l:ede.leerse CO I1 fllndez. E.sa f1mde2. !.Crá menor al prlllcipio del capíru­~for",as l·~~as. donde el hilo de la lecrura s~ verá.lIlterrumpido por

as defi niCiones extens:n, que forman el te[ldo ba-slco de conceptos que 5Crán útIles a lo largo del recorrido. Esas denmciones se presentan ~densadas en lo~ cuadros 2. _1, 4 r 5, }. se reneren. re~peCII\:lIneme. a

conceptos de {emld. agenClu. com'l!lIció" y uCÚÓtr.

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Page 9: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CULTU~A A"'T~O~OLOGIA 'f OT~A~ TO"'H~IAS

A pesar del esfuerzo que he Im'ertido en conseguir un estilo divulg.1tlvo, sé que, para los leClOres menos espe­ci3lizado~ o moltvado!>. el argumento ~e complica en los

siguientes pasajes: (o) las úlrimas secciones del capíntlo 2 a partir de la sección tintlada Una vuelta de tl/erca. Cultura como

descnpciólI, (b) el c.apírulo 5 (Ni «cllltura/ista,. 111 .. idealista .. ),

(c) el capítulo 6 (iQue vielle el espíntll.' U1Iil CritlC., de 1" símplificación del concepto de cal/so).

ÉstoS son los pasajes más difícile!o en térmmos concepnta­les, y por ello exigirán del lector m~s pacienCia.

El segundo plallo de lectllr'l se ofrece en un extenso cuerpo de notas a pie de página. En su mayor parte, estas nota ... aclaran elemen­tos conceptuales o disciplinares especializ.:¡dos de los que, en su caso. puede prescmdlr el IcclOr mi!> mteresado en llev.lr una \eI<Xldad de crucero.

Zozobras

Nuestro barco que ahora micia su periplo, se encontrará una y otra vez con ob~tá~los, vientos Imponente, que .1menazarán con Ile\'amos a pique. Tal es la fuerza del 'emido común que tendremos que poner en suspenso. En numerosos mOl11ento~ de este libro. ml~ argumentos ~obre el conceplo de cultura parecedn Ortentarse haCia una defensa de la antropología frente .1 otras disciplinas. EsIO es lamentable. Cuando ocurra, creo que ~er:í. debido a un énfasis que es pertlllente dedara~: en mnguna arra diSCIplina se ha debatido con mayor trabajO y preCISlon el com::epro de cultura. Pero al decir ~zozobras.lo que qUIero deCIr es que el conceplO de cultura presenta nesgas conceptuales me'ilIables. Todos zozobramos. Es incluso posible que, precisamente .11 utlhzar el concepto de culntra (,.'on mucha frecuencia, los antropólogos zozobremos)' haya­mus zozobrado más que nadie, pues sólo se corre el riesgo cuandose cruz:¡ la mar. La formación antropológica puede contribUir :1 manejar con ngor los mejores recursos del concepto de cultura, pero ser .. antro­pólogo- no faculta por sr mismo para eludir las trampas concepntales, ideológicas)' morales que se encierran en la palabra .. cultura., Por el contrario, antes de sahr de puerto es preciso mencionar críw.:amente \;¡ carga de absurdos que el concepto de cultura ha Incorporado en el discurso antropológico, particularmente en conexIón con sus ¡,:onrnbu-

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HASL"'~ DE CUl TU~A

ciones al pensamiento colomal. la escncializaclón de las naciolle<., y la identificación de lo~ nu(:\'OS excluidos.

Vuelvo por lanto, brevemente, a msistir en lo dicho. para preparar del mejor modo posible la partida. Éstas son Ia~ tres zozobra.!. principa­les de este libro, es deCir, los tres golpe~ de \ lento en contra de los cuales apead n1l teXIO.

1. En este libro criticaré cu.llquier asomo de confUSIón del con. «pro de culntra con un s..bcr e~plrimal: un conjunto dé creencias. una ideología; o, e.\presado, en negativo, un fenómeno l/O material. Este viento revuelto ¡,:Ontra el que resisuré [Íene en realidad dos frente!> que se abraz;ln ~utillllente. Por una p.lrte, .11 refenr la (Ulnlra al .,aber espl' riroal podemos fácilmente llegar a creer que !>ólo aquéllos que trabajan aparentemente con las ideas. como lo~ artistas o los IIltelecruales, son dignos de la atribución de la cultura; y que aquéllos airas que (fabaJan con su cuerpo, como los albañiles, los deportlstas, o lo,> trapecista .. , no lo son. Por Olfa parte, el hecho simple de asociar la cultura J las ideas Ueva ya comigo el pretuiclo de que puede Irazarse una dlvisorl3 entre el ahn;l y el cuerpo. Jamás he vislo un cuerpo humano desprovisto de ideOb. salvo. en IllI credo acOnfeSIOI13I. el de un caJ;iver; como nunc,) he visto una idea ~uelta vagando por ahí SJIl estar a..ociada a alguna da~ de cuerpo, o, como mílllmo, :l un soporte fahricado por el cuerpo de algún ~r humano. Un punto de partida de esta nave es que éSla no es la bistona del huevo y 1.1 gallma; sllT1plemcnte, en eSle particular, no ha)' gallina sin hue~'o y vicever!>a. La noción de que el cuerpo y el alma pue­den trJtarse por separado es !t(;ncillamenle absurda. Y, SI después de leer este libro aun piensas que tal co:.a es posible. poco mls podré decir.

2. LIII.:haré tdmbi¿n en eSle libro contra la Idea de que la cultura es el espimu de mI pueblo; o, en expresión menos lendencio<;a, de /111

colectiVO humano, por pequeño que éste sea. No pondfé ya el énfasiS de esta crítica en la idea de espírint, que eso \':l de suyo en el primer emba­te, sino en la ilusión Igualmente mfundada de que los ~res hum3nO!o. en tamo :'Iguen Siéndolo. pueden SIquiera formar contunro~ tan !>olidarios Como para funcionar C0l110 SI de una sola pIeza se tralase. Esla idea es ilusoria IIlduso si penS:lffiOS en un solo tnd¡viduo de nuestra especie \' en la armonía de sus 6rg:lnos Internos, evenntalmenre fallida. Tanto m;Ís si se trata de persona!> \'in(uladas por un lazo social. El que los seres

J. Abu·1ughoJ. 1991; f;tt.,;m. 198 \ \ 1 !J'it> ¡ 1~91 J; Slokle:. 1 ~'i.i. Por llfn p.tne:. Rflbc:n 8n¡.:hrnl;¡n hJ n1~<T.l<jo que e-t.1 ;¡u{o.;rin, ... ~.enJu 'timol o imrrn.:IIIJ,hte. pue. de: h.l~r e:X1TJldfl ·_u puJcr dc (om'C~'Ú'1 )' <:k r<cnu;l."ún de un;l r~on.tru",ón rClrv.,. J'CCtl\.1 del ~'II-",Ii.:aJ" dd ,nn.:epln e\lraI4 • .:a y 1IC1c:cn~; .. (Bn~rlll.ln. 1995: J JO).

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humano~ puedan formar coleclI\'idades organizadas de algún modo, ) el que, de hecho. no pued.lIl existir sin formarlas, no quiere deor de nmguna manera que ~~ colectivid.lde!> puedan concebirse 01 por un Instante como bloque~ unitarios. El concepto de cultura es mevitable para comprender el concepto de socie&ld, pero mnguna sociedad pue­de ser cultural mente unitana. Lucharé en consecuencia contra cualquier uso de la nCKión de cultura qué sin'a par.! fundar un raCismo cubierto de cultur:l.

3. En e~(t! linro rech:llaré cualquier simplific:lción de b problemáti­ca de la dlven,id.1d humana y de la noción de .d l\'ersidad cu[tural~. tan apetecida en lo~ mediO!> públicos. La antropología es una cienCia con~­trl11da sobre do~ pilares; y ral \'ez, por no hallar un tercero que le com­plete ellrfpode, es también una cu:ncia inest3ble. Por una parte, es una ciencia del flllthrop<ls, o SC¡l del ser humano concebido como un3 única e~pe¡je biológica. Al estar asentada sobre el concepto de amhropos, del que toma ~u nombre, b antropología ~ocial y cultural e\ una cienci.l de la especie humana en ~u conjunto y busca comprender, en térrlllnos uil1vers3Ie~. Todo lo que caracteriza a nuestra especie en lo que se refiere a ~us capacu.lades y praclic.,,> de producción de sociedad r cultura. ~o· bre este pll.lr podemo,> proclamar sin temor a equivocarnos que todo, 10\ ~eres humano\ del planeta e\tamos igualmente capacitados para ser miemhros de ~u.llqulI.·r \ociedad. Por otr.l parte, la antrorolo~¡a es un.1 ClenCI.l del eth"os, t. ... deCir, de: la divenidad de las forma~ de \Id.l \ocl.lI que el !>er humano e .. ~araz de crear históncJmente cuando se rela.:iona COII orros'. U/mos, de donde viene la palabra ·,étmco" y toda~ Sll~ deri­vadas, hace referencia ala concreta producción de sociedad ~' cultura de cada conjunto de: .. ere .. hum3no\ que forma vínculos soclale\.

A"t/mJpos y cth"os son los dos áml,-liros que, tomado\ conJunt.l­menre, estudiamos los antropólogos. A~mado .. ohre e~[os dm pll.1fc~, este libro sostendrá la idea de que lo que más no .. une como humano~ es nueSfra capa.:idad unin.'r,>al para crear diferencia en nue\rro~ m()do~ de vid.l, )' que: e:í. en esra tensión de Ia~ diferencilS donde pre":l~amel1le nos realizamos como c~l'eCle unitaria. Cuando se pie",.a hien. estJ. for­mulación impllc'1una prioridad del.:mthropos sobre el et/mos, rlle~ sólo desde el pilar de la unid.ld de la e~pecie se puede di~frl1tar del p'li"'lje de su diver~idad, pero no a 1.1 IIlVer~a.

En este: libro ofreceré una ,'i"lón de la idea de culrnra comecueme con eSfa a"merrfa. LIS mayoTc~ deformidades del ~Ollcepto, su~ efecto,> má~ pen·cr~o .. , hall derivado }' detl\'an de subrayar la di\"er~ld.ld f,k las

4. RJJ'J'0rt, .!OO.l. <.:1_ ~u",km~ 1<'!'IIl,

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H"'ll"'~ Dí CUlTU~",

\.-ulruras: dejando en segundo plano la universalidad human3 de las per­~nas que les dan nda.

Formo1S de hablar

l...1 palJbra ..-cultura" está tan extendlJa en ,>u,:> uso,> públicos que el m­tento de aclaración que ofrezco ell este libro podría parecer IIlgenuo.

AlgUIen en el mercado dice que su vecinO e~ una per~()na ~mu) culu4 (es d('clr, .. Con mucha cultura.). Un locutor de televIsi6n dice que ~ ha reunido .. el mundo de la cultura., o .. ea, los e!.Critores o los vtISl3s. Un polírico en el parlamellto dice que ~u .. cullura~ eXige tales )' tales derechos. Una mll1is-tra de educación dice que .. sin escuela no ha) cultura,., Ad3m Kuper escribe:

¡···I cuanto más se comider;¡ el mejor ¡rabalO moderno de l(l~ antropó­logos ('11 tomo ;1 J¡¡ culrura, más acon~CJable r~lrece el evitar '>emepnte lernll110 hiperreferenciaJ y hablar con ma)"or prel:i\IÓn de conocimiento creencia, arte. tecnología, tradición, () indu\o ideología ... '. •

_ George Yúdice se refiere a la .. es-fera cu[mral. como un COnjunto Je "~IC'nes ~lInbót.cos en el comercio mundial (filmes, program.1s de televi­Dón, mU'>lCa. rurlsmo, etcétera) .. ~.

Todos eI!os usan diversas \'ersíones JeI conceplo de cultura, y to­dos ellos estan legmmados para hacerlo. Son, como una vez me señaló fn esrudlante, formas de hablar. finalmellle, .cu ltur.1 ~ es sólo un.1 pJ­abra. 5111 embargo, a diferencia de otras palabras, la pal.1hra ~culrura .. puede producir ImpOrtantes efectos soci.1le~. Fn nombre de la culrura es ~Ible pl.ll1lficar un exterminio, negar la .:ondición Je humal1ldad completa a un trabajador manual, org.Jl1Izar una polrtica educativa o JI­se6ar urbanístlcamellle un barno. Es por ello que la palabra .<cultura .. 110 es del todo una palabra cualquiera. Puesto que el uso de esta palabra ~e prodUCir Importantes efecto~ ,>ociales, c\ una re,>"on<,abili ·l;d de quien b . • '+' drk C\ t~a ajamos con el lenguaje cuiJar de su~ u~os, pulir '>tIS perfiles ~ -uhnr .,u~ trampas. Para la reflexión SOCIal contempor.inea la pala­.ra "cultura .. es como el anda de la que nos h.1bla Conrad en unrl de las ~;~e abren este libro; como el lenguaje téclltco. que él t.1I110 ama­podrá nOs hombres del mar. S.lbemos que e~te artefacto. esta p.llabra, no

unca a'>plTar a ser algo .. sin tar.;ha par.l su propó~lfo"; pero tam-

~. I\upt"r, 2C)()t; Il. 6. YúdM\ lool, 21.

l5

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bién sabemos que no podemos desprendernos de él alegremente aniqui­lando décadas de reflexión antropológica. Sencillamente, como moStra­ré en este libro ciliéndome a los enunciados más simples y clásicos de In antropología social, la noción de cultura no se puede sustituir por ~co­nacimiento, creencin, arte, tecnología, tradición, o incluso ideología» sin sacrificar con ello lo mejor de nuesrro saber acumulado.

Todas ésas son formas de habb.r, y cada cunl puede hablar como le apetezca. Pero nuestras formns de hnblar, especialmente cuando se cu­bren de retórica académica, producen efectos morales. M5s aún cuando detentamos posiciones que dotan a nuestra palabra de un poder especial para construir la realidad social. No se traca sólo de un pruriro profe· sional. En este sentido, la sobreextensión y el desatino de los usos de la palabro '-'culrura» en el espncio público podrían doler a llll antropólogo como duele a un físico el abuso de la pabbra «energía » enrre los char­l:ltanes y videntes; o a un astrónomo la constante confusión mediática entre la palabra .. astronomía» y la palabra «astrología~. La gran diferen+ cía es que Rappel no puede provocar con sus mencione!> a la .. energía" un cambio en el co~mos, pero cada vez que un medio de comll!1icación confunde a las élites intelectuales con "el mundo de la cultura~, un pe­riódico separa la sección de .. economía» de la sección de .. cultura» o una ministra confunde «cultura .. con «escolo.rización», se está construyendo, a mi juicio, un mundo social indeseable.

Que suene'l los vio/illes

Llego así a poner de manifiesto el trasfondo moral de mi empelio. Ha­blaré de la cultura para adarar un concepto que nos ayuda a conocer ~ comprender lo vida humana, pero no hay ciencia socialmoralrnente va­cía. Definiré con precisión la noción de cultura y observaré las carenci:ls de sus usos comuneS, aunque políticamente poderosos, parn 1110srr:1r cómo este concepto comiene una descripción del potencial de connic[Q de la convivencia humana, pero también una descripción de su potencial armónico. Ser consecuentes con la idea de cultura que des:lrrollaré aqui llnplica acercarse a la comprensión de cualquier sociedad reconociendo su diversid3d interna, y apreciando la complejidad misma del concepto de "diversidad,> cunndo se aplica n los seres humanos. Como ciemíficos sociales, e:'lo nos obliga al rigor analítico; )' a quienes aplican nuesrro snber les oblig:l a esmerarse en el trabajo político, que no es, 110 debe ser otra cosa que trabaJO comunicativo. De lo comrario, la «cultura .. noS ahorconi en broma, peTO nos matad en serio.

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2

FORMAS VIVAS

Miradas sobre el concepto de cultura

los ojos que han mirado la cul~ r3 han sido muchos y variados, y con­secuentemente las formas de muarla. Pero no todas las lenguas la han nom~rado corno nosotros la nombramos. R~to es lo primero que debe ser dicho .. Cultura ... 1m

. . ". es, llllela eme, una palabra latina; y desde ahí ;e despliega en su dIversos sentidos bistóticos. La mayor p:me de las h:~1~as del mundo no han tenido semejante palabra, y las sociedad~ d 1

mes d~ esa.s lenguas la han tomado como préstamo en el comacto e as ColOnlZaClOnes.

d U~a forma posible de mirar la culrura es seguir la vida de la palabra e1> eelr el rrayecro de "fi di' ", lo ha h 'b . SU.S S~glll ca os llstóricos l

• Raymond Wi1Jiams mas en ec o en un hbro UtlJISIIllO que se tirula Palabras c1auel • Ahí pQdc­Ta" pe conrra~ ,que .. culrura_ fue para los hablantes del huín "agricultu­su ~on rbo tamll é~ «culto", «homenoje», "adoración»; y que a través de I,bo d' 'I"ella aba de la labor de las tierras y, de un solo golpe ...le la

r e as a masJ Con t' b' _ ' 'i comenzó fi 'é d' es os OJos ram len podemos ver que «cultura»

re ti n ose a un proceso, el proceso del cultivo y de la ado-

!. Cf. M.:Jrkus 1993 r .. y I(luckhohll, 1963a ·1'95"1' ',",3 una ,reVISión más ex!ens~, plled~s leer tambi~n Kroeber

1 _ • ss., 1 Jss. j. Wilhams, 2000 [1976J. . la ;lIlat()gr~ enrre ambas I ¡, f

tn ~§tt ¡exto de Plu;arco ~I . a dor~s orlll3 parte de nU<!!.fTa marrilllltel"ctunl, como -1.··1 A5í COmo 10$ . 'l· ecelo~a o e eUlre muchos orros ~lmilares en la m'~ma obra. m~e~ttos d~11 bucn

agncu tOte!; CQ OC.in e&(¡Jca¡; a !as plal1l<lS, del nlilimo modo lo~ ¡'ueno~

tre-~Q.n r~tamen"O'IPp,recePtOsl y co, nSC)OS;l los jóvenes, p~r3 que los carJcrcre, de 6tos ,. umr.:o SlgosHl], 1992: 1, 55}.

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CUlTU~A ANT~O~OlOC;I ... y OTilAS TONTEIIIAS

ración, y que una vid.l de ~iglos terminó convirtiéndola en signo de un productO, el resultado del proceso: la obra, 1.1 cm ... realizada, Ilber,ld ... ya del cuerpo que le dio la vida. Esto sucedió hace muy poco, un par de siglos ,ltds, cuando Europa \'Iv[a su gran transformación Industrial. En e .. tos relatos siempre se ¡,eñala que fue Herder, un filósofo alemán del siglo x\'lIl, quien comenzó a utilizar la pal.Jbra en plural con el aUn de mostTar la variada riqueza de los pueblos humanos. y no sólo la de aquéllos que ocupaban los centros urbanos europeos. ,·Culturas", y no ~cuhura", designaba con imaginación romántica y racionalidad ilustra· da la diversidad de las formas de: vida humana en el planeta~. y reforza· ha también, por otra parte, la unidad de cada una de ellas. Cad.1 pueblo, cadJ. nación tenía Sil cultura. También la nación alemana.

Al pensar en el folklore, el saber del pueblo, Honorio Velasco ha J.punt.ldo 1l compenetración de esta idea de «cultura .. con su pareja "pueblo .. ', y ha II1dicado un doble camino COIl illnllmero~ cruces. Por un lado, la .. culmra* como colección de cosas, cosas en la vida, pero también cosas en museos; cosas que valen por su uso, pero también por ~u condición de p:unmonio. Por el otro. la _cultura_ como condición de los que saben, l.ls personas que dan valor a esas cosa.!., en l;¡s que poncn sus ojos. Estas personas, generalmeme formadas, clllti/Jadil5 en la escue· la, devuelven a l;¡ gente en forma dc ~cultu ra ,. lo que para la gente sólo pareda ser una danza, un botijo, un trillo. una canción; o, en \'erM6n má.!. moderna, un grafittl en la pared del metro.

Poco a poco la palabra ~culturaH, de la que todos -al menos des­de Herder- nos que ¡amo!> por su aparente vaguedad, ha Impregnado nuestra "isión del mundo. Esta palabra tiene algo que \'er con hacerse. con formarse como ser humano; y tiene algo que ... er con lo que el ~er humano hace )' deja nas de sí; tiene algo que ver con lo que identifica a un pueblo. y por eso es emblema de políticas y de identidades; y tamo bién con lo que identifica ::1 los de arriba (y hace depender a los de abalo de las identidadcs que lo~ de arriba les otorgan). Vista con estos oJOs, tienen mucha razón los que afirman que ~cultura" es ha;.' una hermosa palabra con un Significado tan abierto. que recurrunoS a ella cuando quids no tenemos nada útil que decir. _

Estos ojos que persiguen la vida de la pal.1hra tambll~n se han em· pleado en ::apreciar con[ra~tes entre grande~ naciones. y, de e~a manera. en dar y quitar razones históricas, poner en su SitiO a los unos y a los otros (pue~ siempre, en e~tos ca\os, los bandos se organizan de dos en

4, C~''Io\On, 1'191. ~, \d~ ... n, \-'\10)- 1'192.

dos). Adam Kupcr, a qUIen ya he nombrado, muestra su maestría en este modo de mirar: ¿no habrá que atribUir la obesidad de la palabra .. cul· ........ al sobrepcso de la antropología norteamericana (frente a la britá· aka)? liNo habríamos ganado más con la palabra (francesa) civlfisatioll O (mglesa) ci/Jilizati01I por lo que ésta tlelle de respero a los derechos gaivcrsales, que con la palabra (alemana) kll/,ur, madre de cxtermmio~? Me veo poco tentado a seguir esta rutab• Es sólo cuestión de UIIOS ~. pndos entender q~e son las personas, no las palabras, las que matan o QOIlCCden derechos; como lo es entender que, en nlle~tros días y en los .,.ados. tanto da el aparentemente lumllloso concepto ~clviliz.,ciónH como el oscuro ~cultura .. para cerrar puertaS o para tender puentes, para mezclarse en divertidas ceremonias festivas o para chocar los unos contra los otros con la furia de la guerra. Cil'ilisatiotl, Ch,ili:alio,t, Kili· "", ell/ture, tomados como emblemas confusos de una jungla ideológi· ca, pueden servir a cualquier causa, hacer de comodín en los discursos de Hider y Pétain. en los de Churchill y Brandr, }' por supuesto en eSas ioYas del di.!.paratc proferida.!. por cualquiera dc los Bush. No es éste el ioeIo que me impona. Por el contrario, lo que bu!oCo es sacar la pal::lhra -aalrura,. de esa Jungla y colocarla con cuidado sobre una simple tabla, en mitad de un mar en Colima.

Otros ojos para nmar 13 cultura, empleados también por Adam Ku· per. son los que indagan en las variantes que esta palabra ha encarnado ca la antropología social y cultural. A diferencia de los anteriores, que ~ la historia profunda del concepto l buscan hallar sus usos ha· biaaaIes en las grandcs ill.!.tituciones de una humanidad en movimiento, t:ICOI ojos contemplan cómo los antropólogos -un puñado de espe-

6. Norl>cn Ehlb y~ adlen13 en \9.19 de la t~leflhdad de un debale planle.!do en = linmnO$: -I ... J E\ ~qur dunde la dl....:usi6n W Pltrde en el ,'~d,l. cu~ndC) el ~te· 9IIeft explicar ~t Inglb Y :al funck por qur J'~n rl el concePIO .le 'cwlllu~'ón' ;:aIw. pero un \'~Ior de segundo gr~Jo [en relación con el eOn~tplO dt 'cul'tur:a'¡_

.... 1993; W). ElI,?deJ,~~ el rnr:'er c~ri.tuto de t<ol~ ohr~ ~ e"plor~r la _SI,l(I~ne. r(;l,dc los con.;epl0~ llvlhZ3clon y ~ulrura -. Pur OIrJ raClt. laml>'rn Alfred Krocber

Kluckhohn dQcum~",;uon amp¡'~mtme HI condu~lón de qUt. ;¡] menO!> en el ~ antropológl<:n. I~s r~labr~ oLllltura- )' _Cl1'lhz.¡dÚn_ r.e tdieren Indl~lmlamenle •• fInbj , . __ lo cunfu'iQ eJe ~Ignalk¡ción ~ no lamo ~ un COn1Tól'>U: ln(tncion~d.tmenle bu~· '-'';. CtJn\:tPIU;I.J¡z.lI~O, ~ISfCllUflc.lInCn[t, como 'ultlerc Awm Kuptr: ·En anlropologb. ~Ios El,u.do, l,n,d,)~ como en Euror~. no ha hahldo nunCJ JparClIlcmeUIC nlllgun ..... IItfl'> de U\,ll1 cullur~ ~ lll'.h23<:l(>n com<l IrrmlnOS cn COU!T;hle- ( .... rocbc:r y .... ohn. l'1td,¡ [19HI: 2,~). Sobre ~Ól11o. en la ~gund~ m'{01d del ~'glo X1)\. pudo ~ selecclonal"'>C un Ideal dc la nJ(:lón ~Iemana ba.\ddo en d conuplO & _Cultur,¡o ... al. -~lvlhZ.Id6n •. \r~.., 'Ie)e., 19bJ [I\I~!\. Un.:! re';\lnn m.i~ tc.;ltnl~ dd mi",

PIobIem:a pucde h~lIanc en 'hinc., 1004.

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CULTU~A ..... NT~OPOLOGIA T OTRAS TONTERIAS

címenes de la humanidad- se h1S han apañado para definir desde su perspectiva científica lo que encienden por «cu[tura». Los antropólogos estadounidenses Alfred Kroeber y CI)'de Kluckhohn ganaron en este intento el premio de la montai13 con un libro que intentaba recoger las decenas de definiciones aponadas hasta la fecha~. Este libro de Kroeber )' Kluckhohn suele utilizarse como una ilustración de la diversidfld de definiciones y pumas de vista acerca del concepto de culrura, y demasia­do frecuentemente como un simplificador ejemplo de que [;1 antropolo­gía no dispone de un concepto unificado. y por lo tanto válidos. Aunque es cieno que el concepto de cultllra ha presentado históricamenre mu­chtls varianres, a[gulltlS de ellas incompatibles entre sr, Kroebcr y Kluc­khoho no se limitaron a exponerlas en un listado incongruente. Por el conrrario, su intento consistió precisamente en ofrecer una perspectiva crítica del desarrollo del concepto con un sentido unificador. Su apor­tación fue, en este sentido, fLUldamental, y de ella se nutrid una pane importante de lo que leerás en este libro.

En la página siguiente empezaré a ofrecerte una serie de cuadros procedentes de esa obra clásica de Kroeber y KJuckhohn. Iré mostrando esas definiciones a la luz de los problemas fundamentales que ha suscitado el con~ cepro en antropología y, al comentarlas críticameme,

mostraré su mayor o menor adecuación en relación con la orientación del concepto de cultura que ofrez.co aquí. Esas definiciones estarán marcadas en los cuadros con un ~igno T cuando las considere adecuadas y con un signo! cuando las considere inadecuadas. Para las que, desde mi punto de vista, contienen aspecros adecuados e inadecua-

dos, usaré el signo ¡.

Con esos ojos también ha mirado la culnlra J. S. Kahn, quien, en lugar de resumir y criticar definiciones, nos ofreció un excelente con­junto de textos en los que diversos autores explican detalladamente sus visiones9• Ahí podrás ver que la cara de [a palabra «cultura·' se ocult,l tras múltiples máscaras. Cada una de sus acepciones teóricas nos ha servido para entender en pnne al ser humano.

No es cuestión de cansar, pero es preciso fijarse aún en otras mira­das que, como todas los anteriores, traigo aquf con el único ánimo de

7. Krpebcr)' Kluckhohn, 196.1a 11952]. 8. I'or e¡emplo, Jone~, l007. 9. "ahn (comr.), 1975.

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, , ,

I l

FOtlt,MAS VIVA~

Cuad/'o l. ¿Es la cultura necesariamente humana?

1. OsrwaJd, 1915 !

De noll1i~amos culTUra a aquello que disringue ¡'J

de los animales (KK 139), los hombres

n. Murdock, 1940 ¡ ToJ os los animales son capaces pa.r~ el aprendizaje, pero sólo el hombre par~cc capaz. de rransmmr los hábitos adquiridos a su descendenCia en un grado consider.:lble (KK 164).

lIt. Blumenrhal, 1941 i L1 cultura consiste en todos los medios de adaptac'ó d 'd ,. 1 n pro u-CI os no genencameme (KK 139).

La i~ea q~e formuJ.l Osnvald en la definición 1 está muy extendl~l a. Sm, embargo, es Ulla idea inneces,:¡ria y desacerra-~a. La Idea de l\ lurdock (11), es más moderada y compatible on lo que ~oy .sabemos, aunque 13s capacidades de trallSmi-

$Ión .comunlcatlva de formas culrurales en otras especies son mucho mayores de lo que conocíamos en 19-10 La'd el

Blu menthal (lll) mu I 'h' 1 ea e d i' Y genera, es compan le con un concepto Re c~ Cura no necesariameme hum,:¡no. Corno señaló KathleeD de~~s~m en 19~J, "ha llegado clmomemo de abandonar las

clones de tipo roda-a-nada para comenzar a pensar en COll1porramiemos complejos existentes en diversos niveles o

grados" (Karhleen R. Gibson, 1993: 8). .

!n ra~os.estos cuadros la expresión "KK,. seguida de un nÚ-. hoeh~ 1~~lca la referencia a Alfred L ~roeber y Clyde Kluck-Qnd D fi ~J.a 11952J. CII/tl/re. A Crltlcol Re¡;jew of COllcepts pá 'j nae

l/IttollS. Nueva York; Vintage. El número es el de la ca! d~ esta obra en J:¡ que aparece citada la definición o Puedent~lO acerca del concepto de culrura de que se trate Pán d~e~ur:rfla rh,corr~r ~ra.s .d:fillicion?~ o comemarios ta~ qUe hago de el~~s~ta, ~cOlncldlras conmigo en 1:1 valoración

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CULTUI\A ANTI\O~OLOGIA y OTI\A$ TONT(I\IAS

poner uno:. cuanto:. ejemplos. Son l:u; que contemplan la culrur.1 en lo~ camillas de la formación de la.s e'>pecie". Con estos ojo~ vemos mucha~ cosas, pero ha) dos que de'itacan: cuan ellopecial es el "er humano, que no puede viVir ~1Il dar forllla social a 511 cuerpolO, y cuán parecido es, en mucha:. CO!>3S," los Otro,> ~eres vivos. Mientras miramos ellota doble ima­gen bien podemos caer en la cuenta de que, mnrra lo que podria opinar cualquiera de los erudito!. de 1:]. ~gr"n cultura_, 1m. serc:. humanos no <¡amollo los único,> agente~ de culrura en el planeta ll .

Con ellotOs ojos, MKhael Carrithers <;e pregunta: ¿Por 'lile los Immd­ItoS tell/'IIIOS CI/lluras? Nada hay .1quí necesariamenre elev~ldo, artístico, literario, o referido,] la política de las grandes naciones. Lo que ha) e~ un primate con su má!t \Imple herramienta: la rociabilid.ld. Indagando en 1.1 ht!chura de este útil encontr;U110S una unidad m:h !timple, tan ap3-rentemente simple e II1vi~ihle como el aire: la relació" social e1l1re serl'S 111m/dI/os. Pue!t!ti en algún lugar hemos de poner l o~ ojo~ para compren­der la idea de cultura es en la ~ncilla acción que consiste en relacion.1r­se con 10110 otros y que, como en lO!. movimientos del hilado, \"01 tellendo entre las personas ese monumento de m~tLtuciones con las que damo~ forma a nueslra vida. fuI lo ha dejado eM:riro CarrLthers:

So~(C'ngo que lo~ inui\'Iduo\ wu~rrdacionándo!>t' y el car.ktC'r intcracm·o de la vitb social wn ligeramente m.h illlpOrIJl1tc ~. m1~ vC'rdadero~, que ews objetos que Jenommam~ culrura.

1·.·1 1.0\ humanns, en primer término. ~e relacionan uno~ con otrO~. entre ~i. no (on la ab~lrac':Ión de la cultura ll

Eugenia Ramírez Goicoechea ha usado tamhién e'o[O~ OlaS pU3 na­rrar 1.1\ :.fntesis que en este libro ~r:ín ob~esione~ recurrentes: sólo po­demos entender la cultura como form3 social; sólo podemos entender las ide;¡s como formas vivas, pue~[.l!t en práctica por nuestrollo cuerp()~

en relaciÓn ll.

Juega Raúl Bravo COIl Helgllem. CI/ltura el! acci6n

He llegado a lo más simple y .1quí me vo)· a quedar. L.o que vaya hacer a continuación es ofret.:er una progrcsi..,3 defil11óón de la palahra .'cul· tura _ que en sí mIsma no contiene mn~un.1 origlllalidad.

10. L«Ta.I'I":'I.3.

11 (,Ib<.o>n, .!(l()2; S..Ip<.¡_L)·, .2.0111>. 12. C..IrrirhcN. 1995, ~~ 13. R-lmin:l t .. )i,,<xd,.:~ • .!OO9.

FOl\l'IAi VIVAS

Herder <oC ob..c\ionó con esta idcJ. que rom.lré (omo pUIlIO de P,lr­rid.t. rero ~ría impo\ible determinar quién, .mtes que él. rep;¡rú en ell,. para nomhrarb o sImple me me indic.lrla:

SI. Culrur;¡ e~ una forma de \ida \ocI.11

Cultura ('S forma de h./cer en el moís amplio .. enrido de 1.1 pal3hrJ: hacer coSJ~ con 13, manos)' con el rclIoto del cuerpo, Incluido el cerc¡'ro ~ pien"'1 Y que en SU\ copiosas extensiones .. iente, sueña, Imagin.l, goza y ~urre, cre3 planc~, recuerd.l, h.lbl3, dICe r e,lll3, mlenre y de\­miente, eng:llia y 'oC engañ'l. La únic3 condición para que cualqUier acto sta tenido por cultura e:. que en ~u forma. en lIoU modo, en 'u manera, intervenga .llguna da~C' de relación ~ocial (Cuadro 2). La linicJ. condI­ción es que el cuerpo que \e pone en mo\imienro lo hag.l en relación con 0Cf0\ ..:uerpo,. O tamhién: que para entender el monmielHo de c,e cuerpo foCa Imprc~t.:lTldible rener a la vista el movinllento de 01 ro:. cuer­pos en n=!.u:ión con aquéL

Enseguida ~ ve que I.t 'Implel.l de "'ola iJea 'oC emparenta con ~u complejidad. Y que para empezar a apreCL;¡rla debel1l()~ pnmero calibr.-r la IC'nte de nlle~tra mirada. bta lente, ,]Iu~rada a ~u mayor amphnid posible, enfoca a 1.1 cultura en el campo mallo t'Xlemu: cu.lIqUler fornu de vida MX·¡.d, m.h .1lhí sin duda de nue~lr;1 "01.1 e"pl·cle. Cerrando un poco el 'ampo, la cultura e' ULl.l propied.lJ um\ersal de cualquier ,·iJ.1 humana. en tanto nu hay \"ida hum.m,] que GlTezca de (orm.1 social. Y .1~í podemos di,·ertirno" .1hriendo y ccrranJo nuestro fuco, y contemplar cómo nue\tTO~ COIC~.l<¡ de c'pccic VIven .1 \u manera, creando \ recrean­do juntamente en cada uno de su~ Jctm ~()CI.1ICllo la form.l J~ .. u· ,üb.

Fijémonos en ÓIO~ y pcn'cmo\ un poco: -'. \J 11 SilCdr de p//ertIJ Iker C'.1SiIIl1s. Pl'lota IJTf{i1 de C.1sil/as. I:-:n wntdlJ en t·15.¡/to Clll11.1I·Jm ' •• Tocó Del Pú:m, pero reg./ló lá pe­lotIJ" Beck/Jl1m. j/It'g" Raúl BrJUQ COII Helglll'r.l. El M.1drid mlel/­tand" teller pdóenciIJ en 1.1 s..,lid.:l. El b.1lón IJ.Jr.1 ~mJ/el .. \amllel buKd .J Ro/'erto C.1rlos. JiJea de caúc~il Rol)('rto C1r105. rI:/lc:m Con ml/ch¡J l'el/laj,; P,lr.l C.U/l/IJL'dTO. Mdl.1 elltreglJ. Recuper" //_ dane. lid.me qlle .:lgU.lIltd uhi ul/te BI,uj. Abrl' el b.:l!cú/lldrd R,I/il Br02I'O . . Se e!tCfml sobre 1" b.wdJ 1./11:> hgu. Rmil 8r,Il'O, que 110 klbe u qllién {l.Is.lr. l;)cd fi"almente pdr" I./tls hgo. l-"igo deL'lIdl't' la pdfltJ dtrJs p.1rIJ Beckh.JlI/. Beckh.1111 Id il/troduce p.1ra Gr.1I·{,' sen. 1..1 dt>jd /1,1'.1 hgo. Figo se la dejd ulrds .• \ICllciólI t1 la SI,ltd.l

~"IOI> tUlhokrOl e!oI: ... frotgrncnro .·'tralJo d, Jn I'.l!"tld., w1>",".I.tJ \..1 olf~.·I";o. i~ Ii ft.,;nh,r lihn .. si¡:ulend .. el rUm" .Id m~r~J.I .. .1 ... ti"h.l),",1

,\

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CUlTU~/I, /l,NTROPOlOGIA T OTRA, TONTERIA$

Cuadro 2. Fo rm ::!, m odo, manera

Kroeber y KJuckboll1l, 1952

La palabra "modo» o _manera .. puede implicar (a) palitas comune~ o compartidas; lb) sanciones cu:mdo no se siguen laJo regla~: (e) !InJ forma, un ~cómo- de comportamiento; (d) "planes" soci;¡lcs p;¡r;¡ la acción (KK 98),

En este lihro, usaré la palJl-ra "forma .. sobre todo en las expr~iones "forma de b. acción social~ y _forma de las reb.ciones sociales_, EstJ cita de Kroeha y Kluckhohn recoge (uarro dimensionC5 de I;¡ noción de forma que dehemo~

considerar:

(a),Form3» implica una {JI/Uta que, en alg(1Il grado (allnqu ~ nunca rotal· meme) ~s CO/IIIÍII (j coml~Mlid¡1 por un cierto número de sen's hUl1lano~, Pur

ejemp lu, ~i ,,,ales a comer.l (lIalquicr reS¡aU r3me, b. 3(ción de I!cv:me l o~ ulimcl1ws a la OOC;I seguid In pall/a de ser emprendida con alg{1Il inSrrtl!l1emO

(una cuchara, un tent!dor). Llevarse los alimentos de la mano directnmentc a la boc,l 110 sed lJn~ PIIl//(l tl1 e~:¡ siwnción, Esa. pi/ura de usar I!1srrul11ento~ para cOl11er es comlÍlI o compartida ~n algún grado por un cieno ntmll'fO dc ~erc~ hUlllano~. I)ero también experlmenta variaciolles segUn los casos y las

sltu;u.:iont:s. La idea de variación es intrínsecll .1 la idea de pauta, pues ningun,¡ realización de la p3Uta es nunCl idéntica ~ mra. Si \·as 11 un reSUUf:¡llte a cu­mer con un niño l11uy pequeño, es muy posible que la pauta de U~Jr cuchara

r tenedor ~e rebJc para el hasta su pdctica desaparIción. El mo[¡\ o es que ese -cierto número de perSUna5~ 1/0 puede" esperar que ese niño mn pequeño ~ea competente en elu\O de esos insrrumentos. Si vas a un re,taur;lIlte chino, 1;\ P;lut;l de comer con instrumentos se mantendrá, pero los instrumentOS serán otros. r, mcluso, si \'as a otros ripos de restaurantes, encontraras la pauta d<,

comer con las manO$ pafa determinados alimentos.

(b) Una Jimen~ión importante de la noción de ~(orma4 qul.' u~1ré en e~te libro se encuentra en la noción de «regla ... La forma de la acción sucia) no sólo

es forma porque SIgue palitas, también lo es porque esas paums se ha.'>an en reglas sociales. En esre libro encomrar.is muchos ejemplos del concepto de regla,}' también verás que ha) en él muchos marice.'>. Ahora es importante tener en cucma C\!O.'> dos :l~peclOs. En primer lugar. no rodas bs p1lura~ se ba5~n en resl;l~ ~oci3Ies, ['or ejemplo, la tT~rectori;l que sigue In luna en su elíptica alrededor de b rierra sigue una p3ut:l, pero esa pauta no se basa en

ulla regb sodnl, ~ino en una regubrid~d astrofísica. En ~egundo lugar. como indican Kroebcr y KhJl"kholm en su pumo (b) de b drn de este cundro, la~ reglas soá!les siclllpre implican, en algún grado, el concepto de "sa ll d6n~,

Esto qlJierc decir que ese cierto número de pcrson:ls que basan , ll comport:¡­flIiesno ~n regla.'> tienen una e.'·¡Ju.ttllil'a ,Ic<,rcn de su cumplimiento recíproco.

Cuando eS.l cxpe,,;r:HlI"n se ve defr:ludada, esas persomlS suclen II1t!icar dc algún 1110do ,1 quien la defrJuda que debió haber mamemdo b e:o.::pecuriva en

H

FO~M"'S VIVAS

Clle5tión. E!;a indic;Jción se expresa como una critica explkiu o t.'ici!.l, o por medio de cualquier aIro procedImiento m:ís o menos firme de corrección. es

decir, con una sanción.

(el La terce\'3 dimensión de la ciu de Kroeber y Kluckhohn es In mj~ trivial, pero tamhién la.má~ bási~. Al deór .forma_ eSTamos indicando un _cómo. del comport:J.mlcnto socl:J.l, es declr, una m;lIlera de ponerlo en pdctiea. Si I'udves ;¡ pensar ahora en el ejemplo de los instrumentos para comer que he

pueSTO en el punro (a) lo \'erás claro. Aunque básica, esra dimensión no es wticiente para la nQción de forma que U50 en este libro. Cualquier especie \'i\·a (y prob~bl<,mente cualquier entidad del universo) ejecuta uno o varios .cómoso en rus comportamientos. Lo que Cilracreriza al comportamienro

culmr:!1 es que t"~os ... cómos~ siguen, ;¡demás, raUtaS ba~adas en regla. con arreglo 11 pla nes; es deCir que, además, de tener un -c6mo_, Cl.unplen con las dimen~jones (n), (b) y (d) de la CIta de Kroeber y Kll1ckhohll, E~ta es también una caracterísric:¡ del comportJmiento de otras especies de seres vivos, y,' en

Id medid;! en que la investigación muestra que eq~ CJraCTerr~Ti ca se da en eS;lS c~pc:C\cs, los anrropólogos entendemos que los mlel11bros de csa~ c~pecies son

mmbién agentes d ~ cultura.

(d) El concepto de fo rma, tal como [o usaré en eMe libro, incorpora una \:uartn dimensión. Una forma se dJ con arreglo ,\un .plnn", es decir. se

realiza en un progrdma de 3cci6n ordenado de "lgIIII;! Illanera en el espaóo yen el tiempo, Esm quiere decir que, para b adecuadú comprensión de las formJs de comport:lmiento culrural, no es suficiente con definir una ~imp l e

pautl. Es pOSIble hacerlo, pero no es suficiente. Si \·olvemos a penSlr en nUeSfrJ comida en u~ restaUr:lnte, un;l descripción lÍnicamente de las pautl5

de nu~tro uso de los lllstrumento& p3r:l comer seria aún muy pobre, pUe!. nos llevarla a mterpretar las accione:; como si fueran entidades ,lisIadas. de una en Utt.1. :)in embargo, ya en un ni\·e1muy bá.-;ico de descripción, esas acciones en el r~taurante se or~enan con Jrreglo a un program3 mJs general que las ~inÍ:l

en el espacIO r en el tiempo de una sltII.lciÓn social concn'ta.

• ••

~ CUltrO dimensiones del concepto de forma que usaré en e)te Isbro son ~ dh~, neccSilnas, r n.inguna deellas es suficiente .tOm~d;J aisladamente.'

,ell~ndo use la expreSión ~form,¡ de la accIón soclal_, ha de entender¡¡.e ~ e~toy pens:mdo en que la acción tiene forma con arreglo J e\t~~ cuatro la ex nS\O~les ~Imulf.ínearneme. '( ~n ello rambiéll estaré pcnsando cUlndo use

pre~lÓll " f~ rma de las rebelones soclales~. Como e~ta r.egunJ;! expresión n~ ~~nos uUlllm:a, le VOy a dedicar <lquí unas po<:as líllcas. Parre de las necio­~.J_ n empren didas para establecer, prodUCIr. mmltenrr y eutll/un/mente '1n-....,""~I . , ' e lI' IOlles son/J es entre personas. ESJ~ re l ~elOnes lnmbién ticnen forma :::,~rreglo a las ( uatro di mensiones expnesras. Cun ndo estableces. prodlICCS.

tic lenes)' euenlua~melll e c.al lcelas la relación CO II f U padre. (a) esa re13ción (bj ne lInu paur,! (d tfe reme de b de tu relación con tU hijo, por ejemplo),

Slguc reglls sometidas a. exp~ctativas y s.1Tlciu n ~s, (e) rien" un ~CÓIllO~, y (d) ~e relb.a en slt¡l aClOn~~ concrefa.~. siguiendo pl:lIles.

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CULTURA ANTROPOLOGIA y OTRAS TONTERrAS

de la JI/ve. El balóll para Emersoll. En el centro completamente solo Del Piero COI/ mucho terreno. Beckham que illtel/ta achicar. lbraJJIIlIollich aparece por la derecha para recibir. Se i/1COrpor<l también Camorallessi. Le sale al paso Roberto Carlos ...

Cada cuerpo individual actú:¡ en rebción con otros cuerpos, se orien­ta hacia ellos, trab.:lja con ellos, y así, conjunramenre, todos eUos crean

tlr1 cuerpo compuesto de mueMOS individuos en relación. Lo decisivo es q\le esre cuerpo, este conjunto de individuos en relación, tiene una forma: responde a un diseño que es puesta en práctica en el terreno de juegol~. La Cl/lturo es esa (arma por medio de la Cl/ol los cl/eTlJos se L'illwlall ellla práctica de 511 relacióll socia/o

Ahora podemos entretenernos un momento con el objetivo de nues­tro visor. Lo podemos cerr:lr hasta fijarnos alternativamente en las rela­ciones de los miembros de un equipo y del arra. Podemos apreciar que los de un bando se ordenan en :ltaque y los ocros se ordenan en defellS:.l. Podemos ver también que el at3quc y la defensa son pancs de esa fonn~ común de vida en la que todos esos cuerpos, los de uno y otro bando, se ven comprometidos. A veces, los cuerpos bllan, se equivocan, se la de;<lN atrás; pero fallan respecto:.l una forma, sin la cual el error no lo sed.l. Hace falra esa noción de forma para comprender lo que esos cuerpos están haciendo ahí, en los oct:\\'os de final de la Copa de Europa. Ahora abrimos el campo de la lente p:.lra dar entrada a otros cuerpos que tam­bién están ahi, imervinicndo en la forma de esa relación: el trío arbitre/lo el cuertJO téc/lico, los locutores y sus respectivas empresas de radiote!e\·i­si611, los espectadores. Atención a la salida de la ¡uve. Todos esros agcnte~ lo son porque hacen cosas, y al hacerlas usan medios para alcanzar fines (Cuadro 3). Son agentes soci:lles porque las hacen los unos con los OtroS, los unos en relación a los otros. Son agentes de cultllra porque para b~­cer lo que hacen ponen en juego (yen este sentido usan) forl11:ls de vida social. Cada movimiemo de Iluestr:.l leme nos ofrece un:.l im:.lgen de C~a culrura. Podemos abrirla 111;15. ¿O acaso se podría entender lo que hacen ahí esos Cl.lerpos sin dar emrada n las empresns que ponen su marca en las camisetas? ¿y podría entenderse esto sin dar cabida a todos aquellos que. sin ser espectadores del pnrrido, consumen los produclOs de esas

1$. En el caso d¡o UI1 equipo d~ fútbol es n:bn"amCIHe fá~illdelllifiGr ~~c d!5CJio. ~I menos en lln pl:l.no mur superfici,li. Por eiemplo, Indicando que el equipo cstll form"dCl wn un 4-3·3, es decir, 4 ddensas, J .-:en¡ro.:ampt<tas y 3 dcl:tnrero5 (el portero se d~ por surueSto). En l:t mayor parte de 10. <.:"so~. Y Jlm cuando "xiSl/m dis<:ños JhlllllCme [ll;ull­ficaJos .-...oo(:OtnU por ejemplo, 105 org:mlgrama, de las cmprcsn!r-. l.'s rc!a~lone~ 110 eSfán mn ~br~mente prcdefinidas, por lo ql1~ lJ p;,labra .Jis<:ño' pucd~ indie,lr un ex¡;~~o do inten..:ionalidad.

J6

fORMAS VIVAS

Cuadro 3. ¿Cómo han .de entenderse en este libro los concepro~ de agenCia, agente, y agenre social?

,.Agencia» debe e.nlender~e en este libro 5iclllpre con arreglo ,1 I:i si­gUlenre definición de P:1lI1 Kockelman:

Ll agencb puede. entenderse inidalmcnte como el control relariva­menle fleXible de .medios en .relaci6n con la obrenci6n de fines [ ... ). DeCir que lino. enndad [pore]emplo, un ~cr humano] tiene más agen­cia que otr;¡ enudad es deCir que dispone de una mayor flexibilidad ......-() sea, que dispone de m~ medios y fines entre los que elegir (en un entOrno determmado, y baJO condiCiones determinad;¡s) [ J e

1 . . ... u;¡mo

lIIallor es a agencia de que uno dbpone sobre un proce~o m' -bl d . ." as su~-ceptl e e~ e ~cr ICflldo como responsable de su resultado y po 11 I ' .. . _ ' , r e o, (e s~~ surero a aprobaclOn o censura, recompensa o castigo, orgullo O

vcrguenZ:l (Adélptado de Paul Kockclmnn 2007: 375).

Los conceptos ~e agente r agl'nte social, que encontrarás frecl.leIHC­mel.\re en este libro, son ~imp¡es derivaciones de esta definici6n de

agem:la. Un ag~l~re (un agente social) es quien dispone de agencia para realll.ar su ,\CClon (~u acción social). [Véa~e el cuadro 5 para los con-~ . cepros de acción y acción sociall. En el articulo q~e acabo de cirar, Paul Kocke1m:lI1 ofrece un excelente ~ ~l'r,1Ilado análiSIS de los matices impJicadosen el concepto de agcn­Cl:l,}' ~e Jos componentcs.y pbnos de Jnfilbls que hay que tcuer ('n

Est C,u~ll.ta para deSCribir la aCCión en términos de agencia. :1

ldehnlcl6n de PauJ Kockellllnn no presupone de ninguna nnnera

que e agente haya de ser un ser humano. Yo he añadido em; .. c~rche­¡les 1.~~ordeJ~mplo> un ser humano_l s610 para facilirar la comprensión· ;tultlva e concepto. Por supuesro, en el texto de Kockelman u~ ser

umOlno es una de las entidades de las que se puede predicar a~encia.

firma~l ¿y q é d . d de su . IU eCl~ «: los diseñadores de las ropas de Jos futbollstus )_

s eselle as de diseno) y dI' • ricos b" . ro av a, cquc pensar de esos cuerpos poU-

que go lernan las .' d di' o I.s _ b . ,CIU a es y amp3ran él os equipos o los crea" Sll venClona 1 '1' " '. E d ,n, o os ut! Izan pum crear modelos O estandl1rtes)

5e de n to os }' cad:] uno de los movimientos de la lente se rev;bn y' SVancCt!n formas d·d . I -

'" P' . , e VI a SOCia, convenCIones que. al ber puestns ractlca config 1 -- d -

dro 4). E.s:S ~m:1n a aC~lon e con,Juntos de seres humanos (Cu.J-forma~ COlluelIctQlIüles de mda social SOIl culturas.

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CULTUR"', ... NTROPOLOCiI ... y OTII. ... S rONTERI ... s

CI/adro 4. Convención

Kroeber y Kluckhohn, 1952 1

En la operación de definición ld~ la culmraJ podemos ver <1 la manera de un microcosmos la e~encia del proceso cultural: L1 imposición de una forma convencional sobre el flujo de la expe­riencia (KK 78).

5teven Mailloux, al discmir un conjumo de textOs que giran en torno al concepto de convención, 11[¡ ofrecido el siguien­te apunte: ~Las convenciones remiren a pnicticas comparti­das» (l\bilJoux 2003: 399; d. Mail10llX 1982, Lcwis 2002.

Purnam 1991, Culler 1981). El concepto de convención es, en consecuencia, ~l1bsidiario del concepto de practica [Véase el Cuadro 5 para el concepto de

práctica]. Esto quiere decir que, tamo si !te expresan o realiZtlIl por medio d('llenguaje verbal como ~i se expresan O realizan de otros modos, las convenciones derit1al1 de pr,ícticas. Las convenciones

no .1nteceden :l las práctica~; son las prácticas las que :lntccedeTl a las convencioncs. Esto es así porque la formación de convenciones

exige un escenario compartido de práctica entre \"arios agentes [Véase el Cuadro 3 para el concepto de agente]. Una convención es

siempre una producción socü¡/.

En este libro el concepro de convención será usado siempre con el siguiente énfasis: las convcnciones se generan :l partir de prácticas

cOlll1l1licatl/JQS sltlladas eJl escenarios cOl/cretos de ac.ción coordinada (Lewis 2002). L1s convenciones se van constituyendo ell el C/lrso de la acción, y pueden llegar a estabilizarse, objetil'álldose hasTl el pun­t() de dar lugar :l cosa~ bien tangibles como leyes escritas, muebles, planificaciones urb:lnísticas sobre el papel. carreteras o rut:lS aéreas.

partituras o grabaciones musicales. etcétera.

Intuitivamente, es ba~tante fácil de entcnder el concepto de con­vención. Una convención cs cualquier acción o representación de la ;\cción que {al ha sido generada en una pr5ctica compartid<l, y que (b) debe su existt'ncia J la COmunicación social. Por ejemplo,

pones en juego convenciones al .. aludar a rus amigo!> con dos beso!t en las mejillas, porque esa (arma de tll acci6/1 de saludar (n) h;¡

sido gelH::mda en rus prácticas companidas con otrm. y (b) debe su eXistencia a tu comunicación social con ellos. Sin embargo, 110

pOlles en ¡uego IImgmw COllllellci611 cuando sientes unJ punzad:! dI.' dolor rn tU brazo izquierdo como consecuencia de un infarta de miocardio, porqut' esa pU117.ada de dolor (nótese que aquí no

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FOfll1 ... S VIV ... S

ruede aplicJ[se el concepto Je acción del cuadro 5), (a) no ha sido generada necesanamente ni de forma relevante en IIna pdc[Íca compartida. ni (ú) debe su existencia a tU comunicación social

con otrOS. Esto no quiere decir que, en la génesis de ese infarto de miocardio, tenga necesariamente que estar ausente roda forma de

convención. Puede que ese inÍ<lrto de miocardio se haya producido, entre otTilS co!>a~, como consecuencia de un determinado consumo

de Jlimentos. En la medida en que ese consumo de alamentos e~ una ;¡cción social, hay ahí un COnjUnTO de con\'ellcione~ que han incidido en la producción del infarto (por eso en grupos sociales con determimdas formas de .1Iiment'lci6n el infarto de rniocardio

puede tener más incidencia que en otros). 19ualmeme, cU;lI1do sientt!S esa punzada en tu brazo izquierdo y la expresas ante otros e~ muy prob;¡ble que hagas Illter"cnir convenciones (en la medida

en que m control del dolor te lo permita): las personas expresamo~ el dolor de diversos modos con arreglo a converKiones generadas

en nllestTO~ entornos de comunicación social. Pero. cuamo m::h nos aproximemos a una deSCripción de ese infarm en rérminos estricta­mente biomédicos e mdividuales, menOs relevante sed decir que en

ese Infarto han intervenido conve!lcione~.

Aunque intuitivamente el concepto de convención se entiende con b,lS¡ante facilidad, este concepto C~ un hueso duro de roer para

los científicos SOci:llcs. El problema fundamental que entrana este concepto es que nos obliga a desarrollar Ull.l forllla de racionalidad generalmente minusvalorada en los ambientes típicat1lt:me consi­derados como I\cientíncos", donde se concede un gran valor a la

tacionnlidaJ causal. Cu:\ndo tenemos que dar cuenta de las conven­clone~, con l:t racionalidad causal no podemos Ir muy lejos. ¿F..s"po­Slole cxplrcar en ese sentido causal por qué tú das dos be~o~ en las mellllas a rus a.migos!ti has crecido en un barrio de t\'ladrid, pero

Jas solo uno en un;\ mejilla si te ha~ cri.ldo en un barrio de BlIeno~ Aires? Un ejemplo muy intuitivo de convención se encuentra en 1:1 formas de las palabras que lth seres humano~ utilizan para expresar ~tgmficados. En espailol la regla convencional es asociar la forma Ivelltana! con el ~Ignificado correspondiente, pero en rnglés esa.

forma e~ /wlI1dow.l, en francés Ifenclre!, en alemanfFel1Stcrl, etcé­tera. De nuevo, e~:lS asociaciones no pueden explicarse en t¿rminos causales de dererminaci6n (esas formas lingüfstic;IS no determinan C~talmellre ~I significado ni a la in vena). Esa asociación,:tl no

po er ser explt<.:aua en lo~ término~ de la determinaCión L-:lusal !te nos presenta como \lnll arúitmriedt¡d, Sin cmbnrgo, c~a~ a~ociacio­~:s se ellCUentran inst.t.ladas,e~ la ~~peTlcncia de !as personas a lo

gn de !tu~ proce~os de soclilhzaclQn. Por ello, 111 cuando salud.ls Con uno o dos besos ni cUJnd() hrihlas en tu Jengua puedes operar

COn e~as a~Oclaciones ,.lfbllril"amente. En este lihro usaré ststeman­camcmc la noción de convención. no h1 noción de arhitraried'ld.

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Page 19: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CULTURA A"'TROPOlOGIA T OTItAS -ONT(RIAS

Aquí .. c \e ya un problenM Jluporrame: ¿cu..imo hay que atJrir la len­te: bo depende de 1.1 intem:ión de la Ilmad.:l. La noüón de cultll r3, en ~í mi,m'l, no lIoponc nlllgün línllte. Lo .. lugadore .. de la J uve ..on opue .. to~ en un nivel a los del Real Madrid, pero en mro nivel [Odos juegan 3 lo mlllllO. En dcrernllnados rb.no~ de su expericm:i:t, lo~ árbirro~ se en­Irent3n a lO<, jugadorc\ )' é<,to~ al dub, )" el club:t las cadenas televisivas, y ésta, a lo ... :lI1unr.:a:mres; r en Olros mm:hos plano,> Imbs esta,> divisio­nl'~, nposióone~, facc iones y subgrupol forman conjuntos solidanos.

Asi puede est.ltJlecel"'ie una idea general que hemos de tener en cuenr.l a lo largo de todo el rcwrrido de este libro. Al m:l r la palabra ~culrur:l. P;U;1 hablar de cu.llqUlcr realid.ld estamos indicando una pe~­pe¡;liva, un;¡ visión, un enfoque. por medu) del cual eSI:thleI.:CIllOS crite­rios pMa percibir (ormas COIII't'lIci01/,1/CS en c.:lda emorno concrero de .1Cción SOClJl. Como sucede con cualqUier concepto que h:l de concre­t.lrSC empincamellle. es deCir, con cualquier concepto qUe no, pone en relolción con el mundo .\ tr;l\'és de nuestros !temido .. > e~quenu~ de per­cepuón y categoril:1.ción.1a naruralez.l del concepro dt' cultura e, amhi­gua. Por una parte, .:ll u~ar e~te concepto e .. tamo, \uponiendo que eXIste una (ormol COIl1'eflcmfl¡J/ cn el mundo externo ol llUe~tra pen:epción. c\ deCir, en 1m entornos mJ,mos de relacIón social. Esre supue,to C~ raza· n.lble en Cll.llqUler enfoque cmpirit:o: de no contar t:on él. deheríamos concluir que todo lo que deomo" Jt:t'rca del mundo e~ una lmención de nue'tra Im;¡ginaóón. Adem.h de ,er razolMble. e~c supuesto C~ también indl\pensahlc en t:l1.llqUler di"'-"11r<,{) óentítit:o; de no t:ont.lr con él. !.CrÍ.:l Impo,ihle realilar la má, clement.ll de las contr.l\t3c10nes publicas que exige la Ciencia: la conrr.:l\taci6n de IJ' evidenr.:iJ5 que cOn<,ideramo~ hedlO~ (cad,l cienlífico Imaginari.l lo que le '1IllerJ el1 gana en relación eDil cada realid:ld IIT101glllaria). Pero, por otra p.me, O1II1\ar el concepto de t:ulrura e .. r3mo\ ordeflumJo IlJ/t'$tru percepciófI ce", arr~'glo u 1/1/01 mu· fler,1 de perciil/r, C~ decir, en el ca,o de la culrura e5t:lmm bUSt:ando acti­vamente formas convenciOlule .. ; de manera que sin esa hlisgueda al.:ri\·a seguramente num:.1 las percibiríamos. f\a es la wndición amhigu:l de cu.\lquicr enfoque empírico. de cU31qlller conoúmien!o que. para .. us­tentar~. h,l de t:()ntJr t:on el conrraste del mundo Independiente Je la percepcIón. No conOlCO nlngun modo de JI,olver c ... l ,1mhl~ÜedaJ. Creemos en que lo que perohimos es un corrcl,lto del mundo mdepen­diente de nucstra percepuón, pero \ólo podcmo~ acccder a ello .1 rra\"é, tic nllestr.¡' categ{)ría~ de percepción. Y. precl .. amentc, en el nentunl des.1IUSre emre lo que percihimo .. )' nuc~tr.l" cate~orí3' para percibir .. e cifra la exp.:lmión de nue\rro conocimiento, o ,e.l b cre'lClón de nUe\.l" catc~orL1, u 1.1 modlhc3.,;ión de l.:l" ex "lentes.

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Toda forma debe ser mirada para .. er \"ista, r p.1fa ser ,i,>t:l. debe haber algUIen que !:t mue desde algún puma de "iSt.l. Las hOlas de los Mbule~ están en sm ramas. Son hoj,1' ~. no ram,\s porque un 010 bs I11lr.1. \' 1.1, ,·c. ¿(;u.ínto hay que .1bm !:t leme para entender qué es una Im!.I? ¿H ... \ta dónde rasrre.1T su .. re!:toones con otras cmas para enconrrar <,u sirio en el orden ° el desorden de la vida? No lo~. "0 no puedo respon­der a esta pregunta t:ln general. 1.0 que sí sé es que los eql1lpos de túthol lo ~n, entre otras C9S3.'.., por la forma de los \ínculos que m:lntienen ~m agente'> entre sí; qu~ en ellems no puede orgamZ.:lrse un cuatro, (UatHl, dos; que, en el hOtano l.:lboral de una pl.1I1ta de il1'>tabcionc~ aeronáuti­cas. lo .. agentes se nnculan entre sí de una forma relatlvameme dc.linta Jt w mo lo hacen en la pbnta de oncología de un hospnal; que en 1111 ba.rrio de Madrid nadie se dirige con especial re"pero ha¡:ia el hermano de su mad re por el hecho de serlo: y que la hoja de un ,lhedul e .. , según se mire, diferente de la hOJa de un opré!>.

Forma de \"ida ... ocial. Eso e~ rodo por ahora. Ll Idea de t:ulrura, en pri ncipio. no presume otra <:osa. Es verdad que la idea de forma implic.1 de ,tlgún mudo 1.1 percepción de un comr.:l\te con t:u:llquier Off.:l ¡a rma, l ,a percepción de una forma parece presumir la percepúón de un.J diferencia. Sin emhargo. y eSIO e~ algo patad61ico. cuando de­cimm de algo que tiene una forma podemos e,>rar diciendo solamcme ClooO , n'ldJ. más que eso (io es que cada vez que decimos que la hOJ3 de un abcdu l tiene forma estamos obligados a rnenClOnu las hoja .. de todo\ l o~ dcmás jrboles?). Presumimo~ que SI denmo, eso es porque .JI describir la forma de la ho,a de un abedul usa remos criteno," qt.le nos permni rán diferenclarb de Otra ... forma~ }" t:omp.lrarla con ellas. l.o mi .. mo vale para b idea de cultura. Enunciar que la ,ida social hum.l· na tiene siempre .llglln3 cla~e de forma, ;tlgulla d.:l<,C de ntltur;l, t\ va ,>uficientemenre preci,o; aunque al hacerlo pre~umall1m, ademá .... q~e \1 deSlgnamo~ un,l culrur;l y a t:ontinua(,:ión la descrllnmos e~ porque la diferenciamos dc orra~ forma ... en algún plano de oh,cn·ación .• Con todo, aunque los miembro,> de dos grupo~ humano.') pongan en Juego fa rOl." semejantes de vin¡:ular-.e, )' nosorros descrihamos l:l slrua¡:ión de C\e modo. cad.l uno de esOS grupos e~tará poniendo en práctica una forma de "iJa ~OCi.l!, una culnara. O sea que el hecho de se r dlfercllle, mut:ho má, el het:ho de ser exótico. es completamente IIldependlcmc de la .de:l de culrura. Todo "er hum3no que \IVe una vida ,>oel.:ll, por normal e lIlddercnClada que nm p.trezC¡l, la vive de alguIl3 f~)rn1.:l, y por I..1nlo pone en prát:ti¡:a una t:ulnara l ".

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Page 20: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CUlTU"' ... ANT~OPOlOGI ... y OT"' ... s TONTnlAS

CU/lllm )' regla: Prohibido escupir en el slIelo. Prohibido fUlllar o /lellar el cigarro e11cel/dido. Por fallor, espere tras la líl/ea ro;a. Ocupell elarcél/. Es obltgalorio fumar

Cuando yo era milo, hace hoy más de treinta mios, la consulta del den· rism exhibf:t esta repugnante orden: «prohibido escupir en el suelo». También por aquella época, los medios de transporte público hacían gala de reconocer la picaresca de los usuarios anricipánJose a sus argu~ memos para librnrse de una multa: ~probibido fumar o llevar el cigarro encendido,.. Tiempo después, las instituciones públicas comenzaron a devolver a sus usuarios un traro más cercano, y a comar en cierto modo con su colaboración; "Por favor ---empezaron a pedir con corresía-, espere tras la líne:l roja». Un lunes por la tarde, con el tráfico normal, está terminantemente prohibido ocupar el arcén; pero si vuelves el treinta y uno de ~lgosto a ru ciudad es posible leer la orden: «ocupen el arcén». Yen el locnl de ensayos de un grupo de rockeros, en plenn épocn de vigila ncia sanitaria de los usos del t:lbaco y arras hierbas, yo he leído la siguiente placa, escrita con ironía: «es obligatorio fumar».

Ésros son eJemplos de lo que genéricamente entendemos por re­glasl~, las regios del juego social: reglas que ordenan bs rebciones so~ ci:l.lcs de los unos con los otros. Algunos de estos ejemplos evocan una época. hasta el pUnIO Je condensar imágenes de lo que fuimos o de lo que creemos ser. Reglas para imponer. para sugerir, para incit:lr, par:l prohibir, para h:lcer o impedir que se haga cualquier clase de cosa que

conociml~mo antropo!óglco lr.l~ la desco!oni2.:lciÓn. En él ocupa un~ pOSición Fundamen· !;¡! !;¡ CrfciC3 de la 'n~laJgia lmpcridlista. comlll·"me con la idea exotiunu.' del conc"pro de cuJlllra (Rosaldn, 1989).

17. En e'te lihro uS:1ré intencionadamente. de fOnlla genera!. un concepto de cultur.1 ha:;'ldo en el ..:oncePlo de regla, y no .. n d concC'pto más amplio~· flc.~ibtl."" de con~enci6n. Igua!mellle. e~fOy n<;.ando rmencionadameme una ,d~" de .,.,mIO"S hasa,b en el concepto de eó<ligo, y 110 en t!l com:epto, mucho más abierto y n .. ,,,bte de inlerpretanl ... [o !!Sto) h~c!Cndo a.i. porque ambJs llocJUnes -b de regla r la de .;ódigo-- "xigen un menor cs· ruc,l.O irn~ginolll~O J I ~órico por pJrte del lector. r prcswn asr un mejor servicio al C3rn.:­ler b;lsico de I!l;!(' libro. Unn ~Qn5ecu~ncin del u~() ¡J~ estOS conct:Plos de resla r código es ~II li~liwdn rl,::)ilb rhdad. lo que me conduce a pOllcr qemplos de COT\\"~IKIOl1e~ dcm.l siado eStrUCTuradas y poco lIuida,. biaS conceplO~ son slllicicl1les para ~ I de~;¡rrll l lo d~

mi ;lrgulllel1l"O, p~ro 61c So! ve ~1Il dudn CllfIClutcido C<ln ~I de,arrollo que he escrtto ell el leXI<l .The Concepr of Cullure a5 [In Ol1lOlogical P'.Irndox., en jan Jnn'ie y Je~Lis Zumor;l· Bonilb (eds.), cn prcl'andÓIl. I ¡ .. udbuok or PMlos<)plry or Scit'1lcc, Londres: S:lge. Sobre el conceplO de COIU'CIIÓÓ". véa~e m5s arriba el cuadro 4. Sobre el concepto de III/¡·rpre·

¡,mle en la u:urfn 'C111iÓIiI.""3 de Charles S. Ptirce y su aplicaci6n al ,onceplO de agencia. ~éase Kockelnmn, ZO07. No ob,r:mte, en este."" ¡¡hro también U5.1rC la noción de cOl1ven· ción, aunque con menor fre,ucncia.

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FO~MAS VIVAS

podamos lleg:J.r a hacer. Reglas escritas. literales e Irónicas, reglas no escritns. Todas ellas conforman esa forma que llamamos cultura. Todas ellas constiruycn esa forma.

§2. Cultura es el conjunto de reglas con cuyo uso las personas dan forma a la relación que las personas

mantienen entre sí, en su \ida social

Ya lo dije. Lo primero para comprender el concepto de cultura es mir,n J la relación pocial entre los seres humanos. Hay que mirar h:l­ciJ algo que en prirfcipio no se ve. Sólo en principio. En la película de Nils Gaup, Orelas (El guí.l), un nuio va a afrontar la responsabilidad de conduci r a las gentes de su pueblo lejos del brazo ejecutor de unos persegUIdores. En UI1:l hermosa escena, el niño duda ante un :ulciano de la obliglltoried:J.d de su compromi!>o con los sUyOs, aduciendo que, puestO que los lazos que le Ull elJ a ellos son invisibles, no existen. El vie­jo emonees le tapa la boca hasta dejarlo sin <li re )' le pregunta: «¿Ves el aire? Sin embargo, sin él no puede.', vivir*. Hacer \'is1bles las relaciones inrerrog,índose pOr las reglas que las constituyen precisamente de esa (arma es hacer visible la cultura.

Complement3riameme, el mejor modo de ignorar el concepro de culturJ. basra el punto de no poder siquiera concebirlo es suponer que las socledodes son meros agregados de individuos puestos ahí de uno en uno, acum~lados como en los recuenros estadísticos. Para que haya relacIones socIales con una forma, para que hayo culrura, es impres­cmdl ble que haya individuos. Sólo porque existen Helguera y SamueL Helguera le puede pasar el balón a Samuel. Pero para que haya cultura. para que el balón transite del uno al Otro empujado por el pie (y "O por la m~l1O) constituyendo una acción de ataql/e en un campo de fútbol, es preCIso que los cuerpos de ambos entren en una rel:lción se orienten el Un h . I ' o aCJa e otro, hagan algo el uno en rebci6n al Otro (Cuadro 5). La cultura ex ige sociedad y la sociedad exige individuos; pero sólo pode­mos ~ntender la idea de cultura cuando los miramos como individuos reJaclon:ldos de algún modo, relacionados según reglas.

Pu ede q ue la invisibilidad aparente de l::Js relaciones humanas lleve a Ollgunos a desterrar la culrur:l nI reino de lo ide;)1 y, con ello, n sostener que In ,cul lu.ra es COS3 de idealistas. En una vieja confusi6n, t,"Hl grosera C~~110 lIlsostenible, pueden llegar así n desestimar la cultura como el IHllo de El - S· I . ' gUia, porque no se ve. 1n em Jargo, casI todas las personas -salvo alb'U nas que han hecho carrera universitaria llegando así t:lJ veza d·d d " 11l ' pensar emaSI3 o-- pue en entender que con el pinto va la for-

a d(' plato, que el tenedor es metal con su formn (o no e:. un tenedor),

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Page 21: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

C:UlTUIIA ... NTI\O~OlOGIA y OTilA' TONTUI AS

el/Jdro 5. ¿Cómo han de emenJer!>e c.'n e~le libro lo!- \:onccptoS de lcción ~0..:1,11 ~ acción?

Pur .Jcción·, debe emender..c unl contluc\.l humanJ (hien con) ~i,ra en un hacer exrerno o Imerno, ya en un om\t1r o pennlllr SH:mpre que el !>u}t'ro o 1m su¡eros de la aCL'ión el/lace" a, el~a un se1ltulo ~ub,el1"o. La ~a.coÓn ~()I.:131., por IJI1IO, e~ l~na ~¡,;clon en donde el -.el1lido mentJdo por su '>Ulcto o ~uJeto~ c.'~ta rel~cn(~; b la (ondw,:ta de otros, orienrJnJo!>C por é~t,l en su de~rro o e er \"J84 11"122): S).

La acción y la :lcción ,>ociJ.l. ,11 e,>tar enla7.ldJ.~ a un se"tido~l/b­l'ril'O r 3rte del ~Uleto tlue la\ reahz.a, no pueden ~e'>CrI Ine

!>l~ti¡,;ien~ne~te por medio de un relatO de eom(JOrt¡¡nllet'IOS eXler­nm Cllalllll1Cra que 'oC,l la menCión de un \ulelO ,lI:erca del ..enddo !>l;blell\'O de !>u a":..:Ión, e'3 menCión hJ de :->er lomJ~a en ~onsl c­rlóón de 31gun.l manera t:n 1.\ de...:npClón de esa l¡,;clón lile mo 'cuando e\e sennJo mentado por el SUJeto no \e corre\Pon~e en ab\oluto con la mterprel:lCIÓn que no!>orros, corno obscn a ores,

uariJmo!> de ellJ, En esle libro em:ontr3rJ!> I.lmbicn a ~llelludo lo~ conc~plm de

prJctiCJ \' dc práctic.1 ~(l..:ia1. P,uala final1Jad expO~It1V3 de ~~~e . hbro pl1eJe~ con!>iderar que "JC~IÓn~, ~pr,1cm:a,'" .. acción ~ocla .) ~ rá~rica ,,()(i31~ 'iOn ~inónimO!>. En clencia\ !>C.KIJle!>, lo~ COI~CJ:IO~ ~e Jcción " de Jcción ~ocial pueden J.plicaN: 3 Sll¡etOJ ~t'lm/ 05

como tipos, es deCir, ~u]eto5 Jeñll1dos por el u~rvador_con;o Id~JS de .lgCIIles. Así \\'eher puede bablar de la at:..:lo~ del ~dll0~ e~1 a· como un upo dJ."iticJtoTlo. )' no !>ólo Je un ltenor feu a CIlnr..relO. los ({)nccptoS de pr;Ínica\- de práctica s()(lal !>C.. usan habllualmen­" te para hablar de \:¡~ ¡¡eC/(mes)' de l'¡$ aenO"es $OC/.I/es empre¡­Jld3s. en concrelO. por agentc\ con..:retOl~, en ~lru3clones \lXla C~

cOncrel.l!>, La diferem:IJ e~ ImportJ.nlc para n~»otr.o!>. porquc.ó permite dennir b el1logr,¡fiil como una de,cnpClon e dnlerr~el~c, n

de _ r.kticas 5illl.ldas. En IOdo CJ.\O. lo!> concepto!>, e prJ.cn~~ r de ;r3crica !>oci:i1 ¡",plie.m J los concepms Je JCClon )' de JCuon

!>C.Klal. _ . ¡:cr3 dctill1ción de Mol'. Weber restringe 1m conceplO~dde ¡¡CClon >,.

, ¡ mante1l1cn () ..:on~lan .. de acción ..oclal a 10\ ~eres IUmJnos; pt!ru,. d ,. _ 1 ' I ti re\1O del contenido de la dehmClÓn. nadJ Inlpl e 3T 1Car\'~,~i I~. miembrO!> de cualquier orra e"pene \1 lo~ hallazp,o, Je la In g

cI6n lo acome]an.

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fOIlMA$ VIVAS

-lue cuando hahlo contigo mi VOl viaJa por el aire que se mueve con la fMm.1 que 10 unpuban milt pulmone~, mi lannge, nn lengua )' mI'> \a­rios. En fin. que toda!> e\[:l~ co~, n~iblelt o no, son a un tiempo co~a~ ~' ¡O flll:t~, o no son nada que en e~te punto no\ Impone. Por IIln~ible!> que plrelcan, las rebl:l.ones 50..:Ialcs con las forma~ que tolllan facultan J lo~ TIld1Vldllo~ p:lra ganar a 1,1 JI/ve (o para perder. c\;lro e!>tá, como Je he..:ho sucedió en ese p.1frido); para hacer harem que flotan y a~"i()­n~ que vuelan; pJ.ra firmar la paz. }' para dedar:tr 1.1 guerr:l. Para e~o no~ taclllr.11l nue!>tra</ relacl()ne~ soclal~ con ~IIS formalt; en definitiva. para (3~1 todo lo que como <;eres humano!> !>omo!> cap3ces de llevar a la pdcti¡;a. Mirar haoa un cuerpu en aCCión con otros elleP'/"J()s es empelar 3 .¡preciar las forma .. de la~ rdaClones. Enfield nos 1.0 emeñJ. de este modo: I:uando lo~ hablallle~ de bo h:lblall de relacIones entre padre .. e hIJOS, mueven ~us dedo\ h:tda J.Tflba y haci3 abaJO; cuando h3blan de relJclones entre p,lTlcntes mayores y menore!>. danz,lI1 con su .. mano .. \ltu;Índololt en el aire dc su ge~lO; y así con otra .. relacIOnes y ~u\ re\­pc.:mas form.)!>'·; di,lgrama!> :1Cti\'05, geslO .. , que dibu¡an con el cuerpo un conjunto de relacione\ que \610 es Il1\'isiblc para qlllen nada entiende de ellas.

Con b';¡Izadm; desnudos. EslN1ctO plíblico, comtmíeación }' Ilprend' .. llje Soel.,/

úm1l10 por una playa en un día de verano. Ha)" hombrc~ y mUieres de'>Cans3ndo. Reposan en ~us rumb(}n3~. Los que llegan se preparan p.tra el dia, despliegan su~ toalla~. se dc,nudan h3sta qued:lr en baña­dor. Algunos leen, Otro,> !-Implemente dormllan al sol. Un grupo de lúvene.., luega con un b,llón, }' en la onlla del mar dos niflO" 111U\' pc­queflO!>. completamente de~nudos, lueg.ll1 I:on su~ palit.ls cn la arena. \lguna\ de la~ mUieres tumbada~ en la arena llevan desnudo el pecho, Pt"ro tod3!> mamíenen la prenda inferl.or del biquini. Todos l.o!> \'arogcs .. dulto~ lIe"an puesto el bañador. Yo \igo camll\3Jldo, alej:indome de la entrada pnnClpal a la pbva. )' con ello de su ZOll3 m:is poblada. Después de caminar unos ochociento~ merro~ veo una mUler rendid3 en su toa­lil, cumpletamente desnuda; a ~u .1Irededor, algunas pcr~onas tom:1Il el sol en bailador r otra!>. com.o c~a famili3 que Jueg3 a la .. C3rra, baJO ~u !>ombrilla, e~t;Ín también desnudas, tn mi caminO, bordeando el agu,l, me cruzo con per~ona~ que van de aquí para all.1, alguna.s lIe\'an pue~to el b3ilador, otra~ no; pero conforme avanzo \'0\" n.otando que en b pla-

11i. [nlidd, 2.(I()~,

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Page 22: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CULTURA ANTROPOlOGIA y OTRA~ TONTERIA~

ya ya casi no hay gente en bailador. Decido desnudarme. Por la t:lrde, en el hotel bajo al e~p:i . Es mi primer día. Uevo mi bañador y m1 toa~ lla. En el interior de esa sauna finlandesa las tres personas eSr::ll1 desnu­das. Me desnudo y romo una sauna. En un espacio 31eclaño, sep:lrado por una mampara con motivos tropicales, se encuentra I~ piscil.la. ~n ella rodas llevan puesto el bañador. Yo también debo vestlrme SI qUIe-ro darme lJIl bano. _

Este trajín de prendas nos enseña los componentes de la culrur:l. Un espacio público, la pbya con su geme¡ un COI/jI/lito de reglas con las que los personas dan forma a su convivenci:l, a su vida en sociedad; un CO¡¡;llI1tO de acciolles para poner en juego tales reglas, de maneras

diversas. Vestirse o no en esa playa, en ese horel, es acción reglada, aunque

como veremos a continuación lo es de diversas maneras. Eso significa que es también acción convenida entre seres humanos: acción corwen­dona!. y en este aspecro se encierra el mayor misterio de la cultura. La cl/ltllra es col/venciÓn. Las personas de esa playa y de ese hotel pueden esgrimir razones para vestirse o desnudarse, justificar. sus respecd~os comportamientos bas:índose en juicios morales o esténcos; pueden In­cluso aludir a cnusas, defendiendo con ello un supuesto orden natural (llevar un bañador en una sauna finlandesa puede interpretarse como algo ami higiénico que, en consecuencia, debe ser evitado). Sin em­bargo, yo he estado en saunas finl:mdesas compartidas por hom?res y mujeres en las que todos llevan puesta una prenda. Puede dec1 rse, pues, que estas reglas que constituyen la cultura son irreductiblememe históricas, silU:lcionnles, convenciOnales. SOI1 como son, donde y cuan­do lo son, porque así parecen haberlo estipulado o acepl:ldo quienes las ponen en juego. El reSrD.ur:mte del hotel est:l decorado con viejas fotografías de 19J O. En esa misma plaY:l, bs personas -incluso los niúos- llevaban apararosas prendas que las cubrían casi por comple­tO, pololos que hoy nos hacen sonreír. En las fotos de 1950, el cuerpo aparece mucho más descubierto, pero nadie reposa desnudo. Y hoy, b mujer que toma el sol desnudn en 1::1 zona nudista hn quedndo a las cinco, unos metros m:is :lUá, con unas amigas que prefieren des­nudar solamente sus pechos. En esa situación, elln también se viste

parcialmente. . Al estar hecha de reglas, b culturn est:l hecha de convenC10nes

para vivir juntos. De ahí que los antropólogos siempre h"ya:nos visto un aire de familia entre la culturo con sus reglas y ellenguale con las suyas. Porque del mismo modo que en el lenguaje se encierra ~I mis­terio de la convención, éste también se encierra en 1.1 cultura. SI he de

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fORMAS VIVAS

habllr comigo y si has de entenderme, he de usar palabras comunes p:r.rn ti y p::rra mí: llamar «mesa" a ese objeto con cuatro patas donde ~ apoyan cosas. Sigo así la convención de nuestro idioma que asocia, pOrque sí,.n una cosa con la otra. Pero si l~nblas inglés. y yo lo hablo, he de deCIr «table". No rengo arra remed10. Nuesrra relaCIón repOSa en esaS reglas, }' la cOllstruimos n rravés de ella~ cad:t vez. que nos comun icamos.

Y :lsí llegamos a un segundo aspt!cto que :lcompañn a la cultura. ruestO que la culttlta es un conjunto de reglas en acción, reglas que nos permHen jugar jumas a algún luego social y vincularnos los lIllOS con los otros de alguna forma, la cu ltura implica también siempre cQmlllli­caúóll . lmplica siempre una relación comunicativa entre personas. Ese conjuntO de reglas no perrenece estrictnmenre a ningún individuo par­riculnr. Se recrea y cobrn vida en el espacio público que comp:lrten las per<;onas, se realiZa en su comunicación. Las reglas que constrtuyen la cultura, como la palabra .. mesa", no son de nadie en concrero. Exi<;ten par;\ ser puestas en juego en relaciones sociales.

Pudiera suceder que una mañana de fines de verano un hombre ~olo , desnudo, se encuemre en eS:l playa. Nosotros no estamos. Él esd solo. Parece que rodo en esta acción es materia privada. Sin embargo, si se trata de un ser humano, sobre su desnudez gravitará siempre un es­pacio público. No puede ser dc Otra rnaneT<l. Para entenderlo basta con viaiar en el tiempo de su biografía. Como yo mismo me he desnudado al avanzar hacia la zonn nudist:.l de la playa, él también lo habrá hecho al avanzar en el camino de su vida. Habrá aprendido a desnudarse en la playa, sabrá dónde y cuándo es pertinente desnudarse; }' no lo had sin tener siempre presente nlgulla regla. Cuerpo biológico, ese hombre nn­ció, como todos, desnudo. Hoy sigue siendo un cuerpo desnudo

l pero

ra revestido inevimblemcnte con la piel invisible de la cultura l9:JulltO

Con los aspectos de la cOllvellciólI y la comlmicacióll, se nos alumbra aquí un tercer aspecto. Esos conjltntos de reglas que llamamos culrunl

19. Al ¡eereSla.'; IIne¡¡s, Nuria Fern;Ímlez Moreno me ha r~proc:hado con ra1.6n dilO kakrm~ ad~nrrado IJh¡~ ~n la compl~jJ relación entre llatural~7.3)" culturo. Puedes ellcon­lrar un rcciellle t'!ifu~I7.o de reflexión rCIIO\·~da sobre ~'I(' asumo en 1m, le"lu~ cuordillo1-dos pOr Pedru Tomé (2009).l.:is palabrdS d~l I:OllleniJrio de Nurin son lan sugerentes que no (fU' relisto a reprodUCirlas aquí. aunque sólo o;c:;¡ par;¡ dar que penSo1r: .Mlentras unos kumanos (hahlfualmellle ~csndo.,) buS-\:;m ; r .. ¡\lndi,:an ~.';paclo, p~rJ poder d<!l;nud~nc, ~rros \·i~len ). adere7.an a los Illllm.l[e, (las tlend:u; de :lI1l1lules cxhinen un buen c><:olparaH' e ~Sl<l rop,m). Esto llene una larga rra}'e<:rona hlSlórica SI recllerti.a.§ b iconografía co.

10lllal d~ chimpJl1c& vcsr¡do;; de colol1,~ks, 10< lIIui'tCCO, aulómat;¡s (1Il0no~ Vt,tido~) Je fine.. del XVIII. la ~térkJ circen<~ con ~us o~·h"¡!.lTlIl;¡)_.

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Page 23: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CVI JUliA ANT~O~OlOC;IA y OJ~"S TONTEIIIAS

11llpliCln rambicn ,) I~u na clase de ilPrendiuie soci.:ll. Par;¡ \"!\"Ir JuntO~ los sere .. humano .. ponen en Juego reglas y, al hacerlo, I;¡s en..el'l.ln y la .. .Jprendcn lo .. u no~ de 1050 otros, lo.'> unos con los mro .. , \" con ello Ia~ m..:orporan . . \1lra eso .. cuerpos del depone, mira la .'>ua\"~ mU.!K:ulaClÓn del ror .. o de lo~ nadadores. las mole~ de los mu .. lo .. de 10'1 ,orred(lre .. d.e t:I~n merro.'>. la levedad de los Jmetes o de h!> l1Iña!> dl'" b gimnJ50i3 mmKa; mira el ,.dlo dl'" los labIOS de lo .. ~axofonistas. 1m problema.\ ~er\"l¡;ale .. de los vlohm .. tas; mira eso~ cuerpos diverso!>. re\·e .. ndos de Glltur.J. rdotlllados COIl la forma de cada deporte. de 'ad.l instrumen­to: conforn1.ldos a mlagen y semejanza de las regla~ pue~tas en pd,uc;¡ dur.lI1te decenas de hora~ de 'lprendlzale.

Ll .. oledad e, aqui. un Incidente. Lo fundamental es la ¡;ompañí.l, la !o()cl~dad. Ahora e"Crlbo '>010 delante de la pantalb de mi ordenador, pero .. e que en mi cuerpo y en cada uno dc los obJctos que me rodean hay de,ell:1~ de miles de .lilaS de experiencia social.

(tlddro 6. (\Jerpas ,eslldos de cultura [ ¡- Gorer. 1949 i

I ···I~e [rata del un,) ..:ulrur.l, en el \Cnlldo .:mtropológl"-o de b pabbra,' e .. det:lr, b .. pauta .. compartidas de compOrtJmlel1l0 .Jprendldo por mediO de 1.1 .. cuales 110501 Impulsos biológiCO" fundament.lles. se rr Jmform.lI1 en ncce~idade~ .. ot:iale~ y en­'uenrran ~~Jllfi":~Lión .1 travé<. de las mstiml:ione, ilpropi.lda ..

. ~ue. ildel11.J\, definen lo permitido y lo prohibido (KK IOH).

Para el argumento b.i~ico de etc libro. e~ta denlllclún e, apro­pl.1d.J; JUIH..jue hoy en di.l, a diferenCia de lo que ~ucedí.l

en 1949. ~.lbemos que los proce~os que aquí sc denominan "Impul~o .. blOlógi..:os·· )' ··nel:esid,ldes sociales~ se form,1I1 en

gran mcd ldauTl!tariamcnte (Ramírez Goil:Occhea, 2009). Por otra parte. habnJ que mauzar la expresión ~pall[a~ comparti.

da,;." . cspe~lalmcnre clIando esta e\.preslón nos lleva a ,reer que la ulltur.l lon"l~te en paut,l'> compartidas homogéneamcTHc por

todos l o~ mdlv idum de un grupo sOCIal. Como ~·eremos, la\ Plut,l' cultu r.l1" no necesitan ser (ni puedell ~er) ~compJrtiJa~~

e'l S/I tot<1ltd.;d para conformar cultura.

4"

fOIll1AS VIVAS

Pal.;hras muertas y palabrds [Iwas. Lel1glla,e y pr.ictic¡1

Mi paseo por la playa me ha ayudado.1 entender que lo .. ~cres humanos. en su .. csp;¡cio'i públicos. ponen en lue~o un ..:onunuo de reg!J.s. r-.;o hay en c\..I pla,·a. como puede haber en orras, una frontera c!J.ra .munclada con el cartel: ~entra usted en una zona nudi~ta •. En la nuyor parte de la .. '>Iruaóone!o cotidi.Jnas de la \ida no hay carteles de este tipo. Y. CU::l.n­do lo, h.JY, es perfectamente pOSible que no hagamo .. ca .. o de ellos. E .. pred~o por tatno .Klarar ~'a .JIgunos mJ.lll:e\ de la paJ.-¡bra •. regl::l.", que l;ln central resulta para nuesu:¡ definiCión de ··..:ultura··.

DCClr que la cuhura es un conlunto de re~la~ no qUiere deCir que es un reglamento rígido de norma, compul~I\·;J.~. liJda\'Ía menos qUiere decir que la cultura se reduce .1 lo!. enllncl:1do~ hngüí .. tl(;Q~ de las reglas:

.. Prohibido e\Cupir en el ~t1elo .. «Prohibido fum.Jr ú ttevar el cigarro encendido·.

Por favor, espere tra .. la \fnca roja·. ·.O..:upen el arcén,.

"Es ohligatorlo fUI1l.lf·

"A partir de e .. te pumo e .. d prohibidu usar h.lñ.ldor.

~ Iempre que eX;J.nlll1al110S un conlunto ":lI.Jlqulera de regl.ls hemos de tener presenre que en ellas !oC enCierra una doble rcalidad. Por una parte, algunas de esas reglas encuentr.JII expre~lón hngüi!otica, como en I()~ ell'"mplos anteriores; por otr.l parte, algun.Js de es..1S regl.Js encuentran n presión pr.icrica. II1corpor.indo..e ala .JcClón. Y ,)sí.lilS reJ:l<Js de 1.1 wl­(u rol se encuentran doblemente ",detenm,J¡Jdas. SI.' enClIe~1trilll j"Jeter· mi1lild.;s en cll.mto a su grado ,le explicitltd Imgliísticil )" se enclte1llr<Jn indetenllm.tJ..zs en {l/JlIto ¡J SI/ grado de correspo"dellcú¡ co" la .¡cció" Co"cretd. Cad::l. conlunto de reglas eXige una atenuón particular. de ma­nera que en rebción con estas dos indetermll1allnne~ e .. Impo~ihle deCir de antemano que tr)(ús las regl.l~ de b cultura !>er.in de uno u otro modo.

Pero en la diviSión entre e'-presión Ilngüi~ticJ y expr,csión pr.kti­C.J puedc encerrarse un engaño. A veces t.tI divlSlon e .. notoria porque b.l} r"I.J labras lIluertJS o .JhandonaJ.l'>, palahra!. en..:err;¡das en hotella~ o perdidas en bolsillos, como la cart,l de amor de un soldado caído en la b.uall;l: palahras inertes en tanto no haya nadie para rc~tlclt;¡r1as. Pero también hay palabras vi,'as, palahra!> que ~e di'cn y ~e escuchan. pala­hra .. en acción. Antc~ he paseado ~olo por esa pl.l)':l. :\hor.J VO} con dos amjga~ que forman parte de un.l a .. oclaciÓn nl1di~ta muy a..:ti\"a. Esta .J ~ociaClÓn lIe\'a años IIltentanJo com'encer .1 1.1 gente d~ !.ts \"cnraJ.Js de la desnudez. Para dio han orgal1l7.Jdo cur .. o ... han puhhcado libros

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CULTU~A. "'NT~OPOlOGIA r OT~A$ TONTERIAS

y falleros, h?n puesro por escrito un con¡umo de Ideas que (orman así una IdeoJogla muy explíci.m. Al ak:lIlzar la zon:1 de la pby;.¡ en b que empez3.mos a ver a Jos primeros bañistas desnudos, una de ellas dICe: .A pamr de este pu~to está prohibido usar bañador». Se ve enseguida que ~stas p:1lobr~s, siendo una expresión !iugüísric::l son, también, una pr.ícoca,.una aCCión. M.i amiga las ha dicho por su boca, las ha lanzado como qUien lanza ~lI1a piedra al ólgua. Ha usado su cuerpo para decirlas. y con ello ha querido provocnr un efecto.

En e~tas palabras vivas se aprecia una relación dHerenre entre ex­presión lingüística y expresión práctica. Yo sé que \'er esa frase escrita mUe~t3, abandonada quién sabe cuándo en un cartel de madera, no e~ lo mismo que eSCLIdl~rla de viva V07" Ambas expresiones lingüísticas in­teman ".1over a la acción representándola en ellcnguaje. Pero la primera es anólllma, co~o ~o es cualqUier reglamento, )' se dirige a cualquiera qlle.p~se por alu; mientras que la segunda lleva el nombre de mi amiga y se dlflg(' concretamenre a mí: es una acción verbal que me provoca me c?l1voca. La Indeterminación en cuanto a la correspondencia de est~ ac­CI?11 v~rbal con la ~cción de desnudarse sigue en pie. Puede suceder que mi all11g01 prO~1LlnCle sus palabras sin efecto, y que ha<¡ta ellJ misma per­Jl1a~ezca vesllda tf:lS decirlas. Sin embargo, algo se moved en nuesrra soclcdad dc tres ~erson~s por el mero hecho de decirlas y escucharlas. ~abe.~~s que !:l distanCia entre I:l acción de desnudarse y la expresión hngUlstlca que la representa es Illucho Ill<lyor cU:lOdo las palabras están muertas. Es asf. 1\11 :tmiga, en cierro modo, se ha desnudado \'3 al decir sus palahras o va camino de hacerlo. .

Sus pabbras, regb viva, culrura viva, transportan una idea de cómo hacer las COSas, y es una maravilla sin nombre el fenómeno de sus efectos sobr~ este micrOcosmos social quc formamos los tres. Es COS3 nuestra de­tenlllnar con nuestras O1cciones sucesivas qué reglas tnunbdn finalmen­te e~ el paseo. Esa expresión de cultura vi\'a es, en nuestras mallOS, IIn vehl~ulo para negociar, para jugar a dar forma culrural a este segmento de Vida. Podemos permanecer en silencio y desmidamos, como hell1o~ hecho ya muchas .otras veces; puedo bromear COIl mi amiga y mosrrar­le -,.ortésmeme rru desagrado por lo que considero una coerción inad­miSible; podemos enzarzarnos en una discusión de justificaciones para nuestro comportamienroj puede que M01rr:l se desllude, pero no Pilar,}' que yo me qUite el bañ01dor, pero no la camisera (para no quemarme la esp~lda), y que unos)' otros hablemos de otras Cosas dejándonos hacer segun nuestro deseo. Pase lo que pase el universo del nudismo como in­terpretación del mundo, habrá cobrado vida entre nosotros e:l nuestras reglas de acción puestas en juego en ese espacio público. L~ semiremos

50

FORMAS I'II'A;

coma opresor y ciego si es que nos vemos forzado~ contra nuestro deseo :1 considerarlo tina callsa final de nuestro comportamiento, por encima de nueStras voluntades personales; lo sentiremos como un recurso de conllll1icaci6n, productivo y creativo, si es que podemos incorporarlo a nuestra acción, moldeándolo con arreglo a nuestra voluntad y nuestra sensibilidad. Al moldearlo así, habremos moldeado t3mbién las relaciu­ne~ sociales de nuestro espacio público!o. Habremos hecho sociedad de una forma concrera, habremos dado forma a nuestro microcQsmos so­cinl según nuestra forma de inrerpretar las reglas.

La ¡lida es blallda. Matices ell el concepto de regla

Mis blanda que la carne, fluidn como la sangre o C01110 el aire, la vida social se organiza a cada paso de ese paseo por la pl.!}a. Con él hemos llegado a una nueva formulación:

53. Culmm es el conjunto de reglas con cuyo uso las personas dan forma a su acción social

Esta formulación entraña un riesgo que ya he :lnricipado y sobre el que ahora vuelvo a insistir: ¿cómo puede la blandura de la vida referirse con l:l noción de regla? La Real Academia nos alumbra. "Regla» es, en su primera acepción, el .. instrumento de m:idera, met:ll 11 otra mareri<l rígida, por lo común de poco grueso y de fib>ura rectangul:lr, que sir­ve pnncipalmeme para tr3Z3r líneas rectas, o para medir la distancia entre dos puntos». Y en su acepción octava: "pauta de !:l escrirura~. Rara vez IlOS seni de utilidad para entender la culruf:l imaginu la regla en el primer sentido. Pocas cOSas son rect:lS o rígidas o poco grues:ls en el camino de la vida. Pocas cosas son regulares como un rectángulo de bordes limpios. Prmcipalmente, la culrura es regla en el sentido de pali­ta. También esta acepción represenra una cosa que rara el papel, pero incorpora COI1 mayor claridad la idea de modelo; un modelo para orie/l­tar la acción. Esa acción, como el traz3do de la escrirura con la mano, es sinuos:l, pero no caótica, configum un estilo, tiende n la 'rectitud de un parrón, pero acaso nunca llega a cumplirlo del roda. Y es escrimf:l, movimiento pautado de la mano, porque lie ordena en el acta de su

lO. Nige! Rapporl ha escogido C;t;! expresión Ill~gnific~ del annopólogo '\tichnel Jackson para formular escuer.llllente ~Sla \'i~ión de 1:¡,:u]IUf3:.un v~hkulo de Vida mrer· ~lIhlCtiva., ¡>ero no ,u fundmncllIo o su ~ausa final_. Ellexto de Nigel Rapporr es .'Culture l.'> no Excur.e'. CrilÍquing Multitulrurnl f',semialism ,md l<:k·mifying rhe Anthropological Com:reu:_ (1003: .HU). El de Jackson C~ Tlle Po!¡/ics of S/(J'ytl'lImg. \ ID/el/ce. 'Ir,msgrc$· S/Oll omd IlIur>ub¡l!Ctllliry (2001).

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CULTURA. ANTROPOLOGIA y OTRAS rONTE",IA~

marenalización, paso a paso, como en un paseo por la playa, lIlvocando a los otros, quienes la convertirán en lecrura.

Esta formulación de la idcil de culrura como conjunto de reglas se da a condición de que se cnrienda que el grado de obligación implicado en la palabra .. regla» es muy variable. Hay regl:ls escritas para el obli­gado cumplimiento, que transportan una larga hi~toria instirucional y mile~ de homs de trabajo colectivo, C0l110 las leyes sancionadas por un parlamento; hay reglamentos menos universales, con los que se preten~ de dar forma a la acción de determinados grupos o pautar determinadas actividades, como el reglamento de las comunidades de vecinos o el de la Federación lmernacional de Fútbol; bay regl::!s poco explícitas que sin embargo poseen una enorme eficacia práctica y capacidad para modelar el comportamiento público, como las reglas gramaticales del habla; y otras reglas táciras que permiten un amplio margen de manio­bra, como las de la ¡;ortesía voluntaria en las actuales sociedades urba­na~. Sea como sea, por muy dura que sea una regla siempre puede ser ignorada en la práctica; y, por muy blanda que parezca, siempre puede traducirse en acción concreta.

Si es que una regla es regla, lo es solamente porque es illlerpretatla en el ~entido escénico de la palabra. Toda regla ofrece así, en :.u pro­pia indeterminación, un margen para la improvisación r eventualmente para la transgresión. Toda regla puede ser ignorada o, como ha ltldicado Roger Keesing, somerida al capricho del intérprete21.

Además, y esto es lo m:'ís importante, puesto que las reglas sólo terminan de tener existencia al ser puest.:¡s en práctica por agentes que las mterpretan, no p:J.rece adecuado fijar en ellas la referencia úlrima imaginando a las persona~ moverse a Sil alrededor con una mayor o me­nor desviación en rel::lci6n con el modelo que establecen. Es mucho mis adecuado invertir esa imagen y pensar que son las reglas las que depen­den de quienes las interpretan. Desde est:l perspecriva, transgredir una regla, Ignorar una regla, someter una regb al capricho del intérprete, seguir una regkl, enrre arras posibilidades, sólo son variantes del proce­so por el que las reglas 5011 C01lS1itllicúlS ell el curso tle la acciólI social. Es verdad que algunas reglas, como las leyes escrirns de un código civil, ofrecen la apariencia de referencias fijas; }' que algunas oaas, impuestas por medio de una violencia inmediala, limiran pr:.ícricarnenre por com­pleto la capacidad de interpretación e improvisación de una parte de los :J.gemes. Pero, al decir que estas normas compulsivas ofrecen esa apa­riel/cia, pretendo seilalar que, vistas en proceso, incluso esras reglas son

2.1. Keesing, 191:l2.

52

fORMAS VIVAS

rn realidad reglas fijadas por ~lgún a~e~He ~ocial concte~o p~r medio de - . as de insrituciona[¡7.aclón, obJetivaCIón o formalizaCIón. Cuanto

pracuc . é' I • fi ·adas se encuentran !as reglas del juego socia! más aSlln trlca es a

mas J ¡ ¡'d d '1 d

· 'bUclón del poder de construcción de a rea I a 50(1::1 por parte lstn d 'd o ,

de los diversos :J.gentes: unos rienen un po cr mas eClSIVO que otros (véase el cuadro 3). Pero siempre h.emos de t,ener en cuenta que las

,¡ s son sOll1ctiblcs a tranSfOfl1l::lClOn por o/g/m agellte cOllcre/o, pues reg U ., fi . . E 1 , p,e hay ,¡guien que con su acclon les con ere eXIstenCIa. n toc::t Slc m l'.' .." regla hay, pues,.lIla dlmenslOn conS[1rut!va-.

Así podemos enunciar una condición del concepro de r,eg~a que se traslada amomáticamenre al concepto de cultura. No hay practIco SOCial . /1 regla [Jera 110 hay regla que pJleda predecir, de l/l/a vez por todas, ~I , . I d cóm o será I/lIa práctica. Conocer las regbs es esencIa para compren er !J, acción concreta, pero sin acción concreta roda regb es puro ~apel

, do Esto condición es ciena1llenre inquietante para ese conjunto mop . . 'fi de personas que, como los anrropólogos, nos llamamos «Clellt1 cos so-CI::lles". Las reglas de la cultura no son reglas de medir. Ni apelar a b ciencia cambiará esta circunstancia dr la vida, ni rechazar el conceptO de regla, y con él el com;epto de cultura, hará más cienrí~co nuesrro punto de vista. La vida es bl::lnda. La a~tro~ología como CIenCia de la vid::l social también lo es. Nos queda la lllqUlerud.

Como animal cultural cualquier ser humano es un experto en re­g!a~ . Por ejemplo, ponemos en pdcrica complejos conjulHos de [egl~s especialmente preparauos para saltarse otras reglas, C0l110 la ley del SI­lencio de la mafia. A veces jugamos siguiendo reglas, como cuando nos movemos en la cancha de baloncesto o en la mesa de Navidad; y a veces Jugamos con las reglas, recomponiéJ1dola~, q\lebrantándohl~ a voluntad, divirtiéndonos con ellas, como cuando los niiios inventan desde ahora otra forma del juego: "ahora soy la princesa y tú el rey". . .

Las reglas que incorporamos ell fa acciólI COI/creta funCIonan C0l110

tácticas que han de ser útiles en las distancias cortas. El ~oxeador en, el r;/lg tiene que responder al otro, El otrO est3 ahí, ulnledlatnmenre .. Sus cuerpos son escenarios de reglas: golpe bajo, golpe en el codo. Bmkm entrenados para ese baile de violencia reglada, que no es un vals ni un Tilngo. Boxean lúel1 cuando SOI1 comperentes en la táctica, cu~ndo pO,­nen en juego reglas largamenre aprendidas en el aquí y al.lOra, JustO alli, cuando hacen falta, adaptáIldola~ a cada finta del contrano, a cada ama­go. Son buenos boxeadores porque saben cómo verter todo ese riempo

22. U~:I explicación de este concepto de cOll5tirnción, "pb""do D I~ noc,ón dI' con­vención, puede encontrarse.' en MailloUJI:. 2003.

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CUlTU~A ANTROPOlOGIA ~ OT~A5 TONTERIAS

Cuadro 7. Reglas, pautas

1. Kroeber y Kluckhohn (1952) inspirándose en Charles A. ElIwood (1944) T

La culrura consisre en pamas de y para el comportamienro adquiridas y rrammiridas por medio de símbolos, que cons-tituyen los logros distintivos de los grupos humanos, y que incluyen sus mcorporaciones en artefactos. El núcleo esencial de la cultura consiste en ideas rr3dicionales [= históricamente derivadas y seleccionad3s] y especialmente en los valores que se les asocian (KK 66).

[1. Kluckhollll y Kelly, 1945 i Por culrur:l entendemos todos los diseños creados hisrórica-mcme para vivir, explícitOs e implícitos, racionales, irmcionól-les y no mcionales, qlle existen en un tiempo concreto como guías potenciales para el comportamienro de los hombres (KK 97).

111. Gillin y Gillin, 1942 t L1S costumbres, tradiciones, acritudes, ideas, y símbolos que gobiernan el comportamiento social mucsrran una gran varie-dad. Cada grupo, cada sociedad tiene un conjunto de pautas de comportamiento (explíciras e implícitas) que son mas o menos comunes a sus miembros, que pasan de generación en generación, son cnseiiadas a los niños, y están permanente-mente expuestas al cambio. A estas pautas comunes 1.1s deno-minamos cultufól (KK 96).

Las definiciones I y I1 son impecables, y muy especialmente el comentario en la definición de 11: «existen en un tiempo con­creto como guías potellcü¡{es". Este comentario contraSTa con el punto de visrn más determinista, y por tamo inadecuado de

la definición [1 [: "Las costumbres [ ... ] que gobiernal¡ el compor-tamiento". Las costumbres l/O gobiernan ttada. En todo caso

son las personas las que usan las costumbres para gobernar su comportamiento.

54

fORMAS VIVAS

de aprendizaje en el instante preciso d~ su gesto. Del entrenador se espera OtTO saber, otm competencia, él es el re~ponsable de b. teoría. En su caso las reglas funcionan más bien como estrategias. Nada impe­dirá que, en e/ momento de emrenar a sus l11uch3chos, su ll1agi~terio se ejerza rnmbién tácticamente, aprovechando el ejemplo apropiado para la ocasión. Pero su actividad como enrrenador, y no como boxeador, Jcmallda de él un plan de acción más absrT:lcto, O sea menos dependien­re de cada situación concreta, un programa de peleas adecuado P,lT:1 la Glrrera de sus pL4:Jilos; y, para cada pelea, Ulla teoría gCl1cml acerca del conuario, de su esrilo previsible de lucha, sus forwlezas r sus defectos.

Cllerpo y nlrna. Reglas en estado práctico

En la primera secuencia de 13 película Closer, una mujer norte3mcricana (N enali e Portman) es atropellad:! al ir a cruz.ar b c:l lle. Ln dmara ofrece t!nronces un plano cenital t'll el que, al Iado del cuerpo tendido, puede leer~e una inscripción pintada el1 la calzada que rccuerd:! al peatón que debe mirar a la derecha antes de cruz:lT. Es la manera de decirnos que la acción transcurrirá en Londres, donde los coches circulan por la iz­quierda. Cuando uno ha crecido allí o se ha habituado 10 suficiente a esa regl'3 del tráfico, su cuerpo se vuelve intuiTivamente hacia el lugar adecuado. El cuerpo sabe hacia dónde mirar sin llecesidad de recordar­lo conscientemente cada \'ez que cruza la calle. La regla correspondien­te está escrita en el código de la CIrculación, pero, con la practica, ha quedado mscrira en los cuerpos de las personas. Es /(110 regla ell estado práctico. De esta manera la noción de regla, y con ella la lloción de cu lntra, desafía nuestra división de la re:llidad en materia}' espíritu, cucrpo y alma. Ambas esferas aparecen fundidas en la acción de pOller el! práctica ulla regla, ambas son esferas Inscparables. El alma esta en el cuerpo tanto como el cuerpo está en el alm'I'~J. Joseph Conrad lo dilO de Otra manera en su novela Bajo /(/ mirada de Occidente: .. La vidól tiene forma. Tiene una forma plástica y un determinado aspecto intelectual. Los concepros más idealistas de amor y tolerancia rienen que estar recu­biertos de carne, por decirlo así, para ser comprensibles"H.

Esto lo saben muy bien los músicos. Para cllos [:! música es un saber vivo, cOllocimienro hecho sonido. Cuando tocrtn sus instrumentos sus Ctlcrpos se funden con el sonido, ~e prolongan en los afCOS y las cuerdas de sus violines, en los mazos y los pDrches de los [imbales. Entonces el

23. John~on, 1991. 14. Conrad, 19114[1911[, 107.

55

Page 27: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

Cllddro 8. Por una parle I Por otr.) p<lrt~

Ellwuod, 19 P 1

lL.~. ~ulrur.1 lI~clu)'eJ. por .una p.me, 1.1 rOt.llidad de la civdi­~au~m nt;lten~1 del homhr~. las hcrramienra~. 1.1~ arma~. el

I ;.c~ndo, 1,1 ,1\ ¡Cnd.l. las m.lqum.¡~. c inclu .. o los ~i .. tema~ d~ I,n ~str1.ai }:' por otra parle, toda la ci\'iliza¡;¡{1Il no Illalerial o e'iplntua , \;omo ellenguajc, la liter.ltura. d ane, la reh ión el ritual, la momhd.ld.1a I~y. y el gohierno (I-.:K 159). g •

E~pero que ~s~e libro te wn\'cnza d~ la e~lcrilidad de e .. te dualismo que sltua~ en 111~<1 l>.Jrte. la -Civil ización material" \' el! ~:aíu /I~rre. 1.1 ~cmlilaclOn no material o c.,p¡ritual •. Los capi­

o .. .) y ti de este libro .. e dcdican íntegramente a poner c~te dualismo en cuc\t1Ón.

univcr .. o mu~If.:.l[ cobra \ ida en una especial! 1,·' d I . di. . l U concreta e cuerpo ~ue mo e a eI.llre. al poner ~n juego UlM fOfma concreta de ml~rpretar as r~gla\ de la ejeCución. Lo~ trompemt.1S crean 'anido con el aire de ~u~ ~ullllones, ) adaptan .. ti ~J\tellla respiratorio}' vocal coordlll.indolo o Il!- monmlemos de ~us dedos; lo~ plam\ta\ malllpul.1n un tccbdo

qued ~n ~lI misma dlspo~lción {hiel, recoge la relación a..cendente \ des­

~en ente de J.lS notas. La ... recias hlanca ... ;1\'anl..1I1 en un (amblO de 'ton~' as ~egra.s permiten caminar por .. emltono~. Para un \'iohm .. ta a'>Cende;

en a e\l.:al.~ slgmfica 3<:ercar 1.1 ma~o .11 <:uerpo¡ par.l un (on~rabali.'>ta, h.lla~a hau.l el suelo; p;lra un plal1lSta. de\plal.;lrla h.Jel •• l.l derer.:ha El ~om . o orgafllz.1do de la músir.:a. e .. e ~onido con forma cultural depc~de

e ~so~ cllerpo~ {o,:"",dos para la lIlt~rprcr.lClón, para el m~\'lIm('nto precJ~O. No ha}' musu.:a .. 111 cuerpo, 111 regla, ni cultura.

Una l'uelta de tucrCd. CIl/lum como dcscripczim

Ahora e"amo\ en dispoMción de girar nue~tra ajustar un poco más el conceptO de cultura.

De aquí vemmos:

mano (on calnl.l par.l

S3. Cultur.1 e, el conjunto de re¡!las con cuyo u\o las person,1" dan torma a ~u .lccidn \O{;;al

56

y ~.\ll10.'> haCia 3quf:

S4. Cultura e .. un3 descrlpcióll. hecha por alguien. del ,0ntuntO de regla .. con cuyo mo Ia~ persona~ d,lO forma :1

su acción social

Ha) aquí dos niveles de exi~tcnciJ de la l.:ultur3. En el primer nivel (S3).I.1 culrur3 existe como conluntO de reglJ.S Il1terpret:ldas, pucsta~ ('n prjctil.:a en la úda social. En e .. te nivel, los imérpretes son IO~~fe~ 1m· ¡nanO' que \'i\'e8 su vida y que han aprendido.l vi\'lrla. Son 1m, pcr~ona,> que Ilor:m II ríen en un velatorio, que se visten o !oC dc~nudan en una pl.1ya. que dicen: ,·de .. núdate M ; I;h per..on3S que nuran a la izquierd:a o ;1 b derech:a I.:uando Cfuzan una calle; la .. que .1,<3nzan en el Cl': .. ped p.lr:a del:ar :al contrincante en fuera de juego. Tod.u. e\35 per .. onas :actúan con

regl:a~ ... on :agenres de cultura. En el segundo nivel (S4), la cultura eXI~te como descripción mj~ ()

meno~ precis:a de esa~ reglas en a¡;ciÓn. bte -,egundo ll1\'el Illcorpora una rdlexión sobre lo que 1.1 .. per ... ona~ h:acen al \i\'lf su vida, una mir3-da exterior o distanciad.l. En e .. te nivel. clllltérprcte e~ qUien se detiene :a nur.1r lo que 1.1 gente hace. :1 e~lI(har lo que dice; el que rctlexion:a .. obre lo que ,'e)' lo que oye y. como consecuenci3 de dio. ~xtr..1e un.l ide", un modelo o una teoria al.:crC:1 de la forilla que cobra. a \u ... ojo~. e~c mundo ,>ocial.

Lo .. antropólogm no somm lo!> úmcoS que reflexumamo\ sobre 1.1 \'id.l social, pero trahaj:\lno~ e"peC1:alil.ldalllelHe en ello. Inve,ugalllo~ 1.1.'> dl~ers.1.!> form.l!> que cobr:a 1,\ vida ,ocia!' En pruner lug:ar. lIuent:a mo~ elHcnder cómo e\ un.l furma de \'id.l \oual --d~ la ¡m!>m:a lllJ.ner;1 que un an.Homist:a mtenta entcnd~r c<Ímo e~ el cuerpo de UIl 'lllllllal, o la forma} c\trtlctura de cllJlqlller:a de "U\ órg;lIlo~. En ~egulldn lugar. IIltcntamm comprender 13!> rel..1r.:ionn que 1m difercnl~'> componentc\ de e .. 3 fotll\.J mantienen entre "í par.l mo!>rrar .. u~ l.:ondKiones de eXI"­tencia, cómo hillleg.uio il ser lo que cs. ¿Puede la cn!>i, económICa de un club de fúthol. }' su Illtcrprel.IClún por parle de Ull.l direcri\'!\, entrar cn relación con el diseilo de t.icllCas dcfe¡bi\'a~ p,Jfa am:aTrar re!>ullado!> mí­IlIm..1mente hlleno~? ¿Puede un mmlmiento politicu de indepcndenciJ. naclonJ.1 enrrar en relanón con el de~.urono de la\ '>CCClOne~ ritmlCa" de e~a .. complhlci()Jle\ lllu ... Ir.:.Ilc .. llamad:a~ -hinlllo\·? ¿Son fazon.lhlc~ e~t.l" relaCione .. e11lre íenúmeno~ o ,on mero" d~,-.lIleo!> Sltl ~ntid()?

Como el .111aromlst,1, el anlropóllll};o b1l\ca de~crihlr la .. forma ... de e .. to .. (¡rganu .. \ocia1c' y comprender la' rcl.Klones que m:mllencn entre si. P.ua ello h.l dI;" llurarlm. e'>Cucharlo\. ~nllrlo .. y .lnalizarlu, de~c "lI pcr~pccn\a exteriur.

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CUl TUllA ANTROPOlOGIA y OTRAS TONTEIIIAS

Sin embargo, todos los seres humanos (no sólo los antropólogo!» estan capacitados de un modo u otro para !>ituarsc en cualquiera de esto~ dos niveles (S] y S4). Todos 10<; !>cres humanos son sin duda agcn· res de culrura, d:l.Il forma a !>u vida so..:ial (S3). y cualquier ~er huma· no puede adoptar una posición reflexiva sobre In vida social (propia o ajena), y construir con ello un modelo de ese mundo (§4). En relación COI1 el concepro de culruT3: cualquier ser humano es ageme interno y puede ser también observador}" analista e'l.terno. Harold Gilrfinkel planteó resueltamente esra idea. Si bien es cierto que los nnrropólogos, en colaboración con otros científicos sociales, estan especializados en analizar con sus mérodos las formas de la vida social, todos los seres humanos, en cualquier pnrte, explonln la vida social-particubrmeme la suya propia- siguiendo sus propios métodos y recursos lógicos. En este semido. cualquier ser humano puede ser un metodólogo capaz de mirnr, escuchar, semir y an:lliz:lr l:J. vida sociajl j

Pero las diferencias entre cU:l.lquier 'ser humano y el a.nrropólogo son destacables. Cunndo tienes un dolor imemas h3certe UI13 Imagen de tu cuerpo y su funcioll:lll1icnro, pero el cOl1ocimienro que pones en juego y el método p:lra diagnosticar el órgano de la afección difieren mucho, o al menos es lo que esperas, del conocimiento y t:l método que pone en practica UI1 médico, ex perro en nnaromía. Una imtimción human:l lbmada ciencia, con sus exigencias de raciollalidad y demos­tración pública, y con sus il1~trull1enros especi:lles par::! mirar, escuchar. sel1tir y analizar, di~tingue al anatomista. Así r:l.mbién sucede. o espera­mOs que suceda. cuando se trata del :tntropólogo.

El abismo de /a c/llrl/ra

f...lirala figura 1 }' detente un momento en cUn. Esr:l.n ::!hí dispuei>tos dos planos de existencia de la culTUra. El pl;mo de las descripciones (o mode· los o teorías) (S4) es una proyecóón, como una sombra o un reflejo, del plano de las reglas COI1 bs que las pcr~onas dan forma a su acción social (S3). Siempre que la culUlra existe como descripciólI es porque pn~vj¡]· mente existe alguna forma de practiCl social a la que ,lquélla se refiere.

Estos dos planos de existen.:ia pueden multiplicarse sin fin, como cU:lndo mir:ls en un espejo Siru:ldo frente: a rus ojos j¡J imagen que refleja ru cabeza en un espejo siruado a rus espaldas: una imagen replicada, rebotada una> otra \'cz enrre Jos dos espejos. El morivo es que Ia~ descripciones (o modelos o teorías) deben ser hecha~, fabricad.l5 por

25. C;~rlil1kel. 1967.

5R

p

FO~MAS VIVAS

14 Cultura es una descripción. hecha por alguien.

dd COlllunro de reglas con cuyo l1SU la~ p<:rS(1Il3S dan forma 3 su :lCción ~(lCial

S3 Cuhura es el conjunto de reglas

con cuyo uso las pcrsol1ns d:m forma [\ su ac;;;ión sud::!l

h811f,1 l. Do~ nivflcs de exisT~ncia de 13 culmra. .

alguien p3ra ser lo que son. Las descripcione~ (o modelos q reorías) son también resultado de acciones sociales. La figura 2 muestr:l lo que ves

en ese espejo. Cadn esfera con su sombra S3·S4, se lIlscribe en una.nueva esfera

con su ~ombra, UI1:l nueV:l escala en la que se coordinan las definiciones S3 y S4 del concepto de cultura. Un modo posible y habitual de t!nten­der esa imagen es el sigulenre:

En la esfera más il/terno eDil S/l sombra §3a-§4a: jJa se refiere al conjuntO de reg.las con cuyo uso las personas dan fOrln3 a su acción social. Por ejemplo, el conjunto de las reglas para expresar el duelo que se ponen en práctica en UIl velatorio

concreto. §4a se refiere a la descripción que. algunas de esas personas h.lcen de ese conjunto de reglas. Por ejemplo. cU3ndo una de la~ herma-

.\9

Page 29: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CULTURA ANTROPOLOGI A y OTitAS TONTERIAS

14.

!4b

~4 .1

¡.lb

l'("Jllrd 1. El abismo de la culrura.

nas del difunto, al l13blar conmigo en esa o en otra situación mc

Ic~enta lo quel

se hac~ regladamenre en un vel:norio (o lo qu'e se liZO en ague velatorio). Es preciso selialar que enrre §3 y §4 siempre hab·' " d' . Pues e d § ," .. na IStnnCla.

, 11 r? ? ca_~o: -t es I/lIa idealización de §3. La deseri ción de tina pmcnea es slcmpre UI1 esquema idealizado de e P . Esto es . . bl "sa practica.

IIlCVltn e, a no ser que pora describir I -' I g

a . .<' a pracnca a pon-mas en pr"ctlca completamente en cuyo caso y. . de'c' .·ó . ,. "l1osera una s ,rlPCI ,11 Silla una muestrn de la prticric:I m[;;m3. •

En la esfera m!ermedia eOIl Sil sombra §3b-§4b: §3b se refiere ,11 conjunto de reglas con cu 'o' . . (en su función de tal) d.] formo a~"'" . ~ US~ u

ln pll1vestlgtldor , '-' " ... "CClon soel:!. or el' e I

un illltropólogo que eomem l' . mp o, scrvaci6n y d . I p :1 Y registra, en su práctica de ab-o ~ esclle la en ese velatorio, el conjunto de prácticas

60

.. - ---fORMAS VIVAS

y de descripciones puestas en juego por las personas que estin implicadas en la simación. §4b se refiere a la descripción idealizada de esa siruación, el mo­delo o la teoría que, seglÍlI ese a1ltropólogo, hace inreligible:

• lo que esas personas han hecho en ese vcbtorio ~3a, • lo que esas personas han descrito acerca de ese velatorio

§4" • lo~ que él mismo ha registr3do COlllO consecuenón de su

acción social de investigación §3b. Característicílmente, §4b es 1:1 representación teórica de la cul­rura producida por un antropólogo, por ejcmplo al escribir un líbro o producir una película sobre tillO forma de vid:!.

Aún es posible ir más allá en esta secuencia, sólo por gtlsto. EII la esfe,'o más exlemCl con SIl sOlllhra §3c-§4c:

§3c puede referi.rse al conjunto de regbs con cuyo uso un espe­cialista da forma a su acción al someter a consideración el trahajo del antropólogo. Una siruación característica de este tipo se pro­duce cada vez qtle el antropólogo revis:l el :lI1ólislS que h:l usado p:lra componer su propio modelo teórico §4b, o cada vez que lo hacen otros investigadores en el ámbito de un debate científico, por ejemplo un congreso; y también cada vez que un histori:ldor de la antropología o un epistemólogo sometC a examen obras de

antropología. §4c es, de nuevo, la descripción idealizad:l de ese conjunto de prácticas de revisión, discusión o examen; la representación teó­rica de las reglas que las han regido en la práctica. Pues, si toma­mos por ejemplo un congreso, en esa discusión se habrán puesto en juego las convenCIones con las que ese universo social de cien­tíficos opera para comprender los velarorios (S3c). ¿H:l tenido en cuenta ese antropólogo que la urbanización puede cambiar radi­calmente la forma social de expresar el duclo o, por'el contrario, se ha limitado a observar lo sucedido en una pequeña aldea rural y ha generalizado a partir de ahí a cualqllier sitl\ación posible de duelo en las socied.1des humanas? §4c ofrece una descripción de 1:1 cultma con la que operan los científicos, en un momelltO dado, para interpretar In vida social. Las descripciones de este tipu constituyen los mareriales de lln3

crítica, una historia o una eplstemologiJ de 13 3ntropología.

61

Page 30: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CU~TUR ...... NTROPOlOGI ... y OT~ ... S TO N T ERIAS

Etie l' En/ie" Elie Emic l' 2' "

l~ cu lTura tiene asf existencia en nuílti I 1 • . cnpclón. No debe mos perd j .' p es p anos de practIca y de de~-

er (t: VISta en c'¡da caso d é 1 rrat3, si es que queremos entender ade~u' • e qu palla se Concreto. los antropó logos h d adamenre de qué hablamos en li~güística p3ra dar Cuenta de:~lr~: lI~:lO d~s pa!nbr3s. presradas de 1.1 etle y emic. DUnlme años los esr dY ~!od e eXIstenCIa de la culrum; l· . d • lt l~lJltes e antropolo' 1 f laflza o con est3s palabr 1 'gJ;¡ se l :ln ami· H ., as ra y COmo fueron divul&<ld M

:lrrJS~~. Sin embargo, su dlVlrl :lciÓn de o~ as por. arvin afortunada. Por eso se h

g. estas palabras no h:l srdo mu)

ace necesano retornar al . creador, ellingüisra Kenneth P'k' 'pensamrento de su plificaciones abusivas de Marvi~ ~a~~il:;~,se ha revuelto COntra las sim-

En la harm de un bar de Barcelona es jaume,jordi y Paco. j aumc es de Geror;a roy ~oman?~ una~ caf¡as con me que rrahaja ahí de camarero es de B . j~rdl, lln vieJO :lmlgo ~I e jau­so)' de Madrid. Todos habl' 3~ce ona. Paco es de SevJ/13. Yo , ' runos en espanol Me t '1 l' sJIllUlar cada una de esr", 1, bl . amar a lcencia de

P , ' u a as ConCret.¡s.

;]eo dJee:

-ShavaJ, pOHnoh unah caflitah. Y entonces interVIene jaume:

-Eso chavaJg, ponnos Igas cañitas de l/n'l v turno de presentaciones_ Este . Al' ez~ -Jllullle abre un Yordi. . es nge g, de Madrtt. Paco, de Sevilla,

Yo digo;

-¿Có~o estis? Soy Angel, de Madrí. Paco dIce:

-cC:ómo ehtáh? p;]CO, de Sevilla jordl me da la mano y dice : -L .

gas amIgos de j:lllma Son mis amigos. Paco eoncl tl ye, dirigiéndose a jordi: -Enr~n~e pom'una pa ti también_ O doh. Al escflblr así el diálogo que hemos man 'd '

te nuesrms formas de I,"bl" 1 l' t~J11 o, reflejO SOllleral1len_ - " .. r [3 Como 35 regtSr' d' tonétiC3, que es alguien interesado en J T _ f3na un esru lOSO de la

e ana IS1S sonoro dd h3bla. la fo-

26, I brris, 1991 27. En 199{) TI N bl ' ,lOmas. He~dbnd publicó UII lit.

pro ema en el que se recog. l' .•. ro entenmente dedrcado " eSte ,1 ur~cus! n 'Iva entre H P-k

ros que examinan J~.\ cunseclIem:¡as ue b d" .. 3rr1S)', 'e, ~' una .crie de te.~· Harr¡~, 1990J. " "fJncJOn elltre rtie )'l!tllI' (l-Ieadl;1nd, P¡ke r

62

fORMAS VIVAS

ndio (ctic) nos enseiia que, en ese fr3gmenro de conversación, hemos h.1bladO usando variantes sonora... de las misma", p:llabras:

~Madrit" - .. Madrf" ,,¿Cómo csds?~ - .. ¿Cómo eht5h?"

~Shaval" - .. Chavalg»

En este pequeiio universo de acción han sucedido v:lI'ins co~as, pero me interesa ahora destacar dos. En prtmer lugar, como h.lhhmtes del español rodas htmos ordo p31abr3s pronunciadas de diferentes modo~; en segundo lugar, todos hemos dado por sentado que esas diferencias cn la pronunciación constituyen vnriann,'s de los mismos sonidos. Aun­que ~ ~tadrit" suena, de hecho, diferente de "M:Jdrí .. , hemos dndo por sent.,do que ambas pronunciaciones son, de hecho, equivalentes , Ambas ,oSaS han sucedido, ambas son hechos, ambas COS3S son igualmente rea­les y co nviven en la misma escena social.

Para dar cuenta del segundo hecho se precis3 de un análisis adicio~ nal a la fonética. Necesitamos un análi~is fonémico (ell1ic). Esre an;l[isi~ nos cnsei'ta que los sonido", del habla, a pesm de sus diferencias aclÍsti~ tas, son clasificados por los hablnnres como pertenecientes a clases de sonidos equiv:1lenres. Aunque "¿cómo cSt;Ís?~ suena distinto de ~¿cómo ehtilh ?», rodas los h:1blanres en el har clasificamos las eses aspimdas de mi amigo Paco en In mismn I,;aregorí;l sonora que mis eses de Madrid. En este evento social, "e~t;ÍS» y "ehdh~ forman lo que Kenneth P¡ke h;¡ denominndo una únjca I/nidad emic, .. Unn unid:ld emic --escrihe Pike- es un elemento o un sistema físico o mental que es trarado por los parricipanres internos de la acción como relevante para sus sÍl>rema", de componamien[(), y COIllO la misma unidad emic :1 pesar de la varia­bilidad etic"IM.

:vb rvi n Harris, en su divulgación de esta idea, ha serribrado una gran c()nfusiónl~. Su pl3nteamiento se encuentra formuJ:ldo aquí:

Lo~ p~n~;¡mientos y la conducta de los participantes pueden enfocarse (!c~Je dos pehpecti"Ols difcrcntes: desde !J de los propios participan­Tes [tomic] )' desde b de los ohservadores letic], En amhos casos, son po,<,ibJes descripciones dentificas y ohjetivas de los campos mental y conducnJ'll. En el primero, los observ::ldores empIcan conceptos y dis­rinciones que son signiticarivos y apropi:J.dos p:J.r:l los participantes; y en

211. I'lk(', 1990, 21L 29. "'ennClh I'ike, por su pane,lalllpoco 1m ~IJO mllsr,lI!<c en I.:uamo ala Jetirilción

de 1003$ la-' d,mell';lOn~, (,1.: estll prablcm:ític.1. Una uetnll,u.la revisión Iml(lri,,, de eMC

e.;paciu .le .unbigüedade_ pucde encomr:ane en Gonl.ile>. hhc~arria (2009).

63 BIBLlOTE(

UNED

carloslinneosalgado
Stamp
carloslinneosalgado
Stamp
Page 31: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

ULrUII" A.NTllo~nlOG¡A. v orllA.! TONTU¡A.S

el M:gunuO, com:epfO\ l' Jimncione ' o¡'~er\'.lJorc:) 10' S !>l~mfl~'Jn\'os} .1prori.ldo~ pJr.\ 10\

lol d.1\'e de la confu~ión imroducid b e'prc~ión ~Mgnifjcari\"os ' . _ d·1 por !\L1rvin Harris se ~inÍ.J en , . } JproplJ 0\.. lo q H . lon e\la e~pre~lón no se corres onde c " uc. arns qUIere declf 1l1():, I;¡ Idea de Harri,~: P 011 lo quc qUIso deor Pike, Vea-

Las propl>~lCi()nes ('/ll/c se n'tieren' , unClone, fenoménica~,," .\ ~"lCmJ~ fogico-CllIpiri..:o\ C!l)'as di,.

'LO"'-'H c\rJJl h'h d nacitlllc~ lJue lo!! J¡,;torc, " '. e ... .1, t COMfra~tc:, r JI\Criml_ , - l!SIlIO, con~ldcr -", .

fea e\. leruader b o d " ,111 ~lgnhKa!l~a,. GIIl \CnriJo . • t" .1 gun orTO mod 1 .. J •

f'm/c puede ~er (;¡I!>Jda, ., , L .lproplau,I~. UIU proposI(i6n . . I \e pueuc ",em()srr

..:ognlt!I·O por el que 10\ ,Icrore, mtoTrfud ar que conrradll"c el dkulo \lllIll.lrc:~ () dl(erenre~ ,.," .' o~ ¡Ulg.111 que b~ cllfld.ldcs Son

• e .. cs • ..:on '>t:ntJJ" . -6-furma aprupiold,b o ,1cept;;Jble~ ' . ,Sl¡;:1lI Lafl\'ol, o de .dguna otra

, Un.1 bre\'e p.1r.:lc.!a en tres retlexiones n .' meJor en qu(.: con\I'Ile la < "nf . d o) ayud.lrJ. J comprender

- .. ... u~lon.}' c:qu: d , tamo!> /lIeJor los fundamemo~ dI. . , l: mo o, a escJ.lre..:crla, a.sen-, 1, H.lrm hahla .1quí de dosep~~n~~~:~ ~c culmra,

n~la, Por una r.me el del n t" _/. ,P . ,s, por lamo, do) rumos de , d ' a no ut a .KClun )0 "1]1 _

~ I\lJnuonc\·, \C \O/lletc lJ rCJ/"d J . I . l. .1 cu)'o~ "concepto, emic; por Otra p.lrte el del oh " I ,'l

d la } como ~e dC~lTihe en el plano

_ ' \crva orqueol""r\' I ._. d ra, .1 CU\'O~ 'l"Ont:ep,o". J. . t: a ,1 Jt:uon c~dc fue,

"

. - l\tlnClOnc~ .. ",-- 'i{) , ,. \e l {'~cTJbe en el pblll; el.e A' , . mete .1 rea Jdad tal \' comu

+ " lOrJ \'() val11 lb' CJn'h, E .. fj¡;il comprender qu' I 'h' m.l ar a IOmarno:, una sm nmguna necesid .. d d.. e, o que ~1 I h,¡ ~u¡;edJdo hol \Idu po_\ibk ,

'

.. que os pan/":Ipa ,. ll'C lO eOI1SCieIl(L'S en 11 f d me .. en a sml.Klún ha)'an .: _ ,. orll1J. e "concepro~ . J .

\IJll.Klone~ \OIlOras an, J . .~ '''Unll(me~.. la .. cI .. -" es e.sUHas. Jord, ' .. '

pon/cndo en juego "¡;omid, }' ,Stl\ .HllIgO~ no han hahlado , . - eraClOnes·. con .. -'' '. d

} su\ da.stfic'h."lone,. Aunque pua h hl hl e/He:, :i(Crl.l e 10\ ,>onido, nni\'o." no lo han he¡;ho a' • 'dar J.1111".ldo jnHrUll1ellto~ co"-

" "

' .:l m.lIlera e un , 'il' l' eo J la 1.1r ha/1l1\J.do regl~c . J 'l eu o~ raCJtH1;11. :\ullq,,, , . . .. ~ " .lpropla a,> .. no f'- .,

e cnteno lI1telecru;¡li.,tl de "1'''' 'J E'" e\ ICHO.:lr lear a eS.l'> rcgla~ . f' . , ... rla ". o~nolll ,. . tn • • 1 .. ah .. us reerl.:l"· 'oe liJ"" d ue~rr;1I1 Illllgun JJl[er6

" . <;'t. . an .1 pro U¡,;¡rla, .' . amigos \l/llplcl1leme h 1" "·',,-d ·d .fi' con \u a":"on. lordJ )' .. m

. . • ...... () I l'nll cand \1 J . · c..:omo e'¡.h? J.:Ofl . ¿r.:ómo l'hr '1) h 0 _ .,] n·, ¡;Oll.\bdrir n ,

,11. ", ... 1\'.11· ":00 dla~.:llg •. De ht'¡.:ho,

p

fOIlMA.$ VIVA.S

cso~ partiCipante, pueden operar con el>.l.s regla~ de dasll1<:ac¡ón de lo~ sOnido .... regb~ ¡;ultur;¡les, mclmo \'aria~ horas despu6, a la hora de ,,;iern: del local. tr.ls agarr.u:,e una notable melopea y en ellímire de sm ':J.r.u:idadcs ..:onl>c;ente~ (aunque entonces, SIl1 duda, las hlbbs sonadn la de otrO modo), Ya vimo~ que el concepto de regla, del que IJ~ reglJ~ ~1.:l'lti":3turia!l con~tituyen UI1 tipo muy lI11pOrtallte ell la vida .. ooal. no e~ enteramente 1I11e1e..:tual¡ no es co~a del ,lima, para m,lr una d.ísICa p.llJ.bra, e\ rarqlm:n co~ del cuerpo.

Kennerh Pite .. iempre ha sido explkiro en su ncgación del duali~mo entre el alma (o 1.1 mente)} eI..:uerpo, comu .ll.:¡uí:

Un.l unidad emi" dehe ~er dlfert:nte de otr;\ en 1.1 per..:ePliún 1/ e/I el lf~() de lo) r,lni..:ipantc~ nativo~; es Jccir, p.:lra '>Cr diil'rellle, l'n un ~entido t'mi,. do~ UllidaJe~ dellen tener ra\go~ de C(ll1tra"re (porelemplo. un ha..:ha c.. cuhuralmcntt' difcrentc t'/I Sil (ormJ)' liSO de un,l ..:as.l, .I~¡ cornil lo e~ de un partido de héi~¡'()1 o Je un panido de aoquet) '",

Por t:mto, ~i bien C~ Cil'rto que un obset\-"ador externo ;1 eSJ escena (tamo 111,¡" ~\ ~e trata dc un eSIJeci<llista el/ (OIIO/Og"l) hahd de pcrge­il.:lr un cU.ldro de .. con..:eptos )' d'\lInCltme, .. mtelectualn si lJUlere .. er Icido por ,>tI\ coleg3s, no es impre'>ClIldihle (y hasta pare..:c poco reco· mendable) que, TOm.1ndomc una .. caña, ,"on mi~ amigo'i, yo neceSite Je ,~mcJ;¡nte aparato conceptual. FI e'pe¡;jJhsta l'n fonologí.l es .. in dudJ resptmsahle de otre¡;er un modelo falsable \ ~omeuhle .:l criterios de verdad, pero no Jordi y ~us anllgo\, que ha~tante tlcnen J.:on h.:lhlar }' IOm3r CailJ~. Ba~t,1 con que Jordi ) ~u ... 1I1lig(h ,>epan h<lb/.lr cspañol, o, en ln~ eJcmplos de Pikc, ".leer cosa~ con hadlJS }' ca~.1S, {I/golr al héisbul n al r.:roquet. L1 diferencia de h:enneth Pike cntre etu- r emie no ~ ba~a e/1 r.:om,:epto\}' Jisun¡;joncs, J.:entr.ldo .. en d,ferentc~ pUtltu~ de ,-ista cOTls..:iente~ ) regIdos por criterios de verdad.

Con .. u J.:onfu~a di"tlllClón, ~lar\'ln Harris pre\enl.l die y emic !.:(lmo

do, \1,ione:, con,..:ienrc:, del mundo en I.:ompetencia¡ COIllO ~I el plano I.'tie, elaborado pur el lingÜista o el .1nrropólogo, tuviera ra hmóón de fal .. ar Jnalíric.llllente 31 plano emic producido pur los agente, so..:i.1le,. ..:uyo comportamlenr(l allali7an los hngül\la~ o 1m .:lntropólogo,. Al atrl­hUlr.:l toJo lo que ~e enci~'rra en la categorÍ;1 t"lIe un e~t.Huto de reah· d.ld com":leme u iJeal, M.lrnll HJrfl~ ¡;ompone un fi¡;IICIU e<...:cnano de lu..:l1.1 entre la, \'I\lone, de lo, nati\'o, y la~ \'I,ionc, de 10<; ,1Iltrupólogo\, como ~i una dC'icripción de b ..:ultura en lo, TCrl1linm dl' I;¡s pnmera,

ó<

Page 32: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

I CULTURA ANIRO~OLO GI

... y O ~R ... S lONaRIAS

tuera ~ jdeails[a ~ }" una de~ripcló d I 'l'gunda~ (ucr.1 '.m:Herj;¡JI.5ta ~ 11 e ,3 ~uJrur.J en los térmll10s de 1-1,

• o sea, m.1S real.

Lo~ (On(CrIO, de r'm~' )' el" propor':lonan b opcr;¡¡;,oll.ll pJra en unJ ép _ . u/u J)C ep.\!emoIÓgu.:.l \ .,' • 0<.:.1 '-01110 b nu. .• el t: .. II(J~ de r.II1<'O ml'dlO o" , nrra. enrrepua a tu teori. s

. " e> ,u~U1gu,re/1{r'd " , h,'n.l ['mo culnn.Il '1 ~ lue.ll\mO CIJ rural r ti 111.1

L{)~ ¡;on¡;Cpto!> originale\ de Kcnnerh r k . m:mt'f,J nlJ. dJ~t,"ción / /' .. ' I e no lonllc\'J.1l de nlngun.1

. . .os mgUJ~t.l~ lo!> '/ cm ~oclales ~e OCllp," de"~ t .' /_ ,lIllroro ogo~)' Otro\ cicmifi·

- • <\-.-;'5 r.¡r y ¡J1I.J loar I .' SOCl.lIcs, es decir \u muo .'o' ' .. 3\ JlClone~ de lo~ agente .. d . u (tille, compue'>l d ....

e conceplo~ (ldcJ.les)' , ,JI / . o e pr.lc.:!I(;.l!> (materiJ.le~) \ . " .. lJ.eer o !>c <xup d ( .. '

mouelo!> O teori.l!> CUj'o ,)"d /. .J.n e o reecr de~cnpclon(' ... • en le e\.l!>tenCII d

\·crbal. \"J!>ual, sonoro \. PO" , .d / • e~ un or en de e.\I'I<!IlCI.l d ··· , ,anta I eiJ)' t / p e hedlO en cierro modo d L d mol en}. uedc suceder \

. ene suce ero que J.:¡ u . - , " () leon.lS de I()~ ciemilico, 'i'""" '/') d!> e!;(npClone~ modelo,

, . vo.. .. ( ,e\.presJ. 1~ d . d re uten a las vi'>lones con"',eote d / ,- es e ~u perspectIva etic •

. / ~ e mundo q . , SOcIa e ... ~I la clenda s",.,,/. _ ue SOSllenen o!> agenle .. d / • '-"-" l:()nSISnera en d I -

e mundo que ~O!>tleneo /') ar .1 ml\nl.1 Illterprer.lóón .. per .. ona~ curo -

por ohJeto, ¿qué ~enfldo 'eot/ • ) P eomporramlellto .. e toma . na. ero C\IO n d

conru\lón de lo l'mlc con el ideahsmo _ de I a .1 llene que ver COI1 la .. ~. Al mrroduclr b eonóenci.l de I}~ o"et/~ con el m.uerl.1IIs010.

llIelOn dd plano elllic 11.' H _ o. namos ... omo l:rneno de defi-- - • , I~ .. rlllll tlrrlS operiJ c -d

slmplt/lmdJ y Ilmdlme1lSu)// 1/ d / ()1l II1I<l 1 e¡J enormemente , e COnOCl1mellto q / c

ponemo!> e/l/uego en nuestra vd d' ue os .. ere' I,umano\ . I .10r mana Una\" - .- '-, d

,:alegonas nativas para da,,·fic' / /·d d' eL e\t:1o eCl o que la, • ur a rea I a 50n' .. mlr,c que el orden cmie ha q"'d d fi· d conSCIente" parece asu-. / _ ca 0)'.1 J.1 ' odeu . . lua qUler Jc~crlpúón del COO'PO",. d / na \ e;,: por tod.1\ para , '. • .lmlCnfO c n ' rJ':1.\.. bla e\ una idc.1 mu). poc, am o con e":l$ catego· /'k ore \1 a compara . / d .

I e. para quien el crirerio fuod / d d' • mo,!, l:On .1 e I\enneth / " amcnta e efin··' d / / . es a con"'Clencra o incoo--,e", / ICJOn e pano emlc /lO , ""- raene model ' ,

¡'<lUCIa de fus cI<lsi(icuC-IQI1CS d / ' a~ categonJ\, <'1110 Id reJ~. t! OS 11<11//'05 en rel "

comporto.1mle'lfo CQIIC-rt'tO" / . I1CICJ1/ con 1111 sIStema de . r.sa re eV;)nCI3 habl . serc\ humano,> en comp/e,,)' . d ce pO~1 e runClonar a lo~

,entrama os cn el I 'd que. dept'nJu!ndo del C','e,,)" d ó p .1110 emu; . e manerol , .. "eaCCI neoll' , ,>uJer.leión, lo ... parriclp'o, creto que "'omet;Jmos a ("on -

.. es en un eVCnto loOC' Id· comr;l5tc\ emic con""'leo'e· d la pue t.·n hlnClonar con

, L S mlentriJ\ clan or ~11I1C en un fllvel rn -on' .'. ' . ro ... COntr.l.\h .... Igualmente

e Sl.:lente, tJoto o unplícito.

n. H,¡rri.., t9~1 /ILJMI] : "~I-4Yl,

66

fO'-,.,AS VIVAS

P;lT.l entender cómo funcionJ "ro. volvamos a romarnos llIla ... caña ... con nue,rros amIgos. \1.ís arril:la ha ... Ic:íJo:

Aunque .. Madrit . suena, de hecho. diferente de ~Madrí ~ t Uaume y yol hemo~ dado por sentado que amb~ pronunciaciones 50n, de hecho. eqUJ\'.llentes .

Ahora habria que J.ñadlr que e~to es a<;í sólo SI Jaume (que es de Ge­rona) , yo (que soy de ~ladrid) atendemos a esa dlferencl.l d, pronun­,j'lr.:lón. estrictaJ11eme. en re/L/ció" COl1 e/ Slsle1l1.1 de comportDmiento

litlgtitStico, En e~e \I'tema de comportamiento. e\a dIferencia de pro­num:lar.:ión 110 es releL'.mtt! para Jaume IH para mi, como particIpantes en e<,e evento de comunicaCIón. No lo es porque asumimus que lo fun­dJ.mcmal en e~e nivel ue comrortamiento e, la correcta. comprensl6n mutua r.:-omo hablallte~ de un.l lengua. Sin embargo. ese ~upueslO, que ronemo~ en práctica ~ln lom<lr conCIenCIa de él, puede c01wiJlir c(m nue~ua cOlloencia de la diferencia étOlca: .Madrrt·. y ~Madri . son idc/l­tl(J.' para nosotro, porque al pronullr.:larlas ~abemos estar dICIendo lo ml~mo. en tt:rmino~ e~trictameme lingüi.\oticm; pero, .11 pronunciarla~ y al c\Cur.:h.lflas en el otro, ambo" .. abenlo~ que habbmo~ diferente" \'.1-riames Jelespañol. de m~mera que yo Identitico a Jaume como hablante de Cataluña y J.lume me idcnn"ca .1 mi r.:omo hablamf.' de ~ladrid. E,lo qUIere Jer.:lt que, en ese unico e\"ento, pueden entrar en Juego simult;í­neamentt: 1I0s \istema\ de comportanuenro rele\'ante~ para n050trO'., uno dolO y el otro con\Clente: un sIstema de comportanuenfQ e!>tnr.:ra­mente lingüístICO y un si~lem;l de comportamiento de rebei(lnc~ inter­c(meas. Así. al de¡;lr ··,\tadm. y . \bJrí~ Jaume )' yo podemos operar ~Imultáneamenre, en el orden emic, asumiendo que hemo, dIcho lo mIs­

mo (en el ~Istema cstm:t3lnente lingi.iiHico) ~. con COTlCIcnóa de haber h.lblado de formas Jifermtes (en el siStCm.l de rel.lciones mterétmc;)\). f.mic no llene que ver con el car:ícter con\l:iente o no de I.ls claSIficaCIO­nes de los nativos, ~inn CO/l l0' ~I,tema~ concreto' de comp~)rtanuento para los que e,a.~ clasih.callolle't son o no ~on pertmentes, en dift!rente~ grados de cont:lem:J3. Que amWs c1<1slfic<lciones SOl1 emic "Sólo quiere

decir qut' oper.J11 fimClon<llmel1te el1 I¡J uCCiÓl1 COl/eret,; de los l1<ltitJQs.

por aposición a I¡JS c1a:;ific<-lcirmes que operu11 jiou:iol1'llme/lte ell 1¡1 <lC­

ción de mI obserl'ddor extemD a 1,1 esCt'I/J COII mte"cióll ¡JI1JlitIC¡J v Clel1-

tifica (e[ie). Si piem.h un poco mj~ en este e/emplo \er.h que e;05 dos .. istenu\ de comportamiento que nos conducen :1 Jaume y a mí a lugar COII da\lfir.:.lcinne\ ,Iparentemente contraria, (MMadm . e~ lo mi~mo que

r-.üdrí.- , .l\I.ldrit .. no e~ lo ml\mO que \ladrf. ) podrian imenlr'c cn la ~ltu:Jclón concreta, .. in que 1.1 r.:nlllrcrKI:J de una o de la otra .¡fec[a~e un .¡rice a nucstr:1 011li~:1ci611 de considcr:lrlJ..!> emu:. e .. deCIr, perl1nellle~

Page 33: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CULTURA ANTROPOlOGI A r OTRAS TONTEkiAS

para nueSlra acción COmo participantes n ' . yo podríamos operar con una I .'ltJvos. Efecrrvamente, Jaume \

, rota cOncIencia d I d-f -, -entre esas dos elocuciones . e a I erencla ¡DI/ético .. . • manteniendo en . I I

(.:lClto, Implícito o inconscie", un nlve comp eramentc e nuestr'1 difer . é .

Este problema nos permite inrrod " enet" lme,l. marcador diacrítico f""da I IUCI~ en la discusión el concepto de

, .. ." menta en os J ) el'd - -personas ponen en prticrica e _ -d uegos e 1 entlficaClón que la!)

n su VI a condia Ud-CQ es cU:11quier rasgo de la a" . na. 11 //larca ordtaeríti_

I h < CClon nartv" (un mod d . en e abb, un gesto etcétera) d' o e vestir, un acento

'. ' ,pormelodelcuall '1 que partICJp:l!1 en las situacione< e , bl . ,os :1ctores SocIa es . .. s a ecen di{eren ' mIemos que Son pertinentes l' l' e/as en sus comporta_ . . , en a gUIl grado de c . . preslon concreta de sus ¡de ,-fi . onclencla, para la ex-

In I caClOnes CU:1Jq , '. ,

en e p/:mo emic (por contraste l" .• ' Uler acclOn nativa se da . COI1 a aCClon de l b d

que tiene VOluntad aIl.:llític..1 (, o- -fi l' Jt1 o serva or externo d' denn C¡] ellcJ)' pe ól 1

e esas aCCIones nativas son urilizados de ~ • ~o s. ,o a gunos t:lsgos vos al expresar sus idenrificaciones dii ,o~ma dwcrmca por esos nati­de conciencin. ert:ncl.:llmente 14

, con algún grado

U.u nue\'o ejemplo me permirid ilustra b ' efiC:lCl3, este concepro de mar'" d d' .. r re\ emenre, con mayor - I ' .... a or l.:lCrtnco Ene

na menre útil en el examen di' concepto es espe-d eos procesos de crn.icid d d - I

e procesos sociales en los q" l. a ,es eClr, e lipo fi . e as perSOnas ponen "'d caClOIlCS con «co[ectivos bl . en praCClC3 J enti-d fi -d ", "pue os"" "grupos" na'

e . 11I os por algun3 clase de origen l5 . .« cloneSb, etcétera,

Hace algunos alios, emprendí un ro '" esr:1 temática en el Ártico europ 1h F p. yecto de tnVestlgacI6n sobre

ea . UI a una pequeña localidad en el

N. Hago aqur éllfa.~IS en el carácter t!xfirt'si¡'f) dl' l. . Ill;ucauores dI! diferencia lo, ,J. O~ marcadores d,acnrieos. AJ ser l · .. '. unen ,1 rl'<1ctlm SOCII/ I o~ otros l'n slrtJaciones de ,omun',c,có e ' "lile as p~rson~> ~~t~oleeen con J. ,,~I n. omo se \'erá / 1

e.\-ce erse en la lIuerpretación de esos m~rcad . FI en e e/emp o que sigue, es fácil ~ trJ~ts de esos marcadores no tit • ,ores. hecho d" que al!:tl1,~n se ex.pre,e , d ne por qu Implicor que I .

ua am.:';n!c e!>;1 expresIón Tan bé d os otro\ Imerpreren Jde. ,1 . • I In pue e suceder que . " [e nUl"5trJ aCCIón, interpretemos q",' d ' .0100 :mtropb ogo~ <) natillO!,

'd -, . ucrcrmlllJ o r~sgo d -, 'ó' una 1 cnt! c.1clón dc qUlcn la po ., ' e ma ~~Cl n es a e .... presión de , ' I cl ne en praClI\;,1 cuando é;,e , E

rrone,l le I enriñc.1Cion~s.1 hs "ersol n.' no es e cam. sra atrihllción ,- r ", '"ssel'I!Cllenrr~enllb 'd' I "TCOtlpOS. arJ Jos antropólogo, se d . . . J5( e a urmaclón de es-

r d "

uatJ e un Importante b' lIe e evacnos n prOyecnr sob l. . pro ema mctodológico que SI' ' . re os ~¡;emcs socl"I<·\ que op - '1 '

15 expresUJ/li!S de idelllific<Jdón una Idcntidud ¡;:;. . er<Jn SIfI"'CIOIIJ /I/"lIle C01l cualqt.llcr mUJClón. ¡'la detenrda en el tiempo y \;ilid~ rara

35. levinc, /9\19. 16. F.s!!." proy<.'l'to, hoy en curso recibió lo . .

del Dep:lr!~m~nro de E»tcriurcs d!'1 G o' ~ SigUIentes .\po)'o.: l'n 2000. lln~ .1}'uda e~rtJdlo de la lengua \ami en la U ~dl~no omego (Uh'nnksdepartl'menrcl) para el lIer·G,.,m FOUlld'll1;" rnr AII/brop ~"el"5l / J

R de Trom,<). En 2002, una ayuda de la \\'~".

o O!;tCl1 ese¡lrch (C,r. 61!9,1l) c\lmrlemcntad~ con Otrll

68

FORMAS YI~AS

norre de Noruega (cuyo nombre en noruego es Kautokeino). La geme de Kautokei.no se :IlHodefine en su gran mayoría como "saml'. y también coma "noruega,,: en su gran mayoría hablan sami r noruego. Y en su gran mayoría estarí¡m de acuerdo con la idea de que los «noruegos« llevaron a cabo una colonización de sus tierras, sus aguas y sus pobla­ciones, que puede doclll11ent:1rSe al menos desde fines de la Aira Edad ¡\Iedia. A[ autodefinirse como "samis» y tambiéll como «noruegos", las siru aciones sociales en las que p3rricipan ofrecen Ull campo I'\.lagnífico para explorar d juego con esas idenrificaciones. Ése es el Juego con [os marcadores diacríticos qu<'! resulmn ser o no ser relevames para ex­presar origen étnico. es decir, relevantes en relación con e[ sistema de comport:lmicntos específicamente étnico (ni en éste ni en nihgún Otro lug:lr del mundo b gente se paS3 rodas [as horas de su vida expresando etn icidad).

En Kaurokeino [as personas usan con cierra frecuencia una vesti­menta peculiar. Enrre las prendas de esa vestimenta destaca, en el caso de los varones, una casaCll de paño tejida en SllS purios. cuello y espalda con UD fino hilado en e[ que destacan el azul, el rOJO y el amarillo '7 .

Cuando yo fui allí a hacer trabajo dI! campo. para mí como antropó­logo (en mi sistema elie) era c\'idemc que el uso de esa casaca era un marcador diacrítico de ernicidad, "Quien se pone esa casaca -pemab;:¡ yo-- está diciendo 'soy sami' (por oposició1I a 'Soy noruego')>>. Pero, si es que efectivamente era un marC;1dor diacrítico de etnicidad, de­bería serlo en el sistema emic, es decir en el sistema de acción de esas personas (pues un marcador diacrítico siempre se ubica en el sistema emic) . Conforme fui conociendo mejor su vida social, encontré muchas situaciones en [as que las personas se vestían con esa prenda de ropa para expresar 51/ origen comlÍlI como «samis"" es decir, encontré muchas situaciones en las que la prenda tenía esa funCIón intencianadamenre étnica. Por ejemplo, el dfa que el embajador de [a Unión Europea visitó UJla institución pública de Kaurokeino para hab[nr de las bondades de la adhesión de Noruega :l la Unión, conscienre e inrenciQnadamenre los trabajadores y directivos de esa lIlstirución se pusieron el gdkti (que es como se denomina en sami a 13 prenda) para decir «somos sal11is». Sin embargo, también encontré muchas otras ~iruaciolles en las que el

del Vicerrenor~t1o de Inllcsugnción de la UNED. En 100.1, Ulla Jyuda Jr In We.mer-(;rrn Formd.llirm rOl AnlhropologiC.J1 R/!SC.:lfCh (Cir. 7092) complemenl.ada con una Ayuda dd Programa dc MOlli/¡d~d del Prof!'sorudo del "'Imi.terio de Edl1~aei6n, Cl1lnlr~ y O<'p"nr (PR200J-Or6).

.3'. (.::1' mUler"" lIelllln un vcs¡id,) que es congruente en col"r)· leiido COI! ese d,scilO.

69

Page 34: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CULTURA ANTROPOLOGIA y OTII.A~ TONTERIAS

uso de la prenda nada tenía que ver con la expresión de emiddad. Una mañana, mientras rom:lbamos un café, se me ocurrió preguntar a mi tnterlocmor si era necesario expresar la idenrificación ~s3mi" anre una persona como yo (que fimll11cnre no formo parte de su orden social de forma significativa). M3this mostró eXTrañeza: "¿por qué dices quc ahora eHoy expresando samicidad?» -me dijo. "Porque te has puesto el gákti», le respondí. Y dijó: ",Me he pue~to el gdktl porque abriga más que lo que tÚ Uevas pue~[o". Lo que r-.lathis me estaba indicando es que existen mutliples órdenes de funcionalidad para esn premlJ, e~ decir, que esn prend:.l es relevante de modos gradualmenre conscien tes en múltiples sistemas de comportamiento. Obviamente, en su vid;l cotidiana Mathis no tenía por qué elegir entre pasar frío o ser tomado por activIsta étnico. Al \'enne en situaciones de este ripo, en las que 1:1~ personas de Kamokeino ponían en practica sus formas de vestir con ma­yor o menor intencionaJidnd étnica y en diferentes sistemas de acción (emic), fui refinando n115 Gncgorías analíticas (elic) para comprender cuáles son, cómo son y cómo opernn los marcadores diacríticos que la, personas utiliz.an en ese eonrextOl~.

3. El mundo de Marvill Harris se agota ell dos IÍllicos planos: 1m plano cmic y 1111 /)/ano etie. El mundo de Kennerh Pikc, como el abis­mo de la figura 2, no riene límite. 0, como ha señalado Dell Hymes, Harris habla de dos cosas, Pike al menos de rresl~. La cuestión es que no puede haber jamás un «observador,. que no sea también, de un modo II otro, ~parricipante" de algún sistem:l de acción social. El espe­cialista en fonética que nos observn en el bar tomando cnñas (él debt" manrenerse sobrio, que para eso le pagan) encuenrra en esa cseen.1 elemenros distintivos del habla que no colllciden con las Jistincione, puestas en práctica por nosotros. Esto parece claro. Sin embargo, eso no quiere decir que, en sus prácticas de obsen·aci6n, él esté completa· mente:11 margen de tOdo sistema de acción social. Como investigador, él ramhién usará un marco producido en su sociedad de investigadores para disringuir los sonidos que 1l0SOlros producimos, e incluso para registrarlos.

El investigador especialista en fonética que nos observa en el bar se llama Fernando. Con los años, Fernando ha conseguido obtener una gran muestra de fragmentos sonoros de habla parecidos al anterior. Dc

38. Un d"so1rro!lo extenso de este argumento puede encomfarse en e! "gll\cme le~­ro, ~¿Dól1d~ esn) 13 frol1u.'_r3~ Preiuicios dI:: campo \. problern.u; .le es(ala en b eSrrUClUT.\· ción émic.1 en S~pml. ([)Iaz de R.lda. 200Rb).

39. H)'mes, 1990. Un argumento ~'n1d3r p~,ede lc,,~c en HrnlC'; .. 2007 [/9.'121·

70

fORMAS VIVAS

>d modelo de las variantes sonoras de la len-do b3 constrUI o un d 1 s par-

ese nlO _ i Al \1evlf sus resultados a un congreso, uno. e °b 1 gua espano a. '.. fonética) le llama \:l atenCión so re o

~¡~~~~::' ;~~r~a~:~'~~'~::~r~~oo" ~~:~~~~,e~~~~~~~~r~~r,~:;~'~~~fa~' aún exe~iv~mente grosero;nd:I~~~S, etcétera; pero no ha recogido las tes nladn\enos, catalane~. d J deJordi (ambos catalanes, uno de disnnciones entre el hab a 1 e )u~~:los congresos siempre hlfy ~lgl1ie~ Gerona Y el otrf de Barce. olla. 'a Fernando pero rccoge la 11lcero­que. mete el dedo en el 010:~ ple~ls~ la «1" gmu;al que pronuncia Jaume dumbre ~e1~.brada po~ su cntl~~: e e la "1,, gutural que pronuncia Jordi en .. Igas canltaS» el mismo SO~I . o qu \ '0 historiador de la

. ) Ot o partlClpante en e cOl1gres , \> > en ~ Igos :1Il11gos~. r \ b \:lS repercusiones po Incas

> \\ 1 'ón a Fernall(OSO re , \ funéne:l, -ama :l arenCl .. \ d>do a detenerse en as > > d' . 'Ión que la ten I de una tradiCión e mveStlgac \ d > > rración del Estado y no en

\ h \\ 1 tes p:U3 a a m11llS rcojones (e a J a re evan • \ \,.> ,Fernando que es un

• > d hb\ d' dnmásoca.[1.l>lqu • , las reglones e a a ~ or c: •. : \a \ gutural de todos

\>d b" se pregunta: ~sera , " " Investigador .. 6 I o y o seslv.o'.H 16 de debo precisar el sistema 1 s barrios de Gerona idéntica?' :lsta l n o > > \ ezado a elaborar? de distmel0nes que le emp , \ ,g,ctro en el que gr"bó la

. eha de nueva e r ,~ Al volver a ca~a, escu • \ 1 b d, Bafcelonn y com-. esanocleene ar '

conversación que mantuvImoS d ",a c.omo la "1,, de Jordi. f '. te \a ,,1» e Jau\lle su

prueba que e ectlV,llllen 1 b't al entre los investigadores Se toma un somnífero (e.sto es muy '~ 1 uSo ue sospechando que algo obsesivos) e intenta don11lr. PeroAlnodJPu~ e: nl~ se entrevista con Jaume

h b· noddo la slgllle . no mare a len en su l. . ,. ue estas dos eles son el1111smo y Jordi y les pregunta: «,vos~troslcrdeels q /ro plllltO de vista?» Al for-

> > \. omdo res e I'ues , . somdo? ,Son e m1S1110 s b >ados a hacer exphc\tt\s

J d> y Jaume se ven a oc,

mul ar esta pregunta. or 1 h b' m-anecido implícitas para reglas del h:lbla que ha~ta entonces a lanper ~den reconocer sin es· ellos. Ambos le indican que no:. unt Y

I otro s~l~rara de un hablante de

fuer.lO, al oír n alguien pronunCiar a" », SI ,

Gerona o de un hablante de BarcclonJ. 11 ba en su cabeza un modelo Antes de habbr con ellos, Fer;al~ o .ev:ntre hablantes and:11uees Y

ENe, (un modelo del h:1bla que lStmgGm, d, Barcelona)· al pre-

h I 1 Hes de erona Y , cata)¡l11es, pero 110 entre a) al 1 l' 'tO un modelo Emic¡ en el gumarles 01 ellos, Jordl }" Jaume lac

b,\n exp dl~lf > entes v que los pueden

'05 del ha a son I cr •. que se muestra que sus us . . dormir tranquilo de • d d nt:t de que SI qlllere

reconocer. Fernan o se :1 cue . fi o'do incompetente pafa d \ 10dd con ar en su , ,

ahor:t en :1 e ante y:t no I . J Jordi Así que se compra > . \ di! . ue perCiben aume Y .

perclblr:\s erenC\a.~ q .\.. 'onoro mucho mSs eficaL, capaz; de un aparalo de grab:l.c,ón Y o.na I~IS s

71

Page 35: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CUlTU~"" ""NT~O~OlOGI"" y Olll""i lONTllllAS

regi .. rrar (' imprimir grMicamenlt' la~ n _ "uene. Fernando ha¡.;e su ' o o, lenores diferencias acústICas. Por ! . Ime~ngaclon en el ~I J ' liera hecho en el sjo-Io "'/// 'o I..~ g o X'I. porque ~I la hu. o ... -, e ~al>er tcenol' '- ti I ' o Impedido connnuar con el trab o AJ O~ICO e .1 epoca le hubter.l cionarlo Fernando L'e Imp. • albo, ,lora ~I. con e~te ::Jp.1r::Jto revolu_ d 'f e!>a "'0 re e p::Jpel - ,

I erenela en la "I~ gu/u." d J ,que olrrol.1 J /ll,'iqulna la '1 .. e aU/lle r a de J d

OJr Q. Ahora puede eonrinu::Jr'd d o or l •• lUnque no pued(" dUl'lr nuev::J~ distinciones en' epuran o .. u modelo del h.lb/a e IIltro­llueva edición del congreso ~I ~ue~-o .rrrículo (ctie!) que lJevard a una ante su modelo depurado . I a.a e e ... ro Impedirá, ~'" emba rgo, qUt. , - aparezl,;'¡ Otro coleo-:> ,

e OJO. Para eso tr;¡h."o~ 1: d _ eo- para meter e el dedo en • .. .. rernan o para olre d

teoría,> que han dc ser deb / d 'fi cer e ... cnpclone" moddo!>, a I os )1/1 11 Eso' h ' social. . es o que aee un científico

[¡ie l • Emi~ .. Eli~ __ /, l ~ ••• ....... _IIC

Es J.kil adn'rrir que esta suce,ión e o 'd' " progreso de 1.\ inVt'"rigal:ión do' ~ I ennca cuando \e tr.na de/

f "

• e un so O J/lveSIJ"atfor en' , ' su ormu aCiÓn IIlkial d h ., ..., a re .1CJOn enrre o e 'pote'J, cHegorías d ,',

PO~ttIVO .. analiTIl'O\ \' ~u ' • • _ • e an;1 I~IS }' otro') dj~-, - progreslv.l nlodrfil."l"· h

Con~ecuencia de l-h ~uce\j\, . .1.1011 \' re lIamlcnro como d ' • .1~ .1pro'JmaClones .1/ . , ,

tu io. Con arreulo a e,,/" 'ó' \;.1mpo cmplrlCo de e~-. ~ " ,uce~1 11 e último d, ' ug.1C1on, el [(":\TO del Invest.' ' .. pa\o c clla qmer 1n\'C\-

Iga( oro ~e \tTUol ~Icmpr' l· . ÚJ/1/!H). cn unJ P0'>lóón ehc ' . _ e 1'11 re aCU)1¡ COII Sil

vez, en un.l po .. ición emie Fs~;\ no. h~on,lo SU¡:UrlÓ ,,"cnnerh Pike .1lguna ( I ) . - CXfO n.l producido po , e le. ' eMara .. in duda influido " • 'd r e lfI\'c~rig;\dor

, por .1 Illel enoa de 1, -ti d ' Insulras en l.u matenal empíri '0 d d . a .. UIlI a es e'ltIe

)u form.l concreta depend' . ~ • t~n,J a es procedelltcs del campo. Pcro era (fUCI.\ mente de la oro- .. .

ve ... ng<ldor dé ,1 c~e Illrlrer 'h' d ,.,.lntl<lCIOn que el m-, .. • la a\;lell o u~o de ,>u . " ' ol lI1VeStlg.lclón se dirigicra d marlO .111.1 mco elic. SI

- • a pro tlcrr un rebto e . d emle, el te\to re~ultmre\dol . . d J . xprel.a o en unidadt'~ Jenolllin.lron .naW:llil.n:o eF',ena e,.o que H.tmmer'ieley \ Atkll1~on d ...- . nolnJra I~OIO con· t .

e Ime.o.rig;lclón que comi .. re. ..IS e t'n U/U lIlod::¡J¡dad l' en l.Uponer que el tC\t od·d

t" 1m esugador reflt'j.I, ~m 111.\ "or Oled ." o pr lICI o por naT,\'O~ de una vida \oci.1l.... > lal.lon :malfnca. el Illundo de 1(1\

Fl moddo que ofrece F~mando de ende d' . cu\"o U\O .. e produce b ' ,P el ¡';OIlJunro de reg1.:t~ con .. lI1\"C\ng.lf.:IÓn en \11 ~o' ·d J "fi

mOIllCIltO hisrórlco h el' l· , \;It' a cien u ca )' en \U • C 1'/1 re aerrm con el l'onjunro de regl.l\ f.:OIl el

40, llO Jn.1HOU" d .. '""'h IJ"J\ .... 1: _ ml:r..-.!c, ,- -\11"01<>11 loo! ,. o,u~ntr~ <,o J)ia,t .1, fU'/.I. 201'1n: 4 1$.. ,-I,¡m-

/ • .,r~ LUla \";¡j"f.1.:,on d .. ! "1 -r" .1':''''1 ""1:1 ""1: il-'>1I01O ,,', ,( ',,_ .. , pro ::us ltC'o"r .rus por P,k, <'o

. • .... . .,n'-.1 el "h"'-,'rri.1. 2()(I~.

71

fOIlI1""S VIVAS

'lile hemoS dJdo form.1 a nuel.rm acción SQf.:ial en el bar, al romarnO'> unJ5 e<lñas; pero es el/l/e en relació" con la lrítica que generad en ~u "O­(Jedad de il1\'estigadore ... Elie y t!",ic son, pues, re/dciones. y no pueden rredif.:arse de ninguna realidad si n e~pecificar en relación con qué OfrJ n:.llidad aquélla e .. inrerpretada. Lol. múltiples pbnos de la culrura eXJ­gen e~ta di'>l.:iplLnJ. H:lbl:lr de cultura sin h.lblar del orden de realiJ3d en que la cultura es comider.1d<l es habbr sin sentido.

Además. ningul10 de los planos de deSCripción de realidad ;lnterlo­re~ e~ meno<; sbb)etivo que Otro. Jaume, P.1CO. Jordi > yo somol. persona~ que IOl11an cañ;ti en un har. Indu!>O ~I e~tamos borrachos. Fern:lndo t:llllbién es un::¡ per .. ona, y quien le cntica otra. Cualquier culmra, de,­aila en cualquiera de sus planos. tiene un ;lgeme, porque no hay acción humana ni producto Jlguno de 1;1 aCCIón humana que sea obra de lo~ dngele,. Esto no quiere decir que la descripción que aporta Fern31\do de ese sistema de hahl<l como IIlVesugador sea eqUIvalente rila deSCripción que aporran J:lUllle o Jordl como hablante, nativo ... La dt:~cripción de Fernando .. in"e al fin del conocimiento si~reJ1l.i.tiC()}" el debatc científico. ) •• 11 haber contemplado en .. u modelo Illatenolle~ empíricos procedentcs de una multiplicidad de .1gellles. ,crá una descripción más IIIlersllb/ellL'<l que la de cualquiera de las personas de \u campo de in\'e¡,¡i~ación4t. Ll dt''l.:npción de Jaume o de cualquiera de los que nos hcmos tonudo la) cañ;l", de produCll"'ie como tal de'>l.:ripClón, sir"e al proposito de d;¡r (uerpo a nuc)rro propio saber local, y. qui7.;Í~. a nuestras propia\ iden­tificaciones pc¡"<,on:r.les.

Volnendo a Ilue~tro ahi~lllo, y en lo que re)pecta a lo~ concepto ... etie y I!mic t;J1 como é~lOs h;J1l sido elahorado~ por Pike p;¡ra compren­der la relación entre lal. insriruóones humanas en la \ida socl.11 ) la in~1I tueión científica que las reprcsenta, cada nueva efo fera con su ~ollll)fa, en relación con la esfera anterior con la ~uya. IIldicau/1 nuevo:enfoque elie. como en la figura 3. El f.:OIl)UJlIO de pdctieas que]"s per~ona~ producen en el \'el.ltorio de nueHro e)emplo (consciente~ o no. e ... pre~da~ o no por medio del lenguaje) (§3a-S-1a) f.orma un plano em/ej p;Jra el con­JUnto de pr.icril,;<l~ que produce el antropólogo obsenador (§3h-§4h), que a <;u va forman un plano etic 1 en relaciÓn ..:on aquélbs. Sucesiva­mcnte. el conJunto de practlc.1s que produce el antropólogo ob~crvador (con<,cieme, o no. expresada .. {} no por medio del lengua)c) (§3b-S4b) forma un pl.lllo emie 1 par.l el conjunto de pr.h:tica .. que producen quie-

4\. j.Jo 0'><,;1(,0 J~ IIUt"'SU!',('III'"LJJ. "~lIIraj "" b t'Phl"llIulogl,¡ de ja clnogr~lü}' IJ, "1"OC" ..-xul"" w d~,",rroll,¡ all:" mj.~ ~n d lih""" ",¡r'lul .. de .... r .. lihr". y oobr" 1.,.1" rO \'da~"U) Dial_ de R.,J.l. 200., 1] <;.,7].

Page 36: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CULTUR .... ANTROPOlOGIA ~ OT"'< ''',~ TO N TERIAS

\<b

Elle 1

hgura J. Eti~, EmIC,

nes observ;1n y evenruo lme nte critican su rraba"o _ forman un pkmo elic en I "6 J (§3c-§4c), que ti su vez

2 re :lel n COn aquéllas.

¿Para q/(é sirve la distillción eric/emic?

Tras un detalbdo examen histórico y c'. . ellc/clIlic, Aurora Gonzále' Eh" p,stemológlco de la distinción '. .. ~C evarrm concluye I . . ..

clón emlclefic es errónea desde el . o $Iglllenre: .. La dlsn n-doI6gico",42. No comparto con eJI punt~dde VIsta gnoseológicQ o meto--

a esta I ea aunque r d" .. I h para apreciar sus mo¡ivos. ,e lrllO a su j ro

A menudo, explicar Jos conce t . cuánro me esfuerce en inrrod - J P os no es, sufiClenre. No imporra

UCH a mayor c1andad posible en la disrin-

42. Gon~,\Jez Eche'-Mr[;" 2009: 1,16.

74

fORMAS VIVAS

(ión cticfemic, todo ese esfuerzo puede irse <JI traste si no soy capaz de J11ostr:1f también par,¡ qué sirve esa dIstinción, es decir, cuál es el proble-111;1 fl1nd:ul1cntal que justificó su formulación tanto en lingüística como en antropología. Es cierto -----<omo urgumenra Aurora Gonza!ez Eche­,-.lrrfa- qu e esta distinción conceprunl ha est:ldo pl:J.gada de inconsis­n::ncins y zonas opacas; sin embargo, el problema fundamem::tl que la iusnficó sigue siendo de la mayor importancia en las ciencias humanas ~' sociales. En estas disciplinas, los investig::ldores IOm:lmos por. objeto de nuestras refleJiones e interpretaciones el comportamiento de agen­tes qu e constantemente reflexion:l11 e interpretan también el mundo en el qu e viven . Esta condición de nUCHTO conocim.iento es inevitable, y 1.1 u[ilid:l.d de la distinción etic/emic consiste precisamenre en tener en cuentll esa condición. Etidemic tielle la IItilidad de permitirnos distin­guir con la ma)'or precisió/J posilJle el plallo de III/estras acciones, re­j1exiolles e IlI terpretaciones como I!/vestigadores, del plallo de las Ilccio­nes, reflexiolles e illterpretaciones de las IJerSQllas cl/yo comportamiento tomamos por ob;etu de análisis.

He ofrecido sólo :I.lgunos elementos para mostrar b utilidad de la distinción elicJemic. basándome en algunas ideas de Pike y de Marvin Harris, y en la versión del problema ofrecida por Del! Hymes. La lItili­d:l.d fundament:l.l de In distinción se encuentm precisamente en uno de los asunros que vienen preocupando centralmente a Aurora González Echevarría a lo largo de sus escritos: la responsabilidad an.:lIírica de los textos antropológicos. Corno otras ciencias sociales y humanidades, la :J.mropología trabaja sobre mundos en los que viven personas capaces de interpretar la realidad a través de sus acciones. Por eso hay que sei'¡alar que el investigador es responsable, desde su perspectiv:l etic, del texto en el que se describen, explican o inrerprcrnn 135 acciones de quienes viven su vida. El investigador. con su aparato conceprml, es quien pro­dllce un discurso acerc:! de las personas del campo que investiga, :I.un­que ese discurso esté influido de maneras muy diversas por las acciones (pane de ellas igualmente descriptivas, explicativas o inrcrpn;tativas) de qui enes forman su campo de investigación. Etic y emic son c3tegorbs útil es sólo si nos atenernos al contraste entre dos form3s de práctica bien diferenciadas: la de quienes viven su mundo y la de quienes, como los :lI1tropólogos, lo illvestigall con fines analíticos precisos y COIl una específica disciplina científica (sin olvidar que éstos a su vez pueden ser lll vestigados por orros. como Aurora Gonz51ez Echenrría. desde una nueva perspectiva túc). En sus p;¡J::¡bras:

75

Page 37: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CULTU~A ANTROPOLOGIA y OTRA, TONTEI\IAS

En los úlrimos años he reflexionado sobre las diferentes concepcionl!5 de la dicotomia emü:/ef;c ¡ ... ]. La primera impresión h,e que emir: y etie ~on conceptoS reóricos que no pueden extrapolarse fuera de una orient,lóón teórica precisaH •

Efectivamente, elic }' emic empiezan a ser categorías inútiles r, como asegura Aurora en ~u conclusión, «erróneas», en cuanto empezamos J.

olvidar que cualifican a una relación cOI/creta de illlJestigaci61/, la que se da entre alguien que trabaja y escribe con voluntad analítica en el seno de una profesión científica y alguien que vive su vida persiguiendo muchas otras voluntades.

Cuanclo estn distinción no se tiene en mente corremos dos tipos d..: riesgo complementarios. Por una parre, podemos llegar a entender que la representación de la vida social que hacen los inve~tig3dores como resultado de su trabajo es, simplemente, una muestra m:lS de la vida social que ese investigador ha tOmado por objeto, encubriendo así el rrabajo de análisis y composición del que sólo él es responsable como al/tor. Por otra parte, podemos llegar a pensar que bs e~trllcturas, siste­mas lL otros entramados teóricos forrnul:ldos por el investigador en su trabajo profesional, se encuentran instalados de forma concreTa en el mundo de quienes viven MI vida, ignorando con ello que wdo análisis de la vida concreta ofrece un3 posibilidad, m:lS o menos adecuada pero !lila posibilidad al fin y al cabo, de representar esa vida. El análisis teó­rico de la vida 1>OCi:l1 puede ser m:lS ° menm valido, pero la tarea cien· (ifica consiste precisamente ell el recOIlOcillliel/to explícito de la prolJi­sionalidad de los allálisis. Si construimos un Jná1isi~ con la pretensión de que será el definitivo, el indiscurible, el que reOeja auténticamente lo que es esa vida, nuestro ejercicio dejará de ser ciencia pam conver­tirse en dogma.

Como sucede con tantos otros concepros de las ciencias sociales (entre ellos el concepto de cultura), la deriva histórica de las carego­rías cric y emic expresa un debate intelectual, un conjunto de pOSturas en el que se cirran las tensiones propias de Ulla empresa difícil: enten­der la vida humana y entender cómo llegamos a entenderla. Podríamos deshacernos nominalmente de las pabbras ~etic/emic;", como podría­mos deshacernos nominaLmeme de la palabra «cultura» o de la palabra ~sociedad .. ; lo que no conseguiremos es deshacernos de los problemas fundamentales que han venido siendo representados a través de tales palabras.

4]. G()n;cll,,~ Ech""arrl;l, 2009: 'Il.

76

FORMAS VIVAS

. brc la expresión «COI/;lIl1to de reglas» UII matiZ so .

. ó Palabras muertas v p,¡labras 111-

tJll.1S p3gin~ más ~rr.iba, I el: ~:í~~c~; sli~uientC textO sobr; la i ndetermi­Le/lguaJe y practica, la

II,1S. - el concepto de culnlTa: ióll que entrana

n~ .h ' d . con'umo cualquiera de regb~ emos e Siempre que eXJmlna!ll'los un .. ) a una doble re:;¡lid;:¡d: por una parte,

• "ue en" as ~e enclcrr . , .1 tener prcse!he ... . resión lingiHs!\ca; por ona. pan , .. -algunas del!sas reglas en<.:uentr:ll1 e~Pre~ión práctica, incorpor .indose a 1.1 Suna~ de l!Sas reg1a~ el\cUel\t~:U1 ;~f:l. cultur:l se encuentran doblemente acción. Como §c ve, las res a~ . e

d terl1lill:1d:ls en cuanto ,1 SIl gn'ldo de

indetermil1ad:l~. Se encuentran In e . d t~rminada~ en cuanto J. su grao explicirud lingüísm:a Y se enctlen~:lO In e d'o de correspondencia con la acción concreta.

'd 1 de existencia de la cultura (§3 y §4) permire La. diferenCIa e p anos. "6 e hasta este momentO ha

f re de mdetermlllacl n qu . señalar una llueva lIcn . . to de reglas". "Con)unto"

d 1 bi¡o la expresIón ,<con)un d permaneci o ocu ta l ' 1 s que los seres humanos "n

. 1 s reglas cultura es con a d significa aqul que a. de una en una' o, dicho e otfa , s y relaClOnes no van • . , . d

forma ,1 suS aCCIone 'l' -tarse como la puesm en ¡uego e Inlra no pue{ e lnterpre 1 1 manera, una cu ' l' l"ca la idea de que as reg as se

una sola regla. El conceptO de cu rura Infi'P 'ro ,iones o para utilizar una f l · anal como con gu u ,

,'¡ereen dt: orma re aCI, H' V,laseo dcml1adalllente, h d ti do ton onono

expresión que e esarro a . gos conducir UI1 coche, votar .. e'nar con nuestrOS amI , .., como tramas. t ... bolsa cualqUIer aCCI0\1 . a DIOS ¡¡weror en ...

en unas eleCCIones, rezar '. d 'ego coniuntos de reglas en roduce pomen o en 1U , I humana concreta se p . . bl 'IDa de la antrOpologl3 es e

. 'ficas Un Vle¡o pro c·' d configuraCiones e~p~cl . , . ue presentan estoS conjuntOS e grado de sistelllal1c/(ittd y co"ael1cta q eia con éste es~ei grado de regbs~.I. Un problema adicional, ql~e se empar ,

limitaciólI que presentan tales clon\untos. na sencilla indicación. Cada 11 Pueden ac ararse con u • .

Estos pro) emas I .p '6/1 (\4) deJos COl1jUI1-1 ma como un" (escrl el )

YO> que la C\I nlra se prese d formo ° 'u aCCIón social {§3 , 1 ersonas an "", toS de reglas con cuyo uso as p 'd de sistem3ricidad, coheren-

d "6 . ¡de a Incorporar gra os· _. El

esa eScnpCI n tlel' d oseer en estado practlCO. cia y limit":lción que la cultura P~16' 'd no p pra"'ica col110 he indicado,

1 . d scnpcI n e una ~, motivo es que cua qllle~ e _. una representación que no

. . d r Laclón de esa practlca, contiene una I ea 1. d . 'b sino a bs reglas de compO-sólo responde ala práctica que se escn e,

H, 41,

, d R d 2009 119971: CSrec;;¡lmellle, d opítu!o 6. Vdasco y D.3Z e 3 J,

Cf. Gcero .. \975.

77

Page 38: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CUlTURA. A~TRO"OlOGIA y OTRAS TO~TERIAS

sición propias del arte de describir. Estas regbs de composición tienden entonces a incorporar coherencia, sistem:lticidad y limitación, porqlll.~ la práctica se toma como objeto de la arg/lmentación de quien describe.

Imagina que paseas por el monte con Wl anúgo. Al andar (§J) hacéis un camino que existe en estado práctico; r ponéis en juego un conjumo de reglas, algunas de forma consciente y arras de forma inconsciente. dependiendo de cuál sea la intención de vuestro paseo. En ese paseo concreto puede suceder que decidáis adentraros por una ruta nueva, creando tina regla no previsra. Si vuestro objetivo es relajaros, segtlí~ aproximadamente la pauta de deteneros donde os apetece; pero si vlle~­tro objetivo es hacer deporte, segufs aproximadamente la pauta contra­ria. En todo caso, seguís un conjunto de [eglas de forma aproximada, repleto de transgresiones y nuevas posibilidades. Al llegar a casa, ni hermano os pide que le describdis qué habéis hecho. Al describir vues­tro paseo (§4), muy probablemente introduciréis un orden idealizado, lUla coherencia en los movimientos, lUl sistema en las trayectOrias, un catálogo de puntos y trayectos limitado. que representará p3rcialmcnte lo que habéis hecho en la práctica.

Enseguida comprendes que la imposición de sistematicidad. cohe­rencia y Ilmitaci6n en el nivel descriptivo de la culrura (§4) tiende a ser más r más probable conforme nos desplazamos hacia las esferas más Incluyentes de la figura 2. De hecho, las palabras «sistema» o «estruc­tura» son características de los lenguajes analfticos de b antropología }' de Otras ciencias sociales (S4b, §4c ... ). Lo son porque las descripcione~ de la c\llmra producidas por los científicos sociales han de situarse en argumentos precisos y ordenados que tienden a ofrecer imágenes cohe­rentes, sistemáticas y limitadas de sus objetos de estudio. Se trata. de una tensión inherente a cualquier práctica de investigación"·. Un estudio de los paseos no puede realizarse solamente yendo a p:lse3r. No import:! cuantos paseos concretos pongamos en práctica, sólo podremos hacer ciencia de esa forma de pr:ícrica idealizando descripciones de esos pa­seos. Para hacer ciencia probablemente necesitaremos pascar, pero t3m­bién necesitaremos hacer mapas.

Puedo enunciar ahora nuevas indetermiJ1aciones que nfecran al con­cepto de cultura, especialmente cuando éste se entiende corno una des­cripción de reglas (§4); la cultura se ellWelltra il/determinada el! cuanto al grado de sistematicidad y coberencia con que se presentall las relacio­/les entre las reglas, y ell cuallto al grado de limitación del repertorio de reglas que es tomado en cOllsideraciÓn.

46. cr. Día7 de R;¡d3 y Cruces, L 991.

78

fORMAS V¡VAS

•••

A lo l a~~fi;~i~S~~sc~~t;~~cl:;~~t~~~~I~~~aCUalro f .. de vida social. S 1. Cultura es lIna or01"

. de reglas con cuyO uso \as S2. culturad es el conlU;l~~ re\aci61~ que las personas person:;l[l~:~n~~I:~Hre·s¡. e'n su vida social.

d 1 con CllVO uso \:l.s SJ Cultura es el conjunto e reg as. : I . pe¡'<;onas dan forma 3 su :.1ccI611 socia.

, ., hecha por alguien. del §4. Culmra es una deSCrlPCfOlI,¡ . pc'rso!l:ls dan forma a

con· Junto de regl:ls con cuyo uso ~sJ su aCCión SOCIa.

, do cuatrO lndeterminaciones en el También he presenta 1 .

concepto de cu tura.

. -6 L s reglas de la culrllra se Primera i/ldetenll/lW~J 11 . a • te a su grado de encuemran inde¡errmnad~ e~.7u~n

explidtud lingulsuca. . ·6 La eglas de la cultura se

Segunda illdeter}1/JI1a~, Id' s r u;nw a su grado de encuentran indedterm.lna as l:na~ci6n concreta,

correspon encla con . '6 L c Ilrura se encuentrJ

Tercera indeter/l!lIlacl 11.\ a do de sistematicidad y indeterminada en cuanto a gra \ relaciones cl1n'e las

coherencia con que se presentan as • reglas.

, '6 L cultura ~e encuenna Cuarta indeter/llHlaCl "'al a rada de limitación del

indetennin:lda en cuanto g ado en consideración. repertorio de reglas que es tom

79

Page 39: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

3

SEIS LLAVES

I

Tenemos ya bs piezas maestras del rompecabezas, cuarro definiciones de «culrura» que, consideradas en progresión, han concluido así;

§3. Cultura es el conjuntO de reglas con cuyo uso L.ls personas d:ln forma a su acción social.

§4. Cultura es un3 descripciólI, hecha por alguien, del conjunto de reglas con cuyo uso las personas dan forma a

su acción soóal.

Cuando viajas con consranda por las rutas de estas do~ definiciones y sabes a cada paso en cuál de ellas te encuentras, rodo parece más fá­cil. Es fácil entender que desnudarse en la r1aya es poner en acción la culrur:l, darle forma o cuerpo, según 10 que se enuncia en §3. Es fácil cnrender que describIr el nudismo como un con¡llnfO de pnícricas es pensar, en un nivel distinto, acerca de lo que hacen las person.:l!i en la playa, según lo que se enuncia en §4.

Visto así, fado puede parecer ahora mu)' fácil. Pero no lo cs. Y en b exploraCión de \as dificultades que entrañn esta ::tparente simplicidad y de sus consecuencias nos detendremos ),a hasta llegar hasta el final de este libro, si es que puede decirse que este libro tiene final.

Es el momento de adentrarse en seis dificultades que enconrramos inevitablemenre cada vez que abrimos los ojos 3nte cualqUier aspecto de la vida social y lo miramos a través de las lentes del concepto de cultura. Estas dificu][adcs son, como bs principales claves de un código secreto, problemas productivos; nudos que, en su solm:ión, encierran la recompensa de una más amplia)' más generosa comprensión de b vida humana. Seis llaves que abren el potencial del concepto de clIltura

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Page 40: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CUt JUR ... "'NTROI'OlOGI ... l' OTR ... S TONTE~I ... s

} <l}'Udan a despleg3rJo . No conviene pue¡, , olvidar el llavero. ' , en este caso cuma en otro~,

Primera difiCll/teld. Universal es COncreto es universal

L3 definición cxpres3da en §3 se refiere . " o sea a toda forma de ac ." . I a roda forma de aCClOn soci::d I clan SocIa COI/creta En 1 '

e concepto de Cultura nos ,,'," . un so o movimicnro d . ua alHe una apa" d ' '

par¡¡ aja de nueStra forma de ~, '. me par3 Ola, que es JJ '1 • ~ r como especIe La e 1 unlVersa; no hay acció . . I h . LI /um es general

. n SOCIa uman3 qu· d ' ' Clon31. Si río contigo y,' '1' e carezca e mrma conven_

d' , u conmigo 3 forma de . . 111 IC3ción de que no me rfo de ti' ~i ' . 1111 nsa contendd l., soleada mañana de dorning I 'f' paseo CO~1tJgo por el bosque en un:]

d O, a arma de mrs pas d" 1 tu • y no 3 la pris3 Sin emb' os ten era::t a quie-la cultura. tod., prá'ctic;J es c;rgo, slerL,do Como es universal el ámbito de

. • IIcreto. O que significa d necesanamente COIl tres cond' . 1:' . ' que se esenvuelve

IcrOnes. es una accrón I h 1 en concreto, es UJ1a acción h, 1 l" lec ::t por a guiell

I c la en a gun lugar ca en e tIempo concreto de un 'd N ncreto, es una acción fi Iba VI a. o puede ser de t d n ya ca o, si es verdad ue los s h o ro mo o. pues .:11 lo sublime, de lo que no o¿up 1 eres. ~manos nos creemos arrífices de un primate, Como rú y ca :J u~ar ni ~lel1lpo ni cuerpo, Beethoven fue d 'd' mo yo, y qUIeneS" en el P 1 ecr leron convenir la he!! d " . ar 3mcnto Europeo

N eza e su musrca en himno J o podemos restar al conee to d . no o son menos.

racterísticas: roda acción . 1 P e culnJIa nInguna de estas dos ca-l sacra se conforma com I

cu tural es conCret31 En o cu tura, roda form8 . cuanto nuestro uso del d

carece de cualquiera de esft! d . concepto e culrura pensar qué es Jo que hemos d' °d

s proPlledad~s, hemos de pararnos a C· eJa o en e carnlJ1o,' ..

renal11en/e la cond,'c,'o'n '1 con que Intención. . ' UlllVersa o gene 1 d l 1

ser esgnrnida a veces por inrelectu I 1" ra e 3 cu tura puede gidos como un argumento neg . a eS~' pOd ITlCOs y arras primares ele-

E 3nvo. r to a forma d " una orma cultural ¿cu"1 d 1 .. e aCeJon social es . ,a pue eser a Utllidad d. tI motivo para realizar esta Ctític3 f I h d .c a concepto? El único

, a az a e radrcar en la deficienre cap-

''-' ' . coneXlól1 enrr~ el Conc~ to a I rfu~fradJ, en rérrnrn05 históricos, po~ Alfr:~o:o ógico de ~ulru~.1 r b \,jd~ (:Oncre~.l fue dos Tfadlclone!; que en Alemal"" ' d' rncber r CI)"dc Kluckhohn, ,11 reCOnocer fiI f' . meron Iverglendo I I .

oso 13 hegeJI~lw de la hiStoria el. a o argo del 51gl0 XIX: la de un~ [rascendemaJ de I~ humanidad ~ n .\ que I~ Imlorm se imcrprel,\ como \111 mO"irnienr~

I d h n su conjUnto ,Ibslrafdo dI, ' y a e uno I,[ori;¡ (onslruida ',,"h, h' d' e :IS rea 1l~.lCIOnCS concrer~~ ·

d · '.,,1113 aSe cldea I • -j;:ran ~ callTldad"" dc hecho. , s genera e~, pero pcnctrada "o. d d ~ Onereros. Es t' ' •

on e Krncbcr r Kluckhohn ' " n e5{a segunda (orma de ver f:t hl.~tori;¡ ( f" l.. enCl!cntmn e ameccd<.' r d I c. roeocTy ~Iuckhohn, 1963h [1952/: 32). n c e a Clnografla comemporanea

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SEIS LLAves

[ación de lo que el concepto aliade, ya en su gene ralidad, a la compren" sión de la vidj human3. L.1 cultura no es cualquier cosa de todos los se­res hum:tnos, sino, predsamente, un conjunro de reglas con cuyo u<;o las personas dan fOfma a su acción social. Como he apunrado, la noción de reglo es una noción compleja, y en la vida humana se encuenrra enrre­vcmda con esa i.nmensa red de realidades interpuestas que llamamos re­present:1ciones: personas que, en su 3cd6n reg1:tda, representan a otras personas; babl¡m con palabras que represeman cosas; mueven martillos o palas () teclados en cuyo discilo han intervenido múltiples representa­ciones; mueven samas. b;mderas, 111II1nos, que sólo Dios sabe quE pue­den Heg:tr a representar. Pero el hecho de qut' esa noción sea compleja, mul tiforme, y en ocaSlones ambigua, no Implica que sea prescindible, Por el contrario, es justamente ese hecho el que debe animarnos 3 con" cretar sus complcjid:ldes y depurar sus ambigüedades.

Efectivamente, toda forma de acción social es una forma cultural; del mismo modo que [Oda cuerpo, para un físico, esta afectado por una propiedad básic:l llamada velocidad. No veo por qué tales conceptos ge­nem!es, universales, deben ser destruidos en razón de su universalidad.

Hay más. La utilidad del concepto de cultura radica precisamenrc en su vastedad. Este concepro est3blece UD principio general de capta­ción de toda práctic3 que sigue reglas )' por ello nos permite penS3r en toda forma de práctica humana, sin exclusiones, bajo un único princi­pio general: el principiu de su producción con arreglo a convenciones. Tamo d.l, a este respecto, que nos fijemos en las formas del cultivo de la tierra o en las formas del cultivo del alma, en lo que h3cen [os campe­sinos o en lo que hacen los maestros, los jueces o los ingenieros. Todos ellos ponen en juego prácticas convencionales pertinentes para el entra­mado social del que forman parte (pero no necesari3mente para aIras entramados soci3Ies).

El concepto de cultura nos capacita así para mirar la acción humana Como la aguja que teje un extenso t3piz de instituciones. las unas co­nectadas con las Otr3S, pues el ser humano es un animal que se goza t'n la fab ricación de rebciones. Esta obstinada construcción de relaciones 3n1arga la vida de los especialistas, que quisieran ver en cada institución hUll1ana un objeto único de percepción}' análisis; la economí3 campe­sina por un lado, la escuel3 por otro, el sistema judicial por Otro, y así sucesivamente . Sin embargo, la obstinación dI! este primme en traspasar con su experiencia y su acción las fronteras de tod:lS y cad3 una de estas instituciones especializadas h:lce bs delicias del anrropólogo, Con sus pnícricas, los seres humallOS conectan constantemente experiencias e instiruciones helerogéneas. Los padres campesinos intentan dar sentido

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Page 41: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CUlTUIIA ANTIIOPOLOCiIA y OTilAS TONTERIA5

a la escuela en su propio orden de vida, r pueden llegar a criticar la pretendido univers;t1idad de la institución escolar, a 13 que ven sep:naQa de su mundo. Los jueces tienen fal1lili3~ e intereses privados que pueden intervenir en sus decisiones profesionales. Los médicos son hoy distan­res especialistas que curan ru enfermedad sigUIendo criterios técnicos. y mañana pacientes que viven el drama de su enfermedad y dem::mdan algo más que buenas ecografí.ls; técnicamente perfectas.

El concepto de culntra permite considerar la heterogeneidad de las instituciones de 13 vida, familias, colegios. hospirales, como un tejido en comunicación, y descubrir de ese modo conexiones que p:lsarían desapercibidas o serían insospechadas si nos :ltuviéramos únicamente a los regímenes de especializ:lción instirucionaL

Lo que es erróneo en el concepto de cultura no es, pues, su gene­ralidad, sino el uso desvirtuado que consiste en asignarle mayor espe­cializaciÓn de I:t que puede ofrecer, La función del cOl/cepto de CIIltura no es poner de relielfe a cada institución ImmU/la como 1m organismo separado, silla, precisamellte, alumbrar los caminos de la re/ación entre illStitllciones. Pero estO no implica que se rram de un COncepto impreci­so. El concepto de cultura es, de hecho, tan preciso o lI11prc<:iso como pueda serlo el concepto de sociedad. Si éste nos ¡m'ita a contemplar las relacio/les entre seres humanos; aquél nos invita a contemplar las for­mas cOllvellciollales que cobran mies relaciones,

El conceptO de culrura no es m:ís general el1 antropología que el con­cepto de sociedad en sociologh, el de economia en economía, o el de Uldlviduo en psicología, Sin embargo. pocos critican b validez de estOs conceptos debido a su genemlidad. Se dan por supuestos debido a su aparenre condición .. objetiva .. o ~materia.l". Pero, par::! ser humanas, to­

das esas «materias» exigen sin excepción formas convencionales. Las sociedades, la.<; economías o los individuos ofrecen formas diversas. La invitaCIón :'jI estudio concreto de esas formas es función primordial del concepro dc cultura.

Segunda dificultad, Acción es relaciólI es acción

No puede pensarse el concepto de cultura fuera del concepto de reb­ción social. La cultura es, inevimblememe, un proceso comunicativo, pues nace y crece en la l'elnción comunicativa entre personaS. Y solo mucre cuando muere la comunicación y con ella las personaS mism;1s. El único medio por el que el scr bu mano puedc matar la cultura, o se:l la forma convencional de sus \I[nculos con otroS, es destruir esos vínculos. Ningún individuo individualmemc considerado. considerado como si

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p

SEIS lLA~lS

d ue se aC/llmlla junro a otrOS cantoS rodado~ en fuera un canto roda o q, d:f s por completo las unas a bs mras, \111 montón de piedras'l In 1 eLrel~dteeolog¡, que 110S lleva a ver el Illundo

te de cu tura, al' , puede ser agen , de 1Il1idadt!s individuales, agregadas por Slm­humall0C0t110 ese c01:IUl1ro

. ' '6 de ideología individl/alista. y 1 '6 eClbe la denomlnaCl ni' 1

¡,le aCll nlll aCl n, r . 1 d' '60 inevitablemente re aClOna 'd 1 ' que nIega a con ICl -antra esta I ea ogla, 1 '_ el conceptO de culmta,

1,. I e la J.mropo ogla <..011 del ser humano. se revllC v , d SIl so/dado Ryall Spit'lberg nos

En la. pri111fra secuenC13 e a ~ar : de Normandía. Los soldados. golpea con U11 estremecedor d~::~:n:~~as coma carne de cañón. Saben temblando, se amontonan en l' OSta encontranín b mue ne. El ejér­uno a uno que probablemenre en a c d' Los portones de las lanchas

, 1 con las armas carga as, d cito na7.1 es espera ' 1 de qut: muchos de eUos pue ;\11

se abren , lnmedi~t:lmel,lte" antes l.n~ u:~mo un torrente de agua. Aquí la salror, reciben el tuego IndlferenCla

l ~ o En el relato de Spielberg, el

1 " e cuent:l e numer . , cantidad es o uruco qu " 1 .. ' 'o -I',-do 11a mandado el sufiCIente

d .• ' ólos1e elercl "... ' desemb:lrcoten raexltOS "1 'd .. d de disparo y recuga

b sobreVIVIr a :l cap3Cl .. número de hom res p:lr~ d' "emos con horror cómO eso

. ' d qm 'nes les lspar:ln, v' de las mUlllClones e t:,.' dis aran en tromba, los aliados caen en es todo lo que! cuenta, Los nazIS p 1 os p"'rden la vida, El hortor es

1 11 - lalacosra mUCl .. el avance. A gunos egal • ., Idados no son seres huma-, os creer quC esos so

mn intenso que quernam 1 'c 'l11idadcs de guerra, cantos ro-, " que son so a!llCnl ' 1

nos, quernamos cree, 'bl ' d ' f'rcntes por completo los ullOS a os cladosdc~peñá\ldose, II1sellS1 e,s,l11 1 e los han enviado ahí, cualqUiera otros, También los !llandos 1l1lhtares ~ue . " ,as de ,norir máquinas de

, rlo asl' l11aqu 1 • que sea el bando, qUieren cree, r.~ /~ n e¡'cmplo de utÚl instimción

e tando cosas"~. = tcste U 'd 1 ' matar,« osas Ola , _ la:l necesita Ilutrirse de una I eo ogla que, para ser eficaz :lhl, en esa PI Y'_' . b de pensamientO relacional. "1' " gar cua ql11er atlS o • I1ldlvldua Ista, neceSlra n • 1 'os haciendo la guerra.

¡dados son seres luma!. Sin embargo, esos so d ", ,c,'ón humana conformada , 'fi ecisa e una lnStll,-

Esto slgnt ca que se p~ , uilución de roda forma social que es por reglas para prodUCIr esa anlq. do I-s person'as que inte-

" d ' lte Muy a menu ," el e"rerm1ll10 e un semeJ3.1. .' interpretan los conjuntos

1 'é' ndo ponen en practica o 1 gran os el rCltOS, clla . d (§3 ' -§4 ) deben pasar por alm as de reglas que dan forma a s,u VI :l . .1 a, de hecho los cOilstitu­condiciones sociales, e~ decIr relaclonales'd

que é pasó en Normandía,

, ól o imentnse enten eT qu yen. Pero SI ua a.n~op og , . descripción (o una teoría o un cómo fue eso pOSible, y constnm aSI una'é' (§3h-§4bl sólo podría

1 'e Ha de esos el rCltoS , modelo) de comportallll 1. . ente de relaciones sociales hacerlo persiguiendo todo el COn1untO pernn

2. Verrip!>' 2004,150,

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Page 42: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

que, como una tram.l, tucron anud.indose hist6ncameme h.l~ta con­!luir en la acción del desembarco. Un alltropólogo trúb.:J;a persl.s:uie/1(/(J relaciOlles. y WI1 ello cm,dltcib,dose hilÓ,l la totúlid,Jd mJs o menos mte1(rúdJ de instituciones sociales que, p"est,:¡s 1.'11 rel,lciól1, mtert'ie11CIl en cada episodio de la vida.

En eStc oso. la dificultad consi~te en aprender a mIrar la vidJ hu­lIlana traduciendo 1:.1 acción en relación. Pero utilizar el ren~amlelHo relacional para ver a los IIldividuo .... jumo con ~u~ relacione .... puede ~cr muy difícil una "eJ: que !oC no~ ha enseñado a comprender que \I\'Ir c, ,'Ivlr un de .. embarco.

Tercera dificultad. tas mstituciolles 1U) estall SOlilS

hos elércitos necesitan forlllas con\'em:ionale<; de .llll"tad y camarade­ria, formas convem:ionalc~ de enemistad, forma, tecnológkas hisrÓril;.l' mente cread;li. arma .. , forma .. de Interpret3,,:uln de la .. relJciolle~ de la f.lnlllia con la lución y con el e .. tado, forma, de com:ebir la rela..:¡ón de lo~ hombres con la Illuerte, con el .. acnficio. con la vergiíenJ:a. forma, educati,·as, formas políticas y de Intercambio cconÓnm:o ... Entender el desarrollo de esta~ form.l .... por mecho de l<b cualc~ un conJunto comple­jo de instituciones en reLlCión confluye en I'~a acción de guerra es de,>­plegar el pensamiento relat:ional que conlleva el concepto de cultura. la tra.m.l de la cultura. Este pensamiento rel¡Je/uual que se opone ¡J la idt'o­logia iudiL'iduJ/isla recibe la deuomiuJci617 de holismo. b holi')tico el modo de pensa.llliemo que hu .. ca ret:on .. truir una rotalidad de relacione, entre personas e tn .. utucione, para entender en qué consl .. te un.l fono.l de vida SOCIal '. Renuncidr dI hoh .. mo es renunciar a 1.1 tarea :ulIropoló· gica, y el primer paso para hacerlo es desprt'nder,>e indolentemente del concepto de culturJ.. E..~ incieno que entender ese conjunto de relaCIo­nes por medio del concepto halístico de (.·ultur.l pueda contribUir a Cdl1l­bia.r lo que aquí es c'enClal (al menos pAra mí): muerto .. }' mis muerlo ... en cada desemharco de los hombre\. Pero lo que c\ seguro es que n..lda entenderemo~ .11 margen de ese concepto holístico de r.:ultura.

1. l.oUlt Dumonl h.1 rellr-xlon.ufo ~ohre 1.1 t:~nn.i, hl\l<Íri.: .. tic la IUeOIU!lh irll,h­'Hlu~N.I en un ':""Iumo ;&ml'ho Jc IOMuooo"n que .;ontijtur.ln nue-uól. mnd .. m,J.aJ (.:nmo ti mer,;¡Jo liber.l1. Ilue.ua~ IO\III1"lnne\ rclIKJo"",,>-. o nut\ttJ, m\ucu.:ume.p"lill­.:;u). , Iooor .. la rcl~,,'m Je b '¡Illrol'ulogíól. ':"0 1',101. 1dc: ... l<1{Úó1. mJl\ ldll.lh.13. Lo h.I h .... ho en l:.n$J)'Os ".1,", ti mJ,.,sJlfiJlJw,o (198'). [loe Ir~hól.)o dI' Duml)[\¡ rueue .. nlende~ como un d..urrollo de 1.1 ohra de \1.Ir.;ct M.lU~ PI)r e¡empln, \b~" I~"~ [1'11111. l 'n de ..... rrullu m.lliudo Jela d, .... ,...,d.ld ue 1III.lhd.ldn y enfvque. hoh,"~(", puede en'Orlrr .. r· ...: .. 0 DI,u J~ R..>J.l, !O(H.

.6

H , LLAVES

f[ pen:.anlien to rcla.cional, holí:'Itr.:O. es pellsa.nlle~(~I~:~~p~el'¡~C~~:~ - t1tuJ de conOCllmentO que pue e ~ ,

~ Je l\u"oUo,> una aCI

. d 1 b,¡rda ",mrlificación. CualqUIer SlwaClon .- OtqucnOloacp e a . _ '1 1 JJrno~ P . _ desenvueh-en 'iU at:clón pone en lueg.o mu np e .. en la que \a~ per.,~~as ,t~das ellas incorporan formas convenC!onale~. (,cJ.la'> dl' lIl,>ruUClon,) d mm.ld formas de parentesco. formas de: 1()fllla~ culturale!.. Formas e a, t : idcolo<>ía lorma~ de fabricación

.1 • forma .. de conOClmlen o .. t' • 'b cludaual1la, 1 "on 1" naturaleza forma, de IIltercam lO

1"· rara re a)lonarse c..' 1 1I~r.:no oglca d n . d ClSO concreto. constituyen la comp e-ecunÓlnlCO ... To as e as, en ca a • \ 13

!fama de la cultura~.

r

\ \

\

e J- 9 llolismo no Imp[¡c.l "huen funr.:ionamienro" ./1,1 IV •

D· t1 de Ia.do b tendencia de Kluckho~n Y "rocber a _ ('Ian o (. a import.llltl,>lma :td\"encllcia

personahlar 1.1 ~~lrur:t, -,(a e~ lln"ito holístlco y IJ idea de una contr,lla conhl~lon entre e~ropo 'stadamente 1.1S una'> en trJma de 1I1~titu(lolle .. que nClOnan al~ ~ de rdojerí'l.

relación con Ia~ orras, como un mccam~mo

od' d d ue <.e derl­La dificuhad no sólo estriba en la. namrallllcom

I a q . \"a de esta forma de pcns:u. También se debe a[ hecho de q~le. ~n nnn,~~tr~

1 f '-reta de nue~tra COIl",,,e • mundo contem~or.inl'o·ia~za~:~; ~:~~a~ la~ actividades, InclUIda la caractenu por a espec .. [os enrre las persona~. \'i\'!­de produc.ir " organizar parte del~s VIIlCU d e funciona en cierto mo!'. en un mundo espeCializado ~ ragmellla o qu d d fi . , modo como un;,) ¡,;adcna de montaje. Cada espcclalista. h:\ e be 11Ife:~~

d b Hemos aprendido a ¡,;once Ir nu preCisión el ohlcw e ~u tr.l·:\lo. , . ]'. d

d " 1 ,omo un mundo admlllistrado de forllla espcCla 11.a a.

mun a 'OC!.l

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Page 43: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CUlT'JRA ANTROPOlOG'" 'r OTRAi TONT(~I"S

Ordenar los mveles de polución atmosférica e~ cosa del experto en 1l1~ dio ambiente. oruenar la vida de lo!> .lncianos desamparados el. C05k1 de exrerto en .. asuntos socIales» (como ~I la polUCIón no fuera I3mbién un "asunto social~); ordenar el ~io veraniego de lo~ chavales de una escuela local es cosa del e~perro en "edw.:.1Ción}' cultura .. (como si lu· '-;I<,untos sociales. no fueran también .. asuntos educatlvo\ y culturales,,). El pensa11l1entO relacional obliga a comprender que por detrjs de estas especializaciones ha)' una trama cOIl1!in, la trama de las formas de b convivenÓa. f~to tiene do" repercU'.,ione~.

En primer lug.lr. Itlduso ~i c~e .lyu11tamiento concrelO ha separad(l el mundo en ··medio ambieme M

, ,·asuntos ~<.xüle~ .• y :lsunros educallvo~ y culrurales». nosotru~ debemo,> bUSl.:ar la~ rcl.u:ione\ entre esas esfer.1\. El concepto .1ntropológico de cultura 110S obliga a hacerlo a~í, pues en este concepto nad.l hay que nm lleve .. u poner que emiar :l lo~ mños J un campamento de verano sea m<~s cultural que regLunentar ~ohre la .. eml\ionc~ de CO . Amha~ acciollt.'S son Jcciones humana~ con form,l cultural.

En \egundo lugar, wmo ya ~e antlCipa en eSle eJemrlo, es preci~() mantener con comtancia el rigor de nuestro concepto anrropulóglCo dt.: cultura (S3a-§4il y §3h-§4b), Y mostrar sus ventajas para ayudilfllos a comprender el mundo. Esa es nuestra tarca como anrropólogos. En un mundo de e~peciali~ta~ 110'0Iro\ 'Dmo, precisamellle lo~ espcciJlistób en !tometer a critica roda d.1sc de e~peci.1lizacione\, cuando eHas pretenden. cada una por su lado, domin.1r la mmple¡idJd -nada espcciahzada- de la vida social concrC[3. El tt!CIllCO nllllllClpal en .cducaóón ) culrura·· U\,l de hecho el concepto de "cultura9 para distingUIr \U .ll.:I.:IÓn de la acción del tél.:IlICO municipal en _medio ambiente". pero nosotros u ... unos e~ con· cepro para comprender la a¡;óón ;,(Xial emprendida por ambos técmc()s. y más 3ún, por cualquier Otro \er humano en cualquier ~ituación ~oó31.

CII,'rla difiCII/tad. Estmcltlra es prouso es est",ctllr.1

ESTO te t1.lbd pas.1do: re qUieres llevar una lIlstant<Ínea de tu corredor favorito en el Campeonato del Mundo de AtleTismo. pero has olvid.1· do aJu')tJ.r correct.:¡mente la \elo..:idad del abrurador. Tiras la foro y al contemplarla ..:ompruebas que ha salido movida, La gracia del asunto e' que. lIlcluso ~l la foro hubiera salido con Ulla forma nírida y definida. tÚ no creed IS que c')e corredor estaba qUlelo cuando lo congelaste en ni

Imagen. 1· 1 mundo se mueve. la \"ida ~ocial tamhién. Cu.mdo lo detelll:­m(h en lila Imagt.:1l s.lbemm que e~a imagcn nos ulre-Ct' una ficciótl de t!stabili lúd. F\.11ll1.1gen no mue~lra <;610 a tu I.:()rredor f.I\'onro. ~ino 1,1

86

p

HIS llA\ltS

/ t 'Ótl J' el corredor . I fa t'e/ociddd de tu II1stmmcnto , (! cap Jel

rel,'Clón ell re

t'tI ",ol,jl/lletlto. f I 'er uso del concepto de culmra I.:omo bta dificultad a_ ec(~ :l clla 4qu~.1ra nsar en eMe problema e" pre­

in~trut1\ento de dC'ld· o..flpl..lón (S )r·r"ha!:nte relacionado .. : I:J. noción de d . citas a os a~llnlOS e~ l d'

¡':I'0 ar vu .a a ensar, sllllult<Íneal1lentc. en forlllJ.s Y en ..: IOtem os, ¡,:ulru ra obltg. I P bl pensar \unultfine:lmcl1te. en procesos (o 1.1 nociún de- cu lOra o Iga a '.

. ro.) y en e~trtlcturas (o l1lSt,lmanea~), t1\O\'1I11len ~

r

\

\

I

e / Ir) U,ta defimción exce"iv;1n1cnte est.itiGI .I/dl ro '

I;~ta dellnll.:ujn meior.trla mucho ... u~rituyellllo 1.t nocIón '~~ ~~!>C . l" 'n.1a forma en monmlentO M

• ,

I.:n~t;thzada,. r or ,1 n<Xd

.0 • • \:¡ crítica del fomwfis"'o. l' ' abajo cuan (1 te mue .. trc , ' .. LI1ea~ ma.., 'd,,,cu~i6n ~ubre los lilmles de e~t.1 noclon enl.:ontr;lfas una. , .

d.nantIC.l.

de ¡arma es hl1ld;unental p3r,\ concebir el Pue<;tQ que el conceptO decir~e ue cultura e~ un' concepto

conl.:epto de culmra (S] \ S4) pl~e~~ d f qrma<., y ~u vld.1 ~ocial una ~stétil.:o, El !tcr hUltl.lnO es un ..:reJ,1 nr e .. o . "n .. ,,-nrra sometida a

( e tO a creaClun \C... ... ... ¡;rcaClÓn. un ane ¡¡¡,:to .. omo • ti..' ;lna con ~lInp\itkar h,l'>t,I limitaCiones c 'll1po~lh.hd;ldc~. pero n.1 'dJ ~e g .' an la forma o..:ultural'. c:l puntO de creer que C<'13<; hmlt.luonc~ t.:termm

Page 44: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CUL TUR .... ¡/¡NTROPOlOGI .... y OTRAS TONTEIlIAS

Esto lo saben muy bien los arqueólo os D y encuenrms una piedra con un f g . as un paseo por el campo parece intuitivamente q'ue e' f a orlll~ que te lIa01a la atención. Te , sa orma eXIge ' .' d ' que no han pod;do ,et ' prlllC!plOS e orgal1lzación

puestos en Juego s '1 I f . Sospechas que puede ser una punt:l de ri o ~ por as uenas geol,óglC:ls, habrá. hecho falta una socied ctl .ec :J y que P?r:l su fabricación sus códigos comunicativos ya lUmanalco? sus capacIdades simbólica~, '6 sus recno oglaS Usando ' , d' ,

CI n arqueológic:J te p 'lrece que 'd' una Vieja IStll1· 'd " eS:J pIe ru no es u ' r. d el o por las presiones de 1, ,'c' n geo¡aGto, pro u·

I rra silla un arte' t . d 'd entorno con cultura. ' laG 0, pro UCI o en un

Cuando se mira I.:l vida humana'" 't""e' d I .. . ... ... s e concepto de I notalllOS Illmed13t:unenrc que cl d CtI tura . concepto e form '1 l' SI previamente consideramos Ida so o es apre lcnslble en el capítulo 21 E . e concepro e práctica (véase el cuadro S

. s precIso poner en práct" I d carnar esas reglas en aee',on s . Ica reg as e alguna clase, en·

e concretas para d'l f I A dar lugar a un conjunto de forma "b' ,r orma a a go. IIles de como contenidos estables esrr:l~'~~~: percI Irnos con nuesrros senridm cha~do en formaCión haci~ adelante ,sl~~~ntas de flt;chn,' atlet3~ ll1ar­COllJunto de prácticas que, d 1

II - gentes socmles producen un

de esarro an como ptO ( "

e las manos regulado, e . .' . cesos mOVl1menro~ n instituCIOnes tec 016 ' . . cuerpo "gulodos e . ." d n glcas, 1110VIl111('l1tos del

" n instituCIones eporr' 1 e f ' tural de /0 vida J / ¡vas. Ita qt/ler producto CIII· lija de I/uestra c;:/:;~;a, ta y como s: 1105 muestra detenido en fa foto que IJllyamos c ./§4) es, ~lIes, /JIdepencliwtemente de la lIitidez

. ?/Iseglll o en esa Image/l. Ulla foto movida /lila r. 1105 pIde exammnr 511 fl/ente m6vi/ De I . " ¡oto que de e~e producto sed inevitabl . o c?ntran,o, nuestra Impresión escriro Gerd Baumann: emente una ImpresIón ficticia, Así lo h,l

Si la culmra no es lo mismo qu J' b' en absolutO. e e cam lO culrural, entonces no es nad.l

La culTura, en ~u [ ... ] acepción que d' d ' no es tanto una máquina de foto . po Tla.mo~ cnO!l1mar procesual, dad, un recital hiSlóricame "copia: c~rno un concIerto 0, en redli· la actUación ,. nunca pued .. me ldmrrovfil~ o. S61~ existe miemra~ dur~ . .. ' ... que arse la o rcpeors ' b' slgntf1cado6• e ~m que cam le Sil

Al reflexionar sobre el concepto d . JI' e~ras difíciles relaciones ent f e cu rura, a Idea que tenemos de

rrucrur:¡, conlleva irnponanr:: c~:~~::~e~~~'1:e~;~~~ ~n~~~í~~:;.cso y es·

6. Baumann. 2001: 41.

90

SEIS Ll .... VES

Oc rodas estas consecuencias, la más peligros3 es la que conduce :\ lo que conOcemoS como reificación o esellcializaci611 de fa ct/l11lra. Esencia lizar o reific:lr la cultur:l. es cnrg:lr la!' t1nms del Indo del cont\!­nido o la estructura como si fueran completamente independientes de la acción, obviando así I:ls acciones que, en cada situación, conforman la vida social, el proceso. Reificar consisre en creerte la ficción de que, cuando miras la instantánea con el atleta derenido, el arleta.e!>taba de hecho quieto )l.así hu quedado para siempre. Reificar compona ignorar la actividad hl/mana que genera cada producto de esa nctividad.

La relic3ción es l.J aprehensión de fenómenos humanos como ~L fueran COS

35, vale decir, en términos no humanu~, o po~ihlcmellte supra-hu'

manos. Se puede expresar de otr.l manera diciendo que la reific.1dón e la aprehensión d" los productoS de la actividad humana COII/O ~I furran algo dlsttmo de los productos humanos, como hechos de la llaruralez.a, como resultado~ de leyes cósmicas, o manifestacionrs de tI voluntad

divina ~ .

Cerd B:mmanr1 t:l.Inbién ba escrito, con razón, que «conocer lo que implica este término \reificación\ [ ... 1 probablemente sea el paso más imponamc parll convertir ti \lIlJ persona en un científico sodal,,~. R\!ificar es analíticamente improductivo porque no cnca¡a con nuestra experiencia, que es experiencia del movimiento. Además es éticamente peligroso y políticamente dañl110 porque, al reflexionar sobre IriS socie· d::ldes bunl::lnas, lleva a pensar que sus formas regladas de práctica son esencIas detenidas en el tiempo, y puede Uevar a condui~ que así debe ~er para siempre. Cm11ldo se sostiene esta idca desde la perspectiva de una "defensa de la culmra .. es evidente que lo que se está defemlicn­do es la persistencia de los conrenidos de la cultura por epdma de las personas que, en definitiva, dan forma" esos contenidos; ta~ personas que los ponen en práctica de formas variadas en cada nueva acción que emprenden. Est3 idea se encuenrra en la base de un conjunto de ideo­logías que defienden la pureza de las culturas como cosas ;ndadas en el tiempo, una imagen que se resiste a aceptar el movimiento Y que lastra a la~ personas con b carga de tener que mantenerse fieles a la ficción de una cultura parada. Los nacionalismos de toda índole (no s6lo los que estamos acostumbrados a consider:lr como tales, PU\!s siempre parece que los nacionalistas son los otrOs), llevados a veces hasta el extremo de la ideúlogra racista, ~on consecuentes con {'sta fiCCIón.

7. J.l.crger v Luckrnann, 1'1K4119ft71: 116.

8. BJununll, 1.001: 1(4.

9 1

Page 45: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

Pero no basta ¡;on eludir e\[a fiCl,:lón, por atraui\'(l que nos parelLa h.lr.:erlo. Tamblen ha}' qUe eludir b fi..:ción opuesta que lIe\'.l a comldl' rar que las forma!> ..:ulrurale\ ~on puro mOVImiento ~In andaJe. f\ra otrJ cxagcración ~e llama {ormahslf/o }' (onduce a cO!l~ic1er.lr que una (ulru. ra e~ ~ólo un.l pura form.lmóvi! (¿..:(Ímo puede 'er e~[()?). UIl.1 torm.l t'n J.¡ que poco cuent.1 J.t (orm.1 ..:qrlr.:reta que <;e con~rru,~e en el prCk:cso, El ah~urdo de e<;ta idea la h.lee pr;ictú:amente inexplic.lble. h Cierro: el '>1;:'

rior qUe hrzo es.l punta dl' t1e..:ha la hiZO en un tiempo h"túri..:o ~ biogr;i. fi¡;o. e identificar por ranto su ~culrura'> Con ~Ia culturJ dl'la~ pUnta~ de Ik'Lh.l es seguramente erróneo (nr todo lo que hiZO t:~e hombre \i('mprc hu:ron punr.15 de tlechJ. m \on punr.l~ de fJechJ toJo lo que hll.'ieron .'>u, \eOlCJ.lntes en su momenro hr\tórll,.'o), Por eso no podcmo.'> etiquetar sin lII,h b cultur.1 de I.:ts puntas de fJech.l~. si es que 110 .'>omos plcn.llllenre com..:ielltc\ de la ~'cJol'idaJ .1 J.¡ que herno!> fij,lJo nuestro obtur.ldor. Pero. pur otra p.lrtc, lo qUl' hilO cse ~elior es /lila pI/lila de flcch.J, no un frigorífico o un \'e~tido de nO\'la. Al ser rel.ltml ti Il/1a prJaic.J concrel.l. c,ld.J forml1 cultllrl1/ est.i l'il/Cl//,,,II1 ¡J .J(r:ZI/1¡J clase de contel/idu prJcliC(¡ y e,lO\ ¡,:ontcnido~ ~on rde~'OlJHe~ J. Jol hor.l Je comrJerar J.I~ relacIOn(:, quc lu\ .1g~l1Ie\ ,oclaJes manticnen emre ~í r con su mundo.

EJ wncepto de cultur.l irnphu forll1J.} contcnido. prO(e\o} e~truc. tura. ¡.:.lmblo ~' ,,:oJHillllld.1d ~. l.J da\'e p.lra conrrol.1r eM.l\ ap.lrenlC\ pOlrolduj.l\ e.'> pr~l.lr atenLl(ín.l llIu .. srro enfoque, no ~610 .11 ohJe;:to qUl' cnfoL.HllO\. En el ni\eI de e .. i~tclll·I.1 que hcmos dl'\lgnado COIllO S], 1.1 ..:ultura e\ un prOcesu de (orllla\ ..:alllbr.1Iltes, pero de e\.l\ (omas con. lrct,I~. 110 de cu.1Iquil'r forllU; cn eJ nrvel que hcmo\ de~igll.ldo com(l ~4 la cultura puede olp.lrecer dC~Hit.l ":01110 ~I eHuvicra detenida en el tlcmpo,

P.1r.l conjurar Jo~ fIt'~gO\ qUe conlJe\'a la vJ.'>ión l·~enCl.:JIJ,t.1 de J.l ¡.:uJtur.l, dl\'~rsos autOres h.111 ,ugeriJo que dejemo, de u\J.rla ":01110 un ~u~rannvo ~' que de/clllo, .1'¡ Je 1II\lt.1r .1 consider.Jrla ulla \lI~taIKr.l. En Jug.lr de esto. HCrn ":Oll\enlenre usarla como un .1djCtI\"o, de m.1-ncr.l qUe no h.1hlcmos ya dl' . J.-. Lllltura _ talo cuaJ, SIIlO de proce,os o in\tirucione\ culturale~I". 1.1 rntend6n es e\tupenda, de~Jc luegO,!oi .J'¡ ~\ Ita mus qUe;: Jos fan.ílico'i .he~rneJl en el nombre de una cuJtura rejfi­L.lda. Pero tall1~ién ha,\' que dccir tjlle el u~o dd adJetivo. cultural c~ un plconasmo CU.1nJo lo uriJlZarno~ rndJ\r.;rinlinadamente. DifiLillllCIHI:

~- FI d("t>.ItC' ""!>ro: las "'''-le''l("1 de ".Inrf>u. ) .:onunu"Ld ("n . nrr"roJos.J ru("J(" dlt I,..t~ muy !>~n ~Q b k..:rurJ d(" C'o!<>5 J.)t Inl<n ~~e"\'(}5: \nmh. I~¡'¡ 1,,, 11 ndl l~li4

10. Por qcmrJ", GJtÓ.l C.tn.:. nI, 2004. J9; (,~rdJ L~rn~ :!OO~

,

HSlIA,"iS

d tle O era universalmente, H.lhbr df'

"eJe cualificar algo una cU.1lid.l

1 q. . P,t'O hablar de la .per~on.l hu-

r lila eloClle a" r, LO p" )(('~()~ c:u rura es en, 1 b 1 , . pues no ha .. per~olhl para f so ·1:1le\ en .1 o s. ", - < , -1 'n;1' o de ··Ios actores r.;.. 1 omportalllienlO hu,,;lt1 rila . do el adJenvu ~ lUmana_, c la que no sCa apropia .,' e<,Co!;¡r ~in forma cultural. que no !loe:l "SOCial", o acción t"c,1 o morfoIÓ<>ico. LI trnmp.l no

d ohlenlJ "f.lma I • t' _ So \e trata e un pr _ ~ d" " s- s,"no en Ia\ IJllenClone~ - t 'os 0.1 Jen .. o ..

t',t.l en I.b p.llatna

.. - .. ust:n 1" . r len ua ha .. mfinidJd de palabras que J.¡~ tiñen de sen.tlJo. En tl~ql~:~s se ~ctlere~ a realid,lde, Juümi­que, ~iendo sll~tanrl"O~ m.or O g o~ • roceso~, ~c3mhi()., .. fug:" H~t­.~~ ¡,:ambl,lIl(e~, muda~les, .- uemp , PI. El orden de \lgnifi":3clOn

1,. .. ,. ,- ~ 'Irrera. ~a ro, 1110" •• pr.ktica". ··mUSIC3", L.. " odeJo excelente p.lrJ pemar de e\ros \u~r.lnri\'o .. es, p,na 1111 gU\to. un m

~()hre el stlst;1lltivo ~ctll~lrr· Ir r 1 fr'lJl~porta rie~go)élrco\, pero tam-i\ Idea esenóalista e a Cl! u.. d prát:tKa que lIe\'.lIllO~ .' ,. l\tJ I-l~ tormas e

hlén lo h.Jce la Idea 10rm;1 I 1"·" p~rte fund;lITlental de nue\tra ' da ~oua ,on una .. . d

J C.1DO en nue~rra \ I • 1 Y la or""llIL.l\:It'm ml\ma e mo ~ere~ lUrnano~. to"" .) ex .... ·riencJa concreta co ona de nO\ClIro~ nH\mO\ ,.. "( O 'Iu\"e nue~lr3 mem d

nUe\tr3 t"pcnencla que 1 l , . . d 1-, ,eg1~s cuhuralc\. e~ eelr, t" rr Jcu(a e.. • radica pre..:¡o;,lmeme en nue\ • .. a.1 poner t=n luego e,a~

d nlle~tr.l experrenCla 1 en la forma que amos a d "d has ~,'n.1do comer carne o~

lo hrgo e tu ~I a d regla ... Imagma que .1. 1 p,;,.tica se considcra peGl n, o (( rno ~OLI,1 e\J. ,,'-viernc~ porque en tu en J d d' 'n verano. 1:1\ puerta,

-d en un cntorno on 1:. t: F Im.lgma que 113~ creCl o . _ 1 persona!. ocupan 1~¡.:.llk', _~as de Ia~ ca~aS pernl<lne¡.:en .Ibrcrtas y a!.-. 1 ue tÚ entlende\ pur

" "1 d . 'Ión comtJTuyen o q d forma~ cann'nelona e~ e .lU': 1 h.1 de ser rorllltls 111 el hedlO e . . , . , y 111 e ec 1(1 /' \lda,la \'Id.J que tu \I\C. r"'t~me<¡ cuando te rfl:oncxe\ a f 1 hale mcno, 1m .. -d ser C01ll'('1/CI011<1 es as . e ha~ .lprendl o J. ,'I\"lr

' 1 de la. ml,m.l m,lnera qu 1I mi~I1lO. ~.lrurJ. rnenre~ • d der a \"Ivlr de otra torma en .1~i en esos enromo.'> ~ocl.lle,. r ue cs. apre, ~',one\ carnl'oicn. quc carnl'olc

b1 que nh cOIl\ Le . otros; entonces es pOSI e . . que con todo ello pa~t'~ ." d . hlen m~ JpctenLI.l~. y _ tu ~ell\lbdlJa ,que lam - Entoncc~ e!..I' nUl'\'aS tormas . '. de otr I~ maneras. , . . .t enntormar [U aeclon '., . . econOcerte a 11 mis-

b' dde llfiooon v pasaras a r ~edn nuevo~ o Jetos e In., d' .Ira siempre en la pul.1 de \us . d 11" Nadie C't.l ,nr.lp.1 o p. • d mo a Ifa\'e~ c e as. ' f d 'r,'ón no !.on mero~ a orno~, . . . o t'~[a, orm.l' e al,- _ torma., de aCClOn, per. .' _ -fi "nte, que n.\I,b tlcnen que [unterla\ m\lgm l .. hagalda, de qUlta y pon. d. h"nlano no~ recono..:emo\ y no,

t'\o,otro~ CJ .1 '-t:r • \'er r.;un m"otros. , 11 t,>do \er hUll1.1ll0 c, .l~en(c

. d ell.1\ Por e (1, aunque 11 'entimu~ a (r.n-es e . 1 . b" que der.;ide rea!J/.lr en ea,. ". 'de U\r.;Olm JU., . .1r.;II\:O de \II~ pr,lctlcJS ) práctu.:.l., eUllo.:ret.l\, 1.'I.1~ mi

h ' I1ldderente a 'u~ d d 1 III1lAun ,er umano c" . . de .1c.lh.u. p(lr nw 1U e a d n -lte,ar de un pluma/o, .J TIC SAO \cruee ..

.,

Page 46: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

----------------~~

CUI.TUR/\ ANTROPOLOGI,., r OTR¡\S TONTfRIAS

imposición violenta, con el semido que cada ser humano concede :1 su vida. La introducción de meros cambios {anuales en las formas COI1-

cretas de vida, por ejemplo, por medio de legislaciones eneriores :1 lo~

mundos concretos de las personas que se ven afectadas por ~as legisb­dones, está abocada al fracaso,.y a veces también a la violencia.

Lo verdaderamente difícil es considerar que roda foto es una foto movida. Si subrayarnos la ficción de estabilidad nos equivocamos, pero si subrayarnos la ficción del puro movimienro también nos equivocamos. El ser humano es agente de cambios culnlrales, pero realiza esos cambim partiendo de :l!g(m conjunto de prácricas aprendidas, no en el vado.

Cuando juegas al fútbol, pase:!s desnudo por la playa O fabricas una puma de necha, produces formas culTurales, Y. hasra cierto punto, te encuentras sI/jeto a una tradición cultural. Pero al hacerlo puedes C:l1ll'

binr las formas, sLlli l o radica lmel1te, y eres por ronto agente de cu lrura. Eres, en consecuenda, sI/jeto y agente a un tiempo. Cuando el ejército te envía a desembarcar en lllla costa, poco margen te queda para mOlli· ficar la forma de e~a acdÓn. Ahí estás, sobre todo, sujeto. Cuando te ve~ incl1l1ado u oblig:tdo a cambi:tr las formas de tu vida a cada paso, poco uso puedes hacer de tu memoria social. Ahí te comportas, o quierc, comportarte, como un puro agente que puede llegar a disolverse en ti incertidumbre de \lila vida c:treme por completo de forma y, quizás, dc sentido" .

Q/lil1ta dificultad. ¿Dónde está la wltura?

Mira a tu madre, a tu compailero o a fU jefe: mírate a ti misma; mlrJ la casa que has alquilado o ese mueble que acabas de barnizar. ¿Dónde está ru relación con ellos? El lugar de la cultura es el lugar de esas relJ· dones. Como l:ls rel:Jc¡ones son invisibles, la culrura parece inexistente. Pero niegJ la exisrencia de esas relaciones (con sus formas) y negar;í~ tu propia existencia. El concepto de culrura incluye esta dificultad: h(lY que reconsiderar lo que entendemos por mirar. De lo contrario, quizá no veamos l1:ldn.

El {ligar de la cultura es el lugar de /as re/aciOlles que los seres {¡ullla-

1I0S mal/tlenell eOI/ otros seres hUIIIO/lOs y eDil los ob;etos de SI/ ml/lldo vira/ lz , Esas relaciones tienen form:l cllln¡ral, forma cOlwcncion:J1. Ver

J L ef. l'I:II.II1\¡IIl, 200.~. j 2. El lugar de 1:1 cultura es un vicjo prohlem~ r~ra 105 antropólogos. Theodorc

S~h" .1Iti' lu ~hotdó rnon0l:lr.lficameme (J 97S). En b antropología de las "hun,'$ dé~aJ.1'>, este rrohle!l1~ ha >ltlu tund~nlCnral en b cdl¡"a de un concerto de ;:ulrura CH •. ldo en

94

SEIS ll.o.vES

> pues ver ul1univcrso concreto de relaciones, ver lo que no 1;\ cultura es, , , . o" ve y sin embargo eXiste. _ al hueco entre las sustanCias de .~ l I Y verla es mirar Mirar a cu mra, " l epa" pero las ordena con

. arente vaClo que as s ., . 1" ,·¡da 100rar ese ap d u,'a o,questa su SOnido canta ,, ' l' entosgraves e , , . SC!lltido. Co~o os m~trum veces casI inaudible para quien 110 nene

Por detráS, nerno, distante, a I base <;oportnndo el edific~o de la d . pero C:lIJt3 en 3 , I

un oído entrena ,0, d d arte de la casa que los obreros OCtI tan múSiC3, cimcntá~olo es e esa p

b'IO el suelo al lev:mtar su °dbra. I es o"entar lluestr:l mir:tda hacia . . d d I epro e eH tura .

L3 \'Irru e conc b . tal concepro reah:t.a en nuestra . resoe!traaloque. d

13 ~ relaCIones, Y po l. "10 el fogona'lo de una rom3 e .. d 1 undo es umlnoso co I l

comprenslon e In demos ver de un solo_go pe, o . . G,acías a este concepto po , cOllclcncl3. "

que se representa en la figum 4.

las relaciones que las

personas mantienen

entre sí

las relaciones que esas personas

mantienen con los productos de sus

acciones

Fi/!ura 4. Relaciones.

\as relaciones que esas personas

\1l3ntienen con sus propias acciones.

.. " L" comullldadcs hum.m~. (Cupel y FergllSon, I -nad;¡s ¡rome,,,,, u

el mterior de iIS ,m3);1 . por elemplo Bh:lhh.\. 199~. 1~921. Y. deSpués de este teXIO. .

95

Page 47: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CULTURA, ANT~OPOLOGI ... V OTRAS TONTtRIAS

Cuadro 1 f. El fogonazo

Boas, 1.930 r L<l cu lnlm conrienc todas!' 'f ' 'J d as l1l<ln l estacIOnes de Jos I 'b' socia es e una comunidad J' la Itas ser afeerado por los hábi~ , da~ reaCCIOnes del individuo al productos de bs actividad~s huem;rupo en el que \'ive, y los determinados por estOs hábitos (K~a;2):1 tamo se encuenrran

Quft<lle el desequilibrio hach b «d '. poco el énfasis cnl.::t id~a de . cternd""daclón», y réstale un

. " «ComUIlI a » y te queda un::! defimclOll de lujo.

De manera que no hay cosn que una v de cuhura, se nos ,)rese!'" y ' J d 'd ez tocadn por el concepto

, ' a <lIS a a e CÓmo s· d' ( segun reglas), y de quién la prod ' ( e pro UJO una acción

H 'd uJo un agente SOCial) as loa la ferretería a compmr tor'JI Ti .

glar una meSa. Lo normnl es lle al 'e ni os, e ?:J~el1 falra para arre­deténre un momento a com q J J omprarlos.te IllTIltes <l US<lrlm., peru

b" emp ar os COIllO qUIen J su lIne. Son cinco tornillos 'd" p contemp a un ctl<ldru d i enncos ara \'(;'rlos t - 'd J

e cultura basta con un sencillo '.. a raves e eoncepro ¿Para qué sirven? ¿Cómo s 'E mOVimientO mental: ¿quién los hi.>;ü?

on, s entonces Cll:l d . mente aislad:ls nos incim" , v . ,n o esas piezas aparente-

. ,er un universo de f J ' complejo COIllO quemlllos. armas y re aClones tan

. Esas cinco piezas Son tan parecidas entre sí dUleron en un sistem'" d, '" '6' 'h' como los clones. Se pro-" ... el n unposl epi , gun:l mano podría h"',-p,'os, " ara a mano lUmana. Nin-

"........ an Igua es entre .' S Jcción que ha de combin" . SI. e trata, pues, de Ulla

- necesarramcnte el trab . I senador con el tr:¡ba,'o de ,. . aJo lllmano de un dl-L una maquilla mO\'lda l-

a relación entre los SU,'''O" q " < d . ,por a gun ser hum;mo. ~ ue l.lnpro uCldoe' . ,

es, pues, una relación mediad .sas piezas ran ldenrica~ no es sólo una mdql1lna o <l ~or lJIdl aparnro Illdustrrnl. Ese apar:l[Q

un conjunto e n¡dquin d 'd como Jos tornillos nU'imos 'd ' J as pro un as a su vez,

. ' ,1Jl UStrlJ. mente s' ¡ '-Slsremn de relaciones humanas 1 b , J' , lila .ram )len un cornplelu b d ' , " a ora es, {omésucas (p " f·" an e aeondlclonarse también J Ia<¡ re 1 . ue~ as ami IriS ciones de ocio rclacio,'p~ , . J' g as del trabalo tndustrial); reJa-

. ' ...... melJ es en ll1úlripl ' 1 d ' Imagma ahor<l que un ,uqucólog 1 I f es p anos e expenencia.

o (e uturo encuentra dentro de ClCl1

p

SEIS UAV~S

mil :lilaS uno de los tornillos que tienes en tu mano. Para comprender qué es esa cosa debería comprender r:l!nbién qué fue, qué forma tuvo, qué relaciones encerró ese vaSto conjunto de personas y cosas que lla­mamos .. sistema industrial». Pero esos cinco tornillos que contemplas con asombro pueden decir más cosas. Algunn person.¡ concreta dise­ñó su forma, pero esa forma no salió de la nadn. Fue, en cierto modo, reinvenrada. Ahora la búsqueda de relaciones nos Ueva a viajar por un riem po históricp, una tradición que, en este caso concretO, se "'pierde en la noche de los fiempos . Parece fácil atOrnillar la pata de una mesa, pero para hacerlo es necesario poner en práetiCil una forma de acción com­pleja que da solución a un viejo problema de b humanidad: ¿qué es en­samblar dos piezas ll ? ¿Por qué nO re basrn con 1.111 clavo? Esas piezas que tienes en ru mano condensan miles de años de saber acerca del mundo. En realidad, estás ante un prodigio de la tecnología que se concentra en la maestría práctica sobre bs fuerzas: si golpeas h:lcia :lbajo (como en 1:1 cabeza de un clavo) ataS con un s610 vector: ese ensamblaje es inestable; pero si consigues una forma que combine un movimiento honzontal con otro verrieal (eso es lo que h:lce una rosca), ::Itas con dos vectores y por ell o con una mayor estabilidad, Agentes, :lccioncs y producros de la acciones quedan iluminados de este modo por la luz del concepto de cul tu ra que nos lJev<l de la mano por b exploración de las rebciones socia les reglad:ls entre lo~ seres humanos, entre éstos y sus acciones, y entre ésta!:> y SllS producros.

El lugar de la cultura exige un movimiento, Ul1 (ropo, desde las per­sonas y 1::15 cosas hast:l las relaciol/es que e<;as personas mantienen enrre sí y con las cosas. Una vez que nos hemos sinmdo c6modamente en este nuevo punto de vism, su lugar es bien preciso. Thomas Hylland Erikst'n lo ha dicho muy bien: para ver la culrura, .. las unidades de an¡Ílisi~ no son grupos O individuos sino contextos de il1teracciól1"I". esos cOI/tex­tos, COl/jl/lltos de reglas puestas e1l ¡/lego, cOl/stitl/yen fa wlll/rtI. Por eso podemos decir, a un tiempo, que una persona que sabe hacer y usar ror­nillos es agente de cultur.1, que la acción de fabricar)' urilrzar tornillos es una acción culmral, y que el tornillo mismo es un producto cultural.

1 " ¡'uede p~reeer llJ]J to1ltcrr~, rero h~)' quien h~ \'istll en ~~re probl~mJ del ,'IISo/In ­

bl,¡je de las msas r en el desJrrolJo de leenología~ d/:" en~alllblaie un apasionante campo de iU\'<.'STigaci611 sobre las 16glca5 de la rclacionab,lldaJ. Elife campo sug,en: Inv~snl:lar, \':I.)fl­

lum.:unente, cómo los ,erc, humanos se relacionan cnn/:" sr j ' cómo cn.sambbn los oh¡cto~ de ~u lTlundo (ef. Rcyn(,luj¡. 199J). Una ebhoradón difat;ntc de un problema IUl!) ~Imibr .\ 6;¡e puede cn~omr,"'"5e en el libro de Gunzalo Abril, Cortdr y /JII!g,¡r. LI (r,¡gmelllúóóll l'isuJI ell los orlgl"U'! JI'i Ifxtn l1I{on"dtlll(J (200.\).

14, Er,ksen, t991 : 1~1.

97

Page 48: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CULTURA, ANTROPOLOGIA y OTRAS TQNTERl,o.s

Las cosas tienen forma, pero sólo porque esas cosas h:m sido ebborad:l.~ por personas, cuyas relaciones .sociales también tienen forma; de manc­ra que esas personas a su vez han aprendido de OtraS personas, con su~ formas sociales, a hacer cosas con forma.

Yo me detengo :tquí. pero ni puedes segun contemplando esos cin­co tornillos. ¿Encontrarás entre ellos el que acaba de caer de mi cabeza?

Marilyn Strnthern ha escrito algo que es pcnineme recordar aho­ra. L"l ubicuidad del concepto de culrur::t «se convienc en un proble­ma wallda la cl/I/ura deia de (/l/Idallar como //11 término relacional»! . Cuando esto sucede el concepto de cultura nos enreda en sus trampas, o, merar dicho, quienes así lo uS:1n. El antfdoto más eficaz contra el veneno de la culrura como concepto no relacional es considerar a 1.J culrura como un tejido relativamente bl:tndo de reglas en acción. Pue~ es en la acción dOnde las personas se relacionaD con personas para hacer cosa~. Al considerar que no es posible la cultura fuera de un escen.:mo de acción humana comprendemos de inmediato que ninguna cosa e, culrura por sí misma y que ninguna cultura esta por encima de quie­nes le dan vida. De inmediaro se adara así, en el tiempo concreto de cada acción humana, el orden de las prioridades. La culrura sólo cobra cuerpo en la aCCión de las personas. No es la culrura la que hace a la~ personas (¿cómo puede ulla regla hacer algo?), sino las personas bs que hncen la currura al interpremr las reglas de la acción.

Sexta dificultad. Relación es i"dividuo es relación

Decir ind\\Iiduo es deCir, en nuestra especie, agente social encerrado en un cuerpo biológiCO. O sea que es hablar de u.n cuerpo con SlJ cerebro, COIl sus piernas y sus brazos y, simultáneamente, de //1/ cuerpo en rela­ciól' con otros: piernas de orros, brazos de otros, arIOS cerebros. Aquí surge una paradoja fuodacional del ser humano. Nuestro nombre nos lo han puesto otros, nuestro cuerpo se orientn hacia los otros y se carg:1 de significados al relacionarnos con arras; nuestra mirada íntima sobre nosotros mismos cuando evaluamos nuestr:l belleza en liD espejo es una mirada que contiene las Illlradas de los otros. Toda acción de un indivi­duo humano, si es que es algo más que UI1 reflejo morriz, es una acción relativa a algún otro; porque de él nos viene, porque hacia él se dirrge, porque con él se coordin;-¡ o contiende. Por eso, cuando los biólogo~ hablan de "individuo», los allt1"Op6/ogo$ hablamos !le ",persona»: /lI1 in­diuidllo-ell-relaciÓI1. L1. sen.l dincult:ld consiste en enrcllder el doble

]5. Srr~th~r". ]995, 157.

98

SEIS lLAVES

·erra en este concepto de «persona ... <>lovimientO simultáneo que

l 'b"nIG ,,. ~ .. 6rió en su día a la máscara

" o b esta pa a ra arllla ....... 1 €.s bonitO sa er que • i a másc-"lra atravesada por a voz

que los .lctares usaban ~n e teatro, un [~de resonancia (per-sOllare)

l daba Vida un IIlsrrumen 1 °bl o

" del :1cror que ~ '" , ·6 del actor Y la percepción de pu . LCO .

que se i\ltctpoma entre la aCC} \l ·6 do expresión pública, el d· de represemaCl!l. ...

1.> person3 es un me 10 f rma social. d

- 1 • d·vidJ.JO en relación cOlllos otros, su o cuerpo C1 Ifl 1

d l ' Una definición individualista ella ro _. '

Goldenweiscr, 1933 ! .. b paciencia para. anali-

.'. Si tuviéra.mos el cono~lllllentO Y • ontr:lríamos que cada 1 rrospectlvamente, enc . d

7.ar una Cl! nlta re . . en en el actO creatiVO e una elemento de ella tendna su ong l 'otra fuente de la que la mente individual. En efecto, no la) 110 de lo que la cultura

d Ovenir porque aque . . cultura pue a pr, . da de la expcnencJa, 1 " que la sustanCia cru . . .

está bec la na ~s. m. d en clIlrura por la creanVI-material o esplrttual, [r;l;'I~f?r~lala3culn1ra conduce a la mente dad del hombre. Una alla ISIS e indi\'idual (KK 199).

, . mr a esta Idea de Goldenweiser SI cada Nada babna que ob)e . d d'lal .. nlVlera presente que

ona la «mente L!l LVI • - • vez que mene! I"cióo con otras «mentes".

610 puede estar en re .. esa .. mente" s . . bl sobre todo en nuestra La .. mente .. de IIn mdl'<1duo es IllVi:l e, \ 6

especie, sin UI1 proceso de SoC!~ 17.aCI!l. .

. 1 ción de las personas, e~ siempre re-La acción SOCial humana, a ac , S d be "Sees·u 3 la noción de

. I l uesto aSI· ~ e e .. " laciÓn. Paul Ricoeur o. ;13. P . 1 . d· endo C0l110 talul1 curso de ;lC-acción soállla de re1aclOl1 SUClil 'ó'lntc.n I n "oenta la reacción de los

o d . d· ·dllO no s o tiene e... • clón en que ca rI l1l IVI '. dO o bolos ~ valores que ya

. . su 3CC!On me \3nte slm I h otros, silla qu~ motlv~ de deseabilidad privados que se han hec o no expresan solo caracteres 11 .' 'blicas .. P Por eso comcte-públicos, sino reglas que son e as ml,>mas pll • .

16. \\all'>S l'f"911'BII¡. °Ri(()e~r. 19¡¡~ \1972\: 121. 170

99

Page 49: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

mo~ un error cuando, al interpretar nue~tra vu..Ia, no~ reducimo!> ha~rJ la absurda condición de mdi\iduos ai~lados, cantos rodados amontona· dos, despoJados de ]¡I\ relacione!> que, !>in embargo, no~ conStlruyen y configuran el ~entido de la vid.l que Vl\lmos.

y tambi~n cometemos un error cuando, redprocameme, Ignoramo~ que todo e!>e universo de relación que teiemo~ se debe a nueStra acción como mdividuos. Pues mis piernas son mis piernas. mi~ brazos mis bra.· zos, y mi cerebro el que se encuentr.l dentro de mi cr.ineo ()" no dentro del tuyo). La dif1cuh.ld COIl!>I .. te, pues, en ver a un tiempo que Rall[ Bravo luega eQII Helguera, y que Raül 8ra\'0 lueg3, ) que juega He!· guera. Pues si no ha} mdlviduo sin má'íCaras, C~ cierto también que la, máscaras no hablan solas, .l menos que ¡l[gulen les dé voz y movlIlliento. Como [a po~ici6n de un lugador en un campo de futbo[, el concepto de cultur.' que aquí nos Interesa contiene esta ¡emiÓn. fXlge individuo" miembro!> lllur.:OS e Ill!>mtituib[es de una especie biológir.:a que conducen una acción de la que '>01\ los titulares. Por eso, la "cultura·· por ~¡ mlsm.! no puede ser Ia.más una eXCUS.l moral para una acción indIgna '": quien produce la acción y debe .!tenerse a sus con~cuencias eres tu, no [U

cultur:., inene a menos que [U le des la vida. Pero, ~imuháneamente, el concepto de cultura eXige comemplar J eso~ individuos en el s:u:rifiuo de una acción coordinada con mros, orientada .1 otro~, relacionada con la atr.;ÍÓn de los otro~. Y por e~o, el ümto modo sen!t..1to de enttnder In

que tú hace~ -me gu~te o no me gU~le [o que baces- es entender rn rel.Klón con quién lo haces. Sin Individuos no hay luego; sin relación social tampoco.

••

Ahora ya llenes las seis llaves que te aYU(br.lll a abm el cofre de 1.\ cultura. Te las t:nm:go envueltas en el bonito llavero de la figura 5.

111, (.1. IUl'P"rt, lOO.l,

100

p

ACCiÓN

FORMA

CONCRETO

Fnlrn,),:, "lU<" IOJJ "C~lón ",,,,'Jl~ .. ~\lniomlJ ';\lITlO ,uhurJ (b U1hur;a e, Un.1 rrllr, .. d,,,l U1u,·er;.~\ de \~ J,o,:c,,,nj. " "If\UhJ.ncllTlcnu:. "..!,J ¡ .. mu ,;ultur.tl<",

",n('CIJ RELACIÓN

CONTENIDO

PROCESO ESTRUCTURA

AGENTE SUJETO

PRÁCTlCA_----"'= =-

(COMO AGENTE (COMO PROCESO PERSONA ~ACCIÓN V

DE CULTURA) DE CULTURA)

hgllr.J ~. El \1nffO.

10 1

PRODUCTO (COMO OBJETO

CULTURAL)

Page 50: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

4

VAMOS A USAR LAS LLAVES. UNA CRÍTICA DE ALGUNOS U~OS COM UN ES DE LA PALABRA "CUtTURA» ,

Ahora toca cumplir con la promesa hecha. Abramos el cofre de la cul­furn haciendo uso de estas llaves y disfrutemos al comprob:J.r que en él ~ encierra la recompensa de una más amplia y más generosa compren­sión de la vid;) hUl11;\na. VeamoS haSta qué puntO eSte concepto antro­pológico de cultura es superior en alcance inrelectu:ll y urilidad práctica cuando se COmpara con algullos usos comunes que circulan en nuesrro mundo. Y superior, desde luego, al simple hecho de descartar el concep­to mismo de cultura.

Aprender ti manej;lf eS:lS seis llaves es, creo yo, lo que debe ofre­cerse en la formación básica de todo :ll1tropólogo profesional; pero no e~ imprescindible llegar tan lejos p:lra entender en qué consiste la mre.:! de [.:! antropología, y por qué eSt3 t3rea es fund.:!lllental para imentar resolver los problemas prácticos que emanan, enrre orras fuentes, del conoci mI ento f:mlo de nuestra vida colectiva.

l\[c he parado a considerar los fundamentos de un concepro de cuJ~ rura bas.'ldo en el saber que yo puedo ofrece r como antropólogo, pero, como indicó Annette Weiner en Un:I reunión con los colegas de la pro­fesión, ", la antropología no puede seguir exigiendo derechos de propie­dad sobre un concepto que form.:! parte de muchos Otros campos e in­tereses ... ' . LelOS de tal exigencia, si deseo divulgar esta idea oe cultura. es urgeme gu3rdar el llavero en el bolsillu, 3.pretar\o con fuerza en mi mano y salir de la torre de marfil de la academia para escuchar lo que se dice por ahí de 13. cultura, cómo se usa la idea de nilturn, y :l qué

1. Wdn"r, 1995 : Jl!.

103

Page 51: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

_ JLT JIt •• "'TI\O~()lOGj. ::>TI\.$ TONHItI.S

campos e imere~e~ -much,l~ vcce~ dlfmos, IIllplklro .. y dndidos- rc\­ronden l'''O~ uso ... E~1.1 empre-w no COn\l'.IC, por [.lnto, en aproplar\l' de un s;:aher rc~cn'ado.1 lO'! clegido\ y .,abiondos dc la uni\er\idad rarJ. arremeter de~pué!. contra la ignorancia de b~ gemc\. El ~'alor del con .:epro de ':lIltura 4ue "\Ioy mo\nando no radica t:1l lo Imponante~ qUl: ~om(lS quicnc~ a .. í lo tl)amo:. en congre~os , -.esudo\ J.nkulo., ciemiti, cm •. Por el (onuario, IUI empresa consi~te en oírecer a quiene~ ¡lpetezl mi saber lomo In\trumentu de aprell.lción de nue~tru mundo. El ,alur de e~te com:epto de cultura deriva de 'u utilidad pJ.rJ comprender ml lor IJ \"Íd.1 que ,i\ll11o\. Y .. 1 e~(O no es .. ullcicnte para convencer, nad.1 podré ail,ldir.

Tom.mdo COIllO rererenci,1 el concepto de cultura que he ofrecido en el capítulo 2 ) la" .. ei~ 1I.1\'e,> qUl' te he dado en el capimlo 3, J.hor.1 ~ometf:ré .1 críticJ un conjunto de u<,o" hanitu,lle\l de 1.1 pal.lbr, •• culrura en nuestro lengtl.lle común. S.lber Idenllficar eso,> uso~ .:omunes e, un pa<,o importante p.lra Ji,>[inguir el conl'CptO de culrur,' que n:,>ulra úri! .1 los anrrorólogm, }" que se .,epar,l de es.,~ acepCIones que pueden la,>trat '>u !>Igmncado,

Tal como circula en lo.. uw~ ordinarios. la palanra .·r.:ulrura. 111.'01.' un ,>ignincado f'tlgO e Impreciso; por el contrario. el r.:om:epto antropo lógH:o de cultura que he mostrJ.do en b .. LlI.lIf{J defi11lclones del capí rulo 2 es preciso. J.unque rueda referirse a cualquicr forma de acción. En sus mos ordinariOS, la palabra "cultura' apunta habitu.llmente h,}(I,l unJ elllidJ.d espintll,'¡ o 1I1m.Hen.ll; el concepto antropológICO de cultu· ro. apunta haCIa pr'¡ctic&ls concretas, que 'ion emprendIda, por pen.on.h de UtnC y hueso. En cllcngua¡e común. la p.llanra ~cuhura 'oe resen.l Ire.:ucntemente para lll> co,>as producid.1~ por 1,1S ébtc .. artisticas e HHe lectuJles. es.,., .:o!tas tan SCrt.JS que vener.lmo~ en las !talas de concierto', las blhlimec.1S. lo,> tnu,>eos; el concepto anrropológico de cultura se J.rlJ 12.1, .,111 emnargo. a cfIolfqllier Jccióll. sin Importar qUIén I.t lleva a c.lno. rrecucmcmeTltc, u~amo~ la palabra·cultura .. para lI1uiClr \'{~.,tigio .. Jd l'olS.IIlo, tradu.:iones escleróllca .. que pesan sobre nosOtro~ corno Pledr'l" de mollllo; en el com:epto .Uluopológi.:o la clllmr,l e~t.í pif·tI :v 'o/col1Ido en las prá.:tica., concretas. En nucstru lenguJlc común. la pJ.labr.1 .cultu· ro.. IIld\Ca ramblén. a menudo. un ornamento mútil, y \le refiere a (()da~ e~as cosas que, de~terrada .. al .ill1nllo del OCIO, se encuentran ">Cparad.l' de la "ida rdcrica, del \'erdadero trabajo: el concepto anrropolúgl':o de culmra, al referlr.,e a cualquier forma de acción, no\ permite ver que tod.l prácrica Im:orpora, ue un moJo u OIrO, dlll1f'lhionc'> dt· J/tilld.ld. hna]meme, Illllch.h \"e(e~ lI\alllOS la pal.:lbra ~c\l ltura " par,l ,lpUntar h.l CI.1 lo pt.'rI'f'nu, haóa e".IS tradKione .. que cau<,an nHlL'rle ) dl,.,rrul:l·ión

104

En .,us usos comunes, la palabra El conceptO antropológico de

.. cuhura", .. cultura expuesto en eSle libro ...

." riene un slgmficado V.lg0 .. ' tiene un ~ignificado precl\o

(capitulo 2, uehnu:lone<¡ ) 1, )2 , \3 , \4)

\C refiere ;}Ull;} entidad esplri-... rual () inmaterial

.o • .,e refiere a rr.ictica'i empren-diJ;}) por per"una~ de c;}rnc y

hue'>o

... se refiere a las obra~ de la .. .0' se refiere a cu;}lquier acción,

élite<, artí~tlC33 o lIue!ccruales la reali.:t 4uien tI reahce

... ~ refiere a \"e~tigios esderóti· . .. e~l.í "iva ~' cole;lnuo en 1.1\

cos del pa<¡ado prj.;:rieas COlKreta,>

... de~ign3 un ornamento Illlltil ... lIlcorpora slemprt dlll\cmio-

nes de urillJau

.. ' much.l' "cees de!>igna trJ.di-." dC.,lgl1.l \a form,l _"'OI1\"enClO-

cionc~ per\er"J~. y a lo .. pueblo .. nal (k cII.llquier aCCIón human;1

o colecti\'o" que cargan ton ella., que, en todo (a<,o, es cfCroda.

por per:.on.l'> .:on alg~,n.l cJpJ.el· dJ.d ue deClSlon

ESll COStl t,ll1 litiga

P 1'\ I 12 de nuvO de 200S para \'er la Segunda E,lIción del Te­ungo a te e e o • -1' D _ 'de la .,;lngre )" \.1 deslrm:Clón, Y

fediJrio. Ahí esta LorenlO \11 J. cspues - - b.' °b'l de al uno .. minu[QS dedi..::atlos al depone, una notiCia cele ra l(lll ¡U 10

el x~v 3nlver"ario de 1.1 creación dd comecocOS. En \a pJ.ntalla 3 P;re­cen lo,> primero, iuegu~ de ordenador. e<,a,> bolna~ JIl1;mlla., tle nlllI! an-

lO_S

Page 52: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CULTURA. ANTROPOLOGIA V OTR"S TONTERIAS

cia, de diseño torpe e ingenuo, persiguiéndose como inofensivos tiburo­nes. Para referirse a ellas Lorenzo usa la palabra m.ígica: "por aquello~ años se creó toda una cultura en torno a esa bola amarilJa~.

«Todet Ulla cultura». Así circllb a veces esta pabbra, que :li transpor­tar en sí la idea de una forma de vida (S 1). apunta con el dedo hacia un obleto vago, difícil de concretar. Decir «toda tilla cultura'· es decir dt: la cultura que es «total", muy gr.:lIlde, muy extensa, apenas demarcablt'. En el tiempo limitado qUe le brinda el programa a Lorenzo, no c:. CO.~;1 de entrar en det:tlles. ¿En qué cabeza cabe que un telediario se dedique íntegramente al comecocos? ¿A qué clase de estúpido podría ocurrírsele dedicarle un csmdio minucioso? Podría ocurrírsele, desde luego, a un anrropólogo, pues ya la idea de «toda una culTura" sugiere, al aplicarse a esta aparente bag:ncla, que el comecocos trajo comigo una posible renovación de las reglas para jugar (SJ). Visto así, el asunto puede em­pezar a imeresarnos, pueS el juego y la diversión, el ocio y sus formas, alienta ImpOrtantes preguntas sobre el sentido de nuestra vid:J..

Pero, puestO que los tiempos de 1;1 televisión son breves, la circu­lación pública de la palabra ~cultura .. h" de ser aquí por fuerza vaga. Ante esta simación podemos hacer dos cosas. Podemos detenernos en la vaguedad olvidando que llevamos el1l1uestra mano la llave de la con­creción (que es la primera de nuestras ~eis llaves), )' pasar a creer qtle, de hecho, la culrura es asr, vaga e imprecisa. -IJmbién podemos hacer uso de nuestra lla\'e (figura 6) para, al meno:., considerar que ese u~o tan vago de la idea de culrura no es inevit'lblc. Con esa llave vendrá .1

nuestra imaginación un conjunto de preguntas concretas, tan extenso cama nuestra CUriosidad: ¿quién, en col/creto, disClió esos primeros c()­

l1Iecocas y con qué fines? ¿De qué formas concretas de saber se nutrió para hacerlo? <Quién, en concreto, empezó a utilizarlo y cómo lo hizo

UNIVERSAL CONCRETO

Entender que roda acción social se conforma como culntra (la culmra es una propiedad

universal de la acción), y, simultáneamente, toda forma cultural es concreta

Figura 6. Contra la ide,l de que I:J cultura es lIn~ CO~;l I'ag~_ esta llnve te ayudad a imaginar la cultura en sus expresiones concreta¡,.

106

p

VAMOS A USAR LAS Ll,o,VES

. tI de su extensión}' en qué con-e/l COltcreto? ¿Cuál fue la dde~lV,:l ~pOllcreu~ en COl/creto, percibimos hoy

etas se pro lila. , or q • os diciones cona ., d I d· 'a) Con tanta pregunta se n

. rnágenes con la \fama e a lSIallCI •. e5;)S I 'b do

1 'd,do qtlC esta amOS cenan . ha OVI •

Esa cosa tall espiritual . nes la palabra ~ctLltura~ flota en el alre

A menudo, en,sus usos cfomu. T " cultura parece estar ahí arriba, , s o 105 antasmas ..... 1 . d

como los esplrltu . d una época a otra, vei\lr e , de pobbcwnes enteras e

volar por enCIma '1' d "plazarse por su cucnta como 1 ' piración a :lrtlsta, e ' H

arriba como a Ins b S '1 haciendo uso de la cuarta ave una bruja monmda e.n una esco a. 10 o eventualmeme comprenderla. (ligura 7) pucdes sllletarla para vcr a, Y

I o ¡JaCell cuando jucg:m al

O ves lo que \:is pc[sona~ d~ carne YI

'due~ forma deciden Instalarlas l· - las m:lqmnas que e a , l' comecocOs, , Isenan' d fi· a sus niño!> un loranO

I 11 ' Ins a casa' cuan o lan en sus loca es o evarse L' f. tasma (que es algo que hay que

, 11' O sólo ver<ls un an para Jugar con e as ... estar loco para ver). 1 I 1 hermano de Kultur (cultura) , 1 en alemán a pa :l }ra . fi

No es casm que " d I blo) Geist sigm ca a un haya sido la palabra Volksgeist (CSplrltu e pue .

FORMA

PROCESO

AGENTE

CONTENIDO

ES:rRUCTURA

J;UJETO pRÁCTICA _______

, . formas concretas P t .. r atención a las practicas, coma •

res 'H , á para ver que, de acción en el tiempo, te entrenar .d . . _ toda forma porta un contcm 0,

slmltlmne:llllenre, d ·do coma oda roccsO puede contemplarse: e~em ,

t p . toda pcrson:l esta sUJeta, en parte, una estrUcturo,)' . rtc

a las reglas de su comporramlcnw y es, en pa , agente de 511 comportamlentb

Figura 7. La cultura no es esplrilUal ni flota en \as altur~s; por el contrario. se

expre~ en prácno.:as concretaS.

107

Page 53: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CUt lU"A ANl"Ol'OlOGIA y OlllAS lONlEIIIA!

tic=mpo mente, e~pirltu }' (,]I\(.1\l11a. V.lg.11l as; lo~ fanr.1~mas de l:J cu ltur.l por el discurso público, J vece\ como .ingelc=\ de lo sublime, a vece\ como demonios de deva~I.1('1ón. Y .1ún, a vcce .. , como flgurJ.\ alllbigu,l' que te dan con una mano las ddicl.1\ del arte y te cort.m con la otra la cabeza. Ese fantasma, como el humo. va pJ.r'l a'rriba, h.lcia f,lS aftm<1s. Y aunque ésta es:.u dirección m;i~ l1.1nltual en el lenguaje comú n, ramblt'll la un.1.ginamos trecuentemente ·dlri~icnd()~e h,Kia cualquier clase de ter· mmación. RepreloCntamos emonr.:es la cultura como lo que e~t.í al finaf \ se pIerde en 1.ls uníeblas de su punto de tugJ. Como un globo.\oe pierde en la inmen~idad del cielo, así la cultura ~e pIerde, cuando oh'idamo, el llavero, h.KIa 1,1 terminaúón: haCIa 10\ últImo!> capítulO!> de 10\ libw\ que enfocan la cultura como si luera •. mental·., pue .. para comprender lo ,·mental~ debemo\ comprender prunera la ba<,e ~mateTlal~. Y así 'te nm dice: no se puede a\'J01ar hacia la .. supereHrm:tura " que eSI.] arriba r al final-', ~In detener~e en Id "lIlfr.1e~tructura .. , que est.i abajO y al principIO. Habr.:is llegado por talllO al comecOLO~ en el postre; pues es J.oi, :11 fin.11 del telediario. en b~ úhima!. pj~ina~ de tos periódiws donde encontra­r.i., las !>Cccione¡, dedir.:ada\ a "culrurd"; 1,1 gUlllda dd pa"et.

El mnr.:epto antropológico de cultura que e'pongo en e~te libro, p()r el conrrario, "Irua a la cultur::t t::tmhién ab.ljo y /11 prmcipio. yen todo el recorrido Je l., ,¡ceIÓIl. E!.te concepto de cultura es IIldi!.ot:iablt: del concepto de pdr.:tica. Allí donde alguien hdce algo ~Iguiend() regb~ conven..:ionalt:\ hay culrut.1. El nuc.,tro e~ un p:l!!ltel Lle gumd;h.

Es.l cos,¡ t,m Sertd

Comúmnenre pcr,eglllmo~ el f::tl1taSll1:l de la cultura con muehJ. serie­dad, a vece\ IIlcluso \oe~tido~ de etlquetd. Lo har.:emos a .. í, \ohre rodu. clIando \'emo\ en ell.l un nn eleL',¡do. En est,l\ Cltr.:unstdncla~. uno no ~e ríe de 1,1 cultur.l. t'\o .. e rie así como asi, tontamente, como qUIen no qUIere 1.1 co~a. Si te ríe .. Oa~ de hacerlo con Tl'>3 Inteligenre, con mue..:.1 ~ahi::t, con mirad..1 di~tante. De lu contrario pueden pen .. ar que no tienc' culrura, )' SI no t;ene\ cultura (o .. ea, SI de .1Igun.l manera tÚ m;!.mo no tl· has convenido y,l en un fantJ.sll1a). (¡,:ómo \'as a !k1ber apreciarla?

E.~ por t:~O que, en esta cI.we, la cuhur::t .. eria viene a ser calificad.l como ~ ,Jfta cuhura~: una cultura ferén. de la buena. Un capir,11 qm: cue~ra comcguir l que, una \'el. adquirido, hay que con!.ervar como un p,ltrimomo (en lIluchm GI\OS, un p.1trimonio famIliar). E~ culmra e .. r.l tan alta que \e dl.,tingllt: radicalmente de 1.1 otr:l. la clIlmra 4ue e"r.i ah;1-

2. (1.IIJrm, 1'/91 P<lllJlI.

IOH

p

UNIVERSAL CONCRETO

Fntender que tod.1 acclcln scxial.,e conf~rnl.1 como ~ultura (la culnlT.1 e, unJ propiedad unlver~,\1 de la .lCclón). y, .. imulráneamente, tod:l forma culrural es

concret:l

109

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CU~TU~'" ... NTROrOIOGI ... l Ot~AS TONTUIAS

Al subir a la!> alturas, ;1 lo nJj~ alto del e~pirim. b culrura se conviene en ey C05.1 tan sena, ese onlero de \enera¡';lón que enuerra un secrelO .. agrado y l'M:apa a la reflexión r;1uonal I.:omo J.f1l1.l de prof,mación. Alta V !>eria, todo lo que poJemo~ hacer con ella es cOlllcmplarla COII la boca ;1bierta de la adn1lTación, y a~i nm esrá vedado convenirla en objeto de re([exión, conocimiento y críuc.l: Tomó, pue .. , Jehov5 Dio .. al hombre. ~. le pu!oQ en el hueno del Edén, P,lT.1 que lo Iabr.1ra y In ~uardJ.!>e. Y mandó Jehová DIOS al hombre, diClcndo: de lOdo 5rbol del huerto comerá~; ma .. del árbol de ucnci.l del bien y del nl.JI no comerá'> de €I; porque el día que de él comieres, mond~.~. Guarda, con .. erva el huerto que Dios te ha dado. pero no Intente .. comprenderlo. No inten tes lróm .. form.ulo.

Situada en las ,11turas la CUltllr.1 huele Inevitablemente a ranCiedad. En nuestro lenguaje común la reprcsentamo .. como un ohJeto cadur.:o. un \"e!>Tlgio del paSildo. Algu mueno ;1nte lo que nos quitamos el somo brero, o ante lo que, tal \"ez, perdemos la cabeza: una pes.lda pLedra que \'Iene hacia nowrro .. Jesde un tiempo remotO, no .. golpea en la e .. pald.l r nos despeña por d barranco de la pasión: un fOque de frompeta~. una bandera. un himno que nos empUja cLegamente. fui concebida, 1.\ culrura n~ antecede. nos empula, Y nosorros nos Ilmuamos a sucumbIr a su fucnl. Esa herencia ~e ¡,;onvicrte enton¡,;cs ell algo mis valioso que nosotros n1L~mos.

y al entenderla como una herenCia 1Ill11utable que nos antecede y w no~ impone. confundLmos frecuentemente lo que \lene de amb.l } lo que \'lene de abajo; el espinru de Dios} el espirltu del pueblo. Ambo,. antepasados. nos IIlfundcn su fuerza. Am~1>, unidos en 1,\ hi .. toria pUf el háhto rom.intico que transmutó conS(Lcntemente la idea de Dios en las idea, de pueblo) nación. coinCIden cn lo mIsmo; la cultura cSla muerta. y muerta COIllO e!>rá es)"a digna de ser expuesta en eso~ cemen­terio .. dd alma que llamamos mU!>eOS. La muerte c~ bella} la cultura '>l' lunira a empuJ.lrno!> hacia ella: haóa la helleza Je 1.1 muerte6

4. (;/1":1r$2. 1~_17 (lA :'l.ml .. B¡bllJ, Bue¡1<~ Alr~~: .... xl~JJJe~ Bíbh~~, l'md. r· 2).

~ <-i. Dumnnt. I"K7 F~J'C' ... lalmenlc I"s :w~1ell1n enu)O!I: lin.1 V:ln:lnlt 11.1<.1 n;tl le l-I pueblo)" la 03"ón co Herder)' hdlte •• ·lJnJ "3T1JnfC n:u.:U1n:llll: I.J ,.Ita Jle ITUUJ .le ho.:,naJ ...:p;lin Irn~t hocll'o.:h_. \ .La. cnfenn"daJ ¡"uhr;mJ. InJ,,·,Ju.;¡hsmo l UOlmo eO :\.1 ... 11 H,tl.::r

b. L.a bcllez;o de 1:1 mucnc,. -L:I be.ml" d" /fUIf/', ("lo d I'rul" .1 .. 1 ... apítuJ., 111 dc un ~'rltnJ"Ju !lb", .le I\j"hd de C.::rleJu. /..J el/l/Iln!';1II "/11".-1 (1 ""4).

,----- ----.-. -----¡ C/fJdm 11. ES;l co!>a [al1 \"leja

Lowie, 19.17 1 , I de lo "ue un Inui\ ¡duo p cultor;l entendelllo~ ;1 ~um.1 tota "1 .

~r Ulere de '>u ~ocieuad -las creenCla~. cosrumbres, norma~ a ~. , 'b' de alimentJClóll.) artes que le sobrevLenen, ;1rUStlCas, n.l ltoS I do lid

u ro 1.1 actiÚJ.,J creati"a !o100 como u": eg,l ~~~~d~.Str.fnSI~ltiJaS por medio de 1.1 educaCIón torm.ll e 111-

formal (KK 82).

L:t tentación de redUCir el concepto de cultura a ~l1legado. , d es frecuente, )" con<,nru)"e una de la .. Ill1;1gencs mas

del p3!>a °d , . tO 11131> chahacano de patrmlOmo CIIltl/rJI. p()tenre~ e com.:ep . unb

Kroeber." Kluckhohn nos recuerdan. a este re~pec~~..,). :.1 s

Pjg.lI1as m,~~ .1del.1nte, \a .1d\"ertenCla de SLmd,"o, n, (,1 - ~ta':n-0' porte) cnarur,l~ e a cu rura • homhre!> nu ~o () ~OI1 tram •. 1 . (KK 94)

biél1 son creaJor('~ }' mamptl1.1dore~ de cu tur.l .

P'ro al confundir lo que \iene de arrir..l y lo que \·iene de ar..ljo.lo ~ Dios y 'o que viene del puehlo, ~abelll()" que e~ lo de abajO

que VIene . I J herenCl.l en pa' In ue debe tr.:m~forll1ar.,e, ¡,;onH'rtirse en e eva o. en , Iri:onio. La obra del puer.lo, la ~clllrura pOpl1IM~. debe er rra~scr~a necesanamcnte en lo~ código!t de 1.1'> é¡¡te~ leH,ad;l!>, de,be "p':~cao:~vre~~~~

umcmo de eno:,enal1u; a go ..... en documento, o sea. en lmrr d l.1 h del puehlo debe trado, repreo;enfado, 110 algo para ~er \'IVI O. o ra • sólo a~í

0d ¡ d "gente concreta que la ha creado, pue!> ~er extral .1 a~ e.. .. r r .. e puede mOTlr (on herm05Uf.l, sep.lr.lda ya de .. u ralZ, para conver I ,

embals.ln13Ja, en una bella pieza de cultur,l. di. ¡¡n '1;1<; elites del Al critic.lr la noclon de cultura que a menu out! Il . .. .

k· , . do toda .. est:¡ .. ,dea!. con prCl..Lslon. nacionalismo, Lina Las , la cxpre .. a . • 11 . ..La cultura es lo que fue .. '. Hahr.i que recordar en e .. te punto qu,', '

, , d emedo Con la CU.lrrJ. ,1 ... e, "amo~ en l1ue!tuJ. mano a'> c J.\CS e e~te . y luego con la qUinta (figur.l 9), ahriremos ese cofre polvoriento para

...

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CUL TU~"', ANTROPOlOGIA y OTRAS TONTERIAS

?4~ r~e5tar :l[enn~n a las practicas, como formas

4 O COIlCrC[3S d~ acclOn en el tiempo, te entrenará pMa ve~ quc, slnlUltáneamenre, toda forma porta un

contemdo' roda P'O d . , ceso pue e conremplarse, detenido, como una estructura; }' coda persona esr:í sujeta, en parte,

a las reglas de su comportarruenro y es, en parte, agente de su comportamienro

Ap.render a .mlrar, en un sólo movimienro, 13s rebelones sociales entre los agentes, las relaciones

de éstos COI1 sus acciones, y las relaciones de éstas con Jos productos de la acción

Figllra 9. _ L1 culrura e~t,í viva y cole:mdo en las ráCllea A.d comprelblón m.is extensa)' dcralJadil de los prod"r ,Poc d- ,~s .. . óqlllrJmod' ",n'l q" , . .. .. , .. "aCCI n cuan o o, ,1 .... amos en ~u re aCión con Jos proceso, dp ~~r ·· A_' _ 1 _ .. " ... don. ,,-,,1 ya no comempl;¡m(l, ~a ameme eso~ producTOS. silla cómo han llegado a ser lo que son.

iluminar su conrenido. La cultura es la forma de una práctica viv3 o no es n3da; la cultura, como producto inerte, como pieza es siempre el res.ultado de alguna ac:i6n. No son las personas, los age~tes de la vida, qUienes soport:l11 el ciego empujón de la cultura que les antecede (v no lo son, incluso si fanáticamente se [o creen); es la cultura la que s~ produce o reproduce porque [as personas la hacen día a día. Ese boriJo q~C .comemplns en el museo de! pueblo, es primero botijo hecho por a gUleo, usado por algu.ie~, valorado por alguien; r después, expuesto ya en el ré~etro de su VItrina, es pieza de museo daborad3 por alguien ~om~ tal pleZ<1, puesta ahí p.or alguien para que alguien la contemp[e}'

Ya v,a ore, rescamda por algUien con la intención de decir algo a alguien.

SI no es todo esto ¿qué den o . b .. , . ' 1 mas es ese OtlJo? Sin 3genres y ~11l practIcas no hay cu lnlra. . '

'12

r ~AMOS A USA~ LAS LLAves

Esa cosa tall il/lÍtil

En nuestra vida cotidiana la cultura, concebida como un muerto sepa­r:\do de la vida práctica, es realmente marginal. No vas a un museo un miércoles a las diez de la mañana. Cuando trabajas en la caja del Ca­rrefotlr, cuando en el taller manejas tuS herramienta~, cuando te reúnes con rus colegas ejecutivos en una reunión de negocios, cuando trabajas r haces la mayor parte de las cosas que ocupan tu tiempo útil, entonces no hay espacib para esa cosa ran inúril. expuls3da hacia los tiempo~ improductivos de la fiesta, el ocio y el consumo.

Separada de quien le da vida, [a cultura como cosa que se conrem­pb ociosalllcnre, o se compra y se vende (la cultura como mercancía) es esa romería que nada tiene que ver con tu vid3 concreta, el último obleto que adquieres en la escala del consumo. En este concepto común de cu ltura se unen así, paradójicamenre, lo rn5s apreciado y lo que no riene precio, un adorno que, puesro que sólo ¡iene valor para quien le concede valor, puede ser extremad3mcnre bnrato y t~\lnbiél1 extrema­damente caro. Como cualquier cadáver, 13 cultura as! emendida es un resto en cuyo vestido podemos emplear la opulencia de una pirámide nlonumenral o la humildad de un poema de dos versos. Todos, ricos y pobres, estamos invitados al entierro de Lt cultura. Fijndo el precio de esa mercancía inerte, nuesuo consumo depended necesariamente de nuestra capacidad de adquisición.

Pero recuerda: aún en su inurilidad, en nuestr:l vida cotidiana ten­demos a creer que la cultura ha de ser seria SI hemos de considerarl3 auténtic:l cultura. Por eso, aunque sea inútil y por ello muchas veces divenida, sólo adquirirás cultura como auténtico bien cultlfral si está. .. preparado para el suplicio. Cuando dedicas tu tiempo de ocio a ir al cine, si es que quieres que tU acción sea considerada ~cultura! .o- no se te ocurra divertirte sin m:ís. Puedes ir a ver cualquier película, ci:1ro, pero entonces lo que importa es cómo vaS a verla: ¿vas a ver Me,¡tiras arriesgadas sólo para echar un r:lto de evasi6n con Schwarzenneger? Eso no suena a cultura; pero si contemplas la película para examinar sesudamente la transformación hiHórica de los héroes cinematográfi. cos, para currarte el visionado delll1ollwje, o p,ln¡ reflexionar sobre los roles de género en la sociedad COlllell'\po\'~'inea, enronccs roda eS[Q ya es mucho ll1:.'is «cultura), •. En nuestro mundo cotidiano, la culrur;¡ es inútil y se ubica donde se ubica el ocio, peTO s(¡[o sed allténtic:1 cultura, si es que has aprendido a divertirte con dolor. Esta fusión entre diversión y dolor, que sobre todo esta al a\c:mce de quienes durante el grueso de [a semana disponen de su riempo con nutonomía, de aquellos a quienes

113

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CUlTUI\1I IINTI\OPOlOCIII y OTI\",5 TONTEfllllS

t'n definit iv.1 no In duele Irabapr (o ;.11 meno!. e~o creen), conduce ;.1 crear un campo <¡oei;)l en el que ti gente \e di~t i ngtle con ;¡rreglo a ~lt\ modos de \'Inr el ocio~. La piedra angular sobre la que <,e- levanta e\.l f.lctoría de produCIr dl~tLllción social, a cuyo acabado h:m conrnbmdo, cada una a su manera, lanto la elite de b derecha política como la élitl' de la izquierda, es un concepto de cultura alejado ror completo de b mirada antropológ.ica, producldo a Imagen}' semelall7..a de qUienes, CUI1

nuelorros bonilo~ trabaJOS, creemo ... haherl •• (re.¡do. Ahora 11\0 la combUlación de dos [[aves, la primera y b tercera,

parJ dec!Jrar como anrropólogo que [Oda acción humana \e conform.l como CUltur.l y que la \'Ida soci.ll, como un todo, cobr:l forma cultur .• l (figura lO). Afirmo •• ~í que la música de Sho~lakovltch no es menO\ .. cultural", en lérmmos antropológico\, que la ;u.:Clón de 13 cajera qUt·

\'ende la5 entradas para uno de sus concierto~; que cuando te reúne, con tuS compañero .. ejecu!lvo<¡ para planificar tu empre~J de calcetll1c\ no e\tás pomendo en práctic.\ otra COS,\ que cultur.\, lo mismo que '1

e\(;nbieras un tratado de filosofía o una novdJ. Obvlamenlt' un cakclin no b La rebel,ó" de las muSIlS, pero para elaborar ambas cosas hacen falta, 19u;¡lmente, conlunto~ de regla~ con las que damo~ forma a un;\ acoón social (S3).

y 3ún hJ.y mi\, para comer con Dio,> ha)' que poner en Juego i.l cultura en e~te semido antropológiCO de la palabra. Al sent.lrnos .1 ~u

me .. a t3mbu!n hay que poner en luego unos modales, exacramente i~uJl que para h3cer cualquier otra co~a. Para definir e~e e~pacio dmno de l(l~ ~culros~, ese e~pacio s:tgrado de dllotinción convenCIonalmente separado como mstltuClón espeCializada (13 ~gran cultura., el .. mundo del arte.) hay que roma~ el traba/o rl'gllldo de exduir todo lo dem,h. Un cU3dro de Pica!>so e~ mucho m.is que unas mancha .. de pLTlrura emergiendo del genio creativo. Está conectado por todas parte .. , holístic.lI11eme, .1 l.I "ida real de una mfinidad de per!tOnas. Para empezar él mi .. mo. natu· ralmente. con su biogralía SOCIal. mduyendo a qUienes le emeñaron l.b reglas de ~u pr.ícuG\: quiene!> le repre!>entaron en un espatlo mercantIl, comercial; quiene!> hacen pO.'>lble con leyes. edificilX y orgamgr:unalt, 1;.1 consen:ac\ón ~ e\'entu.\1 circulación de su obra; qUienes lo 3precian 1I1~ duyéndolo en los Ilbrolt de texto escolares, qll iene~ imprimen su!> repm·

'l. (.I. Buurdlcu, 1'~'11. Com" Idcologí.1..la ~;l.T .. (ICri~tlQ !\lSlón de ul'cNÓn) UI) lur 'lllt J,"mpail.l;l. C",.1 ~I""n onhnJrIol dc 1", ('en.o,",,, ihl'\rJJ .. ,) .<.-uh .. ~. pucde 'cr..c n.uurJlmClllt ,onuadKha pur lo~ hedH" (al !in y ó111 cabo ~'I<' ~ un pehw" de cual..¡u,er Id,·ologb.), tI J"I"t de 1~§CgUjd"rn.k1 :\tltUetl.k _\I.1JTld (U.1"J(, b.Ji .1 ;,q;tunJ" n na

buen.l mU~~lf" dc cllo.

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UNIVERSAL

VIIMO~ 11 VS~I\ LIIS lL-"V[S

CONCRETO

Entender que toda ac~ión social se conforma como cultura (la cull\lra es una propiedad

universal de la acción). y. smlll!t,ineameme. tOd.l fonnl culmral es concreta

Adoptar una pl!r~pecti\'3 holísrica, un modo de pen\amiento relacional, atento a lalt reJ~clolles

que suceden por detr.i .. de Ia..~ lIl~utUClone\ espeClaliz..das

fl8ur<1 10. ToJo -.er humano e, agente de ,uhura, y lo~ que creen di~frUlar.lcl ri"ile 10 de un.1 cultura mútil sólo pueden ha<.:erlo porque las m~I1I\1(IOneS en r -; e~ cultura !>C produce }' rcprodu<.:e e~I.\n re!a"onadas, .le un modo u

(~t~du<.:on 1.1, LmtllU<.:Ione, de la lIt1lldJd. La rnÚSK •• de S~O~l3k¡n¡I~,h no e' mcn:l\ ,,<.:ultur.ll-, en [¿rmin~ Jlluopológi<.:v\, que la .l<.:<.:wn de ;t ,alera que "ende bs cnlrada~ pJTJ uno dt: ~u, ,on':lerlO',

duccione\ p.lfa 13 oficina de \'entaS del museo ... y un largo etCéter3 d~ .l~entes e imtimClone .. relaCIOnados que com~oncn un t~Jldo eno~me, al menos tJn intrigante como la tela pllltJd3. Ese es el telldo Incre,ble· menre complejo de seres humanos que, con SU" aCClone~. hacen a e~. tela pintad;] .. er lo que e". Mediante un recorte podemos hn1ltar nue.'>tr3 nllfad;] a la tela pLlltJda. abstrayendo el producto 3rtí<;t1C~ ~e toda .. ~.u" relJcione\ conrexm.Jles. Pero hemOl> de reconocer que SI .ls{ lo hal..e­mo, lo hacemos por preferencia personal, poniendo en luego un regla cu lt~ral m;Í\ que COn\l~te en redUCir el concepto general de ,cultura .J ~u exprc~ión de ,Irte puro, carelllC de contexto. Para hacer esto nor01:lI· mente ha,- que ir J la escuela, 3prender durante brgo!> años las rl!gb~ del

.' I d I od - " ""0- )' 'amblén \C"uramcnte, divorcIO entre a",· a y e pr ucto::tr 1\, ' 1:>

h.l y que aprender :1 fumar en pipa poniendo car3 s.¡gaz, esforzando el ge~to, para dar a entender a quienes nos rodcan que noS hemos conver· tido en e:\pertos de la contemplación. Singún ser hum,ano, por mucha cu ltura .. de la ~CUIt.I" que crea tener, C\c.lpa a su condICión de pnm.ne

que sigue reglas exactamente como la .. sigue cua lquier olro ser humano.

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Es., CQSd tdn peruersa

Una pandilla dc ,1~sino<, •. 11 p.1rt'..:er de ideología neonall, entra a plen.l lut del dfa en una e!>cuela r se 1í,1 a tiros ..:on roda lo que \e mueve. r n marzo de 1005. como talHa~ otras ve..:es, ocurri6 esto en un lug.1r de Mmnesota llamado Salt Lake. R~.!>a Malló, la envi.ld;¡ espeda.1 de Tclen­"16n E'>pari.ola a los Estados Unido~. induyó en su reporta¡c informativu un.l entre\'isr;) realiuda .1 un "c'perto_ en eSle tipo de ..:omponamicn. IO~ cnml1lales, quien no dudó en .lPOrt;u la \Iguiente razón para ha":t"r mtellglhle la barhane: ~e .. que e~to .. ('hicos están mtluidm por corrielltt'~ Cl/lfllr.Jles~ln.

En este uso común de la nou6n de cultura lI.1ma la .1tendón ~ohrl' todo lo que no se dice, lo que queda Implicado en el dlM:ur.o del exper. too Porque ¿acaso ese inteligente ~dl()r de harba hbnca dedar;¡ría. de ,¡ Illlsmo que no está ~ 1Ilf1uido por ..:orrienres culrurJles,,? ¿A('a.,o 5(' \'eri.. a ~í mismo. con ese c<lrrcrón mtele..:rual, como un "UJCIO ... 111 cultura ~ Si su expli..:alión dellnlllen ha de tener algún ~entido es preu"Jmen. le porque 1Il1plrca que IJ cultur,l dehc 'ter entendIda en est.l .Kepdón como un.1 cosa fea y pern!'r-w. como una lo~ II1deseahle que apla~ta 1.1 \"olulllad de lo~ criminales y 10<' enatena por completo. El di\cur .. o del c'perto s610 puede (cner \l'ntidu a COMa de implu.:ar que la ..:orrientc ('ulrural que lo ha formado a él como especialista e intelectual. la .,;o.

rrrclHe buena. cs complt'(.lmente dlferenre de la corriente lulrural que enloquece a lo~ a.se~inos, la corrIente mab. Y, por alladidura. cuando ,e U~¡l reiteradamente este recurso explk;ltivo 3caha por qued.lr daro que la cultura propiamente dich;¡ (la que e~ explícita en J;¡ e'presi6n .. C(l'

rrren[C~ culturales~) es madre de e\e Ia~tre de violenCIa Irraóonal que b modernrdad, con .. us hermo~.1\ II1sriruciones de comi\-encJ;l. dehcri.! e~t.u en condicione~ de err.ldi('ar. :\ la \ombra de esta nUCV.l a..:ept::ión, no ha.y nolda peor que la culrura, csa fuente de sectammo, Intransigt'rI ":1,1 ~ \"iolen..:ia.

Poco, días antes, el 9 de mano de 2005, unos e .. pe..:ialist;¡\ dt' 1.1 UNI-'SCO recurrian en CNN+ a un expediente anjlogo, .1 propósiw de la celebración en ~1.tdrid de una Cumbre Il1fem¡JCtol1,ll sobre De mocr,lCitl, Terrorismo y SegurÜJ"d. En su opllli6n, contra. b peT\·er~ión de la ..:uhura había que USar el remedIO de la e5(;uc!a: .10 que: debe ha­cer .. e para luch.lr contra el terrori~mo -argumelHó uno de ello .. - e:~ a .. egurar que todo .. los niñm vayan a la e\t:ueb, porque d terrorr~mo .1lrúa. mo\·¡do por una l"uhur..1 de [..1 nolencia· .• De nu('\·o fcnemo~ aquí

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...... ",os A US"''' l"" ll ...... ES

e-.J ln1plkita oposición radical entre cultura huen~ :r culmra mala. y ese ·1 _I.,cplazamienro de b nOCIón de culrur:1 haCia el ~egundo polo de

~Utl u .. ·, • . f d la opo~Ki6n. La. eSl:uel.1 te em.JllClpa, b cultura le oprime. A onUlu a-n1ente, en eMe C.ISO, el experto ~e dehló de d~r cuenta sobre la Tll:1rc~.l de que e~t3ba dicicndo una hobada, y ..:orrrglo: :.aunque hay que rel~~

. r q"C los terrOTl .. t:1~ no carecen de forma.clOn e~cobr~. Yo me prc nl'ICe· '·h"' gunté entonces cuántas otra\ hoh.lda .. espontineas h.1bna JI\: Q uurante los (Tah.ltos de 1, cumbre, SI e, que hanía ~olmdo e .. a per\.¡. se!C1.:":lonau.l

p.lra divulg.1rla en lo ... medl()~. Efectivamente, el .l~unro dc la cultura huella y la cultura nl.lla no

c ... t,l nada claro. Ha} que rc..:ollocer que lo~ crimlllale ... de S3h Lake lubi:1I\ Ido :1 la escuela, pre":I~3mente a eSJ es..::uela, fanto nempo como lo~ pohre .. chavales ase~JJ1adm; y que lo~ terrOTlstas no \610 ,·no care..:t'n de tormación escolar~, ~Ino que, en gener.1l, andan sobrado\ de ella. F .. m;l\. ¿cs posible imaginar la da\e de auocrrrnamiento moral de 1m gru­p()~ terrOTl;,laS, y de cualquier Otro ..:olectlv? orgalll7ado p:u;.a .eI e~ter­menio, en atl~ncia de una educaoón e~pecíticamente e~_c()lar. ,Cll.lm.1~ hora .. de doctrin.l abl>tr;)cta .. obre idealc~ de credo, pama o parudo, Il.l­cen falt.' para produnr a un 'oCr h~mano que h.1 aprendldo.l ~1~.1~ 3. ~us ví..:lLm3 .. ":011 la frialdad de qUIen firma una condena J. muerte, ,Cu.una \ld..1 ha' que emplear en aprender a adnllnisrrar la muerte a lo .. dem,h con arr~glo a un progr.ull.l burocrári..:o? Ciertamente, 1.1 e<;c.:uda e ... un.1 condioón de exi~tencia. de lo~ apacibles expertos de harba hl.II1C.l; rero

no ... ed la escuda quien no~ ~alve de la crueldad 111 del.terror. "'1re! Aro.mt lo ha escritO con preci~ión: ~ Puede que los gcnol1dlC!'" no dcpen­d.1n tanto de ingenuos carnicero~ como de profesorc ... cultivado); puede que no h3hitcn tanto en Il voz que odia. scdiema de sangre, como en el te'[Q pulido, retlexlVo e indu'>tl ap.uemememe compa.\ivo. I

.'. _

Pero ,ería inju;,to arremeter lontra 10\ mensaJero~ de los mediO" () conrra los experto;, de Il;, cumhre~ del.1ndn int;]cto~ a qUlcne\ Imponen ~u terror usando Il cultura como arm.l de ,·iolencia. Como ,,-cría iniu;,to obviar la rc,>ponsabilidau que antropólogo .. y otros científico .. \oóale .. hl'mm tenido y tenemos en 1.1 clahor.lCión de un concepto de cultura e)enci.dl~ta que puede llegar a anunar, IIltenciona.dal11enre o no, el ado..:­trinaullento moral de lo~ :I~esin()s: ':lIltropólogos y dentífic()~ ~o..:ule .. , cua.ndo extra,·i:lmos la cuarta llave (figura 11) y olvidamos que la wltura no e~t.i Ilt puede estar por enóma de lo .. <¡('res humano~ que la ponen en práctica. O sea que no te puede ... lIev.lT por delante a lo ... sere .. hum.Jllos. agente .. de culrura, en el nomhre del produCTO de su a.c..:rún. O lo puedes

11 """,ut, ..:OI~: 11!l.

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FORMA

PROCESO

AGENTE

CONTENIDO

ESTRUCTURA

SUJETO PRÁCTICA ____ --=='-=--

Prc<;tar ;ltt"nóón a las prál:rica~, como forn1.1~ conCre[.l~ de aedón en el tiempo, te entrenad p.u.l

ver qut", ~mlUlt;Ínl':lInenr(', loda forma pona un contenido; [()(lo prOLt:~O puede ,onremplarse,

detenido, como una e~tnlcrura; y tod.1 persona está slIleta, en parte, .1 Ia~ reglas de su comportamiento

y e." en parte, agente de \tI comportamiento

l'¡gurJ 11. La cultura \"1\(' en las pef!o{)nJ~~· no J [.1 inn:r:.;.). La culrura nOC~1.1 por encima de lo, \crc\ humanm que la ponen en pr.kuca.

hacer, pero tU 'iahrás en nombre de que lo h:u.:c~ realmeme. En 19¡;':; Verena Stokke no~ alertó Jnte la unparablc utilización fund:unentah~{. del com.:epto de cultur.1 como arma de cxcll1s1(>1l ~oCLall!, Una utili¿)oón imraTahle dc~e emom.:es ha'ita hoy, pero en todo caso bien anl1gu,l.

En e'>te I.:ontexto de denllnóa )" de ret:onodmiento públit:o de 1.1 fl::"

pomabilidad de la antropología ganan ~enrid() I()~ argumenfOs tendente' a aGlbar de una \el por tod.l~ t:on el cont:epto de cultura, eS.l cm.1 1.111 (ea) ran perVI::r"'>..l. E.\ po\ibk enrender y comp.lrnr la Ira del sudafncan'l Adarn Kuper t:ontr:l la rer6T1ca .cul rurah\fa .. del tlp.:lrtheid ' \ ~. loer t:óm· plu.:e de la Ironía de Ernest Gellner, crítico 1I11pla¡;able del re1ari\i~rno cultural de pacotilla )' de tod.1 forma de n,lCionalt\mo. cuando eS(;nbló;

l;na cllle<.:liúdad unida en una crel;'nóa e\ una (ultura. hm es lu ..¡ur \i,ltnifi..:-a c1lérrnlllo. Fn p.1n;cular, un3 coll;'crivilbd unid3 en un3 (reen óa f3kl e\ un.1 cuhura. us \'crdades ... c,dn dl~p()nible, pMa todo el mund,) ~in exccruón, )" no delinen I1In~una contlOlIIdad e~tJt.lecid.1 por fe. Po:ro 10\ errores ... 'iOn (ulturalmcme e~rcdfi¡;m. Los errores Iwnd¡;n a cOl1\ernn.e en 1n\lgnia\ de la comunidad) !J lealuJ. Asentir ,Inle un

\l. 'Il\llá(. 19~~ Il. O. Ku~r. !OOI e'J'C"~"llm<"mr d Prd~,,()_

11R

\1.0.1'10$ A U$AI\ LAS LLA\lES

ah\urJ,) e~ un nlO <k pa<,Q intelectual. una \'i~ ~~ .1c(e ... ) .1 1;1 comunidad dl!fimd.l por el c()mpronu~o con 1.11 COIW.¡;¡;¡on .

é ~.l tan mJJa C~ la cultur.t. Sin embargo, \1 rev¡ ... ,S el manoio Qu co ¡ , dado no encontrará~ en C1 mngún elemento que le

rJ • \1ave~ que te 1 d I J e :l comp:lnir la definición que ofrecc .lqui Gellncr e concep[~ e

Ile\¡, S mpl,olente con arreglo 31 concepto de cuhura cuy;} utilidad :ulUra. L' • t· 'd d , og'> en estc ltbro la cuhura /lO es. llL por asomo, "u n:l cn CCtlVI .1 'o,[( ~ ,.'. . Unid3 en un.l crtcnua. (d. SJ) S4).

el/adro 14. Gellner no c' el úni..:o que lo piensa

1. BieNed[. t93!\ 1

El grupo ~()U:lt es la c\lhur.1. l0' :mcbcto~) lo~ rJ."sm \on '>u .. l ¡¡tribulOS ("-"- 252).

r-----------I~I.~,o,·b,') ·K···'lu,'k'ho'ho, '19n<~2;

Biel"\tcdr ( ... j, tIJUI l ... } crró compleume!Ue .11 dccir que ~I 'ropo \ocial e .. 1.\ cultur¡¡. y los arrefacrm y ~,\sg.os \m atrl­

"b I I E difícil com'lrender estas e,rr.1n3~ JCollleflda~ uto... .... ., t d d nnr de Bicr~tedt. como no <jea que -.e deb.m a una an~le a ,.-extender el concepto de cultur.\ (KK 260-261).

Efel."1:I\'amente, la confu~ión det concepto de culrur;t con ~ c~n­ceptO de grupo SOCi31 ~e encuentra muy extcnd,d;t. Uno., e o~ propó.,ito~ cenu:lles de este hhro es dho!\'er esta confuslon. fn_ 1952 Kroeber v Klucknohn ya advutlcron del error, al comen

• 'tar 1.1 dcnlllción de Bler~tedt (1). •

(jl;'rd Baumann h.1 llamado Id atcnción sobre la .... con,ccuenCIaS de

confundir lo~ conceptOs de culrura y wciedad-

119

Page 59: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CULTUItA ANTItO~O~OGIA y Of"'AS TO~T(ItIAS

TraTar a la cul.rura1:omo \1 fu~r;J. lo mismo que la \lXlcd,lJ ~ uno de l,)§ rrobl~m3~ ma~ .1nllgU()~ en las 1:lem:l.l' S01:lalc\. En .lntropolo· . I nl31. ~~o no\ IIcní JITf~(1.lment~ J la menTira trlhal que IJentf~~a(U <l'

¡;:ultura ¡;:on una pohla";lún en.,;err3da en si mi~m3". un

Parur, como hace Gcllner, de e~.1 definición confulla, conduce Ut:, lIIevHablemente ;¡ una mentir., m ... ostenible Po' r d JI • ,0, como veremos con mayor et~ e en el capitulo H, C~t;1 definición encubre una mentlrl dt: mJ}"or enuJ.1d que .¡feet;¡ ;11 concepto mismo de soóeJ;¡d l' . lo q" o . ues, contr¡¡

e pu I('ra parecer, t.lmpoco el eon¡;epto de '>''''''0'0 o L_ f J d" ...... " elle ... er con· I un l. o en clenC!.1l> socI;1le ... con ~una colecti\"idad~. Baum.:mn no~ I( 1.1ce \er, al restaurJr así el pem;1llliento de Émile Durkhcim: '

La leorí~ de Durkhelm,~ C\(rU~U, )' a~i lo h.1 re¡;o\l()Cido el propio autor p3ra ap 1Car~e a un.l cualiJad compl~Tamel1le ab\lrlC\ I .1 1 11 : ~()1:le(bd I l' ., .1 que ,lnlfl

_ a go que cn a 3cma!,dad !J:Imamo~ ~Ot:I.lIIJ,ld () \o..:i3hllidad \

dque..e ¡.Ipartal enormemente dc cualqUier comunidad u (u1lur.1 reifi~J' len d sentido m.\\ e\trecho del termino".

1, bL1 culrura, t:n el <;~ntld() qu~ yo ~ostengo en e\te libro, capacita ,1

(\ u~nOll ~ a Jos malo!> par,l (omportar...e como sere~ humJno~, .1unquI poda.mos predKar de J.lgun{)\ de 10\ m3!os, ')111 roJeo<;, que c .. t.ln cornil un.l l.:abra O que son unos cJ.br(lnes. Capacita J lo~ qll~ cuentan fll~ed l' de, y a los q~le creen e\~.1r cont.1ndo verdades (el conl.:epto de ~erd.;J ~Iempre 113 Sido más difiCil de prcci~Jr que d d~ memir.I). U"a de 1.J~ co,,;flClO;es (lIudam{'uta/es If<lru que /,1 lIoción de cultura 1/0S a/llmbr;' ell

d a /ti ague,?:, dI! /a L'ida J",m.ma es desprol'eerlo de alltem,u1O dí'

tu a COllll0tilCtOll moral. L.1 cultura para el antropólogo (.lunque UIlj, nOdPa~a t~?OS los antropólogo,), como 1.1 velocidad (\upongo qll~ p.H.1 ro os o~ 15ICOS). no e, ni buena ni mala, ni verdJderJ 111 fal~a ,im k ~~~nte e<; cualquier conlunto de reglób con cu}'o uso la~ pcrMln~ ... , t~il~ . peronna'), dan form.1 a ~u .1(;¡;lón social. Y, como en 10\ Jdi(;3dm

.¡<;unto') de 13 nolenCla )- 1.1 . ' h . I . . muerre siempre 3}" que in\l .. rir para no ~cr lila entt:nJldo, me repetiré a ne~go de ponerme pesado: la l.:Ulmr.l. LOmo conc.:epto que alumbr.l el c .. mdio de la vida humana. e .. l.:omrk­tamlentc ncmm, umwr .. al; .HlIlque, como vcremo<; al fin.11 de {' .. te libro no ~ sean en absoluro la .. idea, r eomportalTliento~ que, en e,ldJ GIS~ COIh.rero, consntuyen su (;()nteIllJo Ideol6gi(o o prktico.

120

VAHOS A lISA'" lAS l~AViS

En ~us usos eomune<;. alguno .. puntillosamente elaborados por IIHe­lectlIJ.le .. fa,>clstJ.s. i:l pal.lhr.l ,·cultura. ~irv(: de co~tnada para el ofu,>!;3-IlllentO, con\'lruc!ndose en un" ncbl1lla que nos ImpiJe Jpredar b res­pons;¡hilid;ld que cada ¡,cr humano tiene sobre su'" propia .. acdone ... No C'" extr.lño por ello que per¡,ona~ C0ll10 AJam Kuper o Eri1e~t Gel1l1er. a\ cntic;lf e~ro~ abu~o~, hayan sentido \a neee~ldJd de I1cvar~c por Jebnre el concepto de cultur.1 3nte~ Je que 6te nos lleve por debnte. Pero el ¡;on..::epto de c~ltur.l que )0 \I.),tengo en esre libro no es un concepto común, no es un artefacto que, .::omo un zapato ,iejo e Inútil,!)e arrola indolentemente a la b;bura ~m mayor retlcxlón_ Por el contr.uio, c .. un imrrumento perfeccionado durJnte dé¡;3das de Itl\'esuga.::ión .1ntropo­lógKa. Esra IIlvestig3clón IIlrent:.1 rccono¡;er al :.er humanu en toda su .lmplitud y I.":omplej,dad. El concepto de cuhurJ. e~ Il1'>epJrablc de una fi-11.llidad érica, pues nada humano le e~ :lleno, pero su mo 1l0~ Impide re­currir a la moral de IJ. simphficauóll que, como en d mal une, pone de un tlllu a los hueno~ y del otro a lo~ malos. El conccpto de culturJ. que rre~ento en e~te libro puede a\'udarno~ a entender, en al~ún grado. lo que hacen todos 10'> sere¡, humanos; y. en un segundo mO\I111iento, a pre­OSJr nllc:~rros luicios morales. Ellle cammo no es igual.! b IIl\'er,>a_ Nun­C;1 entenderemos lo que hal.:en loJos los ,eres hum:.lI1o,>. "'1 empeumos por dl\iJirlo:'!l en .bueno, ·' y _malo,. siguiendo un argull1enlo moral.

En abril de 1999. Fernando Sa"atcr publicó un artículo titulado ~¡'tJ.ldlt()"o pueblos!'" en el que exprc,>ab.! '>u opimón .. ohre 1.1 interven­ción militar de b OTAN en Koso\'o, ~lue ~c llevó a CJbo "In la autOriza· clón de Nadones Unidas. Su texto ponía en luego una estrategu smular ,11:1 de Kuper y Gellner,} tcrminaba extendiéndo<;e en la tritKa de "los líderc¡, que han decidido convencer a ~eiHe corriente " a menudo ~Im­p.i.t¡¡;a de que pertenecen a un pueblo. esa cosa antrtlpóf.tga y tr3'o(;el1-dentJ.I*_ M.ís allá de esta Idea de pueblo, que .lhora me unpon;l P()(;O,}' (:n un c\.ce,>o Je su propl;\ 1I11enÓón moralizante. SJ'-.1ter arremetía asi

Contra algunas forma.s de pr.ít:tlCa humana:

Fn \'Cl de rC!\1ndl':Jr lo, dcn: .. hu~ .. iuJ,ldJno~ de Con\'I\·CI1..:IJ. [.lnl.l~ ~e­cc~ conculcado~ ... prc..:i'.1melllt: por lo~ pueblo' (lcnJ:;o t.lt:TC(hll.1 h3bbr cn mi lengua, .1 ..:elchr.lr mi\ fic"J\, a pra([¡car mi religión .. 1 r~N:cr mi~ \Cmholo~ pll¡¡ricm). ¡c\m lidcrc,] dcnun.:iJn 1.\ tr.lidnr,1 \'I)(.IClún de (U'

c\,¡'lir p3cific.1mt:11tc con quient:\ son di~tintns cn cU.uro o .:in.:o CO\.1". aunquc!oC no~ 3~cmClcn en OIra' dle1 mill-.

17 hmunJo 'i;J.\.lIer, .¡.\!J1Jn\>\ pu.:hl,"" • u P"'u. Op,mól, \ti Je .Iord Jo: I~~':I. p" cltnu qur n<l .:un\-.cnc trl"ahur el rrnbkpu de l,u ocua!rOo< u 1.11 ..JIU mil .:uu~o. l' 10 :\OI~C ;kIU; S"v~ler .le un r1lm.u" mún~". F.~IC e'> en 1<..1" CDO un probkll\.3 '111

121

Page 60: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CULTURA Ar-IT/lOPOLOGIA y OTRAS TOr-lTERIAS

Parece obvio que Savater no rcpaT1lba en que esa intervención ml_ hmr se había nurrido de dos perversiones cOl11plementari:¡s. Por un,¡ parte, el fanatismo de la pertenencia opresorJ., e~timulad:l por Milosc:_ vic y sus colaboradores; por otra parte, la total indiferencia de la fuerz.\ militar de la OTAN a cualquier vinculación real con una comunidad de perrenencirl (y, por lo t.:Into, su completo descontrol jurídico). Per­versiones ambas que conforman, en su colisión, el escenario atroz JI." nuestro mundo contemporáneo. Al amparo de la relajante idea de que: Bush y sus Marfiles no me representan, no tienen nada que ver conmigo, no actú,lfl «en mi nombre .. , puedo escribir estas líneas sentado cómo­dall1elHc en mi casa mienrras decenas de personas inocentes mueren a diario en Irak, previamente cercenadas en sus derechos elementales por Sadam HusSein.

El llavero de Savater --como el de Gellner o Kuper- no está com­pleto. L. pertenencia total, ciega, nos deshumaniza, porque anula nues­tra competencia para comportarnos como agentes culmrales. L'\ desvin­culac.iÓn toral, también. L'\ aspiración ética del conceptO de cultura que aquí defiendo nos obliga a un planteamiento 1I1cluyente. Los «derechm ciuJadanos de convivencia», los de todos los seres hum.mos tomadm de lino en uno, no tienen por qué negar de forma definitiva el "derecho a hablar en 1111 lengua, a celebrar mis fiestas. a practicar mi religión, J

posecr mis símbolos políticos». Esos derechos de todos no ticnen por qué negar de forma definiriv3 los derechos de algunos scres humanm tomados de forma relacion:ll. Esa aspiración apunta al horizonte que 5C

:lbre ante nosotros cuando combinamos las llaves dos, tres y seis (figu­ra 12). Al basarse en la ob~ervac¡ól1 de la vida común de las persona~ de C3me y hueso, el concepto de cultur:l alumbra el difícil camino hacia ese horizonte, el camino de la complementariedad entre mi derecho a ser yo }' mi derecho a ser nosotros; que es también, Jl3ft1ralmenre. mi derecho a 110 ser cualquier;) de estas dos cosas. Pues no conozco J

ningún ciudadano que haya salido de la nada soci31 y que se mantenga completamente aislado de sus vínculos en una espléndida autonomía: y, si he de ser sincero, conozco a poca gente que no proteste. tarde o temprano, cuando le aran las manos en el nombre del pueblo.

Pero esto es LOdo lo que puedo exigirle al concepto de cultura y ,1

SU manojo de llaves: abrir cofres, abrir puertas, alumbrar caminos. Fij:lr ese horizonte ético es cosa de otros conceptos.

los anrropólogos no, hcrnru; (010;1.10 muy ell ,crlo. y que no ,¡cll1prc <;<.. re~l1clve $:uuf:!~ !Onamen1~ w,,/dtldo formas culturales comUnl') , diferenres. (J. Murdock, 1 \175 (! 9571: Di;u: tle Rada. IUOJ.

122

ACCiÓN

YAI10> " USAR LAS LLAYES

RELACiÓN

Aprender 3 mirar la vida h\lln~lla traduciendo la aCCión ell relaCión

\ Adoptar una pcrllpccdva holística, un mo~o de pen~all1iento relaciona!, arelllO ~ las, rel~c/O:,es

que suceden por detrás de las IllsnnlC10Il t::S

especializadas

...... '

t~ INDIVIDUD-EN-RELACION

A render a mirar, de un solo golpe, que no hay a.cci.ón h~mana ~in un individuo que la lleve :l cabo y que nmgllll \tl~JVI1,d.u~

puede emprender una acción social compleramcmc en so It,HIO

• . dan n comprender que toda acción humana .rs Figura 11. \:staS tres llave~. a)u • 1,"i6n con otra, y que cualqUier

. 1 d . st\tucl6n hum:l!1;l e<;t:l en re ~ , d d relaclon~1 , que 10 alll . '. . I i6n con OtrOS. Estos enTrama os e individuo de nuestra especie eXl~te en r~ IC ce 10 antropOlógICO de cultura, y relaciones consntuyen el hOTlizonte é~lCO e d cO:fr~nt.lrnos cotidian;lmente, emr~ h~ dificuh:ldes mor;lles con as que emos e e. d enenencill nue~tra llhertad de acción y nuestros compronllSOS e p .

123

Page 61: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

5

NI .CULTURALlSTA» NI .IDEALlSTA •

.. CIl/tllralista .. , que eres 1111 «cltlfllr,tlista"

En el inVierno de 2006, unas caricatura!. de M.lhoma puhlicad'ls en un durio dané\ trajeron vientos Illcdic\3les de gucrr.l s:m[.1 y nU'l;u.la. Un dí.l de febrero pongo la radio del coche y ahí está réli, Herrero. el pre­,¡dente de la FederaCión Española de Entidadc .. Religiosas ,.,lá01ic;I", En algunos lugares del mundo. que es un paflUclo lleno de I.lgnm;¡s. habían quemado embajada .. como "rea¡,:ción J. 1.1 publ1f.:.lción de la .. dicho-.as caricatur3S; .. Así como los espJñoles, según Sil clllwrll, ~.\can la navap. '1 les mlcmas a la madre. así también los ¡"IJmIMas queman las embaja­

da\8, dilO. Excelente explicación de la barbarie. l.J. cuhura, '''rimu flor.lme,

no) tira de la n.uiz o nos pega una patada en el [f;}sero para forzarnos a aUlI.lr, Viendo cómo nos las ga.stamo~ ni razonar así. no me extrafla que (jellner, Kuper. Sa\'ater. y mucho!> Otro!> (emrc lo" que en e!>re ~a"o me en~lIentro) b emprendan contra la ~cllltura·'. Todm ellos "1; h:'U.:en eco de e!>te u"o ordinario del concepto de culrura pafa rechazarlo.

\1erece b pen¡¡ detener!>C ¡¡ examin¡¡f C!>t.l idea de b cultura como causa del comportamiento humano, E~ta idea ~e denomina en ciencias "xiale~ ,.culturalismo~. El culturdlismo es 111111 form.l de redllcciCJl/ismo que cOllsiste ell creer que la cl/ltllra mamia/XJr ellcima de (lwlq/lier otm cosa)' es la C/Ws.J del comporllUlHc1IfO IJIII/IIIII0 1, Adam Kupcr, al arre-

l. EXl [en " ... ,~ ""h 1",o, J" e~[J rJ1.1hra, I'<'ru" le U .... , .. "".re,,, e\ el que me lme­

r" .... 1 d,~ut1r ;l.qul.

125

Page 62: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CULTURA ANTROPOl , OG ... Y OTRAS TONHRIAS

Cuadro 15 Tres "0 . b . Clones;) errames de cultura

L Davis y Dollard. 1940 ! ", L1 diferencia entre los giu en su herenci'¡ so . I L 1 p~s se encuentra en sus culnlras, f • ela. os 10m res se comportan de forma di-n~~~';;: ~~rq~~ ~usbC::lIlr~rr:ls son diferentes; nacen en diferentes

VI .\ la lrua es que debe . . . ('lección (KK 91). n seguir porque no tienen

11. Groves y Moore, J 940 j

L:l 7u1,tura es, por tanto. b herencia socútl, el fondo de co-;lOClnlJCmO }' costumbres acumuladas a [r¡lvés de bs cuales a persan;] "hereda» la mayor p.mc d . ,

ideas (KK 91). • e su comportamiento e

111. Kluckhohll y Mowrer, 1944 1 I~:aceca culrur.a! del ambiente de cualquier sociedad es, señ:l-

md!1tf' un Imporranrc determinante tanto del contenido como e ? estrucrura de las personalidades de los miembros de esa SOCiedad. ,L.a cultura derermina ampliamenre lo ue se aprende,: las ~crb!lldade.s disponibles, los e~tándares de ~::Jfor y las ~rrenraclones báSIcas hacia problemas universales tale~ como a muerte (KK 91).

Entre las fl1;lllifiestas simplificaciones de Davis y Dalla d 1 de Gro~esJ Moore (IJ), y la idea de Kluckhohn y Mow~er\~rr) que enrIen e 9ue se trata de "u n determinante importante" ha\'

Ull .. ttdC¡'O. fin duda alguna, la tercera definición es algo n;ás ' ~atl~: n y e eganre que Ins, dos primeras, que parecen enuncia­d:: d;r~yaktn~e por el mIsmo Félix Herrero, Las ambivalen­del ca uc lo.m sobre el aSunto de 1.1 determinación cultur::l!

. 71portajUemo serán desarrolladas en este capírulo (por qe~~~F o',en e c~add'o 1 ~). T.1mbién veremos en este capímlo tundam~~~~O~~l~~a o le eVItar [dales an;bivalendas es afirmar ro.

. I ' Cll. tura no etermlna nada, y que su inciden-cia en e eond0rt::lIl~lt:nto paS3, en todo cnso. por una versi6n

no erennllllsta del concepto de cau.~aci6n.

126

NI .CUlTUR ... lIST .... NI .IDE ... LIST ....

meter coarta lo que él consideta ~Ios culturalistas»2, parecería extender el manto de ideólogos como Félix Herrero rorros habladores mediáti­C05 sobre los hombros de antropólogos que, en su opinión. reducen el comportamiento a la ndrura. Y así, autores que con décadas de aJuro­rología profesional a sus espaldas apue¡;ran por la utilidad del concepto de culrura son tildados de «cultum lisllls»J.

En el texto de Kuper, «culmralista» es una palabra que comulga con­fusamente con 1'1 noción .. idealista", para oponerse en una conh¡sión aún mayor a los «materi31istas». Da más empaque, no cabe duda, ser "Illaterialista» que ser .... ideaEst:!» o «culmralista». Siendo "materialista .. uno es como m:h de izquierda!>; eso suena a marxi~mo, para qué lo va­mos a neg.1r.

La clave de esta arribución que hace Kuper se encuentr3 en su con­cepto de -10 mental». Lo «mental", que en su libro es lo .. ideal », que es lo «culrural», es, según él, en esos autores que encuemran útil el can­cepro de cultura, algo que se opone a lo «materia!>'. Lo cierto es que el propio Kuper no adara en qué consiste exa.ctamente esa oposición entre lo ideal y lo material4

• aunque esro sería imprescindible para compren­der por qué le molest.l tanto que a algunos el concepto de cultura les resulre útil. Kuper arribu}e a esos autores un concepto de cultura que ellos de hecho no manejan; y después los acusa de «cu lruralisras», En rigor, atribuye e!>e concepto de cultura, como reducción a "lo mental», a Ulla buena parte de In antropología norteamericana:

Exi~¡e un ,lcuerdo gener:ll ---cscrihe- ncercn de 10 que implica In L"1l1-rura en el sentido en el que han uril,zado la pabbra muchos antropólo­gos culturales norrenl1lericano~. escribiendo sobre la culmr; kwnkiurl 0,

incluso. esrndounideme, mis que sobre una civiLización global. En CSt:l

acepción. la cultura es esencialmente llna cuestión de ideas y ... alore~, un molde mentnl coltctiH)'. .

Pues no. No existe Ull acuerdo gener;:¡] sobre esto, ni mucho me­nos. Yo, por ejemplo. no esto)" de acuerdo. Y, si no me he ~Ulvocado

2. KUJln, 2001: por ejemplo, en la p. 3S. aWlquc clllSO pcyor;llivll d~ estTI palahra ~s cnn~l;mt" a lo I"rgo ue la obra.

3. En concreto ... los antropÓlo!tus. :t los que se refiere el ambicióso sul>tírulo del llhro de Kurcr ~(lll He\: CliffonJ Gecrn, D¡]vid Schncider)' 1I.brsh"1l S,lhllns.

4. Véase, por elemplo, GoJclier. 1989 [ 198-+]. Como Kuper d,~e de GodeJicr que el. -amigo_ .lit M:tr~hall5.1hjm3 (Kupcr. 2001, 209) supongo que re(-aera sohre el, mm· bii!n, alguna CltribuQón de ·..:ulfllralismo •. Sin embargo. mme.1 Kupcr. God~li~r ofre.:e la ventaja de razonar explfelt.lrnelll~ sobre dhadas de confl\~i6n acero del C~l~ril dll.lj¡~Il\O de .l(lldeal· y .10 mal"ri;¡J,

S. Ku~r. 2001: 2lí2.

127

Page 63: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CULTURA ANTROPOlOGIA ~ 0',-, ' '" TONTEIlI",s

al leer a los autores que critica K j, VD también e . uper, e os tampoco Jo estarían. COmn . nCllentto necesarto el d de ser tildado de «cultura'",'" p concepro e cultura, corro el riesgo

"L .. ". Ol" eso voy :.1 dcdic ' , acl.tr;¡r cómo es posible defe d r L:lr este capltu o a vengo usando en este Libro yl:jl~: t: bconcepto de culrura tal r Como lo milla causa/mente el eOIl'p'o t . m argE'o no ~reer que In culrura deter.

. r amlcnro. s deCIr va , POSIble SOstener 1 .. "t"'"d d" d' , ' y a ae arar cómo c\

" .. lla econceptod I . ta~ ni "idealista», y aún 1"" , e eu rura SI!l ser «culturall\.

• s, o que voy a "¡ehrar ' . consecuente eDil el cOllcepto d , '., , aqm es que, SI uno l'S

. e cu tura que expoogo - JOb se rnspim sin duda en eS:1 trad' "6 en este J ro y quc rod:l forma de reduccion'islllo ¡~:ll~e::~~~apn~;r~~:lna>," ent¡onces neg<1r,í

Es verdad I l ' «cu rura 151110", ron un énfasis ~~~c~~e 1;~,:~OS ~ct¡Jrura!i5t~s» norteamericanos pusie­

"va!ores .. para l::t comprensió:~~e;ad\~i~~S ~Ide~s~. los ',símbolos» y Jo.,

~~~I~~ dvei~,~nl~~II[:~~~1~;r~~:;sl~~:eo~1,. ~ ~did~da li~tl~:~,'~~ ~e;~,~~~ ~~ a~~I:~'~~ '. "" e leas no material • "r¡

qUiere deCIr que conferir utilidad a las ·d. 1 1 es. ampo("o p:lra construir nllesrro cono' .' I e.ls, os va ores y Jos símholo~ en la existencia de un «1l10J~;1~~:I~~a1~o~~~~~0"SO~i.'i ¡ Hl1plique creer conrra los que escribe Kupcr h:ln co t'b'd o. sras antropólogo~ otros, n fomenrar la creencia de e u~ r UI¡ O ~Jn duda, ~nrre muchus meme a poblaciones cm dI. a cu IUt:! caracteriza colecti\"¡¡_ homogénea~. F..sra es "n era~ e. p~r~onas ~e un:l forma relativamenlc

u a crcencl:! IIlsostenlble ca l arremeteré l11;h larde Pero " nrra a que yo I1lISmo vida humana está det~rminaJ;;~reis~:a:r~el:CI(I y 1..1 creencia ~e que !J no hay ningún hilo lógi.o A b . o ames que v:!gan 5111 cuerpo dienre¡,. Se puede cree e" n,'"', creenCias san perfectamente indepen-

r que a cu rura es una ' d d , un con/'unto al11l,lio d > prople a lOmogénea de

lo: per~onas y creer t:l1nb' - , /les materiales» las que d . ," len, que son a «comllci (j-

L etetlmnan e comportamiento

eamos al padre de la su 1" " • «cuJruralistas» se ún el ~lIe~ta Ir.K lerO/1 «culruraJista,., con quien l()~ dos» a pesa 'd' gh ¡ PhroplO Ktlper, «estaban íntimamente familinriz;l-

• r e /la a 'er echo demasiado d U te el concepto de culnl . F B'~ por esarro <Ir explícitamen-

ra. r<1I1Z oas. Hay regaJo' 'd en este texto de Boas escrito en 1916 . • asegur,l o par3 qUIen,

'"d . , aCIerte a ver dónde se e d-as I cal. ~lll cuerpo dónd .' I .. , ¡,con en

, e esta e e~pJtlru ese que flota suelto par ahí:

6. En Olfa parre ho:: de,arrollado llr'! ar' .::cptO de .\"Hlor~. rornand" ._,_"", , .. , . gumento mu)' ~inll);¡r ~ propósiro del .;cou-

,,~ , ~ er"nCl3 pr"clsa a - I ·~lllruf3I,.,mo_ nOrTcameric:\o el ,_, KI '1 ~11 cxponcnlCscna ndo del 'iUpuc.tu

- C"I B o. ) u~ uc'" lOho. Vca'C" Día;o: do:: R.~da 2007 . . aumann, 100 l. 19. . . 8. Kupn.l0U [: 79.

J28

NI .CUlTU ...... lIST .... NI .IOE ... llST ....

Cuando hablatno~ de arre --c_~cribía Boas- no debemos olvidar que todo arte Implica habilidad téCnica. En consecllenci" es un uso impropio del término lubl:lr de arte primiTIVO, cuando nos referimos a objeros en los que el productor no posee la maestría lécniC!l que han' del producto de su trah:!jo un:! obra de Jrte. Un cesto, un puchero. un objeto de ma­denl toscamente hechos y de líneas irregubres, no Plleden reclamar para sí la condición de productos de acr¡~'idad aITÍstica. Por contrap:micl.l, un.¡ m:!yor habilidad técnica conlleva que el producto de Ja anesanía humana ;elltT.1ñe vllor ilrtlstico. Un cesrero inexperto que no c011l'role los mo\·il1liemos de sus manos obtendd una manufactura desigual. de cosruras diferente5 en tamanos y texturas, que por estas ra2one~ tendrá una supaficic irregul:lf. A la inversa, un cesrero experto tendd 1.11 con­trol sobre sus movimientos que realiz.¡¡r¡Í loda~ las disrintas operJciones de manera autom.'Ítica, de forma que Il mrensirlad del nro ) la form" de 1" vuelta, necesarias en eMas operaciones, se reali7.arán con igual imen· sidad_ Por estas razones, las cosmrlS serán completamente regulares y la I'cgularid!ld, por _í mism:l, provoc:If:Í un cfeao estético~.

Cestos. pucheros, objetos de madcm, manos que se mueven con mayor o menor destreza ... A l~oas le ¡meres,lban los diseFt05, las formas. y naruralmeme las ideas; pero lo que aquí tenemos es un cestero lucien­do cestOs con su clJer!JO. De una manera muy grMir,;a, lo que tenemos en este texto de BoaS es el cllerpo (material) de UIl cestero moviendo cosas (materiales), de manera tal que ese cuerpo genera con su movi­miento una forma, un disetio, quiz;Ís traducible en algun"J cl:.tse de idea. En definitiva, lo que renemo!' es una síntesis tal de materia y espíritu que resulw inapreciable dónde termina la primera y dón~e empieza el segllIldo. ¿Es esto "iden list3,,? ¿Es "culru ralista"? ¿Ves por alguno parte un espíritu sin cuerpo? Yo no lo veo. No lo he visto nunca. Y me parece que Franz Bo:!~ rampor,;o. _

Kuper rer,;onoce la inspiración que el ~culturalista» Clifford Geetrz obruvo de un teórico de la literatura llamado Kenneth Burke!O, a quien se empeña en situar dentro de ulla tradición ~idealj¡,ta». Y de lluevo, st': diría que el Kenneth Burke que ha leído Kuper (como el ¿cera que ha leído) es distinto del que yo he leído; lo que me lleva a concluir una de dos: o Kuper no les ha entendido, o no les he entendido yo. Veamos si esto último es posible para el casa de Burke, un ¡¡utor ('ntre nosotros menos conocido. Veamos cu;Ín «ide:llista" es su definición de In pabbra .. ~fmbolo~, eso que a Kuper le resulta tan poco «material,,;

9. Boas_ 2008 [19161: 59. [O. KUl'er, lOO 1_ 102.

119

Page 64: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CULTUR .... "'NTROPOLOGJA y OT~ ... S TONTEIIIAS

Podríamos resumir todo estO diciendo que la poesía, o cualquier ;KII)

verb~l, ha {le considerane .~cción simnóüca., Pero, aunque debo u~ar este término, rc¡;:hazo ellérgj¡;amcme sostener J:¡ perspectiva eriqueuda como _simbolismo_, Reconozco que a la gente le g¡1~ta etiquetar, que etiquetar les consl/ela al palier las cosas ell WI silio. Pero rechno 1:1 O;li­quera. «simbolismo~ porque sugiere un vínculo demasiado estrecho con una escuela particular de poesía, el ~lovimiento Simbolista, e Illlpltca normalmeme la irrealidad del mundo en el que vivimos, como si n,¡da pudiera ser lo que es, y debiera ser siempre algo diferente (como S] UI1'l

casa. nunca pudiera ser una casa, y dehiera ser, digamos, el suSntlllu ocultO de una mUler [ ... J).

Sin embargo, hay una diferencia, y es una diferencia radical, el1lfe construir un3 casa y escribir un poema (lceren de b construcción de Ull.1 casa. [ ... ]. Hay .!etOS prácticos y hay acros simbólicos (y mi dis(!llción, suficientemente dam en sus extremos, no debería abandonarse por d hecho de que eXISte un área limítrofe en la que muchos actos práctiCO"" conllev:m un ingrediente simbólico, pues uno puede comprar una deter· mlllada mercancía no sólo para usarl:1, ~ino también porque SlI pose~ión

aresligu3 la pertenencia 3 un detCfmln3do estrato de b sQciedld). El acto simbólico es el dallwr de UIIO actitud [, .. 1. En este aCllll'

nar de las actlwdes del poema, todo el cuerpo llega a eSlar finalmt'me comprometido, de maneras que h~1I sido ~ugeridas por la doctrina del comportamiento]! .

¿Me he perdido algo o cuesta ranto entender que estos ",sfmboln~" de los que habla aquf Burke no son ideas sin cuerpo? Si son ideas, que desde luego lo son, lo son incorporadas a l/1/a acción: la acción simhóli­ca. Pero, ¿es la acción ele un cuerpo algo "ideal,. o es 31go _material,.? La verdad es que yo no lo sé. También ignoro cuál es el sexo de los ángeles. Lo que sí sé con certeza (y puedo decir esto de muy pocos cos:1s) es que ni Burke ni Boas (ni Geerrz, ni todos esos «culturalistas»l conciben lo "simbó1ico~ como «no material,,12. Para que haya simbofo e idea ddJ/> haber CIIe/po, cuerpos; y si no, no hay nada. Debe haber cuerpos con forrna que dan forma a las acciones.

Son símbolos, o .11 menos dementos simbólicos --escribió Clifford GeeJTl- porque son formulaciones tallgibles de Tlociones, abstracciollt'S

11. Burke, 198';1 [19411: 78-79. 12. El carkter corporal de los ·sfmbolos_ h-enle al concep10 r¡¡cJOnal¡,;1" de 11t,

.id~a.'. como realldad"s no ~om,'iriG1$., h~ .¡ido puesto de man¡fi ... \fQ rccurreruerncnte en ,nrropolog¡,t ef. Kroeber, Kluckhuhn, J96Ja [J952} !.>'~; Vd"","o, 2007a, ~ ",bre tooo: Turner. 1980 [19671.

!JO

NI .CUlTURAlIST .... NI .IOE ... l!ST ....

rceptibles mcorporacio­derivadas de la expcnencia filada~ ~1:loTl~:Os o creen~ias\l. /les cmraetas de idea!>, aCT!ludes, IllldOS, '

.·6 de la vida humana es ocu-d I d' o la comprens\ n - -

Ocuparse e estu LO . forma como noS enseno , \' de eS3~ aCCiOnes con ,

Parsc de esos cuerpos,. I 1"sta" (al que Kuper no men-B"t"son arra emllletlte ,,¡;:u rura! •

Gregory "... , . . ) .. 1 escribir sobre "la menre».

'lon3 , " t d I er .ía )" b materia se refieren a la

Las leycs de la conservación ,/ a, '" ,~cesos !llentales, las ideas, la co· . • . :1 la forma ero o~ P to~ sllstanCl:llllJS que, d·¡· '611 patrón ercéter:1, son :I~U11

,,,"icación orgrulÍzación, ! erenclacl " , n u' . l. de forma)' no de sustnnCI:l .

CI/adro J6. NOCIón de pauta

Kroeber Y Kluckhohn, 1952 T 1 1 3 así como en el aspecto cono-

Prob:lblemente en toe 3 cu [Ur.,. . I no se encuenU:l en el l· .. -. el aswlto eruCla d

cido comO IngU\StlC~,. d característica concreta e tamaño o \a frecuencUl, Silla e~ C:03mparar esto con el princi­tm3 pauta concreta. uno

d pue d' d 1" ,nedida como tal, Sino

. l· I eno epene ea . . plO de ctrcu o~ qu. . l. si las medida~ son necesar~as de una pauraclón fi.):l, \!;C 11150 . lar !>ometido a especlfi-

d·b cu,lqL1ler ClfCU o partlCU para I uJOr . cación (KK 221).

. x resada en una (6r/1/u/a mat!!mática Efectivamenre. la pauta el p d /,,"ulos (y no ctl:tdr3dos),

. I círcu os pro uce... ... I ·d umversa para tra7,ar I d ,,·,do Pero no O V! e~ I -o del dreu o pro u... . "

sea cu:l1 sea e mman de ener:lltnente a «una palltaClO1"I estO: la culmra no respon . g d I ·de" d, pauta e.s por

d ios eXigente e 3 I ... , . fija». Un mO e o men e d fi '"S lo haces siempre Sl-

. lid firma U:ln o rn .. , fi e¡emp 0, e e tu . . :lur:l Por eso tu rma es guiendo aproximadamel1le

dla mIsma P

d S I~s demás. Sobre esta

·bl ~ forma e entre tO a • - 2 reconoo e, \.;omo . • b" 1 cuadro 2 en el capmll o .

noción de pauta vé;"lse tam len e .

<3. 14.

G ,,'3b' 9 \ l..3~ cur~ivas iOn mías.. t:~rn, . . .

B:lIr.son, ! 976, 25.

iJ '

Page 65: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CUlTlJlI.A A,NaO'OlOGI" , OT~AS TONTUIAS

¿I\'egara "tlrer que 1.:1, co~a~ '·n· . J ' producción como CO!>.l..~ inter\'i l/arena ~~. nenen (orma? Y, ~I en '11 f // ene .1 ¡¡CClon ~<XJaJ' . orma aque o que 110\ d.L , megafa que (" la . ~ , elle IIHete\.lr cntre ~ {qUe c\ lo que ha de lI1[er("<-, ," • otra, (o\,)s. Y ~J no e\ .h;

/ J. 0\ COmo c.ent'fi - / . •

\U \10 umen, ~II \"eJocid.1d? r CO\ ~ucla es? ¿Su m.l".l,

, lo .. mayores di\parate~ derlvado\ de e _ rl,mo~ y ~cll l nJrali~mo v' .. re dU.JI.l>OlO entre -maten

- ~ cnr.:uClltrall en u d/ • . .Jnrrop%gia t:conórnlcl A/ / 11.1 parte e .101111[0 de IJ

• . guno\ (e l()~ den' iI rama pueden dl'IarlC p<:rp/cJo d ,Ites qlle :llloran en C'IJ

/ ' a~nta os como e\r.i / . ljue a economía a di{eren _j,' ' 11 t'n (' preJuICIO dI.' . 'e • por ejemplo del a / d !.:usa . rn,lterj,¡I". A \'cce, p.:l • • • rre () a t.' Ul:.1¡':lón

. , ' rccerla que cuando ~e Id/ cl • economlca~ que lo~ hu, r.Ha e as Cci~JOnl-' / ' manos lom.lmo~ e!Jgi' ti . /

a TernatJ\:a.s la \·cmJ.nilJ ' ,en o r.1Clona menre enrrt' , a pernneme a 1.1 quc debe d·

· materla,,; pero cuando ,mos .1CU Ir e\ la lic 11 enrrcgalllo~ o rt.'clblmo / .

nl.1 ritual, como un 1 boda l. 'JI \ rega o~ en una t'err..-ml ' dI' , .1 \ Cntanl ol a h que In ' d' '

e '·espínru~. A\i, ~matena¡'\ta. e . id l' ,) que IfIgl rsc c<, 1.1 cargatla~ de \"alor. como la~ d ,ca I~r.l_ \e conVlcrten en pa/anr.l\ . / ' ' pue e usar I.""ualqurer / // cu as raClonalmenre qué p". d f a por a Col e. Sr cal.

.upuesto e ontanerí / tonces eres un m lIdno ' / a te re\u ta mejor en I . «materlJ rsta·' (nle deci r t b - '

cspaño • • pe\ctero,,)' pero si re', . I ' am ren, en ,Jnacr611lm de su boda ercs un g;nero~o 'dg

'/,l<, a nr ICrmJlla una 1.1Vador.l el Jí.l d · ~I ea I\t.l_ Para apre ' ,

Imemlon de este dcsva" o ' . Cl,u IlHlutl\"ameml' I.t / no, ast.l pensar cuán ma/d d

rega ar (o reclolr reg ' /0<) ,.c,' Iro pue e \er uno .11 / • ,~ , r..- prOClment"

a COlllratar los SCf\lCIOS d f • e, cuan Ingenuo y tontorrón El e un Omanero

, • antropólogo Chrh Hann sea um.'; I tl " ' tecllKO de V.lnos Itbros de p/' a es\ano ell un (Omem.lflO d . a/ltropo ogla e'O 6' b .

ee.lda dt.' los 1100'cr", De // / c 11 nuca pu , hcado\ en /1 • , e os e mole I / • e/ cOIH:eplO de "Culrura" ,. ' . ~ a e~pecla meflle su énfash t'n

• ',' por eso e~cnbe;

El -.e~go i{leall\IJ de 'a concepcIón h . , COrreglr<.e detJndo IU~J 1 OJ,\IJlla ¡reterld" J Ft.mz Boas] Jd't' bdore\1I r para e .:omrortamrento de mdll'lduo\ caku'

Es \'erd;:¡d que cU.lIldo hah/amos de I ramo~ hJblando (.11 meno~ d,·,. °ds reg.llos de un.l boda no t·,· d // cramente) e 111 pa /. - '/ e e a cU;lndo de"im(l~ er,," d e S.J. ~ que SI lanlamo\

" no .e 0\ lonTaneros p , . un anrropologo hecho ). d L. • ero \upongo que Jl' I - erecno como CJ H

a go ma~ que e~le /Iallo 'iClltid . , T. lrlS ann podcmo'l l·~per.1r I p '/ o comlln, .111 ~mat'" / a asta '>0 o vale como \",/. / • bol ... tJ.1 • ":0010 part',,:r tn O~SlIn os hn I • • r~r.,lI~ lOS seres humanos le

I.S, HM1n, lOO! 2/).

IU

NI . CUltuIIALlsrA. NI .,D(AL'STA.

&O",~Je" l'J/ur e" 1m mundo SOCt,,1 por Illcdio tle lIl~nruc ione!o que, en forma de lC)e\ esenta, y (ltra~ reglas de intcn.:alllblo,le a~ lgnan un v.,lor de ¡;alllbIO'~. El que un crul.:ll'ilo) un billete de diez eUrD\ seJ.1l ... imbolo~ con Illuy Jistlll tOS u...o~ no le~ re.,ta J .Imbos un .iprce de su contlu.:ión timbú lu:a (m material). Y, por OIr.1 parte. cabe preguntJrse qué quierc da;ir abí Hann cuando mem:iona el cákulo, si es que renunci;lmo~ a comiderarlo como una operación con .. idea!> •.

Cu ando Chrt. Hann asoCIa a BO.1~ con el "Itleah\mo .. , o coando lo bact.' Kupcr para referIrse a ellUord (.eertl. y otros autores, esa palabra se c.uga con un matil dcmgrafOrio. Como Indlc.l Atlam ,,"uper al pre­SC'ntar~c a sí mismo al pTlllClpio de \u libro. pareceria mil> honro\a (e intelecmalmeme m;Ís dara) la atribUCión de ·maleriJhsta~:

So~ un IiberJI. en el scnlido r..-uropeo m,b que en el JmnILJIlO: 1 ... 1 .lunque \Iemprc \O~ mu) ralonahle, no puedo pretender e\lar hbfl' de ",""go~. \1odcr.ldolmcnte lllatCTlah'IJ)- con Clerta.convl..:ClonC\. algo en· Jehlc, 4U1zj\, .oore la unin'T\;¡hdad de lu~ dcrc..:h()~ humJno~, pn:,r..-n­to rcw.tcn':I.1~ al idcahsmo ) al rdatl\'i\mo de la teoría moderna de la ..:uhura [. ['

Poco .1 p()(:O \'oy dando argumento\ para de~hacer este lío. e~tc ba­rullo dt.' KlIpt.'r con su apen.l\ di\illllllada I.:reación de los dos ¡ulldos. Lm que, COIllO él, ~on razon:lhle~, IllJ tcriab\t:ls. y defen~ore~ de los de­recho~ humanos; y 1m que, en el Olro C<lmpo de luego, son ideJli~t.l\ ~ rebti \' i \ta~, lo, ~culturali,t;¡~ •. Para deshacer este embrollo c\loy preci­'>.tndo e! concepto de cultura h~Na el punto de dil>oh'er cualquier ten­tadón de ,onsiderarlo un ente sin .materia", E~toy ll1o~tralldo que: c'as .ideas" que arrOja ,,"uper ~obre: aquéllos a qUlem;~ dcnonllna . idt.'ali~l.lS • no megan m el cuerpo 111 la aCCión, SIllO que lo, suponen. Toca ahora 3c!;¡rar por qué la defensa de la utilidad de! concepto de c(¡hura nada tiene que ver con el .culturalismo. como reducciom~m(), Del rel;lIIVls­mo me ol:uparé en lo, últimos ,omp.1ses de este libro,

Con todo ello quedar.i qlJlzá ... m.is daro que, C"ualldo se ruzga ~ide3' Ji \ta, o ,mareflali~ta .. la obr<l complela de un aUlor (o. como en el (aso de Kuper. un conJunto Je autores), no 'le comete unol aberración II1te­lectu.l l menor que al Juzg,U;] una pohlación completa como .espafiola·,. ·mgeriana-, -catalana o ·cherokee~, En alllho~ C3~OS, "C rr3r.1 de ge­neralizaciones que oSl.:urecen la complejidad real. U\aJ.1S de ese modo, eSJ~ pa labr;ls quieren deCir poco m;í~ que cuando decimos de l1na can-

16. Slmmd.19~")'II'iOO1

17 t..\I~r.1UOI D.

13.1

Page 66: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

clón de Bisbal que ,uena mur .romántica. ¿OplllJrla lo mismo 1-ranl ~chubert?

.. ,\bteri;alisra·, e .ldealisrJ. !oon, ambo!>, .lpcl.1ti\os equí\'OI.:(h tn Clen":las <;ooale ... como lo son la, palabras "'m.nena. ~ ... c~pínru··. Adt

más. como Ilusrr.ué a cOntmuaClón, puede o..:urrir que lo!o "materiall\. tas~ se unan a 1010 "ideali .. tJs· en el empcllo de m\'ent.lr el espírim l.'()Inll

un alma ... in cuerpo. Puc" es precisamente cU.lndo .. c ejerce .. obre b fl:

lidad la \'iolenciJ de comprenderla dividida en cuerpo)' alma -OPt:r.I· ción ImpresCIndible para ..:reer en IJ determinación C1U5.11 de la m.Hen.1 sobre el espíritu o del espíritu !oonre la materia-, cuando el alm.1 ar)­recc despojada de ~u cuerpo. El IIlso .. tel1lble duall'>lno cmre maten,l .. espíritu es tan de!.C.1do por lo .. "matenah~tas .. como por los .ideahsta\ Todos ellos necesitan creer que el cuerpo es una CO:..1 y que la rneme: es orra. Pero si piensas (como )'0 )' como nluchos de e~os .lnrropólogo\ J

10\ que Kurer denomina ~cultur;alist;as .) que. clI.lndo se trata de ":I)~,h como símbolus)' regl.Js, cuerpo y mente SOl/la mismd CQS<J, entonce, no te hace falta creer en fanta!oJl1as.

Los Mmatenalisras" que a menudo se reconocen como tale, 1ll'l"l'\I­tan de e~ dtlali~mo como del :me que resrlran. Mml lo que e\\:r¡¡'w Mar",in Harns, el autor que consolidó el materiali1onlo cultura!! • p,n.1 Ln!>trUlr a lo~ estudiante., de antropología:

!'\lOguua c()nfU~IÓn w def!v.l Je l.l Jcfimción n)j, mdu..~i\";:¡ [dd C01Ker¡ J

de: cultural, $iempre que 'iC Ie:nga cuilbdo en IIldlCar ~l '-C habla de " idt'3~ culturalmemt ueterminJd.l' pt'rt('neóente~ ;:¡ lJ \ida mental J< IJ gente, de l.l, aCtl\'ilbde, cultura!rnelllc dC[ermlllad,l~ qU( rtaliz;¡n ("n su~ eU('Tp()~. o de amha~ co~.1\".

Pero, ¿hay alguna ide.l que no !oca realIZada por un cuerro? cE ... 1C.NI po .. ible no hablar de amba') C05a!> .1 un tiempo)' decir algo con ~entid()? Y, m¡ís aun, ¿es que aca!oo la culmra puede detenJ/ú'dr algo?

SttperorgJJ/ico~. La culrur¡J que flota en dl'oefo

Slgl~)s de tradiCión apuntalan el duab .. mo entre b materia y el e .. píntu. En antropología. la formulaCIón del cOIll.:epto de cuhurl más dar.1men te a\cntada en e .. te duaJi!ilno fue expresada en un texto de Alfred !'.roe ber, publicado en 1917. _Lo .. uperorg;-¡n1Co~~<I. El resultado de e .. tc te'\w

111. lI~rri~ 1\l1I~ 1I\I~'1I.

1\1, lI.lm" 1'1'11 11'111111; 14~.

2U. I.,r~hcr. \ '1\7. ~tl>' un" uBu',n ue e'''~ le\lO cn H¡NIft. en la cUI~16n de I.,;¡hn

D4

" 'd ' ,el lenguaje}' la .. accione'> \1111'

loe el csta¡'lecnnienro de 1.\ "1~Ulente I,C.I. . producen la cultura, un

d "' port:lImemo mm.lno• , . bóli":.l~, propias e com :. see pnnuplO<" de org,IIUZ.lCIÓn

'den de realidad que, en !tI ml\I\1O. po l' "0' quíl\\lCOS mecánico~

(1 ¡,I de los pnm:lplOs "l: , , . r~rfcl:ramente ~parJ. e~ n~ipio" H"lcoS quinucos, mecJ.· biológlCO~ de la VIda. Aunque e .. toS P," oou' -'o' n d~ la onra cuhural.

\' _ . sanoS pJr.\ a pr ... e: ~ICO\ Y bi()16glco~ son ne\.e. . "6 de la cultura no existe una

, , nClplOS de organlza\.1 n -eOtre d os y o'> pn d "d mente en qué c6n"l~te esa

1, . cotnpren er rapl a re!aóón LI1rr¡n~cl:,\, ar.l t1 .. de Krocher sobre el pro·

"

ón puede ser IllL~tratL ... a e!>ta re eXlon ~epar.\ , ' -, 1 d .. la herencia o 1.1 tramnll .. lon ; pema ...

, • 1 ue -..: pJ\3 ..le uno J. !.ltro. • . .,Iu c\ L1 [radll.:i¡'¡n. lo que: )1.' tran~I~'~(. o q .... pero J tin ..le l:ucnt_U, el

. ueoc tr:1n~port:1r,... un men!03le. Por wpuelofl), . mcn!o.11ero (~ extrín'oCCO a la notlCU· •

_ l' () ara dcsligar .. u noción sureror· lüacher se !.ts ,lral1Ó en e text p , la mente del indiViduo,

g.inica de I.J. culrufa del Juadll~IlI,O ddel Cldl<er~~~ )orden trlS\.:cndente de 1.1 , ·stadefunar:1lea d"

rero lo liZO a l:? . aJo or el antropólogo ..:omo un ur en ..:uhura que pmlla .. er Ulterpret . P unl \CZ produódo, ~c encuentra autónomo, Un orden de re.lhdad que, ',,_, como de lo'> proce\o!>

d , . liclones _maten ..... ~ liherado tanto e aS '-00' d- -,.n- )' hueso. Ya no era . \. . de \a~ per~ona1o .. '-o .. mentales ~ o r"lCo ogl'-O\ > ente .. ino J.lgo .Iparentemen·

pues un duali.,mo e~trll:to entre cu~r~o Y m agÓrico' un dU,lhslllO entre le m,l'> ,0n\lIc.\do, pero mucho ma~ anlJ.sm. .

la \oclcdJd )' \.1 cultura. . ut b.cct;a~ dc1 mi~ml) ';'Jlcrial ors:'lIli.

La meme \' el cuerpo no \on mJ\ Iq l' do ,nm:1tcrial ~I 'oC prchefe - I -' socia -(l e tel' ' co ti aC\I\'luaJ: .\ ~u,tan(.J. d Jmll~ cl\·ih1..l~,ón. lo ffasclendc !J. c"\(pre:'lón-. lo que "()!oOIrO~ enll~l~n.; . púT mu ... ho que e~l¿ enrall,¡Ja en la \. J •

" fl ando en el vado queda¡,a alli c'iuhle-ES[J clvlhzaclOn o culrura, or, dar ue ensar a 1;;csudos litre·

..:ida en 1.1 htera.rura anrropologlca.lpara d q v PI] univerSidad, donde . "" d ,. hw de a ;a..:a emla ' lecruale ... Mas J. .1 e .\11\ I 1 K 'ber se denatló duraBle

Ic dJ.Lno" vuehas a todo, y donde e propio roe

carloslinneosalgado
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Page 67: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

C,,,,dro /-. Un.:! Jc \:a/}' Otra Je arena

K/tOEBfR) KIli ~HOIf~ AD\HRlT'\ Il El peligro de/ " _ HR'h(,OIlfRHH(,"RLA(!r[n"R~tr

I ' H)IKCpIO de ':U/tur.l com en ,] lendl"n<.:1.l con\('l,"uenrc .1 rt'lti -.1 u un n"eI emergente radl<':J remp/arb como I/nd \u\rand.l di\t~n~~ hIP()~t.l\Iar IJ cultur,l, ,1 nlll- I re,l~.~~a a"~unllr que ,1.:túa a Ir.1\'t', tle f~ () como ~n \Urerorsani,mn te\ 2'10). erz.15 .UllonOma~ e' IOmanen.

I

KR,()I-III/t ~- I\W( ~JI()H.'-\mIFR,H!\ mi 11.11 \(,0 n~ fX-\(,fRlr.R, Tomar concren('1J de' la ulllidad' _ ¡ c¡rnlenro de nr .. des ur\tinri\'o\ coprrg~a~Ka ~" del nece\arro re.:ono. I e e.\.:c,>o. En t"'Ite l:.1<o.Q 11.1\ _ n e~a t' rre~g() dc conducir\t' hacll

• J\pe.:w~op dd . M' nagt'ran y '>C <.:omprcnden . rople .1 t''> de cdd.1 nn'eI comu elllrdddc\ o ripo\ de redlr~l:j) tr.l!ol.:t'nJenrn, .11 !>er enrelld,dm

I mellll', ~lcJJd . .:ulturJ. A ~'t'ces en hn M:rllldo ~Ub:\~.IIllIH): ridJ. mom'.I.da pOt el Jrdor de un,1 nue~':\1.1 _ 'pC'\IJ\I\ o relfi<':dclón \-jenl' \ le/o, .:un<.:epro,> preclentífico\' al~lt~d. A \'~LeS e\ el re~lduo de

,lOmo e a m.l (1\1( 1:"0). I

Sl'\ IMIlAN.(;O, I\flofBffl y KilI( ~H(lU"" "" f' H_ ( ,\R.K n/t f" rR.~,"l\t'; Il{Oh U" l.'" Fl\Il\'IU ax ro. I

I JI' --, -mL\«('lIlJRlr.j ... .Ira J9~2, en b cú'nCI.1 la .11 h I

un ~(:ntrdu nuevo \ es 'dhco r a r.1 cu turJ, ha adqUirIdo umh,t'n /1Ul(O de atrlhuto~)' rrEJudO_\ d~t hteslglUhcJJo e~ el ue un I,;on· I de ~a hum.:!nrJ,ld, que \un e_"tra",~~)o<.:leddJe\ human.:!\, .1 con db~ me.:,lnl\nnh dlfercmc\ dc J,¡ /lete . ~rcy~ ~ que 'oC rrJn~mjten por

nm 106gl<.:o1 1 .. ,1 (KK lIU.2H4).

y 1'110. ~ rl\~R m Qn 1'01('0,; ll-XTO-l ... n J

1 I KR()~lIffl. 'HIII.~ ("O'."I)(~ fJ Rj('R, J)f ICJ4H. :\lfflB) I . '\I(.un "Tlw.-l l.UJ'A f --Ia~e mUlho tIempo (UI atJcado I ~II ntlJ~l,>m(), ) dl'\pUe~ pnt B,j,~~r Jij~~l~ ~ pnr IkllcdJ...r. dcblJO J I L,lr t' ~Onct'pfO de <-u/rura IXhHe h' e loa mI Ideall~mu, .11 rClh-'pro~cdl0 ('~tJ oponunll,hd J cnado e~IJ~ dlfcrenrc\ Cntlca,

dt' cUJlqult'r e"fr.n,l~Jn<l,; ()~~;1 relrJltarnle Inrm.al \ puhlKamcllft' I I lulpahle por un e\Le\o de drd()~ ~.:r.lllón dt, IJ que lid)'a podido 'er

I "'11""''' , d"do '"'''"''' E" ,,~;'" '~"""'O"". '" m, -'''I'a-/ Lomo UU"'lnlt' de !luna\ d,ti I J . me pJtcle IJmo mnl'le ... lno qlHer enudJJ. 'U~t.1l1\ld, uro J<:I,la e, .hum" Id e'{¡\lencl.l de .:u.ll. I

I aUlununl.1\ \ lornpletJmenr cr o LUnjUllfn de fuer-u~ 'oCpo1rJd 1\ t, d e aUln\uhcu:m d . '/ cnorneno\ e la culrurJ. ~tn emh t"o. pJra ar L"UCma de 10\ que he (''oCf1tn dl~un()s pJ'-d)e\ qu<:lTS~'dL~eo que he \IJO .lmblguu• )

I modo \ que pru ahlemente .:onfle~e e en ~er IlIferrretadn\ de e,rt' I

L <IOn (AH red 1_ I\rtk:hl'r, 1'l4H: 407), n Impllca':IOnl'\ en nI,} dlrc..--

1 I

U6

I

NI .CUlIU"'AlISTA, NI .IOEAlISTA.

MeadJ!> parJ adarar si 1;1 ~ep.lraClón del orden superorgánu,:o e~taba en el mundo o sólo en la Interpretac.:ión de los antropólogo~, se Impu<;o una cruda t'videIKl.1, La lulrur.\ superorg.ínica no era <;1110 una "ersión del vicjo .. e\pirim del pueblo-. en r.:uyo nombre mlllone~ de person.l'> fueron ase~lIlada .. durante la barharie del nacional\oclah~mo .1Iemán. Anfe seme¡ante evident:la, Krocber reculó. aunque no ~in Jmbigüedad. como vemos en lo~ textos JeI cuadro 17. Pese a todo. la cultura siguió flotando por .lhí~ } aún lo hace hoy en díJ.. como una pehgro~a J.pan­ción que obra arltc imelecltJ.¡]es y político,>. Fs urgente J.cabar con e~ta .luclllJ.Ci6n. de una vez por Toda ....

El violimsta

Krot'ber se eqlll\'ocaba. El mtmSilfero 110 es extrlnseco a f¡J /lo/icia. Lo~ agentes culrurale~ no ,>e comportan con ~us cuerpo .. como ft:lbaJlldore~ de un.l empresa de mensajería. lIe\'ando de un lado .1 otro sohres ce· rrado .. con mensajes que ni les van ni les vienen. La relación entre un agente culmral de carne} hueso y su acoón con forma cultur:ll. que da lugar a objetos con forma cultur31, es tan inrrínseca corno pued.l serlo la rela';lón entre el cuerpo de un atleta y .. u~ ,>alto~. o 1.1 relación enrre el cuerpo de un músIco y ~us ltlterpretaciones mu~icale~,

MI amigo Pal1lo, que es nolinl~t.l. lo ~.lbe mu~' bIen . .\1.Jñ:lna tendd que Inrerprerar un concierto Je ~10zart, Sabe muy hlen que no lo har.í lIe\'ando la\ partitura:. mctid,l\ en un )ohre r rcp:lrtléndol:ts al públi­co. Si fuera a hacer sólo e\o. ¿par ... qué se hJ.brí.l p.lsado VCltltlCIt1CO años hJ.Sta ganar maestría con e! \'Jolin, )' I:trga\ horas pr31.:frc,mdo con su cuerpo ese textO que \\oz.lr[ e~ct1hi6? El conllllHo ~sllperorg.íl1lc()~ ----cultural- fomudo por e! texto que e~rihió MOl3rt (con ~u\ relm · presiones y reeJlciones). lo .. 1ihro~ que 1111 ... migo P.lblo ha' e~rud',ldo para .1prcnJcr primero a toc.U el \'tolín } de<;pllé~ a lIltcrpret.lr .:! Mu­zan, la\ regl;l<; de la interpret,ll1ón n1U~lCal. y 1m planos 3rqtliteltónllO~ de! auditorio en e! que tocar.í m3ñana; \;1 lIlextric.lblemenre unido al coniunto .org.-ínico~ ~ultural- form3Jo por el cuerpo de MOl.Jrt con su cerebro enrrenado p.:!ra la compo~lClón } la e\.:rirur3 musICal, 10\ Soporte\ materi.llc<; en 1m que: c<;a escritura qued:l imcrita, el t:ucrpo de Pahlo t:on "lI\ manos, \u cerehro \ ~u Cuello.

r .. po .. ihlc escoger de c1l3lquit'ra de esos Jm conJunto" una parte cualquit'ra. } ofret:er un ,ln.í1i~l'> de 'u .. prmopio .. o proce\(IS imemo\. Es posIble tomar un conJunto de partltura~ e<,t:rita.\ por 1\ IOzilrt y e~ru­diarl.l\ hoy para Intentar comprender la lúglCa de \U uhrJ. Ha} que no­tar, sin emb,ugo. que aún en c .. re extremo es ncces3rio IOITl.U algn .;omo

I P

Page 68: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CULTUIIA ANTIIOPOLOGIA y OTilAS TONTERIAS

objeto, algo cscrito, inscrito o incorporado en UDa forma material. Ade_ m:.'Ís, alguiell con su cuerpo tendrá que hacer la tasca, partiendo de la base, claro está, de que Mozarr con su cllcrpo ya hizo la sura propia. El hecho de que esto sea necesario esd muy lejos de indicar que la culrura anda suelta como un espíritu flotante.

Sin embargo, en su may?T parre los comportamicnros hum:mm poco tienen que ver con esa erudita actividad del musicólogo ocupado solamente en esnldiar los textos de Mozart, Tienen más que ver can lo que hace mi amigo Pablo cuando afina su violfn y luego, para calentar, practica una~ escalas. Al hacerlo, la integración que Pablo pone en juego entre los aspectos que Kroeber consiclemrb «orgámcos. y o<slIperorgn­nicos» es tal, que difícilmente podemos entender el dualismo. Como cualquier instrumento de cuerda, un violín está hecho de form:t wl qut' su estructura física es una versión más del sonido que emite. Las not..ls son más altas, relaTivamente, cuamo más re acercas al arco con tu mano izquierda (si es que llevas el arco en la derecha); las Clli.uro cuerdas están afinadas en noras progresivameme más alt:ts cuanto más se separan de tu

cueHo. Cualquier violinista practica durante :11105 para il/corporar en ~lI

accíón los principios que constituyen la relación de sonidos en ese oh­jeto. Cuando Pablo practica l:t escala de Do M3yor después dc afinar el in!>trumenro, sus dedos se lTIucven con destrez;J en las posiciones reque­ridas por la eStrUCTUra Ill:trerial dd violín, La escala que practica es un'! convención cultur:\l que puede ser escrita en un papel y olvidada en un vagón de metro, pero sólo cobra forma sonora al ser convertidn en so­nido por el cuerpo de mi amigo con su objeto materia!. Es evidente que al tocar esa esc:da mi amigo Pablo esni teniendo en cuenta multirud de elementos extel'llos a su proPio organismo biológico. Eso es verdad hast.1 el puntO de que, al tocar b esca];l de Do Mayor, puede desafinar, L1 re­gla que estipula, para Do Mayor, esta secuencia de ranos y medios ton(Js

Do Re Mi Fa Sol La Si Do

eXlstfa mucho ames de que Pablo naciera, y responde a un sistema mu­sical en cuyo interior se cf1Ullda esta regla general:

U"a escala heptatónica (compuesta por siete tOllas) en el I/Iodo mayor se cOl/stmye así:

Das fa f"imerallota (Do) Avanzas mI tono completo y das la segunda (Re) Avanzas /1/1 /01/0 completo y dos lo tercera (Mi)

Au¡m,:as lIIedio tono y das la cllar/a (El) Avanzas 1/1/ lOllO completo y das la quillf<1 (Sol) Al'OII.::as /111 tOllO completo y das la SC;lta ([a)

138

/ das la séptima (SI) Avanzas 1111 talla comJ1 e/o, y d' /OliO para dar de

Si cOII/imlas. has de QU,lIIzar s6 o IIIC /O

/IIlevo Do , , v'\ida ara construir tod:ts las escalas

A su vez, esta regla mU~lcal es 1 a . P o empezando por la not:t Re, cc de manera que, SI haces o I1lISm

tTlJyor,-", bóenes la escala de Re M:\yor:

o Das la primera Ilota (Re) d (M.) t I t das la segulI a I

AvanzaS 1111 tOllO wmp e o y I (Fa#)" 1 ,O Y das a tercera

Avallzas 1111 tOllO eomp e" (Sol) d· , O)' das a elldr a

Av,.mUlS me JO 011 ,. (La) 1 'o y das a qumta

Aval/zas 1/11/0110 cO/1l/' e das la sexta (Si) Aval/zas mI tollO complelO lIS la séptima (Do#)

Aval/zas 11/1 tolla completo y d para dar de d r sólo me 10 tollO

Si cotrtilllias, IJOS e avanza , /luellO Re

d como resultado un sistem:t m~s~cal Convenciones de esra clase all

bl d de luego extrasolllatleo:

. . ·go Pa ° es, es , , ql1 e en relacIón con mi 3\111 b· lógico. Tanto ese <;Isrema

I .. a de su cuerpo 10 '1 1 "'se sistem:.l se encuentra I,jer '1' ,"S,· seguro cu:tndo e laya " , ' estaran all, "" , 1 ., como el violín de mi amigo do y bien construido (en re aClon

. 1 . l' tá en buen esta al' muertO. -y SI e 'lID In es .' P bID desafinará poner su eOil esas convenóones tonales), 011 amlgo¡ .. :ncia externa. Si sube algo

. ros por esa re ... ,.... , d· dedos en lugares no prevls . d o.tO en \05 lugares 1[\ Ica-

d· oSlseque ac • más de un tono o me \O tono, _ do~, desafinará. _ .. lIe exi:.ten realid'ldes que, produc:-

Nada hay de extrano en asunlH q 'onales son cxrrasoma-1 a formas COlwenCI, -

das culmralmente con arreg o L que sí es absurdo es aSIII/Ur , ntes concretOS, o -', s ticas en relaCIón con age I,·dades COI/lO {¡rs IUlrt' lira d . (a) que esas Tea ,

cualquiera de estas ,os. cosas. hall sido 111ft/ca producidas por cuerp?S o los sistemas anllOIllCOS, /10 1 ,le SI/S soportes mateTW-, I t tlellte a margell. • d· hl/ nla//os, y eXIsten CO/IIP e ,al 'd propia hasta el pUllto de pro I/cn les' (b) que esas realidades t¡ene" VI a

, .... lar por 511 cuenta, 1 efectos actuar o mtera .. " .t "n-o aJ menos o es para /' , b" esbasrame exr .. , Dicho sen de paso, ram len d I·m·'tar volunt:triamente su

- 1,' lpue :l.querer I M un antropólogo, que ~ gUle,1 I bonito que es escuchar :l 0-

mirada al sistcma mUSical alsl,ado,. conl> °blo Eso es cucstión de gustOS y

, dio de mI amlgO:.l . . b l.art a (raves e cuerp 1"·6 de la mirada no pennttc rr:t a-afinidades_ Sea como sea, esa ImltaCI n

2],

de Fa,

.. F"o<renido •. que es la not,\ que se sirÍ!3 medIO tono pOr enclm,' Fa¡\! SO' \~e ~ > ~

l39

Page 69: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CULTURA ANT~OPOLOGIA y OTRAS TONTERIAS

jar con el concepto antropológico de cultur3 que explico en cste libro. Para lLn antropólogo, la culrura, o es cultura en acción o no es culrura en absoluto.

Excesos cI/lturol6gicos

No fue el .. idealista,> Krocher quien perfiló el concepro mis acabJda_ nlenrc superorgánico y extmsomútico de cultura, sino el "lllaterialist.1· Leslie White. Estas palabras suyaS expresan el absurdo que he mencio­nado hace dos párrafos, en el punto b): que esas realidades tienen vid.l prOPia h3sta el punto de producir efecros, acmar O interacru:lr por 'lI cuenta.

L1 culrura ---escribió Whire en 1949- se convierte en un conrinuo Je elemenTOS cxrrasomáricos. Se mueve de acuerdo con sus propios pnn­cipios, sus propias leyes; e~ una COS:'I SUI ge/leris. Sus elementos inter,lL túan los unos con los OIros, formando nuevas combinacione~ y ~ínre\i,. NllCVOS elementos son introducidos en e~a corriente de vez en cU:l11ÚU, y viCIOS elementos desaparecen l '.

y lo bace todo solita o, como mucho, de eSrl formrl trln imperson,ll: «nuevos elcmenros son introducidos». ¿Por quién?

Leslie White, que también nos ofreció una tcoria de [a evolUCión cultural basada de forma Crlsi exclusiva en el concepto de energía (<<ma­teria]") y en su organización insriruciona[lS, no pareció hallarconrmdic­ción algun:1 entre su firme orientación «materialista .. y ese .. idealista· concepto de culnlra extr3som5tica. En el mismo aiio vieron la luz ambas aportaciones, la segundrl en un famoso artículo tirulauo "El concepto de cultura", en el que escribió lo siguienre:

Volvamos ahora a b dase de cosas y acollfecim¡ento~ que consist~n en 13 slfllbolización O dependen de ella: una palabra. un hacha de piedra, un fctich~, el evitar la madre de la esposa, lo repugnancia de la lecbe, la hisopaci6n de agua bendaa, un cuenco de !'orcclan:l. decir una oraci6n. elegir un VOto. la santificación del sabbath [ ... l. Todm ellos !;Qn Jo qu~ ~on: hechos y cosas que dependen del simboliz..1r.

[ ... ) CU:lndo cosa~ y acomecimientos que dependen dd simbolizar se consideran e interpremn en rérminos de ~u relación con los organi~­mos humanos, e~ dedr. en un conrexto somático, enronce~ propl;¡mellr~ pueden denominarse conducta 11I/1JWllo. y la ciencia correspondiente:

24. Whire. 1949: J7". 25. While, \9j'l.

140

NI .C:ULTURALISTA. NI .!DfAUSTA.

acontecimientos que dependen psicoJogia. Cuando est'3' mismas cosas 'j d s en Términos de contexto delsimholizaf $On considerados e intedrpretJ o,rua relación má, bien que

· . . d -' en térm\llos e su ml· . \ exrrasomJOCo, es eur, . oJemos enronce~ llamar os de su rel;1Ci6n con orga\ll~!\\OS hUlllalloS, PI' !;

CIIltura, y la ciencia correspondienTe: c;1I1/llro ogw .

y 3sí, nos ofreció esta definición: . . , dependen del d las cosas Y acont~ClI11lentoS qu "< ,.,~

Cultura e~. pues, la clase c. d d 5 ell un comcx[{) extrasomat\cO- . shnboliznf, I!n Cllunto son COnSI efa a.

· . d r " en un "materialista", no es ex-Ante semeJantes ~xcesos .. 1 ea¡~t~J,rri .. se slIlriera perplejo, y que

rraño que el «matena\lsta» Mar,v . csa pcrpleiidncl con estas h· . de \a antropolog1<' expresase el1 su Istona •

palab[as: 5. - d > Kfoeber llegó d.: un ángulo

El más deCIdido apoyo a lo superorg meo t:

- d u totalmente Illcspera o .

\ válido en la explicación nportaua por No dudo de que haya a ~o 1 --d,d En su explicación,

· d - )tIdo:l su perp ep . Marvin Harns par3 ar sel n e",baucndor " el acerCil-

enos que como u . Kroeber se presenta pOCO !TI 'fi, 10 consecuencia de la sole-miento de White a K~oebc~9se !wm ~:rc~n no es daro por qué Hnrris cbcl intelectual del 1m mero . Sin cm) d

g "1 mismo como hemos visto

. . esperado» cuan o e , . I consldern ese ap~yo "II~ 'bl l' bl "I:\damente, de ,,\as Ideas e/f -· - \'10 pOSI e 1;,l :'Ir,;,lb. , tri hace illgUllllS p;,lgmas, ' . \, vid;,l mema} de \a gente» .

d . das perteneClcnteS a turailllwte elem1ma.. l' 1 roblelllas :\fectivos de Kroe-

Más allá de los estl[o~ perso?~ es) os P bo~ a dúo escenificaron . . etaClon es que am", '

ber y de \'Ilhite, mi iI1tcrpr . _ d s el dunlismo cntre la I ca estuVieron separa o ,

un dramn en e que nun 1 h d co"'lcidir neces3ri:\mente t:lI1to . 1 • . e," que :\I1 e" m3tena y e eSplrltu, , .

los ~idealistas" C01110 los "matcnaltsras".

La (;I/Ifura que parece flotar ell ell10cío l/O viellc del vado

órica cxrrasomática, que \'a haciendo La idea de una cultura f:\nrasmag '. lucinatoria de estOS y otros cosas por ahr, no es sólo una oCllrrencla 3

26. 27.

'". ". 30.

Wlmc. 1975 [t9j9j: 13-1. ¡bjd., 139. H3rr!S, 1981119681: 287. ¡bid., 287-28J1.. Harri~. 1991 [198111' 145. u' <:;ursi'>:le5 mí:l.

141

Page 70: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

autores. Su fundamento políu..:o en la noción del e~píriru del pu~hln, tan necesaria para la Comtinu;ión de I(h modernos e~tados nacion,ll!.:,. es hoy en dí.l difkilmeme di!'cunhle. Pero su origen se encuentra I.lm. bién en un.l rr:Jdlción Jluclecfll.1l que dl'bcll1o~ tomarnos en l>erio. 'n es. en Cl>le s!.:gundo sentido, UIl.] idea l>implemcnte mblica, p.1fa la ljl e tarde o temprano habremo~ de remOnt.lrnos a la mano divina, a Dio, O a la N.l(.:ión (que vienen a ser la nusm.l cosa con diferentelo nombr(', . Esa tradICIón Intelectual, denominada emergellllSmo, e\ en realidad UIlJ

rradlóón evolu":lOlH¡,ra, }' lue condenlo.1d.l con mucha preCl~lón en Un ImpOrtantf;' libro de 192,l, escrito por C. Llo~d Margan: b'O/¡k, emergente

ll, En eSta tradu:lón coe.\lslieron sin problt'mas conCeptu,l_

lel> IITIpOrtantes Kroeber, White. y mucho~ otros, El mejor y mil¡, bn:\!: resumen del contenido conceptual del emergenmmo ~ em:uc:ntra l'n un texto que AUred Kroeher escribió COll1t'ntando un artículo de: Le,lll' While titulado "La expamión del ámbito df;' la ciencia~'~:

Lo~ fenórneno\ pueden ser VI~ro¡,. c~rudi.]do~. e JIlrerprc:tado\ cn unJ <.ene de nl\('lc\ -la~ ·dlllll.·n~ione~· o nt\'dC'i org.ínico. p,iqulco. 'o..'J-I1 ~ culturaJ_ ":U)'O recunUClmlentO en rol hl~toria del cono..:imu:nto e\ ~u. ccsi\o. gradual, y emplrico".

F\I:I Imagen del mundo de los fenómenos se encuentra hoy en di.1 balita me extendida. ha\ta el pUnto de que probablemente no es nece,;]. rio immir mucho en e lla. Naturalmente, como roda inugen filosón .. :.l que a~pira ;] ponerlo todo en oruen, es discutible, empezando por el problema que se SU'M.:ita al escribir en una '>ola fr:be lo~ verbolo -\"Cr",

.. estudi.1r,. e "Interprctar •. El pnmero sugiere que el mundo esr,i de hl'­cho ordenado en niveles elllergente~; el tíltimo dice que lo mlerpreu. mas dsí y que así lo hemos ido conOCIendo lustóricamente.

Con lodo, hay que reconoccr que e~ta imagen encierra una r.:ierr.1 razon.lhilidad. Una v('z cxplorado~ los perfiles 01.1\ e:\fravagantes r .1ll1' ClnatOfio~ de lo ~Supt·rorgjnlco. no parece descabellad.) b idea de qUt' la cultura ~e ~irúa en el orden m.h complejo de realidad, al emerger tk lo" dem.1s órdl·nes. Esa idea e\, delode Iue~o. un pO~lble pUntO de r.1m. d.l , ... Entre otra~ cosas. porque, al r.:oll\lderarl.:l así, <11 menos renemos t'n ('uenta que la cultura no \'Iene del \:ldo o de una efusión mi~tica.

11, Mu,,&,!n,l<lr¡I'I2.1I, \o!. Wh,tce.IY.Ph_ H, lünd~r. '''4g, ,I{)~. 14, 1.11 'luce nH quicen,' Jr~Jr qu~ !oC .. rl m~lnr punto de Uq;;o.b. (:I,u"rJ (;cnn tu

iJ~mlfit.:.lJI) ~(H\ pr'-":JoWón ti p."blrnu .¡ur ceonlku ru .: .. mp ... Mióll ~m"~urhr .. de 11I~

'42

. armur.1 que Icc mi Jnllg0 Lo superorgJmco () extr;lSOm;ltll.:O, e~:1 J~ en un maso de proJlIC' rabio con su Violín. queda .lhora comr~el n~l, "na cOI~,ión causa! limi­

te pcrntne e.,tal' ele ció" que, por una r

ar, . le'os. los málo complclo~. y que. por

da entre 10\ m\ele~ menos I.:omp J) . l' 'hIe~ ¡,ólo d~ntru .. ,'" n.>rmlle hablar de relaclonc:s que ~on lOte Igl otra par ". ,,- . J' de cada porción o Ill\-el de re;1l1da ,

• ." ",uno-. JI: 1m fenómcn()~ J(, un nin·J .,on cxpli('lt.lc:~ en R .... u arm~n , . I ," [ I -" ~ d I - I o lo~ I1l\C e~ 111 ertor~ ....

térmlno .. 'dc fa.:wrc\ e ~I'\C n o ":lcrlO' fcmimeno., de ..:aJ.¡ IlJ\'cl Con la ml,ma rCf~ulamla • .,m

l em, ,Irg.: ,O"~ >, I'rnómrno\ pt'rnl.lllc:..:en

h J nl!:;)'] reuuccmn. . ( . I 'oC f('Sl\tcn n ~tll1a Jmc: • I ., '", en lo, termmo\ dd mn~ 1" ., mio I <,cr exp K. u . tnc>.p 1":.11 C\ } '111 sen, , . I den alu~tar'<t.' ro relaclOne\ mferior. mu::ntra, '-lut:. en .. u propUl 111\ e • pue IIIrdiglhlc, tI.

[ L d .. 1 ~cuerdo entre ' '>t' encuentra en a lI.l'C .. .. Este modelo emergennsta hdo sus cx\.'eso~ alucmatonm, y m.h

Whitc y Kroebcr, DCland~ a un '. rsr~,' amhos fueron do~ 3ntro­allá de b .. cuqUeras .matertla ll\t3i,e ,~L,~~aa~ ~le~tífic.l de la cultura y por p6logo .. preo..:upado .. por a ¡nte IgI 1 I

d '-a en nue\tro mundo, "' d su form.¡ e ex¡ltIen\:¡ . . ~u e~rcdfica complcJlda . f mOl de CXI\tenCla 1,;011 ~ Pue~ro que t:sa or -. m", diferentcl>. connene . f nra~mas por 1.:.lIllIOO~ . puede hacernos ver a. • \Carlc los mal ices a lo \uperorgállJ\:o, no hacer una breve pau~.l pa

d(;) hU'1'6 -,L_'mol> deIll0l1l7.'indolu \' con

d-fecto e re eXI na ... 111: M:<I que por un .. ello, lIlopinad<lme:nte, r.:ayendo en .. u red.

Sllperorg,úlicos

d· I Clen\:I<1S ~1<lles, la idea de lo superar-Como casI tuda~ las Ideas C a~ I ", ..... ~ Todos c'sto¡, Ill.mce~

. - . t pologla mue lOS 111 ..... ,. g.lmco present.l en .111 ro Id. 1'""1 exrra!iOll1árica () ex. . d I 'de:. "'enera e un.l cu • . • loO" con<oecuenCI;l e <1 I . 1'1 f d en cntICar duramell[c eJ.ta

I P 'que me e<,toy e~ orzan () b < rracorpora, ues o .," d lo <,uperorh;\lIlco ha f;J idea raíl. cae de l>U pe .. o que cualqUier noclon e

141

Page 71: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CUlTUIt" "NTItO~OlOGI4 y OU4S TONTUi"s

de ~('r evalu.leI.l. prnnero, [emendo en <:U('l1t;1 estJ pre\'en<:ión gencr.1!. ya enUnGad,l:

Lo que es olb!>urdo e~ a~Ull1lr <:u.llqulcrJ de e~(as do~ cos;!.): (a) qUe

esas realidade!>. como las punturas o los \I'ttema!> .Irmómco~. no han ~Ido nunca produóda!o por cuerpos hUll1J.nOS, \' existen como pletamente :11 margen de sus ~oporte) materiales; (b) que e~.h realidades tienen \'ida propl.1 ha!>[ol d punto de producir cfec[(J\. actuar o Inter,lCtuar por su cuenta.

Lo que e!> absurdo es seguir mantemendo un duali"mo estéril emre d cuerpo y el a1m:;1. Y así, es absurdo IIlI.lgmar la cultura como lITl.l

mente separ;ldJ. del <:uerpo social.

(o) ¡\Ieme y cultura

El cUJ.dro 18 recoge cuatro texlo!> en los que se hace e~e supue,[() dU.I­IIHa por la vía de a.\()Ciar el concepto Jlltropológlco de culrura al con­<:epto psicológi<:o de pef\OIlJlidad. bte fue un puntO de ,·isla habilll.ll en la ,lnnopología norteameriColna durante lo!> oIflOS !reillla del ,,~Io p.1S3do. El prohlenl.l de polrlidol en toda!> e~l.b definiciones. que riendo a con,ider3r P(XO fértiles, e~ que ~ .1popn en do .. presunciollt:~. Pn mera, que eXI .. te en el mdividuo humano un dU¡III~mo entre cuerpu ~

mel1l-=. cuerpo) pc=r\()nalid,ld; ~egunda, que e'C tluali\mo e~ .1Il.i1()~u en lo~ grupo .. humanm all.Jtlt" !>c \upone fntre ~oCledad y cultura. LI denominad3 e<,(.~uda de Cultur3 }' Per .. ol1alidad trabaló profu".lmcnre con (:,t.l" pre .. unClone~, di~~llIida~ pO'iterlllrmente por 1m ,uce,ure\ de: esa ml .. nl.l es~uelal~.

P3r3 mi gmlO, 1.1 peor de rod3~ e~ra .. ddimcione!' (" la. 111 (F.1m, 1937). Primero. porque "11 ~u relúrlca da por 'ientadO un -se .l,unw que elKubre lo que en realidad fue una apa.,¡on.1da di~nl"lón c=n 1,1 hi~· toria de la alllropolugía. E .. ta defimr.:ión e .. desa·.rrO!>d porque c,n: t",. plkil.lmelllc en la c!.I'>C de nC='igo polítko que <:ualquic=r padnno de lo ,uperorg.íni<:o debe tener hien prc .. ente: la idea de que el collf.:epto de culrur3 puede ,lpli<:ar,c= ~in problema .. a ,·1111 pueblo .. en '11 100.llid,ld. bl el capitulo 8 de est" libro cnr.:onrrolrJ, un3 .1rgumentar.:ión det311.1J;1 p.1T,) comprender por qué ,o~' [.1n enemigo dc e,la ide.1.

A 1.1 dennióón IV (?>.bndelbaum, 1941) le he pue"o unol dohle !lecheta. El motivo e .. que e,ra definición h3bla de la per~on.tlid3d \' la cuhura ~in rdenrl.1" a "lIpO" IIldi ... idu.I1c'" o ··puehl() .. ~. E .. de<:ir. e' una definición que no urilil.1 lo!, concepto., de ~Illtura \ pt'r'onaIiJ.ld

144

\

\

\

CI/üdro 1,",. Mente, cultura

1. KarL y Sch.lIlk, 19U: 1

.ulturol e .. 01 b socic=dad lo que la personalidad e, al~rg.lI1i~~ ~o~ La cultura recoge el r.:ontc=nido lIl~urUl':lOn.ll p::lTtu.uJar d,

\ un3 .. ocief.lold (kK 117).

11. BeneJir.:t, 19H 1

1 1 ' ara l-omprender d com-La .. contlguradone .. cu tura es .. In en p rdu,l ~en,en portamlento del grupo como lo,> IIpO~ de, ~~r .. ot{~\.;.' \98) pJ.ra comprender el comportamientO lIldln 113 .

1\1. FoIrI'>. 1937 1 I ,'erMmalidad .. un tt:rtlllnos ~orrel.lU-

\ ~~~~~u:~\~~~c~~ ~~r:uin~a de un pueblo e~ r.:onocer lo" tipo: de ~~!'onalid.lde~ quc en~ontraremo .. en él; _~' ~ue c{mocer \J. pcr~on3lidade'i e .. comprender \a cultur.1 (kK _04).

\ IV, \ündel\)aum, 1 ':J41 :

Un3 pondC=~3ci~n j;.1I~~Jte~~~:e~~:\~~~all;~~:~:: ~~~I~í~:: e .. carar.:tcn~IH;a - - - ,1 L \

\ oI'~r r.:omo del comportamiento que dcnollunamo~ peN)I1,1 . I '_ r.:ollform.1C¡Ón de la cultura, cuand~) expl~r;lll~se:~n~:t~rr~\ ~e 7_a e~enci.ll, emplCL3 a p3rc<:c=r .. r.: m.1!! ~ ma~ a la personalidad (kK 208). I

para .l ... entur.1r,e en e~la d,l .. e de eSlerOUpl.l: ¡gu.11 que l,o,s.:,nO,uVr~rl~~::~l~ d 1 1 md llur.:e)~ tienen g ,l.. ~

tienen \enllllllento~ e cu pa, o<,~. • 1 J. . _-. J • .1nrm:\f que 1;", del humor \1.i, bien ~u .lr~umenlO va en ;1 IrClt.lon c. 1

P3l1t3" qu~ ~ncomramos en los fenómeno' cul[llrale~ ,on .:malog,ls a a'

• - o ndi\ idual Se trara por t3mO, que cnr.:ontr.lmos en el comport311llenr I _ ,. • .' Dc

d -- '. '. ~bc,ra<:r.1 ). mcno~ Jer.:idldal1leme c<,tereOUpIC.l.

e utM \1~lon rn.1., .. , - '1 l· pto todn~ modu" no c .. p.1ra IIrar cohcles. cn 1.1 llIedl~ .l~¡" que c= t.()n~eJ d mismo de npcr,un,lIiJaJ· es un <:onccptO deh.1U e como rea 1 J

~uperorg.i!l1ct.

145

Page 72: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CULrU~i\ ANr~OPOLOGIA y OlR ... , TONTE~I ... S

(b) Culn¡ra sin tiempo

He aquí la peor definición posible del concepto de cultura como con_ ce'pro superorginico:

Los ~isremas CUlturJles se distinguen JI.' los orros dos [los sistemas n.1-turnlcs y los siStemas de aa:ión social] en qu~ son tamo no-espaciales como 3temporales. Consisten, como Jie!.' el profesor Whitehead. en obietos etemOIi, en el esrric[() ~entido de la palabra eterno; objetos no de una dur:¡ción indefinida. sino a los que la categoría de tiempo no c\ aplicable. Son objetos no Insertos en 'procesos'r,

Para decir esta esnlpidez Patsons (y Whirehead) debieron haber ex­travi<ldo todo el llavero. Esta esrupidez está en la base de muchos equí­vocos contemporineos acerca de la cultura, ese eterno destino de 1.1\ naciones, Tiene delim especialmente en el caso de Talcotr Parsons, pUC\ la enunció con obstinación, una y otra vez en las sucesivas ediciones de su obra, a pesar de que, emre 1937 cu:.ando La estructura de lo acció1I social vio la luz, y ('sra edición que yo cito de 1968, sus propios discí­pulos le advirtieron del desvarío, aunque par:.! mi gusro con dema~i¡ldos miramientos:

Interpretamos que esro significa que las cosa!, esenciales en la culrura son sus formas, y que éSlas pueden ser consideradas :!lcmpornII1H:nrc, ¡, .. ] Fn esto esramos de acuerdo; pero también SOslcnemos que ése no es el úni. ca modo o el modo Ilece.~ario de aprOXimarse a la culnlra, Las cullura~ particulares existen en lugares p:trticularcs, y su inrerconexión espacial y temporal, en cuanto al Contenido y a la forma, puede ser esnldiada .11 igual que ~us formas absrraclas, con~jJeradas aisladamente. Oc hecho, en esra consisle la historia de la CUltura",

No sería necesario interpretar lo que Parsons quiso decir si lo hu. biera dicho, simple y llanamente. Parsons no dijo explícitamente lo que Kroeber y Kluckhohn creen leer en sus palabras porque necesitaba un extremado concepto superotgánko de culrura que justificase el monu­mental disparate en el que se asienre toda su docrrinn: que por un lado vn el sisrema de acciÓn social, y por OtfO lado la culmra.

17. 1'.1rsons, 1968 [19371: n, 763, 38. Krocbtr y Kluckhohn, J96.1.1 119S21: 26.5.

146

NI .CULTUR ... lI,T .... NI cIOEALIS1A.

(e) Configuración

El concepto de configuración cultural c~, en g,r~n medida, un? COe~s~~ , de la filosofía evolutiva emergentlSta, Baslcamenre conSISte '

CtlenCI~ de que cada uno de los niveles de descripción de los fenómenos ~~~;~I~;~O, psíquico, social y culmra!) debe prestar atención a las rela-

, CI/odro /9. Configuración

L Boas, 1938 i Lo culrura tiene, en sí misma, muchas dimensiones, Incluye la multirud de relaciones que se esmblec,en edn~re 1~1 ~om~íe

la naruraleza; la obtención y preservaCiÓn ,e a Imento, :1

y ·d"d d,l r"fugio' los modos en que los objetos de la naru­segun ., ... , T d s !as raleza son usados como implementos y t~t~nsl lOS; y tO:1 , variadas formas en las que el hombre utiliza o controla, o es c~!ltrolado por su entorno n':lrura1: los ?nimales, l~s planras. el mundo inorgánico, las estaciones, el vIento) el nempo me­teorológico (KK 184),

11. Firth, 1939 i Ln mayor parte de los amores modernos coinciden, exp¡ícita­~enre o no en ciertos supuestos muy generales sob~e ? na­turaleza det' material que estudi~n: Consi?eran la~ aCCIones de los individuos no como indIVIduos aislados SIllO COIllO Illlembros de la sa'ciedad y denominnn a la sum3 total ~c ~sas formas de comport:llTlienro ,,~u¡~r~', .lgualmeme, estan tm~ presionados por la interrelaclOn dlllaml~a elltre los, element¡os de una cu[rurs, cada uno de los cuales tIende a variar .en re a­ciÓn con la namraleza de los Otros. Reconocen, tambi.én, que en cualquier culmra hay cierras elementos .qu~ son comune¡ a tod3s ellas: grupos como la familia, ins~lmcloncs c~mo e matrimonio y form:ls complejas de práctica y creencIa que p~edell agr~parse bajo el nombre de religión. So~re esta base, sostienen In existencia de factores y proc7sos umversalmeme comparables, cuya descripción y expl~ca~l~n puede ofrecer¡c por medio de leyes sociológicas o pnnclplOS generales de :1

cu!mfa (KK J,63 -164).

147

Page 73: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

1

¡;jones que los diferente,> elemento,> de t:\C 111\ e[ m,lI1tiencn ~"tre si; \' ... i e, rO~lble. con 10\ elel11CIllO'> de orro,> nivele ... , PU!."\[Q que \1." prcdu.:a que parte de las relacionc~ cntre los elementos de un I\Ivcl !>on Irredw.:ribles eXphC3tL\:lmenre a los elemcnto~ de orro Illvel: y PUC\to que el orden de los fenómenos "fí~icos~ se enr.:uenrra en la base del \IStcrna, e:,ta idea de configuración comparte el halo de lo supcrorg.inico. SIIl embargo no ~e ,r,H:! de una idea fanr;Nnagórlc.l de la cultura. Afirmar que C"l~ten rcl.1C1()ne~ entre 10\ comport.lmicnrm } ohJeto .. cuhurale~. } que eS.:h rclar.:lone~. deSCritas teóricamente por el mvc\tig.ldor. con~tiruyen un objeto Impon,mte del c\tlIc.iio\o de la l-ulrur.l. no tiene por qué Implicar qut' 1,1 configur,Kión rc\uhaTlle haya de \er entendid.l como un .lIma '>In cuerpo. El pen~amient() rd.Klol\;11 que per"lguc contigurauone~ es. por otr3 parte, I:l esenu3 del hoil~mo en amropologí3. Con ~u IIHen­~Ión holí~tic3, el estudio~o de la cultura .lspira 3 ofrer..:cr tul;] Imagen de I.:t~ rdaóones entre 1m r..:omport.lmiento~ }' la, lIl\tituu()ne~ hUll1ana~ que, hasta óerto punto, dote a e~()s (.:ompOrtanHento~ e jn~liruóone~ de llltcligü.,ilidad' '.

Como puede~ apn:r..:i.lr en I.l~ dm dennióone .. que te olrczco en el r..:uadro 19, cuando lo~ .1Imopólogo~ han traba).ldo r..:on t:\ta idel de conngur.lóón (que c~ muy a menudo), leio~ Ik' ofrecer la idea de unJ cultura .. 1Il cuerpo, han lIh"tiuo en I.b rdaóone .. entre .. n3tur.llez.l·' y ~¡;uhura~; o, expre .. auo de un modo no du.1I1~t.l, h3n I",llotido en que 13 cultur.l como conjunto de lormalo comencionale\ de l;()IllportanllelllO e Imtitur..:iÓn e .. un \"Chkulu fund.HT1ellla! para la produc..:llín material. 1.1 producción de sociedad, o la reproducción hiológica (por ejemplo, a tr.wó de bs instituciones famili.lre~).

I~ definición I (BO.l~, 193N) e,> .,Igo m.h endehle; r r..:Olllete el eXC60 de poner aquellos fenómenm que el ~er humano r..:ommla r..:on ~u acó(Ín en el nmmo nivel ¡;ultur •• l que aquello\ fenómenO'> (no cultur.lles) que r..:untrol.,n b acción del .. er hum.mo. Obvlamenlt:, e"ro e,> un cxr..:e~o

r..:uhurahsta que parer..:e llegar a lIlclUlr bajo el r..:olll:epto dI: r..:ulmra h.Jstd .JI huradn KlltrJllu.

1....1 detintClón 11 (Ftrrhl C~ Impecable en lo que re"pect.l al ..:oncepto de ~~ultura que defiendo en e .. te lihro .....

1'1. \·c:l,,-.,:o ~ ()ioll eJ~ R..ieJ.l.l(10~ [199~[; Dil1. eJe R.,eJ .. , 2001. ~n. 1...;1; eJetlnK,ún nene. ~"mn tlcmpre, ~'pe...'0!> ,j,,",,uIIOI" en d ,uJ" eJe- eJ.·· •. l.rmll ~

eJe b dnlrnp"¡"l'tÍa c"11IC"mJ'<'{.inC"~: b unive-l">.IhJ~eJ eJO! ,nn~trfn" '''1llO .um,Io.1' {rn''''' eJ,J.¡ en ,inglll.u). O} ti ,mpul..., dh,al.lm"IlIC" un"· .. n.,:.J'Unt .. eJe la ' .... '{ll.1"6n; peru no .. JIIoi'<"~'<n nu .. nmrh, .. n L;. t",el. le '11'l.lK<"" 'lile otr<"CC" hrth eJe 1 .... "lIm'A ~mJ rn>o;C"so rr'¡';n~o \ rc:la,jonal.

148

NI. JI TU~"'L sr .... NI .IoE ... Llsr ....

(d) Amhiente o emorno cuhural

La idea de que la cultur.1 e\ una conhgllr;)ÓÓn con .. tituida por compor­t.lmiento~ e in~titllcionc~ en re!;)ción contiene un matiz lllUy Importan­te, tIlle .. e rdlcja en e~t;1 lIHerCS;ll1te reflexión de I.cslie WhHC:

Un ,ímbolo puede defimr'>e corno una cosa cu~'{J .. igndkado e~1J deter­minado por qUlcnc, lo uyn. 5('110 el ser hum.ulIl llene' 1.1 c.lpacid .. d de U!>3~ ~imbolu" fl eicr .. xio de t'~ra fa..:uJ¡ad ha r..:n:ado para c~ta e~pe":le una d.l.'>e JI' ambu.:mc que nI'! po..ee runguna orra t:"'>pecle: un J.mbiente r..:ultural. La ..:uhurJ. c, una org.lIliza':Ión IraJIr..:lOn.l1 de oh)ehl' (herra· mienra~ y CO .... 1 .. hecha~ con hcrramienra,). idea .. (cOl1o..:imicnw ..... ha popular. creen..:ia) • ..emirll1enro\ (actirude~ haCia 1 .. le~he. d homir..:idio. b ~ueJ:ra~, etcéu:ra), r el U~() de ~imhol()~. Ll fUI1l.:itíll de la cultura e~ regubr el a)u .. te del '>Cr humano • .;omn especie .mIl11.11, .. 'u ,1mbiente n:lIural'l

Esta reflexión funclon;)! e~ daramente duali"ta, .ll plantear do~ es­tera!> u órdene .. de amhiente -el cultural }' el n;)tur •• 1. En la rr.ir..:tica. .. 111 embargo, e!rolaS do~ e .. (era .. '>t! encuemran tan rrolundJnlt:nr(' imhn­cad.1s, que merece la rena .. mcitar una dud.l: ¿ha~td qué punto. en qué c;)~o~ } ,on qué ¡;on .. ecuellóa~ merece la pen;) <,epar;)rla ... ? F~t.l duda, ba\t.lIlle contempor.inea, no puede Ilev.unos a neg;)r el máito de 1.e,>lIe \\"Ime en 'u esfuerzo por .lrtlCular el concepto de cultura en el con­ceplO, más V;)'>to, de ambiente, () r..:omo diri.lmo~ alguno .. ho)", e1ltomo. También podríJIl ,lrro¡ar~c "eriJ~ dud.h sobre la idea ue que ~ólo el ~er humano Vl\'e en entorno .. comrirUldo~ por cultur.l. Pero ~i h.l) una e~pe­r..:ie de prlmate~ que, cuando .. e de"plen.t por 1.1 lllólli;m.l (y .,egur;¡mente también mienrr;)s duerme), \IVe con .. tantemente en un mundo hecho de comportamicnros y ohlcto~ con lorma cOIl\·enclon.ll, esa e'>peCle e~ SUl

duda l::t nUCHra.

(el Form.l, porte, dispo'>lción

Una comer..:uenci.l dd concepto de .:onfiguración .. e rre~elll.l en el cuJ.­dro 20.

De)JlIdo a un IJdo exce~m corno el del texto [ (S.lplr, 19,\7), pobl::t­do de persomhcdciones. en el que Saplr no .. habla de una -mente huma­na· que trabala colectivamente ({la mente de qUIen?), e~to~ tres te'to~ apum.ln hacia la mi .. lTla propIedad del conceptO tle cu[tur;) como r..:onn.-

149

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I I

CUlTUfI'" ... NTROPOlOGI ... y OTR"'~ TONTEfll ... S

Cuadro 20. Forma, Pone. Di:;posición

1. Sapir, 1949 [19371 t Siempre que la ll1enre humana ha trabajado colecti~a e incons­cientemente, ha procurado y a menudo ha conseguido obte~l:r Ulla forma única. La cuestión importante es que la CVOIUCIOIl

de la forma se ha movido en una dirección; que busc3 un por­te, un equilibrio, y que resisre, relativamente, una vez que lo ha encontrado (KK 360).

II. Kroeber y Kluckhohn, 1963 [1952] T

Puesro que las formas ctlltu~ales ge.nuinas con arreglo a las cuale:; los individuos palltall Inconsclentementt:: la mayor p~r­te de su comportamiento, tienen, por decirlo así, una l~glca propia, ninguna ley psicol.ógica o inves~igaci6n del cont\l1U? cultura-personalidad que IIltcmc redUCir la cultura ~ In PSI­cologra llegad nunca a explicar todo el extenso conJuntO de principios del cambio cultural (KK 360-361 l.

Ill. Murdock, 1949 t El fenómeno del cambio lingüístico presenta numeros para­lelismos estrechos con la evolución de la organización social, por ejemplo, la limita.ción ~n las po~ibilidades del cambio, u.n.a tensión hacia la conslsrencla, cambIOS de un estado de equili­brio relativameme estable a otro, reajustes imernos compen­satorios, resistencia a cualquier influencia procedeme d.e una difusión que no es acorde con el cambio ... La present~ 1I1V.~S­tigación ha producido la conclusión de que la orga.ruza.Clon social es un sistema seml-indepedicnte comparable en muchos aspectos al lenguaje, y, similarmente, caracterizado por u~a dinámica imerna propia. Sin embargo, no se trata de tll.l SIS­tema cerrado. puesto que puede demostrarse que ~al11bl.a en respuestrl a acontecimienros externos, .y de formas Identifica­bles. No obstante, su estrucrura prOpia parece acmar como un filtro en relación con las influencias que llegan a afectarle (KK 361-362).

150

NI .CUlTUR ... LIST .... NI .IDE ... LlST ....

guración. Imagina que llevas un d.otaro !l('no de agua sobre ni cabeza. Es improbable que de una sola vez alc.mces a sostenerlo y a transpor­rada con la elegancia de esas mujeres que van a la fuente. y que lo han hcd10 durante aiíos h,lsta adquirir un porte, un gesto estilizado. Ten­dris que practicar como 10 han hecho ellas y, con el tiempo, ru cuerpo alcanzará ulla particular disposición. La primera vez que IIltentes llevar el cámaro sobre ni cabezn probablemente te inclinarás demasiado a la derecha, la segunda vez. demasiado a la iz.quierda (ya has roro dos c:ín­mros); cdn el tiempo aprendeds a comrobr la oscilación de tu cuerpo n izquierda y derecha hasta alcanzar el porte, el eqllilibrio del que habla Sapir en la definición L Ese pone o equilibrio es resulr.ado de una con­figuración de los miembros de tu cuerpo. Quizás, en esos ajustes de los miembros de tu cuerpo, llegarás a notar qUe es mejor dejar de sujetar el cántaro con una mano, puesto que cada anclaje del obJeTO, ap:lreme­mente un seguro de sujeción, no es sino una nueva posibiltd<ld de rmns­müir cualquier desequilibrio. La conformación de tu gesto se convier­te entonces en una configuración rel;nivamenre estable o equilibrada de tu cUerpo, que tendef<.Ís a reproducir cad;) vez que realices de nuevo la tarea. Análogameme 5apir, en ese rexto l del cuadro 20, emendía la cultura como una progresiva equilibración en las formas de los com­por~mientos humanos, conducente, con la experiencia, a una cierra es­Tabilidad resisrenre al cambio.

La idea fundamental de ese puntO de vista de Sapir es que cIda configuración culrural (cad:! entramado de relaCiones elltre los diversos conjuntos de reglns que componen la culrill:l), muestra tina inevirable resistencia al cambio y una inevitable tendencia a la reproducción. En este sentido, como indic:lIl Krocber y Kluckhohn en el texTO 11. la cul­tura tiene una .. lógica propia", una ... estructura propia". Esa lógica o cs[ttlctura propia es, hasta cieno pUntO, independiente-de Otras lógicas y estructuras, pues las rclacionc~ entre los elementos de una configura­ción cultural pueden reconfigurarse hast..1 CIerto punto cuando penetran elementos externos, volviendo de nuevo a adoptar uria configuración muy similar a la inicial. Si tropiezas con tu cántaro en la c.."lbez2 y el tro­piezo no es tan fllene como para llevarte al suelo, tu cuerpo absorberá esa fuerza imprevist:l con una acción de recolocación, como cuando un equilibrista reajusta el movimiento de sm brazos al tamha.learse en la cuerda floja. Hay ahí una disposición ¡mema de los miembros del cue.r­po en equilibrio Inesmble que, ante Cldn nueva interferencia externa, lleva al equilibrista a reconfigurar su porte original.

Kroeber y Kluckh.jhn extracn en esc texto 11 una consecuencia de la existencia de ulla «lógica propia* en las configuraciones culmrales. Pues-

15\

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CUt.TURA ANTROPOlOGI ... y OTRAS TONTóRIAS

ro que esas configuraciones son cntramados de relaciones entre conjun­ros de reglas culturales, su composición cOI/creta no puede reducirse por completo al pbno de los procesos psicológicos. La configuración cultural, como proceso producido por individuos-en-relaciólI social, no puede reducirse por completo a los procesos de cada individuo corna­da aisladamente. Esro se entiende volviendo al ejemplo del cántaro. El porte de ni ctlcrpo es lIn fenómeno que ha de describirse habbndo de los miembros-de-ru-cllcrpo-en-relación, y no puede explicnrse por complero dando cucnta de la acción de cada miembro tomado por se­parado. La consecuencia adicional que extraen Kroeber y Kluckhohn en el texto 11 es que reducir la configuración cultur<ll a los procesos psico­lógicos de c<lda individuo ahobdo es especi<llmente inadecuado si lo que pretendemos es dar cuenta del cambio cultural. Es razonable pensar así. pues, desde la perspectiva de Kroeber y Kluckhohn, el cambio en una configuración C/Iltllral es el cambio el/ la disposición de las relaciOlles entre sus elementos o la aparición de l/llevas relaciOl/es; es decir, que lo que cambia son las relaciones no necesariamente (o no sólo) las cosas en relación. Y así, si entendemos que las relaciones sociales entre los indi­viduos son un:l parte fundamental de una configuración culmral (§2), para comprender el cambio cultural no deberíamos prestar únicamente atención a los procesos psicológicos de cada individuo aislado, sino h~l­cerIo en tOdo caso teniendo en cuenta el entramado de sm relaciones sociales.

Además, como advierte Murdock en el texto III del cuadro 20, l:l relación interna de los elementos de una configuración cultural no for­ma nunca un lIIlIverso enteramente cerrado al exterior. Si la fuerza de tu tropiezo es Illuy grande, la configuración de los miembros de ni cuer­po se va al garete y el cántaro al suelo. Y si un vecino te muestra que ganarás en equilibrio poniéndote una pequeüa colchoneta en la cabeza no dudaras en hacerlo, imroduciendo así nuevos elememos (y nuev.lS relaciones entre elementos) en l:l configuración inicial.

Es preciso advenir que, al avanzar en estos matices del conceptO de "sllperorg5.nico» lo que va cobrando relieve no es la separación de cuerpo y alma (perfectamente prescindible en el ejemplo del dntara que te acabo de poner), sino, por el contrario, la relación intema enlre las partes o elcm/mlos de la ,¡cció". Tanto mis exrremamos la opinión de que esa rel:lción interna constituye un sistema cerrado, una culnml cerrada, tantO menos probable es que podamos comprender cada pro­ceso cultural concreto, con sus uopiczos y sus nucvas incorporaciones. y por eso, un concepro de ctllrur:t adecuado y razonable h(l de incluir emre sus requisitos b sensibilidad hacia toda clase de relaciones, sin

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NI .CUlTURALISTA. NI .IOEAlISTA.

prejuzgar inicialmente si se Uata de re.laciones "internas,. o de relaciones "externas». Pues el concepto de cultura deja de ser útil cuando lo usa­mos únicamente par:! acceder:t b forma esencial de la vida llUlllan:!, y presta todo su servicio cuando lo llsamos para entender, sencillamente, la forma de cada acción con todas sus circunstancias. Análogamenre, el concepto de holismo es útil cuando nos ayuda a perseguir todo el con­juma significativo de relaciones qllC se pOnen en juego en una :!cción, y deja de serlo cuando lo usamos para certificar sólo aqudlas que, de manera claus'rada y esencial, parecen definir ttlla cultura aislada. Eso no existe ni ha existido nunca.

([) Los restos de un n:lUfragio o la imagen del depósito

Con los marices seilabdos, el concepto de configuración conlleva un riesgo que ha "ido puesto de relieve inrens:1menre por los antropólogos de las últimas décadas. Ese concepto de configuración transporta inevi­tablemente una idea excesivameme coherente del concepto de clllrur:l. Al usarlo, h3y que advertir constantemente que no se tr3ta de un orden de relaciones perfect:llllente equilibrado y armÓnico. En !.Ji¡ últimas dé­c3das hemos llegado a invertir este razonamiento con la esperanza de retratar de un modo más adecuado lo que sucede en b vida concreta. La cultura es forma en formación. La forma eq//ilibrada l/O es el pUII­

lo de par/ida, silla más bien el pretendido (y generalmellte idealizado) pl/nto de flr:gada de la convivencia hl/malla. Así hemos lleg:ldo a darnos cuenta de que las descripciones de una vida social en perfecto equilibrio represenran en realidad los principios mor:¡[es de un orden perfecto; imágenes que, como la proverbial del buen salvaje, rencj:!1l en mayor grado los principios morales de quien describe que las accio.nes sociales concreras que forman el supuesto objeto de la descnpCÍón: El conflic­to y la negociación, el desaju:.te y el reajuste, la fractura y la eventual rec.omposición son prop¡edade~ permanentes del proceso cultural. Los seres humanos dan fOrln:! convencional a su e\""periencia y!l su acción, pero no lo hacen a paTrir de un orden prefigurado ya como orden per­fecramente coherente. Michael C.lrrithers lo ha contado en este hermo­so tcxto:

UI1:l Imagen pcrsi~tcnte }. JlHerior fue la dl' la culrura como una .:a5:1. :1. la que la gente se mudaba al nacer y abandonaba a] morir, pero qlle en ~i misma trasciende a la muerte y rerdura. Hoy la Imagen no e~ mn sencilla. Quizás deberiamos pensar en los restos de un Ilaufragio sobre una isla desierta, de cuyo abandono dependemos; un,] mbcdánea de he­rr:lmicntas herrumbrosas r de construcciones denem:ilad:l.s que hel11o~

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de ft'paTar plTa \u U<;O. t') dt'clT. la cultuTa ~. I;a t'~tru..:tUf'} 5(>(131. ~t'Ti.l nlt'Jor. \In embargo, dejar,} un lado e-.t.l dabor.lda lffiagmt'riJ) .ldupt.u un nxabularin qut' debo a Jame\ Fernandel (191\6) ~ a OITl>~ wlc!tJ.\ [···1· El pnmcr lermmo t'~ mClJJJo, es deCir, lo que no lIent' iornlJ, lu que e\l.í 'm c.ltegoritlT. lu que, por el momento. e, l.:aduco. Fern;lI1dCl U\.lla itll·a Je lo mn •. lt1., para ':lplJr e'oC aprit'1O t'JI d qUl', en scllt:ral. '<

\en t'nvuelto' lu~ <,erC'> humJ.Jlo\, la .:onnnUJ .mll'nJ.lJ. Je la in.:ertidum­breo la ()<M.;uritlad, r el pt'hgnf, lo que toJ.:""ía-no~lj-a·mi-akJnee. -1.1 o\Cundad JI fondo dl' b e'':J.leTa., como d lo dice. Ame t'~\(). 1.1 seme re,ponde aplicando el conoumlt'mo naO\'o \' lo~ mp;emos dI: la cultura. que extr.:U: de un depÚ\lfOComún. para holee, mI mo,·,m,elllo que 1.1 ale¡t: de lo mcoJdo. ) que )0 cnucnd<l como un monmlcnw haCia d \clllldn y IJ. acción pl.lllltiL.ldl, hJ.Cla unl Intcrpretauón tic la \UUJClón ) h.l~'IJ. un pIJn'J.

Vcmo~ J!oí que 1.\ Imagen de b cultura como una ca~.l que trJ~' ciende ;¡ 1.1 vid'1 y 1.1 muerte, un.l re.¡lid:Hj ~uperorg:ím.:.I. ha .:edido el pJSO en nUe~lra Imaginación .1 1.1 idc;l de la l.:ultur.1 como un depó!oito cOJlHín, que, u~.ldo p;lra conferir ~clllido .1 la cxpericnci.l. no g;¡r;lI1lIZ.1 de Jntem;¡no ninguna d.1~': de .:oherencla hipo!>t':l.~i;¡d.l. lJ I.:on~eeuen. ci.1 de e~tc pl.lI1tt.'.1mic:nlO, que \e in~plr .1 en bs anteriores mdgenc, de coherenei.l par.1 ~uper;¡rla~, e~ una \'b.iÓn decididJmente políticl (y ética) de la 'UltUT.1. Nu e~ b CUhur.l b que predetermln.l 1.1 aCCión plamfil.:.1da de lo~ ,ere~ hum.mm, ~Ino que !oon éstos, .11 planifi.:ar ~U.K ,ión cn e,>cenari()~ .:oncreto~ de con\'I\"cncia, lus que form.1n [.1 cultur J.

Ll cuhurJ no e~ UIIJ I.:J\J, que hJbitar y que tra!ocienJe nue!otro~ I.:ucrpo, suciJhZ;ldo~. SIIIO unJ ca~.1 que intentamos comtrmr. cotidlan.1mcnlt:. con nueHras propia\ manm. :-.lo me re~i~to a continuar un poco m.h con la cita de (:.lrrither~. que npresa e~lJ. iJea en ellengua¡e dt" JJ.ml·' Fernandez:

hte mu\'imlenw de la mente conduce entoncC"'i a una lctu;}ciún ,n .. ul [perfomlolllccl • .1 una lLciún \- rt'J..:ción. Esto t'S, por deCirlo a\l, un.l p~lcoloAia e"'lucmjtu.:a para uso de lo~ anuopólogo~, pero no '>C fralJ dI: UI1J p~I,f)logi3 mdl\;¡Jual, puc~ e!le .. hacer un mOVImiento- e\ tan IIllerp"rwn,ll ) MI-Clal como puede ~r individual. Aqui e\ fundJnll"lluJ 1.1 Idca de I"'T"SII.IS¡Óll ;}J miliz;lr lo~ recursos conu;pruale~ di~pOlllhlc, 1.1 gente pre,ionJ p.lT.1 lIeg.lr .1 ilHerprerlcione~ )' polilK.h IJnW en dio, nmmo~ L0l110 en 1m otro\~'_

42, Luruhen, lno.s: 4.12; I'errundel, 1~1I~; ..... ~";n .. n ~rJri,,1 l'n tern,mJa. lOOñ.

-11. ,hIJ. 4-1Z.

I -'-1

Nr ,CUlTUk"lIS?" . Nr .IOE"LIST".

Sostener l!l utilidad del concepto de cultltrt.l1l0 es ser .. ide,;tlist!l»

P..u3 ~acar el m.1yor parudo al cOIl.:cpro dc culrura de~mo\ Imagmar que en él no hao,: cuerpo ~1I1 31ma nt almJ ~m euerro, y emender que e!oe

dU;lh"mo nos condena a 1.1 Ignoran'la. .\dam ,,"uper ha escrito un lihro ~obre el wnccplO de cultura en el

que .uremere conrra el supue\to .idca1i~mo- de qmene!o defienden su uulidJd4-l. b po~ible que Kuper .. epa lo que e~ el ~Idcalismo~. pero. ~I­gmendo la est&a de otro~ .mareri,lli~t.l~·' m.h (l mellas modcrJ.do~, ,,"u­per pre'>4.:inde por completo de hacer un.l CJracterlzación ~t'n.l de lo que son la~ . ideas*.los .. símholos~ y toda, e~.J~ C()\;I' que .1 él le parecen tan t'~pLriru.tlcs (pero no, desde luego, a qUlelle\ él cnquer.1 de «ide.Jli~t;ls .. ), h:uper pres':lI1de por completo de la ,>emLóri,.l. que t'~ 1.1 CIencia de lo~ signos} 13s repr6eTltadone~ ~imhólica\~'. Al pre~':lI1dlr de la semiótica c, sencillamente Lmposible enrender qué dijeron h:enneth Burke y una huena p.lrte de esos al1lrop610go~ ··n(lrteJlI1eri.:.H1{)\~ que [.111 anrip.iti­co,> le CJen, Con!oiderando !oLL propio ,cnndo (omún corno ul1i\'er~al­mente evidente, Ad:l111 Kuper cue'tiona lo,> do~ princlp¡o~ fundament;l­les de 1 .. semiótica,.tI cnticJr la obr:l del sociólogo Ta!r.:O{f Parson!o como J.hol1o de .. culturJlista~»:

L1 'conexión enrre un \imholo particular) ~u \I¡I;l1lncado e~ \iempre Jr­hlfrJrta en el <,emldo CJUyr. e<.cnb¡l r3f1,()lI\. 'EI (miLO elemenltlllltrin­...e.:o Lomún a lo~ ~ímbolo~ y .1 ~u, ~1!tfllfi .. aJo, e, d urden. Y ':~Ie nunca "-t' puede optar a plrflr JeI t">rudw al,lado Je alguno' ,imN11()~ en par­ticular, ~1I10 s.cgtin ~u~ reJ;¡(LOne~ mutuJ, dentro JI;' ~l~temJ\' h hJl:i;} norar qu~ el recon(>(imi~nt() de In que t:JraLlerhuc.1menrC: Jenomin3ha 'l'5U I,uho' er3 un;} fuente JHII1C1r.11 del (lrganil:l~mn del pen!>.lmielllo s(.ciJ.l alemjn).

De ahí sólo ha\ un pao.o a Jrgumentar que 1.1 rela.:ltin entre el ~imbo­lo y la reJhd3d puede..er el re\'er'iO de lo que a~ume el sentIdo común ....

Pero el a!ounto l:entral e!o si podemo, e~tar en de~,KLlew.o con los do~ argumentos que ')osriene ahi Par~{\m: (<1) que la conexión entre un ~imholo} sus significados es ;lrbirraria en el ~cntid() .:.\U\:L.l4

-, ) (b) que 10\ ~¡mholo!o s610 pueden IIlterpret:lT~e por ~u relJ.r.:ione, (nn Olro~ sím-

44. l<..upcr.lOOI 4~. "e ru~"e Jeer, pnreiclllpJo. 1::(0. 1~77: IIn<llle~' I<..re~" I'J!I~. -1". t.;uT"'r.lU01~ qO. La (UN~~ f~ m¡~. LI \>hu dt r.lN.nl <lue .rtJ .l'luí I<..upt'r h

lh.!\rrrl.-t¡¡re uf .\lKIJIAaHw: A ,\r".Jy In .... ,.:,oJl r",'(J""· ]l"Jlh .\{I«JoJf Ref~rc"a tu" Clrrmp (JI &-unt b,",J~oJn \tnln-s (I'JN.ln'. 1 ~~1I 11 ~ 17]).

-1'" Vt<1-~ ti ~u.ldro" en ti e;arilul" l.

IS,'i

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1 CULTU!\A ANTROPOLOGIA y OT~ ... S lONTERIAS

bolos. Mós allá de ironizar sobre 1.1 verdad de eSte «hecho», arrojando dudas sobre su naruraleza de .. hecho», Kuper elude aclarar por que. para él, esw DO es un "hecho», ¿Hay ac.lSO alguna relación causal entre el alfe que se mueve con forma al decir «lmah cai'lirah" y In cerveza contenida en cuatro vasos de crist.:!l? Kuper no se molesm en ac1ar::Jrlo, porque sencillamente 110 hay l/f/a relación Cal/sal. O sea que Parsom tiene razón4

\ jumo con una legión de estudiosos de los signos. Es /111 he~ cho que esa relaciÓII es arbitraria (o cOlluelldOIl¡1I). Si, en lugar de haber nacido en Sevilla, Paco hubiera nacido en Manchesrcr, habría movido el aire con sus cuerdas vocales de otra forma: «Jordi. can you give liS a cauple of pints?»>I'!. N:.ldie ha podido demostrar que b diferenci3 entre ambn:; for!11ns expresivas

Unah caiiltah - A coup!e of pillts

pueda "">plicorse tomando como cau~a la «maTeria ... que se contiene en los v:.lso~ que nos sirve Jordiso.

Por orr:.l parte, ces acaso posible entender la expresión «cañitah » sin conocer un vasto conjunto de rebciones entre ese signo lingiHsrico y otros signos con los que contrasta? No lo es. P:.lfsons vuelve a tener razón, por Illucho que Kuper se ría de lo que dice. Jordi entiende Jo que :lclba de decir Paco (31 mover el aire COIl su cuerpo) precisamente por­que s:.lbc que «clñitah» no es .. carahiyoh~ no es «chatoh ... no es «copah » no es "entrecós ..... Tal como lo formula Talcorr PnTsons, este segundo argumento encierra cbramente un exceso semiótico: el supuesto de que la imerpretación de los símbolos s6/0 puede hncerse en términos de ~us rebciones con otroS símbolos. Nntllralmente que pueden incorporarse muchos orros elcmenros en cualquier interpretación simbólica, desde las apetencias psicosom::í.ticas de Paco hasta su posición en un campo de distribución de biene~ económico~. Pero el contexto de relncione" entre los signos que produce al habbr y los signos que /ID produce y que se encuentran en el léxico de b lcnglln que hnbln, funcionad siempre corno un marco necesario pam comprender lo que, de becho, está ha­ciendo P:lCO al pedir su ronda.

4);. Ti~ne' raz6n eu esto, Jlmque no e'll lod,lS las cosas que e,crihi6 acerca del conccp ' !O de cultura, como hemos vi~tcI en la 5e'\:ci611 ~Clllrura sin tl!.'l1lpO ••

49. . ¿No~ ponf'S un par dc pinrns? ~ . 50. Fn orro ordcn ,au<¡.;ll, aunquc es ImpreSCindible' considerar 'lue Paco ncce~11.I un.l

ffiJ5.1 ccrehrJI pJra decir cualquier" de es;¡s dos co,;as. el c.arkfe'f frmcioll.J1 de la 3cu"ld"d neurofi~(llvglca dd habla ~núa el problema de la correlación Cl1Trc forma hablada y fun· ción som~tlca muy lejo5 de U113 grosera rch"iór1 entrC .materla' y .e5p¡rirn~ (o ~cu~rpo· y " m~1l1t .. ).

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NI .CULTURALISTA, NI .IDEALlST ... .

Con el matiz seli::llado al segundo argumento de Parsons1 ambos argumentos describen hechos tan grandes como pianos, seas «idealista» o «materialista». Si los pasas por airo, o si dudas de su carácter de he­cbos, simplemente erc:. tÚ el que inventa una renlidad que no existe en ninguna parte. En ese rexto Kuper arHldc que, si piensas como Parsons, estás ::J. punto de invertir 10 que nos dicta el sentidO común acerca de la relación enrre el símbolo y In realidad: que la ~rcalidad» esr;Í nntes que el «símbolo» y no a In inversa. De eso nada. Sosrener los principios de arbirrarie~ad y rdntiva sisremnticidad de los códigos de símbolos convencion::lIes es compntible con so~tcl1('r que exi~te un mundo que /JO

se rige por convencione~ y que también es fundomcntnl p~ra compren­der la vidn humana)' la ncción social. Si me bebo lah cañitoh con mis amigueres y me aten:lzn de golpe un dolor de hígado por el exceso de alcohol mi comportamiento, siendo humano, 110 es convencionnl. Para , . interpretnr es::! parálisis repentina de mi cuerpo no hay que reCllrnr a un código convencionnl de símbolos. Para atenUnf ese dolor no USaré en principio un código convencional. sino un analgésico\!.

EllJecho es que los seres humanos vivimos en un complicado mun­do de cosas que son convenciones y cosas que no 10 son. El hecho, también, es que CJd'l ser humano construye en sociedad un universo de convenciones tan renl como su propia vida: )' que, desnudo como nace, construye ese uni\'crso en su relación con cosas que son y que no son convenciones: sonnjeros, munecos regalados, pan¡lles absorbentes, corrientes de aire, mocos, palabras. Y también es un hecho que el ser humano combina prodigiosamente en cadn momento de su vida ambos tipos de cosas. Si me retuerzo como consecuencia de un dolor repenrino de hígado, es muy probnble que desencadene en mis amiguetes un con­junto de interpretaciones convenciOl1nles acercn de In natl.!ralezJ de mi retortijón; y también es probable que yo mismo intente, haSta donde me permita mi hígado. m:lllcjar mi expresión pública del dolor siguiendo reglas cuya natu.r:1leza no depende del dolor mismo. Segllr31l1eme no me arrojaré a bore pronto sobre el sudo dd bar dando gblpes con los punas, y si grito lo haré entrecorradamcme. No me pondré de golpe a dar voces como un loco. Todos estos son hechosu . Y, hasta donde llega el texto cimda de Parsons, es Parsom quien tiene rJzón, }' no Kuper.

jI. No obstante, 1'0 11Ul'5ffa espeCIe ~-a la pl'rc~pci6n misma del dolor. su per,cpci60 suhjetiva derivada de uoJ biografía, )" ~u recepción social, mtlldean dI' .ugun modo IJ experiencia somática. y la haccn susceptible de toda d:lSC de m,lI1lObr~ ;;:onve11clonalcs.

51. A diferencia de Knper, Parson~ ~e IOnló la molestio de definir con precl,ión qué tntend¡¡1 él pur .hecho». de TH~ncra que pouemos snb~r lo qll~ ,keimos al habl~r de Par-

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CIJLTIJII." "NTII.OPOlOGI ... y OTII. ... S TONTBI ... s

En lo que se refiere :1 lo que T:1lcou Parsons pensaba acerca de la pabbm .. idea .. , y que Kuper ignora olímplCamenre dI tacharlo de "idea­lista,., su planteamienro fue muy expHclro:

Las ide,ls. para tos propósitoS de el>ra discusión, son 'conceptos~' propo­siciones, su.'>Cepliblt'~ de imerprerd!.:lón inteligible en relaóón con Hlf~· re~es hurn;l!lo~, \'alore~ y.expcncnóas·". [ .•• 1 Mi Imento !.:omil>re en analiur eSIe ripo de entidades en elemento\ m.í .. ~imple~ cuya clasificación an.n·iesa tos limires de la dicotomb man:i~t,l entre los factores 'ideale~; \. 'materiale~,j4. 1 .. 1 El problema del papel de las idea~ [en la a¡;óón SOI:ialJ ] ... J Irnpli.;.l el análil>is teórico si:;rernJtico de la ,1aiún, de la relación de las mislll.l\ variable!. COn sinh1ciones concretas mu~ di\ersas ( .

La palabra "idea .. encierra siempre b trampa del mteleuualismo. Es decir, puede conducir a conremplar la vida humana como un en­tramado de visiones IIltelcctuales de la realidad. como un universo de representaciones conscienlü acerca del mundo; y ello, desde luego, puede conducir al idealismo. es deór, ,1 una fil()~ofía reduccionista ~n la que asumimos que tocio lo que está ahí se debe a Iluestra capacid.ll! consciente de ideación. Pero estos excesos no son necesarios, y. a pc~ar de que Ta1cott Parsons pudo haber escrito enormc~ c~mpidcces, desdc luego que C~ encomiable su Intención de atravesar .. Iol> límItes d~ la dicotomía marxista entre los factores 'ideales' y 'mareriales·~\h. 1\.ludlO más enconllable resulta su empeño cuando, al releer eloe texto que ,lcaho de citar reparamos en que .,u idea de lo que es una «idea .. encierra l()~ siguientes elementos: (a) cualquier idea está vinculada al Interés y a b ~xpenencia de un SUjeto concreto, (b) cualquier idea exige comprender que el mundo social no se divide en «ideal * y .. material., y (el cualqui~r idea está vinculada a una diversidad de simaciones concretas de acciól/ social. Yo no veo en esto ningún fantasma.

'>On .. , retO 11(> roJell1o~ ,-¡hedo.:oo la ml~m.l c"actimd al habbr de Ku['t"r. Un .. h~~h,,· t'~ un ... ~atirrnación \·enti..:able emp(n(arnCllIe :1(cr(a de fcnómeoo~, en lérmlnO'> de un esquema con.;cptu31 .. (Parson§, 1968: 79).

.n. I'arson~. I'H4, 10. 54. Ibld.: 21-14. H. lb/J.: JI. ~b. GOOdu:r. 1915':I [1':11141.

1 \8

6

¡QUE VIENE EL ESPÍRITU! UNA CRÍTTCA DE LA SIMPLIFICACiÓN DEL CONCEPTO DE CAUSA

¿Quién hiJbl1l s610 de causas?

En el capítulo anterior he mostrado que sostener la utilidad del concep­to de cultura en antropología} en ciencias sociales no implic3 a~tlmir un punto d~ vIsta ~culfUra!iSfa·. Tampoco implica aSUlllIr un pumo de vist3 .. idealist3 ~.

Cuando sugiere eliminar el concepto de cultur3 del '1ocabubrio de bs cienCias <¡oci;l[e~, Adam Kuper <¡ugierc también que, si so:;tienes 13 utilidad de este concepto, has de sostcner de IIlmcdiato que la cultura determin;l caus3lmente el comportamIento:

Se COntlnÚ'l aSU1ll1endo que 1.1 gente \'i\'e en un mundo de símbolos. l.a~ Idea~, quim illl.:onSClentenlenle, dirigen a los actore~ ~ configuran la hi~[Qna.I ... 1 La corrlcnte central dI;: la antropologia culturJ.l dmCT1<.:ana esI<Í toda. la en lIlanos de un idealismo omniprcsente1•

Supongo que con ,·todavía" quiere IIlUICar quc 1m, «cu'!ru ralistas» no han probado aún las dehcias del progreso IIltclccrual que trae consigo el 3un:mico pensamiento causal: el pensarmento causal ~ 1l1J.teflalista ~.

Como muchos de los 3cusados por Adam Kupcr de se r ~cu lturalis­tas .. , ,>ostengo que el concepto de culrura es fundamental y necesano; pero sostengo también que /u cu/tllra 110 determf1lü callsa/mente el com­portamiellto, en el sentido habitual que concedemos J. la palabra c..1U$a

1. ,",ul'er.100L 1ft.

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CULTUIl .... ANTIIOPOlOGI" y OTilAS TONTf~IAS

y que inmediatamente explicaré b:ljo el rótulo «causa eficienre». En esto;' grosero sentido, la cultura no determina causal mente nada.

La culrura no es una fotocopiador,) gigante que produce clonrs, sino qur es la cap¡lCicl3d más scn'ilblc de 11llO~ seres humanos que lo único que pLleden provoe3f son c:lIllbios incluso cuando eso signifique producir estabilidadJ

Recuerdo ahora algunas cosas que he escrito más atrás: ",decir que la CUIUlf:I es un conjunto de reglas -has leído en la sección Palabras ml/ertas y palabras lJilJas- no quiere decir que sea IIn reglamento rí­gido de normas compulsivas". Más addame has leido: "Las reglas de 1.1 cultura se encuentran doblemente indeterminadas. Se encuentran indeterrninadas en cuanto a su grado de explicirud lingliísóca y se en­cuentran indeterminadas en cllnnro a Sil grado de correspondencia COll la acción concrera». Y allll m:ís adelante: ", la cultura se CnCUC1llTa inde­terminada en cuanto al gr3do de sistematicidad y coherencia con que se presentan las relaciones entre las reglas; y en cuanto 31 grado de limitación del repertorio de reglas que es tomado en consideración". También he traído esta precisa formulación de .Michael Jackson: «[LJ cultural es un vellículo de vida intersubjetiva, pero no su fundamento o su causa final». Y También, m:Ís adelante he escrito: "No hay práctict social sin regla, pero no hay regla que pueda predecir, de una vez por todas, cómo será una práctica». Finalmente, en la reflexión sobre el lugar de la cultura:

Al considerar qm' 110 es posible J::¡ culrura fucra de un c\cenario de :1(­

ci6n human;! comprendemos 01.' inmediato que ninguna cosa es cultur.] por sí misnw y que ninguna cultura está por encima de quienes le dan vida. De inmediato se aclara así, en el tiempo concreto de cada acción humana, el orden de hs prioridades: la cultura sólo (obr3 cuerpo en la acción de las per~onas. No es la cultura la que hace a LIS peni.()n;I~

(¿cómo puede una regla hacer algo?), sino las persúnJ~ bs que hacen la cultura. al I1lterprerar las reglas de la acción.

Estamos IT111 ncostumbrados a pensar que saber auténricamente acer­ca de algo es saber acerca de sus causns, que la defensa de un modo de conocimiento que 110 apela al concepto de causa nos reSlilta pernlrbado­ra. y frecuentememe tcndemos a pensar. sirviéndonos de In enrelequia del progreso, que un saber que no es saber acercn de causas no es toda-

2. B:mmann. 2001: 165-166.

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,QUE VIENE El EsplIlITU'

vfa un auténtico saber. Ciertamente, el saber acerca de causas es Ulla for­ma importante de saber; pero no es la única].

Buscar causas como única estrategia para dar cuenra de las reglas del comportamiento humano es como pretender entender la gramáti­cu del espaii.ol con la LIJ,icrt ayuda de una cablladora de sU~l:ar y restar. No se puede, porque el insrrulllemo es inadecuado y rnqllltlcO para ~al fin. Piensa en una regla apnrentemente muy sencilla: la que re permIte asociar tantas veces como quieras, cuando hablas espailo.l, los impulsos

de rus cuetrlas vocales

Unah carutah

con esos vasos de cerveza que nos ha servido Jordi. La relación entre esas dos cosas (lo que dices y lo que se representa al decirlo) l/O es camal. Es una relación de asoóución convencional diferente en cada

lengua, en cada código. , Esto no quiere decir que el concepro de CllUS;!' haya de exclUIrse por

completo para comprender la situación en ese bar. Podemos preguntar­nos, desde luego, por qué has pedido unah caii.ltah, y ofrecer CUantas causas de ese componamlenro nos parezca oportuno. Pero en ese com­portamiento tuyo hay una clase de cosas cuya realidad no es aborda· ble desde el concepto de causa. y esa clase de cosas es. precisamente, 13 que define de manera precisa esa situación como una ~iruació~l de comunicación entre seres humanos: reglas, COIlVenCIOlles Irreducrlbles :\ una representación e,<clusivamente causal. Es .corllpren~ible. que nos inquiete ese misterio, el misterio de la convenCIón, el I1llstenO de I.as reglas, pero nada ganaremos pasándolo por alt? ~)or Qt1":l 'par.te, .~~ n.1Is­terio no es total. Décadas de estudios en sem1ÓtlCa, leona Imgulstlca, antropología cognitiva y simbólica ~ orros can.Ipos del Saber acerca. de los signos, los símbolos, y las prácticas expresivas hnn: ~b,eno .parc1al­mente la puerta de su conocimielH04

• Ignorarbs nos mcapaClta para comprender el concepto de cultura (y, dicho sea de paso, para hacernos

antropólogos).

Causa eficiel1te y regla

Lo primero que hay que advertir e~ que el concepto de causa no e~ uru­tario. Hay diversos modos de interpretar cómo es que una cos:! inter­viene en la producción de otr;!. COSa. Esto lo sabemos al menos desde el

1. Vehsco 1 Díaz d ... Rada. 2009 11997J: 228 ss. 4. Vda...co.l00l y IOI)?.l.

161

Page 80: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CUlTUlA, A,NTlO~OlO(¡IA, T OTlA,\ rONTEllA,S

nelO An"tótele .. , de qUIen Alfred Kroebc=r se sirvió, a rr.1\6 de Bldne, 1, para poner c=~te c¡emplo: .

~I '>(' Ir,lIa dc una ..:,1 .... 1, 1,1 ''':,lU''-I malcrial' -.eria \u madcra; la 'formal', el plan tl el JI'oCim dd CJltio,;l(); [a 'cliriclllt"', d ":Jfpilllt"ro: la 'fin;!1' d ObjCtlH) uel refugio",

Al poner e .. te ejemplo, "'rueher qui!)() IIldil.:ar que dt'"de . .\n"tótcle .. puede peo<.ar,e en cuatrO modo~ diferentes dt' causalidad; c=~ deor, pn. demo .. rer.:urnr .. r.:u:nrll form .. ~ diferentes de dar respue<¡ta a la ~iguielltl' pregunta: ¿por qué CSU CU$.J hu lIeg,ldo u ser lo que es? Independiente. mente del ~,1Inr quc= 1" demo" .1 b dasificar.:ión ;lri~tote[ica en r.:uarro [ipo~ de c.m~.l\. e~ dllir.:ilmente cuestion,lble que el prohlema de ht cm. ~altd,ld e .. r.:omplejo. que c:ooage al menos una nor.:llln plur:ll de form,l" de Gm .. alidad. r que cu'llquier respuc=sta del tipo ~esa ca"a h:l lIegadu .1 e~t.1r ahí sl'lIcill.IllIf.'l/tl' porque la ha hecho el carpimero (cau<¡alidad cfir.: lcme)_ t's UIM simplificilr.:ión (el que .. ca O no ademá~ una mnplel..l depende de lo que queramm deCir con esa slInplificación).

Pue~to que tenemo .. 3 mano al menm CU:Hro forma .. dlferente~ d l· cau"alidad, e\ una I.:ue~tión de c!ecclón reducir el concepto de eall~.1 sólu 3 un,l de e~a\ forn13~ (la Clu~a eficiente), y anrmar, como holee en e .. te rexm M3f\'JIl Harn~, que r.:ualquier otra forma de GllI'.>alidad t" ..

Irrdc=~·.mtl' par.l b I.:iencia:

R~<:nnno,;u:ndo ~u deuua r.:on Illdne~, Il\rocbcrl ~ñaló 1.1 ~rtJnC"Il(la Je 1.1 dl\UI1(u'm ;lrl~totéh(.1 entre laU\a ·torma!' y camJ. ·Ctio,;ICntC·. lo .. Ill'

di\·iuu<)\ ~on 1.1" GIU\.l\ di<:iente~, la culrur;] e. l.I (au'>J. formal. BI~'n cntenJiJu, \lgue dKlcnun .... rod)('r. quc la causa formal no!!C" pJrel"e t'n

nadol al tiro Je l"aU\.l. de IJS I.juc \oC ocupa la cien.::ia '. Y c:fc:o,;III.lIllf'nu: no xc: pare.::c. Pon.:¡uc: ti umr.:o \Cnudo que 1 ... / pueJe atrihLllr,e ;] la afirn1.l· cI6n de I\mc:bcr ue que la Cultura cs una cau~ formal, e~ qllt: la o,;ultur.l C\ l"ulnna"

Polra I,;ompn:nder Jo que dilO ahí k.roeber, y lo que está diCiendo .\I;lrvin Harrb, h.1)' que remar en Jos !>Iglos de indu .. rrralismo que .. ep.l. ran a Arisrórcle~ de Uldney }' f\.rochcr. y en 13 configuración hl~rcirir.:3 de 1;1 noción de ~clenr.:ia", que nos lleva a a~ociar esta palabra fundamen. talmente con la bt"¡~queda de Glthas med.mcas I.:01l10 :lIltecedellte~ que

~. 8IJnc)', PI42. t>. Jo"rvchcr, 1'I4~ 41U.

7. '\10 n" ~ \'nJau, ~'I,," J" '1uc IIIlCrrfcta \\.1nll1 H.lffl', ~') n cxao,;f.lmcnt lo que ~¡¡:UIÚ ,1!~ICI1J" Jo"rncbn.

N, H.lI"fI .... 1'/10 (I'I('IXI 2XX.

16.!

r

,QUE VII Ni (l EHIlITU'

determm,m mmedidtdmClIte la e"i\rCnCl;1 de un lenómeno. El científico qu~ practica esa forma de Ciencia husca .JOte toJo, efer.:u\·amentc, cau­~ efiCientes. Y hace muy bien. (,raci3s al conOCImiento de esa formol de causalidad, enrre orras, podemO\ ho)' \'iajar t'tl .1\IOn, preventr un3 gnpe, o constrUlr un rascacielos; aunque no por ello, b3s.:índonos e,c1u­SI\'dmcnte en esa formol de racionalidad cau'>:tl. podemos Impedir que 3lg111en utilice un 3\·i6n para estrellarlo conrra un ra'>("aClelo~.

Sin embargo, la riqueza de matll.:e!o en el concepto de UHlsa aludi· d.l por Bldney:y Kroeher (e iniciada por Ari~tóreles) sigue Ult3cta, par3 hlen de otros científicos que corno los Im~lIIst¡Js o lo~ alltropalogos (c=n­tre muchos otros) podemos enrender la pertltlelKla de dllcrenci3r cmre el agente amect'dente que determina inmediatamente 1,1 eXlSlenCla de un fenómeno, y el programa de al.:CIlln que e~e J.gcnte .\oigue para deter­minarlo. Puede que a Marvin HarrtS ese ~e~undo upo de lIltervmicnte en el fenómeno le resulte lrrelevame. y que le p3rezca urcular: «la cul­mra es 1,1 cultura", Sin embargo, por poner ~610 un elemplo, los ciemí­fi,o" que se ocupan de la ciencia computaCional han de contar no s610 con Impul~o~ eléctrtco~ o dedo" que pul~an teda\. Sino con progrrJmas constitutivos de las acciones que eso .. 1I11plll~(h ;v que e\o~ dedos desen­cadenan. Esos ciemifico:. \·en en elmatll arl\totdico un .1<¡peeto runda· melltdl de su ~iercicio clemífil.:O. Ademá", no dehcr¡amo~ ol..,idar que esos programas computaóonale\, que son C.H¡\a~ formaJes r.:01110 lo:. pl.l­l/es y disetios de la casa del ejemplo, tamhlén hacen hoy, en parte. \·olar a los aviones. Nada te ImpIde retroceder \·einticim:o \I~dos en el riem­po lustónco ~. manejJ.r, con ~bnlll Harm, un concepto de cau~hdad m.h torpe y ~¡mple que el t'nunr.:lado por .\m(ótelcs; per9 entonces te verás em·uelto t'n la paradOja que atenala a huenJ. parte J~ la moderna SOCIedad IIldusrrial: su progreso tecnOIll\trumental puede Ir de la mano de un e\·¡Jentt' regreso en cuanto 3 la comprt=n .. ¡ón de I,].~ complejidades de la eXistencia.

Toca ahora distingUir con la l1\a)'or preci~ión po~ible el concepto de regla., que hc= adoptado J.qui 1.:01110 concepto b¡hil.:o. del wncepto de caUS.1 eficiente, en el sentido aristOrelir.:o.

Las reglas no deben ser collfl/lululas con 1.15 causas efiCll'lItes. En ~u libro Actos de habla. John Searle propu~o dlsnngUlr eTllre los hechos brutos)' los hechos iI:stituciotlflles. E.srJ. d",un'::lón conviene para pre­r.:isar la diferencia entre causa eficiente r regla. 1-1 euhura permite \'er la vida human3 como un conjunto de he,ho.., Il1stitucionale~. es decir. hechos cuya naturaleza coml~te en con\ienr.:ionc~ de I.:Omport3Imt=nto. Reducir tod,} la dClocripc'ón de la vida humana Jo caU<,.1') enclemes e<¡ IIllerprer;ula como Ull conjunto de hecho .. hruto ...

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Page 81: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

Cuando conduces ru cOi:he \ te detienes ante un ~mJf()ro en rOlO pone~ en marcha tu acción en do .. pl.1no\o diferentes. Por una p.lrte. tu ojo percibe una luz que .lCfl\';1 un Clf¡;UlIO neuronal que .lellVa tu .. mús· culos que activan ro esqueleto que a-=(lv;1 el pedal del frello que :lCllV;l 1m dl~cos de frenado que detienen 1.1~ ruedas. Esta \eCUenCI.1 de causas eficiente!. puede traducir!oC en un lengua1e de fuerza!. v de l11asa~. y es, en ~i ml~mo, IIldependientc de la~ IIlHI[ucione~ o la .. ~omenci()ne~ hu­rn;¡nJ\. Un robor construido sobre eso~ principio~ fisi¡;os puede hacer lo ml .. mo que [ú t:lnt;1S veces como .. u di~p()sltlvO o;e active de ese modo.

Por Off;¡ p.lrte, y aquí aparece 1.1 culrura, cU.lndo per,jhc~ un.l luz rop \iruada en un semJforo, salles. debIdo a ro aprt:ndizaje !.oclal. que debes detenerte. Has aprendido a a~ociar, cOIl\:encionalmente, preó­samcnre ese color roJO con la ac,jón de frenado. el color verde con la acción de seguir adelanre )' el color ámbar con la ,lCción de de ... u:elerar. Este sencillo sistema de tre~ colores de IUl asociados convencion;¡lmen­te a tfes ;ll.:ciones comrituye un l.'ódlgo, un hecho II1snruóonal. Al 120m· porr.1rte con arreglo a ese I.:ódi¡.:o cu;¡ndo conduces ere~ a¡.:eme de una LnlotLtución humana.

A lolmplc vIsta puede parecer que en ambos ca .. m hablJll1ol> de lo ml\omo. La reg.la con\"en\2ion.11 por la que asoci.lmos el \2olor rojo .1 1.1 ;1C\2ión de detenerse h' no. por ejemplo. el verde) pudrí.l lamblén en­tenderse. en cierro senndo, como un.1 caus., de la detem:lón de ru I.:(}­

che. A~j puedes deCir: "mc he paraJo porque el ~emátoro e.,tj en rOIO-: como podrí:ll> decir: .·hoy lIue\'e Imrqlle el vapor de agua de la atmó,­(era loe ha condensado )' enfriado~ o ~Io~ discm de frcnado se han ac­tivado /Jorque han recihido una fuerza XH, Sin embargo, puCSto que la a .. ociación entre el color rOJo )' la acción de detener\e e\ un hecho imtituóonal, ese hecho eM.í Siempre ,ometido a la poslbLlld;ld de una rransgre~ión. E!>3 asociación e~tahleClda por el código insmuóonal e~ (r.igll porque. como I.:onduuor, \lempre puedes saharte el semáforo. Y tambIén puedes acelerar cuando ve~ un semáforo en .1mhar. I.:omu ~1Il duda harás frecuentemente. bro no sucede con los hechos hruros 010' vIJO" por causa~ eficientes. Cu.mdo el vapor de agua de la atnHl\feu ~e condensa y enfrb en cierto gr.ulo, !>Implemente llue\'e; no puede no 110-vcr. y por mucho que haya que complicar el modelo de predicóón de Lt lluvia con otras vari.lbles, produciendo una explicación I1Ilflt;Ct/IIS,zf,

nunc;¡ ~e tratad de convenciones humanas. Cuando ~e apli\2a una fuer­za x o mayor que x sobre el pedal del freno, si el dlspo~lli\'() e~[.l bien con<,truldo. el coche frena; no puede no frenar. tU aSQ<.:I;¡l.IÓn causal e .. una a<,ouación dura, determinante. porque una CO ... l 'C' "Igue me\'Í­I.1blem(·llIe de b otra.

164

,QUE V>ENE El EHI"-IlU>

La VIda social humana e., un;1 I.:omblllación complcj.1 de hedlOs bru­to., y hechos instlrucionale .. , de hecho) brutO!> y de I.:ulmra. Cuando la reducLmo~ a hechos hruto .. , h¡K':1110~ el bruto; cU.lndu la redul.:lll1()~ a culrura, la idcalizam()~ .. in remedio. La culrur.l e!. un hecho m~liruóo· nal, un hecho de \201lVelKión, un conjunto de reglas soci.III//(·lIte CO/lS­

truidas. H;\Ce bita un.1 cOll\cnúón humana, por ejemplo el Trat¡Jdo Ji' Kyoto, para que las ;}LÚone., de los seres hUIll.lIlo, se configuren de manera lal que \Oc reduzca la entisión de gases CO!1talllllla!lt(o\. Como he­cho culrural-t,como IIlstitución humana, se puede transgredir el fril!ildo; pero un motor Diesel encendido entirir.i ga.ses Slll rernedlu; y .:<;05 g.l.,e!.. sin remedio, afectarán al cido de la~ llUVIas (en la medida en que e<,a co­nexión cJ.u~al h:IJa .. iJu convenientemente rormul.1d;¡). Para podcr !.er Interpretados. los hel.:hos Ll1!otitm:ionales exigen tener a manu 1.1" lIa\"e~ ¡;inco > sei~ de nueslro llavero: una al.:ciÓn de lIldividuo~-en-relación. No siempre es así la eXI~tenCl.l dc lo .. hechos hruto~.

Cuadro 21. Indi\'iduos-en-relaci()n

Bidney. lIJ4:-:

1_1 culrura se refiere a forma~ adquiridas de técmr.:a, comporta­miento, \entimienro y pensamiento de individuO'> en \oóedad, y a las IIlHimciones ~or.:iales en Ia~ que cooperan p.lra ellugro de fines comlllle~ (KK 81),

-----

Como suele suceder a menudo e)ra idea responde a una \'i .. iÓn demasiado coherente, Integrada y ordenadita de la \'ida .. o·

cial, baJO b noción idílica del .. fin común·. Pero el én(a~l" c\tá puc!>[() en la idea de mdit'úJuos e/1 socied.:ld, que es la que .1hora nos IIlteresa.. De hecho, :lún cuando 10<; ~eres humanal> coli~io­nan I.:on Intereses divergentes. lo hacen Siguiendo gen~ralmente

reglas com/mes, en-relación. Y, si ~[Q no sucede, al meno., lo haLen \oiguiendo :Ilguna LIase de regla en referencIa :l alguna

SOCIedad de pertenenCia.

John Se,nle. a quien tambic.'n agradan 10<. ejemplo .. deporm'o~. no., da el .. iguiente:

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carloslinneosalgado
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Page 82: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CUlTU~" "NT~O~OlOGI'" y OT~"S TON{EII,I"S

Ima!:inemonll\ un ~rupu de n!--.cnadore,> Jlu.mente prtparJd()~ que de .. · o,:n~n un panldo dt ru~!-y h .. h:lt~nJo .. obmeme enundado~ !>Obre he­cho, hr~lto~. ¿Que, lX.uri;m de..:ir a IUodo de de!iCríp¡.:lón? BU'n, dcntru dc lIerta, .Hc.l\ podTlJn declf)<; bJ~tJntc~ ":0'>.1'. e IIldu .. o poJrlan formular­'>1' .. :len.l,> '11'\1:," unllz .. mdo lécm":,I' t'"'I[.1diqic;1>,. Por elemplo. ro~kffi~" Im,lgm.tr que de'pué .. de un periudo de tiempo nue~tro (.b!.en'.u]or dc'· cuhnrf.t b le) de b aW1lpa..:itín peT16di..:a: a ¡menalos e~tadi,ncamentt regularc, organt\mo, con calf\1'>t'ta.~ dd ffil,nU) color -.c agrupan de una m.lIlera aproxlluadamemt' (Ircular (la ",de) .. AdcrnjJ,.. a unenalo' l~u..ll· mel\(t- re~ubrc', la .t~rupanón clrI,:ubr ~ segUIda por una a¡::rup..1CIÓII hlle.tl (lo, equl['>o\ "1' ahnean r,ITa IUlpr), ) d agrupa1l1iemo lint:.llt .. '-1:­

¡tUldo pnr ti fcnÓIlleno de J.¡ imer~nelrJ..:ión lineal. Talh le)'t, tendrían (ar.kter e\I,ldi\IKO) no h,l~ nada nl.1lo CII ello. Pero IItI imporla 1.1 canu· dad de dalm de c~ta da~ qul." Intagmel\lo~ qul." recogl."o nUC'ITO' oh~cr\J· dore .. ) t.lrllPo.:O Inl['>lma 1..1 c..1ntid.1d de generaliL.lCIOne\ induCtl\',I\ que IIllagmemo\ que dio, hacen .1 partir dI." lo .. J:I[O~: (on wdo, no h .. lnri.11l de\(rJw ellue¡:o del rughy. (Qué es lo que faha [en! \U dC!>(Tlpóón) 1.11 q Ul' faha '011 wJm ,1l\uc1lu~ ..:oncepto~ que e~tJ.n re~palJ.1d{1\ por re¡¡I.I\ o,:on\tltutIVJ'>. UlJlcepto~ t.lle) (01110 ulIIc/JdoU'II, fuera de luego, p,lrtldo. puntn~, ctc.,~· CIlIl'\{"cucnttffientc, lo que falta son todm 1m enunciado, ~cr~IJdcTlh que pueden hacer'>!' ~()hre el juego del ru¡¡h) u\ando C\O\

(on(e~to'. l.m cllun":l.ldo\ que faltan son preó'!.Il\Ie-nte lo qUt dc...:rihc tI fcnnl\lcno que '>t' de'>Jrrol1.l en el campo como 1111 p..¡rtlJa 1/1' TIIKI1')"

I.a (omplc¡idad JeI .J~unto radu:a en l.J combinación de e\u .. do~ u· po .. de hecho~. Y 1.1 comprem.ión .Jdecuad.1 del conCeplO de cullllra p,h.l por IIHenlar c.lprurar c\.} cumplejidad ~in de~'lrtUar el cadcrl."r mmu.l· mente Irrcductible de .. lrnho ... A.,i, \1 las reglJ.S son Irrenunci..1blemctlu: com·etloonaJes, ) con ci Jo lo e, la cultura. las causas eficlenles son Irre­nU~CL.lblemenre determinantes de consecul."ncias_ La aCl:i(ín humana, hl pr,I(II(a, es un gUIso que I.:omhma l o~ dos ingrediente .. y, .,i ~omo~ out.' nos gurmés, ~abremo) apreo.Jr1o en toda su riquet;) de matice~ .. Por e\() ha) rl."gla., l1l,h dur..1' que otras. O, dicho de Olro modo, no lada .. 1.1\ re· gl:h ~Oll igu.llmenlc ¡r.¡glles .. Si lo que bu~as es contener un líqtudo, de­

berdS f.Jbncar un ohleto cóncavo (intenta atrapar un café pomendu 1.1 taza boca .lbaIO). Pero, ~I qu ieres fabricar ese objem .. dehcds convemr regbs en t:u:mto a la form.l com:rera o diseño .. Si quieres lugar al f(¡tbul

'/. '>carle, t '/,110, f>()'¡'l. hIt· I~"'IO ~OI1UI1U;t ~(Jn UI1 e,~c .. u que no ~Omr.1fll): l~, \llr.u ue...:nJ"'I<Hln.l;u <J~nl'<,:,ollc, u~ 10\ hcch .... bruli>'>. ru~Jcn C\pIK~O'\oC en I~rlmn", u.' hnh", IIN'III~u.nJI." Pero lo~ hech", m'ltlu,itm.:J!e, pueden e\ph~J"": i<,I~mcntc en lermm", de Ln rc~b, L"n,nJUIlV'¡' 'ul>~actntes· (p. 61). b OC' ..... ,UI" '«U'rI. J rel:u_ r~r;¡ '·"'rll',lr l .. ~ hedl<J~ lIl'lIIu'lOn.llr .... pc'o lo ... Irnh", brul"" --.::om" tu J"lor Je hl¡;;¡. dn en el l>.1r· 1111 ~I< mrrc .nn frJu'lbl"~:a hc.:lros IIl .. mu"on_:I1M.

166

QU{ YIEN( H (HI~ITUI

o al rughy, deberJs acurd,)( que tu contrario no ~e quede I.".,perando en ~u puerta o en 'u línea de londo. com'tnlt: ndo una regl.l de fuera de lue­go que te impIda situarte por delante de 'u ultimo defensor, ~in csa re­gla ¡) convención, la Imagen re.,ultal1ll." ,cria la de dO$ eqUipos \IImóviles bala 'u puerta o en su línea de fondo, o 1.\ d.e d()~ equipm \lntado~ con,;­talllernl."nte en el fondo comrario. Hay reglas qUI.", una '·C2 estabilizada~ en un t:ódigo coerctrl\o, producen efedos Impeno..o .. , como la orden del tribunal: .·te condeno a muerte~ .. Y otras, ,omo el -frutddo Je J\yoto,

que pare(en h..1ber naudo para ser tran.,gredida~ () ignorada ... Pero (0-

d..1" ~n reglas porque se ..:on .. muyen como con\'en..:ionc~ humanas, he­

cho~ Illstitucionales. C1ilford (jecrn., ese .. cultur,lh~ta~, uu ll/(l un par de conceplOS idea­

dos por Sorokin para hacer compremible l., r.1I"um:iÓn emre regl.,~ y (.lusas cfiúentc!> (de dond(' ~c deriva que no ente ndí,1 I.l cultura como cau~a eficieme de nada) .. f\os conceplO~ \on "IIHegrJt:lón lúgico-Slglll+ "caUva- e «integración causal-hmcion,d .. ,}" Ir;lducen de un modo muy preCIso b disti nción armolé[¡ca cntre '·C;IU~;l formal" y el rC~lo de lo ..

cont:epIO\ de causa ..

La mltgraóón h)gt..:O-~lgniti~.lU\·a C\ C~J d.l'>t dt l1m:¡¡ra<':lI)1I que' enc\m· tramo.. en una fuga de- B.Rh, un J(l~m.1 ~,1tóllu), o la u~orí3 general de 1,1 rd.II1\"1dJJ; o;e trata de' una umdad dt e,tilu, de imp]¡c.1(lón lógt..:.1. dt: signiti.:.ado ~ de valor, Por inte¡:.raculn c.1u\JI·funónllall·.·1 entenJe­mO'> la da'>t' de IIltcgr ación qUt cncllntr,lffiO' en un or¡;'lnhmo. donde I(xb.s. las r.1l'te~ e~l.ín umda, por un Úm..:o lelldo .:.au\Jl: l:.tdJ p.1rtl." e~ un elementO de un anillo c..1u..al qUt (, .. 1 .rn_lIltient: el "I,tellla en fun­l:lon..lllliemo~I~.

Al usar las regla~ que (onsrlluyen 1,1 cllltllr .. l, ,lS<Kidmos (osa .. con !>ig­mficados, cosas con co~as. ~\gnific,)do .. t:on ~igniti..:ados; y J I~s pl."rsona .. ~oc la1ilad3S con otras personas socia1i2ada~, (on C().,a~ y con !>ignifica­do~. UIIO cu ftltra es bJsicmlUmte 1m COllllmto de códIgos cOIIstitu"los por regl"s de asociJci611; 1, Decir de Itllu acctÓIl humallJ que es ,Uic.iÓII CJ/ftu­

ral es dr'ctr que eSJ aeció" tielle la formd de 11110 () I'dr;os de esos códigos .. Los cód igos. las regl..1s, no producen la .K..:ión. La JCC¡lm -ntl lKa 10 repetiré 10 suficiente-Ia produccn las per\ona .... Los códigm, Ia~ regl.", no (.1U~..1n la a,ción . No lo hacen cn el ~ent ido de la ... causas eficiente ... Al ~I."r utilizados por las persona". lo~ ..:údlgo\ y I ,I ~ rc~la,> comtitu)'ell 1.1

10. (,.,c:ru. I'IP, 14. 1I I',u;!. (C,J.¡ 1.1 J!"u~l,;n '1u .... R)lUC: ten "fcwnt .... lo '1uo: he "";r>!O en b no!;l. 1"7 ud

~Jl'iluhl 2.

Page 83: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CUlTUII.A ANTII.O~OlOGIA T OTII.AS TONTfll.lAS

forma de la acción. El elemplo d;Í';IW nos lo aporta. ellcngu:lle. Un Có' digo dI! reglas fonológlcls no produce m C:lusa el habla. Es ellublanrc qUIen habb, no el código. Fl código cs el conlunto de regla .. c01J(orme a las e/Mies el hahLmre produce i>U h:lhlJ. y e\cntu:llmente IUZg;l MI ade­cuacIón lOl11ando la perspectiva de una comunidad de hablante\ que ~c entienden entre sí, o J.i>pirJ.n a entenderse. Ese códi~o nos faculta, en primer lug¡1r, para realizar elconiunto dI! .1\O!:laciones que nOi> llevan a entender como idéntiGI~ e.,tJi> dos e,pre\iOne5 dIferentes;

Unah cañlt.llJ - Unas cai'lit.1S

y en ~egundo lugar, .11 usar ese códIgo nos aSOCI,lnlOS 10<, uno .. con los orro., en una umdad i>ocial, en c.,e bar.

L1 asociación especifica que se establece elllos códigos es co'lL'e"cio-11.11; es deCIr, 1/0 es CUIIS,II. Cuando te une<, a tu e.,poso en m;urimonio, tú no camas .l ni esposo ni él te C1U<;3 J tl (al meno .. e.,o e .. pero). Os unís. repre~cnrándoos el uno ;)1 arra para determinado., fines i>o..:lJle\ y IUrídICo.,. Pur m., OIOS penerran .1hma la .. ond.1S de IUl \Obre el papel en blanco que de\prende e .. te \lgll1ticante

CASA

Cuando estas onda\tJ se a<¡(lCIJn en ru mente b' de Otro modo en la mía) a un conlunfO de .. igniticaJo\ ~cdimentad()\ a rravés de nuc\rra expe­riencia con la ... ca~.lS. al alquilarla~, venderla ... habirarlas o ahandonar· 1.1.,; e .. e \ignificante no C.lll~J el slgmfic.,do (111 a la Il1\'cr~a). Amho~ esrJn .. implemente a-,>ociados por yuxtaposición. Este ~llnple hecho. el de la rU\.tap()~lCi6n convenóonal de lo~ e!enlt:nto" a~ociados en un código. e., el que parecen no entender obHinadamenre aurore\ como "':uper o ~1Jrvlll I·f.lrri .... Pero es un hecho, un hecho firme; tan firme como el he..:ho de que el ;lgUJ e.,tJ ..:ompue ... ta por un .homo de oxígeno y do., de hidrógeno l1 • ~I ha) otro\ elemenIO" ya no es agua; 51 no hay cOn\'t'ncio­nes asocfatÚJilS y 110 cauSJles ya no hay vida .. o..:ial humana. La firmeza de ese hecho e .. prcci"allll'nre la ba'tC de la fragilidad del mundo 50ClaL Su .. parte~ no se unen entre \í con la fueJ7;t camal dc un lazo .nómu.:o. Y, dir.:ho ~l'a de p:hO, la firmeza de c\e he¡;ho e,> también la ba .. e de la tra~ilidad de nUC\tra~ CIencia .. ,(X1.11es. De nada servid haccrno\ 10\ duro\ IgnorJndo e\e ht::r.:ho funJamcmal.

l!, En o!r,¡ m ... bhJ.¡J $rrn,,,n,¡L h,¡brí;tn f'<'llelr~d" ro' 1\" "iJ, ... , ... , onu." '<ln"rJ~ I'rfJJI.IC'.Ls I'"r d I'ul"l ">noro 'kJ$.J ; o 1 .... 'mrul",. lklllc. ~()lTnl"',mj¡enlc, en el \I'te'

rnJ Brallle, l., ."'eulr .... no" detnUt'lolre ) ~<)ncr .. ro •• IUllrJbnence_

l6X

.QUE \I'INE H n~I"I'U'

l..d';'os Ctl/lsales

bl 1> modo~ JI.' cnfO\;ar lo~ 1.1Z0., cau,ale~ He anm:lpaJo que hav do,> pos:. ~'\ er modo. concebIr toda Il VIda

\ de cultura L prllll "d al tratar e concepto b" d du,ción al funuon:umcntO 1.' I - ,de una ur a re ,

humana balO e pnsmJ , Ir altO l:l condiCIón conven-causas eficienres e~ an.,urdo. porqu~í~~::=:o~l c~tre sigmncanrc<¡ y \iglllfi-

" \ de \,' a~ociaClOne,>. lazo,> o ' Clona -cados } entre lo~ Sfres humanoS. 'h <,do dcsurollado en lo., , od m.h mtere,>antC} a,,' I

El .. egundo m o es \ b Lx'''!icur la Ctlltllr.J. U" ell/O-D, S erher en su I ro /. I

ú1timo~ añO\ por an p , 1 umd.ld bá.,ica de la eu tUtJ /

' L' Sperbcr propone que .1 '11/e 1I"lllra Istil.. 1 operan lo., ,>ere~ humano ... , por son 1;1 .. ~repre\enra(.;lOnes.· con as que., '~Sperher e.,rJ preocupado

, o las "creenu.1S" . ejemplO, lo .... concepto)· - 1 En primer IUgJr, cómO e .. que e .. as por dos problema., tunda menta .el>. . _, "JIIVO entre pcr<¡onas. son d¡fun-

, 'n el pro¡,;e-,>o comun l \ cepresentaclOne ... e o dJ' ·",numdJdes ltllllana~. , ' " ,d en etennllla ~ "-didas. dl'i.rnbulda., \' a~enta a\ di' r que que da 5pcrber a c .. tC

\_ fa comprl!l1 cr e en o -La metáfora Cxp IClta pa, \ "do de tom.)r como referenCia

fallsta en e selUl IUlmcr problema es nam l" .. la epidemiología, ba<;ada t!n una un modelo muy con~rero Id~ ~ ~~~~~~~~ v demográfir.:a. En relaCIón con de la\ forma!> de raCIona la· . Spcrber explicar la epld~·

I 'ar IJ culrur:l e!>. -.egun , d" " este problema. exp K O" " di~tribucion Y la<; con ICIO-

\ ntaClone') es e ... lr, ~ o mIOlogía de as represe , nLlmiento persc,>temc e UIUS

od ,\guno~ C¡lSOS un ase . ._ ne., que pr u¡;ell en - o ue "'Olan de meno!> eXIW. Ln

, d ·tntm:nto e orras. q t' \ representaCtone!> en e _ O or tormular un lenguaje le S ber esn preocupa o P -' I

segundo lugar, per -', I roce..,m. representJCIOna ~~ te-la cultura que 1l0~ permIta Imagll1

l" ,oo"r~e1aros neurofislol6glC0\ que se

lente presente .. os· d d 1 mendo constantel1 _ \" ,JI "~te tuo caus.11 c~, e\ ~ uego, \·ónc:lu"",c.:OIlCo\.r,,, ,-

ell..:tlentrJn en re act , \ pena darle alguna vuelta . " por e\o mere¡;e :1 \ o \ blCn tntere.,Jnte •. ' , ' \ \ "ou'lc conccpru:1 e a an-

1._ ' de una crmca:1 e <' D.lO Spen,.;;r parte , lÁ." b'~ico nociones como • .,acn·

, \" " porar en ~u o:XiCO ;c ,.' "opologla que, a lncor. d ,"'o' n de ex,stenCla es tun-- omo~ CU\'a con I ' '1 fiClo" .ld;tlUrJ·· o .ll1atnm ,. ,',mtnO'i cOlwenclona).

, , .- '\(0 ennuc.,tro .. o: -. \. damcntalmente lrt\tltUClona " /6 . o Joc'"uado con.1a rea 1-

, h 1IISO ()tlto g/e ~ • no puede garantlzar un cO"'r,rm . ,. \() "'>.lcrincio-, .¡d.1tura· dad ~. b deCIr que •. 11 incorporar n<Xlone ..... on

Vta'>C en el ~.Irllulo _~ \ .. n"'''' <¡o. H, I~ "r<·rbcr. 200~ 119'*"1. lb. jf,;J-; ~O... , _ '-\he ('",,~el" 01 <":ulture;l' Jn Onll'\og.' \"". Ile de,...-rullld" ".IJ n"~"\.I aj\l~J en .

J ,'1(u .le Iblb. en prerJ'J~lunl.

cal P .. r.' (l'"

169

Page 84: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CUlTU~A, ANT~OPOLOGIA y OT~A5 TONH~IAS

o .. matrimonio», un antropólogo sólo puede enunciar y:. hipótesis lo­cales sobre cómo un:l comunidad concreta con sus formas concretas de sacrificio, jefatura o matrimonio opera con elles categorías de su propio mundo institucional; pero no puede hablar, universalmcnre y de forma descriptiva, de un fenómeno .. real" del mundo. Sperber entiende por [al un fenómeno dado indcpendientememe de cualquier form:. institu­cional concrera lK, o, expresado én sus propios términos, un fenómeno presente «en el mobiliario del mundo".

SI tengo razón al decir que el voc:lbulario antropológico es interpretalivo [por oposición J «descriptil'o$I"], las explicJciolle~ antropol6gicas est3.n mar:\Vil1o<;;Hnente libres de compromisos ontológicos. Del mismo modo qU(; el uso ,lpropiado que un :lntropólogo hace de "trasgo" no nos dice nad:l de b exiSTenCia de los trasgos, el uso adecuado dI.: "matrimonio~, «~acriflcio" O .. jefamra" no nos dice si los matrimonios, los sacrificios o b~ iefawra~ fornwI1 parte del mobiliario del mundol.l'.

Al hacer csm crítica, Spcrber elige una variante del concepto de "realidad~ que yo desde luego no daría por sentada. No parece satis­fecho con la posibilidad de que «matrimonio,>, «sacrificio» o .. jefantr¡¡" formen parte del 9mobiliario del mundo" precisamente COntO hechos convellciOllales. hechos institl/cionales, en los que cobran una realidad bien real cosas ran re¡¡les C0l110 la propiedad económica, la legitimidad de la descendenci¡¡, O la sucesión hereditaria de los bienes. A mí estas cOsas me parecen bastante reales; )' el hecho de que haya que recurrir a una comprensión local de esas reglas en cada sociedad concreta no les resta un ápice de realidad. Es decir, su condición evenrualmente local no las hace menos reales. Dan Sperber elige una variante del con­cepto de realidad que puede ser fructífera, sin dud3, para el avance de nuestro saber acerca de la cultura, pero no carece de limiraciones. Sperbcr prefiere, en sus propios términos, un análisis causal a un análisis InrerprCtatl ... o:

Podrbl1lOS escoger como tema de estudio estas cadenAS causales COIlS­

nnlidas por representaciones mentales y püblicas e intentnr exphc3r cómo pueden los e~t;ldos rnent¡¡les de los organismos IUlmanos caUS3r la lllodiflc3cióll de su medio, en particular produciendo signos, r cómo

18. Un (kb~l(, ,imil,lr se ('nc'uelllT~ en Cruce, y Diaz de R;,da, 2004. 19. N" entraré ,u!uf;'l (eali~lr un.l cr(tiea de estl oposición concc[lmaJ d~ Sperber.

Véll)e pllm ello Vclu>co y Dral de R.;¡d~.IOtl9IJ99'1' capimJo 2. ID. [biJ.: 26-27.

170

¡

,QUE .... IENE EL ESPI~I"UI

esas modiflcaciones de su medIO pueden causar una modificación de los estados mentales de Otros organismos humanosll .

Desde luego qUe podríamos hacer eso, y estará bien hecho, pero también podríamos hacer otras COS:lS sin detrimento de que nuestra comprensión analítica del mundo pudiera ser igualmente sagaz. Esa in­dagación que propone Sperbcr será muy úril para comprender b rea­Iid3d de los procesos causales, pero será probablemente muy poco útil para comprerlder la realidad (igualmente real) de la institucionalización de las convenciones. Centrarnos en las «representaciones» ya instituidas como unidades de análisis no conducirá alltomñticamente a la visión n::ltlualista de la cultura que el enfoque de Sperbcr promete. No lo hará, a 110 ser que decidamos también pasar por alto el importante detalle de que IllUCh3S de las «representaciones" son acto~ de convenCión cuya co­nexión esencial, la del significante con el signinc:'ldo, no es c.:msal, como mOStrÓ el mismo Spcrber espléndiebmcntc en su libro El simbolismo ell ge/lera(l2, sirviéndose de la tradición de estudios en semiótica de la que, por otra parte, es un gran conocedor.

El enfoque de Sperber presenta también llIwlimitación en lo que se refiere al concepto mismo de «representación». No se trata fundamen­talmente de que los ejemplos de representación que él mismo reconoce haber seleccionado -«concepros», «creencias". ~narrativas,>---- remitan a una forma de apropiación caracrerísticamcnte individual, y no necesa­riamente sociaJll, sino de otro problema mucho más importante. Todos esos ejemplos hablan de una forma muy panicubr de representar que consiste en referir objetos del mundo a través del lenguajc-verbal. Fuera de ellos quedan todas las reglas}' convenciones prácticas, que, como el saludo, la acenUiación o b etiqueta. 1/i 5011 verbales lIi SOIl referendales; y que, más que poner en vinculación callsal cadenas de fenómenos po­nen en vinculación social a las personas, por medio de lazos expresivos. La «representación», en el sentido verbal-referencial que da Sperber a esta pabbrn, 1\0 es sino un caso especial, limitado. del COl'\cepto de re­gIa, a su vezull caso especial de concepto de cOllvenciÓnH .

Una limiración adicional del enfoque de Sperber tiene que ver con una vieja discusión en :mrropología social y culturo!. Su compromiso

21. Ibid.: J.l. 22. Sperber. 1978 I J 9751. 23. lbid.: 74. Todasesas form~5 de reprC$entación pueden ser igualmente cmcndid35

eomo operaciones de un indivlduo_en.r,,13ción. 24. I.ewis. 2002 [1969]: e3prruJo 4.

171

Page 85: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

onrológico se cifra, como he ~ejlJlado, en una epidemiología de las reprc~ellt.Kiones cultu rale~ que permIta construir un map,) en el que 'lpreciar cadenas camales. La de~()ll1po,>,ción de la culTuf.l en elemen­tOS que, como la~ represt:ntat:ione~ de Sperber, son exrraído~ de su con­texto local y pue~tos en relación con elementos de otros contextos. es una empre.,a con una larga trJdit:ión IIlTdectual en antroro logÍ3~'. En e~te procedimiento se aloiellta la 1ógICa de la compM.u:ión cu lruril l, que permite, entre otras mucha, co~as, establecer hip6tesi~ correlaciona les entre diferentes elementos imti(\lcionales. Por cJemplo. tomando una mue'>tra dc <'ociedade~ human.l~. elo posible fragmentar Stl~ formas de \'ida en tipos institucionale~ como la forma de producción. la forma de m.urimonio,1a forma de la vivienda, la forma del derecho, etcétera. para prodUCIr después hipótesis acerca de qué tipos InlotituClonales lIe rebcio­n,m entre ,¡ más frecuentemente, ), eventualmente, indagar en las causas de e,a, correlaciones, Este enfoque es lI11pOrr:lnte y su lógica subyacente imprescindible, cxplícitJ o Implkiramclltc. Lo queramos () no, el único modo de comprender qué sucede en una sociedad concreta e~ practicar JlgunJ clase de comparaCIón con lo qu(' sucede en otras. Sin emhargo, la pdctica analítica de e'\rraer e1el11cnt()~ mstitucionale~ de ,ti contexto C'\ige ..,Iempre una gran prudenCia, fundamenr:llmente porque ~I algo ca­racteriza a un.\ Institución humana e<, que. constinmvamente. cobra su 'cluido e1l 1m contexto. es deor, en un.1 configuración concreta dc I.:on­venciones. Dan Sperl'ier reconoce una limitación en .. u epidemiología:

MI~ntr;ls que lo~ agcllIe, parú¡.:ellCh, como los \"iru~ ) la, ha'tcriJs, ~e reproducen en el prcxe,o de ¡r,lnMl1I,IÓIl )" sólo o<':$iOlMlmenre ~ufrcn una muu¡;iól1, I.u rcpre'>CnfJ'lOIlC~ ~c trJllsform,m 'J" ,ad.-a \CZ que !oC

tr;ln~nllTcn )' 5(;10 pCrlll.1l1e,,;Cn c\[Jblc~ en cierlO' .;a!>o\ rC"HI,,;tl\"O~"',

btor de acuerdo. Pero .1demj,. a diferencia de una b:u.:teria o un ,inl', que ~e agrega indiúdualmenre a otro:, funcionalmente: equi\'Jlen­te', ulla .represenraóón., (o I.:ualquier otra dase de regla o COIlH'n(lón hUin:lila) e' lo que e~ preciumente por w relat:lón con orrJ~. q/le /10 scm

lUllciollalmellte eqt/ll'iI/C'1It('5 11 ella, en una configuraCIón com:reta. No e~ lo mi~m() el matrimonio de pcr~onas del Illllolll0 sexo, ell re/aciólI t:on una 11:)' Je ~uccsión igualitaria (indepcnd ieme del sexo de l()~ contrarcn-

!.~. ro. tl"mrlQ, ,\lurJ<I.:I." I~td l 1~f,7, Pu"Je t"":Onfr.Jr.c: UI1 fl"ml'l .... k.u IU'

0.11') tU t'I'.¡I'l,,1 "11 'Iurdoe!... 1'/~5 (I'¡PI. Par.> un cnfoqut,Jd m .. mo ur'" .¡,in m ... , rnh,lInn .. 1 ..k I)an Spcrbcr ..... :.0<' "',h""",nt, Ilr"~. FI s ... rpr~"Jcnt( qUt " ,n!(Un.> tk e<.'-" rdtrenán 'lC'JI rntn.:i"n"J.:a P"f "¡><,.bcr JI lo brgo .le ~u hbm.

!to. '¡><,rbc:r, !.(HI5 D ,

172

.QUE YlfJoH it EHIII.ITU·

le,» :-' ell relación con UI1;1 ley I~u.-abtaria de a.\olgnación de patria pOl~tad, que el m:ltrimomo dc per'Ol1a'> del mismo sexo en un ,>¡,>¡ema político que no garanriZ3 e~o~ dcredIO,>. O. dicho de una manera m¡b clara. el miltnmonio de per~ona. delmbmo sexo es una cosa cuando lo conside­ralllo~ fuera de su cOntcX[Q () c~a cosa puede ser mu)' ufil pJra determl­nado~ propósitos comparatiyo~), )' es otra cosa cuando lo con!>ideramos, localmente, en su contex[Q conucto de relaciones b' esa Olra CO!.;1 puede ser mu~ tiril para comprender OIrJ.' d1nlen~ iones del fenónleno).

Por del'i.iJo de lOda 1.1 argumentación de Sperber se exriende la de­finll.:ión de una cJa:,e de .lUtentit.:idJd, )' a:,í se \'e en el titu lo del pnmer (apículo de ~u libro: ··CÓmo ~cr un auténtico Illatenali~ta en amropo­logí.\ .l ~. Parte de la c!>rraregia de Dan Sperber para redUCir cnda forma de conocimiemo ciemíf1l.:o al conocimiento causal (de caUlo.1S efluentes) comllote en elegir una forma de ··realidad .. que él pre~enta comn la úm­ca posible. Pero pronto treg.mlos a entender que bajo es;\ cJección hay Otra de mucha maror potencia: la elección accrca de lo que debe ~er cOllloiderado [;\ autémlC:\ . lllateriJ_. La auténtica matena del Jmémlco matcnali ... ta -sugiere Sperber- es 50lam('lIte aquella que ~e de~ribe en el lenguaJe de los proceso.., nCllrofi~iotóglCOS. ¿Por qué? ['-O Sperbcr no lo exphGJ.

Yo sin embargo louglcro que ~ puede ~r ,·maleriah:,tJ. . (en caso de que \C de~ee, claro e:,¡.1) teniendo preloeme un conceplO mucho mj~ am­plio de "materia~. Y ello aunque,l>incerameme, ro no sé muy bien lo que es la "I1lJteria* como conceplO pertinente en ciencialo social el>; y prefiero no ~aberlo, ~I es que ello me ha de abocar a creer, JutOl1l.lllCamente, en alguna cosa que .. no c\ materi.l ~. No dudo de que los pn)cesos neurofi­..,iológlco", ~on ~ ma[cn.llelo", pero creo que también son ~auténrit:J.mente mJtenale~·· cosas como 1.1, ,>iguientc~: 1;1 prJcticl1 de pcgadc ulla patada .1 un halón en un parrido de fúthol. la pr.ictica de contraer matrunonio 1Il~lItm:ional ("on arra pc~on.l, la prJctiCI1 de abrazarla en la noche de hoda~. TJmbién comidero "auténricamente material. un l)uellle dt> pie­tlrd, con .. truido en la prJcticl1 con arreglo a un di~eño, por el que he de ra~ar ~i quiero rrasladarmc en 1.1 prJcticl1 al otro IJdo del río.

F.l enfoque de Dan ,i)perber es prometedor SI lo que querCIlIO\ es elKOntrar I.:orrelatos neur()fi~io I6gico~ para las repre,entacione~ hunu-11.1~. Que e!>o liad .l'ianlar nue~tro ~aber acerca dc lo que ~e enCIerra en el concepro de cultur.l e~ difít:ilmente discutihle. pero no .1 COSTa de pre~l.:1Tldir del orden de re.lbdad que hace de e~a~ n.'pre~entacion{'~, prel.:i~.lInellte, hecho .. in~tltucionale~.

17.3

Page 86: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CULTUII,o,. ,o,NTIIOPOLOGI,o, y OTRA$ TONTERI.\S

Yuxtaposició/l, asociación, represEntación, slfstitllción

Un3 culmnt es un conjunto complejo de códigos. Esos códigos están constituidos por reglas convencionales que las personas concretas po­nen en luego cada \'ez que actúan en el mundo. En ese mundo tam­bién inrervicnen causas eficiemes. Te presentas en una boda con tu traje nuevo y, al ir a saludar al novio, te da una punzada en c1lumbago. No podrás sustraerte a la consecuencia del dolor. Ese dolor imperioso in­tervendrá inevitablemente en ru cuidado gesto de etiqueta. lmentar:is con todo tu corazón mantener el gesto, como dictan las convenciones, manrener la cara<8, pero finalmenre, si el dolor es seno, sucumbirás a él; o te retorceris levemente y saldrás del paso como puedas.

Al decir de la cultura que es un conjunto complejo de códigos es importante tener en mente que no se trata de códigos que funcionan rígidamente, siempre del mismo modo. La cultura 110 se puede reducir a un código perfecto de sustituciones entre significantes y significados, como en un problema de matemáticas. Tampoco se puede reducir ti un conjumo de reglas con el que se pretende una homogeneidad cOlllpletJ de las acciones, como en el código penal. (Aunque tamo un sistem3 de ecuaciones ~omo un código legal son hechos instirucionales, culturales.) La culmra es un conjunto de códigos formados por una combinación muy compleja de convenciones, reglas, que presentan grados muy di­versos de rigidez y estabilidad.

Podemos entender la noción de código de un modo muy estricto para referirnos a aquellos conjuntos de reglas que establecen filia re/a­áón constante de sustituciólI entre significantes y significados. Como aquí:

(a) Regla 1: ! euro vale siempre! 66,386 pe~etas.

(b) Mi coche consume 6 linos de carbura.nre cada 10 kilómetros.

(e) Regla 2: 1 lirro de carburante cuesta 1 euro.

(d) ¿Cuántas pesetas cuesra viajar con mi coche 70 kilómetros?

(e) Sustitución 1: Sustit'Uyc la cantidad de kilómetros por el consumo en litros de c~rbur~nre: Si 10 kilómetros 5011 6 litros, 70 kilómetro:; 5011 42 litros.

(j) Sustitución 2: Sustiruye I:J. c:lnrid:1d de litros por su precio en euros: Si 1 litro es I euro, 42 litros 5011 42 euros.

28. (;offnhlO. 19-:'1 11959).

174

¡QUE VlfNE EL ESpl~ITUI

Cg} Sustitución 3: Sustituye el precio en curos por el precio en pesetas, aplicando la Re¡;la 1: Si 1 euro es 166,386 pesetas, 42 euros SOIl

6.988,212 pesetas.

El código utilizado aquí consiste en un conjunto de reglas que per­miren susumir perfectamente un conjunto de significantes por un con­juma de significados:

• Código A

SIGNIFICANTE SIC,NIH(.¡\DO

1 euro 166,386 pesetas

1 litro J euro

Puesto que en esre sistema de regbs cadn UIlO de los elememas de )a izquierda sustituye perfeetamellte a cada Lino de los elclllemos de la derecha, el problema de la representación de unos por otros es real­mente trivial. T.1ntO d:1 hnblar del problema con los elementos de la izquierd:1 como hacerlo con los de la derecha. Unos representan a arras completamente, de manera que unos }' otro~ pueden operar, en relación con todos los demás, como significantes o como significados. Evocar a cualquier elemento en cualquier fila o columna de ese código es evocar, completame1lfe, a cad:1 uno de los demás clememos.

No descubriré América si digo que los problemas de la vida concre­ta entre seres humanos son mucho más complejos. Veamos el siguienre, que presento aquí )'a enormemente simplificado:

(P) Regla 1: Esp:J.ña es un estado democrático de derecho.

(q) Regla 2: Un estado democrático de derecho es un srstema político tal que hay unos representantes políticos legitimados para decidir por sus conciudad:1llos.

(r) Re¡;la J: Don Manolo, como resultado de un proccso·polftico. es un representante de los ciudadanos espaflOles.

(s) ¿Qué debe hacer don Monolo si tiene el plan de numentar, como presideme del gobierno de Esp~!i;l, el precio de los cnrburantes?

¡Qué fácil y transparente serí:1 nuestra vida si don Mnnolo pudiera resolver este problema (s) aplicando un código de sustituciones perfec­tas como el que nos ha nyudado :1 resolver el problema (d)! Las reglas tejidas en rorno a ambC's problemas expresan convenciones más O me­nos flexibles. Las Convenciones expresadas por el primer conjumo de

175

Page 87: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

reglas (Código Al 5011 comideradas Inflexibles; se trata de idelllidades de las que se espera scan identidades absolutas (a no ser que don M,lIlo~ lo consiga su propósiro). Las convenciones expres.:ldas por el segundo conlunto de reglas son reliltiva01ente flexibles, no SOIl idenlidades abso­lutas. Aquí esrá la clave de esa diferencia: ambos conjuntos de reglas no trabaj:Hl con el verbo «ser» de la misma manera.

En el primer conlunto de r.eglas, ~ser" significa, invariablemente, «sustituir a". En el segundo conjunto de reglas, «ser" significa muchas cosas diferentes:

(p) exrreS!l con el verbo «ser» una sinécdoque: toma una parte O un a~pecto parcbl del conjunto de significados que porta "Espafla~ y lo identifica con ese conjunto. Porque si es cierto que España es un estado democrático de derecho, 110 es cierto que el significado de F--!<paria se agote totalmente en mi definición. ES3 entidad llamada "E.!;pafla» ríene también muchos otros significados.

(q) expresa con el verbo «ser" una defillición universal. y en este caso. mientras la aceptemos y operemos con ella, ~ser~ significa llana­mente ,"sustituye a .. , como sucedía con el primer conjunto de rc­glas.

(1') expresa con el verbo ~ser" tina reprcse/ltació/I /JoffticlI. Esta repre­~<.!ntación social no es simple!" porque en e!la caben como vcrdade­r:!s al menos rodas estas posibilidades:

Don Manolo está, para determinados propósitos preci~os (por ejemplo, negociar en Bru~cla~), en lllgar de los ciudadanos es­prl1ioles,

Don Manolo 110 está en lugar de los ciudadanos españoles para cualquier propósito imaginable (por ejemplo, si tu esposo es .. e~­pañoh no dormirías con don Manolo simplemcnte por ser d presidente del Gobierno),

Don 1vlanolo es, e/I cierto /IIodo, .. España", por aplicación de la regla (p); pero precisamenre por aplicación de esa misma regla. don Manolo 110 es España en su totalidad.

Valga eSle botón de muestra para ilustrar que el código formulado a propósito del problema (d) sobre el precio del carburanre es mlly dife­rente de eSle código, planteado para pensar, también, sobre el problema (s) del precio del carburante:

176

,QUE VIENf El E$PIRITU!

Código B

SIGNIFICAJ'..TE SIGNIF1C\DO

«España» Estado democr5tico de derecho

",Estado democrático de Sistema político representativo derecho»

"pon Manolo" Ciudad:1nos espaftoles

Ambos códigos se componen de reglas, pero el código A trabaja, en general, cerrando b relación enrre significantes y significados, mientras que el código B trabaja, en general, abriéndola. Los significantes del código A significan, inequívocamente, solamente los significados con [os que se asocian. Pero los significantes del código B (salvo en la regla lq]) apuntan o sugieren un significado incompleto, parcial, Illultívoco. Por eso la decisión dc don Manolo siempre correrá el riesgo de ser im· pugn:1da. Las reglru. en las que se sUHenta su ejercicio de represenración no son mequívoc:1S. Est-Ín sometidas inevitablemt:!nte a un proceso de interpreracióo 1o• Y por eso está muy bien decir de [os políticos que 10-

terpretan, como [os actores en un escenario, su papel de representación. Muy frecuentemente, la cultura se nos presema como Ult conjunto

de regias más similar al código B, donde sólo algun;ls, muy pocas reb­ciones de significación son inequívocas o completas.

Un:1 combinación de las cuarro posibilidades que te ofrezco a conti­nuación puede dar una idea aproximada de la magnituc.\. de esa comple­jidad. En cualquier sociedad humana funcion:11l a diario convenciones que fijan reglas de sl/stitl/ción. como las que se nos presentan en el periódico en esas tablas de cambio de divisas o de tipos de interés; funcionan también, cotidianamellle, convenciones que fijan reglas de represell/ación, C0ll10 las que te encuentras c:lda vez que vas a votar O

cada vez que hablas en nombre de otros; y también, regla~ de asocia­ción, como las que dan forma a la vinculación con tus hijos, rus padres, rus vecinos, rus comp¡lIieras de piso. Y también, rcgils de Yllxtaposición, como las que ordenan [as secuenCÍ;ls del montaje del telediario que ve· rás est,:¡ noche o los capímlos de este libro, y quc, como un capricho del amor, esconden argumentos, relatOS abiertos a una infinidad de imer­preraciones. Pero lIillglllta de estas cOllvellciOlleS, Ili l/na sola, pone a los

]ú. Cr. Eco, 1977), 1992; Sporbcr. 1978.

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CULTURA. .... NTROPOLOGIA r OTRAS TONT[RI .... S

elementos que conformall sus códigos ell relación Cal/sal, ell el sentido de las cal/sas eficielltes.

Ese inmenso conjunto de convenciones cohabitad en cualquier !.o­ciedad humana con causas, determinaciones brmas que, como tu dolor de lumb3go. afectarán con su propi3 Ctlmplejidad a la acción concreta de las personas. Pero ni cua.ndo te retuerces disimuladamente debido a ni lumbalgia se trata .sólo de una convención (qué má .. quisieras), ni cuando saludas chOcando los cinco debido a tu buena educación se [r3m sólo de un movimienro producido por cal1sas eficientes.

El retomo del jedi

La vida social humana está llena de situaciones como la que he mosrrado en el ejemplo del presidente don Manolo. Sin embargo, una y otra vez rendemos a interpretarlll como si se trarase de tln conjunto de fuerzas causa]e~ determinantes. y lIna y Otril vez nos comporramos como unos hrmos al interpretarla así. Este arte de la brutalidad ha llegado a in!.­ralarse en nuesrro sentido común, especialmente por el influjo de esos discursos dpidos que circulan en los medios de la politica y la prensa (ambos medios se necesitan recíprocamenre par:! sobrevivir).

Esa brutalidad conduce a UI13 constante naturaJi4ación de los fenó­menos culturales. institucionales, que pasan a ser concebidos como he­chos brutos. Pon la tele, Ice cualquier periódico, escucha una rueda de prensa, y estarás expuesto constantemente a esa clase de retórica: «sube I.:t tensiÓII en el Líbano~, ... lIeg3 una nueva ota de inmigrantes. El PI' [o interpreta como una consecuencia del efecto llamada». "en las úlrimas semanas, Bagdad se ha. convertido en el epicentro de la \'iolencia~. To­dos estos ejemplos nos sugieren que las sociedades humanas funcionan como un tendido eléctrico (¿acaso llevan los periodistas en el Líb31l0 un voltímetro para medir la tellsión?); que los gmpos hllln;:¡t1os concretos son como las olas del mar o como gaviotas que eventualmente sucum­ben bajo sus aguas al responder a una llamada instintiva; que la violen­cia y la guerra, emprendidas y planificadas en realidad por personas concrctas en instituciones concretas, son como un terremoto inevitable. Este razonamiento sobre hechos brutos que borra a I.:ts personas concre­tas con un golpe de magia es también recurrentc en antropología, cada vez que olvidamos el llavero de la cultura para hablllr de las fuerzas:

La larga asociación del concepto de clllmra con grupos separados con­templados como mtrrnsecarncntc diferentes debido a ~us csp,ritus popu­lares inconmensurables, y la crccien(e tendencia ~ U~;¡r el término de este

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l

,QUE VIENE EL EsplR,ITUI

modo fuera de 1:1 lcaderni:3 (yen otr3S disciplinas dentro de la ;1C:ldemia), Ille conduce :3 concluir que ha llegado la hora de tlr3rlO por la bord,l. Simplemente e~ un concepto demasiado ajado. La!) explicaciones que Pri­vilegian la culmra pas.1n por alto demasiado frecuelllemente las (uer..as sociales, económicas y polfticas re,ponsahles de 1:1'; pautaS de las accIOnes y el pClls<.1miemo hUlllanoll

.

Sugiramos pues a [os físicos, con Chris Hann, que ar.r0jen por ~a borda el concepto de energía, que tan mal se usa fuera de la academia (yen Otr:1S disciplinas dentro de la academia); o el concepto de masa, que tan .:Igraviado resulta en manos de los panaderos; o, ¿~or qtlé no? el concepto mi~I1lO Je fuerza, tan erróneamente populanz::¡do en La glfeml de las galaxias }' en el uso que hace de él, en ese mismo texto, el antropólogo Chris Hann. Al grito Kique \·ienc el espíriru!", huimos del espíritu para caer en una mistificación mucho más dalÍina, qu.e nos de­vuelve un:) identidad de científicos naturales completamente 1I1adecua­da para llueStra empresa como científicos soá.i[es. Huimos del e!opíriru para (.:Ier dormidos en los brazos de "bs fuerzas". Pero los antropólo~os (académicos o no) trabajamos en una disciplina que, como cua[qluer otra, nos hace corrcsponsables de nuesrro propio lenguaje. Si cada disci­plina desechase sus conceptos fundamentales debido al maltrato que re­ciben fuera de la disciplina, la ciencia sería imposible. No es el concepto de cultura el que debe ser arrojado por la borda. sino nuestra desidia cuando se trara de sacarle e1lusrre que merece para devolverlo, de nue­vo, las veces que haga falta, a las voces del mundo social que de nuevo lo desgasmnín, 10 ajadn, a buen seguro. La tOl1le~fa no se encuel.1tra en el concepto de culrura, sino en nuestra indolenCia comó profeSionales del lenguaje. De esa indolencia los antropólogos somos los prlOcipales responsables·)!.

31. H:lnn, 2001: 27. La (Ur51"a es filfa. 32. Este mismo problem;¡ de desgasle del concepto de cultura ra eSlab3 de moda

en lo~ "'-\05 cin~l1"nta del $iglo pas,:tdo. cuando, del mismo modo que ro acabo de hacer. Kro~ber Y Kluckhohn 3firn\3lon:.Ln [alta de claridad y de preC!~,6n es en gran mcd,da respon~,bllidad J~ la nlJtropologf3~ (Krocbcr y Kluckhohn, 1963,,, 69).

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LA CULTURA COMO RECONOCIMIENTO I Y COMO DISCURSO

De hecho, elida person3 habb Su propi:l len.);ua, y a me.di· da que Jisminuycn lus conceptos con significado común, se hace más difícil comunicMsc con los demás.

P.1Ll1 AlMer, El país de /IIS líltillldS cosas

Veo mi trabajo como el de un restaur.tdor: alguien que se sirve de la memoria y de sus instrumentos para recomponer desde su propia sensi­bilidad una palabra usada. Como cu::ilquier palabra. la palabr:l «cultura» está para ser usadn, y rodo el que la usa goza de libertad para hacerlo a su antojo. Con el uso las palabras se erosionan, se fragmentan, a veces ganan sentidos nuevos, y rambién pueden llegar a lIenar<;c de herrumbre como el anda de un barco :lbandoll:ldo ti su suerte. NadJ. hay que decir sobre el uso de esa libertad. Como profesor de antropología me pagan para cuidar de las palabras que definen mi oficio, para reStaurarlas a mi m.:mera y devolverlas a arras personas, En el uso de su liberrad, esas per­sonas barán de ellas lo que crean conveniente hacer. El pun,tO de partid::! e~ que hay una memori3; éS3 que yo he acopiado en mis c'srudios de lo que otros me dieron.

Esa nu:moria de nuestro lenguaje es todo lo que tenemos Jos cien­tíficos sociales. Si queremos llegar a entendernos de algíl'n modo, he­mos de comprender que no son aquéllos a quienes no pagan por ha­cerlo quienes deben cuidar de SI! lengua le, sino nosotros mismos, En nuestras 111allOS está, y sólo en nuestras lllallOS, cvit;lr que nuesrra so­ciedad científica se cOln'iertrl en el país de las (dti1l1a~ cosas. Hay así dos pai~ajes en la circulación de palabras como «culnml>\; el de la gente que se limif3 a usarlas, )' el de la genre a 13 que :lquelb otra paga por imen­tar restaurarlas.

Pero, por arra parte, una sociedad científica no debería ser una igle­sia. Restaura[ no debería signifiClr entre nmotros recuperar las palabras

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CULTU~A. ANT~OPOLOGIA y OTRA~ rONTERIA~

para otorgarles el valor de una verdad de fe. Nos guste o no nos guste, la palabra ·<cultura~ h.1 :l.colllP3ñado históricamente a la antropología social y cultural desde sus orígenes l. Soy de los que opinan que esa palabra sigue siendo una de las palabras fundamentales, si no la funda­mental de nuestro vocabulario analítico. Todas las disciplinas científicas tienen palabras de esta especie. Estas palabras no deberían ser entendi­das como portadoras de signifk.:ldos cerrados. Más bien, habría que en­tenderlas como esp:lcios par;1 el debate. Renunciar a ellas es renunciar a la empresa crítica de la ciencia, pero usarlas en una sociedad de cientín­cos no debería conducir a anular su mejor cualidad: propiciar el disenso comunicativo. Son pabbras en tensión rorque cad::! amor ha de partir del supuesto de que su contribución a su definición, esclarecimiento o restauración sed inevitablemente una contribución parcial; pero, a la vez, ningún debate es posible sin contar con que quien participa en él rCl1dr:í la pretensió/I de convencer a los dem::ís de que su intento analí· tico es el correcIO.

L'1 debilidad que algunos ven en la palabra «cultura», debido a la aparente pltualidad de sigl11ncados que encierra, e!i precisamente!iu me­jor virtud. Esre argw11enro es importrlt1!c cuando se rr:J.ta de pensar en los usos de la palabra «cultura .. por parte de otros especialistas científi­CO!), es decir, aquéllos a quienes se paga por cuidar de sus lenguajes ana­líticos. Hace unos años asistí aun congreso sobre «patrimonio cultural intangible» organizado en mi universidad por el profesor Honorio Ve­lasco. A esa sesión asistimo!) trabajadores de diferentes disciplinas. Ante mi insistencia en la idea de que es ulIporrame conocer los contenidos analíticos que encierra la palabra "cultur:ll> en antropología social para poder siquiera empezar a e!Hender 10 que se encierra en el concepto "patrimonio cultural», un jurista exclamó: «ies que los antropólogos no os ponéis de acuerdo en el significado de la palabra cultura!» Esm exclamaciÓIl venía a ser una justincación para su completa ignoranCIa de nuestra tradición imelectuaP. Los antropólogos qlle hemos tenido el placer de compartir espacio con especinlistas de otrOS campos estamos acostumbrados a eMe cipo de mensajes'. Tal argumenro es sencillamente

1. Véa!;(" a c!!.t~ rc,pecto el excdenre ensayo de ~em1ntic[' hi,r6rica e~crilo por Al· fred L. Kroeber r ClyJI' Klud:hohn (1963b 11952[). Y, más recientcmente, Stocking (ed.). 1996.

2. Esm ignorancia oS pnfeclameme eVllable. como lo ha demostrado Je~ús Pric{o en 1111 exccleme eX3l1le" lurídlco de la presencia de la palabra _cuhura. en la constirución cspañ()la (Pricro d~ Pedro, t995).

J. M, tr:lbalO en el ambiro de la antropologrn de t., eJIIC~Clón y de h. e~cucla, en reIJción con lo~ u~os pedagógicos del concepto de culrura.,s uno de las mO[J~OS Cl'ntral~$

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LA CULTURA COMO RECONOCIMIENTO Y COMO OISCU~;O

Inadmisible. Como indiqué en el capitulo 4. puedo eSt:lr de acuerdo con Annetc Weiner cuando dedaró:

La :tntropologia no puede seguir exigiendo derecho~ de propiedad sobre un concepto ¡el (OI1CepIO Je cultura] que form;¡ pane de muchos orrm campos e intereses·.

Sin embargo. mi acuerdo con esta idea depende de qué entendemos aquí por la e"presión .. otros campos e intereses». Si se trata. del uso que hace de este concepto una madre de familia, O un rockero, entonces, como he indicado, nada hay que objetar. Pero si se trrua de personas que viven preci:.amente de la únicl empresa de tener cuidado con lo que quieren decir con sus pab.bras, como los juristas, los pedagogos o los sociólogos, emre muchos otros, eTltonce~. sin nece~iddd de utilizar la antipática expresión "derechos de propiedad», hay que decir eSto con total cbridad: en ni nguna disciplina se h:1 elaborado con mayor esmero, precisión y cuidado el concepro de "cultura» como en la disci­plina antropológica. El jurista puede hacer lo que quiera con la palabra, naturalmente, perO cuando tenga que infhur en la confección de una ley sobre "patrimonio cultural" ell el ejercicio de 511 profesi6n es muy probable que sea sencillamente incompetenre; o que, como suele ser habitual, al contribuir con su ignor:mcia a esa ley, descubra algún Me­diterráneo navegado décadas atr5~ por los antropólogos. Es verdad. los antropólogos no nos ponemos de acuerdo en lo que significn 1:1 pal:1bra «cultura», pero en el camll10 de ese acuerdo que, como he indicado. no tiene por que! llegar a alcanzarse por completo, muchos .antropólogos han invertido millones de horas de eshl(:rzo que han conducido, como muestro en este libro,:1 resultados bien concretos. Al fin y al cabo, ¿me permitiría a mi un jurista intervcnir como anrropólogo en lh interprcta­ción profesiollal de las leyes sólo por el hecho de que entre los juristas no existe un acuerdo general sobre el concepto de «jl\Sticia~, o sobre la cOlllplej:1 relación conceptual entre «jusricia» y .. legalidad.>? Preferiría que no, por el bien de los afectados.

de eslOS p:¡rr-•• fos. Vllia.", V~b<;co, Gard3 C;blaño y orJ1. de Rada (ed~.), 1007 [19931: y en ese libro. Oluy rarticularme'"t, el en~a)·o de Harrr F. Wo1con, .Sobre la imención emo· gdfica··. pp. 127·144, Vé~,e lambit'n Dí,\l de R.1da y VeIa.>Co. 19%; [)faz de Radn, 2007 )' 2008~.

4. ""ciner, 1995: IR.

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CII/turtl yexcll/slón

\,ol",amo\ " e:"l fUt:ntc de eJemplO!. quc fuc el Fórum cc:lebr;)do en Bar­cdona. fn \u entorno \C rcuni6 d Foro de las Alltorid.ldes l .oúl/es. En un .mir.:ulo tiluladn ~L1 Agenda 11 de la Cultura propone polílica\ contra la eXdU\LÓn \ou.ll~~ Llu¡~ Pdlicer escribió;

El foro Je la, AUlClridJdc~ Lo.:alc) (FAL) de Pono Alegre Jprohó .1Ia en J~lmhlcl lJ A~t·nl.b 21 de lJ Culrur .1, por Il quC' Ilh repn:!>Cnllntc, mum(lrJ1C'~ prC'-.c:nle, en tI reunión <;C' ~'()mprometlC'ron a IUl;hlr pnr 1.1 mdu~lón '>(k:ill de lo, ciu{lJd.1no~ a tr;l\'és del <lcccoso a 1,1 '/Ilt/lr,¡'

He ahí una Imagen frecuente de la cultura como espacIo separJdo por una puerta cerrld;l que e~ preciso abrir con política!> pllblica~ para bnndJr el ac(;eso de 1.1 gente. FS.l Imagen dibuja un estado del mundo. E~tán los que se encuentran ya en la cuhur.], r luego esdn IOdo ... lo ... dem3.,:>, fuera de ella. E,:>.l lIlugen di bUla también una idea de la cultura como e~pacio e"clmivo y exduyente. en el que ~e encuentr;1I1 la\ pobLt­clones .df.lbetlzad;" y escolarizadas, I~ artistas reconocidos, los hombre .. r mUJeres que \e han hecho '·.ller en una u otra rama de los ~abert:' púo blico~ rUC\IO~ en orcubCllÍn .1 través de libros, anículo~ científicos. cua­dro!>. películ.t\. !tlllfonb~. mlleble~, edificio~, vestimelH.ls.leye\. ell.:élera.

Esta Imagen del mundo \ de la cultura no consla nunca de un.l ~ola puerta. porque detd!\ dc cada puerta siempre encomrar.h otra que te .. eparad dc un nuc\'o espacIo de exclusi\"idad r exclusión. L.t l;uhur¡1 e .. l.:onccr'IJJ aquí como un bU:'n que te faculta para avanzar en 1.1 carrera de la vida. ha\ta llegar. puena Iras puerta, por las emplnada~ e~alera\ del ;)scenso \ocial. a lo, lug.lres de las élites. Las mejure~ Intenciones. e~as que p;llrlt.ln en el trabalo del Foro de las Alltoridades I.oúlles, no pueden ayudarnm. a ,obreponer el ímpetu de exdusividad ye,du<;ión que 'oC elKierr.l en esa imagen. Esa Imagen del concepto de cultur3 Iran~porta int·vuablememe el acuerdo con el Juego de la~ élltes. Con­dcscendicmcmenrc, gr;H:io.,ameme, la .. élnes emregan 1.1S llaves de .. m elev.lda~ c~tanCL.1\ a qtlLene .. c~tán ,1bajo. a qUIenes están fuera. Pue\ ,(¡lo puede .Kcedcr .. e .1 un lugar !tI e\ que aün no se está en él. b impo'lble. CU;)11I.10 loe ve .1,í el Illundo, res"urse a Jugar el juego ljue V.J incluidl) en el paquete dc lal cOIll.:cpción de la cultura.

Para mí, como .llltropólugo ~oclal. la cultura no es e!to. El IUC~O e\ OIrO. Y e\te otru Juego oblig.l a precis.1r, con todo de/ollle, <l qllt se accede

/:11:.111 • ., Jc 01.1' ti o .. .!(l1)4. p. "'. l..l ",,",,,,, "" mu.

1<4

l" CUlTU~" COMO HCONOCIMIENro , COMO DI$CU~SO

en concreto al atra\'esar cada puena. tn lil fllltur" y., eS!olmus lodos. ToJos lo~ sere!> humano!t ponclllos en juego nos contuntos de reglas que aquí vengo denominando cultura. El hecho de e~tar alfabeliz ... do o no, el hecho de estar cscolanlado II no. el hecho de \:lber o no saber componer o apreciar !>lIlfonías nada tiene que "cr con el hedlO de ser un agente de culrura. El Foro de lils Al/tom/lIdes 1.0(¡J/es puede brll1d.lr escolanzación, alfabetizaCIón. competencias' rCl.."ur\o\ para conremplar cuadros. escuchar slIlfonias o IIlterpretar leye\. Todas é\a, 'ion compe­tem:;as cultuGales. ciertamente; IOd.1~ ÍJcullan p<lra Ju~r con diversos conJunto~ de reglas [S1 r S3]. Pero no .. e puede deor de quicnes no h;)n aprendido e!>as competencias ljue no son a~entc\ culturalclo. Lo SOIl, Su ,ida social, la que viven cotidianamente Clundo h ... bl.lI1, ,1man. odian, trabalan, cocinan, comen. sueñan ... ~erb 1I11ro.,ihle "i no fueran agentes de cultura.

L.1 consecuencia de jugar con un conccrto cxclmivo de culrura cs, gener.llmeme, dar por ~em;Jd.l la idc;l de que son I.'.wlllsil'os qUlene~!>c cnl'uentran ell la cultura. La consecucnCI.1 e~ moral: esa culrura e.xdu+ \iva de los exdu~i\"o~ los ha conducido por el camlllo de la pt·rfección. los h;l hecho más hUIll;tno~. Y así. no ~ólo Ik·g.Jnln, .1 pem,lf de qUIen h.l .lprendido en la escuela .1 leer)" e .. "ihir que h.l perfeccion.1do preci­!t,lInente csa competenci.t e\pedllca; lleg.lmo~ .1 pen\.lf ljue e.,.l persona es n1;)\ humana". t\ada import.l si otr ... pCN.lIlJ h.l .lprendido en deter­minado!> espaCiOs de su vid.¡ di.lrü la .. tél.:nic ... , par.l cultivar lechug.ls, confcccionar zap.Jtos o p ... ~lOrear reno~. r ..... \ Ctha~ no "on tan elcvad.1!> (creelllo!>, nalUralmente, lo~ que Jam.b no!> hemo, pue\HJ a hacerlas).

Pero • .lntes de ser moral, la con,ecuenCl.l de Ju~ ... r I.."on un conl;cpto exdu!>;,'o de cultura es an ... lític;), o sea !l(l) afr.1'tr ... .1 1 ... Ignur.lnCla. Al usar un conccplo exclusivo de cultura IC\";)I\[;)mos un ... pueru, una esca­lera. enrre CM>S s;lberes especilIles }" 1.1 idc;) tan hum.lIla do! ~aber. Des­conectamos dega y arbitrari.lL1\ente el mundu de la vid.1 ordin;lria ~ de la burbuja de la .culrur.l*. Escriture, .• lrti .. t.1S, Científico." etcétera, mueren así en "Ida pagando el predu de 'u propia Imem.uel. Sus1>er.ona\ IIt,­gan a ser sustituidas por .,u\ obra;. E".J .ltrofi.l del concepto de culrurJ nos devuelve una Imagen desoladora. Por una parte, l!!ncmo\ pCf'onas

6. Vr;l.><! Frallzr. 200.!:\lS. ... E,lc ~OllccpfO oc "OlunJn ..1 .. IJ nJJ' (td,.·,,5/t·,·lt) fu~ fr.lt>.I¡.1Ju .IOlph.lmemc

pnr .\llre.1 'i~h(¡u~' ThuJll.l., I u~kmann, ~ Jdin,J,1 .1.[: ··P,l' IIlImJ.l Jc 1.1 \"loa ~o!OJIJna Jebe "lIIcnJer,c .. ,<"" .imh'f<) oe la rcallo.lo 'lu" .. 1 aJuho ,11~rI.I \ norm.ll ',mplemenT" pre,,,p,,nc en 1 .. .acmuJ Jr "IIUJU (umún. [)C"tiW¡_III1.", pur .. \u pr""'p,,,,idón ¡"Jo 1" 'l"" "'f"'nm .. m .. Ol"~ (Omu mUI<""!of"m.lt>k; p.lrJ n"",01r",. 11..10 nt.lJo Jc ~O!>.l~ n .Ipro­blem.íl"o hJ".1 nUC\<I a~I>;O. l"-'hu'lI ~ I u.:kmann • .!OUl 1<j.~!I: !~).

INS

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CULTURA ¡&'NTROPOlOGIA y OTRAS TONT€RIAS

vivas, mas no suficientemente humanas; por otra parte, tenemos seres demasiado humanos que, cuanto más se acercan al ideal de humanidad, más mueren. El concepto de cultura de nuestra tradición antropológica es taxarivo a este respecto: todos somos seres igualmente hum:mos, ro­das esramos vivos, todos sabemos hacer cosas (mejor o peor), unos unas y OtrOS orras. A un musco se accede pagando una entrada (o redistribu­yendo un ImpueSto), a la culrura se accede siempre, sin pagar. Basta con haber nacido, tener un cuerpo, y unas cuantas personas alrededor.

Nuestro concepro antropológico de cultura ha de incitar también a resolver el problema de las enormes desigualdades a escala planetaria. Es urgente tomarse en serio el propósito del Foro de las Alltoridades Locales:

Rescatar 'bienes comunes de b humanidad', de los que millones de ciu­dadano~ hall quedado excluidos a causa de los 'desequilibrios' que hn originadu I::J glohalizaci6n econ6mic<1s.

Pero esra s6lo sed posible con una imagen horizontal, no jerarqui­zada, de todos los millones de seres humanos que pueblan la tierra. Pues naco favor had la idea de cultor:l al reparto igualitario de los biene~ comunes, si esa misma idea conduce a presuponer, de alltemano, que se puede ser más o menos ~er humano.

Los zapatos de Jodie Foster. La ClIltura como recollocimiento

En El silencio de los corderos, la aún inexperta policía encarnada por Jodie Fosrer "isira por primera vez, en la cárcel, al despiadado Aníbal el caníbal. Ambos cruzan miradas a Través del vidrio de seguridad. Luego comienzan a hablar. El asesino, con su gesto aristocrático, sabe matar también con sus palabras. Toda la autoridad de la joven policía se vient abajo cuando él, en un alarde de ojo clínico. pone en evidencia su ver­gonzante origen de da~e: ¿de dónde ha sacado esos horrendos zapato~ baratos? La crudeza de ese Juicio e~tético}' moral, una forma de juicio a la que, expresa o fntimamemc, estamos todos acostumbrados, pone de relieve el proble!11:t del que :lhora me ocuparé: el recollocimiellto, 1" apreciaciólI y I:J. /Jlllomá6/1, como parte del concepra anrropológico de cull'ura. Apreciación y reconoc.imiento se encuentran en la base de cualqUier jer,:¡rquía socia] construida a través del concepto exclusivo de «cultura".

11. El Hlís, \1 de mJI'O de 2004. p. 39.

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lA CULTURA COMO RECONOCIMI[NTO '( COMO OISCURSO

Hace tiempo has leído:

§3. Cultura es el conjunto de reglas con cuyo uso las personas dan forma a su acción social

Una parte de ese conjullto de reglas comiste en el repertorio de las que utilizamos para relaciotl<lTllos con las reglas mismas. Al relacionar­nos (regladamente) con las reglas que se ponen en juego en nuestro universo socia! sometemos a juicio, de un modo u otro, !aG formas de vida de bs jJfrsonas que en él habitan, incluidos nosotros mismos. Al ponerse esos zapatos, la tierna agente del FB! da cuerpo a un modo de vestir,:l un modo de entender lo que es «ir vestida», y ese modo incor­pora su genuina sensibilid.ld estética, ~lI biografía y su origen social. Vis­te usando las reglas que aprendió a lo largo de su vida. Cree ir elegume porque así lo creyó <11 ponerse esa clase de Z:lpatos en su mundo social. Lo mismo sucede cuando calzamos calcetines impecablemente blancos con impecables I1locasines negros, creyendo que es:! parej<1 irnpolur3 de complementos nos toca de elegancÍ3. Entonces podemos tropezar con el portero de lllla discoteca que, consider<'indo;,c exclusiva, nos nega­d la entrad;]: "no se admiten horreras». Para entender este fenómeno, Jean-Claude Passeron nos dio un;] concis;] definición del concepto de cultura:

Ull~ cultura es t:lntO un si~[ema de rel3cionc5 con las reglas como W1

sistema de reglas9 •

La cultura no consiste sólo en las reg],:¡s para llevar a cabo tina ac­ción, sino también en el conjunto de relaciol/es regladas que los agentes m,:¡nrienen con esas reglas, el conjunto de disposiciol1es que ponen en Juego al interpretarlas. Los agentes sociales, a traves de sus propias dis­posiciones aprendidas en relación con su mundo social, ma'ntienen rela­ciones con las reglas básicamente de dos modos: (a) JI percibir, apreciar y reconocer, las prácticas que realizan los demds; y (b) al realizar ellos mismos sus propias practicas. Ninguna <1cción social es, en 'este sentido, unidimensional. Cuando un relojero ajusta el mllllltCro de lln reloj no s610 usa reglas para su acción, sino que, sobre la marcha, usa reglas pam valorar la adecuación de su acción. Ninguna acción social es en este sentido una mera acción sobre cllllundo exterior al agente que la realiza, es tambiell una acción sobre su mundo subjeti"o, sobre las regl.:!s a través de !as que cobra forma su propia <1cciÓn. Por eso es preciso dar

9. Passeron. 1983: 22.

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CULTUR/\ ANTRO~OlOGIA y OTRAS TONTERI/\s

ahoTa un nuevo paso en 1;1 progresión de nuesrras definiciones. Desde esta definición, establecida en el capitulo 2:

§3. Cultura es el conjunto de reglas con cuyo uso las personas dan forma a su acción social

progresamos hacia esta Otra:

SS. Parriendo de la definición §3, cultura es el conjunto de regbs para rela.cionarse con las regla.s de §3 en cada

situación concreta

Esas nuevas relaciones son inteligibles como un conjt1nto de reglas de üp/'eciaciólI, recOllocillliellto o illterpretación de las regbs del jue­go social; por ejemplo, Id interpretación que pone en pr:icrica Aníb,,1 el caníbal al juzgar los Z"p~1tOS de 1.1 joven pobón. La figur;1 13 iltmriJ el enunciado de la definición SS, mostrando sus componemes y exponicn­do tres ejemplos con algunas vari:l1ltcs.

ESte tlla::vo nivel de comprensión del conccptO de cultura puede enrenderse mejor 8i pensamos en el lenguaje y en las diferentes ma­nera~ de esrudiarlo lo. Un:l posibilid:1d es estudiar el lenguaje corno un conjunto abstracto de regbs fonoJógic:ls, morfológicas, sem3ntiC:lS y sintácticas. Esa Imagen Jel lenguaje se puede contener en un par de libros escritos. En primer lugar, un diccionario lingüístico que melaya la 'iuficicme l11formación fonológic:l, morfológica y semántica; o se:!, un catálogo de pabbras con b representación de sus pronunciaciones (plano fonoI6gico). la mención de si se [rata de sustantivos, artículos, verbos, etcétera (plano morfológico), y la definiciÓn de sus significados (pl<lno sel1l;Íntico). En segundo lugar, una gramitiCl, en la que se nos dig:1 cómo esos diferemcs tipos de palabras se combinan sintácticamen­te para componer frases bien formadas. La gramárica es un conjunto de regla~ de compusición de oraciones bien fOTrll:ldas que nos dice, por ejemplo, que esta frase está mal compuesta: .. León vuela fucsia el por aire .. ; pero esta otra, aunque onfrica, está bien compuesta: "El león fucsia vuela por el aire»!I.

Otra posibilidad, ba~taJlte más compleja, es estudi~lr el lenguaje ob­~ervando sus liSOS ¡míetkas, es decir el conjunto de reglas con laS que los agentes concrelO~ que leen, cscuch,lIl, escriben y hab1a1l un idioma,

10. Un.l formulación ,om.:iSJ Jd mismo problema en la comp~ración entre cl1lturn y I~ngu;¡ie se enC'llemra en Jla.sseron (1983: 22). Un libro p3J"U disfrutar con la diferencia en­tre e.\OS ni\·e1~s de comrren~ión e~ el ~iguiente: ¿Qué sig,,¡ficu hablar! {Bourdietl. (985).

11. 11 elcmplu cI;¡SICO con es!c mi~mo formato se enOlentTa en b obra ,k No;un Chom~ky Esrmerllras slI/t<Íe/,eas (1 ':l78 11957J; 19).

¡8S

LA CULTURA COMO ~ECONOCIMIEN"O y COMO DISCURSO

:'i(H1 elemplo; dell'bno i 3.1. los siglli~ntts:

·Un réloiero pone en ju~go regb~ para aju,tar ti mmutero de un rdo)

• La jo\·~n polida de El si/roe;o de IQ5 eor,l,'TOS pone en juego r~!as para calz:ll"sc y lb'ar ~ zapJ!($

>Te despides de un amigo de Buenos Airo dlndole do~ bew... uno en c:lda mejilb: pero, cuando le vas Il dar d ~gundo, fU amigo rema

la mejilla (porque en Bueno5 Aire'! sólo esperan un be~). Tu has >o:guido una regla.s paro saludar, w amigo de Rutoo,

Aires ha ~!luido OIras

s.s S 3.l. Ln! perrona, !ls,n reglas pora Jar fClrm;¡.1 '"

""'Ión \QClal

t Pmlcndo de la dcfi· nici(>u S T, culrUr.l es el collJlm!O de r~¡;JM par~ reladon.lr~

S 3.1. u>.< p,·r ••. m." '''.111 reglal poro tI"r í",",~ • l¡jo rebc)('Inc, qLl~ man"cn~n

,on las reBlo. U",,<I,I,

~" S 1.1.

Soo ejemplos dd plano S 3.1.10\ ~]guleme.;

'Sobre lJ marcha df \U ~~ción, e5l'

relojero pone en iuego r~gla, rlra l"alorJr si lo VJ haciendo correrume11l1' al segll;r

las r~gLas de SJ.1. • Al calza= )' lJe\'~r esos Z,lpaIOS. la ioY~n policia d~ El silencio de 10$ corderos pone en lurgo reglas que b IIc,·an a reconoc~r que ponerse) IIc~ar eso\

con Ia~ Te¡¡b~ de S J en rnda .~iru;¡r:i611

zapatos !!'S adl'Cu:lJo, oporruno, rl(é¡era. Al criliC3r to;.l~ reglas que ha rUC~!(¡ en Juego la loven poh,¡a, Allíb,11 d

Caníbil no !xme el! dJld<l que!J poI,d<l s~(IJ ponerse rwO$ mpatos)' C<llllmfJr (Ol! el/os (I!'i tler:ir, las regb5 dd pl~uo

S 3. l.). Lo que polJ~ el! d",/,¡ es qJ/~ /i! po/id..I sep.s ,UOI/I)(er qu~ ;..¡pwos 5011 los ,¡dewJdos, oponmms. elcill'r<l (e~ de,ir. b~ rc¡;JJ~

del plano S 3.1.)

·AI dar" tu amigo de Bu~no5 Alr~> dos bc<;o,. lIJ]O en cadJ meiilla. po-nn eo juego regbs ¡¡Lle le permilen :;:¡her que d~r do. beliO. e,> lo correao,

adecuado. e¡ct¡era. Al reCibir el primer beso, tu nllllgo de Buenos Am:s pon~ rn ILlego reglas que le pctnlllcn ~aber que 110 hu de t.\p~rJr tUi segundo I">cso,

y retira la tara. Tu cmOnce~!e qucd:l.\ '011 el !W\IO ,uspellso)' él Hu"hién. Pero, como .suele suced~r C11:lJldo hn)" bllen rollo. ~lInb(l, co;t.lis di'ru~,ro~ u reconocer

que en d pbllO S 3.1. h~béis seguido r~~las di,lin!;)"~)' no e>!~is inclinuJo) a SllpOl1er ningu~ d~ est~~ dos cosas que os lJevJrian ~ tener uo rOlllliclo: (a) que ~I Otro es incom­pfleme rara !¡a1ud"" (rbno S J.I.), (h) que d Olro e~ incOll1rClcnlc parn fo.lber qué forma

de ,aludo es ulldecuad.l. ('()rr~,l.l, t!,éter;¡ (plano S 3.1.)

J-igura 13. En cada siTuación social exisTco al mCIl()~ do~ pl.1nos de rClllas.

1S9

Page 94: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CULlUII." "NlII.OPOLOGI" y Olll."S TONHItI"S

hacen uso de su lengua par3 producir efectOs sobre los demi,>, sohre ellos mi~mos, y en general, sobre d mundo. Estudiar el lenguaJe de CSll' modo implica prestar atención al pLulO pragndrico, es deCir, pr.lctico: e implica sil ullr el uso del lenguaje en situaciones concretas de utiliz:lCIón,

Estás en una sala de teatro, se apagan las luces} aparecen en el cs· cenario do~ personas que se du.;en lo sigu iente: .. deja que te bese en lo~ labios con pasión", La obra pro,sigue en el e5cen3rio cu~mdo de prOnto. tu vecino de bucaca, un desconocido, te dice al oído: ~deja que te he~l' en los labios con pasión». Ambas expresione'l son idénticas :'J se con­telllpbn desde la primera per~pccri\'a de estudio del lenguaje: en eSl' sentido, ambas son frases impec;:¡bles. Sin embargo, ambas expre,>ionc~ son completamente diferentes desde la segund3 perspectiV3 de estudio: la perspectiva pragmática. La primera per:.peuiva de estudio entiendt· el lengu3Je como un conjunto de reglas de producción de fr3.'>es; en ella se lInplica. por tanto, un sólo nivel de reglas, por complejo qUl' éste pueda :.er. La segunda per~pectiva entiende ellengu3je t.lmbién así. pero 3ñ:lde el e~tudio de b~ reglas con cuyo uso b~ personal> definen cómo usar las reglas del pnmer IlIvel. apreciándobs, reconociéndob~, LI1 te rp red.ndola~.

Fácilmente caerá:. en la cuenta de que e~ta complicación se pare":t· mucho:lb que te expuse clL,mdo te arroJé.11 abi~mo de la cultur;:¡. La C,l'

pacidad de los :.eres bumanos para defimr, .1preciar. reconocer, Interpre­ur regbs, y en definitiv3 par:l relacionar!>e ..:on las regbs en mlllriple~ IlIvele~, es JIlcreíble. Ninguna descnpción de la culwT:J es del todo ade· cuada hasta que llega a Incorporar est.1 complicación; a la que t:Hubién se refirieron Alfred Kroeber y Clyde Kluckhohn: para hablar de cultur,l, no b:lst:l con b noción de ,.hábito,. (o lualquiera que la smrituya):

La Pllabra .hjblto~ .. [ ... J (S dema~lado nl':utral; un grupo nunca es a(n fl\"amem( indifereme a ~u cultural!.

Escuchar de tu vecino de butaca la expresión ~deja que te bese t'n los bbios con pasión~ te 113 dejado de piedra. Pero entonces un fOl.:o se dirige hali;:a vosOtros r os ilumin3, de manera que todos los dem .. h espectadores pueden ver que estás;:¡l bdo de un :lctar m.h. comp'lrricn­do escenario. Sigues de piedra, claro. Pero de otra manera. Entonce~. levant:lndo el volumen de la voz para que rodas ruedan oirlo, el qlJl: era tu vecll10 de butaca dice a todos los presentes, ilunllnado por una poteme luz: • ¡deja que te bese en los labio~ con pasión!"

190

L" C.ULTU~" C0r10 ~eCONOCIMIENlO'" COMO DISCU~SO

Cuadro 22. Algo m,]:. que reglas

Firrh, 1944 i La 3ntropologLl ~ocial es el estudio científico de l:t CUltuT3 hu­mana. Su interé:.:.t' centra en l:t diversidad de regla.." compor­tamiento~ y creencias del hombre en los diferentes tipos lIe so­ciedad, y tn la uniformidad que subyace a tod3'> las sociedades (por ejemplo, en lo que respecta a la org,mización falmliar bá­sica). No se ocupa sólo de las diferentes formas de las cosnUll­bres en todo el mundo, SIIlO tambIén del ~Jglllficado que estas costumbres tienen para la gente que l:ts practica (KK 185).

Ese orden de "sigmficado~ es el que ~e eXpres.1 en nue:.tra defi­nición SS. Un detalle: cuando R3)mond Finh!>C refiere aquí a

"la organización familiar b;Ísica ~, sólo indica que toda socied.ld humana riene alguna forma de organización f:tmiliar.

Al hacer cosas que t'xigen de algím modo el 3juSte a reglas ejcrcit:l­mas ulla doble competenCIa cultural. En un pnmer nivel. d3mos forma a nuestr.l 'l acciones y relJciones, ), en un segundo nivel, damos formol a la relación que mantenemos con ese primer ejercicio. A su vez, las accio­nes rJe e~e segundo nivel pueden ~er objeto de un nuevo reconocimien­to, como cuando se evalúa a un evaluador, y así sucesiv:lmente. Como me comentó en cierta ocasión mJ alll1go Fernando Monge, que solía Jugar al rugby años 3tds: «una cosa es jugar al rugby, y otra cosa es ser jugador de rugbp. Es decir, una co,>a es <.:onocer las reglas (le un juego y ponerl.ls en pr;ictica de alguna manera, y Otr:l cosa muy diferente e~ ejercit:lrlas con tal soltura que puede deCIrse que esa persona ha II1cor­parado, literalmeme.las regLts del juego: las ha Imprimido c" su cuerpo. Solemos reservar ese Juicio de identidad -ser lug.1dor de rugb}'- para recollocer que la relación que la persona l1lanl1ene con el conjunto de las reglas de Sil acción es sólida, consistente, y se debe a una experiencia de larga trayectoria. Y tambIén solemos apreciar las JIlseguridades que sa!t.lIl a 1.1 Vlst.l en nosotros mismo~ o en los demás cuando la rebción de una persona con las reglas de su acción es titubeante; o podemos hacer que el OfrO Il.:lquee al poner en evidencia pública, como A.níbal el caníbal, la 1Il.ldecu;¡ción de sus competencias culrurales en una situación determinad;\. La clave es que, al hacerlo. t.lmbién lugamos con reglas

191

Page 95: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CULTUAA ANlAO,"OlOGIA V t"cTkAS lONTIAIAS

convcnr.:ionales, tamhién ejercitamo\ (ultura. No rodemos '-alorar t:. acción, con!>tnlyendo .l\i lerarquí.:J emre lo adecuado y lo madecuado. lo mejor r lo peor, lo hueno )' lo l11alo. ;11 margen de todo luego cultu­ral. CUdlq/ller e;ercicio de wrarqlll::.lCI()1I SI! produce e1l algún campo dI! III('go, por medio del lISO de algún COII/1l1110 dI! COIIL'clIciol1es Imll/allas.

Regl.l )' tiempo. L1 ctlltllra como discurso

Ha llegado el momento de hacer un le\'e cambiO Je rumbo, un dc~do lOuril pero fundamemal en el trat:lIllLento del com;epto de cullUra. E,re desdo h.l ... ido señaliZ<ldo riempo atrj~ en nue\tro viaje, en el capirulo _'o al tr.-Har de la cuarta 1I.1\"e del llavero: la llave de t:. prjcrica y el proce .. o.

Sohre I:ls defil1l":lOnt:~ amenore!> (S2 a SS) pC'><.l gra\'ememe la ex­pre~lón .conJunto de reglas ... Y por I11m:ho.!J matice .. que Imrodu/C.1· mo!> para .lhger;1f esa c;lrg,l, por mucho que no .. preguntemo,. como hIClmo~. ,,¿cómo puede la blandura de la vida refenrse con la no..:ión de regb?_, e imememo,> tlcxibilizar c!>e duro ¡""trumento de medida, la Pllahr .... regb·· a..:.1h.1f.l por ¡mronernos una ciert •• manl.l. F ... l paJ,,­bra termtnad hac¡cnd()no~ e!>Crihir en negrita 1,1 nO':lón de e~trll.:turJ. mienrra~ dejamos SIII relieve la no~i6n de pro..:cso. h prcci ... o. por tanto. desprcnder~e poco a poco de ella, y encontrar ,lltcrn.uivas más equill· brada, entre lo que Ylene preformado en la acción humana y lo que se estJ formando durante \u cur!>o.

Lo~ l.apatos de JoJ¡e Fo<>ter t.unbién llevan .1 e .. re problenl.1 . .11111-troduClr en nuestro concepto de cultura 111/ q//mto phmo de i11(leter11l1·

//.:JetÓn. M;b arriba escrihf: las regb~ de la culrura se encuentran 1Ildcter·, minad.ls en cuanto a .. u grado de exphcltud hngühtica}" se encuentran mdeternunadas en cuanto a :.U grado de corre~p()nJenc\;l con b JC(lón con.:reta¡ b culmra se encuentra mdeterminada en cuamo al grado de si~lem:HiciJJd y cohcrenda con que Sto presentan Ia~ relacione .. elltre I;¡, regla!>, ) en cU:UltO al ~r.ldo de limitación del repertorio de regl;l~ que e, ramado en consideraCión.

Aníh.ll el canmal no .. hace ver que 1.15 reglds de 1<1 <'IllturJ se el/c//ell' triJ/l mdetermm<1dJs t.wlbiill en cu.mto d Sil adectldciólI coucrer., <1 CdJo.l

situación social co/teret./. No imporra cujl sea mi cxpectariva acer~.' de 1.1 adecuación de mi acción para ulla ,¡tuación \odal dada, pueHo que esa ~itua..:ión es :.o..:ial. 1111 acdón sólo tendrj un 'iCnrido )' una imerpre· ta":lón el/ el curso concreto de Sil reJIi:"¡óóll allte los otros, en Sil deel/r· so. ('ti s// disc/lrso.;\\¡ a":":Uln sólo u:ndr.í una formJ cultural un.1 Ve7 '-luc ha Sido, no ~ólo reali'",da. !>1Il0 tall1bicl1 \·;.Iorada. re..:onoclda. interpre­rada. por los orro~ -indulJo )"0 ml~IIIO comn e,pe~lador de 1111 prur,::a

19.1

LA CUlTUAA COMO AECONOCIMlENTO T COMO 015CUA50

::acción. y como Jugador. Para ello, esa acción ha de cohrar cuerpo en un tiempo .. oClal concreto. en una .!Jltuación social concreta: ha de form,¡rse a!lle lo~ ojos. lo~ oído .. () d tacro de los que ahí se encuentran, formar..e ame la ..emihilidad de In .. que e!llran en relación conmigo, como age!lle en e.!Je escenario com;rew. ESil aCc/óll es imleterllllllada el/ lo que res­pecta <11 resl/flado concreto de 1/11 cOI/J/tIIlo de Iletos de Jerarqlli<.<táó1l,

¡Jetos de poder. elltel/d/l1o iste como /<1 capacid<1d p.lr<1 h.1cer efectil'.1 Id defil1icüíll de Id realid.1d SOÓrl/ lJ • ,\1e apropio :1!>i de la agudeza de (jerd Baumann • .:upndo c~cflbió:

I kmo) progre~J.do dewe unJ. no.:iÓn reificada de IJ l:ulturJ y luego pro· ~c~ual hast::a llegar J una t;:ompren\iÓT1 di"'UhIV.l 14

y ambo J un n""o p"eno,

S6, La cultur'l e .. el diSCurso. el decurso. de un conjunto de reglas convencionales pue,ta~ en prklÍca en el tiempo

de la!> sitllacione~ sociales.

Con esta formulación tenemo~ ya las sei~ definiciones del concepto de cuhura que propongo

SI. Culmra es una forma de vid::a "'()(:l::al.

\2. Cultura c, el conjunto de reglas con cuyo uso la, personas dan torma a la relaCión que la~ perwnas

mantienen entre sí. en su vida .. oci.l!.

~.]. Culmra e\ el COllluntO de reglas con ..:uyo u .. o la!> pcr~on,l~ dan forml ::a ~u .lcdón ~ocial.

S4. Cultura es una descripáólI. hecha por ,llguieO', del conJunto de reg!.l\ con curo ll'.O 1,IS per\on.l' d;¡n form::a a

su 3cción .. OCl,11.

D, \'é .• ..., nln ti" R.I'J.¡. 200-:'- 121. "-,,,kdmJ.n. 2007 ()1f<1 nlOJ" Je- J"'lt ('S[(>,

hacle-nJ" 11'>(' Jd (on~"rtu .le- mJrCJd"r d,,,cnl/(o que- U1!rOOUlt ("n tI capirul" 2, n ti ~lgule-nIC: <"d,) "Có'''' es md,·lt"f'""l1.ldJ,n a,,,,'/,,;11 grJJ<I t"II ¡JIII' 1m m"r,,,J""I'~ J,"'I1/I­

cm ¡JI/e ''''''' {>f'n<>IIu PI'"' ('JI I~J 5<'" IIItr..."rrt.,.}'J$ ik (on".). cmmm por wJ", 1". dt.'tIIJ' "\"',,,'" (lrr/,nc'tn ,..,r" <'$U •• /" ... .;0(",. PueJo J",..-m.e un", ~It-¡u.ruo. u.r:\l,'" <lU;: a nll r;arcj:ll .. ~ll.lIn .h"tn.-nJ,,~, l..1 d;¡vt" e~ <lut". '''ITIO en muchos UIT ...... CUOII anjl,,~,. fiúlo Je ... .-uhrirt qUt le r;¡'t"",·n ,h"rrcnJ,,~· cuanJo 1", rong,a .l1fe MI. "I'~ e-n t:, U"fIO de .Igun.l d.lJC' Je- tnlt"uú"lón.

14. 11.1111"""'1. lO!! I 1 n 7.

Page 96: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CULTURA, ANTROPOLOc;I ... y OTRAS TONTE!\IAS

SS. Partiendo de la definición §3, cultura es el conjunto de reglas para relacionarse con las reglas de §3 en cada

situación concreta.

S6. La cultura es el discurso, el decurso, de un conjunto de reglas convencionales puestas en práctica en el tiempo

de las situaciones sociales.

También tenemos siete indeterminaciones en el concepto de cultura

Primera indeterminación. Las reglas de la cultura se encuenrr~lll indeterminadas en cuamo a su grado de

explicirud lingüística.

Segunda indeterminaciólI. Las reglas de la cultura se encucntrrln indeterminadas en cuanto a su gmdo de

correspolldenci:! con la. acción concreta.

Tercera illdetermil/{/ciólI. La cultura se encuentra indeterminada en cuanto al grado de sistematiCidad y

coherencia con que se presentan las relaciones entre las reglas.

CI/arta i"determinación. La cultura se encuentra !nJeterrmnada en cuamo al grado de limitación del

repertorio de reglas que es ramada en consideración.

Q/lintd indeterminación. Las reglas de la cultura se encuentran indeterminadas en cuan ro a su adecuación

concrera a cada situación social concreta.

Sexta imleterminacióll. La acción es indeterminada en Jo que respecta al resultado concreto de un conjunto de actos de jerarquización, aeros de poder, entendido éste

como la capacidad par:l hacer efectiva la definición de la realidad social.

Séptima /l/determinaciólI (que es una variación de la sexta). La acción es indererrninada en cuanto al grado en 'lIle los marcadores diacríticos'! que una persona pone en

juego son i.nrerpremdos de forma común por todos Jos demás agentes pertinentes para esa siru3ción.

•••

15. Una eXl'lic~('i6n del ~on("'¡'>1Q de -marcador diacr¡rico- ,e cncu~nrr;! en la sec. ción ~r.fiCt' fnru:1. I:IIC,. CIIUC)" .• de! capitulo 1.

194

lA CUL TURA COMO R.CONOCIMIENTO y COMO DISCURSO

La cultI/ra 110 es un agente

Las consideraciones sobre el problem3 del reconocimienro, la aprecia· ción y la valoración, es decir, sobre la interpretación de la cultura como algo que está detrás de una puerta o en el altillo de una escalera, llevan a sugerir que cualquier científico social, pero más que nadie un antro­pólogo, ha de ser consciente y crítico freme 3 rales operaciones de jerar­quización. Ningún reconocimiento es neU[r:l1. En consecuencia, como cienrificos sqciales no podemos dar por sentada la visión del mundo que se encierra en las siguientes palabras dichas por Lorenzo Milien el Telediario de las nueve, tras presentar la noticia de b felicitación pública en el ochenta cumpleaiíos de Gabriel Carda Márquez, y 'al introducir los preparativos del rodaje de Woody AlIen en 83fcelolla: " ... y pasamos ahora a Otro grande de la c111tura"I~. Par:¡ un científico social consciente de la tradición del concepto de culrura que vengo desarrollando en este libro, el primero es grande escribiendo novelas y el segundo dirigiendo películas; pero ninguno de los dos es más gmnde que tú, o que cU31quier otro, como agenre de cultura.

Dar por sentada la jerarquización que se encierra en esas palabras de Lorenzo implica una especie de alquimia l7

• Por arte de birlibirloque se pasa de entender la gran «cu!mr:l" (In lirer:uura, el cinc) como atribu~ to exclusivo de las élites, a entender c1l31quier otr:l fOfma de producción social como 3rributo de bs masas. Y así se pasa de reconocer el valor superior de una forma de acción a reconocer el valor superior de un agente social concreto (e inferior de todos los demás). La confusión en­tre el concepto de cultura (un discurso) y el concepto de. agente (quien lo pone en pdctica) está servida. En términos analíticOS esta confusión es letal: lfIlO cultura 1/0 es /111 agellte!lI.

Al examinar la relación entre raza y clase social en lo~ Estados Uni­dos, Brackette WilJiams reveló los resortes polfricos que se acti\'an cad3 vez que se pone la cultura en cllugar de las personaS que la h:lcen:

• Una vez cOfltempbd:l como socicd;¡d civil, la cultura se convierte en p.u-te fundament:11 de los rnccuni5mos de control del cswdo. [ ... J La cultura,

16. Pru¡;ra1l1~ del 6 dt 1l1l1rzo d~ 2007. 17. Eslll palabra, .alquimia_, forma p~nc dd bag.11"'- Je conceptos crcados en el en­

torno d~ Pirrre Bourdieu par~ ImiJbr d~ la ... operOlcirme\ ~iTT1b6IicJS que". inserTa5 en e¡er­cicios de poder, transtorman la realidad a la Illtulcla de b I1Iterprt.'lJL1Ón de quiell~s más 1l1tluyen en su udinic.ión. ei .. por ej(mpl(). P.l5Seron, 191U.

IIL Vé:0.5e en el capítulo 4 l11i crfrica dial palabras d~ Gdlner. en Su conius16n dd (oncepto de culruu C(ln el concepl(> de "o!"aivl(bd.

195

carloslinneosalgado
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Page 97: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

uno de I()~ mec.lni~lm)\ de l:ontrol e~u[dl. e~t,lhlece b~ (()OrJcnddJ." en CU\!) lIlaTCO l{)~ que qued.ln fuera de e~a calcgori;¡ en la que ~t (I)ntun· den [ra.l.l r dJ-.e] put"Jtn nlJmpul.tr 1<1 conh,~,6n JI' ,JemiJau ) cultura l"Omo r,lfCt Ut "us CS{UCfIOS para ~ItUJf'ie a \i rni~mo~ en el C~IJJol'.

F\tJ. relación de jerarquí.l entre la culmra de l.l~ élltes ~' la de 10\

dem.h, com"ertida en ¡erarquÍJ. entre diferentes tlpm de !>ere\ htlll1ano~ (l:abrfa decir aqul, arropiad.lmeñte, ... cl.l,es") e!o el pan nuestro de cada día, tanto en d interior dc cad;1 e!otado-nación como en la relaoón entre las diferenre,> robla¡;jone~ dentro y fuera de los e\tados nacionales. De ese 1'.111 no se nlltre el l:oncepto de cultura que e~roy precisando en C~ta!> p.ígina~. De e!oc pan se nutrió la relación colonial ), ~e sigue nutriendo, gcneralmenre. el complejO prOl:eso de constitución de relaCIone .. entre mayodas naoOl1.1les }' mmorí.l_\ mmigrante~. ~e e~ el alimento de la per'l~tente idea de que eXI!>tcn ~culfUras a\'anzada~", y. por tanto. «~o­ciedades avanzada<,~; a pe~;lr de que C1:lUde Lén-Srrauss .1dvlrrier.1 en 197.1, .. iguiendo una tradición de década!> de estudiO, antropológico .. , que ninguna sociedad hununa wavama" en toda .. I.t., f,tcetas de 'u ,lCción !oimult.lneamentC<".

Cuadro 11. Un 1.1ITlentahle ejercicio de clitismo

Jaeger. 1945 ! htamos acostumbrado~ a us.·u la palabra cultura no para des­Cribir el ideal que sólo po.,ee el mundo Helenocénrrico, sino en un !oentidu mucbo m:h trivial y general. para denotar .llgo 1I1hcrente en cualquier nación del mundo. mdu50 la má~ pri­mitiva. Lo lI .. amos para designar el complejo tOlal de modo, y expresiones de la ,ida que caracterizan .t cualquier naCIón. Asf la palabra se ha ido al traste p;lra ~iglllfic:lr un concepto • tntropológlco simple. no un concepto valioso, un ideal cons­r.:tentemente per\Cguido (l\.K 60).

iA ver SI este hbro que eH.h leyendo conrribuye a que la p;1I.1br.1 ,·cultura,· se vay;1 al tr:hte definitiv'll11eme, pero precisamente ell

este sentido que defiende aquí Jaeger!

1'1 WlllIJm~. 1~lIq, 414.

20. lt.I-!.tr~uss.I~~31Iq"'Jl.

196

I

I

~"CUlTU~A C O MO HCONOCIMIENTO y COMO DISCU~SO

El con..:epto de ..:ulrura que .lquí restauro no 1Illplu.::.l. por otra par­te, un rel.ltI\'I~mo bobo en cuanto a la igllald",1 de perfección de [Oda forma de .tcción. Clda <lcción humana depende C'n ~u .lCabado de la experiencia ~ocial dC' un .Igente concreto que 1.1 pone en pdctlc<l, de un tiempo ~oual concreto de aprendizaje, de la depuración de una com­petenCia, de un trabajO lIl\'ertido C'n desarrollarla~ l . Un aprendiz de t:~­cmor, el que empezó ayer a Jugar con pa l:lbra~, no puede escnblr como d aCtual (.abrld Garda Márquez (tampoco él mi"mo podía ha,erlo cuando tení~ catorce ailo~). Pero lo que .:1prendió a hacer Gabriel a lo largo de su vida e~, enlfe otras mucbas cosa\, escribIr; e~ de..:1T. aprendIÓ .:1 poner en práctica una forma concreta de compctenC1.l ~ulmrJI '-1 . En comrapartlda, no aprendió a dl,eñar 3croplano~, con<;trl11r Gltedrales, confel:cionar cestas o aparear caballos:'. NlIlguna de estas 3ctivid.:1de!o hace a nadie mi!. agente de cultura, Il1nguna lo convlcn~ a uno en mas humano. Todo ~er humano. en la realización de <;t1 \-'ida SOI,;I.ll, es .lgente de algún tipO de discur!>o de regla~. Todo ser hununo es agente

de cultura.

La cul/llra "0 es ,m I)roducla

El error complementario de suponer que 1.:1 culmra es un agente e~ !>u­poner que c~ sólo d producto de la acción de las per~onas. una co~a. un objeto. Ambos errores llevan :l Ignorar el proceso. el decurso de aCCIón, que encierra preci~amente lo que más IntereS3 al a11lropólogo. Pue~ro que es habitual comprender la cultura como un conlunto de per-.onas o productO~ jerarquizados. lIlcorporamo" el supuesto de que algunas persona", ,omo 10\ artistas reconocidos o 1m IllIelectuale'i, encarnan la cultura; }' algunos productos, la~ obras de .:1rte reconOcidas o los !,CSlI­

dos cns.:1VO~. son la cultura. Excluida!> de e~te hmbo se cncuentran todas las persa"nas sin redención, los fontaneros, lo~ albañiles, las "'e¡;relarias, las caJer.t5; Y todos lo~ productos de su acción, las tuberías, los tejados, las instancias, los v.llcs de compra .

21. Un ~ritUnJenlO ~mllIJr. en el .imhuu del relJtI~l~m(l hugi,il_uco. SI: en~Ilt'lllra

"'pumad<l en ti lUlo de Dell H,mn . Un ... nut'\'J pt'l"opc':UU p.u,¡ 101 ,¡ntrvpolOftü hnltui.-11'::1. (l9~ _~ [1'lM): 245).

22_ (jO'-.. ,h. 19M~ ll'i~~11 19'iO 11~¡¡61 .

2.1, !'\.l1uulmt'nft'. I~n"ro ~I el .lIllur dt' Cien ,111<)1 J,. y,I,·,IJ.f ha Jprendiutl ti 11" ~ h ... .:er e,I;¡\ ~ .. u,. D ... da Id cJr.fidad de m:mpo que h.lhr.i m~t:rndo t:n prQdU'I' 'u obra hcer;uu., iO'pc.:ho que n ...

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Page 98: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CULTU~". "NTRO~OLOGIA y OT~AS TONTERIAS

Es un misterio sin resolver la fascinación que acampana a las cosas de la cultur:l exclusiv;]l~. Basta con que un objeto esté rocado por la mano de esa distinción par:t que creamos automáricamente que su natu­raleza es superior. Basta con que una cosa sea un libro O un cuadro o un disco grabado para que creamos de alguna manera en su bondad moral; y, en todo caso, para que todas las otras cosas del mundo, las tuberías, los teiados, los ramillos, formen inmediatamente un fondo indistinto. una masa entre la que discurre nuestra vida ordinaria_ Lo mismo sucede con las «instituciones n:conocidas», esas cosas especiales desrinadas a albergar a las personaS}' los obretos sagrados de la cultura exclusiva: [os museos, las escuelas, las s,llas sinfónicas, los parlamentos ... Sin embar­go, 110 está demás recordar que Mei/J Kampf es lffi libro y que la escuela franquista era un:! escuel.:l. Desde mi punto de visra, ninguna de estas cosas puede competir mor:! lmente con las vías de tren o los tornillos que las 3sientan, cosas ap3renn:meme más neutr:lS, pero sin duda mfis úriles para bcilitar 13 cOOl\lnic3ción social de las personas,

En nuestro mundo capitalista, si es que las cosas han de valer, hnn de valer como 11lerc:lncí:ls. Convertir la cultura en COS:l, cosificarla, es el primer paso para transformarla en mercancía. De este modo, para­dójicamente, la misma ideologb que conduce a definir13 como cosa dis­tinguida 13 traslada a la circulación gel/eral de los bienes de consumo. Pero, puesto que las élircs ~culturales" encuentran su f3zón de ser pre­cisamente en su disrinción como seres rabiosamente humanos, se resis­ten como gafO panza arriba ti aceptar que 10 suyo e.s mera producción de mercancías, r a e~e efecto consolidan la idea de que lo suyo es algo más que C053, es «culmra», o, en una versión delicadamente ambigua de Ja palabra .. cosa", a medio camino entre el tener y el ser: «patrimolllo». Por una pane, a través de esra noción de patrimonio la cultura cosifiGl­da viene a provocar la exclusividad}' la exclusión; por orra parte, con­venida en mercancía, 13 cultura cosi.ficada se disuelve en el flujo indis­tinto de l:l compraventa. La consecuencia es que las élires «culturah~s" y quienes aspiran 3 entrar en ellas, una vez sustraíd3S de b masa de lo~ mort:lles, pugnan por hacer v.der los productos específicos de su traba­jo como l!ll:l «cldrura» distintiva, peto sólo pueden hacerlo mancháll­dose las lllanos COIl esa actividad mercanti l tan impropia de su rango. Designar a esos productos como «cululra" con la implicación de que las tuercas o los raíles no son «cultura ... , no tiene Otra funció n que mistificar a sus prodLlctore~ creando así dos categorías de persona,>: las que for-

2-1. QUIen rn;\~ S{' h3 ;Id~nrr.ldo en e~tc mim'rio, y qU'~1l mj~ ICluS h3 ileg.ulo ell su .1cbr.H:ión. e5 ~in dud3 I'ierre Sourdieu (1 \l1I8a 11979]).

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LA CULTURA COMO RECONOCIMIENTO Y COMO DISCURSO

man parte de la sagrada familia de 13:. élitcs. y las que no forman parte de nada. Como h.1 indicado ruat FirJ.r, la progresiva extemión de este concepto de «cultura .. es consecueme con el hecho de que «la cultura se conviena creciente mente en un obieto de consumo y de mercado_ 1··-1 Hoy en día, los individuos, creciememenre consumen culmras más que pertenecer a alguna de ellas,,!;.

Es po:;ible ponerse apocalíptico como Fu:u Firat y construir una crítica de las sociedades contempodneas como si en ellas se hubiera borrado todi posible comprensión de la «cultura,. en arras términos que no sean los estrictamente mercantiles. Esta crítica 3pocalíptica. sin embargo, acaba trasbdando a la comprensión del concepto de cultura tOda la carga de cosificación que impide considerar e[ concepto con arreglo a la tradición antropológica. La deficiencia de este razonamien­tO r3dica en p3rticipar de la misma definición cosificada y jerarquizada qLle se somete II crítica, al dar por supuesto de antemano que esas cosas que llamamos «culmra», los cuadros, los libros, la~ obra~ de :lrte, son en sí mismas diferentes de las mercas, los r3fles o las mberras. Para un antropólogo social 110 lo S01l; todo producto de la acción humana, sea cual sea ese producto, lo es de un proceso de cultura. George Yúdice ignora también este principio, :ll escribir:

La culrura se refiere a procl:Sos ~imh6lieos que delimitan un ad~nrro}' un afuera jerarquiz.ados. E~le a~pecto delimitador sigue siendo fund~men­t:1l. J ... J Es mediante eSta JeJilnicación como la cultura tiene ~us etectos constirurivos~~.

La verdad de este enunciado es s610 parcial, pues responde a un concepto restringido de .. culrura .. , el que es acorde con los ejercicios de reconocimiento, apreciación y v3loración de las élite:; artísticas e inte­lectua[es. Estas é[ites son decisivas para 13 herrumbre del concepto de cultura pues gozan de un enorme poder ala hora de definir cómo debe­mos imaginar nuestro mundo social; son ellos, en definitiva, los princi­pales agentes de eso que denominamos ~opil1ión pública'::. A través del concepto antropológico de cultura q\.le restauro 3quí, los alltfopólogos debemos saber renunci3r al privilegio de estas élites.

25. Fual Firal. 1995: 105_ 26. Yúdicc,2005: 107.

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CULTURA ANTROPOLOGIA y OTRAS TONTERIAS

¿Excef)ciólI cultural?

De esn pugna de las éJites artísticas e inrelecruales por mantener el privi­legio de su exclusividad como seres humanos a través del privilegio de b exclusividad de sus obras, ha surgido t:l curioso debate de la excepción CIIltllral. Este concepto fue negociado por el gobierno francés en 1993, en el marco del Acuerdo General sobre Tarifas y Precios (CAD) de la Organización Mundial del Comercio, ame la invasión en tierras galas del audiovisual norteamericano, particularmente el cine y la televisión. Lo que propuso entonces el gobierno francés fue aplicar una regulación estatal (considerada especial) para obligar a los distribuidores a cumplir con una cuota de exhibición de películas francesas. Ello constiruía una supuesta excepción en las condiciones de libre mercado, aplicable a un bien «culrural» que debía ser protegido por el estado n.:tcional francés. Las voces de los adalides dellibemliS11l0 económico han formado coro desde entonces, jumo con algunas voces de las élites imelecnJ;lles y :lr­tísticas, para expresar su escándalo ante esta limitación de la libertad de circulación de .. la cultura». Tanto la designación de .. excepción culru­ral», promovida por el gobierno francés, como el escánd:llo posterior sólo son comprensibles a la luz de un concepto restringido y elitista de cultura. que la inrerpreta como el producto de la acción de unos seres rocadas por el dedo de Dios. Sólo porque esa versión mistificada de la palabra «cultura» entra en escena se arma tanta bull:1; pues lo único que es excepcional de la llamada excepción cultural es el creer que la «cu ltura», es decir, las merc:.1tlcías producidas por las élin::s nrtísticas, ha de permanecer al margen de cualquier proceso regubr de mercado. La asociación de b p:llabra «cultura» con la palabra «libertad» genera un griterío ideológico que parece girar en torno a la libertad humana en su conjunro, cuando en realidad sólo gim en torno a la circulación de mercancías mondas)' lirondas. Establecer reglas de restricción para el mercado de la mantequilla no hubiera alenrado, no alienta de hecho, un escándalo de tal magnitud; y a ningún gobierno se le ocurriría designar­lo, provocón, con la expresión "excepción láctea».

Si tomamos como puntO de parrida el concepto anrropológico de clllruf:l que aquí quiero restaurar, un concepw que extiende la comli­ción de la cultura horizol1t:llmcnte a toda forma de acción humann, cabe pregunrarse: ¿por qué deberíamos considerar complt:tnlllente li­bres de tránsito a las mercancíns producidas por los arrista~ y los inte­lecnlales, cuando, de hecho, los estados nacionales someten a regulación constante orros tipos de mercancíns hasta donde pueden y por todos los medios a su alcance?

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~A CUlTURA COMO RECONOCIMIENTO Y COMO DISCURSO

El escándalo suscit3do por la denominada "excepción cultural» se funda en un debate completamente desoriemado. En primer lugar, por­que pane de una concepción restringida y exclusi\'~sta de .10 que ha de cnrenderse por «cultur¡l», el hueso preferido de artistas e lnte1ec.tllales, y también, en eSte caso, de políticos sedientos de «C\dr:lr:l n,lelonal,,; en segundo lugar, porque parte de la i.lusiÓn d~ que ~I ~llbre merca~o» e~ un becho, el hueso preferido de los economIstas hbernles. Pero ni la Clllrura se reduce a las películas (ni a los libros, ni a ningurta mercancía en concretor ni el mercado es libre (que se 10 digan a los defensores de la batalla perdida del llamado .. comercio ¡usto»).

Veamos este desbarajuste en 1.1 opinión de unn persona que gusta de roer los dos huesos: Mario Vargas Llosa. En julio de 2004 publicaba un artículo en El País con el título .. R3zones contra la excepción cultural». Desde su punto de vista, los defensores de la excepción cultur:ll com­

parten dos supuestos:

11) Que los bienes y productos culmrales son distintO~ a lo~ otroS bienes )' productos industriales r comerci:lles, y que por lo nmmo no puc:den ser librados, como esms últimos, a las fuerzas del mercadu -a la le~' de b. oferta)' b. demanda-, porque si [o son, los produclOs ba~tard.~s, innuténrico~, chab3cano~ y vulgares terminan desplazando en la opmlOn pública (es decir, enrre lo~ consumidores) a los mis \'al¡o~os y ongmales, a las auténticas crc:aciones artisticas. [ ... [ . b) IQue] los productos culturales deben ser objeto de un CUidado .espe­cial por parte del Estado porque de ellos depende. de mnncrCl pnfllor· dial, la idellfidad de un putblo l ... lr .

No tengo dudas sobre las intenciones del gobierno rrancés en las direcciones que apunta aquí Vargas Llosa, y creo que quienes defien~en la excepción cultural se sumart.lI1 sin problemas a esto., dos prlllclplOs.

Como antropólogo. mi opinión sobre 10 que dehe hacerse en ma­teria comercial es aquí irrelevante. Lo que sí es relevarve es entender que se trata de eso, de un asuntO comercial, no de I~ c.utt//m. Y, si.endo COIllO es el caso que Mario Vargas Uosa no es espeClabst:l en r~\a.Clones comerciales ni antropólogo, cabe preguntarse por qué su opllllón en marcrin que toca estos dos palos alcanza tal predicamento. Sólo, ten.go 1.1nn respuesta. Su opinión ctlcnt:l como persona destacn,~n en el ambl_t? «de la culrura», o sea en ese ámbito del que quedan exclUidos los albanl­les. las cajeras de los supermercados o las secretarins de dirección.

2í. V"rga5 L1osa.1004.

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CUlTU~ .... "'NT~O"OlOGI ... y OT~ ... S lONTEIIIAS

Ll regulaGón men:anul de Ia~ IlIcr~all\:ia~ puede sostener"C (o no) con perfecta mdcpendem:ia de esOl> dth argumelH()~ que, sin dud.l, pro­movIó el gobierno franeÓ. PreCi'hilllelltc. ell el ámbito de bs mcrc;lnda!, produudas por arti~tl~ e Intelectuale~ C~ perfect;nnente pm,ible delen­dN es;¡ regulación comerCIal 111mb/e" desde o.1rgllmetltos COIrtrilrlos:

d) los biene~ y productos ~eulturalcs* no ')on di.,tinms de cualqUIer otro bien o producto tndtl~trlal y comen.ul;

b) nLllguna cllIelequia denomlllld.l ~Idelltidad de un pucolo~ puede legitimar la validez de mnguna expresión cultur.J1. entre las que hemOl> de mclUlr SI11 pemarlo dos veces los tornillm. l()~ ladrillos, los raíles y los motores Diesel.

Con e~tos dos J.rgumemos o con lo~ contrario .. puede defenderse (o no) la regulación mercanril de los "~lIene') culturale .. ·, porque cualquier producto comerCl.:ll, cualqUIer mercancía. es de hedlO someud.l en el exterior de lo~ e~l,ldo') naCIonales a reglas arancelaria.!!, y, en \tI Interior, a regla~ Impositiva\ y de OIro~ tipos para regular .,u valor fin'll de mer­cado. Esas regb~ políticl\ ~OI1 a veces Internacionalmente acord;lda~ ~ a \"ece~ impul"s[a~ de fornlJ umlateral. ":n el tratanl1enlO dt' toda esta cuestión el concepto ;ulIropológlCo de cultura, ll1l1pio de herrtllnhre. permanece intacto.

En lo que rc .. pet:ta a la consideraCIón de I.t . cuhura· como una burbUja habitad'l por artiH.ls e Intelectl1.l1e .... \'ar~a~ Llo\.l :.c ell~uentrJ m.h cerca del gooierno francés de lo que parece ;a \llllple vista. Por e~o est¡í de acuerdo con el primero de lo~ argumento\ que busca \omeu:r a critil:a, df',~·I.indulo sutilmente haCIa un vergel en el que prefiere no adelllr;Ir~;

Fs \'erdad que los proJllcco~ ¡;ulturalc~ ~on dl~tll\to~ 3. los OtrO~. Pan lo 'iOn porque, a d.fcrcn":l3. de una ga~clha o una nevera. en H'Z dt: de..pl31aT en el mercado a ~us ..:om('Ctldure\, le~ abren la puen.1, lo~ promue\cn. Una obra de ¡ealro. un llhro. un rumor que tienen i:\lto ~n la mejor propaganda para darte dranütico. ];¡ ltter.Hura ) lJ pl1llura ) ..:rt:Jn una\ curi()<,idJde~ } apctito\ -unas Jdi,,:óOllC\- que bendióan a los OtTO~ arn~tas y es..:ritorc,!'!I.

Con esta ide.1lización del papel .,bierto }' ecuménico de la ohra de arte Vargas UO\;1 de~paeha de un plum.uo I.ts lllcha~ por hacer~e valer en el mercado del arte!9. Como bueno.'> hermano.!!,lo .. artistas ~e ~ientan al banquete de la producción de obra:. sin Otro álllmo que abnr b~ pl/n"

lll. lit/J. 2'1, BuurJlcu.I'NI.

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lA C UlTUIIA C0110 H C ONOCll1IENTO' 1.'0110 DISCU~~O

las del campo_ De hacer caso a \'arga5 Uosa tendremm que pen!klr que el éXIto de ventas de un.l nevera no es la melar prop;lg,lnd.l para el u\o de las tecnología .. domést1ca~. Nada de estO rcsl\te el an;i]151s. Un hora, por elemplo. BlIItaleólI y [,zs L·isltadoras. legitima con su éXito el valor de la literalUra exaCl.1mente dt· la 1l1lsm.l manera que una ne\'era legiti­ma con su éxitO el valor de lo~ electrodomésticos. Pero tanto e~a novela como esa nevera encuentran d éxito. 1Tlcvtlablemenre. desplazando a otro~ produ~to~ de ~u mi~mo campo, y lo hacen gr.lClal> 1 dlSpoMtl\'OS (regulados) Ue disnihución y comercializaCión. y no po.r arte de magia.

Una novela y una nevera '>On. en un plano, mercallCla5. y como tales .'>c comportan; y en Olro p];l1\o. ~on obra~ culturales. resultado de ,en· dos proce!.Os de acción humana reglada. AlU qUIen qUIera ver en esto

distincione .. e:opuna.!!. . Se puede sostener que los agentes del mer..:ado re.1hzan la regub­

CIÓll comercial mejor o peor que los agellte~ del estldo. Lo que no se puede .,osrener es que las mercandas mal llamadas ~culturales,.. en lugar de "3n¡~ticas". ~liter3rias .. , " musl1;,)les~, o lo que <;ea que las de':>lgne con preci~ión. han de contemplarse como mer..:andas especiales. La ltbenad del enfoque liberal de Vargas L.lOS;l no e~. desde luego .. la de ,un campo de puerla\ ahiertas. como se rc~'ela en esta tnJ1l1festaClOn e:xphclta de un concepto de rulntra lerarqUlzanre y exclUSIva:

Desde luego que: ,cría prefenble que.' lo~ coosumldurc~ N\'ieran J \'ece~ melor gu~to alJ hora de elegir un linro. un espectáculo. una rehc~IJ. un concierto, \ que dicran en 'u~ \'idas nl.1\'or prcftCm:IJ a b cultura. (Puede un gt)niern'o hacer algo al Tt"\peao? Much¡\imo. b la educaCIón. no los \UbSldios,lo que puede crear un punlico má~ ... --ulto'o.

Puede ser que la~ person.l" ha)'an de dar mayor pr~sencia en SU~ vidas a la/iteriltrlrol. el c;,re o la. músico silrftmicu. Yo en eso 111 ent.ro 111

salgo. A lo que no pueden a~plr.lf es a d.1r mayor presencia ala CII.ltllril, pues ésta está prc~clHe, siempre, en roda~ y cada tina dt sus acclon~s.

Lo que distingue a un.1 ne"er.1 de una novela no es su cOndlCI?n cultural. En esta dl'>Cu\ión. 1.1 distinción relevante entre las mcr,,:,lnClas viene dada por la l1l1ención de qUIen, como autor o como distribuidor. las pone en el mer..:ado. En eSle ¡,entido. el conJunto de mercandas .1

rravé., de l:h cuales ~U\ .lUtoreS o di~rrihU1dore<; intentan CQI1I11I11Ci.¡r algo ¡,í produ..:en una diferen..:i3 en relación con el ~onJtlnto de merc.1ndas p.lra la, que tal Itllención C3rece de Importancia. Pero esta propu:dad

lO. \".Jrp.~ Uou, 2U04 ti.

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CULTUII;A ANTII;OPOLOGIA y OTkA5 TONTEkl A 5

no cs cxclu'>I\'a ue las novda~, b .. película .. o la mÚSica sinfómca. Toda,> la .. me:f\:anÜ.1S .pueden ~er nJ.i .. o meno~ susceptibles de tramporrar, por ejemplo a tra"e~ de .. u el/Se/ID, inrenuoncs comumcativa .. de sus autore,> o de ~u .. ui·.tribuidnrc ... b emonce .. cuando ello~, que también pueden 'ter \'endcdorcs de I1c\'era-,> ", 'te ven atrapados en la tensión que siempre mcorpora el _conccplO dc prop/cJ,;¡d lIlte/eclu.J/. Porque emonces el au. tor o el dl-,>mb,uldor no sólo e'>peran p dmero a cambio de .. u rrahaJo: esperan [amblen expreSo/r, pre:úOIl.lr hJC1.' afuer,;¡, sobre l:ts forma .. de: ~u mundo, c .. peran que 1m otros parricipen de su forma de \'I\irlo· con su aCCión conHlllIcatlv.l, e'presiv.l. el autor O el distribUidor espera~ inflUir en b form,;¡ de \u mundo .. OU.l1. Y .1~j. e~pcran que su discurso cultural tenga rcpen:u\lón ,>obre los dl~curso~ cultu rales de los Otro~. Este: doble mOll\lO del wr humano cuando bu'>Ca COmUl1lCar algo a tra\lt!s de 1m producto\ de 'u acóón es inevitahlemente tenso. Piensa por ejemplo ell 10\ nuevo" problema .... U$Clf;ldo-,> por la pJr:ltería m[)Slva de la propiedad IIltelecnl.11 •• 1 la que Sin duda puede ven.e aboc[)do también 1111 propio trahaJo. Como .1Utor, no me gmta que me roben. pero deseo que Ille le.1I1.

Puentes. l.a cultuTU como c()munlcación

S6. l--<l cultur.l e .. el dls..:ur~o, el decur\o, de un conjunto de: regla" con\'eIK1Unalc~ puesta~ en práctica en el tiempo

de la~ sltuaClone!t socialc~

Entendido a\í, el C(lncepto de cultura aruda a comprender cómo e, que los sere, hum.1nO\ hahuan un mundo social en el que I.J~ .Kcio. ne:. de uno\ p.lrtlClpal1 de Ia~ .1CClOnes de 10\ otros, al formar\(; en un prOCeM> de e~tahlccinllento r regeneración de comenoones ..:mnUlle". ,-\lgun.1~ de e ... ,<, convenciones, a tr.wts de forma:. de re..:ono..:lluit'nto apreciaoón ~' ,.lloracJ()I1. le\·antan puerta~, }" a \Ci.:e .. erigen muro~ qtl~ cxdu)·en a lo .. otros de la cop.lrtlcipación en la vida social. Pero cuan. do e~to slKede t"I .l,>unto \e reduce básicamente a dos COlmmos; o eso., muro, \011 muro .. reconocido~ por las pcrson;b en Juego, y por tamo. J.ceptauo:. como muro .. /('g/tim()s; o eso~ muros son muro .. lnant.ldo~

11. 1...\ In~urp<)r,l"lun de ¡nle!\(iol1"~ ~umun'~Jfl\'as en las m~rc"nci;b 1" un ,,'unU! muy ,,;unlrlcl". FI Jlrol>l~!11.1 del dt~..,;,) mOlO lalor maJ,do ue un~ m"r.,;~nda n\I .... · rcJun ",I!anlcule ~ 1.1 ,eI.1,lón de rroJu'-(lón. e~ de...·IT, ~ I~ propia m~nUI.lCTUr.l. 1.1\ Tcla""I1<·' d~ '¡"m!>u.,;,,·U1 pueden "Cr l.1m!>'t'n J,·",~i'-l' ~ la hora d" (.dllicar \i!tnlli(~.I<.> .. Ue dl",ún en I.~ rnerc.1nd.n. llTU n~¡;l nla.1 .1" madera '-lile el1.u día ~ fal>n.:Ó con ,,1 UIII"" 01>1"'" ue "I"fl'llrr 1,,, pbf"~. rue,I.· r""""TI'<".l/"W ,," un "1"<."1111(1 de d"lntou.,;,ún .1" 'anllgile.I~'¡l"'" (nm .. una t"rm~ ~om"n,,,a"'·J. ~ lu,·6 dc lA (u.l1 el '·enueuor "~r'u J Ira .... en.!'" 'u T"era run,tOnalldad de tl$I).

lO4

LA CULTUkA COMO II;(CONOCIMllNTO y COMO OISCU~SO

por la fuerza, y por tanto impue,>w .. por medio de la L·loh.'lIC/d que bu~a la anulación o el e'ternllnio del otro. l.m muro~ legaim.ldos hloquean la comuniCOlción .. ocial, par3dóJi..:amt:nte, IIlcorporando eS(' bloqueo como un hecho comunicari\-o m.ís, de maner.l que una puerta se cierra con lI.lve en el puente mbmo del emendllmento mutuo. en el puente de la cultura como diS<..-urso SOCiaL Asi lo~ <,crt:~ humanos con .. rruyen su-,> propIas ¡aulas, r normalmeme mrcnran s.alir de e!l3'> como pued·en. Ésa e~ la e:.encld.del conflicto SOCI.1!. É\a e~ tarnhi¿n b e~encia de la violen· Ci.1 ~Imbóhcá. que no~ hace con:.ennr el preoo Je algunas escl.lntude<; a c.llTlhio de la recompen .. a de b \'lda ~O":lal. En rodo ca.'>n, e'>.l puerta cerrada con nuestro cOIbentimicnto e~ t.lmbién un proce<;(J de: cultura, un proceso comUlllcau\'o.

Lo:. muros levantados por la fuerza, ~111 embargo. cancelan toda fa r· ma de comUnicación y qued.m por tJntO exduido:. del proceso cultura!. Donde se engen e\o~ 1Tl1lro~ ya no lu)' puente; \ ~I e<, que hay 31gún puente, por difícil que ,>ea el pa~o, e~ porque c~e muro de 1.1 \'lolencla que bu\Ca el exterminio del otro ha \ido derrihado'l .

DécOldas de IIlve~[ igac lón antropalúg¡":;l lun promOVIdo e!,ta ide3 de la cultura como COIllU1lICaóÓn. cuyo '-u\tento ,>e halla preci<,amente en la condlClon univer .. al de 1.1<' competencla\ cuhurale~ huITlJna .... Es ésta un.l ide.l de culmr.l IIlcompatihle con tilla deti1lloún .1 pnon Jcrarquizame, exdu,i\'a o excluyente. El> IIlcompatLhlc tamhién cun una defim":lón quc entienda:lla cultura . .1 priOri, ":01110 una. cantidad que puede contener\e en 1.1\ per~ona, en m:l}or O menor gr:ldu. Ll ..:uhura e~ un dl~ur~o de regla~,lo que cuenr¡1 e:. su configur¡1óón, no '>u calltid.ld".

L.l promoción de eMe concepto de cultura impli":J algo muy ~Imple. EII !lin1WIOS utltropológlcos toJos los seres J}/Im,;mIlS SOll ig/Mles e1l su co"dición de amma/es CII/Wr,l/me1lte competentes, pan SOIl Jil1ersQs ell sus fomt,;¡s de POllt" ell prJctic., es.' c()mpett·lIú". De! e;rudio de csta doble propiedad de la ao,:ión hunmu ~c OCUp.l la .1ntropología social \' cultural.

De .. put!\ de dt!cada~. ~1Il emh;lrgo, lo~ ;tnlropólogo~ ;0 hemos ~ido c¡tpaces de impedir que e~te concepm. el timón de nue"tro harco. se lIe· ne de herrumhre. A pe~;¡r de 10\ e .. fuer7.o~, el JI,>(,:ur\o pühli..:o de nue,>· tro universo SOCi;ll sigue ~;¡tur:ld() de un concepto ler;¡rqui7;lme, ex· du ... ivo y exduyenre. ·Cultur;l" ~e U~.I CUlhfallte11lente en lo~ meJim

_Il. roan un~ d, ..... -u"ón l1I~flUd.J de ,,",,~ ~'lI1""rlO' Jc Holcnda )' ,uhuu. "~J"" }';.llInl.lnn ). C;IIlRn~h, 20043 , uentru d~ """ htow. "'I"""JII11"nl", "'rr"np'r. 1(}1)-I. ) BJIIIC'-'lm 1- Gm¡;rkh. !()04b.

ll, ¡"'r"""ho, •• t'H 1.

105

Page 102: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CULTUR .... "'NTII.OPOlOGI ... y OTII."'5 TONTEII.I ... s

pllbhcos para referirse confusamente a un conjunro específico de :lccio­nes cuyo nombre concreto eÍ> frecuenrcmcnre eludido: escribir novelas, pll1r~r cuadros, componer música; y deja de usarse con la misma cons­tancia par:l orrm: acciones iguolmenre )ltIrnanas: hacer never:lS, pintar pnrcdes; construir vías de tren. OecJ:lrnr que ambos conju ntos de :lccio­Iles son ~g:lales ~n cuamO:1 la cultura que incorporan nos plantea a quie­nes escnbul10s bbr~s un costoso aHema persona): reconocernos igual de humanos que los pmtores de paredes, los albañiles, )' los obreros ferro­viarios. Es decir, reconocer que estas persollas son tan humanas como nosotros lo somos. Ni más ni menos.

El conccpro antropológico de culmra como discurso de reglas sólo puede restaurarse en el viaje hacia ese reconocimiento, y en b renuncia de las personas que fo rlllall las élires arústicas e inrclecnm!es a consi­derarse, a sí mismas, como la encarnaci6n de la verdadera humanidad.

106

8

ALGUNAS PREGUNTAS CON RESPUESTj\

En este pumo de nuestra travesía podemos disfrumf de UIl uaño en aguas claras. Antes de reanudar la marcha hacia el puerto de [a diversi­dad culmral, 10 que hasta aquí he escrito permite dar respuesta precisa a una serie de preguntas que se susciran a menudo cuando se trata del conceptO de culrura.

¿Pllede haber gente sill cultura: ¿Hace falra la escuela par:; "tener» culrura?

¿Se reduce la diversidad cultura! a la diversidad lingüísTica? (Es la cultura ulla forma particular de acción?

¿Cómo se «tiene» la culrura y quién b tiene, si es que algtlien la tiene? ¿Son "los chinos» una cultura? ¿Son "los espari.oles» una culrura? ¿Son

"los heavies >o unn cultura: ¿Puede haber culrura sin gente?

Responder a estas pregunms me permitirá atar el lazo enrre In gente )' la cultura; un lazo que, desde la primera. ha.sta la última de estas siete cuestiones, ata el envoltoriO de una idea: la cultura es un"a propiedad universal de la acción humana.

¿Pltede haber gente sin Clfllllra?

No. No puede haber gente sin CI/ltt/ra. Los seres humanos viven siem­pre en instiruciones socinles con forma culrur:ll y construyen con sus pr:lcricas, constalltemente, el discurso de la culrura (§6). La gente crea y recrea I.1s convenciones que dan for01..1 a. su vida. social, :l su acción y a los productoÍ> de su acción. Esas cotlvenciones, y en especial las reglas,

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Page 103: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

mu)' dura~ o muy bbmlas, muy COdltil.:,ld,l~ o apenas .lpUllt;Ut.:., ~c pro­ducen en todo~ y (ad.1 uno de los CSl:CIlMios donde h.lbit,lLl person.ls. Y como tales ~ólo cM,in inscritas en IJ. prupu ;J.cción de la gente. o en su~ productos. En c~c '>CnlLdo deórno~ que 1.1 cultura es ImJ propiedad de IJ Jcci61/ SOL/JI de los Sl'res Immallos ' , ~e;ln qUlene, scan ) estén donde e~lén. Todo ser hUT11ano es agente de cultur.l.

El diS4:urso de la cultura encuentra ~u medio específico en la acción social. Donde no ha}' acción sor.:ial, por ejemplo, en la~ cClula.s embno­nanas de una per,QLu, no hay cultura (por lo que ~lhemo .. hasta hoy). De J.hi el énfasi~ que en tiempos se h.KiJ. a propó\iro del con(epro de cultura: la cuhura t". "I"elldida. Sólo circula en la Jc(ión ~ocial. Sólo t:n la J.cclón soclJ.I, u en sus produl.:los. lob cOn\'en(iont: .. human.ls se connerten en r.:uerpo.

Decir que 110 pm'de IJllber geme S/1/ cultllra es decir lamb,éll tJue l/O es sel/sato hablar de //11 mayor o mellor grado de cultltru. El concepto antropológICo de cultura no es objeto de medida porque es ;lbsurdo me­dir las convencionc\, o la cantid.1d de convenciones. Puede decir~e que la capacidad hum:lna para crear culrura no ha cxistido de\dc siempre; } puede estudiJ.r-.e el proceso por el I.:ual nue~tra e~peoe en su conJunro, cld.1 uno Je '>U\ mu:mhro~ comiderJ.do IL1dlVidll.llmente \, en su Coba,

lo~ mdividuD' de OIr.l'. c~pecie~, han con\truido y con\tnl\'cn un.1 form.l de l.:omport.lIllLento genuinamente cultural. E~e prol.:e~o c~ apasionan­te!, pero de él podemo~ afirmar una l:U~.l con segurid.ld: .. m,is y meno ... no es un atrinuto fundamental p.1fa wmprenderlo Jdccuadamentc. ... \tís y LllenO\" pucde .1Iumbr,lr algún '>J.ber incipiente. nlU} pobre. Por qemplo, cuando .. e trJta de c~e procc .. o cultural que e .. cllenguJje hu­mano, es pO\lhle compronar cómo el llIilu lisa cada vez m-ís pabhra .. , y tamhién, cómo USJ cada vez mJs reg1.t~ para r.:omhinJr1.t~ gramJti­calmelHc. EM;l medida puede !ter indicati\a y perllnente al pflllClplO de su aprendizaje, pero pierde pert1L1em.:ia dpidJ.Lllentc, hasta hacer~c pr;kticJ.mentc irrelevante. Conforme el .\prendizaje ;1\;1nZa lo único que importa ya e~ cómo eS.l pe~ona U".l :'11 lenguaje en el conjunto complejO de su acción. La re\puesta a e~t.I pregunt.1 no e. ya objeto de medida

E'le gIro dc! ~"n~q)!o tle ~ullUra, rur el que dej.1 1I~ ,"u.lhh(Jr a 10< )l,rur"> humane» pan ra ..... r ~ (uJhli(ar ¡¡ 1.1\ oIU'''''C$ S<>Cl.lln, e~ fund,lInen!aJ en b «Jea \lue ,k· \.,1rrvIlQ en e->IC lit,fU, \ hJ "J" rrenamcntc IOTmuIJJ,,;ui por (.TJ.;¡eU RJlaJljn , "d""ln~ ümrJmm. qUlcne~ .... u "el !oC JpolJn en aleJ .• dc EI~le R .. dwcll: .f\>r C'>le ';Jmmo. 1 .. "ulrurJ deja de: ad,e:l!\ar .. gruro" .;omun"bdrs c m>lIIunon~ I'."lra ~luJIT J b, 10noJ.' <l11oC J~umc b .. ~.;ión "C"¡:lin lógi.: .. , ) lud,,,,o,," que k\ \eln ~"n~li"m,·u, {RaulUn ~ LJmramm.l()(J"· 1"01,

l. Ramircl t,o"oe:chca, 2oo'J.

208

AlGUNAS 'IUGUNTAS CON IUHUESTA

en térnllno~ de más y Il1CIlU~. Mucha!> pa1.1bras. mucha:. regla~, pucden ser COmULllGui\amcntc lLlútiles; mientr;ls que el uso adecuado de ~eis pal.1bras con una., cuanta~ regl.ls puede tener una eficacia taxativa:,es(e tribunal le condena a muerte •.

No puede haber gente sin culturJ. Pero 1<1 cllltur.l l/O es, cn rC.lIi­dad, IItIJ propledJd de la gente. smo lm¡J proPled.ld de [<1 <1cc/cin que Id gell1e pOlle en prJcllca. Y por e~o también puede ~uceder que donde hay aCCión con forma convencional haya culTUra, incluso SI no hay seres humanos!. Una corriente de In\'estigación que no cesa revel.1 Ilue\"o~ hallazgos sohre la construcción de convenuones de compOrtallllento en otras e"pccICS. 1':0 hay n.lda que fuerce al concepto preciso de cultur.:a que aquí "engo ofreciendo a permanecer en lo' limites de nuestra e~pe­cie, aunque, desde luego, los miembros de nucStr.l especie fundamenta­mos nlLe~trJ vida social en 1.1 producción de culmra.

¿Hace {alta la escuela para "/eller» cl/ltllm?

,,'o. No h.lce {altll. l.J. e<.cuela, tal} como hoy en día la conoccmo~. es el resultado de un largo prl~e<;O histórico. Un prOl:c!>O en el que ha tenido un rehe\e p:micular el de~rrollo de los modernos estado~ nJ.¡,:jonales~. Los seres hllm.mos h¡J1I I"oducido )' producen cultura y edllc¡Jcióll en

Cl/dlq/lier IlIgar y en Cl/alqlller época, C01/ y sm esclle/d. Ll e~cuela es una Imntu(lón cducJtwa e'ipeual, en la quc b educa­

ción sigue las pautas de b hurocracia'. En particular, como no\ en<,ei,ó JudLth Hansen, e~uelJ es toda forma de ~educaclón in:.ritucionalizada. por mediO de la cual los .lprendices aprenden \'KMi:lmente, en rules y en ambiemes defimdu$ como diferentes de aquéllo .. en los que eI.:apren­dlz.lJe se aphc:ld eventualmcme_b

• Todo lo que hace falra p.ara que haya escuel.I, .lparte de una org.J.nizaci6n huro(r,itica de l:1 acr.:lún, e\ e~t;l peculiar condiCión de ti muaóón de aprendil;1Je: que lo que ,e aprende no encuentre un mmedl,ltu de~rino prikri(O, Jqui ~ ahora -. F..,ta 'A'ncil1a

.1. (j,""',o e: In¡:<\ld (ed,.J, I'NJ. '*. 1)'1'11-, lOO'; l\aumaJl!I, lOO]; Lcre:ru, 1 'JII \; \d.l'>l:o. Lard.! LJ,I,uin \ Oi.I' JI'

Rall,l {e:d~_J, 2007 [11J'H1· S. Dial de Rada, lOOI(~. h. 1-I.1O"\e:n, 1'J"7';1: 211. 7. El n'c:jo~ !nod" Jc: enltmdet ~lJ. dchnKlcin Je Jud'lh HaJl';.m n (on..¡dcrub de:

iorma gr..ttluaJ: ln rr.i,n~ .... C<lu(.,I'I\·a' "'" toJ"(a .. .Js .. se"I .. ..., • .;u;¡nTO nW ~umplen '<In ~IC rr.n"'r,Q· Ad. ~ c .. hn",o que: all>ergJ a ;¡lumn¡" ~ "'""c,,~ pue:den ~ofltnkr J.rren· d'7..11f1o melW'o \. nú~ ~"I~rC!.. Kq:uunncotc, lo, .prCTId'Lllto rn.i_ n.;"lu"" m 1m que \.1 ~1!!oCn~l;¡ de: un ",mediato IIcnuJo rr.k:Il"o e, m.il. 1>"H,r, .. , "" cn""entran en 1 ... p<.,.¡'I"nh

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Page 104: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

condición nos permite comprender que donde hay escuela siempre ha) un prohlema en la relación entre lo que .. e aprende y la pdctica. Sin embargo, este problema no eXiste. o es mucho menos IInportante, en el proceso general de cultura: las convenciones culturales cobran cuerpo en el COntlllUO de la práctica inmediata, forman un dl~clLrso prflcri!.:o (S6). La corrección corporal que un.1 madre pra!.:tica sobre la m.lIlo de 'tU hilo para SUjetar 13 cuchar3; el gesto puesto en luego por un profesor de violín ame los OlaS de su "prendlz (que" su ve7. sUJet.l. como puede. su propio \-'iolin); la presenci" de un much . .Kho en la huerta, h.1clendo lo que h.1 de hacer del:Ulte de quien !>abe hacerlo ames que el; la destreza de una ll1ucholcha que aprende a coordinar. al h.lcerlo. su pie Izquierdo ~. su pie derecho p.lra poner en mafl.:ha un coche. Todos ¿ .. to" ~on actos educan vos, actos cultura[es, pero no son actOs e,colares en ese ~entido :lI1alÍlico y preCiso de Judith Han~en.

h posible que en tOda forma humana de edUGlClÚI1 h3)'a ~iemprl' algun.l dist..1nci3 entre lo que se aprende y 1..1 práctica de ponerlo en Juego, pero la burocracia e'>Colar \t: carolcteriza por llevar esa condición hasta su mhllna expresión. Esto no qUIere decir que la e~cuela .. ea 111-

capaz de preparar J.1a geme para la practica. Puede hacerlo )'. de hedltl lo hace. Los eStudiantes en I.ls escuelas ~prenden J hacer ¡;osasX

, )', como en cu~lquier orTa ,"s"mClón cduc.:ati\"a. consiguen lIeg.u a hacerlas con mayor o con menor dcstreza, según las reglas de valoraCión pertlnentc .. pilr.1 e~e conlunto de pdcti¡;3s. Todos [o~ ~eres humanos valorln como t,lIltemenre el acabJdo de .. us re.Jlizacione~ (SS); en eSle ~nndo pam· 'lIlar. las escuelas no son 111 mucho menos estableclmicntOs peclllian:~.

La escuela es lUla formw cult/mll COllcreta c/e edw;aciúlI, pero la ed,l' coci6" y Iw cu/tllra 50" procesos que se produCl''' cot,diauame"te, COII

y 5111 escllelas_ Por e,>o, SI tienes en meme el concepto de cultura que ~quí te ofrezco, te empezarán a chocar alguna.!> expre'>ione,> comum: .. que tienden regularmeme J confundir la educación)' la escuela. Por ejemplo. donde se dice .. el .. istema educativo de nuestro p;¡is,. es mucho ma!> preCiso dCClr .. el Sistema esco/Jr de nuestro país~_ A las aUlOridaJe~ politica~ y e .. colares de un paí .. ~iempre les va a mole .. t.1r que 1.1 gentl' tenga cultur..1 )" edu!.:aci6n IOdependientemenre de ello,>. o interpreu!' .. ti

\Up<:n<>rn del PM .. m,¡ oorucdlKO ~ol,¡r ( .. n lo.. ulumo<. "ul'W'>.. .. n b_ .u1g.nJlUr .. ~ .Iu ... · ro-); r lo.. m .. n"" .. $<;ola.r ..... lI'I.b mmNlal;\ntCnlC rr~",tL.:O'<, rn I .. ~ p"'~I.:ton .. ~ inll'rtore\ J," f'Sol ¡rr,uquia (la "loCul.'b de la ml~n",a.l:b ,''''gIl3Iur;I' .maría~·).

JI. SubTe lo qur 5t ':1>1.'\:1.' rn b n.;ul.'b ~1"iTlrr .. h.n lIU" Itn ... en "uent.l lIUC la C'5.:uela .. n\.ena much.u ",.h COIoU Jpólne d .. 1 ..... conOClmlent ..... \ 1"" hIol.-Ihd.'lJ.o.. drdaraJ-I.' en !ill\ rlimo Jc "'IUÚ'O\ (Dr«hcn. 196J1).

210

AlCiVN.o"s 'IlEGUNTAS CON kEHUESTA

\"id~ de forma~ que poco o !lada tienen que ver ~on un Ide~f1o naclOn..1l (que e!>. preCl~.1mCTlle. el que se em.efia en la escuela1

); pero, por Illlh.:ho que les mole~te. ha}" do~ 'O'o.l.S claras: !>e puede ser mu~' edl/cado ~in ha­ber ido ala e<ol.:uela, y la escuela no es SIllO un reducto. ba~[.lme acotado y parcúll, del pro!.:eso general de la CUlltlfa 10_ Mucho lIlá~ Jberrantc "1

cabe es este 1UICIO tan frc!.:ucnte: -no tie1fe culmr.1 porque no ha ido a I:t e!>Cuel:t.·. E~ ést.1 un..1 "lOdez tan extendidl que h.l!>ta cuesta same­rerLt a examen. E.,r.1 necedad Circula por nuestras arterias. de person..1\ cscolarizad.ls como lo hace el oxigeno del aire que re~plr.uno~. ¿Quién podría neg:lr que ir a [a escuela no~ d:l un mayor grado de cultura? Pues bien, todos Jquello~ que le.íis eJote libro y quedéis ,0n\'encidCls de \m argumenros cemrale~ podéi~ empelilr a negarlo.

ba sandel, que es en lo que rernuna finalmente la cOllfu~ión entre el concepto de cultura) el concepto de e!.Cuela. arrasrra consigo toda una hisroria de ImtiruciOllali1.:lci6n de los si~telllas escobre~ como nichos de los sJbcre" legítimo .. , e .. decir. legmmados por las éhle\ de lo .. estado .. naCionales. U culmra no ~e .. tiene'· en nllyor o menor grado. y. adem.i ... . después veremos en detalle cómo es que se .· tiene". si es que .. e _tienc .. . Lo que si se tiene, desde luego. lomo !oC puede lener en la mano o en el bobillo un billete de diez euros. o COEllO ~e puede tener un coche, una ne\iera o unJ mantelería, es la tilJl/JclÓII esco/Jr". E~J. titulación. e .. e título puede ser solo uno o pueden ser muchos; )' en c.lda uno de ello .. se e ... pecificará cuanto de cada tfrulo hemos llegado a poseer: si sólo un poco (aprobJdo) o much¡.,imo (m.urícula de honor). tl..1Jo callfidade:-. ~i son pertinentes p;¡r;l hablar de nuestros ~ilberes escolares. Lo son por­que ésJ. es precisameme una de las act1\iidadeJo específicas que lleva a cabo la IIlJotitución escolar y que no puede dejar de llevar a c:lbo: tradu+ cir en unil forma cuantitativa I:t cualidld de los S.lberes. Sin embargo, e!í3S cantidades no !Ion pertmentes, como )':l he indic.1do, para rdcnrlJ.s a la cultura_ Pero, como 1.1 palahra .cultura ~ suena tan humana, nad.] melar que esa aparentemente msignificante perversión dcllenguaje paril decir. a rravó de la escuela, que Ol<b )" menos e~uela es équi\'alente a más)' meno~ cultura. y con ello, .. más)' menos ser humano'~.

9. S<h,uJuu. B.¡um .. nn. 1' ... l-"O"ant,}· \"t"I"IO'.....,. 200-4 10. Oi.lz dr Ra.ll. 1<J<Jó: HS ,"-11. JCJn-Cl~ud~ l'a\loCron ~\,lImnÓ ,,,. d,fcrcll(l.11o elllre el eJmcrn ) b. 11Iu13c'lón e,­

.:nlar en CUJnl<l ~ ~u comf'Onamlemo mlbcl"llóIno rn ~u 1 .... 10 -La mf\..¡cl<'m de lo. IÍlul.,. cs.:Ol.UM ell el rncr.:..lJ<I dc rub.l.,., y el m .. rc:aJo eJe lo-s blellc, !.Iml:xi"~o-s. ! 1 '110). \"t3\C (amb,én Dial eJe ¡{ada. 2007.

12. Fran~é. 2001: 11 S.

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Page 105: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CULTURA. ANTROPOLOGIA ~ OTRAS TONTEftlAS

¿Se reduce la diversidad C//ltlfra/ a la diversidad lingüística?

No. La diversidad CI/lttlra! 110 se redilee a la diversidad lillgiifstica. En el próximo capítulo vaya examinar este asunto de la diversidad, pero ya podemos avanzar esta idea: las formas lingüísticas SOIl ulla parte de fas formas wltl/rales, y e11lre ambos tipos de formas no tielle por q//¿ /J(/!JCI' IIlIa correspondencia, f/I/I/(jllc en algulJos casos, siempre que estén definidos con precisióJ/, puede haberlal.l, De nuevo conviene evocar aquí el trabajo de los líderes políticos de los estados nacionales y de algunas naciones sin estado, parricularmente cuando aspiran a tenérlo. De ellos procede esa tediosa cantinela que consiste en justificar talo cual exigen­cia política sobre la base de "In diversidad cultural)' lingüística», Esa coniunclón "y" se ha hecho tan frecuente que es como si hubiéramos acabado dando por sentado que ambas formas de diversidad son una y

la misma. Esta confusión arrastra también una larga historia politica. La vin­

culación entre lengua y estado nocional instrumentada en lo~ currículos escolares a través del concepto más espurio de o<culntra'" es una viej;.1 historia que parece no tener fin. Con su habitual sentido del humor, Gerd Baumann nos da este comentario:

El ejempJo más chOC:lntc 10 ¡enelllO~ en Estados Unidos. donde :llguJloS congresiSt,l~ del siglo X1X decidieron qUI' 1) una nación indcpelldieme necesitaba tener una lengua indepcndicme )' 2) por mmo, p.lra ser un buen estadounidense, lwbía que t'scribir labor en vez de III/xmr r cellter en vez de celltre {como se hace en el Reino Unido]'4.

Allí doncle una élire emica que cree representar a tul pueblo mere la nariz en el idioma vemos florecer la expresión "diversidad culntral )' lingiifsrica», particularmente si esa élite trabaja para un estado o tiene vOC:1ción de hacerlo. Entonces estamo!. ante la m:is burda de li1s sim­plific:1ciones del concepto de cu ltura, 1.\ que proclama que la cultura lo es de un esrado-n.tción distinguido de rodas los demás por su lengua nacional. La hase de esta insoportable simplificación es, en realidad. la tácita proclamación de la frontera territorial de los estados nacionales como única divisoria de la diversidad cultural. Sin cmbargo, salta a la vism que dos esrados nlciol1ales divididos por fronteras Territoriales comparten a menudo la mismo lengu:1; y que los fornlos de vida de am-

1]. Velascn. 200.1. 14. Bauillann. 2001: 56.

211

ALGUNAS PREGUNTAS CON ~ESPUESTA

pEas conjuntos de person~s pueden ser muy an:ilogas (por ejemplo, las de los altos cargos politicos y administrativos de los estados) aunque se expresen en lenguas dlferentes l5 .

Esas líneas de demarcación de los estados nacionales que tan cla­ramente aparecen dibujadas en los mapas no tieuen por qué coincidir, )' a menudo no coinciden con las líneas mucho más difusas}' a veces inexistentes que separan a las cOlllunidades lingüísticas; y ni las unas ni las arras coin~iden con las ",líneüs» de la diversidad wltural, entre otras cosas, porque estas últImas l/O forman parte de lIingún mapa que repre­senta a 1m territorio, SilfO que se encuelltran inscritas en la lente COII fa que }lOS decidimos a ellfocarlol~.

La Icngu:1 es fundamental en la configuración de la experiencia de las personas, y es, sin lugar a dudas. un medio fundamenral de produc­ción de reglas culrurales. Pero precisamente debido a qUé b lengu,t e~ un vehículo importanle de experiencia, no debemos rrivializarla hasm el punto de idenrificarla con los dispositivos de J:¡ adminisrr::tción política.

A veces se ha exagerado la illlportanci:t de la lengua en la configu­ración de la experiencia humana. en un formato de pensamiento que ~e dio en lI:lmar "relativismo lingüístico". Llevado a Sll extremo, el re­lativismo lingüístico proclama que la lengu:t conngura la experiencia humana hasta el punto de prodUCIr seres humanos encerr:tdos en sus propias islas lingüísticasp

. Una prueba decisiva pam contradecir esta opinión es que tan universal es lo. exlStcncia de lenguas diversascolllO el hecho de que cualquier ser humano socializado en una lengua materna puede aprendet otras. Además, tan universal es la diversidad de lenguas COmo las prácticas de rmducción em[e ellas. Análogamente a la culrura, las lenguas;] veces cierran puertas, pero casi siempre tienden puentes.

Yo he hecho trabajo de campo antropológico en Kautbkeino 'N, un pequeño lugar en el norte de Noruega, donde 1a práctica totalidad de la población habla uno lengua llamada sami, ounque todos ellos hablan t:ul1bién noruego, y muchos alguna lenglla m:isl~. El verbo Sflll1i [lapón], cuya varianre más habloda~l) eSTUdié para hacer este trabajo, no tiene tiempo fururo; conjuga los verbos en presente y en pasado. También tie-

15. K)l11lickJ.l006. 16. eL '.!pfrulo l. Vé;tse rambién Diaz de Rada, 1008b. n. Para una expoSlcl6n marizada del rebri\'l!>Illo lingüístico, véase Vebsco. 2003:

espe<::i3lmeme b tercera parlC del hbro. IS. Vbse I.lnora36 en el c,.'plrulo 2. 19. Ul1n presenlill:ión ~omcra de liL~ ,ondlcione~ [nlllclpale$ de CM.! iove5!il(oción

Pllede coconlrarse eo D{,¡z de Rada, 1004: 90 ss. 20. o.fwi SJmigre/la, S'lmi seprenmon.,L

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Page 106: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CULTURA. ANTROPOlOGIA y OTRAS TONTHIAS

ne formas para el modo potencial, el condicional y el imperativo, ade· m5s de arras formas gramaticales que no usamos en españoPI. Cunndo empecé J eSfudi:lr esra lengU:llo hice con un prejuicio extremadamenre relativistn. Suponía emonces que una lengua que no formub gramaricnl­mente los verbos en futuro debía condicionar la experiencia del tiempo de sus habl:lnres, r que ello cOTl)plicaría enormemente mi aprendizaje. No fue así. Con el paso de los años descubrí que en sami es perfecta­mente posible planear el futuro, pensar en el futuro, r comporrnrse con la experiencia del tiempo en las mismas condiciones y con los mismos problemas que en esp:ulol; y ello sin disponer de un tiempo verbal grn­marica!' Bast.:l con un buen conjunto de ad\'crbios y el presente verbal para hacerlo, exactamente igu:lI que en español:

-¿Vielles el s:íbado a comer? -El sábado que viene es/oyen tu casa a l:ls dos. Hay otros ejemplos concretos de experiencias que Sin embargo es­

tán profundamente afectadas por la lengua; es decir, la {orilla de esas experiencias es difícilmente comprensible si no es a través de In forllla lingüística, o al menos, ambas formas están tan estrechamente asociadas que seria muy poco sensato separarlas. Éste es el caso del inmenso 3pa­rato de categorfas lingüísticas que tiene el sami para ordenar y clasificar los estados del agua en relación con las condiCIOnes de los pastoS para los renos, la movilidad n través de In tundra en las diferentes estaciones, r Ins transformaciones de lagos y ríos. NilsJernslerren ofrece un resumen que, sólo para abrir boca, pues es aún Incompleto, contiene cienro ocho p:lla­bras en este campoll. Para hacerte una idea de la precisión de este voca­bulario, sin cuya ayuda un p3Stor de renos o una persona perdida en la tundra en el mes de enero puede jugarse la vida. fíjate en estoS ejemplos:

Cirro! (AdjeTivo) Dureza de la marcha en condiciones de frfo exucmo, especialmente cuando ha habido una fuerte helada después de la cardJ de la nieve. joavgll (Susr:l1uivo) Nieve que ha sido soplada de golpe por el vielllo. detrás de roc.1S o ;irbole~, pero :lotes de convertirse en tt!arg<1.

21. En s.ll111i existen, por ejemplo. forma~ gramJtic~ks del verbo p~r~ las <]ue cn r:¡SlelLIllO ~¡samos flcr¡frasi~ de infinitivo. ror cJl:mplo. el locativo activo, qlle equivale .1

nuestro .Me h~ cansado de habl.,,,,, (Leall uáiball hupmamis); el abe,IYo verb~1. quc equ¡' val~:I nuestro -Te nmo 511/ habl"r- (MIIII dulllje geahtun nllpm:lke~ntl;i); el supino verbal que eql1lva!e a 1l1lt',tro ~Te lo enscño, p.Jr,¡ no hablar de eHo> (MI'" dllt"", d:in tdie/lIlII. :lm.;1Il hllprn~t s.,t dJlI !Ji".J); o el inco.1tivo, que equivale a nue~tro .Com"",~o" ¡'<lb/,u cad~ vez que me nllra$- (jllohkc 1¡,lIJe don ge.Jhtaf ""m"la, huprn:tgoadan).

ZZ. Jcrn~lencn, 1997.

214

ALGUNAS PREGUNTAS CON RESPUESTA

Cearga (SuslamiYo) ¡\¡lontól1 de nieve l:In duro como para subirse a él; co,rra del monrÓIl de nieve. Lal/ki (Susronriyo) ¡\Iarcha resbahldiza; hielo cuhierto con meve seca y suclra que no permite fipr el pie l1 •

En las lenguas hay palabras que mencionan con precisión determi­nadas insriruclOnes sociales que son específicas de formas de vida con­cretas. Esas palabras solo pueden rraducirse en su mayor extensión de significado ruando se describe, en su conjunto, esa forma de vida s:ocial (§ 1). En sanli, ése es el caso de la palabra orol1a/, cuyo significado yo he vertido abreviadamente al español así:

Unidad sociopolírica que adl11inistr~ b actividad de una o v:]fia~ siiddat. Porción de territorio que ucupa un:l siida o un coniunro de siiddal en los cmphzumiemos de verano y de invierno [de los pastores dc renosl!~.

y también, en las lenguas hay palabras que resumen visiones de mundo, formas de sensibilidad precisas que, como la I/Iorriiia del ga­llego, el senyu del catalán, o la graóa¿6 del español, mueven todo un mundo de experiencia y de saber. Fíjate en ésta del sami, para la que ofrezco su equivalente aproximndo en español:

Miella [Sustantivo]: Placer, sari~facción, gusto; mentc, visión, pUntO de vista, opi~ión; m~1 miela /lúelde: Desde mi pumo de vista, par;] mI gus­to; mil Imelas: PIenso que. en mi opinión; /lI/IS 11!<1 miell<1. mI/S doa/lá miel/a: Me apetece, tengo ganas der.

23. lbid.: 101-107. He rr~ducido estos tcxm$ del mgl6. advcnencia que el propio amor hace :1 lo-:. lectores de su articulo, CM:TlfO en Illg1é\, .1! haber sldu tradUCidos por él m,~mo del saml (p. 107, nota 1). .

H. Joks, 1006: 112. En b página siguieme. Iradu/.CO a Sll vez b pabbra 5iid<l como la .Unldad social amplia que organi1.:l y clcs . .1rrlllla el trah~io cooperativo de la trashu­manCIa. En la ~odeddd tr;¡dicioml estaha wmpllc,l~ de un conju!l(O de unio:lRdo mellor~ (13earmful), que podian incluir también .1lgiio ollenlhro ndicional COIllO trabalador. Hoy en dia, l~ lq qu.c regula la admllllSlraCl611 de b actividad del reno en Norueg.l reconoce C~)11l0 ~ulem activo a un individuo, que detem,¡ L¡ tiwlaridad de ~Ul~ UTlIdad de explom­(Ión (en nOTLI~go: driftsellhr:/). La acti,'idacl del reno ., ... dislribuye en lll!idades rcrrilOri~le, de tr~shumllncia, corredores d~ P~S\(H que se denomll1:\n leo sami] ;o}¡tolllgill. POr un nmmo Joh/olal puedcn tran'ltar una o varias siiddut. (p. 123).

25. Delgado, 19513. 26. Pirr-RJVers,1995.

17. &ir.! fmi6n Cntrc juicio} s ... n~ibdldJd, cntre razOnamielllO y ~ell\lmiemo, puede ra,'rrearsc mmbu,n ~n Il.ucsrrn rropia rradición lingilr~rk.l. S~ ('ncucnrr.! pre.<.cnre, por eJcmrlo. en 1.1 Imaginación etimo!óSlc~. a menuúu desme,urad~, de Giambani'1" Vico: ·01." ah! que enITe lo~ Inonos "" dijeran ,ord.lli a los Silbios > l'ccordC5. al contrarlO, a los

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Page 107: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CULTUII. ...... NT~O'OlOG' ... T OTII. ... S TONT(~I ... ~

Cualquier eJcrClcio de traducCIón e!> siempre Imperfecto, pero e!>ta~ ultima~ palal'lra~ cnclerr.ln 10.\0 prmcipale~ misrerio" a 10<' ojO\ de! tradur.:­toro Son. qUIZá", e .. a\ p.lIabras 1.15 que tenía en mente Salman Rmhdie al e'>4.:ribir: .. Para conocer .l una souedad, echad una ojead ... a sus palabr.,.. intraducible\·,!I. ( .. a\ son p.lIJbra .. en las que nueSlr.J subJeti\'idad, como <,ere\ culturale .. , elKuemr.l .\oU más íntimo refugiO; las que llevaron .11 elerno migrante húngaro S.l:ndór _\Ur,li a esta idea: .. Un escnlor no tiene m.h p.ltna que ~u lengua malerna,,~~.

¿Es la mltllr'1 1It1.1 (orma p.lrtim/llr de dcción?

No. liD lo es. l.il C/l1/llra de hecho tlO es tilia acciólI, seglln el concep­ro que ofrezco en e~te libro, SI/lO /lila propiedild de la acción. de todll

ilcción social. Lt cultura e.\o la forma convencional que 1001,1 la .KciÓn en cua lquier .írea tle actividad, el conjunto de reglas con I;:¡s que orga­nLzamm e~a forma (S2). y el proceso, decurso o discurso, en el que C~.I~ reglas .\oC ponen en Juego (§6).

b por tanto ab~urd(), en este concepto, hablar de '·culrur.l. como algo \Cparado de ~cconomf:l', .politica,., .empleo~. -san idatl., .. educ.l­clón .. (cuando ~c qUIere decir .. cscolar izaci6n~). etcétera. Todo!o e!oto .. tipo~ de ;1(oón. \eparad()~ en di"cr!>.l~ .lreas especializadas en 1.1 pren,a, la ullIver .. idad. el gob.erno. e¡cerera, emrañan para el antropólogo cul· tura, porque IOdo .. 1.' .. 0 .. tipm de acción se ponen en pr.íctic.1 por medin de regb .. convcnci()nale~. Este es precisamente el ra!ogo del con..:epto de cultur:a quc mejor define b .1port.1ción específica de la antropologi.l a I.t comprcmLón tle la vida humalla. El antropólogo ob!>erva el conjunto de ac.:cl()ne~ ~oc l :ale .. de Ia.\o per~on.1!o desde una premisa holísrica, que como promete en un n¡¡,ma contexto de IIlterpret.1ción e! conjunto dL'-er .. o de in\t¡lUcionc~ relaclonad'l' en las que transcurre .. u vid.l. Sin est.1 pre­misa, e! ;uuropcilogo no tiene nada especial que aportar; )' natla ticm: que aportar el concepto antropológico de cultura. Ese con..:epto, en 1.1 d.~¡;lphna .1IlIropológica, IIlcorpora necesa riamente ulla mirada holhri­ca, y a .. i es un con¡:epto imprescindible que no puede ser !oustitu ido por concepto~ como ~con()c.:il1liento, ..:reencia, .lrte, tecnología, tradic.:ión, () inclmo ideologia .... ','. Catla uno de estos términos mellóona t¡po~ de

'unrk\; ~' [.\, n:~"[uu.)tl(" M' J,jnnn KIII(·"II,1", r\l(,~ IUl¡t.1bJn lJ[ ~' ,;"mll "'Ill¡an ( ... J­(v,w, :!.(I(j'! 11~441: '12).

111 Ru_hJic. I'III~: I~K_

2'1. 'Ur.l'. :!.OU41I'H"I: 411 HI. lío ~uro:'. :!.OIlJ 12. ~",p'''.,;;¡rirutn 1,

2 16

... lGUN",S '~EGUN''''S CON II.EHuur ...

CI/adro 24. L1 cultura es una propiedad de walqlller forma de acoón y de clI./lquier imlitu..:iÓn hUl1lJna

1. T)'lor. 187.\ :

I...J Cultura o la Ciú]¡z.1Ción, tomada en .. u amplio sentido et­nográfico. e!> e-.e complejO conlunto que IIldu~e el conoclmien· 10. las cróencia~, las artes, l:a mor.ll. b~ le}'e~. bs co~tumbres ~ cualesquiera arras aptitude~ y h.íl·uto~ .u.lqumJo .. por el homhrc como miembro de la sociedad (Tylor J 'r": 19) (1\.1\ 80).

11 . Herder, 1 SR7 ¡ Ni ngún animal tiene Icngu.l)e como el del ~er .humano" meno~ aún escritura, tradición, n:1 iglón, leyes)' legl~];¡clOnc~ arbllrafla\. C0l110 tampoco tiene la imtrucci<in, la ve~lI1nenta, la \t\lienda. L1~ artes, las fo rmas de vida indetermln'l d.l~, 1m lInpul'>O~ H1de­pendientes. las IIlcomTallIes opI1110ne .. , con la .. que .\oe dlSt1l1gue casi walquier IIld.viduo de la hunl.1111dad (KK ~O).

Este énfa!>l~ en el carácter general de la clIlOIra. que no !>(' encuen­tra .bOClada a nmguna forma paruclIl.lf de ae..:ión o imutuoón es uno de los m;Í!> úelOS)' bien a,>enl;:¡dos en la [radi..:iónantro­pológic.:a. Kroebcr )' f\lw.:khohn mencionan el mhmo énla!>IS en

\Vissler )' otro, autores:

..... Todas las acti\'idades sociale .. en el m.í!> .lmpho sentido. C0l110 el lenguaje. el matrimonio, el ., • .,tema de propiedad.l:a ellquela.

Ia~ indmlria~. darte. eh:élcra- (WI'sler. 1920. KK ~O).

Al pre!>tar atención a tOdas la .. ¡orma .. \OCules en el m.l'> .lmpho .. enrido.1a definición de T)'lor e~ ejemplar. Pero no lo e .. [.lIno. en la med ida cn que ese conjunto de clementm que m",lCIona se enliend;1 sólo corno un conlul1lO de prodllt'los. ,111 prestar

atención a los procesos de produc":lón. blc error c!> recurrente en la interpretación de la definición de T)'lor WIllO un repertorio de cosas. característico por ejemplo de la ver'lón nd~ pohre de b mu!>eografía. En mi opini{lI1. eío difkil determinar ,¡ el propio

Tylor indulo a cometer e .. te error.

Por otra parte, puede smtencr-.e el énfa .. ¡ .. CIl el c;u.íctcr general dc la .:ulturJ ~in nccc~idad tic ofrecer un conccpto tJIl antropo­

cer,tric{l COIllO el de Ht:rder.

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Page 108: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CULTURA ANTROPOlOGIA y OTRAS TONTERIAS

acción con forma cultural, pero nlllgllno de ellos acoge en su sigmficaJo el signific;ldo completo del concepto de culrura. En términos analíticos, lo preciso no es, como sugiere ahí Adam Kuper, fragmentar el concepto de culrura en isl:ls de acción. Lo preciso es comprender que esas Isl.1s no son tales, y para ello hace falta el concepto de culmra ll . Eso es lo preciso, porque sólo así podemos captar la complejidad de nuestra vida social. Por ejemplo, así podemos llegar a comprender que el proceso político que vehicula las nociones de "confianza" }' "cooperación .. en los consejos de participación ciudadana de un ayuntamiento tiene re/ación contextl/al con los discursos acerca de la «confianza» en una compañía aérea, una ¡midad hosplml:lria, un banco, o una oficina de información pública, Los seres hum:l1lOs que viven transitando por estos encbves atravies:ln una experiencia marcada, demasiado frecuentemente, por el sinsenrido, pero siempre cabalgan a lomos de un vasto complejo de convenciones que, conectadm, entre sí de manera imperfecta, al meno:. les permiten buscar un sentido12,

Jahan Klemc[ Hxrta Kalsrad lleva aúas inrentando comprender lal> profundas rran~formacio!1e~ que ha sufrido la actividad del pastoreo del reno t:n K:ll1tokeino y otros encbves. La burocracia esmral ha llevado a disociar administrarival1lente a b familia en su conJunro de las unidades individuales de explotación". El entorno local de las personas, enrendi­do aquí como ul1a tupida trama de relaciones domésticas}' de rebciones entre esas familias r los recursos de pastos yaguas. h:l perdido protago­nismo en la regulación cotidiana de la actividad. Puesto que los titulare~ de los beneficios empresariales y fiscales son ahora los individuos res­ponsable~ de cada unidad de exploración, cada individuo busca maxi­mizar esos beneficios. ESta nueva pauta de tirularidad individual está agorando de hecho lo~ recursos namrales, a pesar de las medidas que el estado noruego intenta articular para evitarlo. PuestO que cada cual va a lo suyo, la actividad en ~lI conjunto, que depende de un ecosistema imegrado, está llegando a límites insostenibles,4. No es que ese sistema haya estado algur1:l vez cotaJmcnte integrado y en equjljbrio ecológico -la actividad del reno siempre ha estado sometida a presiones Je sos­tenibilidad. Pero, a la luz del uetall:ldo examen de Johan Klemet, es;¡ actividad nUllca h.a esrado tnn fragmentada como .ahora. La perspectiva

JI. Krucber y KI'lCkhollll. I %Ja 11952j. 32, VCI3SCO, Dral de RlIcl.l. Cruc~~, F"r,,ande7~ Jiména. de I\13dariag3 }' S;\n~hCl

Molin3, 2001.. 33. Vé;I,c más arriha, IJ flnm 2.'1. J4. H",na 1>:..:.! .. ru.II, 1997}' 1999.

ll8

ALGUNAS PR~GUNTAS CON RESPUESTA

que propone para reordenar la 3ctividad de carn al fururo apda, preci­samente, al concepto de cultura que ofrezco aquí: una reconexión c.ntre "pastoralismo y culmra"H que permita comprender, especialmente a los gobernantes, que la actividad del reno es una (orma de vida (S 1). y no sólo l1l13 industria orientada a la producción de carne. El argumento es sólido, y por eso el gobierno noruego parece esmr prestándole oídos, al poner en marcha una nueva ley del reno que busc:! incorporar a la siida como sujeto lega]1".

, , ¿Cómo se «tiene» fa wftl/ra y quién la tiene, si es que algllien la tiene?

En esr..1 cuestión se encierran todos los problemas derivados del extra­vio de la cuarta llave de nuestro lbvcro, In que nos permire contemplar a la cululTa como pdctica. Recordemos, pues. lo escrito ti propósito de esta llave en aquella figura 5 del capírulo J:

Prestar atención a las pr5crica~, C0l110 formas cOl1crcws de acción en el tiempo. re entrenad para ver que, simultáneamente, roda forma porta un contenido; todo proceso puede contemplarse, detenido, como una estrucmra; y roda persona cst:i sujeta a las reglas de su comportamiento y es agente de su comportamiento.

En sus usos habituales, la expresión .. tener cultura,) resume inrnedia­tmneme una idea más básica que raramente ponemos en duda: la culm­ra es un ob;etor . algo que, como cualqUier otra pertenencia, forma par­te de nuestras posesiones, un parrimo!1101~. Sin embargo, en cualquier lengua el verbo «tcner» incorpora enormes compliclciones, así como las palabras que se le asocian. Piensól por ejemplo en nuestra palabra "pcncnencia,.. Designa una realidad doble. Por una parte, algo que ItOS

pertenece; por otr,:¡ parte, el sentimiento hacia un lugar, generalmente un lugar social al que pertenecemos. Este doble movimiento del signifi­cado de "pertenencia>!, entre lo que tenemos y lo que nos tiene, ilustra muy bien que decir «rener~ no es decir en nuestra lengua fllIt: podemos operar con lo que. «tenemos» como si fuera algo completamente externo a nosotros mismos. Pero alln hay m:is. El verbo "'tener» no es universaL Como tal, por ejemplo, no existe el1 lengua smni. Si yo quiero decir en esa lengua «Tengo una casa", he de hacerlo modificando la forll1J del

15. H:l.."Tta K:,]stad, 1997: j 17. 36. NOU,200!. 37. Dial. d.,. Rad.,~· Vel:I50.:o, 1996. 311. Ve!asco, 2OQ7b.

2.19

Page 109: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

\Ule[Q en una peculiar eSlrm:lura gramatical que de~ignamos habltivo. 1\1 lOmar (:~3 estructura, el que nm.orro~ consideraríamm ~ulelU cambi.1 1 .. formJ parJ contener al auténrico sUleto de la expre~lón: la casa. Así digo: Mus leu t'teSSII, que lrauu<.:uJo literalmente a[ e~paii.ol ~eria: ·,Una <.:a\.l e\d en mí,,\~. Obviamente, e~t:l traducción seda ab~urda, pero é~e e~ preCl ... unenre el encanto de lJ\ traducciones. Para no caer en el ab~ur­do en 1.1 lengua de destino lo; If.\ductores deben Irau.:ion.lr en mayor o en Illellor grado a 1.1 lengu.1 de origen.

bt.1~ complelid.ldes del \erho .fener~ ~on. en realidad, Ia~ comple­lid.llle!> propias de la; relaciones de tenenda. po;eslón y pertenencia; e .. decir. complejidade\ propias de 1:l_S rd.lciones entre sUletos Y obletos. 1\[

hahl.tr de seres hum.1no!. e~l.Hllu" oblig.1dos a comider.lr que [os objt:to~ pueden \er también sUle(O~ )' lo~ sujetos pueden ser tamhlén obletOs. ) que IOdos ellos ha<.:en eqUlllhrlos en esa finísima línea que separa el ser del tener, E~ras complejidades. en lo que tienen de ejemplar, no~ prep.1-ran p.lTa .1bordar este e\pedfico problema cuando se trata del concepto de cultura.

.Tener~ 1I1\'oca también en IlUe!>tra tradición [ingüí!.tic.1 una Inl.1-gen eStática de I.I relación de po~e<;ión. Nuestro modelo para e;l.1 re­laCión e~ el de la propiedad, ConseguimO!. la!> COl>.1S (que e't.in fllerJ de nosotros), pur ejemplo, compr.'indolas. )' después las tenemo,. No~ \uiet.lmo~ a ellas y ellas qued.ln sUletas a nosotros. Y así,"1 hace~ el C"-­

perum:nto de e[immar de e,e p.irrafo de la cuarta llave toda idea de proceso, si derienes el tiempo, no\ vemos SUjetos a I.I\ co~a~ que no, ~uJetan en una estrucrura llena de contenidos. Sobre est.l ba~e se cons­tru}'e una idea complet.1meme objetivada)' eSf.ltlc;l del conceptO de (ulrur.l, como una co~a m;Ís .1 1.1 que nos sujetamos y que nos sujeta. (amo unJ estructura (a \er.:es. una j.lula), como un contenido que no~ ocupa o un ejército de ocup.loón. Sm embargo. alicer todo lo que está c,>crllO en e!oC párraio de la CU.1fta lIa\'e. al comprender I.I cultura ..:omo practica. nos exponemos a ..:ontemplar la cultura como una entidad mucho más comple;;}, \omeuda a esa tensión que Gerd Baumann ha descrito al criticar las \'lSIones e~enciallstas de la cultura que se contie­nen re~ularmente en las idea\ de . nacionalidad~. ~etnia .} .rcligión ~:

19, En ~Jnu ~~ po~,¡'lt u'>;\r un Hrrn'lOn el ,ignilicadu Ut 'I'0\('ct en !'r<J!',<,d.¡u 1 .. -~h,mJ-. que llene un U;.o 11I".1l(1 !1l.1\ rC.UI11)lLJO: o.mr,;ullt. l)u~tI\I tI",:,r.!,"r lanl(', "M,m UolI/I.JSt.JIf r',I'w_. 1'<'10 ~nwnu" ~'I.\ré \,,¡'r.l~ .:Intlo d m.IUZ ue que e\.1 rrnl',rJ.¡J n legl IInl.1!1lCnIC 1I1.1lien.lble. En 1.1 \,J.1 ':"I,J'JIl.1. (01110 ts lógi(o. d U'oO r~¡:ul3r no m""ho m.í, M·n~llIu • .:omo (¡u.ntlo ~n un" n'n;!; el anhrnón t~ rrrgunu: .iuccne~ U&t'?. F'>.1 forn-u rr!"I"J.1 no 1.1 qu.· <;e ~nuncl.1 ~"n".lnlem<,nf<, en h"bml·o: 011" RO dI<! ~p""~·I·iH;!;, \,¡so en \I~·I.

220

¿hemos de considerar I.J r.:ulrura ~como algo que uno po\ee o como un proce~o que uno moluea ..... '? Una\ p.'lginas mJ.s adelante, BJumann ofrece un.1 re~pueSla:

La <.:u!turJ [ ... [ no t:~ un b.1gJlc mmllt:lhle que pertcnecc ,1 lIngrupo n.l· (ional, étnico o reliSlo_o, m tanl(WCo cs fruto de una 'llIpW\l\J(IÓll Iln r.1i(cs nI reglas. LJ <.:ultura C~ .1mh.1\ (o!).1~ J IJ lez 1 .. ,[. .

ToJa l·ultura '-111<' ..... po'>C,¡ C~ <.:ulturJ en crea..:iÓn. tnd,l\ J,I\ Jlleren­":IJS culnvJle~ ~on JdO\ Jl' Jlfcren..:iJóón )' 100.1\ I.l~ identldadc, ..:ulm· ralc~ \On'actos de ¡dcnrin(.l(ión cultural·'

Lle:vJ siempre. como BJumann, 1.\ cuan.1 llave en ll1 llal'el'o; é~a que te pernme tener en cuem.1 a c:lda palo amb.ls cOSJS a ILl ,'e:::.

ParJ introducir m5~ clarid.1d en este enredo, di\'idamo\ b pregunta iniCl:11 en algunas preguntas menore;.

(a) ¿Qué \lgnincJ .. rener~ en la expre~ión .. tener cultura,,?

E\u cue\lión se puede aclarar oaltame al pen~ar en dos cmJ~ bien dis­timJs para l.1s que u,>amo\ el verbo _tener .. : las mo,,~Jus que _tlcne~,' ahorJ ('n tu bolSillo (e~pero) y el tl~mpo que .tiene", para leer roda~ e~t.l' tonterías. De emrJda le ,ug,lCro que pieme~ en el tiempo, v no en la .. monedas. como un modelo Jproximado para pemar en el concep­lO de cultura, El tiempo .. e parece mJ.~ a la cultura que e~a\ mone:da\ porque no cabe propiamente en tu m.lIl0, no lo puede~ Jtr;lpJT, Lo pue­des representar. por ejemplo al !tnje'1r tu agenda. Hasta CIerto punto lo puedes controlar. E inclmo 10 puede~ convenir en dinero (y .l\f, en

mOned.15) a través de ru rrabajo, l)ero. a diferencia de e~a~ moneda .. que: tiene~ en tu bolSIllo, que puedc, tomar en tu mano y que pJledes d.1r .1 otro de,>prendiéndote de ella<;; no t~ puede~ d~sprender Iguahnenre del tiempo, no puedes \Jlir de él. Dices .tengo riempo~, dice .... no tengo t1cmpo~; pero de una manera algo misteriosa. más que tenerlo o no tenerlo Vives en él. es decir, forma p.lrte ineludible d~ tu expericno,1 hunl.1n.l. Y, ~i es que el tiempo \igOlflca algo para ti en concreto. ese ;ignificado deriva preci"3m~nte de la experienci.\ que tiencs de él: como ritmo, como cido, como [inca, como flecha, como pau~a, .. Ese misterio e~ aún 11l;\s norable en el caso de la culrur.1. más r;ldica[; plle;; ya a[ decir -rttmo", ·,ciclo», _línea", .. /lecha", "paI1S.1~ ... , damos forma cu[tural al nempo. Si e~ cieno que vivimos de alguna m.1nerJ en el tiempo • .1ún es

~o. 6JUIJUIII\ • .!Oill· 107

~1. IhtJ. 120.

221

Page 110: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

má\ !.:Ieno que \'I\imos en I.J I.:ulrura, \ que, ,;¡ trOlI't'S de ella, podemo~ controlar, pan:ialmente, Illlc .. tra experienCia del tiempo. El tiempo de lo~ .. eres hum¡lIlo" ~ería pOGI cosa \In I.:ultura, SIIl la form:J cultural~~ que le da IIHelig.ihilidad en la prktic:J.

y a~í como uno dice .. tengo tiempo .. a .. ab.endas de que el tiempo le eXl.:ede, de que no lo tiene realmente en su b{)l~illo: de que. trar.ln­dme del tiempo, nuestro~ boJsillos e~dn lIeno~ de .lgujeros por donde no~ penetra y 'e nos eSC.lp.1; .:.sr también podemo~ decir .tengo cultu­ra ... a s:1bienda .. de que eso que acabamos de nomhrar no e', del [Oda, nue~tro. Lt I.:uhura también penetra por nuc .. no,> \entido\, tamhién \C

nos e\l.:apa, )' ~In embargo, en ella I.:onfiamo~ corno único rel.:urso de conlrol. La cullUra no esd en ¡lUeStro holsillo como esas munedas, sino que .mida en nue\tras reladones con 10<' otros} con las otr.u cosas. La cultura no es de IU prop.edaJ, "1110 que es una proruedad (una cualiJad) de 1.1\ accione~ que emprendes al reladonane con las per\On.1" y l0' ob,eto~ de tu mundo; y entre ellos, tú mi .. mo.

,\/ hemos de cOllcretOlr COI/ u"a p"IOlbr.¡ ex.ICla qll¿ es lo qll(" ··te,/e­mOSH. como mdl/.'idllos, clI.mdo .,tellemos c/lltl/ru", eSiJ palabra es .. com­petencia», competencia Clllt/mll. Tenemos, en CU1lcreto, fa c./pacidad Je d.¡r form" com 'c1IcümJI a I/!/estril acciólI; pero es de es.1 acció" expresadd ya hacid .¡fl/cra de "osolm5''' en 1Iuestras relaCIOnes sociales, l'" los pro· ductos que reiJ!tzutl/os, de fOl que podemos decir CU1l cIOlrid.ld qUl' ~tiwe" CllllllrOl, es decir. forma colll'e,,,iu,,al. Por eso he eSl.:rllO ante .. :

No puede haber gente ~1l1 culrura. Pero la cultura no e .. , en reaJ.­dad, un:t propiedad de la gente, sino una propiedad de la accIón que la genle pone en pracrica.

r_ .. úril revi~r tres c.¡r,lcteristicas de las compl'teuci"s cultur,/Ies p.lra cu"tim/ar con el esclarecimie1lto al' IOl expresIón .. té'ller culturOl". Es[a~ tre~ caracteri'>ticas ayud.uán también a ,¡darar p.lrte del ml\terio que emanJ. de la ten\tón entrc la cultur.1 como mediO de conrrol de la .1cciÓn y la cuhura como medio que condlcion.l la aedón.

bl primer lugOlr, pucde tiecirse que las comlH'tencias wfturiJles, en gl'lIt'ral. SOIl i1ll'specificOls, le h.1 es<:rtto muchas vel.:e .. que el dinero, t,ll

.n. J'ar,¡ un,} J,,,,U"ófl d~ arwx,m'¡(lon~~ lnlroJ'OlógJt,;'¡~ al rrool~ma .Id lI('ml"', v ~ 'u- !o.ma_ ~"n~cn~,on;¡lC'o. "elJ"'o. 2U0'7,I; c'r~~lalm~nle lJ ~"ón .hrJ"o _,_ h­rJt,;1U ~- Il~mp"-, rr. HI ". "~lAmt>,t'n (,~II. I 99t>. fn OIro plano .1, .• mah>.i., 1 .. , reb .. ,olll."> enrre IItnlp"~' teoriao .le la cuhu.u lun .iJo upu,",t.I.~ en \liin.lIle'·"Cl~hla' 'I .. ngr, 2,00'1_

4 l. .fucu J( n".,mr\>o;. ~ ,!~( IUtll", ,.(,1" un 01".1" .Ie habl .... r"" un .. r·mr .le nU<'!o,r~, rda~,\'nt"> )(xlalc, I.a\ ~ttr(ot'm(>!i, t\rre,,"v'UIlCnlc:. ~,,11 n"".OI'", I1I1.m"~. ( t

'leaJ, I'II~~ R" .. cur, 1'1'111.

212

.... lGUN .... ~ f>kEGUNTo\S CON UHUfST ....

como no .. otros lo ":OI1()Ccmo\, es un medio generalizado de camhlo. E!>ro qUIere deCIr que o lrece un,l t:~cala de \'.doraciÓn que puede apli­carse a cualqlller cosa que pueda I.:ambiarse por dinero; vale lo mi~mo para comprar lenrela~ que para (omprar trab,lJo. obras de arte o dinero (por ejemplo. cuando pides un pré,tamo a un banco). La .. moneda~ que ,· tienes» en ni hobil1o, una de la .. encarnacIOnes posibles del dinero, te ofrecen en c()nsecucnl.:la un mundo de pO"lb.lidades de cambio. Sin cm· bargo, a pe,ar de e\ta lIlespeClf1(IJad, el dmero que .tiene':'. e!> ba,t.1l\te c.,pecífiw. F.;üril. h.hlcamente, para 1,1 fun,,:,ulll de cambiar unas co.,as por otra.:, (aunque nalUralmente hay quien aC:lba cOllclhiéndolo (()mo un fin en ~í nmlllo y ..c dedica con pasión a aCllmu1arlo~4). Puede~ d,lr a 1.1S moned;ls que tient:~ en tu bol~illo Otros uso .. , daro. Por ejemplo, pue­des usarlas para decurar un cll1turón, puede\ exhihirla .. en tina ,"itrina. o puedes con\'errir1a~ en improvi .. .:aJn dest(')rnlllador. Pero emonce., deJan ya de funCIonar (Q11l0 (hnero, es Jeór, (kjJn de ser\'Ír a la finalidad quc precisamenre las define como expre .. ión de e..c medio gencralizado de ..:amhio. En gt"nerJ.I, la., competencias cultur.lles que ni -tienes- no ,on a .. í. La mayor pane de ellas son tod;wía má\ lI1e'ipecífica, que el dinero.

Naruralmente, pllede~ aphcM b~ compctenl'ias (ulturales que "I;e­ne., ,, p.lra dar forma cOllvenl.:ional a ru ac..:ión con ñna1idaJe~ hien ,on­..:retas. Si has aprelldiJo a culti\"ar pimiento .. , puedes llmitane a h.Ker precis.:ameme eso --<ultivar plmielllo~- de 1.1 forma adecuada. Hay gente criad.:! en ciudades que Ignora que todo~ los pimientos acabaran poniéndo~e rojos ,¡ rienen la oportunidad de madur.1r. Creen que ,llgu· nas espec.e .. de pimiento~ son H-:rdes y que OlrJ.s .,on fOl.1 ... Tü, que ha~ aprendido a culrivarlo .. , ,abes que es (,.'ue .. tión de c'>per,lr. "Tu cap.Kidad para e~perar a 1.1 maduración, una competenci.\ fundameT1lal en la ac­tividad agrícola que exige SJ.bt'r ohserv.1r I.l pl.Jnta, saher. entender el tiempo meteorológICO. ~ber .1ll1icipar re~uhados, et('¿tcra; cs, ~in em­h.1rgo. apllcahle .1 mull1ple!> t"!>feras de la vidJ.. Puedes ponerla en luego en mucha .. otras .lctivid,ldes que, metafónClmeme. rrab.llan ~obre e.,e mismo modelo de la maduración. Puede .. u\arla, por ejem~lo, para tu­

Illar una deci~ión educ.1tiva con 1m hilOS o pJra no precipitarte ... te de­dICas al e.,ludio de l.:u.lIquier CO".l. AllI1corporar e~ hahilidad. e!>3 com­petenCIa de s<lber espl!rar4\ lo que .. nenes- e~ una dispo~ición Jdquirida que puede .. poner en luego en múltiples aClividades muy divena~. ht.:! dispo-.iClún e' tan 1I1t:\pt:dl1ca que, de hecho, puede rorular una forma

4~, '>,mmc!. l'Jn 11'1001. y UlTlbll'n. ","rol' la ~~lIlTIub~lón) I~ 1.I,~(,crb: Smlll1d . I~'l- 11~1I'l1,

~5. (teM"" Y Fp<lem, 1'1111.

21.1

carloslinneosalgado
Stamp
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CUlTURA ANTROPOLOGIA y OTRA~ TONTERIAS

de vida en su conjunto (como cuando la gente que. se dedica :l la agri­cultura dice que «el campo no va con el reloj,,). un modelo de acción~~ que a veces llega a entenderse en oposición al estrés urbano. Asimismo, puesto que sabemos que una competencia de ese tipo es gener:J.lizable y puede desplazarse a mú ltiples esferas de aCCión, jugamos con el lenguaje estableciendo liSOS análogos de la palabr:J. «madurar" que de forma me­tafórica aplicamos a cosas tan diferentes como «un fruro que madura». «un ni no que m:J.dura», «una idea que madura», etcéter34~.

Algunos de los comportamientos que realizamos con 1ll1esrro cuerpo son enormemente específicos. De hecho, algunos de nuesrro principales instrumentos corporales de percepción, o mejor dicho de sensación, están completamente especializados. Si presiones tu ojo con un dedo produces un efecto visllal, si golpeas con un puno en la zona de tu ol·e;:l tu oído produce lIn efecto Ollditiuo. En ambos casos, bs sensaciones tác­tiles proceden de céluhlS que 110 son las de la retina y e1ncrvio óptico, O las del nervio auditivo. Este tipo de dispositivos muy cspccializado~ se denomlllan «modulares», porque funcionan regularmente como módu­los en gran medida ai!,lados de los demás. Se ha escrito a IlH.'I1Udo que en el caso del lenguaje nuestra capacidad para la sintaxis, es decir, p.lra producir un orden especifico en las palabras que pronunciamos >' reco­nocer ese orden como tina estructura determinada, es también modular. Podemos idemificar una frast' bien formada en términos sindcticos in­cluso cuando aparentemente no tiene significado semantico (recueHb el ejemplo del león fucsia en el capírulo 7). Sin embargo, conforme nuestras actividades van comprometiendo una mayor complejidad .11 poner en juego simultáneo múltiples instrumenros asociados de acción, la paumción culmral va poniendo orden en la orquesta, configurando el conjunto y haciéndolo más y más inespecrnco4s• Entonces, puedes iIH:]u­so reverrir por complt'to el resultado de un sistema modular, haciendo que, por ejemplo, con la intención comunicativa Jpropiada yen el t':.ce­nario de acción social apropiado, las frases sintácticamente 11131 forma­das g:lIlcn (arma .¡decuada en Ull plano de experienci:J. más complejo.

Esds en un café donde concurren poetas. Se apaga la luz del Pll­blico y se enciende una tenue luz sobre el escenario. Entonces sale un.1 Illllch(lcha que recita:

46. Un desarrollo de c<ora dasc de estrUCTUra, de COnl)órnicnto .e enCllcmra en d cnpimlo 14, .E.o;qucnms y modelus culturales., de Vebsco, 1003: 467-5 I 6.

'P. ef. \...1knff¡ Jol111slm, 1995; \'cla,co, 1007a. 41!. E.a p~u(aóón cultural es, en el pbnu tndi'·ldu~l. eSlre"hamente depcndle!11e del

compromiso de e~tru..::tur,t~ corpoT3Je~ y neuralógicll5 pmgre"¡,·"une11le tnen~ IllQdul~rej;, a~QCiada.. las 111MS con I;l.~ Olra~.

214

ALGUNAS flUGIJNTAS CON RESPUESTA

león fucsia vuela el por aire el león fucsia vuela por el aire

¿Qué ha pasado aquí? Un contexto comunicativo cuIturalmente configurado ha intervenido, al ser puesto en juego por el público y los poetas, para conferir un nuevo sentido a ese conjuntO expresivo, esas palabras en orden y desorden sintáctico. Ese contexto de situación con­fiere a las palabras un nuevo orden de sentido que depende estrecha­mente de la forma cultural de ese e~'ento SOCIal, construida entre los que allí se encuentran. La cultura, ese conjunto de reglas convencionales con el que la~ personas dan form3 a sus relaciones sociales (§2) aporra ese nuevo orden de sentido.

Es fácil entender ahora que, en ese café, quienes «tienen» la compe­rencia para interprerar lo que allí sucede como un «acto poético», son, s;multálleamel1te, los individuo:. (cada uno a su manera) y el agenre social que [Odas ellos cunforman cOll1unicativamenre. A través de bs reglas convencionales que esos individuos comparten parcialmente al entrar en relación, esa deformación intencionada de la forma sintácrica adquiere un lluevo orden formal, una nueva forma adecuada.

El tejido de reglas que nos permite identificar esa acción como una acción cultural se sim3 a un tiempo en el individuo-en-relación yen las relaciones cntre [os individuos; y de ahí el misterio: cada uno de ellos controla su acción al poner en luego regla~ compartidas que, simultá­neamente, la condicionan. Vivimos ell las convenciones que nosotros mismos creamos. «Tenemos» esas COI/lICllciones, IJero los otros «1I0S tie­nen» también a través de el/as. Insistir en la simultaneidad de este doble movimiemo nos lleva, a los antropólogos, a defender 13 disolUCión de ese vielO dualismo entre el individuo y el contexto social, entre el sujeto y el objeto, entre el interior y el exterior de la persona social. Ambos planos de interpretación de la acción operan conjuntamente r olvidar cualquiera de los dos es perder la salsa de la vida: el potencial de cam­bio que cada individuo porra como agente de su destinb, el potencial de convlvencü al que cada individuo ha de sujetarse, si es que ha de compartir el terreno de juego con los demás.

En seglllldo luga/j y esto se detivlI fácilmenle de [o al/latior, fas com­petellcias cufturales 110 SOl1 fácilmente (lislab/es o recortabfes, y lo 5011

mel/os euallfO más intervienen eSIJecíficame/lte en la cUl/formació/I de los vínclllos sociales. Puedes separar las monedas que "tienes» en tu bol­sillo. Puedes pasar la mitad de esas monedas al Otro bolsillo sin que por ello se transforme su valor de c3mbio (ie~[aría bueno!). Cada moneda es ulla entidad, una cosa, claramente rccormda y aislada. con límites

" . --,

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CUlTUIIA ANfllOPOlOGIA y OTilAS TONT(~¡,t,S

precisos. Por C'óO puedes atrapar las monedas en tu mrmo. Con tus com­petencias l:ulruralt:~ no puedes hacer lo Illlsmo. CualqUIer intento de atraparla~ en el sentido de cOnlrolarla~ por completo tendrá siempre un éXito parcial. Pue~to que ~u función específica es propiciar rus relacio­nes con los otros, nunca dependerán enteramente de ti como Individuo ;lisiado. CualqUIer competencia cultural que pongas en juego (cultivar puniemos, tocar el piano, pasear por el parque) reverberad en múlti. pIes instituciones sociales: el mercado agrario, tu familia, el auditorio, la concejalía de -cultura .. , el serVIcio de limpiezas de ru ayuntamiemo la familia de los urbaniMas que diseñan parques, los otro~ transeúntes:

Como experimemo Intelectual. es posible confeccionar un cH,Ho­go de competencias culturales que, como los elementos de un libro de Instrucciones para vi\'ir, dé lugar a un conjunto de formas culturales exentas, recortadas, aisladas las unas de las otras. Repertorios de este tipo eXISte:n en la bibliografía anrropológica y ~on LÍtile~ para comparar las formas de vida de personas en diferentes lugares sociales. Éste es d senlido de lil Indagación de George Petcr Murdock en su ~Muestra etnográfica nlllndial~, un esrudio lllonulllcntal en el qu(' las difcrentes o<sociedadc~~~~ son cLtsincadas con arreglo a un extenso COIlJunto de r.:zsgos culturales: .' Plantas cultivadas y animales domésticos", .. Agricul­tura", ...• "Pauta de asentamiento y orgamzación de la comunidad .. , ... , ~Matrimonio" .... ~ Integración r sucesión política~,.'~. Este experimento mtelectual es enormemCllte fructífero P<lf3la teoría antropológica, pero lo es solamente si [enemo:. en mente que se trata de un n.'curso más de lIlvcstigación. Concluido el experimento, sigue siendo cierto que esas diferentes unidades recortadas, esa5 diferentes .. monedas ... cambian ~u cuali~~d al cambiar de bolsillo, al entrar en relaciÓn en la configuración especifica de cada entorno social. No es lo mismo tener la propensión a halllt;lf en el hogar donde habita el río paterno en un lugar en el que adern:h se vive del ganado itinerante. que hacerlo en otro lugar donde se vIve de la agricultura de regadío. Ambas aproximaciones (la que con­sisteen de~piezar la "ida social con un propósito comparativo y la que conSiste en entendt:r cada pieza en la configuración e~pecífica de cada vida social) deben ser tenidas en cuenta, de nuevo, simuh.ineamenre'l.

bl tercer lugar, !¡Js compelellci¡Js ctlltllr¡J!es que .. tenelllos", SOIl re­slIltado de nI/estro aprendizaje social. EstO quiere: deCIr que su puesta en práctica no sólo depende de nuestra conmmcación con los otros como ,

~~. Un J't"';O nLh JJel.lnlc JdJr.Ir<,' por quE!' he cmrecnmolb.¡n "q'l! c,l~ palab .... 50. \hlrdnck,197511'1';7]. 51. D¡;tl ae ItlJ;" lOO,1; <':ruec, y Diaz ae R,I.b, l004.

116

ALGUNAS I'IIEGUNT,t,S CON ~(SPUHT,t,

en el cluh de los poctas, sino que desde SIl misma génesis se hall formado en el proceso de I/uestra relaciólI con los otros. Ese nombre que llevas }' que te permite reconocerle en parle te lo dieron tLIS padres; esa hahih­dad que tienes para conseguir el pimIento con un punto de dulzor te la dio aquel, o aquella de quien lo aprendiste. en una combinación nunca del rodo clara con lo qUe rú misma has ido experunentando. Esa perso­na social que tÍ! «tienes .. nunca llegará a pertenecene del todo porque nunca fue del todo de tu exclusiva propiedad. 0, expresado en nuestro lenguaje de~L111ultaneidades, ~tienes,.lo que te han dado y también lo que has conseguido por tu,> medios. Lo que nos bace especialmente di­vertidos a los seres humanos es que nunca podemos llegar a se:parar por completo esas dos fuentes de comrrucción de nue~lra subjetividad. De poca ayuda sirve ignorar la coexistencia lIlevitable de ambas fuentes, si lo que queremm cs disolver los dilemas éticos que surgen cada vez que debemos identificar una responsabilidad. Esos dilemas forman parte de nuestra propia constituCión como seres sociales. ¿Quién es ,«yo~ y qué es lo que _yo .. tiene? ¡Menuda pregunta!

(1;) ¿Puede una sociedad o un pueblo ··Iener" cultura?

Estaba yo un día comiendo delante de la tele cuando apareció un señor con corbata, abogado defensor de un hombre que, al parecer, había asestado diecisiete puñalada~ a su parep. ° sea que fue él qUIen al pa­recer 10 biza, y no los p:ldre:. que le dieron el nombrc, 111 sus Otros sociales. Él fue quien empuiló el arma y se lió a ctlchill .. das1l

• Escud\(: de lo~ labios de ese abogado e~ta escalofri;lnte expresi6n: ~Dentro de la cultllra Slldamericalla hay el deseo de marcar a la mUler, no de ma­tarla,,5'. O sea que el eha\';ll sólo había querido hacer a su pareja unas simpáticas cosruras, a modo de SOlluemr, ~para que no me olvides"; de ninguna manera había pretendido cometer el horrible cTlmen de aca­bar con su VIda. Y además lo había hecho Impelido, empujado por su «cultura,·, por su ~cultura sudamericana". Ante ese ped3!.o de cultura,

u. h mu)" imJ't,runlc hJ(CC r~l.I .!d"r.Kióll porque de dl~ del'enJc 1""1;1' la frc· cuenle ~qUl~oca(16n que surge de bs filo\ólic;l~ l' elr~;ldi~lm;ls rrcsun';ls eon bs que he lt'nmnJa!,) 1;1 ",""ción .Interior, ,. <lue a \'e,·~ C()ndu~cn J UII rrlalJ\l_mo IJIOI~' una U)<"l e, b ¡lut{)T/~1 Je Im.:l =c,cm. que en t~le oso. con las prudus rolkwr- en la m:!.nQ pueae lIq¡.1T 3 e<iur "<1mrIc1ameme dar:!.; ) Olr.! "0'-1 ..... [;l rc;polISJlnltdJd ;,,1111: 1//1.:1 ¡lUIÓll. 35unw ~omr'~lí"m(\ que u .. gr lener un.! ,coda. JI mcoOlo ~na, a~er,a ar l.J n.!lUultl.J dtl J¡:ente ""'lolll; !' que proou~c ..1010.<:. J~ cabcu a I\)~ jur",a~ qur Iconuo wl'>,t' la ImrUIJb,loJad.

.~.1. ln!onnal>\·'" de: Telc(ioeo. el medioJfa Jd 26 de ... I>ril J .. l.OO.~.

227

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CULTURA ANTROPOLOGIA T OTRAS rONTERIAS

que pesa lo que la cuarta parte del mapamundi, cualquier persona con ~n cu<;hilJo en la mano ha de sucumbir por muy buenas que sean sus mtenClOnes_ Toral que era un buen chaval, aficionado a usar su cuchillo para hacer grabados amorosos en los .:írboles, Uevado en volandas por la fuerza de su «cultura",

Me pregunto si ese abogado tan e1egame exc:luiría de 1:1 "cultura sudamericana» a México y HnnduT:lS (por tratarse propiamente de «América del Norte,. o de «Cenrroalllérica»). Y sospecho que, de ha­berle formulado esta sencilla pregunta, ese abogado se hubiera visto metido en un buen embrollo. La cuestión es decisiva porque antes de aclarar analíticamente si una sociedad puede «tener .. culrura es preciso prestar atención al conceptO mismo de «sociedad», que, si es que sirve para algo, ha de servir para algo más que para confundir bs conciencias. Como b palabra «cultura», la palabra «sociedad" tiene su p;:¡rricufar histOria de signilicldoss ~. y Como la palabra «cultur3», b pabbrn «socie­dad» es ante todo un concepto para habbr de una clétse de realidad de la que se supone su existencia. Ambos conceptos SOIl anrílogos también en la alegría con que son utilizados como categorí3S místicas, es decir, como categorías que nos inclinan a afirmar [a existencil de cosas que, a falra de pruebas empíricas consistentes, sólo existen en la retórica del lenguaje. Este uso místico de ambos conceptos puede llegar a a[­canzar su m3.ximo cuando se combinan en la expresión; "cultura de una sociedad" (o «cultura de un pueblo»). Finalmente, corno avancé en el capítulo 4, ambos conceptos sufren reiteradamente un abuso que los condena a la vaguedad en el lenguaje cotidiano -y muy a menudo también, lamentablemente, en el lenguaje especializado de los cientí­ficos socialcs-: cultur.:J. y sociedad vienen a identincarse torpemente con la noción de «grupo social" o, allll más a menudo, con la noción de «población».

Sin embargo, en términos analíticos, ninguno de estos dos concep­tos se refiere directamente a la idea de grupo social, si por esto enten­demos un grupo concreto de personas concretas que mantienen vin­culaciones conCTecas entre ellas. De cómo la idea de cultura no debe confundirse bajo ningún [lretexto con la idea de grupo ya he a[lunrado algo. En lo que se refiere al con<.:epto de sociedad, su uso más habinwl en nuestro mundo contel1lpodneo viene a ser éste: «la sociedad espa­ñola», ,da sociedad alemana", 0, como en la desmesura del étbogado de las pui'laladas, "la sociedad sudameric1ml», que sin duda ha de halbrse

. ;4 . Una apro,amación muv Iml ;1 C~fa hislOria semjnt;CJ puede enCOntrarse en \ViUi"ms, 2000 [19761.

228

ALGUNAS PltEGUNTAS CON RESPUESTA

por detrás de esa «cultura sudamericana". Sociedad y cultura se presen­mn aquí frecuentemente como conceptos fácilmente intercambiables, lo que no es difícil de hacer puesm que ninguno de los dos significa nada en concreto.

Com'ertido de este modo en concepto místico, como un agrega­do de individuos, un rebaño de almas que se amontonan en el interior de un continente nacionll e incluso supranacionaJ, «sociedad" sirve de maravilb a la tarea de reificar esa entidad mistica que llamamos «na­dón», que ftecuentemente es en realidad un estado-nación, y que en <¡lgunos orros casos, para poner una pizca de romanticismo, llamamos "pueblo,.H . A pesar de! abuso de este concepro de sociedad en medios sociológicos, periodísticos, y mmbién antropológicos, mi deseo es con­vencerte de que, fuera del ámbito de indagación que corresponde a las realidades místicas, ese concepto de «sociedad,. carece por completo de utilidad en ciencias sociales. Esro quiere decir que cada vez que 10 usa­mos es bueno ser COllscienres de que su valor empírico 110 es diferente del que porta el concepto «Dios». Una ciencia política que se ocupe del surgimiento o de la forma de existencia de esa entidad ("sociedad») con­siderada como en la expresión «sociedad española .. , 1\0 puede ser una COSa muy distinta de una ciencia de las relig¡onesl~. Así cOllsiderada, la «sociedad .. no es otra cosa que una palabra más para hablar de un cuer­po místico: la naciónP . Nada de esto resta importancia a los concepros .. Dios» y «nación". Esms conceptos son importantes porque en torno a ellos se tejen complicadas instituciones humanas, que, éstas sí, ofrecen una fuente de material empírico fundamenral p3ra b ciencia social.

Las p3labras «sociedad" y «culwra» tienen rrampa. b.as dos se Llsan recurrenremcnre pata producir confusas imágenes místicas, como cuan­do sirven a las retóricas del nacionalismo (el que practican algunos agen­tes dentro de estados constituidos y el que practican los agentes que se identifican coo los estados constiruidos), o como cuando, en el discurso de nuestro simpático abogado defensor, evocan gigantes colectivos con el objeto de exculpar a los individuos de su acciones. Sin embargo, am­bos conceptOs pueden ser rambién utilizados con referencia a precisas realidades empíricas, si es que nos toman1OS e! trabajo oe hétcerlo.

Lét referencia empírica más b.:ísica del concepto de culrur;¡ es, según he escrito, la forma colIlJellcional de la acciólI y, por añadidura, la forma convencional de la acción que consiste en vincularse a otros. L:l referen-

U. Ander5(ln, 199/; Ve!;1SI;O, 1'191 . 56. l'>oholm. 1996. 57, eJ. DunlQnt, 1987.

229

Page 114: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

CUlTUIl", ... NTIlO'OlOGI ... y OT""'~ TO .... T(IlI ... S

G:l empíru::a mi<. b;tiic,] del cono:pw de ~ocledad es, complememaria­menre, la t'illclllaóÓ1I C01lcret.1 entre agentes concrelm. h decir, que el concepto de ""oCled:ld~ . SI es que ~e u~ .. analíticamente pa ra deór algo I,;on .. entido, dcbe enrender'ie t:omo el proceso de formaóólI de ['II/clllos socia/es c011cretos. El que c~o~ vinculO'> ~ean cara a ..:ara O m;l~ o meno~ Imper~onales, como el que m;lOtlcnen un arrendador y un arrendata­riO medl;ldo por un contrato l11er..::ultil, Importa aquí poco -aunque de tirar por e~ta vía podría es<:ritm OtrO libro con el titulo Sooed,ul, QlltropologlJ y otras tmtterlJS. Lo que cuenta es que el concepto de !oocu:dad es útil. específicamente, para mdagar en las vm..:ulacl()ne~ hu­mana~ concreta, y en lO!. sUJetos ~oóales compleJo~ que ~ prodm:en en la dinimu::a de esa!> \lIlculauone~. Allí donde hay una ;u;ción dOlada de form.l convencIOnal es útil el concepto de cultura. Allí donde hay tina nnculat:ión enrre seres humanos (o de aIra, espeCIes) es útil el conceptO de ::.oóedad.

Por este motivo, alguno .. e~tudlO~os contemporáneo .. prefieren e\'l­t.1r el collt:epro de ... sociedad~, !kIlUrado de reificación mi~nca.~· militar el concepto de "socialidad .. , un concepto que ya no puede confundir~e con un "uleto ~. que indit:a t:on mayor preCl~ión la condición nnculan­le r Vlnculad;l de las JC\:ione~ sou.1le!'!'·. Desde eSla óptu.:a.I.1 SOCIedad (sooJ/idad) es 1m proceso pJrtiw/ar. aWlqlle /tmdamen/ul de la ¡JCCIÓ"

hlllttal/.:l: el proceso qlle comls/(! en formur I/¡IICII/OS se)(;lu/es: asl como /u cullllra es una propied.:lil de esu ¡¡cóón: Sil forma COI/L·eIlClm/¡JI\~. Ni lu 1111.1 m la otra SOIl. elllm sellfldo torpe, npertellellclils» de 1/1/ Slt]cta.

AIJOru ya podemos retomar IIlIestrJ pregltllt.1: ¿Puede IIIIa soóe(/iltl o 1m pueblo «teller. Cl/ftltra? Se comprellderti úmledtatamellfe que si y" er" dificil filiJr el concepto de cultllra a /In ")'0» ml/damel/te recortado, tOJ,Wtl;l mds difiól habrá di' ser fi,arlo. de ItIl.1 mJlIem completa, /'01110-gblea y sm lI1<ltices, a 1m SIlJe/O ccmfigurJdo por llf1J mU/flIIIJ de t'/1l­cllfos. Todos los malices que 1I11roduJe al mtenrar adarar cómo e~ quc algUIen puede "Iener .. cultura cobran aquí un rehe\'e amph.ldo.

5S_ IUmirez L'''~''''Lhca, .1.00", 10'1-1 H. ;'1. L '101 rre..:i~ diferenciol ~"1\Lepl\U1 r"eJ~ in' il~r 01 ptnloaf en b ~'IIJJ"l J~ b .1,

'-1''''>11 .le 1" .. ro'IUdlO' "lClOlCultur.llt. cn de,," djo,clplJn.1.' 'lr'r.lI·ada~. Il " .... I<ll,,~(~ " tol ano trllp{lI,,¡:I,l. lndrop-cndJrontenWlHe Ut 1", nlUII\',,, rr;i(n,O!> que han IIn~d{l ,1 e'-' UI\"I';11 dd !rdt>.ll() J".:l"n¡e v 0.11" 1O'·I".UJI..I~l<In. nu \"<'tI nlnh>un mou\'o ¡J"JIfII~"O r,¡r~ ~'reer <,n dl~. De..J~ nu rumo de V,~I ... un .. n<'ll1~.u ,al <".olmcJl de ll~ turma, de ;I~dón ha de .... ' UJl.1 IIlIlClo1og:101l1l1dlin.:am<,m<, t>.tn 'On'lrUIJ~. ~om<l nrleny.u al ex~m,'n JI" l .... pro.:",,, d.,

tnrlTl.ólldón JI" \in~uloll ~laJes h;¡ Ul'lIeI' una oInnof'lllUftiol ~~hd..>, 1,,, rr",;_ J e ¡"mw· .:,,'In JI' Vln.:ul .. """oI1n son ~p.t'Jhln Jo: l;n IlIrnU\"¡U-C ~". eM» nn.: .. 11M lOCiJlle~ como he inJ'c,¡d" en 1.1 figura" uc1 qpin¡]" l.

230

Cuadro 15. W pJ!;lhr.1 ... ocied.ld. como n:if1..:.lI.:lón

1. Rad:!tflc-Brown, 1940 1 ~ No ub~enamu~ un.1 to\:uJlur,l'" plle::.ro que e~J p.lbbra denot.l. no una realid;ld r.:OIKrct;l, ~ino un;l ;lh~tr.:u.:L"ión. " 1.11 )' como e~ u!>ada comúnmclHe, una abslr.lcciÓn \'aga. Pl'r~l b ob .. er\'a· dón dIrecta nos reH~I.1 que 11m] !>eres humanos c~r.i.n r.:une..:tJ­do~ por una red ..:ompleja de rcllciones SOCl.Jle~. He u\.ldo el h!rmmO "estructura .. IXIJI. ~aT;l denotar esta red de relar,:¡one~ 1 realmente cxmellu:s ( ....... h.3).

11. "'roehcr y KllIckhohn, 19S2 T

1 ... \ Si es CIerro que 1.1 culmr.1 debe comiderar~c (Dmo una Jb~[racción pue.,to quc :aU reconocimiento Impli,,'J algo m;l~ que uupreslone!> .,emlble~, dc~de luego que lo ml~mo c~ \'cr­d,ld a propósito de la .. rel;Kiollc~ ~ociale~ o 1.1 e~trut:rura. Una relación de parcnteM:O () un;l barrera contra el 1I1t:1.")IO no c::. ml ... ·obscrv.lhle. que un mito o que I.J ,-alu.loón dc una pro­pIedad: la estTur.:llIra .. ocial e\ mferid;l o ab<¡trafda dd ..:ompor­lamiento m m;l~ ni mcno., que las co!>[umbrc~ (KK 2h2). _C----'

En este cuadro. el texto de Kroeher }' Kluckhohn (11 ) e .. una replica Jllex[Q de Raddiffe-Brown (I). 1..3 import;lllle ,rítica de Kroeber y Kluckhohn alert,' ... obre el uso reific.ldo de la p;ll.Jbra

.soCled,ld". cuyo orden de rC.1lidad en nada dlnere del orden de realidad de la palabra .. ,ultura~. Soc puede constrUir una rein­caóón con t:ualqUler.l de la~ dm. pabbras, IIldi .. rinla.Olentc. En r.:U.1ntO .1 eso~ órdenc!> de rcalidad ..:on .. ienc rcfrcSt.:.lr la di~t:U· 'ión que presente cn el CJ.pitulo 2 (El abismo de 1.., wltllrJ). a propósito de IJ.., c:ltcgorias etic y emie. Todo lo di~'ho .1Uí e~

igualmcnte dliJo para el concepto .. wciedael ••

Pue!>lo que el c()nceptn de \or.:iedad ---en el M'ntido IIldicado de pro­ceso de fOnllaclÓn de I'Iflctll()s- e ... un concepro J.lulíl1":(1 que se apli;.:a ,obre Ulla realidad empínca. I()~ ¡':Ientifi,os !>ociales poJemo,> utihz.lrlo en múltlple~ escal.t~ de imcrprcl,l..:ión. Y así, del ml~m() moJu que pode-11m ... 1h .. [r.1er de..oc nue~(ra rer~per.:llv.1l!tic un.l ~erie limitada de forma.,. t:ultur.1lC!> de emre (oda .. la~ cn..:ontrada .. empíncalllcnt¡,: en un campo

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CUlTU~A ANT~O~OlO(¡IA y OTilAS TONTfIlIAS

de acción determinado. tamhién podemos. desde nue~tra perspecti\'a elle. abstraer una ,,"erie Immada de vinculaciones de entre toda .. la~ h.l' lladas en un espacIO ~ocial. bta, reducciones analfricas son inent.lhles \­nece .. aria~ al hacer denl.:la. ~- .. ólo gracia.'> a ella:. podemos :l\'anZar en ¡I camino del conCk:lmiento. Puedo deCIr que deternllnada .. formas culm· rales de un campo de acción. por ejemplo, el que consiMe en enseñar a lo ... chavale~ en un lIl\titmo publico de un harria obrero. se p.lrecen O ~e diferenóan de tal} tal modo de 1:1 ... de un colegio religioso. privado y de élltc"". Y t.:unhlén, par,) el esp:KIO social en el que se nnculan la:. Insmu· ciones huroa.lricas con sus u~uanos, puedo deCIr que la ... nncul:lclOne\ que se caratferuan como ~cooperariva~,. son las esenciale .. , y sin cm· bargo dehen pre .. ent:lr~e como relaciones de ~confianza" para coniurar su enorme fra.gilid'ld". En .Imho~ \.':;l5O .. , ofrezco reduccione~ teóncas a panir de un:! masa de información mm:ho más compleia, en 1.1 que sin dud:! tnten'ienen mucha., más formas y vil/clf/Jciolli's que .1quella~ ;1 la .. que decido pre~tar un;\ atención domlllante.

USIlr e/l'erbo .. teller" (J¡lm f'lI1wlllr las ia.eJS de sociedad)' wltma es, pI/es, UII asumo muy delicado. De un modo algo trlvial, puedo deCir que un .... ocied;¡d hoállid.td), puesto que el> un conjunto de acóone~ de vinculación, .·tiene .. ulla forlllJ culnlral determlllada, el> deCIr, que e .. a~ vlllcul3cione .. toman Ulla., formas y no otras. Pero si lo qut' pretendo es alribl/lr u UII extenso C01l11lllto de agi'l1les sociales 1(11 cOIII,mto homoge. neo de competellClJS o formas c/lltllra/es. no puedo "ilur/o st!1lsutJmen· te sm ofrecer ad/cimwlmi'lIte tres extenSi1S reflexio1les: (1) quiénes SOIl, e/1 CUI/creta, esos ,'gentes y cómo se l.'I1ICI//(111 elltre si; (2) el! que campo de aa/01l de esos sllletos SOIl pertmentes. ell concreto, esas competclIci.lS o fOn/1c1S cl/ltl/ra/es: )' (3) por medIO de que procedmueftto T¡¡clOllilIIJi' llegado a la (OllC/"SIOI1 de que ese COIIIUlIto de competenO;JS y form./s c/lltllTales es ge1le",liz¡¡Me, de mil/lera homogénea, a toJos esos agentes. o a casi toJos. Hace ya bast.lI1tes décadas, algunos antropólogo .. c~t;¡do­unidenst'~ ofreCIeron b \'erloión mj') acabad:! de este procedinllcnto qlle con~il>te en atrihuir un conJunto de forma.'> culrurales a un SUleto .. oci.tl compleJO. A.'!i ~e creó el concepto de ~personalidad lllod:!I .. , heredero históriCO muy depurado del "lejO concepto de "carácter n.1Cit)n:!J... L.a per,>onalidad . l1lodal · ~e po~tuló como un concepto e~t.1di~tic() p.Ha designar I.H dl~p()\lClOne~ a la JCClón e, hlpotéucamente, la~ form:!s de acción que cunforman 1.1 moJ.l eSIJJístlca cn un grupo deternllnado, l)

60. IlLLl ,k ItlJa. I'l'If,: H~ '''. ¡<ti \H .• ~.:<l, Ili.ll ..1,. RJJJ, (n,cr-\. h'rnjnJa, Jlmfnl'z J, \l.IJ .. r, .. ~ y "J.nd .. z

\¡"".na, lOO/)_

232

ALGUNAS '~E(¡UNTAS CON IIES~UUTA

Cllildro 26. Un razonamiento lIl;tde~u.ldo

Beaglehole r Beaglehole, 1946 i la culmra de cada indl\'Íduo "<' .. uperpone, en mayor o menor grado. con la cultura de! todos y c.Ida uno de 10\ otros indivi­duos qye conforman el grupo en cuestión. E~I:! superpo~icl6n da con10 resultado un mundo de ~entlmlCntOS, pemamlento ... acciones V valores comúnmente t:omprenJido~. En otras pala· bras, conform:! la cultura de un pueblo (KK 2,-,-1 ~II_. ____ --'

Esra clase de razonamiento conduce J t:ometer vanos errores: (1) no ofrece matiz alguno sobre cómo he1ll0~ de entender las relaciones de posesión «cultura de cada individuo,·. ~cultura de un pueblo .. ; (2) atrlbuye 1.1 cultura ;1 lo~ indi\'iduo:. y lo')

pueblos, cuando el com:epto de culrurJ denota una propH:dad de la acción .. ocial, no una prOpll:d,lJ de lo~ individuo .. y los pueblos; (3) reJuce la noci6n de culturJ a lo .. ~ .. entlmiento~, pensamientolo. acciones)' valores·' cmlll'<lrtidos. pero ¿es que

:!C.lSO la .lcciÓn human;l no nene forln:! cultur¡]l en .,ituacionclo de contlicto? Seguro que ~I husca~, encuentra .. más prohlemas

en esta ide:! tan grmer.l.

sea las disposiciones a la acción l'stadisticame"te m.is fre,cllf'1Ites. En ese mismo entorno de la llamada .!::scucla de CUltur.1 y Per~on¡]IiJad . loC

desarrolló en Estados Unidos un con\.'epm dl .. mhutivo de cultura ,en­..¡ble a 1.1 idea de que, dentro de un mismo grupo hum.lJl0, las form.1.'> culturalc~ se distribuyen de un modo hetcrogéneo en relaCIón con la personalid.ld de cada mdividuo, J su vez un pn!ClpllaJo de su biogratía "'cl.11~~. •

Estos procedimiento, de .lb~tr;KciÓn han ~Ido frct:uente~ ) fructí­feros, tanto en Estados Unido .. como en Europa~ '. Sm embargo, como sucedía con el1lltento de Murdoá de con\truir ulla lTlue\rra etnográ­fica mundial, su potenci:!l cientifi,o \ólo puede des.urollarse adecua·

61. \X'JlIKe, 1%1; xh"Jm, 1'1:!:!. U. W'\,kull, 1'1'>11; RuJ"'lh. 19911. ".1. 1..1 emrrcu e'lructuralt\IJ d~ l.hl·')!raU~', all'wr"ner un u,nlUIlCU do: e\!ru.c·

I\lTa~ o:!cmcnlaln do:! rJrcnlc",:o e"lr~,dn ~ \11 ,'Cl •• k un.l t11110Ira . ..1,.1.1 l"'>Co Je e,I"~ ¡mellw, norteamen.:.anm. en ClJ,;InlO al rTtkl'd,m,cnw ~('IKrel') de ah'tr"((,,lll. (,1. l.h,· ')trJu ..... I ';IS.~ I1 'oI4'1J.

2B

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CUlTURA. ANTRO~OlOG!A y OTRAS TONTERIAS

d3mence cuando se tom3 concienci3 explicit;1 del pToceso mismo de abstr:¡cción a través de! cual, desde nuesrra perspectiva efie, damos contenido 3 los conceptos de ~sociedad» y «cultur:¡,. }" frrlgment:lmos IrI cultllrrl en un conjunto de rasgos o formas con un propósito compa­mtivo o disrributivo. De lo contrnrio, 13 palabra «sociedad", como 1:1 palabra «cultura», sólo sed un rlrtefncto retórico en un discurso místi­co que, como toda forma de discurso de esta narur:1leza, dice más de quien lo enuncia que de aquel a propósito de quien, pretcndid:1mente, es enunciado.

(e) ¿Puede alguien .,tener~ Un:l sol:1 culrura?

A estas alruras de nuestro viaje ~erí:1 para mi un logro el haber conse­guido que esta pregunta te suene:l chino (si es que no sabes chino, cla­ro). La !Jregunta es absurda, !mesto que, como helllos visto, la cultl/ra 110 ¡Jertellece al agelJte, silla que earaeleriza {/ su acción. Un:l cultum es un discurso abierto de reglns de acción, una tram:1 abien3 de form:l.s de accjónb~. Por mnto, lo primero que hay que identificar antes de preci­pitarse sobre la definición de «una,. culrur3 es un campo concreto de acciones: ¿se tT:lm de jugar al fútbol (un invento "Inglés»)? ¿Se trata de cocer patams (un descubrimiento ~americano")? ¿Se tr:1ta de bailar samb:l (¿un invento "brasilelio,,? ¿Un invento «africano"?)? CO se rrat:1, t:ll vez., de cocinar croquetas de pollo (i?)? Al explorar ell detalle c:1da C:l.mpo concretO de acciones h:1cicndo etnografía, o practicando el an5-lisj~ compamnvo, lo primero que ha snlmdo a la vism 1111:1 y otra vez a los ojos de los antropólogos es que el conjunto de competencias de cU:l.[quier .lgente particular es endi:lblad:ullente complejo, heterogéneo, y en muchos casos ingente. Y, puesto que nuestra especie es una espe­cie fllnd:lmentalmente comunicativa, la procedencia biográfica de cada forma de :lcGión de un agente es di\'ers:1; depende de l:l historia de sus aprendizajes y de la diversidad de entornos sociales en [os que ha cre­cido (y, hasta la muerte, sigue creciendo). Decir «soy de tal país" o «'iO}" de tal pueblo~ tiene en realid:1d muy poco que ver con decir «tengo tal cultum». {)ara cada agente partiC/flar fas fuentes sociales de SI/S compe­tencias prácticas S011 siempre !l/tÍltiples, diversas. La IÍnica solución que tenemos al1te esa complejidad ya fl/e mencionada al prillcipio de este libro, en el capítulo 2: ajustar adecuadamente /luestra lente de obser­vación a las específicas acciones que COI/forman I1Irestro objeto. es de-

¡'"'I. H~mos df!!kUrol1ado .. .ste C:OIlC .. P!(> d .. !Tilma, ro r .. !~<::iÓI! ~on .. 1 C:OI!'CP!O d~ c:om .. ,,!u en VeI:tSco y Diaz de Rada. 2009 i 19971: 228 ~.

2.14

AlGUNAS PREGUNTAS CON RESPUESTA

ár, enfocar con la mayor claridad ¡JOsible I/uestro objeto cultural desde nuestra perspectiva ctic.

Allá quien se adhiera a la idca de que un agente particular «tiene~ 1I1111 sola cultura. Su mundo será pl:lno y torpe. Su lente estará tan abier­ta, sed mil burdlllllente gelleml en su enfoque, que por el13 pasad un rorrenre de luz cegadora.

Que cualquier agente panicular en cada una de sus actividades pone en juego una multiplicidad de form:l.s culturales (o silllplcn·lcnre, formas de acción) hIe taxarivamenrc argumentado en 1984 por Margarct Ali­san Cibson, en un artículo que deberí:1 ~er leído siempre antes dc po­nerse a hablar de ese concepto t:l.n de moda: "mulficultuT:llid:ld .. fil • Por Ofr:l pane, Marg:uet no fue 13 primera en argument:l.r de ese modo. Si es que el concepto de multiculruralidad significa algo p:1ra los antropó­logos, nada tiene que ver con la agregación de muchos grupos hU~l.m~s de difcrente origen nacional o geognifico cn el mismo suelo. Ello !mpll­ca una nueva confusión de "clllrura» con «grupo social". El ser h/fllfa/tO, cada ser humano, puesto que se comunica COI/ otros para llegar a ser él mismo, /ID puede dejar de ser «,mtltieulturaf», o. me;or dicho Ilinterwl­lItral". No, /lingún ser humallo puede ",tene", ({/la sola cultura. Y no fe vaya entretener m:ís con esto.

¿Son «/os chillOs» tri/a c/Jllura? ¿Son ",los espaiíoles» /fila cultura? ¿Son «los heavíes» UI/O cultura?

No. No lo SOIl. O mejor dicho, b cultura nO es "[05 chinos», «los españo­les1', "los heavies», ni nada equivalente. Las expresiones "Io'i lllemanes' son un3 culrura,., ,,'los jóvenes .lnd:l.luces· son una clllrura~, etcétera, tienen un uso tan extendido que debo por fuerza detenerme aquí unos insmntes, aunque ya haya indic:ldo con total clarid:ld qUe la Cl/ftllra 110

es /111 agente ni nada que se le parezca. EII el CO/ltexto de este libro, todas estas expresiones SOIl absurdas.

El absurdo no radica aquí fund:1memalmeme en el grosero estereotipo que incorporan expresiones como .. los chinos", «[os esp:uioles», .. los heavies», etcétera. Intencio!lndatllcme, he incluido en el título de est:! sección tres etiquetas que aluden a poblaciones de muy distinto tam:1lio. No importa el talllO/IO de la poblaci6n, 110 importa el gmdo de Im/lloge­lIeidad o diversidad que podamos predicar de efla ell wallto t1 sus formas de acción. Simplemellte. /a Cl/llIIra 170 es tllfa población ni la ¡)oblación es tilia Cl/lttlra. (Dicho sea de paso, como be indicado en b sección

6.). G,bsoll. ]984.

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CULTUlI. ... "'NTlI.OPOLOGIA r OT~AS TONTElI.iAS

",:Puede una sociedad o un pueblo 'tener' cultura?", la sociedad tampo­co es una población ni la población es una sociedad.)

C~mo hemos visro, es necesario marizar mucho el significado de ];1 expreSión "tener culnlra .. para decir algo con sentido. Oc rodas modos esa expresi~n tie l~e algún sentido (por ejemplo. bajo el concepro d~ «competencia,,). Sin embargo, lo mues por donde lo mires, puedes estar seguro de que la expresión «ser uha cultura» arribuida a una población carece por completo de sentido. Esa expresión conduce inevirablemcnre a la esencialización de [a culrura, identifica el concepro de cultura con el concepto de agente, y, de ese modo, impide considerar que el agente es un productor de cultura. Namra[mente, las personas se soci:tlizan el1 entornos culturales concretos (y diversos), y, como rambién he indicado nI criticar el fonn:tlismo en el capítulo 3, esos entornos cultumles inci­den en parte en su consrinrción como agemes sociales con biografías concreras. El conjullto de reglas disponible para una persona concreta ell U~l momento concreto de su biografía no es cualquier conjunto, sino preclsam~ntc el que t!S:l person:l ha puesto en juego y ha aprendido a poner en Juego a lo largo de ~LI vid3. En este sentido específico podemos h.ablar de «pertenencia a una cultura» (en realidad, siempre, a una diver­Sidad de cuJrl1ras)~". Pero decir que 1:lS personas «tienen» competencias culturales, que eS:lS competencia~ en un sentido preciso los cOl1stinlyen en parte como agemes, y que, en ese mismo semido preciso, "pertene­cen ... a. culturas, sólo tiene sentido si preservamos intacro el concepto de agel/cla (véase el cU:ldro 3 en el capítulo 2). Ese concepro nos permite pensar que las personas, como agentes, son algo más ()' algo diferente) de SLlS competencias y de las reglas de acción a las que esas compcrcn­c~as se encuentran asociadas. Esto quiere deCir que en todo caso)' hasta Cierto pUntO, las personas pueden llegar a :lprender otras competencias

66. :-:;¡wr;¡lll1enle, hayotl'JS r05ibdidad~'S de senrido p;¡~a la expresión .ptrtcnccer a una culrurJ~ .. Pero. SI se Il!ens~ bien en ellm;, son en definitjva compatibles ~<)n lo llue ;¡~abo de eSCribIr. l'or ejemplo, cm un conteno de pofrlicas étnic/1sla .. pertenencia 3 lm:! clllt~r3:' no ~llc1 .. ser. (an directa. J\ludul) personas qu~ son agentes en partido~ y Otras ~~rxt:¡C10l1CS c!nopohtlca.~ expnunentan ~u pertenencia ~ sus .colrur3s» con gran Illde, pendencI~ de h~her '>Idu soci.tlil"dos dir"ai1m~nre en los enrornos de r~gb~ de 1i1~ c¡lilu­r~~ J las quo: dlccn p",r¡cnecer (r ~ las que ue hecho "penenec~n~, dc,de su posición elllic). Una per~ona puede expenmCllrar unu .prúfonda pertenencia. (en ~llS propio, térmmos) a la «cllhura camlnna. )' llegar ~ ser IIder d~ On partido político -ca!'llaniSI':¡,., \I!l haher ~prcodlUu J hal>br ca¡ahin como pnmera lengua. 41 persona tendrá su~ b"""us mo¡¡,.os para CXptrlmel1lar esa pertenencia llue, en lodo caso. se fundamemad jgu~JrnelUe en un~ "ll1Kre!~ biografía sodal en JI" Clllomo eIIlQpo/(tial. Su pertenencia" la -culturo c~{ab­n3~ h,lhd cobraJo emol1c",~ forma a tra"é. de su penencllcia a la cult!Jr~ ~ln0rolrnca del ·c.J.ubmsmo ... con '115 rcgla., )' sus compeT~ncias.

236

ALGUNAS PReGUNTAS CON REHU!'STA

culturales diferentes de las que hasta ahora «tienen .. , pueden lJeg.lr a constituirse con arreglo a esas otras competencias y, finalmente, pueden llegar a '<pertenecer» a arras culruras. La vent3ja de este planteamiento, en el que la expresión «ser una cultura .. es ab~urda, es que 1105 permite considetar del mejor modo posible la dinámica de pertenencias en la que de hecho se desenvuelve In vida cotidiana de cualquier persona.

¿Puede haber cultura sin gel/te? , Atemos ahora el lazo entre la gente)' la culrura para responder a esta últimn pregunta . No, /10 Pllede haber cl/trl/m shz gel/te como no Pllede l)lIber gel/te sill cultura. Son las person:!.s con sus :lcciones quienes pro­ducen roda form:l cultural. El artesano fnbrica la vasija con su forma; quien lIS:l la vasija crea par:! ella, en cada uso, una vida cu ltural; quien la contempla, la interpretn O la U";] de 31g(1Il modo quiz:is :;iglos después. la convierte en culnrra a tf3vés de su I11I1'n&l y de!lll acción. ~sa vasija, perdida entre las ruinas de u.n pasado remoro, conserv::; UIJ:!. forma )' así dura en el tiempo; pero esa forma sólo puede recibir el nombre de culwm cuando se la apropian las personas de crlme r hueso que h:lcen de ella un llUevo producto de su acción.

Toda cultura es 1I11a recreación puesta en práctica por seres humo-1I0S concretos. La formn de las cosas producidas por los seres hum:l1los contiene, de algún modo, una memoria de las acciones de quienes las fabricaron orrginariamenre. Esas personas movieron su cuerpo de ese modo para hacerlas precisamente así. Las cosas con sus formas cultu­rales pueden propiciar por ello unas formas de acción y n'o Otr3S, unos usos y no otros. Generalmente, no imentas coger ulla botella con tu pie (aunque desde luego nada te Impide inrentrlrlo). Pero cU!llquier cosa con forma cultural, cualquier artefacto creado por los seres~hllmanos es también reproducible en una infinidad de usos no previstos. Soplas la botella para hacer sonido y puedes jugar a rellenarla COIl distintas can­tidades de agua para cambiar el [Ono de ese improvisado ~nstrumento musical; pones la botella sobre una mesa en una sala de arte y vendes tu

obra con una tarjeta en la que has escrito «soledad". Cuando es cultu­rn, esa forma está viva; y sólo porque está viva a través de la gente esa forma es cultura.

Esa memoria inscritn en la forma de la acción, esas reglas de pro­ducción y uso de algun modo incorporadas en la forma de las cosas es lo que comúnmente designamos "tradición». A través de las cosas doradas de forma cultural, las reglas de la acción se tran~nl¡ten en el tiempo comO si vinieran del pasado en un viaje hasta el presente. Pero e:; preci-

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CUlHJIIA ANTIIOPOLOGIA y OTilAS fONUIIIAS

so ahora detenerse en do~ detalles. El primero, que las cosas con forma culrural se encuentran objetivadas de maneras muy diversas. Es decir. las cosas con forma culm ral están más o menos separadas de la persona que las prod uce, o las ha producido. como obJeros exentos. Algunas de esas cosas, como la lengua oral, el habla, sólo ganan ex isrencia en la misma acción del agente que en ese momento Ia.~ produce. El habla no es como esa botella que tal vez a lguien dejó abandonada en un e .. tante, no está separada de la persona que la produce, sino que viene a la vida en la misma acción de qUIen la fabr ica en cada momento. Sin embargo. la lengua escnta, como lo está en una carta ue amor, ha quedado inscrita en el papel, un soporte que }a es independiente del cuerpo concreto de aquél que la escribió. Encuentro una carta de amor que. escritJ hace dé­cadas, alguien arrojó al mar en el imenor de una botella. Al leerla, he de poner en juego unas reglas de acción que de alguna manera me vlllcul:m a esa persona a [rayes de las palabras que dejó. Pero no puedo oír el habla de mi padre a no ser que ambos estemos en comunicación directa. Si la dejó grabada en una cinta magnelOfólllca. se trata en realidad de un obje[Q cu ltural que en nad3 difiere de la carta de amor. La '107 de mi pad re, como voz de su cuerpo, es tnmediata a su acción de hablar.

El segundo detalle: ~iempre hubo alguien que prodUJO las cosas con fo rma cu[rural y ~iempre hay algUIen que las usa, si es que han de ser algo más que objetos culruralmente mertes. y cuando alguien usa esa~ cosas les da vida a Sil /llanera. No hay nada, .Jbsoluramente nada en un objeto que determll1e por completo la forma en que ese ob jeto será usa­do en caJ a situación coucrela, Incorporado a la acción de qUien lo toma entre sus manos, o lo ve. lo escucha. lo siente. La tradici6n no es IIII<l

fuerza que 1I0S determina por completo, SUla el proceso por el que las reglas, IIIscrftas en/os cuerpos vivos y mios objetos de la vida, se ponen a 1/uestra disposición para ser recreadas. Vi\'imo~ en un mundo de reglas, pero cómo las pongamos en práctica en cada siruación de nuestra vida soci31 es cosa nuestra. Nada ni nadie puede eximirnos de la responsabi­lidad de ser agentes de cultura, inuependientemente del grado en que [as reglas de nuestra acción vengan ya sugeridas en la forma de las cosas~-.

67. Chnsnan K~rncr h~ u'<ado esta Idea ante, '1ue yo, tomando ~om{) reful'llcia d Iral.lrn'~rtto "Iue, J ~u "e/!. pILI,() a 'u di'lX»lcl6n SllIan Hall al rralar d ,on~eplo d~ 'Id~nndad -, .la, Identldade~ no 'CT\an sobre 'quienes somos' O IiObrc nUt"'iIT;U ·rake<-·. 'InU ~"hre '[0 qul." podemo'l Jlcg.u ;¡ ~r' ) sobre los ·e.munos' que emprendelll(" p.lJ'J Begar a -.er[o_ (Karner.l004: 166; Hall, ¡ 996). Aunque ~I emendemo~ a~¡ la ,.,Jertndad ., como proc~ de {orm,lóóll haóa el fmuro. ~rí:l lIIeJor uur una palabra m.b pre('i"" " mcnU5 dada .1 la reIficación: . id~r1flfica.:iÓn . (d. BruOaker)' Coopero 2.000). ~lTon~ t~tc olSurno .1IRO mh en el r~Ó.\rmo capituJo.

138

CII,.Jdro 27. Una definición hurda

Folsom. J 9.1 1 j

Cultura es la suma tot,11 de todo lo que el hombre ha produ­cido: herramientas. símholos, la mayor parte de 1:JS o~ganlza­ciones, las 3ctividades comunes, las actirndes }' las creencias. Incluye \anta productos ffsico~ como Inmareriales. Es rodo lo que denoTnLllamos artificial que liene un carácter rehuivamen­te permanente, todo lo que se translmte de una generación a 1.1 sLgulente, y 110 tanto lo que es adquirido por c3da generJ.­ción (KK 125).

Al ignora r que las fo rmas culturales ~e encuenrran objetivadas de formas muy diversa~ y al ignorar que roda objero está culn¡­r.llmcnte vivo en los usos de quienes se lo apropian, este tipo de definICiones acentúan, de forma muy hurda, que !.J cultura es un

conjunto estático de productos perm:mcntes en el tiempo.

Estt: argumento es igualmente v;iliuo t:uando se trata de cosas pro­duódas por máqUInas, almenas en el mundo que por :lhora conocelllo~. En algún puntO origmal de su exi~tencia las máqumas son producidas a su vez por seres humanos. Al dcsempeñ3r su fum:ión, aciertan o frJ.­Casan en relación con alguna forma de práctica humana. Y SI en algún momento llegase a ser de otra manera, SL ulla máquLIIJ. pudiera por su cuenta crear reglas convenCIonales (S2) }' regl.1.'. para Juzgar esas reglas (SS), entonces dcberíamo~ reconocer que esa m.iquina es ;lgcnre de cul­tura. Nuestra imagi nJción es podcro~a, nue~tro deseo de conqui~tar el mundo -humano}' no humano-- también lo es, como lo es una larga rradición ideológica que reific:! la idea de cultura} lIeg:J a"personalizar­la. Todo ello se ha unido en las Imágenes de la ciencia ficción: la máqui­na humana o medio humana, ese gran ordenador que amargó la vida de los tripulantes en Aliell, o ese robot con vida propia, Termitlator"~. Esas alegorías revelan aspectos imospechados de nuestra condición hum:ma. Pero cad:! vez que un locutor de televisión, un político o un científico

bR. LI, H¡¡n",", 2.004. l'uedes cncomur una conlunw de te.\to~ en lo_ ql,e,;c medita ~obre hlO en ("ra)'. ] 9'15. I'ara una criuca n.lúa ti","onal de la im~¡;lIlación que perooniti.:a a la cultura: lbumann.lOUI.

239

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CUlTUIl.A ANTIl.OPOlOGIA y OTIl.A$ fONTEll.lAS

s(Xlal persolllfican a la cultur.1 como \1 ésta fuera algo al margcn de b. gCllIe que f.¡ !.:re.1 )' la reaea, dan vida J un momrruo que puede llegar a ser mucho mj~ monílero que b M.,dre de Afie,,: b reincación de la culrura.

E~a perwllInGl.I:ión de la cultura, que es un camino direclO a 1.1 reificaCIón, !le ha cobdo en nuestro lengud)e carmín de tal manera que declllHls Sin ~orpresa: .. la cuJrura hacC' esto o lo otro". Pero la cl/frllra

l/O hace nada, l/O puede hacer "ada por sí I1IlSma. ~a fanra\ia e~ exm:­m.l .:uando deClmo\ sin pensarlo: .Oijlogo entre .:uhuras", como si b cultura tuviera lengua y capacidad de hahlar. Y a~l, m ientra~ esperamo\ que la cultura diga algo por sí rnism.l. mienrr.1S c':>pcramos que hable por nO~otro':>, el tiempo pasa por encima de no~otro,:>, lIludo, ante el especdculo de la destrucción.

240

9

LA IDEA DE "DIVERSIDAD" NO ES SUFIC)ENTE

Por lo talllo. lo quc c,{j cn lucgo e" una \'CZ m,Í", la ,,:ut:',tión clavc del mulli..:ulrurali~m(}: iqué e~ b .:uhura?

Gerd B:llImann. El clIIgmd mlllllcultural, 1001 141

Hace ca"l ..escnta año~, Alfred Kroeher y Clyde Kluckhohn e",,-rihieron: .. Solamente las per~onas, y no la" culturJ.s, IIIfer¡Jctu¡J1/ en el mundo concreto, dircctJ.mcl1IC observable .. l . Ll formulac ión no puede ser más preci'ia. ~in emb;lr~{), después de la pubIK~II.:ión de su libro hemo~ segUI­do so~telllendo durante décadJ.~ el mllentendido de que <;on las culturas y no las personas quienes inrcranúan. Tal vez ellos m ... mos contribuye­ron allll:llcntcndido 1Ildircct:uncnre, al afirm:lr una~ líneas 1l1;Í~ al1:1jo:

i:.n el ntH:1 de ab~tr.lI:\:lón de la cultura. e~ perfeCtamente adecuado ha· hlar de re/de/.mes entre la\ ..:ultura~, de la mtluen..:1.l mutuJ entre la~ cul· IUralo, drl I11I.,mo modo que, m,is .:onLrel,lmente, hJhlamo~ de rcla..:iones elllre las per.,m¡a.,'.

Para ilusrrar e~ta id!!a. nos h.lblan de un esrudio~o que aprende co­~as al'er..:;1. de ,·1.1 cultura medic,'al del norte Je África'· 31 leer siglm de~pué .. un lihro e,(tlto por Ibn Khaldun ' . O .. eJ., de mft!vo la C:lrt3 de J.mor dqada en elllHerior de una botell.l.

El malentendido "e encuentra en la contu .. ión entre la pala(,ra ~¡ntC­racción~ y b p3l.lhr.l .. rel3(ión ~~. Ad.lr3r este mati,_ es impresondible.

I "'ruebcr' ¡.Ju~LII"hn. I ~ñ 1.10 1I <152/: Jb~. 1..1 ':Un.l\'J. '" muo l. II,¡J. l...J. ':UN,'" 1"1 mi ....

.l. 11".1. 4, ¡1m Ing<>ld 11.1 e...:r'lO un~ rCnr~H'" que IJmhlt~n tom ... ¡>lIT ohJetO 1.10 Jl_undón

enlr~ e'l. i .In, p.1bhr.u (Inguld, 1<111"'). Yo 1 ... , J"l1n5" "''1ui en un ... d ... ~e d.fcTe,,¡~. Fn el ¡e ... '" <111 .;;; ~"'lcn~""\n_ "" "I'<'!>C' ~ ,reb~,ú" Cl)m<> .:uprrsr .", lit "po"e'" ",I .. de,,,

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CULTURA. ANTROPO~OGIA y OTRA. TONTERIAS

si queremos introducir correctamente los problemas que se suscitan en rorno a la diversidad cultural y la comunicación entre quienes actÍlan inspir.ados en diferentes conjunta... de reglas (§2, §J y SS) . En renliebd, lo que muestra el ejemplo que nos dan Kroeber y Klllckhohn es que Ibn Khaldun. que era una persona, escribió un libro, y que Pepe Pérez, que es otra persona, lo ha leído siglos después. Ibn Khaldun y Pepe Pére1. IlIlIlC:l h:lIl interactuado, pue~ aún no disponemos de una máquina del tiempo capaz de rrnnsport::lrlos el uno haci,) el otro. No vas por la calle r te cruzas con Ibn Khaldun, y te [Qmas con él unas cañitas. La. palabra ",interacción" es muy concreta. y se refiere específicamente a la copre­sencia de personas concretas en un mismo escenal'lO de accIón". Esas personas han de estar ahí, con sus cuerpos, sus gesros, sus vo<:es, para poder interactuar. La acción, como la interacción, es puesta en juego por las personas con sus cuerpos vivos. Los muertos no actúan. que yo sepa, ni tampoco los libros.

El significado de la pa!3bm "'relación" es mucho más extenso, y, como indican Kroeber y Kluckhohn, puede situarse en otros órdenes de abstracción. Exi~te una relación entre personas que entran en interac­ción, pero también podemos decir que existe una relación entre la caída del precio del petróleo y el aumento del consumo familiar. Y, si somos capaces de mostrarlo adecuadamente, podemos decir que hay relación enrre el Stabat Mc1ler de Pergolesi, como obra musical, y el Réquiem de Mozan. Esas obras musicales no actúan, no pueden hacerlo; son los músicos quienes actúan cuando las interpretan. Sin embargo, al apre­ciarlas podemos establecer relaciones entre eUas. Por eso, aunque lo que escribieron Kroeber y KJuckhohn esrá bastanre claro, no está del roda daro. De hecho, no podemos h3blar de la influencia mutua entre cultu­ras del mismo mOflo que hablamos de interacciones entre las perS01L.1S. Para que Tbn Khaldun y Pepe Pérez entren en interacción necesitamos una máquina del tiempo; para predicar relaciones acerca de las regla ... culrura.1es inscritas en la obra de lbn Kl1aldun y las reglas culturales de la lectura que después hará Pepe Pérez, no hace falta que ambos inrer3C­tt¡en. basta con rener a m3no las dos obras y decir cosas acerca de cllas.

Esro quiere decir que la escala de tiempo que usamos para el con­ceptO de inremcción es diferentc de la escab de ticmpo susceptible de

;Jbstracta (por eiemplo, b que puede enunciar,;e enlT':: dos variabl.-s de una eClI.lÓÓn). FI argumCll10 de Ingold ~ centra en b. condicion~"S de producc,ón de la re/¡;¡áÓII soci:J/. MI concepro de ·.re!aóon. en las ,ignicnle.slfllC,lS /JO es el cOllCeprtl de re/llci(m socia/; se refiere a cualquier predicado tll el que se C011<:·,[an dos enrid"dc' cualesquiera.

5. Goffman, 1970.

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~A IDEA DE "OIVE~SIDAD. NO [S SUFICIENTE

aplicarse al concepto de relación. El tiempo de la interacción es el del aquí y ahor3. Aunque las personas evoquen otros tiempos cuando se encuentran e inter::tctúan, no pueden escapar de su momento presente. El tiempo de la relación es conceptual; es, por decirlo así, un tiempo sin tiempo, un tiempo ucrónico, cn el que podemos situar objetos que nunca coincidieron en ninguna situación concreta.

Pero sobre todo, esto quiere decir que solomellte las 1)/,1rSOIUlS, y /fO

las culturas, interactlÍan. Son las personas, y no las culturas, quienes vi­ven en el tie~lpo concreto de la interacción. Cualquier enunciado sobre la cultura, incluyendo cualquier enunciado sobre la diversidad culrur31, debe n3ccrse teniendo bien presente estas ideas que vengo repitiendo ya machaconamenre. Las culturas no son personas, las culturas son pro­ducidas por personas. L1 cultura es un3 propIedad de la acción de las personas, pero no es una propiedad de las personas.

«Defiendo mi wltura»

Una Gaski ha explicado la perversión que se encierra en la expresión «defender b cu ltura», cuando lo que se quiere decir es que hay que de­fender los derechos de la gente. Lo ha hecho al preguntarse si es posible .. instimcionalizar la 'protección de la cultura' sin reificar, sectonalizar y transform3r la culmm en un objeto,,6.

Dada In perversión que encierra conhmdir a Ja culmra con las per­sonas, hace tiempo que los anrropólogos venimos insistiendo en acon­sejar que desconfíes de quienes «defienden su cultura», especialmente si están dispuestoS a h3cerlo pas3ndo por encima (a veCes por encima del cadáver) de quienes están llamados :l ponerla en pr:ktica. Puesto que nadie "defiende su cultura'· si no es por que hay "orra culrura» de la que aquélla ha de ser defendida, al confundir a la culrtlril con la gente se corre el riesgo de entrar en "'U113 zona frontetiza poco,definida con­troJada por la policía culmral de un lado y del otro,,':'. Esa es la zona fronteriza de las guerras en el nombre de la cultura, o de'las batallas, a veces simbólicas, que pueden ir larvando los enfrcntamientos efectivos. y además, esa zona es confusa, como todo campo de batalla, porque

6. Gaslci, 2002, S6. C.1d;¡ UIlJ de ~S[as opcr;!Cion~s sobre la cultUI'l1 h.1 .Ido )-;¡ di5Cutid~ en <'sre libro: reifi~acióll (carftulo 3. Cuart,' dlliatllad. Estructura <'5 proce50 es I!Slrllctll'ol), seclorialil.ólci6n {capilUlo 8. ¿Es la cul¡lIrJ ulla {aml;1 partIcular de accióm"j, ohjeu\"Jdón (capitulo 8, ¿Cómo se ~tu!>Je.la c"l/un¡ y qUIén la t/elle. si es q"e o/g/mm 1" 1'~lld). Sobre I~ oblcriva.:i6n puede Iterse ¡ambifn: Dln d~ Rada y Vcb_'>I:o, 1996: y muy e~peci~lmeme Ramfrn Goicoechea. 2007: capitulo 5. ~e~ci6n 6.

7. Baumann.l001: 1-17,

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I CUlTU~" ANlItOPOlOGI" y OTI(A~ tONTflllAS

wnfmo es el ol'l,Cto de Id n. ·1 h . . t"ugna, e Oflll que nll'.ricamemc 'e encierra en la palabr.J ~r.:ulrura,,; pue., ¿cómo puede defenderse la cuhurJ exter­!TImando a qUienes le dan viua::t rravé, de su vida?

d Defender los derechos .de las per\ona!> como ;)geme~ rc\ponsablc\ e su.'> form.l!> de \ Ida, o detender la Idea de qu(' \ !\"Ir un::. form.l de \"ida

nodche :ll:.1rrC.IT un esngma de de~Jgualdad en clIamo a los derecho\ CI~ ¡les no es defender una cultura por enóma de todo; e!>, por encim;¡ de todo, defender a la gente, que ha de tener el derecho de inrerpret:lr .. su· cultura como le \'cng.l en gana.

Como cuerpos poJu.:ialcs, Jos defensores :l ultranza de su culnJrJ -"u cIen experuncnt.tr panico .lr1te el desorden, horror ame el cX[ra\,j~. ~J co~ful1dJr MI forma de \'Ida COI1 ~us propia. .. per"OI1:l:" con ~u propi.l c1pacluad para crC.1r ~. recrear Id a<:oon, remen pt.'rderM' a ~í mismos \ en ~ .. e temor arra~tr:Jn a {jUlcnes dlo~ cOlhlderan .10 .. su~·o!.~. Es[a id~~ ue cuhur~ cXrCrmll1J b \'1I\~'LlbClón ~ou;d entre t!Jfcrcnrc\ (il1chllda la \ IUculJClon con UIlO ml'>l11o~), acaha con la comunicación, esa "Ola­~crla prima de IJ q~e se cn:an la!. relloont.'~ ~O\:iJlc\ .• ~. Al congelar b cultur.l el1 el fngonfico de la .. idenndau~ ,'ong,I", ',mh' 1 d • " len t' Circuito

e 1.1t'OmunJcaclon hum.lna.

Diferencia y com'miC<lció"

Hace Gt~i cuarenta años. el ;lIHropólogo noruego Frednk Barth deurro­lió un,l luea que ho~- ya debería result.lrllo!> e\'idelHe: b di\'cr!>idJd cul­turJI !o_l' hll1l~a en la comul1lr.:.Jción t'ntrt' agelHe\ ~ociales \- no en su al~bl11lenro . Ll dl\'er~ldau sólo ~c conoce, y e"cllIualmellle .. e reco­noce, en d ¡':OIllJcto, cn la II1teraCclón efectiva eTllrc dift'rcnres. Sólo podemo,> VIVir un .,n050trOS~ J [ravó de la experiencia de .Io~ orros" L.1 \'Ida SOCial anida en eS;1 tensión de 1.1 alreriU.1U. En un e\lado d~ Identidad co~pleta no es prt'l:ISO comUnicar nada. Como en el mo\'l­n~lento ~el hqlllUO entre \'Jsos l:omullicantes, sólo el desequilibrio, el dlre~ellcldl entre, las parte~ puede d.Jr lugar a una comunicJclón. a un 1110\ Imlento. A~I lo e~nbló. con hermmas palabrJ!>. Juan bwro Eriú. gena t'n el ~Iglo IX:

Tamhién l11e .Idmira "ue p" .J' J J JI· ... t .. ~ U :Ir .llerca t a rcla¡;l(in, ¡;uando vc~ que no puede radICar en un único e id¿mi¡;o !>UIC:lo. 1.3 rl"lación ~Ic:mpre

11, RI~<-.cur. 1"''lU_ 'l. I'mmell, 1'1112.: lUII.

IU. 8.>.rlh. 1'1-" [1'II>'t).

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l" 10EA OE .0IVEIISIOAO. NO U SU~ICI~NT{

imph~a a do~ y ¿quu:'n poJr;í dmJ.¡r de que 3 partir de la lI:ndenua mu o IUJ de dos s-c gc:nera algún mUllll11ento? [ ... J. Propi,lmc:nte <,e du.:e que CS¡j en repo~o ¡¡quel1o que ~uh~l,re por ~í ml~IIIO y nu nece~il.1 de nmglUl )uJelO para eXI~tJr; pero no e~ m¡':(lngruenre JUlgar qUt aquellu que e\l" le en litro purque ror)i ml,mu no puede e\l,tir, estj en mO\'lmientoll•

Una )o..:ied;¡d en la que todo:. lo!> componentes )011 iuélHico~ enrre ~i e idénticm a si m1'>mm t'~ una soót'uaJ muerta, .lp.1rte de ~er una mopía que )ólo ha lJ~ado a cUll1pll(~e COIl relati\a eficacia en la ... aurénllca\ Jaulas fOtJIiIJriasl~. Y, !ol es cierto que sólo podemos \'i\ir un nosotro, a través de b experiencia de los otro~, también t'~ cierto que, como ha Illostrado Joj.ld.l Vernps en su estUdio sobre IJ di ... ciplina de "ioJenu,1 en los ejército .. , sólo poJemos .lIuquilar a 10\ otros a través de nuestrJ propia aniquilación",

Entre sere~ humanos IJ dl\'er~idad es un.1 con ... tante, cualqUIera que \('a la eSC.lla de la acción, pues comtamc e ... 1.1 ¡;orrieme de comUnlC,I­Clón entre dderentes. I\te e ... el puntO de partidJ en la compremu.in de la vida human.1, la línea de sJliJa dc la antropología SOCial)' cultUral. Toua acción humana concreta, ..ea quien ... ea el agente que \.1 prodm:l:¡l, \e genera en una cOrriente de ul~'ersiu.ld. Sin duda, cuando ajuslamm nue ... tr.1 lente et;(H ... ohre IJ Jcción ut' la~ per<'tma ... e~tá en nue ... tra mano hacer ab\tracclón dl: 1.1 dlvcf"'lid.ld que ob\enamos, del nmmo moJo que es pO'>lble hacerlo sobre cualqull'r otro ohjeto de observ.lClón. Una hoja de cipré .. e~ diferente de una hoja de abeto. pero en otro orden de clasificaCión .lnlba~ son con~iderad.:t\ idéntica~, I:omo hoj;)~ de árbol. A su vez. la hoja de un árhol c<, dIferente de tina hoja de un libro, pero en Otro orden de d,lslficación .1mhJ<' son CO~J\ planas y de poco gro;or. Ningún conocimiento podría comtrUlrse ~¡II e ... ras cla\itic.lcione~ que permiten e~IJhlecer Unidades ma)'ore~ comune., a p;¡rtir Lk unidade<, menores dlver~as. Pno. y esto es también fundament.ll. IlIngún conoci· miento sed,1 posible ~1Il apreci.1r la diversidad concreta que \e encierr.l en los ohjcto~ dasiñl:auo\ en un oruen común. btos dm. n¡OVlllllt'ntOS ~Oll igualmt'nte impurtantes al tratar de la cuhura. El primero no,> per­ome claSificar las forlTla~ de ;u.:':lún en unid.lde, mayore~. por ejemplo. al comidcr,lT que hacer un regalu es la mi .. mJ Jcción social, ~'a ~e trale

I L 1'...":010 FnU¡:;r:n.>.. :!tH.l2: II'HH. \"i;üe I.1rllb>ln, A I'n'~lt('llk 1 .. r<:l:lClón r:nlrt .. hICTr:n":l;Jle~, I);J{ Jc R.JJ'l, 200".

12. Vi.1 ..... I'ur C'Jcmrl". el TC'IJttJ (:'o.lr"UlC'.:r:t!nT de I'flmu ln-I, .~i .. MO t!J un ¡',¡mlml (2001),

1.1. VCTTlpo;.. lon ... 14. vf~ .. I""'r;lult)l..

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CUlTUII.A AIIITIIOPOlOC;IA v OTilAS TONTERIAS

de los que n'l das a ms hijas en el día de Reyes o de los que tu empresa re da a ti ames de N3vidad. El segundo movimiento nos peTmite establecer el rango de m:lrices que, en otro orden, nos indican que ambos regalos no son lo mismo, especialmente en lo que respecta al sentido de la ac­ción para ti como madre y como empleada (véase el cuadro 5 en el capí­rulo 2). Al poner en juego el concepto de cultura hemos de ser Capaces de semi mas confortables realiiando ese doble movimiento que tensa nuestro conocimiento desde dos extremos: la voluntad de clasificar la acción y la vo/l/lltad de el/lender su selltido. Ahora bien, recuerda siem­pre que, al vivir esta tensión, es de la acción de lo que hablamos}' no de las personas; pues tlj mismo puedes hacer muy bien regalos a rus hijas y a rIlS empleados. Para ell:ls eres su madre, para ellos su emprcs.1.

Retornamos así, por la vía de la diversidad, a 13 foto movida (véase el capítulo 3). Cad., imagen clasificatoria de la culTUra (etic), c.ld:l pre­dicado analítico :lcerca de bs reglas de la acción de las person:lS, es Ull,l

detención que expresa l:l relación entre el proceso de cultura vivido por personas que viven su vida (emic) }' el obrurador del observador (eric). Y, del mismo modo, cad:l vez que desde nuestro punto de visf3 (elic) incluimos bajo la misma categoría un conJunto de acciones humall;I~, detenemos en esa imagen la corriente de las acciones, diversas en su forma y sentido, que los st::res humanos ejercen en la pr:ictica (emic).

El concepto de culrura, al incluir el concepto de relación social, incluye también, necesariamente, el concepto de comunicación. Y éste, a su vez, es impensable sin el concepto de diversidad. Pero el concepto de diversidad, siendo fundamental. no es de nmguna manera suficiente.

¿Multicultural?

El 14 de abril de 2005 el festival WOMAD visitó Madrid. La concejala de artes del Ayunt:lmiemo salió en la tele para promocionar el aconte­cimiento. Ahí dijo: "Históricamente, Madrid ha mostrado respeto allli.'

la diversidad cultural. ante la suma de cotores e idearios que la configu· ran,.I'. Este r.:rZOIl:JIll;ento aritmético, la Sillita de «culturns», se encuen­tra en la base de la Iloción mis frecuente de «multiculruraJidad», } en muchas oC:lsiones está presente también en artículos y libros especi:lJi­zados en ciencias sociales. Contra esta noción nos hemos pronullcbclo a menudo algunos anrropológos 'b. Gerd Baumann, que, como antJ'op6-

15. Tclemadnd. Nuttcias d~ la, 14:30. 16. lil U~)(tO d~ ~;¡rsartt A. Gibson (1984) mencionado m;Í!; ;¡mba t-'; U11 c!á~ico que

5<' nutre a 'u "ez de (uemes anttriorts.

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lA IDEA DE .DI\le~SIDAD. NO ES SUfICIE"TE

logo social, sostiene la necesidad de una orient:lción "multiculrutalista .. para la comprensión de la vida humana, ha alermdo también sobre la inadecuación de esa idea aritmética de la I1wlticulruralidad:

El multicuJruralismo no es el \llcjo concepto de cultura IllUltiplicado por el número de grupos cxistenle~, sino un:! nueva, e internamente plural. pue5t.1 en prácric3 de la cultur3 aplic3d3 J uno mismo y a los dc:más '-.

Esto qu~re decir que sin una previ:l comprensión adecuada del concepto básico de cultura es imposible usar adecuadamente el concep­to «multiculrur::U". Pareced increfble, pero el discurso contemporáneo de periodistas, políricos y cicntífico~ sociales se salm coridian:lmente ese paso necesario, siguiendo ese modelo aritmét-ico de la conce¡aJa de arte del Ayuntamiento de Madrid: In suma. H:l) que reconocer que 1,1 palabra mism:l, "Illulticulrural". despi~t:l. Usamos ese prefijo 1II11{ri­para hablar de una lIlultitlld de cosas :l 1::11) que tratamos, in"ollscieme­melHe o no, como entidades :lisiadas y ~lCotad3s. Precis::Il11ente porque pueden subsistir una a una, esas entidades pueden sumarse las unas a las otras manteniendo su identidad unitaria. Así, «multicultural" nos lleva sin quererlo a sumar las culruras como quien suma m:mzanas o tomares. Cada tomate es lo que es independientemente de los otros, y yo los sumo. y así como tengo un teléfono 11lu{tifuncionru que me permite hacer fotos, leer el correo electrónico}' charlar con alguien sin que b avería de una de estas fUllcion¡;:s afecte a las demás (mi reléfono es realmente Illuy bueno); :1sí también \/IVO en una sociedad IIllllticulru­ral, que contiene en su interior una sum:l de grupos humanos, cada uno con «su culrura» acotada: por un lado .. los rumanos", por orro lado "los marroquíes»; "catalanes,. por allí, "espai'ioles~ por allá. Si ha:> llegado a leer este libro hast:l este pUntO, esta ide:l te pareced de~cilbeJlada. Pri­mero, una vez más, porque la "ctdrur3» no es un :ltributo de los grupos, ni de los territorios, ni de los esr.:ldos n:lcionalcs. La cultura es un atri­buro de la acción de las personasl~. y segundo, porque l;'tcu!tura es la forma convencional de la acción entendida como hecho comunicativo. Es decir que:

Una cl/lfura lID está oco/mla en las [rol/leras de lIil/glíll grllpO hl/mano, Una cultura /10 es iltdependitmte de otras cultllras. lIi puede serlo.

1"". B.lUmann, 20()1~ 10.

18. Veo que podrín hnbcr escrito e,te lihro cor,~nd() c~u fr;L~ quinienta!; ~~e~, como si o;e I ..... rase de un c::.srigo I!scol:u.

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Page 123: Angel Días de Rada - Cultura, Antropología y otras tonterías

El he:r.:ho de d.tsificar (etle) algllll.ls formas de acción como comu­nes a un grupo de personas no Imphc.l asumir que todas sus forma~ de acción -también las que: se encue:ntran fuera de esa dasiflcación- son. de hecho, comunes. Mucho menos Implica asumiT que su vida soci.ll (emle) es reducible a esas formas que: yo he clasificado asi (etie). Mucho me:nos .1Ún Implicl asumir que esas personas sólo pondrán e:sa~ formas de: acción en luego entre dlas én sus escenarios concretos de interac­ción. 'l", aún mur.:ho menos, que cuando las pongan en acción, al imer­acmar entre clla~ y con otra", lo harán de manera tal que esas fornll .. culturales se mantendrán idénricas a sí misma!>. De hecho, esto último es completamente impo"ible. pues no hay forma culrural que, pue~Ta en prácTica, ~e realice independientemente de las pr:ictica~ que b~ otr;l~ personas llevan a cabo (SS).

Definitivamente a mi me ~uena mal este vocablo: .mlllticultural~. Si es que he de apostillar la palabra culnara con un prefiJo, prefiero hacerlo .tsí: ~illterr.:ultural~!~. Lo prefiero porque ese prefijo )'a da idea de divcr­),idad, y porque con~rva el fundamemo del concepto de cultura como JI1~trumen(Q para comprender las relaciones soClale~ entre diferente,; agentes que .. on diferentes indu.!to .. i son seme;autes. Pero esto .. i e!. qm' lile veo forzado.1 usar algún prdljo, lo que es innece"ario .::u.mdo I!n·

tiendo hien el concepto de cultura (S¡·S6). Este conceplO, sin pretijo.., se funda en la idea de divcrsid.1J, pues no hay acción entre .. idénllcm­Entre: idéntico .. \010 cabe la lI1acción. ¿Para qué tendrían que mO\'er.t"?

• \tul[icultural~, en .. u., u~m ordinanos y muchas "cces en ,>u., u.,m .lparentememe e~pecializados, es una palabra que traiciona al concc:pw mismo de .. cuhura~. Esa palabra nos presenta la di\er.,id"d C01110 un saco .de colore., e idearlo,,~, de..rruyendo así lo más valiOM) de l.t ide:.l anrropológica de Jiversidad: que no se trata de una di\'ersidad de iJe:n· tidades. sino de UIU dl\er~idad de di\'ersidades. accione') y per'>On.l\ compleja,>, grupo') cambiante!. en acción. en constallle proceso de co' mUnlcación; )' por ello. personas y grupos que, en su constante pregun' ta .¿quién .,oy )·o?~. ·.cno"ofros quiénes somos?~, sólo pueden .lspir.lf a identificar.,e con un puñado de Imágenes que: se ve constantemente: desbordado ante la lI11poslbilid.ld de cerrar de una vez pur toda~ una resput"sta. La ide" de ,·dif'ersid"d~ /10 es suficiente para cOllllm!llder ad/'· cuad,mlcntc lo que se el/cierra ell el coucepto de cl/ltura. Ademds J",cel/ falta dos cosas. bz I"imer IlIgar. II/W co/leepci611 ¡mÍCtica y COllllwicatll'¡J de las formas CIIltllrales (S6): ell segundo lugar. 1m despla~mlu!llto de la lIo<i611 de _idel/tul.:Jd" a Sil polo mJs actIvo. b.1Sta ,1C,1/1,1r d,mdo por

I'J, 8ar.ln.;,"<>. (,.¡rda. c.ucJr.1)' o.,,,lJarJ (~oords.l.1Utf"

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LA IDEA DE .0IV(IISIOAO. NO ES SUfiCIENTE

sentada la ide" de que el referellte real de esa p.llabra. aquello de lo que esa pulabr"lIos habl", es la ago"ía por ¡"tmt"r ser alguien. No ""blemos pues de «ide1ltid;1des~. lJ.Jblemos de .. ide1tllficuclolles .. 1fl• Una vez más, c..erd Baumann da en el cla\o:

La '>O<.:ied.ld multi.:ultur.lF no e, un mmJI(O de ':111':0 o d,t"z !dentldJdes culturales fir.1~, ~mo una red eb~tl.:a de:- identifi':.1unJ\e, cnucLruz.adJ' ~ siempre mUfU.1me:-nle:- dependiente de una \uuaLuín delernlin.1da··.

, A vece." 'a palabra ~mul[icuhural., no~ engaña con ulla ap;uiencia

mj!. dlllámica, menos relficador.1. F.,ro es Jsf .. ohre todo cuando bace pareja con l.t idea del '·cruce de cultura~«. Un breve examen de e:!.ta me­tMor.t ofrece un conjunto bmÍl.ldo de po~ibi1idadcs, igu.1lmeme inade· cuad.ls en tanTO no quede elaro qué 'oC dice ahr con la palahra central: ~cultura ...

La cultura se 110S represent.1 en esa expre"ión como un conjunto de calle:. O caminm que se cruzan; () hien, como un conllllHO de cosa~ que, al igual que los gene .. , ~e agrupan para lbr lug.lr en una nueva unid;ld orgánic.t a otra el.1se de ~r~ " .

La primera representaci<Ín, temtori"I, puede llevar .) confundIr la cuhura con un territOrio, o bien con aquel que ~e l11uc'\-e por él. Dada b eMrecha asociación entre .:ultura \" territOriO con I.t que lucg3n cons­tantemente lo., político,> de lo., est.1do~ n.lCIOn.l]c .. H , m.h \'ale deshacer-.e inmediatamente de e,ra repre.,entaclón: I,¡s cltltur,/$ 110 5011 (e"dorios . E,ta f.lb..:ia se ba impue:.to en nue~Tro lenguaje común en la expresión .. ~tohlmmed es que es de la CUItUT.1 marroquí «, como quien dICe que t"s de Cuenca. En ese ~ntido territorial. uno no c, de una cultura, porque la culnlra no es un sitio del que proccJe:mos.lu referCl/cIa ,1e Id wltltru, el/ todos los se1tliJos que hemos eXI,/or"Jo en este libro, ,es tempor.:J/, l/O territori"l. Pues el tiempo. y no el fr.·mtario, es la w~tanCl.l de la acción. O, dicho de un modo más rrecl~o. b \u.,tancia de la acción e~ lJ unidad estrecha de tiempo)" e:.p.tr.:io. el trayecto de c~pacios tcm-

ID. 8rub.1ke:-r, C"uper. 2no(). 11 Fs,J daTO que:- iI ¿.[ lc llu~la la pJL1bra. 21. 8,}umann.lOOl 14!!. 11. 1..1 rdere:-nCl'} ..le CSI,} Ima¡:cn n<l ~ d J".·ur,n pre",\{, v JIIJIII'''' de la Jt:IUJI

gcnéll(J Óelllfliu. cn el que 1"" gcnc\ le Jes.;T/bcn cn rdaLUlJIC' ..lmlnm;,l' cuyo rlflXC>o pllCJC 1lC'¡¡;ar a m<l<.ltfk.ar ~ll nalurollnJ mICTO.1. _m" d J/' .... lll"'<1 JlvUr¡;.IJo Jc:nl.1>1ado fr~· ~"Ucmemcmc ror 1,-", med,,,, de:- ~onlllnl~'}(lvn. en ~r '1" ... 1", I'fnc~ ~p .. r ... "cn ~(>mo umJa· J,,,, JL ..... rCIJ' ~"y:l Opc:UWI1.l!oC I,mll"'", unJ ""'::.dol de UluJaJn IIlJ'¡IJllaln (d. p:lra un,l ..l1\"ulg¡o~lón m.1gníti~a dc ~"'~ prohlelllb. le""mln, lOO 1).

1-1. n,et:>!. 100.1, B.mh. l\Nl.

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CULTURA ANT~OPOlOGIA y OTRAS TONH~IAS

poralmente articulados a lo largo del cual discurre la vida concretal.\, que es también el trayecto de sus tiempos e,.,>p:acialmente situados. En esra relación cspacioremporal, el espacio estlí indisolublemcme ligado al tiempo biogdfico, y por ello ese espacio es diferente de las represen­taciones terriroriales que, en los discursos de los agemes de lo!> estados nacionales, pueden ser y son constantemente absrraíd3S de lo!> tiempos de la vida concreta.

Ponemos en práctica nuestras 3cciones más o menos como las ve­nimos haciendo, es decir, de una forma parecida. Ningún ser humano invema una nueva forma de 3cción a cada paso de su vida. Por eso la cultura,la forma de la acción de un ser humano csrá arraig:lda:l su bio­grafía y a su memoria, está inscrita en su cuerpo y se va inscribiendo a lo largo de la vida que le toc:! vivir; y por eso también las formas de hacer de las personas se renuevan en el tiempo, se reforman en la Illteracción con los demás, generando una nueva memoria a cad.l paso. Las cultura~ no se cruzan, son las personas quienes se cruzan, las unas con las otras, en su vida social. Vale decir entonces que las culturas como formas de acción entran en relación unas con orras a través de las personas que 1:1s rcaliw1l. Yo C;llllll10 con mi perro por el pOlrquc y rú te mueves en bici. Cada una de esas formas de acción ha de coordinarse con la otra, adaptarse recíprocamente a la otra, reformándose así en relación con 13 otra, a través de nosotros. Yo he de evitar tu carril y he de enrender por tanto que ir en bici es diferente de ir paseando :1 pie con un perro, y cómo es que es diferente. Entrar en ese parque como escenario común de nuestra 3cción nos pone ya en relación comunicativa2li • Esas formas de acción sólo se cru:.all /Jorque IIOS cruzamos /loso/ros COII /luestras acciol/es. Las culturas l/O pueden cruzarse por sr mismas.

La segunda representación, biológica, es otro fraude. Y suele for­mar coro con la imagen terrirori31 cuando se trata de instrumentar b «cultura" al servicio de las ideo[ogí:ls mcionales racistas, hayan llega­do a constituirse como estados o no!7. Esta representación late en las versiones más chatas de [a ernicidad, entendid:l como Ulla ideología de descendencia que pasa a encarnarse en la .. cultura".

25. Debemos a Mikh,lll Baklltln la acuiiaeión del conceptO de c;rol1oI0po. ESle con' c('lml e);;pre~u es;! unidad I'sp~ciolcntpoml que, con caráner biográfico, configura la ,r· ¡"ción de los peT'iOn¡¡II:S d~ la novel.l con 5U I:XI~II!Tlcia narrJli'-a (Bakh¡in, 1':190 11':125]). &1:1 noción, formubda por Bakhlln en el ámbllO de 13 leorla Ilte,arla. resulto\ hor unl el1 el .'imbl\O de las Ciencias sociales (véase. por ej~mplo. Cruce;., 1':197).

26. ~La impOSibilidad de no comumCM_ es un "lejo ~"'lom<l form"lJdo por Patll \XlJt1.bwick,j,lTIe\ I!. l\e~vi,,)' Don D. Jackson (19115 [1 \167]: 4<,1 ss;.).

27. slOkke, 1!:I95.

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lA IDEA OE .DI\lF;RSIDAO. NO ES SUFICI~NT(

Ll idea de ernicidad --escribe Gerd Baum:mn- apela, en primer lug.1r r principalmelltc, a 1,1 sansrc desde el pa~d". Invoca a lo~ J.lltepasados biológicos r reclama que [as ideTlnd3dcs actuales deSCienden de sus a11-tCp3~.ld(js. Eso se Pllede urihzar para la cri311Z3 de perros, pero JlO se puede apljc3T a los seres humanosl-8.

¿Qué es lo «diverso» ell el COI/cePtO de CIIltura?

Al ser 1111</ profiedall de la aCCiÓ!' social '~l//II~na, el collcept~ de wltu­m 110 implica, directamente, la Idea de dIVerstdad de las pe~so1tas. Para comprender que quiere deCir esto puedes retornar por un 1I1stante .:1 b figura 4 del C3pírulo 3, cuando al h ... blar del lugar de la cultura ~Ibu­jaba una figuf3 con tres globos. En uno de ellos ap3rf'Ce ~l enu~C1:ldo: .. L:lS re!aóones que las personas mantienen con sus prop1as aCClOnes~. Esas relaciones no son de una pieza. Al estar a su vez rebcionad3s COI1

bs relaciones que las personas rnamienen entre sí y con los productos de su J.cción son completamente dependientes de las situaciones con­cretas de la ~ida. Es fácil entenderlo si piensas en tu propia vida. Tú no eres lo mismo que tu acción, ni tienes b capacidad para apreciar lil acción de los demás, pero también tu propia acción (SS). Puedes arre­pent¡rte de lo que ha~ hecho, puedes estar orgullosa de haberlo ~echo, puedes comprender que podrías haberlo hecho meJ?r o peor, y as1 suce­sivamente. Eso significa que eres agente, y que estas dotada de una ca­Pllcidad relativarncnrc importante para G11l1bi:¡.r tu acción en pr?"imas oportunidadc~, si las circunstanci.ls de la situ:lción, ell las que S1empre se implican elemcmos políticos, te lo permiten (véase el cuadro 3 e~. el capítulo 2). La cultura es la forma convencional que toma tu 3.CCI011,

pero no se aplica directamente ::t [U persona. La cultllra 110 es la (01'11111 de tu persOlw, entendida como IlIIa identidad fija, silla ((/ (or!l1a de ((1 ac­ción que tri, COlllO agellte, /Jolles en ¡llego ell si/Ilaciones precisas.

Par;} algunos propósitos, la forma de tu acción es muy esrab[~ a tra­vés de muchas situaciones diferentes. Nonnalmenre aV:lnz ... ~ de pie ante

28. B:l\un:mn, 2001: H. &. preciso <;ubrayar '-lue lo que B,IUlllJnn "iuea ¡¡qur es eX.lttnmemc C5~ ideologfJ, ~in preill1gM ~i 1" e¡;wpidez en b 'lile"" inwrre al so~Tel\t:rb corresponde J quitnes hJIl de grit~rla .1 YOCC~ (porque redall1:l11 ser IUI grupo érmco) 1) a qwenesb pmcllcan ~n silencio (illStJJ;¡do~ ya en ,us coniortables eSI.tdos naCIonales). Esa JbsurJJ lIpel;¡CHJn al pasado ~omo pedIgrí ~ hecha aqur. además, en el esmuo senndo Jo' un~ reJucción b'Qloglclsta. NQ ~e tTam, pues., Je discutir 1" apebmln ~ la Inslona SOCial (por ejemplo. I:n el ca.w de procesos de coloni1.3tión) y bs jll~,lfic;¡clon~' hhr6r1c~s y iur!diC:lS, sino Je poner en e,'itJeucia que mle~ iusnfic;lClon~s no pueJen ~u-,tenrarse cOn sensare2 en 1,. IJea dr 'lue la -Identidad_ hllm:ln:l lit' rransnllte biológicamente.

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CU~TUll.A. ANTlI.OPOlOGIA y OTRAS TONTERIAS

los demás, y no a gatas. Especialmente en situaciones public:ls, donde tu imagen person:l! h:l de ser cuidada con esmero, lo haces .1Sí. No te despbz.:ls por fU centro de tmbaio a cuatro patas. Pero puedes h:lcer!o, no lo olvides; y puede que debas hacerlo cuando juegas en tu casa con tu hijo de un ailo. Cuando hablas en un:l reunión de empresa, o ante un cliente, es normal que cuides las palabras malsonantes (convencional­mente malsonantes), incluso si Rspins a identificarte con un sujeto cuyo habla es relajad.1 y campechan:l. Ante el presidente de la empresa en 1.1 que trabajas no podría~ ejercer esa aspiración, o, si quieres mantener tu puesto de rrabnjo, 110 deberías hacerlo. En determinadas situacio­nes, puede~ extremar la expresión de tu identificación con una igle:.ia, con un p:lrrido polírico o con Ufl grupo humano; y en otras sllaviz:lr esa expresión hasta hacerla prácticamente invisible. Eres l/gel/te de Id expresiól/ de II/s idel/li(icaciol/esH

, y por eso te ofendería pensar qw;, los otrus, rom::mdo como muestm una parte de tu acción, extr:ljenltl la conclll:.ión de que trí eres as!. Cuando los otros Ilacen esto, lo que pur otra p.lrte pnrcce ser inevitable (pues forma parre de la vida hum:lna el ejercicio de valoración en el proceso de la acción [§5]), operan con eHcreodpos. A veces, esos estereotipos se basan en indicio:. de tu acción sobre los que ttl realmente no has actuado conscientemente. La joven policía de El siltmcio de los corderos no ha :.ido consciente del efecto de enc1asamiento social que pueden llegar a producir sus zapntos. Somo~ agentes de nuestras acciones. pero los efecros que éstas producen en lo!. otros. en el espacio ~ocial de nuestra convivencia, escapan ya en gran medida a nuestro propio control.

Algunos de lo~ atributos de nuestra acción están indefectiblement~ asociados a nue~tro cuerpo. Estos atributos, que la sociología clásica h,l denominado «adscritos», van con nosotros. El color de nuestra piel. el acento del habla, nuestra complexión, nuestra edad biológica, nueSTrO sexo, son propiedades que .1Compañan de forma relativamente estahle a nuestra acción, y sobre dIos tenemos una limitada capacidad de agen­cialf!, A veces, parte de estas propiedades obtienen un significado de ell­dasamiento social en lIlla larga historia de relaciones políticas de colol1i· zación o de dominación, como en el caso del color de la piel en ml1cho~ lugares cid mllndo. Es emonces cuando esos estereotipos que reducen

29. ,'unq~le no lo (r.:~ por completu de b ¡nrerpr¡:fació" que lo~ otros pueden .1M a es~ expresión (K"ck~ll11;lI1. 2007).

.'10. Todo~ f~H)~ S(III nrrihlllO~ de /I/Iestro Ilcci6/1 en la rn.:dida "n <1"" IlQn 5l1s<:('pübles de !:onITol en MJ expresión. Do, personas ¡llleden comuniocse efecnvarneme por re!e(ono o por Internet ~1Il UflffSoJf '11 eSI:llur~, peso O color de piel.

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~A IDEA DE _ DIVERSIDAD. NO es SUfiCIENTE

nueStra capacidad par.1 percibir diversidad en el comportamiento de la gente, producen sus efectos más perniciosos en la convivenci:l hUffinfla, al imponer una estruCtura rígida de clasific<l.ciones y al bloquear la fle­xibilidad de interpretaciones que exige la comunicación ordinaria. Esos estereotipos, construidos históricamente como ideolog(as, aniquilan el concepw de cultura. pues impiden apreciar con el detalle sufiCIente la diversidad de las formas de acción de las personas y trasladan automá­ricamente;] la esfera de las .. identidades» de las personas l!l.s supuestas propiedades ~e su acción. Los estereotipos reducen o anulan también la ide:! de agencia. Al proyectarlos sobre los otros (o sobre nosotros mismos), creemos que entre las personas y la 3cción no hay distancia, pues unas y Otras SOIl así, en todo mOmento y en todo lug:lr. Es emonees cuando vemos a las personas comO ~i fueran cosas, las rcificamos.

Es necesario responder con la mayor precisión posible a la siguiente pregunta: ¿que es lo «diverso» en el cOllcepto de cultura? Consecuente· meme con lo que llevo escriro, el co/lcepto de wlll/ra l/OS ca¡,acita 1)ara apreciar la diuersidad de (as forlllas de acciÓ/I hl/mana, pero de ningún modo l/OS faCIlita para atribuir rígidos esquemas de diversidad a las per· sallas. Puesto que cada persona es agente de su acción en múltiples si­ruaciones diferentes, nuestro concepto de cultura lleva necesariamente aparejada la siguieme idea: cada persona es agellle de /1/rí/tiples cultutas. Toda persona es un agente mulricultural", o mejor. interculrural. Esa persona negocia con las diversas máscaras q/¡e compol/en el jllego de sus identi(icaciolles '2 •

Eltírulo de este capítulo está formulado en negarivo: In idea de «di­versidad" 110 es suficienre. Esa proposición neg.uiva tiene-senrido cuan­do somos capaces de ver en ella el puma de partida para una positiva comprensión de lo que se encierra en la expresión .. diversidad culrural». La idea de «diversidad" no es suficiente si previamente no establecemos una adecuada idea de orculnlra». El primer error consiste en suponer que la culrilla es una característica o propiedad de las personas; y que las perSOllas son diversas debido a la cllltur:l unitaria que tiene cada una de ellas. Este supuestO puede llevarnos 3 creer en el absurdo de que todas y c.ada /fila de las acciones sociales de cad.l person:l son congruentes con

31. Cibson. 1984. 32. El profesor José Lui\ Gnrdn viene insisliend() desde !JoKC décad3~ en una defini­

Ción del concepto de (ulO1m qlle fue propuesw por Antilony Wal1~ce: b cul(lIr~ es nego" ciación de l;¡ JiverJiidad. Esta definición es '::Dmpatihle con las que aquí he ofrec,do, y muy especi.allJl~ntC' con b definiciÓIl S6. A eMe re~peuo <;i: puede leer 5U articulo .Culrum., en B.lr"iiano, Garda, Cátedra y Devillard (c{)(}rd~.), 2007.

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CUlTURA. ANTROPOlOGIA y OTRAS TONrERIAS

una úmca forma cultural. Ha)' muchos motivos para considerar absurda c~ra creencia. El más imporranre ele rodos ellos es que las acciones socia­les de las personas son diversas al esrar si ruadas en diversos conrextos de IIHcracción e Interpretación. El segundo t!rror consiste en suponer que Ja cultura es una caracterísrica o propiedad de grupos o agregados so­ciales completos (por ejemplo, .naciones~). Oc ello se deriva la creencia igualmente ah,urda de que lodas y cada l/tia de las acciones sociales de todas y eada una ele las personas de ese grupo O agregado son congruen­tes con una úmca forma cultural. Y emonces cabe hacerse una pregunta: ¿qué clase de diversidad se predica a través de una represemación de la sociedad que percibe diversidad enrre las ~sociedades ~ (ramadas cada una de ellas como un rodo) a cosra de homogeneizar la acción de rodas las personas que habitan en grupos y agregados completos?

Trabajar con una idea de diversidad adecuada es, previamente, tra­bap.r con ulla idea adecuada de cultura. Esro significa situar la cultura en su exacto nivel de definición; y en eUo vengo Insistiendo sin des­canso: la culrura es ulla propiedad de la acción de las personas, es la forma de la acción de las personas, esd formada por los conJuntos de reglas por mediO d~ los cuales las p~rsonas dan forma a su acción y a sus relaciones sociales (S2, 53), por los cOIlJuntos de reglas por mediO de los cuales las personas se relacionan COI1 esa reglas (SS). y así, como propiedad de la acción, la cultura es el discurso, el dccur~o, de IIn con­JuntO de reglas convencionales pue~[as en práctica en el ti~mpo de I::Js siruaciones soc1ales (S6). De este modo, al liberar al concepro de cultura de I::Js Jtaduras de la!> Imagenes totaJlzantes de la persona o del grupo, <'11

cada siluaci6n social COI/creta hemos ser capaces de ~preci(/r la dinóllIIúl entre formas dwerSllS de acción, emprendidas I/I//chas L'CceS ille/IISO por personas o por gmlms que dice/l de si mismos ser idénticos a sí mismos COII si a111 emell te.

OCIemos pues que otras paJ.\bras d~ reconocido presngio cuando se trata de encasillar a las personas}' a los grupos en rígidos cajones hagan su trabajo. Delemos que palabras como .. raza _ acnien al desnudo, pues de ese modo podremos identificar con mayor honestidad lo que se est."Í diciendo a tr'l\"és de esas versione~ bastardas de la ~multiculturalidad ~.

Invitemos a todos aquellos que quieren decir ~ raza ~ a que lo digan ~in rodeos; que lo~ que esgnmen];:¡ ··dlversidad culmr.ll~ C0l110 un rcno,"'ldo Jrgumento raú.<.ta hablen llanamente de diversidad racial. Pero no mez­clemos en ello al concepto de cultura. Y, si lo mezclamos. dejemos que quit!ncs reciben nueSlTO mensaje nos llJmen racistas. porque e~(l es lo que emonces deben llamarnos: racista~ que nos hemos apropiado de la cul· mra para barnizar de corrección política .1 la bcsti:\ que llevamos dentro.

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10

LA CULTURA COMO PROCESO POLíTICO

La cultura como proceso social y el concepto de culrura como in:.rru­mento I11telectual se convienen en procesos políticos a través de b de­finición

SS. Partiendo de la definición S.l, cultur,l es el conJunto de regl:ls pilra rebcion:lr.<.c con las reglas de S3 en cada

~imación concreta.

Por medio de la cultura damos forma a las relaciones que mantcne­mo~ con la.s reg.las de la vida sociJI; valoramos el aJuste de nuestra pro­pia acción. y de la de quienes nos rodean, a las reglas de la convivenCia. Así !JiJeemos cO'll'e"áOllulmellte las reglas de fluestra vida. Para que el concepto de ... culrura .. como Instrumenta i11lelecru,,1 (elic): no ~ea Jerar­quizante o moralizante, hemos de reconocer :lnticipadamente que. en la vida concreta (l'mie), nunca lo utilizamos con neurralidad. t:n conexión con los procesos creadores de vida social, el conccpro de cultura está lIIevitablemente cargado de valor l

Por otra parte, Ja .mrropología social y cultural hJ ven\do mostran­do aquí y all.i, durante décadas, que el ser humano es un all1mal crea­dor de diversid"d cultura l. Un an1l113.1 capaz dt! recrear, constantemente, formas de vida (SI). No hay en consecuencia un de.<.ignio (¡nico para J;¡

~buena vida ... Quien vive su vida con ~u~ compañero~ de \'Í;lje !>uele dar por valido el supuesto de que Sil vida es la buena. aunque sólo sea por hacer de la nece~idad virtud. Esta cosmlllbre de dar por buena la propia forma de \"Ida se d¡:l1omma etnocelltnsmo. El concepto de cultura nos

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CUl TUR ....... NTROPOlOGI ... y OTR,o,S TONTERl,o,s

c3pacim para apreciar también esa diversidad de imágenes de la buena vida, y por eso decimos que es tarea de b antropologb el llegar cU3IHb menos a percibir las variadas formas del emocentrismo: el etnocemris­mo de los otros1 (adem:ís del nuestro, daro).

Aquí surge un problem3 fUlldament31: la relación entre las formas de org311ización polític:l y la culmra, entendida en su acepción más ele­men.ral como forma de vida (§1). Y, como variante de este problell1:l. en nuestro propio mundo: la relación entre el estado y la cultura. Este problema puede formularse con ulla pregunta muy sencilla de entender: ¿cuánta diversidad y qué clases de diversidad culmral puede acoger} gestionar un estado]? Esta pregunta es especialmente conflictiva preci­samenrc en el caso del estado como forma de organizaeión políticll; ) aún más si el estado tOllla la forma de un estado democddco de dere­cho. Pues eSt3 forma de estado es un tipo de organización que tiende a adminisrmr la convivencia con arreglo a un conjunro de leyes y regl:J­mentas que, una vez aprobados por los rcpresentanres de la gente con arreglo a un principio general de mayorías, han de aplicarse siguienuo dos criterios fundamenra.lcs: la normalización) la igualdad. Así pues, CCU3nt:l diversidad y qué clases de diversidad culnltal puede acoger ese sistema represemativo de normalización e igualdad?

CII/tllm y democracia

No vOy:l cmprender aquí la tarea de responder en deralle a esa pregunra. ÉSta es una de esas cuestioncs que nunca acaban de cerrarse por comple­ta porque constiruyen auténticas paradojas de nuestra existencia~. ToJo lo que vaya hacer es enllnci:1r algunas ideas en torno a lo que, en rérmi­nos pragmáticos, me parece ahora más inrrigante: b difícil cuadr;;nllril entre el esmdo como asociación humana de dominación política consti­tuid:l por SllS agemes políticos y administrativos, }' las personas que, en su condición de ciudadanos, ven su vida regulada representativamente por esa asociación'. En particular, me parece imporrante subrayllr qlli.'

1. Cf. Wcrm-,c)- Scfux:ptle. 191F: 42. J. No sé si él lo cccor.urá, pero debo la f"rmulaeión de e,rel pr~gun(a al prok:.or

I [onono Velasen, quien I~ pensó en voz aha en IIna de nue~rra úhim~ ~esione~ de d,,­eusión de mi !csi~ dOCtoral (Dl.l1 de Rada. 19%). Desde enlOT1ce~ .• ólo he perlie¡"'1liJo Y.' dad .. r<"puesl.l.

4. Unos pocos te¡(IIlS pJra penetrar en <·1 dcbate d~ 1" Ilelurnlldad valorat!va del estOldo. que es 13 pIedra anglll~r de la respllC'I:I d e~a preglllll.o: R~w¡s, 19':16; K)'mlid:a, 1989 r 19\1_); K)'mlicka)- NorOlJn. 1994. Sobre el concepto de r~r.ldoia aplicado al caOl· po polfti~o: Díaz de Rada y Cruces, 1994.

5. ef. Weber. 1':192 [1':119].

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l,o, CUlTUR,o, COMO PROCESO pOLITICO

esa asociación humana constimida por políticos representantes y admi­nistradores, }' legitimada por la ley colec1.¡vamente sancion:1da, en su imento de reproducirse a sí misma de un modo práctico, puede olvidar y de hecho olvida frecuenremente que, idealmente, su tarea no consiste en ejercer su acción política del modo más confortable posible, sino en posibilitar la convivencia de las personas 11 las que representa C0l110 personas plenas de vinculaciones y proyectos.

Puede que lo que sigue parezca una rrivialización de la cuestión; una trivializadón que, además, más adelante extenderé del campo polí­tico-administrativo al C:1ll1pO científico e intelectual. Sin embargo, creo que la provocación que contiene puede ser útil para conmover de :ll­gún modo. El concepto de culrut:1 que he presemado en este libro es incómodo para todos aquéllos que, instalados alegremente en nuestras propias posiciones sociales como políticos o profesores, buscamos ante todo seguir en esas confortables posiciones de la m:1ner:l menos costo­S:1 posible, aunque de hecho se 110S está pagando para dedicar nuestro tiempo a trabaj:lr en un:l incómoda problemática. Si nos tomásemos realmente en serio el concepto de cultura tendríamos que trabajar mu­cho más y mucho mejor. Pues mirar a los seres humanos a través del concepto de cultura es mirarlos en toda su ap:1sionante complejidad. Y es a esa complejidad a la que nos debemos (y a la que se deben nuestras cuentas corrientes). Cad:l vez que [lOS vemos tentados de simplificar por motivos prácticos de cualquier índole deb.:rían prac[icarno~ una reten­ción especial en el salario.

Se podrán encontrar ejemplos de e~te modo de proceder por sim­plificación en todos y cada uno de nuestros trabajos. Voy 3 poner aquf uno tomado de tll1 autor ;JI que, por otr;J p3rte, admiro, y que 110 es sospechoso de adoptar posturas cómodas en materia de cultlJra y demo­cracia: Witl Kyrulicka. En un librito recienremente editado~ en español con el título Fronteras territoriales escribe:

La participación t:n 13 deliberación política s610 es factible si los par­ticip:mre~ se entiendell )' tienen confianza mutua, )' sin duda esto se promUt'l'e cuando los ciudad:mos comparten una lengua r una identidad nacional comunes·.

Y, par::s amplificar su voz, trae a conrillllación la del viejo Sruarr M.iI1:

6. Kymhcka, 2006: 68.

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CUlTU~A. ANTIIOPOlOGIA y 'TilAS TONTEIIIAS

I..ol e\I~[(.·nLi3 de 1Il~IlIUClonc!> libres e\ pr,i ... llCameou· lI11po\lble en un pal!o c()mpue~to de nol(ltlllalidade~ dllerente~. Lo es lamblén en un pue· 1-010 ~m ..:ompollkn!omo. t"pecialmente M 'oc: lee ~. habla idiom.h dl)l1ntu). ~o puede ew.ur la necc ..... ri.l oplllión púbhca ~niticada para lo~ Irah,11"\ de un ~obiern() rerre\ClUJti\"o. La, influen("ia~ que forman Ia~ orininnn ~. deciden In' .lCto~ polftlCll' ~on dlfercll[e~ en b~ diferente, \eCClOne\ del pab. llna pane de 10\ I¡dcre~ llene la confianza de una pane del pJi, Y OlrO'> I¡dere~ !,.""\lentan con IJ confianza de otra~ ","ccione). 1..0\ mi\mm llbro~. peru)Jico,. pJ.nfleto\)· diSCUrsos no llegan a todo!>'.

ObvIJmcnte. ha~er posible un gobierno e~ ha~er lo po~ible p¡lra gobernar, ). todo~ ~JbeJl10\ que lo posible 1l1U1:has veces no es lo óptimo. En eMe fund'lmcJlto de sentido ¡;Qmún reposa todo el enfoque uti li ta­ri~tJ. Parece \CI1S.1.[O !>uponer que P,\TJ entenderse ha) que comparllr códLgo~ cOJllunic.uivo .. (entre ellos 10.'> lingüí~t i co!», au nque ya parece algo e);~eSlVO lIev;lT cI\entLdo utilltano hasta la afirmaCión slJllpli~ ta Je que en condiCione .. Je Jlver~ IJ.ld lingüí~lJca no habd ~comp.lñcT1\mo". Kymlicka no \e conform:l con esto, r recoge más adelante 1.1 .. con .. e· cuenda!o de e .. ta ~lmplific')Ción en este razonamiento:

1...,1 e\idenciol eUTOp-ca ~u~lere quc la~ diferencias [I1lSÜhIlC'}~ ..:ontinúan ~icndo un (lb~l.ku[o pJr.1 el de!>J.rrollo de una \·crJoldera .opinión pú t-.hLJ·'. Como 'oCnalJ Dieter Grimm. e~ la prc","ncia de [o .. lIIeJim de cumunic.lción de m;I\3". oper,lIlJo en un ml,mo idioma .• 1.1 qur crea el púhhco nece ..... rlll p.1ra cualquier formaCión de opmión ). paniLip3cl<'m demucrallC.1'" -y ... la au'>C.""ncl.1 de un ~Istem..a. europl'"O de comunicaCión. prm":lpalmelHc debido a la di\"cf'>iJ3d hngübtiC.l. implica que en un fu· turo cercJ.no no hahd ni público curopeo ni discuf'>O político europeo. I:'l di....:ur .. o pt¡bli..:o por el COlllrano M~'Ue hJSt3 ahora delermm.1dn pm la, hOIHera\ naCi(ln3Ies. mienlrJ!I que la c~fera europea pt:rm3IleCer,i Jomin3dJ por dl"uf'>O!> profeMonJlc~ djrigldo~ 3 intere~.s e)pedhCl>' conducido\ 31 mJr~en del plÍhhco~·.

Tela mariner.l. Ahora l'a .1 resultar que para gohernar con comoJI' daJ a Ia~ per~ona~ de carne}" hueso. quc finalmente han de \er l o~ he' nefió.mos Jc la .lCóón política, hemos de pasar la apisonadora del Jll()­

nohngüismo !>ohre .. u~ vida\. Corno ~i la lengu;] no fuera una parle importantc de la experiencia dc c!>a~ personas que pagan stJ\ 1J1lpue .. to~. acabemos con e\a ll1solente práctica Je hablar en lo que nos apetece h.1-blar, no vaya ,1 ser que. con tanta lengua d isrinta, acab:lJno~ por no po' der gestionar la lihertad de .Jquello~ a los que represent.lmo\. 1.0 impor-

7 'iIllJrI ~1I11. lile.! (11It>11, 1\12. <":11.01.10 ~n .... '·mJI~u, 200b: hll. H. ~"mhd,¡, lunt>i "'.~.

1')8

lA CUlTURA COMO ,IIOCUO 'OlllICO

tJme es que nosorros poJamm gohern.lr con el menor COHe pOSible; no ImponJ tolmo que las per\OnJS reales.1 las que represent.lmos gocen de la elemental libertad de expres.lr\e en la lcngua que le!> dé la pna. Le· lOS de plamearnos una forma de acción política que realmente .,ea capaz de prohlematiz.1f la complelidad de la COnVI\'enCIJ, t1remo~ por la calle de en mediO. No pensemo!> en la traducción como pmibilid.ld; no pcn­semo~ en la escolanLlción mulrilingüe como po~ihllld.ld: no teng.lmos en cuenta que la -opLmón .. pueJe no eqUivaler en modo alguno a la ~opin ión púh(¡ca~. reducida a e!te grosero repertorio ideológICO de lo~ ... medios de comu nicación de masas, operando en un ffil\mo idLoma_; no pememos en que la «comumcación" es algo muy d i'ollllto de la normali. z¡tóón lingüística. No pensemo~ en nada, que entonce~ se hace muy di­fícil 1.1 política (y quizás. también, la filosofía polínca). Porque, al fin r ;11 cabo, ip.lra qué hace fah.l 1.1 deliberación democf<ÍtLca? ¿Qué da~e de deliheración puede ser aquélla en 1.1 que toJos los ciuJadanos compar­ten de antemano "un.llengua) una Ldentidad naCional comunes,,? ¿Qué es eso de una .. lengua común,,? ¿Ha<¡ra dónde ha de ~er común mL forma de uu lizar la lengua para 'ier cOJ1SLder.1J.l >;ufióetltemetlte ~ComlJJl"?

U c01lcepto de cultura que IJi' tr.zido ,¡qll{ 1I0S oblig.1 .JI pensamien­to compleTO: 1m pe"samie"to que. /r.l$latt,¡do ,¡ la d""ellsió" prJctica y política. nos I/et'e J gan,¡r terreno a las illt'I-ItoJbles restricciones fée",­e.zs de tipo utilitario. adecualldo el deb,lfe público sobre I.1S formas de L'ida, 1.'11 la medidJ de lo poSIble. J las moJxlm<1S co,fdióOltCS de apen/lr<1 y flcxtbilidJd. Este concepto de cultura eXige comlderar que todos 1m 'iCres humanos. por el hecho de ~rI(). en su .. rela..:ione~ con los orros. h.ln de ser iguales en la persecución de .. u iJeal Je b buena vid.}. EstO no debe entenderse como un mgenuo .1legJto relam·¡sta". L.l per~cu­ción de modelos diversos de huenJ viJa siempre h.l Ldo d~ la mano del problema de la viabilidad del orden social, \. ~icmpre ha conlle\3do la necesidad de reglas sJ.ncionador.l~ de las alciones considerada~ Ilegales. ESt.l necesidad poco tiene que ver en realidad con el he¡¡ho de que la distancia cultural de las formas dc vid¡l ~ea muy grande o muy pequeña: es deCir. con que se.l muy gr.:mde o muy pequcflo el grado en {lue esas formas de acción son ten ida ... por divers.'lS. Puc~1O que roda relación so­CIal l111 phca diversidad empín..:.l. en tod.1 reJ.KiÓn .. o..:ial e!.t.í presente el problcma de mantcner el orden de I:t convivencia y de !.ancionar bs acciones que no se atienen a ese orden. La .. conJlclones fijadas en ese orden y. cn nUC!>tr3S sociedades demOCr¡ltLCaS, e'tahlecid¡l~ e n su plano

'l. !I.I~ O':Up:1rC J~ ;dgun(,~ m.l"~("\ IITlp"nlnt ... ¡J, c"n.;epl<> de re .. fI'·I~mo en el 'lgUlcnle ~. úlflmo ~.ap¡tul".

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CULTUAA ANTAO'OLOGIA y OTA"S TONT[RIAS

mjs formal en el código penal por convención deliber;}tiva, son los úm­cos límites racionalmenre admisibles para el control de la acción de las per:;onas. Por lo demás, nuestro concepto de cultura acomeja una senci­lla fórmula prácru:a que se ve innecesanamente complicada cuando en­tran en escena sus sucedáneos espurios: vIve y deja vivir.

"Cull:m'''' es 1m COl/cepto ig,mntano. pero 110 igualador

Todo ser humano es Igualmente competente para dar forma convencIO­nal a su acción. Nuestra especie es, en este sentido. unitaria. Ningún ser humano se encuentra privado de las competencias necesarias para poner en Juego lo que se apunta en la secuencia de dehlllclones del concepto de cultura que he arrecido aquí (S I - S6). Al hacer lo que indican esas defin iciones. los seres humanos producen diversidad, incluso cU:lI1do no pretenden hacerlo. Sólo bajo regímenes disclplinanos muy potentes y en condiCIones de acción estrictamente controlables pueden los seres huma­nos oftCi.:er ese modelo casi perfecto de homogeneidad que contempla­mos en un desfile militnr. Pero si nos admiramos ame ese espectáculo es precisamente porque es infrecuente en la vida ordinaria, o mejor dicho. porque es prácticamente Imposible. El ~er humano ha de enrrenarse con­CIenzudamente para consegUIr la homogeneidad completa de su acción en relaci6n con la acción de los demfu;; de lo contrario, siempre actuará siguiendo una pauta con relativa flexib ilidad. Por eso, apuntilha al micio de nuestro recorrido, 10 que m:is no!. une como humanos es nuestra capacidad universal para crear diferencia en nuestros modo~ de vida.

Cuando ref1exionamo~ "obre l:t cultura como proceso polrtico es fundamental tener en mente ese car:ícter igualitario, que en el caso de la Invesllgación antropológica no se deriva prImariamente de un Juicio moral. Los antropólogos l:iociales no creemos que todos los seres huma­no~ debell ser igualmente ,ompetenres p:lTa hacer cultur3 (es deór, ac­ción con forma convencional). como si en ello se contuviera una pre­misa moral. Como consecuenci3 de décadas de mvestigación empírica creemos simplemente que los seres humanos SOll igualmente compe­tentes para hacer cultur3. A s..1biendas del dolor que produce a la gente no poder ejercer eSt3 competencia. por ejemplo, baJO regímenes políti­cos [atabtarios, podemos adem:ís comprometernos políticamente, éti­camente. con un ideaJ de 19ualitarismo mora.!. Pero ha de quedar cla­ro aquí que el conceptO de cultura que he venido desarrollando es ame todo un concepto analítico. en d que la iguald3d se predica de una com­petencia humana compleja, al derivarse de la reflexión)" d .m.H1SI'> cien­tífico, püblicamente contrastado.

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lA CULTURA COI'IO PROCHO POllTICO

Cuadro 28. Un ImpOSIble concepto de cultura

Base 1929 ! . .. Podemos describir la cultura como un concepto que incluye el comportamiento, en la medida en que es conUln en. un gru­po de hombres, y que es ~usceptible de transmisión de. genera­ción en¡generaClón o de un paÍ!:i a otro (KK 89-90).

No es el comportamiellto comlÍn lo que define a la cultura (¿hay algún lugar en el que ord lllariamenre las personas tengan comportamientos idénticos?). Lo que define a la ~ultura son las pautas, má!> o mellaS comunes, con la que Orientamos nuestros

comportamIentos en sociedad.

Esto trae comigo una unportJnte I"ción en el ámbito de b~ rela­ciones entre política y cultura; y, en nuestro mundo contemporáneo, en es;} marafla de enunciados prácricos que se tejen entre las «culturas palrricas" )" las "'políticas culturales ~lo : el COllcepto de cultura es lógica­mellte al/terior al concepto de politica. El conceptO de cultura se predica de cualquier torma de acción socül; el concepto de política es mucho más e!.pccífico. al atender prunordialmente J los problemas que afectan ;11 orden de la convivencia. Naturalmente. sobre todo en nuel:itra espe­cie, tan Imposible es en~ontrar acción social que no sea' cultural C0l110 encontrar acción ~ocial que no sea política; pero, como expliqué en el capítulo 811 , mientras que el concepto de "política,. adq~iere su signi­ficado por contraste COIl .. economia .. o ~ religión" , entre 'otros, el con­cepto de «cultura·· los lIlduye a todos ellos . .. Cultura" es una categoría más general que "polírica*. Por eso, con la definición SS aprendemos a entender I;¡ producción de jerarquías políticas de cualquier tipo a través del concepto de cultura. y no ;} la inversa. Allí donde encuentres uml Jerarquía política que te lleva a decir, en algún sentido, que do~ seres humanos son desiguales o diferentes en cuanto a su poder, el prestigio de su trabajo, sus titulaciones escolares. o lo que sea, debed" tener bien presente que, .,in embargo, siguen siendo igu3le~ en cuanto a :>u capaci-

10. (:ruCt:~)'1)r:.7d .. JL.d.l.1995. 11 . II.C.-:l,<"rd" ;"'Iuí 1.1 ~'lón ¿Es /.., cult/lr.., U".., Inrm.., pilnl(Ulilr de .. ,,,,(,,,f

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CUlTURA. ANTRO'OlOGI" y OTRAS TONTU¡"S

dad para producir acción social con forma convencion;)l. La culrur;), en el senrido que vengo exponiendo aquí, no es un .:mibuto de los que ~e sitúan en bs posICiones superiores de la jerarquía, ni siquieT3 si ésa es la jerarquía escolar o artística. Por el contrario, b jera rquía llllsma, como hecho político, adquiere su (orma como cu,llquier arra convención, a través de b acción de todas las penon:l.s que mterúcnen en su prod uc­ción r reproducción cotidjana. .

Este comentario no debería ser elllendido como una simplificación del tipo ~cada cual tiene lo que se merece .. , o sea, una visión de las je­rarquías polhicas que otorga a los que poseen menos poder institucional la 1111sm¡l capacidad efeetiva para Intervenit en el conjunto de la realidad jedrquica que::l los que poseen más poder. Est::l interpretación es IIlsen­sata. Lo que se enCIerra en la defimción SS es lo siguiente: toda forma de ¡erarqt/ía es 1111 resultado de la acciólI plenamellte cultl/ral de las per­sallas que illtervlenen ell esa ¡erurquía, cada ¡IIIO COII Sl/ correspondiellte capacidad e(ectilla para ill/ltl/r sobre la re"lidad de Id que (arma parte. Esa cap<lcidad dectiva, o poder político, viene dada a las personas por una 1Ilstirución política que goza de alguna clase de legItimidad, SI es que no se sustenta en la pura VIOlencia; pero la c::Ipacidad para llevar a cabo un 3cción plenamente cultural no le es conferid.l a las personas por ninguna Ulstirución concreta; es una capacidad de nuestro repertorio como especie, como lo es la capacidJd de caminar sobre dos piernas o la capJcidad de hablar. Esa capacidad se pone en Juego en tod::l!> y cada una de las Ulstitucioncs concretas de nuestra vida.

Las personas que ocupan posiciones jer:írqUlcamenre superiores en cualquier ;Ímbuo político deben su posición a un prOceso de cultura; pero no por ello son personas ~COll m,l" cultura", o ,·más cultas .. , en el sentido que doy aquí al concepto. En lo que respecta a su cap;lcidad para actuar por medio de convenciones son ~t3n cultas" como cualquier Otra persona, aunque sepan 1Iltcrpretar un modelo econométrico o el código civil, O sepan arquear 1.1 ceja de esa manera mn interes,mte al contemplar un Picasso, o escribir un libro sobre el concepto de cultura.

El concepto de cultura que estoy desarrollando ,1quí cuentJ ya con muchas décadas de elaboración. Sin embargo, no acaba de cuajar; )" no sólo en los discursos de la VIda ordinaria (que .lhí no tiene por qué hacerlo con toda :,u riqueza analítica), sino, lo que es lIam:lIivo, en el contexto propio de 1a~ ciencias sociales, las num3.nid¡¡des}· las diSCIpli­nas especializadas más pr;Ícticas que, como el periodismo, se nutren de aquéllas. ¿Por qué este concepto igualitario (pero no iguJlador) de cul­tura no se encuentra presente de una vez por toda~ en C:St3~ discipl1llas? 1\1i sospecha es que ~i esto no sucede es porque elote concepto de cultu-

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LA CULTURA COMO PItOCBO ~OllTICO

ra conduce a la ta.\am·a afirmación de que rodos los seres hum::lnos so­mos Iguale~ en dignidad. A mí me gustaría decir de mí mIsmo que tengo --m;ís cultura .. que un agricultor de un pueblo Je CasrillJ, y no, de un modo más preciso, que .¡é escribir libras (pero Ita gestionar un cultivo extensivo de cebada). Si digo que tengo ~m:ís cultura>· encierro en ese mensaje una carga de desigualdad mucho más radical. derivada del he­cbo elememal de que la cultura es un::l competencia mucbo .m:ís básica }" general que r1 competencia de escribir libros, mediada por un ::Iprendi­zaJc Institucional muy específico. Lo que qUIero decir al decir que tengo ~ más eultur:l. ~ es sencillamente que \oy «m;Ís humano .. , que he /Iacido .. más humano ~ .

Esta resistencia a usar el concepto de cultura en cua lquiera de las versiones desarroll::Jdas en CHe libro puede enrender,>e mejor con tres claves que, entre much.lS otras, configuran esas ganas de creerse radical­mente superior a los dem:ís.

(a) Etnocelllrismo

El crno\:cntrismo, o sociocentrismo, es un concepto \:asi tan viejo como 1:t antropología social. Design3 una acrirud universal de todo ser huma­no en [;lnto se considera parte de un grupo social. Fue puesto especial­mente de relieve, exactamente con el matiz que ::Icabo dt: ~cñ::llar m;Í!> Jrriba, al caer en la cuenta de que algunos grupos humanos se han deno­min;ldo J sí mismos "los seres humanos~ , frente a las personas de otros grupos. En nuestra propIa tradición hisróric:l., determinados segmentos de población subordinada, como los ,·negros», los ~gitanos .. , las ~l1luje­res .. O los .. n][lOS~, han luchado y aun luchan por ser reconocidos como personas plenas; plenas en dignidad r también en derechos. L1 etno­grafía, que es la metodología e~pecífica de IIlvestigaeión en antropolo­gía social, y que nos conduce a registrar e ilHerpreta r la diversidad de las formas de acción, nos ensei'ta a los antropólogos a sobreponernos ell la medida de lo posible a esta actitud emoc¿nrrica, con el supuesto de que, si únicamente consideramos como más humano aquello en lo que nosotros mi:.mos hemos sido educados, difícilmeme podremos llegar si­quier.l a regi~rrar ::Idecuadamenre las formas de acción en las que se han educado los demás.

luda form.a de t:unocimiellto ~oci:ll es, en lo inmediato, etllocburica (o sociocélltnca), es decir, [le\'a ,1 suponer que b~ C3tegori;¡¡¡ de peTl;:ep..:ión de la realidad, los \';¡lores,1a adcl;"uación o impropiedad Je la~ conducta~ en la~ que uno h;¡ \ido '>OCializado gozan de un L· .. dor o de U!la cred,b,-

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/lIlad melorc:~ o 11l;l)'orc:~ que b~ que 'O~Tlellen pcrwna~ '>OCiah1.aJJ~ en otrO\ grupo~I!.

El u'>o lerarquil.;Jntc del concepto de culrura como una marca de distinción y humanid'ld e;" en e~te ¡,enudo, una práctica ernocémrica: mi fornlJ. de ;l!.:tuar es la m.h J.decu.¡d,l, la más hum.ma.

(b) Lo~ políticos no quieren trab;Jjar

o sea qut.', como ra he c,\,criro, cuantO m:h cómodos melar. bta sos­pecha mía tienc varios perfiles, siempre dentro dI.' e~;t vocación de lo~ políticos por reproducir ~u pm¡'JClón p ;Idquirida con el menor e~fllerzo posible.

Pard un politico ¡'Iempre sed más cómodo enlcnder la culrura como un obleto de ge¡,tión hurocdtica o mercantil que como un concepto complelo que cualifica ;t <.:ualquier forn1.1 de acción humana. Puesto que los Imtrumentos de .1Cf,:ión de un politico son la~ leyes y otros códi­gos explícitos, sit.'mprc le !oCr;Í mjs confortable trabapr <.:on cosa, cldrJ.­mente identificables qut.' con conceptos complejos. Tended por tanto a redUCir el <.:oncepto de culrura :. formatos reificado,>, cosas f.:kilmenre definible~ y gestionable,>: lihros, obra~ de arte, dISCO~, museos, catedra­[es, programa<¡ escolare~, etcétera. Expandir el concepto de culrura par.1 de .. ignar ;t ¡;ampos m.h amplio!> de aCCión le lIe\'aría a tener que usar, además, una mayor precisión en I;t de!>lgndción de sus propias accione~. Por ejemplo, están mu)' daras 1.1S responsabilidade!. de quien lidera la -Dirección General del Libro~, pero no tantO las de quien lidera eI .. J\1L­nisterio de Cultura,.. SI el -M misterio de Cultura* ,e denomin;¡<¡c, con nitidez, -Ministerio de las Arte,»' del lIbro _, O di menos de un mojo mjs concretO .. M misterio de Indu .. tria y Mercado Cultural .. ganaríamo~ mucho en cuanto .1 la designación preCl;,;1 de su cometido; pero, .. imul· táne.lmente, ¿quién ¡,e atrevería a quitar al mini.,tcrio de rurno (y a sm responS3ble~) el postín que confiere la p.11abra «cu ltura .. ? .l\1inisterio de Cultura .. es, en consecuencÍ.J., una feliz fórmub para b Simplificación. Primero, porque pcrmite mantener ,>in mayores problemas la jerarquia políUG1, la diferencia de prestigio y dignidad que acompaña a 1m que hacen o~tentación de tener una _gr;\l1 cuhura~; y segundo, porque per­mite cua[incar de la mdner.l más vaga posible (y _vago·' aquí signitic.l tOdo lo que !>ignifka) un obJctO que es -en lo concreto- und hurJ.l reinca..::ión, y --('11 lo general- un calón de sa!.tre.

11. Vd.l"':o~' Dial d., RaJa., 200<,1 [1 <,I<,I7J: 216.

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LA CULTUIlA COI'IO 'Ilocno ~OllTICO

Una consecuencia de esta utilil.aóÓn de la palahra ~cu[tura .. , a un tiempo reiticadora }' vaga. es la sep;lración entre la "cultura·· y aquéllos que I;t producen, o sea, bs personas de carne) hueso en su vida ordi­naria: el aislamiemo de la ·'culrura ... L'l cu1rura pasa ,¡si a ser concebida como un ~recurso~, a veces en forma de recurso político (como cuando se trata de las grande, obras de :me que, con su~ artistas, componen una enseña nacional), .1 \eces en forma de rnt.'rcancía. Y como la culrura .!oólo la tienen los que .. tienen culrura .. , los ~ruhos., 'iC ahmt'nta de paso la idea dI.' la desposesión de cultura de todos los dem.'is. o sea, el común de los mortales que votan en las e1ecúones. Convernda en .recur~o.·, la culTUra, que es la única competencia común que no'l identifica como humanos a todos loe¡ seres humano~, queda separ¡¡da de nosotros. en las manos de qUienes se .urogan la extraña VIrtud de .. tener la culrura-. Así, en lugar de decir con precisión que la ley del canOIl facilita el cohro de derecho~ de autor en concepro de la vema de canciones, películas y OIros textos, un político preferid deCIr, va!!amente, que faCilita ~el des.1rrollo de la ¡;ulrura ... ,Por qué ha caído a la_~ canciones, las pe-1iculas y otr()~ (ex­[Os el \amhenito de <;er denominado~ "cultura .. , ) no por ejemplo. a los tomates rJ{, los mOlares de Inyección y los cable .. de alta tensión? Esta pregunta, para un antropólogo como yo. encierra un fascmante mbrerio.

El polrtico, cuyo lrahajo espedfico es actuar \obre y con la conlU­nicación humana, es decir, sobre y con la. voluntad de entendimit.'nto, siempre tr.lhajad meno~ cuanto meno,> comunicativo e¡ea su concepto de .. cultura., es decir, cuanto más "1m pie sea. cuanto más chahacana­meme rcificado y espurio. Ello le permitid mampular cosas y le ¡¡horra­d la preocupación de imerH3r entenderse con persona¡,. Y. de ese modo, como a menudo <¡UI.:ede cada veL que el político '\e enfrent3 al disemo de quiene.!o vindican su dere¡;ho a VI\lr la vida que quieren vi\lr, l11ren­tad ocuparse de sus .culruras~, es decir, de todas aquellas l!OSilS que po­drían exhibirse en un museo, pero no de (y con) sus IJerso"as, que en detiniti\';1 deberían ~er Ia~ henefiClarias de ~u acción política. Pero es quc bs per~olla!> producen diversidad y conflicto, [as cosas no; '-, en f!eneral, un políti.:o con éxito ,uele amar la tranquilidad, que para eso h.l lIegd­do has' ... 1hí.

Al c~coger el título _Los polítlco~ no quieren trahajar_ no me refiero a cada polítICO individualmente considerado, SIIlO ala panicular descO­nexión que en nuestro mundo <¡uele tener Id esfera de la dcción politica (concebid:. como acúón ",..íctiCd) de la esiera del an.lli~ls hlen funda­do (co1ll.:ebido COl1l0 acción teóricol) I l. Y de hccho, puede darse t.'I ¡;dm

p, I);'c¡""'r, t'l91 (1'11"1.

lbS

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CULTURA ANTIIOrOLOGIA r OTRAS TONTtRlA5

de políticos que sí q/lieran trabajar, pero que, dadas las circunstancias concretas de su trabajo, no puedan hacerlo. Pero cuando los políticos no quieren rrabajar, y esto también ~ucede a menudo, dejan la cultura abandonada en el desván de las simplificaciones, la conciben como esa tontería que da de comer a pinmres y escritores, y que de vez en cuan­do eleva nuestro orgullo nacional.

(e) Narcisismo intelectu:ll

Por otra parte, h:ly que ver lo bien que nos sienta a los imelectuales la cu ltura. A través de el la se nos infunde ese viejo esplendor ilusrrado y hum¡lnista. Ganamos poco dinero, es verdad (todos dicen lo mismo de sí mismos), pero hay que ver 10 que molamos. Como somos «cultos~, es decir, .. los más cultos», hemos de ser también el ideal de la perfección humana. Ignorando lo más elemental--que el saber ilustrado acerca del mundo es enteramente independiente de nuestr3 dignidad human3, y que, siendo muy sabios, podemos ser también malas personas-, siem­pre andamos sacando pecho con nue.srra ~upuesta superioridad moral. Tras décadas de asistencia a la escuela hemos aprendido muchas leccio­nes, pero la que ha quedado impresa en nuestro canícter COIl trazo más profundo es, sill duda, Iluestra creencia en que nuestro saber nos hará más dignos de la recta opinión. No daré aquí ejemplo de los múltiples escenarios mediáticos en los que profesores uni\'crsit:lrios, escritores y demás "'cultos .. nos prodigamos en juicios morales de toda clase; men­cionaré solamente una bienintencionada pregunta formulada por un antropólogo a quien también admiro, Michael Carrit'hers:

¿No seremos capaces de hablar, como alltropólogos, más que, par eiem­plo. como állddda/lQs de este o de aquel país del Inundo. sobre asuntOS morales de r3biosa acrualidad?H.

Cap¡lCeS seremos, desde luego; pero ücaso no es suficienre con ser ciud:1danos, o mejor, personas, para formar un JUIcio moral? Como an­tropólogos sociales nos servimos del concepto de cultura para declarar que todo ser humano es de hecho capaz de dar forma a su ideal de buena vida. Por tanto, creo )'0, jorma parTe de nuestra competencia profesional evitar la creencia de que lIuestro saber nos capacita para ejercer nmguna clase de distinción moral. Como tllltropólogos hemos de renunciar a esta idea. Fuera del ejercicio de nueStra profesión, natural­mente, allá cada cual con sus creencias.

14. Carmhers. 2VOS: 4H. L\ '::Ur.JV:l es mil.

266

11

RELATIVISMOS

Una vez más traigo aquí las ideas de Gerd Baumann para iniciar una re­flexión sobre otra palabra de moda, arma arrojadiza de papas Y obispos, catedráTicos y poliricos: .. Relativismon.

La noción de culmra. que también se encuentra en el cimiento de esa palabra, obtiene a través de ella su importancia práctica. Pues el concepto de cultura «se sitúa en el centro de ese triángulo de poderes» constituido por el est3do moderno, la etnicidad y la religión. Es éste el triángulo de poderes en el que se cifran tOdas las tensiones entre mode­los alternativos de huena vida: el .. enigma multiculturah l • Para quien tenga el gusto de leer esn obra de Baum:lIln sólo me queda decir que este libro que ahora acabo es consecuenre con su noción de' «praxis l11ulti­cultural »!; una forma de praxis intelectual que aboga por la promoción del respeto a todas y cada ulla de las formas de acción social, el respeto a las formas de acción de las personas en su relaciones soci3!es con las demás personas, con el único límire que imponen las normas penales derivadas del ejercido legislativo de un estado democrático de dere­cho. A esto hay que ai'ladir dos marices: (1) que ese estado. como aso­ciación politic3., no tiene por qué configurarse obligatoriamente como estadO nacional; y (2) que, en todo caSo, la praxis cultural estimula una prioridad razonable de las formas de acción sobre Jos códigos penales, indicando que los segundos han de ad¡lptarse todo lo razonnblemente posible a las primeras. y no a la Inversa.

l. B.1U1nann. 2001, 29. 2.. ¡b,d.: 148. Aunqut. como he fxplic.ado, ,1 mf m~ h:\';tarf;. con la d~110mlnll~i6n

~pn'l<is cul¡utal~.

267

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CUlTUJ.A ANTJ.O'OlOGIA y 01J.A5 TONTEJ.IAS

GroseriilS illlt,rre!atwlstilS

En su última homilía 3.nte~ de pJ.~lr 3. representar a Dios en la 1i~rr.l , Jo­'>ef Raninger bnzó un titular que lue difundido por (odoslo~ altavo..:e~ del mundo: .Hay que comnatir la dictadura del relari\'ismo~_ Hemo\ de suponer que lo que quiso decir Josef es que hace ütra un dJro norte moral (el de 1.1 IgleslJ c'uólk:a; duo) que, al orientar con <,us prmei­plOS nuestro comportamiento. evitJríJ. la corrup¡;lón de nUl·~tru orden ~ocial. Si esta InlerpretJción de sus pJlabras es adc..:uad.l. -,comb.ltir b dictadur¡¡ del relativismo" significa combati r la idea de que cualqUIer o rden moral es legítimo. Sus pa labra~ apuestan por 1/11 orden moral. Como antropólogo no tengo nJ.da que oponer J es¡¡ creenCia, que de~de luego e~ digna de re~peto. Sin emb.u go, sí tengo algo que deCir ~obre el uso de I.t noción de .rel.1tIvismo_ que se contiene en ella. EstO quiere deCir que poco impon a ahora discutir ese IUlcio moral, cuando prevIa­mente lo que \f h:ly que di<'cmir -y a conciencia- es la preten~i6n que las palabras de Joscf encierran: que ese 1UlciO moral incluye una verdad de he..:ho (pues D,os no <"uele mentir).

C011l0 antropólogo puedo afirmar el sigu iente enunciado de he,ho alternat1\'o: cua lquier utilización en singular de la palabra -relauVlsmo·, es una grosería. M.is aún. si esa palabra se usa de forma genérKa y S1l1

marices l. Con la palJbra .. relativismo .. sucede a menudo lo mismo que con la palabra ~culnlra··_ Al ser usada indiscriminadamente por aquí y por allá, acaba por perder todo ~Igmficado y referenCIa concreta. Hlo da lugar a u~o~ realmente pllltOrescos, como este de Manano Rajoy en un 11litin precle..:toral en Zaragoza:

Tenemo~ \'.Ilon~\ y prml'lpio~. Yo no .:reo en el ,eliJ'll'iSIIlO 1.iJp.1tt'rut¡J,

ueo en el tr .ltulo )' el ('~fuerzo·.

Este mo IIldl~,runinado delwncepto no debe atribuirse solamen· te :\ papa~ ) plllft i l;()~. l iunhién mucho~ mrelecma[es, comu Fernando Sa\-aler, lo pratIkan sin pudor. espeCialmente cuando ~on tr;tdu¡;jdo~ por la prem;t. Por ejemplo, en unJ nota de prensa de El Pais refend.1 a su dis..:uno de inve .. tidura (01110 doctor HOl/oris Causa por la UIl1

ver~ idad AutónmnJ de M;tdrid. ~ destacaba que Fernando hizo un.1 apa~iOil¡ld:l dcfcll'.a de b existencia de una ~verdad objeuva .. , criticando con ello "el rel.1tivismo po~moclerno que toma los hechos por mer.1'

,1. 6",,,1\. ZClO!!, -l. ruh[¡",.,J ... el! U r.tl~ Jd 21 de m""u Je ZOU7, r, 2.~. 1 ... ~un.,u ~ mia.

16S

J.HAlIVISMOS

oplllione ... -~. De este modu. El Pais dlÍundía un memJIC de \U oplnador por antononu.si:l. en el que le haóa ,elltar dtedr;t ~ohre el concepto de \'erdad oblet iva~.

Conviene detenerse un IIlstante en la falaGa de este argumento. antes de ofrecer los matices del concepto que nm <)<.:upa. Pues la ape­lación :1 la .objeti\'idad~ tiene tanta fuerza retórKa en nuestro mundo que parecería que con sólo mencionarla ya \'a de ~uyo que uno lleva la razón. La falaCia de ti Pilis que tradu¡;e a Fernando, JI oponer ~ohJeti­,idad~ a "tel.uiVL:,>mo> -prescllluo aquí del adlemo posmodemo, que me mlpona poco--, radIca en su groser.1 sLlnplifica( IÓn del ,on,epto de obletividad. Espeó.llmenre ¡;u.lndo se trar.l de lo~ .lSllllfOS humanos. la nooón de objetividad es complcJa. Como cualquier persona ,on algo de '>entido común, yo también creo que ha) mu..:hos fenómenos que so­lamente llegan a existir cuando, de hecho, ~lKcden; y de los que puede predi,ar~c su exi .. tenó.1 COm O una realidad extern,l a cua lquie r ~uhje­tividad. Sin embargo. t.lmbién hay l11udlO\ fenómenos -~', entre ellos, b mayor parte de los producidos en IIlstituoones humJllas- que son sencillamente IIIcxpltcahle~ ~in una refercnda con(reta a C\3S IIIstituóo­nes, es deCir, a los agentes que la~ habitan ((on ~us subletlvidades)-. Esto no l e~ re~ta un ápice de ,ondioón !anual. bo .. fenómenos también son heclJos. Por eJemplo_ si un tribunal de lu~tida condena .1 un hombre a muerte )' luego los verdugm dt:pendll'ntc .. del 1111111 .. terio del IIlterior ele,utan la sentencia, e~e hombre muere de hedlo. Supongo que po­driamos decir con Sa\'ater que ese hombre muere oblem-.unente. Lo que no podríamos sugerir de ninguna manera es que la muerte de este hombre ha sucedido completamente al m;:argcn de las suhjem'idades de

$. U P,m, 111 J<' m;r,no Je 100". (l. Como ~lIe1e w~~dcr. b reHn!ón Jd lile_.fu "d' Jter /;lo .Jlg"l' nu~ UlI~rC'\.lnl~ ~.

comple).J qoe lo que c.Jbri.1 JeJu"r Je e..e IC\!tJ Je pren-.:l. 1..1 re!eren"J de C'lIa rcflulón ~nbre Hr<bJ ~ rdall"l~mo c\. emrt' ('IrJ_', ,11 It'\\O oFlcg" Id vcrJaJ-. un urlrulo de ~1I libro U ~·.tl/)r dt tl~, {lOO 1). En ti] SJ\'Jler hJbl3 Je J"-el"Wlo '''m~ de \'c:rdaJ. \" Je la bb~IJ qllt co.m~mc.' en ¡uzpr ",on lo,; ,mc:m ... de 'crJaJ de un umpo kh JUICIOS pnxiu­cid", en Olro <.campo J¡(erenlc.'. 'un cmhJrgn.lo 'lile me Inlere.,.¡ Je'IalJr J'lui c:\ el ct"'CTIl aleo!óg";u ptoJUCIJO por 1.1 dl\'ul¡tJClón medljll':.1 de 'u mell~al~. 'lu~ t, eOIl!>ecuemt ~Iln w noción funJ.lmenul: .I~ ~erd,ld Je In re.ll •. he deet'l iJcolúgico es un drJquc '111 IIl,IT"e, al r(lanv,~mo. I'or lo dcmh, d le~tur .!temo cnconlr.1Tj ,mpO"Jme~ pUnlO<. de cn~lIemro emre mi "ir"" Jt' b critl~a ¡tw'>Cr'l Jd rrl,III\'I,mo y e~ta propllMClón de ".w.lIef: "c.'1 'lue no loJa \'udaJ rueJ.;a fund~r'>C J"1 ml'nlll modo no equl,~le a que 1.3 rreten"ón dc.' \'crJaJ...:a ~icmrre I1lfunJ"Ja'

"T Un ~rgumenlll .JnJ1u!\u .' ~,tt' puede cn~"mr.¡f'>t' m.¡\ Jl;).lrn,II.ldu en nueUTU IrJI.1nllento de Ion no.:i"nC\. de TlC'ltU y .lI.lr. en \-.:1.1"'" Di.ll Je RaJa. (;ruce,. I'cnúnda. Jmltnu Je \1~J.tTl.K"-' ~Jn .. hn M"lIna, ZU\ff,:'ij7 h.

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CULTURA ANTROrOlOGIA y OTRAS TONTERIAS

[os agentes implicados en ella (desde los legisladores que fabricaron [a ley penal hasta el verdugo que, siguiendo instrucciones, ejecutó la sen­tencia, pasando por el ajusticiado, que en su día, y en el caso de haber cometido de hecho el deliro, mI vez minusvaloró el alcance de la ley. interpretándola a su manera). fue c01l;unto de age1/tes, cada U/lO desde SIl posición relativa, configura ,,1/ hecho social qfte sólo es obJetivo por­que es intersub;etiIlOH

• En ciencias sociales, el o<relativismo ... no se opone a la o<verd3d objetiv3_. Más bien al conuario, el acceso a b objetividad, entendida como intersubjetividad. sólo es posible a través de un examen global del conjunto de agentes que, con sus subjetividades respectivas y desde sus posiciones sociales relativas, construyen ese tipo de hechos que denominamos «fenómenos sociales». El relativismo es la única vía de acceso a ese examen «objetivo".

¿Pero qué clase de relativismo? Como se habrá norado, el rírulo de este capírulo está escrito en pluml: Relativismos. Está escrito así porque He[ativismo», escrito en singular, no significa nada para los antropólo­gos sociales. Esa noción no es unitaria.

Raninger, Rajoy, Savarer, entre muchos OtrOS que usan la palabra «relativismo» groser:lrneme, se estnn refiriendo a lo que debemos de­nominar con mayor precisión relfllivislllo moral. El rel:ltivismo moral consiste en asumir que, en el orden de los principios mor:!les, cualquier visión del mundo es igualmente adecuada y digna. El relativismo moral es una forma de relatiVismo que se predica de las ideas morales de las personas. Si soy un relarivisra moral asumo que hay muchos órdenes mOr3les diferentes, muchas formas diferentes de interpretar lo que ha de ser entendido como buena vida, lo que ha de ser entendido como deseable. Pero 110 s6lo aSl/1IIO esto. Además, si soy un relativista moral asumo que cualquiera de esas formas es igualmente aceptable para mí (pues yo soy quien pronuncia el juicio moral). Por ejemplo, asumo que apedrear a una mujer como consecuencia de una acción considerada «adulterio» es tan lícito O aceptable corno freír a un ser hum:lno en la silla eléctrica tras haber sido condenado por asesinato; y todo ello t:1I1 aceptable moralmente como condenar a una persona considerad:! "menor" a prestar servicios a su comunidad tras la comisión probilda de un delito.

Cuando se maca al «relativismo» sin mis como arma retóriCrl con­tra todo :1quél que no piensa como uno, lo que se está llsando es ese concepto especial de relativismo, el rebtivismo moraL Se está dicien­do: no es IkilO que tú, que eres una persona capaz de hacer juicios

!l. Vebscoy DIa1.de Rada, 200'} 119971.

270

RELATIVISMOS

morales, creas que todo es lícito. No vale creer que todo v3le. Yeso es exactamente lo que yo creo. Yo creo que apedrear a una mujer es una salvajada, y que también es una salvajada electrocutar legalmente a un ser humano, pero no creo que sea igualmente una salvajada obligar a un _menono a preStar servicios comunitarios. Desde mi óptica moral (la mía propia), todas esas cosas son muy diferentes. Yo, Ángel, no soy un relativista moraL

Puesto que el relativismo moral afecta a la esfera de las creencias morales dé las personas, poco tiene qlle ver COII la antropología o con el c01/cepto mismo de cultllra, entendido como [o entiendo fU este libro. Como seres humanos, todos tenemos llueStrill; propÍJs visiones morales del mundo, seamos o no antropólogos, papas, políticos o catedráticos. En nuestro sistema político, formalmente constituido corno unJ demo­cmcia, rodas las personas que pasamos de cierta edad tenemos derecho a votar. De ese modo elegimos el parlamento que deseamos para regu­lar nuestra forma de vida. Todos nosorros tenemos nuestra idea de 10 que es la buena vida, creemos que esa idea es la mejor y sabemos que muy probablemente otros tendrán a su ve7. sus propias ideas. Todas las papeleras electorales vertidas en esa tima tienen exactamente el mismo valor, y nadie nos invita a poner en ellas nuestra profesión O nuesrro cstarus. Se supone que todas las personas que votamos, los agricultores, Jos antropólogos y los catedráticos de étiC.1, somos personas completas en cuamo a nuestra form3ción moral y política. Nada hay en la antro­pología social y cultural (como en Illnguna otra profesión o dedicación) que conduzca a ser un relativista moral. Michael Carrithers lo dice así:

Si bien la anrropología prOVOC3 IIn movimiento decisivo e irreversible le­jos de [ ... ] b Ct:rteza moral no se nata de un movimiemo hacia un vacío moral: relarivismo culrural, sí; pero no relativismo m9ral~.

Aquí surge, pues, una segunda v:.\ri:1Ilte de relativismo: el relativis­mo C11ltural. El relarivismo culrural, que sí e~ propio d~ la antropología social y culrural y consecuente con el concepto de cultura desarrolla­do en este libro, se diferencia del relativismo moral en que no tOllla por objeto a los juicios mor:11es. Es decir, 111/0 l/O es relativista C//lwraf COI/lO consecllencia de sus creencias /l/orales: 111/0 es relatiujsta clIltu­ra/ como consecuencia de 511 cOllocimiellfO aU{/'opoI6gico, independien· temente de las creencias /IIorales qur: sostenga perso/lalmente. Simple­mente, dado el collocimie'lfo anlropológico aculllulado tras décadas de

9. Drrirhus, 200S, 434.

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últ'esflg"cióll emp{ricil. los alltropólogos sostenemos que, de hecho, hay muchos órdenes morilles diferemes, muchas formas diferemes de mtcr· pretar lo que 11.1 de ser ente"dido como bite",]. L'idJ. lo que I,Ol de Sl!r en­tendido como deseuble H1• Eso es todo. y. nos gusten o no nos gusten esas formas de vida, el único modo de empezar a entenderlas es percibirlas como diferentes.

Naturalmente. los :mrropólogos sociales -sirviéndonos del con­cepto de culrura- no nos conformamos con percibIr la~ diferencias en­tre las diferente~ formas soóales y morales de interpretar la vida. Como Clentffico~ sociales. aspiramos también :l enrender con el mayor detalle posible cómo ~on esa~ formas de acción y cómo es que han llegado J

ser lo que son. Ya no basta entonces con percibir esas formas de acción mmo forlllas diferentes; además. con ese propósito científico de ga­nar un detall3do entendImiento. debemos ~vitar por todos los medios 3 nuestro alcance que nuestra percepCIón de diferencia se convierta en un luiclo moral. Esto qUiere decir que. cuando hacemos investigación an­tropológica (y sólo cuando 13 hacemos) debemos esforzarnos por evitar que nue!>tr3 percepción de diferenCia se conviert3 en un tuicio del upo "esto es mejor o peor que esto otro,.. En lo que se refiere a esta voca­ción clelHífic3 nos distingullnos mu)' pQl.:O d~ cualquier otro científico dotado de curio!.idad. Incluso cuando traha¡amos para entender IIlsti­(Ucione~ que nos repugnan moralmente. como un sistema de IUSflCl;! que Induye enfre sus pen;!s b pena de muerre, creemos que. SI nuestro propósito es entender cómo !>on y CÓmo han llegado 3 ser lo que ~on, entonces no tenemos otro camino que controlar nuestro!> Juicios mo­r31es en el ejercicio profesiollal de la investigación. É!.ta es la ten.:era fornlJ. de relativismo. Se 3siema en el relativismo cultural)' se denomina nddlw;smo metodológico. En rigor. Implic3 UnJ. renuncia profesion31 .11 elercKlO de lo .. IUlcio~ mor.lles, similar ;1 la del trabalo profe!>ional d(" otros cJemificos que tolTlan por obJeto problemas de orden y desorden: un ~i~mólogo que Intenta entender cómo es y cómo ha lIegado.1 produ­cirse UI1 terremoto C;:Ha~lrófico, o un médico que intenta entender cómo es l cómo h3 llegado ,1 producir~e un tumor maligno. Ambos lloradn ~i su mUJer ha fallecido como con!>ccuencia del terremoto o del tumor maligno, pero .lInbo~ deberán ap;lrC;lr sus lágrimas, en 1J medida de '11'

lO. I;n .. ~U, hn"3~ e'IO\ c .. nU.1nJQ ml .. n':IQnadJmen!e la JIs<:u~lón .. n la "nito!,'" tU!lii.1 \' 1.1' ~ntro!,óll>p"~. peru d rd"I1\"\1110 cultural el11 .. ndlJn ,;{¡me) dqul 1" 41..1100 no e.. al]!<l m\'enuJII ha,;e un.l~ Jé,;.uu\ f"'r un rufl .. Jo 41 .. ,;ol .. g.u .le rwfc,,,;n. Como me ha ..1J .. en,J" AlfreJ" han,; .. ...:h ... 1 T .. ,',,"<l..:lmICI110 ,Jc b .. X'I.t""~1o:l J .. J" ... .-..:s_, .. tJ~.l.< SC'

r .. m"nta ';"010 mimm<l a b til,,,,,,,.lia .le la lor .. n. d.b,ea.

172

II.llATIVISMOS

fuerza!. y sus posibilidades. si lo que Intentan es consegUIr un mayor entendimiento de ews fenómenos.

Naturalmente. por mucha claridad analitic3 que Introduzcamos en estas cuestiones, siempre estaremos expuestos J Innumerables dilemas morales. Esos dilemas forman parte de nue~tro oficio. mevuablemen­te ll • Pero es Imprescindible IntrodUCir una mímma claridad analítica p3f3 no caer en un gro!>Cro antirrelatl\'ismo. Es verdad que eXls[e un rie!.go de desplazamle~to desde el relativismo cultural y metodológiCO al relativkmo moral. Esta es una preowp.lClon const.mte de la deon­tología antropológica. Pero tambIén es verdad que quienes confunden IOdas estas formas de relativismo bala una burda sllnplificación moral pueden contribUir a una confUSIón. mucho más perludicHlI, entre el en­tendimiento y la lustificación específicamente moral: entender tilia for­ma de vida social y Sll$ c.ondiciones de existencia 1/0 es lIi tielle por ql/é ser fl/stific.arla moralmellte"·. Esta confusión es eXlrem3clamente perju­dicial porque puede conducir a cemurar, desde una premIsa moral va­gamente formulada. el conocimiento clenrifico del mundo; y. en el caso de la amropología, el conocllllicllW científico de la \'Ida hum3n:l.

H:lce ya ailo" que CIi{ford Geert'l de\l1lenUlÓ extensamente los de­talles de lo que él dcnommó <1l1ti-d"ttrrelJttL'ISmo11

• Como antropólogo ~ocial, creo como él que e1.lIl11rrelat1V1~mO (grosero) nos quu.1fá mucho má.o;; que lo que puede d3rnos. Y en térnunos estrictamente morales, creo tambIén en la \'ahdez de la ~lgUlen(e formu13clón de mi colega Pe­dro Tomé: .. el antropólogo no tiene por qué 3firmar que todas las cultu­ras son buenas, pero está en la obligaCIón de !.ol1lcter a todas. IIlduidas las propias. a la misma crítica negJti\·a .. I~.

La consecuencia de confundir e"tas tres formas de relarmsmo baJO una vaga categoría de relativismo moral es siempre ];1 mislll3. En mayor n menor grado. quien pone en práctic3 e~J confUSión desde una preten­dida posiCión de liderazgo moral (como la de los papas o los catedrá­ticos) construye una mor:ll fund:lI11cntalista. Pues, a rravés de los me-

11. Fn.'omtark, un hon .. _UI r heml,.,'>(1 rcl.uu u(' algullI>\ dc "'10' dllcmls ... n .. 1 t('~to .1 .. \-Ílnu .. 1a ClntÓn . • los confinr\ ue la Irnpomlra_ Rctk .. ionrs .. uhre d tubJlo

ctnl.>fldlico con minoria~ r .. liglU'I.J' . (20011). 12. En un artCculu J .. IqMII. Ahwn 1). Rcmeln filú ':011 much.l precmón 1..1 Idea

de que .. 1 rd~fI'·l'mO cultural. COlmo h .. rral11lC1ll3 dl."l .:(,nlkII1lICOfO .~llIropológico. cs .:<>n,:"rlUall1lcl1l .. mdcpcnJlrmc de la lul .. r..1nó.1 ((mIO .1':IIIIIU de lu~uli.:a,;¡ón (Remdn, IYIIII,62).

13. loan-..!. 1':l9S 119841. 14, Oi a I\:dro furmularC'Sla rrcdu IJU en un.J.:"nf .. r .. n.:i.l púhl,,;.I. Fs una id~a lan

ltu~na q"" "<'gur.uncnle e"Iolad .......,rlla en alguna rau.e, tal Hl f",r I!I 111"111'1.

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CU~Tl,t~A ANTIlOPO~OGIA y OTilAS fONTElllAS

dios de comunicación,! propaganda ideológica pretende afirmar que Sil visión de 13 buena vida es la úll1ca que merece respeto. El fundamenta· Jismo ideológico Incluye 13 pretensión de que 1.u formas de acción di· 'o'I:rS:b y las im:ígenes morales que conllevan deben ser puestas inmedia· tamente en relación con el punro de vista ideológICo de quien susrema la razón moral , el que dice: ~mi visión es la buena,.. Esto lleva a dcshu­m:IIlIZar la pdctica moral. pucs el "'pruner referente de cualquier sistema de principios morales es el ser humano que, en sus relaciones con sus compañero~ de vida, Interpreta en la pr:íctica esos pri ncipios. El agente de la mor:!1 es, primariamente, qUIen la vive en su propi:l carne, en los escenarios de su vida concreta. Cuando los p:lpns o los catedr:íticos so­meren a ju icio moral las vidas de los anos sin ser copartícipes de esas vidas. preSCinden de los seres humanos que, de hecho, pracric:m su mo­ral COl1cret:l. Desde esa pretendida razón ul1lversal, que no es otra cosa que Sil razón personal apuntalad<l por podcrosos dispositivos ¡nstirucio­nales y medi:íticos, arrebaran :l los demás seres humanos su protagonis­mo como agentes morales, en una suerte de despori\mo Ilustr:ldo: .. todo para la gente, pero sin contar con ell :l~.

RelatIVIsmo metodológico. al1tropologra social y etllogra(r¡1

La vida ~oc i al concreta de las personas se debate entre dos extremos utópicos. es decir, dos extremos que en la pr:ícricn nunca existen en estado puro: la utopía delallthrúpos. que nos cuaiLfica umversalmen­te como miembros de la misma especie, I:t idea de una hum<lnidad universal e igualimria; r la urapia del etlmos, que no~ cun!tfica local­memc como Illlembros de grupm sociales difercmes. la idea de un ser humano que .. 610 se realiza en I:t e"pec'¡:icidad estrictameme local de su grupo sociap I. La ullagcn utópica del alllhropos puede llevarnos a ignorar la diversidad empírica entre la ... diferemes formas de vida; 1;1

Imagen mópica del etlmos puede llevarnos a Ignorar que todos los gru­pos humanos, en su diversidad local, csrfin cnpaCltados para la comuni­cación con los demás grupos hum:lnos. Ambas imágenes son utópicas porque nunca ha existido, en concreto. una persona .. universal _, e~ decir. alguien completnmcme al ma rgen de ,>us concretas experiencias de SOCIalización en grupos concretos; )' nunca ha ex istido, en ninguna pane, un grupo humano con formas de vida tan propias que pudieran cualificarlo como completamente diferente de todos los dcmfis grupos humanos.

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k(~ATIVIH10S

El rel:l.tivismo metodológico es la única herramlcma intelectual dc que d isponemo~ para Ilustrar las variames concre[:J.~, empíricas, entre ambas formas de utopismo. L, vida concreta de la geme se produce en comextos sociales concreros, específicos, con sus formas de vida y de moral. Y sólo a rravés del entendimiento de e~s formas de vida )' de moral concretas, relativas a sus contexto~ de vida, podemos lle­gar a comparar los elementos que en ese grupo humano concreto son propios. comunes con otros grupos, o universales en ·el conlunto de los grup~ humanos. Ese trabajo de entendimiento, de mteligibllidad, caracteriza a la antropología social como disciplina científica. Los an(ro­pólogos l/amamos a la forma de investigación que cQflsiste ell describir y hacer ill(e[;gible Ima (orma de vida concreta. etllogra(ía1b

Sirviéndonos del relativismo metodológico los etnógrafos mtenta­mas ampliar el horizonte del discurso humano mh allá de la esfera de Illle!>tro propio universo morajl7, pero también má" al1:í de un vacuo re· lativlsmo moral para el que todo vale. La JJ1cerridumbre moral que pro­duce este ejercicio profesional, y a In que se refería unas líneas más arriba Michael Carrithers, es ineVITable, pero las recompensas san múltiple!>.

Frente a un grosero relativismo morll. que defendería la pureZ:l del ellmos y la condición diferencial y aislada de cada grupo humano, el relatiVismo metodológico presenta las sigll iente~ vcmalas.

H relatlUismo moral hace de pl/ertu; el relativismo metodol6gico 11.1Ce de puel1le. Si el relativismo moral no~ un pone un:l VIsión de las diversas formas de vida como formas aisladas, incomunicadas; el n,·Jan­vismo metodológico nos conduce h:lsra es.1S formas de vidn con ¡;uriosi­dad científica. Nos ayuda a indagar en las condICiones de eXIstencia en las que esas formas de vid<l se producen, cn el supuesto de que mngún cOntexto de vida humana es completamente imnreligible para cualqUIer ser humano. Así C0l110 un traductor construye puente~de sentido entre lenguas (y no ha)' dos lenguas que sean completamente Intraducibles), un etnógrafo construye puentes de semido entre culturas, es deCir, emre formas de vida (51) u . •

El relafwisl1lo moral puede lleL'arllOS a poner el Cll(asis ell tilia ética de la convicción imlitlid//,¡f, pues en el extremo el último reducto de la~ islas culmrales se encuemra en el individuo ai,>lado, (:on su exclusiva moral. El relatil'ismo metodológico 110 tiene por qué cDl/tradecir el papel del IlIdlUidllD CII la fomhlci611 de Sil moral .wtÓno/lla, pero IIOS obligu

16, Vcb....::o ~ Df.ll lit R ... d.l, 2Qtl9 [19971. j'7 Ve!;I5<;O (':OtHp.), 19'11, 9-12. 111, l:m.:..,;rDi.ud~R ... J;¡.lOO~,

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CULTUll¡\ A,NTllO~OlOGI¡\ y OfllA,S TONf(IlIA,S

11 contemplar ¡¡ ese inJll'idllo ell rel.1Ctón y l/O en dlslamiento. El relati­vismo moral no~ I]e\'a a ve:r el mundo social como un conjunto de: I~b.~ culrurale~ mcomunl!.:ad.ls eJ1[re sí y, en el extremo, ~omo un conjunto de ISIa~ mínimas, tndl\ilduo~ desterrados en el ostracismo de MI!> mundo ... l11orale:s. El relallvlsmo metodológico nos alienta a \·er el mundo ~oClal como un conJunto de agentes culrurales. que. en su \'ida social concreta, comunican ~us diferenCla~. Y, puesto que las diferencias ~ólo pueden dar~e como relacionc~ \ociales. ese mdi\'iduo ha de ser neces,1riamente contemplado como un individuo en relación con otros. nunca como un II1dividuo al~lado de lo~ otros.

Pero t.lmhlén, frente al fundamentalismo que predica que: mi moral t:~ b única que merece ~er considerada fundamento de un anthropos universal, la lÍnica que merece ser tenida por ulUvers.1lmenre válid;l, el rebtivlSI110 metodológiCO ofrece la siguiente recompen~a: el fimda­mellflllismo cOllfi'1 en l/1/a verdad )',1 el/contrada, ésa que normalmellle <;e refle,.t en la palabra wobietividad .. , o, en l::b variantes religios.ts, la .verdad revelada~; el relatil'jsmo metodológico confia en IlIla verJad IJIISCdd" y mmc.1 alc.ltlzada. Pues alllev:lrnos a indagar en las im;Ígcne~ morales de lo~ Otro~ no\ expone .1 una doble mcertidumbre comuni­cativa, y ..:on ello a un dohle ejercicIO de modestia. Por un.l parte, el que rodo traductor e:xpenmenta al reconocer que mnguna tradUCCIón es perfect.1.lo~ otro~ nunca >;edn del todo inteligibles; por otra p.lfIe, el que todo tr.1ductor e"pc:rimentJ di reconcxer que, cuanto m;Í~ rraduce J

lo,> Otros, rn;Í\ aprende tle su propia lengua; nOsotros tampoco seremo .. Jamás ~ompletamente Inteligibles para nosorros mismos.

Esta, dos forma~ de verdad gozan de diferente consideración pllbli­ca en nuestro mundo contemporáneo, que es heredero de una tradición hi~tónc.l en la que la actividdd científica siempre ha corrido el riesgo de reinrerpret;tr\e como un<l forma de rehgi6nl~. Pero, en 1111 opinión, no e~ Id fe la que ide<llmente mueve la <lctivid;td científica, SIIlO la curio~iJad. No hacemos ..:iencia para prodUCir \"erdade~ encontrada~, o revelada, como verdade\ def1nltiva~, ~LIl0 para buscar modestas verdades provi· sionales. No la hacemos para llevar la razón, sino para que Otros nos 1.1 quiten. Nuestra tradición históric;t, que es también, en el más ampho sentido de la pal.1bra, una tr;tdición colol1lal, nos mueve a conquistar al ouo, a convencerlo venciéndolo (o sea, sin contar con él).

Hay aquí do~ actirudc~ mu~· diferentes acerca del papel rransfor· mador de Ia~ ciencias )Ocules. La que, desde cualquier fornu de funda­mentali .. mo, asplr¡¡ .1 lIlyetlar en los Olros nuestros propio~ principio,

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IHL ... flVIS110S

sin pasar por el trahajoso COnOClnllento de .. us forma~ conncra~ de vida; y 1.1 que aspIra a comunicar alas otro~ los pnnClplos en los que creemos pa5.lndo por ese trahajo~o conoumiento. que es el que nos aporta la ernografia entre otra~ modalidades de iTwestlgación social. El primer e~(ilo. que puede condUCIr a 1.1 paradOJa de Imponer la democracia a bomhazos, pone a nuestros prinCipio .. por delante de la~ per\on.lS que habr.ín de encarnarlos; el segundo siempre pone por delante a esas per­sonas, y co.nHa en que la comunicación pmible: en un contexto determI­nado condihUld a una mutuJ transformación tal vez meno~ dramárica. pero mucho más ~ólida )' consensuada.

El relativismo merodol6gico y la ernografía, que nos tle\":ln a hacer inteligibles orras form:ls de vida social en su contextos concretos de exi~tencia, encierran, junto con e .. ta~ po .. ibilidadcs políticas y prácticas en relación con los otros, la recompensa de un mejor ~onocimiemo de nosotros mismos. Y e .. ro toca de lleno al concepto mismo de ac­ción }' transformación sOCIal. Pue~, como ha indiCado Elsie Rockwell, los antropólogo~ no debería mm h.lcer emograf(a primariamente para rran~formar a los Otros, ~ino para transf{)rm.trno~ .1 Tlo~otros mismo~':<I. 5610 desde la ampliación del hOflLOTlIe de nue .. tro conocimiento (el que no~ con~titure a nosorros) podemo~ pretender cOlTlunicarnos adecuada+ mente con los Otros en su concreta Vida \Oci.ll. En este sentido. tampoco ha) en nuestra ciencia nad;1 dema\iauo peculiar, al menos 1l1JClalmente. Al de'iCubrir la existenCia de la .. hacteria .. (acerdndo.';e ;] cUas con un microscopio), el científico no bLL~a pnmarlamente tr;]n~formarlas. ~ino transformar su propio conocimiento acerca de ellJ~, ..:ambiando con ello ---él mismo- su propia co .. moú .. lÓn, No e\ dificil reconocer. en un segundo mo\·imienlO. hasta qué puntO e~(e pnntiplO e~ Importante en el (¡tSO de los .. ere .. humano'i; es deCIr, ha.~r¡¡ qué pUntO es Jnlporrame para nuestra propi3 \·ida. •

Finalmente, el rclati"I~mo metodológICo)' la ctnogrJfiJ nos obligan a un enfoque rigurosamente empírico, que permite compens.lr (siempre hasta cierto punto) las cegueras de cu.1lquier forma de 'mopismo; y en particular, los no siempre hiemntencionado~ propósitos igualitaristas del ideario liberal. Ya lo he sugerido. Con su pretensión umversalista de 1.1 igualdad de todos los seres humanos, e~te ideario puede pa~ar a ver como logrado lo que no pas¡t de ~er un propó~ito, bastante burdo por cierto. La nmada empírica de la etllograffa obliga a observar los proce­so~ cOI/cretas a través de 10'> cuales. de hecho, las diferen..:ias en cuanto a culrura, ~e traducen en desigu.tldades en tuanto a la satisfa..:ción efectiva

10. Rock.,.,dI.1OOIl.

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CUlfUA .... "'NTAO'OlOGI ... T OlA ... ~ TONTfAI ... S

de lo!> derechos. r por lamo en LIllu!>ul'ias. Por una parle, como mdica Cerd Baumann, .. no ha)' derecho a redamar un derecho que no sea el nllsrno p.1ra rodos,·lI. Pero. por Otra parle, }' en eSlo con~islen buena parle de las compleJidades de la vida prjctica en lo que ~e refiere a los dilemas de la políticalguahtaria, eo,e olodos_ no e~ en lllngull3 sociedad concreta un conjunto de seres humanos con las mIsma" po .. ibilldades de disfrutar de los "derechos de rodos~: unoo, rienen más recur~os econó­micos, sociales}' Simbólicos que otro!>, )', como se mu~tra en la lmlorla cololllal o en la hlslOria de las mlllorias subordinada~~~, en e\a prn.u.:ión diferenCIal ha jugado un pape! determinante la valora¡;Íón dli'erencial de las forma~ de vida (es decir, de la, culturas) por parte de la,> autorid,). de!> de la!> !>ociedadcs coloniz.ador~ o dominantes. Con ~u Orientación cmpítll:a, la etnografía puede ofrecer recursos para la correl.:ciÓn de la utopía liberal, anjlisis concreto~ que permitan entender mejor COI1 qué marices y en qué casos cabc elllender que el di!,{rure de la igu;lldad de derechos sólo es po!>ible a mwés de adel.:uadas política\ de compensa­cIón bas;ld.ls en el concepto de cultura.

El concreto antropológico

La o.:ue,cuín d('>Uende h3~[3 I.a n:uur.lleu dd o.:om:reto .lntropológKo.

En UIUlIltcresanre CrítiC.l de las vi\iones csencial i,>[a\. c~l,üica~ y horno­geneiloadoras de la culrura quc pueden llegar a encubnrse bala la p.1bbra .. multu.:ulrural .... Nigel Rapport h;1 pue\to e! dedo en la llaga. Cualquier retlexlón ... obre el concepto de cultura ha de pasar por una conclenwda idemific;¡ción de lo que denom1l1a el .¡;oncrelo anrrop()IÓglco .. 11. SI e!> que la etnogr.lffa, y con ella la anrropología se ocupan del e~fUdio de forlllJs concretas de vida, e ... fundamental reflexionar sobre qmbl es, en concrero, el agente de esa Vida. Campano con Nigel Rapport su pre­gUnt.l, pero no la respue'ila que ha encontrado. Finalmenrc -lIldica-, el ;Igente de cualqUIer vida ~o.:lal es el indIviduo; por lo que el concepto de .cultura~ no puede nunca c,tar por em.:una, pesando corno una 10<;30 ~obre 1,1 rcspol1\abilidad }' el o.:omportamlClltO concreto de lo .. IIldivl­duo~ concreto~. La .cultura~ no puede e<;gnmlr!.C como eXCU!>3 para

21 IhulTUnn_ 2001 211. 22- 1.1. ()~I>u. 1974; Lur.&:<l. 2()(11I; Wil!,~m,,- 1 ':>IR9; Com;trvtt, (,nn"'Qf1. 1991. H. R....rr .. n, 100.,.

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A(l"'TIVISMOS

lustlficar componamiento<; individuales; en conueto, el re~pomable de oda al.:CIÓn es elllldividuo concreto que la pone en práclica. E .. [oy de aUlcrdo. pero sólo parnalmcnte.

En primer lugar, el com.:eplO de cultura que he desarrollado en e<¡te hbro no nos obliga a cOINdl'r,lr que la culrura es un conlunto aIslado, homogéneo)' siHemátiLO de regla.\. con capacidad para forzar a lo .. seres humanos a llevar a caho w al.:ción. l.elos de eSta acepción. he mostrado que 13 I.:ultura es, ante todo. un conlunto de reglas rel;niY'amellle blan­da,> (coll\'erkiones), que permIten preCisamente la comunicaCión entre ..ere .. hum.ll1os diferente ... Tamhién he rndlcado que la homogeneidad de ese I.:Ollltlnto de regl,l~ ~óln depende de la mirada del 1Il\·e~ti~.ldor y de la aperrura de su lente. Cuando abnmos la lente. la wmplelid;¡d )' 1.1 heterogeneidad crecen o,in límite. He ~ugcrido qut' 1.1 cult'Ur.1 no forma un ~l~tema, en el ~entid() (I/erte de un conlunto ,i~tend.tiI.:O ~. ordena­do dc principios de acción ~In fi ... uras. NlIlgun,l culrur;1 c~ tan 'lIl1ple I.:omo par,} poder \er descrita en su tO(;]lidad como un unico ~i~rema de reglas de acción. Ni SlqUler.1 la .. cultura~ codificada~ por e~~rico en do­I.:umelltos a los que se prelende ;Idludicar tina '·alidez ab .. nlul.l trabaj.lO o,olas. Han de haocrsela\ con~tantcmente con orro .. enrorno~ pdcticos de IIHerpretación de e~a, regla .. eSl.:rlt.1~, frecuentemente I.:ontr"dinorio~ entre .. í, que no tienen por qué regll .... e por esas ml .. mao, regla .. c"nlas . E\to lo saben muy bien loo, re~pon<,.Jhles de I:s organilaci6n de cualquier burot.:f.lLia. Finalmente, a lo l.lrgo de este lihro hc inSIstido en que la I.:ultura no fuerLa a hacer nada, IIIdmo Silos seres humano .. lIldiúdu.lle.\. pueden esgrumrb como un pretexto para lu!>rificar su propia acción. La I.:ultura no nos fuern a hacer lo que hacemo<¡ porque no e~ un agente. L, cultura, como conjunto de regb<,. no puede hacer nad.l: no riene (erehro, m mano,>, nr OjO'" III ricrna~. Todas esas cma<; las tcngo yo. no la (u!tur.ll.:on la quc yo do) form.l a nl1 aLción. Ha!>ta aquf, mi a(uerdo con Nigel Rapport es total.

~Ir desacuerdo se encuelllra en lo que enTIendo por ·yo ~. o por .l1ldi\'iduo-; y e"t' desacuerdo \c ha(e tanto más radic.ll. preci!>3men­tc, Cl1<lntO más ¡memo conactar de quién hablo al decir .yo,,; e~ decir, CUJnto más perSigo precl,amcnte el co"creto al/tropológiC{). En la '·Ida COllueta Illllgún ,·yo» es UTI individuo aislado. Suponer qlle lo e .. signi­fica trasladar a la e,>fcra rndividual el ai~lamicnto, la homogeneidad), la ~i~teltlatlcid,)d que le hemm negado a la culrura. Cualquier ~yo" es, 1'11

sIlllid.J cUl/creta, 101 illdu"dIlO-(',,-rcl.Jciótl. Ése.)' 1tu el i"dit,Ml/o a secas es. a mi ¡'úúo, f'I CC)/1creto alltmpo/(,gico. Es oh\"io que C~fe ({)!lacto an­tropológICO no resuehe de ulla "el. ror toda~ el prot-.lcma de la respon­sabilidad moral de 1.1 ar.:o.:IÚIl. TampOl.:o re~uehe los dilcmas éllo.:os que

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CULTUltA AN T ltOPOLOGIA T OT~AS TONTERIAS

se deri\'an dc la complicada situación de los seres humanos como Indi­viduos que sólo saben aemar en relación con otros. Como concrelO ,m­tropológico, el conceptO de II1dividIlO-ell-relaciólI no ofrece una labia de salvación para sali r del atolladero de esos dilemas. Con el concepto de cultu ra, ese concepto de mdividuo-en-relación que la pone en Jue­go nos obliga a un pensamiento complejo. Y, en 011 opin ión, nada g."1-naremos por medio de simplificaciones que a la larga funcionan como nuevos pretextOs para evitar hacerse preguntas sobre la vida concreta. Como ha IIldlcado Manlyn Strathern, no es en elllldividuo a secas don­de hemos de poner el foco:

Si es que lo~ antropólogos h.tn de enfocar hacia 'otro lug.u' [diferente de la cultura como reificación, como pretexto fundamemalisla], ya saben dónde e~tá ese afro lugar: en las relaciones socialcs14•

A buen seguro, ese otro lugar generad en nosotros más preguma" que respuestas. Pero las pocas respuestas que genere serán, sin duda, muy vahosas.

¡4. Str,uncrn. I':I':I.~: 170.

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