PESCA TOTAL 1ra. Revista digital de Pesca, Caza, Camping y Aventuras

Año I No 10 Junio 2007 DISTRIBUCIÓN GRATUITA VIA MAIL

DORADOS EN SALTO

LA LISTA DEL CAMPAMENTO

RESEVA DE FAUNA Y FLORA

VARIADA EN PLAYA BELLA VISTA

Estamos a pocas publicacio-nes de cumplir nuestro primer año de contacto con todos ustedes. Han sido unos primeros me-ses de investigación y dedicación para convertir PESCA TOTAL en una publicación de interés general para todos aquellos que aman la pesca deportiva y las actividades al aire libre. Creemos estar acercándonos a la excelencia que pretendimos desde el primer número y que es nuestra meta final, la cual espera-mos no alcanzar nunca para de es-ta forma tener que superarnos edi-ción a edición. Nuestra revista no podría rea-lizarse sin la colaboración que mes a mes recibimos de nuestros lecto-res, a tal punto que son ellos quie-nes casi exclusivamente realizan la publicación, siendo nosotros úni-camente el vehículo entre sus rela-tos y las páginas de la revista. Esperamos poder continuar con esta tarea de divulgación de nuestro deporte y sobre todo con-tando con nuestros lectores en la divulgación, para así acrecentar aún más la familia de suscriptores. Será entonces hasta el mes que viene y esperamos disfruten de este nuevo número de vuestra revista.

Pesca Total es una revista digital mensual que se distr ibuye vía mail. Las notas fir ma-das no reflejan necesariamente la opinión de la editorial, por lo tanto, corren por cuenta ex-clusiva de sus autores. Colaboran en este número: Lic. Alberto Guardia; R. Tagle; Prefec-tura de Canelones; Carlos Damiano; Fernando Sosa; Alberto Zanelli; Andrés Almansa; Ri-cardo Facini; Daniel Siri; Miguel Trípani; José Luís Reboulaz; Dr. Fabián García; Raúl Bove Dirección, Edición y Redactor Responsable Raúl Bove

DORADOS EN SALTO

Por Daniel Siri

LA LISTA DEL CAMPAM ENTO

Por José Luís Reboulaz

CONOCINDO NUESTRAS

ESPECIES

RESERVA DE FLORA Y FAUNA

Por Lic. Ramón A. Guardia

LAS RECETAS DE DOÑA

RAMONA

VARIADA EN PLAYA

BELLA VISTA

Por Miguel Trípani

CUENTOS DE FOGÓN

Por José Luís Reboulaz

MOQUETEANDO

Por Raúl Bove

Hechos a mano en Uruguay

Cuchillos Artesanales Quizá, como ningún otro, el cuchillo artesanal nos brinda satisfacciones incompara-

bles, sus niveles de exclusividad, calidad y diseño poseen además un valor agregado y es que permite al usuario ó coleccionista conocer personalmente e interactuar con el artesano en el diseño y manufactura de una pieza única e irrepetible en su clase: “su” cuchillo, sin lugar a dudas fuente de gratificantes experiencias.- Ya sea para usar, coleccionar o regalar, si elige un cuchillo artesanal, contáctese con nosotros: albertozanelli@adinet.com.uy

Amigos de “Pesca Total”: Espero se encuentre bien dándoles firme al peje-rrey, yo todavía estoy al debe con tan noble “bichito”. Les cuento que el jue-ves 17 de mayo a eso de las 15 horas largamos para el litoral oeste. Pernoctamos en la “Heroica” Paysandú para abastecernos de un más que recomendable vino casero “made in” Pocho Siri (mi viejo). Sin preguntar nada la señora nos tenía preparada una buena cena, la cual dis-

frutamos con avidez. Al otro día levantamos a don Carlos Molinelli, para todos “el Tío” (tío de mi cuñado “Nino” Pesce) y su lancha pesca-dora “Laika”. Llenamos los tanques de combusti-ble en Chapicuy y al rato estábamos en Salto. Constituimos domicilio no-permanente en el Rowing Club de Salto. Bajamos los enseres al lado de un hermoso quincho y al toque salieron a tro-lear el “culito” Javier Fuentes y el “Tío”. El río estaba marrón y con poco agua. Die-ron unas cuantas vueltas, todas ellas in-fructuosas, mientras Gumersindo “gumer” Correa y un servidor armábamos las carpas y preparábamos un asadito de tira. Al segundo día recorrimos un poco más el río con el constructor de los señue-los, que usamos los tres “montevideanos”, el que salía a probar sus chiches. Al segundo día el “Tío” tuvo una impresionante llevada saltando el bicho fuera del agua dos veces rompiéndole la

El Río Uruguay nos brindó sus mejores frutos en unas jornadas de pesca inolvidables coronadas por la mejor camaradería.

Por Daniel Siri

tanza y llevándole el señuelo. Con sus ojos de más de 30 años justipre-ció el peso del bichito entre los 18 y 20Kg. Lo pinchó casi frente a nuestro campamento, lo que entusiasmó a toda la tropa. Ese mismo día en la bajada de lanchas llegaron unos colegas con un dorado de 12Kg. y otro de 5.500Kg. Nos comentaron que el día anterior habían sacado uno de 14Kg. ¡Los tigres estaban allí! Era cosa sólo de encontrarlos. Combinamos con el “Tío” y el “Gumer” para salir al día siguiente, pero yo le cedí el lugar al “culito” Javier”, los que partieron al medio día con el río bien crecido y el agua amarronada. Rumbearon nomás enfrente del campamento, mientras yo me queda-ba haciendo unos chorizos a la parri-lla. Luego de unas cuantas pasadas infructuosas decidieron cambiar de cancha, lo que a la postre dio como resultado que Javier (¿quién más?)

sacara un hermoso bichito de casi 30 kilos. Exactamente 29.900Kg. pesa-dos en la balanza electrónica que el “Tío” lleva siempre en su lancha. Demás está contarles, estima-dos amigos, que cuando me pregun-taron por el handy, si estaban prontos los chorizos porque traían una moja-rra, corrí a agarrar la filmadora y cá-mara de foto al sentir que el ochenta caballos se arrimaba a la costa. La llegada confirmó lo que presentía y verdaderamente el dorado impresionaba por su tamaño. Como les cuento, yo cedí mi lugar pero me contaron que el bicho entreveró las cuatro líneas que esta-ban en el agua, pensando incluso “culito”, que se le había enganchado el señuelo en una roca. Bueno ahí van unas fotos del doradito que luego esa misma noche preparamos tenien-do de invitados al hijo de Fontes, al guía Juan Carlos y unos compañeros de Sucursal Salto que a la noche del viernes tenían programada una bu-seca a la que asistimos y retribuimos. Los datos “antropométricos” del bichito fueron un metro de largo por treinta centímetros de ancho…. ¡Ah!, fíjense que en ninguna de las fotos los brazos están

estirados hacia delante. Ja… ja… ja. Es señuelo pescador fue construido artesanalmente por don Javier, alias “culito”

Fuentes, al que hay que darle la derecha, ya que la vez anterior que fui sólo a Paysandú con mi cuñado, él pescando con dos cañas y yo con una, en las dos primeras pasa-das pesque yo con el mismo señuelo. P:T

El fin del “Tigre del Río”

Siempre, cada vez que vamos a salir empezamos a discutir que llevamos, que no, cuanta comida, cuanta bebida, para cuantos días, para cuantas personas. Recuerdo alguna cace-ría o pesquería que finaliza-da, todavía teníamos comida para varios días mas, u otras en las cuales había que salir disparado a algún comercio cercano a comprar mas bebi-da o comida pues se nos ha-bía terminado. Como siempre vamos a estar sujetos a vivir del pro-ducto de nuestra actividad, ya sea cazando o pescando, presuponemos que si vamos cua-tro días, con llevar el asado para el primer día y una bolsa de fideos y otra de arroz al-canza. Error: y si no pescamos?... y si no ca-zamos?...Y ya pasó!; pasó tener que com-prar hasta carne en la estancia mire us-ted !!!. Me pasó de terminar comiendo un pato a las brasas sin sal, sin pan, sin adobo, ni siquiera vino ni mate pues, canoando ya estábamos de regreso y una creciente nos retuvo un día mas en el río lejos de los co-

mercios y no nos quedaba nada desde el día anterior de tan justo que fuimos. Que ham-bre mi dios!. El pato asado en esas condi-ciones fue un manjar, pero es como cuero quemado, no lo recomiendo a menos que sea estrictamente necesario. Como siempre vamos a estar sujetos a factores externos, mas vale prevenir que sufrir. Un amiguillo de esos que se tienen, llamado Fernando T., gran pescador de cor-vinas negras en Atlántida, tanto que sospe-cho tiene algo que ver con su desaparición en dicho lugar, y gran cazador de perdices donde haíga (después que el pasa no hay

más), me estuvo rom-piendo con que quiere que le haga la lista. Y bueno Fer, me conven-ciste, te voy a hacer la lista. Si no te gusta, o no le gusta a alguien, siem-pre estoy abierto a reci-bir sugerencias que me-joren esta cosa. Ahí va: Bebidas No se porque ocurre así, no tengo la mas pálida idea, pero siempre que se organiza una salida de hombres, el proble-ma principal es: que bebidas llevar y que

Por José Luís Reboulaz

cantidad vio? Digo yo, porque no se, y realmente tengo la curiosidad, si el grupo que sale a acampar es solo y puramente de mujeres, cual será su principal preocupa-ción... eh? Si alguien lo sabe agradezco me lo haga saber. En todo campamento que se precie de ser integrado por verdaderos hombres, habrá por lo menos algún alcohol comestible, des-de grapa miel para los finos, medio y medio para los peleadores y hasta whisky escocés para los de paladar negro. La cantidad estará sujeta a lo bebesti-bles que sean los integrantes del grupo, pero sea prevenido y lleve alguna botella extra escondida en algún lado, no vaya a ser que reciba visitas de la gente del lugar y no tenga con que agasajarlos. Una botella de a litro tiene unas 22 medidas, si hablamos de 4 personas que con-suman en forma normal 2 medidas de aperi-tivo por comida, y tiene dos comidas diarias, tenemos que una botella debería durarle un día y minúscula fracción. Así que, si van a acampar cuatro per-sonas por cuatro días, tiene que llevar seis botellas y un par escondidas por ahí. No me pregunte nada de números, de matemáticas no se nada, hágame caso, esta cantidad es la “mínimo indispensable”, sino nos quedamos cortos vio !?!, y a nadie le gusta pasar sed. Esta cantidad estará sujeta a si alguno de los cuatro ya es borrachín. Ahí agregue un 25 % mas del produc-to. Otras bebidas – vino, quien no toma vino?, menos del 5 % de los hombres, o sea que el 95 % restante somos buenos seguido-

res de Baco. Un campista en forma normal beberá durante el transcurso de una comida, unos dos a cuatro vasos de vino (1/4 litro c/vaso), o sea mínimo ½ litro y hasta 1 litro y mas , así que para la misma cantidad de personas que decimos en el item anterior, sería conve-niente llevar 45 litros de vino, y esto es estar muy ajustado. Agregue alguna bebida cola, algún pack de agua mineral con gas, y ahí vamos andar mas o menos como para salir al frente. Recuerde que mínimo hay que to-mar 2 litros de líquido por día. En resumidas cuentas, y para ayudarlo a decidirse, si su grupo de viaje esta formado por cuatro hombres adultos y que tomen tan-to bebidas blancas como vino o cerveza y lo que venga, y van a acampar por cuatro días. Lleve entonces: 8 botellas de whisky, 45 litros de vino [que pueden sustituirse por 2 cajones de cerveza de a litro, o 4 pack de 24 latas cada uno, mas 25 litros de vino], 2 botellas de dos litros de refresco, 1 pack de 6 botellas de 2 litros de agua mineral con gas, una heladera con capacidad como para 2 ba-rras de hielo, y si puede otra heladera por las dudas y si hace calor, no sea que termine tomando los alcoholes a temperatura am-biente. Con eso se ira arreglando, mucha suer-te y como siempre si me invitan ahí estaré, eso sí traten de llevar algún litrito más. Hasta pronto. Ah !!!.... la comida...., bueno, este tema da para mucho, la próxima vemos ‘que llevamos para comer’.

Atte. Jose Luis Reboulaz

Orden: Gadiformes Familia: Physidae Género y especie: Urophycis brasiliensis Kaup, 1858 Nombre común: Brótola, Abrótea, Brazilian codling. Descripción: cuerpo alargado y comprimido sin escamas, cabeza deprimida con barbi-lla en la mandíbula. Dos aletas dorsales, la primera dorsal presenta el primer radio alargado con una longitud mayor al largo de la cabeza. La aleta pélvica formada por un radio rudimentario con una longitud mayor a un tercio del cuerpo. La aleta anal llega casi hasta la caudal. La aleta caudal con pedúnculo y redondeada. Presenta sexos separados sin dimorfismo sexual y fecundación externa. Longitud media 30 cm. Color: marrón oscuro en el lomo y blanco en la zona ventral. Distribución: desde Río de Janeiro (Brasil) hasta la latitud 40º S (República Argentina). En la Zona Común de Pesca se encuentra desde el limite marítimo con Brasil (Chuy), el Río de la Plata, llegando hasta Punta Mogotes (República Argentina). Si bien se ubica en la franja costera existen registros a profundidades de 200 metros. Las concentraciones dependen de la época del año y de sus actividades biológicas como desove y alimentación . Habitad y biología: es una especie demersal costera, en donde los ejemplares adultos prefieren las zonas de mezcla entre el Río de la Plata y el océano Atlántico. Si bien no forma cardú-menes abundantes en la Zona Común de Pesca Argentino-Uruguaya se concentra en la costa uru-guaya entre Piríapolis (Maldonado) y Cabo Polonio (Rocha). Alimentación: es una especie carnívora y detritívora que se alimente preferentemente de camarones (peneidos) agregando a su dieta moluscos como la almeja y berberecho, anélidos y poliquetos y juveniles de peces. Importancia económica: esta especie que se pesca tanto a nivel industrial como artesa-nal. Sus capturas no son muy importantes en cuanto a su volumen, pero su cotización en el merca-do interno tiene una buena aceptación ya que su carne es muy apreciada propiciando el consumo interno. Modalidad de pesca y reglamentación: en la Zona Común de Pesca Argentino-Uruguaya, se pesca con palangre de fondo, enmalle y red de arrastre de fondo. Las dos primeras son la principal modalidad de pesquera a nivel artesanal y la red de arrastre de fondo solo la utiliza la flota industrial costera capturándose como "by catch" en la pesca dirigida a la corvina. En cuanto a la reglamentación, rige las misma que para la de barcos de arrastre costeros categoría "B". Información preparada por: Ernesto Chiesa Proporcionada por la página WEB de DINARA

BROTOLA

Apenas entramos a este lugar ya nos empieza a sorprender con sus espa-cios presentados de una manera muy prolija. En ella todo está sabiamente combinado integrando al paisaje a las especies allí expuestas ofreciendo una propuesta didáctica exce-lente. Es una reserva zoológi-ca hoy día catalogada como una de las mejores que hay en el país en cuanto a su en-torno, su excelente manteni-miento como por el cuidado de sus animales y el mante-ner buena parte de ellos en régimen de semi-libertad en un entorno paisajístico que es el orgullo de todos los porongueros. Esto lo constituye en uno de los luga-res más interesantes y más visitado tanto por

lugareños como por turistas del departamen-to. Se ubica a dos kilómetros al norte de la ciudad de Trinidad en el kilómetro

193.500 de Ruta 3 (Gral. José Gervasio Artigas), fue inaugura-da el 28 de julio de 1991, momento en que la Comisión de Preser-vación de la Fauna y Flora de la Intendencia Municipal de Flores lanzó la campaña “Flores por la Vida”. Es gestionada por la Intendencia Municipal de Flores. Cuenta con más de 1000 ejemplares de una gran variedad de especies (más de 90) fundamentalmente au-tóctonas como carpin-

Texto y Fotografía Lic. Ramón A. Guardia

FLORES

cho, ñandú, jaguar, nutrias, venados, ciervo dama, chajá, hurones, pecarí de collar, jabalíes, ma-ras o liebre patagó-nica, etc. que viven en relativa libertad en sus 65 hectáreas de las cuales 45 es-tán destinadas al alojamiento de espe-cies en semi cautive-rio las cuales han sido cercadas para ser recorrido por un sendero pre estable-cido. En lo que res-

pecta a la flora cuenta con más de 25 especies entre ár-boles y arbustos conformando un hermoso parque en home-naje a quien tanto hiciera por la ecología de nuestro país. Arces, lapachos, olmos, pinos ciruelos son algunas de las especies que se destacan en él. De esta manera se logra un atractivo de color durante ca-da estación. Su acceso es gratuito funcionando de martes a domingo en un amplio ho-rario, con servicios de cafe-tería, equipamiento para picnic, parque y lago artifi-cial de casi tres hectáreas con un puente colgante de madera unido en su centro con una estructura similar a una pagoda.

En el predio se re-produjeron con total éxito los primeros car-pinchos, ciervos axis, ciervos dama, también

se ha tratado de lograr reproducción del coatí rojo, una especie autóctona considerada ya extinguida, y se ha lo-grado la reproducción por primera vez en sus lagos y en cautiverio del cisne de cuello negro.

DE PESCADORES

Trabajaba como un burro toda la semana.... Lo único que le hacía feliz era saber que los sábados eran su-yos. Como todos los sábados, se levantó muy temprano, se puso la ropa apropiada y, tratando de no hacer ruido para no despertar a su esposa, salió del dormitorio, bajó las escaleras, para luego to-mar un desayuno rápido, subir a su coche y dirigirse al club de pesca. Encendió la radio en el justo momento en que daban el parte meteorológico: Tormentas eléctricas y lluvias durante toda la mañana". Una mueca de fastidio llenó su ilusionada cara y tras pensarlo unos instantes, dio la vuelta y regresó a su casa. Guardó el coche en el garaje, subió al dormitorio, se quitó la ropa deportiva, tratando de no hacer ruido, para luego deslizarse entre las sábanas hasta quedar pegado a la espalda de su esposa y susurrarle muy dulcemente: "amor, hay una tormenta terri-ble"....Y ella, con su voz más sensual, le respondió: "¡Y el abom-bado de mi marido, pescando embarcado!”.

Ingredientes : INGREDIENTES : 5 HUEVOS 1/4 DE NATA LIQUIDA KETCHUP 1/2 LOMOS (corvina – merluza, etc) 1 POCO DE WHISKY SAL Y PIMIENTA BLANCA SALSA ROSA : 4 CUCHARADAS DE MAYONES 1 CUCHARADA KETCHUP 1 POCO DE WHISKY O COÑAC 1 POCO DE ZUMO DE NARANJA. Receta : 1- Se cuece el pescado. Una vez cocido se desmenuza en un recipiente. 2- Añadimos al pescado desmenuzado el resto de ingre-dientes y batimos. 3- Untamos el molde (yo uso uno alargado estilo plum cake) de mantequilla y pan rallado para evitar que se pe-gue. Y vertemos la mezcla en el molde. Se cuece en el horno al baño maría sobre 45 minutos. 4- Para la salsa rosa: Se mezcla la mayonesa con el ketchup y con cuidado se le va añadien-do el zumo de naranja, mientras se revuelve y finalmente se le añade el licor al gusto. Consejos : Para ir mas rápido y no tener problemas con las espinas se puede usar pescado congelado. Añadir ketchup según el color anaranjado que queramos que tenga el pastel

"LA PREVIA" Hacia días que habíamos arreglado todo pa-ra que el primero de Mayo saliéra-mos a pescar, pero esta vez de costa. Pretendíamos pescar: o, los pri-meros pejerreyes o las primeras brótolas. A las 8 de la mañana estábamos haciéndole frente al mal tiem-po, camino a Las Toscas; parada obligada en "AIPIQUE" del estimado Celso Franki, donde además de comprar las carna-das, siempre tiene informes de lo que se está dando en la zona, cosa que aprovechamos para decidir en ese lu-gar donde ir a tirar nuestros plomos. Celso nos comentaba que unos clientes llegaron a las 6 de la mañana para comprar carnada y decían que es-

taban saliendo brótolas en Cuchilla Al-ta. También comentaba que el agua en esta playa estaba tapada, por lo que probablemente ese día se podrían pes-car ahí también. Luego de dos horas y cobrar tan solo una pequeña borriqueta decidimos levantar todo e irnos mas al este, mi-rando el mar para ver donde podría-

mos culminar con éxito la jor-nada. Pasamos nuevamente por lo de Celso para comprar mas camarón, y nos encontramos con Raúl Bove y Néstor “Chiche” Burgueño, veteranos pescadores deportivos con los cuales compartimos experien-cias recientes y todo eso que se habla cuando se encuen-tran amantes de este tan sa-ludable deporte. Eran mas de las 11:30 cuando tomamos con Gonzalo por la ruta interbalnearea, discutiendo en buenos térmi-

Por Miguel Tripani

nos, lo que haríamos. Decidimos no entrar a ninguna playa de Canelones y tomar la costanera desde el balneario Solís llegando a donde fuera necesario para más o menos asegurar la pesca. Enseguida comenzamos a ver aficionados pero todos de brazos cruzados, señal inequívoca de que no estaba picando nada. Pasando la hostería Be-lla Vista vimos a un solitario pescador afirmado en el re-el, y con la caña cimbrada. Ahí nomás paramos y vimos como éste levantaba una hermosa corvina, señal de que nos teníamos que de-tener en este lugar. "SEGUNDO INTENTO" Tiramos una caña cada uno que enseguida acusaron pique, pero eran mingos. Gonzalo tiró enseguida en lance de 90 metros apro-ximadamente y en segundos se encontró luchando con una blanca de 2 kilos. Minutos mas tarde me tocó el turno, salió otra linda bicha unos gra-mos más chica que la anterior. Luego el pique de éstas se cortó y solo salían roncaderones. El pescador que vimos cuando llegamos hacía una hora que estaba y completó 5 corvinas y una burra de las grandes. El agua estaba tapada por el vien-to norte, según este pescador, en esta playa con agua tapada, todo el año se pescan corvinas. Luego de los roncaderones co-menzaron a salir borriquetes de muy buen porte y por último salieron un par de brótolas también de buen tamaño. Todo esto sucedió mientras al agua estuvo tapada, cuando comenzó a soplar viento sureste el agua se aclaró y el pique se cortó por completo. DETALLES A TENER EN CUENTA

La carnada que rindió fue exclusi-vamente camarón. Los anzuelos que utilizamos, nú-meros 2/0 y 3/0 engancharon bien tanto corvinas como brótolas y borri-quetas. Ya que no había arrastre utiliza-mos plomadas de 120 grs. con forma de pera de cuatro caras, para no en-ganchar en el fondo tapizado de canto rodado, el que frecuentemente las obstaculiza llevándonos a perder ba-ses, plomos y anzuelos. Por tal motivo es recomendable ir bien provistos de todos estos elementos indispensables para poder seguir pescando. En resumidas palabras hicimos una pesca variada de calidad y porque no decir, cantidad también, ya que al final contamos entre corvinas mingos y brótolas un promedio de 9 piezas por pescador. GANANDO METROS

Para poder llegar donde estaba el pique, fue necesario afinar bien todos los detalles. Cañas de 3,90m y 4,20 de acción media pesada, eran sin dudas las únicas que nos per-mitían hacer la palanca justa para llegar donde estaban comiendo di-chas especies. En los frontales colocamos el carrete que tenemos cargados con mono filamento 0,28 mm o 0,30 mm, al que le colocamos un chicote 0,40 mm, sujeto uno con otro, por un buen nudo barrilito. El mono fila-mento fino, de buena calidad, nos permitió ga-nar unos cuantos metros y el chicote un poco mas grueso, pero también de buena calidad, tiene la resistencia suficiente para no cortarse al afir-marnos en el lance con plomos que variaron de los, 100 grs a 130 grs. Otro factor a tener en cuenta para ganar algún metro mas, es colocar un solo anzuelo con el tamaño justo, para presentar una carnada también de tamaño justo, que oponga la menor resistencia posible en el aire, y la brazolada de 40 a 50 cm con nylon 0,50 mm. Fue la primera ves que pescamos en esta playa y tuvimos mucha suerte, ya que según unos lugareños, cuando hay en el fondo un poco de correntada, se hace imposible pescar ya que el canto rodado se mueve sepultando los plomos obligando a cortar en algún lado y per-der bases, anzuelos y en ocasiones el chicote también. Si la pesca estuviera cerca, esto no seria problema, ya que basta con colocar un fusible en la plo-mada para que si ésta se obstaculiza, corte el fusible y no perdemos toda la

base, solo el plomo. El fusible nosotros lo hacemos con tanza fina que resista el lance, pe-ro que cuando la plomada es-té enterrada y nos afirmemos para cortar, sea éste fusible el que primero ceda. Fue un placer compartir una nueva pesca con ustedes y si dios quiere nos encontraremos, en el próximo nú-mero de PESCA TOTAL, quien sabe desde que rincón del país, pero seguro que será haciendo lo que más nos gus-ta hacer: pescando la especie que nos convoque.

Nadie sabia de donde había salido el Chato, pero hacia un tiempo, lo vieron le-vantar un rancho de chapa y madera, pintar unos carteles y al poquito tiempo nomás, por esa curiosidad que tiene la gente del campo aburrida nomás de no tener televisión, ni pilas para la radio, ni mujer que los rezon-gue, se fueron arrimando y así se armó el almacén. Esas, que se encuentran en cual-quier camino perdido del campo, donde uno luego de cientos de kilómetros de contar va-cas, y de correr ovejas, esas que aparecen siempre a la sombra de un ombú, que parece árbol plantado para tal fin. Se entraba por el costado, pero el acce-so era por el fondo. Al frente parecía un ran-cho mas con algún cartel que anunciaba yer-ba tabaco y arroz. Los pisos todos de tierra, desde la calle hasta el baño. El mostrador de madera pulida de tan-ta grasa y trapo y ahí atrás, siempre con una sonrisa entre bobalicona y forzada, escondi-do atrás de unos gruesos lentes de carey, el Chato. Podrían llamarlo el choto o el chito por lo bobalicón o por lo callado, pero no, este ni era bobo, ni era callado, y hablaba hasta por las orejas, es más, a veces algún cliente se iba a tomar su copa a la sombra del ombú de tan atosigado que estaba de las conversaciones ininterrumpidas del Chato. Era todo un personaje, pero desentona-ba entre todo aquel gauchaje de bombachas, camisa y chaleco y sombrero de ala ancha. El chato vestía indistintamente y todos los días, chancletas, bermudas y una muscu-losa negra. Todos los días al mediodía se lo veía bajar cajones de cerveza de la vieja ford, y luego de la forzada siesta, a las cua-tro de la tarde arrancaba el boliche. Pa’la noche ya se habían arrimado los peones de la vuelta, y a veces hasta algún grupo de tu-ristas de esos que llegaban a las estancias a pescar y cazar.

De casualidad fuimos a jeder a este bolichón, venido en pulpería. Era entreteni-do tomarse una copita y entre charlas e ir recorriendo los distintos estantes y cajones donde se podía encontrar cinta aisladora, desodorante en rolón, clavos de media pul-gada, lentes de sol, alicates y pinzas, rollos de alambre de púas, remedios pa la gente y pa los animales, alimentos envasados, fru-tas y verduras, ropa y hasta tarjetas para te-léfonos celulares. Tenia de todo el Chato, y si no lo tenia, “te lo consigo para esta no-che”. Al Chato no se le conocía mujer ni hi-jos, y esto era la habladuría en las comidas de la estancia, en los galpones y en los po-

Por José Luís Reboulaz

treros, pero todos estos hombres de campo acostumbrados a vivir solos, callados, lejos de amores y desamores, no era mas que un tema de curiosidad y pa’pasar el rato. No faltaba el atrevido que decía que “el Chato” era medio “quieto pal amor”. Lo cierto es que una mañana ya no estaba más. Parecía como que se lo había llevado el viento, aunque el rancho ahí estaba, tapiado. Los parroquianos se preocuparon pues le habían agarrado cariño a aquel hombre que los surtía de bebidas cigarros y novedades, y trataron de saber su suerte, pero nada lograron. Tiempo después surgieron comentarios de que el Chato había rumbeado para otra zona y tenia otra almacén, pero nunca lograron confirmarlo. La cosa fue, que también desapareció el Ernesto. Ernesto era un peón de campo, mas que callado, muchachón forzudo, trabajaba cerquita nomás. Se vinieron a enterar porque el capataz anduvo en la vuelta preguntando por él, pues amén de irse sin avisar, había dejado ropa y otros enseres, pero del Ernesto, nadie sabía nada, así que hicieron la denuncia policial y por esos días hubo bastante ajetreo. Los milicos fueron, vinieron, revolvieron, revisaron pozos y montes, interrogaron a cualquiera que señalaran que tuvo algún encontronazo con el Ernesto, pero nada. Radiaron para otras comisarías al desaparecido pero con el correr de los meses nada. Como a los dos años, y ya con otro boliche y con otro que no era el Chato, se allegaron unos turistas que habían sabido conocer aquel almacén, y entre conversa y conversa, surgió la historia de la extraña desaparición, y estaban en eso los lugareños, cuando uno de los tu-ristas los interrumpió disculpándose por haber escuchado la conversación, que igual siempre esta gente hablaba juerte pa’que escucharan de lejos, y les comentó que el sabía dónde es-taba el Chato. Todos quedaron callados, los ojos grandes, las orejas paradas, las manos cuasi temblorosas diría yo, y el turista les comento que el Chato junto con un muchachón grande tenia una pulpería allá lejos, en otro departamento. El Chato nomás había resultado quieto pa’l amor... el que se movía era el Ernesto..

PESCA DE EMBARQUE

Unos días atrás, viendo uno de los tantos programas argentinos sobre pesca deportiva que la televisión actual nos brinda, no pude más que sentir añoranzas por viejos eventos que se realizaban en nuestro país alrededor de tan noble deporte. El programa en cuestión mostraba la llamada “Fiesta Nacional del Surubí”, la cual se realiza en la localidad de Goya en la provincia de Corrientes. Tuve la oportunidad de concurrir a un evento allá por el año 2000 y guardo un precia-do video del mismo. Realmente es impresionante ver la partida de cientos de lanchas que a toda máquina se dirigen hacia los pesqueros tratando de alcanzar los mejores lugares. El río Corrientes, a cuya vera se encuentra la ciudad, parece explotar por el rugir de los motores fuera de borda y el colorido de las banderas desplegadas al viento. Pero esto son tan sólo recuerdos, buenos recuerdos como los que tenemos de eventos locales que se realizaban por prestigiosas instituciones deportivas de nuestro país. No nos podemos olvidar de la “Fiesta de la Corvina Negra” organizada por el Club Piedra Lisa de Atlántida, la “Fiesta del Dorado” organizada por el Yacht Club de Mercedes, o la “Fiesta de la Boga” en este caso realizada por el Club de Pesca Ayuí de dicha ciudad, como tampoco de la tradicional “Fiesta de la Tararira” en el Río Yí, mismo en la ciudad de Durazno a cargo del Club de Pesca el Puentecito. Todos eventos netamente deportivos, en los cuales prevalecía la calidad ante la canti-dad, difiriendo sustancialmente de la pesca Federada (léase concurseros), la cual apunta a la cantidad no teniendo muchas veces en cuenta la depredación que se realiza con tales prácti-cas. Pero el fin de este comentario no es el recuerdo de estos brillantes eventos, que por una causa u otra hoy día no se realizan o no están suficientemente promocionados para que le llegue información a todos los aficionados, sino comentarles a todos ustedes “el tercer tiempo” de estas jornadas. Todas ellas finalizaban con una cena o almuerzo en el cual se hacía la entrega de pre-mios, pero esto no era lo más importante. Esta reunión servía para encontrarse con viejos amigos que por distancia, tiempo u ocupaciones no se podían ver frecuentemente. También servían para conocer nuevas perso-nas e intercambiar afectos, técnicas y valores. Quizás el tiempo permita que estas brillantes reuniones se repitan y al igual que los hermanos argentinos, podamos resaltar los valores deportivos de nuestros ríos, dándole la divulgación internacional que merecen y a lo que contribuye sin lugar a dudas este tipo de eventos, y sobre todo que nos permitan a nosotros interactuar nuevamente con viejos amigos y conocer nuevos que al igual que nosotros amen profundamente esta actividad inigualable como lo es “LA PESCA DEPORTIVA”

Por Raúl Bove