Tema 4. La diversidad en el aula Facilitadora: Lineth Martinez Fuentes
Tema 4. La diversidad en el aula
Poblacional y educación multicultural
LA DIVERSIDAD EN EL AULA: UN RETO QUE NOS ABRE
MÚLTIPLES OPORTUNIDADES.
Todos somos diferentes, la diferencia es que no todo el
mundo sabe qué le hace diferente o por qué es diferente.
En el mundo actual, cada vez es más frecuente
encontrar aulas donde se concentran grupos de
alumnos con una gran diversidad. Encontramos
diferencias por razones étnicas, culturales,
religiosas, geográficas, sociales, de género,
alumnos con necesidades educativas
especiales, con altas capacidades, retos
cognitivos…todo esto nos lleva a replantearnos
cambios importantes en la educación actual.
La política educativa, debe comenzar a establecer, proyectos curriculares y/o
programaciones específicas, para cubrir necesidades particulares de la diversidad del
alumnado. El reto más grande de los tiempos actuales, es practicar con acciones concretas,
el respeto a la dignidad humana, empezando por reconocer y aceptar las diferencias entre
los seres humanos.
Pero, ¿cómo aprovechar estas diferencias como puente a nuevas oportunidades? El
fenómeno de la diversidad cultural en el aula, nos introduce en la ardua tarea de la
construcción de un paradigma de pensamiento sobre la diversidad capaz de considerarla
como valor y riqueza.
La diversidad nos permite observar cómo el alumno puede llegar al aprendizaje por diversas
formas. El docente podrá a la vez tener una mayor comprensión, del modo en que sus
alumnos trabajan en función de sus necesidades específicas, sus ritmos de aprendizaje,
sus competencias y distintos dominios, sus diversos tipos de inteligencia y objetivos
individuales.
La participación en el aula será más activa, dinámica y responsable. La escuela puede
contar con variedad de profesionales que inciden en la dinámica y funcionamiento del centro
educativo, tomando en cuenta técnicos, rehabilitadores, fisioterapeutas, psicólogos,
neuropsicólogos, terapistas de lenguaje, psicopedagogos, etc.
Los recursos materiales serán variados y adecuados a las características de todo el
alumnado. El currículo amplio y flexible. Dinamiza la renovación pedagógica tanto del centro
como la comunidad educativa.
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Se ofrecen mayores oportunidades para descubrir potencial personal, y conquistar poco a
poco, niveles de autonomía y autorregulación, tan necesarios en el diario vivir. La diversidad
nos permite ejercer nuestra libertad, pero con gran responsabilidad.
Las diferencias en el aula nos llevan a respetar, no solo diversos ritmos de aprendizaje y
de funcionamiento, sino también a lograr aceptación, respeto, convivencia e igualdad de
oportunidades en un mundo cada vez más conflictivo. La solidaridad, cooperación y ayuda
mutua, nos hará humanizarnos cada vez más.
Si segregamos desde niños, ¿cómo sería posible la convivencia, aceptación mutua y
tolerancia de los adultos del futuro?
Las diferencias nos llevan a proporcionar oportunidades de aprender comportamientos
altruistas, y aprender nuevas habilidades sociales y/o comunicativas. El convivir con
diferencias nos permite desarrollar actitudes positivas hacia otras personas que sean
diferentes de sí mismos. Uno de los beneficios más importantes es un entorno de
aprendizaje auténtico.
El ambiente de aprendizaje debe ser un microcosmos de la sociedad, con todo tipo de
personas representadas. Una de las grandes ventajas del aula abierta a la diversidad, es
que proporciona un espacio social en el que se dan abundantes oportunidades de
interacción social. La tolerancia, el respeto, el acompañamiento, la empatía son valores que
enriquecerán el entorno socioeducativo.
La palabra incluir significa ser parte de algo, formar
parte del todo. La educación diversa trata de acoger a
todos los niños comprometiéndose a proporcionar, a
cada uno de ellos, el derecho inalienable de
pertenencia a un grupo, a no ser excluido.
Tenemos que asumir, cada vez más, esa diversidad
que existe no solo en la educación, sino en todos los
niveles de la sociedad e intentar dar cobertura a todas
las situaciones nuevas que están apareciendo.
En la actualidad nos encontramos que, cada vez de
manera más frecuente, las aulas son escenarios
donde se concentran grupos de alumnos con una gran
diversidad. Por ejemplo, diferencias por razones sociales (niños y jóvenes en situaciones
de riesgo social, procedencia de diferentes ámbitos sociales); étnicas y culturales (alto nivel
de alumnos que provienen de otras culturas y distinta lengua), alumnos con baja motivación
o altas capacidades, alumnos con necesidades educativas especiales, etc.
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Tendremos que seguir trabajando los distintos tipos de aprendizaje comúnmente utilizados,
pero habrá que hacer adaptaciones o diversificaciones curriculares para adaptarlas a los
alumnos que lo necesiten. En muchos casos no podemos trabajar con el grupo en la clase
como un todo homogéneo, se necesita flexibilidad en el aula y apoyo a todos los niveles
implicados en la educación.
Tenemos que asumir, cada vez más, esa diversidad que existe no sólo en la Educación,
sino en todos los niveles de la sociedad e intentar dar cobertura a todas las situaciones
nuevas que están apareciendo.
Si somos capaces a nivel educativo de solucionar y ver la diversidad como una cuestión
real y positiva y que podemos aprovechar, ganaremos en todos los niveles de la Sociedad.
LA EDUCACIÓN MULTICULTURAL
La educación multicultural es un sistema que
quiere atender las necesidades culturales,
afectivas y cognitivas de los grupos y todos los
miembros de grupos étnicos de una sociedad.
Se basa en la valoración igual de todas las
culturas sin considerar las mejores que las
demás. No debe reducirse a las escuelas, sino
extenderse a toda la sociedad. Esta es una
educación difícil porque establece problemas
didácticos. La educación multicultural usa el
humanismo y el diálogo. Contribuirá a construir
una sociedad multicultural, eliminar conflictos
entre culturas y ayudar a la identidad de los
extranjeros.
Hoy en día se da un gran interés por la educación multicultural. Esta educación tiene su
origen en las intensas migraciones de estas últimas décadas, en los países denominados
del primer mundo. En este sentido, la educación multicultural, pretende responder lo mejor
posible a la realidad cultural y étnicamente plural de nuestras escuelas y aulas.
La educación multicultural surge no solo por las razones pedagógicas, sino también por
motivos sociales, ideológicos y culturales. Sinónimos de educación multicultural son:
educación multiétnica, intercultural, antirracista y pluralista. En otras palabras, para mí la
educación multicultural es que el estudiante pueda estudiar en cualquier país donde se
encuentre.
Que busca la educación multicultural
La Educación Multicultural ha sido considerada como una respuesta a la diversidad cultural
de los pueblos y se ha convertido en un tema permanente de debate y reflexión, para
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atender las realidades sociales, políticas, económicas que los individuos experimentan en
los grupos humanos complejos y diversos.
Desde este punto de vista, se
considera que para que la educación
sea verdaderamente multicultural
deberá ser capaz lograr la integración
de los grupos humanos, y responder a
las necesidades específicas de
comunidades concretas, rurales o
urbanas, que tienen una cultura propia.
Lo cual conlleva a todos a tomar
conciencia de la diversidad y a
respetar a los demás.
La aplicación de la Educación
Multicultural surge no solo por las
razones pedagógicas, sino también
por motivos sociales, ideológicos y
culturales. El papel principal de la
Educación Multicultural es conseguir
que todas las personas desarrollen una serie de aptitudes y actitudes que le permitan
convivir adecuadamente en nuestra sociedad promoviendo el trabajo en equipo, el bien
común, la solidaridad; en fin, lograr el desarrollo del país a través de la integración de todos
sus miembros.
La Educación debe asumir su papel activo como responsable de la implementación de la
multiculturalidad; a través de una formación en valores que desarrolla, propicia y respeta
los mínimos necesarios para convivir.
La Educación Multicultural permite minimizar los riesgos del proceso globalizador, a través
de la creación de espacios para el diálogo y la inclusión, ya que es una propuesta de acción
que busca construir y reconstruir sistemas de valores que aseguren la convivencia social.
La implementación de una Educación multicultural necesita del diálogo, la tolerancia, la
libertad, la solidaridad, la justicia y la paz para practicarse con éxito.
LA ENSEÑANZA Y LA MULTICULTURALIDAD
Conocer la cultura del otro es imprescindible para la supervivencia. Cada comunidad,
sociedad, nación, etc. debería apropiarse de su cultura para poder comprender las diversas
culturas de su contexto geográfico nacional.
Para Bobadilla (2010), la Educación Multicultural no puede ser una adición de contenido
al currículo, por el contrario, debería ser un paradigma de educación, que se debe tener en
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cuenta durante el proceso educativo en todos los niveles que componen la política
educativa del país.
Actualmente, la multiculturalidad es un fenómeno que adquiere mayor fuerza y rapidez de
expansión por diversas causas que no se pueden desconocer socialmente. En este
contexto se debe considerar la movilidad social o la migración de personas con diferentes
orígenes culturales en un mismo espacio, en donde, se generan conflictos
fundamentalmente sociales que se producen entre personas de diferentes culturas.
Formación Docente para la Educación Multicultural Desde el punto de vista educativo, la multiculturalidad implica grandes desafíos para la
planificación e implementación de los sistemas, especialmente, para la formación del
docente. Es ella el componente esencial en este proceso de enseñanza y aprendizaje de
los valores, habilidades, actitudes y conocimientos para la socialización.
La educación deber tener una
planificación, organización e
infraestructura especial en donde los
educandos de diversas culturas tengan la
oportunidad de formarse dentro de la
multiculturalidad, enseñándoles a sentir,
pensar y actuar, de tal forma que valoren
y comprendan a los demás.
Mediante la Educación Multicultural, se
pueden lograr los cambios de mentalidad
necesarios para la construcción de una
sociedad más igualitaria, humanista y
justa, respetando las diferencias
personales y los valores culturales,
raciales y étnicos, promoviendo la convivencia pacífica en una nación multicultural.
La Formación Docente para la multiculturalidad y la multiculturalidad para la Formación
Docente constituyen una vía de sentido doble imprescindible para la conformación del
proceso reflexivo, ya que la formación docente debe tener la suficiente habilidad en el
proceso de enseñanza y aprendizaje para poder manejar los aprendices que provienen de
diferentes culturas; como así también la multiculturalidad es un componente que está
presente en cada sociedad. No es un mito; es una realidad que se debe comprender,
conocer, valorar y apropiarse de ella.
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La Educación Multicultural en el
aula
Los entornos de aprendizaje del aula
tienen cinco componentes, los cuales
son: el entorno físico, el currículo, las
estrategias de enseñanza, las
expectativas de comportamiento y el
currículo oculto. En cada uno de ellos el
docente debe propiciar un clima que
promueva la formación de valores y que
respete la diversidad cultural que hay en
el aula de clases.
El entorno físico. Se refiere al
ambiente en donde se desarrolla
el proceso educativo como tal. En
el entorno físico del aula el
docente debe intentar representar e incluir a todos los grupos culturales, a hombres
y mujeres, a personas de diferentes creencias y de diferentes habilidades físicas y
orientación sexual.
En el currículo. El currículo es lo que se enseña, por lo tanto, debe mostrar más de
una perspectiva a la hora de anclar los diferentes temas e incluir los diferentes
grupos que integran el aula de clases.
Las estrategias empleadas para enseñar. Numerosos estudios demuestran que
no todos los alumnos aprenden de la misma forma, por ello el docente debe emplear
más de un estilo a la hora de enseñar.
Las expectativas de comportamiento. En general se refiere a lo que los docentes
esperan de sus alumnos. Estas expectativas a veces chocan con las expectativas
de la familia del alumno al punto que en ocasiones el comportamiento que se espera
en la escuela es diariamente opuesto al enseñado por una determinada cultura en
particular.
El currículo oculto. Los docentes son quienes llevan al aula sus propias pautas y
comportamiento culturales, prejuicios, valores y actitudes se manifiestan en el aula.
En la mayoría de los casos los docentes no son conscientes de su currículo oculto
y que los mensajes que transmiten a sus alumnos, por lo tanto, es importante que
se identifiquen sus componentes para adoptarlos a los principios de la Educación
Multicultural.
Competencias del docente en el ámbito multicultural
Las competencias mínimas que deben tener los docentes para aplicar una Educación
Multicultural deben centrarse en los principios básicos de la misma, los cuales han sido
mencionados anteriormente.
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Para que los docentes logren el desarrollo de una Educación Multicultural en las aulas de
clases, es importante que tenga las siguientes competencias.
Concienciar al alumno sobre el valor de la diversidad cultural.
Ayudar a los alumnos a mantener y extender su identificación y orgullo por la propia
cultura.
Ayudar al alumno a relacionarse con éxito en medios multiculturales.
Tratar a todos los alumnos justamente, estableciendo un aula democrática donde todos
los alumnos reciben el mismo tratamiento.
Tener el mismo tipo de expectativas para todos los alumnos sin esperar que por
pertenecer a una determinada minoría vayan a hacer lo peor o mejor.
Utilizar grupos heterogéneos para intensificar el concepto de autoestima y promover
relaciones multiculturales.
Demostrar la necesidad de los valores y
actitudes democráticas demostrando la
habilidad de observar acontecimientos desde
puntos de vistas y perspectivas multiculturales.
Demostrar al alumnado como puede participar
de forma activa en la forma de decisiones de
una sociedad democrática.
Reconocer las similitudes y diferencias entre
culturas, con plena conciencia de la posibilidad
de conflicto o de oportunidades que éstas
puedan crear para todos los alumnos.
Reconocer y aceptar la variedad de idiomas que se hablan en los hogares de los alumnos
como sistemas de comunicación válidos.
Orientación y Multiculturalidad
Existe una interrelación entre los conceptos de diversidad cultural, sociedad multicultural,
sociedad multiétnica, las cuales son prioritarias en este momento histórico para la
convivencia humana, por el reconocimiento y respeto de su identidad, la democracia,
justicia social y equidad.
Al respecto, Perlo (2004, citado por Rojas, 2008) señala que la sociedad requiere que sus
sistemas educativos adopten un modelo multicultural de educación y la misma, no se limite
a los hijos de inmigrados, sino que ha de hacerse extensiva a toda la población estudiantil
del país. Que transmita un conjunto de valores y virtudes simples, que permita a las
personas trascender las distintas comunidades y culturas a las que pertenecen; ya que es
el único modelo educativo que podría responder a la situación mundial de este momento
cuando todos los ciudadanos necesitan educarse para la diversidad cultural.
Este mismo autor señala que todo proceso educativo debe incluir tanto la identificación,
interpretación y crítica de situaciones de injusticia, como la conformación de un marco de
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convivencia basado en la razón y la tolerancia, además de la proposición de iniciativas para
la creación de formas de vida más justas a nivel personal y colectivo. Entendiendo, que los
valores sociales además de referir a una dimensión específica del ser humano; su
sociabilidad, orientan todo sentido de su vivir, invivir y convivir dentro y para su mundo
circundante, caracterizado por la multiculturalidad.
Tendencia actual de la Educación Multicultural y la formación de valores en el aula
universitaria
Las universidades tienen el reto de desarrollar una formación ética transversal integral,
alineada con la formación de carácter en la persona, que le permita afrontar los dilemas
éticos y personales que enfrentará en su vida profesional.
Es necesario que la Educación Multicultural y la formación de valores en todas las
instituciones educativa del país queden implícitas en los contenidos curriculares y además
en la forma en que estos contenidos son proporcionados a los estudiantes. Ante la carencia
en cuanto a la práctica de valores, las desigualdades sociales que aún se viven, es
necesario que el sistema educativo panameño y las universidades públicas y privadas
puedan proveer los medios para facilitar la interacción entre el profesor y los estudiantes y
entre ellos mismos.
Así tenemos que las universidades deben fundamentarse en valores, reconociendo que el
diálogo, la tolerancia, la libertad, la solidaridad, la justicia y la paz deben arraigarse y
desarrollarse en el ser humano que se prepara para la vida en sociedades culturalmente
diversas. Finalmente, es importante resaltar que la práctica de valores se posibilita a través
de una Educación Multicultural que educa para el respeto a la diversidad y que al buscar la
convivencia entre diferentes, promueve la construcción y reconstrucción de valores, por lo
tanto, educa en valores.
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Manejo efectivo del ambiente de aprendizaje
¿Qué entendemos por ambiente de aprendizaje?
Podemos decir que un ambiente de aprendizaje es el
conjunto de elementos y actores (profesores y alumnos)
que participan en un proceso de enseñanza-aprendizaje.
Es importante resaltar que durante la utilización de estos
ambientes de aprendizaje los actores no necesariamente
deben coincidir ni en el tiempo ni en el espacio. En estos
ambientes los actores desarrollan actividades que
permiten asimilar y crear nuevo conocimiento. El ambiente
de aprendizaje tiene objetivos y propósitos claramente
definidos los cuales son utilizados para evaluar los
resultados.
El reto en un ambiente de aprendizaje es integrar todo ese
conjunto de elementos y relacionarlos sistemáticamente y
lograr que sea eficaz y eficiente en el cumplimiento de sus
objetivos.
Ante una sociedad que ha evolucionado, la educación universitaria necesita transformarse
para cumplir con las expectativas de una nueva sociedad, en la que día a día surgen
cambios y que a razón de esto se vuelve más compleja y que por tanto, el proceso de
enseñanza-aprendizaje, igualmente debe progresar conforme a las exigencias de la
sociedad. Los ambientes de aprendizaje deben proporcionar a los jóvenes universitarios las
condiciones necesarias que permitan problematizar, descubrir, comprender, motivar y
asimilar situaciones o contenidos educativos y de la vida diaria desde sus propias
perspectivas. Los ambientes de aprendizaje deben proporcionar a los estudiantes,
elementos esenciales, que propicien una enseñanza que estimule el desarrollo de
habilidades y competencias valiosas para toda la vida. En los ambientes de aprendizajes,
no solo es hablar de la infraestructura, materiales o recursos de apoyo, que de cierto modo
son importantes, pero que, en sí, la esencia de este dependerá de la iniciativa, creatividad,
capacidad e interacción de la persona que esté al frente del proceso enseñanza-aprendizaje
que es el facilitador
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Según esto, se ha descubierto que los profesores usan cinco componentes que establecen
un manejo efectivo de la clase, y que promueven una estructura suficientemente fuerte para
motivar a los alumnos a aprender.
1. Desarrollar relaciones efectivas de aprendizaje con los estudiantes. Explica que es
lo más importante en una sala de clases. La relación con los alumnos comienza en la puerta
cuando los docentes los saludan por su nombre o les dan la mano con una sonrisa. Esas
relaciones se solidifican cuando pasan tiempo con cada uno para saber más de ellos. Si
existen buenas relaciones entre los menores y sus maestros, estos podrán empujarlos con
fuerza a aprender porque confiarán en ellos.
2. Entrenar a los estudiantes en cómo el aprendizaje toma lugar en el aula. Los
educadores les hacen saber a los alumnos que no esperan que aprendan de forma
instantánea, porque están conscientes de que cada uno tiene un proceso individual de
aprendizaje, y que si los niños siguen la guía del profesor tendrán éxito en la tarea. Lo que
los docentes hacen es revelarles a los estudiantes cómo van creando, con los alumnos, un
grupo efectivo de aprendizaje. Les muestran cuál es la filosofía que guía su forma de
enseñar, describiéndoles a los estudiantes un mapa claro sobre qué hacen para que ellos
aprendan, y cuándo lo hacen. Ellos entienden entonces por qué los profesores hacen lo
que hacen y estarán más dispuestos a ayudar.
3. Proteger el tiempo. Lo primero que
hacen los educadores para incrementar el
desarrollo académico de su curso, es no
perder el tiempo y mejorar aquél que pasan
aprendido. Ben dicen que inevitablemente
habrá tiempo perdido en ceremonias,
presentaciones, permisos para ir al baño…
pero que el ser exitoso manejando el aula
involucra también la administración del
tiempo, protegiéndolo.
4. Anticiparse al comportamiento de los
alumnos a través de un plan de lecciones
bien escritas. Canalizar el comportamiento
de los estudiantes, sus intereses e intención
en un aprendizaje efectivo, requiere un plan
de lecciones bien pensado. Primero los profesores se enfocan en cómo los alumnos estarán
dispuestos a demostrar que entendieron y adquirieron el aprendizaje. Después los docentes
construyen actividades de aprendizaje que guían a los menores a ese punto. Enfocar las
lecciones les permitirá a los alumnos preguntar y responder sus propias dudas.
5. Establecer estándares de comportamiento que promoverán el aprendizaje, dejando
en claro que entre la clase y el profesor debe haber respeto, una correcta
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comunicación y estar preparados para aprender. Estos estándares se comunican con
los cuatro puntos anteriores, sobre todo enseñándoles a los estudiantes cómo el
aprendizaje toma lugar en el aula.
IMPORTANCIA DE FORMAR UN AMBIENTE DE APRENDIZAJE.
La educación va mucho más lejos de una mera transmisión de conocimientos. En los
momentos presentes, es una acción integral, que amerita para su ejecución, de una
adecuada comprensión e integración del proceso formativo, con el uso adecuado de los
tics. Citando a María Teresa Lugo: el objetivo de la educación será ofrecer una formación
de calidad que favorezca la adquisición de competencias para seguir aprendiendo toda la
vida y desenvolverse en la sociedad.
Es importante que el facilitador tenga presente que en el aprendizaje de una persona
existen en conjunto de elementos que inciden de manera positiva o negativa para que se
logre la absorción de conocimientos, los cuales se pueden llamar factores del aprendizaje,
tales como: aptitud, ambiente, personalidad, actitud, referente, reforzamiento, motivación,
actuación, memoria y activación.
La sociedad le demanda a la educación en general que se articule con las necesidades
actuales de la sociedad. Para responder a esta demanda están diseñando nuevas ofertas
e incorporando la innovación tecnológica.
En el aprendizaje se identifican elementos que garantizan el logro de buenos resultados,
como la inteligencia o capacidad para aprender, las motivaciones, qué me lleva a aprender,
el método o sea cómo hago para aprender y dentro del método, están las técnicas, las
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cuales facilitan los procesos de aprendizaje, garantizando excelencia en los productos
finales.
Dentro de todo lo anterior, nos falta hacer referencia al ambiente de aprendizaje, que lo
dejamos sentir de manera implícita, pero que ahora lo desarrollaremos más ampliamente
en estos párrafos siguientes, como elemento esencial para todo proceso efectivo de
aprendizaje.
Un ambiente de aprendizaje es un escenario en el cual se desarrolla el proceso de
enseñanza aprendizaje. Para llevar a cabo un proceso tan complejo se requieren de una
serie de elementos que favorezcan el aprendizaje de los alumnos.
La infraestructura física. En el caso de una docencia presencial la misma requiera de un
espacio físico adecuado y mobiliario y equipos apropiados para la docencia. En el caso de
la educación virtual se requiere de una infraestructura tecnológica, con los recursos y
materiales adecuados para el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Los recursos de aprendizaje. Estos deben estar diseñados de forma que propicien el auto
aprendizaje, que generen un aprendizaje significativo y que permitan el desarrollo de
competencias acorde a los nuevos tiempos. Además de los contenidos de aprendizaje, se
deben considerar aquí recursos físicos y virtuales que motiven a los alumnos a aprender,
coherentes con los objetivos de aprendizaje y propiciadores de interacción.
Los recursos de aprendizaje deben integrarse al proceso de aprendizaje con una clara
intencionalidad educativa. Por consiguiente, deben diseñarse respondiendo no solo al perfil
del destinatario, sino también integrando a los mismos las estrategias de aprendizajes
adecuadas a los objetivos del curso.
La Comunicación. La interacción que se genera
entre el docente y los alumnos, Sí es uno de los
elementos más importantes de un ambiente de
aprendizaje. Para ello es recomendable el uso de una
estrategia de comunicación efectiva entre docentes y
alumnos que propicie la construcción de
conocimientos por parte de los alumnos. El docente
juega aquí un rol de mediador o facilitador del
aprendizaje.
Ambientes positivos en el aula. Existe una correlación
entre el ambiente positivo que existe en una clase con
el éxito académico. Si logramos crear ambientes positivos el rendimiento de los alumnos se
va a potenciar.
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¿Qué debemos tener en cuenta para crear espacios positivos en las aulas de clases?
1. Empatía: Tenemos que crear-construir un alumnado empático. No podemos ser el otro,
pero será interesante enseñarles a ponerse en el lugar del otro. Tanto para los alumnos,
para los profesores, como para el grupo.
2. Vínculos: Es fundamental el vínculo entre el profesor y el alumno y tiene que ser cuidado
desde el primer día. No nos olvidemos que somos para ellos su referente, una figura que
van a guardar en su mente para toda la vida.
3. Confianza: La confianza es la base de cualquier vínculo, se construye en el día a día, es
fundamental crear lazos de confianza entre el docente y los alumnos. Entusiasmar y
promover ambientes de confianza que incentiven a los alumnos en su desarrollo
promoviendo un pensamiento reflexivo.
4. Reconocimiento: Promover la motivación de logro, enseñarle al alumno su propio
progreso. Cuando elogiamos al alumno por su esfuerzo o actitud fomentamos su
perseverancia y cuando se enfrente a
tareas de mayor dificultad será más difícil
que decaiga su empeño. Utilicemos el
elogio específico como el elogio grupal.
5. Refuerzos no verbales: Cuando
hablamos solo una parte de la información
procede de las palabras, nos
comunicamos en un 80% por medio de la
actitud, los gestos, la mirada, las
expresiones, el volumen de la voz.
No contradigas lo que digas con lo que
hagas. Todas nuestras acciones, ideas,
sentimientos lo expresamos por medio de
nuestro cuerpo.
6. Rutinas que aporten seguridad: La realización de determinadas rutinas aportan
seguridad y puede ayudar al alumno a que mejore su sentido de pertenencia al grupo. Se
puede comenzar la jornada dedicando unos minutos a la lectura y reflexión de algún tema,
siempre utilizando rituales adecuados a la edad del curso.
7. Conectados con la vida real: para que el aprendi zaje sea significativo, la educación no
puede estar desconectada de lo que ocurre en la vida real. El cerebro social de los alumnos
nos va agradecer.
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8. Potenciamos las fortalezas o virtudes de los alumnos, sus cualidades: es una
realidad que en la educación tradicionalmente ha predominado la detección de errores en
detrimento de mostrar las fortalezas o virtudes del alumno (el subrayado en rojo de los
errores).
9. Fomentemos su participación: fomentemos su participación haciéndolos protagonistas
activos de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Fomentemos su autonomía y
seguridad.
10. El sentido del humor del profesor: Cuando se les pregunta a los alumnos qué valoran
de su profesor suelen decir el sentido del humor. Los entornos aburridos dificultan el
aprendizaje. Al estar de buen humor somos más creativos, resolvemos mejor los problemas
y tomamos decisiones más acertadas.
11. Aprendizaje cooperativo: un aprendizaje entre todos, todos nos necesitamos. El
aprendizaje cooperativo es el aprendizaje en comunidad, en el que confluyen y conectan
ideas, que es lo que nos permite aprender las habilidades sociales que son tan importantes
en el mundo de hoy. Se fomenta así la colaboración entre alumnos, la asertividad, el respeto
o la adquisición de estrategias para mejorar la regulación emocional.
12. El rol del profesor docente: En todo este proceso el rol del profesor para generar un
clima emocional positivo es trascendental. Un profesor que fomenta su amor por la
enseñanza, que transmite entusiasmo, que utiliza un lenguaje positivo, que mira con afecto
a sus alumnos seguramente va a crear un entorno motivante e innovador.
Una persona que constituye un referente valido para los alumnos es capaz de activar las
neuronas espejo del grupo.
El papel del educador debe ser crear en los alumnos curiosidad y atención por los
conocimientos que les propongamos, confiando en sus posibilidades. Ocurre muy a
menudo que lo que se aborda en las aulas son los síntomas, el mal comportamiento, la
pasividad, y no las causas. Cuando un docente ama lo que hace, lo que el joven aprende
es el espacio emocional del profesor.
Enseñar no es instruir, no es entregar datos, es proporcionar un ámbito experiencial
inspirando a cada uno y a todo el grupo.
El mundo está cambiando desde una epistemología lineal causal a una mirada más
sistémica, observar relaciones, matrices, en lugar de mirar la relación causaefecto.
El pensamiento divergente, estimular estas posibilidades creativas permitirá al alumno
desarrollar su pensamiento lateral teniendo recursos para buscar diferentes alternativas
para la resolución de un problema.
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No podemos separar los procesos emocionales de los cognitivos, todo lo que nos conduce
a la adquisición de conocimiento como la curiosidad, la atención, la memoria o la toma de
decisiones requiere de emoción.
Somos uno, mente, cuerpo, alma, emociones, espíritu, sueños, ansiedades, frustraciones,
deseos, conocimientos, debemos educar para ayudar a los niños –adolescentes - jóvenes
a ser adultos íntegros.
Desde que nacemos somos seres emocionales y sociales todo el tiempo, tenemos que
alentar la cooperación, la empatía, el altruismo, estos cambios los vamos a poder después
medir o ver en los comportamientos y en las conductas.
Alentarlos en su capacidad de curiosidad, creatividad, flexibilidad, espontaneidad y,
seguramente, de esta manera vamos a construir la sociedad del mañana creando estos
entornos entre todos, día a día.
AMBIENTE POSITIVO:
Brinde a cada estudiante un amistoso “Hola”
Tenga pequeñas conversaciones e interactúe con sus alumnos
Escriba pequeñas notas de estímulo
Llame a sus alumnos por su nombre
Muestre su entusiasmo al estar con ellos
Narre algunos acontecimientos de sus vidas que lo ayuden a verlo como una
persona real.
Aprenda a escuchar a sus alumnos
Haga saber que está allí para ayudarlos y apoyarlos.
Asegúrese que sus estudiantes conozcan sus expectativas académicas y de
comportamiento.
Muestre confianza en ellos
Tenga altas expectativas pero reales
Dé clase todo el tiempo
Evite las luchas de poder, los gritos y las críticas.
Informe la agenda o plan de trabajo del día
Establezca las reglas del salón con los estudiantes; le asegura mayor aceptación.
Sea consistente
Creación de un ambiente favorable para el aprendizaje
Los ambientes de aprendizaje son entendidos como las condiciones físicas, sociales y
educativas en las que se ubican las situaciones de aprendizaje; el tipo de instalaciones,
equipamiento, estrategias, didácticas, el contexto y clima de las relaciones sociales. El
ambiente de aprendizaje se constituye por condiciones naturales o propias del entorno en
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el que el estudiante se desarrolla y por aquellas que la institución educativa planifica y
provee, y se gestiona, diseña y recrea por parte del docente, quien completa el ambiente
natural con recursos y actividades orientadas al aprendizaje.
Una buena elección de los ambientes de aprendizaje traerá como resultado el desarrollo de
la creatividad y la participación en problemáticas que se puedan encontrar en el entorno
donde se desenvuelven los jóvenes.
Se considera entonces que un ambiente
de aprendizaje adecuado se logra cuando
todos en el salón de clase están a gusto:
maestro y alumnos. Para esto, establecer
los lineamientos juntos desde el inicio del
ciclo escolar y que se revise y modifique
(de ser necesario), será un recurso que
favorezca a todas las partes involucradas.
Dichos lineamientos son negociables o
mejor aún, son propuestos por los alumnos
mismos pero que deberán ser mediados
por el maestro. Se hace la referencia en
particular, al establecimiento de un
contrato social que abarque: las
condiciones físicas del lugar, que si bien no todo está en posibilidades de modificarse, sí se
pueden hacer las adecuaciones convenientes; la relación cordial entre alumnos como
norma y la importancia de la participación no como un acto de "medir" al alumno, si no como
una manera de enfocar adecuadamente sus percepciones; la aplicación de los contenidos
curriculares con enfoques cercanos a los alumnos como un elemento de motivación; y por
supuesto, el papel del maestro que debe orientarse hacia la confianza, respeto y valor
humano .
Se trata entonces de que los ambientes de aprendizaje deben apoyar al estudiante en lograr
aquellas metas que se han definido en una situación de aprendizaje.
La visita a un lugar real y concreto como lo es un escenario de aprendizaje, con objetivos
claramente definidos, el trabajo en equipo, la investigación en diversas fuentes, el
intercambio de impresiones en el aula, la elaboración de un producto final, etc. constituyen
una serie de estrategias que facilitan el aprendizaje de los educandos y lo preparan para
enfrentar de mejor forma los desafíos intelectuales y laborales del futuro.
No debe desatenderse la idea de que esto será posible solo gracias al trabajo en conjunto
y en congruencia con las expectativas de las instituciones.
Un ambiente de aprendizaje no se da en el salón como origen, si no que participa la
institución entera para ayudar a propiciarlo
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El ambiente de aprendizaje, ha de ser considerado como un elemento curricular más, con
una importante fuerza formativa que impacta favorable o desfavorablemente las distintas
maneras de aprender que tienen los estudiantes.
La mayor satisfacción de un docente no es que le digan o se crea un buen maestro ni oír
decir a alguien que enseña bien, lo más importante en este caso es qué tanto aprenden los
alumnos que tenemos a nuestro cargo, considero que en la medida que nuestros
educandos adquieren aprendizajes verdaderos estará presente la participación del docente
en dicho proceso. No debemos olvidar que esa es nuestra principal misión, facilitar el
aprendizaje… en mi muy particular caso el hecho de que vea que mis alumnos son
emprendedores, que se esfuerzan por comprender, por expresarse sí mismos, cuando veo
algún cambio de actitud favorable siento que ya han aprendido algo y no necesito que me
digan que gracias a mí fue que aprendió, con el solo hecho de ver que mis alumnos avanzan
me doy por satisfecho. Los logros obtenidos por parte de mis alumnos no son de mi
exclusividad, puesto que en ese proceso de formación intervienen también otros profesores
que igualmente han adquirido un compromiso con la educación y con los jóvenes de hoy.
La educación está pasando por un gran debate, ¿debemos enfocarnos en la
información? u ¿orientarnos también en potenciar las cualidades y talentos de los
alumnos? El viejo estilo de liderazgo de arriba hacia abajo, jerárquico, conservador ha
quedado agotado.
Cuando estamos enfrente de una clase somos líderes, somos un referente para los
alumnos, les propongo entonces aplicar un modelo de liderazgo basado en la creatividad,
en la contribución personal que llevamos dentro, que podemos hacer día a día en las aulas.
Tengamos en cuenta que decimos mucho más con nuestros gestos, formas, actitudes, que,
con nuestras palabras, cuando hay una armonía entre ambas comunicaciones seguramente
estaremos transmitiendo pasión e inspiración por aprender.
Nuestra forma de ser en clase enseña mucho más de lo que puede enseñar lo que digamos.
Apuntemos a una educación para evolucionar, para que las personas sean lo que sueñen
ser, de esta manera estaremos contribuyendo a una sociedad mejor, más noble, más sana,
más creativa. Una educación no solo para que vaya bien en los exámenes, sino una
educación para aprender a pensar, para la conciencia, para saber vivir en comunidad, para
ayudar, para lograr objetivos, metas y sueños.
La persona no solo es razón, es además emoción e intuición.
Para que una persona esté sana es necesario el equilibrio de estos tres cerebros, en una
sociedad misma es necesario el equilibrio de estos tres pilares. La educación tiene que
tener en cuenta la razón, la emoción y la intuición.
Tema 4. La diversidad en el aula Facilitadora: Lineth Martinez Fuentes
Durante tantas crisis se ha pasado por alto la célula que es la más importante de todas: las
personas. Se ha pasado por alto el cambio de las personas y para que este cambio sea
posible la semilla hay que sembrarla en la escuela.
La base de la sociedad y del crecimiento sabemos que es la educación y las organizaciones.
Las escuelas representan grandes esperanzas porque están formando a las personas del
mañana, que son quienes pueden construir una sociedad más empática, cooperativa,
creativa, innovadora.
Por el ritmo mismo de la vida, cada vez es
más importante poder ponerse en el lugar del
otro, trabajar de manera conectada y
ensamblada, ser creativos, aprender a
autoliderarse para mejorar como seres
humanos, crear entornos motivantes,
entornos con confianza para que las ideas
fluyan y se conecten.
Pero hay algo muy importante, para ello es
fundamental salir del ego individualista, cada
vez nos vamos a necesitar más como seres
humanos.
¿Somos plenamente conscientes del potencial que tienen nuestros alumnos?
Podemos preguntarnos si somos plenamente conscientes del potencial que tienen nuestros
alumnos, si sienten los alumnos pasión en las clases, en las aulas, si se sienten
entusiasmados, si son creativos.
Enseñémosles a tener objetivos altos, alentemos sus sueños, enseñémosles que siempre
pueden dar más de lo que dan. Al igual que los niños, los jóvenes, aunque en otro nivel de
edad, también necesitan apoyo y protección.
No hay nada más estimulante que sientan apoyo, protección y reconocimiento de parte de
sus profesores.
Necesitan nuestra confianza; la construcción día a día de un vínculo entre profesor y alumno
de confianza. Los alumnos no nos olvidemos que responden del mismo modo en que se
los trata.
Promover la motivación de los alumnos es la clave, hay una única fórmula para que los
alumnos se sientan motivados, y es transmitiendo pasión y amor en lo que se enseña.
Tema 4. La diversidad en el aula Facilitadora: Lineth Martinez Fuentes
Cuando en las aulas creamos estados positivos empezamos asociar en el cerebro de los
alumnos el aprendizaje con el placer, efecto que les va a durar toda la vida.
Tenemos que invitar a los alumnos a ser optimistas, enseñarles a formar parte de ámbitos
de cooperación, de reconocimiento, motivarlos para que disfruten del aprendizaje, para que
encuentren su mejor versión, su Yo excelente; si los motivamos en el día a día seguramente
encontrarán esa excelente versión de sí mismos. Hoy sabemos que una simple expresión
facial, una sonrisa, una mirada, genera cambios fisiológicos en nosotros mismos y en el
otro, comencemos a usar estos recursos.
Para la creación de ambientes de aprendizaje es importante tomar en cuenta los siguientes
elementos:
Organización espacial En cuanto al espacio, este influye en el desarrollo de las actividades de aprendizaje de los
alumnos ya que contribuyen a las relaciones interpersonales que se dan dentro del aula,
favorecen la construcción del conocimiento y contribuyen al éxito de las situaciones de
aprendizaje y las relaciones sociales.
Importante que exista un ambiente de libertad para que los jóvenes desarrollen su potencial
creativo.
Para el éxito del ambiente de aprendizaje es necesario que existan el suficiente espacio,
ventilación, iluminación para el desarrollo armónico de las diferentes actividades ya que
estos elementos influyen en la conducta de nuestros estudiantes para el aprendizaje.
Dotación y disposición de los materiales para el aprendizaje
Al diseñar nuestra planeación es importante que se elijan correctamente cuales son las
actividades de aprendizaje que se van a ir desarrollando durante el curso escolar, para que
en base a esto se puedan elegir los materiales y recursos didácticos a utilizar. Considero
que debe existir un alineamiento entre los objetivos, contenidos, actividades de aprendizaje
y recursos didácticos.
Al planear es importante que nos ubiquemos en el contexto en la cual nos encontramos, es
decir, nuestra planeación tienen que estar en relación a la vida cotidiana de los estudiantes
y la realidad social de la comunidad a la que pertenecen, buscando siempre el desarrollo
de las competencias de nuestros estudiantes tomando en cuenta las actividades lúdicas,
propiciando un clima escolar conducente al aprendizaje y creando espacios más allá del
salón de clases que contribuyan al desarrollo humano integral de los estudiantes.
Es por eso que nuestra función como docentes cambia ya que tenemos que generar
recursos didácticos innovadores y propiciar ambiente en donde no solo el aula sea el medio
donde se dé el aprendizaje.
Tema 4. La diversidad en el aula Facilitadora: Lineth Martinez Fuentes
Organización para propósitos especiales
Los salones de clase deben ser los espacios acordes para desarrollar las competencias de
los estudiantes y los recursos deben estar dispuestos de tal forma que inviten al estudiante
a ingresar a la actividad con entusiasmo y curiosidad por aprender
Los jóvenes aprenden eficazmente, cuando exploran y hacen descubrimientos, mediante el
uso de materiales didácticos concretos que les interesan y, que la organización del salón
de clase, es un instrumento de enseñanza que les sirve de apoyo a los profesores.
Es importante reconocer la heterogeneidad en las aulas, ya que nuestros estudiantes tienen
diferentes expectativas, diferentes formas de aprender; para respetar las diferencias,
favorecer los desarrollos individuales y promover la autonomía de los estudiantes.
Puede suceder que al observar el
ambiente nos demos cuenta de
que estamos concediendo
demasiada importancia a la
consecución de determinados
objetivos, que analizados en
profundidad tal vez resulten no ser
los más importantes para nuestro
proyecto educativo. Por ejemplo,
en ocasiones el ambiente de
aprendizaje, la organización del
espacio, los materiales, el tiempo,
todo está diseñado en función de
la consecución de unos
determinados objetivos de
marcado matiz académico,
también puede pasar que en este
análisis encontremos que el
ambiente favorece a un
determinado estilo de aprendizaje
generando desatención o desmotivación en algunos estudiantes que inmediatamente son
catalogados con dificultades para aprender, esto es justamente lo que debemos intentar
cambiar, buscando un mayor equilibrio en el ambiente que favorezca la interiorización de
los conceptos creando alternativas en el aula para que todos los jóvenes tengan
oportunidad de acceder al conocimiento, reactivar en ellos la curiosidad y emoción que
genera aprender o descubrir algo nuevo, poner el conocimiento en todos los idiomas
posibles (auditivo, visual, kinestésico) para que ellos autónoma y decididamente quieran
saber más.
Tema 4. La diversidad en el aula Facilitadora: Lineth Martinez Fuentes
¿Cómo creamos también entornos positivos? - Explicando la importancia de lo que se
enseña.
- Alentando a los alumnos a fijarse sus propias metas.
- Ser facilitadores y posibilitadores para que los alumnos puedan darse cuenta de los
retos que plantea el mundo exterior.
- Valorando activamente a todos los alumnos.
- Incluyendo la enseñanza fuera de nuestra propia zona de comodidad.
- Ayudando a pensar de forma divergente.
- Fomentando un entorno de elevada autoestima para todos.
- Siendo explícitos con nuestras expectativas en las aulas.
El educador del siglo XXI deberá ayudar a los jóvenes a que deseen adquirir no solo nuevos
conocimientos, sino a ser empáticos, cooperativos, creativos y flexibles.
La clave es la pasión, la auténtica motivación surge del interior, el trabajo de un líder
consiste en inspirar, en despertar esta motivación, la motivación intrínseca.
No existe una varita mágica, tendremos que esforzarnos, es posible que debamos cambiar
nuestra forma de hacer las cosas.
¿Motivarlos para qué? Para que puedan llegar a ser la
mejor versión de sí mismos, no intentar ser mejor que el
otro. Transmitir una forma de motivación interna de no
intentar ser mejor que cualquiera que no sea uno mismo. El
intento de ser mejores que nosotros mismos: “la evaluación
ipsativa”.
Apostar por entornos que permitan tener energía positiva
dejando de lado la competencia, la dominación, el control y
la jerarquía. Hay veces que los alumnos son tan
competitivos que esto les genera tanta ansiedad que no
pueden dar lo mejor de sí mismos.
¿Cómo vamos a poder medir el éxito de una clase, cómo saber si estamos
consiguiendo lograr un ambiente áulico motivante, si estamos inspirando a nuestros
alumnos? Es muy sencillo: mirándolos a los ojos, si los ojos de nuestros alumnos brillan,
entonces lo estamos consiguiendo y lo estamos haciendo bien.
Recordemos que estamos vivos, alentemos siempre la cooperación, la empatía y el
altruismo, la perseverancia, la conexión con el otro, la creatividad, permitamos que se
desarrollen las emociones positivas de todos esos ojos brillantes que tendremos frente
nuestro, y seguramente estaremos colaborando para construir una sociedad mejor dejando
nuestra huella.
Tema 4. La diversidad en el aula Facilitadora: Lineth Martinez Fuentes
Condiciones necesarias para su creación Los ambientes de aprendizaje deben ser creados por los docentes, es por eso que el
docente debe ser creativo e innovador para la realización, tomando en cuenta las actitudes
y percepciones de nuestros estudiantes eficaces para el aprendizaje, por lo que es
importante reconocer qué estamos haciendo, como maestros para establecer esas
condiciones adecuadas.
Si el salón es seguro ordenado
limpio cómodo, el alumno
experimentará sensaciones de
bienestar físico, lo que permitirá la
aceptación de los siguientes
estímulos.
Los alumnos deben sentir la
sensación de sentirse aceptado
tanto por sus compañeros como
por el profesor, formando un
ambiente de confianza y
reconocimiento de identidad.
Otra de las situaciones es generar
confianza en que lo que hacen es
relevante y posible hará de la
motivación algo sencillo, pues el
alumno la encontrará dentro de él mismo Se trata entonces de que el alumno esté a gusto
emocional y físicamente en el lugar donde se pretende llevar a cabo el aprendizaje.
Considero que es importante reconocer las percepciones que tienen los alumnos en cuanto
a:
Lo que los alumnos sienten de su salón de clases: reconocer un lugar limpio y lograr la
valoración de los beneficios de un sitio aseado. La existencia de las condiciones de
seguridad física para que no se exponga en ningún momento al alumno a daños a su
persona o a sus pertinencias. El permanente orden tanto del mobiliario como de los objetos
de cada alumno reconociendo a su vez las ventajas de dicho orden. La posesión del salón
en cuanto a una
Tema 4. La diversidad en el aula Facilitadora: Lineth Martinez Fuentes
Estrategias para el manejo efectivo de problemáticas comunes en el ambiente
de aprendizaje.
Una de las bondades que tiene la
educación basada en competencias es
que nos permite crear ambientes de
aprendizajes planeados de acuerdo a
las características de los alumnos (nivel
de desarrollo cognitivo, conocimientos
previos, factores motivacionales, entre
otros).
El objetivo de los ambientes es
promover el aprendizaje a partir de
estrategias educativas cuyo propósito
es crear situaciones de aprendizaje que
estimulen el desarrollo de las
competencias. Estos ambientes deben
ser flexibles y el éxito de estos se debe al papel dinámico que el docente le imprima al
establecer una interacción intensa con sus alumnos.
Los ambientes de aprendizaje van a permitir las interacciones de manera constante entre
alumno-profesor, alumno-alumno, alumno-expertos, invitados/miembros de la comunidad,
alumno-herramientas, alumno-contenido, alumno-ambiente.
De acuerdo a lo que fundamente el constructivismo se trata de plantear situaciones que
promuevan el descubrimiento y la construcción de los conocimientos por parte del alumno.
En este caso, el docente tiene un lugar de mediación entre el conocimiento y el alumno,
mediación que es desarrollada por medio de una estrategia que se orienta en esta
dirección.
En este sentido, las actividades que se propongan en uno o en otro caso variarán en función
de la estrategia adoptada, del mismo modo que el ambiente de clase, el uso del tiempo, de
los espacios y los agrupamientos de los alumnos.
Dentro de las estrategias se encuentran las siguientes:
El aprendizaje colaborativo.
Las simulaciones
Elaboraciones de mapas conceptuales, mapas mentales
Prácticas en laboratorio o taller.
Conferencias
Demostraciones
Aprendizaje basado en problemas.
Tema 4. La diversidad en el aula Facilitadora: Lineth Martinez Fuentes
En el caso del uso de las Tecnologías de la Información y comunicación: el uso de
internet, correo electrónico, foros de discusión.
Actividades lúdicas.
Manejo de los problemas de disciplina y
el buen ambiente de aprendizaje
Es tal la trascendencia educativa de las
clases que cualquier centro docente que se
precie de calidad cuida con especial esmero
que se desarrollen en las mejores
condiciones de orden y eficacia, pues una
clase no sólo es un lugar donde se imparten
enseñanzas y se llevan a cabo
determinados aprendizajes, sino también, y
muy principalmente, es el momento
oportuno de promover y desarrollar los
valores humanos en los escolares. Nada de
lo que sucede en las clases debe escapar al
interés y atención de los directivos del
centro. Antes, al contrario: los objetivos de
aprendizaje, las mismas actividades de los
alumnos y todo el entramado de relaciones
interpersonales que allí se dan, en cuanto
que es ámbito de convivencia de profesores y alumnos, constituyen una parte sustancial
del proyecto educativo.
La calidad de una institución docente depende en gran medida de cómo se dirijan y
enfoquen las clases, de las condiciones de orden y trabajo que se dan en ellas y, sobre
todo, de la capacidad de los profesores para estimular el esfuerzo de los estudiantes. Cabe,
entonces, formularse varias preguntas: ¿cómo lograr este ambiente armónico de trabajo?,
¿cómo conseguir que los alumnos se integren en la clase?, ¿cómo promover la disciplina?,
¿en qué medida se puede gobernar una clase sin recurrir a los castigos?, ¿cómo actuar
ante conductas irregulares?
En esta Nota Técnica se parte de considerar la disciplina escolar como el dominio de sí
mismo para ajustar la conducta a las exigencias del trabajo y de la convivencia propias de
la vida escolar, no como un sistema de castigos o sanciones que se aplica a los alumnos
que alteran el desarrollo normal de las actividades escolares con una conducta negativa.
La disciplina es un hábito interno que facilita a cada persona el cumplimiento de sus
obligaciones y su contribución al bien común. Así entendida, la disciplina es autodominio,
capacidad de actualizar la libertad personal; esto es, la posibilidad de actuar
libremente superando los condicionamientos internos o externos que se presentan en la
vida ordinaria, y de servir a los demás.
Tema 4. La diversidad en el aula Facilitadora: Lineth Martinez Fuentes
Necesidad de unas normas básicas de convivencia
Podría pensarse que un buen clima en la clase o la
actuación positiva continuada de los profesores
pueden hacer innecesarias las reglas de disciplina,
pero sería no caer en la cuenta de que esas reglas
de actuación son los puntos de apoyo que hacen
posible ese buen clima escolar. En efecto, el respeto
a las personas y a las propiedades, la ayuda
desinteresada a los compañeros, el orden y las
buenas maneras exigen que todos los que conviven
en un curso acepten unas normas básicas de
convivencia y se esfuercen día a día por vivirlas.
El buen clima de un colegio no se improvisa, es
cuestión de coherencia, de tiempo y de constancia.
Son imprescindibles, por tanto, unas normas que sirvan de punto de referencia y ayuden a
lograr un ambiente sereno de trabajo, orden y colaboración; un marco generalmente
aceptado, que precisa los límites que la libertad de los demás impone a la propia libertad.
Para que esas normas sean eficaces, es necesario:
Que sean pocas y coherentes con el Proyecto Educativo;
Que estén formuladas y justificadas con claridad y sencillez;
Que sean conocidas y aceptadas por todos: padres, profesores y alumnos;
Que se exija su cumplimiento.
Sin embargo, las normas, por sí mismas, no son suficientes. No se logra la disciplina
escolar mediante una casuística exhaustiva a modo de pequeño código penal escolar y con
la aplicación rigurosa de las sanciones establecidas. La normativa de la convivencia no será
nunca un "arma arrojadiza" en manos del profesor para mantener artificialmente un
ambiente de orden aparente. La convivencia armónica y solidaria entre todos los que
forman el colegio, es la consecuencia de un proceso de formación personal que lleva
a descubrir la necesidad y el valor de esas normas elementales de convivencia; que ayuda
a hacerlas propias y a aplicarlas a cada circunstancia, con naturalidad y sin especial
esfuerzo, porque se han traducido en hábitos de autodominio que se manifiestan en todos
los ambientes donde se desarrolla la vida personal.
La disciplina, instrumento educativo
En un colegio no existen problemas de disciplina:
hay algunos alumnos con problemas, a cuya
formación es preciso atender de manera particular.
Para un educador, la solución no es excluir a los
que molestan, sino atender a cada alumno o
alumna con problemas de comportamiento, según
sus personales necesidades.
Precisamente porque se trata de personas en
formación, que no han alcanzado la madurez
Tema 4. La diversidad en el aula Facilitadora: Lineth Martinez Fuentes
personal, es necesario establecer un sistema de estímulos (reconocimientos y
correcciones) para favorecer el desarrollo de la responsabilidad de los alumnos. Por tanto,
más que sancionar —recompensar o penar—, las normas de convivencia
pretenden estimular las disposiciones positivas de los escolares y corregir las tendencias
que no favorezcan la convivencia ordenada, llena de naturalidad, y solidaria entre todos.
Estímulo y corrección que exigen una actuación continuada por parte de los profesores: los
alumnos no cambian de un día para otro. En educación es absolutamente necesario contar
con el tiempo y no olvidar que más que corregir el desorden que ha provocado una
conducta, importa la formación de quien ha protagonizado el incidente y la de sus
compañeros. En un sistema educativo fundamentado en la libertad y en la confianza, no
debemos empequeñecer la figura del educador reduciéndola a la de un simple guardián del
orden.
El profesor ha de aprovechar las incidencias cotidianas para formar a los alumnos: para
corregir las conductas negativas y para reforzar los hábitos positivos. Si no se atendiese
también a las actuaciones positivas, algunos alumnos podrían atraer la atención del
profesor mediante conductas negativas. Si se habla sólo de correcciones, inevitablemente
el colegio se convierte en correccional. El profesor ha de valorar a cada alumno: cuando le
respeta y le trata como persona, de ordinario conseguirá que reaccione como persona,
positivamente.
La autoridad del profesor
No hay duda de que el éxito del profesor en el gobierno de la clase se asienta en dos
importantes columnas: la autoridad y la destreza que se apoyan mutuamente. Es difícil
concebir un profesor prestigioso que no sepa conducir con acierto a los alumnos o que, por
el contrario, teniendo dificultades en el gobierno del grupo, su autoridad no sufra un grave
deterioro.
La principal fuente de recursos del profesor, la más provechosa, está en él mismo, en su
propia personalidad. Bajo este prisma, el profesor tiene autoridad como consecuencia
natural de su madurez intelectual y humana, de la ascendencia moral que le proporciona
su conducta ejemplar y del liderazgo que ejerce sobre los alumnos. La autoridad es más
una conquista que el profesor debe realizar por
su capacidad, dedicación, coherencia y madurez
mostradas en su trato diario con los alumnos, que
una concesión contractual obtenida en virtud de
una titulación académica. "El profesor que quiera
ser un buen educador necesita la autoridad
entendida como servicio a la mejora de los
alumnos y basada en el prestigio" .
¿Cómo puede un profesor conseguir este
prestigio?, Señalemos algunas condiciones:
competencia profesional, interés sincero por los
alumnos, coherencia de vida y destreza en el
dominio del grupo.
Tema 4. La diversidad en el aula Facilitadora: Lineth Martinez Fuentes
Competencia profesional
La experiencia nos dice que los profesores bien preparados suelen ser aceptados –y
muchas veces admirados– por los alumnos. Los problemas de orden y disciplina van
asociados, con cierta frecuencia a los profesores que no se muestran a la debida altura
profesional.
¿Cómo ha de ser esta preparación? En primer lugar, el profesor ha de conocer bien su
materia y esforzarse por ampliar y actualizar sus conocimientos: debe saber. Pero no basta
con saber, el profesor necesita también dominar los recursos didácticos para transmitir de
un modo claro sus enseñanzas: debe explicar bien y hacerse entender por los alumnos.
Necesita, por último, preparar cuidadosamente sus clases con el fin de presentar su
asignatura en función de objetivos valiosos y de actividades interesantes, con técnicas
adecuadas, capaces de atraer la atención de los estudiantes y de estimular su interés hacia
trabajos útiles para su aprendizaje y formación. Las improvisaciones suelen ser muy
negativas e impropias de una tarea de tanta responsabilidad.
Una de las claves de la competencia profesional es la programación de las actividades de
enseñanza y aprendizaje. Antes de comenzar una clase, el profesor ha de tener previsto lo
que va a enseñar y qué han de hacer los alumnos para aprender, y distribuir el trabajo de
acuerdo con las posibilidades reales de cada uno de ellos, sin pedirles más de lo que
pueden hacer, ni tampoco menos. Esto supone un conocimiento preciso de sus aptitudes y
condiciones personales ya que "la consideración personal de cada estudiante obliga a que
el profesor atempere sus exigencias a las posibilidades de cada muchacho". Cuando en un
aula reina el desorden, habrá que preguntarse si los alumnos saben qué han de hacer y
cómo lo han de hacer . El aburrimiento suele ser el origen de malos comportamientos.
Junto a la buena preparación y ejecución del
programa, es importante que el profesor esté
atento al desarrollo de las actividades de
todos los escolares para observar
individualmente la calidad de los trabajos y
responder a las dudas que surjan sobre la
marcha, mostrando una actitud de ayuda y
estímulo a cada alumno, pues todos tienen
derecho a la máxima atención de su maestro.
"La actividad de los profesores es subsidiaria
de la de los alumnos y tiene sentido
únicamente en la medida que estimula y
orienta el esfuerzo educativo de cada
estudiante. Esta concepción del trabajo
escolar presenta una particular exigencia al profesor, ya que estimular y orientar un trabajo
es más difícil que realizarlo y, por otro lado, impone la sustitución de la rutina diaria por un
quehacer imaginativo y creador".
Además, el orden y buen gobierno de la clase exigen una exquisita puntualidad en su
comienzo y final; que todo y todos estén en su sitio –los libros y cuadernos preparados, las
mesas y bolsas ordenadas y los alumnos bien sentados, etc.– y unas reglas de convivencia
Tema 4. La diversidad en el aula Facilitadora: Lineth Martinez Fuentes
que normalicen la participación de los alumnos: cómo y cuándo pueden levantarse, cómo y
cuándo pueden tomar la palabra, cómo y cuándo deben estar en silencio, trabajando o
estudiando, cuándo y cómo pueden consultar con el compañero o compañeros de equipo,
etc.
Interés sincero por los alumnos
La primera y principal norma de conducta del
profesor es tratar con estima y respeto a los
alumnos. Para estar en condiciones de educar,
el profesor ha de establecer unas relaciones
cordiales y afectuosas con sus discípulos, de lo
contrario su buena preparación puede resultar
ineficaz: ha de querer a sus alumnos, ha de
entregarse.
El profesor necesita crear un ambiente estimulante de comprensión y colaboración, que
dependerá en gran medida de su actitud amistosa, paciente y comprensiva con todos los
alumnos, sin distinción. La acepción de personas y los tratos de favor deterioran el ambiente
y las relaciones interpersonales.
Los alumnos agradecen, sobre cualquier otra virtud, la comprensión de su profesor, porque
necesitan atención y cariño, necesitan ser y sentirse queridos. El amor es el primer
ingrediente de la vocación de educador, ya que para educar se requieren las mismas
disposiciones que el beato Josemaría Escrivá señala como precisas para amar: "mucha
finura, mucha delicadeza, mucho respeto, mucha afabilidad". Donde no hay amor aparece
la intolerancia y la falta de flexibilidad.
En suma, en este ambiente de cordialidad que debe envolver las relaciones entre profesor
y alumnos no tienen cabida las palabras y gestos que signifiquen menosprecio. En ningún
caso es admisible que el maestro ridiculice a sus discípulos ante sus compañeros, ni revele
sus intimidades, ni se impaciente con sus equivocaciones, ni amenace, ni conceda
privilegios, ni adule, ni se deje adular gratuitamente, ni actúe como si sus alumnos nunca
tuvieran razón ni derecho a presentar sus
justificaciones, ni que utilice el castigo como
recurso para estimular los aprendizajes y
reconducir las clases, o como medio de
desahogo personal.
Sin embargo, sería una grave omisión no corregir
–con el cariño y respeto debidos– a los alumnos
cuando yerran, y no aprovechar las ocasiones
que ofrece la convivencia escolar para ayudarles
a mejorar y a superar sus defectos, animándoles
a rectificar. Querer de verdad a los alumnos
implica aceptarlos tal y como son, "tirando" de
ellos con fortaleza, paciencia y cariño.
Tema 4. La diversidad en el aula Facilitadora: Lineth Martinez Fuentes
La disciplina escolar es, por tanto, un instrumento educativo. Por eso, antes de adoptar una
medida ante una conducta inadecuada, es necesario conocer las correcciones que ese
alumno ha recibido con anterioridad y cómo reaccionó ante ellas; las circunstancias del
alumno, el momento en que se encuentra y los motivos de su comportamiento anómalo; y
tener en cuenta la repercusión que ha tenido entre sus compañeros. Más que la sanción,
interesa que el autor del incidente no vuelva a realizar una acción semejante. Se han de
poner los medios para que el alumno decida rectificar su conducta. En primer lugar, interesa
hacerle valorar con objetividad lo que ha pasado; en una palabra, provocar su reflexión.
Para que una corrección sea realmente educativa es imprescindible que el alumno valore
su actuación y las consecuencias, y concluya que su actuación no fue acertada, de modo
que lamente sinceramente haber actuado de ese modo.
Por esta razón, siempre que sea posible se han de imponer correcciones que neutralicen
los efectos de la actuación negativa con otra actuación de sentido contrario; ayudando así
al alumno no sólo a pedir perdón por su actuación desafortunada, sino a reparar en lo
posible el daño causado: limpiar lo que se ha manchado; arreglar o colaborar en la
reparación de lo que se estropeó, y abonar su coste; pedir perdón públicamente al ofendido,
si fue pública la ofensa; recuperar el tiempo de trabajo perdido, etc.
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