VOCERRANTE 16 - Partes de Batalla

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Texto completo del decimosexto programa de VOCERRANTE, acerca del crimen de la guerra.

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24VOCERRANTE (16)Partes de batalla

Apertura (Sobre White Man Sleeps II, por Kronos Quartet):(Andante tranquilo)Las palabras vagan, yerran, buscan. Van y vienen por ah hasta que encuentran un refugio. En las manos, en los ojos, en cualquier cosa que las rescate del olvido.Ral Este es el dcimosexto programa de VOCERRANTE.Bienodos y bienodas.

RalEn los partes de batalla slo se da cuenta del deber.El deber de contar el deber.El parte de batalla pertenece al cumplimiento del deber, ms que a la crnica del ser.

El deber es una imposicin al ser. Un mandato al ser. El deber no es siquiera algo que sea, sera o ser.De acuerdo al parte de unos, unos fueron superiores; de acuerdo al parte de otros, otros lo fueron.Dos deberes no hacen un ser.

El tiempo del deber es el de la cada del rbol Al golpe del hacha.

DanielEl tiempo del deber es el de la flecha que no silba,El rayo que no fulgura.El fuego que no abriga.

RalEl tiempo del deber es el que prescinde de todo lo que seas.El tiempo del deber es el que atraviesa los cuerpos transparentes. Cuerpos sin sustancia, expectativa, raz o deseo.Slo razn. Slo utilidad. Slo cometido. El tiempo del deber es el tiempo de tu ausencia.

DanielEl parte de batalla da cuenta de lo que no es.Y la hazaa puede construirse en la victoria y en la derrota.Como el relato de una gesta heroica, Sacrificada y brava.Sin apenas el silencio, ni los gritos, ni las bocas.Slo el arcabuz o la empalizada.

Ral En Tamana, la poblacin entera careca de nombre. Nadie tena un nombre propio. Se reconocan por el simple hecho de saberse de memoria los rostros, los gestos, las palabras. Se aludan con un par de seales efectuadas con las manos, que daban cuenta del modo de caminar o de rer de la otra persona. No tenan forma de llamarse, porque se conocan demasiado bien.Pero ellos vean con recelo que en las poblaciones vecinas, y sobre todo, entre sus aristcratas, todos portaban un nombre y exigan ser llamados y reconocidos por l.As que cuando el ejrcito colonizador comenz su leva de reclutamiento, todos hicieron fila.Para perder la identidad, pero alcanzar un nombre.Un nombre que les daban, que les permita nombrarse y ser nombrados, enlistados, registrados. Con la asignacin de un uniforme, un arma reglamentaria y un carnet de reconocimiento, con su foto y los caracteres de ese nombre, legible para sus superiores.A travs de sus nombres, a los que aprendieron a responder, eran designados para realizar distintas tareas. Y se les encomiaba una exacta ubicacin, por orden alfabtico, en los pelotones de fusilamiento que ejecutaba a los desertores.Frente a los rebeldes, que escapaban de sus filas llamados por un gesto, una voz, un sonido, esos soldados, todos iguales, vestidos iguales, parados iguales, igualmente armados, disciplinados y precisos, haban cado en el fungible anonimato. DanielLa batalla de Arinuz, en Trifonia, fue sumamente pareja. Pareja hasta la minuciosidad.Los calvos y los necios se haban trenzado en una feroz contienda y cada uno envi el mismo nmero de efectivos para llevar a cabo el enfrentamiento.Si los calvos avanzaban un milmetro por la derecha, los necios avanzaban un milmetro por izquierda. Si los calvos heran a cuatro necios, los necios heran a cuatro calvos. Lo mismo ocurra con los prisioneros, con las municiones y hasta con las gripes, los estornudos y los alimentos.Tranquilamente los soldados se pasaban de uno a otro bando, sin perjudicar el equilibrio de las fuerzas.

RalCuando los argivos acudieron en defensa del territorio que les era segregado (por los lacedemonios), al punto entablaron negociaciones ambas partes y convinieron en que lucharan trescientos hombres por bando y que el territorio pasara a ser de aquellos que obtuvieran la victoria. Por su parte, el grueso de ambos ejrcitos se retirara a sus bases respectivas sin asistir al combate, para evitar que cualquiera de los dos ejrcitos pudiese, si se hallaba presente, socorrer a los suyos en caso de contemplar su derrota. Bajo estas condiciones se retiraron, y los seleccionados por uno y otro bando, que se haban quedado solos, se enzarzaron entre s. Y, como pelearon con suerte pareja, de los seiscientos hombres quedaron con vida tres: Alcenor y Cromio por los argivos y Otrades por los lacedemonios; y si stos sobrevivieron fue porque cay la noche. Entonces, mientras los dos argivos, creyndose vencedores, se iban corriendo a Argos, Otrades, el lacedemonio superviviente, despoj de sus armas a los argivos cados, las transport a su campamento y se mantuvo en su puesto. Al da siguiente comparecieron ambos bandos para conocer el resultado. Al principio, como es lgico, unos y otros se atribuan la victoria, alegando los unos que de los suyos haba ms supervivientes e indicando los otros que esos supervivientes haban huido, mientras que su hombre se haba mantenido en su puesto y haba despojado de sus armas a los cadveres enemigos. Por ltimo, y a causa de su desacuerdo, acabaron por llegar a las manosDe los Nueve Libros de la Historia, de Herdoto de Halicarnaso.

DanielLas batallas siempre son de resultado indeciso.Nadie sabr si vali la pena. No ya las prdidas, sino el dolor. No ya los daos, sino el vaco.

RalFrente al deber de someter,El nico hroe es el que desobedece.

Primer Tema: Doa Ubenza de Nstor Chacho Echenique; por Roxana Amed en voz, Facundo Guevara en percusin, Damin Bolotin y Walter Prusak en violnes, Elizabeth Ridolfi en viola y Jorge Bergero en violoncello. (04:27)Acabamos de escuchar Doa Ubenza de Nstor Chacho Echenique; por Roxana Amed en voz, Facundo Guevara en percusin, Damin Bolotin y Walter Prusak en violnes, Elizabeth Ridolfi en viola y Jorge Bergero en violoncello.

DanielMaterno era un ex soldado que haba desertado de su puesto y haba persuadido a otros que abandonaran el servicio con l. Luego de haberlo conseguido, consigui reunir en poco tiempo una numerosa banda de criminales, y comenz a realizar correras de por aldeas y campos. Al poco tiempo reuni una gran cantidad de botn, y con la promesa de repartirlos con los otros, cosa que no hizo, reuni un verdadero ejrcito, y cambio su calificacin de bandidos por enemigos, ya que dirigan su ataques contra grandes ciudades en las que violentaban las crceles libertando a los presos y se los ganaban para su causa a cambio de beneficios. Atac territorio de los Celtas y Espaa. Cuando esto llego a odos de Cmodo, orden a los gobernadores de las provincias que reunieran un ejrcito contra los bandidos, los que al enterarse escaparon del estos lugares, y se introdujeron en Italia en pequeos grupos. Materno entenda que l no tena una fuerza tan grande que le permitiera enfrentarse con Cmodo de igual a igual en batalla campal, pero tena la esperanza de vencerle por astucia y conocimiento del oficio, por lo que maquin el siguiente plan: Al comienzo de la primavera, cada ao en un da fijo, los romanos marchan en procesin en honor de la madre de los dioses, se da a todo el mundo licencia absoluta para cualquier tipo de diversin y cada uno se disfraza como quiere hasta el punto que no es fcil distinguir entre la persona real y la imitada (imitaban a todos y vistindose igual que los que tenan cargos). Materno crey que era la oportunidad propicia para no levantar sospechas, se quera vestir de pretoriano y tambin los suyos, para mezclarse en la multitud de guardias que cuidaban al emperador y cuando nadie estar prevenido se abalanzara sobre l y lo matara, pero lo traicionaron algunos de los suyos porque no queran que l fuera emperador, por lo que das antes lo apresaron y le cortaron la cabeza. Cmodo celebro la procesin haciendo un sacrificio a la diosa e hizo pblica una accin de gracia.Herodiano, Historia del Imperio Romano despus de Marco Aurelio.

Soldados y criminales. Slo disfraz identifica a quien pueda impartir la risotada del mandato. Ral Unos mercenarios medievales pelean por el sueldo y el renombre. Se separan para servir a dos ejrcitos en pugna. En medio de la guerra, un grupo de mercenarios es maltratado por el ejrcito A, por lo que declaran el cese de colaboracin y huelga de brazos cados. El grupo de mercenarios que est sirviendo en el jrcito B, en solidaridad decide declararse en huelga. Sin soldados no hay guerra, sin guerra no hay sueldo, gloria ni botines.Los dos grupos de soldados mercenarios que son la mayora de cada ejrcito, y los ms preparados para la guerra, se instalan en el campo de batalla, requirindoles los generales y patricios que continen en la pelea.Finalmente, los mercenarios fundan en ese campo de batalla, en el que comienzan a compartir vivencias y canciones, la ciudad de Victoria.

DanielUn grupo de marineros, en avanzada sobre la costa enemiga, espera la orden de ataque. Pero la orden de ataque no llega nunca. Pasan los aos y las estaciones, y los marinos an aguardan, en su precarsima vida a bordo, detenida frente a la costa, que se dicte la bendita orden que les permita atacar. Sin embargo, ello no ocurre, convirtindose en el hazmerrer de los nios y pescadores, que les arrojan piedras, algas y pescados. Finalmente, el Estado del que provienen realizar un homenaje en ese lugar a los cados en cumplimiento del olvido.

RalDurante una batalla naval, en medio de un violento temporal, la nave que comandaba el Teniente Escrupulos y la que comandaba el Almirante Trntor, fueron elevadas por una tremenda ola al mismo tiempo, impactando ambas en el aire. La tripulacin de ambas embarcaciones logr salvarse en las costas de una isla salvaje, y reconstruyeron con los maderos rescatados de la marejada, una nueva embarcacin. Al principio hubo discusiones respecto de las proporciones en el armado, en las partes y en el mando, hasta que finalmente se decidi por la solucin paradjica: El navo corresponda a ambas naciones en conflicto. En tal sentido, no poda ser utilizada en forma independiente por ninguna de ellas, sin autorizacin de la otra. Pero al mismo tiempo, cualquiera de ellas poda hacer uso de aquel a la manera de un abordaje. Esto es, la nave slo poda ponerse en movimiento pacficamente a travs de la accin blica. As fue como cada uno de los ejrcitos navales se titul en ejercicio del derecho de abordaje y tom la direccin de la parte del barco que no le perteneca, y de esa forma anclaron a la vista del Promontorio de Rosagrs.

Daniel La batalla de Terciopelo.Acaso por el nombre, poco adscripto a las glorias viriles, acaso por la confusin alrededor del sitio en el que realmente tuvo lugar, acaso por las mltiples referencias de parte de uno y otro bando que participaron en ella, la batalla de Terciopelo contina siendo un enigma.Algunos manifiestan que el nombre obedece al tercio de un pelotn, otros, que rememora el tercio de un pelo, cuando pelo indicaba el cuarto mes despus del solsticio de verano en Drumania, otros, que hace referencia al valle de Terciopelo, en Drangsk, actual Repblica de Riesk, algunos otros, que tiene que ver con la tela que demandara una princesa traer de los talleres de confeccin de Plursk Troacaia, y otros ms, que as fue bautizada por el poeta y soldado norems Clarkj Drumasni, en homenaje a la suavidad conque se deslizaban las ballonetas por entre los juncos y pastizales.Lo cierto es que nadie sabe an quin se alz con el triunfo, y desde el 14 de velo del siglo 3, se rene el Consejo de Historiadores en la sede central de la Plaza del Terciopelo (antiguamente llamada Plaza Grande) a debatir las diferentes variables y a acercar los diferentes hallazgos relacionados con ese enfrentamiento.As, se examinan todas y cada una de las posibilidades que pudieran haber tenido incidencia en el desenvolvimiento de los hechos blicos. Si las tropas haban avanzado desde el este, bajando por la montaa, si se haban encontrado con los pertrechos del Capitn Drosaska, si las comunicaciones con el frente martimo se haban mantenido durante todo el da, si el alferez Pirenio haba alcanzado la formacin del grupo de cobrics, agentes de lite del ejrcito drul, si el Coronel Trundsk haba desayunado, si haba desayunado con huevos, si haba ido por una taza de caf en el minuto treinta y dos del inicio de las escaramuzas En fin, cada dato era observado, desarrollado y expuesto para mejor gloria de una u otra parte en el resultado final.Por cada variable que determina la victoria a unos o a otros, se otorga un punto. Hasta hoy, van 904 a 903, pero es probable que esa diferencia pueda cambiar el prximo ao.Si se consulta con la gente del pueblo, lo miran a uno con cierta picarda y desestimando cualquier elucubracin, aseguran que nunca se libr una sola batalla con ese nombre, ni en ese lugar, ni con esos destacamentos.

Ral Cuando juramos hacer o no hacer determinada cosaNos creemos omnipotentes.Slo el omnipotente puede jurar, porque de lo contrario, no podra sostener la posibilidad de cumplimiento de su jura.Lo que se siente al no poder cumplir lo prometido, lo que se siente al faltar a un deber, no es una falta contra otro, ni la traicin a una naturaleza, pacto supremo o divinidad. Lo que se siente es la desazn por la cada en el tiempo. La prdida de la ilusin de la omnipotencia.El cumplimiento del deber es el deber del cumplimiento.

Siempre eterno. Siempre aparte. Siempre ms all de lo posible.

Segundo Tema: Erbarme dich, mein Gott, de la Pasin segn San Mateo, de Johan Sebastian Bach, en la voz de Fadia El Hage, en rabe, con el Ensemble Sarband, con la direccin de Vladimir Ivanoff (07:10)Acabamos de escuchar Erbarme dich, mein Gott, de la Pasin segn San Mateo, de Johan Sebastian Bach, en la voz de Fadia El Hage, en rabe, con el Ensemble Sarband, con la direccin de Vladimir Ivanoff

RalEn Strongst, provincia del Suranam, los soldados juraron defender con sus vidas el Reino de Estricto.En Pulsk, capital del Purajim, los soldados juraron defender con sus vidas el Estado de Previst.En Desster, entre las montaas de Mirias, los soldados juraron defender con sus vidas la f en Satrn.Pero a travs de un tratado de libre comercio internacional suscripto por los lderes de cada uno de esos territorios, estados y organizaciones, se disolvieron el Reino Estricto, el Estado de Previst y la Iglesia de Satrn.Al fin, el juramento les qued holgado, flotante, extendido. Ms estrecho que sus propias vidas, las que no tuvieron la sensatez de perder antes de que desapareciera el objeto de su juramento.Al poco tiempo, los tres ejrcitos estn jurando defender con sus vidas el Reino de Promonia.

DanielEspartaco, una vez organizado su ejrcito de gladiadores y esclavos, tiene ocasin de hablar con uno de los generales del ejrcito de Roma que lo persegua con ms ahinco.Este es el dilogo posible que pudieron haber tenido entre ellos:

RalEspartaco, qu pretende demostrar con esta huida permanente?. Sus hombres son resistentes, y usted posee una astucia interesante, pero sabemos que no podrn extender mucho ms su desafo a Roma.

DanielComenzamos la pelea por necesidad. Para sacarnos de encima una violencia mayor. Y desde entonces no hemos podido dejar de pelear. Nada hay que quisiramos ms que abandonar la lucha. No es un desafo a nadie. Slo para Roma es una cuestin de orgullo. Un interrogante acerca de su omnipotencia.

RalPero es que Roma tarde o temprano triunfar. Y eso lo saben. Lo sabemos aqu en el campo de batalla. Lo saben all dentro de los muros de la ciudad. Lo saben en las campias. Lo saben los extraos, los salvajes y los extranjeros.

DanielUsted piensa como un propietario. Para el propietario todas las relaciones son espaciales. Y as, su dimensin del tiempo es la de la eternidad. El propietario mira sus cultivos, mira sus rboles, mira las piedras con las que construy su casa. Mira su casa, sus muebles, su hacienda, sus hijos. Todo est all. A la vista.Y tiene usted razn. Puede que el Imperio termine victorioso. Seguramente Roma resulte victoriosa. Pero nosotros no tenemos propiedades. Cuando alzamos la vista, lo nico que vemos es tiempo. Nuestra dimensin del tiempo es la del curso de los acontecimientos

RalEntonces, pelean con tanta ferocidad, an sabiendo que van a ser derrotados?

DanielPeleamos con tanta ferocidad porque sabemos que seremos derrotados. Y hasta que eso ocurra, continuaremos haciendo andar el tiempo.

RalEs un intento de todo punto de vista intil. Arrio ya aniquil a los hombres de Crixo y a ste mismo en Apulia. Y no tardaremos nosotros en hacer lo propio con ustedes.

DanielCrixo quera acercarse a Roma. Por eso fue vencido. Nosotros slo ansiamos que Roma se aleje.

Ral Para ambos cometidos hace falta derrotar a Roma. No veo la diferencia sustancial.

DanielEn ustedes estara la posibilidad de la diferencia. Si los atacan, como pretenda Crixo, habrn de defenderse. En cambio, en cuanto se trata de nosotros, con dejarnos ir bastara.

Ral No es as. El ejrcito de Roma es la dignidad de Roma. No puede rendirse, abandonar o desistir. Nuestras rdenes son claras. Nuestros objetivos se cumplen.

DanielUsted es un esclavo como yo lo he sido antes. Sale a la arena a pelear porque otro lo dispone. Suya ser la victoria. Pero nuestro es el relato. Pocos se acordarn de su nombre, o de los cnsules que lo comandan. Sin embargo, ya se escuchan por all, entre salvajes, extranjeros y extraos, como usted dice, las hazaas y reseas de nuestro pequeo ejrcito de hombres

Ral Cuando el soldado pelea en causa propia, entonces es que desertado de su ejrcito nacional, tradicional o instituido.

RalPueblos lejanos se enteran de que va a promoverse una guerra y pagarn un sueldo a los que tomen parte en ella, en seguida se dividen en dos bandos, como los segadores, y van a vender sus servicios al que quiera utilizarlos. Esas multitudes se encarnizan unas contra otras, no slo sin tener inters alguno en la guerra, sino sin conocer sus motivos. Se encuentran a la vez cinco o seis potencias beligerantes, unas veces tres contra tres, otras dos contra cuatro, y algunas una contra cinco, detestndose por igual unas a otras, unindose y atacndose sucesivamente, aunque estando de acuerdo slo en una cosa: ocasionar todo el dao posible. Lo maravilloso de esta empresa infernal es que cada jefe de los asesinos hace bendecir sus banderas e invoca a Dios solemnemente antes de ir a exterminar a su prjimo. Cuando un jefe slo tiene la suerte de degollar a dos o tres mil hombres, no da gracias a Dios, pero cuando consigue despachar diez mil y destruir alguna ciudad, entonces manda entonar un canto de accin de gracias, compuesto en lengua desconocida para todos los que pelearon y lleno de barbarismos. El mismo canto sirve para celebrar los matrimonios, los nacimientos y los homicidios. La religin natural impidi muchas veces que los ciudadanos cometieran crmenes. El alma bien nacida carece de voluntad, el alma tierna se asusta, y la conciencia hace representar a Dios justo y vengador, pero la religin revelada excita a cometer todas las crueldades que se perpetran entre muchos, conjuraciones, emboscadas, sorpresa de ciudades, saqueos y matanzas. Cada uno va alegremente al crimen bajo la bandera de su santo. En todas partes pagan a unos hombres que pronuncian discursos celebrando esas acciones cruentas, que entusiasman a la multitud. Esos hombres claman el resto del ao contra los vicios, prueban en tres puntos y por anttesis que las damas que se colorean las mejillas con un poco de carmn sern objeto de la venganza eterna del Eterno, que Polyeucto y Atalia son obras inspiradas por el demonio. Miserables mdicos de almas, filsofos moralistas, quemad vuestros libros! Mientras el capricho de algunos hombres haga que se degellen lealmente millares de hermanos nuestros, la parte del gnero humano que se consagre al herosmo ser la ms horrible de toda la naturaleza. Qu pueden importarme la humanidad, la beneficiencia, la temperancia, la modestia, la sabidura y la piedad, si media libra de plomo disparada a seiscientos pasos me mata a la edad de veinte aos en medio de terribles sufrimientos, entre cinco mil moribundos, mientras por ltima vez mis ojos se abren y ven la ciudad donde nac destruida por el hierro y el fuego, y que los ltimos sonidos que oigo son los gritos de mujeres y nios expirando bajo ruinas. Y todo por los intereses de un hombre al que no conocemos. Lo ms grave es que la guerra es una calamidad inevitable. Todos los hombres han adorado al dios Marte; Sabaot significa para los judos el dios de los ejrcitos, pero Minerva, en la Ilada, dice que Marte es un dios furioso, insensato e infernal. El clebre Montesquieu, que goza fama de ser humano, dice que es justo entrar a hierro y fuego en los pueblos circunvecinos por temor de que nos perjudiquen los buenos negocios que realizan. Si ste es el espritu de las leyes, ste es tambin el de los Borgias y de Maquiavelo.Francois Marie Arouete, Voltaire, Diccionario Filosfico bajo la voz: Guerra.

DanielLa orden haba sido tomar la entrada a la ciudad y volar el puente. Pero en el puente los estaba aguardando el enemigo.En medio de una terrible refriega, con disparos de uno y otro lado, con gritos confundidos con roturas, cadas, golpes, voladuras y explosiones, Dolphin escuch muy claro, muy cercanamente, la voz de una nena pidiendo algo. Dolphin nunca hubiera sabido decir qu peda esa nena, ya que hablaba en el idioma del lugar, desconocido para l. Pero saba que era algo imperioso y urgente. La voz de la nena vena de algn lugar, de entre las primeras casuchas alrededor del puente. l tena la misin de resguardar su posicin. Pero esa voz lo urga.Era inverosmil que se tratara de una estratagema, en medio de tan terrible escenario. En esa voz se ahogaban todos los pertrechos y estentores de la guerra.De forma tal que, sin solicitar venia ni permiso de sus superiores, abandon el puesto y se dirigi a la casucha.El puente vol en ese preciso momento.DanielEl deber es una imposicin al ser. Un mandato al ser. Una pretendida correccin del ser. El deber no es siquiera algo que sea, sera o ser.El tiempo del deber es el de la cada del rbol Al golpe del hacha.

RalEl tiempo del deber es el de la flecha que no silba,El rayo que no fulgura.El fuego que no abriga.

DanielEl tiempo del deber es el que prescinde de todo lo que seas.El tiempo del deber es el que atraviesa los cuerpos transparentes. Cuerpos sin sustancia, expectativa, raz o deseo.Slo razn. Slo utilidad. Slo cometido. El tiempo del deber es aquel donde no ests.

Tercer Tema: Lento e Largo de la Tercera Sinfona de Henryk Gorecki, por la London Sinfonietta conducida por David Zinman y la soprano Dawn Upshaw. (09:53) Acabamos de escuchar el movimiento Lento e Largo de la Tercera Sinfona de Henryk Gorecki, por la London Sinfonietta conducida por David Zinman y la soprano Dawn Upshaw. El texto fue tomado por el compositor de las inscripciones araadas por Helena Wanda Bausiakwna, de 18 aos de edad, en el muro de la pared N 3, Celda N 3 de la prisin de la Gestapo en Zakopane, Polonia.

Daniel24 octubre, 2014Vienna, Austria | AFP | Austria inaugur el primer monumento a nivel nacional en la ciudad de Viena, su capital, a las personas ejecutadas por los nazis por haber desertado o haberse negado a combatir o participar en la Segunda Guerra Mundial, que son alrededor de 1500 personas.El monumento de hormign en forma de X, que simboliza la situacin del individuo frente al poder, se encuentra a unos pasos de la Plaza de los Hroes (Heldenplatz), donde 250.000 ovacionaron a Hitler en 1938.Cientos de miles de austracos se enrolaron en el ejrcito nazi, las Wehrmacht, pero 1.500, segn los historiadores, fueron ejecutados por negarse a vestir el uniforme.Austria tard hasta 2009 -igual que Alemania- en rehabilitar a los condenados por los nazis por no combatir en sus filas.

RalAnte el deber de someterEl nico hroe es el que Desobedece.

Cierre(Sobre Linverno Segundo Movimiento Antonio Vivaldi, por Il Giardino Armonico):(Lento - Grave)Siguen vagando las palabras, criaturas del aire, harinas de tiempo, hurgando por las cuerdas, y los labios y la boca, para vibrar de nuevo.