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    Vol. III, Nmero 29, 15 de noviembre de 2008. CEDICULT Director: Leonel Durn Sols

    M u s e o N a c i o n a l

    d e l a s C u l t u r a s d e l M u n d o

    C

    O

    R

    R

    EO

    [email protected]

    H O M E N A J E

    a Claude Lvi-Strauss en el centenario de su nacimiento

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    Homenaje

    Claude Lvi-Strauss a los 100 aos

    El viernes 8 de noviembre, con motivo del centenario de su nacimiento, elMuseo del Quai Branly rendir homenaje a Claude Lvi-Strauss, consagrndoleuna jornada excepcional.

    Una programacin continua, un momento indito y nico, se propone a los visi-tantes del museo: lecturas de los ms importantes textos de Claude Lvi-Strausspor un centenar de personalidades en cinco puntos del rea de las colecciones, en medio deobjetos que l ha coleccionado, entre otras actividades.

    Los fragmentos escogidos han sido agrupados de acuerdo a cinco temticas: Viajes, familia y parentesco

    La eficacia simblica Chamanes, comediantes, mitos y msica Humanismo y humanidad Pensar sobre el terreno.

    Otra actividad es la proyeccin continua de colecciones de sus fotografas tomadas durantesus trabajos de campo en Amrica del Sur durante los aos treinta, y tambin en la regin del

    Chittagong en 1950. La coleccin de fotografas realizadas por Claude Lvi-Strauss y quese conserva en el Museo del Quai Branly proviene de los conjuntos depositados por su autoren el Museo del Hombre al regresar de sus misiones. La parte ms importante concierne a laprimera misin de campo en Brasil del etnlogo y su esposa Dina, entre noviembre de 1935y marzo de 1936. Estas imgenes, algunas de ellas publicadas en Tristes Trpicos, muestrandiferentes aspectos de la vida de los indios Bororo, Caduveo, Guarani y Kaingang. Otro

    conjunto menos conocido proviene de la encuesta que Lvi-Strauss realiz para la UNESCOen 1950, en el actual Bangladesh. En 007, Claude Lvi-Strauss hizo oficial la donacin delconjunto de sus fotografas al Museo del Quai Branly.

    Adems de la proyeccin de documentales y la programacin de visitas guiada especiales,entre el 8 de noviembre y el 8 de diciembre, el saln de lectura Jacques Kerchache expon-dr las fotografas de campo realizadas por Claude Lvi-Strauss. Todos sus ttulos en sus

    ediciones originales sern igualmente presentados, entre los cuales estrn los ms clebres,Tristes Trpicos oLas estructuras elementales del parentesco, pero tambin separatas que el

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    Cultura ibrica. Finales S. III, inicios S. II a.C.

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    joven Claude Lvi-Strauss dedic a sus maestros, como Paul Rivet, a la sazn director del Museodel Trocadero. Varios objetos que pertenecieron a Lvi-Strauss completan esta exposicin.

    Esta fecha dar ocasin asimismo para realizar el lanzamiento del nuevo volumen de LaPliade consagrado al etnlogo, el 8 de noviembre, con la participacin de varios especia-listas en su obra, entre los cuales se cuentan Marie Mauz y Philippe Descola.

    Por ltimo, ser develada en su honor una placa con su nombre a la entrada del teatrodel museo.

    La coleccin Lvi-Strauss del Museo del Quai Branly consta de 1,478 piezas. Se divide en

    dos grandes conjuntos: las colecciones de Brasil, que provienen de las misiones efectuadasen los aos 1930 y relatadas en Tristes tropiques; y las les colecciones de Amrica del Norte(Colombia Britnica y Alaska).

    Compendio bibliogrfico:* Vida familiar y social de los indios Nambikwara, 1948

    *Estructuras elementales del parentesco, 1949*Raza e historia, 195* Tristes trpicos, 1955*Antropologa estructural, 1958* El pensamiento salvaje, 196* Serie Mitolgicas, 1964-1971

    * La huella de las mscaras, 1975* Raza y cultura, 1983* Palabra dada, 1984* Desde cerca y desde lejos, 1988* Mirar, escuchar, leer, 1993* Saudades [nostalgias] del Brasil, 1994

    Lejos de ir perdiendo inters, los

    pueblos primitivos nos interesan cada

    da ms. Por ejemplo, la gran civilizacin

    que enorgullece con razn al Occidente

    y ha fecundado toda la tierra habitada,renace por doquier cobrando una

    forma criolla y, al extenderse por el

    mundo, se enriquece con elementos

    morales y materiales ajenos, con los

    que tendr que contar en el futuro. Por

    eso, los problemas antropolgicos estn

    dejando de pertenecer en exclusiva

    a una disciplina especfica reservada

    hasta ahora a cientficos y exploradores

    y se estn convirtiendo, directa e

    inmediatamente, en una cuestin que

    interesa a todos los ciudadanos.

    C. L.-S., 1961

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    Entrevista

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    El jueves 4 de abril de 1997, en el suplemento Cultura y Nacin, el diario argentino

    Clarn public una entrevista a Claude Lvi-Strauss. El entrevistador fue Michel Zlotowski,

    y destaca que aunque el antroplogo francs no concede entrevistas, hizo una excepcin ya

    que se considera amigo de la Argentina. En ese momento tena casi 90 aos y el artculo setitul Desencantos de un mito del siglo XX. ste gir principalmente sobre la etnologa, la

    funcin de la tecnologa en esta disciplina, el desencanto de la sociedad actual e incluso

    la ecologa y una mirada hacia s mismo.

    M.Z.: - Su campo de estudio no se redujo singularmente desde que usted comenz a trabajar?LVI-STRAUSS: -Por supuesto, pero ya se haba reducido singularmente desde los

    comienzos de la etnologa cuando yo comenc a trabajar. Cuando a fines del siglo XVIII se

    constituy una Sociedad para el Estudio del Hombre, uno de los grandes argumentos en su

    declaracin de fundacin era que el mundo estaba transformndose con tanta rapidez que

    pronto las sociedades exticas dejaran de existir. Cuando el ao mismo de mi nacimiento

    (1908), Frazer inaugur en la Universidad de Liverpool la primera ctedra en el mundo lla-

    mada Antropologa Social, dijo exactamente lo mismo. Esto se remonta a mucho antes. En

    Montaigne, en el siglo XVI, ya se encontraba la idea de que estas civilizaciones americanas

    que se acababan de descubrir estaban condenadas a desaparecer. No hay nada de nuevo en

    esto, y es cierto que nuestros campos de estudio no dejan de limitarse, pero, al mismo tiem-

    po, nuestros mtodos de investigacin y de trabajo son cada vez ms finos y, en cierto modo,

    esto funciona como una especie de compensacin.

    M.Z.: - La aparicin de nuevas herramientas tales como la cmara digital cambiar el tra-

    bajo de los etnlogos?

    LVI-STRAUSS: - Cuando yo ejerca en la investigacin, el grabador todava no exista.

    Naci durante la ltima guerra. Es cierto que yo tena entre las manos una pequea cma-ra que manejaba como amateur, con pelcula de 8 mm. Pronto la abandon, porque era

    Una rara entrevista a Claude Lvi-Strauss

    por Michel Zlotowski

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    Entrevista

    necesario elegir entre mirar intentando comprender o ver con el ojo fijo en el objetivo de

    la cmara para tratar de hacer un buen encuadre. Para m, el equipo ideal es un cuaderno

    de notas y un lpiz. Pero debo decir que si tuviramos aunque sea un cuarto de hora depelcula hecha en la Atenas del siglo V antes de nuestra era, comprenderamos ms de

    Grecia que todo lo que se escribi sobre ella desde el Renacimiento

    M.Z.: - La observacin no sera ms objetiva con la utilizacin de este material? El

    hecho de tener que trabajar sobre datos escritos recogidos por otros no dio lugar a distor-

    siones subjetivas?LVI-STRAUSS: - Pienso que nada cambiara. El hombre que estuviera detrs de la

    cmara tambin influira, nada ms que con su eleccin: Qu elegira mirar, que intenta-

    ra escuchar? Sera similar, siempre habr un intermediario humano

    M.Z.: - Usted consagr su vida al estudio de sociedades, como se dice, primitivas. Sin

    embargo, public muy poco sobre las sociedades occidentales. Por qu?

    LVI-STRAUSS: - Razones subjetivas Muchos etnlogos, entre los que me incluyo, se

    inclinan por sociedades diferentes porque no se sienten perfectamente a gusto en la suya. Si

    bien es cierto que para estudiar una pequea sociedad de Melanesia o del centro de Brasil

    no tenemos muchos medios de investigacin ms que ir all a ver, cuando se trata de socie-

    dades como la nuestra, la observacin directa puede aportar muy poco en comparacin

    con lo que la historia y los archivos nos ofrecen hay que ser historiador el estudioetnogrfico luego podr agregar pequeos fragmentos. Mientras que cuando se trata de

    sociedades sin escritura y sin archivo, casi todo recaer en el trabajo etnolgico. Esto es

    cada vez menos as, porque hay pocas poblaciones en el mundo que no hayan sido vistas

    desde hace treinta, cincuenta, a veces cien o incluso doscientos aos. Cada vez hay ms

    archivos que consultar.M.Z.: - No hay urgencia para las sociedades occidentales?

    LVI-STRAUSS: - No, no es eso lo que quiero decir. Siempre existe la misma urgen-

    cia, ya que estas sociedades cambian la sociedad en Pars, en Buenos Aires, no ser la

    misma maana.

    M.Z.: - Usted pas su vida estudiando los mitos, las creencias, las religiones. Tiene fe?

    LVI-STRAUSS: - Nunca experiment ningn sentimiento religioso, ni siquiera en la infancia.

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    Entrevista

    M.Z.: - Qu reemplaza, en usted, el sentimiento religioso?

    LVI-STRAUSS: - Habra puntos de contacto, dira, pero no seran ni con el judasmo ni

    con el cristianismo. Ms bien con el sintosmo. El nico sentimiento de lo sagrado que puedotener, o que puede acercrsele, es el que siento por el espectculo de las especies animales

    y vegetales, de la diversidad, de la complejidad del mundo, de la belleza de las bestias e

    incluso de las piedras

    M.Z.: - No hay, a la larga, un riesgo de reducir el pensamiento a un simple fenmeno mec-

    nico, qumico?LVI-STRAUSS: - No, sera el mismo tipo de reproche que me hacen cuando me dicen

    usted suprime a la persona, suprime el sujeto. Muchas veces utilic, y sigo utilizando, la

    imagen del microscopio. En el microscopio hay una plataforma con objetivos de distintos

    espesores. Segn el espesor que uno elija, en una gota de agua se ven cosas totalmente

    diferentes. O bien se ve solamente el agua si uno la mira sin lente, o bien polvillos y sales

    si utiliza un espesor delgado. Con

    un espesor ms grueso ve pequeas

    bestias que circulan dentro y con un

    espesor mucho mas importante, ver

    las molculas de las que estn hechas

    estas pequeas bestias y las pequeasbestias mismas ya no existirn. Es

    exactamente lo mismo en las ciencias

    humanas, ya sean cognitivas, etnologa

    u otra. Usted elige un cierto espesor.

    Eso no quiere decir que los otros niveles no existan.Quiere decir que para las necesidades de su investigacin, usted hace como si no existie-

    ran. Y, ms tarde, todo eso ser reintegrado y volver a formar un todo.

    Fuente: Clarn/ palimpsestovirtual.blogspot.com/ Editado por el Correo

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    Fotografa tomada por Lvi-Strauss

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    Antropologa

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    Raza e historia (fragmento)

    Claude Lvi-Strauss

    Hablar de la contribucin de las razas humanas a la civilizacin mundial podra causarsorpresa en una serie de captulos destinados a luchar contra el prejuicio racista. Seravano haber consagrado tanto talento y tantos esfuerzos en demostrar que nada, en el estado

    actual de la ciencia, permite afirmar la superioridad o inferioridad intelectual de una raza con

    respecto a otra, si solamente fuera para devolver subrepticiamente consistencia a la nocin

    de raza, queriendo demostrar as que los grandes grupos tnicos que componen la huma-

    nidad han aportado, en tanto que tales, contribuciones especficas al patrimonio comn.

    Pero nada ms lejos de nuestro propsito que una empresa tal, que nicamente llevara a

    formular la doctrina racista a la inversa. Cuando se intenta caracterizar las razas biolgicas

    por propiedades psicolgicas particulares, uno se aleja tanto de la verdad cientfica defi-

    nindolas de manera positiva como negativa. No hay que olvidar que Gobineau, a quien la

    historia ha hecho el padre de las teoras racistas, no conceba, sin embargo, la desigualdad

    de las razas humanas de manera cuantitativa, sino cualitativa: para l las grandes razas

    primitivas que formaban la humanidad en sus comienzos blanca, amarilla y negra no

    eran tan desiguales en valor absoluto como diversas en sus aptitudes particulares. La tarade la degeneracin se vinculaba para l al fenmeno del mestizaje, antes que a la posicin

    de cada raza en una escala de valores comn a todas ellas. Esta tara estaba destinada pues

    a castigar a la humanidad entera, condenada sin distincin de raza, a un mestizaje cada vez

    ms estimulado. Pero el pecado original de la antropologa consiste en la confusin entre la

    nocin puramente biolgica de raza (suponiendo adems, que incluso en este terreno limita-do, esta nocin pueda aspirar a la objetividad, lo que la gentica moderna pone en duda) y las

    producciones sociolgicas y psicolgicas de las culturas humanas. Ha bastado a Gobineau

    haberlo cometido, para encontrarse encerrado en el crculo infernal que conduce de un error

    intelectual, sin excluir la buena fe, a la legitimacin involuntaria de todas las tentativas de

    discriminacin y de explotacin.

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    Ideas

    Editorial del Correo de la UNESCO sobre las

    aportaciones de Lvi-Strauss

    El esfuerzo de la ciencia no debe ser tan slo ayudar al progreso de los hombres; es nece-sario que trabaje tambin por su unin y solidaridad, afirmaba en 1951 Claude Lvi-Straussen su primer artculo para El Correo, revista con la que iba a colaborar regularmente en

    el decenio de 1950, exponiendo ideas que ms tarde desarrollara en obras hoy clebres enel mundo entero.En otro artculo, al preconizar la unificacin de los mtodos de pensamiento de las ciencias

    humanas y las ciencias exactas, sealaba que las especulaciones de los primeros gemetrasy aritmticos apuntaban ms al hombre que al mundo fsico. Citaba el caso de Pitgoras,que estaba totalmente impregnado de la significacin antropolgica de los nmeros y las

    figuras geomtricas, y el ejemplo de los sabios de China, la India, la Amrica precolombinay el frica precolonial, que se interesaron por el significado y las virtudes propias de losnmeros.

    Esta idea ir madurando en la mente del padre de la antropologa estructural hasta conver-tirse en toda una tesis sobre las matemticas humanas, que ni los matemticos ni los soci-logos saben todava dnde ir a buscar y que sin duda distan mucho an de estar construidas,

    [pero que] sern en todo caso muy diferentes de las matemticas mediante las cuales lasciencias sociales han tratado antao de dar una forma rigurosa a sus observaciones. As seexpresaba Lvi-Strauss en 1954, en un artculo publicado, en el Boletn de Ciencias Socia-les, una de las fuentes de este nmero especial.

    En un primer momento nuestras ciencias se han aislado para profundizarse, pero, unavez alcanzado un determinado nivel de profundidad, consiguen volver a agruparse. As se

    va verificando paulatinamente en un terreno objetivo la vieja hiptesis filosfica de []la existencia universal de una naturaleza humana, deca el antroplogo en un documentode 1956 conservado en la Unidad de Archivos de la UNESCO, que nos ha facilitado el plenoacceso a sus fondos para que este nmero especial, a falta de ser exhaustivo, pudiera ser loms diversificado posible.

    La idea del papel fundamental de las ciencias en la evolucin de la humanidad, y ms

    concretamente la de la interaccin entre las ciencias humanas y las exactas, constituye unode los centros de inters esenciales de este pensador fuera de lo comn, que colabor con

    Id

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    Ideas

    nuestra Organizacin desde su fundacin, inmediatamente despus de la Segunda GuerraMundial, como podrn ver nuestros lectores en el artculo Claude Lvi-Strauss y la UNESCO

    del antroplogo Wiktor Stoczkowski.Desde 1950, el autor de Raza e historia texto escrito a peticin de la UNESCO que hallegado a ser una obra clsica del pensamiento antirracista se dedic a demostrar que eraintil combatir la idea de desigualdad de las razas, si se dejaba perdurar la tesis de la apor-tacin desigual de las distintas sociedades al acervo comn de la humanidad.

    Ao tras ao, en sus artculos para El Correo reproducidos en este nmero especial,

    Claude Lvi-Strauss remach esa idea, sealando sucesivamente que Occidente no habatenido en cuenta las enseanzas de Asia, que los pueblos llamados primitivos trataban alos dementes con mtodos muy parecidos a los del psicoanlisis cuando en Europa se lesencadenaba, que una comida ritual de los kwakiutl pueblo que no practica la caza ni laagricultura no difera mucho de los banquetes de los pases llamados civilizados, que todohombre es tal porque habla, fabrica instrumentos y ajusta su conducta a una serie de reglas,

    y no porque el material con el que fabrica su casa sea de uno u otro tipo Con estos y otrosejemplos el antroplogo apoyaba las tesis defendidas por la UNESCO desde su creacin.Wiktor Stoczkowski relata tambin el conflicto que se produjo en 1971 entre Lvi-Strauss

    y la Organizacin con motivo de la intervencin del antroplogo en el acto inaugural delAo Internacional de la Lucha contra el Racismo y la Discriminacin Racial. El texto de estaintervencin sobre el tema Raza y cultura se hara despus famoso en el mundo entero.

    No hay nada que indique que los prejuicios raciales estn disminuyendo. En

    cambio, s hay indicios de que, tras breves perodos de calma en algunas par-

    tes, vuelven a resurgir en otras con intensidad redoblada. De ah que la UNES-

    CO haya credo necesario entablar peridicamente una lucha cuyo resultado

    es, por lo menos, incierto.

    Claude Lvi-Strauss, Raza y cultura, 1971.

    El 16 de noviembre de 005, Claude Lvi-Strauss volvi a la UNESCO para participar enlos actos de celebracin del sexagsimo aniversario de la Organizacin. Fue un momento deexcepcional emocin que los lectores podrn descubrir en las diferentes secciones de estenmero, junto con algunos documentos manuscritos y un testimonio indito del antroplogo

    aportado en una entrevista concedida a la UNESCO el 0 de noviembre de 006, una semanadespus de que cumpliera 98 aos.

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    Por primera vez en su historia El Correo recurre simultneamente al sonido, la imageny la escritura, para enriquecer el contenido de este nmero especial en homenaje a esta ilus-

    tre personalidad que cumple cien aos en 008. Por primera vez tambin, la gran mayorade los artculos publicados por Claude Lvi-Strauss en nuestra revista se han traducido alrabe, el chino y el ruso. La elaboracin de este nmero especial nos ha ofrecido tambinla oportunidad de revisar las traducciones al espaol y el ingls publicadas antao. A esterespecto, queremos agradecer a nuestros colaboradores Francisco Vicente-Sandoval y CathyNolan sus traducciones y el trabajo de revisin realizado en estos dos idiomas.

    Por ltimo, queremos agradecer tambin a nuestros colegas Jens Boel y Thierry Guedneela labor realizada para seleccionar y digitalizar documentos de archivo como el informe del13 de marzo de 1964, en el que Lvi-Strauss formula una serie de reparos acerca del pro-yecto de la UNESCO de realizar una encuesta sobre las tendencias de la investigacin en lasciencias sociales y humanas. Ese informe se acompaa con otros documentos que muestranel debate suscitado por este tema en aquel entonces: el esquema del captulo antropologa

    redactado un ao despus por Lvi-Strauss, un texto complementario del antroplogo belgaLuc de Heusch y unos breves comentarios speros del profesor sovitico Tokarev.

    Jasmina opova

    Homenaje

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    Mxico honra a Claude Lvi-Strauss

    Mxico se suma a las celebraciones en torno a Claude Lvi-Strauss para conmemorar

    el centenario de este notable pensador francs. El coloquio internacional Un siglo de

    reflexin se abrir con la conferencia magistral Claude Lvi-Strauss, fundador del

    postestructuralismo, impartida por el antroplogo Eduardo Viveros de Castro (Brasil);tambin se contar con la participacin de Joan Bestard (Barcelona), de Michel Perrin y

    Anne-Christine Taylor (Francia), y de 0 especialistas ms que discutirn sobre los diver-

    sos aspectos tericos que aborda el autor deAntropologa estructural,La alfarera celosa

    y Tristes tpicos, entre sus principales libros.

    Al anunciar el inicio de este ciclo de conferencias, que ser del 19 al 1 de noviembre enel Museo Nacional de Antropologa, Eugenia Olavarra, investigadora del Departamento

    de Antropologa de la UAM-Iztapalapa, se refiri a Lvi-Strauss como un filsofo mue-

    ble: El boom del estructuralismo tuvo tal impacto en distintas reas que a estas alturas

    podemos aplicar lo que Michel Foucault deca de Marx y de otros pensadores: Lvi-

    Strauss es un filsofo mueble, una especie de mesa sobre la cual los dems se sientan a

    reflexionar.

    A lo largo de su vida, Claude Lvi-Strauss expuso y practic el mtodo estructuralista.

    Cuando abord los grandes problemas de la antropologa social, desde las reglas del

    parentesco y el matrimonio hasta los ritos y prcticas de la magia, puntualiz sobre la

    necesidad de entablar un dilogo multicultural. Tomando en cuenta las aportaciones que

    Lvi-Strauss hizo en reas como la lingstica, la psicologa, la etnologa y, claro est, laantropologa, Sal Milln, de la ENAH, record que varios especialistas han definido al

    siglo XX como un siglo levistraussiano.

    De forma paralela al coloquio convocado por el INAH, la UNAM, la UAM-Iztapalapa y la

    Embajada de Francia en Mxico, se realizar una exposicin bibliogrfica en el vestbulo

    de la Biblioteca Nacional de Antropologa e Historia, en la cual se mostrarn las primerasediciones del etnlogo, entre ellosLas estructuras elementales del parentesco, libro que el

    Homenaje

    Homenaje

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    propio Lvi-Strauss dedic al INAH cuando vino a Mxico, en 1979, a recibir un doctorado

    honoris causa que le entreg la UNAM.

    Por otra parte, las editoriales Paids y el Fondo de Cultura Econmica, que han publicadovarios ttulos del filsofo francs, se adelantaron a las festividades sobre Lvi-Strauss al

    convocar a tres analistas a la conferencia Homenaje a Claude Lvi-Strauss. A 100 aos

    de su nacimiento, en donde Raymundo Mier Garza, del posgrado de Ciencias Sociales

    de la UAM-Iztapalapa; Gabriel Luis Bourdin, del Instituto de Investigaciones Antropol-

    gicas de la UNAM, y Eugenia Olavarra (quien tambin participar en el ciclo Un siglo

    de reflexin con la ponencia Diferencias e invariancia del parentesco contemporneo)

    conversaron en la librera Octavio Paz del FCE sobre la actualidad en la obra levistraussiana.

    Fuente: Milenio/Mary Carmen S. Ambriz

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    Medicina

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    Medicina

    Los hechiceros y el psicoanlisis

    Claude Lvi-Strauss

    El psicoanlisis es, para el hombre contemporneo, una conquista innovadora de lacivilizacin del siglo XX que se coloca en el mismo plano que la gentica o la teorade la relatividad. No obstante, hay algunas personas que, ms impresionadas sin duda por

    el mal uso del psicoanlisis que por sus verdaderas enseanzas, persisten en consideraresta disciplina como una extravagancia del hombre moderno. En ambos casos, se olvidaque el psicoanlisis no ha hecho sino volver a encontrar y traducir en trminos nuevos unaconcepcin de las enfermedades mentales que se remonta probablemente a los orgenes dela humanidad y que los pueblos que llamamosprimitivos no han cesado de utilizar, con un arte

    que sorprende con frecuencia a nuestros mejoresprofesionales.

    Hace aos, algunos etnlogos suecos reco-gieron y publicaron un largo ritual de curacinutilizado entre los indios cunas de Panam encasos de parto difcil. Ese ritual consiste en una

    letana que el hechicero de la tribu o comodicen los especialistas, el chamn declama antela paciente para mejorar su estado. El hechicerole explica que su mal proviene de la ausenciamomentnea del alma que preside a la creacin,ya que sta ha sido atrada al ms all por esp-

    ritus malficos. En efecto, los indios cunas creen en la existencia de una multitud de almasdotadas con una funcin particular cada una de ellas. El hechicero cuenta a la enferma, conlujo de detalles, el viaje sobrenatural que l emprende en busca del alma perdida, los obst-culos que encuentra, los enemigos con quienes combate y cmo los domina por la fuerza ola astucia, antes de lograr la captura del alma cautiva, liberndola y hacindola retornar porfin al cuerpo doliente que yace a su lado.

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    que definirla para mayor exactitud con el trmino de mito utilizado por los socilogos.Convergencias y divergencias

    La diferencia principal entre una curacin chamnica como la que acabamos de analizar yuna curacin psicoanaltica reside en el hecho de que, en el primer caso, es el mdico quienhabla, mientras en el segundo caso esa tarea tiene que realizarla el paciente. Se sabe que unbuen psicoanalista permanece prcticamente mudo durante la mayor parte del tratamiento.Su misin consiste en ofrecer al enfermo el estmulo de la presencia de otra persona podra-mos decir, incluso, la provocacin a fin de que el enfermo pueda investir a ese otro an-

    nimo con toda la hostilidad de que se siente inspirado. En ambos casos la curacin consisteen la produccin de un mito, con la diferencia de que entre los indios cunas se trata de unmito totalmente construido, conocido de todos y perpetuado por la tradicin, que el hechice-ro se limita a adaptar a un caso determinado, o mejor a traducir en un lenguaje que tenga unsentido para el enfermo permitindole nombrar es decir, comprender y quizs dominar losdolores que hasta ese momento eran inexpresables tanto en sentido propio como figurado, ya

    que en un concepto semejante de la enfermedad ambos sentidos se confunden.En el psicoanlisis, por el contrario, el enfermo se encarga de elaborar su propio mito.Pero, si se reflexiona un instante, la diferencia no es tan grande como se cree, ya que elpsicoanlisis atribuye el origen de los desrdenes psquicos a un nmero reducido de situa-ciones posibles entre las cuales el enfermo slo tiene libertad de escoger. Esas situacionesse hallan vinculadas a las primeras experiencias de la vida y las relaciones del nio pequeo

    con su ambiente familiar. En este caso tambin, el enfermo se sentir liberado cuando lleguea traducir sus trastornos inexpresables o inconfesables en trminos de un mito adecuado a suhistoria particular.

    No obstante, que los psicoanalistas y sus partidarios se tranquilicen. En efecto, al hablarde mito no queremos afirmar en modo alguno que las historias sean falsas o inventadas.Muchos mitos se fundan sobre acontecimientos o hechos reales ycomo ya se indic al

    principiosu transformacin en tales depende de su capacidad de conferir una significacinal presente y no de la fidelidad con que reconstituyan una situacin inicial.

    Despus de las analogas que hemos observado, no nos sorprender el hecho de que algu-nos psiclogos muy expertos, al visitar algunas sociedades indgenas para efectuar encuestasvalindose de los ms modernos procedimientos de investigacin, se hayan encontradoen igualdad de condiciones con los hechiceros indgenas y hayan sido a veces superados

    por stos.Tal fue la aventura del Dr. Milton Stewart, narrada con gran amenidad por l mismo en una

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    obra publicada recientemente con el ttulo Pygmies and dream giants (Pigmeos y gigantesdel sueo, Nueva York, 1954). Stewart haba viajado al pas de los negritos, pigmeos muyprimitivos del interior de las Islas Filipinas, para estudiar su estructura mental medianteprocedimientos anlogos a los del psicoanlisis. No solamente los hechiceros del grupo ledejaron una total libertad de accin, sino que enseguida lo consideraron uno ms de ellos.Ms an, intervinieron de oficio en sus anlisis, en calidad de especialistas competentes yperfectamente enterados de los mtodos utilizados. Milton Stewart lleg incluso a consi-derar que, en ciertos aspectos, la psicoterapia de los hechiceros estaba ms adelantada que

    la nuestra.Las curaciones chamansticas como ya se ha dicho antes tienen un carcter pblico.Todos los miembros del grupo llegan progresivamente a la creencia de que sus propiosmalestares, cuando se produzcan, requerirn procedimientos de curacin idnticos a los quehan visto aplicar con tanta frecuencia. Por otra parte, al prever todas las etapas del tratamien-to, participarn voluntariamente en todas ellas, acompandolas con sus voces de estmulo,

    ayudando al enfermo a agrupar sus recuerdos y manifestando un entusiasmo comunicativoa medida que avanza la curacin.El Dr. Stewart hace notar a este propsito que no nos hallamos aqu en el terreno del psi-

    coanlisis, sino en el de una de sus conquistas ms recientes: la psicoterapia colectiva. Unade las formas ms conocidas de sta es el psicodrama, en el que varios miembros del grupoacceden a encarnar las figuras de los personajes del mito del enfermo para ayudar a ste a

    representrselo mejor y poder llevar as el drama hasta su desenlace. Esta participacin sloes posible a condicin de que el mito del enfermo presente un carcter social. Los demsmiembros del grupo consiguen participar en el mito porque ste es suyo igualmente o, msexactamente, porque las situaciones crticas a las que nuestra sociedad expone al individuoson, en gran medida, las mismas para todos.

    Se ve, pues, cun ilusorio es el carcter ntimo y personal de la situacin olvidada que el

    psicoanlisis ayuda al enfermo a recordar. De este modo se desvanece incluso la diferenciacon la curacin chamanstica a la que no habamos referido antes.Como en Pars o en Viena escribe el Dr. Stewart los psiquiatras de la tribu negrito ayu-

    dan a los enfermos a rememorar situaciones e incidentes pertenecientes a un pasado lejanoy olvidado, as como acontecimientos dolorosos enterrados en las capas ms antiguas de esaexperiencia acumulada que expresa la personalidad.

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    Transfigurar el trastorno en obra de arte

    Las pulsiones y emociones no explican nada, ya que son siempre el resultado de la potenciadel cuerpo o de la impotencia del espritu. Son consecuencias en ambos casos, pero nuncason causas. Estas ltimas slo se pueden buscar en el organismo como sabe hacerlo exclu-sivamente la biologa, o en el intelecto, y esta es la nica va abierta tanto para la psicologacomo para la etnologa. C. Lvi-Strauss:El totemismo en la actualidad, 1965.

    La tcnica indgena parece ser ms audaz y fecunda que la de los pases occidentales, en

    un punto por lo menos. El Dr. Stewart relata una experiencia que hubiera podido realizar encualquier parte del mundo, en uno de esos pueblos que solemos llamar primitivos. Cuandoquiso sacar a un enfermo de un estado de sueo despierto en el que narraba de maneradesordenada episodios de su pasado, como el conflicto con su padre transpuesto mticamenteen visita al pas de los muertos sus colegas indgenas se lo impidieron. Le explicaron que,para curarlo definitivamente, era menester que el espritu de la enfermedad hiciese al paciente

    una ddiva en forma de un nuevo ritmo de tambor, de una danza o de un canto. Segn lateora indgena, no basta con eliminar la inferioridad social originada por la enfermedad,sino que sta debe transformarse en una ventaja positiva, esto es, en una superioridad socialde ndole semejante a la que reconocemos al artista creador.

    No cabe duda de que esta relacin entre un equilibrio psquico inhabitual y la creacinartstica no es ajena a nuestras propias concepciones. Hay muchos genios a los que hemos

    tratado como dementes: Gerard de Nerval y Van Gogh, entre otros. En el mejor de los casos,consentimos a veces en excusar algunas locuras porque son cometidas por grandes artistas.Pero incluso los negritos de las selvas de Bataan han sido mucho ms perspicaces en estembito. Han comprendido que la forma de remediar un trastorno mental, perjudicial parael individuo que lo sufre y para la colectividad que necesita la sana colaboracin de todos,consiste en transfigurarlo en obra de arte, mtodo utilizado raramente entre nosotros, al que

    debemos, no obstante, la obra de Utrillo, por ejemplo. Hay mucho que aprender, por lo tanto,de la psiquiatra primitiva. Siempre adelantada con respecto a la nuestra en muchos aspectos,su modernidad fue an ms extraordinaria en una poca todava reciente y de tradicinmuy difcil de borrar en que no sabamos hacer con los enfermos mentales otra cosa quecargarlos de cadenas y condenarlos al hambre.

    Fuente: El Correo de la UNESCO/5-008

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