UNIDAD 2. - ICSE AMBIENTAL2.pdfUNIDAD DIDÁCTICA 2 La Didáctica Del Medio Ambiente 49...

UNIDAD 2.

LA DIDÁCTICA DEL

UNIDAD DIDÁCTICA 2 La Didáctica Del Medio Ambiente

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PRESENTACIÓN.

Nuestro modelo de sociedad está directamente relacionado con el uso y consumo desequilibrado de los recursos naturales, hasta tal punto que nos encontramos inmersos en una profunda crisis ambiental. Este desequilibrio ha puesto en boca de todos, la necesidad de cambiar nuestro actual modelo de desarrollo por otro que compatibilice el progreso de la comunidad social con la protección del medio ambiente. En relación a esta necesidad de cambio, la Educación Ambiental se presenta como una de las herramientas que puede hacer posible este cambio.

A lo largo de esta unidad didáctica, esbozaremos los orígenes, la evolución y las herramientas de la Educación Ambiental, analizaremos cuál es el papel de ésta en el marco del desarrollo sostenible, así como su ámbito de aplicación dentro y fuera del actual sistema educativo. Por último, se ha desarrollado un apartado introductorio sobre Interpretación ambiental con el fin de descubrir esta herramienta de gestión ambiental, muy relacionada con el uso turístico del patrimonio cultural y natural.

OBJETIVOS DIDáCTICOS.

Los objetivos de esta unidad didáctica son los siguientes:

Abordar la definición de Educación Ambiental (E.A.).•

Realizar un recorrido histórico sobre los principales eventos en los que la • Educación Ambiental ha tenido un fuerte protagonismo.

Analizar el estado actual de la E.A. dentro del marco formal, no • formal e informal de la educación, así como examinar la formación y la sensibilización ambiental en España.

Introducir la Interpretación ambiental como un instrumento para la • gestión sostenible de los espacios naturales.

CONTENIDOS.

3.1. ¿Qué es la educación ambiental?

La crisis ambiental y su dimensión social.

Nuestro modelo de crecimiento y desarrollo se ha traducido en una profunda crisis de dimensiones globales. Como ejemplos de esta globalización podemos mencionar: el cambio climático, el agujero de la capa de ozono, el agotamiento de los recursos o la extinción de especies. Esta crisis, suficientemente analizada y

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EDUCACIÓN AMBIENTAL

documentada desde los años sesenta, tiene su “puesta de largo” en la Cumbre de Río de Janeiro en 1992.

La crisis ambiental es consecuencia de nuestra forma de relacionarnos con el medio ambiente y de utilizar los recursos que la naturaleza nos ofrece. Esta peculiar relación especie humana-medio no sólo tiene implicaciones ambientales sino también posee consecuencias sociales, tales como la pobreza o el reparto injusto de la riqueza entre los pueblos.

El reconocimiento de esta situación, sus problemas y consecuencias es el primer paso para promover un cambio integral. Este planteamiento es uno de los retos más importantes al que nos enfrentamos en la actualidad. La necesidad de cambiar hacia la sostenibilidad se ha convertido en un hecho prioritario en el que juega un protagonismo significativo la Educación Ambiental.

En nuestra sociedad se establecen una serie de procesos formativos que pertenecen a la educación convencional y que poseen objetivos muy concretos. Estos pretenden capacitar a los individuos en el desempeño de sus tareas como integrantes de un grupo social. En este sentido “la educación es, tanto el proceso de interacción de los individuos con los estímulos del entorno como los resultados que desarrolla el individuo en forma de destrezas, habilidades y adquisición de conocimientos tomando como referencia sus motivaciones, actitudes y escala de valores” (Benayas y Barroso, 1995).

La Educación Ambiental es una nueva concepción educativa que surge como respuesta a la crisis y de la necesidad de detener el deterioro ambiental desde diferentes frentes. La necesidad de “educar sobre, en, con, a partir de y para el entorno” se abordó claramente al definir uno de los principios (el principio 19) de la Conferencia de las Naciones sobre el Medio Humano (Estocolmo, 5/6 junio de 1972):

“Es indispensable una labor de Educación en cuestiones ambientales, dirigida tanto a las generaciones jóvenes como a los adultos y que presta la debida atención al sector de población menos privilegiado, para ensanchar las bases de una opinión pública bien informada y de una conducta de los individuos, de las empresas y de las colectividades, inspirada en el sentido de su responsabilidad en cuanto a la protección y mejoramiento del medio en toda su dimensión humana”.

Reconocida la necesidad de una labor educativa innovadora cabe plantearse qué es la Educación Ambiental. Para responder a esta pregunta, podríamos examinar las conclusiones que en los diferentes encuentros internacionales han aparecido. Entre todas ellas, nos quedamos con la definición que se hizo en el Congreso Internacional de Educación y Formación sobre Medio Ambiente (Moscú, 1987):

"La educación ambiental es un proceso permanente en el cual los individuos y las comunidades adquieren conciencia de su medio y aprenden los conocimientos, los valores, las destrezas, la experiencia y también la determinación que les capacite para actuar, individual y colectivamente, en la resolución de los problemas ambientales presentes y futuros".


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Características de la Educación Ambiental.

La E.A. ha recorrido un corto pero intenso camino. Desde que empezase a tomar forma a finales de los sesenta y principios de los setenta hasta hoy, se ha caracterizado por lo siguiente:

- Buscar la calidad de vida.

- Resolver los problemas ambientales o, mejor aún, prevenirlos.

- Ser una educación para la acción, que se desarrolla en doble sentido, es decir, cada persona aprende y enseña a la vez.

- Durar toda la vida y poder recibirse en todas partes.

- Fomentar el compromiso para contribuir al cambio, implicando a las personas en actuaciones reales y concretas.

- Crear espacios de reflexión y debate, así como estimular procesos de clarificación de valores, de adopción de decisiones negociadas y de resolución de conflictos.

¿Qué pretende la Educación Ambiental? Objetivos y principios.

Durante el Seminario Internacional de Educación Ambiental de Belgrado (1975), organizado por la UNESCO y con la colaboración del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad de Belgrado, se dio a conocer el Programa Internacional de Educación Ambiental. De los debates que tuvieron lugar durante el Seminario surge la “Carta de Belgrado”, aceptada unánimemente por todos los participantes. Esta va a servir como referente para cualquier programa educativo de carácter ambiental ya que se fijan los objetivos de la Educación Ambiental. Estos son los siguientes:

Conciencia.

“Ayudar a las personas y a los grupos sociales a que adquieran mayor sensibilidad y conciencia del medio ambiente en general y de los problemas conexos”. La Educación Ambiental debe contribuir al desarrollo de personas capaces de interpretar y tomar conciencia de la situación actual del medio ambiente, así como de su dimensión global (social, cultural y económica). Además, estas personas deben ser capaces de analizar las causas y adoptar soluciones a los problemas.

Conocimientos.

“Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir una comprensión básica del medio ambiente en su totalidad, de los problemas conexos y de la presencia y función de la humanidad en él, lo que entraña una responsabilidad crítica”. Las actividades educativas en Educación Ambiental deben contribuir a comprender, a

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adquirir y a asimilar conocimientos interdisciplinares sobre el medio ambiente como base para implicar a las personas de forma activa en las soluciones a la situación del medio ambiente.

Actitudes.

“Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir valores sociales y un profundo interés por el medio ambiente, que los impulse a participar activamente en su protección y mejora”. La introducción de la educación en valores y principios morales capacita a las personas a enfrentarse a los diferentes conflictos ambientales de forma independiente, crítica y justa para, de esta manera, conseguir soluciones adecuadas mediante el debate y la reflexión.

Aptitudes.

“Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir las aptitudes necesarias para resolver problemas ambientales”. En nuestro cometido por resolver y evitar los problemas ambientales, se necesitan de una serie de aptitudes (de investigación, de evaluación y de actuación) que posibiliten conseguir nuestro propósito. Estas aptitudes desarrolladas a través de la Educación Ambiental contribuyen a adquirir otras mucho más complejas (intelectuales, afectivas, de organización y de cooperación) que posibilitan a su vez la modificación de creencias, actitudes y valores personales.

Capacidad de evaluación.

“Ayudar a las personas y a los grupos sociales a evaluar las medidas y los programas de educación ambiental en función de los factores ecológicos, políticos, económicos, sociales, estéticos y educacionales”. La evaluación de todo proceso en Educación Ambiental sirve para obtener datos y estudiar el entorno en el que se va trabajar, saber si se está actuando correctamente, analizar los posibles cambios y adoptar modificaciones y nuevas estrategias.

Participación.

“Ayudar a las personas y a los grupos sociales a que desarrollen su sentido de responsabilidad y a que tomen conciencia de la urgente necesidad de prestar atención a los problemas del medio ambiente, para asegurar que se adopten medidas adecuadas al respecto”. La implicación y participación de las personas en la resolución de problemas ambientales y en la adopción de soluciones para proteger el entorno es el fin último de la Educación Ambiental. La participación debe darse en todos los ámbitos relacionados con el medio ambiente, así por ejemplo, las Administraciones están obligadas a crear los instrumentos de participación e información a los ciudadanos sobre temas ambientales. También, en el ámbito escolar se debe propiciar y fomentar el ejercicio de la participación responsable, crítica y conciente con la realidad ambiental.

Orígenes y cronología de la Educación Ambiental.

Las iniciativas internacionales a lo largo de la historia de la Educación


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Ambiental presentan algunos hitos. Estos se exponen de forma breve a continuación.

Para comenzar podemos remontarnos hasta 1968, donde se sitúan diversas reuniones en las que se concluye que es necesario incorporar aspectos relacionados con el entorno y de esta forma, transmitir la correcta utilización de los recursos desde la propia escuela. Algunos ejemplos los encontramos en el Reino Unido donde se crea el Consejo para la Educación Ambiental (Council for Environmental Education). Este se funda a partir de una serie de encuentros realizados con el fin de preparar el Año Europeo de la Conservación (1970). La innovación, que se aporta con este organismo, es la concepción interdisciplinar de la E.A. Otro ejemplo lo encontramos en Suecia donde la E.A pasa a formar parte del currículum escolar, no como materia aislada sino formando parte de diferentes disciplinas y un punto de unión entre ellas. Por último, la UNESCO elabora un estudio sobre cómo incorporar el medio ambiente en la escuela como realidad y no como un mero instrumento didáctico. Algunas conclusiones curiosas sobre la E.A a partir del estudio son:

- El medio ambiente debe integrarse en el currículum escolar.

- Se considera que el medio ambiente es también lo social, lo cultural e incluso lo económico.

- El entorno inmediato sirve como punto de partida para descubrir ambientes lejanos.

Ya en la década de los setenta, entre los países pioneros se encuentra Francia. Precisamente fue en Paris en 1970, donde se realizó la Declaración sobre Educación Ambiental de la Comisión de Educación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN- http://www.iucn.org ). En esta se define la E.A. como “el proceso que consiste en reconocer valores y clarificar conceptos con objeto de aumentar las actitudes necesarias para comprender y apreciar las interrelaciones ente la especie humana, su cultura y su medio biofísico”.

En 1971, podemos destacar dos acontecimientos. El primero de ellos es la creación del Programa Hombre y Biosfera (conocido como el Programa MAB- Man and Biosphere- http://www.unesco.org/mab/spanishpage.htm). Su propósito fue crear un programa interdisciplinario en el que tuviera especial relevancia las relaciones especie humana-medio e incluyera la preparación de materiales para actividades de formación e información sobre esta relación y sus problemas. El segundo hito importante lo constituye la reunión de expertos de Founes (Suecia) donde se llega a la siguiente conclusión: “(…) es necesario un órgano central que impulse y coordine las actividades de E.A. a nivel internacional".

Poco después y siguiendo con la década de los setenta, tuvo lugar en Estocolmo en junio de 1972 la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano (http://www.jmarcano.com/educa/docs/estocolmo.html). En sus conclusiones finales se puntualiza que es necesario desarrollar una educación basada en los problemas ambientales, de forma que la E.A. sea uno de lo pilares para resolverlos y prevenirlos. En octubre de este mismo año, se propone una definición

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de medio ambiente que no sólo tiene en cuenta los valores naturales del entorno, sino también los culturales y sociales.

No podemos pasar por alto en este recorrido cronológico, la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA- http://www.unep.org) en 1974 y del Programa Internacional de Educación Ambiental (PIEA) durante el Seminario Internacional de Educación Ambiental (Belgrado, 1975).

El PNUMA es el organismo de coordinación entre organizaciones nacionales e internacionales, cuyos objetivos principales son los siguientes:

- Fomentar la importancia del respeto y conservación del medio ambiente.

- Asistir técnica y económicamente a los gobiernos.

- Formar personal especializado: docentes, planificadores, investigadores y administradores de la educación.

A través del PIEA y durante sus primeros tres años de funcionamiento, se produjo un intercambio de ideas y experiencias, se formaron grupos de investigación para el desarrollo de la E.A. y se elaboraron materiales.

En el Seminario de Belgrado se conformó el marco general de la E.A. a nivel internacional a través de la conocida “Carta de Belgrado” (http://www.jmarcano.com/educa/belgrado.html) y se fijaron los principios y objetivos de la misma, los cuales aparecen en cualquier programa educativo de carácter ambiental.

En 1977, tiene lugar la I Conferencia Intergubernamental de E.A. de Tbilisi (Georgia) que constituye todo un hito y se considera el acontecimiento más significativo de la historia de la E.A. Durante esta conferencia se examinaron los logros del PIEA, así como se establecieron los criterios y las directrices para el desarrollo de la E.A. en las décadas siguientes.

Los objetivos de la Conferencia (http://www.jmarcano.com/educa/docs/tbilisi.html) se fijaron en torno a los siguientes temas:

“Principales problemas ambientales en la sociedad contemporánea.•

Cometido de la educación para contribuir a resolver los problemas • ambientales.

Actividades en curso a nivel nacional en internacional con miras al • desarrollo de la Educación Ambiental.

Estrategias de desarrollo de la Educación Ambiental a nivel nacional.•

Cooperación regional en internacional con miras a fomentar la Educación • Ambiental: necesidades y modalidades".


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A partir de los diferentes debates y reuniones, se realizaron una serie de recomendaciones, entre las que destacamos:

La E.A. cumple la función de aproximar a los individuos al medio ambiente, • no sólo a título informativo, sino participativo y considerando al medio ambiente en su totalidad aplicando un enfoque interdisciplinar (aspectos ecológicos, económicos, políticos, culturales, etc.).

Se insta a los Estados miembros a la creación de algún tipo de organismo que • coordine e impulse la E.A., estimulando la investigación y el intercambio de experiencias a todos los niveles y la formación de profesionales incorporando la E.A. en los planes de estudios universitarios.

Se reconoce la necesidad de una cooperación a nivel regional e internacional, • impulsada y coordinada a través del PNUMA y de la UNESCO con el fin de fortalecer el PIEA. A la vez, se considera importante que se colabore con otras instituciones como la FAO, la OIT, UNICEF, etc.

Se reconoce y se estimula el protagonismo de las asociaciones de • voluntariados y organismos no gubernamentales en el desarrollo de estrategias y programas de E.A.

Como conclusión a la Conferencia de Tbilisi, se realizó la Declaración conjunta la cual considera que la Educación Ambiental:

“Debe impartirse a personas de todas las edades, a todos los niveles, y en el • marco de la educación formal y no formal y de forma continua”.

Se debe orientar a la resolución de problemas a través de un enfoque global, • de bases éticas, enraizado en un amplia base interdisciplinar.

Debe fomentar el sentido de responsabilidad y de solidaridad dentro de una • comunidad y dentro del contexto de interdependencia entre comunidades”.

La década de los ochenta comienza con la Reunión Internacional de Expertos sobre E.A. (París, 1982). Esta se caracterizó por ser un encuentro de reflexión sobre el papel de la E.A en esa década y de propuestas y tendencias futuras.

En 1983, se constituye la Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo, más conocida como la Comisión Brundland, en referencia a su presidenta la Primera Ministra noruega Gro H. Brundland. Esta comisión de expertos señala que los problemas ambientales están relacionados con la economía internacional y con el actual modelo de desarrollo socio-económico. En este sentido, trabajan varios años, y en 1987 publican el texto conocido internacionalmente como el “Informe Brundland” y titulado “Nuestro futuro común”. La aportación del Informe es la de definir el desarrollo sostenible como “aquel que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las formas de vida de las generaciones futuras". Esta nueva concepción del desarrollo necesita de la educación, así el concepto de desarrollo sostenible se incorpora la E.A. Esta incorporación se realiza desde dos aspectos: reflexionar y conocer cuáles son las necesidades de las

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generaciones presentes y futuras, así como analizar cuáles son las limitaciones de los recursos naturales para satisfacer estas necesidades.

En este mismo año y diez años después de Tbilisi, tuvo lugar el Congreso Internacional sobre Educación y Formación relativas al Medio Ambiente (Moscú, 1987). Este congreso, poco considerado en un principio por su carácter rigurosamente institucional, sin embargo posteriormente resultó ser un valioso informe, rico en sugerencias y conclusiones.

En Moscú, donde participaron 110 países, se revisó el nivel de aplicación de las recomendaciones de la Conferencia de Tbilisi. También, se analizaron las políticas, estrategias, actuaciones y trabajos para la siguiente década en torno a los siguientes temas relativos a la E.A.: información e investigación de métodos y contenidos, formación de profesionales, cooperación regional e internacional. Se acordó declarar la década de los noventa como la “década mundial de la Educación Ambiental”.

El resultado más importante de este congreso es la Estrategia Internacional de E.A. para el decenio de 1990. Una de las conclusiones más importante, muy influenciada por el “Informe Brundland”, fue que “no es posible definir las finalidades de la Educación Ambiental sin tener en cuenta las realidades económicas, sociales y ecológicas de cada sociedad y los objetivos que ésta se haya fijado para su desarrollo”.

La Estrategia Internacional se concreta en nueve puntos (Novo, 98):

1. El acceso a la información.

Su objetivo es el fortalecimiento del sistema internacional de información y de intercambio de datos y experiencias del PIEA.

2. Investigación y experimentación.

Su propósito es el fortalecimiento de la investigación y la experimentación relativas al contenido, los métodos educacionales y las estrategias de organización y transmisión de mensajes para la educación y formación ambientales.

3. Programas educacionales y materiales didácticos.

Su finalidad es el fomento de la E.A. mediante la elaboración de programas de estudio y materiales didácticos para la enseñanza general.

4. Formación del personal.

Su objetivo es la promoción de la formación inicial y de la capacitación del personal encargado de la E.A. escolar y extraescolar.

5. Enseñanza técnica y profesional.

Su finalidad es la integración de la dimensión relativa al medio ambiente en la enseñanza técnica y profesional.

6. Educación e información al público.


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Su propósito es la intensificación de la educación y la información del público en cuestiones ambientales, mediante la utilización de los medios de comunicación y de las nuevas tecnologías de comunicación e información.

7. Enseñanza universitaria general.

Su objetivo es el fortalecimiento de la integración de la dimensión ambiental en la enseñanza general universitaria, a partir del desarrollo de los recursos educativos y de la formación, así como la creación de mecanismos institucionales apropiados.

8. Formación de especialistas.

Su finalidad es el fomento de una formación científica y técnica especializada en materia de medio ambiente.

9. Cooperación internacional y regional.

Su propósito es el desarrollo de la E.A. mediante la cooperación coherente a nivel internacional y regional.

Un año después, en 1988, el Consejo de Ministros de la Comunidad Económica Europea adopta acuerdos para fomentar la E.A. e incluirla en los contenidos de los programas educativos europeos como YET (Juventud para Europa), ARION (para especialistas en educación), ERASMUS (universidades), COMETT (dirigido a empresas).

La década de los noventa se caracteriza por el agravamiento de la crisis ambiental y un profundo desequilibrio social. Ante esta situación, se celebra la ECO-92, uno de los mayores encuentros de medio ambiente, que tuvo lugar en Río de Janeiro (junio, 1992). La ECO-92 se compuso de dos partes: la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CNUMAD), más conocida como la Cumbre de la Tierra, y el Foro Global.

La Cumbre de la Tierra profundizó sobre el concepto de desarrollo sostenible e hizo un llamamiento a los gobiernos para que se tomaran en serio la crisis ambiental y social. A su vez, planteó por primera vez, la necesidad de alcanzar acuerdos internacionales en política de desarrollo y medio ambiente. Como hecho destacable, debemos mencionar el debate sobre las diferencias entre los países desarrollados y los que están en desarrollo en relación a las implicaciones, responsabilidades y compromisos con el medio ambiente y el desarrollo sostenible.

Las conclusiones de la Cumbre se reflejan en la Declaración de Río, que constituye una serie de recomendaciones a través de veintisiete principios sobre las fundamentales claves, responsabilidades y criterios para el desarrollo sostenible. Entre ellos hay que destacar el principio número diez que hace referencia a la Educación Ambiental:

“El mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación de todos los ciudadanos interesados, en el nivel que corresponda. En el plano nacional,

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toda persona deberá tener acceso adecuado a la información sobre el Medio Ambiente de que dispongan las autoridades públicas, incluida la información sobre los materiales y las actividades que ofrecen peligro en sus comunidades, así como la oportunidad de participar en los procesos de adopción de decisiones. Los Estados deberán facilitar y fomentar la sensibilidad y la participación del público poniendo la información a disposición de todos. Deberá proporcionarse acceso efectivo a los procedimientos judiciales y administrativos, entre éstos el resarcimiento de daños y los recursos pertinentes".

Con el fin de formalizar y desarrollar la Declaración, se crea el Programa 21 a partir del cual se establecen una serie de acciones (políticas, económicas y tecnológicas) que en el marco de la cooperación internacional favorecen el desarrollo sostenible. Para obtener información sobre la aplicación actual del Programa 21 se puede consultar el siguiente enlace:

http://www.un.org/spanish/conferences/wssd/resumen.htm

El Programa se estructura en cuatro secciones:

Dimensiones sociales y económicas.•

Conservación y gestión de los recursos para el desarrollo.•

Fortalecimiento del papel de los grupos principales.•

Medios de ejecución financieros, científicos y tecnológicos.•

La experta en Educación Ambiental y cátedra de la UNESCO, María Novo, en su libro La Educación Ambiental: bases éticas, conceptuales y metodológicas, reflexiona sobre una serie de paradojas que aparecen en el documento que desarrolla el Programa. Como ejemplo de estas contradicciones, Novo recoge principalmente dos. La primera cuando se establece el objetivo de “promover y apoyar políticas nacionales e internacionales que hicieran que el crecimiento económico y la protección del medio ambiente se apoyaran mutuamente” y la segunda, cuando plantea que “un sistema de comercio abierto y multilateral (…) contribuye(…) a la disminución de las presiones sobre el medio ambiente”. Ambos planteamientos pasan por alto la necesidad de cambiar el actual modelo socio-económico, ya que éste es el causante de la situación ambiental. El Programa 21 hace hincapié en el fomento de la educación, formación e información en temas ambientales a nivel mundial y de forma continua. De esta forma, las materias ambientales y del desarrollo se deben integrar en los sistemas educativos en todos sus niveles, poniendo énfasis en la educación de adultos.


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Los acuerdos firmados fueron los siguientes:

- convenio sobre la diversidad biológica.

La finalidad del convenio, firmado en 1993 y ratificado por 160 países, se centra en la conservación de la biodiversidad y en la utilización equitativa y justa de los recursos que la naturaleza nos ofrece. También, se hace referencia a la necesidad de promover y fomentar el respeto por la biodiversidad y su conservación desde la educación y la sensibilización pública. El texto integro de la Declaración se encuentra en un documento anexo.

- convenio marco sobre el cambio climático.

Constituye el antecedente al Protocolo de Kioto a través del cual se reflexiona sobre la necesidad de establecer una serie de compromisos y medida conducentes a estabilizar o disminuir la concentración de gases efecto invernadero emitidos a la atmósfera. En uno de sus artículos, hace referencia a la educación, formación y sensibilización ambiental, para ello establece que es necesaria la elaboración y aplicación de programas y materiales educativos acerca del cambio climático. El sitio oficial del convenio marco y del protocolo de Kioto en España es: http://unfccc.int/portal_espanol/items/3093.php. Además, existe amplia información en la página web del Ministerio de Medio Ambiente: www.mma.es

- convenio sobre la desertización.

El objetivo principal es: “(…) luchar contra la desertización y mitigar los efectos de la sequía…”. En su artículo 5, los países firmantes se comprometen a promover la sensibilización y facilitar la participación de las poblaciones locales, especialmente de mujeres y jóvenes. Para ello en su artículo 19, de nuevo se cita la importancia de la capacitación y la educación para hacer frente a la desertización y a los efectos de la sequía. El texto integro se puede consultar en: http://www.cinu.org.mx/eventos/conferencias/johannesburgo/documentos/Lucha%20contra%20desertificaci%F3n.doc

Por último y en relación a la ECO-92, no podemos olvidar el Foro Global que tuvo lugar de forma paralela a las reuniones de responsables gubernamentales en la Cumbre de la Tierra. En el Foro se firmaron treinta y dos tratados que comprenden soluciones alternativas a los problemas ambientales y el compromiso de la sociedad por el cambio. Una de las reuniones más importante fue la Jornada Internacional de Educación Ambiental, donde se firmó el Tratado de Educación Ambiental para sociedades sustentables y responsabilidad global. Las características más destacables de este tratado son las siguientes:

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Desarrollar una ética ambiental (respeto por todas las formas de vida que • comparten el planeta con la especie humana).

Incorporar a la E.A. la perspectiva del desarrollo sostenible.•

Exigir a los gobiernos que cambien sus políticas de desarrollo y atención al • medio ambiente.

Integrar los aspectos ecológicos y los aspectos éticos, sociales y el respeto • por otras culturas.

Formar ciudadanos con conciencia local y global. Así pues, se insta a los • educadores ambientales a tratar las cuestiones ambientales más próximas a las personas y de forma interdisciplinar, con el fin de extrapolar a nivel planetario, la solución de problemas y el cambio de actitudes.

Siguiendo con nuestro recorrido cronológico, cinco años después de la Conferencia de Río, se celebra la tercera gran conferencia mundial sobre E.A. en Tesalonia (Grecia) en 1997, el Congreso Internacional sobre Medio Ambiente y Sociedad: Educación y conciencia pública para la sostenibilidad (http://www.jmarcano.com/educa/docs/salonica.html).

Los objetivos de este congreso fueron los siguientes:

Considerar la E.A. como importante contribución a la sostenibilidad.•

Aportar los resultados a la • Comisión de Desarrollo Sostenible y hacer el seguimiento del capítulo 36 de la Agenda 21.

Algunas de las conclusiones a las que se llegaron en este congreso son:

“La Educación Ambiental es reconocida como una educación para la • sostenibilidad...”.

La práctica de la sostenibilidad ha de llevarse a cabo dentro de los • contextos locales, regionales o nacionales.

La reorientación educativa general es una tarea global, que concierne a • toda la sociedad.

Entre agosto y septiembre de 2002 tuvo lugar la Cumbre Mundial de Desarrollo Sustentable, conocida también como Río+10, en Johannesburgo, Sudáfrica, (http://www.johannesburgsummit.org/). Así pues, se espera que éste se convierta en otro hito de importancia para el desarrollo de la Educación Ambiental y del desarrollo sostenible. En el anexo adjunto se puede consultar (de manera on line) la Declaración


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sobre Educación Ambiental y Desarrollo Sostenible que se realizó en Río+ 10.

En diciembre de este mismo año, la Asamblea general de las Naciones Unidas aprobó una resolución sobre la Educación Ambiental con miras al desarrollo sostenible (2005-2014) y designó a la UNESCO como órgano responsable de la promoción de dicha resolución.

Existen numerosos eventos que continuamente se están realizando. En estos encuentros, la mayoría de los planteamientos teóricos y recomendaciones que surgieron en años anteriores siguen teniendo vigencia ya que no han podido ser desarrollados en profundidad al existir una serie de dificultades importantes para la puesta en práctica de los planes que sugieren.

Historia de la Educación Ambiental en España.

La E.A. en España tiene un recorrido paralelo a los eventos que han ido teniendo lugar a nivel internacional, aunque no siempre con el mismo grado de compromiso debido a las diferentes situaciones políticas por las que el país ha pasado. España llega un poco tarde, aunque actualmente es uno de los países más activos en la promoción de programas y actividades de E.A.

En nuestro país, la E.A. es promovida dentro de la escuela por un grupo de educadores que creen en la renovación e innovación educativa. Fuera del ámbito escolar, las asociaciones y colectivos ambientalistas o ecologistas son los promotores de la E.A. La incorporación de los aspectos ambientales es, hasta hoy, motivo de preocupación. Actualmente, se siguen analizando y discutiendo los problemas y las dificultades de la integración de la Educación Ambiental.

En el recorrido histórico de la E.A. en España, podemos destacar los momentos o fases que a continuación se exponen.

La Institución Libre de Enseñanza, que surge a principios del siglo XX y cuyo objetivo es “(…) darle a las prácticas educativas una visión renovadora”, reconoce que para conocer la naturaleza, es fundamental estar en contacto con ella y se valora muy positivamente, adquirir experiencia en el entorno inmediato.

Durante la dictadura, el conocimiento de la naturaleza es fundamentalmente conceptual. Pero existen dos acontecimientos que debemos destacar. El primero es la aprobación de la Ley de Asociaciones en 1964. Esto permitió la creación, entre otras, de la sección española de la Asociación Internacional WWF, conocida como ADENA (www.adena.es). Como se ha comentado antes, las asociaciones ecologistas han desempeñado un papel muy importante para el desarrollo de la función educativa en pro del medio ambiente. Dentro del ámbito escolar, resurgen los Movimientos de Renovación Pedagógica (el segundo acontecimiento importante). Se trata de docentes dinámicos y con un fuerte compromiso y preocupación social. Se crean las Escuelas de Verano y se inicia un programa de recuperación de áreas rurales abandonadas.

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Durante los años ochenta, comienza un etapa de institucionalización de la E.A., caracterizada por la creación y puesta en marcha de actividades, programas y equipamientos, públicos y privados (granjas escuelas, aulas de naturaleza y centros de interpretación). A su vez, se organizan las I Jornadas de Educación Ambiental (Sitges, 1983) donde se evaluaron las primeras iniciativas españolas. De tal forma, aunque estas conformaban trabajos meramente descriptivos y no constituían un análisis profundo, este acontecimiento supuso la expansión definitiva de la Educación Ambiental en España.

Cuatro años más tarde, tuvieron lugar las II Jornadas de E.A. en Valsaín (Segovia) donde se crea y sitúa el Centro Nacional de E.A. (www.ceneam.es). A partir de este momento, se constituye una serie de seminarios permanentes con el fin de tratar temas específicos, uno de los más importantes fue el Seminario E.A. en el Sistema Educativo (Navas del Marqués, 1987).

Por su parte, la década de los noventa supone una etapa exigente para con la calidad de los programas y actividades. Se inicia una época más realista sobre el papel de la E.A.: “...subraya la necesidad de una educación ambiental que llegue a toda la sociedad y profundice en los principios de la sostenibilidad. La Educación Ambiental es una herramienta, no la herramienta. La imprescindible armonía entre educación y gestión ambiental es una consecuencia práctica de lo anterior” (Libro Blanco de la Educación Ambiental en España, 1998).

La aprobación, en 1990, de la LOGSE (• Ley Orgánica General del Sistema Educativo) supone un fuerte empuje para el desarrollo y la incorporación de la E.A. en el sistema educativo español, cuyo objetivo es: la formación integral de las personas (Benayas y Marcén, 1994; García, 1994). La E.A. pasa a ser un tema transversal (proyecto global de formación en valores), es decir, intenta establecer relaciones con las distintas áreas para tratar los contenidos comunes asociados a todas las disciplinas desde una forma global e integradora.

El Libro Blanco de la Educación Ambiental en España se elabora en las • III Jornadas Nacionales de E.A. (Pamplona, 1998) y surge del acuerdo entre Ministerio de Medio Ambiente y las comunidades autónomas. El Libro Blanco es un referente para la E.A. ya que establece los principios y objetivos de la E.A. e incide en las formas y herramientas para que sea aplicada. Además, sirve de documento base para la elaboración de los Planes Regionales o Estrategias Autonómicas.

En relación a la situación actual, la E.A. ha experimentado importantes mejoras que tienen que ver con el traspaso de competencias a las comunidades autónomas, las cuales actualmente han o están desarrollando sus Planes Regionales o Estrategias de Educación Ambiental. Se realizan numerosos encuentros, reuniones, jornadas cuyo tema central es la E.A. como herramienta para el desarrollo sostenible.

A continuación reproducimos el análisis de la E.A. en España que hace el Libro


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Blanco de la E.A. en España (1998):

“En la situación actual de la educación ambiental en España se puede constatar importantes avances. Desde las administraciones -general, autonómica y local-, el sistema educativo y las asociaciones ciudadanas se promueven numerosos programas y actividades, de temáticas variadas, que llegan a más población y más diversa. La “literatura” y materiales relacionados con el tema han experimentado un llamativo crecimiento. Se ha consolidado un sector profesional ligado al diseño y producción de servicios y recursos de educación ambiental. Además, nuevos promotores, entre los que destacan empresas privadas ajenas al mundo educativo, se han incorporado a la creación de equipamientos y materiales. En conferencias, jornadas y programas, se hace referencia a la educación ambiental como instrumento imprescindible para el desarrollo sostenible”.

Por último, cabe destacar que el VII Congreso Nacional de Medio Ambiente (CONAMA, 2004) dedicó una sesión monográfica a la Educación Ambiental (www.conama.es).

3.2. educación PaRa el desaRROllO sOstenible.

La educación es uno de los instrumentos más importantes para la adaptación cultural de las personas a la sociedad en la que se ven inmersos. En el tema que nos ocupa, el reto educativo es ayudar a las personar a adquirir un compromiso activo con su entorno. De esta forma, la educación no puede estar desligada del medio en el que se produce (el medio ambiente es educativo en sí mismo). Además, debe estimular una relación entre la especie humana y el medio que garantice el uso y la conservación de los recursos del planeta, en definitiva, que haga posible el desarrollo sostenible.

Para ello, es necesario adquirir una serie de conocimientos de carácter ecológico, económico, social y cultural, desde una aproximación global e interdisciplinar. Pero sobre todo, es fundamental desarrollar una conciencia sobre los impactos de la actividad socioeconómicas sobre el medio y un análisis crítico de la problemática ambiental, con el propósito último de mejorar nuestra relación con el entorno y nuestras capacidades (valores, actitudes y habilidades) para contribuir a la solución y prevención de estos problemas.

Por tanto, la Educación Ambiental es educación para la acción individual y, especialmente, colectiva a la hora de planificar y tomar decisiones y cuando se buscan alternativas de mejora del entorno. Para ello, es necesario fomentar experiencias educativas y enriquecedoras, crear espacios de reflexión y debate, implicar a las personas en actuaciones reales y concretas, estimular procesos de clarificación de valores, de adopción de decisiones negociadas y de resolución de conflictos.

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Educación formal, no formal e informal.

La Educación Ambiental, con todo lo dicho anteriormente, puede desarrollarse desde diferentes ámbitos y dentro de una amplia gama de posibilidades que, a su vez, son complementarias.

La educación formal es “aquella que se realiza a través de las instituciones y planes de estudios que configuran la acción educativa reglada desde la Educación Infantil, pasando por la Educación Primaria y Secundaria, hasta la Universidad” (Novo, 1998). Es por tanto, una educación intencionada y específica que se realiza en centros creados para tal fin y cuya finalidad principal, es modificar y adaptar conductas de los que aprenden y hacer posible que los educandos se incorporen a la sociedad.

La adquisición de aspectos ambientales, y en definitiva, de la Educación Ambiental en los centros escolares es prometedora, aunque a pesar de los esfuerzos realizados, queda mucho por hacer. La resistencia del hermético sistema educativo a la innovación y renovación metodológica de la E.A. no se resuelve introduciendo algunos temas ambientales en el currículo escolar, sino que implica realizar cambios en la propia concepción de la enseñanza y en las condiciones del aprendizaje.

Los esfuerzos de algunos profesores por introducir las cuestiones ambientales en sus centros son innegables. También, la Administración educativa ha propiciado la introducción de la dimensión ambiental al currículo de los diferentes niveles educativos, como veremos posteriormente. En el ámbito universitario, podemos destacar la creación de masters y cursos de postgrado, así como la incorporación de la Educación Ambiental en los planes de estudios de algunas facultades de educación.

La educación no formal es “aquella que, siendo intencionada, no se lleva a cabo en el ámbito de las instituciones educativas y planes de estudio reconocidos oficialmente, sino por parte de otro tipo de entidades, colectivos, etc. que la desarrollan de forma libre” (Novo, 1998).

Según Novo (1998), puede realizarse como:

Una extensión de la actividad principal. Por ejemplo a través de los • programas de E.A. de ayuntamientos o comunidades autónomas.

Una actividad de apoyo o refuerzo de la educación formal, es decir, como • actividad extraescolar.

La E.A. no formal es un complemento muy eficaz para la enseñanza formal, ya que permite integrar las cuestiones ambientales de forma más flexible dentro del marco educativo. Por tanto, tiene cierta intencionalidad y debe desarrollarse desde


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el prisma de la interdisciplinaridad. Su principal característica debe ser la creatividad, intentar no imitar o adaptar los típicos procedimientos escolares.

La educación informal es “aquella que tiene lugar pese a la falta de intencionalidad educativa de quienes la promueven” (Novo, 1998). En la E.A. informal no se reconoce claramente la existencia de una acción educativa, esto no quiere decir que quién la realice no tenga intención de ayudar a adquirir o fomentar una conciencia ambiental. Los medios de comunicación son un ejemplo de E.A. informal.

La educación y el sistema educativo español.

“La escuela reúne unas características idóneas que la hacen, en principio esencial para los proyectos de socialización o moralización de la población infantil y juvenil. Por lo tanto, la escuela es el ámbito ideal para la enseñanza de actitudes y de ciertas normas sociales”.

La reforma del sistema educativo español comenzó en 1983 y terminó con la aprobación de la LOGSE en 1990. Lo innovador de esta ley es la inclusión de nuevos contenidos, tales como las actitudes, los valores y las normas. Esta inclusión surge como respuesta a los continuos cambios que estaban ocurriendo en nuestra sociedad, caracterizada por un aumento del consumismo. También, era necesario considerar lo que sucedía en el entorno más próximo a los escolares y relacionarlo con sus experiencias, con el fin de entender lo que transcurra a su alrededor.

Por esta razón, se crean los temas transversales (Educación Ambiental, Educación del Consumidor y el Usuario, Educación para la Salud y Educación Moral para la Convivencia y la Paz, Educación para la igualdad de oportunidades de ambos sexos, Educación Vial). Estos se publican por el MEC en 1993 y son conocidos como Las Cajas Rojas (se encuentran en cualquier centro escolar o centro de profesores-CEP).

Los temas transversales son contenidos educativos que forman parte de diferentes áreas del currículo escolar. No se trata de añadir al currículum nuevas temáticas, sino de establecer relaciones dinámicas entre las áreas y los temas transversales. De tal forma, estos presentan un conjunto de objetivos comunes:

Buscar el desarrollo integral de las personas: educación en valores.•

Establecer una relación entre el marco escolar y el entorno en el que está • inmerso.

Incorporar nuevas cuestiones a lo largo de todo el proceso educativo y a • medida que van surgiendo en el entorno social.

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La incorporación de la E.A. en el sistema educativo español no universitario.

A pesar de las recomendaciones internacionales, relativas a la incorporación de aspectos ambientales en los sistemas educativos, el Ministerio de Educación y Ciencia (MEC) no comienza seriamente a tener en cuenta la E.A. hasta la celebración del Seminario de Navas del Marqués (1988). En este encuentro se prepara el documento Estrategia Nacional de la E.A. en el sistema educativo, que representa un punto de partida para los cambios que más tarde se incorporarían con la aprobación de la LOGSE.

La LOGSE reconoce en diversos apartados la necesidad de incorporar, de forma prioritaria, la E.A. en el currículum escolar, no como una asignatura más, ni tampoco reducida a unos contenidos concretos y específicos. Esa agregación de la E.A. se hace como tema transversal, es decir, son contenidos que forman parte de varias áreas. Según la definición que hace el MEC, la E.A. como tema transversal “debe estar dirigida a la superación del concepto del medio ligado a lo natural-físico mediante el desarrollo de ciertas actitudes que les lleven a entender el medio en todos sus aspectos, y a la participación activa en su conservación y mejora”.

De esta forma y desde esta concepción, la E.A. busca la formación integral de las personas (formación ambiental, desarrollo de valores ambientales y sensibilización social-Benayas y Marcén, 1994; García, 1994). A su vez, es un instrumento del aprendizaje, especialmente, de valores (respeto, tolerancia, solidaridad, cooperación, etc.) y actitudes pro-ambientales, que deberían ser adquiridos para toda la vida.

Este proceso va a depender de:

El grupo y contexto social.•

Las relaciones entre los elementos que lo componen.•

La situación medioambiental.•

Las actitudes y comportamientos que se posean.•

A modo de ejemplo, el reflejo de la incorporación de la E.A., como tema transversal, se puede advertir en determinados contenidos que aparecen en el diseño curricular de las diferentes etapas:

Etapa Infantil: • “(…) la necesidad de observar y explorar el entorno natural”.

Enseñanza Primaria: • “(…) que los alumnos muestren interés por la conservación de la naturaleza y el medio ambiente”.

Enseñanza Secundaria: • “(…) que los alumnos valoren críticamente los hábitos sociales relacionados con el medio ambiente”.

Bachillerato: • “(...) participar de forma solidaria en el desarrollo y mejora de su entorno social”.


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Otro ejemplo, es la creación de dos asignaturas (para territorio MEC) en la ESO (Educación Secundaria Obligatoria): Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente y Ciencia, Tecnología y Sociedad. En Formación Profesional, existen dos ciclos de formación relacionados con la cuestión ambiental: Salud Ambiental y Química Ambiental.

La realidad de la inclusión de la temática ambiental ha sido y es muy difícil, a pesar del enorme esfuerzo y del fuerte auge experimentado en estos últimos 15 años (creación de equipamientos, campañas de concienciación, cursos de formación para educadores, publicaciones y materiales didácticos). La situación actual es fruto de una serie de dificultades que plantea la escuela, aunque como se ha dicho antes, es el lugar que se reconoce a nivel internacional como el más adecuado para desarrollarla.

Las dificultades de incorporación son las siguientes:

El compromiso que adquiera el centro y su grupo de profesores. El centro • es el encargado de adecuar su proyecto educativo y curricular para hacer posible la renovación y la innovación educativa.

Las posibilidades del centro: rigidez de horarios, la estructura, el contexto, • el interés de toda la comunidad educativa, etc.

Los valores del grupo social con respecto a ciertas situaciones • ambientales.

Las inquietudes e intereses del alumnado. •

Intereses y formación del profesorado.•

Las características ambientales del momento. •

Intereses políticos: cambios en los presupuestos, programas y proyectos, • así como en la “moda”.

La dificultad que entraña desarrollar proyectos interdisciplinares: trabajar • una determinada temática desde diferentes áreas.

La aprobación en 2001 de la Ley de Calidad de la Enseñanza aumentó significativamente el peso de cada una de las disciplinas, y consecuentemente, redujo la posibilidad de contenidos transversales. Con ello, se produjo un traspaso de competencias que exige que cada comunidad autónoma defina esta parte del currículo. Algunas de ellas están redactando sus estrategias o planes.

Por otro lado, se debe evitar:

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Plantear la Educación Ambiental desde un ángulo exclusivamente • 1“científico”.

Proponer medidas individuales de forma aislada.•

Presentar la E.A. restrictivamente en el plano curricular, con • planteamientos muy teóricos y conceptuales.

Además, en lo relativo a este tema se debe:

Ser realista de modo que las propuestas sean viables, realizables y con • posibilidades de éxito.

Comenzar acciones con estrategias modestas adecuadas al momento y al • contexto apropiado.

Ser consciente que las relaciones personales tienen un importante papel en • cualquier cambio propuesto.

Tener en cuenta que el propio proceso es más importante que el resultado o • el producto.

Estas dificultades pueden resolverse al plantearse la E.A.•

Acogida a acciones procedentes de entidades ajenas/privadas. Desde al • ámbito extraescolar es importante que se le facilite esa labor al profesorado y es aquí, donde los educadores ambientales que no pertenecen al sistema educativo propiamente pueden incluir sus propuestas. Estas deben incluirse:

- Adjuntándolas dentro de una programación de acciones puntuales, adaptadas al entorno.

- Evitando en lo posible la improvisación.

- Aprovechando que existe una corriente de opinión y acción a favor del medioambiente.

- Utilizando las conclusiones de otros acciones evaluadas.

- Encontrando nuevas ideas educativas y siendo creativos.

3.3. HeRRamientas de la educación ambiental.

El desarrollo sostenible afecta a toda la población, independientemente de su situación social, económica, política o cultural. Las estrategias, usadas habitualmente para conseguir que se respete en medio ambiente, son las relacionadas con sanciones y multas o normas y leyes. Estos mecanismos, aunque necesarios, no aseguran el cambio hacia actitudes y comportamientos ambientales. Por eso, son ineludibles


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otras herramientas, más flexibles y abiertas, con el fin de facilitar la sensibilización y la toma de conciencia y la participación en la solución de los problemas ambientales.

Estas herramientas o instrumentos son las siguientes:

a) La información y divulgación ambiental en los medios de comunicación.

La información ambiental se considera una herramienta importante para la E.A.: “(…) es también esencial que los medios de comunicación de masas eviten contribuir al deterioro humano y difundan por el contrario, información de carácter educativo sobre la necesidad de protegerlo y mejorarlo a fin de que el hombre pueda desarrollarse en todos los aspectos” (Resolución nº 96 de la Conferencia de Estocolmo, 1972).

La información ambiental trata de dar a conocer los hechos de forma comprensible, pero debe ser veraz, rigurosa, y estar actualizada y contrastada. Las Administraciones disponen de gran cantidad de información ambiental a cuyo acceso tienen derecho todos los ciudadanos. Además, éstas deben publicar la información ambiental de forma periódica (Directiva 90/313/CEE, del Consejo, de 7 de junio de 1990 y su correspondiente transposición a la legislación española Ley 38/1995 sobre el acceso a la información en materia ambiental).

Por su parte, la comunicación ambiental va más allá. Esta constituye un proceso de interacción social, que debe ayudar a entender los problemas ambientales claves, posibilitando también una respuesta ciudadana constructiva. Los medios de comunicación social tradicionales (prensa, radio y televisión) son un importantísimo recurso para la E.A. ya que aportan información ambiental y son soporte para acciones de alcance social. Los medios de comunicación son paulatinamente más importantes para a la hora de favorecer la adquisición de actitudes y valores ambientales.

El objetivo de la información y la comunicación ambiental debe evitar el catastrofismo o el tratamiento de los temas de forma superficial. Es fundamental huir de los tópicos y de la reiteración continua, ya que el efecto que se consiga puede llegar a ser contrario al perseguido.

En cuanto a los medios de comunicación escritos, podemos considerar que la prensa escrita es líder en la formación de opinión. La divulgación y comunicación ambiental tiene su máximo exponente en las publicaciones específicas de medio ambiente. Existe una gama bastante amplia en cuanto a los niveles y público destinatario que va desde el objeto de divulgar, informar y sensibilizar al ciudadano hasta aquellas que son de temática científico-técnica. Algunas revistas son las siguientes:

- Revista Ambiental (http://www.mma.es/publicacion/ambienta/).

- Revista Científica (http://www.aeet.org/ecosistemas/portada.htm).

La comunicación basada en las nuevas tecnologías ofrece unas magníficas posibilidades para la E.A. Así pues, se trata de una forma de comunicación bastante

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atractiva por la combinación de texto, sonido e imágenes, pero principalmente por su interactividad. En especial, Internet se ha convertido en un medio muy efectivo puesto que divulga y da acceso a una enorme cantidad de información ambiental, así como facilita el contacto entre profesionales e interesados en la E.A. (Asociación Española de Educación Ambiental: http://www.ae-ea.org/).

Otros recursos para la información, comunicación y divulgación ambiental pueden ser lo siguientes: campañas de sensibilización, folletos, boletines, páginas web, bases de datos que incluyan aspectos relacionados con el medio ambiente o con la E.A., etc.

b) La formación y capacitación. El perfil profesional del educador ambiental.

El aprendizaje debe fomentar el pensamiento y análisis critico, la observación y experimentación, la investigación, el debate y la participación democrática. La formación debe armonizar los aspectos afectivos e intelectuales, teniendo en cuenta los preconceptos de los destinatarios. Cuando la formación no tiene en cuenta conocimientos, valores y comportamientos previos puede ocurrir que todo el esfuerzo educativo fracase. También, debe partir del entorno más cercano y por tanto, ser significativa.

La formación y capacitación ambiental está experimentando un fuerte auge, debido principalmente a que el medio ambiente constituye un emergente yacimiento de empleo. Las necesidades de técnicos profesionales y trabajadores formados en medio ambiente es cada vez más alta y es consecuencia de la transformación socioeconómica hacia el desarrollo sostenible. Por otro lado, y como se comentaba antes, es importante destacar que la introducción de aspectos ambientales debe estar en todos los niveles educativos y en todos los ámbitos profesionales.

Es necesario que cualquier profesional tenga formación en medio ambiente, dado que todas las actividades económicas tienen consecuencias ambientales, tanto directas como indirectas. Actualmente, se vienen desarrollando las Guías de Buenas Prácticas Ambientales para los diferentes sectores profesionales, donde se explican y detallan cuáles son las implicaciones ambientales de una determinada profesión y qué conductas se deben tomar para que una determinada actividad sea respetuosa con el medio ambiente.

Para el caso de niños y jóvenes, el ámbito escolar constituye un marco adecuado y decisivo puesto que son multiplicadores de la información hacia el resto de su entorno y se convertirán en los adultos del futuro.

Por otro lado, la capacitación debe entenderse como un proceso de formación continua, adaptable a la situación socioambiental presente y futura. Constituye un proceso y un fin necesarios que trata de poner al alcance del ciudadano la información y los instrumentos necesarios para solucionar los problemas ambientales. Según el Libro Blanco de la E.A. en España (2002) existen diferentes grados de complejidad, los cuales son lo siguientes:


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“a) Capacitar para lo que ya es posible hacer: la reducción del consumo de agua, energía y recursos no renovables; la reducción, reutilización y reciclaje de residuos; la reorganización del transporte, etc.

b) Capacitar para promover cambios y construir alternativas que todavía no están perfectamente definidas o que aún no se vislumbran siquiera; de ahí la importancia de la reflexión teórica y de la investigación asociada a la acción.

c) Capacitar para elaborar planes y estrategias de puesta en marcha de las alternativas elegidas.

d) Capacitar no sólo para la acción individual, sino también para la acción colectiva. Para lo cual es necesario disponer previamente de vías eficaces para canalizar la acción pro-ambiental y participar en los procesos de toma de decisiones”.

Algunos recursos y actividades relacionadas con esta herramienta son los programas se sensibilización y formación ambiental para empresas e instituciones privadas, los cursos de formación ocupacional, los cursos de postgrado, los masters, los cursos para trabajadores de la Administración, etc.

Por otro lado, en cuanto al perfil profesional del educador ambiental cabe destacar que una formación adecuada de los educadores, profesores y monitores de E.A. es fundamental para el desarrollo de ésta. Por lo tanto, la preparación de un educador ambiental debe integrar los principios y objetivos de la propia E.A.

El educador, profesor o monitor es el mediador entre el alumno y su medio. De tal forma, debe facilitarle experiencias enriquecedoras y orientar, estimulando el proceso de enseñanza-aprendizaje, la experimentación y el descubrimiento, evitando siempre que sea posible ser el portador de mensajes acabados, así como fomentar que sea el alumno el que resuelva y busque las soluciones a las situaciones planteadas (MEC,1992). Su crecimiento moral personal y su formación profesional influirán en el proceso educativo. Los requisitos que debería cumplir el profesorado implicado:

Formación lo más interdisciplinar posible: debe tener una visión sistémica y • global de la realidad.

Disposición para trabajar en equipo. Personas colaboradoras y participativas.•

Abordar las situaciones de conflicto de forma crítica: analizar y reflexionar • sobre las acciones a tomar.

Modificar el clima del aula, potenciando la libertad de expresión y • pensamiento.

Acordar un conjunto de normas y valores compartidos.•

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En España, existen una serie de cursos específicos, cursos de postgrado y masters que capacitan al alumno para ser educador o monitor ambiental para llevar a cabo proyectos, programas, actividades, diseñar recursos, etc.

A su vez, en lo que respecta a este tema se pueden consultar estos dos documentos:

Perfil Profesional del Educador Ambiental• .

Buenas Prácticas para el monitor de naturaleza• .

c) La participación ambiental. Programas de voluntariado ambiental.

La participación es un proceso que promueve la implicación directa en el conocimiento, prevención y resolución de los problemas ambientales. Así, esta conforma un instrumento para la Educación Ambiental y un objetivo en sí mismo: “ayudar a las personas y a los grupos sociales a que desarrollen su sentido de responsabilidad y a que tomen conciencia de la urgente necesidad de prestar atención a los problemas del medio ambiente, para asegurar que se adopten medidas adecuadas al respecto” (“Carta de Belgrado”). Asimismo, la participación impulsa el aprendizaje (el mejor aprendizaje comienza cuando las personas se implican en la mejora de su entorno más próximo) y posibilita profundos cambios a nivel individual y colectivo reforzando la responsabilidad y la pertenencia a un grupo (local y universal).

Para hacer posible que la participación sea una realidad es necesario “(…) capacitar a las personas para aprovechar los cauces de participación existentes, y ayudar a su vez a crear otros”. Sin embargo, la participación en temas ambientales en nuestro país es bastante baja ya que los ciudadanos ven a la Administración como un poder que limita sus derechos, en lugar de ser un instrumento de gestión de lo público. Para cambiarlo esto es necesario animar a las personas a que participen en la Administración Pública, denunciando irregularidades y exigiendo la fiscalización de las actividades de los políticos y administradores. Esta participación se puede realizar a partir de este enlace: http://www.mma.es/educ/ceneam/10documentos/otros/polvoranca.htm

Por otro lado, el fenómeno del voluntariado se ha desarrollado de forma creciente en los últimos años. Al igual que en otros campos, la Educación Ambiental y el medio ambiente son áreas propicias para la participación de voluntarios. El voluntariado ambiental se puede definir como “aquel que participa de forma colectiva, libre y gratuitamente en determinadas actividades conducentes a solucionar algún problema ambiental o crea nuevos vías para resolverlo”.

Algunos ejemplos de voluntariado ambiental son: Prestige, Enamórate de mi, Adena y Greenpeace.


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d) Investigación y evaluación.

La E.A. se alimenta del conocimiento científico. Para ello es necesario investigar la realidad ambiental en los ámbitos local, regional y global. Pero no sólo es necesario conocer el estado del entorno, también es importante saber cuáles son los conocimientos, actitudes y comportamientos de la comunidad hacia el medio ambiente. Además, es interesante conocer qué factores son capaces de influir en estas actitudes y comportamientos, y qué métodos y recursos son necesarios para poder utilizarlos en los proyectos de E.A.

La investigación en materia de Educación Ambiental, especialmente en las nuevas tendencias pedagógicas, es esencial y debe ser considerado por Universidades y por entidades públicas y privadas.

Por último, hay que evaluar los resultados de las acciones educativas desarrolladas (aciertos, equivocaciones, logros, posibilidades de mejora, etc.). El proceso de evaluación y seguimiento de un proyecto de E.A. debe tenerse en cuenta desde el principio ya que esto contribuye a redefinirlo y mejorarlo. De tal forma, cualquier proyecto, programa, actividad, recurso o equipamiento es obligatoriamente evaluado. El proceso de evaluación y seguimiento también es objeto de investigación para buscar nuevos criterios, indicadores e instrumentos.

Tanto la investigación como la evaluación son útiles para mejorar las intervenciones educativas y hacerlas más eficaces. Algunas de las herramientas son las siguientes: congresos, seminarios, reuniones y jornadas, memorias e informes técnicos y encuestas a los participantes y a la población en general.

Algunos sitios webs con relevancia en esta cuestión son:

- Centro de información y comunicación educativa: http://www.cnice.mecd.es

- Cuadernos de pedagogía: http://www.cuadernosdepedagogia.com

- Acción educativa: http://www.mma.es/educ/ceneam/pdf/accion_educativa.pdf

3.4. la inteRPRetación ambiental.

Definición.

Gran parte de los impactos que se producen sobre el medio ambiente pueden ser medidos, analizados y, lo más importante, reducidos. La interpretación se considera como un instrumento que reduce dichos impactos, lo cual es crucial a la hora de hacer compatibles la preservación del patrimonio y su utilización como recurso de atracción turística. Es un instrumento de gestión muy efectivo para controlar de impactos ocasionados por los visitantes y reorientar flujos de turistas, etc. Esta herramienta de gestión del patrimonio natural e histórico requiere de la aplicación de una serie de estrategias o programas interpretativos con el objetivo principal de sensibilizar al público para que colabore en la conservación de su


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patrimonio.

La interpretación no puede ser entendida como un simple ejercicio de presentación del patrimonio sino que, mediante un determinado discurso comunicativo y un sistema de presentación y gestión de los recursos, es a la vez comunicación y explotación. En ambos casos es capaz de generar efectos en la comunidad. De hecho, la interpretación aparece como respuesta a una demanda o necesidad social de uso del patrimonio. Al mismo tiempo el patrimonio ofrece a cada territorio la posibilidad de posicionarse frente a sus competidores y desarrollar políticas de comercialización y explotación turística. Así, un territorio rico en elementos históricos contextuales no puede desarrollar sus actividades productivas, comerciales y culturales a espaldas de este potencial, generador de servicios culturales o de ocio y potenciador de los recursos endógenos.

La interpretación del patrimonio debe consensuar la democratización de los bienes culturales, la demanda y consumo del pasado como producto turístico y la necesidad de proteger y conservar la herencia cultural. De ahí, que la interpretación juegue un papel primordial en la difusión y posterior valoración y conservación del patrimonio cultural: “contribuye eficazmente a reducir, cuantitativa y cualitativamente, el impacto negativo que la propia labor de difusión puede generar en los espacios más visitados o, en aquellos que, por sus peculiares características, podemos considerar como amenazados”.

Además, es necesaria una planificación con especialistas acerca de los siguientes temas:

Comprender los cambios sociales económicos y culturales y las tendencias • de futuro en el campo del turismo, el medio ambiente y la cultura.

Aplicar las técnicas turísticas: conocer las técnicas de dinamización del • patrimonio; analizar los recursos turísticos de su entorno; y diseñar rutas e itinerarios turísticos culturales.

Elaborar planes y estrategias de actuación en el patrimonio: conocer • los fundamentos teóricos y la aplicación de las técnicas de presentación del patrimonio cultural, así como aplicar las técnicas y estrategias del marketing cultural y la comunicación.

Elaborar y gestionar un producto de turismo cultural, integrando los • conceptos de desarrollo económico y conservación del patrimonio: diseñar los servicios de atención al público en cualquier centro patrimonial o servicio de turismo cultural; conocer la diversidad de fuentes y formas de financiación para la dinamización del patrimonio cultural; diseñar senderos de observación; reducir el conflicto entre usos competitivos; facilitar servicios adecuados de información e interpretación medioambiental; y proteger los recursos utilizados.

Si se quiere profundizar más en la Interpretación ambiental se puede visitar la siguiente página web: http://www.interpretaciondelpatrimonio.com

ACTIVIDADES.

Seleccione una actividad, programa, equipamiento o material de E.A. y analice dicha actividad en función de los siguientes puntos:

Justificar la elección de dicha actividad. •

Definir el problema ambiental y analizar la necesidad de la misma dentro del • marco del desarrollo sostenible.

Comprobar si cumple los objetivos y principios de la “Carta de Belgrado”. •

Enumerar los aspectos que puedan ser mejorables y decir por qué.•

CUESTIONARIO DE AUTOEVALUACIÓN.

1. ¿En qué principio de la de la conferencia de las naciones sobre el medio Humano (Estocolmo, 5/6 junio de 1972) se abordó la necesidad de “educar sobre, en, con, a partir de y para el entorno”?

a. Principio 15.

b. Principio 9.

c. Principio 19.

2. Una de las definiciones de Educación Ambiental (E.A.) más aceptadas es la que se formuló en:

a. El Congreso Internacional de Educación y Formación sobre Medio Ambiente (Moscú, 1987).

b. La Conferencia de las Naciones sobre el Medio Humano (Estocolmo, 1972).

c. El Seminario Internacional de Educación Ambiental (Belgrado, 1975).

3. Durante el seminario que tuvo lugar en Belgrado en 1975, se dan a conocer los objetivos generales de la E.A. que deben servir como referente para:

a. Cualquier programa educativo de carácter ambiental.

b. Cualquier actividad de E.A.

c. Cualquier programa educativo.

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4.- El fin último de la E.A. es:

a. Ayudar a las personas y a los grupos sociales a que adquieran mayor sensibilidad y conciencia del medio ambiente en general y de los problemas conexos.

b. Ayudar a las personas y a los grupos sociales a que desarrollen su sentido de responsabilidad y a que tomen conciencia de la urgente necesidad de prestar atención a los problemas del medio ambiente, para asegurar que se adopten medidas adecuadas al respecto.

c. Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir una comprensión básica del medio ambiente en su totalidad, de los problemas conexos y de la presencia y función de la humanidad en él, lo que entraña una responsabilidad crítica.

5.- El PIEA se creó durante:

a. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano.

b. La I Conferencia Intergubernamental de E.A.

c. El Seminario Internacional de Belgrado.

6. La i conferencia intergubernamental de e.a. celebrada en Tbilisi en 1977 es considerado como el acontecimiento más significativo de la historia de la E.A.

a. Verdadero.

b. Falso.

7. ¿Cuándo se redacta el “Informe Brundland”?

a. En 1989.

b. En 2002.

c. En 1987.

8. El resultado más importante del congreso internacional sobre educación y Formación relativas al medio ambiente celebrado en Moscú en 1987 fue:

a. La Estrategia Internacional de E.A. para el decenio de 1990.

b. La revisión de los niveles de aplicación de las recomendaciones de Tbilisi.

c. La presentación de la definición de desarrollo sostenible.


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9. Como conclusión a la conferencia de tbilisi, se realizó la declaración conjunta la cual considera que la Educación Ambiental:

a. Debe impartirse a personas de todas las edades, a todos los niveles, y en el marco de la educación formal y no formal y de forma continua.

b. Se debe orientar a la resolución de problemas “a través de un enfoque global, de bases éticas, enraizado en un amplia base interdisciplinar”.

c. Debe fomentar el sentido de responsabilidad y de solidaridad dentro de una comunidad y dentro del contexto de interdependencia entre comunidades.

d. Todas las respuestas anteriores son correctas.

10. La década de los noventa se caracteriza por el agravamiento de la crisis ambiental y un profundo desequilibrio social. Ante esta situación, se celebra uno de los mayores encuentros de medio ambiente, que tuvo lugar en Río de Janeiro (junio, 1992) compuesto principalmente de dos partes:

a. La ECO-92 y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo.

b. La Cumbre de la Tierra y el Foro Global.

c. La CNUMAD y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo.

11. Una los objetivos de cada uno de los acuerdos internacionales firmados a partir de la cumbre de Río:

Convenio sobre la Diversidad Biológica. Ο Ο

En su artículo 19, de nuevo se cita la im-portancia de la capacitación y la educa-ción para hacer frente a la desertización y a los efectos de la sequía.

Convenio sobre la Desertización. Ο Ο

En uno de sus artículos, hace referencia a la educación, formación y sensibiliza-ción ambiental, para ello establece que es necesaria la elaboración y aplicación de programas y materiales educativos acerca del cambio climático.

Convenio Marco sobre el Cambio Climático. Ο Ο

Se hace referencia sobre la necesidad de promover y fomentar el respeto por la biodiversidad y su conservación desde la educación y la sensibilización pública.

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12.- ¿Cuándo se firmo el tratado de educación ambiental para sociedades y responsabilidad global?

a. Durante la Jornada Internacional de E.A. celebrada en el Foro Global en 1992.

b. En la Reunión Internacional de Expertos en E.A. (Paris, 1982).

c. Coincidiendo con la Conferencia Intergubernamental de Tbilisi (1977).

13. ¿En qué año la asamblea general de las naciones unidas aprobó una resolución sobre la Educación Ambiental con miras al desarrollo sostenible (2005-2014) y designó a la UNESCO como órgano responsable de la promoción de dicha resolución?

a. En 1987.

b. En 2004.

c. En 2002.

14. ¿Cuál de las siguientes reuniones celebradas en España se considera como uno de los más importantes con respecto a la E.A.?

a. I Jornadas de E.A. (Sitges, 1983).

b. Seminario de E.A. en el sistema educativo (Navas del Marqués, 1987).

c. III Jornadas de E.A. (Pamplona, 1998).

15. Una los siguientes términos con sus respectivas definiciones:

Educación formal Ο ΟEs aquella que tiene lugar pese a la falta de intencionalidad educativa de quienes la promueven.

Educación no formal

Es aquella que, siendo intencionada, no se lleva a cabo en ámbitos reconocidos oficialmente, sino que se desarrolla de forma libre.

Educación informal

Una educación intencionada y específica y cuyo objetivo principal, es modificar y adaptar conductas de los que aprenden y hacen posible que los educandos se incorporen a la sociedad.


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16. La e.a. se define como tema transversal cuando:

a. Está dirigida de forma exclusiva a la comprensión del concepto del medio ligado a lo natural-físico.

b. Está dirigida al desarrollo de ciertas actitudes que les lleven a entender el medio en todos sus aspectos.

c. Las dos anteriores son ciertas.

17. Señale cuáles de los siguientes medios se consideran herramientas de la E.A.:

a. Sanciones.

b. Formación.

c. Voluntariado.

d. Leyes.

e. Multas.

f. Investigación.

g. Información.

18. La transposición española del derecho de los ciudadanos a la información ambiental se refleja específicamente en:

a. Directiva 90/313/CEE del Consejo de 7 de junio de 1990.

b. Ley 38/1995 sobre el accedo a la información en materia ambiental.

c. Las dos respuestas anteriores son ciertas.

19. La evaluación de los resultados de las acciones educativas:

a. Es obligatoria.

b. Se realiza sólo en casos necesarios para corregir equivocaciones.

c. Se realiza al final de la acción educativa.

20. Dos de los siguientes medios interpretativos son autoguiados, ¿cuáles son?

a. Ruta guiada.

b. Exposición.

c. Charla.

d. Mapa.

e. Demostración.

f. Audiovisual automático.

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