Una corriente de literatura proletaria en Xalapa · al estridentismo de haber hecho un ensayo de...

10
Una corriente de literatura proletaria en Xalapa Edith Negrín, Universidad Nacional Autónoma de México En los inicios de la década de los treinta, en la ciudad de Xalapa, Veracruz, un puñado de escritores se pronuncia por 'una literatura proletaria'. Se reúnen primero en un grupo llamado Simiente, que planea expresarse en una revista del mismo nombre, de la que sólo aparecen dos números. Luego crean el grupo Noviembre, de nuevo con una revista de igual denominación, de la que salen cinco números. Fundan después la revista Ruta, cuyas doce tiradas se publican con intermitencias entre 1933 y 1937. 1 Ruta vive una nueva etapa de 1938 a 1939, cuando el país está gobernado por Lázaro Cárdenas; trasciende en esta fase las fronteras regionales, si bien conserva la orientación con que fue concebida. El grupo Noviembre funda asimismo la editorial Integrales, que en algunos textos agrega a su nombre el apéndice 'ediciones revolucionarias'. Las publicaciones de esta editorial a veces incluyen grabados de pintores asimismo revolucionarios; en ocasiones prueban su vocación de equidad suprimiendo las mayúsculas en los títulos de los textos y los nombres de los autores y, por lo general, al final del libro, dicen el nombre del obrero que lo formó. En 1932 sale a la luz un pequeño libro de relatos, bajo el sello de Integrales, denominado Hacia una literatura proletaria. Lorenzo Turrent Rozas, editor del volumen, lo abre con un prólogo en el que explicita la definición literaria y política de la tendencia del grupo, por otra parte asentada desde el título del libro. 2 Se trata del grupo Noviembre, aunque no se dice en el texto. A continuación, bajo el subtítulo de "7 cuentos proletarios", se insertan las narraciones. Turrent, autor él mismo de cuentos proletarios, no incluye empero ninguno de los suyos en la colección. Entre los autores de los relatos se cuentan algunos cuyos nombres tienen un sitio reconocido en la historia de la literatura mexicana, como José Mancisidor o Germán List Arzubide, y otros que ni siquiera se mencionan en sus inventarios, por ejemplo, el Diccionario de Escritores Mexicanos^ No todos fueron escritores profesionales. Así, por citar un caso, Consuelo Uranga se asocia más bien con la militancia comunista que con la ficción literaria. 4 Por otra parte, fuera de la región, apenas se sabe algo de los restantes autores, Enrique Barreiro Tablada, Alvaro Córdova y Mario Pavón Flores. 5 No obstante, cinco de los autores - a excepción de Córdova, List y Uranga - colaboran más adelante en la revista Ruta, en su etapa cardenista.

Transcript of Una corriente de literatura proletaria en Xalapa · al estridentismo de haber hecho un ensayo de...

Page 1: Una corriente de literatura proletaria en Xalapa · al estridentismo de haber hecho un ensayo de 'literatura revolucionaria', pero que no funcionó por ser, como la obra de Mayakovski,

Una corriente de literatura proletariaen Xalapa

Edith Negrín, Universidad Nacional Autónoma de México

En los inicios de la década de los treinta, en la ciudad de Xalapa, Veracruz,un puñado de escritores se pronuncia por 'una literatura proletaria'. Sereúnen primero en un grupo llamado Simiente, que planea expresarse enuna revista del mismo nombre, de la que sólo aparecen dos números.Luego crean el grupo Noviembre, de nuevo con una revista de igualdenominación, de la que salen cinco números. Fundan después la revistaRuta, cuyas doce tiradas se publican con intermitencias entre 1933 y1937.1 Ruta vive una nueva etapa de 1938 a 1939, cuando el país estágobernado por Lázaro Cárdenas; trasciende en esta fase las fronterasregionales, si bien conserva la orientación con que fue concebida. El grupoNoviembre funda asimismo la editorial Integrales, que en algunos textosagrega a su nombre el apéndice 'ediciones revolucionarias'. Laspublicaciones de esta editorial a veces incluyen grabados de pintoresasimismo revolucionarios; en ocasiones prueban su vocación de equidadsuprimiendo las mayúsculas en los títulos de los textos y los nombres delos autores y, por lo general, al final del libro, dicen el nombre del obreroque lo formó.

En 1932 sale a la luz un pequeño libro de relatos, bajo el sello deIntegrales, denominado Hacia una literatura proletaria. Lorenzo TurrentRozas, editor del volumen, lo abre con un prólogo en el que explicita ladefinición literaria y política de la tendencia del grupo, por otra parteasentada desde el título del libro.2 Se trata del grupo Noviembre, aunqueno se dice en el texto. A continuación, bajo el subtítulo de "7 cuentosproletarios", se insertan las narraciones.

Turrent, autor él mismo de cuentos proletarios, no incluye emperoninguno de los suyos en la colección. Entre los autores de los relatos secuentan algunos cuyos nombres tienen un sitio reconocido en la historiade la literatura mexicana, como José Mancisidor o Germán List Arzubide,y otros que ni siquiera se mencionan en sus inventarios, por ejemplo, elDiccionario de Escritores Mexicanos^ No todos fueron escritoresprofesionales. Así, por citar un caso, Consuelo Uranga se asocia más biencon la militancia comunista que con la ficción literaria.4 Por otra parte,fuera de la región, apenas se sabe algo de los restantes autores, EnriqueBarreiro Tablada, Alvaro Córdova y Mario Pavón Flores.5 No obstante,cinco de los autores - a excepción de Córdova, List y Uranga - colaboranmás adelante en la revista Ruta, en su etapa cardenista.

Page 2: Una corriente de literatura proletaria en Xalapa · al estridentismo de haber hecho un ensayo de 'literatura revolucionaria', pero que no funcionó por ser, como la obra de Mayakovski,

152 Edith Negrín

En mi opinión, el volumen no sólo sintetiza las características de laproducción de esta tendencia en Xalapa, sino que es representativo de lateoría y práctica de la incipiente literatura proletaria mexicana de losaños treinta, de sus aspiraciones, alcances y límites. En el presente trabajointento ofrecer un comentario crítico de esta colección de cuentos, paracontribuir al estudio de un movimiento apenas atendido por la crítica.

Lorenzo Turrent Rozas inicia su prólogo-declaración de principios yde fines, situando el libro con respecto a un debate literario en curso en elpaís:

En este año, a propósito de una supuesta "crisis de la literatura devanguardia", se ha hecho un examen de la literatura post-revolucionaria. Universalistas y nacionalistas han expuesto, ante laopinión pública sus puntos de vista. Pero esta polémica no haapasionado. No se ha tomado partido por una, ni por otra tendencia.(VII)

La discusión había sido iniciada en marzo de 1932 por una encuesta delsemanal El Universal Ilustrado. A la pregunta '¿Existe una crisis en nuestraliteratura de vanguardia?', algunos intelectuales habían respondidoafirmativamente, atacando a la vanguardia constituida por los escritoresque hoy conocemos como Los Contemporáneos. Haciendo un recuentosin matices, se enfrentaban dos actitudes en la práctica literaria: una elsupuesto alejamiento de lo mexicano que implicaba la vocación de culturauniversal de Los Contemporáneos y, en algún episodio, de Alfonso Reyes;otra, las posiciones nacionalistas enarboladas por diversos escritores,Ermilo Abreu Gómez, Héctor Pérez Martínez.

En esta polémica hay un eco de la de 1925, cuando se discutía el'afeminamiento de la literatura mexicana', y de la de 1923, cuando elSecretario de Educación, José Vasconcelos convocó a un Congreso deEscritores y Artistas para discutir la orientación del arte que demandabael país, después de la convulsión revolucionaria de 1910.6

Entre las controversias de 1925 y 1932 se completa un panorama enel que los nacionalistas articulan en un polo positivo lo mexicano con lorevolucionario, el arte comprometido y la virilidad, en tanto que en elpolo negativo se agrupan lo europeizante, universalista o cosmopolita,el artepurismo y la falta de virilidad, ya sea afeminamiento uhomosexualidad.

Las dos polémicas registran momentos culminantes de una serie dediscusiones mas o menos recurrentes, con distintos protagonistas, endiversos frentes. Puesto que Hacia una literatura proletaria se publica elmismo año de la encuesta del periódico, el texto de Turrent Rozas debehaberse escrito poco después de las primeras escaramuzas del debate;7 deahí tal vez su impresión de que la 'polémica no ha apasionado'.

Page 3: Una corriente de literatura proletaria en Xalapa · al estridentismo de haber hecho un ensayo de 'literatura revolucionaria', pero que no funcionó por ser, como la obra de Mayakovski,

Una corriente de literatura proletaria en Xalapa 153

Más adelante, Turrent cita a Alfonso Reyes, quien sostenía que había'resucitado en México la reyerta de los Antiguos y los Modernos, que yaen otro siglo hizo sus armas en la literatura europea'. Las intervencionesde Reyes, llenas de sutilezas, tienden a demostrar lo falso de la dicotomíaentre nacionalismo y universalismo, y reiteran los beneficios de lapluralidad en el terreno artístico. A la inversa, la posición militante deTurrent Rozas lo impele a la exigencia de 'tomar partido', pero no poralguna de las alternativas en cuestión; había que 'encontrar una nuevaexpresión literaria. Expresión que no corresponde con la ideología delos universalistas, ni con la de los nacionalistas' (VII).

Después de la revolución hay un hecho novedoso, dice: 'el proletariadose orienta adquiriendo una fuerte conciencia de clase, [es] dueño de susdestinos'. La 'nueva modalidad' no puede ser captada — 'reflejada' - porla literatura universalista porque ésta es 'indiferente hacia el medio quese produce'; tampoco por la nacionalista que 'por su actitudesencialmente contemplativa, no puede responder a la llamada delmomento' (VIII).

En realidad, el teorizante proletario comparte en buena medida laóptica de los nacionalistas, como se hace evidente en distintos pasajes desu presentación. Para empezar, la urgencia de poner el arte al servicio delas necesidades sociales del momento; de producir expresiones accesibles'al pueblo', de privilegiar determinados contenidos, desatendiendo eltrabajo formal. Sin embargo, hay diferencias: en tanto los nacionalistashurgan en el folklore, la historia, las costumbres pintorescas, lastradiciones 'propias', para encontrar sus motivos, 'la fuente de laliteratura proletaria hay que buscarla en la URSS', afirma Turrent Rozas.

De los ocho apartados en los que está dividido el prólogo, el inicialrefiere a la polémica mencionada. Los tres siguientes incursionan en laliteratura soviética, descalificando a Mayakovski, asumiendoplanteamientos de Bodgánov, Lenin y Plejanov, y encontrando elarquetipo a seguir en una novela de Fedor Gladkov, Cemento. Fuera delámbito soviético se menciona a Ortega y Gasset, expresando desacuerdoy a Henri Barbusse, manifestando absoluta concordancia.

En el quinto apartado, Turrent vuelve a la escena mexicana parareafirmar la crisis, califica a la vanguardia de 'femenina y rebuscada',alimentada 'de los desperdicios de la literatura burguesa occidental'; acusaal estridentismo de haber hecho un ensayo de 'literatura revolucionaria',pero que no funcionó por ser, como la obra de Mayakovski, paraminorías, incomprensible para las masas. Se deslinda también de laliteratura de la revolución mexicana en la que 'pudo haberse manifestadola tendencia proletaria', pero que por 'su ideología, su inmensadesorientación' resultó ser 'tan burguesa como la misma producciónvanguardista' (XVI). Le reprocha a esta narrativa el haberse refugiado enel anecdotario sangriento y tremendista de la lucha. Pese a ello, en otro

Page 4: Una corriente de literatura proletaria en Xalapa · al estridentismo de haber hecho un ensayo de 'literatura revolucionaria', pero que no funcionó por ser, como la obra de Mayakovski,

154 Edith Negrín

pasaje del texto, acepta que la literatura de la revolución ha sido proletaria'en casos excepcionales' (XV).

En el apartado sexto, se citan como pruebas de una nueva literaturaque se gesta en el país y que contiene el germen del proletarismo, los'poemas libertarios' de Carlos Gutiérrez Cruz, parte de la obra de GermánList Arzubide y una novela de José Mancisidor, La asonada. Se enorgullecede que estos textos coincidan 'con la tendencia proletaria mundial',aseveración con la cual se distancia de los nacionalistas, y sintetiza lascualidades de la tendencia emergente:

tiene un estilo sencillo, exento de piruetas literarias, accesible a todos.Su preocupación medular es el examen de la vida actual, suenjuiciamiento desde un punto de vista marxista. Los días pasadosno interesan. Interesa esta hora dolorosa que vivimos (XVIII).

El séptimo apartado contiene una breve descripción de cada uno de losrelatos incluidos, y el octavo concluye afirmando que:

esta tendencia literaria que nace, es la simiente de la literatura mexicananueva. De la única literatura posible en nuestros tiempos: la que,compenetrada de las ideas emancipadoras de la época - como queríaJorge Plejanov - hunda sus raíces en la profundidad de nuestrosproblemas y nos oriente hacia una vida de justicia (XXII).

El autor no menciona el concepto 'realismo'; apenas lo implica como depasada, cuando habla de reflejar en el arte el momento histórico. Noobstante, muchos de los atributos que, de acuerdo con Turrent Rozas,caracterizan a la literatura proletaria son los mismos que se consideraránconstitutivos del realismo socialista cuando éste, dos años después de lapublicación de la colección veracruzana, pase a ser la tendencia artísticaoficial en la Unión Soviética y los simpatizantes comunistas.8

En cuanto a los relatos, cumplen cabalmente los requerimientos delprologuista.9 Encarnación de una ideología maniqueista y simplificada,respuesta inmediata a los problemas coyunturales, todos los cuentospueden calificarse, desde una lectura crítica moderna, de monológicos,como diría Régine Robin.10 Ello aunado a la casi absoluta ausencia depreocupaciones formales los hace, previsiblemente, de desigual eficacianarrativa.

A excepción del primer relato, de Enrique Barreiro Tablada, llamado"Contra el embajador", y el último, de Solón Zabre, titulado "Elhuelguista", lo dominante es la narración desde la omnisciente tercerapersona, lo cual es significativo. Los narradores en su mayoría adoptanla visión de los personajes, pero señalan su distanciamiento. Incluso en elrelato de Zabre, el narrador personaje es secundario y se dedica a describiral principal, al huelguista.

Page 5: Una corriente de literatura proletaria en Xalapa · al estridentismo de haber hecho un ensayo de 'literatura revolucionaria', pero que no funcionó por ser, como la obra de Mayakovski,

Una corriente de literatura proletaria en Xalapa 155

"Contra el embajador", de Enrique Barreiro Tablada, resulta un relatode interés justo por describir en primera persona una actividad militanteilegal, la repartición de manifiestos antimperialistas en el tren en dondeviajaba el embajador norteamericano, y el consecuente encarcelamientode algunos participantes. Esta narración intenta llevar a cabo lo que seráuna de las peticiones de Georg Lukács al realismo socialista, la impresiónde totalidad a propósito de cualquier anécdota. Aquí el narrador-personaje, en la cárcel, en sueños, tiene una visión global delfuncionamiento del capitalismo en el mundo:

De pronto veo ciudades enormes que crecen sobre la tierra comoaglomeraciones de hongos mineralizados y gigantescos. Geometríavertiginosa de las urbes de hierro y de concreto. Nubes de humo rodeanlas aristas y los planos. Extensiones rayadas de rieles. Locomotoras,termites de la vida superorgánica, arrastran convoyes infinitos.Campos [con] pájaros mecánicos en reposo [...]. Más allá fábricasenormes. Multitudes azules en movimiento. Avenidas congestionadasde vehículos y de rápidos grupos humanos [...]; una calle de la ciudadensordecida de ruidos y de sonidos humanos. [...Un edificio], cuboascencional perforado y estable. Mecánica de las construcciones. Abajo,al nivel del asfalto, en un pórtico magnífico, un negro uniformadoabre y cierra una deslumbrante puerta de cristales. [...]. Adentro, enlos sesenta pisos del bloque de cemento y hierro, trabajan hombresenérgicos, de miradas claras y duras. En el piso Z, despacho N, existeun hombre que [...] lucha [...] por los precios de sus acciones y susproductos comerciales. Hule. Minerales, Trigo, Algodón. Armamentos.Cintas cinematográficas. Rotativos enormes arrojan a la calle,diariamente, sus periódicos de ediciones monumentales. Fabrica asíla opinión de los hombres de la masa [...]. Alquila un ejército deidiotas para "trabajar a la cadena" en sus talleres-manicomios [...].En México, los mineros se mueren de hambre, tuberculosos yalcohólicos (pp. 16-17).

En esta descripción urbana, sobre todo visual, y en menor medidaauditiva, puede tal vez detectarse la huella de películas como Metrópolisde Fritz Lang (1926), pues algunos escritores de este grupo manifestaronsu interés por el naciente arte cinematográfico.11 A la vez, en los motivosde la ciudad se perciben vestigios del movimiento estridentista que unosaños antes, hacia 1926, había tenido su sede en Xalapa.12 En 1981,Miguel Bustos Cerecedo cuenta que varios de los estridentistas de losveinte, en los treinta 'se afiliaron a al grupo Noviembre para proseguir sulucha revolucionaria', pues 'ambas corrientes tenían afinidadesideológicas'.1' Ciertamente no puede hablarse de una ruptura entre elestridentismo y el grupo de autores proletarios en el terreno de la ideología:ambas corrientes se autonombran revolucionarias y tienen proyectos

Page 6: Una corriente de literatura proletaria en Xalapa · al estridentismo de haber hecho un ensayo de 'literatura revolucionaria', pero que no funcionó por ser, como la obra de Mayakovski,

156 Edith Negrtn

distintos que, sin embargo obstante, se aproximan a la ideología de laRevolución mexicana propugnada por el Estado.14 Pero por lo que hacea la literatura, los escritores proletarios no tienen una propuesta diferenteal realismo de la novela de la Revolución, en tanto que los estridentistasse empeñaron en buscar formas de expresión alejadas del realismo.IS Parano hablar de hacer literatura accesible a las masas, propósito de losproletarios, pero no de los vanguardistas de la estridencia.

De hecho, "Contra el embajador" es uno de los pocos relatos en dondese detecta la impronta estridentista. Inclusive el cuento de Germán ListArzubide, uno de los fundadores del estridentismo, es una historia ruralmuy poco vanguardista - en 1932 Xalapa ha dejado de ser 'estridentópolis'para pasar a ser 'La ciudad roja' de José Mancisidor.

Ante la imposibilidad de comentar aquí todos los relatos, apunto queel de List Arzubide, "Pared de adobes," es uno de los mejores. En cincoapartados que ocupan dos páginas, se relata la historia de un amorfrustrado y una tragedia: un joven campesino no puede construir sujacal en un terreno ajeno; un capataz lo echa cuando ha levantado sólola primera pared. Sin casa, la novia lo abandona. En la misma pared deadobes el campesino es posteriormente fusilado por haber dado muerteal capataz. Pese al simplismo maniqueista y a cierto matiz melodramáticoque comparte con los demás relatos, "Pared de adobes" carece de discursosideológicos no literarios - que, bajo la forma de reflexiones, salpican losrestantes cuentos - y su economía de recursos se traduce en eficacianarrativa.

A la inversa, el cuento "Transición" de Alvaro Córdova lleva al límite lamística de la militancia que casi dos décadas después el escritor José Revueltascriticaría radicalmente en la novela Los días terrenales (1949).16 El narradorde "Transición" anticipa todos los tópicos del comunismo mexicano delfinal de la década de los treinta. La vida del protagonista de la historianarrada, Marcos, está íntegramente dedicada al activismo político y sudesprecio por todo lo que tenga que ver con cualquier otra labor, sentimientoo actitud, raya en la caricatura. El relato se inicia cuando un doctor notificaal protagonista la muerte inminente de su madre:

- Tu madre no tiene remedio - le insinuó paternal. Y Marcos pensó:Entonces debo regresar al Sindicato, es urgente preparar lamanifestación de mañana, la propaganda está lista, faltan fijadores;pero mi familia [...] no atiende cuando trato de razonar la muerte,cuando me impongo convencerla de que es un hecho natural y sinremedio. Que sólo la sentimentalidad burguesa de nuestras religionesy la falsa moral de nuestros tiempos, se han propuesto hacer literaturacon el dolor, ¿pero dolor por qué?...¡cuánta tontería! (p. 27)

En diversos pasajes, reflexiona Marcos:

Page 7: Una corriente de literatura proletaria en Xalapa · al estridentismo de haber hecho un ensayo de 'literatura revolucionaria', pero que no funcionó por ser, como la obra de Mayakovski,

Una corriente de literatura proletaria en Xalapa 157

¿La poesía? No, es una desviación burguesa, la parte más femeninadel pensamiento humano y siempre socorriendo actitudes falsas: eldolor, el paisaje, y sobre todo, aquella sensiblería de las pasionesmundanas que giran alrededor de la mentira sexual [...]; [lainspiración:] pura hiperestesia; la bilis negra de la hipocondríasentimental, (p. 42)

Por otra parte, en este como en casi todos los restantes cuentos, son constanteslas alusiones a lo que se puede considerar una incipiente cultura comunista.Así, en una reunión sindical: 'ya al terminar, cantada la Internacional, seleyeron dos páginas de Losovsky' (p. 32), por citar un caso.

Con independencia de las cualidades literarias de cada cuento, a lolargo de todos ellos se ofrecen indicios que permiten atisbar las luchassociales en el estado de Veracruz. Aún en el último relato comentado,"Transición", que a nuestra lectura moderna luce un tanto risible, tieneel interés de reseñar una marcha del hambre de los desempleados, conalgunas de las consignas vigentes. Los ejemplos pueden multiplicarse.

La intransigencia ideológica y el maniqueísmo de los autores, que seadelantan a lo que dos años después será decretada la doctrina estéticaoficial en el mundo comunista, el realismo socialista, obedecen en ciertamedida a la orientación soviética,17 pero no solamente. Se deben tambiéna las condiciones específicas del México postrevolucionario y a las de laregión, Veracruz. Durante la etapa conocida como 'maximato' en lahistoria de México, de 1928 a 1934,18 en el contexto de la 'gran depresión'que afectó al mundo capitalista, la relación entre el Partido ComunistaMexicano y el gobierno se tornó conflictiva. Por una parte los gobiernosde la etapa practicaron una política anticomunista - en 1930 se rompieronlas relaciones diplomáticas con la Unión Soviética. Por otra, el PartidoComunista, siguiendo las pautas de la Tercera Internacional, asumió unalínea 'izquierdista y sectaria', en palabras de uno de sus historiadores.19

En 1929 el Partido Comunista fue declarado ilegal; su periodo declandestinidad duraría hasta 1935. A pesar de ser un núcleo pequeño,los militantes del Partido Comunista mantuvieron una actividadincansable en algunos sectores obreros y fueron objeto de la represiónestatal: persecuciones, encarcelamientos, deportaciones. Si se agrega aesto que el estado de Veracruz en el presente siglo ha sido el centro másimportante de la agitación obrera y campesina,20 puede tenerse una ideadel clima candente que rodea la escritura de los relatos proletarios ycomprenderse la intransigencia ideológica de los autores. De hecho, variosde los integrantes del grupo fueron expulsados de Veracruz a principiosde 1933, por sus actividades de propaganda comunista.21 Finalizaríaafirmando que estas primeras narraciones proletarias, con susdesigualdades y defectos, evidencian una sensibilidad que no habíaencontrado una forma adecuada de expresarse, pero que sienta las basespara que otros escritores pudieran hacerlo en el futuro.

Page 8: Una corriente de literatura proletaria en Xalapa · al estridentismo de haber hecho un ensayo de 'literatura revolucionaria', pero que no funcionó por ser, como la obra de Mayakovski,

158 Edith Negrín

NOTAS

1 Miguel Bustos Cerecedo, "José Mancisidor, el hombre", Obras completasde José Mancisidor. 5 vols (Xalapa: Gobierno del Estado de Veracruz,1978), I, pp. 257-263.

2 Lorenzo Turrent Rozas (ed.), Hacia una literatura proletaria (Xalapa:Ediciones Integrales. 1932). Citaré de esta edición.Diccionario de Escritores Mexicanos, editado por Aurora Ocampo yErnesto Prado (México: Universidad Nacional Autónnoma de México,1967).

4 En la primera edición del Diccionario de Escritores Mexicanos, del grupode autores aparece sólo José Mancisidor. La Enciclopedia de México,editado por José Rogelio Alvarez (México: Secretaría de EducaciónPública, 1988), incluye a Turrent Rozas, List Arzubide, Mancisidor yZabre.

5 Leonardo Pasquel, en el prólogo a la novela Frontera junto al mar de JoséMancisidor, Obras Completa. Vol. 3, menciona a 'los estudiantes MarioPavón Elores, Alvaro Córdova, Flavio Tejeda y Francisco Sarquis, quepublicaban cuentos, novelas cortas y artículos periodísticos de tesis social'(p. 292). Miguel Bustos Cerecedo menciona como 'estridentistas en lasombra' a Enrique Barreiro Tablada, "Estridentistas en la sombra" (varios),Estridentismo: memoria y valoración (México: Fondo de CulturaEconómica, SEP/80), 1983, pp. 62-79.

6 Reseñar los diversos momentos de las polémicas rebasa los términos deeste estudio. Véanse los análisis de Guillermo Sheridan sobre 1932 en"Entre la casa y la calle: la polémica de 1932 entre nacionalismo ycosmopolitismo literario", Cultura e identidad nacional (México: Fondode Cultura Económica), pp. 384-413, y el de Victor Díaz Arciniega sobre1925 en Querella por la cultura revolucionaria (1925) (México: Fondode Cultura Económica, 1989). Es asimismo de utilidad de selección dedocumentos reunidos por Zadik Lara Jorge (ed.), La polémica (México:Universidad Autónoma Metropolitana, 1984).

7 El libro se acabó de imprimir el 10 de octubre de 1932.8 Marc Slonim, p. 198.9 Los relatos son los siguientes: "Contra el embajador" de Enrique Barreiro

Tablada; "Transición" de Alvaro Córdova; "Pared de adobes" de GermánList Arzubide; "El sargento" de José Mancisidor; "Un crimen" de ConsueloUranga; "El camarada Gerardo Uroz" de Mario Pavón Flores y "Elhuelguista" de Solón Zabre.

10 Régine Robin ha estudiado fructíferamente el monologismo en la literaturarealista socialista soviética en Le Réalisme Socialiste, Une EsthétiqueImpossible (Paris: Payot, 1986).

11 Así por ejemplo, Lorenzo Turrent Rozas escribe en un artículo "Anarquíay decadencia de Charlot", Obra Completa, comp. Miguel Bustos Cerecedo(Xalapa: Universidad Veracruzana, 1973), p. 270: 'Como todos los de migeneración, tengo por Charlot el cariño que se tiene a los profesores delas primeras letras. En sus películas comenzamos a descubrir las injusticias

Page 9: Una corriente de literatura proletaria en Xalapa · al estridentismo de haber hecho un ensayo de 'literatura revolucionaria', pero que no funcionó por ser, como la obra de Mayakovski,

Una corriente de literatura proletaria en Xalapa 159

de un régimen'. El autor sitúa estas experiencias en su época de estudiante;la fecha del artículo no se especifica en sus obras completas. Por otraparte, Noé Jitrik hace notar la coincidencia entre el título de la traducciónen inglés del poema estridentista Urbe (1924), Metrópolis, de ManuelMaples Arce, fundador junto con List Arzubide de la corrienteestridentista, y la película de Lang (p. 33).Recordemos que los estridentista, como grupo, trabajaron de 1922 a 1927y que, en 1925 algunos se reunieron en Xalapa, a partir del nombramientode Manuel Maples Arce como Secretario de Gobierno del estado, durantela administración del general Heriberto Jara, que les brindó todo el apoyoinstitucional."Estridentistas en la sombra", p. 260.Luis Mario Schneider, El estridentismo o una literatura de la estrategia(México: INBA, 1970), afirma que, hacia fines de 1926, Xalapa, bajo elgobierno del general Heriberto Jara, se había convertido en el centro delos vanguardistas quienes la llamaban 'estridentópolis', y ejercían unamilitancia clara dentro de los propósitos de la Revolución mexicana (p.206).Luis Leal apunta que la originalidad del estridentismo consiste en captarla realidad circundante a través de formas no realistas, en "Realidad yexpresión en la literatura estridentista", Estridentismo: memoria yvaloración, p. 64.José Revuelta, Los días terrenales. Obras Completas. Vol. 3 (México:ERA, 1979).Como se ha dicho, en 1934, en el Primer Congreso de EscritoresSoviéticos, se aprobó la fórmula del realismo socialista; pero, desde 1932,el Kremlin había decidido adoptarla como su propia doctrina literaria.El realismo socialista se definía como el 'método básico de la literatura yla crítica literaria soviéticas, [que] exige del artista una representaciónveraz, históricamente concreta de la realidad en su desarrollorevolucionario. Además, la verdad y la integridad histórica de larepresentación artística deben combinarse con la tarea de transformarideológicamente y educar al hombre que trabaja dentro del espíritu delsocialismo' (Marc Slonim, pp. 198-199). El realismo socialista es laconcepción estética que acompaña a la concepción política estalinista delsocialismo en un solo país. Para Vittorio Strada, la riqueza culturalexistente en Rusia, vinculada libremente a la sociedad antes de larevolución bolchevique, se empobreció al establecerse una rígidasubordinación de la cultura a la política ("De la revolución cultural alrealismo socialista", Historia del Marxismo (8). La época de la Illa.Internacional (II), ed. Eric J. Hobsbawn. Traducción dirigida por JosepMa. Colomer (Barcelona: Bruguera, 1983), pp. 433-434.El 'maximato' es la etapa de los gobiernos posteriores al de PlutarcoElias Calles, en los cuales el ex-presidente seguía siendo el "jefe máximo",de ahí el nombre. Tales gobiernos fueron el de Emilio Portes Gil (1928-1930), el de Pascual Ortiz Rubio (1930-1932) y el de Abelardo Rodríguez(1932-1934).

Page 10: Una corriente de literatura proletaria en Xalapa · al estridentismo de haber hecho un ensayo de 'literatura revolucionaria', pero que no funcionó por ser, como la obra de Mayakovski,

160 Edith Negrín

19 Gerardo Peláez, "Los años de clandestinidad", en Historia del comunismoen México, ed. Amoldo Martínez Verdugo (México: Grijalbo, 1985), p.130.

20 Barry Carr, El movimiento obrero y la política en México. Vol. 2 (México:Secretaría de Educación Pública, 1976), pp. 1910-1929.

21 Miguel Bustos Cerecedo, "José Mancisidor, el hombre", pp. 257-263.