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LOS VALORES DE LASOCIEDAD ESPAÑOLA Por JUAN GONZÁLEZ ANLEO Una aproximación sociológica «Los valores y antivalores» son algoconsustancial con el hombre y con la vida en sociedad, debidoa su capacidad para suscitar emociones, lealta des y rechazos así comoa su enorme potencial para la lucha y el sacrificio. Los antiguos filósofos dejaron constancia de la necesidad de la justicia,la sabiduría, el amor o la verdadpara vivir honestamente como personas y para el buenfuncionamiento de los polis,de la sociedad, perola Axiología como estudio científico de los valores no surge hastael sigloxix. Y lo hace en tornoa un problema central:¿el hombre crea valores o se limitaa des cubrirlos? La Escuela subjetivista afirmó que es el hombre el que crea los valores con sus intereses, ideasy deseos;la Escuela objetivista contraa tacó: los valores existen fuera del ámbito humano, el hombre sólo los des cubre aunque hay hombres —y pueblos y épocas históricas— insensibles ante ciertosvalores.El consenso de los grandes pensadores actuales se inclina por la superación de ambas posturas y propone el carácter poliédrico de los valores, cuyasdimensiones serían las siguientes: La dimensión metafísica: los valores son objetivos, valenpor sí mismos. La justicia, la libertad, el amor... siempre seránvalores aunque nadielos descubra. La dimensión psicológica: los valoresson subjetivos, valensi el sujeto dice que valen. La dimensión sociológica: los valores son circunstanciales, valensegún el momento histórico y la situación en la que nacen.Desde esta pers 69

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LOS VALORES DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA

Por JUAN GONZÁLEZ ANLEO

Una aproximación sociológica

«Los valores y antivalores» son algo consustancial con el hombre y con lavida en sociedad, debido a su capacidad para suscitar emociones, lealtades y rechazos así como a su enorme potencial para la lucha y el sacrificio.Los antiguos filósofos dejaron constancia de la necesidad de la justicia, lasabiduría, el amor o la verdad para vivir honestamente como personas ypara el buen funcionamiento de los polis, de la sociedad, pero la Axiologíacomo estudio científico de los valores no surge hasta el siglo xix. Y lo haceen torno a un problema central: ¿el hombre crea valores o se limita a descubrirlos? La Escuela subjetivista afirmó que es el hombre el que crea losvalores con sus intereses, ideas y deseos; la Escuela objetivista contraatacó: los valores existen fuera del ámbito humano, el hombre sólo los descubre aunque hay hombres —y pueblos y épocas históricas— insensiblesante ciertos valores. El consenso de los grandes pensadores actuales seinclina por la superación de ambas posturas y propone el carácter poliédricode los valores, cuyas dimensiones serían las siguientes:— La dimensión metafísica: los valores son objetivos, valen por sí mismos.

La justicia, la libertad, el amor... siempre serán valores aunque nadie losdescubra.

— La dimensión psicológica: los valores son subjetivos, valen si el sujetodice que valen.

— La dimensión sociológica: los valores son circunstanciales, valen segúnel momento histórico y la situación en la que nacen. Desde esta pers

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pectiva, pero con una especial atención a la dimensión sociológica, seaborda aquí el tema de los «valores en la sociedad española.»

Qué entiende el sociólogo por «valores»

Cuando los sociólogos hablan de valores suelen referirse, en la mayoríade los casos, a cualidades o formas deseables y estimadas de las sociedades, las personas y las instituciones: la igualdad, la libertad, la solidaridad o la paz, que corresponden en-líneas generales a lo que los filósofosentienden por «valores absolutos>’, derivados del principio general yampliamente reconocido de la «dignidad de la persona». A menudo entienden por valores determinadas instituciones —familia, política, religión,etc.— a las quela tradición o el consenso han cargado de valor a lo largode la historia de los pueblos. Y con demasiada frecuencia, sobre todo ensondeos de opinión y similares, el término valor denota un «cóctel de todolo anterior», más alguna «guinda retórica», alguna palabra que los políticos. o los medios de comunicación de masas han puesto de moda: la ecología, la fraternidad entre los pueblos, el progreso o el ocio.

Los válores son, desde la perspectiva sociológica, maneras de ser o deobrar que una comunidad juzga ideales y que hacen estimable o deseableal individuo y al comportamiento humano, porque se juzga que son imprescindibles o importantes para la supervivencia o la prosperidad de la sociedad. Se convierten así en criterios de valoración de la acción, en algo quela gente toma en serio al considerarlo asociado al bienestar común y a lasatisfacción de necesidades fundamentales. De ahí su densidad emocional, su carga de «electricidad pasional».

Algunos sociólogos sienten una especial debilidad, al referirse a los valores, por el término preferencias colectivas, que obligan y comprometen asus «creyentes>’, impulsan a la acción social, pero sin perder su carácterde sistemas abiertos, coherentes pero no unívocos (1). Puede enriqueceresta perspectiva la aportación de tres sociólogos que se han ocupado delterna: Max Weber, Znaniecki y Klukhohn.Ma.x Weber, en una formulación casi ética, concibe el valor como un mecanismo de regulación de la acción social y como un criterio simbólico de la

(t) Los valores- carecen con frecuencia de univocacidad. El espíritu democrático, valga elelernplo propuesto por Tocqueville, es una mezcla de «pasiones generales y dominantes»,como la justicia y libertad, y de creencias dogmáticas», como la soberanía del sufragiouniversal.

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orientación de la acción y de la valoración de los medios y los fines. Conviene recordar aquí su distinción entre «juicios de valor» los valores aceptados por un actor social —y referencias de valor— los valores estudiadosobjetivamente por el sociólogo con la máxima neutralidad axiológica.Znaniecki define los valores corno todo objeto cargado de afectividad y designificado en relación a la acción humana, desde un mito a una teoría científica, pasando por la música, el alimento o un poemá. Kluckhohn, y con élla escuela del estructuralismo funcional, considera que los valores son laconcepción —individual o grupal— de algo que merece ser deseado, poseído o disputado, y que de esa forma influye en la elección de los fines, losmedios y los modos de la acción. Se trata, en definitiva, de la esfera normativa de los pueblos, que puede ser influida por la esfera existencial en cuantoson los problemas fundamentales de la existencia los que exigen a lascomunidades buscar soluciones, convirtiéndose en valores aquellas soluciones que han acabado por ser dominantes o preferidas por una colectividad.Los valores nacen frecuentemente del conflicto y del compromiso subsiguiente, y son los «grandes hombres», los que tensando el arco de lascontradicciones humanas o sociales, crean valores y configuran horizontes históricos. Desde esta «perspectiva del conflicto» puede decirse queno pocos de los estilos de vida de nuestra época han nacido del choque ycontradicción entre las normas de la nueva cultura —hedonista, alérgica alesfuerzo, orientada a la autorrealización— y las exigencias de la estructurasocial y económica, el «orden tecnoeconómico», que prloriza la eficacia, lajerarquía, la autoridad, la burocracia y la especialización (Daniel Beli).Asimismo, no pocos de los valores o contravalores que hoy nos parecencaracterísticos, sobre todo de las jóvenes generaciones, han:nacido de otrotipo de conflicto, el que enfrentó por ejemplo a los noTteamencanos partidarios de la guerra del Vietnam con sus conciudadanos resueltamente hostiles a la misma. Los valores/contravalores de la contestación, la lucha contra el sistema y contra todo tipo de autoridades, la insumisión, el desafíoabierto a los códigos de comportamiento hasta entonces respetados, elenfrentamiento fácil a los agentes de la autoridad.., nacieron, o al menosfueron fuertemente alentados y estimulados, por aquel amargo conflicto (2).

(2) Algunos comentaristas creen poder situar la fecha del «feliz» natalicio de este enfrentamiento: en agosto de 1968 los delegados de la »Convención Nacional Demócrata» participaron físicamente en las luchas callejeras de Chicago entre la policía y los manifestantes (estudiantes universitarios) contra la guerra del Vietnam. A partir de ese momentopolíticos, intelectuales, editoriales de prestigiosos diarios, profesores de universidad...comenzaron a defender la licitud y legitimidad de cualquier acto de desafío al techo normativo de la sociedad.

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Entre los «factores de cambio cultural y de valores», en este caso concretode la sociedad española, es de justicia mencionar tres:— La secularización creciente de la sociedad, entendida como pérdida de

la influencia de las instituciones, creencias, ritos y símbolos religiosos,así como de las normas morales procedentes de la «cúpula» religiosa.El último informe de Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada (FOESSA) sobre la situación social en España, del año 1994, harealizado un completo balance del «momento» de la secularización ennuestro país: es creciente pero incompleta, avanza rápidamente en el terreno político y cultural, más lentamente en el ámbito privado y familiar;persiste, sin embargo, lo religioso en sus perfiles institucionales (la Iglesia) en amplios sectores de la sociedad y se afianza y «depura» enalgunos sectores minoritarios, sin olvidar que lo sagrado adopta formasinéditas y a veces esotéricas en grupos minoritarios, sobre todo de jóvenes, y pervive de forma difusa o latente en determinados espacios públicos y privados (3).

— En paralelo al proceso de secularización, la Iglesia ha perdido el monopolio del supermercado del espíritu, y ha tenido que proponer su mensaje de sentido, salvación y comunidad sagrada en un espacio abiertoen el que compiten ideologías, movimientos sociales, nacionalismosorgánicos y mesiánicos (caso vasco), esoterismos de origen oriental,sectas seudorreligiosas, etc. (4).

— Un tercer factor de cambio ha sido la aparición en la sociedad española,y su rápida consolidación, «de éticas alternativas sustitutivas de la tradicional ética religiosa». Una brillante cohorte de intelectuales y profesores —Aranguren, Rubert de Ventós, Victoria Camps, Fernando Saya-ter, Esperanza Guisán, Javier Muguerza, etc.— han ofrecido connotable éxito y popularidad una nueva ética desde el supuesto de la«muerte de Dios». Los nuevos valores y principios serían el deseo, lalibertad por encima de la identidad, la prodigalidad personal, la incoherencia, el poder de la imaginación en la configuración de la propia biografía, el individualismo y el voluntarismo, la ética como amor propio(Savater), la persecución moral del bienestar... Aunque no está estudiado el impacto real de esta oferta ética en la sociedad española, esindiscutible que su influencia se ha hecho notar intensamente en el

(3) Informe sociológico sobre la situación social en España, pp. 745 y Ss., 1, FOESSA, 1995.(4) PÉREZ DÍAZ, y. El retorno de la sociedad civil. Madrid, Instituto de Estudios Econó

micos, 1986.

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ámbito cultural. La novela española de las tres últimas décadas ha utilizado como protagonistas (héroes o antihéroes) a individuos sin identidad, contusos, polivalentes, fragmentados, anónimos, desesperanzados... Así las novelas de Torrente Ballester, Camilo José Cela, Goytisolo, Sánchez Ferlosio, etc. (5).

El juego de estos tres factores ha de ser contrastado en el espacio de lastendencias socioculturales de nuestra época, el zeitgeist que ha presididoel ser y el quehacer de los europeos en las últimas décadas. El espacio cultural y espiritual de estos finales de siglo está construido sobre el cruce decuatro tendencias que se disputan la herencia de la posmodernidad, o, másexactamente, que compiten con ella, pues la modernidad sigue conservando gran parte de su fuerza en el «orden tecno-económico». Las cuatrotendencias son la posmodernidad,el conservadurismo antimodernista, deescasa vigencia entre nosotros, el neoconservadurismo, patente en los tundamentalismos e integrismos, y los nuevos movimientos sociales, marcados en general por el prefijo «anti’>: el hedonismo antipuritano, el anticonsumismo, la ecología antiproduccionista, el feminismo antipatriarcalista.

Una palabra sobre la posmodernidad, que ha calado sobre todo en elterreno cultural, lúdico y privado. Su oferta de valores incluye: la ética indolora, el hedonismo, el narcisismo del yo, el pensamiento débil, la total autonomía individual, el cuerpo como objeto de salvación, de solicitud, deinversión y de superación, en suma, una sociedad blanda de valores blandos, figura 1, p. 74.

Conservadurismo antimodernista

Los valores de la sociedad española: la investigación

«La investigación empírica de valores» se enf renta con grandes dificultades. En general, a medida que se protundiza en la realidad social, entendida, como lo hace el interaccionismo simbólico, como la suma total detodas las representaciones que los individuos de una comunidad han idodesarrollando y mantienen —creencias, valores, normas, usos y pautas decomportamiento— y del conjunto de ritos, instituciones y estructuras quedichas representaciones nutren y dinamizan, aumenta la «opacidad» de

(5) ENCINAR, A. Novela española actual: la desparición del héroe. Pliegos, Madrid 1990.

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POSMODERNIDAD 1. Sociedad blanda:no diferencia bien .»J/ y ¡rial. Valotris corno

estimaciones co,lectivas.

2. Pensamiento débil:positivismo lógicoy relativismo.

3. No meta-r8/atos (Biblia...).

4. «Transcendencias»pequeñas.

MODERNIDADMeta: felicidad individual y progreso dehumanidad.Medios: razón, cien

NEOCONSERVADURISMO cia y técnica. NUEVOS MOVIMIENTOS_________ _____________ Clima: seculanzacion. SOCIALES

»»»»xçc»n,ç•»»xS Problemas: razón co- »»»»

mo instrumento dedominio, desastres y 1genocidios, sociedadobscena.

&tS:l5555 8ia554

1. Fundamentalismos, Anti-produccionismo:integrismos... -consumismo.

2. Aceptan elementos -patriarcalismode la modernidad: (feminismo).ciencia, razon, pro- -puritanismo (he-progreso con meta donismo).de la humanidad.

3. Rechazan su clausura metodológica. La razón instrumental sobre to

la seculariza- CONSERVADURISMOANTIMODERNISTA

Figura 1.— Rosa de los vientos de las tendencias socioculturales.

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los fenómenos objeto de estudio. Los valores, en nuestro caso, se sitúanen uno de los planos o niveles más profundos de esa realidad social asíconcebida.

En un esfuerzo por sistematizar y poner algún orden en las investigaciones recientes realizadas entre nosotros, puede ser interesante y útil adoptar el enf oque de las «vías de estudio y aproximación a los valores de lasociedad». Dichas vías pueden esquematizarse así:— Vía de «los intereses e ideales»: por debajo de los intereses e ideales

que declaran los españoles, laten valores fundamentales. Es el caminoseguido por Amando de Miguel en su estudio del año 1994 sobre lasociedad española (6).

— Vía de «los conflictos de valores», que recoge la idea común entre losestudiosos de la Ética de que los llamados valores absolutos —igualdad, libertad, solidaridad, paz, calidad de vida, etc.— plantean a vecesconflictos de realización ante los que el individuo debe pronunciarse ydecidirse. Entre otros, Francisco A.Orizo ha seguido esta vía en susestudios sobre el sistema español de valores (7).

— Vía de «los sacrificios a los que el hombre está dispuesto en la defensade instituciones y realidades fundamentales». El Centro de Investigación Sociológicas (CIS) ha utilizado esta vía en un estudio del año 1988sobre los valores y actitudes de la población española (8).

— Vía de «los objetivos para la sociedad», seguida por lnglehart y otros ensus estudio de los valores materialistas o posmaterialistas en la sociedad actual (9).

— Vía de las «cualidades deseables» en la socialización de los niños, querefleja asimismo el predominio de los valores materialistas o posmaterialistas en la sociedad española. El trabajo más conocido entre nosotros es también de Francisco Orizo en su explotación de la EncuestaEuropea de Valores (10).

(6) MIGUEL, A. DE. La sociedad española 1993-1994, pp. 478y ss. Universidad Cómplutense,Madrid.

(7) ORizo, E. A. Los nuevos valores de los españoles. Fundación «Santa María». Madrid1991.

(8) «Relaciones interpersonales, actitudes y valores de los españoles»,número 11, pp. 109y Ss., GIS 998.

(9) ORIZO, F. A. Los nuevos valores de los españoles, pp. 71 y ss Fundación «Santa María».Madrid 1991.

(10) ORIZO, F. A. Los nuevos valores de los españoles, pp. 41 a 62. Fundación «Santa María».Madrid 1991.

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— Vía de las «dimensiones o polaridades culturales», desarrollada igualmente por lnglehart, y que permite ubicar a los países en un espaciocultural en el que predominan unos determinados valores (11).

Estas seis vías —intereses, conflictos, sacrificios, objetivos sociales,cualidades deseables y polaridades culturales— pueden considerarse encierta forma como «indicadores sociológicos» de los valores vigentesen nuestra sociedad.

INTERESES E IDEALES DE LOS ESPAÑOLES

Amando de Miguel, en su obra citada, ha explorado la postura de los españoles en los años noventa en torno a seis .valores dominantes: dinero,amor, solidaridad, trabajo, familia y religión, distinguiendo en el cuestionario entre «intereses» —los valores que el respondente atribuye a losdemás— y los «ideales» —el valor que se atribuye a sí mismo. Los ideales propios son de orden pragmático —el dinero y el trabajo—, afectivo—el amor y la familia— y altruista —la religión y la solidaridad. Cuando seatribuyen a los demás y se convierten en intereses, los valores pragmáticos se denominan materialistas, los afectivos se cambian en sentimentales y los altruistas pasan a ser filantrópicos.

Otra distinción entre el polo Norte, hacia el que se orientan los grupos eindividuos más dinámicos y móviles y en el que se concentran el dinero, eltrabajo y el amor, y el polo Sur, el de los modelos estables y conservadores, constituido por la familia, la solidaridad y la religión.

Los resultados más relevantes para nuestro estudio están reflejados en loscuadro 1 y figura 2.

Cuadro 1.— Resultados de los ideales e intereses, en porcentaje.

Conceptos Ideales Intereses

Familia 45 26Amor 19 8Trabajo 16 24Solidaridad 10 3Dinero 6 39Religión 4 1

(11) INGLEHART, R. Modernización y posmedernización: la cambiante relación entre el desarrollo económico, cambio cultural y político, en DÍEZ NicoLÁs, J. y IINCLEHART, R. «Tendencias mundiales de cambio en los valores sociales y políticos», pp. 81 a 91. FUNDESCO. Madrid 1994.

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Es decir, en el tránsito del esquema axiológico propio al atribuido a losdemás, se dispara el valor del dinero, desciende moderadamente el de lafamilia, y se desploman los valores altruistas: la solidaridad y la religión.

En un «espacio triangular» de valores, los «ideales» se sitúan cerca delvértice «sentimental», muy alejados del vértice «materialista», y moderadamente distante del vértice espiritual. Por su parte los «intereses» seaproximan al vértice «materialista», y se alejan de los vértices «espiritual»y, algo menos, «sentimental».La edad de los respondentes parece jugar un papel determinante: losmayores se orientan predominantemente al polo Sur del altruismo y la religión, en tanto que los más jóvenes se acercan al polo Norte del pragmatismo y conceden gran importancia al amor.

EL LENTO AVANCE DEL VALOR «LIBERTAD»Ante el supuesto dilema típico de los cuestionarios que obliga a optar porla libertad o por la igualdad en el caso de conflicto entre ambas, el estudiode Orizo citado registró un cierto «avance y predominio del valor libertadfrente al valor igualdad». En el año 1981 el porcentaje de los «igualitaristas» superaba al de los «libertarios» por un leve margen: 38 frente a 36(un 13% respondían «ni una ni otra»); en el año 1990 triunfan los «libertarios’): 43% frente a 39%. El porcentaje de los dudosos descendió al 10%,

INTERESES IDEALES

Figura 2.— Triángulo de valores.

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como si la sociedad fuera aclarando sus ideas. Con todo, «seguimossiendo el pueblo más nostálgico de la igualdad» de toda Europa.En el saldo entre libertad e igualdad (siendo 1 el índice de total equiparaáión entre ambos valores), los datos según diferentes variables apuntan aun neto «predominio de la libertad»:— Entre los varones: 1,21 frente a 1,08 de las mujeres. Pero las mujeres

ocupadas en trabajos no manuales prefieren la libertad, en tantb que lasamas de casa prefieren la igualdad.

— Entre los más jóvenes: 1,42 entre los de 18-34 años, 0,93 entre los de34-44 años.

— Entre los que se orientan a posiciones de derecha política: en la escalade 1 a 10 de autoposicionamiento político, los índices se dispusieron así:— Izquierda (1+23): 0,89. — Centro-derecha (6+7): 1,52.— Centro-izquierda (4÷5): 1,15. — Derecha (8+9+1 0): 1,53.

Puede ser interesante recordar qué otros valores y actitudes aparecíanasociados con la libertad y con la igualdad:— Valores asociados con la libertad: el esfuerzo individual, la propiedad

privada, la responsabilidad individual, la bondad de la competencia, y eltrabajo duro.

— Valores asociados con la igualdad: la propiedad estatal, la igualdad deingresos, la responsabilidad del Estado en el bienestar de los individuoslos perjuicios de la competencia y la suerte y los «contactos».

EL DECLIVE DE LOS OBJETIVOS MATERIALISTAS

Siguiendo el esquema de lnglehart, la Encuesta Europea de Valores, de laque da cuenta Orizo en el caso español, constató que entre los años 1981y 1990 se había producido un descenso de posturas materialistas, unfuerte crecimiento de las posturas mixtas y un acusado aumento de lasposturas posmaterialistas (12), en porcentaje:— Descenso de los valores materiales: 62 a 22.

(12) Para construir estas tres posturas se planteó la cuestión de cuál era el objetivo másimportante y cuál el segundo en importancia para el país. Los objetivos propuestos fueron: el orden en la nación, una mayor participación de los ciudadanos en las decisionesque toman los que gobiernan, combatir el alza de los precios y proteger la libertad deexpresión. Las tres combinaciones posibles fueron éstas: la postura materialista si lasdos respuestas —primera y segunda en importancia— se referían al orden en la nación ya combatir el alza de precios; la postura posmaterialista si ambas se referían al aumentode la participación ciudadana y a proteger la libertad de expresión; la postura mixta, sihabía una respuesta para los objetivos materialistas y otra para los posmaterialistas.

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— Aumento de las posturas mixtas: 26 a 58.— Crecimiento de las posturas posmaterialistas: 12 a 20.

Ya en el año 1990 la situación española era muy similar a la europea:— Valores materialistas: España: 22. Comunidad Europea: 22.— Valores posmaterialistas: España: 20. Comunidad Europea: 19.— Valores mixtos: España: 58. Comunidad Europea: 59.

Prescindiendo’ de las «posturas mixtas», las respuestas a la lista completade objetivos fueron las siguientes:— Valores materialistas, en porcentaje:

— Un alto crecimiento económico: 39.— Una economía estable: 33.— El orden en la nación: 28— Combatir el alza de los precios: 24.— Lucha contra la delincuencia: 23.— Importancia de las fuerzas de defensa: 6.

LAS CUALIDADES DESEABLES EN LA SOCIALIZACIÓN DE LOS NIÑOS

Recuérdese que se ha definido a los valores como «cualidades o formasde ser de las personas, objetos e instituciones... » De la definición puedededucirse que un camino o indicador fiable para detectar los valores deuna comunidad consiste en interrogarle sobre las cualidades que consideran más importantes en la educación de sus hijos. El trabajo sobre los nuevos valores de los españoles planteó así la cuestión, con las respuestassiguientes, convertidas ya en valores, cuadro 2, p. 80.

Parece desprenderse de los resultados que la sociedad española se vaorientando progresivamente al tipo de «sociedades blandas», de valores«indoloros», que remiten al individuo a espacios de libertad, tolerancia yracionalidad, con escaso interés por los valores que construyen el individuo fuerte, al «hombre interior». Utizando los términos tradicionales,podría decirse que de las cuatro virtudes cardinales, el español medioprioriza la prudencia y la templanza, con manifiesto descuido o pretericiónde la vieja virtud, tan ensalzada por nuestros abuelos y por una larga tradición, de la fortaleza.

LOS SACRIFICIOS PERSONALES EN LA DEFENSADE LOS VALORES SUPERIORES

El CIS planteó en su estudio del año 1988 sobre las actitudes y valores unacuestión clásica: «1,estaría usted dispuesto a entregar su vida por...?»

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Cuadro 2.— Nuevos valores de los españoles.

EspañaValores Europa

Año 1981 Año 1990

Orientados al orden social

Los buenos modales 74 53 83El sentido de la responsabilidad 73 63 80La tolerancia 75 44 74La obediencia 38 30 44

TOTAL 260 190 281Ordenados a la autonomía y dinamismoImaginación 24 24 41Independencia 42 24 36

TOTAL 66 48 97Ordenados al orden económicoDisposición al trabajo duro 31 11 29Sentido de la economía y el ahorro 33 11 27

TOTAL 64 22 56Ordenados a la fuerza interior

Fe reflgiosa 23 22 27Determinación 34 13 21Abnegación 31 3 5

TOTAL 88 39 53

Dejando ahora al margen el riesgo de plantear cuestiones de tal intensidadexistencial sobre puros supuestos verbales, sin relación directa con laexperiencia real de la gente, no deja de ser interesante considerar las respuestas obtenidas:

— Disposición a entregar la vida por... (en porcentaje):— La patria: 43.— La vida de otro: 82.— La justicia: 52.— La libertad: 66.— La paz: 73.— Su religión: 32.

Como era de esperar, el altruismo de signo trascendente —por la patriay la religión— es mayor con la mayor edad, aunque en los otros ámbitos —la vida del otro, la justicia, la libertad y la paz— las diferencias sonpoco significativas o inexistentes, cuadro 3.

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Cuadro3.—Reflejosdelosgruposye/intermedio,enporcentaje.

ConceptosEdad

18-25 añosEdad

4 1-50 añosEdad

más de 60 años

Por la patria 28 44 5881Por la vida de otro 81

Por la justicia 47 5571 73Por la libertad 73

50Por la religión 32 36

Dimensiones y polaridades culturales

Desde la perspectiva de lnglehart la posmodernidad se basa en primerainstancia en la culminación del proceso de industrialización, bien avanzadala segunda mitad del siglo xx, que transformó los sistemas políticos y culturales tradicionales, legitimados por sistemas de creencias religiosas, enEstados racionales y burocráticos, legitimados por su pretensión de maximizar el bienestar de los habitantes, gracias a la ciencia y a la técnica. Enuna segunda instancia, la posmodernidad consiste en cinco cambios oaspectos cruciales de un mismo cambio:— El paso de los «valores de la escasez» (Maithus...) y sus prioridades

(tendencia a enfatizar el auge económico, las ganancias y salariosmaximizados...) a los «valores de la seguridad» como la autoexpresiófl,el deseo de realizar una tarea significativa y otros.

— «La decreciente efectividad y aceptabilidad de la autoridad burocrática», junto con el recelo hacia la centralización, la autoridad jerárquica,la «grandeza» (Schumacher) y las instituciones jerarquizadas, como lospartidos políticos.

— «El rechazo del modelo del Este y el derrumbamiento de la alternativasocialista» que había llevado a su extremo el gran gobierno jerárquico,burocrático y centralizado.

— «El creciente énfasis sobre la libertad individual y la experiéncia emocional, y el rechazo hacia cualquier forma de autoridad>’.

— «El decreciente prestigio de la ciencia, la tecnología y el racionalismo»como fuentes de progreso.

En las dos figuras siguientes se puede estudiar la situación de España yotros países en el espacio político—cultural articulado sobre las dimensiones de la modernidad y la posmodernidad (figura 3, p. 82), y las constelaciones de valores presentes en ese mismo espacio (figura 4, p. 83).

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Autorklad burocrática

—030 —0,20 —0,10 0 +0,10 +0,20 +0,30

+0,30 China

Japón Répública Federal Alemana+0,20

Rusia Paises Bajos+0,10

Valor Francia Gran Bretaña

O Posmodern

EscasezItalia

—0,10Portugal

EspañaEstados Unidos

Mexico

Turquía Argentina

—0,20 PoloniaIndia

—0,30 —0,20 —0,10 0 +0,10 +0,20 +0,30

Autoridad tradicional

Fuente: R. ingiehart. Op cit, p. 87.

Figura 3.— Las sociedades en un espacio cultural bidimensional.

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Autoridad burocrática

—100 —0,80 —0,60 —0,40 —0,20 0 +0,20 +0,40 +0,60 +0,80 +1,00

+1,00

Aborto ok

+0,80 Determinación

Discusión política Interés politica Divorcio

+0,60 Independencia Homosexual Ok

Política importante ImaginaciónToleranciaEcología Efecto balance

+0,40

Movimiento familiar Amigos Valor posInfeliz Dirección Estado/Empleo

+0,20 Trabajo duro Burocracia

Mujeres necesitan hijos Dinero Tecnologíao Hijos necesitan ambos padres Escacez Posmoderno

Importación material

Confianza ciencia—o 20 Tradicional Imposición tiempo libre SatisfacciónEstado responsable

Libertad > igualdad VidaTrabajos para nacionales

Buena salud—0,40

Respeto padres Dios y demonio claros

Querer muchos hijos

—0,60Respeto autoridad Trabajo importante Familia importante

Obediencia—0,80 Orgullo nacional

Dios es importanteLa religión es importante

—1,00—1,00 —0,80 —0,60 —0,40 —0,20 0 +0,20 +0,40 +0,60 +0,80 +1,00

Figura 4.— Dimensiones de modernización y posmodernizaciófl.

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Page 16: Una aproximación sociológica · — En paralelo al proceso de secularización, la Iglesia ha perdido el mono polio del supermercado del espíritu, y ha tenido que proponer su men

Conclusiones

El recorrido realizado por el amplio paisaje de valores de la sociedad española según las distintas rutas o vías permite sugerir una conclusión: elesquema de valores actualmente vigente entre nosotros parece decididamente hostil:— A las «instituciones jerarquizadas y burocráticas».— A los «objetivos y tareas altruistas», entre las que la patria se sitúa muy

por encima de la religión. La solidaridad no parece despertar grandesentusiasmos, y por ende las misiones de solidaridad, aunque otrosdatos no mencionados en este estudio sobre las Organizaciones NoGubernamentales y asociaciones similares apuntan a un genuino interés entre minorías significativas por el ejercicio de la solidaridad.

— A las cualidades (los valores instrumentales de Rokeach) orientadashacia la virtud cardinal de la fortaleza: abnegación, perseverancia,sacrificio, etc.

A comienzos de los de los años noventa el profesor don Juan Linz resumíael talante de la sociedad española en estas palabras:

«(Podemos convertirnos) en una sociedad básicamente pasiva (...),

sin grandes ambiciones colectivas e incluso individuales, aparte delbienestar, una sociedad un tanto gris. Nuestra vida política, los debates parlamentarios, la indiferencia, crítica pero inarticulada, ante reformas importantes, son signos un tanto preocupantes. (Llaman la atención) la apatía, indiferencia, privatización, insolidaridad e ineficaciapara la acción colectiva» (13).

La substancia de esta breve reflexión sobre los valores de la sociedadespañola coincide plenamente con este diagnóstico del profesor Linz, yabre un interrogante que puede servir de pórtico a este estudio del grupode trabajo sobre el posible conflicto o disonancia entre los valores de lasociedad civil española y los de las Fuerzas Armadas.

(13) GINER, S. y otros: España, s,ciedady política., Madrid, Espasa Calpe, 1990, p. 664.

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