DERECHOS DE LA INFANCIA

En la mayoría de los países del mundo, los niños menores de 18 años no representan una minoría, sino del 30 al 50 % de la población.

El niño es un ser humano completo, no está en la sala de espera de la humanidad. Su dignidad es igual a la de cualquier otro ser humano, incluso dispone, en esta etapa de la vida, de una capacidad relativa de explicarse, discernir y defenderse.

La Convención relativa a los Derechos de la Infancia (1989), ratificada por la casi totalidad de los países (salvo Estados Unidos y Somalia), permite analizar las situaciones y formular objetivos a conseguir, se trata de derechos colectivos (derecho a la educación, a la salud, y a la protección en todas las circunstancias de su vida) o derechos individuales (derecho a la participación, a la información, etc.).

Estos derechos no se contraponen a los de los padres o la sociedad: al contrario definen los objetivos que la familia, la comunidad y la sociedad deben garantizar a cada niño en términos de prestaciones, protección contra cualquier forma de explotación y de participación en la vida colectiva:

El niño no es propiedad discrecional de nadie.El niño no es una mercancía.El niño no es un compañero sexual.El niño no es una fuerza de trabajo dócil.El niño no debe ser idealizado, ni victimizado.

La sociedad debe darle, en base a la igualdad de oportunidades, los medios para ser el protagonista de su propio desarrollo, creando las condiciones para ejercer en el seno de su comunidad, sus capacidades de discernimiento y de resistencia, según su edad y madurez.

En la puesta en marcha de los derechos de los niños, el enfoque de Tierra de hombres se sitúa decididamente en una perspectiva de justicia y no de simple compasión humanitaria.

Justicia también en interés de la comunidad pues constituye la perpetuación y la promesa de progreso.

Cada año: hay más de 120 millones de niños que tienen derechos.

JUSTICIA PARA LOS MENORES Y TRÁFICO INFANTIL

En 6 países de Europa, América del Sur y Africa, Tierra de hombres se compromete en una justicia hacia los menores mas educativa que represiva, respetuosa con la Convención de los Derechos de la Infancia y apoya sus gestiones en varios ejes. A nivel legislativo, Tierra de hombres trabaja con las autoridades nacionales involucradas, para adaptar las leyes en el respeto de la dignidad del niño tal como está preconizado en los estandares legislativos internacionales.

En colaboración con la policía, Tierra de hombres prodiga consejos y apoyo a los niños y adolescentes desde su detención. Luego les acompaña a lo largo de todo el proceso judicial para asegurar sus derechos. Uno de los puntos esenciales de nuestro trabajo es la formación de todos los implicados en la justicia para los menores: policías, procuradores, jueces, abogados, trabajadores sociales, psicólogos, etc... También, a nivel político e institucional Tierra de hombres se implica trabajando en un informe favorable para acelerar en la medida de lo posible las reformas necesarias en la administración de justicia a los menores.

La visión de Tierra de hombres

Cerca de la mitad de la población mundial vive en ciudades, donde se produce la ruptura con las formas tradicionales del medio rural, y un aumento notorio de la delincuencia juvenil; los niños están condenados a sobrevivir solos o a contribuir al mantenimiento de su familia, en detrimento de sus derechos elementales a la educación y a la salud.

Las normas internacionales que tratan sobre la justicia en menores preconizan un sistema específico de justicia para los menores, considerando la detención como excepcional, las normas que se aplican son la de sanciones educativas y alternativas a la prisión, y esto desde el interrogatorio en comisaría. La detención preventiva –a veces con presos adultos- es sin embargo muy a menudo la sanción inmediata, liberando al menor en el momento del juicio teniendo en cuenta el tiempo pasado en prisión.

Un tiempo durante el cual puede sufrir malos tratos, humillaciones, violencia, abusos sexuales, etc. Si las alternativas a la prisión no tienen éxito más que en un 50%, la prisión garantiza el fracaso de la reinserción en el 100% de los casos.

Una situación que se explica a la vez por la ignorancia de la policía y trabajadores judiciales en materia de cómo tratar la delincuencia juvenil, pero también por la ausencia de personal socio- educativo formado o de instituciones especializadas. Los dos personajes claves de la justicia en menores son el juez y el asistente social, a veces ayudados por abogados, muy raramente especializados en psicología y en los derechos específicos de los menores.

La acción de Tierra de hombres

Tierra de hombres trabaja en primer lugar en proyectos de prevención de la delincuencia juvenil, a fin de evitar a los niños un contacto con el sistema de justicia penal. Sin embargo, llegado el caso, nuestra acción consiste en garantizar al menor, en todos los estadios del proceso judicial, la posibilidad de una vía alternativa que aplique los principios de una justicia reparadora, que trate eficazmente las causas de la conducta y que se esfuerce en prevenir las reincidencias.

Además, uno de los ejes de nuestro trabajo trata de la protección de menores en conflicto con la ley, para evitar que sean victimas de violaciones de los derechos humanos y tener en cuenta su evolución personal, para favorecer su rehabilitación y facilitar su reinserción social.

Tierra de hombres se dedica también a formar a los que trabajan en la justicia de los menores en la puesta al día de las alternativas a la detención: libertad condicional, seguimiento social, conciliación, mediación penal, pruebas, trabajos de interés general, etc. Y hace presión para mejorar las leyes, pues todos estos trabajadores sobre el terreno no pueden actuar en este sentido si la ley nacional no lo especifica.

Según la Convención de los Derechos de la Infancia, los principios fundamentales de un sistema de justicia adecuado para los menores son que los niños deben ser tratados con humanidad (restricción de la privación de libertad, medida usada como último recurso y de duración lo mas breve posible) que el sistema debe estar centrado en el interés superior del niño y que debe estar adaptado en función de la edad y de la madurez del niño.

Vivencia...

“Maltratado por mis padres, abandoné la escuela y empecé a vagabundear por las calles, a drogarme...Pequeños hurtos me permitían pagarme la droga. Arrestado por el robo de dos faros de coche, delito calificado de robo con agravantes, se hicieron cargo de mí gratuitamente un abogado, un trabajador social y un psicólogo de Tierra de hombres, para garantizar el respeto de mis derechos y asegurar mi defensa. Reconocí las faltas y pude evitar la prisión, devolviendo los faros robados y comenzando un tratamiento contra el consumo de drogas” Aldo, 15 años, vive en un suburbio de Lima.

EXPLOTACIÓN Y TRÁFICO DE NIÑOS

Tierra de hombres está comprometido en la lucha contra la trata de niños desde 2001 y guiado por la evidencia de que “el niño no es una mercancía” hace de esta lucha uno de sus ejes prioritarios. En el mundo actual, Tierra de hombres está trabajando activamente en una decena de casos de redes de tráfico.

Las cifras comúnmente admitidas varían entre 300.000 y 1,2 millones de niños victimas cada año. Arrancados de su entorno familiar y protector, son desplazados hacia regiones desconocidas para ser explotados sexualmente o como mano de obra barata, dócil y servil. Sus derechos más fundamentales son pisoteados. Algunos de ellos pierden toda dignidad humana llegando a ser propiedad de otro ser

humano. Esto tiene un nombre: esclavitud.

La comprensión del problema por Tierra de hombres va más allá de una simple denuncia de prácticas perversas y criminales. Debido a su experiencia, Tierra de hombres nota que el tráfico de niño es a menudo el resultado de una desestructuración social o la consecuencia de una organización social desigual. Cada situación es una combinación particular de diferentes factores (pobreza, escasez o ausencia de un sistema de protección a la infancia, cuidados fundamentales no cubiertos, movimientos migratorios, discriminación de género, etc.) que desencadenan estas graves violaciones de los derechos del niño.

La acción de Tierra de hombres

Tierra de hombres resiste y combate sin descanso esta práctica inhumana. Su intervención se inscribe en el espíritu de la Convención de los Derechos de la Infancia. Cada acción busca reforzar y completar las protecciones del niño ya existentes y las defensas puestas en marcha por algunos miembros de la comunidad afectada, así como la de otros protagonistas exteriores (organizaciones nacionales o internacionales).

Tierra de hombres interviene contra una decena de flujos de tráfico (desplazamiento de niños de una región a otra para explotarlos) y busca reducir el número de niños desplazados para la explotación (prevención) y proteger a los niños que son ya victimas (asistencia a las victimas). Nuestra intervención se realiza en diferentes etapas del proceso del tráfico. En lo más alto –en los lugares de origen de los niños, el corazón del problema- en los lugares de desplazamiento y sobre todo de explotación, y más abajo – en los lugares donde vive el niño cuando abandone la situación de explotación.

Además Tierra de hombres se proclama embajador de las victimas. En el marco de las alianzas formales o puntuales y sobre la base de sus resultados sobre el terreno (lecciones aprendidas, éxitos pero también fracasos) Tierra de hombres busca convencer a las autoridades, prescriptores, gran público y comunidades a las que les concierne que el tráfico de niños no es una fatalidad y que los cambios de fondo a

niveles macro (nacional, regional o internacional) pueden cambiar la vida de cientos de miles de niños.

Esto es así, desde 2002, con nuestra campaña anual de búsqueda de fondos nacional, que propone a la población apoyar nuestra acción contra el tráfico de niños.

A nivel de agrupación Tierra de hombres, esta misma lucha puede contar también con la campaña internacional llevada a cabo por la Federación Internacional de Tierra de Hombres desde 2001, con la participación de cerca de un millar de ONGs locales y nacionales. Combina actividades de sensibilización, de informes favorables y de la ayuda directa a las victimas en más de 20 países.

EXPLOTACIÓN Y TRÁFICO DE NIÑOS: NUESTROS PROYECTOS

Albania

En Albania, Tierra de hombres ha podido constatar la importancia total del fenómeno después de la apertura del país en 1998. son miles de niños los que han cruzado la frontera para trabajar en las calles de Atenas, Roma, etc. Los padres mal informados dejan marchar a los niños con un traficante a menudo un pariente que les promete compartir las ganancias. Tierra de hombres ha puesto en marcha un programa de prevención y de fomentar la escolarización. Caso por caso, realizamos acciones de repatriación y de reinserción social y familiar a los niños situados en instituciones griegas.

Brasil

En Brasil, Tierra de hombres interviene en Río de Janeiro y en Fortaleza contra la explotación laboral de niños y adolescentes de las calles. Desde hace cerca de 5 años, son más de 6000 niños en situación de calle, expuestos a la explotación y a cualquier forma de violencia los que han sido seguidos por Tierra de hombres. Sus lazos familiares y comunitarios han sido reforzados. Por lo demás, Tierra de hombres dirige una investigación debido a las sospechas de tráfico en el marco del turismo sexual actuando con rigor en Bahía y Fortaleza entre otras.

Burkina Faso

En Burkina Faso, Tierra de hombres lucha contra el tráfico y la explotación comercial de los niños por el trabajo. Mas de la mitad de los niños menores de 14 años ejercen una actividad económica, a menudo peligrosa para su salud mental y física, en trabajos agotadores (domésticos, agricultura y ganadería, canteras de piedra, etc...). Sensibilizamos a las comunidades y rehabilitamos a los niños liberados de las garras de los traficantes en filiales escolares o de formación.

Benin/Togo

En Benin, Tierra de hombres desarrolla un proyecto transnacional de protección contra la explotación, el tráfico y el maltrato, pues la proximidad geográfica con Nigeria –gran demandador de mano de obra- genera importantes flujos de tráfico vía Togo. El fenómeno es visible y masivo a pesar de nuestros esfuerzos de sensibilización de las poblaciones y de las autoridades insuficientemente involucradas. La reinserción familiar y comunitaria de los niños victimas del tráfico es cuidadosamente estudiada, y cuando se comprueba que es problemática, Tierra de hombres apoya la adopción nacional.

Colombia

Al norte de Colombia en Cartagena, Tierra de hombres desarrolla un proyecto de lucha contra el tráfico de niños para la explotación sexual. La región es una gran receptora de población desplazada que huye de la guerra civil, y los niños son rápidamente reclutados por los traficantes sin escrúpulos para convertirse en “objetos” de los aficionados de este destino del turismo sexual. El trabajo de Tierra de hombres consiste en sensibilizar al público, proteger a los niños y abogar a nivel institucional para que la explotación sexual de los niños sea reconocida por la ley como un crimen.

Haití

En Haití, país que vive desde hace muchos años una crisis humanitaria crónica estando en urgencia permanente, Tierra de hombres ha concluido recientemente una investigación al temer que hubiese importantes redes de tráfico infantil bajo la cobertura de adopciones internacionales. En el transcurso del 2006, Tierra de hombres tuvo que implantar un programa que le permitiera sensibilizar y luchar en su origen contra este tráfico a menudo dirigido hacia Estados Unidos.

Moldavia

En Moldavia, Tierra de hombres desarrolla una acción transnacional entre Moldavia y Rusia para reducir el flujo del tráfico entre estos dos países. El proyecto refuerza las capacidades de las autoridades locales y facilita la coordinación de los diferentes actores implicados en la protección infantil. Los niños detectados en Moscu, en colaboración con organizaciones rusas, se benefician de servicios de rehabilitación, de asistencia y de un retorno voluntario de mejor calidad.

Nepal/India

Desde Nepal, Tierra de hombres desarrolla un proyecto transnacional sobre el tráfico de jóvenes Nepalíes hacia los burdeles indios de Mumbai y Calcuta. Después de un largo estudio, Tierra de hombres ha podido rebelar las condiciones de servilismo y esclavitud de estas menores y los factores económicos y sociales que inducen a este tráfico. Lo primero a constatar es que las demandas de los propietarios de los burdeles son las que arrastran al tráfico y a la venta de nepalíes en la India.

Rumania

Al noroeste de Rumania, Tierra de hombres desarrolla un proyecto de prevención de la emigración de menores rumanos no acompañados, que parten hacia el extranjero (a menudo a Francia) con la esperanza de ganar lo suficiente para cubrir sus necesidades y las de sus familias que quedan en casa. Ignorantes de las dificultades que les aguardan, abandonados sin recursos en las calles de las grandes ciudades, la mayoría caen en la delincuencia o la prostitución, a menudo explotados por los adultos.

Senegal

En Senegal, Tierra de hombres lucha contra la explotación de los niños mendigos y de las jóvenes criadas proponiéndoles una protección jurídica, cuidados, una formación, identificando sus pueblos de origen con vista a un regreso al seno de su familia. En Dakar, algunos maestros coránicos (marabouts) obligan a sus alumnos (talibés) a veces guineanos, a mendigar para alimentarse y recolectar una suma diaria para entregar bajo pena de castigos corporales.

Sri Lanka

En Sri Lanka, Tierra de hombres interviene para proteger a los niños contra toda forma de explotación, en la que se incluye el tráfico de niños. El proyecto se integra en nuestra acción de urgencia post-tsunami, en Batticaloa y Ampara, dos distritos de la costa este del país. Tierra de hombres ha desarrollado acciones de prevención, una identificación y un seguimiento social de los niños en riesgo de explotación y asegurar una asistencia jurídica. Además, dirigimos las investigaciones sobre eventuales violaciones de los derechos de los niños (turismo sexual, adopción ilegal, trabajo de los niños, etc.).