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ELECCIONES Repasamos el punto de partida y las propuestas digitales de cara al 28-A P. 2-3 PALABRA DE CIO Víctor de Ávila, de Sacyr, defiende el coche eléctrico y el potencial de la desalación P. 11 La presidenta de la Fundación Cotec, Cristina Garmendia, conversa con la directora general de Mastercard, Paloma Real. 24 DE FEBRERO DE 2019 Nº 48 VICENT BOSCH «España no debe ser seguidora en innovación, sino líder» SOMOSMUJERESTECH Cristina Garmendia (Fundación Cotec) y Paloma Real (Mastercard) hablan del cambio cultural pendiente y piden la revisión del modelo de apoyo a la ciencia y la tecnología PÁGINAS 4 y 5

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ELECCIONESRepasamos el punto de partida y las propuestas digitales de cara al 28-AP. 2-3

PALABRA DE CIOVíctor de Ávila, de Sacyr, defi ende el coche eléctrico y el potencial de la desalaciónP. 11

La presidenta de la Fundación Cotec, Cristina Garmendia, conversa con la directora general de Mastercard, Paloma Real.

24 DE FEBRERO DE 2019 Nº 48

VIC

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«España no debe ser seguidora en innovación, sino líder»

SOMOSMUJERESTECH Cristina Garmendia (Fundación Cotec) y Paloma Real (Mastercard) hablan del cambio cultural pendiente y piden la revisión del modelo de apoyo a la ciencia y la tecnología

PÁGINAS 4 y 5

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Se avecina una intensa campaña electoral en las próximas semanas, con el culmen en las eleccio-

nes generales de fi nal de mes. Co-micios que conformarán un nuevo Ejecutivo que tendrá en su lista de tareas pendientes que acometer el tan necesario impulso a la economía digital y la transformación del mo-delo productivo del país.

Punto de partidaLa relevancia de la transformación digital de nuestro país en la agenda política responde (o debería res-ponder) a una serie de datos que plantean un punto de partida muy complejo para la evolución econó-mica y social de España en el siglo XXI.

Sin ir más lejos, España ocupa la décima posición en el ranking euro-peo DESI, por encima de Alemania o Francia, pero con notables lagu-nas en la oferta de profesionales TIC, donde seguimos por debajo de la media de la UE. Si nos atenemos a otro indicador, en este caso el in-forme NRI, nuestro país apenas ocupa la posición 35 a escala mun-dial por su nivel de digitalización. Como referencia, y ateniéndonos al tamaño de nuestra economía, la CEOE estima que deberíamos ocu-par los puestos séptimo y vigésimo, respectivamente.

Mientras, otro estudio más espe-cífi co, realizado por Accenture y Oxford Economics, nos sitúa en la plaza 11 entre las 14 principales naciones del globo. Tampoco hay buenas noticias en las cifras de in-

ALBERTO IGLESIAS

ANÁLISIS Somos un país maduro en adopción de tecnología y un referente en despliegue de fi bra óptica, pero no existe una estrategia de Estado para consolidar la nueva economía nacional

España se juega su futuro digital con el próximo Gobierno

A FONDO

versión en innovación dentro de nuestras fronteras: este porcentaje ronda actualmente el 1,2% del PIB, cuando el objetivo está marcado en un (imposible) 3% para el próximo curso.

Al bajar los números al terreno, la visión es igualmente decepcio-nante: España es uno de los países con mayor producción científi ca de Europa, pero uno de los que menos patentes registra. Al mismo tiempo, los casos de empresas de base digital naciadas en nuestro país y que ha-yan conseguido consolidarse a es-cala internacional pueden contarse con los dedos de una mano: Alien Vault, Cabify o Carto fi guran entre las pocas excepciones. Y tan solo tres de ellas (Amadeus, Cellnex o Indra) forman parte del IBEX 35, a diferencia de la nutrida representa-ción que encontramos en Alemania, Francia o Reino Unido.

Estrategia de paísUna de las principales lagunas que explican estos malos resultados es la falta de una estrategia de país en materia de digitalización.

Para muestra, un botón: Francia ha elevado su apuesta por la inteli-gencia artifi cial con una aproxima-ción al más alto nivel (encabezada por el propio presidente, Enmanuel Macron) que ha conseguido atraer inversiones milmillonarias de em-presas norteamericanas y la confi -guración de un pujante ecosistema de startups locales. Lo mismo ha sucedido en otros lares como Israel, Singapur o los países nórdicos.

Esta falta de un plan ambicioso, suscrito por todos los partidos po-líticos y que involucre a las comuni-dades autónomas, explica en gran

parte la dicotomía existente en nuestro país respecto a lo digital: gozamos de algunas de las mejores infraestructuras de redes del Viejo Continente y de un uso masivo de herramientas como la administra-ción electrónica, pero al mismo tiempo pecamos de un tejido pro-ductivo muy reducido en compara-ción con nuestros vecinos. Tampo-co la falta de apoyo público a la hora de dar visibilidad internacional a los proyectos patrios ayuda en absoluto (la presencia española en foros y ferias internacionales es práctica-mente residual), al igual que las trabas impositivas existentes a la actividad de fondos internacionales que puedan invertir en compañías patrias.

La dura burocraciaUno de los temas recurrentes en los mentideros del sector es la falta de protagonismo que la estrategia di-gital tiene en el organigrama del Gobierno. Durante años, se vino exigiendo la creación de un minis-terio dedicado en exclusiva a estos menesteres -como ya disponen otros países del mundo-, pero fi nal-mente hubo que conformarse con la inclusión del apellido de «Agenda Digital» en el ministerio de Energía y Turismo durante la última etapa

de Mariano Rajoy al frente del Eje-cutivo. Con el gobierno de Pedro Sánchez y la pertinente reorganiza-ción de carteras, ni eso: desapareció cualquier mención similar.

Sin embargo, como explica el presidente de la patronal Ametic, Pedro Mier, no se trata únicamnete de una disputa nominal, sino del refl ejo del lío de competencias exis-tente en torno a este tema. «Debe-ríamos tener una vicepresidencia digital, pero lo importante no es tanto el nombre, sino que tenga competencia directa en todas las áreas involucradas en la tranforma-ción digital, porque estamos tocan-do incluso materias pertenecientes a educación o cultura». No en vano, recordemos que actualmente los designios en materia digital los comparten tres ministerios: Indus-tria (Reyes Maroto), Economía (Nadia Calviño, de la que depende el Secretario de Estado, Francisco Polo) e Innovación (Pedro Du-que).

Pero la estructura de la Adminis-tración plantea muchos más proble-mas. Como han detallado varios directivos del sector TIC a INNO-VADORES que prefi eren no ser identifi cados, existe un grave pro-blema en el gran mecanismo de incentivos para que sean las propias administraciones las que tiren del carro. Hablamos de la compra pú-blica innovadora, un mecanismo que es «inefi ciente», «prácticamen-te desconocido» y «odiado por las

Las propuestas de los partidos en materia digital son, en general, bastante vagas

administraciones regionales y por los interventores, que no entienden sus riesgos y nunca la ponen en marcha».

Las propuestasCon todo ello, cabe preguntarse qué es lo que cada uno de los partidos políticos propone en la arena de la digitalización de cara a las próximas elecciones generales del 28 de abril. Por el momento, ninguno de los principales candidatos ha plantea-do su programa al respecto, pero podemos hacernos una idea de sus apuestas en base a las propuestas realizadas en los últimos comicios y a los planes presentados en el Con-greso de los Diputados en los últi-mos meses.

En el caso del PSOE, su línea quedó marcada por los anuncios realizados por Pedro Sánchez en el South Summit del pasado curso y refrendados por Francisco Polo en numerosas ocasiones. Por lo pron-to, los socialistas han impulsado una Ley de Startups que dote de una naturaleza jurídica específi ca a este tipo de compañías. Además, han mantenido los planes de despliegue del 5G y las subastas del espectro radioeléctrico que había encamina-do el PP, además de corregir algu-nos errores graves de los populares, como la no transposición a tiempo de la directiva europea de ciberse-guridad y que a punto estuvo de costarle a España una cuantiosa sanción de la Unión Europea. El

2 Domingo. 24 de febrero de 2019 • LA RAZÓN

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Varios carteles electorales en un muro en Alicante en las pasadas elecciones generales de 2015.

presidente del Gobierno también ha dado una especial importancia a la inclusión de las mujeres en esta in-dustria, además de mejorar la co-nexión entre las distintas acelerado-ras e incubadoras de nuestro país. Todo bajo el paraguas de la estrate-gia 'Startup Nation' que no ha lle-gado a ver la luz en los ocho meses de mandato. Un enfoque muy espe-cífi co que resulta, a su vez, el gran defecto de su programa, a juicio de Mier: «Está muy bien querer ser una nación emprendedora, pero el dis-curso debe abarcar también a las medianas y grandes empresas que son las que verdaderamente gene-ran puestos de trabajo y riqueza».

Pasando al Partido Popular, su propuesta en materia digital resulta, en general, vaga. Durante el gobier-no de Rajoy, se nombró como Se-cretario de estado de Agenda Digital a José María Lasalle, polémico des-de el primer minuto por su desco-nocimiento completo del sector y su inacción en un área tan crucial como ésta. El ministro del ramo, Álvaro Nadal, tampoco se quedaba atrás, y se conformó con repetir que España debía «poner más foco so-cial, político y económico en esta transformación», pero sin concretar ni una estrategia de país en esta materia ni actualizar la Agenda Digital que ya existía. Si, por el con-trario, optamos por ver su papel en la discusión desde que lidera la oposición, el PP se ha limitado a criticar la 'tasa Google' y a incluir

OLAF SPEIER / SHUTTERSTOCK.COM

en su «decálogo para España» una mención que reza -literalmente- lo que sigue: «Perspectiva acorde con un tiempo nuevo, en sintonía con las transformaciones tecnológicas y sociales que estamos viviendo».

Por su parte, Ciudadanos presen-tó en marzo de 2018 una proposi-ción no de ley para una nueva Agenda Digital, que incluía entre otras medidas «un plan nacional de cobertura wifi a dos años», «incen-tivos para recompensar el proceso de transferencia de tecnología entre organismos académicos e industria nacional» y un sandbox para testar nuevas tecnologías, guante este úl-timo recogido también por el PSOE. Por último, Unidos Podemos redu-ce sus propuestas a lograr la «alfa-betización digital universal», a prepararnos para un futuro laboral plagado de robots o a restringir el uso de nuestros datos personales por parte de multinacionales (pese a que es un tema que se lidera direc-tamente desde Bruselas mediante normas como el GDPR, primero, y la esperada ePrivacy).

Debates regulatoriosGran parte de la discusión en mate-ria digital de cara a los próximos comicios pasa por una controverti-da regulación aprobada por el go-bierno de Sánchez: la conocida como 'tasa Google'. Este gravamen del 3% a los servicios de publicidad, intermediación y la venta de datos es pionero en Europa, donde las diferencias de criterio entre Alema-nia y Francia han impedido hasta ahora la gestación de un impuesto común en toda la UE.

La medida prevé recaudar 1.200 millones de euros anuales proce-dentes de compañías que facturen más de 750 millones a escala global y tres millones en España. ¿La ra-zón? Combatir las prácticas fi scales que las multinacionales norteame-ricanas usan para evadir impuestos por la actividad generada en nuestro país, con las miras puestas en dos piruetas contables: el «sándwich holandés» y el «doble irlandés».

La convocatoria de elecciones ha frenado la entrada en vigor de la tasa, que ha recibido duras críticas desde distintos frentes. Por un lado, Ametic ha alertado de las «graves consecuencias» de la pro-puesta, mientras que el Partido Popular ha acusado al Ejecutivo de «querer sangrar a las empresas tecnológicas», de generar «insegu-ridad jurídica» y provocar un «la-mentable impacto en la economía digital de España». Ironías de la vida, este impuesto había sido ideado por Cristóbal Montoro durante el gobierno popular, quien llegó a enviar un plan sobre la tasa a Bruselas.

PRESUPUESTOSEl sector demanda inversiones reales

«Las prioridades se tienen que ver en los discursos... pero también en los presupuestos», demanda Pedro Mier. Al respecto, cabe recordar la modesta inversión de nuestro país en esta materia, como por ejemplo los 130 millones de euros que se habían reservado en la propuesta de Presupuestos Generales del PSOE para poner en marcha la estrategia 'Startup Nation'. «Investigación, digitaliza-ción y reindustrialización deberían ser tres palabras que aparecieran constante-mente en ellos», dice Mier.

TRANSPORTE CON BIOGÁS. Transformar

aguas fecales en gas, que se comprime en

cuatro depósitos de 90 litros situados bajos

los asientos. Así se mueve un autobús

público ecológico, más barato, y con una

materia prima que cuenta con un suministro

asegurado, señalan desde EnergyLab.

BUQUES MILITARES. Navantia y Aimen

desarrollan sistemas robotizados para la

fabricación avanzada de buques militares e

investigan nuevos materiales para el blindaje

con un menor peso y una mayor protección.

Este proyecto se ejecuturá en la Unidad

Mixta de Investigación Nautilus.

BOTELLAS INTELIGENTES. Eurecat desarro-

lla una tecnología basada en la electrónica

impresa que abre la puerta a la fabricación

de objetos inteligentes conectados a inter-

net, que permitirá verifi car su contenido sin

abrir el recipiente, gracias a los sensores que

lleva incorporados en la etiqueta.

TELEDETECCIÓN. El proyecto Xestal de

Aeromedia, Cerna, Balidea, Greenalia y el

centro tecnológico ITG optimizan la gestión

de los recursos forestales con el desarrollo de

un dron que captará información de alta

resolución, manteniendo la máxima autono-

mía y el mínimo coste.

ESCAPARATE DE IDEAS

3LA RAZÓN • Domingo. 24 de febrero de 2019

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«No podemos ser seguidores, tenemos

potencial para liderar»

#SOMOSMUJERESTECH

La comunidad científi ca debería relacionarse más

con el mundo empresarial y falta

inversión en intangibles. La presidenta de Cotec, Cristina

Garmendia, protagoniza un

nuevo diálogo con mujeres directivas

INNOVADORES

La lucha contra la brecha de género en los ámbitos STEM (ciencia, tecnolo-gía, ingeniería y matemá-

ticas) y el necesario encuentro entre el sistema público de ciencia y tec-nología y el tejido empresarial centran el diálogo de Paloma Real, directora general de Mastercard, que impulsa los Diálogos #Somos-mujerestech, y la presidenta de la Fundación Cotec para la Innova-ción, Cristina Garmendia.

Paloma Real.-¿Cómo lograr la convergencia entre las mujeres que están decidiendo su futuro profe-sional y las empresas STEM?Cristina Garmendia.-La brecha de género es una disfunción en nuestro país que tenemos que solucionar no sólo por un tema de justicia social, sino por efi ciencia económica. Espa-ña produce más graduados STEM que la media europea, más que Ale-mania incluso, el problema es que tenemos un grave desequilibrio de género y que, además, empeora. Te-níamos un 30% de mujeres en Infor-mática, ahora es un 12%.PR.-Sorprendentemente decrece.CG.-A las carreras STEM van el 38% de los hombres y el 15% de las muje-res. No se producirán cambios cultu-rales si no insistimos en mejorar y evolucionar la educación. Sobre todo, la familiar. Nosotros mismos intro-ducimos una especie de brecha de género que se reproduce también en el emprendimiento tecnológico: sólo el 17% son mujeres. Si alguien estu-diara cómo es la familia de las mujeres que se han dedicado a carreras STEM seguramente habría conclusiones. Son familias donde la educación ha sido distinta.PR.-¿Cuál fue el factor determinan-te para que decidieras hacer una carrera vinculada a la ciencia?CG.-No hay nadie científi co o tecnó-logo en mi familia. Mi padre me

cuál es ese modelo inclusivo que nos hace no sólo ir rápido, sino ir juntos y bien. Porque, si no, lo que habrá es un rechazo. Empieza a haberlo, esta-mos muy preocupados por la percep-ción social de la innovación: un 70% de los hombres piensan que están capacitados para abordar un futuro digital y sólo un 58% de las mujeres. Es un tema cultural, detrás de esa estadística hay un mensaje de género que deberíamos entender.PR.-No hay muchas mujeres que cojan la bandera de la innovación.CG.-La mujer tiene que ocupar un lugar en la tecnología y en todas las disciplinas. Somos el 50% y tenemos que estar igualmente representadas en todo. Ya sea un consejo de admi-nistración, un jurado o un consejo de expertos. Cuando no es así hay que preguntar por qué. Hay personas que dicen que no debe primar el género sobre la competencia. ¿Perdona? ¿Que no vamos a encontrar una mujer que cumpla con esas caracte-rísticas? Esa frase no se puede decir.PR.-Da por sentadas muchas co-sas.CG.-La sociedad tiene que replantear y reivindicar por qué no hay mujeres en el número sufi ciente. Que si en una ingeniería hay un 20% de mujeres se promueva en su justo término. Ade-más, según las estadísticas, ese 20% en currículum normalmente son mejo-res que los hombres, o sea que ten-drían que estar sobrerrepresentadas, no infrarrepresentadas.PR.-Conoces bien el ámbito de la gestión pública y de la innovación en empresas de base tecnológica. ¿Por qué crees que no van de la mano en España?CG.-Es el viejo debate sobre la falta sistemática de diálogo: la comunidad científi ca no se relaciona con el mun-do empresarial. Me pareció una ex-celente noticia que un físico de la calidad de Ignacio Cirac entrase en el consejo de administración de Telefó-nica. Desde la política se generan instrumentos que tienen vigencia un

educó con la idea de que para ser feliz tienes que ser libre y para eso hay un camino, que es la educación y la for-mación. De hecho, fue bastante dis-ruptivo en mi familia que yo decidie-ra hacer Biología. Vive tu sueño con responsabilidad, sé libre, sin condi-ciones, eso para mí fue determinante, me infl uyó mucho. Y en ese camino, la tecnología cada vez está más hibri-dada con las humanidades. PR.-Soy ingeniera de telecomuni-caciones y también entré cuando no había mucha gente que lo hiciera. Veíamos la tecnología como capa-citadora para hacer cosas. Pero hoy desarrollos como los de la inteligen-cia artifi cial van más allá de hacer la vida fácil al ser humano, infl uyen en cómo vive y trastocan sus valores.CG.-Precisamente por esa visión de la tecnología como facilitadora, el futuro del empleo será cada vez más humano, será lo que nuestra dimen-sión de personas utilizando la tecno-logía vamos a ser capaces de desarro-llar. Por eso hay que abrazar siempre la tecnología, pero transitando el ca-mino con cuidado para no dejar a nadie atrás. Tenemos que pensar en

Mi padre me decía vive tu sueño, sé libre, sin condiciones, eso fue determinante para mí. El cambio cultural debe comenzar a nivel familiar»

CRISTINA GARMENDIA es presidenta de la Fundación Cotec

tiempo, cuando persigues un objeti-vo. Luego hay una parte que es la burocracia, no es fácil colaborar con el sector público, establecer acuerdos con universidades y centros de inves-tigación, hay demasiada presunción de culpa a priori, debería ser todo más sencillo. Vamos a basarnos en la ren-dición de cuentas, el ex ante muchas veces restringe las posibilidades de los proyectos. En España y Europa hace falta un sistema menos burocrático.PR-¿Qué modelo de transferencia de conocimiento habría que impul-sar desde el sector público para que el tejido productivo se benefi cie del trabajo de las universidades y cen-tros de investigación?CG.-España tiene una posición su-perior a su capacidad económica como país de ciencia y tecnología. Es una de sus fortalezas. Me gustaría que el sistema público quisiera colaborar con el sector privado. Pero de verdad. Y por otra parte algunas empresas desarrollan proyectos de I+D con capacidades que no están en España, pero esas otras universidades sí se relacionan con las españolas. Eso es muy inefi ciente. Hay una fórmula que en EEUU ha dado muy buenos resul-tados, que es poner entre los objetivos de los centros de investigación el de transferir sus resultados. El sector que mejor se relaciona con el público y el privado es el biomédico, pero hay centros de matemáticas, de física, de ingeniería, que no tienen relación de

4 Domingo. 24 de febrero de 2019 • LA RAZÓN

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primer nivel con las grandes empre-sas de nuestro país.PR.-Al fi nal vemos a los organismos públicos actuar de forma indepen-diente, como si fueran silos. Eso es parte del problema tanto para atraer inversión como para poten-ciar el desarrollo doméstico. CG.-De entrada, los líderes de los partidos políticos deben plantear su visión en ciencia y tecnología y que haya debate parlamentario, porque son esas cuestiones que nos cambian la vida, que disrumpen en la sociedad. En otros parlamentos, con democra-cias consolidadas, como los de Reino Unido, Alemania y Francia, las cues-tiones de ciencia y tecnología se de-baten ampliamente.PR.-Son una cuestión de Estado.CG.-Desde luego allí la respuesta a la crisis ha sido más ciencia y tecnología. Cuando salimos del Gobierno, con la crisis nos parecía complicado que hubiera más ciencia y tecnología, pero lo que no puede haber es una recuperación económica disminu-yendo los presupuestos. Ha pasado porque el Gobierno lo ha planteado, el Parlamento no lo ha contestado y la sociedad no lo reivindica. Y no aprendemos, porque no es cuestión sólo de competitividad económica, sino de soberanía nacional. Si no, que se lo pregunten a Israel o Corea del Sur. Siendo países pequeños lideran muchos movimientos geopolíticos a nivel mundial porque son una poten-

Hoy desarrollos como los de la inteligencia artifi cial van más allá de hacernos la vida más fácil, infl uyen en cómo vivimos y trastocan los valores»

PALOMA REAL es directora general de Mastercard España

cia científi ca y tecnológica. No pode-mos ser seguidores, tenemos que ser líderes, porque además tenemos el potencial. PR.-¿Faltan incentivos en España para la investigación y la generación de patentes, con las que liderar ese cambio tecnológico?CG.-Cuando hablamos de patentes, siempre salimos fatal, pero es que hemos perdido gran parte de nuestra industria. No tenemos que ser tan alarmistas. Somos innovadores en diseño, en servicios, en turismo, y qué tendrán que ver las patentes en esto. En Cotec estamos trabajando en un proyecto de indicadores que contem-plen los que no están incluidos. Defi -nimos la innovación como todo cambio basado en el conocimiento que genere valor. Pero los cambios no son sólo tecnológicos, los hay socio-lógicos. Hemos desarrollado nuestra propia metodología que llamamos La Llave de Cotec. Como todo think tank tenemos expertos, pero para producir cambios no basta con hacer publica-ciones, hay al menos otros dos ámbi-tos que intervienen: los infl uenciado-res y los facilitadores u obstaculizado-res, esas personas recalcitrantes a las que hay hacerles ver sin oposición que hay otra manera de llegar. Y tienen que estar todos desde la primera re-fl exión. En España falta un rediseño de las políticas, de los instrumentos, lo que valía hace 10 años seguramen-te no vale ahora.PR.-¿Cómo ves la cultura de inver-sión en España?CG.-Se está produciendo un cambio de tendencia. En EEUU, el 60% de la inversión va a activos intangibles, como marcas, reputación, formación de plantilla, cultura de empresa, y el resto a activos tangibles. En Europa es al revés, el 60% va a tangibles y el 40% a intangibles, y en España un 33% a intangibles. En Cotec hemos queri-do entender el mapa de los intangibles en nuestro país, porque no es lo mis-mo una sociedad más industrializada que otra más agrícola o donde prima el sector servicios. Y estamos traba-jando con el sector fi nanciero, porque a la hora de asignar capacidad credi-ticia a una compañía se mira su busi-ness plan y otros ratios y dudo mucho que el comité de riesgos analice cómo está respecto de los activos intangi-bles. Qué buena noticia para España que el Congreso tenga por fi n una ofi cina de ciencia y tecnología, que haya un grupo de expertos a disposi-ción de los parlamentarios, qué ma-ravilla si hace cinco años alguien hubiera planteado la posibilidad de regular sobre el sector del taxi y la irrupción de las plataformas vtc. No se puede frivolizar con los datos, en las Cámaras que funcionan con mé-todo científi co, puedes cometer errores, pero tienes garantías de plan-teamiento mucho más sólidas.

VICENT BOSCH

Elecciones, batalla entre máquinas

Eugenio Mallol

ALGORITMIA Y VIOLÍN

Uno de los mecanismos de autoengaño que mejor está aprovechando la econo-mía digital es nuestra negativa a afrontar el hecho de que, como me dijo hace cinco años el jefe de computación del

MIT, Michail Bletsas, «si algo es gratis en la red el producto eres tú». De hecho, ya no sólo eres el producto, sino también abiertamente la mano de obra, algo que seguro que se soslayará en la nego-ciación laboral que promueve el Gobierno. Por-que políticos y sindicatos mantienen sus discursos sobre empleo al margen de algo llamado internet, al tiempo que se resisten a aceptar fórmulas que deberían ser analizadas seriamente, como la que Joe Kennedy, miembro de la Information Tech-nology and Innovation Foundation, sugería en su día como nueva fi gura laboral de la Gig Eco-nomy: el 'empleado independiente' que usa a un intermediario para vender servicios.

Pero volviendo al tema de cómo nos converti-mos en alegre mano de obra gratuita para los gi-gantes digitales, seamos conscientes de que cuando asumimos ese rol tenemos como jefe a una máquina. Hace poco se lanzó el «10 Years Challenge» en Instagram, Twitter y Facebook. La gracia consistía en enviar una foto actual y otra de hace una década. Tan sencillo ejercicio servía en realidad para entrenar a los algoritmos de re-conocimiento facial del conglomerado de Mark Zuckerberg. Es decir, los participantes ayudaron gratuitamente a su jefe/máquina.

Si nos ponemos prosaicos, en plena y proba-blemente justifi cada recuperación de la batalla contra los contratos mileuristas, ¿qué valor puede estar alcanzando la enorme cantidad de servicios que prestamos a cambio del acceso a redes socia-les y aplicaciones? Fotos, experiencias personales, rutas de Google Maps, compras en establecimien-tos (ay, cuando vas a los supermercados coges productos de marca fabricante y cuando los en-cargas online de marca blanca, lo saben), opera-ciones fi nancieras, audios y vídeo del móvil... Que no te quede duda: para que tú seas el producto, han tenido que describir un perfi l tan exacto de ti que se permiten anticipar tus propias decisiones (una asociación profesional, ni siquiera un gigan-te tecnológico, me cuenta que es capaz de saber cuándo un socio quiere darse de baja aun antes de que él mismo sea consciente).

Es un asunto laboral, pero marcará con segu-ridad la campaña electoral que se avecina y eso son palabras mayores. Los algoritmos de las redes sociales están concebidos para reforzar opiniones e infl uirán necesariamente en la formación del voto. La responsabilidad de los políticos sería no convertir las elecciones en una batalla entre má-quinas, pero es ya quizás demasiado pedir.

EUGENIO MALLOL es director de INNOVADORES

5LA RAZÓN • Domingo. 24 de febrero de 2019

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DESCARTES

El dilema de la tecnología éticaA FONDO Numerosas iniciativas buscan soluciones para garantizar un desarrollo justo y equitativo de la tecnología, especialmente de la inteligencia artifi cial, pero aumenta el riesgo de queden relegadas a herramientas de lavado de cara o a un papel en un área de RSC

Esther Paniagua

Quién quiere tecnología ética. Perdonen que empiece con una pregunta pero es un

punto de partida fundamental para el que no hay una clara respuesta. Años atrás plantearlo era incluso bizarro. Ahora, la explosión de aplicaciones de la inteligencia artifi cial (IA), sus imperfecciones y sus derivados usos ilícitos han hecho fl orecer innumera-bles iniciativas, declaraciones, mani-fi estos, principios, guías, análisis, enfocados en la medición del impac-to social de estos sistemas y en el de-sarrollo de una IA ética.Parece que, ahora sí, le hemos visto

las orejas al lobo. Instituciones, go-biernos, compañías de tecnología y consultoras, think tanks y todo tipo de organizaciones se han subido al carro. Gigantes tecnológicos como Google o Facebook han creado sus códigos éticos y principios. Microsoft ha creado el Instituto de Investigación AI Now «para garantizar que los sis-temas de IA sean sensibles y respon-dan a los complejos dominios sociales en los que se aplican». La UE tiene varios proyectos relacionados. Tam-bién gobiernos como el de Reino Unido, donde la Cámara de los Lores ha declarado su intención de liderar este camino. Cuentan con un Centro de Ética de los Datos e Innovación (CDEI) y, a diferencia de España, con un plan al respecto.

Como declaración de intenciones suena bien, pero ¿se cumplen? Llevar a la práctica las declaraciones, guías y códigos es complicado, sobre todo para quienes no pretenden hacerlo. «Te dicen ‘querido usuario, no te preocupes, nunca compartiremos datos sin tu permiso’ mientras, de facto, lo hacen», asegura Jonnathan Penn, tecnólogo y escritor asociado al Centro Berkman Klein de la Uni-versidad de Harvard University, du-rante el seminario HUMAINT sobre el impacto ético, legal, social y econó-mico de la IA organizado por el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea en Sevilla.Como ejemplo, Penn cita un aná-

lisis de 1.000 aplicaciones Android realizado por la organización sin ánimo de lucro Privacy International, que encontró que el 61% de ellas comparte información con Facebook de forma instantánea en el momento que un usuario abre la aplicación, sin preguntarle y sin importar que este tenga o no una cuenta en la citada red social. También ha quedado al descu-bierto cómo Google comparte datos altamente sensibles de usuarios cate-gorizados por búsquedas como «sa-lud mental», «cáncer», «impotencia» o «abuso de drogas». Lo revelaba una demanda presentada en Europa por el navegador web privado Brave, la organización Open Rights Group y University College London, que acusan al buscador de violación del GDPR por «fuga masiva de datos muy íntimos».El CEO de Google, Sundar Pichai,

publicaba hace unos meses una lista de principios para el desarrollo de la IA donde aseguraba que incorpora-

rán sus principios de privacidad en el desarrollo y uso de sus tecnologías de inteligencia artifi cial. ¿Se refi ere a los mismos principios que les han llevado a compartir datos de usuarios de centenares de aplicaciones de An-droid con Facebook sin su permiso o a los que les han permitido vender sus búsquedas más íntimas a terceros?

Algoritmos justosMás allá de la privacidad de datos, existen otros muchos riesgos asocia-dos al diseño e implementación de sistemas de IA. Por ejemplo, los sesgos algorítmicos. «Todas las decisiones no triviales están sesgadas. Falta com-prensión del contexto de uso y un mapeo riguroso de los criterios de decisión por parte de estos sistemas, que además carecen de justifi caciones explícitas para los criterios elegidos», aseguraba también en el seminario HUMAINT Ansgar Koene, investi-gador en el Instituto de Investigación de Economía Digital en la Universi-dad de Nottingham, creador del proyecto UnBias contra los «a menu-do involuntarios y siempre inacepta-bles» sesgos algorítmicos.Dichos sesgos pueden tener efectos

graves. Entre los casos descubiertos se ha encontrado discriminación por género a la hora de buscar trabajo, por raza a la hora de ser juzgado o por cuestiones de salud a la hora de esta-blecer la prima de un seguro. El em-pleo, la dignidad, la libertad, la renta e incluso la salud están en juego. Los ejemplos son numerosos, no solo de sesgos sino también de fallos e impre-vistos. The Verge reveló en 2018 cómo un error de codifi cación de un algo-ritmo provocó una reducción injus-

MAGNUS WENNMAN / WPP

La iniciativa Digital Ambassadors se ha basado en potenciar a los empleados

INNOVADORES

COMUNICANDO DIRCOM

Alimentación y blockchain

JORGE YBARRA LORING

Comer mejor y más sano es una de las preocupaciones de los consumi-dores en todo el mundo. Los modos de vida y los hábitos de consumo han cambiado y el consumidor se preocu-pa cada vez más por la alimentación,

por el origen de los alimentos y por los modos de producción que respe-tan el medio ambiente. Desde Carre-four España, como actores de la ca-dena alimentaria confi amos en actuar proporcionando una oferta alimen-taria de calidad, con más sabor, fi able, que preserve el «comer mejor», el

bienestar, un estilo de vida saludable, siempre a los mejores precios. Por ello, hemos puesto en marcha

una serie de iniciativas para transfor-mar nuestro modelo, con el fi n de abordar estos nuevos desafíos ali-mentarios y satisfacer las nuevas ex-pectativas de los consumidores.

Nuestro fi n último es convertir a la compañía en el líder de la transición alimentaria para todos. Es una ambi-ción y creemos que el uso de tecnolo-gías como el blockchain nos permite avanzar en la realización de este ob-jetivo, ya que responde a una priori-dad del grupo: garantizar a los con-sumidores la trazabilidad de nuestros productos con total transparencia. En España, comenzamos utilizar a

fi nales de 2018 el primer sistema de trazabilidad alimentaria blockchain en uno de nuestros productos de marca propia, el pollo campero cria-

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tifi cada de la cobertura del sistema de salud de Arkansas (EEUU) para pa-cientes con parálisis cerebral.

¿Cómo desarrollar algoritmos justos? Koene señala que no se trata solo de un problema técnico, sino que necesita una construcción social-mente defi nida. En un contexto muy diferente, decía la directora de la Di-visión de Creatividad en Cultura de la UNESCO, Jyoti Hosagrahar, que «hacer de la cultura un elemento central de las políticas de desarrollo es el único medio de garantizar que este se centre en el ser humano y sea inclusivo y equitativo». Y esto incluye a la IA.

Es obvio que el desarrollo ético de la tecnología va más allá de sus algo-ritmos, como señala también Virginia Dignum, miembro del Grupo de Expertos de Alto Nivel de la Comi-sión Europea sobre Inteligencia Arti-fi cial y profesora en el Departamento de Ciencias de la Computación en la Universidad de Umeå (Suecia). Dig-num, organizadora de seminario HUMAINT junto con la investiga-dora española Emilia Gómez, cita varios niveles de responsabilidad para el desarrollo de sistemas ‘éticos por diseño’ que aseguren que estos pro-cesos tengan en cuenta las implicacio-nes éticas y sociales de la IA (a mayor autonomía, mayor responsabilidad). Menciona como una de las posibles vías la creación de una certifi cación que asegure su aceptación por parte de las personas y aumente la confi an-za en estos sistemas.

La experta también destaca los retos que esto conlleva: identifi car valores humanos relevantes y que

puedan estar alineados. ¿Existen va-lores universales? ¿Qué normas cul-turales, teorías éticas, códigos, nor-mas y leyes tener en cuenta? ¿Cómo ponderar las diferencias entre lo que se acepta socialmente, lo que se es éticamente correcto o lo que se per-mite legalmente? ¿Quién y por qué tiene algo que decir en esto; diseña-dores, usuarios, propietarios, fabri-cantes… todos? ¿Cómo implementar sistemas basados en ello?

A estas preguntas trata de respon-der el grupo de expertos de la CE al que pertenece Dignum en el primer borrador de su documento de direc-trices AI Ethics Guidelines. La inves-tigadora reconoce que es un texto aún muy vago, poco concreto. Tal vez por ello han recibido una cantidad ingen-te de comentarios con los que no sa-ben cómo van a lidiar.

IA explicableOtro reto en el desarrollo de tecnolo-gías de inteligencia artifi cial éticas es hacer sus resultados comprensibles e interpretables. «La IA es una especie de oráculo: su respuesta puede ser acertada, pero no tenemos ni idea de dónde viene», afi rma Dignum. Por eso compañías, universidades, cen-tros de investigación tratan de dar con fórmulas que permitan conocer cómo estos sistemas llegan hasta un resultado concreto. Es lo que se co-noce como ‘IA explicable’. Pero ¿qué es una explicación? “Debe adaptarse al usuario y explicar lo que el sistema puede y no puede hacer. Que sea correcta pero no demasiado comple-ja; que sea comprensible, completa y oportuna», señala Dignum.

Para Dignum, hacer a un sistema interpretable no siempre pasa por hacer transparente la caja negra que es hoy la IA. «Es una ilusión creer que cada sistema será transparente. Las organizaciones no son transparen-tes», asegura. Por eso cree más viable una solución intermedia que propor-cione ciertos parámetros que permi-tan saber cómo se ha obtenido un resultado sin desvelar detalles que comprometan patentes u, optar, por otra parte, por sistemas de certifi ca-ción que no dejen dichos detalles al descubierto.

En cualquier caso, la investigadora señala que todos estos son elementos importantes pero no los únicos a considerar: «No se trata solo de la IA sino de todo el sistema: cómo se usa, quién lo usa, con qué propósito, en qué contexto, con qué modelo de negocio…» Penn va un paso atrás y considera relevante plantearse si realmente necesitamos cuantifi car cada parte de nuestras vidas, si está justifi cado en base a necesidades humanas el desarrollo de ciertas aplicaciones basadas en datos e IA.

El tecnólogo también considera que, para generar una confi anza ge-nuina en estas tecnologías, es impres-cindible que su valor sea distribuido. Si bien Penn reconoce que la IA está aumentando las capacidades de los humanos, cree que, por el momento, no hay señales de benefi cios de la lA para el bien común. «No confío en que nada vaya a cambiar. El futuro prometedor que se nos ha vendido no lo es tanto como parece; no lo será, al menos, hasta que tengamos protec-ciones sociales», añade.

Penn también cree que el nombre «inteligencia artifi cial» es un engaño, dado que esta no es inteligente. Cree que un nombre más adecuado sería ‘procesamiento complejo de infor-mación’. Pero claro, eso no vende. Como historiador de la ciencia, re-cuerda que los orígenes de la IA esta-ban enfocados en la resolución de problemas, no en la inteligencia. También que su foco estaba puesto en el comportamiento humano, algo más cercano a la visión de Hosagra-har de un desarrollo centrado en las personas.

El dilema de la tecnología ética no es uno, sino muchos. En el ámbito de los negocios, se dan contradicciones entre el deber moral, el deseo de maximizar los benefi cios y las obliga-ciones con los accionistas; en el de la ética, de valores comunes, de marcos y teorías éticas; en el de la Gobernan-za, entre las fuerzas que se empeñan por perpetuar el statu quo y las que abogan por un cambio de sistema y de modelo de desarrollo; en las líneas de investigación, debatiéndose entre la búsqueda de la efi ciencia, de la automatización o de la inteligencia; en la idoneidad de crear o no una tecnología si su uso no va a responder a una necesidad humana y va, más bien, a representar un peligro para la humanidad; y hasta en su propia denominación, si es que realmente la IA merece llevar el nombre de 'inteli-gencia'.

Nadie dijo que fuera fácil, pero conocer los obstáculos en el camino es el primer paso para superarlos. Aprovechemos la ventaja, ahora que aún estamos a tiempo.

sadors se ha basado en potenciar a los empleados

Deepfakes, falso con perfección

Los denominados deepfakes emplean sistemas de aprendizaje profundo para generar

contenido falso. El caso más reciente es el de GPT2, que utiliza un texto dado para

escribir las siguientes oraciones, basándose en sus predicciones de lo que debería

venir a continuación. Su capacidad para hacerlo -escriben en The Guardian- «supera los

límites de lo que se creía posible». Sus creadores -parte de la organización sin ánimo

OpenAI, respaldada por Elon Musk- se niegan a hacerlo público por temor a que sea

usado con malas intenciones. También está thispersondoesnotexist.com, sistema que

genera una foto de una persona fi cticia cada vez que alguien entra en la página.

El blockchain

aplicado a

la industria

alimentaria

aporta

trazabilidad,

transparencia

y seguridad.

do sin tratamientos antibióticos. Por tanto, hemos sido pioneros en la utilización de esta tecnología de al-macenamiento y transmisión de in-formación que permite seguir el ras-tro de un artículo en todas las etapas de producción, transformación y distribución, con los máximos niveles en seguridad alimentaria.

Tenemos como objetivo mantener nuestra apuesta por el blockchain alimentario durante los próximos meses, ya que hemos previsto aplicar esta tecnología de forma progresiva a otros productos «Calidad y Origen».

Y es que creemos que los benefi cios de la tecnología blockchain aplicada al sector de la distribución son nume-rosos: en primer lugar, para los con-sumidores, porque responde a la necesidad de ofrecerles mayor visibi-lidad sobre la seguridad alimentaria, confi anza y garantía sanitaria. Las ventajas sobre el producto son la ac-cesibilidad inmediata a la informa-ción, control y efi cacia. Y por último, para el proveedor, ya que le permite contar con una visión 360º de todo el proceso de distribución y poner en valor la calidad del producto.

Así por ejemplo, en el caso del pollo campero «Calidad y Origen», que es el primer producto que hemos lanza-do con esta tecnología, hemos inclui-do en su etiqueta un código QR que el consumidor puede escanear a tra-vés del smartphone. A partir de ahí, puede conocer información detallada relativa a este producto como por ejemplo, la fecha de nacimiento del pollo, el modo de cría, la ubicación de la granja, el alimento que ha recibido, el proceso de envasado o la fecha en la que ha llegado a los almacenes de Carrefour.

Porque en defi nitiva de lo que se trata es de ser ejemplares en cada etapa de nuestro negocio, desde la etapa inicial hasta la última. De este modo respondemos a las expectativas de los consumidores actuales. En suma, apostamos por una alimenta-ción de calidad que implicará una transformación completa y continua de la compañía en la que todos: cola-boradores, proveedores, industria y clientes, somos actores y protagonis-tas principales.

JORGE YBARRA es director comercial

alimentación en Carrefour España

7LA RAZÓN • Domingo. 24 de febrero de 2019

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PERSONAJES ÚNICOS David Casacuberta insta a refl exionar sobre la idea de lo ético y lo tecnológico: no todo lo que se puede hacer en tecnología se tiene que hacer, no todo lo que permitiría la tecnología es éticamente aceptable

David Casacuberta en el Centre de Cultura C

El profesor de la Facultad de Derecho de Stanford Lawrence Lessig se pre-gunta: ¿Qué control debe-

ríamos tener sobre el código? ¿Qué libertad debería haber para neutrali-zar el control que permite? Los algo-ritmos de la inteligencia artifi cial se están volviendo omnipresentes ha-ciendo emerger nuevas incertidum-bres. El fi lósofo y profesor de la Uni-versidad de Barcelona David Casacu-berta ha dado una vuelta de tuerca con su refl exión sobre la nueva 'injus-ticia algorítmica' frente a la que, según él, hay que oponer nuevos derechos en el mundo digital.

INNOVADORES dialoga con Casacuberta en el CCC de Barcelona. «Ha quedado clarísima la cantidad de nuevas formas diferentes de poner en peligro nuestra privacidad», afi rma. «Aunque nuestros datos estén guar-dados por personas bienintenciona-das, siempre hay la posibilidad de que un agente malicioso se apodere de ellos. Y hay personas a cargo de los datos que son todo menos buenas personas».

Algo legal, pero injusto. «En este país no hemos digerido bien esa dife-rencia. No todo lo legal es ético, ni justo. Ni tampoco todas las cosas éticas están cubiertas por legalidades vigentes. Hemos de hacer esa distin-ción y defender la justicia y la equidad. La idea de 'legalidad' supone articular un criterio ético de justicia. Pero hay problemas. Salta a la vista que no te-nemos un sistema adaptado a las tecnologías digitales».

Sobre la Declaración Universal de los Derechos Humanos adoptada por la ONU en 1948 en París, David Ca-sacuberta opina que es una lista que habría que revisar en la era digital, para incluir, por ejemplo, como dere-cho, el encriptar nuestra información. «El derecho al 'cifrado', a la encripta-ción, es un derecho secundario, para garantizar un derecho primario como la privacidad. ¿Por qué no hay ningu-na alusión a la encriptación en esa Declaración? Porque cuando se pro-

Innovaciones para combatir la injusticia algorítmica

mulgó, la diferencia entre espacio público y espacio privado estaba muy clara. No hay un derecho a tener cortinas o persianas en las ventanas, porque está claro que mi casa es mi espacio privado. Igual que, en la calle, he de atenerme a las normas de con-vivencia con los demás. Pero en inter-net esa diferencia ya no existe. Es un espacio público 'por defecto' y un espacio privado si lo ejercitamos, al revés que en nuestras casas».

Todo este tipo de cosas nos envuel-ven en una sociedad hipertecnologi-zada como la nuestra. Casacuberta subraya que «en esta sociedad hay que refl exionar sobre la idea de lo ético y lo justo; o lo ético y lo tecnológico. No todo lo que se puede hacer en tecno-logía, se tiene que hacer. No todo lo que permitiría la tecnología es ética-mente aceptable. El núcleo básico de derechos humanos no lo debemos tocar, aunque las tecnologías lo afec-ten. Tenemos que adaptar la tecnolo-gía para que nos aseguren esos dere-chos. Eso es fundamental».

Libertad y tecnología«Estoy por lo que dice John Rawls en su libro La teoría de la justicia: 'La justicia es a la ética lo que la verdad es a la ciencia'. Comparto con él que cualquier política o cualquier tec-nología aplicada a la sociedad, si no es justa, hay que abandonarla, por muy rentable que sea, por muchos benefi cios que genere o por mara-villoso que sea su desarrollo. Esa idea es básica. No podemos renun-ciar a nuestra privacidad. ¿Que hay que revisar algunas ideas por causa de la tecnología? Seguro. Hay ejemplos actuales. La gente sigue usando Twitter como si estuviera en un bar, pese a que le puede llevar a ser enjuiciados por un delito».

Entre los efectos sociales del uso de la tecnología, están emergiendo sín-tomas de una cierta laminación de la libertad personal y una gran manipu-lación individual y social mediante el poder de lo digital. «Muchas cosas relacionadas con la tecnología», con-tinúa David, «las hacen las personas sin haberlas decidido. Es una erosión

de la libertad personal en varias direc-ciones. Primero, está la idea de crear adicción. Necesito ver constante-mente Instagram, Facebook o Whats-App... el #MisingOut de Twitter [qué es 'tendencia' en este instante]... todo eso condiciona muchas de las activi-dades que hacemos cada día».

Además, todo se diseña y piensa «como un ataque directo a nuestro libre albedrío», según el pensador. Son mecanismos diseñados desde la piscología cognitiva para encadenar procesos usando por ejemplo mat-ching . «Hace falta una legislación clara. Hay ciertas prácticas tecnoló-gicas para crear adicción que debe-rían estar prohibidas directamente, de la misma forma que hay prohibi-ciones sobre ciertas drogas, igual que se prohíbe usar las máquinas traga-perras a menores de 18 años».

Según Casacuberta, «el 'monstruo' de esta historia es la economía de la atención… Quiero tener a la gente retenida lo más posible en la pantalla de mi aplicación. No quiero que el usuario salga de YouTube, deje Face-book, etc. Todo eso se basa en un mecanismo muy claro que es: solo te vamos a poner lo que te gusta para que te sientas cómodo. De esa manera, en realidad, están cortando nuestro ac-ceso a otro tipo de informaciones. Si te informas de todo lo que pasa en el mundo solo a través de Facebook o de WhatsApp, vas a relacionarte solo con gente que piensa como tú y sabe lo mismo que tú, porque son tus 'amigos'. Los algoritmos harán que salgan y salgan más en tu pantalla».

Hay un uso espurio de los avances de la tecnología y también de la cien-cia cognitiva para reforzar esta diná-

mica mediante algoritmos a gran es-cala, que podrían llevarnos hacia si-tuaciones cada vez menos justas. Y eso tiene que ver con su visión sobre la injusticia algorítmica. «Los algorit-mos», explica, «se hacen sin ninguna preocupación sobre la justicia, guia-dos directamente hacia la efi ciencia. Eso es un criterio importante, pero no puede ser el único. Es lo que en Silicon Valley han empezado a descubrir. Es muy importante que la búsqueda de la efi ciencia esté acompañada por la búsqueda de la justicia», dice.

Eufemismos de lo digitalActualmente, en lo digital, se presen-tan las posibles consecuencias nega-tivas de los algoritmos en la vida de la gente con eufemismos. «El Alexa de Amazon, está ubicado en nuestra casa con sus altavoces inteligentes Amazon Echo, llenos de micrófonos de escu-cha siempre atentos por si queremos pedir una pizza o lo que sea. Te dicen que su software escuchará las conver-saciones que haya en la casa para aprender a reconocer tu voz. Pero, de paso, recoge datos para ofrecerte más anuncios e incitarte a consumir más, constantemente, y si es posible 'anti-ciparse a tus deseos'».

Saben más sobre lo que la gente desea, que la gente misma. «Y la coartada es siempre la efi cacia. Nosotros te lo solucionamos todo, mejor que tú mismo... Toda la tec-nología tiene un propósito y noso-tros, los usuarios, debemos saber cuál es ese propósito. ¿Cuál es el de Facebook? Pues es un espacio adic-tivo para vender anuncios persona-lizados. Si lo sabes y quieres estar ahí, pues ya está, pero es importan-te que lo sepas».

¿Qué segmentos de la sociedad, de las autoridades e incluso de las em-presas, deben actuar para no favore-cer una creciente injusticia algorítmi-ca? «Podríamos empezar por las in-genierías básicas en esto», afi rma. «En la enseñanza de ingenierías debería haber asignaturas de ética donde se plantearan estas cosas. Y debería aparecer un código deontológico serio. Google se ha retirado de pro-

yectos de armas autónomas porque una parte signifi cativa de sus trabaja-dores hizo presión. Alguien hizo el software para que los motores de los coches a rueda parada de Volkswagen engañasen sobre las lecturas de emi-siones, algo que fue descubierto por científi cos independientes de una universidad. Los ejecutivos de las empresas globales deberían saber, ya desde sus estudios en las escuelas de negocios, que hay que aplicar la ética en las empresas, y sus comportamien-tos no deben ser engañosos».

«Hay novedades en estos aspectos que van en contra de esa injusticia algorítmica. Por ejemplo hay una organización sin ánimo de lucro, que se llama el movimiento Time Well Spent que, liderado por un informá-tico de Stanford y exempleado de Google, que fundó el Center for Hu-mane Technology, promueve revertir lo que ellos llaman la 'crisis de la atención digital, causada por las em-presas de tecnología'».

El impacto de esta organización se hizo visible cuando el 11 de enero de 2018, el CEO de Facebook, Mark

«Toda la tecnología tiene un propósito y los usuarios debemos saber cuál es»

ADOLFO PLASENCIA

8 Domingo. 24 de febrero de 2019 • LA RAZÓN

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e de Cultura Contemporània de Barcelona.

ADOLFO PLASENCIA / INNOVADORES

Zuckerberg, publicó un post personal expresando que él siente la «respon-sabilidad de asegurarse de que nues-tros servicios no sólo sean divertidos de usar, sino también buenos para el bienestar de las personas», y anunció «un cambio importante en la forma en que construimos Facebook», de modo que el tiempo que pasamos en el sitio sea «tiempo bien invertido», frase que se considera una alusión a la organización citada.

Casacuberta continúa: «Este tipo de fi losofía contra la injusticia algo-rítmica crece». James Williams, un humanista que trabajó diez años en Google, y hoy es investigador asocia-do del Digital Ethics Lab del Instituto de Internet de la Universidad de Oxford, ha publicado un libro que se llama Stand out of our Light que lleva el signifi cativo subtítulo: «Libertad y resistencia en la economía de la aten-ción». Lo que el libro dice es que hay una obsesión de las empresas globales por apoderarse de nuestra atención, obligarnos a consumir anuncios y usar el tiempo en cosas mediocres. «Y que hay que defenderse».

INNOVADORES

M. SARDÀ BARCELONA

ción, todavía en fase preliminar, está focalizada en las enfermedades de la piel. Desde Sbiomedic, empresa que dio sus primeros pasos en Bar-celona y que ha establecido su sede en Bruselas, de la que Güell es co-fundador y actualmente miembro de su comité científi co, se está desa-rrollando un ambicioso proyecto fi nanciado por la Marina norteame-ricana y Johnson & Johnson, como gran inversor. «Estamos constru-yendo los instrumentos que permi-tirán modifi car genéticamente las bacterias para que interaccionen con el sistema inmunitario de la piel. Generamos la plataforma que mo-dulará, por ejemplo, la secreción de sudor, la infl amación o el acné».

El equipo de Güell utiliza sistemas biológicos como sensores y los ca-pacita para alertar a otras partículas, que responderán a las enfermeda-des. «Un circuito actúa como sensor capaz de detectar una anomalía en el funcionamiento celular. Éste alertará un segundo circuito, que dará respuesta y producirá una sustancia terapéutica para paliar la anomalía. Serán bacterias smart, que actuaran solo cuando sea nece-sario», explica Güell.

de su genoma e inoculado el gen terapéutico». Uno de los recipientes que utilizan es el virus del sida, que actúa enganchándose a nuestro genoma y es lo sufi cientemente grande como para albergar el gen terapéutico. «Con los métodos con-vencionales, la efi ciencia escala de manera muy defi ciente cuando aumenta el tamaño. Cortar y pegar funciona con extensiones peque-ñas. No cortamos, pegamos direc-tamente la secuencia de ADN. En-ganchamos al gen mutado uno co-rrecto, imitando el proceso que realiza el virus del sida», explica.

La investigación todavía está en fase de laboratorio, «pero en los próximos meses ya pasaremos a las pruebas con ratones, que ofrecen las mismas mutaciones que los hu-manos». Desarrollan tecnologías transversales que permitirán aplicar este proceso a otras enfermedades en las que intervienen genes muta-dos. Un nuevo proyecto los sitúa ya en la aplicación de esta tecnología en el campo de los carcinomas. «Nos sentimos muy cómodos tra-bajando con partners especialistas en este tipo de enfermedades».

Una segunda línea de investiga-

Genes que alertan y bacterias 'smart' que actúan como sensores

Marc Güell, premio nacional de Investi-gación al Talento Jo-ven 2018 de la Fun-

dació Catalana per a la Recerca i la Innovació, persigue la modifi cación del genoma humano para frenar la distrofi a muscular congénita por défi cit de merosina, una enfermedad rara conocida como LAMA2, que evoluciona con rapidez hasta para-lizar a quién la padece. «Afecta a los portadores de dos genes mutados, uno de cada progenitor, básicos para el músculo», explica Güell, investi-gador principal del Grupo de Inves-tigación en Biología Sintética Trans-lacional del Departamento de Ciencias Experimentales y de la Sa-lud, de la Universidad Pompeu Fa-bra de Barcelona.

«Hacemos ingeniería genética que busca dar solución a problemas concretos», afi rma Güell. El equipo que lidera, creado hace algo más de un año, sigue dos líneas de investi-gación. Una de ellas, la más avanza-da, se centra en la modifi cación del genoma humano a través de la sín-tesis de genes y la creación de nue-vas tecnologías moleculares. «Se-cuenciamos genomas para corregir errores genéticos». La otra línea de investigación, todavía en fase preli-minar, está enfocada a la modifi ca-ción de los genomas de las bacterias de nuestra piel que provocan enfer-medades. En ambas investigacio-nes, la fi nalidad es terapéutica. «Queremos sanar enfermos».

Formado por diez investigadores, el equipo de Güell está especializa-do en edición genética y biología sintética, y realiza ingeniería gené-tica para reparar la distrofi a muscu-lar producida por el gen LAMA2. Actualmente solo existen trata-mientos que alivian los problemas físicos que genera. «Nosotros corre-gimos la causa de la enfermedad, tenemos tecnología para reparar esta mutación genética. Añadimos una copia terapéutica del gen con la ayuda de tecnología genética de nueva generación, con tijeras mo-leculares que nos permite dirigirnos a lugares concretos del genoma, modifi carlo y hacer los cambios pertinentes».

Han tenido que superar dos retos mayúsculos: el tamaño del gen, ya que las tecnologías conocidas hasta ahora solo permitían este tipo de manipulaciones en genes de menor tamaño, y la materialización del cambio genético. «Inyectamos el gen terapéutico directamente en el músculo, a través de nano partículas o bien a través de otros virus de gran capacidad que utilizamos como recipientes, previamente vaciados Marc Güell en el laboratorio con investigadores de su equipo.

GENÓMICA El equipo de Marc Güell corrige errores genéticos usando virus como el del sida y en Sbiomedic trabaja para la Marina de EEUU y Johnson & Johnson

LENGUAJE DE LA VIDAGüell está

convencido

que las

terapias de

base genómi-

ca son el

futuro de la

medicina.

«Hasta ahora

aprendíamos

a leer el

lenguaje de la

vida. Ahora

empezamos a

poder

hablarlo».

9LA RAZÓN • Domingo. 24 de febrero de 2019

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ANÁLISIS Barcelona vuelve a convertirse en el epicentro tecnológico del mundo con un nuevo Mobile World Congress con tintes (demasiado) conocidos: 5G e inteligencia artifi cial

La trayectoria del Mobile World Congress, desde sus humildes inicios en Cannes hasta nuestros

días, es digna de admiración: con la industria de la telefonía móvil en pleno auge, este evento era el esca-parate mundial donde las principa-les marcas de consumo exponían sus últimos modelos y los operadores de telecomunicaciones hacían gala de sus avances en nuevas redes (prime-ro 3G, luego 4G y, desde hace varios años, 5G). Una cita ineludible para sumarse al carro de los smartphones y conocer de primera mano el ex-traordinario ecosistema que se esta-ba gestando en esta parcela de la economía digital.

Hablo en pasado ya que, a pesar de mantener el pulso en cuanto a convocatoria y relevancia global (107.000 asistentes de 200 países en la pasada edición), la cita de Barce-lona ha visto desvirtuada su esencia en los últimos años. En primer lugar, el segmento de los smartphones y la tecnología de consumo se ha com-moditizado de forma dramática en este tiempo (tal y como se refl eja en los malos datos de crecimiento de esta industria). En segundo lugar, muchos fabricantes han optado por lanzar sus grandes apuestas del año en otros lares, con el fi n de escapar del ruido que lo inunda todo duran-te la semana del MWC. Y, en tercer lugar, la irrupción de paradigmas como el internet de las cosas, el co-che autónomo o la inteligencia arti-fi cial han obligado a un replantea-miento de la esencia de esta feria -como también le viene sucediendo al CES de Las Vegas, por ejemplo- que todavía no es asimilado por gran parte del respetable.

El vivo refl ejo de este cambio en el latir de esta cita lo encontramos en la modifi cación de su propio nom-bre, vigente desde esta edición. Los organizadores (GSMA, la asocia-ción internacional de las 'telecos') han optado por eliminar la denomi-nación completa del evento y que-darse únicamente con el acrónimo MWC. Ya no es un encuentro de móviles, vienen a decir.

Razón no les falta, porque cada año se constata la mayor heteroge-neidad de la feria, tanto en el tipo de anuncios realizados como en la clase de expositores presentes o en los principales ponentes de sus con-ferencias. Sin ir más lejos, este 2019 el invitado de honor es Satya Nade-lla, CEO de Microsoft, compañía que está pujando con fuerza en te-

Un MWC en reinvención ante el reto del 5G y la IA

rrenos como el cloud computing o la IA, pero cuya presencia en el merca-do de los smartphones es nula a fecha de hoy, tras la desinversión realizada en Nokia.

De hecho, la inteligencia artifi cial será -presumiblemente- una de las grandes tendencias del MWC 2019. El consenso del mercado espera ver en la Capital Condal soluciones de visión artifi cial, casos de uso indus-triales relacionados con esta tecno-logía y startups que la emplean para verticales tan dispares como el co-mercio electrónico, el marketing o los asistentes virtuales. También dentro de este paraguas se puede englobar el nicho de los coches co-nectados y autónomos, una de las parcelas del evento que ha gozado de mayor atención en los últimos con-gresos y que sigue jugando a ese particular equilibrio entre tecnología y motor que nos hace olvidar, por momentos, que estamos en Barcelo-na y no en el salón del automóvil de Ginebra o Detroit.

Pero si de telefonía quieren hablar (y salvo sorpresas de última hora como el fallido proyecto Aura de Telefónica, anunciado por Chema Alonso en el MWC 2017 y que ha acabado por ser un mero asistente virtual ni tan siquiera desarrollado por completo en la casa), la gran tendencia de este curso volverá a ser

-una vez más, y ya van demasiados años- la quinta generación de redes móviles. «Hay una doble velocidad en el desarrollo del 5G, porque toda-vía quedan cinco años o más para el despliegue de las redes, pero técni-camente ya vamos a ver móviles con esta capacidad en el MWC y ya está preparada toda la cadena de valor que le dé soporte», explica Berta Millán, responsable de Network en Accenture. «Pero hay que recordar que todavía hay mucho por hacer: ni están confi gurados todos los están-dares para comunicaciones M2M sobre redes 5G ni está adecuada la regulación en muchos países para la instalación de las pequeñas celdas que deben colocarse en grandes densidades, por ejemplo en marque-sinas públicas».

Es más, el 5G puede convertirse en otro argumento más en contra de los orígenes del propio MWC. Como alerta la propia Millán, «no será el consumidor fi nal quien demande esta tecnología, sino que los princi-pales interesados en su despliegue son los propios operadores de tele-comunicaciones -por motivos de efi ciencia- y el segmento profesio-nal». Con todo ello, solo queda plantearse una cuestión fi nal: ¿al-guien sigue creyendo a fecha de hoy que el Mobile World Congress va de móviles?

PERESANZ / SHUTTERSTOCK.COM

Vista general del Mobile World Congress.

Alberto Iglesias

MUNDANAL BIT

INNOVADORES by Inndux es una publicación de KAPEK NTI S. L.

Tel: 960 263 499

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Parece que las empresas europeas lo tienen claro, otra cosa es llevar la teoría a la práctica. Según un informe de Forrester para Experian, basado en una encuesta a 700 directivos, más del 80% de los ejecutivos está convencido de que los datos y la analítica son áreas clave de inversión. ¿La contradicción? El 40% admite que aún toma decisiones basándose en el instinto y la subjetividad.

EL 80% DE LOS DIRECTIVOS PIDE DATOS, PERO AÚN SE BASA EN EL INSTINTO

Fuera de cobertura

Primera investigación que demuestra con datos la afi rmación de Marshall McLuhan de que «el medio es el mensaje». Firman el paper «How the medium shapes the message» investiga-dores del MIT y sostie-ne que, a partir de Mainz, las ciudades europeas que antes introdujeron la imprenta fueron lugar de nacimiento de más científi cos y artistas. Hoy sucede lo mismo con dispositivos TIC y digitales.

LOGRAN MEDIR LA IDEA DE QUE «EL MEDIO ES EL MENSAJE» DE MCLUHAN

En cobertura

10 Domingo. 24 de febrero de 2019 • LA RAZÓN

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El director de estrategia y desarrollo corporativo de Sacyr, Víctor de Ávila, en la sede de la compañía.

VICENT BOSCH

PALABRA DE CIO SACYR Víctor de Ávila destaca el potencial de Hyperloop en el nuevo paradigma energético, apuesta por desalar para el sector privado y cree que el BIM cambiará las licitaciones

Coche eléctrico, desalación y datos, el nuevo negocio de infraestructurasEUGENIO MALLOL

Hablamos mucho de la movilidad desde el punto de vista de los vehículos, los sistemas

de gestión y, por supuesto, los usua-rios, pero es menos habitual pregun-tarse cómo deben ser las infraestruc-turas del nuevo entorno inteligente. Para el director de estrategia y desa-rrollo corporativo de Sacyr, Víctor de Ávila, la clave está en las ciudades, que «serán polos de generación de valor y desarrollo tecnológico, mucho más fuertes que ahora». En paralelo, la disminución «sustancial» del número de vehículos, «a un tercio de lo ac-tual», vendrá asociada a un aumento del tiempo de circulación, «lo que li-berará mucho espacio dedicado hoy a parking, y permitirá nuevos mode-los de negocio para estar más cerca del consumidor en la última milla».

De Ávila incorpora a sus análisis como un valor fi jo el coche eléctrico.

«Hoy un coche eléctrico de alta gama compite con uno de combustión, las curvas se cruzarán en un coche de gama media en 2024 y en baja gama en 2022. En la próxima década, el coche eléctrico se comerá con patatas al de combustión interna», afi rma. Unido al auge de la smart city, coin-cide en que se impondrá el concepto de «transportation as a service».

En lo que se refi ere a la transforma-ción digital del sector de infraestruc-turas, Víctor de Ávila destaca el po-tencial todavía latente de soluciones como el BIM (Building Information Modeling). El sistema, que permite planifi car virtualmente todo el proce-so de construcción, hará que la licita-ción de obras públicas sea mucho más precisa. «En América Latina ya no puedes presentar propuesta en mu-chos países sin el BIM. Un error al principio, te cuesta muy poco, uno al fi nal te cuesta 100.000 veces más. Si al proveedor lo metes al principio, cam-bia completamente. Este es un nego-

cio de muy poco margen, porque tienes errores a lo largo de la cadena de aprovisionamiento. Si eres capaz de limitarlos a las primeras etapas, tus márgenes subirán, porque no haces cambios».

En el mundo real, la hiperconecti-vidad está abriendo la puerta a nuevos modelos de negocio en la explotación de infraestructuras. El directivo de Sacyr ratifi ca su obsesión por mone-tizar el dato. «A través de programas de reconocimiento de imagen en las casetas de peaje puedes hacer progra-mas de facturación dinámica, y partir de ahí tienes capacidad de vender lo que sea», explica.

«Estamos haciendo proyectos de monetización del dato en intercam-biadores: donde hay mucha gente pasando por una infraestructura qué puedo hacer para monetizar ese valor, sin romper la confi dencialidad, cómo mejorar la experiencia de usuario del cliente. Sucede normalmente en ca-rreteras, pero un aeropuerto también

es un intercambiador de transpor-te».

Es uno de los grandes vectores de cambio, junto al nuevo paradigma energético. En línea con la iniciativa Mobility City de la Fundación Iber-caja, de la que forma parte su compa-ñía, De Ávila prevé una proliferación de electrolineras. «Cuando el Gobier-no dice que para 2040 ya no habrá diésel la gente se tira de los pelos, pero es que en 2040 a nadie le interesará tener diésel», dice.

También ligado al nuevo modelo energético está el auge de fenómenos como Hyperloop, que Sacyr sigue de cerca como miembro del Railway Innovation Hub. «Hay tecnologías que van a ir disminuyendo su precio hasta un punto en el que se convierta en marginal, ya no será un issue el precio. Esto pasará con el tema de la movilidad y la electricidad», apunta De Ávila. «Será mucho más interesan-te tener volumen que precio, porque costará, según hemos estado hablan-do, entre cinco y 10, posiblemente 20 euros, ir de Madrid a París. Las dis-tancias de Hyperloop se quedan entre los 500 kilómetros del AVE y los 2.000 del avión, cualquier trayecto dentro de ese rango es más competitivo».

En el ámbito de la economía circu-lar, la presion medioambiental será «enorme» en el caso del agua y la gestión de residuos. La estrategia de Sacyr en el primer caso pasa por las desaladoras y la reutilización. «La desalación es un área de oportunidad muy importante, pero estaba muy politizada, de modo que nos vamos a ir al sector privado, además del públi-co, a vender plantas de agua para la gente que la necesita para crecer. Te-nemos comunidades de regantes a las que invertir en una planta de agua y les sale tremendamente rentable».

Por otra parte, «hay países como Israel donde el agua tratada se utiliza para beber, aquí no se permite, me parece una tontería». Y en el caso de los residuos sólidos, «estamos lan-zando un reto para reciclar el máxi-mo de residuo textil, porque hemos identifi cado que representa en tor-no al 10-12% del total y consume grandes cantidades de agua. Lo mejor es limpiar en la fuente y si no buscar soluciones tecnológicas».

Sacyr identifi ca 20 tecnologías que «van a cambiar el mapa de forma ra-dical». De puertas hacia adentro ha creado la herramienta Ingenium que lanza retos tecnológicos a la plantilla, con el compromiso de poner en marcha proyectos piloto. De puertas hacia afuera, capta satrtup utilizando, además de la fórmula de los retos tecnológicos, programas de acelera-ción e incubación. Gracias a ello lleva a cabo un programa de digitalización de obras con EPC Tracker y otro de gestión del conocimiento mediante inteligencia artifi cial con Zapiens.

LICITACIÓNMonitorizar obras, saber el coste real

Con sistemas IoT como Sacyr Tracking, que incorpora sensores en los vehículos, «sabemos cuánto se han movido y cuánto han cargado, están georreferenciados, hace-mos un seguimiento de toda la cantidad de activos en una obra». Ese conoci-miento puede ayudar a predecir el coste real de una obra en el momento de la licitación, lo que ayudará a hacer más efi ciente la gestión pública. «Es tremendo, te da una capacidad de información brutal», dice De Ávila.

11LA RAZÓN • Domingo. 24 de febrero de 2019

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MOVILIDAD El proyecto de la startup para Hyperloop pone la tecnología de levitación y propulsión en las cápsulas, para que la infraestructura del tubo sea más barata que la de alta velocidad

E l futurista tren Hyper-loop, capaz de alcanzar velocidades de hasta 1.000 kilómetros por

hora en un tubo al vacío, será propul-sado por aire comprimido, si se im-pone la idea de Zeleros. La startup, nacida en la Universidad Politécnica de Valencia, es una de las seis compa-ñías que en todo el mundo están de-sarrollando proyectos integrales ba-sados en el desafío lanzado por Elon Musk en 2013.

Sus fundadores empezaron for-mando equipo en el concurso para estudiantes de Musk en 2015. Ahora van en serio, con 15 empleados fi jos y otros 15 ingenieros colaborando desde Altran. Y tienen un acuerdo con Renfe para estudiar la operativa ferroviaria. «Colaboramos con las empresas necesarias y nos especiali-zamos sobre todo en el vehículo, que es la parte en la que creemos que se puede aportar más valor para reducir el coste de infraestructuras», explica Juan Vicen, cofundador y CMO de Zeleros. «Nuestra visión es que cuan-ta más tecnología incorpore el vehí-culo, más sencilla será esa infraestruc-tura y más escalable el proyecto».

Para seguir creciendo, el tren de Zeleros cuenta desde ahora con un impulso que será crucial: el del gigan-te ferroviario Siemens. «Queremos explorar todas las innovaciones que hay en el mercado y una de ellas, y además con sello español, es Zeleros», adelanta a INNOVADORES Agustín Escobar, CEO de Siemens Mobility España, para anunciar un nuevo acuerdo entre ambas compañías. Fruto de él, Siemens asesorá durante los próximos meses a la startup en tecnología aplicable a su proyecto. Concretamente, en todo lo que tiene que ver con la señalización y las cate-nerias. «Pondremos a su disposición un equipo de ingenieros para que les asesoren en diferentes ámbitos de la infraestrcutura», explica Escobar.

El acuerdo, eso sí, se limita en prin-cipio a esa transmisión de know how, ya que «no hay planes de inversión» en la joven empresa por el momento. «No tenemos ningún tipo de contra-prestación establecida, pero quere-mos entender bien esta ecnología y apoyar la innovación», apunta. Este es el primer acuerdo de este tipo que la multinacional fi rma en España, pero «va a ser el primero de muchos más». «Zeleros es una solución dis-ruptiva y queremos estudiar y partici-par en este tipo de soluciones para complementar nuestra propuesta de valor», cuenta el responsable de Sie-mens.

La tecnología de sus cápsulas inclu-ye la propulsión por aire comprimido y la levitación. «Es lo que nos hace

La 'hypervelocidad' de Zeleros coge impulso con Siemens

diferentes. El concepto diferencial que proponemos es un sistema muy pare-cido al de un avión, que coge aire de delante, lo comprime y lo expulsa por atrás, para que el vehículo pueda moverse. La gente dice que el tubo está al vacío, pero es a baja presión. Es decir, sí que existe algo de aire dentro. Es muy difícil bajar la presión a cero. Sería insostenible el consumo energé-tico». En cuanto a la levitación, «nues-tro sistema funciona sin necesidad de que el carril esté electrifi cado», dice. «La levitación está también dentro del vehículo, que lleva imanes (para repe-lerse con el carril) y añadimos un electroimán, que nos permite levitar a una distancia dada. Funciona con baterías. Puede llegar de punta a pun-ta sin una infraestructura compleja». Con este planteamiento, el carril no tendría que estar electrifi cado.

El tubo, de unos cuatro metros de diámetro, requiere sensores de con-trol. El transporte de viajeros sería «con cápsulas autónomas para 40 o 50 pasajeros, que pueden ‘despegar’ cada dos o tres minutos», sin conductor.

Zeleros planea instalar este año un tubo de dos kilómetros en Sagunto «a escala un tercio. Será el primer paso. A partir de 2020 queremos desarrollar

una pista de pruebas de 10 kilómetros como mínimo, que nos permita tes-tear nuestro sistema a escala real y certifi carlo para mercancías».

En cuanto a construir el tubo, «exis-ten empresas bastante potentes de infraestructuras. Pero sí estamos estu-diando los mejores materiales que lo hacen más resistente. Nosotros fabri-caremos el vehículo y lo lanzaremos a alta velocidad. El problema es que no existe ninguna pista de pruebas con nuestros requerimientos». Probarán el vehículo y los materiales de la pista. «Si en dos kilómetros conseguimos unos costes razonables y se puede escalar, demostraremos también el coste por kilómetro que podría tener una línea hyperloop». ¿De qué mag-nitudes económicas hablamos? «Ac-tualmente son costes similares a una alta velocidad convencional», respon-de Vicen. «Hay que hacer la infraes-tructura, pero el sistema va sobre pi-lones y eso reduce todos los costes de explotación de un sistema convencio-nal de alta velocidad. Como mínimo es un 50% más barato que el chino. Y bastante más respecto al japonés, que cuesta en torno a 100 millones de euros por kilómetro. Este sería alrede-dor de 20 millones por kilómetro».

JULIO MIRAVALLS NEREA CASTRO

INNOVADORES

Parte del

equipo de

la startup

valenciana

Zeleros.

COLABORACIÓNOfrecer 'Mobility as a Service'

«Creemos que el futuro de la

movilidad se dirige hacia el

'Mobility as a Service', donde

una sola empresa no va a

poder ofrecer una solución

completa tanto a operadores

como a usuarios finales»,

explica Escobar. «Existirán

compañías como la nuestra

como tecnólogos dando

servicio a operadores pero en

estrecha colaboración con

otras que desarrollarán un

software más orientado a la

experiencia de usuario».

12 Domingo. 24 de febrero de 2019 • LA RAZÓN

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POR DENTRO Deliveroo Editions son espacios de cocina de proximidad en los que operan varias marcas, tanto reales como virtuales

Los nuevos 'hubs'

de la comida

a domicilio

A.I.

Alrededor del 17% de los españoles pide habitual-mente comida a domici-lio, según Kantar Worl-

dpanel. Y lo que es más: conforme más millennials y centennials vayan conformando la base de consumo en nuestro país, este porcentaje irá creciendo de forma exponencial. Si a ello le unimos que la madurez de este segmento de negocio en España sigue siendo menor a la de otros países de nuestro entorno, la opor-tunidad que se abre -tanto a los restaurantes como a las apps de re-parto- es inmensa.

Un nuevo mercado donde dos factores son los que marcan el éxito: inmediatez y variedad. Esos son los dos factores clave en que se fi jan los consumidores a la hora de pedir comida a domicilio y, también, los que han llevado a Deliveroo a dar vida a una innovadora idea: crear sus propios 'hubs' donde distintos restaurantes puedan trabajar en nuevos barrios y en el que el trabajo de los repartidores se simplifi ca y optimiza al concentrar varias mar-

cas en un único local.Una suerte de 'coworking' de la

restauración que en Madrid cuenta ya con dos establecimientos (en los barrios de Tetuán y Atocha) con seis cocinas cada uno desde donde se sirven más de 20 marcas distintas. En estos fogones, empresas ya asen-tadas en otras zonas de infl uencia como nuevas compañías ofertan sus productos y crean nuevas enseñas virtuales con las que diversifi car su negocio y explorar nichos de públi-co ajenos a su parcela habitual. Como explica Jaime Martínez de Velasco, director de Deliveroo Edi-tions, «damos la posibilidad a los restaurantes de expandirse a un coste mínimo hacia nuevas zonas y hacia otras categorías de productos. Además les asesoramos sobre las necesidades del barrio en cuestión, supervisamos la actividad en las cocinas y estamos en constante contacto con los dueños de los res-taurantes para impulsar sus marcas o ayudarles cuando una de ellas no rinde como se espera».

Los restaurantes que se instalan en las cocinas de Deliveroo Editions no pagan un alquiler al uso, sino que

INNOVADORES

Interior del

local de

Deliveroo

Editions en

el barrio de

Atocha, en

Madrid.

compensan a la popular app me-diante una comisión en cada uno de los pedidos. «Es una comisión algo más alta que con el servicio normal, pero que para ellos supone un mo-delo fl exible basado en el éxito. Y además, con la garantía de que su éxito y el nuestro van de la mano en todo momento», añade Martínez de Velasco.

Pero esos no son los únicos bene-fi cios para los restaurantes que apuestan por estas 'cocinas ciegas' de proximidad. Según explica Ra-quel Flores, dueña de López & Ló-pez (una popular pizzería de Lava-piés y una de las primeras en expan-dirse a la otra punta de Madrid, en Tetuán, con Deliveroo Editions), «la cosa no va solo de aumentar la fac-turación, sino también de reconoci-miento y de darnos a conocer. He-mos conseguido que muchos clientes que nos han probado a do-micilio en ese barrio luego vengan a nuestro restaurante físico».

La propuesta de Deliveroo Editio-ns no se queda aquí. La multinacio-nal ya planea expandir este modelo con nuevos locales, «sí todo va bien con la inauguración de un nuevo centro antes de que acabe el año», cuya localización dependerá «tanto de la demanda de la zona como de la falta de oferta de determinados productos». Por otro lado, y siguien-do la estela de lo que la fi rma está haciendo en otros países, Deliveroo Editions también quiere convertirse en una referencia física para los consumidores. «En otros sitios esta-mos facilitando que la gente pueda venir también a comer aquí, pero en España la regulación es muy estricta al respecto y es prácticamente impo-sible hacerlo. En lo que sí estamos trabajando es en poner ventanillas de 'take-away' para complementar el reparto a domicilio, y esperamos tener esta alternativa disponible en nuestro local de Atocha antes de verano», adelanta Jaime Martínez de Velasco.

Deliveroo procesa multitud de datos sobre

los restaurantes y los consumidores a partir

de sus pedidos. Toda esa información,

analizada y anonimizada convenientemente,

se pone a disposición de cada una de las

marcas para que conozca su rendimiento,

detecte áreas de mejora, entienda mejor las

necesidades del público y se pueda compa-

rar con la media de su segmento.

Un extra de Big DataInformación para cocinar más y mejor

De la empresa colaborativa a la hipercoordinadaINNOVADORES

Lo llaman aprendizaje escalable. Es el arma para resistir en la nueva guerra del talento. «Los grandes cambios crean grandes oportunida-des, pero también grandes presio-nes, ya que la competencia es feroz», reconocía John Hagel, copresidente del Center for the Edge en Deloitte, durante su intervención en el primer SingularityU Spain Summit.

INNOVADORES

Primera

edición de

SingularityU

Spain

Summit.

El experto defendía una forma-ción en escala que añada valor en un mundo cambiante y permita adquirir conocimientos en el pues-to de trabajo y no en el aula. «Hay que recordar que, independiente-mente del número de gente inteli-gente en nuestra empresa, habrá muchos más fuera de nuestra orga-nización».

El reto no es sólo del profesional, también de las organizaciones. «El 76% de las personas prefi ere trabajar

a solas que en equipo, por lo que las compañías deberían redefi nirse para ser un ecosistema de hiperco-ordinación en vez de colaboración», señalaba el CEO de T Labs, Amin Toufani. Para visualizar esta diná-mica recurría a los puntos de pit stop

en la Fórmula 1. ¿Ejemplos de em-presas reales que ya han aplicado esta estructura de trabajo? Amazon y Alibaba, tan convencidas de esta idea que actúan como un «sistema operativo».

13LA RAZÓN • Domingo. 24 de febrero de 2019

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El crecimiento de la inteligencia

artifi cial en nuestros tiempos está

siendo uno de los campos de batallá

más interesantes del sector tecnoló-

gico, con ramifi caciones que

afectarán a todas las industrias,

sectores de actividad y a las personas en última

instancia. En este libro, el divulgador Lasse

Rouhiainen expone los conceptos básicos de esta

revolución, ejemplifi ca casos de uso concretos y

detalla ideas para sacar su máximo potencial.

Desde el Exterior: Blockchain para verifi car medicamentos

La FDA (Food & Drug Administratio) de EEUU ha puesto

en marcha un proyecto piloto para establecer el

blockchain como tecnología de verifi cación, con el

objetivo de que «los productos sospechosos e ilegítimos

no entren en la cadena de suministro y en última

instancia no lleguen a los pacientes». El proyecto

persigue conocer y controlar mediante «rastreo

electrónico» dónde se ha localizado un medicamento

'sospechoso' y quién lo ha manejado, así como

establecer un método para verifi car que un medicamen-

to sea legítimo y no esté alterado y que en cualquier

punto de la cadena de suministro se pueda detectar y

poner en cuarentena cualquier producto sospechoso.

FREESTOCKS / UNSPLASH

MOBILE WORLD CONGRESS. BARCELONA. Fira Barcelona. Un año más la capital catalana acoge este gran referente mundial de la tecnología de consumo. Del 24 al 28 de febrero.

4YFN. BARCELONA. Fira Montjuïc. El 4 Years From Now es una iniciativa impulsada por la Fundación Mobile World Capital Barcelona con el fi n de ser el punto de encuentro de emprendedores, inversores y startup aprovechando el Mobile World Congress. Del 25 al 27 de febrero.

GENERA. MADRID. Ifema. Feria internacional de energía y medio ambiente con múltiples propuestas para la conservación y reutilización de la energía. 26 de febrero al 1 de marzo.

Atentos a...

Inteligencia artifi cial para neófi tos

«INTELIGENCIA ARTIFICIAL», Alienta. Lasse Rouhiainen

ALBERTO IGLESIAS

INNOVAR PARA VIVIR Educar y concienciar en la organización es clave para resistir a los ciberdelincuentes, asegura Accenture

En tiempos de ciberata-ques, la ciberesiliencia se convierte en una virtud necesaria. Y, de

momento, las empresas españolas no lo están haciendo nada mal se-gún el informe de Accenture State of Cyber Resilence: el 84% , las com-pañías nacionales han logrado detener los ciberataques de los que han sido víctimas en el último año, a pesar de que se han duplicado. ¿Cómo lograrlo? Ese ha sido el debate que ha centrado la última emisión de Innovar para vivir, el espacio de Accenture en La Brúju-la de Onda Cero en colaboración con INNOVADORES.

«Podemos hacer muchas cosas, como protegernos, dotarnos de herramientas y educarlos para en-tender muy bien qué tipo de infor-mación estamos manejado y a tra-vés de qué dispositivos», señaló Xabier Mitxelena, managing direc-tor de Accenture Security España. Para el experto, aprender a respon-der ante los ataques es una cuestión de «hábitos, de entender que este mundo digital no tiene marcha atrás y que tenemos que saber na-vegar en él». Y empleó el paralelis-mo con la educación vial para ilustrar la importancia de saber utilizar las posibilidades que nos

Ciberresiliencia para que el negocio sobreviva al ataque

brinda la tecnología con responsa-bilidad: «Quien conduce un coche es consciente de que existe un con-junto de señales que hay que respe-tar. En el mundo digital hay que empezar a entender ese conjunto de señales y qué debemos o no ha-cer».

4,5 billones de euros es la cifra de costes adicionales y pérdidas de negocio que pueden suponer a las empresas en cinco años los cibera-taques, según las cifras de Accentu-re. «Es la suma del PIB de España, Francia e Italia», alertó Mitxelena, para quien estamos ante un escena-rio en el que la ciberseguridad se ha convertido en un factor determi-nante del negocio.

Implicar a la alta dirección en la importancia de evitar fallos seguri-dad, establecer una adecuada cola-boración pública y privada, y tam-bién entre empresas para crear un ecosistema de negocios seguros, y diseñar soluciones desde la visión de la ciberseguridad como un pro-ceso más de calidad se confi guran como ejes clave para que la empre-sa sobreviva con éxito a los embites de los cibercriminales.

«La tecnología es un medio y no en fi n, y es crítico saber con qué fi nes trabajamos», recalcó el res-ponsable de Acenture. Por eso, apuntó, es importante pasar de la reactividad a la proactividad y en-

tender «que si queremos ser com-petitivos en el mundo digital es una parte importante del negocio».

Bien lo sabe Rosa Kariger, CISO de Iberdrola, que también participó en el programa para mostrar cómo de importante es colocar la ciber-seguridad en el centro de la empre-sa cuando se trabaja con infraes-tructuras tan críticas como el sumi-nistro eléctrico.

«La tecnología está trayendo ventajas indudables en la fi abilidad de la red y la mejora del servicio, pero también abre nuevas fuentes de riesgo. Por eso es crucial que el negocio entienda los esos riesgos y sea capaz de abordarlos», dijo Ka-riger. La idea de tener un equipo que se encargue de la seguridad de los sistemas dentro de la empresa al margen del negocio es equivocada a su juicio y la clave es «trasladar la responsabilidad» para que los téc-nicos y los ignenieros que imple-mentan la tecnología «protejan la tecnología que están usando».

Pero más allá de ellos, cualquier empleado puede ser un aliado o un enemigo frente a los ciberataques. «Nosotros apostamos por ofrecer formación a todos los empleados porque todos utilizamos la tecno-logía, y todos tenemos que conocer los riesgos y estar formados porque afecta a todos los procesos y todas las personas».

N. C.

INNOVADORES

ENTENDER EL RIESGO DESPUÉS

Un estudio

presentado en

Davos por

Accenture

señala que el

78% de más

de 1.700

directivos

afi rman estar

sumido en

procesos de

transforma-

ción digital,

pero un 76%

lamenta que

no ha tenido

en cuenta la

ciberseguri-

dad como

elemento

clave en ellos.

Xabier

Mitxelena

(izquierda),

Rosa Kariger

y Juan

Ramón Lucas

en 'Innovar

para vivir'.

14 Domingo. 24 de febrero de 2019 • LA RAZÓN

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CAIXABANK

El pago móvil de CaixaBank se dispara y expande otros negociosESPECIAL Multiplica por ocho las operaciones vía 'smartphone' gracias a la alianza con Apple y Samsung para mejorar la experiencia de usuario y lo convierte en una nueva vía de venta de servicios, según su director general

INNOVADORES

España es siempre un país destacado cuando se habla de la penetración de los dispositivos mó-

viles y apego por los smartphones y eso tiene su traslación en uno de los sectores fi ntech más candentes: el de los pagos móviles, que están al fi n alzando el vuelo con fuerza. Así se deduce de cifras como las de Caixa-Bank, que se presenta como entidad líder en medios de pagos al registrar 30 millones de compras con el mó-vil realizadas por sus clientes en comercio durante el año 2018. La cifra supone multiplicar por ocho los datos de pago móvil del ejercicio anterior, cuando se efectuaron 3,7 millones de operaciones con este sistema. En todo 2018, el volumen de facturación en compras con el pago móvil de CaixaBank ha suma-do 885 millones de euros.Respecto al número de usuarios,

cerca de 750.000 clientes tienen vinculadas sus tarjetas a un teléfono móvil para realizar compras, mien-tras el parque total de tarjetas de CaixaBank enroladas supera ya el millón (un 110% más que en el año anterior). Así, el porcentaje de pa-

La entidad

ha registrado

885 millones

de euros

en pagos

móviles en

2018.

gos móviles alcanza por primera vez el 4% respecto al total de operacio-nes realizadas con tarjetas de la entidad en comercios físicos, que en todo 2018 ascendieron a 1.387 mi-llones (un 14,2% por encima de 2017). Desde el banco defi enden que estas cifras le sitúan como líder del sector del pago móvil en España, con una estimación de cuota de mercado del 40,8%, de acuerdo con las operaciones realizadas en di-ciembre de 2018.Para Juan Antonio Alcaraz, direc-

tor general de CaixaBank, el fuerte crecimiento de la entidad en pago móvil se relaciona con la mejora de la experiencia del usuario, sea cual sea el dispositivo del cliente: «La alianza con grandes empresas tec-nológicas, como Samsung y Apple, y el trabajo conjunto con ellas nos permite integrar en el móvil tanto la solución de pagos como una com-pleta oferta de opciones para la gestión de tarjetas. De ahí que, ade-más de crecer en operaciones de pago móvil, también aumentamos notablemente la interacción de nuestros clientes a través de la apli-cación CaixaBank Pay y el acceso a los diferentes servicios, desde la activación o el bloqueo de la tarjeta al aumento del límite, el fracciona-

miento de pago o el envío de dinero, entre otros».Fuentes de la entidad señalan,

además del móvil, los wearables como uno de los instrumentos de pago con mayor proyección de fu-turo por su posibilidad de «mejorar la experiencia de pago» y porque contribuyen «a que los clientes acaben recurriendo al pago electró-nico por encima del efectivo». La biometría también se corona como uno de los grandes habilitadores de pagos para la entidad. «El proceso de pago se agiliza y eso produce menos colas y mejor atención al cliente», lo que facilita las transac-ciones. Para seguir creciendo en el uni-

verso fi ntech CaixaBank apuesta tanto por los acuerdos con multina-cionales (como con la creación del Payment Innovation Hub, el primer hub de innovación especializado en medios de pago creado con Sam-sung, Visa, Arval y Global Pay-ments) como por el apoyo a startups que desarrollan nuevas tecnologías. En este sentido, acaban de llegar a un acuerdo con Socialpay, a través de su joint venture con Global Pay-ments, pionera en el desarrollo de soluciones escrow, para mejorar las compras online.

PAGAR CON LA CARA

CaixaBank

está ya

mirando más

allá de los

pagos móviles

para empezar

a explorar las

posibilidades

del pago

mediante

reconocimien-

to facial. Este

mes ha

anunciado

que será el

primer banco

en usar esta

tecnología

para retirar

dinero de sus

cajeros.

Horas y horas en plena oscuridad, vigilantes, sin querer parpadear para no perder un dato, una cifra, una señal que indique por donde viene el peligro. Si lo que haces es

lo correcto no te daría miedo trabajar con luces y taquígrafos. Si lo que haces no es ilegal, no tendrías que dar saltos y más saltos para intentar borrar tus pasos y que no te localicen.Los ataques no paran. En la vida real pueden

ser directos, sutiles o pasar desapercibidos. En el mundo cibernético, que no deja de ser vida real, pasa exactamente lo mismo. Los malos, que cada vez saben más y son mejores, consiguen pasar desapercibidos. Muchos han vivido el susto de saber que les han robado datos de redes sociales, de bancos, las contraseñas etc. Y de repente te da la sensación de que tu vida queda al descubierto, de que tus datos más sagrados están en manos de personas que los utilizarán para robarte. Según la información que tiene la empresa

Blueliv, el 70% de los ataques no llega a detectar-se y las empresas tardan de media dos meses y medio en descubrir que han sido atacadas. Para ahondar aún más en el peligro, esta empresa catalana señala además que muchas tardan más de dos meses en conseguir contener el ataque. En fi n, que se van los días, las semanas y los meses antes de volver a tener bajo control todo; demasiado tiempo, para entonces los malos ya han hecho su papel, han vendido lo robado o nos han robado directamente.Blueliv es una empresa de guerreros informá-

ticos que buscan, identifi can y señalan a estos ladrones cibernéticos que, protegidos por el anonimato, se sientan frente a una pantalla de datos con el único objetivo de robar lo que no es suyo. Su negocio consiste especialmente en prevenir esos ataques para que no lleguen a penetrar en el sistema. Monitorizan el ecosiste-ma y detectan al intruso antes de que llegue a entrar y cause daño en la empresa.Pero los buenos y los malos juegan en la mis-

ma cancha. En el fondo es como un partido de fútbol de dos equipos rivales que se conocen bien, ambos hacen un «buen trabajo», y sólo el seguimiento y el trabajo constante puede con-vertirte en vencedor. En este mundo globaliza-do los malos no descansan; se lanzan ataques cada segundo las 24 horas del día desde los lu-gares más remotos con las intenciones más os-curas. Si no quieres que algo se sepa, no lo hagas, porque hay gente deseando penetrar en tu sis-tema y robarte ese oscuro secreto para hacerlo público. En internet la justicia no existe, ya lo demuestran los «trolls», y el valor de la informa-ción secreta sube como la espuma.

LABORATORIO

'MADE IN SPAIN'

Ainhoa Goñi

Sospechosos habituales

15LA RAZÓN • Domingo. 24 de febrero de 2019

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P. B.

Las empresas tienen empacho de proyectos de innovaciónNOTAS DIGITALES

PACO BREE

Un tercio de las empresas están abrumadas por un exceso de proyectos

de innovación. Esto es lo que se desprende del último estudio de Oracle titulado Having a succesful

innovaction agenda [Teniendo una agenda de innovación exitosa]. Este problema está afectando de forma especial a las grandes empresas que reportaban un compromiso excesivo y un alto número de iniciativas paralelas. Otras barreras identifi ca-das incluyen la falta de fl ujos de trabajo apropiados, la necesidad de tecnologías de apoyo y la falta de liderazgo. Con relación a los indicadores, el informe apunta que las empresas están migrando de los indicadores tradicionales, como la productividad del empleado o los ingresos, a indicadores mucho más relacionados con la experiencia del cliente. El informe destaca que más de la mitad de las innovaciones empresariales no llegan al mercado con éxito al mercado. Las empresas que están creciendo más rápido son las que están invirtiendo y apostan-do con mayor fuerza en innovación y con una estrategia clara.

ESPAÑA PIERDE TRES PUESTOS en el Índice de Preparación de los Vehículos AutónomosEs lo que se desprende del último estudio de KPMG titulado 2019 autonomous vehicles readiness index [2019 índice de preparación de los vehículos autónomos]. Los países que lideran el índice son Holanda, Singapur, Noruega, Estados Unidos y Suecia. España fi gura en el puesto de 18 de los 25 países incluidos en el estudio. En relación a cada pilar analizado, España alcanza el puesto 19 en legislación y políticas, 20 en tecnología e innovación, 14 en infraestructuras y 17 en aceptación por parte de los consumidores. Sin embargo, el estudio ve un claro potencial de cambio para España ya que según Ovidio Turrado, Responsable de Infraestructuras de KPMG España, el desarrollo de una plataforma digital que conecte vehículos e infraestructuras en tiempo real reforzará nuestra red de transporte interurbano de alta calidad. Ovidio Turrado considera que estamos viendo como en nuestras grandes ciudades se están implementando nuevos modos de transporte de forma muy rápida, lo cual es una clara señal de la aceptación por parte de los consumidores.

EL ECOSISTEMA ESPAÑOL DE STARTUPS se dispara. El informe

Startup Ecosystem Overview 2019 confi rma que el ecosistema de startups [Vista general del ecosiste-ma de nuevas empresas 2019] en España cerró el 2018 con 4100 empresas adicionales lo que supone un crecimiento del 30% respecto al año anterior. La creación de escaparates comerciales digitales, comercio electrónico y aplicaciones de movilidad fueron los modelos de negocios preferidos a la hora de crear nuevas empresas.

EL MERCADO DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL crecerá un 40% en la

próxima década. Market.us ha publicado el informe Global artifi cial

intelligence (AI) market 2019 [Mercado global de inteligencia artifi cial (IA) 2019] en el que se estima que el crecimiento de esta tecnología exponencial crecerá 52.7471,5 millones de dólares americanos desde el 2018 hasta el 2023. Los segmentos de mercado que crecerán con mayor intensidad son Deep learning, robótica, asistentes personales digitales, métodos de consulta, procesamiento de lenguaje natural y procesamiento consciente del contexto.

EMPLEADOS FACTOR CRÍTICO

Es lo que

apunta Neil

Sholay,

Vicepresidente

de Innovación

de Oracle. Los

empleados

son necesarios

tanto para

generar

nuevas ideas

que aborden

problemas

reales como

para ejecutar-

las. Para ello

necesitan una

cultura de

innovación

efi caz y de

apoyo para

tener éxito.

Esto comienza

con una visión

clara de los

líderes y la

priorización y

fi nanciamien-

to de los

proyectos

elegidos.

Tecnología empresarial: Ciberseguridad

A principios de los años 70, el experimento Creeper funcionó de forma parecida a

un virus informático dentro de la red ARPA precursora de Internet. La ciberseguridad

se ocupa de proteger las infraestructuras computacionales y todo lo relacionado con

las mismas. En la actualidad, la ciberseguridad es crítica debido al desarrollo de las

tecnologías exponenciales y la convergencia de las mismas. El último estudio Computer

Weekly/Tech Target IT Priorities 2019 destaca como prioridades importantes la ciber-

seguridad y la gestión de riesgo dentro del mundo empresarial. Otro estudio de

Microsoft confi rma que los malos hábitos de los empleados son un riesgo para los

sistemas de seguridad de las empresas.

NEREA CASTROICOMMUNITY: BLOCKCHAIN 'AS A SERVICE'

A RITMO DE STARTUP

ICOMMUNITY LABSEsta startup ofrece blockchain as a service para una quincena de casos de uso en sectores cono el fi ntech, el retail o la gestión de edifi cios.

Ahora que el modelo de negocio en el universo tecnológico ha virado hacia los servicios, la tecnología que está en boca de todos los gurús no podía quedarse atrás. Eso es lo que debieron pensar los fundadores de Icommunity Lab, una startup surgida al calor de la aceleradora Demium con el propósito de ofrecer blockchain as a service.

«Vimos que la tecnología bloc-kchain se había quedado en un asunto anecdótico limitado al mun-do de las criptomonedas», explica

Miguel Ángel Pérez, CEO de la empresa, y no llegaba con todo su potencial a cubrir las necesidades reales de la empresa. «La tecnología estaba en el mundo de las nubes y nosotros queríamos aterrizarla en el real», dice. Para lograrlo, han de-sarrollado una quincena de casos de uso en sectores que van del fi ntech a los seguros pasando por el retail o la gobernanza para poder implementar esta tecnología en el seno de cualquier organización «llave en mano». Para empezar se han centrado en tres sec-tores: el de las fi nanzas, el de la gestión inmobiliaria y el de la trazabilidad, y poco a poco irán ampliando su carte-ra de productos. Así, en la gestión de instalaciones, por ejemplo, es posible

ofrecer pruebas de sellado de tiempo, de geolocalización o fotográfi cas que certifi quen partes de trabajo para su mantenimiento y que el cliente tenga certeza total de que se ha cumplido con las obligaciones y cuándo.

También están trabajando en la certifi cación mediante su tecnología de los procesos de crowdfunding. «Le da seguridad al inversor y mejora el posicionamiento estratégico de la empresa», asegura Pérez, que recono-ce que hay mucha gente interesada en la tecnología sin saber realmente si «merece la pena o no aplicarlo». Por eso, alerta, hacer un fi ltrado previo para ver si el blockchain mejora ver-daderamente la actividad de una empresa es un paso crucial.

16 Domingo. 24 de febrero de 2019 • LA RAZÓN