Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

download Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

of 174

Transcript of Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    1/174

    Yalal Al-Din Rumi

    150 CUENTOS SUFIES150 CUENTOS SUFIES

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    2/174

    LA HERMOSA SIRVIENTALA HERMOSA SIRVIENTA

    Erase una vez un sultn, dueo de la fe y del mundo. Habiendo salidode caza, se alej de su palacio y, en su camino, se cruz con una jovenesclava. En un instante l mismo se convirti en esclvo. Compr aaquella sirvienta y la condujo a su palacio para decorar su dormitoriocon aquella belleza. Pero, enseguida, la sirvienta cay enferma.

    Siempre pasa lo mismo! Se encuentra la cntara, pero no hay agua. Ycuando se encuentra agua, la cntara est rota! Cuando se encuentraun asno, es imposible encontrar una silla. Cuando por fin se encuentrala silla, el asno ha sido devorado por el lobo.

    El sultn reuni a todos sus mdicos y les dijo:

    "Estoy triste, slo ella podr poner remedio a mi pena. Aquel devosotros que logre curar al alma de mi alma, podr participar de mistesoros."

    Los mdicos le respondieron:

    "Te prometemos hacer lo necesario. Cada uno de nosotros es como elmesas de este mundo. Conocemos el blsamo que conviene a las

    heridas del corazn."

    Al decir esto, los mdicos haban menospreciado la voluntad divina.Pues olvidar decir "Insh Allah!" hace al hombre impotente. Losmdicos ensayaron numerosas terapias, pero ninguna fue eficaz. Lahermosa sirvienta se desmejoraba cada da un poco ms y las lgrimasdel sultn se transformaban en arroyo.

    Todos los remedios ensayados daban el resultado inverso del efectoprevisto. El sultn, al comprobar la impotencia de sus mdicos, setraslad a la mezquita. Se prostern ante el Mihrab e inund el suelocon sus lgrimas. Dio gracias a Dios y le dijo:

    "T has atendido siempre a mis necesidades y yo he cometido el errorde dirigirme a alguien distinto a ti. Perdname!"

    Esta sincera plegaria hizo desbordarse el ocano de los favores divinos,y el sultn, con los ojos llenos de lgrimas, cay en un profundo sueo.En su sueo, vio a un anciano que le deca:

    "Oh, sultn! Tus ruegos han sido escuchados! Maana recibirs lavisita de un extranjero. Es un hombre justo y digno de confanza. Es

    tambin un buen mdico. Hay sabidura en sus remedios y su sabiduraprocede del poder de Dios."

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    3/174

    Al despertar, el sultn se sinti colmado de alegra y se instal en suventana para esperar el momento en el que se realizara su sueo.Pronto vio llegar a un hombre deslumbrante como el sol en la sombra.

    Era, desde luego, el rostro con el que haba soado. Acogi al

    extranjero como a un visir y dos ocanos de amor se reunieron. Elanfitrin y su husped se hicieron amigos y el sultn dijo:

    "Mi verdadera amada eras t y no esta sirvienta. En este bajo mundo,hay que acometer una empresa para que se realice otra. Soy tuservidor!"

    Se abrazaron y el sultn aadi:

    "La belleza de tu rostro es una respuesta a cualquier pregunta!"

    Mientras le contaba su historia, acompa al sabio anciano junto a lasirvienta enferma. El anciano observ su tez, le tom el pulso ydescubri todos los sntomas de la enfermedad. Despus, dijo:

    "Los mdicos que te han cuidado no han hecho sino agravar tu estado,pues no han estudiado tu corazn."

    No tard en descubrir la causa de la enfermedad, pero no dijo unapalabra de ella. Los males del corazn son tan evidentes como los de lavescula. Cuando la lea arde, se percibe. Y nuestro mdicocomprendi rpidamente que no era el cuerpo de la sirvienta el

    afectado, sino su corazn.Pero, cualquiera que sea el medio por el cual se intenta describir elestado de un enamorado, se encuentra uno tan desprovisto depalabras como si fuera mudo. S! Nuestra lengua es muy hbil enhacer comentarios, pero el amor sin comentarios es an ms hermoso.En su ambicin por describir el amor la razn se encuentra como unasno tendido cuan largo es sobre el lodo. Pues el testigo del sol es elmismo sol.

    El sabio anciano pidi al sultn que hiciera salir a todos los ocupantes

    del palacio, extraos o amigos."Quiero, dijo, que nadie pueda escuchar a las puertas, pues tengo unaspreguntas que hacer a la enferma."

    La sirvienta y el anciano se quedaron, pues, solos en el palacio delsultn. El anciano empez entonces a interrogarla con mucha dulzura:

    "De dnde vienes? T no debes ignorar que cada regin tienemtodos curativos propios. Te quedan parientes en tu pas? Vecinos?Gente a la que amas?"

    Y, mientras le haca preguntas sobre su pasado, segua tomndole el

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    4/174

    pulso.

    Si alguien se ha clavado una espina en el pie lo apoya en su rodilla eintenta sacrsela por todos los medios. Si una espina en el pie causatanto sufrimiento, qu decir de una espina en el corazn! Si llega a

    clavarse una espina bajo la cola de un asno, ste se pone a rebuznarcreyendo que sus voces van a quitarle la espina, cuando lo que hacefalta es un hombre inteligente que lo alivie.

    As nuestro competente mdico prestaba gran atencin al pulso de laenferma en cada una de las preguntas que le haca. Le pregunt culeseran las ciudades en las que haba estado al dejar su pas, cules eranlas personas con quienes viva y coma. El pulso permaneci invariablehasta el momento en que mencion la ciudad de Samarkanda.Comprob una repentina aceleracin. Las mejillas de la enferma, quehasta entonces eran muy plidas, empezaron a ruborizarse. La

    sirvienta le revel entonces que la causa de sus tormentos era unjoyero de Samarkanda que viva en su barrio cuando ella haba estadoen aquella ciudad.

    El mdico le dijo entonces:

    "No te inquietes ms, he comprendido la razn de tu enfermedad ytengo lo que necesitas para curarte. Que tu corazn enfermo recobrela alegra! Pero no reveles a nadie tu secreto, ni siquiera al sultn."

    Despus fue a reunirse con el sultn, le expuso la situacin y le dijo:

    "Es preciso que hagamos venir a esa persona, que la invitespersonalmente. No hay duda de que estar encantado con talinvitacin, sobre todo si le envas como regalo unos vestidos adornadoscon oro y plata."

    El sultn se apresur a enviar a algunos de sus servidores comomensajeros ante el joyero de Samarkanda. Cuando llegaron a sudestino, fueron a ver al joyero y le dijeron:

    "Oh, hombre de talento! Tu nombre es clebre en todas partes! Y

    nuestro sultn desea confiarte el puesto de joyero de su palacio. Teenva unos vestidos, oro y plata. Si vienes, sers su protegido."

    A la vista de los presentes que se le hacan, el joyero, sin sombra deduda, tom el camino del palacio con el corazn henchido de gozo.Dej su pas, abandonando a sus hijos, y a su familia, soando conriquezas. Pero el ngel de la muerte le deca al odo:

    "Vaya! Crees acaso poder llevarte al ms all aquello con lo quesueas?"

    A su llegada, el joyero fue presentado al sultn. Este lo honr mucho yle confi la custodia de todos sus tesoros. El anciano mdico pidi

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    5/174

    entonces al sultn que uniera al joyero con la hermosa sirvienta paraque el fuego de su nostalgia se apagase por el agua de la unin.

    Durante seis meses, el joyero y la hermosa sirvienta vivieron en elplacer y en el gozo. La enferma sanaba y se volva cada vez ms

    hermosa.Un da, el mdico prepar una coccin para que el joyero enfermase. Y,bajo el efecto de su enfermedad, este ltimo perdi toda su belleza.Sus mejillas palidecieron y el corazn de la hermosa sirvienta se enfrien su relacin con l. Su amor por l disminuy as hasta desaparecercompletamente.

    Cuando el amor depende de los colores o de los perfumes, no es amores una vergenza. Sus ms hermosas plumas, para el pavo real, sonenemigas. El zorro que va desprevenido pierde la vida a causa de su

    cola. El elefante pierde la suya por un poco de marfil.

    El joyero deca:

    "Un cazador ha hecho correr mi sangre, como si yo fuese una gacela yl quisiera apoderarse de mi almizcle. Que el que ha hecho eso no creaque no me vengar."

    Rindi el alma y la sirvienta qued libre de los tormentos del amor.Pero el amor a lo efmero no es amor.

    EL PREDICADOREL PREDICADOR

    Haba un predicador que, cada vez que se pona a rezar no dejaba deelogiar a los bandidos y desearles toda la felicidad posible. Elevaba lasmanos al cielo diciendo: "Oh, Seor: ofrece tu misericordia a loscalumniadores, a los rebeldes, a los corazones endurecidos, a los quese burlan de la gente de bien y a los idlatras!"

    As terminaba su arenga, sin desear el menor bien a los hombres justosy puros. Un da, sus oyentes le dijeron:

    "No es costumbre rezar as! Todos estos buenos deseos dirigidos a losmalvados no sern escuchados."

    Pero l replic:

    "Yo debo mucho a esa gente de la que hablis y por esa razn ruegopor ellos. Me han torturado tanto y me han causado tanto dao que me

    han guiado hacia el bien. Cada vez que me he sentido atrado por lascosas de este mundo, me han maltratado. Y todos esos malos tratos

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    6/174

    son la causa por la que me he vuelto hacia la fe."

    ABANDONAR LA COLERAABANDONAR LA COLERA

    Un da, alguien pregunt a Jess:

    "Oh, profeta! Cul es la cosa ms terrible en este mundo?"

    Jess respondi:

    "La clera de Dios, pues incluso el infierno teme esta clera!"

    El que haba hecho la pregunta dijo entonces: "Existe algn mediopara evitar la clera de Dios?"

    Jess respondi: "S! Hay que abandonar la propia clera! Pues loshombres malvados son como pozos de clera. As es como seconvierten en dragones salvajes."

    Es imposible que este mundo ignore los atributos contrarios. Loimportante es protegerse de las desviaciones. En este mundo, la orinaexiste. Y la orina no podr convertirse en agua pura sin cambiar deatributos.

    LA INCITADORALA INCITADORA

    Un da, un suf volvi a su casa de improviso. Ahora bien, su mujerreciba a un extranjero, procurando incitarlo.

    El suf llam a la puerta. No era su costumbre abandonar la tienda yregresar tan pronto a la casa, pero, dominado por un presentimiento,haba decidido regresar ese da por sorpresa. La mujer por su parte,estaba muy segura de que su marido no volvera tan pronto. Dios poneun velo sobre tus pecados para que un da te avergences de ellos.Pero quin puede decir hasta cundo dura este privilegio?

    En la morada del suf no haba escondrijo alguno ni otra salida que lapuerta principal. Ni siquiera haba una manta bajo la cual habra podidoocultarse el extranjero. Como ltimo recurso, la mujer visti alextranjero con un velo para disfrazarlo de mujer. Despus abri lapuerta.

    El extranjero con su disfraz pareca un camello en una escalera. El sufpregunt a su mujer:

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    7/174

    "Quin es esta persona con la cara velada?"

    La mujer respondi:

    "Es una mujer conocida en la ciudad por su piedad y su riqueza."

    "Hay algn favor que podamos hacerle?" pregunt el suf.

    La mujer dijo:

    "Quiere emparentar con nosotros. Tiene un carcter noble y puro.Vena a ver a nuestra hija, que, desgraciadamente, est en la escuela.Pero esta seora me lo ha dicho: "Sea o no hermosa, quiero tenerlacomo nuera!" pues tiene un hijo incomparable por su belleza, suinteligencia y su carcter."

    El suf dijo entonces:

    "Somos gente pobre y esta mujer es rica. Semejante matrimonio seracomo una puerta hecha mitad de madera y mitad de marfil. Ahorabien, un vestido hecho a medias de seda y de pao avergenza a quienlo lleva."

    "Es justamente lo que acabo de explicarle dijo la mujer pero me harespondido que no le interesan los bienes ni la nobleza. No ambicionaacumular bienes en este bajo mundo. Todo lo que desea es tratar congente honrada!"

    El suf invoc otros argumentos, pero su mujer afirm haberlosexpuesto ya a su visitante. A creerla, aquella seora no tomaba encuenta su pobreza, aunque sta fuese extremada. Finalmente, dijo a sumarido:

    "Lo que busca en nosotros es la honradez."

    El suf aadi:

    "No ve nuestra casa, tan pequea que no podra esconderse en ella niuna aguja? En cuanto a nuestra dignidad y nuestra honradez, esimposible ocultarlas pues todo el mundo est al corriente. Tiene, pues,que suponer que nuestra hija no tiene dote!"

    Te cuento esta historia para que dejes de argumentar. Pues nosotrosconocemos tus vergonzosas actividades. Tu creencia y tu fe separecen, hasta confundir a cualquiera, a los discursos de esta mujer.Eres un mentiroso y un traidor como la mujer de este suf. Teavergenzas incluso ante gente que no tiene rostro limpio. Porqu nohabras de avergonzarte, por una vez, ante Dios?

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    8/174

    LA CALDERA DE ESTE MUNDOLA CALDERA DE ESTE MUNDO

    Los deseos de este mundo son como una caldera y los temores de aquabajo son como un bao. Los hombres piadosos viven por encima de lacaldera en la indigencia y en la alegra. Los ricos son los que aportanexcrementos para alimentar el fuego de la caldera, de modo que elbao est bien caliente. Dios les ha dado la avidez.

    Pero abandona t la caldera y entra en el bao. Se reconoce a los delbao por su cara, que es pura. Pero el polvo, el humo y la suciedad sonlos signos de los que prefieren la caldera.

    Si all no ves suficientemente bien como para reconocerlos por surostro, reconcelos por el olor. Los que trabajan en la caldera se dicen:"Hoy, he trado veinte sacos de boiga de vaca para alimentar lacaldera."

    Estos excrementos alimentan un fuego destinado al hombre puro y eloro es como esos excrementos.

    El que pasa su vida en la caldera no conoce el olor del almizcle. Y si,por azar, lo percibe, se pone enfermo.

    LOS EXCREMENTOSLOS EXCREMENTOS

    Un da, un hombre cay desvanecido en medio del mercado deperfumes. Ya no tena fuerza en las piernas. Le daba vueltas la cabeza,por lo molesto que se senta a causa del incienso quemado por loscomerciantes.

    La gente se reuni a su alrededor para ayudarle. Algunos le frotaban elpecho y otros los brazos. Otros incluso le vertan agua de rosas en elrostro, ignorando que aquella misma agua era la que lo haba puestoen ese estado.

    Otros intentaban quitarle sus vestiduras para permitirle respirar. Otrosle tomaban el pulso. Los haba que diagnosticaban un abuso de bebida,otros un abuso de hachs. Nadie, en definitiva, encontr el remedio.

    Pues bien, el hermano de este hombre era curtidor. Tan pronto comosupo lo qu suceda a su hermano, corri al mercado, recogiendo en sucamino todos los excrementos de perro que pudo encontrar. Llegado allugar del drama, apart a la multitud diciendo:

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    9/174

    "Yo conozco la causa de su mal!"

    La causa de todas las enfermedades es la ruptura de los hbitos. Y elremedio consiste en recobrar esas costumbres. Por eso existe elversculo que dice: "La suciedad ha sido creada para los sucios!"

    As pues, el curtidor, ocultando bien su medicamento, lleg hasta suhermano e, inclinndose hacia l como para decirle un secreto al odo,le puso la mano en la nariz. Al respirar el olor de esta mano, el hombrerecobr enseguida el conocimiento y las gentes alrededor,sospechando algn truco de magia, se dijeron:

    "Este hombre tiene un aliento poderoso, pues ha logrado despertar aun muerto."

    Ya ves. Toda persona que no se convenza por el almizcle de estos

    consejos se convencer ciertamente por los malos olores. Un gusanonacido en los excrementos no cambiar de naturaleza al caer en elmbar.

    LA TIERRA Y EL AZUCARLA TIERRA Y EL AZUCAR

    Erase un hombre que haba adquirido la costumbre de comer tierra. Un

    da entr en una tienda para comprar azcar.El tendero, que no era un hombre honrado, usaba terrones de tierrapara pesar. Dijo a nuestro hombre:

    "Este es el azcar mejor de la ciudad, pero utilizo tierra para pesarlo."

    El otro respondi:

    "Lo que necesito es azcar. Poco me importa que los pesos de tubalanza sean de tierra o de hierro!"

    Y pens para s:

    "Siendo un comedor de tierra, no poda uno caer mejor."

    Se puso el tendero a preparar el azcar y el hombre aprovech paracomerse la tierra. El tendero not su maniobra, pero se guard muchode decir nada, pues pensaba:

    "Este idiota se perjudica a s mismo. Teme ser sorprendido, pero yoslo tengo un deseo: que coma el mximo de tierra posible. Yacomprender cuando vea lo poco de azcar que quedar en labalanza!"

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    10/174

    Experimentas un gran placer cometiendo adulterio con la vista, pero note das cuenta de que, al hacerlo, devoras tu propia carne.

    EL ORO DE LA LEAEL ORO DE LA LEA

    Un derviche vio un da en sueos una reunin de maestros, discpulostodos del profeta Elas. Les pregunt:

    "Dnde puedo adquirir bienes sin que me cuesten nada?"

    Los maestros lo condujeron entonces a la montaa y sacudieron lasramas de los rboles para hacer caer la fruta. Despus, dijeron:

    "Dios ha querido que nuestra sabidura transforme estos frutos, queeran amargos, en aptos para el consumo. Cmelos. Se trata desdeluego de una adquisicin sin contrapartida." Al comer aquella fruta, elderviche sac de ella tal sustancia que, al despertar, qued pasmadode admiracin.

    "Oh, Seor! dijo, ofrceme, tambin a m, un favor secreto."

    Y, en el mismo instante, le fue retirada la palabra y su corazn quedpurificado.

    "Aunque no hubiese otro favor en el paraso, pens, ste me basta y noquiero ninguno ms."

    Ahora bien, le quedaban dos monedas de oro que haba cosido a susvestiduras. Se dijo:

    "Ya no las necesito puesto que, en adelante, tengo un alimentoespecial."

    Y dio estas dos monedas a un pobre leador pensando que estalimosna le permitira subsistir durante algn tiempo. Pero el leadoriluminado por la luz divina, haba ledo en sus pensamientos y le dijo:

    "Cmo puedes esperar encontrar tu subsistencia si no es Dios quien tela procura?"

    El derviche no comprendi exactamente lo que quera decir el leador,pero su corazn qued entristecido por estos reproches. El leador sele acerc y deposit en el suelo el haz de lea que llevaba al hombro.Despus dijo:

    "Oh, Seor! En nombre de tus servidores cuyos deseos escuchastransforma esta lea en oro!"

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    11/174

    Y, al instante, el derviche vio todos los troncos brillar como el sol. Cayal suelo sin conocimiento.

    Cuando volvi en s, el leador dijo:

    "Oh, Seor! En nombre de los que empaan tu fama, en nombre de losque sufren, transforma este oro en lea!"

    Y el oro volvi al estado de lea. El leador volvi a echarse el haz alhombro y tom el camino de la ciudad. El derviche quiso correr tras lpara obtener la explicacin de este misterio, pero su estado deadmiracin, as como su temor ante la estatura del leador lodisuadieron de ello.

    No formes parte de esos tontos que dan media vuelta una vez que hanadquirido intimidad con el sultn!

    EL LOROEL LORO

    Un tendero posea un loro cuya voz era agradable y su lenguajedivertido. No slo guardaba la tienda, sino que tambin distraa a laclientela con su parloteo. Pues hablaba como un ser humano y sabacantar... como un loro.

    Un da, el tendero lo dej en la tienda y se fue a su casa. De pronto, elgato del tendero divis un ratn y se lanz bruscamente a perseguirlo.El loro se asust tanto que perdi la razn. Se puso a volar por todoslados y acab por derribar una botella de aceite de rosas.

    A su vuelta, el tendero, advirtiendo el desorden que reinaba en sutienda y viendo la botella rota, fue presa de gran clera.Comprendiendo que su loro era la causa de todo aquello, le asestunos buenos golpes en la cabeza, hacindole perder numerosasplumas. A consecuencia de este incidente, el loro dej bruscamente de

    hablar.

    El tendero qued entonces muy apenado. Se arranc el pelo y la barba.Ofreci limosnas a los pobres para que su loro recobrase la palabra.Sus lgrimas no dejaron de correr durante tres das y tres noches. Selamentaba diciendo:

    "Una nube ha venido a oscurecer el sol de mi subsistencia."

    Al tercer da, entr en la tienda un hombre calvo cuyo crneo relucacomo una escudilla. El loro, al verlo, exclam:

    "Oh, pobre desdichado! Pobre cabeza herida! De dnde te viene esa

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    12/174

    calvicie? Pareces triste, como si hubieras derribado una botella deaceite de rosas!"

    Y toda la clientela estall en carcajadas.

    Dos caas se alimentan de la misma agua, pero una. de ellas es caade azcar y la otra est vaca.

    Dos insectos se alimentan de la misma flor, pero uno de ellos producemiel y el otro veneno.

    Los que no reconocen a los hombres de Dios dicen: "Son hombrescomo nosotros: comen y duermen igual que nosotros."

    Pero el agua dulce y el agua amarga, aunque tengan la mismaapariencia, son muy diferentes para quien las ha probado.

    EL POZO DEL LEONEL POZO DEL LEON

    Los animales vivan todos con el temor del len. Las grandes selvas ylas vastas praderas les parecan demasiado pequeas. Se pusieron deacuerdo y fueron a visitar al len. Le dijeron:

    "Deja de perseguirnos. Cada da, uno de nosotros se sacrificar paraservirte de alimento. As, la hierba que comemos y el agua quebebemos no tendrn ya este amargor que les encontramos."

    El len respondi:

    "Si eso no es una astucia vuestra y cumpls esta promesa, entoncesestoy perfectamente de acuerdo. Conozco demasiado las triquiuelasde los hombres y el profeta dijo: "El fiel no repite dos veces el mismoerror"."

    "Oh, sabio! dijeron los animales, es intil querer protegerse contrael destino. No saques tus garras contra l. Ten paciencia y somtete alas decisiones de Dios para que El te proteja!"

    "Lo que decs es justo dijo el len, pero ms vale actuar que tenerpaciencia, pues el profeta dijo: "Es preferible que uno ate su camello!""

    Los animales:

    "Las criaturas trabajan para el carnicero. No hay nada mejor que lasumisin. Mira el nio de pecho; para l, sus pies y sus manos noexisten pues son los hombros de su padre los que lo sostienen. Perocuando crece, es el vigor de sus pies el que lo obliga a tomarse eltrabajo de caminar."

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    13/174

    Es verdad, reconoci el len, pero por qu cojear cuando tenemospies? Si el dueo de la casa tiende el hacha a su servidor, stecomprende lo que debe hacer. Del mismo modo, Dios nos ha provistode manos y de pies. Someterse antes de llegar a su lado, me pareceuna mala cosa. Pues dormir no aprovecha sino a la sombra de un rbol

    frutal. As el viento hace caer la fruta necesaria. Dormir en medio de uncamino por el que pasan bandidos es peligroso. La paciencia no tienevalor sino una vez que se ha sembrado la semilla."

    Los animales respondieron:

    "Desde toda la eternidad, miles de hombres fracasan en sus empresas,pues, si una cosa no se decide en la eternidad, no puede realizarse.Ninguna precaucin resulta til si Dios no ha dado su consentimiento.Trabajar y adquirir bienes no debe ser una preocupacin para lascriaturas."

    As, cada una de las partes desarroll sus ideas por medio de muchosargumentos pero, finalmente, el zorro, la gacela, el conejo y el chacallograron convencer al len.

    As pues, un animal se presentaba al len cada da y ste no tena quepreocuparse ya por la caza. Los animales respetaban su compromisosin que fuese necesario obligarlos.

    Cuando lleg el turno al conejo, ste se puso a lamentarse. Los demsanimales le dijeron:

    "Todos los dems han cumplido su palabra. A ti te toca. Ve lo msaprisa posible junto al len y no intentes trucos con l."

    El conejo les dijo:

    "Oh, migos mos! Dadme un poco de tiempo para que mis artimaasos liberen de ese yugo. Eso saldris ganando, vosotros y vuestroshijos."

    Dinos cul es tu idea, dijeron los animales.

    Es una triquiuela, dijo el conejo: cuando se habla ante un espejo, elvaho empaa la imagen."

    As que el conejo no se apresur a ir al encuentro del len. Durante esetiempo, el len ruga, lleno de impaciencia y de clera. Se deca:

    "Me han engaado con sus promesas! Por haberlos escuchado, meveo en camino de la ruina. Heme aqu herido por una espada demadera. Pero, a partir de hoy, ya no los escuchar."

    Al caer la noche, el conejo fue a casa del len. Cuando lo vio llegar, ellen, dominado por la clera, era como una bola de fuego. Sin mostrar

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    14/174

    temor, el conejo se acerc a l, con gesto amargado y contrariado.Pues unas maneras tmidas hacen sospechar culpabilidad. El len ledijo:

    "Yo he abatido a bueyes y a elefantes. Cmo es que un conejo se

    atreve a provocarme?"El conejo le dijo:

    "Permteme que te explique: he tenido muchas dificultades para llegarhasta aqu. Haba salido incluso con un amigo. Pero, en el camino,hemos sido perseguidos por otro len. Nosotros le dijimos: "Somosservidores de un sultn " Pero l rugi: "Quin es ese sultn? Es quehay otro sultn que no sea yo?" Le suplicamos mucho tiempo y,finalmente, se qued con mi amigo, que era ms hermoso y ms gordoque yo. De modo que otro len se ha atravesado en nuestros acuerdos.

    Si deseas que mantengamos nuestras promesas, tienes que despejar elcamino y destruir a este enemigo, pues no te tiene ningn temor."

    Dnde est? dijo el len. Vamos, mustrame el camino!"

    El conejo condujo al len hacia un pozo que haba encontrado antes.Cuando llegaron al borde del pozo, el conejo se qued atrs. El len ledijo:

    "Por qu te detienes? Pasa delante!"

    "Tengo miedo, dijo el conejo. Mira qu plida se ha puesto mi cara!"De qu tienes miedo?" pregunt el len.

    El conejo respondi:

    "En ese pozo vive el otro len!"

    Adelntate, dijo el len. Echa una ojeada slo para verificar si estah!

    Nunca me atrever, dijo el conejo, si no estoy protegido por tusbrazos."

    El len sujet al conejo contra l y mir al pozo. Vio su reflejo y el delconejo. Tomando este reflejo por otro len y otro conejo, dej al conejoa un lado y se tir al pozo.

    Esta es la suerte de los que escuchan las palabras de sus enemigos. Ellen tom su reflejo por un enemigo y desenvain contra s mismo laespada de la muerte.

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    15/174

    SALOMON Y AZRAELSALOMON Y AZRAEL

    Un hombre vino muy temprano a presentarse en el palacio del profetaSalomn, con el rostro plido y los labios descoloridos.

    Salomn le pregunt:

    "Por qu ests en ese estado?"

    Y el hombre respondi:

    "Azrael, el ngel de la muerte, me ha dirigido una miradaimpresionante, llena de clera. ;Manda al viento, por favor te lo suplico,que me lleve a la India para poner a salvo mi cuerpo y mi alma."

    Salomn mand, pues, al viento que hiciera lo que peda el hombre. Y,al da siguiente el profeta pregunt a Azrael:

    "Por qu has echado una mirada tan inquietante a este hombre, quees un fiel? Le has causado tanto miedo que ha abandonado su patria."

    Azrael respondi:

    "Ha interpretado mal esa mirada. No lo mir con clera, sino conasombro. Dios, en efecto, me haba ordenado que fuese a tomar suvida en la India y me dije: "Cmo podra, a menos que tuviese alas,

    trasladarse a la India?""

    De quin huyes t? De ti mismo? Eso es algo imposible. Ms valeponer uno su confianza en la verdad.

    EL MOSQUITOEL MOSQUITO

    T te pareces a un mosquito que se cree alguien importante. Al ver unabrizna de paja flotando en una charca de orina de asno, levanta lacabeza y se dice:

    "Hace ya mucho tiempo que sueo con el ocano y con un barco. Aquestn!"

    Esta charca de agua sucia le parece profunda y sin lmites, pues suuniverso tiene la estatura de sus ojos. Tales ojos slo ven ocanossemejantes. De repente, el viento desplaza levemente la brizna de pajay nuestro mosquito exclama:

    "Qu gran capitn soy!"

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    16/174

    Si el mosquito conociese sus lmites, sera semejante al halcn. Pero losmosquitos no tienen la mirada del halcn.

    LAS AVESLAS AVES

    El profeta Salomn tena como servidoras a todas las aves. Comoentenda su lenguaje, se haban hecho buenos amigos. Existen asIndios y Turcos que se hacen buenos amigos, aunque hablen lenguasdiferentes. Tambin existen Turcos que hablan la misma lengua yllegan a ser extraos entre s. La que importa es la lengua del corazny ms vale ponerse de acuerdo por esa lengua que por la palabra.

    As, pues, tods las aves se pusieron un da a enumerar sus virtudes ysu ciencia ante el profeta. No actuaban as por presuncin, sino slopara presentarse a l pues un servidor hace valer ante su amo lascualidades que puede poner a su servicio. Cuando un esclavo estdescontento de su comprador, finge estar enfermo.

    Al llegar el turno a la abubilla se present ella en estos trminos:

    "Yo, mirando desde lo alto del cielo, puedo adivinar la situacin de losarroyos subterrneos. Puedo precisar el color de esta agua y laimportancia de su caudal. Tal facultad puede ser preciosa para tu

    ejrcito. Oh, sultn, concdeme tus favores!" Salomn dijo entonces:

    "Oh, amiga! Es cierto que el agua es importante para mis soldados.Quedars, pues, encargada de proveer de agua a mi ejrcito!"

    El cuervo, que estaba celoso de la abubilla, tom entonces la palabra:

    "Es vergonzoso sostener semejante extravagancia ante el sultn! Si laabubilla tuviese realmente el don que pretende tener, vera entonceslas trampas que los hombres le tienden en el suelo.

    Pero no sucede eso y ms de una abubilla ha ido a parar a las jaulasque los hombres fabrican para ellas."

    Salomn se volvi hacia la abubilla:

    "Es verdad, oh, abubilla! Estas palabras pueden aplicrsete. Por qute atreves a mentir en mi presencia?"

    La abubilla respondi:

    "Oh, sultn! No me avergences! No escuches las palabras de mis

    enemigos. Si he mentido, crtame entonces la cabeza con tu espada.El cuervo es el que niega el destino. Cuando las circunstancias no

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    17/174

    enturbian el ojo de mi inteligencia, veo muy bien las trampas que seme tienden. Pero, a veces, algn incidente viene a adormecer laciencia y la inteligencia. Oscurece incluso el sol y la luna."

    LA JAULALA JAULA

    Un comerciante posea un loro lleno de cualidades. Un da decidiviajar a la India y pregunt a todos qu regalo queran que les trajesedel viaje. Cuando hizo esta pregunta al loro, ste respondi:

    "En la India hay muchos loros. Ve a verlos por m. Descrbeles misituacin, esta jaula. Diles: "Mi loro piensa en vosotros, lleno de

    nostalgia. Os saluda. Es justo que l est prisionero mientras quevosotros volis en este jardn de rosas? Os pide que pensis en lcuando revoloteis, alegres, entre las flores"."

    Al llegar a la India, el comerciante fue a un lugar en el que haba loros.Pero, cuando les transmita los saludos de su propio loro, uno de lospjaros cay a tierra, sin vida. El comerciante qued muy asombrado yse dijo:

    "Esto es muy extrao. He causado la muerte de un loro. No habradebido transmitir este mensaje."

    Despus, cuando hubo terminado sus compras, volvi a su casa, con elcorazn lleno de alegra. Distribuy los regalos prometidos a susservidores y a sus mujeres. El loro le pidi:

    "Cuntame lo que has visto para que yo tambin me alegre."

    A estas palabras, el comerciante se puso a lamentarse y a expresar supena.

    "Dime lo que ha pasado, insisti el ave. Cul es la causa de tu pesar?"

    El comerciante respondi:

    "Cuando transmit tus palabras a tus amigos, uno de ellos cay alsuelo, sin vida. Por eso estoy triste."

    En aquel instante, el loro del comerciante cay inanimado, tambin l,en su jaula. El comerciante, lleno de tristeza, exclam:

    "Oh, loro mo de suave lenguaje! Oh, amigo mo! Qu ha sucedido?Eras un ave tal que ni Salomn haba conocido nunca una semejante.

    He perdido mi tesoro!"Tras un largo llanto, el comerciante abri la jaula y lanz al loro por la

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    18/174

    ventana. Inmediatamente, ste sali volando y fue a posarse en larama de un rbol. El comerciante, an ms asombrado, le dijo:

    "Explcame lo que pasa!"

    El loro respondi:"Ese loro que viste en la India me ha explicado el medio de salir de laprisin. Con su ejemplo me ha dado un consejo. Ha querido decirme:"Ests prisionero porque hablas. Hazte, pues, el muerto" Adis, ohamo mo! Ahora me voy. Tambin t, un da, llegars a tu patria."

    El comerciante le dijo:

    "Dios te salve! Tambin t me has guiado. Esta aventura me bastapues mi espritu y mi alma han sacado partido de estos

    acontecimientos."

    EL VIEJO MUSICOEL VIEJO MUSICO

    En tiempos del califa Omar, haba un viejo msico que amenizaba lasreuniones de hombres de buen gusto. Con su hermosa voz, incluso alruiseor embriagaba.

    Pero pasaba el tiempo y el halcn de su alma se transformaba enmosquito. Su espalda se curvaba como la pared de una cntara. Suvoz, que en otros tiempos acariciaba las almas, empezaba a araarlasy a aburrir a todo el mundo. Hay en esta tierra alguna mujer hermosaque no haya sufrido al deteriorarse su belleza? Hay algn techo queno haya terminado por venirse abajo?As cay nuestro hombre en lapenuria y hasta el pan lleg a faltarle. Un da, dijo:

    "Oh, Seor! Me has concedido una larga vida y me has colmado de tusfavores. Durante setenta aos, no he dejado de rebelarme contra ti,

    pero t siempre me has ofrecido con qu subsistir. Hoy, ya no ganonada y soy husped tuyo. Por tanto, cantar y llorar por ti."

    Tom el camino del cementerio. All toc el lad y cant, vertiendoamargas lgrimas. Luego, el sueo se apoder de l y, tomando suinstrumento como almohada, se durmi. Su cuerpo qued liberado delas vicisitudes de este mundo. Era tan feliz en su sueo que se deca:

    "Ah! Si pudiera quedarme aqu eternamente!"

    Pues bien, en aquel mismo instante, el sueo se apoder tambin de

    Omar, el califa del Islam, que se dijo:

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    19/174

    "No es desde luego hora de dormir, pero acaso haya una razn paraesto."

    Entonces, una voz de lo Desconocido se dirigi a l y le dijo:

    "Oh, Omar! Ve a socorrer a uno de mis servidores! Ese pobre est eneste momento en el cementerio. Ve a darle setecientos dinares. Y dileque recobre el reposo del corazn. Rugale que acepte esta suma yque vuelva a verte cuando se haya agotado."

    Al despertar, Omar puso la suma indicada en una bolsa y se traslad alcementerio. Al no encontrar all sino a un anciano dormido, se dijo:

    "Dios me ha hablado de un hombre puro, de un elegido. No puede sereste viejo msico."

    Y como un len cazando, dio varias veces la vuelta al cementerio.Viendo que no haba nadie, aparte el anciano, se dijo:

    "Hay corazones iluminados en los ms olvidados rincones."

    Se acerc al msico y tosi para despertarlo.

    El msico, al ver ante l al califa del Islam, qued atemorizado y sepuso a temblar pero Omar le dijo:

    "Oh, anciano! No tengas miedo. Te traigo una buena noticia de partede Dios. El te ha considerado digno de sus favores. Aqu hay algndinero. Gstalo y vuelve a verme."

    A estas palabras, el anciano se puso a llorar y, tirando su instrumentoal suelo, lo rompi diciendo:

    "T eras el velo entre Dios y yo!"

    Omar le dijo:

    "Son tus lgrimas las que te han despertado. Es bueno recordar elpasado. Pero para ti, en adelante, el pasado y el futuro son velos. T te

    has arrepentido de tu pasado y debes ahora arrepentirte de tuarrepentimiento."

    LA QUEJALA QUEJA

    Un da, la mujer de un pobre beduino dijo agriamente a su marido:

    "padecemos sin cesar pobreza y necesidad. La pena es nuestro legado,mientras que el placer es el de los dems. No tenemos agua, sino slo

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    20/174

    lgrimas. La luz del sol es nuestro nico vestido y el cielo nos sirve deedredn. A veces llego a tomar la luna llena por un trozo de pan.Incluso los pobres se avergenzan ante nuestra pobreza. Cuandotenemos invitados, siento deseos de robarles sus vestidos mientrasduermen."

    Su marido le respondi:

    "Hasta cundo vas a seguir quejndote? Ya ha pasado ms de lamitad de tu vida. La gente sensata no se preocupa de la necesidad nide la riqueza, pues ambas pasan como el ro. En este universo, haymuchas criaturas que viven sin preocuparse por su subsistencia. Elmosquito, como el elefante, forman parte de la familia de Dios. Todoeso no es ms que preocupacin intil. Eres mi mujer y una parejadebe estar conjuntada. Puesto que yo estoy satisfecho, por qu estst tan quejosa?"

    La mujer se puso a gritar:

    "Oh, t, que pretendes ser honrado! Tus idioteces ya no meimpresionan. No eres ms que pretensin. Vas a seguir mucho tiempoprofiriendo tales insensateces? Mrate: la pretensin es algo feo, peroen un pobre es an peor. Tu casa parece una tela de araa. Mientrassigas cazando mosquitos en la tela de tu pobreza, nunca sersadmitido cerca del sultn y de los reyes."

    El hombre replic:

    "Los bienes son como un sombrero en la cabeza. Slo los calvos lonecesitan. Pero los que tienen un hermoso pelo rizado pueden muybien prescindir de l!"

    Viendo que su marido se encolerizaba, la mujer se puso a llorar, pueslas lgrimas son las mejores redes femeninas. Empez a hablarle conmodestia:

    "Yo no soy tu mujer; no soy ms que la tierra bajo tus pies. Todo lo quetengo, es decir, mi alma y mi cuerpo, todo te pertenece. Si he perdido

    la paciencia sobre nuestra pobreza, si me lamento, no creas que es porm. Es por ti!

    Aunque, aparentemente, los hombres vencen a las mujeres, enrealidad, son ellos, sin duda alguna, los vencidos. Es como con el aguay el fuego, pues el fuego acaba siempre por evaporar el agua."

    Al or estas palabras, el marido se excus ante su mujer y dijo:

    "Renuncio a contradecirte. Dime qu quieres."

    La mujer le dijo:

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    21/174

    "Acaba de amanecer un nuevo sol. Es el califa de la ciudad de Bagdad.Gracias a l, esta ciudad se ha convertido en un lugar primveral. Sillegaras hasta l, es posible que, tambin t, te convirtieras en sultn."

    El beduino exclam:

    "Pero con qu pretexto podra yo presentarme ante el califa? Nopuede hacerse una obra de arte sin herramientas!"

    Su mujer le dijo:

    "Sabe que las herramientas son signo de presuncin. En esto, slonecesitas tu modestia."

    El beduino dijo:

    "Necesito algo para atestiguar mi pobreza, pues las palabras nobastan."

    La mujer:

    "Aqu tienes una cntara llena con agua del pozo. Es todo nuestrotesoro. Tmala y ve a ofrecerla al sultn, y dile que no posees otracosa. Dile adems que puede recibir muchos regalos, pero que estaagua, por su pureza, le reconfortar el alma."

    El beduino qued seducido por esta idea:

    "Un regalo as, ningn otro puede ofrecerlo!"

    Su mujer que no conoca la ciudad, ignoraba que el Tber pasaba anteel palacio del sultn. El beduino dijo a su mujer:

    "Tapa esta cntara para que el sultn rompa su ayuno con esta agua!"

    Y acompaado por las plegarias de su mujer, el hombre lleg sano ysalvo a la ciudad del califa. Vio a muchos indigentes que reciban losfavores del sultn. Se present en el palacio. Los servidores del sultnle preguntaron si haba tenido un buen viaje y el beduino explic que

    era muy pobre y que haba hecho aquel viaje con la esperanza deobtener los favores del sultn. Lo admitieron, pues, en la corte delcalifa y llev la cntara ante este ltimo.

    Cuando lo hubo escuchado, el califa orden que llenasen de oro sucntara. Hizo que le entregaran preciosos vestidos. Despus pidi a unservidor suyo que lo condujese a la orilla del Tber y lo embarcase enun navo.

    "Este hombre, dijo, ha viajado por la ruta del desierto. Por el ro, elcamino de vuelta ser ms corto."

    Pues, aun cuando posea un ocano, el sultn acept unas gotas de

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    22/174

    agua para transformarlas en oro.

    El que advierte un arroyuelo del ocano de la verdad, debe primeroromper su cntara.

    EL BORRACHOEL BORRACHO

    Un transente encontr en plena noche a un borracho dormido junto auna pared. Lo sacudi y le dijo:

    "Oh, borracho! Qu has bebido para verte en este estado?"

    El otro respondi:"He bebido lo que haba en esta cntara!"

    Y qu haba en esa cntara?

    Lo que he bebido!

    Pero eso es justamente lo que te pregunto: Qu has bebido?

    Lo que haba en esta cntara!

    Escucha! dijo el transente, levntate y ven conmigo! Te llevo a lacrcel porque ests borracho!

    Djame ya tranquilo!

    Vamos, levntate y sgueme a la crcel!

    Entonces el borracho exclam:

    "Pero, bueno, si tuviera fuerza para andar, volvera a mi casa!"

    LA DUDALA DUDA

    Muaviya, to de todos los fieles, estaba durmiendo en su palacio. Supalacio estaba cercado y las puertas tenan cerrojos. Era imposible queun extrao pudiese penetrar en l. Sin embargo, alguien toc aMuaviya para despertarlo. Cuando abri los ojos, no vio a nadie y sedijo:

    "Es imposible entrar en mi palacio. Quin ha podido hacer esto?"

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    23/174

    Despus de muchas bsquedas, encontr a alguien que se ocultabatras una colgadura. Le dijo:

    "Quin eres y cmo te llaman?"

    El pueblo me llama Satans!Y por qu me has despertado?

    Porque es la hora de la oracin y tienes que ir a la mezquita.

    No olvides que el profeta dijo que no deba tolerarse ningn retraso enla oracin.

    Muaviya le dijo:

    "Es extrao que t invoques esta razn, pues nada bueno ha venidonunca de ti! Es como si un ladrn viniera pretendiendo querer montarla guardia!"

    En otros tiempos, replic Satans, yo era un ngel y mi alma sealimentaba con mis plegarias. Era entonces compaero de otrosngeles y eso ha quedado en mi naturaleza. Me es imposible olvidar elpasado!

    Es cierto, pero eso no impide que hayas cerrado el camino a muchossabios. No puedes ser fuego sin quemar! Dios te ha hecho abrasador yquien se acerca a ti, necesariamente se quema. Tu pretendidasabidura se parece al canto de las aves imitado por los cazadores.

    Aparta la duda de tu corazn, dijo Satans, yo soy una piedra detoque para la verdad y la falsedad. No puedo afear lo hermoso. Miexistencia no es sino un espejo para lo hermoso y para lo feo. Soycomo un jardinero que corta ramas muertas. El rbol protesta: "Soyinocente! Por qu me destruyes?" Y yo respondo: "No porque eststorcido, sino porque ests seco y sin savia. Tu naturaleza, la esencia detu semilla es mala. Nunca has sido cruzado con una buena esencia. Sinembargo tu naturaleza habra salido ganando si te hubiesen injertado

    un esqueje de buena esencia".Cllate! exclam Muaviya, es intil que intentes convencerme!"

    Se volvi hacia Dios y le dijo:

    "Seor mo! Sus palabras son como niebla! Aydame! El es muyfuerte argumentando y temo su astucia."

    Satans dijo:

    "El que es presa de una mala duda se vuelve sordo ante millares detestigos. No te lamentes ante Dios por mi causa. Llora ms bien ante tupropia maldad. Me maldices sin razn pero haras mejor mirndote a ti

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    24/174

    mismo!"

    Muaviya respondi:

    "Es la mentira la que hace nacer la duda en el corazn!"

    Y tienes t un criterio para distinguir lo verdadero de lo falso?

    La verdad procura la paz del corazn, pero la mentira no loconmueve. Es como un aceite que se ha mezclado con el agua: ya nopuede arder. Dime: t, el enemigo de todos los que velan, porqu mehas despertado? Respndeme y sabr si dices verdad!

    Satans intent eludir la respuesta, pero Muaviya lo inst a que seexplicara y acab por confesar:

    "Voy a decirte la verdad. Te he despertado para que no te retrases enla mezquita. Pues si te hubieras retrasado, tu arrepentimiento habraanegado el universo. Las lgrimas habran brotado de tus ojos y elarrepentimiento de alguien para quien la oracin es un placer es anms fuerte que la oracin. Te he despertado, pues, para que tuarrepentimiento no te permita acercarte ms an a Dios!"

    Muaviya exclam:

    "Ahora dices la verdad! No eres sino una araa en busca de moscas.Y me has tomado por una mosca!"

    HUELLASHUELLAS

    Un hombre corra tras un ladrn. Justo en el momento en que iba aapoderarse de l, oy gritar a alguien:

    "Socorro! A m! Pronto!"

    Pensando que haba un segundo ladrn en los alrededores, dio mediavuelta para socorrer a quien haba gritado.

    "Qu pasa? pregunt.

    Mira esas huellas! Corre deprisa en esa direccin!

    Pedazo de imbcil! Qu me dices? Yo haba encontrado ya al ladrncasi lo tena. Si lo he dejado escapar, ha sido slo por tu llamada!

    Yo te sealo sus huellas y esas huellas bastan para establecer la

    verdad!

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    25/174

    O eres idiota o eres cmplice de ese ladrn. Porque lo has salvadoen el momento en que iba yo a cogerlo! Y todo para mostrarme sushuellas!"

    LA MEZQUITALA MEZQUITA

    Unos hipcritas se reunieron y decidieron construir una hermosamezquita para honrar la fe. Construyeron, pues, una, justamente allado de la que el profeta haba edificado l mismo. Su fin era enrealidad, dividir a la comunidad. Cuando hubieron terminado el tejado,la cpula y el techo, llegaron ante el profeta y, arrodillndose ante l,le pidiern que honrase su nueva mezquita con su presencia.

    "Esta mezquita, dijeron, ha sido edificada para convertirse en un lugarde paz, en un lugar de abundancia para los necesitados. Ven a honrareste lugar con tu presencia para que todos se legren."

    Qu maravilla si tales palabras hubieran salido realmente de sucorazn!

    El profeta, que era comprensivo con todos, los escuchaba sonriente ynuestros hipcritas pensaban, por tanto, que iba a aceptar, pero ldistingua sus pretextos tan claramente como un pelo en un tazn de

    leche. Iba, sin embargo, a decidirse a ir all, cuando Dios lo inspirdiciendo:

    "Te han dicho todo lo contrario de lo que piensan!"

    En efecto, su intencin era hacer venir a esta mezquita a un predicadorde Sham. El profet les respondi:

    "Habra aceptado con gusto vuestra peticin, pero es la hora delcombate y tengo que salir de viaje. Cuando estemos de vuelta, iremosa haceros una visita."

    A su vuelta, los hipcritas le recordaron su promesa y Dios dijo a suprofeta:

    "Desenmascara su hipocresa, aunque sea a costa de una guerra!"

    El profeta dijo entonces a los hipcritas:

    "No insistis ms si no queris que yo desvele vuestros secretos antetodo el mundo."

    Pretenda mostrar as que no lo engaaban, pero los hipcritasprotestaron:

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    26/174

    "Dios nos proteja! Juramos que nuestras intenciones son puras!"

    Juraron con gran insistencia, pero los justos no necesitan jurar.

    El profeta pregunt:

    "A quin debo creer a vosotros o a Dios?

    Juramos sobre el libro de Dios de que hemos edificado estamezquita en su honor!"

    A pesar de esas manifestaciones, el profeta se neg finalmente aceder.

    Ahora bien, uno de los compaeros del profeta se puso a pensar:

    "Qu significa esto? El profeta siempre ha evitado avergonzar acualquiera. Qu quiere decir esta nueva manera de actuar? No sonlos profetas los que cubren la vergenza de los pecadores?"

    Al mismo tiempo que pensaba esto, se arrepenta de este pensamientoy, con la cabeza llena de contradicciones, acab por dormirse...

    Tuvo entonces un sueo en el que vio la mezquita de los hipcritasllena de boiga de vaca. De los muros de la mezquita rezumaba unacre humo negro que quemaba su nariz. Se despert entonces y sepuso a llorar:

    "Oh, Seor mo! Perdname mi rebelda para con tu mensajero!"

    EL CAMELLO PERDIDOEL CAMELLO PERDIDO

    En el momento en que la caravana ha llegado para hacer un alto, se teha perdido tu camello. Lo buscas por todas partes. Finalmente, lacaravana sale de nuevo sin ti y cae la noche. Toda tu carga ha quedadoen el suelo y t preguntas a todos:

    "Habis visto mi camello?"

    Incluso aades:

    "Dar una recompensa a quien me d noticias de mi camello!"

    Y todo el mundo se burla de ti. Uno dice:

    "Acabo de ver un camello de pelo rojizo y muy gordo. Se fue en esa

    direccin!"

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    27/174

    Otro:

    "No tena tu camello una oreja rota?"

    Otro:

    "No haba una manta bordada en la silla?"

    Otro ms:

    "He visto irse por all un camello con el ojo reventado!"

    As, todo el mundo te da una descripcin de tu camello con laesperanza de aprovecharse de tu largueza. En el camino delconocimiento, son numerosos los que evocan los atributos de loDesconocido. Pero t, si no sabes dnde est tu camello, s quereconoces la falsedad de todos estos indicios. Encuentras incluso agente que te dice:

    "Tambin yo he perdido mi camello! Busquemos juntos!"

    Y cuando por fin viene alguien que te describe realmente tu camello, tualegra no conoce lmites y haces de ese hombre tu gua para recobrartu camello.

    PLEGARIASPLEGARIAS

    Cuatro indios entraron en la mezquita para prosternarse ante Dios, conel corazn en paz. Pero, de pronto, el almudano entr tambin en lamezquita y uno de los indios dej escapar estas palabras:

    "Se ha recitado la llamada a la oracin? Si no es as, nos hemosadelantado!

    Cllate!, le dijo el otro; con tus palabras, has invalidado tu oracin!

    Cllate t tambin, porque acabas de hacer lo mismo!"

    Y el cuarto aadi:

    "Gracias a Dios, yo no he hablado, y mi oracin sigue siendo vlida!"

    Es una verdadera bendicin el no ocuparse uno sino de su propiavergenza.

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    28/174

    MIEDOMIEDO

    Despus de haber vertido mucha sangre, unos guerreros turcomanossaquearon un pueblo. Capturaron a dos campesinos y decidieron matara uno de ellos. Mientras lo ataban, el campesino pregunt:

    "Por qu matarme as, sin razn?"

    Los guerreros respondieron:

    "Para atemorizar a tu amigo y forzarlo a que nos revele dnde haocultado su oro!"

    El campesino exclam:

    "Pero l es ms pobre que yo! Mejor matadlo a l y, entonces yo,presa del terror, os dir dnde he escondido mi oro!" Es un favor deDios que vivamos hoy y no en aquella poca!

    SETENTA AOSSETENTA AOS

    Un anciano fue a casa del mdico. Cuando le hubo explicado que sus

    facultades intelectuales declinaban, el mdico respondi:

    "Eso se debe a tu avanzada edad!

    Tambin mi vista se debilita!

    Claro, porque eres viejo!

    Me duele mucho la espalda!

    No es ms que un efecto de la vejez!

    No digiero nada de lo que como.

    Si tu estmago es dbil, es por culpa de tu mucha edad!

    Y cuando respiro siento como una opresin en el pecho.

    Es normal! Eres viejo! Y la vejez trae muchos males!"

    El anciano, entonces, se enfad:

    "Gran idiota! Qu significa toda esa palabrera? No sabes nada de laciencia de la medicina. Eres ms ignorante que un asno! Dios hacreado un remedio para todos los males, pero t lo ignoras! As es

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    29/174

    como has aprendido tu oficio?"

    El mdico respondi:

    "Tienes ms de setenta aos! De ah es de donde proceden tambin

    tu clera y tus amargas palabras!"

    FERETROFERETRO

    Un nio se lamentaba ante el fretro de su padre:

    "Oh padre mo! En adelante tu sitio estar bajo la tierra! Querido

    padre! Ests en una morada tan estrecha, tan desprovista de todo! Nimanta, ni cojn, ni jergn! Sin una vela en la noche ni pan durante elda! Sin puerta, sin techo, sin vecinos compasivos! Ni siquiera el olorde una comida! Slo una morada tan estrecha que cualquiera perderaen ella el color de su tez!"

    Entre los asistentes, haba un nio, llamado Dyuha. Se volvi hacia supadre y le dijo:

    "Oh, padre! Tengo la impresin de que lo que describe este nio esnuestra casa!"

    EL ARCOEL ARCO

    Un guerrero, armado de la cabeza a los pies, diriga su caballo hacia elbosque. Al verlo llegar, tan altivo, un cazador se asust. Tom unaflecha y tens su arco.

    Al verlo as, dispuesto a disparar, el caballero le grit:

    "Detente! No te fes de las apariencias. La verdad es que soy muydbil. Cuando llega la hora del combate, estoy ms asustado que unavieja."

    El cazador le dijo entonces:

    "Vete! Afortunadamente, me has advertido a tiempo. Si no, habradisparado contra ti!"

    Las armas son, para muchos, la causa de la muerte. Puesto que t eresmiedoso, abandona tus flechas y tu espada.

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    30/174

    LA CARGALA CARGA

    Un beduino viajaba, montado en un camello cargado de trigo. En elcamino encontr a un hombre que le hizo mil preguntas sobre su pas ysus bienes. Despus le pregunt en qu consista la carga de sucamello.

    El beduino mostr los dos sacos que colgaban a una y otra parte de lasilla de su montura:

    Este saco est lleno de trigo y este otro de arena.

    El hombre pregunt:Hay alguna razn para cargar as tu camello con arena?

    El beduino:

    No. Es nicamente pra equilibrar la carga.

    El hombre dijo entonces:

    Hubiese sido preferible repartir el trigo entre los dos sacos. De esemodo, la carga de tu camello habra sido menos pesada.

    Tienes razn! exclam el beduino, eres un hombre con una granagudeza de pensamiento. Cmo es que vas as a pie? Monta en micamello y dime: siendo tan inteligente no eres un sultn o un visir?

    No soy ni visir ni sultn, dijo el hombre. No has visto mi vestimenta?

    El beduino insisti:

    Qu clase de comercio practicas? Dnde est tu almacn? Y tucasa?

    No tengo ni almacn ni casa, replic el hombre.

    Cuntas vacas y camellos posees?

    Ni uno solo!

    Entonces cunto dinero tienes? Porque gozas de una inteligencia talque podra, como la alquimia, transformar el cobre en oro.

    Por mi honor, ni siquiera tengo un trozo de pan que comer. Voy con

    los pies descalzos, vestido de harapos, en busca de un poco de comida.Todo lo que s, toda mi sabidura y mi conocimiento, todo eso no me

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    31/174

    trae ms que dolores de cabeza!

    El beduino le dijo entonces:

    Mrchate! Aljate de m para que la maldicin que te persigue no

    recaiga sobre m! Djame irme por ese lado y toma t la otra direccin.Ms vale equilibrar el trigo con arena que ser tan sabio y tandesventurado. Mi idiotez es sagrada para m. En mi corazn y en mialma est la alegra de la certeza!

    LA CORTEZA DE LAS COSASLA CORTEZA DE LAS COSAS

    Ibrahim Edhem reparaba un desgarrn en su abrigo, sentado a la orilladel mar. Pas por all el emir del pas, que era un ferviente admiradorde este sheij. El emir se puso a pensar:

    "He aqu un prncipe que ha abandonado su reino. He aqu un rico queha abandonado sus bienes. Ahora sufre por su indigencia. Era unsultn y ahora remienda su abrigo, como un pordiosero!"

    Ibrahim Edhem haba captado estos pensamientos y, de pronto, dejcaer su aguja al mar. Despus se puso a gritar:

    "Oh, vosotros, peces! Sabis dnde se encuentra mi aguja?"Al instante aparecieron millares de peces y cada uno de ellos tena unaaguja de oro en su boca y le deca:

    "Toma tu aguja, oh sheij!"

    El sheij se volvi entonces hacia el emir y le dijo:

    "Qu reino es el mejor? Esto no es sino un signo exterior. Perderas larazn si conocieses la esencia de este reino. De la via slo un racimode uva llega a la ciudad, porque la via no puede transportarse a ella.Sobre todo si esta via es el jardn del Amado! Este universo no esms que una corteza."

    LA MIEL DEL VINOLA MIEL DEL VINO

    Alguien acusaba a un sheij diciendo:

    "No es ms que un hipcrita. Bebe vino a escondidas. Cmo creer queun hombre semejante pueda ayudar a sus discpulos?"

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    32/174

    Un fiel le dijo:

    "Ten cuidado con tus palabras. Dios no permite tener talespensamientos sobre hombres santos. Aunque lo que dices fueraverdad, ese sheij no es un estanque tan pequeo que pueda

    enturbiarlo un poco de barro. Es ms bien un ocano.S, replic el otro, pero yo lo he visto en un estado poco conveniente.No reza y tiene un comportamiento indigno de un sheij. Si no mecrees, ven conmigo esta noche y vers! Su ocupacin es ser hipcritade da y pecar de noche!"

    Llegada la noche, se encontraron bajo la ventana del sheij y lo vieron,con una botella en la mano.

    El hombre grit entonces:

    "Oh, sheij, la verdad sale a luz! Y t nos decas que el diablo metasus pezuas en la copa de vino!"

    El sheij respondi:

    "Mi copa est tan llena que nada puede penetrar en ella."

    El hombre comprob entonces que la botella estaba llena de miel yqued avergonzado. El sheij le dijo:

    "Antes de apesadumbrarte, ve a buscar vino. Estoy enfermo y lonecesito. En un caso semejante, las cosas normalmente prohibidas sehacen lcitas."

    El hombre fue a la taberna pero, en cada tonel, no encontr sino miel.Ni rastro de vino. Pregunt al tabernero dnde estaba el vino.

    Cuando hubieron comprobado esta extraa metamorfosis, todos losbebedores de la taberna se pusieron a llorar y vinieron ante el sheij.

    "Oh, maestro! Slo has venido una vez a nuestra taberna y todonuestro vino se ha transformado en miel!"

    Este mundo est lleno de alimento ilcito, pero el fiel no debe tocarlo.

    EL RATONEL RATON

    Un ratn se apoder un da de la brida de un camello y le orden quese pusiera en marcha. El camello era de naturaleza dcil y se puso en

    marcha. El ratn, entonces, se llen de orgullo.

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    33/174

    Llegaron de pronto ante un arroyo y el ratn se detuvo.

    "Oh, amigo mo! Por qu te detienes? Camina, t que eres mi gua!"

    El ratn dijo:

    "Este arroyo me parece profundo y temo ahogarme."

    El camello:

    "Voy a probar!"

    Y avanz por el agua.

    "El agua no es profunda. Apenas me llega a las corvas."

    El ratn le dijo:

    "Lo que a ti te parece una hormiga es un dragn para m. Si el agua tellega a las corvas, debe cubrir mi cabeza en varios cientos de metros."

    Entonces el camello le dijo:

    "En ese caso, deja de ser orgulloso y de creerte un gua. Ejercita tuorgullo con los dems ratones, pero no conmigo!

    Me arrepiento! dijo el ratn, en nombre de Dios, aydame t aatravesar este arroyo!"

    EL ARBOL DE LA SABIDURIAEL ARBOL DE LA SABIDURIA

    Circulaba el rumor de que exista en la India un rbol cuyo frutoliberaba de la vejez y de la muerte. Un sultn decidi entonces enviar auno de sus hombres en busca de esta maravilla.

    Parti, pues, el hombre y, durante unos aos visit muchas ciudades,muchas montaas y muchas planicies. Cuando preguntaba a lostransentes dnde se encontraba este rbol de la vida, la gentesonrea pensando que estaba loco. Los que tenan corazn puro, ledecan:

    "Eso son cuentos! Abandona esa bsqueda!"

    Otros para burlarse de l, lo enviaban hacia selvas lejanas. El pobrehombre no alcanzaba nunca su meta, pues lo que persegua eraimposible. Perdi entonces la esperanza y tom el camino de vuelta,

    con lgrimas en los ojos.

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    34/174

    Durante el camino, encontr a un sheij y le dijo:

    "Oh, sheij! Ten piedad de m, pues estoy desesperado!

    Por qu ests tan triste?

    Mi sultn me ha encargado que busque un rbol cuyo fruto es elcapital de la vida. Todos lo desean. He buscado durante mucho tiempo,pero en vano. Y todo el mundo se ha burlado de m.

    El sheij se ech a rer:

    Oh corazn ingenuo y puro! Ese rbol es la sabidura. Slo el sabio lacomprende. Se la llama a veces rbol, a veces sol, u ocano, o nube.Sus efectos son infinitos, pero l es nico. Un hombre es padre tuyo,pero l, por su parte, es tambin hijo de otra persona.

    CUATRO MONEDAS DE OROCUATRO MONEDAS DE ORO

    Un hombre haba dado a cuatro personas una moneda de oro a cadauna.

    El primero dijo:

    "Vamos enseguida a comprar ENGUR!"

    El otro, que era rabe, dijo:

    "No, ENGUR no. Yo quiero INEB!"

    El tercero, que era griego, exclam:

    "Yo habra preferido ISTAFIL!"

    El cuarto, un turco:

    "Yo quiero uzuM (uva)."

    Estall as una querella insensata entre los cuatro amigos. Discutanpor ignorar la significacin de lo que deseaba cada uno. Si hubieseestado all un sabio, habra dicho:

    "Con vuestro dinero, podis satisfacer todos vuestro deseo. Paravosotros, cada palabra es una fuente de desacuerdo. Pero, para m,cada palabra es una gua hacia la unin. Vosotros queris todos uva sinsaberlo."

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    35/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    36/174

    ELIASELIAS

    Erase un hombre que coma todas las noches golosinas invocando elnombre de Dios. Un da, Satans le dijo:

    Hombre sin dignidad, cllate! Hasta cundo repetirs el nombre deDios? Ya ves que no te responde!

    Al hombre se le parti el corazn ante estas palabras y se durmi enese estado de espritu. Tuvo entonces un sueo y vio a Elas que ledeca:

    Por qu has dejado de repetir el nombre de Dios?

    El hombre respondi:

    Porque no he tenido ninguna respuesta y he temido que me hayaechado de su puerta!

    Elas dijo entonces:

    Dios nos ha dicho: "Porque he aceptado tu plegaria es por lo que sigomantenindote en esta preocupacin". Tu temor y tu amor sonpretextos para conservar tu intimidad con Dios. El solo hecho de quesigues rezando te anuncia que son aceptadas tus oraciones.

    EL CIUDADANO Y EL CAMPESINOEL CIUDADANO Y EL CAMPESINO

    Un ciudadano era amigo de un campesino y, todos los aos, durantedos o tres meses, le ofreca hospitalidad. El campesino gozaba de sucasa, de su almacn y de su mesa. Sus menores deseos eransatisfechos, antes incluso de ser expresados. Un da, el campesino, dijoal ciudadano:

    "Oh, maestro! Nunca me has visitado! Ven a mi casa con tu mujer ytus hijos pues pronto llegar la primavera y, en esa estacin, losrosales y los rboles frutales estn cubiertos de flores. Qudate en micasa durante tres o cuatro meses para que tengamos tambin ocasinde servirte."

    El ciudadano declin la invitacin, pero el campesino renov esteofrecimiento durante ocho aos sin que el ciudadano se desplazara. Encada una de sus visitas, el campesino reiteraba su invitacin y, todaslas veces, el ciudadano encontraba una excusa para zafarse. Como lacigea, el campesino vena a hacer su nido en la casa del ciudadano yste gastaba todos sus bienes para no faltar a los deberes de la

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    37/174

    hospitalidad. En el curso de una de estas visitas, el campesino suplicde nuevo al ciudadano:

    "Hace ya diez aos que me prometes venir! En nombre de Dios, hazun esfuerzo esta vez!"

    Los hijos del ciudadano dijeron a su padre:

    "Oh, padre! Las nubes, la luna y las sombras viajan. Por qu teniegas? No hay tensiones entre l y t. Ofrcele la ocasin de saldar ladeuda que ha contrado contigo!"

    Era su madre la que los haba incitado a tomar as la palabra y elciudadano les dijo:

    "Oh, hijos mos! Tenis razn, pero los sabios dicen que hay que

    desconfiar de la calumnia de aquellos a los que se ha ayudado!"A pesar de esto, las repetidas invitaciones del campesino acabaron porvencer la reticencia del ciudadano y, un da, despus de haber hecholos preparativos y cargado el asno y el buey con lo necesario para elviaje, tom el camino con su mujer y sus hijos.

    Estos se decan:

    "Vamos a comer fruta y a jugar en los prados. Tenemos all un amigoque nos espera. A la vuelta, traeremos trigo y cebollas para el

    invierno."Pero el ciudadano les dijo:

    "No seis an tan imaginativos!"

    Atravesaron las mesetas llenos de alegra. El sol quemaba su frente.Por la noche, se guiaban gracias a las estrellas. Al cabo de un mes,llegaron al pueblo del campesino en un estado de gran agotamiento.Se informaron para encontrar la casa de su amigo pero, una vez quehubieron llegado a ella, ste se neg a abrirles la puerta. Durante cinco

    das, permanecieron as ante su casa, sofocados por el calor durante elda y transidos de fro por la noche. Pero ay!, el hambre lleva al len aactuar como buitre y a comer carroa. Y cada vez que l vea alcampesino salir de su casa, el ciudadano le deca:

    "No me recuerdas?"

    El campesino responda:

    "Seas bueno o malo, ignoro quin eres!

    Oh, hermano mo! deca entonces el ciudadano, has olvidado? Tvienes a mi casa y comes a mi mesa desde hace aos!"

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    38/174

    El campesino responda:

    "Qu significan esas palabras insensatas? No te conozco y ni siquieras cmo te llamas!"

    Al cabo de unos das, empezaron las lluvias y esta espera se hizoinsoportable. El ciudadano llam a la puerta con todas sus fuerzaspreguntando por el amo de la casa.

    "Qu quieres?" le dijo este ltimo.

    El ciudadano respondi:

    "Renuncio a todas mis pretensiones y abandono mis ilusiones sobrenuestra amistad. Slo te pido una cosa. Est lloviendo. As que, poresta noche al menos, ofrcenos un pequeo rincn de tu casa."

    El campesino le dijo:

    "Hay desde luego un sitio en que puedo alojaros, pero es el refugio enel que suele instalarse el guardin que nos protege de los lobos. Siquieres hacer ese oficio por esta noche, puedes instalarte ah!

    "Desde luego! dijo el ciudadano. Dame un arco y flechas y te garantizoque no dormir. Me basta con que mis hijos estn protegidos del barroy de la lluvia."

    La familia se amonton, pues, en el refugio. El ciudadano, con su arco ysus flechas a mano, se deca:

    "Oh, Dios mo! Merecemos este castigo! Pues nos hemos hechoamigos de un hombre indigno. Ms vale estar a servicio de un hombresensato que aceptar los favores de un hombre cruel como ste!"

    Los mosquitos y las pulgas laceraban su piel, pero el ciudadano no lesprestaba atencin, concentrado slo en su tarea de guardin: tantotema incurrir en los reproches del campesino.

    A media noche, cuando estaba agotado, el ciudadano divis unasombra que se mova. Se dijo:

    "Ah est el lobo!"

    Y dispar una flecha. El animal, alcanzado, cay a tierra ventoseando.Inmediatamente, el campesino sali de su casa gritando:

    "Qu horror! Acabas de matar a la cra de mi burra!

    "No!" dijo el ciudadano. "Era un lobo negro y su forma era desdeluego la de un lobo! "

    "No! " dijo el campesino, "lo he reconocido por su manera de

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    39/174

    ventosear!"

    "Es imposible", dijo el ciudadano, "est demasiado oscuro para veralgo. Ve a cerciorarte. "

    "Es intil", dijo el campesino. "Para m est claro como la luz del da.Demasiado bien he reconocido su manera de ventosear. Loreconocera as entre otros veinte!"

    Ante aquellas palabras, el ciudadano se encoleriz y lo sujet por elcuello:

    "Oh, imbcil! Qu significa esto? En esta obscuridad, consiguesreconocer al hijo de tu asna gracias al ruido de sus pedos, pero no mehas reconocido a m, que soy amigo tuyo desde hace ms de diezaos!"

    LA CHARCALA CHARCA

    Un da, un halcn dijo a un pato:

    "Ven a vivir en el prado. Aqu conocers la felicidad. Deja tu charca yven conmigo."

    El pato respondi:

    "Vete! Para los de nuestra especie, el agua es el castillo de laalegra!"

    Para el pato de nuestro ego, Satans es como el halcn. Pinsatelodos veces antes de dejar tu charca!

    EL SECRETO DEL PERROEL SECRETO DEL PERRO

    Un da Medyun paseaba con su perro. Lo tomaba en brazos y loacariciaba como un enamorado acaricia a su amada. Un hombre quepasaba por all le dijo:

    "Oh, Medyun! Lo que haces es pura locura! No sabes que la boca deun perro es sucia?"

    Y se puso a enumerar todos los defectos de los perros. Medyun le dijo:

    "No eres ms que un idlatra de las formas! Si vieses con mis ojos,

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    40/174

    sabras que este perro es el secreto de Dios y la morada de Leila!"

    POBRE CHACALPOBRE CHACAL

    Un da un chacal cay en un cacharro de pintura. Cuando se vio contodo el pelaje cubierto de pintura de todos los colores, se dijo:

    "Soy un pavo real, un elegido entre los animales!"

    Y adoptando unos aires llenos de pretensiones, fue a reunirse con losdems chacales. Estos le dijeron:

    "Oh, pobre chacal! De dnde te vienen esas pretensiones y estasmaneras? Ests loco o ests hacindote el payaso?"

    Los que mienten y se suben a la ctedra para hacerse admirar por elpueblo ven un da que su orgullo es objeto de vergenza. No esperanms que los halagos del pueblo pero su interior es tan engaoso comosu apariencia.

    EL IDIOTAEL IDIOTA

    Un idiota encontr un da una cola de carnero. Todas las maanas lautilizaba para engrasarse el bigote. Despus iba a casa de sus amigosy les deca que volva de una recepcin en la que haban festejado yhaban comido platos muy suculentos. Su vientre vaco maldeca subigote, reluciente de grasa.

    Oh, pobre! Si no fueses tan embustero, quiz te invitara a comer unhombre generoso!

    Un da, mientras el estmago de nuestro idiota se quejaba ante Dios,un gato le rob la cola de carnero. El hijo del idiota intent capturar alanimal, pero en vano. Por temor a que su padre le regaara, se puso allorar. Despus, fue corriendo al lugar en el que su padre se reuna consus amigos. Lleg en el mismo instante en que su padre contaba a losdems su imaginaria comida de la vspera. Le dijo:

    "pap! El gato se ha llevado la cola de carnero con la que te engrasasel bigote todas las maanas. He intentado perseguirlo, pero no helogrado atraparlo!"

    Ante estas palabras, todos sus amigos se echaron a rer y lo invitaron a

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    41/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    42/174

    en el establo. Como no se vea apenas a causa de la falta de luz, lagente se puso a tocar al animal. Uno de ellos toc la trompa y dijo:

    "Este animal se parece a un enorme tubo!"

    Otro toc las orejas:"Dirase ms bien un gran abanico!"

    Otro, que tocaba las patas, dijo:

    "No! Lo que se llama un elefante es desde luego una especie decolumna!"

    Y as, cada uno de ellos se puso a describirlo a su manera.

    Es lstima que no hubieran tenido una vela para ponerse de acuerdo.

    LA AMADA DEL ENAMORADOLA AMADA DEL ENAMORADO

    Un enamorado recitaba poemas de amor a su amada. Unos poemasllenos de lamentaciones nostlgicas. Su amada le dijo:

    "Si esas palabras me estn destinadas, pierdes el tiempo puesto que

    estamos reunidos. No es digno de un amante el recitar poemas en elmomento de la unin!"

    El enamorado respondi:

    "Sin duda ests aqu. Pero, cuando estabas ausente, senta un placerdistinto. Beba del arroyo de nuestro amor. Mi corazn y mis ojos secomplacan. Ahora, estoy frente a la fuente, pero est agotada!

    "Realmente, dijo la amada, no soy yo el objeto de tu amor. T estsenamorado de otra cosa y yo no soy sino la morada de tu amado. El

    verdadero amado es nico y no se espera otra cosa cuando se est ensu compaa."

    EL TESOROEL TESORO

    En la poca del profeta David, un hombre diriga a Dios esta especie deplegaria:

    "Oh, Seor! Procrame tesoros sin que tenga yo que cansarme. No

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    43/174

    eres T quien me ha creado, tan perezoso y tan dbil? Es normal queno se cargue del mismo modo un asno dbil y un caballo lleno de vigor.Yo soy perezoso, es verdad, pero no por eso dejo de dormir bajo tusombra!"

    As rezaba desde la maana hasta la noche y sus vecinos se burlabande l. Algunos de ellos le reprendan y otros lo ridiculizaban diciendo:

    "El tesoro que llamas con tus deseos no est lejos. Ve a buscarlo. Estall abajo!"

    La celebridad de nuestro hombre creca de da en da por el pas. Ahorabien, un da en el que rezaba en su casa, una vaca desmandadadestroz su puerta con los cuernos y penetr sin ceremonias en sumorada. El hombre se apoder de ella, le at las patas y, sin dudar unsegundo, la degoll. Despus fue corriendo a la carnicera para que el

    carnicero descuartizase su vctima.

    En su camino se cruz con el propietario de la vaca. Este lo apostrof:

    "Cmo te has atrevido a degollar mi vaca? Me has causado unconsiderable perjuicio!"

    El otro respondi:

    "He implorado a Dios para que provea a mi subsistencia! He rezadoda y noche y, finalmente, mi plegaria ha sido oda y mi subsistencia se

    ha presentado a m. Esta es mi respuesta!"El propietario lo agarr del cuello y le asest dos bofetadas. Despus loarrastr a casa del profeta David diciendo:

    "Pedazo de idiota! Voy a ensearte el sentido de tus plegarias!"

    El otro insista diciendo:

    "Sin embargo es verdad. He rezado mucho y Dios me ha escuchado!"

    El propietario de la vaca amotin a la poblacin con sus gritos:

    "Venid todos a admirar al que pretende apropiarse de mis bienes porla oracin! Si las cosas pasaran as, todos los mendigos seran ricos!"

    La gente que se reuna alrededor de ellos empez a darle la razn.

    "Es cierto lo que dices! Los bienes se compran o se regalan. Tambinse obtienen por herencia. Pero ningn libro menciona esteprocedimiento de adquisicin."

    Hubo muchos comentarios en la ciudad acerca de este suceso.

    En cuanto al pobre, se mantena con la cara contra el suelo, y rezaba a

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    44/174

    Dios en estos trminos:

    "Oh, Dios mo! No me dejes as, en medio de la multitud, cubierto devergenza. T sabes que no he dejado de dirigirte mis oraciones!"

    Llegaron finalmente a casa del profeta David y el demandante tom lapalabra:

    "Oh, profeta! Hazme justicia! Mi vaca ha entrado en la casa de esteimbcil y l la ha degollado. Pregntale por qu se ha permitido obraras."

    El profeta se volvi entonces hacia el acusado para pedirle susexplicaciones. Este respondi:

    "Oh, David! Desde hace siete aos, rezo a Dios da y noche. Le pido

    que provea a mi subsistencia sin que yo tenga que preocuparme deella. Este hecho es conocido por todos, incluso por los nios de estaciudad. Todo el mundo ha odo mis plegarias y todos se han burlado dem sobre este tema. Ahora bien, esta maana, cuando rezaba, con losojos llenos de lgrimas, va esta vaca y penetra en mi casa. No ha sidociertamente el hambre lo que me ha impulsado, sino ms bien laalegra de ver mis plegarias escuchadas. Y as, he degollado esta vacadando gracias a Dios."

    El profeta David dijo entonces:

    "Lo que me dices es una insensatez! Porque semejantes asertosnecesitan ser apoyados con pruebas aceptables ante la ley. Me esimposible darte la razn y establecer as un precedente. Cmo puedespretender apropiarte de algo sin haberlo heredado? Nadie puedecosechar si antes no ha sembrado. Anda! Reembolsa a este hombre.Si no tienes el dinero necesario, pide prestado!"

    El acusado se rebel:

    "As que tambin t te pones a hablar como este verdugo!"

    Se prostern y dijo:"Oh, Dios mo! T que conoces todos los secretos. Inspira el coraznde David. Pues los favores que me has concedido no existen en sucorazn!"

    Estas palabras y estas lgrimas conmovieron el corazn de David. Sedirigi al demandante:

    "Dame un da de plazo para que yo pueda retirarme a meditar. Paraque El que conoce todos los secretos me inspire en mis plegarias."

    As David se retir a un lugar apartado y sus oraciones fueronaceptadas. Dios le revel la verdad y le seal al verdadero culpable.

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    45/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    46/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    47/174

    con cara entristecida, no hay duda de que quedar convencido."

    A la maana siguiente, todos los alumnos se pusieron a esperar a sumaestro para que cayese en la trampa. El que haba propuesto la ideafue el primero en saludarlo y en anunciarle la mala noticia. El maestro

    le dijo:"No digas insensateces! No estoy enfermo. Vuelve a tu sitio!"

    Pero el polvo de la duda se haba infiltrado en su corazn. Cuandotodos los nios, unos tras otros, se pusieron a repetirle lo mismo,empez a creer que estaba realmente enfermo.

    Cuando un hombre camina sobre un muro elevado, pierde el equilibrioapenas la duda se apodera de l.

    El maestro decidi entonces meterse en la cama. Sinti un gran rencorhacia su mujer, porque se deca:

    "Cmo es que ni siquiera ha notado el color de mi cara? Parece que yano se interesa por m. Acaso espera casarse con otro..."

    Lleno de clera, abri la puerta de su casa. Su mujer, sorprendida, ledijo:

    "Qu pasa? Por qu vuelves tan pronto?"

    El maestro de escuela replic:

    "Te has vuelto ciega? No ves la palidez de mi cara? Todo el mundose inquieta, pero a ti, eso te deja indiferente! Compartes mi techo, peroapenas te preocupas por m."

    La mujer le dijo:

    "Oh dueo mo! Son imaginaciones. T no ests enfermo!

    "Oh, mujer vulgar! se enfureci el maestro, si ests ciega, seguro queno es culpa ma. Estoy desde luego enfermo y el dolor me tortura.

    "Si quieres, le dijo su mujer, te traer un espejo. Vers as qu caratienes y si merezco ser tratada as.

    "Vete al diablo con tu espejo! Ve mejor a preparar mi cama, pues creoque me sentir mejor si me acuesto."

    La mujer fue entonces a preparar su cama, pero se dijo:

    "Aparenta estar enfermo para alejarme de la casa. Todo eso no es msque un pretexto."

    Una vez en cama, el maestro se puso a lamentarse. Entonces el

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    48/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    49/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    50/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    51/174

    un lugar escarpado, puedo distinguir en mi camino el obstculo mslejano. Reconozco as cada lugar en donde pongo mis pezuas y poreso no tropiezo. Pero t, por el contrario, miras slo muy cerca delantede ti."

    Puede compararse a un ciego con el que tiene buena vista?

    SHEIJSHEIJ

    Haba una vez un sheij que era el hombre ms ilustrado de la tierra. Elpueblo lo consideraba como un profeta. Una maana, su mujer le dijo:

    "Tu corazn es tan duro como la roca! Forma parte eso de las reglasde la sabidura? Todos nuestros hijos han muerto y yo, a fuerza dellorar, me he encorvado como un arco. A ti, nadie te ha visto llorarnunca. No hay lugar en tu corazn para la piedad? Nosotros estamosligados a ti y te servimos da y noche, pero qu podemos esperar dealguien que no conoce la piedad? A qu llaman sheij ? A un anciano depelo y barba blancos. Sabe que el verdadero sheij no tiene ni siquieraasomo de existencia. El que no tiene pretensin alguna de existencia,sea su pelo negro o blanco, se es un sheij! No olvides que Jesshabl en su cuna!"

    El sheij respondi:

    "Te engaas si crees que no existe piedad ni ternura en mi corazn.Siento piedad por los infieles que se exponen al infierno con sushorribles blasfemias. Cuando un perro me muerde, pido a Dios que leconceda un carcter ms apacible, pues si mordiese a algn otro,correra el riesgo de ser lapidado."

    La mujer replic:

    "Si realmente sientes esa ternura por el universo entero, por qu no

    hay rastro de lgrimas en tus ojos cuando el destino nos ha quitado anuestros hijos?"

    El sheij respondi:

    "Muertos o vivos, nunca desaparecern de mi corazn. Por qu habrade llorar si los veo sin cesar, ah, ante nosotros? No se llora a alguiensino cuando uno est separado de l."

    Otro da, un hombre llamado Behlul pregunt a ese mismo sheij:

    "Dime cmo ests. En qu estado te encuentras?"

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    52/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    53/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    54/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    55/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    56/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    57/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    58/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    59/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    60/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    61/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    62/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    63/174

    "Lo que haces es injusto. T te alimentas de semillas, pero para m, esoes imposible. Habras tenido que dejarme esos trozos de pan!"

    "No te preocupes! respondi el gallo, pues Dios ha previsto otrosfavores para ti. Maana, el caballo de nuestro amo va a morir y t y tus

    compadres podris saciaros. Ser un alborozo sin lmites paravosotros!"

    Al or estas palabras, el joven qued muy sorprendido y llev su caballoal mercado para venderlo.

    Al da siguiente el gallo se apoder de nuevo de los restos de la comidade su amo antes que el perro. Este se puso a renegar:

    "Oh, traidor! Oh, mentiroso! Dnde est ese caballo cuya muerte meanunciabas?"

    El gallo replic sin alterarse:

    "Pero el caballo ha muerto realmente. Nuestro amo, al venderlo, haevitado desde luego perderlo, pero era retroceder para saltar mejor,pues maana, es su mula la que va a morir y tendris ms quesuficiente para saciaros."

    El joven, presa del demonio de la avaricia, fue a vender su mula almercado, creyendo evitar as esta prdida. Pero al tercer da, el perrodijo al gallo:

    "Oh, tramposo! Eres, con toda seguridad, el sultn de losembusteros!"

    El gallo respondi:

    "El amo ha vendido su mula, pero no te inquietes pues, maana, es suesclavo el que va a morir. Y, como de costumbre, distribuir pan a lospobres y a los perros."

    Habiendo odo estas palabras, el joven fue a vender a su esclavo

    diciendo:"He evitado tres catstrofes!"

    Pero, al da siguiente, el perro se puso de nuevo a recriminar al gallotratndolo de mentiroso. Este respondi entonces:

    "No, no! te equivocas. Ni yo ni ningn gallo mentimos nunca. Somoscomo los almudanos. Siempre decimos la verdad. Nuestro trabajoconsiste en acechar el sol y, aunque estemos encerrados, sentimos sullegada en nuestro corazn. Si nos equivocamos, nos cortan lacabeza!"

    "Ya ves, prosigui el gallo, la persona que ha comprado al esclavo de

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    64/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    65/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    66/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    67/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    68/174

    el amado del sultn, su visir, su consejero. Fuiste reconocido culpable ydesterrado. Puesto que has escapado de esto, por qu vuelves?"

    El enamorado respondi:

    "Estoy sediento. S que el agua puede matarme pero, aunque mismanos y mis pies se inflamen, nada saciar la sed de mi fogosocorazn! Y a quien me pida explicaciones, responder: "Lo quelamento es no poder beber el ocano!" Si el sultn quiere derramar misangre, gozar como la tierra goza con la lluvia."

    Y el enamorado fue a prosternarse ante el sultn, con los ojos llenos delgrimas. El populacho se reuni, curioso por saber si el sultn iba aahorcarlo o quemarlo.

    El sultn mostr entonces a aquellos tontos lo que el tiempo revelar a

    los desdichados. Como las mariposas, se han precipitado hacia el fuegotomndolo por luz. Pero el fuego del amor no es como la llama de unavela: es una luz entre las luces.

    LA MEZQUITA OCULTALA MEZQUITA OCULTA

    En la ciudad de Rey haba una pequea mezquita. Nadie poda

    permanecer en ella durante la noche y los que lo intentaban dejabanhijos hurfanos tras ellos. Muchos solitarios tomaron as el camino delcementerio al amanecer de una noche pasada en esta mezquita. Esque los genios se haban apoderado del lugar y exterminaban a todossus huspedes. Tanto que se haba puesto en la puerta un letrero quedeca: "Nadie permanezca aqu durante la noche!" Algunos habranquerido incluso que se pusieran cadenas a la puerta para evitar que uninocente pereciese por inadvertencia.

    Una noche lleg un extranjero. Haba odo rumores referentes a estamezquita y quera verificarlos. Era valeroso y estaba cansado de vivir.

    Se deca:

    "Dios mismo nos dijo que los fieles deseaban la muerte. Y yo soy unfiel!"

    La gente le dijo:

    "Quieres dormir aqu? Es la muerte segura! Toda persona que haintentado pasar la noche aqu ha muerto. Y no es una coincidencia, lohemos confirmado cien veces. El profeta dijo que la fe trae consejo.Sabe bien que no tenemos ningn deseo de ocultarte la verdad.

    Vamos, s razonable!"

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    69/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    70/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    71/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    72/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    73/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    74/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    75/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    76/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    77/174

    conoce la finalidad. Qu cosa tan curiosa es una trampa! Funciona,pero no saca de ello provecho alguno.

    Oh, hermano mo! Has reunido alrededor de ti a todos tus amigos. Haspasado buenos ratos con ellos; despus los has matado! Desde que

    ests en el mundo, no haces ms que eso. Intentas atrapar a la gentecon la trampa de la amistad. Pero nada obtendrs de los que te rodean.Gran parte de tu vida ha pasado ya. La noche est cayendo y tpiensas an en poner tus trampas! Capturas un animal, liberas otro.Ese es el juego de un nio ignorante. Cuando llegue la noche, todas tustrampas estarn vacas. Todo esto no es ms que un grillete, una trabaque estorba tu marcha. Caes en tu propia trampa y te privas de tusposibilidades! Se ha sabido nunca de un cazador vctima de suspropias trampas?

    La nica caza interesante es el amor. Pero cul es la trampa que sirve

    para su captura? Ms vale caer en las trampas del amor. Deja tustrampas y ve hacia las suyas.

    En ese mismo instante, el amor me desliza al odo esta verdad: "Msvale ser la caza que el cazador!"

    INDESCRIPTIBLEINDESCRIPTIBLE

    Un derviche pregunt un da a otro derviche si haba visto a Dios. Esterespondi:

    "Cmo describirte lo indescriptible? Djame contarte una historieta amodo de respuesta. A la izquierda se encuentra un incendio y a laderecha un ro de vino. Entre la multitud de los hombres, los hay quetienden hacia el incendio y otros que se embriagan en el ro. Pero elbien y el mal estn invertidos. Los que tienden la mano hacia elincendio van a parar al ro, mientras que los que se embriagan en el roson arrojados al fuego. Un hombre de cada mil conoce este secreto y

    por eso eligen el fuego tan pocos de ellos. Los que se arrojan al fuegosin echar siquiera una mirada al ro de vino son favorecidos por lafortuna! La multitud, ebria del placer presente, paga las costas de estejuego. Y el fuego les dice: "Oh, ignorantes! No os engais sobre m!En verdad, soy una fuente, una fuente escondida! Oh, Abraham! Nohay aqu ni humo ni llamas si no son las de Nemrod! Si posees lasabidura de Abraham, el fuego ser como el agua para ti. "S como lamariposa atrada por el fuego. Su alma dice: "Aunque poseyese unmillar de alas, las quemara todas!""

    El ignorante siente piedad de m por mi estupidez y yo tengo lstimade l porque estoy en el secreto!

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    78/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150 Cuentos Sufies

    79/174

  • 7/31/2019 Rumi, Yalal Al Din - 150