rEVISTA paula

Historia de Chile y Medios David Aceituno- Fernando Rivas

LOS PRIMEROS 10 AÑOS DE LA PUBLICACIÓNUn análisis de la revista femenina más importante de Chile, desde 1967 a 1977 y como el Golpe Militar afectó su línea editorial y forma de ejercer el periodismo.

Belén Petit – María Paz Novoa – Daniela Lorenzo – Martín Torres

Índice

Pregunta guía de la investigación:.........................................................................................3

Hipótesis:.............................................................................................................................. 3

Resultados Esperados:.......................................................................................................... 3

Planteamiento o enfoque del medio.....................................................................................5

Introducción..........................................................................................................................6

Revista Paula.........................................................................................................................8

- Sus inicios: la influencia del movimiento feminista....................................................8

- Reportajes polémicos que marcaron una época:.....................................................10

- Paula post-golpe: Los cambios.................................................................................11

Conclusión...........................................................................................................................14

Anexos.................................................................................................................................16

Entrevista telefónica a Isabel Allende, 30 de octubre del 2014.......................................16

Entrevista a Delia Vergara, vía mail, 17 de noviembre de 2014......................................21

Bibliografía..........................................................................................................................24

1

PAULA –creemos – responde a la necesidad de la mujer chilena de contar que satisfaga su

gusto por las cosas lindas, su inquietud por lo que está pasando, y que plantee con

seriedad y valentía sus problemas e interrogantes.

El mundo de la mujer latinoamericana ha cambiado. Ya no está reducido a las agujas de

coser, las recetas de cocina y los pañales de guagua. Ahora su mundo es el mundo entero.

Fuera del hogar diseña casas, pelea juicios en los tribunales, firma cheques, produce,

influye en política, enseña en la universidad, es cirujano, periodista, y hace noticia. Pero al

participar en todas estas actividades que eran feudo de los hombres no se ha vuelto

hombre. Sigue y seguirá siendo dueña de casa, madre y un poco frívola.

Desempeña los nuevos papeles que le corresponden en la sociedad moderna manteniendo

su feminidad. Feminidad que también ha evolucionado con la situación de la mujer.

Feminidad que hoy en día le ha dado su nueva personalidad, libre, inquieta, astuta, y

siempre mujer. Feminidad moderna que exige más... y que PAULA se lo puede dar.

Mensaje de bienvenida en la primera edición de Revista Paula,

Junio de 1967

2

- Pregunta guía de la investigación:

¿De qué manera el Golpe de Estado (1973) influye en la línea editorial y en el tipo de

publicaciones, como los reportajes polémicos hechos con temas tabú (para la época) en la

sociedad chilena, que realizaba Revista Paula?

- Hipótesis:

El Golpe de Estado influyó, en que la publicación fue censurada, a pesar de estar bajo el

dominio del grupo Edwards, por lo que no quedó exenta de este contexto

político/económico/social.

- Resultados Esperados:

Esperamos dar cuenta de la importancia de Revista Paula, no sólo en la época sino que

también ampliarlo a la actualidad. Además de abarcar la publicación de antes, los

primeros números, que con sus bulladas temáticas marcaron un boom para la época. Así

como contrastar la magazine antes del golpe, con la que se publicaba después de ocurrido

este acontecimiento, la que, con la salida de Delia Vergara y muchas de sus icónicas

periodistas como Isabel Allende, Amanda Puz, Malú Sierra y Totó Romero, quienes

partieron al exilio, cambió y abandonó esa imagen de convertirse en la voz de los temas

que las mujeres querían oír pero que nadie trataba.

- Nota del autor:

Las declaraciones de Delia Vergara e Isabel Allende vertidas en este ensayo pertenecen a

entrevistas exclusivas, realizada por los propios autores.

3

Planteamiento o enfoque del medio

En el año 1957, el fotógrafo Roberto Edwards Eastman, recibió como herencia de su padre

Editorial Lord Cochrane, con la cual fundó la reconocida Revista Paula, lanzando su

primera edición en julio de 1967.

Esta revista, fue la primera en declararle una clara competencia a Eva, que hasta esos días

era la revista femenina con mayor difusión en el país, junto a Rosita. La primera iba

dirigida a la mujer chilena de clase acomodada e incluía diseños de ropa provenientes de

Europa. Rosita por su parte, contaba con los mismos diseños o similares, pero con moldes

para que las mujeres de clase media o inferior pudieran fabricarlos.

El primer ejemplar de Paula, incluyó reportajes sobre los actores David Hemmings y

Mireille Darc; un informe sobre las tiendas de moda en París; un reportaje sobre la (en

esos momentos novedosa) píldora anticonceptiva; otro de turismo con respecto a la

localidad de Pomaire; un cuento de ficción titulado “Días de suerte”, entre otras secciones

de interés femenino.

Constanza Vergara, Malú Sierra, Amanda Puz e Isabel Allende, bajo la dirección de Delia

Vergara fueron principales encargas de la revista antes del Golpe Militar (1973).

“Guardo la carta que Roberto Edwards me escribió a Ginebra para ofrecerme crear la

Revista Paula como un tesoro. Tiene una carilla y está escrita a mano. Me dice: “Compré

unas máquinas para imprimir en colores y en couché, empecé a hacer revistas y quiero

hacer una revista femenina. Pensé en ti para dirigirla. Contéstame pronto.” No son sus

palabras textuales pero el mensaje era así de corto y así de poco exigente. Yo le contesté

de inmediato que sí, con una sola condición: que yo elegía el equipo y llevaba la línea

editorial. Accedió a todo”, recuerda Delia Vergara

4

Lo que la diferenció, de otras revistas femeninas fue que, por un lado, usó su sección

moda para plasmar modelos estéticos más diversos, relacionados con las nuevas

tendencias rupturistas. En el tercer numeró se publicó la primera editorial de moda hecha

en Chile, por y para mujeres chilenas, lo que rompió el modelo de Eva que tomaba diseños

de afuera, que por lo demás eran bastante lejanos al prototipo femenino nacional. Esto

logró que las mujeres tanto de clase media como alta vieran las nuevas manifestaciones

culturales alejadas de la moda conservadora y se sintieran más cercanas a su realidad.

Y por otro, abordaron temas relativos al matrimonio y la familia, al papel político y social

de las mujeres, al incremento del volumen y modalidad de su participación en el mercado

de trabajo y la discusión pública de la sexualidad, control de la natalidad y la maternidad.

“A Paula le interesan las personas, y su manera de reflejar grandes temáticas del país, ha

sido a través de historia encarnadas. Le inquieta qué pasa en los mundos privados de

políticos escritores y artistas, y eso ha sido su línea de entrevistas. Le importan los niños y

ha sido un medio de vanguardia de denunciar el desamparo, la pobreza y el abuso. Paula

se rebela ante las injusticias y va un paso adelante ante la defensa de las libertades

individuales”. 1

Es por esto, que la línea editorial de Paula, ideada por Delia Vergara, Trataba de activar un

modelo de “nuevo periodismo”, que ampliara el registro de los temas de interés dirigidos

a la población femenina, sensible a la coyuntura nacional e internacional, manifestando

las nuevas aspiraciones profesionales y familiares de las mujeres.

1 Varios Autores. (2013). Historias de Paula – Antología de reportajes y entrevistas. Santiago de Chile. Catalonia.

5

Introducción

Paula es conocida como una revista de moda para mujeres, pero lo cierto es que a lo largo

de su sutil pero extensa historia en los medios chilenos, se ha movido y transformado

según los tiempos, abordando distintos temas de contingencia con un desenfado único y

ágil, acercando la actualidad a la mujer chilena, a quien la publicación percibía como

“libre, inquieta, astuta y siempre mujer”2.

Creada por Roberto Edwards, hermano de Agustín Edwards, miembros de la familia dueña

de El Mercurio, la revista nace de las ganas de expandir el negocio editorial de Edwards,

quien tenía una maquina impresora offset que imprimía a todo color y que había dado

exitosos resultados dos años antes con Ritmo, publicación de corte musical que fue

masivamente vendida en los sesenta.

Así, en 1967 aparece el primer número de Paula, de la mano de Delia Vergara, periodista

convocada por Edwards para llevar a cabo el proyecto como editora en jefe de la

publicación, quien se armó de un grupo de periodistas jóvenes entre las que se destacan

la ahora exitosa escritora Isabel Allende y Constanza Vergara, quien la sucediera desde

1975 en el cargo editorial.

En su primera entrega, entre glamour e imágenes de otra revista de moda francesa (Marie

France), Paula publicó un polémico reportaje acerca de la píldora anticonceptiva. Con esto

marco la pauta que pretendía seguir, enfocándose siempre en el bienestar interno y

externo de la mujer, así también, como en su cultura y opinión.

Así siguieron otros reportajes, incluyendo temas tan diversos y provocativos –para esa

época- como la infidelidad femenina, el aborto, el embarazo adolescente, una entrevista a

la primera dama, en el gobierno de Allende e incluso un recordado reportaje en primera

persona sobre el Bim Bam Bum, realizado por Isabel Allende.

2 Salinas Toledo, Juan Luis. (2014). Linda, regia y estupenda: Historia de la moda y la mujer en Chile. Santiago de Chile. Aguilar.

6

Esta seguidilla de icónicos reportajes, que contenían cierto grado de revolución, fueron el

sello de Paula durante sus principios y los años próximos, pero ¿Qué sucedió con la revista

y su línea editorial tras la irrupción de Augusto Pinochet en el gobierno? Teniendo en

cuenta de que era un medio que pertenecía a los Edwards, hemos querido analizar y

comparar esta publicación antes y después de este determinante evento en la historia de

nuestro país, que enmarca los primeros diez años de la revista.

7

Revista Paula

- Sus inicios: la influencia del movimiento feminista

A principios de los 60, en conjunto con la creación de la Revista Paula, la sociedad chilena

se encontraba en un período de grandes transformaciones sociales y culturales, las que

estaban fuertemente ligadas a la creciente visibilidad de la función de las mujeres en la

vida pública. Esto no sucedía solo en Chile, ya que este toma como modelo lo que sucedía

en el extranjero.

Esta década se caracteriza mundialmente por el surgimiento de modernas ideologías de

los jóvenes y los proyectos de revoluciones tanto pacíficas como violentas, las cuales son

tomadas como ejemplo en Chile para la realización de proyectos sociales en los cuales se

vio muy involucrada la “mujer moderna”.

Es por esto que la vida de la mujer chilena se alteró, llevándola a integrarse a la política,

movimientos sociales (en mayoría juveniles), aumentó su participación en temas como la

educación, el ámbito laboral y por sobre todo el hecho de liberar el pensamiento en

cuanto a cómo se manifestaba la sexualidad en una mujer.

Las principales manifestaciones del feminismo internacional, iban dirigidas a enfrentar el

ámbito en donde las mujeres se enfrentaban: la privacidad y el patriarcado. El feminismo

de esta época, revindica el acceso al mundo laboral de las mujeres pero sin abandonar el

mundo privado, las tareas del hogar, etc., pero dejando de lado la visión de una mujer

sumisa y dedicada por completo a una vida de dueña de casa y mantenida.

El principal enfoque del feminismo de los años 60, es en contestación a la filosofía

aristotélica, donde se mantenía la teoría que consideraría la ventaja natural del hombre

sobre la mujer, considerada un hombre imperfecto. Generándose así una creencia sobre

la superioridad femenina en cuanto a lo que se conocía como el “sexo débil”.

8

Durante estos años, la revista femenina que lideraba en Chile era “Eva”, la cual se vio en

crisis con la aparición de la Revista Paula, ya que esta presentaba y analizaba las

transformaciones sociales bajo un nuevo prisma que no había sido visualizado

anteriormente por las demás revistas. 3

“Yo acababa de terminar un Master en la Universidad de Columbia, en Nueva York. Me

sentía muy segura de mi misma y me parecía que el periodismo chileno estaba en la

prehistoria (…) Mi primera idea para la Paula fue hacerla moderna. Vivía en Europa y

estudié todas las revistas de mujeres y me di cuenta en lo que estaban. Hablaban de los

problemas de las mujeres reales, mostraban moda ponible, en general facilitaban la vida

de las mujeres, hacían buen periodismo, además de ser bellas, buenas fotos, buen diseño

y diagramación”, recuerda Delia Vergara.

Por esto, es que el enfoque de la Revista Paula daba cuenta sobre la tensión del histórico y

tradicional modelo de la mujer y los nuevos modelos feministas. Además, la revista

intentó iniciar un proyecto de emancipación de las mujeres en el país, desde los

segmentos más jóvenes con nuevas aspiraciones profesionales y familiares.

Esto hizo que los principales objetivos de la revista estuvieran relacionados con el papel

social de las mujeres. Entre los temas más importantes que tocó la revista en sus primeros

años se encontró la discusión sobre la sexualidad, la infidelidad de una mujer y el control

de natalidad (relacionado al lanzamiento de las pastillas anticonceptivas).

“Era una revista de vanguardia y feminista, siendo muy femenina porque tenía moda,

tenía belleza tenía decoración tenía que tener esa línea feminista porque era un

movimiento que empezaba en Chile, que no tenía todavía ninguna fuerza. Entonces yo

creo que nosotros, hicimos cambios bastante importantes en Chile porque había temas de

los cuales no se hablaba que se empezaron a tocar en la revista, no con ánimo de

escandalizar sino con ánimo de sacudir a la sociedad y empezar a ponernos al día con el

resto del mundo”, cuenta Isabel Allende.

3 Salinas Toledo, Juan Luis. (2014). Linda, regia y estupenda: Historia de la moda y la mujer en Chile. Santiago de Chile. Aguilar.

9

- Reportajes polémicos que marcaron una época:

Si bien la revista Paula se caracterizaba por su primordial enfoque en la mujer, las modas y

las tendencias que llegaban desde el extranjero y que también surgían en nuestro país, en

medio de todo el boom del movimiento feminista, el equipo supo explotar las

herramientas de la época y desarrollar buen periodismo a través de reportajes, los cuales

muchos de ellos, sacaron a la luz temas que si bien estaban sucediendo en el país, estaban

escondidos tras una pared, nulos de visibilidad pública.

La publicación rompió los esquemas desde el primer número, al incluir un reportaje sobre

la pastilla anticonceptiva, lo que hizo ver que Paula no sería una más de las típicas revistas

femeninas que ya circulaban en el mercado, como “Eva” o “Rosita”.

Uno de los más recordados en nuestros días es el escrito por Isabel Allende sobre la mujer

infiel, en el año 1967, y al respecto de este tipo de publicaciones tan características de los

primeros años de la revista ella comenta “Los reportaje que hicimos sobre la virginidad, el

aborto todos esas cosas, tenían que ver directamente con la situación de la mujer.

Además sabíamos que eran lectoras, sabíamos que nuestro público eran mujeres,

entonces nos interesaba llegarles a ellas con los temas que ningún otro medio en Chile

trataba.”

Otros temas como, el trabajo en la mujer, el aborto, las drogas, y la sexualidad en sí temas

que se estaban abriendo en esa época, fueron marcando esta publicación, que poco a

poco fue ganando lectoría, destronando a sus antecesoras.

Estos fueron realizados por destacadas periodistas como Amanda Puz y Malú Sierra; e

insignes fotógrafos, como Sergio Larraín y Luis Poirot. Además del aporte de Isabel Allende

a los mismos reportajes. 4

Al respecto, la propia Delia Vergara, directora en ese tiempo de la revista comenta

“Muchas ideas de los reportajes eran mías, siempre he sido una verdadera fábrica de

4 Varios Autores. (2013). Historias de Paula – Antología de reportajes y entrevistas. Santiago de Chile. Catalonia.

10

ideas, pero todas las discutíamos en reuniones de pauta, que eran semanales,

entretenidísimas, discutidas y críticas”

“Los temas “controversiales” tenían que ver con la vida cotidiana de las mujeres, no los

elegíamos por controversiales sino por eso. Lo nuevo que hizo la Paula de ese tiempo fue

hablar de esos asuntos, los que en los círculos convencionales se meten debajo de la

alfombra. Nuestro atrevimiento fue sacarlos a la luz, hacer periodismo sobre esos asuntos,

lo que fue una total innovación en el periodismo de ese tiempo”

El golpe y la situación de censura llegó a cambiar Paula, y para siempre, ya no se podían

tratar estos temas con la misma soltura que antes, existían restricciones inviolables que

impedían continuar realizando ese periodismos que traía la Paula de los 60’, a pesar de los

infructuosos esfuerzos de mantener estos escritos a flote, aunque se siguieron teniendo

buenos reportajes post-golpe, la revista no volvió a ser la misma.

- Paula post-golpe: Los cambios

Luego del Golpe Militar, el 11 septiembre de 1973, Paula fue incluida en una escueta lista

de revistas que se salvaron de ser sacadas de circulación. Entre otras, se encontraban

Condorito, Eva, Mampato, Ritmo, Ercilla, a excepción de esta última, todos eran medios

netamente de entretención y, sobre todo, distracción. La revista seguía en manos de

Roberto Edwards y bajo la dirección de Delia Vergara.

“El golpe de estado y la dictadura echaron todo esto abajo. Roberto se exilió en Estados

Unidos desde que salió Allende hasta 1973. Volvió después del golpe y volvió distinto. Me

repetía una y otra vez: “yo no quiero más revoluciones, yo quiero una revista femenina,

no una revista feminista. Yo lo entendía pero no estaba dispuesta a cambiar mi línea

editorial”, recuerda Delia Vergara.

En la edición de octubre del 73, a pesar de la resistencia de la que habla Vergara, lo que se

puede considerar más controversial es, quizás, una ínfima nota que tiene como título

11

“Diez minutos para esterilizar mujeres”5, porque a pesar de tener un reportaje acerca de

mujeres casadas infieles, estaban repitiendo la técnica. Quizás la rebelión esta vez fue más

sutil, incluyendo un cuento que se titulaba “Los padres del hippie”6, pero fuera de eso, el

resto fue solo servicio y publicidad, hasta las cartas de las lectoras parecían elegidas con

pinzas, no había opiniones con respecto a la actualidad del país.

La oposición que presentó Edwards ante los métodos de Delia terminaron por llevar a los

padres de la revista a un quiebre. “Con el tiempo su presión (la de Edwards) se fue

haciendo más fuerte y mi resistencia lo mismo, hasta que un buen día, a fines de 1974,

con lágrimas en los ojos, me echó. Lloramos los dos porque éramos muy buenos amigos

(…) Roberto puso de directora a Constanza Vergara, que hasta ese momento hacía la

moda de la revista, y que estuvo dispuesta a hacer lo que él quería”, sentencia Vergara.

Isabel Allende, escritora y Premio Nacional de Literatura, quien llevo a cabo emblemáticos

reportajes para la revista, recuerda que “empezó la censura y la autocensura, a todos los

directores de revista los llamaron apenas se levantó el toque de queda, en ese momento

yo estaba dirigiendo la revista Mampato por eso yo también fui llamada al edifico que

ahora es Gabriela Mistral (GAM), donde un milico nos dio las instrucciones, dijo que no

existía la censura pero que existía la autocensura y que cada director de un medio, de

acuerdo a su criterio, tenía que vigilar que se respetara los valores cristianos occidentales

y la patria, o sea si uno publicaba algo que a ellos les caía mal, el director era el que

pagaba las consecuencias”.

El problema no era que Paula cambiara su línea editorial, era que esta línea no se adaptó a

los tiempos, no se pronunció con respecto a lo que ocurría en el país. Luego de que

Constanza Vergara asumiera como directora, la publicación siguió con reportajes creativos

y provocadores, pero no hubo nunca una voz con respecto a la actualidad nacional, y esto

sigo siendo una tendencia presente en la revista mucho más allá del 77.

5 Anónimo. (1973) Diez minutos para esterilizar mujeres. Paula, octubre, página 41.6 Rosesco, José Luis (1973) Los padres del hippie. Paula, octubre, 50.

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“La autocensura era mucho más grave casi que la censura. Inmediatamente los dueños de

la editorial dejaron a Delia por un tiempo como directora, pero muy pronto nos echaron a

todas, a mí me sacaron de Mampato. Amanda Paulsen tuvo que ir al exilio, a Malú Sierra

la detuvieron dos veces y por último la Delia se fue, entonces pusieron a otra directora y

cambió el rumbo de la revista completamente, se convirtió en una revista como las que ya

existían en todas partes, una revista para mujeres, muy frívola, nunca más se habló de los

temas que nosotros habíamos tratado, una revista común y corriente”, recuerda Isabel

Allende.

Delia Vergara, coincide con esto, “de ahí para adelante la revista cambió para siempre. Se

convirtió en una revista femenina tradicional, y con el tiempo y la nueva cultura

imperante, se fue convirtiendo en una revista cada vez más elitista, muy diferente a cómo

partió (…) Las lectoras no la acompañaron, las ventas comenzaron a bajar a tal punto que

tuvieron que empezar a regalarla, primero con El Mercurio y luego con La Tercera”.

Conclusión

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Cuando comenzamos este trabajo jamás esperamos que resultará de la manera en que

terminó. Elegimos Revista Paula porque es un medio interesante y con bastante

trayectoria en nuestro país, aparte de ser uno de los pocos referentes femeninos que se

han mantenido tanto tiempo en Chile.

De cierta manera nos costó encontrar un enfoque, pero luego de buscar e indagar en

diversos archivos, concluimos que sería interesante abordar el tema de un medio dirigido

a la mujer en sus primeros diez años, década que fue cruzada por el Golpe Militar. Con

esto pretendíamos abarcar la vanguardia y modernidad de los primeros años de la

publicación, en contraste con la censura y control que sufrió en los años venideros.

Queríamos plantear la pregunta de si Paula era, como afirmaba ser, tan directa y libre.

Utilizamos distintas fuentes y gracias a nuestras propias gestiones, pudimos entrevistar a

Delia Vergara, directora de la revista en su primera etapa, y a Isabel Allende, la destacada

escritora chilena y parte fundamental del éxito de Paula, gestora de emblemáticos

reportajes que quedaron para siempre en la memoria nacional.

Entrevistar a dos personas de la talla de estas mujeres nos significó un aprendizaje

inmenso, algo que como equipo nunca esperamos y que tampoco olvidaremos.

Aprendimos que como grupo, trabajando en sincronía y de manera organizada, podemos

lograr mucho si insistimos y trabajamos de manera eficiente.

En cuanto a Paula, creemos que como medio, independiente de su historia y de si perdió

consistencia a lo largo de los años, refrescó el periodismo, lo hizo entretenido sin perder la

calidad y le dio voz a la mujer más allá de los elementos frívolos asociados al estereotipo,

es más, uso estas mismas “frivolidades” de manera astuta, como herramientas para

generar un contenido y posicionar a la mujer con opinión y punto de vista en una época

donde eso no era lo que se esperaba.

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Su supervivencia y la capacidad de adaptarse a los tiempos, junto con la calidad de su

periodismo y la pluma de sus reporteras es lo que más destacamos, dentro de nuestro

aprendizaje en el periodo que tomo realizar este trabajo.

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Anexos

- Entrevista telefónica a Isabel Allende, 30 de octubre del 2014

¿Cómo llegó usted a trabajar en la revista Paula?

En el año 66´, Delia Vergara estaba planeando hacer la revista y ella había leído una carta

mía para mi madre en Ginebra, entonces cuando ella empezó a planear la revista, pensó

que quería tener un artículo de humor y como había leído esa carta, le pareció que yo lo

podía hacer. No nos conocíamos nada y yo no era periodista, yo estaba esperando a mi

hijo Nicolás y después que nació Nico, ella me llamó para que participara en la revista.

Entonces en el primer número salió un artículo de humor mío porque ella me lo pidió.

Y ahí comenzó a…

Y ahí comencé porque después de eso, me pidió que en cada número debía salir uno de

esos artículos y al segundo número yo escribí una entrevista a una mujer infiel y eso causo

mucho revuelo en Santiago en aquel momento porque era un Santiago muy provinciano,

muy atrasado, eso causó que se fueran para arriba las ventas de las revista entonces me

contrataron.

¿Cuál es la línea editorial que debía seguir en las publicaciones de la revista Paula?

Eso tendrías que preguntárselo a Delia porque no creo que hubiese una directiva muy

clara, lo que sí nosotros sabíamos, quienes trabajábamos ahí con Delia, es que era una

revista de vanguardia y feminista, siendo muy femenina porque tenía moda, tenía belleza

tenía decoración tenía que tener esa línea feminista porque era un movimiento que

empezaba en Chile, que no tenía todavía ninguna fuerza. Entonces yo creo que nosotros,

hicimos cambios bastante importantes en Chile porque había temas de los cuales no se

hablaba que se empezaron a tocar en la revista, no con ánimo de escandalizar sino con

ánimo de sacudir a la sociedad y empezar a ponernos al día con el resto del mundo.

16

Con respecto a eso mismo ¿Tuvo algún problema previo a la publicación del reportaje

acerca de la mujer infiel? ¿Existió censura o la revista lo incito a publicarlo?

No nunca tuvimos un problema para publicarlo, ahora lo que hubo fue una reacción

después que se publicó, ahí se produjo una avalancha de cartas y de llamadas, casi todas a

favor pero muchas en contra, declaraciones de personajes de la política y de la iglesia,

para que te digo la que se armó. En ese momento seguramente la editorial llamó a Delia

para pedirle una explicación, no sé lo que les dijo tendrían que preguntarle a ella pero

nunca nos censuraron.

¿Cómo logró realizar el reportaje del Bim Bam Bum y si nació de usted esta iniciativa o

fue iniciativa de la revista Paula?

Bueno, no fue iniciativa mía fue iniciativa de Delia, salió un aviso en El Mercurio que decía

más o menos no me acuerdo muy bien: “Desea ser actriz iníciese en el Bim Bam Bum,

estatura mínima un metro setenta, bonita, buen cuerpo”. Entonces me llamo Delia y me

dijo ya preséntate y le dije yo no mido un metro setenta, cómo se te ocurre que me voy a

presentar, y me dijo pero tú eres la única que se atreve, entonces me mandó al Bim Bam

bum y como yo no me atreví a ir sola le pedí a Margarita Ureta, que era una amiga con la

cual yo hacía televisión, que fuéramos juntas , y ella claro tenía el metro setenta, era flaca,

rubia, era perfecta para eso y nos contrataron a las dos y así fue como pude hacer el

reportaje, salió primero en la revista y después en la televisión.

¿Cuál es la importancia y el objetivo según usted, de los reportajes en una revista que en

esa época se centraba y se enfocaba en la mujer?

Bueno casi todos los reportajes que hacíamos tenían que ver con la situación de la mujer,

lo del Bim Bam Bum por ejemplo, fue una denuncia porque el Bim Bam Bum era

realmente un vitrina para ofrecer mujeres, o sea el sueldo era mínimo pero te hacías un

sueldo extra con los caballeros que te invitaban a salir después, era un vitrina para

ofrecerse, los reportaje que hicimos sobre la virginidad, el aborto todos esas cosas, tenían

que ver directamente con la situación de la mujer. Además sabíamos que eran lectoras,

17

sabíamos que nuestro público eran mujeres, entonces nos interesaba llegarles a ellas con

los temas que ningún otro medio en Chile trataba.

¿Cree que el feminismo de la época influyó en la creación y la publicación de esta

revista?

Yo creo que fue al revés, Delia Vergara venía de Europa, había leído a las feministas

americanas, inglesas y europeas. Yo también venia de Europa, habíamos estado expuestas

al mundo fuera de Chile, entonces cuando Delia llegó y le propusieron hacer esta revista

ella inmediatamente se planteó hacer una revista con los valores que ella tenía y eso era

el comienzo del feminismo, era muy importante para nosotros. Entonces no creo que

fuera el feminismo chileno que se reflejó en la revista, sino que la revista comenzó a

hablar y a sacudir algo que ya estaba ahí en la sociedad, ya estaba expresado, entonces la

sociedad fue como el portavoz de una inquietud que existía pero que no era un

movimiento.

¿Considera usted que el Golpe de Estado marcó un giro o un quiebre en la revista y de

ser así en qué sentido o por qué?

Bueno el Golpe Militar marcó un quiebre en todos los aspectos de la sociedad chilena,

algunos para bien, otros para mal eso está por juzgarse, pero sin duda lo que primero se

vio afectado fue la prensa, todos los medios de comunicación. Empezó la censura y la

autocensura, a todos los directores de revista los llamaron apenas se levantó el toque de

queda, en ese momento yo estaba dirigiendo la revista Mampato por eso yo también fui

llamada al edifico que ahora es Gabriela Mistral, donde un milico nos dio las instrucciones,

dijo que no existía la censura pero que existía la autocensura y que cada director de un

medio, de acuerdo a su criterio, tenía que vigilar que se respetara los valores cristianos

occidentales y la patria, o sea si uno publicaba algo que a ellos les caía mal, el director

era el que pagaba las consecuencias. Entonces la autocensura era mucho más grave casi

que la censura. Inmediatamente los dueños de la editorial dejaron a Delia por un tiempo

como directora, pero muy pronto nos echaron a todas, a mí me sacaron de Mampato.

Amanda Paulsen tuvo que ir al exilio, a Malú Sierra la detuvieron dos veces y por último la

18

Delia se fue, entonces pusieron a otra directora y cambió el rumbo de la revista

completamente, se convirtió en una revista como las que ya existían en todas partes, una

revista para mujeres, muy frívola, nunca más se habló de los temas que nosotros

habíamos tratado, una revista común y corriente.

¿Cree usted que Paula intentaba imponer un modelo de mujer en los 60´ o más bien

representaba ya un existente, ya sea en Chile o internacionalmente?

Yo no creo que nosotros intentáramos imponer un modelo de mujer, porque no teníamos

un modelo, nosotros hablábamos de los temas. Nuestro público era un público joven,

digamos hasta cuarenta años era nuestro público más fuerte, esas mujeres ya estaban

encaminadas en algo por algo nos leían, se sentían reflejadas. No creo que nosotros

impusiéramos algo pero sin duda acompañamos una corriente que ya existía, trajimos

ideas de afuera.

¿Cómo ve usted la evolución de la revista hasta el día de hoy, si es que la ha seguido

obviamente, o si es que sabe de ella en la actualidad?

Bueno yo he visto algunos ejemplares recientes y algunos ejemplamos que se yo de hace

10 años, no tiene nada que ver con la revista que nosotros imaginamos o lo que era en ese

momento, pero aun que lo fuera ya no tendría el mismo impacto porque el mundo ha

cambios y los cambios del mundo se han reflejado en Chile, Chile ya no es la sociedad que

era en los años 60´, es que tú debes ser muy joven no tienes idea lo que era eso, veníamos

saliendo, para el resto estábamos atrasados como 40 años con respecto al resto del

mundo, digamos al mundo de los Estados Unidos y Europa de manera que hoy aunque

fuera al revista como fue entonces no tendría ese impacto, el impacto fue porque

presentamos algo que era absolutamente novedoso y muy atrevido para la época.

Sí perfecto, justamente con eso cierra nuestra última pregunta el tema ¿Cómo se las

arreglaban o en el sentido como lograban llegar o hacer estos reportajes que incluían

temas que eran tan tabú ya sea buena la infidelidad, las píldora anticonceptiva, todos

esos?

19

Era muy fácil porque la información estaba ahí lo que pasa es que nadie hablaba, Chile es

muy cartucho la gente por ejemplo del aborto nadie quiere hablar del aborto y la mitad de

las mujeres chilenas se han hecho un aborto pero nadie toca el tema entonces el

atrevimiento nuestro fue tocar el tema, hablar con los médicos que nos hacían hablar con

las mujeres que se habían hecho un aborto y la gente está dispuesta a contar siempre está

dispuesta contar, a veces no metíamos a la mala como me metí yo en el Bim Bam Bum

pero en general, por ejemplo si teníamos que hacer un tema sobre la prostitución,

íbamos a hablar con investigaciones y decíamos mire queremos acompañar a un grupo de

detectives que van a allanar los barrios de prostitución y entonces se iba la Amanda o

alguna de nosotras en el auto con ellos pasábamos la noche y así nos enterábamos cosas

que estaban totalmente al alcance de cualquier que quisiera tener la información, lo que

pasa es que la gente no hablaba. Hicimos por ejemplo un reportaje sobre el Hotel Valdivia,

que era un hotel parejero todo Chile sabía que era un hotel parejero pero no se podía

decir entonces aparecía como hotel de familia […] era fácil encontrar la información, súper

fácil.

Claro, entiendo y ya para cerrar una última pregunta ahora sí y esto es ya más enfoca en

su carrera, en usted ¿Qué cambia en usted o que provoca ese cambio del periodismo a

la literatura?

Fue un cambio paulatino porque mira yo salí de Chile después del Golpe Militar y me fui a

Venezuela donde no pude encontrar trabajo como periodista, las pocas cosas que yo sabía

hacer no las pude aplicar en Venezuela me gané la vida como pude en diferentes trabajos

que no tenían nada que ver con periodismo y en el año 1981 comencé a escribirle una

carta a mi abuelo que terminó siendo “La casa de los espíritus” [...] fue un paso como, ni

yo misma me di cuenta que estaba escribiendo un libro yo no sabía si era una memoria

una carta no sabía lo que era entonces no fue una determinación de decir yo quiero ser

escritora sino que sucedió no más, ahora mucho de lo que yo experimente y aprendí en

periodismo me ha servido en la literatura sin duda, tanto que mi hijastro que escribe muy

bien quería ser escritor, cuando yo lo conocí tenía 18 años yo le dije tienes que empezar

por el periodismo porque el periodismo lo que hace es que te enseña primero a usar el

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lenguaje de forma efectiva para llegar a los lectores, después trabajar con disciplina,

trabajar sabiendo que tienes que entregarlo en una fecha determinada y que tienes que

hacer una investigación a fondo y que tienes que chequear la información, revisar de que

todo sea, que todo esté bien y luego te enseña a conducir una entrevista de manera de

sacarle a la persona lo que tú quieres obtener. Todas esas cosas te las enseña el

periodismo una gran escuela para la literatura, mucho mejor que clases de literatura.

- Entrevista a Delia Vergara, vía mail, 17 de noviembre de 2014

Guardo la carta que Roberto Edwards me escribió a Ginebra para ofrecerme crear la

Revista Paula como un tesoro. Tiene una carilla y está escrita a mano. Me dice: “Compré

unas máquinas para imprimir en colores y en couché, empecé a hacer revistas y quiero

hacer una revista femenina. Pensé en ti para dirigirla. Contéstame pronto.” No son sus

palabras textuales pero el mensaje era así de corto y así de poco exigente. Yo le contesté

de inmediato que sí, con una sola condición: que yo elegía el equipo y llevaba la línea

editorial. Accedió a todo.

Yo acababa de terminar un Master en la Universidad de Columbia, en Nueva York. Me

sentía muy segura de mi misma y me parecía que el periodismo chileno estaba en la

prehistoria.

Mi primera idea para la Paula fue hacerla moderna. Vivía en Europa y estudié todas las

revistas de mujeres y me di cuenta en lo que estaban. Hablaban de los problemas de las

mujeres reales, mostraban moda ponible, en general facilitaban la vida de las mujeres,

hacían buen periodismo, además de ser bellas, buenas fotos, buen diseño y diagramación.

Diseñé la revista completa mientras estaba en Ginebra, con todas sus secciones. Quería

poner el énfasis en hacer buen periodismo, y en servir a las mujeres.

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Cuando volví a Chile, finales de 1966, partimos. Elegí a un equipo de periodistas afines,

todas egresadas de la Universidad de Chile y a la Isabel Allende, que no estudió en la

universidad pero que conocí de su genialidad por su madre, la mujer del embajador de

Chile en Ginebra.

Era fines de los sesenta, tiempos muy revolucionarios, y el feminismo comenzaba a crecer

entre las mujeres, especialmente en Estados Unidos y Europa. Todas las que trabajábamos

en Paula estábamos al tanto del fenómeno.

Las que formábamos el equipo de Paula éramos casadas con hijos pequeños y muy

amigas, lo hablábamos todo. A poco andar empezaron para todas los problemas del doble

trabajo, la poca colaboración de los maridos, la joda que fue para ellos el tremendo éxito

que tuvimos, ninguno se había casado con una mujer exitosa y famosa y de repente nos

transformamos en eso.

A raíz de los problemas con los maridos nos dimos cuenta en carne propia lo que era el

machismo y cuanta verdad había en lo que las feministas venían diciendo. Nos

convertimos en feministas, pero nada desaforadas, ninguna en ese tiempo quería romper

su matrimonio.

Consideramos que ser modernas en ese tiempo significaba reportear y poner muchos de

los temas que el feminismo planteaba. La decisión la tomé yo, era la líder, pero todas

estuvieron completamente de acuerdo.

Muchas ideas de los reportajes eran mías, siempre he sido una verdadera fábrica de ideas,

pero todas las discutíamos en reuniones de pauta, que eran semanales, entretenidísimas,

discutidas y críticas.

Roberto Edwards, el dueño, no se metía para nada con nosotras. Su filosofía era: “con el

éxito no se discute.”

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Los temas que ustedes llaman controversiales no lo eran en ese tiempo, aunque ahora se

vean así. Recuerden que eran tiempos muy revolucionarios, muy abiertos, la mayoría

estábamos en eso, incluso Roberto, un hombre que siempre ha sido liberal.

Los temas “controversiales” tenían que ver con la vida cotidiana de las mujeres, no los

elegíamos por controversiales sino por eso. Lo nuevo que hizo la Paula de ese tiempo fue

hablar de esos asuntos, los que en los círculos convencionales se meten debajo de la

alfombra. Nuestro atrevimiento fue sacarlos a la luz, hacer periodismo sobre esos asuntos,

lo que fue una total innovación en el periodismo de ese tiempo.

Cuando la situación política se polarizó, el año 1972, un grupo de mujeres conservadoras

la agarró con nosotras y empezaron a mandarnos cientos de cartas todas iguales

diciéndonos que éramos inmorales y comunistas. Nosotros nos reíamos y no les hacíamos

ningún caso porque teníamos el apoyo de cientos de miles de lectoras (120.000

ejemplares en ese tiempo) que alucinaban con la Paula.

El golpe de estado y la dictadura echaron todo esto abajo. Roberto se exilió en Estados

Unidos desde que salió Allende hasta 1973. Volvió después del golpe y volvió distinto.

Me repetía una y otra vez: yo no quiero más revoluciones, yo quiero una revista femenina,

no una revista feminista. Yo lo entendía pero no estaba dispuesta a cambiar mi línea

editorial. Con el tiempo su presión se fue haciendo más fuerte y mi resistencia lo mismo,

hasta que un buen día, a fines de 1964, con lágrimas en los ojos, me echó. Lloramos los

dos porque éramos muy buenos amigos.

Roberto puso de directora a Constanza Vergara, que hasta ese momento hacía la moda de

la revista, y que estuvo dispuesta a hacer lo que él quería.

De ahí para adelante la revista cambió para siempre. Se convirtió en una revista femenina

tradicional, y con el tiempo y la nueva cultura imperante, se fue convirtiendo en una

revista cada vez más elitista, muy diferente a cómo partió.

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Las lectoras no la acompañaron, las ventas comenzaron a bajar a tal punto que tuvieron

que empezar a regalarla, primero con El Mercurio y luego con La Tercera.

Lo que nunca perdió la Paula, y en eso me enorgullezco, fue su exigencia por el buen

periodismo.

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Bibliografía

- Salinas Toledo, Juan Luis. (2014). “Linda, regia y estupenda: Historia de la moda y

la mujer en Chile”. Editorial: Aguilar. Santiago de Chile.

- V.V.A.A. (2013) “Historias de Paula”. Editorial: Catalonia, Universidad Diego

Portales. Santiago de Chile

- García-Huidobro C.- Escobar P. (2012) “Una Historia de las Revistas Chilenas”.

Ediciones Universidad Diego Portales .Santiago de Chile.

Fuentes Vivas:

- Entrevista con Isabel Allende, otrora periodista de Revista Paula y actual escritora,

vía telefónica. 30 de octubre del 2014, 14:00 hrs.

- Entrevista con Delia Vergara, vía mail, Directora de Revista Paula (1967-1974). 17

de noviembre del 2014, 19:45 hrs.

Linkografía:

- http://www.paula.cl/entrevista/los-padres-de-la-paula/ Recuperado el 15 de

octubre de 2014, 15:40 hrs.

- http://www.museodeprensa.cl/antologia-de-los-45-anos-de-revista-paula/

- http://www.museodeprensa.cl/entrevista-a-una-mujer-infiel/

- http://www.museodeprensa.cl/un-aborto-clandestino/

- http://www.paula.cl/tendencia/paula-en-la-memoria-de-chile/

- http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-126064.html

- http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-100797.html Revista Paula y el

feminismo

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