Revista La Voz N 57

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Año XXI - Número 57 - Diciembre 2012 ISSN 1667-4685 Correo Uruguayo Franqueo a pagar Cuenta: 60019/1

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Revista La Voz N 56- ALIANZA DE IGLESIAS PRESBITERIANAS Y REFORMADAS DE AMÉRICA LATINA – AIPRAL

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Año XXI - Número 57 - Diciembre 2012

ISSN

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Correo UruguayoFranqueo a pagarCuenta: 60019/1

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Año XXI - Nº 57 - diciembre 2012

EDITORDarío BarolinSecretario Ejecutivo [email protected]

Varela 1729 - 75100Dolores - Soriano - Uruguay

Diseño: Natalia [email protected]

Impresión: Impresos MOYANO28 de Febrero 609 - Mercedes - Soriano

ISSN Nº 1667-4685

Esta revista se terminó de imprimir en diciembre de 2012.

Revista de distribución gratuita.

03 Presentación04 Transformación Financiera Internacional para la Economía de la Vida11 Hombres en el espejo Construyendo y aplicando una Masculinidad centrada en Cristo a las relaciones interpersonales13 Teología de la Liberación y la construcción de una Epistemología liberadora 17 Actualidades Reformadas25 Adiós a la Iglesia del ABC34 Ecumenismo y Mision en América Latina y el Caribe36 Haciendo de la Paz el vínculo de la Unidad (entre las naciones también) A propósito del diferendo marítimo entre Perú y Chile)

IND ICE

Los artículos publicados son

responsabilidad de sus autores,

debidamente identificados.

AIPRAL no se hace necesariamente

solidaria con su contenido,

manteniendo así la libertad

de expresión del pensamiento.

Estimada/o lector/a:Estamos revisando constantemente el directorio de nuestra revista La Voz.Es muy importante que ud. nos ayude en la tarea. Es muy simple. Escríbanos un correo electrónico a [email protected] con el asunto “Directorio La Voz” y en el cuerpo del correo electrónico introduzca su nombre, tal como aparece en el destinatario de la revista, y su dirección de correo postal.También puede hacerlo por correo postal a:AIPRAL - Revista La VozVarela 172975100 – Dolores – Soriano - R.O. del UruguayCualquier pregunta no dude en escribirnos.FraternalmenteDarío BarolinDirector

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Editorial

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Las iglesias congregacionales, presbiterianas, reformadas y valdense de América Latina somos llamadas a ser testigos del amor y la gracia de nuestro Señor Jesucristo. Somos llamadas a luchar por la paz y la justicia (Mt 5:6), somos en-viados a llevar la misión de nuestro Dios a nues-tro pueblo alegre y al mismo tiempo sufrido (Mc 6.7ss). Nuestra rica herencia reformada nos lla-ma a superar falsas dicotomías que mucho mal nos hacen como iglesias que buscan ser fieles a Jesucristo. Evangelizar y proclamar la buena nueva de Jesucristo no es opuesto a luchas por la justicia y transformación de las opresiones en nuestras sociedades. Una vida espiritual intensa de lectura bíblica, oración y vivencia comunitaria no es contrario al compromiso social, político y de transformación. Este último difícilmente se puede sostener en el tiempo sin aquel y no hay lectura bíblica y oración sincera que no nos llame al compromiso. Una profunda sanidad in-dividual y personal no es extraña a la necesidad de transformación que la sociedad toda nece-sita. Nuestros vidas individuales muchas veces reproducen los des-valores de este tiempo y no hay mayor acto revolucionario que exorcizar-nos de su opresión que es sanación personal e individual y denuncia social, como cuando Jesús curó al “endemoniado de Gerasa” (Mc 5).

Este número 57 de La Voz nos invitará en sus variados artículos a superar esa dicotomía. Encontraremos el fuerte llamado de Proclame 2012 a la evangelización en una de las confe-rencias del Dr. Glenn McDonald y las vivencias de algunos de los participantes de las iglesias del Cono Sur en el evento. La propuesta de Rev. Dr. Kevin E. Frederick es una invitación orien-tada especialmente a los varones a enfrentar el hermoso desafío evangélico de una nueva masculinidad, un ejemplo concreto de cómo interactúa lo social y lo indificual. La declaración “Transformación Financiera Internacional para la Economía de la Vida” del encuentro realizado en San Pablo, Brasil y del cual participacmos busca dar continuidad al compromiso mundial asumido por las iglesias reformadas primero en Accra (Ghana) y luego en Gran Rapids (EE.UU.) por una economía más justa y solidaria. El pastor y profesor Obed Vizcaino desde su hermosa Maracaibo, Venezuela nos invita a

continuar repensando el ineludible llamado a una teología liberadora para nuestros pueblos. El pastor Enrique Alva, secretario general de la Iglesia Evangélica Peruana, nos invita a acom-pañar y a estar atentos al diferendo limítrofe entre Perú y Chile, una oportunidad concreta a “trabajar por la paz”. Finalmente, el texto del Rev. Nilton Giese, secretario general de CLAI, abre nuestro mundo reformado a las otras fa-milias confesionales y nos hace un llamado a un ecumenismo de gestos concretos.

Al escribir esta pequeña editorial he recibido la noticia que el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos de Norteamérica ha congelado fondos que iban desde las iglesias de América Latina hacia Cuba para financiar la asam-blea del Consejo Latinoamericano de Iglesias. Brutalmente el bloqueo que el pueblo cubano sufre por ya más de 40 años se hace palpable y concreto para la realidad de nuestras iglesia en América Latina.

La iglesia valdense, de la cual provengo, contie-ne en su disciplina general un breve artículo que dice “La Iglesia fundada sobre los principios del evangelio, se rige por si en modo independiente en la observación de su confesión de fe y de su ordenamiento, sin pretender ninguna condición de privilegio en el orden temporal ni prestar su consentimiento o injerencias o restricciones en su propio orden por parte de la sociedad civil.” (Art. 5) Considero que este pequeño artículo es expresión de una auténtica teología reformada que no pretende privilegios pero tampoco acep-ta injerencias de los estados sobre sí. Esto que el departamento del Tesoro de los Estados Unidos ha hecho es nada más y nada menos que violar al libertad que la iglesia, en este caso el CLAI, tiene. Bloquear nuestra decisión de estar y cele-brar una asamblea juntos con nuestras iglesias hermanas de Cuba, es exigir y obligar a que su decisión política sea también nuestra decisión teológica. Quiera Dios que no permitamos que eso ocurra.

Rev. Dr. Darío BarolinSecretario Ejecutivo

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En 2010, como parte del com-promiso por llevar a efecto la

Confesión de Acra22, la Asamblea General de la Unificación de la Comunión Mundial de Iglesias Re-formadas (CMIR), en asociación con el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) y otros organismos ecumé-nicos, convocó a sus miembro a preparar una conferencia ecumé-nica internacional para proponer una nueva arquitectura financiera y económica que: esté basada en los principios de la justicia econó-mica, social y climática; sirva a la economía real; se responsabilice con las tareas sociales y medio-ambientales; y ponga límites bien definidos a la ambaición. A partir de su profundo compromi-so compartido por promover la jus-ticia en la economía y en la tierra y en reconocimiento de la necesi-dad de trabajar juntos para tener un impacto significativo, el (CMI), la CMIR y el Consejo para la Mi-sión Mundial (CMM) acordaron la celebración de la Conferencia Ecuménica Global sobre una Nue-

Transformación Financiera Internacionalpara la Economía de la Vida 1

Conferencia Económica Global sobre una Nueva Arquitectura Financiera y Económica Internacional

va Arquitectura Financiera y Eco-nómica Internacional para involu-crar a los defensores de diferentes propuestas y soluciones en el es-tablecimiento de criterios y de un marco de trabajo, así como para el desarrollo de un plan de acción encaminado a la construcción de estructuras económicas y financie-ras mundiales justas, humanitarias y sostenibles.

Así entre el 29 de Septiembre y el 5 de Octubre se reunieron en Guarulhos, Estado de San Pablo, Brasil un importante grupo de economistas, líderes de iglesias, activistas, políticos y teólogos para prever juntos una arquitectura fi-nanciera y económica mundial alternativa.Esta reunión ha sido respuesta y continuación a décadas de traba-jo en torno a problemas de justicia económica, social y ecológica que ha venido movilizado a la CMIR, el CMI, el CMM y la Federación Luterana Mundial (FLM). Por consiguiente, las visiones y cri-

Por consiguiente, las visiones y cri-terios para una nueva arquitectura financiera y económica y las alter-nativas expresadas en este docu-mento, se basan en la Confesión de Acra de la CMIR, la Declara-ción de Justicia Financiera y la Economía de la Vida y el Llama-miento para la Acción de AGAPE ( Economía de la Vida: Justicia y Paz para Todos) del CMI, así como la declaración teológica de La Mi-sión en el Contexto del Imperio del CMM. La caída financiera y económica mundial del 2008 aumentó la po-breza y el desempleo de millones de personas en el Norte global y empeoró y profundizó la pobreza, el hambre, y la malnutrición de más personas aún en el Sur global que ya venían sufriendo décadas de pobreza y privaciones causa-das por las injusticias en las rela-ciones financieras y económicas internacionales. El sistema de es-peculación, competencia y regu-lación inadecuada ha fracasado en ayudar a las personas, y lo que ha hecho, por el contrario, ha sido negarle un nivel de vida decoroso a la mayor parte de la población mundial. La situación es urgente.

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El Dios de los oprimidos nos llama a una visión alternativa que debe provenir de los márgenes, de los que han sido excluidos de la toma de decisiones socio-políticas y económicas, pero que son los pri-meros en sufrir sus consecuencias.Por lo tanto buscamos una praxis teológica transformadora que no sólo deslegitime, desplace y des-mantele el actual orden económi-co y social sino que también pre-vea las alternativas que provienen de los márgenes. Esta imagina-ción alternativa debe derivarse de nuestras convicciones espirituales y teológicas, a través del empleo de teologías liberadoras que res-pondan a luchas sistemáticas con-cretas, que incluyen la feminista, mujerista, eco-feminista, la de li-beración latinoamericana, la ne-gra, la ecológica, la post-colonial, la de base, la de minorías y la teo-logía pública, así como la de las espiritualidades indígenas. La lis-ta de los lentes hermenéuticos de sospecha y recuperación que se necesitan para provocar cambios transformadores puede ser tan extensa como la de todos los que han sido oprimidos y perseguidos por el orden económico mundial dominante.• Rechazamos al Imperio3 y nuestra complicidad con todos los sistemas de muerte, incluyendo el militarismo, y afirmamos los mo-vimientos de preocupación social

y otras tradiciones radicales que constituyen un rechazo al Imperio y que buscan construir la vida en comunidad más allá de la lógica de la jerarquía y la discriminación.• Rechazamos las ofensas po-líticas y militares perpetradas en nombre del neoliberalismo que amenazan la seguridad del ser humano y constituyen una rotun-da violación de los derechos hu-manos.• Rechazamos la explosión de la monetarización y la mercantiliza-ción de toda forma de vida y rea-firmamos una teología de la gracia que rechaza el impulso neoliberal de reducir toda forma de vida al intercambio de valores (Ro. 3:24).• Rechazamos una economía movida por la deuda y la financia-lización a favor de una economía de “for-giveness” (de perdonar y dar), de humanismo y de justicia y declaramos que la deuda y la especulación han llegado a sus límites. • Rechazamos la ideología del consumismo y reafirmamos la economía del Maná, que provee lo suficiente para todos y niega la idea de la ambición (Ex.16)• Rechazamos el creciente con-sumismo individualista, afirman-do y celebrando la diversidad y la inter-conectividad de la vida. Tam-bién reafirmamos que la plenitud dela vida sólo se puede lograr a través de las relaciones interde-

pendientes con todo el conjunto del orden creado. La idea del un Dios Trino plantea un reto al indi-vidualismo, la discriminación y la exclusividad; es una doctrina que nos llama a una vida de igualdad en comunidad y que requiere una respuesta activa que involucra a toda la humanidad.• Rechazamos la economía del consumo excesivo y la ambición, reconociendo como el capitalismo neoliberal nos condiciona psicoló-gicamente a querer más y más, y en su lugar reafirmamos los con-ceptos cristianos y budistas de una economía de suficiencia que pro-mueve la moderación (Lc 12: 13-21), enfatizando por ejemplo, la economía sabática del descanso para las personas y la creación, así como la economía del Jubileo de la redistribución de la riqueza.• Rechazamos la abstracción económica del Homo Oeconomi-cus, que construye al ser humano como un ser esencialmente insa-ciable y egoísta, y afirmamos que la percepción cristiana del ser hu-mano está arraigada en las rela-ciones comunitarias de Ubuntu4, Sansaeng5 , Sumak Kawsay6 la cordialidad, y la mutualidad. En oposición a la lógica neoliberal, como creyentes estamos llamados a pensar no sólo en nuestro inte-rés sino también en el interés de los demás. (Flp 2:4)Reconocemos nuestro papel en

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la destrucción de los recursos de la tierra y el impacto que esto ha tenido en las naciones vulnerables del Sur. Continuamos buscando el perdón a través de soluciones y ac-ciones Nos reafirmamos como tes-tigos proféticos, por haber visto las injusticias y la violencia estructural de nuestro tiempo y las de la histo-ria de dominación. Hemos discerni-do las señales de los tiempos a la luz de nuestro llamado como discípulos de Jesús. Por lo tanto, buscamos vencer el capitalismo, su naturale-za y su lógica así como establecer un sistema de solidaridad interna-cional. Buscamos alternativas, para economías justas, humanas, parti-cipativas y sostenibles, tales como la economía de la solidaridad y la economía de los dones.

Sostenemos que la única opción que Jesús nos ofrece a los que que-remos ser sus fieles seguidores está en elegir entre Dios y Mamón (Mt. 6:24). No tenemos otra opción que hacer justicia, amar la caridad, y caminar con humildad (Miq. 6:8)

Criterios y esquema de trabajo

Estamos llamados a encontrar una arquitectura financiera internacio-nal justa orientada a satisfacer las necesidades de las personas y la realización de todos los derechos económicos, sociales y culturales y de dignidad humana. Esta ar-quitectura está enfocada a redu-cir la brecha intolerable entre los ricos y los pobres y a prevenir la destrucción ecológica, todo lo cual

requiere un sistema que no esté al servicio de la ambición, sino que abarque economías alternativas que fomenten la espiritualidad delo suficiente y un estilo de vida ba-sado en la sencillez, la solidaridad, la inclusión social y la justicia.

Vencer la ambición: El impulso por consumir está basado en una cul-tura de ambición que destruye toda la creación de Dios. Los recursos naturales son limitados, y la huella ecológica humana ya sobrepasa la bio-capacidad de la tierra. El inte-rés personal del individuo y la pro-tección social a largo plazo no sonnecesariamente compatibles; asi-mismo, los mecanismos del mer-cado no llevan a una distribución social óptima. Por lo tanto, se nece-sita la regulación política para opti-mizar el bienestar social sostenible.La inclusión social: En el neolibe-ralismo existe una definición distor-sionada de la antropología, en la cual los seres humanos se definen por su valor económico y financie-ro y no por su dignidad intrínseca como personas creadas a imagen de Dios. Esta antropología ha ani-dado en la humanidad, colonizan-do nuestras mentes y sueños. La justicia de género y la justicia ecológica: Necesitamos una eco-nomía que reconozca el vínculo entre la justicia de género y la eco-lógica. La degradación de la tierra y del planeta ha tenido consecuen-cias nefastas en la vida de los mar-ginados, especialmente de los po-bres, las mujeres y los niños de los países pobres. La “economía del cuidado” hacia la tierra no puede estar separada del tema de la jus-ticia para toda la creación de Dios.La esperanza: Estamos compro-metidos a afirmar las alternativas al capitalismo neoliberal. Las per-sonas que viven en pobreza y ca-rencias producto de los sistemas financieros neoliberales han de-mostrado que existen economías alternativas dadoras de vida, lo cual tiene su impacto sobre millo-nes de pueblos indígenas y gruposhumanos de base. La Espiritualidad y la Economía: Existe la necesidad de democratizar

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y desmitificar el conocimiento eco-nómico, y así liberar la imaginación pública en aras de promover el bienestar social y personal sobre la base de la justicia económica. Hay narrativas bíblicas y del Corán, así como indígenas que nos orientan hacia sistemas económicos dado-res de vida, donde existe el com-partir equitativo, la comunión con la creación, la abundancia para to-dos y la afirmación de los frutos de nuestro trabajo como ofrendas al bien común. Motivos bíblicos como el Jubileo, el Shalom, la Eucaristía, oikos y koinonia nos recuerdan a Dios en comunidad con su crea-ción y el pacto a que Dios nos con-vida (Ex. 16:16-21).

Plan de acción ecuménica y puntos de referencia para una arquitectura financiera y

económica internacional.La economía del mundo y el siste-ma financiero internacional se han globalizado pero los gobiernos democráticos no han seguido este esquema de forma apropiada. Elproblema democrático fundamen-tal es la falta de soberanía sobre nuestras vidas, el planeta y el fu-turo. El mercado es quien ordena. Como resultado, se observa un mosaico de sistemas de gobierno con competencias que se solapan y que a veces compiten. Algunos adolecen de una seria falta de jus-

ticia y carecen de credenciales de-mocráticas. El G-20 es un ejemplo de ello, por cuanto un grupo de lí-deres mundiales auto-designados, discuten y deciden problemas que afectan a un número mucho ma-yor de personas que las que viven en sus propios países. Del mismo modo, las Instituciones Financieras Internacionales (IFI´s) no están ba-sadas en un sistema democrático. Por el contrario, la estructura de su toma de decisiones refleja el rela-tivo poder económico y financiero de los estados nacionales.Para poder enfrentar estas des-igualdades, se necesita nada me-nos que un radical despegue del buen gobierno de la economía mundial y del sistema financiero internacional. El objetivo funda-mental es garantizar que los mer-cados financieros y la economía se subordinen a la primacía de las estructuras democráticas de toma de decisiones y que funcionen como buenos servidores en lugar de cómo malos amos de la vida política y económica. Las ciencias económicas deben estar insertadas en la vida social, ecológica y políti-ca y no, lo contrario.Este plan identifica las políticas di-rigidas a abordar los problemas fundamentales mencionados an-teriormente, por lo que distingue entre las acciones inmediatas y a mediano plazo, así como los cam-

bios estructurales de la arquitectura financiera y económica internacio-nal a más largo plazo. Por tanto, sugerimos una serie de estrategias para las iglesias y recordamos que hay señales de esperanza.

Acciones Inmediatas y a mediano plazo.

Indicadores alternativos del bienes-tar económico: Los gobiernos y las instituciones internacionales deben sustituir como indicador primario del progreso económico al Produc-to Nacional Bruto (PNB) y utilizar otros indicadores, que incluyen el crecimiento del trabajo honrado, e indicadores cualitativos y cuantitati-vos de salud y educación, así como medidas de sustentabilidad medio-ambiental.Regulación del sector financiero: Se hace necesaria toda una serie de medidas para regular y transformar el sector financiero: Se necesita la regulación completa de todo el sec-tor financiero. Se requiere garanti-zar que los bancos tengan suficiente capital para absorber las pérdidas. Deben ser rigurosamente reguladas las actividades bancarias básicas dedepósitos y préstamos a empresas y familias, así como separadas de lasactividades de mayor riesgo.Se deben desarticular los ban-cos que son “demasiado grandes para fracasar”. Se debe restringir la actividad especulativa a fin de

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que se satisfagan las necesidades de la contraparte en la protección de la economía real sin que haya que abrumar a las empresas en un “mar de especulaciones.” Las polí-ticas públicas deben estar dirigidas a reformar los sistemas de remune-ración bancaria, para vincularlos al desempeño social y ambiental a largo plazo en lugar de a los resul-tados a corto plazo. Impuestos a transacciones finan-cieras: De forma inmediata se debe establecer un Impuesto a las Transacciones Financieras interna-cionales en valores, acciones, mo-nedas y sus derivados . De igual modo, también se debe establecer una agencia democráticamen-te representativa a fin de recibir y destinar las recaudaciones de los bienes públicos internacionales, incluyendo la erradicación de la pobreza y las enfermedades, y el costo de las medidas de mitigación y adaptación al cambio climático en que incurren los países de bajos ingresos.Garantizar el acceso a los servicios financieros básicos a los sectores pobres y marginados: En conso-nancia con el principio de que las finanzas deben ser un valioso servicio público, se deben facilitar servicios financieros, tales como cuentas de ahorro y créditos en tér-minos aceptables, a las empresas medianas y pequeñas, las perso-nas pobres, las mujeres y los cam-pesinos. Políticas de inversiones y desarrollo sostenible: Los gobiernos desempe-ñan un importante papel en apoyo a la inversión socialmente útil a lar-go plazo a través de fuertes progra-mas inversionistas para la energía renovable, la agricultura sostenible y la eficiencia energética. Impuestos progresivos: Al igual que a otros ingresos, deben ponerse im-puestos a las ganancias del capital. De la misma forma los impuestos a los ingresos deben ser mucho más progresivos, especialmente para los de más altos ingresos. Estímulos fiscales con justicia de género y de protección social: Las inversiones públicas y los gastos en la agricultura a pequeña escala, la

energía renovable, la infraestructu-ra, y los sectores de salud y edu-cación, así como en los programas de protección social con justicia de género deben ser salvaguardados y expandidos incluso durante pe-ríodos de dolorosas medidas de austeridad en las naciones endeu-dadas.Atendiendo la evasión fiscal: Debe establecerse un marco multinacio-nal para el intercambio obligatorio de información fiscal de cuentas de individuos y corporaciones que pongan un efectivo fin al uso de los paraísos fiscales. Impuestos Ecológicos: deben im-ponerse altos impuestos o prohibir-se las industrias y actividades que destruyen la ecología. Se deben pagar impuestos por la extracción de energéticos fósiles y las emisio-nes de carbono. Regulación de los flujos financieros para la sustentabilidad: debe esti-mularse a los gobiernos para que administren los flujos de capital a fin de que los aumentos o la sali-da o entrada de flujos a un país no

desestabilicen la economía, inclu-yendo el uso de instrumentos como los controles de capital. Mecanismos de reestructuración de la deuda soberana: Debe estable-cerse un mecanismo de reestruc-turación de la deuda internacional que sea amplio, positivo y trans-parente con el fin de enfrentar la insolvencia soberana de manera oportuna.Arquitectura de la información y la comunicación: Se deben promo-ver estructuras de información y comunicación que apoyen las es-tructuras financieras y económicas alternativas.

Cambios estructuralesEl Consejo de Seguridad Económi-ca, Social y Ecológica de las Nacio-nes Unidas: a pesar de todas sus deficiencias, las Naciones Unidas continúan siendo el forum más re-presentativo e inclusivo de coopera-ción mundial y de acuerdos políti-cos. Un instrumento potencial para mejorar, y hacer más eficaz y co-herente el buen gobierno mundial

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pudiera ser el establecimiento de un Consejo de Seguridad Económica, Social y Ecológica de las Naciones Unidas (CSESENU). Como se propu-so por la Comisión Stiglitz, la tarea de la CSESENU será la de valorar los avances y proporcionar lideraz-go en torno a problemas económi-cos que requieren acción mundial a la vez que tomar en consideración factores sociales y ecológicos. Debe representar a todas las regiones del mundo al más alto nivel posible y garantizar la participación de varias instituciones mundiales y cooperar estrechamente con la sociedad civil para la promulgación de medidas para la protección de los derechos económicos, sociales y ecológicos de las naciones y comunidades. Una iniciativa liderada por la igle-sia debe unir a todas las partes inte-resadas en el desarrollo ulterior de la propuesta a fin de erradicar las diferencias que impiden llegar al consenso necesario para su imple-mentación. Una nueva Organización Mone-taria Internacional que sustituya al Fondo Monetario Internacional: Se requiere crear una nueva Orga-nización Monetaria Internacional (OMI), la cual debe estar guiada por principios universales de justi-cia económica, social y ecológica. Sus acciones no estarán dictadas por las políticas de los grupos de interés y sus políticas deben ser equitativas y receptivas a las conse-cuencias sociales de las actividades

financieras a nivel del sector finan-ciero y nacional. La OMI propuesta debe dirigir sus políticas hacia las economías al servicio de la vida.Sus políticas deben cubrir áreas ta-les como flujos de capital, control de la fuga de capital, impuestos sobre el flujo de capital, y cuando y donde sea apropiado, el reesta-blecimiento de tasas fijas de inter-cambio monetario. Dichas políticas permitirán que los países retomen la autonomía de sus políticas fisca-les y monetarias.Adicionalmente la OMI abordará la limitación de la especulación ex-cesiva, la participación justa de la carga de los acreedores privados, en el enfrentamiento al impacto de las crisis financieras, la cooperación creciente en los controles del mer-cado financiero, las orientaciones para la administración de riesgo, el cierre de paraísos fiscales, etc.Una reserva monetaria internacio-nal alternativa: Se necesita diseñar una canasta de monedas seme-jante a los Derechos Especiales de Giro (Special Drawing Rights), para promover la liquidez, de modo que el “señorío” de que actualmente disfrutan los países cuyas mone-das son utilizadas como reserva, pueda contribuir a la comunidad internacional. Para hacer al mun-do menos dependiente de los dé-ficits de los EEUU (o de hecho, de las reservas en oro,) y con el fin de crear liquidez mundial de forma más racional, el Fondo Monetario

Internacional creó en los años 60 un valor de reserva multilateral lla-mado Derechos Especiales de Giro. Los Derechos Especiales de Giro pueden ser creados cuando surge la necesidad objetiva, por ejemplo, como instrumento de las políticas anti-cíclicas (como en el 2009) y como valor de reserva alternativa que eventualmente pueda sustituir al dólar estadounidense y algunas otras monedas de reserva. Además de los derechos Especiales de Giro se han hecho otras propuestas tales como Certificados Monetarios In-ternacionales. El objetivo común de estas propuestas es buscar las for-mas y modos de llegar a un sistema para la creación de liquidez basado en las necesidades globales a fin de salvar la economía real.

Estrategias y acciones para las iglesias

Para hacer avanzar la agenda se-ñalada anteriormente, debe for-marse inmediatamente una co-misión global ecuménicamente instituida para llevar a cabo el va-lioso trabajo de la Comisión Stiglitz estableciendo vínculos con otras comunidades de fe, organizacio-nes de la sociedad civil, gobiernos interesados, instituciones y otros participantes para desarrollar una propuesta concreta para el buen gobierno de un nuevo orden eco-nómico y una arquitectura finan-ciera mundial. Se recomiendan además las siguientes acciones:

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1El presente es un resumen del documento. Se puede encontrar en forma com-pleta en www.aipral.org Y la versión en inglés en http://www.wcrc.ch/sites/de-fault/files/SaoPauloStatement.pdf. Además en el sitio de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas se pueden leer varias de las ponencias presentadas. http://www.wcrc.ch/node/8682La versión original en inglés puede verse en http://www.wcrc.ch/sites/default/files/Accra%20Conf%20ENG_0.pdf; la versión en español en http://warc.jalb.de/warcajsp/side.jsp?news_id=1196&navi=243“El uso del término “imperio” significa para nosotros la unión de los poderes económico, político y militar, lo cual constituye un sistema de dominación de las naciones poderosas para proteger y defender sus propios intereses.4“Ubuntu es un concepto africano sobre la persona, en el cual se entiende que la identidad del “yo” se forma en interdependencia con la comunidad (Michael Battle, Ubuntu: I in You and You in Me, Seabury Books, New York, 2009,5Sansaeng es el concepto coreano de “la vida en unidad con otros” (Internatio-nal Review of Mission, Abril 2012, p.15). 56Sumak Kawsay en Quechua es la noción del “buen vivir” o de la “vida buena”.

• Conjuntamente con otros asocia-dos, El CMI, el CMIR, el CMM, y la FLM deben desarrollar una estra-tegia coherente de incidencia para una nueva arquitectura económica y financiera. Las estrategias de co-municación eficaces son un factor clave para el desarrollo de iniciati-vas exitosas de incidencia.• Las iglesias deben aumentar sus-tancialmente las cifras del personal que trabaja por construir el diá-logo sobre avances económicos y financieros con los encargados de la toma de decisiones en el cam-po de la política, el sector privado, las asociaciones profesionales, las instituciones que establecen pará-metros, las organizaciones de in-vestigación y las organizaciones de la sociedad civil.• Debe establecerse una escuela ecuménica de Gobernancia Cien-cias Económicas y Administración (GCEA) para desarrollar compe-tencias y promover empodera-miento dentro del movimiento ecu-ménico. Adicionalmente se deben desarrollar materiales escolares para aumentar la alfabetización económica y financiera de los miembros de las iglesias.• Las iglesias deben afirmar su compromiso con los derechos de comunicación para aumentar el empoderamiento de las comunida-des en el desarrollo de alternativas a las estructuras financieras y eco-nómicas actuales.• El movimiento ecuménico debe acompañar los movimientos so-ciales alternativos desde el nivel de base que protesten en contra de las injusticias del sistema presente y se esfuercen por desarrollar alternati-vas (por ejemplo, el Forum Social Mundial y más recientemente el movimiento “Ocupa”).• En lo relativo a la responsabili-dad, se debe pedir a las iglesias que informen cómo han seguido las recomendaciones sobre las in-versiones éticas. Tales respuestas deben servir para fortalecer la coo-peración ecuménica en esta área.

Señales de esperanzaLa agenda para las transformacio-nes es vasta, y es fácil sentirse abru-

mado por todo lo que requiere su implementación. Sin embargo, ya se han experimentado numerosas alternativas por personas de todo el mundo que pueden servir comoejemplos de cambio:• Las organizaciones y los pueblos están estableciendo la distinción entre riqueza material y bienestar y están incidiendo para que se pon-gan límites a los más afortunados. En este contexto, se hacen esfuerzos por desarrollar nuevos indicadores, tales como el Índice de Desarrollo Humano.• Se promueven iniciativas para de-sarrollar la educación y la alfabeti-zación financiera y para asesorar a aquellos que necesitan acompaña-miento en su trabajo con dinero y las finanzas.• La existencia de diferentes formas de administración de los servicios deasistencia médica (no pagados, públicos pagados, y privados paga-dos) indican de forma clara que son tan importantes como los balances financieros y la producción de bie-nes y servicios comerciables. Las políticas deben de basarse en estos indicadores con el fin de aumentar el reconocimiento del papel funda-mental de las mujeres en la vida económica y deben aumentar aún más el papel de esos indicadores.• Otros ejemplos concretos son los Sistemas de Comercio de Inter-cambio Local (SCIL) que crean sus propias economías locales, pro-mueven uniones crediticias, el uso de inversiones éticas, y organizacio-

nes de micro-finanzas establecidas por el CMI, tales como Oikocredit y ECLOF, y organismos asociados.• La integración e independencia latinoamericana avanza por medio de organizaciones políticas como la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), la Unión de Na-ciones Suramericanas (UNASUR) y la Comunidad de Estados de Amé-rica Latina y el Caribe (CELAC), al igual que por medio de la coo-peración económica a través de MERCOSUR (acuerdo regional de comercio) el SUCRE (la moneda regional), el Banco del Sur y el pro-puesto Fondo del Sur.

En vista de las flagrantes injusticias que acompañan las políticas y es-tructuras neoliberales se requiere nada menos que una metanoia del sistema económico y financiero in-ternacional. Para ello necesitamos un movimiento popular que como en los anteriores movimientos de los derechos civiles, del anti-apar-theid y del Jubileo rechace un mun-do que es desleal, desigual e injus-to; un mundo que se mueve parael beneficio del 1%.En última instancia, los cambios necesitan ir más allá de los reque-rimientos técnicos y estructurales. Lo que el mundo necesita es un cambio de corazón, de modo que losvsistemas financieros y econó-micos no tengan como brújula la ganancia individual sinobla jus-ticia, la paz, y la protección de la creación de Dios.

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Kevin, ¿de qué hablamos cuando hablamos de una nueva masculinidad? “Esto es lo que un hombre debe ser”. Hemos escu-chado esta frase a menudo como una broma, y con frecuencia por buenas razones, como un rechazo del comportamiento masculino negativo. Detrás de esta frase comúnmente se mantiene, y frecuentemente sin examinar, qué significa ser hombre en nuestra socie-dad. Sin embargo, el hecho que una conducta parti-cular o una actitud sea comúnmente expresada por los hombres, no la hace de por sí una orientada a la vida, una “una conducta masculina madura”. Enton-ces, surge la cuestión de qué significa ser un maduro hombre sano.

En cada sociedad los varones de todas las edades es-cucha e internaliza una variedad de mensajes sobre la definición y “correcta” expresión de su masculini-dad, de lo que el “hombre debe ser”. Algunos de estos mensajes tienen impactos muy positivos en el desarro-llo y sentido de la identidad de los varones, tales como ejercitar la paciencia y empatía hacia otros. Otros mensajes internalizados tienen implicancias destruc-tivas sobre el bienestar del varón y sobre otros y otras con quienes él comparte una relaciónLos hombres son frecuentemente enseñados a ver a las mujeres como objetos de su deseo sexual, o que son biológicamente y hasta moralmente inferiores a los varones.Esta mezcla de mensajes sobre la masculinidad es co-municada cada día por una variedad de fuentes que incluye los padres y pares, maestros y mentores, de-portes y la industria publicitaria, la costumbre social y las comunidades de fe. Estos mensajes son frecuente-mente contradictorios y confusos para los niños, ado-lescentes y hombres jóvenes en su búsqueda por de-finir su masculinidad e identidad personal. Al dejarse sin examinar, estas contradicciones pueden impactar negativamente en la identidad del hombre. Además, estas contradicciones establecen el camino para que

surjan potenciales problemas dentro del contexto de las relaciones interpersonales a través de su vida adul-ta, ya sea en la familia, en grupos, en el trabajo en las comunidades de fe. A lo largo del continente ame-ricano vemos hoy el crecimiento a niveles epidémicos de hombres que recurren a la fuerza o violencia como el medio para resolver problemas. Particularmente alarmante es el sostenido crecimiento de los casos de violencia doméstica.

¿Cuál te parece que es el lugar de la iglesia en esta temática?La falta de un fuerte espacio dentro de la iglesia cristia-na diseñado a animar a los varones a explorar juntos esas cualidades, valores y prácticas que contribuyen a adquirir habilidades positivas para las relaciones con-tribuye a la ruptura de dinámicas saludables dentro de las familias y la manera en que los hombres se relacionan con mujeres y niños. En la mayoría de la sociedad esta falta de responsabilidad entre los varo-nes, junto con la falta de oportunidades para apren-der juntos dan como resultado una creciente variedad de conductas egoístas y destructivas por parte de los hombres.Dejar sin enfrentar estos mensajes conflictivos nos conduce a patrones de conducta destructivos que a veces incluye violencia doméstica y familiar, la disemi-nación de enfermedades sexuales y el tráfico de per-sonas a niveles sin precedentes en la historia humana.Aunque el porcentaje de estas conductas violentas y destructivas tienden a ser más altas en los países en vía de desarrollo debido a un incremento en la varie-dad de factores de riesgo, son críticos en cada cultura y se puede encontrar en niveles alarmante en todos los estratos socioeconómicos, sin importar los factores de riqueza y niveles educativos.La iglesia en todo el mundo está en una posición úni-ca para acompañar a hombres y jóvenes en la opor-tunidad de valorar críticamente los muchos contradic-torios mensajes que definen la masculinidad.

Construyendo y aplicando una Masculinidad centrada en Cristo a las relaciones interpersonales

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No sólo son miembros de una co-munidad de fe unidos por determi-nados valores y en una continua relación entre unos y otro; ellos además reconocen un voz central como autoridad quien claman fi-delidad, las Sagradas Escrituras, y en particular, los Evangelios del Nuevo Testamento, que comunican la vida y enseñanzas de Jesucristo.

Cuéntanos un poco sobre el curso que has preparado para invitar a las iglesias a trabajar esta temáticaEste curso está basado en la auto-ridad de la escritura y la doctrina teológica que Jesucristo es total-mente humano y totalmente divi-no. Nosotros como seres humanos varones podemos entender mejor nuestro concepto de discipulado al aprender de la humanidad de Jesús quien está como ser humano en relación con, y enseña sobre, la voluntad de Dios para la inte-racción con otros seres humanos. Volverse un discípulo de Jesús es aprender a cómo volvernos más semejantes a Cristo en nuestra rela-ción con Dios y con otros seres hu-manos. Aunque la humanidad de Jesús es un modelo para aprender tanto para discípulos varones como para discípulas mujeres, este cur-so se focaliza en los varones y está basado en la primera la humani-dad de uno se expresa a través del género de cada uno. Por lo tanto, este curso críticamente examina los múltiples mensajes que hombres y jóvenes aprenden sobre su mascu-linidad y anima a centrar su identi-dad como barones en la verdadera humanidad de Jesucristo.

¿Entonces, cuáles son los objetivos del curso?En este curso los participantes identificarán una variedad de vo-ces dentro de la sociedad de cada uno que ha influenciado la defi-nición que cada uno tiene sobre masculinidad. Identificarán dentro de uno mismo el impacto de la internalización de estos mensajes conflictivos de masculinidad sobre la relaciones íntimas que uno tiene con otros (como por ejemplo, la es-

posa, los hijos, parientes, amigos, compañeros de trabajo, etc. Co-menzarán a examinar críticamente los mensajes que envía nuestra cul-tura sobre masculinidad y conside-rar estos mensajes en comparación y en conflicto con nuestro llamado a ser discípulos de Jesucristo.Definirán y aplicarán una “herme-néutica de relación” (identificando las cualidades y habilidades rela-cionales que Jesús demostró en sus relaciones con todo tipo de seres humanos) a una variedad de refe-rencias de las escrituras citadas y estudiadas.Buscarán entender las formas en que Jesús demostró su humanidad (masculina) examinando sus rela-ciones y sus enseñanzas.Construirán un comprensión de cómo Jesús se relación con otros seres humanos en una variedad de contextos a través de los evange-lios y a partir de allí, estudiar para construir una masculinidad centra-da en Cristo. Se comprometerán a aprender de

y aplicar una masculinidad centra-da en Cristo en nuestras relaciones diarias.Desarrollarán una alianza de com-promiso con al menos otro varón en el curso y se comprometerán a continuar dialogando personal-mente con esa persona después que el curse se haya completado por un período de por lo menos tres meses.

Rev. Dr. Kevin E. Frederick ha ser-vido en la red Presbiterianos con-tra la violencia doméstica desde 2004. Ha obtenido su maestría en teología en el Seminario Presbite-riano de Louisville, una maestría en Artes en Educación Cristiana en el seminario teológico ecuménico y la Escuela Presbiterio de Educación Cristiana en Richmond, Virgina y un doctorado en Teología práctica y ética relacional del Seminario Teo-lógico Presbiteriano de Louisville. Desde 2007 es el pastor titular de la iglesia valdense presbiteriana en Valdese, Carolina del Norte.

Afiche de la campaña “Yo decido ser Diferente” desarrollado en El Salvador en 2010.

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Por Obed Juan Vizcaíno Nájera No hay una Teología Liberadora si esta no está basada sobre los valores liberadores del Evangelio. Ese fundamento tiene su origen, primeramente en el conocimiento natural o primigenio, que nace en la conciencia de los pueblos. Viene del despertar de la conciencia de los seres humanos, de una Iglesia que vive como fermento en medio de su pueblo, la lectura liberadora del texto bíblico.Cuando hablamos de Epistemolo-gía, lo hacemos muchas veces des-de la concepción de la obtención o dominio, de un conocimiento, que hemos llamado científico. Por lo general rechazamos otro tipo de conocimiento, que según nosotros y nosotras no tengan una base Cien-tífica. La Teología de la Liberación surge del reflexionar de un pueblo, en la Biblia y en el Redescubrimien-to del Dios liberador, que se descri-be en todo su texto.A la Teología de la liberación, le es urgente reencontrarse con ese sa-ber popular, que por muchos años le dio pertinencia en toda la Améri-ca Latina. Cuando definimos hace

Teología de la Liberación y la construcción de una Epistemología liberadora

algunos años a la Teología de la Li-beración, fuimos a las investigacio-nes de otros y otras, pero también traíamos con nosotros y nosotras una larga experiencia de luchas y experiencias populares valiosísi-mas, un conocimiento práctico que le dio base y concreción, a un nue-vo pensar la Biblia, como palabra liberadora de Dios.Dice Gustavo Gutiérrez, que Teo-logía de la Liberación, es un acto segundo que emana de una expe-riencia de compromiso y trabajo, con y por los pobres, de horror ante la pobreza y la injusticia, y de apre-ciación de las posibilidades de las personas oprimidas como creado-res de su propia historia y supera-dores del sufrimiento.Desde esa afirmación de Gustavo Gutiérrez, la Teología de la Libe-ración debe enfocar el estudio de una nueva base epistemológica, que tome en cuenta la realidad que estamos viviendo en América latina. Es por eso, que la Recons-trucción de los nuevos postulados de una Teología de la Liberación, no puede ignorar el aporte que han dado los diferentes grupos de re-ferencia histórica, social y cultural.

Ellos y ellas son “los creadores de su propia historia y superadores del sufrimiento”.La Teología de la Liberación, es Teología, precisamente porque se nutre de esa fuente distinta de la que se han nutrido otras teologías modernas y porque entendió la ne-cesidad de volver a la Biblia como texto guía de la Liberación. Ella se distancia de otras teologías de ori-gen noratlántico, porque acude a los saberes de las variadas comuni-dades que aportan sus experiencias y luchas, en la construcción del Rei-no de Dios.No se trata de rechazar al cono-cimiento académico, más bien se trata de rescatar el carácter popu-lar de la Teología de la Liberación, como hecho propio y original de la América Latina, para enriquecer y darle sentido a ese conocimiento científico.Nuestro pueblo se pensó a si mis-mo, primero como pueblo oprimi-do, luego se repensó como sujeto de su propia liberación. Para con-cebirse como sujeto liberador, tuvo que ir a sus fuentes históricas y be-ber de ellas. Es por eso, que la Teo-logía de la Liberación debe perci-

Foto: Verónica González

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birse como polisémica, pluriétnica y multicultural. La teología de la libe-ración tiene muchas fuentes, como variados son los rostros y acentos de nuestros pueblos.

Conoceremos la verdad y ella nos hará libres

Cuando hablamos de conocimien-to, hablamos de cuatro caracterís-ticas fundamentales: El sujeto que conoce y se conoce a sí mismo, el objeto conocido, el hecho mismo de conocer y de los resultados obte-nidos en esa labor de conocer. Par-tiendo de estos cuatro puntos, ana-licemos al sujeto, que en este caso es la humanidad misma.La historia de la Humanidad, ha sido una larga sucesión de hechos que han dado lugar a aconteci-mientos que han forjado la historia de los diferentes pueblos y culturas alrededor del mundo.El ser humano es imagen de Dios o elemento fundamental de la his-toria. Los seres humanos tenemos capacidades de razonamiento y de dar soluciones a los múltiples pro-blemas que se nos presentan en la vida.Tenemos capacidad para lo bue-no, para las artes, para el trabajo, pero también tenemos capacidades para otras cosas, no tan construc-tivas. Los seres humanos tenemos la capacidad de potenciar nuestras habilidades naturales, para nuestro bien y el bien del resto de la hu-manidad, también en prejuicio de esta. El hombre y la mujer, como imagen de Dios, tienen la capaci-dad de construir el bien común, a través de la experiencia y el cono-cimiento. Tenemos la capacidad y la inteligencia de cambiar aquellas condiciones naturales o no, que nos perjudican o que no nos benefician.Por lo tanto, si hablamos de los pobres como sujetos de liberación, debemos estar concientes de la ca-

pacidad que tienen como sujetos de conocimientos y cambios. Pablo Freire, define al ser humano como seres biológicos e históricos, afirma que la condición de ser histórico se obtiene solo cuando el hombre o la mujer, se descubren en relación con otros seres humanos y con su contexto. También define freire a los seres humanos como seres de Rela-ciones y Contacto.Para Freire, el ser humano es fun-damentalmente un ser de relacio-nes, no tan solo un ser biológico de contacto. Al ser un ser de Contacto, lo define, como un ser meramente vegetativo, irreflexivo, incapaz de optar por cambios, sometido a la voluntad y requerimiento de otros u otras, desarraigado, inmerso en el anonimato. Por lo tanto, un ser así para Freire, vive, no existe.Al ser de relaciones, Freire, lo descri-be por su pluralidad, su capacidad crítica, trascendencia, temporalidad y consecuencia. La dialogicidad del ser humano, se descubre en el contacto e interacción con el otro y la otra. Para Freire, el dialogo, es una acción humana que revela a la palabra, como algo más que un medio, es el elemento que permite la Acción y la Reflexión. Ella es el mejor vehiculo de encuentro y re-conocimiento en igualdad de con-diciones, entre los seres humanos.La Teología de la liberación, debe construir su nueva base epistemo-lógica, desde la perspectiva del en-cuentro de los seres humanos y sus relaciones con sus variados con-textos. Esa base de conocimiento debe estar arraigada en sus raíces populares, primigenias, originales. Debe ser una creación necesaria y fundamentalmente dialógica.

Volviendo a las fuentesNada más romántico que esta fra-se, pero es absolutamente necesa-ria. La Teología de la liberación,

tiene la urgente responsabilidad, de volver a sus fuentes, para po-der seguir siendo pertinente, en un mundo en el cual sus principales oponentes en décadas pasadas la relegaron a un papel decorativo y referencial.La férrea disciplina eclesial de las jerarquías, tuvo sus efectos devas-tadores en el avance de la teología latinoamericana. Triunfó el silencio por sobre el deber ético. Deber de ser una voz clamando en el desier-to, que permitiera al Cristo libera-dor, crecer en medio de las nume-rosas comunidades eclesiales de base, para convertirnos en la masa leudante, que condujera los proce-sos revolucionarios y de cambio, que se están dando en nuestro con-tinente en la actualidad.La Teología de la Liberación, debió ser, en esta Época de Cambio, ele-mento generador de los procesos políticos y de integración. que esta-mos viviendo en nuestro continente. Cuando hablamos de las fuentes, nos referimos a volver a aquellos principios que hicieron de la Teolo-gía de la liberación, la única Teolo-gía Latinoamericana, y un referente valido de liberación alrededor del mundo. Esto quiere decir, que vol-ver a las fuentes, es volver a ser originales, auténticos, comprometi-dos. Es volver a tener conciencia de pueblo, por lo tanto proponemos repensar los siguientes postulados epistemológicos de la Teología de la Liberación:

La salvación cristiana no puede darse sin la liberación económica, política, social e ideológica, como signos visibles de la dignidad del hombre. Algunos sectores que por décadas estuvieron fuertemente ligados a la Teología de la Liberación, hoy los vemos en vínculos muy fuertes y di-rectos con los sectores más conser-

El ser humano es imagen de Dios o elemento fundamental de la historia.

Los seres humanos tenemos capacidades de razonamiento

y de dar soluciones a los múltiples problemas que

se nos presentan en la vida.

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vadores de América Latina. Mantienen posiciones políticas que niegan este princi-pio integral de liberación y lanzan su nueva ideología de una Teología de la Liberación, sin aquellos princi-pios liberadores originales.En Venezuela, importantes sectores que una vez se identificaron con la Teología de la liberación, ahora están fuertemente aliados a los sectores de la derecha política más radical. Se han vuelto enemigos abiertos de este proceso revolucionario y en cierta forma se han convertido en la vanguardia ideológica de algunos sec-tores golpistas y contra revolucionarios.Ellos y ellas creen que se puede hablar de una sal-vación-liberación cristiana, sin aspirar una liberación económica, política, social o ideológica. Acercándose así, a aquellos sectores religiosos que ellos se dieron a la tarea de denominar abiertamente como sectas. Muchos e importantes sectores, que una vez estuvieron defendiendo los postulados de la Teología de la Libe-ración, hoy viven una especie de Cautividad Babilónica que los ha puesto en el verdadero revés de la historia.Mantenemos que no hay una verdadera salvación-li-beración cristiana, si no hay una verdadera salvación integral e integradora. No podemos desligar el carác-ter humano y social que la Biblia tiene de este concepto de Salvación- Liberación, porque está estrechamente ligado al concepto de Reino de Dios. La humanidad se salva integralmente o se condena a una vida de eterna explotación.

La pobreza es un pecado socialEl concepto de pobreza, solo puede definirse y evaluar-se, desde la perspectiva de lo social, de lo humano. Las bienaventuranzas, definen a los pobres como los y las que tienen hambre, lloran, los odiados y odiadas, los excluidos o expulsados, los insultados y desprecia-dos, estas son necesidades y sentimientos netamente humanos.Nos preguntamos entonces, ¿Quiénes son los ricos? El texto bíblico los ubica, como es lógico, en el lado contrario de la definición de los pobres. Son quienes hasta ahora han tenido su alegría porque han estado satisfechos, los que ahora ríen, los que nunca han sido excluidos y más bien han sido alabados. Siendo estos también, sentimientos y satisfacciones humanas. Por lo tanto debemos definir a la pobreza como un pecado social que debe ser social y obligatoriamente comba-tido.Para combatir la pobreza es bueno orar, pero eso no es suficiente, para combatir la pobreza, hay que darle poder a los pobres.

Tenemos que ver a la salvación-liberación como toma de conciencia ante la realidad socioeconómica latinoa-mericana.Es por eso que desde la Teología de la Liberación, de-bemos concebir nuestro trabajo como un trabajo de comunicar Buenas Nuevas, esto no es otra cosa que el trabajo de concienciación. Este es un trabajo eminen-

temente político e ideológico, porque se trata de com-batir a la ideología de un imperio que utiliza todos los medios a su alcance para mediatizar y dominar. Es la lucha entre dos ideologías, dos teologías, dos maneras diferentes y completamente opuestas de ver al mundo.

Hay que tomar conciencia de la lucha de clases optan-do siempre por los pobres.No hay otra opción para la Iglesia, es por eso que no podemos mantener el absurdo supuestamente teológi-co, que la opción es preferencial. La Opción es Radi-cal y única por los pobres, tal como lo enseña el texto bíblico, dice el Apóstol Santiago: “Queridos hermanos míos, oigan esto: Dios ha escogido a los que en este mundo son pobres, para que sean ricos en fe y para que reciban como herencia el reino que él ha prometido a los que lo aman; ustedes, en cambio, los humillan. ¿Acaso no son los ricos quienes los explotan a ustedes, y quienes a rastras los llevan ante las autoridades? ¿No son ellos quienes hablan mal del precioso nombre que fue invocado sobre ustedes?”

La Opción de Dios es por los pobres, el Nuevo testa-mento nos lo viene diciendo en diferentes textos, el mis-mo Jesús define su opción como única por los pobres, cuando utiliza las palabras del profeta Isaías, frente a la gente de su pueblo, en la Sinagoga de Nazaret: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consa-grado para llevar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar libertad a los presos y dar vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a anunciar el año favorable del Señor”. La opción radical y única por los pobres, es la única opción posible para la ver-dadera Iglesia.

Debemos trabajar por la construcción de una Nueva Humanidad, como condición indispensable para ase-gurar el éxito de la transformación social. El hombre solidario y creativo motor de la actividad humana en contraposición a la mentalidad capitalista de especula-ción y espíritu de lucro.La construcción de una Nueva Humanidad, es quizás, la tarea más urgente que la Teología de la Liberación

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El cultivo de arroz es parte

de los estudios de teología

tiene por delante. La Nueva Humanidad es el funda-mento de la construcción de un Mundo Otro o Reino de Dios. Es urgente entonces, la construcción de una Epistemología liberadora, que nos revele los caminos pedagógicos, para la construcción del ese hombre y esa mujer nuevos.A veces estamos como Nicodemo, preguntándonos como es esto posible. La clave entonces, está en el Evangelio, nacer del Agua y del Espíritu. Dualismo integrador de vida, confluencia de lo material con lo espiritual. El Agua y el Espíritu, son dos elementos de vida, en dos dimensiones diferentes de la huma-nidad. Nacer de nuevo es dar paso a esa Nueva Hu-manidad que revela que somos seres integrales. No es posible pensar que la Salvación-Liberación, pueda darse dejando a un lado una de las características fundamentales del ser Humano. Es por eso que la Construcción de la Nueva Humanidad, es un con-cepto pedagógico profundo, que abarca principios como la Conversión y la transformación.La Nueva Humanidad, tiene los valores de la verda-dera ecumenicidad, de la solidaridad, del socialismo. Es constructora de nuevas realidades, que potencian en el mundo la igualdad social y la verdadera fra-ternidad. La nueva humanidad es imagen de Jesús, modelo de Nueva creación, nuevo Adán, que vive ese Mundo Otro o Reino de Dios, en medio nuestro.

Las Piedras están hablandoSi como Iglesia o pueblo de Dios, no nos damos a la urgente tarea de construir un nuevo Pensamiento o Epistemología, la Iglesia seguirá perdiendo voz y per-tinencia en nuestro pueblo. Los movimientos políticos emergentes han asumido el rol que Dios nos había entregado a ciertos sectores comprometidos en épo-cas anteriores, con la Teología de la Liberación. No supimos interpretar eficazmente el momento de Dios, o Kairos, que se nos había confiado, nos acomoda-mos un tanto los tiempos que estábamos viviendo. Los Nuevos Movimientos políticos emergentes, su-pieron con mayor efectividad, interpretar los senti-mientos, necesidades y acciones de nuestro pueblo. Ellos se pusieron al lado de nuestra gente, al lado de nuestros pueblos originarios, de las comunidades afrodescendientes, de las mujeres, los sin techo, los sin tierras y los nuevos grupos referenciales de lucha, como los emigrantes, inmigrantes, desplazados, eco-logistas, refugiados, entre otros.Estos Nuevos grupos políticos emergentes, son aque-llas piedras parlantes, profetizadas por Jesús, en su entrada a Jerusalén, cuando los fariseos pretendían callar al pueblo y a sus seguidores: “Les digo que si estos se callan, las piedras gritarán”.También, la acción del Espíritu Santo, se mueve en medio de estos grupos emergentes, que han asumi-do el rol profético que ciertos sectores de la Teología de la Liberación, desde hace varias décadas habían abandonado. Ellos y ellas mantuvieron vivo sus men-sajes y postulados de manera fiel, aunque desde una

vertiente más política e ideológica que teológica. Qui-zás descubramos así, por Inspiración del ese mismo Es-píritu, la necesidad urgente que tiene la Teología de la liberación de enriquecerse desde esa perspectiva más política e ideología, para evitar así futuros retrocesos y revisionismos.Los Fariseos de hoy, han logrado silenciar a aquellos sectores de la Teología de la Liberación, que por años predicaron como Voz de Dios, la Inminencia del Reino y la Liberación de nuestro pueblo, pero las jerarquías y las academias, lograron domesticar a estos grupos. Esto permitió, que se levantaran otras piedras vivas sobre las cuales se fundamentaron las verdades de la Salvación-Liberación. Aunque esto representó la cauti-vidad babilónica, de amplios sectores de la Teología de la Liberación y de otros sectores eclesiales progresistas.Los movimientos sociales y políticos emergentes, asu-mieron de manera efectiva, el rol de comunicar la voz de Dios en una América latina, que prácticamente se había quedado sin la voz profética de la Teología de la Liberación. Es hora de despertar de ese largo adorme-cimiento, en el cual permanecimos por años, viendo el acontecer político de nuestro continente, desde aquella imagen que nos enseñó Don Juan Mackay, desde el balcón.Si seguimos así, silenciados y alejados de las comuni-dades, no saldremos del lamento como aquellos Israe-litas cautivos que lloraban amargamente: “Sentados junto a los ríos de Babilonia, llorábamos al acordarnos de nuestra ciudad. En los álamos que hay en la ciudad colgábamos nuestras arpas. Allí, los que nos habían lle-vado cautivos, los que todo nos lo habían arrebatado, nos pedían que cantáramos con alegría; ¡Que les can-táramos canciones de nuestras tierras! ¿Cantar noso-tros canciones del Señor en tierra extraña?”.El reto que tenemos como Comunidades Eclesiales de base y sectores eclesiales populares, es el de comenzar a transitar la ruta de la liberación con nuestro pueblo. Que le acompañemos en esta vía política de Liberación e Integración. Tenemos que identificarnos plenamen-te con aquellos y aquellas que han mantenido vivo el ideal de liberación en nuestro continente. Hay que ba-jarnos del balcón y emprender en el Camino, la única ruta posible, la Liberación.“Venga tu reino. Hágase tu voluntaden la tierra, así como se hace en el cielo”. (Jesús) ¡Manos a la Obra!

El Rev. Obed Vizcaino Nájera es Teólogo y comunicador social, con Maestría de Intervención Social en la Uni-versidad del Zulia. Pastor de la Iglesia Presbiteriana de Venezuela, en Maracaibo. Estudió teología en la Uni-versidad Bíblica Latinoamericana de Costa Rica. Estudió comunicación social en la Universidad Católica “Cecilio Acosta”, en Maracaibo. Actualmente es profesor de Me-dios Alternativos de Comunicación, y Comunicación y Comunidad en la Universidad Católica “Cecilio Acosta”. Actualmente es Pastor de la Comunidad Reformada de Maracaibo.

“Les digo que si estos se callan, las piedras gritarán”.

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ACTUALIDADES REFORMADAS

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El cultivo de arroz es parte

de los estudios de teología

Cuando cincuenta estudiantes de teología de distin-tas partes del mundo se reúnen, estudian y conviven durante cuatro semanas, el proceso de aprendizaje se intensifica y se hace más participativo. El director de la oficina de teología de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (CMIR) sabe esto por propia experiencia.

En junio, Douwe Visser dirigió el Global Institute of Theology (GIT) en Indonesia, que convocó a estudian-tes y profesores de veintidós países a un programa intensivo de estudio de teología y visitas de campo en la Universidad Duta Wacana de Yogyakarta, Java. Cuando Visser reflexiona sobre esta experiencia, afirma que “lo más importante es, simplemente, el hecho de compartir vivencias en una comunidad que representa a tantos países y el intercambio que esto genera”.Las clases principales se centraron en espiritualidad y liturgia; teología reformada e identidad; ética y acción-reflexión. Los cursos electivos fueron sobre la pobreza y la riqueza; las teologías de la creación y las catástro-fes; el diálogo reformado interreligioso, y la misión.“Al compartir distintos momentos, como el de las comidas, las clases, los viajes en autobús o el tiempo libre, alguien de Alemania, por ejemplo, se enteraba de cómo es la vida cotidiana en Sri Lanka, y alguien de Kenia tenía una charla profunda sobre la vida espiri-tual con alguien de Canadá”, expresa Visser. “Surgían diferentes perspectivas de la pobreza y la riqueza”.En el año 2012, la CMIR ofreció por tercera vez el programa GIT, dirigido a estudiantes de teología y egresados/as recientes de seminarios. Anteriormen-te, el GIT se realizó en Ghana (2004) y en los Estados Unidos (2010). Se prevé la realización de la próxima edición en América del Sur, en 2014. Hacia fin de año

se elegirá el lugar, mediante consulta con la región latinoamericana de la CMIR, AIPRAL.El objetivo principal del GIT es ofrecer formación teológica sobre ecumenismo global para desarrollar el liderazgo ecuménico futuro en el ámbito reformado. Se seleccionan estudiantes de iglesias miembros de la CMIR que son avalados por sus comunidades. El segundo objetivo del GIT es favorecer la participación y el aprendizaje de los estudiantes en actividades de misión en el contexto de la comunidad anfitriona.Este año, se destinaron dos días por semana para visitas y actividades de intercambio cultural. Los estu-diantes aprendieron la tradicional técnica de pintura batik y ayudaron a cultivar arroz. Algunas de las visitas fueron a una aldea que sufrió las consecuencias de una erupción volcánica y a una institución musulmana de personas transgénero. Los domingos, los estu-diantes y docentes del GIT asistieron a cultos en las iglesias locales.Durante las clases, los estudiantes compartieron sus respuestas a las conmovedoras presentaciones, y se concentraron en los signos de esperanza en medio de todo lo que escucharon acerca de la injusta brecha entre la pobreza y la riqueza, tanto local como interna-cionalmente.Se seleccionaron algunos ensayos escritos por los estudiantes, que se publicarán próximamente en la revista teológica de la CMIR, Reformed World.“Un encuentro de cuatro semanas en una comunidad de estas características es costoso y exige mucha organización”, subraya Visser, y agrega: “Agradecemos a tantas personas que hicieron posible esta edición del GIT con sus donaciones, y agradecemos a la Universidad Duta Wacana y su personal por tan buena acogida”.

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Nelson Kalay (Indonesia) y Marianne Emig Munro (Canada) (Foto: WCRC/Sumichan)

En estos días en que los medios de comunicación social cumplen una función tan importante en la vida universitaria, el contacto directo con otros estudiantes sigue siendo la forma más importante de aprender teología cristiana y fomentar la vida espiritual, según los estudiantes al concluir un programa intensivo de teología llevado a cabo en Indonesia.

“Las relaciones con los demás son lo fundamental”, afirma Nelson Kalay acerca de su experiencia en el Global Institute of Theology (GIT), que finalizó el 1 de julio.

Kalay fue uno de los diez indonesios seleccionados para estudiar junto con cuarenta estudiantes interna-cionales y pastores/as recién ordenados en el pro-grama de formación bienal de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (CMIR). Este año el programa tuvo como anfitriona a la Universidad Cristiana Duta Wacana, en Yogyakarta.

Este estudiante de segundo año de teología que espe-ra ser ordenado en su iglesia local al este de Indonesia (la Iglesia Protestante de las Molucas) dice que se inscribió en el programa para aprender de personas de otros países acerca de sus enfoques teológicos y los problemas de sus propios contextos locales.

“El debate grupal me ayudó a aprender”, dice Kalay. “Antes, no sabía de otras formas de alabar a Dios y de pensar en Dios. Ahora sé más sobre la espiritualidad cristiana. No se trata solamente del culto dominical, sino de cómo bregar por la justicia y la paz en las comunidades”.Kalay dice que los participantes de otros países le preguntaban sobre la relación entre cristianos y

Los estudiantes dicen que es mejor aprender de teología cristiana a través del encuentro directo

Por Kristine Greenaway y Aiko Sumichan

musulmanes, y de cómo eso afectará su ministerio en una iglesia local. Él admite: “es un problema crucial. Como cristianos reformados, tenemos que enfrentarlo juntos. Tenemos que transitar este camino juntos”.

La posibilidad de estudiar con compañeros/as de otras partes del mundo en un contexto donde el cris-tianismo no es la fe mayoritaria fue una “magnífica oportunidad”, sostiene Marianne Emig Munro, estu-diante canadiense de teología, ante la pregunta de por qué se inscribió en el GIT. Como en el caso de Kalay, Munro considera que el contacto directo con otros/as estudiantes es un elemento clave de la experiencia formadora.

“Fue conmovedor aprender del compromiso y la pasión de estudiantes de distintos países, de sentir su fe. Están tan llenos de esperanza”, expresa Munro, que cursa el último año de estudio en el John Knox College de Toronto, Canadá.

Munro inició sus estudios teológicos tras abandonar un puesto de abogada en General Motors. Después de su ordenación, en diciembre, tiene previsto servir en la Iglesia Presbiteriana de Canadá, en el área de Toronto, donde sus dos hijos asisten a la escuela secundaria. Su enfoque se centra en la justicia social y el compro-miso comunitario de la iglesia.

“Indonesia es pluricultural, como Toronto”, agrega Munro. “Todo lo que aprendí sobre la ética y la espiri-tualidad, la misión, y el diálogo interreligioso será útil en esa ciudad pluricultural donde conviven personas de tantos credos”.

Por otra parte, Munro señala que aprender de cristia-nos/as indonesios lo que significa ser un grupo minori-tario será importante para su ministerio.

“La iglesia actualmente está en las márgenes de la sociedad canadiense debido a la secularización y el materialismo”, explica Munro. “Está en el lugar ideal para ser voz de los que no tienen voz”.

La CMIR organiza la convocatoria al GIT cada dos años como parte del compromiso con la formación de nuevas generaciones de líderes reformados que ten-gan plena conciencia de la dimensión de la fe frente a problemas contemporáneos como la injusticia en la economía y la destrucción ambiental, y que estén comprometidos/as con la solidaridad interreligiosa, la renovación espiritual, la inclusión en la iglesia y la unidad cristiana.

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El director del servicio para refugiados del Consejo de Iglesias del Oriente Medio (MECC) exhorta a una

misión de constatación para evaluar el impacto am-biental de la ocupación israelí de las comunidades del

Territorio Palestino Ocupado y Gaza.“Hago una petición de que un equipo de investigación

se haga presente para constatar el alto costo de la ocupación”, declara Ramzi Zananiri, Director Ejecutivo

del Departamento de Servicios para Refugiados del MECC. “Estén atentos a la cuestión ambiental”.

Zananiri hizo esta convocatoria en agosto durante una entrevista en Ottawa, Canadá, con ocasión de la

Asamblea General de la Iglesia Unida de Canadá. “La mayor parte de Gaza flota sobre un mar de aguas grises”, afirma Zananiri. “Queremos que la misión de constatación vea cómo se vierten las aguas residua-les de las comunidades israelíes a los wadis (valles) de Palestina. El filtrado de las aguas servidas en las

cuencas hidrográficas está ocasionando niveles graves de contaminación.”

A su vez, la contaminación es causa de enfermedades

Debe analizarse el impacto ambiental

de la ocupación israelí, afirma directivo

de la iglesia palestina

crónicas –incluso de un aumento de los índices de cáncer- en las poblaciones del Territorio Palestino Ocu-

pado y Gaza, explica Zananiri, miembro de la Iglesia Ortodoxa Griega.

La Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (CMIR) trata las cuestiones ambientales a través de OIKO-TREE, una red internacional de personas y grupos

concentrados en la problemática de la destrucción ambiental y la inequidad en la economía. La Oficina

de Justicia y Coparticipación de la CMIR está respon-diendo a la convocatoria en consulta con sus socios

ecuménicos.

Ramzi Zananiri (Foto: United Church of Canada)

El Consejo de Misión Mundial (CWM) ha tomado medidas para fortalecer su coparticipación con la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (CMIR) en iniciativas de trabajo por la justicia, a través de un acuerdo para patrocinar la Oficina de Justicia y Co-participación de la CMIR durante los próximos cinco años. La decisión se tomó durante una reunión de miembros del consejo de administración del CWM en Samoa Estadounidense en junio.

El secretario general de la CMIR, Setri Nyomi, celebra esta afirmación de la coparticipación y explica que se funda en un común entendimiento de que la misión en el siglo XXI “inevitablemente, implica ser catali-zadores para alcanzar la realidad de un mundo más justo”. En su saludo a los miembros del consejo, Nyomi

Consejo de Misión Mundial: copartícipes a favor de la justicia

elogió el compromiso del CWM con la edificación de iglesias orientadas a la misión centradas en la justicia. “La inversión que ustedes hacen en nuestra visión de llevar la antorcha de la justicia en la obra transforma-dora de Dios es extraordinaria y será muy importante para darnos estabilidad y permitirnos hacer lo que estamos llamados a hacer de manera eficaz”, Nyomi compartió con el grupo.

Antes, los miembros del consejo administrativo habían votado para apoyar un fondo de dotación creado por el Comité Ejecutivo de la CMIR para estabilizar las finan-zas de la organización y garantizar su sostenibilidad.En la asamblea también estuvieron presentes el Presi-dente de la CMIR, Jerry Pillay, y líderes de las iglesias miembros de la CMIR. Veintisiete de las 31 iglesias miembros del CWM son miembros de la CMIR.

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Johnson Mbillah (Foto: The United Church of Canada)

EcumenismoPor Christopher Dorn

El término “ecumenismo” proviene de la palabra grie-ga oikoumene, que significa “un mundo habitado”. La palabra señala la realidad de la iglesia: que es una, a

Ecumenismo: ¿Qué significa para la CMIR?La Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (CMIR) tiene el mandato de las iglesias miembros de desarrollar programas fundados en cinco direc-trices claves: misión, comunión, justicia, teología y compromiso ecuménico.

Reformed Communiqué examina estos conceptos en una serie de cinco capítulos, que puede conside-rarse como una guía breve de los planes de nuestra familia mundial para los años venideros. El concep-to de este número es “ecumenismo”.

través del tiempo y del espacio, en todo el mundo. No obstante, existen divisiones dolorosas que empañan esta realidad. El ecumenismo es necesario porque la división debilita la credibilidad del testimonio de la iglesia acerca de la reconciliación de la obra de Dios en Cristo para alcanzar la paz. Las iglesias divididas contradicen esta buena nueva.

La CMIR desea ver a las iglesias transformadas en comunidades interdependientes comprometidas con la misión y proyección que se apoyen y estimulen unas a otras como compañeras en la obra. Sin embargo, el ecumenismo en las iglesias de tradición reformada no es un fin en sí mismo. En el pasado reciente, la CMIR organizó diálogos con luteranos, católicos apostólicos romanos, pentecostales, entre otros, en busca de superar los obstáculos que impiden la unidad de todos los cristianos.

Johnson Mbillah trabaja en las áreas de África que él denomina “turbulentas”, donde las relaciones entre musulmanes y cristianos pueden ser tensas. En su rol de director del Programa de relaciones cristiano-musulmanas en África (PROCMURA), Mbillah viaja desde su sede en Nairobi, Kenia, a las zonas inte-rreligiosas conflictivas, como Nigeria, Sudán y Egipto, para formar líderes cristianos y musulmanes para una “participación constructiva”. “La idea de la participación constructiva es la construc-ción comunitaria”, explica. “Queremos avanzar hacia una convivencia pacífica donde no nos destruyamos, sino que aprendamos a vivir con nuestras diferencias”.Mbillah, que tiene un doctorado en estudios islámicos de la Universidad de Birmingham, en el Reino Unido, afirma que la actividad principal de PROCMURA es ayudar a los cristianos de África a trabajar junto con los musulmanes a favor de la paz y el desarrollo. El propósito es desarrollar relaciones interreligiosas positivas a nivel comunitario que sirvan de punto de partida para el diálogo en caso de conflicto. PROCMURA trabaja activamente en 20 países de África, concentrado especialmente en los países de la región de África Subsahariana y de África del Norte. Su función es dar testimonio cristiano fiel y responsable en un entorno interreligioso de cristianos y musulma-

nes. Ese testimonio puede ser en la forma de iniciati-vas conjuntas en respuesta a la problemática del VIH y del sida, o en misiones de negociación de paz en algunas de las comunidades azotadas por la violencia en la región.Debido a su trabajo, Mbillah viaja frecuentemente, por ejemplo, de reuniones con líderes cristianos y musul-manes de Sudán del Sur convocados en la víspera del primer aniversario de la independencia del país para tratar cuestiones de interés común, a conferencias sobre la paz y el desarrollo organizadas en Adís Adeba, Etiopía, entre la Unión Africana y líderes religiosos de siete países.Mbillah, oriundo de Ghana, estudió teología en el Trini-ty Theological Seminary en Accra, Ghana, y es ministro ordenado de la Iglesia Presbiteriana de Ghana, iglesia miembro de la Comunión Mundial de Iglesias Refor-madas. En la CMIR, el programa de diálogo interre-ligioso es responsabilidad de la Oficina de Teología, Misión y Comunión.

El trabajo por la paz en las comunidades

cristianas y musulmanas de África

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Por Páraic Reamonn

El Líbano ha ofrecido un estudio de caso oportuno para un congreso internacional de teólogos/as prácti-cos francófonos sobre el tema de la convivencia – un desafío para muchas sociedades contemporáneas y, también, para la teología.

El octavo congreso de la Société internationale de théologie pratique (SITP) se reunió en mayo de 2012 en Nuestra Señora del Pozo, un centro de retiros admi-nistrado por las Hermanas Franciscanas de la Cruz del Líbano, en las colinas al noreste de Beirut, Líbano.

Una beca del Fondo de Coparticipación de las Iglesias Reformadas apoyó la participación de las iglesias re-formadas de África en este congreso y en una consulta en África sobre la reconciliación, en Yaundé, Camerún, en octubre de 2011.

Se estima que murieron 150.000 personas y otras 200.000 resultaron heridas en la guerra civil libanesa (1975-1990). Israel invadió el país en 1982 y, nueva-mente, en 2006, ocasionando enormes daños. Siria ocupó gran parte del Líbano hasta 2005. Durante un tiempo, la “línea verde” que dividía Beirut señalaba uno de los lugares más peligrosos del mundo.

Los oradores libaneses en la conferencia expusieron la compleja dinámica de una situación local con signifi-cancia que trasciende lo local. Existía la posibilidad de tres abordajes ante las dificultades que son comunes tanto a cristianos como a musulmanes: la resignación (por medio del retraimiento o la mera búsqueda del éxito personal), el activismo comunitario o la búsque-da de una tercera vía, aún no alcanzada, del ejercicio de la ciudadanía, la convivencia y el renacimiento cultural.

El filósofo libanés Salim Dacacche argumentó que el diálogo no se cimentaba meramente en la tolerancia, sino en el reconocimiento del otro como creyente e igual ante Dios.

El influyente académico chiita Saoud El-Mawla expresó que los musulmanes libaneses participan activamente en el diálogo -no solo como invitados-, pero aún sin reflexionar profundamente sobre qué hacen en el diá-logo interreligioso y lo que significa para su fe.

Respecto de otros aportes, Gilles Routhier, de Canadá, indagó en el desarrollo de la práctica y espiritualidad de los monjes de Tibhirine, en Algeria, cuya historia es celebrada en la película De dioses y hombres. Gabriel Monnet, de la Facultad Adventista de Teología de Collonges-sur-Salève, Francia, propuso una “ética cristiana ecoespiritual centrada en Dios”. Por otra parte, la canadiense Pierrette Daviau habló de las “hermanas ecológicas” de América del Norte – monjas que eligieron redefinir su llamado en el marco de las comunidades ecofeministas.

El SITP prevé publicar las actas del congreso y llevar un seguimiento de la reunión en Yaundé con otra en Kinsasa. El próximo congreso de la SITP se realizará en Bélgica en junio de 2014, bajo el lema “El poder, las figuras de autoridad y el liderazgo de la iglesia”.

Fondo de Coparticipación:

en el Líbano, ¿pueden andar

dos juntos si no están de acuerdo?

Para solicitar una beca de hasta CHF30.000 del Fondo de Coparticipación, visite el sitio www.wcrc.ch/node/36 o es-críbanos a [email protected]. Nos complacerá especialmente recibir solici-tudes de iglesias miembros que no hayan pedido becas anteriormente.

Mosaico en la capilla de Nuestra Señora del Bienestar, Líbano (Foto: Robert Mager)

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Omega Bula (Foto: The United Church of Canada)

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Por Douwe Visser El Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, afirma que la clave para impedir el genocidio, los crímenes de guerra, la limpieza étnica y demás crímenes contra la humani-dad reside en el seno de cada sociedad. Las figuras políticas no pueden incitar a la violencia masiva para satisfacer sus propios fines si existe el respeto hacia los derechos de los grupos minoritarios y el estado de derecho, expresa Ban Ki-moon.

Reconociendo que la religión cumple un papel impor-tante en la formación de una sociedad civil sólida, la Comisión de Programas John Knox realizará una conferencia sobre las iglesias y el estado de derecho en el Centro Internacional Reformado John Knox en Ginebra, Suiza, del 28 al 31 de octubre de 2012.

Las iglesias y el estado de derecho:

un debate oportuno

El objetivo de la conferencia “Las iglesias y el estado de derecho” es examinar las posibles maneras de fortalecer el estado de derecho y guiar a las iglesias y a los movimientos eclesiásticos en la participación en este proceso. Las organizaciones seculares de desarrollo son conscientes del rol que pueden desem-peñar las iglesias, y en esta conferencia buscamos promover la concientización y el entendimiento en ese respecto. Las presentaciones y recomendaciones para la confe-rencia serán publicadas por el Centro John Knox.

Visser es el director de la Oficina de Teología y Comu-nión de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas y presidente de la Comisión de Programas John Knox.

El comité ejecutivo de la CMIR ha votado para mu-dar sus oficinas de Ginebra a Hanover, en Alemania. El resultado la elección vía correo electrónicos fue anunciada por el presidente de la CMIR Jerry Pillay“Damos la bienvenida al traslado a Hanover que per-mitirá a la CMIR continuar viviendo su misión como una comunión de iglesias. Permaneceremos focali-zados en nuestro mandato de buscar la unidad de la iglesia y la justicia en la sociedad y la economía y respeto por el ambiente.” Declaró Pillay.El traslado es una respuesta a la preocupación sobre el costo de mantener una organización en Suiza. Esto incluye el salario de los miembros del staff y el alto valor del franco suizo. La mayoría de las igle-sias miembros de CMIR hacen sus contribuciones y donaciones en Euros o dólares américanos que han bajado su valor en relación al franco suiza durante ya varios años.La mudanza a Hanover está programada para fines de Diciembre de 2013. Las nuevas oficinas serán localizadas en el centro Calvino, propiedad de la Iglesia Evangélica Reformada de Alemania, donde la Alianza Reformada tiene sus oficinas. La CMIR tiene un staff de siete miembros. Setri Nyomi, secretario general de CMIR dice: “Estoy agradecido por la dedicación de los miembros del staff de la CMIR quienes se han entregad fielmente

La comunión mundial de Iglesias reformadas se muda de Ginebra a Hanover.

ellos mismos y han dado sus dones profesionales a la familia de iglesias reformadas y han estado al frente para hacer una diferencia en el mundo. Ellos son quienes están llamados a hacer un nuevo sacrifi-cio en este tiempo de mudanza.”El movimiento eclesial reformado ha tenido sus oficinas en Gienebra desde 1948 cuando la Alianza Reformada Mundial, (organización predecesora de la CMIR) se mudó desde Edimburgo, Escocia. En ese momento el Consejo Mundial de Iglesias estaba en formación y los líderes de la iglesia reformada sintieron importante estar cerca de los colegas en el movimiento ecuménico global.En respuesta a la decisión, el vice presidente de CMIR, Yvette Noble-Bloomfield dice: “la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas al moverse desde Ginebra a Hanover, ha demostrado su deseo de colo-carse en posición de profundizar su llamado central e interpretación del carácter que permitirá continuar su respuesta a la historia, vida y propósito de las igle-sias miembros. Debe haber un deseo y una esperan-za por un futuro que es redentor y hasta apasionado ante los desafíos y cambios y el costoso riesgo de las relaciones.“De acuerdo a Nyomi, se espera que el traslado de Hanover posibilite a la CMIR un ahorro de 200.000 francos suizos por año.

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La Voz 23

Omega Bula es una de los artífices de la Confesión de Accra. Esta declaración que condena como “pecado” los sistemas de explotación económica de los pobres

es central en los programas de justicia y teología de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (CMIR).

También es central en el trabajo de Bula en lo referente a coparticipación ecuménica global con la Iglesia Unida

de Canadá. Bula, oriunda de Zambia, ha trabajado para la CMIR en diferentes cargos desde principios de la década de los noventa. A punto de jubilarse de su cargo como direc-

tora de relaciones ecuménicas y coparticipación con el exterior en la Iglesia Unida, Reformed Communiqué le

pidió que hiciera una mirada retrospectiva en su carrera y que nos contara cuáles son sus próximos pasos.

Reformed Communiqué (RC): ¿Cuáles han sido los mo-mentos más memorables de su trabajo ecuménico?

Omega Bula (OB): Finalizada la Asamblea General de la Alianza Reformada Mundial (ARM) en Debrecen (1997), la ARM me invitó a integrar un comité abo-cado a las cuestiones de género vinculadas con la

Omega Bula, una de los artífices de la Confesión de Accra, se jubila

problemática económica. Durante el tiempo en que

trabajé con la Conferen-cia de Iglesias de Toda el África en Nairobi, Kenia,

había reflexionado acerca del desconocimiento de la economía con las mujeres

de las iglesias y había visto ese problema como una

cuestión de fe. Esta fue la visión que aporté al trabajo

en la ARM enfocado en el proceso de formación y

aprendizaje que llevó a las iglesias miembros de la

ARM a la confesión de Ac-cra. Fue apasionante pasar de la perspectiva local a la

internacional.

RC: ¿Cuál es el llamado de Dios para la CMIR?

OB: Me tocó presidir el Grupo de Planificación

Estratégica que surgió de la Asamblea General de

Unificación (AGU) en Grand Rapids en 2010. [Nota del editor: la AGU concretó la

unión de la ARM con el Con-sejo Ecuménico Reforma y

el nacimiento de la CMIR].Creo que la CMIR está llamada al compromiso con la transformación de los sistemas injustos del mundo. Para cumplir con esto, debemos tener un fundamento teológico. Dios nos llama a hacer justicia porque Dios conoce la aflicción.

RC: ¿Cuáles son sus expectativas y temores en cuanto al futuro de la CMIR?OB: Desearía saber cómo la CMIR cumplirá con el plan estratégico. La implementación del plan sucede al mismo tiempo en que hay dificultades económicas y escasez de recursos. Cuando nos preparamos para ese plan, estábamos bien conscientes de la falta de recur-sos económicos; sin embargo, no podemos recaudar dinero sin tener un plan ni programas concretos. Mi preocupación es cómo mantener la llama encendida ante las limitaciones económicas y de personal.

RC: ¿Cuáles son sus próximos pasos?OB: Me mudaré a Zambia, donde estoy desarrollando un proyecto denominado “Las mujeres del pozo” –

círculos de mujeres que re-flexionan, analizan y actúan en torno a problemáticas de la vida que tienen que ver con la justicia económica y la mujer en Zambia. Busca-remos lograr economías que sustenten la vida en el hogar, en la comunidad y en el ámbito nacional. El proyecto se crea a partir de la historia del encuentro de Jesús con la mujer del pozo. Durante la conversación se revela mucho y la mujer nota algo diferente y da testimonio ante su comunidad.

RC: ¿Una última reflexión?OB: La CMIR y el Consejo Mundial de Iglesias realmen-te han sido un don en mi vida. Hoy soy quien soy gracias al don de las personas y amigos que conocí y el conocimiento que adquirí; esto me conmue-ve. Vuelvo a casa para llevar a mi comunidad todo lo que recibí. Mi iglesia, la Iglesia Unida de Zambia, forma parte de la CMIR. ¡Es posible que nos veamos en el futuro!

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La Voz 25La Voz 25

“¡Vamos a orar!”. Desearía que esta invitación fuese más frecuente entre los cristianos y cristianas reformados. Desafortunadamente, en este siglo XXI es más común recibir una invitación a compartir una comida, ver un partido o hacer otra actividad entretenida que a unirnos en oración.

En este número de Reformed Communiqué, les hago una invitación: “Vamos a orar”. La oración está al centro de la vida y la acción cristia-nas. La oración fue muy importante durante la vida terrenal de nuestro Señor Jesucristo. Los evangelios están llenos de ejemplos de Jesús cuando se apartaba a orar. Él también enviaba constantemente a sus discípulos a velar y orar.

Para algunas personas, una hora de oración comunitaria en la iglesia el domingo basta. Parece que hubiésemos cumplido con nuestras obli-gaciones y pudiésemos esperar hasta el siguiente domingo antes de volver a orar. Para otras personas, la oración es algo que se hace solo cuando se necesita algo o se corre algún peligro y se le pasa a Dios una lista de cosas por hacer. Para otras personas, orar significa tener la fórmula justa de fe para poder ordenarle a Dios que haga nuestra voluntad.

En esta invitación a orar, quisiera que reflexionemos acerca del signi-ficado de la oración para nuestro Señor Jesucristo. Los momentos de oración no estaban determinados por las necesidades ni se caracteri-zaban por el uso de las fórmulas justas para exigirle nada a Dios, sino que eran oportunidades para comunicarse con Dios. Por lo tanto, la oración era frecuente y natural. La comunicación permanente con Dios también es una señal importante de nuestra disposición a vivir confor-me a la voluntad de Dios, por lo cual las tentaciones carecen de poder. Con razón Jesús encomendaba a sus discípulos que velaran y oraran.

Dios, en su amor por nosotros, nos invita a formar parte de una gran familia cuya cabeza es el Señor Jesucristo. Es hora de que renovemos nuestro compromiso de orar constantemente, a solas, con nuestras fa-milias, con amigos, dondequiera que estemos. Ser parte de la familia de Dios nos impulsa a desear hablar con Dios.

Oremos y demos gracias en nuestra oración por la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas y por el privilegio que Dios nos ha dado de tra-bajar por la unidad cristiana y por la transformación de nuestro mundo dividido. Oremos por las hermanas y los hermanos de Siria y de otros lugares que padecen por distintas causas. Oremos por que las vícti-mas de la injusticia puedan gozar de la liberación de Dios. Oremos por nuestra fidelidad a Dios en la misión a la que fuimos llamados.

Cuando oremos, recordemos que la oración implica la comunicación en dos direcciones. Debemos detenernos para escuchar a Dios. De he-cho, quizá Dios nos llame a hacer algo en respuesta a lo que pedimos. ¡Vamos a orar!

En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. (Lucas 6:12)

Velad y orad para que no entréis en tentación. (Mateo 26:41)

Columna del Secretario General en Reformed Communiqué de septiembre

Setri Nyomi, Secretario General

(Foto: Helen Putsman-Penet)

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Por Glenn MacDonald

Mi única experiencia de ciclismo de montaña vino en medio de una excursión familiar en las Rocky Mountains. No lejos del lugar don-de nos quedábamos, un telesquí transportaba bien calefaccionado a los visitantes hacia la cima de una de las laderas. Allí por un par de dólares se podía alquilar una bici de montaña y bajar zumbando por la colina.Nuestro hijo Jeff, entonces de once años y yo fuimos los únicos que nos animamos a esta nueva experien-cia. Juntos saltamos sobre la tele-silla y comenzamos la subida de doce minutos a la cima. No había-mos ido muy lejos cuando Jeff se dio vuelta y me hizo una pregun-ta que resultó ser crucial: “Papá, ¿cuándo fue la última vez que montaste una bici?”. Francamente, no tenía ni idea de cuando había andado en bicicleta por última vez. Sin embargo, desde mi lugar privi-legiado en el telesquí, podía ver a padres y niños de todos las edades bajando la montaña en bicicletas. ¿Qué tan difícil podía ser?La señorita que estaba en la oficina de alquiler muy amablemente nos entregó las bicicletas y los cascos. Luego me dio una rápida explica-ciones sobre las velocidades. Yo es-taba maravillado de aprender que tenía 21 velocidades diferentes. “Papá -Jeff susurró, avergonza-do- todos saben eso.” La explica-ción concluyó enfatizando: “Estas dos son para cuando usted quiere ir realmente rápido.” “Bien, lo ten-dremos en cuenta”, respondí y sa-limos para nuestra odisea ciclística.Inmediatamente identifiqué la sen-da adecuada para nosotros: “Fá-cil”, unos 7 km de curvas y vueltas llena de grandes pinos y álamos americanos. Pedaleé una sola vez,

Adiós a la iglesia del ABC1

sólo para comenzar... y esa fue la última para bajar los 7 km. La gra-vedad hizo el resto, y simplemente nos llevó montaña abajo.La mayor parte del camino esta-ba aterrado. Apretaba los frenos tan fuerte que mis manos comen-zaron a doler. De hecho paramos algunas veces sobre la senda sola-mente para darles un respiro a mis manos. Estaba muy nervioso de perder el control y verme arrojado a un precipicio de unos 30 metros que literalmente terminé por ha-ciéndome daño al tratar de reducir la velocidad de la bicicleta. No todos quienes se suben a una bicicleta de montaña tienen esta clase de experiencia. De tanto en tanto, mientras yo apretaba feroz-mente los frenos para no perder el control, oíamos a otros ciclistas que venían detrás nuestros: “¡Por la izquierda” gritaban, y antes de que tuviera tiempo de reaccionar, ellos nos pasaban volando y se per-dían en la vuelta siguiente. Yo no podía creerlo. Sus bicicletas eran idénticas a la mía. ¿Qué tenían ellos que yo no tenía? Ellos tenían la confianza. Ellos habían aprendi-do que sus bicicletas eran absolu-tamente capaces de manejarse a gran velocidad por los senderos de montaña. Mi bicicleta era igual. Solamente que yo nunca deje de apretar los frenos.

Si el amor de Jesucristo ha encon-trado un hogar dentro de nuestros corazones, entonces somos porta-dores de un poder imponente que simplemente espera ser liberado. Desde toda la eternidad, Dios ha decidido hacer crecer su reino a través de nosotros. Y es imparable. Es más fuerte que la fuerza de gra-vedad. ¿Cómo sabemos esto?

1La sigla ABC en inglés apunta a Attendance, Building y Cash.

En español: Asistencia, Edificio y Dinero

Glenn MacDonald

La Voz 25

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Jesús dijo, “El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza que un hombre tomó y sembró en su campo. Ésta es la más pequeña de todas las semillas; pero cuan-do crece, es la más grande de las hortalizas y se convierte en árbol, de modo que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.” (Mateo 13:31-32).Pero, de alguna manera, en vez de maravillarnos en las formas en que Dios es capaz de exceder todas nuestras limitaciones, he-mos logrado encontrar los frenos. Estamos aún dispuestos a hacer-nos daño - para contenernos - en vez de confiar en que Dios quiere transformarnos en personas como Jesús de Nazaret, y usar nuestros labios y nuestras manos y nuestra disponibilidad para hacer otros discípulos.

Aprendiendo nuestros ABC’sYo debería haberlo sabido. En 1983 fui llamado a organizar una nueva congregación en la zona suburbana de Indianapolis. En mi mente abrigué un deseo since-ro pero mal enfocado “de hacer iglesia “ en una manera diferen-te- para ayudar a generar nuevas estrategias para sumar y enviar seguidores comprometidos con Je-

sús. Sin embargo, no me tomó mu-cho tiempo encontrar los frenos.

Por la gracia de Dios, al final del cuarto año, unas docenas de pio-neros se habían convertido en una multitud de trescientos. A lo largo del camino, sin embargo, nuestra atención se había hecho cada vez más fijada en el ABC de la vida congregacional: Asistencia, Edifi-cio y Dinero. ¿Cuánta gente hay, está aumentando? ¿Hay suficiente espacio para estacionar los vehícu-los, cómo podemos mejorar nues-tras instalaciones? ¿Cuánto fue lo básico el mes pasado, tendremos dinero para pagar las cuentas del próximo mes? Sin aún notarlo es-tábamos prestando más atención a la estructura que a la vitalidad. Nuestro discurso “dejar actuar el poder transformador de Dios” se había hundido por nuestra con-ducta de “ mantener el paso bajo control “. Instintivamente comen-zamos a seguir el marcador sobre la base de aspectos externos – el aspecto institucional del Cuerpo de Cristo - y nos concedimos buenas notas por nuestra aparente salud.La iglesia del ABC está viva y bien en los Estados Unidos - si es que podemos usar las palabras “vivo” y “bien.” Es seguro decir que la

gran mayoría de las congregacio-nes protestantes han hecho de la asistencia, el edificio y el dinero el objetivo central de su organiza-ción, en oposición a la Gran Comi-sión de Cristo en Mateo 28:18-20 de ser y hacer discípulos. No nos equivoquemos: Un efectivo mane-jo institucional honra a Dios. Cada grupo de cristianos, grandes o pe-queños, tiene que gestionar una agenda apropiada de “activida-des”. Pero las actividades no son la razón de nuestra actividad […]

La Palabra que transforma el Desierto

Cuando consideré con qué facili-dad giramos nuestra atención al manejo de la iglesia. me encontré cautivado por Ezequiel, un profeta de Antiguo Testamento a quien le fue dada una de las tareas más deprimente. La mayor parte de su ministerio público le exigió ser por-tador de malas noticias. Él clamó, vociferó y hasta teatralizó sermo-nes que declaraban la gran brecha existente entre Dios y el pueblo de Israel. Después de casi tres doce-nas de capítulos, sin embargo, el tono del libro de Ezequiel de re-pente se suaviza. Es como si nos quedamos extasia-dos observando el primer brote de

Parte de la delegación de AIPRAL a Proclame 2012

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Entrevista con el Rev. Aureo Rev. Áureo Rodrigues de Oliveira y el rev. Roberto Mauro, presidente y secretario general de la IPIB

primavera brotando por encima de la nieve. Al principio del capítulo 37 Ezequiel recibe una visión inol-vidable.La mano del Señor vino sobre mí; me llevó fuera por el Espíritu de Señor y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. Me hizo pasar junto y alrededor de ellos, y he aquí que eran muchísi-mos sobre la superficie del valle. Y he aquí que estaban muy secos. Entonces me preguntó: --Oh hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Enfrentado a un enorme montón de esqueletos - los restos patéticos, insepultos de quien sabe cuanta gente - Ezequiel no tiene ninguna respuesta. Él se siente desvalido. La situación aparece desesperada. “Oh Señor, tú lo sabes”, Ezequiel suspira. Se exigiría un milagro para traer vida y esperanza a este valle de muerte. La actividad principal de Dios, sin embargo, es impartir vida y esperanza.

Entonces me dijo: --Profetiza a es-tos huesos y diles: “Huesos secos, oíd la palabra del Señor. Así ha dicho el Señor a estos huesos: ‘He aquí, yo hago entrar espíritu en vo-sotros, y viviréis. Pondré tendones

sobre vosotros, haré subir carne sobre vosotros, os cubriré de piel y pondré espíritu en vosotros; y vi-viréis. Y sabréis que yo soy el Se-ñor” Profeticé, pues, como se me ordenó; y mientras yo profetizaba, hubo un ruido. Y he aquí un tem-blor, y los huesos se juntaron, cada hueso con su hueso. Miré, y he aquí que subían sobre ellos tendones y carne, y la piel se extendió encima de ellos. Pero no había espíritu en ellos (Ezequiel 37:4-8)Cuando la palabra de Dios es co-municada, la realidad se transfor-ma. “Y dijo Dios ...” y allí estaban los fotones y las nubes cumulonim-bus y los antílopes africanos y los hongos y los robles. Los huesos se-cos no son rival para la palabra del Señor […] Podríamos decir que el desierto es un “lugar sin palabras” - cualquier sitio donde no ha habido ninguna palabra transformadora del Señor, un lugar donde toda es-peranza se ha secado.

Huesos, pero sin alientoMiles de congregaciones en los Es-tados unidos tienen la sensación de ser desiertos espirituales. Puede ha-ber un preciado recuerdo de la úl-tima vez que se escuchó la palabra

transformadora de Dios - un evento pasado o una alegre temporada o un pastorado distinguido -, pero ha prácticamente desaparecido la expectativa presente de que Dios está a punto de hacer algo nuevo. Numerosas iglesias que fueron lan-zadas con una orientación de futuro convincente ahora están mirando hacia atrás, esperando contra toda esperanza que la edad de oro pa-sada de alguna manera puede ser recreada.

En el valle de los huesos secos de Ezequiel, Dios habla sobre el futuro. Lo que sigue parece una escena del célebre Stephen King, hectáreas de huesos secos golpeteándose juntos. Tendones y carne viene después, y los esqueletos se transforman pro-gresivamente en figuras que dan la impresión de ser vida humana. Pero tenga en cuenta la observa-ción importante de Ezequiel: “Pero no había en ellos espíritu”. En esta experiencia en el desierto, la forma precede a la vida. La estructura lle-ga antes de la vitalidad. Una vez más, sin duda se puede relacionar.Con todo mi corazón creo que Dios llamó a nuestra congregación a la existencia.

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De la noche a la mañana nos vol-vimos una carpa eclesiástica que albergaba decenas de organiza-ciones más pequeñas - círculos, comités y charlas de café. Las es-tructuras aparecieron casi por arte de magia. Pero el aliento de Dios era mucho más difícil de encontrar. Nuestra pasión por hacer discípu-los se convirtió, en el mejor de los casos, en un esfuerzo secundario. Debido a que no teníamos una vi-sión más grande que ser una igle-sia ABC de primera categoría, una mayor asistencia al culto, éxito en la campaña para el nuevo edificio y un balance económico positivo, se convirtieron en nuestros puntos de referencia.Además de la preocupación por las cuestiones de gestión, la igle-sia ABC generalmente presenta otras cuatro características que casi siempre resultan ser discipulado pasivos. La primera es la tendencia a buscar soluciones programáticas a los problemas, retos y oportuni-dades. ¿Hay un nuevo paquete en el mercado en el área de la mayor-

domía? ¿Qué técnicas están fun-cionando para llegar a los miem-bros desencantados? ¿Alguien ha producido un nuevo plan de estu-dios para la formación de diáco-nos? ¿Qué tal un seminario de tres días de duración que será el em-puje definitivo para el evangelismo? La única estrategia menos efectiva que empeñarse en un nuevo kit de ministerio puede resumirse en las letras EPAP, Ejecutar el Programa del Año Pasado. Los programas son pobres sustitu-tos de la visión, y es completamente inaceptable que sean la razón de la existencia de cualquier grupo cris-tiano. La voluntad de Dios no se puede discernir a partir de un catá-logo de recursos o descargado de un paquete que sirva para todos.Una segunda característica común de la iglesia ABC es la tendencia a confiar en el trabajo duro como el camino para seguir adelante. Si el programa no está funcionando, vamos a intensificar nuestros es-fuerzos. Si los objetivos no se es-tán cumpliendo, nuestros líderes

simplemente tendrán que mante-ner algunas bolas más en el aire. Generalmente las congregaciones estadounidenses han dependido de un solo individuo para generar el progreso de toda la iglesia en llevar a la gente a la madurez en Cristo. Esa persona es el pastor.Desde hace aproximadamente 300 años los pastores protestantes han sido los responsables del desarrollo espiritual de todo el mundo que es-taba al alcance de la iglesia - una misión que se logra a través de la predicación, la enseñanza, la litur-gia, la orientación, la dirección de las comisiones y comités, visitas al hogar, correspondencia, adminis-tración, responsabilidades de con-serje, orando en actividades civiles, y en todo lo demás “sombreros” que la vestimenta de una iglesia particu-lar podría requerir. La cuestión fun-damental por lo tanto se convierte en: ¿Cómo se puede exponer a un mayor número de personas a el tra-bajo de nuestro pastor, para que él o ella puede trabajar un máximo de magia espiritual?

Por Miguel Ponsati En primer lugar, como miembro quiero agradecer a la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP) y a su Comisión de Renovación Es-piritual y Evangelización (CREE) por haberme confiado esta oportu-nidad de participar representándo-las. También a AIPRAL por apoyar que sus iglesias miembros en el Cono Sur puedan aprovechar este tipo de eventos.Fueron unas jornadas intensas. Llenas de vivencias y encuentros que nadie quería perderse. Una muestra contundente de la diversi-dad y riqueza de dones y formas de celebrar, anunciar, servir, exponer y vivir la comunión de una iglesia, la Iglesia Presbiteriana Independien-te de Brasil (IPIB) organizadora del Congreso, que a todas luces puede verse que está viva y activa al im-pulso de una visión: llegar a ser una

¿Cómo viví Proclame 2012?iglesia de discípulos que hacen dis-cípulos. Una comunidad que inten-cionalmente procura ser obediente en fe al mandato misional que le fuera confiado por su único Señor y Salvador, nuestro hermano Jesús el Cristo, de vivir para anunciar la Buena Noticia del Reinado de Dios a todas los pueblos y personas con quienes nos relacionamos a diario. Porque tomar parte en la Misión de Dios no es un “opcional” sino que es una cuestión de autoridad. Ésta no es otra que la autoridad de la persona y el envío de Jesús a sus discípulos. Él es quien define así la razón de ser de la iglesia, su ca-rácter misional, su agenda y sus prioridades. De allí es, en definiti-va, que la iglesia puede nutrirse y tomar impulso para redescubrirse y revitalizarse.Una comunidad que procura atra-vesar fronteras, comprender la cul-

tura emergente articulando sabia-mente integridad y flexibilidad en la búsqueda de ser relevante me-diante la contextualización de su mensaje. Que va al encuentro de “los de afuera”…Una comunidad fiel a lo esencial: el Evangelio de la gracia soberana y el amor incondicional y liberador de Dios mostrado centralmente en la Cruz y Resurrección de Jesús.Enriquecido. Renovado. Motivado. Entusiasmado. Desafiado. Bende-cido.”La Iglesia solo es Iglesia cuando existe para los demás.”(Dietrich Bonhoeffer)“Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pue-blo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinie-blas a su luz admirable.” 1° Pedro 2,9 (NVI)

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El incredíble corazón encogido

Al principio de la historia de nues-tra congregación sucumbí a estas expectativas tipo “lista de compras del almacén”. En el fondo era un poderoso elemento de orgullo. Después de todo, ¿No se empobre-cería nuestra iglesia por la ausen-cia de mis extraordinarios dones y puntos de vista ofrecidos regular-mente los siete días de la semana? Determinando a que nunca tendría que responder ante el Rev. Holga-zán, me encontré pedaleando mi bicicleta interna más y más rápido sólo para empatar las demandas de una creciente congregación.Los costos fueron altos. Cuando era un joven cristiano me emocio-naba cada vez que oída a alguien compartir algo sobre su propio ca-mino espiritual. Mi corazón prác-ticamente saltaba. Varios años en los rigores de la plantación de iglesias, sin embargo, me habían hecho sentir más como el perso-naje mitológico Sísifo, empujando la roca hacia la cima de la colina, una y otra vez, sabiendo que inevi-tablemente rodaría devuelta hacia abajo, e iniciando con gran esfuer-zo el ciclo de domingo a domingo. Ahora, si escuchaba a alguien ha-blar de un gran avance espiritual, mi monitor cardíaco marcaría ape-nas una línea plana.

Cuando estaba en casa, me tortu-raba pensando, “en este momento yo debería estar haciendo llama-das telefónica. ¿Qué clase de pas-tor soy? “Cuando estaba hacien-do llamadas telefónicas no podía evitar pensar:” Yo debería estar en casa ahora mismo. ¿Qué clase de marido y padre soy?”. La cul-pa se convirtió en mi compañero de viajes las 24 horas de los 7 días de la semana. Estaba agotado. Si alguien llegaba a mi casa, era una interrupción. Con frecuencia me preguntaba cómo iba a con-seguir cumplir con todas las obli-gaciones de la semana que viene.

Mayormente anhelaba huir, o vivir mi fantasía de dormir durante tres días seguidos.Hacia fuera disimulaba mi andar en las relaciones requeridas en la iglesia, salvando mis mayores de-cepciones para los que estaban en casa. Me parecía que estaba metafóricamente viviendo una de esas películas de ciencia ficción en blanco y negro de la década de los ‘50, El increíble hombre que se encogía. En la película, un hombre se expone a una nube de radiación, inmediatamente se con-vierte en una versión más y más pequeña de sí mismo. Los médicos y los científicos nada pueden hacer para detener su contracción. Final-mente, él se instala en la casa de muñecas de su hija. Los aspectos más familiares y amistosos de su casa se convierten en una amena-za mortal. Por último, se cae por las escaleras del sótano, se pone en guerra con un araña domésti-ca, y.. bien, el final de la historia la pueden encontrar en algún canal de películas viejas.¿Qué me estaba pasando? Yo era el hombre con el Increíble Corazón Encogido. Mi corazón para Dios, mi corazón para el ministerio, y mi corazón para mi esposa Mary Sue

y nuestros cuatro hijos fue progresi-vamente cada vez más pequeño. El entorno familiar de mi propia casa en realidad se convirtió en una amenaza, ya que caminar a través de mi propia puerta me recordó que yo no estaba siendo la perso-na que Dios me había llamado a ser. “No te das cuenta con cuanto esfuerzo lo estoy intentando?” Yo exclamaba.

De una manera perversa, me alentaba con el hecho que, histó-ricamente, un número de líderes cristianos han luchado con matri-monios menos-que-ideales. Me pregunté si la tensión marital no era un precio a pagar por hacer el trabajo en el reino. Se rumorea que la esposa de John Wesley una vez cabalgó a caballo detrás del público que al aire libre escucha-ba a su esposo y gritó: “¡No hagas caso a este hombre! Está fuera de sus cabales!”. Cuando Mary Sue comenzó a tomar lecciones de equitación me preocupé un poco más. Pero, ¿qué podía hacer? Dios estaba multiplicando la asistencia a la iglesia, el edificio y los ingresos de nuestra congregación. Sin duda, sería inmoral frenar el impulso sólo porque no podía mantener el ritmo.

Participación joven en Proclame2012

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Dos grandes producciones de Ho-llywood sobre erupciones volcáni-cas fueron realizadas con pocos meses de diferencia a mediados de los ’90. Las películas El volcán y el Pico de Dante tienen algunas similitudes interesantes. Ambas presentan a hombres fuertes, un renegado cu-yos instintos eclipsan la sabiduría combinada de quienes lo rodean. Ambos héroes informan a los jefes, quienes buscan ir a lo seguro, pero estos rechazan su sabio consejo, y por lo tanto terminan poniendo la gente en peligro. En cada caso, el héroe toma decisiones brillantes durante los acontecimientos que salvan a los demás del peligro. Lo más intrigante de todo, sin embar-go, es el hecho de que al comienzo de cada película el actor/salvador está de vacaciones. Naturalmente, cada uno llega a la oficina y asu-me el liderazgo de sus admirados compañeros de trabajo justo a tiempo para salvar el día.Demasiadas veces, muchos líderes religiosos están convencidos que su ausencia en las primeras líneas de ministerio durante un período mayor de tres días activará auto-máticamente un flujo de lava. ¿De todas maneras, cómo puede una persona indispensable tomarse justificar unas vacaciones?Mi mundo doméstico finalmente

implosionó un día que yo estaba saliendo a conducir un retiro de fin de semana. Recuerdo que estaba al pie de la escalera, sostenien-do un montón de papeles bajo el brazo izquierdo. Mary Sue estaba de pie en la parte superior de la escalera con un montón de ropa. Nos gritábamos el uno al otro con frustración y rabia. Yo era cons-ciente que los niños podían oírnos. Estábamos gritando el uno al otro, porque nuestros mundos se habían ido separando muy lejos. Emocio-nalmente, habíamos llevado nues-tros corazones fuera de la vida de nuestro matrimonio. Yo sabía que tenía que hacer algo, tenía que decir algo. Asertivamente di un paso por las escaleras y gruñí algo así como: “Sólo quiero saber una cosa: ¿Qué pasó con la hermosa mujer con la que me casé”. Con calma y frialdad Mary Sue bajó la voz y dijo, en efecto: “Oh, esa mu-jer. Ella murió. Pero estabas muy ocupado en la iglesia y no te diste cuenta.”Angustiado me dirigí hacia el ar-mario cerca de la puerta y arran-qué la chaqueta de la percha, en el tirón destrocé un adorno de Na-vidad que había heredado de mis abuelos. Las cosas más valiosas de mi vida se estaban despedazando. ¿Quién podría volver a ponerlas juntas?

Un Nuevo camino por delante

Dios pudo. Con el tiempo, Dios nos presentó a Mary Sue y a mí la oportunidad de sanar nuestro matrimonio. Además, de un exce-lente asesoramiento, el apoyo de nuestro grupo pequeño, y un mi-llar de pequeños actos para poner nuestros corazones sobre la mesa, nosotros recuperamos el sueño de ser una pareja que puede conocer y experimentar juntos el amor de Dios.

Fue necesario que tanto mi vida personal y pública entraran en crisis para convencerme que el llamado a hacer discípulos, no es un ejercicio que dependa del pas-tor. Primero tuve que rechazar la hipótesis que si yo daba un paso atrás en mi ritmo maníaco de vida, el reino de Dios llegaría un día después del colapso. Un replan-teamiento saludable de mi mirada al ministerio exigió también una propuesta para nuestra junta poco después de cumplir los cinco años de nuestra iglesia.

“Si ustedes lo aprueban,” dije, “me gustaría probar algo diferente. Me gustaría dejar de intentar estar en todas las actividades en esta igle-sia. Me gustaría desafiar la idea que soy el único jugador en el

Stenio Marcius, artista y músico cristiano

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equipo que puede llevar la pelo-ta. ¿Qué tal si damos a nuestros líderes laicos la formación necesa-ria y los dejáramos andar en sus propias áreas de ministerio?”. Ellos nunca habían escuchado de mi parte decir algo así antes. ¿Cómo responderían a una solicitud así del pastor de dar un paso atrás en el ministerio?

Los miembros de la junta asintie-ron con la cabeza, sonrieron y di-jeron: “¿Por qué no empezamos ahora?” Francamente, fue des-concertante descubrir que mi “no participación” fuera recibida con tal aprobación. Ellos estaban, de hecho, en lo cierto. Los miembros de nuestra congregación se sentían más libre y más valorados, ya que se les confiaba, en mi ausencia, para trabajar en los ministerios y las relaciones que importaban. Sin saber dónde íbamos a terminar, nuestra iglesia había dado un paso importante para lograr un ambien-te adecuado para hacer discípulos. Habíamos acordado que no era crucial mi presencia en todo.

Esto nos lleva a la tercer tendencia contraproducente de las iglesias ABC: Lejos de ser desafiados y la facultad de hacer grandes cosas para Dios, los miembros de la igle-sia esperan principalmente estar conformes. El gurú Peter Senge, en su libro La quinta disciplina, des-cribe los múltiples niveles de com-promiso personal que se exhiben en la mayoría de las organiza-ciones. En general se puede decir que sólo unos pocos miembros están totalmente comprometidos

-es decir entregados totalmente a la visión y los ideales de los líde-res claves. Todos los demás en la organización, se suman consciente o inconscientemente a lo largo de una escala descendente de cumpli-miento. En una iglesia promedio, por ejemplo, es probable que en-cuentre cada uno de los siguientes niveles de implicancia:Cumplimiento alegre. “Admiro a los líderes de nuestra iglesia y con mucho gusto los seguiré, aun-que no siempre entiendo sus deci-siones”.Cumplimiento formal: “ Dado que soy un miembro aquí, es mi deber ser un buen soldado y hacer lo que los líderes esperan”.Cumplimiento a regañadien-tes: “¿Realmente tengo que hacer esto?”Incumplimiento: “ En este tema voy a seguir mi propio camino, gracias.”Cumplimiento malicioso: “Cla-ro, voy a hacer su estúpido progra-ma pero sólo para demostrar lo equivocados que están.”Apatía: “¿Qué hay para comer?”

En una congregación basada en actividades hay una esperanza (por lo general vana) que un gran número de individuos por arte de magia optarán por comprometer-se plenamente con la misión de la iglesia. En términos más realistas, los pastores de las iglesias ABC se conforman con una situación en la que la mayoría de los asistentes a la iglesia dan un consentimiento al menos formal – esto es, a cambio de un compromiso mucho menos que apasionado con Cristo, ellos

no van a agitar el barco de la or-ganización. ¿Cuáles son las nor-mas duales para una cultura así? Un liderazgo no inspirado y una mediocre espiritualidad gobier-nan.

Los pastores que se imaginan como pastores en solitario tienden a refugiarse en una serie de pre-guntas acerca de su propio desem-peño: ¿Cómo me están viendo? ¿Mantengo todo funcionando? ¿La congregación aprecia mi trabajo? Estos líderes están mucho menos comprometidos en ayudar a la gente común a convertirse en cam-peones espirituales. Las relaciones de discipulado, por desgracia, se consideran dependientes del áni-mo del pastor. Hay poca o ninguna visión que los cristianos deberían estar aprendiendo habilidades de discipulado, de tal manera que ellos mismos puedan pasar por sí mismos la posta de imitar a Jesús a otros -aparte de la intervención activa del pastor. Mientras los líde-res de la iglesia no vean el poder de las relaciones entre laicos para reproducir [el llamado al segui-miento] y limiten el potencial de crecimiento espiritual de su comu-nidad a sus propios calendarios y fragilidades biológicas, las con-gregaciones hará poco progreso hacia el cumplimiento de la Gran Comisión .

Soltando los frenos

Una cuarta característica de la iglesia ABC es el uso explícito o implícito del control. Sólo a unas pocas personas se les concede per-

Encuentro con el Presb. Obadia Alves Ferreira, tesorero de la Igreja Unida do Brasil

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miso para el ministerio. El “No” se escucha con más frecuencia que el “Sí.” Cuando llega el momento de tomar decisiones sólo unas pocas opiniones se consideran válidas. La confianza se extiende a un puñado de personas, pero no a cualquiera. Sería arriesgado, caótico, y ... bue-no ... inapropiado.

¿Qué pasaría si McDonald ma-nejara sus sucursales como una iglesia local común? Un gerente hábil pero agotado estaría todo el día tomando pedidos, dando el vuelto, salando las patatas fritas y armando las hamburguesas. Todo mientras otros seis empleados de-trás del mostrador estarían a un lado, aplaudiendo cortésmente y efusivos: “Estoy muy impresionado con la forma en cómo extendió la salsa especial. Yo nunca podría ha-cer eso. Y la manera hábil en que pone los paquetes de ketchup en la bolsa. Usted si que ha sido forma-do. Usted ha estado en seminario de hamburguesas”.

McDonald inteligentemente hace su tarea de manera diferente y esto lo ha colocado como uno de los pioneros en la industria mundial de alimentos. A pesar de que hay ge-nios en hamburguesas y especia-listas de mercado dentro de la cor-poración, rara vez son vistos por el público. Cuando tú y yo nos acer-camos al mostrador más a menudo nos encontramos con adolescentes que ganan un salario mínimo. Des-de el principio, McDonald decidió confiar su futuro al éxito de recluta-miento, formación, asesoramiento, y a dejar que la gente común lle-ve adelante su tarea más esencial: servir a los clientes de tal manera que ellos quieran volver la semana siguiente a McDonald. Pocas con-gregaciones han concluido que sus propios miembros son dignos de tal confianza, o están equiparados para la tarea de ser los principales transmisores de la buena noticia de Dios para la próxima generación.

Las iglesias ABC, en resumen, es-tán más preocupadas por los pro-blemas estructurales que por la vitalidad espiritual; tienden a bus-car soluciones programáticas a los problemas; confían en los dones, la energía y el exceso de trabajo de uno o sólo unos pocos líderes claves; valoran un ambiente de or-den y control más que de permiso; y esperan poco más que la confor-midad de quienes asisten a la igle-sia en vez de una transformación personal total. Tales congregacio-nes son ciertamente capaces de alcanzar los objetivos establecidos. Pueden crecer en número, propor-cionar y mantener una instalación adecuada, y cumplir con las obli-gaciones financieras.

El secreto no dicho de la iglesia ABC, sin embargo, es que sus me-tas están muy por debajo de los

niveles que se encuentra en las Escrituras. Es preocupantemente fácil avanzar en la balanza de la asistencia, edificio e ingresos, in-cluso al mismo tiempo que no hay un diálogo significativo con Dios o se disfrute de relaciones redento-ras con la gente. La iglesia basada en programas puede a veces verse muy bien en el papel. Su desarro-llo espiritual, sin embargo, se ha quedado a mitad de camino de la visión de Ezequiel. El llamado de Dios no es simplemente que asu-mamos formas adecuadas, sino que cobremos vida en el más am-plio sentido de la palabra - llenos y rebalsando con el Espíritu de Dios, y por lo tanto apasionados por lle-nar el mundo con discípulos de por vida de Jesucristo. Considere la se-gunda parte de la experiencia de Ezequiel en el valle de los huesos secos.

Dando primeramente gracias al Señor, a AIPRAL y al presbiterio por darme la posibilidad de compartir esta experiencia maravi-

llosa en Brasil. Lo acontecido en el congreso Proclame 2012 estaría resumida en una sola palabra: renovación. En lo particular viví gratamente las oficinas (talleres) escuchando a expositores con dinámicas y perspectivas distintas sobre el tema de la evangelización, por lo que fue relevante y motivador para poner en practica en nuestras iglesias locales. Muy interesante aprender como se moviliza y toman fervientemente esta tarea encomendada por nuestro Salvador, apreciando por ejemplo, la tarea esencial con las formas de realizarlos; rescatando la importancia que ha tenido esta tarea a lo largo de la historia de la Iglesia Presbiteriana Inde-pendiente del Brasil. También fue de mucha bendición conocer hermanos y hermanas en Cristo, con sus testimonios, ministerios y anhelos, lo cual sirvió para fortalecernos mutuamente a seguir adelante en la obra de Dios. Me he traído muchas anécdotas, sermones variados, experiencias de vida inigualables y un montón de amigos y amigas verdeamarelas al Facebook. El grupo encomendado por AIPRAL estuvo muy unido, lo que le sumo charlas para enriquecer lo aprendido y planear pro-yectos de expandir esta experiencia a las iglesias locales o a quien estuviese interesado en misionar. Dios nos bendijo en todo momen-to, nos alentó y convirtió teórica y prácticamente. En fin, volviendo al principio, una experiencia renovadora.

Luciano Andrés Mirasso, Candidato a la Palabra en la Iglesia

Presbiteriana San Andrés de Argentina

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Entonces me dijo: --Profetiza al es-píritu. Profetiza, oh hijo de hombre, y di al espíritu que así ha dicho el Señor: “Oh espíritu, ven desde los cuatro vientos y sopla sobre estos muertos, para que vivan.” Profeti-cé como me había mandado, y el espíritu entró en ellos, y cobraron vida. Y se pusieron de pie: ¡un ejér-cito grande en extremo! Luego me dijo: --Oh hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. He aquí que ellos dicen: “Nues-tros huesos se han secado. Se ha perdido nuestra esperanza. Somos del todo destruidos.” Por tanto, profetiza y diles que así ha dicho el Señor: “He aquí, oh pueblo mío, yo abriré vuestros sepulcros. Os haré subir de vuestros sepulcros y os traeré a la tierra de Israel. Y sabréis que soy el Señor, cuando yo abra vuestros sepulcros y os haga subir de vuestros sepulcros, oh pueblo mío. Pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis. Os colocaré en vuestra propia tierra, y sabréis que yo, el Señor, lo dije y lo hice”, dice el Señor.”

Aprendiendo a Bailar

Cuando era un estudiante de oc-tavo grado, nuestra profesora de música anunció que nuestro con-cierto anual de primavera contaría con selecciones de The Sound of Music. Esa era una gran noticia. A continuación, ella indicó que un puñado de cantantes tendrían un lugar destacado sobre el esce-nario, frente a toda la escuela. El hecho que mi nombre estaba en la lista era una noticia aún mejor. Luego dijo algunas de las palabras más temibles que había oído. En uno de los números tendríamos que bailar sobre el escenario. Con una pareja real. Tendría que bailar con una chica real, delante de gen-te cuyas opiniones me importaban.

Hay dos razones principales por las que nunca he realizado una danza litúrgica, como parte de una

experiencia de adoración: mi pie izquierdo y mi pie derecho. Recuer-do científicamente haber practica-do en casa frente al gato una y otra vez los pasos de bailes. Nada se sentía tan poco natural. Como yo era el chico más alto me pusieron con la chica más alta. En el día del concierto de primavera estábamos juntos y de la mano, y después eje-cute fielmente los pasos indicados. Pero, ¿baile? Por supuesto que no.

Hay un mundo de diferencia entre conocer los pasos correctos y saber bailar. Hay un mundo de diferen-cia entre organizar una iglesia de la manera correcta y aprender a soltar los frenos - cómo dejar de estar obsesionado con las activida-des e iniciativas y los boletines el domingo por la mañana, y simple-mente rendirse a la acción del Espí-ritu, que hace que nuestro corazón baile en la presencia de Dios. Esa es la diferencia entre la esterilidad de los huesos secos, institucionales y la vitalidad espiritual auténtica.

Dar la bienvenida al Espíritu de Dios es lo que separa a una iglesia que se centra en el mantenimien-to de las formas de una que real-mente ha escuchado y respondido a la palabra del Señor. Los líderes de las iglesias ABC priorizan la su-pervivencia y la búsqueda de acti-vidades que aseguren la supervi-vencia. ¿Cuál es la mejor solución probada a los problemas que es-tamos enfrentando? ¿Qué nuevos pasos de baile hay en el mercado, y cómo exactamente debemos mo-ver nuestros pies para lograr esa pirueta?

Bailar, sin embargo, no es pensar el próximo paso sino simplemente sentir la música. Las congregacio-nes movidas por el Espíritu valoran por sobre todo una misión que es más grande y mucho más impor-tante que la propia supervivencia de la organización - trayendo a tantas personas como sea posible y

en la medida de lo posible al cami-no de imitar a Jesús. Tales iglesias comprenden intuitivamente que los programas no son la respuesta. En su lugar, ellas escuchan ritmos ge-nerados por el Espíritu.No es que el ABC de la asistencia, el edificio y los ingresos de repente se vuelven irrelevantes. Las iglesias que están “en el Espíritu” simple-mente dedican la mayor parte de su tiempo de trabajo, de planifica-ción y oración a las relaciones. Es su recurrente experiencia que sus metas más preciadas se cumplen cuando ayudan a sus miembros a crecer en su compromiso con Cris-to como Señor, entender su iden-tidad como discípulos de por vida de Jesús; entrar y sostener una relación con un mentor espiritual, enseñar a otra persona lo básico de la vida cristiana, escuchar la voz de Dios en el contexto de un grupo pequeño, y salir de su zona de con-fort en el ámbito de la misión.

Es tiempo de decir adiós a la igle-sia del ABC. Es tiempo de soltar los frenos. Por el poder del Espíritu, podemos ir más rápido y más lejos de lo que nos permitimos soñar.

Glenn McDonald fue pastor de la Iglesia Presbiteriana Zionsville, me-tropolitana de Indianápolis, EE.UU. Esta iglesia que él ayudó a plantar en 1983 pasó de ser un pequeño grupo a tener hoy más de 2.000 miembros, fue notable no sólo por la estrategia de los grupos peque-ños, la descentralización y el empo-deramiento de líderes laicos, sino también por el fuerte énfasis en el discipulado uno a una. Glenn fue el orador principal de Proclame2012 y compartimos con uds, gracias a que Glenn nos cedió los derechos de autor, uno de los capítulos de sus libros, The Disciple-Making Church: From Dry Bones to Spiritual Vitality, Grand Haven, Faith Walk Publishing, 2007.

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En 1978 América latina vivía en un contexto muy diferente del ac-tual. Ocho de los diez países de América del Sur, estaban gober-nados por dictaduras militares. En Mesoamérica se vivía un pro-ceso de lucha popular en contra de dictaduras sanguinarias como en Nicaragua, Guatemala y El Salvador. Esa realidad representó un desafío para las iglesias. Así surgió la propuesta de estructura-ción de un Consejo Latino Ame-ricano de Iglesias que tuviera el tema de la prevención y denun-cia de violación de los Derechos Humanos como un desafío co-mún. Así, cuatro años después, el 16 de noviembre de 1982, las iglesias se reúnen en Lima/Perú en la primera Asamblea del CLAI y aprueban su Constitución. En 2012 estamos celebrando los 30 años del CLAI. Y para el co-mienzo del año 2013 estaremos celebrando nuestra VI Asamblea General en La Habana/Cuba con la temática: Afirmando un ecumenismo de gestos concretos.La propuesta ecuménica del CLAI tiene así un elemento importan-te. Lo que está en el fundamento del movimiento ecuménico lati-noamericano y caribeño no es la necesidad de una unidad dog-mática acerca de una confesio-nalidad común. En la base del ecumenismo en América Latina

y el Caribe está la necesidad de responder como un testimonio de fe en el Dios de la Vida a la rea-lidad anti vida. Lo que ha unido las iglesias en América Latina no fueron cuestiones dogmáticas – lo que aun hoy es imposible fren-te a la diversidad eclesial en la región – sino el ecumenismo de base, el ecumenismo práctico, el ecumenismo de gestos concretos. En la evaluación institucional del CLAI en 2009, quedó evidente que los momentos de crisis del CLAI son justamente aquellos en los que perdemos la perspecti-va del ecumenismo práctico. Por eso, recuperar el ecumenismo de base es nuestro impulso para la superación nuestras crisis.Para fortalecer el ecumenismo de base hemos creado las mesas

nacionales del CLAI. Esas mesas son espacios de dialogo acerca de los desafíos comunes de las iglesias y organismos ecuménicos en cada país. Desde estas mesas nacionales surgen los temas que realmente preocupan las iglesias y frente a los cuales ellas no tie-nen fuerza propia: los problemas relacionados a la juventud, em-barazo de adolescentes, los de-rechos sexuales y reproductivos, la violencia intrafamiliar y el de-sarrollo de una cultura de paz, la inseguridad social y la violencia social, los temas ambientales, la incidencia junto a los organismos gubernamentales, la reglamenta-ción de las relaciones entre Igle-sia y Estado laico, la unión de personas del mismo sexo y los temas relacionados a género, la

Ecumenismo y Mision en

América Latina y el Caribe

Una perspectiva desde el Consejo Latinoamericano de Iglesias – CLAI

...para afrontar el tema de la violencia y del miedo,

tenemos que primero enfrentar el odio –

que está en la raíz del miedo.

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violación de los derechos y del territorio indígena, la fragilidad democrática frente a las estructu-ras políticas arcaicas de un lado y frente al populismo del otro lado. A partir de estas preocupaciones de las bases el CLAI va estructu-rando su plan de acción. Desde los organismos regionales y continentales del CLAI, nuestro desafío es valorar las preocu-paciones nacionales y al mismo tiempo relacionar esas preocu-paciones con una propuesta re-novada de ecumenismo. El CLAI entiende que trabajar por un nuevo ecumenismo no se limita a las relaciones eclesiales, sino que el ecumenismo tiene que ver con la necesidad de una socie-dad más justa, fraterna, inclusiva y participativa. En casi todos los países, nuestras sociedades es-

tán marcadas por una escalada de violencia, que instala en las personas el miedo permanente. Muchos grupos políticos conser-vadores utilizan ese miedo para afirmar su propuesta de toleran-cia cero y la justificación de gru-pos de exterminio y la pena de muerte. El miedo fortalece la dis-criminación del extranjero, del pobre, de los drogadictos, de los homosexuales y hasta de las espiritualidades de los pueblos originarios que van ganando vi-sibilidad en nuestra región.Desde el corazón cristiano y ecu-ménico, el CLAI enfatiza que para afrontar el tema de la violencia y del miedo, tenemos que primero enfrentar el odio – que está en la raíz del miedo. Muchas de las en-fermedades sociales exigen tera-pias ecuménicas. Y una primera

tarea del movimiento ecuméni-co es promover el acercamiento entre las personas, para poder escucharnos y reconocer dónde residen nuestras angustias. El co-nocer al otro es el primer paso para la eliminación del miedo. El presidente Nelson Mandela, frente al desafío de la reconstruc-ción de un país dividido por el odio y la violencia del apartheid, enfatizaba la necesidad de supe-rar el miedo, llamando a las es-cuelas y a las iglesias para esta tarea. Decía el presidente Man-dela: “Si en el pasado las perso-nas fueron educadas a odiar a su semejante, entonces en los días de hoy podemos ser capaces de educarlas a amar su semejante”. Que Dios les bendiga.Pastor Nilton GieseSecretario General del CLAI

...para afrontar el tema de la violencia y del miedo,

tenemos que primero enfrentar el odio –

que está en la raíz del miedo.

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Durante la etapa escolar secun-daria siempre escuché hablar

acerca de la unidad Latinoamérica, y ese fue un tema de formación en las aulas que me tocó pasar, para luego ser un tema de reflexión, mo-vilización y solidaridad permanente en las movidas estudiantiles, sociales y eclesiales de los años 80 y 90 bajo la aspiración de “Latinoamérica es una sola”; pero este tema entraba en contradicción cuando se hablaba de las relaciones de vecindad entre los países, y entonces afloran las vie-jas rencillas históricas de reclamos y demandas territoriales y se acabó la buena vecindad y la aspiración de unidad, haciéndonos eco de los juegos de reivindicaciones históricas mal manejadas por los que tienen los hilos del poder (por ej. Los recla-mos Colombia – Venezuela, Argen-tina – Chile, Ecuador – Perú, Bolivia – Chile, etc.). En estos últimos meses, en la costa sur del pacífico sudamericano las aguas están agitadas entre Perú y Chile por un reclamo de Perú so-bre un área territorial marítima aún no delimitado, reclamo que Chile rechaza afirmando que ya existen tratados anteriores acerca del do-minio marítimo, y que Perú rechaza señalando que dichos tratados son solo tratados de pesca. Ante estas contradicciones Perú elevó una de-manda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya (en Holanda) procurando un veredic-to que ponga fin a este reclamo. El fallo de la CIJ debe emitirse en el año 2013 pero las audiencias se inician en los primeros días de di-ciembre del 2012. Las cancillerías de cada país han preparado para tal fin sus grupos de diplomáticos y abogados (propios de cada país y otros europeos que han sido con-tratados con honorarios muy altos) los cuales están preparando sus ale-gatos. Hay diversos criterios en los que se pueden basar la CIJ: puede ser que la resolución sea de acuerdo a derecho (es lo que exige Perú) o de acuerdo a los tratados (que es lo que exige Chile) o de acuerdo al cri-

terio de equidad (como en el recien-te caso de Colombia – Nicaragua). De hecho en estas últimas semanas (y en lo que dure el proceso) el am-biente social, político y militar están en una espera con tensión y se agita cuanto más cerca se está al inicio de las audiencias: las declaraciones de los gobernantes y sus más altos funcionarios adjudicándose ciertos optimismos, los cabildeos entre las clases políticas, alguna que otra declaración con cierto aire de beli-cismo de uno u otro lado, algunos diarios dizque “nacionalistas” cuyas portadas pretenden ser una arenga a defender la integridad de la na-ción y estar preparados por si el otro país patea el tablero son elementos que no dejan de estar presente en estos días, y que son ya parte del fo-lklor político, en medio la población tienen diferentes posturas, de hecho los nacionalismos no nacen en las cúpulas, ni en las clases altas si no en las clases populares que sienten más apego por la tierra y su cultura propia.

Debemos recordar que la creación de las naciones dividió a los pueblos en Latinoamérica, así tenemos a los Shuar (Ecuador y Perú), Aymaras (Perú, Bolivia y Chile), Guaraníes (Paraguay y Argentina), Mapuches (Chile y Argentina), y estos fueron luego utilizados como carnada de cañón en guerras entre estos países, enfrentándolos entre hermanos. El conflicto vecinal Perú – Chile devie-ne de una vieja guerra del siglo XIX (1879 – 1884) en el que Chile ne-cesitaba de territorios para su desa-rrollo, lo cual fue bien aprovechado por el interés que tenía el imperio británico para la explotación de las ricas salitreras que yacían en el terri-torio ambicionado, esto significó la perdida de territorios para Perú. La guerra se cierra en 1929 con el Tra-tado de Ancón (Lima) donde se defi-nen las actuales fronteras terrestres, pero el belicismo y el fomento para ver en el otro al enemigo de toda la vida no desapareció nunca de los discursos militares, de los capítulos

de historia en la escuela primaria y en cuenta competencia deporti-va se lleve adelante. Es obvio que detrás de todo esto siempre hubo una manipulación político – militar, sea para justificar el armamentismo (cuyas compras generan jugosas co-misiones para los comités de com-pras), sea para agitarlo como tema de “interés nacional” por algún go-bernante de turno cuando la situa-ción política interna estaba revuelta. Sin embargo desde los primeros años de la década de los años 90 hacia el presente las relaciones en-tre ambos países han venido cam-biando en lo que se refiere a las relaciones económicas y las conse-cuentes de estas, así tenemos que se está dando un fuerte nivel de Inter-cambio económico, en el cual están corriendo capitales de un país hacia el otro (mayormente de Chile hacia el Perú) esto debido al modelo eco-nómico impuesto en ambos países basado en el liberalismo económi-co lo cual no ha estado exento de mensajes y campañas de algunos sectores ciudadanos contra las em-presas del otro país (especialmente en Perú), pero también de la elimi-nación de una serie de derechos de los trabajadores. También se ha ido acrecentando un fuerte intercambio cultural (mayormente de Perú hacia Chile): en la música (especialmen-te el género tropical), la culinaria, folklore, etc. Notorio también ha sido el libre tránsito de personas y el asentamiento de más de miles de peruanos en diferentes ciudades de Chile. Todo esto llevó a mejorar la relación entre algunos sectores de la población, pero aun así las diferen-cias siempre salen a flote y salta uno que otro conato de bronca, y que es aún perdura la mentalidad belicista inculcada en la temprana formación escolar. Actitud del que tampoco es-tán libres algunos líderes eclesiales en sus diferentes generaciones. En este diferendo está en juego aproximadamente 38,000 kilóme-tros cuadrados de área marítima, la zona es una zona de pesca donde aún hay abundancia de especies de

A propósito del diferendo marítimo entre Perú y ChileHACIENDO DE LA PAZ EL VINCULO DE LA UNIDAD (entre las naciones también)

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peces y cetáceos y muy probablemente recursos en el subsuelo, pero además el aprovechamiento económico de un área mayor por los criterios establecidos en la Convención del Mar, de allí la tenaz defensa que hacen las autoridades de cada lado. En esta situación las au-toridades manifiestan aparentemente diversas aprecia-ciones, el discurso apuntando a la correcta defensa del territorio marítimo y del respeto a los tribunales inter-nacionales está en boca del ejecutivo, así tenemos por ejemplo el mensaje dado por Cecilia Pérez - vocera del gobierno chileno – quien declaró ante un encuentro de la prensa de ambos países: “es necesario defender lo que consideran suyo asumiendo un rol moderador, con sensibilidad, con paz, profundizando en lo que nos une y no en las divisiones que van quedando entre nuestros países hermanos, para mirar el largo plazo a fin de al-canzar una paz verdadera”. Pero los ataques y encendidas defensas están en boca de los congresistas (algunos hasta apelan a un llamado de alerta a las fuerzas armadas), y la difusión del tema y colocación del mismo en la agenda pública (con sus diferentes matices) están presentes en los medios de co-municación. Mientras tanto la información de cómo vie-ne el proceso y las posiciones que se vienen asumiendo respecto a lo que hace el equipo de cada país es algo que se trata a puertas cerradas entre todos los sectores que manejan el poder, generando ciertas tensiones en la población que derivan en una serie de especulacio-nes que lo único que hacen es aflorar las viejas rencillas y reclamos (muy conveniente para los sicosociales). Más allá de los que manejan el poder político y de los que administran los estados han habido encuentros y manifestaciones importantes sobre la situación que se vive que procuran a mirar este hecho como una gran oportunidad histórica para ambos países, así tene-mos que ha habido un pronunciamiento denominado “Llamado a la Concordia” firmado por intelectuales y académicos de ambos países (encabezados por Mario Vargas Llosa y Jorge Edwards) del cual recogemos dos invocaciones:

“… la próxima sentencia del Tribunal de La Haya, en lugar de ser motivo de reservas, reticencias, rumores in-necesarios, de visión estrecha, es una oportunidad para dar un paso positivo en nuestras relaciones, para salir de una vez por todas de la mentalidad del siglo XIX que a veces ha enturbiado nuestro trato y entrar de lleno en una mirada propia del siglo XXI: una mirada solidaria, con proyecto de futuro, que contemple una verdadera in-tegración cultural, científica y económica… servirá para robustecer nuestra voluntad de ver desterrado para siem-pre el odio y la violencia en América Latina.”

“América Latina ha sido la región de las esperanzas postergadas, de las divisiones externas e internas, del atraso, del oscurantismo. Si Perú y Chile comprenden la oportunidad histórica que ahora se les ofrece, la de en-trar en una paz auténtica, de reconciliación verdadera, sin reservas, de amistad constructiva, creadora en todos

los órdenes, contribuirán a cambiar la imagen de Amé-rica Latina en el mundo actual. Y serán un ejemplo de concordia y colaboración regional.”

El mensaje es muy oportuno y atinado pues apunta a superar la práctica perversa que los sistemas educati-vos han ido generando, por décadas, en la mentalidad de mujeres y hombres de nuestros países, de la mano de militarismos y nacionalismos a la cual denominaban “patriotismo”, pero también apunta al deseo de ser buenos vecinos, amigos y aliados. Ha habido también otro pronunciamiento (producto de dos encuentros, Lima y Santiago) de empresarios, ex embajadores y representantes de diversos sectores institucionales denominado “Declaración de Lima” el cual se caracteriza por propuestas más pragmáticas, tales como: programas de intercambio de jóvenes, el fortalecimiento de polos de desarrollo en la frontera, integración energética, política común de migración, la protección de la biomasa marina compartida, celebra-ción de efemérides comunes y, políticas para profundi-zar los vínculos culturales. Terminan con llamado a “…que las relaciones bilaterales deben estar centradas en la búsqueda de la paz y la cooperación…” En los días que completábamos este artículo se dio una reunión conjunta en Santiago de Chile de los Directores y ejecutivos de la prensa de ambos países (y sus gre-mios) con el fin de encarar el tratamiento del tema con un enfoque diferente a la del conflicto y contribuir al buen trato entre ambas naciones y apuntar más bien al tiempo posterior al fallo de La Haya (no se conoce aún declaración alguna).

Tarea de las Iglesias reformadas en este contextoEn este contexto los cristianos y cristianas reformados debemos sentirnos desafiados a contribuir no solamen-te a la creación de un ambiente de paz, cordialidad y buena vecindad sino a comprometernos en que todo ese ambiente sea una realidad concreta y visible en nuestras cotidianidades. Si bien esta reflexión está di-rigida en primer lugar a las iglesias de la gran familia reformada debemos tomar en cuenta que el desafío

Ilustración tomada del diario digital nicaragüense El nuevo diario.com.ni

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quedarían desterradas. Por ello es necesario que las iglesias también nos pro-nunciemos y demos nuestro mensaje conjunto a am-bas naciones, llamando a nuestras autoridades para que con responsabilidad procuren proteger la paz entre nuestros pueblos más allá de los resultados de la corte de La Haya, a que sigan promoviendo la integración en sus diferentes dimensiones y no solamente en el inter-cambio económico que beneficia a los grupos econó-micos, sino también en la lucha empeñada contra la pobreza, en el reconociendo a los pueblos originarios y su debido respeto como tales, a cuidar el medio am-biente que compartimos (desierto costero, montañas y nevados, mar) para que nuestras generaciones lo pue-dan seguir disfrutando. Más allá de la sentencia del tri-bunal nuestros países seguirán existiendo y seguiremos compartiendo los límites, el mismo mar, las familias y todo eso nos une. Hacer la paz, vivir en paz y desarro-llarse en paz después de un largo tiempo de conflicto es posible, un ejemplo lo constituyen hoy la alianza entre Alemania y Francia (más allá de nuestras apreciaciones particulares) y el liderazgo que tienen hacia Europa y el mundo. La invocación paulina para “Poner empeño en conser-var la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz” (Efe-sios 4, 3 BJ) debemos llevarla en todos sus extremos, más allá de los muros de nuestros templos, más allá de las relaciones entre los miembros de nuestras co-munidades reformadas, es necesario que la llevemos a nuestras naciones donde vivimos el día a día junto a miles de personas entre los que se encuentran nuestros compañeros/as de trabajo o de estudios así como veci-nos y vecinas, solo así daremos un real testimonio de ser verdaderamente hijos de Dios. Esto también exige que debamos dedicar un tiempo de nuestras oraciones por la real paz entre nuestras naciones, estar vigilantes ante cualquier amenaza de conflicto para promover la paz y reconciliación, y el compartir entre nuestras comunida-des eclesiales nuestras experiencias y esperanzas hacia la paz, así alcanzaremos nuestros sueños de Latinoa-mérica unida. Pr. ENRIQUE A. ALVA CALLUPESecretario General de la IEP.

está dirigido a todo cristiano o cristiana más allá de sus tradiciones o doctrinas específicas pues la paz (en to-das sus dimensiones) es una preciosa herencia que nos legó nuestro común Salvador Jesús: “La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo” (Jn 14, 27 – NVI), y he aquí el sustento, la paz de Jesús no es una paz de tratados, no es una paz de negociaciones ni menos una paz de obligaciones con-traídas, sino que es una paz que nace desde el corazón de cada persona que acepta y confiesa a Jesús el Cristo y que esa paz debe ser anunciada, proclamada y sobre todo testimoniada, por ello los cristianos evangélicos como ciudadanos de ambos países también estamos llamados a contribuir con nuestro mensaje y nuestras acciones para una paz duradera entre ambas naciones. La práctica y testimonio de la paz es también genera-dora de esperanza para aquellos y aquellas que así lo hacen, así nos lo prometió Jesús en las bienaventuran-zas: “Dichosos los que trabajan por la paz, porque se-rán llamados hijos de Dios” (Mt. 5, 9 – NVI), donde entonces nuestra condición de hijos e hijas de Dios está ligado naturalmente al logro de la paz en todo lugar y en toda ocasión y en todo tiempo. La paz es una de nuestras marcas y debe ser por lo tanto lo que nos iden-tifica como reales hijos e hijas de Dios, no trabajar para la paz sería una negación a esa condición de hijos. A lo largo y ancho del Perú y de Chile viven millones que tienen la condición de Hijos/as y estamos llamados a trabajar por la paz, en unidad y armonía entre nosotros mismos, pero por sobre todo para que la paz sea tam-bién parte esencial de lo cotidiano en la totalidad de ambas poblaciones, como dice parte de aquella vieja canción: “la paz del Señor, la paz del Resucitado, no puede vivir encerrada en sí, debemos de compartirla”

Si cumplimos con dar este testimonio estaríamos tam-bién en el camino de la continuidad y vigencia de las labores proféticas, porque al hacer eso estaríamos pre-parando el camino del Señor quien a través del profeta Isaías nos anunciaba un tiempo nuevo de paz y pros-peridad para las naciones (y esa es nuestra esperan-za): “El Señor mediará entre las naciones y resolverá conflictos internacionales. Ellos forjarán sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en herramientas para podar. No peleará más nación contra nación, ni segui-rán entrenándose para la guerra” (Isaías 2, 4 - NTV). Tiempo nuevo que deviene no como por arte de magia o de la nada, sino que deviene de la tarea continua que hagamos nosotros de anunciar y hacer la paz entre la gente y en los pueblos, tarea que debe conllevar al perdón mutuo, para superar el rencor y la enemistad, que haga posible una reconciliación real, que conlleve al compartir de la tierra y sus frutos, a sonreír en cada encuentro, a ser los primeros en apoyarnos cuando pasemos adversidades ya sea por los desastres natura-les o por acciones fortuitas, a practicar la hospitalidad, y muchas bondades más. Como países tenemos una enorme agenda de trabajo, la cual se hará más visible en estado de paz pues nuestras preocupaciones bélicas

El pasado Jueves 29 de Noviembre los presidentes de Chile y Perú se comprometen a aceptar el fallo de la CIJ. Foto de Reuters

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COMITÉ EJECUTIVO

Gabriela MulderPresidenteIglesias Reformadas en [email protected]@ierp.org.artel

Agnaldo Pereira Gomes VicepresidenteIglesia Presbiteriana Independiente de Brasil [email protected]

Santos Espinoza E.TesoreroIglesia Presbiteriana Costarricense [email protected]

María Jiménez Departamento de Mujeres Iglesia Presbiteriana de Colombia [email protected]

Gustavo QuinteroDepartamento de JóvenesIglesia Presbiteriana de Colombia [email protected]

Myror Jenner Miranda Calderón Teolgía y MisiónIglesia Evangélica Nacional Presbiteriana de [email protected]

Carlos Tamez Justicia y ComuniónIglesia Presbiteriana Costarricense [email protected]@gmail.com/[email protected]

Darío Barolin Secretario Ejecutivo Iglesia Evangélica Valdense del Río de la [email protected]

Iglesias miembro de AIPRAL

Argentina: Iglesia Evangélica del Río de la Plata, Iglesia Evangélica Congregacional de Argenti-na, Iglesias Reformadas en Argentina, Iglesia Presbiteriana Argentina, Iglesia Presbiteriana San Andrés

Bolivia: Iglesia Evangélica Presbiteriana de Bolivia, Iglesia Presbiteriana Independiente de Bolivia

Brasil: Iglesia Cristiana Reformada de Brasil, Iglesia Evangélica Árabe de Sao Paulo, Iglesia Evangélica Congregacional de Brasil, Iglesia Presbiteriana de Brasil, Iglesia Presbiteriana Independiente de Brasil, Iglesia Presbiteriana Unida de Brasil

Chile: Iglesia Presbiteriana de Chile, Iglesia Evangélica Presbiteriana en Chile

Colombia: Iglesia Presbiteriana de Colombia

Costa Rica: Iglesia Evangélica Presbiteriana Costarricense

Cuba: Iglesia Presbiteriana Reformada en Cuba

El Salvador: Iglesia Reformada Calvinista de El Salvador, Caucus Nacional Presbiteriano Hispa-no Latino

Guatemala: Iglesia Evangélica Nacional Presbi-teriana de Guatemala

Honduras: Iglesia Cristiana Reformada de Hon-duras

Mexico: Iglesia Nacional Presbiteriana de Méxi-co, Iglesia Presbiteriana Reformada de México, Iglesia Presbiteriana Asociada-Reformada de México

Nicaragua: Iglesia Morava en Nicaragua

Paraguay: Iglesia Evangélica Congregacional del Paraguay

Puerto Rico: Sínodo Presbiteriano Boriquén en Puerto Rico

República Dominicana: Iglesia Evangélica Do-minicana

Uruguay: Iglesia Evangélica Valdense del Río de la Plata

Venezuela: Iglesia Presbiteriana de Venezuela

Visite la página web actualizada: www.aipral.org

Estimada/o lector/aEstamos revisando constantemente el directorio de nuestra revista La Voz.Es muy importante que ud. nos ayude en la tarea. Es muy simple. Escríbanos un correo electrónico a [email protected] con el asunto “Directorio La Voz” y en el cuerpo del correo electrónico intro-duzca su nombre, tal como aparece en el destina-tario de la revista, y su dirección de correo postal.También puede hacerlo por correo postal a:AIPRAL - Revista La VozVarela 172975100 – Dolores – Soriano - R.O. del UruguayCualquier pregunta no dude en escribirnos.FraternalmenteDarío BarolinDirector

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Remite: AIPRALVarela 1729 - CP: 75100

Dolores - Soriano - R.O. del Uruguay

Tengo las manos ásperas, pero hay pan en mi mesaTengo las manos ásperas pero hay luz en la casaTengo las manos ásperas; me honra su asperezaporque así fueron todas las gentes de mi raza.

No me avergonzó nunca mi heredada pobreza

ni me achicó tampoco la humildad de mi traza:tengo las manos ásperas pero hay vino en la mesa,tengo las manos ásperas pero hay paz en la casa.

Mientras los ricos guantes tú las tuyas enfundas

yo, por llenarme todo de asperezas fecundas,quisiera veinte manos en lugar de estas dos...

pues si pulir un rumbo me dejó tales huellas,

después de haber pulido la luz de las estrellasqué ásperas las manos le habrán quedado a Dios.

Poema de Emilio Carlos Tacconi, Poeta uruguayo (1895-1988)

MANOS ÁSPERAS