Revista así somos nº10 el abrazo navideño ni de compra n

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MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA CULTURA CENTRO NACIONAL DE HISTORIA MUSEO NACIONAL DE LAS CULTURAS A favor de la diversidad y en contra de las desigualdades ¿Qué regalo en Navidad? El Niño Jesús versus San Nicolás La tradición musical navideña Paradura y Busca del Niño Jesús 10 NÚMERO AÑO 4 ¡El abrazo navideño ni se compra ni se vende! NOVDIC 2011

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MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA CULTURACENTRO NACIONAL DE HISTORIAMUSEO NACIONAL DE LAS CULTURAS

A favor de la diversidad y en contra de las desigualdades

¿Qué regalo en Navidad? El Niño Jesús versus San Nicolás La tradición musical navideña Paradura y Busca del Niño Jesús

10NÚMERO

A Ñ O 4

¡El abrazo navideño ni se compra ni se vende!

NOV-DIC2011

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Revista así somos, año 4, Nº 10NOVIEMBRE - DIC IEMBRE 2011

DirectorLuis Adrián Galindo [email protected]

Conse jo Editoria lLuis GalindoCasimira MonasteriosNelly RamosAldemaro Barrios

Coordinac ión editoria lAkaida Libertad [email protected]

Asistente editoria lHarold [email protected]

Diseño gráf icoArgenis ValdezAlejandro César Solórzano

I n f ó g r a f oJorge Luis Galofre

Correcc iónCésar Russian

Fotograf íasNatalia AldanaSusana ArwasFilippo BilottiPierina GarcíaGala GarridoAmilciar GualdrónDaniel Hernández (cortesía del GrupoAfrobarloventeño Caucaucuar)Edgar MartínezNelson Meléndez (ilustración)Edgar MorenoOscar OliveroAkaida OrozcoHarold PalaciosFlor PerozoLuz Marina ParraLuis TrujilloAgromuseo Comunitario Estación El TaborArchivo Fotográfico Fundación Centrode la Diversidad CulturalArchivo Museo Nacional de las Culturas

Fotograf ías portadaSUPER IOR

Músicos de diversas edades se reúnen paracelebrar la Navidad. Estado Mérida.Fotografía: LU I S T RU J I L LO

INFER IOR

Búsqueda del Niño Jesús, representación delpesebre. Municipio Rangel, estado Mérida, 2010.Fotografía: AM I LC I A R GUA LDRÓN

Art icu l istasAldemaro BarriosLaura CarreraCarola ChávezSolangel DíazDaniel MaggiNelson MeléndezLisneida NietoCasimira MonasteriosAkaida OrozcoHarold PalaciosJosé Esteban PérezNelly RamosMagdalena RodríguezBerta VegaArianne VelisEloi YagüeErnesto Yevara

ISSN 1856-8483

Depósito Legal PP200702CS2757

Edic ión 60.000 ejemplares

así somos es una publicación del GobiernoBolivariano de Venezuela, Ministerio del PoderPopular para la Cultura

Av. Panteón, Foro Libertador, edificio ArchivoGeneral de la Nación, 2do. piso, Caracas,Venezuela. Teléfono: (58-212) 509.55.38

[email protected]

Impreso por la Fundación Imprenta de la Cultura

República Bolivariana de Venezuela

VICEMINISTERIO PARA EL FOMENTODE LA ECONOMÍA CULTURAL

Coordinac ión del S istema Masivode Revistas de la CulturaJonathan Montilla

Superv is ión Generalde Diseño Gráf icoDileny Jiménez

El Sistema Masivo de Revistas del Ministerio delPoder Popular para la Cultura está integrado porocho revistas: A Plena Voz, Arte de Leer, AsíSomos, Memorias de Venezuela, Poder Vivir,La Revuelta, La Roca de Crear y Se Mueve.

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¡El abrazo navideño ni se compra ni se vende!Desde el Gobierno Bolivariano y desde los movimientos sociales del país, hemos venido insistiendo en la necesidad de fortale-cer y construir valores sociales fundados en la solidaridad, la inclusión social, la equidad de género, el diálogo de los saberes, elpensamiento plural, la justa inversión económica en los sectores sociales más vulnerables, la integración regional y el respetopor la autodeterminación de los pueblos del mundo.Durante este año 2011, la revista Así Somos, como publicación del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, ha querido

contribuir con la gestación de este país trabajador a través de la edición de seis números dedicados, de manera especial, a temascomo la fiesta colectiva en alerta contra su mercantilización, la fuerza cultural del país vista a través de la diversidad del joropo,la inclusión social y las miradas de la afrodescendencia en Venezuela, tres números que circularon por el país en los meses deenero, marzo y mayo. En agosto, mes de vacaciones colectivas, Así Somos habló sobre la utilización del tiempo libre como mo-mento para la creación cultural, el reencuentro familiar, el conocimiento de nuestro territorio y su población; y en octubre, tiem-po para enfatizar la resistencia de los pueblos ancestrales, se publicó el número dedicado a nuestra diversidad lingüística.Ahora nos encontramos próximos a celebrar la Navidad y el fin de este año, por lo tanto presentamos esta edición de Así So-

mos con 12 artículos, unos enfocados en la reflexión sobre la compra y el gasto irracional durante las fiestas decembrinas, queatentan contra el ahorro y la satisfacción de las necesidades más importantes de nuestras familias; y otros que hacen que nosreencontremos con nuestros sentimientosmás significativos en la Navidad, como lo son el cariño y el respeto por la familia gran-de, aquella que incluye al abuelo y a la abuela, a la madrina, al compadre, a la vecina que sin ser familia consanguínea tambiénnos cuidó y nos dio de comer, a la maestra de escuela y hasta el portugués del abasto. Para todos hay siempre una hallaca paracompartir y un abrazo intenso con el cañonazo.En este número también tratamos sobre la variedad de hallacas que se realizan en nuestro territorio, viva respuesta a la

dinámica de nuestra historia, cultura y biodiversidad, tradición que se fortalece a la par de la creatividad en la elaboraciónde pesebres y la diversidad musical del país que acompaña estas celebraciones navideñas. Sin duda, una gran fiesta colecti-va que arranca desde el 18 de noviembre cuando el pueblo marabino nos acoge para rendirle homenaje a la virgen de Chi-quinquirá y finaliza el 2 de febrero con la fiesta de la Candelaria en varios lugares de Venezuela. Durante este ciclo de ritualesy parrandas el país entero engalana sus trajes más vistosos con los pastores de San Joaquín, el recorrido y velorio del NiñoJesús de Curiepe, los zaragozas de Sanare, los locos de la Vela de Coro, la fiesta del Mono en Caicara, las diversiones orien-tales, las locainas y romerías en varios pueblos andinos, la Busca del Niño y la Paradura, el grito de Carnaval del pueblo ca-llaoense, los giros de San Benito, los chimbángueles del sur del lago de Maracaibo y los vasallos de la Candelaria; solo pormencionar los más conocidos.Estos 12 artículos se acompañan de noticias sobre el avance de los museos comunitarios en nuestro país, esta vez con infor-

mación sobre el Agromuseo Estación El Tabor en el estado Táchira, ejemplo elocuente de la organización popular y la determi-nante decisión de nuestra gente por la valorización de sus saberes agrícolas y la defensa de la soberanía alimentaria. Recomendacionesde libros y sitos en internet para estos tiempos, la Ruta de la Tradición con orientaciones para ir por el país comiendo hallacas,entrevista a Freddy Suárez productor general de Los Tucusitos, y una receta de la sabrosa leche e`burra.Seguramente este diciembre al encender el televisor, una vez más, los medios de comunicación insistirán en presentar una

fantasiosa Navidad con nieve, arbolito, Santa Claus y sus renos, de eso también hay en nuestras casas pero nunca deja de serun adorno. Frente a ello, persiste con tanta fuerza una cultura que corporiza nuestros valores más profundos, de la solidaridady el amor por lo que somos y seguiremos siendo, porque un abrazo navideño, ni se compra ni se vende.

Luis Adrián Galindo C.DIRECTOR DEL MUSEO NACIONAL DE LAS CULTURAS

así somos Nº 10 ¡El abrazo navideño ni se compra ni se vende!

E d i t o r i a lFigurasde

nacimiento.LosChorros,

Caracas,1974.Fotografía:ARCHIVO

AUDIOVISUALCDC

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El Agromuseo Estación El Tabor es unespacio territorial vivo donde se identi-fican a la comunidad, la agricultura y ladiversidad cultural como partes sustan-ciales de nuestra existencia comopueblo, y tiene como base un conjuntode valores autóctonos que conformanla identidad nacional venezolana.

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Todos los años se repite la historia:¿qué regalar a nuestros seres queridosen Navidad? Pensar en el obsequioperfecto es, quizá, la tarea más fácil enesta ardua labor que se complica rápi-damente en un mercado donde las op-ciones son menos diversas y máscostosas.

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En la sección Otras Voces conversamoscon Freddy Suárez, productor generalde la emblemática agrupación musicalLos Tucusitos, la cual arribó reciente-mente a sus 50 años de trayectoria ar-tística alegrando con sus melodías avarias generaciones de venezolanos.

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Las tradiciones navideñas venezolanasestán signadas por procesos históricosde colonización y transculturación. Hoydía las costumbres religiosas pugnanpor permanecer ante el avasallantepoder económico foráneo que pre-tende convertirlas en mera mercancía.

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En la mayoría de las casas se ponentanto el pesebre como el árbol de Navi-dad. Pero como me dijo una amiga: “…elNiño Jesús es el Niño Jesús, no mezcla-mos el pesebre con el arbolito”. Mequedo con lo esencial de la Navidadzuliana y maracucha. Es sobretodo reunión familiar y regalos delNiño Jesús para los niños. Y gaita.Y cohetes y fuegos artificiales…

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Romerías, paraduras, parrandas,aguinaldos, villancicos, juegos yfestejos familiares son expresionestradicionales donde la música es unelemento fundamental que estimulael fortalecimiento de lazos familiaresy comunitarios. Sin embargo, estasmanifestaciones musicales inmersas enel mundo de los medios, el espectáculomasivo y la cultura global se cargan desentidos y significados distintos.

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Diciembre es un mes de cierre de ci-clos y comienzos de otros. Las costum-bres y fenómenos navideños en lasciudades venezolanas dejan ver lo quepara el ciudadano es importante. Lavestimenta navideña es uno de los ele-mentos a los que se le dedica mayortiempo y esmero.

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Es importante darnos cuenta cuandotrascendemos la frontera del rito y pa-samos al consumismo. El primero en-marcado en la tradición de la sociedada la que pertenecemos y el segundocuando nuestras necesidades tomansigno de estatus.

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H o m e n a j e

MORELLA MUÑOZ

Morella Muñoz (Caracas, 29 de julio de 1935).Destacada cantante de música lírica y popu-lar venezolana. Dio sus primeros pasos en elorfeón escolar del liceo Andrés Bello. Consolo 13 años de edad participó en la emisoraRadiodifusora de Venezuela y en el programade televisión El show de las 12, conducido porVíctor Saume.

En el año 1953, ingresó a la Escuela Supe-rior de Música José Ángel Lamas, donde fueformada por maestros como Inocente Ca-rreño, Raimundo Pereira, Juan Bautista Plazay Vicente Emilio Sojo. En 1957, antes de egre-sar de la escuela, formando parte del OrfeónLamas dirigido por Vicente Emilio Sojo, ofrecesu primer concierto de música clásica en la Bi-blioteca Nacional. Posteriormente, realiza es-tudios en Inglaterra, Holanda e Italia, con el finde ampliar sus conocimientos musicales.

Muñoz fue una reconocida intérprete en elámbito de la música tradicional con cancionesindígenas, religiosas populares, melodías in-fantiles, cantos de trabajos, motivos agrarios,cantos afrovenezolanos y composiciones ur-banas contemporáneas. En el campo acadé-mico destacó en la misa, el oratorio, el ré-quiem, la canción de arte, la ópera, entre otros.

Con su inigualable voz, formó parte delQuinteto Contrapunto, grupo con el cual grabósu primera producción de una serie de cinco,en 1962. Entre sus trabajos discográficos des-tacan: Tonadas y aguinaldos venezolanos; Mo-rella Muñoz canta aguinaldos venezolanos;Edición antológica (12 discos), y Morella Mu-ñoz, nuestra voz.

En 1983 participó en la conmemoracióndel Bicentenario de la muerte del Libertador.En 1988 fue la voz inaugural del Primer Pregónde la Navidad Caraqueña, celebrado en la PlazaBolívar de Caracas. Entre 1989 y 1992, se de-sempeñó como asesora del ministro de Estadopara la Cultura.

Su voz se apagó en 1995, pero su legado mu-sical sigue vivo. Actualmente, la Fundación Mo-rella Muñoz trabaja para contribuir con el de-sarrollo de la música y el canto en Venezuela.

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Museo comunitario en el estado TáchiraAgromuseo El TaborEl Agromuseo Estación El Tabor es un espacio territorial vivodonde se identifican a la comunidad, la agricultura y la diversidadcultural como partes sustanciales de nuestra existencia comopueblo, y tiene como base un conjunto de valores autóctonosque conforman la identidad nacional venezolana

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Los primeros pasosEl agromuseo comunitario ubicadoen la aldea El Tabor, en el estadoTáchira, se inauguró en octubre de2010 gracias a la iniciativa de acti-vadores de la Misión Cultura quie-nes, junto al consejo comunal ElTabor y el Museo Nacional de lasCulturas, institución del Ministeriodel Poder Popular para la Cultura,hicieron realidad este espacio deintercambio.Al Agromuseo Estación El Tabor

le antecede el Ecomuseo del Café

en Bramón, inaugurado en 2008también con el apoyo del MuseoNacional de las Culturas. La ideadel agromuseo se afianzó con elpropósito de fortalecer el reconoci-miento de las labores agrícolas enel municipio Rafael Urdaneta. Estapropuesta tomó fuerza en el V En-cuentro de Productores realizadoen Niquitao, San Lázaro y Santiagode Trujillo, estado Trujillo, a travésde los Museos de las Américas.Allí, los venezolanos tuvieron laoportunidad de observar y conocer

las diferentes museologías queexisten en países como Bolivia,Costa Rica, Perú, México, Chile,Nicaragua, El Salvador, Panamá,Cuba. Por Venezuela participaronlos estados Trujillo, Yaracuy, Bolí-var, Distrito Federal, Táchira, Bari-nas, Sucre y Anzoátegui. En cadauna de las ponencias se explicó lamuseología del museo comunitario,sus objetivos, trayectoria, finalidad,importancia, hermandad y vincula-ción con otros museos comunita-rios en el continente americano.El museo tiene como sede princi-

pal una modesta edificación de 56m2 con tres áreas o espacios expo-sitivos. Con este proyecto se buscaabarcar una población de 7.200 ha-bitantes de las 12 aldeas circunve-cinas, 16 planteles educativos, 3liceos, una escuela técnica robinso-niana, una Universidad Bolivariana,un Instituto Universitario de Tec-nología e Informática, misioneseducativas (Robinson, Ribas, Sucre,Cultura), así como la poblacióndesasistida en general y los agricul-tores de la zona. Se pretende asi-mismo influir en él ámbito culturaly educativo, promoviendo activi-dades de formación, vinculacióncon la vida y de pertenencia social.

L i s n e i d a N i e t o Miembro Comité Organizador Agromuseo Estac ión E l Tabor

Sede del Agromuseo Estación El Tabor, estado Táchira. Fotografía: ARC HIVO MNC

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La denominación de agromuseose debe no solo a que el municipioRafael Urdaneta sino todo el en-torno son netamente agrícolas ypecuarios; los habitantes de la re-gión poseen un patrimonio naturaly cultural al mismo tiempo. Deeste modo, el museo armoniza eltrabajo de la agricultura y la críade animales con el quehacer coti-diano; la labranza de la tierra vaunida a la música y a la poesía. Encada sala de exposición se narrauna experiencia con la candidezque solo ellos saben manifestar.Para los pobladores convertir la

aldea El Tabor en un museo signifi-caba tener no solo una sede con ob-jetos antiguos, sino realizar unproyecto en el cual cada habitantede la comunidad estuviese involu-crado y hablase a los usuarios yusuarias de sus experiencias en laorganización de las fiestas, con lasdiversas expresiones artísticas y cul-turales de la región como la música,la artesanía, la gastronomía, los bai-les, los métodos utilizados para criarsus animales, los métodos y técni-cas para sembrar y mantener suscosechas, narrar su historia local, re-latar cuentos de espantos y apareci-dos, anécdotas ocurridas y otroselementos proclives a constituirseen temática del museo.

Agromuseo comunitarioEl Agromuseo Estación El Taborpor su condición comunitaria estádirigido por los propios habitantesde la aldea a través del consejo co-munal. Para los pobladores ha sidouna enriquecedora experiencia queha significado transformar con suspropios esfuerzos un sueño en unhecho palpable a través del estudioy la investigación. La comunidad

aprendió a utilizar la metodologíapara erigir los museos comunita-rios fundamentada en las diferen-cias entre un museo tradicional yuno comunitario: en el modelo tra-dicional todo el trabajo se realizadesde la institucionalidad del Es-tado o la empresa privada, estosbuscan el espacio, presentan la co-lección y no existe una afinidadreal con el entorno cercano. Por elcontrario, el modelo comunitarioapuesta por el trabajo colectivo,desde investigar sobre la historialocal hasta realizar actividades re-creativas y pedagógicas para losusuarios/as.El agromuseo es una nueva mo-

dalidad museística en Venezueladonde el protagonista no solo es lainstitución que apoyó la iniciativasino que se concibe como un tra-bajo en equipo en el que cada unode los habitantes que participan enlas distintas actividades son parteimportante de la propuesta. Lospobladores investigaron, recopila-ron cuentos de espantos y arrieros,buscaron las colecciones, elabora-ron los dispositivos museográficos,acondicionaron el local, prestaronsus áreas de producción y viveros,diseñaron el museo, realizaron bo-cetos y maquetas, elaboraron elguion museológico, redactaron lostextos, es decir, todo lo concer-niente a la museografía de estenuevo espacio de intercambioque se abrió en la comunidad.El museo se constituyó como un

espacio interactivo donde el habi-tante desarrolla actividades con elusuario, no existen barreras ni limi-taciones, sino demostración e inter-cambio de ideas. En esta museologíase toma en cuenta el territorio fun-damentado en el patrimonio natural

Agromuseo Estación El Tabor

El museo es un sitio de reflexión para mante-

ner unida a una comunidad y es a la vez una

puerta para ofrecer productos agrícolas, arte-

sanías y gastronomía, apreciar la riqueza del

paisaje característico de toda la región y sentir

un legado lleno de historia y tradiciones que

enriquecen mucho más el acervo cultural.

El guión museológico que contextualiza el

museo comunitario prioriza los temas y subte-

mas del museo. En lo social, La historia de la co-

munidad: nuestros aborígenes, la invasión

europea, el siglo XX, la fundación y la tenencia

de la tierra. En lo endógeno, Tenencias y carac-

terísticas de la tierra: en la comunidad El Tabor

los terrenos son propios de las familias de la co-

munidad, los suelos son franco-arcillosos con

una pendiente aproximada entre 10 y 40 por

ciento. Posee cuencas hidrográficas importan-

tes como La Marmaja, La Cocoroca, el río Táchi-

ra que colinda entre Venezuela y Colombia. La

agricultura: desde nuestros aborígenes estas

tierras han sido plantadas con diferentes culti-

vos como maíz, trigo, hortalizas, café y frutales

de clima frío (morón, fresa, lulo, curubo). Su

principal rubro en la actualidad es el cultivo del

durazno en sus variedades amarillo criollo y ja-

rillazo. Lo pecuario: desde hace muchos años

en la comunidad existe una variedad de anima-

les como vacunos, caprinos, avícolas, los cuales

han mantenido cada una de las familias por va-

rias generaciones. Artesanía y gastronomía: la

gente de esta comunidad se ha caracterizado

por la curtiembre de cueros y la marroquinería,

el procesamiento de la lana de ovejo, la molien-

da del maíz y trigo para la preparación de comi-

das y bebidas. Cultores de la comunidad: la

aldea El Tabor se ha caracterizado por la música

y la poesía en las faenas de recolección del café

como el Pato Bombeado y el canto de El Aco-

modado. Se recuerda a cultores como Marcos

Mendoza, el poeta; Rosa Julia Ochoa, la hilande-

ra; Ramón Hernández y sus hijos, los músicos

de la comunidad; Efraín Buitrago Garnica, el re-

zandero. Lo económico y cultural: mejor econo-

mía a partir de las actividades culturales, una

buena organización socioproductiva, donde

cada habitante participa y lucha por un benefi-

cio colectivo, calidad de vida de las familias

cumplidas sus metas y sueños.

Fotografía: ARC HIVO MNC

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y cultural, expresado a través deltrabajo agrícola, artesanal y gastro-nómico, así como del ecosistemapropio de la montaña, con ríos,flora y fauna que muestran la afini-dad con el entorno y la diversidadque existe en la cultura de la región.Además, se hace énfasis en la pre-servación de ese patrimonio, en surestauración, reproducción e inven-tario con el fin de resguardarlo.

Rutas del agromuseoEl proyecto trasciende las paredesde la edificación ya que aspira in-corporar espacios de desarrolloproductivo y cultural como casasde artesanos, campos de cultivo,escuelas, centros de recreación yespacios naturales de especial im-portancia como ríos y montañas,pues de ellos depende la subsisten-cia de todos los seres vivos de esteterritorio. Estos espacios estaránseñalizados debidamente para losusuarios locales y foráneos.Se espera que con la creación del

Agromuseo en la aldea El Tabor, lacomunidad rescate sus historias ysaberes de transmisión oral sobrela vida de los habitantes, el espacioterritorial, el procesamiento de loscultivos, sus leyendas, tradiciones,y además se incentive la degusta-ción de la gastronomía local, serealcen los trabajos agrícolas y ar-tesanales, se promuevan espaciosdidácticos, de esparcimiento, enfin, mostrar una experiencia en lacual la gente puede entrar, partici-par, reflexionar y tomar ideaspara acciones futuras.Por otra parte, la instauración de

esta nueva modalidad de museolo-gía comunitaria ha permitido tejer eimpulsar vínculos con las diferentesinstituciones educativas de la zona,bolivarianas y gubernamentales, asícomo en el entorno del municipioRafael Urdaneta y otras localidadesrelacionadas con actividades agríco-

las y pecuarias. Igualmente, ha pro-movido el rescate de la identidadlocal, las labores culturales, las feriasdel maíz, los festivales de la chicha,la feria del durazno y la gastrono-mía en general. Otro elemento posi-tivo que ha sido revelado en elmuseo es la recopilación de la histo-ria local para divulgarla a través dela transmisión oral mediante cuen-tos y obras de teatro.El acondicionamiento de la sede

se ha realizado por etapas ya queno se cuenta con recursos suficien-tes. La comunidad se ha dedicadoa realizar vendimias, ha solicitadodonativos a la Guardia Nacional, lospropios habitantes han apoyado di-rectamente con maderas para cons-truir las ventanas o con otrosmateriales necesarios, así como condinero para cancelar la mano deobra de obreros, carpinteros, electri-cistas, etc. Para este fin la comunidadse organizó en una Junta Promotoraconformada por Manuel Mendoza,Laura Gutiérrez, Josly Mendoza,María Isabel Castro, José DelfínContreras, Lisneida Nieto, MartaVera y Bernardo Sánchez.Para la creación de este proyecto

la aldea de El Tabor ha recibidoapoyo económico y talleres delMuseo Nacional de las Culturas ydel Museo Nacional de Historia,así como para realizar el trabajo deinvestigación, la recopilación de lahistoria local, y la producción delos dispositivos museográficos.

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Se espera que con la creación del Agromuseo en la aldea El Tabor, la comunidad rescate sus historias ysaberes de transmisión oral sobre la vida de los habitantes, el espacio territorial, el procesamiento de loscultivos, sus leyendas, tradiciones, y además se incentive la degustación de la gastronomía local, se realcenlos trabajos agrícolas y artesanales, se promuevan espacios didácticos, de esparcimiento, en fin, mostraruna experiencia en la cual la gente puede entrar, participar, reflexionar y tomar ideas para acciones futuras.

OBJETIVOS DEL AGROMUSEOESTACIÓN EL TABOR

• Promover un espacio dedicado al conoci-

miento, estudio, conservación, valoración, di-

fusión y estímulo del patrimonio histórico y

cultural de la comunidad El Tabor.

• Reconstruir el pasado de la comunidad a

partir de la investigación y reflexión colectiva

a fin de potenciar el trabajo comunitario y las

distintas manifestaciones culturales del lugar.

• Construir colectivamente un espacio que

permita la acción, reflexión y valoración de las

actividades agrícolas y artesanales a través

de la expografía y la museología comunitaria.

• Realizar un registro de los saberes tradicio-

nales existentes para promover la valoración

y difusión del patrimonio y las manifestacio-

nes culturales en la comunidad.

• Determinar, conocer y promover las festivi-

dades de religión popular, el ciclo productivo

para el procesamiento de los rubros agríco-

las y artesanales para impulsarlas desde la

acción de la museología comunitaria.

• Relacionar y coadyuvar las labores docen-

tes de las instituciones educativas de la zona

en las actividades para fortalecer las activi-

dades agrícolas artesanales.

• Promover espacios formativos que posibili-

ten el fortalecimiento y consolidación de las

actividades agrícolas y artesanales.

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Consumir compulsivamenteEspecialmente en los meses de noviembre y diciembre cuandonos pagan las “utilidades” y las “inutilizamos” casi inmediatamentedesprendiéndonos del ahorro y la racionalidad de comprar consentido crítico lo necesario para nuestras vidas, allí es cuando lasreglas del mercado se muestran en todo su esplendor y noescatiman esfuerzos para hacernos comprar lo impensable

A l d e m a r o B a r r i o s Comunicador soc ia l / escr i tor

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Soy por lo que tengoy no por lo que soyDe donde yo vengo se nos enseñóque todos los 24 y 31 de diciembreteníamos que estrenar ropa nueva;justamente en esos días marcadospor una profunda espiritualidad re-lacionada con el renacer, los votoscristianos por la redención y lapaz, aceptábamos entonces queello implicaba vestirse con ropanueva, incluso los más extremosllenaban maleta con trajes nuevosy salían a las calles a dar el felizaño cargando esa maleta comosigno de prosperidad.Entonces no nos percatábamos

del berenjenal de publicidad al quetodos los días estábamos expuestosy que siguen recibiendo los niños,niñas y adolescentes de ahora, sindejar de contar a los adultos que nospersuadían de ir a comprar insumosque realmente no requeríamos parasatisfacer nuestras necesidades hu-manas, y entonces empezamos apreguntarnos de dónde viene esa ac-titud de comprar y endeudarse concréditos que algunas veces superannuestra capacidad de pago.Podemos apuntar que existe un

principio filosófico sencillo que

Las multinacionales, a través de la publicidad,motivan el consumo compulsivo en la sociedad.Centro comercial de Caracas. Fotografía: FILIPPO BILOT TI

orienta ese comportamiento deri-vado del estímulo que generan losmedios de comunicación para con-vencernos muy sugestivamente decomprar y comprar sin tener conqué, se trata de generar en la mentede los ciudadanos y ciudadanas laprimicia de valorar la vida más porlo que se tenga que por lo que se es,es decir “Yo soy por lo que tengo yno por lo que soy”. “Ser o no ser”diría Shakespeare.

Pero hoy día esa premisa alcanzahasta a los animales irracionales omedio racionales como los perrosque en estos tiempos son objetode programas especializados y pu-blicidad para comida canina que loshan convertido en seres imprescin-dibles para la soledad de citadinosy citadinas, matrimoniados o nocon la respectiva secuela que a lasgrandes corporaciones de alimentospoco les interesan las excretas quederivan la gran cantidad de estosanimales que viven en apartamen-tos urbanos. Las calles, las aceras,parques y otros espacios públicossirven de “excusados perrunos” ypara época de Navidad este tipode “cosas” despreciables aumentanporque las promociones navideñasde estos alimentos se incrementan.No conozco ninguna investiga-

ción que haya determinado cuanti-tativamente la cantidad de excretasproducidas por mascotas dejadasen las calles, por ejemplo, de LaCandelaria en Caracas, pero sí re-cuerdo que antes de 1980 podía-mos caminar con descuido sobrelas aceras de las calles del barriomás antiguo de Caracas, hoy, y es-pecialmente en diciembre, si usted

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anda despreocupado por allí puede“cortarse” como dicen en mi pueblo.

La Gestalt y la Bauhaus¿Pero cuál es el origen de esosconceptos o teorías de la persua-sión publicitaria que orientan alconsumidor? Desde que nos en-tregan las promociones en televi-sión, radio, prensa en lapublicidad de exteriores y hastael vecino, como propagandistaingenuo, hasta que nos topamosen los anaqueles de la tienda conlos productos ocurre todo unproceso de complejidades ex-traordinarias al que no termina-mos de entender y que la señora

compradora compulsiva se resis-tirá a comprender.A principios del siglo XX en Ale-

mania se gestó un movimiento depensadores y científicos especial-mente interesados en conocer elcomportamiento del ser humanoante los efectos que producía lapercepción visual, las señales delmundo exterior como fenómenohumano. De allí un grupo de teóri-cos liderizados por los psicólogosMax Wertheimer, Wolfgang Köhler,Kurt Koffka y Kurt Lewin, entreotros, emprendieron experimentosy estudios que lograron determinarlas reglas o comportamientos delser humano ante estímulos visualesy lograron establecer los paráme-tros mediante los cuales nosotrosleíamos al mundo exterior, lo quea su vez permitió conocer las con-ductas y el aprendizaje adquiridosa través de fenómenos culturalescomo, por ejemplo, el de la lectura.Así lograron establecer algunas

reglas que sirvieron a la incipienteindustria de la propaganda polí-tica, primero en los sectores vin-culados a la nuevas propuestassociales y políticas del socialismoy luego asumidas por sectores ra-dicales de derecha para promovery construir figuras tan oprobiosascomo Adolf Hitler.Y precisamente parte de los co-

nocimientos derivados de la Ges-talt fueron, en principio, utilizadospor la Escuela de la Bauhaus enAlemania que alentaba una orien-tación artística novedosa en el usodel diseño gráfico, arquitectónico eindustrial, esta escuela fue clausu-rada luego que los nazis asumieronel poder y muchos de sus integran-

tes fueron deportados a Rusia, In-glaterra y Estados Unidos.En Chicago, Walter Gropius orga-

nizó una nueva escuela basada enlos hallazgos y experiencias de laBauhaus alemana, y desde entonceslos norteamericanos desarrollaronteorías psicológicas del aprendizajebasados en los experimentos de laGestalt que permitieron a las indus-trias y manufacturas convertirse enverdaderos fenómenos del gesto de“inventar”, “vender” y “comprar”objetos para alimentar las gananciasde enormes corporaciones mercan-tiles que hoy se sustentan en la basede inmensos oligopolios capaces decontrolar al mismo gobierno de losEstados Unidos de América.No es que sea malo o bueno com-

prar cosas en diciembre, lo malo esque lo hagamos compulsivamentey a veces hasta sin darnos cuenta.Fíjense cuantos aparatos inútilesguarda en el armario y cuantos hanido a parar a los basureros, objetosque tienen una vida efímera por-que fueron programados intencio-nalmente para durar poco tiempocon la intención de que uno vuelvaa comprarlos.A ello se agrega el tema filosó-

fico “valgo por lo que tengo y nopor lo que soy”, el objeto privasobre el sujeto y eso es una con-tradicción al desarrollo de las ca-pacidades humanas, por aquelloque Marilyn Monroe le dijo al Al-bert Einstein: “Se imagina un hijonuestro, con mi belleza y su inteli-gencia”, a lo que el sabio contestó:“Me imagino una criatura con mifísico y su inteligencia”.

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C O N S U M I R C O M P U L S I V A M E N T E

Ide

as

pa

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ialo

ga

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EL MERCADO Y SUS LEYES

Literalmente lo que nos entregan las corpo-

raciones multinacionales para estimular

nuestros consumos compulsivos, teniendo

como instrumentos de persuasión la publici-

dad, es eso que no puedo darle otro califica-

tivo que no me acerque a lo escatológico o

teologal, pero digamos basura para darle un

sentido menos traumático y despreciable, y

justamente en desecho se convierten estos

insumos al poco tiempo porque a los produc-

tores de “basura” les interesa que duren

poco en nuestras manos para poder crear la

“necesidad” de tener un nuevo producto.

Las claves las determinan las

reglas del mercado que no han escatimado

esfuerzo en hacernos creer que tal o cual

objeto es necesario, que nos hará mejores

personas, que usted será el mejor o la me-

jor, que usted es único o única, que es lo ac-

tual y más nuevo, más confortable, más

bonito o bonita y que sé yo cuántas ofertas

engañosas nos disparan durante todo el

año y que se intensifican especialmente en

los meses de noviembre y diciembre cuando

nos pagan las “utilidades” y las “inutiliza-

mos” casi inmediatamente desprendiéndo-

nos del ahorro y la racionalidad de comprar

con sentido crítico lo necesario para nues-

tras vidas.

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V E N E Z U E L A P L U R A L

navideñoni se

¡El abrazo

comprani se vende!La décima edición de Así Somos trae a sus lectores una surtida selección deinteresantes artículos que muestran el acontecer decembrino venezolano através de diversas miradas que buscan ser apoyo para la reflexión individual yla discusión colectiva, para el fortalecimiento y enriquecimiento de nuestrosaber y sentir.

La Venezuela Plural presenta 12 artículos que reflejan parte de la idiosincra-sia de las venezolanas y los venezolanos que asumen la época de Navidadcomo una celebración, una fiesta, un reencuentro, un abrazo. Estas fechasespeciales están llenas de rituales religiosos y paganos, así como de activi-dades junto a los seres queridos, pero también de una serie de eventos ava-sallantes y desmedidos de los que muchos se vuelven presa. Por este caminose pasean las reflexiones que se presentan en este número y queremos com-partir con los lectores.

Esperamos disfruten esta edición, la última por este año 2011.

¡Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo!

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¿Qué puedo regalar? es la pregunta que me realizo cadavez que quiero demostrarmi afecto en alguna fecha espe-cial; diciembre no es la excepción. Pormimente pasan grancantidad de productos que puedo obsequiar, sobre todo sihoras antes estuve viendo televisión,medio dedifusiónma-sivo que generalmente no involucra la dimensión social yhumana del acto de regalar, por el contrario, banaliza, des-humaniza, aliena, manipula y estimula el consumismo.Cuando de comprar se trata la industria mediática globa-lizada nos conduce a cientos de objetos que seguramen-te no son necesarios ni útiles y cada día se parecenmenosa lo que nos identifica como venezolanos.Recorro las calles del centro capitalino y entro

en contacto real con lo que horas antes obser-vé en los comerciales de TV. Una, dos, tres,diez y hasta veinte tiendas que vendenexactamente lomismo, jugue-tes que succionan el sueldo porcompleto e incitan a la guerra,prendas de vestir diseñadas paracuerpos “perfectos”, guirnaldas quecon solo observarlas nos cubren de es-carcha, chimeneas que “calientan”con llamas de papel de seda y arbo-litos que cantan y abren los ojos cadacinco segundos.En pocas palabras, un mo-

mento para compartir y disfrutar

en familia se convierte en un instante de estrés donde todogira en torno a la pregunta ¿qué regalo enNavidad?A estose suman las individualidades de cada una de las perso-nas a quienes obsequiaré:mimadre (que nada para la casa),mi padre (que nada de licor), mi novia (algo original), y asísucesivamente, especificaciones que complican cada vezmás la búsqueda.Apesar de que tengo la soluciónmuy cerca la he obvia-

do durantemucho tiempo, las creaciones artesanales, tra-bajos donde la contribuciónmanual de quien lo realiza, elartesano, es un componente fundamental.Dichos produc-tos pueden ser decorativos, utilitarios, estéticos, artísticos,

creativos, entre otras características que encierranaspectos culturales, religiosos y sociales.

A continuación se presenta una serie detécnicas que con dedicación y emoción

motivan obras de arte quereviven la importancia delos detalles, las experiencias

adquiridas del entorno son resu-midas y presentadas creativamente.

Decorar con objetos de arcillaDar forma a la arcilla a través detécnicas de modelado, torneado ymoldeado para crear objetos deuso doméstico, decorativo o ce-remonial es lo que se conoce

O P C I O N E S A R T E S A N A L E S

Todos los años se repite la historia: ¿qué regalar a nuestros seresqueridos en Navidad? Pensar en el obsequio perfecto es, quizá, la tareamás fácil en esta ardua labor que se complica rápidamente en unmercado donde las opciones son menos diversas y más costosas

H a r o l d P a l a c i o s Comunicador soc ia l

¿Qué regaloen Navidad?

Fachada realizada con arcilla, objeto ideal para decorar el hogar. Caracas, 2011.Fotografía: HAROLD PALAC IOS

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regalo en Navi-dad? Es una delas técnicas de ma-

yor antigüedad, surgióen esa búsqueda del ser hu-

mano por protegerse de la lluvia,el sol y el frío. Consiste en la extrac-

ción, lavado, pintado y secado de fi-bras que son anudadas y entrecruzadas a

mano, con agujas o telares, para crear mantas, tapi-ces y chinchorros, entre otros.Loswayúu conforman el pueblo indígenamás nume-

roso de Venezuela, y entre sus actividades económicasestá la creación y venta de diversos productos textiles quelos identifican, diferencian y unifican como cultura.En el barrio El Mamón, del estado Zulia, se localiza a

María Mercedes González, artesana wayúu que se vin-culó con el arte del tejido desde los 15 años. Actualmen-te cuenta con 47 años de edad y siente que uno de suslogros es que la comunidad reconoce su trabajo. Realizacamisas para hombres conmúltiples tipos de tejidos,man-tas bordadas o tapizadas—que, como bien las describióMaría, son muy llamativas y pueden ser usadas en dife-rentes ocasiones— y chinchorros, que a diferencia de lashamacas suelen ser más frescos.No obstante, el trabajowayúu no se reduce al área tex-

til, si el cliente se inclina por el lado de la decoración, enel barrio ElMamón se ofrecen otras opciones: las taparasdecoradas y las muñecas wayunqueras, juego principal

como alfarería. Las piezas,después de ser secadas sonllevadas al fuego para con-cluir con el proceso creativo.Inicialmente esta actividad es-tuvo vinculada con la conserva-ción y preparación de alimentos, sinembargo, con el paso de los años tambiénadquirió un carácter ornamental.Por lo antes mencionado es que los trabajos re-

alizados con barro resultan una buena opción para rega-lar: tazas, jarras, platos, ollas, cubiertos y fachadas paradecorar las paredes del hogar son algunas de las piezasque se pueden conseguir a lo largo y ancho del territorio.A través del proceso de búsquedame topé conGinmy

Giulianelli y su esposa Xiomara Pinto, quienes tienen 30años dedicados al trabajo con arcilla. Los creadores,quienes en la actualidad se dedican a la producción de fa-chadas, nacimientos, relojes, entre otros elementos, ha-cenmención a la nobleza del material, el cual les permitecrear diversos objetos. Su trabajo es completamentema-nual y es inspirado por las vivencias del acontecer diario.

Los tejidos wayúu como opciónSi tenemos en cuenta nuestra diversidad como individuoses evidente que nopodemos regalar lomismoa todos, cadaquien tiene características particulares y diferenciadoras.Es por ello que se considera que la textilería podría resol-ver la interrogante planteada a lo largo del escrito: ¿qué

Kattout, también conocidas comomochilas wayúu, son piezasrepresentativas de La Guajira.

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de las niñas wayúu que se aleja por completo de losestereotipos impuestos por los medios de comunica-ción y sirven para transmitir símbolos que identificanla femineidad.

Llevar cueroLas piezas de cuero, el cual es cortado, desbastado, pe-gado y cosido amano para crear bolsos, cinturones, car-teras, cintillos o llaveros, es otro elemento que fácilmentese podría regalar en Navidad.EnGuanare, estado Portuguesa, está Luis Piña, quien se

hadedicado al policromadoy repujadodel cuerodesdehace35 años. El repujado, que consiste en el decorado, a travésde un trabajo de presión en la piel; en combinación con elpolicromado, que es el trabajo de pintura del cuero, le per-mite crear diversas piezas de gran vistosidad.Piña afirma que no elabora objetos en serie. Por más

que realice el mismomodelo de alguna pieza, el troque-lado, el diseño y la decoración son diferentes.

Accesorios de vidrioEn esa búsqueda del regalo idealme topo con PierinaGar-cía, artesana dedicada a la vitrofusión. A pesar de ser untérmino poco difundido, la imponencia y originalidad desu trabajo han logrado quemuchos admiren y adquieran

Collares realizados con la técnica de vitrofusión por Pierina García.Fotografía cortesía: P IER INA GARC ÍA

piezas realizadas con esta técnica que consiste en cortar,pintar y fundir el vidrio para originar objetos decorativos.Portainciensos, portavelas, portarretratos, zarcillos, colla-res, pulseras y anillos, entre muchas otras cosas, son di-señados por García.Cada creacióndependede su estadode ánimo, de lo que

está sintiendo, de lo que vive, por lo tanto, la peculiaridaddel momento invadirá la obra de arte, haciéndola única eirrepetible. Los accesorios paramujeres son realizados conalambres en baño de oro, fibras naturales y piedras semi-preciosas y al igual que las piezas realizadas con otras téc-nicas artesanales cuentan con ese carácter único.Repletas de trabajo e ideas pormaterializar se encuen-

tran lasmanos de estos artesanos que suelen transformarcosas cotidianas en objetos extraordinarios, que a diferen-cia de los productos impuestos comercialmente—en losque escasea la sensibilidad humana porque son creadospor reproducción en serie por grandes maquinarias, o através de la explotación humana—, están colmados devida, respeto y conciencia. Por lo tanto, regalar produc-tos hechos amano, por otros o nosotros mismos, es unaopción genuina que agradará y será de gran valor a quiense le regale.

¿ Q U É R E G A L O E N N A V I D A D ?

PARA REGALAR EN NAVIDAD…

•Ginmy Giulianelli y Xiomara Pinto. Sus creaciones no son distribuidas

al mayor, así conservan su carácter único y personal. Pueden ser adquiri-

dos en Turmero, estado Aragua, calle Carreño, Casco Central, casa 1-A, o

a través de los teléfonos 0244.661.44.35 / 0426.730.61.69.

• La artesanía guajira amplía las opciones a la hora de hacer un rega-

lo útil, especial y único. Si se decide por esta opción se puede dirigir al

barrio el Mamón, en el estado Zulia y comunicarse con la señora María

Mercedes González. Teléfono 0426.667.27.28.

• Luis Piña. Las correas, portachequeras, monederos y portalentes de

este creador artesanal los podemos conseguir en las cercanías de la Pla-

za Bolívar de Guanare, estado Portuguesa, o a través del teléfono

0424.536.68.67.

• Pierina García. Si se inclina por los productos de la vitrofusión pueden

adquirirse en el Paseo Artesanal en Guanare, estado Portuguesa. Teléfo-

no 0414.127.22.90 /[email protected]

Repletas de trabajo e ideas por materializar se encuentran las manos de estosartesanos que suelen transformar cosas cotidianas en objetos extraordinarios,que a diferencia de los productos impuestos comercialmente —en los que escaseala sensibilidad humana porque son creados por reproducción en serie por grandesmaquinarias, o a través de la explotación humana—, están colmados de vida,respeto y conciencia.

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ESENCIA y MAGIAde la NAVIDAD

EL PESEBREM a g d a l e n a R o d r í g u e z Per iod ista

Navidad criolla. Los Chorros, Caracas, 1974. Fotografía: ARC HIVO AUDIOVISUAL C DC

La abuela se inventó un pesebre grande y hermoso en el jardín de su casa,en la calle Blanco Fombona de Cumaná, que adornaba con matas yobjetos sacados de cajas que colocaba todos los años para hacer los

arreglos necesarios para el nuevo nacimiento. A las 12 de la noche del 24colocaba la exquisita figura de madera del Niño Jesús

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La determinación y la sola creencia de un niño salva latradición de la Navidad, el Niño Jesús y los ReyesMagoscon sus regalos y deseos de paz en la tierra…¿cuándo pasaesto?, solamente en diciembre, ¿cómo se hace realidad?,tal vez todo comienza cuando se escoge en la casa el me-jor lugar para diseñar la morada del NiñoDios o pesebrebrillantemente iluminado por una estrella.Es una tradición de los pueblos recordar cada 25 de di-

ciembre el nacimiento delNiño Jesús, hermoso cuento delcristianismo que revive desde tiempos inmemorialesma-nifestacionesmasivas y universales donde cada cultura leva agregando o quitando algo a esta fiesta popular.

Sueños sin restriccionesClaudio Nazoa, en su libroMesas de aguinaldo, con ter-nura y humor explica el misterio que rodea la noche del24 de diciembre en Venezuela: “…y todo el mundo em-pieza amandarme a dormir temprano porque tú vas a ve-nir. Yo les digo que no porque estoy loco por conocerte”.En cuanto a los regalos, como “me parece injusto que to-dos los años viajes con ese perolero encima y en esta casano se te brinde ni café”, se propuso esperarlo con una sor-presa. Pero enseguida surgió el dilema: “Qué aguinaldovoy a darle a ese muchachito”, que él imagina que todo

Nacimiento tallado en madera por Arquímedes Brito. Cumaná, estado Sucre, 2005.Fotografía: OSCAR OLIVERO

se lo puede comprar. Entonces, pensó y pensó… ¡este li-bro! Con todas las recetas que se preparan en diciembre,“que, aunque uno no quiera, es elmesmás bonito del año”,reconoció. Y también le dijo que allá arriba debía ser unéxito editorial, porque sumamá dice “que la comida estápor las nubes”.En su libro, Claudio da recetas creadas a partir de re-

cetas muy antiguas y le dice al querido Niño Jesús queel componentemás importante de la gastronomía vene-zolana es, sin duda, la hallaca. Y que lo que uno no se pue-de perder en estas fechas son las galletas de Jesús, laensalada de gallina, el pan de jamón, el dulce de lecho-za y la torta negra. Le reveló la fórmula de una bebida an-tiquísima que se hace con maíz y papelón.También le comentó la costumbre que tiene la gente

de participar en la construcción de nacimientos y del ar-bolito, después del jaleo que si el arbolito que si el naci-miento. Esa noche su sueño era convertirse junto a sufamilia “…en figuritas de yeso y barro para visitar tu ciu-dad de corcho, de coleto, de vidrio, de ovejitas y de bu-rros pegados con goma, porque hace tiempo, sin querer,se le cayeron a alguien que creía en el niño Jesús”.Otra historia de la Navidad fue contada por Luis Ce-

deño, quien junto a sumujer y sus hijos vive en Santa Te-cla, un pueblo cercano a El Pilar, capital del municipioBenítez del estado Sucre.

Navidad en el oriente venezolano“El 24 de diciembre vamos a la capilla en honor a la Vir-gen de Santa Tecla, construida por una pareja de suizospara rogar por la felicidad, paz y bienestar familiar. Aquíse hace el nacimiento del Niño y se arma el gran parran-dón con cantos e instrumentos hechos por nosotros: untambor de cuero de chivo, cuatro, maracas de totuma re-llenas con semillas de capacho y charrasca.” En su casa,de bahareque y fogón de leña, la familia Díaz acostum-bra a “florear la mesa con hallacas y una cesta navideñacon bolas de cacao, cambur, maíz, naranja, guayaba, po-malacas y flores frescas”. Es una especie de petición paraque todo el año abunden los frutos y alimentos en su ho-gar y en la comunidad.Los Díaz esa noche comparten con sus vecinos paste-

les de carne de cochino, ron con ponsigué y licor de cre-ma de cacao, bebidas que elaboran durante el año yenvasan en botellas para obsequiar a las parrandas que lle-gan y a los amigos. Frente a su casa, al árbol de cacao lecolocan luces y les parece divertidísimo, “ya que aquí no

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hay minitecas”. ¡Amén!, pensé recorriendo con la mira-da ese lugar encantado de grandes árboles, riachuelo, unojo de agua y el silencio rodeando las siembras de ocumochino, cambur, maíz, yuca, ají dulce, palmas de corozo,orquídeas, bromelias, helechos…La Paria de siempre exu-berante y verde.

Tiempo de sensaciones y ritosCon todo y que los tiempos cambian y las costumbresvarían, en el oriente del país persisten los cantos y pese-bres para contar la Navidad. Un proceso creador que seestimula cada año desde las comunidades con acompa-ñamiento de la Casa de la Diversidad Cultural del Esta-do Sucre, con sede en Cumaná, mediante la promociónde talleres para compartir en familia y revivir el espíritunavideño de ayer y hoy.Fue así como en el sector Las Vegas de Santa María,

del municipio Ribero, 12muchachos guiados por Arquí-medes Brito, brillante y exitoso creador de tallas de ma-dera, reconocido y galardonado con primeros premios ensalones nacionales, elaboraron artesanalmente un pese-bre con piezas de gran formato en madera y adornadoalegremente con luces y ramas de palmera con una inmen-sa estrella en el centro. Durante los arreglos en la prime-ra calle de Las Vegas, niños y adultos se congregaron enuna gran parranda comunitaria para cantar aguinaldos.En localidades deYrapa, Yaguaraparo yCumaná el acen-

to estuvo en los cantos de aguinaldos y parrandas o diver-siones pascuales, como también se les denomina a estasdramatizaciones de temática variada que reinterpretan coneuforia y goce la vida cotidiana de estas familias nororien-tales. De allí, La Chiva, La Culebra, La Mariposa, La Si-rena y otras comparsas íntimamente ligadas a su entornoamenizadas con música, poemas y bailes populares.Mientras en la costa arayera fueron las bellas conchas

demar la inspiración para representar este acontecimien-to telúrico, conocido desde los albores de la humanidad,del cual se adueñó el cristianismo así como de otros ri-tos paganos.

En Cerezal, poblado artesanal del municipio Ribero,se hicieron nacimientos de figuras de trapo y en San Fer-nando de Caranapuey, comunidad montesina, las alfa-reras adornaron con piezas de barro cocido hechas porellas, musgos, plantas y florecitas del campo el pesebrede la comunidad. En otras localidades se utilizaron fi-bras de cachipo, maíz y estropajo, entre otros materia-les de la zona, para darle brillo, esplendor y fuerza a lafiesta navideña.El pesebre seguirá siendo ese retablomágico de cálidos

recuerdos que trae a la memoria el deseo de inventar unespacio diminuto o grandote para compartir en familia unanoche bonita, alegre, de luces, colores, sabores, melodíasy querubines que bajan del cielo para anunciar la tan an-helada paz en la tierra a los hombres de buena voluntad. Unsímbolo que preserva elmito de la natividad y sigue trans-mitiendo el deseo de paz y amor entre los pueblos.

Incienso, oro y mirra… dinero, ventas y gananciasEn plena era cibernética y satelital con amenazas de des-trozos en la tierra, es admirable cómo esta historia fabu-losa donde destacan los tres ReyesMagos delOriente consus hermosos presentes —incienso, oro y mirra— parael Niño Jesús tenga sus seguidores, tantos como artistasy soñadores existan en el planeta, así lo recoge la abun-dante iconografía del imaginario popular, casi siempre sa-lido de lo más profundo de la fe y el corazón. Un hechode interpretación infinita que estableció nexos con la es-tética y el arte de los creadores.Sin embargo, la otra vertiente de esta festividad es ha-

berse convertido en importante elemento de la industriay el comercio al considerar que también diciembre esmesde ofertas y demandas de productos que se publicitancomo el regalo ideal para “unas felices navidades”, sacan-do así el mayor provecho del grandioso negocio que esla Navidad en términos del consumo demencial.El poder adquisitivo de hoy no es igual que hace se-

senta años atrás, reconoce Elio Coraspe, un cumanés ex-perto en computación, quien cuenta que en su niñez los

En plena era cibernética y satelital con amenazas de destrozos en la tierra, es admirable cómoesta historia fabulosa donde destacan los tres Reyes Magos del Oriente con sus hermosos

presentes —incienso, oro y mirra— para el Niño Jesús tenga sus seguidores, tantos como artistasy soñadores existan en el planeta, así lo recoge la abundante iconografía del imaginario popular,

casi siempre salido de lo más profundo de la fe y el corazón.

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regalos eran escasos. “Ver una bicicleta rodando eramuydifícil. Los carritos que nos hacíamos eran de lata de sar-dina con un hilito para rodarle y se llenaba de tierra y eseera el juguete tradicional de diciembre.”En Coraspe persiste el recuerdo de que la Navidad es

una de las mejores épocas del año, la cual disfrutó al má-ximo inclinándose por travesuras amables como ir amisademadrugada y luego salir a patinar con sus amigos porlas calles.Los Coraspe todavía hacen el pesebre, ahora algomás

sofisticado con ReyesMagos de cerámica y luces de co-lores en sustitución de las velas. Toda la familia se incor-pora, desde los más pequeños hasta los mayores; unosrompiendo y los adultos arreglando. Se simulan regaloscon sus lazos en cajas vacías, se hacen caminerías con ove-jas y una gruta de cartón con un cielo de estrellas.“La abuela se inventó un pesebre grande y hermoso

en el jardín de su casa, en la calle Blanco Fombona de Cu-

Figuras de nacimiento realizadas en anime. Los Chorros, Caracas, 1974. Fotografía: ARC HIVO AUDIOVISUAL C DC

maná, que adornaba conmatas y objetos sacados de ca-jas que colocaba todos los años para hacer los arreglosnecesarios para el nuevo nacimiento. A las 12 de la no-che del 24 colocaba la exquisita figura de madera delNiño Jesús.” Sus palabras tienen cierto orgullo, porqueeste nacimiento fue reconocido como uno de los mejo-res y siempre despertó expectativas en la familia, veci-nos y visitantes. Hasta el año pasado duró la fantasía deesta abuelita de 94 años, y fue así que los Coraspe se hi-cieron amantes del pesebre, nos comentó Elio.

Derroche de fuegos artificialesDolyOliveira de Paulini narra que su abuelo, a quien to-dos llamaban Dominguito Oliveira Ortiz y quien vivióen la calle Boyacá, fue el primero en iluminar con fue-gos artificiales los cielos de esta ciudad próxima a cum-plir 500 años. “Él hacía cohetes y palmas, figuras hechasde palo largo demadera cuadrada donde pegaba la ima-

E S E N C I A Y M A G I A D E L A N A V I D A D , E L P E S E B R E

¿SABÍAS QUE...?

Cuentan los viejos parranderos de San Francisco que era tradición en Cumaná esperar con alegría la llegada de la primera parrandita deaguinaldos, condición sine qua non para empezar a encender las luces del pesebre y dar la bienvenida a las pascuas de Navidad… de allí lacostumbre de instalar el pesebre y preparar las bebidas y dulces con que brindarían a los vecinos y amigos que trajeran la parranda (sabe-res obtenidos de los vecinos de San Francisco. Conversatorio en la Casa de la Diversidad).

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Dato curiosoSe atribuye a San Francisco de Asís la construcción de un

nacimiento en miniatura en 1223, tras visitar la Tierra San-

ta, especialmente el Santo Sepulcro, Nazareth y Belén, con

motivo de Las Cruzadas, una de las guerras más cruentas

llevadas a cabo en el mundo en nombre de Dios.

San Francisco de Asís llenó el pesebre de paja y a su al-

rededor colocó figuritas del Niño Jesús, la Virgen María, la

mula y el buey, los pastores y los Reyes Magos, estos últi-

mos de piel morena como el sultán que prometía la paz y

devolver la Tierra Santa a los cristianos, intento frustrado

por el nuncio papal que emprendió el ataque.

Con el permiso del clero, Asís llevó el belén a la iglesia,

donde lo colocó iluminándolo con velas y de este modo

convirtió la Navidad en una fiesta de amor y de luz cuyo

encanto radicaba en adorar al Niño Dios. Antes solo se ce-

lebraba con una misa cantada.

Esta breve historia pasa por marcadas etapas como el

colonialismo, referencia sobre europeos, indígenas, africa-

nos y el resultado de una sociedad plural, multiétnica, de

inmensa riqueza cultural: la venezolanidad.

Para seguir leyendo...

ARETZ, ISABEL.Manual de folklore venezolano. Caracas, MonteÁvila Editores, 1980.

GONZÁLEZ LEÓN, ADRIANO. Del rayo y de la lluvia. Caracas,Contexto Audiovisual-Pomaire, 1991.

HERNÁNDEZ, TULIO. Atlas de tradiciones venezolanas. Caracas,Fundación Bigott, 1998.

NAZOA, CLAUDIO.Mesas de aguinaldo. Caracas, Ediciones Maríadi Mase, 1986.

Para empezar a disfrutar la Nochebuena con la emoción de reunirse con las personas que seama, se preparan con antelación los adornos para las puertas, centros de mesa, tarjetas, dulces,manjares, confección de regalos, juguetes, música, bebidas y, principalmente, la estrella colgadaen lo más alto de la casa, pensando en fantasías que de pronto brillan con alegría y afectomientras se intercambian los saludos de bienvenida de familiares, amigos e invitados.

gen del santo patrono, alrededor de la cual colocaba co-hetes y lucecitas, entre otras figuras pirotécnicas que bajoun original sistema de activación se disparaban simultá-neamente.” “Tal derroche de luces para iluminar con ex-plosiones de formas y colores el cielo se encendía paranavidades y en honor a Santa Inés, patrona de Cumaná”,dice chispeante y sonriente Doly, quien continuó seña-lando que uno de sus hermanos, ingeniero civil, tras lashuellas del abuelo, inventó una cohetera a partir de untubo demetal de 24 dispositivos concebido para que unachispa los hiciera salir uno atrás otro y se armara el granalboroto. En verdad Cumaná y los pueblos del orientedel país por todo y nada lanzan cohetes. Inclusive hayun pueblo que vive de fabricar cohetes de gran tamaño:Guaybero en Río Caribe.Hoy día lamayor delicia de grandes y chicos sigue sien-

do reproducir la escena del nacimiento de Jesús con acen-tuada sensibilidad. Tener todo listo para vivir en familiay entre amigos la gran noche de la Navidad.Para empezar a disfrutar la nochebuena con la emo-

ción de reunirse con las personas que se ama, se prepa-ran con antelación los adornos para las puertas, centrosde mesa, tarjetas, dulces, manjares, confección de rega-los, juguetes, música, bebidas y, principalmente, la estre-lla colgada en lomás alto de la casa, pensando en fantasíasque de pronto brillan con alegría y afectomientras se in-tercambian los saludos de bienvenida de familiares, ami-gos e invitados.

Nacimiento en tela realizado por Amada Rojas, hija de Berta Vargas. Cerezal,estado Sucre, 2010. Fotografía: OSCAR OLIVERO

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¿De dónde viene la Navidad?La celebración de la Navidad proviene de una costumbrepracticada en Babilonia—ciudad de la antiguaMesopo-tamia, hoy situada en Irak, a 110 kilómetros al sur de Bag-dad— que luego se trasladó a la Roma cristiana católica.Durante el Imperio romano, el acontecimiento social másimportante eran las celebraciones de Saturno. Estas serealizaban el 25 de diciembre durante el solsticio de in-vierno. En el año 350, el Papa Julio I decidió la conmemo-ración del nacimiento de Jesucristo en esa fecha con el finde atraer al cristianismo a los romanos sin que abando-naran las saturnales. Con igual fin el emperador romanoConstantino I, el Grande (siglo IV), se convirtió al cristia-nismo e impuso el 25 de diciembre comodía de fiesta cris-tiana. De estemodo implementó un festival religioso quepretendía convertir a los paganos en cristianos.EnVenezuela la conmemoración de laNavidad se desa-rrolla durante el proceso de colonización con la evan-gelización que impuso las creencias religiosas de losconquistadores y jugó un rol importante en el domi-nio y transculturación posterior.Desde entonces la fies-ta navideña fue adquiriendo gran arraigo popular paracelebrar laNatividadonacimiento de Jesús deNazaret, sím-bolo del catolicismo, y aún hoy reproduce cada diciembrela representación plástica de nacimientos o pesebres en lasiglesias y hogares así como en las escuelas, institucionesoficiales, comerciales, empresas y espacios públicos.La fiesta religiosa se inicia el 2 de diciembre con el pe-

ríodo de adviento que prepara para conmemorar el naci-miento de Jesús el 24 de este mes y culmina el domingosiguiente de la epifanía con su bautizo. En nuestro país es

S o l a n g e l D í a z Educadora / espec ia l ista en Lectura y Escr i tura

Las tradiciones navideñas venezolanas están signadas por procesos históricosde colonización y transculturación. Hoy día las costumbres religiosas pugnan porpermanecer ante el avasallante poder económico foráneo que pretende conver-tirlas en mera mercancía

El Niño JesúsSan Nicolásversus

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la festividadmás importante del año, no solo porque abar-ca todo el ámbito nacional, sino también porque la tra-dición popular la prolonga durante el mes de diciembrepara recibir el Año Nuevo hasta la epifanía, el 6 de ene-ro, con la llegada de los Reyes Magos. Incluso, su espí-ritu semantiene hasta el 2 de febrero, día de la Candelaria,cuando se desmonta el nacimiento. Esta celebración hasufrido notorias transformaciones. Hoy día se mantienecomo una fiesta religiosa de tradición popular bastantetrastocada por la influencia de símbolos culturales ajenosy la actividad comercial.

El nacimiento del NiñoLa palabra pesebre, también llamado belén, portal o pa-sitos en otros países de habla hispana, proviene de la vozlatina praesepe que significa pesebre, establo, caballeriza,corral, cuadra, etc. Se dice que el primer nacimiento fuemontado por San Francisco de Asís en la nochebuena de1223, en una cueva cercana a la ermita deGreccio (Italia).En la actualidad la construcción de nacimientos adop-

ta estilos, técnicas, materiales y elementosmuy diversospara adaptarse a los diferentes contextos de la geografíay cultura de cada región. Así, en los nacimientos venezo-lanos se incorporan componentes propios como plantas,animales, riachuelos e incluso viviendas diferentes a lasde la antigua Palestina.

A pesar de la influencia cultural exógena, la construc-ción de nacimientos sigue siendo uno de los acontecimien-tos significativos de las fiestas navideñas. Su exhibiciónes apreciada no solo por su sentido religioso, sino tambiénpor su valor estético y como tradición popular. En ellos lapresencia del Niño Jesús es básica. Es costumbre colocarsu imagen en el pesebre, o destaparla, después de la lle-gada de la Navidad, a partir de las 12 de la noche del 24de diciembre. También es fija la colocación deMaría, José,la mula y el buey. Los demás elementos suelen variar deacuerdo con la creatividad: los pastores, los tres ReyesMa-gos con sus ofrendas, los ángeles, la estrella de Belén, ca-sitas coloniales o de techos rojos y ovejas, entre otros.El momento del nacimiento del Niño Jesús es celebra-

do con una cena familiar cuyos platos varían de acuer-do con el nivel socioeconómico. De manera que en lamayoría de los hogares es característico saborear diver-sas hallacas, panes de jamón, pernil de cochino, ensala-da de gallina o pollo, tortas y roscas navideñas, entre otros.En cambio, en las familias clase media ymedia alta tien-de a incorporarse componentes gastronómicos propiosde otras latitudes como el pavo o pato relleno al hornoy sus acompañantes y postres. En algunos lugares del países un acontecimiento que se acompaña con arrullos, can-tos y rezos. Así ocurre por ejemplo en Curiepe, donde el

Santa Claus es símbolo del capitalismo en el mundo, ha sido utilizado comoherramienta comercial.

Imagen del Niño Jesús en el pesebre del cultor Félix Vera Monsalve. Tinaquillo,estado Cojedes, 2011. Fotografía: FLOR PEROZO

En Venezuela la conmemoración de la Navidad se desarrolla durante el proceso de colonización con la evan-

gelización que impuso las creencias religiosas de los conquistadores y jugó un rol importante en el domi-

nio y transculturación posterior. Desde entonces la fiesta navideña fue adquiriendo gran arraigo popular

para celebrar la Natividad o nacimiento de Jesús de Nazaret…

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nacimiento de Jesús está asociado a la tradición popularconocida como la Entrada del Niño Jesús deCuriepe quienretorna a su lugar luego de una travesía festiva por los na-cimientos de varios poblados de la regiónmirandina. Deigual forma es tradicional en algunas regiones en los An-des y en la parroquia La Pastora de Caracas hacer naci-mientos vivientes como el que se realiza cada 6 de eneroen el Camino de los Españoles.

Santa ClausPor otra parte, la figura de San Nicolás, tan ajena a nues-tra cultura, proviene de un obispo del siglo IV a quien lehan dedicado más de 2.000 templos en todo el mundotanto oriental como occidental. Este personaje nació enPatara, Licia, región perteneciente a la actual Turquía. Allíse le llamóNicolás deMyra. También se le conoce comoNicolás de Bari, región de Italia a donde fue desplazadopor la invasión musulmana y vivió hasta su muerte. Deorigen adinerado y educado en la fe cristiana, puso su for-tuna al servicio de los pobres. Es el santo patrón de Gre-cia, Turquía, Rusia y la Lorena (Francia). En Europa, estepersonaje sustituyó progresivamente a las deidades pa-ganas y se usó su imagen para imitar su práctica dadivo-sa con los más necesitados.En el siglo XX, este personaje, popularmente llamado

Sinterklaas en los países bajos, dio origen enNuevaAms-terdam, colonia holandesa de Estados Unidos, a SantaClaus o Papá Noel (del francés, derivado del latín natalis,natal). A lo largo de su historia se le asoció con el PoloNor-te, los gnomos, los renos que tiran de un trineo para re-correr el mundo repartiendo regalos.En 1931, la multinacional norteamericana Coca-Cola

globaliza comercialmente al personaje vistiéndolo con suscolores corporativos. Este hecho ha desviado la valoraciónde laNavidad comouna actividad comercial contribuyen-do al desplazamiento de su sentido religioso originario.A causa de esta influencia en muchos hogares venezola-nos, sobre todo de nivel socioeconómicomedio ymedioalto, o por influencia de padres de origen europeo, se hasustituido al Niño Jesús por SanNicolás. Asimismo, es co-

E L N I Ñ O J E S Ú S V E R S U S S A N N I C O L Á S

De la manera como se vea, la hechura del nacimiento es un símbolo de la tradición navideña que consti-

tuye un componente de profundo arraigo en la identidad cultural venezolana. Armar el nacimiento en mu-

chos hogares es un momento para la reunión, el encuentro y el compartir en familia. Incluso el arbolito tiene

esa significación porque lo importante es la unión familiar.

NACIMIENTO Y ARBOLITO

Producto de la influencia extranje-

ra, y como parte de la transcultura-

ción en muchos hogares —sobre

todo de las zonas urbanas—, la tra-

dición de hacer el nacimiento con-

vive hoy con la de poner el arbolito.

En los pueblos y zonas rurales aún

se dedica mayor tiempo, espacio y creatividad a la elaboración del pese-

bre. Igualmente ocurre con la colocación de los regalos. En este sentido

algunas costumbres han ido cambiando. De manera que unos prefieren

poner los regalos al pie del arbolito y otros cerca del nacimiento. Así mis-

mo era habitual, hasta hace pocos años, abrir los regalos el 25 de diciem-

bre. Apenas amanecía se veía a niñas y niños abrir los regalos y constatar

si el Niño Jesús les había traído lo que habían pedido en la carta. Actual-

mente las pequeñas y pequeños de la casa abren los obsequios apenas

tocan las doce, después de la cena, momento en que también los adultos

intercambian regalos en muchos hogares.

Vale destacar que la naturaleza de los regalos responde mayormen-

te a las ofertas del mercado promovidas por la publicidad de los me-

dios de comunicación. Para las niñas, esta oferta la satisfacen las

muñecas de moda de todo tipo, coches, cunas, cocinitas, licuadoras,

ollas, juegos de tacitas, estuches de maquillaje, accesorios para peinar-

se, ropa; escasamente, bicicletas y patines; en otras palabras, todo

aquello que contribuye a formar los valores y roles sociales de la mujer

como ama de casa bella. Para los niños se ofertan principalmente ca-

rros de control remoto, bates, pelotas, balones de fútbol, juegos de vi-

deo, computadoras, patinetas, bicicletas, patines, monopatines,

pistolas, ropa. Varios entre ellos favorecen el desarrollo social, físico y

psicomotor. Otros, si no se usan adecuadamente, pueden promover el

aislamiento social y la violencia. Es poco frecuente encontrar en las

ofertas del mercado juegos de mesa u otros de carácter educativo

como el ajedrez, escrable o las memorias, por ejemplo.

Como parte de las costumbres de la época se pierde el privilegio de

recibir presentes del Niño Dios cuando los niños descubren el origen y

autoría de los obsequios. Sin embargo, en la mayoría de las familias se

sigue asumiendo que los regalos los trae el Niño Jesús para las niñas y

niños que se portaron bien durante el año, que hicieron sus tareas, se

comieron toda su comida, estudiaron, fueron obedientes con los adul-

tos de la familia y no les echaron bromas a sus hermanitas y hermani-

tos menores. Es menos frecuente, pero se pueden observar los efectos

de la transculturización cuando en los sectores populares los presentes

son traídos por San Nicolás.

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Niño Jesús. En pocas ocasiones se dijo que los trae SanNicolás. En esos casos ocurre por la influencia extranje-ra en la familia o no se sabe con exactitud por qué razón. Enalgunas familias donde no hay niños han dejado demon-tar ambos motivos navideños, aludiendo que ya no tie-ne sentido hacerlo.De lamanera como se vea, la hechura del nacimiento esunsímbolode la tradiciónnavideñaqueconstituyeuncom-ponentedeprofundoarraigoen la identidadcultural vene-zolana. Armar el nacimiento en muchos hogares es unmomento para la reunión, el encuentro y el compartir enfamilia. Inclusoel arbolito tieneesa significaciónporquelo importante es la unión familiar. De otromodo, haymuchoshogares, sobre tododeclasemedia-clasemediaalta, entre ellosdeascendencia extranjera, queconservansus tradiciones de origen. También hay otros, bien vene-zolanos, que asumen laNavidad, la decoración, la entregaderegalose incluso lagastronomía,desde las tradicionesyva-loreseuropeosonorteamericanosdesconociendo lospropios.Pero todavía el aspecto mercantilista de los poderes

económicosmarca conmayor fuerza las mutaciones queviene sufriendo la tradición navideña. En consecuencia,las diferentes formas de celebración que resultan del pro-ceso globalizador han venido transformando y modifi-cando el sentido de la tradición. Tal situación favoreceel debilitamiento progresivo de la identidad cultural, sinque parezca haber una clara percepción del proceso, sesustituyen las tradiciones propias, de arraigo popular, porlas foráneas. Ante esta realidad social urge la necesidadde crear las condiciones desde los espacios educativos, cul-turales y de los medios de comunicación oficiales, alter-nativos y comunitarios que contribuyan a detener y revertirel avance de los hechos que amenazan el desarrollo y for-talecimiento de la soberanía cultural, de la conciencia so-cial y de la identidad venezolanas.

mún verlo colocado en las fachadas de casas, edificacio-nes, comercios, avenidas y plazas. También se ha hechousual en esta época del año la difusión de su imagen enpelículas enlatadas de la televisión privada, su represen-tación en vivo en algunos centros comerciales de las ciu-dades más importantes del país y su uso como adorno,junto a una chimenea enmuchos hogares. Incluso, es fre-cuente encontrar a niños y adultos que se toman fotogra-fías de recuerdo con el personaje o con su vestimenta enespacios públicos comerciales. No obstante, los símbolosdel nacimiento y el Niño no han desaparecido. Se man-tienen como tradición popular aunquemuchas veces con-viviendo con los de proveniencia extranjera.

Tradición con arraigoAl conversar con algunas personas de sectores popularesdel centro del país acerca del tema de los regalos navide-ños para los niños y la elaboración del nacimiento se pudoconocer que la mayoría sigue la tradición de poner el na-cimiento. Se hace sobre todo para darle continuidad a latradición familiar y social más que por razones religiosas.Su elaboración obedece en muchos casos a la presenciade niños en la casa. En algunos hogares solo se pone elnacimiento, en otros se coloca tanto el nacimiento comoel arbolito, aunque se destaca que los regalos los trae el

El consumo desmedido que produce la imagen de San Nicolás se observa a travésde su comercialización en diversos productos.

Para seguir leyendo…

El nacimiento y el pesebre, disponible enhttp://www.navidadlatina.com/venezuela/nacimiento.asp(documento en línea. Consultado el 19 de septiembre 2011).

NEGRÓN HERNÁNDEZ, LUIS R. (JR.).Origen del pesebre o nacimiento dela navidad, disponible en www.preb.com/navidad/pesebre.htm(revista en línea. Consultado el 2 de septiembre 2011).

NERIA, IVÁN Y MANUEL ZAVALA ALONSO (EDS.). Artes e historia deMéxico, disponible en http://www.arts-history.mx/banco/index.php?id_nota=16122005153018 (blog. Consultado el 2 deseptiembre 2011).

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¡Venga eseabrazo!

N e l l y R a m o s Psicó loga / Invest igadora y productora cu l tura l

Fotografía: HAROLD PALAC IOS

El ambiente que crea la Navidad aumenta la espiritualidad, lasemociones, los sentimientos y produce un cambio de comportamientoen las personas. El fin de año invita a la gente a dejar lo malo atrás parareconciliarse con los amigos y empaparse de energías nuevas. El calorhumano prevalece y el abrazo funciona como una forma de sentir elcontacto físico entre amigos, familiares, parejas, etc., para expresarafecto. Lo particular de estos cambios es el condicionamiento queproduce el ambiente navideño, supeditando la dimensión de la calidezhumana al siguiente momento de celebración

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En el sinnúmero de expresiones que identifican la cele-bración de la Navidad es ampliamente relevante el cam-bio de comportamiento que se produce en la gente duranteeste período. Navidad y Año Nuevo son dos formas defestejar, sobre cada una giran todos los actos, algunos lascelebraran a lo grande y otros en menor escala, pero dela forma que sea el ambiente cambia de emociones y en-tre lo mucho o lo poco cada quien responde a una diná-mica que se despliega desde ir de compras, la preparaciónde platos, decorar la casa, compartir con familiares y ami-gos, hasta dedicar buena parte del tiempo para la búsque-da de los mejores regalos.La necesidad de expandir calor humano aflora en for-

ma individual y colectiva, acompañada de sentimientosque se hacen presentes como la melancolía, la alegría, lasolidaridad pero también la tristeza. Generalmente el cam-bio de comportamiento estámotivado por asumir que sonlos días propicios para hacer todo el bien que no se ha he-cho durante el año, son días de recapacitación, se pien-sa en aquello que se dejó de hacer y que se podía haberhecho. Unos sonmás nobles, otros intentan reconciliar-se y piensan más en aquel otro que normalmente nadierecuerda en su día a día. El deseo común es recibir un añolleno de esperanzas con nuevos proyectos por realizar,siendo necesario para ello que la relación con nuestros se-mejantes sea sana y llena de pureza.De lo que se trata es de sentirse bien consigo mismo,

todas las acciones estarán dirigidas a alcanzar este deseo.El acto de recapacitar sobre los errores cometidos o sobrelas palabras dichas fuera de tono en algúnmomento y quepor alguna razón pudieron haber afectado a otros y cau-sado la pérdida de alguna amistad, se pone de manifies-to. Estar enojados o en conflicto con alguna persona duranteestas fechas probablemente genere un sentimiento incó-modo que quien lo experimente tratará de solucionarmos-trando su disposición a pedir perdón. Se tiende a optar pordistintas formas de acercamiento, por lo que realizar unpresente o un obsequio funcionará como unmensaje. Losregalos pueden cumplir con varias finalidades y sonmuyoportunos a la hora de ofrecer disculpas para reconciliar-se con los amigos o la pareja.

Los abrazos son necesarios para el bienestar psicológico, emocional y corporaldel ser humano.

El deseo común es recibir un año lleno de esperanzas con nuevos proyectos porrealizar, siendo necesario para ello que la relación con nuestros semejantes seasana y llena de pureza.

El cambio de comportamiento, en sentido general, con-lleva una actitud positiva, sin embargo, puede estar acom-pañado de situaciones que en el plano de los miedos ylos temores limitarían la adecuada percepción de ese cam-bio en la persona. Hay quienes se dedican a responder alsentimiento colectivo llevado por lo que hace el comúnde la gente, mas sin sentir el deseo auténtico de alcanzaruna forma particular de acercamiento, por lo tanto, la al-ternativa de agasajar a otros para sentirse bien consigomis-mo no está en sus propósitos.Otras formas que se evidencian, no solo en Navidad

sino en cualquier momento del año, son las barreras quelamisma gente se coloca: en unos casos conscientes y enotros por trabas que afectan sus formas de comunicación.Por ejemplo, es costumbre en Navidad, el despliegue demensajes de texto anónimos llenos de contenidos de fe,esperanza, armonía y afecto, se trata demensajes sin ros-tro y sin identidad que carecen de la posibilidad de serretribuidos por el agradecimiento y la gratificación de aquelque lo recibe.Una práctica común es el empleo de las siglas

TQM. En este caso no se trata de ahorrar letras y sin-tetizar el mensaje. Expresar abiertamente “te quiero mu-cho”, así sea por escrito, es verse forzado a decir lo quese siente hacia otra persona, es entrar en conflicto en-tre lo que se piensa y lo que se desea hacer, no todo el

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¿Quién no necesita en algún momento de su vida gua-recerse entre unos brazos llenos de ternura? Un prover-bio dice que necesitamos cuatro abrazos diarios parasobrevivir, ocho para mantenernos y doce para crecer.

¿Qué supone dar un abrazo?Dar un abrazo en público no es fácil para todo el mun-do. Requiere que las personas se conozcan, se aprecieny estén dispuestas a mostrar ese cariño ante los demás.A menudo, hay personas incapaces de dar muestras decariño por miedo a parecer débiles o por considerar quees algo privado.Cuando una persona abraza a otra la autoestima se ele-

va. La persona que se siente querida ymerecedora de eseabrazo se siente tambiénmás feliz. No se debe tenermie-do a abrazar ni sentirse intimidado por ello. Pero también

Los abrazos poseen significados positivos y son utilizados, por lo general, enmomentos cargados de emotividad. Fotografía: NATALIA ALDANA

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mundo posee la habilidad para comunicar sus sentimien-tos, por lo tanto, no es fácil correr el riesgo de hacerloy colocar en evidencia ante los demás algo que les re-sulta complicado.

Solo un abrazo para dar“Ok, un abrazo”, “Hablamos luego, un abrazo”, “Nos ve-mos, un abrazo”. Un abrazo es por excelencia una expre-sión popular de cortesía incorporada a la cotidianidad delas personas. Se usa como despedida después de una lla-mada telefónica, para terminar una comunicación, con-cluir unmensaje de texto etc. Verbalmente se le otorganvariadas aplicaciones en las relaciones interpersonales.Como contacto físico entre dos personas, el abrazo,

más allá de cualquier presente o regalo material, no tienecosto alguno, solo calor humano, fuerza, intensidad, tem-peratura, es decir todo un lenguaje que debe ser interpre-tado por el receptor quien debe estar abierto para procesarla calidad del mensaje que se le desea transmitir.Un simple abrazo siempre reanima, nos da la bienveni-

da a casa y nos facilita la despedida, es una forma de com-partir la alegría y losmomentos tristes por los quepasamos.A veces, en estado de tristeza, desconsuelo, pérdida, doloremocional o físico, llenos de abatimiento y desolación, re-cibir un abrazo real y sentido esmás reconfortante queunamedicina, más oportuno que una copa de licor ymás eco-lógico y económico que cualquier gasto de energía.Puede ser solo el modo en que los amigos te dicen

que les agradas por el simple hecho de ser tú. Los abra-zos tienen sentido para todos, para quienes de verdadnos interesan, es la forma perfecta para demostrar elamor que sentimos cuando no encontramos las pala-bras adecuadas.En El libro de los abrazos EduardoGaleano dice que hay

abrazos que se guardan toda la vida, abrazos inolvidables,sentidos y también de los otros, fríos, metálicos, abrazosque no debieron ser.

Aproximarse al momento del cañonazo invade al cuerpo humano de emociones ysentimientos confundidos entre alegría, tristeza, melancolía y arrepentimiento pero,además, el firme deseo de dejar todo lo malo atrás. No puede haber mejor ocasiónpara lograr el bienestar personal que aprovechar la despedida del año abriendo losbrazos enérgicamente en forma de cruz y con voz efusiva e imponente decirle alamigo cercano (dicho ilustrativamente): ¡Venga ese abrazo compadre, feliz año!

¡ V E N G A E S E A B R A Z O !

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hay que aprender a recibir los abrazos, amenudo esmásdifícil saber recibirlo que darlo. El contacto físico adecua-do proporciona salud y bienestar, ayuda a calmar los ner-vios, aliviar las tensiones y fortalecer la autoestima. Otrosabrazos, fingidos, solo envuelven engaño escondiendocuchillos. Un abrazo debe ser una expresión amorosa yrespetuosa hacia los demás, en la que nuestro interés ra-dica en expresarnos de forma honesta, podemos darlo opodemos recibirlo y, en últimas, hacer las dos cosas almis-mo tiempo.

Ropajes de un abrazo en NavidadEntre las múltiples expresiones de afecto que podemosdar y recibir en el período decembrino, el abrazo juegaun papel vital, especialmente el día de Año Nuevo y lossubsiguientes en los que generalmente los saludos con-tinúan amedida que vamos encontrándonos con los ami-gos. Aproximarse al momento del cañonazo invade alcuerpo humano de emociones y sentimientos confundi-dos entre alegría, tristeza, melancolía y arrepentimientopero, además, el firme deseo de dejar todo lomalo atrás.No puede habermejor ocasión para lograr el bienestar per-sonal que aprovechar la despedida del año abriendo losbrazos enérgicamente en forma de cruz y con voz efu-siva e imponente decirle al amigo cercano (dicho ilustra-tivamente): ¡Venga ese abrazo compadre, feliz año!Yasí podrácontinuar repartiendo abrazos durante el tiempo restan-te. Por supuesto que en el fragor de la celebración y la si-tuación del ambiente la gente responde con naturalidady afecto, es obvio que nadie se ha provisto de un abra-zonómetro a fin de diferenciar las calidades, cualidades ysignificados de los abrazos que recibe ymenos aún es elmomento más indicado para ponerse a discriminar en-tre un abrazo y otro.La impredecibilidad del comportamiento humano tam-

bién contemplamanifestaciones caracterizadas por la fal-sedad que se esconde debajo de un abrazo. La expresióndel rostro, los gestos y lasmuecasmuchas veces desmien-ten el discurso verbal o reflejan una disociación entre estey el discurso corporal. Palabras por un lado y gestos porotro lado, ¡nada que ver las unas con los otros!; las pala-bras dicen una cosa y los gestos dicen otra… Entre pala-bras y gestos tiene que haber, en situaciones discursivasnormales, una armonía discursiva, una congruencia. Si noes así, entonces algo anda mal o, de plano, todo el dis-curso es un verdadero fraude.

No obstante, al margen de todas las particularidadesque la Navidad trae consigo, lo que no debemos perderes el placer de imbuirnos en la riqueza espiritual que ellaproporciona, rindiéndole honor al compromiso de abra-zarnos durante los 365 días del año.Después de estas reflexiones solo queda dar a todas

y todos el único regalo que no se puede envolver: un fuer-te abrazo.

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T I P O S D E A B R A Z O S

Al recibir los abrazos de fin de año —ante la falta de un abrazonóme-

tro— podemos tener en cuenta que estos pueden tener alguno de los

siguientes propósitos:

Abrazo conciliador. Posee la particularidad de ser un abrazo que se da

bajo la creencia de que servirá para olvidar viejos roces o diferencias,

otorgándole un sentido de “borrón y cuenta nueva” o “aquí no ha pasa-

do nada”. Estos tipos de abrazo son muy frecuentes en personas que

evaden sus responsabilidades, no asumen sus errores y suponen que

por esta vía tendrán todo resuelto.

Abrazo forzado. Es el dado por presión de grupo, prácticamente por

obligación, porque la persona no tiene otra opción. Muchas veces son

fingidos y sin ningún compromiso emocional. La persona llega a adoptar

actitudes ambivalentes entre lo que expresa su cuerpo y lo que mental-

mente desea.

Abrazo plástico. Característico en personas que abrazan marcando una

distancia desde todo punto de vista. Tocan la espalda contraria con dos

golpecitos dados con la yema de los dedos e incluso con un beso sin co-

locación ni destino. Evitan en lo posible el contacto físico. Las personas

que dan este tipo de abrazo revelan en alguna forma carencias afectivas

sufridas en otros tiempos o bien el resultado de una formación rígida.

Abrazo químico. Es aquel que coloca en la otra persona, energía, afec-

to, sentimiento, intensidad y calor. Muchos son expresados (en el caso

de los hombres) hasta con fuertes palmadas en la espalda. A través del

contacto se trata de expresar estima y respeto. Se alcanza satisfacción

en la comunicación y puede prolongarse con expresiones verbales. Pero

además son personas que pueden abrazar con un gesto, con una pala-

bra, con una actitud e incluso con una sonrisa, pueden valerse de cual-

quier medio para agasajar a otra persona.

Para seguir leyendo…

AIZPURÚA, FIDEL. Navidad, tiempo de abrazos, disponible enhttp://antenamisionera.wordpress.com/2010/01/02/navidad-tiempo-de-abrazos/

Definición de abrazo, disponible en http://definicion.de/abrazo/

GALEANO, EDUARDO. El libro de los abrazos. Buenos Aires, SigloXXI, 1989.

La importancia del abrazo, disponible enhttp://www.ladosis.com/articulo_interno_nd.php?art_id=3511

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En la mayoría de las casas se ponen tanto el pesebre como el árbol deNavidad. Pero como me dijo una amiga: “…el Niño Jesús es el Niño Jesús,no mezclamos el pesebre con el arbolito”. Me quedo con lo esencial dela Navidad zuliana y maracucha. Es sobre todo reunión familiar y regalosdel Niño Jesús para los niños. Y gaita. Y cohetes y fuegos artificiales…

ZULIANO

B e r t a V e g a Docente de L a Univers idad del Zu l ia ( jub i lada)

Barrio Santa Lucía, tradicionalmente llamado El Empedrao. Maracaibo, estado Zulia, 2011. Fotografía: FLOR PEROZO

Navidad con SABORR

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¡LAS ME JORES HALLACAS SON LAS DE MI MAMÁ!

La comida tradicional de esta época incluye hallaca, pernil, ensalada de

gallina y pan de jamón. Los dulces son el majarete, lechosa con piña y

manjar blanco, dulce de guayaba y de hicaco. Y los huevos chimbos. Tam-

bién en algunas casas se hace revuelto de pollo y macarronada. Días an-

tes del 24 las familias se reúnen para comprar los ingredientes y hacer las

hallacas, y eso es una celebración también. Cada familia tiene su propia

receta, su propia manera de hacerla. Pero lo que siempre se oye por esos

días es “¡las mejores hallacas son las de mi mamá!”. Cerveza, ron, whisky,

entre otras, son las bebidas “espirituosas” para regar semejante condu-

mio. Y refrescos para los muchachos. Las familias previsivas suelen tener

preparado, para el 25, un sancocho de gallina para recuperarse de los ex-

cesos. En el sur del lago de Maracaibo los zulianos afrodescendientes

suelen hacer un dulce de arroz con coco y panela. Y en las casas wayúu

no falta la chicha de maíz. Y todo esto, por supuesto, en la casa de mamá.

…los niños hacen sus cartas con sus peticiones con antelación y las colocan en el pesebre o se las entre-gan a sus padres. El 25 vemos a los niños luciendo con alegría sus regalos en las plazas y en las calles dela ciudad; cuando les preguntáis qué les trajo el Niño Jesús vienen corriendo a mostrar sus regalos. A pe-sar de las computadoras y los juegos tecnológicos, todavía en Navidad y fin de año es frecuente ver gru-pos de niños y jóvenes en patines y patinetas recorriendo las calles.

Muñecos de nieve 40º a la sombraNavidad es un sustantivo derivado del verbo nacer y sig-nifica el día en que se celebra el nacimiento de Jesucristoen la tradición cristiana, es decir el 24 de diciembre de cadaaño, pero también el tiempo inmediato a ese día hasta lafestividad de Reyes, el 6 de enero. EnMaracaibo y el Zu-lia, además, el 18 de noviembre se celebra el día de LaChi-nita, la virgendeChiquinquirá, por loquedurante tresmeses—octubre, noviembre y diciembre— la ciudad está en pre-parativos o de celebración.Lo navideño expresa cualidad o accidente; como ad-

jetivo significa lo secundario, lo que no es imprescindi-ble, lo accesorio, en la celebración de la Navidad. Susentido nos refiere a lo perteneciente o relativo a ese tiem-po. Es todo lo que está alrededor de la celebración del na-cimiento del Niño Jesús y lo que se le ha ido añadiendo.Y los añadidos son los que pueden acabar con uno.Porque casi que lo navideño ha opacado la Navidad,

entre esamaraña de lo que no necesitamos para celebrarel nacimiento del Niño Jesús. Desde septiembre, el comer-cio, como lo llamamos en Maracaibo, vende la mercan-cía con la que se supone celebraremos estas fechas.Montañas de cajas de luces o lucecitas, árboles de plás-tico, cintas de colores, bolas y adornos diversos para lascasas, y para usted, invaden la ciudad. Es como el pisto-letazo de ¡salida! para consumir hasta morir lo navideño. Hevisto pingüinos y muñecos de nieve enormes, en estos40˚ a la sombra, “adornando” Bella Vista—la avenida quecruza la ciudad de sur a norte— y donde los políticos quemandan en Maracaibo muestran su concepción navide-ña, desde esa nueva tradiciónmaracucha: las luces de Be-lla Vista. Les cuento que las inclemencias del tiempo ydel tráfico maracucho convirtieron un año a los pingüi-nos y los muñecos de nieve en bolitas de anime regadaspor toda la avenida. Y no puedo olvidar el MickeyMou-se de Rosales, el Prófugo, con su varitamágica dando vuel-tas en Bella Vista con 5 de Julio.

La Navidad zulianaPero me quedo con lo esencial de la Navidad zulianay maracucha. Es sobre todo reunión familiar y regalos

del Niño Jesús para los niños. Y gaita. Y cohetes y fue-gos artificiales… Las nuevas gaitas comienzan a sonara fines de septiembre y ya en octubre están en todaslas radios y en la televisión. Además, se hacen variosconcursos en donde se premian las mejores, según elpúblico y los jurados. También es tradicional que en esacompetencia no todos queden satisfechos y haya crí-ticas y controversias.En la mayoría de las casas se ponen tanto el pesebre

como el árbol deNavidad. Pero comome dijo una amiga:“…el Niño Jesús es el Niño Jesús, no mezclamos el pese-bre con el arbolito”. Así que los niños hacen sus cartas consus peticiones con antelación y las colocan en el pesebreo se las entregan a sus padres. El 25 vemos a los niños lu-ciendo con alegría sus regalos en las plazas y en las callesde la ciudad; cuando les preguntáis qué les trajo elNiño Je-sús vienen corriendo amostrar sus regalos. A pesar de lascomputadoras y los juegos tecnológicos, todavía enNavi-dad y fin de año es frecuente ver grupos de niños y jóve-nes en patines y patinetas recorriendo las calles.El pesebre de Canchancha, en la zona norte de Ma-

racaibo, es quizá el de más larga tradición y parte delpatrimonio cultural de la ciudad. En la casa del señorGuillermo Cifuentes Montiel, desde 1958, el pesebrefue creciendo hasta ocupar todo el patio con amor, tra-bajo y figuras de muchos países. Y plantas, árboles y

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arroyos. Hoy sigue la tradición su hijo, el poeta Nica-nor Cifuentes. Todos los años es visita obligada paralos zulianos.

La mezcla de culturasMucha gente va a la misa de aguinaldo o misa de gallo,amaneciendo el 25, que suele anunciarse con cohetes. To-davía en algunos barrios se hacen concursos de pesebresy en las escuelas concursos de dibujo alusivos al nacimien-to del Niño Jesús. SanNicolás también aparece como par-te de ese añadido navideño, influencia de lo que Verdúllama “el planeta americano”. El ruido proveniente de to-dos los equipos de sonido llena la ciudad con ritmos di-ferentes: gaitas, vallenatos, salsa, guarachas.

Navidad y fin de año dan también para la práctica decostumbres venidas de otras partes en estamezcla de cul-turas. Así que terminar el año con ropa interior amarillase supone que atrae el dinero para el próximo año. Si us-ted quiere viajar saldrá con sus maletas vacías a la puer-ta de su casa y dirá adiós a los vecinos. Si quiere tenerabundancia el año que viene comerá una cucharada delentejas el 31, dicen los árabes asentados en el Zulia. Co-hetes y fuegos artificiales el 31 representan para los chi-nos zulianos abundancia, alegría y vida iluminada.De los tiempos inventados por los seres humanos, los

quemarcan el fin y el inicio de algo suelen reunirnos, con-vocarnos para la solidaridad con los otros, para el abra-zo, los buenos deseos y la alegría. Esa es la Navidad.

Templo de Santa Lucía ubicado en la avenida El Milagro, parroquia Bolívar, estado Zulia, 2011. Fotografía: FLOR PEROZO

Navidad y fin de año dan también para la práctica de costumbres venidas de otras partes en esta mezclade culturas. Así que terminar el año con ropa interior amarilla se supone que atrae el dinero para el próxi-mo año. Si usted quiere viajar saldrá con sus maletas vacías a la puerta de su casa y dirá adiós a los veci-nos. Si quiere tener abundancia el año que viene comerá una cucharada de lentejas el 31, dicen los árabesasentados en el Zulia. Cohetes y fuegos artificiales el 31 representan para los chinos zulianos abundancia,alegría y vida iluminada.

N A V I D A D C O N S A B O R Z U L I A N O

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Niño Jesús de CuriepeCuando te vayas me avisas

Que te voy a regalarUn gorro y una camisa.

V E R S O D E F U L Í A N A I G U A T Á

Llevar la imagen del Niño Jesús en peregrinación por lospueblos vecinos forma parte de la tradición barloven-teña; conformando verdaderos circuitos de fe y amis-tad, en algunos casos estas rutas podían abarcar el espaciode varias entidades. Otrora, el Niño Jesús de TacariguadeMamporal visitaba los pueblos guariqueños, el de ElGuapo iba a oriente, mientras el de Curiepe recorría lacosta. Tradición no exenta de la diatriba entre devotos yautoridades católicas. Iglesia que seguramente jugó un pa-pel importante en la instauración de esta bella expresión

Nuevamente y después de 30 años de ausencia, vuelve el Niño Jesús deCuriepe a recorrer las comunidades de la parroquia Caruao en el lado estedel estado Vargas

Recorrido y encuentro

del NIÑO JESÚS de Curiepe

La imagen de yeso, que reposa en una cuna de madera con vidrio, es adornada con joyas, rosarios y flores. Curiepe, estado Miranda, 2011.

C a s i m i r a M o n a s t e r i o s Invest igadora de l Museo Nac iona l de las Cul turas

Fotograf ías : A R C H I V O M N C

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cultural afrodescendiente donde se conjugan oralidad,religiosidad, espiritualidad, hermandad y solidaridad.

El paseo del Niño JesúsCada año curieperos y curieperas despiden al Niño Je-sús, quien va a su recorrido por los pueblos costeros delmunicipio Brión para meses después recibirlo con al-borozo el 24 de diciembre en el siempre emotivo En-cuentro del NiñoJesús. Nuevamente,y después de 30años de ausencia, vuelve elNiño Jesús de Curiepe a lascomunidades de la parro-quia Caruao en el costadoeste del estado Vargas.En fecha acordada por las

sociedades religiosas organi-zadoras del anual aconteci-miento, los curieperos ycurieperas inician este ritualde despedida, Llevada delNiño Jesús de Curiepe a lacosta conunamisa enhonoral Niño Jesús. Una vez con-cluida la misa, el Niñero oMayordomo toma la cuna(nicho) que contiene la ima-gen del Niño y con ella, alson de la marcha religiosa,hace la señal de la cruz, reve-renciando a los santos patro-nes de la Villa de NuestraSeñora de Altagracia y SanJosé del Valle deCuriepe. Siem-premeciendo la cuna al ritmodelamarcha, dibujando con ella en elaire la señal de la SantísimaCruz, atra-viesa la nave central hasta la puerta, allí re-pite la ceremonia frente al pueblo congregado,mientras

los repiques de campanas y el retumbar de los cohe-tes anuncian a la población que elNiño Jesús se apres-ta a partir para la costa. Así se inicia el recorrido dedespedida por las calles de la población.

El séquito: música, velas y cantosPrecede el cortejo procesional el pendón o estandartedel Niño Jesús, el farolero/a, cercano a él/ella el carga-

dor de la cesta delas limosnas, lospromeseros/as se

ordenan cerca de la cuna es-perando su turno para cargaral Niño (llevar sobre la espal-da la cuna con la imagen),siempre bajo la mirada vigi-lante del Niñero y los sociosquienes ayudan a los y laspromeseras en el cambio de lacuna de uno a otro promese-ro/a. Detrás de este grupo, en-tre fieles y devotos, alternandocon la música de viento (ban-da seca), van los parranderos,ejecutantes de las tamboras, elfurruco, el cuatro, lasmaracas,entonando aguinaldos y pa-rrandas alusivas a Curiepe, alNiño Jesús y a su partida parala costa, acompañados de ungran coro conformado por to-dos y todas. Aún hay quienesllevan velas encendidas, algunosrezan, otros hacen sus peticionesy los más van conversando, ha-ciendo paradas, saludando, por

supuesto no falta el chiste, la anécdo-ta, recuerdos de aquellos y aquellas que

ya no están o sencillamente de los y las quepor una u otra razón no pudieron estar presente en tan

Cada año curieperos y curieperas despiden al Niño Jesús, quien va a su recorrido por los pueblos

costeros del municipio Brión para meses después recibirlo con alborozo el 24 de diciembre en el

siempre emotivo Encuentro del Niño Jesús. Nuevamente, y después de 30 años de ausencia, vuelve el

Niño Jesús de Curiepe a las comunidades de la parroquia Caruao en el costado este del estado Vargas.

R E C O R R I D O Y E N C U E N T R O D E L N I Ñ O J E S Ú S D E C U R I E P E

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importante día, cuando el padre protector del pueblo se ale-ja para visitar a sus hijos e hijas de la costa.Cuando el niño pasa frente a la casa de algún san-

to se repite la ceremonia de reverencia, del mismomodo cuando pasa frente a las instituciones públicascomo la policía los bendice, siempre al son de la mar-cha religiosa entonada por los integrantes de la Escue-la de Música Pablo Rada. Y así, entre bendiciones,marchas, parrandas y aguinaldos el pueblo acompañaal Niño hasta las afueras del pueblo. Anteriormente todoel recorrido era a pie hasta Higuerote, en los tiemposque corren desde la entrada de la carretera de Lagoven,sector El Corozo, hasta la población de La Sabana, elNiño hace su recorrido en vehículo, seguido de una ca-ravana que crece cada año, la cual entre otras innova-ciones exhibe sus “potentes” equipos de sonido. Cosasde la “modernidad”.

Camino a VargasEn su recorrido hacia La Sabana el Niño Jesús con su co-mitiva es esperado con alegría y respeto en cada uno delos pueblos por donde va pasando: Pueblo Seco, Aca-rigua (aún en Barlovento), ya en territorio varguense,Chuspa y Caruao, haciendo pequeñas paradas, lanzan-do cohetes anuncian su llegada. En cada lugar habrá unamesa cubierta con un mantel donde permanecerá solounos minutos. Los integrantes de la caravana se bajan,los viejos amigos y familiares se reencuentran, se salu-

dan con renovadas promesas de estar más tiempo jun-tos al regreso o en hipotéticas visitas. Cada año se in-corporan noveles peregrinos/as, nacen nuevas amistades,nuevas familiaridades.Al mediodía llega a La Sabana, el pueblo sabanero lo

recibe en la calle con alegría y alborozo, allí los músicosdel lugar entonanmarchas y el Niñero repite la ceremo-nia de bendecir al pueblo a su llegada, iniciando el reco-rrido por el pueblo sobre las espaldas de sus devotos quepagan promesas. El recorrido culmina en la iglesia conuna misa, para más tarde ser trasladado a la casa de lafamilia que ofrendará el primer velorio de la jornada.En La Sabana pernoctará y desde allí será trasladado

a las distintas poblaciones de la parroquia Caruao, don-de fieles y devotos pagaran sus promesas cargándolo,entregándole milagros y haciéndole velorios y veladas.Hospedaran al Niñero y su comitiva hasta entrado el mesde noviembre cuando harán el recorrido de regreso y en-tonces corresponderá a los pueblos del municipio Brión(Guayabal, Aricagua, Chirimena, Higuerote, entreotros) rendir culto al Niño Jesús de Curiepe.

El pueblo de Curiepe, bañado en fe y devoción, despide al Niño Jesús y esperaansiosamente su regreso el 24 de diciembre. Curiepe, estado Miranda, 2011.

En La Sabana pernoctará y desde allí será trasladado a las distintas poblaciones de la parroquia Caruao,

donde fieles y devotos pagaran sus promesas cargándolo, entregándole milagros y haciéndole velorios y

veladas. Hospedaran al Niñero y su comitiva hasta entrado el mes de noviembre cuando harán el

recorrido de regreso…

LA HERENCIA AFRICANA

La oralidad fue el gran medio del que se valieron los pueblos africanos

traídos a América en migración forzosa; fue la fuerza de la palabra la

que permitió recomponer la vida de aquellos y aquellas que arranca-

dos de su seno pudieron crear y recrear el mundo, sobre todo su espi-

ritualidad que si bien tiene un fuerte componente religioso, también

tiene un robusto componente social, el colectivo, la necesidad del

otro/a. La fuerza de la palabra fortalece la espiritualidad y la espiritua-

lidad reivindica la palabra.

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ENTRE HALLACAS Y PARRANDASLa música y la gastronomía son expresiones que ratifican nuestra venezolanidad. Las parrandas, los aguinaldos y las gaitas, ritmosmusicales heredados y enriquecidos a través del tiempo, junto a las deliciosas hallacas, vivo ejemplo de intercambio cultural y platoprincipal de nuestra mesa navideña, son símbolos inequívocos de resistencia cultural en época decembrina mostrando rasgosidentitarios fundamentales, así como el arraigo que nos define como venezolanos

• Harina de maízprecocida

• Manteca decochino

• Caldo de gallina

• Onoto• Tocino• Agua• Sal

• Pimentón rojo• Aceite• Tocino• Almendras• Cebolla

• Alcaparras• Aceitunas• Pasas• Encurtidos

en vinagre

Pernil de cochino, gallina, aceite,cebolla, ajo, cebollín, caldo de gallina,pimentón, ajíes dulces, ají picante,vinagre, vino dulce, salsa inglesa,pimienta, sal, harina de maíz, limón,ajoporros, encurtidos, papelón, caldode gallina, mostaza preparada

Fuentes: Investigadores: Laura Carrera, José Esteban Pérez y Antonio Zapata.Tulio Hernández y Miriam Ardizzone. Atlas de tradiciones venezolanas. Caracas, Fundación Bigott, 1998.

Varían según la zona geográfica y la tradiciónfamiliar; cada familia tiene formas diferentesde realizar la preparación, incorporar distintosingredientes y darle su gusto particular. Estogenera una variedad infinita de hallacas, podríadecirse que existe tanta variedad como el númerode familias venezolanas que las preparan.Aquí ofrecemos algunas variantes generalesque dan una somera idea de la diversidadde hallacas venezolanas que pueden existir

LAS HALLACAS

Carabobo

Aragua

Vargas

4

Miranda5

3

2

1

Masa

Plato

Hojas de plátanoEn la mayoría de los estados del país se utilizala hoja de plátano para envolver la hallaca.En Zulia y Paraguaná también se usa la hojade bijao o casupo, parecida al plátano pero más fuerte

LA GAITA, LA PARRANDAY EL AGUINALDO

El cuatro, la charrasca,la tambora y el furroson los instrumentos

principales de la gaita.El furro otorga el nombre

a este género por estarpresente solo en este

tipo de gaita

Mejor conocida como gaita maracaibera, maracucha o zuliana,es uno de los géneros que actualmente acompaña nuestrascelebraciones navideñas. Es producto de un ampliomestizaje y una profunda influencia citadinaque la diferencia de sus coterráneas, comola gaita de tambora y la gaita perijanera

GUISO

MASA

ADORNOS

EL AGUINALDO LLANERO

En la región oriental convergen diversos instrumentoscon los que se interpretan los aguinaldos y parrandasnavideñas. El tambor, el furruco, las maracas y el cuatroson instrumentos comunes, a los cuales, según la región,se sumarán la guitarra, la mandolina o bandolín, los pitoso carrizos y el charrasco o charrasca. Es representativode este género un solista acompañado por un coro

En el aguinaldo llanero se puede hablar de dos estilos.Uno, donde la voz solista interpreta versos dedicadosa lo divino y se realiza la música con los instrumentosque se utilizan en otros ritmos de la región, y un segundoestilo que viene influenciado por el medio y los tiemposmodernos, donde la conformación grupal imita modelosobservados en la televisión

EL AGUINALDO ANDINOAguinaldos, villancicos y romances conforman la ancestralherencia musical aguinaldera de los Andes, dondelas interpretaciones navideñas se hacen ante los pesebresy durante el acompañamiento de las tradicionalescelebraciones de búsqueda y paradura del niño

La música navideña de los estados centrales y partedel estado Cojedes es la parranda, en cuya letra puedehaber referencias a lo humano y/o divino. Hacia las costasde Aragua y Carabobo, en el Distrito Capital y estadoMiranda, el estilo de la parranda hace notarla influencia africana, el ritmo es tan aceleradoy estimulante, que recuerda los golpes de tambor.Los aguinaldos, por lo general, poseen un contenidodedicado a lo divino. Debido a la presencia mediática,la agrupación Los Tucusitos se convirtióen el modelo a seguir

EL AGUINALDO ORIENTAL

CENTRALESINGREDIENTESDE LA HALLACAPOR REGIONES

LA PARRANDA: REGIÓN CENTRAL

LA GAITA DE FURRO

HALLACA TRADICIONAL

Mandolina

TamborFurruco

Bandola llanera

Violín

Guitarra

Guitarra

Cuatro

Cuatro

Cuatro

Cuatro

Charrasca

Charrasca

TamborFurruco

Furro (Furruco)

Maracas

Maracas

Se elabora generalmentecon harina de maízcoloreada cononoto, el cualle da esa tonalidadanaranjada tancaracterística

Charrasca

Tambora

Cuatro

Disrito Capital

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Masa consistente

• Harina de maízprecocida

• Manteca• Maiz pelado

• Harina de maízprecocida

• Manteca• Onoto

• Harina de maízprecocida

• Manteca• Onoto

• Mantequilla• Agua• Caldo de gallina

• Mantequilla• Agua• Caldo de gallina

• Mantequilla• Agua• Caldo de gallina• Onoto

• Cebolla• Aceitunas• Pasas• Alcaparras

• Tocino• Pimentón

• Cebolla• Aceitunas• Pasas• Alcaparras

• Cebolla• Pimentón• Aceitunas• Alcaparras• Encurtidos

• Pasas• Papas sancochadas• Huevos

sancochados

• Tocino• Pimentón

Gallina, manteca de cochino, tomate,cebollas, pimentón, agua, comino, carnede cochino, carne de res, vino,pimienta, ají

Carne de res, carne de cochino, tocino,ajo, cebolla, cebollín, pimentón, tomates,alcaparras, caldo de gallina, comino,orégano, pimienta, vino dulce, papelón,agua, manteca

Carne de cochino, carne de res, tocino,gallina, garbanzos, vino dulce, ajo, cebollas,pimentón rojo, tomates, ajíes dulces, salde ajo, sal de cebolla, cebollin, pimienta,pasas, aceitunas, alcaparras

INFOGRAFÍA: JORGE L. GALOFRE/ ASÍ SOMOS

Bolívar

Nueva Esparta

Anzoátegui

4

5

3

2

1Táchira Apure

Barinas

Portuguesa

Cojedes

Guárico

Mérida

Trujillo3

2

1

3

Sucre4

Monagas5

2

1

Poco conocida hoy día, se denomina tambiénLa Angostureña. Su nombre obedece

a que podía comerse sin cubiertos. Tiene su origenen los Llanos venezolanos; se llevaba como guarnición

en los viajes hacia Angostura (Ciudad Bolívar)

La carnese dejabamacerandodurante 3 días

Hilos parael amarre

Masa floja

EN CUANTO A LA MASA EN CUANTO A LA FORMAEN CUANTO AL GUISO

Más parecida a la de las arepasy se estira con los dedos

Se estira con cuchara ya quesu consistencia es más líquida

En el estado Zulia hay quieneshacen unas de masade plátano verde

Guiso crudo

Guiso cocido

Son más comunes en las zonasandinas y requieren, por supuesto,el doble de tiempo de cocción

El guiso caraqueño es dulzón,se le añade un toque de papelóny es el que tiene la mayorcantidad de ingredientes

EN CUANTO A LAS CARNES

Es una hallaca rellenade caraotas negrashecha en el estadoTrujillo

Pescado

Caraotas

Son una variantehecha en las regionesorientales del país

ANDINAS LLANERAS ORIENTALES

HALLACA SECA HALLACA DE ARROZL M M J V S D

En casi todo el país

En Lara y Falcón

hallacas de pescado

La “Carabina”

Chivo Res Cochino

Res Cochino

Carne Vinoy vinagre

Se hace cuando sobra guiso.Se coloca el guiso juntocon el arroz crudo sobre la hojade plátano y se continúala preparación corriente

Guiso Arroz crudo

Cuadradas

Rectangulares

Son elaboradas con doscírculos de masa, uno abajoy otro arriba del guiso.Forma común en la zonacentral del país

Son elaboradas con un solocírculo de masa por lo queson de menor tamaño

2 horas

1 hora

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Intimidad pueblerina navideña“Palito en boca”, “hablarse y no contestarse”, “tú sí, yono”… son algunos de los juegos que conocí enmi infan-cia y que practicábamos apenas comenzaba el primer díade diciembre cada año en Titicare, comunidad barquisi-metana. Eran los inicios de un mes que progresivamen-te rompía con la rutina diaria hasta transformarse en unagran fiesta de reencuentro comunitario. Las hallacas, parala familia y los amigos, el pesebre de la casa y el de la co-munidad, las parrandas anunciando la llegada de los bue-nos tiempos: Oí las mujeres bellas / oí los bellos cantares /llegaron las pascuas / se van los pesares…, rezaba la letra delestribillo de un viejo canto que se interpretaba en las pa-rrandas aguinalderas de la época.Cuántas cosas tiene la fiesta de Navidad que la hace

diferente e inolvidable: cantos de aguinaldos,misas de ga-llo, velorios al niño, bailes, la infantil e ilusionada espe-ra de los presentes del Niño Dios y los reyes magos…Aunque hayan cambiado algunas de estas tradiciones,

en el presente, esta alegría semantiene en Titicare y en elresto del país. El aguinaldo impregnado de contenido de-vocional con ingenuos versos dedicados al Niño Divino,María y José, es esencialmente un canto para el intercam-bio con el entorno social más cercano; se cantan aguinal-

dos al pesebre ante las imágenes simbólicas de la nativi-dad, pero también a la familia, a los amigos. Temprano enla madrugada del 25 de diciembre y durante todo el díalos conjuntos visitan las casas de los amigos y la familia parallevarles una parranda (aguinaldo):Óigame compadre / le vinea cantar / póngase la ropa / vamos a parrandear. Los visitadosagradecen ofreciendo gastronomía hogareña de la épocacomohallacas, chichay algunoqueotro dulce obebidapro-pios de la tradición local: si me dan hallacas / dénmela calien-te / porque hallaca fría / enferma a la gente.Música, regalos, hallacas, reuniones, pan de jamón son

solo parte de lo que vivimos en estos días; para que, cre-yentes o no, encontremos un lugar coincidente de rego-cijo y disfrute colectivo.

Levanten pastoresLos cantos de aguinaldo y parranda tienen un sentidointegrador en los pueblos. En los estados Carabobo (SanJoaquín y Aguas Calientes) y Aragua (Chuao y El Limón),son parte de rituales que mezclan la fe, la diversión y laconvivencia comunitaria. Estos cantos son sumanera deentender y expresar la fe. Un ángel recita unos textos ins-pirados en las escrituras bíblicas, los pastores que reci-ben el mensaje siguen la estrella y al son de la música se

Cantores de Paradura en búsqueda del niño perdido. El Vallecito, estado Mérida,2011. Fotografía: LUZ MARINA PARRA

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osNº10•NOV-DIC

2011

J o s é E s t e b a n P é r e zMúsico trad ic iona l ista larense / cursa maestr ía Musico log ía L at inoamericana (UCV)

Romerías, paraduras, parrandas, aguinaldos, villancicos, juegos y festejosfamiliares son expresiones tradicionales donde la música es un elementofundamental que estimula el fortalecimiento de lazos familiares y

comunitarios. Sin embargo, estas manifestaciones musicales inmersasen el mundo de los medios, el espectáculo masivo y la cultura global se

cargan de sentidos y significados distintos

LA TRADICIÓNMUSICAL NAVIDEÑA

DE LA INTIMIDAD PUEBLERINA A LA EXPANSIÓN MASIFICADA

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desplazan por el pueblo: levanten pastores / vamos a Be-lén / que ha nacido el niño / para nuestro bien. El aguinaldoy la parranda tienen prácticamente la misma formamu-sical, la diferencia radica en la instrumentación ya queen la parranda hay predominio de los tambores. Oír es-tos cantos en las voces de sus cultores originales nos per-mite apreciar la naturalidad rítmica y armónica, losmaticesmelódicos tan diferentes a los que podemos apre-ciar en las grabaciones de los conjuntos urbanos sin des-merecer, por supuesto, la bien cuidada estética musicalque les es propia.La resignificación de una manifestación cultural, en-

tonces, es producto demuchos factores. Uno de ellos sonlos intereses creados desde losmedios, los cuales estimu-lan la permanente búsqueda del reconocimiento social desus practicantes, quienes en su interés por alcanzarlo adop-tan nuevas estrategias reubicando su práctica, reseman-tizándola, dándole un nuevo sentido.

Dulce Jesús míoEn los estados andinos la Navidad también genera un am-biente de disfrute colectivo muy especial. La romería depastores, la fiesta de reyes, los locos y locainas, las pa-raduras, así como el robo y búsqueda del Niño (en casitodos los pueblos andinos) son algunas de las tantas ma-neras de compartir la fe y la alegría entre vecinos, dejarde lado las herramientas del duro trabajo agrícola y libe-rar por un tiempo a losmansos bueyes de la pesada yun-ta y la punzante garrocha. Entre los distintos cantos dealabanza al Niño destacan aguinaldos, villancicos y ro-mances:Madre, en la puerta hay un niño / más hermoso queel sol bello / parece que tiene frío / porque viene casi en cueros.La comunidad se aboca a la fiesta siempre teniendo

como símbolo central al Niño, aunque también sonmuy populares las celebraciones a San Benito. Parte de susrepresentaciones incluyen el teatro y el canto: la sagradafamilia, los pastores y soldados romanos e incluso algu-nos representan policías contemporáneos, se unenpara bus-car y rescatar la imagen del niñito desaparecido“misteriosamente” del pesebre de una de las casas veci-nas, San José está muy nervioso / y le preguntó aMaría / ¿Dón-de estará mi niñito? / ¿por qué se lo robarían? al llegar a la casadonde han escondido al niño, y luego de haber recorridodiferentes hogares sin haber dado con él, un diálogo can-tado toma lugar de la procesión cuandopreguntan a los queno han querido abrir la puerta: Señores de adentro / vengo apreguntar / ¿Dónde está ese niño / que no puedo hallar? Y los

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YA LA GAITA CON SU SON, AMIGOS SE ESTÁ EXTENDIENDO

Los cantos de Navidad son expresiones que fortalecen el carácter alegre

y festivo del pueblo, son particularmente hermosos y sus giros, propios

de la originalidad de cada localidad, le dan un aire provinciano y sencillo.

Algunos aguinaldos y parrandas han trascendido la intimidad pueblerina

y se pueden apreciar en las distintas emisoras radiales donde se difunde

la música nacional, no siempre grabados por los intérpretes originales.

Otros géneros como la gaita han adquirido un perfil universal y hasta co-

mercial, siendo transmitidos constantemente por todos los medios de

comunicación y además promovidos por grandes empresas disqueras.

Desde finales de agosto se comienzan a escuchar las primeras gaitas.

Destacan los alegres rasgueos del cuatro, la estridencia metálica de la

charrasca y los roncos quejidos del furruco, mientras voces experimenta-

das lanzan al aire sus nuevas composiciones a la caza del éxito y la añora-

da mención como mejor gaita del año.

Nacida en los patios maracuchos, de familias saladilleras y empedrae-

ras, acogida en cierto momento por el sagrado recinto del padre Vilchez

y bajo la aureola de La Chinita, la gaita es emblema, sonido y símbolo co-

mercial de la Navidad venezolana. Épocas atrás, cuando aún no era cono-

cida como hoy, iniciaba la temporada en un momento del año que quedó

bautizado como “la bajada de los furros” en alusión al momento cuando

los músicos maracuchos echaban su mirada a algún lugar del techo de la

casa para bajar estos instrumentos y otros tantos motivos que fueron su-

bidos el año anterior y con los cuales le darían inicio a la festividad.

Eran momentos íntimos, familiares, los cantadores se colocaban en co-

rro, iban pasándose un pañuelo con lo cual daban el turno a quien corres-

pondía cantar. Sus instrumentos eran sencillos, acústicos y las letras eran

producto de la inventiva de compositores pueblerinos, especie de cronis-

tas y poetas que relataban su cotidianidad rica en personajes pintorescos,

lugares típicos y situaciones de toda índole: Ahí viene la cabra mocha / de

Josefita Camacho / es mocha de los dos cachos / del rabo y las dos orejas.

La gaita se sabe maracucha pero se hace venezolana y se convierte en

carta de identidad y orgullo. Músicos como Reyes “Reyito”, Ricardo Aguirre,

Rafael Rincón González, Rincón Morales, y otros tantos, le dan a la musica-

lidad maracucha una dimensión exportable. Letra y melodía se entrejuntan

y convierten los cantos de provincia en emblemas de identidad, la instru-

mentación sufre algunos cambios y la armonía se torna compleja y electró-

nica. Se hacen realidad los versos premonitorios de una gaita, compuestos

por algún maracucho con el regionalismo bien subido en la década de los

sesenta: ya la gaita con su son / amigos se está extendiendo / y a mí me

está pareciendo / va a llegar hasta el Japón.

El furor gaitero se expande por todos lados, las agrupaciones de gaita

amenizan eventos, programas de TV, fiestas familiares y hasta le cantan a

los pesebres, aún cuando la letra de sus cantos no estuviera emparentada

con la temática bíblica de la natividad. Tener un disco de acetato con los

últimos éxitos gaiteros es la moda, los músicos jóvenes en especial se

aprestan a la nueva sensación decembrina, las tiendas de instrumentos

musicales incluyen nuevos instrumentos en sus vitrinas: charrascas de

metal, furros y tamboras gaiteras, la celebración de un cumpleaños en di-

ciembre podía y puede tener gaita.

En Titicare, mi comunidad, los herederos de los viejos músicos deja-

mos reposando la tradicional tambora colgante, las maracas y la ances-

tral instrumentación de cordófonos larenses para darle rienda suelta a

nuestras emociones rítmicas con una música más acelerada y estimu-

lante que los angelicales aguinaldos.

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de adentro responden: yo no tengo al niño / que a usted le ro-baron / será en otra casa / que al chico dejaron. El diálogo can-tado se mantiene hasta que “los culpables” confiesan queciertamente tienen al niñito en su hogar, seguidamente in-vitan a pasar aMaría y José para que recuperen la imagen,los “secuestradores” son “apresados” y “amarrados” y de-berán pagar una pena que casi siempre consiste en corrercon los gastos de la celebración.Juego, diversión, fe, tradición. Son muchos los moti-

vos que se mezclan y dan sentido a la celebración. Veci-nos y visitantes, entre ellos representantes de entesculturales, sociales y políticos, se dan cita en este gran even-to anual donde se intercambianmodos de valorar y apro-piarse de las manifestaciones tradicionales decembrinas.

Del consumo familiar al consumo masivoEn la década de los cincuenta y sesenta, el aguinaldo comocanto emblemático de la Navidad y del encuentro fami-liar y vecinal, sufre un inesperado impulso hacia otros ám-bitos. De la intimidad del hogar, del recinto sagrado dela capilla o la iglesia, de la parranda larense que se lleva

Músicos llevan de casa en casa la parranda larense. Barquisimeto, estado Lara, 2010. Fotografía: FLOR PEROZO

Desde mediados de la década de los sesenta crece progresivamente la “fiebre gaitera” conagrupaciones como Cardenales del Éxito, Rincón Morales y Gran Coquivacoa, entre otros que

lograron posicionar mediáticamente este género.

de casa en casa a los amigos y familiares en la madruga-da, pasa a ser, progresivamente, un género que suena enemisoras o forma parte del repertorio de un espectácu-lo. Claro, esto sucede con los aguinaldos de la región cen-tral generalmente.La música navideña venezolana ha vivido diferentes

etapas. Los años cincuenta y sesenta fueronmuy impor-tantes, agrupaciones como JesúsMaría y José, Las VocesRisueñas de Carayaca y Los Tucusitos, solo por nombraralgunas, vivieronmomentos de esplendormediático gra-cias a la proyección nacional que le dieron losmedios dedifusión. El aguinaldo se convirtió en emblema musicalen épocas decembrinas.Desdemediados de la década de los sesenta crece pro-

gresivamente la “fiebre gaitera” con agrupaciones comoCardenales del Éxito, Rincón Morales y Gran Coquiva-coa, entre otros que lograron posicionar mediáticamen-te este género.La parranda y los aguinaldos se fortalecen con agru-

paciones como Un Solo Pueblo, Grupo Vera, Macuaya,Convenezuela, Serenata Guayanesa y Los Topo Topo.

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y la gaita comenzaron a confluir fuertemente con otros rit-mos populares bailables como la música del maestro Bi-llo Frómeta y la salsa, que tenía en La Dimensión Latinay Oscar D´ León a algunos de sus máximos exponentesenVenezuela. Almismo tiempo, el espaciomusical de losmedios fue penetrado pormúsicos centroamericanos confenómenos como la Fania y personajes comoHéctor La-voe, Willie Colón y Rubén Blades.Actualmente, nuestras tradiciones no han desapareci-

do como temerosamente se anunciaba tiempos atrás, nolanguidecen, están vivitas y coleando, conviven con otrosgéneros musicales de vieja y demás reciente creación, ymás aún, han encontrado en la tecnología (internet y susredes sociales, por ejemplo) un elemento aliado que lesda impulso. No obstante, los cambios son notorios de-bido a la presencia e intervención de turistas visitantes,instituciones gubernamentales y empresas privadas, asícomo organizaciones sociales, culturales o religiosas decualquier índole que se acercan a las fiestas para promo-ver sus intereses y productos.Por otra parte, algunos de los organizadores o cultores

de estas fiestas tendrán interés en proyectarse, grabar undisco, esto los llevará, quizás, a modificar su música conarreglosmás complejos, replantear algunas de sus figurascoreográficas e incluso su vestimenta, siendo portadoresde una rica experiencia que van transmitiendo a sus igua-les. Tendremos entonces en circulaciónunnuevogrupomu-sical, una forma de que la cultura musical venezolana sedifunda a través de los escenarios y los medios de comu-nicación, y en consecuencia un consumidor que se apro-pia del arte no necesariamente demanera directa,mientrasotro continúa haciéndolo en la privacidad familiar del ve-cindario. Es decir, las distintasmaneras comohacen suyaslas tradiciones los diferentes actores es producto del cam-bio de sentido y significación de su entorno.En la actualidad, la Navidad que nos hacen vivir los

medios de comunicación reflejamuy parcialmente las co-sas que suceden en la vida real, más bien crea sensaciónde infelicidad si no podemos adquirir buena parte de lasofertas que publicitan a través de la figura del barbudobonachón.

Aguinaldos, parrandas y otros ritmos similares ocupan porestos años la atención de las emisoras AM; este fenóme-nomusical inspira y estimula la proliferación de conjun-tos aguinalderos y de parranda en todo el país.La tradición musical navideña venezolana ha pasado

de ser de consumo familiar comunitario a consumoma-sivo nacional, convirtiéndose en una alternativa criolla antela imposición de tradiciones musicales de otras culturasen cuyos contenidos no están presentes los motivos quepor generaciones le han dado significado a nuestra Na-vidad: Jesús,María y José como personajes centrales, ade-más de otros que conforman el contexto gastronómico,social y cultural nacional y son parte de nuestro espíritucolectivo en Navidad como las hallacas, el compartir enfamilia, las parrandas, el pesebre y lasmuy celebradas pa-tinatas de las ciudades.Así lamúsica navideña pasó de ser un fenómeno local

a un acontecimiento nacional. La parranda, los aguinaldos

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REFLEXIÓN NECESARIA

La gaita estará en todas partes con su ritmo alegre y acelerado sirviendo

de marco a la fiesta colectiva que paraliza a todo el país. Pero qué suce-

de con otros ritmos decembrinos como el aguinaldo larense y oriental,

los villancicos andinos, los romances y estribillos de Falcón, por ejemplo.

A ojos de quien solo se entera por la TV o por la radio, estos géneros no

existen, desaparecieron o, en el mejor de los casos, están en vías de ex-

tinción pues desaparecen paulatinamente y necesitan ser “reactivados”.

Si existe otro ritmo nacional que en este momento pueda competir co-

mercialmente con la gaita ese es la parranda, pero resulta inexplicable

que no pueda competir al mismo nivel, aún cuando existan muchas

agrupaciones con incorporaciones electrónicas, vestimenta, voces y

composiciones de calidad en sus estilos. En tanto, los aguinaldos conti-

nuarán siendo parte del intercambio íntimo de la familia aunque segura-

mente alguna agrupación pueda aventurarse y con gran esfuerzo lograr

cristalizar su repertorio en un disco, pero no es común pues hay que en-

tender y obedecer ciertas reglas del mercado.

En mi pequeño Titicare natal las tradiciones ya no son las mismas, han

variado sustancialmente. En algún tiempo, la radio, la rocola y el pick-up,

tiempo atrás, iniciaron el tránsito hacia un cambio en las costumbres de

la comunidad, que luego concluyeron la televisión, el cine y las nuevas

tecnologías en las últimas décadas. Esto ha hecho que la dinámica social

gire en torno a otras prácticas y significados. Si bien el Niño Jesús sigue

ocupando un espacio predominante en la mentalidad de la gente, la fe, la

tradición, las costumbres y el comportamiento colectivo tienen una con-

ducción distinta. Los músicos aguinalderos ya no existen, aunque sí la

costumbre de las hallacas, el regalo navideño, el compartir y los pese-

bres; ahora el acompañamiento musical viene en CD’s que se pueden

comprar en el mercado. Ya no es posible presenciar las agrupaciones de

los viejos aguinalderos que al llegar el día de Reyes cantaban, tal vez con

un sentido muy pesimista en su último verso: Oí las mujeres bellas / oí los

bellos cantares / se fueron las pascuas / quedan los pesares.

Para seguir leyendo…

BARBERO, J.M. De los medios a las mediaciones. Bogotá, ConvenioAndrés Bello, 2003.

GARCÍA CANCLINI, N. Diferentes, desiguales y desconectados.Barcelona, Gedisa, 2006.

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entre rumbasy bonches

Los venezolanos amamos tanto las fiestas que tenemos muchaspalabras para designarlas: tertulia, reunión, agasajo, boda, bautizo,jolgorio, rumba, farra, parranda, convite, guateque, matiné, fiestapatronal, despedida de soltero/a, ¡y pare usted de contar!E l o i Y a g ü e Escr i tor

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Como mi amigo Nelson sabía que se acercaba la fechademi cumpleaños, el otro díame preguntó qué iba a ha-cer para mi fecha natalicia. Entonces me puse a pensary me di cuenta de la cantidad de palabras que tenemosen Venezuela para denominar los diferentes tipos de ce-lebraciones, desde la austera y seria reunión hasta la rum-ba desaforada.Así como los esquimales tienen 14 palabras para de-

signar la nieve—para ellos no hay una sola nieve sinomu-chas clases diferentes— nosotros podemos nombrar lafiesta de distintasmaneras, no sé si de 14 pero por lome-nos una docena de palabras tenemos para ese fin.Fieles a nuestra naturaleza gregaria, toda reunión fes-

tiva puede comenzar en una esquina cualquiera con unbochinche, palabra criolla que significa reunión desorde-nada y ruidosa (es decir: muy venezolana), según elDic-cionario del habla actual de Venezuela de Rocío Núñez yFrancisco Javier Pérez (en adelante lo usaremos para el sig-nificado de los venezolanismos).Recuerdo que en los años sesenta y setenta se usaba

mucho la palabra bonche, que es una celebración espe-cialmente en la que se baila, aunque también es sinóni-mo de broma y diversión, generalmente (una vez más)ruidoso y desordenado. La palabra fue consagrada lite-rariamente por el escritor Renato Rodríguez en su nove-la El bonche.Y es que a los venezolanos nos encanta el ruido. Por

eso toda fiesta que se respete debe tener los siguientes in-gredientes (además de caña y comida): conversaciones al-tas, los chistes subidos de tono o de doble sentido y lamúsica a todo volumen. Y, por supuesto, toda la noche.No podemos vivir sin bulla, bululú, bullaranga, somos bu-llangueros, pues. También es por eso quemuchas fiestasterminan con los vecinos llamando a la policía. Sucedecuando el jolgorio degenera en zaperoco o sampablera,generalmente con riñas y destrozos.Hoy día se usa más la palabra rumba, ya no en la an-

tigua acepción de un baile de origen cubano, sino comosinónimo de fiesta bailable. Y salir de rumba, por supues-to, es ir a bailar o a parrandear, que es divertirse, palabraconsagrada hasta en canciones populares: “esta noche ama-necemos, amanecemos parrandeando…”. O aquella,

Así como los esquimales tienen 14 palabras para designar la nieve —para ellos no hay una solanieve sino muchas clases diferentes— nosotros podemos nombrar la fiesta de distintas maneras,no sé si de 14 pero por lo menos una docena de palabras tenemos para ese fin.

muy famosa de “no estabamuerto, estaba de parranda…”,al parecer del gran músico cubano Ñico Saquito (1901-1982), compositor también de canciones que no puedenfaltar en ninguna rumba, como “Cuidadito compay ga-llo” o “María Cristina”.La palabra farra no aparece en el diccionario mencio-

nado pero sin duda alguna es de origen español y nosotrosla usamos ampliamente. “¿Qué te pasó, estuviste de fa-rra anoche?”, le decimos a un amigo ojeroso y con sínto-mas de estar enratonado, o sea, con resaca y trasnochado.En la actualidad los adolescentes que no tienen per-

miso de sus padres para salir de noche inventaron lasmatinés, que son fiestas bailables que como su nom-bre indica, ocurren a horas tempranas de la tarde. Losniños, por su parte, se divierten en las piyamadas, queson fiestas caseras donde generalmente ven películaso escuchan música.Alrededor de la comida y de la bebida también se or-

ganiza el sentido festivo. Así una parrillita, una cerveza-da, una choripanada o un sancocho, son sinónimos de

En diciembre las parrandas dicen presente cuando se arma el bochinche.

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fiesta al aire libre, donde se cocina lo que se va a comery también puede terminar en canto y baile, especialmen-te si alguno de los invitados tiene habilidadesmusicales.Por supuesto no puede faltar la vinculación con los de-

portes: un juego de beisbol en el estadio, una transmisiónde un juego de “la vinotinto”, una partida de softbol en-tre compañeros de trabajo, una de bolas criollas y hasta unade dominó o de chapita, puede convertirse como por artede magia en una rumba “hasta que el cuerpo aguante”.Asimismo los actos civiles como bautizos, confirma-

ciones, primeras comuniones, y no se diga de los matri-monios. Ahora a la larga lista de rituales familiares quesuelen derivar en rumba, se suman las despedidas de sol-tero, los “baby shower”, una gringada para designar unacelebración, generalmente femenina, con el objetivo derecabar artículos para un bebé a punto de nacer, y hastalos divorcios se han convertido en objeto de celebración.En el calendario festivo nacional hay fechas que no se

pelan para fiestas y son todos aquellas feriados, especial-mente aquellos que incluyen “puente”, es decir un festi-

La Navidad es la época preferida para compartir con los seres queridos, la organización de fiestas es el acontecer diario en el mes de diciembre.

vo cercano a un viernes o lunes. Ahí tenemos carnava-les, semanas santas, las fiestas de San Juan, en junio, y lasfiestas patronales que se celebran en los respectivos te-rruños. Cuando una fiesta se alarga por varios días se ha-bla de que es una “fiesta patronal”.Hay fiestas importadas como Halloween o día de las

brujas, una festividad pagana que algunos aprovechan paraarmar rumbas adicionales.Por supuesto, diciembre es un mes rumbero por ex-

celencia, desde el ritual familiar de hacer las hallacas, has-ta los bailes de fin de año. Gaitas, parrandas y abundantecomida y bebida permiten que estas celebraciones seaninolvidables.Después de mucho pensarlo le respondí a Nelson:—No, sé, pana, será una reunioncita. El presupuesto

no da para mucho.—¿Cómo va a ser? No se preocupe, compadre. Hace-

mos una vaca y listo.Y es que para armar una rumba, el venezolano está

mandado a hacer.

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42 Navidad antañaGuardo demi infancia, como una postal, una imagen dela Navidad, por supuesto es una idealización de una Na-vidad antaña, como en casa éramos mi mamá, mis doshermanos y yo, todas las navidades las pasábamos conmi tía ymis primos.Nos reuníamos alrededor de unamesavestida con unmantel blanco hermosamente tejido en uncomedor espacioso pero íntimo, sobre ella unos cande-labros de velas blancas infinitas, hallacas, pan de jamón,ensalada y ponche, en la habitación contigua, en una rin-conera triangular de madera oscura y aprovechando suforma, improvisada estaba la casita que albergaba el na-cimiento de cerámica con sus cinco figurillas, el Niño,Ma-ría, José, la mula y el buey, ya benditos hacía años atrásen la iglesia; con el tiempo y producto de la exigencia in-fantil atizada por el conocimiento escolar se hizo nece-sario cambiarlo por uno al que se le integraron los ReyesMagos, los camellos y un angelito que tenía escrito en unacinta:Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hom-bres de buena voluntad.Así era nuestra Navidad, una celebración más casada

con el recogimiento, más cercana a la cristiandad ymás,muchomás familiar. Recuerdo de esta imagen el especialénfasis quemimirada infantil hacía sobre la luz de las ve-

las; atracción que aún hoy conservo. Es una imagen re-posada y tierna, sin el estruendo y la algarabía que ac-tualmente matiza, a punta de exageración lumínica yexacerbación etílica, una celebración que ha dejado de sersagrada para banalizarse hasta perder casi todo asideroconceptual y espiritual.

Oda al kitschY es entre otras cosas porque la Navidad se ha converti-do en un papel de regalo, cada vezmás sofisticado, en eldevenir ha sido conducidamás por losmercados y la pu-blicidad y su carácter festivo ha revestido su carácter re-ligioso. Tanto que creemos o nos hemos permitido creerque toda esa imaginería que hoy está en puertas y ven-tanas, que abarrota las ofertas de las grandes tiendas pordepartamentos, es la Navidad; pero es que efectivamen-te es nuestra Navidad.No tengo, aclaro, prejuicio alguno contra las manifes-

taciones o las formas de celebrar extranjeras, son fruto desus sociedades y eso les otorga validez; pero sí me gus-taría mirar con acuciosidad, qué tan cercana, qué tan in-fluenciada o autoimpuesta es esa manía nuestra dedecorar, vestir, inclusive de disfrazar todo alrededor de nos-otros con artificios navideños, abigarrando todo, recargan-

No tengo nada contra la adopción de las comodidades que ofrece la civilización…pero a pesar de ello, me he preguntado por qué, siendo las cosas como son,no damos algo más de importancia a nuestras costumbres y a nuestros gustosy si sería realmente imposible adaptarnos más a ellos.

Y u n i s h i r o T a n i z a k iEl elogio de la sombra

N e l s o n M e l é n d e z Diseñador gráf ico / estud iante UNEY

Los venezolanos nos hemos acostumbrado a ver cómo nuestrasnavidades se han transformado en un derroche de luces, formas y

figuras venidas de todas partes, acrecentadas por la idea comercialde la renovación y el despilfarro, todo sumergido en la embriaguez

de alegría que distingue a las fiestas decembrinas

SOBRE LA LUZ DE LAS VELAS

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do de luces y colores, de brillo y oro-pel, donde lamesura por supuesto notiene cabida, una oda al kitsch. Y estoes a todas luces producto de estamaña de imitar, de seguir corrientesy dejarnos seducir por la publicidad ypor estilos de vida extranjeros, supues-tamente “másmodernos,más glamo-rosos”, que aunados a la idea de lafulana alegría navideña han permiti-do la entrada de cuanto aparatejo, de-tallito, bichito y figuritamercadeablepuede ser puesta sobre mesas y ven-tanas, en la sala y en el baño, por todala casa, en escritorios de oficinas, lo-cales comerciales, plazas, avenidas,postes, sin faltar por supuesto el ben-dito papel de regalo con el que se hanforrado sopotocientas puertas y quetiene el último alarido de esta moda,un Pikachú con gorro de santa.

El señor bonachón en trineoEs sobre esta concepciónde laNavidadque seha generado lamás grande cam-paña de mercadeo de la historia; eseseñor bonachón, quemonta un trineocon 12 renos y que mágicamente re-corre todo el planeta para dejarle rega-los a niñas y niños delmundo—oporlo menos a los que tienen en su casauna chimenea—ha arrinconado, casi inutilizándolo, nadamás y nada menos que al hijo de Dios. La muy conocidamarca de refresco hahechoposible su sueño, y SantaClausestá en Navidad prácticamente en todos los rincones delplaneta, aunque el día 25 sean muchos los niños y niñasque dándose cuenta que no tienen chimenea se percatantambién de que no hay regalo.Aunque esta postura pudiera parecer exagerada, lo cier-

to es que esta alucinante y casi esquizofrénica presenciaha desvirtuado una Navidad, la nuestra. Y entre bonchey manualidades, entre repetir, comprar y recomprar las“cosas lindas” que hacen afuera, además de dejarnos lle-var por una batería publicitaria que cuenta con recursosy medios, una cultura va arropando a la otra, unas “tra-diciones” van suplantando a otras y cuando nos demos

cuenta estaremos celebrando las navidades de alguien, nolas nuestras. Y nos desconoceremos.Ante esta realidad queda una sola respuesta… la me-

sura de lo que es propio, ir cual prosélitos reconfiguran-do el camino de nuestra Navidad y asirnos a la idea deGarcía Canclini (El consumo sirve para pensar. México, Gri-jalbo, 1995) de ensayar una redirección del mercado y elconsumo; siendo y haciendo nuestra mesa, nuestras ca-sas, nuestras calles. Que podamos ver la manifestacióntangible de algo que es realmente análogo a nuestra fe ya nuestro sentimiento, celebrándonos en nuestra digni-dad, ganándonos el amor y la bendición de ese niño queen su grandeza nació en un pesebre simplemente ilumi-nado por las estrellas del cielo.

Ilustración: NELSON MELÉNDEZ

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Jueves 15 de septiembre, 7:00 pm. Este redactor espera-ba el autobús que lo llevaría a la calle LosMolinos de Lí-dice. Buscaba alguna idea para abordar, cuatromeses antes,el tema de la importancia de la “pinta” navideña en la cul-tura venezolana. Delante demí, en la cola, un diálogo re-sultó revelador: “Estoy pagando 350 y en la segundaquincena de octubreme toca amí. Con los reales que sa-quememeto en otro ‘san’ y ya para diciembre tengo parala ropa de ellos y para pintar la casa, tú sabes que eso esreal parejo”.Tales eran los comentarios de una señora demediana

edad, tal vez 45 años, a su madre, de nomás de 65. Con“ellos” se refería a dos de sus hijos, un adolescente de unos16 y un niño de 8 o 9 años, que la acompañaban en aque-lla cola.¿Qué hace una madre de clase media baja gestionan-

do desde cuatromeses antes la obtención demiles de bo-lívares—hablaba de 5 o 6mil— para invertirlos en ropay pintura?

Ritual de pasoDiciembre es el mes de celebraciones por excelencia enla sociedad urbana venezolana. Se cierra un año y se ini-cia otro, se celebra el nacimiento de unDios entre los hom-bres, lo que ha terminado por significar una renovaciónde valores, aun para quienes no son cristianos.

D a n i e l M a g g i Comunicador soc ia l

Fotograf ías : E D G A R M A R T Í N E Z

Diciembre es un mes de cierre de ciclos y comienzos de otros. Las costum-bres y fenómenos navideños en las ciudades venezolanas dejan ver lo quepara el ciudadano es importante. La vestimenta navideña es uno de los ele-mentos a los que se le dedica mayor tiempo y esmero

El estreno navideño:una institución

E L C A R Á C T E R É T I C O E H I S T Ó R I C O D EL A P I N T A D E C E M B R I N A E N V E N E Z U E L A

Como todas las culturas, el cambio de ciclo es una oca-sión especial y eso tiene que sermarcado en lo visible, enla estética. Manuela Blanco, antropóloga, documentalis-ta, conmaestría en Estética en la UPEL, nos comenta: “Es-trenar ropa o ponerse algo diferente en este cierre de ciclo(navidad y año nuevo), tiene ver que con que se supo-ne que con el inicio de uno nuevo todo va a cambiar y—al tener que cambiar— una manera de darle un bueninicio es cambiar la vestimenta”.Si extrapolamos esa noción de “renovación” en el ini-

cio de nuevos ciclos anuales de las culturas originariasde Venezuela, encontramos también la necesidad demarcar la diferencia con la estética cotidiana: “Para loswarao, al inicio de la lluvia el río se revuelve y trae en-fermedades, ellos para calmar a los espíritus del río ha-cen rituales, hacen una fiesta que se llama elNamanamu;mientras pasa este período se le rinde culto a los espíri-tus (…) en las celebraciones se usan atuendos, en el casode los waraos son las maracas, plumas y lanzas”.

Los rituales de la modernidadDe lo anterior podemos deducir que en una sociedadmo-derna desprovista de dioses o explicacionesmíticas a los ci-clos anuales, los rituales tienen que ver con los valores a losque lamodernidad aspira: lo que signifique una superaciónde un “impasse” con la naturaleza del mundo y de las co-

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sas, todo lo que represente una manera más nueva, boni-ta y fácil de hacer las cosas, las nuevas formas y calidadesque representan superación de un paradigma tradicional.No es de extrañarse entonces que en el capitalismo bur-

gués, entendido como una forma de organización “mo-derna”, el hecho —por ejemplo— de estrenar ropa decalidad y “a la moda”, regalar artículos de calidad, perfu-marse, tener un corte de cabello vanguardista, sea el re-ferente quemejor corresponda—estéticamente— con losvalores a los que la sociedad aspira.Todos esos son rasgos que caracterizan lo que busca

el venezolano para las fiestas decembrinas en términosde vestimenta.

Estética abigarradaEl verse bien y estar a la moda es un valor evidente de laNavidad venezolana, para algunos “Demasiado Bien”, conmayúsculas. ¿Cómo se construye ese verse bien?Ya desde la colonia, y con certeza durante el siglo XIX,

es reportado el gusto por lo foráneo vigente hoy día enla predilección del venezolano por la ropa y los acceso-rios de marca.En su libro La pasión criolla por el fashion: una historia

de la pinta en la Venezuela del siglo XIX, el historiador An-

Verse bien y estar a la moda son valores evidentes de la Navidad venezolana.

tonio de Abreu hace un recorrido por los frívolos arre-batos de las clasesmedias y altas venezolanas por lasmo-das venidas de Francia e Inglaterra; todo ello deducidoa partir de relatos de visitantes y registros documenta-les de la época.De Abreu destaca el notable rasgo de resaltar todas las

prendas que significaran la elegancia europea, lo cual im-plicaba el uso de las prendasmás caras, vistosas y distin-guidas, junto a accesorios aúnmás ostensibles: “Muchosvisitantes percibieron que almestizo común del siglo XIXle gustaba el periquito de colores brillantes porque al másmínimo detalle salpicaba con fulgor su vanidad de per-sona iluminada de arriba abajo”.

Mix culturalNo puede hablarse que los referentes estéticos para oca-siones importantes en nuestro país se construyan solo apartir de referentes europeos o estadounidenses. Los co-lores vivos, los accesorios vistosos, la cadencia y la sen-sualidad de nuestras tierras delatan una mixtura.Se recordará que la génesis de nuestra República corres-

ponde históricamente con el pináculo del desarrollo delcapitalismo industrial burgués en EuropaOccidental y laconsolidación del pensamiento moderno: el siglo XIX.

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En su libro La ciudad occidental, el fallecido historiadorargentino José Luis Romero señala que las élites funda-doras de las repúblicas latinoamericanas, en rechazo a latradición, abrazaron estos ideales y con ellos lasmodas fran-cesas e inglesas, tomadas como símbolo de estatus.Pero también en esa época proliferaron las ideas roman-

ticistas que permearon a las élites intelectuales y resca-taron la figura de “lo original americano” en la literaturay las artes. Eso significó que los referentes criollos, en sudimensión estética, fueron valorados: “En los puertos ycapitales la tradición hispánica y las costumbres criollassufrieron el embate, especialmente franceses e ingleses.Comerciantes, diplomáticos y viajeros animaron las ter-tulias de las clases altas e impusieron nuevos hábitos ynormas. Signo de distinción fue adoptarlas (…) en eso ra-

dica el conflicto entre la vida rural y la vida urbana: uncontraste entre unamanera extranjerizante y sofisticadade vivir, y lo que se consideraba unamanera (natural) queno era sino la vieja tradición hispanocriolla”.Quizás sea como evidencia de este conflicto que per-

siste aún entre mantener “nuestras tradiciones venezo-lanas”, de origen criollo, frente al embate de las formasindustrializadas y capitalistas de vivir, que termine sur-giendo—amodo de síntesis— una especie de “color lo-cal” propio en Navidad y Año Nuevo.Es entonces que en nuestro kitsch decembrino, ele-

mentos tan absurdos como nieve falsa, ropa de invier-no, pinos canadienses, muérdago, renos y “sannicolases”—todos ellos signos de la Navidad norteamericana y eu-ropea que se toman como “distinguidos”— conviven contradiciones españolas que luego pasaron a ser criollas: elpesebre, las misas de aguinaldo y de gallo, las parrandasy todo su colorido.

Símbolo de estatusAunque el libro de Antonio de Abreu hace un loable in-ventario de las frivolidades decimonónicas, en ningún casoreflexiona sobre las razones sociales de esa pasión des-bordada por el atuendo.Paramuchos espíritus críticos, la “Navidad tradicional

venezolana” se diluye en el desborde consumista demar-cas extranjeras que parece borrar el espíritu y la ética ge-nuinos de estas fechas.El afán de estrenar “una buena pinta” con “una bue-

namarca” para dejar claro “queme veo bien” parece ha-berse convertido en un fin en sí mismo. El mercado, ensu presión por aumentar los niveles de venta, fortalece cadadía la noción del bienestar ligado al consumo.Blanco opina que en Venezuela y el mundo, la pérdi-

da de referentes de lamodernidad ha desprovisto a la ce-lebración de núcleomoral: “Se supone que este pasar deuna cosa a otra implica un montón de cosas más que lasola vestimenta. A medida que ha avanzado la moder-nidad ha habido una pérdida de valor, no solamente anivel religioso sino también valoresmorales. Se han tras-ladado todos estos valores de la amistad, la familia, el amor,la renovación, han sido sustituidos con el cuánto vales (…)ya no importa si te puedes ver con tu familia sino qué ropade marcas puedes usar y qué estatus, mediante ellas, lademostración de estatus social”.

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ESTRENAR UNA PINTICA

“El venezolano es reconocido por estar pendiente del ‘cómo me veo’,

de cuál es su imagen pública”, nos señala Manuela Blanco. En ello in-

vierte —como es conocido— grandes cantidades de dinero en la medi-

da que es el momento del año en que las empleadoras venezolanas

entregan utilidades y aguinaldos. Los testimonios de comerciantes y

trabajadores ligados a lo estético lo confirman elocuentemente.

“Acá en diciembre se vende más o menos cuatro veces lo que se ven-

de en un mes normal (…) La gente viene buscando el perfume de moda

y estuches de cuidado personal y cosméticos para todo el año. Son estu-

ches caros, pero las clientas sobre todo los compran para usarlos todo

el año”, nos refiere Alejandro, encargado de tienda una conocida fran-

quicia de perfumerías.

“El cliente viene buscando lo que está de moda. Nosotros tenemos un

servicio de sastrería express y cada vez es más común que hombres hasta

de 50 años nos pidan que adaptemos sacos de nuestra línea juvenil, que

es entallada (…) la gente lleva lo que le gusta sin ver precio, para el cliente

es importante verse bien, estrenar, sin que importe la clase social”, adelan-

ta Yonathan, gerente de tienda otra cadena famosa de ropa masculina.

Por su parte, Anamel, peluquera en una de las tiendas de la cadena

Pelumanía (antiguo Carmelo), nos cuenta sus percepciones de la tempo-

rada: “Desde el 15 de octubre, más o menos, las clientas me llaman para

apartar cita el 23 y el 30 de diciembre, en esos días yo puedo hacer hasta

200 bolívares diarios en propinas aquí, que tenemos precios económicos,

porque en las peluquerías más caras hay otros costos (…) la mujer que

viene acá se seca el pelo y se hace las uñas y pies para Navidad y Año

Nuevo, es importante verse bien para comenzar el año”.

Consuelo, con décadas trabajando en la tienda de ropa femenina 2001,

ha visto cambios: “Acá se vende todo el año y ahora lo que más se busca es

lo que está de moda, sin distingo de edad. Eso era antes que la mujer ma-

dura se vestía más formal, ahora ni siquiera las secretarias, las profesoras,

tú ves que buscan ‘leggins’, lo mismo que las pavas, lo que está en vidriera”.

Esto sin duda es notorio en esta tienda que antes vendía prendas para se-

ñoras y ahora se ha decantado por piezas más juveniles.

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El extravío ritualLa preocupación por la pérdida del sentido de la Navi-dad no es nada nueva. Charles Dickens, por ejemplo, es-cribió su archifamoso “Cuento de Navidad” en 1843 yya desde entonces se hablaba del “rescate” de los valo-res propios de la Navidad que se estaban perdiendo enmanos del capitalismo industrial en la Inglaterra de laépoca: el amor, la familia, la unión, el desprendimien-to, la alegría.Cabe destacar que en la época en la que vivió Dickens

ni en Inglaterra ni en Estados Unidos se celebraba la Na-vidad como se conocehoy; la ética protestante delmomen-to rechazaba la fiesta y esta tenía solo un carácter religioso.Fue solo a partir de 1850, y bajo influencia del pensa-

miento deDickens, que se retoma la importancia de la fe-cha y aparecen tradiciones como el árbol de Navidad, losregalos y la cena navideña, justamente para celebrar los va-lores queDickens preconizó. Esas prácticas,mercantiliza-das y cosificadas, son el núcleo de la crítica de hoy.

Valores resilientesFinalmente—y tal vez para preservar un cierto optimis-mo— creemos que los valores familiares, de unión y ce-lebración del amor familiar, han sido instrumentalizadospor el mercado, pero subsisten.Algunos elementos de la Navidad venezolana tradicio-

nal semantienen vivos y su trasfondo es una celebraciónde amor: la preparación de las hallacas, la importancia depasar navidades y Año Nuevo en familia, el pesebre.En los testimonios de comerciantes recogidos para este

trabajo prevaleció, como motivación de compra, el de-

La aceptación del entorno amistoso y familiar influye a la hora de escoger unaprenda de vestir.

seo de compartir ese “performance” estético con la fami-lia y los amigos. El popular “que lo vean a uno bonito”tiene como destinatario fundamental el núcleo familiary amistoso como ámbito de realización.Quizás, más allá de rasgarse las vestiduras por la tra-

dición perdida, seamás interesante descubrir los valoresque sostienen a las que aún subsisten y las que se hanadoptado en el presente—con todos sus vicios—. Encon-traremos, seguramente, deseos universales que la huma-nidad ha tenido desde siempre. El reto —tal vez— estáen crear las condiciones y los espacios para que esos va-lores puedan ser ritualizados de una forma más sana.

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NAVIDAD TRADICIONAL VENEZOLANA… ENTRE COMILLAS

En Venezuela se critica que la Navidad se ha convertido en una orgía

consumista que palidece los valores y prácticas “tradicionales”. Pocos

se atreverían a contravenir la legitimidad y pertinencia de esta crítica,

pero en nuestro caso, más que lamentar y aleccionar, pretenderemos

intuir algunos motivos.

Por un lado, a pesar de vivir en un país que se declara socialista,

nuestro esquema económico rentista estimula en gran medida un capi-

talismo clientelar que ve su máxima expresión en diciembre cuando las

empresas y el Estado reparten aguinaldos y utilidades anuales.

El consumo suntuario en ropa representa una presión de tinte

modernizador muy apetecida en los países que aspiran a ser modernos.

Les hace “parecer modernos” rápidamente. Venezuela, desde su

génesis, mantiene ese patrón.

Por otra parte, la Navidad tradicional venezolana se pierde en la

medida que muchos de los referentes pierden contexto. Por ejemplo,

muchas de las tradiciones venezolanas navideñas consideradas “en

riesgo” —los aguinaldos, parrandas, paraduras del niño— surgieron

como elementos de adoración católica, muchos de ellos de tipo rural,

que buena parte de la población ya no comparte ni entiende.

Así mismo, la mayoría de estas tradiciones tenían lugar en un

espacio público seguro y parroquial que —tristemente— ya no existe

para la mayoría. La violencia y la inseguridad asesinan la fiesta popular.

Para seguir leyendo...

DE ABREU XAVIER, ANTONIO. La pasión criolla por el fashion: unahistoria de la pinta en la Venezuela del siglo XIX. Caracas, EditorialAlfa, 2011.

DICKENS, CHARLES. el hombre que reinventó la Navidad, disponibleen Arquehistorias. http://arquehistoria.com/historiascharles-dickens-el-hombre-que-reinvent-la-navidad-512

Etnografiando la navidad occidental, en AIBR, Revista deAntropología Iberoamericana, nº 25, noviembre-diciembre 2002,disponible enhttp://www.aibr.org/antropologia/boant/cronicas/DIC0202.html

ROMERO, JOSÉ LUIS. La ciudad occidental: culturas urbanas en Europay América Latina. Buenos Aires, Siglo XXI, 2009.

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Busca del Niño, en La Mucumpate, municipio Rangel, estado Mérida, 1979. Fotografía: ARC HIVO AUDIOVISUAL C DC

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La Paradura y la Busca del Niño, como muchas fiestas,es unamanifestación discursiva de comportamiento, unlugar donde la comunidad reflexiona sobre sus propiasrealidades. En estas fiestas, los valores y significados cen-trales son incorporados, actuados y expuestos a un exa-men e interpretación demanera simbólica, donde la Iglesiay la modernidad occidental dominantes, por una parte,y las poblaciones campesinas, por otra, son capaces dedramatizar reclamos que compiten.En los Andes venezolanos las fiestas entre diciembre

y febrero coinciden parcialmente con el solsticio de in-vierno, el fin de un ciclo y tiempo de renovación con lapreparación de la tierra y la siembra para el nuevo año.Esta época festiva fue un instrumento útil para transferir

Las fiestas entre diciembre yfebrero coinciden parcialmentecon el solsticio de invierno,el fin de un ciclo y tiempo derenovación con la preparaciónde la tierra y la siembra parael nuevo año. La Paradura yBusca del Niño Jesús sonmanifestaciones a partir de lascuales la comunidad reflexionasobre sus propias realidadesy expone sus valores einterpretaciones simbólicas

E r n e s t o Y e v a r aInvest igador de l Museo Nac iona l de las Cul turas

del Niño JesúsE N L O S A N D E S

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ción y aviso de los dueños del hogar donde se realiza,se presentan losmúsicos, rezanderos e invitados. Son ele-gidos para la oportunidad una o dos parejas de padrinosde la ceremonia. Los músicos interpretan villancicos ya una señal del dueño de la casa dan inicio al ritual con-vocando alrededor del pesebre. Se cantan versos dedi-cados al Santo Niño, se reparten velas entre los presentesy comienza una especie de procesión en la que se sacaa pasear a la figura del Niño sobre un paño blanco suje-tado por los padrinos. Al concluir el paseo, conocido comoSerenada del Niño, se realiza el llamado Beso del Niño,acto de gran recogimiento entre los asistentes. Luego seprocede a la Para del Niño o Paradura propiamente, cuan-do la imagen es levantada por los padrinos enmedio decantos que festejan el hecho de estar puesta de pie. Se con-cluye con una comida propiciatoria y se realizan invoca-ciones por la salud y protección del hogar y los asistentes.Existen algunas variantes como la del Robo y Búsque-

da del Niño Perdido, en la que una persona de confian-

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la sabiduría y lo sagrado de las religiones locales a la cris-tiana en el proceso de adoctrinamiento. La población cam-pesina, descendiente de indígenas, encontró igualmenteaprovechables las fiestas para la exhibición de la identi-dad étnica y los conocimientos reprimidos, particularmen-te cada vez que los saberes propios fueron prohibidos yseñalados de atrasados. La comunidad campesina subsu-mió la fiesta en la creación de una nueva celebración, lacual con el tiempo se convirtió en la expresión domesti-ca (del hogar) andinamás importante de devoción. En laactualidad es aún un campo de batalla de signos (semió-tica) donde hay tanto solapamiento que amenudo no que-da claro qué es popular y qué es de la Iglesia Católica yla élite cultural.

ParaduraLa fiesta se realiza entre el 25 de diciembre y el 2 de fe-brero, su personaje fundamental es el Niño Jesús. En suversión más conocida comienza cuando, previa invita-

Busca del Niño Jesús. Niquitao, estado Trujillo, 2003. Fotografía: ARC HIVO MNC

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za hurta la imagen, la lleva a otro pesebre, notifica el lu-gar donde se encuentra y se origina así a un intercambioentre los hogares. La simulación del hallazgo del Niño ge-nera un gran alboroto que concluye con el retorno de lafigura a su lugar original.Esta fiesta se realiza principalmente en las comunida-

des andinas del país, en los estados Táchira,Mérida y Tru-jillo, sin embargo, lamigración de familias andinas a otroslugares del país llevó la fiesta a la región central.

La Busca del Niño JesúsLa fiesta de la Busca se deriva de la Paradura, donde se-gún la tradición se roban al Niño Jesús y se realiza comocelebración independiente en el estado Trujillo. El roboocurre en la misma Serenada, cuando se está paseandosobre el paño. Los ladrones al llevárselo el día de la Pa-rada lanzan un volador o cohete en señal de que el Niñofue robado. Los cómplices de los ladrones se llevan tam-bién algunas ovejitas del pesebre o cualquier otro coro-tico para la casa del ladrón.Lamisma noche o al siguiente día los dueños del Niño

van a visitar a los sospechosos para recuperarlo o para po-nerse de acuerdo para la fecha de buscar al Niño. En esemomento también planifican un día para el canto al Ro-sario que acompaña la fiesta. Luego los dueños del Niñoy los sospechosos se entrevistan con el Capitán de las Bus-cas deNiño (Nicolás Briceño, enNiquitao, estadoTrujillo),con los cantores del Rosario ymúsicos tradicionales, paraluegobuscar los personajes que conforman tradicionalmen-te la comparsa, ellos son la DamaMayor (del Capitán), elViejo y la Vieja,Mudo yDama, cuatro policías, el Doctory la Enfermera, el Diablo y laMuerte, el Cura y elMona-guillo, San José y la Virgen, cuatro angelitos, LátigoNegroy su dama, un bicho (oso), la Bruja, el Perro y cuatro da-mas para los policías. Se ponen de acuerdo para elaboraraccesorios, vestuario, comidas y bebidas, como el nicho

La fiesta (Paradura) se realiza entre el 25 de diciembre y el 2 de febrero, su personajefundamental es el Niño Jesús. En su versión más conocida comienza cuando, previainvitación y aviso de los dueños del hogar donde se realiza, se presentan losmúsicos, rezanderos e invitados. Son elegidos para la oportunidad una o dos parejasde padrinos de la ceremonia. Los músicos interpretan villancicos y a una señal deldueño de la casa dan inicio al ritual convocando alrededor del pesebre.

para la busca y las máscaras de cartón de los personajes.En la casa del Niño robado se retira el pesebre y se

arregla un altar para recibir al Niño perdido. Se colocansillas para los invitados y se tiene lista la comida. La casay las calles son ornamentadas con bambalinas de papely un arco de carrizo, adornado con flores y banderas.En la casa de los sospechosos se coloca una flor o unabandera, cualquier símbolo acordado para que el per-sonaje del Mudo entre a buscar al Niño. Durante la bús-queda los personajes cambian de lenguaje, hablando conmucho humor, haciendo un divertido y rico teatro decalle. El Médico, por ejemplo, ofrece sus servicios a lagente que encuentra en la calle y la Enfermera reparteinyecciones de juguete.

Calendario eclesiásticoPara los cristianos la celebración del 24 de diciembre, díadel solsticio de invierno, se inicia entre los siglos III y IVde nuestra era, cuando el nacimiento del Sol se ha trans-formado en el nacimiento de Jesús, incorporando a la fies-ta cristiana significados y valores de antiguos cultos solareseuroasiáticos. Para esta celebración se componen diálo-gos, canciones, representaciones y bailes que rememo-ran el misterio de la Navidad, en un ciclo donde están lasmisas de aguinaldo, el novenario al nacimiento, las po-sadas (peregrinación deMaría y José buscando alojamien-to), la escenificación del belén o nacimiento, la misa degallo, las pastoradas, la fiesta de locos (los santos inocen-tes), la adoración de los Reyes, la Paradura y la Busca delNiño y la fiesta de la Candelaria.

Desarrollo actual de las fiestasEstas fiestas, a pesar de darse en un espacio fuera delcontrol directo de la Iglesia y la élite, fueron manipu-ladas al hacer desaparecer valores, saberes y significa-dos de las culturas campesinas—indígenas—mediante

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la desacreditación por medio del discurso civilizatorio.Otra forma fue a través de la reconstrucción en el pese-bre y la Paradura de un mundo campesino alegre e in-cansablemente optimista, gracias al despliegue de figuraslujosas (fuera de contexto), paisajes campesinos ideali-zados y coreografías dramáticas que remueven eltiempo real y neutralizan todo signo de conflicto en-tre diferentes tradiciones culturales (saberes y estéticas),pobreza y opresión. La fiesta progresivamente se ale-ja de representar el momento para reforzar el pacto conla tierra y Dios, agradeciendo por las bendiciones delaño pasado y gestionar las buenas cosechas, para con-vertirse en una fiesta para mostrar la opulencia (aficiónal consumo) y el apego a la religión cristiana católicapero vacía del sentimiento de gratitud. Un ejemplo pe-

Paradura realizada en El Playón, estado Mérida, 2010. Fotografía: LUZ MARINA PARRA

queño es la desaparición de la sementera y la siembrade semillas en el mismo pesebre, la cual se utilizaba paraaveriguar cómo sería la siembra de cada rubro al añosiguiente. No obstante, la acción de agradecimiento aDios por el bienestar sigue presente en muchos hoga-res, a pesar de la migración de la actividad agrícola envarias comunidades, siendo el motivo de la celebracióny del minucioso preparativo de la misma. Por ello, noes difícil encontrar enormes pesebres que representanal cosmos andino sin ninguna proporción, escala o es-tética definidas por la cultura occidental.En el caso de la Busca del Niño, la inversión del orden

social con el teatro de calle muestra cómo en las fiestasal Niño Jesús está presente la fiesta de locos del día delos Inocentes, con el significado del sacrificio reiterado.El sentido de la inversión carnavalesca de la fiesta de lo-cos era revertir el duelo por los niños asesinados por He-rodes mediante la elevación de niños y subordinados ala posición de poder, dándose la inversión del orden. Paralas comunidades campesinas de Trujillo, la Busca del Niñoha dado la oportunidad de revertir momentáneamentela opresión económica y social. Los miembros de la co-munidad, campesinos y campesinas, toman el poder paraburlarlo. Si bien en el presente muchos miembros de lacomunidad son médicos, maestros de escuela, policíaso ejercen cargos dominantes, la fiesta enmascarada sir-ve para manifestar comportamientos y expresiones noaceptadas en la cotidianidad, generando un espacio deliberación cada año.

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Para seguir leyendo…

CLARAC, JACQUELINE. Dioses en exilio, Representaciones y prácticassimbólicas en la cordillera de Mérida. Caracas, Fundarte, ColecciónRescate, 1981.

GUSS, DAVID. El Estado festivo, raza, etnicidad y nacionalismo comorepresentación cultural. Caracas, Ministerio del Poder Popular parala Cultura, 2000.

Para las comunidades campesinas de Trujillo, la Busca del Niño ha dado laoportunidad de revertir momentáneamente la opresión económica y social. Losmiembros de la comunidad, campesinos y campesinas, toman el poder para burlarlo.

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Me gusta la luz decembrina, el fres-quito que baja del cerro, ver las hojas de hallaca entre lasverduras del mercado, romperme una muela comiendoturrón. Diciembre y sus tradiciones, las de siempre quesobreviven a otras nuevas que se cuelan y terminan sien-do dolorosamente obligatorias, como el amigo secreto.Corría el año de 1977, primero de bachillerato, sección

A. Yo, que siempre fui caída de lamata,metíla mano en una bolsita llena de papelitosarrugados, cada uno con el nombrede un compañero.Mien-tras extraía mi papel meiba enterando por voz delas organizadoras de lasreglas de este juego. Por-que era un juego, ¿no?…Supongo que los jue-

gos deben ser divertidospara todos los participantes,si no lo son deberían llamarsede otra manera. Algo así como elburlón secreto, el insulto secreto o,mejor aún, la humillación evidente.Es que la Navidad no tiene que ser

feliz para todos ymenos paraMacarrone, po-bre niño. Además de ser el más bajito de la clase, era tam-bién el único que no hablaba con nadie, el que no sesentaba ni adelante con los jalamecates de los profeso-res, ni atrás con los que tiraban taquitos.Macarrone, po-bre niño, se sentaba justo en el medio, en el blanco de lostaquitos fallidos que tenían que aterrizar en la primera fila

¡Ah la Navidad!

El enemigo secretoy los caramelos de burbujasSupongo que los juegos deben ser divertidos para todos losparticipantes, si no lo son deberían llamarse de otra manera.Algo así como el burlón secreto, el insulto secreto o, mejor

aún, la humillación evidente

C a r o l a C h á v e z Escr i tora

pero que terminaban siempre haciéndolo en sus sobre-salientes orejotas.Macarrone, pobre niño…no recuerdosu nombre, creo que nunca lo supe, pero ese apellido quedaba para las más idiotas burlas ¿cómo olvidarlo?Pues el amigo secreto sirvió ese año para hacer infe-

liz al niño que se sentaba a mi lado. Hay amigos secre-tos que no son ni amigos ni nada.Todo el salón parecía ser el enemigo secreto colec-tivo del silente Macarrone, quien regresaba cada

mañana del recreo para encontrar en supupitre insultos y burlas con laci-tos de regalo. Un día un ingenio-so jabón, “para que te bañes y nohuelas a cebolla”, otro un papel dechocolate que alguien ya se habíacomido, o la servilleta grasienta queuna vez envolvió una arepa que na-

die iba a compartir conél. A todos le daba risaaquello menos, por su-puesto, a Macarrone.Me imaginé por un ra-

tico lo maluco que sería re-gresar al pupitre a recibir un

insulto mientras todos los compa-ñeros encontraban caramelitos, tarjetas, calcoma-nías, chocolates. Entonces, cual películas cursilonas

que pasan en nochebuena, el espíritu navideño me in-vadió: una necesidad imperiosa de llevar alegría a lacara siempre triste del niño del pupitre de al lado. Teníaun plan…

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Al siguiente recesome conver-tiría en la amiga secreta fraudu-lenta de Macarrone. Atapuzaríasu viejísimo y sobadomaletín decuero con caramelos de todos co-lores; el cajón de su pupitre lo lle-naría de chocolates, y el tope locubriría con barajitas del álbumdelMundial de Fútbol Argentina78 que acababa de salir. ¡Jo jo jo!¡Feliz Navidad!, pensé sintiéndo-me como ese gordo rojo de otroslados que también se nos coló enlas tradiciones y que, de un ba-rrigazo, desplazó al Niño Jesús.Timbre de recreo, todos

afuera, luego el gota a gota deamigos sigilosos que iban dejan-do regalos. Casi con el timbrepude llegar al puesto de Macarrone. No había nadie.En cada pupitre un detallito lindo, en el de mi vecinootro insulto. Apuradita reemplacé el agravio con misobredosis de caramelos y culpa. Culpa, sí, porque nohice nada hasta ese momento y cuando decidí hacer-lo lo hice en secreto. Una amiga secreta que estaba apunto de quedarse sin amigos.Timbre. Todos al salón. La alegría, los guiños, las sos-

pechas…Mi amigo tenía que ser Rolando que me que-ría unmontón. El desorden, las normas rotas, los regañosde un profesor que nadie escuchaba, es que hay profe-sores que no saben que la Navidad y las clases de mate-máticas son incompatibles.Macarrone se sienta. Suspira, supuse que de alivio, ante

el escritorio despejado. Abre el bulto, sus ojos se abrentambién. Mi corazón daba brincos. Yo sonreía, mi veci-no no, tal vez no sabía hacerlo, pobrecito, qué sé yo…ya aprendería a sonreír cuando probara los caramelos denaranja rellenos de una especie de Alka Seltzer azucara-do y que al masticarlos hacían burbujitas en la boca. Yasería feliz Macarrone. ¡Jo jo jo!…Todo el salón lo observaba asombrado. No había ami-

go secreto más secreto y más regalón… ¡Caramelos de

Casi con el timbre pude llegar al puesto de Macarrone. No había nadie. En cada pupitre undetallito lindo, en el de mi vecino otro insulto. Apuradita reemplacé el agravio con mi

sobredosis de caramelos y culpa. Culpa, sí, porque no hice nada hasta ese momento y cuandodecidí hacerlo lo hice en secreto.

burbujitas!, dijo alguno con undejo de envidia, otros mirabannerviosos al verdadero enemi-go secreto del súbitamenteafortunado muchacho, ¿quépasó? ¿Ahora eres amigo delgafo del salón? Yo no fui, se de-lató alguien en la última filapara sacudir toda sospecha deblandenguería. Yo no le regaléesos caramelos, ¡ni de vaina!,insistió categóricamente paraquedar bien quedando mal.Aliviados respiraron todos losmuchachos. El pana seguía sien-do el pana,Macarrone,Macarro-ne y aquí hay un traidor…¿Jo jo jo?Tenía cara de traidora, sí. Te-

nía los cachetes rojos de Santa Claus, los ojos fijos enmi vecino congelado, que no levantaba la cabeza paraque yo viera si sonreía, si le habían gustado esos cara-melos. Mis ojos me delataban. Miré hacia la última filadonde el pana confeso me miraba. Mi amigo del almame miraba sin comprender por qué les agüé la fiesta.Volví a Macarrone que ahora sí me veía, con la mismatensión de siempre, con esa rabia que reprimía a pun-ta de silencio aislado, pero que hoy parecía desbordar-se incontenible.Nunca entendí por qué lanzó los caramelos al piso, por

qué los pateó cual Mario Kempes, el argentino que haríasopotocientos goles seismesesmás tardepara ganar elMun-dial, no comprendía nadamientras el salón se convertía enuna piñata, todos en el suelo agarrando caramelos ¡de bur-bujitas! y yo sentada ahí sintiendo el frío de laNavidadmásfría en pleno sofocante mediodía valenciano.Desde entonces, cuando alguien se me acerca jubilo-

so y parrandero, con el saquito lleno de bolitas de papelarrugado, finjo un cólico, un desmayo, un súbito ataquede locura que nunca me salva de terminar jugando otraronda de amistad forzosa con finales siempre terribles.Jo jo jo...

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en ese entorno, la hallaca, el pese-bre, el palito de ron.

Los Tucusitos han formado ageneraciones de generaciones,¿cómo han hecho escuela?Nuestros niños provienen de losbarrios caraqueños, y de Valencia yMaracay, principalmente. Nosotroshacemos audiciones en escuelasdonde nos invitan. Hay profesoresde música que descubren ciertasaptitudes en sus niños y nos lla-man para que hagamos audiciones.Hemos hecho audiciones en escue-las de Bello Monte y de veintiochoniños quedaron tres, en Los PalosGrandes de veintidós niños queda-

ron dos. Cuando hicimos la audi-ción en el Núcleo de Desarrollo En-dógeno Fabricio Ojeda en Catia,asistieron veinticuatro niños y que-daron dieciocho. Y te hablo de die-ciocho niños excelentes, nosotrosno nos explicamos por qué sucedeeste fenómeno.Lamentablemente ahorita no

existen los concursos de aguinaldosy parrandas que se hacían en la dé-cada de los años cincuenta, sesenta,incluso se mantuvieron hasta losochenta. Nosotros quisiéramos re-tomar estos concursos, son muy di-dácticos y conservan nuestratradición. Los que vivimos aquellasépocas los llevamos en la memoria.

AKAIDA OROZCO: ¿Qué recuerda delos inicios de Los Tucusitos? ¿Cómo fueaquella época?FREDDY SUÁREZ: El primer directorde Los Tucusitos se llamaba Moi-sés Peña; él falleció en 1972. A raízde eso, la agrupación comenzó atrabajar para que los aguinaldos nomurieran. Esta es una tradición queempezó en la época de los añoscincuenta, cuando en Caracashabía aproximadamente cuarenta ycinco grupos de aguinaldos, todosmuy buenos. Todos los años se ha-cían concursos de aguinaldos en lasescuelas. Esta tradición se originóen las iglesias; nosotros venimosdel aguinaldo de parranda. Si nosvamos más allá, podemos decirque los aguinaldos fueron herenciade los españoles cuando trajeronsus cuartillas para celebrar su mú-sica pagana. En la iglesia nosotroscomenzamos a cantar aguinaldosdedicados a lo divino, al ÑiñoJesús, temas inspirados en lo reli-gioso con nuestro toque auténtico.De allí el aguinaldo salió a la calle,la cultura popular obligó que sa-liera a través del aguinaldo de pa-rranda que menciona aspectosreligiosos pero también otros ele-mentos de nuestra cultura decem-brina como la comida, los regalos,la alegría. Como las parrandas ibande casa en casa improvisando can-ciones, pues reflejaban lo que había

Freddy Suárez, 2011. Fotografía: AKAIDA OROZCO

ENTREVISTA A FREDDY SUÁREZ / PRODUCTOR GENERALDE LA AGRUPAC IÓN MUSICAL LOS TUCUSITOS

“Más que un símbolo el aguinaldoes un sentimiento”A k a i d a L i b e r t a d O r o z c o

Comunicadora soc ia l

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no y así. Igualmente siempre esta-mos tratando de gestionar un espa-cio propio, para nosotros es unalimitante bastante grande no contarcon una sede.Los Tucusitos nos hemos carac-

terizado por ser un grupo autó-nomo, no tenemos ayuda delEstado ni de ninguna instituciónprivada, siempre nos hemos man-tenido con nuestros propios recur-sos. Ha sido un grupo familiar encuanto a la dirección que ha lle-vado, tanto mi hermano como yotrabajamos y así hemos sacadoadelante el grupo.

Actualmente ¿quiénes conformanla agrupación?Los Tucusitos está conformado portreinta y tres integrantes, veinti-cinco niños y niñas, y ocho músi-cos. Tenemos más niñas que niños,las mujeres se están imponiendo enesta sociedad.

¿De qué hablan las letras desus aguinaldos?Primero, la música es muy armo-niosa, nos remonta a la tradiciónaguinaldera religiosa vinculada alas misas de aguinaldos y las pa-rrandas de casa en casa. Segundo,esa melodía lleva una letra que re-fleja nuestras tradiciones auténticascomo, por ejemplo, el Año Nuevo,la Navidad, los juguetes de losniños, el Niño Jesús. Además, lasvoces blancas de los niños le danun sentido más espiritual a las can-ciones. Las letras hablan de valoresy costumbres tradicionales que sehan ido perdiendo como la reuniónen familia, el encuentro con losamigos, la cena de Navidad y AñoNuevo, la creencia en el NiñoJesús, el hacer las hallacas en fami-

lia y aprender la receta de la mamáo de la abuela; esos valores contra-rrestan valores negativos que hoytenemos en Venezuela. A través denuestras canciones queremos for-mar a los niños y niñas del grupoen valores positivos, que tenganuna conciencia sólida sobre la fa-milia, la fraternidad, la conviven-cia. Nosotros hablamos con losniños sobre las letras de las cancio-nes, discutimos sobre los significa-

Muchos de los que cantaron connosotros en aquellos días hoy sonartistas famosos, como NancyRamos, Raquel Castaños, CaridadCanelón... Ellos recuerdan su trán-sito por Los Tucusitos como unaescuela que les enseñó disciplina yherramientas para toda la vida.

¿En qué consiste la audición?Los niños cantan una canción queles guste y luego la cantan y la bai-lan. Nosotros evaluamos el ritmo,la vocalización, el oído melódico.Los acompañamos con el cuatroy vemos si el niño agarra el tono ycómo se desenvuelve escénicamen-te. Por supuesto sabemos que noestá cien por ciento preparadopero vemos el potencial que elniño puede ofrecer. Aceptamos alos niños desde los cinco años ypueden estar hasta los quince añosporque trabajamos con voces blan-cas y a esa edad ya comienza acambiarles la voz.

Una vez que los niños quedan seleccio-nados qué sucede, ¿dónde ensayan?Nosotros no tenemos sede. Los Tu-cusitos se mantienen por el amorque le tenemos a esta música. Unavez que los niños quedan seleccio-nados comenzamos con los ensa-yos que generalmente realizamosen las casas de los representantesquienes gentilmente nos han ce-dido sus casas. También hemos en-sayado en el núcleo Fabricio Ojedapero hubo problemas de logística ya veces no teníamos espacio por-que hacían otras actividades. Últi-mamente hemos logrado conseguiruna sala de ensayo en el Teatro Te-resa Carreño pero también han ha-bido limitaciones, nos dan la salauna semana pero las dos siguientes

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E N T R E V I S T A A F R E D D Y S U Á R E Z

LOS TUCUSITOS EN LA HISTORIA

La agrupación se creó en la escuela Crucita

Delgado de El Manicomio, parroquia La Pasto-

ra en Caracas, el 4 de noviembre de 1959 por

la iniciativa del maestro de sexto grado Ely

Moisés Peña Pérez y el párroco de la iglesia de

Lídice Emilio Blaslow. En diciembre de ese mis-

mo año ofrecieron su primer recital con agui-

naldos religiosos dedicados a lo divino en la

casa parroquial de Lídice. Era una costumbre

de la época que los conjuntos de aguinaldos

le cantaran a los pesebres ubicados en las

iglesias, plazas y en las casas de familia.

En 1960 la agrupación incorporó a su re-

pertorio el famoso aguinaldo dedicado a un

pajarito muy querido: El Tucusito, canción

compuesta por el maestro Domingo Higuera.

En 1961 graban su primera producción disco-

grafica homónima con 12 temas que incluían

aguinaldos de parranda y aguinaldos religio-

sos tradicionales. A partir de esa fecha el gru-

po se presentó en emisoras de radio, plazas,

incluso en canales de televisión.

En 1962 Radio Continente organiza un

concurso para elegir el mejor aguinaldo de

parranda de Venezuela resultando ganador

absoluto Un feliz año pa’ ti del compositor

Gustavo García, interpretado por Los Tucusi-

tos con la solista Trina Blanco.

En 24 años, desde 1961 hasta 1984, Los

Tucusitos produjeron 24 discos de éxitos na-

videños. En 1997 fallece el director de la

agrupación, tomando las riendas Edgar Suá-

rez, logrando grabar nuevamente un disco en

2004 titulado Llegaron Los Tucusitos. En

2008 graban un disco junto a la Orquesta

Sinfónica de Venezuela y en 2010 sacan su

última producción titulada 50 años haciendo

historia.

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que ni siquiera se adecúan a nues-tra realidad. Poner los aguinaldosde Los Tucusitos en las reunionesde diciembre, al momento dehacer las hallacas y de armar elnacimiento es una tradición ins-taurada en nuestro país.

¿Considera que los aguinaldos son unsímbolo identitario de nuestra culturanavideña?Los aguinaldos no solamente sonun símbolo, deben convertirse enun elemento de pertenencia. Debe-ríamos retomar los concursos deaguinaldos como se hacían antes.Más que un símbolo el aguinaldoes un sentimiento.

¿Entonces podría decirse que el agui-naldo como elemento característico de laNavidad, es un símbolo de resistencia?Sí, es un símbolo de resistenciacultural aun cuando tenemos encontra nuestra un ejército de me-dios de comunicación y de agru-paciones que buscan imponergéneros importados. La músicanuestra es la que se cosecha aquí,la que se produce aquí y queguarda el sentimiento venezolano.A pesar de los elementos foráneosque se incorporen a nuestras tradi-ciones debemos hacer resistenciacon amor y entendiendo los nue-vos aportes. Yo entiendo, porejemplo, que los aguinaldos nopuedan seguir siendo los mismosde hace 20 o 30 años porque nues-tros niños de ahora son distintos,nuestras costumbres son distintas;nosotros de hecho hicimos unaguinaldo que habla de la tecnolo-gía. También hemos incorporadonuevos instrumentos como el bajoeléctrico, sin embargo mantene-

mos nuestro furruco, el piano, labatería, las maraquitas brasilerasy las campanitas.

¿Cómo enfrentar la estética importadaque permea todas las expresionesnavideñas venezolanas?Para nosotros la Navidad es el olorde las hallacas, de la pintura fresca delas casas, del musgo del pesebre ylos inciensos. Cuando nosotros to-camos los aguinaldos actuamosdesde un valor de resistencia. En eldisco nuevo tenemos una piezaque dice así: jojojó San Nicolás dequé te ríes si en el mundo todavíaexiste pobreza en Navidad, de qué teríes si hay niños que todavía no recibenun juguete, no tienen su familia com-pleta y están en guerra. No podemostener una Navidad importada por-que no la estaríamos sintiendo.

Cuéntenos sobre los proyectos futurosde la agrupación.Recientemente sacamos el disco50 años haciendo historia, incluyeunas canciones con Francisco Pa-checo… Este año ya no podremossacar el nuevo disco, será para elaño que viene. Allí tenemos doscanciones con Betulio Medina queestán bellísimas y en vista de quevamos a sacarlo el próximo añoqueremos invitar a otros artistas.El disco que grabamos Los Tucusi-tos acompañados de la OrquestaSinfónica lo vamos a llevar al Cen-dis (Centro Nacional del Disco) aver si nos pueden hacer más co-pias porque ese disco se hizo conrecursos de la orquesta. Por su-puesto, en lo inmediato seguire-mos presentándonos y tocandonuestros aguinaldos para quienesquieran escucharnos.

dos que tienen para que sepan quéestán cantando.

¿Cómo han logrado mantenerse a lolargo de 50 años cantando aguinaldos,tomando en cuenta que han ido sur-giendo géneros más comerciales como lasalsa, el reguetón, el hip-hop, que cap-tan la atención de niños y jóvenes?Los medios de comunicación a tra-vés de su bombardeo son los quecontribuyen con que esos géneroscomerciales se masifiquen y se ins-talen en la población. El hecho deque repitan mucho determinadotipo de género en las radios, porejemplo, hace que la gente terminepor gustarle y por escuchar esetipo de música; tarde o tempranotermina por llamarle la atención.Además, en las radios la política esque el que paga es al que ponen.Nosotros por supuesto no tenemosdinero para pagar, entonces noponen nuestras canciones. Lleva-mos los discos y los productoresse quedan con los discos paraellos. La payola existe, es una rea-lidad, y los grupos que no tenemoscómo pagar somos marginados.Nos hemos sustentado haciendofunciones en vivo. Ya tenemos lis-tas 12 canciones inéditas para pro-ducir nuestro próximo disco congente que ha querido componerpara nosotros como Rafael RamosNápoles, Toledo, Richard Serrano;lo queríamos sacar este año perono va a ser posible por razoneseconómicas.Nos hemos mantenido porque

hemos trabajado en función decontrarrestar los valores falsos quese promueven en nuestra sociedady que hacen que los niños y jóve-nes piensen en realidades falsas

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Resistencia envuelta en hojas de plátanoLa gastronomía navideña en Venezuela es un bastión cultural imbatible.La fuerza de la tradición es tal que tenemos el conocidísimo dicho popular:“la mejor hallaca es la de mi mamá”, con el cual aclaramos que, más allá deun plato nacional, es un plato familiar

Navidad en la mesaLa mesa navideña venezolana esuno de los ámbitos en los que lafuerza cultural ha mantenido las tra-diciones, con su evolución natural,pero de una manera contundente.Las cenas de Navidad en fin de

año unen a todo el país en unamesa en la que comemos básica-mente los mismos platos: la infal-table hallaca, el pernil o jamónplanchado, el pan de jamón y eldulce de lechosa o la torta negra,todo dentro de una reunión fami-liar con una gran carga afectiva.La gastronomía navideña en Ve-

nezuela es un bastión cultural im-batible. La fuerza de la tradiciónes tal que tenemos el conocidísimodicho popular: “la mejor hallaca esla de mi mamá”, con el cual aclara-mos que, más allá de un plato na-cional, es un plato familiar.Sobre la hallaca podemos hablar

de los ingredientes regionales, delcolor y consistencia de la masa, laforma: rectangulares o cuadradas,el guiso: crudo o cocido y hasta lasmezclas donde confluyen diferen-tes regiones dando como resultadouna hallaca única de esa familia. Yaquí viene otra tradición: el inter-cambio de hallacas. Este gesto esuna demostración de amistad y re-conocimiento, sin embargo, tam-bién por ahí reza el saber popularque dice: “no se come hallaca de

todo el mundo”, y es cuando anteeste regalo venido de manos deuna vecina conflictiva o de alguienque no es de nuestra confianza, sehace uso de ese dicho.

El día de hacer las hallacasTambién es interesante hablarsobre el proceso de elaboración delos platos navideños ya que sonproducto de una organización fa-miliar, especialmente refinada en elcaso de las hallacas. Las responsa-bilidades de cada quien están clara-mente definidas, dependen de laedad, sexo y experiencia de cadapersona. Los hombres cortan el pa-bilo, amarran las hallacas y se ocu-pan de la bebida y la música. Lasmujeres elaboran las hallacas, perohay rangos en los que se ubican acada una. Debo confesar que es-tuve años limpiando hojas, cam-biar de estatus no fue fácil, luegopasé a hacer platicos en los que co-locaba los adornos para cada ha-llaca, y no fue sino ya estando enla universidad cuando pude exten-der una hallaca y colocarle el re-lleno. Hasta ahí llegué. Cerrarlas yaera el último nivel. Solo las madresy tías tenían esa sabiduría.Y es una fiesta su elaboración,

para mí era un día incluso más im-portante que la cena misma, habíamucho trabajo pero era la ocasiónen que todos trabajábamos juntos,

había aguinaldos, risas, burlas aquien le saliera una hallaca choreta,si se abría una al cocinarla se culpa-ban unos a otros, y al final, en lanoche, probar las primeras hallacasy comprobar que todo valió la pena.Y ese olor a hoja de plátano, de ha-llaca, que llena la casa y nos recon-forta como un recuerdo antiguo,que nos pertenece desde siempre.

Los acompañantesLos complementos de la mesa,como el pan de jamón, son ya unatradición. Su discutido origen seubica en una panadería que, usandorestos del jamón, elaboró este pan alque incorporó ingredientes “navide-ños” como las pasitas y las aceitu-nas. Algunas familias lo elaboran encasa, pero la verdad es que la mayo-ría los compra en las panaderías.Han querido inventar versiones:con hojaldre, con pavo, pero nohan sido exitosas. Una demostra-ción más de que la mesa navideñaes de “alta resistencia cultural”.El jamón planchado y el pernil

también forman parte del con-junto. El pernil es de elaboracióncasera pero el jamón planchado yaha pasado a manos de empresascharcuteras que lo venden listopara su consumo. Antes se utili-zaba el jamón “Ferris”, se cocinabacon especies y naranjas y se plan-chaba con azúcar moreno.

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cada familia tiene su receta y supropia mezcla de frutas y especies.En cuanto a otros manjares que

podrían considerarse “extranjeros”están los turrones españoles y losfrutos secos, pero han compartidonuestra alegría navideña siempre,como recuerdo del paso de Españapor estas tierras. Lo más recientees la aparición del panettone ita-liano. Recuerdo de niña que mimamá nunca lo compraba porquellegaban a Venezuela duros. Claro,la magia de las industrias lograahora unos panes que duran hastados años suaves. La invasión depanettones ha ido penetrando loshogares venezolanos, siempreabiertos a probar otros sabores,gracias a la libertad con la que nosinteresamos en otras culturas, porser un país pluricultural y por lagenerosidad y apertura que carac-terizan a nuestro pueblo.

¡Salud!En cuanto a las bebidas, antigua-mente se elaboraba el carato deacupe, típico en estas fechas, perodebido a su complicada elaboraciónha desaparecido del menú actual.También se hacía la leche de burra,que fue la versión casera de un pon-che que dio origen al conocido Pon-che Crema, clásico en las reunionesdecembrinas.Les dejo esta receta para que se

deleiten en navidades y reciban alos amigos y familiares con unacopa y una sonrisa.

Los postres nuestros y prestadosEl dulce de lechosa es otro clásico,el de tajadas gruesas y el delgado,con papelón o con azúcar; y sesigue haciendo en las casas. La tortanegra es otra delicia que requieretiempo de elaboración, las frutasson maceradas durante un año y

LECHE DE BURRA

I N G R E D I E N T E S

1 litro de ron blanco o cocuy

8 yemas

1 pizca de nuez moscada

La cáscara de 2 limones

5 clavos de olor

1 lata de leche condensada

½ litro de leche

10 cdas. de leche en polvo

P R E P A R A C I Ó N

En una olla hierva el agua con las especies y

las conchas de limón. Colar. Licuar con la

leche condensada y las yemas. Lleve a fuego

bajo revolviendo con una cuchara de madera

hasta que espese un poco. Dejar enfriar.

Agregar el ron o cocuy. Mezclar y servir frío.

Foto: GALA GARRIDO

Para seguir leyendo…

CARTAY, RAFAEL. El pan nuestro de cada día.Caracas, Fundación Bigott, 1995.

LEÓN, RAMÓN DAVID.Geografía gastronómicavenezolana.Caracas,EditorialCacofonía, 2004.

ROSENBLAT, ÁNGEL. Estudios sobre el habla deVenezuela, Buenas y malas palabras.Caracas, Monte Ávila Editores, 1987.

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La mesa navideñaen VenezuelaLa preparación de la mesa es unode esos rituales familiares de nues-tra Navidad y es el más generosoy espléndido momento de nuestragastronomía. Los platos que sepreparan son el resultado de diver-sas tradiciones culinarias que fue-ron confluyendo, para observarsus variaciones según las regionesrecomendamos leer y observar lasrecetas de este libro, editado porCuarto Continente. El espaciocentral está dedicado a la hallaca,pero también encontrará el pon-che de crema, el panettone y elpan de jamón.El Estado festivo. Raza,

etnicidad y nacionalismocomo representación cultural

David M. Guss en este libro, editadopor el Ministerio de Cultura en 2005,nos muestra cómo las fiestas respon-den a los cambios socioeconómicos,adquieren nuevos significados concada representación y posibilitan alos participantes entender, criticar einclusive cambiar el mundo en elcual viven. Entre las fiestas venezola-nas que analiza esta el día del Mono,celebración realizada en Caciacara

del estadoMonagas, el día 28 de di-ciembre, donde la celebración deLocos de los Santos Inocentes sub-sume antiguas danzas indígenas Ca-ribe (una interpretación del maremare), para responder a la fiesta pa-tronal de Santo Domingo (4 deagosto), en la cual se celebra la de-rrota de los indígenas por este santo.

Navidad venezolanaEsta compilación de textos haceuna revalorización del significadode las fiestas de Navidad dentro delas tradiciones venezolanas a partirde testimonios de varios escritorescomo Luis Felipe Ramón y Riveracon diversas narraciones proceden-tes de Aragua, Trujillo, Carabobo yPortuguesa; Adriano GonzálezLeón con las tradiciones andinas,orientales y de los Llanos; y el es-critor Aquiles Rojas, entre otros.Rojas nos habla del histórico SanNicolás de Bari y del pino de Navi-dad, símbolo de la eternidad origi-nario del culto de Attis. El libro,editado por José Agustín Catalá, hasido reimpreso y ampliado variasveces desde 1950 hasta 1991 porEdiciones Centauro.

E r n e s t o Y e v a r aInvest igador Museo Nac iona l de las Cul turas

Qué Leemos

En estas cortas líneas el Museo Nacional de las Culturas recomiendaalgunas lecturas sobre temas referentes a nuestras natividades y lavisita a dos páginas en internet para quienes quieren escuchar, cantaro ejecutar con el cuatro canciones de Navidad de América Latina

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El cuatro venezolanoPágina web donde pueden encon-trar 42 aguinaldos para escuchar yaprender los acordes en el cuatro(para diestros y zurdos), algunas delas canciones son Niño lindo, Agui-naldo carupanero, El poncho andino,La Restinga y el Niño del Ávila. Ade-más, en esta página web puedenaprender a tocar el cuatro, conocermuchas otras canciones venezola-nas y compartir con otros músicos.Disponible enhttp://micuatro.com/acordes

Navidad digitalPara quienes quieren cantar con lasniñas y los niños recomendamosmirar esta página web y buscar lasletras de los villancicos más tradi-cionales. Encontrarás 126 títulos,desde El burriquito sabanero y Hua-chitorito (de Argentina y Chile)hasta villancicos españoles comoTutaína y La Virgen como es gitana.Disponible enwww.navidaddigital.com/villancicos

Para quienes desean comer halla-cas vegetarianas, mejores pa’ lasalud, pueden buscar una receta enla siguiente página web del InstitutoNacional de Nutrición:http://www.inn.gob.ve/modules.php?name=News&file=article&sid=422

Paradura del Niño Jesús(fiesta hogareña andina)Para observar el desarrollo de unaParadura del Niño realizada en laciudad de Caracas, a partir de lastradiciones de un grupo de fami-lias migradas de los Andes a me-diados del siglo XX,recomendamos leer este libro pu-blicado por la Fundación EditorialEl perro y la rana en 2007. Si bienconstituye una versión de la fiestapara un momento y lugar determi-nado, sin ahondar en orígenes, sig-nificados y variaciones regionales,se puede encontrar una buena des-cripción de las partes, preparati-vos, canciones y gastronomía.

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La hallaca, con la envoltura de hojas de plátano y los distintos ingredientes que en ella confluyen, es expresiónvisible de intercambio cultural. Caracas, 2010. Fotografía: SUSANA ARWAS/EDGAR MORENO

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Por lo general la mayoría de los ve-nezolanos/as asociamos la Navidadcon la alegría, la prosperidad, la re-novación y la abundancia. Esto sedebe a dos tipos de relaciones quese vinculan a la época: la productivay la simbólica. La primera porqueen esta fecha se cancelan a los tra-bajadores/as los aguinaldos y utili-dades y aprovechamos para hacerlearreglos a las casas, los estrenos, darobsequios y, sobre todo, olvidarnosde las dietas. La segunda está estre-chamente relacionada con la cultu-ra occidental, desde los celtas que

acostumbraban a entregar los egui-nad, los regalos de Año Nuevo yesta era una forma de desear bue-nos augurios a quien los recibía.Esta tradición se extendió a Romay se generalizó tanto para el nuevoaño como para el natalicio, estosobsequios generalmente consistíanen alimentos.Sabemos que todos los seres hu-

manos tenemos necesidad decomer, vestir, compartir, creer, so-cializar, ser reconocidos y acepta-dos. Y la relación de la Navidad y elAño Nuevo con los regalos y estre-

nos la asociamos con la prosperi-dad, donde cambiamos lo viejo porcosas nuevas como símbolo de au-gurios; es importante darnos cuentacuando trascendemos la fronteradel rito y pasamos al consumismo.El primero enmarcado en la tradi-ción de la sociedad a la que perte-necemos y el segundo cuandonuestras necesidades toman signode estatus, es decir, cuando estasnecesidades son cubiertas por mar-cas y estéticas ajenas (corporales yambientales), banalizando nuestraesencia festiva.A diferencia de los egipcios que

pensaban que al irse al otro mundose llevaban sus pertenencias, loscristianos concebimos que nosvamos de este mundo sin nadamaterial, y como decía mi papá:“solo nos llevamos lo estudiado,lo comido y lo bailao”, es decir locognitivo y lo afectivo, entoncespor qué preocuparnos tanto por lomaterial. Aprovechemos la abun-dancia y la prosperidad que nostrae la época de Navidad y AñoNuevo para viajar por Venezuela,lo cual es una doble inversión por-que conocemos nuestro país deuna forma integral: cognitiva yafectiva. Es un reencontrarnos, re-conocernos, revalorizarnos y dig-nificarnos. De esta forma estamos

La ruta de la hallacay las fiestas en NavidadEs importante darnos cuenta cuando trascendemos la frontera del rito ypasamos al consumismo. El primero enmarcado en la tradición de la sociedada la que pertenecemos y el segundo cuando nuestras necesidades tomansigno de estatusA r i a n n e V e l i s Invest igadora Museo Nac iona l de las Cul turas

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invirtiendo en nuestro país y ennuestra familia, así que a disfrutarporque nadie nos quita lo bailao. Enestas próximas líneas tendrá laoportunidad de planificar sus va-caciones de fin de año y disfrutarde ellas dependiendo de la regióndel país que vaya a visitar. Si bientenemos por una parte una tradi-ción parecida en todo el paíscomo son las hallacas y los bollos,el dulce de lechosa, de cabello deángel, de durazno con ciruela, elde leche cortada, la leche e’ burray el ponche crema, entre otros;por otra encontramos las particu-laridades regionales, no pretendocon ello homogeneizar a las regio-nes sino hablar de ciertas peculia-ridades que las identifican y paralas cuales debe estar atento/a.Pues no podemos dejar que elproceso de globalización y los es-tereotipos nos invisibilicen la di-versidad que nos enriquece comopaís, tales como la gaita de furroque se ha comercializado comonuestra música de Navidad, casique la única.

Ruta del surSi va por los lados del estado Bolí-var aproveche de saborear la hallacaguayanesa que se diferencia de lasdel resto del país por llevar ruedasde papa y huevo sancochado. Paraacompañarla solicite el ponche,también de apellido guayanés, quees un licor dulce elaborado con ron,azúcar, rojo vegelat y huevo o, en

su defecto, la “leche e’ burra” quelleva ron, huevo y se le agrega lechecondensada. La música que escu-chará por está región será la guasay el merengue. Además aprovechede comprar los nacimientos, cuyasfiguras son elaboradas con semillasde paraparo y capacho.

Ruta centralLa hallaca de esta zona del país secaracteriza por ser un poco dul-zona ya que al guiso se le agregaun pedazo de papelón. La músicavinculada a esta fiesta son losaguinaldos, las parrandas central yde la costa, las fiestas de los Pasto-res del Niño Jesús, el Recorridodel Niño que se inicia meses antesde la Navidad. El 28 de diciembrela fiesta de los boleros en el es-tado Miranda, locos en La Sabanay el Gobierno de las Mujeres enNaiguatá en el estado Vargas.

Ruta andinaLa hallaca andina se caracterizaporque se cocina el guiso conjunta-mente con la masa. Es decir,cuando la hallaca está armada sepone a cocinar, por esta razón suduración de cocción lleva mástiempo que las del resto del país.También conseguimos las de ca-raotas, en las cuales este granosustituye en el guiso a la carnepero igualmente se incorporan losdemás ingredientes. Y la hallacasanbenitera, que solo lleva carnede res, zanahoria y garbanzo.

Durante el recorrido por losAndes se podrá encontrar con lasfestividades del Robo y Búsquedadel Niño, la fiesta de San Benito dePalermo y Los Pastores de San Mi-guel de Boconó. La primera es unteatro de calle en el cual los partici-pantes recorren el pueblo con can-tos y buscan en los diferentespesebres al Niño Jesús que fue ro-bado; en la segunda los promese-ros/as visten con diferentes trajes,el más común es el blanco con tirasde diferentes colores y la mitra; yen la tercera participan diferentespersonajes con trajes bastante colo-ridos llevando sus rostros cubiertospor una máscara. Estas fiestas secelebran hasta el 7 de enero.

Ruta de orienteLa hallaca oriental la podrá conse-guir con papa y huevo sancochado,

Aprovechemos la abundancia y la prosperidad que nos trae la época de Navidad y AñoNuevo para viajar por Venezuela que es una doble inversión, conocemos nuestro país deuna forma integral: cognitiva y afectiva. Es un reencontrarnos, reconocernos, revalorizarnosy dignificarnos. De esta forma estamos invirtiendo en nuestro país y en nuestra familia, asíes que a disfrutar porque nadie nos quita lo bailao…

Pollo, alcaparras, almendras, aceitunas, pasas negrasy pimentón, son solo algunos de los ingredientes queintervienen en la preparación de las hallacas. Caracas,2010. Fotografía: SUSANA ARWAS/EDGAR MORENO

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pero su característica principal esque se le echa mucho ají dulce.También podemos conseguir lahallaca de pescado o la de maris-cos, en las que estos ingredientessustituyen a las carnes de res, polloo gallina y de cerdo.La música que acompañará su re-

corrido será el aguinaldo; estéatento/a a cualquier parranda queconsiga para que disfrute su Navidadcon estos cantos, algunos de ellos co-nocidos, como aquel de Cruz Joa-quín Alfonzo que popularizóGualberto Ibarreto, A cuerpo cobarde,o aquel que dice: “Serena está la mar,azul el cielo…”, o aquellos que sonimprovisados en el momento por lachispa de los orientales.

Ruta de los llanos occidentalesEntre la diversidad de las hallacasllaneras podemos encontrar lasadornadas con ruedas de pimen-tón, papas, huevos, zanahorias ycebollas. También con garbanzo ytocino, además de las ciruelaspasas. Las conseguimos con to-mate y otras de pescado: bagre,coporo o cachama.

Si pasa por Barinas y coincidecon una fiesta de Paradura deNiño aproveche de probar el pon-che que se prepara con ron, azú-car y atol de fororo; pero lo mejorde ello es ver su elaboración puesse bate a paleta y se sientan variaspersonas alrededor de la olla, aligual que la hallaca es un trabajode equipo.La fiesta que acompañará nues-

tro recorrido será la de los locos olocainas, que nos llevarán desdeSan José de Guaribe en el estadoGuárico, pasando por Cojedes,Agua Blanca en Portuguesa, Toru-nos y La Yuca en Barinas, hastaSan Fernando, Elorza y Guasdua-lito en el estado Apure.

Ruta de occidenteSi su recorrido lo/la lleva por el es-tado Falcón acompañe su visita alritmo del tambor veleño, el tam-bor coriano y el tambor cumare-bero. En esta región las fiestas seinician desde el 30 de noviembre,con el repique, en la víspera, queanuncia la llegada de la Navidad.Se caracteriza por ser festivo y no

devocional. Para el 28 de diciem-bre se encontrará en la Vela deCoro, en Taratara y en Puerto Cu-marebo con la fiesta de los locos.Si pasa por Coro busque el sec-

tor Cabudare, allí encuentra elRincón de la Hallaca, solicité lashallacas de chivo o las de queso,en la primera el chivo sustituye alas carnes de res, pollo y cochino,no lleva alcaparras ni aceitunas.Las segundas además del quesolleva un aliño que incorpora lapapa. Esta hallaca se caracterizapor elaborarse en hojas de queipo,de la sierra de Falcón, que a dife-rencia de la hoja de plátano no esasada sino hervida.Si su visita es al estado Zulia

pruebe la hallaca elaborada con lamasa de plátano verde. Este estadose ha caracterizado por la gaita,siendo la gaita de furro la que se hacomercializado en todo el país. Noobstante esta no es la única músicaque va a encontrar en este recorrido;si está atento/a podrá reencontrasecon la gaita de Santa Lucía, la gaitade perijanera de Rosario de Perijá, lagaita de tambora del Sur del Lago ylos chimbángueles en honor a SanBenito de Palermo. Si bien es elmismo santo del estado Mérida surito tiene ascendencia africana.

Para seguir leyendo…

GUTIÉRREZ, OMAIRA. Catálogo municipioHeres, estado Bolívar. Caracas, Instituto dePatrimonio Cultural, 2005.

Las hallacas de chivo y de queso llaman laatención tanto de propios como turistas quevisitan el estado Falcón, disponible enhttp://www.avn.info.ve/

SÁNCHEZ, RAFAEL.Origen histórico-jurídicodel aguinaldo: del strenna romano al salarioen especie, disponible enwww.dialnet.unirioja.es

L A R U T A D E L A H A L L A C A Y L A S F I E S T A S E N N A V I D A D

Los Boleros de Caucagua el 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes. Caucagua, estado Miranda, 2009.Fotografía: DANIEL HERNÁNDEZ (cortesía Grupo Afrobarloventeño Caucaucuar)

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El 28 de diciembre los zaragozas recorren las calles de Sanare, estado Lara, enmascarados y con llamativos trajes adornados con cascabeles.Esta manifestación se celebra para remembrar la matanza de los Santos Inocentes instigada por el rey Herodes. Los creyentes pagan promesaspor los favores concedidos permitiendo a los zaragozas que bailen a los niños frente al altar. Fotografía: JESÚS OCHOA (imagen cortesía Archivo AudiovisualFundación Bigott)

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Selección de objetos pertenecientes a la Colección Etnográfica de Navidad de la Fundación Centro de la Diversidad CulturalObjetos: 1. Rey mago (figura de pesebre), estado Mérida 2. Niño Jesús (figura de pesebre), estado Vargas 3. Pesebre 4. Figura de pesebre (antropomorfa), estadoMérida 5. Ángel (figura antropomorfa), estado Táchira 6. Sombrero de pastorcilla, estado Carabobo 7. Sombrero de pastor, estado Carabobo 8. Tocado de cachero,utilizado en los Pastores del Niño Jesús, estado Aragua 9. Marímbola, estado Nueva Esparta 10. Furruco, estado Cojedes 11. Furruco, estado Zulia 12. Prima, estadoMiranda 13. Figura de pesebre (antropomorfa), estado Mérida. Cortesía: COORDINACIÓN DE GESTIÓN DE COLECC IONES CDC. Tlf: (0212) 564-98.22 / [email protected]

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