Reconstrucción de la historia escolar de mi familia

Nombre: Manuel Maestro-Muñoz Bravo. Curso: 2ºA Magisterio de Primaria.

RECONSTRUCCIÓN DE LA HISTORIA ESCOLAR DE MI FAMILIA:

Entrevistas:

En primer lugar, iré escribiendo por orden todas las entrevistas realizadas a miembros de mi familia: Mis abuelas, mis padres y mi hermana.

Primera Entrevista: Realizada a una de mis abuelas:

1.- ¿Cuál es tu nombre?

Piedad Gómez Martín-Peralta.

2.- ¿Cuál es tu edad?

Actualmente tengo 86 años. Nací en el año 1928.

3.- ¿Dónde resides?

En el pueblo de Mora (Toledo), aunque no siempre he vivido aquí, ya que durante mi infancia viví en Madrid y en Sonseca.

4.- ¿Recuerdas tu infancia? ¿A qué edad ibas al colegio?

Con 4 o 5 años iba al parvulario, luego iba a un colegio de monjas en Madrid y a continuación estalló la guerra y nos trasladamos al pueblo de Sonseca a un colegio particular y después a uno público hasta que se acabó la guerra. Cuando se acabó la guerra volvimos a Madrid y estuve en un colegio particular o academia. Posteriormente nos mudamos al pueblo de Mora e ingresé en un colegio particular, puesto que mi padre quería que continuara estudiando de mayor y quería que tuviese una buena educación. Aproximadamente estudié hasta la edad de los 14 años.

5.- ¿Qué asignaturas recuerdas? ¿Eran asignaturas separadas o conjuntas?

El material que se utilizaba era una enciclopedia llamada Sopena, en la que estaban incluidas todas las asignaturas (matemáticas, gramática, historia).

6.- ¿Qué materiales se utilizaban? ¿Qué materiales había en la clase?

Se utilizaban cuadernos pautados para la caligrafía, caja del compás, se usaba únicamente lápices y borradores para escribir, reglas, tiralíneas para dibujos. En el aula se colocaban pupitres de madera de dos en dos con tapa abatible para guardar el material. Se usaba mucho la bola del mundo. En los colegios de monjas había crucifijos y símbolos religiosos, pero en la guerra se quitaron. En los colegios de monjas se llevaban uniformes.

7.- ¿Estudiaban juntos los niños y las niñas?

En los colegios particulares o academias había chicos y chicas juntos y en los públicos y en los de monjas iban por separado.


8.- ¿Cómo era la disciplina?

Había una gran disciplina, era muy estricta: Se castigaba por hablar, por no saber la lección y eran castigos como estar de rodillas contra la pared con los brazos en cruz y sujetando libros con las manos, las que pillaban hablando les colgaban una lengua de cartón pintada sujetada por unos cordones a las orejas o ponerse de pie encima de un banco.

9.- ¿Cambiabais de profesor dependiendo de las asignaturas o era siempre el mismo?

El profesor era único para todas las asignaturas.

10.- ¿Cómo eran los horarios?

Entraba a las 9h de la mañana, comía en un comedor escolar sobre las 13h del mediodía, había un recreo entre las 9 y las 13 horas y la jornada de clase terminaba a las 17 horas.

11.- ¿Cómo era el trato de los alumnos a los profesores? ¿Cómo era la relación padres-profesores?

Los alumnos trataban a los profesores con mucho respeto por la severa disciplina que empleaban y los castigos que imponían. Los padres confiaban plenamente en el trabajo del profesor y apoyaban los métodos empleados.

12.- ¿Te ponían deberes para casa?

Sí, diariamente y en gran cantidad.

13.- ¿Cómo eran los exámenes?

Teníamos que ir a examinarnos a un instituto externo al colegio donde estudiabamos y consistían en exámenes finales oficiales de todas las asignaturas a veces incluso teniendo todos los exámenes el mismo día a la vez.

14.- ¿Se realizaban actividades extraescolares? Excursiones, clases de apoyo, etc.

No, no había excursiones ni ningún tipo de actividad extraescolar. Se empleaba la totalidad del tiempo en estar en clase durante todo el año.

15.- ¿Cuántos alumnos erais en clase? ¿Era obligatorio ir a la escuela?

Las clases no eran muy numerosas, había pocos escolarizados y había poco nivel, rozando el analfabetismo. No era obligatorio ir a la escuela y por eso había muchos niños analfabetos.

16.- ¿Había muchas diferencias entre los colegios de ciudad y los de pueblo?

En los colegios de ciudad había más niños escolarizados, mientras que en los pueblos no iban tanto al colegio.


Segunda Entrevista: Realizada a mi otra abuela:


María del Pilar Mora-Granados.


Tengo 84 años y nací en el año 1930.


En Mora de Toledo, mi hogar durante toda mi vida.


Desde los 4 años hasta 3º de Primaria por motivos familiares porque había que ayudar en la casa y ayudar en los trabajos del campo. Iba a un colegio público.


Se llevaba una Enciclopedia que contenía todas las asignaturas (matemáticas (sumar, multiplicar, dividir), geografía, gramática, etc). Era globalizado.


Se llevaba la Enciclopedia, cuaderno, lápices y borradores. Llevaba un cabás labrado como mochila, un cuaderno de dibujo, reglas. En clase había una pizarra con tizas, pupitres de madera con tapas que se abrían y guardabas tus pertenencias.


Los chicos y las chicas estaban en clases separadas.


No recuerda una disciplina severa, ni ningún tipo de castigo. La profesora me trataba con agrado y respeto, puesto que conocía las dificultades familiares que tenía y las comprendía.


Siempre era el mismo profesor para todas las clases.


Había jornada partida. Primero de 9 a 13 horas con un recreo de por medio y a las 13 horas había un descanso para comer. A las 15 horas se reanudaban las clases hasta las 17 horas.



Era un trato de respeto, con los alumnos más cohibidos. No había relación ni tutorías con los padres.


Ponían pocos deberes. Los niños los hacían en clase.


No ponían exámenes durante el tiempo que iba al colegio.

14.- ¿Se realizaban actividades extraescolares? Excursiones, clases de apoyo, etc

No se hacían excursiones, ya que coincidía con la época de la posguerra.


La mayoría de niños no iban porque no era obligatorio asistir al colegio, pero el número de alumnos por clase era parecido al de hoy en día (20 o 30).

Tercera entrevista: realizada a mi madre:


Piedad Bravo Mora-Granados.


Tengo 58 años y nací el 16 de Agosto de 1956.


Vivo en Olías del Rey (Toledo), aunque mi hogar de mi infancia y juventud ha sido Mora.

4.- ¿En qué trabajas?

Soy profesora de 1º y 2º de la E.S.O. en el Colegio San Juan Bautista en Toledo.


Desde los 5 años hasta los 16, pero antes de esa edad iba a una especie de guardería que había en el pueblo. Iba a un colegio privado en Mora. Había 4 cursos de Primaria y al final del 4º curso se hacía una prueba que se llamaba “Ingreso”. Esta prueba permitía pasar a Bachillerato que eran 6 cursos más una prueba al final que se llamaba “reválida”.


Las asignaturas en Primaria eran Lengua Española, Geografía e HIstoria, Dibujo, Historia Sagrada, Matemáticas, que se dividía en Aritmética y Geometría, Gimnasia, Labores y Ciencias Naturales. Las asignaturas eran separadas, con un libro por asignatura.



Se utilizaba un libro de texto para cada asignatura, cuadernos diferentes, cuaderno de caligrafía, cuadernos de cálculo, block de dibujo, lápiz, borrador, sacapuntas, bolígrafos, colores, reglas, pegamento, una cartera de mano para guardar el material y se llevaba uniforme y traje de gimnasia común para todos los alumnos, aunque en los primeros años para gimnasia las chicas usaban unos pololos en vez de pantalones de chándal.

En clase se encontraban materiales como la pizarra, tizas, borrador, mapas en las paredes, pupitres de madera con tapa abatible y cajonera de uno en uno, tarima para la mesa del profesor/a y crucifijos.


No, el colegio al que iba era solo de niñas, aunque había niños en párvulos. Cada clase era un curso diferente.


Había bastante disciplina. Por ejemplo: Había que levantarse cuando entraba el profesor. Las clases eran en completo silencio, de lo contrario había castigos como por ejemplo quedarse más tiempo en el colegio, ir castigado un sábado o un domingo, ponerse de pie, copiar, quedarse sin recreo. Enseñaban normas de urbanidad y de comportamiento.


En Primaria era siempre el mismo profesor para todas las asignaturas, pero en Bachillerato no.


Había jornada partida: De 9h a 13h y de 15:30 h a 17:30 h, con un recreo por la mañana y en los últimos cursos había un recreo para merendar y estudio hasta las 20h.


Había mucho respeto y había que levantarse para hablar al profesor o responder alguna pregunta que hiciese.

Había contacto de la familia con el colegio porque todos los meses se llevaba a casa un boletín de notas y la madre solía ir a llevar y recoger a los niños al colegio. No había tutorías con el profesor.


Ponían bastantes deberes para casa y preguntaban la lección todos los días de manera oral.


Eran pruebas escritas con preguntas que la profesora dictaba en voz alta y los alumnos copiaban y se contestaba de uno en uno con las mesas separadas.


15.- ¿Se realizaban actividades extraescolares? Excursiones, clases de apoyo, etc.

Se realizaban algunas excursiones, pero no tantas como en la actualidad. También se celebraba la fiesta del colegio, el mes de Mayo, se colaboraba en las fiestas del pueblo y en la procesión del Domingo de Ramos.


Había unos 30 alumnos en la clase, además había un internado para alumnas que estaban internas. Era obligatoria asistir a la escuela, aunque no todos cursaban el Bachillerato, pues no era obligatorio. Había un buen nivel académico.

Cuarta entrevista: Realizada a mi padre:


Manuel Maestro-Muñoz Gómez.


Tengo 58 años. Nací el 23 de Octubre de 1956.


En la actualidad, vivo en Olías del Rey (Toledo). Sin embargo, durante mi infancia, adolescencia y parte de mi juventud he vivido en el pueblo de Mora, de la provincia de Toledo.

4.- ¿En qué trabajas?

Soy comercial, trabajo en la venta de impresoras y computadoras en la empresa OKI.


Con 3 o 4 años asistí a una guardería donde cada uno se llevaba su silla. Durante la etapa de párvulos (2 años) asistí a un colegio de monjas, donde luego tuve que salir porque era un colegio solo de chicas y no permitían chicos en la etapa de primaria. En la etapa de primaria estuve en un colegio público durante 4 años. A los 10 años se terminaba la etapa de primaria y se pasaba a Bachillerato que eran 6 años, pero en mi caso empezamos el primer curso de Bachillerato con un plan especial que se llamaba Bachillerato Técnico Superior, el cual duraba 7 años, cursando COU en el mismo instituto que el Bachillerato.


Había Lengua, Historia, Geografía, Aritmética y Geometría que formaban la asignatura de Matemáticas, Religión, Ciencias Naturales y Gimnasia.


Las asignaturas iban por separado, teniendo un libro por asignatura.


Se utilizaban libros de texto, cuadernos de ejercicios, regla, compás, borrador, lápiz, bolígrafo, cartera de mano para llevar el material escolar y cada uno llevaba la ropa que quería, era libre.

Había una pizarra con tizas y borrador, un mapa colgado en la pared y pupitres de madera colocados de dos en dos.


No, los niños íbamos al colegio público, mientras que las niñas iban al colegio de monjas. Además, en mi clase estábamos niños de años diferentes, había niños más grandes y más pequeños que yo.


Era una disciplina rigurosa que consistía en: cuando te portabas mal, el profesor te mandaba ponerte de rodillas mirando a la pared y, con los brazos extendidos, sujetar unos cuantos libros en cada mano, extender la mano y con la palma hacia arriba y abierta te pegaban con un puntero en la mano, te tiraba de las orejas y te daba alguna colleja de vez en cuando.


Normalmente era el mismo profesor, pero en algunas ocasiones, dependiendo de la materia impartida, había otro profesor distinto.


Era jornada partida: Desde las 9h hasta las 14h y desde las 16h hasta las 18h. Después te daban para la merienda leche en polvo con agua.


Había respeto de los alumnos hacia los profesores, hablándoles de usted y pidiendo permiso para cualquier cosa.

La relación de la familia con los profesores era buena, mirando sobre todo por la disciplina y avance del hijo en todas las asignaturas. La familia daba la razón al profesor, en la mayoría de los casos, castigando o regañando al niño si se había portado mal.


Sí, ponían unos cuantos deberes para casa.


Eran exámenes escritos y orales en la pizarra, según la materia de la que se tratase.



No existía en mi colegio ningún tipo de actividad extraescolar ni excursión.


Aproximadamente éramos 30 chicos, era obligatorio ir al colegio y había un buen nivel, se estudiaba mucho.

Quinta entrevista: Realizada a mi hermana:


Nuria Maestro-Muñoz Bravo.


Tengo 28 años y nací en el año 1986.


En Olías del Rey (Toledo), lugar en el que he vivido durante toda mi vida.

4.- ¿Trabajas o estudias?

Ambas cosas: estudio el Grado de Humanidades en Toledo y trabajo como profesora de baile clásico y baile Moderno.

5.- ¿Tienes una gran experiencia laboral?

Sí, desde que acabé el Módulo Superior de Secretariado, he trabajado como secretaria en las empresas Tolegres y Cemar aquí en Toledo, como teleoperadora en una oficina de la compañía telefónica Vodafone y en varias tiendas de ropa como Zara, Sfera o Women’s Secret.

6.- ¿Te acuerdas de tu infancia? ¿A qué edad ibas al colegio?

Desde los 2 hasta los 4 años fui a una guardería de mi urbanización. Después, de 4 a 5 años fui a preescolar, los 6 años siguientes cursé Educación Primaria (hasta los 12 años) y al acabar 6º de primaria pasé a la Educación Secundaria Obligatoria los 4 años siguientes (hasta los 16 años). Desde preescolar hasta que terminé la ESO asistí al colegio concertado San Juan Bautista en Toledo.


Recuerdo que daba asignaturas como Matemáticas, Conocimiento del Medio, Lengua, Plástica, Música, Religión y Educación Física.

Todas las asignaturas estaban separadas, cada una con su libro de texto correspondiente.



Se solían utilizar libros de texto, cuadernos, blocks de dibujo, pentagramas para música, reglas, escuadra, cartabón, compás, bolígrafos, lápices, borradores, sacapuntas, en cursos más bajos (1º o 2º) usábamos punzones en vez de tijeras, llevaba mochila de asas donde guardaba el material escolar y, al ser un colegio de monjas, en preescolar utilizábamos un baby para el comedor y en Primaria uniforme y los días de Educación Física nos poníamos el chándal del colegio.

En clase recuerdo que había pizarra con borrador y tizas, compás para la pizarra, pupitres verdes con cajonera para guardar nuestras pertenencias, estanterías con libros de texto, imágenes religiosas, un corcho para los anuncios, etc.


Sí, había niños de ambos sexos en todas las clases.


No era muy estricta, aunque un poco autoritario. Cuando alguien se portaba mal, el profesor ponía al alumno de pie, o separaba su mesa o juntaba su mesa junto a la del profesor o le mandaba copiar “x” veces lo que había hecho mal para que no se volviera a repetir, le dejaba sin recreo ese día, etc.


En 1º y 2º de Primaria era el mismo profesor para todas las asignaturas, pero durante el resto de cursos de la etapa de Primaria, había un profesor diferente para cada materia.


Consistía en una jornada partida con un primer tramo de 9h a 13h con un recreo de por medio, al salir de clase nos íbamos al comedor escolar, después teníamos un recreo después del comedor hasta las 15h, que es cuando se reanudaban las clases, que terminaban a las 17h.


Era un trato respetuoso, pero cercano. A pesar de que los profesores eran estrictos, siempre se preocupaban de todos y cada uno de nosotros, eran muy amables y los alumnos estábamos encantados con ellos.

Había bastante comunicación entre los padres y profesores, debido a que había regularmente tutorías con el profesor y siempre eran informados de todas las actividades que íbamos a realizar en días posteriores con cartas informativas para que los padres dieran permiso a sus hijos para participar.



Sí, pero no mucha cantidad. A lo mejor 1 o 2 páginas de actividades por día de cada asignatura, aunque a medida que íbamos subiendo de curso nos mandaban más tarea para realizar en nuestras casas.


Eran exámenes teóricos de preguntas cortas y se realizaban con los alumnos separados y eran de corta duración (unos 30 minutos).


Sí, se realizaba una excursión cada trimestre y el colegio ofrecía actividades extraescolares como fútbol, baloncesto, ballet, gimnasia rítmica, voleibol, teatro, etc. Además, para los niños más pequeños había 1 hora de siesta después del comedor.


Aproximadamente éramos unos 20 o 30 alumnos y había un buen nivel académico en el colegio en general gracias, en parte, a la buena labor de los profesores.

Sí, era obligatorio ir a la escuela sin excepciones, incluso las familias más desfavorecidas debían asistir, eso sí, con ayudas económicas del colegio o del Estado.


Fotografías:

A continuación, mostraré algunas fotografías tomadas por mí a algunos objetos de los años 60.

En las fotografías, aparecen libros de texto, títulos de Bachiller y libro de escolaridad de mi madre (Piedad Bravo):

Libro de Francés:


Libro de Aritmética:


Libro de Matemática Moderna:


Libro de Lengua Española:


Libro de Historia:


Libro de Religión (Historia Sagrada):

Enciclopedia:


Block de dibujo:


Título de Bachiller Elemental:


Título de Bachiller Superior:

Libro de calificación escolar o libro de escolaridad:


Metodología, posibles fuentes de error y principales dificultades a la hora de realizar el trabajo:


La metodología utilizada para realizar el trabajo ha consistido en la elaboración de entrevistas individualizadas con miembros de mi familia de 3 generaciones diferentes (mis abuelas, mis padres y mi hermana). Sin embargo, hay que tener presente que cada uno ha vivido situaciones familiares y económicas diferentes en su infancia, han ido a diferentes colegios o tienen diferentes opiniones de la educación de sus épocas. Todas estas circunstancias pueden ser las principales fuentes de error a la hora de establecer conclusiones definitivas y generales acerca de la educación de las 3 épocas diferentes.

Ha habido ciertas dificultades a la hora de realizar el trabajo, como por ejemplo el tener que desplazarse al pueblo de Mora para realizar las entrevistas a mis abuelas o el encontrar documentos y evidencias escolares de mis abuelos (la mayoría se perdieron por la antigüedad de estos), de mis padres (mi padre no conserva ningún documento escolar de su infancia, solo mi madre mantiene libros de texto, calificaciones y títulos de Bachillerato) y de mi hermana (la mayoría de libros eran prestados por el colegio y había que devolverlos, calificaciones que se han perdido, etc).

Conclusiones: Semejanzas y diferencias de las historias escolares recogidas y características educativas de las distintas épocas:

Tras haber realizado las entrevistas y haberlas leído detenidamente, podemos darnos cuenta rápidamente de los cambios tan significativos que ha habido a lo largo del Siglo XX en el sistema educativo en España.

En un primer momento, si nos fijamos en las confesiones que han hecho mis abuelas, podemos observar que son dos casos completamente distintos: mi abuela Piedad gozó de una buena educación debido a que su padre siempre quiso inscribirla en buenas escuelas, mientras que mi otra abuela, Pilar, tuvo que salir pronto de la escuela debido a problemas familiares durante la guerra y posguerra, por lo que en vez de ir a la escuela, trabajaba en el campo ayudando a sus padres y no era obligatorio asistir a la escuela, al contrario que en la época de nuestros padres y en la nuestra, en las cuales hemos tenido como obligación el ir a un colegio desde ciertas edades hasta una cierta edad.

Respecto a las asignaturas que se impartían en aquella época, llama la atención que todas ellas se incluían en un mismo libro de texto, una Enciclopedia exactamente. Sin embargo, en la época de mis padres (los años 60) y la nuestra (los 90- actualmente) las asignaturas se daban por separado en distintos libros, con variantes, eso sí, en las asignaturas ya que en la época de mis padres las Matemáticas se dividían en dos (Aritmética y Geometría), las Ciencias Sociales se dividían en Geografía e Historia, no se enseñaba un segundo idioma, etc; mientras que en nuestra época Matemáticas era una asignatura única, Geografía e Historia era sustituida por Conocimiento del Medio, se daba y se sigue dando Inglés como asignatura obligatoria y, además, se añadieron nuevas asignaturas como Música.

En cuanto al material escolar, no ha variado mucho respecto a aquella época, pues ya antaño se usaba pizarra, cuadernos, lápices, etc. El único cambio reseñable es la forma de los pupitres de aquellos años pues, al igual que en la época de mis padres, eran de madera con una tapa


que se levantaba y dentro de la cajonera se guardaban las pertenencias, algo que no ha sido así en nuestra época, pues los pupitres y los asientos eran más cómodos con una cajonera abierta y sin tapa abatible, las mochilas también han cambiado (antes eran exclusivamente de mano y ahora son de asas) y las vestimentas no han cambiado mucho, pues, en la mayoría de colegios concertados y privados todos los niños han usado los mismos uniformes, pero en los colegios públicos la forma de vestir era libre.

Otro aspecto que ha cambiado enormemente es el del género masculino y femenino en las clases. Durante la época de mis abuelos y mis padres los niños y las niñas no podían estar mezclados en la misma clase, incluso en algunos casos, no podía haber en un mismo colegio niños de ambos sexos (había colegios reservados únicamente para niñas y otros colegios reservados solo para niños), mientras que en nuestra época no supone ningún problema el hecho de que niños y niñas estén en el mismo aula. Un aspecto relacionado con el tipo de alumnos que había en las clases, es el mencionado por mi padre en el que dice que no había cursos propiamente dichos porque mezclaban en las mismas clases alumnos de distintas edades, mientras que en nuestra época los cursos están separados por edades.

En el caso de la disciplina , aunque aún existen ciertos colegios privados o concertados que siguen utilizando los viejos métodos disciplinarios autoritarios, es cierto que ha habido un enorme cambio en este tema en concreto, pues, como hemos podido apreciar, en los años escolares de mis abuelos y mis padres, estaba incluso bien visto el castigo físico o psicológico como método para erradicar malas conductas y había mucho respeto, incluso miedo hacia la figura del profesor, quien siempre quería hacer notar quién mandaba en la clase y siempre marcaba un límite en la relación con el alumno queriendo ser la autoridad en el aula y el alumno el que obedecía sin ninguna queja todo lo que ordenaba y teniendo una forma de educar estricta y autoritaria lo cual tenía un aspecto positivo, pues enseñaba muy buenos modales a los niños pero, eso sí, con castigos excesivos, no como en nuestra época en la que ha existido un forma de educar estricta pero con formas de castigo más suaves y con el profesor tratando a los alumnos de igual a igual, sin sentirse superior y teniendo una cercanía y una preocupación por sus alumnos que no era así en tiempos pasados.

Como se ha dicho antes, las asignaturas en los años 30 estaban todas mezcladas en un mismo libro de texto y eran dadas por el mismo profesor, en los años 60 aunque las materias estaban separadas en diferentes libros, seguían siendo impartidas por el mismo profesor todas ellas y en nuestra época, además de estar separadas por libros, algunas eran impartidas por profesores diferentes.

En cuanto a los horarios de clase, todos coinciden en que se trataba de jornadas partidas, las cuales consistían en 4 o 5 horas separadas por un recreo y que al finalizar daban paso a un descanso de 2 o 3 horas para comer ya fuera en casa o en el comedor y, tras el descanso, se reanudaban las clases, que terminaban 2 o 3 horas después. Sin embargo, en la época en que yo fui al colegio, unos años tuve jornada partida, pero a partir de 5º Curso se pasó a la norma de tener jornada continua (todas las horas de clase eran por la mañana de seguido).

Otro aspecto que ha cambiado considerablemente ha sido el trato de los alumnos hacia el profesor y viceversa, puesto que en las épocas de nuestros abuelos y de nuestros padres existía un enorme respeto hacia el profesor y muy buenos modales de los alumnos debido, en


parte a la férrea disciplina ejercida por el profesor y había un considerable distanciamiento en la relación alumno-profesor. Sin embargo, este aspecto ha dado un giro enorme, debido a que ha menguado la exigencia y la autoridad del profesor y se ha acrecentado la cercanía entre el alumno y el profesor, pero a su vez se ha perdido ese respeto a la figura del profesor puede que a causa de un exceso de manga ancha y permisividad por parte del profesor. Puede que el problema que ha habido sea porque no se ha sabido buscar un equilibrio entre exigencia y permisividad. Además, la relación de la familia con el profesor también ha variado debido a que antaño se daba la razón al profesor y se apoyaban los métodos utilizados por el profesor a pesar de no existir tutorías y haber más distanciamiento entre el colegio y las familias, no como ahora donde existe gran cercanía entre los tutores y los padres, aunque éstos en vez de estar de parte del profesor, dan la razón a sus hijos.

Una cosa que no ha cambiado ha sido el hecho de llevar deberes para hacer en casa. Eso siempre ha sido así, al igual que los exámenes que siempre se han realizado fuese la época que fuese.

Otra cosa que ha cambiado mucho es la gran cantidad de actividades extraescolares (deportivas, culturales, etc), excursiones y otras actividades que se ofertan en la educación actual, en contraposición a las escuelas de la época de nuestros abuelos y padres en las que no se realizaban excursiones ni actividades extraescolares debido a la falta de medios en algunos casos o a la falta de iniciativas por parte de los colegios.

El último aspecto que cabe destacar es el número de alumnos que han asistido a las escuelas en función de la época de la que se tratara, así como el nivel intelectual o académico de los alumnos.

En la época de nuestros abuelos no era obligatorio ir a las escuelas y había un elevado índice de población infantil analfabeta y no escolarizada por el contexto histórico (guerra civil y posguerra) en el cual había grandes dificultades económicas y familiares. Esto cambia en la época de nuestros padres, ya que entonces ya es obligatorio ir al colegio y hay un elevado nivel intelectual y económico por lo que he podido recoger de las entrevistas, al igual que en la actualidad pues cada vez se incentiva y refuerza la inteligencia y el nivel académico cultural de los niños.

Reconstrucción de la historia escolar de mi familia

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