Reconocer la hidrocefalia normotensiva en adultos mayores
Transcript of Reconocer la hidrocefalia normotensiva en adultos mayores
20 Nursing2018 | Volumen 35 | Número 3
DN
A I
LL
UST
RA
TIO
NS /
SC
IEN
CE S
OU
RC
E
Mayo/Junio | Nursing2018 | 21
LA HIDROCEFALIA NORMOTENSIVA
(HNT) IDIOPÁTICA, a menudo
incorrectamente diagnosticada como
enfermedad de Parkinson u otro
trastorno neurológico relacionado con
el envejecimiento, es más frecuente en
individuos mayores de 60 años1. Puesto
que la detección temprana y el tratamiento
oportuno con derivación ventricular pueden
corregir la demencia y otras complicaciones
de la HNT en muchos pacientes, las
enfermeras deben reconocer una tríada
reveladora: alteración de la marcha,
deterioro cognitivo e incontinencia urinaria.
La HNT puede ser idiopática o
secundaria a una causa subyacente, como
traumatismo craneoencefálico, hemorragia
subaracnoidea, tumor cerebral o infección,
como la meningitis1. Este artículo se centra
en la HNT idiopática en adultos mayores,
presentando como ejemplo el caso del Sr. S.
Un caso ilustrativoEl Sr. S., viudo de 78 años, con frecuencia
sufre caídas en el hogar provocadas por
marcha inestable e incontinencia urinaria.
Cuando habla con su familia, no presta
atención y presenta una lenta capacidad
de respuesta. Su hijo, preocupado por los
cambios en la actividad mental de su padre
y el deterioro de su salud, lo ha llevado al
médico de atención primaria varias veces
durante los últimos 2 años. Este atribuyó
sistemáticamente los síntomas y signos del
Sr. S. al empeoramiento de la enfermedad
de Parkinson que sufre y a la aparición de la
demencia.
Desde hace unos 3 años, los síntomas
y signos del Sr. S. no presentan ningún
cambio. Su hijo buscó una segunda
opinión de un neurocirujano, que
solicitó una resonancia magnética del
cerebro. Los resultados mostraron que los
ventrículos eran más grandes de lo normal
debido a una acumulación de líquido
cefalorraquídeo (LCR).
Al sospechar que se trataba de la HNT, el
neurocirujano también realizó una punción
lumbar. Después de extraer una pequeña
cantidad de LCR, los síntomas y signos del
Sr. S. mejoraron momentáneamente: estuvo
más atento y su marcha era más estable.
Se le diagnosticó HNT y se le programó
cirugía para colocarle una derivación
ventriculoperitoneal (VP).
Tríada característicaEl Sr. S. sufrió una tríada de síntomas y
signos neurológicos característicos de la
HNT: alteración de la marcha, deterioro
cognitivo o demencia, y deterioro del
control de la vejiga. El trastorno se
identificó por primera vez en la década
de 1950 antes de que se desarrollara la
tecnología para controlar permanentemente
la presión intracraneal (PIC)2. Puesto que
muchos pacientes presentaban una PIC
aparentemente normal, el trastorno se
denominó hidrocefalia “normotensiva”.
Aunque se acuñó esta denominación,
es algo engañosa porque la PIC de los
pacientes puede �uctuar enormemente3.
Se estima que 750.000 estadounidenses
sufren HNT. Del 9% al 14% de estos
pacientes viven en centros tutelados
u otros centros de larga estancia2.
Aproximadamente, el 20% o menos de los
pacientes que viven con HNT reciben el
diagnóstico y el tratamiento adecuados4.
En cambio, se les puede diagnosticar
erróneamente de enfermedad de Parkinson,
enfermedad de Alzheimer u otra forma de
demencia porque los síntomas y signos
de estos trastornos son parecidos.
De acuerdo con una estimación,
375.000 estadounidenses diagnosticados
de demencia o enfermedad de Parkinson
podrían sufrir HNT, pero la verdadera
prevalencia de esta enfermedad es difícil de
determinar porque a muchos pacientes se les
diagnostica erróneamente de otros trastornos
neurológicos5,6. Se espera que aumente el
número de pacientes que sufran HNT debido
al incremento de la longevidad de los adultos7.
Los síntomas y signos de la HNT son
potencialmente reversibles si el trastorno
Carolyn E. Smith, MS, RN, CNRN
Reconocer
la hidrocefalia normotensiva
en adultos mayores
22 Nursing2018 | Volumen 35 | Número 3
Flujo normal del líquido cefalorraquídeo
La circulación del líquido cefalorraquídeo (LCR) es un sistema cerrado. La mayor parte
del LCR producido a diario por los plexos coroideos en los dos ventrículos laterales
se reabsorbe en las vellosidades aracnoideas, que son proyecciones desde el espacio
subaracnoideo hacia los senos venosos del cerebro. El LCR fluye en una dirección a
través de las vellosidades aracnoideas y drena en el seno longitudinal superior.
Las vellosidades aracnoides se han comparado con válvulas sensibles a la presión.
Cuando la presión del LCR es mayor que la presión venosa, el LCR sale del espacio
subaracnoideo. Cuando las presiones se igualan, las válvulas se cierran. La disfunción
del flujo de LCR se observa en la hidrocefalia.
Fuente: Hickey JV. The Clinical Practice of Neurological and Neurosurgical Nursing. 7th ed. Philadelphia, PA: Wolters Kluwer, Lippincott Williams & Wilkins; 2009:60.
se diagnostica y se trata a tiempo. Por
desgracia, los médicos de atención primaria
no reconocen el 80% de los casos de HNT4.
El Sr. S. es un ejemplo de un paciente
cuyos síntomas y signos se atribuyeron
incorrectamente a enfermedad de Parkinson
y demencia.
Cómo se desarrolla la hidrocefalia normotensivaLa HNT se caracteriza por el deterioro de
la absorción de LCR (v. el cuadro Flujo
normal del líquido cefalorraquídeo). Una gran
parte del LCR se acumula en los ventrículos
del cerebro debido a la disminución de
la reabsorción de LCR por parte de las
vellosidades aracnoideas. El aumento de los
ventrículos puede provocar lesión vascular
y periventricular debido al aumento del
edema. Los síntomas y signos neurológicos
de la HNT aparecen cuando el tejido
cerebral se comprime por la acumulación de
LCR y el aumento del edema5.
La HNT provoca cambios físicos y mentales
que producen sufrimiento del paciente y
disminución de la calidad de vida. Si no se
trata, también puede provocar una muerte
prematura. Los síntomas y signos de la HNT
generalmente van progresando durante
meses o años, pero pueden presentarse
repentinamente si el paciente sufre una
lesión o un traumatismo craneal agudo8.
La HNT es una de las pocas causas de
demencia que puede ser reversible con
el tratamiento3. El diagnóstico temprano
ofrece al paciente la mejor oportunidad de
mejorar la calidad de vida y volver a un
estado de vida independiente8. Para ayudar
a los pacientes a lograr el mejor resultado,
las enfermeras y otros profesionales
sanitarios deben ser capaces de reconocer
sus síntomas y signos, y los médicos de
atención primaria deben tenerlos en cuenta
en el diagnóstico diferencial5.
El siguiente análisis examina más
detenidamente los síntomas y signos
clásicos de la HNT y aborda la manera en
que pueden diferenciarse de otros posibles
diagnósticos. Debe tener en cuenta que un
paciente con HNT quizá no presente las tres
manifestaciones del trastorno7.
Alteración de la marcha. La
característica clínica más destacada de
la HNT y, generalmente, la primera en
aparecer es la alteración de la marcha o
la inestabilidad, que afecta al 89% de los
pacientes con HNT aproximadamente7.
Los pacientes adquieren un modo de andar
arrastrando los pies y caminan con las
piernas muy separadas, por lo que corren
mayor riesgo de sufrir caídas9. El Sr. S.
sufrió caídas frecuentes en su domicilio
debido a los cambios en su capacidad para
deambular. Los pacientes también pueden
sufrir mareos, que provocan una pérdida de
equilibrio al cambiar de posición o al girar;
ello aumenta la probabilidad de sufrir una
caída10. Puesto que las alteraciones de la
marcha son progresivas, los pacientes que
no reciben tratamiento perderán lentamente
la capacidad de caminar.
Infórmese de la marcha y los problemas
para deambular en la historia clínica del
paciente. Escuche las quejas de “pies
pesados” o la sensación de que los pies
están “pegados al suelo”. Estos signos
advertirán a los médicos de un posible
diagnóstico de HNT4.
Las alteraciones de la marcha que se
observan en la HNT, como el modo de
andar arrastrando los pies, son parecidas
a las observadas en la enfermedad de
Parkinson. Sin embargo, los pacientes con
enfermedad de Parkinson andan con las
piernas más juntas y menor dificultad, con
una sensación de desequilibrio. Además,
los síntomas de la enfermedad de Parkinson
mejoran con un régimen diario a base de
levodopa, que no afecta a las alteraciones de
la marcha en pacientes con HNT11.
Seno longitudinal superior
Espacio subaracnoideo
Agujero interventricular
Agujero de Magendie
Plexo coroideo del tercer ventrículo
Plexo coroideo del cuarto ventrículo
Vellosidades aracnoideas
Mayo/Junio | Nursing2018 | 23
Deterioro cognitivo. Este puede
manifestarse como un cambio sutil o brusco
en la actividad mental. Los pacientes tienen
problemas para mantener la atención
y recordar información. También son
lentos cuando deben responder en una
conversación, como observó la familia del
Sr. S. El tratamiento con derivación VP
puede lograr el restablecimiento pleno de
las funciones intelectuales12.
La atención del Sr. S. mejoró
momentáneamente después de la punción
lumbar cuando se le extrajo una pequeña
cantidad de LCR, lo que indica que se
beneficiaría de una derivación quirúrgica.
Los pacientes con enfermedad de Alzheimer
no mejorarían después de una punción
lumbar y mostrarían otros signos como
problemas de memoria, afasia y dificultades
en tareas simples que no están relacionadas
con la HNT5. Otros diagnósticos
diferenciales que deben descartarse son
demencia vascular, tumor o infección
cerebral, hipotiroidismo, infartos cerebrales
múltiples y alcoholismo crónico8.
Incontinencia urinaria. Los pacientes
que sufren incontinencia debido a la HNT
presentan dificultades en relación con
la frecuencia y la urgencia. No es fácil
diagnosticar correctamente la incontinencia
provocada por la HNT porque muchos
adultos mayores padecen este trastorno
debido a otras comorbilidades, como
cistitis, cáncer de vejiga o hiperplasia
prostática benigna3.
En las primeras etapas de la HNT, los
pacientes pueden sentir urgencia urinaria
en lugar de incontinencia1,5. Sin embargo,
la alteración de la marcha puede evitar que
lleguen al baño a tiempo, lo que provoca
incontinencia.
La incontinencia sola no constituye
motivo de diagnóstico de HNT porque a
menudo no se observa durante las primeras
etapas de la enfermedad. Además, los
adultos mayores no comunicarán que sufren
incontinencia como un problema potencial
si atribuyen las dificultades urinarias al
envejecimiento y a otros factores, como el
uso de diuréticos o hiperplasia prostática
benigna8. Los pacientes a los cuales les
avergüenza la incontinencia quizá no
informen a la enfermera o al médico de
atención primaria de que la sufren10.
Se debe realizar una historia clínica y una
evaluación física completas de los pacientes
que presenten signos de HNT, así como una
evaluación neurológica exhaustiva.
Pruebas diagnósticasNo existe ninguna prueba de referencia para
el diagnóstico de la HNT1,13. La tomografía
computarizada y la resonancia magnética
se utilizan para establecer el tamaño
del ventrículo e identificar una posible
hidrocefalia, pero estas pruebas por sí solas
no siempre son suficientes para confirmar
un diagnóstico de HNT. Se pueden utilizar
otros estudios de diagnóstico invasivos,
como la punción lumbar o el drenaje
continuo de LCR en un entorno hospitalario
(también conocido como drenaje lumbar
externo) durante una semana como
máximo para controlar la mejoría de los
síntomas y signos1,4,10. Durante un periodo
prolongado, el control de la PIC puede
revelar desviaciones de presión rítmicas
intermitentes1.
TratamientoDespués del diagnóstico, se valora cuál es
la mejor opción de tratamiento para los
pacientes. La colocación quirúrgica de una
derivación VP es el tratamiento de referencia
de la HNT (v. el cuadro Cómo la derivación
ventricular alivia la presión). En un estudio se
observó que los pacientes presentan el 96%
de posibilidades de mejorar los síntomas
después de la colocación de la derivación14.
Deben valorarse los riesgos y beneficios de
la cirugía para cada paciente. Los pacientes
que presentan múltiples comorbilidades,
en especial los relacionados con trastornos
cardiovasculares y cerebrovasculares, corren
mayor riesgo de complicaciones quirúrgicas
y peores resultados6,7.
Se puede colocar un drenaje de
ventriculostomía externo en el paciente
antes de realizarle la intervención quirúrgica
de derivación para valorar los beneficios de
colocar una derivación VP permanente9.
Si un paciente responde positivamente
al drenaje de LCR, ya sea a través de
la punción lumbar o de un drenaje de
ventriculostomía externo, entonces puede
considerarse que el paciente es un candidato
apropiado para una derivación VP.
El objetivo de la cirugía de derivación es
mantener un drenaje adecuado del LCR para
mejorar los síntomas y signos preoperatorios
del paciente y su calidad de vida10. En tan
solo 2 días después de la colocación de la
derivación VP, el 80% de los pacientes nota
una mejoría de los síntomas y signos12. La
recuperación quirúrgica y la mejoría de
las características clínicas evolucionan
a lo largo de un periodo de meses, y
las alteraciones de la marcha mejoran en el
30-95% de los pacientes con derivaciones
que funcionan correctamente5.
Entre las posibles complicaciones de la
colocación de una derivación VP se encuentran
infección del catéter de derivación, hematoma
intracerebral, convulsiones y disfunción
de la derivación, como mala colocación o
acodamiento del catéter. Si el paciente no
nota mejoría de los síntomas después de la
derivación, se realizan estudios de diagnóstico
por imagen de seguimiento para valorar el
estado de los ventrículos y el catéter5.
El neurocirujano programa la colocación
de una derivación VP al Sr. S. para tratar de
que este recupere la independencia y mejore
la calidad de vida. El neurocirujano deberá
realizar un seguimiento del paciente y el
personal de enfermería deberá proceder a la
educación postoperatoria del paciente.
Responsabilidades de enfermería en el postoperatorioDespués de la colocación de la derivación,
las enfermeras deben valorar la mejoría
clínica y las complicaciones. La mejoría
de las funciones intelectuales suele ser
La hidrocefalia
normotensiva es una de las
pocas causas de demencia
que puede ser reversible
con el tratamiento.
24 Nursing2018 | Volumen 35 | Número 3
el cambio más evidente después de la
colocación de la derivación, seguido de la
reducción de la incontinencia y, por último,
la estabilidad de la marcha9.
Las enfermeras realizan valoraciones
neurológicas frecuentes en el entorno
hospitalario para evaluar las complicaciones
después de la colocación de una derivación VP.
Los dolores de cabeza, el cansancio y el
insomnio postoperatorios pueden indicar
complicaciones y deben notificarse con
prontitud al neurocirujano5.
Las enfermeras también controlan los
signos de infección en el lugar de la incisión
y realizan cambios diarios del vendaje15. A los
pacientes y sus familias se les debe enseñar
cómo realizar los cambios del vendaje, si
es necesario, y cómo evaluar los síntomas y
signos de infección, como eritema y edema
en el lugar de la incisión.
Las enfermeras deben asegurarse de que
los pacientes y sus familias sepan cuándo
deben avisar al neurocirujano; por ejemplo,
si los síntomas y signos que el paciente sufría
preoperatoriamente comienzan a reaparecer.
Esto podría ser la señal de que la derivación
no está funcionando bien y debe ser revisada5.
El drenaje excesivo de LCR, que
puede provocar derrame subdural o
hematoma, es una complicación frecuente
y potencialmente grave de la derivación VP,
sobre todo durante el primer año1. Explique
a los pacientes que deben comunicar los
dolores de cabeza constantes o posturales.
Sin embargo, puesto que esta complicación
puede ser asintomática, haga hincapié
también en la importancia del seguimiento
habitual con el cirujano según lo indicado.
Papel clave de enfermeríaSi no se los trata, los pacientes con HNT
comenzarán a perder funciones vitales,
como la capacidad de pensar con claridad,
caminar de forma independiente y mantener
el control de las funciones corporales11. Sin
embargo, los síntomas y signos de la HNT
se invierten de manera espectacular en la
mayoría de los pacientes a los cuales se
les realiza una derivación ventricular7. El
reconocimiento temprano de los síntomas y
signos de la HNT y el tratamiento oportuno
respaldan los mejores resultados posibles
para el paciente.
Cómo la derivación ventricular alivia la presión
Una derivación ventricular consta de un catéter de derivación, un depósito y una válvula
unidireccional. Se realiza una pequeña incisión detrás de la oreja y se implanta la
porción proximal del catéter de derivación en el ventrículo lateral mediante un orificio
circular a través del cráneo. El catéter está conectado a un depósito en línea y a una
válvula unidireccional, que recoge el LCR y controla la presión y la velocidad a la cual
el sistema deriva el líquido del ventrículo. La porción distal del catéter de derivación se
tuneliza debajo de la piel hasta un punto terminal en el peritoneo, la pleura o la vena
cava. La derivación se deja en su lugar de forma permanente a menos que se desprenda,
se tapone o se infecte, en cuyo caso se extrae quirúrgicamente y se vuelve a colocar.
Fuente: Hickey JV. The Clinical Practice of Neurological and Neurosurgical Nursing. 7th ed. Philadelphia, PA: Wolters Kluwer, Lippincott Williams & Wilkins; 2009:323.
Las enfermeras tienen un papel fundamental
en la evaluación de los pacientes para detectar
cambios neurológicos e identificar síntomas
y signos que sugieran HNT13. Si los cambios
neurológicos son sutiles o bruscos, debe
tenerse en cuenta la HNT como posible
causa para evitar un diagnóstico erróneo y
un retraso en el tratamiento.
También se debe educar a la familia del
paciente acerca de los síntomas y signos de la
HNT, ya que los miembros de la familia notarán
cambios sutiles antes que los profesionales
sanitarios. Las enfermeras pueden fomentar
la educación y el conocimiento de los
síntomas y signos de la HNT de pacientes
como el Sr. S., cuyas familias quizá tengan
dificultades para identificar la causa del
deterioro neurológico de sus seres queridos. ■
BIBLIOGRAFÍA
1. Graff-Radford NR. Normal pressure hydrocephalus. UpToDate. 2016. www.uptodate.com.
2. Wallenstein MB, McKhann GM. Salomon Hakim and the discovery of normal-pressure hydrocephalus. Neurosurgery. 2010;67(1):155-159.
3. Hydrocephalus Association. Normal pressure hydrocephalus. www.hydroassoc.org/normalpressure-hydrocephalus.
4. Kiefer M, Unterberg A. The differential diagnosis and treatment of normal-pressure hydrocephalus. Dtsch Arztebl Int. 2012;109(1-2):15-25.
5. Fraser C, Stark SW. Gait disorder in older adults: is it NPH? Nurse Practitioner. 2011;36(3):14-20.
6. Paranathala MP, Sitsapesan H, Green AL, Cadoux-Hudson T, Pereira E. Idiopathic normal pressure hydrocephalus: an important differential diagnosis. Brit J Hosp Med. 2013;74(10):564-570.
7. Johnson M, Graham K. The diagnosis and surgical treatment of normal-pressure hydrocephalus. J Am Acad Physicians Assistants. 2010;23(5):51-56.
8. Siedlecki SL. Normal pressure hydrocephalus: are you missing the signs? J Gerontol Nurs. 2008;34(2):27-33.
9. Hickey JV. The Clinical Practice of Neurological and Neurosurgical Nursing. 7th ed. Philadelphia, PA: Wolters Kluwer/Lippincott Williams & Wilkins; 2013.
10. Williams MA, Relkin NR. Diagnosis and management of idiopathic normal-pressure hydrocephalus. Neurol Clin Pract. 2013;3(5):375-385.
11. Bugalho P, Alves L, Miguel R. Gait dysfunction in Parkinson’s disease and normal pressure hydrocephalus: a comparative study. J Neural Transmission. 2013;120(8):1201-1207.
12. Jaraj D, Rabiei K, Marlow T, Jensen C, Skoog I, Wikkelsø C. Prevalence of idiopathic normal-pressure hydrocephalus. Neurology. 2014;82(16):1449-1454.
13. Thynne K. Normal pressure hydrocephalus. J Neuroscience Nurs. 2007;39(1):27-32.
14. Halperin JJ, Kurlan R, Schwalb JM, Cusimano MD, Gronseth G, Gloss D. Practice guideline: idiopathic normal pressure hydrocephalus: response to shunting and predictors of response. Am Acad Neurology. 2015;85:2063-2071.
15. Hepburn-Smith M, Dynkevich I, Spektor M, Lord A, Czeisler B, Lewis A. Establishment of an external ventricular drain best practice guideline: the quest for a comprehensive, universal standard for external ventricular drain care. J Neurosci Nurs. 2016;48(1):54-65.
En York, Pensilvania, Carolyn E. Smith es enfermera clínica del Wellspan York Hospital y profesora de enfermería en el York College of Pennsylvania.
La autora y los editores declaran no tener ningún conflicto de intereses potencial, económico o de otro tipo, relacionado con este artículo.
El drenaje excesivo de
líquido cefalorraquídeo
es una complicación
frecuente y potencialmente
grave de la derivación
ventriculoperitoneal, sobre
todo durante el primer año.